En
Bolivia hay una ciudad llamada El Alto que hace honor a su nombre porque está
ubicada a 4.070 metros sobre el nivel del mar. Allí nació la arquitectura
transformer, también conocida como arquitectura chola. Se trata de un estilo
que une lo ostentoso de un palacio medieval, las formas de las construcciones
chinas, los símbolos de las culturas andinas y todos los colores del arcoíris.
Con su estilo
barroco y atrevido, lleno de símbolos andinos, las minimansiones afloran en las
calles de El Alto,
la pujante ciudad que crece a paso acelerado, pegada a La Paz.
Identifican a
nuevos ricos indígenas, muchos de ellos comerciantes informales que hicieron
fortuna vendiendo cosas en la calle. Sus propietarios a menudo invierten
millones de dólares en edificios opulentos y gastan fortunas en salones de bailes
con colores brillantes.
"Son una
nueva burguesía aymara
que migró del campo y logró éxito en el comercio", a la que además le
gusta ostentar su cultura a la par que su poder económico, dice el antropólogo
jesuita Xavier Albó.
Las
minimansiones combinan arquitectura moderna con diseños tradicionales y
reflejan sobre todo dos cosas: la riqueza de los dueños y su condición de
aymaras. Hay unos 120 edificios de ese tipo en Bolivia, la mayoría de
ellos en la gigantesca barriada pobre de El Alto, según la historiadora de la
arquitectura Elisabetta Andreoli, quien describe el estilo como
"neoandino". Y hay muchas más bajo construcción.
La mayoría
surgieron desde 2006, tras la llegada a la presidencia de Evo Morales,
el primer gobernante indígena y aymara del país. Y coinciden con un modesto
boom económico, producto de los buenos precios de las materias primas, y de un
creciente orgullo que sienten los aymaras por su cultura. La industria de la
construcción creció un 8.6% el año pasado, a un ritmo que es dos veces el del
crecimiento económico en general.
Descendientes
de los tiwanacotas,
uno de los pueblos andinos más antiguos, los aymaras nunca fueron sometidos, ni
siquiera por los incas, y se expandieron por el norte de Chile, el sur de Perú
y en Bolivia son la etnia más influyente.
"Yo soy
una mujer aymara orgullosa de mi cultura, alegre y llena de colores. Entonces,
¿Por qué mi casa no puede mostrar lo que yo soy?", dice Rosario Leuca, una
vendedora de comida que está construyendo su edificio de siete plantas.
Hace diez
años Leuca migró de su pueblo en las orillas del lago Titicaca
y su buena sazón le permitió acumular una pequeña fortuna. Comenzó vendiendo en
la calle y ahora construye un segundo restaurante en su propio edificio.
Freddy
Mamami, 42 años, es uno de los más destacados creadores de esta tendencia
arquitectónica que la gente llama "cholet" (fusión de chalet y
cholo), algo que Mamani considera peyorativo. Comenzó como ayudante de albañil
hace 20 años, hoy es ingeniero civil y tiene una constructora con 200 obreros.
Edificó por encargo 60 edificios coloridos en esta ciudad y otros 20 están en
construcción.
Con poco más
de 800 mil habitantes, El Alto es una ciudad de contrastes. Una mayoría de sus
calles son de tierra, decenas de barrios carecen de alcantarillado, el
transporte es caótico pero bulle de comercio informal y talleres artesanales
por el desempleo. En sus mercados callejeros se puede comprar todo tipo de
mercadería legal, de contrabando e incluso autopartes robadas.
Mamani es
algo tímido pero sus obras son expresivas: el cóndor, la víbora, la cruz
andina, elementos culturales aymaras, adquieren formas y colores estilizados en
sus deslumbrantes fachadas.
"Todo
empezó con la sugerencia de un cliente", relató Mamami. "Se me
ocurrió usar figuras simbólicas de los tiwanacotas, porque me identifico con mi
cultura y me siento orgulloso de ella".
Los tonos brillantes
de verde y amarillo que emplea "son los colores que representan la
prosperidad y la esperanza", indicó.
"No he
visto nada como este estilo en cualquier otro lugar", dijo la arquitecta
historiadora Andreoli, coautora de un libro sobre las obras de Mamani.
"Creo que una gran cantidad de países, en América Latina, así como en el
sur de la de otras partes del mundo, han tratado de diferenciarse de la
arquitectura clásica y moderna, que proviene del norte".
"Es una
nueva tendencia que yo llamaría arquitectura barroca popular contemporánea; a
ellos (comerciantes aymaras) les gusta así, a mí me parece que hay un
desequilibrio de colores", opina Gastón Gallardo, profesor de arquitectura
en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.
Pero los
alteños se sienten orgullosos. "Es como un grito de decir aquí estamos,
esto somos", dice Rafael Choque, 25 años y estudiante de Agronomía.
"Nos gusta la alegría y a nuestro modo expresamos el lujo", opina
Mario Choque, comerciante de 45 años.
"Hay
cosas que uno no entiende. En El Alto ni policías hay en algunos barrios pero
tenemos estos edificios", comenta la maestra Felisa Vargas, de 48.
No son sólo
casas para vivir. La planta baja es un salón lujoso de fiestas para alquilar,
con espejos en las paredes, columnas, arcos y suntuosos detalles en el cielo
raso que sostienen lámparas importadas de Irán, España e Italia.
En los pisos
superiores hay departamentos o galerías comerciales para rentar y en la terraza
un chalet sirve de vivienda a los dueños, soleado y con vista a los nevados
andinos.
En una plaza
céntrica de esta ciudad se levanta un enorme monumento al "Che"
Guevara, que recuerda las épicas revolucionarias de los alteños,
curiosa paradoja para estos hábiles comerciantes capitalistas.
Los edificios
ya cruzaron incluso la frontera, pues migrantes bolivianos llevaron a Mamani a
construir en ciudades del sur de Perú, donde edificó tres casas, y en Brasilia,
donde construyó un edificio para un migrante. (www.infobae.com)
LOS NUEVOS RICOS INDÍGENAS EN BOLIVIA
El Nuevo Herald de EEUU (www.elnuevoherald.com)
Con su estilo barroco y atrevido, lleno de símbolos andinos, las
minimansiones que afloran en las calles de El Alto, la pujante ciudad pegada a
La Paz que crece a paso acelerado, no pasan inadvertidas.
Identifican a nuevos ricos indígenas, muchos de ellos comerciantes
informales que hicieron fortuna vendiendo productos en la calle. Sus
propietarios a menudo invierten millones de dólares en edificios opulentos y
gastan fortunas en salones de bailes con colores brillantes.
“Son una nueva burguesía aymara que migró del campo y logró éxito en el
comercio”, a la que además le gusta ostentar su cultura a la par que su poder
económico, dice el antropólogo jesuita Xavier Albó.
Las minimansiones combinan arquitectura moderna con diseños
tradicionales y reflejan sobre todo dos aspectos: la riqueza de los dueños y su
condición de aymaras. Hay unos 120 edificios de ese tipo en Bolivia, la mayoría
de ellos en la gigantesca barriada pobre de El Alto, según la historiadora de
la arquitectura Elisabetta Andreoli, quien describe el estilo como “neoandino”.
Y hay muchas más en proceso de construcción.
La mayoría surgieron tras la llegada a la presidencia de Evo Morales, el
primer gobernante indígena del país, un aymara, en el 2006. Y coinciden con un
modesto boom económico, producto de los buenos precios de las materias primas,
y de un creciente orgullo que sienten los aymaras por su cultura. La industria
de la construcción creció un 8,6% el año pasado, a un ritmo que es dos veces el
del crecimiento económico en general.
Descendientes de los tiwanacotas, uno de los pueblos andinos más
antiguos, los aymaras nunca fueron sometidos, ni siquiera por los incas, y se
expandieron por el norte de Chile, el sur de Perú y en Bolivia son la etnia más
influyente. El Alto es su hechura.
“Yo soy una mujer aymara orgullosa de mi cultura, alegre y llena de
colores. Entonces, ¿Por qué mi casa no puede mostrar lo que yo soy?”, dice Rosario
Leuca, una vendedora de comida que está construyendo su edificio de siete
plantas.
Hace 10 Leuca migró de su pueblo en las orillas del lago Titicaca y su
buena sazón le permitió acumular una pequeña fortuna. Comenzó vendiendo en la
calle y ahora construye un segundo restaurante en su propio edificio.
Freddy Mamami, 42 años, es uno de los más destacados creadores de esta
tendencia arquitectónica que la gente llama “cholet” (fusión de chalet y
cholo), algo que Mamani considera peyorativo.
Comenzó como ayudante de albañil hace 20 años, hoy es ingeniero civil y
tiene una constructora con 200 obreros. Edificó por encargo 60 edificios
coloridos en esta ciudad y otros 20 están en construcción.
Con poco más de 800,000 habitantes, El Alto es una ciudad de contrastes.
Una mayoría de sus calles son de tierra, decenas de barrios carecen de
alcantarillado, el transporte es caótico pero bulle de comercio informal y
talleres artesanales por el desempleo. En sus mercados callejeros se puede
comprar todo tipo de mercadería legal, de contrabando e incluso autopartes
robadas.
Mamani es algo tímido pero sus obras son expresivas: el cóndor, la
víbora, la cruz andina, elementos culturales aymaras, adquieren formas y
colores estilizados en sus deslumbrantes fachadas.
“Todo empezó con la sugerencia de un cliente”, relató Mamami. “Se me
ocurrió usar figuras simbólicas de los tiwanacotas, porque me identifico con mi
cultura y me siento orgulloso de ella”.
Los tonos brillantes de verde y amarillo que emplea “son los colores que
representan la prosperidad y la esperanza”, indicó.
“No he visto nada como este estilo en cualquier otro lugar”, dijo la
arquitecta historiadora Andreoli, coautora de un libro sobre las obras de
Mamani.
BOLIVIA: CHOLITAS QUE SON TITANES
La tarde de los domingos el Coliseo Multifuncional
Heriberto Gutiérrez, en la ciudad El Alto, en la periferia de La Paz, se colma
de público local y extranjero, para seguir las alternativas de las contiendas
de lucha libre de mujeres. Un exitoso show que provoca polémicas.
La Voz de Argentina (www.lavoz.com.ar)
l caminar El
Alto, ciudad ubicada en el área metropolitana de La Paz, la capital de Bolivia,
la atención de los turistas confluye en los avisos publicitarios callejeros,
que a los memoriosos les recuerdan a Titanes en el ring.
Si bien no está
Martín Karadajian, La Momia, La Viudita o El Hombre de la Barra de Hielo, las
participantes promocionan el espectáculo en los sectores donde se mueve el
turismo.
Además, el show
es difundido por los tours que ofrecen empresas turísticas con transporte,
catering y venta de merchandising para presenciar lo que ya es un tradicional
espectáculo: la lucha libre femenina.
Todos los
domingos la gente se agolpa en los ingresos del Coliseo Multifuncional
Heriberto Gutiérrez de El Alto, a 3.900 metros sobre el nivel del mar. Largas
filas de público avanzan por las veredas, entre improvisados puestos de comidas
y venta de caretas que imitan los rostros de las luchadoras, mientras desde un
camión un altavoz anuncia el programa.
El coliseo es
un enorme espacio bajo un tinglado que aún está en obras. Allí, en el centro,
está el ring rodeado por tribunas populares y un área exclusiva a pasos del
cuadrilátero, destinada a los extranjeros.
Pone en clima
la entonación de Humo sobre el agua, de Deep Purple, con instrumentos andinos y
tecno huaynos bolivianos. La música aturde, un aparato desprende humo y
burbujas y el olor a fritangas de pollo inunda el ambiente.
Un locutor
saluda al público, da la bienvenida a los extranjeros y anuncia a viva voz la
primera contienda. En este caso, la Princesa contra Claudina, la “Mala”.
Se corren las
cortinas y aparece la Princesa, ataviada con un lujoso traje, sombrero y joyas.
Se desplaza por la pasarela al compás de la música y la pollera gira, en un
espectáculo de color y gracia andina. Tras recorrer el ring baja para sacarse
fotos y saludar a sus seguidores. Ella encarna a la luchadora “buena”.
A continuación,
aparece Claudina, que baila con elegancia, pero tiene actitudes más agresivas,
el público le silba y le grita.
Segundos afuera
Cada una de las
luchadoras se ubica en la esquina correspondiente. Se quitan los sombreros
bombín, chales y joyas, hacen elongaciones sobre las cuerdas, se trepan a ellas
y las luces de colores las enfocan.
Ya en el medio
del ring se toman de los brazos y comienza el forcejeo, una llave y las
polleras describen haces de colores con las vueltas. La Princesa cae, Claudina
se sube a las cuerdas y con agilidad se tira sobre la contrincante y la
aplasta.
Todo parece
terminado, el árbitro comienza la cuenta, pero la Princesa se levanta y aplica
un golpe a la rival y la tira del cuadrilátero. Abajo el público grita, se
enfervoriza y pide más.
Claudina es
agarrada por el cuello, tras una toma es puesta de espaldas en el suelo y llega
la cuenta definitiva.
El público
festeja el triunfo de la Princesa, o sea, el bien sobre el mal. Una metáfora
con la vida real que demuestra que los buenos también pueden ganar, en esa
sociedad tan desigual.
Se suceden las
peleas y a medida que avanza el show se vuelve más anárquico.
Llega la lucha
de hombres, muchos con sobrepeso y edad avanzada. Lucen trajes pegados al
cuerpo y siempre en esa dualidad bueno - malo; tierno -bárbaro.
Siempre el
fallo de los jueces es polémico, es parte del juego, lo que compromete a un
nuevo enfrentamiento para el domingo siguiente.
Son las 19.30 y
el frío en el polideportivo es intenso porque se cuela un viento helado. El
espectáculo llega a su fin, salen los luchadores a saludar, algunos con
magullones y otros rengueando. El público abandona el estadio excitado y
comenta lo observado.
Los extranjeros
son invitados a sacarse fotos con las luchadoras sobre el ring. Intercambio de
sombreros y fotos, junto a los ídolos populares de polleras.
El origen
Sobre el origen
del espectáculo hay muchas historias. Una dice que la lucha libre de cholitas
la creó un grupo de madres campesinas, décadas atrás, como reivindicación a las
mujeres indígenas en contra de la violencia masculina. Otra, afirma que deriva
de una tradición cultural basada en fiestas populares incaicas como el Tinku,
ritual y danza folklórica.
Algunos
aseguran que fue Edgar Zabala, conocido como el “Comandante” en el ambiente del
catch, quien sumó las cholas al espectáculo aunque otros se lo adjudican a Juan
Mamani, obligado por el desinterés en las peleas de hombres. Con ese fin lanzó
una convocatoria de mujeres, se anotaron 200 y quedaron más de una docena. Les
enseñó la dura disciplina y las polleras subieron al ring a partir de 2003.
El espectáculo
es exitoso y mezcla de combate, melodrama, destreza y juego. donde las mujeres
son las principales protagonistas. Sin embargo, en los espectadores extranjeros
hay quienes lo apoyan y quienes lo rechazan.
Benita, la
“intocable”
Benita tiene 29
años, es secretaria en una oficina y vive de su empleo, al igual que otras
luchadoras. Es hija y nieta de luchadores y esta actividad es para ella una
herencia.
Tiene hermosos
rasgos indígenas, de piel morena, cabello negro con dos trenzas y viste el
tradicional traje con cuatro enaguas y falda con pliegues. Por debajo, lleva
una faja para proteger los riñones y la columna y en el torso luce una blusa
bordada y un chal con flecos al tono. Su sombrero bombín se inclina hacia la
izquierda e indica que está soltera.
Comenta que
cuando personifica a Benita la “intocable” se hace odiar porque interpreta a la
mala, pero se trata de una actuación. Lucha desde hace siete años, le gusta
sentir la adrenalina que le genera la subida al ring. Integra la categoría peso
liviano que le permite mayores acrobacias.
La voz del
locutor calla. Queda sólo la música. Termina el domingo. Benita y sus
compañeras mañana se enfrentarán al combate de la vida cotidiana, el trabajo,
la familia, el entrenamiento.
El espectáculo
genera adhesiones y rechazos, pero es una realidad que por ignorarla no deja de
existir.
Lo que hay que
saber
Dónde: el show
tiene lugar en el Coliseo Multifuncional Heriberto Gutiérrez de la ciudad de El
Alto, junto a la ciudad de La Paz.
Entradas: el
costo por persona varía desde $ 100 a $ 200 según la empresa turística que
proporciona un guía y la compañía de una luchadora; se encarga del transporte,
ida y vuelta, y ofrece snack, área exclusiva, recuerdos y foto con las
protagonistas.
La entrada
popular desde las tribunas cuesta entre tres y cuatro pesos.
Clima: El Alto
se encuentra a 3.900 metros sobre el nivel del mar y siempre hace frío porque
todavía no tiene terminados los muros exteriores. .
Horarios: el
espectáculo se realiza los domingos desde las 16 y termina cerca de las 20.
En cine: el
filme Mamachas del ring, de la estadounidense Betty M. Park, narra la historia
de la luchadora Carmen Rosa, “la Campeona”.
El
Mercurio Digital de España (www.elmercuriodigital.net)
La historia de
los juicios de responsabilidades en Bolivia está plagada de rencor, venganza e
impunidad. Todos los procesos instaurados contra altos dignatarios de Estado
fueron promovidos por enconos personales y partidarios que confundieron la
necesidad de hacer justicia y exigir una rendición de cuentas, con el ciego
rencor o la intimidación. Pocos juicios fueron presentados ante la Corte o
Tribunal Supremo con acusaciones susceptibles de comprobación y con
procedimientos jurídicos respaldados, como las acciones de Marcelo Quiroga
Santa Cruz contra Hugo Banzer o el proceso contra Luis García Meza Tejada y su
primer gabinete de ministros. En general, el poder es un ejercicio casi
completamente impune en Bolivia, que pasa a ser el país donde la política es
una actividad verdaderamente irresponsable, despreciativa con la
institucionalidad democrática y destructiva del aparato estatal.
En otros casos,
existiendo pruebas en contra de los inculpados, los acuerdos políticos en el
Parlamento o la negociación a puerta cerrada por puro cálculo de intereses,
hicieron que todo intento quedara sepultado en el olvido o la ilegalidad. En el
siglo XXI ocurre lo mismo, pues la democracia boliviana se caracteriza por un
gran vacío en sus capacidades para responsabilizar a quienes se aprovechan del
Estado en los altos círculos del poder. No existe una estructura institucional
que juzgue eficientemente al Presidente y sus ministros por las decisiones que
éstos toman y las políticas que llevan a cabo. El sistema democrático tiene una
estructura que alienta la arbitrariedad, de manera que los juicios de
responsabilidades son substituidos por las movilizaciones callejeras donde la sociedad
busca, por la fuerza, que las autoridades políticas del Estado rindan cuentas
de sus actos y sean castigadas.
Los juicios de
responsabilidades tienen razones estrictamente políticas para llevarse a cabo,
dejándose de lado los objetivos institucionales donde sea el respeto a la ley
lo que predomine para llevar adelante un verdadero Estado de derecho. A
diferencia del impeachment estadounidense, la Constitución Política del Estado
hasta el año 2004 preveía un juicio contra dignatarios de Estado por motivos de
traición a la patria, malversación de fondos fiscales y violación de las
garantías constitucionales. Desde la aprobación de la Constitución del Estado
Plurinacional en 2009, los delitos cometidos por servidores públicos que
atenten contra el patrimonio del Estado y causen grave daño económico, tienen
un carácter imprescriptible y no admiten régimen de inmunidad.
Asimismo, en
Bolivia se instauró la Procuraduría General del Estado para defender los
intereses de éste. Sin embargo, los trámites en la realidad están plagados de
formalismos burocráticos e interpretaciones jurídicas confusas que,
normalmente, bloquean cualquier acción concreta que quisieran ejecutar algunos
líderes políticos o parlamentarios. De hecho, ninguna organización de la
sociedad civil u otra institución que busque limitar los abusos del poder
podría plantear un juicio de responsabilidades. Quienes ejercen el poder dentro
del Estado, finalmente se cubren las espaldas con la misma red de instituciones
que puede ser maniobrada políticamente.
En otros casos,
el juicio de responsabilidades se convierte en una coartada jurídica o en un
pretexto para evitar que algunos burócratas sean acusados ante el Ministerio
Público. Justamente se intentó desarrollar este procedimiento en el juicio contra
el ex Superintendente del Fondo de Pensiones, Alfonso Peña Rueda, cuyo abogado
quiso recurrir a un juicio de responsabilidades para evadir un proceso en otros
estrados judiciales.
Los juicios ante la historia
Los juicios ante la historia
Durante la vida
republicana se desarrollaron alrededor de 35 juicios de responsabilidades
contra altos mandatarios de Estado, entre presidentes y ministros, de los
cuales solamente cinco concluyeron, hasta la fecha, con sentencias claras y
definitivas. La historia se remonta a 1828, cuando tuvo lugar el primer juicio
de responsabilidades con la acusación del Mariscal Antonio José de Sucre en
contra de José María Pérez de Urdininea, ministro de guerra, el 2 de agosto de
1828, por el delito de traición a la patria en ocasión de la invasión militar de
Agustín Gamarra. Por los oscuros sucesos políticos de la época en contra de
Sucre, el juicio quedó en nada. Pérez de Urdininea se declaró abiertamente
enemigo político de Sucre, instigando a la sublevación a algunos sectores del
ejército. El caos reinante durante los inicios de la República determinó la
salida del poder de Sucre y su posterior asesinato. Pérez de Urdininea celebró
la muerte de Sucre y exigió en más de una ocasión que sea declarado traidor y
enemigo de Bolivia. Nunca importaron las capacidades institucionales como el
soporte para defender los derechos de las personas o del mismo Estado.
El segundo juicio se inicia con la acusación del diputado por Chayanta, José Pareja, contra el gobierno del general José Miguel de Velasco, el primero de octubre de 1840 por el delito de infracciones constitucionales. La acusación fue archivada debido a razones infundadas. Después, una sorprendente acusación impulsada por la prensa en contra del Mariscal Andrés de Santa Cruz, acusándolo de ser propulsor del restablecimiento de la moneda feble, malversaciones y supresión de las libertades de prensa, dio lugar a otro proceso. Éste terminó el dos de noviembre de 1839, cuando se declara al Mariscal de Santa Cruz “insigne traidor, indigno boliviano cuyo nombre debe ser borrado de las listas civil y militar de la República”.
Con el paso del tiempo, la propia prensa se encargó de reivindicar la dignidad de Andrés de Santa Cruz, aunque siempre consideró su gestión de gobierno como dictatorial. El Mariscal es uno de los pocos gobernantes que, gozando incluso de cierto prestigio y lealtades en el ejército, no trató de eludir ni reprimir el juicio de responsabilidades en su contra.
El segundo juicio se inicia con la acusación del diputado por Chayanta, José Pareja, contra el gobierno del general José Miguel de Velasco, el primero de octubre de 1840 por el delito de infracciones constitucionales. La acusación fue archivada debido a razones infundadas. Después, una sorprendente acusación impulsada por la prensa en contra del Mariscal Andrés de Santa Cruz, acusándolo de ser propulsor del restablecimiento de la moneda feble, malversaciones y supresión de las libertades de prensa, dio lugar a otro proceso. Éste terminó el dos de noviembre de 1839, cuando se declara al Mariscal de Santa Cruz “insigne traidor, indigno boliviano cuyo nombre debe ser borrado de las listas civil y militar de la República”.
Con el paso del tiempo, la propia prensa se encargó de reivindicar la dignidad de Andrés de Santa Cruz, aunque siempre consideró su gestión de gobierno como dictatorial. El Mariscal es uno de los pocos gobernantes que, gozando incluso de cierto prestigio y lealtades en el ejército, no trató de eludir ni reprimir el juicio de responsabilidades en su contra.
En el cuarto
juicio, el Congreso General Constituyente de Bolivia acusó y condenó a José
Ballivián, declarándolo insigne traidor. Al mismo tiempo, se exhortó a que todo
patriota fuera tras las huellas de este ex Presidente y lo trajera vivo o
muerto. La mayoría del Congreso expresó públicamente su encono y deseo de
venganza hacia Ballivián. Aquella la época, se consideraba que la mejor
política era la de matar y morir por la patria, deshaciéndose de cualquier
enemigo. La concertación o tolerancia, así como la institucionalidad para
juzgar la conducta política y limitar las acciones de los poderosos eran,
simplemente, actitudes impensables.
En agosto de
1857, el diputado Mariano Baptista instauró un juicio contra el presidente
Jorge Córdova, a quien se lo culpaba de haber utilizado facultades
extraordinarias que no le correspondían, cometiendo supuesto abuso de
funciones. Sin embargo, una comisión especializada concluyó que no se violaba
la Constitución, declarando a Córdova inocente. El partido liberal de Baptista
siguió conspirando en más de una ocasión para defenestrar al Presidente. De igual
manera, la lógica de guerra predominaba en la política, exigiendo el
derrocamiento de los líderes al margen de cualquier fortalecimiento de la ley o
la consolidación institucional del Estado.
Otro juicio,
tramitado por Tomás Frías, Adolfo Ballivián y Mariano Baptista del partido
liberal, se libró contra José María Linares en 1861. En este juicio se
pronunció sentencia sin proceso alguno, por lo que se convirtió en un hecho
atentatorio contra el mínimo principio de defensa de derechos. Fue el juicio
más viciado de la historia aprovechando el respaldo del ejército y la presión
política de los liberales en ciertos cargos influyentes. Así se inaugura un
momento donde no hay forma de precautelar la justicia por medios imparciales
que respondan a un Estado sustentado en un orden institucionalizado.
Una séptima
acusación se desarrolló contra el gobierno de José María Achá. El objetivo era
derrocarlo por los medios más legales. Para ello, la oposición se valió de la
Asamblea de 1864 y de la Comisión de Constitución, Justicia y Policía Judicial
del Congreso. Sin embargo, debido a que los cargos eran infundados, la Asamblea
absolvió al gobierno. A su vez, José María Achá cobró su revancha persiguiendo
a los conspiradores. El octavo juicio fue contra Mariano Melgarejo el 6 de
febrero de 1871. Dicho proceso fue impulsado por el gobierno de Agustín Morales
quien declaró delincuente al general Melgarejo por traición a la patria,
prevaricato, desmembramiento del territorio nacional, matanzas de indios,
falsificación de la moneda nacional y escandalosa embriaguez habitual. También
se declaró delincuentes a sus Ministros de Estado y Diputados de la Asamblea
que aprobaron los límites territoriales entre Bolivia y Brasil. El tribunal que
condenó a Melgarejo, estuvo a la cabeza del famoso jurista Pantaleón Dalence.
Este juicio terminó con una sentencia, al menos históricamente, aunque quedó
sin ser ejecutada.
Otra acusación
fue la de Belisario Salinas contra Agustín Morales, debido a infracciones
constitucionales, el 5 de septiembre de 1871. No llegó a votarse una
investigación porque a pocas semanas de presentada la acusación, Salinas murió.
Su muerte no fue un complot, aunque Morales afirmó que la justicia divina se
había encargado de saldar cuentas con el rebelde. Todo degeneró en
personalismos y odios primitivos sin impulsar nunca los valores
constitucionales o el concepto de debido proceso.
La Convención
de 1880 inició otro juicio contra el presidente Hilarión Daza bajo los cargos
de atropello de las garantías sociales e individuales, despilfarro, peculado y
mala conducción de la guerra contra Chile. El juicio se extendía hacia sus
ministros y todos los que aceptaron funciones públicas en su gobierno. Los
legisladores de 1893 nuevamente acusaron a Daza. Esta vez, el Senado debía
debatir el tema en presencia del acusado pero, cuando éste viajaba a La Paz
para asumir su defensa, fue asesinado en Uyuni, el 27 de febrero de 1893. Este
juicio de responsabilidades es el que más contenidos políticos tuvo donde,
además, se detectó documentación fraguada, extraviada, correspondencia secreta
y estrategias de sedición para encubrir a los principales responsables por el
desastre bélico con Chile. En aquella época, los enemigos políticos de Daza
hicieron todo a su alcance para acecharlo y negarle posibilidades de defensa.
En 1895, Ismael
Vásquez acusó a Mariano Baptista por haber ratificado, canjeado y promulgado
los tratados con Chile en 1894. Este juicio también quedó en nada. Mucha
documentación se perdió y las amenazas de muerte contra Vásquez terminaron por
amedrentarlo del proceso.
Venganzas en
lugar de imperio de la ley
El diputado por
Oruro, León Loza, acusó en 1904 al Presidente José Manuel Pando por infringir
preceptos constitucionales. Esta acusación, al carecer de suficiente apoyo
político, no prosperó. Loza se vio solo con los trámites y desistió por miedo a
represalias. La décimo cuarta acusación fue hecha por un grupo de diputados en
contra de Ministros del gobierno del general José Manuel Pando. En realidad es
una ampliación del anterior pliego acusatorio de 1904. En esta oportunidad,
tampoco fructificaron los trámites pues León Loza se negó a entregar la
documentación de respaldo, arguyendo que ya existían negociaciones políticas
desde el gobierno para desbaratar toda oposición.
La décimo
quinta acusación fue impulsada por Rafael de Ugarte, diputado por Cochabamba,
contra Carlos Torrico, ex ministro de hacienda en el gobierno de Eliodoro
Villazón. Esta acusación fue superficial e improcedente, la más débil de todos
los juicios de responsabilidades, anulándose casi de manera inmediata. Ni los
cargos, ni el procedimiento estuvieron claros y no pasó de ser una simple
anécdota.
Un nuevo juicio
fue impulsado por el Ministerio Público, acusando al ex ministro de justicia,
Alfredo Ascarrunz, por los delitos de soborno en la construcción de dos obras
públicas. Sin embargo, no hubo mayor fuerza para la acusación por insuficientes
pruebas jurídicas. No pudo comprobarse, ni corrupción ni malversación de fondos
fiscales. Algo similar ocurrió con un grupo de diputados que acusó al ex
presidente Ismael Montes en 1917, por infracción a la Constitución, violación
de garantías individuales y malversación de fondos fiscales. Por error de
conceptos y procedimientos, la acusación no continuó. Los diputados por
Cochabamba que iniciaron el proceso, no obstante su profesión de abogados jamás
pudieron tramitar el juicio con efectividad, provocando la desconfianza de
otras bancadas como la de La Paz que retiró todo apoyo.
El 25 de mayo de 1931, el diputado Roberto Ballivián, acusó al ex presidente, Bautista Saavedra, por no haber presentado las cuentas generales de su gobierno, malversación y defraudación. Luego de largas especulaciones de orden jurídico, la acusación fue declarada improcedente. Este juicio podría ser emblemático por la interpretación tendenciosa que se dio a las leyes. Los defensores de Saavedra hicieron lo imposible para armar tretas jurídicas, imponiéndose una lógica verdaderamente kafkiana, es decir, enredar todo con el fin de estancar cualquier oportunidad, tanto para esclarecer los hechos como para demostrar la inocencia de los implicados.
El 25 de mayo de 1931, el diputado Roberto Ballivián, acusó al ex presidente, Bautista Saavedra, por no haber presentado las cuentas generales de su gobierno, malversación y defraudación. Luego de largas especulaciones de orden jurídico, la acusación fue declarada improcedente. Este juicio podría ser emblemático por la interpretación tendenciosa que se dio a las leyes. Los defensores de Saavedra hicieron lo imposible para armar tretas jurídicas, imponiéndose una lógica verdaderamente kafkiana, es decir, enredar todo con el fin de estancar cualquier oportunidad, tanto para esclarecer los hechos como para demostrar la inocencia de los implicados.
La décimo
novena acusación fue hecha por un grupo de diputados contra Luis Tejada Sorzano
por el delito de soborno. Debido a que la acusación carecía de todo fundamento
y, demostrándose la inocencia del inculpado, la Cámara de Diputados dejó de
lado la acusación el 4 de diciembre de 1931. El vigésimo juicio se realizó el 7
de abril de 1931 contra el ex presidente Hernando Siles por los delitos de
violación de garantías e intento de prórroga de su gobierno. Luego de los
debates en el Senado, se resolvió no continuar la acusación ante la Corte
Suprema.
En 1940 se
acusó ante el Senado a Eduardo Diez de Medina, ex Ministro de Relaciones
Exteriores y a Carlos Virreira, ex cónsul general de Bolivia en París, por
prevaricato, violación de la Constitución y extorsión. El Congreso no consideró
la acusación quedando en el enigma histórico hasta hoy cuál fue la verdad sobre
estas denuncias. La suspensión del juicio contó con el apoyo de los partidos
del oficialismo y de la propia oposición, quienes resolvieron no tensionar más
la endeble estabilidad política de la época. En aquel entonces, la denominada
“rosca minera” debía defender su continuidad en el poder pasara lo que pasara,
interrumpiendo juicios que rápidamente pudieron haber sido utilizados por
grupos extremistas con otros fines de sabotaje.
La Fiscalía de
Partido de Cochabamba acusó al ex ministro de Agricultura, José Mercado, por
prevaricato, soborno y depredación. Este juicio se destaca porque llegó a su
término y la Corte Suprema sentenció a Mercado a quedar inhabilitado para
ejercer cualquier cargo público, a guardar reclusión y pagar daños y perjuicios
al Estado. Según la documentación de la Corte Suprema, los procedimientos
fueron absolutamente pertinentes, sobre todo porque las pruebas contra Mercado eran
por demás evidentes.
El 6 de mayo de
1947, un grupo de diputados interpuso un juicio de responsabilidades contra el
vicepresidente Julian Montellanos y los ex ministros del gobierno de
Villarroel, entre los que figuraban Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Suazo.
Durante esta época, toda acción legal desde el Parlamento y la Corte Suprema
buscaba perjudicar al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), incluso
aquellos disturbios y pequeñas rebeliones mineras que no implicaban la
responsabilidad del MNR eran imputadas a éste. La rosca oligárquica, sin darse
cuenta, iba acrecentando la adhesión popular al MNR al identificarlo como el
partido más peligroso con posibilidades de instalarse en el poder. El juicio
contra Paz Estenssoro y Siles Suazo, a quienes se acusaba de malversación de
fondos fiscales, defraudación y formación de logias secretas, fue bien
aprovechado por Walter Guevara para cultivar mayores lealtades en el
sindicalismo minero, obstaculizando el trámite ante la Corte Suprema.
En 1966 se
inició un juicio de responsabilidades contra el ex presidente Víctor Paz y más
de cien personas. El principal impulsor del proceso fue el ex Presidente René
Barrientos, que canalizó el encono de Falange Socialista Boliviana (FSB) y
algunos grupos de izquierda para vengarse del movimientismo. Prescribió en
virtud del artículo 20 de la ley del 31 de octubre de 1884, por no tener un
trámite adecuado y suficientes documentos de sustento.
El diputado
Marcelo Quiroga Santa Cruz inició la tramitación de un juicio de
responsabilidades en septiembre de 1979 contra el ex dictador Hugo Banzer con
un pliego acusatorio de 96 delitos. La defensa del proceso que hizo Quiroga en
el Parlamento fue uno de los alegatos más importantes de la historia congresal.
Con suficiente documentación y buenos procedimientos jurídicos, el juicio
marchaba adelante. Sin embargo, al iniciarse la tramitación, el Partido
Socialista (PS-1), partido de Quiroga, no tuvo el apoyo de otras fuerzas
políticas. El juicio prescribió por caducidad, pues luego del asesinato de
Quiroga en julio de 1980, ningún miembro del PS-1, u otro partido, prosiguieron
con las acusaciones. En su época, el juicio fue considerado como un proceso en
contra de las Fuerzas Armadas; es decir, fue una herida abierta en pleno núcleo
del poder dictatorial.
El vigésimo
sexto juicio de responsabilidades fue contra Luis García Meza y su primer
gabinete ministerial. Por resolución congresal acusatoria del 25 de febrero de
1986, se acusó a García Meza ante la Corte Suprema, dándose una sentencia en la
que se lo declaró culpable el 21 de abril de 1993. El vigésimo séptimo proceso
fue abierto contra el ex ministro de educación del Acuerdo Patriótico, Hedim
Céspedes, por el uso indebido de influencias y apropiación de tierras en el
caso Bolibras. Uno de los principales impulsores del juicio fue el ex diputado
Miguel Urioste del MBL. Este juicio se estancó en la Comisión de Constitución,
Justicia y Policía Judicial de la Cámara de Diputados. Existe mucha
documentación de respaldo y los procedimientos jurídicos cumplían con la
normatividad congresal pero las negociaciones políticas desbarataron todo
sentido de justicia.
Entre los
últimos juicios de responsabilidades se encuentra el proceso iniciado por el
diputado Evo Morales contra el diputado del MNR y ex ministro de gobierno de
Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín, por los hechos sangrientos de
Amayapampa, Capasirca y Llallagua y por la violación de derechos humanos en las
zonas productoras de coca. La Izquierda Unida alentó el juicio, mientras que el
MNR trató de desbaratarlo por motivos procedimentales y con negociaciones al
interior del Parlamento.
Conclusiones
En consecuencia, se distinguen tres clases de juicios de responsabilidades en Bolivia: 1) los de acusación con proceso, sin defensa y condena inmediata mediante Ley de la República, como los de Andrés de Santa Cruz y Ballivián; 2) los juicios congresales de mero sumario informativo sin enjuiciamiento ante la Corte Suprema, como los de Siles y Saavedra; y 3) los casos que llegaron a la Corte Suprema que terminaron con sentencias acusatorias, como los de Mercado y García Meza. A esto se debe sumar otra veintena de amenazas con juicio de responsabilidades, cuyas características en Bolivia son una mezcla de extorsión política, encono y revanchismo, antes que un procedimiento justo para obligar a rendir cuentas a los poderosos. Estas tendencias históricas tienden a mostrar que los intentos por juzgar al Vicepresidente Álvaro García Linera quedarán en la nada, como sucedió en el extraño tranzar de intereses para los juicios contra Carlos Mesa Gisbert y Eduardo Rodríguez Veltzé. Incluso los juicios a los ex presidentes Jorge Quiroga por los petrocontratos y a Gonzalo Sánchez de Lozada por genocidio, son muestras de chicana, en lugar de procesos transparentes cuyo objetivo sea la defensa del Estado de derecho.
En consecuencia, se distinguen tres clases de juicios de responsabilidades en Bolivia: 1) los de acusación con proceso, sin defensa y condena inmediata mediante Ley de la República, como los de Andrés de Santa Cruz y Ballivián; 2) los juicios congresales de mero sumario informativo sin enjuiciamiento ante la Corte Suprema, como los de Siles y Saavedra; y 3) los casos que llegaron a la Corte Suprema que terminaron con sentencias acusatorias, como los de Mercado y García Meza. A esto se debe sumar otra veintena de amenazas con juicio de responsabilidades, cuyas características en Bolivia son una mezcla de extorsión política, encono y revanchismo, antes que un procedimiento justo para obligar a rendir cuentas a los poderosos. Estas tendencias históricas tienden a mostrar que los intentos por juzgar al Vicepresidente Álvaro García Linera quedarán en la nada, como sucedió en el extraño tranzar de intereses para los juicios contra Carlos Mesa Gisbert y Eduardo Rodríguez Veltzé. Incluso los juicios a los ex presidentes Jorge Quiroga por los petrocontratos y a Gonzalo Sánchez de Lozada por genocidio, son muestras de chicana, en lugar de procesos transparentes cuyo objetivo sea la defensa del Estado de derecho.
AUTORIDADES DE PERÚ Y BOLIVIA INERTES ANTE LA
CONTAMINACIÓN DEL RÍO SUCHES
Radio Pachamama de Perú (www.pachamamaradio.org)
Luego de las
denuncias de contaminación, generada por la explotación minera en la cuenca del
río Suches, que afecta a la provincia de Huancané de Perú y a tres provincias
de La Paz- Bolivia, la Comisión Técnica Binacional del río Suches de Perú y
Bolivia, recogió muestras y hasta el momento no ha implementado acciones de
control y tampoco los planes de mitigación.
Las
cancillerías de ambos Gobiernos organizaron en el 2012 una visita al río que
nace en la laguna Suches, acopiando muestras de tierra y de agua del río
que desemboca en el lago Titicaca, pero a la fecha no se sabe nada, continua la
contaminación.
Pobladores de Cojata piden policías para impedir que
combustible boliviano contamine el río Suches
La
contaminación de la cuenca del rio Suches por la minería ilegal no tiene de
nunca acabar, pues combustible boliviano sería el principal abastecedores
de la mineras ilegale en el distrito de Cojata provincia de Huancané, por
lo que los pobladores piden mayor control policial.
Así mismo, los
pobladores de las comunidades de Mecani, Tarucani, Chinhuani y otras, son
testigos presénciales de la contante circulación de camiones fusos con
cargamento de combustible, provenientes de la localidad de Huayrapata- Moho,
frontera con Bolivia.
BOLIVIANOS, PERUANOS Y CHILENOS, SON LOS MÁS
DISCRIMINADOS EN MENDOZA
Lo reveló un muestreo difundido esta semana. El género y
el color de piel son factores que motivan esa conducta. La competencia laboral es
uno de los ámbitos donde se manifiesta la falta de trato igualitario.
Diario UNO de Argentina (www.diariouno.com.ar)
El 70% de los
mendocinos reconoció haber vivido una experiencia de discriminación.
De una muestra
de 800 encuestados de entre 18 y 74 años, el 37% dijo que sufrió esa práctica y
el 60% presenció un acto discriminatorio. A nivel nacional, lo experimentó el
65% de la población entrevistada, posicionándose Mendoza por encima de la media
nacional.
Los que
mayormente padecen el rechazo social en estas tierras son los inmigrantes,
especialmente de países limítrofes como Chile, pero también de Perú y Bolivia.
Los discriminan sobre todo por su nacionalidad y su condición socioeconómica,
aunque el género, color de piel y si presentan alguna discapacidad son otros
factores tenidos en cuenta.
Los ámbitos
donde suceden estas situaciones son el laboral y los centros de salud u
hospitales y también en instituciones educativas.
Migrantes de
países limítrofes ocupan el tercer lugar en la lista de los grupos percibidos
como discriminados –después de los pobres y las personas con sobrepeso y
obesidad–, pero son los primeros entre los principales tipos de discriminación
experimentada (percibida y vivida) en Mendoza: 26% vivió o presenció
discriminación por ser migrante en Mendoza, dos puntos porcentuales por encima
de lo que se experimentó en el país.
“No sólo es
percibido por la sociedad mendocina como uno de los grupos más discriminados,
sino que efectivamente es uno de los cuales experimentan en mayor medida
situaciones que se expresan en el rechazo, la marginación y la negación
de derechos”, establece el primer mapa de discriminación provincial del país,
que corresponde a Mendoza y fue elaborado en articulación entre el Instituto
Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (Inadi) y la UNCuyo.
En 2013 se produjo un documento similar, de datos nacionales generales. Rescata
las percepciones de discriminación (prejuicios y estereotipos que tienen que
ver con la cultura y el orden social de Mendoza), y también las experiencias
concretas (vividas o presenciadas).
La falta de
trato igualitario con quienes tienen una nacionalidad distinta “sugiere la
persistencia de factores sociales, culturales e históricos que impactan en el
modo de relacionarse con los ciudadanos de otros países”, dice el mapa y
añade: “En Mendoza aún persisten prejuicios, estereotipos e imaginarios que
pesan sobre las personas migrantes, principalmente referidos a la competencia
laboral”.
Pablo Roma,
director de Políticas contra la Discriminación del Inadi, explicó otro aspecto
que tiene que ver con la discriminación de extranjeros: “En Mendoza los
encuestados manifestaron buen nivel de conocimiento respecto de leyes que
avanzan en derechos o que tienen que ver con la lucha contra la discriminación
(incluso en algunas normas es más alto el conocimiento que en otras provincias
del país). Un dato que puede aportar algo respecto a los grupos migratorios: a
la Ley de Migraciones la conoce bien sólo el 12% de los mendocinos, tendencia
que se reitera a nivel país”.
Percibido y
discriminado
Los mendocinos
manifiestan trato discriminatorio hacia gitanos, musulmanes, chilenos y
travestis, pero de acuerdo con el mapa “el alto porcentaje de rechazo hacia los
y las chilenos/as es homogéneamente ostensible en personas encuestadas en
Mendoza de todos los niveles de acuerdo con representaciones discriminatorias”.
Aunque el estudio no indaga en el trasfondo de las prácticas, sirve de ejemplo que cuando se buscó la representación simbólica de la palabra “chilenos”, para el 23% fue asociada a “igual que las demás personas”, 12% piensa que “son como nosotros”, 9,5% son “buenas personas”, aunque en la opción “otros” muchos hablaron de “traidores, vecinos, no me caen bien, no me gustan como personas ni su acento, no los quiero, los rechazo”.
Aunque el estudio no indaga en el trasfondo de las prácticas, sirve de ejemplo que cuando se buscó la representación simbólica de la palabra “chilenos”, para el 23% fue asociada a “igual que las demás personas”, 12% piensa que “son como nosotros”, 9,5% son “buenas personas”, aunque en la opción “otros” muchos hablaron de “traidores, vecinos, no me caen bien, no me gustan como personas ni su acento, no los quiero, los rechazo”.
De los
bolivianos, la mayoría dijo que eran “trabajadores”, el 13,1% los consideró
“iguales a los demás”, y los peruanos en general los consideran “iguales a las
demás” y luego “extranjeros”.
Cómo se hizo el
sondeo
Para el Mapa de
la Discriminación en Mendoza se encuestó a 800 personas. Se dividió en 120
áreas, 69 del Gran Mendoza y 51 del interior provincial. El trabajo de campo
fue cara a cara.
En Mendoza se
lo declaró de interés legislativo.
El mapa nacional
que se publicó en 2013 fue sobre 14.800 casos y requirió la intervención de 27
universidades que instrumentaron la investigación.
En genera
Si se agrupan
todas las experiencias, quienes elaboraron el Mapa de la Discriminación
destacan como particularidad provincial la discriminación por ser migrante; le
siguen el aspecto físico, la situación socioeconómica y el color de piel.
En Argentina
son los boliches y la calle donde más se observa discriminación, pero en
Mendoza es en las escuelas y la televisión. Este último aspecto es novedoso
para los investigadores ya que habla de la consideración de los medios
como reproductores de esas prácticas.
En referencia a
los lugares donde se discriminó, efectivamente predominan el educativo y el
laboral.
JUANA AZURDUY: REVOLUCIONARIA INDEPENDENTISTA POR LA
SOBERANÍA ARGENTINA
Azurduy y su esposo Manuel Ascencio Padilla se sumaron a
la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo de 1809 destituyó al presidente
de la Real Audiencia de Charcas, que integraba a los territorios del virreinato
instaurado por la corona española.
Telesur de Venezuela (www.telesurtv.net)
La miliciana
revolucionaria Juana Azurduy, fue una de las líderes de la antigua Republiqueta
de La Laguna junto a su esposo Manuel Ascencio Padilla, en las batallas por la
emancipación en el Virreinato del Río de la Plata (gobernación de Buenos Aires)
en el siglo XIX.
Ambos
luchadores se sumaron a la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo de 1809
destituyó al presidente de la Real Audiencia de Charcas que integraba a los
territorios del virreinato instaurado por la corona española.
Durante la
lucha por la emancipación, estuvo al mando de Antonio González Balcarce y luego
del General Manuel Belgrano, cuando enviaron expediciones a Buenos Aires y
combatieron a los realistas defendiendo la zonas de Chuquisaca y las selvas que
abarcaban Santa Cruz de la Sierra. Juana no claudicó en batalla, antes de
morir, combatió embarazada de su quinta hija.
En 1811,
Azurduy y Ascencio sufren la derrota del Ejército del Norte en la Batalla de
Guaqui, los realistas comandados por José Manuel de Goyeneche, tomaron el Alto
Perú, y arrebataron los ganados y propiedades de Padilla, fueron detenidos
Juana y sus hijos, pero logró rescatarlos y se refugiaron en las alturas de Tarabuco,
zona selvática.
Los
combatientes continuaron la lucha independentista y en 1813 se pusieron al
mando de Belgrano, nuevo jefe del Ejército Auxiliar del Norte, para batallar
con más de 100 mil milicianos en Vicalpugio. Posteriormente, Juana Azurduy organizó
el "Batallón Leales" que participó en la Batalla de Ayohuma el 9 de
noviembre de 1813, que significó el retiro de los ejércitos argentinos del Alto
Perú.
Mientras
Padilla organizó milicianos en guerrilla para combatir contra los comandos
realistas, Juana lideró la guerrilla que atacó el cerro de Potosí el 8 de marzo
de 1816. Este triunfo, aunado a la victoria en el Combate del Villar, la hizo
artífice de la revolución, y obtiene el rango de Teniente coronel por un
decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las
Provincias Unidas del Río de la Plata.
El 14 de
noviembre de 1816 fue herida en la Batalla de La Laguna, su marido acudió a
rescatarla y en el intento fue herido de muerte. Azurduy se cobijó en la
pobreza tras la muerte de sus cuatro hijos, y en 1825 El Libertador Simón
Bolívar la visitó y la ascendió a Coronel, grado que incluyó una pensión.
Murió en 1862 a
los 82 años de edad, con el legado de independencia. Su restos fueron exhumados
100 años después, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en su
homenaje en la ciudad de Sucre, en Bolivia.
En 2009, la
presidenta Cristina Fernández, la ascendió al grado de general, la primera
mujer en ingresar al Ejército argentino.
EL RETO, AHORA, ES MÁS CUALITATIVO
El Tiempo de Venezuela (www.eltiempo.com.ve/opinion)
Tanto en
Venezuela como América Latina, la lucha emancipadora del siglo XX y XXI se ha
concentrado más en la recuperación del control, administración y disposición de
la renta generada por las materias primas, con la finalidad de redistribuir
esta riqueza -de forma más equitativa- entre los pueblos.
Hoy, esta
bandera mantiene vigencia, sin embargo, en la mayoría de los países se puede
afirmar que dicha tarea se ha cumplido. Venezuela, Argentina y Bolivia podrían
representar los mejores ejemplos de última data que corroboran que el mandado
se hizo, aunque aún queden resquicios de dominación neo-colonial en las
estructuras económicas de América Latina.
Pero el nuevo
reto, quizás más complejo, lo resumió sin desperdicio, la secretaria ejecutiva
de la Cepal, Alicia Bárcena, en la inauguración -en París- del II Foro
Económico Europa-América Latina.
“América Latina
y el Caribe es la región más desigual del mundo y, para afrontar ese problema,
se debe promover el cambio estructural con mayor inversión y con políticas
industriales activas que impulsen cambios cualitativos en la estructura
productiva y el empleo con derechos. Todo ello, con foco en sectores intensivos
en conocimiento, innovación y progreso tecnológico para diversificar el patrón
de exportación y superar la reprimarización, particularmente en América del
Sur”, explicó Bárcena.
Remarcó que “no
es sólo crecer para igualar sino igualar para crecer, porque no sólo en lo
social se juega lo social, pues se requiere una macroeconomía para el
desarrollo”. Al respecto, es preciso recordar que en nuestra región hemos sido
pendulares.
Hemos pasado de
gobiernos obsesionados con la macroeconomía perfecta (variables fiscales,
monetarias y cambiarias) pero que descuidaron lo social, a Gobiernos que se han
olvidado de la importancia de las variables macroeconómicas equilibradas,
aunque con buenas políticas sociales, pero que pierden efectividad e incluso
sostenibilidad, si las variables macroeconómicas son negativas.
La moraleja de
estos extremos es que el pueblo latinoamericano, y muy particular el
venezolano, comprenda que para poder sostener las reivindicaciones sociales
logradas en Revolución, es menester que nuestras sociedades experimenten
cambios más cualitativos, asociados a la innovación y al conocimiento.
El control de
las materias primas sigue siendo un componente clave de la ecuación del
desarrollo. Esta visión mantiene vigencia. El presidente Rafael Correa, en su
reciente visita a Chile, lo dejó claro: “La inequidad debe enfrentarse
cambiando las relaciones de poder al interior de las sociedades por medio de
procesos profundamente democráticos. Ciencia, tecnología, innovación y talento
humano son cruciales para el desarrollo”.
En este
sentido, debemos apuntar a lograr la cuadratura del círculo: equilibrios
macroeconómicas de las variables cambiarias, monetarias y fiscales; políticas
sociales que combatan la desigualdad, políticas industriales-productivas y
políticas educativas que fomenten la competitividad y la innovación.
CIENTÍFICOS IDENTIFICAN 509 VARIEDADES DE PAPA NATIVA
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
Investigadores
canadienses y peruanos gracias al proyecto AGROECO – Intensificación ecológica
y socioeconómica de la pequeña agricultura andina, recolectaron e identificaron
509 variedades de “papas nativas del Perú”.
Este resultado
se logró en el marco del incremento de la seguridad alimentaria mediante la
financiación de investigación en desarrollo agrícola y nutrición, donde
participaron mil 83 productores ecológicos en Cajamarca y Cusco.
Con la idea de
mantener la seguridad alimentaria mediante soluciones agroecológicas para
familias del altiplano andino, el proyecto ayudó a identificar y conservar las
papas nativas del Perú, señaló Camille Pomerleau, director para la Sección de
Desarrollo para Perú y Bolivia de la Embajada de Canadá.
La coordinación
del proyecto estuvo a cargo de la Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), con la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y la Universidad
de Columbia Británica (UBC).
La
identificación se logró gracias a estudios botánicos, moleculares y agronómicos
desarrollados en Perú y Canadá, durante los años del 2011 al 2014, y fue
financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo y
el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Desarrollo de Canadá por el
monto de 3.4 millones.
BULGARIA Y UCRANIA ABREN SUS PUERTAS A LA QUINUA
El Correo de Perú (www.correo.com.pe)
Según la
Asociación de Exportadores (ADEX) han sido abiertos dos nuevos mercados,
Bulgaria y Ucrania para la exportación de quinua, luego de levantar las
barreras sanitarias que impedían su ingreso.
En todo el país
la exportación de quinua, en el primer trimestre del año alcanzó US$ 31.7 millones,
lo que significó un incremento de 237% respecto a similar periodo del 2013.
De acuerdo al
reporte de la Gerencia de Agro de ADEX, el principal destino de la quinua
peruana en el primer trimestre del año fue Estados Unidos con 17.7 millones
dólares que incrementó su demanda en 316% y concentró el 56% de los despachos
totales.
Le siguieron
Países Bajos y Australia cuyas compras crecieron en 228% y 112%,
respectivamente.
Otros destinos
fueron Canadá, Brasil, Reino Unido, Alemania, Francia, Israel, Nueva Zelanda,
Chile, Italia, Rusia y Japón.
Actualmente en
la costa peruana se viene desarrollando el cultivo de este grano. Por su parte
el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) en la costa norte viene
implementando programas para sustituir el sembrío de arroz por quinua, por ser
uno de los productos con mayor rentabilidad y no utilizar grandes cantidades de
agua.
Asimismo en
algunos departamentos como La Libertad vienen elaborando fideos, pastas y otros
productos a base de quinua.
Cabe indicar
que Perú y Bolivia siguen siendo los principales productores de quinua en el
mundo
Según indicó
Grimel Álvares Flores, encargado de comercio de la Cámara de Comercio y
Producción de Puno, en el sector de exportaciones no tradicionales que en el
año 2013 llegó a los más de 16 millones de dólares, en la región Puno el
producto con mayor demanda fue la quinua, exportándose a países como Chile,
Estados Unidos y Canadá.
Del total de
producción de quinua sólo se llega a exportar del 30 % al 40%.
El otro
producto que sale al extranjero es la trucha fresca congelada a Estados Unidos
y Brasil, le sigue los tejidos a base de lana de alpaca, teniendo mayor demanda
en Estados Unidos y Canadá
Por otro lado
los productos tradicionales, en el 2013, representó el 97% de las exportaciones
totales de Puno, llegando a los 47 millones de dólares.
Sobresaliendo
el sector minero exportando minerales como el oro, plomo, cobre a países de
Suiza, Japón y China. Le sigue el sector agropecuario que se exportó productos
como el café y lana de alpaca.
Las
exportaciones de productos tradicionales habría tenido una caída del 13% a
comparación del año 2012.
DEJA DE EXISTIR MARCOS Y NACE EL SUB GALEANO
La
Jornada de México (www.lajornada.com.mx)
‘‘Estas serán
mis últimas palabras en público antes de dejar de existir’’, anunció el subcomandante
Marcos este fin de semana en el caracol zapatista de La Realidad,
durante el homenaje a Galeano, base de apoyo del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) asesinado en dicha comunidad el 2 de mayo.
De ‘‘botarga’’,
‘‘holograma cambiante y a modo’’ y ‘‘distractor’’ con un ‘‘repertorio’’
calificó el subcomandante al ‘‘personaje Marcos’’, quien hasta
ahora fungía como vocero del EZLN. Después de la Escuelita Zapatista ‘‘Por la
Libertad’’, en meses pasados, los rebeldes determinaron que el personaje ‘‘ya
no era necesario’’. En cambio pensaron ‘‘necesario que uno de nosotros muera
para que Galeano viva. Y para que esa impertinente que es la muerte
quede satisfecha, en lugar de Galeano ponemos otro nombre para que él
viva y la muerte se lleve no una vida, sino un nombre solamente, unas letras
vaciadas de todo sentido, sin historia propia, sin vida. Así que hemos decidido
que Marcos deje de existir hoy’’.
Declaró
asimismo: ‘‘Ni estoy ni he estado enfermo, ni estoy ni he estado muerto. O sí,
aunque tantas veces me mataron, tantas veces me morí, y de nuevo estoy aquí. Si
alentamos esos rumores fue porque así convenía. El último gran truco del
holograma fue simular enfermedad terminal, e incluso todas las muertes que ha
padecido’’.
Los albores de
1994
Al rememorar
los primeros días de 1994, después del alzamiento del EZLN, Marcos
reconoció ante ‘‘medios libres’’ presentes en el caracol de La Realidad:
‘‘Apenas unos días después, con la sangre de nuestros caídos aún fresca en las
calles citadinas, nos dimos cuenta de que los de afuera no nos veían.
Acostumbrados a mirar desde arriba a los indígenas, no alzaban la mirada para
mirarnos. Acostumbrados a vernos humillados, su corazón no comprendía nuestra
digna rebeldía. Su mirada se había detenido en el único mestizo que vieron con
pasamontañas; es decir, que no miraron. Nuestros jefes y jefas dijeron
entonces: ‘Sólo ven lo pequeño que son, hagamos a alguien tan pequeño como
ellos, que a él lo vean y por él nos vean’. Empezó así una compleja maniobra de
distracción, un truco de magia terrible y maravillosa, una maliciosa jugada del
corazón indígena que somos, la sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en
uno de sus bastiones: los medios de comunicación. Empezó entonces la
construcción del personaje llamado Marcos’’. De este modo, ‘‘el
personaje fue creado y ahora sus creadores, los zapatistas y las zapatistas, lo
destruimos’’.
Describió la
inicial ‘‘decisión difícil’’ de transitar de la guerra a la construcción pacífica
de la autonomía. ‘‘Cualquiera puede ver ahora si el nuestro es un ejército que
suplante o impone. Y debo decir esto, que ya he pedido la autorización del
compañero subcomandante insurgente Moisés para hacerlo: nada de lo que
hemos hecho, para bien o para mal, hubiera sido posible si un ejército armado,
el Zapatista de Liberación Nacional, no se hubiera alzado contra el mal
gobierno ejerciendo el derecho a la violencia legítima. La violencia del de
abajo frente a la violencia del de arriba. Somos guerreros y como tales sabemos
cuál es nuestro papel y nuestro momento. La madrugada del día primero del
primer mes del año de 1994, un ejército de gigantes, es decir, de indígenas
rebeldes, bajó a las ciudades para con su paso sacudir el mundo’’.
La guerra no
empezó entonces. Lo había hecho ‘‘siglos antes’’. Lo que se inicia en 1994 ‘‘es
uno de los muchos momentos de la guerra de los de abajo contra los de arriba,
contra su mundo, por la humanidad y contra el neoliberalismo’’. En los
zapatistas se impuso la demanda de ‘‘vida’’ en contra de la muerte. Contra el
silencio, la palabra y el respeto. Contra el olvido, la memoria. ‘‘Elegimos. Y
en lugar de dedicarnos a formar guerrilleros, soldados y escuadrones,
preparamos promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases
de la autonomía que hoy maravilla al mundo’’.
¿Un fracaso?,
se preguntó, acerca del movimiento del EZLN. ‘‘Dicen por ahí que no hemos
logrado nada para nosotros. No deja de sorprender que se maneje con tanto
desparpajo esta posición. Piensan que los hijos e hijas de los comandantes
y comandantas deberían disfrutar de viajes al extranjero, de estudios en
escuelas privadas y luego de altos puestos en la empresa o la política. Que en
lugar de trabajar la tierra para arrancarle con sudor y empeño el alimento,
deberían lucirse en las redes sociales divirtiéndose en los antros, exhibiendo
lujos’’.
Tal vez,
agregó, ‘‘deberíamos, como los dirigentes de Cioac-H y de otras organizaciones
campesinas, recibir privilegios y paga en proyectos y apoyos, quedarnos con la
mayor parte y dejar a las bases sólo unas migajas a cambio de que cumplan las
órdenes criminales que vienen de más arriba. Pero es cierto, no hemos logrado
nada de eso para nosotros. Difícil de creer que, 20 años después de aquel ‘nada
para nosotros’, resultara que no era una consigna, una frase buena para
carteles y canciones, sino una realidad, la realidad’’.
Aludió al
‘‘relevo múltiple y complejo’’ ocurrido en el EZLN: generacional, de clase,
raza, pensamiento. ‘‘Ahora están haciendo la lucha y dirigiendo la resistencia
quienes eran pequeños o no habían nacido al inicio del alzamiento’’. En estos
años, pese a la guerra, el avance de los pueblos ha sido ‘‘impresionante’’,
dijo. Pero fue ‘‘hasta la sexta Declaración de la Selva Lacandona, la
más audaz y la más zapatista de las iniciativas que hemos lanzado’’, que los
rebeldes encontraron a ‘‘quien nos mira de frente y nos saluda y abraza, y así
se saluda y abraza’’.
Del zapatista Galeano,
a quien este fin de semana el EZLN dedicó un homenaje en La Realidad con la
asistencia de miles de indígenas de los cinco caracoles y una numerosa
caravana solidaria procedente de todo el país, dijo Marcos: ‘‘Fue un ser
extraordinario y además, y esto es lo que maravilla, hay miles de compañeras y
compañeros como él en las comunidades indígenas zapatistas, con el mismo
empeño, idéntico compromiso, igual claridad y un único destino: la libertad’’.
Concluyó
citando al ‘‘jefe y vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional’’, el subcomandante
Moisés: ‘‘Al asesinar a Galeano, o a cualquiera de los zapatistas, los de
arriba querían asesinar al EZLN’’. En esta ocasión, el comunicado lo firmó,
‘‘desde las montañas del Sureste Mexicano’’, el subcomandante insurgente
Galeano.
UNA CIUDAD BAJO LA SOMBRA DEL NARCO
El aumento de la actividad del narcotráfico en Argentina
ha encendido alarmas a todo nivel. Una ciudad de provincia sufre las
consecuencias por la acción de grupos que vinculan mafias locales con poderosos
cárteles de México y Colombia.
El País de Uruguay (www.elpais.com.uy)
¿Por qué
Rosario -la tercera ciudad en importancia de Argentina-, es virtual rehén del
crimen organizado? En lo que va de 2014 la actividad criminal, principalmente
vinculada al narcotráfico, ha sido el motivo de 109 homicidios en esta ciudad.
Recientes operaciones policiales antidrogas a gran escala revelaron fuertes
nexos entre el poder político y organizaciones criminales.
La privilegiada
ubicación geográfica de Rosario, ubicada en el centro Este del país en la
provincia de Santa Fe, hicieron de esta ciudad un bocado apetecible para las
redes del narco.
Rosario,
celebrada junto a Buenos Aires y la ciudad de Córdoba como uno de los
verdaderos centros culturales, económicos y financieros del país tiene por esta
posición un interés particular para estos grupos. Situada sobre la margen
occidental del río Paraná, forma parte de la Hidrovía Paraná-Paraguay, lo cual
le permite mover grandes cargamentos por vía fluvial, valiéndose además de una
veintena de puertos privados, muchos de los cuales pueden recibir barcos con un
calado de hasta 32 pies.
La zona
permite, asimismo, una buena conectividad aérea desde puntos cercanos como
Bolivia y Perú, de donde proviene el grueso de la cocaína traficada,
particularmente aquella que tiene como destino Estados Unidos y Europa. Se
estima que en los alrededores de Rosario hay unas 500 pistas de aterrizaje
clandestinas.
El avance de la
actividad criminal en Rosario fue materia de una discusión en una reunión en la
que participaron los 12 empresarios más importantes de la ciudad, y a la que
fueron invitados periodistas de diario El Tiempo (Bogotá, Colombia). En el
encuentro, el tema de la corrupción policial fue señalado como uno de los más
alarmantes. "Además, todos sabemos que más de un centenar de miembros de
esa institución aparecen mencionados por miembros de la mafia en las escuchas
legales que se han hecho dentro de las investigaciones", aseguró uno de
los asistentes a la reunión privada.
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la infografía haga click aquí
Las conexiones
entre miembros de la fuerza policial local y las mafias quedaron al descubierto
hace unos días en el marco de un gran operativo llevado a cabo por la Gendarmería
Nacional y la Policía Federal, del que participó hasta el propio secretario de
Seguridad del gobierno, Sergio Berni.
Cocaína
líquida.
En absoluto
secreto, los mejores hombres de la Gendarmería argentina llegaron hace 40 días
a Rosario.
Fingiendo ser asistentes
a un seminario medioambiental, mil efectivos llegaron en autos particulares que
días antes fueron movilizados hasta la periferia de la ciudad, ocultos en
camiones de carga.
Otros arribaron
en helicópteros y cambiaron sus frecuencias radiales para que la policía local
no alertara a los narcos del operativo.
La desconfianza
respecto a la Policía local no es gratuita. El jefe de la fuerza, Hugo Tognoli,
salió esposado de su oficina, en octubre pasado, señalado de tener nexos con la
mafia y está a la espera de que se le defina su situación en un juicio oral. Y
su sucesor, Cristian Sola, ahora es procesado por enriquecimiento ilícito.
El propósito
del operativo en esa ciudad era el de dar un golpe a las decenas de negocios de
venta de coca ubicados en barrios deprimidos -las llamadas
"villamiseria"-, pero también en exclusivas zonas, como las Torres
Dolfinas. Se trata de uno de los proyectos inmobiliarios más caros, en donde el
futbolista rosarino Lionel Messi tiene varios apartamentos y en donde el metro
cuadrado vale 5 mil dólares. Si bien el operativo se cerró entonces con el
derribo de varios búnkeres dedicados a la venta de droga, hasta ahora no ha
sido detenido uno solo de los narcos importantes.
En fecha más
reciente, el secretario de Seguridad Sergio Berni informó el 16 de mayo pasado
de la incautación de más de dos toneladas de cocaína en estado líquido que iba
a ser transportada a México, aunque su destino final fuera Estados Unidos.
Berni explicó
que la investigación comenzó en 2012 y que se profundizó "hasta que se
llegó a poder individualizar a los ocho detenidos".
El secretario
de Seguridad dijo que el allanamiento fue en el barrio de Belgrano y que se
hizo cuando existió "la plena certeza de que esos transformadores (donde
iba la cocaína) ya estaban listos para salir".
El rastreo del
cargamento valuado en unos 40 millones de dólares había comenzado unas dos
semanas antes, cuando inspectores aduaneros interceptaron un barco de bandera
israelí que transportaba la cocaína diluída en aceite para transformadores que
había amarrado en Puerto Progreso de Buenos Aires. Las investigaciones,
llevadas a cabo con las autoridades mexicanas, permitieron establecer que el
cargamento pertenecía al cártel liderado por Joaquín "Chapo" Guzmán,
capturado en febrero pasado.
En el correr de
las investigaciones se detuvo, además de los directamente implicados, a tres
oficiales del Departamento Central de la Policía Federal, que integraban una
célula del cártel mexicano.
Acerca de la
forma en que la cocaína había llegado a Argentina antes de ser diluída, Berni
señaló: "Como llega normalmente el 90% a través de Bolivia y Paraguay, por
tierra".
La penetración
de los grandes cárteles en Argentina había quedado en evidencia.
El proceso que
destruye a Rosario
En Rosario confluyen
numerosas rutas provinciales, dos de las cuales llegan desde Paraguay y
Bolivia, y sobre el margen del río Paraná hay 21 puertos privados y cuatro
puertos públicos. "Si a esto se le suman los conflictos de las fuerzas de
seguridad, una Justicia Federal casi obsoleta y un cuerpo de Prefectura Naval
sin recursos, estamos ante una situación más que compleja", comentó
Maximiliano Pullaro, diputado provincial de Santa Fe por la Unión Cívica
Radical (UCR) y uno de los políticos más comprometidos con las denuncias y las
investigaciones contra el narcotráfico en la provincia.
"Las
bandas violentas de Rosario no son productoras de cocaína. Son utilizadas para
realizar la logística de la exportación. A la ciudad llega la pasta base y se
estira con precursores químicos para después ser exportada a Europa. Por este
trabajo, los narcos locales reciben su pago en cocaína, no en dinero, lo que
hace que haya una gran cantidad de estupefacientes muy baratos en las calles,
que a su vez genera una gran descomposición social", explicó el legislador
provincial.
Efectivos de
fuerzas federales de seguridad permanecen desplegados en las llamadas
"zonas rojas", con ello se ha conseguido atenuar los índices
delictivos. LA NACIÓN/GDA
PUNTOS DE VISTA
Berni: "Se
terminaron las zonas liberadas en Rosario"
El secretario
de Seguridad del gobierno argentino, Sergio Berni, habló de una "ocupación
pacífica" hace 45 días al anunciar el despliegue de la Gendarmería federal
en la ciudad de Rosario. "Vinimos a hacer un desembarco pacífico. Había
que pacificar el lugar con las fuerzas federales. Hay detenidos y droga
incautada, pero es un detalle mínimo. Hoy llegó gendarmería para empezar a
ocupar el territorio. Va a ser el tiempo que sea necesario, con unos 1100
integrantes de Gendarmería nacional y 500 efectivos de la Prefectura
nacional", explicó Berni.
El alto
funcionario, a cuyo cargo están las fuerzas federales de seguridad, señaló
entonces que el vasto operativo implicaría un "antes y un después" en
la lucha contra el narcotráfico en esta ciudad de la provincia de Santa Fe,
jaqueada por grupos del crimen organizado.
Mons. José Ma.
Arancedo: "El narcotráfico potencia todo"
El Arzobispo de
Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal de Argentina, monseñor José
María Arancedo habló de la "enfermedad" de violencia que aqueja al
país y a la ciudad de su provincia en particular. "El narcotráfico
potencia todo lo que toca: el delito, la inseguridad, el no apego a la vida, el
afán de lucro sin límites, el éxito. Se ha perdido la connotación moral de las
cosas", señaló el religioso durante una entrevista con el matutino La
Nación. "Muchos políticos y autoridades ponen mucho empeño frente a algo
difícil, que tiene poder de llegada y de convicción, que lleva a su molino a
gente buena, que empieza a prestar servicios menores y termina dependiendo
económicamente de quien le da trabajo. ¡Qué triste que en la Argentina empiece
el narcotráfico a dar trabajo!", dijo.
Roberta
Jacobson: Aumento "dramático" de drogadicción
La
subsecretaria adjunta para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado
de Estados Unidos, Roberta Jacobson, advirtió sobre el incremento dramático que
ha tenido el consumo de drogas en Argentina y Brasil, poco antes de que se
divulgara el informe anual de seguridad del Departamento de Estado. "Lo
que hemos visto en la Argentina, y en Brasil, es que la cantidad de consumo
doméstico [de drogas] se ha incrementado, y se ha incrementado muy
dramáticamente", señaló. "El consumo es un problema en casi todos los
países del hemisferio, porque el tránsito es un problema en casi todos los
países del hemisferio", agregó Jacobson. "Estamos interesados en la
cooperación con la Argentina en esa área, y creo que hay algo de interés por
parte del gobierno argentino y no es un secreto que la cooperación se ha
reducido en los últimos años. Esperamos continuar con las conversaciones sobre
cómo podemos hacer eso de manera más eficaz", agregó la funcionaria
estadounidense.
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