LA NUEVA OLA DE COVID-19 AVANZA A PASOS AGIGANTADOS EN BOLIVIA
Bolivia
pasó de registrar 50 casos diarios a contabilizar 621 nuevos contagios por día
en dos semanas. En diálogo con Sputnik, el médico cubano residente en
Cochabamba Javier Leyva contó cómo logró superar la primera ola de COVID-19
durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez y advirtió qué recaudos habría que
tomar para no repetir la experiencia.
El rebrote de COVID-19 que se registra en Bolivia desde
hace 10 días avanza a pasos agigantados. A pesar de que los especialistas en
salud son cautos al momento de reconocer si el país vive o no una segunda
ola, son elocuentes los números de contagios que crecen día tras día. Para
Javier Leyva Góngora, médico cubano que vive en Cochabamba, el talón de Aquiles
de la atención sanitaria boliviana está en el déficit de pruebas de coronavirus entre la población.
"Creo
que hay un poco de descuido en la población. Hubo preocupación en un momento,
pero se ha vuelto a descuidar la gente. Mucho andan sin barbijo, sin uso de
alcohol, no respetan la distancia", evidenció el doctor. "Esto es
porque las pruebas dan un número de contagios que no es real",
agregó.
La
nueva ola, que afecta con más dureza a las ciudades de Santa Cruz y La Paz,
ya causó que se ocuparan todas las camas de terapia
intensiva en varios hospitales.
Si
bien la noticia de la aprobación de varios tipos de vacunas trajo alivio a gran
parte de la población mundial, en Bolivia aún no se puede bajar la guardia en
cuanto a los cuidados a tomar frente a la pandemia, ya que las primeras vacunas
anti-COVID-19 para sus 11 millones de habitantes llegarían en el primer trimestre de 2021.
Bolivia
cuenta con más 150.000 casos positivos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado. Pero la cifra
verdadera sería mayor. Leyva consideró que el subregistro de casos en
el país es evidente, "incluso con el número de fallecidos, sobre lo cual
aún no hay una información correcta. Es una realidad que ha atacado a muchos
países de América, que aquí en Bolivia también hemos tenido".
Hasta
el último registro del Ministerio de Salud, del 21 de diciembre de 2020, el
país acumulaba 9.043 fallecidos por causa del COVID-19.
La
percepción de que la población se relajó frente a la pandemia es compartida por
la Alcaldía de Cochabamba, según la cual el 70% se olvidó de usar mascarilla o rociarse con alcohol las manos. Ni
hablar de la distancia social, que quedó en el pasado en los mercados,
donde las compras navideñas al parecer no permiten reflexionar sobre el cuidado
de la salud.
"Es
un problema muy grande. El estamento de salud pública ha estado constantemente
alertando sobre la gravedad de dar rienda suelta a las reuniones en grupo, la
acumulación de personas", dijo el médico cubano. Pero no dejó de lado que
también "existe presión de parte del aparato productivo y de la misma
sociedad" para continuar con la vida habitual, haciendo de cuenta que
nunca existió el coronavirus.
"Como
dice el Ministerio de Salud, el número de casos en los próximos días va a subir
de forma exponencial", advirtió Leyva. "Al removerse las medidas de
cuarentena, al estar las personas en los mercados, estadios, fiestas, los
contagios van a subir de forma increíble", agregó el doctor.
"Creo
que la población tiene que recapacitar y aconsejarse. Todavía es muy temprano
para decir que el virus ha pasado", reflexionó.
El
fútbol muestra la realidad
El
sábado 19 de diciembre, en la ciudad de La Paz se jugó el clásico Bolívar - The
Strongest con 6.000 espectadores. El Servicio Departamental de Salud (SEDES)
local realizó 800 pruebas
rápidas de COVID-19. Y 137 dieron positivo. La semana anterior, en Cochabamba
jugaron el Wilstermann contra Aurora. El SEDES volvió a hacer test al azar
entre 80 espectadores, de los cuales 10 demostraron que tenían coronavirus.
En
dos semanas, Bolivia pasó de tener un promedio de 50 casos diarios a 621, como midió el sábado 19 de diciembre. La mitad de los
casos se dan en Santa Cruz de la Sierra. Y el 25% en La Paz.
Ante
este panorama, el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de
Cochabamba se reunió de emergencia la tarde del 22 de diciembre. Determinó que
la Policía Nacional y el Ejército se encargarán de controlar que la
población no circule más allá del horario permitido, a las 23 horas. Además
decidieron suspender todas las fiestas de fin de año en la región
metropolitana, donde vive aproximadamente un millón de personas.
¿La
solución será dictar el encierro obligatorio de toda la población, como hizo el pasado Gobierno de
Jeanine Áñez (2019-2020) entre marzo y septiembre? "A esta
altura, realmente sería muy difícil volver a asimilar una cuarentena rígida
como se tuvo en un principio. Pero sí hay que instaurar una cuarentena
responsable", sostuvo Leyva, quien estudió medicina en el Instituto
Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
"Se
debe limitar el número de personas en reuniones, el número de personas
acumuladas en lugares públicos. Se debe volver a salir por número de carnet de
identidad, que dio muy buen resultado", opinó el galeno caribeño.
"Acá
mucho se usa el transporte público, donde hay un riesgo muy grande de
infección. Creo que se debería limitar el número de personas que van por flota.
Por ejemplo, me tocó hace poco viajar a La Paz y la flota (el bus) claro que
iba llena, ¡increíble! Así es muy difícil asumir medidas de bioseguridad",
expresó Leyva.
El
temor ante la nueva cepa
En
los últimos días es noticia mundial el descubrimiento de una nueva cepa de COVID-19 en Inglaterra,
la cual sería un 70% más contagiosa que la habitual. Ante esta novedad, decenas
de países determinaron no permitir la entrada de más ciudadanos procedentes de
esa isla europea.
En
Bolivia no hay vuelos directos a Inglaterra. La única forma de llegar
requeriría pasar primero por Lima, en Perú, y Madrid, en España. Pero para
ahorrarse complicaciones, el Gobierno de Luis Arce decidió prohibir el arribo de vuelos procedentes de Europa hasta el 8 de enero de 2021. En esa fecha se evaluará
la pertinencia de continuar con esta medida.
Esta
nueva cepa ¿es realmente tan peligrosa como dicen? "A esta altura, que uno
ha visto realmente las complicaciones del COVID, es mejor ni pensar en no
preocuparse", consideró Leyva, quien atendió a muchos enfermos, entre
ellos varios de sus compañeros médicos, incluso su suegro cochabambino (que
felizmente se sanó).
"Los
casos de COVID son bien complicados. He visto personas jóvenes que quedaron con
un pulmón prácticamente deshecho, es algo bien preocupante", contó.
La
expulsión
Leyva,
como médico cubano, tuvo que presenciar la expulsión de la Brigada Médica integrada
por más 700 profesionales de la salud cubanos, que trabajaba en Bolivia desde
el primer Gobierno de Evo Morales (2006-2019).
Como
parte del convenio firmado entre los presidentes Evo Morales y Fidel Castro,
más de 5.000 bolivianos tuvieron oportunidad de estudiar Medicina en Cuba. Así
fue que el doctor Leyva conoció a quien sería su esposa, Raquel, amor por el
cual decidió mudarse a Bolivia.
Para
Leyva, la expulsión de los médicos cubanos es parte de una
estrategia continental. "Es un problema político. Ha habido una estrategia
trazada hace dos años por Departamento de Estado del presidente Donald Trump,
de ir desprestigiando la labor de las brigadas médicas cubanas en varias partes
del mundo", explicó el doctor.
"Como
consecuencia, varios países han terminado su colaboración con Cuba, como es el
caso de Brasil, Ecuador, Bolivia. Generalmente, son países donde la derecha ha
podido volver al poder y ha estigmatizado la presencia de brigadas médicas
cubanas", comentó.
"Pero
es un tema infundado. Porque en la pandemia hemos visto a países del primer
mundo pidiendo presencia de brigadas médicas cubanas, así como estuvieron en Andorra y en Italia", afirmó el médico.
De
todas maneras, para el doctor Leyva es poco probable que el Gobierno de Luis
Arce vuelva a traer una brigada médica, a pesar de que —según él— la población
en áreas rurales y barrios periféricos reclaman su regreso. (https://bit.ly/2KQA2ju)
EL GOLPE QUE
PREPARA EL SOCIALISMO AL SISTEMA DE PENSIONES EN BOLIVIA
La Gaceta de
Argentina (https://bit.ly/2WLuFop)
Entre
todas las medidas cosméticas, aisladas e improvisadas que viene implementando
el nuevo gobierno del MAS en Bolivia, circula por las redes lo que parece ser
el borrador de un nuevo proyecto de ley orientado a permitir el retiro anticipado de un 15% de los aportes a las
Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), para quienes tengan un
saldo acumulado inferior a los Bs. 100.000 ($14.400).
Son
varios los estigmas generados alrededor de los objetivos de las AFP, así como
de los mitos alrededor de los beneficios que tendrían los retiros anticipados
para encarar la crisis económica.
Los
sistemas de pensiones datan desde que Otto von Bismarck implementó uno por
primera vez en la Alemania de los 1880, fundamentalmente para detener el
acelerado proceso de emigración de los alemanes hacia EEUU de aquel entonces, y
fue diseñado para generar una pensión a las personas cuando se retiran del
ámbito laboral. En el caso de las mujeres, la pensión sería alrededor de los 60
años y en el caso de los hombres a los 65.
Sin
embargo, el diseño del sistema de pensiones de Bismarck, si bien estaba pensado
para sostenerse a largo plazo, y a pesar de que sigue existiendo en la gran
mayoría de países alrededor del mundo, eventualmente terminó quebrando allí donde se lo aplicó. Este es
el sistema mejor conocido como “de reparto”, donde los trabajadores activos
realizan un aporte considerado como solidario –pero que, en realidad, es
obligatorio– a un fondo con el que se financian las pensiones y jubilaciones de
los trabajadores que ya están retirados.
Uno
de los problemas más grandes del sistema –que es el que se tiene en la gran
mayoría de países alrededor del mundo– es que pretende solucionar problemas de corto plazo con financiamiento de
largo plazo. Esta es una medida típicamente populista porque, en
apariencia, los problemas más
urgentes están solucionados, aunque si acaso se advierte que las consecuencias
de dicha política en el largo plazo recaerá de manera considerablemente más
agravada sobre las siguientes dos o tres generaciones, la solución ya no es de
la actual.
De
igual forma, el problema práctico fundamental de este sistema es que si la
cantidad de jubilados es mayor que la de los aportantes –como sucede ahora
sobre todo en Europa- tarde o temprano colapsa.
El
escenario se complica todavía más cuando –para tratar de evitar el colapso del
sistema– los gobernantes pretenden
postergar las soluciones, que implican un costo político de corto plazo muy
alto. En cambio, siguen acudiendo a recursos económicos adicionales
mediante incrementos permanentes de la deuda, impuestos o devaluación.
Con
todo esto en mente, en el Chile de principios de los años 80 se creó un sistema
alternativo: el sistema de
capitalización individual. Este sistema consiste en que cada
trabajador hace un aporte obligatorio de aproximadamente un 10% de su sueldo a
una cuenta propia y para su jubilación futura.
En
tanto el trabajador no se haya jubilado, esos aportes forman parte de un fondo
privado administrado por gestoras idealmente independientes del poder político,
que cumplen con el mandato explícito de invertir dichos aportes para así
generar rentabilidades futuras a cambio de una comisión.
Queda
claro que tanto el sistema de pensiones de reparto como el de capitalización
individual, no fueron creados como un fondo de emergencia, sino como un fondo
de pensiones a largo plazo.
Actualmente
ambos sistemas de pensiones están en crisis alrededor del mundo, pero hay que
dejar muy claramente establecido que no lo están por las mismas causas.
El
primero, el de reparto, está no sólo en crisis sino inherentemente en
bancarrota. Y el segundo, el de capitalización individual, está en crisis por el acoso político de sus
detractores, que son, a su vez, acérrimos defensores del primer sistema.
En
el caso de Chile, el proyecto del retiro anticipado de los aportes no es nuevo,
sino que data de mucho antes de la crisis de la pandemia y las cuarentenas,
pues con argumentos de que la rentabilidad los aportes de las Administradoras
de Fondos de Pensión son demasiado bajos (10% anual promedio desde su
creación), lo que en realidad se
pretende es atacar el corazón del modelo de libertad económica diseñado y
establecido entre los años 70 y 80.
Este
modelo de libre emprendimiento en Chile, sin duda alguna, representa el mayor
éxito económico en la historia de América Latina, y se constituyó así en el
camino a seguir para el resto de la región luego de que logró reducir la pobreza de un 68% en 1990 a 8,6% en 2017, y
que la pobreza extrema represente hoy un 2,3% de la población, contrariamente
a lo que sucede hoy con Venezuela, por ejemplo, considerada como la antítesis
chilena, donde, entre otros varios aspectos, el PIB per cápita ha retrocedido a
niveles a los años 40, y donde se sufre una escandalosa hiperinflación del
2.049% anual (medida en bolívares de 1997).
Ahora
bien, la sola idea del retiro anticipado de los aportes, tanto en Chile como en
Bolivia y cualquier otro de los más de 30 países donde se ha implementado el
sistema de pensiones chileno total o parcialmente, es un ataque al propio sistema.
En
el corto plazo la gente pensará que mejora su situación en medio de la crisis
de la pandemia, pero no ve que a
largo plazo tendrá que incrementar sus aportes o trabajar más, para alcanzar
las pensiones que se tenía proyectadas antes del retiro de sus aportes, o que
deberá elegir un perfil de inversión de mayor riesgo como aportante.
Peor
aún, la incertidumbre es mayor si acaso el proyecto para un segundo retiro
equivalente también al 10% es aprobado pronto, pues los incentivos que las
actuales gestoras tienen para generar rentabilidades de la manera más
competitiva posible es relativamente menor o directamente se pierde.
Si
este es el caso, eventualmente podría no quedar alternativa más que la del
retorno al sistema de reparto para que determinado régimen populista decida
aplicar una política de transferencia forzosa de riqueza, hasta que el sistema vuelva a quebrar de
manera inexorable.
Si
hoy Bolivia decide copiar las desafortunadas políticas chilenas para el retiro
anticipado de aportes, sería
considerablemente más difícil sostener el mismo sistema de capitalización
individual o de AFP, pues la rentabilidad ha sido considerablemente menor en
los últimos 15 años, debido a varios factores, aunque todos, como habíamos
señalado, de índole política.
Durante
el período que comprende su creación a mediados de los 90 y principios de los
2000, cuando aparece el MAS en escena política, las rentabilidades de las AFP
fueron superiores a la rentabilidad promedio de las de la región, pero luego
cayeron hasta ubicarse apenas por encima del 1%.
¿Cómo
sucedió esto? Por tres factores fundamentales: por exceso de gasto público, por mantener un diseño desde los 90 que se
ha hecho obsoleto, y por la reducción arbitraria de las tasas de interés.
Como
Arce Catacora creía (y cree) que lo que impulsa el crecimiento es el gasto
–aunque no pueda explicar por qué desde 2013 a mayor gasto hubo mayor
desaceleración– pretendió sustituir la caída de los ingresos del gas con el
incremento de la deuda pública.
Tal
vez Arce Catacora tenía la esperanza de que sus empresas públicas serían
rentables algún día del siglo XXI, pero, en el entretanto, necesitaba nuevas
fuentes de financiamiento de manera desesperada, y lo único que quedaba eran
los recursos en el sistema bancario y financiero.
Probablemente
vio con temor que echar mano al sistema no era tan fácil (recordemos que el
problema con el software duró varios años) y que el escándalo de confiscar
(robar) esos recursos sería igualmente comparable al de los Kirchner en Argentina
en 2008. Por eso elaboró desde hace ya varios años, el proyecto de la Gestora
Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo (GPSSLP o simplemente Gestora
Pública).
El
proyecto busca retornar al sistema de reparto como mecanismo o fondo de
financiamiento confiscatorio, porque son esos fondos que administran las AFP
(aproximadamente $20.000 millones, un equivalente a casi la mitad del PIB) los
únicos que quedaban para seguir financiando el modelo de gasto del MAS, y bajo
el argumento de que el Estado administraría esos fondos mejor que las AFP.
Como
no lo logró, Arce echó mano de la antigua y obsoleta ley de fines de los 90 y
las forzó a invertir.
Pero
no solo fueron obligadas a invertir dentro del país, que ya implica mucho
riesgo, sino a hacerlo también en
activos de muy baja calidad y muy alto riesgo que Arce indujo a crear desde
2013 con la reforma del sistema financiero. Además, con la
posibilidad de intervenir directamente en las tasas de interés imponiendo un
límite máximo de liquidez en cartera del 5%.
Con
tasas de interés crediticio artificialmente baratas es difícil invertir en
activos de calidad a largo plazo, pero el sistema financiero está obligado a
hacerlo. Esto puede funcionar
durante un tiempo, pero cuanto más crece sin bases sólidas, más dura será su
inevitable caída después.
Por
ejemplo, las AFP fueron forzadas a invertir en determinados activos por debajo
del 2% a 30 años, y comprar al menos dos tercios de la última emisión de bonos
soberanos en el exterior con vencimiento en 2028. Todo esto, claro está, mucho
antes de pretender justificar dicha política en un entorno de severa crisis
como el de la pandemia del Covid-19. De ahí viene la baja rentabilidad de las
AFP, e incentivos cada vez mejores para seguir trabajando en el país.
En
Chile, en cambio, las rentabilidades no sólo fueron nada desdeñables, como
mencionamos antes, sino que además
ofrecen seguridad. Por ejemplo, durante los ataques de la izquierda
radical a fines de 2019 en Santiago de Chile, las AFP pudieron proteger los
recursos de sus aportantes invirtiéndolos en el exterior –porque allá sí
tienen la posibilidad de hacerlo– y además lograron rentabilidades
extraordinarias de entre 8,91% y 17,68%, dependiendo cuál de las 5 categorías
disponibles para invertir se observe.
Tal
vez invertir hoy mismo en el exterior no sea una posibilidad para las AFP de
Bolivia, pues a corto plazo se terminaría provocando el colapso del conjunto
del sistema bancario y financiero, debido a la falta de liquidez y pérdida
constante de Reservas Internacionales Netas en el Banco Central de Bolivia,
pero haber tenido la posibilidad de invertir los últimos diez años en renta
variable del Nasdaq y empresas mineras del S&P 500, la repatriación forzosa
habría mucho más difícil de llevar a cabo durante 2020, habiendo alcanzado
máximos históricos.
Efectivamente, no existe el sistema de pensiones
perfecto. De hecho, el sistema de capitalización individual de las AFP, tanto
chileno como boliviano, necesita una reforma estructural que supere las
limitaciones que hoy tiene su diseño, porque data de finales de los años 90, y
lo que el mundo ofrece en cuanto a clases de activos o derivados financieros es
radicalmente más rico que hace 25 años.
Y
por si fuera poco, si Bolivia retorna al sistema de reparto, no sólo tendrá que
preguntarse a quién confiscar y beneficiar primero, sino además preguntarse si
está dispuesta a ver nuevos casos como el de Dante Escobar
Plata y FOCSSAP.
¿Bolivia
echará mano del inicialmente exitoso modelo de las AFP como mecanismo
confiscatorio de financiamiento, como ha pretendido durante años? Esperemos que
aquel proyecto que está dando vueltas no pase de la versión de borrador o
simple ensayo, por el bien no sólo del sistema bancario y financiero del país,
sino por el bienestar de largo plazo de una cantidad cada vez mayor de los
ciudadanos que hacen el esfuerzo de trabajar en un sector formal cada vez más
acosado por el intervencionismo del Estado.
POR LA CAÍDA
DE LA PRODUCCIÓN DE BOLIVIA PODRÍA VOLVER EL BUQUE REGASIFICADOR
Se conocieron más detalles de la renegociación del contrato de
importación que lleva adelante Nación. Ante
la menor disponibilidad de gas para el invierno entrante se diluye como una
gran opción traer gas desde Chile.
Río Negro de
Argentina (https://bit.ly/34GowhY)
La
tercera reunión del equipo nacional que está a cargo de renegociar el contrato de
importación de gas de Bolivia dejó muy malas noticias para el país. Desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) se advirtió que no podrán mantener el nivel de envíos que
hubo en el invierno pasado dejando al gobierno nacional a un paso de tener que
volver a traer un segundo buque regasificador para poder cubrir la
demanda del próximo invierno.
Fuentes
al tanto de las negociaciones que se dan aceleradamente ante el vencimiento de
la actual adenda del contrato, el próximo 31 de diciembre, revelaron que desde la firma nacional boliviana se adelantó
que están frente a un fuerte declino o caída en su producción.
“Desde YPFB lo que están diciendo es que
pueden garantizar un nivel de envíos a Argentina de solo entre 13 y 14 millones
cúbicos por día, y con mucha suerte 15 millones, lo cual es una gran diferencia
con los envíos que realizaron este invierno que llegaron a los 20 millones de
metros cúbicos diarios en pleno invierno”, contaron fuentes del gobierno
a Energía On.
Si
bien la diferencia pareciera no ser sustancial ya que se trata de entre 5 y 7
millones de metros cúbicos por día, sí es considerable si se tiene en cuenta que para este invierno se espera
una caída en la producción nacional.
El
recientemente lanzado Plan Gas.Ar
o Plan Gas 4 apunta de lleno a frenar esta caída en la producción
nacional, pero en este primer año su impacto será moderado por la cantidad de
meses que se necesitan para que se vean los resultados de los trabajos puestos
en marcha por las empresas.
El
escenario que se plantea es que, en el mejor de los casos, las empresas cumplirán con las pautas
comprometidas en el programa que es de 70 millones de metros cúbicos diarios
que se elevan a un total de 100 ya que las ofertas no pueden
superar el 70% de la producción total de las compañías.
A esos 100 millones de metros cúbicos diarios se
sumará la capacidad de regasificación que tiene el buque que opera en Escobar
que puede alcanzar un máximo de 23 millones de metros cúbicos y los 13 a 15
millones que podrá aportar Bolivia haciendo una masa total de gas entre 136 a
138 millones de metros cúbicos diarios.
Pero
en los meses de mayor frío como son mayo, junio y julio, el consumo nacional se
dispara por encima de los 145 millones de metros cúbicos diarios, por lo
cual habría un faltante de entre 8
y 11 millones de metros cúbicos.
El
secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, reveló días atrás a Energía On que están analizando
importar gas desde Chile, revirtiendo para ello uno de los gasoductos
que hoy se utilizan para la exportación.
Sin
embargo, con este cálculo
actualizado a los valores que desde YPFB se podrían aportar esa opción ahora se
diluye, ya que a través del gasoducto Gas Andes, no son más de 4,5 millones de
metros cúbicos los que podrían ingresar al país.
Con
estos valores desde el gobierno están al tanto de que las opciones son
pocas: se podrá recurrir a la
utilización de combustibles líquidos que son mucho más costosos que el gas
natural, o bien a volver a traer un segundo buque regasificador al país.
“No descartamos volver a traer un segundo
buque regasificador porque aún con el costo de traerlo, el GNL es
mucho más barato que los combustibles líquidos”, contaron desde Nación bajo
reserva.
La
opción de hacer regresar un barco similar al que dejó el país en 2018 se allanó
hace un par de meses cuando el barco fábrica que YPF había alquilado para
exportar el gas de Vaca Muerta dejó el país, liberando el muelle que posee en
Ingeniero White la Compañía Mega, que está preparado para la conexión con los
gasoductos troncales del país.
Mientras
tanto, las negociaciones por el contratos de importación de Bolivia continúan y
si bien desde el gobierno nacional ya se van despidiendo de la idea de pedirle
a Bolivia una inyección de 20 millones de metros cúbicos por día para los meses
de invierno, también se reveló que
en los próximos días podría haber una resolución.
“A
nosotros, a Argentina, no nos
conviene extender la actual adenda porque es perjudicial para el país, por lo
cual en cuestión de días esperamos cerrar una nueva adenda en la que se revea
el tema del precio que vamos a pagar o bien se caerá la adenda y volveremos al
contrato original que es mejor para nosotros”, detallaron desde el
gobierno.
"POR LA
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO Y CON EVO"
Página 12 de
Argentina (https://bit.ly/37GdLOw)
"En
Educación, uno de los temas más importantes es el de los valores, y la
solidaridad sobresale entre ellos, por ser un valor fundamental en la
convivencia de los pueblos". Estas palabras se leen en el diploma que
acaba de recibir el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores
de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, de manos del ex
presidente de Bolivia Evo Morales. La distinción, otorgada por la Universidad
Mayor de San Simón fue en reconocimiento "por haber recibido y protegido a
lxs compañerxs perseguidxs por la dictadura de Jeanine Áñez".
"Tener
al hermano Evo y a otros compañeros fue un orgullo como organización y lo
volveríamos a hacer", dijo el también titular de la Central de
Trabajadores Argentinos bonaerense y remarcó que "el sindicato y la
Argentina es la casa de Evo". Baradel le agradeció al ex presidente
derrocado hace un año por haber seguido luchando y "habernos
permitido disfrutar de esta bocanada de aire fresco para toda Latinoamérica que
fue el triunfo de Luis Arce y David Choquehuanca".
Morales
fue destituído hace un año por la entente encabezada por Añez. El gobierno
argentino le dio asilo y apoyó el regreso al poder del MAS que se impuso en las
elecciones presidenciales. La fórmula Arce-Choquehuanca obtuvo el 55 por ciento
de los votos. El 8 de anoviembre asumieron las nuevas autoridades y Evo Morales
regresó a su país.
BOLIVIA, UN
AÑO DE IDA Y VUELTA PARA EVO MORALES Y EL MAS
El País de
Costa Rica (https://bit.ly/3phZg9E)
En
un año de grandes altibajos, el partido socialista de Evo Morales comenzó 2020
hundido en su peor derrota y lo concluye renacido, de vuelta en el poder.
La
‘transición’ instaurada en noviembre de 2019 por el golpe de Estado contra
Morales interrumpió el ciclo democrático más largo de la historia de Bolivia,
iniciado en 1982 tras una ola de dictaduras militares y mantenido aún en medio
de protestas y crisis.
Echar
a Morales del poder, o no permitir que se prorrogue por otros cinco años, era
la consigna de plataformas ciudadanas, comités cívicos, partidos y activistas
de derecha, y finalmente policías y militares que confluyeron en las protestas
tras las elecciones de octubre de 2019, ganadas por el líder indígena.
Pero
pronto se reveló que la ambición mayor de los conservadores en el poder, y los
que alentaron o apoyaron el derribo del primer presidente ‘originario’ del
país, era acabar con el ‘proceso de cambio’ iniciado en 2006 y borrar toda
huella del caído y de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Cambios
de planes
Bolivia
comenzó entonces el 2020, por primera vez después de 37 años de tensa
democracia, regida por un Gobierno no surgido directamente del voto popular ni
de una sucesión regular, sino de la autoproclamación de la presidenta Jeanine
Áñez como jefa transitoria del Estado hasta las elecciones, previstas en un
plazo de 90 días.
Áñez
llevaba ya más de dos meses en el poder cuando el Parlamento, todavía aturdido
como todo el masismo, aceptó formalmente el 21 de enero la renuncia de Morales
y su vicepresidente Álvaro García.
El
fin anticipado de la era Morales fue el primero de varios cambios impensados
del escenario político principal, que desparramaron incertidumbre durante gran
parte del 2020 hasta que casi todo pareció volver al principio, con el MAS
vencedor de nuevo en las urnas y reinstalado en el poder.
La
instalación de facto del Gobierno transitorio se apartó de las leyes probablemente
tanto como la convocatoria a nuevas elecciones, publicada al comenzar enero
fijando los comicios para el 3 de mayo, es decir en un plazo que era casi el
doble de los 90 días de transición fijados por la Constitución.
Áñez
cambió también sus intenciones a fines de enero, dejando de lado su promesa de
ser solo presidenta transitoria hacia la democracia, para convertirse además en
candidata.
Desde
su doble función de gobernante y candidata, Áñez terminó mostrando sin disimulo
el propósito de cerrar el ciclo de gobierno masista, al que llamó directamente
«dictadura», y aniquilar políticamente a sus líderes, militantes y
simpatizantes.
La
pandemia provocada por el nuevo coronavirus trajo contagios, muertes,
confinamiento y parálisis económica, que configuraron el argumento que
aprovechó Áñez para prolongar aún más la transición con sucesivos aplazamientos
electorales hasta que una movilización popular, que dio aire al MAS, impuso el
18 de octubre como fecha final.
Áñez,
en nuevo cambio de planes, renunció a su candidatura un mes antes de los
comicios, llamando a una unidad anti-MAS que no había logrado forjar durante su
gestión, como tampoco pudo impedir la participación electoral del partido de
Morales, con Luis Arce como candidato.
La
arremetida
Morales,
su vicepresidente Álvaro García y varios de sus ministros –exiliados,
refugiados, detenidos o en paradero desconocido– comenzaron 2020 acusados por
el Gobierno transitorio de varios delitos, destacando sedición, terrorismo,
fraude electoral y mal manejo económico del Estado.
La
arremetida contra los «salvajes», como llamó Áñez a los masistas, se acentuó el
8 de enero cuando la administración transitoria anunció que, hasta 592 miembros
del Gobierno derrocado, incluidos Morales, García, ministros y viceministros,
serían procesados además por corrupción.
Ese
mismo día, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, hombre fuerte de Áñez que
había amenazado con una «cacería» de masistas, dijo que gestionaba una orden
internacional de detención contra Morales y mostró a la prensa las esposas que
le pondría al exgobernante.
El
requerido «sello rojo» contra Morales no fue aceptado por la policía
internacional Interpol, que lo consideró una persecución política, pero esto no
evitó que Murillo advirtiera que Morales sería detenido en cuanto pise suelo
boliviano.
Para
entonces, una media docena de excolaboradores de Morales llevaban ya casi dos
meses refugiados en la embajada mexicana en inútil espera de salvoconductos
para salir al exilio.
Ese
refugio se prolongó hasta después del cambio de Gobierno, en noviembre, y
cuando Morales ya había regresado como héroe de su exilio en Argentina.
El
acoso del Gobierno transitorio al MAS incluyó además una campaña de
desprestigio que presentó como desastre y despilfarro a la política económica
de crecimiento sostenido, redistribución de riqueza, grandes inversiones
públicas y disminución de la pobreza ejecutada por Morales, quien de paso fue
expuesto también como supuesto pedófilo y narcotraficante.
La
reversión
Entre
fines de octubre y principios de noviembre, la re-victoria electoral del MAS,
incluso con mayor porcentaje que la del año anterior, comenzó a poner las cosas
en los sitios en que estaban antes del golpe contra Morales.
Como
por arte de magia, Áñez aceptó el triunfo del partido al que había jurado
proscribir para siempre, Murillo y otros hombres fuertes del Gobierno
transitorio huyeron antes del cambio de administración y las banderas azules
del MAS y la multicolor wiphala de los pueblos indígenas volvieron triunfantes
a las calles.
Uno
a uno, en sucesión diaria, los juicios contra decenas de masistas iniciados por
el régimen de transición se fueron desvaneciendo, jueces y fiscales anularon
órdenes de detención e imputaciones, encontrando en los procesos muchos
defectos que no habían visto antes y dejando sin esclarecimiento incontables
dudas y denuncias contra el masismo.
Los
refugiados en la embajada mexicana volvieron a sus casas y Morales, aclamado en
una apoteósica concentración de bienvenida el 11 de noviembre en la región
cocalera de Chapare, retornó victorioso a La Paz a principios de diciembre,
poco más de un año después de su renuncia forzosa y su salida al exilio.
La
derecha, unida fugazmente en los días del golpe de Áñez pero aplastada en las
elecciones de octubre, terminaba el año sumida en su crónica división de
partidos, sin ponerse de acuerdo ni siquiera en la defensa de su actuación en
la crisis política de 2019.
El
MAS, que comenzó el año puesto casi de rodillas, terminaba volviendo a saborear
el poder y recuperado como el partido más grande y mejor organizado del país,
trabajando ya hacia las elecciones regionales de marzo próximo.
El
golpe y la transición terminaban siendo solo un paréntesis en el largo ejercicio
de poder de Evo Morales.
HISTORIA DE
DOS ELECCIONES: ESTADOS UNIDOS Y BOLIVIA
Counter
Punch de EEUU (https://bit.ly/3riQxWB)
En
las últimas semanas, Donald Trump ha sido ridiculizado, manchado de desprecio y
etiquetado repetidamente como un "mentiroso", así como una amenaza existencial
para la democracia en los Estados Unidos, por los medios de comunicación más
importantes del país. Esto es en respuesta a sus intentos de revertir los
resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y alegando, sin
evidencia, que fue robado. Todavía se aferra a estas acusaciones, pero dejará
la Casa Blanca el 20 de enero.
Pero
hace poco más de un año, se lanzó un esfuerzo similar en Bolivia, y de hecho
prevaleció. El presidente electo democráticamente del país, Evo Morales, fue
derrocado tres semanas después de la votación del 20 de octubre, antes de que
terminara su mandato. Dejó el país luego de que los militares le “pidieran” que
renunciara.
Las
similitudes son notables. Líderes de la oposición boliviana indicaron antes de
que se contaran los votos, como hizo Trump, que no aceptarían el resultado si
perdían. Al igual que Trump, no tenían pruebas de sus acusaciones de fraude
cuando se contaron los votos. Y al igual que con Trump, la falsedad de sus
cargos fue obvia desde el primer día.
Algunos
lectores pueden cuestionar la relevancia de la comparación con un país en desarrollo
cuyas instituciones democráticas tienen una historia más corta y son, en
aspectos importantes, más débiles que las del gobierno de Estados Unidos. Pero
la derecha boliviana no habría tenido éxito, donde Trump ha fracasado, si no
fuera por otra diferencia importante: la derecha boliviana tuvo una poderosa
ayuda desde fuera del país para llevar a cabo su golpe.
No
es sorprendente que parte de esta ayuda provenga de la administración Trump,
que declaró el día después del golpe que "la salida de Morales preserva la
democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano haga oír su
voz".
Una
ayuda aún más importante provino de la Organización de Estados Americanos
(OEA), que, no por casualidad, obtiene el 60 por ciento de su financiamiento de
los Estados Unidos. La OEA también cuenta actualmente con un líder, Luis
Almagro, quien en el momento de la elección de Bolivia necesitaba el apoyo de
Trump y sus gobiernos aliados de derecha en las Américas para ser reelegido
como jefe de la organización. La OEA emitió un comunicado al día siguiente de
las elecciones, expresando “profunda preocupación y sorpresa por el cambio
drástico y difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares”.
Esta
acusación resultó ser "falsa", como informaría más tarde el New York
Times; pero como señaló el Times, esta falsa acusación "cambió la historia
de la nación sudamericana". Cambió la historia porque sirvió de base
política para el golpe militar del 10 de noviembre de 2019.
Otra
similitud: ¿recuerdan cuando Trump y sus aliados republicanos decían que los
demócratas se estaban "robando" las elecciones aquí porque los votos
posteriores, en su mayoría por correo, provenían de forma abrumadora de los
demócratas? Por supuesto que esto era falso; la verdad era simplemente que más
demócratas que republicanos votaban por correo.
La
alegación de la OEA en Bolivia fue la misma: por varias razones, incluida la
geografía, los votos en las áreas pro-Morales llegaron más tarde que los de los
candidatos opositores. Esto fue obvio desde el día después de la elección
simplemente mirando las áreas de donde provenían los votos anteriores y
posteriores; todos los datos estaban en la web. Por eso, 133 economistas y
estadísticos de varios países, la mayoría de Estados Unidos, firmaron una carta
exigiendo que la OEA se retracte de sus declaraciones falsas.
Es
por eso que cuatro miembros del Congreso de los Estados Unidos preguntaron a la
OEA si alguna vez consideraron la posibilidad —que sorprendentemente no se
mencionó en otros tres informes de la OEA— de que los distritos que informaron
más tarde fueran políticamente diferentes a los anteriores.
Ha
pasado un año y la OEA aún no ha respondido.
En
octubre, el gobierno de facto, que asumió el poder después del golpe de Estado
del año pasado, celebró elecciones, después de posponerlas dos veces. Luis
Arce, ministro de Economía de Evo Morales durante 13 años, ganó por un margen
de más de 26 puntos porcentuales.
Pero
las personas asesinadas por el gobierno posterior al golpe, incluidas al menos
22 personas asesinadas en dos masacres cometidas por las fuerzas de seguridad,
no pueden volver a la vida. Las víctimas eran todas indígenas.
Como
el esfuerzo de Trump en los Estados Unidos, como se vio en el reciente intento
republicano de arrojar cientos de miles de votos desde Detroit, Michigan, donde
casi el 80 por ciento de los residentes son negros, el asalto a la democracia
en Bolivia también está vinculado a racismo.
Evo
Morales es el primer presidente indígena en un país con el mayor porcentaje de
población indígena en las Américas, quienes lo han apoyado abrumadoramente a él
ya su partido; los líderes del golpe están imbuidos de supremacistas blancos y
buscan restaurar el dominio de la élite mayoritariamente blanca que gobernaba
el país antes de que Morales fuera elegido por primera vez en 2005.
Los
representantes estadounidenses Jan Schakowsky y Jesus “Chuy” García, ambos de
Chicago, han pedido al Congreso que investigue el papel de la OEA en Bolivia
luego de las elecciones de 2019.
Esto
es de vital importancia, porque el golpe, y la violencia y la represión
política que siguió, nunca hubieran sucedido sin el papel fundamental de la
OEA. Quizás lo más importante es que la OEA tuvo un enorme impacto en los
medios de comunicación internacionales y nacionales, y muchos periodistas
creyeron erróneamente que la Misión de Observación Electoral de la OEA era
imparcial y que, por lo tanto, sus acusaciones eran ciertas.
Pero
el golpe boliviano no es la primera vez que la OEA ha abusado de su autoridad
como observador electoral, para apoyar un esfuerzo respaldado por Estados
Unidos para derrocar a un gobierno elegido democráticamente. Esto sucedió en
Haití entre 2000 y 2004. Y también en Haití, la OEA hizo en 2011 algo que
quizás ningún observador electoral había hecho: revirtieron los resultados de
una elección presidencial de primera vuelta, sin ni siquiera un recuento o un
análisis estadístico.
La
OEA y su liderazgo deben rendir cuentas, o estos crímenes seguirán sucediendo.
CHOQUEHUANCA:
«LA DEMOCRACIA SÓLO PUEDE PROVENIR DEL PROPIO PUEBLO»
Radio Bayamo
de Cuba (https://bit.ly/3aC00SU)
El
vicepresidente David Choquehuanca afirmó el lunes por la noche que «la
democracia sólo puede provenir del propio pueblo», para liberar, ayudar y
proteger la vida e instó a la población a descolonizar y despatriarcalizar el
pensamiento para lograr ese cometido.
La
autoridad realizó esa afirmación en la primera jornada del Ciclo de
Conferencias Magistrales denominado «Pensando el Mundo desde la Vida», que se
realiza en el auditorio del Banco Central de Bolivia (BCB), en La Paz.
«La
democracia sólo puede provenir del propio pueblo; el gobierno del pueblo para
el pueblo no es un gobierno que domina, sino es un gobierno que libera; no es
un gobierno que abusa, sino es un gobierno que ayuda; no es un gobierno que
mata, sino un poder que protege la vida», afirmó.
El
Vicepresidente indígena aseguró que, para ese objetivo, que debe ser compartido
con el mundo, se debe descolonizar y despatriarcalizar el pensamiento humano y
recuperar la «verdadera democracia» y el camino de la verdad o «Qhapaq Ñan», en
el marco del proceso de cambio.
«Descolonizarnos
es recuperar nuestras raíces y limpiar los caminos para reencontrarnos
nuevamente», agregó.
En
ese sentido, destacó el valor del pueblo boliviano que recientemente recuperó
su democracia gracias a movilizaciones autoconvocadas «desde abajo, desde
nuestras casas y barrios humildemente», de un régimen autoritario que -en su
juicio- pretendió «apagar nuestro ajayu y ahogar nuestra qamasa».
«Es
hora de sacudirnos, aprender de nuestros errores y volver a los principios y
valores con los que nació nuestro instrumento político y Proceso de Cambio»,
dijo.
INTENTARON
CRUZAR A BOLIVIA CON 100 MIL DÓLARES Y FUERON DETENIDOS
_EL TRIBUNO
DE ARGENTINA_
Dos
personas que llevaban 100 mil dólares en mochilas fueron detenidas al intentar
cruzar a pie por un paso no habilitado hacia el Estado Plurinacional de
Bolivia.
El
operativo se realizó ayer a cargo de una patrulla motorizada dependiente de la
Sección Núcleo del Escuadrón 21 “La Quiaca” sobre el sector denominado “Playa
Laime”, en la zona fronteriza con el territorio boliviano.
Según
informaron, los ciudadanos eran de nacionalidad argentina y luego fueron
trasladaron a los mismos hasta la Unidad de la Fuerza.
Intervinieron
en el hecho, la Fiscalía Federal N° 2 de Jujuy y la Aduana de la ciudad de la
Quiaca, quedando incautado el dinero en efectivo y ambos involucrados en
libertad supeditados a una causa enmarcada en el Código Aduanero.
https://bit.ly/2KkOMHN
¿UN CUENTO
DE NUNCA ACABAR? PARLASUR INVESTIGA ELECCIONES ANULADAS EN BOLIVIA
Intra
American News de EEUU (https://bit.ly/2JdtAmi)
El
escenario político de Bolivia continúa
“acontecido” pese a las elecciones generales celebradas el pasado 18 de octubre
en las que, sin ningún tipo de altercado o dudas sobre los resultados, resultó
vencedor Luis Arce, delfín del expresidente Evo Morales y representante del
partido Movimiento Al Socialismo (MAS). En esta oportunidad, el Parlamento
del Mercosur (Parlasur) reveló que investigará las
conclusiones de un informe de
la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre?las elecciones de
2019 anuladas en el país suramericano.
“Lo
que queremos saber es qué había, qué contenía ese informe de la OEA que hacía
pensar que había indicios de irregularidad, porque con ese informe se basó para
finalmente producir un golpe de Estado en Bolivia, así lo determina
el Parlasur”, afirmó su presidente, el argentino Oscar Laborde, según AFP. El legislador
del Parlasur, citado por la agencia gubernamental de noticias ABI, agregó
que “queremos saber si hubo algún indicio, prueba o no, o simplemente fue un
accionar político, esa es la intención de la investigación”.
ABI,
que reprodujo una entrevista del argentino con el canal estatal de televisión,
no precisó cómo ni cuándo comenzará la investigación. La OEA difundió en
noviembre de 2019 un informe preliminar sobre los comicios del 20 de octubre de
ese año y que la oposición denunció como fraudulentas en favor de Morales, en
el poder desde 2006 y con la meta de se reelegido para seguir hasta
2025. En ese informe parcial, la OEA estableció que en esas elecciones
bolivianas “se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta
indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de
los resultados de la elección”.
Ese
proceso electoral fue anulado y Bolivia volvió un año después a nuevas
elecciones, las que fueron ganadas por el actual presidente Luis Arce, delfín
de Morales. La misma OEA presentó en diciembre de 2019 un informe final,
en el que dijo que un “equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de
los comicios”. Morales negó la validez de ese informe y acusó al
secretario General de la OEA, Luis Almagro, de ser parte de un “golpe de
Estado” contra su administración.
El
primer informe del organismo regional se conoció en medio de violentas
protestas en toda Bolivia contra el gobierno de Morales. La Policía se amotinó
y las Fuerzas Armadas le sugirieron dimitir. Morales renunció el 10 de
noviembre de 2019 y salió exiliado hacia México. Un mes después se refugió en
Argentina, desde donde volvió a Bolivia, tras la asunción a la presidencia de
Arce, el 8 de noviembre de este año.
DE MUJERES
AL PODER A MUJERES EN EL PODER: ABRAN PASO PORQUE ELLAS LLEGARON PARA QUEDARSE
La llegada de las mujeres al poder ya no es un récord recién batido, sino
una realidad que empieza a instalarse masivamente en nuestra vida pública. En
los meses recientes, los rostros femeninos se han multiplicado en roles
relevantes para la sociedad
YAHOO NOTICIAS DE ESPAÑA (https://bit.ly/37Ia3Uw)
En
tiempos de crisis los grupos más vulnerables suelen ser los más vulnerados. Los
pobres los que más se empobrecen, las mujeres las más violentadas, las minorías
las más vejadas. Y en esta pandemia no fue distinto: los que más padecen fueron los marginados, la
gente de menos recursos, la población discriminada.
Pero
ha habido una excepción que no es gratuita. Además de los padeceres (que los
hubo, algunas cifras indican que la violencia de género se disparó con el
confinamiento), las mujeres han
brillado en muchos campos en este tiempo tan oscuro. En todos los ámbitos,
pandemia incluida, y a nivel mundial.
Es
un secreto a voces que las naciones donde la mortalidad, los contagios y los
daños del virus estuvieron mejor controlados fueron naciones presididas por
mujeres. Es el caso de Nueva Zelanda, presidida por la notable Jacinda Ardern,
del partido laborista. Ardern ya había sido mundialmente elogiada por su
respuesta a los ataques terroristas que sufrió la isla del Pacífico en el año
2019, y ahora logró que su país fuese
el primero en haberse declarado libre de Covid-19 en la primera gran ola
mundial.
Logros
y elogios respecto a la pandemia se han llevado también otras mandatarias como
Angela Merkel, en Alemania; Mette Frederiksen, en Dinamarca; Sanna Marin, en
Finlandia; Katrín Jakobsdóttir, de Islandia; Erna Solberg, de Noruega y Tsai
Ing-weng, en Taiwán. Todas eficaces y conductoras de modelos que controlaron la pandemia con
resultados mucho mejores que el promedio del resto del mundo.
Las
mujeres son y han sido bastante más que política, pero en ese rubro empiezan a
hacer huella. Este año, Jeanine Añez Chávez fungió en Bolivia como Presidenta
Interina y condujo a su país a través de una delicada e inestable situación
política, que se produjo luego que Evo Morales intentara secuestrar la voluntad
del electorado en una elecciones presidenciales -ya ilegales- que iba
perdiendo. Añez contuvo a la
nación y sus instituciones y les dirigió hasta un nuevo comicio presidencial
que devolvió la calma a la población.
Y
por si fuera poco, este año los estadounidenses eligieron a la primera
vicepresidenta mujer, que además es afroamericana, con raíces indias y
jamaiquinas. Kamala Harris es una
abogada con una larga y brillante carrera en las instituciones californianas y
en el partido demócrata.
Al
bate
La
presencia de las mujeres en el poder es cada vez más gruesa, tanto
cuantitativamente como en relevancia, gracias a la lucha de muchas décadas para
que las sociedades bajaran el volumen a sus prejuicios y cada mujer ocupara el
puesto que se propusiera como cualquier otro individuo. Ha sido largo el
camino, lo que sí parece es que no
tiene fin.
Se
puede sentir en muchos ámbitos. En los deportes, en las empresas, en la
cultura, en la innovación, en emprendimientos. Una de las más recientes y
gratas sorpresas de este tipo tuvo lugar en el béisbol. Hace pocas semanas fue
nombrada por primera vez en la historia una mujer como gerente general de un equipo de las grandes ligas.
Estas
son organizaciones que manejan fortunas, tienen una estructura de empleados
complejas, numerosas y diversas, y toman decisiones multidimensionales:
involucran negocios, estrategias, conocimiento deportivo y mucha ambición.
Kim
Ng trabaja en la gran carpa desde 1991, cuando fue contratada por los Medias
Blancas, al egresar de la Universidad de Chicago. Ha tenido una carrera emergente y ahora es una ejecutiva en la que están
sembradas muchas esperanzas de los Miami Marlins, un tinglado que
renace gracias a la adquisición y dedicación de su CEO y miembro del Salón de
la Fama, Derek Jeter.
Mujeres
que cuentan
La
preponderancia de las mujeres llega también al periodismo, a los medios y al
storytelling, terrenos todos en los que brillan desde hace mucho, pero ahora
tienen, además, poder.
Mónica
Richardson, una periodista de excelsa experiencia, acaba de ser nombrada
la primera mujer directora del
diario Miami Herald, que forma parte de uno de los conglomerados
más importantes de publicaciones en Estados Unidos, y cuyo diario ejerce una
influencia que excede las fronteras del sur de Florida.
Y
si de lenguaje se trata, este año
el Premio Nobel de Literatura fue otorgado a Lousie Gluck, poeta
norteamericana de extensa obra, con títulos como El triunfo de Aquiles,
Firstborn, y El Iris Salvaje. Neoyorkina, es egresada de la Universidad de
Columbia y ya había recibido el Premio Pulitzer. Con el Nobel, su valiosa obra
ha de universalizarse.
Donde
están más hot que nunca las mujeres es en el cine. Directoras
que antes eran una rareza como Sofía Coppola o Kathrym Biggelow, ahora no son
solo quienes dan la hora, sino que han dado paso a toda una nueva generación de
directoras que son aclamadas en el
mundo.
Es
el caso, sólo por nombrar algunas, de Anabel Rodríguez, directora de Erase una
vez en Venezuela, un documental que recorre el mundo ganando premios y
festivales; la británica Phillyda Lloyd, directora de Herself; la georgiana Dea
Kulumbuvegashvili, directora de la premiada Begginning, o la estadounidense
Eliza Hittman, guionista y directora de Never, rarely, sometimes, always,
favorita temprana de los Oscars.
Las
mujeres nos cuentan también la política al desnudo: fue Lesley Stahl, la
veterana periodista de CBS y una de las conductoras del legendario show de
investigación 60 minutes, quien entrevistó al Presidente Donald Trump y con
elegancia pero sin filtros cuestionó sus políticas y declaraciones hasta que el
mandatario se paró del estudio sin poder contestar sus interrogantes.
Una
conquista que apenas comienza
Los
logros recientes de las mujeres son tan numerosos ya que es ridículo tratar de
mencionarlos todos en un artículo. Sus posiciones de poder y su influencia
tiene mucho espacio por hacerse aún en todos los terrenos, pero se ha hecho tan
abundante ya su presencia que es
inabarcable.
Algunas
problemáticas como la diferencia de salarios y su proporcionalidad persisten en
muchos ámbitos, pero el camino
recorrido parece irreversible y, por el contrario, creciente.
Incluso
en culturas no occidentales, donde las desigualdades son mucho más agudas, hay
una conciencia de género que era impensable hace décadas atrás. Y la violencia presente en algunas naciones de
Occidente ha dejado de ser una cuestión normalizada en la panorámica social y
se ha convertido en un foco sin descanso de movimientos, instituciones y
gobiernos.
Hay
coyunturas significativas en las que las mujeres están incluso enmendando las
terribles consecuencias de una cultura liderada desde siempre por hombres. Es
el caso, por ejemplo, de Michelle
Bachelet, ex presidenta de Chile, activista y torturada por la dictadura de
Augusto Pinochet, que ahora se desenvuelve como Comisionada de la ONU para los
Derechos Humanos, quien ha levantado un informe con los crímenes de
lesa humanidad que ha cometido la dictadura de Nicolás Maduro, Con este informe,
el dictador y sus aliados podrán ser procesados internacionalmente por sus
crímenes cometidos y así detenerse el terrible e impune secuestro que ha traído
a Venezuela y los venezolanos esta tiranía que ha dejado cientos de miles de
muertos, millones de refugiados y problemas graves de desnutrición, tortuta y
ausencia general de libertades.
Las
estadísticas de los organismos multilaterales siguen abundando en números tan
impactantes como importantes en cuanto a mortalidad de embarazadas,
feminicidios y discriminación de género, injusticias todas que siguen siendo
inaceptables, pero que ya son parte de un target general de luchas por seguir
dando y revirtiendo.
Pero
en otros escenarios, las mujeres ya derrochan abundantemente su esplendor en
posiciones de poder como nunca antes. Y esto es solo el inicio. No cabe sino
esperar, e imaginar en el camino, cómo será un mundo con mucha más participación femenina en el poder.
Yo,
por lo pronto, escribo estos textos rodeado de tres mujeres que supervisan,
exigen y editan el material, y no podría sentirme más confiado.
UN MODERNO
HOSPITAL PRIVADO BUSCA REVOLUCIONAR LA SALUD EN BOLIVIA
Infobae de
Argentina (https://bit.ly/37KuMqW)
Un
laboratorio robotizado capaz de tomar 250 muestras por hora, además del uso de
"Big Data" o inteligencia de datos, telemedicina, equipos digitales y
realidad aumentada son parte de la propuesta de un moderno hospital privado que
apunta a revolucionar los servicios de salud en Bolivia.
Con
cerca de millón y medio de habitantes, la ciudad boliviana de Santa Cruz, la
mayor del país, acoge al "Hospital Martin Dockweiler", un centro de
salud de tercer nivel gestado por el empresario Martin Dockweiler con el
objetivo de contribuir a la "transformación de la salud en Bolivia".
El
proyecto está casado con la formación en la facultad de Medicina de la
Universidad de Aquino Bolivia (Udabol), de la que Dockweiler también es
propietario.
El
país arrastra desde hace años el problema de la precariedad de su sistema de
salud que quedó aun más expuesto con la crisis sanitaria por la pandemia de la
covid-19.
Con
esta iniciativa privada se busca revolucionar el sistema sanitario boliviano,
que actualmente ocupa el penúltimo lugar en la región tras Haití, según
Dockweiler.
Como
ejemplo, el empresario comentó a Efe que Bolivia tiene un déficit de 4.000
camas y existen muy pocos centros privados, el más grande en la actualidad
"llega a tener 60 camas".
El nuevo hospital cuenta con 450 camas para internación,
terapia intensiva, terapia media, recuperación, neonatal, y tiene una flota de
30 vehículos, entre ambulancias y consultorios dentales móviles.
"No
hay una sola habitación que comparta una cama con otro paciente porque eso es
del siglo pasado, eso hace que el paciente se recupere mucho más tardíamente e
inclusive que pueda contagiarse alguna enfermedad", remarcó.
La
iniciativa genera mil empleos directos, entre el personal sanitario, de
limpieza, seguridad, asistentes y chóferes.
DEMOCRATIZAR
LA SALUD
"Este
hospital no se ha hecho para los ricos", sentenció Dockweiler para
explicar que la "democratización" de la salud implica lograr
diagnósticos tempranos y más efectivos, aplicar la medicina preventiva, la
telemedicina y brindar una atención oportuna.
Además
de que la medicina "sea más asequible, más barata para el paciente",
algo que promete que la gente tendrá en su hospital.
Según
el empresario, en el mundo hay más de 200 especialidades médicas, mientras que
en Bolivia existen solamente 40.
"Esto
implica que un traumatólogo puede ver pies, rodillas, cadera, columna", es
decir que son "todólogos". Para especializar a los
profesionales, el hospital tiene convenios de capacitación con la cooperación
japonesa y el Gobierno alemán.
LAS
HERRAMIENTAS
La
modernidad anunciada por Dockweiler se traduce en un laboratorio robotizado
capaz de procesar unas 250 pruebas de sangre por hora, además de la aplicación
de telemedicina, realidad virtual, realidad aumentada, impresiones en 3D e
inteligencia artificial.
También cuenta con tomágrafos, rayos x, ecógrafos y
mamógrafos, entre otras máquinas de última generación.
Mediante
el uso de la inteligencia de datos, los médicos no requerirán pedir el
expediente de los pacientes o los resultados de los análisis que les hagan,
pues una vez procesados les llegarán "directamente a sus oficinas" o
incluso a sus teléfonos móviles.
"Esto
hace que se pueda tener un diagnóstico más rápido", destacó Dockweiler y
mencionó otro convenio con la compañía israelí Zebra para usar su tecnología
con este fin. Los once quirófanos con que cuenta el hospital tienen
cámaras para filmar las intervenciones quirúrgicas, previa autorización del
paciente, para que los estudiantes de Medicina puedan ver de cerca y en detalle
estos procedimientos.
SOLIDARIDAD
PRESENTE
Las
comodidades que ofrece el hospital no buscan meramente "cobrar" por
la atención, sino sobre todo "humanizar la salud", aseguró.
Además
de ofrecer tarifas más baratas, el centro también prevé realizar una cirugía
gratuita a diario y tener una aseguradora económica para que "la gente que
no tiene muchos recursos pueda acceder a esta medicina del primer mundo".
También
dará atención odontológica gratuita a los orfanatos y hogares de ancianos.
La
infraestructura ya está construida y plenamente equipada, aunque por ahora el
personal se encuentra trabajando "en vacío" para
"adecuarse" al hospital.
Su
apertura formal está prevista para finales de enero, si bien ya ha puesto en
marcha iniciativas solidarias como el programa "Los héroes del
covid", mediante el cual se hicieron pruebas gratuitas para detectar la
enfermedad entre el personal de salud y la prensa cruceños.
También prestaron 16 respiradores y su flota de vehículos
para apoyar a las acciones de las autoridades regionales contra la covid-19,
además de participar en los rastrillajes locales para detectar casos.
La
iniciativa ha sido destacada en el programa web "¿Cómo funciona un
hospital totalmente digital?", de la periodista internacional Glenda
Umaña, en la que el empresario explicó los objetivos trazados a través del
hospital
(https://www.youtube.com/watch?v=fXUWgJHLkYA&feature=youtu.be).
REGISTRO
CIVIL DE BOLIVIA RECONOCE UNIÓN GAY PESE A IR CONTRA CONSTITUCIÓN
Agencia
ACIPRENSA https://bit.ly/38uZseL)
El
Servicio de Registro Cívico (Sereci) de Bolivia emitió una resolución que permite
que se reconozca la “unión libre” de una pareja del mismo sexo, pese a que la
Constitución del país y el Código de Familia no reconocen este tipo de uniones.
La
resolución del Sereci, dependiente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se
conoció el 11 de diciembre, en cumplimiento a un fallo de la Sala
Constitucional Segunda en La Paz emitido en julio de 2020 que favoreció a la
pareja homosexual conformada por Guido Montano y David Aruquipa.
La
decisión de Sereci anuló una resolución administrativa de 2018 emitida por la
misma entidad y que rechazó registrar la unión gay de Montano y Aruquipa. Ese
año la entidad señaló que las leyes bolivianas no contemplan la unión entre
personas del mismo sexo, y que el artículo 63 de la Constitución de Bolivia
establece que el matrimonio es entre una mujer y un hombre.
“Las
uniones libres o de hecho que reúnan condiciones de estabilidad y singularidad
y sean mantenidas entre una mujer y un hombre sin impedimento legal, producirán
los mismos efectos que el matrimonio civil, tanto en las relaciones personales
y patrimoniales de los convivientes como en lo que respecta a las hijas e hijos
adoptados o nacidos de aquellas”, dice el texto de la Constitución.
De
igual forma, la Ley 603 del Código de las Familias y del Proceso Familiar
reconoce como matrimonio o unión libre, en su misma jerarquía jurídica, a la
unión entre un hombre y una mujer, y no hace referencia a parejas del mismo
sexo.
El
senador del Movimiento Al Socialismo, Leonardo Loza, declaró
a la prensa que van “a evaluar” la determinación del Sereci, y
advirtió que “si cualquier norma es contraria a la Constitución, es
inconstitucional y si alguna norma no está de acuerdo a la Constitución, no
va”.
Por
su parte, el ex presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, coincidió
en la inconstitucionalidad de la resolución y pidió a los asambleístas activar
una Acción de Inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional (TCP).
“Alguien
tiene que ser el valiente que arroje la piedra, espero que sean los nuevos
parlamentarios que están en funciones ahora”, dijo a
la prensa.
En
2017 los
obispos recordaron que “en Bolivia, de acuerdo a la
Constitución Política del Estado (...), el matrimonio sigue celebrándose entre
un varón y una mujer”.
Asimismo,
agregaron que el matrimonio tiene su sustento legal en la Constitución
“basándose en los efectos que produce para el bien común y para la educación de
los hijos” por lo que “la posición cristiana, no es discriminatoria, sino que
está basada en el derecho constitucional boliviano y en sólidas razones de
derecho”.
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