La ofensiva
comunicacional chilena hace aguas. Gobierno de Michelle Bachelet
recomendó el despliegue de congresistas chilenos en Europa para explicarle al
poder político de ese continente la justicia de las posturas chilenas. Pero
todo indica que Evo Morales está ganando esa batalla. Mientras algunos de
diputados chilenos andan por Europa hablando de la postura de Santiago,
Evo sale del palacio presidencial francés casi abrazándose con el mandatario
Francois Hollande.
En Chile
estábamos acostumbrados a que los gobernantes de Bolivia, y a veces los de
Perú, exhibieran periódicamente cierta histeria nacional y militar recordando
el despojo de tierras que significó para esos países la Guerra del Pacífico
iniciada en 1879.
Para la mayoría
de los chilenos se trataba normalmente de un asunto anecdótico que apenas era
consignado en nuestra prensa. Después de todo, la lógica política de esos
arrebatos parecía clara: cada vez que un presidente de esos países se
enfrentaba una baja popularidad, sacaba a relucir esa guerra del siglo 19,
mediante la cual Chile adquirió los territorios ricos en salitre, y después en
cobre, que tanto han contribuido a la riqueza nacional.
Con suerte, los
arrebatos de nuestros vecinos eran contestados con una sonrisa condescendiente
de nuestra parte.
Es verdad que
en febrero de 1975 hubo un abrazo fraternal entre los dictadores de Chile y
Bolivia. El llamado “Acuerdo de Charaña” entre Augusto Pinochet y Hugo Banzer
fue tal vez el único intento serio por buscar una compensación territorial, en
especial una salida soberana al mar de Bolivia, después de esa guerra
auspiciada por los grandes empresarios chilenos y británicos del salitre. Y
también existió la diplomacia secreta –aunque nunca concretada- del Presidente
Salvador Allende, que también procuró una solución a la mediterraneidad del
país altiplánico.
Ambos hechos
fueron una excepción en la diplomacia chilena. El primero impulsado por
mantener la paz en la frontera norte ante la inminente amenaza de una guerra
con Argentina. El segundo inspirado en un afán latinoamericanista de paz
regional.
Pero en los
últimos 40 años, precisamente desde 1975, la diplomacia chilena petrificó su
postura. Y da los mismo si eran cancilleres de la dictadura, de la
Concertación, de la Alianza o de la Nueva Mayoría. El discurso ha sido
invariablemente el mismo: Chile no tiene nada que negociar con Perú o Bolivia.
En el caso de nuestro vecino del nororiente la Biblia es el Tratado de 1904, cuyo
redactor principal fue Agustín Edwards Mac Clure, abuelo del actual dueño
de El Mercurio.
Mientras en
Chile nos encerramos en las últimas décadas en una nube perfumada de
autocomplacencia geopolítica, no nos dimos cuenta que el mundo y, sobre todo,
el Zeitgeist había cambiado. Y así la nuestros cancilleres,
presidentes y población nos encontramos con dos derrotas internacionales
consecutivas: el triángulo marítimo con Perú en 2014, y el fallo de la corte de
La Haya este año que admitió, por mayoría aplastante, la postura boliviana de
que Chile está obligado a negociar “en buena fe· una salida al impasse de la
salida al mar de Bolivia.
Como El
Mercurio y toda la prensa oficialista chilena, que incluye a
prácticamente todos los canales de TV y una gran parte de los demás medios
tradicionales de Chile, habló de una derrota “comunicacional” frente a Evo
Morales y, en menor medida, Ollanta Humala, la respuesta de La Moneda ha sido
reforzar ese aspecto. Para ello el gobierno convocó a un reducido equipo de expertos,
entre ellos Ascanio Cavallo, un otrora periodista de oposición a la dictadura
de Pinochet, pero ahora consultor comunicacional reciclado que es socio de la
firma de comunicaciones de Eugenio Tironi.
Como parte de
la ofensiva comunicacional, el gobierno –o estos asesores- recomendó el
despliegue de congresistas chilenos en Europa para explicarle al poder político
de ese continente la justicia de las posturas chilenas. Pero todo indica que
Evo Morales está ganando esa batalla. Mientras alguno de nuestros diputados
andan por Europa hablando de la rectitud de nuestra postura, Evo sale del
palacio presidencial francés casi abrazándose con el mandatario Francois
Hollande.
Ante el nuevo
bochorno diplomático, Chile aún se podía jugar otra carta y lo hizo: intimidar
militarmente a nuestros vecinos. La llamada “Operación Huracán”, un ejercicio
militar criollo que se lleva a cabo desde 2002, se realizó hace pocos días en
el norte del país, cerca de las fronteras con Perú y Bolivia. Fue un despliegue
militar de las tres ramas de las fuerzas armadas que, a diferencia de las
operaciones huracanas anteriores, no contó con la presencia de la prensa local
o internacional.
Varios
congresistas asistieron a las maniobras militares en el desierto nortino, que
se realizaron la semana pasada. El ministro del Interior, Jorge Burgos, afirmó
que este tipo de maniobras son “necesarias para el estado de alistamiento de
nuestras Fuerzas Armadas y tienen que ver con lo conjunto, que es la
forma y modo en que hoy día todas las Fuerzas Armadas modernas enfrentan
sus entrenamientos”. Y otros ministros también defendieron este tipo de
diplomacia chilensis, pese a las suspicacias de nuestros vecinos.
“De lo que se
trata es de entender que no estamos en tiempos de invasión, son tiempos de integración”,
afirmó el Presidente Evo Morales. “No son tiempos de dominación, son tiempos de
complementación para trabajar conjuntamente”.
Lo curioso es
que Chile –que siempre se sintió superior a sus vecinos- aplicó la típica
receta peruana y boliviana: ante la baja popularidad de la presidencia, bien
vale la pena hacer sonar los tambores de guerra. Si Michelle Bachelet estuviera
marcando más de 50 por ciento en las encuestas, la Operación Huracán se hubiera
realizado en la Patagonia o, mejor aún, no existiría.
Lo cierto es
que Chile se ha convertido en una “pequeña Israel”: es decir, un país pequeño,
pero armado hasta los dientes. La Ley Reservada del Cobre, que le asegura a las
fuerzas armadas un ingreso permanente que proviene de los recursos naturales de
todos los chilenos, le ha permitido a los uniformados contar con una suerte de
grifo de oro que no es supervisado por nadie. Los montos son tan
estratosféricos que equivalen a ganarse el Loto varias veces en un solo día.
Pero cuando se
trata de la soberanía, no hay nadie mejor que los militares. Nadie sabe bien si
esa soberanía corresponde al puñado de familias que controla los mares del
norte de Chile para la pesca industrial, o al pueblo de Chile.
Lo único cierto
es que nuestra Presidenta se siente más cómoda presidiendo los ejercicios
militares en el norte, que haciendo un llamado para esclarecer los crímenes más
al sur cometidos por las familias Kast y Matte durante la dictadura.
Todo indica que
Michelle Bachelet no ha leído “A la sombra de los cuervos” del periodista
Javier Rebolledo, pero sí el último manual de la defensa nacional elaborado por
el Ejército. Radio U de Chile
(www.radio.uchile.cl)
CIUDADES CERCANAS A LOS ANDES, EN PELIGRO DE DESAPARECER
Científicos consideran que el hundimiento de la corteza
oceánica debajo del continente pone en peligro a la zona
Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)
Debido a que la
cordillera de los Andes avanza hacia el este, científicos calculan que ciudades
cercanas como Mendoza y Salta en Argentina desaparecerán en unos cuatro o cinco
millones de años.
La formación montañosa que atraviesa parte de Venezuela, Colombia,
Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina, es una cadena activa que se eleva de
manera continua, dijo el geólogo, Víctor Alberto Ramos.
En una entrevista explicó que esto se debe porque la “losa oceánica
(placa tectónica de Nazca) se está hundiendo debajo de (la placa Sudamericana);
ejerce fricción y va levantando los Andes”.
El hundimiento de la corteza oceánica debajo del continente es un
proceso intermitente, lo que significa que al hundirse la losa oceánica se
traba, y al acumularse una gran tensión llega un punto en que se rompe y
produce grandes terremotos.
Ejemplo de ello es el sismo de 8.8 grados que se registró en Chile, en
2010, que por “sí solo desplazó tres metros hacia el oeste a la ciudad de
Concepción, una ciudad grande de nueve millones de habitantes”, dijo el
geólogo.
“Lo más sorprendente es que la ciudad de Buenos Aires, que está a mil 400
kilómetros de distancia, se desplazó tres centímetros”, agregó el también
Premio México de Ciencia y Tecnología 2013.
Ramos comentó que el primer científico que se preocupó en contestar
cuánto se elevaron los Andes fue Charles Darwin, quien encontró fósiles marinos
a tres mil 300 metros de altura.
Darwin, dijo, también fue el primero en demostrar que mediante
terremotos sucesivos la cordillera se levanta; cada terremoto es un ajuste, se
rompe y se levanta un pedazo de manera permanente.
“Cuando él miraba esos fósiles a tres mil 300 metros de altura se
preguntaba cuántos terremotos habrían ocurrido porque cada terremoto levanta
entre cinco y 10 metros para formar la cordillera. Así que tuvieron que suceder
cientos de ellos”, mencionó.
La otra cosa importante que observó el naturalista inglés en 1835 fue la
“relación directa entre los terremotos que rompen la corteza y los volcanes que
sacan el magma fundido del interior y que llegan a la superficie”, señaló.
Así que los Andes revisten gran importancia porque al estudiarlos se
puede aprender acerca de los procesos que se encadenan para formar un sistema
montañoso, como los Apalaches, en Canadá y Estados Unidos.
Estos sistemas montañosos hace millones de años que se dejaron de formar
y tuvieron una vida muy similar a la de los Andes hace 300 millones de años
atrás, puntualizó.
ORIGEN DE LA CORDILLERA DE LOS ANDES
El profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires indicó que la
cordillera de los Andes tiene una historia de más de mil millones de años de
existencia.
“Lo que vemos ahora es como el cordón montañoso se formó luego de varias
revoluciones orogénicas, que son aquellas que forman montañas”, comentó.
Hace alrededor de mil millones de años hubo una primera formación de
montañas, que muchos llaman Grenvilliana, en la que gran parte de Norteamérica
chocó contra América del Sur y formó un súper continente, explicó.
“Luego Norteamérica se separó dejando unos pedazos en América del Sur,
que eran partes de Laurentia, que era el nombre que tenía en la antigüedad
Norteamérica”, dijo.
Después de que se separaron de nuevo empezó el hundimiento del fondo
oceánico por debajo del continente, abundó el investigador argentino.
“Tuvimos varias crisis en la formación de montañas, varios los
paroxismos que llevaron a formar un sistema montañoso anterior a los Andes, que
tuvieron edad de 460 millones de años, otros tuvieron cerca de 390 millones de
años que fueron sucesivas colisiones”, señaló.
Así que durante la Era Primaria, la cordillera de los Andes se formó por
colisiones de microcontinentes. Gran parte de ellos, venían de Laurentia, es
decir de Norteamérica.
“Tenemos una historia de microcontinentes que se separan, chocan y se
separan y vuelven a chochar”, refirió el geólogo, quien agregó que esos pulsos
formaron de forma lenta los proto Andes.
Alrededor de unos 200 millones de años empezó de forma estable el
hundimiento de la corteza oceánica por debajo de América del sur que lleva a la
formación de los andes actuales.
De modo que los Andes, tal cual los vemos, tienen unos 190 a 200
millones de años de antigüedad, precisó.
BOLIVIA ES EJEMPLO DE INTEGRACIÓN INDÍGENA
Charla con el Ministro de Autonomías de Bolivia, Hugo
Siles Núñez
El Tiempo Latino de EE.UU. (www.eltiempolatino.com/news)
El Ministro de
Autonomías de Bolivia, Hugo Siles Núñez, llegó a Washington para exponer ante
el Banco Interamericano de Desarrollo,
BID, cómo el proceso de reconocimiento e integración de los pueblos indígenas y
campesinos del país andino han experimentado una transformación que ha facilitado
descentralizar los servicios públicos del gobierno central para fomentar las
autonomías regionales.
El ministro Siles reconoce que la cartera de estado que dirige -con un
presupuesto cercano a $6 millones de dólares anuales- es considerada como una
parte estratégica y logística en el trabajo de articulación de políticas
públicas multisectoriales y con otros ministerios para atender a las 36
autonomías creadas con los pueblos indígenas.
Justo al arribar a la capital estadounidense, el ministro Siles, habló
con El Tiempo Latino para ahondar en los avances del proceso de autonomías en
el Estado Plurinacional de Bolivia, con un ministerio que dirige desde
principios de este año con el tercer mandato del presidente Evo Morales, luego
de ser creada esta oficina gubernamental por Decreto Supremo el 9 de febrero de
2009.
Hugo Siles afirma que el proceso de transformación para dar más poder de
decisión a los gobiernos locales inició hace 10 años desde que arribó al poder
del presidente Morales, quien cumple un tercer mandato consecutivo y para el
que en febrero próximo se realizará un referendo de cambio a la constitución
que le permita al gobernante indígena de la etnia aymara reelegirse para un
cuarto término al frente del poder ejecutivo.
“Han sido 10 años de trabajo muy intensos con 36 pueblos y naciones
indígenas en nuestro estado plurinacional y parte de ese trabajo es que venimos
a exponer aquí a Washington en estos dos días de diálogo con el Banco
Interamericano de Desarrollo”, agregó el ministro Siles a este periódico.
De las 36 autonomías ya constituidas, tres: la Autonomía Indígena
Originaria Campesina de Mojocoya, Autonomía Originaria de la Nación Uru Chipaya
y la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae, tienen sus propios estatutos o
“Constituciones” que les permiten manejar de manera independiente asuntos clave
como economía, recolección de impuestos, administración de recursos naturales y
justicia entre otras atribuciones.
También 11 municipalidades más están en el largo proceso de consolidar
su acreditación como pueblos nativos indígenas y lograr así su propio
reconocimiento autonómico bajo los parámetros establecidos en la constitución
boliviana.
El ministro explica que cuando una municipalidad decide pasar al régimen
autonómico pierde la categoría de municipio, pero que este proceso también pasa
por la participación ciudadana a través de referendos y votaciones internas que
les permiten a sus pobladores por votación mayoritaria decidir en los asuntos
del futuro de sus comunidades.
Bolivia, que logró su independencia del Reino de España el 6 de agosto
de 1825, tiene una población de 10 millones de habitantes; un 55 por ciento de
su población son indígenas, según el Censo de año 2012. Los grupos quechua y
aymara, conforman el 50 por ciento de ese total y el otro 5 por ciento con
pequeños grupos la zona amazónica de este país considerado como el que más
étnicas aborígenes conserva en todo el continente americano.
Radio Pachamama de Perú (www.pachamamaradio.org)
Para optimizar la enseñanza del idioma aymara en las escuelas y colegios
de Bolivia, Chile y Perú organizarán un Encuentro Internacional de Maestros y
Maestras Interculturales Bilingües, que se llevará a cabo en el Tripartito,
punto de encuentro entre los tres países.
Dicha actividad académica, será promovida por Docentes Asistentes de
Soporte Intercultural (ASPI) de la Dirección Regional de Educación de Tacna,
donde los maestros de Chile, Bolivia y Chile darán a conocer sus experiencias
vivenciales de interculturalidad en el proceso de aprendizaje de las
poblaciones escolares, revalorando la lengua ayamara, costumbres y otros aspectos.
Previamente, los docentes bilingües peruanos gestionarán la realización
de pasantías a las instituciones educativas de Bolivia y Chile, para concretar
el Encuentro Internacional, informó a Pachamama Radio, el maestro tacneño de
habla aymara, Rogelio Cotrado Ramos.
No obstante, reconoció que para la cristalización de la actividad
académica se requerirá la asistencia de las cancillerías de los tres países.
Cabe destacar que en este evento académico también deben ser invitados
los maestros argentinos de habla aymara, ya que la región Salta de la república
de Argentina existen comunidades aymaras.
ALBA
COMPARTE CON CELAC EN DEMANDA REGIONAL ANTE LA COP 21: MINISTRA BOLIVIANA DE
MEDIO AMBIENTE
Andes de Ecuador (www.andes.info.ec)
La ministra
de Medio Ambiente de Bolivia, Alexandra Moreira, señaló en Quito la
coincidencia entre la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en cuanto
a las iniciativas que serán llevadas en una posición común a la Conferencia
mundial sobre Cambio Climático, COP 21, prevista en Francia.
Moreira
señaló en entrevista con Andes que la ALBA compartió con Celac
planteamientos frente a la COP 21, expuestos los días 9, 10 y 11 en Tiquipaya
(Cochabamba, Bolivia), durante la Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático,
a la que acudieron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; Nicolás Maduro
(Venezuela) y el anfitrión, Evo Morales, y la sociedad civil, que, apuntó,
"no tiene oportunidad de ir a estas negociaciones porque a veces están
excluidas".
La ALBA o
ALBA-TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos) fue creada en diciembre de 2014,
y a esta alianza pertenecen Cuba, Ecuador, Bolivia, Granada, San Vicente y las
Granadinas, Venezuela, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Surinam,
Antigua y Barbuda y Dominica.
Moreira
expuso que en Tiquipaya se ratificó la necesidad de que en París, del 30 de
noviembre al 11 de diciembre próximos, se establezca un acuerdo "de
justicia ambiental", donde se contemplen las responsabilidades comunes
pero diferenciadas entre las naciones desarrolladas y las que están en vías de
desarrollo para frenar el cambio climático.
La titular
boliviana dijo que su país lleva trabajando durante unos 10 años junto a
Ecuador en la lucha por una “Declaración de los derechos de la Madre
Tierra" y apuntó que es importante que en la Conferencia de la ONU pueda
presentarse una propuesta conjunta.
FIN
DEL CICLO 'IZQUIERDISTA' EN AMÉRICA LATINA
La
crisis política en Brasil, las posibilidades de un triunfo del conservador
Macri en Argentina y las recientes tensiones en Ecuador alimentan el debate
sobre el fin de un ciclo político en América Latina
El
Confidencial de Argentina (www.elconfidencial.com)
El próximo 22
de noviembre, el oficialista Daniel
Scioli y el conservador Mauricio
Macri se enfrentarán en las urnas y, gane quien gane, muy pocos ponen en
duda que el nuevo presidente de los argentinos supondrá un
giro a la derecha con respecto a los 12 años de kirchnerismo. En
Brasil, la sucesora de Lula da Silva, Dilma Rousseff, pareciera que debe hacer
encaje de bolillos para permanecer en
el poder un día más. En Ecuador, los movimientos indigenistas que
ayudaron a Rafael Correa a
alcanzar el poder se muestran cada día más distantes del presidente. Cada
vez más, a izquierda y derecha surge una inquietud: ¿ha llegado el fin del
ciclo progresista en América Latina?
La etiqueta
de 'gobiernos progresistas' sirvió para incluir bajo el mismo paraguas
procesos tan diversos como el kirchnerismo en Argentina, el lulismo en Brasil,
el Frente Amplio de Tabaré Vázquez y Pepe Mujica en Uruguay o los 'gobiernos
bolivarianos' en Venezuela,
Bolivia y Ecuador. Si algo los unía, era que llegaron al poder en medio del rechazo popular que provocaron las políticas de ajuste neoliberal que se
generalizaron en América Latina en los años noventa; algunas veces, como
en Bolivia y Argentina, fue la acción colectiva la que expulsó a los gobernantes,
acusados de corruptos y 'vendepatrias', y trajo una oleada de gobernantes entre
los que estaban un sindicalista en Brasil, un exguerrillero en Uruguay o un
indígena en Bolivia. Eran tiempos de cambio, y durante la primera década del
siglo XXI, el proceso se contempló con
optimismo y buenos resultados macroeconómicos. En 2008, en pleno ciclo
alcista del precio de los 'commodities' o materias primas, estos países
experimentaron un notable descenso de los niveles de desigualdad y pobreza.
Mucho se escribió sobre las “nuevas clases
medias” brasileñas o sobre la sorprendente recuperación económica en
Argentina, poco después del 'default' que, según algunos cronistas, expulsaría
al país del tango de la economía global.
Unos años
después, la situación parece haber dado un giro. El fin del ciclo
kirchnerista en Argentina, la crisis de legitimidad de Correa y la débil
situación de Rousseff dan cuenta de un cambio de época, en un
contexto de crisis económica en que las economías latinoamericanas, muy
dependientes de las exportaciones de 'commodities', sufren el agudo descenso
del precio de las materias primas. Pero ¿puede hablarse de fin del ciclo
progresista? Es más, ¿a qué llamamos
progresismo en América Latina?
¿Progresista,
izquierdista, posneoliberal?
El intelectual
uruguayo Raúl Zibechi define los progresismos por los cambios que
introdujeron en el modelo neoliberal del Consenso de Washington: las políticas
asistencialistas, como la Bolsa Familia en Brasil o la Asignación Universal por Hijo en Argentina, redujeron la pobreza,
pero lo hicieron con un modelo de desarrollo económico basado en “el
crecimiento con inclusión social” que creó redes clientelares de dependencia y
que en ningún caso tocó los intereses de las oligarquías. Ese modelo -mejorar
la situación de los pobres sin empeorar la de los ricos- funcionó mientras el
ciclo económico ayudó; ahora, con los precios de los 'commodities' muy por
debajo, no es posible
contentar a todos. Y ahí es cuando vuelve a aumentar la conflictividad social; que se lo pregunten a
Correa, que debe afrontar una creciente oposición de las que otrora fueron
sus bases de apoyo social.
Para el
también uruguayo Eduardo Gudynas, ecologista y académico, el progresismo debe
entenderse como un “régimen político distintivo”: es desde luego diferente al
neoliberalismo, pero tampoco es de
izquierdas, aunque surgió de la izquierda. “Las izquierdas de fines de
los años noventa criticaban las bases conceptuales del desarrollo, se
comprometieron a terminar con la corrupción, defendían la ampliación de los
derechos y buscaban una radicalización de la democracia con más participación”,
apunta Gudynas. Los progresismos actuales,
en cambio, “abrazan las ideas del desarrollo, aunque disputan el excedente”: es
decir, han profundizado el modelo extractivista basado en la exportación
de hidrocarburos, oro o soja, pero utilizan las regalías para financiar sus políticas de reducción de la
pobreza. Y, en lugar de aumentar los mecanismos de participación
democrática, se han ido convirtiendo en “populismos con liderazgo fuerte, con
creciente concentración de poder” y tendencia a querer perpetuarse en el poder,
en opinión de la socióloga y escritora argentina Maristella Svampa.
Otros
intelectuales, como el brasileño Emir Sader, prefieren defender los logros de
los progresismos en estos 15 años: disminución de la brecha de la desigualdad,
menor influencia de Estados Unidos en la región, creación de nuevos espacios de
integración regional. Son, para Sader, “espacios ganados a la visión
totalizadora del capital global”. El sociólogo
brasileño insta a los suyos a ser estratégicos: “El que pierde la batalla de las ideas está
condenado a la derrota política”, advierte. Tal vez eso les esté pasando
a los progresismos latinoamericanos. Tal vez no se corrieron al difuso centro
político y crearon malestar entre sus partidarios de izquierdas; o quizá no
supieron dar contenido a eso que los gobiernos 'bolivarianos' llaman
“socialismo del siglo XXI”, más allá de la etiqueta de 'posneoliberales'.
Scioli no se
escribe con K
En ese
complejo escenario, 32 millones de argentinas y argentinos acudirán a las urnas
el 22 de noviembre para escoger al próximo ocupante de la Casa Rosada. El oficialismo tiene dos semanas para
recuperarse del varapalo que
supuso el resultado del pasado 25 de octubre, que arrojó un
resultado más favorable a Macri de lo esperado, y organizar una campaña
electoral certera. ¿Qué falló? ¿Por qué Scioli no logró más del 36% de los
votos si la presidenta, Cristina
Fernández de Kirchner, llega al final de su mandato con una valoración positiva que supera el 50%?
Algunos analistas interpretan que Fernández debió estar más presente en la
campaña; su baja implicación evidenció que, como escribe
Alfredo Serrano Mancilla, del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
(CELAG), “Scioli no se escribe con K”.
¿Progresista,
izquierdista, posneoliberal?
El intelectual
uruguayo Raúl Zibechi define los progresismos por los cambios que
introdujeron en el modelo neoliberal del Consenso de Washington: las políticas
asistencialistas, como la Bolsa Familia en Brasil o la Asignación Universal por Hijo en Argentina, redujeron la pobreza,
pero lo hicieron con un modelo de desarrollo económico basado en “el
crecimiento con inclusión social” que creó redes clientelares de dependencia y
que en ningún caso tocó los intereses de las oligarquías. Ese modelo -mejorar
la situación de los pobres sin empeorar la de los ricos- funcionó mientras el
ciclo económico ayudó; ahora, con los precios de los 'commodities' muy por
debajo, no es posible
contentar a todos. Y ahí es cuando vuelve a aumentar la conflictividad social; que se lo pregunten a
Correa, que debe afrontar una creciente oposición de las que otrora fueron
sus bases de apoyo social.
Para el
también uruguayo Eduardo Gudynas, ecologista y académico, el progresismo debe
entenderse como un “régimen político distintivo”: es desde luego diferente al
neoliberalismo, pero tampoco es de
izquierdas, aunque surgió de la izquierda. “Las izquierdas de fines de
los años noventa criticaban las bases conceptuales del desarrollo, se
comprometieron a terminar con la corrupción, defendían la ampliación de los
derechos y buscaban una radicalización de la democracia con más participación”,
apunta Gudynas. Los progresismos actuales,
en cambio, “abrazan las ideas del desarrollo, aunque disputan el excedente”: es
decir, han profundizado el modelo extractivista basado en la exportación
de hidrocarburos, oro o soja, pero utilizan las regalías para financiar sus políticas de reducción de la
pobreza. Y, en lugar de aumentar los mecanismos de participación
democrática, se han ido convirtiendo en “populismos con liderazgo fuerte, con
creciente concentración de poder” y tendencia a querer perpetuarse en el poder,
en opinión de la socióloga y escritora argentina Maristella Svampa.
Otros
intelectuales, como el brasileño Emir Sader, prefieren defender los logros de
los progresismos en estos 15 años: disminución de la brecha de la desigualdad,
menor influencia de Estados Unidos en la región, creación de nuevos espacios de
integración regional. Son, para Sader, “espacios ganados a la visión
totalizadora del capital global”. El sociólogo
brasileño insta a los suyos a ser estratégicos: “El que pierde la batalla de las ideas está
condenado a la derrota política”, advierte. Tal vez eso les esté pasando
a los progresismos latinoamericanos. Tal vez no se corrieron al difuso centro
político y crearon malestar entre sus partidarios de izquierdas; o quizá no
supieron dar contenido a eso que los gobiernos 'bolivarianos' llaman
“socialismo del siglo XXI”, más allá de la etiqueta de 'posneoliberales'.
Scioli no se
escribe con K
En ese
complejo escenario, 32 millones de argentinas y argentinos acudirán a las urnas
el 22 de noviembre para escoger al próximo ocupante de la Casa Rosada. El oficialismo tiene dos semanas para
recuperarse del varapalo que
supuso el resultado del pasado 25 de octubre, que arrojó un
resultado más favorable a Macri de lo esperado, y organizar una campaña
electoral certera. ¿Qué falló? ¿Por qué Scioli no logró más del 36% de los
votos si la presidenta, Cristina
Fernández de Kirchner, llega al final de su mandato con una valoración positiva que supera el 50%?
Algunos analistas interpretan que Fernández debió estar más presente en la
campaña; su baja implicación evidenció que, como escribe
Alfredo Serrano Mancilla, del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
(CELAG), “Scioli no se escribe con K”.
Persiste el
interrogante de cómo es posible que, en 12 años de hegemonía política, el
kirchnerismo no fuera capaz de generar un candidato que sí se escriba con K;
pero a estas alturas eso es historia. Aunque poco o nada de nuevo aporta, Macri, en su certera campaña
electoral, ha sabido instalarse como
portador del “cambio” y se hace ver como
un político del siglo XXI. Frente a él, Scioli aparece tan rancio como
algunos de sus carteles de campaña.
De momento,
los kirchneristas alimentan la idea de que “el candidato es el proyecto”; a ese
proyecto “nacional y popular” se opone Macri, que representa la vuelta a los
oscuros días del neoliberalismo menemista, ese que llevó a la debable
económica, política y social de 2001-2002. El problema es que Scioli también
viene del menemismo. Pero Scioli, como el peronismo en sí mismo, ha demostrado
una enorme capacidad de transmutación. Falta ver si su triunfo podría garantizar la supervivencia del
'progresismo' en Argentina. Signifique
este lo que signifique...
LA
BONANZA MALDITA
El
Espectador (www.elespectador.com)
Por Santiago
Montenegro.- En Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay o Venezuela también han
convivido la economía de mercado con mucha pobreza y una mala distribución del
ingreso. Como acá, allá también hay empresarios, industriales y banqueros cuyas
firmas generan la gran mayoría de los empleos formales y pagan la gran masa de
los impuestos con los que se financia el Estado. Como acá, en esos países la
gran mayoría de sus ciudadanos trabajan en los sectores informales y viven del
rebusque en ciudades gigantescas y desordenadas.
Como acá,
esos países heredaron la tradición hispánica, la religión católica, el
castellano, una misma cultura barroca y cuentan con estados burocratizados, ineficientes
y clientelistas, cuando no cleptocráticos.
Podría
agregar otra gran cantidad de características comunes entre Colombia y esos
países, pero es crucial argumentar que sólo acá hemos tenido grupos alzados en
armas que han perdurado durante medio siglo. En varios de ellos hubo guerrilla
en los 60, en Perú en los 80, pero sólo en Colombia ésta ha sido continua
durante medio siglo. Si no es el modelo de desarrollo y si no es la cultura,
entonces, ¿qué explica la diferencia? ¿Por qué en Colombia hemos tenido grupos
alzados en armas continuamente durante tanto tiempo?
Consistente
con una extensa literatura internacional, creo que son dos causas las que
explican la diferencia, causas que, efectivamente, las podemos definir como
objetivas. Primero, es el modelo de desarrollo, pero no el de la economía de
mercado formal compuesta por empresas industriales, bancos o cadenas
comerciales. Esas empresas generan millones de empleos formales y pagan
impuestos. Pero sí es la economía de los cultivos ilícitos de la marihuana y la
coca, y el tráfico de la cocaína, que desde los 80 alimentaron a la guerrilla y
a los grupos paramilitares. Ese es el verdadero capitalismo salvaje que asesinó
a jueces, políticos y miembros de las Fuerzas Armadas, corrompió a buena parte
del Estado y de la sociedad y les dio recursos gigantescos a los grupos alzados
en armas.
La segunda
causa objetiva que nos diferencia de otros países ha sido la histórica
debilidad del Estado, que se reflejó en que, desde el siglo XIX y hasta hace
pocos años, Colombia contó con unas Fuerzas Armadas muy pequeñas, comparadas
con las de otros países de América Latina (medidas en soldados por millón de
habitantes). Junto a una geografía muy quebrada y un 50% de su territorio
cubierto por selvas y bosques, este factor facilitó el accionar de los grupos
ilegales e hizo que el Estado no contase con el monopolio de la fuerza legítima
sobre todo el territorio.
Por esto,
preocupa enormemente que Colombia haya vuelto a ser el principal productor de
coca del mundo. Este mayor volumen de producción y la masiva devaluación de la
tasa de cambio están produciendo una bonanza gigantesca en esa economía
maldita. Si no se combate la producción de coca y si las Fuerzas Armadas no
copan las áreas donde están las Farc, el llamado posacuerdo de La Habana no se
traducirá en posconflicto.
Porque,
mientras perduren las verdaderas causas objetivas que alimentan a los grupos
alzados en armas, hay razones para temer que continuará la violencia en nuestro
país.
EL
ORGULLO DE SER INMIGRANTE
El
Diario de Nueva York (www.eldiariony.com)
Por Noelia
Morales.- Cuando tenía 18 años, mi padre dejó su ciudad natal de La Paz,
Bolivia, para venir a estudiar a Estados Unidos. A la misma edad, mi madre dejó
Asunción, Paraguay, para unirse con su hermano en este país. Luego de
conocerse, mis padres llegaron a la conclusión de que sus posibilidades futuras
eran mayores aquí que en sus países de origen. Decidieron hacer un hogar
permanente en EE.UU. y hoy son ambos ciudadanos. Millones de inmigrantes han
tenido experiencias similares.
Por eso es
duro para ellos y sus familias descubrir que su esfuerzo por forjar una vida
mejor en EE.UU. no es suficientemente reconocido por algunos en esta nación de
inmigrantes.
Usted ya debe
estar harto de escuchar los comentarios racistas de Donald Trump sobre los
mexicanos y la inmigración. Tal vez hasta se haya reído cuando se enteró de los
planes del magnate-político para construir, a un costo billonario, una pared
entre México y EE.UU.
Quienes
piensan que Trump es simplemente una broma deben tomar conciencia que sigue
estando al tope de las encuestas en las primarias republicanas y que es tomado
en serio por muchos. Sus planes pueden ser extremos, pero lo más importante es
que su candidatura ha puesto de manifiesto que hay muchos estadounidenses que
comparten sus puntos de vista sobre México y la inmigración, y que lo apoyan.
Quienes están
honestamente preocupados por el flujo de inmigración indocumentada hacia EE.UU.
deben tener en cuenta que ésta es el resultado de complejas fuerzas económicas
y sociales, que no se solucionan levantando costosas barreras físicas. La
solución parte de entender que todos somos inmigrantes, y que la inmigración no
puede ser tratada como un delito.
CUBA
PODRÍA HABER ENCONTRADO LA CURA DEFINITIVA CONTRA EL CÁNCER
Médicos
cubanos anunciaron ya desde al año 2013 en La Habana el resultado de 14
años de investigaciones con una solución de péptidos antitumorales cuyo análogo
natural es capaz de ofrecer una dinámica positiva en los tratamientos
oncológicos.
La
Nueva Tribuna de España (www.nuevatribuna.es)
El término
“cáncer” designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier
parte del organismo, también se denominan, por veces, como “tumores
malignos” o “neoplasias malignas”. Una característica del cáncer es la multiplicación
rápida anárquica de células anormales que se extienden más allá de sus límites
habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros
órganos, proceso conocido como metástasis.
El cáncer
constituye actualmente la principal causa de muerte a escala mundial. Las
metástasis son la principal causa de muerte. Durante el año 2013, se
diagnosticaron alrededor de 15 millones de casos (6). Se atribuyen 8,2 millones
de defunciones ocurridas en el año 2012 (1). Los principales tipos de cáncer
son los siguientes: pulmonar (1,59 millones de defunciones); hepático (745 000
defunciones); gástrico (723 000 defunciones); colorrectal (694
000 defunciones); mamario (521 0funciones); cáncer de esófago (400 000
defunciones).
Situación y
Carga Mundial del Cáncer
Es innegable
que la carga de enfermedad por cáncer va en preocupante aumento. Se prevé que
el número de nuevos casos aumente en aproximadamente un 70% en los próximos 20
años, si no se toman medidas adecuadas. Los cánceres diagnosticados con
más frecuencia en el hombre son el de pulmón, próstata, colon y recto, estómago
e hígado. En la mujer los de mama, colon y recto, pulmón, cuello uterino y
estómago. Aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer son debidas a
cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: a) índice de masa corporal
elevado, b) la ingesta reducida de frutas y verduras, c) falta de actividad
física, d) consumo de tabaco y e) consumo de alcohol. El consumo de tabaco es
el factor de riesgo más importante, y es la causa más del 20% de las muertes
mundiales por cáncer en general, y alrededor del 70% de las muertes mundiales
por cáncer de pulmón. Los cánceres causados por infecciones víricas, tales como
las infecciones por virus de las hepatitis B (VHB) y C (VHC) o por papilomavirus
humanos (PVH), son responsables de hasta un 20% de las muertes por cáncer en
los países de ingresos bajos y medios (1). Más del 60% de los nuevos casos
anuales totales del mundo se producen en África, Asia, América Central y
Sudamérica. Estas regiones representan el 70% de las muertes por cáncer en el
mundo. Se prevé que los casos anuales de cáncer aumentarán a 22 millones en las
próximas dos décadas.
Según la OMS,
el diagnóstico correcto del cáncer es esencial para un tratamiento adecuado y eficaz,
porque cada tipo de cáncer necesita un tratamiento específico que puede abarcar
una o más modalidades hasta ahora adoptadas, tales como la cirugía, la
radioterapia o la quimioterapia. El objetivo principal busca curar el cáncer o
prolongar la vida de forma considerable. Otro objetivo importante consiste en
mejorar la calidad de vida del paciente, lo cual se puede lograr con atención
paliativa y apoyo psicológico. Algunas de las formas más comunes de cáncer,
como el mamario, el cervicouterino, el bucal o el colorrectal, tienen tasas de
curación más elevadas cuando se detectan pronto y se tratan correctamente. Las
posibilidades de curación de otros cánceres y sus formas diseminadas, como las
leucemias y los linfomas en los niños o el seminoma testicular, tienen tasas de
curación elevadas, si se tratan adecuadamente.
Cáncer:
relaciones de poder e influencia
Si bien la
mayoría de informes, reportes, investigaciones atribuyen a los riesgos
conductuales y dietéticos el aumento del cáncer y lo hacen enfáticamente,
señalando que los ciudadanos usuarios no prestan suficientemente
atención al cuidado individual de su salud y sus estilos de vida, se los
culpabiliza del problema, pero poca referencia se hace a la determinancia
del cáncer, es decir a las relaciones de poder vinculadas al tema del
cáncer, como ser los factores políticos, las enormes presiones e intereses
económicos y comerciales, los aspectos culturales, académicos y otros, que
ejercen enorme influencia para guardar o no un preocupante silencio, tolerancia,
permisividad y hasta apatía sobre las políticas de salud y el cáncer,
encubriendo conductas, prácticas, productos, servicios y otros servicios
que resultan determinantes de esta enfermedad guiados por intereses de mercado,
evitando la discusión y el debate sobre los potenciales riesgos cada vez más
numerosos y sus consecuencias relacionadas con el cáncer.
Se esgrimen
argumentos tales como que el aumento del cáncer es debido, en gran parte, al
hecho de que las personas ahora viven más tiempo, ya que tenemos
mayor expectativa de vida, en comparación a nuestros antepasados y por
tanto estamos más en riesgo; argumento que es refutado por el hecho de que
actualmente se observa con más frecuencia tipos de cáncer en grupos
de edad cada vez más jóvenes. De esta forma parecen surgir, no pocas
teorías dirigidas a desviar la atención de las verdaderas causas del problema
del cáncer, evitando debatir sobre la raíces mismas del problema y el por
qué no se implementan políticas más comprometidas para evitar el problema,
antes que esperar su incrementada aparición, no introduciendo oportunamente
mayores principios de precaución, restricción, prohibición o limitación de
factores de riesgo, lo que lleva a la reflexión de si el mercado y sus reglas
deben o no prevalecer sobre la salud y el interés público.
El cáncer y
las terapias de coste inabordable
Un reciente
estudio de investigación publicado en la revista JAMA Oncología
(6) indica que la enfermedad fue responsable el año 2013 del 15 por
ciento de las muertes en 118 países incluidos en la investigación. Los
hallazgos señalan que el mercado mundial de medicamentos oncológicos
aumentó 10,3 por ciento en el año 2014. 12 tratamientos contra el
cáncer aprobados en el año 2012 por la FDA (Food and Drug Administration
de los Estados Unidos), cuestan más de 100.000 dólares por paciente al año (9).
El lado
social del tratamiento de esta enfermedad esta descuidado y no se puede ignorar
por más tiempo, ya que el gasto en medicamentos para el cáncer ha alcanzado un
nuevo hito: USD 100 mil millones en 2014 y se estima llegará a USD
147 mil millones para el 2018(IMS Health). Es claro que el gasto global en
medicamentos se incrementa constantemente resultando un muy saludable y
rentable negocio que ha logrado un incremento de aproximadamente un 33 por
ciento en tan sólo cinco años y son los pacientes los que deben asumir, cubrir
y soportan estos altísimos costes, en buena parte de su propio bolsillo,
resultando en un gasto catastrófico para las familias, especialmente en los países
menos desarrollados, donde la enfermedad en un verdadero drama con impacto
social, epidemiológico y financiero, que requiere mayor preocupación pública y
que motiva que en algunos países como Bolivia, los paciente afectados se vean
obligados a marchar por las calles solicitando mayor atención, menos
indiferencia y mas acción del estado. Esto es consecuencia que buena parte
de los gobiernos protegen mas las patentes, confiriendo el monopolio de
un bien público, como son los medicamentos y de otros productos esenciales, más
que proteger la vida misma. Así los pacientes y sus familias deben
afrontar la codicia financiera toxica que resulta mortal, por el
inabordable precio de las terapias.
La
investigación sobre el cáncer, ¿cuestionada?
Si bien el
cáncer es uno de los temas de mayor investigación a nivel mundial, muchos de
sus resultados son objeto de presión para evitar su difusión o para
desacreditar sus conclusiones. Recientemente la Agencia para la Investigación
sobre el Cáncer (IARC) la dependiente de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), calificó el Glifosato, herbicida estrella
producido por la compañía Monsanto de "posiblemente cancerígeno para la
salud humana", de inmediato el director de tecnología de
Monsanto a nivel global, Robb Fraley sostenía que desde la empresa que están
"indignados con esta evaluación", y agregó que "esta conclusión
es incompatible con las décadas de continuos exámenes exhaustivos" y que
el resultado de la IARC "es un claro ejemplo de un programa impulsado por
agendas sesgadas", mencionando que "Monsanto está en contra de la
ciencia basura".
La
discrepancia entre la percepción y la realidad no es reciente y convenció
para que laureados con el premio Nobel como Linus Pauling afirmara, ya
hace décadas, que lo que se permite publicar no siempre es confiable y que
"buena parte de la investigación que se publica sobre el cáncer es en gran
parte un fraude"(5) debido a las presiones comerciales. The England
Medical Journal, afirma que "simplemente ya no es posible creer gran parte
de la investigación clínica que se publica", mientras que el Dr. John
Bailer (5) que pasó dos décadas en el personal del Instituto Nacional del
Cáncer de Estados Unidos, llegó a la conclusión de que "el programa
nacional de cáncer se debe juzgar un fallo calificado." De hecho, afirmó
que la institución "la investigación del cáncer en los últimos 20 años ha
sido un fracaso total".
El cáncer en
Bolivia
Resulta
difícil hoy en día conocer a alguien que no tenga un conocido, amigo, una
familia, que no sufra esta enfermedad en Bolivia y en el mundo. Se
cuentan en millones las vidas destrozadas y resulta llamativo, si no extraño,
que en pleno siglo XXI, los avances no hayan sido suficientes, mientras nuestro
entorno está cada vez más contaminado con tóxicos y nuestros
estilos y modos de vida no son decididos por los ciudadanos sino impuestos
por grandes interés comerciales corporativos, ya que no es nada nuevo que
existe una “captura corporativa” de los temas relacionados con la salud y
Bolivia no es la excepción. En Bolivia, con una población de
10.825.000 habitantes, según datos del Ministerio de Salud, existirían
46.422 personas con cáncer como casos notificados a diciembre de 2014.
Cada año se diagnostican 17.170 casos nuevos de cáncer (11.000 mujeres y 6.000
varones). En criterio de especialistas en el tema, Bolivia es el único
país de la región que presenta un atraso alarmante en lo que es una política
nacional para el tratamiento de pacientes con cáncer, que tenga una perspectiva
de salud pública y de respeto a los Derechos humanos. No se cuenta con
infraestructuras adecuadas, los pocos equipos que existen son del siglo
anterior, el costo de los medicamentos resulta de lejos inaccesible para la
gente pobre y existen pocos especialistas.
Cuba podría
haber encontrado la cura definitiva contra el cáncer
En este
contexto, médicos cubanos anunciaron ya desde al año 2013 en La Habana, el
resultado de 14 años de investigaciones con una solución de péptidos
antitumorales cuyo análogo natural es capaz de ofrecer una dinámica positiva en
los tratamientos oncológicos. Así lo anuncio el Dr. José Antonio Fraga Castro,
Director del Grupo Labiofam,
Según los
especialistas cubanos, lo que hace única esta solución de péptidos es que puede
actuar en aquellas zonas del cuerpo humano que son imposibles de operar o
tratar con quimioterapia u otras terapias modernas. Un ejemplo claro del éxito
del nuevo método es el niño Leo, que padece cáncer cerebral. Ahora el muchacho
parece un chico común y corriente y es difícil adivinar a primera vista que
hace solo unos meses le ganó una batalla a la muerte. El lugar donde Leo
tenía el tumor no permitía someterlo a la operación que necesitaba, ya que
corría un gran riesgo de perder la vida.
El único
posible remedio para el menor era el fármaco desarrollado por los
investigadores cubanos de Labiofam, basado en péptidos naturales. Aunque el
medicamento todavía pasa por la fase experimental, ya ha dado muestras de sus
efectos curativos. La especialista en ensayos clínicos de Labiofam Niudis Cruz
Zamora, ha presentado a RT la prueba de la eficacia del nuevo producto
mostrando la dinámica positiva en el tratamiento de Leo.
”El paciente
empezó con una lesión inmensa que medía en altura 32 milímetros, gran
hidrocefalia y durante los siete meses que estuvo encamado solamente se le
trató con la solución de péptidos naturales. La altura disminuyó de 32,4 a 27,1
y para mayo de 2013, la lesión alcanzó su tamaño mínimo”, explica la
científica. Entre los pacientes tratados con la solución figuran personas
con la enfermedad en estado avanzado, que no tienen alternativa oncológica. “Yo
estaba mal, como un vegetal, no podía hacer nada, no podía caminar, no podía
hablar, hablaba enredado; para mí esto fue un gran avance”, confiesa Yarislenis
Abreu Castaneda que ha podido recuperar una vida normal gracias a la innovación
de Labiofam.
Los
especialistas afirman que gracias a su impresionante efecto, que mejora la
calidad de vida de los enfermos, la solución fue la base para una medicina que
podría convertirse en un arma definitiva contra el cáncer. Según representantes
de la entidad, el producto podría revolucionar el mercado, ya que no se habla
de falsas expectativas sino de pruebas sólidas efectuadas en animales que
demostraron que se logra la reducción del 90% del tumor y en algunos casos su
desaparición casi total.”No existe en la base de datos internacional ningún
principio activo con efectos similares”, asegura el investigador científico de
Labiofam, Alexis Díaz García. “Estamos previendo que pueda convertirse en una futura
formulación que pueda resolver los casos de cáncer que no tienen solución,
estamos hablando de cáncer de mama, colon, próstata, que ocupan los primeros
lugares de mortalidad”, agregó.
Sin embargo,
los planes de la empresa van más allá de la curación. El director del grupo
afirma que “este producto va a ser efectivo tanto en el tratamiento de los
enfermos como para la prevención de la enfermedad”. Los investigadores cubanos
están seguros de que la producción del innovador fármaco supondrá un paso trascendental
en un futuro cercano para hacer frente a este mal que siega anualmente
millones de vidas.
Si bien el
producto aún está en fase experimental, esos logros y avances deben ser
patentados y eso lleva a un proceso que no es fácil, plagado de obstáculos de
parte de las grandes transnacionales farmacéuticas, a quienes no conviene
este tipo de avances destinados a encontrar una cura y vencer definitivamente
el cáncer.
HUÁNUCO: EN CHAULÁN FALSIFICABAN PARTIDAS DE NACIMIENTOS
PARA CUBANOS
Descubren mafia que vuelve peruanos a extranjeros.
Organización habría logrado hasta 17 inscripciones falsas para luego hacerlos
ingresar a Estados Unidos.
Diario Correo de Perú (www.diariocorreo.pe)
La tarde del 22
de agosto último, un funcionario de la Superintendencia
Nacional de Migraciones llamó a un agente de la División de Estafas (Diviod) de la Dirincri.
“Hay una mujer
aquí que dice ser huanuqueña y quiere sacar su pasaporte, pero el dejo es
extranjero. Hay algo raro”, narró el funcionario. Inmediatamente, el agente,
miembro de un equipo especial de
investigación de documentos falsos, se dirigió hacia la cuadra 7 de la
avenida España.
Cuando llegó,
encontró a una mujer de 46 años, blanca, rubia y de ojos verdes, a quien apenas
se le escuchaba la voz y simplemente mostraba un DNI con su foto y el nombre de
Elena Espinoza Jacha.
“Dice que va a
viajar a México. Tiene su DNI y hasta su partida de nacimiento acá, pero parece
cubana o colombiana por el dejo”, le comentó el trabajador al policía.
Al examinar los
papeles de Reniec y la partida
de nacimiento, el detective se dio cuenta de que algo no andaba bien y resolvió
llevársela a la central de la Dirincri.
Ese fue el
comienzo del fin del periplo de Edelmys Silva Martins, madre de familia,
natural de La Habana, cuyo objetivo final era llegar a Miami, donde le esperaba
el resto de sus parientes y cuya detención hizo que la Policía destape una red
de corrupción y trata de personas dentro del Perú.
Todo comenzó a
mediados del 2013, Edelmys contactó en Cuba a un hombre identificado como
“Lucho” para llegar a Estados Unidos.
“Lucho” le
explicó que tendría que ir a Sudamérica para transformar su identidad y poder
entrar sin problemas a México y, luego, cruzar la frontera hacia Estados
Unidos, de acuerdo a la manifestación que diera la cubana.
MEJOR OPCIÓN. Según el expediente de la Diviod, denominado “caso
inscripción fraudulenta”, la primera forma era viajar a Ecuador, desde ahí,
ingresar al Perú por carretera, para luego falsificar documentos y viajar a
México.
La segunda
opción era viajar de Cuba a Bolivia, pero, con escala en Perú, para que una vez
en el pasillo de abordaje limeño, cambien de lugar con la ayuda de empleados
internos hacia un vuelo que los lleve a México.
La tercera, era
ser inscrita de manera extemporánea en algún municipio de una provincia, para
obtener una partida de nacimiento real pero con datos falsos, para después
poder sacar un documento de identidad y un pasaporte.
“El último es
el procedimiento más seguro” indican los documentos de la investigación. De
acuerdo con el expediente, el costo de estas tres operaciones oscila entre los
15 mil a 25 mil dólares y tiene una duración de entre tres a 18 meses, según la
opción que se escoja.
Silva Martins
eligió la tercera opción. De acuerdo con su manifestación ante la Diviod, llegó
al Perú a principios del 2013, guiada presuntamente por Hugo De Paz Martínez,
quien se haría cargo de ella hasta su despegue desde el Jorge Chávez.
Luego la alojó
en un cuarto en Puente Piedra y le ordenó sacar un carnet de asilo en la Comisión Especial para casos de Refugiados,
del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Edelmys hizo
caso mientras que De Paz gestionó su partida en la municipalidad de San Pedro
de Chaulán, por intermedio de Jorge Benancio Gonzáles, ex jefe de registros
civiles de la zona, según figura el expediente al que este medio tuvo acceso
exclusivo.
Ambos hombres
no han podido ser hallados por la Policía.
Intentamos
contactar al alcalde de dicho municipio, Raúl Soza, pero sus teléfonos
estuvieron apagados, mientras que funcionarios de la Comisión Especial para Refugiados indicaron a este medio que “no
tenían idea de que eso estuviera pasando”.
COYOTES. La Policía detectó que estos coyotes tendrían
cómplices también en México DF donde sus contactos esperan a los cubanos que
logran viajar desde Perú.
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