Un nuevo
episodio en la tensión diplomática entre Bolivia y México se
escribió este lunes tras la decisión del Gobierno interino de Jeanine Áñez de expulsar a la
embajadora mexicana en La Paz y junto a ella a dos diplomáticos españoles,
acusándolos de dañar la soberanía boliviana.
EL ANUNCIO PRESIDENCIAL
Áñez compareció
ante los medios en La Paz en la mañana para anunciar que su Gobierno decidió
declarar “personas no gratas” a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de la Embajada
de España, Cristina Borreguero;
al cónsul español, Álvaro Fernández,
y a otros funcionarios.
La presidenta interina les pidió que abandonen Bolivia en 72 horas al sostener
que “este grupo de representantes de los Gobiernos de México y España ha
lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de
Bolivia”.
“La conducta hostil, intentando ingresar de forma subrepticia y
clandestina a la residencia de México en Bolivia, desafiando a los oficiales
policiales bolivianos y los propios ciudadanos, son hechos que no podemos dejar
pasar y han generado consecuencias”, manifestó.
EL DESENCADENANTE
Las
relaciones entre Bolivia y México ya estaban tensas desde que en noviembre
pasado el país norteamericano concedió
asilo al ex presidente Evo Morales en ese país y a algunos ex
funcionarios de su Gobierno en la residencia en La Paz.
La tensión
escaló aún más y sumó a España después
de que el Gobierno interino denunciara el pasado viernes que funcionarios de la
Embajada española acudieron acompañados de “encapuchados” a la residencia de la
embajadora mexicana en La Paz, donde se encuentran asilados algunos ex
ministros bolivianos requeridos por la Justicia.
Las
autoridades bolivianas aseguraron entonces que intentaron ingresar de forma “clandestina” a la residencia mexicana y
consideró que hubo “atropellos” a su soberanía por el incidente.
El suceso
fue interpretado por Bolivia como una
intención de evacuar a ex ministros acusados de delitos como terrorismo
por el Gobierno de Áñez.
LA REACCIÓN DE ESPAÑA
Horas
después del anuncio de Áñez, el
Gobierno español respondió “en reciprocidad al gesto hostil” del
Ejecutivo interino boliviano declarando personas no gratas al encargado de
Negocios de la embajada boliviana, Luis
Quispe, el agregado militar
Marcelo Vargas y el agregado policial Orso Fernando Oblitas.
Los tres
funcionarios fueron designados durante la gestión de Evo Morales, según ha
indicado la Cancillería boliviana.
España ha
exigido al Gobierno de Áñez que
“reconduzca y desescale los contenidos de sus afirmaciones y se recupere cuanto
antes el buen sentido de confianza y cooperación” entre ambos países.
También ha rechazado “tajantemente cualquier insinuación
sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos
internos” de Bolivia y ha aclarado que “cualquier afirmación en este sentido”
constituye “una calumnia dirigida a dañar” las relaciones bilaterales entre
ambos países “con falsas teorías
conspiratorias”.
El Gobierno de Madrid ha negado en todo momento que haya tratado de
facilitar la salida de los ex funcionarios bolivianos de la residencia
mexicana y ha mantenido que la visita de sus dos diplomáticos fue de “cortesía”
e iban acompañados de “personal de seguridad” para su propia protección.
Una explicación que para el Gobierno interino de Bolivia es
“inconsistente”,
si bien las autoridades nacionales han aclarado que no se busca romper
relaciones con ninguno de estos países, sino de que acrediten a nuevos
funcionarios en reemplazo de los expulsados.
APOYOS Y CRÍTICAS EN BOLIVIA
La medida de Áñez ha cosechado reacciones diversas en el ámbito político
boliviano, desde
halagos por hacer respetar la soberanía del país hasta críticas y pedidos de
que reconsidere su decisión para no dañar las relaciones sobre todo con España.
Políticos
como el delegado ante la comunidad internacional de Bolivia, el ex presidente
Jorge Quiroga, y el líder de la centrista Unidad Nacional, Samuel Doria Medina,
aplaudieron la decisión gubernamental.
Quiroga
volvió a lanzar duras críticas contra el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el
partido español Unidas Podemos, a quienes acusó, entre otras cosas, de vulnerar
la soberanía de Bolivia y practicar una “diplomacia
encapuchada”.
“Que el mundo entero sepa que Bolivia se respeta”, escribió por
su parte Doria Medina en Twitter.
La
presidenta del Parlamento boliviano, la senadora Eva Copa, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, ambos del partido de
Evo Morales, criticaron por separado la medida.
Copa
consideró que se está causando “mayor
conflicto y daños bilaterales con países” que ayudaron a Bolivia e instó
a Áñez a “repensar su posición” teniendo en cuenta que la Embajada de España
colaboró en la pacificación del país durante la reciente crisis.
Choque
sostuvo que el de Áñez “es un Gobierno
transitorio que no tiene potestad para hacer lo que está haciendo”.
LA SITUACIÓN EN LAS SEDES
El ambiente
en las cercanías de la embajada y la residencia españolas en La Paz era
tranquilo, sin manifestantes ni protestas de ningún tipo, mientras que en las cercanías de la residencia mexicana
desde el pasado viernes hay una vigilia de activistas que buscan evitar la fuga
de los ex funcionarios de Morales.
“Nosotros queremos que devuelvan a esos delincuentes que están adentro
para que vayan presos (...) han hecho mucho daño a nuestro país”, declaró a Efe
Sandra López, una de las activistas.
La
vigilancia policial en las dependencias de la embajada y la residencia
mexicanas continúa, una acción que ha sido calificada por las autoridades de
México como un “asedio”.
El Gobierno
transitorio boliviano ha justificado esa acción con base en pedidos de la
Embajada de México para redoblar la vigilancia y tras considerar el riesgo de
una protesta social para retirar por la fuerza a algunos funcionarios del
Gobierno de Morales.
EL OBJETIVO
DE LOS GEO EN BOLIVIA ERA LLEGAR HASTA JUAN RAMÓN QUINTANA, MANO DERECHA DE EVO
MORALES
El verdadero
objetivo de los seis GEO que protagonizaron un incidente con la policía
boliviana en las cercanías de la residencia de la embajadora de México en La
Paz, consistía en hacer llegar a Cristina Borreguero, encargada de negocios de
España, hasta Juan Ramón Quintana. En este caso España haría de intermediaria
entre Quintana y Estados Unidos. Sin embargo, otra versión extendida en las
últimas horas sostiene que los GEO querían obtener información sobre Podemos en
poder de Quintana.
El Cierre
Digital de España (www.elcierredigital.com)
A
los expertos en seguridad contactados por elcierredigital.com le llaman la
atención varias de las circunstancias que rodean la actuación de los supuestos
GEO en la operación para intentar llegar a la embajada mexicana de La Paz, en
Bolivia. No entienden muy bien la utilización de esta unidad policial en
labores de custodia y seguridad del personal de la embajada española en
Bolivia. Esto es lo primero que llamó la atención de los expertos en esta no
deseada crisis con el nuevo gobierno boliviano.
Todo
ocurrió el 27 de diciembre cuando la encargada de negocios de la Embajada de
España, Cristina Borreguero, se dirigió a la residencia oficial de la Embajada
de México en dos coches a las ocho de la mañana, pero policías bolivianos
impidieron el paso de dos vehículos y personal de seguridad español -al menos
cuatro individuos- salieron del coche encapuchados y presumiblemente armados,
según las autoridades bolivianas, que consideraron este acto un
"atropello" a la soberanía de Bolivia.
Sin
embargo, la embajada española en La Paz había comunicado un día antes al
Ministerio de Asuntos Exteriores de Bolivia el retorno de seis miembros del
cuerpo diplomático a través de una nota verbal fechada el 26 de diciembre, un
día antes que se produjera el incidente en la Embajada de México. El documento
oficial filtrado a la prensa contiene nombres y apellidos de los seis y sus
números de pasaporte, lo cual ha sido criticado por sindicatos policiales
españoles. La nota verbal explica a la Dirección General de Ceremonial de
Estado que "el 28 de diciembre regresarán a España el personal que ingresó
el pasado 14 de noviembre como apoyo técnico a la legación diplomática. Se trataría
de seis miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía
Nacional, supuestamente.
Nadie
cree que los desplazados allí fuesen a sacar a personas de la embajada de
México para llevarlas a la embajada española. "Ni siquiera los propios bolivianos,
pero algo tienen que argumentar. Solo sería trasladar el problema de lugar y
nada ganaría el gobierno español con ello", aseguran las fuentes
consultadas.
Pasaportes
reservados al CNI
La
segunda nota discordante de todo el asunto para los expertos consultados por
elcierredigital.com es que resulta muy extraña la utilización de pasaportes
falsos para introducir a estos seis policías en el país, una práctica que se
reserva solo a agentes del CNI en misiones puntuales y que precisa de la
autorización del juez del Tribunal Supremo Pablo Lucas Murillo de la Cueva,
encargado de los asuntos del CNI.
La
tercera actuación que ha generado extrañeza se refeira a que además ellos
fueran los encargados de dar escolta a la enviada de la Embajada española,
cuando eso lo hacen habitualmente los Unidad de Intervención Policial (UIP) o
Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil destinados en nuestras
embajadas. En el caso de la embajada de La Paz, a cargo de UIP de la Policía
Nacional.
Por
otra parte, los sindicatos policiales ya han alertado que desvelar las
identidades de los agentes pone en peligro su seguridad. La Confederación
Española de Policía (CEP) ha denunciado que ello "pone en riesgo su
identidad y su integridad física mediante la filtración de sus pasaportes que,
es evidente, sólo puede provenir de organismos públicos bolivianos". La
CEP ha recordado que la presencia de estos policías en Bolivia tiene relación
con las misiones propias del GEO, que en el extranjero son la protección de diplomáticos
y embajadas.
Por
su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) defendió este domingo la
labor de los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) implicados en el
incidente y ha asegurado que realizaron su trabajo "con pleno respeto a la
legalidad internacional y sin responder a las provocaciones de un grupo de
ciudadanos". Además, piden a los partidos políticos que se evite
"utilizar a la Policía Nacional en su lucha partidista".
Desde
el gobierno español se ha asegurado que era una visita "cortesía" y
negó que pretendieran facilitar la salida de los antiguos altos cargos del
Gobierno del expresidente Evo Morales. Dentro la residencia de la embajadora
mexicana, Teresa Mercado, se encuentran nueve antiguos dirigentes en calidad de
asilados políticos, cuatro de ellos con orden de búsqueda y captura por parte
del gobierno boliviano. La ministra de Exteriores en funciones, Margarita
Robles, ya ha anunciado una investigación al respecto.
Las
cuatro personas en búsqueda y captura, refugiadas en la embajada mexicana, son
el exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana; la exministra de
Cultura Wilma Alanoca; el exgobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez y el
exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y
Comunicación (AGETIC) Nicolás Laguna.
Durante
algunas hora se especuló con la posibilidad de que junto a ellos estuviese el exprocurador
general y exministro de Justicia Héctor Arce, sobre el que Bolivia no
presenta ninguna reclamación. SIn embargo, la importancia de Arce deriva más en
una cuestión política que diplomática, ya que es la persona en Bolivia que
mejor conoce la supuesta financión irregular de Podemos, el partido de Pablo
Iglesia por parte de la anterior jerarquía boliviana. Esa vía es la que desea
explotar ahora el gobierno boliviano.
A
los expertos también les llama poderosamente la atención que en una visita de
"cortesía" los agentes fuesen equipados con chalecos antibalas.
"Quien los mandó esperaba exactamente esa reacción y los agentes sabían
realmente a los que iban, a ninguno le pilla por sorpresa". añaden.
Relaciones
excelentes con la DEA
Hay
que recordar las excelentes relaciones que mantiene la Policía Nacional
española con la DEA o agencia antidroga norteamericana. Sin embargo, las
relaciones oficiales pasan siempre por el CNI, aunque en fuentes policiales
nadie niega que si llega el momento y alguien hace una llamada a un colega del
otro lado del mundo ambos se prestarán la ayuda necesaria, aunque luego sea
fiscalizada por el CNI.
El
pasado mes de noviembre la Fiscalía del Estado de Bolivia emitió una orden de
captura contra Quintana, acusado por sedición, financiación al terrorismo e
instigación pública a delinquir, ya que el Gobierno interino de Jeanine Áñez lo
señala como uno de los organizadores del proceso de insurrección que se llevó a
cabo en Bolivia tras la renuncia y exilio en México de Evo Morales.
Contra
Quintana, el exnúmero dos del Gobierno de Evo Morales, se han lanzado varias
acusaciones por presuntos vínculos con organizaciones de narcotráfico, en parte
como resultado de su estrecha relación con Mayerling Castedo, quien fue detenida
en junio de 2019 por estar presuntamente involucrada en el clan "Candia
Castedo", en la provincia de Moxos, departamento del Beni.
Juan
Ramón Quintana es un polémico exmilitar, formado en la tristemente conocida
Escuela de las Américas, con estudios de Sociología y Filosofía, todo ello
antes de renunciar al Ejército en 1997 e incorporarse definitivamente a la
política de la mano de Evo Morales. Antes pasó por Cuba, donde recibió
adiestramiento. Desde las propias filas del Movimiento Al Socialismo (MAS),
partido de Morales, ya señalaron a Quintana, acusado en 2008 por un caso de
contrabando de camiones con destino a Brasil, sin embargo el caso
finalmente fue archivado por la mayoría del partido de Morales en la comisión
del Congreso.
Mayerling
Castedo era una alta dirigente del MAS, secretaria del departamento de
Gobernación de Beni. Tras la desarticulación del clan de narcotráfico
"Candia Castedo", se conoció la involucración de Mayerling Castedo
Molina.
La
operación contra esta organización arrancó tras la incautación de una avioneta
con 302 kilos de droga en la provincia de San Pedro, en Paraguay, donde fue
detenido un piloto boliviano, sobrino de Castedo. Tras la detención de Castedo,
circuló en las redes sociales diferentes fotografías en la que se ve a
Mayerling Castedo junto a varias autoridades como el entonces gobernador del
Beni, Alex Ferrier, el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el expresidente
Evo Morales. Ella ha negado siempre cualquier implicación en narcotráfico.
Castedo
Molina fue fiscal de Materia, exsecretaria de Desarrollo Humano en la gestión
del gobernador Alex Ferrier, candidata al Tribunal Supremo de Justicia por el
Beni, asesora de la Asamblea Departamental y de varios municipios benianos.
Ingresó en julio de 2019 en el penal de Mocovi junto a su hija Joyci Candia Castedo
en prisión provisional.
Parece
por tanto muy posible, que la DEA esté interesada en conocer los vínculos de
Quintana con el narcotráfico si es que estos existieran y es un interés
legítimo dentro de la lucha contra el narcotráfico que llevan a cabo en todo el
continente.
Financiación
de Podemos
Otra
versión de la historia que no es menos creíble, pero más enrevesada de idear,
sería que los GEOS trataban de sacar de la residencia de la embajadora en
México información comprometida sobre la supuesta financiación irregular de
Podemos en aquel país. Lo cierto es que a fecha de hoy no existe ninguna causa
judicial ni penal abierta en ningún tribunal del mundo que sustente esta
teoría. Es la versión que sostiene el actual gobierno boliviano con la
intención de dañar al gobierno español.
Ya
se intentó abrir una causa contra Juan Carlos Monedero, cuando era número dos
de Pablo Iglesias, que terminó en 2015 con la renuncia de Monedero y una multa
de 200.000 euros a Hacienda por no declarar 425.000 euros de ingresos por
asesoramiento recibidos en Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador, aunque
Monedero los declaró a través de una empresa.
Para
entender esta teoría, que ahora defienden algunos, hay que remontarse al
informe Cardona Álvarez, de 20 de febrero de 2015. En el citado informe,
realizado por el director del Hospimil número 2 de Santa Cruz se basa en una
entrevista al coronel Germán Rómulo Cardona Álvarez y fue entregado al General
de División José Luis Begazo Ampuero, comandante general del Ejército de
Bolivia.
El
coronel Cardona Álvarez, profesor en la Universidad Autónoma Gabriel René
Moreno de Santa Cruz, había proferido insultos y críticas al ejército en su
página de Facebook y por ello fue interrogado en el hospital donde se
encontraba internado. El informe tiene 34 páginas y es en la número 33 cuando
el coronel habla que "desde hace seis años Hugo Chávez, Nicolás Maduro y
Evo Morales Ayma, bajo el manto de una entidad ficticia denominada Fundación
Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) en cuyo consejo ejecutivo
figuran los principales dirigentes de Podemos Pablo Iglesias, Iñigo Errejón,
Luis Alegre y Juan Carlos Monedero, realizan giros a España para financiar
una nueva organización política que se concretó en febrero de 2014 como partido
político con la finalidad de una vez conquiste el gobierno español, se
constituya una puerta directa de ingreso de cocaína en Europa".
Las
críticas más importantes del coronel arreciaron contra el Ejército boliviano
cuando fue operado en Madrid con una cirugía que no era posible en Bolivia y
después el Ejército se negó a pagarle esos gastos. Estas acusaciones son las
que se usaron contra Podemos en su momento, pero sin que se abriera ninguna
causa hasta el momento en ningún tribunal de Justicia español o internacional.
En 2015 el coronel Cardona llegó a España donde solicitó refugio y actualmente
reside en nuestro país.
EL GEO EN
BOLIVIA
Ok Diario de
España (www.okdiario.com)
Miembros
del GEO están actuando de escoltas en determinados países, dependiendo del
riesgo que exista para los diplomáticos en los mismos. Lo primero que
procedería para llevar a cabo una investigación rigurosa de lo ocurrido es
conocer qué parámetros determinan que sean geos u otros miembros policiales
quienes presten el servicio, y si en Bolivia se dan las condiciones para que
estén allí o son otras las razones.
El
servicio ordinario de seguridad en Bolivia es prestado por miembros de las
UIPs. De ellos son las fotografías y datos que se filtraron en un acto de
agresión de la administración boliviana. Desde cuándo estaban allí los GEOs,
qué razones llevaron a enviarlos y si entre sus tareas están las de escolta,
que solo se da en determinados países con riesgo para el personal al que
escoltan, también son extremos que el Gobierno deberá aclarar.
El
jefe y los miembros de los geos deben ser ilustrados sobre lo que es la
democracia y el estado de derecho. Es una obligación patriótica decir la verdad
y contribuir a aclarar este confuso incidente. Su profesionalidad patriótica se
defiende contando la verdad, no ocultando trapacerías de sus mandos o
políticos, si las ha habido. El GEO es la unidad más especializada, de mayor
exigencia de la Policía española. Son expertos en intervenir en cualquier
situación, arriesgar su vida y perderla sin que les tiemble el pulso actuando
en cumplimiento de sus obligaciones. Ni ellos ni el buen nombre de esa Unidad
merecen la manta de basura internacional que está cayendo sobre ellos.
Conózcase
quién es el delegado del CNI en Bolivia. Si es la misma persona que fue a la
residencia de la embajadora de México a las 8 de la mañana con cuatro geos para
una supuesta reunión protocolaria (ni es la hora ni es el lugar oportuno), hay
que suponer que estaban inmersos en una operación. No hay que suponer que sea
algo sucio, negativo para el Estado porque todos los países organizan
actuaciones en defensa de sus intereses. Sí debería el Gobierno, dada la
relación de miembros de Podemos con el anterior Gobierno de Bolivia, algunos de
los cuales están refugiados en la residencia de la embajadora de México en
Bolivia donde se produjeron los incidentes, explicar con luz y taquígrafos qué
hacían allí cuatro geos, la policía de élite española preparada para intervenir
en supuestos de secuestro con rehenes, asalto barcos de narcotraficantes, etc.
Conociendo
lo que pasa en España, ningún responsable político asumirá responsabilidades si
fueran necesarias por las practicas aplicadas, y tratarán, como siempre, de
responsabilizar a los cuatro policías que actuaron cumpliendo órdenes y no
tienen ninguna responsabilidad en lo que haya podido ocurrir en Bolivia. Un
policía no pregunta el objetivo ni los detalles de las órdenes que recibe. Esto
funciona así: su mando los llama y les dice hay que ir a Bolivia, contactar con
el personal diplomático, iremos a la embajada de México y allí recogeremos
documentos, maleta, grabaciones…o escoltaremos a una, dos, tres personas, hasta
la embajada española, de tal país o tal frontera. La respuesta es “a la
orden”. Después se entra en los detalles de cómo se lleva a cabo el plan, qué
hacer si las cosas no salen como se esperaba etc.
Estamos
ante un hecho que puede ser desde un malentendido fruto de la crispación que
vive el país, hasta una injerencia grave en asuntos internos por el que los
policías pueden ser imputados. Que el Gobierno de España proteja a los policías
y no los ponga en el centro de la diana.
NO HAY
INTENCIÓN DE ROMPER RELACIONES CON BOLIVIA: SEGOB
Luego de la
expulsión de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, Sánchez
Cordero aseguró que la sede diplomática seguirá operando en el país andino.
Aristegui
Noticias de México (www.aristeguinoticias.com)
La
secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que México no tiene intención de romper
relaciones diplomáticas con el gobierno de facto de Bolivia.
Luego
de que el gobierno boliviano declarara persona non grata a la embajadora de
México en aquella nación, María Teresa
Mercado y decidiera expulsarla, la encargada de la política interna del
país indicó que “se sugirió que regrese (a México), por su propia seguridad”,
anotó.
En
conferencia de prensa, Sánchez Cordero señaló que la embajada mexicana en el país andino continuará con su labor de manera
habitual, “actuando con gran profesionalismo y sin improvisación de
ninguna especie”.
Refrendó
todo el apoyo del Gobierno de México a los nueve funcionarios bolivianos que se
encuentran asilados en la residencia mexicana en La Paz, Bolivia.
“Ellos
ya aceptaron el asilo político y nosotros les dijimos que sí. Estamos abiertos
al asilo político para ellos, claro que los vamos a proteger. Mientras estén en
la Embajada mexicana, están en territorio mexicano”, explicó..
Por
otro lado, Sánchez Cordero indicó que el gobierno federal tiene un plan para
apoyar a los connacionales que residen en Bolivia, y quieran regresar a México.
Tenemos un plan (…), pero sólo sí ellos así lo desean, regresar. Son mexicanos
y pueden regresar a su país cuando ellos lo deseen”.
Bolivia declara “persona non grata” a embajadora de
México; le da 72 horas para dejar el país
La
autoproclamada presidenta, Jeanine
Áñez, declaró este lunes “persona non grata” a la embajadora de México, María
Teresa Mercado, y a todo el cuerpo diplomático de España, informó el
Ministerio de la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Los
diplomáticos expulsados tienen un plazo de 72 horas para abandonar el
territorio boliviano.
De
acuerdo con Notimex, la decisión fue tomada por “daño a la soberanía del
Estado boliviano”, e incluye a la encargada de negocios de España, Cristina
Borreguero; al cónsul de España en Bolivia, Álvaro Hernández, y al grupo de
elementos de guardias de seguridad de la sede diplomática del país europeo.
ALITO URGE
DIÁLOGO ENTRE MÉXICO Y BOLIVIA, REITERA INVITACIÓN A PANAMÁ
Político de
México (www.politico.mx)
Alejandro
“Alito” Moreno, presidente nacional del PRI, urgió al diálogo entre
México y Bolivia luego de los recientes acontecimientos diplomáticos entre
ambos países que desencadenó la expulsión de la embajadora mexicana, María
Teresa Mercado.
En
su cuenta de redes sociales, el también presidente de la Conferencia Permanente
de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), reafirmó la
disposición de la organización para mediar el encuentro entre las dos naciones
y volvió a sugerir que la reunión se lleve a cabo en Panamá.
Además,
hizo un llamado expreso a Marcelo
Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en
México, y a su similar boliviana, Karen Longaric, para que atiendan su
sugerencia como presidente de la Copppal.
En
días pasados, el político mejor conocido como Alito, anunció en un comunicado
su propuesta para que la Copppal fuese mediador para solucionar el conflicto
que mantienen Bolivia y México.
RELACIÓN
ENTRE MÉXICO Y BOLIVIA SÓLO ES SIMBÓLICA: MEYER EN MESA POLÍTICA
El analista
político Sergio Aguayo comentó que la expulsión de la embajadora mexicana María
Teresa Mercado le parece excesiva a la luz de la evolución de los
acontecimientos.
Aristegui
Noticias de México (www.aristeguinoticias.com)
El
académico Sergio Aguayo observó que Bolivia busca empeorar su relación con México; sin embargo, el historiador
Lorenzo Meyer consideró que eso no es preocupante, ya que los vínculos entre ambos países sólo son
simbólicos.
La
autoproclamada presidenta, Jeanine
Áñez, declaró este lunes “persona non grata” a la embajadora de México, María
Teresa Mercado, por lo que tendrá que salir de Bolivia en un periodo menor a 72
horas.
Al
respecto, Aguayo comentó que esta medida por parte del gobierno de facto le
parece excesiva a la luz de
la evolución de los acontecimientos.
Desde
su punto de vista, lo acontecido
en Bolivia ejemplifica las dificultades que va a tener la política exterior
mexicana hacia América Latina, “porque independientemente del esfuerzo
por acercarse a los gobierno de centro-izquierda no le va a resultar tan
sencillo, porque los gobiernos de derecha están más cerca de la pauta del
comportamiento de Donald Trump que de la diplomacia y buenos modales”.
Por
su parte, el historiador Lorenzo Meyer afirmó que la relación con Bolivia sólo es simbólica, y por lo tanto, no
debe preocupar demasiado a los mexicanos.
“La reacción del gobierno de facto de
La Paz dice más de ellos que de
nosotros, no me preocupa para nada la relación con ellos”, dijo.
En
su opinión, es positivo que un gobierno sin legitimidad se lance contra México,
donde el presidente sí fue elegido mediante el voto de los ciudadanos.
Finalmente,
el historiador comentó que México
tendrá que mantener su sede diplomática abierta y a un encargado de
negocios que cuide de los asilados en Bolivia.
GOBIERNO
ESPAÑOL INTENTA OCULTAR A LA FUERZA SUS NEGOCIOS EN BOLIVIA
El Gobierno
de Bolivia acusó al Gobierno de España, liderado por el bloque socialista, de
conspirar para silenciar testigos que podrían exponer su infiltración
Panam Post
de Panamá (www.es.panampost.com)
El
Gobierno de España envío a fuerzas especiales armadas a Bolivia para extraer a
testigos claves contra Podemos y resguardar a los aliados de Evo Morales. El
delegado de Bolivia ante la comunidad internacional, Jorge «Tuto» Quiroga,
denuncia al presidente de España, Pedro Sánchez, como autor.
«Ahora
están en el co-Gobierno con Sánchez y ahora están muertos de miedo de que desde
Bolivia y Venezuela se denuncie y se desvele la enorme cantidad de dinero que
le robaron a nuestros países estos señores a nombre de hacer colonialismo
constitucional», asegura.
Acusó
a Podemos de ser «agitadores académicos» que pretenden realizar «colonialismo
de complicidad criminal» en su país. Afirmó que tanto Pedro Sánchez como
Podemos «deben estar muertos de miedo» de que salga a la luz toda la
información que tienen Juan Ramón Quintana y Héctor Arce, exministros de Evo
Morales que estaban resguardados en la embajada de México.
Bolivia
lo llama abiertamente una conspiración. El ministro de Gobierno de Bolivia,
Arturo Murillo, ya solicitó la expulsión de todos los miembros de la misión
diplomática española. En vista que afirma que diplomáticos españoles
intentaron evacuar a exdirigentes afines a Evo Morales de la Embajada mexicana
en La Paz.
El
gobierno socialista español habría falsificado pasaportes para enviar fuerzas
especiales a resguardar a testigos con información contra Podemos
Según
informan las autoridades bolivianas, el operativo se logró por medio de la
falsificación de pasaportes de los cuatro GEO (Grupo Especial de Operaciones)
enviados a La Paz. La prensa española expuso que sus pasaportes fueron
renovados con el encargo específico de trabajar en la Embajada de España con
fecha 20 de diciembre
Sin
embargo, fueron descubiertos ingresando «encapuchados» y «presumiblemente
armados» en la Embajada de México donde estaban a resguardo los exministros de
Evo Morales. Presuntamente los GEO debían interrogar a estos para que den
información sobre el dinero “criminal” recibido por el partido morado de
manos de Evo Morales.
De
acuerdo a la evidencia, existía un plan ulterior: sacarlos de esa embajada
y buscar un país de acogida para evitar acciones judiciales en su contra.
Actualmente
hay 10 miembros del gabinete de Morales en la Embajada de México, entre ellos
ministros procesados por acusaciones de terrorismo.
Por
eso Bolivia acusa a la Embajada de España en La Paz de cometer «atropellos» a
su soberanía.
También
la Encargada de Negocios, Cristina Borreguero, estuvo bajo investigación
por las autoridades españolas por su participación en el embajada. Pero el
Ministerio de Exteriores de España presentó un comunicado posterior donde
afirma que la visita “era exclusivamente de cortesía”.
Esa
fue la respuesta del ministerio ante la denuncia de la canciller interina de
Bolivia, Karen Longaric, quien afirma que la «incomprensión de algunos
gobiernos, que guiados por compromisos ideológicos y sin entender aspectos
sustanciales inherentes a nuestra realidad nacional, comenten actos de
injerencia directa».
Agregó
que el personal español «intentó ingresar de forma subrepticia y clandestina a
la residencia diplomática», y explicó que la Policía Boliviana «frenó el
ingreso de los vehículos».
PP
y Vox exigen a ministra de defensa que «explique el incidente de Bolivia con
diplomáticos españoles»
PP
y Vox han solicitado al Gobierno que explique ante el Congreso lo sucedido en
la Embajada de México en Bolivia.
Santiago
Abascal, el líder de Vox, calificó como «gravísimo» lo sucedido y anunció que
exigirán «respuestas» en el Parlamento.
México
denunció a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia
Al
momento lo sucedido involucra a tres países, además de España, México -que
resguardó a Evo Morales un par de días- denunció a Bolivia ante la Corte
Internacional de Justicia por el asedio a su embajada.
En
respuesta, el ministro interino de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo,
dijo: “Allá nos veremos con mucho gusto y veremos quiénes han violado el
tratado”.
Por
el momento, México cuenta con el respaldo del régimen cubano, cuyo canciller
anunció en redes sociales: “Cuba condena el asedio de fuerzas de seguridad e
inteligencia del gobierno de facto de #Bolivia a la Embajada y Residencia de
#México en ese país”.
Cuba
respalda la denuncia de México
Ya
que México es la sede de la renovación del socialismo internacionalista,
bajo el nombre del Grupo de Puebla, tiene el aval de Cuba, quien se ha
encargado hace más de medio siglo de ejecutar lo que hoy critica: asediar, por
medio de guerrillas armadas y entrenadas en la isla, e infiltrar la
inteligencia de buena parte de hispanoamérica.
De
hecho, el reciente embajador de Cuba ante Bolivia es uno de los referentes
claves de la infiltración cubana: Carlos Rafael Zamora Rodríguez,
alias «El Gallo».
Ha
cumplido roles diplomáticos de norte a sur en el continente, como parte de su
misión estratégica de infiltración. En pleno año electoral, «el Gallo»
llegó a Bolivia, luego de haber sido parte del equipo de Cuba en la ONU en
la década de los 70, embajador en Ecuador (1984-89), Panamá (1998-2004), Brasil
(2009-2013) y El Salvador (2017-2018).
El
respaldo del régimen cubano muestra que existen alianzas transnacionales de
encubrimiento, donde acusan a otros de lo que ellos mismos han cometido.
Ahora
le toca a Bolivia enfrentar no solo la inestabilidad causada por las elecciones
fraudulentas de Evo Morales sino a todos sus aliados que —según afirman el
actual gobierno— conspiran en conjunto.
ERREJÓN
CULPA A LA «DERECHA REACCIONARIA» ESPAÑOLA DEL ESCÁNDALO DE LA EMBAJADA EN
BOLIVIA
Ok Diario de
España (www.okdiario.com)
Íñigo Errejón, líder de Más País y cofundador de
Podemos, ha culpado a la "derecha reaccionaria" de PP y Vox del escándalo
de la embajada de México en Bolivia. Errejón es uno de los señalados por Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia, por haber cobrado dinero
de la narcodictadura que ideó Evo
Morales, el que fuese presidente del país latinoamericano hasta hace
unos meses.
"El
incidente en la embajada mexicana en Bolivia en el que se han visto envueltos
españoles, muestra que nuestra derecha
doméstica tiene mucho más de reaccionaria que de ‘nacional’", ha
afirmado Íñigo Errejón en un mensaje colgado en su perfil de Twitter.
El
pasado fin de semana, varios miembros de la embajada española en Bolivia intentaron entrar sin autorización y "encapuchados"
a la embajada de México en la Paz, edificio donde se encuentran asilados una
decena de miembros del anterior Gobierno de Evo Morales. Así lo explicó Karen Longaric, actual ministra de
Exteriores del país latinoamericano: "La policía frenó el ingreso de los
vehículos de diplomáticos españoles a las instalaciones, toda vez que la presencia de encapuchados representa una
potencial amenaza".
Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia y
delegado ante la comunidad internacional del Gobierno interino de Bolivia,
acusó horas después a Pedro Sánchez,
presidente del Gobierno en funciones, de enviar a agentes armados GEO a la
Embajada de México en La Paz para hacer un gran favor a Podemos, su futuro socio de Gobierno.
Quiroga reveló que en esta embajada se encuentran dos miembros del antiguo
Gobierno de Evo Morales que cuentan con información sensible sobre la formación
liderada por Pablo Iglesias: Juan Ramón
Quintana y Héctor Arce,
ex ministros de la Presidencia y de Justicia del país latinoamericano.
Pero
Quiroga no se quedaba ahí, puesto que desveló los nombres de los cargos clave
de Podemos que fueron encargados de recibir dinero del populismo y de las
narcodictaduras de países latinoamericanos: Carolina Bescansa, encargada de Nicaragua, Juan Carlos Monedero, de Venezuela, y el propio Íñigo Errejón
de Bolivia. El ex presidente de este país acusó a estos tres ex altos cargos de
Podemos de haber recibido dinero "robado" de varios países con el
objetivo de expandir el comunismo en diferentes países como España.
PP
y Vox piden explicaciones
Errejón
ha optado por no responder a estas acusaciones y sí culpar del escándalo en
Bolivia a la "derecha reaccionaria" de PP y de Vox por haber pedido explicaciones al Gobierno de Sánchez por este conflicto
diplomático. Jaime de Olano,
diputado ‘popular’, adelanto que su formación solicitará la comparecencia de Margarita Robles, ministra de Asuntos
Exteriores en funciones, para explicar el escándalo "del que conocemos
pocos detalles pero creemos que los españoles necesitan saber a que se dedica
su cuerpo diplomático en cualquier país del mundo".
El
grupo parlamentario de Vox presentó en el Congreso horas después una batería de preguntas al Gobierno de Pedro Sánchez para que
dé explicaciones sobre el escándalo en la embajada de México en Bolivia. Una de
estas preguntas pide aclarar si José
Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente del Gobierno con el PSOE,
"ha tenido alguna participación en los hechos".
PATRULLAS
VECINALES IMPONEN SU LEY AFUERA DE LA CASA DE LA EMBAJADORA MEXICANA EN BOLIVIA
La diplomática
ha sido expulsada del país y en la sede de la legación permanecen refugiados
dirigentes del gobierno de Evo Morales.
El País de
España (www.elpais.com)
Alrededor
de una quincena de personas vigila desde
hace tres días la entrada a la urbanización privada La Rinconada, en
la que se encuentra la residencia de la embajadora mexicana en Bolivia, María
Teresa Mercado, a quien el
Gobierno boliviano ha expulsado este lunes del país, tras un
conflicto diplomático que también ha salpicado
a España. “En campaña permanente y activa”, se lee en un cartel
exhibido por quienes vigilan la residencia y los automóviles que salen y entran
de ella. Lo hacen con el consentimiento de la policía —este lunes había 12
agentes, pero días atrás llegó a haber 90— mientras que conductores de los
vehículos se pliegan a la revisión de sus automóviles. “Estamos aquí en apoyo
de nuestra policía, para evitar que nadie se fugue sin haber pagado sus deudas
a la justicia boliviana”, dijo uno de los organizadores a una televisión local.
Se refieren a la decena de ex altos cargos del Gobierno de Evo Morales, que renunció
a la presidencia el 10 de noviembre.
Este
hostigamiento a la residencia y la embajada mexicana en Bolivia fue denunciado
por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, días atrás: "Ni
Pinochet se atrevió a tanto", dijo el mandatario. Pero las cosas no
hicieron más que complicarse hasta la expulsión de la embajadora. En la sede de
la legación permanecen refugiados algunos antiguos colaboradores del gobierno
de Evo Morales, quien ha trasladado su residencia a Argentina.
La
vigilancia vecinal la imponen los mismos grupos de “resistencia” que
protestaron contra Morales.
Pertenecen a la clase media urbana y siguen movilizados en diferentes partes
del país para presionar al nuevo Gobierno para que persiga con el máximo rigor
a los dirigentes del antiguo oficialismo, en particular a los que han sido
señalados como responsables de las violentas manifestaciones a favor de Morales
entre el 10 y el 24 de noviembre.
En
la zona sur de La Paz, donde se encuentran La Rinconada y otras lujosas
urbanizaciones de la capital, la llamada resistencia organizó protestas contra
la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que trabajó a
finales de noviembre en Bolivia,
y que fue acusada de “proteger a los terroristas”. El incidente
del que se deriva la expulsión de los diplomáticos mexicanos y españoles se
explica en este contexto de alerta y movilización política de los sectores
vencedores del conflicto con Morales.
Uno
de los principales enemigos de la resistencia es Juan Ramón Quintana, figura
destacada del Gobierno anterior, a quien la Fiscalía acusa de sedición y
terrorismo por haber dicho que, si se producía un golpe de Estado contra
Morales, Bolivia se convertiría en un “moderno Vietnam”.
Críticas
a otros países
Quintana
y otros ocho exministros y antiguas autoridades del partido de Morales se beneficiaron
del asilo mexicano, pero hoy cuatro de ellos no pueden salir de la
residencia diplomática en la que viven, pues el Gobierno de Jeanine Áñez no les
concederá salvoconductos para abandonar el país, con el argumento de que están
procesados por delitos comunes y no políticos. Nada más tomar el poder, Arturo
Murillo, uno de los ministros de Áñez, habló de "cacería" contra
algunos antiguos dirigentes de Evo Morales.
Desde
la salida de Evo
Morales a México, dos días después de su renuncia, los medios de
comunicación se inundaron de críticas al Gobierno mexicano, que denunció un
“golpe de Estado” en Bolivia, permitió que este usara Twitter libremente y
abrió la Embajada de México en La Paz a los miembros de su partido. Luego se
produjo una oleada de críticas con tintes xenófobos contra Argentina por la
cobertura crítica de los sucesos bolivianos por parte de la prensa de este país
y de la decisión del presidente Alberto Fernández de no reconocer a Áñez.
Tras
el incidente del pasado viernes, el turno fue de España: para muchos creadores
de opinión, como el político Samuel Doria Medina, lo sucedido en la residencia
mexicana fue un “operativo armado”. El embajador Jorge Quiroga atacó al
presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, por la “invasión
de sus Rambitos”, en alusión a los policías españoles envueltos en el
incidente, cuyos pasaportes y fotografías fueron filtrados a los periodistas y
en las redes sociales.
“Apoyamos
a nuestra presidenta Áñez por haber expulsado a la embajadora mexicana y a los
diplomáticos españoles. Los que hacen daño a nuestra amada Bolivia deben irse”,
dijo una de las mujeres que llevan a cabo la vigilia en La Rinconada.
"ES UNA
VERGÜENZA, ES TRISTE VER LO HECHO POR LOS GOBIERNOS DE MÉXICO Y ESPAÑA”
El
expresidente boliviano Jorge Quiroga, actual representante del gobierno
transitorio de su país ante el exterior, fustiga la actitud de estados
extranjeros con respecto a Evo Morales y lamenta que se hayan sumado a la
“conspiración internacional” de Venezuela y Cuba contra la “reconstrucción de
la democracia”.
El Comercio
de Perú (www.elcomercio.pe)
Hace
casi un mes, Jorge ‘Tuto’ Quiroga recibió el encargo de ser el delegado del
gobierno interino de Jeanine Áñez ante la comunidad internacional. Ha estado en
México,
país que dio cobijo a Evo Morales luego de que este dejara Bolivia,
y de vuelta a su país hizo una corta escala en Lima.
—Al
panorama interno complejo que vive Bolivia se suma la crisis diplomática con
tres países México, Argentina y España. ¿Cuánto le preocupa ello?
A
ningún país le gusta entrar en controversias con otros. Nosotros no hemos
buscado las grescas, pero tenemos que defender la reconstrucción democrática.
Terminar con una tiranía abusiva y autoritaria de 14 años como la de Evo
Morales, que criminalizaba a la oposición y perseguía a la prensa, suponía
resistir la represalia feroz de los ‘socios listos’ del s. XXI, como los de
Venezuela y Cuba. Morales ha sido una ficha fundamental del proyecto de Castro
y Maduro o Chávez, que en algún momento llegó a tener a 22 de los 34 países en
la OEA, cuando el petróleo estaba alto y Chávez reinaba en el hemisferio, ha
ido retrocediendo pero se ha vuelto muy duro en cuatro enclaves: Cuba,
Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Lo que ha sido sorprendente ha sido ver las
reacciones de México y ahora la de España.
—
¿Lo han decepcionado?
Es
una vergüenza, es realmente triste lo que han hecho. México, el hermano mayor,
ha tenido una actitud contradictoria. A Juan Guaidó nunca lo reconocieron
argumentando que la Doctrina Estrada les impedía involucrarse en otro país,
pero ahora la echaron por la borda y hacen una injerencia grotesca contra
Bolivia.
—
Allá se considera que hubo un golpe de Estado contra Morales...
El
golpe de Estado en cámara lenta lo ha hecho Evo a través de todos estos años.
Es contradictorio que López Obrador, que se pasó 12 años denunciando fraudes
que nunca probó, no atiende a un fraude constatado incluso por la auditoría de
la OEA y acoge y apaña al cerebro del fraude. Es incomprensible esta
complicidad tan abierta. Uno llega a la conclusión de que AMLO es un satélite
tan servil al proyecto de Maduro y Castro como lo son Daniel Ortega o Evo
Morales. Hay además otras dos contradicciones.
—
¿A cuáles se refiere?
Si
hay un país que sufre los embates del narcotráfico, ese es México. Pues bien,
el productor más antiguo de Sudamérica es Evo Morales, que legalizó la
producción de 7.700 hectáreas de coca en el Chapare, cuyo fin casi exclusivo es
la cocaína. Y resulta que México acoge al productor de cocaína. Por otro lado,
México no contempla la reelección en su sistema político y cobija a Evo, que
buscaba un cuarto mandato pasando por encima de la Constitución que él mismo
promulgó y del referéndum que él mismo convocó.
—
Usted llamó matón y cobarde a AMLO...
AMLO
llegó a decir que el actual gobierno interino era peor que Pinochet,
comprenderá lo doloroso que es para un boliviano que nos comparen con chilenos.
Yo contesto duro cuando atacan a mi país, pero respondo a las personas, no
ofendo a los países. Le dije que era cobarde y matón porque es vergonzoso ver
que un presidente mexicano se arrodille ante Castro y Maduro y se porte como un
matoncito ante un país pequeño como Bolivia.
—
¿No es cierto el asedio y hostigamiento que aduce México contra su embajada en
La Paz?
Ya
demostramos que la embajada de México nos pidió tres veces, por escrito,
refuerzo policial para su sede diplomática. Se lo dimos y luego nos denuncian
por ello. Se demuestra entonces que todo es una maniobra de AMLO y de su
canciller Marcelo Ebrard en contra de Bolivia.
—
¿En serio cree que hay una conspiración internacional liderada por México
contra “el retorno de la democracia” a Bolivia?
No
cabe duda. Es abierta de parte de las FARC, Cuba y Venezuela. Lo que no
sabíamos es que la diplomacia mexicana está tristemente al servicio de las
tiranías. Es triste comprobar que AMLO sea un padrino de tiranos.
—
¿Y la diplomacia española está coludida?
Ocurre
que Podemos, el partido de muchachos agitadores hoy convertidos en señores
burgueses con chalés, es el socio principal de la coalición que está tratando
de armar el presidente Pedro Sánchez. Pues parece que este hubiera decidido
fortalecer su gobernabilidad interna a costa de sacrificar la imagen externa de
España. La ha echado por la borda con esta democracia de ‘rambos’ encapuchados.
Es una lástima teniendo en cuenta las cicatrices tan profundas entre España y
Bolivia, y a pesar de que ya se habían construido puentes.
—
¿Tras la expulsión de diplomáticos se puede llegar a la ruptura de relaciones?
No
lo deseamos, pero tampoco queremos que abusen de nosotros ni nos matoneen. Esta
maniobra con encapuchados es una ofensa y un agravio nunca antes vistos. Es una
lástima que por la influencia de Podemos, Sánchez haya cometido este error
garrafal. Los de Podemos saben que si en Bolivia se consolida la recuperación
democrática con elecciones libres en el primer semestre del 2020, se les viene abajo
Venezuela, Nicaragua y se les cae el entramado. Ha sido correcta la actitud de
la presidenta Áñez de declarar personas no gratas a esos funcionarios españoles
y mexicanos.
—
¿Argentina debe impedir a Evo que realice actividades políticas?
Se
supone que el canciller Felipe Solá dijo eso cuando lo acogieron. Pero no están
cumpliendo. Alberto Fernández va a tener que escoger: si quiere reinserción
financiera, comercio con Brasil y gas de Bolivia o seguir apañando a Evo
Morales. Alberto Fernández va a tener que decidir si va a ser él el presidente
o si va a hacer lo que diga la vicepresidenta. Me parece que Morales terminará
siendo un invitado tóxico porque representa el fraude y la corrupción y
defiende el narcotráfico.
—
¿Usted es un funcionario del gobierno de Áñez?
No.
Yo he recibido un encargo. No tengo puesto gubernamental alguno hace 17 años.
Se trata, además, de un encargo que he venido haciendo desde hace tiempo con
otros expresidentes. Vengo denunciando lo que hacía Morales hace tiempo. No es
nada nuevo, solo es una formalidad que le ha dado el gobierno interino.
—
¿Por qué demora la convocatoria de elecciones? Usted dijo que en pocos días se
sabría la fecha...
Estamos
en una situación de emergencia, y en una situación así normalmente la
legislación y las designaciones electorales tardan 90 días, aquí se ha hecho en
pocas semanas. Hacer elecciones con un padrón contaminado hubiera sido
contraproducente. El desafío es generar un proyecto alternativo de largo plazo
a lo vivido en una larga noche tiránica de 14 años.
LAS CLAVES
DEL CHOQUE DIPLOMÁTICO ENTRE BOLIVIA Y ESPAÑA
Tras la
visita de una delegación española a la embajadora de México en Bolivia, el
Gobierno interino de La Paz ha expulsado a tres miembros españoles; medida que
ha sido correspondida desde Madrid.
Newtral de
España (www.newtral.es)
Una
delegación diplomática española se vio envuelta en la mañana del pasado viernes
en un confuso incidente en la residencia de la embajadora de México en
Bolivia, donde se encuentran acogidos desde el 10 de noviembre una
decena de exfuncionarios de la anterior administración
del expresidente Evo Morales. Desde entonces, cuando también México dio
asilo político al líder indigenista, policías bolivianos custodian el recinto
donde se encuentra esta sede mexicana, una vigilancia
que los norteamericanos califican de “hostigamiento” y planean llevar a la Corte
Internacional de Justicia.
Según
el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la número dos
de la diplomacia española en el país andino y encargada de Negocios, Cristina
Borreguero, y el cónsul, Álvaro Fernández, acudieron a la sede mexicana en una visita “de cortesía”, escoltados por cuatro agentes del Grupo de Operaciones Estratégicas
(GEO). Tras la reunión del viernes, cuyo contenido no ha trascendido, la
embajadora María Teresa Mercado denunció en un tuit que luego borró que los
vehículos oficiales de los diplomáticos españoles habían sido retenidos y no se
les permitía el acceso a la residencia para recoger a los visitantes. El
incidente, en el que no hubo tumultos ni agresiones documentadas, quedó
registrado en este vídeo
del canal boliviano Unitel.
Este
suceso se enmarca entonces en plena
crisis diplomática entre Bolivia y México, pero el Gobierno interino de
La Paz ha declarado personas
non gratas a Borreguero y Fernández, así como a otros funcionarios a los
que ha concedido 72 horas para dejar el
país por haber “lesionado gravemente la soberanía del pueblo”. Por su
parte, según ha informado Europa Press, España ha respondido con una medida
habitual de reciprocidad y ha dado 72 horas para dejar el país a otros tres
miembros de la delegación diplomática
boliviana en Madrid: Luis Quispe Condori (Encargado de Negocios),
Marcelo Vargas Barral (Agregado Militar) y Orso Fernando Oblitas Siles
(Agregado Policial).
¿Cómo
se ha interpretado este suceso en Bolivia?
El
Gobierno interino boliviano interpretó el suceso como parte de un “plan
internacional” en el que España buscaría
“extraer criminales y delincuentes” del país, en alusión al grupo de
personas que se encuentra en la embajada y en el que hay, entre otros,
exministros de la etapa de Morales acusados de delitos de terrorismo y
sedición. Los vecinos y activistas que se manifiestan en la embajada mexicana a
lo largo del fin de semana creen que allí se encuentra el hombre más buscado, Juan Ramón Quintana, exministro de
Interior de Morales.
En
una nota de protesta, la canciller interina de Bolivia, Karen Lonaric, describió la escena como un “intento de ingreso clandestino” de los funcionarios españoles
acompañados por “encapuchados” que
estaban “presumiblemente armados”.
Los policías cubrieron sus rostros cuando bajaron de los automóviles para
recoger a los diplomáticos en pleno rifirrafe.
Otros
calificativos usados por funcionarios bolivianos son “atropello de la soberanía”, “rambos encapuchados” y “colonialismo de
complicidad criminal”. El delegado ante la comunidad internacional de
Bolivia, Jorge ‘Tuto’ Quiroga, exigió el domingo que el presidente en funciones
del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, se disculpe con su país. Todo ello,
después de que el ministro de Gobierno interino de la nación andina, Arturo
Murillo, pidiera que España releve totalmente los cuadros diplomáticos de la
Embajada de España en La Paz.
Así
ha respondido España
Desde
el suceso, el ministerio de Asuntos Exteriores ha emitido dos comunicados. En
una primera misiva breve notificó su decisión de “abrir una investigación” sobre los hechos y en otra nota anunció
que enviará “una misión” de la Inspección General de Servicios en los “próximos
días”, habla de una visita
“exclusivamente de cortesía” al tiempo que “niega rotundamente que
pudiera tener como objeto facilitar la salida de las personas que se encuentran
asiladas en aquellas dependencias”. La ministra de Defensa en funciones y
encargada de Exteriores, Margarita
Robles, comparecerá en el Congreso de los Diputados para dar
explicaciones sobre la investigación de lo sucedido en La Paz. De acuerdo con fuentes
diplomáticas y de Interior citadas por el diario El Mundo, no se
descarta que pudiera tratarse de una “encerrona preparada”.
¿Qué
implicaciones políticas tiene para España?
“Hay
que entender este incidente en clave de
política nacional más que en clave diplomática”, advirte a Newtral.es
Eduardo Saldaña, cofundador de El Orden Mundial y experto en América
Latina. Y es que las reacciones “polarizadas” en una España al borde de una
nueva legislatura y en una Bolivia con nuevas elecciones en el horizonte no se
hicieron esperar:
El
Ejecutivo interino de Jeanine Áñez ha recurrido al argumento de una España
colonialista aliada con el legado del chavismo para “movilizar al electorado” y
se mueve en una “estrategia de ultranacionalismo”, según Saldaña.
En
España, el PP y Vox recogieron el guante y exigieron explicaciones al Gobierno
en funciones, hasta conseguir que Robles acuda al Congreso.
Y
comienzan a entremezclarse los actores políticos de uno y otro lado del
Atlántico. El presidente del PP, Pablo Casado, se reunió este lunes con el
senador boliviano y excandidato presidencial, Óscar Ortiz.
También
Murillo anunció la visita a Bolivia el próximo 2 de enero de Víctor González Coelho de Portugal y Hermann
Tertsch, de Vox. Por su parte, en una entrevista en El Mundo,
Quiroga arremetió contra Podemos y dijo: “Sería penoso que Sánchez estuviera
haciendo esto para congraciarse con sus socios (…) Es deleznable que la
gobernabilidad de España se juegue a costa de la soberanía de Bolivia. Y todo por apoyarse en Podemos para conseguirla.
No me cabe duda de que han sido ellos los que han presionado a Pedro Sánchez
para preparar todo esto”.
¿Y
diplomáticas?
La
Convención de Viena establece en su artículo 2 el principio de mutuo consentimiento para el establecimiento de
relaciones diplomáticas, por el cual si una de las partes retirase su
consentimiento, se pueden romper relaciones diplomáticas. La posibilidad de
declarar persona non grata a los integrantes del personal
diplomática es un derecho de los
Estados al que se ha acogido Bolivia.
Saldaña
recuerda que tras las elecciones de octubre y la salida de Morales del país,
España no asumió la posición más contundente en contra del nuevo Gobierno
interino como sí hicieron Argentina o México. Otras fuentes de EOM advierten de
que aparentemente se trata de “una manifestación de tensiones entre México y
Bolivia que han terminado salpicando colateralmente a España”, por lo que
considera igualmente “desproporcionado” tanto declarar persona non grata
a un diplomático como una hipotética ruptura de relaciones.
¿Cuál
es el contexto en Bolivia?
Bolivia
está sumida en un periodo de
interinidad y resaca de una crisis política,institucional y social
desde las elecciones del pasado 20 de octubre, cuando se celebraron unas
elecciones en las que la Organización de Estados Americanos (OEA) dictaminó que
hubo fraude electoral. Las
protestas -en las que se denunciaron varios casos de represión policial-
tomaron las calles y Morales acabó dimitiendo el 10 de noviembre, entre
acusaciones de golpe de Estado, para ser asilado en México en un primer momento
y después en Argentina. En La Paz, se constituyó un nuevo Gobierno con la
opositora Jeanine Áñez al frente que pese a ser presidenta de facto hasta que
convoque elecciones, está tomando decisiones ejecutivas. Aún no hay una fecha
concreta para unos nuevos comicios.
¿Son
habituales las “visitas de cortesía” entre delegaciones diplomáticas?
Se
desconoce el motivo de la reunión, aunque según los analistas de El Orden
Mundial, las llamadas visitas de cortesía son habituales y “constituyen un
elemento indispensable de la diplomacia”. Su marco jurídico queda definido por
“la costumbre y la práctica internacional, así como del del derecho de legación
de la misión diplomática recogido en el Convenio de
Viena de Relaciones Diplomáticas de 1961. Es indiferente que la
reunión se celebrara en la residencia del embajador o en la propia sede, pues
ambas se consideran parte de la misión diplomática en su conjunto.
¿Podía
portar armas la escolta?
El
Ejecutivo boliviano habla de “encapuchados” “presumiblemente armados”, un extremo que se desconoce y para el
que será necesario esperar al resultado de la investigación que se pondrá en
marcha. En cuanto a las denuncias del Gobierno boliviano sobre las
características de la escolta, existe una Guía Práctica
para el Cuerpo Diplomático Acreditado en España (la versión más
reciente es de 2017). Este documento supedita la actividad con armas de la
escolta, una por agente, a supuestos en los que funcionen como escolta personal
o en el interior de las sedes bajo su protección.
¿MÉXICO HA
SIDO INJERENCISTA EN LA POLÍTICA INTERNA DE BOLIVIA?
Publimetro
de México (www.publimetro.com.mx)
En
días pasados, se dio a conocer por parte del Subsecretario de México para
América Latina y el Caribe que existe presión por parte de elementos de la
policía y de la milicia de Bolivia en las instalaciones diplomáticas de nuestro
país en la Paz, así como que el Viceministro de Seguridad Ciudadana de dicho
país exigió al gobierno mexicano que pongan a disposición de la justicia a
varios funcionarios del gobierno de Evo Morales que se encuentran “asilados” o
“refugiados” en la embajada mexicana.
Lo
anterior, puesto que en términos de lo señalado por el viceministro de Bolivia
los exfuncionarios públicos a que se refiere están involucrados en causas
penales y, por ende, no deben ser asilados por nuestro país en la instalación
diplomática.
Al
respecto, no existen datos oficiales que confirmen, por una parte, que México
ha sido injerencista en la política interna de Bolivia por la aceptación de
exfuncionarios en sedes diplomáticas y, por otra parte, que éstos cuenten con
órdenes de aprehensión o se encuentren involucrados en causas penales.
En
este sentido, considero que nuestro país debe ser respetuoso en todo momento y
de manera estricta sobre la política interior del país de Bolivia, dado que en
el ámbito internacional rigen dos principios fundamentales: el de
autodeterminación de los pueblos y el de no intervención de un país a otro en
los asuntos internos de éstos.
Sin
embargo, es importante destacar que la propia Constitución General de la
República establece como una obligación del estado mexicano dar cumplimiento
con tratados y convenciones internacionales en materia de asilo político,
protección de derechos humanos y fundamentales, así como por razones
humanitarias. Obligación que, de igual manera, es recíproca para el país
Boliviano que debe respetar las instalaciones diplomáticas de México en ese
país.
CANCILLERÍA
ALISTA SALIDA MASIVA DE MEXICANOS EN BOLIVIA
El
subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe,
Maximiliano Reyes Zúñiga, confirmó que entre 8 y 10 mil connacionales realizan
sus actividades con regularidad en ese país.
El
Financiero de México (www.elfinanciero.com.mx)
En
caso de ser necesario, el Gobierno de México ya tiene preparado un operativo
para la salida de cerca de ocho mil mexicanos que viven en Bolivia, informó
este lunes el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el
Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.
En
entrevista radiofónica, Reyes Zúñiga confirmó que hasta el momento la gran
mayoría de mexicanos en Bolivia, entre 8 y 10 mil, se encuentran realizando sus
actividades con regularidad, sin que existan reportes de agresiones o abusos
laborales hacia connacionales.
Sin
embargo, adelantó que se tiene preparado un dispositivo con aeronaves de países
aliados, “si es necesaria una salida masiva”.
“Incluso
tenemos la oferta de países amigos, de países vecinos a Bolivia, que han
ofrecido aeronaves nacionales para realizar un dispositivo de evacuación, en
caso de ser necesario”, refirió, sin dar más detalles.
Ante
la expulsión de la embajadora Teresa Mercado de Bolivia, Reyes Zúñiga afirmó
que la sede diplomática continuará trabajando con normalidad, a cargo de Ana
Luisa Vallejo, actual jefa de Cancillería de la Misión diplomática en aquel
país.
Aseguró
que México buscará mantener el diálogo con el gobierno de Bolivia.
UNA
DIPLOMACIA FACCIOSA
Resulta muy
llamativo el modo en que la política exterior de los distintos países está
siendo modelada por afinidades ideológicas transnacionales
El País de
España (www.elpais.com)
El
precepto diplomático de no intervención en los asuntos internos de otro país ha
tenido en América Latina, a lo largo de los años, sobre todo en los de la
Guerra Fría, una observancia muy defectuosa. Recordar esos antecedentes es muy
útil para no caer en el error de creer que el espíritu partidista que está
determinando hoy en las vinculaciones entre Estados es una novedad.
Aún así, resulta muy llamativo el modo en que la política exterior de los
distintos países está siendo modelada por afinidades ideológicas
transnacionales. Este fenómeno, de carácter global, ha adquirido un relieve
especial en la región.
El
brasileño Jair Bolsonaro no tuvo inhibiciones en hacer campaña a favor del
argentino Mauricio Macri para las elecciones de este año. Del mismo modo que
Alberto Fernández, el rival de Macri, se abrazó a la bandera de la libertad de
Lula da Silva. Fernández intervino en el proselitismo uruguayo a favor del
derrotado Frente Amplio. En adelante deberá convivir con el ganador, Luis
Lacalle Pou.
Evo Morales alentó desde Bolivia la
candidatura de Fernández, mientras, en su frustrada carrera hacia la
reelección, acusaba a sus rivales de querer convertir a su país en la Argentina
de Macri. La renuncia de Morales agudizó estos alineamientos. Para algunos
Gobiernos, como el de Estados Unidos o Brasil, fue un restablecimiento de la
democracia. Para otros, como el argentino o el mexicano, su colapso. La
propensión facciosa de las relaciones internacionales se vuelve más intensa en
la medida en que la polarización de la opinión pública en cada país gana agresividad.
La agenda externa se convierte en un insumo del conflicto interno.
Esta dinámica acaba de producir una
innovación. Un país europeo quedó atrapado en la contradicción latinoamericana.
Ese país es España. El misterioso incidente que protagonizaron
el viernes pasado dos diplomáticos españoles en la embajada de México en La Paz
enredó al Gobierno de Pedro Sánchez en un enfrentamiento en el que se encolumnan
fuerzas políticas afines de ambas orillas del océano. La última consecuencia de
esta trama es el pedido boliviano para que los representantes españoles y
mexicanos sean retirados del país.
Los hechos son conocidos. La
encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, acompañada por
el cónsul Álvaro Fernández, realizó una visita, definida como “de cortesía”, a
la embajadora mexicana María Teresa Mercado. Al cabo de la reunión los
diplomáticos españoles buscaron los automóviles en los que habían llegado y ya
no estaban. Habían sido obligados a retirarse por manifestantes adversos a Evo
Morales, que protestan frente a la Embajada de México, donde están asilados
nueve funcionarios del presidente renunciado, entre ellos su ministro del Interior,
Juan Ramón Quintana.
Entre los españoles que debieron
abandonar el lugar estaban cuatro escoltas del Grupo Especial de Operaciones de
la policía, que habían llegado a la zona después que los diplomáticos. El paso
de esos agentes, que se cubrieron el rostro para no ser fotografiados, fue
interrumpido por la policía boliviana.
Estos episodios han desatado una
crisis diplomática. La embajadora mexicana salió en defensa de los funcionarios
españoles denunciando a través de un tuit, que después borró, una violación a
la Convención de Viena. El Gobierno de España, en cambio, no dio mayores
precisiones. Solo consignó que la ministra de Defensa encargada de Exteriores,
Margarita Robles, no tenía conocimiento de la visita de los diplomáticos a la
Embajada de México. Desde Exteriores no se convocó a Madrid a la encargada de
negocios Borreguero, ni al cónsul Fernández. Pero se dispuso una visita de
inspección a La Paz para esclarecer lo ocurrido.
El Gobierno boliviano, en cambio,
constituyó otro relato. La ministra de Exteriores, Karen Longaric, reclamó a
España por los incidentes. Y defendió a la policía boliviana, que no dejó
avanzar a los agentes policiales españoles “porque iban encapuchados”. Sin
embargo, la interpretación más agresiva la produjo Jorge Tuto Quiroga,
designado por el Gobierno provisorio de Bolivia como responsable ante la
comunidad internacional para explicar el proceso institucional del país.
Quiroga acusó a los diplomáticos españoles de tramar una operación para sacar
de la Embajada de México al exministro Quintana, acusado por las autoridades de
Bolivia por sedición y terrorismo.
Quiroga también sostuvo que ese
rescate habría sido dispuesto por el Gobierno español de Sánchez por presión de
sus aliados de Podemos. Según él, Quintana tiene información sobre
complicidades económicas del Movimiento al Socialismo de Evo Morales con
Podemos, que podría ser embarazosa para los dirigentes de esta agrupación
española.
Alrededor de este delicado enredo
hay una atmósfera rarísima. El Gobierno boliviano divulga suspicacias sobre la
presencia de los agentes del GEO. Deja trascender, por ejemplo, que sus
pasaportes habían sido renovados pocos días atrás, el 20 de diciembre. Es
difícil de concebir, sin embargo, que la encargada de negocios Borreguero fuera
a involucrarse en un operativo como el que denuncia Quiroga, sin una orden
escrita de sus superiores en Madrid. Lo mismo cabe para el cónsul Fernández,
sobre el que los funcionarios bolivianos también proyectan sospechas: ¿Qué
trámites consulares se realizarían en la Embajada de México?
Las autoridades bolivianas y, sobre
todo, Quiroga, intentan complicar al socialista Sánchez en el armado de su
nuevo Gobierno, con Podemos como socio. Especulan con que Sánchez ofrece una
debilidad en esa coalición, sobre todo frente a Europa. La oposición a Sánchez
se asocia con el Gobierno de Bolivia: Vox y el PP pretenden interpelar en el
Congreso a la ministra de Defensa para que aclare lo ocurrido. Los adversarios
de Morales se unen, entonces, con los de Sánchez, en una diplomacia
transatlántica facciosa.
DETRÁS DE
BOLIVIA
Milenio de
México (www.milenio.com)
Es
difícil esperar algo mejor que la ensalada de desaciertos en que se ha
convertido el affaire Bolivia: Morales, depuesto, prófugo y con un claro fraude
electoral a cuestas; Podemos, partido español radical, ligado con el chavismo,
con la ETA y con el terrorismo palestino, entre otras finísimas compañías;
Jeanine Áñez, la presidenta interina de Bolivia y evangélica trasnochada que
sueña “con una Bolivia libre de ritos satánicos indígenas”, habiendo entrado al
palacio nacional Biblia en mano y lágrima en el ojo exclamando “¡Gloria a
Dios!”, y un presidente mexicano que para ocultar su cortedad de miras afirma
que la mejor política exterior es la interior, aunque con esa tampoco haya
tenido éxito alguno.
En
breve: la embajada mexicana en Bolivia asila hoy a nueve personajes del
anterior gobierno que, de otro modo, serían encarcelados. Dos de ellos son
Héctor Arce, ex procurador, y Juan Ramón Quintana, ex ministro de Presidencia y
antes embajador en Cuba, mano derecha de palacio y archivero de las peores
triquiñuelas del derrocado; Quintana y Arce conocen al dedo desde la pequeña
corrupción trivial del gobierno de Morales, como los generosos pagos con dinero
público a las novias del ex presidente, hasta asuntos como el flujo de recursos
entre cárteles y campañas, o los aparatos de desinformación vía redes sociales,
con sede en La Paz, que impulsan a candidatos hispanoamericanos afines a las
dictaduras de Cuba y Venezuela.
La
información en manos de Quintana y Arce, real o imaginada, es responsable del
hostigamiento a nuestra embajada, y basta para incomodar sobradamente a España
y a México, hoy incluidos en el anterior alineamiento político.
Sin
duda todo pudiera deberse a un malentendido, pero no es descabellado pensar en
un intento de extracción de los ex ministros incómodos por medio de la inusual
comitiva de la encargada española de Negocios, Cristina Borreguero, y del
cónsul Álvaro Fernández, quienes, a invitación expresa de nuestra embajadora,
María Teresa Mercado, veterana con décadas de experiencia en el servicio
exterior, llegaron en una visita “de cortesía”, pero lo hicieron acompañados de
cuatro operativos especiales armados y con pasamontañas. Las fuerzas bolivianas
impidieron el ingreso de los guarros, pegando el grito en el cielo y expulsando
a los pocos días a nuestra embajadora, a los diplomáticos españoles y a sus
policías, acusando el ex presidente y hoy delegado del gobierno boliviano
interino, Jorge “Tuto” Quiroga, directamente al mandatario español: “Es orden
de Pedro Sánchez, seguramente a pedido de los socios chavistas”, pasando a
recordarle los “miles de euros” supuestamente transferidos por Arce a Podemos,
partido aliado de Sánchez.
Quiroga
no omitió cornar a López Obrador, mandándolo directo a esa vitacilina a la que
tanto aluden sus voceros populares: “Usted … es un cobarde matoncito, porque lo
hemos visto pasar vergüenza, arrodillado ante Trump, que lo obliga a deportar a
centroamericanos…”. Con todo, AMLO debería sentirse aliviado de que, con
respecto a su campaña en México, de dineros ilícitos no se haya dicho todavía
nada.
LOS PAPELES
DE LA COCA
VEA AL
CORONEL BOLIVIANO QUE VINCULA A MORALES, MADURO E IGLESIAS CON EL NARCOTRÁFICO:
«EL DINERO IBA A FINANCIAR A PODEMOS»
El coronel
Cardona vincula el nacimiento de Podemos al narcotráfico
Periodista
Digital de España (www.periodistadigital.com)
El
vídeo es de 2015 pero conviene volver a verlo no sin antes frotarse los ojos.
El
coronel boliviano Germán Cardona afirmaba que “existe una red de
narcotráfico y tráfico de armas entre Evo Morales (Bolivia) y Nicolás Maduro
(Venezuela), con la que además financiaban a un partido político en España”.
Ese
‘partido político español’ al que aludía Cardona era Podemos.
«El
partido MAS tendría representación en España a través de un partido llamado
Podemos, de Pablo Iglesias, que lo financiaban a través de una Fundación que
los asesoraba”.
Todo
está en un documento
secreto en el que se pide la investigación de una posible
financiación a la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) con
el dinero de los organismos a los que se pide investigar. Así, dice textualmente:
”Dentro
de este ámbito, desde hacen seis años Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Evo Morales
Ayma, bajo el manto de una Entidad Ficticia denominada, Fundación Centro de
Estudios Políticos y Sociales (CEPS), en cuyo consejo ejecutivo figuran los principales
dirigentes de Podemos Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Luis Alegre y Juan Carlos
Monedero, realizan giros a España para financiar una nueva Organización
Política que se concretó en febrero de 2014 como Partido Político”.
Extrañamente,
Cardona se retractó de varias acusaciones que hizo antes de salir del país,
incluida una contra los gobiernos de Bolivia y Venezuela de planear una red de
narcotráfico. Luego confesó que le habían forzado a hacerlo:
«El
Gobierno siempre quiso que yo muera. He sido chantajeado para retractarme del
informe secreto que presenté al Comandante del Ejército y del cual el
presidente Evo Morales había ordenado que me retracte. La amenaza era que, si
no me retractaba, se había ordenado que se me procese en el Tribunal de Justicia
Militar con 30 años de cárcel por alta traición a la patria”, denunció Cardona,
en medio de lágrimas, durante una entrevista.
GOLPE DE
ESTADO EN BOLIVIA: PLAN TERRORISTA SE EJECUTÓ A SANGRE Y FUEGO
VTV de
Venezuela (www.vtv.gob.ve)
Desde
antes de las elecciones del 20 de octubre en las que resultó ganador Evo Morales,
con una ventaja de 10 puntos porcentuales, sobre Carlos Mesa los sectores radicales de la derecha
advertían con claridad que no reconocerían la victoria de éste, motivo por el
que comenzaron a denunciar un supuesto fraude en los comicios electorales de
ese país originando un golpe de Estado como un plan que ejecutó a sangre y
fuego la democracia del pueblo boliviano.
Un
motín policial junto al alto mando
militar y grupos movilizados por la derecha boliviana consumaron el
golpe de Estado al pedir la renuncia de Morales, quien decidió abandonar
Bolivia el 10 de noviembre para evitar una escalada de la violencia, luego que
las fuerzas del orden reprimieran las manifestaciones a favor del presidente y
en contra del Gobierno usurpador.
El
12 de noviembre la senadora de
oposición Jeanine Áñez, en una sesión extraordinaria que no contó con el
quórum requerido por la Cámara Alta de Bolivia, dada la ausencia de los
legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), se autoproclamó presidenta
interina de ese país.
En
este sentido Morales a través de su cuenta oficial de Twitter @evoespueblo
escribió: Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el
desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para
cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero
siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía.
Tras
la salida de Morales de Bolivia, sus partidarios
emprendieron masivas protestas para exigir su regreso y la dimisión del
gobierno usurpador, siendo reprimidos con extrema violencia.
El
pueblo de Bolivia durante más de 13 años de Gobierno alcanzó altos niveles de desarrollo como lo
constatan diferentes informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
donde aseguran que es un patrimonio que debe protegerse de la destrucción
golpista.
“Según
informe de ONU por primera vez en la historia de Bolivia, somos uno de los
países con Índice de Desarrollo Humano
Alto, gracias a los más de 13 años de Revolución Democrática Cultural.
Es uno de los patrimonios más importantes que debemos proteger de la
destrucción golpista”, expresó Morales.
Luego
de dos meses del golpe de Estado, el presidente Evo Morales condenó y responsabiliza al gobierno de
facto por asaltar el patrimonio de la nación “la derecha desde su lógica
racista y discriminadora masacró al pueblo, asaltó el patrimonio del Estado y
vuelve al viejo cuoteo de las instituciones públicas del neoliberalismo”,
fueron algunas de las declaraciones dadas por el Mandatario Nacional, quien
para ese momento se encontraba asilado en México.
Posición de la OEA en Bolivia
Las políticas injerencistas que ha
tenido Estados Unidos en el continente latinoamericano por décadas, no parece
ser la excepción en estos tiempos, en esta ocasión Donald Trump, presidente de
Estados Unidos, ha aseverado que la renuncia de Evo Morales debe ser un mensaje
para países como Venezuela, Nicaragua y Chile.
La
Organización de los Estados Americanos (OEA), desde que la dirige Luis Almagro, ha mostrado ser un
organismo con una profunda parcialidad a favor de las derechas latinoamericanas
y los intereses regionales de Estados Unidos, no es un secreto que esa
organización ha apoyado abiertamente el golpe de Estado fracasado orquestado en
Venezuela.
Después
del triunfo electoral de Evo Morales por más de diez puntos, la OEA estuvo convalidando las posturas
opositoras para la anulación de las elecciones, debido a irregularidades que se
encontraron en una reducida cantidad de las actas electorales en una auditoría
que había solicitado el propio Morales.
En
este sentido la OEA ha mantenido un silencio
ante los diferentes eventos de represión y masacre hacia el pueblo de
Bolivia realizado principalmente por los movimientos sociales en contra de un
Gobierno de facto que le dio tiempo a los opositares de perseguir a los
miembros del MAS y a los militares de ponerle el ultimátum al líder boliviano;
ante esto el Presidente de Bolivia denunció que la OEA apoya al Gobierno de
facto y el golpe de Estado al pretender desconocer las instituciones y
constitución de ese país.
De
igual forma los resultados preliminares
de una misión especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
que visitó Bolivia entre el 22 y 25 de noviembre registraron a través de un
documento una serie de graves violaciones de derechos humanos, confirmaron las
matanzas cometidas en Cochambamba y El Alto durante el golpe de Estado, que
dejaron decenas de muertos y cientos de heridos. “El informe de la CIDH
confirma que hubo masacres contra mis hermanas y hermanos en Sacaba y Senkata.
Los golpistas Áñez, Camacho, Mesa y todos los que dispararon, creyeron que
podían matar sin ninguna consecuencia”.
Esta
muy clara que la implicación de EE.UU. en el golpe de Estado en Bolivia fue
demostrada por un grupo de investigadores latinoamericanos y europeos mediante
la confección de un mapa publicado por la agencia rusa Sputnik en el cual
precisan que el denominado mapa de poder muestra la vinculación entre
instituciones locales, regionales, transnacionales y trayectorias personales de
políticos son propicios para crear el escenario para la acción golpista.
Por
su parte, el Gobierno de facto
considera que el informe de la mencionada CIDH es injusto, incompleto e
inconsistente sobre la crisis que se registró en el país tras el golpe de
Estado contra Evo Morales, asegurando que estos funcionarios no han valorado
todo lo que ha ocurrido durante los hechos de noviembre.
Países en apoyo a la democracia en Bolivia
Ante
los hechos de violencia hacia ciudadanos bolivianos por parte de la policía y
apoyados por el Gobierno de facto países en especial los del pueblo
latinoamericano se unieron en rechazo al golpe de Estado hacia su presidente
Evo Morales.
Los
gobiernos de América Latina fueron reaccionando según su propia interpretación
de una crisis política y social que ya cumple dos meses, países como México,
Venezuela, Uruguay, Rusia, Cuba Nicaragua, países que conforman el Alba–TCP,
son algunos de los que consideran que el presidente Donald Trump financió un
plan que busca reprimir los pueblos independientes, libres y soberanos.
¿ARRASARÁ EL
FASCISMO, EL DEBATE TEÓRICO-POLÍTICO PLANTEADO POR GARCÍA LINERA?
Radio
Macondo de Venezuela (www.radiomacondo.fm)
Ya
no es posible. Los acontecimientos y la solidaridad despertada en el mundo y
especialmente en nuestramérica contra el golpe fascista dado este 10 noviembre
2019 contra el gobierno progresista de Bolivia encabezado por Evo Morales y
Álvaro García Linera, muestran una tendencia a profundizar y ampliar este
debate planteado por el intelectual de orientación marxista García Linera,
quien ocupó la vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia desde el
2.005 hasta su derrocamiento por el actual fascismo boliviano- estadounidense.
Varias
son las preguntas que su corpus (teórico-político) escrito y discursivo nos ha
planteado. Veamos algunas de ellas, aunque resumidas por razón del espacio dado
a un tipo de articulo-comentario como este:
¿Es
posible hablar de un Marxismo Indianista? Es decir, al hacer el análisis de las
clases sociales en una formación social concreta a trasformar en el Mundo
actual, aspecto este esencial y de importancia trascendental dentro del
marxismo, ¿existe según lo sostiene García Linera, una dimensión etno-histórico-nacional
en la constitución de las clases sociales en nuestramérica o en oposición, como
sostienen algunos marxistas “rigurosos”, los indígenas son simplemente
campesinos, obreros, pequeños comerciantes, o clases medias, en incluso
burgueses?
¿Existe
una separación entre Economía y Política, como lo plantean los “postmarxistas”
(Laclau y Mouffe) quienes no han comprendido la relación entre estas dos
dimensiones, o, como lo ha escrito García Linera polemizando con ellos y
citando e interpretando a Lenin:“la Política es la Economía concentrada”, lo
que nos recuerda también aquella famosa (aunque casi siempre olvidada)
exclamación de Engels en su carta del 27 de octubre de 1.890 a Conrado
Smith: “¡La violencia (es decir, el poder del Estado) es también una
potencia económica!”
¿Cuál
es el concepto a debatir, propuesto por García Linera, sobre el “Estado moderno
actual o contemporáneo” centro de su abundante actividad teórico-política?
Amplia es su bibliografía al respecto (*) y entonces, dada la cortedad del
espacio de que disponemos, es por lo que nos vemos obligados a “citar en
extenso”, lo que se considera su mejor exposición sobre este tópico, hecha en
la conferencia magistral “La construcción del Estado”, inicio de los cursos de
posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) Buenos Aires, en junio de 2.
010http://biblioteca.clacso.edu.ar/Argentina/iec-conadu/20171115043333/pdf_939.pdf
Y
que inicia la discusión así:
..”Hay,
por lo general, dos maneras de acercarse al debate en torno al Estado en la
sociedad contemporánea, latinoamericana y mundial: una lectura que propone que
estaríamos asistiendo a los momentos casi de la extinción del Estado, casi a la
irrelevancia del Estado. Se trata de una lectura no anarquista: lindo sería que
fuera una realidad el cumplimiento del deseo anarquista de la extinción del
Estado. No; al contrario, es una lectura conservadora que plantea que en la
actualidad la globalización, esta interdependencia planetaria de la economía,
la cultura, los flujos financieros, la justicia y la política estuvieran
volviendo irrelevante el sistema de Estados contemporáneo. Esta corriente
interpretativa, académica y mediática dice que la globalización significaría un
proceso gradual de extinción de la soberanía Estatal debido a que cada vez los
Estados tienen menos influencia en la toma de decisiones de los acontecimientos
que se dan en ámbito territorial, continental y planetario; y emergería
supuestamente otro sujeto de los cambios conservadores, que serían los mercados
con su capacidad de autorregulación. Esta corriente también menciona que a
nivel planetario estaría surgiendo un gendarme internacional y una justicia
planetaria que debilitaría el papel del monopolio de la coerción, del monopolio
territorial de la justicia que poseían anteriormente los Estados.
Permítanme
diferir de esa lectura, porque si bien existe claramente un sistema
supraestatal de mercados financieros y un sistema judicial de derechos
formales, que trasciende las limitación territoriales del Estado, hoy en
día lo fundamental es que los procesos de privatización que ha vivido nuestro
continente, nuestros países, y los procesos de transnacionalización de los recursos
públicos – que es en el fondo lo que caracteriza al neoliberalismo
contemporáneo – no lo han hecho seres celestiales, no lo han hecho fuerzas
transterritoriales, sino que quienes han llevado adelante estos procesos son
precisamente los propios Estados.
Esa
lectura extincionista del Estado, digámoslo así, olvida que los flujos
financieros que se mueven en el planeta, no se distribuyen por igual entre las
regiones y entre los Estados, que los flujos financieros no por casualidad
benefician a determinados Estados en detrimento de otros, benefician a
determinadas regiones en detrimento de otras regiones. Y que esta supuesta
gendarmería planetaria encargada de poner orden y justicia en todo el mundo, no
es más que el poder imperial de un Estado que se atribuye la tutoría sobre el
resto de los Estados y sobre los pueblos del resto de los Estados. Esta lectura
extincionista, por último, olvida, como lo están mostrando los efectos de la
crisis de la economía capitalista del año 2.008 y 2.009, que quien al final
paga los platos rotos de la orgía neoliberal, de los flujos financieros y del
descontrol de los mercados de valores, son los Estados y los recursos públicos
de los Estados. En otras palabras, frente a esta utopía neoliberal de la
extinción gradual del Estado, lo que van demostrando los hechos es que son los
Estados los que al final se encargan de privatizar los recursos, de disciplinar
la fuerza laboral al interior de cada Estado territorialmente constituido, de
asumir con los recursos públicos del Estado los costos, los fracasos, o el
enriquecimiento de unas pocas personas.
Frente
a esta lectura falsa y equivocada de una globalización que llevaría a la
extinción de los Estados, se le ha ido contraponiendo otra lectura que hablaría
de una especie de petrificación también de los Estados, sería como su inverso
opuesto. Esta otra lectura argumenta que los Estados no han perdido su
importancia como cohesionadores territoriales. La discusión de la cultura, el
sistema educativo, el régimen de leyes, el régimen de penalidades, cotidianas y
fundamentales que arman el espíritu y el hábito cotidiano de las personas,
siguen siendo las estructuras del Estado. A su favor también argumentan que el
actual sistema-mundo, en el fondo es un sistema interestatal, y que los sujetos
del sistema-mundo siguen siendo los propios Estados, pero ya en una dimensión
de interdependencia a nivel mundial. Sin embargo, esta visión, -digámoslo así-
defensora de la vigencia del Estado como sujeto político territorial, olvida
también ciertas decisiones y ciertas instituciones de carácter mundial por
encima de los propios Estados: regímenes de derechos, ámbitos de decisión
económica, y ámbitos de decisión militar. Incluso varios procesos de
legitimación y construcción cultural, en otros países exceden a la propia
dinámica de acción de los Estados.
Podemos
ver entonces, que ni es correcta la lectura extincionista de los Estados, ni es
correcta la lectura petrificada de la vigencia de los Estados. Lo que está
claro es que tenemos una dinámica, un movimiento y un proceso. La globalización
significa evidentemente un proceso de mutación, no extinción de los procesos de
soberanía política. No estamos asistiendo a una extinción de la soberanía, sino
a una mutación del significado de la soberanía del Estado. Igualmente, lo que
estamos viendo en los últimos 30 años, es una complejización territorial de los
mecanismos de cohesión social, y de legitimación social. Podemos hablar de una
bidimensionalidad Estatal y supraestatal de la regulación de la fuerza de
trabajo, del control del excedente económico y del ejercicio de la legalidad.
En otras palabras, hay y habrá Estado, con instituciones territoriales, pero
también hay y habrá instituciones de carácter supraterritorial que se
sobreponen al Estado. Esto es más visible si tomamos en cuenta la propuesta que
hace el profesor Wallerstein de este periodo de transición, de fases, entre una
hegemonía planetaria, hacia una nueva hegemonía planetaria.
En
América Latina, en nuestros países, en Argentina, en Bolivia, vemos a diario
esta tensión entre reconfiguración de la soberanía territorial del Estado y la
existencia y presencia de ámbitos de decisión supraestatales. En los últimos 5
a 10 años hemos asistido a un regreso, a una retoma digámoslo así, de la
centralidad del Estado como actor político-económico. Luego voy a ver los
componentes internos del Estado, pero en principio del Estado como sujeto
territorial en el contexto planetario. Pero a la vez -América Latina está
viviendo dramáticamente eso- existen flujos económicos y políticos
desterritorializados y globales, que definen muchas veces al margen de la
propia soberanía del Estado, temas que tienen que ver con la gestión y la
administración de los recursos del Estado.
Voy
a dar un ejemplo para explicar esta complejidad de retoma de una centralidad
del Estado, pero ya no como en los años ’40 o ’50, sino en el ámbito de
construcción de otra serie de instituciones desterritorializadas. El
presupuesto del Estado es un ejemplo. Por una parte, los procesos
contemporáneos en América Latina de distribución de la riqueza, de
potenciamiento de iniciativas de soberanía económica del país, de mejora del
bienestar de las poblaciones, tienen que ver con un uso y disposición de
recursos económicos que tiene el Estado, y esta es una competencia
estrictamente Estatal, territorialmente delimitada. Pero a la vez, como las
producciones de nuestros países están externalizándose -es decir, ampliándose
más allá del mercado interno y dirigiéndose a mercados internacionales-, los
ingresos que capta el Estado vía impuestos, vía ventas propias, dependen cada
vez menos de decisiones del Estado que de los circuitos económicos de comercialización
de esos productos. De tal manera que, si bien hoy los Estados están retomando
en América Latina una mayor capacidad de definir políticas sociales, políticas
de empleo, inversión en medios de comunicación, en medios de transporte, en
infraestructura vial; a la vez está claro que esos recursos, los volúmenes, la
intensidad de esta distribución social, la intensidad de esta creación de
infraestructura médica, educativa, en favor de la población, depende más de la
fluctuaciones de los commodities como llaman los economistas, de las mercancías
que vendemos.
Es
distinto la soberanía de un Estado con un precio del petróleo a 185 dólares el
barril, que a 60 o a 30 dólares el barril. La capacidad de disponer el
excedente económico para temas sociales, para temas de infraestructura, para
inversión productiva, para educación, varía en función de esa variación de los
precios, no solamente del petróleo; del gas, de los minerales, de los
alimentos, de los productos que las sociedades producen contemporáneamente. En
este ejemplo entonces en el presupuesto está esta bidimensionalidad: por una
parte, hay soberanía y hay una retoma de la soberanía del Estado sobre estos
recursos y sobre el uso del excedente económico, pero a la vez hay una
dependencia de definiciones al margen del Estado, en cuanto a los volúmenes de
esos excedentes a ser utilizados en beneficio de la población, porque estos
dependen cada vez más de cómo se constituyen los precios a nivel internacional
de esas mercancías.
Quiero
entonces retomar el concepto de Estado. No porque en el Estado se concentre la
política: está claro que las experiencias sociales del continente, de Bolivia,
de Argentina, del Ecuador, son experiencias que hablan de que la política
excede al Estado, va más allá del Estado. Pero a la vez está claro que un nudo
de condensación del flujo político de la sociedad pasa en el Estado, y que uno
no puede dejar de lado -al momento de materializar y objetivar- una correlación
de fuerzas sociales y políticas en torno al Estado.
¿Qué
fue entonces de este sujeto que llamamos Estado? ¿A qué llamamos Estado? Es
evidente que una parte del Estado es un gobierno, aunque no lo es todo. Parte
del Estado es también el parlamento, el régimen legislativo cada vez más
devaluado en nuestras sociedades. Son también las fuerzas armadas, son los
tribunales, las cárceles, es el sistema de enseñanza y la formación cultural
oficial; son los presupuestos del Estado, es la gestión y uso de los recursos
públicos. Estado es también no solamente legislación sino también acatamiento
de la legislación. Estado es narrativa de la historia, silencios y olvidos,
símbolos, disciplinas, sentidos de pertenencia, sentidos de adhesión. Estado es
también acciones de obediencia cotidiana, sanciones, disciplinas y
expectativas.
Cuando
definimos al Estado, estamos hablando de una serie de elementos diversos, tan
objetivos y materiales como las fuerzas armadas, como el sistema educativo; y
tan etéreos, pero de efecto igualmente material como las creencias, las
obediencias, las sumisiones y los símbolos. El Estado en sentido estricto son
entonces instituciones, no hay Estado sin instituciones, es lo que Lenin
denominaba la “máquina del estado”. Es la dimensión material del Estado, el
régimen y el sistema de instituciones: gobierno, parlamento, justicia, cultura,
educación, comunicación; en su dimensión de instituciones, de normas,
procedimientos y materialidad administrativa que le da vida a esa función
gubernativa. Pero también ese conglomerado, ese listado que hemos dicho que es
el Estado, no es solamente institución, dimensión material del Estado, sino
también son concepciones, enseñanzas, saberes, expectativas, conocimientos. Es
decir, esta sería la dimensión ideal del Estado. El Estado tiene una dimensión
material, que describió muy bien Lenin, como el régimen de instituciones. Pero
también el Estado es un régimen de creencias, es un régimen de percepciones; es
decir, es la parte ideal de la materialidad del Estado: el Estado es también
idealidad, idea, percepción, criterio, sentido común. Pero detrás de esa
materialidad y detrás de esa idealidad del Estado, el Estado es también
relaciones y jerarquías entre personas sobre el uso, función y disposición de
esos bienes; jerarquías en el uso, mando, conducción y usufructo de esas
creencias. Las creencias no surgen de la nada, son fruto de correlaciones de
fuerza, de luchas, de enfrentamientos. Las instituciones no surgen de la nada,
son frutos de luchas, muchas veces de guerras, de sublevaciones, revoluciones,
de movimientos, de exigencias y peticiones.
Tenemos
entonces los tres componentes de todo Estado: Todo Estado es una estructura
material, institucional; todo Estado es una estructura ideal, de concepciones y
percepciones; todo Estado es una correlación de fuerzas. Pero también un Estado
es un monopolio -voy a retomar este debate de monopolio y de democracia para
estudiar Bolivia como gobierno de movimientos sociales-, un Estado es
monopolio, monopolio de la fuerza, de la legislación, de la tributación, del
uso de recursos públicos. Podemos entonces cerrar esta definición del Estado en
las cuatro dimensiones: todo Estado es institución, parte material del Estado;
todo Estado es creencia, parte ideal del Estado; todo Estado es correlación de
fuerzas, jerarquías en la conducción y control de las decisiones; y todo Estado
es monopolio. El Estado como monopolio, como correlación de fuerzas, como
idealidad, como materialidad, constituyen las cuatro dimensiones que
caracterizan cualquier Estado en la sociedad contemporánea.
En
términos sintéticos podemos decir entonces que un Estado es un aparato social,
territorial, de producción efectiva de tres monopolios -recursos, cohesión y
legitimidad-, en el que cada monopolio, de los recursos, de la coerción y de la
legitimidad, es un resultado de tres relaciones sociales. Tenemos entonces,
utilizando brevemente a los físicos, que el estado es como una molécula, con
tres átomos y dentro de cada átomo tres ladrillos que conforman el átomo. Un
Estado es un monopolio exitoso de la coerción -lo estudió Marx, lo estudio
Weber-; un Estado es un monopolio exitoso de la legitimidad, de las
ideas-fuerza que regulan la cohesión entre gobernantes y gobernados -lo estudió
Bourdieu-; y un Estado es un monopolio de la tributación y de los recurso
públicos -lo estudió Norbert Elías y lo estudió Lenin. Pero cada uno de estos
monopolios exitosos y territorialmente asentados está a la vez compuesto de
tres componentes: una correlación de fuerzas entre dos bloques con capacidad de
definir y controlar, una institucionalidad, y unas ideas-fuerza que cohesionan.
Uno puede jugar teóricamente la combinación de tres monopolios con tres
componentes al interior de cada monopolio. El monopolio de la coerción tiene
una dimensión material: fuerzas armadas, policía, cárceles, tribunales. Tiene
una dimensión ideal: el acatamiento, la obediencia, y el cumplimiento de esos
monopolios, que cotidianamente lo ejecutamos los ciudadanos sin necesidad de
reflexionarlos, dimensión ideal del monopolio. Pero a la vez este monopolio y
su conducción, es fruto de la correlación de fuerzas, de luchas, de guerras
pasadas, sublevaciones, levantamientos y golpes, que han dado lugar a la
característica de este monopolio. Igualmente, con la legitimidad, el monopolio
de la legitimidad territorial, tiene una dimensión institucional, una dimensión
ideal y una dimensión de correlación de fuerzas. Igual el monopolio de los
tributos y de los recursos públicos.
Tenemos
entonces un acercamiento más completo al Estado como relación social, como
correlación de fuerzas y como relación de dominación. El concepto que nos daba
Marx del Estado como una máquina de dominación entonces tiene sus tres
componentes complejos: es materia, pero también es idea, es símbolo, es
percepción, y es también lucha, lucha interna, correlación de fuerzas internas
fluctuantes. Entre los marxistas, y kataristas, indianistas, es muy importante
este concepto que no es solamente teoría, porque permite ver cómo asumimos la
relación frente al Estado. Si el Estado es sólo máquina, entonces hay que
tumbar la máquina, pero no basta tumbar la máquina del Estado para cambiar al
Estado: porque muchas veces el Estado es uno mismo, son las ideas, los
prejuicios, las percepciones, las ilusiones, las sumisiones que uno lleva
interiorizadas, que reproducen continuamente la relación del Estado en nuestras
personas. E igualmente, esa maquinalidad y esa idealidad presente en nosotros,
no es algo externo a la lucha, son frutos de luchas. Cada cuerpo es la memoria
sedimentada de luchas del Estado, en el Estado y, para el Estado. Y entonces la
relación frente al Estado pasa evidentemente, desde una perspectiva
revolucionaria, por su transformación y superación; pero no simplemente como
transformación y superación de algo externo a nosotros, de una maquinalidad
externa a nosotros, sino de una maquinalidad relacional y de una idealidad
relacional que está en nosotros y por fuera de nosotros. Por eso los clásicos,
cuando hablaban de la superación del Estado en un horizonte postcapitalista, no
lo ubicaban meramente como un hecho de voluntad o de decreto, sino como un
largo proceso de deconstrucción de la Estatalidad en su dimensión ideal,
material e institucional en la propia sociedad.
Con
este concepto de Estado, en lo genérico, que articula distintas dimensiones,
quiero entrar a los momentos de transición de un tipo de Estado a otro tipo de
Estado. Por lo general los teóricos han trabajado -en sociología, en ciencias
políticas- al Estado en su dimensión de estabilidad, pero poco se han referido
al Estado en su momento de transición, cuando se pasa de una forma estatal a
otra forma estatal. Quiero referirme a ello, porque es justamente lo que hemos
vivido, lo que puede ayudar a entender, en términos de la sociología y de la
ciencia política, el proceso boliviano contemporáneo. Un Estado – este régimen
de instituciones, de creencias y dominación- funciona con estabilidad cuando
cada uno de esos componentes, de esos ladrillos que hemos mencionado, mantiene
su regularidad y continuidad. Hablamos del Estado en tiempos normales. Pero vamos
a usar el concepto de “crisis estatal general” de Lenin para estudiar cuando
esos componentes de Estado no funcionan normalmente, cuando su regularidad se
interrumpe, cuando algo falla, cuando algo en la institucionalidad, en la
idealidad, en la correlación de fuerzas que da lugar al Estado, se quiebra, no
funciona, se tranca. En esos momentos hablamos de una crisis de Estado. Y
cuando esa crisis de Estado atraviesa la totalidad de esos nueve componentes
que hemos mencionado anteriormente hablamos de una “crisis estatal general.
¿Cuáles son los componentes de una crisis
estatal general? ¿Cuándo vamos a decir que estamos pasando, no meramente un
cambio de gobierno, un cambio de administración de la maquinaria del Estado,
sino un cambio de unas estructuras de poder y de dominación a otras estructuras
de poder y dominación? Cuando hay una crisis estatal general. ¿Y cómo
identificamos una crisis estatal general? A partir de cinco elementos. El
primero: el momento de la develación de la crisis. La transición de un Estado a
otro Estado tiene varias etapas, digámoslo así. La primera etapa es cuando se
devela la crisis de Estado, cuando se manifiesta y se expresa la crisis de
Estado. ¿Qué significa que se exprese una crisis de Estado? En primer lugar,
que la pasividad, la tolerancia del gobernado hacia el gobernante comienza a
diluirse. En segundo lugar, que surge inicialmente de manera aislada, puntual,
pero con tendencia a crecer, a irradiarse, a encontrar otros escenarios de
aceptación, un bloque social disidente con capacidad de movilizarse socialmente
y de expandir territorialmente su protesta. En tercer lugar, una crisis
estructural del Estado en su primera fase de develamiento surge cuando la
protesta, el rechazo y el malestar, comienzan a adquirir ámbitos de legitimidad
social. Cuando una marcha, una movilización, una demanda y un reclamo salen del
aislamiento y de la apatía del resto de la población y comienzan a captar la
sintonía, el apoyo, la complacencia de sectores cada vez más amplios de la
sociedad. Por último, la crisis se devela en su primera fase cuando surge un
proyecto político no cooptable por el Poder, no cooptable por los gobernantes,
con capacidad de articulación política y de generar expectativas
colectivas”…..( páginas 11 a 14 conferencia citada arriba)
Bueno, tras el impacto del “putsch fascista
típico”, dado este 21 de noviembre pasado contra el gobierno electo de Bolivia
y que terminó (como suele ocurrir) cebándose con el pueblo indefenso, explotado
y oprimido; así como las noticias
posteriores que han ido dándose sobre los diversos acontecimientos de violencia
política planeada de larga data por el Imperialismo estadounidense y que contó
con la invaluable ayuda de la OEA, como las noticias sobre los principales
responsables de tal ruptura institucional violenta (ver
https://thegrayzone.com/2019/11/15/golpe-bolivia-eeuu-escuela-de-las-americas-fbi/) llevan necesariamente a hacerse esta incómoda
y extensa reflexión:
¿Cómo
es posible que con la claridad teórica y política enunciada en el extenso texto
de García Linera, acabada de leer, se hubieran nombrado en altas
responsabilidades en la “estructura material de la coerción del Estado”, a
personas como el general golpista Willians Kalimán, comandante de las Fuerzas
Armadas bolivianas en diciembre de 2018, o al general Vladimir Yuri Calderón
Mariscal como comandante de la policía en abril del 2019; de quienes se sabía
públicamente sus vínculos y cursos realizados en terrorífica Escuela de las
Américas del US Army? ¿De qué sirve tener tal claridad teórico-política si se
contraviene uno de los principales principios de la trasformación
revolucionaria de un Estado?
Respuestas como la del engaño a la ingenuidad,
o como dicen los paisas colombianos “caras vemos, corazones no sabemos” en
lugar de aclarar, introducen más oscuridad.
También
los marxistas latinoamericanos han aprendido con sangre y lágrimas que entre lo
que se dice y se hace hay siempre un hiato oscuro que solo la historia puede
aclarar.
En
fin, solo queda la solidaridad con quienes luchan masivamente en Bolivia y en
el resto de nuestramérica, en calles y carreteras, en campos y ciudades contra
la nueva ola del fascismo imperial que pretende recuperar, utilizando todos los
medios de lucha, el patio trasero que cada día que pasa parece escapárseles, como
el agua, por entre de su dedos temblorosos y parkinsonianos de senectud.
BOLIVIA DE
UN GOLPE
Alguien cuyo
partido obtuvo solo el 4% de los votos en las elecciones pasó a ocupar la
presidencia de Bolivia, defendiendo su asalto al cargo a sangre y fuego. El
cuarto golpe de Estado exitoso en la América Latina del siglo XXI debe ser
motivo de reflexión. El repaso de los hechos, por Víctor Báez Mosqueira.
Canal
Abierto de Argentina (www.canalabierto.com.ar)
Un
peligroso precedente se está asentando en la comunidad internacional: la falta
de condena unánime y firme contra los golpes de Estado. Peor aún, se ensayan
argumentos para intentar justificarlos, como el de un artículo que reza que el
presidente al cual le hicieron el golpe “cruzó la línea roja” y otras lindezas
de ese estilo. El caso boliviano es un botón de muestra.
Quienes
realmente pasaron la raya roja de la convivencia pacífica y democrática fueron
los que pensaron, diseñaron, apoyaron, ejecutaron y aprobaron el golpe, dentro
y fuera de Bolivia.
Ocurrió
en ese país un golpe de Estado que conjugó violencia callejera, amotinamiento
policial, complicidad militar hasta en el “pedido” de renuncia a un presidente
que aún ejercía su mandato emanado de elecciones anteriores y que había ordenado
volver a hacer las elecciones realizadas recientemente, las cuales la OEA se encargó de desacreditar sin poder sostener
posteriormente evidencias claras de las supuestas anormalidades. El
dictamen final de la organización interamericana dejó más preguntas que
certezas, según muchísimos analistas, lo que confirma que detrás de todo
estaban también intereses internacionales no favorables a la democracia.
En
ese sentido, era de esperar la postura del gobierno de Trump de reconocer
inmediatamente el gobierno de una presidenta que ni siquiera tuvo un(a) civil
que le impusiera la banda presidencial. Así, alguien cuyo partido obtuvo solo el 4 por ciento de los votos en las
elecciones del 20 de octubre, pasó a ocupar la titularidad del poder ejecutivo,
defendiendo su asalto al cargo a sangre y fuego. Sí, con costo de vidas.
Lo
que sí llama cada vez más la atención es la posición de la Unión Europea,
otrora reconocida por su pulcra posición de defensa de la democracia. A pocas
horas de consumado el golpe, vimos a su representante en Bolivia diciendo que
ya estaba trabajando con el nuevo gobierno y llamaba al diálogo.
No
estamos en contra del diálogo, pero ¿se puede llamar a tal a los sectores que
resisten al golpe mientras el gobierno de facto está matando, apresando y
amenazando a su gente?
Esa
posición en Bolivia es muy parecida a la de la UE en Colombia, donde frente a
las movilizaciones, el gobierno de Duque llamó a una conversación –sí, así como
se lee– ni siquiera a un diálogo. Inmediatamente esa propuesta fue apoyada por
embajadas de los países de la UE. Mientras
tanto, Duque seguía reprimiendo a la gente en las calles y no tomaba en cuenta
una sola de las reivindicaciones de quienes estaban protestando en las calles
durante varias jornadas.
Hay
también confirmaciones de que la representante de la UE en Chile recorre las
carpas de manifestantes, pidiendo diálogo mientras hay denuncias de torturas a
quienes salen a protestar, hay heridos y hasta muchísimas personas a quienes
les reventaron los ojos. En estas condiciones, ¿a quién le sirve esta posición
“dialoguista” de la UE? Es claro que a Donald Trump, a la derecha fascista y al
modelo neoliberal.
El
diálogo, señores y señoras de la UE, no es un fin, debe ser un medio para
mejorar las cosas, no para conservar situaciones de injusticia crónica ni mucho
menos para propender a la regresión de las sociedades.
Evo Morales renunció ante las amenazas de muerte
contra familiares, ministros y militantes del MAS por parte de grupos de choque
fascistas.
El gobierno de facto nunca mandó investigar al matón de la Unión Juvenil
Cruceñista que disparó a cinco personas del Plan 3000. No se investigan el
saqueo de la Alcaldía de Vinto ni la vejación de su alcaldesa. Tampoco se
investigan las quemas de las casas de los gobernadores de Potosí y de
Chuquisaca ni la de la casa del ex presidente de Diputados, Borda, ni el
secuestro de los familiares, ni el saqueo a las casas de parlamentarios del MAS
ni muchos otros desmanes.
Eso
sí, la señora Jeanine Añez eximió a las
Fuerzas Armadas de responsabilidades penales en la represión a los
manifestantes, es decir, les dio licencia para herir, mutilar y matar y amenazó
a los medios de comunicación con cargos de sedición, expulsó a
corresponsales extranjeros y cerró las señales internacionales de Telesur y
Russia Today. Permitió también que grupos civiles de choque detuvieran a
personas vinculadas al MAS.
Queda
meridianamente claro quién “cruzó la línea roja”. Y no fue Evo. Entre los
motivos del golpe, según el mismo expresidente, estuvo la voluntad de su
gobierno de usar los vastos yacimientos del litio boliviano para seguir
mejorando el nivel de vida de la población, no privatizándolos, sino
manteniendo la soberanía sobre ellos y explotándolos en asociación con quienes
resulten adjudicados en procedimientos claros. Según cuenta Morales, su
gobierno estaba haciendo eso con asociados de China y Alemania. Obviamente
habían quedado fuera, porque ni se presentaron, las empresas multinacionales
norteamericanas.
La indiferencia internacional ante el cuarto golpe
que en el siglo XXI tiene éxito en América Latina (Honduras 2009, Paraguay
2012, Brasil 2016, Bolivia 2019) debe ser motivo de reflexión y debe
llamarnos a pensar en el rol de los organismos internacionales y a hacer las
reformas necesarias para evitar que propicien o hagan la vista gorda ante el
avance implacable y violento de una derecha fascista, misógina, homofóbica y
racista.
OTRA DÉCADA
PERDIDA EN AMÉRICA LATINA
Sputnik News
de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
El
cierre de la segunda década de este siglo encuentra a Latinoamérica con una
economía estancada, insatisfacción social por la creciente desigualdad,
desencanto hacia los políticos tradicionales y una injerencia cada vez más
abierta de EEUU en los procesos domésticos de los países.
Este
decenio había comenzado con tasas de crecimiento de la economía muy elevadas,
con millones de personas saliendo de la pobreza, con el Banco Mundial destacando la
expansión de las clases medias y un escenario político dominado por gobiernos
de centroizquierda y de izquierda.
Este
cuadro comenzó a alterarse a partir de mitad de década, culminando este período
con economías en recesión, rebeliones populares demandando mejoras en la
calidad de vida diaria, millones de personas cayendo nuevamente en la pobreza y
gobiernos que han girado hacia el centroderecha y la derecha, incluyendo golpes
de Estado, como en Bolivia.
Como
en la década de 1980, esta también será una década perdida para América Latina
en términos de bienestar social y crecimiento económico.
Dos
mitades
A
partir de la segunda mitad de la década, casi todos los países registraron
crecimiento nulo o recesión económica, lo que ha precipitado importantes
conflictos políticos y sociales.
Estos
años turbulentos contrastan con los vividos en la primera década del nuevo
siglo, extendiendo la bonanza hasta la mitad de esta que termina.
Fue
un período de estabilidad general y auge en algunos casos, debido a un contexto
internacional muy favorable, por el alza de los precios de las materias primas,
y por políticas domésticas de redistribución progresiva del ingreso.
Crecieron
de ese modo las clases medias y la pobreza disminuyó. El Banco Mundial estimó que las clases medias habían crecido un 50% y que pasó
a representar el 30% de la población. Más de 50 millones de personas pasaron a
integrar las clases medias.
La
irrupción de China como potencia emergente y fuerte demandante de materias
primas para consolidar su propia expansión mejoró sustancialmente los términos
del intercambio de los productos de exportación de los países latinoamericanos.
Se
conformó así la década ganada; exactamente, fue década y media.
Este
ciclo virtuoso giró abruptamente hacia un marco económico y político de
tensiones, retrocesos y conflictos. Las economías se sumergieron en un ciclo de
estancamiento que coincidió con gobiernos conservadores y, a la vez, con un
contexto internacional desfavorable.
China sigue creciendo a tasas elevadas pero ya no a un ritmo
de dos dígitos, y los precios de las materias primas retroceden desde sus
máximos.
La
región tuvo en 2011 el último año de crecimiento fuerte, al anotar un alza
superior al 4% anual, mientras que en 2012 fue ligeramente del 3%, y entre 2013
y 2015 fue inferior al 2%.
A
partir de ese último año, la actividad económica latinoamericana se estancó. Como se detalló en un anterior artículo, los últimos seis años, de
2014 a 2019, ofrecen un panorama macroeconómico fulminante: caída del Producto
Interno Bruto, descenso del PIB per cápita, retroceso de la inversión, del
consumo per cápita y de las exportaciones, y un sostenido deterioro de la
calidad del empleo.
Las
proyecciones de crecimiento de la CEPAL para 2020, si bien mejoran
un poco, no son alentadoras.
La
estimación es de apenas 1,3% en promedio que, si se confirmara, concluirá el
septenio (2014-2020) de menor crecimiento económico en la región en los últimos
40 años.
Color
político
La Unasur fue la institución de unidad regional que expresó el
ciclo de alza de la economía y de la confluencia política progresista en el
continente.
Fue
el símbolo del predominio de gobiernos del color nacional y popular. Cuando
nació la Unasur, los presidentes eran Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales
(Bolivia), Rafael Correa (Correa), José Mujica (Uruguay) y Fernando Lugo
(Paraguay).
La
expansión de la economía y la estabilidad política fueron la marca destacada de
la primera década del nuevo siglo. A partir de la mitad de la segunda se empezó
a debilitar y, también como símbolo de esos cambios, los gobiernos de derecha y
centroderecha desarticularon la Unasur.
La
mayoría de los presidentes de izquierda o centroizquierda fueron reemplazados
por otros de color político opuesto. Con ellos vino el estancamiento económico,
pero también una mayor intervención de las Fuerzas Armadas y de fuerzas
policiales en la vida política doméstica y la irrupción de masivas
movilizaciones populares que se rebelaron a medidas regresivas en términos
económicos y sociales.
Marchas
y contramarchas
El
brusco movimiento en péndulo de esos años muestra que América Latina es un
continente que está buscando su destino. Es un escenario donde se puede
observar como un laboratorio político de marchas y contramarchas, de
revoluciones y contrarrevoluciones.
No
aparece una línea homogénea. Es un espacio político y económico en disputa. Se
avanza en el sendero del progresismo en un territorio, como en Argentina, con
el triunfo de la coalición popular liderada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, desplazando al líder de la
derecha Mauricio Macri. A la vez, se retrocede en otro, como en Bolivia, que padeció el golpe de Estado contra Evo Morales, sedición liderada por
grupos de ultraderecha apoyados por EEUU.
El
cuadro regional es complicado. La década y media de expansión ha generado
mecanismos defensivos que han sido alimentados por una memoria histórica
reciente del bienestar reciente. Por ese motivo, las fuerzas reaccionarias no
logran consolidarse, lo que exacerba el odio, la venganza y la revancha
motorizados por esos gobiernos conservadores.