En noviembre
de 2010, mientras todavía se mantenía a la cabeza de la Organización de Estados
Americanos, Insulza reconoció que con frecuencia el reclamo de Bolivia por
terminar con su condición mediterránea aparecía en la opinión pública, y
emplazó a encontrar un punto de acercamiento con dicha nación. “No sé cómo se
va a resolver, pero creo que ya es hora de hacer propuestas concretas. Llevan
mucho tiempo de diálogo Bolivia y Chile, llevan mucho tiempo conversando”,
afirmó a Televisión Nacional hace cinco años.
La llegada de
José Miguel Insulza al equipo marítimo chileno no logró la cohesión en el
vecino país. El ahora agente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), un
día después de su posesión, sufrió críticas del aparato político de Santiago,
que le exige que aclare si apoyó o no una salida soberana al mar para Bolivia cuando
fungía como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En La Paz, se consideró que la incorporación de Insulza obedece a un aspecto
político, justo el día en que Bolivia logró el respaldo de Irán.
Insulza
asumió la misión de generar estrategias comunicacionales y se habla de un
trabajo político en su nueva función. Sin embargo, existen voces críticas a
esta incorporación. Una de ellas es la de Jorge Tarud, diputado chileno que
pidió al excanciller chileno aclarar si apoyó o no a Bolivia cuando era la
cabeza de la OEA al pedir una propuesta concreta para resolver el diferendo
marítimo.
“La
incorporación de Insulza da para muchas interpretaciones, por eso le pido que
lo clarifique, qué oferta concreta, a qué se refiere, ¿él está pidiendo que
hagamos una oferta con soberanía?, en consecuencia que sea claro ante el país y
que lo diga”, exigió Tarud.
Propuestas
concretas
Insulza, en
2010, dijo que el diferendo marítimo debe resolverse y consideró que en esa
época era la “hora de hacer propuestas concretas” para solucionar el conflicto.
Esa declaración la hizo en una entrevista al canal estatal chileno y hace dos
meses la recordó el presidente Evo Morales.
En marzo de
2015, el exmandamás de la OEA recibió de manos de Morales, en Palacio Quemado,
el Libro del mar. Esta fue su última visita a La Paz.
El diputado
chileno Hugo Gutiérrez también criticó la incorporación de Insulza. Dijo que el
excanciller tiene experiencia política y no jurídica. Al respecto, el vicepresidente Álvaro García
ve “fragilidad” en el accionar chileno y pidió a Insulza practicar lo que
predicó cuando era líder de la OEA.
El exagente
chileno Felipe Bulnes denunció, en una carta, que no se logró la cohesión en
Chile luego de conocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia del 24 de
septiembre
RESUCITAN
ANTIGUO LLAMADO DE INSULZA A ENTREGAR “PROPUESTAS CONCRETAS” PARA BOLIVIA
Radio
Bio Bio de Chile (www.biobiochile.cl)
A menos de 24 horas de haber sido oficializado como el nuevo agente ante
la Corte Internacional de Justicia por la demanda reivindicatoria boliviana, el
ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, enfrenta una polémica por
las opiniones que entregó mucho antes que el vecino país concretara su acción
ante el tribunal asentado en La Haya.
En noviembre
de 2010, mientras todavía se mantenía a la cabeza de la Organización de Estados
Americanos, Insulza reconoció que con frecuencia el reclamo de Bolivia por
terminar con su condición mediterránea aparecía en la opinión pública, y emplazó
a encontrar un punto de acercamiento con dicha nación.
“No sé cómo
se va a resolver, pero creo que ya es hora de hacer propuestas concretas.
Llevan mucho tiempo de diálogo Bolivia y Chile, llevan mucho tiempo
conversando”, afirmó a Televisión Nacional hace cinco años.
Durante el
gobierno de Eduardo Frei, mientras José Miguel Insulza se desempeñaba como
ministro de Relaciones Exteriores, hubo una serie de conversaciones con Bolivia
en relación a la demanda marítima. Entre esos diálogos se aludió a la eventualidad
de entregar facilidades de carácter amplio para utilizar el puerto de Iquique.
Insulza
admitió la existencia de “conversaciones discretas”, evitando aludir a ellas
como una negociación secreta, que “no fructificaron en ese momento”.
Uno de los encargados
de revivir esas declaraciones fue el diputado del PPD Jorge Tarud, quien en
2010 criticó duramente las palabras del entonces secretario general de la OEA.
“Él no puede
entrometerse en lo que es el diálogo y la relación bilateral entre Chile y Bolivia
cuando nadie se lo ha pedido y, por lo tanto, que él esté presionando a Chile
para realizar una propuesta concreta es absolutamente inaceptable”, manifestó
el parlamentario.
Ahora, Tarud
pide nuevamente que Insulza explique el tenor de sus dichos, especialmente tras
ser nombrado agente.
CHILE
EVITA ENFRENTARSE A MORALES, MIENTRAS BOLIVIA PIDE A INSULZA ACLARAR POSTURA
Canciller
Muñoz insistió “en que ahora viene una etapa que tiene otro contenido, no sólo
jurídico sino que político, histórico y comunicacional”.
El
Diario de Chile (www.df.cl/noticias)
El gobierno
boliviano no sólo aprovechó la oportunidad de hacer ver que en Chile existen
fricciones ante la demanda marítima, a raíz de los argumentos que dio el ex
agente Felipe Bulnes para su renuncia, sino que también reiteró el
emplazamiento que ya le había hecho con anterioridad a José Miguel Insulza para
que defina una postura, puesto que en 2010 y cuando era secretario general de
la OEA hizo un llamado al diálogo.
Este punto no causó sorpresa, pues varios parlamentarios chilenos y cercanos al juicio, esperaban que La Paz reaccionara de esta forma. Así, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dijo ayer que "el gobierno (chileno) es sólido, firme y de un solo pensamiento, una posición, de una sola línea, quien tiene que resolver sus contradicciones es el señor Insulza".
Este punto no causó sorpresa, pues varios parlamentarios chilenos y cercanos al juicio, esperaban que La Paz reaccionara de esta forma. Así, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dijo ayer que "el gobierno (chileno) es sólido, firme y de un solo pensamiento, una posición, de una sola línea, quien tiene que resolver sus contradicciones es el señor Insulza".
Desde el
gobierno chileno no quisieron entrar a responder a los cuestionamientos
realizados por las autoridades paceñas. En esa línea, el ministro del Interior,
Jorge Burgos, sólo se limitó a decir en tono irónico que "no gastaría un
segundo en hacer comentarios al respecto". Esta respuesta también apuntó a
las palabras del presidente boliviano, Evo Morales, quien desde Irán expresó en
el marco de una entrevista al canal HispanTV: "Nosotros estamos con todo
el mundo y lamentablemente Chile está solo. Un poco desgastado, inclusive, su
diplomacia".
Por su parte,
el gobierno chileno se concentró ayer en reforzar la idea expresada por la
presidenta Bachelet respecto al nacimiento de una nueva etapa. Así, de forma
muy escueta, el canciller Heraldo Muñoz dijo que "fue una etapa de la
objeción preliminar y ahora viene una etapa que tiene otro contenido no sólo
jurídico sino que político, histórico y comunicacional, agregando en respuesta
a las diversas reacciones emanadas desde el país vecino que "eso le
corresponde a Bolivia, nosotros estamos muy claros en nuestra política".
Bajo esta lógica, comentan desde círculos diplomáticos, la idea de la Cancillería es comenzar cuanto antes la llamada nueva etapa, que debería incluir más actividades públicas como, por ejemplo, hacer más notorios los viajes de los ex presidentes, ex cancilleres y parlamentarios, que antes- en su mayoría- se hacían de forma reservada. De igual modo, desde el Congreso aún esperan mayores definiciones en torno a esta nueva estrategia político-comunicacional que se abre y que también tiene a nuevos actores a su cargo, como el del periodista Ascanio Cavallo.
Bajo esta lógica, comentan desde círculos diplomáticos, la idea de la Cancillería es comenzar cuanto antes la llamada nueva etapa, que debería incluir más actividades públicas como, por ejemplo, hacer más notorios los viajes de los ex presidentes, ex cancilleres y parlamentarios, que antes- en su mayoría- se hacían de forma reservada. De igual modo, desde el Congreso aún esperan mayores definiciones en torno a esta nueva estrategia político-comunicacional que se abre y que también tiene a nuevos actores a su cargo, como el del periodista Ascanio Cavallo.
Para hoy está
citado a la comisión de RR.EE de la Cámara Baja el nuevo agente, quien asistirá
a la instancia a partir de las 16:15 horas. La idea de la citación- comenta un
parlamentario- es que informe sobre su nuevo rol y los lineamientos que trazará
y que, de paso, aclare los dichos que formuló en la OEA.
Mantener la
unidad
En el mundo
político intentan mantener y retomar el camino de la unidad y de ver este tema
como una política de Estado. A algunos no les cayó bien la salida de Bulnes, y
creen que se debería incluir a la oposición de forma más activa para dar una
clara señal de transversalidad, como lo hizo La Paz al nombrar vocero de la
causa marítima a un claro opositor de Morales como Carlos Mesa.
Con todo, el
presidente de la comisión de RR.EE del Senado, Francisco Chahuán, expresó su
confianza en fortalecer la unidad pese a las diferencias: "Hubo unidad
respecto de la estrategia de Chile y la conducción de la Presidenta en el
manejo de la demanda de Bolivia, unidad que se va a mantener con José Miguel
Insulza", dijo.
ABOGADO JAIME
LAGOS: "ES PREFERIBLE QUE EL AGENTE VIVA EN LA HAYA"
Fortalecer
los argumentos jurídicos es una de las clave del actual escenario desde la
óptica de Jaime Lagos, quien fuera director jurídico de la Cancillería
precisamente cuando la cartera fue liderada por José Miguel Insulza. El experto
conversó con DF sobre el momento que enfrenta Chile.
- ¿Cuál es la
nueva etapa que se abre tras el cambio de agente?
- Viene una
segunda etapa. La primera fue más bien procesal sobre la competencia de la
Corte, ahora habrá que entrar en el fondo. Aunque ya en su fallo de septiembre
la Corte indicó cuáles son algunos elementos básicos del fallo definitivo, dio
una orientación sobre cuáles van a ser los temas que serán discutidos. Ahora
también hay una continuidad. Pero el tema central será esta obligación de
negociar, si existe y si Chile habría incumplido con esta negociación.
- ¿Qué
elementos se debieran fortalecer desde el plano jurídico?
- Hay que
preguntarle a los expertos y a los que viajan al exterior si han estudiado a
fondo esa materia. El tema de los actos jurídicos unilaterales va a ser central
y muy debatido. Requiere mucho conocimiento jurídico, y se requiere reforzar y
hay que estudiarlo aún más a fondo, hay que fortalecer esos elementos jurídicos
que no han sido fáciles, sobre todo porque hay autores chilenos que aceptan la
teoría de la obligación de negociar como un hecho establecido en el derecho
internacional.
- ¿Qué tan
importante puede ser para la Corte la particular campaña comunicacional
boliviana ?
- Hay dos
aspectos, el jurídico que como dije hay que fortalecerlo; pero obviamente un
país que tiene simpatía internacional, puede tener alguna incidencia, porque el
hecho que aparezca Bolivia presentándose como víctima ayuda en su tesis, pero
no va a ser fundamental.
- ¿Cómo analiza
la salida del agente Bulnes?
- No me gustó
en lo comunicacional. Ahí fallamos. No se explicó bien el tema y quedó la
sensación de que había un quiebre. No fue acertado, porque dio a entender a la
opinión pública mundial que había una división en este tema. Por suerte, se ha
retomado bien el camino como política de Estado. Pero no fue un buen uso
comunicacional. Basta ver las reacciones mundiales y cómo Bolivia se está
aprovechando. No fue un acontecimiento grato, dio la impresión de una división
que no es tan así, hay matices, pero no hay esa división. A veces, sí ha habido
muchas críticas al gobierno, es cierto, a veces muy duras y fuertes; incluso
algunos dijeron que no había que ir a presentarse a la Corte, apuntando a una
Corte que tiene que resolver el fondo. Antes que se falle ya se estaba
criticando. Ha habido cierto nacionalismo exagerado chileno, pero
afortunadamente todo ha vuelto a su cauce normal.
- ¿Qué
impresión le deja el arribo de Insulza?
- Tengo la
mejor impresión de él, no necesita presentación. Se le está atribuyendo una
frase (por parte de Bolivia y sus declaraciones cuando estuvo en la OEA), y
habrá que ver cuál fue esa frase, aunque no fue nada muy negativo, sólo llamó
al diálogo. Una cosa que me alegro es que se dedique con exclusividad, siempre
he sido partidario de que el agente viva en La Haya, y si no se podía al menos
que se dedicara cien por ciento a la defensa.
- La no
exclusividad que tenía Bulnes, ¿puede haber sido uno de los motivos de su
salida?
- Habrá
tenido sus otras razones, pero en este caso -como he dicho- se requiere
dedicación exclusiva. El agente tiene que vivir en La Haya, y eso se lo diré a
José Miguel (Insulza) cuando me reúna con él estos días, como opinión, eso sí,
no como un consejo.
LA
HAYA: PARTIDOS PIDEN QUE INSULZA ASUMA VOCERÍA ACTIVA
Parlamentarios
de todos los sectores solicitaron a Insulza desplegar un rol más político que
su antecesor. Nuevo agente se reunió ayer con Felipe Bulnes, cita a la que
también se sumó Alberto Van Klaveren.
La
Tercera de Chile (www.latercera.com)
Ejercer un
rol más activo y una vocería menos jurídica y más política. Esa fue la
solicitud hecha ayer por los parlamentarios de las comisiones de Relaciones
Exteriores del Congreso al ex secretario general de la OEA, José Miguel
Insulza, quien el lunes fue nombrado como el nuevo agente de Chile en la Corte
Internacional de La Haya, en reemplazo de Felipe Bulnes.
El argumento
de los legisladores se basa en el diagnóstico de la gestión realizada por el
abogado y ex ministro de Sebastián Piñera durante la primera etapa de la
demanda de Bolivia.
Luego de que
el pasado 24 de septiembre la Corte decidiera rechazar la impugnación de
competencia y dar curso al juicio contra Chile, varios reclamaron que
faltó un trabajo de sociabilización de los argumentos chilenos, al margen de
los contenidos jurídicos.
De hecho,
luego de anunciar públicamente su renuncia, el propio Bulnes admitió que
tomó la decisión producto de las reacciones que tuvo en Chile el fallo.
Entre los
cuestionamientos expuestos por distintos sectores se planteó el ejemplo de la
ofensiva encabezada por el Presidente de Bolivia, Evo Morales, quien nombró al
ex jefe de Estado, Carlos Mesa, como vocero internacional de la causa marítima.
Este último
llevó a cabo múltiples visitas por todo el mundo durante los últimos meses,
para reunirse con autoridades de Estados Unidos y de distintos países europeos,
incluso con el Vaticano, con el objeto de explicar los argumentos de La
Paz y su histórico reclamo de un acceso soberano al océano Pacífico.
Conscientes
de los reparos a la defensa chilena, tras conocerse la sentencia en
La Haya La Moneda sumó, a mediados de octubre, al periodista Ascanio
Cavallo, al historiador Joaquín Fermandois y el ex subsecretario para las
FF.AA. Gabriel Gaspar, para reforzar la difusión de la postura nacional.
Y en esa
misma línea, los parlamentarios solicitaron que Insulza, en su nuevo rol de
agente, despliegue su experiencia política y comunicacional en la etapa
próxima del juicio.
Según el presidente
del Senado, Patricio Walker (DC), “para esta segunda etapa es fundamental
tener, junto con la defensa jurídica, un rol político y comunicacional más
proactivo y José Miguel Insulza tiene el prestigio”.
Así mismo, el
senador Hernán Larraín (UDI), afirmó que “en este minuto la defensa de Chile no
puede centrarse solo en lo jurídico, porque hemos visto que con los mejores
argumentos jurídicos esgrimidos en el pasado hemos perdido ante La Haya en
nuestros puntos de vista”.
El
parlamentario agregó que es necesario entrar en una fase donde “lo político y
lo comunicacional tengan una mirada distinta. Y creo que José Miguel Insulza
está especialmente calificado para liderar esa etapa y tener una vocería
adecuada a esta finalidad”.
Reunión
Insulza- Bulnes
Una reservada
reunión sostuvieron durante la jornada de ayer José Miguel Insulza y Felipe
Bulnes en la sede del ministerio de Relaciones Exteriores de calle
Miraflores (el edificio principal se encuentra en Teatinos, frente a La
Moneda).
Quienes
conocieron de la cita afirman que se trató de una reunión de trabajo y
que el ex agente puso al día en varios detalles del proceso judicial a su
sucesor . Al encuentro incluso se sumó, en un momento, el embajador Alberto Van
Klaveren.
En todo caso,
no era la primera vez que Insulza y Bulnes tomaban contacto:
durante la semana pasada conversaron telefónicamente casi todos los días
e, incluso, Insulza tiene contemplado invitarlo a una reunión con el equipo de
abogados internacionales en enero, cita que estaba programada con
anterioridad.
Respecto a
sus próximos pasos, por estos días el ex ministro se concentrará en conocer la
preparación, que ya está avanzada, de la contramemoria chilena.
Además,
tendría contemplado programar un encuentro con los ex presidentes para
reorganizar la política comunicacional de la defensa.
Hoy, en
tanto, el nuevo agente se trasladará a Valparaíso para asistir a la Comisión de
Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, luego de que los legisladores
solicitaran su presencia para escuchar el enfoque que el ex ministro
desarrollará en su gestión. “Estamos interesados en saber cómo podemos
colaborar en esta etapa”, afirmó el diputado Jorge Sabag (DC).
Por el mismo
tema, Insulza se reunirá el viernes con el canciller Muñoz, junto a las
comisiones de RR.EE. de ambas cámaras del Congreso.
Señaló
que "en el tema de Bolivia la voz cantante va a ser José Miguel
Insulza"
PÉREZ
YOMA APUNTA A CANCILLER MUÑOZ POR DERROTA CON BOLIVIA Y DICE QUE
"CAMBIARLO PODRÍA HABER SIDO UNA POSIBILIDAD"
El
ex ministro de Defensa aseguró que el cambio del delegado chileno en La Haya
era necesario, pero que "el error no estuvo en la excepción preliminar
sino que en las expectativas que creó la Cancillería respecto al triunfo. El
canciller fue demasiado exitista, sobre todo en sus presentaciones".
El
Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl)
El ex
ministro de Defensa y ex embajador, Edmundo Pérez Yoma, se refirió al cambio en
el puesto de Agente chileno ante La Haya, cargo que ahora acupa el ex secretario
general de la ONU, José Miguel Insulza.
Pérez Yoma
indicó que el cambio era necesario, no por un mal desempeño de Felipe Bulnes,
sino porque era necesario un cambio de estrategia, sobre todo a la hora de
comunicar. "Hubo una subestimación en este Gobierno (...) Bolivia al
elevar esto a la Corte Internacional es un cambio de estrategia que nos dejó
totalmente descolocados", consignó.
El ex
secretario de Estado aseguró que ahora el rol de llevar las relaciones con
Bolivia lo va a tener Insulza, "en el tema de Bolivia la voz cantante va a
ser José Miguel", dijo, y agregó que "el canciller va a tener que
dedicarse a las múltiples tareas de la Cancillería".
Y es que, a
juicio de Pérez Yoma, pudo haber sido el canciller Heraldo Muñoz quien saliera
de su cargo, debido a los errores que se han sucedido en la estrategia chilena
ante la demanda marítima de Bolivia en La Haya.
"El
error no estuvo en la excepción preliminar sino que en las expectativas que
creó la Cancillería respecto al triunfo. El canciller fue demasiado exitista,
sobre todo en sus presentaciones", dijo a CNN.
Finalmente,
sentenció que "podría haber sido una posibilidad cambiar al
ministro".
MUJICA
INSTÓ A BUSCAR “SOLUCIÓN AUDAZ” AL LITIGIO ENTRE BOLIVIA Y CHILE
Montevideo
Com. de Uruguay (www.montevideo.com.uy)
Mujica opinó
que el litigio entre bolivianos y chilenos por la salida al mar de Bolivia es
un problema que afecta al conjunto de América Latina. El ex presidente instó a
buscar una solución audaz al diferendo y a apostar por la integración regional.
El ex
presidente José Mujica afirmó este martes que el litigio marítimo que mantienen
Bolivia y Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es un problema que
afecta al conjunto de América Latina e hizo un llamado a buscar una solución
más audaz y a apostar por la integración regional.
"No es
un problema de Chile, es un problema de América. Los puertos nuestros deben ser
francos para todos los países latinoamericanos", sostuvo Mujica a los
periodistas después de participar en la inauguración del X Foro Anual del
Progresismo, que se celebra en Santiago de Chile.
El ex
gobernante y hoy senador respaldó en ocasiones anteriores la aspiración
boliviana de recuperar la salida al mar y hoy afirmó que "todos los
pueblos" tienen ese derecho, aunque evitó profundizar en el tema.
Mujica
consideró que este tipo de diferencias se arreglan con "voluntad
política" e instó a abordarlo desde el prisma de la integración de América
Latina.
"Soy
integracionista total, no hago cuestión de banderas o de patria, para mí la
patria es el todo. De alguna manera, o nos juntamos los latinoamericanos o nos
sacaron una ventaja que quedamos siempre dependientes. Los débiles, para ser
fuertes tienen que juntarse con sus iguales", reflexionó.
Bolivia
demandó a Chile en 2013 ante la CIJ de La Haya para que obligue al país austral
a negociar la restitución del acceso soberano al mar que el país altiplánico
perdió en una guerra del siglo XIX.
CHILE
DA UN GIRO POLÍTICO ANTE EL CONFLICTO MARÍTIMO
El
País de España (www.internacional.elpais.com)
José Miguel
Insulza, de 72 años, exsecretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), ha pasado a liderar el equipo jurídico de Chile para hacer
frente a la demanda marítima boliviana, que exige una salida al mar por
territorio chileno. El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró sobre este
cambio de estrategia: “Su diplomacia está un poco desgastada”. Chile no
respondió a las afirmaciones del mandatario boliviano.
El Gobierno
chileno parece concentrado en ordenar las piezas para esta nueva etapa que
inaugura con el nombramiento de Insulza como líder de la estrategia chilena en
el Tribunal de La Haya. El abogado socialista, que estuvo a la cabeza de la OEA
entre 2005 y comienzos 2015, llegó para reemplazar a Felipe Bulnes, que
renunció a su cargo después de comunicárselo a la presidenta, Michelle
Bachelet, a mediados de mes. “Resulta fundamental para el interés de Chile
restablecer cuanto antes un nivel de cohesión y unidad en torno al equipo de
defensa”, explicó Bulnes, que había sido nombrado como agente por el Gobierno
de Sebastián Piñera (2010-2014) y luego ratificado por la segunda
administración de Bachelet.
La salida de
Bulnes se produjo dos meses después de que la Corte Internacional de La Haya
desestimara la objeción preliminar chilena por 14 votos contra dos y se
declarara competente ante la demanda de Bolivia, lo que provocó críticas
internas a la estrategia chilena y a su equipo. Aunque el asunto siempre se ha
tratado como un problema de Estado, al margen del Gobierno de turno, en Chile
quedó la sensación de que las tácticas jurídicas no han dado los frutos
necesarios. La derecha política, el sector del propio Bulnes, ha sido
especialmente escéptica, lo que habría motivado la renuncia del abogado, de 46 años.
Un gran
negociador
La entrada de
Insulza representa un cambio de etapa en la estrategia chilena ante la demanda
marítima boliviana: desde este momento, el proceso no sólo será enfrentado
desde el punto de vista jurídico, sino también político. “Chile es un país
democrático, respetuoso del derecho, siempre abierto al diálogo”, señaló el
exsecretario general de la OEA.
Apodado El
pánzer por su peso político y sus reconocidas habilidades de negociador,
Insulza se ha desempeñado en cargos de alta sensibilidad en los gobiernos
democráticos de Chile desde 1990. Fue ministro de Relaciones Exteriores durante
el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), cuando tuvo que liderar la
estrategia chilena en el caso Pinochet y defendió el regreso a Chile del dictador
para evitar su extradición y juicio en España. Al finalizar esa misma
administración, Insulza fue secretario general de la Presidencia y, en ese
cargo, realizó gestiones políticas clave para evitar un triunfo de la derecha
en las elecciones de 1999 y el balotaje de comienzos del 2000. En el Gobierno
del socialista Ricardo Lagos (2000-2006), fue su ministro del Interior durante
casi todo el período y el segundo hombre fuerte de La Moneda.
La
trayectoria de Insulza a nivel internacional y nacional ha supuesto cartas de
presentación relevantes para Chile a la hora de nombrarlo como agente ante La
Haya por la demanda boliviana. A diferencia de Bulnes, en el Gobierno aseguran
que gracias a su red de contactos a nivel mundial puede tocar las puertas de
muchos gobiernos de todo el mundo. De esta forma, Chile pretende contrarrestar
la estrategia que ha desplegado Evo Morales para buscar apoyos públicos a su
causa.
Del diálogo a
un cambio de estrategia
Durante el
Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), el ministro del Interior, José Miguel
Insulza, fue el encargado de llevar adelante las frustradas negociaciones con
Bolivia para concederle al país andino una salida no soberana al Pacífico.
Posteriormente, como secretario general de la OEA se mostró dispuesto a acompañar
un proceso de diálogo entre ambos países. Bolivia cree ahora que la nominación
de Insulza resulta contradictoria: “Desde otra posición, tiene que hacer cosas
contrarias a las que él mismo se comprometió”, dijo el vicepresidente
boliviano, Álvaro García Linera.
Un 86% de los
chilenos rechaza que Chile conceda a Bolivia un acceso soberano al mar, de
acuerdo a una encuesta de la Universidad Católica y la consultora GfK Adimark.
El 49% opina que a Bolivia no se le debe dar ni una salida al Pacífico ni facilidades
para exportar sus productos y el 37% está de acuerdo con facilitar el uso de
puertos chilenos.
LA INSACIABLE AMBICIÓN DE PODER DE EVO MORALES
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El actual
presidente de Bolivia, Evo Morales, lleva ya tres períodos consecutivos al
frente del Poder Ejecutivo de su país. Lo ocupa desde enero de 2006, cuando fue
elegido por primera vez, y desde entonces ha vivido encaramado a un poder que
se resiste a abandonar. Su ambición por mantenerse en ese cargo es tan
insaciable que ahora procura obtener la posibilidad de una tercera reelección
consecutiva, para la cual ha puesto en marcha el proceso jurídico requerido
para reformar la Constitución de su país, que hoy, claramente, se lo prohíbe.
Morales
pretende continuar en la presidencia hasta 2025. De lograrlo, habrá
contabilizado 19 años seguidos al frente del Poder Ejecutivo. En recientes
declaraciones, ha dicho que sólo busca un cuarto mandato y no la reelección
indefinida y que la mentada reforma constitucional responde "al pedir del
pueblo". Sin embargo, nada garantiza que, de abrirse el proceso reformista
constitucional, no se aproveche esa discusión para incluir en el nuevo texto
legal la posibilidad de la eternización en el cargo de los mandatarios bolivianos.
Morales, como
otros tantos líderes populistas, cree que su presencia al frente del gobierno
resulta indispensable. Sin embargo, según las encuestas de opinión, Bolivia se
encuentra hoy dividida: aproximadamente la mitad de su población rechaza que Morales
continúe al frente de la presidencia por un cuarto período consecutivo. En
cambio, defiende la posibilidad de que exista una saludable alternancia
democrática en el poder.
Morales, por su
parte, está convencido de que no resulta antidemocrático seguir postulándose a
la primera magistratura. Sin embargo, la democracia implica esencialmente
pluralismo, y ello no existe cuando ocurre la perpetuación en el poder.
El proceso
re-reeleccionista desembocará en un referéndum, en febrero de 2016, cuando los
ciudadanos bolivianos sean llamados a dar su opinión sobre la modificación del
artículo de la Constitución que permita a Morales volver a participar en los
próximos comicios. Es el que dispone que el presidente y el vicepresidente sólo
pueden ser reelegidos una sola vez de manera continua.
Mediante la
manipulación de la justicia, Morales ya había obtenido de la Corte de su país
un dictamen que permitió que su primera presidencia no fuera computada para el
límite de reelecciones previsto actualmente.
La campaña por
la nueva reelección ha comenzado. Morales y los suyos están haciendo una
intensa propaganda para tratar de influir sobre la opinión pública. Esa campaña
se financia con dineros públicos en un país donde, además, la libertad de
expresión e información está severamente restringida. Ante este nuevo
atropello, los frentes de muchos edificios de ciudades bolivianas aparecen
embanderados, con leyendas que dicen "no", un mensaje tan escueto
como contundente.
PERÚ Y BOLIVIA IMPULSAN INNOVACIÓN Y DESARROLLO PARA
MEDIANOS Y PEQUEÑOS EMPRESARIOS
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
Más de 200
empresarios y emprendedores peruanos compartieron las iniciativas de ambos
países para el desarrollo de las Medianas y Pequeñas Empresas (MYPE), así como
el fomento de la innovación, durante el Primer Foro Binacional por la
Innovación y el Financiamiento para la Mediana y Pequeña Empresa (MYPE) Perú y
Bolivia, organizado por el Ministerio de la Producción (PRODUCE).
En esta ocasión
los asistentes y representantes de las citadas unidades económicas del
altiplano conocieron las oportunidades de financiamiento para la innovación que
ofrece la Plataforma Innóvate Perú del PRODUCE.
Así lo dio a
conocer el Director General de Innovación, Transferencia Tecnológica y Servicios
Empresariales del Ministerio de la Producción, Alejandro Bernaola, quien
informó que en este encuentro internacional se intercambiaron experiencias e
información sobre la innovación y el desarrollo empresarial entre Perú y
Bolivia.
“En adelante
nos apoyaremos para intercambiar las buenas prácticas o metodologías, y para
implementarlas en los instrumentos de financiamiento de cada país”, agregó
Bernaola.
INNOVACIÓN EN
PUNO
El primer Foro
Binacional Perú-Bolivia sobre Innovación y Financiamiento para la MYPE contó
con la participación de más de 200 empresarios de las micro, pequeñas y
medianas Empresas (MIPYME) interesados en innovar e incrementar la
productividad de sus negocios.
Cabe resaltar
que el Ministerio de la Producción destinó S/. 1.8 millones de soles entre el
año 2010 y el 2015 para impulsar la innovación productiva en la Región Puno, a
través de fondos concursables a favor de las empresas y emprendedores en el
marco de la plataforma Innóvate Perú.
“Se han
financiado 10 proyectos, entre ellos, 3 pertenecen al rubro Textil y
confecciones; 3 a las TIC, los demás pertenecen al sector Agropecuario e
Ingeniería, entre otros”, señaló Bernaola.
Este primer
Foro Binacional es también el sexto Foro Regional por la Innovación, que desde
Mayo de este año la Dirección General de Innovación, Transferencia Tecnológica
y Servicios Empresariales del Ministerio de la Producción, viene impulsando a
nivel nacional con la finalidad de dar a conocer lo que viene trabajando
Produce en materia de innovación.
Noticias al Día de Venezuela (www.noticiaaldia.com)
José Luis Exeni,
coordinador general de la Misión de Observación Electoral de la Unasur, afirmó
que “seguirán insistiendo” a fin de que todos los actores políticos asuman el
principio de reconocimiento de los resultados el 6 de diciembre.
En entrevista
telefónica desde Bolivia, indicó que desde el martes comenzó a llegar a
Venezuela la avanzada técnica que hará el acompañamiento a las auditorías, al
proceso de capacitación de miembros de mesa y a la campaña electoral. Estima
que la próxima semana ya se instale la Misión.
¿Cuáles son las
expectativas que tiene sobre esta Misión?
Tenemos mucha
expectativa, porque creemos que puede contribuir de manera sustantiva, que sea
útil para generar condiciones propicias, de diálogo, de respeto a los
resultados, de lo que sabe hacer la democracia venezolana y es participar en
elecciones. Ya estamos definiendo los instrumentos de recolección de la
información para nuestro despliegue, y esperaríamos, en principio, tener
presencia en 10 estados, entre ellos Caracas y Zulia, que nos interesa mucho
porque es fronterizo, pero aún estamos definiendo los demás territorios y los
recorridos específicos que haremos.
¿Cómo está
compuesto el grupo de expertos técnicos?
Ya estamos
recibiendo las acreditaciones de los magistrados de diferentes organismos
electorales que han confirmado de Ecuador, Uruguay que enviará 4
representantes, de Bolivia, de Surinam; esperamos en las próximas horas o días
contar con los nombres de los delegados de Colombia, Argentina, y estamos
pendientes de lo que nos diga Perú y Chile.
Usted fue
presidente de la CNE boliviana. Los integrantes del grupo ¿qué experiencia
tienen en observación electoral?
La experiencia
cualitativa de las misiones de Unasur respecto de otras misiones es que está
compuesta fundamentalmente por administradores de procesos electorales, por
magistrados de los diferentes organismos electorales de la región que saben
hacer elecciones y están bien informados, tienen una visión comparada de esos
procesos en nuestros países, y conocimiento de las diferentes áreas y
componentes normativos, operativos, de la logística, de lo que implica
organizar una elección, y por supuesto, entendiendo plenamente la especificidad
de la normativa y de la democracia venezolana, vamos a poner toda nuestra
experiencia al servicio de esta Misión.
¿Cómo es el
proceso con los informes que ustedes presentan?
En los informes
vamos a expresar de manera técnicamente impecable lo que vamos a ver en estas
elecciones, lo cual se inscribe dentro de la coordinación y cooperación que
tiene el Consejo Electoral de Unasur.
¿Quiénes los
redactan?
Son tres
informes que vamos a presentar: Uno de actividades que se presenta antes de la
votación; el preliminar que lo vamos a presentar el día después, el 7 de
diciembre, y el final que lo presentaríamos dentro de los 15 días siguientes a
las elecciones. La elaboración está bajo mi responsabilidad como coordinador
general pero, por supuesto, en diálogo y en base a los informes de la
observación y acompañamiento que hagan todos los delegados. Este informe se
entrega al CNE y a la Secretaría General de Unasur.
En la primera
reunión de la Unasur con los actores políticos se presentó un documento. El GPP
aceptó firmarlo, pero la MUD no lo avala, ¿cuál es la evaluación que hace usted
de esto?
Lo que hemos
presentado, más que un documento para firma es una propuesta de declaración,
una propuesta de trabajo, la primera reacción dijeron que lo iban a evaluar, y
vamos a seguir insistiendo, porque es una propuesta abierta a todos los ajustes
que se puedan hacer, pero más allá de que se firme o no, resaltamos un
principio fundamental en democracia y es que todos los actores que participan
en un proceso tienen la responsabilidad de reconocer los resultados, porque hay
que reconocer la voluntad popular, por supuesto, asumimos que deben haber
normativas, garantías necesarias para el proceso, pero vamos a seguir invocando
y exhortando porque creemos que sería muy buena señal para garantizar un
proceso electoral participativo y pacífico, y el diálogo del día después.
Entonces ¿es
posible que el grupo técnico que va a llegar al país se reúna con los actores
políticos?
Así es, vamos a
seguir sosteniendo encuentros. Yo tengo el jueves ya una reunión con el equipo
técnico primero de la MUD y luego del GPP para dialogar acerca de las
auditorías en las que han participado; cómo ha sido el proceso, trabajar con
ellos y que se tenga la certeza técnica, y entiendo que el representante
especial (Leonel Fernández) va a tomar contacto para seguir manifestando
nuestra voluntad de contribuir al diálogo y de que ese principio fundamental de
que se comprometan a reconocer los resultados sea algo asumido por todos.
¿Está previsto
que el CNE les brinde algún taller en relación con el trabajo de una Misión de
Observación en el país?
Así es. Están
previstos al menos 3 talleres, uno para la normativa, el segundo para conocer
las circunscripciones, y un tercero sobre auditorías. Además, hemos solicitado
al CNE información útil para la Misión, intercambio de información plena,
porque tenemos el compromiso y la buena voluntad del CNE de garantizar el
trabajo sin restricciones de esta Misión.
¿QUÉ MOTIVA LA REAPERTURA DE UNA EMBAJADA CHILENA EN
IRÁN?
El Líbero de Chile (www.ellibero.cl/opinion)
De acuerdo con
la información proporcionada por “El Líbero”,
para este mes de diciembre estaría prevista la llegada a Teherán de un
diplomático chileno -de rango medio- para iniciar los trámites de re-apertura
de una misión diplomática en la capital iraní. La anterior embajada de Chile
había sido cerrada durante el gobierno militar, al igual que en otros países a
raíz de la fuerte militancia anti-Occidental de la Revolución Islámica
instaurada en 1979.
A partir de
entonces, la representación chilena en Irán fue cubierta por nuestra
representación permanente ante la ONU, en calidad de misión concurrente, en
tanto que Irán mantuvo su embajada en Chile, aunque durante varios años (1994-2008)
experimentó un cierre de facto con ocasión del atentado a la AMIA en Buenos
Aires que mató a 86 personas y dejó más de 200 heridos. Dos años antes (1992),
una explosión similar había destrozado la embajada de Israel en ese mismo país,
sin que se pudiera esclarecer judicialmente la autoría (¿Hizbulá?, ¿Pasdaran?).
Por último, la muerte en enero de este año del fiscal argentino Alberto Nisman,
responsable de develar los vínculos de altos miembros del gobierno de Teherán
con el kirchnerismo y con el referido atentado contra el centro judío, ha
puesto sobre el tapete nuevamente el supuesto apoyo del régimen de los ayatolás
al terrorismo internacional.
Es muy probable
que, a partir del nuevo gobierno de Mauricio Macri en la Argentina, se
resientan los lazos entre Buenos Aires y Teherán, en virtud de lo cual no
resulta extraño que Irán haya buscado la intensificación de sus relaciones
diplomáticas con Santiago y, alegando la reciprocidad, consiguiera que el
gobierno de la Nueva Mayoría decidiera reabrir la embajada en Teherán, a pesar
de que -en más de una ocasión- se han hecho sentir las protestas de
santiaguinos por las políticas de represión (de opositores) y discriminación
(contra las mujeres) en Irán.
Llama
poderosamente la atención el giro de la cautelosa política chilena frente a
Irán, sobre todo cuando la República Islámica ha enfatizado el acercamiento
hacia los países del ALBA (Venezuela, Nicaragua y Bolivia) y ha sido acusada de
una infiltración religiosa, política y financiera en América Latina. El tema en
cuestión presenta tres perspectivas (política, seguridad e intereses) que ahora
pasamos a analizar:
La política o
los “guiños de Mefisto”
El investigador
chileno Iván Witker Barra (Ph.D en la U. Carlos IV de Praga y profesor de la
ANEPE) ha sostenido que la singular penetración iraní en América Latina
responde al interés de Teherán por aumentar su posicionamiento internacional,
en general, y a su objetivo particular de minar el “patio trasero” de los
EE.UU. En su artículo “Los Guiños de Mefisto: La expansión de Irán en
América Latina y sus implicancias para la seguridad de Chile y Argentina”
(Offnews.info del 20.02.2010), Witker alega que en 2008 “se inició una ofensiva
hemisférica iraní basada en acercamientos diplomáticos, apoyo a comunidades shií
(no menos de 80 centros culturales), y una asociación político-discursiva
fuertemente anti-estadounidense con interlocutores locales en Venezuela (+
ALBA)”, cuyo éxito permitiría la apertura brasileña.
Esta ofensiva
diplomática coincidió con la creación del Foro de Sau Paulo, donde el PT
brasileño reunió a los principales partidos de izquierda latinoamericanos
(partiendo por Cuba y Venezuela) para coordinar acciones en la región y
confeccionar un verdadero manual para la obtención y consolidación del poder
popular valiéndose de las instituciones democráticas. Ya, hacia fines del 2009,
“el interés persa empezó a confluir con el interés brasileño de actuar
internacionalmente con mayor autonomía, lo que derivó en una vistosa invitación
a Brasilia del Presidente Ahmed Ahmedinejad.
En vista de lo
anterior, Israel tomó en esos días “tres decisiones importantes respecto a la
expansión iraní en América Latina: a) Alertar a los países integrantes de la
OEA mediante una nota oficial sobre la peligrosidad del trabajo iraní en la
región, dirigida a la Asamblea General en Tegucigalpa; b) Los viajes de su
Canciller, Avigdor Lieberman, y del ministro de Infraestructura, Uzi Landau,
por varios países latinoamericanos, explicando los nexos Irán-Hizbulá; y c) Una
gira del Presidente Shimon Peres a Brasil y Argentina, países dondé expresó su
preocupación por una presencia iraní que iba mucho más allá de lo diplomático
y/o comercial”.
Es en ese
contexto, cuando “la relación con Argentina, alguna vez promisoria, se vió
destrozada por el involucramiento de Teherán en el caso AMIA”. Chile mantenía,
por su parte, “una relación cautelosa: compras de petróleo e intentos de ventas
de armas marcaron los 80’; tímidas inversiones petroleras, los 90’”. Pero
“entre Santiago y Teherán se mantuvo un vínculo de dinámica unilateral (iraní),
sin quedar muy claro cuál era la finalidad de Teherán de incluir a Chile en su
despliegue hemisférico”.
En definitiva,
la tesis de Witker es que los aproximadamente 250 mil judíos argentinos son un
blanco del despliegue global iraní (política anti-judía que marca la diplomacia
iraní desde fines de los 80’), como quedó evidenciado en los eventos dramáticos
ocurridos en la capital argentina. En el caso chileno, Teherán podría estar
viendo a un potencial nicho, dada la importante población de descendencia
palestina, que sin ser musulmana en su gran mayoría (ni -por ende- islamista),
no elude su profunda simpatía por la causa palestina. Chile le serviría a Irán
como observatorio y como punto de apoyo lateral a su despliegue en la región.
“El juego de
Irán, de inmiscuirse en las inmediaciones estadounidenses, así como el de
Venezuela y Brasil (por razones distintas y con dinámicas diversas) de aceptar
los guiños de un Irán, convertido en un actor que desafía al sistema mundial,
encuentra su epítome en las tentaciones de Mefisto. Tentaciones que el mismo
doctor Fausto sabía, tenían un precio” (Witker).
La seguridad en
la “Triple Frontera”
Una segunda
perspectiva prioritaria dice relación con un tema de seguridad regional: la
vigilancia de la llamada “Triple Frontera” (Argentina-Brasil-Paraguay),
especialmente si se consolidan los nexos Irán-Bolivia con Evo e Irán-Paraguay
con el contrabando, porque hay claros indicios de que elementos del grupo chií
libanés Hizbulá están involucrados directamente en el tráfico de drogas como
fuente de financiamiento -al estilo FARC- para el terrorismo internacional.
Hizbulá
(“Partido de Dios”), no sólo es el principal testaferro de Irán en El Líbano
sino su gran arma de lucha a favor de Bashar al-Assad en Siria. Junto con el
Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (Pasdaran o IRGC), ellos han
proveído el apoyo logístico necesario para la proliferación mundial de la
ideología islamista iraní. Hay que tener en cuenta que, sólo desde esta
“capital” regional de Hizbulá, se envían a lo menos 10 millones de dólares al
año para financiar a la referida guerrilla libanesa. El tráfico de armas, de
drogas y lavado de dinero ha ido creciendo año a año en la aludida zona
sudamericana, para lo cual el principal punto de apoyo de Hizbulá es el
narcoterrorismo: grupos armados como los terroristas de la FARC (ahora en
negociaciones con el gobierno colombiano) y cárteles mexicanos como Los Zetas y
Sinaloa. También son claves la protección que le ofrecen los gobiernos
populistas (Maduro) y una creciente red de “empresarios” y de políticos
regionales.
Ahora bien, las
actividades delictivas de Hizbulá continúan su ascenso hasta hoy sin que
ninguna alarma se encienda en los gobiernos de América Latina. En muchos
casos, incluso autoridades provinciales han sido cómplices de sus movimientos.
Aparentemete, incluso en Chile, la zona de Iquique (zona de libre comercio en
el norte de Chile) fue elegida por el grupo libanés para lograr enviar su
dinero sucio a los extremistas islámicos en el Medio Oriente.
Los intereses
en juego
Normalmente,
las consideraciones que se toman en la decisión de abrir una embajada chilena
en el exterior dicen relación con factores tan dispares como: afinidad política
entre las partes, proyectos de cooperación bilateral; disponibilidades
presupuestarias (generalmente lo más gravitante); influencia regional y/o
multilateral del país en cuestión; impacto de la apertura diplomática bilateral
en la comunidad internacional; la potencialidad comercial del mismo (tamaño del
mercado interno y mayor o menor grado de proteccionismo); otras
prioridades de la política exterior chilena, etc. Veámos, entre otros factores,
los siguientes:
No cabe duda
que, tras el acuerdo que limita la capacidad nuclear de Irán a cambio del
levantamiento de sanciones, ha habido un cambio cualitativo en las relaciones
estadounidense-iraníes (Doctrina Obama) que le permitirá a Teherán romper su
aislamiento internacional y a terceros países (llámese Chile) a buscar un
acercamiento. Lo que no se dice, sin embargo, es que los ayatolás y la
República Islámica vayan a cejar en su exportación ideológica.
Los contactos
comerciales, el fomento de las exportaciones y las inversiones, así como la
cooperación, con un mercado que se acerca a los 80 millones de habitantes en el
centro de Asia no es algo despreciable. Pero, fuera del petróleo, las
millonarias exportaciones iraníes se concentran en productos como el pistacho,
los dátiles y las alfombras en seda.
En cuanto al
tema presupuestario, desde hace décadas que la Cancillería chilena viene
sufriendo serias restricciones. Más del 50% del presupuesto se destina sólo a
salarios, a lo que si se agregan los costos fijos hacen que los recursos para
los gastos operacionales sean muy exiguos. Chile tiene algo así como 90
misiones y representaciones en el exterior, pero fuera de ondear la bandera y
tener presencia no pueden cumplir sus tareas a cabalidad. Una figura
equivalente sería el disponer de un gran acorazado (“Latorre”), pero
permanentemente anclado en Valparaíso por falta de fondos. Esta situación ha
llevado a un ciclo vicioso de cierre de embajadas por economías y de apertura
(a veces las mismas) por intereses políticos tanto externos como internos. En
cualquier reforma futura de la Cancillería, y a no ser que se asignen recursos
adicionales extraordinarios, el desafío será reducir sustancialmente (al menos
un tercio) las embajadas menos importantes en el exterior y el personal administrativo
en Santiago para reforzar las embajadas más importantes y mejorar los sueldos
del personal.
Conclusiones
Todo lo
anterior nos lleva a hacer la pregunta con que titulamos este artículo: ¿Qué
motiva la reapertura de una embajada chilena en Irán? ¿Por qué ahora Chile se
ve compelido a cumplir la reciprocidad diplomática con Irán? ¿Qué gran negocio
hay en perspectiva que requiera de una embajada in situ? ¿Cuáles son los
estudios objetivos que demuestran que Teherán va a aminorar su militancia
fundamentalista y su apoyo al terrorismo internacional?
Existen varias
amenazas que todavía justifican una política chilena distante y prudente con
respecto a la República Islámica: el entendimiento iraní con los países del
ALBA y, concretamente, su apoyo a Bolivia; el narcoterrorismo de Hizbulá en la
región; y la importación de los conflictos del Medio Oriente a Chile, teniendo
presente el sano equilibrio que nos preocupa mantener entre las comunidades
judía y palestina en nuestro país.
Tal vez no es
muy elegante concluir que, dada las actuales circunstancias de restricción
económica, no parece aconsejable gastar plata en una nueva e imprevisible
aventura diplomática.
TRAS
EL FIN DEL KIRCHNERISMO: LAS IZQUIERDAS EN AMÉRICA DEL SUR Y CHILE
Quizás
ha llegado el momento, con el “fin del kirchnerismo”, en que se iniciará un
nuevo trazado de la escena política de nuestras izquierdas cuya imaginación,
hace no tanto tiempo atrás, estuvo dominada por Víctor Raúl Haya de la Torre,
Juan Domingo Perón, Joao Goulart, José Vicente Rangel, el Che y Fidel, Salvador
Allende. ¿Volverá ese pluralismo de proyectos y liderazgos, cuáles, cuántos,
por cuánto tiempo y cómo? La historia dirá.
El Líbero de Chile (www.ellibero.cl/opinion)
El “fin del
kirchnerismo”, fórmula con la cual los analistas y los medios de comunicación
han caracterizado el triunfo de Macri en Argentina, traerá consigo una
inevitable discusión académica y política sobre las perspectivas de la
izquierda y la centro-izquierda en el resto de América del Sur. Si la
revolución chavista llegase a ser derrotada (como debería ocurrir) el próximo 6
de diciembre en Venezuela, tal discusión se intensificará y podría llevar a
preguntarse si acaso ha comenzado a producirse un cambio de marea en el
escenario político sudamericano, con la corriente electoral alejándose de la
izquierda.
Pero aún sin
un quiebre electoral tan dramático, las dificultades políticas y/o la pérdida
del apoyo de la opinión pública encuestada que afecta a varios otros gobiernos
gruesamente calificados como de izquierda -piénsese en los casos de los
gobiernos de Bachelet en Chile, Correa en Ecuador, Humala en Perú y Dilma
Rousseff en Brasil- obligan a preguntarse: ¿qué pasa con la izquierda en
nuestra parte del mundo?
I
Efectivamente,
en el campo de la política, sobre todo ahora que en la región se han ido
afianzando regímenes más o menos democráticos, electorales y competitivos, el
panorama de los gobiernos cambia con relativa rapidez. A comienzos de los años
2000, se hablaba de un “giro a la izquierda” en América Latina, y tanto la
prensa como la academia intentaban dar cuenta de esta nueva ola de experiencias
progresistas. En su edición del 27 de marzo de 2013, el diario español El País
titulaba su edición internacional así: “La izquierda se afianza en Sudamérica”.
En cambio, últimamente uno encuentra títulos como el siguiente: “¿Fin del ciclo
progresista o reflujo del cambio de época en América Latina?” (Cuba Debate, 9
de septiembre de 2015). Más directa aún, Deutsche Welle, la difusora alemana,
se preguntaba en su versión de Internet: “¿El fin de la izquierda
latinoamericana?” (2 de febrero 2015).
De cualquier
forma, una discusión menos superficial de estos asuntos requiere hacer algunas
distinciones, pues la noción de izquierda, en realidad, no dice mucho (o dice
demasiado, según el punto de vista que se adopte). Y, enseguida, las izquierdas
(plural) mudan y se transforman a lo largo del tiempo, dentro de un amplio y
escurridizo espacio que va desde el centro a la izquierda o viceversa, lo cual
torna aún más indeterminados los puntos de referencia. Sin olvidar, además, que
dicho espacio es multidimensional y no se ordena exclusivamente en torno a un
eje si no a varios, como pueden ser: propiedad individual / propiedad
colectiva, revolución / reformismo, Estado / mercado, libertad / igualdad,
democracia / autoritarismo, pluralismo / totalitarismo, etc.
Partamos pues
por una primera distinción, sin duda polémica, pero imprescindible en este tipo
de debates. Se trata del contraste entre socialdemocracia y populismo como dos
formas contemporáneas de las izquierdas, contraste que el intelectual y ex
canciller mexicano Jorge Castañeda trazó con partido tomado pero lúcidamente en
un artículo del 2006:
“Aquellos
partidos de izquierda que surgen de la antigua tradición comunista, socialista
o castrista (con la excepción del propio Castro), han cruzado el Rubicón hacia
la economía de mercado, la democracia representativa, el respeto a los Derechos
Humanos y una actitud geopolítica responsable. A este grupo pertenecen el
chileno Ricardo Lagos y su sucesora, Michelle Bachelet; el brasileño Luiz
Ignacio Lula da Silva; y quizás también el uruguayo Tabaré Vázquez. Pero
aquellos cuyas raíces se hunden en la tradición populista latinoamericana, como
el venezolano Hugo Chávez, el argentino Néstor Kirchner, el [entonces]
potencial presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el boliviano Evo
Morales, son de una especie distinta. Ellos se encuentran mucho menos
convencidos de los imperativos de la globalización y la economía ortodoxa, de
los valores intrínsecos de la democracia y el respecto por los Derechos
Humanos, y no hacen nada mejor que quejarse del residente de turno en la Casa
Blanca”.
Claro está,
este cuadro se ha vuelto más complejo aún por la creciente diversidad de
matices que existen entre ambos polos. Sin embargo, en lo básico parece
correcto distinguir esos dos modos de existir de las izquierdas en Sudamérica,
los cuales admiten, a su vez , una variedad de tonos y grados y mezclas de
elementos dentro de su propio tipo.
Digamos así:
los proyectos socialdemocráticos tal como se han desarrollado en América Latina
tienden en general a ser partidos institucionalizados, plenamente integrados a
la democracia y que ofrecen un arco de posibles modelos de desarrollo capitalista.
En un extremo, un capitalismo de Estado que idealmente debería promover
empresas nacionales públicas (de preferencia) o privadas capaces de competir
exitosamente en los mercados internacionales, al mismo tiempo que el Estado
provee servicios sociales universales y crea un orden racional y planificado.
En el otro extremo, una economía social de mercado con un Estado esencialmente
regulador y capaz de generar beneficios sociales garantizados para grupos cada
vez más amplios de personas vulnerables (pobres, niños, viejos, minorías
étnicas, jóvenes ni+ni, personas discapacitadas, etc.).
Dentro de ese
arco podría estimarse, por ejemplo, que Ecuador y Uruguay muestran, cada uno a
su manera peculiar, rasgos del primer tipo de modelos y Chile, bajo la Concertación,
junto con Brasil durante las sucesivas presidencias de Fernando Henrique
Cardoso, Lula y Dilma Rousseff, del segundo. Los primeros son parte de una
familia socialdemócrata más ortodoxa o tradicional; los segundos integran lo
que suele llamarse socialdemocracia de “Tercera Vía”, aquella que no rehúye el
uso de políticas de mercado, del New Public Management como medio de
gestión pública y de la provisión privada de bienes públicos, todos elementos
afines con ciertas visiones e instrumentos tomados de la caja de herramientas
de las políticas neoliberales.
En la orilla
opuesta del río se ubican en América del Sur los proyectos populistas de
izquierda que, al decir de Franciso Panizza, profesor de nacionalidad uruguaya
del London School of Ecnomics, conciben el cambio como una ruptura con
el status quo, “asociada normalmente con graves problemas económicos o
crisis políticas; o con gobiernos poco populares o que han perdido su
legitimidad”. Es decir, para el populismo el “cambio como ruptura” es la
promesa de “un nuevo orden radical o de re-institución del orden en sociedades
que enfrentan graves dislocaciones políticas y económicas”. El mismo autor
señala que en los casos contemporáneos de rupturas populistas en Sudamérica “ha
habido una denuncia de los partidos tradicionales, como corruptos, al servicio
de sus propios intereses y responsables por las reformas neoliberales que, se
alega, han achicado el Estado y empobrecido al pueblo. Éste ha sido muy
especialmente el caso de los discursos de Evo Morales en Bolivia y de Hugo
Chávez en Venezuela”.
Luego, puede
esperarse, como un rasgo común de los proyectos populistas, que gocen de una
menor institucionalización y sean, al mismo tiempo, menos institucionales en
sus objetivos. En cambio, tenderán a un alto grado de personalización
carismática, como se observa en los casos mencionados pero también en el caso
de los Kirchner, cuyo fin inminente da lugar, precisamente, a estas
reflexiones. La lógica carismática de los regímenes populistas los aleja de las
intermediaciones partidistas y, en general, los convierte en una amenaza para
la democracia (de suyo en crisis cuando esos proyectos surgen), la cual
califican habitualmente -igual como hacían las izquierdas tradicionales,
marxista-leninistas- de formal, burguesa, elitista, corrupta, falsa, etc.
Esto nos
lleva a otra característica típica de los proyectos populistas: el concebir la
política como una oposición entre el pueblo, las masas, los descamisados, los
pobres, la plebe en definitiva y, en lo alto, los poderosos, las élites, los
ricos y abusadores. Recuerdo que el principal teórico del populismo en el
ámbito de las ciencias sociales, el argentino Ernesto Laclau, escribió alguna
vez que el populismo significa precisamente poner en cuestión el orden
institucional construyendo a los desvalidos, los perdedores, los desamparados,
como un agente histórico, un otro en relación al orden establecido.
Más que de un
enfrentamiento de clases se trataría pues de un choque entre culturas, entre
colectivos, comunidades con identidades morales opuestas. Una de estas
comunidades abusa y explota conspirando y enriqueciéndose tras los altos muros
del poder (oligarquía, élites), mientras la otra sufre y es víctima del
maltrato y la explotación (pobres, marginados, excluidos, desaventajados). Y
esa dialéctica dura hasta el momento en que la plebe encuentra a un líder quien
se hace cargo de su dolor y crea para ella sus esperanzas, convirtiéndola en un
agente histórico y conduciéndola a refundar un orden político nacional-popular.
El momento
“asamblea constituyente”, explica Panizza, es esencial para ese acto
refundacional, pues implica -como se vio en Venezuela, Ecuador y Bolivia- la
creación de un nuevo orden necesario para superar “la tensión entre el momento
de ruptura -que, si fuera reproducido en el tiempo, conduciría a una política
de revolución permanente- y la integración al orden institucional existente
que, de completarse, marcaría el fin del populismo”. En tanto, una asamblea
constituyente representaría “el momento de ruptura radical que significa el
ejercicio inmediato de la soberanía por parte del pueblo: como miembros de la
asamblea, quienes integran la plebe pueden aspirar a convertirse en el demos”.
II
Los estudios
sobre las izquierdas sudamericanas contrastan en general a Argentina
(peronista-kirchnerista), Bolivia de Evo Morales y Venezuela “chavista” como
ilustraciones de diferentes formas de populismo, al tiempo que agrupan a
Brasil, Chile y Uruguay como regímenes de políticas socialdemócratas, también
con nítidas diferencias entre sí. Asimismo, Ecuador suele clasificarse entre
los populismos y Perú aparece en uno u otro grupo según se ponga más énfasis en
el personalismo y las debilidades institucionales o, por del contrario, en la
estructura de partidos y una creciente racionalización del aparato estatal.
¿Dónde
residen algunas de las diferencias que caracteriza a Chile en particular?
Ya decíamos
hace un momento que una de las diferencias entre ambos grupos o familias
principales tiene que ver con la fuerza (i) de las mediaciones institucionales
a nivel del sistema político, (ii) de sociedad civil (sindicatos, gremios,
corporaciones, movimientos), o (iii) del factor carismático o de
personalización del poder (nuevas formas del tradicional caudillismo
latinoamericano, mejor representado en la novela que por la ciencia política o
la sociología).
Si bien es
cierto que el factor institucional aparece prima facie como más decisivo
en el grupo de países socialdemócratas, mientras el personalísimo o liderazgo
carismático ocupa ese lugar en el grupo populista, lo cierto es que los tres
tipos de mediaciones se hallan presentes y se combinan de una manera única en
cada país.
Por ejemplo,
en Bolivia el régimen populista ha buscado estructurarse -desde su asamblea
constituyente- sobre una base de autonomías según establece el artículo uno de
la carta fundamental: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de
Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático,
intercultural, descentralizado y con autonomías”. Consagra un Estado
plurinacional, lo que se refleja, por ejemplo, en el reconocimiento como
idiomas oficiales del castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos
indígenas originarios campesinos, que son el aymara, araona, baure, bésiro,
canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guaraní, guarasu’we,
guarayu, itonama, leco, machajuyai-kallawaya, machineri, maropa,
mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima, pacawara, puquina,
quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru-chipaya, weenhayek, yaminawa,
yuki, yuracaré y zamuco.
En el otro
extremo, Ecuador ha devenido en el proyecto populista más coherentemente
autoritario de la región, con una institucionalidad ampliamente alineada con el
Presidente cuyo poder se extiende en la práctica, si no formalmente, a toda la
estructura del Estado. Incluso el gobierno de Correa ha intentado disminuir los
márgenes de organización y expresión de las organizaciones de la sociedad
civil. Venezuela, en tanto, ha buscado crear una forma de organización y
movilización permanente de la sociedad civil, mediante múltiples expresiones de
“poder bolivariano”, aunque los estudios más serios muestran que esas redes
semi institucionalizadas de poder constituyente son todas una mera prolongación
del poder burocrático-militar-carismático del gobierno Maduro y su ideología
chavista.
Así como hay
diferentes tipos de mediaciones en juego en los regímenes del tipo populista,
lo mismo ocurre en el caso de los países del grupo socialdemócrata. Uruguay,
Chile y Brasil poseen una estructura fuerte de partidos políticos, con amplias
redes en la sociedad civil y el Estado. En los dos primeros de estos países,
sin embargo, el componente ideológico aparece más marcado; en cambio, en Brasil
parecería predominar una mayor fluidez de tránsito entre los partidos y un
mayor pragmatismo entre sus representantes y militantes. Adicionalmente, en
Uruguay la política tiene una mediación societal más fuerte, de carácter
sindical, mientras que eso no ocurre en Chile y Brasil, aunque en este último
el Presidente Lula provenía de la dirigencia sindical paulista.
En Chile, por
su lado, la esfera de los partidos tendió -durante la transición y después, mas
no ahora- a gozar de una relativa autonomía frente a los sindicatos y las
organizaciones de la sociedad civil, pero no según se sabe ahora públicamente,
respecto de la gran empresa la cual, en la práctica, financió al sistema
político, como también parece haber ocurrido en Brasil.
Por lo demás,
los regímenes de tipo populista han mostrado tener un mismo (o superior) grado
de vulnerabilidad a la penetración y captura por parte de los intereses
privados y la corrupción del Estado, como muestran los vasos de Venezuela en
primer lugar y de Ecuador enseguida. El nivel de personalismo en el ejercicio
del poder en los países de tipo socialdemócrata -esto es, con mayor
institucionalización y partidismo- tiende a ser menor en general, aunque suele
decirse que en algunos Estados pobres del Brasil mantiene un grado importante de
gravitación.
El caso de
Chile es particularmente interesante desde el punto de vista del desarrollo de
las izquierdas, pues allí este sector reconoce sólidas tradiciones a lo largo
del siglo 20, en particular en los casos del PS y el PC e igualmente, aunque,
de manera menos nítida, en el caso del PRSD, el cual desde los años 70’ integra
la Internacional Socialista. Esos partidos, más otros del grupo de las
izquierdas pero de posterior formación -como los dos partidos MAPU, el PPD y la
Izquierda Cristiana- llevan a cabo significativos procesos de renovación,
recomposiciones y fusiones durante la dictadura, convergiendo eventualmente
hacia un modelo de tipo socialdemócrata. Posteriormente ese polo progresista de
izquierdas concurre a formar, junto con el PDC y con personalidades de
tradición democrático-liberal y conservadora, una amplia coalición de
centro-izquierda denominada Concertación de Partidos por la Democracia.
Esa
neoizquierda, independiente de si alguno de sus partidos mantiene o no una
adscripción formal al marxismo en su definición de principios, o lo redefine
como un instrumento de análisis; rompe definitivamente con su pasado
ideológico. Asume decididamente el camino del voto y las reformas en vez de la
revolución y abandona la meta de construir una sociedad socialista o comunista
o bien la mantiene meramente como un símbolo retórico. En cambio, acepta
críticamente la economía política del capitalismo en su fase de mercados
globales como marco para el desarrollo del país.
Entre los
partidos tradicionales de izquierdas, sólo el PC se mantiene
teórico-ideológicamente al margen de esa renovación. Pero, desde el momento que
la Concertación se transforma en Nueva Mayoría (NM) dándole cabida al PC que
por esta vía se integra a la administración Bachelet, en la práctica,
pragmáticamente, aquel asume el proyecto socialdemócrata aunque no se declare
como tal. Su carácter revolucionario, antisistema, se conserva nada más que
como una tradición ideológica.
En cuanto a
los matices, tensiones y contradicciones existentes dentro del proyecto
socialdemócrata, ellos se expresan en Chile -dentro de la NM entendida como
coalición gobernante de centro-izquierda- por ejemplo entre los partidos de la
neoizquierda y el PDC y también, al interior del polo progresista, entre los
partidos PS, PPD, PRSD y PC.
La lista de
asuntos en torno a los cuales se expresan esas diferencias es variada, algunas
nacionales o de carácter local y otras de alcance regional a nivel
latinoamericano.
Entre los
primeros están, por ejemplo, el juicio respecto a la transición democrática y
las políticas de crecimiento y desarrollo social; apreciaciones respecto de las
instituciones democráticas y su reforma, en particular la convocatoria a crear
una nueva Constitución; la cooperación público-privada en educación, salud,
previsión, transportes, concesión de carreteras y otros servicios; efectividad
y profundidad de las regulaciones del mercado; papel del Estado frente al
desarrollo , en la economía y la sociedad civil; política exterior y apertura
comercial; métodos para prevenir y reprimir el delito.
Entre los
segundos, los asuntos de alcance regional, pueden mencionarse la posición del
proyecto socialdemócrata frente a los regímenes populistas; la relación con los
EE.UU. y la definición de una estrategia antiimperialista; un nuevo modelo, de
segunda generación, para el desarrollo capitalista basado en exportaciones de
mayor valor agregado; la importancia estratégica de la ciencia, la tecnología y
la innovación y cuál debe ser el gasto público y privado en investigación y
desarrollo; la integración energética regional; los modos de desenvolver los
aspectos participativos y deliberativos de la democracia, además de su
insustituible componente representativo; los caminos para construir
gradualmente un Estado de Bienestar en sociedades de economías emergentes con
una base tributaria todavía limitada; y el tipo de discurso ideológico que
-entre los extremos de la ortodoxia socialdemócrata nórdica y una propuesta de
“Tercera Vía” adaptada al mundo latinoamericano- debería orientar y comunicar
el proyecto de una nueva izquierda latinoamericana.
Chile ilustra
un caso de evolución desde una versión a otra dentro de la neoizquierda
socialdemócrata; desde la Concertación hasta la NM, periplo que bien puede
trazarse -como hemos venido haciendo aquí a lo largo de los últimos meses-
sobre un conjunto de ejes distintivos. Por ejemplo, sobre un eje que va desde
un reformismo moderado, consensual, de “Tercera Vía” a un intento de
refundación, radical, paradigmático, de desmercantilización profunda y una
fuerte expansión estatal (a lo menos así imagina la NM su Programa).
O bien sobre
un eje que va desde las reformas constitucionales acumulativas a la idea de una
asamblea constituyente que, como en el sueño populista, refunda mediante una
ruptura el orden económicosocial y político.
O bien sobre
un eje que corre desde un concepto moderno de Estado como organismo de gestión
político-técnica de conocimientos en una democracia cuyas élites circulan bajo
el escrutinio y el control democrático hacia la idea de un Estado benefactor
que escucha al pueblo y busca el reconocimiento de sus derechos y la asignación
de beneficios garantizados y de acceso universal.
Todos esos
desplazamientos de un polo a otro son interesantes porque representan la idea
no de sustituir un polo de izquierdas por otro, si no el intento de apropiarse,
transformar y adaptar varios tópicos e intuiciones y momentos de la lógica
neopopulista para con ella enriquecer y poner al día y democratizar un proyecto
socialdemócrata que en su anterior versión, se dice, había burocratización y
tecnocratizado, volviéndose conformista, algo neoliberal y apartado de la
gente.
En suma,
mirada la cosa de las izquierdas en América del Sur desde la perspectiva del
“fin del kirchnerismo” -fin que algunos lamentan y otros celebran (una tensión
más en este mundo de las izquierdas)- es posible descubrir un panorama en pleno
estado de ebullición, desenvolvimiento y cambios.
Puede decirse
que estas izquierdas -de una manera que no admite equívocos- son nuevas formas
de pensar y hacer la política.
Los viejos
moldes de una izquierda (singular) concebidos con acuerdo al modelo del PC
soviético o a la estructura burocrático-estatalizada del PC cubano actual -con
su pasado revolucionario heroico y mitológico a la vez- murió hace rato. Lo que
queda son meros remedos en vías de transformar al Estado en la junta directiva
de una poderosa y rica burguesía estatal; o sea, en el gobierno corporativo
supremo de un capitalismo de Estado como existe en la RP China.
Lo demás es
neoizquierda repartida entre versiones socialdemócratas diferentes y diferentes
versiones neopopulistas, a las que pueden agregarse una serie de otras
izquierdas: “verdes”, “anti-sistémicas” o anti tradicionalistas,
“utópico-culturales”, hasta llegar al extremo de las izquierdas-como estilo de
vida, a la manera de tribus urbanas que con las tribus políticas de izquierda
mantienen nada más que una especie de lejano y desconocido parentesco.
Quizás ha
llegado el momento entonces, con el “fin del kirchnerismo”, en que se iniciará
un nuevo trazado de la escena política de nuestras izquierdas cuya imaginación,
hace no tanto tiempo atrás, estuvo dominada por Víctor Raúl Haya de la Torre,
Juan Domingo Perón, Joao Goulart, José Vicente Rangel, el Che y Fidel, Salvador
Allende. ¿Volverá ese pluralismo de proyectos y liderazgos, cuáles, cuántos,
por cuánto tiempo y cómo? La historia dirá.
CEPAL
ADVIERTE SOBRE ELEVADO NÚMERO DE FEMICIDIOS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La
Nación de Dominicana (www.lanaciondominicana.com)
Al menos
1.678 mujeres fueron asesinadas en 2014 por razones de género en 14 países de
América Latina y tres del Caribe, según datos oficiales recopilados por el
Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL.
“No podemos
permitir que sigan muriendo más latinoamericanas y caribeñas por el solo hecho
de ser mujeres”, dijo este martes la Secretaria Ejecutiva de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, en la víspera
de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer, el 25 de noviembre.
Bárcena llamó
a los países de la región a mejorar sus registros administrativos para conocer
el real número de femicidios y a impulsar programas de prevención y reparación
de las víctimas con presupuestos adecuados.
El femicidio o feminicidio es la expresión más dramática de la violencia contra las mujeres, la cual debe ser enfrentada integralmente por los Estados, considerando los factores de desigualdad económica, social y cultural que operan en la sociedad y en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, plantea la CEPAL.
El femicidio o feminicidio es la expresión más dramática de la violencia contra las mujeres, la cual debe ser enfrentada integralmente por los Estados, considerando los factores de desigualdad económica, social y cultural que operan en la sociedad y en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, plantea la CEPAL.
Veinte países
de América Latina y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia contra
las mujeres, aunque solo ocho asignan recursos específicos en el presupuesto
nacional, es decir, el 40%.
Además, 14
países de la región han tipificado el delito de femicidio (Bolivia, Brasil,
Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México,
Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana), mientras que Argentina y
Venezuela establecen el homicidio agravado por razones de género en su
legislación.
La CEPAL
también llama la atención sobre el abuso perpetrado en la calle y en el sistema
de transporte de las ciudades, el cual constituye “una de las formas más
minimizadas y naturalizadas de la violencia contra las mujeres”. Perú fue el
primer país en promulgar, en marzo de 2015, una ley para prevenir y sancionar
el acoso sexual en espacios públicos, mientras que Argentina, Chile y Paraguay
se encuentran tramitando leyes sobre acoso callejero.
De igual
modo, el organismo regional de las Naciones Unidas alerta sobre el acoso
político, “que atenta contra el logro de la igualdad de género, la autonomía de
las mujeres y la calidad de la democracia”.
Para las
candidatas a cargos de representación popular, dice la CEPAL, algunas
expresiones del acoso político son la asignación de distritos claramente
perdedores, la ausencia de apoyo material o humano y las amenazas y agresiones durante
el período de campaña.
En el caso de
las mujeres electas, el acoso contempla el nombramiento en comisiones o áreas
con bajo o sin presupuesto, el trato discriminatorio por parte de los medios de
comunicación, la mayor exigencia de rendición de cuentas en comparación con sus
pares y la intimidación, amenazas y violencia física y/o sexual contra ellas o
sus familias.
Bolivia es el
único país de la región que ha aprobado hasta ahora una ley contra el acoso y
violencia política contra las mujeres (2012). Otros cuatro países se encuentran
en proceso de debate de leyes similares: Costa Rica, Ecuador, México y Perú.
Inaugurando
los 16 días de activismo lanzados por la campaña ÚNETE del Secretario General
de las Naciones Unidas, la CEPAL vistió de naranja la fachada de su sede
ubicada en Santiago, Chile, para sensibilizar a la sociedad frente a este
flagelo que atenta contra los derechos humanos de las mujeres y el desarrollo
de los países. "Pinta TU mundo de naranja – DEJA TU HUELLA", es la invitación
de la ONU hasta el 10 de diciembre.
El
enfrentamiento de la violencia contra las mujeres es uno de los principales
temas que se abordarán en la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de
América Latina y el Caribe de la CEPAL, que tendrá lugar en 2016 en Montevideo.
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