LA QUINUA BOLIVIANA, DEL "SUEÑO A UNA PESADILLA"
La quinua es uno de los alimentos
ancestrales más completos y ha sido considerado como un aliado importante en la
reducción del hambre y la desnutrición en el mundo, pero los más de 70.000
productores bolivianos del grano han pasado del auge en el negocio a una caída
vertiginosa al ver el desplome de los precios y de las exportaciones que otrora
lideraba Bolivia.
La causa de esas reducciones está en el
aumento de la oferta mundial del grano, rico en proteínas, aminoácidos,
vitaminas y minerales, en países que antes no lo cultivaban, pero que
comenzaron a hacerlo por las recomendaciones internacionales sobre sus
propiedades nutritivas y dietéticas y su adaptación a diversas condiciones
geográficas y ambientales.
El alimento es originario de las
riberas del lago Titicaca, compartido por Bolivia y Perú, donde la pareja de
agricultores aymaras Ismael Cruz y Margarita Zarate cultiva la quinua blanca en
la localidad boliviana de Ñacoca y la procesan para consumo propio como hacían
sus ancestros de forma artesanal elaborando platillos que apoyan su dieta en
medio de carencias económicas.
“La quinua es más alimento para nuestro
cuerpo, para que sea fuerte y no nos agarren las enfermedades”, sostiene Cruz,
mientras que su esposa añade que sus platillos favoritos son el p’esque
(guiso), la phisara (preparada con queso) y la quispiña (galletas) por los
beneficios del calcio, además de la combinación de quinua con diferentes frutas
para preparar jugos.
La pareja apenas tiene cuatro hectáreas
de diferentes cultivos, pero sueña con tener más tierras, motocultores,
semillas certificadas y obtener apoyo gubernamental para acceder a los mercados
internacionales, pues de momento sus eventuales excedentes de quinua son
vendidos a comerciantes del vecino Perú a precios muy bajos, equivalentes a
unos 6 o 7 dólares por arroba.
"La mejor quinua del mundo se
produce en el altiplano sur de Bolivia"
Los que sí han dado un salto son los
agricultores del altiplano sur boliviano, que incluye la región entre los
grandes salares de Coipasa y Uyuni, donde se produce la quinua real orgánica o
ecológica, que se diferencia por sus granos grandes y de colores y es procesada
en la planta industrial de la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui),
que visitó France 24 en el municipio de Challapata, en la región de Oruro.
“Para nosotros es la mejor quinua del
mundo porque se produce en una zona altamente natural, que está bendecida por
los salares, producida a una altitud superior a los 3.600 metros sobre el nivel
del mar”, afirma Eduardo Paye, subgerente del programa de quinua natural de
Anapqui, una asociación de familias campesinas que exporta a Europa, Estados
Unidos, Canadá y China.
Sin embargo, según reconoce el
entrevistado, los compradores finales consumen genéricamente el alimento y no
reconocen la marca de la quinua real orgánica que demanda esfuerzos y costos
adicionales a los campesinos bolivianos para ofrecer un producto con la menor
mecanización posible, “con cero pesticidas, cero agroquímicos”.
La quinua real orgánica “es altamente
nutritiva y ecológicamente producida”, pero el precio es igual al de la
producción de otros países y “eso nos perjudica”, agrega Paye.
“Es doloroso decirlo, pero hay un
cambio dramático”
Bolivia cedió hace años el primer lugar
de las exportaciones de quinua a Perú y aunque ambos países andinos todavía son
los mayores exportadores del grano, actualmente alrededor de 120 naciones han
logrado desarrollar de forma experimental y comercial plantaciones en varias
regiones del mundo, según datos de Anapqui y de la Fundación Tierra, de
Bolivia.
De la época dorada que vivió la quinua
boliviana hace unos años, ahora se ha pasado a las cifras rojas, según muestran
los datos del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cuyo
gerente, Gary Rodríguez, resumió: “Es doloroso decirlo, pero hay un cambio
dramático” que supone una transición “de un sueño a una pesadilla”.
El año pasado, las exportaciones
sumaron 61,7 millones de dólares, lo que muestra una caída de 134 millones de
dólares frente a los 196,6 millones reportados en el 2014, que fue el mejor año
después de que Naciones Unidas declarara el 2013 como el Año Internacional de
la Quinua, a propósito de una campaña promovida precisamente por Bolivia.
Los menores ingresos son el resultado
de la caída en el precio del grano que se ha situado este año en 2.072 dólares
por tonelada métrica, una suma similar a la de hace 15 años y que representa
menos de un tercio de los 6.602 dólares que se pagaban en 2014.
La baja de precios también parece haber
desincentivado el cultivo del grano en Bolivia: entre el 2020 y el 2021, la
producción se redujo casi a la mitad, al pasar de 70.170 a 38.800 toneladas,
según cifras del IBCE.
En las cifras globales de exportaciones
bolivianas, el valor de la quinua representa un porcentaje de menos del 1 % y
en la de productos no tradicionales –excluyendo la industria extractiva–, un 2%
y, aunque parece no incidir en la economía nacional, más de 70.000 productores
están sufriendo por la baja de precios.
Lo llamativo es que, según apunta Gary
Rodríguez, los agricultores peruanos han aumentado su producción y el valor de
sus exportaciones de quinua dulce, debido a que tendrían menos costos de
producción que la quinua real orgánica boliviana a la que le hacen falta
mercados especiales.
Para ayudar a los quinueros, el
ministro de Desarrollo Rural, Remmy Gonzáles, anunció hace poco que en ocho
meses se ampliará el mercado estadounidense para productos de quinua con valor
agregado y que se creará un sistema de certificaciones y denominación de origen
para la quinua real orgánica con el fin de obtener un mejor precio por un
producto de más calidad.
Según el ministro, el mercado mundial
de la quinua es igual a 13.000 millones de dólares y los productores bolivianos
pueden mejorar su economía accediendo a los mismos si cumplen con los
estándares internacionales y las certificaciones que respaldan la calidad de la
quinua real.
“Puede haber cien países que estén
ofreciendo la quinua, igual no vamos a alcanzar a la demanda internacional.
Ahora hay que trabajar en eso para que tengamos un valor adicional por ser país
de origen”, sostuvo Gonzáles.
Los dirigentes quinueros ven con
expectativa la ayuda del Gobierno para hacer efectiva la denominación de origen
para varias comunidades, un tema que lleva discutiéndose hace casi dos décadas.
Esa “herramienta comercial” permitiría tener mejores precios como incentivo
para que las nuevas generaciones no dejen sus tierras y migren, algo que ya se
vive en Bolivia. France 24 (https://bit.ly/3HP9ysm)
BATTISTI LLAMA TRAIDOR A EVO Y DICE QUE
ESTUVO EN UN CENTRO DE ESPIONAJE EN BOLIVIA
Política Livre de Brasil
(https://bit.ly/3ntNTN3)
En la correspondencia del informe con
Cesare Battisti, pocos nombres provocaron su indignación tanto como el de Evo
Morales, expresidente de Bolivia y alguna vez uno de los líderes de la
izquierda en América Latina.
“Evo es un traidor y un cobarde”, dijo
Battisti, refiriéndose al político que entregó al fugitivo a los italianos.
La huida del exterrorista italiano a
Bolivia se produjo tras la elección de Jair Bolsonaro en Brasil, a finales de
octubre de 2018.
En sus últimos días de libertad en
Santa Cruz de la Sierra, entre fines de ese año y principios de 2019, Battisti
aseguró haber sido recibido en el país por un representante del MAS (Movimento
al Socialismo), partido de Evo. Morales.
También contó haber sido instalado en
esa ciudad, una de las más desarrolladas de Bolivia, en un “lodge dentro de un
centro de vigilancia computarizado, montado por el servicio de inteligencia
boliviano para espiar a la oposición”.
Con 67 años y con pocas posibilidades
de aliviar -a corto plazo- su cadena perpetua, Battisti concedió una entrevista
por primera vez desde que regresó a Italia hace tres años y medio. Folha lo
publica en exclusiva.
La serie de correspondencias comenzó en
abril de 2021 y continúa hasta el día de hoy.
Habla de sus últimos momentos en
Brasil, su fuga y encarcelamiento en Bolivia y su regreso a territorio
italiano. Hubo un intento de entrevistarlo en persona, pero la reunión no fue
autorizada por el centro penitenciario. Este es el segundo de tres informes
sobre la entrevista de Battisti.
Con respecto a Bolivia, Battisti dijo
que se dio cuenta de que algo no iba bien cuando hubo un desacuerdo entre las
autoridades locales: la solicitud de asilo la había presentado él a las pocas
semanas de haber ingresado a Bolivia, pero la respuesta que recibió fue que la
solicitud debía se han hecho justo en la entrada.
El proceso, como se temía, no siguió
adelante. Detenido, fue entregado a la policía italiana y expulsado formalmente
del país.
Battisti dijo que miembros del PT y
organizaciones sociales como el MST (Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem
Terra) y Sintusp (Sindicato de Trabajadores de la USP) se contactaron con el
presidente boliviano en 2017, cuando el gobierno de Michel Temer daba señales
de que revertiría el refugio en Brasil, y que Evo Morales tendría garantizada
la protección.
La información fue confirmada por Magno
de Carvalho, del Sintusp y uno de los principales amigos del italiano en su
temporada brasileña. Era la casa de Magno en Cananeia, en la costa sur de São
Paulo, donde Battisti pasó una temporada.
El italiano atribuye a Evo Morales su
viaje a Bolivia y también lo culpa de lo que llamó el “secuestro”, en
referencia a su detención.
Como fue expulsado de Bolivia, y no
extraditado de Brasil, el proceso de extradición juzgado por el STF en 2010 –determinando
que, si regresaba a Italia, pasaría un máximo de 30 años en prisión– perdió
efecto.
Su defensa incluso intentó tomarlo en
consideración en Italia, para intentar rebajar la pena, pero la Justicia
italiana se lo negó.
Es, a juicio del reo, otra influencia
directa de Evo Morales en su estado.
“Él al menos podría hacerme arrestar,
yo respondería en los tribunales y se negaría la extradición por prescripción y
delito político. Evo se vendió sin escrúpulos. Un gesto despreciable de un
hombre indigno que reveló toda su obscenidad meses después, cuando abandonó a
su propio pueblo a los golpistas para huir”.
Asegura que la alternativa a Bolivia
era la Nicaragua de Daniel Ortega, país que había visitado en la década de
1980, cuando vivía en México. Pero dice que descartó esa opción porque entendió
que el régimen de Ortega convirtió al país en una dictadura.
LA IZQUIERDA
La confesión de Battisti (de
participación en crímenes que siempre negó durante sus años de refugio) tuvo un
efecto en la izquierda brasileña, con muchos de sus antiguos seguidores
distanciándose de él, como lo hizo el ex presidente Lula.
Antes, amplios sectores de izquierda,
como el PT, PSOL y PSTU, así como movimientos sociales, defendían su libertad.
Tras admitir su culpabilidad, Battisti
trató de justificarse con uno de los políticos brasileños más activos en su
defensa: el exsenador Eduardo Suplicy (PT).
El italiano subrayó en un mensaje
enviado a Suplicy que, si insistía en la inocencia, repetiría a los que
fabrican monstruos para encubrir la verdad histórica. “Lo que le interesa es si
ayudó a un culpable oa un inocente. Y en esto no puedo garantizarte una clara
satisfacción.
A lo largo de más de un año de
correspondencia, dijo que muchos amigos, incluso brasileños, lo apoyaron aún
sabiendo que, en el fondo, podría ser culpado por los crímenes en Italia.
“Siempre he profesado mi inocencia y
cada uno era libre de interpretar como mejor le pareciera, pero para muchos
estos problemas no surgieron, simplemente defendieron la ideología de la época
de los hechos. Me apoyaron por una variedad de razones, ya sea porque me
declaré no culpable, o porque muchos países no concebían una condena en
rebeldía, o porque di la idea de un luchador por la libertad”.
El exdiputado federal Fernando Gabeira,
ahora comentarista de GloboNews, fue el primer contacto de Battisti —cuenta el
italiano— en Brasil, en 2004, cuando desembarcó huyendo de Francia. El
distanciamiento entre ellos se produjo mucho antes de su regreso a Italia.
Battisti dice que tiene un sentimiento
por Gabeira similar al que tiene por el expresidente Lula: lo ayudó al
principio, pero luego lo descartó.
“Cuando Gabeira fue candidato en Río en
una coalición de derecha, le aconsejaron que me negara (la misma historia que
Lula). Lamenté que no me hubiera dado buenos consejos. Mientras yo quería
entregarme a las autoridades para pedir refugio, él dijo que no era así y así
quedé semiclandestina de 2004 a 2007. Creo que en el pasado Gabeira fue un buen
político y un amigo, pero también fue devorado por el juego del poder”,
escribió.
Gabeira dice que la historia contada
por el italiano no “coincide con los hechos”. Se postuló para el gobierno de
Río por el PV (con el apoyo del DEM y el PSDB) en 2010 contra Sérgio Cabral
(apoyado por el PT) y afirmó que su coalición no era de derecha.
“Battisti ya ha dicho que lo engañé
diciendo que el gobierno le daría asilo fácil. Ahora dice que lo engañé al
impedir que se rindiera”, dijo Gabeira, también en desacuerdo con la evaluación
de Battisti sobre lo que sería una candidatura de derecha.
En las cartas, el italiano utiliza
expresiones como “chivo expiatorio” y “venganza de estado” para referirse a su
caso. Y casi siempre habla de sí mismo en tercera persona, más o menos como
Edson Arantes do Nascimento cuando habla de Pelé.
“No reconozco la imagen que pintaron de
mí, ese ser no soy yo”, justificó.
EL CASTIGO
Cesare Battisti nunca tuvo ninguna
relevancia en la izquierda extremista italiana, pero su larga huida lo
convirtió en un personaje central de esos años.
El ex terrorista Arrigo Cavallina, de 76
años, fundador de las PAC y quien cumplió 12 años de prisión (condenado por uno
de los asesinatos que involucran a Battisti), piensa que sí hay una “venganza
de Estado” contra su ex colega. Dice que contribuyó a su postura arrogante y
desafiante en los largos años de fuga.
“Él creó un personaje, un mito, para
protegerse. Battisti no podía admitir estos crímenes como refugiado. Entiendo
que lo hiciste para sobrevivir”, dijo.
Cavallina lo conoció en la prisión de
Udine en 1977 y poco después lo reclutó para las PAC. Battisti estuvo preso por
delitos comunes —comenzó a delinquir a los 17 o 18 años— y reconoce que
Cavallina “perfeccionó ciertos aspectos de mi rebeldía”.
En ese momento, Italia tenía un régimen
democrático que adoptó instrumentos estrictos para enfrentar ataques
terroristas como el secuestro y asesinato del ex primer ministro Aldo Moro, en
1978, una acción llevada a cabo por las Brigadas Rojas, el mayor grupo
terrorista de izquierda.
Pero no estaba ni cerca de una
dictadura como las de los países latinoamericanos, donde los grupos
guerrilleros tomaron las armas para tratar de derrocar a los gobiernos
autoritarios.
La comparación entre estas dos
realidades (frecuente aún hoy en Brasil) persiste y lleva a muchos a considerar
a Battisti como un militante a la guerrilla latinoamericana, visión que no es
correcta.
Activa en una asociación que se dedica
a las penas alternativas y la recuperación social de los presos, Cavallina dice
que los juicios por los años de fracaso -incluidos los de Battisti- traen
sentencias que reflejan fielmente, en la “inmensa mayoría”, lo sucedido.
Aboga por cumplir una condena, pero
cuestiona la cadena perpetua. “Él podría cumplir una sentencia alternativa, tal
vez haciendo algo en beneficio de las víctimas y el estado. Así las cosas, se
paga mal contra mal.”
Battisti se enfrentó a la opinión de
arrogancia de Cavallina. Su respuesta: “Supongo que la arrogancia de la que
habla tiene que ver con mi insistente defensa del derecho al refugio y mis
denuncias contra la persecución estatal. Eso sí, exhausto de tanto acoso y
desprevenido, puede que haya expresado intenciones desmedidas. De todos modos,
yo pago mis errores, no recaen sobre los demás”.
GUSTAVO PETRO: HABLEMOS DE LA COCA Y LA
COCAÍNA
Podría aprovecharse la gran cantidad de
cultivos que Colombia tiene para convertirse en un país líder en la
investigación de esta planta
El País de España
(https://bit.ly/3nefzoV)
Tras su victoria de masiva votación
pero resultado dividido en una campaña marcada por la incertidumbre, a Gustavo
Petro lo espera un país con retos de largo alcance, y la esperanza y
expectativa de millones de personas que votaron por la promesa de un cambio.
Uno de estos retos (con su propia esperanza de cambio) será el abordaje al
fenómeno de los cultivos de coca y sus derivados. Considerando que el futuro
presidente ha afirmado que habrá un “cambio de paradigma” de la guerra contra
las drogas es natural esperar una voluntad política para superar el enfoque
tradicional.
Pero, ¿qué es lo que podemos esperar? Una
valoración crítica de la campaña del nuevo jefe del ejecutivo nos deja con una
mezcla de promesas claras, dudas cruciales y recomendaciones divididas en tres
grandes frentes: abordaje a los cultivos coca, dimensión internacional, y la
regulación de la cocaína.
En el punto de origen, el cultivo y
producción, la promesa más clara declarada en el programa y debates es la
prohibición de la aspersión aérea con glifosato. Esto ya marcará una gran
diferencia con el actual gobierno quien a pesar de terminar su mandato en menos
de dos meses continúa presionado para reanudar este método. Además,
considerando la afirmación del presidente electo de cumplir con lo pactado
dentro del acuerdo de paz, podemos esperar avances hacia lo estipulado en el
punto 4 – “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”-. Petro ha mencionado
el cumplimiento a cabalidad del Programa Nacional Integral de Sustitución de
Cultivos Ilícitos (PNIS) y el impulsar la sustitución de tierras y de economías
para no depender del mercado de la cocaína.
Sin embargo, aún no disponemos del
detalle de cómo va a implementar este cumplimiento, un desafío mucho más
complejo de lo que parece: hay una progresiva desfinanciación del Punto 4 en
todos sus componentes, un avance total de apenas el 49%, solo un 11.33% de las
familias vinculadas al PNIS cuentan con un servicio de apoyo financiero para
proyectos productivos de ciclo largo y se ha avanzado muy poco en la
construcción de la ley que determina el tratamiento penal diferencial para
pequeños cultivadores. Todo ello se produce en un contexto de desconfianza en
el programa, así como de falta de instrumentos adicionales como el catastro
multipropósito o una mayor participación de las comunidades étnicas en
instancias decisorias del PNIS.
Además, los programas se mantienen sin
evaluaciones suficientes para conocer su verdadera eficacia. La perspectiva
comparada como la recopilada por el Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas
(CESED) de la Universidad de Los Andes, serviría aquí. Esta
sugiere en sus primeras entregas que en
lugar de imponer la erradicación total como condición previa para los
cultivadores, se debería implementar una sustitución gradual. Algo que nunca
hemos intentado en el país. Otras publicaciones como el ‘Catálogo de las
pequeñas soluciones alternativas para sustituir los cultivos de coca en
Colombia’ brindan algunas pistas sobre experiencias exitosas de sustitución de
cultivos. Por ejemplo, la participación de diversas instituciones públicas y
privadas, el reconocimiento y recuperación de las tradiciones, la apertura de
nuevas opciones de comercialización, la generación de capacidades técnicas
locales y la participación activa de las comunidades.
Por último, cabría explorar tal y como
se menciona en el programa de gobierno la regulación de las plantas y sus
derivados y la investigación de los usos benéficos. A pesar de los múltiples
nutrientes y alcaloides que la planta de coca tiene y de los usos medicinales,
nutricionales y agroindustriales que podríamos explorar, en el país hemos
decidido quedarnos solo con una relación: la cocaína. Pero podría aprovecharse
la gran cantidad de cultivos que Colombia tiene para convertirse en un país
líder en la investigación de esta planta, algo que lateralmente podría
contribuir a rebajar el estigma existente tanto sobre ella como sobre nuestra
nación.
Conectando el frente del cultivo con el
internacional, es vital que el próximo gobierno mire más hacia la región,
específicamente los casos de Perú y Bolivia con la Enaco y el modelo de control
social, respectivamente. En ambos países existen zonas donde es legal cultivar
hoja de coca y, a pesar de que aún mantienen retos y vacíos, son modelos de los
que podemos aprender. Ahora, mirando hacia el norte, el otro gran cambio que se
espera en el plano internacional consistiría en reorientar la política exterior
colombiana respecto a las drogas con EEUU y la UE. De cumplir con el plan de
gobierno, los esfuerzos de cooperación internacionales para el financiamiento
destinado a la llamada guerra contra las drogas se redirigirán a apoyar
políticas y programas de transformación económicas en las regiones con
presencia de cultivos de coca.
Esto no suena lejano ni descabellado
considerado que la actual estrategia de lucha contra el narcotráfico entre Estados
Unidos y Colombia incluye un enfoque más integral y la definición de medidas de
éxito más amplias que no solo se centren en el número de hectáreas erradicadas.
Además, Juan González, Asistente Especial del Presidente Biden y Director
Senior del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferip Occidental, lamentó
que la agenda entre ambos países haya estado dominada por la lucha contra las
drogas durante tantos años.
Hay en el plano transnacional una vía
adicional, probablemente más compleja políticamente: el cambio inaplazable que
se espera con el nuevo gobierno es el liderar y fortalecer la conversación
sobre regular la cocaína. De acuerdo al último Informe Mundial de Drogas (2021)
se estima que 20 millones de personas fueron consumidoras de cocaína en el 2019
(0,4% de la población mundial). Según datos del Informe Europeo sobre drogas
(2021), la cocaína es la segunda droga ilegal más consumida en Europa. Existe
un demanda muy poderosa y estable y Colombia, como país con el mayor número de
cultivos de coca, ya debería tener claro que los esfuerzos por erradicar los
cultivos de coca de poco sirven.
Aunque Petro habla de un nuevo
paradigma y de regular los usos derivados de las plantas hasta ahora se ha
demostrado comparativamente tímido en este frente, de manera que no es claro si
su apuesta mayor es sustituir o regular (acciones no excluyentes). Por supuesto
que regular la cocaína no depende solo de Colombia, y este es un camino largo y
políticamente costoso por las dudas y prejuicios que se mantienen tanto entre
las élites como entre la ciudadanía. Sin embargo, los giros que se empiezan a
producir en la agenda mundial cuestionando la guerra contra las drogas
constituyen una oportunidad que deberíamos comenzar a aprovechar y liderar,
cambiando la pregunta de si deberíamos regular esta sustancia o no, a cómo
hacerlo.
Por último, es vital que este reenfoque
se acompañe desde el nuevo gobierno de un abandono de la narrativa tradicional
que estigmatiza la planta (“la mata que mata”), las personas que la cultivan
(“narcocultivadores”) y las que usan drogas (“enfermos”). Este cambio en el
lenguaje puede parecer menor, pero si en algo ha sido exitosa la guerra contra
las drogas es en anclarse en la opinión pública. También es primordial que se
abandone la narrativa de que todos los males del país con causa del
narcotráfico. Ante diagnósticos erróneos habrá soluciones erradas. Por supuesto
que los mercados ilegales de drogas son un factor crucial a considerar, pero
restringir el abordaje a esta dimensión no producirá resultados fructíferos
como no los ha producido hasta ahora.
La existencia de vacíos y dudas sobre
cómo regular los mercados de drogas no significa que no debamos explorar otros
caminos especialmente cuando hay certeza y evidencia que respalda que lo que
actualmente hacemos no funciona. Ya sabemos que la guerra contra las drogas
fracasó. Ahora es el momento de explorar otros caminos, con la evidencia y el
pragmatismo de nuestro lado.
COMO CANDIDATO, PETRO CUESTIONÓ LA
POLÍTICA DE EU DE COMBATE AL NARCOTRÁFICO: “DEJÓ UN MILLÓN DE MUERTOS, LA
MAYORÍA COLOMBIANOS Y MEXICANOS”
Latinus de EEUU
(https://bit.ly/3QGWNUE)
El presidente electo de Colombia,
Gustavo Petro, comenzó esta semana una serie de llamadas con los líderes
mundiales tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales
el fin de semana. Ante esto, revivieron algunas críticas pasadas que el
político realizó al manejo del combate al narcotráfico.
El martes tuvo una conversación con el
mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la relación diplomática entre
ambos países, particularmente la seguridad bilateral y la cooperación
antinarcóticos. Sin dar detalles, Petro calificó la llamada como una
“conversación muy amistosa”. Sin embargo, el exalcalde de Bogotá criticó, cuando
era candidato, la política antidrogas que impulsa EU.
En una entrevista con la periodista
Vicky Dávila, directoria de Semana, Petro dijo el 29 de mayo que “tras 40 años
de hacer lo mismo” la situación del narcotráfico en Latinoamérica y las muertes
por sobredosis de drogas entre los estadounidenses han empeorado.
“Está el tema de las drogas. Hoy,
después de 40 años de hacer lo mismo, fumigar, capturar cabecillas y
extraditarlos, los gringos tienen más muertos por sobredosis. Pasaron de 3 mil
por cocaína y cero por marihuana, a 60 mil o 70 mil por no sé qué químicos. Se
están matando”, dijo el ahora presidente electo.
El colombiano se refería así a la
crisis por el tráfico de fentanilo y las muertes por sobredosis de drogas en
EU, que por dos años consecutivos han impuesto cifras récord. El país registró
107 mil muertes por sobredosis en 2021; un 15% más que en 2020, cuando se
registraron 93 mil.
En 2021, del total de muertes por
sobredosis, 71 mil fueron por consumo de fentanilo y otros opioides sintéticos,
un aumento de 23% comparado con el año previo.
Petro también habló de las muertes
relacionadas con el narcotráfico y la violencia que genera en América Latina,
situación que debe ser discutida con el gobierno de Joe Biden.
“Dialogar con Estados Unidos sobre cómo
hacer una política eficaz para que Colombia disminuya, por lo menos, su papel
en el narcotráfico y ojalá deje el narcotráfico. Creo que es un tema de
diálogo, no es una imposición. Si lo que hemos hecho en 40 años ha funcionado o
no; si ese millón de muertos latinoamericanos, la mayoría colombianos y
mexicanos, han valido la pena en este desastre de un Estado que se carcome por
el narcotráfico“, dijo el colombiano.
Petro apeló en ese momento a fortalecer
el diálogo entre ambos países para encontrar una solución: “No se pueden
cambiar las reglas si no es con la voluntad de las dos partes. Eso implica un
diálogo previo entre Estados Unidos y Colombia. Tenemos que dialogar de muchos
temas”.
Además, durante la entrevista se abordó
el problema de los narcogobiernos. “Hoy esos narcotraficantes son más poderosos
que Pablo Escobar. Ahora, un solo propietario del negocio produce desde la mata
de coca hasta la venta en las esquinas de Nueva York. Eso ni lo soñó Pablo
Escobar y todo ese mundo ha capturado al Estado”, dijo.
“Tienen bajo nómina a generales y a
otros oficiales, senadores, representantes y funcionarios del gobierno. Han
puesto a presidentes varias veces, no una vez. Todo eso es el acumulado de una
política que ha fracasado”, indicó.
Petro aseguró que “hay una política que
se degrada en la cocaína y la sangre” y continuó: “A mí me tocó denunciar que
el 35% del Senado estaba conformado por legisladores que hacían leyes por las
mañanas y por la tarde hacían la lista de a quienes iban a asesinar. ¿Eso se
merece Colombia? ¿La ley de Colombia tiene que pasar por ese tipo de política
degradada y sanguinaria? ¿O podemos cambiar?”.
Sobre las operaciones de los cárteles,
Petro denunció en ese momento que los grupos criminales mexicanos operan en
suelo colombiano. “Hoy Colombia exporta más cocaína que nunca. Los
narcotraficantes, que son mexicanos, se quedan con la ganancia. En Colombia
están los ejércitos, el problema y la violencia, pero no nos quedamos con las
ganancias de la cocaína”, dijo.
Petro tomará el cargo el próximo 7 de
agosto y se convertirá en el primer presidente de izquierdas del país andino.
PETRO LE DIO VOZ A "LOS
NADIES" PARA CONVERTIR EL DESCONTENTO EN PROYECTO POLÍTICO
Diario Panorama de Argentina
(https://bit.ly/3OijxbN)
El triunfo de Gustavo Petro en Colombia
es el acontecimiento político más significativo que haya ocurrido en América
Latina los últimos años y plantea, además de lo que representa para la historia
del país suramericano, un giro en el enfoque con que se tratan los problemas
tanto internos como regionales.
El signo que selló Colombia este
domingo es el de un cambio definitivo en el sentido hegemónico de la política
colombiana. Es el estallido del bloque de poder cimentado por el uribismo y el
primer intento histórico de la izquierda de gobernar Colombia, después de una
guerra social de varias décadas que les enfrentó a muerte.
El conservadurismo criollo es el
principal derrotado. Aunque en el último minuto trató de deshacerse del
uribismo por la ventana de atrás, sacando del sombrero a un impresentable
'outsider' populista de centro, no le dieron las cuentas. Con la derrota del
uribismo muere el sujeto político emblemático para la derecha mas guerrerista y
represora del continente, en sus formas políticas y en sus medios de
comunicación. Habrá que esperar cómo se comportarán los sectores de derecha en
esta nueva etapa, en la que han perdido el Palacio de Nariño pero tienen mucho
poder mediático y económico.
Petro se convierte así en el primer
presidente costeño de la historia del país. Los sectores periféricos (excluidos
urbanos y también rurales, sobre todo fuera de la influencia andina) han sido
los triunfadores también por primera vez en la historia y se vienen a ganar un
puesto en la sociedad colombiana, dirigiendo un cambio de rumbo.
El país cambió. Y no fue fácil. Fueron
años de un proceso progresivo de acumulación de fuerzas y de desmantelamiento
del discurso ideológico de la derecha.
Un momento épico
Hay que evaluar que el triunfo de Petro
no es cualquier triunfo. Petro le ganó a todo el poder establecido, incluso
después del rápido lavado de cara que intentó la derecha con Rodolfo Hernández.
También en la campaña, cuando se pensó que el apoyo en la primera vuelta del
expresidente César Gaviria y el Partido Liberal podría ser el espaldarazo
definitivo a favor de Petro, este se resistió a una negociación que hipotecara
el futuro colombiano y nombró a Francia Márquez como su llave vicepresidencial.
Hoy, ambos lo han logrado con la
votación más grande en la historia electoral colombiana: más de once millones
de votos.
Además, hay que reconocer que el
discurso de Petro en su campaña no fue un discurso populista en sentido
tradicional, es decir, no produjo engañosas ofertas de difícil cumplimiento,
sino un marco general de actuación. Es un programa maximalista, de contenido de
izquierda contemporánea, pero sin mercadeo de programas sociales onerosos para
conquistar pobres incautos, sino que su propuesta es, nada menos, que la
transformación total de Colombia.
Y la parte más épica se sitúa en que el
estallido en Colombia, producido en varias oleadas en 2019, 2020 y 2021, junto
al estallido en Chile, pasan a ser ahora movilizaciones que tuvieron una
transcendencia política de alto impacto, a pesar de la criminalización que han
recibido. Estos estallidos, una vez verificado el triunfo popular en Colombia,
han sido los acontecimientos que van marcando la rostridad en la política
latinoamericana en esta tercera década del siglo. No solo sacuden las
sociedades, sino que producen una salida electoral alternativa.
Con todo esto queremos decir que Petro
ganó contra todo el poder reunificado y de forma bastante ética. No es un
populista ramplón que ofreció cárcel, dólares y mano dura a sus votantes como
sí lo hizo el candidato 'outsider' y pragmático apoyado por la derecha, sino
uno que trazó un nuevo paisaje político para Colombia. Fue el holgado
triunfador que no contó con el apoyo de ningún poderoso. Ganó con la Colombia
excluida, no solo en lo económico sino en lo cultural y geográfico, por ello no
es casual que sea el primer presidente costeño y contra un santandereano.
¿Cómo ganó Petro? Los datos en la
elección
Lo más asombroso de la jornada de ayer
es que Petro y Márquez lograron convocar al "abstencionismo crónico"
que se ubicaba en sus zonas de influencia: las ciudades y las costas. Este es
el gran éxito de la campaña de ambos, una estrategia que desarrollaron incluso
en un momento de incógnita, cuando irrumpió sorpresivamente el ingeniero
Rodolfo Hernández, hace pocas semanas.
De los 2,7 millones de votos que Petro
pudo sumar después de la primera vuelta, hay que contar que unos 500.000 pueden
provenir de la desafiliación a la "suma perfecta" (que se pensó luego
del resultado de la primera vuelta) entre Hernández y el candidato uribista,
Federico Gutiérrez, cuya adición automática superaba los 11 millones, aunque en
el balotaje terminó consiguiendo algo más de 10,5 millones de votos. Una cifra
cercana que hace pensar que la suma automática no estaba mal.
Pero el dato más importante en torno a
los nuevos votos del balotaje puede ubicarse en los cuatro puntos de avance en
la participación en este 2022 (58 %) en comparación con 2018 (54 %), que la
convierten en la elección de mayor participación de todo lo que va de siglo en
Colombia, produciendo el mayor caudal de votos y una votación histórica en
números. La diferencia radicó en que la abstención no se presentó igual a lo
largo del país, sino que cedió justo en los hábitat de los votantes de Petro:
las ciudades y las costas. Hacía allá dirigieron su discurso y hoy recogen un
triunfo inolvidable.
Es también importante contemplar los
que votaron por Hernández en la primera vuelta y por Petro en la segunda,
debido al peso político que conlleva ser apoyado por Uribe y el uribismo, tal
como sucedió hacia la segunda vuelta. No son muchos pero sí los necesarios para
ratificar que la mayoría del electorado colombiano hoy es antiuribista por
sobre cualquier cosa.
Entonces, Petro conquistó
abstencionistas crónicos, rasguñó el voto conservador que iba automáticamente
al 'outsider antipetrista', movilizó los barrios de las ciudades y a las
regiones excluidas que han votado históricamente hacia la izquierda o a favor
de los acuerdos de paz y a los jóvenes y mujeres que moran en esos territorios.
Así consiguió el resultado histórico
que supera en casi un millón de votos al conseguido por el presidente saliente,
Iván Duque, en las presidenciales de 2018.
Como anecdótico se recuerda que después
de la primera vuelta, cuando, en medio del engorroso resultado, el líder
necesitaba insuflar ánimo a su equipo, planteó a la audiencia que le faltaban
un millón y medio de votos para ganar, cuando en realidad le faltaban casi tres
millones de votos. La noticia es que los ha conseguido. Y es una proeza por ser
el líder más vituperado de Colombia de las últimas décadas.
LA ESCALADA DE VIOLENCIA EN LAS
PROTESTAS EN ECUADOR DEJA CUATRO MUERTO, HERIDOS Y DAÑOS MATERIALES
ABC de España (https://bit.ly/3QFov4a)
La violencia en las movilizaciones
promovidas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(Conaie), en contra del Gobierno del presidente Guillermo Lasso, se ha
extendido a varias ciudades de Ecuador, y ha dejado cuatro muertos, 18 policías
desaparecidos —que ya han sido localizados—, la toma de pozos petroleros y el
incendio de un banco en la ciudad amazónica de Puyo. Por su parte, la Fiscalía
General también denunció un ataque de manifestantes en su sede de Quito. Este
miércoles, la capital seguía bajo asedio, sin transporte público, el bloqueo
intermitente de las vías, el cierre obligado de los comercios, pero no se
produjeron los ataques a instituciones, ni el enfrentamiento con las fuerzas del
orden, de la víspera.
La novedad fue la marcha de miles de
indígenas y campesinos en varias zonas de la ciudad.
El dialogo promovido por la llamada
Comisión convocante, que representa a unas 300 organizaciones de la sociedad
civil y tiene la asistencia técnica del Sistema de las Naciones Unidas y la
Unión Europea, se alzaba como la única opción para salir de la crisis; pero el
presidente de la Conaie, Leonidas Iza, ha cuestiona la legitimidad de la
Comisión y ha puesto nuevas condiciones para sentarse a la mesa, mientras que
el presidente Lasso aceptó de inmediato.
En ciudades como Cuenca y Ambato
también hubo movilizaciones pero de los sectores que condenan el paro, y
lamentan las pérdidas económicas. Ellos alientan el diálogo como la única
salida democrática, pero la decana de la Universidad SEK y miembro de la Rede
de Politólogas, María Paz Jervis, dijo no ver cercana una salida honrosa para
las partes, porque en el movimiento indígena hay nula intención de
reivindicaciones, ya que lo que quieren es el caos y «tumbar al Gobierno». En
esa línea, el ministro de Defensa, Luis Lara, había alertado al país señalando
que la democracia en Ecuador está en serio riesgo, ante la acción concertada de
personas exaltadas vinculadas a grupos violentos que buscan crear pánico. Por
eso, para el ex ministro de Gobierno, Mauricio Gándara, en el Gobierno hace
falta estrategia política y determinación, para «imponer la autoridad».
Lasso gana en el Congreso
Una hábil jugada política del
Ejecutivo, al emitir un nuevo decreto de estado de excepción, incorporando dos
provincias, a las tres anteriores, impidió que la Asamblea Nacional (Congreso)
echara abajo el que estaba en vigencia, para el que contaba con los votos
necesarios; de ese modo, el bloque correísta de UNES tampoco pudo invocar el
estado de «grave conmoción social», con el que pretendía plantear la remoción
de Guillermo Lasso de la Presidencia de la República. Para frustrar esa
pretensión, fue clave la decisión del Partido Social Cristiano de anticipar que
no cuenten con ellos. «Nebot está en contra de la insubordinación», dijo
Gándara.
En este escenario, observadores comenta
que, desde Bélgica (aunque algunos dicen que estaría en México), Rafael Correa
presiona al presidente de la Conaie, Leonidas Iza, y a otros dirigentes, para
que radicalicen la medida. En paralelo, ha promovido una campaña internacional
condenando la «represión de Lasso al pueblo indígena». En ese sentido se han
pronunciado el expresidente de Bolivia, Evo Morales, el Foro de Sao Paulo y
sectores afines. Para María Paz Jervis, se trata de grupos de izquierda
anárquicos que han cooptado las instituciones y la narrativa de defensa de los
derechos humanos, poniendo en riesgo que una conquista tan importante para la
humanidad, empiece a perder adeptos y legitimidad.
GUATEMALA, BOLIVIA Y VENEZUELA EN LOS
ÚLTIMOS PUESTOS DEL ÍNDICE ANTICORRUPCIÓN
La Hora de Guatemala
(https://bit.ly/3tQSBIb)
El Consejo y Sociedad de las Américas
(AS/COA, por sus siglas en inglés) y Control Risks una firma consultora global
de riesgos y estrategias, publicaron la cuarta edición del Índice de Capacidad
para Combatir la Corrupción 2022 que evalúa a 15 países latinoamericanos.
Guatemala se posiciona en el puesto 13 de 15, seguido de Bolivia y Venezuela
siendo los países con los menores punteos registrados.
Uno de los primeros aspectos que
destaca de la lucha contra la corrupción es un panorama mixto en toda América
Latina durante el último año. A la vez, mencionan que algunos países mostraron
resiliencia, mientras que otros, incluidos los dos países más grandes de la
región, México y Brasil, vieron nuevos reveses para instituciones clave y el
entorno anticorrupción en general.
“Para muchos ciudadanos de la región,
la corrupción ha pasado a un segundo plano frente a otros problemas como la
inflación y la lucha continúa contra el COVID-19”, destacan.
Además, citan que algunos gobiernos
están reduciendo su compromiso anticorrupción, mientras que otros siguen
adelante con los esfuerzos para fortalecer las instituciones independientes y
el escenario general en 2022 era de relativa estabilidad tras los claros
retrocesos de los últimos años.
“El índice es una herramienta analítica
basada en datos que se lanzó en 2019 para evaluar la capacidad de los países
latinoamericanos para detectar, castigar y prevenir la corrupción”, explica.
EVALÚAN Y CLASIFICAN A PAÍSES EN
FUNCIÓN DE EFICACIA EN COMBATE ANTICORRUPCIÓN
En lugar de medir los niveles
percibidos de corrupción, el Índice CCC evalúa y clasifica a los países en
función de la eficacia con la que pueden combatir la problemática. Se considera
que los países con una puntuación más alta tienen más probabilidades de ver a
los actores corruptos procesados y castigados, añadieron.
CONSIDERARON 14 VARIABLES
Asimismo, el Índice analiza 14
variables clave, incluida la independencia de las instituciones judiciales, la
solidez del periodismo de investigación y el nivel de recursos disponibles para
combatir los delitos de cuello blanco.
Estas variables se dividen en tres
categorías: capacidad jurídica, democracia e instituciones políticas, y
sociedad civil y medios de comunicación. Los puntajes generales de los países
son un agregado ponderado de estas tres categorías.
A la vez, anotan en que el índice se
basa en una gran cantidad de datos y en una encuesta patentada realizada entre
los principales expertos en anticorrupción de Control Risks, la academia, la
sociedad civil, los medios de comunicación y el sector privado.
GUATEMALA EN EL PUESTO 13 DE 15
En el caso de Guatemala, destacan que
en 2021 tuvo un punteo de 3.84, en 2020 4.04 y en 2019 4.55, lo que evidencia
que comparado a 2022 con el 3.38 el país ha ido en descenso y ahora se
encuentra en la posición 13 de 15.
“El puntaje general de Guatemala cayó
casi un 12% año tras año, y se mantuvo en el puesto 13, solo por delante de
Bolivia y Venezuela. El país experimentó reveses en las tres categorías, pero
el más significativo fue una disminución del 17% en la capacidad jurídica, que
ha ido en descenso de trayectoria desde 2019”, se lee en el informe.
SEÑALAN ACTOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL
PRESIDENTE ALEJANDRO GIAMMATTEI
Además, el informe señala que Guatemala
experimentó caídas particularmente pronunciadas en las variables que evalúan
organismos anticorrupción y la independencia de la oficina del Fiscal General,
reflejando actos recientes de la administración del presidente Alejandro
Giammattei.
“Encabezado por la Fiscal General
Consuelo Porras, el Ministerio Público (MP) obstruyó y despidió a funcionarios
que realizaban investigaciones de corrupción”, agrega la publicación.
Por otro lado, dicha evaluación
califica la capacidad legal en 3.09, un 3.11 en democracia e instituciones
políticas y un 5.05 en sociedad civil y medios de comunicación.
También destacan que, siguiendo
presiones institucionales y amenazas a su seguridad, varias prominentes figuras
de la lucha anticorrupción huyeron de Guatemala durante el último año.
A la vez citan que, en julio de 2021,
Juan Francisco Sandoval, titular de la Unidad Anticorrupción (FECI), organismo
del MP, fue despedido y ahora está exiliado en EE.UU.
BRISA DE ANGULO, SÍMBOLO DE LA LUCHA
CONTRA EL ASI EN BOLIVIA
De acuerdo con cifras de la Fundación
Una Brisa de Esperanza, el 85 por ciento de los casos de abuso sexual en
Bolivia son cometidos por un familiar o por alguien cercano a la víctima,
situación que hace más traumática la vivencia para las infancias y
adolescencias.
Feminacida.com.ar
(https://bit.ly/3ODGC8W)
Según la Fiscalía de Bolivia, entre
enero y junio del presente año hubo 4.326 casos de violencia sexual a nivel
nacional, una cifra preocupante teniendo en cuenta que fueron 1.000 casos más
en comparación con los reportados en el 2021, según un análisis durante el
mismo rango de tiempo.
Ante la necesidad de contrarrestar la
violencia sexual que sigue en aumento en Bolivia, existen fundaciones como Una
Brisa de Esperanza (FUBE), una iniciativa que asiste y acompaña a niños, niñas
y adolescentes que han sido víctimas de esta violencia en Cochabamba,
Bolivia. Desde su creación, la
organización ha acompañado más de 2.000 casos brindando servicios legales,
psicológicos, médicos y sociales -gratuitos- a las víctimas y a sus familias.
Su fundadora, Brisa de Angulo, quien
con tan solo 15 años fue víctima de violencia sexual en repetidas ocasiones por
parte de un primo, lucha contra la impunidad con resiliencia en un país donde
las cifras de violencia sexual nunca han bajado.
En este sentido, Brisa presentó
recientemente su testimonio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos para
pedir justicia, sentar un precedente regional y demandar reformas en el código
penal de Bolivia mientras ofrece servicios profesionales de calidad para niños,
niñas y adolescentes víctimas de agresión sexual.
La visibilización de la historia de
Brisa en el ámbito internacional es un precedente para Bolivia y para otros
países de América Latina en donde hay altas cifras de violencia sexual. Además,
ha sido clave para traer a colación una problemática que se presenta diariamente
en el mundo, pero de la que poco se habla: la violencia sexual ejercida por
familiares. Como afirma Brisa: “Escuchamos sobre violaciones en universidades o
violaciones en colegios, pero donde más ocurren es dentro del entorno
familiar”.
Lastimosamente, la fundación lleva un
tiempo siendo objeto de una campaña de difamación por parte de sujetos
condenados por violencia sexual (algunos con sentencias), que buscan evitar a
la justicia y el reconocimiento público de sus agresiones.
Lo anterior, es un riesgo y retroceso
en el trabajo que se ha realizado con la infancia y adolescencia boliviana que,
en vez de recibir acompañamiento para promover un desarrollo infantil sano e
integral -que erradique las consecuencias y traumas que pueden quedar como resultado
de la violencia psicológica y sexual- quedaría en el limbo al no tener a donde
acudir.
La erradicación de la violencia sexual
contra niñas, niños y adolescentes es una responsabilidad que compartimos todas
las personas. Visibilizar esta problemática y a organizaciones como FUBE puede
crear conciencia y voluntad política para que se implementen medidas eficaces
que permitan que historias como la de Brisa no vuelvan a repetirse.
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