Monday, July 15, 2013

LA EX CONGRESISTA Y DIRIGENTE COCALERA NANCY OBREGÓN SERÍA ACUSADA DE ACOPIAR Y ENVIAR DROGA A BOLIVIA

La ex congresista y dirigente cocalera Nancy Obregón Peralta (43) detenida ayer sería acusada de conformar un clan del narcotráfico dedicado al acopio y exportación de droga a través de pistas aéreas clandestinas con destino a Bolivia.
Según El Comercio, Obregón tendría relación con el apoyo y financiamiento del ingreso al Alto Huallaga de una facción narcoterrorista del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) para reemplazar al grupo armado del detenido 'Artemio' y frenar la erradicación policial de hoja de coca en Tocache.
De acuerdo a información clasificada de la Dirección Antidrogas (Dirandro) sobre las actividades ilícitas de Nancy Obregón, convertida desde ayer en la primera ex congresista peruana detenida como cabecilla de una organización dedicada al narcotráfico en los caseríos del distrito tocachino de Pólvora, la piedra angular de este caso no solo es el narcotráfico, sino también la relación hasta hoy desconocida entre Obregón y la facción narcoterrorista de Sendero Luminoso del Vraem.
La historia empezó entre el 2004 y el 2005, cuando la dirigente cocalera de Tocache viajó a Ayacucho y Pichari (Cusco) para reunirse con los mandos de Víctor Quispe Palomino 'José'. En estas citas, Obregón les pidió su apoyo para derrotar a 'Artemio', jefe de Sendero Luminoso en el Huallaga (con quien estaba distanciada), y para evitar la erradicación de hoja de coca que afectaba su zona.
En el 2006, luego de ser elegida congresista por el Partido Nacionalista, Obregón utilizó a su ex hombre de seguridad y lugarteniente Wilder Satalaya Apagüeño 'Koki' para continuar ese nexo. Este último, ya elegido sucesor de Obregón en la dirigencia cocalera de Tocache, viajó en el 2009 a la sierra de Huancayo para reunirse con el jefe terrorista 'José'.
Satalaya, enviado por Obregón, se reunió en cuatro ocasiones con 'José', con su hermano Jorge Quispe Palomino 'Raúl', Orlando Borda Casafranca 'Alipio' y 'Olga'. En uno de esos encuentros 'José' aceptó enviar un grupo al Huallaga para aniquilar a 'Artemio' y crear el llamado Comité Regional del Oriente. Además, entregó mil dólares a Satalaya para que comprara equipos de radio. Este además pidió US$20.000 para utilizarlo en su campaña política a fin de ganar la alcaldía de Tocache en el 2011. (Correo DE PERU)





Editorial II

BOLIVIA, ANTE UN LÍMITE A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Como otros regímenes autoritarios de la región, el de Evo Morales persigue al periodismo independiente y procura la clausura de un periódico

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                           
El gobierno nacional está, desde hace rato ya, utilizando sus distintas potestades tributarias e institucionales para intimidar y presionar a aquellos que de pronto disienten de sus políticas o de sus conductas.
Lo que acaba de suceder con la presión ejercida por funcionarios de la AFIP sobre el propio presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y sus familiares es un grave, claro y reprobable ejemplo de lo antedicho.
Esa conducta, que tiene una clara raigambre autoritaria, está caracterizando a otros países del continente. Aparece cada vez con más frecuencia, y con toda suerte de ropajes, en los escenarios del universo "bolivariano" regional. No sólo en Ecuador, país en el que Rafael Correa acaba de materializar su sueño de amordazar a la prensa independiente y ahorrarse así las críticas a su régimen, mediante la sanción de una cercenadora ley de medios, sino también en Bolivia, donde el presidente Evo Morales comparte ese profundo rechazo a la libertad de prensa, que es siempre ostensible en la conducta de su compañero de ruta ecuatoriano.
Por esto, cabe manifestar una profunda preocupación por la dura embestida de Morales emprendida contra El Diario, el periódico más antiguo de Bolivia, al que podría clausurarse en relación con una deuda impositiva cuya enorme magnitud rechaza la empresa y que, además, se está debatiendo aún en las instancias legales correspondientes.
El Servicio de Impuestos Nacionales de Bolivia ejecutó una orden de embargo contra la empresa propietaria del mencionado diario, a la que consideró en "quiebra técnica", mientras en paralelo hizo trascender su intención de clausurar el medio. Para la empresa que soporta la embestida, esto es una reacción a la actitud crítica del medio sobre la política energética gubernamental, así como por sus denuncias de que hay tierras fiscales dedicadas a la producción de coca.
Tal como lo había destacado recientemente la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información, es necesario respetar siempre el debido proceso legal, teniendo particularmente en cuenta que lo que luce como una facultad del Estado puede conformar un ataque a la libertad de expresión si la acción estatal está motivada de pronto por la posición editorial del medio afectado o si la presión tiene por objeto condicionar el derecho a la libertad de expresión.
Las facultades impositivas del Estado no pueden ejercerse de modo arbitrario, ni de manera discriminatoria, ni de forma discrecional para, apartándose de la imparcialidad que debe caracterizarlo, tratar de amordazar a las voces críticas. Esto no debe ocurrir, ni en Bolivia ni en ninguna otra parte.
Si hay algo que los regímenes autoritarios no soportan es la voz crítica e independiente, que por todos los medios intentan acallar. Ha ocurrido a lo largo de la historia en todas las latitudes, variando, aunque no demasiado, los métodos para intentar amordazar al periodismo libre. Tener que luchar contra esos ataques en pleno siglo XXI revela la magnitud de los déficits institucionales que padecen esos regímenes.





UN DIPUTADO CHILENO PIDIÓ A PIÑERA QUE SE SOLIDARICE CON EVO MORALES

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.info/jujuy)
                                          
El diputado opositor chileno Jorge Tarud pidió al gobierno del presidente Sebastián Piñera un “gesto claro de desagrado y molestia” por el incidente que hace dos semanas sufrió el mandatario de Bolivia, Evo Morales.
Tarud, del Partido por la Democracia (PPD) que integra la coalición que gobernó Chile entre 1990 y 2010, es uno de los legisladores más reconocidos en materia de asuntos internacionales.
Sostuvo que Chile “no puede quedar ausente de una situación que le afecta a América latina en su conjunto”, según publicó hoy el diario estatal La Nación y reprodujo la agencia noticiosa DPA.
Por ello, el legislador reclamó que el gobierno llame a consultas a los embajadores chilenos en España, Francia, Italia y Portugal, tal como resolvieron hacerlo la Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela durante la cumbre del Mercosur celebrada el viernes pasado en Montevideo.
De ese modo se demostraría “un gesto claro de desagrado y de molestia con cuatro países europeos que hicieron un acto absolutamente ilegítimo y contrario a lo que es el derecho internacional”, señaló.
“Tenemos que ser solidarios con América latina; aquí no se trata solamente del presidente Morales, esto le ha acontecido a un presidente electo democráticamente y que, además, es jefe de estado de un país soberano”, subrayó Tarud.
Agregó que “lo que le aconteció en el espacio aéreo europeo le puede suceder a cualquier país latinoamericano, incluyendo a Chile”.
Tarud no olvidó que Morales demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia por el antiguo diferendo de límites y que “ha tenido un lenguaje bastante agresivo” hacia el país.
Sin embargo, remarcó que “es el momento de dejar de lado esa situación y solidarizarse con el continente en su conjunto”.  





Opinión

TODOS SOMOS BOLIVIA

Pulso de México (www.pulsoslp.com.mx)
                                     
Hace unos meses dediqué este espacio a la cinta “Cocalero”, de Alejandro Landes, documental de 2007 que sigue el último tramo de la campaña de Evo Morales por la presidencia de su natal Bolivia.
En aquella ocasión celebraba el triunfo de Morales, aunque parcial y simbólico, para despenalizar la coca a nivel internacional al reincorporarse a la convención de estupefacientes de 1961 con una reserva a la penalización de esa hoja que sólo regirá en Bolivia, donde la masticación de la hierba es una práctica milenaria.
Hoy retomo ese texto en solidaridad con el pueblo boliviano y su presidente, dada la serie de atropellos que éste padeció en su regreso de Moscú a La Paz hace unos días. Esto con el fin de que se le antoje ver el documental, estimado lector, y así conocer otro lado de un mandatario al que su pueblo respeta por sí mismo, no por la mera investidura o fabricación mediática.
Evo es un indio aymara que se inició en política como líder de los cocaleros del Valle del Cochabamba, a lo largo de su trayectoria sindical Morales conoció la cárcel y el confinamiento cuando la presión norteamericana llevó al gobierno boliviano a prometer la erradicación de los plantíos de coca.
En el documental seguimos con la cámara, más allá de las entrevistas, los pasos de Evo y su gente durante la campaña, recibiendo tanto el aplauso como el insulto. Acompañamos al candidato a la peluquería, a un mitin o a darse un chapuzón en calzoncillos en medio de la selva. Vemos también a una candidata a senadora que capacita para el voto a las compañeras que no leen ni escriben y que se lamenta porque su pollo huyó o por lo difícil que le es usar una calculadora.
“Cocalero2 es un documental sencillo y fresco que no tiene mayor pretensión que mostrar lo que se encuadra, así sean los paisajes, los personajes, las manifestaciones en pro o en contra de Evo, la cosecha y masticación de hojas de coca.
Para el día siguiente a las elecciones, Landes no nos presenta un Evo triunfante, ni celebración alguna. En cambio, vemos a tres indígenas masticando coca y preguntándose qué atuendo llevará el nuevo presidente. Una anciana ríe con cierta vergüenza al imaginarlo en traje y corbata. Luego, ante el planteamiento de que lleve sus tradiciones en la vestidura, la mujer vuelve a reír, esta vez con esperanza.
Hoy, México ha sido poco solidario con Bolivia al no unirse a la demanda de respeto y disculpas que han exigido los países del sur de América para Evo Morales y, en enero pasado, cuando el voto de nuestro representante fue uno de los sólo quince en contra de la resolución a favor de la despenalización de la masticación de la coca.
“Cocalero” es un documental que sin duda hay que revisar y lo puede encontrar físicamente o en línea, sin mayor problema. Porque mañana puede tocarle a cualquiera, hoy, ¡todos somos Bolivia!





Opinión

UNASUR SE AGRIETA MIENTRAS LA ALIANZA SE CONSOLIDA

Revista Atenea de España (www.ateneadigital.es)
                                                     
El lamentable incidente del que fue víctima Evo Morales en su periplo por Europa ha sido un juego de despropósitos por ambas partes. Los gobiernos europeos han estado muy por debajo de lo que corresponde a países democráticos y sus decisiones supusieron, de facto, el maltrato a un jefe de Estado. Por su parte, el Gobierno boliviano, y sus aliados regionales, han aprovechado para armar un incidente diplomático mostrando su incapacidad de tratar los problemas en ámbitos adecuados y con la necesaria sutileza que, por cierto, les faltó a los europeos.
Pero más allá de este hecho, la respuesta de los países sudamericanos ha mostrado el estado de división en el que se encuentra la región y, en concreto, uno de sus organismos de integración, la Unión de Naciones del Sur.
Unasur aspira a ser un foro de unidad y concertación política pero la ausencia de liderazgo y las diferencias políticas lastran a este proyecto de integración regional. Los éxitos iniciales de Unasur son incuestionables: sobre todo, a la hora de evitar la crisis boliviana de 2008 que puso a este país al borde del enfrentamiento civil. Pero, en esta coyuntura de 2013, sin Lula da Silva en Planalto -Dilma Rousseff, además de menor carisma y más problemas internos, tiene un perfil mucho más bajo en cuestiones internacionales- y sin Hugo Chávez, UNASUR muestra una carencia de rumbo y grietas internas que dificultan su andadura.
UNASUR, un proyecto fracturado políticamente
La respuesta sudamericana ante el maltrato a Evo Morales dejó la imagen de una región desunida y sin coherencia interna, a la cual le faltan líderes con carisma y capacidad de arrastre. De hecho, solo seis presidentes acudieron a Cochabamba, a la cita para solidarizarse con el mandatario boliviano (además del propio Evo Morales, estuvieron Rafael Correa, de Ecuador, Nicolás Maduro, de Venezuela, José Mujica, de Uruguay, Dési Bouterse, de Surinam y Cristina Fernández de Argentina).
Es decir solo el 50% de sus integrantes, y con llamativas ausencias como la de la brasileña Dilma Rousseff, la principal potencia regional, la de Sebastián Piñera (Chile, el país más desarrollado de Sudamérica) Juan Manuel Santos (Colombia, la cuarta economía latinoamericana) e incluso la de Ollanta Humala, pese a que Perú ejercía la presidencia protempore de UNASUR.
Esta cita, en otros tiempos impulsada por Lula da Silva y por Hugo Chávez, habría contado con la unanimidad continental prácticamente total. Hoy, en la región, ningún dirigente tiene ese efecto arrastre pues las fracturas ideológicas impiden una coordinación en las respuestas y en las tomas de posición.
Acudieron los representantes de la izquierda nacionalista y populista sudamericana y, con excepción de José Mujica, ninguno de los dirigentes de la izquierda reformista y tampoco del centroderecha. En realidad,  los dirigentes de la izquierda moderada y del centroderecha querían evitar que la reunión de Cochabamba degenerara, como finalmente ocurrió, en un catarsis antiimperialista y un cúmulo de discursos antinorteamericanos y antieuropeos rescatando los viejos tópicos de la izquierda setentera.
Después de todo, Cristina Kirchner volvió a sacar a relucir el siempre manido y socorrido tema colonial ("Como hace cinco siglos, quisieron someternos a la humillación") y Nicolás Maduro sostuvo un discurso agraviante para el Gobierno español ("Le podemos registrar para ver si trae droga o los euros que roba al pueblo español").
Previendo tales comportamiento, la prudencia de Santos y Piñera de no acudir, o de Dilma Rousseff de enviar una delegación de segunda línea, no hace sino explicitar que la unidad de UNASUR tiene un talón de Aquiles, el de las divergencias políticas de sus miembros.
El deseo de los presidentes situados más a la izquierda fracasó. Esperaban tener en Cochabamba una reunión continental de mandatarios en apoyo a Evo Morales y en rechazo de las políticas de EEUU y la UE, como prueban estas palabras de Correa: "Si lo ocurrido no justifica una reunión de jefes de estado de nuestra América, nuestra Sudamérica ¿qué lo justifica?. O nos graduamos de colonia o nos mantenemos y perpetuamos como estados libres, independientes, dignos y soberanos".
Por ese motivo, Santos tenía muy claro que una cita que reuniera a todos los presidentes sudamericanos en Cochabamba sería manejada finalmente por los más radicales y podría degenerar en algo más que un lamentable incidente: "Nos solidarizamos con Evo Morales porque es inaudito lo que le hicieron. Pero, no permitamos que se convierta en una crisis diplomática de América Latina con la Unión Europea".
Conclusiones
No es el final de UNASUR, ni mucho menos, pero lo ocurrido en Cochabamba muestra sus serias limitaciones, sobre todo si lo comparamos con la hasta ahora mayor agilidad de la Alianza del Pacífico mucho más cohesionada, con objetivos más claros y un liderazgo colegiado más coherente.
En realidad, todo esto no hace sino confirmar que la "política importa", y mucho, a la hora de impulsar un proceso de integración. Esa es la gran virtud que posee la Alianza del Pacífico, formada por presidentes que piensan de forma similar y que tienden al centro político, vengan desde la izquierda (caso de Ollanta Humala) o de la derecha (Peña Nieto, Juan Manuel Santos o Sebastián Piñera). Eso da al bloque coherencia y unidad de objetivos, a diferencia de UNASUR donde conviven experimentos políticos muy disímiles (Colombia, el mayor aliado regional de EEUU, comparte mesa con Venezuela o Bolivia, dos antagonistas de la Administración estadounidense). Asimismo, conviven gobiernos que nacionalizan empresas como el de Argentina (caso Repsol) con ejecutivos que abren sus puertas a las inversiones extranjeras, como México y Colombia.
En resumen, que UNASUR quiere construir la  unidad política regional desde la desunión política de sus miembros, mientras que la Alianza del Pacífico edifica la unidad comercial desde la unanimidad de objetivos de sus miembros.





El caso Snowden

HABRÍA QUE JUBILAR A TODOS LOS ESPÍAS

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Se puede tener una pobre opinión del presidente Evo Morales, como es mi caso, pero no desconocer que es el mandatario de Bolivia, un país soberano que lo eligió en comicios legítimos, y que, por lo tanto, debe ser tratado por los otros gobiernos con el respeto debido a su cargo. Los países europeos que lo maltrataron, impidiendo a su avión cruzar su espacio aéreo o repostar, actuaron de manera prepotente y torpe. Y, además, le hicieron un favor político regalándole el papel de víctima, algo que le servirá mucho ante los electores bolivianos ahora que, en contra de su propia Constitución, quiere hacerse reelegir por tercera vez y precisamente cuando estaba cayendo en las encuestas.
El incidente es una de las precipitaciones derivadas del caso Snowden, el empleado de la CIA al que Austria, Italia, España, Francia y Portugal creían que Evo Morales llevaba en su avión de pasajero secreto. No era así y lo que quedó en evidencia en este episodio es que los servicios de inteligencia de la Unión Europea y de los Estados Unidos, pese a sus excesos, parecen funcionar como la mona.
Edward Snowden se ha convertido en el último héroe mediático de la frivolidad progresista y de valedores tan conspicuos de la libertad de expresión y el derecho de crítica como los presidentes Maduro, de Venezuela; el comandante Ortega, de Nicaragua, y del propio Evo Morales, que se han apresurado a ofrecerle el asilo, y del presidente Correa, de Ecuador, donde el parlamento acaba de aprobar la más intimidatoria ley de prensa de la historia sudamericana.
¿En qué consiste el heroísmo de Snowden? En haber roto su compromiso de confidencialidad que tenía contraído con el Estado para el que trabajaba, revelando al mundo que el espionaje de Estados Unidos graba conversaciones privadas de los ciudadanos violando así la intimidad de miles de miles de familias, no sólo estadounidenses, sino también de países amigos, entre ellos sus aliados de Europa occidental. Es una violación que, según sus valedores, lo honra, pues este desacato ha permitido que se haga público un intolerable atropello a la privacidad, un derecho reconocido por la Constitución de Estados Unidos y de todas las sociedades democráticas.
Creo que esta argumentación (y la indignación consecuente) es arcangélica en el mejor de los casos; en el peor, hipócrita, y está desprovista de realidad. ¿Alguna vez han hecho algo distinto los espías, desde que existen, que violar la intimidad de los ciudadanos de sus propios países y de los ajenos? Lo hacen en las dictaduras y en los países democráticos. La diferencia es que en las dictaduras esto jamás se castiga y, a veces, en las democracias, sí, en los casos infrecuentes en que estas transgresiones provocan un gran escándalo o llegan a los tribunales y merecen una sanción legal. De hecho, a causa de la repercusión del caso Snowden, el Congreso de los Estados Unidos ha nombrado una comisión que investiga el asunto.
La verdad es que el señor Snowden no ha revelado nada que cualquiera que tiene dos dedos de frente no sabía ya, aunque, es cierto, pocos hubieran imaginado la magnitud de aquellas grabaciones. Estas violaciones eran menos significativas en el pasado únicamente porque no existía entonces una tecnología tan avanzada en el campo de las comunicaciones como la que existe ahora. Este progreso extraordinario ha puesto en manos de las agencias de inteligencia un juguete muy peligroso que no sólo amenaza a los enemigos de la democracia, sino a la misma cultura de la libertad y a sus instituciones representativas.
Si lo que queremos es que desaparezcan todos los espías, yo firmo. El oficio sólo tiene gracia en las novelas y las películas; en la realidad, es sucio y ensucia por su clandestinidad y porque irremediablemente opera en una peligrosa cuerda floja que se balancea entre la legalidad y la ilegalidad. Por desgracia, mientras existan las guerras, los peligros de guerras y un terrorismo religioso e ideológico que provoca a diario los estragos que sabemos, es prácticamente imposible que los Estados democráticos renuncien a una actividad de la que podría depender en buena medida la seguridad, políticas eficaces contra la repetición de tragedias como las de las Torres Gemelas o de la estación de Atocha. A diferencia de lo que ocurre en las dictaduras, en las sociedades libres, como Estados Unidos, existe una justicia independiente, una prensa libre, un congreso representativo e innumerables asociaciones de derechos humanos, que pueden denunciar aquellos excesos y tratar de corregirlos. ¿Por qué Edward Snowden no optó por este camino legítimo, en vez de violentar a su vez la legalidad y convertirse en un instrumento de regímenes autoritarios y totalitarios que se valen de él para atacar al "imperialismo", y rasgarse las vestiduras en nombre de una libertad y unos derechos que ellos pisotean sin el menor escrúpulo? Su caso es muy semejante al de Julian Assange, quien desprecia la justicia de los países democráticos, se niega a responder a los cargos que se le imputan por acoso y violación sexual en Suecia, una de las democracias más genuinas, y quiere proseguir su cruzada libertaria desde Ecuador, donde ejercitar la más mínima libertad de expresión significa correr el riesgo de ser multado, encarcelado o expropiado, como denuncian en estos días todas las asociaciones de periodistas independientes del mundo entero.
El derecho a la privacidad ya desapareció hace tiempo en el mundo en que vivimos. Lo arrasaron, antes que los espías, la prensa amarilla y las revistas del corazón, la ferocidad de los debates políticos que en su afán de aniquilar al adversario no vacilan en exponer a la luz sus intimidades más secretas, y la avidez de un público por irrumpir en el ámbito de lo privado a fin de saciar su curiosidad con secretos de cama, escándalos de familia, relaciones peligrosas, intrigas, vicios, todo aquello que antiguamente parecía vetado a la exposición pública. Hoy la frontera entre lo privado y lo público se ha eclipsado y, aunque existan leyes que en apariencia protejan la privacidad, pocas personas acuden a los tribunales a reclamarla, porque saben que las posibilidades de que los jueces les den razón son escasas. De esta manera, aunque por inercia sigamos utilizando la palabra escándalo, la realidad ha vaciado a ésta de su contenido tradicional y de la censura moral que implicaba, y ha pasado a ser sinónimo de entretenimiento legítimo.
No tiene mucho sentido convertir en un héroe de la libertad a Edward Snowden por haber revelado que no sólo las amas de casa, los benignos profesionales y los burócratas violan a diario la privacidad de los ciudadanos leyendo las revistas, escuchando o viendo en la radio y la televisión los programas constituidos específicamente para violarla -la gran diversión mediática de nuestro tiempo-, sino también los espías. ¿Mal de muchos, consuelo de tontos? En cierta forma, sí. En las encuestas que se han hecho en Estados Unidos sobre Snowden, una mayoría aprueba que la inteligencia norteamericana grabe las conversaciones privadas. Me temo que no sería distinta la reacción de la opinión pública de la gran mayoría de las sociedades democráticas que viven, como Estados Unidos, con la zozobra de ser de nuevo víctimas de los atentados terroristas de las organizaciones como Al-Qaeda, empeñadas en acabar con el Gran Satán, categoría en la que incluyen a todas las democracias laicas de corte occidental.
Hay peligro de que esta realidad deteriore las instituciones que sostienen una democracia, sin duda. Pero también la deterioran operaciones mediáticas que desnaturalizan el ejercicio de la libertad de expresión y la convierten en un libertinaje irresponsable. La libertad y la legalidad son igualmente importantes para que funcione la democracia y ejercitar la libertad en contra de la legalidad sólo se justifica en países donde la legalidad está reñida con aquella, pues la limita o conculca. No es cierto que en sociedades como Estados Unidos o Suecia la legalidad se haya degradado al extremo de que sólo violándola se pueda ejercer la libertad. Ni Edward Snowden ni Julian Assange son paladines, sino depredadores de la libertad que dicen defender.





Opinión

DISCULPE, PRESIDENTE MORALES

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)

 Por Boaventura de Sousa Santos. Durante una semana esperé, señor presidente Evo Morales, que el gobierno de mi país, Portugal, pidiera formalmente disculpas por el acto de piratería aérea y de terrorismo de Estado que cometió junto con España, Francia e Italia al no autorizar la escala técnica de su avión, que regresaba a Bolivia después de una reunión en Moscú, ofendiendo la dignidad y la soberanía de su país y poniendo en riesgo su propia vida. No tenía expectativas de que lo hiciese, pues conozco y sufro a diario el colapso de la legalidad nacional e internacional en curso en mi país y en los países vecinos, la mediocridad moral y política de las elites que nos gobiernan, y el precario refugio de la dignidad y la esperanza en las conciencias, en las calles y plazas, después de haber sido expulsadas hace tiempo de las instituciones. No hubo pedido de disculpas. Las pido yo, un ciudadano común, avergonzado de pertenecer a un país y a un continente que es capaz de cometer esta afrenta y de hacerlo impunemente, ya que ninguna instancia internacional se atreve a enfrentar a los autores y los responsables de este crimen internacional. Mis disculpas no tienen valor diplomático, pero tal vez tengan un valor incluso superior, en la medida en que, lejos de ser un acto individual, son la expresión de un sentimiento colectivo, mucho más vasto de lo que se puede imaginar, por parte de ciudadanos indignados que todos los días agregan más razones para no sentirse representados por sus representantes. Este crimen fue una más de esas razones. Nos alegramos con su regreso a casa y vibramos con la calurosa bienvenida que le dio su pueblo al aterrizar en El Alto. Créame, señor presidente, que a muchos kilómetros de distancia, muchos de nosotros estábamos ahí, embebidos en el mágico aire de los Andes.
El señor presidente sabe mejor que cualquiera de nosotros que se trató de un acto más de arrogancia colonial, que continúa una larga y dolorosa historia de opresión, violencia y supremacía racial. Para Europa, un presidente indígena es siempre más un indígena que un presidente y, por eso, es de suponer que transporta drogas o terroristas en su avión. La sospecha de un blanco contra un indio es mil veces más creíble que la sospecha de un indio contra un blanco. Recuerde que los europeos, en la persona del papa Pablo III, sólo reconocieron que la gente de su pueblo tenía alma humana en 1537 (bula Sublimis Deus), y consiguieron ser tan ignominiosos en los términos en que rechazaron ese reconocimiento durante décadas como en los términos en que finalmente lo aceptaron. Llevó 469 años para que, en su persona, fuera elegido presidente un indígena, en un país donde son mayoría.
Pero sé que usted también está atento a las diferencias en las continuidades. La humillación de la que fue víctima, ¿fue un acto de arrogancia colonial o de sumisión colonial? Recordemos otro “incidente” reciente entre gobernantes europeos y latinoamericanos. El 10 de noviembre de 2007, durante la XVII Cumbre Iberoamericana realizada en Chile, el rey de España, disgustado por lo que escuchaba decir al recordado presidente Hugo Chávez, se dirigió a él intempestivamente y lo mandó a que se callara. La frase “¿por qué no te callas?” quedará en la historia de las relaciones internacionales como un símbolo cruelmente revelador de las cuentas pendientes entre las antiguas potencias coloniales y sus ex colonias. De hecho, no es posible imaginar que un jefe de Estado europeo se dirija en esos términos, públicamente, a otro presidente europeo, cualesquiera fueran las razones.
El señor presidente fue víctima de una agresión aún más humillante, pero no se le escapará el hecho de que, en su caso, Europa no actuó de forma espontánea. Lo hizo bajo el mando de los Estados Unidos y, al hacerlo, se sometió a la ilegalidad internacional impuesta por el imperialismo norteamericano, tal como hiciera años antes al autorizar el sobrevuelo de su espacio aéreo por vuelos clandestinos de la CIA, transportando sospechosos en camino a Guantánamo, en una clara violación del derecho internacional. Signo de los tiempos, señor presidente: la arrogancia colonial europea ya no puede ejercerse sin sumisión colonial. Este continente europeo se está volviendo demasiado pequeño para poder ser grande sin estar sobre los hombros de otros. Nada de esto absuelve a las elites de Europa. Sólo profundiza la distancia entre ellas y tantos europeos, como yo, que ven en Bolivia a un país amigo y que respetan la dignidad de su pueblo y la legitimidad de sus autoridades democráticas.





Análisis de internacional
                                                                                                                                        
EVO, TE HAN MAREADO UN HUEVO

La Semana de España (www.lasemana.es/opinion)

Evo, te han mareado un huevo. Sirva este pareado coloquial para resumir lo que le ocurrió al presidente de Bolivia, Evo Morales, a su regreso de la visita oficial a Rusia. Varios países europeos prohibieron sobrevolar su espacio aéreo al máximo mandatario boliviano, a quien no le quedó más remedio que iniciar un periplo que tuvo una parada inicial en Viena, antes de aterrizar en Canarias para repostar combustible.
Esta circunstancia estuvo motivada por el rumor de que Edward Snowden viajaba oculto en el avión presidencial de Morales. Snowden es el ex trabajador de la CIA que está acusado de revelar secretos estadounidenses, que huyo de Estados Unidos y que permanece en uno de los aeropuertos de Moscú a la espera de que se resuelvan sus peticiones de asilo.
Parece mentira que un simple rumor sea capaz de dejar en tan mal lugar a la diplomacia de varios países europeos, entre ellos España. Incluso, con situaciones realmente esperpénticas como, por ejemplo, según ha contado el Gobierno de Bolivia, la intención de un funcionario español en Austria de tomar un café en el avión de Morales durante su escala en el aeropuerto vienés (y de paso comprobar si Snowden iba a bordo).
Es cierto que muchos consideran a Evo Morales como un personaje estrafalario, populista y de discurso antiimperialista. Sin embargo, nadie debe olvidar que, consideraciones subjetivas aparte, es un máximo mandatario (aunque sea de un país pequeño) y, como tal, tiene que ser respetado por la comunidad internacional.
En principio, la simple palabra de Morales, como presidente, ha de valer en la diplomacia. Con la desconfianza llevada al extremo, además sin fundamento, como ha sido en el caso del avión, solo se enturbian las relaciones y quedan retratados los países que pusieron trabas al vuelo presidencial. Estos, incluso, pecaron de pardillos porque era más lógico seguir el procedimiento protocolario habitual aun teniendo alguna sospecha.
De este modo, se ahorraban problemas diplomáticos si Evo Morales no llevaba con él al ex espía, pero si, por el contrario, Snowden hubiera aparecido en Bolivia, Morales habría quedado en evidencia, como mentiroso y desacreditado.
Está claro que esto le ha ocurrido al presidente boliviano por ser quién es y por representar a un Estado considerado con poco peso internacional. A nadie se le hubiera ocurrido cuestionar la palabra (incluso con sospechas más fundadas) o hacerle lo mismo a líderes como Barack Obama, David Cameron, Angela Merkel o Vladímir Putin, pero como se dice habitualmente, siempre ha habido clases...





INCREÍBLE AFRENTA EUROPEA

Atropello a presidente Evo Morales constituye una agresión a Bolivia.

La Nación Dominicana (www.lanaciondominicana.com)


Todo el que tenga un mínimo de conciencia sobre la dignidad de pueblos y naciones, y crea en los más elementales preceptos del derecho internacional debe rechazar con energía el atropello de que fuera víctima el presidente de Bolivia, Evo Morales, lo que constituye una agresión a todo un país pobre que lucha por construir su propio destino y, por extensión, a todos sus vecinos y hermanos latinoamericanos.
No hay que ser devoto de Evo Morales ni de su Gobierno para rechazar que se obligara a aterrizar al avión en que viajaba el presidente boliviano, por la simple presunción de que en el mismo podría ir el agente de inteligencia estadounidense Edward Snowden, varado en el aeropuerto internacional de Moscú tras desertar de sus responsabilidades y denunciar una inmensa red norteamericana de espionaje.
Fue un evidente exceso de complacencia por cuanto no se trataba de un terrorista, genocida o criminal condenado por un tribunal o siquiera con una orden internacional de captura, sino de alguien que denunció un abuso transnacional del derecho universal a la confidencialidad de las comunicaciones, particularmente en el ámbito europeo, lo que debía ofender a quienes actuaron con tan asombrosa sumisión.
Llama la atención que si Estados Unidos tiene capacidad para espiar las comunicaciones electrónicas de 38 embajadas de países amigos y enemigos, incluyendo las delegaciones y edificios de la Unión Europea, y millones de comunicaciones telefónicas y de Internet de todo el mundo, incluyendo a aliados como Alemania, no haya podido establecer vigilancia en el aeropuerto moscovita para saber con certeza si Snowden aborda un avión tan importante como el del presidente de una nación.
No se puede justificar que un Estado cualquier se arrogue el derecho de interceptar las comunicaciones del resto del mundo, en violación de sus propias normas constitucionales y del derecho internacional, mucho menos que trate como delincuente al mandatario de otra nación que no le ha declarado la guerra ni le ha agredido.
Se puede entender que Estados Unidos quiera sancionar al desertor, pero no agregando otra ignominia internacional a la que motivaron la deserción del agente. Pero lo más insólito, e inconcebible es que países como Portugal, Italia y sobre todo Francia, que debían estar ofendidos por el desenfrenado espionaje norteamericano, se prestaran tan dócilmente a colaborar con el intruso, sin el menor fundamento ni derecho, entorpeciendo el viaje de un presidente legítimo, negándole el paso por su espacio aéreo y obligándolo a un aterrizaje de emergencia.
¡Oh Europa! Que pobre demostración de dignidad, atropellando las normativas de la Convención de Viena que protege los derechos de los presidentes a sobrevolar territorios, siguiendo las pautas de la aviación internacional. ¡Cuánto se extraña a estadistas de la categoría histórica de Charles de Gaulle, de George Pompidou, de Francois Mitterrand, Willy Brandt u Olof Palme!
Hay que celebrar la inmensa dignidad y el coraje con que el primer presidente indígena de América resistió los intentos de que le registraran el avión tras su forzoso aterrizaje en Viena, Austria, precisamente la capital del derecho internacional. Le sobró la integridad y el valor que le faltó a su colega Francois Hollande.
Y qué pena que Estados Unidos reproduzca actuaciones que pudieron explicarse en la guerra fría, cuando la Unión Soviética, China y sus aliados le disputaban la hegemonía. Pero que ahora resultan absolutamente prepotentes e insultantes y que degradan su liderazgo en la promoción de la democracia y el respeto a los derechos nacionales e internacionales.
Hay que celebrar que la Organización de Estados Americanos condenara esta semana el atropello al presidente boliviano y reclamara las correspondientes disculpas, con votación casi unánime, con las excepciones de Estados Unidos y Canadá, así como de Panamá que se separó del consenso latinoamericano y caribeño.





Opinión

FLORECIMIENTO DE LA SOLIDARIDAD LATINOAMERICANA

La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)
                                   
A propósito de la persecución que sufrió el presidente de Bolivia, Evo Morales, por los espacios aéreos europeos, y por la radical persecución, no virtual sino real, del hacker estadunidense Edward Snowden, ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), se mostraron otra vez las reservas de solidaridad que mantienen entre sí los países latinoamericanos (de América Central al sur del continente), y esto por lo que hace de militancia activa de la defensa de nuestros derechos, lo cual resulta una rara avis en un mundo que se caracteriza por el egoísmo y por la casi exclusiva defensa de intereses particulares (no de los derechos humanos).
A pesar de las amenazas estadunidenses, del propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tres gobiernos latinoamericanos: Venezuela, Nicaragua y la propia Bolivia, ofrecieron asilo al perseguido Edward Snowden, sin que hasta la fecha se haya decidido (sábado 13 de julio) el desenlace. Cuestiones técnicas (por ejemplo, el solicitante del asilo en principio debería estar ya en territorio del país de la protección, o bajo su protección diplomática), cuestión que no ocurre en el caso de Snowden, quien desde hace semanas permanece en el aeropuerto de Moscú. El propio perseguido ha pedido nuevamente asilo a Rusia, que antes ya la había lo rechazado por la condición del presidente Putin de que Snowden se abstuviera de realizar actos que molestaran o perjudicaran a sus amigos ­estadunidenses.
Pero debe hacerse notar que, en información de última hora, la prensa mundial señaló que Barack Obama, después de comprobar que Snowden había repetido su solicitud de asilo a Moscú, tomó otra vez el teléfono para repetir sus amenazas a Putin, diciéndole que una eventual concesión de asilo se contradecía flagrantemente con la expresión del presidente ruso de unos cuantos días antes, condicionando el asilo de Snowden a que éste se comprometiera a no molestar a Estados Unidos, lo que equivalía a cortar las alas al ex oficial de la NSA.
Por otro lado, los países integrantes del Mercosur, es decir, los presidentes de Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay –con Bolivia en proceso de adhesión– decidieron en la reunión de Cochabamba convocar en consulta a sus embajadores en España, Francia, Italia y Portugal, países que impidieron el uso de su espacio aéreo al avión del presidente Evo Morales. Asimismo, citarán a los representantes de los cuatro países europeos en sus territorios para informarles de esa decisión.
 Presentarán además una nota formal de protesta a cada uno de los gobiernos que se negaron el cruce de su espacio aéreo por el avión de Evo Morales, diciendo además que demandarán explicaciones y las correspondientes excusas.
Todavía, pues, está en veremos el desenlace de este episodio persecutorio, que ha ofrecido otra vez la oportunidad de mostrar, por un lado, la disciplina que mantiene Estados Unidos sobre sus amigos y socios (en este caso varios de los principales países europeos), y del otro la solidaridad que mantiene la nueva América Latina, poniéndose de relieve los grandes cambios que ha tenido el subcontinente, sobre todo en su porción media y sur, del que faltarían notablemente y por desgracia México y Colombia (a pesar de algunos esfuerzos de Enrique Peña Nieto, más gestuales y protocolarios que de afirmación política definida). Esperamos, no obstante, que la práctica y la experiencia conduzcan al presidente de México a nuestro lugar natural en política, más cercano a los países del sur que de la potencia del norte. ¿Será posible y verdad?
Daniel Ellsberg, quien filtró hace 40 años los llamados Papeles del Pentágono sobre la guerra de Vietnam, nos dice ahora que nunca en la historia de Estados Unidos hubo una filtración tan importante como la actual de Edward Snowden, ya que ha puesto al descubierto los sistemas de espionaje de Estados Unidos no sólo en relación con otros países y personalidades, sino también, ¡y sobre todo!, respecto de ciudadanos estadunidenses y a sus propios líderes de gobierno, subrayando hasta qué punto esas prácticas son violatorias de la Constitución y de todos los sistemas de derechos humanos que ese país afirma defender sin falta.
Los jefes de Snowden sostienen que éste reveló algunas de las prácticas encubiertas de la NSA, que se habría convertido en un organismo casi enteramente destinado a escuchar a los individuos en el mundo entero.
El golpe ha sido de tal magnitud que se puede entender, sin aceptar, la virulencia de la reacción oficial estadunidense, encabezada por el propio presidente Obama. No sólo los derechos del hombre y del ciudadano consagrados en la Contitución de Estados Unidos han sido borrados de un plumazo, sino también la cuarta y quinta enmiendas de esa Constitución, que teóricamente salvaguardan al ciudadano de las intervenciones no autorizadas en su vida privada por juez competente que, después de las revelaciones de Snowden, podemos decir que han quedado prácticamente suspendidas y reducidas a letra muerta.





Opinión

EVO MORALES

La Tercera de España (www.tercerainformacion.es)

Tres hombres jóvenes han puesto en la picota a la 1ª potencia mundial: Julian Assange, Bradley Manning y Edward Snowden. Hoy, Estados Unidos nos ha dado el derecho a pensar que su fábrica de descontentos tiene capacidad para multiplicarlos.
No hubo cumbre UNASUR en Cochabamba (Bolivia 04/07/013), sólo una reunión donde asistieron los presidentes de 6 de las 11 naciones que conforman el organismo: Argentina, Ecuador, Surinam, Uruguay, Venezuela y Bolivia y, una delegación presidencial brasileña. Guyana fue imposible de contactarla por la premura de la cita según Rafael Correa.
Como Francia, Portugal, Italia y España, en América Latina sucumbieron y bloquearon la cumbre: Colombia, Chile y Perú, dejando, todos ellos y aquellos, en evidencia, lo que siempre hemos sabido: la facilidad con la que se puede comprar un mundo.
Para los españoles la desvergüenza se sirvió en Viena cuando, como un sospechoso al estilo del colombiano Pablo Escobar, el avión presidencial boliviano aterrizó en el aeropuerto de Schwechat.
El gobierno español, sin tino diplomático, dió el penoso acento del mayordomo recién contratado, al querer inspeccionar una nave que goza de inmunidad internacional de acuerdo a la Convención de Viena de 1961 en su artículo 40*.
Con la llamada del canciller francés, Laurente Fabius a su colega boliviano David Choquehuanca, Francia cumplió con las disculpas exigidas por Bolivia y UNASUR, sin embargo del lado del país de los toros, el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo –hoy retractado y solicitando disculpas - que España no tenía ninguna razón de hacerlo, en otras palabras, España afirmaba que Morales mentía cuando dijo que en el aeropuerto de Viena el embajador de España en Austria quiso revisar el avión presidencial boliviano, chantajeándole con dejarle sobrevolar los cielos españoles y aterrizar en sus aeropuertos si accedía a ello.
La mala gana de Francia, Italia, España y Portugal al prohibir que el avión presidencial boliviano surcase sus espacios aéreos, por tener la certeza de que Snowden viajaba con Morales, dejó al contraespionaje americano como plato quebrado, al embajador español en Austria buscando un nuevo destino y a Margallo con cara de bobalicón.
La intención de Estados Unidos de desprestigiar al bloque socialista latinoamericano, se ha revertido dejando la imagen norteamericana y europea desacreditada; convenciéndonos, de paso, que la verdad sobre Irak, Libia, Egipto, Siria, Bolivia o Venezuela, puede ser otra urdimbre mundial.
Lo cierto es que una nueva herida se ha abierto entre un mundo joven digno y uno viejo deshonrado. ¿Quién puede ahora negar dónde está la servidumbre?
Es posible que la oposición internacional, a la alternativa donde participa Morales, esté feliz, pero la impresión de intromisión en los asuntos internos – de nuevo – en Latinoamérica, ha recobrado fuerzas.
Múltiples declaraciones se han dado: Miguel Insulza (OEA) y UNASUR, exigiendo explicaciones a los países europeos involucrados, Ban ki Moon (ONU), entendiendo el problema y pidiendo a los estados implicados discutir desde el respeto a los intereses comprometidos; México, dejándole a la Comisión Permanente del Congreso la responsabilidad de condenar o no, Maduro, diciendo que Mariano Rajoy es "indigno", Santos, que desconocía los hechos y que no hubiera líos diplomáticos, Cristina de Kirchner, que había sido un caso perfecto porque dejaba a la luz los vestigios de un colonialismo, Daniel Ortega, que era “un acto criminal”…
No obstante el mensaje de Obama, advirtiendo sobre las consecuencias a quien de refugio a Snowden, dejó en el aire algo así como: quien se mueva no sale en la foto, las desestabilizaciones están a la orden del día y se mantiene la relación Norte – Sur. Una especie de absolutismo, nada de multipolaridad.
Vemos, pues, desarrollarse ante nuestros ojos, que el país más poderoso de la tierra condena al mundo porque sus intereses y seguridad nacional están en juego, importándole poco matar la verdad y la ética.
Es impensable que se pueda meter tanto la pata, no cabe en cabeza alguna cómo fue posible tanta torpeza, por ello es mejor pensar que siempre todos sabían lo que hacían, quizá Francia con mayor motivo por aquello de tener su propio sistema de espionaje, PRISM, del que no se salvan los teléfonos móviles, los correos electrónicos, sms y faxes.
Este impasse ha permitido comenzar a concluir que el otrora esplendoroso way of life norteamericano ha lanzado, sin importarle absolutamente nada, por los acantilados al muchas veces cuestionado, en Latinoamérica, glamur europeo y, cargado de razones a las gorras y extravagantes chándales del socialismo del siglo xxi.
Mientras tanto, el viceministro de relaciones exteriores boliviano ha llamado a su despacho a los embajadores de España, Francia e Italia; el grupo económico del sur, Mercosur, a consulta a los 4 embajadores en los países europeos involucrados y, el presidente del gobierno español diciendo que el caso es un debate artificial. El mundo está cambiando.





MADURO A RAJOY: “USTED PERTENECE AL MUNDO DE LOS QUE SE ARRODILLAN”

Vegamedios Press de España (www.vegamediapress.net/not)
                                                     
El primer mandatario venezolano, Nicolás Maduro, formuló el pasado jueves los más duros calificativos en contra del ejecutivo ultraconservador español y de su primer titular Mariano Rajoy, acusándolo directamente de mantener una conducta “rastrera, arrodillada” y adscribiéndolo asimismo a lo que él denominó ”el antimundo, el mundo que no queremos, el mundo de los que se arrodillan y de los que agreden a los pueblos”. “Es un Gobierno infame el del presidente Rajoy, y así lo digo, y nosotros vamos a evaluar nuestras relaciones con España, con el Gobierno de España, no con el pueblo de España“, porque “el pueblo deEspaña sí que ha sido solidario con Evo Morales y ha sido solidario con Snowden”…
Maduro manifestó que su gobierno evaluará las relaciones con el Gobierno español tras el incidente sufrido el martes por el presidente boliviano, Evo Morales, en su vuelo de Moscú a La Paz. Con tono agrio y a la vez vehemente, Maduro declaró ante los medios de comunicación que “lo que ha hecho el Gobierno de España es infame, pretender revisar el avión de un presidente sudamericano. ¿Qué se cree ese presidente Rajoy - se preguntó Maduro -, que los sudamericanos somos esclavos de ustedes?”.
El presidente venezolano exigió una disculpa en toda regla por parte de los gobiernos dePortugal, Italia, España y Francia, los paises que le habian negado al presidente Morales el aterrizaje y el paso por sus respectivos espacios aéreos. Maduro considera que la víctima principal es la propia Europa, que ”sigue mansamente las órdenes del imperio”.
EL GALIMATÍAS ARGUMENTAL DEL GOBIERNO ESPAÑOL
De forma tardía y a caballo de las consecuencias que ya se anunciaban por parte de diferentes dirigentes latinoamericanos, el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, aseguró que no se había producido “ninguna prohibición” para que el avión deMorales sobrevolara el espacio español.
Sin embargo, y en contradiccion con la excusa exhibida por Garcia Margallo, Bolivia ha denunciado que el gobierno español había permitido en un primer momento el aterrizaje. Pero luego lo revocó. Evo Morales ya había relatado, además,que el embajador de España en Viena, Alberto Carnero, acudió al aeropuerto de Viena a pedirle que le “invitara a tomar un café en el avión”, con la descarada pretensión de comprobar si el informante Snowden se encontraba dentro del aparato.
En su permanente incapacidad para afrontar los enredos que su misma politica provoca,Mariano Rajoy eludió la cuestión diciendo que “es lógico que España permitiera aterrizar en su territorio el avión del presidente boliviano porque no viajaba junto a Snowden”. Y manifestó su intención de no entrar en un debate que calificó de “artificial”.





EVO, SNOWDEN Y MURSI: TRES PERSONAS DISTINTAS, Y UNA SOLA…

Rebelión de España (www.rebelion.org/noticia)

I Sí, Evo Morales, Edward Snowden y Mohamed Mursi. Pero ¿qué le vamos a hacer si fue el mundo que nos tocó vivir? No me refiero con esto a alguna perfidia que cobije estos nombres. Sí y mucha en cambio, a la que alrededor de ellos, con ocasión de lo que son y de sus acciones muestra el odioso poder que gobierna el mundo. Ese que por disimular y para no llamar las cosas por su nombre, él bautizó Nuevo Orden Mundial.
Evo Morales era un campesino humilde y pobre que como el que más, representaba la cultura y la idiosincrasia boliviana, una de cuyas expresiones más ancestrales es la hoja de coca con sus significados medicinales, rituales, vivificadores y recreativos. Ante la represión ordenada por los sucesivos gobiernos estadounidenses a los sucesivos gobiernos bolivianos desde que comenzó esa retrasada cruzada del siglo XX “la guerra contra las drogas”, las fuerzas policiales y militares de Bolivia con la brutalidad y la corrupción que les son propias en América Latina, al tiempo que se enriquecían con las mafias que industrializaban la coca y la enviaban como cocaína a los Estados Unidos, se dedicaban con saña a reprimir a los miles de campesinos e indígenas que conforme su milenaria tradición, seguían adeptos a la planta sagrada.
Y ahí es donde ese campesino e indígena pobre y humilde aparece sin proponérselo por una confluencia de circunstancias, encabezando la indignación y la resistencia de los suyos, de su etnia zaherida, contra ese trato que ahora además se les daba de forajidos, si hasta donde podían comprenderlo esa había sido su forma de ser en una saga que se remontaba a la “prehistoria”. Y en ésta donde tan mal les fue, los esbirros de Francisco Pizarro y Diego de Almagro no los llamaron facinerosos. Infrahumanos apenas y que no tenían alma, pero eso es otra cosa.
Fueron entonces muchos los palos sobre las magras carnes de Evo, los garrotes policiales que se placieron en su costillar, largos los días en hórridas prisiones, dignas de quien sin atinar a entender cómo ni por qué, el imperio más poderoso lo encumbraba considerándolo uno de sus más peligrosos enemigos. “¿Cómo así, si yo tan pobre? ¿Cómo así?” se preguntaba y repetía incrédulo el sencillo pero altivo campesino desde su lecho de tierra en el maloliente calabozo. Ese Evo fue el mismo que entre marcha y marcha, refriega y refriega, alegatos y proclamas salpicadas con la muerte, la tortura y la cárcel para los protestantes, en un cruce feliz de caminos resultó presidente de la República de Bolivia en nombre de los menospreciados y los apaleados.
II Después un tal Snowden, Edward para sus familiares, muchacho aún -29 años- desconocido para el mundo, que de pronto dio un respiro a Evo porque ocupó su lugar en ser dolor de cabeza del momento del imperio más violento que haya conocido el mundo. Ese muchacho paradójicamente hijo de él, típico joven de allá, al servicio no sólo de su país como puede estarlo del suyo cualquier médico o agrimensor, sino del Estado, pero no de cualquier dependencia, sino de la más sensible, secreta y peligrosa, al punto de hacerse inconfesable: de aquella desde donde se cuecen las grandes conspiraciones contra los países, los hombres, las ideologías y aun las religiones que los Estados Unidos consideren “inaceptables” en el nuevo lenguaje diplomático que ya no lo es tanto. Y esa dependencia era la Central de Inteligencia Americana, CIA.
Allí trabajaba y servía el joven Edward al igual que miles como procesador y analista de información, oficio que no obstante recalcárseles los hacía merecer bien de su patria, debía ser muy sigiloso al punto que su función y aún la identidad del patrón debían ser celosamente encubiertas. ¡Qué no decir de las cosas que allí menaban! De los planes que fraguaban, los países que espiaban -al parecer más amigos que enemigos-, las mentiras globales que se construían, las guerras que se incubaban, noticias que se creaban y las “armas de destrucción masiva” que se “descubrían” con el inminente peligro de aniquilamiento del propio país que legitimaba una guerra preventiva de exterminio del satánico agresor. En fin…
Pues bien, Edward tal vez se asqueó de ello, se indignó de ver la mentira de la causa a la que servía. Y el hombre, quizás con ancestros en los padres peregrinos del Mayflower llenos de piedad e idealismo, sintió que era mucho para él. Y que en el lugar donde estaba si bien salvaría su cuerpo, de seguro, caviló, perdería el alma. Y se fue. Lleno de secretos, de información “clasificada” –otro nombre pío-, llevando el expediente escabroso de los horrores que le depara al mundo y en particular a quienes se le opongan, a manos de la potencia militar que reclama el derecho a mandar en él.
III  Y descanse por unos momentos Snowden porque vino un ese sí más conocido Mursi, Mohamed para sus familiares, que ocupó su lugar en ser el dolor de cabeza del momento del imperio más violento que haya conocido el mundo. Mursi llegó al poder como presidente de Egipto en unas elecciones libres pero mediadas y controladas por los Estados Unidos cuando el pueblo al costo de ochocientos muertos se levantó un día sí y otro también durante meses exigiendo se fuera la descompuesta dictadura militar que llevaba cuarenta años en el poder.
Como los muertos eran tantos y el pueblo no parecía dispuesto a ceder, Estados Unidos, que había convertido a Egipto, la nación árabe más importante y poblada del mundo, en sumisa aliada suya y de Israel en una correlación de fuerzas donde el enemigo eran los otros países árabes y Palestina (¡!!), exigió entonces se fuera su valido el general Hosni Mubarak, cuya continuidad en la presidencia resultaba impresentable ante el mundo. Y ante lo inquebrantable del reclamo popular por democracia, Estados Unidos autorizó se llamara a elecciones, condicionándolas a una “transición pacífica y responsable” que traducía que el ejército de Egipto, su ejército de ocupación en el país portentoso de la hermética Esfinge, los arcanos de Tutankamón y el prodigioso Valle de los Reyes, fuera el árbitro. Dicho sin finuras, que se hicieran elecciones, nombraran presidente y todo lo que el populacho quisiera, pero que su ejército se reservaría el poder efectivo. No iban los EE.UU a crear una poderosísima fuerza a su servicio y de Israel, para por un arrebato del insensato pueblo entregársela a quienes pudieran ser sus enemigos.
Dicho y hecho. Se hicieron elecciones por primera vez en muchos años, y el ganador fue la organización que más encarnaba los anhelos del pueblo de libertad y democracia. Fue la Hermandad Musulmana, y presidente su líder Mohamed Mursi, para gozo del mundo árabe que veía cómo otra implacable dictadura, la más, se derrumbaba a golpes de pueblo. Asomaba el sol de la democracia.
El nuevo régimen era notorio, comenzaba a caminar bajo la férula y mirada inquisidora de los militares que ayer masacraban a sus adeptos. La única concesión necesaria para que la primavera no pareciera nublada a los ojos del mundo, fue la de permitir juzgar por unos pocos crímenes a un Mubarak casi agónico, cuya reclusión en un hospital militar equivalía a estar en casa.
Comenzaron entonces nuevas manifestaciones esta vez contra el flamante gobierno, una inusual primavera árabe, otra primavera egipcia pero al revés. Los validos del antiguo régimen protestando contra el gobierno, reclamando que se volviera al estado anterior que les favorecía. Hubo algunos muertos, no muchos, aunque cualquier muerto es mucha muerte. Y los militares -¡quién lo creyera!- le reclamaron adoloridos al presidente Mursi porque había sangre en las plazas. En la de Tahrir para más señas.
El ejército dio un insólito ultimátum al gobierno para que se plegara a sus demandas. El “ultimátum” se cumplió, los militares dieron el golpe, Mubarak ríe a mandíbula batiente desde su prisión de mentiras, y el pelele civil que pusieron los militares para alegar que cuartelazo no ha habido, juró cumplir la Constitución y decretó de inmediato su suspensión. Así el régimen no es inconstitucional: “¿Cómo se va a violar la Carta Magna si está suspendida?” Hasta razón tienen.





POR TEMOR A ESPÍAS PROHÍBEN EL USO DE MAILS Y CELULARES A MINISTROS

El presidente Evo Morales sostiene que los servicios de inteligencia de Estados Unidos monitorean las comunicaciones de su gabinete.

El País de Uruguay (www.elpais.com.uy)
                                                   
Los ministros del presidente Evo Morales no pueden comunicarse "ni por celular ni por Internet", porque son espiados por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, afirmó este domingo el titular de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Quintana, exmilitar y brazo derecho de Morales, ratificó las denuncias hechas el sábado por el mandatario, quien aseguró en un acto público que los servicios de inteligencia norteamericanos tienen acceso a los correos electrónicos de sus ministros.
El jefe de Estado boliviano reveló que la información se la facilitó un presidente sudamericano durante la cumbre de Mercosur que se realizó el viernes en Montevideo, donde también el canciller argentino, Héctor Timerman, denunció espionaje a más de 100 funcionarios de su país.
Quintana, entrevistado por la red de medios gubernamentales, afirmó que "no podemos ni comunicarnos por celular ni por Internet". Luego acotó: "No solamente estamos vigilados, estamos sistemáticamente violados por estos servicios de espionaje que todos los días nos recortan la libertad de comunicarnos libremente".
Según el alto funcionario, "estamos pasando a una especie de cárcel, de celda, y siendo inocentes tenemos derecho de rebelarnos". El ministro indicó que las denuncias del extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA en inglés) Edward Snowden, quien se encuentra en Rusia, demuestran que Estados Unidos ejecuta un plan mundial de espionaje. Agregó que urgen reformas al sistema jurídico mundial, para que estos hechos de espionaje sean investigados y sancionados.
"Esto tiene que producir nuevas reglas internacionales en el marco de las Naciones Unidas, y si no es así, a las Naciones Unidas hay que ponerle un candado", señaló la autoridad.
Para el ministro, si la ONU no funciona, entonces "hay que construir un nuevo organismo global que defienda estos nuevos valores universales con los que nació Naciones Unidas en la década del 40".





Leopoldo Decamilli, catedrático de la universidad de Berlín

EL MODELO BOLIVARIANO YA USABA HITLER EN LOS AÑOS 30

Leopoldo Decamilli, demócrata cristiano de la primera hora, abogado y filósofo, profesor de la Universidad Técnica de Berlín, dictó un par de conferencias sobre su materia a su paso por Asunción. En esta entrevista analiza la crisis europea y compara con el proceso bolivariano, averiado al intentar posarse en nuestro país. “Nuestras sociedades son muy corruptas. Tiene que haber un renacimiento desde abajo, con una fuerza moral extraordinaria”, afirma.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py/edicion-impresa)
                                    
-Se diría de usted que es uno de los nostálgicos de la democracia cristiana paraguaya, aquella que se creía se iba a potenciar con el fin de la dictadura, pero quedó ahí, casi como un recuerdo.
-Cuando egresé como abogado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción me fui becado a los 24 años a España. Pasé por Francia y me contrataron para la enseñanza libre y permanente en la Universidad Técnica de Berlín, donde estoy hasta hoy. Yo siempre fui demócrata cristiano, desde el comienzo. Hubo en el Paraguay varios movimientos antes de la fundación del partido (a principios de los sesenta), ya en tiempos de la dictadura de Morínigo. Publicábamos folletos, boletines y demás...
-En Europa también quedaron como recuerdos.
-¿Los demócrata-cristianos? ¡No! Hoy es el partido más fuerte de Alemania. Es el partido de gobierno, de Ángela Merkel, que cogobierna con los liberales. Lo que ellos no han tenido es mayoría suficiente para gobernar solos.
-En Europa tuvo gran importancia en la post Segunda Guerra Mundial.
-Fue fundamental. De Gásperi en Italia, Schuman en Francia, Adenauer en Alemania, fueron los tres que crearon la unidad de Europa. La inspiradora fue la democracia cristiana.
-Pero también los norteamericanos con su Plan Marshall.
-Después de la Guerra, los norteamericanos tuvieron un gran acierto. No cometieron el error tremendo del Tratado de Versalles (el que dio por finalizada la Primera Guerra Mundial, con fuertes impuestos de guerra contra el pueblo alemán que trajo la dictadura hitleriana). Entonces implementaron el Plan Marshall. Es cierto. Los norteamericanos ayudaron a Europa a surgir de vuelta. El capital humano que había ayudó bastante para salir adelante.
-¿Desde cuándo vive en Europa?
-Desde el 50. Cuando recalé en Berlín tenía que hacer la edición de una revista estudiantil internacional. En aquella época existían dos organizaciones estudiantiles, una en la zona comunista y otra en la zona libre. Berlín estaba dividida en cuatro sectores. Yo estaba en el sector francés, inglés y norteamericano. Cerca de mi casa en Berlín está hasta ahora la antigua comandancia del primer gobierno de los Cuatro Sectores de Berlín, hasta que el comandante ruso se retiró y empezó la división y también la tendencia de la Unión Soviética de tratar de apoderarse de los sectores occidentales.
-Hicieron un bloqueo...
-Primero, no permitieron que entrara nada. Los americanos hicieron un puente aéreo para salvar el bloqueo. Fue allá por el 1950 más o menos. Llegaban aviones con alimentos cada cinco minutos. Los soviéticos pensaron que con el hambre iban a forzarlos a abandonar el territorio, pero no pudieron. La segunda forma de aislar a Berlín Occidental fue la construcción del Muro (1961), pero fue también para evitar que la gente de Berlín Oriental se fugue a Berlín Occidental, porque las condiciones de vida en ese sector no eran buenas.
El 17 de julio 1953 los soviéticos aplastaron un gran levantamiento de obreros descontentos en la zona que les pertenecía.
El muro en medio de la ciudad era una cosa espantosa. El muro dividía casas, iglesias, clubes. En el campo estaban las alambradas electrificadas, dispuestas con metralletas automáticas. Quien osaba cruzar era baleado en forma automática. Por si fuera poco estaban los perros caza-hombres.
-¿Usted estaba cerca?
-No estaba lejos de mi casa. Se escuchaban los disparos.
-¿Por qué la crisis golpeó tanto a la Unión Europea?
-Se cometió un error. Incorporó muy pronto a países que no estaban en condiciones de hacerlo. Grecia es uno de ellos. Tiene un problema grandísimo. Vivía por encima de sus posibilidades. Un griego no necesita llegar a los 60 años para jubilarse.
-A España también le dieron mucho dinero.
-La Comunidad Europea le facilitó bastante. Pero los gastos se fueron en obras y cosas sin ninguna importancia, y ahora está sufriendo las consecuencias.
-¿Es la ideología de los gobernantes, que se antepone a los intereses reales de la población?
-No solamente, también hubo gobiernos conservadores. Yo tengo confianza en que Europa va a poder salir de esta situación crítica. Mis dudas van por el plano moral. Hay muchos problemas de diferente naturaleza. No existe un cultivo de valores positivo, se tiende mucho a subordinar la vida al goce individual, al placer, al hedonismo, encontrar todo a mano.
-¿Cómo se refleja eso?
-Sobre todo en la destrucción de la familia, la base de toda sociedad. Se tiende hoy el camino, una alfombra roja al aborto, al divorcio, a la admisión de la unión entre personas del mismo sexo, asimilándolos a la familia.
-De hecho, siempre existió.
-La familia se ha creado naturalmente desde el comienzo de los tiempos para perpetuar la especie. Es el fin fundamental. El aborto está produciendo una disminución acelerada de la sociedad europea. No es solo teoría. En Alemania no hay generaciones nuevas que sustituyan a las viejas. Es un grave problema. ¿Quién va a trabajar mañana si no hay hijos?
-¿Siguen teniendo influencia los partidos marxistas?
-Indirectamente sí, pero ya no existe prácticamente. Lo que sí existen son las uniones marxistas, pero partidos políticos ya no. Si existen son muy débiles. Se presentan con otros nombres. Hay pocos que se atreven. El avance de la Unión Europea hacia el este demuestra que las sociedades orientales han fracasado. Gorbachov fue el que se dio cuenta de que no podían seguir con el engaño. Ellos se estaban hundiendo económicamente cuando se desplomó el Muro.
-Lo notable es Sudamérica, donde varios países retomaron la bandera.
-Yo no veo nada de socialismo en Chávez ni en Maduro. Lo que hay es una demagogia extraordinaria para mantenerse en el poder, explotando la riqueza del pueblo venezolano, que es el petróleo, apoyándose en movimientos corruptos. En todos los países donde está el Alba, la organización no funciona.
-¿Usted no cree posible el éxito de ese movimiento bolivariano que empezó Chávez?
-No. No va a prosperar. Chávez ya no está y Venezuela está en la ruina. Antes de eso hacía regalos para comprar a los gobiernos, gobiernos sumidos en la corrupción. En los programas de Lanata se han ventilado pruebas de la corrupción extrema que imperaba en el gobierno de Kirchner. Su heredera, la esposa, se mantiene con el mismo esquema. Se ofrecen limosnas a los simpatizantes en vez de darles trabajo para que sean dignos. El dinero se acaba y, entonces, cómo van a continuar así. Sacó el dinero que era para los jubilados. Hoy ya no tiene fondos. Mantienen a la gente pobre con un pequeño sueldo a cambio de su voto. Se fomenta así una clientela corrupta.
-¿Y la sanción que aplicaron a Paraguay en el Mercosur?
-El mismo Mercosur es un proyecto de unión económica que no está tomando decisiones económicas, sino más bien de índole política. Lo que hicieron al excluir al Paraguay fue una cosa escandalosa. Fue una decisión política y en contra del derecho. Eso dijo el presidente uruguayo (José) Mujica. Él no puede decir tales cosas. Se desnuda a sí mismo, porque reconoce que separaron al Paraguay para meter a Venezuela por la ventana. Fue eso nada más.
-Es la primera vez que sucede. Vinieron los cancilleres como en patota para revertir una decisión soberana del Congreso.
-El primero que vino fue Maduro, que intentó levantar a las Fuerzas Armadas paraguayas. Es intolerable lo que hizo al querer arremeter contra la soberanía de todo un país en forma inaudita.
-A eso le llaman “Socialismo del Siglo XXI”.
-Es un socialismo sin cara. ¿Cuál es la base de eso?, declaraciones teóricas, no causas concretas, y ahora Venezuela debe afrontar los problemas existenciales de su pueblo. Faltan alimentos. No hay papel higiénico. Tuvieron que importar de Bolivia...
-¿Al Paraguay le conviene seguir con el proceso de integración?
-Dicen que es conveniente. No entiendo mucho de economía, pero yo no sé hasta qué punto se puede justificar. Me gustó la posición asumida por el nuevo Presidente, hay que reconocer que es una posición valiente, de decir que no vamos a entrar mientras no se arreglen las ideas, no se respeten las resoluciones que comprometieron a los gobiernos para echar a andar el Mercosur.
-¿Cuál cree que es el modelo de integración que se adecua a nuestro país?
-Nuestras sociedades son muy corruptas. Tiene que haber un renacimiento desde abajo, con una fuerza moral extraordinaria. Sin eso no se puede. Yo apostaría por personas, grupos o movimientos de base cristiana. No digo que todos sean buenos, pero necesitamos personas formadas, con base cristiana, sólidas para hacer respetar la Constitución, respetar la familia. Me gusta el modelo chileno, con una economía bastante sólida. Me gusta México. Está en una muy buena posición. Está el ejemplo de Costa Rica. Tenemos que cultivar la libertad y mirar bien y copiar la recuperación de Europa después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
-¿Para usted huele mal eso de combatir la pobreza con sueldos para los pobres?
-Eso ya hacía Hitler en los años 30. Todos los gobiernos totalitarios hacían lo mismo que hacen hoy estos gobiernos de Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia... Se hace regalos a la gente. Se difunde oficialmente la mendicidad.
-Se legaliza.
-Sí. Se hace de manera legal. Se crea una clientela a la que se le lleva en autobuses a las manifestaciones oficiales, se promueve el odio y se persigue a los que no están con el gobierno, como vemos que pasa en la Argentina. En fin, se gobierna en forma dictatorial con una fachada de democracia. Vaya si no lo conocemos bien los paraguayos.

No comments: