Editorial:
ELECTRICIDAD BOLIVIANA
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
El mejoramiento de las relaciones con Bolivia ha movido a su gobierno a ofrecer vender electricidad al norte de Chile: aprovechando la construcción de un gasoducto a Potosí, dos centrales termoeléctricas exportarían electricidad a nuestro país Esta propuesta, atractiva a primera vista, realmente no lo es tanto.
Nuestra experiencia con el gas argentino muestra las dificultades que enfrentan los contratos con nuestros vecinos. Si tenemos problemas de suministro de gas con un país con el que no existen conflictos territoriales y que es comparativamente estable en lo político, el suministro de electricidad desde Bolivia se anticipa incluso más riesgoso y sujeto a sus vaivenes internos y externos. ¿Deseamos dependencia geoestratégica (ya que la minería sería el mayor cliente) de un vecino con el que nuestras relaciones tienen tantos altibajos?
Lo ideal para Chile, en cuanto a la máxima seguridad de suministro, es que Bolivia acepte exportar gas por un puerto chileno. Así, un corte del suministro no sólo castigaría a los usuarios chilenos, sino a las demás exportaciones bolivianas de gas, lo que constituiría un disuasivo a los gestos nacionalistas. Además, eso permitiría obtener buenas condiciones económicas para la inversión requerida. Pero es improbable que Bolivia acepte esta opción, por lo que debe examinarse la racionalidad económica de la propuesta boliviana en relación con otras opciones.
Una posibilidad es que Bolivia suministre gas a las centrales instaladas en el norte usando los gasoductos que pasan por Argentina. En el norte existe un gran excedente de capacidad de generación que podría utilizar el gas, lo que permitiría ahorrar la construcción de las dos centrales del proyecto de Bolivia, sin afectar su capacidad de cortarnos el suministro cuando lo desee, ni la nuestra de utilizar petróleo para reemplazar el gas en aquéllas. Desde el punto de vista estratégico, esta opción es equivalente a la propuesta boliviana, pero el gasoducto lo hace a un costo mucho menor. Cualquier inversión en Bolivia para suministrar electricidad a Chile enfrenta un alto riesgo de que la capacidad no se pueda utilizar por razones políticas, por lo que los inversionistas exigirían un alto retorno y la inversión sería mucho más cara.
El único argumento para vender electricidad en vez de gas parece ser político: La Paz se ha comprometido a no vendernos gas mientras no se resuelva el problema marítimo, pero puede evadir esa restricción vendiendo la energía en forma de electricidad. Para Bolivia, es una opción ineficiente y un derroche de recursos.
Opinión:
MICHELLE BACHELET Y SUS VECINOS
HAY QUE CAMBIAR LA estrategia diplomática hacia Bolivia y Perú para armonizar las agendas del futuro y superar los recelos del pasado
La Vanguardia de España (www.lavanguardia.es)
La experiencia dice que el perfil geopolítico de Chile no garantiza un apacible pasar y que su imagen nacional acusa un déficit de cariño, en América Latina. Dado que algún conflicto, con algún vecino, suele estar en su horizonte, en Bolivia y Perú acuñaron la imagen de "el Israel de América del Sur". Eso, que es preocupante para quienes conocemos la realidad del Medio Oriente, implica que los periodos de bonanza son raros. Uno de esos periodos se produjo bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, predecesor de Ricardo Lagos. Según el chileno José Miguel Insulza, actual líder de la OEA, entonces se logró "el nivel más alto de la historia" en las relaciones con los países vecinos.
Quizás por no profundizar en ese momento y creer que tal bonanza era irreversible, en el corto plazo el fantasma del aislamiento nos volvió a espantar a los chilenos. El boliviano Carlos Mesa promovió un bloqueo energético exigiendo "mar por gas". El argentino Néstor Kirchner cortó parte importante del gas natural que exportaba a Chile y declaró una guerra personal a su canciller Ignacio Walker. El peruano Alejandro Toledo hizo el trabajo pesado: dinamitó el proyecto de un enclave chileno para un gasoducto boliviano; desenterró una acusación de 1995 sobre trasiego de armas para Ecuador durante la guerra, y desarchivó un pleito de límites marítimos. Más al norte, el venezolano Hugo Chávez cobró cuentas a Lagos por no haber condenado el frustrado golpe de Estado de abril del 2002, sugiriendo que se había puesto de acuerdo con George W. Bush y José María Aznar. Además, desde su isla, el incombustible Fidel Castro mantuvo su antipatía por la democracia y las izquierdas sistémicas de Chile.
El sentido profundo de esa dura y reciente experiencia debe ser decodificado, con urgencia, por la presidenta Michelle Bachelet y el nuevo canciller, Alejandro Foxley. Una primera clave estaría en no ilusionarse con el cariño que pueden encontrar en los gobiernos de las ligas mayores. Otra sería hacer docencia interna sobre las limitantes geopolíticas del país. Éstas indican que, sin una excelente relación vecinal, Chile no puede convertirse en la plataforma económica intercontinental que pretende. El riesgo-país sería disuasivo para los inversionistas foráneos.
Por lo mismo, los chilenos no debemos ceder a la tentación de mantener los viejos comportamientos diplomáticos, arguyendo que los vecinos no nos quieren de puro envidiosos.
Más bien debemos entender la necesidad de una estrategia diplomática diferenciada hacia Bolivia y Perú, en especial, que armonice las agendas del futuro y el tratamiento de los recelos del pasado. Y esto sólo será posible si Bachelet logra convencer a sus homólogos de ambos países sobre la obviedad más obvia: el estado de tensión no beneficia a nadie y perjudica a todos, pues a esta altura de la historia la cooperación negociada es infinitamente más rentable que la disuasión amenazante. Además, ya pasó la época en que, con la soberanía absoluta en ristre, los gobiernos vivían más ocupados del cambio de sus mapas que de las posibilidades de la integración para el desarrollo.
¿Que cómo se hace eso?... Pretencioso sería dar recetas. Sólo cabe anotar que la reestructuración de la Cancillería chilena está tardando demasiado. Pero, como contrapartida, la presidenta Bachelet dispone de un ejército renovado, cuyo liderazgo comprende bien la necesidad de una nueva manera de relacionarse con sus vecinos.
JOSÉ RODRÍGUEZ ELIZONDO, escritor chileno. Profesor de Relaciones Internacionales
Salida al mar:
ELECTRICIDAD BOLIVIANA
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
El mejoramiento de las relaciones con Bolivia ha movido a su gobierno a ofrecer vender electricidad al norte de Chile: aprovechando la construcción de un gasoducto a Potosí, dos centrales termoeléctricas exportarían electricidad a nuestro país Esta propuesta, atractiva a primera vista, realmente no lo es tanto.
Nuestra experiencia con el gas argentino muestra las dificultades que enfrentan los contratos con nuestros vecinos. Si tenemos problemas de suministro de gas con un país con el que no existen conflictos territoriales y que es comparativamente estable en lo político, el suministro de electricidad desde Bolivia se anticipa incluso más riesgoso y sujeto a sus vaivenes internos y externos. ¿Deseamos dependencia geoestratégica (ya que la minería sería el mayor cliente) de un vecino con el que nuestras relaciones tienen tantos altibajos?
Lo ideal para Chile, en cuanto a la máxima seguridad de suministro, es que Bolivia acepte exportar gas por un puerto chileno. Así, un corte del suministro no sólo castigaría a los usuarios chilenos, sino a las demás exportaciones bolivianas de gas, lo que constituiría un disuasivo a los gestos nacionalistas. Además, eso permitiría obtener buenas condiciones económicas para la inversión requerida. Pero es improbable que Bolivia acepte esta opción, por lo que debe examinarse la racionalidad económica de la propuesta boliviana en relación con otras opciones.
Una posibilidad es que Bolivia suministre gas a las centrales instaladas en el norte usando los gasoductos que pasan por Argentina. En el norte existe un gran excedente de capacidad de generación que podría utilizar el gas, lo que permitiría ahorrar la construcción de las dos centrales del proyecto de Bolivia, sin afectar su capacidad de cortarnos el suministro cuando lo desee, ni la nuestra de utilizar petróleo para reemplazar el gas en aquéllas. Desde el punto de vista estratégico, esta opción es equivalente a la propuesta boliviana, pero el gasoducto lo hace a un costo mucho menor. Cualquier inversión en Bolivia para suministrar electricidad a Chile enfrenta un alto riesgo de que la capacidad no se pueda utilizar por razones políticas, por lo que los inversionistas exigirían un alto retorno y la inversión sería mucho más cara.
El único argumento para vender electricidad en vez de gas parece ser político: La Paz se ha comprometido a no vendernos gas mientras no se resuelva el problema marítimo, pero puede evadir esa restricción vendiendo la energía en forma de electricidad. Para Bolivia, es una opción ineficiente y un derroche de recursos.
Opinión:
MICHELLE BACHELET Y SUS VECINOS
HAY QUE CAMBIAR LA estrategia diplomática hacia Bolivia y Perú para armonizar las agendas del futuro y superar los recelos del pasado
La Vanguardia de España (www.lavanguardia.es)
La experiencia dice que el perfil geopolítico de Chile no garantiza un apacible pasar y que su imagen nacional acusa un déficit de cariño, en América Latina. Dado que algún conflicto, con algún vecino, suele estar en su horizonte, en Bolivia y Perú acuñaron la imagen de "el Israel de América del Sur". Eso, que es preocupante para quienes conocemos la realidad del Medio Oriente, implica que los periodos de bonanza son raros. Uno de esos periodos se produjo bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, predecesor de Ricardo Lagos. Según el chileno José Miguel Insulza, actual líder de la OEA, entonces se logró "el nivel más alto de la historia" en las relaciones con los países vecinos.
Quizás por no profundizar en ese momento y creer que tal bonanza era irreversible, en el corto plazo el fantasma del aislamiento nos volvió a espantar a los chilenos. El boliviano Carlos Mesa promovió un bloqueo energético exigiendo "mar por gas". El argentino Néstor Kirchner cortó parte importante del gas natural que exportaba a Chile y declaró una guerra personal a su canciller Ignacio Walker. El peruano Alejandro Toledo hizo el trabajo pesado: dinamitó el proyecto de un enclave chileno para un gasoducto boliviano; desenterró una acusación de 1995 sobre trasiego de armas para Ecuador durante la guerra, y desarchivó un pleito de límites marítimos. Más al norte, el venezolano Hugo Chávez cobró cuentas a Lagos por no haber condenado el frustrado golpe de Estado de abril del 2002, sugiriendo que se había puesto de acuerdo con George W. Bush y José María Aznar. Además, desde su isla, el incombustible Fidel Castro mantuvo su antipatía por la democracia y las izquierdas sistémicas de Chile.
El sentido profundo de esa dura y reciente experiencia debe ser decodificado, con urgencia, por la presidenta Michelle Bachelet y el nuevo canciller, Alejandro Foxley. Una primera clave estaría en no ilusionarse con el cariño que pueden encontrar en los gobiernos de las ligas mayores. Otra sería hacer docencia interna sobre las limitantes geopolíticas del país. Éstas indican que, sin una excelente relación vecinal, Chile no puede convertirse en la plataforma económica intercontinental que pretende. El riesgo-país sería disuasivo para los inversionistas foráneos.
Por lo mismo, los chilenos no debemos ceder a la tentación de mantener los viejos comportamientos diplomáticos, arguyendo que los vecinos no nos quieren de puro envidiosos.
Más bien debemos entender la necesidad de una estrategia diplomática diferenciada hacia Bolivia y Perú, en especial, que armonice las agendas del futuro y el tratamiento de los recelos del pasado. Y esto sólo será posible si Bachelet logra convencer a sus homólogos de ambos países sobre la obviedad más obvia: el estado de tensión no beneficia a nadie y perjudica a todos, pues a esta altura de la historia la cooperación negociada es infinitamente más rentable que la disuasión amenazante. Además, ya pasó la época en que, con la soberanía absoluta en ristre, los gobiernos vivían más ocupados del cambio de sus mapas que de las posibilidades de la integración para el desarrollo.
¿Que cómo se hace eso?... Pretencioso sería dar recetas. Sólo cabe anotar que la reestructuración de la Cancillería chilena está tardando demasiado. Pero, como contrapartida, la presidenta Bachelet dispone de un ejército renovado, cuyo liderazgo comprende bien la necesidad de una nueva manera de relacionarse con sus vecinos.
JOSÉ RODRÍGUEZ ELIZONDO, escritor chileno. Profesor de Relaciones Internacionales
Salida al mar:
GOBIERNO ACOTA ASPIRACIÓN BOLIVIANA
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
El Gobierno postula a que la relación con Bolivia debe partir "con metas simples y concretas", especialmente en el plano comercial y económico, para luego seguir avanzando gradualmente hacia otros temas más complejos, según declaró ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley.
"Una vez que se haya generado la confianza entre los dos gobiernos sobre una base firme, podremos plantearnos objetivos más ambicioso", precisó el canciller, tras despedir a su antecesor, Ignacio Walker, en una ceremonia en el ministerio.
Con ello, Foxley puso serenidad al entusiasmo que generó en Bolivia la visita a Chile del Presidente Evo Morales, especialmente tras el acto en que sus admiradores chilenos corearon "mar para Bolivia".
Ayer, y en su primera conferencia de prensa, la Presidenta Michelle Bachelet también colocó paños fríos a una posible negociación que apunte a un acceso marítimo para el vecino país, y aclaró que en la cita bilateral que tuvo con su homólogo boliviano "la palabra mar no estuvo en la conversación". Incluso, especificó que "nosotros tenemos claro lo que son nuestros principios básicos sobre el tratamiento del trabajo internacional, que es la intangibilidad de los acuerdos internacionales".
Coincidió así con el ex Presidente Lagos, quien -aunque ofreció una solución a la mediterraneidad boliviana- fue firme en especificar que los tratados históricos firmados por ambos países no son revisables.
Sin embargo, Alejandro Foxley insistió en que hay buena voluntad y deseo para que las relaciones bilaterales marchen con fluidez y amistad. Valoró también la organización de una comisión de alto nivel en La Paz para trabajar el tema marítimo.
"Me parece perfectamente legítimo; además, es útil para nosotros que ellos expliciten, con un apoyo ojalá amplio dentro de Bolivia, lo que pudiera ser este programa de trabajo, pero, como digo, partiendo de metas poco ambiciosas y avanzando más allá", expresó. Para Chile, añadió, del acuerdo interno que ellos logren para enfrentar este tema dependerá la agenda que La Moneda pondrá en la mesa. "Un diálogo supone dos agendas, se concuerda en una y se trabaja en otra", dijo.
En Lima, en tanto, el canciller Óscar Maúrtua afirmó que cualquier entendimiento que implique una salida por territorios que fueron peruanos debe obtener la conformidad de Perú, según lo establecido en el tratado de 1929 y su protocolo complementario.
Embajadores"Va a tomar algunas semanas", dijo el canciller sobre la designación de los nuevos embajadores, porque quieren hacer un análisis de los que están en Chile y les corresponde destinación en el extranjero, y de quienes deben regresar. Sobre nombramientos políticos, admitió que hay destinaciones sensibles que tradicionalmente son de definición presidencial, pero se harán "sin apresuramientos".
Alianza, preocupada por soberanía
Senadores piden a La Moneda mantener negativa sobre pretensión boliviana.
MAURICIO CAMPUSANO S.
No obstante que recién comienza la "luna de miel" que tiene todo gobierno cuando se instala en el poder, el hecho de que soplen auspiciosos vientos en la relación entre Chile y Bolivia encendió las alarmas en la oposición respecto de que La Moneda pueda abrirse a discutir la entrega de soberanía al vecino país. Los temores de la UDI y RN comenzaron con la buena sintonía que alcanzaron el ex Presidente Ricardo Lagos y Evo Morales, y se acrecentaron este fin de semana tras las reuniones bilaterales que sostuvo la Presidenta Michelle Bachelet con su par boliviano, en las cuales ambos hablaron de una agenda abierta y sin exclusiones.
El primero en plantear sus aprensiones fue el senador y vicepresidente gremialista Juan Antonio Coloma, quien pidió al nuevo Gobierno mantener la línea que han seguido las tres administraciones oficialistas respecto de la pretensión boliviana de recuperar una salida al mar. A juicio de Coloma, Chile ha tenido una identidad y una forma de defender la soberanía que es histórica, y que debe mantenerse en esta administración."Uno puede tener una agenda abierta, pero también tiene que tener conceptos claros. El hecho de que haya una agenda abierta no puede conllevar a no tener claro que el país tiene una identidad y una soberanía claramente delimitadas", puntualizó.
Coincidente con tal planteamiento, el senador RN Alberto Espina también alertó sobre el hecho de que las buenas relaciones que puedan construirse entre Chile y Bolivia lleven a La Moneda a abrirse a conversar sobre soberanía marítima.
De acuerdo al parlamentario, la nueva administración debe "rayar la cancha" a su par altiplánico en cuanto a que las buenas relaciones no están supeditadas al tema limítrofe.
"Las buenas relaciones con Bolivia deben tener siempre como límite la soberanía del país", apuntó. Por lo mismo, Espina calificó de "repudiable" el acto que organizaron el viernes disorganizaciones de izquierda al Presidente Evo Morales, y en donde, a viva voz, se terminó coreando "mar para Bolivia".
Haití también está en la mira
No sólo la relación con Bolivia tiene alerta a la oposición, pues la Presidenta Bachelet ya anunció que pedirá al Congreso la renovación del plazo para las tropas chilenas en Haití.
Aunque la Concertación tiene mayoría, en la UDI se dijo que, de no mediar "buenas y poderosas razones", la colectividad no aportará sus votos. Ello, pues ya se cumplieron los objetivos planteados en un comienzo. Algo similar se expresó en RN, partido que ve con reticencia que el permiso original de seis meses, y que luego fue ampliado, se vuelva perpetuo.
CHILE Y BOLIVIA ESTÁN EN PROCESO DE ACERCAMIENTO
El Tribuno de Salta, Argentina (www.eltribunosalta.com.ar)
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, afirmó ayer que su país "siempre estuvo dispuesto a tener relaciones diplomáticas con Bolivia" y reiteró que su gobierno está abierto a una agenda "sin exclusiones" con su vecino. En su primer encuentro con la prensa desde su investidura, Bachelet dijo que en la reunión que sostuvo con el presidente boliviano, Evo Morales, durante la visita de éste a Santiago, quedó en claro "la mejor voluntad para seguir avanzando en la construcción de una agenda de futuro, sin exclusiones".
"Quiero decir que la palabra mar no estuvo presente en la conversación entre el presidente Morales y esta presidenta", aclaró Bachelet. "Nosotros hablamos de una muy buena disposición de trabajo, de cooperar en múltiples áreas y de una gran voluntad y decisión para establecer una relación franca, directa y transparente, de manera de seguir avanzando en temas que a ambos países nos parezcan pertinentes", subrayó.
"Creemos y estamos convencidos de que para Chile lo mejor que le puede pasar es que a todos nuestros países les vaya bien, tenemos múltiples áreas en las que podemos cooperar", recalcó.
Antes de abandonar Chile donde fue recibido calurosamente por autoridades y organizaciones sociales, Morales se declaró convencido de que Chile y Bolivia deben reanudar la relaciones diplomáticas, suspendidas desde 1978.
Chile y Bolivia rompieron sus relaciones diplomáticas tras fracasar las negociaciones para que Bolivia tuviera una salida al océano Pacífico, en compensación por los terrenos costeros que perdió en una guerra con Chile en el siglo XIX.
EmbajadoresEl ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, afirmó que si "todo marcha bien", su país y Bolivia podrían restablecer las relaciones diplomáticas plenas interrumpidas en 1978, informó ayer la prensa chilena. "No hemos entrado en ningún tema concreto, pero es obvio que si las cosas marchan bien deberíamos tener embajadores en La Paz y en Santiago", dijo Foxley.
El canciller precisó que se trata de "un proceso muy gradual; empezar con medidas concretas tal vez en el plano económico-comercial y extendiéndolo a otras esferas".
Foxley declaró que es necesario aprovechar "el excelente clima" entre la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y su par boliviano, Evo Morales, reflejado en la reunión que mantuvieron en Santiago un día antes de la toma de posesión de la mandataria, el pasado viernes 10.
"Me impresionó la reunión entre ellos. Se sienten parte de un movimiento por la inclusión de todos los actores políticos y sociales en la democracia. Por lo tanto, tienen un sustrato común para abordar los problemas que tenemos en la agenda con Bolivia", comentó el canciller.
Karen Poniachik, ministra de Minería y Energía:
"TENEMOS QUE ACOSTUMBRARNOSA QUE HABRÁ CORTES DE GAS"
La nueva ministra espera reunirse a la brevedad con sus pares argentinos para garantizar el abastecimiento de gas.
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
A toda prisa comenzó el trabajo de la nueva ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, quien tomó posesión de sus nuevas dependencias en el piso 9 de Teatinos 120.
Por la mañana, una reunión con la subsecretaria de Minería, Marisol Aravena, y por la tarde, otra con el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Pablo Serra, fueron ayer el "plato fuerte" en la agenda de la secretaria de Estado.
Pero Poniachik ya comienza a delinear los que serán los tres principales desafíos a los que tendrá que hacer frente durante los próximos meses en materia energética: la creación de una política de seguridad energética, despachar los decretos que aún faltan para el funcionamiento pleno de las leyes eléctricas Corta I y II, y la coordinación con Argentina dentro de la comisión binacional para mantener los envíos de gas natural a nuestro país.
Es este último tema el que requerirá mayor atención y trabajo de parte de la nueva ministra, y es por eso que ya expresó la necesidad de coordinar a la brevedad una reunión con sus pares argentinos.
"Hay un comité binacional con los homólogos argentinos que ha sido muy importante y positiva para el intercambio de información entre los gobiernos.(...) Ojalá tengamos el viaje a Argentina lo más pronto posible para conocer al ministro (de Planificación) Julio De Vido y al secretario (de Energía) Daniel Cameron", señaló Poniachik.
En efecto, se prevé que la nueva ministra sea una de las invitadas a la visita que la Presidenta Bachelet hará próximamente a Argentina para reunirse con el Presidente Néstor Kirchner, y que será la primera que realice como nueva mandataria del país, el 21 de marzo.
AbastecimientoPero Poniachik también pone el acento en lo que Chile deberá enfrentar durante los próximos años en materia energética, y asegura que "tenemos que acostumbrarnos a que habrá cortes de gas". Sin embargo, se apresura a afirmar que "no habrá ningún corte a los clientes residenciales y comerciales" y que "el abastecimiento para ellos está asegurado".
En este escenario es que cobra importancia el trabajo con Serra en la definición de una política de seguridad energética. Ésta, según Poniachik, estará orientada a definir las vías de diversificación de la matriz energética del país.
Respecto del proceso de licitación de suministro que deben realizar las empresas distribuidoras de electricidad -que ya tienen en marcha Chilectra, Saesa y Emel-, la ministra dijo que se realizará una intensa campaña de difusión internacional para promover este proceso y así atraer a inversionistas nacionales y extranjeros.
El plan minero
Pero el trabajo de Poniachik no sólo se remite al ámbito energético, sino también al minero.
Es por esto que con la subsecretaria Aravena evaluó los pasos a seguir y los nombramientos en los cuatro servicios mineros que están bajo su cargo: Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), el Sernageomin, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (Cchen) y el Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (Cimm), además de los secretarios regionales ministeriales de la cartera.
Pero también forma parte de su agenda de los próximos días reunirse con los gremios representantes del sector minero privado, como el Consejo Minero y la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), a lo que se suma una entrevista con los dirigentes de la Federación de Trabajadores del Cobre.
"Royalty 3"
Con un oficio dirigido a Poniachik, el diputado RN Nicolás Monckeberg pidió al Gobierno que vete el proyecto de ley aclaratorio del royalty por los errores en su redacción. Según el parlamentario, el error haría que empresas como Jeco -accionista de Escondida que no renunció a la invariabilidad tributaria- terminen pagando menos impuestos que los que pagaban hasta ahora. Y aseguró que la solución dada por el Gobierno de arreglar el error a través del SII causaría una lucha legal.
REPSOL RECURRIRÁ ANTE EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE BOLIVIA EL RECHAZO DEL 'HÁBEAS CORPUS'
El País de España (www.elpais.es)
La Sala Segunda de lo Civil de la Corte Superior de Santa Cruz rechazó ayer el hábeas corpus interpuesto por los abogados de la empresa petrolera Repsol YPF para suspender la persecución "indebida e ilegal" de sus principales ejecutivos, que fueron convocados para declarar en la investigación sobre presunto contrabando de carburantes. Según José Centenaro, uno de los tres fiscales encargados de la investigación, "perdieron el recurso. Se declaró improcedente porque no tenían razón jurídica", y anunció que se proseguirá con la misma y con la convocatoria de otros directivos.
Desde las oficinas centrales de Repsol en Santa Cruz se declaraba que "la empresa acata y acepta el fallo, pero no lo comparte y continuará haciendo uso de todos los recursos e instrumentos necesarios". Asimismo señala que "no comparte el sentido ni los fundamentos de la resolución, la cual impugnará inmediatamente ante el Tribunal Constitucional."
También se explicó que la respuesta al recurso presentado no tuvo en consideración los aspectos referidos a la persecución indebida del representante de Repsol en Bolivia, Julio Gavito, ni del gerente de operaciones de Andina, el argentino Pedro Sánchez.
Dentro de las investigaciones sobre el presunto delito de contrabando de petróleo, entre junio de 2004 y junio de 2005, el juez Zenón Rodríguez ha llamado a declarar a otros dos ejecutivos: Miguel Cerbían, gerente de relaciones externas de Andina y Selenita Céspedes, directora jurídica de la compañía. En la fiscalía se mencionó que tenían previstas más citaciones.
La Aduana de Bolivia ha solicitado también la apertura de una segunda investigación sobre la presunta evasión de impuestos por la importación de una planta de acondicionamiento de gas. La empresa petrolera, deslindó toda responsabilidad en esta nueva investigación.
EL FISCAL DICE NO CONOCER LA EXISTENCIA DE ACUERDOS EXTRAJUDICIALES SOBRE REPSOL-YPF
Europa Press de España (www.europapress.es)
El fiscal José Centenero aseguró hoy que la Fiscalía seguirá adelante con la investigación del supuesto delito de contrabando de crudo que se sigue contra Repsol-YPF en Bolivia, a través de su filial en el país, Andina, y destacó que no conoce ningún acuerdo alcanzado entre el Gobierno español y el recién elegido presidente boliviano, Evo Morales, sobre la compañía.
"El poder judicial es totalmente autónomo en los temas judiciales y no conocemos ningún acuerdo extraoficial u oficial entre gobiernos. Si llegaran a una comisión de tributo omitido del estado a través de Aduana Nacional y la empresa petrolera obviamente tendrían que hacérnoslo llegar documentalmente", indicó en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press.
Tras enfatizar que la Fiscalía "es autónoma", Centenero precisó que si existe algún tipo de acuerdo entre el Gobierno y la petrolera a través de Aduana, el ente fiscalizador, se lo tendría que confirmar "por escrito".
En referencia a la desconfianza en la justicia boliviana manifestada por los dos ejecutivos de Repsol investigados en esta causa, el fiscal explicó que el tema judicial "es tan complicado" en España como en Bolivia. "Pero, si nada temen, ¿por qué no presentarse?", concluyó.
LA JUSTICIA BOLIVIANA RECHAZA EL RECURSO DE REPSOL Y LLAMA A DECLARAR A DOS DIRECTIVOS MÁS
ABC de España (www.abc.es)
Un tribunal de Bolivia rechazó ayer el recurso de «habeas corpus» presentado por Repsol YPF para anular las órdenes de detención dictadas contra sus dos principales ejecutivos en el país.
La segunda sala civil de la Corte Superior de Santa Cruz declaró «improcedente» el recurso porque no están detenidos ni el presidente de Andina, filial boliviana de Repsol YPF, el español Julio Gavito, ni su director de operaciones, el argentino Pedro Sánchez, acusados de contrabando de petróleo.
Los jueces Edgar Terrazas, Oswaldo Céspedes y Ramiro Claros rechazaron, por unanimidad, los argumentos de Andina e indicaron que los abogados defensores debieron presentar un amparo constitucional o uno de nulidad contra el juez y los fiscales del caso, en vez del recurso de «habeas corpus». Entre tanto, la Fiscalía ha citado a declarar para hoy al gerente de relaciones externas de Andina, Miguel Cirbián, y a la directora jurídica, Selenita Céspedes, y tienen previstas más citaciones, informaron a Efe fuentes de la empresa.
La filial de Repsol YPF había presentado el recurso el viernes pasado, después de que el jueves los tres fiscales del caso y una veintena de policías anti-disturbios irrumpieran en la sede de la petrolera en Santa Cruz para detener a Gavito y a Sánchez, a quienes no encontraron.
Andina es investigada por una demanda interpuesta en febrero por la Aduana Nacional de Bolivia, que la acusó de venta irregular de crudo por valor de 7,7 millones de euros entre junio de 2004 y julio de 2005.
A la sesión de ayer en la Corte Superior de Santa Cruz, que duró cerca de dos horas, asistieron los tres fiscales, Ángel Álvarez, Abel Cornejo y José Centenaro. El tribunal recalcó que un recurso de «habeas corpus» procede cuando una decisión judicial afecta a la libertad de los procesados, mientras que Gavito y Sánchez están libres.
Repsol YPF aseguró, en un comunicado difundido el fin de semana, que ambos ejecutivos están en Santa Cruz, esperando que su situación se aclare, pero que desconoce su paradero exacto. Un abogado de la petrolera, Abel Montaño, anunció que va a presentar los amparos que sugirió el tribunal.
Acción «desmedida» de la justicia
Horas antes, Repsol YPF reiteró la inocencia de sus ejecutivos en un comunicado en el que calificó de «desmedida» la acción de la justicia boliviana y denunció «una violación de normas elementales del debido proceso y de las garantías de defensa».
Según la nota, «no se ha configurado el delito de contrabando pues no se ha omitido el pago de tributo alguno; es decir, no hay daño económico al Estado», como lo demuestra el hecho de que «la Aduana ha reconocido en su denuncia y posterior querella que no se adeudan tributos de ninguna índole. Todos los volúmenes exportados han sido autorizados por el órgano administrativo competente», el Ministerio de Hidrocarburos boliviano, agrega.
Repsol YPF considera «absolutamente injustificable que se haya dado curso a una causa penal, cuando la propia denuncia y querella se refieren a una hipotética contravención que debe ser discutida en sede administrativa». Respecto a la otra imputación contra Gavito y Sánchez, por una presunta falsificación de documento aduanero, aclara que no ha existido «inserción falsa de información en los formularios» presentados por la compañía.
PARAGUAY FUE INVITADO A SUMARSE AL PROYECTO DE UN GASODUCTO
Ultima Hora de Paraguay (www.ultimahora.com)
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Uruguay, Tabaré Vazquez, firmaron una declaración conjunta en la que acordaron iniciar estudios para la construcción de un gasoducto entre ambos países, e invitaron a Paraguay a sumarse al proyecto.
Bolivia considera a Paraguay y Uruguay "mercados naturales" de sus vastas reservas de gas y espera definir pronto acuerdos políticos y técnicos para desarrollar ese potencial negocio, había afirmado el domingo el vicepresidente del país del altiplano, Álvaro García. Los mercados actuales del gas natural boliviano son Argentina y Brasil, en un negocio operado por transnacionales como la española Repsol-YPF y la brasileña Petrobras, que en el 2005 generó ingresos de casi 1.000 millones de dólares.
El gobierno de Morales quiere asumir el control de esas exportaciones, para aumentar los volúmenes y los precios, en una "nacionalización sin expropiación" de la industria de hidrocarburos.
"Tenemos muchas ganas de vender gas, principalmente a los mercados latinoamericanos. Uruguay y Paraguay son mercados naturales para nuestro gas", dijo el vicepresidente boliviano.
Morales y Vázquez definieron como alternativas la venta de energía termoeléctrica boliviana a Uruguay desde una central localizada en el territorio boliviano o la construcción y administración conjunta de un gasoducto desde los yacimientos del país del altiplano.
La declaración sugirió que Paraguay sume estas y otras iniciativas en el marco del Mercosur, como el aprovechamiento de la hidrovía Paraguay-Paraná, clave para las exportaciones bolivianas de oleaginosas y para la futura explotación del gigantesco yacimiento de hierro de El Mutún. Bolivia tiene la segunda mayor reserva de gas natural de Sudamérica, de unos 48,7 billones de pies cúbicos, y actualmente exporta ese producto solo a Argentina y Brasil.
EVO MORALES ANUNCIA UNA LEY “CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD”
El País de España (www.elpais.es)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció hoy una ley para investigar las fortunas ilícitas en su país. "Será un proyecto de lucha contra la corrupción y la impunidad" que tendrá el apoyo de agentes, fiscales y jueces especiales y planteará castigos duros al enriquecimiento ilícito, explicó el presidente. La ley también garantizará el libre acceso a la información pública y la transparencia en las acciones de los funcionarios del Estado, según informó el mandatario.
"Tiene que haber una investigación de fortunas sospechosas, mal habidas", porque hay funcionarios que después de trabajar seis u ocho meses en el Estado "tienen sus lindos autos y buenas casas", dijo Morales, quien hizo el anuncio al inaugurar un monumento dedicado al líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, asesinado por los paramilitares en 1980. Morales dijo que el proyecto será presentado esta semana al Congreso y llevará el nombre de Quiroga Santa Cruz, que hoy hubiese cumplido 75 años.
Quiroga Santa Cruz fue asesinado el 17 de julio de 1980 durante un asalto de los paramilitares a la sede de la Central Obrera Boliviana durante el golpe de Luis García Meza, que actualmente está recluido en un penal de alta seguridad por los delitos cometidos en su gestión (1980-1981). El presidente boliviano también abogó para que los militares, los ex paramilitares y los policías de esa época informen sobre el destino de los restos del político socialista, que están desaparecidos desde el día de su muerte.
EL CÓNSUL DE BOLIVIA AFIRMÓ QUE ES “ESCANDALOSA” LA CANTIDAD
DE PERSONAS QUE INGRESAN TRAYENDO DROGA “ENGAÑADAS” AL PAÍS
Diario Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
El cónsul de Bolivia en Jujuy, Horacio Romero Pringle, se mostró satisfecho por el trabajo de relevamiento de datos sobre los ciudadanos bolivianos presos en el país y la serie de reuniones con autoridades provinciales llevada a cabo por una comisión enviada a efectos de preparar la visita de la comisión conformada por UNICEF y funcionarios del gobierno de Bolivia en las próximas semanas, afirmando que además de la situación de los presos era considerada con un “concepto erróneo” en Bolivia y que además se llamó la atención sobre el incremento “escandaloso” de bolivianos “engañados” para participar en el narcotráfico.
Pringle señaló que los miembros de dicha comisión, durante su visita a la provincia, dialogaron con todos los presos de nacionalidad boliviana “y han visto que por ejemplo a las mujeres y a los niños se los trata en forma no con excelencia, al final son detenidos, pero que las condiciones de trato no son tan malas como se informó por la prensa” agregando que “en Bolivia tenían un concepto totalmente erróneo, y no por informaciones del consulado, sino por informaciones de prensa en Buenos Aires que llegan a Bolivia alarmando de forma inusitada a nuestras autoridades”.
Asegurando además que otro tema que fue informado al gobierno boliviano se refiere al incremento del narcotráfico “la gente que viene cargando las famosas cápsulas, se ha incrementado en forma escandalosa y debe tomar en cuenta eso el gobierno boliviano” afirmando que desde el Consulado se solicitó ya una asignación presupuestaria para asistencia de los detenidos porque “a partir de los testimonios recogidos es posible identificar a aquellos sectores de la sociedad boliviana que se encuentran en situación de vulnerabilidad frente a la problemática del narcotráfico, son personas de escasos recursos que son engañados en al frontera y lo que en realidad se debe detectar es quienes son las personas involucradas en el tráfico”. Finalmente destacó la importancia de la participación de UNICEF por primera vez en este tema, aclarando que la entidad participará con la producción de spots para radio y televisión tanto para Argentina como para Bolivia “para advertir a la gente sobre el peligro de su detención inmediata acá y de lo inquietante que es para una persona salir de su fase familiar para terminar en una cárcel en un país extranjero”.
MÁXIMA SEGURIDAD EN LA LOGÍSTICA DE BANANAS
Buenos Aires se convirtió en una buena opción para los exportadores bolivianos de esa fruta, que es vigilada desde su cosecha por temor al narcotráfico.
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Esta es una historia de bananas y narcotraficantes, enmarcada en una geografía de escaso desarrollo y profusa pobreza. Comienza en Chapare, en el oriente boliviano, y es un digno relato latinoamericano. Provincia del departamento de Cochabamba, Chapare es una de las zonas más lluviosas del mundo, lo que hace a su tierra igualmente buena para el cultivo de la coca y el plátano. Por eso, desde aquí se exportan al mundo ambas especies y, a veces, se mezclan.
Hasta ahora, la historia era conocida y remitía a un problema interno del país hermano. Hasta que el presidente Evo Morales tiró la primera piedra: "Hay empresarios que monopolizan la exportación de plátano; los que camuflan droga son los que exportan a la Argentina", dijo. Morales hizo estas declaraciones poco después de que, el mes pasado, fuera secuestrado en Buenos Aires un contenedor con 753 kilogramos de cocaína disfrazada en un cargamento de bananas.
Tremendo juicio de un primer mandatario sobre las empresas de su país movilizó a todas las fuerzas de seguridad, que pusieron manos en las cajas de banana, cortaron cadenas de frío, hicieron perder miles de dólares y afectaron a las empresas argentinas que prestan servicios de logística a los productores bolivianos de la especie.
Es que el puerto de Buenos Aires se volvió competitivo para los envíos de algunos productos del vecino país a Europa. Entre ellos madera, palmitos y... bananas. Para los productores, los amarraderos alternativos son Iquique (Chile) y Nazca (Perú) que, aunque geográficamente más cerca, no tienen la oferta de tráficos que presenta el mayor puerto argentino. Además, por el Atlántico los tiempos de tránsito son menores.
Fuentes empresariales bolivianas sostienen que la frase de Evo Morales, en realidad, fue una venganza contra algún productor enfrentado con quienes bloquearon caminos en la última crisis institucional de esa república. Piquetes que supo encabezar el entonces líder cocalero y actual presidente.
Erradicar sospechas
Tras esta experiencia y para erradicar las sospechas, los exportadores de bananas de Bolivia decidieron dotar a sus envíos de las máximas medidas de seguridad: las frutas son vigiladas por la policía antinarcóticos local desde que son empaquetadas en la finca, durante su transporte en camión o por el ferrocarril y hasta que llegan a la frontera argentina, al paso Salvador Maza-Yacuiba. Allí, funcionarios de las aduanas de ambos países -que fueron especialmente entrenados para controlar el producto sin deteriorarlo- hacen sus verificaciones. Luego, hasta Buenos Aires, la carga viaja 40 horas en contenedores refrigerados, con termógrafo para verificar la cadena de frío.
De hecho, la semana pasada llegó al puerto de Rotterdam el primer embarque de 960 cajas exportado desde la Argentina -más precisamente desde Exolgan- por Bolibananas SRL, una firma que factura casi un millón de dólares anuales. La operación logística, que implicó un primer contenedor de 40 pies, fue coordinada por la firma Transmar y utilizó el servicio de la naviera CMA CGM. El destino final de la fruta, que según dicen sus transportistas está en muy buenas condiciones, es París.
"Este fue un primer embarque, pero el comprador está interesado en cuatro contenedores semanales y hay una proyección de crecimiento que podría llegar hasta diez contenedores. El volumen del negocio está en la cantidad que se pueda enviar porque el precio es pequeño y el mayor costo está en el manipuleo y transporte, por lo que deben enviarse muchas toneladas", explicó Emilio Martínez, de Transmar. El empresario destacó las posibilidades que se abrirían para las empresas de servicios de la Argentina "si el grueso de la madera, banana, palmitos y otros productos bolivianos salieran por nuestros puertos". Y eso aunque haya que vigilar los productos, según de qué se trate, desde que se cortan de la planta. Es que el comercio exterior del subcontinente no es ajeno al realismo mágico que le es propio y que va y vuelve de la realidad a la literatura. En este sector, lo aparentemente irreal o extraño también puede ser algo común y cotidiano.
REPORTAJE: El regreso al continente americano 2
SEGUNDA OPORTUNIDAD HISTÓRICA
Las empresas españolas tienen todavía que ganarse el afecto de la sociedad. Eso y la llegada de inmigrantes a España cierran el círculo de un nuevo encuentro con América Latina. El populismo y la corrupción son los dos obstáculos mayores para las actividades de las empresas españolas y el desarrollo general de América Latina. Proteger la imagen de las compañías hispanas, o modificarla si es mala, es requisito indispensable para desplegar una estrategia adaptada a los cambios políticos que consolide la actual comunidad de intereses.
El País de España (www.elpais.es)
Si España depende tanto de América Latina, parece claro que las grandes multinacionales y la Administración tendrán que repensar y reforzar su relación con el subcontinente, reorientar su diplomacia y su acción exterior. Una tarea ciclópea y, sin embargo, urgente es modificar la negativa imagen de numerosas empresas, entre otras razones, porque su protagonismo en el sector de los servicios básicos les hace muy vulnerables socialmente a las críticas y a las campañas difamatorias. La nueva estrategia pasa por desprenderse de la imagen de "nuevos conquistadores" que tanto explota esa prensa anglosajona siempre dispuesta a reeditar "la leyenda negra española".
Sustituir la idea de explotación por la de cooperación y oportunidad parece un requisito indispensable si se quieren sentar las bases de un nuevo encuentro entre España y América Latina, un gran compromiso para el desarrollo que dé cuerpo político y social a la actual comunidad de intereses económicos. Conviene tener en cuenta que también Latinoamérica se ha personado ya en nuestro país con cientos de miles de inmigrantes que se afanan por encontrar un espacio entre nosotros y que contribuyen con sus ahorros a sostener la economía de sus respectivos países. Esa presencia brinda la oportunidad de cerrar el círculo a los dos lados del Atlántico, no sólo con lazos económicos, sino también culturales, sociales y afectivos.
Aunque las multinacionales no son precisamente ONG -tampoco las españolas-, en esta nueva aventura no se puede ignorar que la mitad de la población del subcontinente vive en la pobreza, que hay 125 millones de iberoamericanos sin acceso directo al agua potable y que 200 millones carecen del saneamiento adecuado. "Hay que hacer las cosas de otra manera, porque en muchos de estos países la lógica económica de la iniciativa privada no garantiza el acceso universal a los servicios básicos. Hay que asumir una cierta cuota de responsabilidad social". Quien se expresa así no es un observador ajeno a la actividad empresarial, sino el consejero de una potente multinacional española con grandes intereses en la región. "Tenemos que trenzar las relaciones con América Latina en todos los órdenes, construir una malla que nos asegure un futuro fecundo y mutuamente provechoso", insiste el director de Inversiones de Cofides, José Luis Curbelo.
El Latinobarómetro de 2004 muestra que únicamente el 29% de la población latinoamericana cree que las inversiones españolas son beneficiosas para su país, frente a un 35% que se manifiesta abiertamente en contra. Son datos que mejoran los resultados de la encuesta del año anterior, particularmente en Venezuela y Colombia, pero no parecen una base de apoyo público muy sólida en el actual contexto político. Curiosamente, el mayor apoyo se produce en países pequeños como Paraguay, República Dominicana y Uruguay, donde las inversiones españolas son más discretas, mientras que el rechazo mayor se da en México, Bolivia y Guatemala.
Contra lo que pudiera pensarse, dada la proximidad cultural, la inversión española no ha traído consigo una mejora de la imagen, e incluso puede decirse que la distancia emocional ha aumentado tras la sorpresa de descubrir como patrón a un país considerado hasta hace poco en una situación más o menos similar. En cualquier caso, la opinión sobre las empresas está claramente disociada de la idea general de España que cuenta con un 68% de opiniones positivas en el subcontinente. Las figuras del Rey y del ex presidente Felipe González gozan de gran prestigio en sociedades en las que se valora en mucho el modelo español de transición a la democracia y se celebran en clave de acontecimiento la llegada de cantautores como Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.
El giro en la tradicional política exterior española que supuso el apoyo a la intervención militar en Irak, luego rectificado por el Gobierno actual con la salida de las tropas, suscitó un gran malestar. Según Fernando Delage, ex subdirector de la revista Política Exterior y actual director en Madrid de Casa Asia, "los latinoamericanos quieren que España tenga su propio punto de vista, no que adopte el de EE UU". En una crítica implícita al anterior Ejecutivo, el catedrático José Luis Curbelo sostiene que España debe trabajar intensamente por dar estabilidad a la región, "en lugar de empecinarse con maniqueas apuestas de buenos y malos países que sólo sirven para encanallar más la política, ahondar las diferencias y zaherir los intereses de la economía y la sociedad española".
Entre los 22 países que conforman Iberoamérica, Argentina parece un buen exponente de los problemas y contradicciones a que se enfrentan los intereses españoles. "Argentina es un caso especial para España, porque la mitad de nosotros somos españoles o descendientes de españoles", comenta el analista del periódico La Nación, Joaquín Morales. "Cuanto más arreciaban las críticas contra las empresas españolas, más larga era la cola que se formaba ante el consulado español para obtener el pasaporte. Hay que tener en cuenta", añade, "que en situaciones de crisis, nosotros somos muy dados a buscar culpables fuera". Es una opinión que comparte Marcelo Bonelli, analista del diario Clarín, aunque no hasta el punto de exonerar de las críticas a la totalidad de las compañías españolas. "Telefónica y Repsol YPF figuraron en el ranking de las empresas que, en plena crisis, sacaron del país unos 30.000 millones de dólares", recuerda.
Sin ignorar los grandes beneficios obtenidos con anterioridad a la crisis, conviene recordar, igualmente, que muchas empresas españolas aguantaron a pie firme el chorreo diario de pérdidas que supuso la debacle argentina, que tanto el banco Santander como el BBVA perdieron unos 1.300 millones de euros, que la propia Telefónica reconoció 1.400 millones de pérdidas y que algunas compañías quedaron completamente arruinadas. Los dos analistas argentinos coinciden en señalar que las firmas españolas practican una política informativa errónea, nada popular, en la medida en que se centran sus protestas en el congelamiento de las tarifas. Con más de 130.000 empleos en Argentina, estas empresas son las grandes suministradoras de gasolina, gas, electricidad, agua y telecomunicaciones. Telefónica, por ejemplo, tiene 13 millones de clientes argentinos.
"Costará mucho cambiar la opinión antiespañola", subraya Marcelo Bonelli, "pero les costará mucho más si no ponen el énfasis en sus esfuerzos inversores y en la mejora en la calidad de los servicios". Joaquín Morales critica, de todas formas, que la congelación de las tarifas se aplique uniformemente a todos los estratos sociales. "Tenemos un 35% de la población sumida en la pobreza, pero no tiene sentido que financiemos el combustible de los coches de lujo y a los hogares de los barrios ricos en los que se regula el aire acondicionado por el simple procedimiento de abrir las ventanas", indica.
Por mucho sentimiento antiespañol que se albergue, es evidente que los servicios de telefonía, electricidad, agua y gas han mejorado notablemente de la mano de las compañías españolas, entre otras razones, porque no hay peor servicio que el que no existe. Antes de la entrada de Telefónica, un apartamento con teléfono costaba mucho más, porque para conseguir una línea había que esperar un mínimo de un año y adelantar un buen dinero, 3.000 dólares en algunos casos, por un enganche que ahora cuesta 80. "Además, como para tantas otras cosas, para conseguir un teléfono aquí tenías que pagar la coima (soborno)", puntualiza un empresario del sector de la exportación que prefiere quedar en el anonimato.
Moneda corriente en no pocos países del área, la corrupción ha salpicado, con razón o sin ella, al desembarco empresarial en Latinoamérica y situado a la imagen española bajo la sospecha. "Siempre se ha dicho que los españoles pagaron 65 millones de dólares de coima para obtener un trato de favor en los tiempos de Menem", comenta Marcelo Bonelli. El mismo BBVA fue implicado en un caso de supuesto soborno con el Gobierno peruano de Alberto Fujimori que investigó en 2002 el juez Baltasar Garzón. "¿Y adónde fueron a parar las sumas de dinero que se pagaron por la compra de las compañías privatizadas?", responde, más que pregunta, un empresario español.
La eterna pregunta: "¿Quién es más corrupto, el que cobra la mordida o el que paga, el empresario que plantea el soborno para obtener una ventaja, superar un obstáculo, o el funcionario que exige el pago?", planea, irresuelta, en la charla con el director de Inversiones de Cofides. "Conozco el caso de un empresario que con la mayor desfachatez intentó sobornar a un ministro en su propio despacho. Ha habido de todo, pero las firmas que trabajan con nosotros se comprometen por escrito a no utilizar prácticas de corrupción y me consta que ese compromiso se cumple en la gran mayoría de los casos", subraya José Luis Curbelo. A título de ejemplo, un analista narra, asimismo, la experiencia de una empresa española que ha renunciado a aumentar su cuota de mercado en un país latinoamericano por no pagar un soborno.
-Bueno, ¿cuánto pagas si llegamos a un acuerdo?
-No, de mordida nada, nosotros no entramos en eso, pero estamos dispuestos a poneros gratis otras 200 líneas de teléfono.
-No, no, yo hablo de lo mío. ¿Cuánto me das a mí?
La corrupción mina considerablemente las posibilidades de desarrollo y es un obstáculo mayor en la actividad empresarial en la región. Se puede polemizar, sin duda, la operación de venta de YPF a Repsol, efectuada en 1999 por 14.900 millones de dólares, pero no se puede perder de vista que antes de la entrada de la compañía española, la empresa estatal argentina era un caso único de petrolera que perdía dinero. De la misma manera, que tampoco puede negarse que la implantación de la banca española ha contribuido poderosamente a la estabilidad y modernización de los sistemas bancarios, elementos claves del desarrollo de los países modernos. "No me importa decir públicamente que Argentina ha podido salir con mayor rapidez de la crisis gracias a las inversiones españolas en infraestructuras", señala el analista de La Nación Joaquín Morales.
Desde luego, ése no es el discurso público del poder ni en Argentina ni en otros muchos países de la región, pese a que, como dice Marcelo Bonelli, "el establecimiento tiene una opinión muy positiva sobre las inversiones españolas aunque juegue a dar la razón a la opinión de la calle". ¿Es posible exigir a los mandatarios de la región que, además de acabar con la corrupción, atenúen ese populismo exacerbado que les lleva a arremeter alegremente, sin autocrítica alguna, contra las bichas de la opinión popular, ya sea el FMI o las empresas españolas? ¿Se pueden pedir nuevas inversiones si desde la presidencia se da pábulo a rumores interesados y falsos, como que los cortes de luz son fruto del boicoteo y no resultado de las tomas ilegales de energía, o que la ruptura accidental de una tubería es una muestra de sabotaje?
Según fuentes cercanas a la presidencia argentina, Néstor Kirchner está interesado en que el grupo Marsans continúe al frente de Aerolíneas Argentinas, pero el acuerdo alcanzado en diciembre, que llevó a la empresa española a aceptar subidas salariales cuando la huelga de pilotos dejó al país sin vuelos de cabotaje y sin turismo, no ha sido todavía cumplido por la parte gubernamental. Existe, además, la sospecha de que las huelgas que promueve el ex secretario de Transporte y líder sindical Ricardo Ciricelli en un momento en el que la compañía ha salido milagrosamente de los números rojos responden al propósito de reabrir la crisis para facilitar la entrada en el capital de un grupo de inversores.
Aerolíneas es el exponente mayor de los fiascos empresariales españoles en la región y, por lo visto, un ejemplo también de impericia profesional. Adquirida por Iberia y gestionada por su socio industrial American AirLines, Aerolíneas fue incrementando su déficit sin que los nuevos directivos supieran reaccionar. La SEPI tuvo finalmente que acudir a su rescate e invertir en su reflotamiento unos 800 millones de dólares antes de conseguir venderla.
"Las empresas están aprendiendo ahora a adaptarse a la situación", indica el embajador en Argentina, Carmelo Angulo. "Ahora ya utilizan un lenguaje más respetuoso, pero para poder sobrevivir, mejor necesitarán integrarse en la sociedad y crear un buen clima en torno a ellas. Algunas tendrán que soltar parte de sus acciones", apostilla. Es el caso de Marsans, actual propietaria de Aerolíneas Argentinas, que proyecta sacar a Bolsa el 35% de sus acciones para dar entrada al capital argentino. En esta fase de adaptación, Telefónica, CAF y otras empresas han optado por comprar en los países en los que sirven materiales que hasta hace poco importaban desde España. Y en general, las compañías están aceptando tarifas especiales para las poblaciones que viven en la pobreza extrema. Incluso empiezan a hacer obra benéfica y social.
La adaptación al terreno llega, en ocasiones, al camuflaje de la identidad española y casi siempre a la adopción de un "perfil de visibilidad muy bajo". La promoción, lógica, de los directivos locales a los puestos de máxima responsabilidad va acompañada, a menudo, de acciones dirigidas a difuminar el origen de la propiedad. Y es que hay que tener en cuenta que los asuntos entre argentinos y españoles son, en buena medida, asuntos domésticos, peleas de familia, y por eso más difíciles de gestionar. Las empresas se declaran multinacionales, no específicamente españolas, y, por lo mismo, algunas, caso de Marsans, ni siquiera participan en la Fundación de la Cámara de Comercio Argentina Hispana (Fucaes), fundada hace 118 años. Poco conocida, Fucaes se ha convertido en un verdadero lobby que paga ahora la torpeza de haber apoyado a Menem en un acto preelectoral.
La particularidad de las relaciones, algo esquizofrénicas, entre España y el resto del mundo hispano, unidas a la sensibilidad y visibilidad social que implica la gestión de servicios básicos, explica, quizá, que las inversiones masivas sólo hayan contribuido a añadir el toque de la modernidad al viejo cliché de los conquistadores, explotadores españoles, aunque poco a poco empieza a valorarse el compromiso de la apuesta a largo plazo. La marca España gana respeto entre las élites, pero no cala afectivamente en las sociedades. Y, como señala la directora de Relaciones Económicas Internacionales, María Jesús Figa, cualquier queja contra una compañía determinada -no faltan tampoco las acusaciones mayores de haber violado los derechos de los indios a la hora de construir presas en Chile o de beneficiarse de las actividades de los paramilitares en Colombia- se extrapola al país de origen.
"España debe interiorizar que el crecimiento sostenido y equilibrado de Iberoamérica responde a sus intereses nacionales y que, por lo tanto, constituye un objetivo prioritario de su acción política", subraya el director de Inversiones de Cofides. Se trata, pues, de un nuevo encuentro histórico, de una segunda oportunidad para esa comunidad que unió sus destinos durante tres siglos.
EL SURGIMIENTO DE OTRA AMÉRICA DEL SUR
Por: Mario Rapoport (DIARIO HOY DE ARGENTINA )
En los últimos tiempos los países sudamericanos vivieron una serie de cambios generados por movilizaciones con fuerte contenido popular, que se tradujeron en casi todos los casos en triunfos electorales de un nuevo tipo de líderes políticos. Tanto en Venezuela, como en Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay y la Argentina, se puso en movimiento una Sudamérica “subterránea”, que parecía dormida en pleno auge de la utopía neoliberal. El despertar fue, sin embargo, sorprendente. Comprendió una amalgama que incluyó reivindicaciones económicas y sociales de trabajadores, desocupados y sectores medios postergados, en busca de una mejor distribución de los ingresos, con aspiraciones políticas hemisféricas de cuño bolivariano y, lo que resulta más sorprendente, con el resurgimiento de diversas etnias de los pueblos originarios del continente. El escenario sudamericano, modelado desde la etapa colonial a imagen y semejanza de Europa y la América anglosajona, se está desestructurando, dando paso a diversas cuestiones donde, a la par del descontento social, las raíces históricas retoman nuevas fuerzas.
La colonia trajo consigo el inicio de lo que sería un destino histórico común para los diversos territorios americanos, que se advierte en la difusión del cristianismo, de las lenguas española y portuguesa y de una nueva estructura institucional y jurídica. Pero también, desde aquellos remotos tiempos, los habitantes originarios del sur del hemisferio dieron lugar a la impronta del mestizaje. Proceso que no tiene solo una vertiente biológica. Por encima de ella se puede advertir también un mestizaje cultural, alimentado por el peso dominante que tuvieron más tarde, desde fines del siglo XIX en varios países de la región, los movimientos migratorios del viejo continente, que hace que las sociedades iberoamericanas, con todas sus complejidades y diferencias internas, se reconozcan, a su vez, distintas, tanto del mundo prehispánico como del europeo. Ya el embrión de esos vastos conglomerados sociales fueron tempranamente el sustento de las ideas independentistas y de las intenciones de transformar a la colonia española en una América unificada que, tanto Bolívar como San Martín, desplegaron en los territorios del sur. Sin embargo, como a la Corona española no le había preocupado delimitar con exactitud las jurisdicciones de sus dominios americanos -que eran más bien meras administraciones o áreas de gestión- dejaron espinosas cuestiones a sus herederos regionales no sólo por pretensiones económicas sino también para preservar estratégicamente áreas de influencia. Se gestó entonces, un proceso de atomización que conspiró contra la hipotética unidad a la que habían aspirado los principales líderes de la emancipación hispanoamericana, que se acentuó aún más cuando las dirigencias de los nuevos estados –aliadas prontamente a las burguesías de los países centrales- debieron dirimir los intereses y alcances de las naciones a las que representaban.
Aparecieron los conflictos limítrofes, las intenciones de liderazgos regionales y los enfrentamientos armados, la mayoría de estos últimos, concentrados en la región austral del continente (las guerras por el control de la Banda Oriental, la de la Triple Alianza, la del Pacífico, la del Chaco). Sin embargo, esa carencia de unicidad mantuvo algunos rasgos latentes propios de la interacción de tres siglos de dominación colonial, fundamentalmente en los países que constituyen el llamado Cono Sur. En la etapa de formación de los Estados nacionales independientes, los indígenas y mestizos, quedaron marginados del proceso político, económico y social de esos nuevos países pero, lentamente, su participación, a través de partidos políticos y de movimientos sociales, los fue haciendo emerger de la postergación y el olvido. A tal punto que, en las últimas décadas, la cada vez más activa participación y compromiso social de mestizos e indios, fue gestando liderazgos surgidos en el interior de esos mismos movimientos.
Estos cambios políticos ya habían comenzado cuando Hugo Chávez accedió al poder en Venezuela, y cuando Lula en Brasil, el primer presidente de origen obrero, y también de orígenes étnicos mezclados como la mayor parte de la población del Nordeste, se mudó de San Pablo a la residencia presidencial de Brasilia. Les siguieron Néstor Kirchner, que logró legitimarse en la Casa Rosada después de unas elecciones inicialmente inciertas; Tabaré Vázquez en Uruguay, que por primera vez en la historia del país oriental pudo quebrar la dual hegemonía entre blancos y colorados; Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia; y más recientemente, Michelle Bachelet, la primera mujer chilena en alcanzar el Poder Ejecutivo de su país. Estos acontecimientos llaman la atención por su excepcionalidad, dado que las mayorías no parecen como en otras ocasiones estar manipuladas o dominadas por minorías o acuerdos entre grupos oligárquicos, para no mencionar la experiencia de los ya casi olvidados regímenes militares. Se rompe así una vez más pero en forma generalizada y casi simultánea (los gobiernos populares del pasado fueron más escalonados en el tiempo) una tradición lejana que viene de los albores de los procesos de emancipación sudamericana, cuando los únicos que podían participar en las decisiones políticas eran los llamados vecinos, que excluían tanto a los blancos pobres como a los indios, negros, mestizos y mujeres. Ahora, estos sectores de la sociedad, largamente alejados de la toma de decisiones, tienen la oportunidad de ejercer el poder, con el formidable respaldo de los sufragios, y poner de manifiesto sus habilidades y capacidad de gestión.
De este modo, el nuevo bloque sudamericano, resistente a las corrientes neoliberales, fue adquiriendo forma, en medio de contradicciones y tensiones irresueltas, propias de las particularidades nacionales. Incluso, en el caso de Chile y Bolivia, con conflictos territoriales pendientes y fuertes disidencias, parecen transitar una misma corriente, identificada con la preservación de los recursos naturales bajo el control del Estado, y el discurso, largamente postergado, de finalizar con las desigualdades.
A pesar de que constitucionalmente Bolivia es un país pluriétnico, los indígenas, como dijimos, permanecieron marginados de las decisiones nacionales. Sin embargo, desde la llamada “guerra del agua”, iniciada en Cochabamba en 2001, los sectores populares se hicieron sentir en el país del altiplano. A tal punto, que entre febrero de 2003 y junio de 2005 generaron la renuncia de dos presidentes. Este despertar de los sectores más castigados por las políticas orientadas a satisfacer la demanda de las grandes multinacionales y los grupos de poder tradicionales, se tradujo en el triunfo político del Movimiento al Socialismo (MAS) y la llegada al Palacio Quemado de Evo Morales.
Para algunos, el MAS -movimiento político surgido de las propias organizaciones campesinas indígenas- triunfó por haber liderado un proceso de sublevaciones populares pero también ganó porque su particular estrategia política internacional lo hizo ubicarse dentro del heterogéneo espacio político crítico del neoliberalismo. De este modo, el líder cocalero Evo Morales se ubicó en el andarivel de Hugo Chávez, Lula, Kirchner y Tabaré Vázquez, recibiendo el apoyo de estos gobiernos, que se ubican en un arco que va desde una izquierda moderada pasando por el nacionalismo hasta el “neodesarrollismo”.
Los nuevos vientos que se perciben en América del Sur se sintieron simbólicamente por el hecho de que antes de asumir como presidente de su país, Evo Morales lo hizo como jefe de los aymará, reafirmando el carácter étnico-ideológico “precolombino” de su gestión presidencial. Su presencia en el poder implica el ingreso de la ciudadanía política real de las etnias indígenas bolivianas (aymará, quechua y otras). Para fortalecer a los movimientos indígenas bolivianos y extender su influencia regional, el líder político del país vecino ha dado muestras de que intentará que Bolivia se convierta en un centro de convocatoria de movimientos sociales indígenas-campesinos de otras naciones limítrofes o cercanas, en especial de Argentina, Perú, Ecuador y Paraguay. Ya durante su campaña política contó con el apoyo político, técnico y financiero de varios gobiernos de la región pero en el caso de nuestro país –como señaló recientemente Julio Godio -no sólo existe una fluida relación entre los dos mandatarios, sino que los vínculos entre los movimientos indígenas bolivianos y argentinos se han afirmado. Por otra parte, la popularidad de Morales ha crecido con la aprobación reciente de dos leyes cruciales: la convocatoria a un Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna boliviana -que servirá, según el presidente, para refundar el país dando mayor participación y derechos a la población indígena- y el llamado a un Referéndum, reclamado por la más pudiente región de Santa Cruz de la Sierra, para poder otorgar amplias autonomías regionales.
Si bien es cierto que en la Argentina la cuestión indígena no es considerada por el ámbito político como crucial, y su población alcanza sólo al 5% de sus habitantes, un porcentaje mucho mayor de los argentinos lleva sangre mestizada. Por otra parte, desde la reforma de la Constitución Nacional en 1994, hay cláusulas constitucionales y leyes que garantizan derechos políticos y socioeconómicos a las comunidades indígenas, y existen 19 pueblos aborígenes indígenas reconocidos como pueblos preexistentes. También se registra en los últimos diez años un lento pero constante ascenso de movimientos indígenas en varias provincias, que se orientaron a lograr el uso efectivo de la propiedad de las tierras y mejorar sus condiciones económicas, de vivienda, infraestructura, salud, empleo y educación. Es por eso, que llegada al poder de Evo Morales podría potenciar la creciente presencia en la política de los movimientos indígenas en los países de América del Sur, especialmente en aquellos donde muestran fuertes capacidades de organización autónoma, como son los casos de Perú, Bolivia y Paraguay. El filósofo y escritor peruano José Carlos Mariátegui dijo que “la reivindicación indígena carece de concreción histórica mientras se mantiene en un plano filosófico o cultural Para adquirirla… necesita convertirse en reivindicación económica y política”. Esto puede conjugarse con el replanteo de antiguas aspiraciones políticas bolivarianas, cuyo objetivo sería el de conformar un bloque que enfrente los proyectos hegemónicos planteados desde el norte del continente, y con la necesidad común de cambiar definitivamente el modelo económico y social de los 90.
ACLARA BACHELET: ''LA PALABRA MAR NO ESTUVO PRESENTE EN LA REUNIÓN CON MORALES''
Dijo que Chile no está a favor de la revisión de Tratados internacionales, como el suscrito con Bolivia en 1904, por lo que cualquier acuerdo debe originarse en otras bases y argumentos.
Observatorio Informativo (www.periodistasbolivia.com)
Por Adalid Cabrera LemuzChile quiere reiniciar negociaciones con Bolivia en base a una “agenda de futuro sin exclusiones” como corolario a lo defendido por su antecesor Ricardo Lagos, según manifestó la flamante presidenta mapochina, Michelle Bachelet.Si bien resaltó que existen renovadas condiciones entre las dos naciones para analizar en forma conjunta soluciones a diversos asuntos económicos y sociales, aclaró que el asunto marítimo merece ser visto desde diversos ángulos.Chile quiere relaciones diplomáticas“Creemos que es importante seguir avanzando. Chile tiene interés en tener relaciones diplomáticas con Bolivia, lo que quiere decir que la reunión que tuve con el Presidente Evo Morales es la demostración de la mejor voluntad para ir avanzando en la construcción de una agenda de futuro, sin exclusiones”, afirmó la mandataria, durante una conferencia de prensa en el palacio de Gobierno de Santiago.Sin embargo Bachelet aclaró que hay cuestiones en las que Chile no dará pasos atrás: La intangibilidad de los tratados internacionales, con lo que dejó entrever que cualquier solución a la demanda marítima de Bolivia no pasa por una revisión de los acuerdos de paz suscritos en 1904.“Evo y yo no hablamos para nada de mar”La flamante Jefa de Estado aclaró ante los periodistas chilenos y corresponsales de agencias internacionales que en el encuentro con Evo Morales no se abordó directamente la reivindicación marítima de Bolivia."La palabra mar no estuvo presente en la reunión entre el presidente morales y esta presidenta”, aseguró.Chile quiere mostrar que no tiene problemas con vecinosSegún el ex canciller boliviano, Javier Murillo de la Rocha, anotó que Chile está preocupado desde hace varios años por lo problemas de relacionamiento con los países vecinos, en especial con Bolivia.Agregó que por ello es que Chile parece que espera una reiniciación de relaciones diplomáticas con Bolivia para dar una señal al mundo de que no tiene problemas vigentes con ningún país en la región.Bachelet expresó que "para Chile, lo mejor que le puede pasar es que a todos los países vecinos les vaya bien”, y dijo que manifestó al presidente boliviano que su país tiene amplia disposición para acordar mecanismos de cooperación."Nosotros hablamos en buena disposición de trabajo, cooperar en distintas áreas y una gran disponibilidad de establecer una relación franca, directa y transparente, de manera de seguir avanzando en lo que ambos países le parezca pertinente, puntualizó.Bolivia no olvida reivindicación marítimaUna de las principales reivindicaciones de Bolivia en su relacionamiento con Chile es lograr una salida soberana y útil al Pacífico desde 1879. Ese año los dos países se enfrentaron en una guerra territorial en la que Bolivia perdió sus costas sobre el Pacífico.Desde entonces ha sido permanente su reclamo ante Chile por la devolución de esos territorios y ante la comunidad internacional para forzar un acuerdo.Vanos y reiterados intentosFueron varios los intentos de Bolivia y de Chile por lograr acuerdos, pero sus Gobiernos siempre tropezaron con desacuerdos en la hora de definiciones.En 1975, los entonces presidentes Augusto Pinochet y Hugo Banzer se reunieron en la población fronteriza de Charaña para suscribir un convenio que dio curso a la reanudación de las relaciones diplomáticas.Sin embargo tres años después, los gobiernos de La Paz y de Santiago volvieron a suspender esos vínculos ante el fracaso de las negociaciones en procura de la solución de la mediterraneidad boliviana.Durante esa negociaciones, lo negociadores ya evaluaron la posibilidad de que Chile conceda a Bolivia un corredor hacia el Pacífico en su zona norte pegado a Arica a cambio de un canje territorial.Esa propuesta generó, por un lado, el rechazo de la población boliviana que cuestionó el canje territorial y, por el otro, ingresó en la escena Perú que no vio con buenos ojos que Bolivia tenga un acceso al mar por un territorio vinculado a Arica, que antes de la guerra del Pacífico le pertenecía.En la guerra contra Chile, Perú y Bolivia fueron aliados y perdieron parte de sus territorios.Hacia un nuevo intentoLa posibilidad de la apertura de una nueva etapa de negociaciones entre Chile y Bolivia para superar sus históricas divergencias se perfiló tras la asunción al poder del presidente Evo Morales Ayma.Fue reforzada con la visita oficial realizada a La Paz el pasado 22 de enero por el entonces presidente de Chile, Ricardo Lagos, para asistir a la posesión Presidencial de Morales, lo que fue considerado como un gesto de apertura y buena voluntad entre las dos naciones.Morales retribuyó esa visita el pasado fin de semana para estar presente en los actos de posesión Presidencial de Michelle Bachelet, con quien se reunió para analizar diversos asuntos de interés bilateral.El mandatario boliviano ha manifestado su optimismo por el encuentro y por la recepción que le dieron en Santiago grupos de ciudadanos que apoyaron la demanda marítima boliviana.Negociaciones paso a pasoSin embargo exhortó a los bolivianos a no especular sobre las medidas que debe adoptar el país para solucionar su más que centenaria mediterraneidad y se mostró a favor de negociaciones de bajo perfil.A poco de retornar de Chile el pasado sábado en la noche, Morales convocó a lo bolivianos a masivas concentraciones en las principales ciudades el 23 de marzo, fecha en que se conmemora el Día del Mar, para mostrar a la comunidad internacional que Bolivia no renunciará jamás a su reivindicación marítima.
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