“Cuando hablamos de la vía oceánica,
desde el océano Atlántico al océano Pacífico estamos hablando de la frontera de
Brasil con la frontera con Perú, (que es) de prioridad”, afirmó Evo Morales.
El presidente de Bolivia, Evo
Morales, inauguró este domingo el inicio de obras de uno de los tramos de la
carretera que conectará Bolivia con Ilo, en Perú, y planteó a su colega Ollanta
Humala y al Congreso de su país acelerar acuerdos para afianzar el rol de los
puertos peruanos como puertas de acceso al Pacífico desde el Atlántico. En esa
línea señaló que es de interés geopolítico la vía hacia Ilo y envió una misión
a Lima para acelerar tareas hacia el objetivo trazado.
Morales, junto al ministro de Obras
Públicas, Wladimir Sánchez, al gobernador César Cocarico, entre otras
autoridades, participó de la inauguración de obras del tramo carretero
Chama-Nazacara, parte de la carretera que unirá a La Paz con Hito IV y desde
ahí hasta el puerto peruano de Ilo, donde Bolivia tiene facilidades portuarias.
También comprometió recursos para Nazacara-HitoIV (109 kilómetros).
“Cuando hablamos de la vía oceánica,
desde el océano Atlántico al océano Pacífico estamos hablando de la frontera de
Brasil con la frontera con Perú, (que es) de prioridad”, señaló en el acto transmitido
por los medios de comunicación estatales desde la zona de inauguración de la
obra vial situada a cinco kilómetros de Viacha, ciudad intermedia vecina de El
Alto.
Está pendiente de inauguración la
vía Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, hacia la Santa Cruz, que es parte
de la carretera Atlántico-Pacífico. Paralelamente está en proyecto la
construcción de la doble vía Santa Cruz-Cochabamba, que es otro de los
eslabones del corredor que desembocará en La Paz y desde ahí hacia puertos
peruanos.
“Lo que falta es de La Paz hacia
Ilo, estamos con esa tarea por razones geopolíticas hemos decidido acelerar y
priorizar rápidamente la construcción de este camino hacia Ilo, que pasa por
Nazacara-Hito IV”, explicó el presidente, quien pidió a su colega peruano
sellar un acuerdo que permita también en territorio peruano acelerar obras en
la vía que enlace esta carretera.
“Humala dijo que vamos a priorizar
la construcción de camino del lado peruano hacia el Hito IV (136 kilómetros).
Pronto vamos a comunicarnos con el hermano Ollanta y voy a proponen que cuando
ellos tengan estudio a diseño final hasta el Hito IV, estoy pensando…porque no
juntarnos y firmar la construcción del camino hacia el Perú o hacia Bolivia”,
señaló.
La administración boliviana decidió
priorizar esta alternativa de salida al Pacífico ante el diferendo que mantiene
con Chile y que será llevado ante el Tribunal de La Haya. Chile invadió y
desató una guerra en 1879 que acabó dejando sin salida soberana al mar a
Bolivia. “Por problema que tenemos con gobierno, con oligarquías chilenas,
nuestra obligación integrarnos con Perú por el Hito IV”, insistió.
El canciller David Choquehuanca
iniciará este lunes una misión oficial en Lima que tiene el objetivo de
concretar reuniones con el presidente Humala y autoridades del congreso peruano
para agilizar la concreción de acuerdos bilaterales, como el Protocolo
Complementario al acuerdo de Ilo en debate en el legislativo peruano.
La Paz y Lima firmaron en octubre de
2012 una adenda al Acuerdo Complementario firmado en 2010 por el presidente
peruano de entonces Alan García y Morales al pacto de Ilo de 1992. La adenda
respondió a resolver observaciones del Legislativo peruano al acuerdo de Ilo de
2010 y que, básicamente estaban referidas a la presencia de la Armada Boliviana
en suelo peruano, a través de un Anexo de la Escuela Naval.
“Choquehuanca, la próxima semana
(irá) a Perú hacer negociaciones con el Presidente, Canciller, con el Congreso,
decir a hermanos congresistas de Perú estos acuerdos bilaterales que tenemos
sobre Ilo e integración que aprueben rápidamente”, explicó.
LA
FRONTERA ENTRE BRASIL Y BOLIVIA, LA MÁS CALIENTE DE LA RUTA BIOCEÁNICA
Swiss
info de Suiza (www.swissinfo.ch/spa)
El tren que va desde la polvorienta
localidad boliviana de Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, hacia Santa
Cruz, la capital económica de Bolivia, parte cada vez con menos pasajeros.
La ruta bioceánica que une el
Atlántico con el Pacífico, y conecta a Brasil, Bolivia, Perú y Chile a través
de 3.450 km asfaltados, redujo sensiblemente el tiempo de viaje por carretera y
se ha convertido en una opción ventajosa. Pero una frontera acechada por el
narcotráfico, el soborno, el contrabando de autos y mercancías, además del
flujo de mano de obra ilegal, avisa que aquí no todo es progreso.
Con 3.400 km de frontera compartida,
Brasil y Bolivia, el país más rico y el más pobre de Sudamérica,
respectivamente, confluyen en varios puntos, pero quizá ninguno tan activo y
con tan nítidos contrastes y problemas como el que une a la boliviana Puerto
Suárez con la ciudad brasileña Corumbá, en Mato Grosso do Sul, a 1.400 km de
Brasilia.
Por aquí circulan a diario camiones
cargados de mercancías y habitantes de ambos lados de la frontera, muchos en
busca de un trabajo o de un descuido de la policía para ingresar droga
escondida en la ropa, en maletas con doble fondo e inclusive en los genitales.
El año pasado fueron decomisados en
este punto fronterizo 980 kilos de cocaína. Según la ONU, Bolivia es el tercer
productor mundial de cocaína, y Brasil su principal destino.
"Pero en los últimos meses las
aprehensiones de droga cayeron drásticamente. Este año no van ni 50 kilos. Algo
está cambiando: o la ruta o el medio de transporte" de los
estupefacientes, afirma a la AFP Alexandre do Nascimento, delegado de la
policía federal en Corumbá.
Apenas despunta el día y ya asoma
una fila de personas que serpentea el puesto de migración brasileña bajo un
aguacero inclemente.
Juan Quispe, de 25 años, y su
esposa, Gabriela, de 22, junto a sus dos bebés, están de regreso a Bolivia
después de dos años sin visitar su país. Quispe cuenta a la AFP que por cinco
años trabajó ilegalmente en Sao Paulo en una fábrica de ropa, pero que logró
regularizar su situación después del nacimiento de su primera hija, en Brasil,
no sin antes pagar una multa.
Como él, la mayoría en la fila son
bolivianos, que al igual que los brasileños no requieren de visa para moverse
como turistas entre los dos países. La policía brasileña calcula que hasta
febrero unos 300 bolivianos cruzaron a diario la frontera. Casi ninguno quiere
hablar de sus planes mientras espera su turno.
Agentes federales brasileños, detrás
de un cristal, interrogan, sellan formularios de ingreso y buscan gestos
delatores.
"La mayoría dice que son turistas, pero muchos entran para irse a trabajar a Sao Paulo, donde se sabe que son sometidos por los propios bolivianos que migraron o por brasileños, en condiciones casi de esclavitud", afirma un oficial de la policía federal bajo reserva.
"La mayoría dice que son turistas, pero muchos entran para irse a trabajar a Sao Paulo, donde se sabe que son sometidos por los propios bolivianos que migraron o por brasileños, en condiciones casi de esclavitud", afirma un oficial de la policía federal bajo reserva.
En la noche otros agentes, apoyados
por perros adiestrados y un cuerpo élite, buscan droga en los autobuses de
pasajeros. Son casi 70 efectivos patrullando a diario por tierra y por las
aguas del río Paraguay.
Pero el narcotráfico y el intenso flujo de bolivianos queriendo pasar por turistas no son las únicas preocupaciones. "Le voy a decir una diferencia entre los dos lados, el brasileño y el boliviano", avisa Rubén Galvis, un camionero boliviano de 27 años que desde hace dos recorre el trayecto entre Corumbá y Santa Cruz llevando mercancía de todo tipo.
Pero el narcotráfico y el intenso flujo de bolivianos queriendo pasar por turistas no son las únicas preocupaciones. "Le voy a decir una diferencia entre los dos lados, el brasileño y el boliviano", avisa Rubén Galvis, un camionero boliviano de 27 años que desde hace dos recorre el trayecto entre Corumbá y Santa Cruz llevando mercancía de todo tipo.
"En Brasil la policía se acerca
con la libreta de multas en mano. En Bolivia se le acerca sin nada... No quiere
controlar, sino que le des dinero para dejarte seguir", afirma a la AFP.
La queja es unánime entre los
choferes bolivianos y brasileños que se juntan en la aduana de Corumbá para
esperar, en promedio 12 horas, que su carga sea liberada.
Las historias en portugués y español
en este lugar son comunes: del lado brasileño la ley es una regla, del
boliviano, una excepción.
"En Brasil nos está permitido
manejar descalzos, pero cuando intento explicar eso al policía boliviano él
sólo hace el gesto para que le dé dinero porque si no, no me deja seguir",
señala Paulo Assís, de 48 años y transportador brasileño de derivados del petróleo.
El tema ya es preocupación entre
autoridades de ambos lados.
"No debemos generalizar, pero
ya me llegaron esos reclamos: que allá las personas no son tratadas ni
abordadas de la forma más correcta, dentro de la ley", admite a la AFP el
alcalde de Corumbá, Paulo Duarte.
Con 105.000 habitantes, el 20% de ellos de origen boliviano, Corumbá es la puerta de entrada hacia el oriente de Bolivia. A 15 km, del lado boliviano, está Puerto Suárez, una localidad de 26.000 habitantes.
Con 105.000 habitantes, el 20% de ellos de origen boliviano, Corumbá es la puerta de entrada hacia el oriente de Bolivia. A 15 km, del lado boliviano, está Puerto Suárez, una localidad de 26.000 habitantes.
Por ambas ciudades cruza el corredor
bioceánico que une el Pacífico con el Atlántico -desde el puerto de Santos en
Brasil hasta los puertos de Arica e Iquique, en Chile, y de Matarani e Ilo, en
Perú.
La ruta, que espera su inauguración
oficial tras completar su trazado por Bolivia a finales de 2012, es vista como
la mejor alternativa para el comercio de materias primas brasileñas hacia
China, y para el intercambio entre los países involucrados.
Ya en funcionamiento, la ruta
recortó significativamente el recorrido desde Corumbá hasta Santa Cruz, pasando
por Puerto Suárez.
Antes el viaje por tierra, a través
de una carretera despejada, podía tardar hasta dos días. El tren desde Puerto
Suárez era la alternativa más rápida: 12 horas de trayecto.
"Ahora en vehículo, por la ruta
bioceánica, tarda siete horas. El tren de pasajeros ya no se llena ni el 50%,
con el tiempo desaparecerá", dijo a la AFP Juan Alberto Jordán,
subgobernador de la provincia boliviana de Germán Busch, en cuya jurisdicción
está Puerto Suárez.
Antes de que entrara en funcionamiento
la ruta, Puerto Suárez era parada obligatoria de camioneros. Ahora casi ninguno
se detiene, la bioceánica los lleva de largo. La ciudad parece quedar rezagada,
y sus calles despejadas, polvorientas, parecen dar fe de ello.
No obstante, siguen vivas las
apuestas por un aumento del comercio y el turismo en una localidad que ha
vivido siempre de la agricultura, la actividad económicamente informal, y que
también espera que pronto sean explotadas unas reservas de hierro cercanas.
Pero el subgobernador Jordán
advierte que sin controles, la ruta bioceánica "se puede convertir en una
ruta del delito".
"No se puede condenar al
aislamiento a una región por el miedo de que va a aumentar el tráfico ilegal.
Si no, no habría inversiones. No me preocupan los efectos negativos. Eso se
resuelve con más inversión en la frontera", replica el alcalde de Corumbá.
VE
LA LUZ EN BOLIVIA LA EDICIÓN COMPLETA DE LA "HISTORIA DE POTOSÍ" DE
ARZÁNS
Finanzas
Com. de España (www.finanzas.com/noticias)
La monumental "Historia de la
Villa Imperial de Potosí", escrita en el siglo XVIII por Bartolomé Arzáns
Orsúa y Vela, ha sido publicada en su totalidad por primera vez en Bolivia, que
considera esta obra como el origen de su narrativa.
Se trata de una reproducción
facsimilar de la edición en tres tomos hecha hace casi medio siglo, en 1965,
por la universidad estadounidense de Brown, que fue agotada en Europa y EE.UU.,
y de cuyos 2.000 ejemplares a Bolivia llegaron menos de diez.
Esa edición norteamericana, que
estuvo a cargo del estadounidense Lewis Hanke y el boliviano Gunnar Mendoza,
era hasta ahora la única de esa importante obra y fue hecha en base a un
manuscrito que donó a Brown el militar George E. Church, que lo compró en París
en 1905.
Pese a que la "Historia de la
Villa Imperial" es un libro clave sobre la grandeza de Potosí, cuya plata
financió a España y a sus colonias en América e impulsó el comercio mundial de
la época, en Bolivia sólo se disponían de antologías y fragmentos de sus
relatos.
El vacío ha sido llenado ahora con
el medio millar de ejemplares editados en Bolivia gracias a un acuerdo de la
editorial boliviana Plural, la Fundación del Banco Central y el museo Casa de
la Moneda de Potosí con la universidad de Brown, de Rhode Island.
La edición en tres tomos, que
contiene cerca de 2.000 páginas, ha sido presentada recientemente en las
ciudades de Potosí y Sucre y luego se hará en La Paz, donde ya se vende en 130
dólares.
El director editorial de Plural,
Mauricio Souza, dijo a Efe que la edición de Hanke y Mendoza está muy bien
hecha y en ella no había nada que mejorar, por lo que se decidió hacer la copia
facsimilar, con lo cual también se rinde un homenaje a esos dos investigadores.
Arzáns (1676-1736) dedicó los
últimos treinta años de su vida a escribir los 1.500 folios con un millón de
palabras de esta obra que describe su Potosí, una de las ciudades coloniales
más importantes y pobladas del mundo, apuntalada por las grandes minas del
Cerro Rico.
Según destaca Souza, la obra está
incorporada plenamente en la historia cultural de Bolivia, pero ha resultado
ser más importante para los literatos que para los historiadores puesto que sus
relatos están considerados como fundacionales en la literatura boliviana.
"Arzáns es más un autor
literario que un historiador. Se inventa fuentes, se inventa autores que no
existen y en eso es totalmente borgiano, es un posmoderno de su época. Juega
con sus textos y en eso radica su interés mayor, es una gran narrador",
sostuvo.
Y es que Arzáns, pese a prometer que
contará la verdad sobre esa época dorada de Potosí, se explaya en citar autores
y libros, cuya existencia no ha sido comprobada, pero lo hace para respaldar
sus relatos y con la intención de provocar un efecto de verosimilitud.
"Además, Arzáns ya está
consciente de algo que los historiadores marxistas después repetirán una y otra
vez: que Potosí como ciudad con esa riqueza es de alguna manera la ciudad que
crea la modernidad occidental" porque produce un excedente económico,
apuntó.
Por la conciencia de esa
importancia, Arzáns intenta hacer una historia como una totalidad porque además
de la descripción de su ciudad natal, incluye datos de minería, nacimientos y
muertes, pero también cuenta milagros y la vida de personalidades de la época.
Una mención aparte merece la inclinación
de Arzáns "hacia el sensacionalismo y la violencia" y su obsesión por
escribir relatos sobre "mujeres hermosas, malas y ricas", que
resultan ser asesinas en serie, y cuyas historias están entre las más
interesantes de la obra del potosino, subrayó Souza.
La edición contiene los estudios de
Hanke y Mendoza sobre los dos manuscritos existentes de la obra, el de Brown y
el de la Biblioteca Nacional de Madrid, y una investigación sobre el nombre de
Arzáns, que en vida usó hasta cinco formas diferentes de identificarse.
Lo próximo que los seguidores de
Arzáns podrán conocer sobre el autor es una copia digital del manuscrito que la
universidad de Brown ha anunciado que pondrá en internet, aunque todavía no se
conoce cuándo lo hará.
LA
FORTALEZA DE EVO FRENTE A LA DEBILIDAD DEL MAS
Rebelión
de España (www.rebelion.org)
La relación entre Evo Morales, el
Movimiento Al Socialismo (MAS) y las organizaciones sociales de raíz sindical y
comunitaria han marcado las pautas centrales de la política boliviana en la
última década y conseguido importantes triunfos tanto en el campo electoral
como en la constitución de un nuevo Estado denominado plurinacional, aunque aún
no se ha perfilado un proyecto de sociedad en el contexto de la integración
latinoamericana y caribeña por falta de una propuesta estratégica y los
ingredientes organizativos e ideológicos correspondientes.
La formación del MAS estuvo
antecedida por el esfuerzo de los sindicatos de productores de coca de la
región del Chapare, al centro del país, los que al influjo de ex dirigentes
mineros de Huanuni, Siglo Veinte y Catavi y campesinos del valle y el
altiplano, que migraron a esta zona por la imposición neoliberal, impulsaron la
formación del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) para
enfrentar tanto a los gobiernos que aplicaban la política estadounidense de
erradicación armada de las plantaciones de coca como a los partidos políticos
neoliberales.
Evo Morales llegó al parlamento como
diputado del Chapare en 1997, luego ganó dos elecciones nacionales con el MAS y
los movimientos sociales, en 2005 y 2009, que lo hicieron Presidente de Bolivia
y consiguió otros resultados electorales importantes tanto para evitar su
revocatoria, como para aprobar las nueva Constitución Política del Estado,
convirtiéndose en un líder indiscutible del pueblo boliviano.
LA TRAYECTORIA DE LOS ULTIMOS AÑOS
El actual Presidente desde muy joven
incursionó en el sindicalismo agrario y de inmediato fue catapultado como
dirigente de las Federaciones del Trópico de Cochabamba, las de los cocaleros,
para luchar, en unos casos, y negociar, en otros, con las autoridades y para
representarlos en el campo político. De ahí que primero fue diputado con la
sigla de Izquierda Unida (IU) y luego, al no ser reconocido el IPSP en la Corte
Electoral, consiguió la sigla del MAS que sí tenía vigencia legal.
Las bases electorales del MAS han
estado concentradas en los “movimientos sociales”, nombre genérico para
identificar la fuerza protagónica de las movilizaciones populares y del proceso
de cambios que se desarrollan en Bolivia, que tienen como sustento a la
Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), antes
Colonizadores, de la que forman parte los cocaleros, la Confederación Sindical
Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Nacional
de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartoliona Sisa”
(CNMCIOB).
En los últimos meses se han alejado
de esta coordinación la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente
Boliviano (CIDOB) y el Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qollasuyo
(CONAMAQ), organizaciones ahora críticas del gobierno y el MAS por que
consideran que la construcción de una carretera por el centro del país (TIPNIS)
y el impulso a la industrialización de los recursos naturales afectan al medio
ambiente y a las comunidades indígenas originarias de varias regiones del país.
De manera menos orgánica han estado
vinculadas a los movimientos sociales las Federaciones de Juntas Vecinales de
varias regiones del país, especialmente las de El Alto y Cochabamba, que
tuvieron alta importancia movilizadora en la Guerra del Agua del 2000 y en la
Guerra del Gas de 2003.
LA POTENCIA DE LOS MOVIMIENTOS
SOCIALES
En este contexto el MAS, como
organización política, no tiene ni la fuerza ni la estructura suficiente para
orientar y dirigir a estas organizaciones sindicales y populares, las cuales
tiene sus propios mecanismos de organización y movilización y sus dirigentes,
si bien se consideran del MAS, tienen su propia manera de administrar y definir
posiciones políticas o sindicales.
Por eso que los principales
ejecutivos del MAS se presentan sin influencia propia y su organización no
tiene capacidad de decisión en el gobierno, ni en las organizaciones populares.
La despolitización y electoralización de la política de los veinte años
neoliberales han influido negativamente en este sentido, debilitando las
estructuras ideológicas y teóricas partidarias y fomentando el electoralismo.
Los últimos congresos del MAS han tenido
un parcial impacto, efímero y momentáneo, y anecdótico en los medios de
comunicación, pero no se han consolidado como el sostén político e ideológico
del proceso boliviano, eligen dirigentes que no tienen el peso ni la potencia
para convertirse en guías políticos del proceso. Su líder, por supuesto, es Evo
Morales quien concentra su actividad en la Presidencia del Estado Plurinacional
y en su relación directa con los movimientos sociales.
LA CENTRALIDAD DE EVO MORALES
La figura central de Morales opaca
al MAS y la capacidad de acción y movilización, con fuerte tradición sindical y
reivindicacionista, de los movimientos sociales de base sindical son los
pilares del sustento gubernamental. Los últimos años las reivindicaciones
sectoriales y corporativas han influido en la pérdida de la intensidad en el
proceso de cambio.
Las organizaciones sociales y
populares coinciden en la lucha nacional y antiimperialista, en tanto que la
estructura partidaria o los cuadros partidarios del MAS no alcanzan a tener un peso,
ni un perfil que determine el proceso político boliviano.
En lo que corresponde al programa,
este ha sido planteado en términos gubernamentales primero como la “revolución
democrática y cultural” y después como la “revolución industrial” de acuerdo a
los Planes de Desarrollo aprobados por el Poder Ejecutivo. Sin embargo en
términos de orientación estratégica se han manejado de manera indistinta y
confusa los términos “socialismo comunitario”, “capitalismo andino-amazónico”,
“socialismo del siglo XXI”, “sociedad del vivir bien” o “suma qamaña”,
“socialismo andino” y “comunitarismo”.
Esto expresa la ausencia de una línea coherente y unificada, aunque los discursos del gobierno han sido claramente nacionalistas, latinoamericanistas y antiimperialistas en la política y las relaciones internacionales, con concesiones parciales a las transnacionales petroleras y mineras, a la banca y finanzas y a los agroindustriales del oriente. Uno de los riesgos mayores se presenta con un desmesurado crecimiento del negocio inmobiliario en el cual la banca y las finanzas ocupan un lugar central, lo cual puede conducir a peligrosas tendencias de crisis especulativas que no controle el gobierno.
Esto expresa la ausencia de una línea coherente y unificada, aunque los discursos del gobierno han sido claramente nacionalistas, latinoamericanistas y antiimperialistas en la política y las relaciones internacionales, con concesiones parciales a las transnacionales petroleras y mineras, a la banca y finanzas y a los agroindustriales del oriente. Uno de los riesgos mayores se presenta con un desmesurado crecimiento del negocio inmobiliario en el cual la banca y las finanzas ocupan un lugar central, lo cual puede conducir a peligrosas tendencias de crisis especulativas que no controle el gobierno.
DEL DISCURSO INDIGENISTA A LA
PROPUESTA NACIONAL
Una característica en los últimos
años ha sido la transición de un discurso radicalmente comunitario indigenista
a una propuesta más nacional y latinoamericana, lo que se manifiesta en los
proyectos de integración vial, de llegada a las regiones mas alejadas de los
centros urbanos y el potenciamiento de las Fuerzas Armadas. En este sentido, el
otro pilar, junto a los movimientos populares, son precisamente los militares
que se han convertido en una institución central en la administración de Evo
Morales.
Las tareas realizadas por la Agencia
para el Desarrollo de Macroregiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), durante los
últimos años, ha marcado un importante avance en la perspectiva de la ocupación
del espacio territorial en zonas antes abandonadas del país, así como en el
acercamiento a los sectores marginados espacialmente y que estaban
prácticamente abandonados de las políticas del Estado. Los resultados iniciales
del Censo Nacional del pasado año marcan una bajísima densidad demográfica.
El Presidente ha anunciado, en enero
pasado, cuando cumplía siete años de gobierno, un programa denominado la
“Agenda Patriótica para 2025”, año del bicentenario de la independencia de
Bolivia, que contempla: erradicación de la extrema pobreza, industrialización
de los recursos naturales, socialización y universalización de los servicios
básicos, soberanía científica y tecnológica, soberanía financiera, soberanía
alimentaria y transparencia en la administración.
Por otra parte, el rol ideológico y
de implementación de las políticas oficiales tiene en el Vicepresidente, Alvaro
Garcia a su operador mas destacado y lúcido pues, ante la falta de una
organización política sólida, la ausencia de un movimiento de cuadros, la
inexistencia de un programa y la cada vez mayor decisión de la burocracia
estatal, su importancia se hace muy evidente.
DETIENEN
EN ESPAÑA A UNA MUJER TRAS AHOGAR EN LA BAÑERA A SUS HIJOS DE 8 Y 11 AÑOS
Minutos
antes Rina, de nacionalidad boliviana, llamó a su esposo para avisarle que iba
a matar a sus hijos.
El
Mundo de España (www.elmundo.com.es)
La policía de ese país informó que
ha detenido este domingo en Barcelona a una mujer como presunta autora de la
muerte de sus dos hijos, de ocho y 11 años, a los que ha ahogado en la bañera
después de llamar a su marido y padre de los menores para avisarle de que iba a
matarlos.
Según han informado fuentes cercanas
a la investigación a Europa Press, la arrestada es Rina M., de nacionalidad
boliviana, y el crimen ha ocurrido en su domicilio del barrio del Carmel, en el
distrito de Horta-Guinardó.
La investigación
Los menores son un niño de ocho años
y una niña de 11, y ambos se encuentran aún en el domicilio.
Los mossos investigan la implicación
del padre, que ha acudido al piso y que según los primeros indicios no tendría
relación directa con el crimen.
En la puerta de la vivienda, en el
número 1 de la plaza Pastrana, que ha sido acordonada, se han concentrado un
centenar de vecinos de la zona.
La mujer acusada de matar ayer a sus dos
hijos de 11 y 9 años en el barrio barcelonés de El Carmelo está siendo sometida
a un examen médico y aún no ha declarado ante el juez, según han informado los
Mossos d'Esquadra.
El doble infanticidio ocurrió anoche
en una vivienda situada en los bajos del número 1 de la plaza Pastrana, en el
distrito barcelonés de Horta-Guinardó, cuando la madre se encontraba sola con
sus dos hijos, un niño y una niña.
Las mismas fuentes han indicado
también que está previsto que hoy se practique la autopsia a las víctimas.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron
anoche a Rina M. S., de 35 años y nacionalidad boliviana, después de que los
vecinos les alertasen de que la mujer decía que había matado a sus dos hijos.
Cuando la policía entró en la
vivienda encontró los cadáveres de los dos menores en la habitación
matrimonial.
Paralelamente, los Mossos investigan
si la mujer había sido víctima de malos tratos por parte del marido.
TUKUTA
GORDILLO, MUSICO DE LA QUEBRADA DE HUMAHUACA
LA
MÚSICA DE LA PACHAMAMA
Una
charla musicológica sobre los sonidos aborígenes de los Andes, desde el origen
milenario del siku hasta los efectos de la globalización en la Quebrada de
Humahuaca, donde la mayoría de las personas son músicos y cuyo acervo sonoro es
Patrimonio Cultural de la Humanidad que la Unesco propone preservar. El uso de
la música por parte de las misiones religiosas en la conquista, según la mirada
de un militante indigenista.
Página
12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
–El siku, ese aerófono de los Andes,
sería la referencia más antigua que se tiene de la música de los pueblos
andinos. Y usted plantea que la musicalidad indígena refleja una cosmovisión
colectiva y comunitaria que sería la contracara del individualismo derivado del
racionalismo occidental impuesto en América. ¿Cómo es esto en detalle?
–El siku es una hilera de cañas
huecas que sólo se usa para interpretar la música de manera comunitaria y
colectiva. Su existencia es para mí un reflejo de la necesidad del hombre
americano de buscar elementos en la naturaleza con los que pudiera reproducir y
embellecer los sonidos que escuchaba: el viento, la tormenta, la lluvia... Por
eso iba a la orilla de los arroyos y lagunas a buscar esas cañas o siringas,
como las llaman en Ecuador y Perú. El siku va cambiando de nombre y de forma
desde aquí en Jujuy hasta el final de los Andes, entrando incluso en el Mar
Caribe, donde los kunas de Panamá también tocan variantes de este instrumento.
Siku es una palabra aymara y dentro de los sikus aymaras hay de diferentes
formas con nombres como churis, sancas, maltas, toros y hachasikus. El nombre
quechua es antara. También se lo conoce con el nombre de zampoña, que le
pusieron los españoles. Este instrumento tiene la misma edad que los pueblos de
América: unos 20.000 años. Los sikus más antiguos que conozco son precolombinos
y están en el Museo Arqueológico de Tilcara. Fueron hechos de piedra, madera y
barro cocido. Algunas composiciones y hasta las armonías tienen hoy todo el
sonido de lo occidental –se oye incluso el contrapunto barroco introducido por
los jesuitas–, son ya 511 años... pero la manera de tocar es reflejo de una
cosmovisión muy distinta.
–¿Cómo se manifiesta entonces en la
interpretación de las bandas de sikuris –con decenas de músicos cada una– la
cosmovisión indígena?
–Esta es la gran pregunta que
tenemos para hacernos acerca de la música de los pueblos originarios. El siku
es la fiel representación de lo comunitario y colectivo en la cultura
americana, porque de esa misma manera se lo toca. En primer lugar está la
reunión de miles de ejecutantes –llamados sikuris– en el atrio de la iglesia y
en las calles que circundan la Plaza Chica de Tilcara, en un orden y sincronía
sorprendentes y no ensayados. Esto ocurre en Semana Santa. Esa colectividad
obedece a una coreografía de multitud que yo considero ancestral, porque cada
uno, desde siempre, sabe su lugar y su papel en el espacio y en el tiempo de la
comarca. Son códigos muy incorporados en las personas desde la niñez y que no
necesitan de reglas ni órdenes. No olvidemos que en la Quebrada de Humahuaca
los niños, antes de poder caminar, ya son cargados por la madre al quepi sobre
su espalda. Esto significa que en ese momento el niño ya está ahí viendo el
mundo desde la misma altura de los ojos de la madre, desde su misma
perspectiva, escuchando y participando en la música de los adultos; el bebé no
está ahí abajo en un corralito. Y la música es, en los acontecimientos
colectivos, la que ordena la posición de cada uno en ese tiempo y espacio. En
segundo lugar, la banda de sikuris se conforma por pares de instrumentistas
porque la melodía sólo puede ser ejecutada entre dos sikus, el arka y el ira (o
“la primera” y la segunda”). Cuando el siku pasa a ser instrumento solista,
como yo lo he tocado por más de dos décadas en la Misa Criolla –junto a Ariel
Ramírez y el tenor José Carreras–, tiene que ser adaptado: arka e ira son
acopladas y sopladas por un único ejecutante. Pero en su forma originaria, las
cañas de cada siku del par tienen una escala incompleta y se necesita
intercalar los sonidos de los dos para completar la línea melódica. Eso expresa
la dualidad complementaria que es la base de la organización social andina.
–La música de estas bandas se
interpreta caminando.
–Divididos en dos mitades, los
músicos forman dos hileras que avanzan por los cerros. Tocan de a pares y en
conjunto a la vez. Una hilera toca dos notas y las otras dos que siguen de la
melodía las tiene el compañero de enfrente. Luego está la percusión, que es
como un corazón latiendo en la tierra que da la forma rítmica. La banda tiene
muchos pares de cañeros más un set de percusión con varias guancaras o
redoblantes haciendo un sonido de unión con el resto de los instrumentos, más
un bombo profundo, bien profundo –a veces dos o tres– y algún cencerro o un
platillo. Como las armonías se constituyen en dualidad, yo tengo que estar muy
atento al compañero para tocar de la misma forma en que él me entrega las
notas. Si toca una nota con violencia, yo no puedo responderle con suavidad.
Así como la música se interpretaba de manera comunitaria –y esto sigue aún
hoy–, los modos de vida y de producción en tiempos precoloniales también eran
comunitarios y colectivos, lo cual fue suplantado por un pensamiento totalmente
individualista, privado y egoísta.
–Es decir que el sikus no se toca de
manera individual y ni siquiera en pequeños conjuntos por lo general.
–Esta música se toca siempre en
bandas y nunca hay un estudio formal o académico por parte de los intérpretes.
Su música forma parte del acontecimiento social y refleja el ciclo agrario. Al
momento de subir a Punta Corral, la cosecha ya terminó y el Carnaval fue la
fiesta que celebró esa abundancia. La Cuaresma es el tiempo del silencio,
cuando se da vuelta el terrón y se prepara la tierra para la próxima siembra,
que va a empezar después de la Pascua. La peregrinación de los sikuris a Punta
Corral –que coincide con la Semana Santa– tiene un origen milenario, con grupos
comunitarios y colectivos de músicos que en el pasado celebraban el Qapac Raymi
–Fiesta del Sol o solsticio de invierno–, que comenzaba en lo que es hoy el 21
de diciembre y llegaba hasta el 21 de marzo. Era el momento de la última
fertilidad de la tierra, cuando los antiguos pobladores subían hasta los apus
energéticos a pedir buenaventura y bonanza, o a agradecer. Esos apus estaban
sobre los cerros en distintas partes de la cordillera de los Andes. Sabemos que
la actual iglesia de Copacabana, junto al Titicaca, era un apu originalmente,
una apacheta energética donde la gente iba a conectarse con las energías de la
tierra. Y el Santuario de Punta Corral, donde un pastor llamado Méndez halló
–hace unos setenta años– una piedrita con forma triangular parecida a una
virgen que fue revestida con la imagen de la Virgen de Copacabana, no es otra
cosa que un apu al que le pusieron una capilla encima.
–Está claro que el siku es un
instrumento puramente aborigen, aun cuando hoy se supla cierta falta de cañas
con caños de PVC. ¿Qué pasa con lo que se toca con ellos? ¿Cuánto quedará de
las melodías, escalas y combinaciones armónicas precolombinas?
–Está todo mezclado, desde ya. Hay
una clara influencia de las bandas militares de los últimos siglos, algo que
llega desde Bolivia en verdad. Pero hay un ritmo de nombre llamerada que –creo
yo– sería de origen autóctono por el ritmo y la forma de composición, pues al
oírlo te podés imaginar al indio conduciendo la recua de llamas en sus
travesías, cargada de sal de las salinas a las yungas y a los valles. Digo que
la llamerada viene de un tiempo anterior a la influencia de la percusión
introducida por las bandas militares, porque aun siendo un ritmo de marcha, la
acentuación de sus redobles es invertida, no cae en el tiempo fuerte y sí en el
golpe que le antecede, en la anacrusa, diríamos en lenguaje occidental,
resolviendo la frase rítmica en un tiempo débil. Es otro tipo de marcha, otra
concepción de la acentuación, otra comprensión del ritmo, que corresponde a
otro cosmos. Yo no me animo a decir: “Esta que tocamos es nuestra música
original”. Lo que digo es que este instrumento pertenece a un tiempo y un
sonido milenarios. Su timbre y forma de ejecución en duplas es la clave.
–¿Qué rol jugó la música occidental
en la conquista de los pueblos andinos?
–En tiempos de la Colonia los
españoles y portugueses trajeron su música y muchas de las corrientes
conquistadoras la usaban para acercarse al pueblo indígena. Los misioneros
jesuitas, por ejemplo, recurrían al canto gregoriano y la música barroca. Los
europeos se encuentran en América con instrumentos milenarios como el siku e
invitan a los aborígenes a que lo usen. Pero los invitan hasta la puerta de la
iglesia, nunca adentro, donde ellos tienen sus órganos y clavecines. La Iglesia
aquí no pudo hacer un acercamiento a pueblos milenarios matándoles la música,
como sí hicieron las iglesias evangélicas en el Chaco Gualamba, donde el canto
era chamánico y usado en las curas e invocaciones de espíritus. En la zona de
la Quebrada de Humahuaca no pudieron porque la música originaria era parte
esencial de la vida en todos sus aspectos y por eso perdura. Cuando uno sube
por la montaña al Abra de Punta Corral con las bandas de sikuris, se oye
también la influencia de la globalización, porque en algunas melodías
reconocemos cumbias villeras o hasta temas del pop internacional. Pero lo
importante es que a esos temas se les cambia el ritmo, el timbre y –por encima
de todo– la forma de ejecución. Esos “préstamos” siempre existieron a lo largo
de la historia de la música; lo que importa no es la apropiación de la fórmula
melódica sino el tratamiento que se le da desde otra música, incluyéndola en la
historia de los pueblos milenarios de la región.
–No sería tan claro, a decir verdad,
que esos peregrinos estén celebrando la Semana Santa, a secas.
–La Semana Santa –contra toda la
tradición mundial– se corta en Tilcara por la mitad. La Semana Santa
tradicional comienza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Pascua. Pero
en Tilcara está cortada al medio por la peregrinación al Abra de Punta Corral,
en la que los peregrinos van a buscar la imagen de una virgen. Esto interrumpe
las celebraciones propiamente litúrgicas de la Iglesia oficial e introduce una
forma de culto que es propia de la región andina y se remonta a tiempos
ancestrales. Aun cuando se utilice un lenguaje católico, los sikuris están
haciendo algo que poco tiene que ver con ese Cristo yacente que resucita siete
días después. Lo que los peregrinos hacen y sienten allá arriba en el Abra de
Punta Corral durante la noche pertenece a otra historia: a la cosmología del
profundo vínculo de la gente con su apu. Si aquí abajo los promesantes se
arrodillan y le ruegan o agradecen, allá arriba la virgen pasa a un segundo
plano. La Semana Santa y la peregrinación de Punta Corral se encuentran en
contigüidad temporal, pero no se tocan. Y el repertorio musical es totalmente
distinto.
–La peregrinación por la montaña
hasta Punta Corral implica un esfuerzo físico tremendo. Suben 18 kilómetros,
por cierto muy cargados con mochilas y tocando.
–Los músicos bajan trayendo la
virgen al tercer día y lo hacen tocando. Después de ocho o diez horas de tocar
vienen con un “nirvana” bastante avanzado, pero no es por venir tomando alcohol
sino porque el sikus mismo les posibilita este estado, metiendo más oxígeno en
la sangre. Entonces el cerebro trabaja con mucho más oxígeno. Ultimamente he
leído que esta hiperventilación produce un estado de euforia en el cuerpo.
Soplar esas cañas genera esto.
–La peregrinación de Punta Corral
parece ser también una celebración católica. Es difícil decir que sea
básicamente una peregrinación indígena a un apu energético (arriba un cura
celebra misa y bajan en andas a una virgen). ¿Cómo ve ese lugar de tensión?
Desde lo simbólico, al menos una parte importante de la fiesta es eminentemente
católica y la Iglesia siempre está presente de una manera u otra. Pareciera que
usted plantea la fiesta como una manifestación conscientemente católica cuando,
en su esencia, no lo sería.
–Yo creo que muchos suben –es
cierto– recubiertos por los símbolos eclesiásticos, pero la fiesta allá arriba
ciertamente no es católica, pues no está ceñida ni al pensamiento ni a la
ritualidad que dirige la Iglesia. La subida es para los peregrinos una
oportunidad para una comunión intensa entre sí y con la tierra, con el cosmos
andino. Y esa comunión se expresa en comportamientos que se encuentran
totalmente fuera de lo que la Iglesia concibe como propio para la Semana Santa.
–¿Para usted la Iglesia se apropió
de una peregrinación preexistente a la conquista?
–Totalmente, la Iglesia se ha
apropiado de estos apus a lo largo de los Andes, al igual que ha construido sus
iglesias de Cusco y Copacabana sobre santuarios indígenas. Y para entender el
fenómeno de una peregrinación como ésta hay que tener en cuenta la cosmovisión
en la que vivieron nuestros antiguos durante quizá 20.000 años. Esto implica
que aún hoy existe un pensamiento distinto en lo musical, lo filosófico y lo
social. Los pueblos indígenas sostenemos el pensamiento de la naturaleza
cósmica y tomamos como culto a la Pachamama. Por eso, cuando la Iglesia vio
cómo eran las cosas acá, lo primero que planteó fue: “Saluden a la Virgen que
ella es la Pachamama”.
–Conversando con el cura de la
iglesia de Tilcara, me dijo que la Pachamama no es un Dios (y agregó que “el
catolicismo vino a América a purificar la religión de los indígenas”). Y al
conversar con los peregrinos de Punta Corral arriba en la montaña me dijeron
que ellos le dan de comer a la Madre Tierra a través de un hoyo y que tienen un
solo Dios –el católico–, mientras que la Pachamama no es un Dios para ellos.
–¡Claro que no es un dios! La
Pachamama son los cuatro elementos de vida en dualidad. ¿El hombre puede vivir
sin Dios? Sí, muchos pueden. ¿Pero puede vivir sin agua? ¿Sin el aire? ¿Sin la
tierra? ¿Sin la luz del sol? Son los cuatro elementos de vida que ni vos ni
Bill Gates ni el Papa o el presidente negro de Estados Unidos pueden comprar.
Sin estos cuatro elementos nos moriríamos todos. Para nosotros –y yo soy un sostenedor
del pensamiento indígena– el culto religioso que profesamos es a la Pachamama.
El catolicismo no vino a purificar nada, lo que hicieron fue confundir a los
indígenas trabajándoles la culpa y utilizando el perdón. ¿Qué son si no los
ángeles arcabuceros que decoran las iglesias andinas? Son ángeles que
amedrentaban a la gente detrás de los santos con sus trabucos.
–Podría decirse que ha sido exitosa
la Iglesia en trastrocar dioses y cosmovisiones.
–Y bueno, son 511 años. El éxito
viene por el tiempo y por el hecho de haberles cortado la vida a 60 millones de
indios, un holocausto de los grosos... Era creer o morir. Pero por debajo de
ese mando, pulsa con fuerza otro sentimiento, otro vínculo con la tierra y otro
cosmos.
–La mayoría de los habitantes de la
Quebrada de Humahuaca se considera católica; usted no parece serlo.
–No. Si bien me he criado en una
familia católica, cuando comencé a militar en la causa indígena comprendí que
nuestros antiguos vivían en el culto a la Pachamama y yo he volcado todo mi
tiempo y mi oficio de músico a difundir ese pensamiento. Una vez un señor del
público durante un show mío –que son muy conversados– me insistía y me
preguntaba: ¿Pero cuál es su Dios? ¿Cuál es su Dios? Le dije: “Mirá, mi Dios es
el sol, el aire, el agua, la tierra..., no lo conocés porque en este país en la
Secretaría de Cultos están los Sai Baba, los Hare Krishnas, los adventistas,
los católicos, los evangélicos pero no está la Pachamamama, porque estamos
excluidos y silenciados”. Yo no planteo que lo nuestro sea lo mejor o superior,
sino diferente. Simplemente quiero que se reconozca que hay un pensamiento
distinto.
–¿Cómo se vive la música hoy en la
Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco,
entre otras razones, por su acervo musical?
–La música en la Quebrada es
fundamental en el cotidiano de la gente. Por eso ocurre que en fiestas como la
de Punta Corral, teniendo Tilcara ocho mil habitantes, resulta que cinco mil
son músicos. Claro que no todos son de acá sino también de pueblos aledaños,
aunque la mayoría son tilcareños. En mi opinión esto se da porque la gente
tiene todavía el gesto antiguo, la cuestión de vivir de esta forma comunitaria
y colectiva donde la música es fundamental. Es importante entender que en la Quebrada
hay tres estratos musicales, cada uno trajinando su propia historia: 1) Un
estrato “folklórico” que tiene 200 años como la república y que se ensambla con
la industria musical. Sus ejemplos son las sambas y chacareras de la industria
fonográfica reproducidas hasta el hartazgo en los medios. 2) Un estrato que
tiene una fundación más antigua, en la intervención colonial en los géneros que
existían aquí hace 500 años, dando lugar a la música autóctona, donde se juntan
las voces partidas de bagualas y vidalas cantadas en castellano pero con la
acentuación de las lenguas originarias; también están la quena modificada para
hacer sonar la escala heptatónica occidental y sus semitonos, más el charango,
un remedo de los tiples españoles y de la guitarrilla. 3) Un estrato ancestral
prehispánico del cual las bandas de sikuris son –todavía hoy– un exponente
viviente y vital. Estos tres estratos de temporalidades distintas y claramente
distinguibles conviven aun hoy en un mismo espacio, en un mismo paisaje, con estéticas
propias y mensajes divergentes. Son registros de existencias múltiples y
contradictorias en una misma comarca. Esta es la esencia de nuestro patrimonio
sonoro.
Su
ejército se aleja de Suramérica
EE.UU.
DESFINANCIA LA GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO
El
Comando Sur podría perder todos los barcos que tiene hoy en América Latina para
interceptar narcóticos. Un vacío que favorecerá a los grupos criminales.
El
Espectador de Colombia (www.elespectador.com)
El Comando Sur de EE.UU.,
responsable de todas las operaciones militares en Suramérica, anunció que, por
las reducciones en su presupuesto, en el año fiscal 2013 caería en 40% la
cantidad de cocaína incautada en su zona de operaciones.
Durante dos audiencias en el
Congreso de EE.UU., y en un documento del Comando Sur, los militares pintaron
un panorama “severo” para el futuro de los aportes estadounidenses a la lucha
contra el contrabando de cocaína hacia el norte. “Algunas predicciones dicen
que el número de barcos de la Marina llegará a cero”, les dijo a los
congresistas el general John Kelly, quien encabeza el Comando Sur. “He tenido
que recortar mis propios viajes futuros al área de operación y eso hace que
nuestros socios en América Latina se pregunten qué tan comprometidos estamos”,
añadió Kelly.
El 1º de abril entraron en efecto
los recortes automáticos de US$42.000 millones para el sector de Defensa de
EE.UU., el 8% de su presupuesto, según la oficina de presupuesto del Congreso.
Sin embargo, para el Comando Sur esos recortes, según el documento presentado
al Congreso, serán del 26%.
Aunque todas las áreas del aparato
militar más grande del mundo están sufriendo grandes recortes, el caso del
Comando Sur es el más dramático. Según Adam Isacson, investigador en temas de
defensa de WOLA, una organización con sede en Washington, esto se debe a que
“América Latina no aparece como una región de donde vengan grandes amenazas. La
atención está más puesta en Asia, Oriente Medio e incluso Europa”.
Los recortes ya se están viendo
expresados, según los militares, en un congelamiento a las contrataciones de
civiles y de horas extras, la reducción en viajes, la cancelación de ejercicios
militares y la reducción de horas de trabajo para más de 851 empleados. Durante
el año fiscal que arrancará a mediados de 2013, el Comando Sur ha proyectado
reducir su presencia naval, cuantificada en días barco, de 3.000 a cerca de
1.900.
Según su testimonio, al general
Kelly le gustaría contar con 14 barcos, sin embargo hoy en día cuenta con entre
seis y siete, “y sospecho que bajaré a uno, o cero, por los constreñimientos
presupuestales”.
Isacson advierte que detrás de estas
presentaciones de los militares ante el Congreso se suele exagerar un poco para
alarmar a los legisladores que controlan el presupuesto de las entidades. Sin
embargo subraya que los recortes a las operaciones en América Latina son
“desproporcionados” y esto hará que EE.UU. “transfiera muchas de las
responsabilidades de interdicción de cocaína a los países de producción y de
tránsito”.
El Comando Sur incautó 152 toneladas
de cocaína en tránsito hacia el norte en 2012, con un valor aproximado de
US$3.000 millones. Al resaltar la ventaja que la refinanciación de su comando
representa para los carteles, el general Kelly afirma que “una vez las drogas
llegan a las costas de Centroamérica, esencialmente están adentro de EE.UU.”,
pues se dispersan en paquetes pequeños que se hacen indetectables en su paso
por Centroamérica y México hasta la frontera del río Grande.
Por lo tanto, con una presencia de
EE.UU. menor, los grupos criminales verán crecer sus utilidades en miles de
millones de dólares. Difícilmente surgirá otro país de la región que llene el
vacío financiero y tecnológico dejado por Washington, capital del país que,
irónicamente, se opone con más vehemencia a abandonar la lucha frontal contra
el narcotráfico.
LA
DESERCIÓN ESCOLAR EN AMÉRICA LATINA YA NO ES SOLO CUESTIÓN DE POBREZA
El
País de España (www.sociedad.elpais.com/sociedad)
Los países de América Latina han
logrado con gran esfuerzo en la última década aumentar las plazas escolares y
conseguir que más niños de sectores pobres accedan a la educación. Más del 97%
de todos los niños de 7 a 12 años de la región van al colegio (dos puntos más
que en 2000), y más del 83% de los adolescentes de 13 a 17 (seis puntos más).
Sin embargo, un estudio
que acaba de publicar el Sistema de Información de Tendencias Educativas en
América Latina (SITEAL), organismo vinculado a la OEI y la UNESCO, pone de
manifiesto otras causas del abandono escolar que van surgiendo —o haciéndose
más visibles— a medida que se va extendiendo la escolarización a todas las
capas de la sociedad.
“En términos generales, siete de
cada diez niños y adolescentes no escolarizados provienen de los hogares más
expuestos a privaciones económicas. No obstante, se observa que entre los
adolescentes que no concurren a la escuela, se ha incrementado la proporción
que proviene de sectores socioeconómicos medios y altos, a la vez que el peso
relativo de estos sectores aumenta con la edad”, dice el estudio. De ese modo,
si bien en las edades más tempranas el principal motivo de deserción es simple
y puramente la pobreza, a medida que llega la adolescencia aparecen factores
como “el desinterés por estudiar”, la imposibilidad de compaginar estudios y
trabajo o las cargas familiares, según el trabajo que analiza datos de la
última década de Bolivia, Chile, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Paraguay.
“La proporción de adolescentes
[14-15 años] a los que su condición de desescolarizados se la relaciona con el
trabajo duplica su peso relativo hasta alcanzar el 18%, mientras que la
maternidad, la paternidad y las tareas domésticas, que en la niñez no aparecían,
son mencionadas por el 6% de los encuestados. Al finalizar la adolescencia, se
intensifica la relación entre las tareas relacionadas con la domesticidad y la
deserción hasta alcanzar el 10% de los casos, a la par que el trabajo pasa a
ser mencionado por el 20% como el principal motivo de abandono escolar”. Y,
junto a ello, siempre a esas edades aparece como principal motivo de abandono
el desinterés por los estudios.
El especialista chileno de la
Universidad de Alberto Hurtado Juan Eduardo García Huidobro insiste en esa
“razón más pedestre que podríamos motejar de aburrimiento”. La lectura del
informe de SITEAL —“que describe bien, con datos actuales, un tema que se viene
observando desde hace tiempo”— le sugiere a este experto que existe “un problema
de estructura”: “La educación media en América Latina es muy rígida, no ofrece
una pluralidad de alternativas que permitan compatibilizarla con otras
opciones. Una política mínima sería darle más calidad y desestigmatizar las
opciones vespertinas, en alternancia [con el trabajo], etcétera”.
Pero el informe de SITEAL destaca
además que para muchos adolescentes la escuela le “es ajena”, un punto de
partida emocional que facilita la deserción si surgen esas otras dificultades
como el empleo o la familia. Muchos adolescentes “trabajan a la par que
estudian e incluso son madres y padres durante el transcurso de su
escolarización básica y, aun así, continúan estudiando. Pero hay otro grupo que
señala que el trabajo, las tareas domésticas, el cuidado de ancianos o niños
pequeños y la maternidad son actividades propias —en alguna medida,
inevitables— mientras que el estudio no lo es”. Y no todos los que hablan así
son pobres: el 38% de los adolescentes que dicen haber dejado los estudios para
trabajar, el 29% de los que lo han hecho para atender tareas domésticas y el
31% de los que han perdido todo interés “vive en hogares que en principio no
son los más pobres de sus países”.
Así, continúa el informe, en muchas
ocasiones “la maternidad y el trabajo son hitos en trayectorias escolares
previamente debilitadas” y esos “eventos aceleran una decisión”, la de
abandonar, que tanto los profesores, como familias y los propios jóvenes
suponían desde el principio inevitable. En otras ocasiones, los adolescentes
“declaran abiertamente y con cierto desprecio que la escuela no forma parte de
sus opciones de vida”.
Desde esa perspectiva, García
Huidobro considera que el problema más urgente que debe solucionar la escuela
en la región es “la desconexión de la enseñanza con la vida de los jóvenes y
adolescentes”. “La educación se ofrece como un bien futuro y no conecta con el
hoy de ellos. Este es un problema pedagógico y curricular que supone sobre todo
cambios en el modo de enseñar y de conectar aprendizaje y vida cotidiana. Implica
revertir el significado que se le da al fracaso escolar: de verlo como un
fracaso de los jóvenes a leerlo como un fracaso de la escuela y de nosotros,
los educadores”, añade el especialista.
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