El
historiador chileno Julio Pinto afirmó que el fallo de la Corte Internacional
de Justicia (CIJ) de La Haya no cierra la herida abierta entre Chile y Bolivia,
porque no resolvió el problema de fondo, el enclaustramiento marítimo
boliviano.
"Mientras
no se llegue a una solución, la relación armónica de ambos países y los
intereses de ambos países van a seguir siendo una herida abierta que va a
reventar cada cierto tiempo y que seguirá envenenando nuestras
relaciones", dijo en una entrevista con Radio Universidad de Chile.
En
la víspera, la CIJ rechazó la demanda de Bolivia que buscaba obligar a Chile a
negociar un acceso soberano al océano Pacífico.
"Con
esto no es que la demanda boliviana se vaya a terminar ni que todos los ruidos
que ha provocado hace tantos años se apaguen, yo creo que esto va a seguir
pesándonos como un problema no resuelto en nuestras relaciones diplomáticas y
de todo tipo con Bolivia, por tanto, es una solución relativa, porque no cierra
el problema de fondo que es una demanda insatisfecha", agregó Pinto,
Premio Nacional de Historia 2016.
Para
el académico, el centenario conflicto marítimo entre Bolivia y Chile rebasa los
límites de la legalidad, ya que, en definitiva, es un diferendo mucho más
complejo, de tintes históricos, culturales y políticos.
"Si
lo que nos interesa es llegar a un arreglo de verdad y definitivo de este
diferendo, se va a requerir de muy buena voluntad de los gobernantes y de los
pueblos de ambos países para buscar una solución que, efectivamente, cumpla con
ese requisito. Además de Perú, porque recordemos que Perú también está
involucrado en cualquier solución que se pueda producir en esto, por tanto,
mientras no se cuente con la buena voluntad de los tres países involucrados,
vamos a seguir empantanados con esto quizás cuánto tiempo más", concluyó.
BROCKMANN
TACHA DE "DESPRECIABLES" A QUIENES SE ALEGRARON POR FALLO CONTRARIO
AL MAR BOLIVIANO
El
periodista e historiador Robert Brockmann calificó de despreciables a los
bolivianos que se alegraron por el fallo de la Corte Internacional de Justicia
(CIJ) que eximió a Chile de negociar una salida soberana al mar con Bolivia
tras 5 años de juicio.
"El
boliviano que se alegre por el fallo de La Haya porque crea que significa una
derrota de Evo Morales ha perdido los papeles y es despreciable. Luto en
nuestros corazones. Oigo niños de la escuela cantando el himno. Lloro",
escribió Brockmann en su cuenta de Facebook.
El
autor de Lejos del Mar, Dos disparos al amanecer y El general y sus
presidentes, encabezó una corriente de opinión pública la que se sumaron personalidades
del mundo de las letras y la política.
"No hay que alegrarse. Todo esto es muy doloroso. Ojalá saquemos conclusiones positivas y dejemos de lado algunos discursos que no nos hacen bien", escribió también su cuenta de tuit laureado el novelista Edmundo Paz Soldán.
"No hay que alegrarse. Todo esto es muy doloroso. Ojalá saquemos conclusiones positivas y dejemos de lado algunos discursos que no nos hacen bien", escribió también su cuenta de tuit laureado el novelista Edmundo Paz Soldán.
Mientras
el indígena diputado suplente Rafael Quispe, enemigo enconado de Evo Morales
pedía juicio de responsabilidades al presidente, y su jefe partidista, el
empresario Samuel Doria Medina, explicaciones, un intelectual chileno, el historiador
Julio Pinto, escribió que el fallo de La Haya no cicatriza la herida abierta
entre Chile y Bolivia
"Estoy
triste por el resultado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero
nuestra reivindicación marítima sigue vigente. El pueblo boliviano está
frustrado. Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este
resultado", escribió Doria Medina en su cuenta de Twitter.
Al tiempo que en las redes sociales se imponían voces de que el fallo de La Haya impactó en el país y no en sus autoridades, Morales, de regreso ya a Bolivia, le mandó un mensaje a su pueblo. "Quiero decirle al país que, pese al informe de la #CIJ, que ha sido injusto, la lucha del pueblo boliviano sigue. Lo importante en este momento es que, aun siendo un resultado que no hace justicia, hay una Corte Internacional que reconoce que existe un tema pendiente con #Chile", escribió el mandatario.
Al tiempo que en las redes sociales se imponían voces de que el fallo de La Haya impactó en el país y no en sus autoridades, Morales, de regreso ya a Bolivia, le mandó un mensaje a su pueblo. "Quiero decirle al país que, pese al informe de la #CIJ, que ha sido injusto, la lucha del pueblo boliviano sigue. Lo importante en este momento es que, aun siendo un resultado que no hace justicia, hay una Corte Internacional que reconoce que existe un tema pendiente con #Chile", escribió el mandatario.
Tras
escuchar el fallo y mientras las celebraciones en La Moneda se multiplicaban,
Pinto declaró a una radio chilena su parecer.
"El
fallo tiene muy contento a nuestra cancillería y a todos los sectores más
nacionalistas chilenos, que son bien numerosos, pero no resuelve el problema de
fondo, o sea, con esto no es que la demanda boliviana se vaya a terminar ni que
todos los ruidos que ha provocado hace tantos años se apaguen, yo creo que esto
va a seguir pesándonos como un problema no resuelto en nuestras relaciones
diplomáticas y de todo tipo con Bolivia, por tanto, es una solución relativa,
porque no cierra el problema de fondo que es una demanda insatisfecha",
hizo notar.
Por
último, el analista e historiador Atilio Borón consideró que "el fallo de
la Corte Internacional de Justicia cierra, por ahora y tan sólo en el ámbito
jurídico, el histórico diferendo político relativo el acceso al mar de
Bolivia".
"El
fallo del tribunal de La Haya peca de un tecnicismo que no se compadece con la
densidad histórica y geopolítica que encierra esa controversia. Los jueces
obraron como si estuvieran en presencia de un litigio entre dos cantones suizos
por el acceso a unas pasturas para sus vacunos de lechería. No se hicieron
cargo de la dimensión y la génesis del conflicto y del papel de las grandes
potencias de la época -Gran Bretaña y en menor medida Estados Unidos- que
utilizaron al gobierno de Chile como un "proxy" para apoderarse de
las riquezas mineras existentes en esa región", barajó.
Borón
citó al periodista e historiador chileno Manuel Cabieses Donoso, que antes de
la resolución del pleito judicial en La Haya hubo prestidigitado que
"después del fallo de la Corte Internacional de Justicia, lo único
razonable es que Chile y Bolivia inicien el diálogo amistoso que el mundo les
está pidiendo.".
ANTONIO
REMIRO BROTONS, IDEÓLOGO DE LA DEMANDA BOLIVIANA: “SE ACATA EL FALLO, PERO HAY
UN TEMA PENDIENTE”
"En sí
se invita a las partes a dialogar y a buscar una solución. Eso ha dicho la
Corte en el importante párrafo 176 de la sentencia" asegura.
El Dínamo de
Chile (www.eldinamo.cl)
El
abogado español, Antonio Remiro Brotons, considerado como el “ideólogo” de la
demanda marítima, mantuvo la tesis del Presidente de Bolivia, Evo Morales,
sobre el llamado de los jueces de la Corte Internacional de Justicia para
resolver “el enclaustamiento” que vive el pueblo altiplánico.
El
jurista abandonó el Palacio de la Paz en los vehículos de la delegación
boliviana y abordó algunos de los aspectos del contundente fallo de los 12
magistrados que desecharon los 8 argumentos de la presentación altiplánica.
Remiro
Brotons reiteró al igual que Evo Morales que “todo sigue abierto, hay votos
mayoritarios, votos minoritarios, pero la Corte dice que sigue existiendo la
posibilidad de negociar al margen de que no haya una obligación legal de
hacerlo” planteó al analizar la sentencia de la CIJ.
Remiro
Brotons insistió que “la disputa está ahí y habrá que resolverla algún día, con
buena voluntad y buena fe por ambas partes” afirmó.
Sobre
el rechazo de la tesis jurídica de “los derechos expectaticios”, Antonio Remiro
Brotons resaltó que “no era mi gran tesis, pero en lo que queda, la Corte ha
opinado que existe una serie de hechos contrastados y comprobados, que en ellos
no ve una intención de comprobarse una obligación, pero que en todo caso las
partes (Bolivia y Chile) deben seguir hablando sobre este asunto y resolviendo
el enclaustramiento de Bolivia, porque históricamente se ha demostrado que
existe un tema pendiente” dijo el abogado hispano.
El
jurista añadió que “en sí se invita a las partes a dialogar y a buscar una
solución. Eso ha dicho la Corte en el importante párrafo 176 de la sentencia”
concluyó.
Asimismo,
Antonio Remiro Brotons puntualizó que “por supuesto que se acatará el fallo,
pero no significa que Chile puede negarse a negociar en el marco de una
contingencia política, moral o histórica, sino que solo podrá decir “no tengo
la obligación de sentarme a negociar en este momento”, pero lo que se da es una
oportunidad política. No creo que sea una derrota para nadie. Ya dije que esta
sentencia no se puede dar en términos de “vencedores y vencidos” sino que es
una oportunidad también para haber ordenado las ideas de cada cual, para haber
establecido la necesidad de un objetivo común y compartido, mirando el
beneficio de ambos pueblos, el boliviano y el chileno” finalizó el abogado de
la demanda boliviana.
Otros
integrantes de la delegación altiplánica como Payam Akabam también siguieron la
misma línea al retirarse de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
EL OSCURO
FUTURO DE EVO TRAS EL CONTUNDENTE FALLO DE LA HAYA
El fallo
puede traer efectos negativos en la aspiración de Evo a una cuarta reelección
Publimetro de
Chile (www.publimetro.cl)
La
Corte Internacional de Justicia determinó, por 12 votos contra 3, que Chile no
tiene la obligación de negociar una salida soberana al océano Pacífico a favor
de Bolivia
Pero
¿cuáles son las repercusiones de este esperado fallo de ahora en adelante y en
el gobierno boliviano?
Respuesta
de Bolivia
Pietro Sferrazza Taivi, académico de la UNAB sostiene que "la sentencia de la Corte
Internacional de Justicia no deja lugar a ninguna duda sobre la inexistencia de
una obligación internacional del Estado chileno de negociar un acceso soberano
al mar en favor de Bolivia".
Como
sostuvo el ex canciller chileno: "ahora
la pelota está en el lado boliviano, de si van a cumplir con este fallo
contundente donde la Corte Internacional nos ha dado toda la razón".
Con
respecto a este postulado Taivi asegura que "la sentencia de la Corte
es obligatoria, no es recurrible en el fondo. Sólo se admite un recurso de interpretación, pero en este
caso, dada la claridad de los argumentos, dudo que será presentado por alguno
de los Estados partes en el juicio. El otro recurso es el de revisión, pero los Estatutos de la Corte exigen
la alegación de nuevos antecedentes. También dudo que Bolivia presente un
recurso de esta naturaleza, dado que esgrimió todos los antecedentes posibles
para el sustento de su demanda".
Sin embargo Bolivia sí analizará otras vías
para solucionar el diferendo marítimo con Chile, así
lo sostuvo el vicepresidente Álvaro García Linera, quien cree que el
fallo de la Corte cierra una puerta, pero abre otras. "Si bien no
hay obligación de negociar por parte de Chile, ha abierto las puertas de las
vías de diálogo y nos ha remitido
al conjunto de mecanismos y procedimientos establecidos por las Naciones Unidas en
cuenta a la solución pacífica de problemas entre estados", informó en
conferencia de prensa. La segunda autoridad nacional destacó que la
instancia judicial reconoció tres aspectos fundamentales para el país:
"Que nació con una salida soberana
al mar, que el Tratado de 1904 no resuelve los temas pendientes y
que debe primar el diálogo para solucionar el tema".
"Sería
posible que Bolivia intente activar
otro mecanismo de solución pacífica de controversia, pero con una sentencia
de la Corte tan contundente a favor de Chile, tengo muchas dudas sobre el éxito
de otros mecanismos. Quizás lo único que le queda a Bolivia es modificar su
estrategia política e intentar convencer a las autoridades del Estado de Chile
negociar de manera bilateral el acceso al mar", manifiesta Taivi.
En
esa misma línea, Fernando Castillo
Opazo, historiador de la
UNAB sostiene que "el principal mecanismo que debiera
desarrollar Bolivia es el de
restablecer las relaciones diplomáticas con Chile y así `buscar acuerdos
por la buena vecindad y hermandad en la región`. La diplomacia entre Chile y
Bolivia se debe restablecer para que de buena voluntad se pueda llegar a
algún tipo de acuerdo que no implique modificaciones soberanas-territoriales, ya
que el Estado de Chile, no está dispuesto a ceder en este punto".
Repercusiones
políticas
Por
su parte Taivi también alega que "Evo
Morales ha quedado en muy mala posición política a raíz del fallo. Ahora tendrá
el desafío de justificar frente a su pueblo por qué ha acudido a
una instancia como la Corte Internacional para resolver este problema y de
explicar las razones de la derrota del Estado boliviano".
Y
añade: "En este escenario será decisiva la respuesta del gobierno y la
definición de una nueva estrategia a partir de considerar que el fallo “no
obliga pero invoca” a Chile a encarar negociaciones. La presencia o no de
Carlos Mesa en el equipo boliviano post Haya será uno de los elementos
centrales de esa respuesta gubernamental puesto que su figura es invocada por
varios sectores opositores como candidato con posibilidades de vencer a Evo
Morales. Es una coyuntura compleja porque el tiempo es corto para las
redefiniciones estratégicas. El 10 de
octubre próximo se conmemoran 36 años de la restauración de la
democracia y tanto el oficialismo como las fuerzas de oposición han convocado a
movilizaciones con consignas opuestas que se disputan la representación de la
democracia. En esas circunstancias será posible auscultar la incidencia del
fallo de la CIJ en el decurso del proceso político".
Cómo
quedan las negociaciones
"En
el plano de las negociaciones Chile ha quedado con una ventaja considerable,
incluso podría negarse a entablar cualquier tipo de negociación sobre el tema y
hoy en día no existe ningún mecanismo jurídico que obligue al Estado de Chile a
sentarse en una mesa de negociación", afirma Taivi.
"Para
Chile el fallo debiera significar no sólo un triunfo político del Estado, sino
que además volver a confiar en las instancias internacionales, ya que tras la
derrota con Perú en 2014, no han sido pocas las voces que habían planteado la
opción de que Chile se retirara del Pacto de Bogotá de soluciones
pacíficas", declara Opazo.
Se acusa al
Presidente de haber politizado la aspiración marítima boliviana
FALLO PROPINA DURO GOLPE POLÍTICO A MORALES Y CONDICIONA SU REELECCIÓN
Mientras ya
se habla del "peor revés de su mandato", expertos aseguran que se ha
reconfigurado el escenario electoral en 2019.
El Mercurio
de Chile (www.economiaynegocios.cl)
Firme
hasta el final en su estrategia discursiva de mostrarse confiado sobre un fallo
favorable en La Haya, solo un día antes, Evo Morales había pronosticado que se
venían "buenas noticias para el pueblo boliviano". Durante los 91
minutos de la lectura del veredicto, sin embargo, el gesto circunspecto del
rostro del Presidente fue incapaz de disimular su frustración. Sus
declaraciones posteriores tampoco lograron maquillar el contundente dictamen de
la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que a nivel interno ya se interpreta
como el golpe político más duro en los 12 años de gobierno del Movimiento al
Socialismo e incluso un factor que podría amenazar la cuestionada reelección
del mandatario en los comicios de 2019.
En
la oposición boliviana ya están listos para pasarle la cuenta a Morales, a
quien acusan de haber politizado la causa marítima bajo su propio interés.
"El pueblo boliviano está frustrado. Necesitamos una explicación de por
qué llegamos a este resultado", fue uno de los primeros varapalos que recibió
por parte de Samuel Doria Medina, líder de Unidad Nacional, quien posiblemente
sea su rival en las elecciones del próximo año. Mucho más duro fue el diputado
Amilcar Barral: "Hemos sido triunfalistas, nos hemos limpiado la boca
antes de comer", criticó el congresista, quien aseguró que este
"fallo lapidario" le dio el mensaje al Presidente de que ya "se
le acabó el discurso del mar".
Morales
fue uno de los principales impulsores de la inclusión en la Carta Magna de 2009
de un artículo que establece el "derecho irrenunciable e
imprescriptible" del Estado boliviano de un acceso al océano Pacífico.
Además, protagonizó una campaña para promover esta aspiración en foros
internacionales, aseguró sin sustento haber comprometido una larga lista de apoyos
de líderes mundiales -desde Vladimir Putin hasta el Papa Francisco-, y lanzó
iniciativas propagandísticas como el Libro del Mar -traducido incluso al chino-
o el reciente despliegue de una bandera de 200 km de largo que pretendía batir
un récord. Pero su apuesta más importante, la vía jurídica en La Haya, no
resultó como él esperaba.
"Morales
politizó demasiado la causa marítima", dijo a este diario Carlos Toranzo,
columnista de Página Siete. "Con exceso de soberbia, incluyó en la
Constitución que la lucha por el mar implicaba acceso al Pacífico con
soberanía, y su maximalismo ató las manos de cualquier negociación. Confundió
su poder en Bolivia con su inexistente influencia en el mundo. Y la causa
marítima se convirtió en otro elemento de su intento de eternizarse en el
cargo".
Para
Carlos Cordero, académico de la Universidad Católica de Bolivia, el fallo de La
Haya "es la derrota política más dura que ha vivido Morales", mayor
incluso que el fracaso del 21-F, cuando perdió un referéndum -que finalmente no
respetó- para poder repostularse. "Hoy, el Presidente debe estar
reflexionando acerca de si va a continuar en la carrera electoral, porque
Bolivia le va a pasar factura por esta derrota jurídica", aseguró el
analista político, quien explicó que "normalmente el tema marítimo ni
sumaba ni quitaba votos en Bolivia, pero en la actual coyuntura, en que Morales
ha politizado el tema de La Haya, sí va a influir".
"El
fallo de La Haya ha cambiado totalmente el escenario político en Bolivia",
enfatizó Cordero.
En
este nuevo panorama, parece abrirse el naipe de la oposición de cara a los
comicios de 2019. "La sentencia de La Haya ha sido un baño de agua fría
para Morales, y va a animar aún más a la oposición y a los sectores sociales
que están en contra de su reelección. Se convertirá en un poderoso argumento a
favor de los defensores del 21-F", sostuvo el analista político y ex
constituyente Jorge Lazarte, quien criticó el "exitismo engañoso"
promovido por Evo.
Tanto
para Lazarte como para Toranzo, el principal de los candidatos opositores hoy
es el ex Presidente Carlos Mesa, quien podría ahora dejar su cargo como vocero
de la demanda y actuar sin ataduras diplomáticas. "El fallo de la CIJ
generó una pérdida más grande para Morales que para Mesa, quien hoy es la única
carta viable para derrotar electoralmente al Presidente y tiene espacio para
crecer", destacó Toranzo.
Pero
para Cordero, Mesa "también podría verse afectado" por el efecto La
Haya. Y tampoco se puede descartar que Morales dé un paso al costado, lo que
provocaría una proliferación de candidatos que hoy están en alcaldías o
gobernaciones: "La Haya puede provocar la salida de esta generación que
hoy está en la política. Puede ser una derrota generacional, y que vengan otras
generaciones a hablar de una salida al mar".
SENTENCIA
COMPLICA LA REELECCIÓN DE EVO MORALES EN 2019
Lo ocurrido
en La Haya no estaba en los planes del Presidente, cuyo gobierno sufre un
fuerte desgaste.
La Tercera de
Chile (www.latercera.com)
El
rostro de Evo Morales en el Palacio de la Paz en La Haya lucía desencajado. El
fallo no solo pulverizaba la demanda marítima que presentó contra Chile en
2013, al señalar que el gobierno chileno no tiene la obligación de negociar,
sino que, además, al Presidente boliviano se le abrió, de pronto, un nuevo
frente que puede poner en riesgo su idea de ser reelecto por tercera vez en
2019.
Una
vez conocido el fallo, la oposición boliviana no perdió tiempo en lanzar dardos
contra Morales. El primero fue el excandidato presidencial Samuel Doria Medina,
quien apuntó: “Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este
resultado”. A su vez, Víctor Hugo Cárdenas, exvicepresidente de Gonzalo Sánchez
de Lozada, dijo en su Twitter que el gobierno “despreció a expertos en derecho
internacional y se rodeó de amigos y de su rosca íntima. ¡Subordinó el mar al
interés de la reelección indefinida!”.
Un
fallo tan adverso no estaba en los planes del gobernante boliviano, que el
próximo año se juega su reelección, en medio de un escenario de profundo
desgaste al que ahora se suma lo ocurrido en La Haya. La estrategia de Evo
Morales era tener un viento favorable con el fallo por la causa marítima, cosa
que cambió abruptamente. Ello, a pesar de que tras el fallo insistió en que si
bien Chile no tiene ahora la “obligación” de negociar, sí existe, según él, la
“necesidad” de hacerlo.
Evo
Morales ya venía con problemas en su propósito de lograr un nuevo mandato.
Llegó a la Presidencia en 2006 y ha sido reelecto en dos ocasiones: 2009, con
el 64,2%, y en 2014, con el 61,3%. El problema para el Presidente es que en
febrero de 2016 perdió el referendo sobre la reforma constitucional que
permitía una nueva reelección. En esa ocasión, el No ganó con un 51,3%,
mientras que el Sí obtuvo un 48,7%. Pero luego el gobierno boliviano se las
arregló, vía Tribunal Constitucional, para igualmente poder postular a una
tercera reelección.
En
agosto pasado, Evo Morales rompió el récord de permanencia en el poder, con 12
años, seis meses y 21 días. Un total de 4.587 días. El récord lo tenía Víctor
Paz Estenssoro, que gobernó por 4.586 días, aunque en cuatro mandatos no
consecutivos. Ya en octubre de 2015 Morales se había convertido en el
Presidente con mayor tiempo de manera continua en el poder, superando a Andrés
de Santa Cruz, que estuvo un total de nueve años, ocho meses y 25 días
(1829-1839).
Los
analistas bolivianos coinciden en que el Presidente boliviano cometió un error
al ideologizar y vincular la demanda marítima a su reelección. Sin embargo,
también advierten que no hay que subestimar el apoyo con el que aún cuenta,
superior al 40%, además del hecho de que -hasta ahora- ninguna figura de la
oposición (Carlos Mesa, Doria Medina o Jorge Quiroga) ha capitalizado el
rechazo al mandatario.
“(Evo
Morales) vinculó demasiado su candidatura con el exitismo engañoso de La Haya”,
señaló a La Tercera el analista paceño Jorge Lazarte”. “Como boliviano, da pena
el fallo, pero como analista digo que la soberbia nos llevó al hundimiento. Con
el fallo pierde Evo”, aseguró el politólogo boliviano Carlos Toranzo.
Para
el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán, autor de títulos como El delirio de
Turing y Palacio Quemado, “la reelección ya está complicada y esto no ayuda en
nada”. “El problema es para la oposición, que no ha mostrado todavía una
alternativa viable, más allá del rechazo a su postulación. Por supuesto, nunca
hay que subestimar a Evo, pero este caso específico juega muy en contra”, dijo
a La Tercera.
Es
el expresidente Mesa el mejor posicionado para enfrentar a Evo en 2019, según
las encuestas. Pero el vocero de la demanda marítima también podría verse
afectado, ya que forma parte del equipo. Para Lazarte, Mesa podría perder
respaldo, aunque menos que Morales, porque “su perfil se apoya en otras
razones, entre ellas el antievismo creciente”. “Mesa pierde menos que Evo”,
concluye Toranzo.
¿EL GRAN
PERDEDOR EN LA HAYA?: EL FUTURO DE EVO MORALES TRAS LA DERROTA BOLIVIANA
Radio Bio Bio
de Chile (www.biobiochile.cl)
La
Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dio un revés al presidente boliviano,
Evo Morales, tras rechazar la demanda para negociar con Chile una salida al
océano Pacífico y derrumbar el discurso de La Paz.
“Por
12 votos contra 3, la República de Chile no está obligada jurídicamente a
negociar un acceso soberano al océano Pacífico para el Estado plurinacional de
Bolivia”, señala el fallo, leído durante más de una hora por el presidente del
tribunal, Abdulqawi Ahmed Yusuf.
La decisión
de La Haya se da a un año de que Evo Morales -en una polémica
decisión- compita por obtener su cuarto periodo presidencial, por lo que se
visualizan meses complejos en Bolivia. Una candidatura cuestionada por la oposición
y que ya no tendrá la carta de la demanda marítima.
La
imagen de Morales durante la lectura de la sentencia y la demora en su reacción
reflejaban el desconcierto del gobierno boliviano, al observar como la Corte
descartaba uno a uno sus argumentos, hasta entregar el fallo final.
“La
demora en un pronunciamiento en la Haya del presidente Morales Ayma es
sintomático del desconcierto que produjo. Los 15 argumentos fueron duramente
descartados por faltos de pruebas o de justificación (…) Después, se repitió
el discurso de “nuevas opciones” sin que mediara ninguna reflexión ni mea
culpa”, explica José Rafael Vilar, analista y académico de la Escuela
Complutense Latinoamericana para Bolivia.
-¿Cómo
queda el gobierno de Morales?
Vilar
plantea que el gobierno ha construido una imagen de éxito y logros en distintos
niveles, aunque la disminución en las expectativas económicas, Bolivia creció
un 4,2% en 2017 y se proyecta que su economía crecerá entre un 3,5 a un 3,9% en
2018, según el Banco Mundial.
La
reivindicación marítima, que la Constitución de Bolivia exige a todos los
gobernantes, era otro de los relatos que ayudaban a resaltar la exitosa gestión
de Morales al frente del país altiplánico, pero el fallo de La Haya quebró esa
situación.
“La
demanda boliviana ante la CIJ y el presunto fallo favorable que iba a tener
eran bazas importantes que constituían el último ‘Relato de Éxito’ creíble
antes de oficializar la postulación. Ahora no hay”, explica Vilar.
“Este
argumento de la derrota de La Haya, posiblemente pese mucho no en el tema de la
elección de 2019, sino en su postulación a esas elecciones, esperemos todavía
las decisiones que asuma el Gobierno. Este (el mar) era su argumento de
triunfo, no tiene otro argumento”, indicó Javier Solares, analista boliviano a
diario El Deber de ese país.
-¿Qué
pasa con Evo y la demanda marítima?
La
figura de Evo Morales parece ser la más dañada tras el fallo de La Haya, las
miradas se concentraban en su figura durante la lectura de la sentencia y algunos
sectores de la oposición boliviana, especialmente de la ultraderecha y la
derecha conservadora, lo apuntaron como el principal responsables.
Algunos
analistas consideran que la figura de Morales durante el proceso y su excesivo
protagonismo podrían jugarle una mala pasada en las lecciones de 2019, debido
al fracaso jurídico de Bolivia.
“Comunicacionalmente,
hasta hoy antes del fallo se posicionó machaconamente (insistentemente) la
identidad ‘Evo, el único que puede llevarnos al mar’. El fracaso del exitismo
es, por ende, un fracaso personalizado (…) Considero que afectará su
postulación. Habrá que esperar a las próximas semanas”, comentó Vilar a
BioBioChile.
El
profesor universitario y analista Carlos Cordero, crítico con Morales, dijo a
la Agence France-Presse que en las elecciones de 2019 el presidente “podría
recibir una fenomenal paliza electoral” y que la ciudadanía podría “pasarle la
factura” de esta derrota.
-¿Qué
viene para Bolivia?
Horas
después de conocido el fallo, el mismo Evo Morales y su vicepresidente, Álvaro
García Linera, se aferraron al párrafo 176 del fallo dado por La Haya que
invita a ambos países a mantener el diálogo como países vecinos y que según
Bolivia, establece que hay temas pendientes.
“Las primeras declaraciones, tanto de Morales Ayma como del vicepresidente, van en el sentido de insistir sobre lo mismo. La gran interrogante interna es cuán creíble esto puede ser y la certeza externa es que sin el apoyo de una resolución favorable de la CIJ, abandonada la regionalización de la demanda en la OEA después de la reunión de cancilleres de la organización en Tiquipaya por priorizar la agenda bilateral, el fracaso de la multilateralización jurídica ahora y el aislamiento que Bolivia ha tomado de gran parte de los gobiernos de la región por el alineamiento irrestricto con las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. Valga el conjunto”, explica Vilar.
“Las primeras declaraciones, tanto de Morales Ayma como del vicepresidente, van en el sentido de insistir sobre lo mismo. La gran interrogante interna es cuán creíble esto puede ser y la certeza externa es que sin el apoyo de una resolución favorable de la CIJ, abandonada la regionalización de la demanda en la OEA después de la reunión de cancilleres de la organización en Tiquipaya por priorizar la agenda bilateral, el fracaso de la multilateralización jurídica ahora y el aislamiento que Bolivia ha tomado de gran parte de los gobiernos de la región por el alineamiento irrestricto con las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. Valga el conjunto”, explica Vilar.
Más
allá de los llamados a diálogos y al anuncio de García Linera de que buscarán
nuevos métodos para la aspiración marítima y que Morales dijera que “Bolivia
nunca va a renunciar a salir de su enclaustramiento”, queda espera qué camino
tomarán los futuros gobiernos bolivianos.
“La
Paz debería buscar cambiar de estrategia que le permita reforzar el tema de la
salida al mar, estableciendo relaciones diplomáticas con Chile. Esto podría
crear un marco distinto de negociación” a la actual confrontación, dijo a la
Agence France-Presse, Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano de
Madrid.
Chilenos
y bolivianos aún tiene pendiente un segundo proceso en la CIJ, por el uso de
las aguas del Silala. Para Chile, que presentó en 2016 la demanda, es un río
internacional, mientras que Bolivia lo considera un manantial que le pertenece
y que fue desviado artificialmente por empresarios.
CANCILLER
AMPUERO: "SI BOLIVIA ESTÁ ENCLAUSTRADA ES POR DECISIÓN PROPIA DE EVO
MORALES"
"Nosotros
somos buenos vecinos y no nos gusta entrometernos en asuntos internos de otros
países", dijo el ministro.
Ahora
Noticias de Chile (www.ahoranoticias.cl)
"Bolivia
no está enclaustrada, y si está enclaustrada como lo dice el Presidente Morales
es por decisión propia de él".
De
esta forma el ministro de Relaciones
Exteriores (Minrel), Roberto
Ampuero, respondió en entrevista con Ahora Noticias los dichos del Mandatario altiplánico, quien
tras el fallo de la Corte Internacional
de Justicia (CIJ) de La Haya señaló que "los hallazgos de la corte
no deben ser entendidos como si impidieran a las partes continuar sus diálogos
e intercambios, en un inscrito de buena vecindad para atender los asuntos
relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia".
"Durante cinco años la política del señor
Presidente Evo Morales en contra de Chile ha sido poco amistosa, ha herido
susceptibilidades, ha herido lo que son instituciones nuestras, representantes
nuestros, nuestra visión de la historia; y todo eso va dejando huella.
Es decir, hay disposición de Chile a negociar y a conversar dentro del marco
del tratado de 1904, pero esto implica ir creando condiciones para que ese
diálogo, en algún momento, pueda ser posible", enfatizó el canciller.
"Nosotros
somos buenos vecinos y no nos gusta entrometernos en asuntos internos de otros
países, y en este sentido, son los bolivianos los llamados a elegir a su
Presidente y a quienes los van a representar en la arena internacional",
agregó Ampuero.
El
secretario de Estado recalcó que "es
necesario que Bolivia reconozca el derecho internacional, reconozca el
trtatado de 1904 plenamente vigente (...) y que acate este fallo de la Corte
Internacional de Justicia, si fue la misma Bolivia quien recurrió a la
CIJ".
"Bolivia no está enclaustrada, y si está
enclaustrada como lo dice el Presidente Morales es por decisión propia de él",
añadió.
Finalmente,
el ministro hizo énfasis que el país vecino "goza de plena libertad para
acceder al océano Pacífico, a través de territorio soberano chileno para hacer
su comercio internacional", y siendo enfático que "la política de Chile es mucho más que el tema
de Bolivia".
BOLIVIA VE
FRUSTRADA SU ASPIRACIÓN DE TENER MAR
En votación
de 12 contra tres, los jueces deciden que Chile no tiene la obligación de negociar
con su vecino la zona marítima limítrofe acordada en el Tratado de Paz de 1904.
El Economista
de México (www.eleconomista.com.mx)
La
Haya. Después de cinco años, el presidente boliviano, Evo Morales, vio
desmoronarse las aspiraciones de una salida soberana al océano Pacífico, que se
han avivado durante los 12 años que se ha mantenido en el poder, luego que la
Corte Internacional de Justicia de La Haya resolviera que “no puede concluir
que Chile tenga obligación de negociar” con el vecino país.
Tras
75 minutos de lectura, el presidente de la corte, el juez somalí Abdulqawi
Ahmed Yusuf echó por tierra las aspiraciones de Bolivia, al señalar que “la
corte observa que Bolivia y Chile tienen una dilatada historia de diálogo,
intercambios y negociaciones destinadas a identificar una solución apropiada a
la mediterraneidad de Bolivia, tras la guerra del Pacífico y el Tratado de Paz
de 1904; la corte, no obstante, no puede concluir, basándose en el material
presentado a ella, que Chile tenga obligación de negociar con Bolivia con el
fin de llegar a un acuerdo por el que se le conceda a Bolivia un acceso
soberano al océano Pacífico”.
Acto
seguido, señaló que, “por consiguiente, la corte no puede a aceptar el resto de
los alegados finales presentados por Bolivia, que se basan en la existencia de
esta obligación”.
La
contundencia del fallo fue decretada por 12 jueces a favor y tres en contra
(Patrick Lipton Robinson, Jamaica, Nawaf Salam, Líbano e Yves Daudet, Francia),
lo que no dejó espacio a dudas respecto de que Chile no tiene obligación alguna
de sentarse a negociar con nuestros vecinos altiplánicos una salida al mar y
dejó en una más que incómoda posición al mandatario boliviano, que optó por
refugiarse en el párrafo 176 de la sentencia para insistir en que chile se
siente a conversar.
Morales
reiteró que en la sentencia hay una “invocación” a negociar y para sustentar
sus palabras leyó el citado párrafo, señalando que “sin embargo, los hallazgos
de esta corte no deben ser entendidos como si impidieran a las partes continuar
su diálogo e intercambios en un escrito de buena vecindad para atender los
asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia”.
Morales
creó falsas expectativas
El
mandatario chileno, reunido con representantes de todos los poderes del Estado,
inició su conversación con la prensa señalando que éste “es un gran día para
Chile” y advirtió que Morales “le creó falsas expectativas a su propio pueblo”.
Por
su parte, Morales estuvo presente durante el fallo en la primera fila.
UN FALLO QUE
HA TENIDO EN VILO A BOLIVIA Y CHILE DURANTE CINCO AÑOS
El Gobierno
de Morales pretendía que el tribunal de La Haya obligara al país vecino a
negociar una salida al océano Pacífico
El País de
España (www.elpais.com)
Cinco
años después de que Bolivia
demandara a Chile ante la Corte Internacional de Justicia en
busca de un pronunciamiento sobre la supuesta obligación de negociar un acceso al
Pacífico, este lunes el tribunal ha hecho pública la sentencia,
inapelable y obligatoria. Y ha fallado a favor de Chile, que no tendrá que
negociar con Bolivia una salida al mar para este país. Con las relaciones
diplomáticas cortocircuitadas desde 1978, después de que Bolivia las
suspendiera de manera unilateral, en los últimos años la opinión pública se ha
endurecido en lo referente a este ya histórico conflicto. El presidente
chileno, Sebastián
Piñera, ha aguardado el resultado del juicio en La Moneda junto a su
canciller, Roberto Ampuero, y los máximos representantes del poder legislativo
y judicial. El mandatario boliviano, Evo Morales, ha
presenciado la audiencia pública en La Haya, arropado por varios
expresidentes del país sudamericano.
“Todos
los temas contenidos con Bolivia fueron resueltos de forma clara y categórica
en un tratado libre y voluntario que se encuentra plenamente libre y vigente en
1904. Chile va a cumplir y hacer cumplir el tratado de 1904. Hemos defendido y
vamos a seguir defendiendo, con todos los instrumentos de la historia y del
derecho internacional, nuestra integridad territorial”, ha señalado Piñera antes de conocerse
el fallo. El presidente se reunió el pasado martes en la
Casa de Gobierno con los expresidentes chilenos Eduardo Frei (1994-2000) y
Ricardo Lagos (2000-2006), que llamaron al país a esperar la sentencia de este
lunes con tranquilidad.
El Ejecutivo boliviano ha
aguardado la conclusión de la causa dispuesto a celebrar una victoria
diplomática sobre su histórico rival y con grandes expectativas de que el fallo
iniciara “una nueva era” en las relaciones bilaterales. Hace algunos meses, el
optimismo del presidente, Evo Morales, le llevó a expresar de forma precipitada
en público que su país estaba "muy cerca" de volver a tener acceso al
Pacífico. La realidad indica que, con independencia del fallo, el avance de la
ancestral demanda boliviana dependerá de la voluntad de los gobernantes
chilenos. Antes de conocerse el fallo, Morales había invitado al “hermano
presidente de Chile, Sebastián Piñera” a encontrar “fórmulas de entendimiento
para cerrar las heridas abiertas hace más de 100 años”.
La
demanda de Bolivia
La
demanda presentada por Morales en 2013 pretendía conseguir tres declaraciones
por parte de la Corte Internacional de Justicia: que Chile
tenía la obligación de negociar con Bolivia para alcanzar un acuerdo
que le otorgue un acceso soberano al mar, que Chile había incumplido esa
obligación y que debía cumplir esa obligación de buena fe, formal y
prontamente, dentro de un tiempo razonable y en forma efectiva.
En
cualquier caso, Chile esperaba que el Gobierno boliviano interpretara la
sentencia como un fallo, fuera favorable o negativa a los intereses de este
país. Morales ha desplegado en estos cinco años no solo una estrategia
jurídica, sino también un efectivo despliegue comunicativo, diplomático y
político. “Cuando a mí me dicen que a lo mejor hay que negociar, pero sin
resultado, negociar de buena fe, lo único que yo digo es: 'Pero por dios, si
eso es lo que hemos hecho siempre”, indicó el expresidente Lagos, que en su
mandato sostuvo avanzadas negociaciones con el mandatario boliviano, Hugo
Banzer, para facilitarle la exportación de gas por puertos chilenos, aunque sin
hablar de soberanía.
Bolivia
señalaba en los fundamentos de su demanda que Chile se
había comprometido a lo largo de los años de manera vinculante a negociar
acceso soberano al mar, a través de acuerdos, práctica diplomática y
declaraciones de representantes del más alto nivel. Pero Chile indica que
fueron conversaciones que se cerraron por completo y que casi siempre fueron
frustradas por el propio Gobierno boliviano.
La
posición de Chile
La
posición de Chile se centraba en que no existían controversias limítrofes
pendientes entre ambos países. Entiende haber cumplido y profundizado todos los
compromisos adquiridos en el tratado de 1904 y sus acuerdos complementarios,
sin faltar tampoco a su voluntad permanente de diálogo. De acuerdo con Chile,
en dicho tratado Bolivia cedió a perpetuidad el Departamento del Litoral, a cambio
de compensaciones que Chile cumplió: el pago de una indemnización en libras
esterlinas, la construcción de un ferrocarril entre las ciudades de Arica y La
Paz y, sobre todo, la garantía de libre tránsito hacia los puertos de Chile, lo
que se ha cumplido durante más de 100 años. “Actualmente, Bolivia dispone de
plena autonomía aduanera en los puertos chilenos de Arica y Antofagasta y tiene el
derecho a mantener mercancía en tránsito por 12 meses, con almacenamiento sin
costo para sus importaciones, y 60 días de almacenamiento gratuito para sus
exportaciones, franquicias que no se extienden a ningún otro país, ni a los
propios empresarios chilenos”, señala el libro Vocación de paz. La política
exterior de Chile, de la Cancillería chilena.
Cuando
se esperaba la sentencia de La Haya de este lunes, Chile vivía un intenso
debate sobre la conveniencia de mantenerse en el Pacto de Bogotá de 1948, que
entrega la potestad a la Corte Internacional de Justicia para resolver asuntos
territoriales. En enero de 2014, el tribunal dirimió una demanda de Perú contra
Chile, que perdió unos 20.000 kilómetros de presencia oceánica.
El
optimismo de Morales
Por
otro lado, había varias
razones que explicaban la actitud esperanzada y positiva de Bolivia,
postura que raramente había expresado en el contencioso frente a su vecino
más desarrollado. Primero, los buenos resultados obtenidos por el equipo
jurídico boliviano en un proceso previo al que ahora ha concluido, que comenzó
cuando Chile cuestionó la competencia de la Corte Penal Internacional para
tratar este tema. Segundo, el diseño de esta demanda, que por primera vez en la
historia de las disputas entre ambos países no afectaba al tratado territorial
que sella la mediterraneidad de Bolivia desde 1904, el cual es irrevisable, y
se apoyaba en cambio en los “derechos expectaticios” que Bolivia ha adquirido
–según este país– por las diversas ofertas hechas por Chile a lo largo del
tiempo para resolver el diferendo bilateral, ofertas que no se concretaron.
Bolivia pedía a la Corte que, en virtud de ello, obligara a su vecino a
sostener un diálogo bilateral con observación internacional hasta que se
produjera su salida soberana al Pacífico.
La
tercera causa de la actitud boliviana era político-electoral, ya que uno de los
importantes aspectos en que se evalúa a los políticos de este país es su
desempeño en el conflicto con su vecino. Morales ha aprovechado
propagandísticamente su idea de llevar a Chile a un juicio, dentro de una
campaña de afirmación nacionalista que incluye desde la entonación obligatoria
en los actos públicos de un himno alusivo al mar hasta la otorgación de premios
a las obras artísticas que mejor exalten la reivindicación marítima, pasando
por peculiares actividades de masas, como la confección de “la bandera más
larga del mundo”.
La
demanda también ha servido para que el Gobierno
boliviano cooperara con los expresidentes del país, con el fin de
proyectar una imagen de unidad que, sin embargo, se ha mostrado bastante
inestable. Uno de los expresidentes, Eduardo Rodríguez, ha sido el agente de
Bolivia ante la Corte. Otro, Carlos Mesa, fue nombrado portavoz de la demanda,
lo que lo catapultó en las encuestas de popularidad y al mismo tiempo lo puso
en fuertes tensiones con el gobierno, que en estos años lo ha atacado y al
mismo tiempo lo ha conservado en el “equipo del mar” con la intención de
apartarlo de la política interna. Mesa es el político con más posibilidades de
vencer a Morales en las elecciones del próximo año, pero ha dicho que no quiere
volver a ser candidato. En un último capítulo de la tormentosa relación entre
el presidente Morales y el vocero Mesa, el primero ha dado amnistía al segundo
y al mismo tiempo había abierto la posibilidad de que el expresidente ocupara
algún cargo diplomático en un hipotético proceso de negociación con Chile que
habría comenzado tras un fallo favorable.
Exagente de
Perú en demanda contra Chile en La Haya
ALLAN WAGNER:
LA CORTE FALLÓ EN DERECHO Y ACLARÓ CRITERIOS SOBRE OBLIGACIÓN DE NEGOCIAR
El exministro
de Relaciones Exteriores valoró la reacción moderada y abierta del Presidente
Sebastián Piñera y, respecto a la pretensión boliviana, sostuvo que "si
cada negociación implica una obligación, prácticamente la negociación como
solución a las controversias quedaría anulada".
El Mercurio de
Chile (www.economiaynegocios.cl)
Perú
ha sido un observador interesado en el desarrollo del juicio en La Haya, sobre
la demanda boliviana, y, por la misma razón, ayer había gran expectación en
Lima sobre el fallo que entregarían los magistrados de la Corte Internacional
de Justicia.
El
gobierno, sin embargo, quiso abstenerse de opiniones precisas, pero el
canciller Néstor Popolizio reiteró, como se ha hecho en numerosas ocasiones,
que el juicio, y por lo tanto el fallo "es un asunto de naturaleza estrictamente
bilateral entre Bolivia y Chile", y que se trata de "países vecinos
con los cuales el Perú tiene múltiples vínculos y excelentes relaciones".
Pero
en las declaraciones de ex personeros de diversos gobiernos peruanos se denota
el alivio de que la Corte haya fallado en Derecho, y que no aceptara los
argumentos bolivianos para obligar a Chile a negociar, y menos con resultados
predeterminados.
El
ex canciller Allan Wagner, y agente de Perú en la demanda en contra de Chile
por la delimitación marítima, fue categórico en resaltar la importancia de que
la Corte aclarara los criterios para hacer obligatorios ciertos actos de los
Estados, al momento de entrar a un diálogo bilateral.
Wagner,
quien fue además ministro de Defensa y es el actual director de la Academia
Diplomática en Lima, destacó la importancia de que los países recurran al
Derecho Internacional para resolver pacíficamente sus controversias. Y, en este
caso, dice "además a un órgano jurisdiccional tan importante como la Corte
Internacional de Justicia".
"Bolivia
presenta nueve elementos para sustentar su posición y la Corte va uno por uno
analizándolos y señalando que de ellos no surge (para Chile) una obligación de
negociar una salida al mar, y es importante también porque resuelve la
solicitud de Bolivia, al restablecer el status quo ante , o sea, devuelve a la
situación anterior, en que Bolivia y Chile han sostenido a través de los años
un camino de negociaciones que no está cerrado".
El
ex canciller valoró la reacción moderada y abierta del Presidente Sebastián
Piñera, y también la de Evo Morales, quien en "la breve declaración,
tomando uno de los párrafos del fallo, no obstante el hecho que Chile no tiene
obligación de negociar, está abierto al diálogo, atendiendo a sus intereses
mutuos. Es una reacción positiva porque es una expresión de reconocimiento del
fallo, una cosa que no está en duda porque los fallos son obligatorios. Es una
actitud positiva, no es una reacción frustrada y belicosa".
Para
el ex canciller, además, es importante no solo para Chile y Bolivia, sino para
los vecinos y toda la región, que "pueden avanzar por el camino del
desarrollo"
-¿El
fallo es un triunfo del Derecho Internacional?
-"Naturalmente,
el fallo está ajustado a Derecho. Para nosotros es interesante, porque la Corte
al analizar cada uno de los puntos ha establecido una serie de criterios, y
ellos deben ser interpretados en función del Derecho Internacional. El tema de
los 'actos propios', por ejemplo, es relativamente nuevo, es materia de
estudio, ha tenido aplicaciones en un par de fallos, está en evolución. Al
analizarlo, la Corte ha mostrado un criterio muy preciso, estableciendo cuándo
un acto propio se convierte en 'obligación vinculante'. Desde el punto de vista
del Derecho Internacional el fallo hace un interesante aporte".
-¿Le
parece justo, dentro de lo esperado?
"El
fallo es muy claro y ajustado a Derecho. Están muy elaborados los elementos con
los cuales la Corte considera que esos fundamentos que Bolivia había sostenido
no correspondían a una obligación de Chile. Más allá de Bolivia y Chile, lo
importante es (su efecto) para las relaciones entre los Estados, que (mantienen
permanentes) negociaciones de sus intereses, buscando las mejores soluciones
para ambos. Imagínese, si cada negociación implica una obligación,
prácticamente la negociación como solución a las controversias quedaría
anulada".
Comparación
con el fallo con Perú
-¿Cómo
compara este fallo con el de la delimitación marítima entre Chile y Perú?
-"Son
cosas distintas; una cosa no tiene que ver con la otra, no se pueden establecer
comparaciones. Ambos son ajustados a Derecho. El nuestro era un fallo sobre
límite marítimo, y está totalmente ejecutado y está plenamente vigente. Estamos
satisfechos porque logramos por vía pacífica y por el Derecho Internacional
resolver una controversia, que de otra manera hubiera sido muy negativa para
las relaciones.
-Este
fallo sorprendió porque algunos esperaban ciertos matices, que a cada parte le
daría algo...
-"La
Corte falla en Derecho, no entra en una repartija. Los casos que se llevan a la
Corte son complejos, por eso se acude a ella; están sujetos a interpretación
por parte de la Corte, y en función de eso, resuelve. Así, considera que
algunos aspectos de una parte están correctos, y algún punto de la otra parte,
lo mismo. Decir que hay 'fórmulas imaginativas', o que le 'da a cada uno un
poquito' es una manera ofensiva de referirse a la Corte, que es un órgano
sumamente serio y que falla en Derecho".
-¿O
sea, no hay espacio para la "creatividad"?
-"Solo
en el marco del Derecho y de lo que surge del compromiso establecido de las
partes en ciertos momentos, y de acuerdo a instrumentos válidos".
-¿Qué
cree que pasará en el futuro?
-"Las
buenas relaciones. Seguir el camino de la paz y el desarrollo. Eso nos interesa
a todos. Perú con Bolivia tienen una relación intensa. Y con Chile, ¡no se
diga!, es excepcional, en el plano político, comercial, bilateral, con
inversiones cada vez mayores. Y en el plano vecinal, Tacna y Arica, tienen una
relación de complementación, de intereses, con movimiento de personas que
supera los cuatro millones de pases al año, que arroja gran beneficio para
ambas poblaciones. Eso es algo que todos queremos desarrollar".
Sobre
el costo político que puede pagar Evo Morales al haber creado tantas
expectativas entre los bolivianos, confiando en que la Corte le daría la razón,
el ex canciller, como buen diplomático, dijo que no podría responder porque
"sería inmiscuirme en asuntos internos de Bolivia".
''Están
muy elaborados los elementos con los cuales la Corte considera que esos
fundamentos que Bolivia había sostenido no correspondían a una obligación de
Chile".
''La
Corte, al analizar cada uno de los puntos, ha establecido una serie de
criterios, y ellos deben ser interpretados en función del Derecho
Internacional".
Tras rotunda
votación de los jueces de La Haya, agente Grossman calificó de
"contundente" la sentencia:
CHILE CALIFICA EL FALLO COMO UN TRIUNFO DEL DERECHO INTERNACIONAL Y BOLIVIA ACUSA DURO GOLPE
CHILE CALIFICA EL FALLO COMO UN TRIUNFO DEL DERECHO INTERNACIONAL Y BOLIVIA ACUSA DURO GOLPE
El Mercurio
de Chile (www.economiaynegocios.cl)
El
mandatario Evo Morales llegó feliz, saludando a todos, incluso en el equipo
chileno, y se fue frustrado, sin despedirse de nadie. Mientras, el equipo
chileno no escondió su satisfacción.
Las
luces de las sirenas de la guardia motorizada, encargada de escoltarlo,
anunciaban el arribo al Palacio de La Paz -a las 14:40 horas de La Haya- del
Presidente boliviano, Evo Morales, quien bajó de su auto y entró al lugar sin
hacer declaraciones. No sin antes darse vuelta y saludar a las cámaras. Muy
sonriente.
Su
estado de ánimo se confirmó cuando, poco antes de las 15:00 horas, entró al
Gran Salón de la Justicia, donde se leería el fallo. Poco antes de eso, el
agente chileno Claudio Grossman y el coagente Alfonso Silva se preguntaban si
la delegación boliviana se acercaría a saludarlos. Su sorpresa fue grande
cuando vieron que Evo Morales, apenas franqueó las puertas de la sala, caminó
directamente hacia el sector del equipo chileno, para saludarlos a ambos.
Detrás
de él, casi en una hilera, lo mismo hicieron el agente Eduardo Rodríguez, el
coagente Sasha Llorenti, los ex presidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga y el
canciller Diego Pary, entre otros.
Después,
el mandatario boliviano se dio vuelta y alzó las manos para saludar a un grupo
de sus compatriotas que le hacían gestos desde los palcos, el sector habilitado
para el público.
Luego
se sentó, relajado, y posó para las cámaras. "Presidente,
presidente", lo llamó un fotógrafo chileno. "Hola, hermano",
contestó él. Ante preguntas de la prensa boliviana, dijo, sonriente "¿cómo
cree usted que estoy?". Su ánimo, sin embargo, duraría poco más de una
hora y 15 minutos.
Ya
en la mitad de la lectura del presidente de la Corte, se le comenzó a notar
preocupado, abriendo y cerrando las manos y dejando de lado el lápiz con el que
hacía algunas anotaciones al principio.
Según
quienes lo vieron, apenas el juez somalí Abdelqawi Ahmed Yusuf concluyó con su
alocución, se levantó y se fue -raudo, mirando el suelo-, a la sala contigua
habilitada por la Corte, seguido por sus más cercanos. Fue el retrato de un
resultado, un 12-3, que generó sorpresas en ambos lados.
Clave,
descarte de acuerdos
Aunque
en el equipo chileno había algunos optimistas, todos admiten que pocos
esperaban este resultado. La opinión fue unánime: Se trató de un fallo
"contundente" y "apabullante".
Hubo
un punto en el que varios pensaron que la sentencia podía estar bien
encaminada: una vez que la Corte resolvió que los acuerdos -el primer
instrumento jurídico que revisó- entre ambos países no tenían consigo una
obligación de negociar para Chile. Era el punto más importante de todos, y el
haberlo salvado fue un alivio. Junto con esto, el tipo de argumentación que
estaba mostrando la Corte, muy ceñido a las reglas del derecho internacional,
daba buenos augurios.
Otros
comentaron que incluso en el contexto histórico, la Corte esta vez había tomado
más en consideración la versión chilena. Por ejemplo, al establecer que las
negociaciones de Charaña fracasaron, en parte, porque los dos países -Chile y
Bolivia- rechazaron la propuesta peruana sobre una frontera compartida. Rechazo
que nunca ha sido reconocido por La Paz. También sorprendió que 12 de los 15
jueces votaran a favor de Chile, incluso algunos que no habían apoyado los
argumentos del país antes, como el marroquí Mohammed Bennouna, el brasileño
Antônio CançadoTrindade, el francés Ronny Abraham y la ugandesa Julia
Sebutinde.
El
punto principal de análisis, sin embargo, fue la sensación de que el tribunal
quiso dar una señal de respeto al derecho internacional, por sobre los
razonamientos políticos, como explicó el agente Claudio Grossman a la salida
del Palacio de la Paz, luego de comunicarse con el Presidente Piñera.
"Este
es un gran triunfo del derecho internacional, del rol de la Corte que juega
como tribunal máximo, cuya función es decidir las disputas sobre la base del
derecho. Hoy, la Corte ha señalado, con gran claridad, que hay que hacer una
distinción entre la política y el derecho, y eso es esencial para mantener las
relaciones entre los estados", dijo Grossman, acompañado, entre otros, por
los abogados extranjeros Jean-Marc Thouvenin, Mónica Pinto y Ben Juratowitch.
Este punto fue considerado como el gran triunfo de Chile, pues el respeto al
derecho Internacional y la línea entre lo político y lo jurídico fueron el eje
central de la defensa de Chile -varios recordaron las presentaciones de Harold
Koh-, algo que, se cree, fue comunicado a la Corte.
"La
Corte explica que ningún documento de los que presentó Bolivia revela una
intención de Chile de generar una obligación de negociar. Se concluye que hubo
documentos, hubo notas, intercambios, declaraciones, pero no se realizaron bajo
el supuesto de una obligación preexistente. La Corte revisó todo y fue muy
racional", agregó la coagente María Teresa Infante.
Uno
de los más satisfechos era el abogado australiano -líder del equipo del Estudio
Freshfields- que asesoró a Chile, Ben Juratowitch. De hecho, fue el único de
los asesores extranjeros que se quedó a una pequeña celebración en el Hotel Hilton.
Tras
eso, Grossman tomó un vuelo a Santiago, para informar al Presidente Piñera.
Mañana a las 9 tendrán un desayuno juntos. En los próximos días se hará un
análisis al detalle del punto por punto de la sentencia. Por lo pronto, se
considera que en cuanto a las relaciones con Bolivia, tendrá que haber un
proceso de "recuperación de confianzas".
Decepción
y sorpresa
"Derrota",
"decepción", "sorpresa" eran las palabras más abundantes
entre la prensa boliviana que esperaba la salida de la delegación de su país,
al pie de las escalinatas del Palacio de la Paz. Mientras, afuera de los
terrenos de la sede de la Corte de La Haya, en una pequeña plaza, una treintena
de bolivianos, residentes en Europa, muchos vestidos con trajes típicos,
bailaban y gritaban sin cesar "Mar para Bolivia", sin saber cuál
había sido el resultado y esperando la aparición del Presidente Evo Morales.
El
mandatario, sin embargo, se hizo esperar. Luego del fallo, él y la delegación
se encerraron a discutir. Salió unos 20 minutos después del agente Claudio
Grossman, casi a una hora de finalizado el fallo.
Según
fuentes bolivianas, al interior de la Corte hubo una discusión entre miembros
del equipo sobre qué había que decir. Y se barajó la opción de que no hablara
Morales, para "protegerlo", lo que fue descartado.
"Hemos
escuchado atentamente el informe de la Corte. En ese informe, si bien no hay
una obligación de negociar, hay una invocación a seguir continuando con el
diálogo", expresó, para luego leer el párrafo 176 de la sentencia, el último,
para justificar lo dicho. En el equipo chileno llamó la atención que, en todo
momento, Morales evitara decir la palabra fallo y se refiriera simplemente al
"informe" de la Corte. Asimismo, cambió la palabra
"mediterraneidad", usada por el tribunal, por
"enclaustramiento".
Su
intervención terminó con un tímido aplauso y una veloz retirada.
Al
contrario de lo sucedido en los alegatos orales, en los que todos los abogados
extranjeros se ponían en las fotos de equipo, esta vez el único fue el español
Antonio Remiro Brotons. Él, en un primer momento, dijo respetar el fallo de la
Corte. Pero luego, en declaraciones a la prensa boliviana, criticó duramente al
tribunal. "La mayoría de los jueces han decidido adoptar una posición de
un positivismo extremo, que niega la formación fluida de obligaciones
internacionales y reclama prácticamente, con un acto de fe, que la intención de
obligarse en derecho sea expresa y casi solemne. Estamos decepcionados con la
decisión, como lo está el pueblo boliviano", dijo.
Mientras,
en el equipo chileno, la duda es ¿qué hará ahora el gobierno boliviano? Algo
que se acrecienta con declaraciones de varias autoridades que ayer expresaron
que, pese a que se acatará el fallo, la demanda marítima persistirá.
Ex primer
ministro de Perú, Pedro Cateriano
"HAY UNA CONTUNDENCIA LEGAL Y JURÍDICA DE LA POSICIÓN CHILENA"
"La
obligación para negociar un acceso soberano al mar, desde el punto de vista de
la Corte, no existe", dice quien también fue ministro de Defensa.
El Mercurio
de Chile (www.economiaynegocios.cl)
Para
el ex primer ministro peruano Pedro Cateriano, la resolución de la Corte de La
Haya es nítida y no hay mucho que discutir.
"La
obligación para negociar acceso soberano al océano Pacífico, desde el punto de
vista jurídico de la Corte, no existe. Como es el argumento central de Bolivia,
la Corte deduce con una lógica jurídica que el resto de los puntos deben ser
rechazados. Esa es la clave de la sentencia".
Como
ministro de Defensa, a Cateriano le tocó ejecutar el fallo de 2012, junto a su
contraparte chilena y los cancilleres de ambos países y, por tanto, su opinión
en estos asuntos no es trivial.
Sin
haber leído íntegro el fallo -lo vio en la televisión, como muchos peruanos-,
sostiene que "en primer lugar, el pronunciamiento debe ser acatado, y en
segundo lugar, que este resuelve un problema vinculado a Bolivia y Chile, que
el resto de los latinoamericanos hemos observado con interés".
Su
opinión preliminar de la sentencia de los jueces internacionales es que,
"quien recurrió a La Haya fue Bolivia, y el proceso se ha llevado adelante
cumpliendo con lo establecido en el debido proceso de la Corte. Si ambas partes
han estado litigando en el tribunal, ahora lo que corresponde es acatar el
fallo. El análisis político o las consecuencias políticas, son temas de debate
entre chilenos y bolivianos".
En
ese sentido, para Cateriano hay argumentos legales de peso. Pero le llama la
atención que, de lo que leyó en la prensa chilena y oyó en las declaraciones de
personeros bolivianos, había sensaciones muy distintas. Es que "en derecho
existen ópticas", dice, sin entrar al análisis político que "le
corresponde a chilenos y bolivianos".
-
¿Cómo vio el desarrollo del proceso judicial?
-"Lo
concluyente es que Bolivia presentó la demanda. Chile respondió a la demanda,
el proceso siguió adelante, la Corte hizo el fallo, que es lo que permite la
convivencia pacífica en el mundo de hoy, primero cumpliendo los tratados
internacionales y luego el acatamiento de los tribunales internacionales de los
que forman parte los Estados.
Al
igual que el excanciller Allan Wagner, Pedro Cateriano es categórico en señalar
que este fallo no es comparable con el que emitió la Corte en la demanda
peruana.
"Son
temas muy distintos. No son comparables desde el punto de vista jurídico,
político ni histórico. Porque los resultados han sido diferentes. La Corte le
dio la razón al Estado peruano en gran parte de su demanda. Y chilenos y
peruanos no solo nos comprometimos a acatarla, sino que la ejecutamos de buena
fe en un tiempo rápido, lo que mereció el reconocimiento internacional y de la
comunidad latinoamericana".
-
¿Qué le pareció la reacción del gobierno de Bolivia?
-Siguiendo
el análisis jurídico, sin contaminarlo con opiniones o interpretaciones
políticas, lo importante es que tanto en las declaraciones de Evo Morales como
de (el vicepresidente) Álvaro García Linera, hay una aceptación tácita del
fallo. Otras cosas son las interpretaciones políticas. De lo que han declarado
no han rechazado el fallo.
Con
prudencia, y pensando en el futuro, el ex primer ministro y exministro de
Defensa dice que "queremos que las cosas se resuelvan pacíficamente, con
vocación de diálogo, y si ese diálogo no resulta, se acude a instancias
internacionales. Ahí se puede ganar en todo o en parte, o perder en todo o en
parte".
Concluye
que "lo que está claro aquí es que hay una contundencia legal y jurídica
de la posición chilena, que le reconoció la Corte. Como peruano y
latinoamericano, deseo que las cosas se solucionen, porque tiene que
encontrarse un espacio, en su momento, para que las cosas se desenvuelvan, no
solo por el cauce de normalidad jurídica y diplomática, sino también
política".
CHILE,
BOLIVIA Y LA SALIDA AL MAR: VOLVER A EMPEZAR
New York
Times de EEUU (www.nytimes.com/es)
Con
un fallo
contundente, la Corte Internacional de Justicia le cerró la puerta
este lunes a la aspiración de Bolivia de obligar a Chile a negociar un acceso
soberano al mar, tal como ha reclamado desde que perdió su litoral en la guerra
del Pacífico hace más de un siglo.
En
una decisión que tomó por sorpresa a ambos países —con una votación de doce
contra tres—, el tribunal desechó en su totalidad los argumentos jurídicos de
la demanda boliviana presentada en 2013 y liberó a Chile de cualquier
obligación de negociar su soberanía territorial en el norte del país para darle
una salida al mar a Bolivia. El fallo es obligatorio e inapelable.
Además
de celebrar la decisión, el gobierno chileno expresó su disposición a retomar
el diálogo con Bolivia, país con el cual no tiene relaciones diplomáticas desde
1978. Sin embargo, el presidente Sebastián Piñera fustigó
duramente a su par boliviano, Evo Morales, a quien acusó de crear “falsas
expectativas a su propio pueblo” y de haber hecho que Chile perdiera “cinco
valiosos años en las sanas y necesarias relaciones que debe tener con todos los
países vecinos”.
La
confianza de las autoridades bolivianas en el triunfo en La Haya durante las
últimas semanas dio paso ayer a un palpable desconcierto. Ni los chilenos más
optimistas vaticinaban una decisión tan categórica. En Bolivia, el ambiente era
de “pesadumbre y tristeza”, dijo Luis Inarra, vicepresidente del Instituto de
Estudios Internacionales de Bolivia en Cochabamba.
“Históricamente
los bolivianos han sido educados en la idea de que se le ha hecho una
injusticia al país en el pasado que ha derivado en un encierro geográfico. Está
muy asentada en la lógica de los bolivianos que el desarrollo pasa por la
conexión de Bolivia con el mundo a través de una costa y un puerto que le
permitan vincularse sin necesidad de pedir permiso a otro país”, afirmó Inarra.
Bolivia
nació como país independiente en 1825 con costa en el Pacífico. En el proceso
de demarcación de fronteras, o a través de acuerdos diplomáticos o tras
sucesivas guerras, Bolivia fue perdiendo pedazos de su territorio ante Perú,
Brasil, Argentina y Paraguay, pero ninguna de esas amputaciones geográficas
dejó una sensación de pérdida tan duradera como la ocupación chilena de su zona
costera luego de la guerra entre Perú, Chile y Bolivia, conocida como la guerra
del Pacífico, de 1879 a 1883.
De
acuerdo con el tratado de
paz de 1904, que reconoció el dominio absoluto y perpetuo de los
territorios ocupados por Chile y fijó las fronteras de posguerra, Bolivia tiene
acceso al mar a través de franquicias y beneficios
portuarios.
El
gobierno chileno señala que Bolivia tiene actualmente, entre otros beneficios,
potestad aduanera, menores costos de almacenaje y el derecho de designar a sus
propios agentes aduaneros en los puertos de Arica y Antofagasta, en el norte de
Chile. Según el tratado, Chile reconoció a Bolivia el derecho al libre tránsito
comercial por su territorio y puertos del Pacífico y se comprometió a financiar
la construcción de un ferrocarril entre Arica y La Paz.
Para
Bolivia, sin embargo, la recuperación de un acceso soberano al océano Pacífico
es una demanda histórica que se ha expresado en múltiples acuerdos, diálogos
bilaterales, intentos de negociación y fórmulas y propuestas preliminares
(enclaves, corredor, canje territorial, entre otros) con Chile, todas las
cuales han fracasado.
Durante
el primer gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), ambos países acordaron
discutir una agenda de trece puntos sobre temas de interés común, incluyendo el
marítimo. Pero ese diálogo se suspendió en 2011 por diferencias entre las
partes antes de abordar el punto sobre el mar. Dos años después, Bolivia
acudió a la Corte para tratar de obligar a Chile a negociar una salida con
soberanía. Su argumento era que los acuerdos, propuestas, notas diplomáticas,
declaraciones y actos unilaterales entre los dos países durante casi un siglo
demostraban la persistente voluntad de Chile de negociar, lo cual obligaría
jurídicamente al país a hacerlo, al crear legítimas expectativas a Bolivia.
Pero
cada uno de esos actos y documentos fueron descartados por la Corte, que no vio
en ninguno de ellos un compromiso explícito de que Chile estuviera dispuesto a
negociar una salida con soberanía. Bolivia apostaba a que la Corte los
considerara en su conjunto y reflejara una costumbre que implicaría
obligaciones para Chile.
“El
fallo establece una clara diferencia entre la conducta política y la diplomacia
de los Estados y el ámbito jurídico. La corte dejó en claro que una cosa es lo
que el Estado puede hacer con otro en su intercambio y acciones bilaterales, y
otra distinta es que a partir de ello un Estado asume una obligación jurídica
de negociar su soberanía”, afirma Andrés Jana, asesor del equipo chileno ante
la Corte.
El
presidente Morales, quien viajó a La Haya para la lectura del fallo, declaró
que Bolivia “nunca va a renunciar” a su aspiración marítima. “Si bien no hay
una obligación, sí hay una necesidad de resolver un tema pendiente”, afirmó.
(Desde 2009, la salida soberana al mar es un derecho “permanente e
irrenunciable del Estado”, consagrado en la Constitución boliviana).
Para
Chile, sin embargo, no hay nada pendiente, ya que considera que las fronteras y
obligaciones fueron zanjadas a través del Tratado de 1904. Bolivia dice que
firmó ese tratado en condiciones de desventaja y sometimiento tras la derrota
sufrida en la guerra.
Ahora
la controversia ha vuelto prácticamente a fojas cero: los países deberán
reconstruir confianzas y volver a sentarse a la mesa a discutir no solo la
demanda marítima, sino sobre los múltiples problemas que afectan a los dos
países al compartir una frontera.
“Bolivia
es un vecino y estará al lado nuestro hasta que se acabe el planeta, por lo que
es necesario tener una relación pacífica y civilizada. Pero si tenemos un
tratado que fija fronteras que no vamos a ceder, y si Bolivia no lo va a
conquistar con silogismos jurídicos, lo más sensato es ponerse de acuerdo en
los temas de la coexistencia vecinal”, dijo José Rodríguez Elizondo,
especialista en derecho internacional y autor de varios libros sobre las
relaciones vecinales de Chile con Perú y Bolivia.
“¿Es
posible una integración sin ceder soberanía? ¿Es posible tener una zona de
desarrollo en la triple frontera con Perú? Son miles las posibilidades de
desarrollo pacífico positivo, en vez de estar distrayendo millones de dólares
en abogados, viajes, armamento”, sostuvo Rodríguez Elizondo.
La
Corte señaló que su decisión no impedía a las partes continuar dialogando “en
un espíritu de buena vecindad para atender las cuestiones relacionadas con la
falta de salida al mar de Bolivia, cuya solución ambas partes han reconocido
constituir una cuestión de interés mutuo”.
Sin
embargo, dialogar no es lo mismo que negociar.
“Chile
ha dicho que está dispuesto al diálogo, pero lo que Bolivia quiere es una
negociación para acceder de manera soberana al océano Pacífico. Son intereses
irreconciliables, lo cual estaría impidiendo que haya un avance sobre ese tema.
Se estaría manteniendo un statu quo que para Bolivia es completamente
incómodo y que Chile, hasta el momento, ha sabido capitalizar”, dice Inarra.
ANÁLISIS.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA DICTÓ EN CONTRA DE LA SOLICITUD DE BOLIVIA
Fallo dispuso que Chile no tiene la
obligación de negociar con Bolivia su salida al mar. Ex cancilleres de
Perú, Francisco Tudela y Allan Wagner, se mostraron a favor de la sentencia.
Perú 21
(www.peru21.pe)
Un
duro revés recibió el mandatario boliviano, Evo Morales, quien viajó hasta La
Haya para escuchar la sentencia de la Corte
Internacional de Justicia (CIJ), esperando que su solicitud de
ordenar a Chile la obligación de negociar una salida soberana al mar le sea
favorable. Empero, con 12 votos a favor y 3 en contra, su petitorio fue
rechazado.
“Bolivia
nunca va a renunciar (a su demanda marítima). No hay obligación, sí hay
necesidad”, dijo Morales al término de la lectura de la resolución dictada por
el presidente de la CIJ, Abdulqawi Ahmed Yusuf.
En
opinión del ex canciller peruano Francisco Tudela, el tratado de 1904 es el
marco final de la situación territorial de Bolivia y Chile, dado que fue
aprobado y ratificado por ambos países. “Por ello, la Corte ha dicho que no
existen pruebas que muestren alguna intención de Santiago en negociar”, nos
indicó Tudela.
Allan
Wagner, también ex canciller de Perú, opinó en el mismo sentido para este
diario. “La sentencia ha sido muy explicativa porque los elementos en que
Bolivia sustentaba su solicitud no significaban que Chile hubiera asumido la
obligación de negociar una salida soberana al mar. Es una sentencia ajustada al
derecho internacional sin duda”, subrayó Wagner.
“La
Paz pedía la obligación de que Santiago negocie de buena fe. Y la Corte
dictamina que negociar no implica alguna obligación. Y esto es lógico porque
nadie puede ser obligado a negociar de buena fe debido que se presupone que
este es un acto voluntario. En tal sentido, ese concepto presentado en la
demanda de Bolivia le hizo perder el juicio ante La Haya. A ello se suma su
planteamiento de otorgar nivel de tratados a una serie de acuerdos que no
llegaron a ningún puerto en el pasado. La Haya ha precisado que estos no son
vinculantes”, explicó Francisco Tudela a Perú21.
Inapelable
Wagner declaró que ambos países pueden alcanzar intereses comunes a través del diálogo. “Es una actitud positiva y que corresponde a lo dicho por el presidente chileno Sebastián Piñera, quien aseguró que le interesa mantener las mejores relaciones con los países vecinos, entre ellos Bolivia. Ya el futuro dirá si hallan alguna fórmula para que La Paz alcance sus intereses”, aseveró.
Wagner declaró que ambos países pueden alcanzar intereses comunes a través del diálogo. “Es una actitud positiva y que corresponde a lo dicho por el presidente chileno Sebastián Piñera, quien aseguró que le interesa mantener las mejores relaciones con los países vecinos, entre ellos Bolivia. Ya el futuro dirá si hallan alguna fórmula para que La Paz alcance sus intereses”, aseveró.
Tudela
subrayó que el fallo es inapelable y que jurídicamente no existe otra vía para
Bolivia. “Que Morales declare que no renunciará a su salida al mar es
comprensible porque perdieron la posesión de su litoral en el siglo XIX tras la
guerra con Chile. Pero si querían mantener abierta su opción de acceso
soberano, jamás se debió firmar el tratado de 1904, que es, desde ese punto de
vista, inexplicable”, declaró.
Datos:
- Una fuente diplomática señaló a Perú21 que si la CIJ se pronunciaba a favor de Bolivia, hubiera sido un precedente peligroso dado que abría la posibilidad de revisar tratados limítrofes ya firmados y vigentes.
- Una fuente diplomática señaló a Perú21 que si la CIJ se pronunciaba a favor de Bolivia, hubiera sido un precedente peligroso dado que abría la posibilidad de revisar tratados limítrofes ya firmados y vigentes.
-
El canciller de Perú, Néstor Popolizio, señaló que la sentencia de la Corte es
un asunto estrictamente bilateral entre Bolivia y Chile.
¿QUÉ LE QUEDA
A BOLIVIA LUEGO DE LA DERROTA EN LA HAYA?
Diario Correo
de Perú (www.diariocorreo.pe/opinion)
Frente
a la derrota jurídica boliviana en la Corte Internacional de Justicia (CIJ),
donde para este tribunal en ningún acuerdo, declaración, etc., hubo evidencia
de que Chile expresara su intención de obligarse a negociar una salida al mar
para los altiplánicos, interpretando demoledoramente que las denominadas
promesas incumplidas a lo largo de más de 100 años (posición de Bolivia), en
realidad fueron “…una dilatada historia de diálogos y negociaciones...”,
reitero que seguramente Bolivia va a recurrir a un mecanismo arbitral
internacional, tal como lo dijo en su demanda del 24 de abril de 2013, pero sus
posibilidades son escasas porque dicho arbitraje tiene como marco el pétreo
tratado de 1904 que lo encerró en los Andes.
Ahora
bien, el resultado en la Corte no debe entenderse en el sentido de que perder
sea parte de una estrategia contemplada por La Paz. Nada de eso, pues ningún
Estado va a la CIJ para ver cómo le va. Ir a la Corte supone aceptar a priori
sus reglas y también asumir la teoría del riesgo, donde se puede ganar o
perder. De allí que -insisto- pensar que Bolivia fue a la Corte solamente como
parte de un plan a largo plazo no es pensar jurídicamente. En cuanto a la
reacción de Evo Morales, era difícil creer que se fuera a quedar de brazos
cruzados ante una derrota en La Haya, más aún, cuando quiere volver a ser
presidente. Ya lo hemos visto, como ayer, luego de la lectura de la sentencia
por el presidente de la Corte, Morales en la conferencia de prensa que dio en
el frontis del Palacio de la Paz, rodeado de expresidentes de su país y de todo
su equipo en La Haya, ha expresado que “…Bolivia nunca jamás va a renunciar a
nuestra reivindicación…”. Se trata de un recurso político amparado en las
palabras del propio juez somalí, al señalar que “…el fallo no impide que las
partes continúen su diálogo…”. A Bolivia le queda dejar que transcurra el
tiempo, que puede volverse relevante por su largo trayecto, e intentar
construir por dicho decurso un injusto con errores chilenos de por medio
-realmente remotos-, lo que sería muy complejo desde el derecho, pero no
imposible desde el poder.
PRESIDENTE
PIÑERA PROPUSO DIÁLOGO CONSTRUCTIVO CON BOLIVIA
El Mandatario
afirmó que la actitud de Evo Morales “nos ha significado perder cinco valiosos
años en las relaciones entre dos países hermanos y vecinos”.
La Nación de
Chile (www.lanacion.cl/2018)
El
Presidente Sebastián Piñera
realizó en la noche del lunes una cadena
nacional para abordar el fallo
de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que determinó en forma
contundente que Chile no tiene
obligación de negociar una salida soberana al mar con Bolivia.
El
Mandatario destacó que “la Corte
Internacional de Justicia de La Haya ha aplicado el Derecho Internacional, ha
impartido justicia y ha puesto las cosas en su lugar, estableciendo, por
una amplia mayoría, y en forma clara y categórica, que Chile nunca ha tenido,
ni tiene hoy, obligación alguna de negociar su territorio, su mar o su
soberanía”.
“El Presidente Evo Morales sembró durante años
falsas expectativas en su pueblo, y hoy está cosechando grandes frustraciones
para el pueblo boliviano. Y, además, lamentablemente, su actitud nos ha significado perder cinco
valiosos años en las relaciones entre dos países hermanos y vecinos como
somos Chile y Bolivia, y que tenemos tantos desafíos que abordar en conjunto
hacia el futuro”, criticó el gobernante.
El
Presidente Piñera indicó que si Bolivia
se enmarca dentro del espíritu de respeto a los tratados internacionales “Chile
está dispuesto, como lo ha estado siempre, a reiniciar de inmediato un diálogo
constructivo y de buena fe con nuestro vecino. Por el contrario, si
Bolivia insiste en desconocer los tratados internacionales vigentes, o el
Derecho Internacional o esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia, y
sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con obligaciones o
prolongando sus infundadas pretensiones sobre territorio, mar o soberanía
chilena, ese diálogo se vuelve imposible”.
“Este
fallo de la Corte Internacional de Justicia ratificó que la demanda interpuesta
el año 2013 por el Gobierno boliviano ante esa Corte, nunca tuvo ningún sustento ni ningún fundamento político, histórico o
jurídico”, recalcó Piñera.
El
Jefe de Estado sostuvo que “hoy ha sido un gran día y hemos logrado un gran
triunfo para Chile y los chilenos. Y también, para el Derecho Internacional,
para el respeto de los Tratados Internacionales y para la sana y pacífica
convivencia entre todos los países, y muy especialmente entre los países
vecinos”.
“Como
lo hemos afirmado en múltiples ocasiones, Chile es un país amante de la paz,
respetuoso del Derecho Internacional y un país que cumple, pero que también hace cumplir los tratados
internacionales válidamente celebrados y plenamente vigentes, y muy
especialmente el Tratado de Paz y Amistad de 1904, celebrado libre y
soberanamente por Chile y Bolivia, Tratado que fijó, en forma clara, categórica
y a perpetuidad, los límites entre ambos países”, apuntó el Mandatario.
“Nuestros compatriotas pueden tener la más
plena certeza y seguridad que, al igual como lo han hecho todos mis
antecesores, este Presidente sabrá defender siempre, con unidad,
firmeza, voluntad, compromiso y eficacia, y también con el valioso, necesario y
decidido apoyo de todos nuestros compatriotas, lo que en justicia nos pertenece por historia y por derecho: nuestro
territorio, nuestro mar y nuestra soberanía”, enfatizó.
“Quiero
terminar estas palabras reconociendo, valorando y agradeciendo desde el fondo
del corazón a todos mis compatriotas, a todas las fuerzas políticas y a todos
los ex Presidentes de Chile, por su valioso apoyo, por su unidad, por su colaboración
y por su compromiso con la defensa de los legítimos derechos e intereses de
nuestro país. Y también, valorar y agradecer a la Cancillería y al equipo
jurídico, por su magnífica defensa de los derechos e intereses de Chile ante la
Corte Internacional de Justicia”, finalizó el Presidente Piñera.
LA HAYA:
PIÑERA AFIRMA QUE CHILE ESTÁ DISPUESTO A REINICIAR UN DIÁLOGO CON BOLIVIA
En cadena
nacional el Presidente Sebastián Piñera se refirió al fallo de la Corte
Internacional de Justicia de La Haya que rechazó la demanda de Bolivia por una
"obligación de negociar" una salida soberana al mar.
Publimetro de
Chile (www.publimetro.cl)
El
Mandatario afirmó que con esta decisión el tribunal “ha aplicado el derecho
internacional, ha impartido justicia y ha puesto las cosas en su lugar”. De
esta forma, el Jefe de Estado reiteró que “Chile nunca ha tenido ni va a tener
obligación de negociar su territorio” y que el Gobierno siempre defenderá la
soberanía nacional.
“Chile
cumple y hace cumplir los tratados internacionales”, agregó Piñera, quien hizo
referencia al tratado de 1904, el que fija a perpetuidad los límites entre
ambos países.
El
Presidente chileno fue crítico del rol de Evo Morales, acusándolo de sembrar
“falsas expectativas en su pueblo y hoy está cosechando grandes frustraciones
para el pueblo boliviano”.
Piñera
fue claro en establecer que si La Paz se enmarca dentro de un espíritu
respetuoso del derecho internacional, “Chile está dispuesto a reiniciar de
inmediato un diálogo constructivo y de buena fe con nuestro vecino”.
Sin
embargo, advirtió que si Bolivia insiste en desconocer la sentencia de La Haya,
“o si sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con
obligaciones, o prolongando sus infundadas pretensiones sobre territorio, mar o
soberanía chilena, ese diálogo se vuelve imposible”.
El
Mandatario finalizó agradeciendo a la cancillería y al equipo jurídico que
representó a nuestro país en la corte internacional. Además, destacó la unidad
de todas las fuerzas políticas – incluidos los ex presidentes – durante todo el
litigio.
OPINION. UN
FALLO CONTUNDENTE EN FAVOR DE CHILE
La Tercera de
Chile (www.latercera.com/opinion)
La
contundente resolución de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en cuanto a
que no existe obligación jurídica alguna que fuerce a Chile a negociar una
salida con acceso soberano al Pacífico en favor de Bolivia, era ciertamente el
escenario menos previsible, y de allí que este fallo causara profunda sorpresa.
La experiencia de litigios anteriores en esta sede judicial ha sido ampliamente
desfavorable para nuestros intereses -es el caso del diferendo con Perú, en que
Chile perdió una importante porción de su mar territorial-, dado que la Corte
ha aplicado criterios “salomónicos” o no apegados a letra ni al espíritu de los
tratados vigentes.
En
esta ocasión, los doce jueces que votaron a favor de la tesis chilena -solo
tres se pronunciaron en favor de acoger la pretensión boliviana-, razonaron
apegados a un criterio esencialmente jurídico, desnudando las graves falencias
con que se construyó el artilugio que fabricó la parte boliviana. La encomiable
defensa que solventó nuestra Cancillería y todo el equipo jurídico -en esto
cabe destacar la sólida postura de Estado que ha prevalecido a lo largo de todo
este largo proceso, así como la actitud serena pero a la vez firme del
Presidente de la República- siempre ha sostenido que el tratado de 1904 zanjó a
perpetuidad las fronteras, sin temas pendientes, y que las distintas
conversaciones que ambos países han sostenido en distintos momentos para lograr
un acercamiento no constituyen derecho alguno en favor de Bolivia.
La
Corte examinó cada uno de los ocho puntos en que Bolivia pretendió fundamentar
que había surgido esta obligación de negociar una salida al mar con soberanía,
y en cada uno el voto de mayoría desestimó tal obligación, pues en ninguno de
ellos se dejó establecida una intención inequívoca de vincularse legalmente
-tampoco se pudo demostrar que algo así existió a partir de evidencia tácita o
“no escrita” conforme la Convención de Viena-, asentando el principio de que
una negociación sostenida en algún momento del tiempo no basta por sí misma
para crear una obligación entre los países.
Es
evidente que a partir de este fallo la pretensión boliviana de reclamar una
salida soberana al Pacífico -sobre la base de buscar resquicios para desconocer
el tratado de 1904- ha perdido total sustento jurídico. Pero en realidad es el
Presidente Evo Morales quien ha sido el gran derrotado en esta jornada, porque
más allá de que la causa marítima está muy arraigada en el sentir boliviano,
fue de su entera responsabilidad haber arrastrado a su país a este bochorno
jurídico -causando de paso un irresponsable deterioro de la relación bilateral
entre Chile y Bolivia-, seguramente motivado en su ilegítimo afán de seguir
aferrado al poder. Como contrapartida, este fallo abre la posibilidad para que
la diplomacia -ya sin la presión de crear obligaciones- tenga al fin la
oportunidad de avanzar hacia una plena integración.
Chile puede estar orgulloso de la forma en que sustentó su defensa, pero ello no debe hacer perder de vista que el debate sobre continuar o no en el Pacto de Bogotá -el cual obliga a someterse a la jurisdicción de la Corte de La Haya para resolver controversias- sigue siendo plausible, ya que para un país que no tiene ninguna pretensión en materia limítrofe quedar a merced de los cambiantes criterios de dicho tribunal es un riesgo latente.
Chile puede estar orgulloso de la forma en que sustentó su defensa, pero ello no debe hacer perder de vista que el debate sobre continuar o no en el Pacto de Bogotá -el cual obliga a someterse a la jurisdicción de la Corte de La Haya para resolver controversias- sigue siendo plausible, ya que para un país que no tiene ninguna pretensión en materia limítrofe quedar a merced de los cambiantes criterios de dicho tribunal es un riesgo latente.
EL COMPLEJO
ESCENARIO QUE ENFRENTA EVO MORALES TRAS EL FALLO DE LA HAYA
La sentencia
puede poner en riesgo el plan del mandatario de ser reeelcto por tercera vez en
el 2019.
CNN Chile (www.cnnchile.com)
La sentencia de la Corte Internacional de La
Haya, al resultar desfavorable para Bolivia, no sólo desarticuló la
demanda marítima presentada contra Chile, sino que también deja en una mala posición al gobierno de Evo
Morales, debido a que podría poner en riesgo el plan de ser reelecto por
tercera vez en el 2019.
Tras
confirmarse el resultado de la sentencia, la oposición boliviana rápidamente lanzó sus críticas contra Morales.
“Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado”, dijo
el ex candidato presidencial Samuel Doria Medina.
Estas
palabras fueron reforzadas por las del ex vicepresidente de Gonzalo Sánchez
de Lozada, Víctor Hugo Cárdenas, quien apuntó que el gobierno “despreció a expertos en derecho internacional
y se rodeó de amigos y de su rosca íntima. ¡Subordinó el mar al
interés de la reelección indefinida!”, en una publicación a través de
Twitter.
Analistas
señalan que el problema del Presidente de Bolivia cometió el error de
ideologizar y vincular la demanda con Chile por una salida al mar con su
reelección. “(Evo Morales) vinculó
demasiado su candidatura con el exitismo engañoso de La Haya”, comentó a
La Tercera el analista paceño Jorge Lazarte. Asimismo, el politólogo
Carlos Toranzo aseguró que “como boliviano, da pena el fallo, pero como
analista digo que la soberbia nos llevó
al hundimiento. Con el fallo pierde Evo”.
Ahondando
en este punto, el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán postula que la
reelección de Morales “ya está complicada y esto no ayuda en nada”,
aunque asume que es un problema que también complica a la oposición, debido a
que “no ha mostrado todavía una
alternativa viable, más allá del rechazo a su postulación”.
Según
las encuestas, el ex presidente y vocero de la demanda marítima Carlos Mesa aparece como el mejor
posicionado para enfrentar a Evo en el 2019. Sin embargo, al ser parte
del equipo, también podría verse afectado tras el fallo. Según opina Toranzo,
Mesa podría perder respaldo, aunque “pierde menos que Evo”.
En
el mes de agosto pasado, Morales rompió
el récord de permanencia en el poder, al cumplir 12 años, seis meses y
21 días (4.587 días) al mando. Anteriormente, el récord lo tenía Víctor
Paz Estenssoro, que gobernó por 4.586 días, aunque no en mandatos consecutivos.
Noticiero 12
de Argentina (www.noticiero12.com)
Por
Perú hacia el Pacífico o por Brasil, Uruguay y Argentina hacia el Atlántico:
Bolivia tiene otras alternativas, aunque no serían "soberanas".
Este
lunes, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló a favor de Chile en el
litigio entablado por Bolivia para reclamar de ese país una salida al mar.
La
CIJ desestimó la petición boliviana y concluyó que Chile no está obligado "jurídicamente a negociar un acceso
soberano al oceáno Pacífico para el Estado plurinacional de Bolivia".
Aunque
la decisión es inapelable, el juez Abdulqawi Ahmed Yusuf, presidente del
tribunal y quien leyó la sentencia, djo que "sin embargo, a pesar de este fallo, la CIJ invita a ambos gobiernos
a buscar una forma de entablar un diálogo sobre este asunto".
Tras
ese veredicto, el presidente boliviano, Evo Morales –quien estuvo presente en
la sede de la corte en La Haya al momento de ser leída la sentencia–, resaltó
las palabras del magistrado y dijo que el fallo también hace referencia a
continuar con "los diálogos y la
buena vecindad".
Dialogar
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, ofreció por su parte declaraciones desde la Casa Grande del Pueblo, en La Paz, y señaló que si bien no hay para Chile obligatoriedad de negociar, el fallo "ha abierto las puertas de las vías del diálogo".
Dialogar
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, ofreció por su parte declaraciones desde la Casa Grande del Pueblo, en La Paz, y señaló que si bien no hay para Chile obligatoriedad de negociar, el fallo "ha abierto las puertas de las vías del diálogo".
Dijo
que, además, la sentencia dejó otros puntos claros, como el reconocer que
Bolivia nació a la vida republicana con una franja costera de 400 kilómetros,
un hecho que a lo largo de la historia trató de ser negado por Chile; y
estableció además que el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que fijó los límites
entre Bolivia y Chile, no resolvió temas pendientes para un acceso soberano al
mar.
García mencionó que hay varias alternativas que el Gobierno viabilizará, aunque no especificó cuáles.
García mencionó que hay varias alternativas que el Gobierno viabilizará, aunque no especificó cuáles.
El
abogado español Antonio Remiro Brotóns, uno de los juristas que representaron a
Bolivia en este litigio ante la CIJ, dijo que "Chile no puede utilizar esta sentencia para indicar que no se
hable más del enclaustramiento".
En
entrevista con Bolivia TV, el abogado señaló que de esto "se seguirá hablando y mucho. No es un tema cerrado, en
absoluto". Enfatizó que, incluso la Corte, aunque rechazó el
petitorio boliviano, "de una forma
expresa señala y anima a las partes a que continúen el diálogo entre ellas para
solventar la mediterraneidad, el enclaustramiento de Bolivia, que es un tema
que está presente durante muchísimos años".
Sin
embargo, el presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo este mismo lunes que "Chile nunca ha tenido ninguna
obligación, ni la tiene hoy día, de negociar nuestro mar, nuestro territorio ni
nuestra soberanía".
Por Perú o por el Atlántico
Bolivia tiene otras opciones que no están ligadas a Chile para lograr acceso al mar.
Bolivia tiene otras opciones que no están ligadas a Chile para lograr acceso al mar.
En
1992, el presidente boliviano Jaime Paz Zamora y su homólogo peruano Alberto
Fujimori firmaron un acuerdo en el que Perú le cedió, por 99 años, cinco
kilómetros de costa a Bolivia, en un espacio que denominaron Boliviamar, cerca
del puerto de Ilo, y que no ha sido aprovechado hasta la fecha.
La
otra alternativa está en aprovechar Puerto Busch, que se encuentra en la frontera
con Paraguay, país con el cual firmó Bolivia un tratado en 1937 para tener
salida al Atlántico.
El
objetivo sería que las embarcaciones bolivianas hagan uso de las mismas vías
que utiliza Paraguay, el otro país suramericano que no tiene salida al mar, a
través de ríos paraguayos, para acceder al océano.
En
ese mismo orden, Bolivia ha firmado tratados con Uruguay (el país que más
aprovecha Paraguay para sus embarcaciones), Brasil y Argentina, para instalar
zonas francas y tener facilidades en diferentes puertos.
Sin
embargo, estas opciones sólo servirían para disminuir la dependencia comercial
boliviana con respecto a los puertos chilenos de Iquique y Arica, por donde
Bolivia ingresa y despacha la mayor parte de su mercadería, y no para obtener
un mar "soberano", como lo ha expresado el mandatario boliviano.
GOBIERNO DE
PERÚ APELA AL DIÁLOGO ENTRE CHILE Y BOLIVIA
“La relación
que nosotros tenemos con Bolivia es buena, y puede ser un buen ejemplo de
diálogo permanente en su trato con Chile”, afirmó la vicepresidenta peruana,
Mercedes Aráoz.
La Tercera de
Chile (www.latercera.com)
En
enero de 2014, Chile y Perú vivieron su propio capítulo en la Corte de La Haya.
En esa oportunidad, el tribunal adjudicó a Perú un área marítima equivalente a
la superficie de Costa Rica, una historia muy diferente al caso ocurrido con
Bolivia.
“La
buena lección de aquella vez fue que aprendimos a tener una buena relación
basada en la convivencia”, dijo a La Tercera la vicepresidenta peruana,
Mercedes Aráoz, que agregó: “La relación que nosotros tenemos con Bolivia es
buena, y puede ser un buen ejemplo de diálogo permanente en su trato con
Chile”.
Desde
la presentación de la demanda marítima de Bolivia en La Haya en 2013, el
gobierno de Perú evitó profundizar en ese caso. Sin embargo, el ministro de
Relaciones Exteriores, Néstor Popolizio, indicó ayer que si bien “es un asunto
de naturaleza estrictamente bilateral” (entre Chile y Bolivia), Perú “reitera
su compromiso permanente con el respeto al derecho internacional y al principio
de la solución pacífica de las controversias”.
Aun
así, congresistas peruanos consultados por La Tercera fueron más contundentes a
la hora de opinar sobre el fallo de ayer en La Haya.
Para
el legislador de Acción Popular Víctor Andrés García Belaunde, “Bolivia se
entusiasmó mucho con la decisión peruana de ir al tribunal de La Haya, y no
fueron conscientes de que eran temas bajo diferente óptica. Sucedió lo que
estaba previsto”, indicó.
Desde
la bancada oficialista, Juan Sheput, de Peruanos por el Kambio (PPK), indicó
que “la Corte de La Haya ha actuado en estricto apego a la justicia y al
respeto del derecho internacional, porque de haber fallado de otra manera,
habría abierto la puerta para decenas de impugnaciones de tratados a nivel
mundial”. En cuanto a la relación entre Chile y Bolivia, agregó: “Hay que dejar
cualquier tipo de diálogo a nivel de las cancillerías, basado en el
cumplimiento del orden diplomático”.
A
su vez, el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Guido
Lombardi, puso paños fríos e insistió en que “Perú solo puede expresar sus
mejores deseos para que prime el entendimiento y la concordia entre ambos
países tras el fallo”.
LOS 8 NO DE
LA HAYA A BOLIVIA
En poco más
de una hora, el presidente de la Corte Internacional de Justicia, Abdulqawi
Ahmed Yusuf, informó los razonamientos del tribunal para desestimar, una a una,
las ocho líneas argumentales presentadas por Bolivia para sostener que Chile
estaba obligado a negociar una salida soberana al mar.
La Tercera de
Chile (www.latercera.com)
1.
Acuerdos bilaterales
Bolivia
citó distintos acuerdos y documentos, como el “Acta de 1920”, como antecedentes
que obligarían a Chile a negociar. Chile señaló que si bien ha estado
disponible a conversar, nunca ha reconocido que tiene una obligación de
negociar.
La
corte enumeró los distintos acuerdos citados por Bolivia (como el “acta
protocolizada de 1920”, notas diplomáticas intercambiadas en 1950; el acuerdo
de Charaña de 1975 y la denominada “agenda de los 13 puntos” establecida en
2006) y afirmó que ninguno de ellos “establece una obligación para Chile de
negociar una salida soberana al océano Pacífico para Bolivia”. Se explicó que
para que exista una obligación, esta debe quedar explícitamente, lo que no
ocurrió en los casos mencionados.
2.
Declaraciones unilaterales
Bolivia
indicó que declaraciones de Chile sobre la reivindicación marítima tienen un
efecto jurídico de compromiso. Chile aseveró que si bien las declaraciones
unilaterales pueden generar obligaciones, esto debe ser explicitado.
La
corte señaló que es verdad que las declaraciones unilaterales de los Estados
pueden tener como efecto una obligación jurídica. Pero agregó que “las
declaraciones de Chile y otros actos unilaterales no se manifiestan en términos
de adquisición de una obligación jurídica, sino que en la voluntad de entablar
negociaciones sobre la cuestión de acceso soberano al Pacífico” y de escuchar
cualquier propuesta que pudiese resolver la mediterraneidad de Bolivia. Las
declaraciones citadas no sugieren una obligación, se insiste.
3.
Consentimiento
Bolivia
explicó que Chile ha consentido tácitamente la obligación de negociar, ya sea
por silencio o acción. Chile contestó que Bolivia no pudo demostrar que el
silencio sea un consentimiento tácito a la obligación de negociar.
Según
argumentó la Corte de La Haya, Bolivia no fue capaz de identificar ninguna
declaración que necesitara de una respuesta o reacción por parte de Chile con
el fin de evitar la creación de una obligación a negociar una salida soberana
al Pacífico para Bolivia.
“La
acquiescence (consentimiento) no se puede considerar una base jurídica para la
obligación de negociar el acceso soberano por Bolivia al mar”, manifestó el
presidente del tribunal al dar a conocer la sentencia.
4.
Estoppel
Bolivia
apeló al principio de estoppel, que refiere a tomar posiciones en base a
compromisos adquiridos por otro. Chile insistió en que ha quedado de manifiesto
que nunca tuvo alguna intención de crear una obligación legal de negociar.
La
corte recordó los elementos esenciales y necesarios para invocar el principio
de estoppel (impedimento) y agregó que al examinar las condiciones estipuladas
se llegó al convencimiento de que estas no se cumplían en este caso. Se señaló
que si bien Chile ha efectuado afirmaciones sobre su disposición a negociar,
estas no indican la obligación de hacerlo. “No se ha demostrado que Bolivia ha
cambiado su posición de detrimento propio o en beneficio de Chile a causa de su
confianza en las declaraciones de Chile”, se explicó.
5.
Legítimas expectativas
Bolivia
afirmó que las acciones de Chile a lo largo del tiempo dio lugar a la
expectativa boliviana de recuperar su costa. Chile contraargumentó que no
existe en el derecho internacional una doctrina de expectativas legítimas.
En
el fallo de la Corte Internacional de Justicia se señala que se pueden
encontrar distintas referencias a “expectativas legítimas” en laudos
arbitrales, citando como ejemplos disputas entre un inversor extranjero y el
Estado anfitrión a partir de contiendas por tratos justos y equitativos de
acuerdo a cláusulas de tratados vigentes. Sin embargo, aclara que no existe en
el derecho internacional un principio que podría dar a lugar a una obligación
fundada en lo que se podría denominar una como expectativa legítima.
6.
Cartas de la ONU y la OEA
Bolivia
dijo que las cartas de la ONU y la OEA instan a resolver las disputas de forma
pacífica, validando la obligación de Chile. Chile manifestó que ninguno de los
documentos mencionados obligan a una negociación ni estipulan métodos
específicos.
La
corte rechazó la argumentación boliviana señalando que en ninguna parte de los
extractos citados de las cartas de Naciones Unidad y de la OEA se puede colegir
que Chile esta obligado a negociar una salida soberana al Pacífico para
Bolivia. También señala que la alusión a buscar mecanismos de resolución
pacífica de controversias no indica a las partes en disputa ningún método
específico, como la negociación directa entre los países, por lo que no se
puede aceptar como base legal para obligar a Chile a negociar.
7.
Resoluciones de la OEA
Bolivia
citó 11 resoluciones de la OEA sobre aspiración marítima. Si bien dice que no
son vinculantes, sostuvo que tienen efectos legales. Chile refutó que las
resoluciones de la OEA no son vinculantes y el ente carece de competencia para
imponer obligaciones.
Según
informó el presidente del tribunal, para la Corte de La Haya ninguna de las
resoluciones de Organización de Estados Americanos indica que Chile tenga
obligación alguna de negociar un acceso soberano al mar para Bolivia. Agregó
que las distintas resoluciones citadas por Bolivia solo se limitan a recomendar
a ambos países que inicien negociaciones respecto de la cuestión marítima. A
esto se suma, sostuvo la corte, que las resoluciones no son vinculantes de por
sí y no pueden dar lugar a una obligación internacional.
8.
Efecto acumulativo
Bolivia
señaló que si no existiese ningún acto individual del que surja una obligación,
la suma de ellos tiene un efecto decisorio. Chile respondió que si ninguna
acción creó o confirmó una obligación a negociar, su acumulación tampoco lo
hace.
La
Corte de La Haya también rechazó este argumento de Bolivia, señalando que la
consideración acumulativa de instrumentos que, de forma individual, no significan
una obligación de Chile para negociar una salida al mar, no se puede añadir al
resultado final. “Bolivia y Chile tienen una dilatada historia de diálogos,
intercambios y negociaciones destinados a identificar una solución apropiada a
la mediterraneidad de Bolivia, no obstante que la corte no puede concluir que
Chile tenga obligación de negociar”, se afirmó.
CLAUDIO
GROSSMAN, AGENTE DE CHILE ANTE LA HAYA: “ESTAMOS SATISFECHOS POR HABER UBICADO
LA DISPUTA EN EL TERRENO DEL DERECHO”
La Tercera de
Chile (www.latercera.com)
¿Cómo
recibió el fallo?
Lo
recibimos, obviamente, con gran satisfacción por varias razones. La primera es
que la argumentación jurídica de Chile fue muy sólida. Ya en la objeción
preliminar había despejado algunas cosas, como el derecho a un resultado y el
tema de no tocar directamente el Tratado de 1904. Pero nosotros, esa era
nuestra misión, teníamos que de-sarticular de que había también una obligación
de medios, cuyo objetivo era lograr acceso soberano. Entonces, estamos muy satisfechos
con el trabajo jurídico e histórico que, punto por punto, fue hecho por Chile.
Estamos satisfechos por haber ubicado la disputa en el terreno del derecho
internacional sin aceptar desviaciones históricas, porque estaban estrechamente
vinculadas las cosas: qué pasó en 1950, qué paso en el 75, qué dijimos después
de los 90, y mostrar que aquí Chile no era un país que mentía, no era un país
que hacía promesas incumplidas. Entonces, era muy importante establecer
históricamente que siempre, siempre, todo lo que hizo Chile fue en el terreno
de la política, no en el plano del derecho. Así, otra razón para estar
satisfecho es que es muy importante que la corte haya resuelto esta disputa
aplicando el derecho internacional. Para eso fue creada.
Eso
es lo que ustedes no estaban tan seguros que iba a pasar…
No,
nosotros la ubicamos ahí y la presentamos y teníamos el optimismo de que la
corte iba a hacer eso. Entonces, cuando había llamados de distinta naturaleza,
como “oye planteemos…”, no, vamos a ubicar en la defensa, porque algunos decían
“pongámonos desde el punto de vista estratégico”. Estas fueron decisiones que
tuvimos que tomar. Otras decían “planteemos la voluntad de quizás interpretar
de otras maneras, démosle una salida a la corte”. No. Aquí era muy importante
señalar que no había una obligación de negociación de ninguna naturaleza.
¿En
qué sentido se planteaba eso de manera interna?
Siempre
tuvimos discusiones muy ricas entre los abogados. Entonces, había que tomar
decisiones al final. Y algunos decían “busquemos una salida pensando que quizás
la corte pueda…”. Nosotros dijimos “no vamos a darle a la corte ninguna
argumentación de salida”. Aquí hay que aplicar el derecho internacional.
¿A
qué se refiere con darle una salida a la corte?
Por
ejemplo, decir que se puede haber creado una expectativa de negociación sin
acceso soberano.
Pero
eso es como regalarle algo a Bolivia en el fallo…
Claro,
pero siempre hay discusiones en un ambiente diverso, de eso se trata. Fue muy
importante crear un ambiente en que todos pudieran discutir y siempre hay
alguno, yo he estado en centenares de casos que dicen “pensemos que la corte
puede salir con una cosa o la otra”. Nosotros mantuvimos la línea.
¿Esas
recomendaciones eran de abogados internacionales?
No,
hay de todo tipo. Yo no lo voy a identificar, porque no es lo que importa. Le
voy a decir que algunos pensaban que la corte puede ir “por aquí, por acá”;
siempre hacíamos análisis de la actitud de diferentes jueces. Algunos decían
que uno puede hacer esto o lo otro… Algunos decían quizás si cedemos un poquito
en esto, hacemos lo otro, quizás tenemos que acentuar más el carácter político
de ciertas cosas. Nosotros dijimos que eso es inconsistente con el mensaje que
queremos poner: ubicar la disputa en el derecho. Y así lo hicimos.
Varios,
en Chile y Bolivia, admitían que el fallo fue muy sorpresivo. ¿Usted también lo
vio así?
No.
Siempre tuvimos confianza… Bolivia buscó todas las posibles fuentes de una
obligación, y el solo hecho de poner todas las fuentes de una obligación era
una debilidad. Eso implicaba que no había ninguna.
¿Hubo
un error estratégico de Bolivia al plantear ocho elementos que sustentaban una
obligación para Chile y, en su defecto, que eso se generaba por la acumulación
de esos episodios?
Diez
veces cero, es cero, no es uno. Y Bolivia buscó la acumulación. Eso ya es una
confesión de debilidad. Eso no es riguroso y no es de acuerdo a derecho. Sobre
los errores o no errores de estrategia de Bolivia, no me voy a pronunciar… Aquí
la corte reafirmó que su rol es adjudicar disputas de acuerdo al derecho
internacional, y eso es muy importante para la legitimidad de la corte.
Hubo
momentos en los que el presidente de la corte dijo que no se generó una
obligación, pero recalcó que ambos países siguieron negociando, lo que hacía
presumir que pudiera haber un planteamiento final sobre la necesidad de retomar
esas tratativas. ¿Usted en algún momento, durante la lectura del fallo, pensó
que quizás no iba por buen camino el resultado?
No,
no. Yo tenía confianza en nuestros argumentos, pero le voy a decir una cosa:
cuando lo dijo primero, que las fuentes de la obligación estaban pendientes,
después dijo el segundo, pero cuando dijo el tercero… Vamos en tres y seguimos
negociando. Yo pensé: “Diablos, quedan la OEA y las Naciones Unidas”… Yo decía
que íbamos bien, pero pensando que nos puede llegar por la otra, no porque no
teníamos confianza en nuestros argumentos, pero porque no estaba decidido.
Desde luego nos emocionamos todos cuando ya dijo lo de la OEA, o sea, desde luego,
aunque racionalmente todo lo habíamos planteado, habíamos hecho la pega, pero
se nos achicó la garganta. Cuando ya dijo lo de la OEA y Naciones Unidas,
faltaba lo de la acumulación, y ahí sabíamos que ya era imposible… El saber que
nos había ido bien nos emocionó, sin ninguna duda, y cuando salimos de ahí
todos nos abrazamos y no faltaron las lágrimas de felicidad del equipo.
¿Ve
que acá hay un triunfo de quienes defienden los argumentos jurídicos versus
quienes creen que aquí falta un poco más de política frente a Bolivia?
Lo
central aquí es que el país ha estado unido en la defensa de su soberanía y de
su integridad nacional, eso es lo central. Y es normal que haya discusiones
tácticas, estratégicas, etc. Pero hay una cosa que es lo central, que es que las
opciones estratégicas fueron buenas.
AMPUERO SOBRE
EL RESTABLECIMIENTO DE LAS RELACIONES CON BOLIVIA: “HAY QUE PARTIR
PRÁCTICAMENTE DE CERO”
El ministro
de Relaciones Exteriores recalcó la necesidad de reconstruir "las
confianzas", pues "hasta hace muy poco estaban afirmando que
clavarían banderas bolivianas en nuestro pacífico y que Antofagasta sería
boliviana. Estas son aseveraciones muy delicadas".
CNN Chile (www.cnnchile.com)
la Corte Internacional de Justicia en La Haya desestimó todos los argumentos presentados por Bolivia en
la demanda marítima en contra de nuestro país, y
estableció que Chile no tiene la obligación de negociar una salida soberana al
Océano Pacífico.
El
Presidente Sebastián
Piñera comentó este resultado favorable para Chile y señaló que “Evo
Morales nos ha hecho perder cinco valiosos años de sanas relaciones”. Minutos
más tarde, el mandatario
boliviano también reaccionó, explicando que “si bien no hay una
obligación de negociar, hay una invitación a seguir con el diálogo”.
Por
su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, también se refirió a este fallo, asegurando estar
“muy contento por el resultado que ha obtenido Chile”.
“Nosotros
subrayamos muchas veces que estábamos
muy seguros de la solidez de los argumentos chilenos, de la coherencia de lo
que planteábamos. Sabíamos que habíamos rechazado en forma exitosa cada
una de las pretenciones del gobierno boliviano frente a Chile”, dijo Roberto
Ampuero.
Asimismo,
recalcó el trabajo que realizaron los profesionales que conformaron el equipo
de Chile en La Haya: “Quiero destacar la labor de nuestro equipo jurídico,
conformado tanto por abogados internacionales como nacionales. También de la cancillería de Chile, de la
cual todos deberíamos sentirnos muy orgullosos por el trabajo desplegado“.
Relaciones
exteriores con Bolivia
Según
Ampuero, desde 2013 las relaciones
entre Chile y Bolivia se han visto mermadas por esta demanda marítima. Y
sin especular sobre cuál será el siguiente paso del gobierno boliviano, el
canciller aseguró que deberían partir por acatar el dictamen.
“Cuando
un país, serio, respetable, acude al más alto tribunal de justicia de nuestro
planeta, pide su intervención, y le pide también que falle, lo que todo el mundo espera y lo que la
comunidad internacional espera es que ese mismo estado acate“, señaló
Ampuero.
En
esa línea, el canciller recalcó que para pensar cómo seguirán las relaciones
entre ambos países, Bolivia “debe
acatar el fallo en su totalidad”.
Si
bien existen relaciones entre Chile y Bolivia a nivel consular, no existen a nivel
de embajadores. Para eso, Roberto
Ampuero aseguró que es necesario restablecer “las confianzas”.
“No
olvidemos que hasta hace muy poco estaban afirmando que clavarían banderas
bolivianas en nuestro pacífico y que Antofagasta sería boliviana. Estas son
aseveraciones muy delicadas, usted destruye así las relaciones y las bases de
confianza entre dos países”, aseguró Ampuero, agregando que “hay que partir prácticamente de cero“.
SORPRESA,
DECEPCIÓN Y UN FUTURO INCIERTO TRAS FALLO DE LA HAYA
El dictamen
de la Corte Internacional de Justicia, que desechó todos los argumentos de la
demanda marítima boliviana, asombró por su contundencia a ambos países. Tras
los festejos chilenos y la decepción altiplánica, queda abierta la interrogante
sobre cómo seguirá adelante la relación bilateral.
La Tercera de
Chile (www.latercera.com)
Fuera
de todo cálculo
El
fallo no se acercó a ningún pronóstico de los que tenían en el equipo chileno
en los días previos.
El
agente Claudio Grossman y los coagentes María Teresa Infante y Alfonso Silva
comenzaron temprano su jornada en Holanda, a la espera del fallo. Durante la
mañana llegaron al hotel los cinco abogados extranjeros (de un total de siete)
que defendieron a Chile en el juicio, a quienes se les pidió fijarse en aspectos
específicos de la sentencia.
La
solicitud estaba fundada en la incertidumbre que había en el equipo chileno
sobre el resultado y ante la posibilidad de que se tratara de una decisión
compleja y difícil de entender rápidamente. “Puede pasar cualquier cosa”,
decían algunos, en privado, en la antesala del fallo, graficando ese probable
escenario, que finalmente no pasó.
De
hecho, la decisión de la corte fue una gran sorpresa para ambos países. “No
podemos creer este fallo”, decían en la delegación chilena, algunos de cuyos
integrantes vislumbraban en los días previos que La Haya establecería una
obligación de medios (es decir, de negociar), aunque sin fijar que eso debería
conducir al otorgamiento de un acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia.
Y en un escenario más optimista, otros creían que, como mínimo, habría un
llamado explícito del tribunal a retomar conversaciones con Bolivia. Sin
embargo, ninguno de esos dos escenarios ocurrió.
En
el equipo comentaban durante la tarde que la manera en la que el tribunal
abordó la formación de un tratado entre dos países era clave. Lo calificaron
como “un tratamiento racional” en el que se enfatizó -por parte de los jueces-
en la necesidad de que ambas partes tengan la intención de “vincularse”
mediante un mecanismo de ese tipo. Esto, en línea con la estrategia que había
establecido Chile: exponer los acercamientos históricos entre ambos países,
pero para demostrar que ninguno de ellos generó una obligación ni que ningún
documento intercambiado en el pasado tenía las características de un tratado, a
diferencia de lo que argumentaba Bolivia.
En
ese sentido, además, agregaron que el resultado es una “reivindicación” de
quienes han defendido un énfasis jurídico en el caso con Bolivia, frente a
quienes han impulsado la tesis de que es necesario aplicar un enfoque más
político y comunicacional, endureciendo la postura con el gobierno de Evo
Morales (ver nota en página 14).
Ese
diseño continuará en el otro litigio que tiene Chile con Bolivia: la demanda de
nuestro país por el uso de las aguas del Silala, un caso mucho más técnico -por
su naturaleza- que el de la hoy desechada obligación de negociar un acceso al
mar.
Una
relación bilateral con pronóstico reservado
En
cadena nacional, Sebastián Piñera fijó las condiciones que podrían allanar el
camino al diálogo.
Casi
al finalizar la lectura del fallo, el juez somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf
-presidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya- planteó que el
dictamen “no impide a las partes la continuación de su diálogo y sus
intercambios, en un espíritu de buena vecindad, para atender las cuestiones
relacionadas con la mediterraneidad de Bolivia”.
El
comentario fue quizás la única señal positiva que recibió la delegación
altiplánica en La Haya, luego de un fallo categórico que echó por tierra las
ocho líneas argumentales planteadas por los altiplánicos. El guiño, sin
embargo, no supone ninguna obligación y plantea más dudas que certezas respecto
del futuro de la relación bilateral entre ambos países.
Aunque
hubo autoridades bolivianas que salieron a subrayar la ventana abierta por el
presidente de la corte, lo cierto es que los principales voceros altiplánicos
-partiendo por el propio Evo Morales- más bien optaron por refrendar que la
aspiración marítima se mantendrá vigente, y que se estudiarán nuevas fórmulas
para emplazar a Chile en el concierto internacional.
En
Santiago, en tanto, abundaron las palabras de buena crianza sobre la necesidad
de recomponer los vínculos rotos con el país vecino. A la hora de trazar ese
camino, sin embargo, quedó en evidencia que difícilmente ocurrirá en el corto
plazo.
“Antes
de pensar en cualquier nueva etapa, las heridas deben sanar y eso toma tiempo”,
sentenció el canciller Roberto Ampuero en entrevista con este diario (ver
página 12). El Presidente Sebastián Piñera, en tanto, profundizó la noche de
este lunes -en cadena nacional- en las condiciones que podrían viabilizar un
diálogo con el gobierno de Evo Morales. “Si Bolivia insiste en desconocer los
tratados internacionales vigentes, o el derecho internacional, o esta sentencia
de la Corte Internacional de Justicia, y sigue confundiendo aspiraciones con
derechos, buena voluntad con obligaciones o prolongando sus infundadas
pretensiones sobre territorio, mar o soberanía chilena, ese diálogo se vuelve
imposible”, sostuvo (ver página 11).
En
el centro de esta discusión aparece la figura del mandatario boliviano, quien
en paralelo a su permanente reivindicación marítima prepara una nueva
candidatura presidencial. Aunque en el gobierno chileno hace sentido la
afirmación del senador PPD Ricardo Lagos Weber -“Morales ya no es interlocutor
válido”, dijo-, saben que al menos estará en la Casa Grande del Pueblo hasta
enero del 2020. Y que aunque la relación tenga más o menos intensidad, habrá que
saber lidiar con su liderazgo hasta ese entonces.
Nocaut
a aspiraciones bolivianas
Pese
a contundente sentencia, Evo Morales insistió en que aspiración marítima es
irrenunciable.
Varios
minutos tardó el gobierno de Evo Morales en reaccionar al fallo de la Corte
internacional de Justicia de La Haya, que por amplia mayoría sentenció que no
existía una obligación jurídica por parte de Chile de negociar una salida
soberana al mar en favor de Bolivia.
El
mandatario paceño aseguró en la capital holandesa que el fallo dejaba algunas
puertas abiertas a Bolivia para insistir en su pedido a Chile para dialogar.
Incluso reiteró que su país “no va a renunciar (a terminar) con su
enclaustramiento”. En los hechos, sin embargo, la sentencia desarmó por
completo los ocho argumentos en los que Bolivia sustentó ante los jueces una
supuesta obligación de negociar.
Los
magistrados de la CIJ ya habían desestimado en 2015, en el fallo de la
excepción preliminar, el argumento de que Bolivia tuviera un derecho
prexistente a un territorio soberano en el Pacífico, un argumento que hasta el
día de hoy siguen repitiendo algunas autoridades bolivianas.
Sin
embargo, los jueces rechazaron, además, que Chile haya generado -ya sea en un
momento determinado o por acumulación de todos los esfuerzos diplomáticos que
se han llevado adelante los dos países- algún compromiso jurídico por otorgar
un acceso soberano al mar. También demolieron la argumentación, tantas veces
repetida por Bolivia, de que las resoluciones de la OEA entre 1979 y 1989 que
recomendaban el diálogo, fueran vinculantes para los dos países.
Bolivia,
tras el fallo de La Haya quedó a merced de la disposición de Chile de
restablecer un diálogo. Por lo mismo, la sentencia generó frustración en los
bolivianos y también molestia, la que estaba dirigida principalmente contra el
gobierno de Morales, al que acusan de haber manipulado políticamente la demanda
marítima, creando falsas expectativas en los bolivianos. Un factor que, además,
es visto por analistas de ese país como un duro golpe a las aspiraciones del
mandatario de presentarse a una nueva reelección.
Dirigentes
políticos y ex diplomáticos reclamaron al gobierno establecer una nuevo tipo de
entendimiento con Chile, aunque en La Paz saben que, en esta ocasión, la pelota
está en cancha contraria.
LA PLAYA
BOLIVIANA EXISTE: EL DESOLADO ENCLAVE DE BOLIVIAMAR
Se la cedió
Perú por 99 años, pero solo puede usarla con fines turísticos.
El Clarín de
Argentina (www.clarin.com)
Durante
una visita diplomática al Perú en 1992, el presidente boliviano Jaime Paz
Zamora y su homólogo peruano, Alberto Fujimori, llegaron a un acuerdo que
prometía ser trascendental. El 24 de enero Perú firmó la cesión de 5 kilómetros
de costa y 800 metros de ancho. El enclave está a 17 kilómetros al sur de la
ciudad de Ilo y se llama Boliviamar.
Muchos
esperaban la inmediata construcción de un puerto comercial que le permitiera a
Bolivia la exportación de su producción y la importación de insumos
extranjeros. Pero la letra chica del acuerdo establecía otra cosa. Boliviamar
quedaba limitada a la explotación turística. Para fines comerciales, el acuerdo
le daba a Bolivia una zona franca del cercano puerto peruano de Ilo para su
administración y funcionamiento. Además, la cesión es por un periodo de 99
años, después de los cuales toda construcción y el territorio pasará nuevamente
a Perú.
Pero
pasaron 26 años y Boliviamar jamás recibe turistas. Apenas algunos pescadores
locales se ganan la vida entre las dunas y el viento. Trunco quedó el proyecto
de desarrollo turístico de este paraje desolado a un costado de la vía
costanera que une los departamentos de Tacna y Moquegua. El terreno es una
playa de difícil acceso, pedregosa, cuyas aguas se caracterizan por la fuerte
corriente y donde lo único que llama la atención es un gran monumento,
ahora casi derruido.
El
acuerdo buscaba la construcción de centros turísticos por parte de Bolivia,
pero lo escarpado del terreno y el difícil acceso obligaban a una inversión de
algunos cientos de millones de dólares para construir la infraestructura
necesaria. Bolivia no ha tenido la iniciativa -probablemente por falta de
recursos- de hacer algo con ese pedazo de terreno.
Más
allá del impacto mediático, el acuerdo no representó una solución de ningún
tipo. Se trató de una especie de préstamo sin soberanía. Sin embargo, el
convenio fue perfeccionado en 2010 por los mandatarios Alan García y Evo
Morales.
Perú
concedió una extensión territorial de 163,5 hectáreas dentro de la Zona Franca
Industrial de Ilo por un plazo de 50 años renovables. El pacto preveía la
posibilidad de ampliación de la capacidad operativa del puerto para el atraque
de buques de gran calado.
En
2010, también se amplió esta zona franca turística de 2 kilómetros cuadrados a
3,58 kilómetros cuadrados.
El
nuevo convenio también incluía un convenio de cooperación entre las Marinas de
Guerra de Perú y Bolivia y se autorizaba a que buques de la Armada
boliviana navegaran en Ilo con fines de cooperación e instrucción.
En
el siglo XIX durante la Guerra del Pacífico, la zona de Arica -que antes era
peruana- pasó a Chile, mientras Bolivia cedió su salida al mar. Luego, en el
Tratado de Lima (1929) Chile y Perú establecieron que no podían ceder soberanía
a otra nación en el territorio que estuvo en disputa (Tacna y Arica) sin consultar
al otro.
EXTRACTOS DEL FALLO QUE ESTABLECIÓ QUE CHILE NO TIENE OBLIGACIÓN DE NEGOCIAR CON BOLIVIA
"La
Corte hace la observación que Bolivia invoca una variedad de bases legales
sobre las cuales descansa presuntamente una obligación para que Chile negocie
el acceso soberano", señalan.
El Mercurio
de Chile (www.economiaynegocios.cl)
Antecedentes
del procedimiento: el 24 de abril de 2013 Bolivia presentó una demanda
La
Corte recuerda que, el 24 de abril de 2013, el gobierno del Estado Plurinacional
de Bolivia presentó en la Oficina de la Corte una Aplicación para entablar
procedimientos contra la República de Chile respecto del conflicto, "en
relación a la obligación de Chile de negociar de buena fe y en forma efectiva
con Bolivia para llegar a un acuerdo para conceder a Bolivia acceso
completamente soberano al Océano Pacífico".
El
15 de julio de 2014, Chile levantó una objeción preliminar a la jurisdicción de
la Corte. Mediante su sentencia del 24 de septiembre de 2015, la Corte rechazó
la objeción preliminar levantada por Chile y encontró que tenía jurisdicción,
en base al artículo XXXI del Pacto de Bogotá, para albergar la aplicación.
Antecedentes
históricos y fácticos
Eventos
y tratados previos al 1904, incluyendo al Tratado de Transferencia del 1895
Al
momento de su independencia, Bolivia tenía una línea costera de más de 400 km a
lo largo del océano Pacífico. El 10 de agosto de 1866, Chile y Bolivia firmaron
un Tratado de Límites Territoriales, que estableció una línea de demarcación
entre los dos Estados, separando sus territorios de la costa del Pacífico. La
frontera fue confirmada por el Tratado de Límites del 6 de agosto de 1874.
El
5 de abril de 1879, Chile declaró la guerra a Perú y Bolivia. En el curso de
esta guerra, la que se conoció como la Guerra del Pacífico, Chile ocupó el
territorio costero de Bolivia. Bolivia y Chile pusieron término a las
hostilidades entre ellos, firmando el Pacto de Tregua del 4 de abril de 1884,
en Valparaíso, Chile. Bajo los términos del Pacto de Tregua, Chile, entre
otros, seguiría gobernando la región costera de Bolivia.
(...)
El
Tratado de Paz de 1904
El
Tratado de Paz y Amistad del 20 de octubre de 1904 (en adelante, el
"Tratado de Paz 1904") oficialmente puso término a la Guerra del
Pacífico entre Bolivia y Chile. Bajo los términos de su artículo II, el
territorio ocupado por Chile en aplicación del Pacto de Tregua de 1884 se
reconoció como propiedad "absoluta y en perpetuidad" de Chile y la
completa frontera entre ambos Estados fue delimitada. El artículo III estipuló
la construcción, a costo de Chile, de una línea ferroviaria entre el puerto de
Arica y el altiplano de La Paz. Esta fue inaugurada el 13 de mayo de 1913. Bajo
el artículo VI, Chile entregó a Bolivia "en perpetuidad el derecho más amplio
y libre de tránsito comercial en su territorio y sus puertos del
Pacífico". Bajo el artículo VII del Tratado, Bolivia tenía "el
derecho de establecer agencias de aduana en los puertos que pueda designar para
su comercio", e indicó para estos efectos los puertos de Antofagasta y
Arica.
Intercambios
y declaraciones en los años 20
-El
"Acta Protocolizada" de 1920
El
10 de enero de 1920, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y el
ministro plenipotenciario de Chile en La Paz se reunieron para tratar, entre
otros temas, asuntos relacionados con el acceso de Bolivia al mar y
documentaron una serie de reuniones por escrito. A estas minutas las partes se
refieren como "Acta Protocolizada".
-Intercambios
de seguimiento (1920-1925)
En
noviembre de 1920, Bolivia comenzó a revisar el Tratado de Paz 1904 a través de
la Liga de Naciones, de acuerdo con el artículo 19 del Tratado de Versalles,
que estipula que la "Asamblea puede... aconsejar la reconsideración por
Miembros de la Liga de tratados que se han vuelto inaplicables". La
solicitud fue considerada inadmisible por una comisión de juristas, porque solo
los Estados contratantes, no la Asamblea, eran competentes para modificar los
tratados.
(...)
La
Propuesta Kellogg de 1926 y el Memorando Matte de 1926
El
30 de noviembre de 1926, el secretario de Estado de los EE.UU., Sr. Frank B.
Kellogg, presentó una propuesta a Chile y Perú respecto del asunto de la
soberanía sobre las provincias de Tacna y Arica. Según la propuesta, Chile y
Perú cederían a Bolivia, en perpetuidad, todo derecho, título e interés que
cualquiera de los países pudiera tener en las provincias de Tacna o Arica,
sujeto a garantías apropiadas para la protección y preservación, sin
discriminación, de los derechos personales y de propiedad de todos los habitantes
de las provincias de cualquier nacionalidad.
(...)
Mediante
un memorando del 4 de diciembre de 1926 (conocido como el "Memorando
Matte"), dirigido al secretario de Estado de los Estados Unidos, el
ministro de Relaciones Exteriores de Chile declaró que la Propuesta Kellogg iba
mucho más allá de las concesiones que el Gobierno chileno estaba dispuesto a
dar, ya que contemplaba la cesión de territorio chileno.
(...)
Reacción
de Bolivia al Tratado de Lima de 1929 y su protocolo suplementario
Debido
a las dificultades que surgieron en la ejecución del laudo arbitral entre Chile
y Perú, respecto de los términos del plebiscito sobre Tacna y Arica estipulados
en el artículo 3 del Tratado de Ancón, Chile y Perú acordaron resolver el
asunto de la soberanía sobre Tacna y Arica mediante un tratado y no un
plebiscito para determinar la soberanía. El 3 de junio de 1929, Chile y Perú
concluyeron el Tratado de Lima, por el cual acordaron que la soberanía sobre el
territorio de Tacna pertenecía a Perú y la sobre Arica a Chile.
(...)
En
un memorando al secretario de Estado de los EE.UU. de América, con fecha del 1
de agosto de 1929, con recepción de este acuerdo, el ministro de RR.EE. de
Bolivia afirmó que este nuevo acuerdo entre Chile y Perú no resultaría en la
renuncia por parte de Bolivia a su "política de restauración de [su]
soberanía marítima".
El
intercambio de notas de 1950
En
los últimos años de los 40, Bolivia y Chile continuaron sosteniendo discusiones
respecto del acceso de Bolivia al mar. Notablemente, en una nota con fecha de
28 de junio de 1948, el embajador de Bolivia en Chile reportó al ministro de
Relaciones Exteriores de Bolivia sus interacciones con el Presidente chileno,
Sr. Gabriel González Videla, respecto de la apertura de estas negociaciones e
incluyó un borrador de protocolo con la propuesta de Bolivia.
En
una nota con fecha del 1 de junio de 1950, el embajador de Bolivia en Chile
realizó una propuesta formal al ministro de RR.EE. de Chile para entablar
negociaciones, para "satisfacer la necesidad fundamental de Bolivia para
obtener su propio acceso soberano al Océano Pacífico, solucionando el problema
de la situación sin litoral de Bolivia en términos que tomaran en cuenta el
beneficio mutuo e intereses genuinos de ambas naciones". En una nota del
20 de junio de 1950, el ministro de RR.EE. de Chile respondió que este gobierno
aceptó la propuesta de entrar en negociaciones.
Las
negociaciones entre Chile y Bolivia no hicieron más progreso en los años
siguientes.
El
Memorando Trucco de 1961
Entre
1951 y 1957, los intercambios entre las partes se enfocaron en la mejora de la
implementación práctica del régimen para el acceso de Bolivia al océano
Pacífico. El 10 de julio de 1961, al enterarse de la intención de Bolivia de
levantar el tema de su acceso al océano Pacífico durante la Conferencia
Interamericana a organizarse más adelante ese año, el embajador chileno en
Bolivia, Sr. Manuel Trucco, le entregó al ministro de Relaciones Exteriores de
Bolivia un memorando, conocido como el "Memorando Trucco". Este
enfatizó que Chile estaba abierto a entablar negociaciones directas con el
objetivo de buscar una fórmula que permitía conceder a Bolivia su propio acceso
soberano al océano Pacífico y permitía que Chile obtuviera una compensación de
naturaleza no territorial.
(...)
Rompimiento
por parte de Bolivia de las relaciones diplomáticas
El
15 de abril de 1962, Bolivia cortó las relaciones diplomáticas con Chile como
consecuencia del uso por parte de este último de las aguas del río Lauca. El 27
de marzo de 1963, el ministro de RR.EE. de Chile indicó que Chile "no
estaba dispuesto a entrar en discusiones que podrían afectar la soberanía
nacional o involucrar una cesión de territorio de cualquier naturaleza", y
negó que el Memorando Trucco constituyera "una nota oficial",
enfatizando que fue meramente una "Ayuda de Memoria".
(...)
El
acuerdo de Charaña
El
8 de febrero de 1975 el Presidente de Bolivia y Chile firmaron una Declaración
Conjunta en Charaña conocida como la Declaración de Charaña, en la cual se
comprometen a continuar un diálogo, en distintos niveles, con el fin de buscar
fórmulas para resolver asuntos vitales que enfrentaron ambos países como la
situación sin litoral que afecta a Bolivia.
En
busca del diálogo, Bolivia propuso directrices para las negociaciones el 26 de
agosto de 1975.
En
diciembre de ese año, Chile presentó su contrapropuesta para las directrices
que incluyó una condición de intercambio territorial. Mediante un intercambio
de Notas del 28 de julio y el 11 de agosto de 1976, Chile y Bolivia acordaron
establecer una comisión mixta permanente que fue creada el 18 de noviembre de
1976 "para discutir cualquier asunto de interés común para ambos
países".
Durante
1976, Bolivia confirmó que estaba dispuesta a considerar transferir ciertas
áreas de su territorio a cambio de una porción equivalente de territorio
chileno. El 19 de diciembre de 1975, Chile preguntó a Perú si estaba de acuerdo
con la cesión territorial que se tenía pensada entre Bolivia y Chile. En
noviembre de 1976, Perú respondió con una contrapropuesta para la creación de
un área bajo soberanía tripartita que no fue aceptada ni por Chile ni por
Bolivia. Sin embargo, Perú rechazó cambiar su postura con respecto a este tema.
El
24 de diciembre de 1976, el Presidente de Bolivia anunció públicamente que él
"propuso que el Gobierno de Chile modificara su propuesta para eliminar la
condición relacionada con el intercambio de territorio" si iban a
continuar las negociaciones. Sin embargo, durante 1977, los Ministros de
Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile emitieron una Declaración Conjunta
reafirmando la necesidad de continuar las negociaciones.
En
una carta con fecha del 21 de diciembre de 1977, el Presidente de Bolivia
informó a su contraparte chilena que, con el fin de continuar con las
negociaciones, se deberían establecer nuevas condiciones para lograr los
objetivos estipulados en la Declaración de Charaña, en particular que se
debería retirar tanto la condición de intercambio territorial como la propuesta
de Perú de una zona de soberanía compartida entre los tres países. En enero de
1978, Chile informó a Bolivia que las directrices para las negociaciones
acordadas en diciembre de 1975 seguían siendo la base de cualquier negociación.
El
17 de marzo de 1978, Bolivia informó a Chile que estaba suspendiendo las
relaciones diplomáticas entre ellos debido a la falta de flexibilidad de Chile
con respecto a las condiciones de la negociación y a la falta de esfuerzo de
Chile para obtener el consentimiento de Perú para el intercambio de territorio.
Declaraciones
de Bolivia y Chile ante la OEA y resoluciones adoptadas por la Organización
El
6 de agosto de 1975, el Consejo Permanente de la Organización de Estados
Americanos, del cual Bolivia y Chile son Estados miembros, adoptó por decisión
por consenso la CP/RES. 157 que indica que el Estado sin litoral de Bolivia era
materia de "preocupación en el hemisferio" y que todos los Estados
americanos ofrecían su cooperación para "buscar soluciones" de
acuerdo con los principios de la ley internacional y con el acta constitutiva
del OAS.
Esta
resolución fue seguida por otras 11 resoluciones, reafirmando la importancia
del diálogo y de la identificación de una solución al problema marítimo de
Bolivia, adoptadas por la Asamblea General del OAS, entre 1979 y 1989. Chile no
votó a favor de ninguna de las 11 resoluciones, pero no se opuso al consenso en
tres ocasiones, mientras hacía declaraciones o daba explicaciones con respecto
al contenido y al estado legal de las resoluciones adoptadas.
-El
"nuevo enfoque" de 1986-1987
Luego
de las elecciones presidenciales en Bolivia en julio de 1985, se abrieron
nuevas negociaciones entre Bolivia y Chile, dentro del marco de trabajo de lo
que fue llamado el "nuevo enfoque". En noviembre de 1986 se informó a
la Asamblea General de la OEA sobre la renovación de las negociaciones de
Bolivia y Chile. En una reunión entre Bolivia y Chile realizada desde el 21 al
23 de abril de 1987 en Montevideo, Uruguay, Bolivia presentó dos propuestas
alternativas para tener acceso al océano Pacífico. Ambas propuestas
involucraban la transferencia de una parte del territorio chileno.
El
9 de junio de 1987, Chile rechazó ambas propuestas.
(...)
-La
Declaración de Algarve (2000) y la Agenda de 13 puntos (2006)
En
1995, las partes reanudaron sus discusiones y lanzaron un "Mecanismo
boliviano-chileno de Consulta Política" para tratar los temas bilaterales.
El 22 de febrero de 2000, los ministros de Relaciones Exteriores de ambos
países emitieron un comunicado conjunto, la "Declaración de Algarve",
que pretendía fijar una agenda de trabajo que incluiría "sin excepción
alguna, los temas esenciales en la relación bilateral".
Desde
el 2000 al 2003, las partes se involucraron en discusiones relacionadas con una
concesión chilena a Bolivia para la creación de una zona económica especial por
un período inicial de 50 años, pero el proyecto finalmente fue rechazado por
Bolivia.
Luego
de diferentes intercambios realizados a lo largo del 2005 y el 2006, el 17 de
julio de 2006, los viceministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile
anunciaron públicamente una Agenda de 13 puntos, que abarcaba "todos los
asuntos relevantes para la relación bilateral" entre las partes,
incluyendo el "asunto marítimo" (Punto 6).
(...)
Durante
una reunión, el 28 de julio del 2011, el Presidente de Chile reiteró a su
contraparte boliviana los términos de su propuesta basada en las siguientes
tres condiciones: el cumplimiento del Tratado de Paz 1904, la ausencia de
concesión de soberanía y la modificación de la cláusula de la Constitución
boliviana que se refiere al derecho de Bolivia a un acceso al océano Pacífico.
Debido a las posiciones divergentes de las partes, las negociaciones
finalizaron.
Consideraciones
preliminares: "Los Estados son libres de recurrir a negociaciones o de
poner fin a ellas"
Antes
de examinar las bases legales invocadas por Bolivia con respecto a la
obligación presunta de Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al
océano Pacífico, la Corte analiza el significado y el alcance de las
presentaciones de Bolivia.
La
Corte trae a la memoria que, en sus presentaciones que no han cambiado desde la
solicitud, Bolivia requirió a la Corte que decretara y declarara que
"Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de llegar a
un acuerdo que garantice a Bolivia un acceso soberano total al océano
Pacífico".
(...)
La
Corte hace notar que las negociaciones entre los Estados pueden llevar a un
acuerdo que selle su disputa, pero generalmente, "una obligación de
negociar no implica una obligación de llegar a un acuerdo".
(...)
Como
lo indicó la Corte en su juicio del 24 de septiembre de 2015 en la objeción
preliminar elevada por Chile, "Bolivia no pide a la Corte declarar que
tiene un derecho de acceso soberano al mar". Lo que Bolivia pide en sus
presentaciones es que Chile está bajo la obligación de negociar, "con el
fin de alcanzar un acuerdo que garantice a Bolivia un acceso soberano
total".
La
Corte recuerda que, en su juicio sobre la objeción preliminar de Chile, la
Corte determinó "que el tema de discusión de la disputa es si Chile está
obligado a negociar de buena fe el acceso soberano de Bolivia al Océano
Pacífico". Como lo indicó la Corte, esta obligación presunta no incluye un
compromiso de alcanzar un acuerdo sobre el tema de discusión de la disputa.
(...)
Las
bases legales presuntas de una obligación de negociar el acceso soberano de
Bolivia al océano Pacífico
La
Corte explica que, en la legislación internacional, la existencia de una
obligación de negociar se debe determinar de igual manera que cualquier otra
obligación legal. La negociación es parte de la práctica común de los Estados
en sus relaciones bilaterales y multilaterales. Sin embargo, el hecho que un
tema dado sea negociado en un tiempo dado no es suficiente para dar origen a
una obligación de negociar. En particular, para que haya una obligación de
negociar en base a un acuerdo, los términos utilizados por las partes, el
asunto en discusión y las condiciones de las negociaciones deben demostrar una
intención de las partes de estar obligados legalmente. Esta intención, en la
ausencia de términos explícitos que indiquen la existencia de un compromiso
legal, se puede establecer en base a un análisis objetivo de toda la evidencia.
La
Corte hace la observación que Bolivia invoca una variedad de bases legales
sobre las cuales descansa presuntamente una obligación para que Chile negocie
el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. La Corte indica que primero
analizará si alguno de los instrumentos invocados por el Solicitante, en particular
los acuerdos bilaterales o las declaraciones y otros actos unilaterales, dan
origen a una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano
Pacífico. Luego, la Corte examinará, si es necesario, las otras bases legales
invocadas por el Solicitante, a saber la aquiescencia, el impedimento legal y
las expectativas legítimas. Finalmente, la Corte abordará, si se garantiza, los
argumentos en base al Acta Constitutiva de las Naciones Unidades y del OAS.
Acuerdos
bilaterales
La
Corte recuerda que la reclamación de Bolivia descansa principalmente en la
existencia supuesta de uno o más acuerdos bilaterales que impondrían a Chile
una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. De
acuerdo a Bolivia, las Partes alcanzaron algunos acuerdos que establecían o
confirmaban la obligación de Chile de negociar.
-Los
intercambios diplomáticos de los años 1920
La
Corte analiza los intercambios diplomáticos entre las Partes en 1920, en
particular el "Acta Protocolizada", es decir, las minutas de una
reunión realizada en enero de 1920 entre el Ministro de Relaciones Exteriores
de Bolivia y el Ministro Plenipotenciario de Chile en La Paz, así como también
los intercambios de seguimiento a esa reunión.
(...)
La
corte hace la observación que el "Acta Protocolizada" no enumera
ningún compromiso y ni siquiera resume los puntos de acuerdo y desacuerdo.
Además, la penúltima cláusula de estas minutas registra que el Ministro del
Exterior de Bolivia indicó que "las presentes declaraciones no contienen
cláusulas que creen derechos u obligaciones para los Estados cuyos
representantes las hacen".
(...)
-El
intercambio de Notas de 1950
Luego,
la Corte dirige su atención al intercambio de Notas diplomáticas de 1950 entre
las Partes en relación al acceso de Bolivia al mar, así como también al
memorando de 1961 hecho por el Embajador de Chile en Bolivia, Manuel Trucco,
que fue entregado al Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, llamado por
las partes el "Memorando Trucco".
Este
indica que las Notas intercambiadas no contienen las mismas palabras ni
reflejan la postura idéntica, en particular en lo que se refiere al tema
crucial de las negociaciones relacionadas con el acceso soberano de Bolivia al
Océano Pacífico. Por lo tanto, el intercambio de Notas no se puede considerar
como un acuerdo internacional. La Corte también hace la observación que el
Memorando Trucco no crea ni reafirma ninguna obligación de negociar el acceso
soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
-La
Declaración de Charaña de 1975
Con
respecto a una Declaración Conjunta firmada por los Presidentes de Bolivia y
Chile en Charaña el 8 de febrero de 1975, la Corte indica que las palabras de
la Declaración no expresan la existencia o la confirmación de una obligación de
negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
(...)
La
Corte concluye que no se puede inferir una obligación para Chile de negociar el
acceso soberano de Bolivia al mar a partir de la Declaración de Charaña o las
declaraciones que siguieron a la adopción de este instrumento.
-Los
comunicados de 1986
Después,
la Corte examina los comunicados emitidos por los Ministros de Relaciones
Exteriores de Bolivia y Chile en noviembre de 1986.
(...)
La
Corte hace notar que los dos comunicados son instrumentos separados, que las
palabras utilizadas en ellos no son las mismas y que, además, ninguno de estos
documentos incluye una referencia al acceso soberano de Bolivia al mar. En
cualquier caso, la Corte no encuentra en los dos comunicados referidos por
Bolivia ni en la conducta posterior de las Partes ninguna indicación de que
Chile aceptó una obligación de negociar la cuestión del acceso soberano de
Bolivia al Océano Pacífico.
-La
Declaración de Algarve (2000)
Con
respecto a la "Declaración de Algarve" emitida por los Ministerios de
Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile el 22 de febrero del 2000, la Corte
considera que no contiene un acuerdo que imponga sobre Chile una obligación de
negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. La Corte llega a la
misma conclusión con respecto a un Comunicado Conjunto emitido por los
Presidentes de Bolivia y Chile el 1 de septiembre del 2000.
-La
Agenda de 13 Puntos (2006)
La
Corte analiza la "Agenda de 13 puntos" realizada durante una reunión
de julio del 2006 del Grupo de Trabajo Bolivia-Chile sobre Asuntos Bilaterales
y anunciada por los Vice-Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile.
Esta
hace notar que el ítem "asunto marítimo" incluido en la Agenda de 13
puntos es un asunto de discusión que es lo suficientemente amplio para abarcar
el tema del acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. El corto texto en
las minutas del Grupo de Trabajo relacionado con el asunto marítimo solo indica
que "ambas delegaciones entregaron informes breves sobre las discusiones que
tuvieron sobre este tema hace pocos días y acordaron dejar este tema para ser
considerado por los Vice Ministros en sus reuniones". Según lo que destacó
el Jefe de la Delegación boliviana a la Asamblea General del OAS, "la
Agenda fue concebida como una expresión de la disposición política de ambos
países de incluir el asunto marítimo". Según la Corte, la mera mención del
"asunto marítimo" no da origen a una obligación de las Partes de
negociar en forma general e incluso menos en lo que respecta al asunto específico
del acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Basándose
en el estudio de los argumentos de las Partes y en la evidencia producida por
ellas, la Corte concluye, en relación a los instrumentos bilaterales invocados
por Bolivia, que estos instrumentos no establecen ninguna obligación sobre
Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Declaraciones
de Chile y otros actos unilaterales
Con
respecto al argumento de Bolivia que las declaraciones y otros actos
unilaterales de Chile crean una obligación de negociar el acceso soberano de
Bolivia al Océano Pacífico, la Corte hace notar que las declaraciones de Chile
y otros actos unilaterales sobre los cuales Bolivia se respalda no se expresan
en términos de promesa de una obligación legal sino como disposición de
involucrarse en negociaciones relacionadas con el tema del acceso soberano de
Bolivia al Océano Pacífico. Por ejemplo, Chile declaró que estaba
"dispuesto a buscar que Bolivia adquiera su propia salida al mar" y "escuchar
cualquier propuesta de Bolivia que busque resolver su condición de sin
litoral".
En
otra ocasión, Chile indicó su "propósito invariable de estudiar, junto con
ese país hermano, dentro del marco de trabajo de una negociación franca y
amigable, los obstáculos que limitan el desarrollo de Bolivia debido a su
condición de sin litoral". Las palabras de estos textos no sugieren que
Chile se haya comprometido a una obligación legal de negociar el acceso
soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Con respecto a las circunstancias de
las declaraciones de Chile, la Corte además hace la observación que no existe
evidencia de una intención por parte de Chile de asumir una obligación de
negociar. Por lo tanto, la Corte concluye que una obligación de negociar el
acceso soberano de Bolivia al mar no puede descansar en ningún acto unilateral
de Chile a los que hace referencia Bolivia.
Aquiescencia
Luego,
la Corte considera la aseveración de Bolivia que Chile se ha comprometido a
negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Hace notar que
Bolivia no ha identificado ninguna declaración que requiera una respuesta o
reacción por parte de Chile con el fin de evitar que surja una obligación. En
particular, la declaración realizada por Bolivia (...) que se refiere a las "negociaciones
sobre la restauración de Bolivia de su propia salida soberana al Océano
Pacífico" no implica el alegato de la existencia de alguna obligación para
Chile con respecto a eso. Así, no se puede considerar la aquiescencia una base
legal de una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al mar.
Stoppel
En
lo que respecta al argumento de Bolivia que una obligación de Chile de negociar
el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico se puede basar en un stoppel
(impedimento legal), la Corte recuerda que los "elementos esenciales
requeridos por el impedimento legal" son "una declaración o
representación hecha por una parte a otra y la dependencia de ella de esa otra
parte para su detrimento o para la ventaja de la parte que la hace".
Encuentra que en este caso, las condiciones esenciales requeridas para el
stoppel no se cumplen.
Expectativas
legítimas
(...)
A
partir de estas referencias no se indica que exista en la ley internacional
general un principio que diera origen a una obligación en base a lo que se
podría considerar una expectativa legítima. El argumento de Bolivia se basa en
las expectativas legítimas que así no se pueden sostener.
Artículo
2, párrafo 3 del acta constitutiva de las Naciones Unidas y Artículo 3 del Acta
Constitutiva de la Organización de Estados Americanos
Luego,
la Corte considera si una obligación de negociar pudiera basarse en el artículo
2, párrafo 3 del Acta Constitutiva de las Naciones Unidas o el Artículo 3 del
acta constitutiva de la OEA. Recuerda que, de acuerdo al artículo 2, párrafo 3,
del acta constitutiva de las Naciones Unidas, "todos los miembros deberán
sellar sus disputas con medios pacíficos de tal manera que no se pongan en
peligro la paz, la seguridad y la justicia".
Para
la Corte este párrafo indica un deber general de sellar las disputas de manera
de conservar la paz, la seguridad y la justicia internacional, pero no existe
indicación en esta cláusula que las partes en una disputa deban recurrir a un
método específico de solución, como por ejemplo, una negociación. La Corte
sostiene que no surge ninguna obligación de negociar el acceso soberano de
Bolivia al Océano Pacífico para Chile bajo el Acta constitutiva de las Naciones
Unidas. En relación al acta constitutiva de la OEA, la Corte recuerda que su artículo
3 (i) indica que "las controversias de carácter internacional que surgen
entre dos o más Estados Americanos se deben sellar mediante procedimientos
pacíficos". Además, la Corte no considera que esta cláusula pudiese ser la
base legal de una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al
Océano Pacífico.
Las
resoluciones de la Asamblea General de la Organización de los Estados
Americanos
Luego,
la Corte se aboca al argumento de Bolivia que 11 resoluciones de la Asamblea
General de la OEA que se relacionan con el asunto de su acceso soberano al
Océano Pacífico confirman el compromiso de Chile de negociar este tema. Hace
notar que ninguna de las resoluciones pertinentes indica que Chile está bajo la
obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico. Estas
resoluciones recomiendan meramente a Bolivia y Chile que se involucren en
negociaciones sobre este asunto. Más aún, como lo reconocen ambas Partes, las
resoluciones de la Asamblea General de la OEA no son vinculantes y no pueden
ser la fuente de una obligación internacional.
(...)Así,
la Corte no puede inferir a partir del contenido de estas resoluciones ni a
partir de la postura de Chile con respecto a su adopción que Chile ha aceptado
una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
La
importancia legal de instrumentos, actos y conducta tomados acumulativamente
(...)
La
Corte observa que el argumento de Bolivia de un efecto acumulativo de actos
sucesivos de Chile se basan en el supuesto de que una obligación puede surgir a
través del efecto acumulativo de una serie de actos, incluso si no se basa en
una base jurídica específica. Sin embargo, dado que el análisis de la Corte
muestra que Chile no ha adquirido ninguna obligación de negociar el acceso soberano
de Bolivia al Océano Pacífico a partir de cualquiera de las bases jurídicas
invocadas individualmente, una consideración acumulativa de las diversas bases
no puede agregarse al resultado. No es necesario que la Corte considere si
existió continuidad en los intercambios entre las Partes, ya que, en caso de
probarse, dicho hecho no establecería en ningún caso la existencia de una
obligación de negociar el acceso soberano al océano Pacífico de Bolivia.
Conclusión
general: La Corte no puede concluir que Chile tiene "la obligación de
negociar"
La
Corte observa que Bolivia y Chile tienen una larga historia de diálogo,
intercambios y negociaciones para identificar una solución adecuada a la
situación sin litoral de Bolivia luego de la Guerra del Pacífico y el Tratado
de Paz de 1904. Sin embargo, la Corte no puede concluir, sobre la base del
material presentado, que Chile tiene "la obligación de negociar con
Bolivia para llegar a un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso totalmente
soberano al Océano Pacífico".
En
consecuencia, la Corte no puede aceptar los otros alegatos finales presentados
por Bolivia (...).
La
Corte añade que su conclusión no debe entenderse que impide que las Partes
continúen su diálogo e intercambios, en un espíritu de buena vecindad, para
abordar las cuestiones relacionadas con la situación sin salida al mar de
Bolivia, la solución que ambos han reconocido como un asunto de interés mutuo.
TRAS FALLO DE
LA HAYA, EXPERTO PLANTEA QUE BOLIVIA SE VUELQUE AL ATLÁNTICO
Sputnik News
de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
Bolivia
debe apostar a su acceso fluvial al océano Atlántico para dejar de depender de
los puertos del norte chileno sobre el Pacífico, dijo a Sputnik un destacado
experto comercial, tras un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
que denegó la demanda boliviana.
"Como
país, no podemos seguir dependientes de los puertos chilenos por donde pasa el
75% de la carga boliviana de exportación e importación, no podemos seguir
forzados a depender de un vecino que en muchos casos se ha mostrado
hostil", dijo Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio
Exterior (IBCE).
El
experto, quien expresa habitualmente el punto de vista de los empresarios
agropecuarios de Santa Cruz (oriente), el departamento más rico del país, hizo
la declaración horas después de que la CIJ, con sede en La Haya, falló que
Chile no está obligado jurídicamente a negociar con Bolivia una salida soberana
al océano Pacífico.
"Con
más razón hoy es válido eso de que de lo malo hay que sacar algo bueno, y esto
es la oportunidad y desafío de explotar nuestro potencial de comunicación al
Atlántico, como forma efectiva de vencer la mediterraneidad en que nos ha
dejado la pérdida de nuestras costas a manos de Chile", afirmó Rodríguez.
Por
los puertos del norte chileno, principalmente Arica, pasa actualmente una carga
internacional boliviana que suma 3,8 millones de toneladas al año, explicó.
El
experto aseguró que gran parte de esa carga podría ser derivada hacia el
Atlántico por la hidrovía formada por los ríos Paraguay y Paraná, cuya
utilización ha crecido considerablemente en los últimos años.
Bolivia
tiene ya en su extremo sudoriental fronterizo con Brasil tres puertos en la
cabecera de esa hidrovía, por los que el año pasado movió 1,5 millones de toneladas
de carga de exportación e importación.
"Si
sumamos a esos tres puertos el que está proyectado en Puerto Busch, la hidrovía
puede convertirse en muy poco tiempo en la vía principal de acceso marítimo
para el comercio boliviano", afirmó Rodríguez.
Los
exportadores bolivianos tendrían en la hidrovía la posibilidad de usar puertos
en condiciones de soberanía, evitando situaciones frecuentemente perjudiciales
en los puertos chilenos, donde, según señaló, no siempre se cumplen las
condiciones de libre tránsito acordadas en un tratado de 1904.
"Según
un estudio de la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz, solo en el
período 2013-2017 los exportadores bolivianos han sufrido pérdidas de más de
300 millones de dólares por las más de 60 paralizaciones de los puertos
chilenos, por diversos motivos", indicó el gerente del IBCE.
El
desarrollo de alternativas diferentes a los puertos chilenos para el comercio
boliviano no quitará vigencia a la "justa demanda histórica" de
recuperación de un acceso soberano al Pacífico ni tendría que frenar el
megaproyecto de corredor ferroviario bioceánico que impulsa Bolivia, según
Rodríguez.
Ese
corredor, que según Bolivia está en fase final de negociación, uniría con
trenes de alta velocidad los puertos de Santos, en Brasil, e Ilo, en Perú,
pasando por territorio boliviano.
BOLIVIA ESTÁ
PREPARADA PARA SEGUIR ADELANTE CON SU RECLAMO
Sputnik News
de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
El
fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) frustró la expectativa de los
bolivianos de tener al fin una salida soberana al mar: lo que la sociedad
boliviana entiende como un derecho arrebatado, no podrá ser reivindicado a
través de la justicia. Pero Bolivia está preparada para continuar, aseguró a
Sputnik el senador Efraín Chambi.
"Los
bolivianos esperamos el resultado con mucha expectativa y optimismo, pero
entendemos también los argumentos de estas instancias internacionales",
sostuvo Chambi, del Movimiento al Socialismo.
"Entendemos
que seguimos en una especie de una estructuración meramente leguleyista y
sabemos cuál es el derecho romano en el que se maneja esta instancia, sin
embargo hoy día el mundo exige de otras connotaciones", aseguró.
La
CIJ determinó que Chile no está obligado a negociar un acceso soberano al mar
para Bolivia e invocó a ambas partes a continuar con el diálogo en un espíritu
de buena vecindad, lo que fue saludado por el mandatario boliviano, Evo
Morales.
El
senador Chambi aseguró que los bolivianos "nunca van a claudicar".
"Seguiremos luchando por un derecho que nos arrebataron y en los próximos
días se dará a conocer cómo retomar este reclamo. Bolivia estaba preparada para
ambas eventualidades, ya fuera favorable o no", aseguró.
El
conflicto entre Bolivia y Chile se remonta a 1879, cuando las tropas chilenas
invadieron el departamento boliviano del Litoral, con más de 400 kilómetros de
costa sobre el Océano Pacífico.
La
derrota de los bolivianos significó la pérdida de su acceso al mar, un hecho
que se consumó en 1904 con la firma del Tratado de Paz y Amistad, en el que La
Paz cedía estos territorios a cambio del tránsito libre e irrestricto por los
puertos de Antofagasta y Arica.
El
politólogo y sociólogo boliviano Daniel Moreno, comentó a Sputnik que los
argumentos de los jueces para sustentar su fallo "son relativamente
sólidos y quizás lo que falló de inicio fue el carácter de la demanda
boliviana".
"No
me parece que algún evento propio del clima político nacional o internacional
haya intervenido en la decisión de los jueces, sino que este fue un resultado
sumamente jurídico", sostuvo Moreno.
Según
comentó el politólogo, la sociedad boliviana esperaba otro resultado, "en
parte por la campaña que había realizado el Gobierno mostrando todo el proceso
de demanda en La Haya, que había generado expectativas muy altas".
Moreno
contó cómo todo el país se puso de vigilia ante lo que podría haber sido un
hecho histórico: "Hubo vigilias en distintas ciudades, familias y grupos
laborales se reunieron para esperar la transmisión en vivo el fallo de esta
corte internacional y todo terminó con una gran frustración".
No
obstante aclaró que "la reivindicación marítima es parte del destino de
este país y es una obligación de sus gobernantes", de hecho está
registrado en la Constitución boliviana. "Así que este tema va a continuar
probablemente en la relación bilateral con Chile", concluyó el politólogo.
LAS EMPRESAS
CHILENAS QUE SE INSTALARON E INVIERTEN EN BOLIVIA
Radio Bio Bio
de Chile (www.biobiochile.cl)
Las
relaciones diplomáticas entre Chile y
Bolivia están quebradas, pero eso no ha impedido que el intercambio comercial entre ambos
países siga creciendo. Cada vez son más las empresas nacionales que prueban suerte en territorio boliviano.
Abril
de 1993 es el momento clave en el aspecto económico que une a ambas naciones,
aquel mes, tras dos años de negociaciones, se firmó el Acuerdo de Complementación Económica entre Chile y Bolivia, que
comenzó a regir de inmediato.
Desde
ese instante varias empresas emblemáticas de la industria chilena pusieron sus
ojos en el país altiplánico y abrieron operaciones en sus tierras.
La
embotelladora CCU, ligada al
Grupo Luksik, por ejemplo, en 2014 entró al mercado boliviano asociándose con
el Grupo Monasterio, a través de su filial Bebidas Bolivianas.
Dos
plantas en Santa Cruz de La Sierra y una participación de un 51% de la filial
-desde agosto del presente año-, son la realidad de CCU en aquellas tierras,
tal como consignó el Diario Financiero.
La
propia CCU aseguró que la operación “se enmarca en los objetivos estratégicos
2016-2018, destacando en particular el crecimiento en las categorías y países
en los que participa actualmente la compañía, así como la profundización del
modelo de negocio”.
Su
par Embonor, entró a Bolivia
mucho antes, en 1995, a través de filial Embol. Según información que la propia
embotelladora entrega en su memoria de 2017, la empresa afirma que
“considerando que la operación de Bolivia aumentó su participación de mercado
en la industria de bebidas gaseosas de un 81,6% en 2016 a 82,6% en 2017, y
considerando que esta representa un 85% del negocio de venta de bebestibles en
Bolivia, es posible afirmar que este mercado tuvo un decrecimiento de 1,3%”.
El
mismo documento detalla luego, que esto significó un “ingreso por venta de
$234.753 millones”.
Otras
dos empresas chilenas que se abren paso con indiferencia de los problemas
territoriales, son Laboratorio Durandin
con sus productos para bebés Simond’s y Familand -entre otros- y la Automotora Derco, a través de IMCRuz.
Otro
punto que refuerza los intereses comerciales de ambos países, es que
empresarios chilenos y bolivianos constituyeron el 27 de marzo la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y
Turismo (Chilebol).
Lo
anterior “con el fin de fomentar y apoyar las inversiones en ambos países y
estrechar sus lazos comerciales”, según confirmaron sus directivos al diario
boliviano La Razón.
Para
aquel entonces, en La Paz y Santa Cruz ya operaban dos clínicas de salud
chilenas pertenecientes al grupo Inbiocretec/Clínica Bicentenario, socio
fundador del organismo.
Tal
como informó el citado medio, entre las empresas fundadoras de la Cámara de
Comercio Chilebol están el estudio jurídico Montt Group, Inversiones Astar,
Ferroviaria Oriental sede Santa Cruz, Ferroviaria Andina, Wellfield Services,
Ecomin, Senzacqua, Inbiocriotec y Ass Ingeniería SpA..
“LA DERECHA
ROBA, A LA IZQUIERDA LA PILLAN PORQUE NO SABE” Y OTRAS FRASES DE LA DELIRANTE
ENTREVISTA DE COPANO A FLOR MOTUDA
El
parlamentario ahondó respecto a su postura sobre la demanda marítima y envió
varios recados a la derecha.
El Dínamo de
Chile (www.eldinamo.cl)
El
diputado del Partido Humanista, Raúl
Florcita Alarcón, reiteró su postura a favor de la demanda marítima que presentó Bolivia
contra Chile ante La Haya, a solo horas de que la Corta Internacional terminara
fallando a favor de nuestro país.
En
entrevista con CNN Chile, el parlamentario ahondó respecto a este tema, pero
también conversó sobre su rol en el
plebiscito de 1988 y cómo la política se “ha ido corrompiendo” desde
entonces.
En
su particular estilo, el reconocido Florcita Motuda manifestó, entre otras
cosas, que “la derecha siempre ha
sabido robar, viene la izquierda y la pillan porque no sabe robar”.
A
continuación te presentamos sus más destacadas frases:
“Hice
una declaración en Twitter donde me alegraba mucho que los países Chile y
Bolivia asumieran y respetaran el fallo de La Haya (…) La vecindad va a provocar que lleguemos a acuerdos interesantes“.
“Todo
el mundo sabe que Longueira hicieron movidas para pagarle a algunos
diputados y senadores para que el mar quedara en siete familias. Eso no se
ha solucionado todavía. El mar no es nuestro”.
“Evo Morales ha sido un buen presidente“.
“Hace
tiempo empezaron a abusar conmigo, a hacerme
bullying con este tema de Bolivia“.
“Fue
interesante poner la cara (en la franja del No), era humanizar el asunto“.
“Hay
gente de derecha que duda del sufrimiento de la gente. Ese sufrimiento es
animal, es el temor irracional a la tortura (…) Lo único que le queda a la gente de derecha que no respeta el dolor, es
creer
porque si sintieran lo que sintió la gente, es horroroso”.
“Los
políticos aprendieron a corromporse. La derecha
siempre ha sabido robar, viene la izquierda y la pillan porque no sabe robar“.
“Confío más en el feminismo que en la izquierda“.
“(Denuncias
por acoso y abuso sexual) Me demuestra que se está produciendo un cambio
cultural muy violento (…) Los hombres hemos
estado en una situación de confort“.
“El
patriarcado ha estado con muchas ventajas”.
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