Friday, April 13, 2012

OBAMA PREOCUPADO PORQUE EN PAÍSES DE LA REGIÓN NO SE RESPETAN LIBERTADES


Desde Washington y a escasas horas de aterrizar en Cartagena, donde asistirá a la sexta edición de la Cumbre de las Américas Cumbre de las Américas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo una pausa en su apretada agenda para contestar -en exclusiva- una extensa entrevista solicitada por el Grupo de Diarios América (GDA), integrado por los 11 periódicos líderes de la región, entre ellos El Comercio.
El Presidente, quizá el hombre más poderoso del planeta, no solo se le midió a los temas más polémicos de la agenda hemisférica -“Cuba”:http://elcomercio.pe/tag/768/cuba, drogas, inmigración, comercio,
Irán, China- sino que ofreció sus perspectivas sobre las relaciones con un región que considera “crítica” para los intereses de Estados Unidos.
Aunque en la entrevista Obama insiste en que el camino no es la descriminalización de las drogas, se muestra abierto a un diálogo que puede “esclarecer” planteamientos y “reenfocar” los esfuerzos para ser más efectivos en la lucha.
En el caso de
Cuba, el Presidente dice que si La Habana no está sentada en esta Cumbre es porque sus líderes se han negado a dar los pasos necesarios, y advierte que ningún regimen autoritario durará para siempre.
Obama, al responder una pregunta sobre
Venezuela, dice que su país espera que se respete la voluntad popular en las elecciones de octubre y expresa preocupación porque en varios países de las Américas no se están respetando derechos universales como la libertad de expresión.
¿Cuáles son sus metas para esta Cumbre de las Américas?
Creo que es importante entender esta Cumbre en el contexto del progreso tan significativo que se ha logrado en las Américas. Gracias a la extraordinaria labor y sacrificio de su gente y de sus trabajadores, ésta es una región que es más pacífica, más próspera y con más confianza en su propia función en el mundo. Los conflictos de antaño están desapareciendo, casi toda la gente de las Américas actualmente vive bajo sistemas democráticos, decenas de millones de personas han salido de la pobreza hacia la clase media, y naciones como Brasil, México y Colombia están desempeñando una función más importante en el cumplimiento de los retos globales. Este progreso es bueno para los Estados Unidos porque apoya el crecimiento económico aquí en casa, así como el avance de la seguridad y la democracia por todo el hemisferio.
Yo considero la Cumbre en Cartagena como una oportunidad para mantener nuestro progreso, aún mientras reconocemos los retos evidentes que todavía persisten, desde la desigualdad económica y la pobreza extrema hasta la violencia causada por los narcotraficantes y las pandillas, y los obstáculos que aún le impiden a demasiada gente encontrar trabajo y oportunidad. En la última Cumbre de las Américas, yo prometí hacerle frente a estos retos mediante alianzas de igualdad, basadas en el interés mutuo y el respeto mutuo, fundamentadas en un sentido de responsabilidad compartida. Durante los últimos tres años, hemos logrado bastante: con la expansión del comercio, el avance de la lucha contra los carteles de drogas y las pandillas, la solidificación de alianzas de energía limpia y la defensa de la democracia y los derechos humanos, en nuestro propio hemisferio y alrededor del mundo.
En Cartagena, podemos expandir nuestra cooperación en todas esas áreas, aunque reconozcamos que son retos que ninguna nación puede enfrentar por sí sola. Tenemos que hacerles frente conjuntamente.
Son muchos los líderes en la región que consideran que EE.UU, no ve a América Latina como una prioridad. ¿Qué les contestaría?
Los pueblos y los países de América Latina son vitales para el progreso que buscamos en los Estados Unidos, en toda la región, o alrededor del mundo. Esto comienza con el hecho de que las Américas son nuestra casa, al igual que los Estados Unidos son la casa de decenas de millones de hispano-americanos que aportan contribuciones extraordinarias a nuestro país diariamente. Los Estados Unidos no tiene tantas conexiones, tales como valores compartidos, una herencia común e intereses comunes, con ninguna otra región del mundo. Y ninguna otra región del mundo afecta tan directamente las vidas diarias de los estadounidenses.
El hemisferio occidental es especialmente importante para mi prioridad
principal: la generación de empleos y de oportunidad en los Estados Unidos. Ya nosotros exportamos más bienes y servicios al hemisferio que ninguna otra región. Ya que nuestras exportaciones a América Latina aumentan a un ritmo mayor que al resto del mundo, esta región es crítica para lograr mi meta de duplicar las exportaciones de EE.UU.
Además, la expansión del comercio y las inversiones nos benefician a todos. Los Estados Unidos sigue siendo la fuente individual más grande de inversión extranjera en la región, lo que crea nuevos empleos y oportunidad. Las remesas que provienen de los Estados Unidos impulsan muchas economías en la región, y actualmente dichas remesas son más transparentes, confiables y de costo asequible gracias a la legislación para la protección de los consumidores que yo luché por obtener en los Estados Unidos.
Por todos estos motivos, me he esforzado en aumentar los vínculos económicos entre nuestros países. Firmé tratados de libre comercio con Colombia y Panamá. Actualmente tenemos tratados de libre comercio con doce países del hemisferio, más que con cualquier otra región del mundo. Mi viaje a Cartagena para la Cumbre, donde podemos aumentar nuestros vínculos económicos, será mi cuarta visita a la región. En junio, haré mi quinta visita cuando viaje a México para el G-20. En estos viajes, y a través de las constantes interacciones entre nuestros gobiernos y nuestros pueblos, hemos creado las alianzas de igualdad que prometí hace tres años y que están dando resultados, tanto para los Estados Unidos como para nuestros socios en toda la región.
La región, como un todo, está reclamando que Cuba sea invitada a la próxima Cumbre de las Américas, en Panamá. ¿Insistirá EE.UU en bloquear su participación si antes no camina por el sendero de la democracia? ¿No cree usted que aislar a Cuba de este tipo de eventos los aleja aún más y previene precisamente el tipo de cambios políticos que ustedes desearían?
Espero con entusiasmo el día en que una Cuba democrática reclame su merecido puesto en la Cumbre de las Américas y el día en que el pueblo cubano disfrute de los mismos derechos y libertades que otra gente en nuestra región y alrededor del mundo. En 2009, mi Administración colaboró con países de toda la región para crear, por consenso, un camino para la reintegración de Cuba al sistema interamericano. Dicho camino guardaba consistencia con la promesa hecha por la región de apoyar la gobernabilidad democrática fundamentada en la Carta Democrática Interamericana de 2001 e incluía que las autoridades cubanas respetaran los derechos humanos universales del pueblo cubano. Desafortunada y trágicamente, los líderes de Cuba han rechazado ese camino repetidamente.
Yo he expresado claramente que buscamos una nueva era en la relación entre nuestros dos países. Como Presidente, he hecho los cambios más significativos en varias décadas a nuestra política hacia Cuba, incluyendo permitir visitas a la familia y haciendo posible que los estadounidenses envíen remesas que aporten cierta esperanza e independencia a la gente de Cuba. Por el contrario, las autoridades cubanas no han mostrado interés alguno en modificar su relación con los Estados Unidos, ni tampoco ninguna disposición a respetar los derechos democráticos y humanos del pueblo cubano. Incluso durante la reciente visita del Papa Benedicto XVI a ese país, las autoridades cubanas reiteraron que Cuba permanecerá siendo un estado de un solo partido y procedieron a continuar persiguiendo a aquellos que elevan su voz en apoyo a los derechos del pueblo cubano.
La historia demuestra que las ansias de libertad y dignidad humanas no pueden negarse para siempre. Ningún régimen autoritario dura eternamente. Llegará el día en que el pueblo cubano será libre para determinar su propio destino. En espera de ese día, yo mantengo mi compromiso a apoyar al pueblo cubano en su deseo de determinar libremente el futuro de Cuba y que la ayuda los haga menos dependientes del estado cubano que les niega sus derechos universales.
Muchos países de la región también han dicho que quieren tratar el tema de las drogas en esta Cumbre.¿Con que posición llega usted a la mesa?¿ Insistirá en su oposición a la descriminalización y, si es así, que otras alternativas está dispuesto a considerar que sean diferentes al actual status quo?
Éste es un debate legítimo que refleja las frustraciones de los gobiernos y los habitantes de todas las Américas, pero es un tema en el que no existe acuerdo en la región. Creo que sostener este debate contribuirá a esclarecer esta propuesta y a re-enfocar nuestra atención a las maneras en que podemos lograr el mayor progreso todos juntos. Por ejemplo, los Estados Unidos no va a legalizar ni a despenalizar las drogas ya que hacerlo tendría graves consecuencias negativas, en todos nuestros países, en cuanto a la salud y la seguridad públicas. Es más, legalizar o despenalizar las drogas no eliminaría el peligro que plantea el crimen organizado transnacional.
Creo que el mejor uso de nuestro tiempo en la Cumbre en Cartagena es concentrarnos en nuestras responsabilidades mutuas. Como Presidente, he dejado claro que los Estados Unidos aceptan nuestra parte de la responsabilidad con respecto a la crisis, que tiene su raíz en la demanda existente por las drogas, incluyendo en los Estados Unidos.
Es por eso que hemos adoptado una nueva estrategia de control de drogas que se enfoca en reducir la demanda por las drogas con educación, prevención y tratamiento. De hecho, he comprometido más de $30 mil millones para reducir la demanda por las drogas ilegales en los Estados Unidos, y estoy solicitando otros $10 mil millones este año. También hemos dedicado recursos sin precedente a ponerle coto al flujo ilegal hacia el sur de armas y efectivo a la región y hemos colaborado con ciertos socios, incluyendo a México, para fortalecer nuestra cooperación en la seguridad. Estamos logrando progreso, y no vamos a cesar.
En la Cumbre en Cartagena tenemos la oportunidad de aumentar nuestra cooperación regional de manera que los narcotraficantes y los carteles no tengan sitio disponible para esconderse. Esto incluye ir adelante con la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe, que se lanzó en la Cumbre de 2009 y que está creando instituciones para la seguridad y protección públicas, aumentando la cooperación regional, y promoviendo la justicia social en el Caribe. Tenemos que hacer más para apoyar a las naciones de América Central y su estrategia regional para promover la seguridad ciudadana. Las contribuciones a esos esfuerzos por socios capaces tales como Brasil, Colombia, y Chile deben ser características del camino hacia delante. Por ejemplo, el reciente acuerdo entre los EE.UU., Brasil y Bolivia para perseguir el cultivo de coca en Bolivia es el tipo de colaboración que necesitamos.
Para los Latinoamericanos, uno de los grandes reveses de su administración es que no ha cumplido con la promesa de sacar adelante una reforma migratoria. ¿Tiene algún plan en ese frente?
Estoy comprometido a una reforma migratoria integral y hemos estado trabajando en ello desde el primer día, estableciendo un plan específico detallado, y mi Administración proporcionó apoyo técnico para la redacción de un proyecto de ley. En mis primeros meses del mandato, yo reuní a líderes de ambos partidos en el Congreso y les pedí que colaboraran con mi Administración para crear un sistema que fuera consistente con la historia de nuestro país como nación de leyes y nación de inmigrantes. Yo he opinado y me he esforzado para conseguir la participación de grupos de interés de diversos sectores, incluyendo a líderes empresariales y religiosos para elevar el debate.
Sin embargo, yo no puedo modificar la ley por mí mismo. El lugar para componer nuestro sistema de inmigración descompuesto es en nuestro Congreso. Desafortunadamente, no hemos tenido el apoyo en el Congreso del otro partido e incluso la Ley DREAM, que fue redactada tanto por los Republicanos como por los Demócratas, no logró obtener los votos de más de unos cuantos Republicanos en el Senado. Como dije en mi discurso del Estado de la Unión, como mínimo, el Congreso debe al menos enviarme la Ley DREAM, porque no tiene sentido expulsar a gente joven que se haya criado en EE.UU. y que quiera continuar sus estudios y contribuir a nuestro país o servir en nuestras fuerzas militares.
Estoy listo para firmarla hoy mismo.
Mi Administración también ha hecho mejoras en cómo hacemos cumplir nuestras leyes de inmigración. Por primera vez en la historia, estamos concentrando nuestros recursos de manera que la mayoría de los deportados ahora sean individuos que tienen antecedentes penales.
Hemos dado inicio a reformas importantes al sistema de detención de inmigración para darles prioridad a la salud y la seguridad, y hemos hecho mejoras significativas a nuestro sistema de inmigración legal de manera que funcione mejor para los empleadores e inmigrantes legales que atraviesen ese proceso. Componer el sistema de inmigración descompuesto es beneficioso para EE.UU. y para nuestra economía, y vamos a continuar esforzándonos para lograrlo.
¿Cree usted que Irán planea usar a América Latina como una plataforma para atacar a EE.UU? ¿Le preocupa su presencia en la región?
Tomamos sumamente en serio todo alegato de conspiración contra los Estados Unidos, y monitoreamos las actividades de Irán en el hemisferio occidental. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos para influir en la región, Irán no ha tenido mucho éxito, sin duda debido a que el gobierno iraní fundamentalmente está equivocado, no sólo con las aspiraciones de su propia gente, sino de la gente alrededor del mundo, incluyendo en las Américas. En definitiva, creo que los pueblos de la región no consideran que Irán sea su aliado debido a que Irán viola los derechos humanos de su gente, apoya el terrorismo, y apoya a regímenes como el de Bashar al-Assad en Siria. Creo que la gente de las Américas está concentrada en alianzas con socios que aumenten su prosperidad y seguridad, y reconozcan sus derechos humanos universales, y eso es lo que hace los Estados Unidos.
¿Cómo piensa su administración responder al hecho de que países como China y la India le están robando a EE.UU. el mercado latinoamericano?
Las exportaciones de EE.UU. a América Latina están creciendo a un ritmo saludable, y me siento confiado de que los Estados Unidos continuarán siendo el socio preferido de América Latina en el comercio, la industria y el desarrollo. Como la economía mayor del mundo, nosotros exportamos tres veces más a América Latina que lo que exportamos a China. Durante la última década, el 41 por ciento de las exportaciones de América Latina ha venido a los Estados Unidos mientras que sólo el 8 por ciento fue a China. Mientras que el 60 por ciento de las exportaciones de América Latina a los Estados Unidos constituye mercancía fabricada, el 87 por ciento de las exportaciones de América Latina a China eran productos de consumo básico. Opinamos que las alianzas económicas no pueden ser sólo para que unas naciones les extraigan los recursos a otras. La verdadera prosperidad resulta de darles rienda suelta a los talentos y el espíritu empresarial de nuestra gente.
Los Estados Unidos tienen que competir en las Américas y eso precisamente es lo que estamos haciendo. Por eso es que nos esforzamos en aprobar los acuerdos de libre comercio con Colombia y Panamá y logramos grandes adelantos para completar el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, que incluye a Chile y Perú entre sus miembros fundadores. En las últimas dos semanas, me he reunido con los líderes de nuestros tres socios comerciales mayores en el hemisferio: Canadá, México y Brasil, y he tomado medidas para mejorar la competitividad y la innovación regionales que son esenciales para que las Américas compitan en la economía global.
El Gobierno de Colombia le ha pedido a su gobierno respaldo en la nueva estrategia para combatir a las Farc y otros grupos criminales. Entre ello, más helicópteros, aviones espías y drones. ¿Está dispuesto a brindar este tipo de ayuda?
Primeramente, es importante reconocer que Colombia ha logrado inmensos avances en seguridad. El hecho de que Cartagena sea la sede de la Cumbre de las Américas es testamento de ese progreso. Debe dárseles crédito al pueblo colombiano, a sus líderes, y a las fuerzas de seguridad, ya que todos ellos han hecho sacrificios extraordinarios. El éxito también está teniendo un impacto que va más allá de sus fronteras, pues Colombia comparte su pericia en seguridad con aliados en la región y en otras partes.
Colombia actualmente se encuentra en una fase crucial de consolidar los avances de seguridad obtenidos con gran esfuerzo durante la última década en una paz perdurable y justa que contribuya a desencadenar todo el potencial de ese país. Como le dije al Presidente Santos durante nuestras dos visitas anteriores, y como le reafirmaré cuando nos veamos este fin de semana, los Estados Unidos están comprometidos a mantener y solidificar nuestra relación de seguridad con Colombia como parte de nuestra alianza bilateral general. Desde el comienzo del Plan Colombia en 1999, los Estados Unidos han invertido más de $8 mil millones para apoyar los esfuerzos de Colombia. Como señal evidente de nuestro compromiso sostenido, le he solicitado al Congreso más de $330 millones adicionales para el próximo año.
Al mismo tiempo, continuaremos apoyando la implementación de la agenda de reforma más general del Presidente Santos. Esto incluye programas de consolidación dirigidos por Colombia que restablecen la seguridad, prestan los servicios sociales sumamente necesitados, y promueven el desarrollo económico a las áreas que antiguamente se encontraban bajo el control de grupos armados ilegales. La experiencia de Colombia les demuestra a la región y al mundo que es posible lograr un progreso impresionante, y los Estados Unidos están comprometidos a ser un aliado en el éxito de Colombia.
En octubre habrá elecciones presidenciales en Venezuela y algunos funcionarios del gobierno en ese país han dicho que si Chávez no gana habrá caos mientras que otros incluso sugieren que no entregarán el poder aún si gana la oposición. ¿Cómo están viendo ustedes las cosas y que medidas tomarían si algo así llegara a suceder?
Venezuela, como todas las naciones soberanas, tiene que establecer su propio camino, pero es el pueblo venezolano quien tiene que determinar su camino democrático. Lo que sí harán los Estados Unidos es continuar defendiendo el derecho de la gente en todas partes a determinar su propio futuro. Todos los países de las Américas tienen la obligación solemne de proteger ese derecho de auto-determinación.
Tal como nuestras naciones lo acordaron cuando adoptaron la Carta Democrática Interamericana , “la gente de las Américas tiene derecho a la democracia y sus gobiernos tienen la obligación de promoverlo y defenderlo”. Muchas generaciones en todas las Américas han sufrido y se han sacrificado para darle significado a esas palabras: activistas, líderes religiosos, prisioneros políticos, así como ciudadanos ordinarios que continúan arriesgando sus vidas hoy en día.
Actualmente, en demasiados lugares en las Américas, los derechos universales, tales como la libertad de expresión y la independencia de los magistrados, están bajo ataque. De manera que en Venezuela, al igual que en todos los países, queremos ver elecciones que sean libres y justas en las que se respete la voluntad de la gente. La historia demuestra que las naciones son más fuertes y más exitosas cuando tienen legislaturas vigorosas, magistrados independientes, una prensa libre, militares profesionales bajo control civil, sociedades civiles fuertes, y gobiernos que son transparentes y que atienden a las necesidades de sus ciudadanos.
Este junio Chile, Colombia, México y Perú entrarán en lo que se ha llamado la Alianza Pacífica. ¿Cree usted que este nuevo bloque puede hacer contra peso político frente al ALBA?
Nuestras relaciones con los países de la Alianza del Pacífico son fuertes y cada vez lo son más. He tenido oportunidad de reunirme y trabajar con los Presidentes Piñera y Bachelet de Chile, Santos y Uribe de Colombia, Calderón de México, y Humala y García de Perú. Al trabajar juntos, hemos podido solidificar nuestra cooperación en una amplia gama de asuntos. Mi participación con los países de la Alianza del Pacífico, así como con otros aliados del hemisferio occidental que son, como los estados Unidos, países del Pacífico es un componente clave de mi esfuerzo más general de participar más intensamente en la región de Asia-Pacífico.
En definitiva, la medida del éxito para todo esfuerzo como la Alianza del Pacífico es si éste mejora las vidas de la gente de esos países.
Tanto Chile como Colombia, México y Perú tienen precedentes de haber mejorado las condiciones de sus habitantes mediante un compromiso a un gobierno transparente, responsable y democrático, así como políticas económicas basadas en el mercado dirigidas a reducir la desigualdad.
Y ese compromiso ha transcendido cambios de presidentes, legislaturas y partidos políticos en el poder. El año pasado en Santiago, yo recalqué que los países del mundo que atraviesan transiciones democráticas podrían encontrar su inspiración en las experiencias de países en las Américas. Creo que el éxito de los países en la Alianza del Pacífico provee un ejemplo excelente de ese tipo de progreso. El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe/politica)





Cumbre de las Américas

SEIS REUNIONES DESDE 1994 PARA INTENTAR CREAR UNA AMÉRICA UNIDA Y PRÓSPERA

El Mundo de España (www.elmundo.com.es)

La Cumbre de las Américas que tendrá lugar los próximos 14 y 15 de abril en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias es la sexta de estas reuniones iniciadas en 1994 con el objetivo, aun no alcanzado, de una América unida y próspera por igual.
La iniciativa de reunir a los gobernantes de los 34 países miembros activos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que son todos los del continente menos Cuba, para discutir políticas y buscar soluciones a los problemas regionales partió de EEUU, durante la Presidencia del demócrata Bill Clinton.
El único precedente es una cumbre celebrada en Uruguay en 1967 para fortalecer la "Alianza para el Progreso" del entonces presidente estadounidense, el también demócrata John Kennedy.
La primera Cumbre de las Américas se celebró en 1994 en Miami, en el sur de Florida (EE.UU), donde se aprobaron dos documentos fundamentales: la Declaración de Principios y el Plan de Acción para el desarrollo y la prosperidad de las Américas.
Además, se estableció la meta de erradicar la pobreza mediante la creación el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el mercado más grande del mundo con más de 850 millones de consumidores, que debía haber entrado en funcionamiento en 2005 pero no llegó a ver la luz.
En Miami se institucionalizaron estas cumbres, que se celebran cada tres o cuatro años, y en 1998 en Chile se encomendó a la OEA dar seguimiento al proceso entre una y otra y el soporte técnico a las reuniones ministeriales para desarrollar el Plan de Acción.
Hasta ahora se han celebrado cinco cumbres ordinarias: la de Miami (1994), Santiago de Chile (1998), Québec (Canadá, 2001), Mar del Plata (Argentina, 2005) y Puerto España (Trinidad y Tobago, 2009).
Además ha habido dos cumbres extraordinarias, una en 1996 en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), convocada para ratificar los acuerdos de la Cumbre de la Tierra (1992) de la ONU sobre medio ambiente, y otra en 2004 en Monterrey (México) a iniciativa canadiense, debido a los cambios de gobierno en muchos países.
En Miami se estableció que los grandes objetivos comunes de los países participantes son el fortalecimiento de la democracia, la integración económica con libre comercio y el desarrollo sostenido.
En la II Cumbre, en Santiago de Chile en 1998, año en que arrancaron oficialmente las negociaciones del ALCA, se aprobó un plan con 27 iniciativas que hacía hincapié en la educación.
Cumbres de Québec y Mar del Plata
La siguiente cita, en Québec, en 2001, fue la primera en la que EEUU estuvo representado por el republicano George W. Bush, sucesor de Clinton en la Presidencia.
El resultado principal fue la introducción de la "cláusula democrática", según la cual toda alteración o ruptura del orden democrático en un país es un "obstáculo insuperable" en su proceso de integración.
En Québec, además, los participantes encomendaron a la OEA la redacción de la Carta Democrática Interamericana para la defensa activa de la democracia representativa, que fue adoptada en septiembre de ese mismo año en Lima.
Cuatro años más tarde, en 2005, tuvo lugar en Mar del Plata (Argentina) la IV Cumbre de las Américas, la más conflictiva hasta la fecha, en la que el proyecto del ALCA entró en vía muerta.
Las negociaciones para crear la gran zona de libre comercio americana toparon con obstáculos desde el principio.
Primero fue la negativa del Congreso estadounidense a autorizar al Gobierno una "vía rápida" ('fast track') para negociar tratados comerciales y luego la dura postura de los países del Mercosur y Venezuela en la reunión de Mar del Plata, donde EEUU fracasó en su intento de reactivar el proceso.
Mercosur y Venezuela se negaron a avanzar en la negociación si EEUU y Canadá no eliminaban antes los subsidios a sus agricultores, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que ya había manifestado discrepancias en Québec con la cláusula democrática, dio rienda suelta a su antagonismo con George W. Bush.
La cumbre de Puerto España
La V Cumbre de las Américas, celebrada en Puerto España (Trinidad y Tobago) en 2009, fue la primera a la que asistió Barack Obama, presidente de EE.UU. desde ese mismo año, el cual propuso establecer una "alianza de iguales" a los otros participantes.
Pese a que se presagiaban tensiones con los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la cumbre terminó con elogios entre los participantes.
Sin embargo, no hubo resultados concretos y no se firmó la declaración final por discrepancias como la ausencia de Cuba, los biocombustibles o la crisis económica mundial.
Cuba, suspendida de la OEA desde 1962 hasta 2009 pero aun no reincorporada al organismo, también ha generado tensiones antes de la celebración de la VI Cumbre, a la que tampoco asistirá.
Tras unas discretas pero intensas gestiones, el Gobierno colombiano, anfitrión de la reunión, tuvo que comunicar al de Cuba que no podía invitarlo a Cartagena de Indias por falta de consenso entre los 34 países participantes hasta ahora en las reuniones.
El Gobierno de EEUU fue el único que pública y claramente manifestó su oposición a invitar a Cuba, con el argumento de que no cumple con los requisitos democráticos que los países participantes en estas cumbres se fijaron en Québec en 2001.





EVO MORALES CLAUSURARÁ FORO SOCIAL EN COLOMBIA

El Estado Plurinacional participa en el Foro Social con 68 delegados de sus organizaciones sociales, mineros, cooperativistas, trabajadores petroleros, campesinos, transportistas y cultivadores, en un encuentro que reúne a centenares de representantes sociales del continente.

Telesur de Venezuela (www.telesurtv.net/articulos)

El presidente de Bolivia, Evo Morales, clausurará este viernes en la ciudad colombiana Cartagena de Indias el Foro Social que reúne a representantes de movimientos de izquierda, indígenas y jóvenes de varios países en el Centro de Convenciones de esa urbe.
La cita social, que trata temas sobre cambio climático, el respeto a la naturaleza y la emisión de gases de efecto invernadero que conllevan a la destrucción del planeta, precede a la denominada VI Cumbre de las Américas, que congregará en esa ciudad colombiana a 33 jefes de Estado y Gobierno del hemisferio.
Morales acudirá después a la cena que ofrecerá el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a los jefes de Estado y gobierno asistentes a la referida Cumbre, que acontecerá sin Cuba y Ecuador, país que rechazó participar en el encuentro en reclamo por la presencia de la isla caribeña, a la cual se opone Estados Unidos.
En Cartagena, el presidente de Bolivia defenderá, según anticipó el Ministerio de Comunicación, la posición de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y pedirá la presencia cubana en estas reuniones, a la cual asisten las demás naciones del continente.
Morales y su comitiva llegarán a Cartagena de Indias en horas de la mañana, procedentes de La Paz, y regresarán el próximo domingo a Bolivia, señalaron fuentes diplomáticas.
Este viernes, el gobernante boliviano y su par colombiano, Juan Manuel Santos, animarán un partido de fútbol entre integrantes de las históricas selecciones de ambos países a la Copa Mundial de 1994.





OBAMA ESPERADO CON TRES TEMAS INCÓMODOS EN CARTAGENA: DROGA, CUBA Y MALVINAS

Univisión de Estados Unidos (www.feeds.univision.com/feeds/article)

El presidente Barack Obama, que llega este viernes a Cartagena para reunirse con los líderes latinoamericanos y del Caribe en una cumbre convocada para debatir la integración para la prosperidad, es esparado por sus pares con tres temas incómodos, fuera de agenda: droga, Cuba y Malvinas.
Las tres cuestiones dominaron el jueves los debates de los cancilleres de la región, que quieren buscar alternativas a la guerra contra las drogas impulsada por Estados Unidos, que en las últimas décadas ha provocado decenas de miles de muertos en América Latina, incluir a Cuba en las cumbres de las Américas y apoyar el reclamo argentino sobre Malvinas.
El impulsor del debate sobre las drogas, el presidente de Guatemala Otto Pérez, que llegó en la noche del jueves a Cartagena, dijo antes de dejar su país que aspiraba a que al menos la cumbre forme un grupo de expertos para estudiar lo ocurrido en países que han despenalizado el consumo.
Pérez, que para abrir este debate cuenta con el apoyo de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Costa Rica, Laura Chinchilla, podrá abordar finalmente su propuesta sobre las drogas el próximo sábado con sus vecinos de Centroamérica, una región convertida en la más violenta del mundo según la ONU por los cárteles del narcotráfico.
Los presidentes de Honduras, Porfirio Lobo, de Nicaragua, Daniel Ortega, y de El Salvador, Mauricio Funes, boicotearon a último momento el 24 de marzo pasado, una cumbre centroamericana convocada por Pérez para debatir el tema.
Estados Unidos, que se opone terminantemente a considerar cualquier otra estrategia contra la droga que no sea la guerra que ha impulsado en Colombia y México y que actuamente propugna en Centroamérica, fue acusado por el presidente Pérez de haber impulsado el boicot de la cita en Guatemala.
Santos y el presidente de México, Felipe Calderón, que lanzó en su país la guerra contra los cárteles que deja más de 50.000 muertos en cinco años, participarán en la reunión de los centroamericanos, que será preparada este viernes por los cancilleres.
Varios países latinoamericanos, liderados por Brasil, Argentina y Venezuela, impulsan la posición de que esta debe ser la última cumbre de las Américas en la que no participe Cuba. Por este motivo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, boicoteó la cita en Cartagena y debe ser el único presidente ausente, si el venezolano Hugo Chávez llega, como está anunciado.
Estados Unidos y Canadá se opusieron a invitar a Cuba a esta cumbre hasta tanto no se democratice y se integre a la OEA.
Los países latinoamericanos apoyan a Argentina en su pretensión de incluir el diferendo con Gran Bretaña sobre las islas Malvinas en la declaración final de la cumbre, a lo que se oponen también Estados Unidos y Canadá.
Refiriéndose a estos dos países, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, advirtió que "o escuchan y rectifican a tiempo o estas cumbres se acaban, no hay más cumbres de este tipo".
"De 34 países 32 estamos de acuerdo en una posición de respeto a Cuba (...) y de acompañar a (Argentina) por las Malvinas", dijo Maduro, lo que fue confirmado por su homólogo argentino Héctor Timerman.
Durante una reunión en la noche del jueves con sus pares para negociar la declaración final de la cumbre, la canciller colombiana, María Angeles Holguín, les invitó "a construir consensos"
"Podemos tomar el camino de la convergencia de intereses y de acciones conjuntas que beneficien a nuestras poblaciones o podemos tomar el camino del distanciamiento y de los profundos silencios que hemos mantenido durante décadas en el Hemisferio", dijo Holguín.
No obstante, calificó como positivo para la reunión que se traten temas como "el problema mundial de las drogas, la participación de Cuba en procesos de Cumbres y de las islas Malvinas". "Todo eso es positivo, así tengamos posiciones diversas entre nosotros", enfatizó.
La secretaria de Estado Hillary Clinton es esperada al mediodía de este viernes y clausurará junto a Santos y al presidente de Bolivia Evo Morales un Foro Social que sesionó el jueves con representantes del movimiento sindical, comunidades indígenas, y organizaciones de la sociedad civil.
Varios presidentes latinoamericanos y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, participarán durante toda la jornada del viernes en un Foro Empresarial, al que asisten tres centenares de importantes empresarios del continente.
La cumbre propiamente dicha tendrá lugar el sábado y el domingo.





A 60 años de la insurrección del 9 de abril de 1952 en Bolivia

UNA GRAN REVOLUCIÓN OBRERA EN EL CORAZÓN DE SUDAMÉRICA

PTS de Brasil (www.pts.org.ar/spip.php?article20318)

El 9 de abril de 1952, un intento golpista de algunos miembros de la dictadura de turno y el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido nacionalista burgués) fue la ocasión propicia para que con los trabajadores mineros y fabriles a la vanguardia, las masas bolivianas irrumpieran en escena derrotando en combate al Ejército e inaugurando una de las mayores revoluciones latinoamericanas del siglo XX, la de contornos más “clásicos” por el rol central de la clase obrera y el surgimiento de un doble poder expresado en los sindicatos y sus milicias, con la COB como instancia centralizadora.
Esa revolución no surgió de la nada, se fue incubando a lo largo de años de intensa lucha de clases y fenómenos políticos de todo tipo. El impacto de la Gran Depresión de los años ‘30 en Bolivia, que dependía por completo de las exportaciones del estaño y su precio, desnudó la putrefacción del viejo régimen de la “rosca” (una estrecha oligarquía dominada por los tres grandes mineros y un puñado de hacendados), en el que la inmensa mayoría obrera e indígena y campesina era brutalmente explotada y oprimida, al punto de no poseer siquiera derechos políticos (como el de votar, pues hasta 1952 sólo sufragaba la minoría alfabeta). A lo largo de una serie de dramáticas experiencias, como la Guerra del Chaco (1932-35), las promesas de gobiernos militares “progresistas”, grandes luchas obreras y levantamientos indígenas, se fue formando un movimiento obrero y de masas de gran combatividad. La insurrección popular del 21 de julio de 1946 derribó al Mayor Villarroel, que bajo su discurso nacionalista venía girando hacia un gobierno cada vez más represivo. Pero ese triunfo fue capitalizado políticamente por los partidos de la “rosca”, a quienes servía el reformista PIR (Partido de la Izquierda Revolucionaria, estalinista) en nombre del “antifascismo” (como el PC argentino en la Unión Democrática detrás de Braden en esos mismos años). Mientras la clase dominante aprovecha esa restauración para lanzar una ofensiva reaccionaria contra las masas, éstas resisten, protagonizando durísimos enfrentamientos y conatos de guerra civil.
Como parte de este proceso, los trabajadores mineros que desde 1944 han construido su Federación y fuertes sindicatos de industria, se radicalizan aún más pese a que sus altos dirigentes, como Juan Lechín, están ligados al MNR (que cogobernaba con Villarroel). En la vanguardia, sobre todo en las minas, mientras los estalinistas quedan desacreditados, fueron ganando influencia los trotskistas del Partido Obrero Revolucionario (POR), que en 1946 impulsaron la aprobación de las Tesis de Pulacayo en el Congreso minero (ver recuadro).
El 9 de abril: del golpe a la insurrección
En 1951 hay elecciones nacionales donde triunfa el MNR sobre los partidos tradicionales de la oligarquía. Para no entregarle el gobierno, se produce un “autogolpe de Estado” y se forma una Junta Militar presidida por el Gral. Ballivián. En medio de un clima de crisis política y descontento social, avanza una conspiración entre el propio Ministro de Gobierno de la dictadura, el Gral. Seleme, jefes policiales y militares y los dirigentes del MNR, cuyo principal líder, Víctor Paz Estenssoro había sido exiliado a Buenos Aires. El golpe se inicia en la mañana del 9 de abril, pero al oponérsele el alto mando militar, sólo es sostenido por la policía y unos pocos grupos comando del MNR, por lo que fracasa en horas. Es por ello que “el Jefe militar de la insurrección, Gral. Seleme, juzgó la situación perdida, dio orden de retirarse a los oficiales y tropas de carabineros y se refugió en la Embajada de Chile” (Justo, Liborio, “Bolivia: la revolución derrotada”, Ed. Razón y Revolución, pág. 241). Pero allí interviene un actor inesperado para los propios conspiradores: los trabajadores. Los fabriles detienen el avance militar combatiendo calle por calle en las barriadas populares de la ciudad. En El Alto los mineros de Milluni toman un tren con municiones, se apoderan de armas y ponen entre dos fuegos a las tropas que intentan retomar la ciudad. En Oruro los mineros a punta de dinamita y armándose con lo que pueden, aplastan a la guarnición local y a los regimientos llamados a reforzar la represión. En La Paz “a medida que descendían en columnas desde El Alto y subían desde Miraflores y San Jorge, las tropas tomaron conciencia de que los trabajadores fabriles organizados en grupos guerrilleros maniobraban mejor que ellos por su mayor conocimiento del terreno y porque, en su mayoría, obraban por iniciativa propia” (Dunkerley, James, “Rebelión en las venas”, Ed. Plural, pág. 67). Son tres días de heroico combate, en los que siete regimientos -la columna vertebral del Ejército-, son deshechos y sus armas pasan de mano, a los insurrectos. El día 11, el viejo régimen deja de existir y las masas son prácticamente dueñas de la escena en medio de una extraordinaria crisis revolucionaria.
El poder dual
Se abre una situación de doble poder: ante el agónico poder burgués surge un naciente poder obrero, basado en los sindicatos y sus milicias armadas con decenas de miles de miembros que al fundarse la Central Obrera Boliviana (COB) encuentra una instancia centralizadora que actúa como órgano de poder de las masas aunque bajo la dirección conciliadora de Juan Lechín (dirigente de la Federación minera) y la burocracia sindical afiliada al MNR. Lechín y otros dirigentes se incorporan como “ministros obreros” al gobierno de Paz Estenssoro, recién llegado del exilio para ponerse al frente de los esfuerzos para contener y desviar la revolución, conformando un gobierno de colaboración de clases. A esa política de cogobierno, se le oponía de hecho la COB, con su enorme autoridad entre las masas, planteando la necesidad de desarrollarla en sentido soviético -algo a lo que Lechín se oponía por todos los medios. “Durante todo el período inmediato a la revolución la COB y las milicias eran un poder dual al gobierno del MNR. Sin embargo, esta situación se resolvió favorablemente a la burguesía. El embate de las masas fue contenido y el régimen burgués relativamente estabilizado”. (Tesis Fundacionales de la LOR-CI. Ver
www.lorci.org)
La derrota de la revolución
El gobierno del MNR, gracias a la vital colaboración de Lechín y la burocracia sindical, avanza en reconstruir al Ejército y pacta la colaboración con el imperialismo norteamericano, aunque debiendo ceder importantes conquistas, como la nacionalización de las minas (que sin embargo será hecha con una jugosa indemnización a los propietarios), la reforma agraria (pero desconociendo a la comunidad indígena y reconstruyendo la gran propiedad rural en el Oriente), y concesiones democráticas como el voto universal (pero para legitimar el régimen y frustrar las aspiraciones democráticas profundas de las masas). El control obrero fue desvirtuado nombrando funcionarios individuales sin control de la base. Ya desde 1956, el segundo gobierno del MNR (Siles Suazo) lanza planes de estabilización económica y “ajuste” acordados con el FMI. Años más tarde, la derrota se termina de consolidar con el golpe militar de Barrientos en 1964.
La crisis del POR
Lamentablemente el POR (Partido Obrero Revolucionario) la corriente trotskista boliviana que había dado grandes pasos adelante integrándose en las luchas obreras de la época, y cuyos militantes jugaron un importante papel en la fundación de la COB, renunció a combatir por un polo revolucionario en la vanguardia obrera en los momentos decisivos de la revolución levantando la consigna de “¡Todo el poder a la COB!”. “Al no funcionar la COB en base a delegados obreros revocables, los dirigentes sindicales del MNR, eludiendo rendir cuentas directas ante las bases obreras movilizadas y armadas, (y sin plantear el POR una política que vaya en este sentido), las exigencias al “ala izquierda” que hacía el POR lo convertían en mero consejero de Lechín y compañía” (Tesis LOR-CI). Ya desde antes del ‘52 el POR venía adaptándose a Lechín y al MNR con la búsqueda de acuerdos “frentistas” en lugar de pelear consecuentemente por una política de clase sobre la base de las Tesis de Pulacayo. Esa orientación centrista lo empujó a la bancarrota en 1952. Mientras un ala se disolvió directamente en el MNR, un sector alineado con Ernest Mandel y Michel Pablo (al frente de la Cuarta Internacional, que llevarán al estallido centrista en 1953) mantiene el apoyo crítico al MNR. La fracción de Guillermo Lora, pasa de una política de presión sobre Lechín a una orientación sectaria-sindicalista.
Las lecciones del ‘52 y “el proceso de cambio”
Hoy, Evo Morales dice realizar una “revolución democrática, descolonizadora”, por la vía de una nueva Constitución para hacer un “capitalismo andino”, colaborando con las transnacionales, los grandes empresarios y terratenientes. El ‘52 ya demostró que sólo mediante la movilización revolucionaria de las masas se puede derrotar a los capitalistas. Pero también, que la política de colaboración de clases con la burguesía nacional como la que practica el MAS sólo llevan a la frustración de las aspiraciones democráticas de las masas.
De hecho, lo viene demostrando su gobierno en estos años, con ataques contra los intereses de los trabajadores y los campesinos e indígenas, como hace actualmente el intento de abrir una ruta por el parque del TIPNIS pese a la oposición indígena local, la ofensiva contra los trabajadores de la salud y o el techo salarial del 7% para este año y otras medidas, que provocan una creciente resistencia entre los trabajadores y sectores populares, como muestra la masividad de la protesta de la COB el 10 de abril. Hoy vuelve a plantearse con fuerza la necesidad de una política de clase, independiente del MAS y toda variante burguesa, para unir las filas obreras y preparar la alianza con los campesinos y pueblos originarios, en una perspectiva revolucionaria.





LA REVOLUCIÓN NACIONAL BOLIVIANA, 60 AÑOS DESPUÉS

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La prensa, incluida la que tiene inclinaciones izquierdistas, parece no haber reparado que en un día como ayer, sesenta años atrás, el 9 de Abril de 1952, se producía el triunfo de la Revolución Nacional Boliviana, la más radical después de la Revolución Mexicana (1910-1917) y, en más de un sentido, precursora de la Revolución Cubana. Fue una jornada heroica, que culminó cuando el ejército, perro guardián de la oligarquía minera y terrateniente, fue derrotado, desarmado y disuelto por los mineros tras dos días de fieros combates. Como en México antes, y en Cuba después, la derrota del ejército es la marca decisiva de toda revolución. Como veremos más abajo los acontecimientos de Bolivia impactaron enormemente al joven Ernesto Guevara, años antes de que se convirtiera en el Che. También a otro joven, brillante como él, Fidel Castro, que en su célebre alegato “La Historia me Absolverá” (del 16 de Octubre de 1953) decía a sus jueces que “Se ha querido establecer el mito de las armas modernas como supuesto de toda imposibilidad de lucha abierta y frontal del pueblo contra la tiranía. Los desfiles militares y las exhibiciones aparatosas de equipos bélicos, tienen por objeto fomentar este mito y crear en la ciudadanía un complejo de absoluta impotencia. Ningún arma, ninguna fuerza es capaz de vencer a un pueblo que se decide a luchar por sus derechos.. Los ejemplos históricos pasados y presentes son incontables. Está bien reciente el caso de Bolivia, donde los mineros, con cartuchos de dinamita, derrotaron y aplastaron a los regimientos del ejército regular.”1
La historia de la Revolución Boliviana ofrece numerosas enseñanzas de gran utilidad para las luchas emancipatorias que libran nuestros pueblos. Sus logros iniciales fueron inmensos, imposibles de subestimar. Pero carecieron del sustento político, económico e ideológico necesario para garantizar su irreversibilidad. La revolución empezó a gestarse pocos meses antes, en 1951, cuando el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) liderado por Víctor Paz Estenssoro triunfa en las elecciones presidenciales de ese año. Poco después se produce un golpe de estado, promovido por la oligarquía minera, que instala una Junta Militar con el objeto de impedir el acceso al poder del jefe del MNR, que debe exiliarse en la Argentina. Lo que sigue es una creciente inquietud social y política que se traduce primero en una impetuosa movilización de mineros y campesinos y, poco después, a lo que la teoría marxista denomina una “dualidad de poderes.” Es decir, una profunda grieta en el estado burgués que, debilitado por la rebelión de “los de abajo”, pierde su capacidad para reclamar y obtener la subordinación a sus mandatos y que, por lo tanto, no puede impedir el surgimiento de un formidable antagonista, un poder real, efectivo, no formal ni constitucional sino un poder constituyente basado en el inmenso apoyo popular del bloque formado por los campesinos y mineros en armas. Tal como lo advirtiera Lenin, situaciones de este tipo son altamente inestables y rápidamente se definen en una u otra dirección. Eso fue precisamente lo que ocurrió el 9 de Abril del 1952, en la masiva insurrección popular que tuvo como epicentros La Paz y Oruro. Allí el ejército fue derrotado y desmantelado, reemplazado por milicias populares de mineros y campesinos, al mejor estilo de la Comuna de París. Estas jornadas, bañadas por la sangre de por lo menos medio millar de muertos, abrieron el camino para la conformación de un gobierno provisional al mando de Hernán Siles Suazo, otro de los dirigentes del MNR, y el más importante dirigente sindical de ese tiempo, el minero Juan Lechín Oquendo, quienes fueron literalmente instalados en el Palacio Quemado por las masas a la espera del retorno al país de quien consideraban su legítimo presidente, Víctor Paz Estenssoro.
La derrota y disolución del ejército fue uno de los grandes logros revolucionarios de los sucesos de Abril de 1952. Pero hubo otros: poco después, en Julio de ese mismo año, se aprueba una nueva legislación otorgando el sufragio universal a las mujeres, los analfabetos y los indígenas. En Octubre se nacionalizaron las minas, y principalmente las de estaño, tradicionalmente en manos de una tríada de grandes propietarios conocida como “los barones del estaño”: Simón Iturri Patiño, Carlos Víctor Aramayo y Mauricio Hochschild. Con la nacionalización estas empresas pasaron a formar parte de una nueva corporación estatal minera, la COMIBOL, al paso que el gobierno asumía el monopolio de la exportación del estaño. Al mismo tiempo se lanzan programas para promover la industrialización del estaño en Bolivia y fomentar las actividades petroleras en el Oriente boliviano y en el Sur y, más generalmente, afianzar la soberanía nacional sobre los recursos naturales del país y construir caminos que permitieran unir el Occidente del altiplano con los llanos orientales. De enorme importancia es el reparto agrario, que se institucionaliza con la Ley de Reforma Agraria de Agosto de 1953, y que permite la destrucción del latifundio, concentrado en las regiones andinas, y la distribución de la tierra a los indígenas, a la vez que favorece la sindicalización de los campesinos. La creación de la COB (Central Obrera Boliviana) tuvo lugar días después del triunfo de la insurrección. La COB fue uno de los pilares fundamentales de apoyo al nuevo gobierno por su activa participación en todas las ramas del aparato estatal. Su líder histórico, Juan Lechín Oquendo, fue elegido Secretario General de la COB y nombrado Ministro de Minas y Petróleo del nuevo gobierno. Fue uno de los líderes populares más conscientes de que sin armar adecuadamente a las milicias populares la estabilidad del nuevo gobierno se vería comprometida. Lamentablemente, sus palabras cayeron en saco roto.
Decíamos más arriba que más allá de sus logros la Revolución Boliviana no pudo evitar seguir un curso descendente que la condujo hasta su definitiva derrota el 4 de Noviembre de 1964 con el golpe de estado de René Barrientos Ortuño, siniestro personaje que como presidente de Bolivia orquestaría, junto con la CIA y el Pentágono, la cacería y posterior asesinato del Che en Bolivia. Pero la derrota de la revolución ya latía en su seno desde mucho antes. En primer lugar, por la política de alianzas porque aun cuando en su fase inicial el poder real descansaba en manos de obreros y campesinos armados la representación política de la revolución le fue confiada al MNR y sus líderes, exponentes de un sector social que pese a su vocinglería antioligárquica conservaba estrechos lazos con esa clase y la burguesía boliviana. Peor aún, tanto Paz Estenssoro como Siles Suazo demostraron ser fácilmente co-optables por la astuta diplomacia norteamericana. Contrariamente a lo habitual esta no demoró en reconocer al nuevo gobierno surgido de los hechos revolucionarios de Abril, pese a que en ese mismo momento preparaba una invasión de mercenarios para deponer al gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala. La importancia que el estaño tenía para la industria militar de Estados Unidos y su atesoramiento de reservas minerales estratégicas en el marco de la Guerra de Corea y el peligro de una Tercera Guerra Mundial es sin duda uno de los factores que explica actitudes tan diferentes en uno u otro caso. Mientras Washington tenía muchos países que podían venderle el café o las bananas que exportaba Guatemala, no había tantos que pudieran ofrecerle el estaño que requería su aparato industrial y militar. De hecho, poco más de la mitad de las exportaciones de ese mineral eran adquiridas por Estados Unidos, lo que colocaba al imperio en inmejorables condiciones de negociación para imponer sus políticas. Además, la debilidad estructural de la economía boliviana, sin salida al mar y lastrada por siglos de opresión y explotación, la tornaba muy dependiente de los programas de “ayuda” dispuestos por Washington. Y las debilidades ideológicas de la pequeña burguesía del MNR, so pretexto de la necesidad de ser “realistas” y no antagonizar a los intereses imperiales, permitieron cerrar el círculo de la sujeción al imperialismo. Uno de los elementos cruciales que Estados Unidos manejó con mucha sagacidd fue la necesidad “técnica” de reconstituir al derrotado ejército. De hecho, dos años después del triunfo de la revolución se reabría la Escuela Militar y comenzaba el proceso de liquidación de las milicias populares. Sería el ejército quien, en 1964, dispararía el tiro de gracia a la revolución. En todo caso fue esta necesidad de mantener “buenas relaciones” con el imperio la que signó el inicio del Termidor revolucionario. La Revolución Nacional no sólo fue una revolución traicionada sino también una revolución interrumpida. Cuenta uno de sus biógrafos que mientras Ernesto Guevara, de paso por Bolivia en su segundo viaje por América Latina, esperaba para ser recibido por un alto funcionario del recientemente establecido Ministerio de Asuntos Campesinos se encontró con un grupo de indios que habían llegado al lugar para recoger los títulos de propiedad prometidos por el reparto agrario. Pero antes de llegar a la oficina del funcionario a cargo del expediente se los hizo formar y se los roció con un insecticida. Guevara comentaría, en una de sus cartas que "el “MNR hace la revolución con DDT.” 2
El drama de 1952 podría resumirse así: una revolución hecha por obreros mineros y campesinos, que juntos empuñan las armas y destruyen al sostén fundamental del decrépito orden oligárquico, el ejército, para luego cederle el control del estado a los aliados pequeño burgueses del campo popular y aceptar que sean ellos, y no quienes hasta ese momento tenían el poder real en sus manos, es decir, las armas, los que fijarían el rumbo del gobierno surgido de una revolución pero cuyo destino sería, doce años después, ser víctima de una contrarrevolución. Otros factores que también operaron fueron los siguientes: (a) el reparto agrario que al no estar acompañado de intensa labor de organización y educación políticas terminó por replegar a los campesinos hacia su pequeña parcela y abandonar la escena política. Ocurrió aquí algo similar a lo acontecido con los campesinos parcelarios franceses analizados por Marx en su Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte : el fetichismo que crea la propiedad privada sobre una ínfima -¡a menudo misérrima!- porción de tierra los desmovilizó y, peor aún, durante algún tiempo los convirtió en bases de apoyo de diversos gobiernos anti-revolucionarios, como el del ya mencionado René Barrientos Ortuño. (b) Por otra parte, los sectores mineros no lograron establecer una sólida y duradera alianza con los campesinos, y el progresivo aislamiento de los primeros facilitó, pocas décadas después, su debilitamiento organizacional hasta concluir con su desaparición como actor económico o político de relevancia en la Bolivia contemporánea. (c) El activismo norteamericano para frustrar procesos revolucionarios, desde fuera –con presiones económicas y políticas, mentirosas promesas de colaboración, o amenazas veladas o abiertas de intervención- tanto como desde dentro, atrayendo a su hegemonía a los sectores de un cierto nacionalismo popular que, en su ilusión, soñaban con un proyecto nacional sin que al mismo tiempo fuese socialista y radicalmente anti-imperialista, cosa que una y otra vez ha demostrado ser imposible. (d) Por último, la violación en la Bolivia del MNR de una suerte de “ley de hierro” de todas las revoluciones y/o procesos de reformismo radical: o se avanza resueltamente hacia nuevas metas que profundicen la estabilidad e irreversibilidad de los logros iniciales, o el proceso se estanca, languidece y muere. Pero más allá de este breve balance de triunfos y derrotas hoy es justo y necesario rendir homenaje al heroísmo y la abnegación demostrada por el pueblo boliviano en las épicas batallas libradas sesenta años. Los méritos de los revolucionarios de Abril no se empañan por la capitulación del fallido gobierno instaurado por la revolución. La labor de la insurrección no fue todo lo metódica y radical que habría sido deseable, más allá de las obvias preguntas contrafácticas acerca de si las cosas podrían o no haber ocurrido de otra manera. En todo caso lo cierto es que con la clausura del ciclo revolucionario abierto en aquella ocasión habrían de transcurrir cincuenta largos años -años de sufrimientos, de miseria y de muerte para el pueblo boliviano- para que, a inicios de este siglo, se pusiera fin a tanta decadencia con las grandes movilizaciones populares que, en 2005, culminarían con la elección de Evo Morales a la presidencia de Bolivia abriendo así un nuevo y luminoso capítulo en la historia de ese hermano país.





ESENCIA Y DESTINO DEL CAMBIO SOCIAL EN BOLIVIA

La Tercera Información de España (www.tercerainformacion.es)

A pesar de las tensiones sociales, unas generadas por causas relativamente legítimas y otras artificiales, instigadas; pese a la fuerte controversia política con una oposición reaccionaria obcecada en la idea de liquidar el Proceso de Cambios, es posible afirmar que éste puede arribar a las metas fijadas por el “1º Encuentro por la Profundización del Cambio”. El imperialismo y sus bandas criollas continuarán con sus intentos de encender focos de confrontación en diversos ambientes y sectores, de penetrarlos u orientarlos a través de diversas y concertadas campañas mediáticas, etc.
Hay dos momentos que se puede recordar como ejemplos del papel distorsionador y esencialmente conspirador de la mayoría de los medios de comunicación. Uno se refiere al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Se organizó una marcha de rechazo a la construcción de un tramo de carretera que pasaría por una parte importante, desde el punto de vista ecológico. La marcha dirigida por elementos comprometidos con la conspiración reaccionaria y hasta directamente con la embajada estadounidense, fue engrosada por decenas de activistas y comedidos que no estaban ahí, sino para generar oposición. Cuanto más terca y violenta mejor. Un mal manejo de la policía generó un episodio de violencia captado por un camarógrafo, en un video de apenas unos minutos de duración y que luego fue reproducido cientos, sino miles de veces en los canales de televisión. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y en la opinión pública boliviana produjo mucho malestar y condena al gobierno por “represor, traidor a los indígenas y depredador del medio ambiente”, etc. etc.
En el segundo “incidente” fue más fácil demostrar el aprovechamiento opositor de una petición de discapacitados que organizaron también una marcha .Obviamente era penoso ver a gente con diversos problemas físicos, caminar kilómetros o trasladarse en silla de ruedas. Cuando ya se había llegado a un acuerdo, algunos dirigentes marchistas lo desconocieron y generaron violencia contra la policía. Se comprobó la infiltración provocadora y la existencia de simuladores que dejaron a un lado las muletas para moverse sin ninguna dificultad y agredir a los policías. La prensa opositora llegó a extremos de cínica desinformación. Pero precisamente por eso está sobresaturando a la opinión pública - con tanta y tan grande manipulación - que va perdiendo credibilidad. Está claro que existen las suficientes fuerzas y posibilidades para contraponerse a ellos y derrotarlos una vez más en todos los terrenos, incluido el informático.
No tenemos el propósito analizar en detalle la agenda del 1º Encuentro. Abordaremos sólo algunos aspectos centrales. Se destaca el tiempo dedicado a la economía, lo que nos parece acertado, pues, aunque hablen de reduccionismo, la economía es lo determinante.
En los ejes temáticos se abordaron los problemas de la economía denominada real, el desarrollo productivo y la productividad. Las comisiones recibieron los informes de los encargados de los ministerios correspondientes y algunos tuvieron subcomisiones que abordaron problemas específicos. Un ejemplo es que, fuera de tratar el tema de la minería en general, se examinaron aspectos concernientes al tratamiento del litio, del hierro y el desarrollo de la siderurgia. En la rama hidrocarburos se examinaron hasta los retrasos que existen en esta materia y la necesidad de redoblar esfuerzos para reforzar todas las fases inherentes a su producción y uso final.
No sucedió, como especuló la prensa adversa al Proceso, que “la cumbre” - como equivocadamente tituba al Iº Encuentro - aprobaría un gasolinazo y otras medidas que podían afectar a la economía popular y atemorizar a ciertos sectores, como el los empresarios.
En materia agropecuaria se dio mucha importancia al tema de la productividad y sobre todo la producción de alimentos con la llamada “revolución productiva del campo”. Se debe subrayar la recomendación: que el mayor esfuerzo se dirigiera a la producción de las comunidades campesinas y originarias, superando el individualismo cotidiano del parcelario individual. La representación campesino-originaria tuvo cierto protagonismo, particularmente demandando mayor atención al agro y sus tareas específicas. Podría afirmarse, sin embargo, que no lo hacía desde una postura reivindicacionista, sino de actores que sentían su peso y su responsabilidad en el Proceso.
Un hecho digno de comentar es la asistencia de la Confederación de la Empresa Privada (CEP). Incluso asistieron corporaciones agroindustriales como la CAINCO de Santa Cruz. Éstas, en el pasado inmediato, no revelaron ninguna disposición a tratar con el gobierno o acudir a los escenarios que éste organizaba. Interpretamos esta presencia como el interés primario en incrementar sus actividades productivas y, por lo tanto, sus ganancias. En este orden de cosas, tratándose de empresarios, no dan puntada sin hilo en sus propósitos. Pero hay que matizar el análisis. ¿De qué empresarios se trataba? Pues, estaba presente, ante todo, la burguesía industrial y agroindustrial. Su ubicación en la economía real le impulsa a la defensa de su mercado, a la extracción de más plusvalía, de aumentar su capital y sus réditos. Su actividad se diferencia de la actividad meramente financiera. Por el contrario, se ha puesto a favor de un mayor control de la banca y que ésta brinde mejores condiciones a los prestamos e inversiones. Esto es lo positivo; empero no hay que dejarse llevar por el entusiasmo.
El Presidente de la CEP planteó explícitamente una “alianza empresarial-campesina”. La base de esta proposición es, por supuesto, una alianza de propietarios. Busca acaso recomponer y encabezar el bloque social de quienes no sueñan precisamente con cambios estructurales. Hay ejemplos en la historia política del país. Los campesinos, en tiempos del Gral. Barrientos Ortuño (1964-1969), fueron arrancados del lado del proletariado, representado por la COB, estableciéndose un “pacto militar-campesino”, de muy triste recuerdo. Menos mal, y a pesar del inexplicable rechazo del anterior Comité Ejecutivo de la COB, estuvieron presentes varios sectores de asalariados (petroleros, fabriles, maestros) y trabajadores manuales (cooperativistas mineros, artesanos y otros) De alguna manera estos restablecían los nexos entre los trabajadores del campo y la ciudad, único vínculo y unidad que puede garantizar el progreso efectivo de los procesos de cambio o revolución.
Una disputa, en gran manera dilucidada, fue la que se dio entre defensores a ultranza del medio ambiente, de la naturaleza y que fueron tipificados como los “pachamamistas” (por Pachamama o madre tierra) y los propugnadores del desarrollo que eran motejados como los “desarrollistas”. En la práctica y con la aprobación de numerosos proyectos productivos, quedó claro que lo central era el desarrollo de las fuerzas productivas. En algún momento se quiso contraponer la idea del Vivir Bien (el suma q’amaña o el sumaj causay en aymara y quechua, respectivamente) a la perspectiva socialista, al socialismo.
Resultó falaz enfrentar una idea de bienestar - que no siempre implica Cambio social - a la idea que entraña la construcción de un nuevo orden social. Esto nos trae a colación que, en algún momento no lejano, la socialdemocracia se jactaba de haber creado un llamado “Estado Benefactor” o “Estado de Bienestar”. Tal Estado no fue ni lo uno ni lo otro. Las desigualdades sociales, la explotación del trabajador y todos los defectos propios del capitalismo persistieron. Es evidente que en los países capitalistas centrales se consiguió un alto de nivel de vida; mejoraron algunos índices sociales (salud, educación, vivienda, etc.) sobre todo en Europa Central y los EUA. Pero en un sistema capitalista intocado, era indefectible que algún día éste entrara en crisis y se esfumara el “Estado de bienestar” tal como sucede ahora, sobre todo en EUA y Europa, desde el año 2008. El supuesto “Estado benefactor” muestra su rostro y sus procedimientos de siempre en la represión a los “indignados”, a los trabajadores y trabajadoras en general, a los sindicatos; impone los paquetes neoliberales. Ya no hablamos de la política exterior de expansión, de saqueo de los recursos naturales y agresiones bélicas contra los países del llamado Tercer Mundo.
Todo lo anterior, constituido en una evidencia, aclaró las conciencias y tuvo una repercusión indeleble en el Encuentro. Contribuyó el discurso de inauguración del Presidente Morales que brevemente se refirió a la situación de crisis de los grandes países capitalistas. En la práctica demostró que no eran mercados fiables y que nunca debían ser, sino una opción y no la única y definitiva. Con mayores niveles de conocimiento se entendió que continuar el desarrollo dentro del capitalismo era una propuesta indeseable. En la preparación del encuentro fue más enfático: “Pedí - dijo - una nueva tesis con el fin de salvar a la humanidad (…) frente al derrumbe del capitalismo, frente a la crisis del capitalismo.” (“Cambio” 11-12-11)
La crisis capitalista patente en la destrucción de puestos de trabajo, la disminución de sueldos y salarios, la rebaja del monto de las pensiones; el remate o el despojo bancario de la vivienda; la desnutrición y el aumento de la morbilidad y la mortalidad y, en general, la extensión y el ahondamiento de la pobreza era una realidad que golpeaba los ojos y no algún invento comunista. Era la realidad simple y desnuda del capitalismo en su peor crisis, en la crisis sistémica y acaso ya íntegramente irreversible. Además, seguirá sin alivio en lo inmediato. Es prácticamente seguro que más países se sumen a aquellos que ya han sido declarados oficialmente en recesión: Grecia, Portugal, Italia, Holanda y Bélgica. La mitad de los países de la Comunidad Europea (CE) están estancados y el crecimiento conjunto del PIB fue apenas de 0,4% en el 2011.
En contraste con el panorama europeo y estadounidense, las cifras de la economía boliviana, demuestran un crecimiento sostenido desde el año 2006 habiendo cerrado con 5,04% en el año 2011. Ningún organismo internacional rectificó las cifras (FMI, CEPAL). Por el contrario, la representante de de la CEPAL, Alicia Bárcena, emitió un juicio por demás halagador al presentar a Bolivia como un “modelo económico, ejemplo para la región” (“Cambio”, 30-12-2011). En términos superlativos se refirió a la disminución de la pobreza, calificando los alcances de “increíbles”: de 2007 a diciembre de 2011 la pobreza bajó de 60.1% a 49%; mientras que el nivel de pobreza extrema bajó de 34% a 25% (id. 07-12-12). Las inversiones están por el orden de 2.400 millones de dólares (MM $US) anuales. Un ejemplo de inversiones en el área estatal es la inversión de YPFB que alcanzó al 80% de lo programado en 2011: 206 MM$US.
Destacamos una cifra más: Las reservas internacionales han alcanzado 12.000 MM $US. En cifras per cápita, Bolivia ocupa el segundo lugar en América. Se criticó que éstas no sean invertidas en mejorar los ingresos de la población y se guarden como las “joyas de la abuela”. Apoyado por las voces del Encuentro: priorizar las inversiones en la producción de energía, transporte y comunicaciones, el gobierno planteó la aprobación de una ley para la uso de 1.200 MM %US en inversiones principalmente en las empresas productivas estatales (YPFB, ENTEL, COMIBOL) y en la producción agropecuaria.
El 1º Encuentro fue dominado por una conclusión obvia: se impuso la idea de “profundizar el Cambio”. Pero siendo descartada la vía capitalista – juzgada como inaceptable prácticamente en todas las comisiones y sin que tuviera ni un solo defensor - cabe preguntarse: ¿Cómo y hacia dónde debe realizarse el cambio? Debe responderse a esa interrogante franca y sinceramente. La respuesta es unívoca. Aún no hay claridad en las masas que apoyan el proceso acerca de cuál es el camino a seguir y para arribar a qué meta. Frente a la dificultad de definir el contenido de ese proceso acudimos a una formulación común en la década de los 70 en el movimiento revolucionario y de liberación nacional de los países dependientes, atrasados o recientemente liberados del yugo colonial. Esta formulación fue común para ese tipo de países particularmente en África y Asia: la vía no capitalista de desarrollo.
La vía no capitalista de desarrollo no era, sin embargo, concebida como algo indefinido o amorfo. Teóricamente, era una forma de manejo político consistente en el logro de una completa soberanía nacional, de un desarrollo independiente tanto económica como socialmente y de atención prioritaria de las necesidades de las masas populares. En muchos casos se definió a este proceso como un proceso de transición desde el atraso y la dependencia, hacia una forma de desarrollo superior al capitalismo y que económicamente era marcada por el predominio de una economía estatal y colectiva. No en todos, sólo en una minoría de países, el desarrollo no capitalista fructificó como se esperaba. En la gran mayoría, a nuestro juicio, faltaron los factores ideológico y orgánico. Más precisamente: Faltó el partido de vanguardia, armado política e ideológicamente. Esto merece ilustrarse. Lo ideológico tiene variantes que van desde una concepción dogmática, pasando por pensamientos entre etnocentristas y regionalistas o nacionalistas hasta la casi ausencia de formulaciones teóricas y la reducción de orientación a la divulgación de los escritos o discursos de un caudillo. Para cada caso hay ejemplos. En la República Democrático Popular de Yemen (norte), redactó su programa partidario y otros documentos centrales, ajustados a los documentos del PCUS. Se conoce el final de esta república; fue absorbida, no sin violencia, por la República (capitalista) de Yemen. La importante República Árabe de Egipto tuvo momentos verdaderamente culminantes: la nacionalización del Canal de Suez, la creación de la República Árabe Unida fusionando un tanto forzadamente a Siria, bajo la dirección del Partido del Renacimiento Árabe Socialista (BAAZ); fue cofundador del Movimiento de los No Alineados. El auge duró lo que casi duró la presidencia de Nasser. A su muerte advino el Sadat, un reaccionario que tranzó con Israel y acabó con el nacionalismo progresista antiimperialista. Siria continuó una línea progresista, pro árabe; constitucionalmente nominada socialista y laica y con el partido BAAZ a la cabeza. En la actualidad asediada por el imperialismo con la OTAN, bajo el pretexto de la “primavera árabe”. Un caso paradigmático es el de Libia. Con la llegada al poder del Cnl. Gadafi (1969) se declaró a Libia la “Gran Yamahiriya Popular y Socialista”. En la práctica se guió la revolución con el “Libro Verde” de Gadafi, pequeña obra escrita por él y que jugó el papel de guía ideológica y programa. Su característica política era la negación de los partidos políticos. Todo dependía, en realidad, de la voluntad omnímoda del líder; aunque se hablaba mucho del papel del “movimiento de los movimientos sociales”, que no debían ser de izquierda ni de derecha.
Aún persistiendo el capitalismo y, en la práctica marcándole un final, lo central era que ninguna medida de este desarrollo no capitalista fuera una barrera para construir una sociedad en la cual, definitivamente, concluyera con cualquier forma de dependencia y de explotación del trabajo ajeno. Para los socialistas y comunistas esta meta era la sociedad socialista.
Al calor de la concepción antes descrita LA ALIANZA REVOLUCIONARIA ANTIIMPERIALISTA, a iniciativa del Partido Comunista de Bolivia, propuso un proyecto de declaración que resumidamente decía: “El objetivo central del Proceso de Cambio señala la construcción de las bases de un Estado Plurinacional, democrático, soberano, independiente e integrado en el contexto latinoamericano de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA). Se plantea transitar hacia una sociedad con plena justicia social, que plasme en la realidad el Vivir Bien, de los que hasta ahora han estado al margen de los beneficios de la riqueza social que ellos mismos crean y por el contrario son marginados y explotados. En suma una sociedad donde se dé fin a la explotación del hombre por el hombre. (*)





CAEN MULAS CON 5 KILOS DE COCAÍNA EN EL CHACO

Un ciudadano de nacionalidad argentina y una joven paraguaya fueron capturados ayer en la ciudad de Mariscal Estigarribia, Chaco, después de que los agentes de la Senad detectaran que transportaban un total de 4,9 kilos de cocaína entre paquetes de café y chocolate. Los supuestos mulas viajaban en un ómnibus procedente de Bolivia, que se dirigía hacia Asunción.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py/edicion-impresa)

Los detenidos fueron identificados como Ernesto Daniel Fredes (28), de nacionalidad argentina, y Claudia Gabriela Burián Solalinde (25), ciudadana paraguaya.
Los antidrogas efectuaban un control rutinario de personas, vehículos y cargas el puesto de Aduanas de Mariscal Estigarribia cuando, cerca del mediodía, arribó un ómnibus de larga distancia, procedente de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
Los intervinientes procedieron a la verificación de las maletas y mercaderías de los pasajeros, cuando el can antidrogas detectó la presencia de estupefacientes en varios paquetes almacenados entre el compartimiento de equipaje y pertenecientes a las personas citadas más arriba.
Los paquetes fueron apartados del resto de las cargas y abiertos en presencia del agente fiscal Alan Schaerer. Encontraron numerosas sustancias de color blanco que estaban mezcladas entre café y chocolate, cuyo análisis posterior confirmó que se trataba de cocaína de alta pureza.
Posteriormente, la droga fue pesada y su resultado arrojó 4,9 kilogramos.
Los propietarios de la “mercancía” fueron detenidos y trasladados hasta la base de la Senad en Mariscal Estigarribia, donde se encuentran a disposición del Ministerio Público.
El trayecto en ómnibus entre Santa Cruz de la Sierra y Asunción es utilizado con frecuencia por los traficantes para transportar cocaína desde Bolivia, ya sea a través de mulas o mediante el camuflaje con mercaderías traídas del país vecino.
Una vez que la droga llega a la capital del país, se procede a su envío al exterior mediante encomiendas o contrabando.





REPSOL BOLIVIA PODRÍA BOMBEAR MÁS GAS A ARGENTINA PARA FIN ABRIL

El Punto Crítico de Argentina (www.elpuntocritico.com)

La filial boliviana de la compañía española Repsol-YPF dijo el martes que prevé poner en operación a fin de mes un complejo que permitirá incrementar hasta en 6,0 millones de metros cúbicos diarios (mmcd) el bombeo de gas natural a Argentina.
El bombeo adicional al promedio de casi 8 mmcd exportados en marzo al norte argentino es uno de los principales proyectos de la industria boliviana de hidrocarburos, que desde mediados del 2006 está nacionalizada y controlada por la estatal YPFB.
La nueva producción provendrá del bloque Caipipendi y será procesada y bombeada desde la planta Margarita, ambos en el Chaco sudoriental, donde se realizaban las pruebas finales de un nuevo módulo con capacidad de 6,0 mmcd, conectado a otro de 3,0 mmcd que opera desde la década pasada.
"Repsol Bolivia estima que la puesta en marcha de la nueva planta de Margarita se realizará a fines de abril", dijo la compañía, sin precisar una fecha, en una declaración escrita a Reuters.
YPFB tampoco ha fijado una fecha oficial de puesta en funcionamiento de la ampliación de Margarita y sólo espera que se produzca en el transcurso de abril, dijo una fuente de la estatal petrolera.YPFB reportó recientemente que la producción nacional de gas alcanzó un pico de 48 mmcd a fines de marzo, cuando el país altiplánico bombeó 31 mmcd a Brasil, 8,5 mmcd a Argentina y destinó los restantes 8,5 mmcd a su mercado interno.
El proyecto Margarita es clave para que Bolivia cumpla un contrato de exportación a Argentina que prevé incrementar progresivamente el bombeo hasta 27,7 mmcd en los próximos años.
Repsol Bolivia indicó que se realizaban esfuerzos para "alcanzar los compromisos asumidos y mitigar los efectos de bloqueos (de carreteras)", que provocaron "una pérdida de aproximadamente 20 días".La empresa precisó que la primera fase de ampliación de Margarita contemplaba trabajos de preparación y conexión de varios pozos productores, que ya estaban concluidos.
Incluida una segunda fase en la que se construirá otro módulo de procesamiento y se habilitarán más pozos productores, Margarita podrá bombear hasta 15 mmcd a partir del 2014, con una inversión cercana a los 1.500 millones de dólares.
Repsol Bolivia tiene el derecho de operación y una participación de 37,5 por ciento en el bloque Caipipendi y la planta Margarita.
Igual participación corresponde a BG Group, en tanto que el 25 por ciento restante que detentaba la argentina Pan American Energy fue revertido en enero pasado en favor de YPFB.





AFECTADOS POR LA ENFERMEDAD DE CHAGAS SE REÚNEN HOY Y MAÑANA EN BARCELONA

La Información de Colombia (
www.noticias.lainformacion.com/asuntos-sociales)
Barcelona acoge hoy y mañana la II Asamblea de la Federación Internacional de Asociaciones de personas afectadas por la enfermedad de Chagas (Findechagas), que reúne a pacientes de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Venezuela, Estados Unidos y España y en la que se pedirá acceso universal a una atención integral en todas las fases de la enfermedad.
Según informaron sus organizadores, el encuentro quiere servir también para apelar a los gobiernos a que se comprometan a controlar las vías de transmisión de la enfermedad, como los bancos de sangre, y a luchar contra el estigma y la discriminación que sufren los afectados.
"La federación apoya a personas afectadas por la enfermedad y a sus familiares y a través de ella creamos una gran fuerza que nos permite pedir a los gobiernos de los diferentes países que incorporen recursos para el Chagas dentro de sus programas de
salud", declaró Manuel Gutiérrez, presidente de Findechagas.
En esta II Asamblea, la entidad se ha fijado la meta de consolidar un proyecto común, una plataforma de lucha de todas las asociaciones miembros de Findechagas.
"Esperamos poder sensibilizar a la opinión pública y a los organismos internacionales, gubernamentales y de decisión sobre nuestra realidad como afectados por esta enfermedad y romper el ciclo de
pobreza, hambre y marginalidad que en muchos casos rodea a la enfermedad de Chagas", afirma la federación.

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