Santa Cruz de
la Sierra, pobre y alejada, capital de uno de los cinco departamentos con que
nacería Bolivia, se ha convertido con el paso del tiempo en una importante
metrópoli, poblada por cerca de dos millones de almas, muchas de las cuales han
llegado desde los más diversos lugares del país. Verdadero generador de
oportunidades y de trabajo, el departamento cruceño y su principal ciudad, albergue
y seguridad para la gente emprendedora, es hoy la región que más alimentos
produce para el consumo interno y la exportación y la que más industrias ha
creado. Una mirada a la Fexpo actual confirma el empuje cruceño y nacional ante
los ojos de quienes la visitan, mostrando una imagen distinta a la deficiente
visión que se tiene sobre lo que es nuestro país.
Hoy, 24 de
septiembre, conmemoramos un aniversario más de la decisión que hace 204 años
tomaron los muy pocos habitantes de Santa Cruz, cuando tuvieron que elegir
entre sumarse o no a la serie de rebeliones que había estallado poco antes en
distintos puntos del Alto Perú y que tuvo en la de Cochabamba, el 14 del mismo
mes, su más reciente episodio.
Se inició así
un proceso que hoy, puede ser claramente reconocido como uno de los hitos
fundacionales de lo que años después sería la República de Bolivia.
Más de dos
siglos han transcurrido desde entonces y los muy peculiares vínculos que
unieron el destino de Santa Cruz al de Bolivia están hoy tan sólidos como
entonces. Y no porque hayan sido pocas las dificultades que se fueron
presentando a lo largo de la historia sino porque, a pesar de ellas, y tal como
lo muestran los hechos, han podido más las coincidencias que las discrepancias.
Ha habido a lo
largo del camino muchos desencuentros, el más reciente de los cuales está
aún fresco en la memoria colectiva. Y aunque todavía está pendiente el
esclarecimiento de muchos entretelones de cuanto ocurrió en años recientes
hasta llevarnos al borde de una explosión de violencia, lo que realmente
importa es comprobar que pudo más la sensatez de quienes fueron protagonistas
de tan tensos momentos y hoy, como no podía ser de otra manera, Santa Cruz ha
vuelto a ocupar el lugar de vanguardia en el proceso de modernización de
nuestro país que durante las últimas décadas se ha ganado con sobrados méritos.
No es casual
que éste y no otro haya sido el resultado de las más recientes experiencias
históricas, pues si hay algo que siempre caracterizó a Santa Cruz fue su
espíritu acogedor. Así se explica que hoy, como hace 204 años, la inmensa
mayoría de quienes se sienten cruceños, por nacimiento o por adopción, provenga
de los más diversos rincones de nuestro país, del continente y del mundo.
Esa capacidad
para atraer y acoger a quienes llegan a esas tierras en busca de un mejor
futuro es lo que ha hecho posible que Santa Cruz sea ahora el centro más
dinámico de la economía nacional; el punto donde más exitosamente se encuentra,
complementa y florece el espíritu emprendedor de gentes de distinto origen.
La más
fehaciente expresión de esa realidad se observa una vez al año con cada versión
de la Fexpocruz, síntesis anual que en pocos días y en un relativamente pequeño
espacio concentra todo el vigor y dinamismo de la economía cruceña. Sin
embargo, no hace falta visitar esa feria, de lejos la más importante de nuestro
país, para constatar que Santa Cruz es el centro más dinámico de la actividad
económica nacional.
Las armoniosas
relaciones que en Santa Cruz se han establecido entre el sector público y el
privado son sin duda la mejor muestra de lo que todo eso significa. Y si
recordamos que hace sólo unos pocos años eso hubiera parecido inconcebible,
habrá que reconocer que, a pesar de los defectos que se pueda encontrar a la
nueva situación, es sin duda una buena razón para ver con optimismo el futuro
económico, político y social de nuestro país.
AGRICULTURA, EL SOPORTE DE SANTA CRUZ, EL LÍDER DE LA
ECONOMÍA NACIONAL
Hace 17 años
que Santa Cruz encabeza la lista del aporte departamental al Producto Interno
Bruto (PIB) nacional. La agropecuaria, los hidrocarburos, las manufacturas y la
minería son las principales actividades que permitieron a la región mantener
esa posición que durante décadas fue ocupada por La Paz.
Los reportes
del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que hasta 1996 La Paz era
el líder en el PIB nacional, con el 28% de participación, luego Santa Cruz, con
el 27%.
Fue en 1997
cuando cambió el liderazgo: mientras La Paz aportó el 27,8%, Santa Cruz lo hizo
con el 29,1%, y de ahí hasta la fecha no dejó ese primer lugar. Al inicio de la
gestión de Evo Morales, en 2006, la relación era Santa Cruz con 29,09% y La Paz con
24,06%; el año pasado, Santa Cruz alcanzó 28,1% y La Paz, 24,9%.
En términos absolutos, si el PIB nacional alcanzó la anterior gestión a $us
30.381 millones, el PIB departamental de Santa Cruz se ubicó en $us 8.535
millones y el de La Paz en $us 7.574 millones.
El secretario
de Hacienda de la Gobernación de Santa Cruz, José Luis Parada, confirma que los
tres sectores productivos básicos del departamento son el agropecuario, el
minero y el de los hidrocarburos. Es el segundo productor de petróleo y gas
después de Tarija, y su potencial minero está relacionado con las reservas de
hierro del Mutún. Pero son las actividades agrícola y pecuaria las que impulsan
a Santa Cruz, tanto en el cultivo agroindustrial como en el de los alimentos.
Según la Cámara
Agropecuaria del Oriente (CAO), el 70% de los alimentos que se consumen en
Bolivia son producidos en Santa Cruz: el 83% del arroz, el 72% del maíz, el 76%
del trigo, el 99% de oleaginosas, el 86% de caña de azúcar, el 30% de carne de
res, el 45% de carne de pollo y el 65% de huevo.
Éste es uno de
los mayores aportes cruceños a la economía nacional, destaca Parada, pues con
ello le da tranquilidad al país en la llamada “energía básica” de la actividad
productiva: los alimentos, garantizando de este modo la estabilidad económica.
“Por esto no tenemos que sacar divisas para estar importando alimentos; hay un
casi total autoabastecimiento y ésta es la principal fortaleza de Santa Cruz”.
Ante ese
panorama, el lunes, durante la sesión de honor por los 204 años de la gesta
libertaria de Santa Cruz —que se conmemora hoy—, el presidente en
ejercicio, Álvaro García, lanzó el reto a los empresarios de la agropecuaria
cruceña a incrementar su producción hasta alcanzar en 2025 los 6.000 millones
de dólares de exportaciones. En 2013, las ventas del departamento a otros
países sumaron 3.322 millones de dólares, 15% más que en 2012, de los cuales
1.400 millones corresponden a la agricultura y pecuaria. El desafío del
Gobierno es casi quintuplicar esa cifra.
Si se cumple
esa meta, García no dudó en asegurar que Santa Cruz se convertirá en el
principal centro alimentario del continente y principal productor de granos,
para lo cual comprometió el apoyo del Ejecutivo central. “Nos hemos propuesto
incrementar medio millón de hectáreas cada año. Mi sueño es un millón, de tal
manera que en 2020 pasaríamos de las 2,5 millones de hectáreas a 7,5 millones.
Así vamos a garantizar alimentos para la población, garantizaremos una economía
pujante y convertiríamos a Bolivia en uno de los centros alimenticios del
continente”. El desafío fue reiterado ayer durante la entrega de títulos de
propiedad de cerca de 300.000 hectáreas de tierras a empresarios del sector
agropecuario de Santa Cruz.
“Asumamos el
reto de producir en grande, producir harto, invertir harto, de generar harta
riqueza. Su Estado está para servirlos, no está para molestarlos, para
dificultarles su actividad, pero ustedes inviertan”, dijo en la oportunidad el
Mandatario.
La mirada que
tiene el Gobierno de la agricultura es la potencia regional agrícola, la
expansión de la frontera agrícola, la democratización de la tierra y la mejora
de las condiciones de producción.
El Instituto
Nacional de Reforma Agraria (INRA) tiene la misión de sanear 106 millones de
hectáreas de tierras, de las que 70 millones ya tienen el derecho propietario
consolidado, restan 36 millones. Del total, 17 millones están en manos de
campesinos e interculturales; 23 millones, en Tierras Comunitarias de Origen
(TCO) y 5,5 millones, en empresarios. García proyectó que serán consolidadas al
menos 17 millones de hectáreas para el empresariado.
Pero la
vocación económica cruceña tiene otras aristas, un reporte de la Cainco (Cámara
de Industria, Comercio, Servicios y Turismo) precisa que la “torta” se divide
en: 51% actividad productiva, 6% economía extractiva, 9% comercio y 34%
servicios. Un hecho llamativo, destaca el IBCE (Instituto Boliviano de Comercio
Exterior), es la base empresarial que tiene el departamento. Las cifras de
Fundempresa detallan que de 122.995 empresas registradas en el país en 2013,
35.734 (29%) radicaban en Santa Cruz, donde solo entre 2012 y 2013 hubo un
crecimiento del 82% en el número de firmas.
Sin embargo,
Santa Cruz tiene otros proyectos productivos, el Secretario de Hacienda de la
Gobernación destaca la construcción de la Central Hidroeléctrica Rositas, una
represa en el río Grande, cerca de su confluencia con el río Rositas en la
región del Abapó, provincia Cordillera.
Los principales
componentes de Rositas, según la Empresa Nacional de Electricidad (Ende), son
la provisión de 400 a 600 megavatios (MW) de energía eléctrica, agua para riego
de al menos 200.000 hectáreas, control de inundaciones y el establecimiento de
empresas agroindustriales en sus cercanías.
En septiembre
del año pasado, en los actos del aniversario cruceño, el presidente Evo Morales
adelantó que el Gobierno invertirá $us 1.488 millones para ese proyecto.
Parada también
destaca que pese a los problemas que hubo con la implementación del proyecto
siderúrgico del Mutún, éste es el segundo en prioridad. “Se trata de la
industrialización de hierro, fabricación de acero y materia prima directa”. En
cuanto a hidrocarburos, la autoridad departamental recuerda que Santa
Cruz es productor tradicional, por lo que reclama mayor inversión.
SANTA CRUZ SUBE SEIS VECES MÁS SUS EXPORTACIONES
En 2003 la
capacidad exportadora de Santa Cruz incluía 381 productos que se destinaban a
59 países, generando en ventas unos $us 590 millones. Once años después
la pizarra estadística indica que se venden 452 productos a 71 países por un
valor de $us 3.402 millones.
Este
crecimiento, casi seis veces más, de las ventas, de acuerdo con José Luis
Landívar, presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), es
una demostración de que el departamento es el bastión del comercio exterior
boliviano, especialmente en el campo de las exportaciones no tradicionales.
El dato fue
presentado por el IBCE en el libro Compendio estadístico del comercio exterior
de Santa Cruz 2003-2013.
Al respecto,
Gabriel Dabdoub, presidente de la Federación de Empresario Privados de Santa
Cruz (Fepsc), destacó el trabajo del IBCE y remarcó que las estadísticas sirven
para hacer proyecciones y así conocer el perfil económico del departamento.
Las ventas
Gary Rodríguez,
gerente del IBCE, indicó que en 2003 las exportaciones se apoyaban un 62% en
las no tradicionales y en 17% en los hidrocarburos. Mientras que en 2013 la
figura se modificó y los hidrocarburos pasaron a ocupar el 45% de las ventas,
mientras que las no tradicionales llegaron a sumar el 44%.
Este cambio, a
criterio de Rodríguez, demuestra cómo el empresariado cruceño fue evolucionando
y creciendo y que si hace 11 años las exportaciones erán netamente
agroindustriales, hoy la oferta es más diversificada, pues a lo agroindustrial
se suman los hidrocarburos.
Se debe hacer
notar que el volumen exportado significó la movilización de 56 millones de
toneladas de carga, con un aumento del 136% en dicho periodo.
La compras
En cuanto a las
importaciones realizadas por Santa Cruz, en 11 años crecieron un 473%, pues se
pasó de comprar 4.261 productos por un valor de $us 734 millones en 2003, a
adquirir 5.037 bienes en 2013 por un monto de $us 4.210 millones.
Respecto a lo
que se compra, el informe del IBCE subrayó que el crecimiento de las
importaciones se debe a la expansión agroindustrial y manufacturera, en
las que las compras de suministros industriales, bienes de capital y equipos de
transporte representaron el 75% de lo importado en 2013
EVO
MORALES ESCRIBIÓ PRÓLOGO DE BIOGRAFÍA DE MIGUEL ENRÍQUEZ
"Un
nombre en las estrellas" se publica a 40 años del asesinato del líder del
MIR. "Supo, desde el apoyo crítico al Gobierno de Allende, movilizar a los
pobres del campo y la ciudad", reflexionó el mandatario boliviano.
Radio
Cooperativa de Chile (www.cooperativa.cl)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, escribió
el prologo de "Un nombre en las estrellas", libro
biográfico sobre el fundador del
MIR, Miguel Enríquez, que verá la luz a 40 años de su asesinato, ocurrido el 5
de octubre de 1974 a manos de la DINA.
El libro, escrito por el periodista e historiador
español Mario Amorós, será lanzado el próximo jueves 2 de octubre en el Salón
de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile.
Según informa
La Tercera, participarán en el acto el rector Ennio Vivaldi, el diputado
Gabriel Boric y Marco Enríquez-Ominami, líder del Partido Progresista
e hijo biológico del fallecido dirigente.
En el
lanzamiento se leerá el prefacio escrito por Evo Morales, que lleva por
título "Adelante, con todas las fuerzas de la historia",
emblemática frase de Enríquez.
En el texto de
Morales, según La Tercera, se hace una síntesis de la biografía y
trayectoria de Enríquez.
"En
estos días de octubre de 2014, en Chile y en muchos lugares de América Latina y
el mundo, evocaremos a Miguel Enríquez. También en Bolivia. Pensaremos en el hijo
de don Edgardo y doña Raquel; en el hermano de Marco, Edgardo e Inés; en el
papá de Javiera, Marco y Miguel Angel; en el médico, en el joven revolucionario que participó en la
fundación del MIR, quien supo, desde el apoyo crítico al Gobierno del Presidente
Salvador Allende, movilizar a 'los pobres del campo y la ciudad'",
señala un fragmento del texto.
"Agradezco a mi amigo y compañero Marco
Enríquez-Ominami que me haya solicitado estas líneas para presentar el libro",
señala en otro punto.
De acuerdo al
matutino, la participación de Morales fue conversada hace más de un año,
durante una visita del ex diputado socialista a un foro en Bolivia, y se suma a
una serie de actividades que conmemorarán la muerte del fundador del MIR.
Se gestiona
la elaboración de un mural alusivo en el centro de Santiago, donde coordinan,
entre otras entidades, la Brigada Ramona Parra y la Fundación Miguel Enríquez.
Asimismo, se
exhibirá el ciclo itinerante de cine "Testimonio y lucha popular, a 40
años de su caída en combate", con filmes sobre el fundador del MIR. También se realizará el 5 de octubre un acto
cultural en la calle Santa Fe, en la comuna de San Miguel, lugar donde el
médico fue acribillado.
Ese mismo día
por la mañana, Enríquez-Ominami visitará el sepulcro de su padre en el
Cementerio General.
LITERATURA BOLIVIANA: UNA IRREVERENTE SOLEMNIDAD
Revista
Ñ de Argentina (www.revistaenie.clarin.com)
La literatura
boliviana contemporánea tiene como referentes fundamentales a Jaime Saenz y
Jesús Urzagasti. La obra de Saenz (1921-1986) no sólo es una de las más
inmensas de la poesía latinoamericana del siglo XX; su vida de “maldito” es un
inventario de gestos provocativos contra la clase media de la que provenía,
contra un tiempo que se le antojaba dominado por la razón. Nacido en La Paz,
Saenz fue un ser torturado desde muy temprano; comenzó a beber a los quince
años y a los veinte ya era alcohólico. Dos experiencias con el delirium tremens
a principios de la década del cincuenta lo llevaron al borde de la muerte y lo obligaron
a dejar el alcohol y dedicarse plenamente a la escritura. Para Saenz, el
alcohol era un camino de conocimiento que permitía acceder a un grado de
conciencia superior, a un estado de revelaciones y una visión más profunda de
la realidad. En La noche (1984), escribe: “La experiencia más dolorosa, la más
triste y aterradora/ que imaginarse pueda,/ es sin duda la experiencia del
alcohol./(…)/ Y tan atroz y temible se muestra, en un recorrido de/ espanto y
miseria, que uno quisiera quedarse muerto allá”.
Saenz anclaba
su obra en la exploración del mundo marginal, siguiendo la estela de Arturo
Borda (1883-1953), autor de la inclasificable El loco (1966); por esa senda
siguió Víctor Hugo Viscarra (1958-2006), el “Bukowski boliviano” que, en sus
memorias Borracho estaba pero me acuerdo (2002), lee la realidad nacional desde
los márgenes de los márgenes, aunque, a diferencia de Saenz, no hay en él una
búsqueda mística del individuo sino una clara conciencia lumpen.
Otro referente
esencial es Jesús Urzagasti (1941-2013), nacido en el Chaco boliviano. Narrador
y poeta, Urzagasti es dueño de una cosmovisión poética que explora las
continuidades entre la vida y la muerte y presenta un universo en el que
incluso las figuras malignas tienen un lugar respetable. Las reglas de juego
están en las primeras páginas de una de sus mejores novelas, De la ventana al
parque (1992): “Los muertos que no se conocieron en vida, traban amistad en el
más allá, pero sus aventuras nos están vedadas”; “los muertos… sólo cantan en las
noches de luna y en los días de ininterrumpidas lluvias con una voz que
conmueve incluso a los sordos y desorejados”.
De la ventana
al parque no como un inquietante cuento de fantasmas a la manera de Pedro
Páramo, sino como una visión celebratoria del más allá. Mejor: una celebración
de la vida, siempre y cuando uno sepa asumir su cercanía con la muerte. A
través del tiempo y del espacio son más los muertos que los vivos, y esos
muertos –chaqueños y andinos, argentinos y bolivianos– están contándose historias
y pueden no haberse cruzado sus caminos en vida, pero para eso ahora nos usan a
algunos de nosotros y al narrador: somos intermediarios, cajas de resonancia en
torno a la cual confluyen muchos de ellos.
Los críticos
consideran que la novela que da inicio al momento actual de la literatura
boliviana es Jonás y la ballena rosada (1987) de Wolfango Montes (1951), un
escritor de Santa Cruz afincado en el Brasil y miembro de una generación que
tiene entre sus nombres importantes a Adolfo Cárdenas (1950), Ramón Rocha
Monroy (1950), Homero Carvalho (1957) y Claudio Ferrufino (1960). La grave
solemnidad de la narrativa boliviana, que se resquebraja un poco en la década
del setenta, se hace trizas en Jonás y da paso a la irreverencia, al humor sin
tapujos; el pudor a la hora de representar la sexualidad es reemplazado por una
descarnada y liberadora franqueza. Ganadora del premio Casa de las Américas, la
novela tiene como escenario a Santa Cruz, polo dinámico del progreso en la
Bolivia contemporánea. Aparecen nuevos temas como la presencia del narcotráfico
en la sociedad boliviana y la representación de la problemática de la clase
media. Simbólicamente, la novela muestra un desplazamiento importante: ya no es
el mundo rural de occidente el que nos revela la esencia de la identidad
nacional, como ocurre en buena parte de la narrativa de la primera mitad del
siglo XX, sino el mundo urbano, la pujante burguesía del oriente.
Otra novela
clave es De cuando en cuando Saturnina (2004) de Alison Spedding (1962), una
escritora y antropóloga inglesa nacida en 1962 que, después de publicar novelas
en inglés en el género de la fantasía, se mudó a Bolivia en 1989 y comenzó a
escribir en español. Esta novela es una obra de ciencia ficción con perspectiva
feminista e indigenista, escrita con mucho humor y una notable capacidad de
exploración lingüística (la autora mezcla libremente el español con el inglés,
el aymara, etc.), es considerada por algunos críticos la mejor novela boliviana
contemporánea.
La nueva
generación –escritores nacidos en las décadas del setenta y el ochenta– ha
iniciado su andadura con obras ambiciosas y prometedoras, y está colocando a
Bolivia en un lugar relevante en el panorama de la literatura latinoamericana.
Se debe señalar, entre otros, a Giovanna Rivero (1972), Wilmer Urrelo (1975),
Christian Vera (1977), Fabiola Morales (1978), Maximiliano Barrientos (1979),
Juan Pablo Piñeiro (1979) Rodrigo Hasbún (1981), Liliana Colanzi (1981) y
Sebastián Antezana (1982). Casi todos ellos publican en editoriales de prestigio
en América Latina y España y han recibido distinciones importantes en su
carrera, además de ser traducidos.
Si hubo un
momento en que la literatura boliviana se enfocó en el indígena y otro en el
que se olvidó de él, los narradores de las nuevas generaciones han optado por
insistir en otro camino: representar una Bolivia en la que distintas
tradiciones culturales conviven e impregnan la mirada tanto urbana como la
rural. Esa mezcla está presente en la compleja Cuando Sara Chura despierte
(2003) de Juan Pablo Piñeiro, que nos presenta a una La Paz chola y ha
asimilado como pocos la influencia de Saenz y Urzagasti, y en los cuentos
inquietantes de Rivero (Tukzon, 2008) y Colanzi (La ola, 2014). A esa mezcla la
acompaña la indagación en las raíces históricas del presente que llevan a cabo
Rivero en 98 segundos sin sombra (2014) —una novela chispeante sobre el peso de
la cultura del narcotráfico en una ciudad de Santa Cruz en los años 80— y el
vargasllosiano Urrelo de Fantasmas asesinos (2006) y Hablar con los perros
(2011). Otra forma de narrar el presente se encuentra en la potente El profesor
de literatura (2014) de Christian Vera, que dinamita las bases de un sistema
educativo alienante a través de un narrador neurótico rebelde a ese sistema a
pesar de su aparente pasividad (o quizás por ello mismo).
La literatura,
por supuesto, no tiene la obligación de atender al presente. Su desfase con ese
presente puede ser una de sus características más reconocibles: a veces llega
tarde y en otros momentos se adelanta y es visionaria. También suele ser
oblicua: ¿para qué narrar lo que ocurre ante nuestros ojos cuando podríamos
ocuparnos de las ríos subterráneos, los temblores apenas perceptibles en la
superficie? Así, los cuentos tan rigurosos como sutiles de Maximiliano
Barrientos (Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer, 2011) y Rodrigo Hasbún
(Los días más felices, 2011) insisten en la dislocación, la sensación de
incertidumbre, la confusión de la clase media boliviana ante un panorama
cambiante. De manera indirecta, al bucear en el aprendizaje hacia nuevas
sensibilidades, estos escritores están narrando el cambio social y político. Su
obra es la intimidad de una crisis que aparece cotidianamente en los
periódicos.
Edmundo Paz
Soldán (Bolivia, 1967) Su última novela es Irse (2014). Se presentará el
viernes 26, a las 18hs, en la Alianza Francesa de Buenos Aires.
INDÍGENAS EN BOLIVIA PIDEN ELEGIR AUTORIDADES SEGÚN SUS
TRADICIONES
Panam post (www.es.panampost.com/belen-marty)
A solo 18 días
de las elecciones presidenciales en Bolivia, comunidades indígenas se
manifestaron ayer frente al Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el objeto de
que al menos 11 municipalidades de este país participen de los comicios pero en
base a sus usos y costumbres, sin la intervención de los partidos políticos
tradicionales.
La Coordinadora
Nacional de Autonomías Indígena Originario Campesinas (Conoaioc), asociación
que aglutina a todas las autonomías indígenas en Bolivia, aseguró que esta
petición es parte de la transición al sistema indígena-originario de la “democracia comunitaria“, una de las tres formas de democracia
reconocida por la Constitución boliviana.
La presidenta
del Conoaioc, Florentina Medina Calisaya, pide al TSE que se les conceda
autonomía real en los 11 municipios para las próximas elecciones. “Tiene que
cumplirse como dice la Ley de Régimen Electoral”, expresó la líder indígena.
Los grupos
indígenas desean determinar sus autoridades con sus propios procedimientos de
elección, que son más espontáneos y no requieren de normas escritas. Las
comunidades de estos municipios habían ya expresado en 2009 su deseo de ser
autonomías indígenas tal como lo expresa el artículo 2 de la Constitución
Política del Estado (CPE) de Bolivia.
“Dada la
existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos, y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre
determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a
la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus
instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a
esta Constitución y la ley”, cita el artículo.
La activista
por los derechos de los pueblos originarios manifestó que buscan que el TSE de
Bolivia reconozca otras formas de participación política que no incluyan
partidos políticos, como la elección a través de la aclamación.
“Antes sabíamos
elegir y ejercíamos esa democracia comunitaria y así queremos elegir como somos
AIOC. El 2009 dejamos de ser municipios en esos 11 municipios y ahora queremos
elegir nuestros gobiernos autónomos indígenas originarios sin la participación
de partidos políticos”, indicó.
Los 11
municipios que eligieron ser autónomos en 2009 y que ayer peticionaron frente
al TSE son: Tarabuco, Huacaya, Mojocoya, Charazani, Jesús de Machaca, Pampa
Aullagas, San Pedro de Totora, Chipaya y Salinas de Garci Mendoza, Chayanta de
Potosí y Charagua de Santa Cruz.
El 18 de
septiembre, Medina entregó a Claudia Peña, ministra de Autonomías, un documento
firmado y sellado por los habitantes de los municipios para avalar su pedido de
autonomía.
“Queremos hacer
conocer a nuestra ministra para que haga el seguimiento y que haga cumplir la
Constitución Política del Estado. Los 11 municipios en proceso de conversión
apoyamos al proceso (de conversión) y exigimos la consolidación plena de
nuestra autonomía”, destacó Medina.
La ministra,
por su parte, avaló la propuesta como parte del apoyo del Gobierno boliviano a
las comunidades originarias.
“Comprometer al
Gobierno Nacional todo el apoyo como siempre lo hemos hecho a estos procesos
democráticos de las autonomías indígena originario campesina en nuestro país”,
manifestó la funcionaria.
Azotes, el
castigo por no votar a Evo Morales
Luis Gallego,
diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS, el partido del actual
presidente) habría amenazado que chicotearía (azotaría con un látigo) al
miembro de la comunidad en Potosí que no votara a Evo Morales el próximo 12 de
octubre.
Además habría
dicho que castigaría a aquellos que votaran cruzado, es decir, elijan a Evo
Morales como presidente y a un candidato de otra fuerza política para el
Parlamento.
Según EFE, al consultarlo sobre sus declaraciones, el funcionario
aseguró que no es una decisión personal sino algo que resuelve su comunidad y
que se relaciona con “los usos y costumbres”.
“No lo puedo
negar; alguna vez he chicoteado, pero siempre fue así en las comunidades, era
como un castigo que se da a quienes cometen una falta o errores, es como una
sanción para los comunarios”, se excuso el legislador.
La
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos en Bolivia (CSUTCB) ya
había prohibido
el voto cruzado el pasado 26 de agosto.
“Es una
determinación de la democracia comunitaria. Las decisiones se toman de manera
orgánica. En las comunidades hay eso: decisiones colectivas, comunales. Los
dirigentes sólo hacemos cumplir”, había justificado uno de sus miembros, Damián
Condori.
Las elecciones
y los pueblos indígenas
El 12 de
octubre, el actual presidente Evo morales buscará su tercer mandato
presidencial consecutivo hasta 2020 y competirá contra el expresidente Jorge
Quiroga (2001-2002), contra el empresario Samuel Doria Medina, contra el
exintendente de La Paz Juan del Granado y también contra el indigenista
Fernando Vargas.
“Evo Morales ha
sido muy hábil para posicionarse internacionalmente como un defensor de los
pueblos indígenas. En la realidad ha empoderado a ciertos grupos corporativos
afines a su partido político pero a los grupos indígenas que han
discrepado con Evo, les ha quitado recursos y autonomía, les ha perseguido e
incluso han sido hostigados y apaleados por fuerzas policiales”, manifestó el
economista de Bolivia Javier Paz al PanAm Post.
LA VOZ INSPIRADORA DE EVO Y RIGOBERTA
El País de España (www.elpais.com/elpais)
En este inmenso panel global de conferencias y reuniones que se
celebran estos días en Nueva York en la sede de Naciones Unidas,
América Latina juega un destacado papel, pues cerca de 522 diferentes pueblos
indígenas habitan allí. Evo Morales, presidente de Bolivia, fue uno de los primeros
oradores en la apertura de la Conferencia Mundial Sobre los Pueblos Indígenas.
No podía ser de otro modo: el presidente presume de haber reducido la tasa de
pobreza del 38% al 18%, en el país con mayor población indígena de América
Latina: un 62%. Bolivia representa el país con mejor desarrollo humano, según el último informe, realizado en el 2013, por el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El presidente
boliviano destacó el papel protagonista e inspirador que debieran tener los
gobiernos del mundo. “Mientras sigamos regidos por banqueros o empresarios,
nada va a cambiar”, afirmó en su discurso de apertura. “Tenemos que dirigir las
vidas de nuestros ciudadanos ayudándoles, no abusando”. Un poder que denunció,
tiene nombres propios, como son las multinacionales en la explotación de las
tierras indígenas. Entre el público asistente, unos activistas guatemaltecos
observaban desde las gradas de la sala principal. Al enterarse de que hablaban
para un periódico español, querían recordar cómo empresas españolas no son
ajenas y han arrebatado en diferentes expropiaciones las tierras de los
indígenas, sin previo aviso.
La gran
sorpresa de la jornada fue la presencia de la Premio Nobel Rigoberta Menchú, quién habló precisamente de
ello: de los peligros de esta perdida de la tierra y con ella, de la identidad
indígena. “Nuestra población maya tiene una identidad propia y una manera de
hacer las cosas. Hay un sistema de enfoque muy diferente entre el sistema de
vida ancestral con el actual. Cuando los contratos de entidades privadas se
juntan con el Estado tenemos problemas”, dijo refiriéndose a la reciente muerte
de ocho indígenas en la construcción de una cementera guatemalteca. “Los
problemas existen y es importante que haya una norma para regularlos”,
concluyó. Ella recuerda con cariño la primera vez que vino a la ONU con 23
años. Hoy asiste emocionada a esta primera Cumbre e insiste en lanzar un
mensaje a los más jóvenes. “Son ellos, nuestras nuevas generaciones quienes
tienen que apropiarse de los instrumentos internacionales y utilizarlos a nivel
nacional”.
Guatemala es
otro de los países latinoamericanos con mayoritaria población indígena. “La
cifra oficial dice que somos el 50%, aunque la otra, que es la real, es del
70%”. Quién habla es Luigi Ixcot, guatemalteco y perteneciente a la
organización indígena Naleb, para la planificación al desarrollo. Ha
desembolsado de su propio bolsillo cerca de 1.500 euros para venir a Nueva York
cuatro días y comprobar en persona cuales serán los compromisos de los
gobiernos.
Para Rigoberta
Menchú la solución pasa porque haya una mayor participación del ciudadano
indígena: “Queremos ver una política pública inclusiva. Hay hoy condiciones
para eso. El sistema de Naciones Unidas nos está dando herramientas”. Construir
una nueva relación entre los Estados y los Pueblos Indígenas, un nuevo diálogo.
“Yo soy una guía espiritual y veo la situación en varias dimensiones” concluyó
Menchú. “Hemos perdido salud espiritual, material y social. En nuestras manos
está recuperarla. Nosotros podemos aportar mucho en esta materia”.
AMÉRICA LATINA: ÉXITOS EN LA LUCHA CONTRA LA POBREZA
Los éxitos de América Latina en la lucha contra la
pobreza son alabados en todo el mundo. La región lleva a cabo exitosas
políticas sociales. Ahora presenta sus programas ante la Asamblea General de la
ONU.
DW de Alemania (www.dw.de/am)
“Ni los mayores
optimistas contaron con que América Latina iba a ser una de las regiones con
los mejores resultados”, se lee en un informe del Banco Mundial. Según este, la
pobreza extrema se ha reducido un 50 por ciento en la región entre 1990 y 2010.
Más de 70
millones de personas en América Latina han superado la pobreza entre 2003 y
2011. Y unos 50 millones pasaron a integrar la capa media. Por primera vez, la
capa media es en la región mayor que el estrato de pobres, dice el Banco Mundial.
Reducir la
pobreza es uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que acordó
la comunidad internacional en el año 2000 y que deberán ser alcanzados hasta
2015. Ya ahora se negocia sobre nuevos objetivos, los “post ODM”.
Los pioneros:
Bolivia, Brasil y Perú
En la reducción
de la pobreza se destacan sobre todo Brasil, Bolivia y Perú. Según la Comisión
Económica para América Latina (CEPAL),
la pobreza en Brasil se redujo entre 1990 y 2012 en un 47,5 por ciento, a 18,8
por ciento. En Bolivia disminuyó entre el 2000 y el 2011 de 63,7 a 36,3 por
ciento. La pobreza extrema cayó en el mismo periodo incluso un 38,8 por ciento
a 18,7 por ciento.
El Banco
Mundial destaca en el caso del Perú un crecimiento sostenido, crecientes
expectativas de vida y una duplicación del ingreso per cápita de 5.500 a 10.000
dólares entre 2003 y 2012. La pobreza disminuyó en el país de un 54,7 por
ciento en el 2001 al 23,7 por ciento en 2012.
De América
Latina a Laos
Según los
expertos, el éxito está basado en tres factores: crecimiento sostenido,
redistribución social y una sólida política económica. Muy importantes son los
programas sociales atados a determinadas condiciones. Muchos otros países se
han inspirado en esos programas de transferencias para desarrollar los propios,
por ejemplo Camboya, Laos, Ruanda, Indonesia, Kenia y Sudáfrica.
Decisivo es
también el crecimiento económico. En el modelo latinoamericano afloran, sin
embargo, algunos puntos débiles. ¿Podrán mantenerse los programas sociales en
caso de una reducción del crecimiento en la región? ¿Y qué sucederá si en los
mercados internacionales bajan los precios del hierro, el cobre, la soja y los
granos?
Las materias
brutas como factor de riesgo
El Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
advierte en su reciente Informe sobre el Desarrollo Humano 2014: “Hay indicios
de que los progresos se ralentizan. Cabe la pregunta de si las mejoras son
seguras o pueden peligrar debido a una explosión de los precios de los
alimentos, catástrofes naturales, guerras y crisis financieras”.
También el
Banco Mundial alienta a la región a no cejar en sus esfuerzos. A pesar de los
progresos, en América Latina viven aún 82 millones de seres humanos en la
pobreza. Y aconseja fortalecer no solo los sistemas educativos y de salud, sino
también la infraestructura: “Es diez veces más caro transportar tomates de
Costa Rica a Nicaragua que a California”.
Jann Lay,
experto del German Institute of Global and Area Studies (GIGA), con sede en
Hamburgo, advierte además que en Venezuela y Argentina, los programas de
redistribución son precarios: “No creo que Argentina y Venezuela sean países
con un interés prioritario en la redistribución, sino que se trata de
mecanismos sobre todo para conservar el poder”.
LOS INDÍGENAS AÚN SON LOS MÁS POBRES DE AMÉRICA LATINA
Según un estudio del Banco Mundial, un niño nacido en un
hogar indígena en la región tiene más probabilidades de vivir en la pobreza
El
País de España (www.internacional.elpais.com)
Ser indígena en
Latinoamérica
no es fácil. Se calcula que si un niño nace en un hogar indígena, por ejemplo,
tiene dos veces más probabilidades de vivir en la pobreza y tres veces más de probabilidades
de vivir en la indigencia.
Aunque el
número de indígenas que hoy en día vive en la pobreza ha disminuido, la brecha
que existe entre ellos y el resto de los latinoamericanos ha aumentado, en un
claro ejemplo de que los avances sociales y económicos de la última década no
alcanzaron a todos los grupos sociales.
Este es un
serio problema para la región, ya que ellos representan el 7% de la población
latinoamericana (37 millones de personas) y están presentes en todos los
países, especialmente en Bolivia (41% de la población), Guatemala (41%), Perú
(15,7%), México (15%) o Panamá (12,2%).
De todas
formas, en los últimos años se han registrado avances para incluirles en la
sociedad (como la firma de tratados internacionales o un acercamiento más proactivo),
y hoy en día ocupan cargos políticos importantes, incluida la presidencia de
Bolivia.
En este vídeo,
Germán Freire, especialista en desarrollo social del Banco Mundial y autor de
un informe que se presentará esta semana en la Conferencia
Mundial sobre Pueblos indígenas, de la ONU, nos explica por qué las
poblaciones indígenas latinoamericanas siguen rezagadas en temas clave como la
salud, la educación o el acceso a los mercados.
IDENTIDADES
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
La sociedad
regional en las últimas semanas se vio atiborrado de pintas, volantes,
almanaques, regalos y sobre todo de verborrea, de todos los candidatos la
palabra identidad andina es la que más se utilizó, ya sea para hacer una guerra
sucia con términos despectivos o inclusive raciales, hecho que ninguna
autoridad electoral ha puesto en hincapié para sancionar al infractor, por lo
que actúan de manera libre, más aún cuando hablan de culturas originarias y sus
discursos electoreros en las lenguas nativas (aymara o quechua), los candidatos
alegan a la “explotación de los blancos, mentirosos y delincuentes” semejando a
una campaña netamente boliviana, donde los discursos de éste orden son casi
naturales.
Pero la sola
segmentación de tipo discriminador es un atentado a los derechos humanos, esos
derecho consagrados en la igualdad de oportunidades y que ni la raza, el sexo y
el color de la piel debería ser objeto de campaña. Pero lamentablemente las
autoridades especializadas en temas electorales o el propio Ministerio Público
entronizado en el señor Fiscal no intervienen para frenar esta ola de diatribas
que esta haciendo de la política una forma de trato hitleriano en un mundo
sumergido en una mezcla de colores de piel y con lenguas maternas específicas.
Al respecto, la
Carta Magna, reconoce las diferentes identidades raciales e inclusive las
nacionalidades originarias como tal, pero tiene un peso sancionador la
invocación a discursos separatistas o de índole racial, como los emitidos por
un candidato despistado, la ley electoral es clara, que todos los ciudadanos en
libre ejercicio pueden aspirar a un cargo público por elección popular,
teniendo objeciones solamente por disposición judicial en última instancia, por
lo que esperamos que los actores políticos bajen la tonalidad en sus discursos
raciales o étnicos y se pongan a discernir entre sus propuestas de trabajo
planteados en su plan de trabajo, siendo lo contrario una forma de discriminación
que no puede ni debería ser aceptado por los comunes mortales del ámbito
jurisdiccional nacional y los aludidos con los términos discriminatorios deben
ser denunciados ante las autoridades pertinente y que reciban sanciones
ejemplarizadoras, como lo que actualmente ocurre en los estadios de fútbol.
EL QUECHUA, NUEVA LENGUA EN LA QUE LEER 'PLATERO Y YO'
La obra literaria más traducida después de 'El Quijote'
se podrá leer en esta lengua precolombina hablada en la actualidad por diez
millones de personas
La Vanguardia de España (www.lavanguardia.com)
Leer 'Platero y yo' es posible en muchos
idiomas, no en vano es la obra literaria más traducida después de 'El Quijote',
y a partir de ahora también se podrá hacer en 'quechua' a una lengua precolombina hablada en la actualidad por
diez millones de personas, en Perú, Ecuador y Bolivia.
Se trata de
"un hito histórico", explica a Efe, Alfonso Bilbao, el impulsor de la
iniciativa que ve la luz gracias al apoyo de la Fundación Caja Rural del Sur
(Embajadora del Año Platero) y la Fundación Morera Vallejo, la Fundación
Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Diputación de Huelva y Universidad Internacional de
Andalucía.
Todo comenzó
hace cuatro años a raíz de "una ideas locas que se le ocurren a uno",
recuerda Bilbao quien quería hacer algo relacionado con el mundo de la cultura
y, entendía, que la literatura tiene "una deuda histórica con los idiomas
originarios de América".
Fue entonces
cuando le propuso a su amigo, el director de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Antonio Ramírez
Almansa, la posibilidad de traducir esta obra a uno de los idiomas precolombinos más extendidos, el
quechua, al que hasta el momento sólo se han sido traducidos la primera parte
de 'El Quijote' de Miguel de Cervantes, y 'El Principito', de Saint Exupery.
Rápidamente le
cogió la idea y se pusieron a trabajar, sin embargo, señala, entonces
"fracasó por determinadas circunstancias y lo dejamos congelados hasta
este año que, con motivo del centenario de la primera edición de 'Platero y
yo', vimos una ocasión inmejorable".
Para la
traducción esta lengua, procedente del antiguo imperio inca, Bilbao ha contado
con la ayuda del profesor de quechua Tito Torres Fernández, una persona
"muy competente" con la que lleva trabajando desde marzo
"intensamente" para que la edición pueda ver la luz.
El resultado
es, la primera edición de la elegía andaluza de Juan Ramón Jiménez no sólo al
quechua, sino bilingüe, que se hace "en el mundo", un libro de unas
320 páginas basado en la edición centenario editada por la Fundación
Zenobia-Juan Ramón este año.
Como no está
dirigido necesariamente a quechuahablantes la edición viene acompañada de un Cd
que "permite escuchar la fonética de la lengua y seguirla con el
texto" lo que brinda la posibilidad de "disfrutar de esta lengua,
conocerla y aprenderla"; además nace con un marcado carácter pedagógico y
educativo, ya que se pretende que sea "un libro vehicular" para que
los niños bolivianos aprendan ese idioma.
De la obra, que
será presentada el próximo octubre en el marco del Otoño Cultural
Iberoamericano OCIb 2014, se van a editar inicialmente 3.000 ejemplares, de los
que más de la mitad se destinarán a escuelas bilingües de Bolivia.
"Atractivo
y bonito", así define Bilbao el resultado de lo que hace cuatro años era
una "idea loca" y que se ha convertido en "todo un hito",
en una edición "histórica" que sigue contribuyendo a que esa obra de
Juan Ramón Jiménez, que fue clave para la concesión del Nobel de Literatura,
sea conocida por todos los rincones del planeta deleitando a pequeños y
mayores.
El Ciudadano de Chile (www.elciudadano.cl)
El viernes
pasado se ha abierto la última fase rumbo a las elecciones nacionales del 12 de
octubre con dos claros y contradictorios desafíos para la oposición: evitar que
el binomio Evo Morales-Álvaro García Linera siga subiendo en la intención de
voto –a estas alturas alrededor del 60%- y disputarse quién estará a la cabeza
del proyecto opositor.
Y esta
tendencia, mucho más marcada que en las elecciones de diciembre de 2005 y 2009,
están empujando a la oposición al uso de armas que no necesariamente por mucho
que suenen hacen impacto o logran afectar en algo a los candidatos principales
del proceso de cambio. De todos los hechos que los opositores han producido con
ribetes de escándalo mediático, ninguno se ha logrado convertir en el
acontecimiento que cambie el rumbo de las elecciones del 12 de octubre.
Es más, lo que
ha logrado la oposición es consolidar una imagen bastante reactiva y negativa
ante la población. La fórmula 50/50 y la entrega de Libretas de propiedad
accionaria de las empresas estatales lo que han hecho es chocar contra una
manera distinta de concebir el desarrollo del país. La gente apuesta por un
Estado fuerte que genera excedentes y los redistribuye de distintas maneras.
Lo que pasa es
que el arsenal de la oposición no muestra, en términos generales, más variedad
de lo que ha empleado en los últimos cinco años: la construcción de matrices de
opinión que cada día son más inefectivas tales como los temas de narcotráfico,
democracia, derechos humanos y corrupción. Quizá, precisamente, su escaso
daño al oficialismo esté en el uso indiscriminado que se hizo de esas armas y
en las condiciones objetivas en las que se desarrollan cada uno de esos
factores.
Una lectura de
las diversas encuestas de opinión que se han ido conociendo desde enero de este
año muestra, casi invariablemente, que la mayor parte de la población siente
que hay mayor participación e inclusión democrática, que no se está peor que
antes en la lucha contra el narcotráfico y lo mismo en el tema de la
corrupción. Esto no implica, empero, que el oficialismo, no tenga
desafíos por delante en materia de lucha contra el narcotráfico –donde hay un
buen punto de partida con un modelo propio después de la expulsión de la DEA- y
en el combate contra la corrupción, donde además de represión quizá la
inculcación de valores necesita ser más agresiva.
Tres parecer
ser los muros que la oposición no puede penetrar para cambiar la opinión de la
población, incluso de sectores que hace unos años se mostraban críticos o
reacios al proyecto gubernamental: el rumbo del país, el nivel de participación
y el prestigio internacional.
En el rumbo del
país hay una relación estrecha entre la aprobación de la gestión y la intención
de voto, y entre éstas con la percepción de cómo marcha la economía nacional y
la política de redistribución de la riqueza social. Por ejemplo, cerca de un
55% promedio considera que el país va por buen rumbo frente un 15% que lo ve
entre malo o igual, pero al mismo tiempo un 70% considera que la economía
familiar está muy buena y buena, frente a un 26% que opina que está muy mala o
empeorando.
De hecho, en el
plano de la economía hay dos aspectos irrebatibles: hay una combinación exitosa
entre estabilidad económica y crecimiento. Bolivia se ubicó en 2013 en el
segundo lugar de las economías de la región que más crecieron y todo indica que
este año volverá a confirmar ese lugar. Eso significa que el uso
discursivo bastante recurrente de la oposición en atribuir el crecimiento de la
economía al solo buen comportamiento de los precios de las materias primas en
el mercado internacional le ha provocado más perdidas que ganancias. La
gente siente que el modelo económico es exitoso.
A todo eso hay
que sumar las obras que el gobierno ha encarado en todo el período 2010-2014.
Sobre la base de que mas de dos tercios de la población está de acuerdo con la
política de nacionalización desarrollada desde el 1 de mayo de 2006, cuando se
recuperó el control sobre los hidrocarburos, a la oposición le resulta muy
difícil, casi imposible en realidad, lograr que la gente no vea positivo el
salto a la industrialización del gas (desde la separación de líquidos a la
petroquímica); la inversión pocas veces vista en la apertura, mejoramiento o
ampliación de carreteras; la puesta en marcha de un moderno sistema de transporte
como el teleférico; el lanzamiento del Satélite Túpac Katari que está
posibilitando un nivel de ampliación en el uso del internet y el crecimiento en
el acceso a servicios básicos como el agua y la energía eléctrica, por citar
solo algunos aspectos.
En cuanto a
nivel de participación. Si bien el déficit todavía es cómo se logra una
participación más efectiva de sectores donde priman lógicas individuadas, la
tradición en el país de organizarse para todo y por todo hace que la mayor
parte de la población sienta su inclusión en todos los ámbitos de la realidad
social: desde el político hasta el económico, pasando por el social.
Entonces, es evidente que acusar al gobierno de prácticas no democráticas tiene
limitado efecto político-electoral en la medida que la gente percibe un nivel
de transformación y ampliación de la democracia donde no solo se vota y elije,
sino además se participa y decide.
Está claro que
esa relación de fuerzas sociales favorables al proceso de cambio no se habría
alcanzado sin la cohesión de las organizaciones y movimientos sociales, pero
también sin la incorporación de la COB en los últimos meses. Hechos como el I
Encuentro Plurinacional y la Agenda Patriótica 2025 se presentan como hitos de
la participación, pues en ellos se involucraron actores como los empresarios,
las universidades y otros.
La mayor
participación de la gente en la definición de la administración de los bienes
comunes, si bien a veces produce excesos rechazados por la población como es el
caso de la demanda de legalizar autos “chutos”, es visto como un factor de
estabilidad social que le da un complemento a la estabilidad política y
económica que se quiere.
Respecto de la
imagen internacional, la oposición no ha logrado revertir la percepción
ciudadana de que Bolivia no solo que está cada día más inserta en el mundo sino
que además ha alcanzado un nivel de incidencia en los problemas globales y, por
si fuera poco, ha logrado posicionar temas propios como el Vivir Bien.
Bolivia ya no es un florero en las cumbres y reuniones internacionales, y eso
juega mucho a favor en la auto estima de los bolivianos y las bolivianas.
Y entonces,
como se ha señalado líneas arriba, no es casual la estrecha relación entre la
intención de voto y la aprobación de la gestión de Evo Morales y el gobierno.
Las encuestas de opinión entre junio y agosto presentan un nivel de respaldo a
lo que hace el presidente en un promedio cercano al 72%, mientras, en ese mismo
universo de consulta, hay un promedio de intención de voto del 60%, lo cual implica
que con un mayor ajuste en la campaña electoral Evo Morales tiene
potencialmente por crecer cerca de un 12% adicional a su actual intención de
voto.
Salvo que
ocurra un acontecimiento que cambie el rumbo de la tendencia electoral, que los
hechos implicaría un giro radical en la marcha del país –lo cual es bastante
improbable por las relaciones de fuerza predominantes y la vigencia de un nuevo
sistema de creencias-, el principal desafío para los candidatos Evo
Morales-Álvaro García Linera no es tanto no cometer un error importante que les
baje en algo su actual intención de voto, sino fundamentalmente incorporar
algunos reajustes en la estrategia política-electoral para ganar otro caudal de
votos que por ahí se presentan favorables. La meta de conquistar más de dos
tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional no es una ficción.
Los desafíos
son mayores para la oposición. Los principales candidatos: Samuel Doria Medina
y Jorge Tuto Quiroga no dan pie con bola. El empresario-político no ha logrado
cambiar la tendencia que lo acompaña desde que se presenta como candidato
presidencial: empezar con cerca de un 22% y luego bajar cuanto más se aproxima
el día del sufragio. En el caso de Tuto Quiroga se ve un alza en su intención
de voto, pero no en una magnitud que ponga en peligro la suerte del binomio del
proceso de cambio.
En realidad, lo
que se aprecia es que el porcentaje total de los que expresan su respaldo a los
candidatos opositores se mueve entre un 25 al 28%, que es inferior a lo que se
registró en las elecciones de 2005 y 2009. Con un dato adicional, la mayor
parte de los que declaran su intención de voto por Doria Medina podrían cambiar
su decisión en dos direcciones: una, hacia Tuto Quiroga y otros hacia Evo
Morales.
En el caso de
Tuto Quiroga, el tiempo juega en su contra para colocarse como cabeza de
oposición. El hecho de que figuras como Ernesto Suárez Sartori y Rubén Costas
estén con Doria Medina influye negativamente para que gente que no votaría por
Evo por ninguna razón pase a lado del heredero del dictador Hugo Banzer. Pero
en un mes, todo puede pasar en la preferencia del voto opositor.
Por lo demás,
es casi previsible que los dos candidatos más importantes de la oposición
dirijan sus esfuerzos para la acumulación electoral en dos direcciones:
primero, en cuestionar al Tribunal Supremo Electoral y, segundo, en explotar el
caso terrorismo. Es decir, nada nuevo de lo que se ha escuchado en los últimos
meses.
En síntesis,
viejas recetas discursivas que la oposición no parece desechar se presentan
como el obstáculo más importante, teórico y práctico, para quitarle velocidad y
consistencia al momento de expansión hegemónica del proceso de cambio en
Bolivia.
WASHINGTON ASESORA CAMPAÑA OPOSITORA EN BOLIVIA
Candidato opositor boliviano contrata a especialistas
estadounidenses vinculados con el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada para
asesorar su campaña electoral
Granma
de Cuba (www.granma.cu)
Los estrategas
estadounidenses que asesoraron al expresidente boliviano Gonzalo Sánchez de
Lozada trabajan en la actual campaña del candidato opositor Samuel Doria
Medina, denunció el martes la prensa local.
El semanario La
Época ofreció detalles en un extenso artículo sobre la presencia del asesor
en la actual campaña de Doria Medina, candidato a la presidencia por Unidad
Demócrata (UD).
El articulista
y director de la publicación, Hugo Moldiz Mercado, enfatizó en la obsesión de
Medina, empresario cementero, por llegar al poder, al extremo de contratar a
especialistas estadounidenses vinculados con Sánchez de Lozada, acusado de la
muerte de 67 personas en el llamado Octubre Negro, reporta PL.
Según la
publicación, Stan Greenberg, uno de los hombres que asesoró a Sánchez de
Lozada, ahora exilado en Estados Unidos, orienta la campaña de Doria Medina,
quien por cuarta vez busca llegar al Palacio Quemado, en las elecciones del
próximo 12 de octubre.
Greenberg llegó
a Bolivia a finales del siglo pasado como integrante de la empresa
estadounidense Sawyer Miller, para orientar a Sánchez de Lozada, quien logró su
primera victoria en las urnas, con apenas un 33.8 % de los votos, un triunfo
que reeditó en el 2002.
El especialista
estadounidense, considerado un experto en encuestas y campañas electorales,
cuenta con el aval de haber trabajado antes con el ex mandatario estadounidense
Bill Clinton y con el ex primer ministro británico Tony Blair, entre otros.
Para muchos,
Greenberg es una especie de gurú de la consultoría política en su país y
especialista en las modernas técnicas electorales, pese a lo cual, en vez de
aumentar en las preferencias, Medina pierde espacios.
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