'Es falso que médicos cubanos me hayan devuelto la vista. Nunca he estado
ciego'. 'Nunca me perjudicó la muerte del Che'. Reproducimos la confesión que
hizo por escrito para sus superiores dos años después
El Che, al verlo entrar apurado en la habitación: 'Póngase sereno, va a
matar a un hombre'
Estaba en la sombra. La sombra del interior de su domicilio de Santa Cruz de la Sierra, la laberíntica ciudad de los siete anillos, lo
protegía del sol de noviembre que aquel viernes había dado una tregua en la
capital más grande del oriente boliviano.
Lo vimos desde el otro lado de la reja color verde claro que protege el
jardincillo de la vivienda. No había timbre ni llamador alguno, así que fue
necesario golpear con el candado para advertir de nuestra presencia. Él se dio
la vuelta para mirar quién tocaba, pero la que salió fue una mujer de edad
indefinida con una pañoleta que le sujetaba el cabello.
-Buenas tardes...
-Buenas tardes.
-¿Sí?
-Estamos buscando a don Mario.
-¿De parte de quién?
-El señor que me acompaña está trabajando en un informe sobre la
Operación Milagro y queremos hablar con él.
-Ya. Ahoringa... un ratito, ¿ya?
Y mientras esperamos, hablamos del caos urbano de aquella ciudad en la
que muchas casas, como aquella, tenían dos direcciones en su puerta. Esa casa,
además, tenía dos perros, un mestizo de razas imposibles de definir y un
rottweiler que se limitaban a retozar mientras aguardábamos.
Estaba en la sombra y desnudo de la cintura para arriba. Por lo que
alcanzábamos a divisar desde el otro lado de la reja, era un hombre que aparentaba su
edad, 72 años, con escaso cabello blanco y una
notoria barriga.
A través de la ventana abierta por la que lo veíamos, él también pudo
vernos, y ahí mismo, en la salita de su casa desde donde podíamos verlo, se
puso una polera sin mangas color mostaza y caminó hacia la puerta.
Cruzó el pequeño jardín en el que todas las plantas estaban en macetas
sostenidas por floreros de hierro soldado y llegó hasta la reja. Por fin, después de 47 años había
salido de las sombras y estaba frente a nosotros.
-Hola...
-Buenas tardes.
-Buenas tardes, señores...
Abrió la reja, que chirrió como saludando también. Entramos preguntando
si los perros eran mansos y él dijo que sí. Llegamos al pequeño porche donde
había algunos asientos y nos preguntó si queríamos hablar ahí o adentro, en la
salita. "Mejor
adentro que está más fresco".
Entramos, nos sentamos e iniciamos una charla de 23 minutos y 32 segundos
con Mario Terán Salazar,
el hombre que mató al Che Guevara.
La confesión
En la salita de su casa no existe un solo retrato de él en sus tiempos
del Ejército boliviano. En la mesita que está frente al sofá donde se sienta él
hay una foto familiar. Allí se puede ver a un Mario Terán abuelo, rodeado de
hijos y nietos, en una evidente actitud patriarcal. Han pasado 47 años y el
sargento Terán, que se jubiló como suboficial mayor y ahora cumple los 72,
juega al escondite con las palabras. Es él. No es él. Verdad. Mentira. Ésa ha
sido su vida desde el 9 de octubre de 1967 en que ocurrió todo. Por eso una
mentira, que enseguida es desvelada, nos ha llevado a su fortín de verdes
rejas. A las primeras, don Mario desmiente a Granma, el periódico cubano que
había voceado el milagro: médicos de la revolución devuelven la visión en
Bolivia al hombre que mató al Che. "No, no... No es como se dice que me
han devuelto la vista. Falso. Yo no estaba ciego, una simple catarata tenía, y como están viendo me han
fregado, me han dejado el ojo [derecho]
colorado".
Sosteniendo tranquilamente la mirada, sin apenas parpadear, intentamos
ver en el soldado agazapado que se sienta a poco más de un metro de nosotros a
aquel sargento de la confesión por escrito. El mandado que dio testimonio
secreto para la superioridad del día de la matanza en la mísera escuela de La Higuera donde el héroe de la revolución cubana dio con
sus huesos, y su sangre, en la tierra: «Cuando llegué, el Che estaba sentado...
Al verme me dijo: "Usted ha venido a matarme". Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin
responder. Yo no me atrevía a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy
grande. Sentía que se me echaba encima y cuando me miró fijamente me dio un
mareo. Pensé que con un movimiento rápido podía quitarme el arma. "Póngase sereno, usted
va a matar a un hombre".
Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y
disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se
contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé
la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el
corazón...".
¿Es ciertamente él? Hasta tres nombres de Mario Terán se han dado, en lo
que parece una ceremonia orquestada de la confusión o el camuflaje, para poner
identidad al sargento que mató al guerrillero Ramón (el Che): Mario Terán
Ortuño, Mario Terán Reque y Mario Terán Salazar. Tenía entonces 25 años, corta
estatura (no más de 1,60), nariz chica, piel cobriza y ojos claros. El señor
Mario es pequeño y el poco pelo que le resta ha emblanquecido con el tiempo.
-¿Es cierto que usted formaba parte del grupo que detuvo al Che?
-No es
cierto. Habíamos dos o tres Marios Teranes (sic) en el Ejército, pero con diferentes apellidos
maternos...
-En estos años otros periodistas [Jon Lee Anderson, el gran biógrafo del
Che entre ellos] han venido a intentar hablar con usted...
-Puede ser, pero nunca he tenido charlas con nadie...
-Ha escrito, en cambio, Douglas Duarte, que llegó de Brasil, que un día
usted terminó reconociéndole que era el hombre que mató el Che pese a que
durante dos días le mantuvo que usted se llamaba Pedro Salazar. También le
dijo: "Sólo yo sé cómo es vivir con esto. No puedo ni quiero hablar".
-[Carraspea levemente antes de responder...] No.
-Porque, de serlo, a usted no le importaría reconocer que sí, que es el
hombre que lo mató.
-...No [es casi un susurro].
-Pero usted sabe, porque es Historia, que fue el sargento Mario Terán
quien, cumpliendo órdenes ["saluden a papá" fueron las palabras en
clave], disparó
al Che en la escuelita de La Higuera.
-Como les digo, somos dos, tres Marios Teranes.
-¿Y usted no es él?
-No soy yo...
-Le enseño, señor Mario, una foto... [en ese momento le mostramos la
única imagen conocida hasta hoy del sargento que mató al mito, tomada dos meses
después de la ejecución]
- Sí, soy yo...
Cochabamba. Diciembre de 1967. "Allí me la tomaron, en la puerta de
la escuela... Había varios que insistían en quererme fotografiar y hablar
conmigo. Y justo salí a la calle. Y bueno, ya. Me posé y es la única
foto...".
A sangre fría
Aquel retrato recorrió el mundo como la pólvora. La periodista francesa
de Paris Match que la logró, Michèle Ray, tiempo después esposa del cineasta
Costa Gavras, mostró el rostro del verdugo y un scoop (30 de diciembre de 1967) con dinamita: el Che fue
asesinado a sangre fría. Y así tituló el libro que terminaría escribiendo al
poco la bella Michelle: In cold blood.
La misma foto que le mostramos a Mario Terán Salazar (ésa ante la que
respondió sin titubeos: "Sí, soy yo") recibe al instante la
autentificación del capitán Gary Prado, el oficial que capturó al Che: "Es
él..."
-¿Está seguro? ¿Éste es Mario Terán, el hombre que mató al Che?
-Sí. Y no se le puede culpar de lo ocurrido. Las circunstancias le
llevaron a eso, no más... Cuando le sacaron esa foto le hice una recomendación: "No te metas en este
baile, ¡carajo!". ¿Por qué le aconsejé que se
quedara callado? Para que no hubiera venganza contra él... Y me hizo caso.
Además de certificarnos que el hombre que salió de la sombra y desnudo de
cintura para arriba de su casa con rejas verdes era el mismo, 47 años después,
que mató al Che como le ordenaron, Gary Prado no esconde que siguen siendo amigos: "Fui su instructor en la Escuela de
Sargentos durante años. Llegó a suboficial mayor, su grado máximo, y se jubiló.
Lo veo ocasionalmente aquí en Santa Cruz".
El clavo del Che
Cuando, en 1987, el hoy general retirado Gary Prado Salmón escribió La
guerrilla inmolada. La campaña del Che en Bolivia [le compramos por 100
bolivianos la tercera edición, que nos firma], hacía ya 20 años de "los
sucesos de La Higuera". Hoy nos recibe en su casa de Santa Cruz, donde está confinado en
"detención domiciliaria" desde mayo de 2010, por su supuesta implicación en el denominado caso
Terrorismo. Acusaciones que pesan sobre él: terrorismo y alzamiento armado, por
su presunto papel de principal asesor de Eduardo Rózsa (a quien muchos llamaban
El Che de la derecha). Él lo resume así: "Alguien se quiere quitar el
clavo conmigo por la cuestión del Che. Pura venganza".
Gary Prado, que en 1967 tenía 28 años y llevaba uno de capitán, será
siempre recordado como el hombre que apresó al Che. "Lo entregué vivo... y
luego lo mataron", se explica. También sabe de primera mano quién terminó
ejecutando la orden: uno de sus soldados, Mario Terán Salazar. "Tengo la
versión correcta de la ejecución que me contaron los propios participantes. Fue
así. Cuando el coronel Joaquín Zenteno recibe por radio la orden ("Saludos
a papá", fueron las palabras en clave), hizo llamar a los suboficiales y
sargentos que había en La Higuera (tres suboficiales y cuatro sargentos). Les
transmitió la orden y pidió voluntarios. Los siete se ofrecieron, y entonces
Zenteno señaló con su índice a dos: usted, a Willy; y usted, indicó con el dedo
a Mario Terán, al Che. Hay que ponerse en el lugar y en el momento. Teníamos soldados muertos
también y estábamos con mucha adrenalina allí toditos. Así que cogieron sus carabinas M2, se dieron la
vuelta y entraron a los cuartos donde estaban los prisioneros. No hubo palabras
ni despedidas ni discursos. No correspondía. Después han aparecido versiones,
que si apunte bien, que si va a matar a un hombre... El propio Mario Terán no
ha hecho nunca una declaración pública. Lo demás son elucubraciones. Ha habido
en todos estos años un gran esfuerzo para crear el mito...".
La idea de Gary Prado es que el Che, después de que Fidel Castro hiciera
pública su carta de despedida, cuando aún estaba en el Congo, donde renunciaba
a todos sus cargos y derechos que la Revolución le había otorgado, inició su
aventura en Bolivia con la intención de quedarse en la zona del río Ñancahuazú
hasta vencer o morir. "No tenía a dónde ir. Fidel le había obligado a un exilio forzoso y clandestino en Praga de varios meses, hasta
permitir su retorno encubierto a La Habana para, elegido el personal y
organizado el programa de apoyo, iniciar su aventura en Bolivia. Y aquí la
guerrilla fue prácticamente abandonada a su suerte". Vencer o morir. Y no
venció.
La batalla final
El 8 de octubre de 1967, cuando llegó la hora de la batalla final del
Ejército boliviano con el ya acorralado grupo guerrillero del Che, el sargento
Mario Terán Salazar estaba allí, moviéndose entre las quebradas del terreno.
Amanecía cuando el subteniente Carlos Pérez, al frente de la compañía A
estacionada en La Higuera, y en la que figuraba Terán, pidió al capitán Prado
que verificara la información del campesino Honorato Rojas: la presencia de 17
hombres extraños en las quebradas de las proximidades, del Churo y la Tusca.
Pronto comenzó el combate. Murieron el grueso de los guerrilleros y muchos soldados. Desde las alturas del terreno, Gary Prado
dispuso a sus hombres para cortar la huida a quienes intentaran escapar de la
encerrona, con fuego de mortero y ametralladora. Cuando el Che, herido y
jadeando por el asma, asomó la cabeza quebrada arriba, tras una subida por un
paredón, su suerte estaba echada. «Mi capitán, mi capitán, aquí hay dos [el
propio Che y el boliviano Simón Cuba Willy], los hemos agarrado», gritó un
soldado. Eran las 15.30 horas del 8 de octubre en la quebrada del Churo, a tres
kilómetros del poblado de La Higuera. Palabra de Gary Prado:
-¿Quién es usted?- pregunté al más alto antes de pedirle que me mostrara
la mano izquierda para verificar la cicatriz que sabía que tenía en el dorso.
Llevaba una boina negra con el emblema del CITE, uniforme de soldado
completamente sucio, una chamarra azul con capucha y el pecho casi desnudo,
pues la blusa no tenía botones...
-Soy Che Guevara-me respondió en voz baja-, me destrozaron el arma cuando
su ametralladora empezó a disparar. Supongo que no me van a matar, valgo más
para ustedes vivo que muerto... ¿No le parece, capitán, una crueldad tener a un
herido amarrado?
Lo teníamos atado a un pequeño árbol, y entonces me mostró la
pantorrilla. Y vi que tenía un proyectil. "Desátenle las manos",
ordené. Fue cuando me pidió agua, y yo que me acordé de Himmler y algunos
jerarcas nazis que se suicidaron con una cápsula de veneno al ser apresados, le di de beber de mi propia cantimplora, evitando la suya. Le
ofrecí luego tabaco. "Es muy suave ese Pacific... ¿tiene alguien
Astoria?", se dirigió a mis soldados.
La radio PRC-10 que Gary Prado llevaba consigo no tardó en transmitir a
Vallegrande la captura del Che: "Tengo a Papá y Willy. Papá herido leve.
Combate continúa. Capitán Prado".
Cuando capitán y guerrillero abatido se vieron por última vez, el Che
tenía los ojos cerrados y la mandíbula abierta. Lo ataban a los patines del
helicóptero que lo llevaría a Vallegrande, y Gary Prado tomó su verde pañuelo
militar y se lo ató en la cabeza al Che para encajarle la quijada. Llegó a su
destino con la boca cerrada y, "seguro que por el viento", los ojos
abiertos y más grandes que nunca. "Él me seguía con la mirada. Unos
ojos grandes, vivos. Yo iba para un lado y me miraban, iba para el otro lado y
me miraban", cuenta la enfermera Susana Osinaga, a la que se encomendó
que lo lavara, afeitara y peinara. Hasta le enfundó un pijama limpio, y tan
reluciente quedó -frente a sus compañeros, amontonados a los pies de los
fregaderos de la lavandería del hospital Nuestro Señor de Malta, inmundos, con
expresión de fieras vencidas-, que enseguida el teniente coronel Andrés Selich
ordenó revestirlo con sus ropas ensangrentadas. Las ya históricas fotos de
Freddy Alborta del Che difunto en Vallegrande dan fe de todo ello. Y de la
expectación que arrastró hasta el último momento: más de un millar de personas
visitó la lavandería aquel 10 de octubre de 1967.
Los 'rolex' del Che
De lo ocurrido un día antes queda también este diálogo, que Gary Prado ha
incorporado a su libro. Él y el Che.
-Capitán, hay algo más que puede hacer por mí, aunque no sé cómo decirlo.
-Dígalo, no tenga reparos.
-Tenía conmigo dos relojes, uno mío y otro de uno de mis compañeros, que
me fueron quitados por los soldados cuando veníamos hacia aquí.
El capitán Gary Prado, cuenta él mismo hoy, reaccionó rápido. Él no había
autorizado aquello, y sabía quiénes habían acompañado al Che herido desde El
Churo, donde fue capturado y maniatado a un árbol, hasta La Higuera. "Salí
y los hice llamar de inmediato. Efectivamente tenían los relojes, dos Rolex Oyster Perpetual, de acero inoxidables, idénticos....
-Acá tiene sus relojes. Nadie se los quitará- le dije volviendo a la
escuela.
-Me temo que son muy notorios... Preferiría que me los guarde usted hasta
cuando pueda recuperarlos o para que se los haga llegar a los míos cuando sea
posible. ¿Me haría ese favor?".
El suyo, el del Che, que para ello tomó una piedrecilla del suelo de su
celda, lo marcó haciéndole una cruz en la parte interior. En su casa de Santa
Cruz, el hoy retirado general Gary Prado asoma una sonrisa de orgullo y remata.
"El único
que no se quedó con nada [del Che] fui yo". La célebre pipa, "creo que sí", la
retuvo en prenda Mario Terán.
La maldición
Desaparecer, esa fue la orden que Prado, y de alguna forma los oficiales
bolivianos que participaron en la captura y muerte del Che, dieron a Mario
Terán. ¿La maldición del Che? Lo crea o no Gary Prado, que no cree en ella,
hasta siete involucrados en los sucesos de La Higuera y Vallegrande han muerto
de forma violenta. El mismísimo presidente, René Barrientos Ortuño, el que dio la orden de ejecución, falleció cuando el helicóptero en el que volaba
se desplomó cerca de Cochabamba, la ciudad donde nació Mario Terán. Aún hoy,
aunque es pura especulación, hay quien dice que fue un atentado y no un
accidente.
El general Alfredo Ovando Candia, jefe del Estado Mayor en 1967 y otro de
los que tomaron la decisión, fue asesinado en Argentina en un atentado
perpetrado por la Triple A, mientras el coronel Joaquín Zenteno, el que eligió
a Mario para que ejecutara al Che, fue ultimado en París en 1976 por un comando guevarista. Aunque quizás el vértigo corría ya por la
sangre de Terán desde el 15 de julio de 1969. En esa fecha, militares del
segundo Ejército de Liberación Nacional, en el que se enrolaron algunos del
primero (el del Che), invadieron la hacienda con que fue premiado Honorato
Rojas, el campesino que condujo al Ejército hasta la guarida de la guerrilla, y
lo mataron con varios disparos en la cabeza. Fatalidad tras fatalidad, la lista
se fue alargando: el 10 de octubre de 1970, el teniente coronel Eduardo Huerta,
el superior inmediato de Mario Terán, perdió la cabeza, decapitado, en un coche
con un camión en la carretera que liga Oruro con la Paz. Y otra vez la sospecha
de que hubo un plan, no sólo un accidente, para liquidarlo. Más lejos, en
Hamburgo, encontró la muerte Roberto Quintanilla, el militar que habría
propuesto cortar la cabeza del cadáver del guerrillero y habría intervenido en
la amputación de las manos como le pidió el presidente. Era 1971 y Quintanilla,
entonces cónsul de Bolivia, se tropezó con una mujer que le descerrajó tres
tiros. En el bolsillo le dejó una nota: "¡Victoria o muerte!". Horas
después, un telegrama enviado a periódicos bolivianos reivindicaba el atentado
en nombre del ELN.
En 1973, Andrés Selich, quien habría dispuesto y ejecutado la desaparición
del cadáver del Che (no fue encontrado hasta tres décadas después), terminaría
linchado por sus compañeros de armas.
Finalmente, el 2 de junio de 1976, el entonces presidente depuesto de
Bolivia, Juan José Torres Gonzales, fue secuestrado y posteriormente asesinado
por un comando que habría actuado en el marco de la Operación Cóndor. Hoy, en
el libro Jaque
Mate: Cayó el Che, el Instituto de Investigación
Histórica Militar (IIHM), del Ejército boliviano, afirma que fue Torres, en
1967 Jefe de Estado Mayor, quien sugirió ejecutar al Che para evitar mayores
problemas de los que el juicio a Régis Debray ya le había causado a Bolivia.
E incluso la lista podría haber crecido si antes, en 1968, cuatro
seguidores brasileños del Che no hubieran errado en su objetivo. Pretendían
matar a Gary Prado y terminaron equivocándolo con un compañero que estudiaba
con él en la Escuela Militar de Río, al que liquidaron de ocho tiros.
Un detalle que no consignan los cultivadores de la maldición del Che es que el hijo de René Barrientos, César
Barrientos Galindo, también cayó en desgracia porque terminó drogadicto. En
agosto de 2004 fue detenido y encarcelado por haber robado un automóvil y
cometido delitos menores para financiar su adicción... Los detractores de la
supuesta maldición creen que todos esos casos son coincidencia. El que más,
Gary Prado, en silla de ruedas desde que una bala perdida terminara
seccionándole la columna vertebral en 1981.
Desde 2005, y eso es ya Historia, el país lo gobierna Evo Morales. Al
conquistar la presidencia decoró la pared de su gabinete con un retrato del Che
hecho con hojas de coca meticulosamente sobrepuestas... Mario quedó
definitivamente al otro lado de la Historia, como el anverso invisible e
innombrable de ese retrato. La sombra.
Los tres marios
"Habíamos tres Marios Teranes en el Ejército...", es la letana
que, a cada pregunta, repite el hombre que nunca estuvo ciego. Por ley, pudo
jubilarse "tras más de 30 años de servicio", con algún ascenso. Llegó
a suboficial mayor de Infantería.
-¿Es decir, que durante toda su vida le han confundido con el otro?
-Seguramente.
-¿Con el que mató al Che Guevara?
-Seguramente.
-¿Y eso no le ha perjudicado a lo largo de estos 47 años? Que lo
confundan con él, que lo busquen...
-No... Es lo que les puedo informar, no más.
-¿Recuerda, en todo caso, cómo vivió usted, dentro del Ejército como
estaba, la muerte del Che?
-Como estaba alejado del sector de Ñancahuazú y La Higuera, vivíamos
nuestra vida normal. Pero sí, sentíamos lo que estaba ocurriendo... sentíamos.
En realidad sí hubo tres Marios.
Y ahí la herida. Ocurrió la víspera. Pero la tragedia entre los uniformados que
acompañaban a Terán arranca meses antes, el 4 de abril de 1967, cuando a la
compañía de Mario, la A del Regimiento Manchego de Bolivia, le tocó incursionar
en la zona del río Ñancahuazú, en el sudeste boliviano. Su misión es triste y
sobrecogedora: recoger los cadáveres de los compañeros emboscados 13 días atrás
por un grupo de guerrilleros encabezados por Ernesto Che Guevara. Los cuerpos no habían
podido ser recogidos por voluntarios de la Cruz
Roja debido a que ya habían entrado en estado de descomposición y no había
bolsas de plástico para transportarlos. Unos días más tarde, en otra emboscada,
su propio comandante, el mayor Rubén Sánchez, sería tomado prisionero para ser
liberado después por la guerrilla con el encargo de transmitir un mensaje al
pueblo boliviano cuyo contenido jamás fue revelado.
Debido a ello, la compañía fue desmantelada y rearticulada. Al llegar
octubre, estaba bajo el mando del capitán Celso Torrelio Villa. A esa altura,
el Ejército ya había logrado algunas victorias contra los guerrilleros,
capturado a Régis Debrey y Ciro Bustos y aniquilado al grupo de Juan Vitalio
Acuña Núñez (Joaquín) mientras que el del Che Guevara estaba acorralado en la
quebrada del Churo.
Eran la s 13.00 del domingo 8 de octubre de 1967 y las compañías A y B,
esta última comandada por el capitán Gary Prado Salmón, ejecutaban la Operación
Yunque y Martillo. La compañía A tenía la misión de empujar al grupo guerrillero contra el yunque de Prado.
"Son las 13.00 horas, los soldados se encontraban nerviosos,
avanzando lentamente sobre un terreno fragoso, observaban cuidadosamente la
maraña del monte, las grandes rocas y la arena de las sendas en busca de
huellas, o algo que los alerte sobre una posible emboscada", relata el
sargento Bernardino Huanca, que dirigía una patrulla de la compañía B.
Mario Terán estaba en la patrulla de la A, liderada ese día por el
subteniente Carlos Pérez, y debió tener su familia en su mente más que nunca ya
que su esposa, Julia, estaba en los últimos meses de su embarazo. Debido a la
campaña, no había podido obtener un permiso que le permitiera acompañarla, así
que debía resignarse a saber de ella mediante cartas.
"De pronto, un soldado quedó paralizado por fracción de segundos
-prosigue Huanca-. Ha detectado al enemigo. Grita '¡Sapos!' y repite
excitadamente '¡Allí están los sapos!' disparando simultáneamente su carabina
automática. El grito y los disparos provocaron una movilización general. Segundos después truenan los morteros. Gary
Prado ha ordenado abrir fuego contra el fondo de la cañada. Cinco granadas
estallan en la quebrada. Es el principio del fin".
Terán estuvo en primera línea. Aquel, que fue el más duro combate en el
que intervino, lo marcaría por el resto de su vida. No sólo por el fuego y la
sangre que vio aquel día, sino porque dos amigos que se habían hecho
entrañables para él, los dos llamados también Mario, murieron ante sus ojos. En
eso no miente el jubilado que habla con nosotros: hubo tres Marios.
Tan importante debió de ser ese episodio de los tres Marios que el IIHM
del Ejército de Bolivia lo describe así: "El sargento Mario Terán, en su
progresión por el Churo, chocó con la vanguardia del grupo subversivo, que se
encontraba en ese punto. Lanzó su ataque con admirable decisión. Terán, muy
cerca de sus hombres, vio caer muertos a dos de sus soldados, Mario
Characayo y Mario Lafuente. Este hecho le impactó profundamente en lo más
íntimo de su ser, y muy pronto sería motivo de una decisión dramática".
Esa decisión dramática sería matar al Che Guevara. Por eso, tal vez, dio
un paso al frente cuando llegó la orden de ejecución desde La Paz en nombre del
presidente René Barrientos: "Saluden a Papá". Llegó por radio. A las
9.00 horas del 9 de octubre. Mario la recibió tiempo después. Y la ejecutó
"a la una con 10 de la tarde", si se cree lo que dejó por escrito en
su diario el agente de la CIA Félix Rodríguez, llegado para verificar la
identidad del apresado.
Enarca la ceja Gary Prado cuando se le refiere la declaración por escrito
de Mario Terán dos años después de la matanza [su confesión secreta, dada a
conocer por el general Luis Reque Terán en Argentina al periodista César Peña
en 1978, al que mostró un dossier top secret que incluía 357 folios y 400
fotos]. "No sabía...". Para el capitán Prado, Mario Terán nunca ha
confesado, nunca ha hablado. Él se lo pidió.
Tal fue así que el nombre de Mario Terán Salazar se diluyó hasta hoy. Fue
el Bono Dignidad, una paga de 250 bolivianos (unos 36 dólares) que Evo Morales
reparte entre los mayores de 65 años, lo que le empujó a registrarse y dar completa su filiación, incluyendo dirección en Santa Cruz. Un rastro.
El hijo del comerciante
Don Mario nació en Cochabamba el 9 de abril de 1941. Cuando vino al
mundo, su padre, Vicente Terán, tenía 46 años y su madre, Candelaria Salazar,
contaba con 45. Su nacimiento fue inscrito a mano en la página 27 de un libro
de actas que tiene el sello del Registro Civil de Bolivia. Por la letra, las
anotaciones son confusas y debajo del nombre de su padre se puede leer la
palabra "comerciante". Junto al sello están dos firmas y sólo en una se puede
reconocer "VTerán".
La segunda es más bien un garabato y se presume que pertenece a la madre.
Aparentemente, ese registro manual fue la única certificación del
nacimiento de Mario Terán Salazar durante 37 años. El 2 de agosto de 1978,
cuando ya habían pasado más de 10 años de la muerte del Che, su inscripción de
nacimiento fue regularizada mediante una orden judicial. En esa fecha, su
esposa, Julia Peralta Salas, lo registra bajo la partida 143. Curiosamente, se
modifica su fecha de nacimiento porque se mantiene la del 9 de abril, pero se
cambia el año a 1942.
Por alguna razón, Mario manejó el dato de 1942 incluso en el momento de
contraer matrimonio. Se casó el 21 de julio de 1965 en Montero, provincia
Obispo Santistevan del departamento de Santa Cruz, con Faustino Fernández como
testigo. En la partida de matrimonio ya figura su fecha de nacimiento como 9 de
abril de 1942. Su esposa, Julia Peralta Salas, aparece como nacida el 21 de
julio de 1945 y declara que se dedica a labores de casa. La casilla de
"ocupación" del contrayente está en blanco.
Mario y Julia tuvieron seis hijos. El primero se llama como él y
actualmente tiene 49 años; el segundo es Víctor Hugo, 47 años, que tiene como
domicilio la Arboleda de Fátima, en Santa Cruz, pero parece vivir con su padre
porque está en su casa a toda hora. Tiene vitíligo y se encarga de espantar a
los periodistas que intentan entrevistar a su padre. En 2007 amedrentó al
reportero Douglas Duarte y repitió su actitud con nosotros cuando volvimos al
día siguiente. «Yo trabajo con el Gobierno, para que sepás», advirtió en tono
amenazador.
El resto de su filiación está integrada por mujeres: Ana María (45 años),
Ana Karina (43), Janet (34) y Abigaíl (20). En el caso de Janet también hubo
rectificaciones en su partida de nacimiento porque en la original aparece como
Yanet.
Una de sus hijas, probablemente Ana María, la que nos atendió primero, no
ocultó su nerviosismo mientras hablábamos con su padre. En algún momento de la
conversación le preguntó, desde adentro, a qué hora se desocuparía y él
respondió "enseguida" pero haciendo prevalecer su condición de jefe
de familia.
Mario es el abuelo. Alguna vez -aunque a nosotros también nos lo niega
durante el encuentro- ha contado que viajó al extranjero. A Estados Unidos, Virginia exactamente, donde se
localiza Langley, la sede de la CIA, aunque él dijo que trabajó allí de
jardinero. También a España, donde viven al menos dos de sus hijas.
El invasor idolatrado
-¿Y ahora, pasado todo este tiempo, qué piensa hoy del Che?
-Para mí, y para la mayor parte, ha sido un invasor... Tenía otras ideas
que con su guerrilla quería inculcar en otra gente, en la gente boliviana... Y
no como lo idolatran ahora. ¡Tanta gente ha caído!
-¿Habla con sus hijos del tema?
-No, nunca.
-¿Alguno de los seis que ha tenido ha seguido la carrera militar?
-No... Y me da alegría que a ninguno le haya llamado la atención la
carrera militar.
-¿Ha visto alguna película de las que hay sobre el Che, ha leído algún
libro o asistido a alguna obra de teatro sobre el personaje, sobre el mito?
-No, nunca, no... Nunca me ha interesado seguir cuanto se decía del Che.
Yo tenía ideas diferentes... Nunca he sido un seguidor.
-Entonces, ¿insiste usted en que había dos o tres Mario Terán en el
Ejército boliviano?
-Sí, así, mismos nombres pero con diferentes apellidos maternos... Aunque
Mario Terán Salazar sólo hay uno. Yo...
Con un "ojalá les vaya bien" y un apretón de manos, Mario se
levanta y da por concluido el encuentro. Las mujeres de la familia, desde otra
habitación, llevaban ya un tiempo apremiándole... Han sido 23 minutos y 32 segundos
cara a cara con el hombre,
"el soldadito boliviano", que mató con dos ráfagas de fusil al
guerrillero Ramón, al jefe. A Ernesto Che Guevara.
***El resto de la historia ya es conocida. El Che se hizo icono,
"santo". A Mario, sin más, se lo tragó la tierra.
LA HIGUERA, EL SANTUARIO
La Higuera ni siquiera tiene nombre. Le decían -y le dicen- así porque en
tiempos inmemoriales era un lugar en el que abundaban árboles de higo.
"Era un caserío... no había más de 20 casas", dice el general Gary
Prado Salmón. Sus recuerdos son de 1967, de aquella campaña contra la guerrilla
del Che a la que asistió con el grado de capitán. Entonces, la compañía B del
Regimiento Manchego, la que había capturado a Ernesto Guevara y al boliviano
Simeón Cuba Sarabia (Willy) en la Quebrada del Churo, tuvo que llevarlos hasta
La Higuera porque era la población civil más próxima. En el lugar también
estaba una casucha que hacía de escuela. Allí fueron encerrados, en cuartos
separados, el Che y Willy. Allí pasaron su última noche, del 8 al 9 de octubre,
soportando el clima de esta región del sudoeste boliviano, donde se juntan
dioses andinos de las montañas y febriles deidades de la selva para hacer el
amor y parir valles mesotérmicos que arden de calor en el día y calan los
huesos en las noches. Otro general en retiro que combatió a la guerrilla, Luis
Reque Terán, describió a La Higuera como un terreno accidentado, "monte
bajo con algunos árboles altos, escasa población y muy dispersa, escasa vida
animal, ganadería pobre...". Ahí estuvo Willy. Ahí enfrentó la carabina de
Bernardino Huanca. Ahí estuvo el Che. Ahí enfrentó la carabina de Mario Terán.
Ahí fueron ejecutados los dos. La Higuera era un caserío en 1967 y lo sigue
siendo. Sólo se pueden ver algunas casas alineadas a lo largo de un camino que
ahora remata en un busto del Che. El mensaje debajo: "Tu ejemplo alumbra
un nuevo amanecer". La escuelita ya no es escuelita. Mantiene la
apariencia que debió de tener en 1967 y está pintada, cubierta con teja
colonial y en su interior existen recuerdos del Che. A los escasos visitantes
del lugar les gusta decir que el sitio en el que fue ejecutado es un museo.
Afuera hay pintadas, consignas revolucionarias y banderas, abundan las
bolivianas y cubanas. La Higuera es ahora un destino turístico. Forma parte de
La ruta del Che que es ofrecida por varias agencias de viaje. Cubre todo el
camino que recorrió Guevara encabezando a sus guerrilleros, muestra los lugares
donde combatió, donde fue capturado y sí, muestra La Higuera. Afuera del museo
no está un busto sino una estatua de cuerpo entero. La miras y recuerdas que,
si bien el Che murió en aquel lugar, ahí también nació su mito... su leyenda. Y
al tiempo de marcharte, siguiendo viaje rumbo a Vallegrande, te enteras que
aquel caserío que depende del municipio de Pucará todavía no tiene nombre, pero
los lugareños ya le dieron uno: "San Ernesto de La Higuera".
PARA MÍ FUE UN
INVASOR: SOLDADO QUE MATÓ AL CHE
El Diario de México
(www.diario.mx)
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia— Estaba en la sombra. La sombra del
interior de su domicilio de Santa Cruz de la Sierra, la laberíntica ciudad de
los siete anillos.
Lo vimos desde el otro lado de la reja color verde claro que protege el
jardincillo de la vivienda.
No había timbre ni llamador alguno, así que fue necesario golpear con el
candado para advertir de nuestra presencia.
Él se dio la vuelta para mirar quién tocaba, pero la que salió fue una
mujer de edad indefinida con una pañoleta que le sujetaba el cabello.
Por lo que alcanzábamos a divisar desde el otro lado de la reja, era un
hombre que aparentaba su edad, 72 años, con escaso cabello blanco y una notoria
barriga.
Por fin, después de 47 años había salido de las sombras y estaba frente a
nosotros.
Entramos, nos sentamos e iniciamos una charla de 23 minutos y 32 segundos
con Mario Terán Salazar, el hombre que mató al Che Guevara.
Sosteniendo tranquilamente la mirada, sin apenas parpadear, intentamos
ver en el soldado agazapado que se sienta a poco más de un metro de nosotros a
aquel sargento de la confesión por escrito.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia— “Cuando llegué, el Che estaba
sentado... Al verme me dijo: ‘Usted ha venido a matarme’. Yo me sentí cohibido
y bajé la cabeza sin responder. Yo no me atrevía a disparar.
“En ese momento vi al Che grande, muy grande. Sentía que se me echaba
encima y cuando me miró fijamente me dio un mareo. Pensé que con un movimiento
rápido podía quitarme el arma. ‘Póngase sereno, usted va a matar a un hombre’.
“Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos
y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas,
se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y
disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el
corazón...”.
¿Es ciertamente él? Hasta tres nombres de Mario Terán se han dado, en lo
que parece una ceremonia orquestada de la confusión o el camuflaje, para poner
identidad al sargento que mató al guerrillero Ramón (el Che):
Mario Terán Ortuño, Mario Terán Reque y Mario Terán Salazar. Tenía entonces
25 años, corta estatura (no más de 1.60), nariz chica, piel cobriza y ojos
claros. El señor Mario es pequeño y el poco pelo que le resta ha emblanquecido
con el tiempo.
–¿Es cierto que usted formaba parte del grupo que detuvo al Che?
-No es cierto. Habíamos dos o tres Marios Teranes (sic) en el Ejército,
pero con diferentes apellidos maternos...
–En estos años otros periodistas han venido a intentar hablar con usted...
–En estos años otros periodistas han venido a intentar hablar con usted...
–Puede ser, pero nunca he tenido charlas con nadie...
–Ha escrito, en cambio, Douglas Duarte, que llegó de Brasil, que un día
usted terminó reconociéndole que era el hombre que mató el Che pese a que
durante dos días le mantuvo que usted se llamaba Pedro Salazar.
–[Carraspea levemente antes de responder...] No.
–[Carraspea levemente antes de responder...] No.
–Porque, de serlo, a usted no le importaría reconocer que sí, que es el
hombre que lo mató.
–...No [es casi un susurro].
–Pero usted sabe, porque es Historia, que fue el sargento Mario Terán
quien, cumpliendo órdenes [“saluden a papá” fueron las palabras en clave],
disparó al Che en la escuelita de La Higuera.
–Como les digo, somos dos, tres Marios Teranes.
–¿Y usted no es él?
–No soy yo...
–Le enseño, señor Mario, una foto...
–Sí, soy yo...
–¿Y ahora, pasado todo este tiempo, qué piensa hoy del Che?
–Para mí, y para la mayor parte, ha sido un invasor... Tenía otras ideas
que con su guerrilla quería inculcar en otra gente, en la gente boliviana... Y
no como lo idolatran ahora. ¡Tanta gente ha caído!
–¿Ha visto alguna película de las que hay sobre el Che, ha leído algún
libro o asistido a alguna obra de teatro sobre el personaje, sobre el mito?
–No, nunca, no... Nunca me ha interesado seguir cuanto se decía del Che.
Yo tenía ideas diferentes... Nunca he sido un seguidor.
–Entonces, ¿insiste usted en que había dos o tres Mario Terán en el Ejército
boliviano?
–Sí, así, mismos nombres pero con diferentes apellidos maternos... Aunque
Mario Terán Salazar sólo hay uno. Yo...
Con un “ojalá les vaya bien” y un apretón de manos, Mario se levanta y da por concluido el encuentro.
Con un “ojalá les vaya bien” y un apretón de manos, Mario se levanta y da por concluido el encuentro.
LAS NUEVAS
REVELACIONES DETRÁS DE LA MUERTE DEL CHE GUEVARA
Por primera vez, Mario Terán
Salazar, el hombre que habría matado al Che, rompió su silencio y habló con el
diario español El Mundo. Luego de 47 años, el ex suboficial sigue negando su
autoría en el hecho. Sin embargo, uno de sus superiores de ese entonces asegura
que Terán fue el hombre que disparó contra el líder guerrillero.
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
"Póngase sereno, usted va a matar a un hombre”, le habría dicho el
Che Guevara al suboficial del Ejército boliviano Mario Terán minutos antes de
ser asesinado. Entonces, el militar cerró los ojos y disparó en las piernas de
Guevara, quien se desplomó. El hombre disparó de nuevo hasta alcanzar el brazo,
el hombro y el corazón del líder revolucionario, que murió a sus pies.
Así lo cuenta el diario español El Mundo a partir del relato que el
asesino del Che entregó por escrito a sus superiores. De acuerdo con ese medio,
que ayer publicó un reportaje de investigación sobre la muerte de Guevara, Mario
Terán Salazar fue el hombre que ese 9 de octubre de 1967 disparó contra el
guerrillero argentino en la localidad de La Higuera, en el sudoeste de Bolivia.
Han pasado más de 47 años desde aquel día y a sus 72 años el ex suboficial aún
niega su autoría en el asesinato del Che.
Sin embargo, uno de los superiores de Terán, el ex general boliviano Gary
Prado, afirmó al mismo medio que Terán Salazar fue quien respondió a la orden
que llegó desde La Paz en nombre del Presidente René Barrientos: “Saluden a
papá” fue la señal en clave que Terán escuchó y ejecutó.
De acuerdo con El Mundo, se ha gestado un mito en torno a la muerte del
guerrillero argentino para causar confusión o camuflaje. El mismo Terán Salazar
dice en la entrevista que en el Ejército boliviano habían “dos o tres Marios
Teranes, pero con diferentes apellidos maternos”.
Sin embargo, hubo una prueba que el mismo Terán Salazar no pudo negar.
Cuando los periodistas le enseñaron a Terán Salazar la foto que la periodista
francesa Michele Match le tomó al supuesto verdugo del Che en Cochabamba, Terán
dijo “Sí, soy yo (...) Allí me la tomaron en la puerta de la escuela... Había
varios que insistían en quererme fotografiar y hablar conmigo. Y justo salí a
la calle. Y bueno, ya. Me posé y es la única foto”.
Asimismo, el capitán Gary Prado confirmó la identidad de Mario Terán en
la foto y dijo que él es el hombre que mató al Che. “No se le puede culpar de
lo ocurrido. Las circunstancias llevaron a eso no más. Cuando le sacaron esa
foto le hice una recomendación: no te metas en este baile. ¿Por qué le aconsejé
que se quedara callado? Para que no hubiera venganza contra él. Y me hizo
caso”, aseguró Prado, quien a sus 28 años apresó al Che tras un sangriento
combate ocurrido a unos siete kilómetros de la localidad de La Higuera.
Cuando el Che Guevara llegó a Bolivia en noviembre de 1966, lo hizo de
forma clandestina bajo la identidad de un economista uruguayo. En Bolivia el
Che buscaba seguir impulsando los movimientos revolucionarios fuera de las
fronteras cubanas, luego de que su proyecto fracasara en Congo.
Su misión en el suelo boliviano era iniciar la revolución desde el
corazón de América del Sur con la esperanza de propagarla por el resto de la
región. Con el apoyo de ciudadanos cubanos, bolivianos, peruanos y argentinos,
el guerrillero formó el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN), que
lo acompañó en su última batalla el 8 de octubre de 1967, día en que fue
capturado por el capitán Prado junto a otros guerrilleros bolivianos, como
Simeón Cuba “Willy”.
“Lo entregué vivo y luego lo mataron” explica Prado, quien sabe de
primera fuente que fue su soldado Mario Terán Salazar el que ejecutó la orden.
“Tengo la versión correcta de la ejecución que me contaron los participantes”.
Según Prado, cuando el coronel Joaquín Zenteno recibió la orden por radio
“señaló con el dedo a dos: usted, a “Willy”; y usted, indicó con el dedo a
Mario Terán, al Che”.
UN TELEFÉRICO EN EL TECHO DE AMÉRICA
Portafolio de Colombia (www.portafolio.co)
Los habitantes
de La Paz presumen desde este año de contar con la red de transporte público
más alta del mundo, un teleférico urbano cuyas cabinas se deslizan silenciosas
sobre esta ciudad imposible que literalmente ‘cuelga’ de las laderas de Los
Andes, a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Desde que se
inauguró en mayo pasado la primera de sus tres líneas, seguida por la segunda
en octubre, el teleférico ha transportado a millones de viajeros. Solo en los
primeros dos días de funcionamiento, subieron a él 57.000 personas.
Y aunque
inicialmente fue ideado para mejorar el caótico transporte paceño, aún son
muchas las familias que lo ven como una atracción turística de la que disfrutar
en su propia ciudad.
“La gente sale
como si hubiera subido en un platillo volante. Muchas son personas que jamás ha
cogido un avión o el metro”, explica el ingeniero español Javier Tellería,
presidente en Bolivia de la empresa austríaca Doppelmayr, responsable de la
construcción del teleférico.
Al máximo
responsable de las obras, en las que han trabajado 1.000 personas, le sorprende
que los pasajeros bajen “muy tranquilos, sin vértigo”, a pesar de que las
estaciones se encuentran a una altura mayor de lo habitual, ya que aquí están
rodeadas de edificios.
Pero es que
para los paceños, acostumbrados a los inhóspitos 4.000 metros de su ciudad, la
altura no es problema.
DE CIENCIA
FICCIÓN
Las torres
metálicas de esta faraónica infraestructura se erigen casi como una escena de
ciencia ficción entre las miles de humildes casitas que cuelgan de las laderas
de La Paz, y las cabinas de colores verde, rojo y amarillo, como la bandera de
Bolivia, dan un toque futurista a la que hace pocos años aún era una de las
capitales más pobres de Latinoamérica.
Ahora, La Paz
luce su teleférico como si fueran sus mejores galas, esas que le dan una pátina
de modernidad.
Los expertos en
urbanismo creen que el teleférico puede cambiar no sólo el paisaje urbano sino
el propio funcionamiento de la ciudad, algo que ya ha ocurrido en otras urbes
latinoamericanas, como en el caso de la colombiana Medellín.
Cuando esté
completo, el sistema de transporte abarcará una red de diez kilómetros, con
tres líneas, once estaciones y 77 torres, con una inversión total de 235
millones de dólares. Cada una de las líneas admitirá hasta 3.000 pasajeros por
hora y sentido gracias a 443 cabinas con capacidad para diez personas.
Pero el
teleférico no solo es patrimonio de los paceños, ya que en realidad une las
vecinas ciudades de La Paz y El Alto. Entre ellas se desplazan a diario unas
440.000 personas y hasta ahora estas urbes solo estaban unidas por la única
autopista del país, un punto tradicional de bloqueos y protestas ciudadanas.
INEVITABLES
POLÉMICAS
Y como ocurre
con las iniciativas de este calibre, no todos están contentos. Esta vez son los
chóferes del transporte quienes se sienten perjudicados por el teleférico,
porque afirman que les quitará trabajo e ingresos.
Su cuestionada
solución ha sido exigir al Gobierno boliviano que les ceda la mitad de las
acciones del teleférico entre La Paz y El Alto en compensación por la futura
ampliación de las líneas de este medio de transporte por cable, algo que las
autoridades han rechazado tajantemente.
LA FOTOGRAFÍA DE “EVITO” QUE HIZO HISTORIA
Clarín de Argentina (www.clarin.com)
La foto que
aquí se publica tiene un enorme valor histórico y en buena parte es una suerte
de patrimonio salteño. O más bien de los ex alumnos de la pequeña escuela rural
Julio Argentino Cornejo, donde el presidente Evo Morales, tres veces elegido
presidente de Bolivia, aprendió en los ’60 a escribir, leer y entender
castellano.
El jueves
último, una copia enmarcada de esa foto le fue entregada al mandatario por sus
ex compañeros de la Cornejo, ubicada en la localidad de Campo Santo, 55
kilómetros al norte.
Hasta ahora la
imagen era poco conocida. El pasado del primer presidente indígena de Bolivia
fue contándose poco a poco al irrumpir en la escena política de su país como
militante de los cocaleros del Chapare.
Pero pocas imágenes de Evo niño se presevan. El jueves, por invitación del gobernador Juan Manuel Urtubey, Morales hizo una visita a su escuela, en una larga jornada donde además de apadrinar el establecimiento –en realidad uno más moderno y corrido en un kilómetro del original- recibió un “Honoris Causa” de la Universidad Nacional de Quilmes, y con integrantes de la comunidad boliviana de Salta –son unos 70 mil- jugó un partido de futbol amistoso contra el “equipo” de Urtubey. Los bolivianos le ganaron a los salteños por 8 a 1, pero en realidad ninguno era profesional.
Pero pocas imágenes de Evo niño se presevan. El jueves, por invitación del gobernador Juan Manuel Urtubey, Morales hizo una visita a su escuela, en una larga jornada donde además de apadrinar el establecimiento –en realidad uno más moderno y corrido en un kilómetro del original- recibió un “Honoris Causa” de la Universidad Nacional de Quilmes, y con integrantes de la comunidad boliviana de Salta –son unos 70 mil- jugó un partido de futbol amistoso contra el “equipo” de Urtubey. Los bolivianos le ganaron a los salteños por 8 a 1, pero en realidad ninguno era profesional.
Acompañado por
Urtubey, Morales fue recibido en la Cornejo por quien fue su maestra, Elba del
Valle Kutny, de 74 años. La señora lo recordó ante Clarín como “calladito” y
“muy buenito”. Lo recuerda siempre sentado en los bancos de la última fila de
su plurigrado en Campo Santo. Por su parte, Francisco Javier Casquet, parte del
grupo de sus ex compañeros, compartió está foto con Clarín, y fue quien le dio
parte de los regalos y recuerdos que Morales se llevó consigo a Bolivia. El mandatario
trajo para los alumnos actuales del establecimiento pelotas de futbol y
mochilas.
Para entender
esa fotografía en blanco y negro en la que se ve claramente a Evo detrás de las
cabezas de la primera fila, hay que remontarse a lo que el mismo dijo este
jueves.
“En 1966 por
primera vez mi padre Dionisio Morales Choque decidió venir a la zafra”
(azucarera). Tenía él unos 6 o 7 años. Recordó que llegó en tren hasta
Villazón, Bolivia, para cruzar la frontera a Salta y Jujuy.
“Nos hospedamos
en Calilegua. No había para comer”, dijo, y reconoció que “era una obligación
del Estado argentino que los hijos de zafreros fueran a la escuela”.
De esa manera,
comenzó la alfabetización de Morales en la Argentina. “Yo no entendía
castellano. Era aymara cerrado. Y la profesora me agarraba de mi cabello”,
recordó. “Evito”, le decía. “Me estaba acariciando”, concluyó el mandatario,
entre una catarata de anécdotas.
BOLIVIA ES EL PRINCIPAL COMPRADOR DE LAS BARRAS DE ACERO
PERUANAS PARA LA CONSTRUCCIÓN
El país altiplánico adquirió casi el 75% de la totalidad
de exportaciones de esta partida del subsector sidero-metalúrgico.
Periodismo en Línea de Perú (www.periodismoenlinea.org)
La Asociación
de Exportadores (ADEX) refirió que las exportaciones nacionales de barras de
acero con muescas (barras de construcción) sumaron entre enero y septiembre del
año en curso US$ 63.8 millones, lo que representó una aceleración en sus ventas
de 52.1% con respecto a similar periodo del 2013.
Dicha partida
consignada como “barra de hierro o acero sin alear con muescas, cordones,
surcos o relieves” y cuya clasificación arancelaria es 7214.20.00.00., se usan
gracias a sus características mecánicas y de soldabilidad principalmente para
estructuras metálicas de construcción así como para herrería y cerrajería.
Adicionalmente,
esta partida que pertenece al subsector sidero-metalúrgico, está compuesto de
acero de alta ductilidad y se producen en hornos eléctricos, teniendo a la vez
distintas secciones y calibres.
Principales
destinos
Con una
participación de 74% sobre el total de envíos, Bolivia
se convirtió en el principal destino de las barras de acero para la
construcción entre enero y septiembre, tras cerrar el tramo en mención con una
facturación de US$ 47.2 millones (generó un aumento en sus demandas de +12.7%).
Al respecto, la
gerencia de Manufacturas de Adex precisó el que dicho superávit se originó
debido al incremento de proyectos de inversión pública así como de
inversionistas privados para cubrir el déficit de viviendas
existentes dentro del territorio boliviano.
Estados Unidos ocupó el segundo lugar del
ranking de importadores con compras por US$ 16.5 millones, consolidando de esta
manera el 25.9% del global de despachos.
Otros países
que demandaron barras de acero de construcción desde territorio patrio – según
el Sistema
de Inteligencia Comercial ADEX Data Trade - fueron Colombia
(país que en los años 20012 y 2013 no realizó adquisiciones con relación al producto)
y Guyana.
Firmas
exportadoras
Entre las
empresas peruanas que exportaron barras de acero para la construcción
entre enero y septiembre destacó principalmente Corporación Aceros Arequipa
S.A.; seguido de Yura S.A. y GYM S.A.
PERÚ MEJOR QUE BOLIVIA EN CUANTO A PRODUCCIÓN DE QUINUA
SE TRATA
Los Ande de Perú (www.losandes.com.pe)
Según datos
oficiales recogidos por la prestigiosa agencia de noticias EFE, en el presente
año el Perú superó a Bolivia en la producción de quinua con 95 mil toneladas
producidas frente a las 84 mil toneladas del hermano país.
Además, el
esfuerzo de los exportadores peruanos hizo que el Perú se coloque como el mayor
exportador de este grando con 25 mil 230 toneladas frente a las 23 mi 461
toneladas exportadas por Bolivia.
Hace 10 años
nuestro país participaba con un 6 % de la producción mundial de quinua,
mientras que el país altiplánico participaba con un 90%; sin embargo, en la
actualidad se ha observado que algunos productores bolivianos llevan quinua
peruana de contrabando por su menor precio.
“Estamos viendo
que Perú es más competitivo, puede vender a menor precio, porque tiene mejor
rendimiento y usa más químicos”, dijo el experto boliviano en granos andinos,
Pablo Laguna.
Analistas
económicos afirman que uno de los factores para el incremento de la producción
en nuestro territorio fue la irrupción de la quinua cultivada en terrenos más
bajos, como la producida en valles arequipeños y ayacuchanos.
Esta situación
está punto de generar una guerra comercial por la quinua. Se han reportado
acusaciones mutuas de ingreso de quinua de mala calidad para ser mezclada con
quinua orgánica para aumentar volúmenes de exportación.
La semana
pasada en Bolivia, medio millar de productores exigieron el cierre total de la
frontera al grano peruano, al tiempo que algunos productores se esmeran en
lanzar productos derivados de la quinua como leche y cerveza, esto como una
respuesta al volumen peruano.
BOLIVIA PREVÉ CAÍDA MODERADA DE INGRESOS POR PETRÓLEO Y
MINERALES
Xinhua de China (www.spanish.china.org.cn/economic)
La caída del
precio del petróleo y de los minerales, pese a ser los principales productos de
exportación de Bolivia, no tendrá efectos "catastróficos sino
moderados" para su economía, y no afectará a la tendencia de su
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), según el gobierno y expertos
economistas.
Pero las
fórmulas que fijan los precios en contratos de compra y venta de gas a Brasil y
Argentina están compuestas de derivados del petróleo que están a la baja.
En
consecuencia, si la caída reduce el monto de las facturas por el gas eso no
quedará registrado este año, sino el próximo, como han asegurado a Xinhua los
expertos Alberto Bonadona y Alvaro Ríos.
Aunque la
respuesta del gobierno, en concordancia con las previsiones macroeconómicas del
FMI, ha consistido en negar un posible impacto inmediato, pero sí manifestaron
que puede mermar "discretamente" el próximo año en un promedio de 200
millones de dólares si se mantiene ese descenso.
Tanto el
ministro de Economía, Luis Arce, como el presidente del Banco Central de
Bolivia, Marcelo Zabalaga, han expresado que la incidencia del descenso del
precio petrolero, al menos para este año, será "nula y no
desastrosa", debido a la fortaleza de los fundamentos de la política
económica que implementan desde cerca de una década en el país andino
amazónico.
Además
ratificaron la proyección de crecimiento para 2015 de 5,9 por ciento.
Para Bolivia, a
decir del ministro, no es ajeno ni es novedad que los precios de las materias
primas estén cayendo, porque "desde hace cuatros años los precios fluctúan
de subidas y bajadas y no ha afectado nuestro crecimiento promedio por encima
del 5 por ciento".
El analista
Bonadona dijo que tiene la impresión de que la caída del petróleo no va a ser
"catastrófica", pues cree que el barril del crudo se mantendrá en
poco más de 70 dólares, pero esto no va a ser eterno. "Pero los grandes
precios no se verán más", agregó.
Manifestó que
Brasil es un gran consumidor de gas de Bolivia, y lo que compra es vital para
la economía nacional, aunque en el contexto brasileño es una cosa
"pequeñita".
"Va a
continuar Brasil y creo que más allá de 2019 va a bajar el precio del gas que
les vendamos, manteniendo la misma fórmula, y también va a bajar con Argentina,
por tanto disminuirán los ingresos por venta de este energético para el
país", aseveró.
A su vez, Ríos
manifestó que el próximo año el país se verá mermado en alguna medida en sus ingresos
por la venta del gas natural a Brasil y Argentina, que está en un promedio
anual de 7.000 millones de dólares.
"Se van a
ver reducidos los ingresos por regalías en todas las regiones, las
universidades, YPFB y el país en su conjunto, por la baja del precio del
petróleo que se replicarán en el gas por estar indexada a ese costo, pero
repito esto, no será calamitoso", agregó.
ECONOMÍA SIN
PRECIOS INTERNACIONALES
La economía de
Bolivia en el periodo del Gobierno de Evo Morales (2006-2014) no ha sido manejada
por la fluctuación de los precios internacionales de los recursos naturales
como del petróleo y los minerales, porque ha sabido fortalecer su crecimiento
del PIB con creciente demanda interna y los presupuestos récord de inversión
pública.
Estas son las
conclusiones ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, y el economista, Luis
Ballivián, quienes manifestaron por separado, que la política de estabilidad y
crecimiento ponen a Bolivia entre las primeras economías de la región, porque
ha sabido enfrentar en la última década momentos complicados de crisis
internacional y baja de precios de las materias primas.
El ministro
Arce afirmó que el gobierno nacional ha manejado "adecuadamente"
periodos en que los precios estuvieron buenos, pero también cuando los precios
cayeron.
"El año
pasado, con semejantes descensos de precio hemos crecido al 6,8 por ciento.
Este año, vamos a crecer por lo menos al 5,9 por ciento, mientras las economías
de otros países que sufren los mismos efectos que el país enfrenta con las
materias primas, tienen descensos mucho más bruscos en sus economías, porque
son dependientes de los precios internacionales", aseveró.
El economista
Ballivián recomendó continuar en la dinámica de incrementar la inversión
pública productiva en el Presupuesto General del Estado, para dinamizar la
economía nacional en un contexto donde hay crisis internacional, en un contexto
de tercer año consecutivo de caída de precios de los minerales y del petróleo.
FLUCTUACIONES
DE PRECIOS
El gobierno del
presidente Evo Morales fundamenta el buen crecimiento boliviano basado en las
estadísticas registradas durante los últimos años en que el precio
internacional del petróleo y la minería no afectaron en los ingresos de Bolivia
ni en su crecimiento económico, que lo ubica entre las primeras economías de la
región.
"Y la
verdad, Bolivia ha estado enfrentando varias etapas de crisis de precios
internacionales, no es novedad", afirmó el ministro de Economía, Luis
Arce.
El ministro
detalló que el precio de barril de petróleo a nivel internacional fluctuó entre
subidas y bajadas, en la que registra un descenso de 102 dólares a 72 dólares.
Recordó que en
el año 2008-2009 se registró la más drástica caída de precios de 145 dólares a
30 dólares el barril de petróleo. "Estamos hablando de 115 dólares de
caída por barril del petróleo. Ese año el 2009, el crecimiento de Bolivia fue
uno de los mejores de la región".
A principios de
2011, el barril de petróleo llegó a 113 dólares, y se desplomó a 75 dólares.
Manifestó que
por si fuera poco el 2012 también hubo una fluctuación de 109 dólares a 77
dólares, pero Bolivia mantuvo crecimiento en promedio de 5 por ciento.
Sobre la caída
de los minerales, el ministro manifestó que la caída ha sido aún mayor, pues
dijo que el oro llegó a su máxima expresión en 2011, cuando se desplomó de
1.800 dólares la onza a 1.100, y la plata de 48 a 15.
"Todos los
años hay una tendencia a caer. La caída de precios, estamos hablando de tres
años atrás. Tres años recurrentes que estamos enfrentando caída de precios,
cuando los años 2011, 2012, 2013, este año (2014) no ha sido la excepción, y el
próximo año quién sabe si vamos a estar con el mismo problema", aseveró.
Ratificó que el
gobierno continuará fomentando la dinámica de la economía interna con
incrementos de hasta 6.000 millones de dólares para 2015.
URUGUAY Y BOLIVIA FIRMARÁN MEMORÁNDUM DE ENTENDIMIENTO
El Espectador de Uruguay (www.espectador.com)
Uruguay y
Bolivia firmarán en diciembre un memorándum de entendimiento para la
identificación de condiciones de participación del país andino en el futuro
puerto de aguas profundas.
El acuerdo se suma al que el Gobierno firmó con la misma intención con
Paraguay.
Así fue
anunciado por parte de la Cancillería boliviana, en el marco de una reunión
de subsecretarios de los tres países en el Consejo Energético de la
UNASUR.
Allí se definió que los tres países aunarán esfuerzos en los foros
regionales e internacionales en mateira energética, y se reafirmó la vigencia
del Urupabol como instrumento de integración y desarrollo
económico, político, social y cultural.
Paraguay y Bolivia reconocieron la importancia de las facilidades que
Uruguay les da para sacar sus productos a través de los puertos de Montevideo y
Nueva Palmira, y es en ese marco que anunció para el mes entrante la firma del
memorándum para la participación boliviana en el PAP.
La integración
tripartita dará un nuevo paso en breve con el inicio de la conexión
Montevideo-Asunción-Santa Cruz a través de la nueva compañía boliviana
Amaszonas, a la que sumará Alas U cuando empiece a operar. Los tres países además acordaron la necesidad
de una reunión para velar por el cumplimiento de las condiciones de la
Hidrovía, de forma de garantizar la libre navegabilidad, ante los problemas
planteados recientemente por Argentina.
AFIRMAN QUE
IDENTIFICARON AL ASESINO DEL CHE
El Día de Argentina (www.eldia.com.ar)
El sargento Mario Terán Salazar fue quien mató al guerrillero
argentino-cubano Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1967, en La Higuera, en
el sudoeste de Bolivia, según afirmó quien era entonces su superior jerárquico,
el hoy general (R) Gary Prado, según una nota publicada ayer por el diario
madrileño El Mundo tras haber entrevistado a ambos. Terán Salazar, actualmente
suboficial mayor retirado de 72 años, reconoció que es él quien aparece en la
fotografía tomada en diciembre de 1967 por la reportera gráfica francesa
Michelle Ray y que se supone desde entonces que muestra a quien mató a Guevara.
“Sí, soy yo”, dijo a los enviados de El Mundo a Santa Cruz de la Sierra, pero
no admitió ser quien disparó contra el líder rebelde. En cambio, quien lo
señaló como tal fue el general Prado, quien entonces era capitán y fue quien
capturó a Guevara. Según el informe publicado por El Mundo, uno de sus enviados
a Bolivia le mostró la mencionada foto y le preguntó a Prado: “¿Está seguro de
que éste es Mario Terán, el hombre que mató al Che?”, y el oficial respondió:
“Sí. Y no se lo puede culpar de lo ocurrido. Las circunstancias lo llevaron a
eso, no más”.
“LE RECOMENDÉ QUE SE CALLARA”
“Cuando le sacaron esa foto le hice una recomendación: ‘No te metas en
ese baile”, continuó Prado, y agregó: “¿Por qué le aconsejé que se quedara
callado? Para que no hubiera venganza contra él. Y me hizo caso”. “Tengo la
versión correcta de la ejecución que contaron los propios participantes”,
aseguró Prado, que en 1967 tenía 28 años y desde mayo de 2010 cumple prisión
domiciliaria, acusado de terrorismo y alzamiento armado por su participación en
un supuesto intento de asesinar al presidente Evo Morales por parte de un grupo
paramilitar en abril de 2009.
LA PRESENCIA DE
RUSIA EN SUDAMÉRICA
El Tribuno de Argentina
(www.eltribuno.info)
En lo que podría verse como un cambio de paradigma global, advertimos
como "novedosa" la creciente presencia rusa en los países
sudamericanos. Pareciera que atrás quedó la decisión de circunscribir sus
relaciones en América a la isla de los hermanos Castro, Cuba.
Rusia, como miembro fundador y activo del grupo de países emergentes
BRICS (en el que están Brasil, India, la República Popular China y Sudáfrica),
potenció su papel en el resto de los países de la región a través de una
asistencia financiera y asistencia tecnológica en variados campos. Esto es
especialmente palpable en el área de energía nuclear, ayudando a su despegue en
la región como lo demuestra recientemente nuestro vecino, el Estado
Plurinacional de Bolivia.
No es casualidad
La política encarada por el presidente ruso Vladimir Putin en los países
de América del Sur no es producto de una improvisación, sino todo lo contrario.
Es un paso más en la secular y permanente lucha por la expansión en el
mundo y el dominio de posiciones geopolíticas estratégicas entre la "gran
masa terrestre" (heartland), con corazón en Rusia, en oposición a las
pretensiones de la "masa insular" (heartsea) del Imperio Británico -Commonwelth-
en acuerdo a la teoría que a principios del siglo pasado planteó el geopolítico
y geógrafo inglés Halford J. Mackinder.
En lo que hace a nuestro país, la presencia de Rusia en suelo argentino no es nueva. Su historia se remonta a varios siglos atrás. Es de destacar, por ejemplo, que en el mismo acto en que nacíamos como "independientes" del Reino de España, el 9 de julio de 1816, Rusia estuvo presente en Tucumán a través de su representante: Jean Adam Graaner, quien realizó un informe de lo acontecido al Zar Alejandro I y al Rey de Suecia. Dicho informe se conoció bajo el título "Las provincias del Río de la Plata en 1816 (Ed. El Ateneo, Bs. As., págs. 60).
En lo que hace a nuestro país, la presencia de Rusia en suelo argentino no es nueva. Su historia se remonta a varios siglos atrás. Es de destacar, por ejemplo, que en el mismo acto en que nacíamos como "independientes" del Reino de España, el 9 de julio de 1816, Rusia estuvo presente en Tucumán a través de su representante: Jean Adam Graaner, quien realizó un informe de lo acontecido al Zar Alejandro I y al Rey de Suecia. Dicho informe se conoció bajo el título "Las provincias del Río de la Plata en 1816 (Ed. El Ateneo, Bs. As., págs. 60).
Más allá del tiempo transcurrido desde entonces, la lucha por el
posicionamiento geográfico en Sudamérica continua cruentamente entre los
bloques o Estados que se disputa el poder en el mundo.
Observamos que sin disimulo las acciones parten desde el mismo
"techo del mundo", el continente Antártico, donde Rusia hizo pie en
el lago y base Vostok, enfrentando a un Imperio Británico anclado en la
"Queen Elizabeth Land" (Antártida Argentina), la circunscripción
insular adyacente, y plataforma marina hasta el continente. Las ubicaciones
opuestas de ambos lugares parecen un reflejo de las posiciones que sostienen
quienes conducen ambos países.
A este avance de Rusia se suma la República Popular China como un nuevo
actor, quien parece perfilarse como el país que inclinará la balanza, ya sea en
favor del "heartland" o del "heartsea".
Cualquiera sea el resultado, lo apetecible es la geografía, no los
habitantes.
Mientras inexorablemente las potencias elucubran los pasos firmes que
realizarán, la ciudadanía argentina en una pasmosa desconexión de la realidad
mundial, se sumerge en la dialéctica de un Sergio Massa, Daniel Scioli o
Mauricio Macri que son los caminos al cementerio por la autopista, la colectora
o el enripiado.
COMBUSTIBLE DE
CONTRABANDO GENERA INGRESOS DE S/. 3,600
La República de Perú (www.larepublica.pe)
Los vendedores de combustible de contrabando quedaron en evidencia. Según
un trabajo de investigación de la Oficina Regional de Inteligencia (ORI) y de
la Policía Fiscal de Puno, estos obtienen ingresos de entre 2 mil 400 y 3 mil
600 soles mensuales. Ello desmiente la versión de los propios comerciantes que
presentan la venta como una actividad de subsistencia para contar con la
aprobación y respaldo de la población.
El expendio se realiza en los alrededores del terminal terrestre de Puno,
donde los negociantes usan a sus menores hijos como “gancho” con los compradores.
Al final de la jornada diaria, los ingresos oscilan entre los 80 y 120 soles.
La investigación policial se desarrolló entre setiembre y octubre
pasados, con la finalidad de desmitificar la realidad de los vendedores, que
obtienen ayuda de la población durante cualquier intervención policial.
Según el informe, el margen positivo obtenido por los comerciantes
radica en dos aspectos. El primero se debe a que la venta de cada galón genera
una ganancia fija que fluctúa entre los 1.50 y 2.00 soles. Este excedente está
asegurado por la alta demanda de su producto que registra un precio menor en
relación al precio del combustible nacional.
En los grifos formales el costo por galón de la gasolina de 84 octanos
bordea los 14.20 soles. Pero la gasolina de contrabando (de origen boliviano)
bordea los 12.80 céntimos. Sus mayores compradores son los transportistas de
servicio urbano.
Un segundo aspecto que explica la rentabilidad es el hecho de que
los comerciantes importan el producto a bajo precio porque en Bolivia los
combustibles son subvencionados.
“Esta situación ha repercutido en las ventas que hacen los grifos
formales de la ciudad. No es posible precisar el monto del perjuicio, pero cada
vez los comerciantes de combustible boliviano tiene más clientes por el bajo
costo con el que operan”, precisa el informe.
La investigación revela además que sólo en la ciudad de Puno,
existen alrededor de 100 personas en diversos puntos dedicados a la venta de
combustible en la vía pública. Empero la mayoría son parientes. Gracias a sus
movimientos se pudo establecer las rutas del comercio (Ver infografía).
INCREMENTO
ILEGAL
La investigación permitió establecer además que en lo que va del presente
año, el ingreso de combustible de contrabando se incrementó en 50% en relación
al mismo periodo de 2013.
El año pasado ingresaban al mes un promedio de 30 mil galones de
combustible, entre gasolina y petróleo, procedentes de Bolivia. En 2014 la
cifra se duplicó. Se estima que por Desaguadero, Tilali y Cojata ingresan
un promedio de 60 mil galones mensuales.
Para cruzar las zonas limítrofes, los contrabandistas usan la modalidad
del hormigueo. Ésta consiste en cruzar repetidamente la frontera durante todo
el día, cargando como mínimo dos galones en cada traslado. El incremento se ha
visto reflejado en el número de puntos de expendio. Richard Chinchihualpa
Gonzáles, jefe regional de Osinergmin Puno, dijo que para afrontar el tema se
requiere tomar acciones multisectoriales.
Para el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería
(Osinergmin) Puno, el tema requiere ser afrontando de manera multisectorial.
Por su lado, para el general Alberto Villalobos Fernández, el problema no solo
requiere de acciones de represión, sino que los transportistas deben evitar el
consumo del combustible. Sin embargo, advirtió que los comerciantes no están
dispuestos a dejar lo que les genera ganancia fáciles.
En tanto, para el sociólogo Carlos Flores, si las instituciones del
Estado quisieran en verdad combatir el tráfico de combustible, lo pueden hacer.
“El problema es que no hay voluntad de ponerle un alto”, dijo el
especialista.
LA LUCHA POR EL
ESTADO EN AMÉRICA LATINA
Infolatam de Argentina (www.infolatam.com)
La reciente actualidad informativa latinoamericana se sintetiza en algunos
titulares, comenzando por las manifestaciones en México tras el asesinato de
los 43 normalistas o los avatares de los diálogos de paz entre el gobierno
colombiano y las FARC. Todo esto sin desconocer el escándalo de Petrobras en
Brasil, la puerta abierta a la reforma constitucional en Ecuador o las
propuestas para introducirla en Uruguay. Finalmente, las denuncias del gobierno
argentino contra jueces “golpistas”.
Es difícil encontrar un denominador común para juzgar cuestiones tan
dispares, aunque en el fondo subyace la peculiar función del estado en los
sistemas políticos regionales. Por lo general se trata
de un Estado deificado, siempre con mayúscula y omnipresente. En todos los
casos aludidos subyace el control del estado y su utilización. Esto se observa en Petrobras y en las
investigaciones de la justicia contra una empresa hotelera de la presidente
argentina Cristina Fernández.
De las cleptocracias de mediados del siglo XX, encarnadas por el clan Somoza en Nicaragua o la dictadura
de Alfredo Stroessner en
Paraguay, se ha pasado al capitalismo de amigos. Tradicionalmente buena parte
de los empresarios y grandes propietarios regionales han intentado manipular al
aparato del estado y a muchos de sus gobernantes en su beneficio. El
proteccionismo actualmente dominante carece de color político y el “compre
nacional” no beneficia a los sectores populares, sólo engorda a los más ricos.
En buena medida esto ocurrió y sigue ocurriendo por la debilidad
institucional y el deficiente equilibrio de poderes. El excesivo peso del presidencialismo debilita la función de control y
contrapeso de los parlamentos y del poder judicial, frecuentemente meras
comparsas en manos de los mandatarios.
Las “leyes habilitantes” en Venezuela, que otorgan al ejecutivo plena capacidad
legislativa durante un plazo prolongado, es un claro ejemplo, aunque no el
único.
La corrupción es otro elemento importante, como muestra el caso de Petrobras. No se trata únicamente
de beneficiar a ciertas empresas “nacionales” y amigas, sino también, en el
mismo esquema, de generar recursos para financiar a los partidos políticos y
sus campañas electorales. En Brasil el gobernante PT está siendo muy afectado,
aunque no es la única organización política implicada en el escándalo.
En Argentina, tras la apertura de investigaciones judiciales contra los Kirchner, el gobierno ha salido en
tromba ante lo que considera una agresión judicial. Jorge Capitanich, Jefe de Gabinete, habló de “hostigamiento
judicial” y “golpismo activo del Poder Judicial”. El líder piquetero Luís
D´Elía acusó a la “mafia judicial” de
buscar un “golpe destituyente”, y pidió clavar simbólicamente en una pica la
cabeza del juez. Aníbal Fernández, connotado senador oficialista, remató: “en ningún país del mundo se
allana una empresa que pertenece a la presidenta… Es un gesto… absolutamente
falto de decoro”. Es decir, el decoro presidencial por encima de la ley y de la
obligación de respetarla.
La llegada de políticos populistas al poder reforzó la tendencia que
propicia la simbiosis entre gobiernos y estado. La legitimidad de origen
aportada por el triunfo electoral da acceso al “todo vale” y al “todo me es
permitido” porque tengo el respaldo popular. De ahí la deriva que conduce de un
país a otro a la reelección permanente. El fenómeno comenzó en la Venezuela de Chávez y
se extiende al Ecuador de Correa gracias
a un fallo de la Corte Constitucional que convierte la reforma de la
Constitución en un mero trámite parlamentario dada la mayoría oficialista.
Bolivia, voluntad de Evo Morales
mediante, puede ser la próxima estación.
Uruguay se ha caracterizado por su alta institucionalidad y respeto a las
leyes. La idea se repite en las encuestas, como Latinobarómetro, y en los rankings
de dentro y fuera del continente. En este pequeño país rige, como en otros de
la región, la doble vuelta en las elecciones presidenciales. A diferencia de
muchos, como Argentina, Bolivia o Nicaragua que introducen correctores que
suelen dar ventaja a los oficialismos, en Uruguay hay segunda vuelta si ninguno
de los candidatos obtiene el 50% de los votos.
Tras su susto reciente, el candidato del Frente Amplio, Tabaré Vázquez,
quiere cambiar el sistema y condicionar el balotaje a determinados resultados.
Es el mismo candidato que rehúye debatir públicamente con sus contrincantes
para no cometer errores que lo hagan perder la elección. Si se introduce la
segunda vuelta para dotar de mayor legitimidad a los gobiernos elegidos por
votación popular el camino propuesto no es el más adecuado. Lo más sencillo es
la elección por mayoría simple, como en México, donde el candidato más votado,
con independencia del número de sufragios obtenido, es elegido presidente.
En México y Colombia parte del conflicto se relaciona con el ejercicio
del monopolio de la violencia, disputado por grupos con agendas diferentes a la
gubernamental. En Colombia, las FARC quieren constituirse en estado paralelo y
en La Habana intentan discutir de tú a tú con los representantes del estado
colombiano. En México el narcotráfico se ha erigido como contrapoder
en muchos estados y ciudades gracias a la inestimable colaboración/complicidad
de autoridades locales y estaduales.
Las justas demandas de la población por la aclaración del abominable crimen de
Iguala deben apuntar claramente contra el narcotráfico y sus aliados, exigiendo
el fin de la impunidad.
En todos los casos encontramos otra tendencia omnipresente en América
Latina, la búsqueda de atajos para resolver problemas políticos, económicos y
sociales. El amiguismo, el compadreo y la vulneración de la ley (o el intento
de rodearla aunque sin caer abiertamente en el delito) suelen acabar, en el
medio plazo, con resultados peores a los esperados. Pero para entonces el daño
ya está causado y los beneficios para sus impulsores obtenidos. Es evidente que en América Latina hace falta más Estado. Ahora bien, para
que éste pueda cumplir eficazmente sus funciones debe estar acompañado de leyes
e instituciones y debe dejar de ser una mera herramienta en manos de los
presidentes.
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