Thursday, August 07, 2025

EVO MORALES PIERDE EL APOYO DE LOS AYMARAS, SU HISTÓRICA BASE ELECTORAL

El auge del poder y de la influencia de la nación indígena aymara en Bolivia ha sido el mayor cambio político del país en las últimas décadas, impulsado por el éxito del expresidente Evo Morales y el partido de izquierda que él fundó.
Pero a medida que Bolivia se prepara para elecciones presidenciales el 17 de agosto, parece cada vez más claro que los votantes indígenas están abandonando el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que se ha proclamado defensor de sus intereses.
Los votantes de las comunidades aymaras y quechua afirman que su lealtad al MAS se ha visto mermada por la peor crisis económica que ha sufrido el país en décadas, y los bolivianos más jóvenes, en particular, dicen que las cuestiones de identidad ahora parecen menos importantes.
"Las mayorías indígenas tienen que lidiar con cómo ganar la plata (dinero)", dijo Sayuri Loza, una influyente aymara en las redes sociales e hija de Remedios Loza, la primera mujer indígena en ingresar al parlamento boliviano como diputada en 1989.
"La necesidad económica, la necesidad de educación y la necesidad de salud (...) de ninguna manera están cubiertas", dijo la mujer de 42 años, que no tiene previsto votar por el MAS. Bolivia tiene la mayor proporción de población indígena de cualquier país de América Latina, con alrededor del 62% del total de sus habitantes, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas.
Compuesta por diversos grupos étnicos, los más numerosos son los aymaras y los quechua, que durante mucho tiempo han sido la columna vertebral del MAS, que ha dominado la política del país durante casi dos décadas.
Ahora, el apoyo a candidatos de izquierda y del MAS está por detrás del de la derecha opositora.
Una encuesta de julio de Ipsos CIESMORI mostró que Andrónico Rodríguez, el principal candidato de izquierda, distanciado del MAS, contaba con solo un 6% de apoyo, frente al 19% que tenía a principios de año. Otra candidata de ascendencia aymara, Eva Copa, se retiró de la carrera la semana pasada.
En tanto el candidato del oficialista MAS obtuvo alrededor del 2%.
El presidente Luis Arce no está buscando una reelección.
Casi la mitad del electorado tiene menos de 35 años, una generación que no ha conocido otra era política que la marcada por Morales, el primer líder indígena de Bolivia, y Arce, su sucesor.
Los votantes más jóvenes, como Lirio Fuertes Mamani, de 29 años, que dirige una marca de moda y enseña el idioma quechua en TikTok, dijeron que las promesas del partido se quedaron cortas.
"Lo indígena estaba en los desfiles, en las marchas, en las banderas, en los spots, en los discursos", dijo Fuertes Mamani, quien en las redes sociales se hace llamar T'ikita Wara, que significa "flor pequeña" en quechua. "Pero no en el cambio, no en la mejora ni en la transparencia".
Loza, una historiadora que promueve las tradiciones indígenas en las redes sociales, también afirmó que los servicios públicos y la estabilidad financiera, más que su identidad, fueron los factores clave que determinaron su voto.
La clase media emergente de Bolivia, en su mayoría indígena, ha traspasado la política identitaria, y la generación más joven abarca diversas profesiones, según el académico Renzo Abruzzese, que imparte clases en las universidades Nur y Gabriel René Moreno de Santa Cruz.
"Esto ha transformado la estructura social boliviana y esto es lo que se expresa", afirmó.
SURGEN LAS TENSIONES
La elección de Morales en 2006 fue un momento histórico para una nación en la que los grupos indígenas se habían sentido durante siglos como ciudadanos de segunda clase. Hasta mediados de la década de 1950, se les prohibía entrar en la plaza situada frente al palacio presidencial. La servidumbre no se abolió hasta 1945.
Antes de su primera toma de posesión, Morales recibió el bastón de mando en el yacimiento preincaico de Tiwanaku, comprometiéndose a conceder derechos a la mayoría amerindia. "Hoy día empieza el nuevo día para los pueblos originarios del mundo", declaró Morales en aquel momento, rodeado de activistas indígenas que habían viajado desde lugares tan lejanos como Estados Unidos.
Tensiones con algunos grupos indígenas surgieron por primera vez en 2011, cuando Morales quiso construir una carretera que atravesaba territorio indígena en la Amazonía boliviana.
Estallaron protestas y las relaciones del partido MAS con algunos grupos nativos nunca se recuperaron.
Morales, que fue presidente durante tres mandatos hasta 2019, tiene prohibido presentarse a las elecciones tras un intento fallido de cambiar la Constitución para permitir un cuarto mandato.
Ahora se encuentra escondido en la región cocalera del Chapare, después de que en diciembre un tribunal dictara una orden de detención contra él por abusos a menores y terrorismo. El expresidente niega las acusaciones.
En lugar de representar la esperanza, Morales ahora se asocia con la desilusión, dijo Fuertes Mamani.
"Tristemente Evo Morales y este grupo radicalizado que no quiere dejar el poder, ha hecho que se asocia al movimiento indígena como la antidemocracia, como en la cara de la corrupción, la cara de la borrachera, del abuso", afirmó. El MAS no respondió inmediatamente a una solicitud de Reuters de comentario. El candidato oficial del MAS, Eduardo del Castillo, dijo que los problemas en la administración de Arce habían sido "identificados".
"Hay gente que cree en nosotros y que confía en nosotros", dijo a EFE en una entrevista el mes pasado.
'VOTO BOLSILLO'
Estas elecciones se celebran en momentos en que Bolivia se enfrenta a su peor crisis económica desde mediados de la década de 1980. Las exportaciones de gas natural se han desplomado, la inflación ha alcanzado su nivel más alto en 40 años y escasean los dólares.
La moneda boliviana ha perdido la mitad de su valor en el mercado negro este año, a pesar de que el tipo de cambio oficial se ha mantenido artificialmente estable gracias a la intervención del Gobierno.
Los votantes indígenas urbanos y con mentalidad empresarial cuestionaban la relevancia del MAS, y muchos culparon al modelo de 'gastar para crecer' del partido gobernante por la recesión, según el analista político quechua Andrés Gómez.
"Está empezando a pesar el voto bolsillo respecto al voto de identidad", afirmó Gómez.
Aún no estaba claro, dijo, cómo se manifestaría eso el día de las elecciones.
Las encuestas muestran que los candidatos conservadores Samuel Doria Medina y Jorge "Tuto" Quiroga lideran la carrera, pero ninguno de los dos cuenta con más del 30% de apoyo, mientras que alrededor de un tercio de los bolivianos siguen indecisos.
Si ningún candidato gana las elecciones de agosto, se celebrará una segunda vuelta el 19 de octubre.
Para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener la mitad más uno del total de los votos, o un mínimo del 40% del total con una diferencia de al menos 10% en relación con la segunda candidatura.
Algunos votantes indígenas que no apoyan al MAS también se mostraron escépticos con respecto a las alternativas.
"Los partidos de derecha tampoco terminan de entender el papel indígena en el país", afirmó Loza. La Nación de Argentina (https://n9.cl/fqfmn)
 
 
 
 
 
“BOLIVIA: LAS ELECCIONES QUE PODRÍAN RECONFIGURAR EL TABLERO POLÍTICO LATINOAMERICANO”, POR IRMA MONTES PATIÑO
 
El domingo 17 de agosto se celebran comicios presidenciales en el vecino país altiplánico y quienes encabezan las encuestas son candidatos de corte capitalista liberal, lo cual -en caso de triunfo de alguno de ellos- supondría un cambio radical no solo en Bolivia sino que trascendería fronteras y se proyectaría sobre todo el continente.
 
El Comercio Perú (https://n9.cl/ckd58r)
 
Este 17 de agosto Bolivia se juega una partida geopolítica que podría rediseñar el tablero ideológico continental tras décadas de hegemonía de izquierda bolivariana. Y por primera vez en veinte años enfrenta comicios democráticos y sin la participación de figuras políticas emblemáticas. Ni Evo Morales, excluido por temas legales relacionados con límites constitucionales, ni el presidente Luis Arce, quien declinó presentarse por su deteriorada popularidad, participarán como candidatos. Esta ausencia histórica ha fragmentado al Movimiento al Socialismo (MAS) y abierto espacios inéditos para una oposición que por décadas permaneció al margen del poder.
Las últimas encuestas revelan un panorama alentador, donde candidatos de corte capitalista liberal lideran las preferencias. El empresario Samuel Doria Medina, de la alianza Unidad y que intentará por cuarta vez el acceso a Palacio Quemado, está al frente con 21%, y muy de cerca está Jorge ‘Tuto’ Quiroga, expresidente interino y líder de la coalición Libre, con 19,6%. Lo que sugiere una definición en balotaje, que será determinada por el voto llamado residual (indecisos, blancos/nulos) que llega a al 34,1%. Cabe resaltar que luego del debate presidencial del 2 de agosto, el candidato Rodrigo Paz Pereira de la alianza PDC (Partido Demócrata Cristiano) podría incluso colarse al balotaje pues su tendencia es ascendente y quien alcance una buena porción del porcentaje del altísimo voto residual podría dar la sorpresa.
Las implicancias de un triunfo de los “anti Foro de Sao Paulo” en Bolivia trascienden fronteras proyectándose sobre todo el continente. Bolivia ha funcionado tradicionalmente como uno de los bastiones más sólidos del socialismo del siglo XXI, con un papel pivotante en organismos regionales como Unasur y Celac, sirviendo de puente ideológico entre las posiciones más confrontacionales del eje Caracas-Managua y posturas más pragmáticas de gobiernos progresistas. Un gobierno de oposición al Foro de Sao Paulo en La Paz facilitaría oportunidades de nuevas alianzas comerciales y políticas para países como Brasil y Colombia, abriendo espacios para enfoques más moderados y alejándose definitivamente del modelo de integración bolivariana impulsado desde Venezuela.
Este golpe de timón marcará un punto de inflexión histórico coincidiendo además con la celebración del bicentenario de su independencia (este miércoles 6 de agosto) y completaría un proceso de reconfiguración política continental que se evidenció con el ascenso de Javier Milei en Argentina y la consolidación conservadora en países como El Salvador, República Dominicana, Paraguay, Panamá y Ecuador, debilitando los proyectos de integración bolivariana, marcando así el fin de una era en la política latinoamericana.
Este proyectado radical giro ideológico después de décadas en Bolivia solo es comparable con el que se vivió en los años ochenta con Víctor Paz Estenssoro, recordado por su funesta revolución nacional de 1952 de corte comunista-populista detonada por una combinación de fracturas estructurales y coyunturales donde la justificación fue la “crisis del modelo económico oligárquico”, en épocas en las que Bolivia dependía casi exclusivamente de la exportación de estaño, controlada por tres grandes empresarios conocidos como los “barones del estaño” (Patiño, Hochschild y Aramayo). Y que provocó un éxodo tras la persecución y exilio de opositores políticos, expropiaciones y redistribución de propiedad privada sin compensación a familias terratenientes del Altiplano -productores de agricultura y ganadería cruciales para la economía del momento- así como la expropiación de las minas de estaño.
Pero el tiempo lo hizo madurar políticamente y, décadas más tarde, el mismo Paz Estenssoro experimentó una radical transformación ideológica durante su último gobierno (1985-1989) volcándose hacia un modelo liberal puro, lanzando su Nueva Política Económica (NPE): un ambicioso programa de control inflacionario y reformas macroeconómicas de corte liberal que impulsaron una ruptura abrupta con el modelo impuesto por él mismo décadas atrás. Cuyo precedente, adaptado a la actualidad, podrá reconfigurar el contexto político actual significando un enorme paso hacia el progreso de Bolivia e irradiarse a la vez al resto del continente.
Es así que las próximas elecciones de Chile y Honduras (noviembre el 2025) podrían alterar definitivamente la correlación entre derechas e izquierdas en Latinoamérica, demostrando la voluntad de castigo a la era del nefasto socialismo del siglo XXI. Por último, y como bisnieta de expresidente de Bolivia (Ismael Montes Gamboa, 1904-1909 y 1913-1917) permítanme la licencia de comentar que ver a esta segunda patria por sangre volver a la ecuanimidad política y a un modelo donde impere y perdure la democracia, el libre mercado y el respeto irrestricto a la propiedad privada nos llena de esperanzadora satisfacción. Sentimientos que se comparten con familias de muchos bolivianos en nuestro país, quienes optaron por buscar mejores oportunidades en un país hermano como el Perú.
 
 
 
 
 
ELECCIONES EN BOLIVIA: "EL PUEBLO BOLIVIANO ESTÁ CON UNA MADUREZ EXTRAORDINARIA PARA GENERAR UNA RENOVACIÓN", AFIRMÓ SENADOR
 
RPP de Perú (https://n9.cl/cgv1l)
 
El senador Rodrigo Paz, candidato a la presidencia de Bolivia, criticó las políticas del Movimiento al Socialismo (MAS) aunque aseguró que en las próximas elecciones está "deslumbrando un nuevo futuro" en el país.
"Las elecciones nacionales han tenido una característica muy escabrosa por las propias debilidades de la institucionalidad democrática y del estado de fragilidad de la economía", afirmó el senador en Ampliación de Noticias.
"Las elecciones nacionales han tenido una característica muy escabrosa por las propias debilidades de la institucionalidad democrática y del estado de fragilidad de la economía", afirmó el senador en Ampliación de Noticias.
En ese sentido, sostuvo que Bolivia se encuentra en un "momento de transición complejo después de 20 años de un modelo de Gobierno que cierra con [Luis] Arce", en referencia a lo definidió como el cierre del Movimiento al Socialismo (MAS) en el Gobierno.
"Nos ha generado un problema de crisis económica, falta de justicia, inseguridad jurídica, encerrarnos hacia el mundo con una crisis económica estatal. La gente espera el 17 de agosto para hacer un cambio porque se cierre un ciclo. El pueblo boliviano está con una madurez extraordinaria, esperando un proceso electoral para generar una renovación y darle oxígeno a la patria para salir adelante. Es difícil pero hay una señal de madurez para mantener la estabilidad", declaró.
Panorama electoral
Paz Pereira explicó que se han formado dos bloques políticos principales en Bolivia. Por un lado, están los candidatos que han participado en la política durante las últimas décadas y que "vienen a representar un bloque de oposición".
"Han tenido un techo, y lo podrán corroborar en las encuestas, de que no pasan el 20% en las encuestas con unos negativos muy altos  [de desaprobación]", declaró en Ampliación de Noticias.
Por otro lado, están los candidatos que buscan renovar el Movimiento al Socialismo (MAS), pero aseguró que el partido "está en una crisis profunda de división de liderazgos" y ya parten "del cierre del ciclo".
"[El cierre de ciclo] viene de antes cuando en el 2014 ya empieza a generar unas señales de falta de enamoramiento, de ideas nuevas, de renovación para la patria y lo que perdura hasta el 2025 es el poder que ejerce sobre las instituciones de justicia, la persecución política, el control de la economía, con los excedentes que había de los recursos hidrocarburíferos", sostuvo.
Situación de indecisos
En esa línea, senador señaló que entre el 30% y el 35% de los votantes se encuentran indecisos, lo que representa un desafío significativo a pocos días de las elecciones.
Una de las causas de la cantidad de indecisos es la fragilidad institucional de la democracia boliviana, aseguró, ya que "se ha privatizado".
"Además, la crisis de 20 años de un control del Estado tranca, como llamamos nosotros, absoluto de las instituciones y de la información por parte el MAS ha generado momento de crisis en búsqueda de nuevas referencias, porque en 20 años te han dirigido la democracia, política y economía en una sola forma. Hoy Bolivia está en su bicentenario deslumbrando un nuevo futuro", zanjó el senador.
 
 
 
 
 
EL PLAN DE EVO MORALES PARA EL DÍA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
 
Los comicios del 17 de agosto podrían reconfigurar el escenario político de Bolivia. Pero el jefe cocalero y ex presidente cree que todavía puede sembrar el caos para mantener el control del país
 
Infobae de Argentina (https://n9.cl/127fcy)
 
Evo Morales tiene un plan. Es al mismo tiempo político y de acción. Debió trazarlo a partir de su enfrentamiento con Luis Arce -a quien le entorpeció su gestión desde el principio-, de la prohibición que le impuso la justicia boliviana para participar de las próximas elecciones presidenciales del 17 de agosto y de la pérdida de la personería del Movimiento al Socialismo (MAS) el partido que fundó.
De forma distinta a como hizo con Arce -a quien apoyó para llegar al poder y luego dinamitó-, Morales sabe que esta vez deberá buscar por otro lado su ventaja política para retornar al poder en Bolivia. Sabe que los delfines podrían traicionarlo, como cree que pasó con quien fue su ministro de Economía durante sus mandatos presidenciales.
Cuando Arce se alza con el triunfo electoral de 2020, el jefe cocalero decide su retorno al país tras su renuncia y partida al autoexilio luego del megafraude de 2019 que desató una tormenta social que terminó con Jeanine Áñez como presidenta interina, hoy presa.
Desde el exterior, Morales embanderó a su pupilo a su imagen y semejanza. Jamás pensó que Arce intentaría un proyecto propio y comenzó entonces a entorpecer su gobierno, del que se creía amo y señor.
Esa guerra interna del MAS la padeció, en definitiva, el pueblo boliviano, que vio una Asamblea Legislativa paralizada y constantes marchas, paros y barricadas que llevaron al extremo del abastecimiento a varias ciudades que quedaron aisladas por los hombres del cocalero.
Arce -quien en algún momento soñó con una reelección- veía cómo su popularidad y su capital político se desvanecía de la mano de una administración paupérrima donde la escasez de dólares, la falta de combustibles, alimentos, medicamentos, la inflación y la precariedad institucional se convertían en su principal legado gubernamental.
Esos pobres resultados de gestión tuvieron también como responsable a Evo, quien apedreó cada intento político que buscó su otrora ministro. Ni la presencia controversial de su hijo Marcelo Arce en el área de energía logró componer un sector que en algún momento fue pilar económico de Bolivia.
Los hijos de Arce merecen un capítulo por separado: sus quehaceres salieron a la luz en los últimos meses. Rafael Arce, el menor de los vástagos presidenciales, consiguió al poco tiempo de que su padre accediera al poder un crédito oficial de tres millones de dólares que decidió invertir en tierras en Santa Cruz de la Sierra, la zona más productiva del país. Un entrepreneur. Ese préstamo floreció tiempo después hasta convertirse en nueve millones. Un suertudo.
Marcelo, el de Energía, también está envuelto en problemas que seguramente lo acompañen durante años: está acusado de favorecer y redirigir contratos de litio para beneficio de ciertas empresas. Un comisionista.
Persecución a opositores y elecciones
Para intentar controlar la arena política, Arce comenzó una persecución contra opositores a quienes ordenó secuestrar en plena luz del día, como fue el caso emblemático de Luis Fernando Camacho, ex gobernador de Santa Cruz, detenido irregularmente en los últimos días de 2022, frente a su domicilio. Para muchos, Camacho representaba la verdadera amenaza para los negocios y ambiciones del MAS, el Socialismo del Siglo XXI y Cuba, uno de los principales actores del país.
Pero el deteriorado gobierno de Arce y su enfretamiento con el jefe de los cocaleros, no permitieron que pudiera aspirar a una reelección. El presidente boliviano anunció su renuncia a la carrera electoral el 13 de mayo: “No seré un factor de división del voto popular”, dijo entonces. No hubo movilizaciones populares para que reviera su decisión.
Eduardo del Castillo, candidato oficial por el MAS, uno de los principales alfiles de Arce y ministro de Gobierno, comenzó una aparente embestida contra Evo. Surgieron así denuncias de todo tipo: estupro, tráfico de menores, violaciones contra el ex presidente. La mayoría de esas acusaciones resultan verosímiles, pero muchos en Bolivia prefieren mirar para otro lado.
Pese a las órdenes de captura de la fiscalía, el gobierno de Arce no se animó a dar el paso y apresar a su principal rival interno quien quedó atrincherado en Cochabamba. Incluso se señala que Del Castillo fue quien envió a la Argentina a una de las denunciantes del rival de Arce. Algunas habladurías -son solo eso- se refieren de una posible sociedad entre Del Castillo y Evo en negocios de producción y exportación. Otros entrepreneurs.
Pero Del Castillo, candidato oficialista, no tiene posibilidades de triunfo. Lo saben Arce y Morales. Apenas un 3 por ciento del electorado votaría por el postulante del MAS, el partido que llevó a Evo al poder y que le fue arrebatado.
Morales, lejos de apostar por este ambicioso funcionario, apuesta por el caos posterior al 17 de agosto. Votos nulos y ausentismo por un lado. Por el otro, el mejor oferente suyo para ganar es Jorge Tuto Quiroga. Cree que el eterno opositor boliviano le haría la tarea confrontativa más fácil.
Incendiar Bolivia y asaltar el poder con una figura como la suya le resultaría más fácil. Quiroga hizo sus deberes: negó un frente opositor sólido que pudiera derrotar definitivamente al MAS y al evismo, haciendo más débil una posición opositora.
Evo tampoco quiere que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y cocalero como él, sea una de las figuras relevantes de los comicios. Este joven legisador de 36 años es, en rigor, su verdadera amenaza interna, quien podría jubilarlo.
Los seguidores del jefe cocalero y ex presidente, mientras tanto, lanzan sus amenazas: se contarán votos o muertes durante la noche del 17 próximo.
Bolivia parece estar lejos de normalizarse y de encaminarse a un sendero de tranquilidad y paz social. Las ambiciones personales, los negocios, el narcotráfico y las interferencias externas parecen ser los verdaderos motores de esa gran nación sudamericana.
 
 
 
 
INTERNACIONALISTA SERGIO RODRÍGUEZ: BOLIVIA SIGUE SIENDO UN AMOR DESENFRENADO DE LIBERTAD
 
Diario VEA de Venezuela (https://n9.cl/tn7hs)
 
El presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Jorge Rodríguez (PSUV/Dtto. Capital), destacó que la celebración del Bicentenario de la Independencia de Bolivia es la expresión de la gloria americana, conquistada por El Libertador Simón Bolívar.
Así lo señaló en la sesión especial que celebró la AN, este miércoles, en el salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, con motivo del Bicentenario de la Creación de Bolivia.
«La fiesta de la expresión de la gloria americana, que vino a sembrar de libertad todo el horizonte del continente sudamericano. Que vino también a promover la emergencia de naciones libres, soberanas y democráticas», puntualizó.
El parlamentario resaltó que Bolivia, hoy día Estado Plurinacional de Bolivia, fue considerada la hija predilecta del padre Libertador Simón Bolívar.
Bolívar en Potosí
Luego que el orador de orden de la sesión especial, el historiador Sergio Rodríguez, ofreciera su discurso, Jorge Rodríguez revisó la recopilación de textos provenientes de la actividad sobre el Bicentenario de Bolivia que se realizó en el Centro Rómulo Gallegos.
Asimismo, leyó un texto del escritor venezolano Luis Britto García, que permitió recordar el 10 de octubre de 1826, día en que El Libertador sube al cerro Potosí acompañado del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.
«Allí en el Potosí, con ese verbo, esa pluma tan excelsa, dijo El Libertador (…), después de tantas luchas y
tantos dolores: Venimos venciendo desde las costas del Atlántico, y en 15 años de luchas gigantes hemos derrocado el edificio de la tiranía formado tranquilamente en tres siglos de usurpación y de violencia», citó Rodríguez.
La misma lucha
El máximo representante del Legislativo destacó que, 200 años después de aquella hazaña conquistada por El Libertador en Bolivia, «hoy es la misma lucha de los que nos negamos a ser esclavos contra los que quieren subyugarnos para extraer y robarnos nuestras riquezas».
«Todos conocemos el canto a Bolívar de Pablo Neruda. Nos ha acompañado siempre como una especie de mantra. Pero pensando en el nacimiento de Bolivia, qué grande es ese canto en la parte en que señala: ‘Libertador, un mundo de paz nació entre humanos. El pan, la paz, el trigo, de tu sangre nacieron'», subrayó el parlamentario.
En tal sentido, Rodríguez expresó «de nuestra joven sangre, venida de tu sangre, saldrán pan, paz y trigo para el mundo que haremos. De tu sangre, Libertador, salió la paz, el pan, el trigo. De tu sangre nació Bolivia y para siempre saldrá el mundo que haremos».
Señaló que esta nueva lucha es por un mundo de libertad, de hombres y mujeres libres, sin esclavos, un mundo de independencia y soberanía para siempre.
«Han sido muchos los dolores, ha sido mucha la lucha, la fuerza que hemos debido imprimir para rechazar los nuevos imperios. Pero no tengan dudas que amparados, por la sangre, por el espíritu y por el ejemplo de Simón Bolívar, venceremos», concluyó Rodríguez.
 
 
 
 
 
YVÁN GIL: VENEZUELA Y BOLIVIA RATIFICAN COMPROMISO CON LA INTEGRACIÓN REGIONAL
 
En diálogo con Freddy Morales, corresponsal de teleSUR en Bolivia, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, declaró que su visita a esa nación refuerza la alianza estratégica entre ambos países, a propósito del Bicentenario del Estado Plurinacional.
 
Telesur de Venezuela (https://n9.cl/n3hm2o)
 
En entrevista exclusiva para la multiplataforma teleSUR, el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, detalló los resultados de su reciente reunión con el presidente Luis Arce, en el marco de las conmemoraciones por los 200 años de la independencia de Bolivia.
La visita s Sucre, capital histórica del Estado Plurinacional, incluyó una sesión especial en la Casa de la Libertad, con diversas actividades institucionales y culturales en homenaje a figuras históricas como Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, así como a las rebeliones indígenas que marcaron el proceso independentista.
Durante el encuentro, Gil y Arce abordaron temas clave de la geopolítica regional y mundial, con énfasis en los asuntos latinoamericanos y el rol de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). Bolivia, como miembro activo de esta alianza, reafirmó su compromiso con la integración regional y la cooperación estratégica con Venezuela.
Ambos líderes destacaron la importancia de la interacción entre los pueblos boliviano y venezolano, así como su lucha conjunta contra el fascismo y las corrientes de ultraderecha que, según Gil, “tratan de violar, cercenar y quitar los derechos a trabajadores, campesinos, movimientos indígenas, mujeres y ecologistas”.
Como parte de la visita, el líder diplomático entregó al pueblo boliviano una réplica de la espada vencedora del general Rafael José Urdaneta Farías, “como símbolo de lealtad entre los pueblos y a la causa libertadora”.
Acompañado por exponentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), heredera del Ejército Libertador, Gil resaltó el valor de las espadas como emblema de “resistencia y ofensiva bolivariana y revolucionaria, tan viva en el pueblo boliviano como en el venezolano”.
En nombre del presidente Nicolás Maduro, Gil transmitió un mensaje de felicitación por el Bicentenario de Bolivia, destacando su significado para los pueblos que luchan por la soberanía y la autodeterminación.
“Hemos acompañado al Gobierno boliviano, al presidente Luis Arce y al pueblo en esta gran celebración que señala el camino contra el colonialismo y el imperialismo”, afirmó el canciller.

No comments: