Monday, July 11, 2005

NACE LA “TRIPLE M” Y SE POSTERGA LA CONSTITUYENTE

Gracias al proyecto de “anillo energético”

EL GAS: UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA BOLIVIA

Tal como sucedió en la época colonial con la plata y en el siglo XX con el estaño, Bolivia nuevamente ha sido bendecida por la naturaleza. Ahora es el turno del gas natural, elemento cada vez más apetecido en el mundo y que bien administrado puede cambiar los destinos de la nación andina. Hablan los expertos.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl)

Las reservas de gas natural boliviano se calculan en unos 52,3 trillones de pies cúbicos (TCF). Estas cifras, convierten al país vecino -literalmente- en una potencia energética sudamericana, superando incluso a Venezuela, el otro gigante gasífero regional. El tesoro que la naturaleza ubicó en esa tierra, le otorga una ventaja geopolítica gravitante que no se percibía desde hace tiempo. No obstante, tras presenciar el declive institucional de la nación andina que llegó a su punto máximo con la salida de Carlos Mesa del Palacio Quemado, la pregunta es: ¿se encuentra preparado el nuevo Gobierno y el propio pueblo boliviano para abrir sus mercados, tomando en cuenta el rancio nacionalismo que los caracteriza?
Con la negativa del ex mandatario boliviano de vender y exportar gas por nuestro país, los altiplánicos perdieron la entrada de millonarios recursos hace un par de años. Ahora, la mega iniciativa sudamericana impulsada por Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, denominada anillo energético y que busca levantar un corredor gasífero que conecte a todas esas naciones, es una nueva oportunidad para que Bolivia venda su principal recurso natural, pues, según algunos analistas, las reservas de la matriz pensada originalmente para el proyecto (Camisea, Perú), no darían abasto.
La clase alta boliviana -que siempre consideró un error no negociar con Chile- sabe que la riqueza natural hay que trasformarla en dinero de una vez por todas. Habrá que ver cómo influye en las autoridades bolivianas la presencia nacional en la iniciativa y si la inestabilidad política no les pasa la cuenta como tantas veces.
En este escenario, el profesor boliviano y director de la influyente Fundación Milenio, Napoleón Pacheco, no tiene dobles lecturas: “Bolivia no debe quedar fuera de la iniciativa”.
Para el académico, “sería importante que Bolivia forme parte de esta iniciativa, debido a su enorme potencial gasífero y a su ubicación geográfica. Pero el gran problema es que los consumidores enfrentan -con un país como éste- inseguridad e inestabilidad, ya que Bolivia perdió la característica de proveedor seguro”.
“En la medida en que no recobre la estabilidad institucional y defina una política energética, va a seguir estando aislada de las iniciativas que con cualquier nombre se vayan desarrollando en el Cono Sur”, sostuvo.
-¿Cuál es la clave, entonces?
-Definir al interior de esa política, el tipo de relación que se va a tener con las empresas transnacionales y con el mercado regional. Ahora, lamentablemente, mientras eso ocurre, existirán inversiones en el área de Camisea. Entonces, la tarea esencial está dentro de Bolivia y que podamos asumir las tareas que he señalado.
-¿Hoy Bolivia puede garantizar estabilidad?
-Veo una situación bastante complicada porque, dada la polarización que existe en Bolivia, el candidato ganador probablemente no lo haga con una diferencia muy grande respecto al segundo. Por lo tanto, a partir de eso, tendrá problemas de gobernabilidad en el Congreso. Ahora es posible que el ganador pueda conformar una alianza política que le permita tener gobernabilidad a partir de un control de relativa mayoría en el Parlamento, pero eso es difícil.
Además, se convoca a elecciones para una asamblea constituyente y la intención de muchos grupos que la plantean es básicamente refundar Bolivia y eso significa un rediseño del marco legal, de los derechos propietarios, entre otros. Es un gran enigma que coloca a Bolivia virtualmente en una situación de espera sobre su futuro.
-¿Cuál es la conveniencia para Bolivia de participar en este anillo energético y la importancia para el proyecto de que el país se haga parte?
-Bolivia debe participar ya que le permite abrir mercados y la posibilidad de implementar proyectos de industrialización del gas natural: Estos no serán factibles y posibles si no tenemos mercados que permitan aumentar la exportación. Por otro lado, la apertura significa la generación de importantes ventas gasíferas, recursos vitales para el proceso de desarrollo boliviano.
En la otra vereda, el anillo energético va a resultar un tanto restringido si no incorpora a Bolivia, porque hay que pensar que tenemos reservas de gas certificadas, evidentemente falta inversión en desarrollo y las inversiones que puedan ejecutarse tanto en Perú, Argentina o Brasil van a tomar más tiempo en comparación a las inversiones que hay que hacer en el caso boliviano.
-Los analistas advierten que si Bolivia se resta del proyecto, será otra oportunidad perdida, como fue en su momento la negativa de vender o sacar gas por Chile. ¿Coincide usted con ello?
-Desde el 2003, Bolivia ha ido perdiendo oportunidades de abrir mercados, primero en Estados Unidos, luego México y ahora este mercado en el Cono Sur. Este tema hay que entenderlo más allá de los problemas que existen entre Bolivia y Chile y eso significa tomar en cuenta que todo este proceso que se advierte en Bolivia desde el año 2000, agudizado desde hace dos años, es parte de una estrategia que se ha ido desarrollando internamente, orientada a desestabilizar el régimen democrático. Ahí el discurso de no enviar a gas a Chile o no exportar a través de un puerto chileno resulta algo útil, evidentemente porque articula voluntades, gente, movilizaciones y los conflictos en última instancia, pero en realidad el tema de fondo es que Bolivia es escenario de una estrategia internacional que ha lastimado seriamente la precaria institucionalidad. Es un proceso que no parece encontrar una vía de solución en el corto plazo.
-Hay una fracción de la izquierda boliviana que señala que el anillo energético es una maniobra del Mercosur para evitar que Bolivia nacionalice los hidrocarburos. ¿Es real esa situación?
-Es parte del discurso político de mi país orientado a asilar a Bolivia del contexto económico mundial, convertirla en una especie de autarquía. Yo no tomo en serio esa afirmación, porque es parte del discurso orientado a impedir que Bolivia pueda integrarse o pueda ser integrada a este circuito del anillo energético.



Faenas de la Sección de Desminado Humanitario del Regimiento N° 6 Matucana comienzan el 21 de julio

EJÉRCITO INICIA ESTE MES PLAN DE DESMINADO EN LA FRONTERA CON BOLIVIA

Según el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, la primera parte de las operaciones se prolongará por cuatro meses y se concentrará en el sector de Chungará, en la Primera Región. Al inicio de las operaciones asistirá su homólogo boliviano, Gonzalo Méndez Gutiérrez.

La Tercera de Chile (www.latercera.cl)

El ministro de Defensa, Jaime Ravinet, anunció que el jueves 21 de julio se iniciará una nueva fase del desminado humanitario en el sector de Chungará, ubicado en la frontera con Bolivia, en la Primera Región.
El secretario de Estado confirmó que al inicio de las faenas asistirá su homólogo boliviano, Gonzalo Méndez Gutiérrez. Las faenas en el altiplano demorarán cuatro meses. A la zona de operaciones se trasladará la Sección de Desminado Humanitario del Regimiento Nº 6 Matucana, unidad con formación especializada en la ubicación, extracción y destrucción de artefactos explosivos ocultos.
Dicha unidad militar, que tiene asiento en Arica, es la misma que realizó el despeje de cinco campos minados en el cabezal norte del aeropuerto Chacalluta, junto a la frontera con Perú, labores que se prolongaron hasta mayo pasado.
Según Ravinet, una vez que culmine la primera fase, la unidad se desplazará el próximo año al límite con Perú, para despejar otro tramo de los 75 campos minados que aún quedan en la zona de Pampa Escritos.
Luego se avanzará a la Segunda Región, a la altura del volcán Llullaillaco, en la frontera con Argentina, para destruir minas antipersonales y antitanques sembradas cerca del parque nacional.
Ravinet agregó que "este trabajo es mucho más complejo debido a las condiciones de altura y climáticas en la zona. En Chacalluta no tuvimos ningún accidente, lo que es muy positivo, porque completamos la faena exitosamente". Durante nueve meses la sección militar efectuó la detección y destrucción de 2.032 minas antipersonales y 4.944 antitanques que habían sido sembradas en el cabezal norte de dicha terminal aérea durante las décadas de los setenta y ochenta.



SILES, EL EX CANCILLER BOLIVIANO QUE LIDERÓ LA OFENSIVA
MARÍTIMA, RELATA LOS MOMENTOS MÁS TENSOS DE SU GESTIÓN

Su mensaje a Chile: "Pueden ser distintos los interlocutores, pero la reivindicación marítima no ha cambiado". Sus dramáticas horas en Miami, antes de la renuncia de Mesa. "Me tocó informar a los Cancilleres en la OEA, y fue duro".

La Segunda de Chile (www.lasegunda.com)

"Estoy retirado de la vida pública", dice desde su casa en La Paz el hombre que encabezó la ofensiva marítima boliviana iniciada por el ex Presidente Carlos Mesa, y que puso en grandes aprietos a la Cancillería chilena. Juan Ignacio Siles responde el teléfono relajado, mientras cerca de él se escucha la voz de su hija de sólo diez meses de edad - la menor, después de tres hermanos varones- , quien quizás es la gran responsable de que el ex ministro de RR.EE. afirme que hoy "estoy dedicado a mi familia, que me hacía mucha falta".
Aunque siempre mantuvo buenas relaciones personales con nuestro país - su madre era chilena, sus hermanos viven acá y él mismo estudió Literatura en la Universidad de Chile- , Siles fue el artífice de la gestión internacional de Bolivia para lograr una salida al Pacífico, llevando el tema a todos los foros mundiales, lo que puso las relaciones entre su país y Chile en un estado de alta tensión.
El mismo, cuando se le pregunta por su experiencia como Canciller, reconoce que fue "una experiencia vital muy dura".
En su calidad de jefe de la diplomacia altiplánica, fue también quien rechazó por "razones históricas" la candidatura de José Miguel Insulza a la OEA. Paradójicamente, en la última actuación en su cargo, trabajó codo a codo con el ex ministro chileno, cuando en la mañana del 7 de junio en Fort Lauderdale, Miami, al inicio de la Asamblea General, hizo el dramático anuncio de la renuncia de Carlos Mesa a la Presidencia.
- ¿Cómo vivió la crisis política de su país desde tan lejos?
- No es la primera vez que me pasa; cuando se produjeron algunas de estas crisis en anteriores oportunidades, me tocó estar en Japón. Sabía que en esta ocasión la decisión era absolutamente definitiva, había hablado antes con el Presidente Mesa y me tocó informar a los Cancilleres de los demás países en la OEA, y naturalmente fue duro.
- Pero ésta fue la crisis que hizo al Presidente Mesa renunciar. ¿Fue más difícil?
- Sí, porque además lo habíamos evaluado (con Mesa) y hablado en la mañana por teléfono. Él me comunicó su determinación, lo acompañé en su decisión y vi la manera de enfrentar esto en el marco de la Asamblea General de la OEA.
- ¿Qué sentía al ver las imágenes que llegaban desde La Paz?
- Las imágenes que se presentan a veces no reflejan lo que realmente pasa en el país. Estábamos en un momento de grave crisis institucional, social y política, pero eso no necesariamente repercute en la vida diaria de las personas. Nos hemos acostumbrado, para bien o para mal, a convivir con los bloqueos. El Presidente Mesa tuvo un compromiso absoluto con la defensa de los DD.HH. y en gran medida decidió renunciar como un acto de desprendimiento a fin de que se produjeran situaciones de solución, que impidieran una intervención no democrática.
"Ojalá que la participación de Insulza en la OEA sea positiva"
- ¿Qué le pareció la reacción de la comunidad regional cuando comunicó la situación de su país ante la OEA?
- Quisiera destacar el hecho de que se hizo una declaración de apoyo a la institucionalidad en Bolivia y de reconocimiento del aporte del Presidente Mesa a la democracia boliviana.
- ¿Quedó satisfecho con la actuación de José Miguel Insulza?
- Él ha cumplido con su cometido, tuvo que enfrentar esto casi de inmediato de haber tomado las riendas de la OEA. Es un hombre lleno de ideas y ojalá que su participación pueda ser positiva, en el entendido que no es él quien lleva adelante los procesos, sino quien los ejecuta.
- ¿Cómo ve la relación que Insulza puede tener con su país?
- Eso tendrá que evaluarse en su momento. Creo que es indudable que el hecho de que el Secretario General sea chileno, de alguna manera dificulta su participación en el tema Bolivia, pero para algo existe un Secretario General adjunto, en el caso de que se diera una situación extrema que no creo que se dé.
- De acuerdo a ello, ¿si la OEA tuviera que actuar en Bolivia lo tendría que hacer a través del Secretario Adjunto?
- No necesariamente. De acuerdo a la Carta Democrática de la OEA, en el caso de que se llegara a producir esta situación - y estoy diciendo en un caso muy hipotético- , tiene que ser el país el que solicite (la intervención), a no ser que se produzca un rompimiento del orden democrático, y en ese caso no es el Secretario General el que toma una determinación, sino el Consejo Permanente.
"A veces es necesario que se tensen las cosas..."
- ¿Cómo viene la mano en las relaciones de su país con Chile?
- Eso es algo que le toca al nuevo Presidente Rodríguez; él es un hombre prudente, yo diría que comprende que su paso por el gobierno es breve. Se han establecido en la Asamblea General de la OEA puntos para el inicio de un diálogo y sería oportuno no perder esta situación, pero cualquier cosa que se avance tiene que ser nada más que un avance, porque no podría ser que un gobierno de transición tome decisiones definitivas.
- Ud. encabezó la ofensiva marítima boliviana iniciada por Carlos Mesa. ¿Cuál es su evaluación actual acerca de esa gestión?
- Muy positiva, hemos vuelto a colocar el tema marítimo en el tema internacional con absoluta firmeza y convicción, que es lo que espera el pueblo boliviano, y creo que a partir de esa firmeza y esa convicción, el gobierno de Chile ha comprendido que tendrá que resolver el tema marítimo de una u otra forma en el momento adecuado.
- ¿Fue ésa una maniobra política para afirmar el gobierno de Mesa?
- La crisis boliviana es tan profunda que no hay ningún paliativo, ni ninguna manera de desviar la atención de los problemas fundamentales. Pretender que el tratamiento del tema marítimo era una manera de desviar la atención sobre los problemas nacionales, es absurdo.
- Sectores bolivianos culpan al enclaustramiento por la pobreza del país. ¿Los últimos conflictos sociales no prueban que el verdadero problema es interno?
- Es que hay una relación directa entre la pobreza y el enclaustramiento. No se puede olvidar que ha habido un enclaustramiento económico fundamentalmente, y eso ha tenido un gran perjuicio para la economía nacional y un impacto sobre la sicología del boliviano.
- ¿No cree que con esta ofensiva se tensionaron demasiado las relaciones entre Chile y Bolivia?
- A veces es necesario que se tensen las cosas; a veces el hecho de que un país plantee sus reivindicaciones en forma categórica, con firmeza, puede determinar que se tensionen las relaciones, pero eso no quiere decir que estas tensiones no tengan que encauzarse hacia un reencuentro entre los países. Pero ese reencauzamiento tiene que partir de la solución de temas pendientes.
- ¿Hay una salida real para recomponer las relaciones diplomáticas plenas?
- Creo que sí, pero indudablemente que no es fácil.
- ¿Pero recomponer las relaciones pasa por el tema marítimo?
- No, creo que la reapertura de las relaciones diplomáticas se dará por sí sola en el momento en que encontremos soluciones a los temas pendientes.
- ¿Podría darse sin el tema de la salida al mar?
- No, en Bolivia eso sería inaceptable para toda la población.
"Lo de Monterrey se produjo por un malentendido previo"
- Con la distancia del tiempo, ¿cómo ve momentos difíciles, como la discusión en Monterrey entre el Presidente Lagos y Mesa?
- Lo que pasó en Monterrey se produjo por un malentendido previo. Hubo algunas declaraciones del Presidente Mesa los días antes, que no fueron comprendidas en su verdadera dimensión por el Presidente Lagos, y creo que a partir de eso se produjo un desentendimiento total entre los dos presidentes. Pero me quedo más bien con la imagen final; las palabras que ha tenido el Presidente Lagos hacia el Presidente Mesa al término de su mandato fueron muy elogiosas y creo que eso nos demuestra que cuando una persona, un país, defiende con firmeza su propia posición, esa posición termina por ser entendida por todos.
- En el acercamiento inicial que tuvieron Mesa y Lagos en la cumbre en Santa Cruz, hubo un buen diálogo. ¿Por qué cambió esto? El discurso de Mesa parece haberse endurecido respecto a Chile.
- Yo creo que habría que reinterpretar lo que sucedió en Santa Cruz. Evidentemente fue un primer paso, había ciertos elementos de desconfianza mutua, sobre todo porque aquí se habían producido hechos muy trágicos a partir de un reclamo que era el hecho de que no saliera el gas boliviano por un puerto chileno. Y entonces es eso lo que tensiona la relación previa existente entre el Presidente Lagos y presidentes anteriores de Bolivia. Hay que comprender que al Presidente Mesa le toca a asumir una posición, respecto a la venta del gas, que era la posición que había asumido la gran mayoría de los bolivianos después de lo que fueron los acontecimientos trágicos de octubre del año 2003.
- ¿Entonces quizás ese endurecimiento hacia Chile fue por un tema coyuntural?
- No necesariamente por un tema coyuntural. Lo que pasó en octubre fue la reacción de la población frente al hecho que no se hiciera una consulta para determinar la exportación del gas por Chile. En el Presidente Mesa hay una comprensión de que no se podía avanzar por ese medio.
- En Chile se señala que resulta difícil el diálogo con el gobierno boliviano por la inestabilidad política. Por ejemplo, el Presidente Lagos ha tenido que dialogar con cinco presidentes distintos.
- Son cinco presidentes distintos, pero ha sido una sola institucionalidad. Pueden ser distintos interlocutores, pero la posición boliviana en su punto central - que es la reivindicación marítima- no ha cambiado.
- ¿Es viable una unión energética entre Chile y Bolivia?
- Habrá que verlo en el futuro, en la medida que nosotros hemos establecido que el gas puede ser un recurso estratégico para solucionar el tema marítimo. Nunca hemos negado la posibilidad de vender gas a Chile, pero tiene que ser en un marco adecuado para solucionar nuestra reivindicación.
- ¿Gas por mar?
- Sí, pero no deberíamos plantear una cosa como condicionamiento para la otra. En la medida que solucionemos el tema de la complementación energética, quizá podemos solucionar el tema marítimo.
- ¿O sea, podrían ir por carriles aparte?
- Yo diría que podrían ir por caminos complementarios.
"La imagen de Bolivia se ha visto muy deteriorada"
- En retrospectiva, ¿qué le parece ahora la renuncia de Carlos Mesa?
- El Presidente Mesa y su equipo hicieron un esfuerzo descomunal para tratar de solucionar los problemas que les tocó asumir. Cuando se produjo la renuncia de Sánchez de Losada, el aporte del Presidente Mesa fue la preservación del orden democrático y lanzar adelante como propuesta la agenda de octubre del 2003: el referéndum, la convocatoria a una Asamblea Constituyente que finalmente se ha dado, y también la ley de hidrocarburos. Creo que ése es el punto negativo no de su gestión, sino de lo que fue su relación con el Congreso, porque finalmente se aprobó una ley de hidrocarburos que no era la presentada por el gobierno y que el Presidente se vio forzado a no promulgar.
- Después de esta crisis, ¿cómo quedó Bolivia en el ámbito internacional?
- La imagen del país se ha visto muy deteriorada, indudablemente. Lo que nos toca en el futuro es demostrar al mundo que aquí no ha habido nada más allá de lo que está establecido en el marco constitucional.
- Con esta imagen de inestabilidad, ¿cómo atraerán inversiones?
- Es algo que toma tiempo, pero quiero insistir en que a pesar de la crisis, se ha mantenido la estabilidad. Si bien el número de Presidentes puede llamar la atención, todo se ha hecho en un marco democrático.
Su lado chileno...
- ¿Cómo vivió en lo personal el fuerte tono que alcanzaron las relaciones bilaterales?
- Para mí indudablemente la tensión puede tener una repercusión familiar. Le recuerdo que mis hermanos son chilenos y viven en Chile, pero creo que ellos han tenido una comprensión cabal. Cuando yo estuve estudiando en Chile siempre tuve la misma posición, así es que no es una posición coyuntural. Pero esto puede significar que se produzca una tensión en el fuero interno, porque desde luego estoy llevando mi nacionalidad boliviana, más bien diría la agenda de mi posición boliviana, en contraposición de la postura tradicional chilena.
- ¿Se sintió un poco atacado en su país por esto?
- Finalmente hay una comprensión de que yo estaba defendiendo los intereses del país.
- ¿Y sus amigos chilenos lo comprendían también?
- He recibido más de alguna carta o mail de mis amigos chilenos diciéndome que comprendían mi posición. No la compartían, pero la comprendían.



GASODUCTO DEL NORDESTE

VOLVERÁN A NEGOCIAR CON BOLIVIA POR LA PROVISIÓN DE GAS

El Clarín de Argentina (www.clarin.com/diario)

Bolivia reanudará el próximo jueves 21 las negociaciones con Argentina para la construcción de un gasoducto en el nordeste, que permitiría transportar el combustible a Paraguay, Brasil y Uruguay, según confirmó ayer el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Jaimen Dunn, en declaraciones a un periódico de La Paz. "Para nosotros es importante retomar las relaciones bilaterales con Argentina. Nos comprometimos a seguirlas en relación con el proyecto de compra de gas y el tendido del Gasoducto al Nordeste", explicó el funcionario.
"La integración de la red de ductos estaría completa con el Gasoducto al Nordeste que va desde Yacuiba (Bolivia) hasta Paraná (Brasil) y de allí a Buenos Aires", aseguró, por su parte, el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos D'Arlach, según informó. . El funcionario indicó que ahora "falta la construcción de un tramo entre Uruguayana y Salvador (en la frontera entre Uruguay y Brasil)".
D'Arlach resaltó la intención de Bolivia de concretar la integración energética de esta región, a partir de ese ducto hacia Argentina. "La decisión ya está tomada. Bolivia es la médula de la red de ductos internacionales, en el sentido que ya exportamos a Brasil y Argentina", agregó.
Bolivia inició las exportaciones de gas natural a Argentina en junio de 2004, suministrando en ese entonces alrededor de 4 millones de metros cúbicos diarios.
Posteriormente, ambos gobiernos acordaron elevar a 6,5 millones de metros cúbicos por día el envío de gas. Fuentes del gobierno en La Paz informaron hace varios meses que entre marzo y diciembre de este año se exportarán 7,7 millones de metros cúbicos diarios de gas. El presidente de transición en Bolivia, Eduardo Rodríguez, dijo que su país "se mantiene como un proveedor preponderante, importante, con reservas calificadas y certificadas, pero además con un récord de seriedad en su calidad de proveedor".



Evo Morales y su Movimiento al Socialismo

M.A.S. LEJOS QUE NUNCA DE LA REVOLUCIÓN

Diario Rebelión de (www.rebelion.org)

En el caso de Morales creemos que se trata en Bolivia del más pleno representante del oficialismo del Foro Social Mundial. Esto es, se trata de la corriente “neo reformista” de “defensa de la democracia” y “humanización del capitalismo” Por esto su estrategia es enteramente dentro del régimen y su perspectiva, antes de la insurrección popular, era simplemente trabajar por ganar las elecciones del 2004 y el 2007. (1)
El papel del MAS en el desenlace de las jornadas de septiembre/octubre del 2003
Si bien el MAS se sumó, aunque tarde, a los bloqueos y movilizaciones, ha jugado siempre el rol de sostener esta democracia, que sus bases junto al resto de los movimientos y organizaciones sociales y todo un pueblo, habían cuestionando en los hechos. Y ante la renuncia de S. de Lozada fue el mediador (con la ayuda de las demás direcciones ante la falta de una salida propia, que llevara el levantamiento triunfante al poder) de un recambio institucional, avalando la asunción de C. Mesa, el vice de Goni. Convirtiéndose a partir de entonces, en el bastón del cual se sostuvo el gobierno de Mesa, frenando y regalando así el posible triunfo de las masas en pos de defender sus deseos electorales.
Su posición ante el estallido y la crisis, que aún no se cierra, fue la siguiente: “pensamos que al pueblo le conviene más seguir con el hilo democrático porque este gobierno es imposible que en las próximas elecciones gane, empezando por las municipales que serán el próximo año. Saldrán perdedores los del gobierno, y el movimiento social, los movimientos populares de Bolivia van a ganar contundentemente este proceso. Así que a nosotros más que a nadie nos interesa mantener y ser garantía del proceso democrático, por eso estamos agotando todas las posibilidades políticas de obligar al gobierno a un diálogo”. (2)
Cabe recordar que Evo Morales en los momentos de mayor convulsión se encontraba en Europa, pero volvió a tiempo para sacarle las papas del fuego a la burguesía y negociar un recambio presidencial a cambio de... NADA! ; mejor dicho a cambio de todo, porque en el momento en que solo se podía ganar, Evo Morales sacó a la gente de las calles, la desmovilizó, la hizo retroceder y le regaló el triunfo a la burguesía.
La defensa del referéndum del GAS
Para sostener al gobierno de Mesa, Evo no solo se limitó a darle tregua o a mantener a sus bases desmovilizadas. El apoyo al referéndum sobre los hidrocarburos demuestra hasta donde es capaz de llegar para legitimar esta democracia de ricos y racista. Porque el referéndum de julio de 2004 fue un engaño de la burguesía para ganar tiempo y empezar a cerrar el proceso abierto en octubre de 2003, donde el referéndum se hizo en las calles, cuestionando la legitimidad y capacidad de esta democracia para resolver los problemas de un pueblo que ha sido saqueado y excluido sistemáticamente con la complicidad de cada uno de los que se han sentado en el sillón presidencial.
Y ha sido tan amañado este referéndum, defendido a capa y espada por el MAS, ( se le adjudica la redacción de las tres primeras preguntas) que a la hora de elaborar una ley que reemplace a la de S. de Lozada, empezaron las diferencias en cuanto a qué criterio utilizar para trasladar las respuestas a la tan esperada ley hidrocarburífera.
Cada sector parlamentario se adjudicó la verdadera interpretación de la voluntad popular; el gobierno arengaba lo revolucionaria de su propia ley. La derecha haciendo uso de su mayoría parlamentaria sacó de la manga una ley, (que finalmente fue la que se aprobó) que si bien difiere en algunos puntos de la ley anterior de Goni, no la modifica sustancialmente. Y por último tenemos la ley del MAS, que en definitiva solo es un mero regateo alrededor de las regalías e impuestos a pagar sobre el gas, una política sostenida hasta hoy con el falso argumento de la necesidad de ser socios para la explotación del recurso hidrocarburífico. Pero evidentemente sigue dejando el total del negocio y los beneficios en manos de las transnacionales. Esto, efectivamente, NO es NACIONALIZACION.
El problema central del MAS es que pretende enmarcar el reclamo y la necesidad de las masas dentro de las leyes de la democracia del estado capitalista boliviano. Un sistema articulado para defender los intereses de los capitalistas y las transnacionales que cada vez da menos margen para responder a las necesidades del pueblo. Esto quedó claramente evidenciado en el rechazo a todas las leyes por parte de las transnacionales, lo que demuestra que quienes se benefician con este negocio no están dispuestos a ceder ni un milímetro, mucho menos cederán el 50%, y ni hablar de la nacionalización.
De tregua en tregua...
El 2005 comienza con la pelea de El Alto por la expulsión de la empresa adjudicataria de la red de agua, AGUAS DEL ILLIMANI, lo que obligó al gobierno a prometer mediante decreto el cumplimiento de dicha demanda. Por su parte la oligarquía cruceña aprovechaba las movilizaciones en rechazo al aumento del diesel, para imponer el reclamo de autonomía, lo que le permitiría resolver cuestiones fundamentales antes de la rea–lización de la constituyente, ganando a las capas bajas de Santa Cruz con el argumento de que los problemas de este sector son producto del centralismo, por lo que la solución estaría en las autonomías departamentales. Autonomías, que ha quedado claro, que pretenden defender y mantener los intereses de la élite dominante.
Esto puso sobre la mesa un nuevo problema para el gobierno; ahora no solo tenía que cerrar el proceso abierto en octubre, con una agenda que fue adaptada a la burguesía, sino que además la derecha oriental le imponía su propia agenda.
Con un cabildo abierto y 400.000 firmas se dio por válida la agenda cruceñista de enero, se abría así un nuevo escenario. Ahora hay que pelear dentro del Parlamento por ver cual de las dos agendas se impone. Ante la arremetida cruceña, el MAS empieza su campaña para que la convocatoria a la Asamblea Constituyente tenga prioridad, (una Constituyente impuesta desde arriba, pactada y amañada de ante mano ). A fines de febrero el Alto considera que el tiempo dado para resolver sus reclamos ya era suficiente y retoma las medidas de fuerza, abandonadas en enero, tras el decreto firmado por Mesa, iniciando un paro cívico en los primeros días de marzo. Los demás sectores se movilizan en apoyo y Mesa se esconde tras el discurso de la imposibilidad de gobernar en medio de un país bloqueado por los radicales y decide renunciar para poder quedarse; acusando a Evo Morales como principal responsable de esta situación junto a los dirigentes del Alto.
El Parlamento rechaza la renuncia de Mesa, conformando junto a la burguesía y la derecha el “Pacto de Unidad” que habìa exigido Mesa, pero tanto el MAS como el MIP deciden no firmar y en oposición surge el “Pacto Antioligárquico”, a la cabeza del MAS junto a la COB, CSUTCB, y demás organizaciones sociales con la intensión de unir y reforzar las medidas de fuerza. Por su parte el Gobierno decide movilizar a la clase media y con la ayuda de los medios de comunicación muestran a una Bolivia de pañuelos blancos que pide por la paz, contra la Bolivia de los bloqueos.
Ante esta maniobra, el MAS encuentra la excusa para levantar los bloqueos y desmovilizar una vez más a su gente, con el argumento de dar una tregua en la bata–lla por la ley de hidrocarburos, a la espera de que el parlamento, finalmente eleve las regalías al 50%. Por su parte las demás direcciones deciden levantar el paro cívico y darle al gobierno un plazo de tres meses aun sin haber logrado expulsar a Aguas del Illimani.
La pelea por la Ley del gas
En medio de la tregua el MAS sigue con la elaboración de su ley de hidrocarburos la cual logra imponer en la comisión que lidera en la cámara de diputados; pero que aún debía pasar por senadores y por el ejecutivo. Para esto, y viendo que en el parlamento no llevaba las de ganar, comienza a movilizar a sus bases en apoyo a la aprobación de su ley y a la convocatoria a la constituyente.
Pero como en este sistema prácticamente no hay margen ni para el reformismo del MAS, no logra imponer ni ley ni la convocatoria, lo que traslada la pelea a las calles. Ahí es donde el pueblo puede hacer valer su mayoría, y ahí es donde empiezan los dolores de cabeza de Evo Morales porque es precisamente ahí donde la democracia empieza a tambalear, porque las movilizaciones, los bloqueos, plantean la incapacidad de esta para resolver los problemas de fondo.
Mayo/junio. Sin democracia no hay nada...
Durante las tres semanas que duró el conflicto, se ha planteado, la nacionalización de los hidrocarburos, que se vaya Mesa y el cierre del parlamento. Estos reclamos, han desbordado por izquierda y en las calles, los reclamos con los que el MAS venía movilizando un importante contingente. Morales y el MAS estuvieron en contra de que se fuera MESA. Están en contra del cierre del parlamento. Están en contra de la Nacionalización del gas, reclamando sólo el aumento de las regalías al 50%. Y han levantado la bandera de una constituyente, pero dentro del marco del actual régimen político. Es decir un programa totalmente tímido y capitulador, que sostiene con la excusa de la “defensa de la democracia”. Defensa no concebida como la de los derechos democráticos elementales de las masas trabajadoras ante cualquier intento represivo o golpista (cosa absolutamente correcta y elemental), sino como el sentimiento de la actual falsa democracia de los ricos, capitalistas y racistas, repudiada cada vez más por el pueblo.
Evo totalmente desbordado por izquierda (desborde que se ha expresado en crecientes muestras de repudio al MAS en las calles con consignas, banderas, pintadas, etc), buscó afanosamente alguna componenda en el parlamento que pudiera dar una salida dentro del régimen.
La derecha lo acusa falsamente de desestabilizador
Al fracasar el intento de Vaca Díez por hacerse de la presidencia y ante el adelantamiento de elecciones que esto significaría, la derecha con sus parlamentarios a la cabeza, que han cumplido un papel lamentable en estas semanas de conflicto demostrando una vez más cuáles son los intereses que defienden, ha denunciado a Evo Morales como el responsable de la actuación del congreso, acusándolo de impedir que éste sesione, y de estar a la cabeza de las movilizaciones que pretendían que el parlamento se cierre... Nada más lejos de los deseos del señor Evo morales y el MAS, pero si muy propicio para ir limpiando el terreno electoral que cuenta al MAS como una de las fuerzas capaces de disputarle a los partidos tradicionales la victoria en las urnas.
La izquierda y el pueblo lo acusan de traidor
como venimos viendo, el MAS con su máximo dirigente Evo Morales, están cada vez más lejos de los movimientos populares, ya en octubre su papel representó ver frustrada la posibilidad de ir más allá del cambio de fichas y nunca volvió a ser digno de confianza en la vanguardia. La pre–sencia del MAS en las movilizaciones posteriores a octubre fue recibida con silbidos, insultos, y se los ha echado en muchas ocasiones.
El pacto antioligárquico constituido en momentos de la primer renuncia de Mesa, contó con la presencia de Evo, no porque comparta las consignas y los reclamos de la mayoría de los demás integrantes de este pacto, sino porque se vio solo y acorralado por la campaña de desprestigio en su contra lanzada por el propio MESA al momento de renunciar, que lo separaba de su electorado en la clases medias del país, y no le quedó otro camino que aferrarse a sus verdaderas bases, hasta que pase la tormenta. Porque en realidad el MAS había movilizado sus bases para presionar ante la postergación de la “aburguesada” agenda de octubre y en busca de la aprobación de su ley de hidrocarburos, sin intenciones de desestabilizar al endeble gobierno de Mesa. Por su parte los más radicales no logran darle al movimiento de masas una salida propia, y se sumaron a este pacto, que tras amenazas de radicalizar los conflictos, termina defendiendo la democracia, de la mano del MAS.
Al comenzar las movilizaciones en el mes de mayo, un cabildo abierto muestra las diferencias que separan al MAS (sus direcciones) del resto de las organizaciones sociales; mientras la mayoría reclamó desde el comienzo Nacionalización, el MAS salía a las calles por el 50% de regalías, la convocatoria a constituyente y el juicio a Goni, viéndose arrastrado, a medida que se radicalizaban sus bases, a levantar la consigna de recuperación efectiva...100% (aunque sus bases pasaron del 50% a NACIONALIZACION), que no es su política, ya que sostienen la necesidad de conservar los socios, mantener las inversiones, etc.; aunque difícilmente estos socios hubiesen aceptado la ley que pretendía imponer el MAS en el parlamento, y la muestra está en que la ley que fue aprobada, (que no convence a nadie porque recuerda mucho a la de Goni y está lejos de la NACIONALIZACION), es rechazada por las transnacionales que pretenden que su negocio se mantenga tal cual lo comenzaron. (3)
Estamos por la unidad y coordinación de los sectores en lucha, pero hay que tener en claro, que el MAS está dirigido por Evo Morales, y que una cosa es el movimiento en si, es decir sus bases y otra muy diferente es su dirección y la política que ésta lleva a cabo, que está lejos de dirigirse al socialismo y es a esta dirección y a esta política a la cual tenemos que combatir. Política que los marxistas revolucionarios debemos denunciar, tratando de que el movimiento de masas en su conjunto empiece a pelear por una alternativa independiente, por una alternativa de clase, que los arme políticamente para no vacilar a la hora de imponer la relación de fuerzas real, que viene poniendo en jaque al sistema actual y su tan poco creíble representatividad.
Por eso es que hay que tener claro cual es el rol del MAS, cuáles son sus intenciones a la hora de movilizar
a sus bases. Porque mientras estas se sacrifican, mientras son apaleados salvajemente por los fascistas jóvenes cruceños, mientras son reprimidos por la policía, el señor Morales negocia una salida a la medida de la burguesía, para que el tema del poder, puesto nuevamente sobre la mesa, tenga una salida democrática como la que defendió en octubre de 2003.
Evo Morales nos muestra que para él la pelea de las masas está dentro del ámbito democrático burgués, en un campo de batalla diagramado, legislado, manejado política y económicamente por la oligarquía, los partidos tradicionales defensores de sus propios privilegios, las transnacionales, el imperialismo y defendido por los militares; alcanzando mediante la aprobación de leyes en el parlamento (reforma social) la transformación social del orden imperante.
Esta posición se podría defender si fuera un medio para lograr el objetivo final: la revolución social; pero en momentos donde está planteada la posibilidad de tomar el poder, la reforma social deja de ser un medio y se convierte en su opuesto, de ser un medio para llevar su movimiento hacia el socialismo, Evo Morales hace de la reforma social su objetivo final; y lo peor del reformismo de Evo morales y el MAS no pasa por el parlamentarismo sino por utilizar la movilización de las masas y los bloqueos para conseguir este objetivo, invirtiendo las cosas.
Por eso no debe asombrarnos que al evitar que Vaca asuma la presidencia, lo primero que hizo el MAS fue ordenar los desbloqueos, para dar vía libre al nuevo recambio presidencial, aún sabiendo que no se había conseguido nada de lo que se buscaba. Y aún sabiendo que sus bases retornaban a sus lugares, después de casi un mes de haber salido hacia La Paz, con las manos vacías.
Hoy el MAS justifica el haber levantado las movilizaciones (que no estaba escrito que no hubiesen podido ir más allá) con el argumento de que se evitó la asunción de Vaca Diez y un baño de sangre. Si bien el pueblo hizo retroceder las ambiciones de Vaca. esto significa solo una victoria menor si se tiene en cuenta los objetivos centrales de la rebelión de mayo/junio.
En fin, parece difícil, aún con Evo presidente, que dentro de las actuales instituciones de ésta democracia de los ricos, se pueda dar solución a los problemas de fondo que la mayoría exige, problemas que se han planteado como agenda de octubre y que el MAS y Evo Morales dicen defender.
Notas:
1 Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 31, Argentina, 27/10/03
2 Idem 1.
3 Los rumores de juicio al estado boliviano por parte de PETROBRAS (empresa estatal brasilera), nos da una pequeña muestra de cuan “humano” puede llegar a ser el capitalismo de los reformistas como Lula.



El MAS consumó la traición dándole su voto al MIR y al MNR

NACE LA “TRIPLE M” Y SE POSTERGA LA CONSTITUYENTE

Diario Rebelión de (www.rebelion.org)

La medianoche del 4 de julio el Congreso de la Nación consumó la traición a la consigna popular de refundación del Estado que por 21 meses mantuvo a Bolivia movilizada de norte a sur en demanda de profundas reformas constitucionales. El embajador de los EEUU en Bolivia David Greenlee, principal patrocinador de la salida eleccionaria, celebró el día de la independencia de su país recibiendo la postergación de la Asamblea Constituyente de manos de los principales agentes neoliberales en Bolivia, a los que se sumó el partido de Evo Morales, en la conformación de lo que los medios alternativos en Bolivia han denominado la “Triple M” (MIR-MNR-MAS).
El MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) y el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), partidos que en alianza llevaron al poder a Gonzalo Sánchez de Lozada, consiguieron - con el voto del MAS (Movimiento al Socialismo) - los dos tercios necesarios para modificar la Constitución Política del Estado y viabilizaron así la doble impostura del acortamiento de mandato del parlamento y convocatoria a nuevas elecciones generales. De esta forma, el partido cocalero que había encabezado en 2003 la reivindicación popular por la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos, concluyó un accidentado tránsito al “lado oscuro” que se inició en 2004 con su ingreso velado al gobierno de Carlos Mesa y que se consolidó días atrás haciendo pública su alianza con el alcalde paceño Juan del Granado, también operador del ex presidente Mesa. Los movimientos vecinales, obreros e indígenas en el resto del país ensayan todo tipo de explicaciones, pero aún se preguntan ¿cómo pudo ocurrir?
Fatídico 4 de julio
Cerca de la medianoche del 4 de julio, tras una subrepticia instalación de sesión en la Cámara Baja, se procedió a la votación de la propuesta de viabilizar nuevas elecciones generales mediante modificación del artículo 93 de la Constitución Política del Estado. Hasta ese día dos fuerzas políticas – la NFR (Nueva Fuerza Republicana) y el MAS – habían resistido la presión de la Embajada de EEUU, de las trasnacionales petroleras, de los empresarios privados, de la Iglesia católica y – sobre todo – de los oligopolios mediáticos, que a fuerza de sistemática tergiversación posicionaron en la agenda informativa internacional la travestida idea de que la salida a la crisis nacional vendría vía nuevos comicios presidenciales. Por oposición, la NFR y el MAS defendieron la necesidad de reformas estructurales al modelo, instalando la única instancia capaz de llevar adelante tales reformas de forma inclusiva y con participación popular: La Asamblea Constituyente. Ambos partidos postularon la idea de que un nuevo gobierno con las mismas reglas de juego no podría viabilizar las demandas populares. “No más gobiernos-parche, refundación del país”, era el postulado compartido.
Pero el MAS, que había claudicado inexplicablemente durante el fin de semana, aceptó extra-parlamento declinar de la Constituyente y a la medianoche del lunes 3 de julio votó por elecciones generales junto a los verdugos de la masacre de Octubre de 2003. En el paroxismo de la paradoja la NFR, un partido que vivió los últimos 22 meses bajo el estigma de haber formado parte de la Megacoalición, defendió hasta el último minuto y hasta el último orador la realización de la Asamblea Constituyente.
Entre “gallos y medianoche”
Apenas una hora después pero ya en martes 5 de julio, tras que la Cámara Baja aprobara por dos tercios la modificación a la Constitución, el presidente del Senado convocaba a Sesión de Congreso para dar por “oleada y sacramentada” la decisión anti-popular. Un senador – el octogenario sindicalista minero Filemón Escobar – se interpuso a la instalación de la sesión congresal y con vigor denunció que el MAS había traicionado sus principios, había condenado a muerte a la Constituyente y se había vendido a la derecha al votar con el gonismo.
Escobar, senador por Cochabamba y disidente del MAS, fue abucheado y silbado por el conjunto de parlamentarios de la “Triple M”, mientras que su denuncia, que en otra situación hubiese significado la portada de todos los diarios paceños, fue silenciada por esa misma campana de silencio con que los medios desvirtuaron la disconformidad de los movimientos sociales y la ciudadanía boliviana para con esa perpetración que “entre gallos y medianoche” se llevó el sueño de la Constituyente.
Con cinismo despectivo por toda respuesta, Hormando Vaca Diez escuchó a Escobar con la socarrona sonrisa de quién escucha el lamento de su víctima herida de muerte. Esta elección estaba urdida para la ascensión del candidato de la Embajada “Tuto” Quiroga y dejar quejarse a Escobar no impediría el inminente resultado del ardid consumado.
La reacción del stablishment se hizo sentir en su vehemente apologización de la decisión congresal. Los apéndices informativos de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) en Bolivia celebraron la decisión del Congreso como “un triunfo de la democracia”, mientras que – en el mejor estilo de la derecha – buscaron descalificar la consigna nacional mediante la descalificación de sus eventuales defensores en el Parlamento; “Manfred Reyes actuó por cálculo político” y “La NFR no quería dejar el Congreso”, dicen, pero eso no desvirtúa que el modelo neoliberal en Bolivia no aguanta otro parche más y que el nuevo presidente será otro hijo más del viejo sistema.
A 48 horas de la perpetración, todas las disculpas del mundo no le alcanzan a Evo Morales para racionalizar su decisión ante la Coordinadora del gas y otras organizaciones sociales, mientras que el pueblo mira aún con incredulidad la evidencia objetiva de que Manfred Reyes Villa se haya puesto frente al orden establecido por una causa que estaba condenada antes de llegar al Parlamento. Por toda explicación, Reyes Villa habló de “haber recuperado la dignidad” y de “haber saldado la deuda que contrajera su partido cuando ingresó al gobierno de Sánchez de Lozada en 2003, bajo las mismas presiones que hoy llevan al MAS a someterse al cálculo electoral.
Estos días Bolivia es un mundo de contrasentidos, en los que la traición a la aspiración del pueblo vino de manos de quienes se pregonaban sus mayores defensores, mientras que quienes debían defender el modelo se jugaron inexplicablemente su viabilidad y la anuencia del Imperio a la defensa de la Asamblea Constituyente.



BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN GASÍFERA SUDAMERICANA: ¿UN PROCESO INCLUYENTE? (PARTE I)

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Felicitas Torrecilla (IDICSO, especial para ARGENPRESS.info)* Este informe fue realizado en Marzo de 2005.
Introducción
En las dos últimas décadas, los países de la región sudamericana han experimentado profundas transformaciones en sus sistemas políticos, económicos y sociales. La severa crisis económica sufrida en los años ochenta condujo a la mayoría de los gobiernos a instrumentar una serie de políticas orientadas a la estabilización de las economías y posteriormente a su reestructuración, a través de un régimen de liberalización y retracción del papel del Estado como consecuencia de la progresiva desregulación y de su desplazamiento de todas aquellas actividades propiamente productivas.
Este conjunto de políticas, asociadas generalmente con el 'Consenso de Washington', contemplaban la realización de reformas tributarias, comerciales, monetarias y fiscales, entre otras.
Las medidas tomadas estaban orientadas, principalmente, a la estabilización de la economía a través de una fuerte restricción del gasto y la inversión pública, el control de la inflación, la separación de las políticas fiscal y monetaria y la máxima reducción de la intervención del Estado en la asignación de recursos. También se realizaron numerosas reformas normativas e institucionales a fin de garantizar el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, así como la protección de los derechos de propiedad de los inversores privados.
La liberalización de las economías regionales condujo a un proceso de profunda transnacionalización que incidió en la transformación de la configuración de fuerzas que efectivamente influían e influyen en la conducción económica de los países de la región.
Dicha liberalización abarcó el sistema comercial, donde se procuró la eliminación progresiva de las barreras arancelarias y para-arancelarias y todas aquellas medidas destinadas a la restricción de las importaciones como instrumento para la protección de la industria nacional; la política monetaria, a través de la liberalización de los tipos de cambio y su bloqueo como instrumentos de política económica del Estado; la política tributaria, con el incremento de impuestos directos e indirectos como mecanismo para el aumento de los ingresos públicos. Además, son de fundamental importancia las medidas orientadas a la promoción de la inversión privada extranjera, en los sectores económicos más competitivos y en las empresas públicas de servicios que antes eran monopolio estatal. La afluencia masiva de la inversión extranjera directa fue incentivada por la creación de condiciones preferenciales y por la modificación de los marcos normativos e institucionales que obstaculizaban o limitaban la entrada del capital privado en determinados sectores de la economía. El objetivo declarado de estas medidas fue la creación de condiciones para un desarrollo económico regional sostenido, en un marco de estabilidad macroeconómica y con amplia participación del sector privado. Se suponía que la misma, en un contexto de liberalización y de competitividad contribuiría a un incremento de la productividad y generaría incentivos para aumentar la eficiencia económica, frente a lo que se veía como la fallida experiencia del Estado empresario, interventor y dirigista, concepción que había dominado la planificación de la economía en las últimas décadas. Esta valoración era, en sí misma, profundamente ideológica y comportaba, ciertamente, la puesta en marcha de un conjunto de reformas tendientes a terminar con la llamada 'ineficiencia estatista' en el manejo de la economía. A través de esta breve y, ciertamente, simplificada descripción del proceso que condujo a la reestructuración de las economías de los países de la región, apunto a destacar una serie de líneas muy simples pero a la vez fundamentales para la comprensión de algunos problemas estructurales que los afectan actualmente.
Por una parte, se plantea la forma en que las distintas comunidades y gobiernos conciben lo que debiera ser la conducción política de la economía, como aspecto básico que subyace a todas las consideraciones siguientes. A partir de este factor, surge otro elemento a analizar que es de fundamental relevancia. Consiste, específicamente, en el patrón de desarrollo productivo y de apropiación del excedente económico que instala esta nueva configuración de fuerzas gestada a partir de un modelo de liberalización económica que no ha contemplado las características particulares de los países de la región, el grado de desarrollo de sus economías previo a la realización de las reformas y las condiciones de desigualdad estructural que afectan a sus respectivas sociedades.
Estas dos líneas de análisis permiten dar cuenta también de la importancia que revisten en un modelo de tales características las políticas productivas y la incorporación de objetivos sociales a las de índole económica. Por otra parte, destaco el papel otorgado a las instituciones en el desarrollo económico (1), fundamentalmente la importancia del rol del Estado, el cual en algunos casos fue limitado a funciones claramente residuales.
En este contexto, un proceso de integración regional puede tener diferentes alcances de acuerdo al proyecto político en el que se encuentre sustentado y a la relación con el modelo de desarrollo interno de los países vinculados en el mismo, como se verá en el capítulo uno.
En América del Sur, la integración adquiere una significación política e histórica singular dado que ha constituido una forma de vinculación recurrente y más o menos exitosa desde el inicio de la vida independiente de los países de la región.
En algunos casos, puede verse que las diversas formas históricas e institucionales de la integración sudamericana han tenido como propósito no siempre evidente la consolidación de un espacio de autonomía, pensado como margen de maniobra, que sirviera a la proyección internacional de los países de la región. A lo largo del presente trabajo me interesa entonces plantear una serie de 'supuestos críticos' y ejes de análisis entendidos como constitutivos de una 'estructura de sentido' que nos permita comprender la forma en que los gobiernos de la región conciben y formulan los objetivos y alcances de un proceso integrativo de sus respectivos sectores gasíferos.
Una breve revisión de los avances realizados hasta el momento nos permite observar que en las dos últimas décadas, y particularmente a partir de 2000, los proyectos de integración energética se han instalado en la agenda regional, en el marco de un plan más general de complementación e integración infraestructural.
Estas iniciativas han resultados muy poco fructíferas hasta el momento, como se verá más adelante. En este escenario, me interesa particularmente analizar la forma en que dicha cooperación entre Estados puede contribuir al fortalecimiento del desarrollo interno de las comunidades involucradas. En este planteo subyace un interrogante previo y, tal vez, más elemental: si los gobiernos conciben el desarrollo nacional como el objetivo al que debe estar ordenada en última instancia la integración regional o si los proyectos de integración han sido pensados principalmente como medios o ámbitos para facilitar los intercambios comerciales de energía entre los países y contribuir al fortalecimiento del modelo de desarrollo económico instalado a partir de las reformas ya descriptas.
El abordaje de las temáticas planteadas se realizará a través del estudio de la política gasífera boliviana. Este caso reviste un interés particular dado que constituye un acabado ejemplo del proceso de reestructuración y transnacionalización de la economía ya reseñado y, particularmente, de la transformación experimentada por sectores de importancia estratégica para el desarrollo del país, como es el energético.
El proceso de estabilización y reestructuración económica en Bolivia tuvo un temprano comienzo a mediados de la década de 1980 y se inició con el objetivo de poner fin a la severa crisis que afectaba al país desde fines de los años setenta. El conjunto de políticas implementadas promovieron la total apertura y desregulación de la economía, lo que permitió en última instancia la profunda transnacionalización causada por la entrada masiva de capitales privados extranjeros en condiciones preferenciales.
Los inversores se instalaron en los sectores más dinámicos, competitivos y con mayor potencial exportador de la economía boliviana, entre los que se destacaron las industrias hidrocarburífera y minera y las empresas públicas de servicios. En los párrafos anteriores, he tratado de delinear grosso modo tres aspectos de la temática que aspiro a estudiar: la relación entre la política energética y el desarrollo interno de una determinada comunidad o conjunto de comunidades, el progreso y las variantes de tal política en el marco de un proceso de integración energética y, por último, la forma en que tal esquema de integración se concibe en relación a la promoción del desarrollo económico de los países involucrados y la manera en que efectivamente puede incidir en el mismo.
La forma de aproximación puntual a esta temática se articulará, como ya he dicho, a través del análisis de la óptica boliviana, planteando como problemática central de investigación la definición de las características fundamentales de la política gasífera de este país frente a la integración gasífera sudamericana, teniendo en cuenta lo que veo como la vulnerabilidad generada por el bajo nivel de integración interna, en tanto producto de las históricas desigualdades en su estructura social.
De esta manera, se analizará la política gasífera como un elemento fundamental para la reactivación y el desarrollo económico diversificado del país, razón por la cual se otorgará una gran importancia a la observación de los patrones productivos que caracterizan la economía nacional en la actualidad, a la luz de la reestructuración económica y de las alternativas planteadas a nivel interno y regional en términos de replanteo del modelo productivo. En este sentido, pienso que un análisis comprensivo tanto del proceso de integración energética regional como de la forma en que se piensa internamente la inserción de Bolivia en el mismo, requiere de la consideración de dos factores subyacentes. En primer lugar, comprender e interpretar cómo los distintos sectores que intervienen formal o informalmente en el proceso de toma de decisiones leen las consecuencias sociales del modelo económico implementado en los años ochenta y noventa. En segundo término, revisar cómo concibe cada uno de ellos la manera en que debe encararse la reestructuración interna del cuadro social y económico nacional.
Los principales objetivos de este trabajo consistirán, en función de las consideraciones anteriores, en reunir y analizar los indicadores básicos necesarios que me permitan:
- desarrollar una conceptualización comprensiva y muldimensional de la integración, que contemple sus dos escenarios interno y externo, y particularmente de la integración energética entendida como un proceso sectorial vinculado a un proyecto que abarca variables económico-comerciales, políticas, culturales y físicas.
- analizar el caso boliviano describiendo las características actuales de su sector gasífero desde una perspectiva histórica que permita dar cuenta de la reestructuración del sector hidrocarburífero como fenómeno asociado al cambio de modelo de desarrollo productivo.
- analizar las características y variantes de la política gasífera de Bolivia frente a las distintas iniciativas de integración promovidas en la región a nivel multilateral y bilateral, así como la forma en que la misma es concebida en el país en relación a sus propios objetivos de desarrollo interno.
- comprender y reflexionar sobre la configuración de fuerzas que intervienen en el proceso de toma de decisiones de las políticas públicas asociadas al proyecto integrativo y, en relación a esto, analizar las implicancias y condicionantes planteados por la coexistencia de formas de autoridad estatales y no estatales en la modalidad de administración y dirección política de los sectores energéticos nacionales y de la articulación intergubernamental del proceso de integración.
El trabajo se estructurará en seis capítulos. En el primero, se planteará lo que he dado en llamar la 'estructura interpretativa o de sentido' desde la cual se abordará el problema de investigación y se intentará responder a los objetivos enumerados. La misma se construirá a partir del desarrollo de un conjunto de supuestos críticos y ejes de análisis que sirvan a una reconceptualización comprensiva de la integración, que contemple no sólo sus múltiples dimensiones sino también la vinculación orgánica de la integración entre comunidades políticas y dentro de cada una de ellas.
En el segundo capítulo me remito a realizar una contextualización del problema de investigación, que considero imprescindible para analizar luego la evolución del sector hidrocarburífero en Bolivia e interpretar comprensivamente los condicionantes a los que se enfrenta el desarrollo de la política gasífera actual, en sus distintas variantes y alternativas.
El tercer capítulo describe puntualmente la transformación estructural del sector hidrocarburífero de Bolivia, el cual se articuló en torno a la capitalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y la forma en que la entrada del sector privado a la actividad influyó en la reorientación de la política gasífera hacia el mercado externo, en cuyo marco debe poder analizarse la inserción de Bolivia en un proyecto de integración gasífera sudamericana.
El cuarto capítulo analiza puntualmente un aspecto de la política energética de los últimos diez años que es el referido a la promoción del consumo interno del gas natural tanto para uso residencial y comercial como industrial, a través del desarrollo de una serie de indicadores que me permitan elaborar diagnósticos sobre el acceso real de los ciudadanos bolivianos a la energía, particularmente al gas natural. Considero que este aspecto es de gran importancia para dar cuenta del bajo nivel de integración energética interna, no sólo desde un punto de vista infraestructural sino, fundamentalmente, desde la perspectiva de las incidencias concretas que esto conlleva, lo cual se materializa en las condiciones de vida de la mayor parte de la población. En el quinto capítulo abordo una serie de temáticas que han otorgado notoriedad a Bolivia en los últimos años referidas a la repercusión nacional que ha tenido el proyecto de exportación del gas natural a Estados Unidos y México por un puerto chileno y la inclusión de las demandas sociales relacionadas a la utilización y propiedad de los recursos gasíferos en la agenda del presidente Carlos Mesa Gisbert tras la destitución de Gonzalo Sánchez de Lozada. La inclusión de estas temáticas en el trabajo responde a que, desde mi perspectiva, las mismas constituyen un indicador claro y representativo de los efectos políticos y sociales de largo plazo que ha conllevado la perpetuación de las desigualdades estructurales que caracterizan la configuración social interna de Bolivia, y que actualmente son vistos como un serio condicionante para la continuidad de la política gasífera actual, en tanto fuente de incertidumbre.
Por último, en el capítulo sexto, realizaré un breve análisis de la política gasífera boliviana actual en la dimensión que podríamos denominar externa u orientada a las exportaciones de gas natural, que ha sido desde mi punto de vista el motor principal del desarrollo del sector desde su capitalización. También se hará una revisión de las principales iniciativas de integración gasífera tanto multilaterales como bilaterales desarrolladas en los últimos años, la inserción de Bolivia en las mismas y la forma en que aquellas podrían impactar en su desarrollo interno.
Nota:
1) Ocampo, Antonio José (2005). Más allá del Consenso de Washington: una agenda de desarrollo para América Latina. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Serie Estudios y Perspectivas. México D.F. Felicitas Torrecilla es investigadora del Area de Recursos Energéticos y Planificación para el Desarrollo del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (IDICSO) de la USAL y del MORENO.



EL REFERÉNDUM QUE FALTA

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

El periódico 'El Deber', de Santa Cruz, del 18 de junio último, publica una nota del docente de la Universidad Autónoma 'Gabriel René Moreno' (UAGRM), José Sánchez Hervas, quien relata que las cadenas de televisión transmitieron una reunión del Consejo Preautonómico de su departamento, en la que muchos mostraban su alegría por ese acontecimiento, en tanto un grupo, encabezado por el Presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Céspedes, vociferaba a voz en cuello la consigna '¡Independencia!, ¡Independencia!'
Sánchez Hervas, al respaldar las aspiraciones autonómicas, hace notar que Céspedes es el dirigente máximo de uno de los gremios económicos más poderosos de Santa Cruz, cuyo amor al dinero, dice, es superior a los intereses de su país, para luego añadir que esas conductas ocasionan el recelo que despierta la propuesta autonómica en otras regiones de la República. El docente universitario reitera su apoyo a una autonomía que combata la corrupción de cuello blanco, que corrija los males del centralismo nacional y de las capitales de provincia, que defienda la propiedad originada en el trabajo, que combata la adquisiciones deshonestas, que permita, en fin, el acceso a la tierra a ricos y pobres y que corte el negocio a los traficantes de tierras.
A las preocupaciones del digno cruceño y boliviano, añadimos que la CAO forma parte de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), integrada también por las influyentes transnacionales petroleras, como Repsol, British Gas, Petrobrás, Total y Maxus, convertidas en usina de las consignas separatistas. De manera paralela, la página Web, de la 'Nación Camba' indica que la consigna autonomista es insuficiente y que ha llegado el momento de plantear, como Céspedes, la desmembración del país. El vocero de esta organización es el médico Carlos Dabdou, candidato a la prefectura cruceña. La 'Nación Camba' pretende reclamar a Naciones Unidas la 'autodeterminación de los pueblos' y distorsiona la conciencia nacional mediante el control que tiene sobre los medios de comunicación más influyentes del país. Los separatistas del Oriente se nutren del fundamentalismo aymara de Felipe Quispe y Germán Choque Huanca, partidarios del retorno al Tahuantinsuyo, de expulsar a los mestizos del territorio nacional y de enarbolar la 'whipala' (bandera indígena) en reemplazo de la tricolor nacional. Choque Huanca exhibió sus actitudes histriónicas en el Parlamento al arrancar las páginas de la Constitución Política del Estado y mofarse del himno nacional. La consigna de 'República Aymara' es profundamente retrógrada porque confina a los aymaras a las provincias altiplánicas, al negarles el derecho a vivir en cualquier punto de territorio nacional, porque ignora que las culturas son dinámicas y porque sabe que los abismos étnicos y regionales impedirán conformar el Movimiento Patriótico que requiere el país para recuperar sus empresas estratégicas y construir un país sin exclusiones y con justicia social. Las petroleras y los separatistas del Oriente y Occidente coinciden en sabotear cualquier intento de unir al país bajo las banderas de un renovado Movimiento Patriótico.
Frente a los Céspedes y dirigentes de la 'Nación Camba', cuya vanguardia es la militarizada 'Unión Juvenil Cruceñista', tan hermanados con los Quispe y Choque Huanca, consideramos que, antes de las elecciones para renovar a los Poderes Ejecutivo y Judicial, elegir prefectos y aprobar autonomías departamentales, se impone un referéndum mucho más importante, resumido en la siguiente pregunta: ¿Está usted de acuerdo en que Bolivia continúe existiendo como República independiente y soberana?
Si gana el NO que postulan los separatistas y los fundamentalistas, habrá que admitir que Bolivia será borrada del mapa, como anunció el norteamericano Mikael Falcoff, asesor del vicepresidente norteamericano Dick Cheney, así como voceros de las petroleras incrustados en las oligarquías de Brasil, Chile y Argentina. Todos interesados en estrangularnos con el anillo energético. Por el contrario, en caso de ganar el SI, el que saldrá triunfante, estamos seguros, con el 99 % de los votantes, habrá llegado el momento de hacer respetar, por medios legales y democráticos, la integridad de la única Patria que tenemos. Por: Andrés Soliz Rada



PROMUEVEN HIERBA CONTRA VIOLACIONES

El Diario de México (www.diario.com.mx)

La mashua, una planta que crece en la región andina de Perú y Bolivia, puede ser utilizada para combatir las violaciones ya que reduce el apetito sexual, aseguró la herbolaria Lidia Cortez, organizadora de la Feria Campesina que ofrece unas 400 plantas curativas en Lima.
La mashua es un tubérculo que crece entre los 3 mil 500 y 4 mil 100 metros de altura en zonas andinas, y ha sido cultivada desde le época preincaica. Es una planta de cultivo similar a la papa, de hábitos rastreros y resistente al frío. En las comunidades campesinas de Puno (frontera con Bolivia) se utiliza en sopas y mermeladas por su alto valor de proteínas, carbohidratos, calorías, y los herbolarios lo recomiendan para curar problemas de hígado y riñones, dijo Cortez .

No comments: