El Presidente
Evo Morales fue recibido en la Corte Internacional de Justicia por Tomka, a
quien planteó el problema marítimo de Bolivia tras una guerra injusta con Chile
en 1879 y que le ha privado de una salida soberana al mar. El Mandatario
indígena patentó el deseo nacional de Bolivia de retornar con soberanía a las
costas del Pacífico. Chile robó a Bolivia 400 kilómetros lineales de costas,
todo su litoral y 120 mil km2 de territorios, además de ingentes cantidades de
recursos naturales como cobre, zinc y litio.
El presidente
Evo Morales se reunió en La Haya (Holanda) con las dos principales autoridades
de la justicia internacional, a quienes les informó sobre los cambios profundos
en la justicia boliviana y sobre la demanda marítima.
El Primer
Mandatario se reunió con el presidente de la Corte Penal Internacional,
Sang-Hyun Song, y media hora después con el titular de la Corte de Justicia
Internacional, Peter Tomka.
Ante las
reacciones en Chile por la visita de Morales a La Haya, el canciller David
Choquehuanca, quien acompaña al Jefe de Estado, pidió el lunes a La Moneda no
ponerse “nervioso”, porque en este viaje todos quieren reunirse con él.
“Han sido
reuniones extraordinarias porque es poco común y excepcional que autoridades de
esa jerarquía mundial se reúnan con un presidente de Estado o ministros, lo han
hecho con el primer Presidente indígena de América Latina, es una buena señal
para el país”, destacó al respecto en La Paz el presidente en ejercicio Álvaro
García Linera.
Corte Penal
Con el coreano
Sang-Hyun Song analizó el proceso histórico que se vive en Bolivia tras la elección
por voto directo de los administradores de justicia, en septiembre de 2011,
informó el enviado especial de radio Patria Nueva.
Asimismo, pidió
el asesoramiento de la Corte Penal Internacional con el objetivo de profundizar
los cambios iniciados. También negó la supuesta persecución política en Bolivia
y dijo que sí habían procesos contra autoridades involucradas en casos de
corrupción.
Morales también
le indicó que cuando era dirigente sindical y después diputado hizo frente a
varios juicios, pero no huyó y enfrentó cada caso de manera franca y honesta en
los tribunales.
Corte
Internacional
Con el eslovaco
Peter Tomka, quien preside la Corte Internacional de Justicia, que tiene que
ver con disputas entre Estados, el presidente Morales trató los cambios
económicos y sociales que se viven en Bolivia, así como la demanda marítima,
según la radio estatal.
El mandatario
le contó que en 1989, cuando era candidato, conoció el mar y que un compañero
con el que estaba lloró al verlo por primera vez. También le expresó el deseo
del pueblo boliviano de retornar al Pacífico y de que se resuelva el litigio
con Chile. Tomka, tras escuchar los argumentos, mencionó tres instancias para
encarar el conflicto: por la vía concertada, dialogada o acudiendo a la Corte
Internacional de Justicia.
Para García
Linera dichas reuniones son: “Una muy buena señal, no es común que presidentes
se reúnan con esos representantes del ámbito jurídico planetario de manera
cotidiana. No es normal, no es común y lo han hecho con el presidente Evo, y yo
lo asumo como una señal muy importante de la presencia del Estado boliviano y
del Presidente en el ámbito internacional”, añadió.
El nerviosismo
en La Moneda, a la que aludió el canciller David Choquehuanca por la presencia
del mandatario boliviano en La Haya, se dio incluso antes de que éste viaje a
la sede de la Corte Internacional de Justicia, donde Bolivia puede demandar una
salida al mar. El sábado, el diputado Iván Moreira, de la UDI, ironizó la
visita de Evo a Holanda.
DATOS
• El presidente Morales, junto al canciller David Choquehuanca, visitó en La Haya a las dos máximas autoridades de la justicia internacional.
• El presidente Morales, junto al canciller David Choquehuanca, visitó en La Haya a las dos máximas autoridades de la justicia internacional.
• Bolivia, en
la 42ª Asamblea General de la OEA, realizada del 3 al 5 de junio en Cochabamba,
planteó la revisión del Tratado de 1904, que rechaza Chile.
• La Guerra del
Pacífico significó en 1879 la pérdida de 400 km lineales de costa y 120.000 km2
de territorio.
FRANCORP SE EXPANDE EN EL SUR, Y MIRA A ECUADOR Y BOLIVIA
Con una inversión de US$ 15 millones, abrirán dos
supermercados y seis tiendas de conveniencia en Arequipa. En Lima operan en los
meses de verano en el distrito de Asia.
Gestión de Perú
(www.gestion.pe/2012/06/13/empresas)
El mercado
arequipeño sigue ganando el interés de las inversiones extranjeras y locales.
Es así que el holding characato Francorp -propietario de los Supermercados
Franco y las tiendas de conveniencia Franco Express- invertirá US$ 15 millones
en los próximos tres años para expandirse en la Ciudad Blanca.
Su plan
establece la apertura de seis tiendas de conveniencia y dos supermercados para
luego replicar su apuesta en todo el sur del país.
Para ello, el
grupo se encuentra en estos momentos sosteniendo reuniones con posibles
inversionistas para poder solventar el total de los proyectos.
“Esperamos
cerrar en unos tres meses las negociaciones y el último trimestre abrir nuestra
segunda tienda de conveniencia en Arequipa”, precisó Walter Franco, gerente de
proyectos de Supermercados Franco.
Uno de los
pilares por lo que Francorp ve más potencial en ese segmento es la menor
dimensión que demandan, ya que para una tienda de 300 m2 la inversión fluctúa
entre US$ 200 mil y US$ 300 mil, frente a un supermercado que demanda hasta US$
5 millones, dijo.
Asimismo,
indicó que son la única empresa que no opera de la mano de una estación de
servicio, como usualmente ocurre con las tiendas de conveniencia.
A Ecuador y
Bolivia
Paralelamente a
este proyecto, esperan ingresar a Ecuador y Bolivia con este formato, para lo
cual ya iniciaron conversaciones.
“Esperamos
cerrar en unos seis meses las negociaciones con Ecuador, luego podría ser
Bolivia, ambos países todavía no está tan saturados con cadenas de
supermercados y hay cierta protección para el inversionista”, comentó Franco.
¿Y Lima? Por el
momento no lo contemplan, precisamente por el copamiento de las grandes
cadenas.
“Podría ser en
un largo plazo. No descartamos ingresar, por ahora solo estamos con una tienda
de conveniencia en el distrito de Asia que opera de diciembre hasta abril”, indicó.
Cuadernos del pensamiento crítico latinoamericano
¿Y QUIÉN NO QUERRÍA “VIVIR BIEN”? ENCRUCIJADAS DEL
PROCESO DE CAMBIO BOLIVIANO
Página 12 de
Argentina (www.pagina12.com.ar/diario/especiales)
En los años
posteriores a la Primera Guerra Mundial, se expandió por el mundo una sensación
que el alemán Oswald Spengler sintetizó en su libro más conocido: La decadencia
de Occidente. Además de su título, la atracción de esta obra residía en que
allí Spengler sostenía que los ciclos culturales nacen, crecen, envejecen y
mueren, y además defendía el carácter histórico-relativo del conocimiento: una
suerte de “provincialización de Europa” avant la lettre. En la segunda mitad de
los años veinte, más precisamente en 1926, el historiador y jurista argentino
Ernesto Quesada visitó La Paz, donde dictó una muy difundida conferencia sobre
“la sociología relativista spengleriana”, a la que había dedicado varios años
de su vida, en la que participó el propio presidente boliviano de entonces,
Hernando Siles. Las influencias irracionalistas, vitalistas y místicas
marcaron, como sabemos, esa década. Por eso no es sorprendente que, en 1929, el
conde Hermann Keyserling viajara a Bolivia y al observar las magníficas ruinas
de Tiwanaku sintiera que pisaba un universo habitado por hombres propiamente
“mineraloides”, alimentando a las corrientes teluristas ya con un desarrollo en
la literatura y la cultura boliviana de entonces. Es más, Quesada (atraído por
estos temas en su vejez) discutía con Spengler quiénes constituirían el relevo
de Occidente, y defendía que vendría de los indígenas de América y no de los
eslavos. La cuestión parecía resumirse en quiénes tenían un alma menos
contaminada por la cultura occidental.
Esos eran los
locos e intensos años veinte, pero en el comienzo del siglo XXI el malestar en
la globalización, junto a la crisis de los viejos proyectos emancipatorios,
potenció el desarrollo de nuevas búsquedas, en las que la llamada emergencia
indígena de los últimos años ocupa un lugar central, en algún sentido con la
misma expectativa en que el pasado ancestral podrá darnos algunas claves para
enfrentar un futuro incierto, con amenazas de diversos tipos de crisis:
económica, financiera, ecológica..., ¿civilizatoria? Es en este contexto en el
que el llamado “vivir bien” (suma qamaña) o “buen vivir” (sumak kawsay)
encuentra un caldo de cultivo para su difusión mucho más allá de las fronteras
donde surgió como discurso alternativo –especialmente Ecuador y Bolivia– con la
Contracumbre del clima de Tiquipaya como uno de los espacios donde se puso en
juego un discurso impugnador de la propia mundialización capitalista y sus
modelos de producción y consumo 1.
Sin duda,
sobran razones para el mencionado malestar en un mundo crecientemente injusto,
consumista, plagado de desigualdades e iniquidades. Frente a los excesos del
productivismo desenfrenado y las apuestas tecnologicistas de la economía verde
se impondría la construcción de otras relaciones con la naturaleza (y entre los
propios seres humanos), desmercantilizando los vínculos y separando el
bienestar de la acumulación de riquezas. No obstante, esa voluntad sin duda
elogiable de buscar alternativas no disuelve la necesidad de poner en cuestión
las inconsistencias, puntos ciegos, excesos retóricos y contradicciones del
“vivir bien”, más bien, la posibilidad de enfrentar con seriedad y solidez al
capitalismo actual hace indispensables estos debates. Y esa perspectiva está
detrás de este artículo, que se apoya en la convicción de que una crítica
sustentada y matizada es mucho más provechosa que la repetición ad infinitum –y
acrítica– de los principales tópicos del “vivir bien”; discurso –hay que
decirlo– que se sustenta más en la necesidad de creer que hay vida más allá de
esta (pos)modernidad insatisfactoria que de la propia consistencia de las
propuestas alternativas.
¿Qué es el
vivir bien?
En una reunión
cerrada en la ciudad de La Paz con importantes dirigentes del actual gobierno
boliviano, en 2010, la pregunta disparadora del debate fue: “¿qué es el ‘vivir
bien’?”. Como resulta claro, el hecho de que nadie pueda estar en contra del
sentido literal del término conspira contra los plus de sentido que se le
quiere incorporar –muchas veces hablando por los propios subalternos–. Es
evidente que nadie podría estar en contra de “vivir bien”, pero la cuestión se
complejiza, sin duda, cuando este “vivir bien” –que sería no desarrollista, no
consumista e incluso no moderno/occidental– es contrapuesto al “vivir mejor”,
que implicaría, capitalismo mediante, que otros vivan peor.
En el citado
encuentro surgieron varias –y sorprendentes– respuestas de los funcionarios
allí presentes. Un importante parlamentario indicó que “vivir bien” es Estado
de Bienestar de tipo europeo tout court. Un funcionario de la vicepresidencia
–con antigua militancia marxista– sostuvo que se trata de un proyecto
“anticapitalista”. Desde otra perspectiva, un alto funcionario indígena
argumentó que el vivir bien es la construcción de una ética del trabajo y de la
independencia personal (puso como ejemplo a las comerciantes aymaras que,
esfuerzo mediante, lograron una buena situación económica y ahora bailan en la
fiesta del Gran Poder con seguridad privada que las cuida de posibles robos,
dado el valor de sus joyas). Finalmente, una militante del Movimiento al
Socialismo (MAS) de la ciudad de El Alto opinó que “vivir bien” incluye el
acceso a la salud, a la educación y otros servicios, pero que también debería
incluir alguna medida de la felicidad.
Como puede
observarse, el abanico de imaginarios detrás del elusivo “vivir bien” es
bastante amplio y en general no está puesto en debate. La ambigüedad intrínseca
a un “concepto en construcción” es rellenada con ideas diversas y a menudo
excesivas dosis de wishful thinking. El problema es aún más complejo porque sus
promotores no convocan, como ciertos grupos religiosos, a un éxodo personal de
la modernidad; por el contrario, el suma qamaña se postula como un conjunto de
ideas destinadas a una transformación sistémica señalada a participar en las
luchas contrahegemónicas e incluso a ofrecerse como alternativa al capitalismo
allí donde no hay indígenas. Aun en el mundo desarrollado. Pero esquiva por
completo que los actuales desafíos a Occidente surgen de países –China, India,
Brasil– sostenidos en un desarrollismo feroz, con elites en la frontera
educativa mundial y sin cuestionar precisamente ciertas ideas fuerza de la
modernidad.
El problema
básico del “vivir bien” es que sus difusores no han logrado –ni se han
esforzado por– vincular un programa que supuestamente surge de las
cosmovisiones indígenas con las experiencias vitales de los indígenas y de las
comunidades realmente existentes. En segundo lugar, estas propuestas aparecen
desvinculadas del debate macro y microeconómico y de la elaboración de
propuestas transicionales relacionadas con el “otro mundo posible”. Problemas
como el trabajo, la innovación, la tecnología, el mercado y muchas otras
temáticas con las que el socialismo real se estrelló (Nove, 1987) –dejando en
evidencia que su abordaje resulta imprescindible en un proyecto poscapitalista–
están completamente diluidas en una retórica cuasi mística en algunos casos o
simplemente utópica/altercivilizatoria en otros, con un riesgo a la vista: en
el caso boliviano, el proceso de cambio choca a diario con viejos problemas
como la debilidad del Estado y una institucionalidad endeble, un acceso a la
salud por debajo de niveles mínimos de bienestar, una educación que reproduce
las desigualdades de origen y un largo etcétera. Frente a todo esto, la receta
(casi mágica) es el Estado Plurinacional.
Menos aún, la
propuesta del “buen vivir” se articula con la discusión sobre la
especialización económica por la que debería optar Bolivia, el modelo
productivo, si el tipo de cambio debe ser alto o bajo y otras cuestiones de una
esfera en la cual a falta de planteos alternativos se imponen naturalmente los
“técnicos”, que han manejado con prolijidad la macroeconomía en la era Evo,
pero dentro de unos márgenes bastante conservadores (lo cual no es en sí mismo
cuestionable, dados los descalabros anteriores de las izquierdas en el poder
–especialmente en los años ochenta–, pero es un llamado a reducir las
expectativas refundacionales). Resulta obvio que entre la ritualización del
trabajo agrario –y los mecanismos de reciprocidad en las comunidades– que suele
ponerse como ejemplo de prácticas otras y la construcción de una alternativa
poscapitalista (e incluso posneoliberal) mínimamente articulada hay un
larguísimo trecho que sólo se puede rellenar tratando de generalizar algunas experiencias
ya existentes, no mediante simples propuestas “holistas” ideales –como la
armonía, la reciprocidad y la vida–; sin sustento económico ni sociológico, ni
una explicación convincente sobre cómo aplicar estos modelos a las ciudades. En
el mejor de los casos existen interpretaciones bastante discutibles sobre las
formas de reciprocidad y uso del espacio en las grandes ferias, como la 16 de
Julio en la ciudad de El Alto, pero esos análisis no son comprensivos del
modelo industrial alteño, basado en el trabajo familiar pero también en la
superexplotación del trabajo.
Pero además, al
no abordar con seriedad los problemas económicos “duros”, las críticas al
capitalismo y los análisis catastrofistas de los partidarios del “vivir bien”
son sede de una peligrosa candidez política e intelectual que los vuelve
fácilmente rebatibles, tanto por los neoliberales como por los
neodesarrollistas. En verdad, el “vivir bien” no se propone reemplazar al
capitalismo, su propuesta –como está en la nueva Constitución– es el modelo de
pluralismo económico, sin que se sepa cómo se articularán economía comunitaria
con economía estatal y economía privada, a no ser por la imagen del tren que
usó el vicepresidente García Linera, donde la economía comunitaria era el
último vagón (la estatal era el primero). Por otro lado, como no se incluye en
la propuesta renunciar a los bienes de consumo tecnológicamente sofisticados,
bienes que no es posible construir en el marco de economías comunitarias, estas
últimas dependerían indefectiblemente de los productos fabricados en la esfera
capitalista. Pero no hace falta ir tan lejos: bastaría pensar simplemente en
los alimentos procesados, que pesan crecientemente en el consumo alimentario de
los campesinos y que son producidos por la economía de mercado. En general, los
partidarios del “vivir bien” responden a cualquier pedido de precisión que “hay
que aplicar la Constitución”. Pero sin ideas intermedias, capaces de pensar
procesos de transición y desmercantilización de espacios crecientes de la vida
social, se termina cayendo en una suerte de fetichismo constitucional, en el
que la letra de la Carta Magna podría imponerse sobre el país realmente
existente.
¿Quiénes son
los indígenas?
Un tema
adicional es la dificultad para establecer fronteras entre indígenas y no
indígenas. Ya desde la Colonia, las categorías étnicas fueron un objeto
resbaladizo. Y en muchos casos, la idea de continuidad de los grupos étnicos
precolombinos enfrenta una serie de escollos significativos, en parte debido a
los traslados poblacionales por parte de los incas (mitimaes) y las posteriores
políticas étnicas de la Colonia, destinadas a debilitar el poder residual de
los descendientes de los incas, reconocidos, no obstante, como nobles por la
Corona española. Otros procesos, como la aymarización de los urus, dan cuenta
de las tensiones interétnicas precoloniales. Pero, a su vez, están las
fronteras móviles de la indianidad, que en gran medida se expresaban en los
censos. La indianidad conllevaba en la Colonia una condición fiscal (pago del
tributo indígena) y jurídica (la masa de indios fue considerada “miserable”,
pero los nobles incas fueron reconocidos como tales). Luego pasará a ser una
condición biológica durante el auge del darwinismo social, una condición de
clase en los años cincuenta del siglo XX (indígena=campesino) y, ya en la
década del noventa, una pertenencia étnico-cultural mediante la
autoindentificación, como queda materializado en el censo de 2001.
También la
categoría de mestizo sufrió mutaciones y, si hoy es símbolo de criollo, en el
siglo XIX era casi sinónimo de artesano urbano (carpintero, pollerero, herrero,
sombrerero, etc.). Hubo ciertos momentos en que blancos y mestizos se censaban
juntos y otros (a finales del siglo XIX) en que se diferenciaron, al parecer,
debido a que el gobierno popular de Manuel Isidoro Belzu implicó un
distanciamiento de la plebe, la “chusma” y los cholos de los aristócratas, en
medio de acciones a menudo violentas por parte de los grupos populares urbanos
contra las elites.
Pero no
solamente cambian los criterios de definición de las categorías étnicas,
también cambian las sociedades. Y Bolivia pasó a ser, en el siglo XXI, un país
con la mayoría de la población ubicada en las ciudades y pueblos de más de 2
mil habitantes, en el marco de un proceso de desruralización y de migraciones
que en ciertas zonas se asimilan a una diáspora, con algunos elementos que, al
menos en una primera mirada, pueden resultar sorprendentes. El propio Evo
Morales es una buena expresión de esta indianidad contemporánea: desde la
adolescencia ya no vive en una comunidad, no usa las lenguas indígenas salvo en
contadas ocasiones, adquirió una identidad de sindicalista... y es soltero, lo
que le impediría asumir un cargo comunitario tradicional, que es asumido por el
matrimonio. Por ello no es sorprendente que, en este escenario, las claves
interpretativas del momento actual se vinculen íntimamente con las lecturas de
los procesos migratorios y de los espacios urbanos poscomunitarios, donde lo
comunitario rural es reactualizado y resignificado, en el marco de nuevas
heterogeneidades internas, mecanismos de diferenciación, construcción de
prestigio, etc. Así, ¿qué significa ser aymara (una identidad ligada a la
ruralidad y la tradición) en un espacio, la ciudad, que sugiere nociones como
modernidad y desarrollo?
Albó, Greaves y
Sandóval encaran este problema en los primeros años ochenta, enfatizando las
continuidades rurales-urbanas. Así, se refieren a lo cholo como una “variante
cultural aymara”, es decir, las prácticas culturales no son un mero residuo de
lo “aymara rural” sino un efectivo “fondo cultural”. Es más, consideran a la
autoidentificación de muchos aymaras urbanos como mestizos como una nueva
identidad ficticia. Existiría, así, una identidad oculta que corresponde al
investigador develar, prescindiendo incluso de las propias autoadscripciones de
los sujetos.
En efecto, Albó
et al. sostienen que los aymaras urbanos cabalgan entre dos mundos y reconocen
que hay resistencia de los campesinos a considerar como “hermanos” y como jaqi
(persona aymara) a los migrantes urbanos y que estos últimos buscan construir
marcas que los distingan de los campesinos (vestimenta, aretes, nuevos estilos
de bailes y de música). Y –aún más importante–: las fiestas habrían dejado de
tener el mismo contenido que en el campo. Lejos de marcar la igualdad, la
colectividad, etc., se establecerían el estatus y el prestigio de la misma
manera en que el dinero se convierte en el “homenajeado” de las challas.
Paradójicamente, cuando Bolivia se vuelve un país crecientemente urbano desde
el punto de vista demográfico, accede al poder un partido campesino, en una
experiencia única en el continente.
El tipnis: un
punto de inflexión
Desde su
llegada el poder, resultó claro que Evo Morales no ganó ninguna elección con
propuestas de “vivir bien”, al menos con el mencionado plus de sentido que le
atribuyen sus defensores. Por eso no fue casual que, por ejemplo, en el cierre
de campaña de 2009, en la ciudad de El Alto, el líder cocalero sólo hablara de
la obra pública y de políticas de desarrollo, ante la decepción de muchos de
los extranjeros que escuchaban el largo discurso lleno de promesas concretas y
de cifras. Más recientemente, en una entrevista radial en el programa de la
periodista Amalia Pando, el gobernador de La Paz saliente –Pablo Ramos–
respondía que la principal demanda de los campesinos es la electrificación
rural –además de la construcción de caminos–, a la que el gobierno de Morales
ha destinado importantes partidas presupuestarias.
El problema es
que la realidad de Bolivia –y de los indígenas– es analizada a menudo con
visiones exotistas. Eso queda bastante claro en el documental ¿Por qué quebró
McDonald’s?, en el cual se da la imagen de que los bolivianos comen alimentos
sanos, limpios y nutritivos, en contraposición a la “comida chatarra” de la
cadena estadounidense, lo cual explicaría su salida del país a principio de los
años 2000. En esa línea, se silencia por completo, por ejemplo, la expansión
del fast food en urbes populares como El Alto, con restaurantes con nombres del
estilo de Andrews Chicken. Según datos de su secretario general, la Asociación
de Trabajadores en Comida Rápida de El Alto agrupa a unos 300 propietarios de
pequeños restaurantes, mayormente de pollo broaster (página 7, 25/2/2012.).
En muchas de
estas construcciones de la “Bolivia indígena” hay una visión excesivamente
ruralizada del país, cuando alrededor del 60 por ciento de los bolivianos viven
en zonas urbanas, y los indígenas “puros” están articulados en el mercado local
y global (como queda en evidencia con la expansión del narcotráfico y el
contrabando de autos japoneses usados a través de Chile, que ha incluido el
asesinato de varios policías). Menos aún se incorpora a los análisis
“pachamámicos” la importante conversión al protestantismo entre los sectores
indígenas, lo que contribuye a recomposiciones modernizantes de las comunidades
y transformaciones en las cosmovisiones indígena/originarias. Presencia
cristiana, hay que recalcar, que es también importante en el interior del
bloque indígena/popular oficialista, como se pudo ver entre los convencionales
del MAS en la Asamblea Constituyente que junto a la derecha se opusieron a
legalizar el aborto y a incorporar al texto constitucional otros derechos
reproductivos.
Luego está el
problema de la estructura productiva. Si bien en Bolivia el Estado es
tradicionalmente débil, la economía privada es más débil aún, por lo que las
lógicas rentistas operan como una ley de hierro de la política, como puede observarse
en los primeros meses de 2012 con la escalada de conflictos diversos: médicos
en huelga contra el aumento de su jornada laboral de 6 a 8 horas a pedido de
los campesinos; maestros en plan de lucha por aumentos salariales; minas
tomadas alternativamente por campesinos y cooperativistas mineros; conflictos
entre municipios y departamentos por problemas de límites (incluyendo el acceso
a recursos naturales, como pozos gasíferos); discapacitados enfrentándose
dantescamente con la policía en demanda de un bono social; pobladores linchando
a (supuestos) delincuentes y colocándoles carteles como “soy un ladrón
peruano”, entre otros muchos conflictos. Pero, sin duda, el que tuvo mayor
divulgación internacional es la resistencia de los indígenas del Territorio
Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) a la construcción de una
carretera cuyo trazado original partía en dos al Tipnis y amenazaba su espacio
vital. Además, según los indígenas, el trazado favorecería la expansión de los
cocaleros que ya están instalados en el llamado Polígono 7, al sur del parque
de 12.000 kilómetros cuadrados.
El conflicto
del Tipnis es importante, además, porque canceló la posibilidad de hacer planes
neodesarrollistas en el plano de las políticas públicas y mantener discursos
“pachamámicos” en seminarios de formación o tribunas internacionales
aparentemente sin costo alguno. La cuestión de la carretera obligó a poner
sobre la mesa una pluralidad de problemas que son, precisamente, las
dificultades para “aterrizar” perspectivas posdesarrollistas a las que nadie se
opone (o mejor dicho nadie se oponía antes del conflicto del Tipnis), pero
tampoco (casi) nadie defiende a la hora de definir políticas públicas en una
reunión de gabinete. En un país donde los “movimientos sociales” ya están en el
poder, los tiempos de las alternativas no pueden quedar completamente
desfasados de los tiempos de la política. El conflicto del Tipnis mostró varios
problemas:
• Las formas a
menudo bruscas con las que el gobierno busca imponer sus planes (como ya había
ocurrido con el fallido gasolinazo de diciembre de 2010).
• Que es
necesario avanzar en creatividad para buscar soluciones a las dificultades que
se van presentando: en este caso, cómo compatibilizar la tradicional necesidad
de integración física del país con los nuevos derechos de los pueblos indígenas
(y de la propia naturaleza si asumimos en serio el “vivir bien”) consagrados en
la nueva Carta Magna.
• El hecho de
que los imaginarios de consumo de los sectores populares bolivianos –por más que
sean indígenas– no son demasiado diferentes a los de otros espacios
plebeyo/populares del continente y del mundo.
Pero hay más:
en el caso del Tipnis, los más entusiastas impulsores de la ruta no son grupos
oligárquicos (aunque algunas elites pueblerinas amazónicas y empresarios apoyan
el trazado) sino los campesinos cocaleros, ahora diabolizados por varios de los
defensores del “vivir bien” y por el grupo de ex funcionarios hoy críticos que
reclama la reconducción del proceso de cambio.
Todo ello dejó en
evidencia que hablar de “los indígenas” no da cuenta de ninguna identidad
concreta y está más cerca de una identidad global a menudo construida en el
mundo de las ONG, los organismos internacionales y otros espacios alejados de
la vida popular y subalterna realmente existente. Para comprender los dilemas y
dificultades del proceso de cambio boliviano parece imprescindible reponer la
noción de “interés”, es decir, analizar las posiciones en juego de acuerdo a
lugares de clase, geográficos, regionales, ecológicos, etc., donde los
diferentes sectores construyen sus identidades, sus estrategias y sus intereses
colectivos. Por ejemplo, la idea –entre los propios aymaras y quechuas– de que
los indígenas amazónicos son salvajes o primitivos tiene una larga tradición
desde la época de los incas y no es ajena a la forma como cocaleros y otros
campesinos analizan hoy el problema de la carretera del Tipnis.
Como efecto
adicional, la dinámica de enfrentamientos generada desde la VIII Marcha
indígena de tierras bajas –con amplio apoyo de las clases medias urbanas– en
contra del proyecto carretero ha llevado al presidente Evo Morales a afirmar
que “el ambientalismo es el nuevo colonialismo” (Opinión, 2012), lo que dicho
así echa por tierra muchas de sus afirmaciones en las contracumbres climáticas
y en otros foros internacionales como Naciones Unidas.
En este marco,
la lucha del Tipnis ha tentado al grupo que promueve la “reconducción” del
proceso de cambio a buscar allí a los verdaderos sujetos del cambio, lo que sin
duda conlleva como riesgo el menosprecio a las mayorías populares –rurales y
urbanas– que alteraron las relaciones de fuerza abriendo camino al actual
proceso posneoliberal en favor de sujetos ideales que –esta vez sí– podrían
propiciar un “verdadero” cambio. Estas concepciones no son ajenas a las
perspectivas políticas de las revoluciones eternamente traicionadas, en función
de parámetros construidos por fuera de una “sociología” del propio proceso
político y social.
En el caso
boliviano, desde el comienzo del actual ciclo político existió una confusión
entre la radicalidad del cambio de elites y la radicalidad de las nuevas
elites, una diferenciación que no es menor, dado que un análisis basado en un
mínimo de realismo sociológico muestra un complejo juego en el cual los
sectores populares bolivianos (y no sólo populares) apoyan la cara buena del
Estado (políticas redistributivas), mientras pueden combatir a muerte –a veces
literalmente– su cara “fea”: es decir, el cobro de impuestos, las leyes de
importación y otras regulaciones que limiten diversas formas de “capitalismo
popular” existentes en el país. Las complicadas combinaciones entre
conservadurismo y radicalidad son un sustrato ineludible en el análisis
político boliviano.
Es evidente que
ello tiene profundas causas históricas, vinculadas con la propia construcción
nacional y que no se trata de criminalizar la “informalidad”, pero hoy resulta
evidente que no es posible construir proyectos alternativos al capitalismo
hegemónico sin partir de esta sociología económica. Sociología económica que
explica, a la postre, por qué se impusieron vías diferentes al “vivir bien” más
o menos mitificado, a favor del “capitalismo andino”, o por qué los líderes
campesinos dieron un “golpe de Estado” que desplazó de su cargo al viceministro
de Tierras Alejandro Almaraz, partidario de la dotación comunitaria de los
predios. En efecto, desde hace varios años, los aymaras y quechuas vienen
oponiéndose a las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) y denunciando a sus
propietarios, especialmente a los pueblos del oriente demográficamente
pequeños, como “terratenientes indígenas”.
La propia idea
de “reconducción” promueve un imaginario acerca de una “edad de oro” del actual
proceso de cambio que nunca existió. Desde el comienzo, el discurso del “vivir
bien” coincidía con expectativas mucho más concretas de “vivir mejor”; incluso
en el gobierno se hablaba ya de un gran salto industrial, y un periodista del
diario estatal Cambio podía escribir un larguísimo artículo propiciando un salar
de Uyuni surcado por enormes centrales nucleares. Todo lo cual devino en el
potenciamiento de dos grandes ilusiones: la neodesarrollista –que imagina una
expansión industrialista de dudosas posibilidades de materialización– y la
comunitarista, basada en sujetos ideales y en un comunitarismo abstracto, pleno
de figuras retóricas pero sin capacidad para mejorar las condiciones de vida de
los bolivianos. Entre ambos extremos, lo que subsiste es un neoextractivismo
con cierta redistribución del ingreso y un Estado mucho más activo que en la
etapa neoliberal –sumado al debilitamiento del colonialismo interno mediante el
Estado Plurinacional–.
No es poco. De
hecho es mucho mejor que lo vivido en cualquier otra etapa de la historia de
Bolivia. Pero lo que falta es gigantesco, no sólo para construir “otra
civilización”, sino para garantizar que casi la mitad de la población salga de
la pobreza. Y en esta tarea, como ha señalado Pedro Portugal Mollinedo, la
exotización de los indígenas los aleja –no los acerca– del poder.
BOLIVIA CONSTRUIRÁ PLANTA DE PECES EN FRONTERA CON CHILE
PARA APROVECHAR AGUAS DEL SILALA
El gobernador de Potosí precisó que el tiempo que dure la
construcción, unos dos meses, se cortará la provisión de agua al norte de Chile
El Morrocotudo de
Chile (www.elmorrocotudo.cl/node/44438)
Las Fuerzas
Armadas de Bolivia se harán cargo de la producción de peces en la frontera con
Chile, aprovechando las aguas del Silala, que según dicho país hace más de cien
años benefician al norte chileno sin el pago por su consumo, informó el
gobernador del departamento de Potosí, Félix González.
“El acuerdo
pretende lograr la participación institucional que permitirán el desarrollo
piscícola de Potosí con las aguas del Silala”, agregó.
González
explicó que existen tres proyectos para aprovechar las aguas del Silala que
nacen en bofedales que están en el sudoeste de Bolivia. El primero es la
crianza de peces, el segundo construirá una represa y el tercero el
funcionamiento de una embotelladora de agua mineral.
El gobernador
de Potosí también precisó que el tiempo que dure la construcción de la planta
piscícola, unos dos meses, se cortará la provisión de agua al norte de Chile.
“En dos semanas
más comenzará la construcción de tres piscinas para la crianza de truchas”,
destacó González.
Las aguas del
Silala desde 1906 es un río internacional, mientras Bolivia aclaró que el agua
nace de bofedales que están en su territorio.
En la ronda de
negociación que se inició en 2006 por los gobiernos de Evo Morales y Michelle
Bachelet figura la provisión de aguas desde las pampas del Silala.
En 2009, Chile
admitió el pago del 50 por ciento del consumo del agua hasta que un estudio
técnico determine el origen de las aguas. La propuesta fue rechaza por
organizaciones civiles de Potosí, quienes reclaman el pago de una “deuda
histórica” desde 1906.
BOLIVIA: GIGANTE INDIA CANCELA CONTRATO POR INSEGURIDAD
JURÍDICA
El Nuevo Herald de EEUU (www.elnuevoherald.com)
La
multinacional india Jindal Steel alegó inseguridad jurídica para dar por
terminado un millonario contrato con el gobierno boliviano para explotar
hierro.
La compañía
dijo en un comunicado difundido el martes que informó al gobierno su
"intención de terminar el contrato de riesgo compartido", aunque
condicionó su permanencia a una renegociación y una posible reducción de las
inversiones comprometidas.
Jindal decidió
dejar el país después de que el gobierno le aplicó multas por 36 millones de
dólares por incumplimiento de inversiones.
El
vicepresidente Alvaro García señaló el martes en rueda de prensa que las multas
"no implican una ruptura del contrato" y que si Jindal tiene un plan
para una "rápida inversión" el gobierno "está dispuesto a
escuchar".
El proyecto con
Jindal era el mayor objetivo del presidente Evo Morales para encaminar a
Bolivia en la industrialización de las materias primas.
Jindal se
adjudicó en 2007 la explotación de un rico yacimiento de hierro a 1.100
kilómetros al este de La Paz, cerca de la frontera con Brasil, con reservas
estimadas en 40.000 millones toneladas métricas.
Prometió
inversiones por 2.100 millones de dólares en ocho años incluyendo la
instalación de una acería. Hasta 2011 debió invertir 600 millones dijo García,
pero el proyecto no comenzó.
Tanto el
gobierno como la empresa ventilaron públicamente sus diferencias acusándose de
incumplimiento. La compañía dijo que el gobierno no entregó en forma oportuna
todo el área del yacimiento y tampoco garantizó el suministro suficiente de gas
para la futura acería.
Las autoridades
respondieron que los terrenos fueron entregados con alguna demora y que el gas
está disponible aunque no en los volúmenes que solicita la empresa.
Más de 70% de
las exportaciones bolivianas son materias primas, gas natural y minerales, en
ese orden. La escasa industrialización del país es una de las razones del
atraso de Bolivia, uno de los países más pobres de la región no obstante sus
abundantes recursos naturales.
EL PLAN DE MORALES PARA SER REELEGIDO OTRA VEZ
El presidente de
Bolivia señaló que la Constitución que entró en vigencia en 2009 lo
habilita. De acuerdo con esta normativa, el mandatario estaría transitando por
su primer período, pese a que
gobierna desde 2006.
Infobae de
Argentina (www.america.infobae.com/notas)
"Todavía
yo no estoy pensando en la reelección, aunque constitucionalmente puedo
presentarme como candidato a la presidencia. Además con la nueva Constitución estoy habilitado", señaló Morales.
De acuerdo a lo
publicado por La Razón, el mandatario manifestó esa postura tras su
participación en Roma, Italia, en la Asamblea
de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO), evento en el que fue nombrado Embajador Especial de la Quinua.
El mandatario
boliviano dio a conocer los detalles en una conferencia de prensa con medios
extranjeros junto al director general
de la FAO, José Graziano Da Silva. En marzo, durante la conclusión del
VIII Congreso del MAS (partido gobernante al cual pertenece el mandatario), en
Cochabamba, el Presidente fue reelegido como líder de esa agrupación política y
designado candidato presidencial para 2014.
En la
oportunidad, legisladores oficialistas indicaron que luego de la aprobación
mediante referendo, de la Carta Magna,
el presidente Morales recién estaría cumpliendo su primer mandato a partir de 2010, por lo que tendría la posibilidad
de tener un segundo mandato desde 2014.
Descolonizar los alimentos
Para el
presidente Evo Morales, la producción
de quinua o de carne de llama es parte del proceso de descolonización.
"Durante el proceso de descolonización valoramos nuestros propios
alimentos y recuperamos nuestra identidad alimentaria para vivir bien,
especialmente produciendo la quinua y consumiendo la carne de llama",
señaló.
El
Presidente señaló la necesidad de luchar también por la propiedad intelectual
de los productos nativos de la región.
Los cuestionamientos a un organismo fundamental de la OEA
EN DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
La Nación de
Argentina (www.lanacion.com.ar)
Pese al
encendido -e insistente- pedido de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela en
procura de reformular la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
realizado durante la reciente Asamblea General de la Organización de los
Estados Americanos (OEA) en Cochabamba, Bolivia, la decisión adoptada finalmente
fue postergar el tratamiento del tema -ya estudiado por un Grupo de Trabajo
especial de la OEA- y la discusión de las reformas que la CIDH pudiera sufrir
para "modernizarse". Se determinó entonces tratarlo nuevamente en
"un plazo de seis meses o, a más tardar, en el primer trimestre de
2013".
Parecería que
Brasil -como consecuencia del pedido de la CIDH de suspender la construcción de
una enorme represa hidroeléctrica en la selva amazónica, para así proteger a
algunas comunidades indígenas que la habitan- ha sobreactuado y ha abierto una
peligrosa Caja de Pandora respecto de la CIDH. En Cochabamba, su delegación no
estuvo demasiado activa en esta cuestión, pero, no obstante, con razón, no dejó
de pedir prudencia en su tratamiento. Los planteos intemperantes los hicieron
los bolivarianos, con su "estilo" de siempre.
Tanto es así
que fue el representante de Venezuela, Roy Chaderton, con su típica vehemencia,
quien describió la gestión de la CIDH como "desastrosa", y acusó por
eso al secretario ejecutivo saliente y sostuvo que la entidad funciona como
"una inquisición, especialmente contra los gobiernos de izquierda".
Su colega y compañero de ruta de Ecuador, el canciller de este país, Ricardo
Patiño, batió el mismo parche. Lo hizo embistiendo duramente contra el
organismo, presumiblemente porque, con todo el coraje requerido, ha sido capaz
de cumplir con su misión y de morigerar los ataques sistemáticos del gobierno
ecuatoriano contra la prensa independiente.
Casi en
soledad, la centrada Costa Rica recordó que es necesario preservar, cualquiera
que sea el cambio estructural que se proponga, tanto la autonomía de la CIDH,
como la independencia de sus miembros, posición que obviamente debería ser
apoyada.
Ocurre que
hablamos de un organismo regional de singular relevancia, encargado de promover
la observancia y la defensa de los derechos humanos en nuestro ámbito, tarea
imprescindible y esencial, de lo que da cuenta nuestra propia historia
nacional.
La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos es una institución en la que sus siete
integrantes, que son elegidos a título personal (por su autoridad moral y por
su versación en el tema), representan a todos los Estados miembros y no al país
al que pertenecen. Por esa razón, deben actuar con la independencia e imparcialidad
que su cometido exige. Ellos pueden dictar medidas cautelares y realizar
misiones de observación. Emiten un respetado "Informe Anual" sobre la
situación de los derechos humanos en el hemisferio, y recomiendan allí la
adopción de medidas, cuando lo estiman pertinente. Y tienen facultades para
convocar a audiencias públicas, a través de las cuales se analiza cualquier
cuestión que amenace la vigencia plena de los derechos humanos en la región.
También pueden decidir, en su caso, someter casos específicos a la jurisdicción
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, si así lo creen procedente.
Pueden, asimismo, organizar y mantener relatorías dotadas de mandatos
especiales, como la que hoy defiende específicamente la libertad de expresión e
información, cuyo diligente actuar y empeño preocupan -e incomodan, muy
especialmente- a los gobiernos autoritarios de nuestra región.
Por todo esto,
las principales organizaciones especializadas en la defensa de los derechos
humanos no ocultan su preocupación por el proceso de revisión de la CIDH en
marcha. El titular de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, observando los
ataques contra la CIDH, ha formulado una advertencia que no debe caer en saco
roto: "Es un momento oscuro y difícil para los derechos humanos en la
región", dijo. Tiene razón.
Nuestro país ha
tenido en esta cuestión algunos momentos recientes de silencio. Pero ha
adoptado una posición clara. La que supone apoyar todo lo que tiene que ver con
preservar a la CIDH y su autonomía y, en todo caso, dotarla de más y mejores
instrumentos para que pueda cumplir eficiente y acabadamente con su misión.
Esto incluye preservar la independencia de sus miembros y evitar que el
organismo se transforme en dependiente o en instrumento de cualquier Estado miembro.
Es hora,
creemos, de asumir en esta cuestión que ha quedado planteada un papel lo más
activo posible, para evitar que la CIDH se transforme en una institución sin
dientes, incapaz de cumplir con el cometido que se le asignara. Sin caer, como
Hugo Chávez, en la retórica fácil, como cuando propone, si sus posiciones
extremas no son compartidas por los demás, simplemente "acabar" con
la OEA. Porque le molestan su accionar, sus medidas y sus denuncias. Y también
sin hacer acusaciones mentirosas contra algunos de sus miembros, como acaba de
denunciar Andrés Oppenheimer.
Si la región
quiere realmente defender a la OEA y a la CIDH, debería procurar sacarlas de la
mediocridad, comprometiendo para ello la atención y los recursos financieros
del caso. Todavía hoy aproximadamente el 60% de sus necesidades de
funcionamiento son sufragadas por los Estados Unidos.
Sería, cabe
advertir, un error tratar de crear en el ámbito de la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) mecanismos regionales alternativos (disfrazados de
adicionales) con el objeto de desnaturalizar la labor de la CIDH mediante el
recurso de generar pareceres u opiniones distintos sobre la defensa de los
derechos humanos, que, en definitiva, terminen relativizándola o debilitándola
severamente, hasta hacerla ineficaz.
Es también
necesario mejorar la selección de los candidatos a ocupar los cargos más altos
de la CIDH, haciéndola algo más exigente, a la manera quizá del proceso de
selección de quienes componen la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En definitiva,
la preocupación ante los ataques que se acumulan contra la CIDH es grave.
Porque se trata nada menos que de asegurar el respeto pleno del Pacto de San
José de Costa Rica, que, para nosotros al menos, tiene jerarquía
constitucional. Eso supone estar dispuesto a hacer más -y no menos- por
garantizar los derechos humanos en toda nuestra región. Así como poner límites
precisos al autoritarismo y a los caprichos de los líderes autoritarios.
Además, está en juego la defensa de aquellos valores que conforman la esencia
de la democracia, hoy amenazados.
Es necesario
actuar siempre en función de nuestros principios y convicciones, más allá de
las contingencias políticas circunstanciales que, de pronto, pueden afectar a
uno o más Estados miembros. Porque se trata de proteger la dignidad y la
libertad de nuestros ciudadanos, mandato irrenunciable para una nación
democrática.
CHILE LANZA LICITACIÓN PARA EXPLOTACIÓN DE LITIO
Xinhua de China
(www.spanish.people.com.cn/31620/7844223.html)
El gobierno chileno
lanzó este martes el proceso de licitación para los derechos de exploración y
extracción de litio a empresas nacionales y extranjeras mediante contratos
especiales, anunció hoy el Ministerio de Minería.
Desde 2010 las autoridades han promovido en el extranjero la extracción del litio que se concentra en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, mediante contratos especiales que no violan la ley vigente que considera a este mineral como estratégico desde los años 80 del siglo pasado.
Desde 2010 las autoridades han promovido en el extranjero la extracción del litio que se concentra en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, mediante contratos especiales que no violan la ley vigente que considera a este mineral como estratégico desde los años 80 del siglo pasado.
Hasta el 31 de julio
se venderán por unos 300 dólares las bases del programa de licitación que
otorgará el Contrato Especial de Operación para la Exploración, Explotación y
Beneficios de Yacimientos de Litio, más conocido como CEOL.
El proceso se
inicia este martes con el retiro de bases y periodo de consultas que se prolongará
hasta el 31 de julio. La presentación de ofertas será hasta el 12 de septiembre
y la adjudicación se realizará el 24 de ese mes, indicó la secretaría de
Estado.
El litio ha
tomado relevancia en los últimos años a escala internacional por su uso en las
baterías de equipos cómputo, teléfonos celulares y automóviles eléctricos.
Chile produce
arriba del 41 por ciento de la producción mundial del litio a cargo de dos
empresas, SQM (ex Soquimich) y la Sociedad Chilena del Litio (SCL), que operan
en el Salar de Atacama.
Estas empresas
explotaban el litio desde antes que se emitiera la ley que declaró al mineral
como "estratégico".
La empresa que obtenga la licitación podrá explotar hasta 100.000 toneladas de este mineral en un plazo de 20 años, sin embargo no se descarta el otorgamiento de más contratos a futuro.
La empresa que obtenga la licitación podrá explotar hasta 100.000 toneladas de este mineral en un plazo de 20 años, sin embargo no se descarta el otorgamiento de más contratos a futuro.
Este tipo de
contrato ha sido objeto de críticas por senadores opositores, como Isabel
Allende, y expertos en temas mineros, debido a la apertura hacia empresas
privadas en la explotación de un mineral que, en su opinión, debe ser
patrimonio del Estado y manejado por la empresa estatal minera Codelco.
El viceministro
de Minería, Pablo Wagner, explicó este martes que la adjudicación del CEOL
estará a cargo de un Comité Especial, integrado por funcionarios de esta
cartera, del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y del
vicepresidente de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Wagner informó
que el contratista recibirá una retribución mensual equivalente a 93 por ciento
de las ventas brutas.
El 7 por ciento
restante será el pago de un "royalty" (impuesto especial) al Estado.
El viceministro
chileno dijo que ese tributo se suma a un pago a la renta y otras
gratificaciones que, en total, harán que la empresa remunere al Estado con un
50 por ciento de las utilidades en régimen de la compañía.
"Nuestra competencia directa tiene entre 0 y 10 por ciento en la mayoría de los casos, por lo tanto, nosotros hemos conocido un 'royalty' superior al de Australia y algo inferior al de Canadá y creemos que lo hace competitivo por la calidad que tiene el litio chileno", argumentó.
"Nuestra competencia directa tiene entre 0 y 10 por ciento en la mayoría de los casos, por lo tanto, nosotros hemos conocido un 'royalty' superior al de Australia y algo inferior al de Canadá y creemos que lo hace competitivo por la calidad que tiene el litio chileno", argumentó.
Wagner agregó
que si se suman a ello los pagos de los impuestos que tendrá la compañía se
pagará el equivalente al 50 por ciento de las utilidades de la empresa,
"una carga tributaria bastante elevada que permite remunerar adecuadamente
al Estado y además que el proyecto sea rentable, eficiente y viable de ser
operado".
Este proceso de
licitación fue criticado también por el diputado opositor y miembro de la
Comisión de Minería de la Cámara Baja, Luis Lemus, quien no compartió que el
gobierno "entregue un mineral estratégico para el futuro del país vía
administrativa". "Estos contratos que se están licitando no son
consultados al Congreso Nacional, no sabemos los verdaderos alcances que podría
tener un contrato de este tipo y creemos que, de alguna manera, se vulnera la
propia soberanía nuestra, en el sentido de que podemos tener un material
estratégico que lo podría haber explotado Codelco", indicó.
El gobierno
señaló que Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, podrá explotar el
mineral porque tiene yacimientos en el Salar de Pedernales y en una fracción
del Salar de Maricunga, donde se encuentran enormes reservas de litio en el
norte de Chile.
Sobre esta
posibilidad, el director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo
Alternativo, Hugo Fazio, se mostró cauto, debido a la importancia que le asigna
la cuprífera estatal a este mineral.
"Codelco
tiene inversiones muy grandes por delante, esta sería una inversión de menor
magnitud", pero si lo ve en el corto plazo esto no está en sus planes
estratégicos, ya que es más conveniente desarrollar grandes proyectos de cobre.
A largo plazo tendrá que optar por participar por el futuro que tiene el litio,
aseguró el experto. Fazio criticó la licitación del litio, ya que
"constitucionalmente le pertenece al Estado, por lo que, independiente de
quién extraiga el mineral, los recursos deberían ser patrimonio de todos los
chilenos".
El precio de la
tonelada de litio en el mercado es de unos 6.000 dólares, expresado en las
ventas de carbonato de litio, que se usa en las baterías.
Chile, Bolivia
y Argentina cuentan con las principales reservas de litio del mundo.
La producción
chilena de litio se vende casi en su totalidad a Japón, que la utiliza para
producir baterías de todo tipo.
LA INDUSTRIA SIGUE PENANDO CON EL GAS
El país sigue sin contar con el gas que necesita en
fábricas y hogares pese a una mayor importación desde Bolivia.
El Tribuno de
Argentina (www.eltribuno.com.ar)
En los últimos
días, con las caídas de temperatura, plantas industriales del norte, centro y
sur del país volvieron a encontrarse con su principal insumo energético
restringidos por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), que de esta
forma evitó afectaciones en el servicio a hogares y el abastecimiento de GNC
vehicular.
A semanas del comienzo de un nuevo invierno, la crisis energética reabrió otra vez el escenario de incertidumbre que experimentan cientos de empresas fabriles desde el otoño de 2004, con recortes obligatorios que el fin de semana último, en diferentes provincias, afectaron desde un 30% hasta un 100% de los suministros contratados por grandes clientes industriales. Esto ocurrió pese al sustancial incremento de los volúmenes de gas importados desde el sur de Bolivia, que pasaron de un techo de 11 a otro de 13,5 millones de metros cúbicos diarios el último mes.
A semanas del comienzo de un nuevo invierno, la crisis energética reabrió otra vez el escenario de incertidumbre que experimentan cientos de empresas fabriles desde el otoño de 2004, con recortes obligatorios que el fin de semana último, en diferentes provincias, afectaron desde un 30% hasta un 100% de los suministros contratados por grandes clientes industriales. Esto ocurrió pese al sustancial incremento de los volúmenes de gas importados desde el sur de Bolivia, que pasaron de un techo de 11 a otro de 13,5 millones de metros cúbicos diarios el último mes.
Aun así, la
primera ola de frío se hizo sentir, a lo largo y ancho del país, con máquinas
industriales paradas y hogares en los que se notaron sensibles mermas de
presión y pérdida de rendimiento en calefactores, cocinas y calefones.
Elio Hernández,
gerente de Relaciones Institucionales de Gasnor, señaló que el frente frío que se
hizo sentir en la última semana, con mínimas inferiores a cero grado en todo el
país, produjo un aumento significativo de la “demanda prioritaria”, compuesta
por los consumos de residencias, escuelas, hospitales, comercios y oficinas.
Demandas triplicadas
Demandas triplicadas
Según registros
del sistema, desde comienzos de la semana anterior las demandas residenciales
llegaron a triplicar los valores habituales del consumo. Hernández explicó que,
en estos casos, la inyección de gas al sistema de gasoductos no llega a cubrir los
requerimientos de la franja de clientes residenciales, por lo que se disponen
restricciones para los sectores menos prioritarios, como industrias y usinas
térmicas, que tienen la posibilidad de recurrir a combustibles alternativos o
bajar el ritmo de producción. Las plantas que no merman consumos afrontan
multas que en Salta paga el Gobierno.
“Cuando llegan
estos frentes fríos, la misión fundamental de las distribuidoras, las
transportadoras y el Enargas consiste en preservar que el sistema de gasoductos
y redes que interconecta todo el país se mantenga estable, con las presiones
adecuadas para operar con normalidad. Esa es la razón de las restricciones, se
debe equilibrar la oferta con la demanda para evitar la desestabilización del
sistema, dando prioridad absoluta al cliente residencial, las escuelas,
hospitales y comercios”, puntualizo el directivo de Gasnor.
Hernández
insistió en la necesidad de que “todos los usuarios del gas natural tomemos
conciencia de que es un recurso no renovable y cada día más escaso, que debemos
cuidar haciendo un uso responsable y seguro del mismo”.
Campaña de
prevención
La empresa que
atiende el servicio de gas natural en Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del
Estero está lanzando en estos días su campaña anual de prevención para evitar
accidentes con monóxido de carbono. Está orientada, fundamentalmente, a la toma
de conciencia por parte de los consumidores residenciales de que el monóxido de
carbono produce accidentes en ocasiones mortales si no se toman ciertas
precauciones mínimas en el manejo de los artefactos que se usan para cocinar,
calentar agua o calefaccionar los hogares.
“CON LA OEA O SIN LA OEA”
El triste papel jugado por el Gobierno de Venezuela en la
recientemente celebrada, cuadragésima segunda asamblea general de la OEA, en
Cochabamba, Bolivia, fue dirigido a preparar la opinión pública nacional y
continental para un eventual retiro de Venezuela, de dicho organismo.
Noticiero
Digital de Venezuela (www.noticierodigital.com)
El ataque a la
organización no fue frontal sino que se dirigió hacia el flanco de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual es la institución que más
les inquieta de manera inmediata.
En el fondo, lo
que realmente les preocupa es la Carta Democrática de la OEA, cuya vigencia
actual y los desarrollos previsibles y anunciados por los capitostes de la
narcodictadura que nos desgobierna, podrían exponer al país a una eventual y no
deseada intervención del organismo para restituir en el país los genuinos
valores de la democracia conculcada.
En su carrera
desaforada, pretendiendo conservar el gobierno unipersonal, autocrático,
autoritario, dictatorial y sin balance de los otros poderes, por los siglos de
los siglos; Chacumbele utiliza a sus títeres del ALBA: Correita, Orteguita y
Moralito, para configurar un grupo de supuestos luchadores por los derechos
humanos, escudandose, como lo han hecho todos los dictadores del mundo y de
todas las epocas, tras los supuestos principios de la soberanía.
Creen los
pupilos de Fidel y Raúl que a este país se lo puede engañar de la misma forma
como ellos, hace cincuenta años, engañaron a los cubanos y nos engañaron a unos
cuantos pendejos no cubanos, quienes hemos renunciado a seguir siendo
utilizados, asumiendo la denuncia de todas y cada una de sus manipulaciones
políticas.
Asi como no
tiene idea del negocio petrolero, Ali José Rodríguez Araque tampoco tiene moral
para asumir papeles de juez en materia de Derechos Humanos y él sabe porque lo
digo. Mucho menos para pretender que los veedores electorales del ALBA se
presenten como sustitutos de los de la propia OEA, o los de la Unión Europea, o
de Naciones Unidas.
Con tales
iniciativas están solo preparando el entorno necesario para que el 7 de octubre
puedan culminar exitosamente este gigantesco fraude electoral que adelantan día
a día con la complicidad de la Sra. Sor Tibisay Lucena y su coro de chicas
místicas.
Nadie en la
oposición desea una intervención de fuerzas extrañas al país, pero hay que
dejar constancia desde ahora que: además de la grosera presencia cubana en el
ejercito, el gobierno adelanta políticas provocadoras, para después echarse al
piso en plan de “pobrecito yo” culpando a la oposición, al mundo y al imperio,
de lo que aquí pueda pasar. Hay que adelantar que los únicos responsables de
tal desgracia serian ellos y solo ellos, los acólitos irredentos de Hugo Rafael
Chávez Frías.
De cualquier
forma, el domingo 10 de junio, con la inscripción en el CNE de la candidatura
del próximo presidente de Venezuela Henrique Capriles Radonsky, quedo
evidenciado que el prestigio de Chávez es un prestigio que se fue y que nunca más
volverá.
Una ruta une los 'tour' por Bolivia, Argentina y Cuba
LOS CAMINOS DEL 'CHE'
El Mundo de
España (www.elmundo.es/america)
"El
Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano
para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro
refugio entre el río Acero y el Oro. La noticia parece diversionista".
Siete de octubre de 1967, Quebrada del Yuro, Bolivia. Son las últimas palabras
que Ernesto Che Guevara anotó en su diario. Dos días después, el gobierno de
Bolivia anunciaba que el guerrillero había muerto en combate.
Catorce años
antes, el 7 de julio de 1953, comenzaba en la estación porteña de Retiro la
travesía que transformaría al joven doctor Ernesto Guevara de la Serna en el
Comandante Che Guevara. El futuro guerrillero, junto a un amigo de la infancia,
se embarcaba rumbo a Bolivia con la idea de llegar a Caracas, donde se reuniría
con Alberto Granado, con quien había recorrido en motocicleta regiones de
Argentina, Chile, Perú y Colombia. Pero el destino quiso llevar sus pasos a
México, a Guatemala y finalmente a Cuba, donde su historia vital, y con ella la
historia de la humanidad, daría un giro de 180 grados.
Aquel invierno
de 1953, sus amigos, que lo describen como una persona con sensibilidad social,
pero sin una gran militancia política, y cercano a posturas peronistas –y por
tanto anticomunistas-, no podían sospechar que Ernesto sería una pieza
fundamental en el éxito de la primera revolución de inspiración marxista que
triunfaría en el continente, de la mano de Fidel Castro, en 1959. Tampoco
se imaginaba nadie aquel 7 de julio que Guevara volvería a Bolivia trece años
después, decidido a extender la revolución en la selva donde encontró la
muerte. Se había forjado un mito.
La fuerza del
símbolo
Ernesto Che
Guevara es algo más que uno de los guerrilleros más famosos del siglo XX. Es
algo más que un argentino universal. Es un símbolo para toda América Latina,
que él recorrió en sus sucesivos viajes. Sabedores de ese potencial simbólico, los
gobiernos de los países más importantes de su biografía –su Argentina
natal, la Cuba que abrazó su revolución y la Bolivia donde encontró la muerte- quieren
aunar esfuerzos para unir las rutas turísticas que describen los movimientos
del guerrillero.
Hace tiempo que
Bolivia y Argentina trazaron rutas turísticas en torno a la mítica figura del
Che. El nuevo circuito argentino 'Los Caminos del Che' recorre las provincias
de Córdoba, Misiones, Santa Fe y Neuquén, algunos de los puntos más importantes
en la biografía del joven Guevara, pasando por centros como el Museo Hogar
Misionero del Che en Misiones o el Museo La Pastera en San Martín de los Andes.
Ahora se trabajará en la vinculación de este circuito con la 'Ruta del Che'
boliviana, que recorre 800 kilómetros y atraviesa las montañas del sureste
boliviano donde Guevara y sus hombres del Ejército de Liberación Nacional
lucharon entre marzo y octubre de 1967. El recorrido termina en La Higuera,
donde el Comandante fue tomado prisionero, y Vallegrande, donde su cadáver
fue expuesto y enterrado en una fosa común hasta que, en 1997, los cuerpos
fueron recuperados y trasladados a Cuba.
Unión de
esfuerzos
Delegados de las
carteras de Turismo y Cultura de Argentina y Bolivia se reunieron en La Paz el
pasado 28 de mayo y crearon una comisión de trabajo que pretende colaborar
estrechamente en la promoción de la ruta binacional y de los museos de ambos
países, así como en el intercambio de información y capacitación. El próximo
paso será extender el proyecto a Cuba, pasando por los lugares donde el Che
dejó su huella, desde Sierra Maestra hasta La Habana. Fue en la isla, en la
reciente feria FitCuba, donde el gobierno argentino presentó su proyecto y el
secretario de Turismo argentino, Daniel Aguilera, manifestó su intención de
"desarrollar el producto por toda América Latina".
En el
trasfondo, siempre, la eterna polémica sobre la mercantilización de la figura
del Che, que, encarnada en la fotografía de Korda, ilustra
camisetas y banderas en todo el mundo globalizado. Ese debate que el cantante
argentino Kevin Johansen plantea en 'McGuevaras o CheDonalds', y que zanja así
Darío Fuentes, director de La Pastera, el Museo del Che en Neuquén: "Las utopías del
Che forman parte de las nuestras; por eso queremos rescatar el valor de su
legado formando un circuito de memoria histórica latinoamericano". Esto
es, la ruta turística vista no como un lucrativo producto, sino como una forma
de recuperar y difundir la vida y obra del guerrillero, a quien todo el mundo
reconoce en una foto, pero cuyas ideas siguen siendo poco conocidas.
LA DROGA, EN EL CENTRO DEL DEBATE
El Tribuno de
Argentina (www.eltribuno.com.ar)
Se calcula que
cuatro millones de extranjeros iban como turistas a Holanda en busca de
estupefacientes.
En Argentina la
ley de drogas castiga con la cárcel de un mes a seis años al que se le incaute
escasa cantidad.
Al llegar a
Amsterdam, la capital de Holanda, el viajero que ingresa por tren lo hace a la
estación más céntrica del mundo, situada junto a uno de los tantos canales que
hacen que la denominen “la Venecia del norte”.
Allí, tiene
varios sitios obligados para conocer: el gran Museo Van Gogh, la casa de Ana
Frank, los tranvías -únicos en diseño- y, para los más arriesgados, recorrer el
barrio rojo, que a partir del atardecer se transforma en un virtual cabaré
callejero, con mujeres exhibiéndose en vidrieras y ofreciendo sexo.
En esta ciudad
las calles huelen a marihuana y conseguirla es muy fácil. Se la puede comprar
en los café shop, que venden hasta cinco gramos por persona y para fumar en el
mismo local.
Turistas y
drogadictos
Hace 34 años
que en los Países Bajos se practica la tolerancia, ya que está despenalizada la
venta y el consumo de marihuana y hachís. Pero en las últimas semanas los
diputados dispusieron reducir y controlar la comercialización de estas “drogas
blandas” entre sus habitantes. Para ello suministraron un “carné de droga” con
todo tipo de datos y definieron que cada café no puede tener más de 2.000
clientes.
Además
resolvieron prohibir la venta a los extranjeros. Lo hicieron porque los países
vecinos están alarmados debido a que son cada vez más las personas que van
hasta Holanda a buscar estupefacientes. Se calcula que cuatro millones, bajo la
condición de turistas, se trasladan con este fin. Los visitantes provienen
fundamentalmente de Bélgica, Dinamarca, Italia y Francia.
Esta medida,
como es de suponerse, fue resistida por los intermediarios que rápidamente
encontraron la forma de sustituirla. Ahora, Holanda es el mayor productor de
drogas sintéticas del planeta. Este producto, en una de sus formas, reúne
alcohol, cocaína, éxtasis y viagra al mismo tiempo, lo que origina
intoxicaciones que llevan a la muerte.
La hermosa
ciudad de Maastrich, situada al este del país y a pocos kilómetros de Alemania,
vuelve a ser noticia. Antes lo fue porque allí se estudió y se lanzó el euro,
la problemática moneda que tiene en vilo a todo el continente. Y ahora, porque
dejó de ser uno de los grandes atractivos para los fumadores, ya que reunía a
miles de extranjeros que iban allí antes de la prohibición. Ellos, además,
dejaban en la ciudad millones de euros anuales por otro tipo de consumo propio
de los turistas: compras, recreación y alojamiento.
En la Argentina
En nuestro país
existe una ley, la 23.737, llamada ley de drogas, que castiga con la cárcel de
un mes a seis años si lo que se incauta es de escasa cantidad y de uso
personal. Como es sabido, el Congreso de la Nación inició hace semanas la
discusión para tratar de despenalizar el consumo. Algunos ya han adelantado
posiciones extremas y, en muchos casos, en nada coincidentes.
El Sedronar
(Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha
contra el Narcotráfico) alertó sobre los posibles efectos de la ley que se
quiere implementar. Según sus datos, siete jóvenes mueren por día en el país
por el consumo. Además, en los cinco últimos años, según la ONG “Hay otra
esperanza”, la ingesta de alcohol aumentó el 500% en lo jóvenes, y la violencia
callejera está aliada a las drogas en un 75% de los casos. Un estudio indicó
que el 9% de los alumnos del secundario fumó marihuana el año pasado. Y, a su
vez, otro 15% estaría predispuesto a hacerlo.
Según la ONU,
la Argentina es ya el segundo mayor consumidor de cocaína del continente,
alcanzando al 2,6% de su población, solo superado por los Estados Unidos.
Aunque parezca contradictorio, en Colombia, el gran distribuidor junto con
México, el consumo llega al 0,8%.
El juez de la
Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, dijo que “no hay distribución de tóxicos sin
la connivencia oficial”. El año pasado, corroborando lo que dice el juez,
fueron decomisadas 108.000 kg de cocaína y marihuana. Pero los entendidos
calculan que eso solo representa el 15% de lo que ingresa desde Bolivia y
Paraguay.
El cambio de
Obama
Los Estados
Unidos cambió hace poco el enfoque sobre cómo combatir este flagelo. Desde
Richard Nixon, quien aseguró que la droga era “el enemigo público número uno”,
siempre se utilizó mano militar para castigar a consumidores y traficantes. Al
iniciar Bush su período presidencial había 5.000 presos en las cárceles
federales por este motivo, y al terminar su mandato llegaron a 100.000.
Barack Obama,
por su parte, dio un giro significativo al disponer que la lucha debe estar
orientada en la prevención y en la posterior internación de los drogadictos,
antes que en la persecución. Y para esto destinó un presupuesto mucho mayor.
En América
Latina hay solo dos países que despenalizaron el consumo: Guatemala y El
Salvador. Esto sucede mientras el presidente de México, Felipe Calderón, está
cercado por la violencia y los narcotraficantes, ya que, durante su presidencia,
fueron asesinadas más de 60 mil personas, la mayoría vinculada al negocio de
tóxicos. Como sabemos, en el país de Diego Rivera existen los cárteles más
peligrosos del mundo.
La opinión de
dos Nobel
Es tanta la
cantidad de opiniones, que ni los premios Nobel de Literatura quedaron afuera.
Mario Vargas Llosa sostiene que “el Estado no puede competir en un negocio tan
grande, donde las coimas son imposibles de igualar”. Y agrega, “los narcos ya
ganaron”. A su vez el colombiano Gabriel García Márquez, que según se dijo
padece mal de Alzheimer, dijo que “la prohibición de consumir la hace más
atractiva y aumenta la corrupción y la criminalidad. La cuestión -agrega- es
fundamentalmente ética y política; y solo puede definirse con un acuerdo
integral de todos los países”.
Ya se sabe, el
tráfico de drogas es uno de los ”negocios” más rentables del mundo, solo
superado por el ciber crimen. Es de tal magnitud que en los Estados Unidos ese
comercio moviliza 200 mil millones de dólares anuales.
Mientras tanto,
entre nosotros, la eventual aprobación de una nueva ley llevará muchas semanas
de intenso debate, repletas de opiniones encontradas. Sí queda claro que, de
concretarse, esto provocará conmoción en gran parte de la sociedad.
REALIZAN PLANTÓN EN EMBAJADA DE BRASIL EN BOLIVIA POR
OPOSITOR ASILADO
El Economista de
España (www.ecodiario.eleconomista.es/internacional)
Un grupo de
activistas de derechos humanos realizó este martes un plantón en las puertas de
ingreso de la embajada de Brasil en Bolivia, en protesta por la decisión del
gobierno brasileño de otorgar asilo político al senador boliviano de oposición
Roger Pinto.
El senador
"Pinto está acusado por la violación de los derechos humanos, no es un
perseguido político", afirmó Teresa Pinto, dirigente de la ONG privada
Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz, en una improvisada rueda de
prensa, junto a unas 20 personas.
La legación
diplomática, en el exclusivo barrio de San Jorge en el centro de La Paz, aún
tiene a Pinto, quien recibió el viernes de la semana pasada el beneficio del
asilo, aduciendo que es un perseguido político.
El senador es
acusado por el Ejecutivo boliviano de ser uno de los autores intelectuales de
la matanza de una docena de labriegos partidarios del gobierno en 2008 en el
departamento (provincia) amazónico de Pando, en el extremo norte de Bolivia y
fronterizo con Brasil, y de malversar fondos públicos.
El legislador
opositor, en cambio, alega inocencia de esa acusación y argumenta que el
gobierno del presidente izquierdista Evo Morales le inició unos 20 juicios por
distintos motivos en diferentes instancias de la justicia, como forma de
intimidación.
Pinto aún
espera que la cancillería boliviana le otorgue un salvoconducto para salir del
país, rumbo a Brasil.
Según opositores,
una docena de políticos bolivianos han obtenido asilo o refugio en Brasil,
Perú, Argentina y Estados Unidos, entre ellos un ex candidato, ex gobernadores
y ex parlamentarios, en los últimos tres años.
CHILE COMPRA COHETES FIM-92, MISILES, 36 LANZADORES
M-1097 Y VEHÍCULOS HUMVEE
La Razón de Perú
(www.larazon.com.pe/online)
Bajo la
hipótesis de un eventual conflicto armado con sus países vecinos y con el
objetivo de detectar, enfrentar y neutralizar todo tipo de aeronaves ‘enemigas’
y blancos de baja reflexión radárica, como misiles y bombas guiadas, Chile ha
establecido un moderno sistema terrestre de defensa aérea, que en los próximos
meses pretende seguir fortaleciendo.
Así lo revela
un informe contenido en el Anuario Latinoamericano de la Defensa 2012, una
publicación internacional especializada en temas militares y de seguridad.
Según el citado
documento, los grupos de defensa antiaérea de la Fuerza Aérea de Chile (FACh)
han desplegado unos 12 sistemas Samantha/Migale y 6 Aspic/Mistral montados
sobre vehículos Peugeot P4 (4x4) y un significativo número de misiles Mistral
en versión Manpads, así como 16 cañones M163A2 Vulcan (algunos asociados a
radares Elta EL/M-2106 sobre vehículos M-113) y un número similar de M-167A2
(VADS) de 20 mm.
Además disponen
de un importante número de Oerlikon GDF-007 de 35 mm. dotados de munición Ahead
y asistidos por direcciones de tiro Skyguard.
También se
señala que la FACh recibió a mediados de 1990 la batería de cañones GDF-001
(dotada con dirección de tiro Super Fledermaus) del Cuerpo de Infantería de
Marina. Estos equipos aún seguirían en vigencia.
Recientes
compras
En febrero de
2011, la FACh concretó, vía un contrato estimado en 100 millones de dólares, la
adquisición del sistema de misiles NASAMS (Norwegian Advanced Surface to Air
Missile System), destinado a la defensa de sus bases aéreas. Sobre todo las
ubicadas en la zona norte, en la frontera con Perú.
El Nasams,
desarrollado por Kongsberg Defence y Raytheon, comprende al menos 2 lanzadores
de misiles AIM-120C SL-Amraan (Surface Launched-Air Medium Range Air to Air
Missile), un puesto de mando FDC (Fire Distribution Center) y un radar
AN/MPQ-64 Sentinel. Su alcance máximo se sitúa en 25 km.
Por su parte,
el Ejército dispone de un cierto número de Mistral a bordo de camiones Unimog
1300 (4x4) y de 42 cañones IMI TCM-20: 24 a remolque y 18 montados en vehículos
blindados Mowag (6x6). Estos operan junto a los Mowag equipados con radares
Elta EL/M-2106.
Asimismo, el
Cuerpo de Infantería de Marina opera únicamente con cañones Oerlikon GAI-BO1
(5TG) de 20 mm., que si bien son de escasa efectividad para el rol de defensa
aérea, tienen aún relevante capacidad para brindar apoyo de fuego.
Lo que se viene
Respecto a las
futuras compras relacionadas con el sistema terrestre de defensa aérea se
precisa que entre el 2012 y 2013 Chile estaría incorporando, tras la aprobación
del Congreso norteamericano, 36 lanzadores M-1097 Avenger y 378 misiles FIM-92
Stinger –RMP Block 1, además de 36 radios AN/VRC-92E Sincgars (Single Channel
Ground and Airborne Radio Systems), 42 misiles de entrenamiento (CFTS) y puesto
S250 montados en vehículos Humvee. El contrato, que incluye herramientas,
equipos de prueba, partes y repuestos, manuales y publicaciones técnicas, y
entrenamiento, bordea los 455 millones de dólares.
En lo que se
refiere a la Armada, se señala que tras la baja de los Manpads Shorts Blowpipe
(que también equiparon a la FACh), la Infantería de Marina evalúa la
adquisición de un nuevo sistema de última generación.
AMÉRICA LATINA, CADA VEZ MÁS BIPOLAR
Juan de Mariana
de Argentina (www.juandemariana.org/comentario)
Democracia
liberal vs socialismo del siglo XXI. Esas parecen, actualmente, las etiquetas
de los sistemas políticos latinoamericanos. En el medio existe un grupo de
países (El Salvador, Honduras, Guatemala) que desea ver cómo su Estado de
Derecho echa raíces, aunque para ello tienen que superar algunas deficiencias,
casi crónicas, de naturaleza estructural.
Asimismo, de un
tiempo a esta parte hemos visto como los integrantes del socialismo del siglo
XXI no aumentan en cuanto a su número de integrantes. Son los mismos actores de
siempre: Cuba y Venezuela de principales, con Bolivia y Nicaragua de
"orgullosos" secundarios. Ecuador, en breve, será principal puesto
que los pasos que viene dando Correa son de gigante, persiguiendo a la prensa y
amedrentando a la oposición, sin olvidar que se ha convertido en el mejor
embajador del Castrismo.
Sin embargo,
este grupo, además de no haber logrado que otras naciones se sumen, se está
encontrando con que los petrodólares de Caracas no llegan con la misma fluidez
de antaño puesto que los problemas de financiación también asolan al mecenazgo
chavista. Por ello, no debe sorprendernos que a partir de este momento, actores
extra-regionales, caracterizados por su relativismo y por una curiosa
concepción de la soberanía nacional, cobren protagonismo.
Uno de ellos
es, evidentemente, China. Nada nuevo. Pekín desea afianzar su capitalismo de
Estado o más bien, su capitalismo con pies de barro, más allá de Asia y de Asia
Pacífico. Sin exigirle demasiado a cambio (en forma de respeto de los derechos
humanos, por ejemplo), los gobiernos, no sólo de América Latina, quieren
mantener lazos con Hu Jintao. Muchos no dudan en compatibilizar este deseo de
alianza comercial con echarse las manos a la cabeza cuando se ven imágenes de
cómo trata el comunismo a los monjes budistas...
Otro es Rusia.
Durante la dictadura comunista (Stalin, Kruschev, Breznev, Chernienko,
Andropov...) a la oposición se la silenciaba...ahora se la reprime por la
fuerza. Entonces no había elecciones, ahora sí pero como diría un castizo
"de aquella manera". Vladimir Putin lleva tiempo haciendo incursiones
en América Latina, lo mismo que siendo interesadamente contemporizador con
determinados regímenes liberticidas, como el sirio.
Finalmente, y
no por ello menos importante, tenemos a Irán. Ahmadineyad ha encontrado un
filón en el socialismo del siglo XXI con el que comparte desprecio hacia la
democracia liberal y lenguaje anti-norteamericano. Además, los socios albistas
de Teherán avalan su programa nuclear con la pueril justificación de que tiene
derecho a llevarlo a cabo. Esta forma de pensar ha tenido sus recompensas. Así,
el número 2 del gobierno iraní, Alí Saeidlo, visitó Cuba y Nicaragua hace
escasas semanas, con la chequera dispuesta a repartir prebendas en La Habana y
Managua.
Mientras todo
ello acontecía, "la otra" América Latina, la que defiende la
democracia, sin dar tanta publicidad, avanza a pasos agigantados. El último
gran ejemplo es la Alianza del Pacífico integrada por Méjico, Colombia, Perú y
Chile. Todos ellos son conscientes de que las "viejas organizaciones"
de integración latinoamericana, especialmente MERCOSUR, atraviesan una
parálisis con visos de ser crónica, sin olvidar que otras, como la OEA, se
decantan más por los gestos que por la resolución de los problemas, como puso
de manifiesto la última Cumbre celebrada en Cochabamba.
La
importancia de esta iniciativa trasciende lo comercial, cuyo éxito parece
asegurado, y enlaza directamente con un concepto que algunas naciones de
América Latina han olvidado en los últimos tiempos: la seguridad jurídica.
Perú, Colombia, Méjico y Chile son socios fiables en los que invertir, cuyos
gobiernos no emplean las nacionalizaciones como herramienta de legitimación
ante sus ciudadanos, lo que sin duda alguna repercutirá positivamente en su
crecimiento frente a lo que viene sucediendo, y es probable que se acentúe, en
Argentina, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba. Lo dicho: cada está
más claro que hay dos Américas Latinas, con más diferencias que semejanzas.
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