LAS DOS CARAS DEL “SCHINDLER BOLIVIANO”, EL BARÓN DEL ESTAÑO QUE SALVÓ DE LOS NAZIS A MILES DE JUDÍOS
Moritz Hochschild, de origen judío asquenazi,
nació en Alemania. En Bolivia levantó un imperio con el estaño. Lo hizo con
nuevas técnicas, pero sobre todo explotando a los mineros. Considerado un
“enemigo del pueblo”, en 1999, la aparición de documentos que contaban su
gigantesco operativo para rescatar a los judíos perseguidos por Hitler lo
redimióCorría 1999 cuando Edgar Ramírez,
encargado de ordenar – en realidad se trataba de crear – el archivo de la
Corporación Minera de Bolivia (Comibol), se topó con una serie de documentos
que iban camino a formar parte de la basura. Estaban en pésimo estado, algunos
casi destruidos por la humedad y habían sido descartados por inútiles. Sin
embargo, hubo algo que lo llevó a detenerse en ellos y analizarlos. Ese gesto
simple de un hombre responsable desveló, más de seis décadas después de los
hechos a los que se referían, un aspecto hasta entonces desconocido Moritz
Hochschild, o Don Mauricio, uno de los empresarios mineros más poderosos y a la
vez repudiados del país, no solo durante su vida sino también después de su
muerte.
Revisando esos papeles, se topó con
la otra cara de Hochschild, un judío alemán que en las décadas del ‘20 y del
‘30 del siglo pasado creó y desarrolló un imperio minero basado en la
explotación del estaño a fuerza de otra explotación brutal: la de los mineros
que trabajaban para él en condiciones que costaba diferenciar de la esclavitud.
Su nombre estaba asociado a los de
Simón Patiño y Carlos Aramayo, con los que formaba un trío infernal de la
historia del país, el de “Los Barones del Estaño”, empresarios que se habían
enriquecido a costa de las vidas de miles de trabajadores bolivianos sumergidos
en los socavones.
Hochschild era sin duda todo eso por
lo cual se lo señalaba, pero la documentación rescatada por Ramírez demostraba
también que durante los primeros años del nazismo en el poder en Alemania había
rescatado a miles de judíos de las garras de la dictadura de Hitler para
salvarles la vida y darles un futuro nuevo en Bolivia.
Esos documentos mostraban al
explotador Hochschild como una suerte de “Schindler de Bolivia”, aunque era una
caracterización que le quedaba corta, porque Oskar Schindler, un industrial afiliado
al partido nazi, se había ganado el reconocimiento mundial – y una película de
Steven Spielberg - por rescatar a alrededor de mil judíos de una muerte segura
empleándolos en sus fábricas, mientras que el barón del estaño boliviano había
sumado entre 9.000 y 20.000 personas a las que había sacado de Alemania para
llevarlas a América del Sur.
En busca de fortuna
Mortiz Hochschild nació en febrero de
1881 en la localidad de Biblis, en el suroeste de Alemania, y provenía de una
familia de judíos asquenazis – una etnia que se asentó en Europa Central y del
Este - dedicados al negocio de la minería.
A los 20 años salió de Alemania para
independizarse de las empresas familiares y comenzó a hacer negocios propios,
primero en Australia y más tarde en Chile, donde se instaló para dirigir desde
allí sus operaciones.
“En Chile es donde organiza su
empresa de extracción, y de forma casi implacable comienza a desarrollar el
negocio de la minería, que lo llevaría a Bolivia donde revolucionaría la
extracción minera”, dice el historiador Robert Borckmann, coautor con Raúl
Peñaranda de “Escape a los Andes. La historia de Mauricio Hochschild, ‘el
Schindler de Bolivia’”.
En Bolivia, Hochschild encontró la
forma de hacer fortuna rápidamente, apropiándose de minas de plata que estaban
abandonadas porque tenían las vetas agotadas, pero que él volvió rentables
utilizando nuevos métodos de extracción de estaño y zinc, entre otros
minerales.
No fue el único que vio esa
posibilidad a principios del Siglo XX: Simón Patiño y Carlos Aramayo estaban
desarrollando el mismo negocio y cuando estalló la Primera Guerra Mundial
hicieron sus fortunas exportando estaño a las grandes potencias. Trabajaban con
costos bajísimos, porque los mineros que trabajaban para ellos apenas si
recibían un salario de supervivencia. Así nacieron “Los Barones del Estaño”.
Al mismo tiempo, Hochschild iba
estableciendo fuertes vínculos con el poder político boliviano, lo que le
permitió evadir impuestos, que nadie investigara las condiciones de trabajo de
sus mineros y eludir las regulaciones de la explotación de minerales.
Para principios de la década del ‘30
era uno de los hombres de mayor fortuna no solo en Bolivia sino en toda
Sudamérica.
Operación rescate
Una de las primeras medidas que
tomaron los nazis al tomar el poder en Alemania en 1933 fue quitarles la
nacionalidad a los judíos alemanes que vivieran en el exterior y Moritz
Hochschild fue uno de ellos.
“Era un hombre que viajaba todo el
tiempo y esta situación lo pone en alerta de lo que ocurre en su país,
especialmente con su comunidad. Entonces siente que tiene que hacer algo”,
explicaba Brockman en una entrevista con la BBC realizada hace unos años.
En un primer momento, el barón del
estaño no pensó en Bolivia como refugio para sus compatriotas. Si bien había
amasado – y seguía haciéndolo – la mayor parte de su enorme fortuna en ese
país, lo consideraba un lugar atrasado e inapropiado como refugio para los
judíos que debían escapar de Alemania.
Por eso intentó primero que fueran
recibidos en la Argentina y en los Estados Unidos, dos países mucho más
desarrollados y que contaban con una numerosa comunidad judía. No tuvo éxito:
por esos tiempos, casi todos los países del continente se mostraban
refractarios a recibir refugiados judíos a pesar de que ya era evidente que la
barbarie nazi los tenía en la mira.
Casi como última alternativa,
aprovechó sus fuertes vínculos con el gobierno boliviano y convenció al
entonces dictador Germán Busch de instalarlos en el país y brindarles trabajo.
Para conseguir una respuesta positiva, le mintió al mandatario diciéndole que
muchos de los migrantes podrían trabajar en el campo porque era lo que hacían
en Alemania. No era cierto: la mayoría eran comerciantes, empleados y
profesionales.
Una operación monumental
Para trasladar y recibir a los
refugiados, el barón del estaño promovió la creación la Sociedad Protectora de
Inmigrantes e Israelitas (SOPRO) y la Sociedad Colonizadora de Bolivia
(SOCOBO). Esas organizaciones se ocupaban de gestionar la documentación de
acuerdo con la normativa boliviana, y lograron la promulgación de Decretos
Supremos de 1938, la Resolución Suprema del 14 de marzo de 1938, de ingreso de
judíos al país, y la Circular del 24 de abril de 1938, que eran requisitos
exigidos a los inmigrantes que buscaban trabajar en el país.
A través de sus organizaciones,
Hochschild gestionaba la salida de los judíos de Alemania, su embarque en
diferentes puertos europeos con destino en Arica, en Chile, para después
llevarlos a Bolivia con el “Expreso de los judíos”, un tren que partía desde el
puerto chileno y los dejaba en La Paz.
A la vez creó guarderías, centros
infantiles, lugares de recreación para niños huérfanos de procedencia judía y
contrató trabajadores inmigrantes judíos en sus empresas mineras. Además,
compró las haciendas Santa Rosa, Chorobamba y Polo Polo en los Yungas, donde
desarrolló actividades agrícolas con los propios refugiados para producir
alimentos, garantizar que tuvieran trabajo y consiguieran una relativa
estabilidad económica.
Según los cálculos obtenidos con el
entrecruzamiento de algunos de los documentos encontrados, para 1940 el
empresario minero más odiado por los trabajadores bolivianos había salvado
entre 9.000 y 20.000 judíos de la persecución de Hitler.
Caída en desgracia
La buena estrella de Hochschild en
Bolivia se apagó luego del suicidio del dictador Busch en 1939. Su sucesor, el
general Enrique Peñaranda, tuvo un trato diferente con los barones del estaño,
cuyas operaciones se empezaron a controlar mucho más desde el gobierno.
Hochschild, en particular, se negó a
someterse a las nuevas regulaciones y a pagar los impuestos que correspondían a
sus actividades de explotación y exportación. Cuando se le cortaron los
vínculos que mantenía con el poder, cayó en desgracia. Fue detenido en 1940 y
lo condenado a muerte, pero de alguna manera logró que lo liberaran. No
acabaron ahí sus contratiempos, porque poco después de recuperar la libertad,
lo secuestraron y debió pagar un altísimo rescate.
A pesar de todo se quedó en Bolivia
hasta que, encarcelado nuevamente en 1944, gestionó su libertad a cambio de
irse del país. Ese mismo año se radicó en los Estados Unidos, desde donde
siguió manejando sus negocios y finalmente cruzó el Atlántico para terminar sus
días en Paris, donde murió el 12 de junio de 1965.
Para entonces – y sobre todo después
de la revolución de 1952, liderada por Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles
Zuazo – su nombre, igual que los de Patiño y Aramayo, se convirtió en sinónimo
de “enemigo del pueblo”. No era un apelativo injusto, sobre todo desde que, con
los cambios en los vientos políticos, salieron a la luz con toda crudeza sus
métodos casi esclavistas de explotación de los trabajadores de sus minas.
En cambio, su monumental operación
para salvar las vidas de miles de judíos de Alemania y otros países europeos
invadidos por los nazis, era prácticamente desconocida en Bolivia y en el
mundo.
Salvador y villano
Explotador de unos y salvador de
otros, la controvertida figura de Moritz Hochschild se mostraba así con sus
luces y con sus sombras. Robert Borckmann, sostiene que con los documentos
descubiertos en el archivo de la Corporación Minera y los aportes de nuevas
fuentes “brotó la historia de un personaje renovado en distintas dimensiones,
ni perfectamente malo ni perfectamente bueno”.
Tal vez sea una manera de definirlo,
pero quizás haya que decir que hay personajes, como Moritz Hochschild, capaces
de ser buenos, generosos e incluso heroicos con los propios, al punto de
salvarles la vida, y despiadados e inhumanos con otros, tanto como para
explotarlos de manera brutal sin tener escrúpulos ni cargos de conciencia.
“¿Era un hombre caritativo? No me
cabe duda de que ayudó mucho a los suyos, pero tengo un signo de interrogación
porque Hochschild es considerado el peor de los tres ‘Barones del Estaño’;
dicen que tenía mal genio, que no pagaba impuestos, que explotaba a su fuerza
de trabajo”, dijo Edgar Ramírez, el hombre que descubrió los documentos que
revelaron su monumental operación de salvataje, cuando le pidieron que lo
definiera. Infobae de Argentina (https://acortar.link/gkXlnA)
MEGAPUERTO DE CHANCAY: CHINA MUESTRA
INTERÉS EN EL TREN BIOCEÁNICO PARA CONECTAR CON BRASIL
China, con su vasta experiencia en
construcción ferroviaria, ve en el tren bioceánico una excelente oportunidad
para establecer conexiones con Brasil.
Perú Retail (https://acortar.link/OsBliR
https://acortar.link/lZGUZr)
El megapuerto de Chancay está
programado para iniciar operaciones en noviembre, siendo vital establecer
conexiones con las cadenas logísticas para fortalecer su posición como hub
regional. Una propuesta con gran potencial es la construcción de un tren
bioceánico que conectaría Bolivia y Brasil, mejorando el flujo de mercancías
entre los océanos Atlántico y Pacífico. China ha mostrado interés en invertir
en este proyecto.
Según la Cámara de Comercio
Peruano-China (Capechi), China es un candidato ideal debido a su “vasta
experiencia en construcción ferroviaria”, y el tren bioceánico representa una
excelente oportunidad para fortalecer los lazos con Brasil.
Ubicado en la costa del Pacífico de
Perú, Chancay ocupa una posición estratégica como puerta de entrada para el
comercio entre América del Sur y Asia. Sin embargo, para maximizar su
potencial, es fundamental contar con una conectividad eficiente con los países
vecinos y sus redes comerciales respectivas.
Jorge Chian, director ejecutivo de
Capechi, señaló al diario Gestión que Chancay es comparable en capacidad al
puerto de Manzanillo (México) y Los Ángeles (Estados Unidos), gracias a su
capacidad para recibir la nueva generación de contenedores.
¿En qué consiste el tren bioceánico?
Una de las propuestas clave para
mejorar la conectividad y optimizar la eficacia del Megapuerto de Chancay es la
implementación de un tren bioceánico. Este proyecto ambicioso busca establecer
un enlace ferroviario que conecte el terminal portuario con Brasil, atravesando
Perú y potencialmente también Bolivia.
Al unir los océanos Atlántico y
Pacífico, el tren bioceánico ofrecería una ruta directa y eficiente para el
transporte de mercancías, lo que resultaría en una reducción significativa de
los tiempos y costos de tránsito.
El fuerte interés de China en el
proyecto del tren bioceánico se deriva de su experiencia en la construcción de
ferrocarriles y de sus amplios objetivos estratégicos. Como un actor clave en
el comercio mundial y el desarrollo de infraestructuras, El gigante asiático
reconoce el potencial de este proyecto para fortalecer sus vínculos económicos
con América del Sur.
La inversión de China no solo
contribuiría a la construcción del ferrocarril, sino que también estimularía el
crecimiento económico y el desarrollo en la región. Es importante destacar que
China es el principal impulsor del nuevo puerto peruano a través de Cosco
Shipping Ports, empresa a cargo del proyecto.
Actualmente, exportar productos desde
Sudamérica hacia Asia requiere aproximadamente 35 días, ya que se realiza a
través de “cabotaje” hacia puertos más grandes, como los de México o Estados
Unidos. Sin embargo, desde Chancay, los buques podrán realizar viajes directos,
lo que permitirá reducir significativamente el tiempo de tránsito a un rango de
10 a 12 días.
Es importante destacar que hace unos
años, el Poder Ejecutivo mencionó que el plan ferroviario podría tener un costo
aproximado de 7.500 millones de dólares en territorio peruano, y que el
financiamiento podría provenir de China, el principal mercado para las
exportaciones sudamericanas.
BOLIVIA LANZA “EPCORO” PARA
FORTALECER LA INDUSTRIA DEL ORO
Nace con capital para su
funcionamiento de hasta 102.900.000 de bolivianos
Radio Miraflores de Venezuela
(https://acortar.link/PhKX15)
El Gobierno de Bolivia aprobó la
creación de la Empresa Estatal de Producción y Comercialización de Oro
(Epcoro).
La decisión estratégica tomada por el
Gobierno de Bolivia de establecer la Empresa Estatal de Producción y
Comercialización de Oro, representa un paso significativo para fortalecer la
industria aurífera del país.
Mediante el Decreto Supremo 5134,
publicado en la Gaceta Oficial, de la nación boliviana, se autorizó la
asignación de 102,9 millones de bolivianos del Tesoro General de la Nación para
impulsar la formación de esta nueva entidad.
La cual que se dedicará a la
producción y comercialización de oro en todas las etapas de la cadena
productiva minera.
En el marco de la política de
industrialización de los recursos naturales y el fortalecimiento de las
reservas internacionales, que desarrolla el gobierno Boliviano.
Epcoro no solo fomentará la
extracción y venta de oro, sino que también contribuirá al incremento de las
reservas internacionales de Bolivia, según la información oficial.
El directorio de Epcoro estará
compuesto por representantes del Ministerio de Minería y Metalurgia, Ministerio
de Economía y Finanzas Públicas, y Ministerio de Planificación del Desarrollo,
con el objetivo de garantizar una gestión integral y coordinada.
Minería con Epcoro
Bolivia ocupa el séptimo lugar en
América Latina y el Caribe en reservas de oro en bancos centrales estatales,
según datos del Consejo Mundial del Oro, con estadísticas financieras
internacionales actualizadas a marzo de 2024.
Recientemente, Bolivia también
inauguró su primera planta estatal de carbonato de litio en el Salar de Uyuni
(suroeste), donde el país concentra gran parte de sus enormes recursos de este
metal clave en la transición hacia las denominadas energías limpias.
DETECTAN PLAGA DE LANGOSTAS EN
PARAGUAY, ARGENTINA Y BOLIVIA
Las langostas pueden comer su propio
peso y arrasar con cultivos para alimentar hasta 30 mil personas en un día;
autoridades sudamericanas lidian con la plaga.
TV Azteca de México
(https://acortar.link/Nosr4I)
En la región de Sudamérica, los
países de Paraguay, Argentina y Bolivia deben enfrentar la plaga de langostas
que está devorando sus cultivos, por lo cual varias hectáreas de tierras están
severamente afectadas.
Por ejemplo, en Paraguay, estos
insectos están devorando las zonas agrícolas productivas de Agua Dulce del
departamento de Alto Paraguay, en la comunidad conocida como el Chaco. Videos
en redes sociales mostraban esta plaga.
Tras la viralización de videos, las
autoridades confirmaron la existencia de las langostas en la zona, en
específico en la estancia llamada Kuarahy Retá.
Paraguay fumigará 500 hectáreas de
cultivos
Con el fin de combatir la plaga, las
autoridades preparan la fumigación de unas 500 hectáreas de terreno. Además, el
Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas de Paraguay emitió
una declaratoria de emergencia, debido a que la zona occidente del país tiene
frontera con Bolivia.
Los funcionarios paraguayos han
explicado que tienen el reporte de 400 hectáreas de cultivos afectadas, donde
loa agricultores sembraban soja y otros granos.
Mientras que en Argentina, el
Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria del país declaró una
alerta fitosanitaria con el fin de realizar acciones para controlar la plaga,
la cual estará vigente hasta diciembre de 2025. Desde 2015 y tras 60 años sin
muchos inconvenientes, la región de Sudamérica ha reportado resurgimiento de la
plaga de langostas.
¿Qué son y que hacen las langostas?
Una langosta es un insecto pequeño
que tiene un gran ciclo de reproducción, el cual puede aumentar las poblaciones
de este animal en cerca de 20 veces. Además, suele ser atraído por los cultivos
usados por los rebaños de pastores y son capaces de comer sus propios peso, de
dos gramos, al día.
Un enjambre de langostas pueden
contener hasta 150 millones de estos insectos por kilómetro cuadrado, la cual
puede consumir diariamente cultivos suficientes para alimentar hasta 35 mil
personas.
Las nubes de langostas se movilizan
rápidamente, al cubrir entre 100 a 150 kilómetros al día, lo cual complica las
medidas de mitigación, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
MENDOZA POTENCIA: EL ISCAMEN CONTINÚA
EXPORTANDO MOSCAS DEL MEDITERRÁNEO A BOLIVIA Y CHILE
Esta semana se realizaron envíos a
ambos países por $14 millones. Se trata de pupas o capullos de insectos
estériles producidos en la Bioplanta de Santa Rosa.
Mendoza Today de Argentina
(https://acortar.link/Rd1ikq)
En 2019, el programa de asistencia
técnica de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), junto al
Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria de Bolivia,
licitó la provisión de moscas del Mediterráneo estériles para el departamento
de Cochabamba, situado en la zona centro del país, con producciones de durazno,
papaya, chirimoya, manzana y cítricos.
Actualmente existe un plan de
provisión a Bolivia de 60 millones de insectos que se está completando mediante
el envío de 10 millones semanales, los cuales son recibidos por el programa
boliviano de control para su liberación en Cochabamba.
Además de los envíos a Bolivia, se
suman despachos semanales de 4 millones hasta alcanzar los 58 millones de pupas
solicitadas por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile, para su región
metropolitana.
De esta forma, la Bioplanta del
Iscamen se consolida como referente a nivel internacional en la producción de
insectos estériles para el control de plagas agrícolas. Los convenios
internacionales que lleva adelante el organismo tienen como objeto avanzar
hacia la sostenibilidad de los procesos de producción que se desarrollan en la
Bioplanta ubicada en Santa Rosa.
Asimismo, aporta el insumo
fundamental para la protección de las áreas libres de mosca del Mediterráneo en
la Patagonia a través de dos envíos semanales (28 millones) de insectos
estériles desde el Centro de Empaque en el departamento de General Alvear.
Tanto la Patagonia como los oasis Sur
y Valle de Uco de Mendoza son áreas reconocidas internacionalmente como libres
de esta plaga y sostenidas fundamentalmente a través de la liberación de machos
esterilizados producidos en la Bioplanta Santa Rosa del Iscamen, que
interrumpen el ciclo biológico de la plaga mosca del Mediterráneo.
Bioplanta de producción
En Mendoza se utiliza para el control
de la mosca del Mediterráneo la Técnica del Insecto Estéril (TIE). Consiste en
la cría masiva, esterilización y posterior liberación al medio ambiente de
ejemplares machos esterilizados de esta especie, los que al cruzarse con
hembras fértiles no dejan descendencia.
Los insectos esterilizados pueden
competir y aparearse con los insectos silvestres. Como resultado, se produce
una reducción de la fertilidad de la población natural, con la disminución de
la cantidad de plaga, hasta provocar incluso su desaparición.
Esta técnica es aplicable a otras
plagas que afectan la agricultura, como también a aquellas que impactan sobre
la salud humana; el carácter multipropósito y modular de la Bioplanta del
Iscamen significa un gran potencial de la capacidad instalada. Además, permite
en la actualidad avanzar en los estudios que posibiliten la cría masiva de
otros insectos plaga como la mosca sudamericana de la fruta (Anastrepha
fraterculus) y el gusano barrenador del ganado (Cochlliomyia hominivorax), por
el cual se proyecta con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del
Uruguay la provisión de 8.300 millones de insectos en 10 años.
También se realizan estudios para
ajustar la cría y esterilización de otros insectos como Tenebrio molitor,
Drosophila suzukii, Lobesia botrana y Aedes aegypti, mosquito vector del
dengue. La Bioplanta es una gran fábrica de insectos donde cada sala reproduce
las condiciones de un estadio biológico de insectos plaga. Esta infraestructura
es única en su tipo en Mendoza y la de mayor envergadura en Sudamérica.
MACHADO SE SOLIDARIZA CON JEANINE
ÁÑEZ TRAS TRES AÑOS DE SU «INJUSTA PRISIÓN»
Áñez asumió el mando interino del
país dos días después de la renuncia de Evo Morales y de todos los funcionarios
en línea de sucesión
Analítica de Venezuela
(https://acortar.link/AGmh3W)
la
lider opositora María Corina Machado envió un mensaje solidario a la
expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez (2019-2020), al cumplirse tres
años de lo que calificó una «injusta prisión», tras ser acusada por la crisis
política y social de 2019 en el país andino.
«A tres años de la arbitraria e
injusta prisión que está sufriendo Jeanine, desde Venezuela quiero enviarte
toda la fuerza de los venezolanos que luchamos también por nuestra libertad,
por que exista democracia en todos los países de América Latina«, sostuvo
Machado en un video compartido en las redes sociales de la exmandataria
boliviana.
«Por eso tu lucha es también la
nuestra«, añadió la exdiputada venezolana, quien además envió a Carolina
Ribera, hija de la expresidenta, «la fuerza de todos los hijos de Venezuela que
también ven a sus familias perseguidas y divididas«.
La venezolana también afirmó que no
descansarán «hasta lograr la libertad de todos los latinoamericanos que son
presos políticos perseguidos por tiranías que quieren oprimir a sus pueblos y
acabar» con las «libertades».
«Es la misma lucha y tendremos el
mismo destino, que es la libertad. Dios la bendiga», concluyó.
Jeanine Áñez asumió el 12 de
noviembre de 2019 el mando interino del país como segunda vicepresidenta del
Senado, dos días después de la renuncia de Evo Morales y de todos los
funcionarios en línea de sucesión presidencial.
BERTHA AGUILAR, LA ABOGADA AYMARA DE
LAS INDÍGENAS DISCRIMINADAS EN BOLIVIA
Radio Francia Internacional
(https://acortar.link/5LE1pF)
Mientras cosecha las papas que sembró
a orillas del lago Titicaca, Bertha Aguilar recibe una llamada. Del otro lado,
una mujer le habla en lengua aymara. Fue golpeada por sus cuñados por un lío de
tierras y quiere que esta abogada indígena boliviana la defienda.
Aguilar, de 56 años y madre de dos
hijos, es una de las pocas aymaras que representa a indígenas víctimas, sobre
todo, de violencia machista. Son mujeres que solo se comunican en su lengua
originaria.
Pese que junto al aymara hay otras 35
lenguas nativas reconocidas en Bolivia, en los juzgados solo se habla en
español.
El 41% de los 12,5 millones de
bolivianos se identifica como indígena o descendiente de los pueblos
originarios, pero la justicia no está obligada a tener intérpretes. El aymara
es el tercer idioma más hablado después del español y el quechua.
Aguilar, quien también sufrió
maltratos de su expareja antes de estudiar leyes, siempre lleva con orgullo su
pollera (falda abultada), su bombín y zapatillas estilo ballet.
"Es diferente cuando les
explicas en aymara, mejor te cuentan qué les ha pasado", señala la mujer
antes de guardar su celular y regresar a la cosecha.
La discriminación por el idioma y la
vestimenta dificulta el acceso a la justicia para las aymaras, sostiene Lucía
Vargas, de la Coordinadora de la Mujer, un colectivo de oenegés feministas.
"Quisiéramos saber cuántos
jueces y fiscales hablan un idioma indígena. Si las aymaras no entienden el
castellano, tienen mayor dificultad de entender la complejidad de un proceso
judicial que además está (escrito) en castellano", indica.
Aymaras y el machismo
Cuando no está litigando, Bertha
Aguilar cuida su parcela en Chachapoya, un pequeño poblado a 170 km de La Paz
de donde migró a los 16 años. Entonces solo hablaba aymara.
Sobrevivió limpiando casas, y luego
de separarse de su marido ingresó a la Universidad Pública de El Alto, una
ciudad contigua a la capital boliviana, donde obtuvo su título como abogada en
2012.
Solo el 10% de las casi 800.000
mujeres que se identifican como aymaras en Bolivia acceden a la educación
superior, según un estudio de la Universidad Católica. En total los aymaras
representan el 9,6% de los bolivianos.
Las mujeres que llegan a Bertha
Aguilar tienen historias de violencia machista, una más dramática que otra.
"He visto todo tipo de hematomas, puñetes en el ojo, o sea, todo maltrato.
Creo que el varón no tiene miedo de agarrarle (a la mujer)", dice la
abogada.
Aunque no hay una estadística de
indígenas víctimas, "el mundo aymara no es un aparte, es un mundo que es parte
de una realidad nacional donde hay una fuerte carga de machismo desde tiempos
inmemoriales", sostiene la historiadora Sayuri Loza.
En 2023 Bolivia registró 51.000
denuncias de agresiones físicas, sexuales, psicológicas y económicas, entre
otras, contra las mujeres.
Entre los casos se cuentan 81
feminicidios, según datos de la fiscalía.
En América Latina se registraron el
año pasado 4.599 feminicidios, de acuerdo con la oenegé Mapa Latinoamericano de
Femi(ci)dios, que recabó datos de 16 países de la región.
De agredida a defensora
Bertha Aguilar también fue víctima de
violencia intrafamiliar y discriminación por su origen aymara.
En la familia de su esposo habían
profesionales universitarios, y recuerda que sus cuñados le decían: "Si mi
hermano te va a dejar es porque eres de pollera".
Se separó en 2005, pero tardó en
encontrar un abogado que llevara su divorcio. Hablé con "unos cuatro, pero
no me hacía entender. No me explicaba bien (...) y defendían al hombre",
evoca.
Se empeñó entonces en ser la defensora
de las aymaras. "En los juzgados (...) hay muchas mujeres que no pueden
hablar en castellano", remarca.
La oficina de Bertha Aguilar está
frente al Tribunal de Justicia de El Alto. Es un espacio pequeño de paredes de
color turquesa, con un escritorio y algunos libros. "Si no estoy
llame", se lee a la entrada en un mensaje junto a su número telefónico.
Actualmente lleva 40 casos de mujeres
en trámites de divorcio o conflictos por propiedades, entre otros procesos.
Nunca rechaza una llamada en su celular.
"Nayax aka divorciox doctorat
mistuñap munta" (Quiero que salga ese divorcio doctorita), le dice Silveria
Palle, de 57 años y quien fue golpeada por años por su pareja, durante una
visita al despacho.
La abogada aymara suele transmitir a
sus clientas el mismo mensaje: "Si yo he salido de los maltratos de la
violencia, ¿cómo no vas a poder tú?".
INRETAIL CONSIDERA VENDER SU FILIAL
FARMACÉUTICA EN BOLIVIA A UNA EMPRESA LOCAL
El conglomerado peruano está en
proceso de vender su filial boliviana Quimiza a Lecar, una empresa local
especializada en importación y exportación de medicamentos.
Perú Retail (https://acortar.link/lC1U6N)
Según el portal especializado en
temas legales y jurídicos, Latin Lawyer, la compañía minorista peruana
InRetail, a través de su división InRetail Pharma, dedicada al rubro
farmacéutico, tiene planes de vender su operaciones y negocios en Bolivia.
Al detalle, el citado medio afirma
que InRetail Pharma contrató a la firma boliviana PPO Abogados para vender su
filial local, Quimiza, a la empresa exportadora de medicamentos con sede en
Santa Cruz, Importadora y Exportadora Lecar. Cabe precisar que Quimiza es la
filial boliviana de Química Suiza, empresa peruana de distribución de
medicamentos.
La posible venta surge luego de la
presentación de resultados del grupo para el año 2023, en el que se detalla que
la operación de distribución farmacéutica ha enfrentado un complejo escenario.
Solo en el cuarto trimestre, las ventas cayeron 7.6% versus el mismo periodo de
2022, debido a una reducción en ingresos por la contracción en la demanda del
canal tradicional en Perú, así como por la caída esperada en ventas
institucionales en Ecuador.
No obstante, InRetail Pharma anotó
ingresos por S/8,791 millones durante todo el año, un 1.4% por encima del 2022,
con un crecimiento de las ventas mismas tiendas de 1.2%.
InRetail Pharma y subsidiarias
La creación de la unidad farmacéutica
de InRetail se remonta hasta 1939, cuando Armando Gertsch y los hermanos
Augusto y Carlos Piaget, fundan la empresa peruana Química Suiza con el apoyo
financiero de Federico Mulder.
Rápidamente se convirtieron en
pioneros de la distribución al abrir sus primeras farmacias en Lima, y
posteriormente escalar a provincias. No fue sino hasta 1978 que decidieron
emprender viaje fuera del Perú, fundando así las filiales Quifatex en Ecuador y
Quimiza en Bolivia.
Uno de sus hitos más trascendentales
fue la creación de su cadena Mifarma en 2006. Ese mismo año, fundaron Quideca
en Colombia; sin embargo la operación ya no pertenece más al grupo.
En 2011 crearon “Quicorp”, para ser
la empresa holding del grupo. A su vez, comenzaron una serie de adquisiciones
de otras cadenas conocidas, como boticas BTL y farmacias Fasa, además de la
cadena Gloria en Bolivia. Un año después, fundaron Química Suiza Industrial
(QSI), subsidiaria que comenzó operaciones en Paraguay en 2014, consolidando así
su presencia en la región.
La revolución del segmento
farmacéutico en Perú llegaría en 2018, cuando InRetail, que ya se había
consolidado con Inkafarma tras adquirir la cadena en 2011, decide comprar
Quicorp. El grupo Intercorp anunció la compra del 100% de acciones por US$ 583
millones.
Un año antes de la transacción, la
empresa tuvo una facturación de aproximadamente US$1.600 millones. Hasta el
cierre de la compra, Quicorp poseía más de mil farmacias y doce centros de
distribución en Ecuador, Bolivia y Colombia.
Planes de inversión de InRetail
Pharma
Tras la presentación de resultados
del 2023, InRetail anunció un plan de inversiones para su unidad Pharma a lo
largo del 2024 y que se extenderá hasta el año entrante.
En concreto, planea abrir
aproximadamente 50 nuevos establecimientos de sus cadenas Inkafarma y Mifarma
Beauty. Este último siendo el moderno formato que mezcla la venta de productos
de belleza y dermocosmética con atención personalizada y productos
farmacéuticos.
Asimismo, continuará con la construcción
de un nuevo centro de distribución, anunciado ya desde 2023, que está previsto
ser inaugurado en el segundo semestre de 2025. Para
UN PAÍS DE SUDAMÉRICA ES EL SEGUNDO
MAYOR EXPORTADOR DE LITIO DEL MUNDO, DESEADO POR ELON MUSK
Sudamérica posee gran cantidad a
nivel mundial de 'oro blanco' en el triángulo del litio. Un país de este
selecto grupo ostenta la mayor reserva de este mineral y otro es el mayor
exportador del planeta.
La República de Perú
(https://acortar.link/bOrtJT)
Sudamérica emerge como un líder por
las grandes reservas de litio, crucial para el futuro de la movilidad
eléctrica, que poseen diversos países. El litio, apodado 'el oro blanco', es la
piedra angular de la transición energética hacia vehículos eléctricos, con
América Latina albergando una significativa porción de las reservas mundiales.
El triángulo del litio, que incluye
territorios de Argentina, Bolivia —que posee la mayor reserva del mundo— y
Chile, es especialmente prominente, aunque cada país se encuentra en diferentes
etapas de desarrollo en la explotación de este recurso.
Chile es el segundo mayor exportador
de litio del mundo
Chile es el segundo mayor productor
mundial de litio, según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos
(USGS), y enfrenta retos significativos y oportunidades únicas en el escenario
global de la exploración y explotación del mismo, un mineral esencial para la
revolución de la electromovilidad.
En los últimos tres años, Chile ha
intensificado su inversión en la exploración de litio y superó los 467 millones
de dólares en 2022. Un hito significativo en esta inversión fue el
descubrimiento por parte de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) de
grandes cantidades de litio en el Salar de Maricunga, la segunda reserva más
concentrada del mundo después del Salar de Atacama. Este hallazgo subraya el
potencial geológico de Chile para consolidar y expandir su posición en el
mercado global del litio.
La Comisión Chilena del Cobre
(Cochilco) ha señalado un atraso en la estrategia nacional para la gestión del
'oro blanco', proyectando que para 2035 Chile podría ceder su segundo lugar a
nivel productivo frente a una Argentina en ascenso.
A pesar de su posición privilegiada,
los datos de S&P Global Intelligence revelan que Chile ocupa la quinta
posición en el presupuesto global destinado a la exploración de litio, con un
9%, situándose detrás de Argentina, Estados Unidos, Australia, y Canadá. Esta
posición refleja tanto el potencial sin explotar como los desafíos estratégicos
que el país debe superar.
Chile actualmente explota
principalmente el Salar de Atacama, que alberga el 90% de las reservas
nacionales de litio, pese a contar con más de 50 salares. La explotación está
en manos de dos empresas: la Sociedad Química y Minera SQM y la estadounidense
Albemarle. Esta concentración en un solo salar y en pocas empresas sugiere la
existencia de oportunidades para diversificar y aumentar la producción nacional
de litio.
El impacto económico del litio en
Chile es notable, con el Estado recibiendo más de 5.000 millones de dólares por
su explotación en 2022, lo que equivale al 1,6% del PIB. Además, las ventas de
carbonato de litio al exterior experimentaron un incremento del 777% en 2022
respecto al año anterior. Superaron a otros productos tradicionales en la
canasta exportadora chilena como el salmón, el hierro y las cerezas.
Elon Musk y el litio chileno
La llegada de Tesla a Chile marca un
momento significativo para toda Latinoamérica. Tesla llega a la capital chilena
con el plan de "importar, exportar, fabricar, comercializar, distribuir y
vender" vehículos eléctricos (EV) en toda la región.
El interés de Tesla en Chile no se
limita únicamente al mercado de vehículos eléctricos. Tesla, cuyos productos
dependen del litio para las baterías de sus autos y soluciones de
almacenamiento de energía, quiere asegurar y diversificar su cadena de
suministro de este mineral, dada la posición de Chile como uno de los
principales productores a nivel mundial
La colaboración entre el Gobierno
chileno y Tesla, en el marco del Tratado de Libre Comercio con EE. UU., sugiere
un esfuerzo concertado para atraer inversiones en el sector de litio y energías
renovables. Esto es particularmente relevante, considerando la importancia del
litio para la transición energética global y la creciente demanda de baterías
de iones de litio.
PREOCUPA A GRUPOS NATIVOS DE CHILE Y
ARGENTINA LA EXPLOTACIÓN MINERA DEL LITIO
Comunidades indígenas temen que los
efectos que la explotación del litio, un elemento cada vez más codiciado por
las potencias, termine con sus territorios.
Voz de América de EE.UU.
(https://acortar.link/kmBSVR)
El pueblo nativo de los kolla ha
pasado pasado siglos ascendiendo a lo profundo de las montañas del norte de
Argentina en busca de una sustancia simple: agua potable.
Aquí, en uno de los entornos más
áridos del mundo, es una fuerza vital que lo sustenta todo.
En los meses de lluvia, las tierras
sagradas que rodean su pequeño pueblo de adobe de Tusaquillas cuentan con agua
abundante. En los meses secos, las familias caminan kilómetros bajo el sol
abrasador, con la esperanza de que su ganado pueda beber de un pequeño
recipiente de plástico, alimentado por una manguera que llega hasta las
distantes montañas.
Pero comunidades como la de ella
temen cada vez más que se les acabe la buena suerte. Esto se debe a que los
cauces secos de agua que rodean su pueblo están intrínsecamente conectados con
los extensos salares blancos que se extienden debajo, lagunas subterráneas con
aguas repletas de un material que ahora se conoce como “oro blanco”: el litio.
En el “triángulo del litio” —una
región que se extiende por Argentina, Chile y Bolivia—comunidades nativas se
asientan sobre un tesoro escondido: un estimado de un billón de dólares en
litio.
El metal es clave en la lucha global
contra el cambio climático, utilizado en las baterías de los automóviles
eléctricos, crucial para la energía solar y eólica, y más. Pero para obtenerlo,
las minas extraen agua de las planicies, ligadas a la vida de miles de
comunidades.
A medida que los más poderosos del
mundo miran cada vez más hacia el Triángulo —la mayor reserva de litio en la
Tierra— como una pieza crucial del rompecabezas para salvar el medio ambiente,
otros temen que la búsqueda del mineral signifique sacrificar esa misma fuerza
vital que ha sostenido a los pueblos nativos de la región durante siglos.
Entre 2021 y 2023, el precio de una
tonelada de litio en los mercados estadounidenses casi se triplicó hasta un
máximo de 46.000 dólares el año pasado, según un informe del Servicio Geológico
de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). En China, el principal
cliente del litio de la región, una tonelada de este metal se vendió por la
enorme cantidad de 76.000 dólares en su punto máximo el año pasado.
Líderes, ejecutivos mineros y
empresas de todo el mundo comenzaron a mirar hacia allá. Empezando por Estados
Unidos y China, consideraron los desiertos áridos de la región como una fuente
de riqueza y un motor para impulsar la transición a la energía verde.
La elevada demanda impulsó la
producción mundial de litio, pero en los últimos meses los precios han caído
significativamente debido a un exceso de oferta del metal a corto plazo y a
sobreestimaciones sobre las compras de vehículos eléctricos. Sin embargo, el
consumo mundial de litio continúa en aumento.
El “oro blanco” que buscan está
contenido en los cientos de salares —planicies de sal— desperdigados por la
región.
El problema es que las planicies de
sal también forman una parte esencial de un ecosistema altamente biodiverso,
dicen los científicos.
Si bien el agua de las lagunas no es
potable, están ligadas a las fuentes de agua dulce circundantes, a las escasas
lluvias y a los arroyos de montaña cercanos, esenciales para la supervivencia
de miles de comunidades indígenas.
La preocupación de los científicos
entrevistados por la AP es que el bombeo de agua a escala industrial contamina
el agua dulce con la salmuera que bombean y de hecho seca el medio ambiente
circundante. Dicen que ha producido efectos en cadena para la vida en la región
en una época en que ya ha sido golpeada por la sequía inducida por el cambio
climático.
Por su importancia ambiental, los
salares y sus aguas circundantes se han ganado un sitio sagrado para las
culturas indígenas, parte esencial de las celebraciones nativas durante todo el
mes de agosto.
Los salares de la laguna de
Guayatayoc y Salinas Grandes aportan ingresos a pueblos como el suyo mediante
el turismo y la recolección de sal en pequeña escala. Más de 30 compañías
solicitan oficialmente permiso para extraer el agua de los dos salares.
Letreros puestos por la comunidad en las orillas de las planicies de sal piden
a las empresas de litio que respeten el territorio y se vayan.
Las cosas llegaron a un punto crítico
el verano pasado cuando el gobierno local, ansioso por obtener ganancias de las
minas, modificó su Constitución para facilitar la supresión de ciertos derechos
territoriales indígenas y limitar la capacidad de protesta contra la expansión
de la minería.
Alicia Chalabe —la abogada ambiental
que representa a las comunidades— y otros argumentan que la medida infringe el
derecho internacional.
Miles de indígenas estallaron en
protesta, bloqueando carreteras utilizadas por las minas de litio y portando
banderas indígenas de arco iris. La reacción de las autoridades hacia los
manifestantes pacíficos estuvo marcada por represión violenta y arrestos
arbitrarios, según grupos como Amnistía Internacional y Naciones Unidas. Sin
embargo, se prevé que las protestas continúen.
La vecindad
Las preocupaciones argentinas nacen
en el vecino Chile, donde la minería de litio está en pleno vigor desde hace
décadas en el desierto de Atacama, el lugar más seco de la Tierra.
Tubos negros gigantes que bombean
agua salada subterránea corren como venas a través de la tierra blanca y
agrietada del Salar de Atacama. Pasan junto a rugientes bulldozers amarillos y
trabajadores con chalecos color naranja brillante.
La llanura alberga a las dos empresas
de litio que operan en Chile: SQM y la estadounidense Albemarle.
“Yo creo que vivimos una crisis en la
cual tenemos una advertencia grande, pero también tenemos soluciones y el litio
representa una de las soluciones necesarias y fundamentales para electrificar
el transporte”, dijo Valentín Barrera, portavoz de SQM, la mina de litio más
grande de Chile. “Queremos crecer, entendiendo que es necesario para mitigar el
cambio climático”.
Aquí, en la mina SQM, eso significa
bombear al menos 1.280 litros de agua salada subterránea por segundo —entre 6 y
8 tinas de baño— según cifras de la mina. Los tubos convergen en hileras de
piletas azules, verdes y amarillas, donde el agua llena de litio pasa de una
pileta a otra.
El duro sol del desierto evapora el
agua, y a menudo los fuertes vientos la expulsan del ecosistema, llevándola incluso
hasta Brasil, dijo un funcionario de la mina. Debido al proceso de evaporación
y a los vientos, casi no se puede reinyectar agua al suelo. Deja detrás sal y
litio para ser procesados y utilizados por algunas de las empresas más grandes
del mundo, como Tesla.
Mientras tanto, las comunidades
circundantes han observado cómo sus tierras se marchitan.
Mientras tanto, pozos y lagunas junto
a las minas rebosantes de agua dulce de color azul intenso se secaron.
Al igual que en Argentina, la minería
provocó oleadas de críticas y batallas judiciales a medida que los lugareños
exigen tener voz sobre el destino de sus tierras.
En 2013, una inspección ambiental
encontró que habían muerto un tercio de los algarrobos blancos —un árbol que se
sabe que sobrevive en ambientes hostiles— cerca de la mina SQM. Muchos árboles
más se marchitaban.
Una investigación en 2016 encontró
que SQM extrajo durante años consecutivos más agua subterránea de lo permitido
legalmente, algo que, según las autoridades, puso en riesgo extremo la
estabilidad del ecosistema. Posteriormente, SQM acusó a su vecino de hacer lo
mismo.
En 2022, se ordenó a SQM pagar 51,7
millones de dólares para corregir los daños causados por seis infracciones,
entre ellas preocupaciones con respecto a la transparencia y contaminación de
pozos de agua dulce.
Barrera, el vocero de SQM, no
respondió directamente cuando se le preguntó si pueden afirmar categóricamente
que no han dañado el medio ambiente.
“En base a esa información que
tenemos disponible es que ‘no’ respecto a las condiciones basales; no ha
existido un cambio fundamental sobre las condiciones del entorno, sobre todo el
recurso en el fondo”, declaró.
Atribuyó los fallos judiciales y las
críticas a la “desinformación”, y culpó a las minas de cobre estatales, que
también consumen mucha agua. Posteriormente, el director de la mina agregó que
el agua que las minas de litio bombean se rellena lentamente con la lluvia y el
agua dulce de las montañas, una fuente de agua para las comunidades locales.
En Albemarle, la otra mina que ocupa
la planicie, un portavoz insistió en que la salmuera que bombean “no es agua”
porque no es potable.
Casi una docena de científicos que
hablaron con The Associated Press explicaron que es casi inconcebible que el
uso intensivo de agua no tenga un impacto ambiental.
Auge económico
La minería de litio ha provocado
también un auge económico en algunas partes de Chile.
Los beneficios económicos del litio
son innegables. La minería representa un enorme 62 % de las exportaciones de
Chile, una columna vertebral crucial para la economía del país.
El dinero que las minas han aportado
se ha extendido por todo Peine.
Mientras tanto, los enfrentamientos
jurídicos con las empresas mineras han sembrado tensiones en las comunidades
indígenas.
Un informe de la ONU divulgado en
2020 decía que la minería ha consumido el 65 % del agua alrededor del Salar de
Atacama, “provocando el agotamiento de las aguas subterráneas, la contaminación
del suelo y otras formas de degradación ambiental, lo que ha obligado a las
comunidades locales a abandonar los asentamientos ancestrales”.
Los investigadores dicen que los
peores efectos del bombeo actual podrían sentirse sólo más adelante.
A medida que la minería de litio ha
atraído una mayor atención mundial, el destino del agua en la región está cada
vez más lejos del alcance de esas comunidades.
En abril del año pasado, el
presidente progresista chileno Gabriel Boric anunció un plan destinado a
compensar los impactos ambientales del sector del litio al impulsar el control
gubernamental de las minas de este elemento químico.
Funcionarios del gobierno dijeron a
la AP que un nuevo plan les permitiría regular mejor el uso del agua y
distribuir la riqueza más allá de sólo unas pocas personas. Pero los planes
provocaron indignación entre las comunidades indígenas, que dijeron que una vez
más fueron marginadas de las negociaciones del gobierno con las minas.
La medida también tuvo el efecto
adverso de empujar a las empresas mineras a invertir en la vecina Argentina,
donde la explosión de la minería de litio apenas ha comenzado.
Las puertas para las empresas mineras
también quedaron abiertas de par en par bajo el nuevo líder derechista y
“anarcocapitalista” del país, Javier Milei.
Milei reducirá los costos para las
empresas mineras en un intento por atraer inversores en medio de una crisis
económica cada vez más profunda y probablemente obstaculizará aún más las ya
difíciles gestiones de las comunidades indígenas para hacer retroceder a las
empresas mineras.
Si bien la cercana Bolivia cuenta con
más litio que Chile y Argentina, sus reservas han permanecido en gran medida
sin explotar.
Mientras tanto, la región también se
ha convertido cada vez más en parte de un estira y afloja entre potencias
globales como Estados Unidos y China, ya que ambos países buscan aprovechar sus
grandes reservas de litio.
Mientras tanto, para las comunidades
el creciente interés por su hogar representa otro escenario de pesadilla.
Observan las extensas planicies de
los salares y el agua que han dado vida a su tierra árida.
PREOCUPA A GRUPOS NATIVOS DE CHILE Y
ARGENTINA LA EXPLOTACIÓN MINERA DEL LITIO
En el “triángulo del litio” —una
región que se extiende por Argentina, Chile y Bolivia—comunidades nativas se
asientan sobre un tesoro escondido: un estimado de un billón de dólares en
litio
Independent en Español de Londres
(https://acortar.link/K3xesF)
Irene Leonor Flores de Callata, de 68
años, camina por el lecho de un río completamente seco mientras guía un rebaño
de llamas y ovejas a través del extenso desierto.
Los kolla, el pueblo nativo de Flores
de Callata, han pasado siglos ascendiendo a lo profundo de las montañas del
norte de Argentina en busca de una sustancia simple: agua potable.
Aquí, en uno de los entornos más
áridos del mundo, es una fuerza vital que lo sustenta todo.
En los meses de lluvia, las tierras
sagradas que rodean su pequeño pueblo de adobe de Tusaquillas cuentan con agua
abundante. En los meses secos, las familias caminan kilómetros bajo el sol
abrasador, con la esperanza de que su ganado pueda beber de un pequeño
recipiente de plástico, alimentado por una manguera que llega hasta las
distantes montañas.
Hoy es un día de suerte. Su
recipiente azul está lleno de agua fresca.
Pero comunidades como la de ella
temen cada vez más que se les acabe la buena suerte. Esto se debe a que los
cauces secos de agua que rodean su pueblo están intrínsecamente conectados con
los extensos salares blancos que se extienden debajo, lagunas subterráneas con
aguas repletas de un material que ahora se conoce como “oro blanco”: el litio.
En el “triángulo del litio” —una
región que se extiende por Argentina, Chile y Bolivia—comunidades nativas se
asientan sobre un tesoro escondido: un estimado de un billón de dólares en
litio.
El metal es clave en la lucha global
contra el cambio climático, utilizado en las baterías de los automóviles
eléctricos, crucial para la energía solar y eólica, y más. Pero para obtenerlo,
las minas extraen agua de las planicies, ligadas a la vida de miles de
comunidades como la de Flores de Callata.
A medida que los más poderosos del
mundo miran cada vez más hacia el Triángulo —la mayor reserva de litio en la
Tierra— como una pieza crucial del rompecabezas para salvar el medio ambiente,
otros temen que la búsqueda del mineral signifique sacrificar esa misma fuerza
vital que ha sostenido a los pueblos nativos de la región durante siglos.
“Si entra la minería, ¿qué vamos a
hacer? No vamos a tener agua, no vamos a tener nada; ya vamos a perder la
cultura”, dijo Flores de Callata.
Al mismo tiempo que el pueblo de
Flores de Callata y miles más a lo largo del “triángulo del litio” han
subsistido silenciosamente con la escasez de alimentos y agua que ofrecen sus tierras,
el precio del litio se disparó en 2022.
Entre 2021 y 2023, el precio de una
tonelada de litio en los mercados estadounidenses casi se triplicó, ubicándose
en un máximo de 46.000 dólares la tonelada el año pasado, según un informe del
Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). En
China, el principal cliente del litio de la región, una tonelada de este metal
se vendió por la enorme cantidad de 76.000 dólares en su punto máximo el año
pasado.
Líderes, ejecutivos mineros y
empresas de todo el mundo comenzaron a mirar hacia allá. Empezando por Estados
Unidos y China, consideraron los desiertos áridos de la región como una fuente
de riqueza y un motor para impulsar la transición a la energía verde.
En Estados Unidos, el presidente Joe
Biden ha impulsado un cambio hacia fuentes de energía más sostenibles, como la
eólica y la solar, y pretende que la mitad de todas las ventas de vehículos
nuevos en Estados Unidos —aproximadamente 8 millones de automóviles al año—
sean eléctricos para 2030. Todos requieren litio.
A fines de febrero, el secretario de
Estado estadounidense Antony Blinken subrayó la importancia del litio de
Argentina en una visita al país sudamericano.
“Una (de las cosas) más importantes
para nuestro futuro compartido —de hecho, una de las más importantes para todo
el planeta— es la energía limpia”, dijo Blinken. “Argentina está lista para
desempeñar un papel fundamental en la construcción de cadenas de suministro de
minerales cruciales que impulsarán la economía del siglo XXI, en particular
cosas como el litio”.
La elevada demanda impulsó la
producción mundial de litio, pero en los últimos meses los precios han caído
significativamente debido a un exceso de oferta del metal a corto plazo y a
sobreestimaciones sobre las compras de vehículos eléctricos. Sin embargo, el consumo
mundial de litio continua en aumento.
El “oro blanco” que buscan está
contenido en los cientos de salares —planicies de sal— desperdigados por la
región.
Desde lejos, parecen llanuras de
nieve del Ártico, pero debajo hay profundos pozos de agua salada subterránea
repleta de minerales. A diferencia de otras formas de minería, aquí el litio no
se extrae de la roca, sino más bien de la salmuera bombeada desde los salares.
El problema es que las planicies de
sal también forman una parte esencial de un ecosistema altamente biodiverso,
dicen científicos como Ingrid Garcés, hidróloga de la Universidad de
Antofagasta de Chile.
Si bien el agua de las lagunas no es
potable, están ligadas a las fuentes de agua dulce circundantes, a las escasas
lluvias y a los arroyos de montaña cercanos, esenciales para la supervivencia
de miles de comunidades indígenas.
La preocupación de los científicos
entrevistados por la AP es que el bombeo de agua a escala industrial contamina
el agua dulce con la salmuera que bombean y de hecho seca el medio ambiente
circundante. Dicen que ha producido efectos en cadena para la vida en la región
en una época en que ya ha sido golpeada por la sequía inducida por el cambio
climático.
“Estamos hablando de un ecosistema
vivo, porque lo que estás extrayendo de este salar es agua. Y el agua es vida”,
subrayó Garcés. “Tienes que entrar a pensar de que este un ecosistema en
conjunto”.
Por su importancia ambiental, los
salares y sus aguas circundantes se han ganado un sitio sagrado para las
culturas indígenas, parte esencial de las celebraciones nativas durante todo el
mes de agosto.
El pueblo de Flores de Callata es uno
de los 38 que se encuentran cerca de dos de esos salares —la laguna de
Guayatayoc y Salinas Grandes— que aportan ingresos a pueblos como el suyo
mediante el turismo y la recolección de sal en pequeña escala.
Al inicio de un día cualquiera de
trabajo, la familia de Flores de Callata hace una ofrenda a Pachamama, una
deidad andina que representa a la Madre Tierra. Dentro de su corral de piedra
para llamas y ovejas, cavan un hoyo en el suelo en el que entierran hojas de
coca, que representan la vida, y un licor transparente que representa el agua.
Así como la cuenca abastecía al
pueblo kolla, es fundamental para su cultura retribuirle a la tierra. Durante
décadas, su conjunto de comunidades ha luchado contra la minería a gran escala
y librado largas batallas jurídicas para detener proyectos.
Pero con cada año que pasa se torna
más difícil defenderse de esas empresas mineras.
Más de 30 compañías solicitan
oficialmente permiso para extraer el agua de los dos salares. Letreros puestos
por la comunidad en las orillas de las planicies de sal piden a las empresas de
litio que respeten el territorio y se vayan.
““Nosotros somos en la puna los guardianes",
dijo Flores de Callata. "Nosotros cuidamos nuestras tierras, cuidamos
nuestra patria.. Estoy preocupada para todo, no solamente para mí, sino para
todo. Si el litio llega va a afectar toda la zona, y a todas las cuencas a la
vuelta”.
Las cosas llegaron a un punto crítico
el verano pasado cuando el gobierno local, ansioso por obtener ganancias de las
minas, modificó su Constitución para facilitar la supresión de ciertos derechos
territoriales indígenas y limitar la capacidad de protesta contra la expansión
de la minería.
Alicia Chalabe —la abogada ambiental
que representa a las comunidades— y otros argumentan que la medida infringe el
derecho internacional.
Miles de indígenas estallaron en
protesta, bloqueando carreteras utilizadas por las minas de litio y portando
banderas indígenas de arco iris. La reacción de las autoridades hacia los
manifestantes pacíficos estuvo marcada por represión violenta y arrestos
arbitrarios, según grupos como Amnistía Internacional y Naciones Unidas. Sin
embargo, se prevé que las protestas continúen.
“Es un conflicto doméstico que saben
que están enmarcadas en un asunto global en donde hay una presión tremenda por
la explotación de litio y la demanda de autos eléctricos”, dijo Chalabe. “Es
global por la importancia que tiene el litio para el mundo... Pero a su vez
esta resistencia que tienen las comunidades. No están solos”.
Las preocupaciones argentinas nacen
en el vecino Chile, donde la minería de litio está en pleno vigor desde hace
décadas en el desierto de Atacama, el lugar más seco de la Tierra.
Tubos negros gigantes que bombean
agua salada subterránea corren como venas a través de la tierra blanca y
agrietada del Salar de Atacama. Pasan junto a rugientes bulldozers amarillos y
trabajadores con chalecos color naranja brillante.
La llanura alberga a las dos empresas
de litio que operan en Chile: SQM y la estadounidense Albemarle.
“Yo creo que vivimos una crisis en la
cual tenemos una advertencia grande, pero también tenemos soluciones y el litio
representa una de las soluciones necesarias y fundamentales para electrificar
el transporte”, dijo Valentín Barrera, portavoz de SQM, la mina de litio más
grande de Chile. “Queremos crecer, entendiendo que es necesario para mitigar el
cambio climático”.
Aquí, en la mina SQM, eso significa
bombear al menos 1.280 litros de agua salada subterránea por segundo —entre 6 y
8 tinas de baño— según cifras de la mina. Los tubos convergen en hileras de
piletas azules, verdes y amarillas, donde el agua llena de litio pasa de una
pileta a otra.
El duro sol del desierto evapora el
agua, y a menudo los fuertes vientos la expulsan del ecosistema, llevándola
incluso hasta Brasil, dijo un funcionario de la mina. Debido al proceso de
evaporación y a los vientos, casi no se puede reinyectar agua al suelo. Deja
detrás sal y litio para ser procesados y utilizados por algunas de las empresas
más grandes del mundo, como Tesla.
Mientras tanto, las comunidades
circundantes han observado cómo sus tierras se marchitan.
Agricultores como Orlando Morales, de
62 años, quien vive cerca de las minas, se quejan de menores rendimientos de
sus cultivos.
Los flamencos, que se alimentan de
microorganismos dentro de la salmuera, han sido exterminados lentamente por la
minería, según mostró un estudio de 2022. Sus huevos alguna vez formaron una
parte crucial de la dieta local, y las aves aún son una parte destacada de las
celebraciones indígenas.
Mientras tanto, pozos y lagunas junto
a las minas rebosantes de agua dulce de color azul intenso se secaron. La
hierba que solía comer el ganado de Morales ha desaparecido, dijo.
“Antes llovía más en esta zona,
entonces hoy en día también casi no llueve. Entonces no sé si ustedes se dan
cuenta los campos, todo seco”, dijo dijo Morales mientras su esposa atendía un
sembradío de maíz. “Se pierde la tradición de los pueblos, se pierden las
costumbres".
Al igual que en Argentina, la minería
provocó oleadas de críticas y batallas judiciales a medida que los lugareños
exigen tener voz sobre el destino de sus tierras.
En 2013, una inspección ambiental
encontró que habían muerto un tercio de los algarrobos blancos —un árbol que se
sabe que sobrevive en ambientes hostiles— cerca de la mina SQM. Muchos árboles
más se marchitaban.
Una investigación realizada en 2016
encontró que SQM extrajo durante años consecutivos más agua subterránea de lo
permitido legalmente, algo que, según las autoridades, puso en riesgo extremo
la estabilidad del ecosistema. Posteriormente, SQM acusó a su vecino de hacer
lo mismo. En 2022, se ordenó a SQM pagar 51,7 millones de dólares para corregir
los daños causados por seis infracciones, entre ellas preocupaciones con
respecto a la transparencia y contaminación de pozos de agua dulce.
Barrera, el vocero de SQM, no
respondió directamente cuando se le preguntó si pueden afirmar categóricamente
que no han dañado el medio ambiente.
“En base a esa información que
tenemos disponible es que ‘no’ respecto a las condiciones basales; no ha
existido un cambio fundamental sobre las condiciones del entorno, sobre todo el
recurso en el fondo”, declaró.
Atribuyó los fallos judiciales y las
críticas a la “desinformación”, y culpó a las minas de cobre estatales, que
también consumen mucha agua. Posteriormente, el director de la mina agregó que
el agua que las minas de litio bombean se rellena lentamente con la lluvia y el
agua dulce de las montañas, una fuente de agua para las comunidades locales.
En Albemarle, la otra mina que ocupa
la planicie, un portavoz insistió en que la salmuera que bombean “no es agua”
porque no es potable.
Casi una docena de científicos que
hablaron con The Associated Press explicaron que es casi inconcebible que el
uso intensivo de agua no tenga un impacto ambiental.
Garcés, la hidróloga chilena, agregó
que la extracción puede incluso acelerar los efectos del cambio climático.
“La Tierra se está calentando. Tú vas
produciendo evaporación más rápido y por lo tanto menos tiempo”, señaló. “A
través de esta industria se acelera este proceso de pérdida de agua”.
La minería de litio ha provocado
también un auge económico en algunas partes de Chile.
Desde los orígenes del pueblo nativo
atacama, generaciones de la familia de Ramón Torres guiaron su rebaño de cabras
a lo largo de las colinas de Peine, un pueblo ubicado a la entrada de las
llanuras de sal de Chile.
Cuando las empresas comenzaron a
extraer litio en la década de 1980, Ramón Torres estuvo entre las personas que
quiso participar. Trabajó en las piletas de colores, y pasó de subsistir como
sus padres y abuelos a ahorrar.
Hoy se sienta en la terraza de su
pequeña casa de ladrillos y navega en su teléfono inteligente, ambos adquiridos
con el dinero que ganó en la mina. Camiones de color rojo cereza cargados con
mineros pasan ruidosamente por su casa camino a un largo día de trabajo
mientras el sol sale por la mañana.
“Hay un desarrollo, pero también está
el tema del agua. Entonces se contradicen”, hizo notar. “Porque todo el mundo
entero necesita plata, necesita recursos económicos, una salud, una educación”.
Esa misma tensión ha dividido a
pueblos mineros como el suyo tanto en Chile como en Argentina: Los beneficios
económicos del litio son innegables. La minería representa un enorme 62% de las
exportaciones de Chile, una columna vertebral crucial para la economía del
país.
El dinero que las minas han aportado
se ha extendido por todo Peine. Ahora Torres trabaja en la construcción de
casas que alquila a los trabajadores mineros que han llenado la región.
Las empresas anuncian proyectos de
inversión en pueblos cercanos, promocionando clínicas dentales móviles y
canchas de fútbol, supliendo en muchos sentidos la ausencia endémica del
gobierno chileno.
Si bien la maleza y otras zonas
verdes de las tierras circundantes se marchitaron hace mucho tiempo, el agua
dulce todavía llega a Peine a través de canales artificiales y centros de agua
construidos por las empresas, fluyendo desde pozos de agua dulce en los picos
cercanos.
Las comunidades situadas más arriba
en las montañas dicen que ahora también sienten los efectos, pero sin las comodidades
que proporcionan las compañías.
Mientras tanto, los enfrentamientos
jurídicos con las empresas mineras han sembrado tensiones en las comunidades
indígenas. Tradiciones arraigadas como la ganadería y el trabajo comunitario
compartido se han desvanecido. Las generaciones atacameñas más jóvenes
abandonan sus pueblos, favoreciendo frecuentemente trabajos en el sector
minero, y dejan a las comunidades indígenas con poblaciones más pequeñas.
Un informe de la ONU divulgado en
2020 decía que la minería ha consumido el 65% del agua alrededor del Salar de
Atacama, “provocando el agotamiento de las aguas subterráneas, la contaminación
del suelo y otras formas de degradación ambiental, lo que ha obligado a las
comunidades locales a abandonar los asentamientos ancestrales”.
Los investigadores dicen que los
peores efectos del bombeo actual podrían sentirse sólo más adelante.
"El fondo es que a futuro, ya
cuando se termine el boom del litio, el tema de cuando se vayan las mineras,
¿qué va a pasar? ¿Qué va a ser de nosotros?”, dijo Torres. “La minería es lo
único que nos queda”.
A medida que la minería de litio ha
atraído una mayor atención mundial, el destino del agua en la región está cada
vez más lejos del alcance de esas comunidades.
En abril del año pasado, el
presidente progresista chileno Gabriel Boric anunció un plan destinado a
compensar los impactos ambientales del sector del litio al impulsar el control
gubernamental de las minas de este elemento químico.
Funcionarios del gobierno dijeron a
la AP que un nuevo plan les permitiría regular mejor el uso del agua y
distribuir la riqueza más allá de sólo unas pocas personas. Pero los planes
provocaron indignación entre las comunidades indígenas, que dijeron que una vez
más fueron marginadas de las negociaciones del gobierno con las minas.
La medida también tuvo el efecto
adverso de empujar a las empresas mineras a invertir en la vecina Argentina,
donde la explosión de la minería de litio apenas ha comenzado.
“En Argentina, (la decisión de Chile)
es una oportunidad”, dijo Miguel Soler, secretario de Minería en Jujuy, en el
norte de Argentina.
Las puertas para las empresas mineras
también quedaron abiertas de par en par bajo el nuevo líder derechista y
“anarcocapitalista” del país, Javier Milei, quien fue elegido en noviembre con
base en su promesa de campaña de arreglar la economía en declive de su país.
El líder que empuña una motosierra ha
anunciado una amplia campaña de desregulación, lo que reducirá los costos para
las empresas mineras en un intento por atraer inversores en medio de una crisis
económica cada vez más profunda. El ascenso de Milei al poder probablemente
obstaculizará aún más las ya difíciles gestiones de las comunidades indígenas
para hacer retroceder a las empresas mineras.
Si bien la cercana Bolivia cuenta con
más litio que Chile y Argentina, sus reservas han permanecido en gran medida
sin explotar.
Mientras tanto, la región también se
ha convertido cada vez más en parte de un estira y afloja entre potencias
globales como Estados Unidos y China, ya que ambos países buscan aprovechar sus
grandes reservas de litio. El gobierno de Biden también ha tratado de
contrarrestar la creciente influencia china en la región, y los funcionarios
incluso afirman que la inversión china en el sector del litio es una amenaza a
la democracia.
Mientras tanto, para Irene Leonor
Flores de Callata y su pequeño pueblo de Tusaquillas, el creciente interés por
su hogar representa otro escenario de pesadilla.
Observa las extensas planicies de los
salares y el agua que ha dado vida a su tierra árida.
Observa su pequeño corral de ganado
al que ha conducido durante décadas a través del desierto.
Y Flores de Callata mira la vivienda
de adobe que ella y su esposo construyeron de la nada, donde ahora sus nietos
la abrazan de camino a casa de regreso de la escuela.
Se pregunta qué quedará dentro de 20
años.
“Si viene la minería, va a ser así.
Por un tiempo vamos a estar con plata. Y ya nuestros nietos, bisnietos que
vienen, ellos van a sufrir”, manifestó. “Quiero hacer todo lo posible para
defender el campo, que tengan su pasto, que tengan sus agüitas”.
‘EL PERUANO’ SE HA CONVERTIDO EN EL
MÁXIMO CAPO DE LA COCAÍNA EN ARGENTINA: “SOY UNA PERSONA CON EDUCACIÓN”
Julio Andrés Rodríguez Granthon dejó
el Perú en el 2017 a los 24 años solo con un delito en su haber: conducir en
estado de ebriedad. Desde entonces, se ha eregido como uno de los principales
narcotraficantes en el país vecino.
Infobae de Argentina
(https://acortar.link/bJ7Pdx)
En solo un par de años, Julio Andrés
Rodríguez Granthon se hizo de un nombre y estatus en el mundo criminal de
Argentina, en donde lo conocen como ‘El Peruano’. Gracias a la forma en la que
se desenvuelve, y la violencia con la que actúa, no solo se ha ganado el
respeto de los delincuentes, sino que es considerado el máximo capo de la
cocaína en Rosario.
Rodríguez Granthon nació el año 1993
en la provincia constitucional del Callao, lugar al que le guarda mucha estima,
y se refiere con cariño, debido a que muchas veces la droga sale desde sus
puertos, mientras que en otras ocasiones debe hacer una larga ruta en avión.
“La cocaína se trae justamente del
país de donde provengo por medio de una avioneta. De Perú hacen escala en
Bolivia, de Bolivia hacen escala en Paraguay”, narró ‘El Peruano’ al diario
Clarín.
El accionar delictivo en Rodríguez
Granthon recién despertó hace poco. El punto de quiebre fue cuando dejó Perú en
el 2017. Por ese entonces, a sus 24 años, llegó a la tierra del mate y el tango
solo con un delito en su haber: conducir en estado de ebriedad, de acuerdo al
registro del Poder Judicial.
Desde entonces, cada paso que dio lo
ayudó a consolidarse como la persona que mueve la mayor cantidad de droga en la
ciudad que vio nacer a Lionel Messi. Empezó como vendedor de cocaína y
marihuana en las calles de la provincia de Corrientes hasta convertirse en todo
un personaje del hampa.
Ahora, a sus 31 años, se encuentra
recluido en el penal Marcos Paz, de Buenos Aires, debido a que fue sentenciado
a 21 años de prisión por homicidio y tráfico ilícito de drogas. Sin embargo, su
cautiverio no ha frenado sus actividades delictivas.
Dentro del centro penitenciario ha
montado todo su centro de operaciones para no detener sus ingresos, los cuales
ascienden a los 400 mil dólares al mes. Este es el motivo por el que fue
calificado como un “interno de alto riesgo” por las autoridades.
Pese a que se describe como una
persona analítica y estratega, desde su círculo interno dieron a conocer que es
una persona sumamente violenta y que muchas de sus decisiones son influenciadas
por su ira.
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