EVO MORALES PIERDE EL APOYO DE LOS AYMARAS, SU HISTÓRICA BASE ELECTORAL

El
auge del poder y de la influencia de la nación indígena aymara en Bolivia ha
sido el mayor cambio político del país en las últimas décadas, impulsado por el
éxito del expresidente Evo Morales y el partido de izquierda que él fundó.
Pero
a medida que Bolivia se prepara para elecciones presidenciales el 17 de agosto,
parece cada vez más claro que los votantes indígenas están abandonando el
Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que se ha proclamado defensor de sus
intereses.
Los
votantes de las comunidades aymaras y quechua afirman que su lealtad al MAS se
ha visto mermada por la peor crisis económica que ha sufrido el país en
décadas, y los bolivianos más jóvenes, en particular, dicen que las cuestiones
de identidad ahora parecen menos importantes.
"Las
mayorías indígenas tienen que lidiar con cómo ganar la plata (dinero)",
dijo Sayuri Loza, una influyente aymara en las redes sociales e hija de
Remedios Loza, la primera mujer indígena en ingresar al parlamento boliviano
como diputada en 1989.
"La
necesidad económica, la necesidad de educación y la necesidad de salud (...) de
ninguna manera están cubiertas", dijo la mujer de 42 años, que no tiene
previsto votar por el MAS. Bolivia tiene la mayor proporción de población
indígena de cualquier país de América Latina, con alrededor del 62% del total
de sus habitantes, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
de las Naciones Unidas.
Compuesta
por diversos grupos étnicos, los más numerosos son los aymaras y los quechua,
que durante mucho tiempo han sido la columna vertebral del MAS, que ha dominado
la política del país durante casi dos décadas.
Ahora,
el apoyo a candidatos de izquierda y del MAS está por detrás del de la derecha
opositora.
Una
encuesta de julio de Ipsos CIESMORI mostró que Andrónico Rodríguez, el
principal candidato de izquierda, distanciado del MAS, contaba con solo un 6%
de apoyo, frente al 19% que tenía a principios de año. Otra candidata de
ascendencia aymara, Eva Copa, se retiró de la carrera la semana pasada.
En
tanto el candidato del oficialista MAS obtuvo alrededor del 2%.
El
presidente Luis Arce no está buscando una reelección.
Casi
la mitad del electorado tiene menos de 35 años, una generación que no ha
conocido otra era política que la marcada por Morales, el primer líder indígena
de Bolivia, y Arce, su sucesor.
Los
votantes más jóvenes, como Lirio Fuertes Mamani, de 29 años, que dirige una
marca de moda y enseña el idioma quechua en TikTok, dijeron que las promesas
del partido se quedaron cortas.
"Lo
indígena estaba en los desfiles, en las marchas, en las banderas, en los spots,
en los discursos", dijo Fuertes Mamani, quien en las redes sociales se
hace llamar T'ikita Wara, que significa "flor pequeña" en quechua.
"Pero no en el cambio, no en la mejora ni en la transparencia".
Loza,
una historiadora que promueve las tradiciones indígenas en las redes sociales,
también afirmó que los servicios públicos y la estabilidad financiera, más que
su identidad, fueron los factores clave que determinaron su voto.
La
clase media emergente de Bolivia, en su mayoría indígena, ha traspasado la
política identitaria, y la generación más joven abarca diversas profesiones,
según el académico Renzo Abruzzese, que imparte clases en las universidades Nur
y Gabriel René Moreno de Santa Cruz.
"Esto
ha transformado la estructura social boliviana y esto es lo que se
expresa", afirmó.
SURGEN
LAS TENSIONES
La
elección de Morales en 2006 fue un momento histórico para una nación en la que
los grupos indígenas se habían sentido durante siglos como ciudadanos de
segunda clase. Hasta mediados de la década de 1950, se les prohibía entrar en
la plaza situada frente al palacio presidencial. La servidumbre no se abolió
hasta 1945.
Antes
de su primera toma de posesión, Morales recibió el bastón de mando en el
yacimiento preincaico de Tiwanaku, comprometiéndose a conceder derechos a la
mayoría amerindia. "Hoy día empieza el nuevo día para los pueblos
originarios del mundo", declaró Morales en aquel momento, rodeado de
activistas indígenas que habían viajado desde lugares tan lejanos como Estados
Unidos.
Tensiones
con algunos grupos indígenas surgieron por primera vez en 2011, cuando Morales
quiso construir una carretera que atravesaba territorio indígena en la Amazonía
boliviana.
Estallaron
protestas y las relaciones del partido MAS con algunos grupos nativos nunca se
recuperaron.
Morales,
que fue presidente durante tres mandatos hasta 2019, tiene prohibido
presentarse a las elecciones tras un intento fallido de cambiar la Constitución
para permitir un cuarto mandato.
Ahora
se encuentra escondido en la región cocalera del Chapare, después de que en
diciembre un tribunal dictara una orden de detención contra él por abusos a
menores y terrorismo. El expresidente niega las acusaciones.
En
lugar de representar la esperanza, Morales ahora se asocia con la desilusión,
dijo Fuertes Mamani.
"Tristemente
Evo Morales y este grupo radicalizado que no quiere dejar el poder, ha hecho
que se asocia al movimiento indígena como la antidemocracia, como en la cara de
la corrupción, la cara de la borrachera, del abuso", afirmó. El MAS no respondió
inmediatamente a una solicitud de Reuters de comentario. El candidato oficial
del MAS, Eduardo del Castillo, dijo que los problemas en la administración de
Arce habían sido "identificados".
"Hay
gente que cree en nosotros y que confía en nosotros", dijo a EFE en una
entrevista el mes pasado.
'VOTO
BOLSILLO'
Estas
elecciones se celebran en momentos en que Bolivia se enfrenta a su peor crisis
económica desde mediados de la década de 1980. Las exportaciones de gas natural
se han desplomado, la inflación ha alcanzado su nivel más alto en 40 años y
escasean los dólares.
La
moneda boliviana ha perdido la mitad de su valor en el mercado negro este año,
a pesar de que el tipo de cambio oficial se ha mantenido artificialmente
estable gracias a la intervención del Gobierno.
Los
votantes indígenas urbanos y con mentalidad empresarial cuestionaban la
relevancia del MAS, y muchos culparon al modelo de 'gastar para crecer' del
partido gobernante por la recesión, según el analista político quechua Andrés
Gómez.
"Está
empezando a pesar el voto bolsillo respecto al voto de identidad", afirmó
Gómez.
Aún
no estaba claro, dijo, cómo se manifestaría eso el día de las elecciones.
Las
encuestas muestran que los candidatos conservadores Samuel Doria Medina y Jorge
"Tuto" Quiroga lideran la carrera, pero ninguno de los dos cuenta con
más del 30% de apoyo, mientras que alrededor de un tercio de los bolivianos
siguen indecisos.
Si
ningún candidato gana las elecciones de agosto, se celebrará una segunda vuelta
el 19 de octubre.
Para
ganar en primera vuelta un candidato debe obtener la mitad más uno del total de
los votos, o un mínimo del 40% del total con una diferencia de al menos 10% en
relación con la segunda candidatura.
Algunos
votantes indígenas que no apoyan al MAS también se mostraron escépticos con
respecto a las alternativas.
"Los
partidos de derecha tampoco terminan de entender el papel indígena en el
país", afirmó Loza. La Nación de Argentina (https://n9.cl/fqfmn)
“BOLIVIA:
LAS ELECCIONES QUE PODRÍAN RECONFIGURAR EL TABLERO POLÍTICO LATINOAMERICANO”,
POR IRMA MONTES PATIÑO
El
domingo 17 de agosto se celebran comicios presidenciales en el vecino país
altiplánico y quienes encabezan las encuestas son candidatos de corte
capitalista liberal, lo cual -en caso de triunfo de alguno de ellos- supondría
un cambio radical no solo en Bolivia sino que trascendería fronteras y se
proyectaría sobre todo el continente.
El
Comercio Perú (https://n9.cl/ckd58r)
Este
17 de agosto Bolivia se juega una partida geopolítica que podría rediseñar el
tablero ideológico continental tras décadas de hegemonía de izquierda
bolivariana. Y por primera vez en veinte años enfrenta comicios democráticos y
sin la participación de figuras políticas emblemáticas. Ni Evo Morales,
excluido por temas legales relacionados con límites constitucionales, ni el
presidente Luis Arce, quien declinó presentarse por su deteriorada popularidad,
participarán como candidatos. Esta ausencia histórica ha fragmentado al
Movimiento al Socialismo (MAS) y abierto espacios inéditos para una oposición
que por décadas permaneció al margen del poder.
Las
últimas encuestas revelan un panorama alentador, donde candidatos de corte
capitalista liberal lideran las preferencias. El empresario Samuel Doria
Medina, de la alianza Unidad y que intentará por cuarta vez el acceso a Palacio
Quemado, está al frente con 21%, y muy de cerca está Jorge ‘Tuto’ Quiroga,
expresidente interino y líder de la coalición Libre, con 19,6%. Lo que sugiere
una definición en balotaje, que será determinada por el voto llamado residual
(indecisos, blancos/nulos) que llega a al 34,1%. Cabe resaltar que luego del
debate presidencial del 2 de agosto, el candidato Rodrigo Paz Pereira de la
alianza PDC (Partido Demócrata Cristiano) podría incluso colarse al balotaje
pues su tendencia es ascendente y quien alcance una buena porción del porcentaje
del altísimo voto residual podría dar la sorpresa.
Las
implicancias de un triunfo de los “anti Foro de Sao Paulo” en Bolivia
trascienden fronteras proyectándose sobre todo el continente. Bolivia ha
funcionado tradicionalmente como uno de los bastiones más sólidos del
socialismo del siglo XXI, con un papel pivotante en organismos regionales como
Unasur y Celac, sirviendo de puente ideológico entre las posiciones más
confrontacionales del eje Caracas-Managua y posturas más pragmáticas de
gobiernos progresistas. Un gobierno de oposición al Foro de Sao Paulo en La Paz
facilitaría oportunidades de nuevas alianzas comerciales y políticas para
países como Brasil y Colombia, abriendo espacios para enfoques más moderados y
alejándose definitivamente del modelo de integración bolivariana impulsado
desde Venezuela.
Este
golpe de timón marcará un punto de inflexión histórico coincidiendo además con
la celebración del bicentenario de su independencia (este miércoles 6 de
agosto) y completaría un proceso de reconfiguración política continental que se
evidenció con el ascenso de Javier Milei en Argentina y la consolidación
conservadora en países como El Salvador, República Dominicana, Paraguay, Panamá
y Ecuador, debilitando los proyectos de integración bolivariana, marcando así
el fin de una era en la política latinoamericana.
Este
proyectado radical giro ideológico después de décadas en Bolivia solo es
comparable con el que se vivió en los años ochenta con Víctor Paz Estenssoro,
recordado por su funesta revolución nacional de 1952 de corte
comunista-populista detonada por una combinación de fracturas estructurales y
coyunturales donde la justificación fue la “crisis del modelo económico
oligárquico”, en épocas en las que Bolivia dependía casi exclusivamente de la
exportación de estaño, controlada por tres grandes empresarios conocidos como
los “barones del estaño” (Patiño, Hochschild y Aramayo). Y que provocó un éxodo
tras la persecución y exilio de opositores políticos, expropiaciones y
redistribución de propiedad privada sin compensación a familias terratenientes
del Altiplano -productores de agricultura y ganadería cruciales para la
economía del momento- así como la expropiación de las minas de estaño.
Pero
el tiempo lo hizo madurar políticamente y, décadas más tarde, el mismo Paz
Estenssoro experimentó una radical transformación ideológica durante su último
gobierno (1985-1989) volcándose hacia un modelo liberal puro, lanzando su Nueva
Política Económica (NPE): un ambicioso programa de control inflacionario y
reformas macroeconómicas de corte liberal que impulsaron una ruptura abrupta
con el modelo impuesto por él mismo décadas atrás. Cuyo precedente, adaptado a
la actualidad, podrá reconfigurar el contexto político actual significando un
enorme paso hacia el progreso de Bolivia e irradiarse a la vez al resto del
continente.
Es
así que las próximas elecciones de Chile y Honduras (noviembre el 2025) podrían
alterar definitivamente la correlación entre derechas e izquierdas en
Latinoamérica, demostrando la voluntad de castigo a la era del nefasto
socialismo del siglo XXI. Por último, y como bisnieta de expresidente de
Bolivia (Ismael Montes Gamboa, 1904-1909 y 1913-1917) permítanme la licencia de
comentar que ver a esta segunda patria por sangre volver a la ecuanimidad
política y a un modelo donde impere y perdure la democracia, el libre mercado y
el respeto irrestricto a la propiedad privada nos llena de esperanzadora
satisfacción. Sentimientos que se comparten con familias de muchos bolivianos
en nuestro país, quienes optaron por buscar mejores oportunidades en un país
hermano como el Perú.
ELECCIONES
EN BOLIVIA: "EL PUEBLO BOLIVIANO ESTÁ CON UNA MADUREZ EXTRAORDINARIA PARA
GENERAR UNA RENOVACIÓN", AFIRMÓ SENADOR
RPP
de Perú (https://n9.cl/cgv1l)
El
senador Rodrigo Paz, candidato a la presidencia de Bolivia, criticó las
políticas del Movimiento al Socialismo (MAS) aunque aseguró que en las próximas
elecciones está "deslumbrando un nuevo futuro" en el país.
"Las
elecciones nacionales han tenido una característica muy escabrosa por las
propias debilidades de la institucionalidad democrática y del estado de
fragilidad de la economía", afirmó el senador en Ampliación de Noticias.
"Las
elecciones nacionales han tenido una característica muy escabrosa por las
propias debilidades de la institucionalidad democrática y del estado de
fragilidad de la economía", afirmó el senador en Ampliación de Noticias.
En
ese sentido, sostuvo que Bolivia se encuentra en un "momento de transición
complejo después de 20 años de un modelo de Gobierno que cierra con [Luis]
Arce", en referencia a lo definidió como el cierre del Movimiento al
Socialismo (MAS) en el Gobierno.
"Nos
ha generado un problema de crisis económica, falta de justicia, inseguridad
jurídica, encerrarnos hacia el mundo con una crisis económica estatal. La gente
espera el 17 de agosto para hacer un cambio porque se cierre un ciclo. El
pueblo boliviano está con una madurez extraordinaria, esperando un proceso
electoral para generar una renovación y darle oxígeno a la patria para salir
adelante. Es difícil pero hay una señal de madurez para mantener la
estabilidad", declaró.
Panorama
electoral
Paz
Pereira explicó que se han formado dos bloques políticos principales en
Bolivia. Por un lado, están los candidatos que han participado en la política
durante las últimas décadas y que "vienen a representar un bloque de
oposición".
"Han
tenido un techo, y lo podrán corroborar en las encuestas, de que no pasan el
20% en las encuestas con unos negativos muy altos [de desaprobación]", declaró en
Ampliación de Noticias.
Por
otro lado, están los candidatos que buscan renovar el Movimiento al Socialismo
(MAS), pero aseguró que el partido "está en una crisis profunda de
división de liderazgos" y ya parten "del cierre del ciclo".
"[El
cierre de ciclo] viene de antes cuando en el 2014 ya empieza a generar unas
señales de falta de enamoramiento, de ideas nuevas, de renovación para la
patria y lo que perdura hasta el 2025 es el poder que ejerce sobre las
instituciones de justicia, la persecución política, el control de la economía,
con los excedentes que había de los recursos hidrocarburíferos", sostuvo.
Situación
de indecisos
En
esa línea, senador señaló que entre el 30% y el 35% de los votantes se
encuentran indecisos, lo que representa un desafío significativo a pocos días
de las elecciones.
Una
de las causas de la cantidad de indecisos es la fragilidad institucional de la
democracia boliviana, aseguró, ya que "se ha privatizado".
"Además,
la crisis de 20 años de un control del Estado tranca, como llamamos nosotros,
absoluto de las instituciones y de la información por parte el MAS ha generado
momento de crisis en búsqueda de nuevas referencias, porque en 20 años te han
dirigido la democracia, política y economía en una sola forma. Hoy Bolivia está
en su bicentenario deslumbrando un nuevo futuro", zanjó el senador.
EL
PLAN DE EVO MORALES PARA EL DÍA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
Los
comicios del 17 de agosto podrían reconfigurar el escenario político de
Bolivia. Pero el jefe cocalero y ex presidente cree que todavía puede sembrar
el caos para mantener el control del país
Infobae
de Argentina (https://n9.cl/127fcy)
Evo
Morales tiene un plan. Es al mismo tiempo político y de acción. Debió trazarlo
a partir de su enfrentamiento con Luis Arce -a quien le entorpeció su gestión
desde el principio-, de la prohibición que le impuso la justicia boliviana para
participar de las próximas elecciones presidenciales del 17 de agosto y de la
pérdida de la personería del Movimiento al Socialismo (MAS) el partido que
fundó.
De
forma distinta a como hizo con Arce -a quien apoyó para llegar al poder y luego
dinamitó-, Morales sabe que esta vez deberá buscar por otro lado su ventaja
política para retornar al poder en Bolivia. Sabe que los delfines podrían
traicionarlo, como cree que pasó con quien fue su ministro de Economía durante
sus mandatos presidenciales.
Cuando
Arce se alza con el triunfo electoral de 2020, el jefe cocalero decide su
retorno al país tras su renuncia y partida al autoexilio luego del megafraude
de 2019 que desató una tormenta social que terminó con Jeanine Áñez como
presidenta interina, hoy presa.
Desde
el exterior, Morales embanderó a su pupilo a su imagen y semejanza. Jamás pensó
que Arce intentaría un proyecto propio y comenzó entonces a entorpecer su
gobierno, del que se creía amo y señor.
Esa
guerra interna del MAS la padeció, en definitiva, el pueblo boliviano, que vio
una Asamblea Legislativa paralizada y constantes marchas, paros y barricadas
que llevaron al extremo del abastecimiento a varias ciudades que quedaron
aisladas por los hombres del cocalero.
Arce
-quien en algún momento soñó con una reelección- veía cómo su popularidad y su
capital político se desvanecía de la mano de una administración paupérrima
donde la escasez de dólares, la falta de combustibles, alimentos, medicamentos,
la inflación y la precariedad institucional se convertían en su principal
legado gubernamental.
Esos
pobres resultados de gestión tuvieron también como responsable a Evo, quien
apedreó cada intento político que buscó su otrora ministro. Ni la presencia
controversial de su hijo Marcelo Arce en el área de energía logró componer un
sector que en algún momento fue pilar económico de Bolivia.
Los
hijos de Arce merecen un capítulo por separado: sus quehaceres salieron a la
luz en los últimos meses. Rafael Arce, el menor de los vástagos presidenciales,
consiguió al poco tiempo de que su padre accediera al poder un crédito oficial
de tres millones de dólares que decidió invertir en tierras en Santa Cruz de la
Sierra, la zona más productiva del país. Un entrepreneur. Ese préstamo floreció
tiempo después hasta convertirse en nueve millones. Un suertudo.
Marcelo,
el de Energía, también está envuelto en problemas que seguramente lo acompañen
durante años: está acusado de favorecer y redirigir contratos de litio para
beneficio de ciertas empresas. Un comisionista.
Persecución
a opositores y elecciones
Para
intentar controlar la arena política, Arce comenzó una persecución contra
opositores a quienes ordenó secuestrar en plena luz del día, como fue el caso
emblemático de Luis Fernando Camacho, ex gobernador de Santa Cruz, detenido
irregularmente en los últimos días de 2022, frente a su domicilio. Para muchos,
Camacho representaba la verdadera amenaza para los negocios y ambiciones del
MAS, el Socialismo del Siglo XXI y Cuba, uno de los principales actores del
país.
Pero
el deteriorado gobierno de Arce y su enfretamiento con el jefe de los
cocaleros, no permitieron que pudiera aspirar a una reelección. El presidente
boliviano anunció su renuncia a la carrera electoral el 13 de mayo: “No seré un
factor de división del voto popular”, dijo entonces. No hubo movilizaciones
populares para que reviera su decisión.
Eduardo
del Castillo, candidato oficial por el MAS, uno de los principales alfiles de
Arce y ministro de Gobierno, comenzó una aparente embestida contra Evo.
Surgieron así denuncias de todo tipo: estupro, tráfico de menores, violaciones
contra el ex presidente. La mayoría de esas acusaciones resultan verosímiles,
pero muchos en Bolivia prefieren mirar para otro lado.
Pese
a las órdenes de captura de la fiscalía, el gobierno de Arce no se animó a dar
el paso y apresar a su principal rival interno quien quedó atrincherado en
Cochabamba. Incluso se señala que Del Castillo fue quien envió a la Argentina a
una de las denunciantes del rival de Arce. Algunas habladurías -son solo eso-
se refieren de una posible sociedad entre Del Castillo y Evo en negocios de
producción y exportación. Otros entrepreneurs.
Pero
Del Castillo, candidato oficialista, no tiene posibilidades de triunfo. Lo
saben Arce y Morales. Apenas un 3 por ciento del electorado votaría por el
postulante del MAS, el partido que llevó a Evo al poder y que le fue
arrebatado.
Morales,
lejos de apostar por este ambicioso funcionario, apuesta por el caos posterior
al 17 de agosto. Votos nulos y ausentismo por un lado. Por el otro, el mejor
oferente suyo para ganar es Jorge Tuto Quiroga. Cree que el eterno opositor
boliviano le haría la tarea confrontativa más fácil.
Incendiar
Bolivia y asaltar el poder con una figura como la suya le resultaría más fácil.
Quiroga hizo sus deberes: negó un frente opositor sólido que pudiera derrotar
definitivamente al MAS y al evismo, haciendo más débil una posición opositora.
Evo
tampoco quiere que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y cocalero como
él, sea una de las figuras relevantes de los comicios. Este joven legisador de
36 años es, en rigor, su verdadera amenaza interna, quien podría jubilarlo.
Los
seguidores del jefe cocalero y ex presidente, mientras tanto, lanzan sus
amenazas: se contarán votos o muertes durante la noche del 17 próximo.
Bolivia
parece estar lejos de normalizarse y de encaminarse a un sendero de
tranquilidad y paz social. Las ambiciones personales, los negocios, el
narcotráfico y las interferencias externas parecen ser los verdaderos motores
de esa gran nación sudamericana.
INTERNACIONALISTA
SERGIO RODRÍGUEZ: BOLIVIA SIGUE SIENDO UN AMOR DESENFRENADO DE LIBERTAD
Diario
VEA de Venezuela (https://n9.cl/tn7hs)
El
presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Jorge Rodríguez (PSUV/Dtto.
Capital), destacó que la celebración del Bicentenario de la Independencia de
Bolivia es la expresión de la gloria americana, conquistada por El Libertador
Simón Bolívar.
Así
lo señaló en la sesión especial que celebró la AN, este miércoles, en el salón
Elíptico del Palacio Federal Legislativo, con motivo del Bicentenario de la
Creación de Bolivia.
«La
fiesta de la expresión de la gloria americana, que vino a sembrar de libertad
todo el horizonte del continente sudamericano. Que vino también a promover la
emergencia de naciones libres, soberanas y democráticas», puntualizó.
El
parlamentario resaltó que Bolivia, hoy día Estado Plurinacional de Bolivia, fue
considerada la hija predilecta del padre Libertador Simón Bolívar.
Bolívar
en Potosí
Luego
que el orador de orden de la sesión especial, el historiador Sergio Rodríguez,
ofreciera su discurso, Jorge Rodríguez revisó la recopilación de textos
provenientes de la actividad sobre el Bicentenario de Bolivia que se realizó en
el Centro Rómulo Gallegos.
Asimismo,
leyó un texto del escritor venezolano Luis Britto García, que permitió recordar
el 10 de octubre de 1826, día en que El Libertador sube al cerro Potosí
acompañado del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.
«Allí
en el Potosí, con ese verbo, esa pluma tan excelsa, dijo El Libertador (…),
después de tantas luchas y
tantos
dolores: Venimos venciendo desde las costas del Atlántico, y en 15 años de
luchas gigantes hemos derrocado el edificio de la tiranía formado
tranquilamente en tres siglos de usurpación y de violencia», citó Rodríguez.
La
misma lucha
El
máximo representante del Legislativo destacó que, 200 años después de aquella
hazaña conquistada por El Libertador en Bolivia, «hoy es la misma lucha de los
que nos negamos a ser esclavos contra los que quieren subyugarnos para extraer
y robarnos nuestras riquezas».
«Todos
conocemos el canto a Bolívar de Pablo Neruda. Nos ha acompañado siempre como
una especie de mantra. Pero pensando en el nacimiento de Bolivia, qué grande es
ese canto en la parte en que señala: ‘Libertador, un mundo de paz nació entre
humanos. El pan, la paz, el trigo, de tu sangre nacieron'», subrayó el
parlamentario.
En
tal sentido, Rodríguez expresó «de nuestra joven sangre, venida de tu sangre,
saldrán pan, paz y trigo para el mundo que haremos. De tu sangre, Libertador,
salió la paz, el pan, el trigo. De tu sangre nació Bolivia y para siempre
saldrá el mundo que haremos».
Señaló
que esta nueva lucha es por un mundo de libertad, de hombres y mujeres libres,
sin esclavos, un mundo de independencia y soberanía para siempre.
«Han
sido muchos los dolores, ha sido mucha la lucha, la fuerza que hemos debido
imprimir para rechazar los nuevos imperios. Pero no tengan dudas que amparados,
por la sangre, por el espíritu y por el ejemplo de Simón Bolívar, venceremos»,
concluyó Rodríguez.
YVÁN
GIL: VENEZUELA Y BOLIVIA RATIFICAN COMPROMISO CON LA INTEGRACIÓN REGIONAL
En
diálogo con Freddy Morales, corresponsal de teleSUR en Bolivia, el ministro del
Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, declaró que su
visita a esa nación refuerza la alianza estratégica entre ambos países, a
propósito del Bicentenario del Estado Plurinacional.
Telesur
de Venezuela (https://n9.cl/n3hm2o)
En
entrevista exclusiva para la multiplataforma teleSUR, el canciller de la
República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, detalló los resultados de su
reciente reunión con el presidente Luis Arce, en el marco de las
conmemoraciones por los 200 años de la independencia de Bolivia.
La
visita s Sucre, capital histórica del Estado Plurinacional, incluyó una sesión
especial en la Casa de la Libertad, con diversas actividades institucionales y
culturales en homenaje a figuras históricas como Simón Bolívar y Antonio José
de Sucre, así como a las rebeliones indígenas que marcaron el proceso
independentista.
Durante
el encuentro, Gil y Arce abordaron temas clave de la geopolítica regional y
mundial, con énfasis en los asuntos latinoamericanos y el rol de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los
Pueblos (ALBA-TCP). Bolivia, como miembro activo de esta alianza, reafirmó su
compromiso con la integración regional y la cooperación estratégica con
Venezuela.
Ambos
líderes destacaron la importancia de la interacción entre los pueblos boliviano
y venezolano, así como su lucha conjunta contra el fascismo y las corrientes de
ultraderecha que, según Gil, “tratan de violar, cercenar y quitar los derechos
a trabajadores, campesinos, movimientos indígenas, mujeres y ecologistas”.
Como
parte de la visita, el líder diplomático entregó al pueblo boliviano una
réplica de la espada vencedora del general Rafael José Urdaneta Farías, “como
símbolo de lealtad entre los pueblos y a la causa libertadora”.
Acompañado
por exponentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), heredera del
Ejército Libertador, Gil resaltó el valor de las espadas como emblema de
“resistencia y ofensiva bolivariana y revolucionaria, tan viva en el pueblo
boliviano como en el venezolano”.
En
nombre del presidente Nicolás Maduro, Gil transmitió un mensaje de felicitación
por el Bicentenario de Bolivia, destacando su significado para los pueblos que
luchan por la soberanía y la autodeterminación.
“Hemos
acompañado al Gobierno boliviano, al presidente Luis Arce y al pueblo en esta
gran celebración que señala el camino contra el colonialismo y el
imperialismo”, afirmó el canciller.
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