Wednesday, December 23, 2020

LA NUEVA OLA DE COVID-19 AVANZA A PASOS AGIGANTADOS EN BOLIVIA

 

Bolivia pasó de registrar 50 casos diarios a contabilizar 621 nuevos contagios por día en dos semanas. En diálogo con Sputnik, el médico cubano residente en Cochabamba Javier Leyva contó cómo logró superar la primera ola de COVID-19 durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez y advirtió qué recaudos habría que tomar para no repetir la experiencia.
El rebrote de COVID-19 que se registra en Bolivia desde hace 10 días avanza a pasos agigantados. A pesar de que los especialistas en salud son cautos al momento de reconocer si el país vive o no una segunda ola, son elocuentes los números de contagios que crecen día tras día. Para Javier Leyva Góngora, médico cubano que vive en Cochabamba, el talón de Aquiles de la atención sanitaria boliviana está en el déficit de pruebas de coronavirus entre la población.
"Creo que hay un poco de descuido en la población. Hubo preocupación en un momento, pero se ha vuelto a descuidar la gente. Mucho andan sin barbijo, sin uso de alcohol, no respetan la distancia", evidenció el doctor. "Esto es porque las pruebas dan un número de contagios que no es real", agregó. 
La nueva ola, que afecta con más dureza a las ciudades de Santa Cruz y La Paz, ya causó que se ocuparan todas las camas de terapia intensiva en varios hospitales.
Si bien la noticia de la aprobación de varios tipos de vacunas trajo alivio a gran parte de la población mundial, en Bolivia aún no se puede bajar la guardia en cuanto a los cuidados a tomar frente a la pandemia, ya que las primeras vacunas anti-COVID-19 para sus 11 millones de habitantes llegarían en el primer trimestre de 2021.
Bolivia cuenta con más 150.000 casos positivos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado. Pero la cifra verdadera sería mayor. Leyva consideró que el subregistro de casos en el país es evidente, "incluso con el número de fallecidos, sobre lo cual aún no hay una información correcta. Es una realidad que ha atacado a muchos países de América, que aquí en Bolivia también hemos tenido". 
Hasta el último registro del Ministerio de Salud, del 21 de diciembre de 2020, el país acumulaba 9.043 fallecidos por causa del COVID-19.
La percepción de que la población se relajó frente a la pandemia es compartida por la Alcaldía de Cochabamba, según la cual el 70% se olvidó de usar mascarilla o rociarse con alcohol las manos. Ni hablar de la distancia social, que quedó en el pasado en los mercados, donde las compras navideñas al parecer no permiten reflexionar sobre el cuidado de la salud.
"Es un problema muy grande. El estamento de salud pública ha estado constantemente alertando sobre la gravedad de dar rienda suelta a las reuniones en grupo, la acumulación de personas", dijo el médico cubano. Pero no dejó de lado que también "existe presión de parte del aparato productivo y de la misma sociedad" para continuar con la vida habitual, haciendo de cuenta que nunca existió el coronavirus.
"Como dice el Ministerio de Salud, el número de casos en los próximos días va a subir de forma exponencial", advirtió Leyva. "Al removerse las medidas de cuarentena, al estar las personas en los mercados, estadios, fiestas, los contagios van a subir de forma increíble", agregó el doctor. 
"Creo que la población tiene que recapacitar y aconsejarse. Todavía es muy temprano para decir que el virus ha pasado", reflexionó.
El fútbol muestra la realidad
El sábado 19 de diciembre, en la ciudad de La Paz se jugó el clásico Bolívar - The Strongest con 6.000 espectadores. El Servicio Departamental de Salud (SEDES) local realizó 800 pruebas rápidas de COVID-19. Y 137 dieron positivo. La semana anterior, en Cochabamba jugaron el Wilstermann contra Aurora. El SEDES volvió a hacer test al azar entre 80 espectadores, de los cuales 10 demostraron que tenían coronavirus.
En dos semanas, Bolivia pasó de tener un promedio de 50 casos diarios a 621, como midió el sábado 19 de diciembre. La mitad de los casos se dan en Santa Cruz de la Sierra. Y el 25% en La Paz.
Ante este panorama, el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Cochabamba se reunió de emergencia la tarde del 22 de diciembre. Determinó que la Policía Nacional y el Ejército se encargarán de controlar que la población no circule más allá del horario permitido, a las 23 horas. Además decidieron suspender todas las fiestas de fin de año en la región metropolitana, donde vive aproximadamente un millón de personas.
¿La solución será dictar el encierro obligatorio de toda la población, como hizo el pasado Gobierno de Jeanine Áñez (2019-2020) entre marzo y septiembre? "A esta altura, realmente sería muy difícil volver a asimilar una cuarentena rígida como se tuvo en un principio. Pero sí hay que instaurar una cuarentena responsable", sostuvo Leyva, quien estudió medicina en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
"Se debe limitar el número de personas en reuniones, el número de personas acumuladas en lugares públicos. Se debe volver a salir por número de carnet de identidad, que dio muy buen resultado", opinó el galeno caribeño.
"Acá mucho se usa el transporte público, donde hay un riesgo muy grande de infección. Creo que se debería limitar el número de personas que van por flota. Por ejemplo, me tocó hace poco viajar a La Paz y la flota (el bus) claro que iba llena, ¡increíble! Así es muy difícil asumir medidas de bioseguridad", expresó Leyva.
El temor ante la nueva cepa
En los últimos días es noticia mundial el descubrimiento de una nueva cepa de COVID-19 en Inglaterra, la cual sería un 70% más contagiosa que la habitual. Ante esta novedad, decenas de países determinaron no permitir la entrada de más ciudadanos procedentes de esa isla europea.
En Bolivia no hay vuelos directos a Inglaterra. La única forma de llegar requeriría pasar primero por Lima, en Perú, y Madrid, en España. Pero para ahorrarse complicaciones, el Gobierno de Luis Arce decidió prohibir el arribo de vuelos procedentes de Europa hasta el 8 de enero de 2021. En esa fecha se evaluará la pertinencia de continuar con esta medida.
Esta nueva cepa ¿es realmente tan peligrosa como dicen? "A esta altura, que uno ha visto realmente las complicaciones del COVID, es mejor ni pensar en no preocuparse", consideró Leyva, quien atendió a muchos enfermos, entre ellos varios de sus compañeros médicos, incluso su suegro cochabambino (que felizmente se sanó).
"Los casos de COVID son bien complicados. He visto personas jóvenes que quedaron con un pulmón prácticamente deshecho, es algo bien preocupante", contó.
La expulsión
Leyva, como médico cubano, tuvo que presenciar la expulsión de la Brigada Médica integrada por más 700 profesionales de la salud cubanos, que trabajaba en Bolivia desde el primer Gobierno de Evo Morales (2006-2019).
Como parte del convenio firmado entre los presidentes Evo Morales y Fidel Castro, más de 5.000 bolivianos tuvieron oportunidad de estudiar Medicina en Cuba. Así fue que el doctor Leyva conoció a quien sería su esposa, Raquel, amor por el cual decidió mudarse a Bolivia.
Para Leyva, la expulsión de los médicos cubanos es parte de una estrategia continental. "Es un problema político. Ha habido una estrategia trazada hace dos años por Departamento de Estado del presidente Donald Trump, de ir desprestigiando la labor de las brigadas médicas cubanas en varias partes del mundo", explicó el doctor.
"Como consecuencia, varios países han terminado su colaboración con Cuba, como es el caso de Brasil, Ecuador, Bolivia. Generalmente, son países donde la derecha ha podido volver al poder y ha estigmatizado la presencia de brigadas médicas cubanas", comentó.
"Pero es un tema infundado. Porque en la pandemia hemos visto a países del primer mundo pidiendo presencia de brigadas médicas cubanas, así como estuvieron en Andorra y en Italia", afirmó el médico.
De todas maneras, para el doctor Leyva es poco probable que el Gobierno de Luis Arce vuelva a traer una brigada médica, a pesar de que —según él— la población en áreas rurales y barrios periféricos reclaman su regreso. (https://bit.ly/2KQA2ju)
 
 
 


 
EL GOLPE QUE PREPARA EL SOCIALISMO AL SISTEMA DE PENSIONES EN BOLIVIA
 
La Gaceta de Argentina (https://bit.ly/2WLuFop)
 
Entre todas las medidas cosméticas, aisladas e improvisadas que viene implementando el nuevo gobierno del MAS en Bolivia, circula por las redes lo que parece ser el borrador de un nuevo proyecto de ley orientado a permitir el retiro anticipado de un 15% de los aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), para quienes tengan un saldo acumulado inferior a los Bs. 100.000 ($14.400).
Son varios los estigmas generados alrededor de los objetivos de las AFP, así como de los mitos alrededor de los beneficios que tendrían los retiros anticipados para encarar la crisis económica.
Los sistemas de pensiones datan desde que Otto von Bismarck implementó uno por primera vez en la Alemania de los 1880, fundamentalmente para detener el acelerado proceso de emigración de los alemanes hacia EEUU de aquel entonces, y fue diseñado para generar una pensión a las personas cuando se retiran del ámbito laboral. En el caso de las mujeres, la pensión sería alrededor de los 60 años y en el caso de los hombres a los 65.
Sin embargo, el diseño del sistema de pensiones de Bismarck, si bien estaba pensado para sostenerse a largo plazo, y a pesar de que sigue existiendo en la gran mayoría de países alrededor del mundo, eventualmente terminó quebrando allí donde se lo aplicó. Este es el sistema mejor conocido como “de reparto”, donde los trabajadores activos realizan un aporte considerado como solidario –pero que, en realidad, es obligatorio– a un fondo con el que se financian las pensiones y jubilaciones de los trabajadores que ya están retirados.
Uno de los problemas más grandes del sistema –que es el que se tiene en la gran mayoría de países alrededor del mundo– es que pretende solucionar problemas de corto plazo con financiamiento de largo plazo. Esta es una medida típicamente populista porque, en apariencia, los problemas más urgentes están solucionados, aunque si acaso se advierte que las consecuencias de dicha política en el largo plazo recaerá de manera considerablemente más agravada sobre las siguientes dos o tres generaciones, la solución ya no es de la actual. 
De igual forma, el problema práctico fundamental de este sistema es que si la cantidad de jubilados es mayor que la de los aportantes –como sucede ahora sobre todo en Europa- tarde o temprano colapsa.
El escenario se complica todavía más cuando –para tratar de evitar el colapso del sistema– los gobernantes pretenden postergar las soluciones, que implican un costo político de corto plazo muy alto. En cambio, siguen acudiendo a recursos económicos adicionales mediante incrementos permanentes de la deuda, impuestos o devaluación.
Con todo esto en mente, en el Chile de principios de los años 80 se creó un sistema alternativo: el sistema de capitalización individual. Este sistema consiste en que cada trabajador hace un aporte obligatorio de aproximadamente un 10% de su sueldo a una cuenta propia y para su jubilación futura.
En tanto el trabajador no se haya jubilado, esos aportes forman parte de un fondo privado administrado por gestoras idealmente independientes del poder político, que cumplen con el mandato explícito de invertir dichos aportes para así generar rentabilidades futuras a cambio de una comisión.
Queda claro que tanto el sistema de pensiones de reparto como el de capitalización individual, no fueron creados como un fondo de emergencia, sino como un fondo de pensiones a largo plazo.
Actualmente ambos sistemas de pensiones están en crisis alrededor del mundo, pero hay que dejar muy claramente establecido que no lo están por las mismas causas.
El primero, el de reparto, está no sólo en crisis sino inherentemente en bancarrota. Y el segundo, el de capitalización individual, está en crisis por el acoso político de sus detractores, que son, a su vez, acérrimos defensores del primer sistema.
En el caso de Chile, el proyecto del retiro anticipado de los aportes no es nuevo, sino que data de mucho antes de la crisis de la pandemia y las cuarentenas, pues con argumentos de que la rentabilidad los aportes de las Administradoras de Fondos de Pensión son demasiado bajos (10% anual promedio desde su creación), lo que en realidad se pretende es atacar el corazón del modelo de libertad económica diseñado y establecido entre los años 70 y 80.
Este modelo de libre emprendimiento en Chile, sin duda alguna, representa el mayor éxito económico en la historia de América Latina, y se constituyó así en el camino a seguir para el resto de la región luego de que logró reducir la pobreza de un 68% en 1990 a 8,6% en 2017, y que la pobreza extrema represente hoy un 2,3% de la población, contrariamente a lo que sucede hoy con Venezuela, por ejemplo, considerada como la antítesis chilena, donde, entre otros varios aspectos, el PIB per cápita ha retrocedido a niveles a los años 40, y donde se sufre una escandalosa hiperinflación del 2.049% anual (medida en bolívares de 1997).
Ahora bien, la sola idea del retiro anticipado de los aportes, tanto en Chile como en Bolivia y cualquier otro de los más de 30 países donde se ha implementado el sistema de pensiones chileno total o parcialmente, es un ataque al propio sistema.
En el corto plazo la gente pensará que mejora su situación en medio de la crisis de la pandemia, pero no ve que a largo plazo tendrá que incrementar sus aportes o trabajar más, para alcanzar las pensiones que se tenía proyectadas antes del retiro de sus aportes, o que deberá elegir un perfil de inversión de mayor riesgo como aportante.
Peor aún, la incertidumbre es mayor si acaso el proyecto para un segundo retiro equivalente también al 10% es aprobado pronto, pues los incentivos que las actuales gestoras tienen para generar rentabilidades de la manera más competitiva posible es relativamente menor o directamente se pierde.
Si este es el caso, eventualmente podría no quedar alternativa más que la del retorno al sistema de reparto para que determinado régimen populista decida aplicar una política de transferencia forzosa de riqueza, hasta que el sistema vuelva a quebrar de manera inexorable.
Si hoy Bolivia decide copiar las desafortunadas políticas chilenas para el retiro anticipado de aportes, sería considerablemente más difícil sostener el mismo sistema de capitalización individual o de AFP, pues la rentabilidad ha sido considerablemente menor en los últimos 15 años, debido a varios factores, aunque todos, como habíamos señalado, de índole política.
Durante el período que comprende su creación a mediados de los 90 y principios de los 2000, cuando aparece el MAS en escena política, las rentabilidades de las AFP fueron superiores a la rentabilidad promedio de las de la región, pero luego cayeron hasta ubicarse apenas por encima del 1%. 
¿Cómo sucedió esto? Por tres factores fundamentales: por exceso de gasto público, por mantener un diseño desde los 90 que se ha hecho obsoleto, y por la reducción arbitraria de las tasas de interés.
Como Arce Catacora creía (y cree) que lo que impulsa el crecimiento es el gasto –aunque no pueda explicar por qué desde 2013 a mayor gasto hubo mayor desaceleración– pretendió sustituir la caída de los ingresos del gas con el incremento de la deuda pública.
Tal vez Arce Catacora tenía la esperanza de que sus empresas públicas serían rentables algún día del siglo XXI, pero, en el entretanto, necesitaba nuevas fuentes de financiamiento de manera desesperada, y lo único que quedaba eran los recursos en el sistema bancario y financiero.
Probablemente vio con temor que echar mano al sistema no era tan fácil (recordemos que el problema con el software duró varios años) y que el escándalo de confiscar (robar) esos recursos sería igualmente comparable al de los Kirchner en Argentina en 2008. Por eso elaboró desde hace ya varios años, el proyecto de la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo (GPSSLP o simplemente Gestora Pública).
El proyecto busca retornar al sistema de reparto como mecanismo o fondo de financiamiento confiscatorio, porque son esos fondos que administran las AFP (aproximadamente $20.000 millones, un equivalente a casi la mitad del PIB) los únicos que quedaban para seguir financiando el modelo de gasto del MAS, y bajo el argumento de que el Estado administraría esos fondos mejor que las AFP.
Como no lo logró, Arce echó mano de la antigua y obsoleta ley de fines de los 90 y las forzó a invertir.
Pero no solo fueron obligadas a invertir dentro del país, que ya implica mucho riesgo, sino a hacerlo también en activos de muy baja calidad y muy alto riesgo que Arce indujo a crear desde 2013 con la reforma del sistema financiero. Además, con la posibilidad de intervenir directamente en las tasas de interés imponiendo un límite máximo de liquidez en cartera del 5%.
Con tasas de interés crediticio artificialmente baratas es difícil invertir en activos de calidad a largo plazo, pero el sistema financiero está obligado a hacerlo. Esto puede funcionar durante un tiempo, pero cuanto más crece sin bases sólidas, más dura será su inevitable caída después.
Por ejemplo, las AFP fueron forzadas a invertir en determinados activos por debajo del 2% a 30 años, y comprar al menos dos tercios de la última emisión de bonos soberanos en el exterior con vencimiento en 2028. Todo esto, claro está, mucho antes de pretender justificar dicha política en un entorno de severa crisis como el de la pandemia del Covid-19. De ahí viene la baja rentabilidad de las AFP, e incentivos cada vez mejores para seguir trabajando en el país.
En Chile, en cambio, las rentabilidades no sólo fueron nada desdeñables, como mencionamos antes, sino que además ofrecen seguridad. Por ejemplo, durante los ataques de la izquierda radical a fines de 2019 en Santiago de Chile, las AFP pudieron proteger los recursos de sus aportantes invirtiéndolos en el exterior –­porque allá sí tienen la posibilidad de hacerlo– y además lograron rentabilidades extraordinarias de entre 8,91% y 17,68%, dependiendo cuál de las 5 categorías disponibles para invertir se observe.
Tal vez invertir hoy mismo en el exterior no sea una posibilidad para las AFP de Bolivia, pues a corto plazo se terminaría provocando el colapso del conjunto del sistema bancario y financiero, debido a la falta de liquidez y pérdida constante de Reservas Internacionales Netas en el Banco Central de Bolivia, pero haber tenido la posibilidad de invertir los últimos diez años en renta variable del Nasdaq y empresas mineras del S&P 500, la repatriación forzosa habría mucho más difícil de llevar a cabo durante 2020, habiendo alcanzado máximos históricos.
Efectivamente, no existe el sistema de pensiones perfecto. De hecho, el sistema de capitalización individual de las AFP, tanto chileno como boliviano, necesita una reforma estructural que supere las limitaciones que hoy tiene su diseño, porque data de finales de los años 90, y lo que el mundo ofrece en cuanto a clases de activos o derivados financieros es radicalmente más rico que hace 25 años.
Y por si fuera poco, si Bolivia retorna al sistema de reparto, no sólo tendrá que preguntarse a quién confiscar y beneficiar primero, sino además preguntarse si está dispuesta a ver nuevos casos como el de Dante Escobar Plata y FOCSSAP.
¿Bolivia echará mano del inicialmente exitoso modelo de las AFP como mecanismo confiscatorio de financiamiento, como ha pretendido durante años? Esperemos que aquel proyecto que está dando vueltas no pase de la versión de borrador o simple ensayo, por el bien no sólo del sistema bancario y financiero del país, sino por el bienestar de largo plazo de una cantidad cada vez mayor de los ciudadanos que hacen el esfuerzo de trabajar en un sector formal cada vez más acosado por el intervencionismo del Estado.
 
 
 
 
 
POR LA CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN DE BOLIVIA PODRÍA VOLVER EL BUQUE REGASIFICADOR
 
Se conocieron más detalles de la renegociación del contrato de importación que lleva adelante Nación. Ante la menor disponibilidad de gas para el invierno entrante se diluye como una gran opción traer gas desde Chile.
 
Río Negro de Argentina (https://bit.ly/34GowhY)
 
La tercera reunión del equipo nacional que está a cargo de renegociar el contrato de importación de gas de Bolivia dejó muy malas noticias para el país. Desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se advirtió que no podrán mantener el nivel de envíos que hubo en el invierno pasado dejando al gobierno nacional a un paso de tener que volver a traer un segundo buque regasificador para poder cubrir la demanda del próximo invierno.
Fuentes al tanto de las negociaciones que se dan aceleradamente ante el vencimiento de la actual adenda del contrato, el próximo 31 de diciembre, revelaron que desde la firma nacional boliviana se adelantó que están frente a un fuerte declino o caída en su producción.
Desde YPFB lo que están diciendo es que pueden garantizar un nivel de envíos a Argentina de solo entre 13 y 14 millones cúbicos por día, y con mucha suerte 15 millones, lo cual es una gran diferencia con los envíos que realizaron este invierno que llegaron a los 20 millones de metros cúbicos diarios en pleno invierno”, contaron fuentes del gobierno a Energía On.
Si bien la diferencia pareciera no ser sustancial ya que se trata de entre 5 y 7 millones de metros cúbicos por día, sí es considerable si se tiene en cuenta que para este invierno se espera una caída en la producción nacional.
El recientemente lanzado Plan Gas.Ar o Plan Gas 4 apunta de lleno a frenar esta caída en la producción nacional, pero en este primer año su impacto será moderado por la cantidad de meses que se necesitan para que se vean los resultados de los trabajos puestos en marcha por las empresas.
El escenario que se plantea es que, en el mejor de los casos, las empresas cumplirán con las pautas comprometidas en el programa que es de 70 millones de metros cúbicos diarios que se elevan a un total de 100 ya que las ofertas no pueden superar el 70% de la producción total de las compañías.
A esos 100 millones de metros cúbicos diarios se sumará la capacidad de regasificación que tiene el buque que opera en Escobar que puede alcanzar un máximo de 23 millones de metros cúbicos y los 13 a 15 millones que podrá aportar Bolivia haciendo una masa total de gas entre 136 a 138 millones de metros cúbicos diarios.
Pero en los meses de mayor frío como son mayo, junio y julio, el consumo nacional se dispara por encima de los 145 millones de metros cúbicos diarios, por lo cual habría un faltante de entre 8 y 11 millones de metros cúbicos.
El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, reveló días atrás a Energía On que están analizando importar gas desde Chile, revirtiendo para ello uno de los gasoductos que hoy se utilizan para la exportación.
Sin embargo, con este cálculo actualizado a los valores que desde YPFB se podrían aportar esa opción ahora se diluye, ya que a través del gasoducto Gas Andes, no son más de 4,5 millones de metros cúbicos los que podrían ingresar al país.
Con estos valores desde el gobierno están al tanto de que las opciones son pocas: se podrá recurrir a la utilización de combustibles líquidos que son mucho más costosos que el gas natural, o bien a volver a traer un segundo buque regasificador al país.
No descartamos volver a traer un segundo buque regasificador porque aún con el costo de traerlo, el GNL es mucho más barato que los combustibles líquidos”, contaron desde Nación bajo reserva.
La opción de hacer regresar un barco similar al que dejó el país en 2018 se allanó hace un par de meses cuando el barco fábrica que YPF había alquilado para exportar el gas de Vaca Muerta dejó el país, liberando el muelle que posee en Ingeniero White la Compañía Mega, que está preparado para la conexión con los gasoductos troncales del país.
Mientras tanto, las negociaciones por el contratos de importación de Bolivia continúan y si bien desde el gobierno nacional ya se van despidiendo de la idea de pedirle a Bolivia una inyección de 20 millones de metros cúbicos por día para los meses de invierno, también se reveló que en los próximos días podría haber una resolución.
“A nosotros, a Argentina, no nos conviene extender la actual adenda porque es perjudicial para el país, por lo cual en cuestión de días esperamos cerrar una nueva adenda en la que se revea el tema del precio que vamos a pagar o bien se caerá la adenda y volveremos al contrato original que es mejor para nosotros”, detallaron desde el gobierno.
 
 
 
 
 
 
"POR LA SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO Y CON EVO"
 
Página 12 de Argentina (https://bit.ly/37GdLOw)
 
"En Educación, uno de los temas más importantes es el de los valores, y la solidaridad sobresale entre ellos, por ser un valor fundamental en la convivencia de los pueblos". Estas palabras se leen en el diploma que acaba de recibir el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, de manos del ex presidente de Bolivia Evo Morales. La distinción, otorgada por la Universidad Mayor de San Simón fue en reconocimiento "por haber recibido y protegido a lxs compañerxs perseguidxs por la dictadura de Jeanine Áñez".
"Tener al hermano Evo y a otros compañeros fue un orgullo como organización y lo volveríamos a hacer", dijo el también titular de la Central de Trabajadores Argentinos bonaerense y remarcó que "el sindicato y la Argentina es la casa de Evo". Baradel le agradeció al ex presidente derrocado hace un año por haber seguido luchando y "habernos  permitido disfrutar de esta bocanada de aire fresco para toda Latinoamérica que fue el triunfo de Luis Arce y David Choquehuanca".
Morales fue destituído hace un año por la entente encabezada por Añez. El gobierno argentino le dio asilo y apoyó el regreso al poder del MAS que se impuso en las elecciones presidenciales. La fórmula Arce-Choquehuanca obtuvo el 55 por ciento de los votos. El 8 de anoviembre asumieron las nuevas autoridades y Evo Morales regresó a su país.
 
 
 
 
 
BOLIVIA, UN AÑO DE IDA Y VUELTA PARA EVO MORALES Y EL MAS
 
El País de Costa Rica (https://bit.ly/3phZg9E)
 
En un año de grandes altibajos, el partido socialista de Evo Morales comenzó 2020 hundido en su peor derrota y lo concluye renacido, de vuelta en el poder.
La ‘transición’ instaurada en noviembre de 2019 por el golpe de Estado contra Morales interrumpió el ciclo democrático más largo de la historia de Bolivia, iniciado en 1982 tras una ola de dictaduras militares y mantenido aún en medio de protestas y crisis.
Echar a Morales del poder, o no permitir que se prorrogue por otros cinco años, era la consigna de plataformas ciudadanas, comités cívicos, partidos y activistas de derecha, y finalmente policías y militares que confluyeron en las protestas tras las elecciones de octubre de 2019, ganadas por el líder indígena.
Pero pronto se reveló que la ambición mayor de los conservadores en el poder, y los que alentaron o apoyaron el derribo del primer presidente ‘originario’ del país, era acabar con el ‘proceso de cambio’ iniciado en 2006 y borrar toda huella del caído y de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Cambios de planes
Bolivia comenzó entonces el 2020, por primera vez después de 37 años de tensa democracia, regida por un Gobierno no surgido directamente del voto popular ni de una sucesión regular, sino de la autoproclamación de la presidenta Jeanine Áñez como jefa transitoria del Estado hasta las elecciones, previstas en un plazo de 90 días.
Áñez llevaba ya más de dos meses en el poder cuando el Parlamento, todavía aturdido como todo el masismo, aceptó formalmente el 21 de enero la renuncia de Morales y su vicepresidente Álvaro García.
El fin anticipado de la era Morales fue el primero de varios cambios impensados del escenario político principal, que desparramaron incertidumbre durante gran parte del 2020 hasta que casi todo pareció volver al principio, con el MAS vencedor de nuevo en las urnas y reinstalado en el poder.
La instalación de facto del Gobierno transitorio se apartó de las leyes probablemente tanto como la convocatoria a nuevas elecciones, publicada al comenzar enero fijando los comicios para el 3 de mayo, es decir en un plazo que era casi el doble de los 90 días de transición fijados por la Constitución.
Áñez cambió también sus intenciones a fines de enero, dejando de lado su promesa de ser solo presidenta transitoria hacia la democracia, para convertirse además en candidata.
Desde su doble función de gobernante y candidata, Áñez terminó mostrando sin disimulo el propósito de cerrar el ciclo de gobierno masista, al que llamó directamente «dictadura», y aniquilar políticamente a sus líderes, militantes y simpatizantes.
La pandemia provocada por el nuevo coronavirus trajo contagios, muertes, confinamiento y parálisis económica, que configuraron el argumento que aprovechó Áñez para prolongar aún más la transición con sucesivos aplazamientos electorales hasta que una movilización popular, que dio aire al MAS, impuso el 18 de octubre como fecha final.
Áñez, en nuevo cambio de planes, renunció a su candidatura un mes antes de los comicios, llamando a una unidad anti-MAS que no había logrado forjar durante su gestión, como tampoco pudo impedir la participación electoral del partido de Morales, con Luis Arce como candidato.
La arremetida
Morales, su vicepresidente Álvaro García y varios de sus ministros –exiliados, refugiados, detenidos o en paradero desconocido– comenzaron 2020 acusados por el Gobierno transitorio de varios delitos, destacando sedición, terrorismo, fraude electoral y mal manejo económico del Estado.
La arremetida contra los «salvajes», como llamó Áñez a los masistas, se acentuó el 8 de enero cuando la administración transitoria anunció que, hasta 592 miembros del Gobierno derrocado, incluidos Morales, García, ministros y viceministros, serían procesados además por corrupción.
Ese mismo día, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, hombre fuerte de Áñez que había amenazado con una «cacería» de masistas, dijo que gestionaba una orden internacional de detención contra Morales y mostró a la prensa las esposas que le pondría al exgobernante.
El requerido «sello rojo» contra Morales no fue aceptado por la policía internacional Interpol, que lo consideró una persecución política, pero esto no evitó que Murillo advirtiera que Morales sería detenido en cuanto pise suelo boliviano.
Para entonces, una media docena de excolaboradores de Morales llevaban ya casi dos meses refugiados en la embajada mexicana en inútil espera de salvoconductos para salir al exilio.
Ese refugio se prolongó hasta después del cambio de Gobierno, en noviembre, y cuando Morales ya había regresado como héroe de su exilio en Argentina.
El acoso del Gobierno transitorio al MAS incluyó además una campaña de desprestigio que presentó como desastre y despilfarro a la política económica de crecimiento sostenido, redistribución de riqueza, grandes inversiones públicas y disminución de la pobreza ejecutada por Morales, quien de paso fue expuesto también como supuesto pedófilo y narcotraficante.
La reversión
Entre fines de octubre y principios de noviembre, la re-victoria electoral del MAS, incluso con mayor porcentaje que la del año anterior, comenzó a poner las cosas en los sitios en que estaban antes del golpe contra Morales.
Como por arte de magia, Áñez aceptó el triunfo del partido al que había jurado proscribir para siempre, Murillo y otros hombres fuertes del Gobierno transitorio huyeron antes del cambio de administración y las banderas azules del MAS y la multicolor wiphala de los pueblos indígenas volvieron triunfantes a las calles.
Uno a uno, en sucesión diaria, los juicios contra decenas de masistas iniciados por el régimen de transición se fueron desvaneciendo, jueces y fiscales anularon órdenes de detención e imputaciones, encontrando en los procesos muchos defectos que no habían visto antes y dejando sin esclarecimiento incontables dudas y denuncias contra el masismo.
Los refugiados en la embajada mexicana volvieron a sus casas y Morales, aclamado en una apoteósica concentración de bienvenida el 11 de noviembre en la región cocalera de Chapare, retornó victorioso a La Paz a principios de diciembre, poco más de un año después de su renuncia forzosa y su salida al exilio.
La derecha, unida fugazmente en los días del golpe de Áñez pero aplastada en las elecciones de octubre, terminaba el año sumida en su crónica división de partidos, sin ponerse de acuerdo ni siquiera en la defensa de su actuación en la crisis política de 2019.
El MAS, que comenzó el año puesto casi de rodillas, terminaba volviendo a saborear el poder y recuperado como el partido más grande y mejor organizado del país, trabajando ya hacia las elecciones regionales de marzo próximo.
El golpe y la transición terminaban siendo solo un paréntesis en el largo ejercicio de poder de Evo Morales.
 
 
 
 
 
HISTORIA DE DOS ELECCIONES: ESTADOS UNIDOS Y BOLIVIA
 
Counter Punch de EEUU (https://bit.ly/3riQxWB)
 
En las últimas semanas, Donald Trump ha sido ridiculizado, manchado de desprecio y etiquetado repetidamente como un "mentiroso", así como una amenaza existencial para la democracia en los Estados Unidos, por los medios de comunicación más importantes del país. Esto es en respuesta a sus intentos de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y alegando, sin evidencia, que fue robado. Todavía se aferra a estas acusaciones, pero dejará la Casa Blanca el 20 de enero.
Pero hace poco más de un año, se lanzó un esfuerzo similar en Bolivia, y de hecho prevaleció. El presidente electo democráticamente del país, Evo Morales, fue derrocado tres semanas después de la votación del 20 de octubre, antes de que terminara su mandato. Dejó el país luego de que los militares le “pidieran” que renunciara.
Las similitudes son notables. Líderes de la oposición boliviana indicaron antes de que se contaran los votos, como hizo Trump, que no aceptarían el resultado si perdían. Al igual que Trump, no tenían pruebas de sus acusaciones de fraude cuando se contaron los votos. Y al igual que con Trump, la falsedad de sus cargos fue obvia desde el primer día.
Algunos lectores pueden cuestionar la relevancia de la comparación con un país en desarrollo cuyas instituciones democráticas tienen una historia más corta y son, en aspectos importantes, más débiles que las del gobierno de Estados Unidos. Pero la derecha boliviana no habría tenido éxito, donde Trump ha fracasado, si no fuera por otra diferencia importante: la derecha boliviana tuvo una poderosa ayuda desde fuera del país para llevar a cabo su golpe.
No es sorprendente que parte de esta ayuda provenga de la administración Trump, que declaró el día después del golpe que "la salida de Morales preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano haga oír su voz".
Una ayuda aún más importante provino de la Organización de Estados Americanos (OEA), que, no por casualidad, obtiene el 60 por ciento de su financiamiento de los Estados Unidos. La OEA también cuenta actualmente con un líder, Luis Almagro, quien en el momento de la elección de Bolivia necesitaba el apoyo de Trump y sus gobiernos aliados de derecha en las Américas para ser reelegido como jefe de la organización. La OEA emitió un comunicado al día siguiente de las elecciones, expresando “profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares”.
Esta acusación resultó ser "falsa", como informaría más tarde el New York Times; pero como señaló el Times, esta falsa acusación "cambió la historia de la nación sudamericana". Cambió la historia porque sirvió de base política para el golpe militar del 10 de noviembre de 2019.
Otra similitud: ¿recuerdan cuando Trump y sus aliados republicanos decían que los demócratas se estaban "robando" las elecciones aquí porque los votos posteriores, en su mayoría por correo, provenían de forma abrumadora de los demócratas? Por supuesto que esto era falso; la verdad era simplemente que más demócratas que republicanos votaban por correo.
La alegación de la OEA en Bolivia fue la misma: por varias razones, incluida la geografía, los votos en las áreas pro-Morales llegaron más tarde que los de los candidatos opositores. Esto fue obvio desde el día después de la elección simplemente mirando las áreas de donde provenían los votos anteriores y posteriores; todos los datos estaban en la web. Por eso, 133 economistas y estadísticos de varios países, la mayoría de Estados Unidos, firmaron una carta exigiendo que la OEA se retracte de sus declaraciones falsas.
Es por eso que cuatro miembros del Congreso de los Estados Unidos preguntaron a la OEA si alguna vez consideraron la posibilidad —que sorprendentemente no se mencionó en otros tres informes de la OEA— de que los distritos que informaron más tarde fueran políticamente diferentes a los anteriores.
Ha pasado un año y la OEA aún no ha respondido.
En octubre, el gobierno de facto, que asumió el poder después del golpe de Estado del año pasado, celebró elecciones, después de posponerlas dos veces. Luis Arce, ministro de Economía de Evo Morales durante 13 años, ganó por un margen de más de 26 puntos porcentuales.
Pero las personas asesinadas por el gobierno posterior al golpe, incluidas al menos 22 personas asesinadas en dos masacres cometidas por las fuerzas de seguridad, no pueden volver a la vida. Las víctimas eran todas indígenas.
Como el esfuerzo de Trump en los Estados Unidos, como se vio en el reciente intento republicano de arrojar cientos de miles de votos desde Detroit, Michigan, donde casi el 80 por ciento de los residentes son negros, el asalto a la democracia en Bolivia también está vinculado a racismo.
Evo Morales es el primer presidente indígena en un país con el mayor porcentaje de población indígena en las Américas, quienes lo han apoyado abrumadoramente a él ya su partido; los líderes del golpe están imbuidos de supremacistas blancos y buscan restaurar el dominio de la élite mayoritariamente blanca que gobernaba el país antes de que Morales fuera elegido por primera vez en 2005.
Los representantes estadounidenses Jan Schakowsky y Jesus “Chuy” García, ambos de Chicago, han pedido al Congreso que investigue el papel de la OEA en Bolivia luego de las elecciones de 2019.
Esto es de vital importancia, porque el golpe, y la violencia y la represión política que siguió, nunca hubieran sucedido sin el papel fundamental de la OEA. Quizás lo más importante es que la OEA tuvo un enorme impacto en los medios de comunicación internacionales y nacionales, y muchos periodistas creyeron erróneamente que la Misión de Observación Electoral de la OEA era imparcial y que, por lo tanto, sus acusaciones eran ciertas.
Pero el golpe boliviano no es la primera vez que la OEA ha abusado de su autoridad como observador electoral, para apoyar un esfuerzo respaldado por Estados Unidos para derrocar a un gobierno elegido democráticamente. Esto sucedió en Haití entre 2000 y 2004. Y también en Haití, la OEA hizo en 2011 algo que quizás ningún observador electoral había hecho: revirtieron los resultados de una elección presidencial de primera vuelta, sin ni siquiera un recuento o un análisis estadístico.
La OEA y su liderazgo deben rendir cuentas, o estos crímenes seguirán sucediendo.
 
 
 
 
 
CHOQUEHUANCA: «LA DEMOCRACIA SÓLO PUEDE PROVENIR DEL PROPIO PUEBLO»
 
Radio Bayamo de Cuba (https://bit.ly/3aC00SU)
 
El vicepresidente David Choquehuanca afirmó el lunes por la noche que «la democracia sólo puede provenir del propio pueblo», para liberar, ayudar y proteger la vida e instó a la población a descolonizar y despatriarcalizar el pensamiento para lograr ese cometido.
La autoridad realizó esa afirmación en la primera jornada del Ciclo de Conferencias Magistrales denominado «Pensando el Mundo desde la Vida», que se realiza en el auditorio del Banco Central de Bolivia (BCB), en La Paz.
«La democracia sólo puede provenir del propio pueblo; el gobierno del pueblo para el pueblo no es un gobierno que domina, sino es un gobierno que libera; no es un gobierno que abusa, sino es un gobierno que ayuda; no es un gobierno que mata, sino un poder que protege la vida», afirmó.
El Vicepresidente indígena aseguró que, para ese objetivo, que debe ser compartido con el mundo, se debe descolonizar y despatriarcalizar el pensamiento humano y recuperar la «verdadera democracia» y el camino de la verdad o «Qhapaq Ñan», en el marco del proceso de cambio.
«Descolonizarnos es recuperar nuestras raíces y limpiar los caminos para reencontrarnos nuevamente», agregó.
En ese sentido, destacó el valor del pueblo boliviano que recientemente recuperó su democracia gracias a movilizaciones autoconvocadas «desde abajo, desde nuestras casas y barrios humildemente», de un régimen autoritario que -en su juicio- pretendió «apagar nuestro ajayu y ahogar nuestra qamasa».
«Es hora de sacudirnos, aprender de nuestros errores y volver a los principios y valores con los que nació nuestro instrumento político y Proceso de Cambio», dijo.
 
 
 
 
 
INTENTARON CRUZAR A BOLIVIA CON 100 MIL DÓLARES Y FUERON DETENIDOS
 
_EL TRIBUNO DE ARGENTINA_
 
Dos personas que llevaban 100 mil dólares en mochilas fueron detenidas al intentar cruzar a pie por un paso no habilitado hacia el Estado Plurinacional de Bolivia.
El operativo se realizó ayer a cargo de una patrulla motorizada dependiente de la Sección Núcleo del Escuadrón 21 “La Quiaca” sobre el sector denominado “Playa Laime”, en la zona fronteriza con el territorio boliviano.
Según informaron, los ciudadanos eran de nacionalidad argentina y luego fueron trasladaron a los mismos hasta la Unidad de la Fuerza.
Intervinieron en el hecho, la Fiscalía Federal N° 2 de Jujuy y la Aduana de la ciudad de la Quiaca, quedando incautado el dinero en efectivo y ambos involucrados en libertad supeditados a una causa enmarcada en el Código Aduanero.
https://bit.ly/2KkOMHN
 
 
 
 
 
¿UN CUENTO DE NUNCA ACABAR? PARLASUR INVESTIGA ELECCIONES ANULADAS EN BOLIVIA
 
Intra American News de EEUU (https://bit.ly/2JdtAmi)
 
El escenario político de Bolivia continúa “acontecido” pese a las elecciones generales celebradas el pasado 18 de octubre en las que, sin ningún tipo de altercado o dudas sobre los resultados, resultó vencedor Luis Arce, delfín del expresidente Evo Morales y representante del partido Movimiento Al Socialismo (MAS). En esta oportunidad, el Parlamento del Mercosur (Parlasur) reveló que investigará las conclusiones de un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre?las elecciones de 2019 anuladas en el país suramericano. 
“Lo que queremos saber es qué había, qué contenía ese informe de la OEA que hacía pensar que había indicios de irregularidad, porque con ese informe se basó para finalmente producir un golpe de Estado en Bolivia, así lo determina el Parlasur”, afirmó su presidente, el argentino Oscar Laborde, según AFP. El legislador del Parlasur, citado por la agencia gubernamental de noticias ABI, agregó que “queremos saber si hubo algún indicio, prueba o no, o simplemente fue un accionar político, esa es la intención de la investigación”. 
ABI, que reprodujo una entrevista del argentino con el canal estatal de televisión, no precisó cómo ni cuándo comenzará la investigación. La OEA difundió en noviembre de 2019 un informe preliminar sobre los comicios del 20 de octubre de ese año y que la oposición denunció como fraudulentas en favor de Morales, en el poder desde 2006 y con la meta de se reelegido para seguir hasta 2025. En ese informe parcial, la OEA estableció que en esas elecciones bolivianas “se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección”. 
Ese proceso electoral fue anulado y Bolivia volvió un año después a nuevas elecciones, las que fueron ganadas por el actual presidente Luis Arce, delfín de Morales. La misma OEA presentó en diciembre de 2019 un informe final, en el que dijo que un “equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de los comicios”. Morales negó la validez de ese informe y acusó al secretario General de la OEA, Luis Almagro, de ser parte de un “golpe de Estado” contra su administración. 
El primer informe del organismo regional se conoció en medio de violentas protestas en toda Bolivia contra el gobierno de Morales. La Policía se amotinó y las Fuerzas Armadas le sugirieron dimitir. Morales renunció el 10 de noviembre de 2019 y salió exiliado hacia México. Un mes después se refugió en Argentina, desde donde volvió a Bolivia, tras la asunción a la presidencia de Arce, el 8 de noviembre de este año. 
 
 
 
 
 
DE MUJERES AL PODER A MUJERES EN EL PODER: ABRAN PASO PORQUE ELLAS LLEGARON PARA QUEDARSE
 
La llegada de las mujeres al poder ya no es un récord recién batido, sino una realidad que empieza a instalarse masivamente en nuestra vida pública. En los meses recientes, los rostros femeninos se han multiplicado en roles relevantes para la sociedad
 
YAHOO NOTICIAS DE ESPAÑA (https://bit.ly/37Ia3Uw)
 
En tiempos de crisis los grupos más vulnerables suelen ser los más vulnerados. Los pobres los que más se empobrecen, las mujeres las más violentadas, las minorías las más vejadas. Y en esta pandemia no fue distinto: los que más padecen fueron los marginados, la gente de menos recursos, la población discriminada.
Pero ha habido una excepción que no es gratuita. Además de los padeceres (que los hubo, algunas cifras indican que la violencia de género se disparó con el confinamiento), las mujeres han brillado en muchos campos en este tiempo tan oscuro. En todos los ámbitos, pandemia incluida, y a nivel mundial.
Es un secreto a voces que las naciones donde la mortalidad, los contagios y los daños del virus estuvieron mejor controlados fueron naciones presididas por mujeres. Es el caso de Nueva Zelanda, presidida por la notable Jacinda Ardern, del partido laborista. Ardern ya había sido mundialmente elogiada por su respuesta a los ataques terroristas que sufrió la isla del Pacífico en el año 2019, y ahora logró que su país fuese el primero en haberse declarado libre de Covid-19 en la primera gran ola mundial.
Logros y elogios respecto a la pandemia se han llevado también otras mandatarias como Angela Merkel, en Alemania; Mette Frederiksen, en Dinamarca; Sanna Marin, en Finlandia; Katrín Jakobsdóttir, de Islandia; Erna Solberg, de Noruega y Tsai Ing-weng, en Taiwán. Todas eficaces y conductoras de modelos que controlaron la pandemia con resultados mucho mejores que el promedio del resto del mundo.
Las mujeres son y han sido bastante más que política, pero en ese rubro empiezan a hacer huella. Este año, Jeanine Añez Chávez fungió en Bolivia como Presidenta Interina y condujo a su país a través de una delicada e inestable situación política, que se produjo luego que Evo Morales intentara secuestrar la voluntad del electorado en una elecciones presidenciales -ya ilegales- que iba perdiendo. Añez contuvo a la nación y sus instituciones y les dirigió hasta un nuevo comicio presidencial que devolvió la calma a la población.
Y por si fuera poco, este año los estadounidenses eligieron a la primera vicepresidenta mujer, que además es afroamericana, con raíces indias y jamaiquinas. Kamala Harris es una abogada con una larga y brillante carrera en las instituciones californianas y en el partido demócrata.
Al bate
La presencia de las mujeres en el poder es cada vez más gruesa, tanto cuantitativamente como en relevancia, gracias a la lucha de muchas décadas para que las sociedades bajaran el volumen a sus prejuicios y cada mujer ocupara el puesto que se propusiera como cualquier otro individuo. Ha sido largo el camino, lo que sí parece es que no tiene fin.
Se puede sentir en muchos ámbitos. En los deportes, en las empresas, en la cultura, en la innovación, en emprendimientos. Una de las más recientes y gratas sorpresas de este tipo tuvo lugar en el béisbol. Hace pocas semanas fue nombrada por primera vez en la historia una mujer como gerente general de un equipo de las grandes ligas.
Estas son organizaciones que manejan fortunas, tienen una estructura de empleados complejas, numerosas y diversas, y toman decisiones multidimensionales: involucran negocios, estrategias, conocimiento deportivo y mucha ambición.
Kim Ng trabaja en la gran carpa desde 1991, cuando fue contratada por los Medias Blancas, al egresar de la Universidad de Chicago. Ha tenido una carrera emergente y ahora es una ejecutiva en la que están sembradas muchas esperanzas de los Miami Marlins, un tinglado que renace gracias a la adquisición y dedicación de su CEO y miembro del Salón de la Fama, Derek Jeter.
Mujeres que cuentan
La preponderancia de las mujeres llega también al periodismo, a los medios y al storytelling, terrenos todos en los que brillan desde hace mucho, pero ahora tienen, además, poder.
Mónica Richardson, una periodista de excelsa experiencia, acaba de ser nombrada la primera mujer directora del diario Miami Herald, que forma parte de uno de los conglomerados más importantes de publicaciones en Estados Unidos, y cuyo diario ejerce una influencia que excede las fronteras del sur de Florida.
Y si de lenguaje se trata, este año el Premio Nobel de Literatura fue otorgado a Lousie Gluck, poeta norteamericana de extensa obra, con títulos como El triunfo de Aquiles, Firstborn, y El Iris Salvaje. Neoyorkina, es egresada de la Universidad de Columbia y ya había recibido el Premio Pulitzer. Con el Nobel, su valiosa obra ha de universalizarse.
Donde están más hot que nunca las mujeres es en el cine. Directoras que antes eran una rareza como Sofía Coppola o Kathrym Biggelow, ahora no son solo quienes dan la hora, sino que han dado paso a toda una nueva generación de directoras que son aclamadas en el mundo.
Es el caso, sólo por nombrar algunas, de Anabel Rodríguez, directora de Erase una vez en Venezuela, un documental que recorre el mundo ganando premios y festivales; la británica Phillyda Lloyd, directora de Herself; la georgiana Dea Kulumbuvegashvili, directora de la premiada Begginning, o la estadounidense Eliza Hittman, guionista y directora de Never, rarely, sometimes, always, favorita temprana de los Oscars.
Las mujeres nos cuentan también la política al desnudo: fue Lesley Stahl, la veterana periodista de CBS y una de las conductoras del legendario show de investigación 60 minutes, quien entrevistó al Presidente Donald Trump y con elegancia pero sin filtros cuestionó sus políticas y declaraciones hasta que el mandatario se paró del estudio sin poder contestar sus interrogantes.
Una conquista que apenas comienza
Los logros recientes de las mujeres son tan numerosos ya que es ridículo tratar de mencionarlos todos en un artículo. Sus posiciones de poder y su influencia tiene mucho espacio por hacerse aún en todos los terrenos, pero se ha hecho tan abundante ya su presencia que es inabarcable.
Algunas problemáticas como la diferencia de salarios y su proporcionalidad persisten en muchos ámbitos, pero el camino recorrido parece irreversible y, por el contrario, creciente.
Incluso en culturas no occidentales, donde las desigualdades son mucho más agudas, hay una conciencia de género que era impensable hace décadas atrás. Y la violencia presente en algunas naciones de Occidente ha dejado de ser una cuestión normalizada en la panorámica social y se ha convertido en un foco sin descanso de movimientos, instituciones y gobiernos.
Hay coyunturas significativas en las que las mujeres están incluso enmendando las terribles consecuencias de una cultura liderada desde siempre por hombres. Es el caso, por ejemplo, de Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile, activista y torturada por la dictadura de Augusto Pinochet, que ahora se desenvuelve como Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, quien ha levantado un informe con los crímenes de lesa humanidad que ha cometido la dictadura de Nicolás Maduro, Con este informe, el dictador y sus aliados podrán ser procesados internacionalmente por sus crímenes cometidos y así detenerse el terrible e impune secuestro que ha traído a Venezuela y los venezolanos esta tiranía que ha dejado cientos de miles de muertos, millones de refugiados y problemas graves de desnutrición, tortuta y ausencia general de libertades.
Las estadísticas de los organismos multilaterales siguen abundando en números tan impactantes como importantes en cuanto a mortalidad de embarazadas, feminicidios y discriminación de género, injusticias todas que siguen siendo inaceptables, pero que ya son parte de un target general de luchas por seguir dando y revirtiendo.
Pero en otros escenarios, las mujeres ya derrochan abundantemente su esplendor en posiciones de poder como nunca antes. Y esto es solo el inicio. No cabe sino esperar, e imaginar en el camino, cómo será un mundo con mucha más participación femenina en el poder.
Yo, por lo pronto, escribo estos textos rodeado de tres mujeres que supervisan, exigen y editan el material, y no podría sentirme más confiado.
 
 
 
 
 
UN MODERNO HOSPITAL PRIVADO BUSCA REVOLUCIONAR LA SALUD EN BOLIVIA
 
Infobae de Argentina (https://bit.ly/37KuMqW)
 
 Un laboratorio robotizado capaz de tomar 250 muestras por hora, además del uso de "Big Data" o inteligencia de datos, telemedicina, equipos digitales y realidad aumentada son parte de la propuesta de un moderno hospital privado que apunta a revolucionar los servicios de salud en Bolivia.
Con cerca de millón y medio de habitantes, la ciudad boliviana de Santa Cruz, la mayor del país, acoge al "Hospital Martin Dockweiler", un centro de salud de tercer nivel gestado por el empresario Martin Dockweiler con el objetivo de contribuir a la "transformación de la salud en Bolivia".
El proyecto está casado con la formación en la facultad de Medicina de la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol), de la que Dockweiler también es propietario.
El país arrastra desde hace años el problema de la precariedad de su sistema de salud que quedó aun más expuesto con la crisis sanitaria por la pandemia de la covid-19.
Con esta iniciativa privada se busca revolucionar el sistema sanitario boliviano, que actualmente ocupa el penúltimo lugar en la región tras Haití, según Dockweiler.
Como ejemplo, el empresario comentó a Efe que Bolivia tiene un déficit de 4.000 camas y existen muy pocos centros privados, el más grande en la actualidad "llega a tener 60 camas".
El nuevo hospital cuenta con 450 camas para internación, terapia intensiva, terapia media, recuperación, neonatal, y tiene una flota de 30 vehículos, entre ambulancias y consultorios dentales móviles.
"No hay una sola habitación que comparta una cama con otro paciente porque eso es del siglo pasado, eso hace que el paciente se recupere mucho más tardíamente e inclusive que pueda contagiarse alguna enfermedad", remarcó.
La iniciativa genera mil empleos directos, entre el personal sanitario, de limpieza, seguridad, asistentes y chóferes.
DEMOCRATIZAR LA SALUD
"Este hospital no se ha hecho para los ricos", sentenció Dockweiler para explicar que la "democratización" de la salud implica lograr diagnósticos tempranos y más efectivos, aplicar la medicina preventiva, la telemedicina y brindar una atención oportuna.
Además de que la medicina "sea más asequible, más barata para el paciente", algo que promete que la gente tendrá en su hospital.
Según el empresario, en el mundo hay más de 200 especialidades médicas, mientras que en Bolivia existen solamente 40.
"Esto implica que un traumatólogo puede ver pies, rodillas, cadera, columna", es decir que son "todólogos". Para especializar a los profesionales, el hospital tiene convenios de capacitación con la cooperación japonesa y el Gobierno alemán.
LAS HERRAMIENTAS
La modernidad anunciada por Dockweiler se traduce en un laboratorio robotizado capaz de procesar unas 250 pruebas de sangre por hora, además de la aplicación de telemedicina, realidad virtual, realidad aumentada, impresiones en 3D e inteligencia artificial.
También cuenta con tomágrafos, rayos x, ecógrafos y mamógrafos, entre otras máquinas de última generación.
Mediante el uso de la inteligencia de datos, los médicos no requerirán pedir el expediente de los pacientes o los resultados de los análisis que les hagan, pues una vez procesados les llegarán "directamente a sus oficinas" o incluso a sus teléfonos móviles.
"Esto hace que se pueda tener un diagnóstico más rápido", destacó Dockweiler y mencionó otro convenio con la compañía israelí Zebra para usar su tecnología con este fin. Los once quirófanos con que cuenta el hospital tienen cámaras para filmar las intervenciones quirúrgicas, previa autorización del paciente, para que los estudiantes de Medicina puedan ver de cerca y en detalle estos procedimientos.
SOLIDARIDAD PRESENTE
Las comodidades que ofrece el hospital no buscan meramente "cobrar" por la atención, sino sobre todo "humanizar la salud", aseguró.
Además de ofrecer tarifas más baratas, el centro también prevé realizar una cirugía gratuita a diario y tener una aseguradora económica para que "la gente que no tiene muchos recursos pueda acceder a esta medicina del primer mundo".
También dará atención odontológica gratuita a los orfanatos y hogares de ancianos.
La infraestructura ya está construida y plenamente equipada, aunque por ahora el personal se encuentra trabajando "en vacío" para "adecuarse" al hospital.
Su apertura formal está prevista para finales de enero, si bien ya ha puesto en marcha iniciativas solidarias como el programa "Los héroes del covid", mediante el cual se hicieron pruebas gratuitas para detectar la enfermedad entre el personal de salud y la prensa cruceños.
También prestaron 16 respiradores y su flota de vehículos para apoyar a las acciones de las autoridades regionales contra la covid-19, además de participar en los rastrillajes locales para detectar casos.
La iniciativa ha sido destacada en el programa web "¿Cómo funciona un hospital totalmente digital?", de la periodista internacional Glenda Umaña, en la que el empresario explicó los objetivos trazados a través del hospital
(https://www.youtube.com/watch?v=fXUWgJHLkYA&feature=youtu.be).
 
 
 
 
 
REGISTRO CIVIL DE BOLIVIA RECONOCE UNIÓN GAY PESE A IR CONTRA CONSTITUCIÓN
 
Agencia ACIPRENSA https://bit.ly/38uZseL)
 
El Servicio de Registro Cívico (Sereci) de Bolivia emitió una resolución que permite que se reconozca la “unión libre” de una pareja del mismo sexo, pese a que la Constitución del país y el Código de Familia no reconocen este tipo de uniones.
La resolución del Sereci, dependiente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se conoció el 11 de diciembre, en cumplimiento a un fallo de la Sala Constitucional Segunda en La Paz emitido en julio de 2020 que favoreció a la pareja homosexual conformada por Guido Montano y David Aruquipa.
La decisión de Sereci anuló una resolución administrativa de 2018 emitida por la misma entidad y que rechazó registrar la unión gay de Montano y Aruquipa. Ese año la entidad señaló que las leyes bolivianas no contemplan la unión entre personas del mismo sexo, y que el artículo 63 de la Constitución de Bolivia establece que el matrimonio es entre una mujer y un hombre.
“Las uniones libres o de hecho que reúnan condiciones de estabilidad y singularidad y sean mantenidas entre una mujer y un hombre sin impedimento legal, producirán los mismos efectos que el matrimonio civil, tanto en las relaciones personales y patrimoniales de los convivientes como en lo que respecta a las hijas e hijos adoptados o nacidos de aquellas”, dice el texto de la Constitución.
De igual forma, la Ley 603 del Código de las Familias y del Proceso Familiar reconoce como matrimonio o unión libre, en su misma jerarquía jurídica, a la unión entre un hombre y una mujer, y no hace referencia a parejas del mismo sexo.
El senador del Movimiento Al Socialismo, Leonardo Loza, declaró a la prensa que van “a evaluar” la determinación del Sereci, y advirtió que “si cualquier norma es contraria a la Constitución, es inconstitucional y si alguna norma no está de acuerdo a la Constitución, no va”.
Por su parte, el ex presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, coincidió en la inconstitucionalidad de la resolución y pidió a los asambleístas activar una Acción de Inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
“Alguien tiene que ser el valiente que arroje la piedra, espero que sean los nuevos parlamentarios que están en funciones ahora”, dijo a la prensa.
En 2017 los obispos recordaron que “en Bolivia, de acuerdo a la Constitución Política del Estado (...), el matrimonio sigue celebrándose entre un varón y una mujer”.
Asimismo, agregaron que el matrimonio tiene su sustento legal en la Constitución “basándose en los efectos que produce para el bien común y para la educación de los hijos” por lo que “la posición cristiana, no es discriminatoria, sino que está basada en el derecho constitucional boliviano y en sólidas razones de derecho”.

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