La aparición
de Evo Morales en el balcón de Palacio de Gobierno agitó a las masas. Las banderas
con los colores azul y negro del MAS flamearon con intensidad pasadas las
21:00, cuando el presidente salió para ratificar los resultados extraoficiales
en boca de urna y conteo rápido de Equipos Mori, que le atribuye una victoria
con el 61% de los votos en las elecciones de ayer. Morales ganó en ocho de los
nueve departamentos, con excepción de Beni, y se asegura su tercer mandato
presidencial (2015-2020).
La falta de
suspenso no empañó la alegría. Miles de enfervorizados seguidores de Evo Morales inundaron
anoche la plaza Murillo, frente al palacio de gobierno, para celebrar la
aplastante victoria de Evo Morales por una diferencia de 35 puntos. Así, el
primer presidente indígena de América latina batirá un récord de permanencia en
el poder en su país y gobernará hasta 2020.
La bonanza
económica, su giro hacia una política conciliadora con el empresariado y la
ausencia de una oposición política fuerte fueron las claves de su triunfo, con 60% de los votos, según las
encuestas en boca de urna.
La sorpresa de
la votación fue el 25% que habría obtenido el principal candidato opositor, el
empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, más de lo que le daban los
sondeos previos. El ex presidente Jorge "Tuto" Quiroga se ubicó en un
tercer lugar con el 9%.
Los masivos
festejos en las calles y el clima que se palpó durante la jornada pusieron en
evidencia que Bolivia dejó bien atrás los tiempos convulsionados del pasado,
caracterizados por la inestabilidad institucional, con decenas de gobiernos que
duraron menos de un año en el poder.
La votación
transcurrió sin denuncias graves de la oposición ni de los observadores.
Evo fue el
primer candidato en votar, en el Chapare, Cochabamba. Y en una señal de que su
gobierno seguirá el camino de la moderación de los últimos meses, su
vicepresidente, Álvaro García Linera, fue el encargado de enviar una señal a
Estados Unidos: dijo que Bolivia está dispuesta a reanudar las relaciones
diplomáticas, interrumpidas desde 2008.
Evo luego habló
con la prensa y mencionó como un logro especial de estos comicios el sufragio
de los bolivianos en el exterior, 122.000 en la Argentina, el país con mayor
cantidad de votantes bolivianos (ver aparte). "Después de tantos años de
espera, el llamado voto en el exterior se ha cumplido esta vez con mucha
efectividad", dijo Morales.
Aunque el voto
en el exterior se estrenó en 2009, en aquel momento solamente votaron los
residentes en la Argentina, Brasil, España y Estados Unidos. Para estos
comicios, se amplió a otros 29 países.
Las urnas
abrieron a las 8 de la mañana y por una particular legislación local a partir
desde ese momento quedó prohibida totalmente la circulación de vehículos. Con
las calles vacías, sólo se podían ver en La Paz unos pocos autos oficiales
autorizados. Los votantes debieron trasladarse a pie o en bicicleta hasta los
centros de votación. La norma, con más de 50 años de antigüedad, apunta a
impedir la tramposa costumbre que tenían los partidos políticos de ofrecer el
traslado "gratuito" en colectivos a los votantes.
En la Escuela
República del Perú, del barrio Sopocachi, en pleno centro de la ciudad, a unas
pocas cuadras de la Universidad Mayos San Andrés, dos jóvenes llegaron a las 11
de la mañana en una bicicleta y la ataron con cadena y candado a un poste antes
de prestarse a hablar con LA NACION.
Adriana Flores,
de 20 años y que estudia Ingeniería en la Universidad Católica, valoró
especialmente del gobierno de Evo el logro de un mayor acercamiento entre
bolivianos de distintos sectores sociales.
"Mi
familia de clase media vive mucho mejor. Además me alegra poder ir a una
oficina pública y ser atendida por una empleada con ropa indígena", dijo
Adriana.
Su amigo
Mariano Giménez, de la misma edad, no coincidió totalmente. "Yo veo que
muchas veces son ellos los que ahora nos discriminan a los blancos. Además, los
únicos indígenas que están mejor son los amigos del gobierno. Para el resto
nada cambió", argumentó.
Su frase
corrobora una de las características que surgían de las investigaciones previas
de las consultoras electorales. Evo Morales no tiene un voto cautivo en ningún
sector social ni etario. Aunque algunos jóvenes apoyan al gobierno, otros ponen
el foco en reclamar una mayor atención al problema de la desocupación juvenil
(estimada en un 20%), muy superior al 3,2 % del nivel general.
Pero ni
siquiera los pobres y los indígenas votaron ayer en masa por el Movimiento al
Socialismo (MAS). En estos nueve años, el gobierno se enfrentó varias veces con
los reclamos de esos sectores.
En enero pasado
la principal agrupación de comunidades indígenas bolivianas, la Conamaq
(Consejo Nacional de Ayllus y Marqas del Qullasuyo) denunció que el gobierno
estaba marchando hacia "la consolidación de una dictadura política".
A esa denuncia
le siguió la intervención del gobierno en el organismo y la designación de
autoridades leales al MAS.
De hecho,
varios líderes indígenas, como la candidata a vicepresidenta de la Unión
Demócrata, Tomasa Yarhui, se volcaron directamente a la oposición.
Pero la jornada
electoral de ayer demostró también que este tercer mandato de Evo Morales que
se inicia en enero próximo puede estar marcado por el signo de la conciliación,
incluso con los peores demonios del pasado.
Tras votar en
La Paz, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que el gobierno estaría
dispuesto a restablecer las relaciones con Estados Unidos si Washington se
comprometiera a "respetar" la soberanía de Bolivia y no
"entrometerse" en asuntos internos.
Los dos países
dejaron de tener relación diplomática a nivel de embajadores en 2008, cuando
Morales expulsó al representante norteamericano Philip Goldberg por supuestas
injerencias en la política nacional durante la crisis del gobierno con el
oriente del país. Y Washington respondió con una medida similar.
"El
momento en que tengamos la certidumbre de que Estados Unidos no se entromete en
nuestros asuntos internos, la mano está extendida con respeto, con sencillez,
pero siempre con firmeza en la defensa de nuestra soberanía", dijo ayer
García Linera.
El
vicepresidente hizo también un guiño al "imperio". "Admiramos su
ciencia, admiramos su tecnología, y nos impresionan su grandes logros
tecnológicos", dijo.
El acercamiento
a Estados Unidos podría ser el último paso que le resta dar al gobierno de
Morales para abandonar el discurso del "socialismo del siglo XXI" con
el que llegó al poder en 2005.
Desde 2008 en
adelante Morales inició una política de acercamiento al mundo empresarial y al
oriente del país, que le permitió ayer consagrarse como vencedor también en esa
región y asegurarse cinco años de gobierno para conducir la segunda entre las
economías de mayor crecimiento de América latina.
ESCRITOR
BOLIVIANO: "EVO SE HA CONVERTIDO EN UN POLÍTICO PRAGMÁTICO Y HÁBIL"
La
Tercera de Chile (www.latercera.com)
Christian
Vera (La Paz, 1977) es uno de los escritores más vitales de la nueva narrativa
boliviana, de la que también forman parte Liliana Colanzi, Wilmer Urrelo y
Maximiliano Barrientos. Vera es autor de novelas como El profesor de
literatura. En esta entrevista con La Tercera, el escritor habla sobre lo que
podría ocurrir en Bolivia tras las elecciones.
¿Qué estuvo
en juego ayer en Bolivia?
Me parece que
la continuidad de ciertas políticas que este gobierno ha instaurado, pero
diremos que se juega también la ilusión, en cuanto a si esas políticas
cambiarán el rumbo del país. Si bien Evo ganó de forma avasalladora, también
hay un cierto desencanto.
¿A qué se
debe ese desencanto?
Evo tiene un
voto tremendo, pero al mismo tiempo hay algo paradójico, en el sentido de que
ciertas políticas se han desviado. Por ejemplo, antes el gobierno tenía un
discurso indigenista y ecologista muy fuerte, pero ha habido políticas
concretas que demuestran que eso se está dejando de lado.
Evo Morales
gobernará hasta 2020 y completará 14 años en el poder. ¿Qué impacto tiene eso
en la sociedad boliviana?
Es un tema,
por supuesto. Más allá de la discrepancia que se pueda tener, finalmente es un
gobierno que ha demostrado solidez. Por ejemplo, ha tenido un manejo político
impresionante. Hasta 2005, Bolivia era uno de los países más inestables de la
región. Y de 2006 en adelante, Bolivia tiene una estabilidad impresionante.
A eso se suma
el inédito crecimiento económico. Bolivia es el país que más crece en
Sudamérica (5,2%)…
Exacto. Por
una parte, eso es muy bueno, pero por otra, asusta. Este gobierno tiene una
cierta línea pragmática y dejó de lado ciertos principios, se ha aliado con sus
antiguos enemigos. Es increíble el apoyo que tiene en Santa Cruz, que era de la
oposición. Los voceros de la oposición ahora son sus aliados.
La oposición
acusa a Morales de ser autoritario, de haber cooptado a los medios y a la
justicia. ¿Pero eso tiene impacto en el electorado del presidente?
Por un lado,
vemos que Evo se ha convertido en un político demasiado pragmático y hábil, y
por otro, también ha sabido llegar a las zonas más desprotegidas y pobres.
Tiene un carisma muy sólido y una imagen que cada vez se mitifica. Sigue siendo
un rockstar.
¿Qué impacto
podría tener la idea de la reelección indefinida?
Hay cierto
espíritu mesiánico en Evo. Esa es una posibilidad muy latente, pensando en la
votación del Congreso. Ahora, si en estos años no se genera otro líder,
seguramente será una carta que el oficialismo va a manejar. En nueve años no se
cuajó una oposición.
LAS
RAZONES DEL TRIUNFO
Página
12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
La aplastante
victoria de Evo Morales tiene una explicación muy sencilla: ganó porque su
gobierno ha sido, sin duda alguna, el mejor de la convulsionada historia de
Bolivia. “Mejor” quiere decir, por supuesto, que hizo realidad la gran promesa,
tantas veces incumplida, de toda democracia: garantizar el bienestar material y
espiritual de las grandes mayorías nacionales, de esa heterogénea masa plebeya
oprimida, explotada y humillada por siglos. No se exagera un ápice si se dice
que Evo es el parteaguas de la historia boliviana: hay una Bolivia antes de su
gobierno y otra, distinta y mejor, a partir de su llegada al Palacio Quemado.
Esta nueva Bolivia, cristalizada en el Estado Plurinacional, enterró
definitivamente a la otra: colonial, racista, elitista, que nada ni nadie podrá
resucitar.
Un error
frecuente es atribuir esta verdadera proeza histórica a la buena fortuna
económica que se habría derramado sobre Bolivia a partir de los “vientos de
cola” de la economía mundial, ignorando que poco después del ascenso de Evo al
gobierno aquélla entraría en un ciclo recesivo del cual todavía hoy no ha
salido. Sin duda que su gobierno ha hecho un acertado manejo de la política
económica, pero lo que a nuestro juicio es esencial para explicar su
extraordinario liderazgo ha sido el hecho de que con Evo se desencadena una
verdadera revolución política y social cuyo signo más sobresaliente es la
instauración, por primera vez en la historia boliviana, de un gobierno de los
movimientos sociales.
El MAS no es
un partido en sentido estricto sino una gran coalición de organizaciones
populares de diverso tipo que a lo largo de estos años se fue ampliando hasta incorporar
a su hegemonía a sectores “clasemedieros” que en el pasado se habían opuesto
fervorosamente al líder cocalero. Por eso no sorprende que en el proceso
revolucionario boliviano (recordar que la revolución siempre es un proceso,
jamás un acto) se hayan puesto de manifiesto numerosas contradicciones que
Alvaro García Linera, el compañero de fórmula de Evo, las interpretara como las
tensiones creativas propias de toda revolución. Ninguna está exenta de
contradicciones, como todo lo que vive, pero lo que distingue la gestión de Evo
fue el hecho de que las fue resolviendo correctamente, fortaleciendo el bloque
popular y reafirmando su predominio en el ámbito del Estado. Un presidente que
cuando se equivocó –por ejemplo durante el “gasolinazo” de diciembre del 2010–
admitió su error y tras escuchar la voz de las organizaciones populares anuló
el aumento de los combustibles decretado pocos días antes. Esa infrecuente
sensibilidad para oír la voz del pueblo y responder en consecuencia es lo que
explica que Evo haya conseguido lo que Lula y Dilma no lograron: transformar su
mayoría electoral en hegemonía política, esto es, en capacidad para forjar un
nuevo bloque histórico y construir alianzas cada vez más amplias pero siempre
bajo la dirección del pueblo organizado en los movimientos sociales.
Obviamente
que lo anterior no podría haberse sustentado tan sólo en la habilidad política
de Evo o en la fascinación de un relato que exaltase la epopeya de los pueblos
originarios. Sin un adecuado anclaje en la vida material todo aquello se habría
desvanecido sin dejar rastros. Pero se combinó con muy significativos logros
económicos que le aportaron las condiciones necesarias para construir la
hegemonía política que ayer hizo posible su arrolladora victoria. El PIB pasó
de 9525 millones de dólares en 2005 a 30.381 en 2013, y el PIB per cápita saltó
de 1010 a 2757 dólares entre esos mismos años. La clave de este crecimiento –¡y
de esta distribución!– sin precedentes en la historia boliviana se encuentra en
la nacionalización de los hidrocarburos. Si en el pasado el reparto de la renta
gasífera y petrolera dejaba en manos de las transnacionales el 82 por ciento de
lo producido mientras que el Estado captaba apenas el 18 por ciento restante,
con Evo esa relación se invirtió y ahora la parte del león queda en manos del
fisco. No sorprende por lo tanto que un país que tenía déficit crónicos en las
cuentas fiscales haya terminado el año 2013 con 14.430 millones de dólares en
reservas internacionales (contra los 1714 millones de que disponía en 2005).
Para calibrar el significado de esta cifra basta decir que las mismas equivalen
al 47 por ciento del PIB, de lejos el porcentaje más alto de América latina. En
línea con todo lo anterior, la extrema pobreza bajó del 39 por ciento en el
2005 al 18 por ciento en 2013, y existe la meta de erradicarla por completo
para el año 2025.
Con el
resultado de ayer Evo continuará en el Palacio Quemado hasta el 2020, momento
en que su proyecto refundacional habrá pasado el punto de no retorno. Queda por
confirmar si retiene la mayoría de los dos tercios en el Congreso, lo que haría
posible aprobar una reforma constitucional que le abriría la posibilidad de una
re-reelección indefinida. Ante esto no faltarán quienes pongan el grito en el
cielo acusando al presidente boliviano de dictador o de pretender perpetuarse
en el poder. Voces hipócritas y falsamente democráticas que jamás manifestaron
esa preocupación por los 16 años de gestión de Helmut Kohl en Alemania, o los
14 del lobbista de las transnacionales españolas, Felipe González. Lo que en
Europa es una virtud, prueba inapelable de previsibilidad o estabilidad
política, en el caso de Bolivia se convierte en un vicio intolerable que
desnuda la supuesta esencia despótica del proyecto del MAS. Nada nuevo: hay una
moral para los europeos y otra para los indios. Así de simple.
SEDUCCIÓN DE LA LLAMADA MEDIA LUNA
Según los expertos consultados por Página/12, el
gobernante MAS supo ocupar el centro político y derrotó a los movimientos
autonomistas del Oriente. A esto se sumó la puesta en marcha de un exitoso
modelo económico.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Desde su
llegada al poder en 2006, el presidente Evo Morales viene consolidando un
liderazgo reconocido incluso por sus adversarios. El mandatario boliviano
revirtió en los últimos años una relación conflictiva con la región más rica
del país, la llamada Media Luna –compuesta por los departamentos de Santa Cruz,
Tarija, Beni y Pando–, epicentro de los intentos desestabilizadores contra su
gobierno. “Desde el inicio de su campaña, Evo se propuso ‘enamorar a Santa
Cruz’, la plaza electoral más importante de Bolivia y la locomotora económica.
Para ello, el MAS –el oficialista Movimiento al Socialismo– ha logrado acuerdos
de largo alcance con el sector empresarial de Santa Cruz, que recibirá del
gobierno créditos y protección legal para desarrollar sus actividades. Esto ha
implicado el fin de la polarización porque el MAS ha ocupado el centro del
campo político”, señaló a Página/12 Jorge Komadina Rimassa, analista político y
sociólogo de la Universidad Mayor de San Simón.
En 2008, las
aspiraciones autonomistas de la región oriental desembocaron en una crisis
política, que incluyó un intento de golpe de Estado para derrocar a Morales,
quien había sido ratificado en su cargo en el referendo del 10 de agosto de ese
año con el 67,43 por ciento de los votos. Para terminar con los
enfrentamientos, el presidente prometió entonces un mayor margen de maniobra a
los gobiernos regionales.
“Los movimientos
autonomistas han sido derrotados políticamente por el gobierno y la propia
demanda de emancipación ha sido procesada por medio de la Ley de Autonomías y
Descentralización, que establece los procedimientos para que las regiones
logren formar sus gobiernos autónomos. Basado en la Constitución, que reconoce
el régimen autonómico, el gobierno ha dado una respuesta relativa a la demanda,
que está aún en proceso y debe sortear muchos escollos burocráticos. Este hecho
ha desarticulado a los movimientos autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando y
Tarija, que estaban dirigidos por los sectores más conservadores de la
burguesía agroindustrial”, explicó el especialista.
En este punto
coincidió Hugo Moldiz, director del semanario La Epoca e intelectual cercano al
gobierno de Morales, que marcó el fin de la crisis de 2008 como el momento en
que el liderazgo del mandatario comenzaba a expandirse por todo el país. “Este
momento de expansión hegemónica lo hace a partir no sólo de la derrota de la
derecha en todos los niveles, sino de la imposibilidad de la oposición de
presentar algo alternativo a lo que se ha logrado desde 2006. El exitoso modelo
económico boliviano, que ha colocado al país en el primer lugar de la región en
2014, y que es la combinación de generación de excedentes y la redistribución a
través de distintos mecanismos a favor de la mayor parte de la población, ha
logrado seducir a los sectores sociales hasta hace poco reticentes al proceso
de cambio. Bolivia tiene un nivel de inversiones, exportaciones, PBI, reservas
internacionales y redistribución de la riqueza que nunca se dio en su
historia”, aseguró a este diario.
“La derecha
abandonó sus posiciones, la toma de instituciones y el corte de las rutas. Y el
gobierno tomó las suyas, restableció el orden y los dirigentes más radicales de
la derecha fueron huyendo del país ante los procesos judiciales que se les
abrió”, subrayó Moldiz.
Por su parte,
Komadina Rima-ssa afirmó que desde entonces Morales no tiene una oposición
unida capaz de competir con el MAS, lo que explica el éxito electoral del
oficialismo. “Es difícil hablar de la oposición en singular, prefiero hablar de
oposiciones. De hecho, las oposiciones conforman un archipiélago de fuerzas y
sensibilidades políticas desconectadas entre sí. No conforman un campo
unificado en torno de un líder y un programa, como es el caso del MAS. Su
carencia más importante es la ausencia de un programa alternativo. Las
oposiciones se han limitado a glosar el discurso de Morales. Estas fuerzas no
han logrado unirse por las disputas entre los diferentes líderes”, dijo.
Sin embargo, la
popularidad del presidente radica esencialmente en la inversión pública
realizada en sus dos gobiernos y en su trayectoria personal y política, un
elemento que genera empatía con la sociedad boliviana. “Los recursos públicos
han sido destinados principalmente a financiar una política social rentista,
políticamente exitosa, que incluye bonos y subvenciones que benefician a los
sectores más vulnerables de la población (mujeres, ancianos y niños), pero
también han sido destinados a la construcción de escuelas, hospitales y caminos
en todo el territorio nacional”, apuntó Komadina Rimassa.
“Morales es un
líder cuyo carisma no ha sido erosionado por los conflictos sociales que se
produjeron en su gobierno. Los bolivianos, sobre todo los de origen campesino,
que son la mayoría de la población, se sienten identificados con él. Morales
tiene la imagen de un hombre fuerte, providencial”, agregó el sociólogo
boliviano.
La
profundización del modelo económico y la extensión de la protección social, que
neutralizaron cualquier descontento ciudadano de magnitud en los últimos años,
son las claves para otro tercer mandato exitoso del MAS. “En el plano
económico, el reto es mantener el ritmo de crecimiento económico de los años
precedentes. Una de las promesas electorales ha sido el desarrollo industrial y
la vertebración caminera del país. En el terreno social, el reto es profundizar
la redistribución de la riqueza y consolidar un Estado que provea servicios de calidad
a la población. Asimismo, es necesaria una profunda reforma del sistema de
justicia, articulada a una estrategia de seguridad ciudadana y lucha contra el
narcotráfico. Las instituciones públicas bolivianas –evaluó Komadina Rimassa–
son frágiles y deben ser fortalecidas.”
Dirigentes y agrupaciones del kirchnerismo saludaron el
triunfo de Evo Morales
“ES UN GRAN EJEMPLO PARA LA REGIÓN”
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
El triunfo
electoral de Evo Morales en Bolivia despertó anoche muestras de satisfacción en
el oficialismo. “Los pueblos originarios, gobernando con democracia plena, han
logrado transformar el país”, destacó el gobernador de Entre Ríos, Sergio
Urribarri, precandidato presidencial del Frente para la Victoria. Por su parte,
el ex canciller Jorge Taiana –también precandidato a la presidencia desde el
kirchnerismo– señaló que la segunda reelección conseguida por el presidente de
Bolivia es “un triunfo que recompensa una militancia comprometida y honesta” y
que, a su vez, significa “un gran ejemplo para la región”. En el gobierno
nacional estaban a la espera del anuncio oficial de los cómputos definitivos,
que se esperaban para la medianoche.
- Sergio
Urribarri (gobernador de Entre Ríos): “Bolivia es un gran ejemplo para
todos. Los pueblos originarios, gobernando con democracia plena, han logrado
transformar el país. El compañero Evo Morales ha hecho de Bolivia una nación
muchísimo más justa, recuperando muchos derechos para el pueblo. Y es un
proceso revolucionario realizado con profundas convicciones y en paz. Bolivia,
un país único y admirable de nuestra América latina. Soy un convencido de que
las transformaciones de nuestros países de la Patria Grande no tienen marcha
atrás. Aunque los grupos económicos intentarán siempre desestabilizarnos,
meternos palos en la rueda, pero nuestro destino histórico es irreversible.
Integrarnos, ser fuertes, defender los intereses de las mayorías populares para
avanzar en bloque hacia un mundo más equilibrado y justo”.
- Jorge
Taiana (legislador porteño del FpV): “El gran triunfo de Evo reafirma la
voluntad de transformación del pueblo boliviano y la definitiva inclusión
política de los pueblos indígenas en la vida política y social del hermano
país. Es un triunfo de Evo y del MAS que recompensa una militancia comprometida
y honesta, que ha recuperado el rol del Estado para organizar la producción y
distribuir la renta social. Este triunfo es un gran ejemplo para la región”.
- Nuevo
Encuentro (declaración de la mesa nacional del partido liderado por Martín
Sabbatella): “La victoria del compañero Evo es la expresión de un pueblo
que elige seguir siendo soberano, que fortalece el rumbo de transformación que
ha puesto a Bolivia de pie, reivindicando sus tradiciones, sus culturas y
orígenes, y que se hace uno con el pueblo de la Patria Grande, esa que soñaron
nuestros próceres y que hoy se hace realidad de la mano de líderes como Evo
Morales y Cristina Fernández de Kirchner. Nos sentimos felices y orgullosos de
que Bolivia siga en esta senda maravillosa que nosotros asumimos como propia”.
- Milagro
Sala, dirigente de la agrupación Túpac Amaru y diputada provincial: “Por
primera vez en muchísimos años, un presidente en Bolivia trabaja para resolver
las necesidades insatisfechas del pueblo y hoy está a un paso de eliminar la
pobreza extrema en el país. Evo supo encolumnar a Bolivia en una posición de
privilegio en la corriente popular, nacional y latinoamericana. Además logró
consolidar el Estado Plurinacional, donde todos los hermanos de los pueblos originarios
tienen hoy los mismos derechos que el resto de los habitantes”.
LOS DESAFIOS PARA EL TERCER MANDATO DE MORALES
LA PROMESA, BOLIVIA POTENCIA
El gobierno se propone industrializar los recursos
hidrocarburíferos y minerales que actualmente se exportan sin mayor proceso y
construir un reactor nuclear. Las perspectivas de que su programa se concrete.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
“Cuando lleguen
los 200 años de la patria, allá en 2025, habremos convertido en realidad viva
los sueños supremos que hoy tenemos. Entonces podremos mirar orgullosos el
rostro pintado de nuestros antepasados, pues les mostraremos una patria
convertida en potencia continental”, dijo el vicepresidente Alvaro García
Linera en la ciudad de Sucre en agosto pasado. Una Bolivia “potencia” aparece
una y otra vez en los discursos del presidente Evo Morales y sus funcionarios.
Lo muestran como un futuro palpable, que además obsesiona a los máximos
mandatarios.
“El primer
mandato del presidente Evo (2006-2010) sirvió para nacionalizar los recursos
naturales y hacer la Asamblea Constituyente. En este segundo gobierno, logramos
que Bolivia tenga una economía sólida. En el tercer mandato, vamos a llegar a
tener una Bolivia potencia”, dijo el vicepresidente en un programa mañanero de
la Red Unitel.
Para hacerlo
posible, el gobierno nacional se propone industrializar los recursos
hidrocarburíferos y minerales que actualmente se exportan sin mayor proceso.
“Estamos
pasando de una economía basada en las materias primas a una industrial”, dijo
el presidente Morales al diario El País, de España. Para el vicepresidente, el
techo de Bolivia está en lograr el viejo anhelo de una patria sudamericana.
“Nuestro sueño
es un Estado continental plurinacional, pero que en cada país se respete su
régimen de gobierno, su sistema cultural. Que en un segundo piso tengamos
instituciones financieras, judiciales y económicas comunes como continente. El
destino del mundo es el de los estados continente”, vaticinó.
Para alcanzar
esta aspiración, América latina debería resolver dos conflictos que arrastra
desde hace siglos: la falta de una salida al mar soberana para Bolivia y la
ocupación inglesa de las islas Malvinas.
“Resueltos esos
dos temas, el continente está destinado a grandes logros y progresos. También a
reorientar los procesos de mundialización que hoy nos sobrepasan”, consideró
García Linera.
Pablo Villegas
es investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib).
Vive, más que nada, de analizar datos económicos, comerciales y de desarrollo
emitidos por los ministerios del gobierno de Morales. Su visión no es tan
optimista.
“No hay
perspectiva de industrialización de los minerales. La nueva ley de Minería
(aprobada en mayo pasado) no obliga a industrializar los minerales, que en gran
parte salen de Bolivia en concentrado”, indicó.
Entre sus
compromisos de campaña, el presidente Morales adelantó que en su tercer mandato
ordenará la construcción de un reactor nuclear, el primero de Bolivia.
Según la Ley
1008, en Bolivia es legal el cultivo de 12 mil hectáreas de coca para el
consumo tradicional. El gobierno reconoce que actualmente hay 23 mil hectáreas.
Y aseguró que este número baja permanentemente por las tareas de eliminación de
cultivos ilegales. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PBI de
Bolivia crecerá este año en un 5,2 por ciento, el más alto de América latina.
Para el
analista Hugo Moldiz, “Morales está demostrando que el Estado en manos de una
dirección revolucionaria es un instrumento que, conducido con honestidad, es
capaz de administrar eficientemente los bienes comunes para la búsqueda del
bien común”.
EVO GANÓ Y TENDRÍA LOS DOS TERCIOS
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
En esta ciudad
(La Paz), como en casi toda Bolivia, las elecciones transcurrieron en
tranquilidad. En las calles, vacías de vehículos, las familias vestidas de
domingo caminaron desde la mañana hasta las escuelas donde se votaba. De ahí,
buscaron entre los pocos lugares abiertos para comer y disfrutaron de la tarde de
sol, una rareza para esta época de lluvias en La Paz. Al anochecer, miles de
militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) se reunieron ante los escenarios
preparados en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y aquí, sede del órgano
ejecutivo. Según los primeros resultados, el presidente Evo Morales fue
reelegido para un tercer mandato con el 61 por ciento de los votos. Segundo
quedó Samuel Doria Medina, de Unidad Demócrata, con el 24 por ciento.
Anoche, ante la
repleta plaza Murillo, Morales dijo las palabras del caso. “A nombre de quienes
luchamos por la liberación de toda Bolivia agradecemos por este nuevo triunfo
del pueblo boliviano. Hay un profundo sentimiento no sólo en Bolivia, sino en
toda América latina y el Caribe; un sentimiento de liberación de nuestros
pueblos, para no seguir sometidos al imperio norteamericano o al sistema
capitalista. Este triunfo es de los anticolonialistas, de los
antiimperialistas, del pueblo boliviano”, dijo Morales con una sonrisa que no
le cabía en el rostro. “Aquí estaban en debate dos programas: la
nacionalización frente a privatización. Y nuevamente, con más del 60 por ciento
de los votos, gana la nacionalización”, exclamó el presidente ante la multitud.
“Olé, olé,
olé... Evo... Evo”, coreaba en la plaza un grupo de turistas argentinos que
justo pasaba por la ciudad.
Como en todas
las elecciones, hubo incidentes mínimos, como el extravío de papeletas o el
sortilegio de que alguien ya había votado antes de que se presentara en la mesa
correspondiente. Además de un error presente en las más de seis millones de
papeletas de votación: decía “Estado Plurinominal”, en lugar del “Estado
Plurinacional”, que es Bolivia, según la Constitución.
En tercer lugar
quedó Jorge “Tuto” Quiroga, del Partido Democrática Cristiano (PDC), con el 9
por ciento de los votos; le siguen Fernando Vargas, del Partido Verde de
Bolivia, y Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), ambos con el 3 por
ciento.
Ayer por la
tarde, el paseo de El Prado fue tomado por niñas, niños, perros de departamento,
ciclistas y skaters. Superado el (generalmente) breve trámite del voto, las
familias volvieron a entrar a sus casas solamente cuando las obligó el frío del
atardecer. Entonces esperaron el resultado pero sin tensiones, porque de
antemano se sabía quién seguirá gobernando Bolivia hasta 2020, o quizás más
tiempo si el MAS avanza en su plan de remodelar la Constitución de 2010. De
confirmarse estos resultados, el MAS continuaría dominando la Asamblea
Legislativa Plurinacional en sus dos tercios. Así podría aprobar las leyes que
(Morales) quisiera, sin depender de alianzas con otras fuerzas políticas, que
en el próximo Parlamento serán ínfimas.
Entre la
población dominguera y los turistas que satisfechos tomaban fotos, en las
veredas de El Prado se habían asentado decenas de puestos de choripán, helados,
humintas, refrescos, películas truchas, anticuchos. Quienes atendían
representaban a la gran parte de bolivianos y bolivianas que viven de lo que
ganan cada día, integrantes del enorme mercado laboral informal.
“Voté por el
Evo porque vemos que las cosas están bien. La gente anda con plata y nos
compra”, dijo Clara Mamani, que tiene un puesto de venta de gelatinas de pata y
flanes de leche, frente al Obelisco.
“Iba a votar al
Movimiento Sin Miedo, pero al final me decidí por el Doria, porque va a sacar
más votos y va a tener más lugar en el Parlamento”, comentó Diego Gutiérrez,
quien salía de votar del Instituto Americano, en el barrio paceño de Sopocachi.
La Paz fue el
departamento con mayor cantidad y porcentaje de votos para el MAS. El 70 por
ciento de sus 1.600.000 electores cimentaron el triunfo de ayer. Segundo quedó
UD, con el 14 por ciento. En Chuquisaca, Morales obtuvo el 62 por ciento de los
votos. Allí quedó segundo Tuto Quiroga, con el 18 por ciento. En Cochabamba, el
MAS consiguió el 66 por ciento. Le siguió el partido de Doria Medina, con el 20
por ciento. En Oruro, el oficialismo sacó el 65 por ciento. Le siguió UD, con
el 14 por ciento.
En Potosí, el
66 por ciento votó por Morales. Por Dorio Medina lo hizo el 21 por ciento. En
Tarija, el MAS cosechó el 52 por ciento de los votos. Le siguió UD con el 26
por ciento.
En Santa Cruz,
sufragaron por Morales el 49 por ciento de las y los votantes. Allí Doria
Medina consiguió el 38 por ciento, sobre un total de 1.500.000 electores. Este
departamento junto a La Paz concentran el 53 por ciento del padrón. En la
amazónica Pando, Morales consiguió el 53 por ciento. UD, el 39 por ciento. Beni
es el único departamento donde no ganó el MAS. Aquí se impuso Doria Medina, con
el 49 por ciento de los votos. Morales quedó con el 43 por ciento.
Estos
resultados fueron tomados a boca de urna por la consultora Mori. Efectuar esta
tarea costó la detención a cuatro de sus trabajadores en la ciudad beniana de
Riberalta, porque habrían hecho la consulta a menos de 100 metros del centro de
votación.
De acuerdo con
estas cifras, el Senado quedaría conformado con 25 legisladores del MAS, sobre
un total de 36 escaños. Para UD serían 9 asientos. Y los dos últimos para el
PDC. En la Cámara de Diputados, 111 escaños serían para el MAS. A UD le
corresponderían 41 espacios, 12, al PDC, y un asiento para el Partido Verde y
otro para el MSM.
Luego de hablar
en La Paz, Morales se tomó el avión hasta la ciudad de Santa Cruz, la más
habitada de Bolivia, para festejar con sus militantes en el Cambódromo. Así
empezó la fiesta en distintas partes del país, la fiesta que estaba prohibida
desde el viernes pasado por el Auto de Buen Gobierno.
EVO AFIANZÓ SU PODER EN BOLIVIA CON UN CONTUNDENTE TRIUNFO:
60%
Batirá el récord de permanencia en el cargo y gobernará
hasta 2020; su principal rival de centroderecha, Doria Medina, logró 25%, mejor
de lo esperado
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
La falta de
suspenso no empañó la alegría. Miles de enfervorizados seguidores de Evo Morales inundaron
anoche la plaza Murillo, frente al palacio de gobierno, para celebrar la
aplastante victoria de Evo Morales por una diferencia de 35 puntos. Así, el
primer presidente indígena de América latina batirá un récord de permanencia en
el poder en su país y gobernará hasta 2020.
La bonanza
económica, su giro hacia una política conciliadora con el empresariado y la
ausencia de una oposición política fuerte fueron las claves de su triunfo, con 60% de los votos, según las
encuestas en boca de urna.
La sorpresa de
la votación fue el 25% que habría obtenido el principal candidato opositor, el
empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, más de lo que le daban los
sondeos previos. El ex presidente Jorge "Tuto" Quiroga se ubicó en un
tercer lugar con el 9%.
Los masivos
festejos en las calles y el clima que se palpó durante la jornada pusieron en
evidencia que Bolivia dejó bien atrás los tiempos convulsionados del pasado,
caracterizados por la inestabilidad institucional, con decenas de gobiernos que
duraron menos de un año en el poder.
La votación
transcurrió sin denuncias graves de la oposición ni de los observadores.
Evo fue el
primer candidato en votar, en el Chapare, Cochabamba. Y en una señal de que su
gobierno seguirá el camino de la moderación de los últimos meses, su
vicepresidente, Álvaro García Linera, fue el encargado de enviar una señal a
Estados Unidos: dijo que Bolivia está dispuesta a reanudar las relaciones
diplomáticas, interrumpidas desde 2008.
Evo luego habló
con la prensa y mencionó como un logro especial de estos comicios el sufragio
de los bolivianos en el exterior, 122.000 en la Argentina, el país con mayor
cantidad de votantes bolivianos (ver aparte). "Después de tantos años de
espera, el llamado voto en el exterior se ha cumplido esta vez con mucha
efectividad", dijo Morales.
Aunque el voto
en el exterior se estrenó en 2009, en aquel momento solamente votaron los
residentes en la Argentina, Brasil, España y Estados Unidos. Para estos
comicios, se amplió a otros 29 países.
Las urnas
abrieron a las 8 de la mañana y por una particular legislación local a partir
desde ese momento quedó prohibida totalmente la circulación de vehículos. Con
las calles vacías, sólo se podían ver en La Paz unos pocos autos oficiales
autorizados. Los votantes debieron trasladarse a pie o en bicicleta hasta los
centros de votación. La norma, con más de 50 años de antigüedad, apunta a
impedir la tramposa costumbre que tenían los partidos políticos de ofrecer el
traslado "gratuito" en colectivos a los votantes.
En la Escuela
República del Perú, del barrio Sopocachi, en pleno centro de la ciudad, a unas
pocas cuadras de la Universidad Mayos San Andrés, dos jóvenes llegaron a las 11
de la mañana en una bicicleta y la ataron con cadena y candado a un poste antes
de prestarse a hablar con LA NACION.
Adriana Flores,
de 20 años y que estudia Ingeniería en la Universidad Católica, valoró
especialmente del gobierno de Evo el logro de un mayor acercamiento entre
bolivianos de distintos sectores sociales.
"Mi
familia de clase media vive mucho mejor. Además me alegra poder ir a una
oficina pública y ser atendida por una empleada con ropa indígena", dijo
Adriana.
Su amigo
Mariano Giménez, de la misma edad, no coincidió totalmente. "Yo veo que
muchas veces son ellos los que ahora nos discriminan a los blancos. Además, los
únicos indígenas que están mejor son los amigos del gobierno. Para el resto
nada cambió", argumentó.
Su frase
corrobora una de las características que surgían de las investigaciones previas
de las consultoras electorales. Evo Morales no tiene un voto cautivo en ningún
sector social ni etario. Aunque algunos jóvenes apoyan al gobierno, otros ponen
el foco en reclamar una mayor atención al problema de la desocupación juvenil
(estimada en un 20%), muy superior al 3,2 % del nivel general.
Pero ni
siquiera los pobres y los indígenas votaron ayer en masa por el Movimiento al
Socialismo (MAS). En estos nueve años, el gobierno se enfrentó varias veces con
los reclamos de esos sectores.
En enero pasado
la principal agrupación de comunidades indígenas bolivianas, la Conamaq
(Consejo Nacional de Ayllus y Marqas del Qullasuyo) denunció que el gobierno
estaba marchando hacia "la consolidación de una dictadura política".
A esa denuncia
le siguió la intervención del gobierno en el organismo y la designación de
autoridades leales al MAS.
De hecho,
varios líderes indígenas, como la candidata a vicepresidenta de la Unión
Demócrata, Tomasa Yarhui, se volcaron directamente a la oposición.
Pero la jornada
electoral de ayer demostró también que este tercer mandato de Evo Morales que
se inicia en enero próximo puede estar marcado por el signo de la conciliación,
incluso con los peores demonios del pasado.
Tras votar en
La Paz, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que el gobierno estaría
dispuesto a restablecer las relaciones con Estados Unidos si Washington se
comprometiera a "respetar" la soberanía de Bolivia y no
"entrometerse" en asuntos internos.
Los dos países
dejaron de tener relación diplomática a nivel de embajadores en 2008, cuando
Morales expulsó al representante norteamericano Philip Goldberg por supuestas
injerencias en la política nacional durante la crisis del gobierno con el
oriente del país. Y Washington respondió con una medida similar.
"El
momento en que tengamos la certidumbre de que Estados Unidos no se entromete en
nuestros asuntos internos, la mano está extendida con respeto, con sencillez,
pero siempre con firmeza en la defensa de nuestra soberanía", dijo ayer
García Linera.
El
vicepresidente hizo también un guiño al "imperio". "Admiramos su
ciencia, admiramos su tecnología, y nos impresionan su grandes logros
tecnológicos", dijo.
El acercamiento
a Estados Unidos podría ser el último paso que le resta dar al gobierno de
Morales para abandonar el discurso del "socialismo del siglo XXI" con
el que llegó al poder en 2005.
Desde 2008 en
adelante Morales inició una política de acercamiento al mundo empresarial y al
oriente del país, que le permitió ayer consagrarse como vencedor también en esa
región y asegurarse cinco años de gobierno para conducir la segunda entre las
economías de mayor crecimiento de América latina.
ACIERTOS POLÍTICOS Y CUENTAS PENDIENTES
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Todos sabían
que iba ganar por un amplio margen, pero no todos tienen tan en
claro las razones del triunfo de Evo Morales. Cinco expertos políticos
bolivianos analizaron para LA NACION las claves de los comicios de ayer.
-¿Por qué Evo
Morales ganó tan fácilmente la elección?
-"El
principal factor es la bonanza económica. Bolivia vive el mejor momento
económico de su historia", dijo Carla de la Torre, analista de la
consultora Ipsos. "Otra clave de su victoria son las exitosas medidas
distributivas de la riqueza (bonos sociales, regulaciones laborales de
incremento y salarial entre otros), algo que la población percibe en sus propios
bolsillo", agregó. "Un tercer factor que incide en la popularidad del
presidente son las obras de infraestructura que está haciendo el gobierno:
caminos, puentes, teleféricos en La Paz. Hay un boom de la construcción tanto
por las obras del gobierno como por los emprendimientos privados, y eso es algo
que la gente ve", señaló De la Torre.
-¿Por qué la
oposición está tan debilitada?
-"Básicamente
no hay nuevos líderes. Es la tercera vez que se presenta Samuel Doria Medina, y
nunca había obtenido más del 10%, y es la segunda vez que el ex presidente
Jorge "Tuto" Quiroga se postula como candidato", explicó el
analista político Iván Paredes, del diario El Deber, de Santa Cruz de la
Sierra. "Además, por intereses personales, la oposición no logra unirse
para enfrentar a Evo. Y de todas maneras no tienen un plan alternativo. La
campaña opositora se basó en denunciar la corrupción del gobierno y sus
supuestos vínculos con el narcotráfico, pero básicamente proponían seguir con
los mismos lineamientos políticos y económicos", agregó Paredes.
-¿En qué cambió
Evo desde 2005 hasta ahora?
-Evo Morales
cambió su discurso polarizador por otro más conciliador, según el sociólogo
Jorge Komadina, autor del libro El poder del movimiento político. "El
programa de 2005 enfatizaba mucho el tema de la autonomía indígena, el
socialismo comunitario y el socialismo del siglo XXI. Estas cuestiones han sido
desplazadas por un discurso más de centro, pro empresarial. Hoy tiene un
programa inclusivo, que abarca incluso a todos los sectores económicos. Estamos
ante un discurso que ya no pretende la construcción de un socialismo del tipo
venezolano", indicó Komadina.
-¿Cuáles son
los puntos más débiles del gobierno?
-Los analistas
y el propio Evo Morales coinciden en que la persistencia de niveles altos de
pobreza y pobreza extrema (hasta la cuarta parte de la población) es la
principal deuda del gobierno con la gente. Además, pese a los enormes
beneficios que está dejando la venta de gas natural a la Argentina y a Brasil,
por ahora se trata sólo de exportación de materia prima. Bolivia debe avanzar
aún hacia la industrialización del gas (fertilizantes, plásticos). Por otra
parte, el ex ministro de Hidrocarburos en los años 90 Carlos Miranda Pacheco
advierte otros riesgos. "Bolivia es mucho más que gas. No se puede
pretender industrializar a un país con un solo producto", dijo el ex
ministro, que mencionó el potencial agropecuario y también el de la industria
del litio, un mineral que Bolivia posee en abundancia y con el que se fabrican
las baterías de todos los electrónicos.
-¿Cuáles son
ahora los desafíos hasta 2020?
-"El
primer desafío es mantener la estabilidad económica y llevar sus beneficios a
los sectores más carenciados. Un segundo reclamo muy fuerte es la justicia. El
sistema judicial boliviano es corrupto y está hecho para favorecer al gobierno
y a quien tiene más plata", dice el analista político Marcelo Silva.
"Es necesario iniciar un proceso de reformas, y esto abarca desde
cuestiones de seguridad ciudadana que no son atendidas hasta casos de
corrupción gubernamental", agregó. Silva recordó también que el propio
presidente, en su informe de gestión 2013, mencionó entre los dos peligros que
opacan los logros de su gestión el narcotráfico y la corrupción. "El
gobierno debe luchar para erradicar los cultivos excedentes de coca y también
enfrentar el comercio de drogas", dijo Silva.
DE
LA ÉPICA CHAVISTA A LA PRUDENCIA CHILENA, LA METAMORFOSIS DE EVO
La
Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Se parece al
brasileño Lula da Silva en su infancia pobre y su pasado gremial. Del
venezolano Hugo Chávez, según sus propias palabras, aprendió a "perderle
miedo al imperio". Pero especialmente en los últimos años Evo Morales fue manejando la cuestión macroeconómica con una
prolijidad y un equilibrio que recuerda a los mejores presidentes chilenos. Y
este último factor es el que finalmente lo tornó invencible frente a la
oposición.
"Tengo
la presidencia, pero no tengo el poder", confesó con cierta timidez al
poco tiempo de asumir el mandato en enero de 2006. Y en un país como Bolivia,
donde 36 presidentes duraron un año o menos en el cargo, la diferencia entre
una cosa y la otra no es retórica. Pero en estos nueve años este líder, que no
tiene la secundaria completa y pasó su infancia pastoreando llamas en el
Altiplano, supo rodearse de la gente adecuada para sacarle jugo a la mejor
coyuntura económica de la historia boliviana y será ahora el presidente en
desempeñar durante más tiempo el cargo.
"Cuando
Evo asume se inicia una metamorfosis en su interior. Ese jinete que al comienzo
no sabía bien cómo montar a caballo aprendió a tener un control y dominio
absoluto del escenario", comenta a LA NACION el periodista Roberto Navia,
autor del libro Un tal Evo, la biografía no autorizada del presidente.
Navia
sintetiza la vida del mandatario con una paradoja: "Evo fue bendecido por
su destino gris. Todas las bofetadas de la vida y de sus enemigos se volcaron a
su favor".
Este hijo de
indígenas aimaras agricultores nacido en 1959 tuvo seis hermanos, pero cuatro
murieron antes de llegar a los dos años, por enfermedades totalmente curables.
Por culpa de
una terrible helada que en 1980 quemó el 70% de los campos de su tierra natal y
mató el 50% de los animales, junto con su padre decidieron trasladarse sólo con
lo puesto a la región del Chapare, donde el principal cultivo es la coca.
"Por
cuestiones del destino, esa bofetada que le dio una cuestión climática lo llevó
a la región donde se convertiría luego en líder gremial, la actividad que lo
catapultó a los primeros planos de la vida política nacional", recuerda
Navia.
"Cuando
en 2002, siendo diputado, lo expulsaron del Parlamento por un confuso incidente
en la zona del Chapare, su imagen creció enormemente. Y, gracias a que los
gobiernos les metieron bala a él y a su gente, su figura trascendió en el
ámbito mundial", explicó Navia.
Paralelismos
Si la primera
parte de su vida tiene muchos paralelismos con la de Lula da Silva, sus inicios
en la presidencia se asemejan más al gobierno de Chávez.
En un país
donde el 48% de la población se reconoce "indígena", la llegada de
Evo al Palacio Quemado encarnó las esperanzas de millones de bolivianos que a
lo largo de la historia se habían sentido excluidos del poder. Hoy no llama la
atención ver funcionarios y legisladores vestidos con ropa indígena. La
legislación establece además severas sanciones para quien discrimine por raza o
vestimenta, y desde 2009 Bolivia es un "Estado plurinacional" con más
de 40 etnias reconocidas.
Pero además
de parecerse a Chávez en cuanto a haber concitado la esperanza de millones de
personas históricamente excluidas, Evo tomó también el estilo autoritario de su
mentor.
El oriente
boliviano, de población mestiza y blanca, donde se concentra la riqueza
gasífera y agropecuaria, consideró que muchas de las reformas impulsadas por
Evo buscaban beneficiar a la región andina occidental, de mayoría indígena y
con una economía basada en la minería.
El
enfrentamiento armado entre el gobierno y el Oriente puso al país al borde de
la guerra civil en 2008. La estrategia vencedora de Evo se basó en aquello de
dividir para reinar. Con los empresarios y comerciantes del Oriente se sentó a
dialogar y accedió a sus reclamos. Y a la oposición política la persiguió con
procesos judiciales hasta desarmarla. Hoy hay en el exterior 750 refugiados
políticos bolivianos, y Morales se sigue consolidando en el manejo hegemónico
del poder.
"Cuando
algún jurista me dice: «Evo, te estás equivocando jurídicamente, eso que estás
haciendo es ilegal», bueno, yo le meto por más que sea ilegal. Después les digo
a los abogados: «Si es ilegal, legalicen ustedes, ¿para qué han
estudiado?»", dijo el presidente hace algunos años.
Pero, al
mismo tiempo, en este último tramo es cuando aparece la faceta
"chilena" de Evo, con su extrema prolijidad en el manejo de las
finanzas.
La lluvia de
6000 millones de dólares anuales por efecto de las ventas de gas a la Argentina
y a Brasil no impulsó, como en Venezuela, una vorágine de gasto. Y Bolivia
constituye hoy, junto con Paraguay, un islote de naciones de la región con
superávit fiscal.
"Evo
supo rodearse de buenos equipos, pero el poder hoy es sólo él. No hay sucesores
a la vista. Finalmente aquel indígena tímido se convirtió en el hombre más
poderoso de la historia boliviana", concluye Navia..
EL
LÍDER COCALERO DEL CHAPARE QUE SUPO APROVECHAR SU OPORTUNIDAD
Morales se
benefició con los altos precios de las materias primas y la inversión social.
Clarín
de Argentina (www.clarin.com/mundo)
Nacido hace
54 años en el seno de una familia de pastores aymaras Evo Morales se dedicó
desde chico a la crianza de llamas en la comunidad de Isallavi, en la desértica
zona andina. En su adolescencia debió mudarse a la ciudad de Oruro, donde para
sobrevivir fabricó ladrillos, fue panadero y hasta trompetista de una banda de
música folclórica.
Tras migrar a
la región tropical del Chapare, centro del país, luego de que las heladas
destruyeran los cultivos de sus padres, Morales comenzó a destacar jugando al
fútbol y pronto fue elegido dirigente deportivo del sindicato de campesinos
cocaleros en el Chapare.
Precisamente
el Chapare lo catapultó como diputado regional en 1995, convirtiéndose en el
líder indiscutido de esa región. Tras su sorpresiva victoria en las elecciones
de 2005 con una votación de 54%, el mandatario comenzó a desarrollar una
política con fuerte contenido indigenista y estatista, una constante crítica
hacia EE.UU. y estableció fuertes lazos políticos con Cuba, Venezuela e Irán.
Morales
nacionalizó los recursos hidrocarburíferos el día del trabajo, en 2006, que
estaban bajo control de empresas españolas, británicas, brasileñas y francesas.
En 2009 fue
reelecto para el período 2010-2015 con el 64%, el mayor porcentaje en el último
medio siglo, de los votos, con los que pasó a controlar el Congreso y definir
leyes sin necesidad del apoyo de la oposición.
A ocho años
de esa medida, Bolivia se nutre económicamente de la nacionalización de sus
principales empresas productivas, mientras, a la par, Morales obtiene buenos
réditos políticos por una decisión que le dio grandes fondos al Estado
provenientes de las exportaciones de gas, para programas sociales e inversión
en infraestructura.
El buen
contexto económico permitió que la pobreza moderada se reduzca del 63% en 2002
al 45% en 2011, mientras que el índice de Gini de desigualdad cayó de 0.60 a
0.46 en el mismo período.
Estos
resultados se deben a que los segmentos más pobres de la población se han
beneficiado en mayor medida de la bonanza económica. Por ejemplo, entre 2002 y
2011, el ingreso promedio del 40% más pobre de la población creció tres veces
más rápido que el ingreso promedio.
Acostumbrado
a dormir pocas horas, Morales inicia su jornada a las 5 de la mañana y las
concluye pasada la medianoche. El actual presidente afirma que sus recorridos
por el país son los que le dan su popularidad.
Uno de sus
cambios más marcados se vio en la relación que tiene con los empresarios y
políticos de la zona de Santa Cruz, opositores a su gestión y quienes en 2008
azuzaron con la separación de Bolivia. En estos años acortó distancias y firmó
acuerdos que generaron ganancias a las compañías de esa región. Esta semana, el
cierre de campaña de Morales en esa ciudad convocó a unas 300.000 personas, más
masiva incluso que la que se organizó en La Paz.
SE
IMPONE EVO, PERO LA PELEA ES POR EL CONTROL DEL CONGRESO
El
Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Como preveían
todas las encuestas del último mes en Bolivia, Evo Morales conseguía ayer su re
reelección por un amplio margen y restaba saber si tendría el control del
Congreso. Sin datos oficiales, el líder de origen aymara accedía a su tercer
mandato, tras imponerse al candidato de la centroderecha el empresario
cementero Samuel Doria Medina.
A pesar de la
masividad de sus cierres de campaña y que nadie dudaba de que ganaría en la
primera vuelta, no se veía tan claro que logre su objetivo de controlar dos
tercios de los escaños legislativos, lo que le permitiría sacar adelante una
reforma electoral que facilitaría su reelección indefinida.
Hasta ahora,
el oficialismo contaba con 88 de los 130 diputados y 26 de los 36 senadores.
Como la renovación en las dos cámaras es completa una gran elección facilitaría
mucho las tareas parlamentarias. Pero en el caso de no conseguir esa cantidad
de diputados, ésta será su última gestión y la reforma constitucional deberá
pasar por un referéndum.
"Me
siento uno más de los ciudadanos cumpliendo su deber y llamo a todos a
participar de las elecciones'', dijo Evo a los periodistas en Villa 14 de
Septiembre, un pequeño poblado del Chapare donde conserva sus tierras y
sembradíos, incluyendo coca. Llegó a una escuela a sufragar rodeado de
dirigentes cocaleros y periodistas. Besó a los nenes que se le acercaban y
recibió aplausos.
La
estabilidad económica y política que vivió Bolivia bajo su gestión, obras de
gran impacto, derroche de propaganda y su retórica antiimperialista son las
bases de su popularidad, aunque los analistas sostienen que en la práctica
Morales es menos radical que algunos de sus aliados latinoamericanos.
Buenos
ingresos por materias primas (sobre todo gas y minerales) trajeron una bonanza
que Bolivia no vivió en décadas, al punto de que los ingresos por exportaciones
se incrementaron nueve veces desde 2005. Morales creó subsidios para los más
pobres y emprendió obras importantes como la compra del primer satélite,
aeropuertos, carreteras, teleféricos e inició la construcción de una planta de
fertilizantes.
En promedio
Bolivia creció 5% al año desde 2006, por encima de la media en América Latina
(3,7%), según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), y acumuló las
mayores reservas internacionales del mundo en proporción al tamaño de su
economía.
Medio millón
de personas salieron de la pobreza pero 20% de la población todavía vive bajo
esos umbrales. Entre 2002 y 2011, el ingreso promedio del 40% más pobre creció
tres veces más rápido que el ingreso medio, según el Banco Mundial.
El ministro
de Economía, Luis Arce, atribuye el éxito a políticas "soberanas" sin
injerencia del FMI, un rol más activo del Estado en la economía,
"apropiación del excedente económico" y redistribución del ingreso.
Gracias a
este desempeño y al alivio de la deuda externa, la deuda pública disminuyó del
94% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2003 a menos del 40% en 2013. Las
reservas internacionales aumentaron desde $S 1.000 millones a más de U$S 14.000
millones en los últimos años. Los depósitos y los créditos bancarios se han más
que triplicado en los últimos siete años y los bancos han reforzado su
solvencia y liquidez.
A pesar de esos logros, Bolivia permanece como la nación más pobre de Sudamérica y varios indicadores sociales aún están por debajo de estándares regionales. La economía es dependiente de las materias primas, que representaron el 82% del total exportado el primer semestre de 2014, y es vulnerable a la variación de precios.
A pesar de esos logros, Bolivia permanece como la nación más pobre de Sudamérica y varios indicadores sociales aún están por debajo de estándares regionales. La economía es dependiente de las materias primas, que representaron el 82% del total exportado el primer semestre de 2014, y es vulnerable a la variación de precios.
La inversión
privada tiene que desarrollarse más y los grandes proyectos de inversión en
industrias extractivas impulsados por el Gobierno están retrasados. La
informalidad es alta, traduciéndose en una menor productividad.
El auge, por
otro lado, también está alimentado por la economía vinculada al cultivo de coca
que mueve unos 2.300 millones de dólares al año, según estimaciones de
expertos, aunque el gobierno afirma que sólo representa el 1,5% del PIB. Las
críticas en este rubro sobrevuelan por las sospechas de vínculos con el
narcotráfico.
Si bien hay interesantes logros en desarrollo productivo en el área rural, donde vive un tercio de la población, estos son obstaculizados por una precaria infraestructura productiva y de servicios.
Si bien hay interesantes logros en desarrollo productivo en el área rural, donde vive un tercio de la población, estos son obstaculizados por una precaria infraestructura productiva y de servicios.
Los intentos
de Morales por industrializar las materias primas avanzan mejor en hidrocarburos,
pero en litio, cuyas reservas están entre las mayores del mundo, se estancaron
por la negativa del mandatario a asociarse con transnacionales.
Cuando asumió
en 2006, Morales prometió austeridad y acabar con la corrupción, pero su
gobierno se vio envuelto en denuncias de sobornos en empresas estatales,
tráfico de influencias. Rara vez los casos se esclarecen en la justicia y ése
es uno de los focos a los que apunta la oposición.
EVO MORALES Y LA ETERNIDAD
La Tercera de Chile (www.voces.latercera.com)
El triunfo de
Evo Morales en primera vuelta estaba anunciado. Nueve años después de su
primera victoria, es ya un poder hegemónico al que no hay forma democrática de
limitar y un presidente reeleccionista que ha puesto las instituciones al
servicio de su eternización. En 2009 refundó el país con ese propósito y en
2013 hizo que el Tribunal Constitucional interpretara la nueva Carta Magna, que
prohíbe más de dos mandatos consecutivos, de tal modo que el primer mandato no
se tuviera en cuenta porque aquel era, literalmente, otro país. Ya veremos qué recurso emplea en 2019 para
prolongar su mandato más allá de 2020, fecha en que habrá sido el gobernante
más longevo de la historia republicana.
De todos los
países populistas autoritarios, la Bolivia de Evo es, junto con la Nicaragua de
Ortega, el que más estabilidad y hegemonía política ha conseguido
simultáneamente. Le sigue de cerca
Rafael Correa. Muy lejos están Venezuela y Argentina, donde no se da ni en
sueño esa combinación perfecta (en el primer caso hay hegemonía sin
estabilidad, en el segundo semi hegemonía con inestabilidad). La razón
es obvia: los ingresos por exportaciones, en gran parte gracias al gas natural,
han pasado de US$ 1.600 millones a US$ 11.000 millones en una década y el
gobierno ha multiplicado por 10 la captación de regalías. Con ese dinero ha
utilizado una combinación de métodos persecutorios, intimidatorios o comerciales para reducir a la oposición y mantener a
amplios sectores del país en estado de gratitud por los “bonos” de distinto
tipo que reparte.
Ha conseguido
incluso domesticar a los empresarios de Santa Cruz, sus enemigos más enconados, con quienes pactó en 2013 y que mientras
ganen dinero no parecen dispuestos a inmolarse por un propósito político que
ven imposible.
A todo ello hay
que añadir que Evo ha utilizado astutamente el reclamo marítimo contra Chile.
No sólo movilizó el sentimiento nacional con la demanda en La Haya basada en
los “derechos expectaticios”: también
logró captar/cooptar a adversarios como Carlos Mesa, vocero de la causa.
¿Qué cabe esperar? Por lo pronto, más de lo mismo, sólo que peor: los
contratos de gas con Brasil no vencen hasta 2019 (y otro
con Argentina, hasta 2027), lo que garantiza unos ingresos suculentos para el
gobierno aun en este contexto internacional complicado para América Latina. Da
una idea de la distorsión que los hidrocarburos producen en la economía
boliviana, que tiene escasa inversión privada, el hecho de que este año ese
país sea el segundo en crecimiento en toda la región. La bancada parlamentaria apabullante con la que Morales sale de estos
comicios, el control directo que ha establecido sobre los medios de
comunicación, la cooptación de muchas organizaciones de base, la desmotivación
del empresariado cruceño en la lucha democrática y la división opositora
permiten presagiar que Palacio Quemado seguirá siendo una aplanadora.
Ello dará a Evo vía libre para la política exterior que le gusta: la
esporádica provocación a Chile, la hostilidad contra la
Alianza del Pacífico, la campaña para que Cuba esté en la Cumbre de las
Américas y el alineamiento con los dos países populistas cuyos gobiernos están
en problemas por la magnitud de la crisis que soportan: Venezuela y Argentina.
Esa política exterior, por cierto, no irá demasiado lejos, dada, precisamente,
la limitación que imponen a Venezuela y Argentina sus respectivas recesiones y
divisiones internas. Para no hablar del
revés que sufriría si Aécio Neves logra desalojar a Dilma Rousseff de Planalto
y se debilita el soporte que Brasil ha dado a los amigos del Alba en distintos
momentos y de distinta forma.
Por eso no
quita lo importante: desde Palacio Quemado, Evo otea su propia eternidad
presidencial.
MÁS EVO
Evo Morales, presidente de Bolivia desde 2006, no sufrió
el desgaste de los años en el poder. Con la estabilidad que le aportó a su
país, que durante su gestión dejó de ser el más pobre de América Latina y está
alcanzando fuertes niveles de crecimiento, se ganó a los sectores empresariales
y ya no sólo los indígenas y trabajadores. Encuestas a boca de urna de las
empresas Ipsos y Equipos Mori publicadas anoche por medios bolivianos concluían
que Morales fue reelecto ayer con 60% de los votos.
La Diaria de Uruguay (www.ladiaria.com.uy)
Ayer, 12 de
octubre, en Bolivia era oficialmente el “Día del Luto por la Miseria,
Enfermedades y Hambre que trajo la invasión europea a América” -declarado así
por un gobierno que ha rechazado la herencia colonial del país-, y también de
votar en elecciones presidenciales, legislativas y para designar representantes
en organismos de integración regional. Desde el exterior votaron unos 272.000
bolivianos en 33 países, entre ellos Uruguay, donde eran 129 los ciudadanos
habilitados.
El voto
consular entró en vigencia en 2009, pero ese año se implementó sólo en cuatro
países, entre ellos Argentina, donde ayer se encontraba la mayor comunidad de
bolivianos en el exterior habilitados para votar (unos 120.000). “Después de
tantos años de espera, el llamado voto en el exterior se ha cumplido esta vez
con mucha efectividad, gracias al trabajo conjunto de nuestra cancillería con
el Tribunal Supremo Electoral”, dijo Morales.
También se
refirió a que hackearon la cuenta de Twitter de la estatal Agencia Boliviana
de Información; en esa cuenta, el sábado, se dio la información falsa de
que él había sufrido un atentado y había muerto. “Esta clase de informaciones
por redes sociales busca perjudicar la participación del pueblo boliviano”,
dijo el presidente, y pidió a los votantes que no se dejen confundir.
El gobierno
dispuso que el Tribunal Supremo Electoral investigue ese ciberataque; del mismo
modo, reaccionó con fuerza cuando el viernes, la empresa Embotelladoras
Bolivianas Unidas (Embol), que comercializa la marca Coca-Cola, anunció que
pensaba aumentar sus precios. “La medida de la Coca-Cola cae en un acto
abiertamente político y un atentado contra el bolsillo de los bolivianos,
debido a que lanza esta medida justamente a dos días de las elecciones
generales”, dijo la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales. Acto
seguido, las autoridades se reunieron de emergencia con representantes de la
empresa, y el sábado ésta anunció que la medida quedaba suspendida hasta
encontrar un acuerdo con el gobierno. Coca-Cola es una de las bebidas sin
alcohol más consumidas en el país y, de acuerdo con la agencia de noticias Efe,
las ventas de la marca aumentaron 7,5% en 2013. Por otra parte, el alza de
precios es una de las principales preocupaciones de los bolivianos.
Para todos los
gustos
Morales lideró
la campaña electoral sin que los otros cuatro candidatos pusieran en peligro su
reelección en ningún momento. Su principal rival, el empresario cementero
Samuel Doria Medina, del partido centroderechista Unidad Nacional, se postulaba
a la presidencia por tercera vez. En 2005 había llegado tercero con 7,81% de
los votos, y en 2009 quedó en el mismo lugar con 5,65%. Ayer, según las
encuestas a boca de urna, quedó segundo con 24% o 25% de los votos.
También
competían ayer el ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002), el abogado defensor
de derechos humanos socialdemócrata Juan del Granado y el indígena y ex aliado
de Morales Fernando Vargas. En las elecciones de 2005, la oposición obtuvo 44%
de los votos frente a 57% del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), y en
2009, la oposición cayó a 34% mientras que el MAS reunió 65% de los sufragios.
Morales, que se
destacó por su defensa de la soberanía nacional, la nacionalización de la
producción energética y el comienzo de su carrera política como líder cocalero,
logró en nueve años de gestión no sólo convertirse en el presidente democrático
que más tiempo permaneció en el cargo en la historia del país, sino también
seducir a sectores que antes eran oposición.
“Con Evo los
empresarios han ganado más que nunca” es una frase que los oficialistas señalan
como algo positivo, mientras que la oposición la usa como reproche, señaló la
BBC. En los dos casos apunta a la bonanza económica que atraviesa el país desde
2006 (ver http://ladiaria.com.uy/UFi).
Era en este contexto que Morales era favorito ayer, incluso en la ciudad de
Cochabamba, tradicional feudo opositor, donde fue persona no grata durante los
primeros años de su mandato. Si ayer ganaba en ese distrito, el oficialismo
tenía previsto festejar allí su victoria, en el mismo lugar donde ya había
cerrado su campaña.
Para un próximo
mandato los planes de Morales apuntan a lograr la industrialización del país,
con grandes proyectos para darle valor agregado a la producción nacional: dos
plantas de tratamiento de gas natural, una productora de amoníaco y urea, otra
de propileno y polipropileno, y una más de etileno y polietileno. Por esto, el
académico John Crabtree, autor del libro Bolivia: proceso de cambio, le
dijo a la BBC que “hay tensión entre la explotación de recursos
naturales y el respeto por los derechos de la tierra de los indígenas [...]
particularmente en la zona en la que se encuentran las tierras bajas, en las
que están las reservas de gas y petróleo”.
LOS
CHICOTAZOS ERAN LAS COLAS PARA VOTAR
Achacachi
celebra la jornada electoral en un ambiente festivo y solo con algunos
problemas de organización en las mesas
El
País de España (www.internacional.elpais.com)
“¿Es cierto
que intentaron matar al presidente?”. Juan Roque anda intranquilo desde que la
noche del sábado escuchó la falsa noticia. La cuenta de Twitter de Bolivia Tv, la
cadena estatal, fue hackeada y difundió un mensaje en el que se aseguraba que
Evo Morales había sido asesinado. “Ríos de sangre hubiesen corrido”, afirma
este zapatero aymara de 76 años, sin apenas dientes y con la tez morena y
rígida, curtida por el sol del altiplano. “Mucho ha cambiado con él, mucho.
Ahora tenemos viviendas, agua, antes los presidentes se llevaban la plata
fuera”, celebraba antes de votar en un colegio de Achacachi, a unos 100
kilómetros de La Paz, al este del lado Titicaca.
En un
ambiente festivo, con las calles repletas de puestecitos de venta de comida y
un mercado junto a la plaza principal atestado de gente, Achacachi votaba
mayormente azul, blanco y negro, los colores del oficialista Movimiento al
Socialismo. Donde ahora hay edificios modernos de hasta cuatro plantas, con
salones de eventos, antes apenas había edificaciones de un piso. Pese a que la
pobreza aún es latente, los vecinos consideran que la llegada de Morales ha
contribuido a su mejora.
En este feudo
del presidente -en Omasuyos, la provincia a la que pertenece Achachi, surgió la
milicia indígena de los Ponchos Rojos- la duda estaba tanto en a quién votar,
sino cómo y dónde hacerlo. Los vecinos se iban congregando en uno de los
centros habilitados para los comicios media hora antes de que abriesen
oficialmente las urnas, a las ocho de la mañana. Grupos de cholas preguntaban
carné en mano a qué mesas se tenían que dirigir para, después, aguardar con
asombrosa disciplina la larga cola que les separaba de su turno. Para evitar
suspicacias, cada vez que llegaba un nuevo votante el interventor de turno mostraba
la papeleta con los cinco candidatos sin marca alguna.
La sombra del
voto corporativo en zonas rurales y los chicotazos a quien no eligiese al
candidato decidido por la comunidad pululó durante semanas en la campaña
electoral. Lejos de cualquier atisbo de ello, en Achacachi la mañana electoral
transcurrió sin mayores complicaciones. Lo más latoso era ubicar a cada votante
en la mesa correspondiente. Así, la señora Ramos se acercaba a una periodista
brasileña mostrándole su credencial para ver si esta podía decirle dónde debía
votar. Como ella, muchos iban resignados de mesa en mesa tratando de encontrar
su nombre. Los observadores internacionales andaban sorprendidos por la
presencia de militares en los colegios. Según les habían comunicado estos deberían
estar siempre fuera de ellos. Sin embargo, una cosa son las ciudades y otra los
núcleos rurales. Desarmados, su función era más de acompañamiento que de
vigilancia.
En el camino
de regreso a La Paz se puede contemplar la hilera de personas que caminan
durante kilómetros por la carretera. El voto en
Bolivia es obligatorio, pero durante la jornada electoral está
prohibido circular si no es con un vehículo autorizado. El sol, que no el
calor, apremia en el altiplano. Ya en El Alto, el pitido del coche se hace
inevitable. La muchedumbre, a mediodía, copa las calles. Antes o después de
votar, las familias se juntan a comer en torno a los mercadillos que se montan.
A falta de resultados, no es un día cualquiera en Bolivia.
EVO
MORALES ARRASA Y ES REELECTO EN BOLIVIA
El
Presidente boliviano consiguió su segunda reelección, que le permitirá gobernar
hasta 2020. Según las primeras proyecciones, Morales obtenía un 59,5%, seguido
del empresario Samuel Doria Medina (25,3%).
La
Tercera de Chile (www.latercera.com)
Lo
anticiparon todas las encuestas y hasta sus propios rivales políticos. Evo
Morales ganó por amplio margen las elecciones presidenciales, consiguiendo así
su segunda reelección, para gobernar hasta 2020. En total, el jefe de Estado
boliviano sumará 14 años en el poder, aunque tras los comicios, su partido -el
Movimiento Al Socialismo (MAS)-, pretende impulsar la reelección indefinida,
tal como ocurrió en su momento con Hugo Chávez.
Según las primeras proyecciones anunciadas por la televisión boliviana,
Morales obtenía un 59,5%, mientras que el empresario cementero Samuel Doria
Medina lograba un 25,3%. Más atrás quedó el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga,
con 9,6%.
El
favoritismo por Evo se vio reflejado en que ganó en 8 de los 9 departamentos
del país. Doria Medina ganó en Beni.
El actual
presidente boliviano conseguía un inédito triunfo en el oriente del país, que
desde que llegó al Palacio Quemado en 2006, se opuso a su política de
nacionalización de los hidrocarburos y otras reformas. Sin embargo, en los
últimos años, gobierno y empresariado han tenido un insospechado acercamiento,
que en parte explica la bonanza económica que vive el país. Este año, Bolivia
tendrá un crecimiento económico de 5,2%, hecho que lo sitúa en el primer lugar
de Sudamérica.
Hasta anoche,
el MAS conseguía mayoría en el Congreso, con un discurso mucho más inclusivo y
no tan “antiimperialista”. Alrededor de 6,2 millones de bolivianos fueron
convocados para votar, en las octavas elecciones consecutivas en 32 años de
democracia. La jornada electoral se desarrolló sin mayores contratiempos. Los
bolivianos tuvieron que acudir a pie o en bicicleta a sus centros de votación,
ya que la ley electoral prohíbe que circulen vehículos, ya sean del transporte
público o privado.
“Evo es
nuestro. Es de nosotros. El Presidente debe continuar”, señaló a La Tercera
Lourdes Mamani, joven estudiante en la ciudad de El Alto, después de emitir su
voto en las escuela Tarapacá. Las palabras de Lourdes resumían el sentimiento
mayoritario entre los seguidores de Morales, mientras la oposición se resignaba
a una nueva derrota.
La profunda
crisis de la oposición
Se suponía que
tenían un acuerdo. Que el tercero en las encuestas renunciaría a favor del
segundo. Pero nada de aquello sucedió. La oposición boliviana acudió a las
elecciones de ayer profundamente dividida, con posiciones irreconciliables
entre Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga. Además, en los comicios se
presentó el ex alcalde de La Paz y ex aliado de Evo Morales, Juan del Granado
(Movimiento Sin Miedo), y Fernando Vargas, indígena del Partido Verde.
Los analistas
estiman que tras las elecciones la oposición no tendrá mayor margen de maniobra
en el Congreso y transcurridos seis meses comenzarán a realizar su oposición a
través de los medios de comunicación.
Se espera que
Doria Medina vuelva a sus negocios y Quiroga a su trabajo de consultor en
Estados Unidos. Esta fue la tercera vez en que el empresario cementero postuló
a la Presidencia, mientras que Quiroga lo intentó sin éxito en 2005.
Entre las
nuevas figuras de la oposición, para las elecciones de 2019 ya se perfila Waldo
Albarracín, el rector de la Universidad Mayor de San Andrés (Umsa), conocido
defensor de causas relacionadas con derechos humanos.
La oposición
espera conseguir algunas gobernaciones y municipios claves en las elecciones de
marzo del próximo año, pero todo dependerá de la nueva configuración de las
fuerzas políticas que surjan de los comicios de ayer.
MORALES SE DECLARA GANADOR; DORIA RECONOCE DERROTA
El Nuevo Herald de EEUU (www.elnuevoherald.com)
El presidente Evo Morales se declaró ganador en las elecciones
presidenciales y legislativas del domingo y dedicó su victoria a Fidel Castro y
al fallecido Hugo Chávez luego de que los conteos rápidos de las cadenas de
televisión le dieran un 60% de los votos.
"Estoy sorprendido, es un triunfo de los anticolonialistas y
antiimperialistas", dijo desde el balcón del palacio de gobierno en La Paz
ante centenares de partidarios que celebraron la victoria de su partido el
Movimiento al Socialismo el domingo en la noche. "Seguimos creciendo y
vamos a seguir con el proceso de liberación económica".
Su fácil triunfo le da un tercer mandato sin precedentes en la historia
de Bolivia en buena medida debido al crecimiento económico del país y a la
estabilidad política que el dirigente cocalero ha traído al país andino.
"El país optó por la continuidad de un gobierno y por el
caudillismo", dijo el ex vicepresidente boliviano Víctor Hugo Cárdenas.
Su principal contendiente, el empresario de centroderecha Samuel Doria
Medina, de la alianza de centroderecha Unidad Demócrata, admitió su derrota.
"Vamos a seguir trabajando para hacer un mejor país", dijo al
finalizar la jornada.
La encuestadora Ipsos informó para la red de televisión ATB que Morales
obtuvo el 59,7% de los votos con base en un conteo rápido sobre el 100% de las
mesas contabilizadas. El opositor de centroderecha, Samuel Doria Medina, logró
el 25% de los votos.
El Tribunal Supremo Electoral anunció que se tendrán resultados
parciales oficiales para las primeras horas del lunes. Según los sondeos, el
oficialismo tiene 104 de los 166 escaños del legislativo y no controlará los
dos tercios del parlamento, lo que impediría a Morales de reformar la
Constitución e incluir una relección indefinida como temía la oposición.
Morales no podrá presentarse a una nueva relección en 2020 y pese a que
emprendió una millonaria campaña presidencial, los resultados son agridulces:
no pudo superar el 64% de votos que obtuvo en 2009, pero logró ganar en ocho de
las nueve regiones del país incluyendo Santa Cruz, bastión de la oposición y
motor de la economía.
Indígena aymara de 55 años oriundo de la pobre meseta boliviana acechada
por vientos feroces, Morales no ha dicho si buscará un cuarto mandato, y que
respetara la Constitución. En una entrevista televisiva ofrecida la semana
pasada dijo que no creía que los mayores de 60 años no deberían ser
presidentes.
Su triunfo también fue posible al pobre desempeño de la oposición que no
tuvo la capacidad de plantear una candidatura única ni un proyecto alternativo
sólido, según analistas consultados.
"El modelo político que tiene Bolivia hoy le debe mucho al papel
que desempeñó la oposición que no se perfila como una alternativa ni es
creíble", dijo Eduardo Gamarra, profesor de política internacional de la
Florida International University.
El gobernante, primer indígena que preside como jefe de estado de
Bolivia, asumirá el 22 de enero de 2015 y se convertirá en el mandatario que
más años ha gobernado en forma ininterrumpida al país andino. Así eclipsará al
Mariscal Andrés de Santa Cruz, uno de los fundadores de la república, que
estuvo en el poder desde 1829 hasta 1839.
Conocido internacionalmente por su retórica anti-imperialista y de corte
socialista, Morales ha sacado partido de un auge en los precios de las materias
primas, que permitió aumentar los ingresos por exportaciones en nueve veces,
acumular 15.500 millones de dólares en reservas internacionales y un crecimiento
económico que ha promediado el 5% anual, muy por encima del promedio de la
región.
El mandatario también es muy popular por haberle llevado a las masas el
gas natural y la riqueza mineral de Bolivia.
"Yo voté por Morales; no confío en otro candidatos, todos los demás
se quemaron (fallaron). Morales no es lo mejor que tenemos, hay corrupción pero
confío en él y creo que tiene malos colaboradores", dijo Ronal Velásquez,
un profesional de 38 años.
La desaceleración de Brasil, el mayor socio comercial del país, no ha
afectado a la economía boliviana pero expertos dicen que el buen momento está
declinando. El panorama económico pinta "razonablemente bueno" para
2015, pero "lo que vaya a ocurrir del 2016 en adelante es otra historia",
escribió el ex presidente Carlos Mesa en su columna de prensa el domingo.
Medio millón de personas han salido de la pobreza desde que Morales
llegó al poder en 2006. Su mandato también se ha caracterizado por la
construcción de obras públicas, incluyendo un satélite diseñado para ofrecer
Internet a las escuelas rurales, una planta de fertilizantes y reluciente
sistema de teleférico en La Paz. Su más reciente promesa es generar luz usando
energía nuclear.
"De confrontador ha pasado a benefactor con los empresarios y eso
le ha permitido consolidar su victoria a nivel nacional", comento a la AP
el analista Gustavo Pedraza.
Sus críticos dicen que ha gastado decenas de millones del gobierno en su
campaña, lo que le ha dado una ventaja injusta mientras que los defensores de
la libertad de prensa lo acusan de silenciar gradualmente a los medios críticos
a su mandato ayudando a sus aliados a comprar esos medios, una fórmula que
también ha sido usada por los herederos del mandato del fallecido Hugo Chávez.
Morales ha sacado ventaja de su imagen hombre común y corriente mientras
que su partido ha afianzado su control de las instituciones del Estado. También
ha sido exitoso en astillar a la oposición, nacionalizar los servicios públicos
y renegociar los contratos de gas natural para dar al estado una mayor
participación en sus utilidades.
Sin embargo, ha roto con los ecologistas y muchos de sus antiguos
aliados indígenas por promover la minería y una carretera que atravesará la
selva a través de una reserva indígena.
Pese a los avances económicos, Bolivia todavía se encuentra entre los
países más pobres de América del Sur. Casi uno de cada cinco bolivianos vive
con menos de un dólar al día.
Muchos economistas también creen la economía boliviana depende demasiado
de la explotación de los recursos naturales y que es susceptible a la
flexibilización de la demanda de materias primas de China.
En el primer semestre de 2014, el gas natural y la explotación de
minerales representaron el 82 por ciento de los ingresos del país por
exportaciones.
La economía subterránea de la coca también se lleva parte del crédito
por el auge económico. Morales promueve los usos tradicionales de la coca pero
no permite el uso de la cocaína.
A lo largo de los años, los creadores de su imagen han construido un
culto a su personalidad. En estadios, mercados, escuelas, empresas estatales e,
incluso, un pueblo lleva el nombre de Morales, que ha gobernado desde 2006
virtualmente sin sobresaltos ni contrapesos, con pleno dominio de la Asamblea
Legislativa e influencias en el Poder Judicial, según opositores.
Los obispos católicos han denunciado un sesgo "autoritario"
del gobernante y muchos líderes opositores han sido arrinconados con juicios y
varios de ellos salieron del país tras denunciar ser objeto de persecución.
Su plan apunta a impulsar la industrialización de las materias primas,
acabar con la pobreza que afecta a poco más del 40% de la población y asegurar
servicios básicos para todos los bolivianos hasta finalizar la década. Sueña
convertir sus reservas de litio en fábricas de baterías y tiene planes para
crear una importante acería para fundir hierro.
BOLIVIA: EVO FUE REELECTO PRESIDENTE
Jornada Online de Argentina (www.jornadaonline.com)
Evo Morales
ganó con el 60% de los votos las elecciones bolivianas realizadas ayer y en su
tercer mandato consecutivo desde 2006 gobernará Bolivia hasta 2020, mientras
que el Movimiento Al Socialismo (MAS) volverá a controlar dos tercios de la
bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
El presidente
indígena Morales fue reelecto con casi dos tercios de los votos, alrededor de
5,1 millones de sufragios emitidos en Bolivia, sin contar los 200.000 de
bolivianos en el extranjero, de acuerdo con los resultados extraoficiales.
El MAS ocupará
24 de las 36 bancas en el Senado y 80 de las 130 en Diputados, es decir 104 de
los 156 escaños de la ALP, siempre de acuerdo con cálculos fundados en datos
extraoficiales.
Morales en 2020
se convertirá en el hombre que más tiempo gobernó su país, 14 años, ganó en 8
de los 9 departamentos de Bolivia.
Por su parte,
el empresario Samuel Doria Medina obtuvo el 25,1% de los votos con los que
ocupa el segundo lugar y su partido Unidad Demócrata será la principal fuerza
de oposición a Morales.
Mientras que el
ex presidente, Jorge Quiroga, resultó tercero con 9,6%.
En un discurso
pronunciado anoche, el Presidente reelecto próximo a cumplir 55 años, convocó a
la oposición a dejar de lado la confrontación y sumarse al trabajo conjunto por
Bolivia.
"Muchas
gracias hermanas y hermanos por este nuevo triunfo del pueblo boliviano. ¿Qué
siento? Hay un profundo sentimiento, no solamente en Bolivia, si no en América
Latina, un sentimiento de liberación. ¿Hasta cuando seguir sometido al imperio
norteamericano y un sistema capitalista? Este es el triunfo de los
anticolonialistas y anticapitalistas", aseguró el presidente.
"¡Qué tan
importante ha sido buscar la integración de nuestros pueblos y del pueblo
boliviano. Nuevamente se ha ratificado de manera democrática, que en Bolivia no
hay media luna, sino luna llena! Eso expresó el pueblo boliviano con su
voto", agregó.
"Pero
también aquí estaba en debate dos programas: la nacionalización, frente la
privatización. Nuevamente, por más del 60% gana la nacionalización. Hermanas y
hermanos, el esfuerzo de ustedes, de compañeros de base, de los dirigentes de
base y nacionales, el compromiso de nuestros ministros y nuestras instituciones
no ha sido en vano. Ese esfuerzo, esa unidad del pueblo, demuestra que seguimos
este proceso de liberación económica, política y tecnológica", aseguró.
"Siempre
hay que escucharnos, debatir entre nosotros, discutir nuevas propuestas. Hay
que pensar en grande y no en pequeño. ¿Por qué les digo esto? ¿Se acuerdan
cuando nos propusimos el satélite? Ahora tenemos un satélite de comunicación.
Cuando nos propusimos ir a la energía atómica con fines pacífico también nos
decían que era para países desarrollados y otra vez lo pudimos hacer. ¿Cuando
dijimos que vamos a ser el centro energético de Sudamérica? Vamos a garantizar
que Bolivia lo va a ser", prometió desde el balcón Evo Morales.
Luego, el
mandatario resaltó los resultados de las elecciones en Argentina, en donde
según los datos oficiales su partido se impuso por un 87%. "Hay una
generación Evo, lo que falta es una generación Eva", bromeó con el
público, en clara referencia a Eva Perón.
Luego,
prosiguió enumerando los lugares en donde según su información hizo una buena
elección, como en Brasil y otros 33 países.
La última parte
de su discurso se la dedicó al resto del arco político boliviano, a quienes
invitó a trabajar en conjunto. "Tienen derecho a discrepar, pero que
propongan. Yo he convocado desde el palacio a todos los alcaldes para trabajar
y hemos trabajados. Así nos hemos ganados la confianza de toda Bolivia".
"Yo no he
respondido a nuestros opositores, pero casi todos dijeron que querían sumarse a
la Alianza del Pacífico. Eso es que vuelva el ALCA, que gracias que nuestros
hermanos de Argentina, a Néstor Kirchner, hemos derrotado. En otras palabras,
quieren privatizar nuestros recursos", aseguró.
"Quienes
decimos que los servicios básicos son un derecho humano, hemos ganado estas
elecciones", concluyó.
Finalmente, el reelecto presidente dedicó este nuevo triunfo "a todos los pueblos de Sudamérica y del mundo que luchan contra el imperialismo y anticapitalismo. Se lo dedico a Fidel Castro, a Hugo Chávez y a todo gobierno que luche contra el imperialismo y el capitalismo".
Finalmente, el reelecto presidente dedicó este nuevo triunfo "a todos los pueblos de Sudamérica y del mundo que luchan contra el imperialismo y anticapitalismo. Se lo dedico a Fidel Castro, a Hugo Chávez y a todo gobierno que luche contra el imperialismo y el capitalismo".
BOLIVIA ESTÁ EN CAMINO DE CONSTRUIR UNA NUEVA CLASE MEDIA
Gestión de Perú (www.gestion.pe/economia)
Bolivia, que
históricamente ha sido uno de los países más desiguales de Latinoamérica, ha
logrado reducir sus niveles de pobreza moderada y extrema al punto de que ya
está en camino de construir una nueva clase media.
Hoy, al menos,
el 53% de la población boliviana se autodefine como de clase media, aunque el
Banco Mundial calcula que ese sector solo alcanza el 17%. El referido organismo
sostiene, además, que casi la mitad de los ciudadanos (cinco millones) está
entre la clase media baja y la clase media.
Los reflejos del auge
De hecho, KFC,
Starbucks, TGI Friday’s, Hard Rock Café son algunas franquicias norteamericanas
que están llegando a Bolivia. Pronto llegará un grill y un café Juan Valdez a
una zona ubicada en la estación Qhana Pata, la última que llega a El Alto en la
línea amarilla del teleférico que el presidente Evo Morales inauguró hace pocos
meses.
Ciudades como
Santa Cruz, La Paz, entre otras, ya perciben la bonanza económica, que se
refleja en el crecimiento de departamentos, en la inauguración de nuevos
restaurantes, centros comerciales, cines, etc. El creciente poder adquisitivo
de la población boliviana se observa incluso en materia de megaconciertos, algo
que ha comenzado a florecer: en abril, se presentó la mítica banca Guns N’
Roses en el Estadio Hernando Siles.
Una relación de causa-efecto
Todo ello
responde al crecimiento económico –que alcanza un promedio de 5% durante la era
de Evo Morales-, al aumento de los ingresos y al despliegue de políticas
sociales, refiere un informe de La Tercera de Chile.
Y es que de
2006 a la actualidad los ingresos por la exportación de hidrocarburos
aumentaron de US$ 400 millones a US$ 6,000 millones; durante el mismo periodo,
el PIB se triplicó de US$ 9.500 millones a US$ 30 mil millones; el ingreso per
cápita se remontó de US$ 1,010 a US$ 2,750.
Esas cifras son
las que han permitido que casi el 25% de la ciudadanía salga de la pobreza; en
momentos en que el salario mínimo subió de US$ 72 a US$ 206 con respecto a
2006.
Por su parte,
para Carlos Toranzo, analista político, aunque la clase media boliviana alcanza
el 17%, “pienso que la cifra es más cercana al 40%”. “Lo que pasa es que el
Banco Mundial juzga con una idea muy tradicional de clase media”.
El objetivo al 2025
En conversación
con La Tercera, el ex ministro boliviano Carlos Romero destacó que la pobreza
moderada haya descendido de 62% a 38% en los últimos nueve años y la pobreza
extrema haya pasado de 40% a 20%. En ese sentido, reveló que la meta consiste
en que después de 2025 la clase media supere el 70% de la población.
“Una
eliminación de la pobreza extrema nos permitiría continuar con un promedio de
200 mil personas que se incorporan a la clase media cada año”, comentó Romero.
“Es innegable que la clase media está mejor que antes y que nuevas personas se
han incorporado a este estrato”, puntualizó, por su parte, el analista Carlos
Cordero.
ESPAÑA
FELICITA A EVO MORALES POR SU REELECCIÓN Y APUESTA POR INTENSIFICAR LAS
RELACIONES
El Economista de España (www.eleconomistaamerica.com)
El Gobierno
español ha felicitado al presidente de Bolivia, Evo Morales, por su reelección
en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas ayer y le ha
trasladado su voluntad de "intensificar" las relaciones bilaterales.
En un
comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ejecutivo
de Mariano Rajoy desea a Morales "los mayores éxitos" en su próximo
mandato presidencial, "en beneficio de todos los bolivianos y de las
relaciones" entre los dos países.
El Gobierno
español se ha congratulado por la "normalidad" con la discurrió la
jornada electoral, "ilustrativa del espíritu cívico y democrático que
caracteriza al conjunto de la sociedad y de los ciudadanos bolivianos".
También ha saludado la participación de los ciudadanos bolivianos residentes en
España en los comicios.
El Ejecutivo
ha aprovechado la ocasión para trasladar su "voluntad de continuar
trabajando conjuntamente con el Gobierno boliviano en favor del desarrollo y de
la prosperidad en su país y de la intensificación de las relaciones en todos
los ámbitos entre España y Bolivia".
INGRESO DE BOLIVIA AMERITA NUEVO PROTOCOLO
Para que Bolivia sea parte del Mercosur tiene que haber
un protocolo nuevo de adhesión, manifestó el ministro sustituto de Relaciones
Exteriores, Rigoberto Gauto.
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
El diplomático
dijo que en el ingreso de Bolivia al Mercosur hay un inconveniente de carácter
jurídico. Recordó que el ingreso y la firma del protocolo de adhesión de
Bolivia al Mercosur se produjo en ausencia de Paraguay, que fue suspendido como
socio del Mercosur tras la destitución del presidente Fernando Lugo.
Manifestó al
respecto que nuestro país y Bolivia trabajan juntos para elaborar una solución
jurídica y que todavía algunos países no se han pronunciado sobre esa
posibilidad.
Comentó que ya
en la cumbre del Mercosur de Caracas, Paraguay presentó su propuesta de cómo se
podría solucionar la situación. “A nosotros nos parece una buena solución, pero
todavía está en estudio de parte de otros países y Bolivia está muy interesada
y lo ha manifestado en que culmine este proceso y pueda entonces ir avanzando
en su propuesta de incorporación plena. No obstante, Bolivia ya ha participado
de la reunión del Grupo Mercado Común, ha participado en las negociaciones y de
las deliberaciones”, expresó.
Preguntado si
la solución pasa por la aprobación de un nuevo protocolo de adhesión, contestó:
“Claro, tiene que haber un protocolo nuevo de adhesión sin lugar a dudas”.
Eso debe
implicar que los otros países acepten firmar de nuevo, se le insistió.
“Exactamente, que los otros países acepten firmar con esa fórmula. Según mi
entender, todos están de acuerdo en firmar un nuevo protocolo. Qué va a decir
el nuevo protocolo, esa es la cuestión, el contenido es el problema. Pero yo
entiendo que el enfoque de firmar un nuevo protocolo es una cuestión en la cual
estamos de acuerdo”, respondió.
Preguntado si
en la próxima cumbre del Mercosur (Paraná, Argentina, 15 y 16 de diciembre) se
podría resolver el tema Bolivia, manifestó que hay muchos temas que esperan que
se puedan resolver para entonces. Entre ellas, el relacionamiento externo, el
avance de las negociaciones con la Unión Europea, etc.
ECUADOR Y BOLIVIA: LOS MEJORES DISCÍPULOS DE CHINA
Infolatam de Argentina (www.infolatam.com)
En los últimos
años China se ha convertido en el primero o segundo socio comercial de Brasil,
Chile, Perú, Uruguay, Cuba y Venezuela y es también la principal fuente de
crédito para Argentina, Venezuela y Cuba, que tienen restringido el acceso a
los mercados de capitales internacionales.
Pero esa
influencia no ha tenido un correlato económico paralelo. No es extraño. Pese a
que el modelo chino de desarrollo es universalmente admirado por su capacidad
para generar elevadas tasas de crecimiento, ninguno de los países de la región,
casi todos exportadores de materias primas, tienen el tejido industrial, la
capacidad tecnológica y financiera –y los valores culturales– necesarios para
replicar el milagro econ efinitorio explica el clintelar dientes de lonomñoia
de mercado lmente admirado por su capacidad para producir altas tasasómico
chino.
Sin embargo, su
modelo de capitalismo de Estado regido por un poder político autoritario es más
fácil de adaptar. Venezuela lo ha
intentado, pero se ha demostrado incapaz de emular los rasgos definitorios del
éxito chino: la disciplina económica y el rigor fiscal.
A la hora de
aclimatar el modelo chino a las latitudes suramericanas, mejor suerte han
tenido dos de los discípulos predilectos de Hugo Chávez: Rafael Correa y Evo Morales.
Ecuador y Bolivia se han convertido en imanes para la inversión internacional
por sus políticas económicas de impulso al crecimiento y control de la
inflación y el déficit, con lo que han transformado su matriz populista
original en algo mucho más sofisticado, pero también peligroso para la democracia:
un capitalismo autoritario.
Ambos han
consolidado su hegemonía política reduciendo las libertades públicas y
aherrojando poco a poco a los medios de comunicación, la magistratura, las
autoridades electorales y las organizaciones de la sociedad civil. Esa
estrategia ha tenido éxito en múltiples frentes. Pero el más importante ha sido desmovilizar a la oposición, que se
muestra incapaz de formular propuestas alternativas.
Paralelamente,
sus gobiernos han engrasado eficientes maquinarias partidarias para colonizar
la burocracia estatal y crear un aparato clientelista de enorme eficacia entre
los sectores populares, con lo que han dado a sus mandatos una cierta áurea de
permanencia. Y quizá hasta de perpetuidad, como indican las reformas constitucionales
que han sacado adelante para garantizar sus respectivas reelecciones
indefinidas.
Mientras que la
popularidad de Correa se
mantiene sobre el 61%, el triunfo electoral Morales en las elecciones del pasado 12 octubre, sacando una
considerable ventaja sobre su principal rival, el conservador Samuel Doria Medina, son una clara
demostración del éxito de esa especie de “chavismo corregido” que ambos
practican.
Populismo político, ortodoxia económica
Al eludir las
desastrosas políticas intervencionistas de los gobiernos de Caracas y Buenos
Aires, Quito y La Paz han logrado tasas de crecimiento que parecen hoy utópicas
en Venezuela y Argentina: mientras la región en su conjunto creció en 2013 un
2,4%, Ecuador lo hizo un 4% y Bolivia un 6,8%, la mayor tasa en 38 años.
El marco legal boliviano para la inversión extranjera se parece más al de
Chile que al de Venezuela. Los resultados están a la vista: según la Cepal, debido
a las inversiones en el sector hidrocarburos el crecimiento podría rondar este
año el 5,5%, con lo que el PIB alcanzará los 36.000 millones de dólares, frente
a los 9.500 millones de 2005, el año anterior a la llegada de Evo Morales al paceño Palacio Quemado.
La pobreza
extrema en Bolivia ha bajado del 34 al 18% mientras que la deuda externa apenas
llega al 17% del PIB. En 2006 era el 52%. Las reservas de divisas suman unos
15.000 millones de dólares, con un superávit por cuenta corriente del 3,3% del
PIB.
Con esas
cifras, hasta el FMI y el Banco Mundial se han rendido ante la evidencia,
elogiando efusivamente la gestión macroeconómica del gobierno del oficialista
Movimiento al Socialismo (MAS). Según el propio Luis Barbery, presidente de la patronal Cainco, “Bolivia está
viviendo el mejor momento de su historia”, felicitándose por las fluidas relaciones
que tiene el sector privado con el Estado. En varias ocasiones el gobierno ha
enviado a la policía a impedir invasiones de tierras y detener a los
cabecillas, con lo que ha enviado una clara señal de su respeto a la propiedad
privada.
Pero no solo del
PIB vive la democracia. Los cuatro candidatos opositores enfrentan hoy juicios
penales alentados por el oficialismo. La Conferencia Episcopal Boliviana ha
denunciado la “evidente desigualdad” en la campaña electoral por la enorme
disponibilidad de recursos públicos del gobierno.
Morales arremete contra todos: contra la Iglesia, las ONG, sus
rivales políticos y los medios, pese a que ninguno de ellos representa una
amenaza política real. El Tribunal Supremo Electoral, responsable
exclusivamente ante el ejecutivo, ha limitado la propaganda electoral opositora
a los últimos 27 días de la campaña.
La propia
candidatura de Morales para un
tercer mandato es en sí misma producto de una dudosa maniobra legal. En 2008, Morales cambió la constitución para
autorizarse un tercer mandato consecutivo esgrimiendo que su primer mandato no
contaba dado que tuvo lugar antes de que Bolivia fuera “refundada” como un
“Estado plurinacional”.
Pero el hecho
de ser el primer presidente indígena de Bolivia, confiere a Evo Morales un grado de legitimidad
difícil de contrarrestar por los políticos criollos conservadores, que no han
logrado articular un discurso alternativo al del “Estado plurinacional” del
MAS.
“Revolución ciudadana” sin sociedad civil
Ecuador no le
va a la zaga a Bolivia. La Cepal estima que este año el crecimiento del país
llegará al 5% debido al aumento de las exportaciones –un 7,4% en el primer
semestre– y del consumo (3,7%). Pero no todo se debe al petróleo. La
agricultura y la pesca crecerán este año un 21%, el refino de combustibles un
21,1%, la minería un 12,2%, la hostelería un 10,3% y la construcción un 8,5%.
En el primer trimestre, Ecuador registró un superávit comercial de 621,3
millones de dólares, frente a un déficit de 758,4 millones en el mismo periodo del
año pasado. En agosto, Standard & Poor’s elevó la calificación
crediticia de Ecuador de B a B+ debido a su “flexibilidad fiscal, sólida
posición de liquidez y mejoras en el entorno para la inversión”. En esos mismos
días, el FMI subrayó que el crecimiento –del 4,5% medio anual en la última
década, con una inflación del 3%– es fruto de una gestión económica “saludable
y sostenible”.
Y todo ello
pese a que en 2008 Quito declaró un default por 3.900 millones de
dólares de su deuda externa, calificándola de “ilegitima”. Luego la recompró
por 35 centavos de dólar sobre su valor nominal. El gobierno se apresta ahora a
aprobar un sueldo básico de 340 dólares, un seguro social obligatorio, una
nueva reforma laboral, la redistribución de las utilidades de empresas como las
telefónicas y nuevos impuestos a las plusvalías de tierras urbanas y rurales.
Los medios a
disposición de Correa parecen
imbatibles: una formidable maquinaria electoral, un poderoso conglomerado de
medios de comunicación públicos, un gasto público masivo en programas sociales
e infraestructuras que han cambiado el rostro de un país que hasta 2007 había
empujado a la emigración al 10% de su población. Hoy, según el Banco Mundial,
la pobreza ha caído al 28%, frente al 64% de 2000.
La administración pública ha pasado de 16.000 a 90.000 empleados,
incluidos 40 ministros. Gracias a los ingresos del petróleo, que representan el
60% de las exportaciones y el 30% de la recaudación tributaria, el país está
hoy atravesado por 7.000 kilómetros de carreteras y autopistas de dos, tres y
cuatro carriles en cada sentido, con puentes, intercambiadores y señalización
donde antes solo habían caminos de tierra.
Desde 2007, las
inversiones en infraestructuras viales suman más de 5.000 millones de dólares.
Quito va a tener pronto su primera línea de metro y un nuevo aeropuerto
internacional. Escuelas en zonas rurales que no tenían ni cristales ni puertas,
tienen hoy ordenadores. Las comidas, útiles escolares y uniformes para sus
alumnos son gratuitos.
El gobierno ha
multiplicado por tres el presupuesto de salud y educación. Para financiar el gasto social, Correa ha
aprobado sucesivas reformas tributarias que han aumentado los ingresos fiscales
en un 136% y logrado que China le conceda 7.000 millones de dólares en créditos
a cambio de entregas de petróleo a futuro.
Pero todo tiene
un precio. Ecuador tiene hoy un déficit fiscal del 9% del PIBincluido el
servicio de la deuda, de 9.200 millones de dólares, y la deuda pública más
grande de la región después de Venezuela. Pero la democracia es la que ha
sufrido los efectos más devastadores de la “revolución ciudadana”. La prensa
opositora denuncia sistemáticamente la opacidad gubernamental en la concesión
de contratos públicos y en el manejo del dinero público.
El gobierno ha
reestructurado el sistema judicial para controlar la selección de jueces.
Como ciudadano
privado, Correa ha demandado a
periódicos, periodistas y bancos e incluso a humoristas gráficos por
caricaturas que no le han gustado y a tuiteros por “faltarle al respeto”. Entre
los objetivos de sus críticas se encuentran el movimiento indígena, los
sindicatos, la vieja clase política, los banqueros y la prensa.
En agosto Correa logró que el Congreso aprobara
una ley que sanciona hasta con siete años de cárcel la “publicación, emisión y
difusión” de noticias que puedan generar “pánico económico”. En julio, la
Superintendencia de Información y Comunicación de Ecuador citó a una audiencia
a los directores de los diarios El Universo, El Comercio y Hoy
por no haber informado sobre un viaje a Chile de Correa para recibir un doctorado honoris causa. Correa había denunciado días antes el
“silencio” de esos diarios sobre su viaje.
EL FENÓMENO ADUVIRI: LO QUE NO SE QUIERE VER
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
Las recientes
justas electorales regionales han evidenciado un fenómeno sociocultural
significativo trasuntado a la política: la otredad cultural que disputa el
espacio oficial de la política tradicionalmente manejado por las élites criollo
mestizas urbanas; condensada en la persona de Aduviri. Lo sociocultural
originario andino con sus propias entelequias que busca sus propias
representaciones políticas en un medio regional donde la globalización y el
neoliberalismo están profundizando, más allá de un capitalismo distorsionado y
linfático, una raigal condición heteroestructural de Puno, una mayor
integración segmentaria al mercado, la diversificación productiva, la
persistencia de una pobreza que no amaina estratégicamente con las políticas
paternalistas del Estado ni menos con la escasa inversión privada, el daño al
medio ambiente y una interculturalidad asimétrica que fortalece la desigualdad
y el dominio elitario de los núcleos de poder tradicionales en la Región de
Puno.
No podemos
olvidar que la parte sur de Puno, de predominio aimara casi absoluto, es la
parte más integrada y móvil de la economía andina originaria, tanto en lo
económico como en lo social, cultural y político. Además, históricamente,
existe en este espacio territorial una enorme tradición de rebeldía y
desafección hacia un Estado que escasamente se ha ocupado de esta parte del sur
peruano; lo que ha pergeñado durante muchos años una predisposición a la
demanda, al reclamo y a la exasperación social que eclosionan con cierta
intermitencia luego de sosegadas coyunturas de espera y promesas incumplidas.
La cercanía a la Bolivia de Evo indudablemente que acentúa los rasgos señalados
que Aduviri y adláteres, en consecuencia, resumen con notable actualidad.
La derecha
política regional aterrorizada y con incontinencia urinaria. indistintamente ha
convergido con el inconfundible apoyo mediático de cierto periodismo
epidérmico, en esta campaña electoral y ante el meteórico ascenso del
Movimiento Democracia Directa de Aduviri, en acribillarlo con frases descalificadoras
como las de “incendiario”, “antisistema”, “violentista”, “antiminero” y, un
poco más, de “terrorista”, para bloquear cualquier posibilidad de triunfo del
líder aimara. Se ha recurrido a la clásica inyección subliminal de fuertes
dosis de aprensión y pánico desestabilizadores del sistema nervioso y digestivo
en una clase media acostumbrada a las adiposidades de una vida burocrática y al
sentido común del repetivismo cotidiano palúdico; para rechazar al candidato de
La Casita y posibilitar la victoria de cualquier “prosistema” aunque venga con
un cargado tufo de corrupción e incapacidad.
La derecha
política regional apuntalada por la derecha mayor capitalina, no han descansado
en recordar a la población la experiencia del “aymarazo” donde Aduviri tuvo
indudable protagonismo en defensa de recursos naturales puestos en capilla por
el capitalismo minero; la “invasión” de la ciudad de Puno por huestes aymaras
“irrespetuosas” de la dignidad y honorabilidad de la clase media citadina
acostumbrada a los modales finos; y, en el colmo de la estulticia indígena,
cual torquemadas, la destrucción e incendio del local de la SUNAT y de la
Aduana. Se observa, así, como tras una rejilla, los efectos pero no las causas
del fenómeno social; lo grotesco pero no lo sistémico y denso del
comportamiento social que están más allá de lo que parece. Se observa, analiza
y repulsa con los lentes del etnicismo y el racismo que inficiona cada una de
las neuronas de los defensores del orden y la higiene urbana. Con aquellos lentes
que añoran el pasado incaico pero se sienten más que cómodos en la República
capitalista; que desvarían por el indio abstracto y su cultura, pero abjuran
del indio de carne y hueso y su vida cotidiana. Psicología hipocritona que dice
mucho de la personalidad contradictoria y acomodaticia de quien no ha sabido
entender todo el drama social del Perú republicano y menos aún entenderse como
sujeto histórico activo en la superación de esta realidad.
El enfilamiento
de la protesta social, en aquella ocasión, hacia determinados edificios,
constituía la protesta desembrollada contra determinados hitos del poder
nacional que proverbialmente ha operado contra los pobres y no contra los
ricos; contra los que menos tienen y son humildes pero no contra los tagarotes de
buen vivir y buenas relaciones con el poder central. Ha sido una protesta
social invasiva que transportó componentes varios tras la emblemática lucha por
la defensa de los recursos naturales y el medio ambiente, donde brotaron en las
frases, las consignas y los actos la animadversión hacia la forma como se
ejerce y está distribuido el poder económico y político; la aversión por la
desigualdad social y cultural que las políticas sociales del segundo humalismo
no han podido siquiera disimular; y el repudio a un sistema político y
económico que está ahondando la inequidad social, cultural y territorial
especialmente en esta parte del sur peruano. La turbamulta oficial y oficiosa
contra Aduviri no es sino, entonces, la coartada canalla del sempiterno poder nacional
y regional que busca esconder las partes más pudendas del organismo social y
político; así como lo quieren hacer en Cajamarca con Gregorio Santos, o en
Moquegua con Zenón Cuevas Pare.
EN BOLIVIA, HAY MÁS MUJERES EN POLÍTICA, PERO LA
VIOLENCIA SEXUAL ES ALARMANTE
El Economista de España (www.ecodiario.eleconomista.es)
Las mujeres
bolivianas nunca han estado más presentes en política y en las elecciones del
domingo se aplicó por primera vez el principio de equidad y de alternancia. Sin
embargo, la violencia de género no cesa, y el número de víctimas es alarmante.
Desde el 5 de
enero, 93 mujeres han sido asesinadas en Bolivia por sus parejas o ex parejas,
según cifras publicadas el fin de semana por el Centro de Información y de
Desarrollo de las Mujeres (Cidem), una ONG que agrupa a mujeres de todas las
regiones del país.
En los últimos
años, Bolivia se convirtió en el país latinoamericano en el que se concentra la
mayor violencia física contra las mujeres, y el segundo, después de Haití, en
materia de violencia sexual, según informes de la Organización Panamericana de
la Salud.
De acuerdo al
representante local del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU,
Denis Racicot, la situación creada por la violencia de género es "muy
fuerte y preocupante".
"Si estas
muertes se hubieran debido al dengue o a otra epidemia o enfermedad, el Estado
hubiera decretado un alerta epidemiológico a nivel nacional", deplora
Gloria Tapia, portavoz del Cidem.
"Llegó el
momento de lanzar un alerta nacional, estas cifras de mujeres asesinadas no
pueden pasar desapercibidas para las autoridades", dijo Tapia a la AFP.
"Pero
lamentablemente, como en todo proceso electoral, los derechos de las mujeres
fueron politizados", comentó.
En las últimas
semanas, centenares de activistas de los derechos humanos manifestaron en La
Paz para reclamar la renuncia de todos los candidatos que hayan efectuado
declaraciones machistas.
Bajo el eslogan
"Machista, sal de la lista", organizaciones bolivianas colocaron el
tema de la violencia de género en el centro de la campaña electoral.
- Violencias
conyugales -
La movilización
de estas organizaciones feministas en las calles, las redes sociales o la
prensa tuvo como resultado el retiro de dos aspirantes al Congreso.
Un candidato
del MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de Evo Morales, que aspiraba a
ser electo senador en la región de Cochabamba, Adolfo Mendoza, fue obligado a
retirarse tras haber sido acusado por su mujer de violencia conyugal.
Jaime Navarro,
candidato a diputado cercano al opositor Samuel Doria Medina, el principal
rival de Morales para la presidencia, también se retiró de escena por denuncias
de su esposa por maltrato.
El escándalo
llegó a afectar a Doria Medina, quien en una grabación de una conversación
telefónica difundida públicamente aparece aconsejando a la esposa de su
allegado a que se calle y tratándola de "imbécil".
Otro candidato
del MAS en Cochabamba, Ciro Zabala, se destacó al aconsejar a las mujeres
"cómo comportarse" para evitar ser agredidas. Les recomendó, por
ejemplo, que eviten "ciertas vestimentas o actitudes".
El alcalde de
Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia, Percy Fernández, se ha hecho famoso por
sus insistentes "toqueteos" a periodistas mujeres durante
manifestaciones públicas, en completa impunidad.
También el
presidente Morales ha exhibido actitudes machistas en sus discursos, que sus
seguidores encuentran risueñas, según han denunciado organizaciones feministas.
Una ley votada
el año pasado, incluyó por primera vez el "feminicidio" en el código
penal, sancionado con treinta años de prisión.
"Pero esta
ley no ha sido prácticamente nunca aplicada", se lamenta Mónica Novillo,
de la Coordinadora de la Mujer, al igual que las "normas de paridad
aprobadas en la Constitución de 2009".
Esta última
elección contó con 52% de mujeres candidatas, tres de ellas a la
vicepresidencia, y el nuevo parlamento podría llegar a incluir 40% de
legisladores mujeres, en función de la aplicación, por primera vez, de los
principios de paridad y de alternancia.
"El
ministerio de Justicia debe hacer respetar las leyes. Reclamamos al nuevo
gobierno que cree un ministerio que haga visibles estos problemas",
insiste María Angela Sotelo, otra responsable de la Coordinadora.
No comments:
Post a Comment