Las
orientaciones y alcances de la democracia en América Latina, en los últimos
cuarenta años, han estado en disputa entre las estrategias conservadoras
vinculadas a la dominación externa y las populares que buscan la emancipación y
la liberación de los pueblos y, en el caso boliviano, se advierte además la
influencia de los países mas fuertes económica y políticamente de la región que
establecen tendencias generales e influyen en los ciclos históricos.
Es así que la situación de Bolivia dentro de este contexto de la
región latinoamericana y sudamericana de los últimos cuarenta años se puede
dividir en tres etapas:
Las décadas del ochenta y noventa con la consolidación del
neoliberalismo como única opción de sociedad posible, respaldada por «El Fin de
la Historia» (Fukuyama) que planteó que el grado de desarrollo económico y
político al que había llegado la humanidad ya no permitía acción política
alguna. Se pregonaba, desde el poder, que se había llegado al «mejor modo de
organización social posible». En esos años la ferocidad del
neoliberalismo de los países hegemónicos se mostró en su máxima expansión y
crueldad al lograr acceder fácilmente a los recursos naturales del planeta
entero. Los grandes exponentes del entreguismo y servilismo para la implementación
del saqueo despiadado en Latinoamérica fueron: Menem, Sánchez de Lozada,
Cardozo, Gaviria, Alwin, Pinochet, Salinas de Gortari, Fujimori, entre otros.
La segunda etapa comienza en la región y en Bolivia en
particular con la Guerra del Agua en los albores del siglo XXI, y continúa con
la Guerra del Gas ya en pleno 2003. Se caracterizó por el cuestionamiento a las
políticas neoliberales que habían dejado en ruinas la economía de los países
latinoamericanos y una deuda externa voraz adquirida en el festín del libre
mercado. Las movilizaciones fueron un cuestionamiento a la política mundial del
saqueo.
En estos años, se implementó con fuerza la defensa de la
soberanía, de los recursos naturales, los derechos de los pueblos originarios,
el surgimiento de los Movimientos Sociales y como dato muy relevante y
determinante de la política y las democracias del continente, el fuerte impulso
a la integración latinoamericana y sobre todo sudamericana con la creación de
ALBA, CELAC y UNASUR impulsada, sobre todo, por Hugo Chávez, Fidel
Castro y otros presidentes como Evo Morales, los esposos Kirchner, Lula Da
Silva, Rafael Correa, Fernando Lugo, Daniel Ortega, Pepe Mujica, entre los más
importantes. Mientras Colombia, la maltrecha Colombia, continuaba en su papel
de enclave del imperialismo de EEUU, tuvo en estos años presidentes tan
abyectos y antipatria como Uribe, por ejemplo.
En este contexto los logros de Bolivia fueron enormes en
bienestar económico, conquistas sociales, reivindicaciones de los pueblos
originarios, lucha contra el racismo, impulso a la formación de la conciencia
nacional y regional de sectores populares e indígenas convertidos en los
protagonistas centrales de este proceso histórico anticolonial y
antiimperialista.
La tercera etapa es la actual, en la que ambas opciones
descritas líneas atrás se encuentran en un choque feroz por imponerse como
política oficial de los países del área, en un contexto internacional en el que
EEUU dejó de tener hegemonía planetaria frente al surgimiento de los gigantes
China y Rusia. Con todo, el panorama es complicado y diverso:
Brasil realizó recién elecciones regionales, la gente votó a
opciones de centro y en menor medida a candidatos del PSL de Bolsonaro, pero
tampoco votó a candidatos del PT. Argentina, por su parte, con Alberto
Fernandez intenta implementar medidas populares y recuperar la economía
nacional en un contexto económico muy adverso y con una impresionante deuda
externa en un país que había sido puesto en subasta pública durante el gobierno
de Macri.
México con López Obrador intenta transformar una complicada
situación en la que una poderosa oligarquía tiene raíces tan profundas y
extendidas que la colocan en una situación de privilegios casi inamovibles.
Perú vive fuertes revueltas ciudadanas ante la tremenda corrupción de sus
gobernantes. Uruguay dio un lamentable vuelco a la derecha en la última
elección nacional.
Chile en intensas y masivas movilizaciones populares y
anticapitalistas, en los dos últimos años, consiguió la realización de un
referéndum en el que se aprobó la redacción de una nueva constitución para
deshacerse del legado de Pinochet. Mientras tanto, Venezuela, bloqueada por el
imperialismo norteamericano y con una economía desgarrada, defiende con
determinación su soberanía y hace frente con energía al sabotaje y la agresión
internacional. En las elecciones en Venezuela el partido de Maduro, el GPP,
ganó con el 72% de los votos.
Colombia, en su consolidado rol de país base militar
norteamericana, con Iván Duque como presidente, títere de Uribe y siervo del
imperialismo, mantiene al pueblo colombiano en una situación de desastre social
y económico. Ecuador, con Lenin Moreno, se empeña en entregar el cuerpo, el
alma y los recursos naturales a los requerimientos del neoliberalismo internacional.
Cómo contraparte, Cuba, enviando ejércitos de médicos, a donde
se requiera, para aliviar los efectos de la pandemia que azota a la humanidad y
que en América Latina y el Caribe afecta con mayor dureza a los sectores más
empobrecidos.
Tal
es el panorama político regional en disputa y enfrentamiento, en el cual
Bolivia tendrá que defender y fortalecer su democracia popular recuperada en
este 2020 con la lucha tenaz y comprometida del pueblo encabezado por la
Central Obrera Boliviana (COB), el Pacto de Unidad (PU) y el Movimiento Al
Socialismo (MAS). Es una situación ambigua, incierta y difícil, en la que, por
un lado, su proceso de emancipación y de conquistas sociales es respaldado por
los gobiernos progresistas de la región y, por otro lado, este proceso puede
ser erosionado y socavado por EEUU y a través de los países afines al “coloso
del norte”. Rebelión de España (https://bit.ly/3awr2eb)
¿QUÉ DEBEN
ESPERAR LAS EMPRESAS DEL NUEVO PRESIDENTE DE BOLIVIA?
Luis
Arce Catacora probablemente buscará una profundización significativa de la IED
mientras mantiene los altos niveles de gasto social vistos bajo su predecesor.
Faire Observer
de EEUU (https://bit.ly/38nMShr)
El
18 de octubre, el público boliviano fue a las urnas y eligió a Luis Arce
Catacora como el país del 67 º presidente en un resultado
sorprendente que regresó al partido socialista del ex presidente Evo Morales al
poder. Morales había gobernado previamente Bolivia como líder del
Movimiento al Socialismo (MAS) entre enero de 2006 y noviembre de 2019, cuando
renunció a su cargo y huyó del país bajo la presión de los militares luego de
unas controvertidas elecciones
generales.
La
cercanía de esa contienda, en la que el candidato conservador Carlos Mesa no
logró forzar una segunda vuelta contra Morales en un 0,58% del recuento oficial
de votos, significó que también se esperaba que 2020 fuera una carrera reñida. En
el evento, la elección de este año vio a Arce ganar más de medio millón de
votos más que Morales el año anterior, con una cantidad similar desangrada del
total de Mesa en 2019, lo que le dio a Arce una victoria absoluta sin la
necesidad de una segunda vuelta.
Si
bien sería tentador ver al gobierno de Arce como una continuación de la era de
Morales, en la campaña electoral, el nuevo presidente declaró repetidamente: "No
soy Evo Morales". Desde que fue elegido, Arce ha dejado en claro que
Morales “ no tendría ningún papel ” en su
gobierno. Sin embargo, dado que Arce se desempeñó como ministro de
Economía y Finanzas Públicas durante la mayor parte del mandato de Morales,
cualquier consideración sobre qué esperar del nuevo presidente debe tener en
cuenta el historial de su predecesor.
Negocios
bajo Morales
El
gobierno de Morales presidió un período de considerable crecimiento económico y
desarrollo social, en el que la tasa de pobreza extrema se redujo
en más de la mitad, del 48% en 2006 al 23% en 2018, mientras que el ingreso
nacional bruto (INB) per cápita - un indicador general de prosperidad entre la
población: más del triple para llegar a
$ 3,530 en 2019. El crecimiento del PIB también
fue continuo y relativamente consistente durante este período, fluctuando entre
3.4% y 6.8% hasta 2019, cuando cayó a 2.2%. Esas cifras hicieron de
Bolivia uno de los países de más rápido crecimiento en la región
durante gran parte de la presidencia de Morales.
Estos
cambios fueron en parte el resultado de una política de nacionalización de las
industrias del petróleo, las telecomunicaciones y la minería, promulgada por
decreto a principios del primer año de mandato de Morales y menos de dos años
después de que el 92% de los votantes bolivianos apoyara la nacionalización de los hidrocarburos durante
un período obligatorio. referéndum. Si bien los ingresos del país por
hidrocarburos aumentaron drásticamente y proporcionaron los fondos para apoyar
los programas de alivio de la pobreza, ese enfoque no condujo a una caída
dramática de la inversión extranjera directa (IED) en la extracción de petróleo
y gas o la minería, como muchos esperaban. De hecho, ambas industrias
experimentaron aumentos significativos en la IED.,
que posteriormente volvió a bajar pero nunca por debajo de los niveles antes de
que Morales asumiera el cargo. Durante todo este tiempo, Arce supervisó
estos programas e inversiones, así como un proceso de desarrollo agrícola y
redistribución de la tierra rural, que fue seguido por un aumento significativo
en la producción de cereales y pesca .
Es
importante señalar que se produjo un cambio de política importante hacia los
últimos años de la administración, y el propio Arce declaró durante el último mandato de
Morales que “nuestra agenda de nacionalización ha terminado. … Necesitamos
IED y respetamos la nueva inversión privada genuina. Hoy, la IED
representa entre el 2 y el 3% de nuestro PIB. Queremos duplicar eso para
el 2020 ". En 2017, el país firmó acuerdos con inversores extranjeros
para la explotación de hidrocarburos por valor de 1.600 millones de dólares ,
complementados con un acuerdo adicional de 2.500 millones de dólares el año
siguiente.
El
hecho de que la presidencia interina de Jeanine Añez, quien ocupó el cargo
entre Morales y Arce, coincidiera en gran medida con la pandemia de COVID-19
hace que sea increíblemente difícil evaluar adecuadamente su desempeño, dada la
gran agitación económica que se vive en la región. Si bien el gobierno
interino ordenó una auditoría de la administración anterior desde el principio,
pronto se vio obligado a concentrarse en implementar una serie de medidas
diseñadas para abordar el cierre de empresas y el aumento del
desempleo.
En
octubre, el gobierno interino informó que el daño económico causado por la
pandemia ascendió a alrededor de $ 5 mil millones, con una contracción
económica de al menos 4% prevista para fines de 2020. Si bien esta situación
sin precedentes podría dificultar la evaluación del gobierno interino, al menos
proporciona un contexto importante para el enfoque de Arce hacia los negocios y
la inversión, que estará enmarcado por la necesidad de abordar las profundas
heridas económicas causadas por la pandemia.
Enfoque
empresarial de Arce
Como
candidato, Arce destacó la eficacia de las políticas económicas seguidas
durante el gobierno de Morales y su intención de continuarlas. Si bien
esto ha sido recibido con preocupación por algunos comentaristas, los últimos
años más favorables a la IED en el gobierno de Morales deberían dar algún
motivo para la esperanza de inversión en el país. Arce ha propuesto un
impulso de industrialización para reemplazar la importación de productos
extranjeros con el fin de estimular el mercado interno y generar más
oportunidades para las empresas de base local. También ha dicho que quiere
fomentar la formación de nuevas empresas en Bolivia con
el fin de estimular el empleo.
Sin
embargo, Arce también ha dicho que se necesitará alguna forma de austeridad para hacer
frente a los problemas económicos del país, incluso cuando se ha comprometido a
no reducir el gasto público. En una señal de su enfoque a favor de la IED,
también ha destacado su deseo de aprovechar las enormes y sin explotar reservas
de litio de Bolivia, en un momento en que la demanda del mineral se está
disparando ante el cambio hacia los vehículos eléctricos. Arce ha
declarado que la explotación de esas reservas exigirá la ayuda de un
"socio estratégico" y podría verter $ 2 mil millones adicionales en
las arcas del estado durante el transcurso de su mandato de cinco años.
Con
la incertidumbre económica que continúa arremolinándose debido a la pandemia en
curso, es difícil sacar conclusiones concretas sobre qué esperar de la
administración Arce, dado que es imposible saber qué desafíos y obstáculos se
pueden presentar en los próximos meses o años. . Sin embargo, sus primeros
movimientos han apuntado a un claro deseo de estimular el negocio, con medidas
tomadas para otorgar crédito diferido, refinanciamiento y reprogramación de
deudas, así como prohibir que los bancos agreguen intereses adicionales a dicho
crédito.
Lo
que está muy claro es que Luis Arce comprende cuán crítica es la IED para el
desarrollo futuro de Bolivia, y esa comprensión seguramente solo se habrá
profundizado en el contexto de la agitación económica que ha atravesado el
mundo. Con Bolivia presumiendo de una serie de oportunidades de inversión y
mercados insaturados, y con el nuevo presidente ya destacando su deseo de
llevar inversión extranjera a las masivas reservas de litio sin explotar de
Bolivia, parece razonable esperar que su administración busque una
profundización significativa de la IED incluso mientras él mantiene los altos
niveles de gasto social vistos bajo Evo Morales.
IZQUIERDA LATINOAMERICANA RECOBRA
IMPULSO Y ESPERA SU NUEVA OLA
Sputnik News de Rusia
(https://bit.ly/37C4uHd)
Desde
el fin de la llamada 'ola progresista' en América Latina, que marcó la primera
década de este siglo, la izquierda regional quedó relegada a ser oposición,
pero en el agitado 2020 recobró sus esperanzas con nuevos triunfos electorales.
En
Chile se aprobó la propuesta de reforma constitucional impulsada por sectores
izquierdistas, mientras en Bolivia volvió al Gobierno el Movimiento Al
Socialismo (MAS), del expresidente Evo Morales (2006-2019).
Ya
en 2019 había regresado el peronismo a Argentina con el triunfo de Alberto
Fernández, lo que despertó las primeras esperanzas entre los sectores de
izquierda latinoamericanos.
Líderes
progresistas como el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015) o el
exmandatario colombiano Ernesto Samper (1994-1998) se animaron a pronosticar,
en sendas entrevistas con Sputnik, el advenimiento una "nueva ola de
gobiernos progresistas".
Con
ellos coinciden otros políticos y analistas.
"Puede
darse un cambio de signo político en América Latina. Estamos frente a un giro
ideológico en Argentina, Bolivia y Chile. Además, tenemos países con ciertas
posibilidades: Ecuador y Perú", dijo a Sputnik el excandidato chileno a la
presidencia por el Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, también uno de
los fundadores del foro político latinoamericano Grupo de Puebla.
Por
su parte, el sociólogo colombiano Javier Calderón Castillo, investigador de la
Universidad de Buenos Aires, dijo a Sputnik que a pesar de que el progresismo
estaba en retroceso en América Latina, la disputa entre la izquierda y la
derecha nunca estuvo cerrada.
"El
2021 es el año para que la izquierda siga avanzando en América Latina. La
candidatura de (Andrés) Arauz en Ecuador, la fórmula que respalda el
expresidente Rafael Correa (2007-2017), va a ser muy importante. Si no tiene
obstáculos, eso empezaría a cambiar la fisionomía de América Latina hacia una
nueva etapa política del progresismo", afirmó.
Asimismo,
señaló que "hay que esperar las elecciones del Perú donde los sectores
progresistas vienen creciendo, especialmente la candidatura de (Verónika)
Mendoza, que tiene posibilidades de triunfo".
Mujica
y Samper
El
23 de octubre Mujica afirmó, en diálogo con Sputnik, que el progresismo tiene
amplios chances de ganar las próximas elecciones de noviembre del 2021 en
Chile, si logra unirse.
"Pienso
que las fuerzas progresistas en ese país, si encuentran un margen de unidad,
pueden tener las condiciones para ganar las elecciones. El problema va a
depender de la posibilidad de unificarse", dijo a Sputnik el exmandatario.
Por
su parte, el 19 de octubre Samper declaró a Sputnik que el resultado de las
elecciones en Bolivia, con el triunfo de Luis Arce, del MAS, marca el comienzo
de una nueva ola progresista.
"Es
una buena noticia, no solamente para los bolivianos, que podrán seguir adelante
con su proyecto democrático, sino para el resto de los países, que encontrarán
nuevamente la posibilidad de una reafirmación democrática del
progresismo", afirmó el también secretario general de la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) entre 2014 y 2017.
Desgaste
Calderón
Castillo afirmó que en América Latina hay un desgaste "muy fuerte" de
la propuesta neoliberal, especialmente en Bolivia y en Chile.
"Hay
una posibilidad de retorno a los sectores progresistas. Viene avanzando esa
posibilidad, aunque seguramente no va a ser tan rápidamente como ocurrió en la
década pasada. Los sectores neoliberales son conscientes de sus dificultades y
están tratando de impedir que esto ocurra", agregó.
Consideró
que para las elecciones de Colombia de 2022 es "posible" que algún
sector progresista gane; sin embargo, advirtió que queda pendiente Brasil.
"El gigante sudamericano es un país que definitivamente
puede cambiar la correlación de fuerzas latinoamericanas y por ahora está en
manos de la ultraderecha. Entonces va a haber avances, pero no completos. La
disputa sigue en pie. Por ahora se está dirimiendo a favor de los sectores
progresistas, pero todavía hay mucho por delante", afirmó.
Objetivos
Por su parte, Enríquez-Ominami opinó que la izquierda debe recuperar
la mayor cantidad posible de gobiernos para una "nueva integración
continental".
"Es
evidente que la integración comercial, la economía de valor, la moratoria en
materia de deuda, gasto militar y la relación con EEUU se van a resignificar
porque la izquierda va a apostar a la justicia social más que a la eficiencia
económica", agregó.
Sostuvo
que el aumento de las posibilidades para la izquierda se debe a que los
gobiernos de derecha o liberales no cumplieron sus promesas de prosperidad en
Argentina, Bolivia, Chile y Ecuador.
"Además,
el progresismo latinoamericano aprendió la lección: entendió que tiene que
cambiar la institucionalidad, luchar por la justicia social y atender las
demandas de las clases medias", expresó.
Argentina,
Bolivia, México, Venezuela, Nicaragua, y Cuba son los países latinoamericanos
que actualmente, aunque con diferentes enfoques, tienen gobiernos de izquierda.
RECONOCIERON A ROBERTO BARADEL EN
BOLIVIA POR SU COMPROMISO CON LOS PERSEGUIDOS EN LA DICTADURA DE ÁÑEZ
El Destape de Argentina (https://bit.ly/34xHGGM)
El
Secretario General de Suteba y de la CTA de la Provincia de Buenos Aires, Roberto
Baradel, fue reconocido en Bolivia por los actos de solidaridad que tuvo con
diversas personas que fueron perseguidas por la dictadura de Jeanine
Áñez.
El reconocimiento
recae por las diversas actitudes que tuvo el dirigente sindical ante los
perseguidos en la dictadura que derrocó a Evo Morales y que, luego, terminó con
persecuciones a diferentes referentes políticos. El dirigente fue
reconocido por la Universidad Mayor de San Simón, el Gobierno de Bolivia y
Diputados. En el comunicado expresa que es por "sus actos de solidaridad y
por haber recibido y protegido a lxs compañerxs perseguidxs por la dictadura de
Áñez".
Por
otro lado, el reconocimiento expresa que "en Educación, uno de
los temas más importantes es el de los valores, y la solidaridad sobresale
entre ellos, por ser un valor fundamental en la convivencia de los
pueblos".
A partir de este
reconocimiento, desde Suteba sostuvieron que "es un orgullo para todxs lxs
Trabajadorxs de la Educación bonaerenses" el reconocimiento a Roberto
Baradel porque "representa la solidaridad y la ética que distinguen
a nuestra Organización Sindical"
PARLASUR
INVESTIGARÁ A ALMAGRO POR SU PAPEL EN EL GOLPE DE ESTADO CONTRA EVO MORALES EN
OCTUBRE DEL 2019
RT de Rusia
(https://bit.ly/3mH6Clk)
El
presidente del Parlamento de América del Sur (Parlasur), Óscar Laborde,
informó que el organismo investigará al secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por las denuncias
de un presunto fraude en las elecciones presidenciales de Bolivia en octubre de
2019.
"Queremos
saber si hubo algún indicio, prueba o no, o simplemente fue un accionar
político, esa es la intención de la investigación", indicó Laborde en entrevista
con el canal estatal Bolivia Tv.
En
noviembre de 2019, la OEA publicó un informe en el que cuestionó la
transparencia de las elecciones bolivianas, lo que provocó movilizaciones en
diferentes sectores y una profunda crisis política en el país, que culminó con
el golpe de Estado a Morales.
"Queremos
saber es qué había, qué contenía ese informe de la OEA que
hacía pensar que había indicios de irregularidad, porque con ese informe se
basó para finalmente producir un golpe de Estado en Bolivia, así lo determina
el Parlasur", puntualizó Laborde.
Según Laborne, el trabajo de la OEA en esos comicios "fue
una cosa descarada sin pies ni cabeza", lo que, a su juicio, no
debería quedar impune porque generó enfrentamientos que dejaron decenas de
muertos y heridos.
"Lo
que se hará es una investigación y un pedido de explicaciones a la OEA",
precisó el presidente de Parlasur, quien desea desea que el organismo
presidido por Almagro reconozca "el terrible error que cometió para
someter a América Latina y al pueblo de Bolivia".
La
Mesa Directiva del Parlasur está integrada por Laborde, como presidente, y
cuatro vicepresidentes: Daniel Caggiani (Uruguay), Arlindo Chinaglia (Brasil),
Tomás Bittar (Paraguay) y Luis Emilio Rondón (Venezuela).
EL FALSO
“PROGRESISMO” EN AMÉRICA LATINA
ICN Diario de
Argentina (https://bit.ly/2KM7kAm)
En
estos últimos tiempos ciertos “periodistas militantes”, tratan de vender
a través de medios afines, una imagen de resurgimiento de una nueva era del
“progresismo de izquierdas” y para ello apelan a cualquier subterfugio.
Como
un logro sin precedentes, estos “periodistas” mencionan que en Chile se
aprobó la propuesta de reforma constitucional impulsada por sectores
izquierdistas, para cambiar la Constitución heredada de Pinochet, mientras en
Bolivia volvió al Gobierno el Movimiento Al Socialismo (MAS), del expresidente
Evo Morales (2006-2019), pero no dicen nada de la violencia empleada para algo
que jamás la izquierda chilena exigió a los gobiernos socialistas afines de
Lagos y Bachelet. ¿Era necesaria la violencia de hoy para algo que se pudo
pedir a los “compañeros” que gobernaron en Chile luego de Pinochet?. Tiempo de
hacerlo tuvieron, solo que no lo hicieron.
Tampoco mencionan que quien gestó el primer fraude en Bolivia, fue el propio
Evo Morales, que con intenciones de perpetuarse en el poder, organizó él mismo
un referéndum en 2016 para preguntarle al pueblo boliviano si estaba de acuerdo
o no en reformar la Constitución para permitirle un cuarto mandato
presidencial. Morales perdió el plebiscito y quedó fuera de la contienda de
2019. Pero el expresidente indígena no aceptó el pronunciamiento democrático de
las urnas y en complicidad con los jueces del Tribunal Constitucional, los
mismos que él había impuesto en esos cargos, fraguó un fraude para desconocer
el referéndum y volver a postularse. Pero de esto los “periodistas militantes”,
no hablan, solo distorsionan la verdad.
Causa
gracia que se mencione a un personaje como el expresidente de Colombia, Ernesto
Samper, de un día para otro devenido en “progresista”, que tiene detrás una
historia que no admite ninguna duda sobre su pasado y lo lamentable es que
algunos periodistas citen sus palabras como ejemplo, al vaticinar una nueva ola
de gobiernos de izquierda en la región.
Samper fue
secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) entre 2014 y
2017, dijo que el resultado de las elecciones en Bolivia marca
una “nueva pauta para la región”, ya que América Latina va en camino de
recuperar sus espacios progresistas, dijo el colombiano. La Unasur que nunca
fue un bloque regional, solo era un club ideológico y los países comenzaron a
abandonarlo y finalmente desapareció.
El
Caso Samper y el narcotráfico
Ernesto
Samper dijo sobre su campaña electoral en Colombia: “Yo reconozco que
en mi campaña se utilizaron dineros del narcotráfico, pero fue a mi espaldas”.
El martes 27 de febrero de 1996 la Comisión de Acusaciones de la Cámara, en
cabeza de su presidente el congresista Heyne Mogollón, decidió abrir
investigación formal contra el Presidente Ernesto Samper, en una acción sin
precedentes en la historia de Colombia. Los 15 miembros de la comisión, después
de avaluar las pruebas aportadas por el fiscal Alfonso Valdivieso, entre ellas
un video de Pablo Escobar en el que reconoce haber entregado dinero a Ernesto
Samper en la campaña de 1982 y una cinta magnetofónica de la testigo ‘María’,
quien iba a ser presentada por el senador Jesse Helms ante el congreso de los
Estados Unidos, consideraron que había méritos para abrir una investigación
penal contra el presidente Ernesto Samper.
Pero
hubo presiones políticas internas y el caso se archivó en el Senado y no fue
por falta de pruebas.
El día 28 de mayo de 1996, se realizó una marcha estudiantil para pedir la
renuncia del presidente Samper y de sus más cercanos colaboradores. En
esa marcha se empleó una carroza en forma de elefante, en alusión a la
declaración del cardenal colombiano y arzobispo de Bogotá Pedro Rubiano Sáenz
cuando sostuvo que el hecho de que el presidente Samper no se hubiera dado
cuenta del ingreso de grandes cantidades de dinero del narcotráfico a su
campaña presidencial de 1994, era como «si un elefante se mete en tu casa y no
te enteras».
El
socialista chileno Marco Antonio Enríquez-Ominami dijo en una entrevista que la
izquierda debe recuperar la mayor cantidad posible de gobiernos para una “nueva
integración continental” y mencionó los ejemplos de Argentina, Bolivia, México,
Venezuela, Nicaragua, y Cuba, países latinoamericanos que actualmente, aunque
con diferentes enfoques, tienen gobiernos de izquierda.
Claro
que hablar de democracia en Cuba, Venezuela y Nicaragua, parece todo un
despropósito.
EL TERCER
INTENTO HACIA LA UTOPÍA DE LA PATRIA GRANDE
Se
acaban de cumplir los 190 años de la muerte de Simón José Antonio de la
Santísima Trinidad Bolívar, a la edad de 47 años, derrumbado por la
tuberculosis, la tifoidea y la decepción por las luchas fratricidas y la
corrupción.
La Red 21 de
Uruguay (https://bit.ly/2JbRoqN)
Llevó
a cabo el sueño hoy traicionado de la Patria Grande, uniendo a Panamá,
Venezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia y gracias a la generosidad de José San
Martín, también al Perú, la joya de la corona española.
Fue
un aristócrata y un terrateniente que ofreció sus bienes y su vida por la
libertad y la igualdad de los más desposeídos, aboliendo la esclavitud y
reclutando negros e indios que lo adoraban, en sus filas patriotas. Como el
conde Mirabeau en la Revolución Francesa, o el multimillonario Feltrinelli
transformado en guerrillero mártir en la Italia contemporánea. Un ejemplo de
que lo que importa no es el origen de clase sino la posición de clase.
Traicionado
por la oligarquía cipaya, (cipayo: nativo de la India al servicio del
colonizador inglés), vivió la balcanización de la Patria Grande que creó,
mirando sin poderlo creer que se derrumbaba la Gran Colombia, al influjo de
nacionalismos regionales manipulados por la pérfida Albión.
Sus
últimas palabras pasaron a la historia: “He arado en el mar”.
Su
bandera fue retomada por Fidel Castro, Lula da Silva, Néstor Kirchner, Andrés
Manuel López Obrador, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo,
Manuel Zelaya, Tabaré Vázquez y Pepe Mujica.
Pero
una vez más la reacción thermidoriana, comandada por Bolsonaro, Macri, Piñera,
Lacalle Pou, los golpistas bolivianos de Santa Cruz y la traición de Lenín
Moreno, se impuso a la utopía de “América Latina, un solo pueblo, una sola
Nación”, como lo soñaron los padres de nuestra independencia.
Sin
embargo el péndulo de la historia comenzó ahora a oscilar lentamente otra vez
hacia la idea de la Patria Grande.
Argentina,
México y Bolivia han sido recuperadas. Brasil,Chile, Ecuador y Uruguay se
preparan. Cuba y Venezuela resisten.
La
breva comienza a madurar. Se acerca la hora de cosecharla. Sin prisa pero
sin pausa.
El
tercer intento emancipador se está iniciando.
¿La
tercera será la vencida?
MINISTRO DE
JUSTICIA DE BOLIVIA CONCEDE ENTREVISTA EXCLUSIVA AL FORO SOBRE EL JUICIO DE LOS
ESTAFADORES
Forum de
Brasil (https://bit.ly/34AkmrM)
La
victoria electoral del presidente Luis Arce, del Movimiento al Socialismo
(MAS), puso fin a un período en el que Bolivia fue devastada por un golpe de
Estado que estableció un gobierno de facto bajo el mando de la dictadora
Jeanine Áñez. El nuevo ciclo impone enormes desafíos para unir al país,
incluida la lucha por la verdad y la justicia.
El
juicio a las autoridades del gobierno golpista y a los policías y militares que
llevaron a cabo dos masacres contra los pueblos indígenas - Senkata y Sacaba -
tras el derrocamiento de Evo Morales es uno de los temas más recurrentes. El
presidente Luis Arce, en su discurso de toma de posesión, dio a entender que
buscará justicia y que ninguna víctima será olvidada.
El
ministro de Justicia, Iván Manolo Lima Magne, es uno de los responsables de
asumir esta responsabilidad histórica. Desde que asumió el cargo, se ha
comprometido con la agenda de derechos humanos, ha trabajado para liberar a los
presos políticos y ha abogado por la reforma judicial en el país. Esta reforma puede
incidir directamente en el proceso de rendición de cuentas por las muertes del
período, además de actuar en contra del llamado lawfare, que también afecta al
país, principalmente al expresidente Evo Morales.
Anteriormente,
Lima Magne incluso se desempeñó como directora de política criminal en el
Ministerio de Justicia y ministra suplente en la Corte Suprema de Justicia.
Además, fue asesor legal de las Fuerzas Armadas de Bolivia y profesor de la
Universidad Católica Boliviana y la Universidad de Nossa Senhora de La Paz.
Para
comentar sobre lo que se ha hecho desde que asumió la cartera y los principales
objetivos del Ministerio de Justicia y Transparencia Pública, Lima participará
en una entrevista en vivo durante el Foro de América Latina este lunes (21), a
las 8 pm.
Además
de los presentadores Lucas Rocha y Rogério Tomaz Jr., el panel incluye a la
jurista Gladstone Leonel Júnior, profesora de la Universidade Federal
Fluminense (UFF), y a la politóloga Marília Closs, coordinadora ejecutiva del
Centro de Teoría Social y Estudios de América Latina (NETSAL). ).
El
enlace está disponible a continuación. Para no perderse el programa, haga clic
en "Establecer recordatorio". Además, suscríbete al canal de YouTube
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ADENDA DEL
GAS CON BOLIVIA: NO DESCARTAN UNA PRÓRROGA
Argentina
espera el resultado de la negociación para establecer su esquema del gas del
2021. El acuerdo vigente podría extenderse 60 días más.
Más Energía de
Argentina (https://bit.ly/3axbbw1)
La
secretaría de Energía de la Nación negocia con los emisarios del gobierno
boliviano de Luis Arce los términos de la nueva adenda al contrato de provisión
de gas. El convenio actual vence el 31 de diciembre. Luego
de dos primeros encuentros, entre las varias alternativas en pie, +e pudo saber que Argentina no
descarta la posibilidad de una prórroga de 60 días del actual margo vigente,
para ganar tiempo y alcanzar un nuevo acuerdo.
Tal como lo
adelantó este medio a principios de mes, un equipo de negociadores que
responden al secretario Darío Martínez entabló los primeros acercamientos.
Nación
aguardó la asunción de los representantes del sector energético del gobierno de
Arce para empezar ese acercamiento, que es clave para saber el tenor de la demanda con al que contará el país
en el 2021.
La adenda
vigente al acuerdo firmado durante el gobierno de Néstor Kirchner (la cuarta)
implica que Bolivia envíe
al país 11 millones de metros
cúbicos diarios (MMm3/d) en los períodos de temperaturas más elevadas,
cuando se da la baja de la demanda interna (enero-abril y octubre-diciembre).
Establece además que de mayo a septiembre, Argentina reciba 16 MMm3/d, mientras que en el pico de
la demanda, los meses que van de
junio a agosto, ingresen al norte del país unos 18 MMm3/d. El peor
escenario para Argentina sería no alcanzar un acuerdo, ya que el contrato prevé que en ese caso la
inyección llegue a casi 28 MM3/d.
Nación
espera cerrar este frente contractual para establecer qué hará con la provisión de gas de los
próximos meses.
Acaba de acordar el Plan Gas.Ar con 16 productoras,
algo que le garantiza un bloque de 70 MMm3/d para la demanda interna en los
próximos cuatro años. Pese a esto, el nuevo plan estímulo a la producción no logró cubrir la totalidad del gas que
necesitará el país en el pico del consumo del 2021.
En ese
contexto, la secretaría de Energía espera el resultado de la negociación de la
nueva adenda para determinar a qué
alternativa recurrirá en caso de no arribar a un acuerdo con Bolivia, algo que
implicaría obtener volúmenes adicionales de importaciones de otra procedencia
al margen de las ya previstas.
“En función de la adenda plantearemos el resto de la estrategia para el
pico de inverno. Es
un punto de inicio para cualquier estrategia del año que viene y para el
balance general”, describió una fuente con acceso a la negociación entre ambos
países.
“Estamos
trabajando en el frente diplomático, técnico e institucional con el gobierno
boliviano, en un diálogo que incluye al ministro del área en Bolivia, a IEASA
(ex Enarsa) y a YPFB”, consignó.
Como otro de
los datos de contexto que cruzan a toda la negociación figura el declino de los
pozos de gas de Bolivia, en un contexto en el que tiene como su cliente
estrella a Brasil, algo que al mismo tiempo Argentina sigue de cerca: mantiene
contactos a nivel gubernamental para saber qué tipo de chances tendría un
gasoducto entre Vaca Muerta y el sur de Brasil, algo para lo que Martínez
busca saber qué tan dispuesto estaría el sector industrial brasileño para
contratos de largo plazo.
ARCE APUESTA
AL MERCOSUR PARA SALIR DE LA CRISIS POR COVID-19
Sputnik News
de Rusia (https://bit.ly/38tX0VI)
Ante
las propuestas del presidente de Bolivia, Luis Arce, para revitalizar el
Mercosur, el sociólogo Lorgio Orellana analizó con Sputnik los posibles
escenarios futuros. Es posible que los países de América Latina deban
endeudarse aún más para financiar la compra de vacunas antiCOVID-19.
El Gobierno de Luis Arce Catacora busca
poner en movimiento al Mercado
Común del Sur (Mercosur) para obtener beneficios como bloque en la renegociación de las deudas externas de
la región. De esta manera, apunta a que los 12 países que integran este
organismo logren reactivar sus economías, seriamente afectadas por la pandemia
de COVID-19. Para el analista Lorgio Orellana, el plan del nuevo presidente se
dirige a instaurar un "neodesarrollismo" en Bolivia, que irradie a
sus vecinos continentales.
"Desde
Bolivia planteamos, en el corto plazo, la realización perentoria de una reunión
de ministros del área económica de los estados miembros y asociados (al
Mercosur), a fin de acercar nuestras posiciones y construir ejes
argumentativos", sostuvo Arce en la reunión virtual del bloque, el 16 de
diciembre pasado.
Una
vez dado este paso, el presidente boliviano propuso "solicitar a países
desarrollados y a los organismos de financiamiento internacional un conjunto de
medidas de alivio de la deuda externa a
favor de nuestros países".
Y
fue más específico: "Sugerimos que la solicitud conjunta deba contemplar
como hechos mínimos la inmovilización temporal de los pagos del servicio del
concepto de deuda externa, la creación de un fondo de crédito que permita a
donantes y aportantes el acceso a créditos blandos, y el incremento de la ayuda
oficial al desarrollo de las fuentes de financiamiento externo para los países
en desarrollo".
La deuda externa de Bolivia es de
11.300 millones de dólares, lo cual equivale a un 28,4% de su Producto Interno
Bruto (PIB). Su situación no es la más desesperante de la región. Está el caso
de Argentina, cuya deuda es de 323.065 millones de dólares, que representa el
89% de su PIB. La deuda de Brasil asciende a 1,375 billones de dólares, que es
el 77% de su PIB.
"Es
importante tener en cuenta que, con la pandemia de COVID-19, la deuda de
América Latina llegaría al 81,6% de su PIB, según el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Ciertamente, el peso de las deudas de Argentina y Brasil
es muy grande", comentó Orellana, quien es docente investigador en
Sociología de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), de Cochabamba.
En
este contexto, con la propuesta del presidente, "Bolivia suma su propia
situación a la situación de los otros países. Pienso que esta petición de Arce
va a tener eco, porque es la misma situación en la cual se encuentran los demás
países", consideró Orellana.
En
la reunión del Mercosur, la presidencia pro témpore del bloque pasó de Uruguay a Argentina.
En ese encuentro, Arce pidió que su país fuera admitido como miembro pleno del
bloque. Hasta ahora gozan de ese status Argentina, Brasil, Uruguay,
Paraguay y Venezuela. Actualmente Bolivia figura como estado asociado. En esa
calidad también están Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Guyana y Surinam.
La
crisis de la hegemonía de EEUU
"Hace
más de una década, en América Latina se inició la crisis de la hegemonía
norteamericana. Por ello han ido quedando zonas y países no alineados con la
lógica imperial neoliberal que Estados Unidos impuso", dijo Orellana.
Como
resultado, surgieron Gobiernos en sintonía con el socialismo del siglo XXI,
"que son experiencias de tipo neopopulista y neodesarrollista, que
plantean aumentar la autonomía relativa del Estado para establecer políticas
propias", dijo el analista. Comparó con lo vivido en la década del 90,
cuando los países de la región "tenían márgenes de autonomía muy
estrechos. Los Estados tenían grandes dificultades para establecer políticas
propias".
Según
Orellana, "eso estaba en gran medida determinado por las imposiciones del
FMI, que para dar más préstamos exigía bajar el déficit fiscal". Por ello
los Gobiernos aplicaban políticas de ajuste dirigidas exclusivamente a las y
los trabajadores.
En
la propuesta de Arce al Mercosur se evidencia "la tentativa de abrir
mayores márgenes de negociación, a favor de sectores empresarios vinculados al
mercado interno. Se trata también de una política de tipo capitalista, pero
desde sectores que buscan mejorar sus condiciones de competencia dentro del
espacio económico local". Para Orellana, "eso supone tener un mayor
margen de maniobra".
Para
el investigador, las señales que da el presidente Arce en sus discursos y sus
propuestas "coinciden con la orientación del peronismo en Argentina,
también con ciertos planteos de la CEPAL (Comisión Económica para América
Latina y el Caribe). Para Arce, la política económica debe procurar un
desarrollo por sustitución de importaciones. Es una especie de neodesarrollismo
que se está abriendo paso", sostuvo.
El
negocio de las vacunas
Mientras
Arce propone la unión sudamericana para salir de la crisis del COVID-19, otros países apuestan por la salvación
propia. Es el caso de países llamados "del primer mundo",
como Canadá o Reino Unido, que ya poseen la cantidad
suficientes de vacunas para inmunizar a seis veces su población, en el caso del
país norteamericano; o al cuádruple de sus habitantes, como sucede en la isla
monárquica.
Estos
y otros países acumulan medicinas indispensables para la población de naciones
subdesarrolladas, muchas de las cuales están en América Latina. Pero las vacunas tienen seis meses de duración, antes de su
vencimiento. Por ello, próximamente se verá un tire y afloje entre países para
sacar ganancia monetaria de las vacunas anti-COVID-19.
"Es
un problema de correlación de fuerzas. Es una pugna de alcance mundial por el
excedente. Ellos están buscando generar mecanismos de mayor extracción de
excedente. El Banco Mundial planteó claramente expandir el crédito a los países para adquirir
vacunas", reflexionó el sociólogo.
La
venta de vacunas "va a ser otra estrategia para buscar una mayor expansión
de excedente económico. La cuestión de las vacunas va a entrar en este juego de
poder", aseguró el analista. "Porque ellos están en busca de
captación de excedente, eso está claro. Y la deuda externa es una vía de
extracción de excedente, de espoliación en este caso, de países periféricos en
favor de los centros dominantes. Creo que esa relación no ha cambiado",
dijo Orellana.
Y
agregó: "La disputa por la colocación de las vacunas y la incitación a
tomar crédito externo es otro de los elementos claves dentro de esta
lucha".
CANCILLER:
ARGENTINA PRIORIZARÁ EL INGRESO DE BOLIVIA AL MERCOSUR
Sputnik News
de Rusia (https://bit.ly/38pt6Cj)
La
presidencia pro témpore del Mercosur que Argentina ostentará durante el primer
semestre de 2021 tendrá entre sus objetivos la incorporación de Bolivia como
miembro pleno de la unión aduanera que ya integra el país sudamericano junto
con Brasil, Paraguay y Uruguay, confirmó Felipe Solá.
"Hago
votos para que haya una pronta convergencia del proceso de adhesión de Bolivia
como Estado parte del Mercosur", señaló el canciller en declaraciones
exclusivas a esta agencia.
El
Gobierno del presidente Alberto Fernández acogió con satisfacción que el país
andino pudiera retornar a la senda democrática tras el golpe de Estado que
derrocó al expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019)
a finales del año pasado.
"Nos
da mucha alegría que Bolivia haya recuperado la democracia, por medio del voto
popular, libre, transparente y con un resultado contundente", refirió Solá
en alusión a la victoria del presidente Luis Arce en las elecciones del pasado
18 de octubre.
El
ministro espera, en este contexto, que ese logro "se traduzca" en el
ingreso de Bolivia al Mercosur, "ya que esta incorporación plena va a
afianzar nuestro espacio de integración", observó.
El
objetivo de la Cancillería argentina es que Bolivia también participe de manera
activa en los órganos decisorios y foros técnicos que contribuyan a su proceso
de adhesión al Mercosur.
Ejes
de gestión
Tras
recibir de Uruguay la presidencia pro témpore del organismo el pasado 16 de
diciembre, Argentina también prevé celebrar el próximo 26 de marzo la
suscripción del Tratado de Asunción de 1991 que dio origen
formal a la unión aduanera.
A
30 años de la creación del Mercosur, Argentina espera organizar diversas
actividades que recuerden este trigésimo aniversario.
Entre
ellas se apostará por poner en valor el Estatuto de la Ciudadanía del Mercosur
como una herramienta distintiva de los cuatros países que lo integran.
Durante
la primera mitad del año que viene, Argentina también cuenta con relanzar el
Foro Empresarial que fue creado por decisión del Consejo del Mercado Común en
2012.
Dos
áreas de interés tendrá este espacio por los próximos meses: agroindustria y
servicios digitales.
Fortalecimiento
de acuerdos
En
paralelo, la presidencia argentina alentará la conclusión de las cuestiones
técnicas pendientes en los tratados de libre comercio con la Unión Europea (UE)
y con la Asociación Europea de Libre Cambio (EFTA, por sus siglas en inglés)
que se encuentran en revisión legal.
El
Gobierno de Alberto Fernández tiene además la expectativa de concluir las
negociaciones para instaurar un nuevo acuerdo de libre comercio con el Líbano y
para profundizar el existente con Israel.
En
añadido, la gestión actual espera iniciar conversaciones con los países de
Centroamérica, en concreto con la República Dominicana, y continuar las
negociaciones ya iniciadas con Canadá, Corea y Singapur.
Por
otro lado, Argentina aspira a comenzar una discusión con sus pares para diseñar
una estrategia de acercamiento a África.
La
Cancillería también prepara con las principales universidades de la región
espacios de reflexión para analizar las tres décadas de cimentación del bloque
y los desafíos que conlleva la integración regional en los próximos años.
En
paralelo, Argentina tiene entre sus planes reforzar el Consejo Suramericano de
Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan), según fue destacado por Solá en la
última reunión de cancilleres celebrada la semana pasada.
En
este sentido, el ministro sugirió reactivar este organismo para lanzar
proyectos de infraestructura que permitan potenciar la conectivdad regional con
obras de transporte, energías y comunicaciones.
Al
asumir la presidencia pro témpore del bloque el pasado miércoles, el presidente
argentino, Alberto Fernández, aseguró que el Mercosur es una política de Estado
y el proyecto político más importante de la región.
CONCLUYE
PRIMER ENCUENTRO DE PUEBLOS Y ORGANIZACIONES DE ABYA YALA EN BOLIVIA
El
encuentro de organizaciones indígenas, movimientos sociales y sindicatos de 11
países de la región concluyó con un llamado a la creación de un nuevo mecanismo
de integración regional: la Unión de Naciones Suramericanas de los Pueblos.
News Clik de
Francia (https://bit.ly/3hbZJXO)
El
primer 'Encuentro de Pueblos y Organizaciones de Abya Yala hacia la
Construcción de una América Plurinacional' concluyó en Bolivia el 19 de
diciembre, con un llamado a la creación de RUNASUR o Unión de Naciones
Suramericanas de los Pueblos. RUNASUR es un mecanismo de nueva propuesta
para la integración de los pueblos indígenas, campesinos y trabajadores de Abya
Yala. Abya Yala es el término utilizado por los pueblos indígenas de la
región para referirse al continente americano.
La
conferencia se llevó a cabo los días 18 y 19 de diciembre, en la sede de UNASUR
en la localidad de San Benito, en el departamento de Cochabamba, Bolivia. A
la reunión se unieron alrededor de 1.200 representantes de varias
organizaciones indígenas, movimientos sociales y sindicatos de Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y Venezuela. La
convocatoria al evento internacional estuvo a cargo del expresidente boliviano
Evo Morales, junto a diversas organizaciones indígenas y campesinas y
sindicatos de Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú.
El
principal objetivo de la conferencia fue la consolidación de RUNASUR y el
fortalecimiento de los mecanismos de integración regional existentes como la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los
Pueblos (ALBA-TCP) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Se
espera que RUNASUR se lance en abril del próximo año en Bolivia.
Asimismo,
también se discutieron temas como la construcción de una alianza de iniciativas
de comunicación y medios y el intercambio de ideas sobre el bienestar de todos
los seres humanos y nuestro planeta frente al creciente ataque capitalista al
medio ambiente.
El
líder indígena Evo Morales, durante la inauguración del evento, destacó que el
encuentro “es de gran importancia para la integración porque la historia y la
Madre Tierra nos llaman a luchar por la liberación de nuestro pueblo”. Morales
dijo que el objetivo del encuentro era la unificación y liberación del
continente, basado en el 'plurinacionalismo' que “refleja la diversidad de
identidades culturales, la convivencia armónica con la Madre Tierra y la
reconstitución de la sabiduría ancestral”.
De
igual manera, en el discurso de clausura, Morales destacó la necesidad de traer
cambios estructurales y construir un mundo nuevo con la unidad de los
movimientos sociales y los trabajadores rurales. Hizo hincapié en la
necesidad de defender a la Madre Tierra y construir las relaciones comerciales
entre los países sobre los principios de complementariedad y solidaridad, más
que de competitividad.
Durante
la culminación del evento, las organizaciones del continente acordaron realizar
esfuerzos para cambiar del modelo de estado uninacional al modelo de estado
plurinacional, inspirado en el que se fundó en Bolivia en 2009.
Las
organizaciones se comprometieron a luchar contra todas las formas de
colonialismo, imperialismo, neoliberalismo y capitalismo.
El
Encuentro de Personas y Organizaciones de Abya Yala expresó su
apoyo al pueblo y gobierno de Venezuela, así como al
presidente Nicolás Maduro y a las elecciones parlamentarias celebradas el 6 de
diciembre. Las organizaciones rechazaron todo tipo de injerencia extranjera en
los asuntos internos de Venezuela y condenaron la bloqueo económico y comercial
y sanciones arbitrarias contra el país.
Los
Pueblos y Organizaciones de Abya Yala hicieron un llamado a los
pueblos del mundo para defender el agua y otros recursos
naturales y protestar por su comercialización y privatización.
ESTABILIDAD
POLÍTICA Y LOS MILITARES
Cuestione de
Italia (https://bit.ly/3rlQxos)
Evo
Morales tuvo como máxima de su gobierno el siguiente rezo: “para gobernar sin
golpe de Estado, los militares primero”. Claro, en el contexto de Bolivia se
entiende: entre 1945 y 2015 ese país experimentó 23 golpes de Estado en contra
de un presidente constitucional o sustituto en turno. Morales pensó que
dándoles a las Fuerzas Armadas riquezas y nuevas responsabilidades,
mucho más allá de su función de resguardar la integridad territorial nacional y
la seguridad interna, obtendría, a cambio, su lealtad y subordinación absoluta.
No resultó así.
Lo extraño es que esa misma idea
haya permeado tan profundamente en el pensamiento político de un presidente de
otro país con una historia tan distinta. En México, López Obrador está
siguiendo los pasos de Evo Morales, por lo menos en lo que se refiere a las
Fuerzas Armadas y, colateralmente, la relación con las agencias de inteligencia
de Estados Unidos, especialmente la DEA. No ha habido un golpe de
Estado en México desde Victoriano Huerta en 1913.
El presidente mexicano, al igual que
el derrocado boliviano, está llenando los cofres militares con nuevos negocios
que eran tradicionalmente administrados por el Estado o por privados. También
les ha otorgado acceso a múltiples decisiones de carácter
financiero-estratégico del Estado como vía para asegurar la lealtad de
las Fuerzas Armadas mexicanas.
Considerando que ningún otro
mandatario reciente se había visto en la necesidad de hacer lo mismo, excepto
los presidentes en tiempos de guerra civil interna o de invasión extranjera,
nos debemos hacer la pregunta central del momento. ¿Qué sabe o supone
saber el jefe del Ejecutivo que le hace concluir que peligra su gobierno si no
cuenta con ese multiplicado respaldo militar?
Ha puesto a los militares a
administrar los 117 puertos marítimos y 49 aduanas del país, vigilan las dos
fronteras del país (norte y sur) a petición del gobierno de Estados Unidos para
controlar las olas migratorias, principalmente de Centroamérica. Ha
convertido al Ejército en la empresa constructora más grande del país, al
otorgarle la responsabilidad de construir dos aeropuertos (Santa Lucía y Tulum,
además de responsabilizarse de su administración en el futuro), tramos del Tren
Maya y su administración futura además de miles de sucursales del
Banco del Bienestar en toda la República y los cuarteles de la Guardia
Nacional repartidos en más de 300 localidades. El Ejército se
ha encargado de repartir gasolina a toda la República en tiempos de pandemia y
huachicol, además de recoger sargazo de las playas contaminadas de ese “mal de
mar” que afecta al turismo. Además, cientos de militares están siendo
incorporados a funciones administrativas de alto y medio-alto rango dentro de
todas las instituciones del Estado mexicano.
Se le encomienda todas esas
responsabilidades a las Fuerzas Armadas, al mismo tiempo que deben
cuidar al país del peligro mortífero de convertirse en un Estado fallido, ante
el avance agresivo de los cárteles transnacionales del narcotráfico en todo el
territorio nacional. El hecho de que ha crecido la violencia en todo el país y se
constata el empoderamiento del crimen organizado en todos los estados se debe a
que las Fuerzas Armadas no han podido, o querido, frenar el
fenómeno criminológico que prevalece y tiende a expandirse.
Y mientras tanto ¿qué hace el
Ejército? Construye redes férreas, aeropuertos, bancos y administra puertos y
aduanas, entre otras actividades. El Ejército está descuidando su tarea
principal, que es resguardar al país de la influencia y control del
narcotráfico. La batalla contra el crimen organizado se está perdiendo mientras
las Fuerzas Armadas miran hacia otro lado.
Aunque el presidente considera que
utilizar a las Fuerzas Armadas de la forma en que lo hace incrementa la
estabilidad política del país, al distraerse de su encomienda constitucional
pone en riesgo la cohesión e integridad territorial de la nación. ¿O será que
el presidente confunde su carrera política con la estabilidad política?
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