Desde
la implementación del trabajo del Gabinete de Emergencia Ambiental fue posible
disminuir de 8.000 a 162 los focos de incendio en la Chiquitania boliviana,
confirmó ayer el presidente Evo Morales durante un informe realizado en Santa
Cruz, y a través de su cuenta de Twitter @evoespueblo.
“Con
los operativos en la Chiquitania, los focos de incendio se han reducido de más
de 8.000 a 162. Hago un llamado a jóvenes ambientalistas, ganaderos y
organizaciones sociales para implementar un plan de recuperación a favor de
lugareños de zonas afectadas. #UnidadEnLaAdversidad”, publicó en la red social.
Actualmente,
el Jefe de Estado supervisa personalmente las operaciones en los distintos
municipios de Santa Cruz, entre ellos San Ignacio de Velasco, Roboré, San
Rafael y San Matías. De acuerdo con un último informe presentado por la primera
autoridad, se confirmó la extinción del fuego en Otuquis, aunque
lamentablemente rebrotaron algunos focos de incendio en Charagua.
El
ministro de Defensa, Javier Zavaleta, explicó, luego de la reunión de gabinete
que se realizó en La Casa Grande del Pueblo, que en los últimos ocho días se
logró reducir en un 85% los focos de calor en esta región del país, una clara
muestra de que el fuego está retrocediendo.
“Estamos
yendo a ver el de San Ignacio porque estamos con un incendio en Concepción que
se va a atender desde San Ignacio, y hay otro incendio al norte de San Ignacio,
además de San Matías; por lo tanto, vamos a concentrar más fuerza en San
Ignacio”, mencionó la autoridad.
Despliegue
De
acuerdo con el reporte de situación presentado en el marco del Plan Tajibo Protejamos
Nuestra Chiquitania, hasta la fecha el Gobierno movilizó a 289 vehículos
terrestres, 17 aeronaves y 4.152 personas a través de más de una veintena de
instituciones para combatir el incendio que afecta esa región cruceña.
Trabajan
en la mitigación de este desastre los ministerios de Defensa, de la
Presidencia, de Medio Ambiente y Agua, de Desarrollo Rural y Salud. También
están las Fuerzas Armadas, la Policía Boliviana, Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad
Alimentaria, la Autoridad de Bosques y Tierra, la Agencia Nacional de
Hidrocarburos y la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Por
otra parte, de acuerdo con el informe del Plan Tajibo, Defensa Civil entregó
361,80 toneladas de ayuda humanitaria que consiste en alimentos perecederos,
imperecederos, insumos agropecuarios, además de otros equipos. A su vez, el
Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras donó 350 toneladas de forraje y 60 de
sales minerales.
Cuba
Información (www.cubainformacion.tv)
El
desastre ambiental de la región amazónica ha trascendido los límites
territoriales y políticos de los países afectados, generando un estado de
alerta en la comunidad internacional y particularmente en los países
centrales de Occidente, congregados durante estos días en Francia en el
contexto de la Cumbre del G7.
Son
más de 72 mil 800 focos de incendio detectados por el Instituto Nacional
de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil durante el periodo de enero
y agosto del año en curso. Los estados de ese país que tuvieron un aumento
de incendios desproporcionado fueron Mato Grosso con 260%, Rondônia con 198% y
Pará con 188%.
El
fuego descontrolado se ha extendido por más de 15 días. Esto impacta también a
las reservas forestales de los países que comparten la triple frontera con
Brasil: Bolivia y Paraguay.
En
Bolivia, los primeros informes del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA)
arrojan un estimado de 750 mil hectáreas de selvas y pastizales
deforestados, luego de que el 18 de agosto los incendios llegaran a
su pico más alto. El fuego se intensificó por los fuertes vientos que
alcanzaron los 80 kilómetros por hora.
La
principal zona afectada es el Bosque Seco Chiquitanía, ubicado en el
departamento de Santa Cruz. Esta región de transición entre los humedales de la
Amazonía y el clima semiseco del Chaco, está catalogado como el bosque seco
tropical mejor conservado del mundo y uno de los pocos que quedan en
Sudamérica.
Igualmente,
un cambio en la conducción del viento provocó que el fuego procedente de
Bolivia se ampliara hacia el sudoeste en territorio perteneciente a Paraguay,
específicamente al departamento del Alto Paraguay. Así lo relató en su cuenta de Twitter el investigador Iban
Ameztoy, con imágenes del satélite europeo Sentinel de Copernicus.
Ahora,
las llamas se adentran a la reserva del Pantanal Paraguayo, otro ecosistema que
forma parte de los humedales del continente y del Gran Chaco americano, la
segunda área natural en extensión territorial después de la Amazonía.
Distintas
imágenes han recorrido las redes sociales y los medios de comunicación,
dando cuenta de un desastre que amenaza el equilibrio de una red de
reservas biológicas consideradas por organismos multilaterales como áreas de
primer orden.
Se
enfatiza que la Amazonía es un agente vital para ralentizar el ritmo del
calentamiento global, con una capacidad de absorción de 2 mil 400 millones de
toneladas de carbono, que además almacena a millones de especies de plantas y
animales y alberga también a poblaciones indígenas.
Bolsonaro,
el culpable al que todos señalan
Si
hay algo en lo que conviene la mayoría de los análisis sobre los incendios
en el Amazonas, es que el origen principal es la actuación humana. Una
narrativa que el presidente Jair Bolsonaro quiso desestimar al comienzo,
teniendo en cuenta que el 60% del territorio perteneciente a esta región se
encuentra en los límites de Brasil.
Jair
Bolsonaro declaró que fueron las altas temperaturas y el periodo
seco los responsables de los incendios forestales, mientras que
responsabiliza a las ONG de causarlos. De hecho, despidió al
director del INPE, organismo que publicó estadísticas en las que claramente se
ve el aumento de deforestación luego del ascenso de la ultraderecha al país.
También paralizó el denominado "Fondo Amazonía", financiado por
Noruega y en menor medida por Alemania.
El
viernes 24 de agosto, cuando fue demasiada la presión mediática, ordenó el
despliegue de 2 mil 500 efectivos de las Fuerzas Armadas y dos aviones cisterna
Hércules C-130 que ayudaron a controlar los incendios. El gobierno de
Brasil también aceptó la ayuda ofrecida por Chile y Ecuador, además de
coordinar con Israel el envío de 100 toneladas de material anti-incendio.
Pero
el presidente de Brasil aún necesita borrar las conexiones de los
desastres ambientales en el Amazonas con las políticas que el Estado ha
adoptado bajo su administración.
Una
breve comparación con el gobierno de Lula Da Silva ofrece una mirada a la
involución en materia de políticas ambientales que tuvo el país: mediante
políticas institucionales como la del programa Terra Legal, que regulaba el uso
de las tierras en beneficio de pequeños productores, para el año 2009, el
gobierno de Brasil había registrado la deforestación en unos 7 mil
kilómetros cuadrados en la Amazonía, un 45% menos que el año anterior.
Esta
tendencia reportada por el INPE comenzó a darse en 2004, justo cuando la región
había alcanzado un nivel de deforestación de 27 mil kilómetros cuadrados. Hoy,
la misma institución indica que en julio de este año hubo un aumento histórico
del 278% con respecto a 2018.
Con
la jugada judicial contra el progresismo brasileño y la entrada de Bolsonaro, a
quien Michel Temer ya le había abonado el terreno, se cambiaron las reglas
ambientales a favor de lobbys del agronegocio. Recordemos que la candidatura de
Bolsonaro fue apoyada por el Frente Parlamentario de Agropecuarios, un
grupo de diputados y senadores brasileños que son respaldados por empresas
agroindustriales.
Que
Bolsonaro minimice los daños de los recientes incendios es coherente con
los proyectos que el agronegocio tiene planificado en la zona. El
impulso de los cultivos con transgénicos y la minería en zonas protegidas,
mediante proyectos de ley que reducen la protección ambiental, ha sido una
política de Estado.
El
tablero geopolítico
El
reciente acuerdo firmado entre la Unión Europea y Mercosur, en su apartado
relacionado con la agricultura, le produciría mayores beneficios relativos a
Brasil en comparación con los productores nacionales que países europeos
podrían exportar al gigante suramericano.
En
este sentido, la crisis ambiental en el Amazonas ha servido para que
Francia y otras naciones vecinas amenacen con bloquear el acuerdo comercial,
muestra de ello han sido las tensiones entre los presidentes Macron y
Bolsonaro.
El
presidente brasileño, en este contexto, rechazó 20 millones de dólares
ofrecidos por el G7 para atender la crisis en el Amazonas.
Por
su parte, Donald Trump, más próximo ideológicamente a Bolsonaro, le manifestó
su respaldo ante las acusaciones que ha recibido desde todos los frentes. Con
Estados Unidos, Brasil anunció a principios de agosto que eran oficiales las
negociaciones para suscribir un tratado de libre comercio, que según el
ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, era una alianza estratégica con
Washington.
Europa
podría estar intentando frenar las alianzas unilaterales con Estados Unidos,
que toca intereses suyos en la región, mediante el chantaje con la crisis
ambiental.
Evo
Morales y las diferencias de modelo
En
el caso del Estado Plurinacional de Bolivia, el gobierno de Evo Morales ha
respondido de manera autónoma, rápida y efectiva en lo que cataloga como
un "fenómeno trinacional transfronterizo". Así lo declaró el
ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, sobre el plan para sofocar los
incendios en Santa Cruz.
Esto
significa que, siendo un evento que superó los límites nacionales y
que comparten en común Paraguay y Brasil, la responsabilidad no
es exclusiva del territorio boliviano. Por lo tanto, las acciones
para contrarrestarlo deben establecerse en un esfuerzo conjunto entre los tres
países.
Este señalamiento
es importante dado que grupos opositores al mandatario y candidato
presidencial Evo Morales, han querido responsabilizarlo por la extensión de los
incendios. La herencia golpista de Santa Cruz y su relación con los actores de
poder económicos tradicionales que buscan retornar al poder en Bolivia,
facilita la generalización de esta narrativa.
Este
relato busca desmeritar la capacidad operativa del gobierno boliviano para
atender y sofocar el fuego. En este sentido, el portal Primera Línea publicó
datos explícitos sobre los protocolos ambientales activados
interinstitucionalmente.
"Sin
la necesidad de que el país reciba ayuda internacional", asegura el portal, se redujo los focos de incendio de 11 mil 468 a 1
mil 362. Los informes también indican que el 70% del fuego se encuentra fuera
de aéreas protegidas, por lo que no implica ningún riesgo para las mismas. El
registro fue elaborado por el MMAyA y abarca la semana del 17 al 25 de agosto.
En
esos días, por instrucciones del presidente Morales, se conformó el Gabinete de
Emergencia Ambiental, se desplegaron alrededor de 4 mil voluntarios, 431
policías, 2 mil 835 militares, cinco aeronaves y 200 vehículos. Primera Línea
destaca el alquiler de la aeronave Supertanker que "fue vital para
controlar el fuego cerca a zonas de áreas protegidas como Otuquis".
A
diferencia del ostracismo del gobierno de Bolsonaro, el gobierno de
Evo ha optado por ampliar sus capacidades diplomáticas y reconducir la agenda
internacional sobre el Amazonas hacia un punto de equilibrio y
consenso, donde Bolivia asuma una posición de control de la situación como
actor bajo una premisa menos ideologizada que la de Bolsonaro.
Esta
orientación de política exterior de Bolivia a raíz de los incendios, ha
cambiado la tendencia a la transnacionalización del problema que
buscaba el gobierno brasileño.
En
resumen, el gobierno boliviano ha creado un marco regional y autónomo para la
gestión de la crisis en el Amazonas. Esto tiene que ver con aspecto estructural
que diferencia al gobierno de Bolsonaro con el de Evo: para el ex militar, el
Amazonas es una zona de extracción de recursos naturales, mientras que para el
boliviano, es una zona de equilibrio ambiental para el desarrollo sustentable
del planeta. Esa diferencia se hace patente en los enfoques y políticas para
atender los incendios.
Dando
pasos en ese sentido, se han abierto contactos con el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), actores con los que
Bolivia, mediante su cancillería, anunció que ya se estaba reuniendo, al igual
que con Chile, Argentina, Francia, Alemania, España, Rusia y Estados Unidos.
Sobre
los intentos de Venezuela de llevar la situación a instancias multilaterales,
dado el inmovilismo de Bolsonaro, Evo Morales condenó que se rechazara la propuesta
de pautar una reunión extraordinaria de la Organización del Tratado de
Cooperación Amazónica (OTCA). Esta propuesta fue realizada por Venezuela a
través del canciller Jorge Arreaza, con el objetivo de evaluar y definir
acciones conjuntas para resolver la emergencia ambiental.
La
OTCA es una alianza intergubernamental constituida por Bolivia, Brasil,
Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela, todos países amazónicos.
Tiene fijado el incentivo al desarrollo sostenible y la inclusión social de la
región.
"No
por diferencias ideológicas podemos suspender esta clase de reuniones.
Nuevamente hago un llamado a los países que conforman OTCA para una reunión de
cancilleres, qué mejor de presidentes, respetando nuestra diferencia de
carácter político (…), primero está la Amazonía, primero está la
biodiversidad", declaró el presidente Morales.
El
presidente boliviano ha preferido dejar
la campaña presidencial para abocarse completamente a los
trabajos de control del fuego en los bosques secos de la Chiquitanía. Este
martes viajó hasta la región central de la zona y se unió a los grupos de
profesionales y voluntarios que realizan las tareas de mitigar el fuego.
Morales, en compañía del ministro Juan Ramón Quintana, tomó el uniforme y las
herramientas contra incendio, se adentró a las zonas afectadas de la comunidad
de Santa Rosa y actuó personalmente.
Este
hecho simbólico da muestra de un país que está dispuesto preservar la
soberanía de sus decisiones hasta en las condiciones más adversas, como es el
caso de la crisis ambiental desatada en el Amazonas, al mismo tiempo que regula
la colaboración externa, que podrá actuar en la protección de las reservas
naturales en la medida que lo determine Bolivia.
El
modelo boliviano, expresado en este conjunto de situaciones y decisiones,
también hace evidente la naturaleza del modelo Bolsonaro: el Amazonas es un
negocio que se cotiza ardiendo.
LOS
INCENDIOS EN BOLIVIA GOLPEAN A EVO MORALES A MENOS DE DOS MESES DE LAS
ELECCIONES
La crisis
ambiental marca las aspiraciones del presidente, que busca su cuarta reelección
El País de
España (www.elpais.com)
Ni
20 días de arduo trabajo de soldados, guardabosques, bomberos y voluntarios, ni
las múltiples descargas de agua del avión bombero alquilado por el gobierno, ni
las lluvias de los últimos días han podido apagar hasta ahora los incendios
forestales en Santa Cruz, la principal región agropecuaria de Bolivia. Los
habitantes del país viven días de zozobra por los valiosos recursos que se
pierden hora tras hora, una parte de ellos de forma irreversible, mientras el
Gobierno se esfuerza para que la crisis ambiental —que estalló a menos de dos
meses de las elecciones generales— no tenga una secuela política que perjudique
las aspiraciones del presidente Evo Morales, que busca su cuarta reelección.
A
lo largo de su gestión, Morales ha sostenido que ahora, en ningún campo, el
país necesita “pedir limosna” a las potencias mundiales. Este discurso le
dificulta la aprobación de una declaratoria de “desastre nacional”, que, según
la legislación nacional, implicaría aceptar que el Estado carece de capacidad
para enfrentar la tragedia. Decenas de instituciones ambientalistas y civiles,
entre ellas la Iglesia católica, así como manifestaciones espontáneas en las
tres principales ciudades bolivianas —La Paz, Santa Cruz y Cochabamba—, le han
exigido que haga esta declaratoria. El presidente no ha rechazado y, al
contrario, ha agradecido la ayuda ofrecida por muchos países. Pero hasta ahora
se ha resistido a solicitar algún fondo o colaboración en concreto.
El
Gobierno le ha dado la máxima prioridad al asunto, creando un “gabinete de
crisis” con varios ministros, y contratando un avión bombero para regar desde
el aire las tierras incendiadas. Su labor debe enfrentar la inusual extensión
de los incendios, que ya han afectado a casi un millón de hectáreas, el 30% de
ellas de bosques; la falta de experiencia de Bolivia en este tipo de fuegos,
que en el pasado eran muy raros en los países tropicales, cubiertos en gran
parte de bosques húmedos; y, finalmente, los ataques políticos opositores, que
han logrado instalar en la opinión pública la idea de que la responsabilidad
última de lo sucedido pertenece a Morales, que en el pasado aprobó leyes y
decretos que facilitan el “chaqueo” o quema controlada para desbrozar las
parcelas.
El
chaqueo, una práctica ancestral
El
“chaqueo” es una práctica ancestral para quemar pajonales y renovar los
cultivos, aunque el supuesto efecto benefactor del hollín sobre el terreno es
cuestionado por la agricultura moderna. En el proceso de ampliación de la
frontera agrícola que vive Bolivia desde hace décadas –y que el gobierno de Evo
impulsa intensamente, por ejemplo trasladando campesinos del altiplano a las
zonas boscosas– el “chaqueo” se ha usado también para “desmontar”, es decir,
para despejar el bosque natural que crece en las regiones bajas del país. Este
sistema es el único que los campesinos tienen a mano, ha dicho el presidente
Morales: sin él, “se mueren de hambre”.
Con
esta posición, el gobierno aprobó varias normas que, primero, permiten el
“desmonte” de las zonas tradicionalmente boscosas para la agropecuaria y,
segundo, aceptan las quemas controladas, que en el pasado se hallaban
prohibidas –aunque se trataba de una prohibición formal antes que real–. Las
mencionadas normas no han producido los “chaqueos”, que siempre han sido un
hecho de la realidad, pero sí han flexibilizado la posición del Estado frente
al uso del fuego en la agricultura. Ahora diversos sectores las esgrimen como
pruebas de un “ecocidio” instrumentado por las políticas desarrollistas de
Morales. El debate incluye el rechazo de algunos cruceños a la “invasión de
campesinos collas”, es decir, provenientes del occidente del país, zona en la
que no hay bosques y, por tanto, el “chaqueo” no tiene efectos de corto plazo
(aunque sí contribuye a la producción de gases invernadero).
Pausa
ecológica en las tierras arrasadas por las llamas
No
se sabe aún si la preocupación por el ambiente ha calado en los sectores
populares que constituyen el grueso del electorado de Morales, quien ha
reaccionado prometiendo que habrá una "pausa ecológica" en las
tierras afectadas por la catástrofe. Pero sin duda han reanimado el apoyo a la
oposición política de las clases medias acomodadas, el cual había decaído en
las últimas semanas como consecuencia del convencimiento de que Morales ganaría
las elecciones venideras. Según un último sondeo, seis de cada 10 bolivianos
creen que el presidente será reelegido una vez más el próximo 20 de octubre.
Sin
embargo, esta previsión colectiva ha quedado en suspenso por obra de la crisis
ecológica, que “incendió” las redes sociales, llenándolas de vituperios contra
del oficialismo, y que el pasado domingo sacó a miles de personas, sobre todo
jóvenes, a protestar en las calles en contra de las políticas y normas
agrícolas del gobierno y demandando ayuda internacional. ¿Se quemará la
victoria electoral del Gobierno en las puertas del horno? Nadie lo sabe, pero
impedirlo es un motivo adicional para que las autoridades traten de apagar los
incendios cuanto antes.
BOLIVIA: LOS INCENDIOS
FORESTALES COMPLICAN LA CAMPAÑA DE REELECCIÓN DE EVO MORALES
El Presidente de Bolivia enfrenta críticas por la gestión de la emergencia ambiental y por el "aprovechamiento" político tras su visita a las zonas afectadas en las que colaboró como brigadista. Esto podría tener un importante impacto en la campaña cara a las elecciones del 20 de octubre en las que el Presidente en las que Morales busca su cuarto período consecutivo.
La Tercera
de Chile (www.latercera.com)
En
plena campaña electoral, el Presidente de Bolivia Evo Morales sobrevoló el
martes las zonas afectadas por los incendios forestales en el departamento de
Santa Cruz, pero su labor no quedó ahí. Vestido con el overol azul de los
brigadistas y equipado con mangueras y palas, el mandatario
boliviano trabajó en la Chiquitanía, la llanura boliviana emplazada en la
Amazonía que vive una emergencia ante el avance del
fuego. Hace al menos 25 días, la ciudad de Roboré mantiene
focos activos que han consumido más de 80.000 hectáreas y los ciudadanos culpan
a las políticas del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) por los
incendios que no logran controlar a sólo dos meses de las
elecciones generales.
“He
decidido (una) pausa ecológica en la zona de la
Chiquitanía, en lugares afectados. ¿Qué significa eso?
Prohibida la venta de tierras”. Así el mandatario boliviano explicó en plena
zona de catástrofe que la medida implicará una evaluación de la zona y la
preparación del post incendio. Ante esto, la Autoridad de Bosques y Tierras
(ABT) dispuso la suspensión de desmontes y quemas. Según el mandatario, el
incendio ha consumido más de un millón de hectáreas, de las que el 33% es
bosque y el resto pastizales.
Evo
Morales, que lleva 13 años en el poder y busca su tercera reelección
consecutiva, ha sido acusado de “ecocidio”
por diversas organizaciones ambientales que culpan a la Ley 741 emitida en 2016
y al decreto supremo 3973 aprobado en julio pasado por el mandatario boliviano,
de aumentar los incendios, ya que la normativa permite el “chaqueo”, como es
conocido en Bolivia la quema controlada de
pastizales con fines agrícolas, “una práctica ancestral”.
Según el
diario paceño Página Siete, más de 80 organizaciones sociales, especialistas y
ciudadanos han presionado para declarar desastre ambiental en la zona y recibir
ayuda internacional. Sin embargo, Evo Morales rechazó declarar emergencia nacional.
El
vicepresidente y compañero de fórmula de Evo, Álvaro García Linera, señaló que
los incendios “vienen por temporadas” y que las quemas se dan porque hay sequía
y falta de agua en zonas agrícolas. Además, García Linera sostuvo que “el país ya está declarado como zona de
emergencia”.
Impacto en campaña electoral
La
emergencia forestal se dio en plena campaña electoral de cara a las elecciones generales del 20 de octubre. Según la
agencia The Associated Press, centenares de jóvenes se han manifestado en
varias ciudades del país para exigir mayores acciones del gobierno en medio de
las críticas de la oposición boliviana, que acusa un “aprovechamiento” de la crisis por parte del oficialismo.
A pesar de
la solicitud de agrupaciones ambientalistas, el gobierno boliviano negó derogar la ley de “chaqueo”. “No
creemos que sea necesario. Las normas no son una causa directa. Estas prácticas
vienen de muchos años y lo que queremos es que haya quemas controladas”, señaló
el ministro del Medio Ambiente, Carlos Ortuño.
La polémica
se sumó a las declaraciones del jefe de Estado boliviano, que dijo no necesitar
“limosnas” de otros países, en alusión
a las ayudas internacionales para combatir los incendios. Sin embargo,
suspendió la campaña por el momento. “La respuesta ciudadana es de indignación
y mayor distanciamiento respecto de Evo Morales y el MAS. Las fotos y acciones
comunicacionales (del oficialismo) son un intento de minimizar el daño a la imagen, aprobación e intención del voto, que han
provocado los incendios y las primeras reacciones gubernamentales sobre el
ecocidio en la Amazonía”, dijo a La Tercera el analista político boliviano, Carlos Cordero.
En tanto, el
politólogo Marcelo Arequipa sostiene que “el alcance del tema mediambiental no
es tremendamente significativo como para variar las proporciones de los votos y
decir que Evo Morales va a perder, pero ciertamente afecta. Los que se
están movilizando por los incendios son casi todos los que antes se movilizaban por el tema del referéndum del
21-F.
Pero uno de los temas que llama la atención es ¿quién o quiénes de la oposición
política están capitalizando a ese votante indignado por el medioambiente?”.
La última
encuesta publicada el lunes por Ipsos para RTP, sostiene que Evo Morales alcanzaría el 31% de los votos y el
expresidente Carlos Mesa un 28% en la primera vuelta. En Bolivia, la Ley de
Régimen Electoral estipula que el candidato vence cuando logra más del 50% de
los votos o un 40% del respaldo con una diferencia de 10 puntos con el segundo
lugar. Ante este escenario, el sondeo estima que habría un balotaje en el que
el candidato de Comunidad Ciudadana (CC) vencería con el 46% de los votos al
mandatario boliviano.
A DOS MESES
DE LAS ELECCIONES, LOS INCENDIOS CONMUEVEN LA CAMPAÑA EN BOLIVIA Y GOLPEAN LA
IMAGEN DE EVO MORALES
Tras las
fuertes críticas de diversos sectores por la falta de previsión y el manejo de
la crisis, el gobierno difundió curiosas fotos del presidente en la zonas de
los incendios que despertaron nuevas críticas.
Infobae de
Argentina (www.infobae.com)
Los
monumentales incendios forestales que han quemado ya más de 1 millón de
hectáreas en la Chiquitania le han dado un giro inesperado a la recta final de la campaña electoral de Bolivia,
con Evo Morales como el receptor de un
creciente malestar que pone bajo cuestión su claro favoritismo en las encuestas.
Por primera vez en la historia de un proceso preelectoral boliviano, los tres
principales adversarios de la contienda han declarado el domingo pasado una
pausa de una semana en sus actividades proselitistas para enfocarse en el
combate de los incendios y no acrecentar las críticas de los ciudadanos a la insensibilidad y a la tardía reacción
frente al fuego que no se detiene.
Sin
embargo, la inédita tregua en la disputa de los votos ha durado poco, ya que el
martes el presidente Morales decidió
ponerse el overol de bombero, con el color azul de su partido, y tomó un
extinguidor para intentar apagar en directo y cuerpo a cuerpo en la zona del
desastre algunos de los focos de fuego. Casi una decena de fotografías de Evo
Morales, en acción contra el incendio, han sido difundidas por el ministerio de
Comunicación, en medio de duras críticas de activistas ambientales a la
iniciativa. "Esto es una ofensa a los bolivianos, pagada con el
dinero de los bolivianos. El ministerio de Comunicación es una vergüenza.
Maneja 527 millones de Bolivianos (unos 75 millones de dólares) para hacerle
campaña a Evo", posteó el activista de la plataforma ciudadana Ríos de
Pie, Federico Morón, en las redes sociales encendidas por diversos
pronunciamientos ciudadanos.
En
paralelo y a los pies de la catedral de Santa Cruz, Carlos Mesa, uno de los mayores rivales del Presidente en la campaña, ha
aparecido rodeado de varios de sus seguidores para criticar a Morales y
acusarlo de ser el culpable de lo que ha llamado el peor desastre del año.
El propio Mesa fue duramente criticado
la semana pasada por aparecer en imágenes junto a las cenizas, por quienes
consideran que hace uso electoral de la desgracia ambiental.
Oscar
Ortiz, otro de los opositores que aparece tercero en las encuestas, había
también anunciado el domingo pasado la suspensión de su campaña y puso sus
recursos a disposición de la lucha contra el fuego. Reclamó la declaratoria de
desastre nacional y que se suspenda la publicidad del Gobierno, de manera de
destinar ese presupuesto a la cruzada contra los incendios. En cambio, el que
más bien intensificó su campaña ha sido el candidato presidencial por el MNR,
Virginio Lema. "¿Para qué vamos a
parar? Más bien aumentaremos la intensidad de la campaña para sacar a todos
estos del poder. La Madre Tierra llevó al poder a Evo y la Madre Tierra lo
sacará", expresó.
La
responsabilidad política de los imparables incendios es desde hace diez días el tema número uno de la campaña y la
pregunta que ronda entre los ciudadanos y los analistas políticos es cuánto puede modificar el desastre el
escenario de las preferencias electorales, que favorecía hasta antes de la
mitad de la semana pasada al presidente de Bolivia, de acuerdo a las encuestas.
"El incendio ya es el tema central de la campaña y puede cambiar el voto.
Crea malestar contra todas las autoridades, del partido que sea. Los que lo
usen para atacar políticamente a sus rivales pueden sufrir un efecto
boomerang", opinó un asesor de políticos de la oposición, que pidió la
reserva de su identidad.
Otro
ex allegado a las campañas del presidente Morales dijo escuetamente: "Si no se gestiona bien el problema en las
próximas horas, le afectará".
La arremetida del Gobierno
En
medio de movilizaciones ciudadanas que
se realizan desde el sábado pasado en algunas de las poblaciones afectadas por
el fuego y en las calles de al menos cuatro ciudades bolivianas, con
Santa Cruz como epicentro, el
Presidente apareció el lunes para cuestionar a los ambientalistas que salen a
marchar y que luego "van a los supermercados a consumir chatarra".
Horas
antes, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, abrió la sospecha de que la llamada
"derecha" opositora a Morales provocó uno de los incendios del fin de
semana para forzar la declaratoria de desastre nacional. El propio Evo
Morales deslizó la versión de que la Policía ha encontrado galones de
combustible y llantas en una zona de los incendios, pero se ampliará más
adelante los detalles de una investigación, ya que la prioridad ahora es
combatir el fuego.
Mientras
sobrevolaba el martes pasado la Chiquitania, vestido de overol en una aeronave,
el Presidente exhortó a la unidad de los bolivianos y confirmó la contratación de un helicóptero estadounidense, la llegada de
otros dos desde Perú y el alquiler de dos unidades más para reforzar al
Supertanker que está en Bolivia desde el viernes pasado.
Morales
dijo que le ha causado dolor ver los resultados de las quemas, sobre todo en la
zona de Concepción, una de las que sobrevoló el martes. Por su lado, el
vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, también precisó que la
contratación del Supertanker bordea el millón de dólares y se paga 60 mil
dólares por día, además de 16 mil dólares por cada hora de vuelo. "No
hemos abandonado a la región. Estamos disponiendo cinco helicópteros de lucha
contra el narcotráfico y vamos a contratar tres helicópteros, uno de doble
hélice", dijo.
Mientras
Evo Morales aparecía en actividad el martes en la zona de desastre, la
presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, aparecía en los medios de
comunicación para desvirtuar las críticas a la reacción tardía del Gobierno y a
la resistencia a declarar desastre nacional. "El ingreso a las zonas del
incendio fue el 15 de julio. En febrero de este año se hizo una declaratoria de
emergencia contra los desastres naturales en el país, que está vigente. Toda
ayuda del exterior puede entrar a Bolivia, no se necesita una declaratoria para
recibirla. Tenemos en la Chiquitania el gabinete de crisis ambiental. La
evaluación es constante y diaria".
También
detalló que en este momento hay movilizadas por el Gobierno más de 4.100
personas y unas 16 aeronaves en la zona de los incendios. Las Fuerzas Armadas
han conformado tres comandos. En el primero tienen 1.821 efectivos, en el
segundo 955 y en el tercero 1.248.
Mientras
tanto, los medios han registrado roces verbales entre el ministro de Defensa,
Javier Zabaleta, y voluntarios que cuestionan la versión oficial de que parte
del fuego está controlado.
El
Gobierno asegura que este no es el mayor desastre, ya que cuando Carlos Mesa
fue Presidente ardieron 3 millones de hectáreas, en 2004, y hubo otra quema
mayor que la de ahora en 2010.
La pugna por la palabra "desastre"
Mientras
cada día hay sectores ciudadanos movilizados para que el Gobierno declare "desastre nacional", el Gobierno se resiste a tomar esa decisión.
"Esta una crisis ambiental, es una emergencia. Un desastre se declara
cuando el Estado es superado en sus recursos técnicos y económicos. El Gobierno
tiene disponibles los recursos económicos y usará los que sean necesarios.
Además, ya hay comprometido financiamiento de organismos extranjeros como la
CAF", explicó la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, quien no precisó
el monto destinado a la emergencia.
La
Gobernación de Santa Cruz exigió el sábado pasado que se declare "desastre
nacional" y en paralelo se pronunciaron diversas organizaciones ciudadanas
y los dos principales candidatos opositores.
El
martes también el Presidente de Bolivia dispuso una pausa ecológica en la zona
de los incendios para inmovilizar cualquier transacción con los predios. La
Administradora de Bosques y Tierras (ABT) también dispuso la suspensión de los
trámites de quemas y de chaqueos, la que es señalada como una de las causas del
desastre. Algunos ambientalistas celebraron este paso que lo asumieron como una
victoria propia.
Evo
Morales también dijo que el 20 o 30 por ciento de la superficie dañada es
bosque y las demás son áreas chaqueadas para la actividad agropecuaria.
El
candidato a la vicepresidencia y compañero de binomio de Carlos Mesa, Gustavo
Pedraza, responsabilizó al gobierno de Evo Morales por el desastre, ya que
"otorgó más de 2 millones de
tierras de uso forestal con fines políticos" para que sean
chaqueadas.
De
acuerdos a informes oficiales, Santa Cruz es el departamento de Bolivia más
afectado con los incendios, seguido de Beni. En el primero se quemaron hasta
ahora 1.095.672 hectáreas y en el segundo 640 mil hectáreas.
Impacto en los nuevos votantes
Para
algunos analistas, no se sabe exactamente a qué candidato puede beneficiar las
críticas a Evo Morales por la crisis ambiental. "La magnitud del incendio,
sus orígenes y consecuencias serán para el resto de la campaña electoral un
elemento central. Este nuevo eje
temático puede generar movimientos electorales en determinados segmentos como
el de los nuevos votantes, que son hipersensibles a los aspectos que se
vinculan con bosques, flora, fauna y desarrollo sostenible", opinó
el politólogo Daniel Valverde.
Entre
otras cosas, dijo que no está claro que las consecuencias del incendio
favorezcan a algún candidato. "El incendio no suma votos a Mesa de manera
automática. Él tendría que hacer cosas. Veremos", apuntó un tercer
analista político que habló con Infobae.
Por
su parte, el politólogo de la universidad René Moreno, Luis Andia, relativizó
el impacto electoral del desastre ambiental. "Probablemente la incidencia
será en dos de las regiones afectadas y quizás en el segmento mucho más joven,
que está más expuesto a los temas ambientales. Puede incluso haber un efecto
inesperado por la desinformación y la confusión en las redes sociales, ya que
los jóvenes quizás se enojen con el Estado en general, contra todos, alejándose
de la política. Terminado este conflicto el problema más cercano a la gente
volverá a ser la definición de su elección", sostuvo.
MÁS DE 1.200
ESPECIES, AMENAZADAS POR EL FUEGO EN LA AMAZONIA BOLIVIANA
El Día de
España (www.eldia.es)
Unas
1.200 especies de animales que habitan en el bosque seco chiquitano de la
Amazonia de Bolivia se han visto amenazadas por los incendios en esa zona en el
este del país, donde el fuego ha consumido miles de hectáreas de bosques y
pastizales, dejando además a la fauna a merced de los cazadores. En una
entrevista con Efe, el director técnico de la Fundación para la Conservación
del Bosque Chiquitano, Julio César Salinas, explicó la importancia de esta zona
de transición entre el Chaco y la Amazonia que alberga distintos ecosistemas y
una vasta biodiversidad.
Según
datos de esa fundación boliviana, existen más de 1.200 especies que conviven en
ese bosque, situado en la oriental Santa Cruz, que se cree que ya ha perdido 40
millones de árboles a causa del incendio. Se estima que el bosque chiquitano es
el hogar de 50 tipos de anfibios, 78 distintos reptiles, 700 aves, 124
mamíferos y 300 clases de peces, además de varias especies endémicas del país,
de acuerdo a los datos de esa fundación, que lleva trabajando más de 20 años en
la conservación de ese lugar.
Entre
las especies que alberga este bosque está el emblemático jaguar, el felino más
grande de América que, además de ser amenazado por el fuego, también está en
constante peligro por los cazadores furtivos que desean su piel y colmillos
para venderlos en mercados ilegales, cuenta Salinas. También hay poblaciones de
Aguará Guazu o lobos de crin y osos hormigueros que son especies vulnerables,
además de una diversidad de parabas, tapires, pumas, venados, roedores grandes
como las capibaras y otros más pequeños como el jochi, entre otros, destaca. El
bosque chiquitano, que era considerado como el mejor conservado de su tipo en
Suramérica, cuenta con varios tipos de árboles como el tajibo, el cedro, el
roble, el curupau, entre otros, y se tarda por lo menos 30 años en recuperar un
solo ejemplar. A juicio del experto, cada árbol "es un universo
entero" que se vuelve el hogar de muchas aves que anidan en sus frondosas
copas, roedores que hacen pequeñas madrigueras e incluso alberga microorganismos,
y todo esto es afectado por el fuego. Esta semana se difundieron en las redes
sociales vídeos de animales escapando del incendio o de varias bandadas que se
guarecían en árboles de las comunidades aledañas.
"Entre
el fuego y el miedo que le pueden tener a los humanos, muchos animales
prefieren ese miedo porque por lo menos tienen más posibilidades de
vivir", remarca Salinas. Otros animales huyen "monte adentro" y
muchas veces se encuentran con otros incendios y mueren, añade el experto
boliviano. Una amenaza latente para todos estos animales "aturdidos"
y asustados son los cazadores que aprovechan estas tragedias para matarlos, ha
alertad Salinas.
Los
incendios están afectando a todos los países sudamericanos que se reparten la
superficie de la Amazonia. De ahí que los presidentes de Brasil, Jair
Bolsonaro, y Chile, Sebastián Piñera, estén organizando una cita de líderes
amazónicos, sin Venezuela, para debatir medidas conjuntas de combate y
prevención a los incendios desatados en ese pulmón vegetal del mundo. La
convocatoria de esa reunión, prevista en principio para el 6 de septiembre
próximo, fue analizada ayer por Bolsonaro y Piñera, quien hizo una escala en
Brasilia a su regreso de la Cumbre del G7, celebrada en Francia y a la que
asistió como invitado.
En
una breve rueda de prensa junto a Piñera, Bolsonaro aclaró que para esa cita,
que se realizaría en la ciudad colombiana de Leticia, situada en los límites de
ese país con Brasil y Perú, se aspira a reunir a todos los presidentes de la
región amazónica, "excepto al de Venezuela", Nicolás Maduro. El
gobernante venezolano no es reconocido como tal por la gran mayoría de los
países amazónicos, que salvo Bolivia consideran como presidente legítimo e
interino de ese país al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
Los
cerca de 7 millones de kilómetros cuadrados de la Amazonia son compartidos por
Brasil (que posee casi el 70 %), Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador,
Guyana, Surinam y la Guyana Francesa, territorio de ultramar de ese país europeo.
Sin embargo, además de Maduro, ha quedado claro que tampoco será invitado el
presidente francés, Emmanuel Macron, en su condición de jefe de Estado de esa
porción amazónica bajo control francés.
JÓVENES DE
JUJUY Y SALTA PIDEN AYUDA PARA LOS BOMBEROS DE BOLIVIA
Conformaron
un grupo que se llama Proyecto Amazonas, tienen comunicación directa con
brigadistas y cuentan que lo que está pasando es “aterrador”. Piden elementos
para auxiliar tanto a animales rescatados y también para los bomberos.
Jujuy al
Momento de Argentina (www.jujuyalmomento.com)
En
Bolivia, más de un millón de hectáreas han sido consumidas por los incendios en
la región de La Chiquitanía. El Bosque Seco Chiquitano es un complejo de
biodiversidad endémico donde está la Reserva Natural Tucavaca donde existen 554
especies de animales y más de 55 plantas endémicas.
Tras
tomar conciencia de los graves daños en esa región, jóvenes jujeños y salteños
se unieron en el denominado "Proyecto
Amazonas", con el objetivo de enviar ayuda para los brigadistas que
se encuentran combatiendo el fuego.
"La
movida inicia por unas chicas de Salta que conocieron a la Chiquitanía y se
quedaron maravilladas con el espectáculo de la naturaleza. Al ver que estaba
pasando todo esto decidieron activarse para ayudar desde aquí", contó
Antonella Isuregui, una de las integrantes de Proyecto Amazonas, en diálogo con
Radio 2.
La recolección de donaciones se hará este miércoles,
jueves y viernes en la Feria de emprendedores de la Plaza Ricardo Vilca,
ubicada sobre calle Alvear, al lado del Teatro Mitre y también en forma
permanente en Pueyrredón 799, barrio Luján.
"Esto
es para que puedan salvar a animales a toda hora, los bomberos están trabajando
a cada hora. Realmente es aterrador y muy triste lo que está pasando, el fuego
ya está llegando al chaco paraguayo y al chaco cruceño, es algo que no se puede
contener".
Antonela
Isuregui señaló que les envían videos que son subidos al instagram
Proyecto.Amazonas para mostrar la gravedad de lo que está ocurriendo y la gente
se sume a colaborar.
"Hay
animales con todo tipo de quemaduras. Al ver las personas se asustan y algunos
que se vuelven al fuego. Pedimos colaboración para los animales, hay
veterinarios pero no tienen lo que es esencial", concluyó.
Para los bomberos requieren: mochilas de
agua, guantes para fuego, barbijo, colirio y linternas. Para los animales solicitan: algodón, agua oxigenada, cremas para
quemaduras, curabichera, yodo, entre otros elementos de primeros auxilios.
'SOY
BOLIVIANA Y HOY LAS CENIZAS CUBREN EL VERDE QUE ME VIO NACER': LA DISEÑADORA DE
WEISE ATELIER HABLA SOBRE EL AMAZONAS
La
diseñadora abre su corazón en esta carta que muestra lo que está pasando en la
Amazonia y se la dedica al mundo.
Revista
Vogue de México (www.vogue.mx)
Tenemos que hablar de los incendios de Bolivia. Tenemos que
hablar de frente y con sinceridad:
Cenizas
cubren el verde que me vio nacer. Soy
boliviana, del departamento de Santa Cruz, donde hace más de 40 días los
incendios destruyen nuestra Amazonía (y otros parques nacionales).
Bolivia es madre de una porción del pulmón del mundo, y hoy por la negligencia
humana nos falta el aire.
El
fuego sigue avanzando y ya devoró más de un millón de hectáreas de nuestros
bosques tropicales. Estamos atravesando una crisis jamás pensada. Son momentos
de desesperación, todos hablan, todo se confunde, todo se politiza, pero el
objetivo es claro: frenar los incendios
lo antes posible.
No
me puedo sentar a trabajar, estoy inquieta. No puedo dejar de mirar el
teléfono, entrar a las redes sociales, ver que está pasando, pensar en cómo
ayudar... pedir ayuda. Las imágenes son desgarradoras y no frenan. Los bosques
se convertidos en desiertos, animales calcinados, familias evacuadas, bomberos
y civiles arriesgando sus vidas, políticos inculpándose entre ellos.
Nuestras
manos no son suficientes. No estamos preparados. La ayuda internacional está
esperando a que abramos nuestras fronteras.
Como
bolivianos solo nos queda ejercer presión comunicando al mundo la gravedad de
lo que está sucediendo. Somos lo ciudadanos los que estamos aquí viendo de
frente este momento. Sin ayuda internacional no podemos contener el fuego a
tiempo.
Al
mismo tiempo, el sentimiento de comunidad y la solidaridad se siente a flor de
piel, dejando en evidencia a los que persiguen sus propios intereses y
ambiciones, sin pensar en un futuro.
Nuestra Amazonia, Chiquitania, Pantanal y Chaco
–conocidos por pocos– encierran en sus bosques mitos y leyendas de culturas
originarias con una cosmovisión enteramente basada en su naturaleza. Hoy no
sabemos cuánto quedará y cómo le contaremos a nuestros hijos acerca del verde
que envuelve estas historias. Pasarán muchos años antes que alguien pueda
volver a ver y respirar lo que para nosotros era un orgullo y parte de nuestra
identidad.
Hoy
estos paisajes piden a gritos ayuda. Se consumen con rapidez y no podemos hacer
nada. Son 5 los parques nacionales que arden. La realidad nos golpea, estamos
destruyendo nuestra fuente de vida.
LAS
POLÉMICAS IMÁGENES DE EVO MORALES VESTIDO DE BOMBERO EN LOS INCENDIOS DE LA
AMAZONIA
El Mundo de
España (www.elmundo.es)
Las
imágenes del presidente de Bolivia,
Evo Morales, vestido con un traje anti incendios y sofocando
brotes de fuego en el este del país han generado polémica entre las
autoridades, que defienden que no hubo mala intención en esa acción, y sus
detractores, que ven una motivación electoral en el gesto.
Morales
llegó el martes en helicóptero hasta la comunidad de Santa Rosa, en la región oriental de Santa Cruz, donde se registran los incendios, junto a sus
ministros de la Presidencia, Juan Ramón
Quintana, y de Defensa, Javier
Zavaleta.
Vestido
con un mono azul y con una mochila anti incendios, el gobernante lanzó chorros
de agua en algunos lugares donde brotaba el humo y luego aseguró a los
periodistas que pudo apagar "cuatro puntos de foco de incendio",
según imágenes difundidas por la Presidencia boliviana.
El
gobernante también compartió en Facebook
tres fotografías suyas con el mensaje: "Estamos movilizados junto a
ministros y periodistas en Santa Rosa, en plena serranía chiquitana. Ingresamos
a la zona donde los brigadistas, bomberos y voluntarios luchan contra el
fuego".
La
polémica fue inmediata en las redes sociales, en las que sus seguidores le
felicitaron y alabaron por llegar a trabajar hasta los lugares afectados por el
fuego. Otros internautas cuestionaron si era parte de la campaña hacia las elecciones generales del próximo
octubre, en las que Morales aspira a un cuarto mandato hasta 2025.
"Al
estilo Power Ranger"
El
ex presidente y candidato opositor Carlos
Mesa escribió este miércoles en Twitter
que "ojalá" que los "shows mediáticos" de
Morales "valieran para salvar todo lo que Bolivia ha perdido en la mayor
catástrofe ecológica de la Chiquitania". Según Mesa, la pausa ecológica
dispuesta en la víspera por el gobernante para las zonas afectadas es como
ponerle una "curita" o banda adhesiva "a una herida enorme de
consecuencias incalculables".
La
senadora Jeanine Añez, de la
alianza opositora Unidad Demócrata,
dijo a los medios que es una "vergüenza que en una desgracia quieran
aprovecharse y hacer política de ello". "Él, al estilo Power Ranger, está yendo a que le tomen una foto, es una
falta de respeto al dolor ajeno para todos los bolivianos. Lo único que ha
sacado el presidente Morales es que toda Bolivia lo esté criticando",
sostuvo Añez.
El
ministro Zavaleta defendió este
miércoles que vieron el foco de incendio desde el helicóptero y decidieron
bajar porque justamente estaban llevando equipo para entregar a una brigada de
soldados "para reforzar" su trabajo. Según Zavaleta, "hay una
campaña horrible en redes sociales y algunos medios de comunicación irresponsables"
a los que acusó de generar una pelea entre la gente que está "trabajando
en el lugar".
Según
las autoridades nacionales, los
incendios han afectado unas 700.000 hectáreas en la Chiquitania, una zona de transición
entre la Amazonía y el Chaco, aunque la Gobernación de Santa Cruz menciona que
la superficie afectada supera el millón de hectáreas.
“EL AMAZONAS
SE QUEMA PORQUE NECESITAMOS CONSUMIR PROTEÍNAS EN FORMA DE FILETES”
Entrevista
con Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace
La Razón de
España (www.larazon.es)
En
los últimos días, todo el globo ha sentido la emergencia que se cernía sobre
“el pulmón del planeta”. Se han hecho populares las especulaciones sobre cuáles
son las causas del pico de incendios en el Amazonas, sobre si las informaciones
eran solamente una campaña política contra el presidente brasileño; o si no se
hablaba de otros incendios porque en esas zonas no gobernaba “el enemigo
público número uno”(Bolsonaro). Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de
Bosques de Greenpeace, explica qué significa la destrucción de la selva
amazónica, cuáles son las causas del repunte de incendios y qué podemos hacer,
como ciudadanos, para atajar el problema.
¿Por
qué tiene tanta importancia la Amazonía para el medio ambiente?
La
cuenca del Amazonas es la principal región de bosque tropical del mundo, es el
ecosistema más complejo y con la mayor biodiversidad; posee la mayor variedad
de especies vegetales, de insectos, hongos, animales, bacterias (...) Además,
también hay que tener en cuenta la riqueza cultural de la zona, donde habitan
varias tribus indígenas. También son muy importantes desde el punto de vista de
los recursos genéticos, hasta el punto de que las empresas farmacéuticas buscan
en estas zonas muchos principios activos que pueden tener aplicaciones médicas
y buscan los conocimientos médicos ancestrales de los pueblos indígenas. Pero
quizás lo más importante es que, junto con los océanos, los bosques tropicales
son los grandes reguladores del clima. Generan dinámicas de vientos y de
circulación atmosférica que permiten que el clima funcione de la forma en la
que lo conocemos: una de las aportaciones más importantes de la Amazonía es que
el agua que se evapora en la selva tropical, forma las nubes y las corrientes
de vapor de agua que se desplazan por todo el cono sur americano, y que luego
cae en forma de lluvia, regando los cultivos y permitiendo el abastecimiento de
agua potable a millones de personas. Los incendios en la cuenca del Amazonas
emiten gases de efecto invernadero. Y si aumentan estos gases, el clima se hace
cada vez más seco; y con ello, la selva también se seca, por lo que es más
fácil que se produzcan incendios. Esencialmente es un circulo vicioso: mayor
cambio climático genera mayores incendios.
¿Cuál
es el área afectada?
La
cuenca del Amazonas abarca varios países, entre ellos Venezuela, Colombia,
Perú, Ecuador, Bolivia (...) y evidentemente, Brasil. Solo en la Amazonía
brasileña cabe todo el continente europeo, desde el Estrecho de Gibraltar hasta
los Urales en Rusia. La cuenca Amazónica contiene el 20% de agua dulce del
planeta, lo que la hace sumamente importante para el cambio climático.
¿Qué
es lo que ha provocado este repunte en los incendios? ¿tiene que ver con la
política desreguladora de Bolsonaro?
Sin
duda. Si bien la deforestación es un problema endémico entre los países de la
zona, Bolsonaro ha empleado un discurso político destinado a desmantelar todo
el aparato legal y todas las instituciones que tienen como objetivo la defensa
del medio ambiente. Mandó mensajes defendiendo que había demasiadas zonas
protegidas, y que los pueblos indígenas tenían demasiados derechos, lo que
terminaba por entorpecer la agricultura y la ganadería del país: El IBAMA
(Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables)
ha sido apartado del organigrama de Gobierno; la Fundación Nacional Indígena
(Funai) ha recibido recortes; y el Instituto de Investigaciones Espaciales
(INPE) -un organismo de alta tecnología con varios satélites en órbita- ha
visto cómo Bolsonaro despedía a su director porque los datos mostraban un
incremento en la deforestación de la región.
¿Qué
medidas pueden acabar con los incendios y con la deforestación?
En
Brasil hay una legislación en vigor que no permite un avance de este tipo de la
frontera agrícola y que solo permite convertir la selva en territorio agrícola
en un porcentaje limitado. Para transformar la selva hacen falta permisos. Y en
caso de incumplimiento se deben poner multas, debe actuar la Policía Federal y
las instituciones. Lo que hace falta es que se restituya el Estado de Derecho y
que Bolsonaro deje de enviar mensajes de que se puede hacer lo que se quiera.
La Comunidad internacional también le está exigiendo a Bolsonaro cumplir con el
acuerdo de París como condición para mantener en vigencia el Mercosur. Cree que
puede actuar por sí solo, y no entiende que vive en un entorno global: si
quiere firmar acuerdos comerciales, tiene que cumplir con unas reglas. Por lo
que tiene que realizar un giro político hacia la realidad institucional,
abandonando el populismo, y sobre todo, convencerse de que el enemigo no son
las oenegés.
Hemos
visto que hay muchos más focos de incendios en otros lugares, como en Angola o
en República Democrática del Congo, ¿estos incendios son menos importantes que
los de la Cuenca del Amazonas?
En
África podemos encontrar muchos focos, pero en cada latitud hay que ver qué es
lo que está ardiendo, y cuáles son las causas; porque no tienen las mismas
consecuencias para el medio ambiente. Los incendios de estas zonas tienen que
ver más con la quema de zonas agrícolas porque se quema el pasto para eliminar
los rastrojos, cómo han hecho históricamente los agricultores una vez ha
terminado la recogida de los cultivos. Es un fuego que avanza muy rápido, pero
que no tiene los mismos efectos que tiene la quema de la selva amazónica en
cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, destrucción de
biodiversidad, en términos de consumo de carbono (...) No es lo mismo quemar un
cuadro que he pintado yo, que quemar el museo del Prado.
¿Hay
algo que pueda hacer la comunidad Internacional para solventar el incremento de
estos incendios (los de todo el globo)?
Claro.
Es necesario que la deforestación y el fuego se conviertan en un problema de
índole mundial. Son necesarias medidas como el del Fondo Amazónico, que estaba
destinado a proyectos a largo plazo en el Amazonas, a políticas de conservación
y protección, a la generación de modelos de desarrollo sostenible (...). Aunque
países como Angola o República Democrática del Congo necesitarían mucho más que
Brasil, los esfuerzos económicos de la Comunidad Internacional. Estos fondos se
podrían utilizar para ayudar a capacitar a la gente, para monitorear el fuego,
buscar alternativas para eliminar los rastrojos de los cultivos, (...) Hay un
informe que lanzó Naciones Unidas a principios del mes de agosto (informe
suelos y cambio climático), que habla de una cosa muy importante: si queremos
acabar con la deforestación, debemos cambiar nuestra dieta, porque existe una
relación directa entre nuestra forma de vivir el consumo de carne, y el cultivo
de soja en las zonas que se están quemando: Brasil es uno de los grandes
exportadores de la soja que va destinada a alimentar la ganadería intensiva en España,
que es el principal productor de piensos con soja: nuestras vacas, nuestros
cerdos, nuestras ovejas y nuestros pollos comen soja que procede de las zonas
donde se deforesta y se quema. Se quema la selva porque nosotros necesitamos
consumir proteínas en forma de filetes, de chuletas, de hamburguesas, (...)
DETIENEN
PRESUNTO CARGAMENTO TRANSNACIONAL DE COCAÍNA
Un
cargamento de cocaína comprado en Bolivia, pero que pasó por Brasil y debía
atravesar todo Paraguay y debía llegar a Uruguay fue capturado por la Policía
de nuestro país en la noche de este miércoles.
ABC de
Paraguay (www.abc.com.py)
Un
equipo de ABC TV venía monitoreando el desplazamiento del alijo de droga desde
que salió ayer del lugar donde fue adquirido, en Santa Cruz de la Sierra,
Bolivia, hasta que anoche hizo una escala en Corumbá, Brasil.
La
cocaína ingresó en la mañana de este miércoles a Paraguay, a través de la
ciudad de Pedro Juan Caballero, desde donde bajó por la Ruta 5 hasta Yby Yaú y
luego tomó la Ruta 3 hasta el cruce conocido como Calle 6.000, en el municipio
de Guayaibí.
Luego
de agotadores 1.700 kilómetros de recorrido, el traficante que traía la
“encomienda” alcanzó esta noche la ciudad de Caaguazú, en su trayecto hacia
Ciudad del Este.
Su
plan era descansar y mañana a la mañana llegar al cruce entre las Rutas 2 y 6,
para tomar esta última carretera hacia la ciudad de Encarnación, cruzar a
Posadas, Argentina, y emprender el último tramo hacia su destino final,
Montevideo, Uruguay.
Sin
embargo, esta noche a las 23:00 el vehículo Vokswagen Vento fue interceptado
por policías de Interpol que aprovecharon que el rodado fue demorado en un
puesto de control en el kilómetro 243, frente a la comisaría de José Domingo
Ocampos, departamento de Caaguazú. El conductor, César Dari González Figueira,
de 40 años, de nacionalidad uruguaya.
Ante
las consultas del equipo de ABC TV, González Figueira negó transportar droga y
afirmó que se encuentra residiendo en Ciudad del Este.
No comments:
Post a Comment