ENTREVISTA a Carlos Mesa, presidente de Bolivia
"COINCIDO CON REPSOL EN QUE SE DEBE GARANTIZAR LA SEGURIDAD JURÍDICA EN BOLIVIA"
La Vanguardia de España www.lavanguardia.es)
Coincido con Repsol en que se debe garantizar la seguridad jurídica, derecho que todo inversionista quiere que se respete. Nuestra propuesta de aumento de impuestos a las petroleras supone la presión impositiva más alta de la región, sin ser confiscatoria", declara el presidente Carlos Mesa al analizar la nueva ley de Hidrocarburos, que determina la agitación social que se vive en Bolivia.
En una entrevista para La Vanguardia en su despacho presidencial, Carlos Mesa explica que su propuesta fiscal a las petroleras es revolucionaria, sin que por ello las multinacionales se planteen abandonar el país.
-El dirigente cocalero Evo Morales, líder del MAS, exige a las petroleras que abonen al Estado el 50% de sus beneficios. ¿Es viable?
-No. Por una simple y sencilla razón. El porcentaje de regalías (beneficios) que abonan las petroleras no se puede tocar porque es parte de un contrato. Si se alterara unilateralmente, se vulneraría la seguridad jurídica y podrían llevarnos a un arbitraje. Por el contrario, los impuestos son potestad privativa del Estado, y las empresas no pueden intervenir. Si yo le digo a Evo Morales que voy a recaudar la misma cantidad de dólares con el 18% en regalías y el 32% en impuestos, no tiene argumento para sustentar su tesis.
-¿El sistema autonómico que se va a crear en Bolivia se inspirará en el modelo español?
-Diría que lo tenemos en cuenta más de la cuenta. Es el modelo sobre el que se está trabajando y se hace el gran debate en el país. Es nuestro referente.
-¿Podrían optar por la independencia las provincias de oriente, más ricas y muy distintas a la Bolivia andina?
-No hay posibilidad de secesión. Ni por deseo, ni por realismo. Salvo algún grupo radical, no hay voluntad de independencia. Ni los más duros en sus propuestas autonomist as se plantean la posibilidad de separarse. Desde el punto de vista práctico sería suicida la secesión por la ubicación geográfica de Santa Cruz y su vinculación en producción y mercados con el occidente de Bolivia.
-¿Cómo ve la intromisión del presidente Hugo Chávez en los asuntos internos de Bolivia?
-He expresado mi preocupación al presidente Chávez por la declaración que realizó sobre Santa Cruz. Dijo que "un grupo de oligarcas financiados por Estados Unidos quiere dividir Bolivia". El canciller boliviano transmitió nuestro malestar. No fue una declaración prudente. Por lo demás, el presidente Chávez ha tenido una actitud muy positiva con Bolivia. Ha dado gran respaldo, que valoraré siempre, a nuestra reivindicación marítima. En consecuencia, hay una de cal y otra de arena. En términos generales, la relación del presidente Chávez con Bolivia ha sido correcta, pero en el tema de Santa Cruz había que hacer una observación.
-¿Le preocupa la influencia que ejerce Hugo Chávez sobre Evo Morales, quien parece jugar a la desestabilización del país?
-En este tema debo ser muy prudente. La relación personal de amistad que pueda tener el presidente Chávez con el señor Morales es decisión suya. En la medida en que sea manejada en el marco del respeto mutuo y de la soberanía boliviana, yo no tendré nada que decir. No poseo ningún elemento, más allá de la observación que le comenté, que me permita ir más lejos.
-¿Evo Morales es más agitador que político?
-Su partido, el MAS, es el primero del país. Ahora, Evo Morales está en un proceso de transición. Estaba construyendo un proyecto político, empezaba a trabajar con una mirada más de dirigente de partido que de líder sindical. De pronto, dio un salto atrás. Ahora lo veo mucho más como líder sindical, no digo agitador, que como dirigente político. Se ha aliado a grupos ultrarradicales que habrá que combatir con las armas de la democracia. Es imposible convencer a un radical de que entre en la estructura de la democracia y en sus reglas.
-En Bolivia se comenta que su forma de gobernar ha sido demasiado angelical. ¿Le faltó autoridad?
-Es un equilibrio difícil cuando tienes una sociedad con un Estado tan débil. Y no es un Estado débil por la forma de gobernar del presidente Mesa. Ya lo era con Sánchez de Lozada, Quiroga o Banzer. Los tres trataron de que ese Estado débil reaccionara con la fuerza de la ley: el resultado fueron 200 muertos. Yo dije: "Vamos a intentar que el Estado débil al menos respete los derechos humanos y la vida". Tiene costos, como que te digan que no gobiernas. Llevo un año y cuatro meses gobernando con esa lógica. No he tenido muertos ni sangre, he resuelto conflictos y he cedido mucho menos que los tres presidentes que me antecedieron. Vamos a intentar que se ajuste la aplicación de justicia a quien cometa delitos, que en el pasado ha sido laxa. Se actuará en función del ejercicio de violencia de los radicales.
-Es la única persona que ha plantado cara a Evo Morales, con críticas muy duras. El país cerró filas con usted. ¿Puede empezar el declive del líder del MAS?
-Aquí hay una verdad de puño. Sin la clase media, Evo Morales no puede ser presidente. Así de simple y de claro. Corre el riesgo de enajenarse a la clase media. Hace cuatro o cinco meses era una firme opción presidencial; hoy tendría que revisarse. Evo Morales está en una línea de radicalización que no le hace ningún favor a su proyecto personal de llegar a la presidencia de Bolivia.
EVO MORALES APROBÓ EL APOYO DE KIRCHNER A MESA
Diario Infobae de Argentina (www.infobae.com)
Evo Morales consideró que el presidente Néstor Kirchner "hizo muy bien" en expresarle su solidaridad a su par del altiplano, Carlos Mesa, pero aclaró que a éste "nadie le pidió la renuncia". Morales, líder del Movimiento al Socialismo, principal fuerza de oposición de Bolivia, explicó que su partido pretende que el Congreso apruebe una nueva ley de Hidrocarburos, en la que se disponga el cobro de un 50 por ciento de regalías a las productoras de gas.
"Quienes no quieren aprobar un 50 por ciento de regalías son los que bloquean el desarrollo económico y social de Bolivia, bloquean la esperanza del pueblo", se defendió el dirigente boliviano.
Según dijo, "hay una conciencia creciente para que, en la sesión de la Cámara de Diputados, se apruebe el 50 por ciento de regalías. Necesitamos una nueva ley de hidrocarburos, de contenido nacionalista".
GOBIERNO PERUANO RECHAZA LAS OFENSAS DE EVO MORALES
El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)
El primer ministro Carlos Ferrero y el titular de Justicia, Eduardo Salhuana, expresaron ayer el repudio oficial del Gobierno Peruano a las ofensas contra el presidente Alejandro Toledo expresadas por el diputado y líder cocalero bolviano Evo Morales. "Nosotros no le vamos a contestar", dijo Ferrero, cuando los periodistas le señalaron que Evo Morales se había referido a Toledo como un presidente con rasgo indígena que se había entregado al imperialismo. "Quien agravia a un presidente elegido por el pueblo, agravia a ese pueblo que lo eligió", explicó Ferrero al decir que no responderá a Evo Morales porque "no usamos el estiércol para hablar". Más bien afirmó que "estamos orgullosos de un presidente de raza indígena. Ojalá que el próximo también fuera de raza indígena o mestizo". que ni venga Por su parte, el ministro de Justicia sugirió que la cancillería apele a los mecanismos que correspondan para restringir el ingreso de personas que promuevan movimientos políticos confrontacionales que buscan la división peruana. Salhuana hacía referencia a la anunciada presencia de Evo Morales en Sicuani (Cusco), el próximo 9 de abril, para fundar la filial peruana del Movimiento al Socialismo (MAS), que él lidera en Bolivia. Ferrero, por su parte, dijo que si bien Evo Morales es libre de ingresar y salir, "no necesitamos que vengan de Bolivia a decir qué partidos debe haber en el Perú". Entrevista a Evo Morales: A25.
JOVEN BOLIVIANO MURIÓ AHOGADO
Tenía 26 años y estaba desaparecido desde el jueves. Había llegado a Arica hace tres semanas para trabajar en labores agrícolas
La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)
Nuevamente la tragedia ronda en el muchas veces apacible Valle de Azapa. Ayer, cerca de las 8 de la mañana, un joven boliviano de 26 años, fue hallado muerto al interior de un pozo de regadío en una parcela del sector conocido como Santa Irene, en el kilómetro 20.
La víctima, identificada preliminarmente como Raúl Ramiro Cruz Yampara (falta verificar su identidad a través de sus huellas dactilares), se encontraba desaparecido desde el jueves último, cuando fue a jugar fútbol y a beber posteriormente unas cervezas cerca de las 18 horas. De ahí se le perdió el rastro, por lo que se presume que intentó bañarse en el pozo pereciendo de afixia por inmersión.
Aunque falta establecer si contaba con la documentación legal de residencia, se supo que Raúl Cruz Yampara, quien vivía en la provincia de Villaroel de La Paz, se encontraba desde hace unas tres semanas en Arica cumpliendo labores agrícolas en diversas parcelas del sector.
Tenía una hermana, quien trabaja en el kilómetro 22 del Valle de Azapa y quien lo vio por última vez el domingo antepasado. Asimismo, otra de sus hermanas y su cuñado se encontraban de visita en la misma parcela donde fue encontrado sin vida.
TRABAJANDO
Según se pudo establecer, Raúl Ramiro Cruz Yampara, a quien también le decían “Achachu”, había llegado hace tres semanas a nuestra ciudad para visitar a su hermana Noemí, quien trabaja en el kilómetro 22. Precisamente el jóven se reunió con su hermana el domingo antepasado, sin embargo, desde ese día no volvieron a encontrarse ya que él decidió trabajar en otras parcelas.
Se supo que permaneció cerca una semana realizando labores en la parcela del lote 4 del sector de Santa Irene, donde también estaba de visita su hermana Rosa y su marido, quienes llegaron provenientes de Bolivia hace pocos días.
El pasado jueves, Raúl Cruz Yampara participó en un animado partido de fútbol con los trabajadores del sector. Posteriormente se le vio bebiendo unas cervezas cerca de las 6 de la tarde, hora en que se le perdió el rastro.
A raíz de su desaparición, su hermana lo buscó por todas partes, no obstante, no pudo dar con su paradero.
EN EL POZO
Alrededor de las 8 de la mañana de ayer, su hermana Rosa salió nuevamente en su búsqueda. Recorrió varios lados pero no lo encontró. Jamás imaginó que al retornar a la casa se encontraría con la imagen más terrorífica de su vida. El cuerpo de su hermano yacía flotando en un pozo de regadío, de tres metros de altura. Tras dar el aviso correspondiente, hasta el lugar concurrió personal del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (Gope), quienes extrajeron el cadáver del pozo. El cuerpo estaba en evidente estado de descomposición e hinchado y todavía tenía su vestimenta puesta.
Asimismo, se hizo presente el fiscal de turno, Fernando Pinto y detectives de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, quienes hicieron las pericias de rigor, descartando la participación de terceras personas en el hecho.
Posteriormente, los restos del infortunado joven fueron derivados hasta el Servicio Médico Legal, donde hoy se le practicará la autopsia y será entregado a sus familiares.
Se informó que lo más probable es que sea sepultado el martes en el Cementerio de San Miguel de Azapa.
FAMILIARES
La noticia causó profunda tristeza entre sus familiares y ocasionales compañeros de labores agrícolas.
Su hermana Noemí dijo que “el domingo antepasado me reuní por última vez con él y conversamos harto. No nos veíamos muy seguido ya que a veces venía de visita. Esta es una tragedia, ya que era muy tranquilo y trabajador. Mi hermano no sabía nadar muy bien. Creo que intentó bañarse y se resbaló”.
Por su parte, un conocido expresó que “era un joven tranquilo. Nadie lo había visto. Yo me estuve bañando en el pozo ayer (sábado), sin saber que su cuerpo estaba en el fondo. Ahora no me voy a bañar nunca más en ese lugar. Estamos muy tristes ya que era una buena persona que vamos a extrañar”.
Opinión:
EL LIBRE COMERCIO ES LUCHA LIBRE EN BOLIVIA
El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com)
Esta ciudad, una extensa expansión de casas de adobe azotada por la pobreza, es considerada la capital del pueblo indígena de Bolivia y fue el álgido foco de incesantes protestas contra la globalización que derrocaron al gobierno hace más de un año. Protestas similares hicieron que el actual presidente, Carlos Mesa, ofreciera su renuncia el pasado lunes.
El martes por la noche, el Congreso de Bolivia rechazó la renuncia, dándole a Mesa la oportunidad de recomenzar pese a las protestas callejeras que paralizaron partes de la nación. Nadie, sin embargo, pronostica que El Alto se mantendrá en calma. A medida que Bolivia va avanzando muy lentamente hacia un tratado de libre comercio con Estados Unidos, vilipendiado por un poderoso movimiento de izquierda, los manifestantes han dejado en claro que aún no ha tirado la toalla.
Sin embargo, El Alto se está beneficiando discretamente de las preferencias comerciales otorgadas por Washington, las cuales generan cientos de pequeños negocios y miles de empleos. Eso ha creado una imperceptible fisura entre quienes sostienen que Bolivia necesita entrar en una planeada zona de libre comercio a lo largo del hemisferio, y quienes aseguran que un acuerdo de esa índole dejará todavía más empobrecida a la nación más pobre de América Latina.
Esa feroz división de opiniones, más evidente en Bolivia, la nación más proteccionista en la región, se repite a lo largo del subcontinente. Y es impulsada por la persistente pobreza. Los cambios orientados al mercado que Washington recetó desde hace largo tiempo han generado poca o ninguna prosperidad para la persona promedio, y algunas naciones son más pobres que antes.
El crecimiento se ha detenido y la región necesita un impulso para sacar a mucha de su gente de la miseria, pese a una mejoría en los indicadores económicos registrada en el 2004. La Organización de Naciones Unidas estimó que el número de personas que vive en la pobreza en América Latina fue de 221 millones en el 2002, por encima de los 200 millones registrados en 1990.
''Cuando se observa que sólo hay dos años de crecimiento en la última década, y en otros años fue más o igual o no hubo ningún crecimiento en lo absoluto, entonces el impacto político es muy grande'', dijo César Gaviria, ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
''Así que algunos de estos países tienen muchos problemas, y no hay apoyo ni confianza para estas reformas, debido a que no se cumplieron las expectativas respecto al crecimiento'', destacó Gaviria, actual presidente de Hemispheric Partners, con sede en Nueva York, que suministra análisis de riesgo político y económico a inversionistas. ``Algunas de esas personas que afirman que nada ha cambiado están, de hecho, en lo correcto''.
No obstante, los promotores del libre comercio destacan la Ley de Promoción al Comercio Andino y Erradicación de Drogas, un acuerdo preferencial que reduce aranceles estadounidenses sobre una amplia gama de bienes, recompensando por su cooperación a los países productores de drogas en la región. Los exportadores bolivianos a Estados Unidos -- grupo diverso que abarca a fabricantes de muebles, joyeros y productores de textiles -- se han beneficiado y han crecido de manera notable en esta ciudad de 750,000 habitantes en las afueras de La Paz, a 3,965 metros sobre el nivel del mar.
''El Alto es el principal beneficiario de esta ley'', aseguró Marcos Iberkeid, presidente de América Textil, que realiza embarques a vendedores al menudeo como Ralph Lauren y Abercrombie & Fitch. ``Los trabajadores saben eso y ven una diferencia tangible''.
Otros, como Pablo Solon, quien dirige la Fundación Solon, grupo de análisis estratégico opuesto a las pláticas encabezadas por Estados Unidos, indicó que el libre comercio apunta a mermar el control de Bolivia sobre su gas natural y sus minerales, a la eliminación de aranceles bolivianos sobre importaciones estadounidenses y a la apertura de vastos sectores de la economía a inversionistas. El plan de Estados Unidos, argumentó, afectaría considerablemente a un país mal preparado para competir.
''Nosotros no deseamos convertir a Bolivia en una isla'', aclaró Solon.
``Pero lo que buscamos son negociaciones que tomen nota de las realidades de nuestro país. Buena parte de lo que se está ofreciendo sencillamente conducirá a una mayor inestabilidad''.
El creciente debate en esta hermética nación de 9 millones de habitantes se produce al tiempo que el gobierno del presidente George W. Bush, que aspira la creación de un bloque comercial que se extienda desde Alaska hasta la Argentina, ha avanzado de manera decisiva para firmar acuerdos bipartitos y presionar a socios reacios, como Brasil, para que acepten su visión. Hasta ahora, se han firmado acuerdos con países de Centroamérica, la República Dominicana y Chile.
Ahora, Washington está buscando un acuerdo con tres de los vecinos andinos de Bolivia: Colombia, Ecuador y Perú. Como concesión a sus dirigentes de izquierda, Bolivia sólo asiste a las conversaciones como observador. Pero funcionarios gubernamentales y líderes empresariales insisten cada vez con mayor frecuencia en la necesidad de que este país se una a los acuerdos.
Bajo el Pacto Andino, negociado por el presidente Jorge Quiroga en el 2002, docenas de productos bolivianos entran a Estados Unidos libres de impuestos. Ese pacto expira a finales del 2006.
El problema para el gobierno de Bolivia, siempre receloso de la siguiente ronda de intranquilidad por parte de los opositores a la globalización, estriba en que Estados Unidos ahora quiere alcanzar un trato muy diferente, que abriría a la inversión estadounidense a exportadores como los que producen muebles y bienes de piel. Asimismo, eso chocaría con los esfuerzos de una parte de la izquierda boliviana que intenta promulgar una severa ley que expanda el control del Estado sobre la industria del petróleo y el gas natural.
Según el boliviano Eduardo Gamarra, director del Centro de Latinoamérica y el Caribe en la Universidad Internacional de Florida: 'Los estadounidenses están diciendo, `Miren, este fue un acuerdo temporal, y ahora ustedes tienen que pagar. Tienen que hacer ciertas cosas y tienen que abrir sus economías a nosotros' ''.
Pero las voces que defienden el acceso de Bolivia a un acuerdo comercial han cobrado fuerzas. La más prominente es la del alcalde de El Alto, José Luis Paredes, quien fue reelegido en diciembre con una plataforma a favor del libre comercio. Apoyado por un pequeño grupo de asesores que trabaja en una iglesia porque el Ayuntamiento fue quemado hasta los cimientos por manifestantes en el 2003, Paredes está tratando de presentar una imagen diferente de El Alto. ''Sencillamente nosotros no podemos cerrarnos'', dijo. ``Si la sociedad creyera que el libre comercio no sirve para nada, yo no sería alcalde''.
Editorial:
LA COMPLEJA CRISIS BOLIVIANA
Preocupante es la situación política y social en el vecino país, pues cuando parecía que la crisis de gobernabilidad en Bolivia estaba superada, nuevas movilizaciones hacen temer que la situación se desborde y escape, otra vez, al control del Ejecutivo
La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)
Si a Chile preocupa e inquieta la inestabilidad política en Bolivia, para Arica y los ariqueños este es un tema de la mayor relevancia, por lo que implica para nuestras expectativas de desarrollo que el vecino país encuentre el rumbo que le permita encarar los desafíos con normalidad institucional y paz social.
Sin embargo, la situación es compleja, porque cuando parecía que la crisis de gobernabilidad en Bolivia estaba superada, nuevas movilizaciones hacen temer que la situación se desborde y escape, otra vez, al control del Ejecutivo. La jugada del Presidente Carlos Mesa, al presentar su renuncia el domingo antepasado, parecía muy arriesgada, y el Congreso, al rechazarla, demostró que reconocía que es imprescindible la unidad del país ante las dificultades.
A riesgo de encender los ánimos de los opositores más radicales, la mayoría de los partidos parlamentarios dio a Mesa, el martes, seguridad de que el cuerpo legal sería promulgado en la forma que el Presidente lo presentaba.
Ese acuerdo no contó, sin embargo, con el apoyo de los diputados del MAS, el movimiento liderado por el dirigente de los cocaleros, Evo Morales, y, por eso, su factibilidad era más que dudosa. Esto quedó demostrado el jueves, cuando los parlamentarios que debían haber votado a favor de la nueva ley postergaron la decisión para este martes. Su promulgación obedece al mandato que obtuvo Mesa en un referéndum sobre el futuro del gas, realizado hace ocho meses, que fue planteado entonces como la salvación del país.
Mesa no cuenta con una base de apoyo partidista, y su popularidad no le ha bastado para avanzar en las tareas que se impuso cuando llegó a la Presidencia. De allí que el respaldo del Legislativo fuera imprescindible para restablecer los equilibrios y permitir la gobernabilidad. A cambio de esto, Mesa se comprometió a avanzar en otros tres temas -además de la Ley de Hidrocarburos- que han sido postergados: la elección directa de los prefectos (gobernadores), un referéndum sobre autonomías de los estados y la formación de una Asamblea Constituyente.
Como se ha visto, tanto el gobierno como la oposición radical miden sus fuerzas en las manifestaciones callejeras. Mientras Evo Morales y sus seguidores fomentan los bloqueos de carreteras y caminos, el Presidente Mesa consiguió que sus partidarios salieran a demostrarle su respaldo. Estas movilizaciones, unidas a las de diversos gremios que hacen sus propias reivindicaciones, tienen a Bolivia semiparalizada.
Análisis:
REINGENIERÍA DE MESA
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
En octubre del 2003, cuando la ingobernabilidad boliviana dejaba muertos en el camino, Carlos Mesa renunció a ser vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Losada. El domingo pasado, cuando la misma ingobernabilidad ponía su propia gestión en punto muerto, Mesa renunció ante el Congreso a su cargo de Presidente. A los viudos y viudas de “Goni” debió sonarles a escarmiento. Mesa había cumplido ese rol de “traidor a sueldo”, que adjudicara el ecuatoriano José María Velasco Ibarra a todos los vicepresidentes de la región. Pero, con la guitarra presidencial en la mano, verificaba que era imposible mantenerse en Palacio Quemado sin ejercer la represión.
Los pensadores “puros” creyeron cumplida la incompatibilidad del sector: si quieres ser un político deja de actuar como intelectual; si quieres ser un intelectual, aléjate de la política. Por desafiar este condicionamiento genómico, Mesa, miembro prominente de la tribu ilustrada, había chocado con la disyuntiva sartreana: o se ensuciaba las manos o volvía a sus libracos.
Sin embargo y más allá de las hipótesis, las opciones reales de Mesa no se limitaban a la renuncia simple, la ingobernabilidad resignada o la represión con cargo de conciencia. Combinando las dotes del intelectual con la astucia del político, el Presidente pudo abrir otra variable. Eso sí, debió envolverla en papel-sorpresa, para pillar desprevenido al personal.
Fue así como, entre domingo y martes, se descubrió que el hombre había sublimado sus frustraciones diseñando una estrategia “políticamente incorrecta”, para conseguir un poder presidencial real. En ella destacaban los siguientes seis puntos:
-Aprovechar el prestigio de su independencia partidista en un país que, como tantos otros de la región, desconfía profundamente de los partidos.
-Aumentar ese prestigio mediante una ofensiva diplomática y retórica contra Chile, comparativamente más prolija que las de sus predecesores.
-Afirmar a las FF.AA. de Bolivia en lo que llamó “compromiso inequívoco con la democracia desde hace 22 años”.
-Sugerir que ese compromiso las contrapone con los bloqueadores de caminos, en cuanto subversivos del orden, inductores de la guerra civil y catalizadores de separatismos.
-Disputar “la calle” a cocaleros, indigenistas y sindicalistas, haciendo docencia política con los medios que facilita el protagonismo presidencial.
-Aislar a Evo Morales, en cuanto enemigo principal del sistema (bien o mal) establecido, mediante un gesto dramático.
De acuerdo a dicha estrategia, su renuncia en dos tiempos -anuncio público al país y presentación formal ante el Congreso-, más que una renuncia con elástico fue un emplazamiento disfrazado de abdicación.
Expuestos ante su país y el mundo, los dueños de las curules decodificaron rápido el mensaje. Por una parte, entendieron que alejar a Mesa era convocar al demonio argentino llamado “que se vayan todos”. Por otra, aceptaron (mayoritarios), que mantenerlo suponía un pacto de gobernabilidad sobre temas tan básicos como la Ley de Hidrocarburos, la Asamblea Constituyente y el tratamiento del regionalismo. Algo así como un Pacto de la Moncloa en diferido.
Con esto, Mesa se despojó de su piel de intelectual gandhiano, pero aislado, que arriesgaba convertirlo en títere de los dirigentes capaces de movilizar masas. Ahora luce como un líder político casi carismático, que distingue entre la represión y la fuerza legal y aleja la infeliz opción entre el patetismo de la impotencia y el camino al despeñadero.
El peligro mayor de su reingeniería es la polarización del país, dado el antagonismo declarado de Evo Morales y su Movimiento al Socialismo (MAS). Con todo, fue un riesgo que la mayoría congresista osó enfrentar, pues Mesa supo poner gente en la calle. Y mucha. Sus vítores al Presidente y sus denuestos contra Morales, demostraron que “el pueblo” no era monopolio de nadie.
Por cierto, Mesa también aparece fortalecido hacia el exterior. Ello lo habilita para manejar con mayor sensatez la riqueza gasífera de Bolivia, pesar en los conciliábulos del “anillo energético” regional y ... sostener su ofensiva diplomática contra Chile.
En este contexto, nuestro país quedó en posición incómoda. Mientras los otros gobernantes de la región solidarizaron con Mesa desde el propio Domingo del Drama, el nuestro mantuvo un mutismo respetuoso. Tal vez pensó que apoyar al colega era darle el abrazo del oso, para regocijo de Evo Morales. Tal vez, técnicamente hablando, no cabía abrir la boca en ausencia de relaciones diplomáticas. El propio Mesa, con astuto sesgo, se encargó de comprenderlo: “No es fácil que haya un apoyo del Presidente Lagos como el que me manifestaron los demás mandatarios”.
Pero, si es cierto que a Chile le conviene coexistir con una Bolivia democrática y de liderazgo estable, quizá pudo improvisarse una variable un pelín heterodoxa. Digamos que, si un embajador nuestro se equivocó, al no parecer neutral durante el golpe contra Hugo Chávez, nuestro cónsul en Bolivia bien pudo acertar, plegándose al apoyo expresado por otros países de la región.
Habríamos lucido menos solitarios y Mesa lo habría comprendido mejor.
Opinión:
BOLIVIA: CARLOS MESA ENFRENTA A EVO MORALES
El Diario de Chile (www.eldiario.cl)
La crisis política que vive Bolivia ha dejado a las dos principales figuras enfrentadas -el presidente Carlos Mesa y el diputado Evo Morales- en posiciones antagónicas, pero similares a la vez. Si bien en lo político se encuentran en las antípodas, ambos parecen caminar al borde de la cornisa debido a los acuerdos que se han visto obligados a realizar para mantener su cuota de poder, en una pulseada que polariza cada vez más a la sociedad.
El golpe estratégico por parte del presidente produjo un realineamiento de fuerzas políticas que ha puesto a Mesa y a Morales en una difícil situación. Mesa ha dejado su futuro en las manos del frágil acuerdo con los partidos políticos tradicionales y, a su vez, queda obligado a preservar el orden público, lo que significa el uso de la fuerza -si fuere necesario- para impedir más bloqueos de carreteras.
A partir de su postura intransigente, Morales arriesga todo su futuro político y se ha visto obligado a pactar con sectores de extrema izquierda y grupos radicales, que lo harán transitar por resbaladizo abismo. Ya se asoma una división en el Movimiento al Socialismo: 4 de los 8 senadores están discrepando con su líder por esta alianza. En el centro de la confrontación han estado los contratos de exploración y exportación de hidrocarburos y la ley que habrá de regularlos. Para Evo Morales esa ha sido su principal bandera de reivindicación nacionalista y con ella ha conseguido paralizar el país. Pero detrás de la disputa por las regalías del gas -última gran fuente de recursos- hay una pelea de más largo aliento por la autonomía de regiones como Santa Cruz, Tarija y los territorios aymarás, algunas de las cuales alientan aspiraciones secesionistas y podrían romper la unidad política del país. La fragmentación es de tal gravedad que, de no hallarse un consenso en torno a la explotación de los recursos naturales y el grado de autonomía de las regiones, estaría en peligro la existencia de Bolivia como nación. La urgencia de Mesa es mostrar leyes aprobadas en el corto plazo, y no dilaciones.
Este enfrentamiento sin matices entre Mesa y Morales se traduce en una polarización de la sociedad boliviana que se acentúa cada vez más. La situación puede conducir a más estallidos, si ambos bandos continúan radicalizándose en sus posiciones sin encontrar la forma de acercarse, ya que en este momento no existen fuerzas de centro que puedan mediar en la disputa, que parece encaminar a ambos líderes hacia un callejón sin salida. A menos que, en una mirada hacia el futuro del país, preservaran la estabilidad institucional y, sólo por la vía democrática, zanjaran sus diferencias -léase-, discutiendo las leyes en el Congreso.
ALVARO VARGAS LLOSA: MESA Y LA MAYORÍA SILENCIOSA
No hay duda, en lo inmediato, de que fue una jugada maestra la presentación de una renuncia mentirosa. Ya se sabe que, en política, las renuncias que no llevan el adjetivo "irrevocable" tienen toda clase de artísticas intenciones, y la de Mesa las tenía.
La Tercera de Chile (www.latercera.cl)
No es posible a estas alturas determinar si la clara victoria inmediata del Presidente Carlos Mesa sobre Evo Morales durará o será el comienzo del fin de su gestión. En cualquier caso, como la política es el arte del mal menor, nadie puede seriamente dudar que entre un Mesa que intenta preservar un mínimo de estabilidad política y previsibilidad institucional, y el proyecto demencial y de la alianza entre Evo Morales (MAS), Felipe Quispe (Pachakutti), Jaime Morales (COB), Roberto Cruz (Movimiento Vecinal 17 de El Alto) y Vladimir Machicao (los Sin Tierra), la sensatez está en el primer bando. Por eso, ha hecho bien el vecindario -de Lula a Lagos, de Kirchner a Toledo- en respaldar a Mesa, cuya virtud ha consistido en transformar en mayoría activa lo que él intuyó que era una mayoría silenciosa hastiada de la agitación social y el populismo de barricada.
Hay dos formas de ver a Mesa y ambas tienen mucho de cierto. Se lo puede ver, de una parte, como el oportunista que se alió con el parque jurásico de los Morales y los Quispe para destronar a Sánchez de Lozada en 2003, y que al hacerlo desde el cargo que ostentaba, la Vicepresidencia, contribuyó a legitimar -y por tanto potenciar- unas fuerzas que hoy amenazan con desintegrar a su país.
Con el agravante de que, a lo largo de sus 17 meses de gobierno, apeló al tema de la mediterraneidad boliviana como símbolo de unidad nacional con más énfasis y menos sindéresis de las necesarias, y por tanto contribuyó a entronizar la demagogia como lenguaje político. La otra visión posible de Carlos Mesa es mucho más benigna. Ella hace de Mesa un inteligente y sofisticado intérprete de lo que ocurre en Bolivia, que trata, mediante un delicado juego de poleas, de gobernar lo ingobernable, es decir de encauzar esas corrientes antisistema por una vía que permita preservar tanto la institucionalidad democrática como unas ciertas condiciones para sostener lo que hay de inversión sin provocar una guerra civil.
Esto último es tanto más meritorio cuanto que, como es sabido, además de una lucha entre "modernos" y "jurásicos", existe en Bolivia, particularmente en el sudeste, una dinámica autonomista que cuestiona la viabilidad misma del país como unidad territorial y política.
Ambas personalidades coexisten en Mesa. Es decir: gran responsabilidad por haber impulsado desde el propio poder, por tanto desde la legalidad el sistema, esas fuerzas que hoy se han vuelto contra él; al mismo tiempo, grandes dotes de operador político para sobrevivir en el mando y, por tanto, impedir que acabe de colapsar la institucionalidad democrática y, acaso, de cuartearse la integridad territorial.
No hay duda, en lo inmediato, de que fue una jugada maestra la presentación de una renuncia mentirosa. Ya se sabe que, en política, las renuncias que no llevan el adjetivo "irrevocable" tienen toda clase de artísticas intenciones, y la de Mesa las tenía. Pero la apuesta pudo haberle salido mal. Después de todo, Evo Morales no sólo representa a los 34 congresistas del MAS, sino también un vasto protoplasma de grupos y grupetes que, juntos, suman una masa crítica que tiene constantemente jaqueada a Bolivia, con un respaldo internacional que Hugo Chávez ya ni siquiera disimula, como ha quedado claro con sus últimas declaraciones. Y Mesa, no lo olvidemos, no tiene estructura propia, ni bancada parlamentaria, sólo un verbo muy eficaz y el prestigio social de haberse puesto al frente de la crisis que hizo rodar por los suelos a su antecesor. Sin embargo, supo leer en el silencio de la mayoría silenciosa -para apelar a la célebre expresión de Nixon- un hastío y desesperación que alguien tenía que activar para recomponer, al menos momentáneamente, el juego de fuerzas. Eso, precisamente, es lo que el Presidente logró con su amenaza de renuncia: sacar a las calles a la mayoría silenciosa y mudarla en mayoría activa contra el bloqueo como arma de lucha. En ese acto de transformación de lo silencioso en activo, Mesa le ganó la mano a Morales, que hoy lame sus heridas anunciando la continuidad de los bloqueos.
Un análisis más frío, sin embargo, indica que, aun con la victoria temporal de Mesa, Bolivia tiene problemas de fondo sin solución a mediano plazo. El más importante, desde luego, es la ausencia de un marco institucional sostenido en un consenso social y político básico. De esa carencia fundamental derivan toda clase de problemas, incluyendo los económicos. Por lo pronto, las exportaciones han caído 10% en enero, los bloqueos hacen perder a Bolivia US$ 13 millones diarios y las únicas posibilidades de inversión extranjera importantes residen en las urgencias energéticas de Brasil (o el acuerdo con Argentina). Por eso, Lula ha jugado un papel clave en el respaldo internacional a Bolivia.
Pero las posibilidades de desarrollo de esos 27 billones de pies cúbicos de gas comprobados (y 52 billones potenciales) siguen siendo mínimos mientras no se restituya lo que hace unos años parecía existir: un clima propicio a la inversión. Ninguno de los bandos en pugna, ni siquiera el de los sensatos, representa eso mismo en la actualidad. No olvidemos que no fue Morales, sino el propio Carlos Mesa quien se encargó hace varias semanas de enviar un claro mensaje hostil a la inversión extranjera cuando, accediendo a las exigencias de los manifestantes de El Alto, canceló el contrato de distribución de agua con una filial de Suez, la empresa francesa. Por si fuera poco, la ley de hidrocarburos que propone el gobierno contempla impuestos potenciales de hasta 32% a las empresas que inviertan en ese rubro, cifra altamente disuasoria. Así no se construye una institucionalidad que garantice inversiones.
No es, pues, la regeneración institucional, económica social lo que emerge de este triunfo político de Mesa. Lo que realmente ha ocurrido es que se ha impedido que las cosas acaben de hacer crisis. El Presidente ha ganado tiempo y demostrado que el Presidente no es manco. Pero el desafío de Bolivia, un país con casi dos tercios de la población en la pobreza y en un mundo en el que desde la Europa central hasta el Asia cabalgan a lomo de un pegaso económico, no es preservar un statu quo insostenible a mediano plazo, sino dar un viraje de 180 grados hacia la modernidad. Eso, de momento, no está en las posibilidades de Mesa, y es probable que ni siquiera esté en sus designios más íntimos.
La agudización de las protestas, promovidas por Evo Morales, obligaron al gobierno a analizar la posibilidad de que el líder cocalero llegara al Palacio Quemado
LAS HORAS EN QUE LA MONEDA EVALUÓ LA CAÍDA DE CARLOS MESA
Si bien los análisis de Palacio y la Cancillería apuntaron a que el mandatario altiplánico iba a permanecer en el poder y conseguiría una momentánea estabilidad, lo ocurrido esta semana hizo que entre los análisis de gobierno estuviera la inconveniencia de que el líder del MAS conquiste la presidencia en el corto plazo. Junto con ser una figura que causa recelo en Chile, Morales es prácticamente un desconocido para la administración Lagos, al punto que sólo cuando desbancó a Sánchez de Lozada comenzó a ser visto como un factor de poder dentro de Bolivia.
La Tercera de Chile (www.latercera.cl)
La noche del domingo, cuando la muerte de Gladys Marín aún dominaba la agenda, un nuevo dejo de preocupación atrajo la atención del gobierno: el anuncio del Presidente de Bolivia, Carlos Mesa, de poner su renuncia a consideración del Congreso. Por eso, a primera hora del lunes comenzaron los contactos entre el canciller Ignacio Walker, de gira en Estados Unidos, con el cónsul en La Paz, Francisco Pérez Walker, para conocer detalles de lo ocurrido. Informaciones que fueron transmitidas directamente a Ricardo Lagos y posteriormente analizadas por el comité político.
Aunque con distintos matices, en La Moneda y en la Cancillería hubo coincidencia en que la dimisión iba a ser rechazada, lo que en el corto plazo permitiría al mandatario altiplánico recuperar la esquiva estabilidad del país. Por ello la decisión en Palacio fue clara: Chile iba a adoptar una postura "prudente y neutra" para no complicar más la posición de Mesa.
No obstante la percepción, confirmada en los hechos, de que el boliviano iba a mantenerse en el poder, el punto de quiebre al que llegó su gobierno obligó a que la administración Lagos se pusiera en la potencial posibilidad de que el líder cocalero Evo Morales -sindicado como el principal instigador de las protestas- alcanzara el Palacio Quemado.
La Moneda había comenzado a prever la caída de Mesa desde el 9 de enero, debido a la agudización de las manifestaciones en El Alto y la advertencia de Mesa de que "al primer muerto me voy".
La irrupción de Morales, que a la cabeza del Movimiento al Socialismo (MAS) se convirtió en la segunda fuerza legislativa y lideró la "guerra" contra la exportación de gas por Chile que desbancó a Gonzalo Sánchez de Lozada, llevó incluso a que en La Moneda se recordaran los privados comentarios de Lagos tras el enfrentamiento que tuvo con Mesa en la Cumbre de Monterrey el 2003.
Cansado de que Mesa usara el tema de la mediterraneidad como una herramienta para combatir su endémica debilidad política, el Presidente chileno comentó varias veces que preferiría incluso tener al frente a Morales. Porque aún con su antichilenismo y su discurso asistémico, por lo menos tenía la suficiente base de apoyo y fortaleza para esperar de él que cumpliera eventuales acuerdos y que fuese capaz de abordar asuntos impopulares, del mismo modo que sólo Richard Nixon, un halcón anticomunista, había sido capaz de aproximarse en los '70 a la China de Mao.
A la luz de lo ocurrido, no obstante, la percepción en altos funcionarios de gobierno es que lejos de convenir, una eventual llegada de Morales al poder sería perjudicial no sólo para Bolivia, sino también para Chile. "Una cosa es liderar las movilizaciones y estimular el descontento desde la oposición, y otra muy distinta es gobernar canalizando y dando solución a ese descontento", resume un miembro de la Cancillería.
Figura ignorada
A comienzos del 2000, cuando Ricardo Lagos derrotó a Joaquín Lavín, entre las felicitaciones que recibió por su triunfo estuvo la de Morales, entonces un dirigente cocalero sin mayor relevancia, que le envió una carta.
Aunque cinco años después estas circunstancias han registrado un vuelco, el inicial interés del diputado de tender puentes con el Mandatario no ha alcanzado siquiera visos semejantes a una relación. De hecho, lo más próximo a un acercamiento fue el protocolar saludo que el dirigente se esforzó en conseguir de Lagos durante la recepción que ofreció en La Moneda a los legisladores asistentes el 2003 al encuentro de la Unión Interparlamentaria.
Sin complejos, en el gobierno chileno reconocen que por años la figura de Morales fue prácticamente ignorada. Lejos de verlo como un factor de relevancia, se lo consideraba como un personaje antisistémico y marginal. Algo que el líder indígena que sólo estudió hasta tercero medio ha criticado públicamente y que, entre otros puntos, atribuye al alineamiento chileno con el neoliberalismo.
Sólo a medida que Morales fue cobrando mayor protagonismo, la administración Lagos comenzó a prestar mayor atención a sus movimientos. Sobre todo cuando en las presidenciales del 2002 obtuvo un sorpresivo segundo lugar y comenzó a desarrollar una fuerte oposición a Sánchez de Lozada.
Sin embargo, influyentes personeros diplomáticos aseguran que aún a esas alturas no se le veía desde Chile como un factor de poder, sino más bien como un "fenómeno político emergente". Por ello, y tal como refleja un destacado funcionario de la administración de Mesa, "de a poco comenzaron las consultas desde Santiago para saber más de él, pero muy en la línea de averiguar cuál era su postura en distintos temas de la contingencia".
Aunque personeros del consulado en La Paz se esforzaron en advertir la necesidad de aproximarse al líder del MAS, lo cierto es que no hubo mayor planificación oficial del gobierno para llegar a Morales. Como manera de graficar esto, un personero de gobierno relata que una de las contadas invitaciones que el dirigente cocalero recibió del gobierno chileno fue para la celebración del 18 de septiembre del 2003 en el consulado en Bolivia, a la cual se excusó de asistir.
Son muy pocas las personas que, fuera del dirigente mapuche Aucán Huilcamán, han estrechado lazos con él. Aunque básicamente por tener también ascendencia indígena, uno de los miembros del gobierno que se acercó a Morales fue el subsecretario de Defensa, Gabriel Gaspar, quien pidió conversar con el dirigente durante su visita a Chile del 2003. Quien sí ha desarrollado una estrecha sintonía con Morales es el diputado PS Alejandro Navarro, que insiste en que La Moneda "mantiene una visión prejuiciada de Evo". Prueba de ello, agrega, son las presiones que recibió el PS para impedir que el dirigente participara, en enero del 2004, en un seminario de la Fundación Océana, al que finalmente no vino.
Golpe al poder
Un claro punto de inflexión en este panorama, según coinciden no sólo en La Moneda y en Cancillería, sino también en el gobierno boliviano, se produjo en octubre del 2003, cuando el líder del MAS supo sacarle provecho a la crisis por el gas, asumiendo como una victoria personal la renuncia de Sánchez de Lozada, pese a que en principio se había opuesto a las manifestaciones que dejaron cerca de 90 muertos.
Un alto personero de gobierno de Lagos admite que fue precisamente la "mayor estructuración de su discurso y plataforma política" lo que llevó a considerar a Morales como un factor de poder y desestabilización de Bolivia, que requería ser monitoreado desde Santiago.
En esta línea, un funcionario de la Cancillería asegura que uno de los puntos que más inquietud han causado es la cercanía, o lo que algunos diplomáticos definen como "patrocinio", que Morales ha recibido de Hugo Chávez. Algo que quedó nuevamente de manifiesto la semana pasada, cuando en su dominical programa "Aló Presidente", el mandatario caraqueño calificó al cocalero como "uno de los más grandes líderes de la nueva historia de Bolivia".
Otro punto seguido con atención es su interés de extender el MAS hacia la región, particularmente Perú y Ecuador, sin descartar a Chile. Aunque esta posibilidad es vista como "inviable", funcionarios de gobierno sí reconocen alguna inquietud respecto de la posibilidad de crecimiento que puede tener el movimiento más allá de Bolivia.
Y si bien funcionarios de la Cancillería estiman que el dirigente cocalero salió dañado tras la operación de Mesa para identificarlo como un extremista, los cálculos apuntan a que Morales está lejos de haber sido aplastado. Por el contrario, un influyente diplomático advierte que la radicalización por la que optó Morales para mantenerse en la escena boliviana puede derivar en otra crisis de gobernabilidad que deje nuevamente a Mesa ad portas de abandonar la presidencia antes del 2007, cuando vence su período constitucional.
El poderío de Evo Morales
En 1997 fue electo diputado en representación de la conflictiva región del Chapare, centro neurálgico de la protesta cocalera.
En junio del 2002 obtuvo un sorpresivo segundo lugar en las elecciones presidenciales, con un 20,94% de los votos, menos de dos puntos de diferencia del candidato del MNR, el ex Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Con 27 diputados (20%) y siete senadores (26,9%), el MAS se convirtió, de paso, en la segunda fuerza parlamentaria, sólo desplazada por el MNR (36 diputados y 11 senadores).
En las municipales de diciembre del años pasado, el MAS se transformó en la primera fuerza con 23,3% de la votación. De los 357 municipios existentes, Evo Morales logró representación en 240. Aunque en manos de su movimiento no quedó ningún municipio grande, ganó localidades intermedias y obtuvo segundos lugares en El Alto, La Paz y Cochabamba.
Luego de que el martes pasado el Congreso boliviano rechazara la renuncia de Carlos Mesa, Morales anunció una alianza entre el MAS con las principales organizaciones sindicales del país para hacer frente al nuevo escenario político. Entre los movimientos que firmaron este pacto con el dirigente cocalero están la Central Obrera Boliviana (COB), el Movimiento Sin Tierra y el Movimiento El Alto.
BOLIVIA, UNA HISTORIA DE CORRUPCIÓN QUE CONDUJO AL PAÍS A LA AGONÍA
Primero fueron el estaño y la plata, luego la expoliación siguió con los hidrocarburos. Con la segunda reserva de gas de la región, el 70% de los bolivianos vive en la miseria. Radiografía de lo inexplicable.
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Con sólo darse vuelta puede ver toda la ciudad. Un punto ideal para hacer una foto panorámica de La Paz. Pero a Rosa no le interesa el paisaje desde el cerro. Destapa con cuidado una de las ollas apoyadas en una tabla de madera, bajo un toldo azul, en la vereda de su casa. Sirve en un plato de aluminio un arroz con "pollo dorado", que le vende a un vecino a 6 bolivianos, poco menos de un dólar. Lo que gana con sus guisos apenas le alcanza para las garrafas de gas, que cuestan 22,5 bolivianos y le duran tres días. En este país, dueño de la segunda reserva natural de gas de la región, encender una hornalla es un lujo.
Tierra de contrastes, Bolivia es el país más pobre de América del Sur, con casi 9 millones de habitantes y más del 70% de la población en la miseria. Pero su reserva natural de 52 trillones de pies cúbicos de gas podría aportar un ingreso per cápita similar al de las naciones más ricas del hemisferio.
Históricamente este país ha sido saqueado y la mayoría de su población, excluida de las decisiones políticas. En los últimos años el escenario comenzó a cambiar, con sectores antes postergados que ahora gritan presente y exigen participar en el reparto de la riqueza. Esta lucha ha llevado a cíclicas crisis, como la que ahora sacude al gobierno de Carlos Mesa.
Según el analista político Cayetano Llovet, "Mesa se apoya en un modelo político agotado. Pero ahora entran nuevos actores, que reclaman lo que hasta ahora no tuvieron". Por su parte, el sociólogo y matemático paceño Alvaro García Linera analiza que "la pobreza en que vive la mayor parte del país tiene que ver con la forma en que se organizó la estructura de poder. Ahora hay una lucha por reconfigurar esta estructura". Según García Linera, hoy sigue vigente "la lógica del enclave colonial. Es una colonia extractiva moderna, con la misma lógica de Potosí, de donde los españoles se llevaron toda la plata". Después fue el estaño, las piedras preciosas, que se escurrieron del país en barcos españoles. Y en el siglo XX, el gas.
En 1924, la estadounidense Standard Oil descubrió el primer pozo en Bolivia pero decidió no informar al gobierno y exportarlo sin pagar impuestos. En 1937, la Standard Oil fue expulsada, se nacionalizaron sus propiedades y se creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. Pero en los 90 el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada terminó con YPFB y la ofreció a compañías extranjeras. Las ganancias de un gasoducto para exportar gas a Brasil fueron para la Enron de EE.UU., protagonista de una de las mayores quiebras fraudulentas. En tiempos del Goni el negocio petrolero dejaba apenas un dólar al Estado por cada 24 dólares que se quedaba la empresa.
Otras petroleras descubrieron yacimientos de gas en el sur del país y llevaron las reservas de 5 a 52 millones de pies cúbicos. Pero esto no significa nada para gente como Rosa, esta mujer de ojos muy negros que vive en uno de los cerros de La Paz, en una casa a medio construir, y se levanta cada día a las 6 para cocinar los guisos de los que vive.
En Tarija, donde se concentra el 85% de las reservas de gas del país, miles de personas deben buscar leña para cocinar o calentar sus casas. Algo similar ocurre con la provisión de agua, que se convirtió en un consumo prohibitivo desde la privatización. Y aún hay miles de familias sin agua potable, aunque pagan el servicio. "Nosotros tenemos que pagar la instalación del agua, que hicimos nosotros mismos. ¡Nos han cobrado 450 dólares!", se indigna el zapatero Sixto Pati Pérez, pelo canoso, ropa muy gastada en la pobladísima avenida 16 de Julio, en el corazón de El Alto. Sixto gana menos de 2 dólares diarios como zapatero y se refiere a la empresa Suez-
Lyonnaise des Eaux, a la que los vecinos quieren echar por no haber cumplido con las inversiones prometidas. Empieza a hacer frío, y a la gente sólo le quedan los gruesos abrigos de lana. Las estufas acá tienen el sabor de una utopía.
LA ETERNA FRAGMENTACIÓN EN BOLIVIA
Guerras, golpes militares y desigualdades económicas amenazan con convertir a Bolivia en `tierra de nadie`
El Universal de México (www.eluniversal.com.mx)
La de Bolivia es una historia de fragmentaciones y rupturas. Geográficas, políticas, económicas y sociales.
Desde la Guerra del Pacífico en 1879, cuando perdió parte de su territorio, hasta la guerra del agua (en 2000) y la de ahora, la del gas (desde 2003), este país de 8.8 millones de habitantes, de los cuales 56 por ciento es indígena y 31 por ciento mestizo, parece avanzar hacia una nueva fragmentación, "en la que podríamos inmolarnos como país", según el analista Jorge Lazarte.
Un país surcado a lo largo del siglo XX por más de un centenar de golpes militares e intentos revolucionarios como el de 1952, ingresó al siglo XXI con 86 por ciento de sus habitantes por debajo de la línea de pobreza y unas riquezas en su suelo, que constituyen el botín político de los diversos actores en pugna.
Arribó al nuevo milenio como el resto de América Latina, bajo la égida de la ortodoxia económica, con su empresa petrolera y su subsuelo privatizado, en manos de multinacionales, como lo están también sus servicios públicos. Llegó hasta aquí con vastas extensiones de cultivos de coca, que lo dejan expuesto a la censura de EU, cuando la coca (sagrada para los pueblos originarios) y su producción aportan casi 18 por ciento al PIB.
Fue ese cultivo y su defensa acérrima contra la política de fumigación de campos impulsada por Washington y aplicada indistintamente por los gobiernos de Jaime Paz Zamora, Gonzalo Sánchez de Lozada y el dictador Hugo Bánzer (desde 1989 hasta 2002), la que generó el liderazgo de Evo Morales y la creación de Movimiento al Socialismo (MAS), fuerza política la primera y parlamentaria la segunda.
Diferencias abismales
Morales, de origen indígena, acompañó al gobierno de Carlos Mesa, pero ahora no duda en calificarlo despectivamente como "el mestizo al servicio de las multinacionales".
Es esa comunidad indígena la que alberga la mayoría de pobres que existen en el país. Son ellos quienes cortan rutas, realizan huelgas de hambre, ocupan edificios públicos y se enfrentan con mestizos y blancos (3 por ciento ) para defender sus derechos.
Agobiado por un promedio de cinco protestas diarias desde que asumió en medio de las cenizas de la caída de Sánchez de Lozada, en octubre de 2003, a Mesa no le quedó más alternativa que recomponer con el poder parlamentario, los viejos partidos que lo "odiaban hasta un día antes de su amenaza de renuncia", según el analista Carlos Toranzo.
"Estamos ante el peligro de una descomposición total. El presidente busca la racionalidad cuando dice que no se puede alejar al capital extranjero con regalías altas, pero Evo y el resto no mienten cuando dicen que están cansados del saqueo económico, pero lo que se cuestiona son los métodos".
Métodos que a Morales y a los sectores sociales aliados ahora con él, siempre le sirvieron para hacer oír y que ahora, al romper con Mesa, volvió a articular como en octubre de 2003. "Los indígenas no pensamos como los blancos, tenemos nuestra propia bandera, nuestro idioma, el territorio y las costumbres. Hoy hay una Bolivia dominante y otra dominada.
"Lucharemos hasta que tomemos el poder político", garantiza el dirigente aymara Felipe Quispe, quien alterna sus obligaciones como diputado con los estudios de historia en la universidad a los 63 años.
Y si Mesa y los partidos tradicionales alargaron el límite para las regalías petroleras a 18 por ciento y 32 por ciento de impuestos, sosteniendo que así se llega al mismo monto que 50 por ciento de las regalías que reclaman Morales, Quispe y los demás, eso equivale a "una diferencia abismal. Una muestra de que la oligarquía quiere seguir expoliando a la Pachamama (la madre tierra)".
Son tales las carencias de la mayoría de los bolivianos que todo mueve al enfrentamiento y a la disgregación, con la amenaza, según Lazarte, de que "esto se parezca mucho a Venezuela" porque el país ha perdido algo de lo poco que le quedaba junto a sus riquezas culturales y gasíferas: "La confianza en su futuro". Y sin embargo, a la accidentada historia boliviana aún le falta escribir varios capítulos de esta crisis.
Crisis en Bolivia
OTRA MÁS Y VAN...
En realidad, que haya crisis política en Bolivia ya no es noticia. Los conflictos entre bolivianos son tan enconados y repetidos, que nuestros vecinos parecen empeñados en demostrar que, de verdad, las peores astillas salen del mismo palo. Recuérdese, por ejemplo, que el anterior presidente, Gonzalo Sánchez de Losada, traspasó el mando al actual mandatario, Carlos Diego Mesa Gisbert, luego de renunciar abrumado por presiones de todo tipo.
El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com.ar)
Hasta hace menos de un mes, el sucesor de Sánchez de Losada estaba arrinconado por las exigencias de autonomía surgidas en Santa Cruz de la Sierra y Tarija, donde grupos importantes de ciudadanos reclaman desde hace tiempo el derecho a elegir sus propios prefectos (gobernadores), que siempre fueron una prerrogativa presidencial establecida por una Constitución unitaria.
Y con ello, claro, la libertad de disponer de sus propios recursos económicos, que es en realidad el eje de esta cuestión. Pero no bien Carlos Mesa emergió más o menos indemne del encontronazo autonomista, empezaron otros líos debidos a diferentes asuntos: Por un lado, el dirigente cocalero Evo Morales, líder del influyente Movimiento al Socialismo (MAS), la segunda fuerza política del país, obstinado en exigir para el Estado en concepto de regalías el 50% del producido por las compañías petroleras, decidió bloquear muchos caminos de Bolivia para obligar al Parlamento a incluir tales pretensiones en la nueva Ley de Hidrocarburos. Bolivia, así, quedaba medio bloqueada y había bastantes problemas para los transportes y abastecimientos.
Luego, Abel Mamani, dirigente de los habitantes de Alto de La Paz, un barrio capitalino que por su densidad demográfica es realmente una ciudad satélite, cortó el resto de los caminos para protestar por una suba de tarifas dispuesta por la empresa francesa Lyonnaise des Eaux, alias "Aguas del Illimani", proveedora del agua potable que consumen los paceños.
Al tiempo que la empresa gala se negaba a dar marcha atrás con su tarifazo, Mamani y sus seguidores endurecieron sus exigencias: ya no era cuestión de tarifas, sino que Lyonnaise des Eaux -según dijo el dirigente Altopaceño- "vaya con sus aumentos a joder franceses y deje en paz a Bolivia". Como conclusión, los caminos aún sin bloquear fueron bloqueados y todos los transportes de Bolivia quedaron paralizados. Por ende, de abastecimientos ni hablar.
Así las cosas, Carlos Mesa Gisbert, que había sufrido previamente 820 huelgas, cortes de rutas, planteos y manifestaciones provenientes de los más variopintos sectores, terminó de hartarse y renunció. Pero no en forma indeclinable, o sea que su dimisión, aparte de mostrar cansancio, tenía también el propósito de conseguir un respaldo imprescindible para capear las continuas tormentas que complican el clima político boliviano. Porque Mesa, heredero de aquel Sánchez de Losada dimitente por presión de una pueblada, no llegó al poder mediante el voto popular, sino por la vigencia de la ley de acefalía.
En consecuencia, gobernaba sin soportes partidarios, con un parlamento dominado por la gente de Evo Morales, carente de seguidores, completamente solo, huérfano hasta dar lástima.
En esas condiciones, por supuesto, su renuncia era una jugada de pizarrón: si se la aceptaban, estaba bien, se iría conforme porque no se puede gobernar en soledad. Si se la rechazaban, gol de media cancha, porque todos aquellos que lo obligaban a quedarse se convertírían automáticamente en abogados defensores.
Así, podía ocurrir, como finalmente ocurrió, que de la noche a la mañana aparecieran multitudes coreando su nombre por las calles, algo que unos días antes no hubiera soñado ni siquiera bajo los efectos de una droga euforizante. El pobre solitario encontró de pronto miles de correligionarios, lo cual no era tan inesperado considerando que la alternativa al rechazo de su dimisión hubiera acarreado tiempos muy negros para Bolivia. Las pancartas enarboladas por sus partidarios en la plaza Murillo, mientras los parlamentarios consideraban su renuncia, eran explícitos al respecto: ¡Mesa o el caos!
Ahora bien, don Carlos Diego podrá ser un político sin partido, pero no es tonto. No sólo salió ganancioso del entrevero, sino que aprovechó el envión para ponerse pedigueño. Exigió y consiguió que el Parlamento le garantizara un acuerdo de gobernabilidad, lo cual, en la práctica, significa que los legisladores se comprometieron a flexibilizar la ley de hidrocarburos, aprobar un referéndum sobre las autonomías departamentales y convocar a una asamblea constituyente para modificar la Carta Magna, única forma legal de llamar a elecciones para elegir prefectos.
De tal forma, el mandatario volteó de un solo tiro varios pájaros que se dedicaban a picotearle los choclos. Puso en vereda a los bloqueadores de rutas, se aseguró una tregua con los comités cívicos autonomistas, acabó con la dilatada discusión sobre el precio de los combustibles y pasó por encima de una polémica sobre enmiendas constitucionales que -si atendemos la idiosincrasia boliviana- hubiera generado a una pelotera bizantina de nunca acabar.
De todos modos, no hay sólo vino y rosas aguardando en el futuro de Carlos Mesa Gisbert. El Movimiento al Socialismo de Evo Morales, o sea el MAS -que si consideramos sus reiterados cortes de caminos debiera llamarse MENOS-, es el único partido político que no adhirió al rechazo de la renuncia presidencial. Y el MAS no es un partidito del montón, sino la segunda fuerza política del país. Por lo tanto está en condiciones de impedir que Mesa, o cualquier otro mandatario, pueda hacer y deshacer a su antojo sin tenerlos en cuenta.
Como prueba de su poder, la gente del MAS, fundamentalmente los cocaleros del Chapare, contrariando lo resuelto por los demás partidos el martes pasado, mantienen cortada la ruta que une Cochabamba con Santa Cruz de la Sierra. Pero los piqueteros de Evo Morales parecen haber errado el método, porque no están consiguiendo nuevos adeptos sino sumando desconfianza.
Hasta el presidente venezolano Hugo Chávez, quien supuestamente aprobaba las posturas del líder cocalero, reprobó su intransigencia afirmando que "no queremos ningún proceso desestabilizador en un país hermano de América Latina".
Sin embargo, a fin de amontonar nubarrones en el horizonte, Evo Morales firmó el miércoles último un pacto con los dirigentes sindicales más radicalizados, entre ellos el secretario general de la Central Obrera Boliviana, Jaime Solares; el líder de los aymaras, Felipe Quispe; el representante comunitario del Alto La Paz, Roberto La Cruz; el minero Miguel Zubieta y los campesinos Román Loaiza y Alejo Véliz. Prometieron hacerle la vida imposible a Mesa si no accede a imponer nuevos gravámenes a las empresas petroleras extranjeras, pero en realidad parece ser que estas amenazas son solamente una reacción de perdedores que tratan de no quedar desairados del todo.
Darán bastante que hacer, sin duda, pero por ahora la mano viene como hecha a medida para el juego de Mesa. El hombre está con la buena racha, aunque eso no es garantía de nada entre los hijos del altiplano. En Bolivia, como demuestra su historia, la política siempre ha sido impredecible y de precaria durabilidad.
América latina
BOLIVIA: LA REVUELTA ANDINA
La Nación de Argentina (wwww.lanacion.com.ar)
El episodio originado por la renuncia -revocable- del presidente de Bolivia, Carlos Mesa, y que culminó con su esperable rechazo, expresa la dimensión de la ingobernabilidad en ese país; ingobernabilidad que se inscribe en el marco más amplio de una profunda y cada vez más generalizada crisis en América latina.
El comienzo del siglo encontró a la región sumida en sus atávicas dificultades aún sin resolver. Durante los años setenta, América latina vivió una década perdida en términos políticos: la extensión de gobiernos autoritarios en el área -con escasos islotes de limitada democracia- caracterizados por el abuso del poder, el irrespeto de la ley, la violación de los derechos humanos y la desvalorización de la ética pública significaron un enorme debilitamiento institucional. La década del ochenta fue perdida en materia económica: las notas prevalecientes fueron el bajo crecimiento, el alto endeudamiento, mucha volatilidad, creciente informalidad laboral, pobre capacidad tecnológica y desplome de la calidad de vida. Durante los noventa, América latina transitó una década perdida en el frente social: se ahondó la desigualdad, se incrementó la polarización entre clases y etnias, se mantuvieron altos los índices de miseria e indigencia, creció la violencia ciudadana, se multiplicó el desempleo, se descuidó la educación y se deterioró la salud.
Es iluso creer que la suma de tantos años de malestar puede contenerse indefinidamente o resolverse por la fuerza. En esa dirección, el ejemplo de Bolivia?que sufrió con inusitada intensidad cada uno de los rasgos más negativos de esas tres décadas perdidas?es emblemático.
Debilitamiento estatal
Si partimos de un modelo ideal concebido a partir de un continuum entre "buen" y "mal" gobierno, el caso boliviano se ubica actualmente en la frontera de la ingobernabilidad. Esta, según la definición de Philippe Schmitter, se identifica mediante cuatro indicadores. Primero, aparece la indisciplina: la ciudadanía (indistintamente del origen social, político o étnico) recurre crecientemente a métodos de fuerza -violentos, ilícitos o irregulares- para influir sobre las políticas públicas. Segundo, emerge la inestabilidad que se produce cuando las elites dirigentes pierden capacidad de liderazgo político o de preservación de coaliciones efectivas. Tercero, irrumpe la ineficiencia; que resulta evidente cuando una administración no logra precisar metas ni asegurar su acatamiento. Cuarto, se instala la ilegalidad, entendida como el hecho de que los actores dotados con más poder buscan eludir limitaciones y controles jurídicos en procura de ventajas propias y extralegales.
En buena medida, al evaluar la dinámica sociopolítica en Bolivia hoy es posible detectar una grave crisis de ingobernabilidad. Esta se exacerba, asimismo, por dos fenómenos. Por un lado, sobresale el gradual desplome del Estado. Bolivia no constituye un ejemplo de Estado fallido -failed state en la denominación predominante en la actualidad- definido por una extendida ilegitimidad institucional y la incapacidad de proteger a los ciudadanos en su condición existencial. Es, sin embargo, un caso agudo de debilitamiento estatal que puede derivar en una situación anárquica; esto es ausencia de un gobierno central.
Por otro lado, la globalización -en algunas de sus manifestaciones menos benéficas- potencia la ingobernabilidad boliviana, otorgándole una impronta más internacional en sus fundamentos y efectos. Una suerte de globalización defectiva erosiona aún más la soberanía estatal, debilita la base productiva nacional, refuerza la fragmentación social y limita la autonomía diplomática del país. De hecho, la mayoría de los asuntos que determinan la realidad boliviana en esta coyuntura, esto es, los niveles de estabilidad, la reafirmación de las identidades, el tratamiento de los recursos energéticos, la proliferación del negocio de las drogas ilícitas, las cuestiones limítrofes, las tentaciones secesionistas y la fragilidad geopolítica, entre otras, están atravesadas por poderosas fuerzas y factores exógenos. Todo lo anterior internacionaliza, de facto, la crisis de ingobernabilidad boliviana.
En breve, en este caso estamos ante el escenario que Hobbes describió en Behemoth, más que en el que trazó en el Leviatán. La combinación de disolución de poder, errores del Estado, equívocos colectivos y corrosión del cuerpo político parecen conducir a una conflictividad difícil de contener. Y como bien lo recuerda Hobbes, la reconstrucción estatal no pasa exclusivamente por elevar la capacidad coactiva y disuasiva del Estado. El sustento del poder político no se concentra o limita al ejercicio de la coerción. Ni siquiera el uso legítimo de la fuerza es condición suficiente para transitar del desorden al orden. Es indispensable observar y comprender entonces, como dijo Hobbes, que "el poder del poderoso no se funda sino en la opinión y la creencia del pueblo". Dicha obediencia, a su vez, se asienta en la medida en que existan "reglas infalibles" por un lado, y la "ciencia de la equidad y la justicia" por el otro.
Consecuencias para Argentina
La Argentina tiene intereses concretos en juego en Bolivia. No se trata sólo de una cuestión fronteriza, derivada de la proximidad geográfica: la situación institucional en el país andino influye sobre el futuro de las inversiones y el comercio, sobre el desarrollo de los hidrocarburos, sobre la eventual expansión de las tensiones étnicas, sobre el porvenir de las corrientes migratorias, sobre el desbordamiento del narcotráfico, sobre la protección de los derechos humanos y sobre el devenir de la democracia. Cada uno de estos aspectos -en muchos de los cuales nuestra propia vulnerabilidad es cada vez más elocuente- entrelaza la situación argentina con el curso de los acontecimientos bolivianos.
Lo que suceda en Bolivia es trascendental para la Argentina por razones prácticas más que por razones ideológicas. Y lo es por motivos estratégicos y no simplemente coyunturales. Si la Argentina y sus socios del Mercosur aspiran a conservar márgenes de autonomía externa y evitar una situación de ostensible asimetría respecto a Estados Unidos, resulta fundamental buscar la estabilización de casos como el boliviano. Si Bolivia, y buena parte de la región andina, se transforman para Washington en lo que John S. Galbraith llamó una "frontera turbulenta", el despliegue de un mayor poderío estadounidense en el caso boliviano y en otros de aquella subregión será sólo una cuestión de tiempo.
La envergadura y complejidad de la crisis de ingobernabilidad en Bolivia demanda un mayor activismo externo de la Argentina. Se trata de proyectar una diplomacia preventiva que evite que lo que sucede en el corazón de los Andes se convierta en un ejemplo de fractura tumultuosa que conduzca a una situación de imprevisibles consecuencias sociales, políticas y militares. Se trata, además, de ser pacientes y prudentes. El objetivo principal, en esta hora, es evitar que los múltiples actores involucrados en la crisis se precipiten hacia el abismo. La meta más mediata es que se forje un pacto institucional que facilite la inclusión social y el tránsito hacia una nueva hegemonía política. Posiblemente, una virtuosa combinación de acciones de corto plazo y medidas de largo plazo ayude a impedir que el torbellino boliviano se propague hacia su vecindad más cercana.
BOLIVIA AL LÍMITE
El protagonismo de Carlos Mesa llegó a su máxima expresión con su "amenaza" de renuncia, estrategia en apariencia favorable, pero que puede empeorar su situación.
El Mercurio de Chile (www.mercuriovalpo.cl)
La tensión en Bolivia sigue en aumento a pesar de la jugada del presidente Carlos Mesa de, con su anunciada renuncia, echarse al bolsillo a la opinión pública y de paso lograr la aprobación del Congreso. Su aparente triunfo se desmorona peligrosamente, dando paso a una gama de escenarios que anticipan un incremento de la ingobernabilidad que sacó al propio Mesa de sus casillas.
Una mirada optimista es la del analista internacional Guillermo Holzmann, que plantea que el presidente Mesa logró viabilidad política para su gestión y gobernabilidad democrática al plantear una base de apoyo político-partidario y social que aísla el discurso rupturista de Evo Morales, aumentando con ello la legitimidad de su mandato heredado. "Obviamente, evita que se produzca una situación comparable con la que lleva a la caída de Sánchez de Lozada".
Aclara que la maniobra aparece exitosa en su primera fase al lograr una alianza política con el Congreso y dar espacio para la sanción legislativa de los proyectos sobre hidrocarburos. En tanto, la segunda fase, actualmente en desarrollo, tiene que ver con la apropiación de los argumentos de los movimientos radicalizados conducidos por Morales. "Mesa aparece manejando la crisis y no reaccionando a ella, teniendo presente la complejidad de la realidad política boliviana, donde su mayor debilidad es la carencia de una institucionalidad eficiente y creíble para solucionar los conflictos y que depende de los caciquismos o de lideres político-sociales para enfrentarlos. Mesa se ha manejado bien y muestra que tiene una buena asesoría estratégica. Es notable que no haya sacado las FFAA a la calle y, no obstante el clima de incertidumbre, no hubo una acción de fuerza por parte del gobierno".
REPRESION EN DILEMA
Eduardo Araya, docente de la Universidad Católica de Valparaíso, tiene otra visión respecto a la acitud de Mesa en general y en cuanto a que no haya recurrido a la acción de la fuerza. Argumenta que cualquier persona que quiere ser presidente, tiene que estar sometida a tomar decisiones. "Un académico (profesión de Mesa antes de ser presidente) se puede tomar toda su vida para pensar acerca de un problema, pero un político, especialmente si es presidente tiene que estar constantemente tomando decisiones. Algunas significan "romper huevos" porque no se puede pensar que en una sociedad que está tan fragmentada, los conflictos se van a resolver por la vía de la apelación a la conciencia o el buen sentido".
Subraya que lo ideal es que no haya represión. "Pero eso supone que el comportamiento de los actores relevantes esté de acuerdo con las normas que hacen que la sociedad funcione. Si hay una serie de grupos que se saltan las normas, no hay alternativa; si un grupo paraliza la economía del país a punta del bloqueo de carreteras, no se puede quedar rezando o esperando que los tipos razonen. Si está en ese dilema, mejor que se dedique a otra cosa, pero no a la política".
¿SEGUIRA EN EL PODER?
El analista internacional, Hamish Stewart, docente de la Universidad de Playa Ancha, recuerda que hace meses Carlos Mesa había anunciado no estar dispuesto a usar la represión o las fuerzas de seguridad en contra de los grupos que bloquean las rutas de acceso a la Paz. "Cuando esto empezó, lo único que le quedaba era cumplir su promesa y presentar su renuncia. Era la única arma que le quedaba en su arsenal para tratar de controlar la situación".
Piensa que es probable que Mesa no llegue a terminar su mandato. "Si ha renunciado completamente al uso de la fuerza y si estos incidentes siguen ocurriendo y se ponen peores va a tener, como ya lo ha hecho, que ceder en varias áreas. Un caso puntual es entregar mayores autonomías a diferentes zonas del país como ocurrió en Santa Cruz, por ejemplo, y eso va en contra de lo que quiere la gente en el Altiplano. Es una situación que podría llegar a ser bastante seria a futuro, si es que estas divisiones entre regiones se siguen acrecentando porque todas quieren reivindicaciones diferentes".
A juicio de Guillermo Holzmann "Bolivia construye su viabilidad y gobernabilidad democrática día a día. Sin embargo, Mesa ha demostrado un buen manejo de las claves sociales y culturales en su accionar político, y ello permite señalar que Bolivia esta lejos de cualquier solución violenta".
Acota que ha mostrado un buen asesoramiento y capacidad de mantener el diálogo y acuerdo con el Congreso. "Utiliza la precaria institucionalidad existente para darle viabilidad a su gestión, mantiene el apoyo de las FF.AA. y controla razonablemente la policía, tiene capacidad de diálogo y lo más importante, sus acciones están relacionadas con objetivos estratégicos que le permiten manejar la coyuntura de una manera preactiva y no necesariamente reactiva. Mesa es producto del proceso político boliviano, y como tal sabe que su legitimidad y capacidad de negociación le evitaran tener resultados como los de Sánchez de Losada".
Araya admite que es complejo calcular si es posible que termine o no Carlos Mesa su mandato. "El ostenta entre un 50 y un 60 por ciento de popularidad según las encuestas. En cambio, Alejandro Toledo un 10 por ciento o tal vez menos; no obstante, es más probable que el presidente peruano lo termine porque concluir su gestión no tiene que ver sólo con la percepción de la gente, de sí lo encuentran simpático o buen presidente".
Ecos en Chile
La demanda de salida al O. Pacífico no se altera en lo absoluto, coinciden los analistas.
Pese a que mucho se dijo que la apuesta de Carlos Mesa repercutiría a favor de su demanda de una salida soberana al mar, Guillermo Holzmann aclara en primera instancia que esta situación no afecta a Chile. "En términos indirectos es previsible que la crisis democrática y de gobernabilidad generen cierta incertidumbre a los inversionistas extranjeros. Sin embargo, Chile ha demostrado que las crisis vecinales no logran tener un impacto importante ni directo en la macroeconomía del país, salvo los casos de Argentina y Brasil que por su tamaño generan impactos mayores en sectores específicos".
Advierte que en términos mediáticos, al ser la demanda marítima y el tema del gas, argumentos importantes en la plataforma estratégica, no cabe duda que Chile estará presente en los medios y en el discurso de Mesa, pero sin tener impacto político importantes.
Por su parte, Hamish Stewart subraya que el asunto de la salida al mar va a seguir siendo un conflicto clásico de la relaciones entre Chile y Bolivia que no tendría por qué con esta situación puntual de Mesa producirse un cambio sustancial. "Va a seguir igual, él exigiendo una salida al mar y Chile, simplemente, diciendo no. El Gobierno de Bolivia, sea cual fuere continuará pataleando en la OEA, en Naciones Unidas y Chile reiterando su política".
"Ese asunto no ha variado un milímetro", sentencia Eduardo Araya. "Mesa cada vez que pueda va a usar el tema de la mediterraneidad para golpear la mesa porque es una de las pocas cosas en las que casi todos los bolivianos están de acuerdo. Pero todos sabemos que para que hayan avances tiene que haber acuerdos entre los dos países".
El docente cuestiona ¿bajo qué condiciones Mesa tiene posibilidades de lograr una salida al mar? El mismo contesta. "Cuando tenga algo que ofrecer y lo que nos puede ofrecer ahora que para el estado chileno es muy valioso, es gas...pero tiene tal problema con la política energética que mientras Mesa no sea capaz de resolver sus propias decisiones respecto de cómo van a sacar el gas, no tiene ninguna posibilidad de ofrecer nada que resulte atractivo para algún gobierno chileno y lo induzca a negociar de nuevo".
Más fuerte o más débil
-¿Qué tan fortalecido salió del proceso el presidente Carlos Mesa?
Hamish Stewart: "No tenía otra salida. No obstante, le va a seguir siendo muy difícil gobernar. Los grupos de presión van a continuar con sus actividades y el Gobierno de Mesa va a seguir bastante débil lo que no significa que Evo Morales tenga posibilidad de acceder al gobierno, pero sí, tiene la habilidad de crear un estado de ingobernabilidad y de impedir que cualquier otra persona pueda gobernar el país".
Guillermo Holzmann: "Sale fortalecido en este trance, tanto por el hecho de que el congreso en definitiva no quiere heredar una crisis que no podría manejar como por el hecho de que quedan en una situación donde la única opción posible es apoyar el poder constituido so pena de ingresar a una espiral de violencia y desmoronamiento del la estructura de poder, donde obviamente estaban incluidos. En términos de manejo de crisis, tanto el Congreso como el Presidente ganaron, y lograron dar cierta credibilidad a la población, al aislar las posiciones de Evo morales. No obstante, es previsible que nuevas crisis deberá enfrentar Mesa".
Eduardo Araya: "Mesa ganó tiempo y cierto respaldo parlamentario pero los problemas fundamentales siguen en medio de una sociedad profundamente fragmentada por conflictos de distinta naturaleza".
LA BOLIVIA RICA EXIGE AUTONOMÍA
La ciudad de Santa Cruz de la Sierra, motor económico de Bolivia, encabeza un movimiento de las provincias orientales del país exigiendo autonomía para gestionar sus recursos energéticos
La Vanguardia de España (www.lavanguardia.es)
Nosotros somos la Bolivia productiva; ellos son la Bolivia conflictiva", dicen los empresarios de Santa Cruz de la Sierra al referirse a los habitantes de La Paz y otras ciudades andinas. Al llegar a La Paz desde el aeropuerto de El Alto, se lee en un arco de piedra que da la bienvenida al viajero: "Bolivia, unidad en la diversidad". En efecto, Bolivia es el país con más diferencias étnicas, geográficas y económicas de América Latina. Pero esa unidad que se proclama parece una utopía, no sólo por las divisiones de las fuerzas políticas y sociales y los enfrentamientos de origen étnico, sino por el peligro latente de secesión por parte de las prósperas provincias orientales.
Las escasas referencias que los europeos tienen de Bolivia aluden a un territorio montañoso e infértil, con indígenas curtidos por el implacable sol del altiplano. En los últimos años, el líder cocalero Evo Morales ha adquirido notoriedad por los bloqueos de carreteras. Pero existe otra Bolivia desconocida, selvática, de tierra caliente, con inmensas llanuras, que se extiende por más de la mitad del territorio, con Santa Cruz de la Sierra como capital.
Santa Cruz, pujante ciudad levantada en la planicie oriental que los Andes vierten hacia el Amazonas y el río de la Plata, es el motor económico de Bolivia. En esta ciudad de millón y medio de habitantes, se mira con desdén, cuando no con rechazo, a los vecinos de la capital, La Paz.Yno hablemos ya de los indígenas del altiplano, a los que, con tintes racistas, consideran culpables de los continuos conflictos sociales y políticos que llevan el caos al país.
Este complejo de superioridad de la gente de Santa Cruz lo mostró sin tapujos Gabriela Oviedo, representante de Bolivia en el último concurso de Miss Universo. Cuando se dirigía a los jueces del certamen, Gabriela dijo que no todos sus compatriotas eran "gente pobre, bajita y de origen indígena". Y proclamó con orgullo: "Yo soy de Santa Cruz, de otra parte del país, donde no hace frío; en mi tierra hace calor, y la gente es alta, blanca y habla inglés".
Lógicamente, la concursante irritó a los andinos. Por el contrario, los cruceños, como así se llama a los vecinos de Santa Cruz, se mostraron orgullosos de Gabriela Orozco, porque asumen que son muchas las diferencias culturales, étnicas y sociales que los separan de los bolivianos de origen indígena.
Los escasos indígenas originarios de las provincias orientales hablan lenguas de la familia tupí-guaraní, no los idiomas indígenas de las zonas andinas, aymara y quechua. Los cruceños se llaman a sí mismos cambas y tienden a ver como atrasados y conflictivos a los andinos, los collas. Esta región nunca formó parte del imperio incaico; hace medio siglo, Santa Cruz era una atrasada población de 40.000 personas. Gracias a planes de desarrollo agropecuario, al empuje de pioneros bolivianos y extranjeros y, sobre todo, a la inyección de dinero que trajo el narcotráfico, el petróleo y el gas natural, el antiguo puesto militar se convirtió en la ciudad con mayor desarrollo del país.
Un país fracturado
Las tensiones raciales y el avance político del líder cocalero Evo Morales no son los únicos retos de un país fracturado política, social y geográficamente. Las antiguas demandas de autonomía de Santa Cruz echan leña al fuego de la inestabilidad y plantean el fantasma de una posible secesión.
El empresario cruceño Enrique Sandoval nos comenta que cuando ve por televisión a indígenas marchando por los páramos andinos le parece que está mirando "un programa del canal Discovery Chanel; vivimos en otro mundo". Según Sandoval, muchos de sus vecinos dicen tener más afinidades con el cercano Brasil que con La Paz. "Empieza a haber gente que no se siente boliviana; somos una nación aparte, como los catalanes, una nación sin Estado", dice Sergio Antelo, ex alcalde de Santa Cruz y dirigente de Nación Camba, un influyente grupo que propugna que las provincias orientales de Beni, Pando, Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, 60% del territorio nacional, formen un Estado Libre Asociado con la Bolivia pobre de las provincias de La Paz, Oruro, Potosí y Cochabamba.
Svonko Matkovic, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz, cabecilla de la secesión empresarial, apunta una tesis sobre el fondo de la conflictividad: "La causa de los problemas de Bolivia es el tradicional pensamiento incaico de oponerse a todo lo que es desarrollo, y seguir pensando en volver a lo que fue hace 500 años, una permanente animadversión hacia el que invierte, sobre todo si sus apellidos no son quechua o aymara".
Tarija y Santa Cruz, principales provincias productores de gas y petróleo, rechazan la Ley de Hidrocarburos promovida por el Movimiento Al Socialismo (MAS) que se debate en el Congreso, por considerar que pone en peligro los proyectos de exportación de gas, que impulsan la española Repsol YPF y la brasileña Petrobras. Santa Cruz quiere poder decidir sobre sus recursos porque genera la tercera parte del PIB de Bolivia, más de la mitad de las exportaciones y del ingreso fiscal del Estado y el 40,7% de la producción petrolera. De esta provincia sale el 0,7 % de la producción mundial de soja y por aquí pasa el gaseoducto a Brasil. Las peticiones de autonomía de Santa Cruz y Tarija, que apoyaron con huelgas y marchas, no fueron atendidas hasta que Santa Cruz se proclamó región autónoma y anunció que conformaría un gobierno para administrar sus recursos y dictar sus propias leyes. Ante el riesgo de ruptura, el presidente Mesa aceptó convocar un referéndum para transformar al Estado centralista en un régimen autonómico todavía por definir. Pero en Bolivia nadie descarta que, en un momento dado, si no ven viable un proyecto de una Bolivia unida, las provincias más ricas opten por la secesión.
WELCOME BOLIVIANOS
La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)
Según anuncios de las autoridades chilenas, a partir del 1 de abril los ciudadanos bolivianos ingresarán a Chile sólo con la cédula de identidad, eliminándose la exigencia de pasaporte, el cual tiene un elevado costo en ese país, y al no existir los pasaportes familiares, constituía una importante barrera económica que limitaba el turismo de nuestros vecinos.
Tengo confianza que esta medida, que era apoyada verbalmente por altas autoridades chilenas desde hace varios años, no sólo constituya una mejoría económica para Arica, sino además sea una útil herramienta para acercarnos, conocernos, y generar más confianzas con nuestros hermanos bolivianos.El mar estará ahora a la misma distancia que ayer, pero sólo a 7 horas y 12 dólares de pasaje, para poder admirarlo, bañarse, pescar y disfrutarlo, por lo que será menos inalcanzable.
Es tarea y responsabilidad de todos los ariqueños lograr que esta nueva herramienta rinda los frutos esperados, nuestra ciudad no vislumbra muchas áreas aparte del turismo para lograr el tan esperado repunte económico, por lo que sería criminal no aprovechar esta nueva situación.
Lamentablemente ninguno de los organismos vinculados a la actividad turística, ni público, ni privado ha anunciado programas, especialmente de difusión para dar a conocer las bondades de Arica o la región, informando lo económico que resulta visitarnos aparte de las nuevas facilidades. Según información de empresarios ligados al transporte terrestre a Bolivia, existe efervescencia y gran interés por visitarnos; si usted considera que sólo en La Paz habitan 1,5 millones de personas, y si sólo el 10 % de ellos nos visitaran una vez al año, serían 3.000 turistas adicionales a la semana, que con un gasto promedio de US$ 100, inyectarían $ 175 millones de pesos semanales a la alicaída economía local.
Tenemos directores de turismo a nivel regional, provincial y comunal (en varias de ellas), Cámaras de Turismo, de hotelería, etc., etc., pero al parecer nadie está haciendo nada en este tema, lo cual abre una razonable duda acerca de su utilidad. Es de esperar que no se invente algún tipo de trabas nuevas (como exigir una cantidad mínima de dinero para el ingreso ) que quiten con una mano lo que se da con la otra.
Sin duda la crisis política y económica de Bolivia no nos permite hacernos grandes ilusiones, pero realísticamente no tenemos muchos más vecinos con quienes interactuar para beneficio mutuo.
Como diría un lolo “es lo que hay”.
"PRESIDENTES NO TRANSAN SOBERANÍA"
La Estrella de Iquique (www.estrellaiquique.cl)
Su disposición a abordar una agenda de futuro con Bolivia, pero descartando de plano la posibilidad de entregarles soberanía, expresó el Presidente de la República, Ricardo Lagos.
El mandatario fue entrevistado por el periodista José Manuel Alvarez de Radio Digital, en un programa que fue transmitido simultáneamente en las principales ciudades de Chile. En la ocasión, Lagos contestó las preguntas de vecinos de diferentes puntos del país tales como Antofagasta, Temuco, Copiapó y Puerto Montt. El Mandatario, frente al tema de Bolivia, remarcó que es positiva la normalización del vecino país, pues es necesario para tratar temas de alto nivel, pero recalcó que ante cualquier demanda del vecino país por mar, "los presidentes no transan soberanía".
SEGURIDAD
Ante una pregunta sobre el avance de la delincuencia, Lagos destacó la preocupación del Gobierno por aumentar la seguridad en las calles y señaló que tanto en el “Plan Cuadrante” como en el “Comuna Segura” el Estado ha invertido varios millones de pesos.
"Lo que queremos es que los vecinos participen activamente en proyectos e iniciativas que aumenten la seguridad ciudadana y disminuyan la delincuencia, porque esta es una tarea de toda la comunidad", aseguró Lagos.
Asimismo expresó su preocupación por la salud de los trabajadores mineros de más de 60 años y aseguró que el Gobierno les asignó a todos pensiones de gracia porque “creemos que con su trabajo y esfuerzo se ganaron el derecho a una vejez digna”.
Además, el mandatario aseguró que los problemas de disminución del suministro de gas por parte de Argentina no afectarán a la población y tampoco significará un racionamiento de la energía eléctrica.
“A los chilenos no les faltará gas ni para cocinar, ni para el calefont o la estufa. Además, como Presidente les digo a todos que no habrá racionamiento de energía. En este punto, pueden estar tranquilos”, dijo.
CASO SCHAEFFER
Lagos también habló largo y tendido sobre todos los temas que han marcado la agenda nacional en estos días. En este ámbito, respecto a la detención del ex líder de Colonia Dignidad, Paul Schaeffer, el mandatario resaltó que existe la disposición y voluntad del gobierno argentino para expulsar al alemán y cooperar con los requerimientos de Chile, aunque destacó que “aún existen algunos inconvenientes técnicos que faltan por resolver”. Además, sobre la polémica de la Píldora del día después, resaltó que el Gobierno apoya la entrega del fármaco a las mujeres víctimas de violencia sexual y la venta en farmacias porque "no es un anticonceptivo sino un fármaco para usarlo en casos de emergencia y no todos los días".
19 VEHÍCULOS 4X4 ROBADOS EN BOLIVIA
La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)
De acuerdo a estadísticas proporcionadas por la Fiscalía del Ministerio Público de Arica, durante el año pasado se registraron sólo 62 denuncias por robo de vehículos motorizados en nuestra ciudad, cifra significativamente inferior a las 201 denuncias estampadas durante todo el 2003.
Si bien el delito de robo de vehículos, contemplado dentro del ilícito de robo con fuerza, ha experimentado un evidente disminución, la sensación de inseguridad permanece latente en gran parte de los conductores de la Primera Región, tomando en cuenta que varias de las máquinas sustraídas son internadas, por pasos fronterizos no habilitados, a los países vecinos donde son nuevamente comercializados.
Precisamente, y preocupada por este tema, la comisión investigadora de la Cámara de Diputados recibió esta semana de Aduanas un listado de los vehículos 4X4, robados en Chile, y que están inscritos en Bolivia.
La instancia investiga esta materia en virtud de un proyecto de acuerdo aprobado el pasado 18 de enero por la Sala. En el texto se señala que en el 2004 fueron sustraídos 595 vehículos 4x4 en Iquique, los que presumiblemente están en Bolivia.
19 VEHICULOS
EN BOLIVIA
Al respecto el director del Servicio Nacional de Aduanas Raúl Allard dijo que, “en el caso de Aduanas, se ha obtenido desde el Registro Unico Automotor de Bolivia, la nómina completa de vehículos inscritos en Bolivia 2002-2004. En el caso de Carabineros, se cuenta con una base de datos con nómina de vehículos con denuncia por robo en Chile y que eventualmente pudieran haber salido del país por pasos no habilitados”.
Agregó que “el análisis de la información de ambas instituciones ha dado como resultado preliminar la identificación de 19 vehículos que, habiendo sido robados en Chile, se encuentran inscritos en Bolivia luego de haber salido por pasos no habilitados. Esta información será entregada al Ministerio Público, organismo a cargo de las investigaciones por el delito de robo de los vehículos”.
EL GOBIERNO DA LA ESPALDA A CUMBRE DESTINADA A FRENAR CRISIS
La cita reúne a sectores políticos y sociales para conciliar posiciones, pero al parecer no detendrá las protestas y bloqueos.
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
Mal comenzó la semana en Bolivia en cuanto a la búsqueda de soluciones para la crisis social originada por el sensible tema del gas. El gobierno boliviano le dio la espalda ayer en la noche a una cumbre que reúne hoy a algunos de los principales actores políticos y sociales del país para intentar concertar posiciones respecto a dicha ley.
Esta cumbre social, a realizarse en Cochabamba, precede a una crucial sesión de la Cámara de Diputados, convocada para mañana, con el firme propósito de concluir la aprobación de la nueva legislación, que mantiene polarizada a la sociedad boliviana. El gobierno respaldó su determinación de no concurrir "ante la decisión de no formar parte de esta iniciativa, expresada por instituciones fundamentales como la Iglesia Católica y otros sectores muy importantes de la sociedad boliviana", según un comunicado oficial reproducido por la agencia France Presse.
"El Gobierno Nacional considera que una reunión de esta naturaleza debe contar con la presencia y la palabra de los sectores más representativos de nuestra sociedad, como condición básica para construir un escenario de consenso y de acuerdos mínimos en aspectos tan determinantes para el futuro nacional como son la Ley de Hidrocarburos, la Asamblea Constituyente y el Referéndum sobre Autonomías", añadió el comunicado. Finalmente, el gobierno reiteró su decisión "de proponer y realizar un gran encuentro nacional con los sectores sociales donde se traten los temas ya mencionados, en un ambiente de diálogo, respeto y tolerancia". Este encuentro social, calificado como "un último esfuerzo" por diversos analistas, era una suerte de un hilo de esperanza para lograr la esquiva paz, pero la decisión del gobierno de no plegarse reafirmó lo que ya se temía: que Bolivia viva otra semana de manifestaciones.
La reunión fue convocada en momentos en que la Cámara Baja discute sobre el régimen tributario para las petroleras, que ha desatado un duro choque de posiciones. Los diputados aprobaron recientemente la creación de un impuesto de 32% y mantener en 18% las regalías para las petroleras, mientras que distintos sectores sociales piden aumentar hasta en 50% las regalías.
Eliminar a Evo
El líder opositor Evo Morales -que encabeza el bloqueo carretero en el Chapare, en el departamento de Cochabamba, a través de su influencia con los empresarios cocaleros- aún no confirma su participación en el Encuentro Nacional, pero el partido que preside, Movimiento Al Socialismo (MAS), dijo que iría siempre que el gobierno no intervenga en los bloqueos.
Morales dijo al diario "El Deber" que "éste es un bloqueo histórico, patriótico, en el que el movimiento campesino quiere recuperar la propiedad de los hidrocarburos y el 50% de las regalías". Además, acusó al Presidente Carlos Mesa de intentar "eliminarlo" políticamente, y que su anuncio de renunciar a su cargo "tuvo la intención de destrozar a Evo Morales".
"En el fondo, el tema era el petróleo. Por eso han planificado eliminar a Evo Morales con la clase media y, de esa manera, aprobar la Ley de Hidrocarburos. Seguramente, dijeron: Evo no va a resistir con los movimientos sociales (antibloqueos)", señaló.
Los manifestantes convocados por el líder del MAS, Evo Morales, exigen que la nueva Ley de Hidrocarburos obligue a empresas petroleras a pagar 50% en regalías
BLOQUEOS DE COCALEROS AGRAVAN SITUACIÓN EN EL CENTRO DE BOLIVIA
La Tercera de Chile (www.latercera.cl)
Los bloqueos convocados por el líder cocalero Evo Morales, líder y diputado del Movimiento al Socialismo (MAS) están creando una compleja situación en el centro de Bolivia, en especial en la región del Chapare, perteneciente al departamento de Cochabamba. Allí, miles de campesinos, la mayor parte productores de coca, impiden en más de una veintena de puntos el tránsito por la carretera que cruza el país de este a oeste. En la zona se ha formado una larga columna de camiones y otros vehículos impedidos de circular, por lo que ya hay informes de desabastecimiento de agua y alimentos en algunas localidades y se habla de fuertes perjuicios para los empresarios del departamento oriental de Santa Cruz, que usan la vía para canalizar sus exportaciones hacia Argentina y también hacia los puertos del Pacífico.
Los manifestantes exigen una revisión de la Ley de Hidrocarburos que estudia el Congreso para que imponga un 50% de regalías a las empresas petroleras transnacionales que operan en el país, además de los impuestos correspondientes. El proyecto del gobierno especifica 18% en regalías y 32% en impuestos, lo que parece insuficiente a los partidarios de Morales. El MAS también ha pactado el apoyo de organizaciones sindicales a sus demandas y una de ellas, la Central Obrera Boliviana -institución histórica cuyo poder de convocatoria ha disminuido recientemente- ha llamado por su cuenta a una huelga general de 48 horas que empezaría mañana.
Mientras, para hoy está anunciado el comienzo de una "cumbre social" convocada por organismos de derechos humanos -entre ellos el Defensor del Pueblo- que busca reunir a delegados de gobierno, del MAS, dirigentes sociales, alcaldes, legisladores, partidos políticos e Iglesia Católica, en un intento por poner fin a los bloqueos. Ni el Ejecutivo ni Evo Morales han confirmado su asistencia al encuentro, lo que pone en tela de juicio su real efectividad.
Según el diario La Razón, en tanto, la policía ya tendría preparado un operativo para desalojar a los manifestantes si fracasa el diálogo.
MESA LLAMA A LA UNIDAD TRAS SEMANA DE CRISIS
El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, hizo anoche un llamamiento a la unidad del país, una semana después de que su dimisión causara una crisis resuelta provisionalmente con su ratificación en el cargo pero que se mantiene en las calles.
El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)
En un programa televisivo en el que atendió a las preguntas de los ciudadanos, Mesa pidió a sus compatriotas respeto al prójimo, independientemente de su raza o credo, y lamentó las posturas proclives al enfrentamiento de los últimos días.
La decisión del mandatario de convocar a la población a manifestarse contra los bloqueos de carreteras, el jueves pasado, fue malinterpretada por parte de la opinión pública como una invitación a la confrontación, lo que hoy negó el gobernante.
En las últimas horas ha aumentado la tensión en la región del Chapare, en el departamento central de Cochabamba, donde campesinos productores de coca cierran la vía troncal del país impidiendo el paso de centenares de vehículos y causando desabastecimiento en las poblaciones de la zona.
Además de pedir vehemente la unidad nacional, Mesa defendió una vez más su proyecto de reforma petrolera al reiterar que el plan de normativa del líder cocalero y del Movimiento Al Socialismo (MAS), usado como consigna de los bloqueadores, es inviable para la nación, la más pobre de Sudamérica.
Mesa recordó que las regalías, un pago fijo sobre la producción, no se pueden subir del 18 al 50 por ciento, como exige el MAS, porque se trata de una cláusula inamovible de los contratos firmados entre el Estado y las empresas petroleras que llegaron a Bolivia en la década de los noventa.
En cambio, abogó por el incremento de los impuestos hasta un 32 por ciento, para alcanzar el 50 por ciento de beneficios para el país, como se sugirió en un referéndum que definió la política energética nacional en julio de 2004, aprobado por mayoría.
De no seguir estas premisas, las empresas acudirán al arbitraje internacional y desaparecerán la cooperación de la comunidad internacional y las inversiones extranjeras, argumentó.
Consideró que su política "ha colocado el centro más a la izquierda de lo que estaba antes", identificada con la Ley de Hidrocarburos vigente, la cual promulgada por su antecesor, Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) en su primer mandato (1993-1997).
Por eso negó que se esté "derechizando" y dijo mantenerse al lado de todos los bolivianos, para agradecer luego el respaldo popular recibido de la ciudadanía.
De materializarse los postulados del referéndum en una nueva Ley de Hidrocarburos, como está previsto que suceda este año, el Estado boliviano pasará a participar de la definición de los contratos de exportación de las multinacionales que operan en el país, así como los precios de venta del producto.
Por este motivo, por la crisis energética de la región y porque Bolivia posee las mayores reservas de gas natural de Sudamérica, por detrás de Venezuela, la nación que preside "puede convertirse en el país que decida los precios del gas en el cono sur", enfatizó.
Recordó asimismo que "el freno a esta ley nos ha hecho dejar de ganar plata, 80 millones de dólares", que es lo que se hubiera ganado hasta ahora si se llega a sancionar en septiembre, cuando comenzó su discusión.
ARGENTINA SIN GAS EN EL 2012
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
Por: Ricardo Andrés De Dicco (especial para ARGENPRESS.info)*.- En el mes de Enero de 2005 la Secretaría de Energía de la Nación publicó el 'Boletín Anual de Reservas de Hidrocarburos 2003'; al analizar la cubicación de las reservas comprobadas de gas natural al 31 de Diciembre de ese año se observa que las cuencas sedimentarias del país contaban con 612.496 millones de m3. Ahora bien, si a tal volumen de reservas certificadas se le restan los 48.280 millones de m3 producidos en 2004, las reservas comprobadas de este fluido disminuyeron a 564.216 millones de m3; es decir, un horizonte de vida inferior a los 12 años de disponibilidad de gas, contemplando el nivel de producción del año pasado, lo que supone un agotamiento definitivo de los yacimientos gasíferos hacia el año 2016. No obstante, si se consideran las proyecciones del ENARGAS en la producción de este hidrocarburo para los años 2005 y 2010, correspondientes a 60.000 millones de m3 y 90.000 millones de m3, respectivamente, la disponibilidad de gas natural alcanzará a cubrir las necesidades energéticas del país hasta el año 2012 como máximo. Estos escenarios no sólo están basados en los aumentos proyectados para el mercado interno (principalmente incremento del consumo en las centrales eléctricas y en las industrias), sino también por aquellos correspondientes a las exportaciones, que superarían el 21% al finalizar el presente decenio (el año pasado representaron más del 15% de la producción total de gas).
Las líneas del párrafo precedente sugieren la posibilidad de ocurrir un colapso energético o, en su defecto, la importación total de energía, al comienzo de la década entrante. Tal colapso ocurriría en el sistema de transmisión de energía eléctrica, más fallas parciales con origen en la capacidad de fuerza de las usinas. A su vez, la escasez de combustibles obligaría al gobierno a implementar y regular un programa de racionamiento en la entrega de gas natural, GNC, GLP, gasolinas, gasóleos y demás combustibles derivados del petróleo crudo por parte de las productoras, sin olvidar la escasez de insumos requeridos por la industria petroquímica para la elaboración de agroquímicos, plásticos, fertilizantes, etc. Esto se debe a que Argentina depende en un 90% de los hidrocarburos petróleo y gas natural para cubrir sus necesidades energéticas (y un 60% de dependencia hidrocarburífera en el suministro de energía eléctrica).
Considerado este problema, comenzaremos el informe identificando a los agentes económicos que operan en la oferta primaria de gas natural para luego analizar el comportamiento de los mismos. Respecto a la concentración económica de las reservas comprobadas de gas natural, según la Secretaría de Energía de la Nación, se puede observar que en 2003 sólo 7 empresas eran propietarias del 82,3% de las reservas, siendo Repsol YPF el propietario más importante: 289.669 MM de m3 o 47,3% de concentración (incluidas las de Pluspetrol), siguiéndole el conglomerado anglo-estadounidense BP-Amoco (más la local Bridas) que controla a Pan American Energy con 56.389 MM de m3 o 9,2% de concentración, la filial francesa Total Austral y el consorcio germano-estadounidense Wintershall Energía con 46.900 MM de m3 cada uno o 7,7% de concentración cada uno y la estatal brasileña Petrobras con 34.078 MM de m3 o 5,6% de concentración, entre los principales propietarios. Cabe destacar que de acuerdo a lo establecido por el Art. N° 34 de la Ley N° 17.319 (de Hidrocarburos): '(...) Ninguna persona física o jurídica podrá ser simultáneamente titular de más de cinco (5) concesiones de explotación, ya sea directa o indirectamente y cualquiera sea su origen'. A modo ilustrativo, Repsol YPF es titular de 85 concesiones de explotación y la estatal brasileña Petrobras es titular de 32 concesiones de explotación en Argentina. La misma violación se replica para el caso del Art. N° 25, concerniente a los permisos de exploración.
En relación a la producción de gas natural registrada en 2003, el 95% de la misma se concentraba en 5 empresas. Repsol YPF ocupa el primer puesto, ya que resulta ser el mayor productor gasífero de Argentina, con una participación directa del 39,3%, la que se eleva a un 49,2% al sumar la de Pluspetrol (propiedad de Repsol); luego le siguen la francesa Total Austral con 21,5%, la anglo-estadounidense Pan American Energy con 10,9%, la estatal brasileña Petrobras con 7,1% y la argentina Tecpetrol (Techint) con 6,2%, entre las de mayor producción. Mientras que en lo concerniente a las exportaciones realizadas en 2003, sólo 7 compañías petroleras concentraban alrededor del 86% (U$S 275 millones) de las mismas (más de U$S 320 millones), siendo el principal exportador Repsol YPF con 46,3% de concentración económica (incluye Pluspetrol), siguiéndole Pan American Energy con 9%, Total Austral con 7,8%, Wintershall Energía con 7,6%, Mobil con 6,8%, Sipetrol (filial de la estatal chilena ENAP) con 5,1% y Petrobras con 3,2%.
Si bien la morfología del mercado gasífero es más abierta que en el esquema previo a las reformas estructurales (pues, no existe una empresa que controle la cadena gasífera integralmente, como lo hiciera hasta 1992 Gas del Estado), el marco regulatorio emergente de tales reformas no se ve para nada reflejado cuando se analiza la participación de los agentes económicos de dicho mercado en las diversas fases de la cadena gasífera y en los diversos eslabones de los segmentos petróleo y eléctrico (los principales productores de hidrocarburos son: transportistas, distribuidores y consumidores industriales de gas natural; participan en el transporte, refinación y comercialización del crudo y derivados; participan también en la generación, transporte, distribución y consumo industrial de energía eléctrica), sino más bien el desarrollo de un mercado de competencia cada vez más imperfecto, en particular por la alta concentración registrada tanto en la propiedad de las reservas como en la extracción y en la exportación.
Al analizar las exportaciones de gas natural argentino, en base a datos del ENARGAS, se puede observar que finalizado el ejercicio 2004 las exportaciones totales de este hidrocarburo se incrementaron un 8% respecto al año anterior, es decir, alcanzaron los 7.299 millones de m3. En el caso de las exportaciones destinadas a Chile, el incremento fue superior al 7% en relación al año 2003, totalizando 6.731 millones de m3; las exportaciones efectuadas a Brasil aumentaron más de un 9%, alcanzando 448 millones de m3; y las exportaciones realizadas a Uruguay se incrementaron más del 77%, alcanzando 120 millones de m3. En suma, del total de las exportaciones de gas natural registradas el año pasado, 92,2% se destinaron a Chile, 6,2% a Brasil y a Uruguay el 1,6% restante.
Cabe destacar que en los tres primeros meses de 2004 las exportaciones de gas natural realizadas a Chile alcanzaron registros históricos. Para el mes de Enero del año pasado se observa un incremento del 26% en las exportaciones de este energético a Chile respecto a igual mes de 2003. En Febrero de 2004 se registró un aumento del 33,5% en relación a mismo mes del año anterior, y un 8,5% respecto a Enero de 2004. En el primer mes de la denominada 'crisis del gas de 2004' (Marzo) se registró casi un 9% de aumento respecto a igual mes del año 2003, mientras que para el mes de Abril del año pasado se registraron volúmenes de exportaciones similares a los de igual mes de 2003. La única disminución relevante llegó en el mes de Mayo, registrándose un -12% respecto a igual mes del año anterior, mientras que en Junio de 2004 se lograron nivelar los volúmenes de exportación con registros similares a igual mes de 2003, y 5,6% superior a Mayo de 2004. La evidencia indica que las 'restricciones' supuestamente aplicadas a la exportación de gas natural no tuvieron ningún efecto durante los tres meses que duró la denominada 'crisis del gas de 2004' (Marzo-Abril-Mayo), que, vale decir, fue provocada por las productoras gasíferas para presionar a la Administración Kirchner a que incremente significativamente las tarifas de servicios públicos de electricidad y gas natural. Cabe recordar al respecto que la demanda interna durante tales meses de 'crisis del gas de 2004' registró, según ENARGAS, un incremento del 12,6% en relación al año 2003 y del 6,7% en comparación con el año 2000, en particular aumentos del sector industrial, explicados más precisamente por los antecedentes históricos, y por las centrales termoeléctricas por haberse tratado de un año hidrológicamente pobre, dando por consiguiente una insuficiencia en la capacidad de transporte, también explicada por los antecedentes históricos. Pero también se observan incrementos similares e incluso superiores a los del analizado trimestre 'crítico' de 2004 para otros años: el incremento ocurrido en el trimestre Marzo-Abril-Mayo de 1997 respecto a igual período de 1996 fue equivalente al 11%, y el aumento ocurrido en mismo trimestre de 1999 respecto a igual período de 1998 fue equivalente al 18,3%; y ni en 1997 ni tampoco en 1999 se presentó una escasez de gas. A su vez, tanto la demanda interna y la exportación de gas natural durante 2004 estaban previstas en el documento 'Prospectiva 2002' que Secretaría de Energía de la Nación publicara en Mayo de 2003. Tampoco debe olvidarse que entre las opciones de contingencia de corto plazo de la Administración Kirchner que aparecen en el documento 'Plan Energético Nacional 2004-2008', publicado en Mayo de 2004, se encuentra la importación de gas natural proveniente de la cuenca de Tarija, Bolivia. Ese gas natural que el Estado argentino le compra al Estado boliviano (a través de YPFB), es propiedad de filiales de Repsol YPF que operan en el país andino (Maxus y Andina). Una extorsión excelentemente planificada por el oligopolio energético y una respuesta absurda e inconcebible por parte del Estado nacional.
Estas maniobras de extorsión se replican también para el caso del gas-oil (insumo primordial para el sector agropecuario, entre otras ramas de actividad). Durante el verano de 2005, las refinadoras (en particular SHELL y ESSO, según medios de prensa gráfica) cortaron el suministro de gas-oil, como mecanismo de presión para que el gobierno elimine las retenciones a la exportación y permita que el precio del combustible comercializado en el mercado local sea referenciado con el internacional (lo que impactaría notablemente en la canasta familiar por la inflación que dispararían tales aumentos). A eso se le llama aquí y en cualquier parte del mundo extorsión. Sin embargo, ninguna de las empresas involucradas en las extorsiones de 2004 y 2005 fue sancionada con el rigor de la ley.
Desde Febrero de 2005, los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y de Argentina, Néstor Kirchner, mantienen conversaciones respecto a la provisión de gas natural al país trasandino, las cuales parecerían señalar que no ocurrirían restricciones a las exportaciones; no obstante, el secretario de Energía, Daniel Cameron, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, no descartan la posibilidad de crisis coyunturales, al mismo tiempo que han manifestado implementar 'premios y castigos' a los usuarios residenciales (los más cautivos) del mercado interno y proponer a las empresas del sector un cronograma de aumentos tarifarios. Por su parte, los productores hidrocarburíferos se preparan para una nueva ofensiva: eliminar las retenciones a la exportación y lograr aumentar con cifras de tres dígitos las tarifas del gas y de la electricidad (y también lo desean para el crudo y sus derivados), y eso requiere, desde sus 'perspectivas', de prácticas similares a las realizadas el año pasado.
Ahora bien, según la consultora EQUIS, alrededor de 13 millones y medio de ciudadanos argentinos no tienen acceso al gas natural por redes (a modo ilustrativo, el 100% de los hogares de las Provincias del NEA: Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, no tienen acceso al gas natural), donde aproximadamente el 58% de los mismos (más de 10 millones de ciudadanos argentinos) vive por debajo de la línea de pobreza, consumiendo energéticos alternativos: 80% consume gas licuado de petróleo (GLP) envasado en garrafa y el 20% restante quema leña, plásticos, residuos vegetales/animales, etc. Sin embargo, las exportaciones de gas natural continúan incrementándose año tras año, cuando las Leyes Nacionales 17.319 (de Hidrocarburos) y 24.076 (Marco Regulatorio del Gas) las prohíben al encontrarse insatisfecho el mercado interno. Este es uno de los resultados de los programas de privatización de la cadena hidrocarburífera: nula expansión de la red troncal de gasoductos para abastecer el mercado interno y construcción de 10 nuevos gasoductos para satisfacer únicamente las necesidades energéticas de mercados foráneos entre 1996 y 2003 (7 a Chile, 2 a Uruguay y 1 a Brasil). Vale recordar que el último gasoducto troncal en ingresar a la red fue el NEUBA II, en 1988, construido por Gas del Estado S.E. El fracaso del modelo energético neoliberal es indudable.
Para la cuestión particular de asegurar el abastecimiento interno antes que las exportaciones cabe traer a colación el artículo tercero de la Ley Nº 24.076: 'Las exportaciones de gas natural deberán... (...) ser autorizadas por el Poder Ejecutivo Nacional... (...) en la medida que no se afecte el abastecimiento interno'; así como también lo estipulado en la introducción de la Ley N° 17.319: 'La exportación de hidrocarburos y sus derivados es legislada en estrecha coordinación con el aseguramiento de la autosuficiencia del país en la materia, ya que el Poder Ejecutivo la autorizará siempre que se trate de cantidades no requeridas para la adecuada satisfacción de las necesidades internas'.
De las líneas precedentes emergen cuatro interrogantes de relevante consideración:
- ¿cómo es posible que el gobierno no haya sancionado con el rigor de la ley a las productoras gasíferas por haber provocado cortes en el suministro del fluido para el mercado interno y que la opción de contingencia más importante del mismo haya sido la importación de gas natural proveniente de Bolivia perteneciente a la productora que lideró tales extorsiones?
- ¿cómo es posible que se permitan falsas denuncias del gobierno chileno sobre supuestas restricciones a las exportaciones ilegales de gas natural argentino durante 2004 cuando solamente sufrieron una disminución considerable en el mes de Mayo y en el resto del año recibieron cantidades superiores a las de años anteriores?;
- ¿cómo es posible que se permitan exportaciones ilegales de gas natural cuando más del 36% de la población no tiene acceso a la red?;
- ¿cómo es posible que se permitan exportaciones ilegales de gas natural y que al mismo tiempo el gobierno aplique aumentos tarifarios para disminuir el consumo de los usuarios cautivos del mercado interno (camuflado como Programa de Uso Racional de la Energía -PURE-)?
En lo concerniente al consumo nacional de gas natural registrado en 2004, según el ENARGAS la demanda interna fue equivalente a 33.476 millones de m3, representando un incremento del 8,6% respecto al consumo nacional de 2003 (30.830 MM de m3), y casi un 7,2% de aumento en relación a 2000 (31.238 MM de m3), año en que se había registrado la mayor demanda interna. De esos 33.476 millones de m3 de gas natural consumidos en el mercado interno durante 2004, 20,7% correspondió a usuarios Residenciales, 3,3% a Comercios, 1,1% a Entes Oficiales, 33,5% a las Industrias (incluye RTP-Cerri), 30,9% a las Usinas Eléctricas (incluye consumo de gas en 'boca de pozo'), apenas 9,1% al Transporte Automotor (GNC) y 1,4% a Subdistribuidores.
Cabe señalar que al analizar la producción total de gas natural de 2004, equivalente a 48.280 millones de m3, en base a datos de la Secretaría de Energía de la Nación, considerando un consumo nacional y exportaciones de este fluido equivalentes a 33.476 millones de m3 y 7.299 millones de m3, respectivamente, en base a datos del ENARGAS, no queda muy claro cuál fue el destino de los 7.505 millones de m3 restantes; en 2003 quedaron sin resolver el destino de 15.442 millones de m3. Por consiguiente, emerge la siguiente sumatoria de interrogantes: ¿exportaciones no fiscalizadas + venteo excesivo + explotación irracional no fiscalizada para consumo propio de las productoras en su afán por incrementar la producción de petróleo para exportación + manipulación de datos por parte de las productoras para incrementar el valor de las acciones que cotizan en bolsa? No es descabellado pensar en ello cuando el Estado se ha divorciado de sus funciones básicas en el sector energético: gestión, planificación, control y regulación de la cadena energética como resultado de las reformas estructurales iniciadas en los '90.
El oligopolio energético resultante de tales reformas tiene desde hace tiempo el poder para actuar en la formación de precios de combustibles y tarifas de gas y electricidad, así como también el poder para operar ideológicamente a través de los medios masivos de comunicación social. Si el Estado no cumple con sus funciones básicas, no recupera la renta energética y no informa a la comunidad las estadísticas verdaderas que explican la situación del sector clave de la economía, las posibilidades de desarrollo de Argentina se verán perdidas entre los años 2010 y 2012, cuando las reservas probadas de petróleo y gas natural (cuya explotación cubre el 90% de las necesidades energéticas del país) queden definitivamente agotadas. No obstante, durante los próximos meses y años es probable que se presenten 'crisis coyunturales' (léase cortes provocados de suministro) en la oferta de energía del mercado interno, es decir, extorsión del oligopolio energético sobre el gobierno para que elimine las retenciones a la exportación, aumente los precios de combustibles, tarifas de gas y electricidad del mercado local tomando como referencia los precios y tarifas internacionales, perjudicando así toda iniciativa del gobierno en signar la planificación económica en un proceso de industrialización basado en la capacidad estructural para desarrollar mediante nuestros propios recursos los medios de producción correspondientes a los estándares internacionales de tal proceso y avance científico-técnico, ya que sin energía abundante y barata no es posible tal iniciativa de reforma del aparato productivo nacional.
Nota:
1) Para el Grupo Repsol YPF, Argentina representa el 73% de su producción total de petróleo y el 61% de su producción total de gas natural en el mundo. Para la estatal brasileña Petrobras, Argentina representa el 60% de su producción total de petróleo y el 40% de su producción total de gas natural. Para mayor información, véanse los sitios webs: http://www.repsol-ypf.com.ar y http://www.petrobras.com.ar
EL POPULISMO MEDIATICO DEL PRESIDENTE MESA Y LA RECOMPOSICION DEL PODER DUAL EN BOLIVIA
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
Durante la colonia, los castellanos hicieron que el indio construyera los muros de sus propias prisiones a cambio de cuentas de cristal. ¿Habrá cambiado para algo la historia? René Zavaleta diría que no, que tras ganar en las calles la revuelta de octubre el pueblo perdió en el Parlamento; que el perverso 'hilo de continuidad' en la historia larga del país permanece incólume y que la casta encomendera se encaramó en el poder una vez más como hiciese tras la revolución popular de 1952 y tras la revuelta de noviembre de 1979. Ganar tiempo y desgastar al movimiento popular fue lo que hizo durante un año y medio de gobierno el Presidente de Bolivia. Por 18 meses Carlos Mesa fue el señuelo con el que una casta oligárquica en recomposición, mantuvo a líder visible de la subalternidad, Evo Morales, embelezado con la virtual posibilidad de gestionar desde el Parlamento una histórica reversión de la Capitalización vía derogación de la Ley de hidrocarburos de Sánchez de Lozada. Entretanto, Mesa generó las condiciones jurídicas, políticas y electorales para una velada reconstitución de la lógica de poder secular, herida pero no destruida por la revuelta de octubre de 2003. El mantuvo al líder cocalero embriagado con la perspectiva de sucederle en la Presidencia, le distanció de los sectores sociales y, bajo el argumento de 'propuesta antes que protesta', sumergió a su partido - el Movimiento al Socialismo - en la práctica política palaciega y estéril de la democracia representativa prebendal.
Hoy, cuando es más débil el movimiento popular, la política presidencial da un giro abiertamente conservador y revela que Mesa sólo estuvo esperando el momento de decirle al MAS que 'cayó el telón'.
El vuelco a la derecha
Tanto el respaldo de los partidos tradicionales, plasmado en el reciente Acuerdo de Gobernabilidad, como la movilización urbana gestada por la intermediación del aparato político de los Alcaldes en la Paz, El Alto y Cochabamba, exponen a un Mesa que ha retornado al seno de la derecha y que hoy dispone de un respaldo en el Parlamento y de una fuerza social en las calles que en adelante le permitirá prescindir de cualquier diplomacia con los movimientos sociales que, a desdén de las cambiantes actitudes del MAS, le demandaron inclaudicables la nacionalización de los hidrocarburos desde el primer día de su gobierno.
Saliendo en defensa de la aprobación del 18% de regalías logrado en la Cámara Baja por la coalisión MNR-MIR, Mesa no sólo ha mostrado su abierta postura conservadora sino que ha refortalecido al alicaído bloque parlamentario neoliberal que componía la 'Megacoalición' de Sánchez de Lozada. Mantener los términos de explotación de los recursos hidrocarburíferos es el punto de acuerdo, el interés común, que ha dotado a Mesa del respaldo parlamentario del que - al menos en apariencia - había carecido durante su año y medio de gobierno.
Tras el destape del Presidente del domingo 6 de marzo, es claro que Mesa hizo lo que mejor sabe hacer: Ser convincente y generar un cambio de actitud en la opinión pública para legitimar la represión de los bloqueos que ejercitan los aparatos de seguridad del Estado.
Mesa actuó y su talento histriónico, amplificado por la cobertura cómplice de la media, convenció a todo el país de que obviara lo evidente y de que olvidara lo esencial; que él fue desde siempre el campeón mediático de la política neoliberal, que ascendió al poder del brazo de Sánchez de Lozada, que su staff de ministros son un remanente de la administración gonista y que todas las reformas que implementó durante este año y medio, a título de 'transformar el país', sólo han servido para 'rearticular' la vieja lógica política y 'restaurar' el orden social y económico que subvirtió al pueblo en 2003.
La instrumentalización municipal
Pero las revelaciones no paran ahí. Mientras durante el primer año de su gobierno las bancadas del MIR y el MNR aún resentían que Mesa diera curso al Juicio de Responsabilidades y se resistían a asumir el liderato de Mesa sobre el bloque de los partidos conservadores, el Presidente estaba generando las condiciones electorales óptimas para consolidar un brazo 'popular' que hiciese frente en las calles a la protesta campesina, indígena y subalterna. La Ley de Agrupaciones Ciudadanas fue el instrumento para que en diciembre de 2004 se constituyeran gobiernos locales 'legítimos' en las ciudades capitales del país, sin que el gobierno tuviera que involucrarse promoviendo fórmula electoral propia en ninguna ciudad.
Hoy esos gobiernos municipales urbanos son el aparato con el que el Ejecutivo conjurará cualquier protesta social pro recuperación de la propiedad de los recursos naturales, cual hicieron en La Paz Juan del Granado y en El Alto José Paredes durante la semana que concluye. Las comunas de las ciudades capitales serán en adelante el resorte que activará el antagonismo campo-ciudad, que resucitó el discurso maniqueísta del Presidente.
Reedición de la Bolivia dual
Pero Mesa no sólo gestó gobiernos municipales con actores afines a la preservación de su política estatal sino que también trabajó el escenario de reconstitución de la base social que siempre sustentó la vieja lógica de poder: las elites urbanas. Y lo hizo vía reconstrucción de la noción de 'las dos Bolivias'; mediante la exacerbación del histórico particularismo de las elites urbanas, cuyo sustento ha sido siempre uno: el racismo. Mesa reeditó la Bolivia dual, impulsando un espontáneo 'reconocimiento de las elites'. La marcha de los 'pañuelos blancos' es un espacio periódico de reencuentro de las minorías privilegiadas del país, en esta ocasión propiciado por el discurso del Presidente.
De acuerdo a la psicología social, una comunidad, un grupo o una minoría específica dispersa sólo se reconoce y se reunifica en la presencia de 'el otro', de un contrario que represente una amenaza a la integridad de su 'yo' identitario; de aquello que les constituye en lo que son. En el caso de Bolivia, un país caracterizado por la permanente exclusión de las clases populares de los niveles de decisión en el Estado, ese elemento aglutinador fue la impugnación del indio 'irracional' y 'descabellado', que osa reclamar el ejercicio del poder.
Desde la ruptura histórica que representó abril de 2000, las elites castizas del país permanecieron arrinconadas en el flanco de un fallido proyecto político y económico, que pretendiendo hacer historia se derrumbó en dos décadas: el neoliberalismo.
La caída de la ilusión de una economía privada que asumiera la responsabilidad del Estado de generar condiciones productivas, fuentes de empleo y bienestar social, es precisamente producto de ese racismo que le impide a la elite nacional pensarse igual en derechos y oportunidades a 'el otro'. Mesa estuvo conciente en todo momento de aquello y por esa razón su discurso - lo sostenemos - tuvo la deliberada intención de reeditar la diferencia, de fragmentar el país, para apoyarse en la minoría histórica blanca y hacer prevalecer el marco jurídico que permite la explotación de las riquezas naturales sin rédito para el Estado.
El erratismo del MAS
En el año posterior a la revuelta popular de Octubre de 2003, la imagen contestataria del MAS se fue deteriorando paulatinamente por su respaldo al gobierno de Mesa, por su distanciamiento de las organizaciones sociales, por su giro electoralista durante las municipales y - por encima de todo - por su cambio de actitud política que le llevó de ser la reserva moral del país, a ser un partido que actuó en función a cálculo político, a pragmatismo de objetivos y al inmediatismo electoralista.
Morales pecó de ingenuo, es innegable. Fue cómplice de la aprobación de un Referéndum que le sirvió de instrumento a Mesa para desvirtuar la Agenda de Octubre y relativizar el mandato popular. El Referéndum fue el argumento para sustentar un mandato ambiguo cuya interpretación cambió el Presidente a gusto y necesidad de las coyunturas.
Asimismo Morales y el MAS apoyaron la aprobación de una Ley de agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas que Mesa les vendió como la oportunidad de deshacerse de los partidos tradicionales, cuando fue en realidad el instrumento que les permitió al MNR, el MIR y la ADN proyectar a sus hombres de segunda línea y evitar perder el control de las ciudades capitales del país durante las elecciones municipales.
Si tras el Referéndum Mesa pudo prescindir del mandato de Octubre, tras las Elecciones Municipales le fue posible disponer de los operadores y el aparato político con el que finalmente se opuso y prescindió de Evo Morales. La paradoja de esta historia es que Mesa construyó su hegemonía respaldado por los votos del MAS en el Parlamento y por el voluntario desmarque del movimiento cocalero de la Coordinadora de Defensa del Gas y del Estado Mayor del Pueblo.
En abril de 2004 Morales llegó a enfrentar a los movimientos sociales para imponer el Referéndum del Gas y castigó con el exilio y la expulsión a la disidencia de su propio partido por oponerse a su giro 'por la gobernabilidad del país'. Con una purga stalinista, a título de disciplina partidaria, se liquidaron del MAS a intelectuales y dirigentes contestatarios para proveer a Mesa de gobernabilidad.
Durante la colonia, los castellanos hicieron que el indio construyera los muros de sus propias prisiones a cambio de cuentas de cristal. ¿Habrá cambiado para algo la historia? René Zavaleta diría que no, que tras ganar en las calles la revuelta el pueblo perdió en el Parlamento; que el perverso 'hilo de continuidad' en la historia larga del país permanece incólume y que la casta encomendera se encaramó en el poder una vez más como hiciese tras la revolución popular de abril de 1952 y tras la revuelta de noviembre de 1979.
Reunión de trabajo en La Moneda:
KIRCHNER Y LAGOS ABORDAN HOY LAS RESTRICCIONES DE GAS
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
Seis ministros de Estado, cuatro subsecretarios, tres gobernadores (equivalentes a intendentes), los secretarios de Energía y Obras Públicas además de empresarios de distintos rubros, conforman la comitiva que acompaña al Presidente de Argentina, Néstor Kirchner.
El Mandatario, acompañado de su esposa, la senadora Cristina Fernández, arribó ayer por la tarde a Chile, en medio de los reproches de sectores políticos y empresariales que critican el incumplimiento de su gobierno al protocolo de integración gasífera firmado en 1995 entre los Presidentes Menem y Frei.
La visita se concreta luego que el año pasado sufriera dos suspensiones por parte del argentino, por diferentes razones. La detención de Paul Schaefer y la decisión de Kirchner de expulsarlo rápidamente a Chile para que responda por los delitos que se le imputan, se recibió con alivio en La Moneda porque sacó de la agenda otro tema que pudo ser controvertido.
Pero, eso no quiere decir que la crisis del gas quede fuera de las conversaciones. Incluso, el propio Presidente Lagos anunció en la víspera que conversará con Kirchner el asunto que afecta al sector industrial de la zona central, porque se les recortó el 70% del suministro y afecta a 250 industrias del país.
En todo caso, el Gobierno quiere bajar el tono de este diálogo y por ello que ayer el ministro Francisco Vidal tuvo especial cuidado en poner paños fríos al debate. "Nosotros como Gobierno en el tema del gas reiteramos lo que es nuestra posición permanente: sólo con el diálogo y la cooperación es posible avanzar".
Porque luego del episodio Schaefer está muy lejos la posibilidad de que "se golpee la mesa", como pide la oposición o se asuman posiciones más duras. "No estamos ni estaremos, bajo ninguna circunstancia, en la lógica de la confrontación, en la lógica de la ruptura del diálogo", respondió el vocero del Gobierno.
Kirchner y su esposa llegarán a la Plaza de la Constitución a las 10:30 horas, donde será recibido por la pareja Lagos-Durán. Inmediatamente, ambos se reunirán a solas en el gabinete de trabajo del gobernante chileno. Es allí donde se prevé que se tratarán los temas más complicados, como el del gas.
Los miembros de su comitiva, encabezadas por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se reunirán en paralelo, pero luego se integrarán a una reunión ampliada con los Presidentes.
Según La Moneda, se espera que haya anuncios respecto de pasos fronterizos, de infraestructura y conectividad vial entre ambos países.
Críticas a estrategia conciliadora
El candidato presidencial de la Alianza, Joaquín Lavín, quien la semana pasada hizo un fuerte emplazamiento al Presidente Lagos, insistió ayer en su postura: "Creo que usted, Presidente Lagos, tal como golpeó la mesa frente a Bolivia, también debe golpear la mesa frente al Presidente Kirchner. Somos los campeones para firmar tratados de libre comercio, pero los tratados están para cumplirse. Y cuando Argentina no los cumple, como en el caso del gas, el Presidente de Chile tiene que hacérselo saber".
El diputado UDI, Iván Moreira, dijo que el Gobierno quiere tranquilizar la crisis del gas disfrazando la visita de Kirchner. "Pareciera que es una cuestión de transacción de gas por Schaefer", declaró.
El diputado PPD, Jorge Tarud, llamó a Lagos a exigir compensaciones al argentino. "Argentina tiene que cumplir, y por esa vía también podemos pedir ante la Organización Mundial del Comercio, compensaciones por el incumplimiento de contrato".
KIRCHNER LLEGA A CHILE
El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, se reúne este lunes en Santiago con su par de Chile, Ricardo Lagos, para firmar una serie de acuerdos y analizar diferentes temas de la relación bilateral.
BBC de Londres (www.news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america)
Entre los pactos, se espera que firmen el llamado a licitación para el tren trasandino entre Mendoza, en Argentina, y la ciudad de Los Andes, ubicada en Chile.
Pero lo más probable es que el principal tema de discusión entre ambos mandatarios sea la exportación de gas de Argentina hacia Chile.
En enero pasado, Argentina recortó sus exportaciones de gas a Chile hasta reducirlas a un 37% del nivel total. Se trata de la primera visita oficial de Kirchner a Chile, que un principio había estado planeada para diciembre de 2004. En aquella oportunidad fue suspendida a raíz de un roce diplomático, provocado precisamente por el tema del gas.
A su llegada al Aeropuerto Internacional de Santiago en la noche del domingo, el mandatario argentino fue recibido por el ministro del Interior de Chile, José Miguel Insulza.
Relación "gasificada"
Ésta no es la primera vez que Argentina decide recortar sus exportaciones de gas a Chile. La razón esgrimida ha sido siempre la misma: el incremento en la demanda local.
Se estima que alrededor de 300 empresas chilenas han tenido que reducir o paralizar sus actividades a causa del recorte actual.
El presidente Lagos ha dicho que no se debe "gasificar" la relación con Argentina, aunque admitió que estaba preocupado por la actual situación.
Se espera que el tema energético también esté presente cuando ambos mandatarios aborden la crisis en Bolivia, que exporta gas a Argentina.
Schaefer
Entre los otros puntos que seguramente tratarán Kirchner y Lagos figuran dos temas que han tomado relevancia en los últimos días. Uno de ellos es la reciente expulsión de Argentina del ex militar nazi, Paul Schaefer, quien hasta la semana pasada era considerado "el hombre más buscado en Chile".
Schaefer, ex líder de la "Colonia Dignidad", se había fugado de Chile en 1996, donde está acusado de pedofilia y desaparición de personas.
El presidente Lagos había señalado que esperaba que Argentina expulsara a Schaefer antes de la llegada de Kirchner, hecho que se concretó este domingo.
Lan Argentina
Otra cuestión bilateral que ha tomado importancia es la decisión de la aerolínea Lan Chile de entrar en el mercado argentino.
"Lan Chile, a través de la compra de una empresa nacional, se constituirá en Lan Argentina, que tendrá 51% de capital accionario nacional y 49% puede ser extranjero," señaló la semana pasada el secretario de Transporte de Argentina, Ricardo Jaime.
Jaime también informó que Lan Chile firmará un acuerdo de cooperación con la empresa argentina Southern Winds, para facilitar el servicio de cabotaje y la continuidad laboral de su personal por un plazo de 90 días.
Southern Winds se ha visto severamente afectada debido al contrabando de 60 kilos de cocaína a España en uno de sus vuelos, por lo cual el Estado argentino decidió retirarle el subsidio que le otorgaba.
Apretada agenda
Kirchner viajó a Chile acompañado de su esposa, Cristina Fernández, y seis ministros de gabinete, entre ellos el canciller, Rafael Bielsa, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el del Interior, Aníbal Fernández.
En la visita oficial de 24 horas, el mandatario argentino se reunirá además con el presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, y con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados.
También está prevista una visita a la tumba del presidente socialista, Salvador Allende, muerto en 1973 durante el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet.
LA CHOLITA, IDENTIDAD CULTURAL DE BOLIVIA
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*Al caminar por las calles de Sucre, capital de Bolivia, hace más de una
década, el fotógrafo Delphine explosiva cautivado por mujeres aymaras y
estilo de...
7 years ago
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