Thursday, August 29, 2019

TRABAJOS DE MITIGACIÓN LOGRAN REDUCIR DE 8.000 A 162 LOS FOCOS DE CALOR


Desde la implementación del trabajo del Gabinete de Emergencia Ambiental fue posible disminuir de 8.000 a 162 los focos de incendio en la Chiquitania boliviana, confirmó ayer el presidente Evo Morales durante un informe realizado en Santa Cruz, y a través de su cuenta de Twitter @evoespueblo.
“Con los operativos en la Chiquitania, los focos de incendio se han reducido de más de 8.000 a 162. Hago un llamado a jóvenes ambientalistas, ganaderos y organizaciones sociales para implementar un plan de recuperación a favor de lugareños de zonas afectadas. #UnidadEnLaAdversidad”, publicó en la red social.
Actualmente, el Jefe de Estado supervisa personalmente las operaciones en los distintos municipios de Santa Cruz, entre ellos San Ignacio de Velasco, Roboré, San Rafael y San Matías. De acuerdo con un último informe presentado por la primera autoridad, se confirmó la extinción del fuego en Otuquis, aunque lamentablemente rebrotaron algunos focos de incendio en Charagua.
El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, explicó, luego de la reunión de gabinete que se realizó en La Casa Grande del Pueblo, que en los últimos ocho días se logró reducir en un 85% los focos de calor en esta región del país, una clara muestra de que el fuego está retrocediendo.
“Estamos yendo a ver el de San Ignacio porque estamos con un incendio en Concepción que se va a atender desde San Ignacio, y hay otro incendio al norte de San Ignacio, además de San Matías; por lo tanto, vamos a concentrar más fuerza en San Ignacio”, mencionó la autoridad.
Despliegue
De acuerdo con el reporte de situación presentado en el marco del Plan Tajibo Protejamos Nuestra Chiquitania, hasta la fecha el Gobierno movilizó a 289 vehículos terrestres, 17 aeronaves y 4.152 personas a través de más de una veintena de instituciones para combatir el incendio que afecta esa región cruceña.
Trabajan en la mitigación de este desastre los ministerios de Defensa, de la Presidencia, de Medio Ambiente y Agua, de Desarrollo Rural y Salud. También están las Fuerzas Armadas, la Policía Boliviana, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, la Autoridad de Bosques y Tierra, la Agencia Nacional de Hidrocarburos y la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Por otra parte, de acuerdo con el informe del Plan Tajibo, Defensa Civil entregó 361,80 toneladas de ayuda humanitaria que consiste en alimentos perecederos, imperecederos, insumos agropecuarios, además de otros equipos. A su vez, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras donó 350 toneladas de forraje y 60 de sales minerales.






Cuba Información (www.cubainformacion.tv)
                                      
El desastre ambiental de la región amazónica ha trascendido los límites territoriales y políticos de los países afectados, generando un estado de alerta en la comunidad internacional y particularmente en los países centrales de Occidente, congregados durante estos días en Francia en el contexto de la Cumbre del G7.
Son más de 72 mil 800 focos de incendio detectados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil durante el periodo de enero y agosto del año en curso. Los estados de ese país que tuvieron un aumento de incendios desproporcionado fueron Mato Grosso con 260%, Rondônia con 198% y Pará con 188%.
El fuego descontrolado se ha extendido por más de 15 días. Esto impacta también a las reservas forestales de los países que comparten la triple frontera con Brasil: Bolivia y Paraguay.
En Bolivia, los primeros informes del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) arrojan un estimado de 750 mil hectáreas de selvas y pastizales deforestados, luego de que el 18 de agosto los incendios llegaran a su pico más alto. El fuego se intensificó por los fuertes vientos que alcanzaron los 80 kilómetros por hora.
La principal zona afectada es el Bosque Seco Chiquitanía, ubicado en el departamento de Santa Cruz. Esta región de transición entre los humedales de la Amazonía y el clima semiseco del Chaco, está catalogado como el bosque seco tropical mejor conservado del mundo y uno de los pocos que quedan en Sudamérica.
Igualmente, un cambio en la conducción del viento provocó que el fuego procedente de Bolivia se ampliara hacia el sudoeste en territorio perteneciente a Paraguay, específicamente al departamento del Alto Paraguay. Así lo relató en su cuenta de Twitter el investigador Iban Ameztoy, con imágenes del satélite europeo Sentinel de Copernicus.
Ahora, las llamas se adentran a la reserva del Pantanal Paraguayo, otro ecosistema que forma parte de los humedales del continente y del Gran Chaco americano, la segunda área natural en extensión territorial después de la Amazonía.
Distintas imágenes han recorrido las redes sociales y los medios de comunicación, dando cuenta de un desastre que amenaza el equilibrio de una red de reservas biológicas consideradas por organismos multilaterales como áreas de primer orden.
Se enfatiza que la Amazonía es un agente vital para ralentizar el ritmo del calentamiento global, con una capacidad de absorción de 2 mil 400 millones de toneladas de carbono, que además almacena a millones de especies de plantas y animales y alberga también a poblaciones indígenas.
Bolsonaro, el culpable al que todos señalan
Si hay algo en lo que conviene la mayoría de los análisis sobre los incendios en el Amazonas, es que el origen principal es la actuación humana. Una narrativa que el presidente Jair Bolsonaro quiso desestimar al comienzo, teniendo en cuenta que el 60% del territorio perteneciente a esta región se encuentra en los límites de Brasil.
Jair Bolsonaro declaró que fueron las altas temperaturas y el periodo seco los responsables de los incendios forestales, mientras que responsabiliza a las ONG de causarlos. De hecho, despidió al director del INPE, organismo que publicó estadísticas en las que claramente se ve el aumento de deforestación luego del ascenso de la ultraderecha al país. También paralizó el denominado "Fondo Amazonía", financiado por Noruega y en menor medida por Alemania.
El viernes 24 de agosto, cuando fue demasiada la presión mediática, ordenó el despliegue de 2 mil 500 efectivos de las Fuerzas Armadas y dos aviones cisterna Hércules C-130 que ayudaron a controlar los incendios. El gobierno de Brasil también aceptó la ayuda ofrecida por Chile y Ecuador, además de coordinar con Israel el envío de 100 toneladas de material anti-incendio.
Pero el presidente de Brasil aún necesita borrar las conexiones de los desastres ambientales en el Amazonas con las políticas que el Estado ha adoptado bajo su administración.
Una breve comparación con el gobierno de Lula Da Silva ofrece una mirada a la involución en materia de políticas ambientales que tuvo el país: mediante políticas institucionales como la del programa Terra Legal, que regulaba el uso de las tierras en beneficio de pequeños productores, para el año 2009, el gobierno de Brasil había registrado la deforestación en unos 7 mil kilómetros cuadrados en la Amazonía, un 45% menos que el año anterior.
Esta tendencia reportada por el INPE comenzó a darse en 2004, justo cuando la región había alcanzado un nivel de deforestación de 27 mil kilómetros cuadrados. Hoy, la misma institución indica que en julio de este año hubo un aumento histórico del 278% con respecto a 2018.
Con la jugada judicial contra el progresismo brasileño y la entrada de Bolsonaro, a quien Michel Temer ya le había abonado el terreno, se cambiaron las reglas ambientales a favor de lobbys del agronegocio. Recordemos que la candidatura de Bolsonaro fue apoyada por el Frente Parlamentario de Agropecuarios, un grupo de diputados y senadores brasileños que son respaldados por empresas agroindustriales.
Que Bolsonaro minimice los daños de los recientes incendios es coherente con los proyectos que el agronegocio tiene planificado en la zona. El impulso de los cultivos con transgénicos y la minería en zonas protegidas, mediante proyectos de ley que reducen la protección ambiental, ha sido una política de Estado.
El tablero geopolítico
El reciente acuerdo firmado entre la Unión Europea y Mercosur, en su apartado relacionado con la agricultura, le produciría mayores beneficios relativos a Brasil en comparación con los productores nacionales que países europeos podrían exportar al gigante suramericano.
En este sentido, la crisis ambiental en el Amazonas ha servido para que Francia y otras naciones vecinas amenacen con bloquear el acuerdo comercial, muestra de ello han sido las tensiones entre los presidentes Macron y Bolsonaro.
El presidente brasileño, en este contexto, rechazó 20 millones de dólares ofrecidos por el G7 para atender la crisis en el Amazonas.
Por su parte, Donald Trump, más próximo ideológicamente a Bolsonaro, le manifestó su respaldo ante las acusaciones que ha recibido desde todos los frentes. Con Estados Unidos, Brasil anunció a principios de agosto que eran oficiales las negociaciones para suscribir un tratado de libre comercio, que según el ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, era una alianza estratégica con Washington.
Europa podría estar intentando frenar las alianzas unilaterales con Estados Unidos, que toca intereses suyos en la región, mediante el chantaje con la crisis ambiental.
Evo Morales y las diferencias de modelo
En el caso del Estado Plurinacional de Bolivia, el gobierno de Evo Morales ha respondido de manera autónoma, rápida y efectiva en lo que cataloga como un "fenómeno trinacional transfronterizo". Así lo declaró el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, sobre el plan para sofocar los incendios en Santa Cruz.
Esto significa que, siendo un evento que superó los límites nacionales y que comparten en común Paraguay y Brasil, la responsabilidad no es exclusiva del territorio boliviano. Por lo tanto, las acciones para contrarrestarlo deben establecerse en un esfuerzo conjunto entre los tres países.
Este señalamiento es importante dado que grupos opositores al mandatario y candidato presidencial Evo Morales, han querido responsabilizarlo por la extensión de los incendios. La herencia golpista de Santa Cruz y su relación con los actores de poder económicos tradicionales que buscan retornar al poder en Bolivia, facilita la generalización de esta narrativa.
Este relato busca desmeritar la capacidad operativa del gobierno boliviano para atender y sofocar el fuego. En este sentido, el portal Primera Línea publicó datos explícitos sobre los protocolos ambientales activados interinstitucionalmente.
"Sin la necesidad de que el país reciba ayuda internacional", asegura el portal, se redujo los focos de incendio de 11 mil 468 a 1 mil 362. Los informes también indican que el 70% del fuego se encuentra fuera de aéreas protegidas, por lo que no implica ningún riesgo para las mismas. El registro fue elaborado por el MMAyA y abarca la semana del 17 al 25 de agosto.
En esos días, por instrucciones del presidente Morales, se conformó el Gabinete de Emergencia Ambiental, se desplegaron alrededor de 4 mil voluntarios, 431 policías, 2 mil 835 militares, cinco aeronaves y 200 vehículos. Primera Línea destaca el alquiler de la aeronave Supertanker que "fue vital para controlar el fuego cerca a zonas de áreas protegidas como Otuquis".
A diferencia del ostracismo del gobierno de Bolsonaro, el gobierno de Evo ha optado por ampliar sus capacidades diplomáticas y reconducir la agenda internacional sobre el Amazonas hacia un punto de equilibrio y consenso, donde Bolivia asuma una posición de control de la situación como actor bajo una premisa menos ideologizada que la de Bolsonaro.
Esta orientación de política exterior de Bolivia a raíz de los incendios, ha cambiado la tendencia a la transnacionalización del problema que buscaba el gobierno brasileño.
En resumen, el gobierno boliviano ha creado un marco regional y autónomo para la gestión de la crisis en el Amazonas. Esto tiene que ver con aspecto estructural que diferencia al gobierno de Bolsonaro con el de Evo: para el ex militar, el Amazonas es una zona de extracción de recursos naturales, mientras que para el boliviano, es una zona de equilibrio ambiental para el desarrollo sustentable del planeta. Esa diferencia se hace patente en los enfoques y políticas para atender los incendios.
Dando pasos en ese sentido, se han abierto contactos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), actores con los que Bolivia, mediante su cancillería, anunció que ya se estaba reuniendo, al igual que con Chile, Argentina, Francia, Alemania, España, Rusia y Estados Unidos.
Sobre los intentos de Venezuela de llevar la situación a instancias multilaterales, dado el inmovilismo de Bolsonaro, Evo Morales condenó que se rechazara la propuesta de pautar una reunión extraordinaria de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). Esta propuesta fue realizada por Venezuela a través del canciller Jorge Arreaza, con el objetivo de evaluar y definir acciones conjuntas para resolver la emergencia ambiental.
La OTCA es una alianza intergubernamental constituida por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela, todos países amazónicos. Tiene fijado el incentivo al desarrollo sostenible y la inclusión social de la región.
"No por diferencias ideológicas podemos suspender esta clase de reuniones. Nuevamente hago un llamado a los países que conforman OTCA para una reunión de cancilleres, qué mejor de presidentes, respetando nuestra diferencia de carácter político (…), primero está la Amazonía, primero está la biodiversidad", declaró el presidente Morales.
El presidente boliviano ha preferido dejar la campaña presidencial para abocarse completamente a los trabajos de control del fuego en los bosques secos de la Chiquitanía. Este martes viajó hasta la región central de la zona  y se unió a los grupos de profesionales y voluntarios que realizan las tareas de mitigar el fuego. Morales, en compañía del ministro Juan Ramón Quintana, tomó el uniforme y las herramientas contra incendio, se adentró a las zonas afectadas de la comunidad de Santa Rosa y actuó personalmente.
Este hecho simbólico da muestra de un país que está dispuesto preservar la soberanía de sus decisiones hasta en las condiciones más adversas, como es el caso de la crisis ambiental desatada en el Amazonas, al mismo tiempo que regula la colaboración externa, que podrá actuar en la protección de las reservas naturales en la medida que lo determine Bolivia.
El modelo boliviano, expresado en este conjunto de situaciones y decisiones, también hace evidente la naturaleza del modelo Bolsonaro: el Amazonas es un negocio que se cotiza ardiendo.





LOS INCENDIOS EN BOLIVIA GOLPEAN A EVO MORALES A MENOS DE DOS MESES DE LAS ELECCIONES

La crisis ambiental marca las aspiraciones del presidente, que busca su cuarta reelección

El País de España (www.elpais.com)
                                                         
Ni 20 días de arduo trabajo de soldados, guardabosques, bomberos y voluntarios, ni las múltiples descargas de agua del avión bombero alquilado por el gobierno, ni las lluvias de los últimos días han podido apagar hasta ahora los incendios forestales en Santa Cruz, la principal región agropecuaria de Bolivia. Los habitantes del país viven días de zozobra por los valiosos recursos que se pierden hora tras hora, una parte de ellos de forma irreversible, mientras el Gobierno se esfuerza para que la crisis ambiental —que estalló a menos de dos meses de las elecciones generales— no tenga una secuela política que perjudique las aspiraciones del presidente Evo Morales, que busca su cuarta reelección.
A lo largo de su gestión, Morales ha sostenido que ahora, en ningún campo, el país necesita “pedir limosna” a las potencias mundiales. Este discurso le dificulta la aprobación de una declaratoria de “desastre nacional”, que, según la legislación nacional, implicaría aceptar que el Estado carece de capacidad para enfrentar la tragedia. Decenas de instituciones ambientalistas y civiles, entre ellas la Iglesia católica, así como manifestaciones espontáneas en las tres principales ciudades bolivianas —La Paz, Santa Cruz y Cochabamba—, le han exigido que haga esta declaratoria. El presidente no ha rechazado y, al contrario, ha agradecido la ayuda ofrecida por muchos países. Pero hasta ahora se ha resistido a solicitar algún fondo o colaboración en concreto.
El Gobierno le ha dado la máxima prioridad al asunto, creando un “gabinete de crisis” con varios ministros, y contratando un avión bombero para regar desde el aire las tierras incendiadas. Su labor debe enfrentar la inusual extensión de los incendios, que ya han afectado a casi un millón de hectáreas, el 30% de ellas de bosques; la falta de experiencia de Bolivia en este tipo de fuegos, que en el pasado eran muy raros en los países tropicales, cubiertos en gran parte de bosques húmedos; y, finalmente, los ataques políticos opositores, que han logrado instalar en la opinión pública la idea de que la responsabilidad última de lo sucedido pertenece a Morales, que en el pasado aprobó leyes y decretos que facilitan el “chaqueo” o quema controlada para desbrozar las parcelas.
El chaqueo, una práctica ancestral
El “chaqueo” es una práctica ancestral para quemar pajonales y renovar los cultivos, aunque el supuesto efecto benefactor del hollín sobre el terreno es cuestionado por la agricultura moderna. En el proceso de ampliación de la frontera agrícola que vive Bolivia desde hace décadas –y que el gobierno de Evo impulsa intensamente, por ejemplo trasladando campesinos del altiplano a las zonas boscosas– el “chaqueo” se ha usado también para “desmontar”, es decir, para despejar el bosque natural que crece en las regiones bajas del país. Este sistema es el único que los campesinos tienen a mano, ha dicho el presidente Morales: sin él, “se mueren de hambre”.
Con esta posición, el gobierno aprobó varias normas que, primero, permiten el “desmonte” de las zonas tradicionalmente boscosas para la agropecuaria y, segundo, aceptan las quemas controladas, que en el pasado se hallaban prohibidas –aunque se trataba de una prohibición formal antes que real–. Las mencionadas normas no han producido los “chaqueos”, que siempre han sido un hecho de la realidad, pero sí han flexibilizado la posición del Estado frente al uso del fuego en la agricultura. Ahora diversos sectores las esgrimen como pruebas de un “ecocidio” instrumentado por las políticas desarrollistas de Morales. El debate incluye el rechazo de algunos cruceños a la “invasión de campesinos collas”, es decir, provenientes del occidente del país, zona en la que no hay bosques y, por tanto, el “chaqueo” no tiene efectos de corto plazo (aunque sí contribuye a la producción de gases invernadero).
Pausa ecológica en las tierras arrasadas por las llamas
No se sabe aún si la preocupación por el ambiente ha calado en los sectores populares que constituyen el grueso del electorado de Morales, quien ha reaccionado prometiendo que habrá una "pausa ecológica" en las tierras afectadas por la catástrofe. Pero sin duda han reanimado el apoyo a la oposición política de las clases medias acomodadas, el cual había decaído en las últimas semanas como consecuencia del convencimiento de que Morales ganaría las elecciones venideras. Según un último sondeo, seis de cada 10 bolivianos creen que el presidente será reelegido una vez más el próximo 20 de octubre.
Sin embargo, esta previsión colectiva ha quedado en suspenso por obra de la crisis ecológica, que “incendió” las redes sociales, llenándolas de vituperios contra del oficialismo, y que el pasado domingo sacó a miles de personas, sobre todo jóvenes, a protestar en las calles en contra de las políticas y normas agrícolas del gobierno y demandando ayuda internacional. ¿Se quemará la victoria electoral del Gobierno en las puertas del horno? Nadie lo sabe, pero impedirlo es un motivo adicional para que las autoridades traten de apagar los incendios cuanto antes.





BOLIVIA: LOS INCENDIOS FORESTALES COMPLICAN LA CAMPAÑA DE REELECCIÓN DE EVO MORALES
                                                                                                                                          

El Presidente de Bolivia enfrenta críticas por la gestión de la emergencia ambiental y por el "aprovechamiento" político tras su visita a las zonas afectadas en las que colaboró como brigadista. Esto podría tener un importante impacto en la campaña cara a las elecciones del 20 de octubre en las que el Presidente en las que Morales busca su cuarto período consecutivo.


La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                                                                                    
En plena campaña electoral, el Presidente de Bolivia Evo Morales sobrevoló el martes las zonas afectadas por los incendios forestales en el departamento de Santa Cruz, pero su labor no quedó ahí. Vestido con el overol azul de los brigadistas y equipado con mangueras y palas, el mandatario boliviano trabajó en la Chiquitanía, la llanura boliviana emplazada en la Amazonía que vive una emergencia ante el avance del fuego. Hace al menos 25 días, la ciudad de Roboré mantiene focos activos que han consumido más de 80.000 hectáreas y los ciudadanos culpan a las políticas del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) por los incendios que no logran controlar a sólo dos meses de las elecciones generales. 
“He decidido (una) pausa ecológica en la zona de la Chiquitanía, en lugares afectados. ¿Qué significa eso? Prohibida la venta de tierras”. Así el mandatario boliviano explicó en plena zona de catástrofe que la medida implicará una evaluación de la zona y la preparación del post incendio. Ante esto, la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) dispuso la suspensión de desmontes y quemas. Según el mandatario, el incendio ha consumido más de un millón de hectáreas, de las que el 33% es bosque y el resto pastizales.
Evo Morales, que lleva 13 años en el poder y busca su tercera reelección consecutiva, ha sido acusado de “ecocidio” por diversas organizaciones ambientales que culpan a la Ley 741 emitida en 2016 y al decreto supremo 3973 aprobado en julio pasado por el mandatario boliviano, de aumentar los incendios, ya que la normativa permite el “chaqueo”, como es conocido en Bolivia la quema controlada de pastizales con fines agrícolas, “una práctica ancestral”.
Según el diario paceño Página Siete, más de 80 organizaciones sociales, especialistas y ciudadanos han presionado para declarar desastre ambiental en la zona y recibir ayuda internacional. Sin embargo, Evo Morales rechazó declarar emergencia nacional. 
El vicepresidente y compañero de fórmula de Evo, Álvaro García Linera, señaló que los incendios “vienen por temporadas” y que las quemas se dan porque hay sequía y falta de agua en zonas agrícolas. Además, García Linera sostuvo que “el país ya está declarado como zona de emergencia”. 

Impacto en campaña electoral

La emergencia forestal se dio en plena campaña electoral de cara a las elecciones generales del 20 de octubre. Según la agencia The Associated Press, centenares de jóvenes se han manifestado en varias ciudades del país para exigir mayores acciones del gobierno en medio de las críticas de la oposición boliviana, que acusa un “aprovechamiento” de la crisis por parte del oficialismo.
A pesar de la solicitud de agrupaciones ambientalistas, el gobierno boliviano negó derogar la ley de “chaqueo”. “No creemos que sea necesario. Las normas no son una causa directa. Estas prácticas vienen de muchos años y lo que queremos es que haya quemas controladas”, señaló el ministro del Medio Ambiente, Carlos Ortuño.
La polémica se sumó a las declaraciones del jefe de Estado boliviano, que dijo no necesitar “limosnas” de otros países, en alusión a las ayudas internacionales para combatir los incendios. Sin embargo, suspendió la campaña por el momento. “La respuesta ciudadana es de indignación y mayor distanciamiento respecto de Evo Morales y el MAS. Las fotos y acciones comunicacionales (del oficialismo) son un intento de minimizar el daño a la imagen, aprobación e intención del voto, que han provocado los incendios y las primeras reacciones gubernamentales sobre el ecocidio en la Amazonía”, dijo a La Tercera el analista político boliviano, Carlos Cordero.
En tanto, el politólogo Marcelo Arequipa sostiene que “el alcance del tema mediambiental no es tremendamente significativo como para variar las proporciones de los votos y decir que Evo Morales va a perder, pero ciertamente afecta. Los que se están movilizando por los incendios son casi todos los que antes se movilizaban por el tema del referéndum del 21-F. Pero uno de los temas que llama la atención es ¿quién o quiénes de la oposición política están capitalizando a ese votante indignado por el medioambiente?”.
La última encuesta publicada el lunes por Ipsos para RTP, sostiene que Evo Morales alcanzaría el 31% de los votos y el expresidente Carlos Mesa un 28% en la primera vuelta. En Bolivia, la Ley de Régimen Electoral estipula que el candidato vence cuando logra más del 50% de los votos o un 40% del respaldo con una diferencia de 10 puntos con el segundo lugar. Ante este escenario, el sondeo estima que habría un balotaje en el que el candidato de Comunidad Ciudadana (CC) vencería con el 46% de los votos al mandatario boliviano.





A DOS MESES DE LAS ELECCIONES, LOS INCENDIOS CONMUEVEN LA CAMPAÑA EN BOLIVIA Y GOLPEAN LA IMAGEN DE EVO MORALES
                                                                                                    
Tras las fuertes críticas de diversos sectores por la falta de previsión y el manejo de la crisis, el gobierno difundió curiosas fotos del presidente en la zonas de los incendios que despertaron nuevas críticas.

Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Los monumentales incendios forestales que han quemado ya más de 1 millón de hectáreas en la Chiquitania le han dado un giro inesperado a la recta final de la campaña electoral de Bolivia, con Evo Morales como el receptor de un creciente malestar que pone bajo cuestión su claro favoritismo en las encuestas. Por primera vez en la historia de un proceso preelectoral boliviano, los tres principales adversarios de la contienda han declarado el domingo pasado una pausa de una semana en sus actividades proselitistas para enfocarse en el combate de los incendios y no acrecentar las críticas de los ciudadanos a la insensibilidad y a la tardía reacción frente al fuego que no se detiene.
Sin embargo, la inédita tregua en la disputa de los votos ha durado poco, ya que el martes el presidente Morales decidió ponerse el overol de bombero, con el color azul de su partido, y tomó un extinguidor para intentar apagar en directo y cuerpo a cuerpo en la zona del desastre algunos de los focos de fuego. Casi una decena de fotografías de Evo Morales, en acción contra el incendio, han sido difundidas por el ministerio de Comunicación, en medio de duras críticas de activistas ambientales a la iniciativa. "Esto es una ofensa a los bolivianos, pagada con el dinero de los bolivianos. El ministerio de Comunicación es una vergüenza. Maneja 527 millones de Bolivianos (unos 75 millones de dólares) para hacerle campaña a Evo", posteó el activista de la plataforma ciudadana Ríos de Pie, Federico Morón, en las redes sociales encendidas por diversos pronunciamientos ciudadanos.
En paralelo y a los pies de la catedral de Santa Cruz, Carlos Mesa, uno de los mayores rivales del Presidente en la campaña, ha aparecido rodeado de varios de sus seguidores para criticar a Morales y acusarlo de ser el culpable de lo que ha llamado el peor desastre del año. El propio Mesa fue duramente criticado la semana pasada por aparecer en imágenes junto a las cenizas, por quienes consideran que hace uso electoral de la desgracia ambiental.
Oscar Ortiz, otro de los opositores que aparece tercero en las encuestas, había también anunciado el domingo pasado la suspensión de su campaña y puso sus recursos a disposición de la lucha contra el fuego. Reclamó la declaratoria de desastre nacional y que se suspenda la publicidad del Gobierno, de manera de destinar ese presupuesto a la cruzada contra los incendios. En cambio, el que más bien intensificó su campaña ha sido el candidato presidencial por el MNR, Virginio Lema. "¿Para qué vamos a parar? Más bien aumentaremos la intensidad de la campaña para sacar a todos estos del poder. La Madre Tierra llevó al poder a Evo y la Madre Tierra lo sacará", expresó.
La responsabilidad política de los imparables incendios es desde hace diez días el tema número uno de la campaña y la pregunta que ronda entre los ciudadanos y los analistas políticos es cuánto puede modificar el desastre el escenario de las preferencias electorales, que favorecía hasta antes de la mitad de la semana pasada al presidente de Bolivia, de acuerdo a las encuestas. "El incendio ya es el tema central de la campaña y puede cambiar el voto. Crea malestar contra todas las autoridades, del partido que sea. Los que lo usen para atacar políticamente a sus rivales pueden sufrir un efecto boomerang", opinó un asesor de políticos de la oposición, que pidió la reserva de su identidad.
Otro ex allegado a las campañas del presidente Morales dijo escuetamente: "Si no se gestiona bien el problema en las próximas horas, le afectará".
La arremetida del Gobierno
En medio de movilizaciones ciudadanas que se realizan desde el sábado pasado en algunas de las poblaciones afectadas por el fuego y en las calles de al menos cuatro ciudades bolivianas, con Santa Cruz como epicentro, el Presidente apareció el lunes para cuestionar a los ambientalistas que salen a marchar y que luego "van a los supermercados a consumir chatarra".
Horas antes, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, abrió la sospecha de que la llamada "derecha" opositora a Morales provocó uno de los incendios del fin de semana para forzar la declaratoria de desastre nacional. El propio Evo Morales deslizó la versión de que la Policía ha encontrado galones de combustible y llantas en una zona de los incendios, pero se ampliará más adelante los detalles de una investigación, ya que la prioridad ahora es combatir el fuego.
Mientras sobrevolaba el martes pasado la Chiquitania, vestido de overol en una aeronave, el Presidente exhortó a la unidad de los bolivianos y confirmó la contratación de un helicóptero estadounidense, la llegada de otros dos desde Perú y el alquiler de dos unidades más para reforzar al Supertanker que está en Bolivia desde el viernes pasado.
Morales dijo que le ha causado dolor ver los resultados de las quemas, sobre todo en la zona de Concepción, una de las que sobrevoló el martes. Por su lado, el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, también precisó que la contratación del Supertanker bordea el millón de dólares y se paga 60 mil dólares por día, además de 16 mil dólares por cada hora de vuelo. "No hemos abandonado a la región. Estamos disponiendo cinco helicópteros de lucha contra el narcotráfico y vamos a contratar tres helicópteros, uno de doble hélice", dijo.
Mientras Evo Morales aparecía en actividad el martes en la zona de desastre, la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, aparecía en los medios de comunicación para desvirtuar las críticas a la reacción tardía del Gobierno y a la resistencia a declarar desastre nacional. "El ingreso a las zonas del incendio fue el 15 de julio. En febrero de este año se hizo una declaratoria de emergencia contra los desastres naturales en el país, que está vigente. Toda ayuda del exterior puede entrar a Bolivia, no se necesita una declaratoria para recibirla. Tenemos en la Chiquitania el gabinete de crisis ambiental. La evaluación es constante y diaria".
También detalló que en este momento hay movilizadas por el Gobierno más de 4.100 personas y unas 16 aeronaves en la zona de los incendios. Las Fuerzas Armadas han conformado tres comandos. En el primero tienen 1.821 efectivos, en el segundo 955 y en el tercero 1.248.
Mientras tanto, los medios han registrado roces verbales entre el ministro de Defensa, Javier Zabaleta, y voluntarios que cuestionan la versión oficial de que parte del fuego está controlado.
El Gobierno asegura que este no es el mayor desastre, ya que cuando Carlos Mesa fue Presidente ardieron 3 millones de hectáreas, en 2004, y hubo otra quema mayor que la de ahora en 2010.
La pugna por la palabra "desastre"
Mientras cada día hay sectores ciudadanos movilizados para que el Gobierno declare "desastre nacional", el Gobierno se resiste a tomar esa decisión. "Esta una crisis ambiental, es una emergencia. Un desastre se declara cuando el Estado es superado en sus recursos técnicos y económicos. El Gobierno tiene disponibles los recursos económicos y usará los que sean necesarios. Además, ya hay comprometido financiamiento de organismos extranjeros como la CAF", explicó la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, quien no precisó el monto destinado a la emergencia.
La Gobernación de Santa Cruz exigió el sábado pasado que se declare "desastre nacional" y en paralelo se pronunciaron diversas organizaciones ciudadanas y los dos principales candidatos opositores.
El martes también el Presidente de Bolivia dispuso una pausa ecológica en la zona de los incendios para inmovilizar cualquier transacción con los predios. La Administradora de Bosques y Tierras (ABT) también dispuso la suspensión de los trámites de quemas y de chaqueos, la que es señalada como una de las causas del desastre. Algunos ambientalistas celebraron este paso que lo asumieron como una victoria propia.
Evo Morales también dijo que el 20 o 30 por ciento de la superficie dañada es bosque y las demás son áreas chaqueadas para la actividad agropecuaria.
El candidato a la vicepresidencia y compañero de binomio de Carlos Mesa, Gustavo Pedraza, responsabilizó al gobierno de Evo Morales por el desastre, ya que "otorgó más de 2 millones de tierras de uso forestal con fines políticos" para que sean chaqueadas.
De acuerdos a informes oficiales, Santa Cruz es el departamento de Bolivia más afectado con los incendios, seguido de Beni. En el primero se quemaron hasta ahora 1.095.672 hectáreas y en el segundo 640 mil hectáreas.
Impacto en los nuevos votantes
Para algunos analistas, no se sabe exactamente a qué candidato puede beneficiar las críticas a Evo Morales por la crisis ambiental. "La magnitud del incendio, sus orígenes y consecuencias serán para el resto de la campaña electoral un elemento central. Este nuevo eje temático puede generar movimientos electorales en determinados segmentos como el de los nuevos votantes, que son hipersensibles a los aspectos que se vinculan con bosques, flora, fauna y desarrollo sostenible", opinó el politólogo Daniel Valverde.
Entre otras cosas, dijo que no está claro que las consecuencias del incendio favorezcan a algún candidato. "El incendio no suma votos a Mesa de manera automática. Él tendría que hacer cosas. Veremos", apuntó un tercer analista político que habló con Infobae.
Por su parte, el politólogo de la universidad René Moreno, Luis Andia, relativizó el impacto electoral del desastre ambiental. "Probablemente la incidencia será en dos de las regiones afectadas y quizás en el segmento mucho más joven, que está más expuesto a los temas ambientales. Puede incluso haber un efecto inesperado por la desinformación y la confusión en las redes sociales, ya que los jóvenes quizás se enojen con el Estado en general, contra todos, alejándose de la política. Terminado este conflicto el problema más cercano a la gente volverá a ser la definición de su elección", sostuvo.





MÁS DE 1.200 ESPECIES, AMENAZADAS POR EL FUEGO EN LA AMAZONIA BOLIVIANA

El Día de España (www.eldia.es)
                                                                 
Unas 1.200 especies de animales que habitan en el bosque seco chiquitano de la Amazonia de Bolivia se han visto amenazadas por los incendios en esa zona en el este del país, donde el fuego ha consumido miles de hectáreas de bosques y pastizales, dejando además a la fauna a merced de los cazadores. En una entrevista con Efe, el director técnico de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano, Julio César Salinas, explicó la importancia de esta zona de transición entre el Chaco y la Amazonia que alberga distintos ecosistemas y una vasta biodiversidad.
Según datos de esa fundación boliviana, existen más de 1.200 especies que conviven en ese bosque, situado en la oriental Santa Cruz, que se cree que ya ha perdido 40 millones de árboles a causa del incendio. Se estima que el bosque chiquitano es el hogar de 50 tipos de anfibios, 78 distintos reptiles, 700 aves, 124 mamíferos y 300 clases de peces, además de varias especies endémicas del país, de acuerdo a los datos de esa fundación, que lleva trabajando más de 20 años en la conservación de ese lugar.
Entre las especies que alberga este bosque está el emblemático jaguar, el felino más grande de América que, además de ser amenazado por el fuego, también está en constante peligro por los cazadores furtivos que desean su piel y colmillos para venderlos en mercados ilegales, cuenta Salinas. También hay poblaciones de Aguará Guazu o lobos de crin y osos hormigueros que son especies vulnerables, además de una diversidad de parabas, tapires, pumas, venados, roedores grandes como las capibaras y otros más pequeños como el jochi, entre otros, destaca. El bosque chiquitano, que era considerado como el mejor conservado de su tipo en Suramérica, cuenta con varios tipos de árboles como el tajibo, el cedro, el roble, el curupau, entre otros, y se tarda por lo menos 30 años en recuperar un solo ejemplar. A juicio del experto, cada árbol "es un universo entero" que se vuelve el hogar de muchas aves que anidan en sus frondosas copas, roedores que hacen pequeñas madrigueras e incluso alberga microorganismos, y todo esto es afectado por el fuego. Esta semana se difundieron en las redes sociales vídeos de animales escapando del incendio o de varias bandadas que se guarecían en árboles de las comunidades aledañas.
"Entre el fuego y el miedo que le pueden tener a los humanos, muchos animales prefieren ese miedo porque por lo menos tienen más posibilidades de vivir", remarca Salinas. Otros animales huyen "monte adentro" y muchas veces se encuentran con otros incendios y mueren, añade el experto boliviano. Una amenaza latente para todos estos animales "aturdidos" y asustados son los cazadores que aprovechan estas tragedias para matarlos, ha alertad Salinas.
Los incendios están afectando a todos los países sudamericanos que se reparten la superficie de la Amazonia. De ahí que los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y Chile, Sebastián Piñera, estén organizando una cita de líderes amazónicos, sin Venezuela, para debatir medidas conjuntas de combate y prevención a los incendios desatados en ese pulmón vegetal del mundo. La convocatoria de esa reunión, prevista en principio para el 6 de septiembre próximo, fue analizada ayer por Bolsonaro y Piñera, quien hizo una escala en Brasilia a su regreso de la Cumbre del G7, celebrada en Francia y a la que asistió como invitado.
En una breve rueda de prensa junto a Piñera, Bolsonaro aclaró que para esa cita, que se realizaría en la ciudad colombiana de Leticia, situada en los límites de ese país con Brasil y Perú, se aspira a reunir a todos los presidentes de la región amazónica, "excepto al de Venezuela", Nicolás Maduro. El gobernante venezolano no es reconocido como tal por la gran mayoría de los países amazónicos, que salvo Bolivia consideran como presidente legítimo e interino de ese país al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
Los cerca de 7 millones de kilómetros cuadrados de la Amazonia son compartidos por Brasil (que posee casi el 70 %), Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y la Guyana Francesa, territorio de ultramar de ese país europeo. Sin embargo, además de Maduro, ha quedado claro que tampoco será invitado el presidente francés, Emmanuel Macron, en su condición de jefe de Estado de esa porción amazónica bajo control francés.





JÓVENES DE JUJUY Y SALTA PIDEN AYUDA PARA LOS BOMBEROS DE BOLIVIA

Conformaron un grupo que se llama Proyecto Amazonas, tienen comunicación directa con brigadistas y cuentan que lo que está pasando es “aterrador”. Piden elementos para auxiliar tanto a animales rescatados y también para los bomberos.

Jujuy al Momento de Argentina (www.jujuyalmomento.com)
                                                                                                      
En Bolivia, más de un millón de hectáreas han sido consumidas por los incendios en la región de La Chiquitanía. El Bosque Seco Chiquitano es un complejo de biodiversidad endémico donde está la Reserva Natural Tucavaca donde existen 554 especies de animales y más de 55 plantas endémicas.
Tras tomar conciencia de los graves daños en esa región, jóvenes jujeños y salteños se unieron en el denominado "Proyecto Amazonas", con el objetivo de enviar ayuda para los brigadistas que se encuentran combatiendo el fuego.
"La movida inicia por unas chicas de Salta que conocieron a la Chiquitanía y se quedaron maravilladas con el espectáculo de la naturaleza. Al ver que estaba pasando todo esto decidieron activarse para ayudar desde aquí", contó Antonella Isuregui, una de las integrantes de Proyecto Amazonas, en diálogo con Radio 2.
La recolección de donaciones se hará este miércoles, jueves y viernes en la Feria de emprendedores de la Plaza Ricardo Vilca, ubicada sobre calle Alvear, al lado del Teatro Mitre y también en forma permanente en Pueyrredón 799, barrio Luján.
"Esto es para que puedan salvar a animales a toda hora, los bomberos están trabajando a cada hora. Realmente es aterrador y muy triste lo que está pasando, el fuego ya está llegando al chaco paraguayo y al chaco cruceño, es algo que no se puede contener".
Antonela Isuregui señaló que les envían videos que son subidos al instagram Proyecto.Amazonas para mostrar la gravedad de lo que está ocurriendo y la gente se sume a colaborar.
"Hay animales con todo tipo de quemaduras. Al ver las personas se asustan y algunos que se vuelven al fuego. Pedimos colaboración para los animales, hay veterinarios pero no tienen lo que es esencial", concluyó.
Para los bomberos requieren: mochilas de agua, guantes para fuego, barbijo, colirio y linternas. Para los animales solicitan: algodón, agua oxigenada, cremas para quemaduras, curabichera, yodo, entre otros elementos de primeros auxilios.





'SOY BOLIVIANA Y HOY LAS CENIZAS CUBREN EL VERDE QUE ME VIO NACER': LA DISEÑADORA DE WEISE ATELIER HABLA SOBRE EL AMAZONAS
                                                                                          
La diseñadora abre su corazón en esta carta que muestra lo que está pasando en la Amazonia y se la dedica al mundo.

Revista Vogue de México (www.vogue.mx)
                                                                    
Tenemos que hablar de los incendios de Bolivia. Tenemos que hablar de frente y con sinceridad:
Cenizas cubren el verde que me vio nacer. Soy boliviana, del departamento de Santa Cruz, donde hace más de 40 días los incendios destruyen nuestra Amazonía (y otros parques nacionales). Bolivia es madre de una porción del pulmón del mundo, y hoy por la negligencia humana nos falta el aire.
El fuego sigue avanzando y ya devoró más de un millón de hectáreas de nuestros bosques tropicales. Estamos atravesando una crisis jamás pensada. Son momentos de desesperación, todos hablan, todo se confunde, todo se politiza, pero el objetivo es claro: frenar los incendios lo antes posible.
No me puedo sentar a trabajar, estoy inquieta. No puedo dejar de mirar el teléfono, entrar a las redes sociales, ver que está pasando, pensar en cómo ayudar... pedir ayuda. Las imágenes son desgarradoras y no frenan. Los bosques se convertidos en desiertos, animales calcinados, familias evacuadas, bomberos y civiles arriesgando sus vidas, políticos inculpándose entre ellos.
Nuestras manos no son suficientes. No estamos preparados. La ayuda internacional está esperando a que abramos nuestras fronteras.
Como bolivianos solo nos queda ejercer presión comunicando al mundo la gravedad de lo que está sucediendo. Somos lo ciudadanos los que estamos aquí viendo de frente este momento. Sin ayuda internacional no podemos contener el fuego a tiempo.
Al mismo tiempo, el sentimiento de comunidad y la solidaridad se siente a flor de piel, dejando en evidencia a los que persiguen sus propios intereses y ambiciones, sin pensar en un futuro.
Nuestra Amazonia, Chiquitania, Pantanal y Chaco –conocidos por pocos– encierran en sus bosques mitos y leyendas de culturas originarias con una cosmovisión enteramente basada en su naturaleza. Hoy no sabemos cuánto quedará y cómo le contaremos a nuestros hijos acerca del verde que envuelve estas historias. Pasarán muchos años antes que alguien pueda volver a ver y respirar lo que para nosotros era un orgullo y parte de nuestra identidad.
Hoy estos paisajes piden a gritos ayuda. Se consumen con rapidez y no podemos hacer nada. Son 5 los parques nacionales que arden. La realidad nos golpea, estamos destruyendo nuestra fuente de vida.





LAS POLÉMICAS IMÁGENES DE EVO MORALES VESTIDO DE BOMBERO EN LOS INCENDIOS DE LA AMAZONIA

El Mundo de España (www.elmundo.es)
                                                                   
Las imágenes del presidente de Bolivia, Evo Morales, vestido con un traje anti incendios y sofocando brotes de fuego en el este del país han generado polémica entre las autoridades, que defienden que no hubo mala intención en esa acción, y sus detractores, que ven una motivación electoral en el gesto.
Morales llegó el martes en helicóptero hasta la comunidad de Santa Rosa, en la región oriental de Santa Cruz, donde se registran los incendios, junto a sus ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y de Defensa, Javier Zavaleta.
Vestido con un mono azul y con una mochila anti incendios, el gobernante lanzó chorros de agua en algunos lugares donde brotaba el humo y luego aseguró a los periodistas que pudo apagar "cuatro puntos de foco de incendio", según imágenes difundidas por la Presidencia boliviana.
El gobernante también compartió en Facebook tres fotografías suyas con el mensaje: "Estamos movilizados junto a ministros y periodistas en Santa Rosa, en plena serranía chiquitana. Ingresamos a la zona donde los brigadistas, bomberos y voluntarios luchan contra el fuego".
La polémica fue inmediata en las redes sociales, en las que sus seguidores le felicitaron y alabaron por llegar a trabajar hasta los lugares afectados por el fuego. Otros internautas cuestionaron si era parte de la campaña hacia las elecciones generales del próximo octubre, en las que Morales aspira a un cuarto mandato hasta 2025.
"Al estilo Power Ranger"
El ex presidente y candidato opositor Carlos Mesa escribió este miércoles en Twitter que "ojalá" que los "shows mediáticos" de Morales "valieran para salvar todo lo que Bolivia ha perdido en la mayor catástrofe ecológica de la Chiquitania". Según Mesa, la pausa ecológica dispuesta en la víspera por el gobernante para las zonas afectadas es como ponerle una "curita" o banda adhesiva "a una herida enorme de consecuencias incalculables".
La senadora Jeanine Añez, de la alianza opositora Unidad Demócrata, dijo a los medios que es una "vergüenza que en una desgracia quieran aprovecharse y hacer política de ello". "Él, al estilo Power Ranger, está yendo a que le tomen una foto, es una falta de respeto al dolor ajeno para todos los bolivianos. Lo único que ha sacado el presidente Morales es que toda Bolivia lo esté criticando", sostuvo Añez.
El ministro Zavaleta defendió este miércoles que vieron el foco de incendio desde el helicóptero y decidieron bajar porque justamente estaban llevando equipo para entregar a una brigada de soldados "para reforzar" su trabajo. Según Zavaleta, "hay una campaña horrible en redes sociales y algunos medios de comunicación irresponsables" a los que acusó de generar una pelea entre la gente que está "trabajando en el lugar".
Según las autoridades nacionales, los incendios han afectado unas 700.000 hectáreas en la Chiquitania, una zona de transición entre la Amazonía y el Chaco, aunque la Gobernación de Santa Cruz menciona que la superficie afectada supera el millón de hectáreas.





“EL AMAZONAS SE QUEMA PORQUE NECESITAMOS CONSUMIR PROTEÍNAS EN FORMA DE FILETES”
                                                                                
Entrevista con Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace

La Razón de España (www.larazon.es)

En los últimos días, todo el globo ha sentido la emergencia que se cernía sobre “el pulmón del planeta”. Se han hecho populares las especulaciones sobre cuáles son las causas del pico de incendios en el Amazonas, sobre si las informaciones eran solamente una campaña política contra el presidente brasileño; o si no se hablaba de otros incendios porque en esas zonas no gobernaba “el enemigo público número uno”(Bolsonaro). Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, explica qué significa la destrucción de la selva amazónica, cuáles son las causas del repunte de incendios y qué podemos hacer, como ciudadanos, para atajar el problema.
¿Por qué tiene tanta importancia la Amazonía para el medio ambiente?
La cuenca del Amazonas es la principal región de bosque tropical del mundo, es el ecosistema más complejo y con la mayor biodiversidad; posee la mayor variedad de especies vegetales, de insectos, hongos, animales, bacterias (...) Además, también hay que tener en cuenta la riqueza cultural de la zona, donde habitan varias tribus indígenas. También son muy importantes desde el punto de vista de los recursos genéticos, hasta el punto de que las empresas farmacéuticas buscan en estas zonas muchos principios activos que pueden tener aplicaciones médicas y buscan los conocimientos médicos ancestrales de los pueblos indígenas. Pero quizás lo más importante es que, junto con los océanos, los bosques tropicales son los grandes reguladores del clima. Generan dinámicas de vientos y de circulación atmosférica que permiten que el clima funcione de la forma en la que lo conocemos: una de las aportaciones más importantes de la Amazonía es que el agua que se evapora en la selva tropical, forma las nubes y las corrientes de vapor de agua que se desplazan por todo el cono sur americano, y que luego cae en forma de lluvia, regando los cultivos y permitiendo el abastecimiento de agua potable a millones de personas. Los incendios en la cuenca del Amazonas emiten gases de efecto invernadero. Y si aumentan estos gases, el clima se hace cada vez más seco; y con ello, la selva también se seca, por lo que es más fácil que se produzcan incendios. Esencialmente es un circulo vicioso: mayor cambio climático genera mayores incendios.
¿Cuál es el área afectada?
La cuenca del Amazonas abarca varios países, entre ellos Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia (...) y evidentemente, Brasil. Solo en la Amazonía brasileña cabe todo el continente europeo, desde el Estrecho de Gibraltar hasta los Urales en Rusia. La cuenca Amazónica contiene el 20% de agua dulce del planeta, lo que la hace sumamente importante para el cambio climático.
¿Qué es lo que ha provocado este repunte en los incendios? ¿tiene que ver con la política desreguladora de Bolsonaro?
Sin duda. Si bien la deforestación es un problema endémico entre los países de la zona, Bolsonaro ha empleado un discurso político destinado a desmantelar todo el aparato legal y todas las instituciones que tienen como objetivo la defensa del medio ambiente. Mandó mensajes defendiendo que había demasiadas zonas protegidas, y que los pueblos indígenas tenían demasiados derechos, lo que terminaba por entorpecer la agricultura y la ganadería del país: El IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables) ha sido apartado del organigrama de Gobierno; la Fundación Nacional Indígena (Funai) ha recibido recortes; y el Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE) -un organismo de alta tecnología con varios satélites en órbita- ha visto cómo Bolsonaro despedía a su director porque los datos mostraban un incremento en la deforestación de la región.
¿Qué medidas pueden acabar con los incendios y con la deforestación?
En Brasil hay una legislación en vigor que no permite un avance de este tipo de la frontera agrícola y que solo permite convertir la selva en territorio agrícola en un porcentaje limitado. Para transformar la selva hacen falta permisos. Y en caso de incumplimiento se deben poner multas, debe actuar la Policía Federal y las instituciones. Lo que hace falta es que se restituya el Estado de Derecho y que Bolsonaro deje de enviar mensajes de que se puede hacer lo que se quiera. La Comunidad internacional también le está exigiendo a Bolsonaro cumplir con el acuerdo de París como condición para mantener en vigencia el Mercosur. Cree que puede actuar por sí solo, y no entiende que vive en un entorno global: si quiere firmar acuerdos comerciales, tiene que cumplir con unas reglas. Por lo que tiene que realizar un giro político hacia la realidad institucional, abandonando el populismo, y sobre todo, convencerse de que el enemigo no son las oenegés.
Hemos visto que hay muchos más focos de incendios en otros lugares, como en Angola o en República Democrática del Congo, ¿estos incendios son menos importantes que los de la Cuenca del Amazonas?
En África podemos encontrar muchos focos, pero en cada latitud hay que ver qué es lo que está ardiendo, y cuáles son las causas; porque no tienen las mismas consecuencias para el medio ambiente. Los incendios de estas zonas tienen que ver más con la quema de zonas agrícolas porque se quema el pasto para eliminar los rastrojos, cómo han hecho históricamente los agricultores una vez ha terminado la recogida de los cultivos. Es un fuego que avanza muy rápido, pero que no tiene los mismos efectos que tiene la quema de la selva amazónica en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, destrucción de biodiversidad, en términos de consumo de carbono (...) No es lo mismo quemar un cuadro que he pintado yo, que quemar el museo del Prado.
¿Hay algo que pueda hacer la comunidad Internacional para solventar el incremento de estos incendios (los de todo el globo)?
Claro. Es necesario que la deforestación y el fuego se conviertan en un problema de índole mundial. Son necesarias medidas como el del Fondo Amazónico, que estaba destinado a proyectos a largo plazo en el Amazonas, a políticas de conservación y protección, a la generación de modelos de desarrollo sostenible (...). Aunque países como Angola o República Democrática del Congo necesitarían mucho más que Brasil, los esfuerzos económicos de la Comunidad Internacional. Estos fondos se podrían utilizar para ayudar a capacitar a la gente, para monitorear el fuego, buscar alternativas para eliminar los rastrojos de los cultivos, (...) Hay un informe que lanzó Naciones Unidas a principios del mes de agosto (informe suelos y cambio climático), que habla de una cosa muy importante: si queremos acabar con la deforestación, debemos cambiar nuestra dieta, porque existe una relación directa entre nuestra forma de vivir el consumo de carne, y el cultivo de soja en las zonas que se están quemando: Brasil es uno de los grandes exportadores de la soja que va destinada a alimentar la ganadería intensiva en España, que es el principal productor de piensos con soja: nuestras vacas, nuestros cerdos, nuestras ovejas y nuestros pollos comen soja que procede de las zonas donde se deforesta y se quema. Se quema la selva porque nosotros necesitamos consumir proteínas en forma de filetes, de chuletas, de hamburguesas, (...)





DETIENEN PRESUNTO CARGAMENTO TRANSNACIONAL DE COCAÍNA

Un cargamento de cocaína comprado en Bolivia, pero que pasó por Brasil y debía atravesar todo Paraguay y debía llegar a Uruguay fue capturado por la Policía de nuestro país en la noche de este miércoles.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                     
Un equipo de ABC TV venía monitoreando el desplazamiento del alijo de droga desde que salió ayer del lugar donde fue adquirido, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, hasta que anoche hizo una escala en Corumbá, Brasil.
La cocaína ingresó en la mañana de este miércoles a Paraguay, a través de la ciudad de Pedro Juan Caballero, desde donde bajó por la Ruta 5 hasta Yby Yaú y luego tomó la Ruta 3 hasta el cruce conocido como Calle 6.000, en el municipio de Guayaibí.
Luego de agotadores 1.700 kilómetros de recorrido, el traficante que traía la “encomienda” alcanzó esta noche la ciudad de Caaguazú, en su trayecto hacia Ciudad del Este.
Su plan era descansar y mañana a la mañana llegar al cruce entre las Rutas 2 y 6, para tomar esta última carretera hacia la ciudad de Encarnación, cruzar a Posadas, Argentina, y emprender el último tramo hacia su destino final, Montevideo, Uruguay.
Sin embargo, esta noche a las 23:00 el vehículo Vokswagen Vento fue interceptado por policías de Interpol que aprovecharon que el rodado fue demorado en un puesto de control en el kilómetro 243, frente a la comisaría de José Domingo Ocampos, departamento de Caaguazú. El conductor, César Dari González Figueira, de 40 años, de nacionalidad uruguaya.
Ante las consultas del equipo de ABC TV, González Figueira negó transportar droga y afirmó que se encuentra residiendo en Ciudad del Este.

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