Wednesday, February 10, 2016

BOLIVIA ACUSA A CHILE DE EXPLOTAR AGUA CERCA DEL LÍMITE FRONTERIZO


La Cancillería boliviana denunció que empresas mineras de Chile perforan pozos de agua cerca de la frontera, por lo que solicitó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), hacer una inspección de esa explotación acuífera.
En el marco de la rendición pública de cuentas, registrada la anterior semana, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde informó que durante la pasada gestión se atendieron ese tipo de denuncias que involucran al vecino país, además de las referidas a remoción de hito; así, admitió que con Santiago “hay una relación difícil”.
“Hemos visto que están perforando pozos de agua cerca de la frontera, ya hemos mandado un equipo de inspección y ya hemos hecho la denuncia internacional (...); Chile nos ha respondido que son pozos de agua de ellos. (...) Están usando nuestros acuíferos los chilenos”, afirmó.
Labor. Ante esa situación, el viceministro Alurralde señaló que ya se solicitó al Programa Hidrológico Internacional (PHI) de la Unesco (un programa intergubernamental de cooperación en materia de investigación sobre recursos hídricos), hacer una inspección de esos pozos “para que se evite esa explotación”, manifestó la autoridad, sin precisar la región exacta donde se verificaron esos hechos.
Empero, el tratamiento de recursos hídricos entre ambos países tiene una larga data. Pasa por la controversia del uso de las aguas del Silala; el desvío de los ríos Lauca, que provocó la ruptura de relaciones entre Bolivia y Chile en 1962; y el Caquena, cuyo curso fue afectado por esa nación el mismo año.
De 2005 data una resolución sobre la controversia de las aguas del Silala, para beneficiar a las comunidades fronterizas de Bolivia y Chile, en base a estudios conjuntos sobre esos recursos. “Se busca una solución práctica y de un beneficio concreto”, afirmó en esa oportunidad el extinto canciller boliviano Armando Loaiza.
Además, ese mismo año, en España, los presidentes Eduardo Rodríguez (Bolivia) y Ricardo Lagos (Chile) acordaron avanzar en la agenda referida al aprovechamiento de los recursos hídricos. En la oportunidad, el mandatario chileno reconoció que se deben lograr acuerdos sobre el uso del agua para beneficiar actividades vinculadas con la minería y la agricultura; no obstante, su gobierno autorizó la exploración de reservas acuíferas a través de perforaciones en su país, pero que podrían afectar las reservas hídricas que traspasan, de forma natural, al territorio boliviano.
Las zonas fronterizas, cercanas a Bolivia, carecen de agua porque el área corresponde al desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo. 
En 2006, el tema del Silala, cuyas aguas ahora benefician al país vecino que asegura que se trata de un río de curso internacional, también fue incluido en  la agenda de 13 puntos, suscrita entre la presidenta Michelle Bachelet y su homólogo Evo Morales; empero, en 2010, Santiago canceló el diálogo bilateral y hasta la fecha no hubo un avance entre ambos países para discutir el uso de esos recursos.
“El agua no conoce fronteras, entonces, están usando nuestros acuíferos”, enfatizó la pasada semana Alurralde, quien insistió que los pozos de agua, perforados en la frontera, son usados por empresas mineras.
“Hasta los hermanos aymaras de Chile están sufriendo de agua porque las mineras todo se lo llevan”, agregó el Vicecanciller boliviano.
En 2015, comunarios de Potosí   denunciaron la remoción de un “hito intermedio”, cerca del mojón 55, en la frontera, por parte de personal de una empresa minera afincada en Chile, para obtener agua dulce de la laguna El Desierto, en territorio nacional.
No obstante, una comisión del Instituto Geográfico Militar (IGM) del Ejército, que se desplazó hasta esa región, descartó ese extremo. Ante esas denuncias e ilícitos, la Cancillería activó un control integral fronterizo. 
Un plan integral de control
Actividad
La Cancillería boliviana activó un “plan integral” de control fronterizo debido a recurrentes denuncias de remoción de hitos, explotación ilegal de recursos hídricos, madereros y hechos de narcotráfico.
Entidades
El plan se lo ejecuta junto a las carteras de Gobierno, Medio Ambiente, Alto Mando Militar, Policía y la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf).
Denuncias
Entre 2014 y 2015 la Cancillería recibió 13 denuncias sobre remoción de hitos, no obstante la Dirección de Límites de esa entidad descartó esos hechos.
Canciller: Silala, otro tema pendiente
Durante la rendición pública de cuentas del Ministerio de Relaciones Exteriores, el canciller David Choquehuanca afirmó que, aparte de la demanda marítima, las aguas de los manantiales del Silala (Potosí), el libre tránsito y el río Lauca son otros de los temas que están pendientes de resolver con Chile. “Otro tema pendiente es el Silala, y tenemos que estudiar, los de Diremar están armando, están organizando”, señaló.
La autoridad calificó de recurrentes las denuncias sobre la explotación de aguas subterráneas y otros recursos en las fronteras, por lo que instó a la población a denunciar este tipo de hechos en esas regiones.
“Nosotros y la comunidad internacional sabemos que hay temas pendientes con Chile (...). Es importante conocer la historia”, manifestó el canciller Choquehuanca.
En 1908, la prefectura de Potosí dio en calidad de concesión el uso de ese afluente, sin establecer ninguna compensación, es así que la compañía inglesa Antofagasta Railway, que administraba el ferrocarril, canalizó artificialmente estas aguas para desviarlas a territorio chileno donde se alimentaban las antiguas locomotoras de carbón.
En la actualidad, las aguas del Silala siguen fluyendo hacia el vecino país a razón de 180 litros por minuto. Las autoridades de Santiago aseguran, no obstante, que se trata de un río de curso sucesivo, mientras que Bolivia reclama una compensación por el aprovechamiento del recurso.
“Las locomotoras a vapor dejaron de funcionar en los años 60, entonces ya no debería haber ese uso. En 1976 se denunció el uso abusivo y arbitrario que hace Chile de esos manantiales y recién la prefectura de ese entonces de Potosí revocó la concesión”, rememoró el Canciller boliviano.





BOLIVIA RECURRE A LA UNESCO Y ACUSA A CHILE DE EXPLOTAR AGUA CERCA DE LA FRONTERA

Cancillería solicitó al organismo que se realice una inspección en la zona, tras apuntar a empresas mineras de nuestro país. La situación -que se suma a conflicto por uso de aguas del río Silala- es monitoreada por el gobierno chileno.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

Una solicitud a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) realizó esta semana la Cancillería de Bolivia.
Ese país recurrió al Programa Hidrológico Internacional de ese organismo para que se realice una inspección en la zona fronteriza con Chile, ya que desde La Paz acusaron a nuestro país de explotar agua en esa zona.
Según divulgó ayer el diario boliviano La Razón, la denuncia del gobierno de Evo Morales apunta a empresas mineras de Chile que estarían perforando pozos de agua, en territorio chileno, pero cerca de la frontera. La preocupación detrás de esta situación es que las perforaciones y la extracción de agua podrían afectar las reservas hídricas que traspasan, de forma natural, al territorio boliviano.
“Hemos visto que están perforando pozos de agua cerca de la frontera. Ya hemos mandado un equipo de inspección y ya hemos hecho la denuncia internacional”, dijo el vicecanciller paceño, Juan Carlos Alurralde, hace algunos días, junto con enfatizar que “están usando nuestros acuíferos los chilenos”. Y agregó: “Hasta los hermanos aymaras de Chile están sufriendo de agua porque las mineras todo se lo llevan”.
Sin embargo, Alurralde no entregó detalles específicos sobre la zona en cuestión.
La acusación se suma a las denuncias que ha recibido la Cancillería boliviana, entre 2014 y 2015, sobre una presunta remoción de hitos en la frontera, hecho que, no obstante, fue desestimado por la Dirección de Límites de esa cartera.
En este contexto, la situación es monitoreada por el gobierno chileno, sobre todo considerando que, en paralelo al juicio por la demanda marítima de Bolivia en la Corte Internacional de La Haya, ambos países se han enfrentado en los últimos años por el uso de cursos fluviales que cruzan los dos territorios.
Uno de esos casos es el del Silala, que fue incluido en el año 2006 en la denominada agenda de 13 puntos, debido a que mientras Chile sostiene que se trata de un río de curso internacional, Bolivia alega una compensación por el uso de esas aguas. Sobre este último punto no ha habido avances, debido al congelamiento de las relaciones tras la presentación de la demanda en La Haya.
Y a esto se suma la acusación del gobierno de Morales sobre un supuesto desvío del río Lauca, que provocó una ruptura de relaciones en 1962. 





OPINIÓN: EL EJE DE LA COCAÍNA BOLIVIA-YIHAD

Evo Morales niega que dirija un narcoestado. Crecientes evidencias sugieren lo contrario

The Wall Street Journal de EEUU (www.lat.wsj.com/articles)
                                                        
Por Mary Anastasia O’Grady.- Una masacre perpetrada el mes pasado por Boko Haram en un poblado del noreste de Nigeria captó la atención del mundo porque se informó que los terroristas quemaron niños vivos.
Lo que no ha tenido una cobertura tan amplia han sido las creíbles acusaciones de que una fuente clave de financiación de Boko Haram y otros extremistas islámicos es la cocaína producida y exportada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros carteles de narcotraficantes que trabajan en concierto con el gobierno de Bolivia. Estas son las mismas FARC que supuestamente están negociando un acuerdo de paz con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, un pacto que arruinaría su gallina de los huevos de oro.
A los consumidores europeos de drogas recreacionales les gusta la cocaína. Quienes luchan contra las drogas en Europa y el Reino Unido pensaron que podrían frenar la disponibilidad del polvo blanco al atacar las líneas de suministros de América del Sur. Sin embargo, los capos de la cocaína han trasladado sus rutas trasatlánticas hacia África, donde las instituciones débiles no son capaces de detener la delincuencia organizada transnacional. Numerosos informes de prensa han mencionado tanto a Boko Haram como a al-Qaeda en el Magreb como piezas clave en el negocio del tráfico de cocaína hacia Europa a través del Mediterráneo.
La Oficina de Estupefacientes y Aplicación de la Ley Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos señaló en noviembre que Colombia es, nuevamente, el mayor exportador de cocaína. No obstante, Bolivia puede ser el país más rentable para la operación de carteles como las FARC.
Esto es lo que sugiere un documento de enero de 2014 de David Spencer, un profesor de contraterrorismo del Centro William J. Perry en Fort McNair, y Hugo Achá Melgar, un periodista boliviano que ahora reside en EE.UU. El reporte hace un seguimiento del ascenso al poder de Evo Morales, presidente de Bolivia y ex dirigente sindical de los cocaleros.
El informe, que aún no ha sido publicado pero que tuve la oportunidad de leer, habla de cómo la agenda de erradicación de cultivos de coca de Washington fue usada por la extrema izquierda de Bolivia para lanzar y construir el movimiento político de los cocaleros a mediados de los años 90. Las protestas masivas que paralizaron el país fueron posibles gracias a una combinación de dinero del bajo mundo y violencia.
En octubre de 2003 y junio de 2005 los cocaleros lograron derrocar dos gobiernos elegidos democráticamente, y luego ganaron la subsecuente elección de 2005.
Morales niega que dirija un narcoestado. Y debido a que en 2008 expulsó del país a la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés), la inteligencia estadounidense es limitada. De todas formas, cada vez más evidencia sugiere que la cocaína traficada con los terroristas islámicos es ahora una fuente importante de los ingresos por exportaciones de Bolivia.
En 2006, cuando Morales asumió la presidencia por primera vez, la Oficina de la Casa Blanca encargada de la Política Nacional de Control de Drogas estimó que en Bolivia se cultivaban 21.500 hectáreas de coca. Para 2014, esa estimación se disparó a 35.000 hectáreas, lo que no sorprendió ya que Morales legalizó el cultivo de coca en terrenos que son clave para la herencia cultural de Bolivia y donde la hoja es usada para mascar y hacer té.
No obstante, la mayor expansión de los cultivos de coca se ha producido en la región del Chapare, donde se produce una variedad que no se puede mascar. Y en un artículo de la revista brasileña Veja titulado La república de la cocaína, el periodista Duda Teixeira reportó que apenas un tercio de los cultivos de coca en Bolivia tendría como destino los usos tradicionales.
El área total de cultivos de coca en Colombia es mayor que el de Bolivia. Sin embargo, la tierra del Chapare permite la siembra de una variedad de coca que tiene una hoja más grande, se reproduce más rápido y tiene un mayor contenido del ingrediente activo necesario para producir cocaína comparada con la que se cultiva en Colombia.
Los críticos de Morales sostienen que varios carteles, incluyendo mexicanos, brasileños, colombianos y africanos, han obtenido concesiones que les permiten acceder a esos cultivos, así como instalar laboratorios para procesar las hojas y exportar el producto.
En 2010, Roger Pinto Molina era un senador en Bolivia cuando miembros de la policía y del gobierno de Morales le llevaron documentos que, según él, probaban que dos miembros del gabinete tenían lazos con carteles colombianos y brasileños. En su artículo de Veja, Teixeira escribió que había leído los documentos, incluyendo un reporte de una unidad de inteligencia de la policía boliviana, ligando a por lo menos un miembro del gabinete a los carteles. El gobierno de Bolivia ha negado las acusaciones del artículo de Teixeira.
La semana pasada, Pinto me dijo por teléfono que presentó la evidencia a Morales, y que poco después el gobierno inició investigaciones en su contra. El senador huyó a la embajada de Brasil, donde permaneció por dos años hasta que logró escapar del país.
Antes de 2006, las embarcaciones con bandera boliviana no operaban en las zonas de conflicto del Mediterráneo. Bajo el mando de Morales, eso ha cambiado. En septiembre, Grecia detuvo una que tenía 500.000 cartuchos de municiones y 5.000 rifles con destino a un puerto en Libia. En enero, Turquía incautó otra frente a las costas de Libia con 13 toneladas de hachís.
Probablemente nada de esto será importante para la carrera política de Morales. El 21 de febrero llevará acabo un referéndum sobre si podría ser reelegido otras dos veces. Con el país aparentemente lleno de dinero lavado, es seguro que gane el “sí”.





Se aferran el gobierno con sus propias normas

EL CARNAVAL DE LOS DICTADORES

Hispano Post de EEUU (www.hispanopost.com)
                                                                                
Por Carlos Sánchez Berzaín.- Los gobernantes no democráticos del socialismo del siglo XXI o proyecto bolivariano en América Latina, ejercen y se aferran el gobierno con sus propias normas, las que han creado, una legislación con la que suplantaron el “estado de derecho” que estaba vigente cuando llegaron al poder. Esto presenta un escenario en que los violadores de la ley y la democracia se amparan en disposiciones jurídicas que prepararon especialmente para su beneficio, se protegen con ellas al margen de todo principio de respeto a los derechos fundamentales.  Se trata de su “legalidad que no es lícita ni legítima”, que ha hecho desparecer la igualdad jurídica de los ciudadanos y hace impunes a los gobernantes.  Es un carnaval jurídico, el carnaval de los dictadores.
Carnaval es la fiesta popular, la celebración que precede a la cuaresma cristiana, la de las mascaradas, bailes, farras, comparsas, bullicios y regocijos, es por su propia naturaleza de simulación y fantasía. El carnaval representa un “periodo de permisividad y cierto descontrol”, una ruptura simulada de la normalidad y por eso su característica de mascaras y disfraces. Es un hecho ficticio y esencialmente temporal, debería ser una fiesta de tres días pero es tan interesante y atractivo que hay lugares donde puede durar hasta tres semanas. Esta fiesta del desenfado, ha dado lugar a un concepto de contenido mas serio que representa y sirve para señalar un “conjunto de informalidades y actuaciones engañosas”. 
Es precisamente el propósito y la naturaleza de simulación y engaño la que muestra como “institucionalidad jurídica de carnaval” a la creada por los regímenes dictatoriales de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.  Son ordenamientos jurídicos integrados por normas que en estados democráticos nunca hubieran sido siquiera propuestas, no hubieran sido aprobadas, y en caso de alcanzar condición legal, hubieran sido denunciadas por la prensa libre, condenadas por la opinión pública, y pronta y definitivamente anuladas y/o corregidas por el órgano judicial o por el encargado del control de constitucionalidad.
El problema radica en que los “ordenamientos jurídicos de carnaval” están vigentes –por muchos años- en los estados sin democracia, controlan la vida y patrimonio de sus ciudadanos y respaldan los atropellos de los gobernantes que se presentan como presidentes cuando en que verdad son dictadores.  En el carnaval de farándula un “bando bufo” es una proclama o declaración “cómica cercana a lo grotesco”, pero en el carnaval de los dictadores del socialismo del siglo XXI son acciones de cada día, casi de cada acto de gobierno, de cada abuso, de cada violación de los derechos fundamentales, de cada acto de corrupción legalizado, de impunidad.
Recordemos las denominadas “leyes habilitantes”, la mayoría con efectos jurídicos vigentes, que en Venezuela permitieron a Hugo Chávez y Nicolás Maduro gobernar dictatorialmente llevando el país a la crisis económica en la que se hunde.  Basta revisar que la última “ley habilitante anti-imperialista” otorgó a Maduro “poderes suficientes para defender la paz y el desarrollo integro de Venezuela ante la amenaza de EEUU” (no es un bando bufo, es solo un ejemplo de las leyes de carnaval).  Pese al control absoluto de todos los órganos del estado hasta el 5 enero pasado, Chávez y Maduro usaron las leyes habilitantes a discreción.
La organización de defensa de la libertad de prensa “Fundamedios” de Ecuador, reporta en censuracom.ec que  en el año 2015 Rafael Correa y su gobierno gobierno cometieron 377 agresiones contra la prensa libre, amparados en la “ley mordaza” cuyo contenido y aplicación la presenta como ejemplo del fantástico ordenamiento jurídico para blindar una dictadura, que entre sus perseguidos y exiliados tiene periodistas por columnas de opinión y trabajos de investigación, empresarios cuyos medios de comunicación siguen en poder del gobierno y dirigentes indígenas.
El gobierno de Nicaragua acaba de expulsar del país al director para los programas de América Latina de la organización promotora de los derechos humanos Freedom House, para impedirle que se reúna con la sociedad civil. El hecho ha sucedido una semana después de que Feedom House calificó a Nicaragua como “parcialmente libre”.  El jefe del estado Daniel Ortega tiene ya aprobada su reelección lograda por simple procedimiento legislativo para perpetuarse en el poder.
En Bolivia, el gobierno maneja una campaña de abusos y miedo, buscando modificar su propia constitución de carnaval de 2009 con un referéndum que permita la permanencia indefinida de Evo Morales.  El control total del denominado Tribunal Supremo Electoral de su propia creación y sometido totalmente al gobierno es la esperanza de que el fraude logre lo que los bolivianos NO quieren.  La corrupción de Evo Morales ya no se disimula: el último escándalo del “jefazo”, sexo, créditos, cientos de millones de dólares y negocios con la China, es sin duda el “carro alegórico” mas importante de un carnaval que el oficialismo pretende disimular con mas “bandos bufos” que ya nadie cree.
El dictador cubano Raúl Castro ha dejado en Francia la señal perfecta de su carnaval de 57 años con su nieto-guardaespaldas Raúl Guillermo Rodríguez Castro, y las amenazas denunciadas por el periodista Hugo Clement, quien cuando reclamó diciendo “es la libertad de prensa señor, no estamos en Cuba” recibió la respuesta “tienes suerte de que no estamos en Cuba…estarías muerto”.
Carnaval de los dictadores, carnaval continuo pero no perpetuo ni impune.





SUBSECRETARIOS SE TOMAN LA VOCERÍA DEL GOBIERNO: LOS DESCONOCIDOS NOMBRES QUE PASARON POR LA SEGEGOB

Ayer debutó el subsecretario Osvaldo Soto como ministro subrogante, mientras Marcelo Díaz está de vacaciones. Sus antecesores han debido afrontar temas como la implementación del Transantiago y conflictos fronterizos con Bolivia.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                              
Con una elegante humita azul con lunares -atuendo que utiliza a diario-  debutó ayer en la vocería del Gobierno el subsecretario Osvaldo Soto (PRSD), mientras Marcelo Díaz se encuentra de vacaciones. 
Además de sus declaraciones sobre la contingencia nacional, la vocería llamó la atención por ser una cara nueva para los medios de comunicación y para la ciudadanía, lo que repercutió también en las redes sociales. 
Pero Soto no es el primer subsecretario poco conocido que asume dicha cartera en verano. 
Gobierno de Piñera
En 2013, tras la abrupta renuncia de María Eugenia de La Fuente (RN) a un día de asumir la subrogancia de la Segegob, el independiente Mauricio Lob asumió como su reemplazante y estuvo a cargo de la vocería del Palacio durante las vacaciones de Cecilia Pérez. 
Uno de los temas más controversiales que le tocó enfrentar a Lob en su cargo fue la detención de tres soldados bolivianos que cruzaron la frontera portando armamento. El episodio produjo una marcha convocada por movimientos sociales de Bolivia hacia el consulado de Chile en La Paz, y una carta de reclamo de Bolivia hacia la ONU. 
Pero María Eugenia de La Fuente, antecesora de Lob, tampoco resultó ser una cara conocida para los medios cuando asumió por primera vez la subrogancia del Ministerio. Sin embargo, luego de tres años en dicha subsecretaria, dejó el puesto para asumir una de las gerencias de Corpbanca. 
Primer gobierno de Bachelet
En 2007, Carlos Maldonado (PRSD) se desempeñó por un año como subsecretario de la Secretaria General de Gobierno, antes de convertirse en ministro de Justica. Como vocero subrogante, a Maldonado le tocó la difícil implementación del Transantiago y de la Terjeta Bip!. 
Posteriormente, asumió en la subsecretaría Augusto Prado (PRSD) quien se hizo cargo de la vocería en el verano de 2008. Durante su subrogancia, se generó una polémica por la renuncia del general Gonzalo Santelices del Ejército. Los cuestionamientos surgieron cuando el entonces ministro Francisco Vidal – en medio de sus vacaciones- decidió resolver él mismo el conflicto, relegando a Prado y generando especulaciones sobre la relación entre ambos. Sin embargo, el entonces subsecretario de la Segegob desmintió los rumores y afirmó que la intervención de Vidal fue de mutuo acuerdo. 
Posteriormente, Vidal fue subrogado por otro rostro desconocido para la prensa: el militante del PRSD, Neftalí Carabantes. Con un estilo mucho más compuesto que el de Vidal, Carabantes debió expresar la opinión del gobierno en temas sensibles como el desempleo y el viaje de la Presidenta Michelle Bachelet a Cuba. 
Nueva fórmula de la Mandataria
Desde el año pasado, la Presidenta Michelle Bachelet ha utilizado una nueva fórmula para la subrogancia de la Segegob: poner en el puesto a otros ministros. En esta línea, el verano pasado el entonces ministro de Justicia, José Antonio Gómez, asumió la vocería debiendo enfrentar temas polémicos como el estallido del caso Caval. 
Este mismo mecanismo utilizará la Mandataria este año, nombrando a tres personas diferentes en cada semana de vacaciones de Marcelo Díaz. Así, tras Osvaldo Soto asumirán el cargo las ministras del Sernam, Claudia Pascual, y de Justicia, Javiera Blanco.





PERÚ SE CONSOLIDÓ COMO EL PRIMER PRODUCTOR DE QUINUA A NIVEL MUNDIAL
                                                                                                
El Minagri informó que nuestro país superó a Bolivia y Ecuador en la producción del grano, el cual es muy valorado por la FAO porque ayuda a combatir la malnutrición.

Perú 21 (www.peru21.pe)
                                                          
El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) informó que el Perú se convirtió en el primer productor mundial de quinua en 2015, con 105.621 toneladas cosechadas. Es así como nuestro país ha desplazado a Bolivia y Ecuador.
“Hemos superado a Bolivia como el principal proveedor de quinua en el mundo porque exportamos quinua orgánica de primera calidad”, señaló Christian Garay, director general de Seguimiento y Evaluación de Políticas del Minagri.
Hace dos años, Perú registró una producción de US$ 114.725 toneladas de quinua y alcanzó aproximadamente 196 millones de dólares en ventas, y es exportada hacia Polonia, Tailandia, Singapur, China, Malasia, Corea del Sur, Arabia Saudita, Rumanía y Portugal.
El grano peruano es uno de los alimentos preferidos de la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) porque ayuda a luchar contra la malnutrición.
Este grano es cultivado desde hace 5000 años en las regiones andinas de Bolivia, Perú, Argentina, Chile, Colombia y Ecuador. La quinua tiene alto contenido en almidón, pero sin gluten.





EL RITMO DE LA HERMANDAD BOLIVIANA

La Arena de Argentina (www.laarena.com.ar)
                                                                           
Cientos de santarroseños pasaron por los carnavales de la laguna Don Tomás durante el fin de semana largo. Este año, al color distintivo lo dio una comparsa de caporales bolivianos.
En un depósito de zapatillas en la esquina de Unuae y Toay, los Chambi se preparan para salir al ruedo.
Hasta hace unos meses el lugar era un tienda, pero aparentemente el calzado no fue un buen negocio y la familia reconvirtió el local en camarín y sala de ensayo. Los trajes caporales que llegaron desde Oruro el sábado pasado, flamantes y brillosos, descansan inmaculados sobre un mostrador en desuso. Sobre la ropa, erguido, está el estandarte de la comparsa “La Nueva Unión” y más allá una whipala que representa la unión de los pueblos originarios. Adalí, el jefe de la familia, explica el significado de la músicas que salen por los parlantes que hay en la vereda y que le dan al barrio un ritmo del altiplano: “Las músicas dicen ‘saya boliviana’ que quiere decir ‘fuerza boliviana’. Eso dicen”.
Adalí Chambi nació hace 48 años en Oruro, Bolivia, una de las ciudades más altas del mundo en donde respirar cuesta tanto como ganarse el pan. El lugar es conocido, entre otras cosas, por su carnaval, una fiesta que junta a más de 300 comparsas de bailarines y músicos –que a su vez están integradas por 200 o 300 personas– y que en el año 2001 fue declarado como obra maestra del patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
“El caporal es en realidad una danza que satiriza algo terrible, que es la explotación. Los bailarinas hombres llevan cascabeles en las botas porque en tiempos de la esclavitud, el caporal, sinónimo de capataz y hombre de confianza del dueño de la tierra, hacía notar su presencia con el sonido. No había tiempo para descansar y de esa forma controlaban a los esclavos”, dice Adalí, mientras ve llegar a los miembros La Unión, esa hermandad boliviana que se presentó el sábado por primera vez en los carnavales de Santa Rosa. 
Un hombre.
A la Argentina llegó a principio de los años 90 –dice– por una curiosidad de joven y se afincó en General Pico en el 2002, cuando la crisis económica arrasaba con todo. Vino para trabajar en una fábrica de camperas de abrigo, como instructor de costura, pero un año después se abrió camino solo y montó su propio taller en Santa Rosa. Hoy tiene seis hijos, una mujer que se llama Luisa Helena y que también es boliviana, y un amigo/compatriota con el que comparte apellido pero con el que, asegura, no tiene lazos de sangre: Víctor Chambi.
Víctor nació en Potosí pero hace dos décadas que se instaló en la ciudad. Desde entonces, al igual que Adalí, armó su descendencia y levantó con mucho esfuerzo una próspera empresa familiar a la que bautizó con el nombre de su primer hijo y que al día de hoy tiene 8 sucursales: las tiendas Luis Miguel.
“Con Víctor nos juntábamos siempre a jugar fútbol con otros bolivianos. Ahí salió la idea de armar una comparsa de caporales. De chico yo bailaba y lo llevo en el corazón y me ofrecí a enseñarles a los chicos. El sábado y domingo fueron los carnavales en Oruro. No puedes imaginar la fiesta que es eso”, dice Adalí y puede verse en sus ojos achinados el recuerdo del color de la fiesta.
–¿Cómo fue incorporarse al carnaval de Santa Rosa?
–Al principio temíamos que a la gente no le gustara. Pero por suerte la organización nos abrió la puerta y nos ganamos el aplauso de la gente todas las noches. El sábado estuvimos muy preocupados porque los trajes no llegaban. Los encargamos directamente en Oruro y recién llegaron dos horas antes de la presentación. Están hechos el 70 `por ciento a mano, y aquí cuestan como 9 o 10 mil pesos.
–En los últimos años, el gobierno de Evo Morales puso al Carnaval de Oruro en un lugar central de la cultura boliviana ¿Qué pensás de la gestión del presidente aymara?
–Se ha notado bastante el cambio con este nuevo gobierno. Yo he vuelto muchas veces a mi tierra, pero la verdad es que ya no puedo regresarme. Mi vida ya la hice aquí.
Saya.
Son las 22.15 y La Nueva Unión avanza lento detrás de una Toyota blanquísima, vestida con telares coloridos. Por los parlantes instalados en la caja, sale la música de los Kjarkas, un grupo tradicional del altiplano. En el capó, sosteniendo el estandarte, va la candidata a reina de la comparsa, una jovencita de buen porte y belleza originaria que se empeña en sacarse la nieve artificial que le tiran los niños al paso. Después vienen las bailarinas con sus polleras cortísima y circulares, sus sacos brillantes de pana y el bombín que les corona la cabellera parda, que cae siempre en una trenza. Más atrás, los bailarines hombres casi atletas, hacen temblar el asfalto con su zapateo de botas azules y los cascabeles suenan como una letanía, una música ancestral que invoca a la madre tierra y que parece decir ‘acá estamos, ésta es la fuerza boliviana’. Luego la gente aplaude y el maestro Adalí, el hombre que trajo el carnaval de Oruro a La Pampa, se toca el pecho, saluda con su sombrero y mira el cielo como diciendo gracias. 





EL SEGUNDO MAYOR LAGO DE BOLIVIA DESAPARECE DEL MAPA POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

RTVE de España (www.rtve.es)
                                                
Las imágenes obtenidas por el satélite Proba-V han confirmado la "evaporación completa" del lago Poopó de Bolivia, el segundo más grande del país tras el Titicaca, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA). El desecado se ha producido principalmente por las extracciones de las fuentes de agua de lago y por la permanente sequía provocada por el cambio climático y el fenómeno El Niño.

Tres fotografías satelitales (tomadas el 27 de abril de 2014, el 20 de julio de 2015 y el 22 de enero de 2016) confirman la desaparición de ese lago situado en una depresión de la cordillera del Altiplano y que cubría una superficie de 3.000 kilómetros cuadrados, indicó la ESA en un comunicado. Las tres fotografías muestran la reducción paulatina de la masa de agua.
Su profundidad media de tres metros, unida al entorno árido montañoso, provocaban que fuese "muy sensible a las fluctuaciones del clima". "Aunque no es la primera vez que el lago Poopó se evapora (la última fue en 1944), existe el temor de que tarde muchos años en rellenarse, en caso de que llegara a hacerlo", subrayó la Agencia Espacial Europea.
La desaparición del lago, que ahora confirma la ESA, se hizo oficial el pasado diciembre, cuando el Gobierno boliviano de Oruro (oeste) aprobó una declaración de desastre natural del extinto lago, lo que permite acelerar el uso y la recepción de recursos económicos para paliar la catástrofe.
Importante valor ecológico
El Poopó era una parada de descanso para las aves que emigraban de norte a sur y también fuente de agua para especies altamente amenazadas como el puma andino. Además del terrible impacto ecológico de su evaporación, este hecho afecta gravemente a los pescadores de la región, que han visto cómo ha desaparecido su principal medio de vida.
El Gobierno boliviano estima que sería necesaria una inversión de 800 millones de bolivianos (unos 114 millones de dólares) para salvar el Poopó. "Mientras tanto, los pescadores locales se han quedado sin sustento y el ecosistema del lago se muestra enormemente vulnerable", concluyó la ESA.





DESIDIA EN EL PILCOMAYO

El titular del MOPC, Ramón Jiménez Gaona, intervino la Comisión Nacional del Pilcomayo y destituyó a su director. La medida fue adoptada luego de que el fiscal general, Javier Díaz Verón, constatara que el taponamiento del canal del río impide por segundo año consecutivo el ingreso del agua en nuestro territorio. Ya en noviembre último se había advertido que tal sería la nefasta consecuencia de que las tareas de limpieza y rehabilitación del canal, que demandan unos cinco meses, se hayan iniciado recién a fines de octubre y no en junio.

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/editorial/desidia-en-el-pilcomayo-1451563.html

El ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, intervino la Comisión Nacional del Pilcomayo y destituyó al Ing. Daniel Garay, director de ese organismo caracterizado desde siempre por su indignante negligencia.
La medida fue adoptada luego de que el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, constatara hace unos días que el taponamiento del canal del río impide por segundo año consecutivo el ingreso del agua en nuestro territorio. Ya en noviembre último se había advertido que tal sería la nefasta consecuencia de que las tareas de limpieza y rehabilitación del canal, que demandan unos cinco meses, se hayan iniciado recién a fines de octubre y no en junio, como era necesario. El caudal del río aumenta durante la temporada de lluvias en Bolivia, que se extiende desde diciembre hasta marzo, de modo que ahora, cuando culminen los tardíos trabajos, ya no habrá mucha agua que recoger, con el consiguiente severo perjuicio no solo para los ganaderos y la biodiversidad del Chaco, sino también para el erario que gastará dinero por unos trabajos que resultarán inútiles.
Ya se sabía lo que iba a ocurrir, según surge de las notas publicadas por nuestro diario. Es imperdonable que la Comisión de marras, cuyo presupuesto es de más de 10 millones de dólares, haya vuelto a fracasar ante un fenómeno natural que se produce regularmente. No se trató de un hecho imprevisto; sin embargo, los burócratas de Asunción no cumplieron con su deber de tomar las previsiones oportunas. ¿Acaso ignoraban que los efectos de su inoperancia serían desastrosos?
El resultado está a la vista. De las ominosas consecuencias será responsable no solo la citada comisión, sino también el Ministerio que la ha convertido de hecho en una dependencia suya de tercer nivel, privándola de autonomía y sometiéndola a los vaivenes políticos.
La intervención ministerial, aunque atinada, llegó tarde y ya no servirá ni siquiera para atenuar el daño causado, atribuible tal vez a un hecho punible que el Ministerio Público debería investigar. La negligencia culposa debe ser sancionada, de acuerdo a la ley.
Conste, por lo demás, que la limpieza anual del cauce del Pilcomayo se ha vuelto un negociado, en el que intervienen empresas viales de la capital que subcontratan a firmas chaqueñas. Quienes ganan las licitaciones no sienten la acuciante necesidad de contar con el recurso hídrico suficiente, como la sienten los productores agrícolas, los ganaderos, los indígenas y otros ocupantes de esas remotas regiones para quienes el agua es cosa de vida o muerte. Por eso, desde hace años venimos insistiendo en que debería ser la Gobernación de Boquerón la que tenga a su cargo el mantenimiento en actividad del canal del Pilcomayo. Nadie mejor –porque es de interés personal– que los menonitas, que viven y sufren en esos lugares, para mantener abierto el cauce. Por si hiciera falta una prueba adicional a esta sensata razón, está el hecho de que las vialeras asuncenas, una vez ganada una licitación, corren a subcontratar a los menonitas para que ejecuten los trabajos. Así, las vialeras hacen sus propias “licitaciones” entre los menonitas y consiguen precios al 30% del que le cargaron al MOPC. A nadie le van a hacer creer que, ante una situación absurda tan evidente, no haya suculentas coimas incluidas.
Entonces, ante esta realidad, sería una medida sensata pasar la responsabilidad de mantenimiento del Pilcomayo a la Gobernación de Boquerón, la que podría celebrar un contrato plurianual con las cooperativas menonitas para que limpien los tramos de canal colmatado, y lo mantengan abierto en forma constante para que la tarea realizada durante la bajante no se inutilice tras la riada estacional. En manos de los menonitas seguro que los trabajos se iniciarían en buena forma y a tiempo, en interés de los propios contratistas.
El periódico desafío que plantea el río Pilcomayo debe encararse en el mismo terreno, por el bien de la economía de esa región y la de todo el país.





TARIFAZO. LA FUERTE SUBA DEL GAS ESTÁ EN LA GATERA

El Gobierno ya tiene lista la quita de subsidios. Habrá aumentos de hasta el 400%. Neuquén se beneficiará por las regalías. El negocio que Aranguren le entrega a Shell.

LM de Neuquén Argentina (www.lmneuquen.com)
                                                                            
El Gobierno nacional ya definió el tarifazo en la boletas de luz. Lo que aún resta decidir es cuándo comenzará a golpear en los bolsillos de los consumidores, ya castigados por la brusca devaluación y su consecuente incremento generalizado de precios y la quita de subsidios a la energía eléctrica.
Según adelantó Nicolas Gandini en Perfil, el Ministerio de Energía, que conduce el ex Shell Juan José Aranguren, ya definió la suba de tarifas técnicamente, y pretende aplicarla desde el 1º de marzo. Sin embargo, el ala más política del Gobierno que comandan el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, prefiere esperar a que culminen las paritarias. Es que la fuerte suba sobre las boletas de gas repercutirá inevitablemente en el proceso inflacionario, que se aceleró desde que Mauricio Macri llegó al ballotage.
Los nuevos cuadros tarifarios contemplan un incremento promedio cercano al 250%, según informó Perfil.
Tal como sucedió hace dos semanas con el negocio eléctrico, primero se actualizarán los precios que reciben los productores en boca de pozo. La medida tendrá un gran impacto positivo en las arcas de la provincia de Neuquén, que percibe regalías en base a eso valores, con lo cual los ingresos crecerán exponencialmente. Se espera que al menos se dupliquen.
Las generadoras de electricidad pasarán a pagar u$s 5,20 por millón de BTU, el doble que en la actualidad (u$s 2,66). Mientras que para la industria, el segmento que hoy paga los valores más altos - u$s 3,90 y 4,30 el MBTU- la suba será de entre un 20 y un 30%.
Para los consumidores de GNC el precio previsto es de u$s 3,50, un 40% más que el vigente de u$s 2,481. Es de esperar que los taxistas intenten llevar el mayor costo a sus tarifas.
Ese incremento de valores también se verá reflejado en la boleta de los usuarios residenciales. Según Perfil, las distribuidoras como Camuzzi pagarán a los productores un promedio de u$s 4,70 por millón de BTU, un 123% más que ahora (u$s 2,098).
De esa forma, los hogares de menos consumo recibirán subas de entre el 125 y el 400%, dependiendo el segmento. Mientras que los alts consumos no variarán mucho porque hoy pagan los valores más altos.
La Nación pretende de esta manera estimular las inversiones en la exploración y producción de gas para reducir los millonarios desembolsos por importaciones, que bajaron en el último año porque el derrumbe del barril de petróleo arrastró a la baja la cotización del gas que se le compra a Bolivia y del que se trae en barcos metaneros. También habrá subas para las empresas que transportan el gas, como TGN y TGS.
El negocio de la importación de gas también cambiará de manos. Hasta ahora el costo de las importaciones lo asumía el Estado mediante transferencias directas del Tesoro canalizadas a través de Enarsa. Ahora lo pagarán los usuarios.
En paralelo, la nueva conducción de la compañía nacional apunta a cerrar un acuerdo comercial para empezar a importar gas desde Chile por los gasoductos binacionales.
Los gasoductos Atacama y Norandino están conectados con la terminal regasificadora de Mejillones y pueden despachar hasta 10 millones de metros cúbicos diarios hacia el sistema argentino. Mientras que el GasAndes, ubicado a la altura de la región Metropolitana chilena, puede traer fluido de la terminal regasificadora de Quintero.
Si bien la medida podría tener conveniencia económica, ya que el costo de los barcos de GNL sería más barato porque viene por el océano Pacífico, encierra un negocio difícil de defender para Aranguren.
Sucede que el gobierno de Chile tiene en vigencia desde 2014 un contrato de largo plazo con British Gas, la empresa británica que en estos días está en pleno proceso de fusión con Shell. Es decir que el ministro de Energía le otorgaría un negocio millonario a su ex empleador.
La Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) de Chile acordó con British Gas la compra de shale gas de Estados Unidos. BG es uno de los principales productores del mundo de gas natural licuado. Shell también tiene una importante posición en este mercado, de modo que, con la adquisición de esa firma en 2014, ahora domina el mercado mundial de GNL.
Semanas atrás, Aranguren firmó un convenio con su par chileno, Máximo Pacheco, para empezar a importar gas del país trasandino desde mayo. También comprará electricidad, en este caso desde el norte chileno, a través de la línea ya construida entre Salta y Mejillones.
Argentina comprará al país vecino 5,5 millones de metros cúbicos diarios de gas entre mayo y septiembre, cuando bajan las temperaturas.





EL FATÍDICO LEGADO DEL NEOLIBERALISMO

Diario Digital de Republica Dominicana (www.diariodigital.com.do)
                                                                   
Por Luis R. Decamps.- La “visión” del mercado como único y excluyente “dínamo” de la economía y la “sociedad abierta” que impusieron en el mundo los profetas del neoliberalismo a partir de la segunda mitad del decenio de los años ochenta del siglo pasado, en principio de raigambre libertaria pero luego con caracteres francamente fundamentalistas, ha terminado siendo objeto de múltiples y legítimos cuestionamientos.
(Nada nuevo, por cierto, pese a que todavía hay quienes hablan del asunto como si acabaran de hacer el descubrimiento del milenio: la discusión sobre las “bondades” y las “perversidades” del mercado datan de centurias, primero en la era de las monarquías absolutas, después con las contestaciones de socialistas, anarquistas y comunistas, y más adelante con las formulaciones de socialdemócratas, fabianos y socialcristianos… La historia parecería repetirse, tal y como sugerían los dialécticos alemanes de los siglos XVIII y XIX, sobre bases económico-sociales superiores).
Como habrá de recordarse, el “enfoque” neoliberal del mercado y de la “sociedad libertaria”, compendiado con aire de erudición e infalibilidad posideológicas en los famosos “puntos” del denominado “Consenso de Washington” (Williamson, 1989), impulsó unas “recetas” que en su momento se consideraron la panacea universal para la solución de los problemas de inestabilidad e insuficiencia productiva que acusaban cíclica o crónicamente gran parte de las economías nacionales del orbe.
Tales “puntos”, enunciados en forma de “frases cohetes”, eran los siguientes: 1. Disciplina fiscal o presupuestaria (lectura real: reducción del tamaño del Estado y de las inversiones sociales); 2. Cambios en las prioridades del gasto público (lectura real: no subsidios); 3. Reforma fiscal para buscar bases imponibles amplias y tipos marginales moderados (lectura real: diversificación y aumento de impuestos, exceptuando a los ricos); 4. Liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés (lectura real: manos sueltas para bancos y entidades financieras); 5. Búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos (lectura real: devaluación de la moneda); 6. Liberalización comercial (lectura real: abrir las aduanas y eliminar aranceles); 7. Apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas (lectura real: puertas abiertas para las corporaciones y el capital financiero, incluyendo el usurario); 8. Privatizaciones (lectura real: vender los bienes del Estado); 9. Desregulaciones (lectura real: empresa privada sin “reglas estatales interventoras”); y 10. Garantía de los derechos de propiedad (lectura real: no a las nacionalizaciones y a las declaratorias de “utilidad pública”).
Por supuesto, el enfoque global (es decir, existencial, no sólo económico, financiero, estadístico y partidista) de los neoliberales fue contestado vigorosamente desde múltiples rincones del pensamiento y de la política militante, pero -como siempre ocurre con las formulaciones novedosas- la lógica popular pedestre de negación del pasado y los éxitos momentáneos aplastaron toda disidencia… El autor, en particular, recuerda dos textos lúcidamente críticos (escritos desde ópticas y con proyecciones políticas diametralmente opuestas) que marcaron las reflexiones contestatarias al tenor: “El nuevo totalitarismo” (1992), de Alan García, y “La crisis del capitalismo global” (2002), de George Sorós.
El neoliberalismo pautó una época en la dirección económica y financiera del planeta (la que se inició con la debacle del llamado “mundo comunista” y la victoria del individualismo filosófico y político sobre los proyectos de redención colectiva), y durante su primero lustro de predominio (el de los “milagros” económicos, que rescataban y reelaboraban los principios de Smith y Ricardo desde la perspectiva radicalmente conservadora de von Mises y Hayes por oposición a las apuestas marxistas, al “intervencionismo” keynessiano y al estatismo condicional de los socialdemócratas) alcanzó tal nivel de prestigio que no pocos de sus anteriores críticos terminaron compartiendo sus fórmulas y abrazando sus valores fundamentales… Más de un antiguo comunista ortodoxo se “convenció” de las virtudes del neoliberalismo, y más de un cristiano de los de misa y rezo de las cinco de la mañana “descubrió” que éste no era incompatible con la enseñanzas del rabí de Galilea.
¿Quién puede olvidar, por lo demás, los “milagros” económicos de Chile bajo Pinochet (1975-1982) o de Irlanda (1994-2002), o los éxitos iniciales de los gobiernos de Salinas de Gortari (México, 1988-1994), Menen (Argentina, 1989-1999), Color de Mello (1990-1999), Fujimori (Perú, 1990-2000) o Sánchez de Losada (Bolivia, 1993-1997? Haciendo omisión de los casos fallidos (por ejemplo, el de Carlos Andrés Pérez, Venezuela, 1989-1993) y del “tigueraje” gatopardista de ciertos gobernantes populistas, esa fue, sin dudas, la hora de gloria del neoliberalismo: nadie en el movimiento político democrático (ni siquiera -aquí- el conceptual, sobrio y profesoral Leonel Fernández, discípulo del “marxista no leninista” Juan Bosch) resistió la tentación de adoptar su lenguaje y sus “soluciones”… La fascinación -se reitera- fue casi unánime.
El modelo neoliberal inicialmente implicó en los países donde se aplicó un incontestable saneamiento de las finanzas públicas (y a mayor radicalismo de mercado, mejores resultados estadísticos, puesto que estimulaba la iniciativa privada y las ansias -muy humanas- de progreso individual) y un espectacular relanzamiento del crecimiento económico, pero eso no significó necesariamente una eficientización del Estado (los políticos y los economistas pronto encontraron en qué “invertir” los ahorros de éste) ni un mejoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de los ciudadanos (antes al contrario, la exclusión social aumentó y la clase media tendió a deprimirse), hasta tal punto que en un momento dado los bancos centrales de las zonas más depauperadas del planeta tuvieron que abandonar sus criterios clásicos de estratificación de la sociedad (ricos, clase media y pobres) y hacer una subdivisión en “quintiles” para, verbigracia, calcular el costo de la llamada “canasta familiar” sin que fuera tan notorio el rastro de la miseria.
La historia posterior, de todos modos, ya es conocida: un balance desapasionado de la aplicación del modelo neoliberal, a más de tres decenios de su formulación, obliga a concluir en que sus éxitos de los primeros años han palidecido y que, en múltiples sentidos, ha fracasado en todas las latitudes (los “milagros” de la economía de mercado se han “terrenalizado” tanto que hasta el chino está siendo “hamaqueado” en estos momentos), pues la única virtud que puede aún atribuírsele es la de que, bajo determinadas condiciones políticas -regímenes autoritarios o democracias de poderes concentrados- y en el marco de una sociedad de mentalidad individualista estrecha y espíritu de “sobrevivencia” económica, garantiza cierta estabilidad en los macroindicadores… El resto del desenlace apunta hacia beneficiarios taxativos: los dueños del “gran dinero” y las corporaciones financieras y comerciales, que han visto aumentar sus “haberes” en proporciones fabulosas.
Lo acontecido particularmente en América Latina en términos políticos parece curioso pero no deja de ser trágico: el destino de los más renombrados gobernantes neoliberales fue bastante peculiar, a saber: Pinochet derrotado y no encausado porque tuvo la precaución de “blindarse” con leyes absolutorias y una Justicia parcial; Salinas de Gortari perseguido penalmente y extrañado en Europa; Menen repudiado, procesado y exiliado, aunque luego rehabilitado momentáneamente; Color de Mello destituido, sometido por imputaciones criminales y encarcelado; Fujimori renunciante, exiliado en Japón y, luego de regresar a Perú, condenado a prisión; y Sánchez de Losada obligado a dimitir, imputado y exiliado en Washington… En realidad, y para alargar la lista, se puede afirmar que lo acaecido fue casi surrealista: de los mandatarios del subcontinente que aplicaron políticas neoliberales sólo los chilenos, un brasileño y el dominicano Fernández estuvieron a la postre libres de procesamientos judiciales o de la violenta ira popular.
Por su lado, los defensores del neoliberalismo adoptaron la tendencia a responder cuestionamientos como los que preceden con argumentos casi anecdóticos: haciendo una comparación con los países comunistas o con los de economía “intervencionista” -socialdemócratas, socialcristianos, conservadores, etcétera- de peor desempeño, rememorando sus antiguos logros en materia de “crecimiento económico” y “progreso social”, o echándole la culpa de su debacle a las “contrarreformas”… Como se trata de argumentos para pazguatos y zoquetes, no vale la pena ni siquiera examinarlos: basta con recordarles que “si mi abuela no estuviera muerta, estaría viva”.
Desde luego, en forma de fuego contraofensivo los apologistas del neoliberalismo continúan destacando un puñado de “logros tangibles” de su modelo que alegadamente favorecen a la sociedad y al ciudadano y lo hacen superior al resto: la mentada “macroestabilidad”, el crecimiento económico, el disparo de la inversión extranjera y la creación de empleos… Pero siguen ocultando lo esencial: que esos “logros” a la larga han sido contrarios a las necesidades e intereses reales de la gente sencilla, porque se erigieron a partir de privatizaciones macondianas que constituyeron verdaderas estafas al Estado, a costa de buena parte de los programas sociales, estableciendo salarios bajos o estancados, recortando los presupuestos de los servicios públicos, suprimiendo real o virtualmente los gremios (o liquidando los derechos sindicales) y, sobre todo, con base en la concentración de la propiedad en manos del capital financiero y las grandes corporaciones.
(En la República Dominicana, con ciertas excepciones, el fenómeno se puede observar de manera nítida: muchas de las empresas tradicionales -pertenecientes a una o varias familias- han terminado “asociadas” con grupos económicos extranjeros, o resultaron absorbidas por la banca. Así, nuestras firmas más emblemáticas -alimentarias, de bebidas alcohólicas, de productos de limpieza, de medios de comunicación o de seguros- ya tienen una estructura accionaria en la que el capital nacional es minoritario o, simplemente, es la que prevalece el bancario. En la práctica, quedan muy pocas de las grandes industrias o empresas comerciales y de servicios de antaño: las de hoy, aunque conservan sus nombres originales, son propiedad de inversores extranjeros o de los bancos).
Ahora bien, el legado más fatídico del neoliberalismo es uno que tienen que ver con el tipo de sociedad y de ser humano que ha creado: apuntaló naciones de “sobrevivientes” económicos, desterró la compasión y la solidaridad, profundizó la ignorancia y la incultura, y creó individuos profundamente egocéntricos y evasivos (movidos maquinalmente por la divisa selvática de “sálvese quien pueda”), y aunque mucha gente entre nosotros parece estar disfrutando de su existencia en una inacabable fiesta de consumismo y frivolidad (nada que sea “demasiado serio” o que “perturbe” su vida privada es “interesante”), no puede dejar de quejarse por lo que constituye el reverso de la moneda: la corrupción, la delincuencia, la indecencia, la falta de urbanidad, la impunidad, el caos espiritual o la ineficiencia crónica del Estado… Todo esto, valga la insistencia, es un subproducto de la racionalidad neoliberal (individualismo, utilitarismo, ventajismo, vitalismo hedonista, futilidad y devoción por el consumo), pero hay quienes insisten en “hacerse los locos” ante ello porque, acaso, reconocerlo significaría una verdadera autoincriminación personal o colectiva.
Y una cosa final: aunque no puede afirmarse que el mundo anterior al de hoy (el llamado “mundo de Yalta”, caracterizado por el “conflicto Este-Oeste”) fuese menos traumático e injusto que el actual (hijo de la racionalidad neoliberal), porque ello sería olvidar los disturbios políticos, las aberraciones socio-económicas y las amenazas de confrontación global que les fueron inherentes, no hay dudas de que por lo menos exhibía, si bien por compartimientos casi estancos, más decoro, más racionalidad, más compasión y más generosidad…

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