Tuesday, April 05, 2005

ARGENTINA CONSTRUIRA GASODUCTO CORDILLERANO DEL CHUBUT PARA EXPORTAR GAS NATURAL A CHILE

EL GASODUCTO CORDILLERANO DEL CHUBUT SERVIRA PARA EXPORTAR GAS A CHILE

EL GOBIERNO ARGENTINO MANTIENE INTACTO EL MODELO ENERGETICO DEL NEOLIBERALISMO Y GARANTIZA LOS NEGOCIOS GASIFEROS DE LAS MULTINACIONALES

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Lo que se presentó como una teoría hipotética se terminó confirmando como una propuesta del gobierno nacional que prontamente podrá constatarse en la realidad. El nuevo gasoducto que se ha anunciado con bombos y platillos para la zona de la cordillera de la provincia del Chubut no es ni más ni menos que para seguir exportando gas Chile.
En realidad durante la administración de Néstor Kirchner el esquema energético sigue siendo el mismo que el instrumentado en los años dorados del menemismo, aunque a decir verdad se han profundizado algunos aspectos que revisten muchísima gravedad.
Todas las acciones llevadas a cabo por la actual gestión kirchnerista, con la complicidad de los gobernadores provinciales, han servido para el mantenimiento y la profundización de los esquemas de expoliación montados desde las década del '90, incluyendo los procesos de privatización de todas las empresas estatales.
Muchos intelectuales y analistas nacionales se obnubilaron y aún permanecen embriagados en las mieles del transversalismo y los supuestos giros a la izquierda del gobierno de Kirchner, pero no existe ni un solo hecho que este vinculado al ámbito de los recursos naturales y energéticos que permitan dilucidar un cambio de rumbo o un atisbo de nueva senda.
Discusivamente el gobierno de K se muestra absolutamente enfrentado con las poderosas multinacionales del sector hidrocarburífero y hasta llegó a convocar a los tan mencionados bloqueos de las estaciones de servicio de Shell y Esso. Pero en realidad nunca jamás avanzó un solo centímetro sobre los intereses o las ganancias de los poderosos grupos económicos multinacionales que se apropiaron de los recursos naturales argentinos. En el caso de los bloqueos a Shell y Esso esta metodología se convirtió en una muy buena cortina de humo para frenar el mal humor generalizado del pueblo ante los múltiples aumentos que se registraron en casi todos los rubros de la Canasta Familiar y paralelamente le ha servido para iniciar el avance de Enarsa y PDVSA sobre las más de 900 estaciones de servicio que la Shell tiene en la Argentina y que son el bocado predilecto de la petrolera venezolana y la fantasmal petrolera nacional.
Enarsa, retenciones y renta
La intelectualidad nacional quedó cegada con algunos movimientos efectuados por Kirchner. La creación de Enarsa y la instauración de las retenciones a las exportaciones fueron dos de los ejes que opacaron a los analistas del progresismo.
Ya en otras oportunidades (1) he mencionado que Enarsa sólo viene a permitirle a las multinacionales profundizar sus muy buenos negocios en la Argentina, en particular los relacionados con la explotación off shore (mar afuera) de petróleo y gas.
La discusión entorno de la petrolera estatal argentina quedó circunscripta a la conformación de su capital accionario -donde dicho sea de paso el 35% será de accionistas privados- y no se avanzó el nudo de la cuestión que esta ligado a en manos de quién deben estar los recursos naturales. Ni siquiera se esbozó la posibilidad de que sean los trabajadores del sector los que decidan y administren los recursos hidrocarburíferos del país, sino que por el contrario el engendro nacido del kirchnerismo apenas si contará con una veintena de empleados y lobbistas.
Al hablar de las retenciones a las exportaciones hidrocarburíferas se debe asegurar que se trata una verdadera fantochada el actual esquema montado en este rubro, fundamentalmente por dos factores: uno esta vinculado a que muy lejos está de tocar el corazón de la renta petrolera y el otro es el retraso con que se subieron las retenciones, lo que se produjo recién en agosto del año 2004.
Antes de la devaluación no existían retenciones a las exportaciones y las mismas fueron introducidas por la administración transicional de Eduardo Duhalde introdujo, en enero de 2002, las retenciones a las exportaciones a través de la Ley 25.561.
Por aquel entonces el especialista en temáticas petroleras y miembro del Moreno, Félix Herrero, sostenía que 'en el caso de la actual devaluación, si el dólar se mantuviera a 3 pesos (con una reevaluación del dólar del 200% y una devaluación de nuestro peso del 66%) y si se quisiera hacer una retención similar a la de 1967, la retención actual a los hidrocarburos debería haber alcanzado al 40%. Por ello es que varios analistas consideraron durante el mes de enero pasado que la retención establecida en la reglamentación de la Ley de Emergencia resultaba exigua' (2).
Desde enero de 2002 hasta agosto de 2004 pasaron más de dos años y medio en los que las multinacionales exportaron con retenciones bajísimas y cotizaciones internacionales altísimas. El dólar supero los 3 pesos, el barril de petróleo trepó a la franja de los 26 y los 40 dólares y los salarios de los trabajadores quedaron casi clavados en niveles de depreciación muy marcados. Todos elementos que posibilitaron grandes negocios y voluptuosas ganancias a las operadoras multinacionales.
A partir de agosto el nuevo esquema de retenciones quedó conformado por un 25% sobre las exportaciones de petróleo, un 20% al gas y un 5% a los combustibles. Esto significó incrementos del 5% en el petróleo, de un 15% en gas y la inclusión de las retenciones a los combustibles líquidos ya que antes estaban exentos.
En el rubro del petróleo Kirchner instrumentó una escala móvil que asciende en la medida que sube el precio internacional. Mientras el WTI sea inferior a los 32 dólares las retenciones son del 25% y luego cada dos dólares de incremento en el barril el porcentual de retención aumentará en un 3%. Esta escala alcanza su techo en 45 dólares por barril para los que corresponderá una retención del 45% de las exportaciones.
Como si todo esto fuera poco, el WTI superó ampliamente los 45 dólares por barril y llegó a superar los 56 dólares, tanto en el 2004 como en los primeros meses del 2005. Esta situación dejó sin cobertura al Estado nacional y abrió una brecha de casi 10 dólares entre las retenciones máximas fijadas y las cotizaciones internacionales alcanzadas.
Pero las retenciones a las exportaciones son tan solo un pequeño rubro de la renta petrolera ya que el resto de las siderales ganancias no son ni siquiera miradas por el gobierno. Entre el 2002, el 2003 el 2004 las exportaciones petroleras argentinas solamente representaron el 35, el 31 y el 24% de la producción total de crudo nacional. Las otras dos terceras partes de la producción son parte de la ganancia en donde las petroleras no reciben ningún tipo de descuentos excepto los tributos e impuestos que paga cualquier empresa. El otro factor a tener en consideración es el costo de extracción que tienen las operadoras en la Argentina. El actual presidente de Enarsa, Ezequiel Espinoza, manifestó que ese valor ronda los cuatro dólares por barril y esta afirmación ha sido corroborada por el analista Ricardo De Dicco quien estableció que a Repsol-YPF un barril de petróleo equivalente le cuesta 4,64 dólares (3).
Las petroleras no siempre han podido comercializar sus barriles de petróleo extraídos en la Argentina a los precios internacionales, pero las cifras de los contratos de venta se acercan bastante a los niveles mundiales por lo que se puede afirmar que las ganancias han sido muy abultadas con los precios registrados en los últimos tres años.
Mientras todo esto sucede el gobierno de Kirchner nada ha hecho en cuanto a la renta petrolera en Argentina y por el contrario ha garantizado las abultadas ganancias de las operadoras, nunca se mencionó la posibilidad de modificar el actual esquema de regalías petroleras y gasíferas -que son solamente del 12% sobre el total extraído, ni tampoco se mencionó la posibilidad de revisar las concesiones efectuadas en la época del menemismo.
Una de las demostraciones más contundentes del rol neoliberal de Kirchner en el rubro de los hidrocarburos ha sido el que jugó el presidente argentino en profundización del negocio gasífera de las multinacionales. K fue uno de los primeros mandatarios latinoamericanos que salió corriendo hacia Bolivia, cuando se produjo la 'Guerra del Gas' en el 2002, para defender los intereses de Repsol-YPF y sus secuaces.
Facilitándole los grandes negocios, Argentina sigue siendo un importante exportador de gas hacia Chile y en los últimos años se comenzaron a sumar Brasil y Uruguay, pero paradójicamente desde mediados del 2004 -y a partir de la falaz crisis energética- los argentinos nos hemos convertido en importadores de gas boliviano. La administración de Kirchner se está transformando en uno de los grandes administradores de los intereses multinacionales de las empresas hidrocarburíferas siguiendo al pié de la letra los dictados de las gerencias centrales.
Mientras las exportaciones argentinas de gas se suceden, algo más de 13 millones de habitantes (4) permanecen privados a la posibilidad de acceder al gas natural. Discursivamente el gobierno habla de equidad e igualdad de oportunidades, pero muchas no dice toda la verdad porque a la vez que se construyen gasoductos destinados a pobladores aislados del gas natural también construye gasoductos que facilitarán la continuidad del actual modelo exportador y dirigido por las multinacionales del sector.
El ejemplo del gasoducto
Dicen que para muestra basta con un botón y el caso de la construcción del gasoducto cordillerano patagónico es uno de esos botones que desenmascaran el accionar del gobierno de K. En lo discursivo, Kirchner, Julio De Vido y el gobernador chubutense Mario Das Neves se rasgaron las vestiduras haciendo gala de la construcción del primer gasoducto que desde 1987 se iba a destinar a brindar gas natural a los sectores olvidados del país.
Las gasíferas, las distribuidoras y las transportistas de gas sólo dedicaron sus inversiones para la creación de nuevos gasoductos destinados a las exportaciones, mientras que para la incorporación de argentinos sin gas natural no se construye un solo gasoducto desde 1987; el último gasoducto de carácter interno (Neuba II) lo construyó Gas del Estado.
Lamentablemente lo dicho por los funcionarios nacionales y provinciales es una gran falacia y lamento informarles que el gasoducto cordillerano patagónico tiene como principal objetivo la exportación de gas a Chile y la unificación de la red de gasoductos con el yacimiento de Cerro Dragón (compartido por las provincias de Chubut y el Norte de Santa Cruz) que es uno de los 10 más productivos del país puede tener en el futuro capacidad para superar al monstruo gasífero de Loma La Lata.
En su trabajo titulado 'Las exportaciones de gas natural argentino benefician únicamente al oligopolio energético' el investigador Ricardo Andrés De Dicco confirmó que entre 1996 y 2003 se construyeron y entraron en operación diez nuevos gasoductos para satisfacer únicamente las necesidades energéticas de mercados extranjeros. Siete de ellos tienen como destino Chile, y los tres restantes Uruguay (dos) y Brasil (uno). Transportadora Gas de Norte es el mayor exportador de gas natural de Argentina, operando dos gasoductos a Chile (GasAndes y Norandino) (5), uno a Brasil (Uruguayana) (6) y otro a Uruguay (Petrouruguay) (7), mientras que Transportadora Gas del Sur opera un solo gasoducto, con destino Uruguay (Cruz del Sur) (8). Los restantes gasoductos de exportación son operados por las empresas productoras de gas, con destino Chile (Pacífico, Atacama, Methanex YPF, Methanex PAN y Methanex SIP) (9).
Los dos más grandes gasoductos anunciados son el que unirá el yacimiento hidrocarburífero de Cerro Dragón (en la Cuenca del Golfo San Jorge) y la región cordillerana de la provincia del Chubut. La zona de Cerro Dragón es muy importante por sus niveles de producción y de reservas, tanto de gas y como de petróleo. Allí se ubica el yacimiento más importante a nivel nacional en extracción de petróleo y la empresa Pan American Energy lo está convirtiendo en un productor significativo de gas y busca direccionar su producción a la exportación hacia Chile.
La realización del gasoducto Cerro Dragón-Esquel no tiene como objetivo fundamental llevarle gas natural a 80.000 cordilleranos de la región, sino que sus intereses ocultos están vinculados al envío de gas hacia Chile y a reforzar el camino que les posibilita a las multinacionales del sector cerrar el anillo de la red de gasoductos nacionales, entrelazando los yacimientos chubutenses, neuquinos y los del noroeste del país.
Esto significa que al articular el anillo de gasoductos del NOA con los de la Patagonia el gas que las compañías extranjeras han logrado importar desde Bolivia fácilmente puede ser distribuido en la red y a su vez puede ser trasladado hasta el otro lado de la cordillera de Los Andes por distintos puntos del territorio argentino. Con esta estructura montada a lo largo y lo ancho de todo el país, las multinacional -tal es caso de Repsol-YPF- podrán transportar el gas de cualquiera de las cuencas gasíferas argentina y hasta la de los países vecinos -como por ejemplo el gas de Bolivia- hacia los destinos exportación que cada una decida.
Desde un principio todos los adlátares de Kirchner se encargaron de vociferar a los cuatro vientos que el nuevo gasoducto chubutense venía a solucionarle los problemas de abastecimiento de gas natural a los pobladores de la región en cuestión, pero rápidamente ese discurso fue desmantelado en el último viaje que el presidente de la Nación efectuó a Chile.
El pasado 15 de marzo los medios gráficos nacionales y chubutenses daban cuenta de las negociaciones entabladas entre Kirchner y su par chileno Ricardo Lagos por los envíos de gas que Chile tanto necesita para abastecerse en la época invernal, pero además para seguir con el macabro proceso de reexportación.
Vale recodar que la denominada 'Guerra del gas' en Bolivia, que causó la muerte de casi un centenar de luchadores sociales y terminó con el gobierno Gonzalo Sánchez de Lozada, se produjo porque Repsol-YPF quiso exportar el gas boliviano hacia Chile para que luego de allí fuese reexportado hacia México y Estados Unidos. Los diarios del Chubut reflejaron que 'la posibilidad de abastecer y vender gas y energía a la XI Región chilena fue mencionada por el gobernador del Chubut, Mario Das Neves, al referirse a las diversas reuniones que mantendrá con sectores políticos y sociales de Chile, en el marco de la visita que inició ayer a ese país acompañando al presidente Néstor Kirchner' (10).
Para que no quedaran ningún tipo de dudas, Das Neves enfatizó que 'hay algunas reuniones que tienen que ver con nuestra región como por ejemplo el tema del gas, nosotros tenemos la posibilidad en dos años, a partir de la concreción del gasoducto patagónico, de poder abastecer y poder vender no solamente gas sino energía a la región XI de Chile, de Aysén, y esto es parte de las charlas que vamos a tener con los hermanos chilenos'.
Das Neves no dudó el ponerle la frutilla postre y en referencia al gasoducto patagónico indicó que 'cuando uno hace obras de estas características también tiene que pensar en la rentabilidad que puede dejar al exponerla como generadora de una renta adicional importante y no vamos a desaprovechar la oportunidad'. Pocos van a desaprovechar esta oportunidad porque la obra del gasoducto tendrá un costo de 243 millones de pesos y se está realizando bajo la modalidad del fideicomiso, lo que significa que Emgasud (empresa constructora) pondrá 50 millones de pesos -el 60% con capital propio y el resto con flujo de capital-, la Nación aportará otros 50 millones, que aportará al Fondo Fiduciario que financiará las obras, y que se repagará con el tiempo. Otros 75 millones los ingresará Chubut, 40 a través del Fondo y 35 como aporte de capital sin reintegro. La devolución de IVA, vía la ley de infraestructura energética, sumará otros 45 millones y varios inversores (AFJPS, sobre todo) completarían los 23 millones faltantes (11).
Esta metodología -que permitirá un negocio redondo para el empresario constructor, ya que solamente aportará el 20% del dinero en efectivo- ha sido denunciada por la UCR del Chubut, quienes elevaron una denuncia al fiscal anticorrupción.
El propio ministro de Planificación de la Nación, Julio De Vido, adelantó el día de la puesta en marcha del gasoducto chubutense que en breve se firmará el contrato para la construcción de un gasoducto similar que unirá a las localidades santacruceñas de la cordillera de los Andes (Río Turbio, Calafate, Perito Moreno y Los Antiguos), lo que puede cerrar el anillo de gasoductos que unirían a la Cuenca Austral (Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz) con el resto del país. Por: Marcelo García (especial para ARGENPRESS.info).



INDUSTRIAS DEL NOA Y CÓRDOBA TEMEN QUEDAR SIN GAS NATURAL

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com.ar)

La ampliación del gasoducto del Norte lleva más de dos meses de retraso y amenaza la provisión de energía en varias provincias. Algunas ya buscan alternativas para poder atravesar el invierno esquivando los cortes programados. La situación es más complicada en Córdoba y Tucumán, dónde se elevó la demanda energética. Rodolfo Banchio, presidente de la Unión Industrial cordobesa, explicó que la capacidad energética se encuentra al límite en esa provincia y advirtió que, cuando comience el invierno, el país puede volver a sufrir escasez de energía, como en 2004. "Se preveía que la obra estaría lista en mayo, pero estará funcionando recién en agosto. Por lo tanto, puede haber problemas en el invierno", resaltó Banchio.
La ampliación del gasoducto del Norte, que opera TGN y baja desde Campo Durán hacia las zonas centrales del país, permitirá transportar 1,8 millón de metros cúbicos diarios más de lo que se transporta en la actualidad. La mitad del aumento (900.000 metros cúbicos) se destinará a la provincia de Córdoba, mientras que la otra mitad se repartirá entre Tucumán (700.000 metros cúbicos), Salta (100.000 metros cúbicos) y Jujuy (100.000 metros cúbicos).
El temor apunta a que la demanda puede quedar insatisfecha debido a que la obra finalizará recién cuando termine el invierno.
Por esta razón industrias cordobesas se encuentran a la espera de que el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) ratifique los convenios que firmaron las compañías con Repsol-YPF.
Por esos acuerdos las firmas se aseguraron que obtendrán el gas necesario una vez que esté ampliado el gasoducto de TGN. "Sin la ratificación de estos acuerdos las empresas no invierten, porque no tienen certeza de que contarán con energía en los próximos años", se quejaron desde la Unión Industrial de Córdoba.
En la vecina provincia de Tucumán la problemática es similar. Los empresarios están preocupados porque se inició la campaña citrícola y el próximo mes comenzará la zafra azucarera, en un ambiente de preocupación por la escasez de gas.
Según la Unión Industrial de Tucumán, las empresas que contratan un continuo de energía, como las textiles o las papeleras (su producción es similar durante todo el año), pueden ver afectada su actividad en los momentos de la zafra, por la mayor demanda.
Para evitar que se generen cortes programados de energía, se comenzó la ampliación del gasoducto del Norte, que distribuye el gas en varias provincias.
Lento avance y equipos que no llegan
La obra de ampliación del gasoducto del Norte cuenta con un grado de avance moderado, pese a que ya se compró el 100% de la cañería requerida. Según se proyectó, esta obra debería estar lista para enfrentar lo más crudo del invierno, pero según estimaciones técnicas no estará terminada antes de agosto.
Según se informó, las tres máquinas de compresión de gas que fueron fabricadas para esta obra aún no llegaron al país. Estas máquinas son importantes para comprimir el gas, transformarlo en una especie de líquido, facilitar así su recorrido por el gasoducto y descomprimirlo en destino.
Luis Mentz, subsecretario de Industria y Comercio Exterior de Tucumán aseguró que la falta de energía es un problema de todo el país, ya que el gas escasea. "La falta de energía genera que las empresas no se radiquen en la provincia. Tenemos que ampliar el caudal de energía, de una forma planificada para que esto no sea pan para hoy y hambre para mañana", sostuvo el funcionario.
Para aplacar las dificultades energéticas en el interior, el Gobierno nacional importó fuel oil con la intención de liberar el uso de energía de las usinas y direccionarla al sector industrial. Esta situación, colateral a la crisis originada en la falta de inversiones en nuevos pozos y gasoductos, origina millonarias pérdidas al país, puesto que producir energía con combustibles líquidos cuesta hasta cinco veces más caro que con gas salteño. El fluido que llega de Bolivia -otro paleativo a la desinversión- se paga también dos veces y media más caro que en boca de pozos argentinos.



FUERTE INTERÉS POR EL GASODUCTO DE LA PUNA

Ya compraron pliegos Pamar y Conta. Entre las interesadas están también las conocidas Techint y Cartellone. La apertura de los sobres con ofertas está prevista el 18 del corriente en el Grand Bourg.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com.ar)

A tres semanas de iniciada la venta de los pliegos, varias empresas ya se manifestaron interesadas en construir el gasoducto de la Puna, una obra que se considera crucial para el despegue industrial minero del departamento Los Andes. El período de consulta y adquisición de las bases y condiciones de la nueva licitación convocada por la Provincia se habilitó el pasado 17 de febrero en las sedes del Ministerio de la Producción y la Casa de Salta en Buenos Aires.
Según se informó, hasta ayer habían comprado pliegos las compañías Pamar y Conta Walter Mario. Se trata de dos firmas con reconocida experiencia en la construcción y mantenimiento de ductos hidrocarburíferas. Pamar acredita antecedentes como contratista de redes licitadas por varias compañías del mercado del gas y del petróleo, como Metrogas e YPF.
La razón social de Conta, a su vez, remite directamente a los grandes ductos que bajan desde Bolivia y el Norte de Salta hasta las zonas centrales del país. A las mencionadas adquirentes de pliegos, se sumarían en los próximos días las conocidas Techint, Cartellone y otras dos empresas también vinculadas con la construcción de redes hidrocarburíferas que consultaron detalles de esta licitación.
La apertura de sobres
La Provincia fijó la apertura de los sobres con ofertas para el próximo 18 de abril en el centro cívico del Grand Bourg. El gasoducto de la Puna insumirá un plazo de construcción de aproximadamente 6 meses y demandará una inversión cercana a los 20 millones de dólares que, sin embargo, producirán un efecto multiplicador en generación de riqueza y producción "para un nuevo modelo de desarrollo argentino".
Así lo remarcó el pasado miércoles el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, en la sede de la Casa de Salta en Buenos Aires. Allí, el secretario de Minería de la Provincia, Ricardo Alonso, presentó el proyecto y destacó sus alcances productivos, económicos, sociales y ambientales.
En este sentido, Alonso hizo notar que la aguardada obra de infraestructura energética no solo apuntalará el desarrollo minero de la Puna salteña y la creación de puestos de trabajo, sino que también ayudará a revertir el proceso de desertización y a mejorar la calidad de vida de las poblaciones de la vasta región andina. En ese marco, Mayoral destacó la importancia de la realización del proyecto para la generación de "un modelo productivo con desarrollo social integrador e inclusivo".
Los plazos del proceso
Según precisó el ministro de la Producción, Sergio Camacho, el desarrollo del proceso licitatorio prevé unos noventa días hasta la adjudicación. De acuerdo con estos plazos, la obra debería estar contratada hacia mediados de junio y terminada antes de finalizar 2005.
Para ello, remarcó Camacho, la obra deberá mantener un ritmo de avance de un kilómetro por día, ya que la contratista dispondrá de 180 días para completar los 184 kilómetros del tendido gasífero.
El gasoducto de la Puna había sido licitado por la Provincia en 1999 y adjudicado en 2000, pero la grave crisis dejó a ésta y a otras grandes obras sin financiamiento.
En este sentido, el ministro provincial del área aseguró que es decisión del Gobierno salteño que este estratégico gasoducto comience a ser una realidad en 2005, ya sea a través del financiamiento privado o mediante la asignación de recursos provinciales.
Camacho hizo notar que, además de los significativos beneficios sociales y ambientales que llevará a la región, el gasoducto andino permitirá que el sector minero "haga efectivas las inversiones que comprometió a partir de la disponibilidad del preciado recurso energético".
Serán 184 kilómetros hasta Salar de Pocitos
El gasoducto de la Puna está proyectado sobre un traza 184 kilómetros de extensión que posibilitará industrializar en la propia zona de los grandes yacimientos mineros importantes producciones de litio metálico, carbonato de sodio, otras salmueras, boratos y sulfatos.
Esta obra de infraestructura energética también permitirá frenar el proceso de desertización que arrastra el territorio de Los Andes, a causa del excesivo consumo de la escasa cubierta vegetal que actualmente es la única forma de energía y calefacción de muchos pobladores de la Puna.
La construcción del gasoducto minero está proyectada en dos etapas. La primera arrancará desde el gasoducto binacional Atacama, a la altura del Río de Las Burras, en Susques (Jujuy), y bajará hacia el Sur hasta San Antonio de Los Cobres. Desde allí la red avanzará hacia el Oeste hasta Olacapato y en ese punto se reorientará otra vez hacia el Sur hasta la localidad de Salar de Pocitos.
El ducto gasífero transportará hasta San Antonio de Los Cobres un caudal aproximado de 350 mil metros cúbicos diarios y el excedente (de unos 210 mil metros cúbicos diarios) llegará a Salar de Pocitos. En esta última localidad está previsto el emplazamiento del principal parque industrial minero de la región.
Para ello, la línea principal de la red gasífera será construida en caños de 6 pulgadas de diámetro, mientras que la derivación hacia San Antonio está proyectada en tubos de 4 pulgadas.
En forma complementaria al gasoducto minero, está prevista la red domiciliaria que llevará el gas natural a los hogares, escuelas y centros de salud de la principal población del departamento Los Andes, a la par de apuntalar a su incipiente parque industrial minero.
Hoy, sin otra posibilidad que apelar a la escasa leña que les proporcionan algunas arbustivas típicas de la región andina (como la tola), los pobladores de la zona se ven obligados a pagar las garrafas más caras del Mercosur, como quedó demostrado en informes periodísticos que este diario publicó en los últimos meses dando cuenta de los precios del GLP argentino en el mercado interno y en los países vecinos que lo exportan.
Industria en la cordillera
Litio metálico, carbonato de sodio y ácido clorhídrico son sólo algunos de los productos que compañías mineras radicadas en el departamento Los Andes esperan poder industrializar a partir de la llegada del gas a Puna salteña. Otros emprendimientos metalíferos y no metalíferos aguardan, con igual impaciencia, eventuales prolongaciones hasta Diablillos (oro, plata), el salar del Hombre Muerto (litio) y otros yacimientos ricos en sales y boratos.
El gasoducto de la Puna no está previsto como un caño longitudinal, sino como una red de suministro que colocará el gas natural bombeado desde el Norte salteño en las puertas de nuevas plantas industrializadoras de minerales.
Hoy que la minería de la II Región chilena cuenta con suministros de gas salteño que la tornan mucho más competitiva, resulta indispensable aprovechar los mismos ductos que llevan el fluido hacia al vecino país para que la minería salteña cuente también con el competitivo recurso energético.



Ejecutivo abierto a que Codelco y Enap instalen turbinas de emergencia si hay déficit energético

GOBIERNO INTERVENDRÁ SI PRIVADOS NO INVIERTEN EN EL SECTOR ELÉCTRICO

La Tercera de Chile (www.latercera.cl)

Si pese a los esfuerzos del gobierno falta inversión privada en electricidad el próximo año y el abastecimiento energético está en peligro, el Ejecutivo intervendrá en el mercado. Entre las opciones que baraja está que las estatales Enap y Codelco instalen turbinas de emergencia, como las que trajo Endesa en 1998. El ministro de Economía, Jorge Rodríguez, dijo ayer que "confiamos que el sector privado, que ha hecho bien las cosas, las siga haciendo bien, de manera que el Estado no tenga que involucrarse en actividades de tipo productivo". Pero si faltan inversiones, amenazó, "obviamente que el Estado cumplirá su rol". Los senadores Alejandro Foxley (DC) y Carlos Ominami (PS) le plantearon ayer que, llegado el caso, Enap y Codelco tomen un rol activo en solucionar un déficit energético. Según los parlamentarios, el ministro se mostró abierto a esta opción.
"He preguntado si las empresas públicas van a hacer inversiones en generación eléctrica si el sector privado no responde, y se me ha dicho que lo harán en la medida que la situación lo amerite", sostuvo Foxley, quien agregó que "el ministro (Rodríguez) nos ha dicho que el gobierno está dispuesto a que empresas como Enap o Codelco lo hagan y eso a mí me deja tranquilo".
El senador DC señaló que las turbinas para producir electricidad -que operan con petróleo y fueron clave en revertir la crisis energética de California del 2001- podrían instalarse el próximo año, ya que, según el parlamentario, "el gobierno aún no considera necesario tomar este tipo de medidas".
Ominami explicó que Codelco y Enap son claves, en estos momentos. "Lo peor que le podría ocurrir a Chile es que termináramos con una restricción energética que limitara nuestras posibilidades de crecimientro hacia el 2006 y 2007", dijo.
Consultado el ministro Rodríguez sobre la situación de abastecimiento, señaló que "si nosotros no obtuviéramos la aprobación de la reforma eléctrica (...) efectivamente la posibilidad de que el sector energético tenga problemas en el futuro es muy cierta". Las dificultades sólo se aliviarían con la llegada del gas natural licuado hacia 2009.
El economista Felipe Larraín cree que el "factor gas" puede afectar en unas décimas el crecimiento, esto es, al menos US$ 210 millones al año. Para Ominami es necesario actuar ya. "Son las turbinas de emergencia las que te pueden ayudar en 2006 y 2007, porque las decisiones para esos años se juegan en éste", explicó. En esa línea, el experto y ex titular de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Sebastián Bernstein, dijo que estos motores se requieren entre el 2006 y el 2008. Según relató el consultor en un seminario, a contar de 2006 podría haber problemas de abastecimiento, los que se agudizarían con una demanda que crece al 7% anual. Para muchos no tienen por qué ser las empresas públicas las que instalen estos aparatos. Endesa, durante la sequía de 1998, trajo cuatro unidades y, desde que comenzó la actual crisis en marzo del 2004, eléctricas y forestales han instalado turbinas diésel por más de US$ 50 millones.



DUDAS Y CERTEZAS SOBRE EL PANORAMA ENERGETICO PARA EL INVIERNO

CAÑOS, LLUVIAS, POCO FRÍO Y A REZAR

Página 12 de Argentina (www.pagina12web.com.ar)

A medida que se acerca el invierno, las advertencias de especialistas en materia energética sobre los posibles problemas de suministro de gas y electricidad van teniendo más eco. El Gobierno, por su parte, se apura a desmentir esas versiones. Desde la Secretaría de Energía destacaron que las obras para ampliar la capacidad de transporte de gas avanzan a buen ritmo y estarán listas para julio y agosto, a tiempo para cubrir el aumento de la demanda.
El plan para evitar los cortes se completa con el relanzamiento de los programas de ahorro (forzoso) de los consumidores, con la importación de gas desde Bolivia y con la compra de fuel oil a Venezuela. También, admiten fuentes oficiales, cruzan los dedos para que las condiciones climáticas sean benignas: que no haga demasiado frío y que llueva en las zonas adonde están emplazadas las centrales hidroeléctricas.
Las obras de ampliación de la capacidad de transporte en el gasoducto San Martín, a cargo de TGS, “van muy bien, tienen un importante grado de avance, y éste comenzará con entregas parciales de gas adicional a partir de junio”, indicaron desde la Secretaría de Energía. El gasoducto lleva el fluido desde la Patagonia hasta Buenos Aires y con la ampliación estará en condiciones de transportar 2,9 millones de metros cúbicos diarios adicionales proyectados “en el transcurso de julio”.
Respecto de las obras de ampliación del gasoducto del Norte, operado por TGN, las autoridades energéticas evalúan que “por haber comenzado algo después” el tendido del caño concluirá en julio, con lo que ese mismo mes se iniciará el transporte parcial del gas adicional, hasta totalizar los 1,8 millones de metros cúbicos diarios proyectados, en agosto. Los funcionarios aceptaron que está algo demorada la provisión de los equipos compresores que deberán instalarse en tres puntos del recorrido del nuevo ducto: Lumbreras, Lavalle y Deán Funes.
La adquisición de este equipamiento fue licitada, pero TGN ha considerado que las cotizaciones presentadas por los oferentes son altas. La licenciataria analiza cómo proveerse del equipamiento a menor precio, y trascendió que el Enargas quiere tener concluido este tema en las próximas horas.
Estas dos obras permitirán ampliar la oferta de gas natural a los centros de mayor consumo (industrial y residencial) en casi cinco millones de metros cúbicos diarios con la llegada del invierno, y la consecuente mayor demanda estacional. Con su finalización la capacidad de transporte de la red troncal de gasoductos del país rozará los 129 millones de metros cúbicos.
En Energía confían en garantizar un suministro de gas acorde con la demanda, considerando las restricciones de uso a las usinas generadoras térmicas a partir de fin de este mes, a la exportación a Chile priorizando la demanda interna, y también los cortes de suministro habituales en el otoño-invierno a industrias que no tienen contrato de provisión en firme.
No obstante, el Enargas se apresta a lanzar una campaña exhortando a la población a hacer un uso racional del gas, y Energía, a activar el Plan PURE, que también contemplará al rubro electricidad.
Por otra parte, en Energía se observa atentamente la evolución de la situación política de Bolivia, con eje en la aprobación de una nueva ley de hidrocarburos. El Gobierno dice que este año tiene asegurado el aprovisionamiento adicional de 2,5 millones de metros cúbicos de gas de ese país, que se suman a los 4 millones que se importan desde 2004.



RATIFICA BOLIVIA RESPALDO A CANCILLER DERBEZ PARA DIRIGIR LA OEA

El Diario de México (www.diario.com.mx)

El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Juan Ignacio Siles, ratificó hoy aquí el respaldo de su país a la candidatura del canciller mexicano Luis Ernesto Derbez para dirigir la Organización de Estados Americanos (OEA). El diplomático boliviano, quien cumple este lunes una visita oficial a Lima, señaló en declaraciones a periodistas que ´´mi país mantiene firme su decisión de apoyar a México en esa aspiración´´. ´´El voto boliviano está decidido, será para México y, por tanto, para el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez´´, sostuvo el jefe de la diplomacia boliviana antes de reunirse esta tarde con su colega peruano Manuel Rodríguez Cuadros. Siles señaló que Bolivia es un ´´ferviente promotor´´ de la candidatura de Derbez y, en esa línea, ´´he pedido a mi colega peruano Manuel Rodríguez Cuadros que se sume a esa corriente´´. Derbez disputa por la secretaría general de la OEA, que está vacante desde octubre del año pasado, ante el ministro del Interior de Chile, José Miguel Insulza, y el ex presidente de El Salvador, Francisco Flores, (1999-2004).



EVO MORALES APLAZA VISITA A PERÚ POR LESIÓN EN LA RODILLA

El dirigente cocalero boliviano Evo Morales aplazó su viaje a una localidad de Perú, previsto para este fin de semana, debido a una lesión en la rodilla tras un partido de fútbol, dijeron voceros del también diputado.

El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)

El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) iba a visitar el próximo sábado Sicuani, ubicada en Cusco -a 1.000 kilómetros al sureste de Lima-, para participar en la fundación de una agrupación obrero campesina dirigida por el peruano Carlos Cusihuari.
La visita del diputado boliviano ha sido postergada de dos a tres semanas porque la lesión a la rodilla requiere de reposo y de una fisioterapia que "lo deje en excelentes condiciones", explicaron sus portavoces.
Añadieron que han acordado con Cusihuari el aplazamiento del evento para dentro de dos o tres semanas, debido a que Morales será "el padrino" de la filial peruana del Movimiento al Socialismo que dirige en Bolivia.
Oriundo de Orinoca, una comunidad del departamento de Oruro, Morales cimentó su carrera sindical en la década pasada en el Chapare, territorio tropical al que llegaron los emigrantes campesinos de las etnias quechua y aimara al haberse agotado los recursos mineros de la zona andina, para producir coca.



Opinión:

EL RECURSO DEL METODO

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Mientras los precios del petróleo y del gas siguen batiendo record en el mercado mundial, las empresas petroleras que operan en Bolivia recurren a todos los recursos a su alcance para 'demostrar' que, la nueva ley de hidrocarburos que se estudia en el Congreso Nacional será la ruina del negocio y Bolivia perderá la oportunidad de explotar los hidrocarburos. La alarma con la que actúan no es más que la queja de quien, sabiendo que tendrá su parte, quisiera ser el único que aproveche la situación.
Este domingo, usaron a los operadores de servicio. Ayer lo hicieron con las pequeñas empresas. La semana anterior fueron los empresarios en general. Y desde varios meses atrás, los comités cívicos de alguna región dizque beneficiaria de un esquema de explotación que se lleva todo el beneficio al exterior y que aún sigue vigente, en tanto no se apruebe la nueva ley. En tanto, la nueva ley va encontrando consenso, pese a que no refleja la totalidad de las demandas populares.
La nacionalización como extremo
Cuando se inició la lucha por la recuperación de los hidrocarburos, grupos radicalizados plantearon la nacionalización de este recurso natural. La historia de Bolivia registra dos episodios de este carácter. En 1937, poco después de una guerra que enfrentó a Bolivia con su vecina Paraguay, se nacionalizaron las concesiones que tenía la poderosa transnacional Standard Oil y se creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Tres décadas después, en 1969, los hidrocarburos estaban nuevamente en manos de empresas extranjeras -esta vez Gulf Oil- y debió dictarse una segunda nacionalización, incluyendo la confiscación de sus bienes. En cada uno de estos casos, el país debió pagar indemnizaciones a estas empresas, cuyas cuotas debieron arrastrarse por varios años.
La entrega de estos bienes en la etapa actual, como resultado de la aplicación del modelo neoliberal, puso muchas previsiones para desanimar cualquier intento de recuperación. Los ministros del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en su primer periodo (1992-1997), se ufanaban de haber firmado contratos a los que sería imposible modificar una tilde. En realidad, no tenían porqué estar orgullosos, pues los contratos fueron elaborados por los abogados de las empresas explotadoras.
Evidentemente, no sólo se ocuparon de cubrir sus inversiones, valuándolas exageradamente y poniéndolas en custodia del arbitraje internacional, sino que se pusieron por encima de la Constitución Política del Estado, obteniendo el traspaso de la propiedad de los hidrocarburos y, para colmo, declarando la confidencialidad de los contratos.
Por cierto, al país le entregaban el 18% de una regalía calculada sobre el precio 'en boca de pozo'; si se estima que los gastos son entre un 20 y un 25 %, loa ganancia era y sigue siendo tan alta, que no debe haber otro lugar tan apetecible para esta explotación.
De hecho, si se produjera la nacionalización reclamada por estos sectores, Bolivia se enfrentaría a una demanda multimillonaria (entre 5 y 7 mil millones de dólares), que duplicaría la deuda externa del país, en el hipotético caso de que alguien pudiese darnos un crédito de esa magnitud para hacer frente a las demandas que se nos plantearía.
El bondadoso ICH
El gobierno de don Carlos Mesa -que ha tenido cinco ministros de hidrocarburos en un año y medio de administración-, ha propuesto desde un inicio una fórmula que mantiene el 18% de las regalías, con el argumento de que los contratos establecen que éstas son inalterables, y un impuesto complementario (ICH) que llegaría paulatinamente hasta el 32% en la medida en que aumentasen los volúmenes de explotación. Todos los cálculos que se hicieron no alcanzaban esa cifra en los próximos 20 años. Por lo demás, según el mismo proyecto, era deducible del impuesto a las utilidades.
Aunque es evidente que el gobierno, al asumir esa propuesta, se pone al frente de las demandas de la mayoría de los sectores sociales, es posible asumir que trata de encontrar un término medio que conduzca a un entendimiento con las petroleras. Sin embargo, cuando en el Congreso Nacional se hizo evidente que su propuesta no prosperaba, inició una campaña que, en el afán de desprestigiar las posiciones contrarias a la suya, terminó creando una imagen de incertidumbre generalizada que le ha hecho un daño grave al país.
Partir la ganancia
La posición que fue ganando consenso fue la imposición de una regalía del 50%. El gobierno mantuvo una fuerte oposición, lo que determinó que la propuesta tuviera el apoyo mayoritario de la población. El dilatado debate que se produjo alrededor de estos factores, llegó a su punto culminante cuando, hace dos semanas, la cámara de diputados aprobó una fórmula mediatizada entre la fórmula del gobierno y la demanda del 50%. Esta propuesta mantiene el18% de las regalías y fija un impuesto del 32% en boca de pozo no deducible en el país pero sí en el exterior.
Aunque el MAS ha anunciado que mantiene su oposición y exigirá que se establezca su propuesta del 50%, la larga batalla está culminando y, todo indica que se habrá alcanzado una considerable recuperación.
Las empresas se quedan
Volviendo al principio, las empresas petroleras están librando sus últimas batallas para retener sus jugosas ganancias, pero saben que, finalmente, tendrán que acomodarse a las nuevas reglas del juego. A fines de este mes, se habrá alcanzado la aprobación de una ley que, sin satisfacer ni a unos ni a otros, será un buen punto de partida para encarar, la explotación del gas con beneficios para el país. Por: Antonio Peredo Leigue (especial para ARGENPRESS.info).



Opinión:

UNO SOLO NO HACE EL BAILE

Diario Rebelión de Uruguay (www.rebelion.org)

En clave de baile hay ritmos y tiempos para todo. En clave de la política, también. La hora del vals no es la misma de la salsa, ni la de la cumbia es la del huayño. Las acciones del Ejecutivo no son las mismas que las de las organizaciones obreras, ni las del Legislativo son las de los movimientos indígenas. Hay espacios y momentos para bailar apretaditos, susurrándose al oído, y hay otros para dispersarse en saltos de diablada o de caporales. En política hay tiempos para los encuentros y los pactos, otros para el debate, y otros más para las confrontaciones. Hay tiempos para todo y cuando todo ocurre al mismo tiempo, yuxtapuesto, entreverado, revuelto, estamos en medio de un baile carnavalero. Asimismo, cuando la política se entrevera de eventos paralelos y de acontecimientos imprevisibles o previsibles no explicables desde los marcos de interpretación comunes, entonces estamos hablando, sin duda, de la carnavalesca política boliviana.
¿Desde qué claves se puede entender el ritmo que está bailando la política en Bolivia y que no es uno sólo sino muchos haciendo un carnaval? Si las claves de la propia política por sí sola no se abastecen para aprehender el sentido pluri-multi de una sinfonía hecha de violines y pianos combinada con arpas, bandolina, zampoñas y charango, precisamos de mapas musicales para describirla, explicarla y cantarla.
A capella...
El pensamiento globalizador de la economía de mercado se ha institucionalizado, se ha hecho hegemónico y se ha acostumbrado a cantar a capella, con una sola voz que aparenta ser inmutable y a la que le hacen coro desafinado los medios de comunicación ganados por la vorágine de la primicia informativa, el entretenimiento como evasión y el sensacionalismo como fórmula que naturaliza la levedad de los pensamientos y la exultación de los sentimientos.
La univocidad del ajuste estructural nos ha llenado de ritmos cuyas letras se han reducido a la pócima de tres palabras mágicas: eficiencia, eficacia y productividad. Son ritmos que nos han acostumbrado a los mismos intérpretes o voceros oficiales que cantan en inglés y en un idioma nacional desnacionalizador. Pese a que la música mueve imaginarios lo que le otorga gustadores de su ritmo, tiene como característica lo imprevisible porque nunca se sabe qué sigue luego y entonces provoca miedos, miedo a la inseguridad, miedo a la inestabilidad, miedo al mañana sin destino, miedo a desfasarse de sus límites aunque los bailantes estén por fuera de sus márgenes y los dueños de la música en el centro del salón de bailes.
La política boliviana ha estado bailando este ritmo desde 1985, en que se establece el modelo de ajuste estructural con un decreto-canción conocido, “el 21060”. A este modelo del libre mercado le siguen una sucesión de bailes de modernización del aparato estatal, de desacreditación de los movimientos sociales, de cooptación de intelectuales desubicados, de privatización y entreguismo desaforado de los recursos naturales, y de legitimación de una cultura de la impunidad, haciendo en conjunto un carnaval de música bien vista fuera de nuestras fronteras por países que empiezan a copiarse el ritmo de la capitalización, mientras que adentro de las nuestras se canta la letra de una modernidad inconclusa, porque la promesa de la igualdad, de la libertad y de la confraternidad son utopías irrealizables en este sistema, y porque es cada vez más evidente que el dueño de la orquesta está bien al Norte, cruzando el Río Grande. Paradójicamente, por lo menos por ahora, en el baile de aprobación de la Ley de Hidrocarburos, acompañado por los violines de las transnacionales petroleras, don Carlos D. Mesa decidió dejar la zampoña y el charango que dan vida a la música nacional y que lo articulaban en una alianza con los movimientos sociales, y optó por los instrumentos rockanroleros que adornan la sinfonía empresarial y le dan seguridad a la inversión extranjera. A ritmo de thinku…
Thinku es sinónimo de encuentro, aunque por su representación musical sea más leído como confrontación con violencia, e incluso, por los oídos castos de las tardes de toros y de las ejecuciones a los migrantes no legales, como un hecho salvaje y sangriento. Pero thinku, en la cultura del norte de Potosí es encuentro con ofrenda, encuentro con la Pachamama, con la naturaleza y con el entorno a través de la fuerza y de la sangre humana. Thinku es, entonces, un rito con mito, un rito que nace en desencuentros y se construye en reciprocidades a veces iguales y otras asimétricas.
El canto a capella de la globalización económica ha encontrado su opuesto en los movimientos sociales que cantan otros ritmos y otras letras, desafinando el orden establecido por los intentos de instalación de Estados monoculturales dentro de sociedades plurales y comunitaristas con fuerte tradición identitaria y de espíritu rebelde, soñador de mundos de armonía entre hombres, mujeres y naturaleza. Hay bailes de thinku entre el ritmo de la filosofía liberal que canta letras de devoción al emprendimiento y competitividad individualistas, y ritmos de la cuadralidad andina que anuncia un mundo en el que “vamos todos juntos, que nadie quede atrás, que a nadie le falte nada, y que todo alcance para todos”. ¿Cómo poder danzar en armonía con ritmos que reflejan sentidos de vida tan distintos?, ¿cómo llenar de vida inclusiva las llamadas políticas de seguridad y hacer de los desencuentros espacios de reciprocidades?, ¿quiénes son los que riegan de sangre las expresiones sociales de los thinkus políticos?
Los movimientos sociales no son solamente cuestionadores de los (des)órdenes establecidos, sino básicamente engendradores de otras formas de pensamiento, de organización social y de acción política, son bailes con potencial crítico y emancipador, que cuando se articulan en el tiempo y en el espacio son multicolores como wiphalas, e imbatibles como el viento. Hay movimientos sociales que al mismo tiempo que llevan a un resquebrajamiento de la hegemonía neoliberal marcan un período de transición dentro de la modernidad, para reajustarla o transformarla. Otros movimientos sociales sin organización, centralidad ni eventos de presión, como los movimientos de jóvenes, ecologistas, de género y otros, pasan por la modernidad desmarcándose de ella como si su destino fuera una sociedad que estaría construyéndose casi subterráneamente a su semejanza humanista.
No puede haber baile de la política sin Estado y sin movimientos sociales, ambos son parte de una sola fiesta, en la que el Gobierno y las organizaciones sociales danzan por imponer el tipo de Estado que quieren construir, y que en Bolivia se confrontan de tres maneras: primero, porque la música de la fiesta la pone desde hace tiempo un orden estatal colonial republicano monocultural mientras que el baile lo hace una multiplicidad multicultural; segundo, porque el orden estatal liberal no es el (des)orden corporativo y comunitario de los sindicatos, los ayllus, las tentas y las comunidades; y tercero, porque el espacio oligárquico agroindustrial y terrateniente está basado en las leyes que provienen de la economía de mercado y alentado por intereses transnacionales.
Los bailes populares tienen una memoria larga, mientras que los de la economía de mercado son sólo manifestaciones del presente como único tiempo, bailes que piden mirar la vida como un carro sin espejo retrovisor y sólo con un parabrisas gigante hacia adelante, mientras que los aires populares vienen de atrás para apropiarse del presente e insertarse en el futuro. El inmediatista fundamenta su danza en el zapateo del crecimiento económico, mientras los otros pretenden superar integralmente las contradicciones que sostienen los modelos de dominación y no solamente satisfacer demandas urgentes.
Hay thinku porque mientras el ajuste estructural alienta el baile de a uno, en solitario, con los ojos vendados, los bailes de los movimientos sociales quieren sumar, abrir los ojos, tejerse, regocijarse, agigantar su música en multitudes invasoras de los espacios y de los tiempos para hacerse presentes incluidos como sujetos con historia, capaces de superar la levedad de las letras de una sola voz y la insuficiencia de las letras contestatarias para asegurarse conciertos de inclusión y de justicia. Este thinku, al que el Presidente Carlos D. Mesa decidió condenar buscando su juzgamiento legal, no ha hecho sino alimentarse con esta medida, para ganar su legitimidad por fuera de los círculos oficiales adosados en conciertos de ópera y de música barroca. Por un error de cálculo, la política oficial se ha buscado un thinku cultural y social de memoria larga en su afán inmediatista de destruirlo políticamente.
El vals oficialista…
Cuando asumió la presidencia don Carlos D. Mesa muchas voces cantaban que Bolivia contaba con un Presidente formado, con cabeza y con capacidad de discernimiento. Comprometido en la lucha contra la corrupción y por la justicia se mostraba como un mandatario con alma, ambas cosas se fueron confirmando mientras alentó una política de transición hacia una democracia participativa. Pero más rápido que tarde demostró su falta de cintura política para sortear los vaivenes de la presión sindical y parlamentaria, su exceso de locuacidad como argumento central para la legitimidad de sus programas, su cabeza erguida aunque su política de gobierno marche cabizbaja, sus extremidades sólo de motorización con la derecha, y un ego atípico para estos lares poco habituados a la soberbia y más afincados en la dignidad.
Prisionero de Palacio, de sus propios errores y de los errores que le hacen cometer sus asesores que quieren resolver sus propias peleas dentro del Parlamento, o sus peleas con la oposición defenestrando a su líder, Evo Morales, don Carlos D. Mesa se consolida como un erudito de la música clásica, al mismo tiempo que aunque quiere, no puede bailar una cuequita, ni le achunta al paso de los caporales, o al carnavalito oriental, o a la rueda chapaca. Carlos D. Mesa es un hábil político de salón y de balcones, pero no parece conocer los recovecos de las calles, y sus asesores le pintan la geografía nacional encerrada en los cubículos del Parlamento o en las suites de las empresas petroleras. El ritmo oficialista se asume en valses, mientras el país baila un carnaval de multiplicidades.
Después de su fórmula de la renuncia sin la intención de irse, sino de dotarse de otras condiciones para gobernar sin afectar a las empresas capitalizadoras que no le dejan bailar a la boliviana, a Carlos D. Mesa no le queda otro argumento que salir a la palestra pública con arrogancia mediante la amenaza insultante y la pérdida de compostura que lo caracterizaba haciendo juego con su palabra equilibrada. Hoy por hoy, las letras de las canciones del Presidente atacan los bloqueos pese a que están en receso, se estrellan contra el Parlamento con el que se alió por 7 días, despotrican contra el Poder Judicial porque no lo apoyó en su intento de legalizar la criminalización de las protestas sociales, cuestionan a los sectores de la prensa que lo cuestionan, minimizan la importancia de las organizaciones gremiales y sus líderes, y hasta una parte de los empresarios empecinados en que el tema principal de la política son las autonomías, son sujetos de su ira. Con estas letras y con estos ritmos, ¿quiénes tienen ganas de bailar con el Presidente, ahora?, ¿es fiesta o coro de ángeles la música que logra con su círculo ministerial, asesores, cuates y parlamentarios camaleones?, ¿por qué los logros económicos de su gobierno no se ponen de moda en los cantos populares?
Don Carlos D. Mesa apostó a bailar cueca en pareja con los partidos de la mega-coalición que sostuvo el (anti)gobierno de Sánchez de Lozada. Puso la letra de su Ley de Hidrocarburos argumentando la importancia de la inversión extranjera y el respeto de los contratos firmados por su antecesor, consiguió pañuelitos blancos para el baile y para el público, convenció al MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), al NFR (Nueva Fuerza Republicana), y a la UCS (Unión Cívica Socialista) para bailar en pareja, pero ni éstos ni el Presidente conocían la música y se pisaban los talones colocándose en el mismo flanco como si el baile consistiera en correrse cada vez más a la derecha. Y entonces ocurrió lo previsible, don Carlos D. quiso bailar cueca y los otros repicaron con su música conocida en ritmo de trompetistas después de una noche de jarana tocando cumbia villera para que nos la traguemos como si fuese huayño. No hace ritmo sino bulla la letra de la democracia representativa pactada con músicas de conveniencia oportunista. A don Carlos D. le faltó involucrar al otro sector del Parlamento, el de los partidos de la oposición, que son los que están tocando aires nacionales que engalanan la búsqueda de una democracia participativa.
Al Presidente le dijeron que haciendo pareja con los partidos tradicionales garantizaba lo que los politólogos erráticos llaman gobernabilidad, y que es en realidad un mero procedimiento condicionado de aprobar leyes sin ton ni son en el Legislativo. A don Carlos D. Mesa lo metieron en un juego amañado de tomas y dacas que por lo general acaban en la fórmula maniquea del reparto de cuotas en el Ejecutivo afectando incluso el Judicial. ¿Quiénes lo asesoran al Presidente?, ¿por qué lo llevan al baile del desafinamiento con la dinámica de la sociedad boliviana?, ¿quiénes le zumban al oído aconsejándole que declame poesía en noches de jarana?, ¿no existe quién le diga que su canción está desentonando y que ya los pañuelitos blancos no están acompañando sus tenores de ópera en un campo ciudadano de bailes callejeros? El buri autonomista…
¿Será que don Carlos D. Mesa, que parece tener dos pies derechos porque le cuesta marcar el ritmo del izquierdo, tiene que aprender a bailar buri cruceño en vez de pretender recitarlo? Pareciera que sí, que llegó el momento de pasar de la cadencia de los pasos de salón que hace arrastrar los piecitos con parsimonia al ritmo de saltar, saltar y saltar y seguir saltando. Pareciera que sí, que llegó el momento de pasar del discurso autonomista a la práctica autonomista, de la poesía al baile pero sin la letra del separatismo sino más bien de la descentralización, que consiste en la integración de las partes desde sus propias potencialidades constituyendo una unidad dinámica desde las diversidades.
El buri es salto, pero en su ritmo tiene los sentidos de identificación de almas que empiezan siendo extrañas y se hacen gemelas. El buri es un ritmo de liberaciones en mascaritas que a uno le hacen ser uno mismo más allá de lo que se es cotidianamente. El buri es un misterio, una búsqueda de encuentros entre pares y de los pares con los otros pares hasta hacerse una comparsa de pares. Para bailar el buri cruceño don Carlos D. Mesa necesita saberse no sólo la letra que no se recita con la elocuencia de la palabra sino que se canta con la profundidad del alma y con la energía de la naturaleza. El Presidente, con la convocatoria a elecciones de los Prefectos y con el Referéndum sobre Autonomías articulado a la Asamblea Constituyente, tiene que aprender a cruzar las idas y venidas de la descentralización, zapatear en el zapateo del otro la superación de la separación y después los saltibanquis de la unidad regional y nacional sin fundamentalismos.
El Presidente tiene que ser el cabecilla de comparsa que le enseñe al país el baile de las autonomías que los autonomistas no están sabiendo enseñar, por lo que aparece como un baile regional cuando es parte de un complejo baile nacional que no se reduce a un rinconcito del salón de fiestas ni a un único y paradisíaco paisaje oriental. Hay que bailar este baile, don Carlos D., que tanto colorido y diversidad le pone a la fiesta de la democratización de la democracia.
Entre villancicos navideños y marchas militares…
¿Podrá don Carlos D. Mesa pretender bailar a lo grande apoyado en la fidelidad de un grupo que por su candor y pequeñez parece estar danzando villancicos en nochebuenas familiares? Danzar con el MBL (Movimiento Bolivia Libre) para don Carlos D. Mesa es una experiencia reconfortante, pero su ritmo de adoración no le hace mella a la fiesta, en realidad no participa de ella, y tiene el don de no involucrarse cuando el baile empieza a convertirse en jarana.
El MBL ha sido parte de las dos gestiones de gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, pero nadie lo identifica ni con la capitalización ni con la desnacionalización de los recursos energéticos porque siempre ha sabido retirarse a tiempo, y también porque su ritmo no marca el paso de los acontecimientos. Pero paradójicamente éste partido con representación parlamentaria de apenas un Senador, es en este momento el único sostén partidario de don Carlos D. Mesa y, aún siendo así, sus líderes dicen que no están en el gobierno como orquesta sino tan sólo algunos de sus músicos invitados a la fiesta.
Las marchas militares han dejado hace décadas de sonar sus clarines en el Palacio de Gobierno y en las calles y carreteras. Su música se ha reducido a conciertos de salón que demuestran que prefieren estar mirando del palco a participar del baile. Sólo hacen un poquito de sonido cuando las normas admitidas del carnaval empiezan a deslizarse hacia conductas anómicas. Desde una tonalidad evidentemente nacionalista, pero que por su energía tiende a desentonar con las prácticas de la democracia, las marchas militares ponen en orden tanto a las rebeliones sociales como a los desatinos gubernamentales, como cuando el Presidente amenazó con renunciar, y las bandas militares le recordaron que su deber es gobernar. Las bandas militares están llenando los aires bolivianos con sus retretas domingueras de las plazas de las ciudades donde los varones caminan de izquierda a derecha y las mujeres de derecha a izquierda para desarrollar un movimiento de miradas y coqueteos que consisten en mirarse y desearse sin tocarse. Las marchas militares están limitadas a los desfiles cívicos, pero nunca dejan de escucharse en el fondo, con su clarín de advertencia para unos y para otros, para los carnavales y para la democracia.
Se necesitan dos para la cueca…
Dadas las condiciones actuales de Bolivia es la hora de la cueca, es decir, la hora de los pasos de dos que se encuentran en un incesante coqueteo, que danzan con la mirada puesta en la mirada del otro, que cruzan y van y vienen sin pisarse ni perderse pisada, que conceptualizan el zapateo de uno en su complemento con el del otro, que envuelven mágicamente en su ritmo los jaleos de su entorno, que bailan música boliviana aunque se parezca a la marinera o el tondero peruano o la cueca chilena y se diga que su origen está allende el océano. Se necesitan dos para la cueca. Dos capaces de una sola armonía, dos capaces de gustarse y ser gustados, de involucrarse e involucrar, de representarse y ser representados. En sus condiciones actuales, ¿cómo puede Bolivia bailar cuequita sino se encuentran dos para trascenderse y trascender socialmente el baile?
Curiosamente, don Carlos D. Mesa ya tenía la pareja adecuada. La tenía a su lado y se vio obligado a dejarla porque le resultó contestona y porque le aconsejaron, los que le zumban el oído, que un niño bien no debe juntarse con los que salen de los cocales, de la siringa, de los cafetales, del servicio doméstico, del minifundio, de los andamios, de las fábricas, de los ingenios, de las profundidades de la mina y de las barriadas. Las organizaciones populares y el MAS (Movimiento al Socialismo) de Evo Morales Ayma estaban, mal que mal y bien desafinados, bailando una cuequita terriblemente sui géneris, con una lenta cadencia destinada a fortalecer el Estado y ritmos acelerados para bloquearlo. Esta cuequita tenía un raro ritmo camba-colla y una letra inspirada primero en la llamada “Agenda de Octubre” que habla de Asamblea Constituyente, Referéndum sobre el Gas y Ley de Hidrocarburos recuperando la propiedad del Estado, y que se fortaleció con una segunda estrofa de la “Agenda de Junio” que habla de autonomías. Estaba chévere la cuequita, medio rara por su hibridez parecida a las matracas de los morenos que cambian de forma según los tiempos, pasando de la representación del quirquincho a la de un televisor y ahora una computadora o un celular. La cuequita de los mesistas y los masistas tenía la cadencia del encuentro impredecible que aunque no se deja entender ni gustar, finalmente funciona e invita a bailar.
Estos carnavales, ¿quién inventaría?...
Separados de su baile compartido, ahora don Evo Morales ha encontrado refugio en el retorno a sus orígenes sindicales y de luchador social, y don Carlos D. y sus seguidores no saben cómo ocultar un ritmo racista que no quisieran demostrarlo y que no les está dejando bailar hibridándose con las multitudes. En estas condiciones, recientemente el Gobierno está haciendo esfuerzos por lograr un Pacto de Unidad Nacional que garantice la vigencia y la profundización de la democracia. Este intento ocurre después del fracaso de su “Acuerdo ante la Nación” con el sector conservador del Parlamento, y que derivó, en contrapartida, en la conformación del Pacto de Unidad Popular que crece en energía con la participación de las principales organizaciones sociales y políticas opositoras.
La Iglesia Católica se desmarcó de dirigir la orquesta de la conciliación, y la Asamblea de Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo, tradicionales mediadores, están recogiendo las letras que pudieran provocar esta pretendida unidad nacional, pero no logran encontrar notas comunes, pues en relación con la Ley de Hidrocarburos don Carlos D. Mesa insiste en su propuesta del 18% de regalías y 32% de impuestos deducibles, el Parlamento se mantiene en su propósito del 18% de regalías y 32% de impuestos no deducibles, en cambio las organizaciones sociales y partidos de la oposición no salen de su reivindicación del 50% de regalías. Son letras muy distintas como para pretender bailar la misma cueca. Además, los ritmos se hacen distintos hasta en sus entonaciones, puesto que el Presidente no canta sino que refunfuña, el Parlamento musita sin dejar escuchar la letra contenida, y las organizaciones sociales y oposición cantan a viva voz sus ritmos nacionalizadores. Bien en el fondo hay campanas transnacionales y de sus seguidores tañendo toques de velorio en su propósito ya conocido de hacer danzar con miedo.
Hay intereses explícitos por organizar una fiesta compartida con previa tregua política y social que permita ponerse de acuerdo en la agenda política, en los músicos y en los ritmos. Mientras esto no suceda, la idea de convocar a un Gran Encuentro Nacional es sólo una buena intención que está demostrando una vez más que es difícil juntar agua con aceite. Y no es sólo problema de la agenda, sino también de la crisis de representatividad de los movimientos sociales, de la división entre las organizaciones sindicales obreras y campesinas y de la crisis de confianza que atraviesan los partidos políticos. Curiosamente, es en estas debilidades que emergen los rayos de esperanza para la propuesta gubernamental, o dicho de otro modo, es en la incapacidad para bailar propositivamente de los movimientos sociales, que el Presidente se hace el danzarín principal de la fiesta. Hay un ambiente pre-carnavalero de búsqueda de diálogo, pero nadie se anima a romper la fiesta dando el primer paso para el debate. Todos quieren bailar con la reina de la fiesta para que doña democracia tenga los tintes de su idilio, pero si no se llegan a acuerdos, podrían todos acabar bailando con la más fea, la autoritaria forma de desequilibrar la democracia.
El intento de la Unidad Nacional está reeditando la historia de los pactos de gobernabilidad que no tienen resultados porque no se acuerdan objetivos concretos pensados a partir de las matrices de la soberanía, sino que simplemente se pretenden consensos en torno a las agendas gubernamentales. Son pactos en los que generalmente se pide mucho al pueblo que casi ya no tiene nada, y en los que los Gobiernos generalmente no ceden nada sino más que promesas que casi nunca se cumplen. Por estas razones hay un acumulado histórico que pinta una paradoja muy curiosa, por una parte se sabe que estos pactos sirven poco, pero por otro se percibe que sin ellos la democracia podría ser resquebrajada. Hay una crisis de credibilidad y de legitimidad en estos bailes pactados donde la música viene de afuera, el Gobierno pone la orquesta y los que danzan son los subordinados.
Estamos en un escenario de crisis de paradigmas y en un baile de ritmos que no se entienden. Éste es un carnaval sin orden, sin principio ni fin y sin límites para los sonidos diversos de los distintos, no hay cómo bailar en armonía ni siquiera los propios ritmos porque en su combinación inarmónica con los otros ritmos se convierten en ruido. Es que hay una desproporción histórica en las pretensiones de cada sector involucrado en el baile, por una parte las organizaciones sociales cantan el coro de la nacionalización de los recursos energéticos en la perspectiva de fortalecer y reinventar solidaria y participativamente el Estado para garantizar el ejercicio de las libertades y las dignidades, para dinamizar la democracia participativa, para que adopte medidas que garanticen el bienestar humano y niveles esenciales para el ejercicio no condicionado de los derechos. Los movimientos sociales no niegan la posibilidad de ceder, si fuera necesario transar, afiliándose transitoriamente en el baile de la comparsa parlamentaria y su propuesta del 32% mixto junto con el 18% de regalías.
Pero mientras los movimientos sociales y políticos demuestran voluntad para aprender los pasos del baile oficial combinándolos con los suyos, incluso cediendo parte de su música, desde el otro lado la letra no se modifica y la música se sigue tocando con los instrumentos de las transnacionales que cada vez aparecen más agresivas en su tono, en los contenidos de sus letras y en los alcances mercantiles de su música. Las organizaciones nacionales ceden algo en función de la construcción del bienestar, pero las transnacionales no se sienten ni obligadas legalmente ni compelidas moralmente a pensar más allá de sus ganancias. Curiosamente, el Gobierno ha decidido bailar y hacer bailar este ritmo, ¿es justo acaso seguir en este carnaval de desencuentros donde consenso es sinónimo de cederlo todo y no recibir nada a cambio?, ¿es tiempo acaso de seguir bailando al ritmo de una sola voz que se representa sólo a sí misma y no recoge ni las voces ni los ritmos de su entorno?
Dadas así las cosas, hay quienes dicen que es la hora del thinku o del encuentro con ofrenda, y hay otros quienes afirman que ésta es la hora del tango o del encuentro cadencioso hecho para el espectáculo con disfrutes del baile aunque las letras desgarren los sentimientos. Ni thinku ni tango, ésta es la hora de la música común a todos y todas, de la música que convoca a su disfrute con el oído, a su goce con el baile, a la identificación emotiva y racional con sus letras; es la hora del ritmo que unifica, que engalana, que convoca y que invita a seguir bailando éste y otros ritmos. En el aquí y ahora de la política en Bolivia, es la hora del carnaval de los bailes múltiples que se encuentran en una sola fiesta y en la que cada uno regala orden, belleza, colorido, propuesta, esperanza, alegría, futuro. En el aquí y ahora de la política boliviana, es la hora de que por una vez se piense en el país, en su sociedad de ahora y de sus generaciones futuras. Es la hora que el Estado asuma su responsabilidad social con el desarrollo y las transnacionales su corresponsabilidad, articulados ambos con el derecho de los pueblos a vivir con dignidad. Adalid Contreras Baspineiro


Opinión:

AUTOGOLPE EN BOLIVIA

Diario Rebelión de Uruguay (www.rebelion.org)

Con la pseudo-renuncia del presidente Carlos Mesa, rechazada por el Congreso Nacional, y la firma, en el mismo Congreso, del pacto de Unidad Nacional, se ha consumado un autogolpe de estado en Bolivia. El presidente y el parlamento han substraído al debate, inclusive institucional, los dos temas clave de la nación boliviana: la aprobación de la entreguista Ley de Hidrocarburos, “aprobada” en un fraudulento plebiscito en julio pasado, previendo la continuidad de la propiedad y explotación imperialistas del gas y el petróleo, y la aprobación, fuera y antes de la Asamblea Constituyente, de la autonomía de los departamentos de Tarija y Santa Cruz de la Sierra, en cuyo subsuelo se localizan la mayor parte de las reservas de hidrocarburos.
Detalle fundamental: la renuncia fue rechazada por la totalidad de los congresistas, incluidos los del MIP de Felipe Quispe y del MAS de Evo Morales, que tiene 27 de los 130 diputados y 8 de los 27 senadores (un tercio de la cámara alta. Pero eran justamente las direcciones sindicales y sociales (COB, CSTUCB, juntas vecinales) vinculadas a esos partidos, las que dirigían los bloqueos de caminos y ocupaciones de predios que sacudieron a Bolivia desde final de febrero y primera semana de marzo. Morales –que declaró que Mesa debe gobernar hasta final de mandato (junio de 2007)- tuvo inclusive que frenar a sus congresistas, que querían firmar el Pacto.
La “oposición” impulsaba una ley que previa la retención de 50% de los royalties de las multinacionales (Repsol, Petrobrás, British Gas y Total) contra los 18% (más 32% de impuestos) aprobados en el fraudo-plebiscito de Mesa. Como se ve, sólo una divergencia de porcentajes dentro de una política entreguista. La operación de las multis arroja beneficios declarados (debajo de la realidad) de 1500 millones de dólares.
Con todo el aparato gubernamental, Mesa convocó a una manifestación “popular” de apoyo, de gran eco en la prensa internacional, y que reclamó “mano dura” contra las movilizaciones con...7000 manifestantes (cualquier manifestación popular de masas en la capital reúne de cinco a diez veces esa cifra).
El operativo de salvataje de Mesa, jaqueado por las movilizaciones, estuvo encabezado por el gobierno y la embajada yanquis –que pidieron oficialmente “consenso” (fueron atendidos)-, las FFAA –que amenazaron a las movilizaciones con la represión- y, decisivo, los gobiernos de “izquierda” y “antiimperialistas” de la región, que se pronunciaron “en defensa de las instituciones” (contra el pueblo en lucha), que acababan de ser “puenteadas” por la presidencia y la mayoría parlamentaria derechista. En eso estuvieron Kirchner, Lula (cuya Petrobrás envía diariamente al Brasil 24 millones de m3 de gas, usando casi toda su capacidad instalada) y hasta el venezolano Hugo Chávez, que declaró públicamente apoyo a Mesa.
Pero Lula también presionó a Evo Morales, del MAS, cuyo líder parlamentario declaró que ahora hay que trabajar con la ley de Mesa (al final 18+32=50%, lo que pedía la oposición, en un país donde la evasión fiscal es regla). El Pacto por la Defensa de la Dignidad y la Soberanía Nacional, firmado por MAS, MIP, COB, organizaciones campesinas y “sociales”, con un programa muy por debajo del nacionalismo burgués de los años 50, es un aborto, incapaz de impulsar o coordinar cualquier movilización real.
Es preciso superar el programa “opositor”, con un programa transitorio que, partiendo de la nacionalización sin pago de las riquezas del subsuelo y de las empresas imperialistas (que se han beneficiado de subsidios monumentales desde la década del 80), y de la defensa de la unidad nacional del país, plantee la lucha por el poder obrero y campesino y la unidad revolucionaria continental. Con esa plataforma, es posible construir una organización revolucionaria en Bolivia.



BOLIVIA: DEMANDAN LA NULIDAD DE 76 CONTRATOS DE RIESGO COMPARTIDO; EL MAS INICIO JUICIO A UNA FILIAL DE BRITISH PETROLEUM POR CONTRABANDO

CERCO A LAS PETROLERAS

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Se unificó aún más bloque que lucha por la recuperación real de la propiedad de los hidrocarburos bolivianos. Debido a su actitud intransigente, las mismas empresas han sido responsables de crear un ambiente por demás hostil en su contra. Un grupo de abogados demandó ante la justicia la nulidad de 76 contratos vigentes suscritos hace ocho años por el poder Ejecutivo con empresas extranjeras. La querella fue entregada en momentos en los que uno de los consorcios podría ser sometido a juicio por haber contrabandeado petróleo.
La semana pasada las empresas se declararon dueñas de las reservas energéticas y el gobierno, tradicional defensor de la seguridad jurídica de las inversiones extranjeras, tuvo salir al frente para aclarar que, según la Constitución, las reservas de gas y crudo son propiedad del Estado.
Los contratos pactados en el primer gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) 'son nulos de pleno derecho porque no nacieron a la vida jurídica', sostuvieron los abogados Juan Carlos Lazcano y Santiago Berríos. 'Esos contratos no existen a la vida jurídica del país, son nulos de pleno derecho por cuanto adolecen de requisitos fundamentales y esenciales previstos en la Constitución', argumentó Lazcano. La presidencia del Congreso certificó por escrito que los contratos no cumplieron los preceptos constitucionales, apuntó.
La demanda civil fue presentada ante la Corte Superior de Justicia de La Paz. El Tribunal Constitucional se había pronunciado hace dos años por la legalidad de los contratos suscritos por el gobierno con las firmas Repsol-YPF, Chaco, Andina, Transredes y Petrobras. Según los abogados independientes, en caso de prosperar el contencioso, presentarán otra demanda de indemnización al Estado por la explotación ilegal del gas y petróleo.
En tanto, el MAS planea conformar una comisión congresal para enjuiciar a la empresa petrolera Chaco, filial de la transnacional British Petroleum, acusándola del contrabando de 26 mil barriles de petróleo reconstituido. Además pide, la reversión al Estado de esa capitalizada. El diputado Jorge Alvarado anunció el proceso judicial luego de que el ministro de Hidrocarburos, Guillermo Torres, informó en la Cámara de Diputados que la empresa no tenía el permiso para realizar la exportación.
El presidente de la Aduana, Rodrigo Agreda, reiteró que la petrolera se acogió al arrepentimiento eficaz y pago más de un millón de dólares para evitar un proceso por contrabando de petróleo. 'Ante la inminencia de un proceso de fiscalización por parte de la Aduana Nacional a la empresa Chaco, sobre la exportación de petróleo reconstituido efectuada en febrero (..), la empresa solicitó (..) acogerse al arrepentimiento eficaz', según un comunicado divulgado por la Aduana.
Independientemente del reconocimiento de haber incurrido en acciones no legales en la exportación de crudo, la Aduana Nacional debería iniciar las acciones pertinentes después de concluir la investigación de oficio. Agreda informó que iniciaron un proceso de investigación y no descarta que en el mismo salgan a relucir nuevos elementos de juicio que comprometan más a Chaco.
El ministro de Hidrocarburos, Guillermo Torres, declaró que 'yo no he dado la autorización (para la venta de petróleo reconstituido a Chile) porque Chaco hizo su solicitud extemporáneamente y la solicitud no era correcta'. El MAS anunció un proceso judicial contra el directivo de Chaco, el colombiano Octavio Pastrana, por evasión de impuestos y el contrabando de alrededor de 26 mil barriles de petróleo reconstituido (tipo de petróleo que pasa por refinería) a Chile, en febrero pasado. La Cámara Boliviana de Hidrocarburos no se pronunciará sobre el tema, ya que considera que es un asunto entre privados.
En principio, el Presidente Carlos Mesa se oponía a la fórmula parlamentaria de aplicar una regalía de 18% y un impuesto del 32% no deducible ni compensable, también resistida por las petroleras. Sin embargo, la actitud intransigente de las empresas podría obligarlo a modificar su opinión. Las empresas no están dispuestas a reconocer los mandatos emanados del referéndum. La petrolera Britsh Gas asegura que la nueva norma aprobada en la Cámara de Diputados violenta el tratado que Bolivia firmó con Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
El Senado, cuya comisión de Desarrollo Económico analiza la ley, tiene la posibilidad de incorporar ajustes a la versión aprobada este mes por sus colegas diputados, que obligaría a que la legislación sea considerada por el pleno del Congreso. Bolivia produce 54,9 trillones de pies cúbicos de gas natural y es la segunda potencia gasífera sudamericana después de Venezuela. Desde el inicio del proceso de capitalización de YPFB, hace ocho años atrás, las empresas capitalizadoras (Chaco, Andina y Transredes) han generado 600 empleos, la mayoría ocupados por extranjeros. Según el ministro de Hidrocarburos, sería un error pensar que la industria petrolera es generadora de fuentes de empleo. A diferencia de otros sectores productivos, las empresas del sector no absorben mano de obra local. Por: BOLPRESS.








COLBÚN SUFRE CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DEL GAS NATURAL

El Diario de Chile (www.eldiario.cl)

La crisis del gas tiene en una compleja situación a Colbún. La operación de sus centrales de ciclo combinado con diesel y su alto nivel de contratos le están jugando una mala pasada desde el punto de vista de los costos operacionales. Esta situación ha sido percibida por el mercado, el cual en el primer trimestre de este año ha castigado la acción con una caída de 22,9%.
Y es que desde la llegada del gas natural al país, al igual que el resto de las generadoras del Sistema Interconectado Central (SIC), la compañía apostó por este combustible al momento de construir sus centrales. Desde 1998 a la fecha Colbún ha construido cuatro plantas de ciclo combinado, de las cuales sólo Nehuenco I cuenta con gas en firme. Mientras Nehuenco II y III poseen gas interrumpible y Candelaria, pronta a entrar en operación, no cuenta con contratos de suministro.
A la par de estos desarrollos, Colbún salió al mercado a captar nuevos clientes. Sólo con Codelco la compañía comprometió un total de 315 Mw de potencia, lo que significa dedicar una central completa al abastecimiento de la División El Teniente y Andina.
Y cómo no apostar a estos emprendimientos: el gas era seguro y sus nuevas plantas le permitían contar con una potencia disponible de 852 MW, los que considerando la puesta en marcha de Candelaria a partir de mayo, aumentan a 1.112 Mw, energía similar a la generada por dos centrales del tamaño de Ralco.
La caída
En 2002 Colbún era considerada la joyita del sistema eléctrico, categoría que perdió en mayo de 2004, cuando Argentina comenzó a restringir el volumen de sus exportaciones de gas hacia el país. Esta decisión gatilló una fuerte alza de sus costos, por cuanto, la debilidad del sistema eléctrico y el cumplimiento de sus contratos, la obligó a operar sus centrales con petróleo diesel, y en algunos casos, a salir al mercado spot a comprar energía.
La debilidad es clara: previo a la crisis, en 2003, Colbún firmó contratos con grandes clientes, de la talla de Codelco-Chile para su división El Teniente y Andina, empresas CMPC y Planta Maule, entre otros. Los acuerdos de abastecimiento se firmaron con un margen de ganancia por sobre lo que significa generar con gas natural, lo que en una situación de suministro normal le deja a la compañía beneficios de tres veces el costo de operación. En términos gráficos operar una central con gas natural tiene un valor de unos US$ 14 a US$ 16 por Mega Watt/hora, por lo que los contratos con los clientes libres se hicieron a un valor de US$ 35 a US$ 45, según estimaciones de mercado.
Este panorama de ganancias cambió drásticamente con las restricciones de gas, por cuanto generar con diesel es cuatro veces más caro y se vende al mismo precio. La operación es simple: la generación diesel cuesta unos US$ 70 a US$ 90 por mega watt/hora, energía que independiente de su valor, la sigue vendiendo a su cliente libre al precio pactado.
La carga financiera puede volverse aún más pesada, si la propia generación de la compañía no le es suficiente para cumplir sus contratos. Esta deficiencia, le significa salir al mercado spot y comprar energía a valores que la semana pasada alcanzaron los US$ 150 el mega watt/hora.
Analistas y clasificadores de riesgos consultados, coinciden en señalar que, los resultados financieros de 2004 de Colbún no alcanzaron a recibir todo el impacto de la crisis del gas. La estimación del mercado es que los resultados de la compañía este año no serán positivos, porque la crisis del gas se desencadenó antes de lo previsto. Durante el primer trimestre de 2005 la compañía y el sistema en general se ha visto expuesto a dos contingencias. La primera corresponde a la menor cantidad de agua que existe para la generación hidráulica, por cuanto el año hidrológico está finalizando, a la espera de que los embalses comiencen nuevamente a llenarse, a partir de mayo. Esta menor disponibilidad de agua ha impedido a la compañía sacar partido de los 798 Mw en potencia hídrica que posee.
La segunda contingencia tiene relación con que a diferencia del año pasado, las restricciones de gas se iniciaron a partir de enero, con costos de petróleo alto, y con la entrada en vigencia de contratos que el año pasado no estaban contemplados.
Pese a esta compleja situación el mercado confía en que la crisis sorprendió a Colbún en una posición financiera fuerte, base que le permitirá capear esta compleja situación.

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