Thursday, September 05, 2024

TURISMO EN BOLIVIA, UNO DE LOS DESTINOS MÁS ATRACTIVOS DE SUDAMÉRICA, SIN VISA

A principios del pasado mes de agosto, los Gobiernos de Bolivia y de República Dominicana suscribieron varios acuerdos bilaterales y uno de ellos fue la supresión de la visa para viajar a ese país suramericano.
Y desde ese momento surgieron preguntas en cuanto a los atractivos que tiene Bolivia para hacer turismo.
Y por qué no mostrar una pequeña pincelada de lo que ofrece esta nación la cual se ha vuelto uno de los destinos más populares por mochileros y turistas amantes de la naturaleza, aventuras y la arqueología.
Vamos a iniciar tomando un tour compartido en una Toyota Land Cruiser 4×4 o similar (de 7 asientos para siete pasajeros) y en 3 días conocer parte de sus principales atractivos turísticos como son:
La Laguna Colorada, que es una expresión natural sublime considerada una de las reliquias más importantes, no solo de Bolivia, sino del mundo. Su mareante policromía la sitúa como uno de esos santuarios del turismo que debes ver.
De ahí puedes llegar a Laguna Verde, que debe su color al alto contenido en magnesio que lo refleja en sus aguas el volcán Licancabur.
También está la Laguna Blanca, cuyo color se debe a los minerales de sus aguas. Esta fue parte de la laguna verde, a la cual aún se mantiene unida a través de un estrecho canal.
En este mismo trayecto puedes encontrar las Aguas termales de Polques. Un paisaje de ensueño entre las montañas andinas, donde el vapor de las aguas termales parece tocar el cielo. Es un lugar ideal para disfrutar y relajarse en sus cálidas y saludables aguas.
Valles de Rocas, formado por depósito de materiales volcánicos que marcaron variadas figuras de caprichos geológicos, tales como la Copa del Mundo, Camello, Catedrales de rocas que dan imágenes a ciudades abandonadas por el tiempo.
Salvador Dalí es un paraje mágico e irreal donde la naturaleza parece querer imitar al arte.
Es llamado así por su similitud a las obras del pintor surrealista catalán Salvador Dalí. Curiosamente Dalí nunca visitó este lugar y mucho menos tuvo conocimiento de su existencia.
Lo más esperado
Todo el que visita Bolivia, mayormente lo hace con un propósito, y es conocer el Salar de Uyuni. El mismo está considerado como una de las vistas más extremas y destacadas no solo de toda Sudamérica, si no de la Tierra.
Tiene una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados sobre el Altiplano. Es el desierto salado más grande del mundo, producto de los lagos prehistóricos que se evaporaron tiempo atrás.
Durante algunas épocas del año, los lagos cercanos se desbordan y una fina capa de agua transforma esta llanura en un hermoso reflejo del cielo.
Este terreno es un lucrativo yacimiento para extraer sal y litio, elemento utilizado en las baterías de los ordenadores, los smartphones y los coches eléctricos.
(https://acortar.link/Er304w)
 
 
 
 
 
GARCÍA LINERA VERSUS EVO MORALES
 
En Orsai de Argentina (https://acortar.link/uEuG2h)
 
Álvaro Marcelo García Linera es un político e intelectual boliviano que acompañó, como vicepresidente, al presidente Juan Evo Morales Ayma en todas las administraciones de éste desde el 22 de enero de 2.006 hasta el 10 de noviembre de 2.019, fecha en la que presentó su renuncia junto con el presidente Juan Evo Morales Ayma en medio de una crisis política. Dada su proximidad política con la formación del partido Movimiento al Socialismo, ya sea como funcionario en una posición central, así como teórico de los movimientos agrarios y comunitarios en el estado plurinacional de Bolivia, es una voz autorizada para escuchar, sobre el actual conflicto que tiene lugar en el proceso político boliviano.
En ese proceso, una facción disidente del partido MAS, promovida por los intereses que tiene Juan Evo Morales Ayma en lograr una solución política, que interprete la Constitución y que permita cambiar el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que sentenció que la Constitución prohíbe más de dos reelecciones, lo cual lo inhabilita formalmente para presentarse en ninguna otra elección, dados los tres períodos cumplidos, ha llamado a una rebelión social en todo el territorio boliviano. Así, la Central de Trabajadores del Departamento de La Paz junto con otro sindicatos, movimientos sociales, partidos, y asociaciones civiles, convocaron a la conformación de un Cabildo abierto opositor al gobierno del presidente Luis Arce Catacora, al que acusan de los problemas sociales y económicos existentes, que en rigor de verdad se deben a los problemas estructurales que pasa la economía boliviana que tienen que ver con una matriz productiva que ya desde muchos años está agotada y exige una modificación.
En ese proceso de creciente radicalización guiado por intereses subjetivos, Evo Morales rompió toda alianza con Álvaro García Linera, a quién ha descrito como un “traidor...un enemigo más”, y le ha lanzado sus dardos más envenenados. Ahí está acusación el propio García linera respondió: “¿Qué mayor lealtad pude tener si en 2.019 renuncié a la posibilidad de ser presidente, ya que nadie pedía mi renuncia y podía haber reemplazado a Evo?”, lo que señala que la hostilidad manifiesta de Evo Morales, no hay una razón objetiva, sino una ambición personal desmedida por el poder.
García Linera ha puesto en forma clara la diferencia conceptual y no personal que él tiene con el planteo del expresidente: "Evo cree que es un problema administrativo. Que se arreglará si él preside el país en lugar de Arce. Yo creo que para preservar el proceso se necesita reformas en tres niveles: cambiar con radicalidad las estructuras económicas, nuevos discursos que entiendan lo que ha pasado en el país y lo representen, y renovación indígena de los liderazgos”.
Lo que señala el exvicepresidente es preciso, en la situación política boliviana la cuestión étnica, incluyendo la conformación del propio concepto de estado plurinacional, es una condición necesaria, pero no es una condición suficiente para una agenda política efectiva, ya que la economía boliviana se encuentra en un punto de transición en el cual los bienes primarios extractivos, tradicionales exportaciones bolivianas, comienzan a bajar de precio en forma consistente. Y el éxito que ha tenido el desarrollo del complejo sojero en el Departamento de Santa Cruz, es la asimetría profunda entre la plusvalía agraria del oriente respecto de los campos cultivables del occidente boliviano lo cual opera como un incentivo para el incipiente nacionalismo cruceño.
Por consiguiente, como señala correctamente García Linera, no es un tema de administración de quién sea el gobernante, sino de que hay que tener una mirada inclusiva y sistemática sobre todo el proceso político social boliviano, y por eso ha enfatizado recientemente que este conflicto está motivado por cuestiones personales: "Evo Morales busca debilitar a Luis Arce para lograr habilitar su candidatura. Lo malo es que, en esta pelea intestina, muy egoísta, muy mezquina, están jugando con monstruos."
En las urgencias políticas inmediatas una campaña negativa es fácil de lograr, y así se da el caso curioso que, en la presente movilización social contra el gobierno central boliviano, se unen movimientos tan opuestos como los paceños y los cruceños, y en esa confusión generalizada hay un personaje que quiere sacar un rédito personal cambiando una sentencia de un tribunal constitucional. Todo ello dinamiza una crisis que puede afectar severamente los proyectos de reforma económicos y social que van a ser puestos a consideración de los votantes en las próximas elecciones generales, cuando el actual presidente Luis Arce Catacora se presenta a reelección, y será el pueblo el que diga si es confirmado o si se busca otro proyecto y otro candidato. Contra eso conspira la creciente rebeldía y movimientos de protesta que están teniendo lugar actualmente en el estado plurinacional de Bolivia, que lo único que logran es perjudicar a su pueblo, en detrimento de las ambiciones de poder personales de Evo Morales.
 
 
 
 
 
LAS AMBICIONES POLÍTICAS DE MORALES PODRÍAN PRIVAR A BOLIVIA DE NUEVAS CARRETERAS
 
Luis Arce ha propuesto la introducción de una “oferta obligatoria de divisas” como parte de un plan de acción para reducir el déficit de dólares. Al mismo tiempo, se está abordando la cuestión de la regularización del abastecimiento de combustible, para eliminar las colas en las gasolineras y de los problemas de transporte.
 
El Ciudadano Web de Chile (https://acortar.link/YCrmiS)
 
Luis Arce sigue intentando que el Parlamento apruebe un proyecto de ley que destina 118 millones de dólares a la construcción de carreteras en Chaparral, La Paz y Monteagudo. Sin embargo, Evo Morales, movido por sus intereses políticos personales, está obstruyendo las iniciativas del gobierno de todas las formas posibles.
Enfrentada a la escasez de divisas y de combustible, Bolivia sufre las consecuencias de las políticas miopes de las autoridades anteriores. Sin embargo, el gobierno dirigido por el presidente ha canalizado todos los recursos para superar los problemas dejados por la antigua gestión, a pesar de la clara oposición de los adversarios políticos.
La bonanza económica que Bolivia había experimentado en años anteriores, fue sustituida por una crisis. Durante la presidencia de Evo Morales, el país vivía de la venta de energía y el presupuesto se reponía constantemente. A primera vista, todo iba bien, pero ya habían surgido varios problemas. Extrayendo petróleo y gas del subsuelo, los Evistas no prestaron suficiente atención a la búsqueda de nuevos yacimientos, no abrieron el número de pozos necesarios para la prosperidad a largo plazo. No pensaron en el futuro, utilizando los recursos de forma irresponsable para mantenerse en el poder.
“Estamos trabajando para corregir los errores del pasado, de aquellos que pensaron sólo en la lógica capitalista de corto plazo, enfocándose sólo en el hoy y sin garantizar el futuro de las próximas generaciones. Hoy, nuestro gobierno trabaja en soluciones estructurales, sentando las bases de una economía amplia y diversificada que no dependerá de un solo sector como en el pasado” – escribió el presidente en su página de Facebook.
El trabajo que está realizando el gobierno tiene como objetivo el progreso y la superación de la crisis heredada. Al mismo tiempo, en el país actúan fuerzas que obstaculizan el desarrollo en favor de intereses políticos. Evo Morales, antiguo aliado del Presidente, pretende volver a dirigir la República y está haciendo todo lo posible para que las medidas adoptadas por la dirección del Estado no den los buenos resultados esperados. Esto le permitirá señalar los errores de su adversario y, como sueña de forma egoísta, ganar las elecciones de 2025.
La estrategia de los Evistas puede entenderse con el ejemplo de la ley que asigna 118 millones para obras vitales en los municipios de Chapare, La Paz y Monteagudo. El rechazo a la inversión por parte de la Cámara de Diputados, según los propios parlamentarios, fue iniciado por partidarios del expresidente, con el apoyo de la oposición de derecha.
Por culpa del líder cocalero, las regiones de la república se han visto privadas de fondos para mejorar las infraestructuras de transporte. Esto ha ocurrido porque Morales, que aspira al poder, antepone los intereses políticos y personales al bienestar del país. La decisión, que podría calificarse de terrorismo económico, no sólo impide el progreso, sino que mantiene una crisis que afecta a todos los sectores de la población.
A pesar de la oposición y sus intentos de desestabilización, el presidente está ocupado con los retos actuales. Luis Arce ha propuesto la introducción de una “oferta obligatoria de divisas” como parte de un plan de acción para reducir el déficit de dólares. Al mismo tiempo, se está abordando la cuestión de la regularización del abastecimiento de combustible, para eliminar las colas en las gasolineras y de los problemas de transporte.
“Agradecemos el apoyo continuado de nuestras regiones y de las organizaciones de la sociedad civil para asegurarnos de que protegemos nuestra democracia y el futuro de nuestras hijas e hijos, de que no vamos a ceder ante quienes quieren sembrar el miedo, la incertidumbre y la violencia. Estamos construyendo el futuro y no vamos a traicionar a nuestro pueblo huyendo cuando más nos necesita”- afirmó el Jefe de Estado en las redes.
La crisis de combustible en que se ha sumido el país, así como la escasez de divisas, no se resolverán bloqueando carreteras y decisiones parlamentarias importantes para el país, como ha pedido Evo Morales. Él y sus partidarios ideológicos se dedican a actividades descaradamente destructivas, que empeoran la situación e impiden que las autoridades la superen las dificultades generadas por ellos mismos. Este es el camino hacia la catástrofe a la que podría estar abocada Bolivia si determinadas fuerzas políticas continúan su sucia lucha por el poder, sin prestar atención a lo
 
 
 
 
 
BOLIVIA EN CRISIS: EVO MORALES CONTRA EL GOBIERNO DE ARCE
 
Las razones de una grave fractura. El conflicto entre Evo Morales y el gobierno de Luis Arce ha generado una crisis política que amenaza con dividir al MAS y desestabilizar a Bolivia. Este artículo explora las raíces históricas de este conflicto y sus posibles consecuencias para el futuro del país.
 
Canarias – Semanal de España (https://acortar.link/6Hm9DG)
 
El conflicto entre Evo Morales, expresidente de Bolivia, y el actual gobierno de Luis Arce, ha escalado en los últimos meses, generando tensiones políticas que amenazan con dividir al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido que ambos líderes representan.  Las advertencias de Morales al Tribunal Supremo Electoral (TSE) y al gobierno, junto con su autoproclamación como candidato para las elecciones presidenciales de 2025, han puesto de manifiesto las profundas fracturas dentro del MAS.
Antecedentes del Conflicto
El ascenso de Evo Morales al poder en 2006 marcó un hito en la historia de Bolivia. Como el primer presidente indígena del país, Morales se convirtió en un símbolo de la lucha contra la opresión colonial y la desigualdad racial. Su gobierno, basado en políticas de nacionalización y redistribución de la riqueza, logró significativos avances en la reducción de la pobreza y la inclusión social. Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por controversias, especialmente en relación con su intento de perpetuarse en el poder.
En 2016, Morales convocó un referéndum para reformar la Constitución y permitir su reelección indefinida. Aunque perdió el referéndum, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) dictaminó en 2017 que Morales tenía derecho a postularse nuevamente, argumentando que la reelección indefinida era un derecho humano. Esta decisión generó una gran polarización en el país y sentó las bases para el conflicto actual.
La Crisis de 2019 y el Golpe de Estado
Las elecciones de 2019 fueron un punto de inflexión en la historia reciente de Bolivia. Morales se postuló para un cuarto mandato, lo que provocó protestas generalizadas y denuncias de fraude electoral. La situación escaló rápidamente, con la Organización de Estados Americanos (OEA) emitiendo un informe que sugería irregularidades en el proceso electoral. Bajo presión, Morales renunció y se exilió, denunciando un golpe de estado orquestado por la derecha boliviana y apoyado por el imperialismo estadounidense.
El gobierno interino de Jeanine Áñez, que asumió el poder tras la renuncia de Morales, implementó políticas represivas y neoliberales, desmantelando muchos de los avances sociales logrados durante el gobierno de Morales. Sin embargo, en las elecciones de 2020, el MAS logró recuperar el poder con Luis Arce, exministro de Economía de Morales, como presidente. Aunque esta victoria parecía restaurar la estabilidad, las tensiones internas dentro del MAS comenzaron a emerger, poniendo en cuestión la unidad del movimiento.
La División del MAS y el Conflicto con Arce
La relación entre Evo Morales y Luis Arce ha sido complicada desde el principio del gobierno de este último. Aunque Morales apoyó la candidatura de Arce, las diferencias en cuanto a la dirección del gobierno y la estrategia política se han vuelto cada vez más evidentes. Morales ha criticado a Arce por no seguir una línea más radical y por supuestamente ceder a las presiones del imperialismo y la oligarquía boliviana.
Estas tensiones culminaron en el ampliado nacional del MAS en 2024, donde Morales se proclamó como candidato para las elecciones de 2025, desafiando abiertamente al gobierno de Arce y al TSE. La ausencia del TSE en este evento, debido a las divisiones dentro del MAS, fue interpretada por Morales como un intento del gobierno de inhabilitar su candidatura. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre política, con el riesgo de que el MAS se fracture aún más.
El Rol del Imperialismo y la Clase Oligárquica
Desde una perspectiva marxista, es crucial analizar el conflicto entre Morales y Arce en el contexto más amplio de la lucha de clases y la intervención imperialista en América Latina. La historia de Bolivia está marcada por la explotación de sus recursos naturales por parte de potencias extranjeras, especialmente en la industria del gas y el litio. La nacionalización de estos recursos bajo el gobierno de Morales representó una amenaza para los intereses imperialistas, lo que explica en parte el golpe de estado de 2019.
El gobierno de Arce, aunque surgido del MAS, ha sido criticado por algunos sectores del partido por adoptar una postura más conciliadora hacia el capital extranjero y la oligarquía local. Esto ha generado descontento entre los sectores más radicales del MAS, que ven en Morales un liderazgo capaz de retomar las políticas de confrontación con el imperialismo y profundizar las reformas sociales. La crisis actual puede interpretarse, entonces, como una manifestación de la lucha entre las distintas facciones del MAS por el control del movimiento y la dirección del país.
El Futuro del MAS y Bolivia
La crisis en Bolivia plantea interrogantes sobre el futuro del MAS y la estabilidad política del país. Si bien Morales sigue siendo una figura influyente, su insistencia en postularse nuevamente para la presidencia podría fragmentar aún más el partido y debilitar su capacidad para enfrentar los desafíos que se avecinan. Por otro lado, la postura del gobierno de Arce, que parece estar buscando un equilibrio entre las demandas populares y las presiones externas, podría ser insuficiente para mantener la cohesión del MAS.
El Tribunal Constitucional Plurinacional ha dictaminado que la reelección indefinida no es un derecho humano, lo que representa un obstáculo legal significativo para las aspiraciones de Morales. Sin embargo, Morales ha dejado claro que está dispuesto a movilizar a sus seguidores si se le impide participar en las elecciones, lo que podría llevar a un nuevo ciclo de inestabilidad en el país.
El conflicto entre Evo Morales y el gobierno de Luis Arce refleja las tensiones internas dentro del MAS y los desafíos que enfrenta Bolivia en su lucha por mantener la soberanía y la justicia social. Desde una perspectiva histórica, es evidente que estas tensiones están profundamente arraigadas en la historia de la explotación y la resistencia en Bolivia. El futuro del MAS y del país dependerá de la capacidad de sus líderes para resolver estas diferencias y enfrentar unidos las amenazas del imperialismo y la oligarquía.
 
 
 
 
 
UN PANORAMA ELECTORAL DE CARA A LAS ELECCIONES DE BOLIVIA Y ARGENTINA: CRISIS A CIELO ABIERTO
 
En el 2025, Bolivia y Argentina enfrentarán elecciones claves para el futuro de la región.
 
C5N DE ARGENTINA (https://acortar.link/WurBlg)
 
En el año 2025 la Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia tendrán elecciones cruciales para su futuro y para el futuro de la región. El domingo 17 de agosto del 2025 habrá elecciones generales en Bolivia en donde se elegirán presidente, vicepresidente senadores y diputados. En Argentina habrá elecciones de medio término el 19 de octubre del 2025 en lo que se renovará un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados nacionales, así como legisladores en todas las provincias y los municipios.
En ambas situaciones, los procesos electorales están precedidos de conflictos y cuestiones abiertas. En el caso de boliviano, Luis Arce Catacora promulgó la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio de Elecciones Primarias, que suspende las elecciones primarias de candidatos en los partidos políticos bolivianos, para priorizar la realización de las elecciones judiciales el 1 de diciembre de 2.024. A ello se suma las movilizaciones cada vez más insistentes de una facción disidente del partido MAS, el llamado MAS radical que intenta revertir políticamente el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que en diciembre del año 2.023 inhabilitó al expresidente Juan Evo Morales Ayma para cualquier futura reelección presidencial.
En el caso argentino, el presidente Javier Milei planteó una profunda reforma electoral en la primera versión del llamado Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos en su primera versión de diciembre del año 2.023. Este proyecto incluía la derogación de las PASO (elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas, y Obligatorias), la introducción de la boleta única en papel, y la instalación de un régimen de circunscripciones uninominales, que al tradicional sistema argentino de lista completa por distrito, conocida como Lista Sábana.
Si bien esta primera versión de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos fue modificada y la reforma electoral fue suspendida, sigue siendo el interés fundamental del gobierno nacional lograr su aprobación lo cual traería una profunda modificación en las prácticas políticas argentinas asentadas sobre una legislación que ya tiene más de cuatro décadas de ejercicio.
Pero al mismo tiempo ambos procesos electorales y las conformaciones de listas de candidatos precedentes se dan en contextos de grandes crisis económicas y sociales. En el caso boliviano se trata de del agotamiento de una matriz económica extractivista y exportadora de productos primarios, y su conversión hacia una creciente industrialización, lo que modificaría notablemente el comercio exterior boliviano.
Y en el caso argentino estamos ante la presencia de un clásico plan de ajuste que intenta solucionar el desequilibrio de las cuentas públicas mediante una reducción brutal de los ingresos salariales y previsionales, lo que contribuye a una severa depresión de la economía nacional, conocidos como Plan Motosierra y Plan Licuadora.
Esta doble coyuntura de crisis política y de crisis económica social hace a las elecciones del año próximo un punto crucial en el desarrollo de las sanciones de entramos países y en la región. Recordemos que una de las medidas estratégicas del gobierno boliviano en su proyecto de transformación de la matriz económica de ese país ha sido la plena incorporación de ese país al MERCOSUR lo que culminó el 5 de julio del corriente año cuando el presidente Luis Arce Catacora promulgó la ley de adhesión y en ocasión de esa celebración afirmó que: "La incorporación de Bolivia como país miembro del MERCOSUR tiene un carácter estratégico (...) y nos convierte en un eje articulador en la región”.
Se trata de una herramienta absolutamente central en la medida con mercado común por sus características jurídicas, contables y económicas maximiza la capacidad de las fuerzas productivas de una nación para su desarrollo a conformar un mercado en condiciones igualitarias a las locales, pero con mucha mayor extensión.
Pero esta herramienta política crucial para el proyecto modernizador del presidente boliviano se encuentra con la hostilidad o desinterés que el presidente argentino Javier Milei ha expresado respecto a esa asociación económica regional, lo que se expuso cuando renunció a presentarse en la Cumbre de MERCOSUR que tuvo lugar el 8 de julio del presente año en la ciudad de Asunción. Y en ese sentido no es menor recordar lo que candidato Javier Milei decía respecto de este proceso de integración regional cuando afirmaba que era "...una unión aduanera defectuosa, que perjudica a los argentinos de bien, es un comercio administrado por Estados para favorecer estados prebendarios".
Un triunfo electoral importante del partido La Libertad Avanza y sus aliados en las próximas elecciones de medio término podrían ayudar a un cambio en la relación de la Argentina con el MERCOSUR, no tanto una ruptura formal, sino un congelamiento de las relaciones y de los tratados lo cual claramente tendrá implicancias en el proyecto boliviano de usar el MERCOSUR como palanca comercial para la transformación económica que necesitan.
Pero no es esta la única fuente de conflictos que puede haber en el resultado electoral, sino que hay otra cuestión que aparece también como importante, y es la influencia que el pensamiento liberal libertario del presidente Milei y de sus aliados pueden proyectar en los debates que tienen lugar en el estado plurinacional de Bolivia entre el Departamento de Santa Cruz y las regiones occidentales. Este departamento es el único que presenta una formación política que plantea la plena Independencia y la creación de una república autónoma: el Movimiento Nación Camba de Liberación.
Con independencia del carácter marginal de esta formación, la ideología política cruceña señala una separación importante respecto de la configuración histórica de la nación boliviana. En palabras de un analista político cruceño Daniel Valverde, Santa Cruz: "Es también la región más moderna, más cosmopolita, más plurinacional; es la región donde los bolivianos nos hemos integrado y eso le va a permitir en los próximos años tener un mayor peso político". Se trata de una fundamentación étnica de la política en tanto la apelación a los bolivianos que se han integrado básicamente supone la exclusión de los pueblos originarios que son demográficamente hegemónicos en la región occidental de ese país.
Y el tema central es que el actual gobernador del departamento, Luis Fernando Camacho, que está preso por su participación en el golpe de estado propiciado contra la última administración de Juan Evo Morales Ayma, preside el partido Creemos, un partido que tiene una plataforma política conservadora liberal. Y es precisamente a raíz de esta posible afinidad ideológica entre las fuerzas políticas cruceñas y el gobierno actual de la República Argentina, que el resultado de la formación política de Javier Milei en las próximas elecciones podría influir negativamente en los partidos políticos cruceños y exacerbar los proyectos secesionistas o autonomistas de este departamento.
En una región caracterizada por fuertes enfrentamientos ideológicos personales entre el presidente argentino y el presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que echa sombras sobre el futuro del Mercosur, la colaboración multilateral, y la conformación de un frente político único en asuntos internacionales, los proyectos de transformación económica de la economía boliviana del actual presidente, si fuera ratificado por las elecciones generales del año próximo se encuentran frente a un obstáculo impensado, que puede profundizarse con las elecciones argentinas del año 2.025.
Se trata de una situación compleja, con un presidente argentino guiado por prejuicios personales y poniendo en crisis las relaciones regionales, y de ese modo debilitando cualquier posibilidad de que la colaboración regional sea una herramienta de progreso económico y social. Y ello exigirá una actitud firme y no condescendiente de las nuevas autoridades bolivianas, para preservar el camino de transformación que han emprendido.
 
 
 
 
 
PARA EVO, ARCE YA NO VA MÁS
 
Resumen Latinoamericano Org. https://acortar.link/Kzj8Zj)
 
Morales ratificó la decisión tomada por la militancia del MAS, al argumentar que el comportamiento de Arce (y el de su vice, David Choquehuanca) ya no es compatible con los principios del partido.
La facción Movimiento al Socialismo (MAS) afín al expresidente boliviano Evo Morales  (2006-2019) decidió “expulsar definitivamente” del partido al actual mandatario, Luis Arce (foto), y a su vice, David Choquehuanca. En un encuentro ampliado nacional realizado el pasado martes en Villa Tunari, Morales ratificó la decisión tomada por la militancia del MAS, argumentando que el comportamiento de ambos ya no es compatible con los principios del partido.
“El comportamiento Lucho-David ya no es de un militante. Ayer semejante represión a los Ponchos Rojos, que solo están pidiendo que se respete su sede sindical. Represión, heridos, tomados por la Policía. Creo que por demás se justifica la expulsión del instrumento político”, señaló Morales mientras leía las conclusiones del encuentro ampliado de Villa Tunari, zona central del Trópico de Cochabamba, una de las principales áreas cocaleras del país y el bastión político del expresidente, que busca su reelección.
Según recordó Morales, la idea de expulsar a Arce y Choquehuanca ya había sido respaldada meses atrás durante un ampliado en el coliseo de La Coronilla, en Cochabamba. Sin embargo, en esa ocasión, Morales optó por no incluir la expulsión en las conclusiones finales, esperando que aún existiera la posibilidad de reconciliación dentro del partido. “Pensaba que todavía podía volver, y nada, peor”, admitió.
Arce y Choquehuanca, argumentó ahora la facción mayoritaria del MAS en su resolución, fueron expulsados “por haber traicionado al pueblo boliviano y al Proceso de Cambio; por no hacer vida orgánica en el Instrumento; por haber traicionado a la Patria permitiendo el retorno de los brazos operativos norteamericanos como la CIA, DEA y USAID; por convertirse al neoliberalismo; por haber destruido la economía (…); por reprimir sañudamente al movimiento indígena originario campesino y convertir las sedes en puestos policiales”.
Tras la expulsión, la militancia del MAS ratificó a Morales como presidente del partido y lo proclamó “candidato único” para las elecciones de 2025. Ahora resta que la justicia boliviana reconozca la validez del congreso en que se tomó esa decisión, algo que ya rechazó con anterioridad.
El encuentro del martes entre los sectores “evistas” también llamó a una caminata el próximo 17 de septiembre desde la localidad de Caracollo, en la región andina de Oruro, hacia La Paz para exigir al Gobierno que atienda sus demandas, entre ellas, la validación del congreso del MAS realizado en 2023, donde Morales fue elegido autoridad del partido. El expresidente dijo que “llegó la hora de hacer respetar al pueblo” y anunció que la marcha llegará a La Paz el 23 de septiembre para hacer un “gran cabildo” o concentración.
Morales prometió otras medidas de fuerza en caso de que el gobierno de Arce insista en su postura. “Si el Gobierno no responde (…) por demás se justifica un bloqueo nacional de caminos”, advirtió el exmandatario.
Arce, por su parte, también  ha intentado correr a Morales de la carrera presidencial con diferentes mecanismos. “Ante los que apuestan por el odio, la mentira, la violencia y la confrontación entre bolivianas y bolivianos buscando convulsionar el país por ambiciones electorales, nuestra respuesta siempre será más trabajo y gestión en favor del pueblo boliviano”, publicó el martes, luego de que se confirmara su expulsión.
Esta semana, además, Arce informó que insistirá en realizar un referéndum para consultar a los ciudadanos si están de acuerdo o no con modificar la Constitución para establecer que los presidentes y vicepresidentes solo puedan ser reelegidos una vez, aunque se trate de mandatos discontinuos, algo que desde el “evismo” ven como un artilugio más para impedir la vuelta de Morales.
Actualmente, el artículo 168 de la carta magna, sancionada durante la primera presidencia de Morales, establece que el periodo de mandato de Presidente y Vice “es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”. Esto deja abierta la posibilidad de la reelección en mandatos discontinuos
Arce y Morales llevan largos meses de enfrentamiento. Uno de los cruces más fuertes ocurrió en junio pasado, cuando una facción del Ejército instaló una tanqueta frente a la sede del Gobierno bajo la amenaza de dar un golpe de Estado, lo que derivó en acusaciones cruzadas entre el exmandatario y el actual presidente.
 
 
 
 
 
ESTALLÓ UNA CRISIS DE SUCESIÓN EN BOLIVIA: EL PARTIDO OFICIALISTA EXPULSÓ AL PRESIDENTE LUIS ARCE Y EVO MORALES CELEBRÓ
 
El “evismo” mueve sus fichas para correr al presidente de la carrera presidencial bajo el sello del mayor partido nacional. Por su parte, Arce insiste con un referéndum que le impediría volver al gobierno al ex líder cocalero. Claves para entender la encarnizada disputa del oficialismo que amenaza con arrastrar a toda la escena política del país vecino.
 
El Destape Web de Argentina (https://acortar.link/gbJ4Vp)
 
La campaña electoral en Bolivia de cara a los comicios de 2025 ya está en marcha y con una interna en el oficialismo que no deja de recrudecer. La facción Movimiento al Socialismo (MAS) afín al ex mandatario Evo Morales decidió “expulsar definitivamente” del partido al presidente, Luis Arce, junto a su vice, David Choquehuanca, y defendió la candidatura del dirigente cocalero para el año próximo. Este sector volvió a acusar a las dos máximas autoridades de Gobierno de traición y de “convertirse al neoliberalismo”. Si bien aún resta un paso en la justicia, implica quitarle el sello partidario a Arce, quien apunta a su reelección el año que viene. La herida expuesta del oficialismo, que tuvo uno de sus picos cuando una facción del Ejército instaló una tanqueta frente a la sede del Gobierno bajo la amenaza de dar un golpe en junio, y que derivó en acusaciones mutuas, parece lejos de cerrarse.
“Por haber traicionado al pueblo boliviano y al Proceso de Cambio; por no hacer vida orgánica en el Instrumento; por haber traicionado a la Patria permitiendo el retorno de los brazos operativos norteamericanos como la CIA, DEA y USAID; por convertirse al neoliberalismo; por haber destruido la economía (...); por reprimir sañudamente al movimiento indígena originario campesino y convertir las sedes en puestos policiales”, justificaron en la resolución de la facción mayoritaria del MAS, liderada por Evo Morales.
La expulsión Arce y Choquehuanca fue una de las decisiones del encuentro ampliado nacional que realizaron el martes en la localidad de Villa Tunari, en la zona central del Trópico de Cochabamba, una de las principales áreas cocaleras del país y el bastión político del expresidente (2006-2019) que busca su reelección. La facción oficialista afín a Morales lo ratificó como presidente del partido y lo proclamó “candidato único” para las elecciones de 2025. Ahora resta que la justicia boliviana reconozca la validez del congreso en que se tomó esa decisión, algo que ya rechazó con anterioridad.
“No creo que esta decisión sea un punto de quiebre real. Creo que ya hubo varios episodios de quiebre antes. Lamentablemente, lo preocupante es que con miras a continuar en el poder, el gobierno de Luis Arce trata de romper con diferentes dirigencias de organizaciones sociales y de esta manera quebrar por dentro el movimiento al socialismo. Sin embargo, al haberse alejado tanto del proyecto político de lo que era el MAS, no sé si verdaderamente afecta a sus fines políticos el hecho de no ser parte ya del movimiento”, dijo a El Destape la politóloga boliviana Patricia Guzmán.
Morales acusó en reiteradas ocasiones al Ejecutivo de querer correrlo de vuelta a la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno, y en el plenario nacional del martes dijo que a pesar de esos embates en su contra, había tratado de evitar esta expulsión en pos de un acercamiento entre las dos facciones. Sin embargo, el ex presidente agregó que la situación se puso “peor”. “El comportamiento de Lucho y David ya no es el de un militante” y, por eso, “se justifica la expulsión” de ambos del llamado “instrumento político”, expresó.
El mutuo juego para correr al candidato
En paralelo -y como el famoso meme de Spiderman, en el que dos figuras idénticas se señalan mutuamente- Arce ha intentado correr a Morales de la carrera presidencial con diferentes mecanismos. La noche del martes, sin nombrarlo, pareció hablar de su jefe político en los tiempos en que lideró el Ministerio de Economía, cuando posteó en la red social X: “Ante los que apuestan por el odio, la mentira, la violencia y la confrontación entre bolivianas y bolivianos buscando convulsionar el país por ambiciones electorales, nuestra respuesta siempre será más trabajo y gestión en favor del pueblo boliviano”. El tuit llegó después de la conclusión del plenario del MAS, del sector “evista”.
Además, esta semana, Arce informó que insistirá en realizar un referéndum que desde el “evismo” sostienen que es un artilugio más para impedir la vuelta de Morales. El presidente había enviado al Tribunal Supremo Electoral (TSE) las preguntas del referéndum, cuyo primer punto era consultar a los ciudadanos si están de acuerdo con modificar la Constitución para establecer que los presidentes y vicepresidentes solo pueden ser reelegidos una vez, aunque se trate de mandatos discontinuos. Actualmente, el artículo 168 de la carta magna, sancionada durante la primera presidencia de Morales, establece el periodo de mandato de Presidente y Vice “es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”. Esto deja abierta la posibilidad de la reelección en mandatos discontinuos, como comentó El Destape días atrás.
Pese a que la Justicia rechazó las preguntas de la consulta, el ministro de Justicia, Iván Lima, señaló en sus redes sociales que hasta el lunes el Gobierno no había sido notificado al respecto de esa decisión. Si bien el funcionario de Arce reconoció que los tiempos ya no eran los suficientes como para que el referéndum se realice junto con las elecciones judiciales del 1 de diciembre de este año, dijo que el presidente enviará nuevamente las preguntas para insistir con la consulta a la ciudadanía. La iniciativa si bien es consultiva, en caso de aprobarse, podría ser un argumento del Gobierno para impulsar el cambio constitucional para limitar los períodos presidenciales. Esto fue criticado no solo por Morales sino también por opositores y por expertos de distintas áreas porque consideran que la consulta es inconstitucional porque busca saltarse el control del Poder Legislativo, donde el presidente no tiene respaldo suficiente.
¿Podrán Morales y Arce ser candidatos?
Los partidos en Bolivia deben cumplir tres requisitos para poder competir en las elecciones: el primero es realizar una actualización del registro de militantes -el MAS es el partido más grande del país con más de 1 millón de militantes inscritos-; el segundo, actualizar sus estatutos conforme a la Ley de Organizaciones Políticas; y el tercero, renovar sus directivos a nivel nacional y departamental. Actualmente, hay una decena de partidos a nivel nacional, y cerca de la mitad de ellos aún no ha cumplido con todos los requisitos de cara a la elección general de 2025.
En el caso del MAS, el sector “evista” eligió a Morales como su autoridad en un congreso que se realizó en la localidad de Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, en octubre de 2023. Arce y Choquehuanca no asistieron a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas.
En tanto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió en aquella ocasión no supervisar el evento porque no lo convocaron mediante un consenso entre todos sus sectores. Por eso, los asistentes lo convirtieron en un “ampliado nacional”. En concreto, TSE decidió “no reconocer el décimo Congreso Nacional del MAS, lo que implica que el MAS debe realizar un nuevo congreso para la elección de su directiva nacional y su tribunal de disciplina”, declaró a los medios el secretario de Cámara del TSE, Luis Fernando Arteaga, en octubre. Las dos facciones del partido no han logrado ponerse de acuerdo para llamar a ese encuentro hasta el momento y ahora, con la expulsión de Arce, se presume un camino imposible.
“El MAS, que realizó un congreso presencial con 2500 delegados, se lo invalidan y lo han sancionado, pero hubo partidos que hicieron congresos por zoom y no les emiten una sanción. Lo mismo con los plazos para la presentación de requisitos, a otros se los amplían, pero al MAS lo sancionan”, dijo días atrás la ex presidenta del Senado en 2019, Adriana Salvatierra, en diálogo con El Destape. En tanto, para la politóloga Patricia Guzmán, estimó que dado que Arce “persigue objetivos políticos que son básicamente electorales, este podría aliarse o buscar alguna otra sigla” partidaria para la elección de 2025. “Es él quien se ha alejado del movimiento al socialismo con muchas acciones anteriores y creo que la de ayer es simplemente una formalidad. No considero que sus objetivos políticos vayan de la mano del MAS”, dijo Guzmán.
Acompañamiento en las calles
El encuentro del martes entre los sectores “evistas” también llamó a una caminata el próximo 17 de septiembre que tendrá lugar desde la localidad de Caracollo, en la región andina de Oruro, hacia La Paz para exigir al Gobierno que atienda sus demandas, entre ellas, la validación del congreso del MAS realizado en 2023. Evo dijo que “llegó la hora de hacer respetar al pueblo” y anunció que la marcha llegará a La Paz el 23 de septiembre para hacer un “gran cabildo” o concentración.
Además, prometieron otras medidas de fuerza en caso de que el gobierno de Arce insista en su postura. “Si el Gobierno no responde (…) por demás se justifica un bloqueo nacional de caminos”, advirtió Morales. Estos se darían a partir de octubre hasta que el Ejecutivo reconozca “el congreso de Lauca Ñ”, pues “está en manos de ellos la habilitación” de la candidatura.
 
 
 
 
 
LA CRISIS BOLIVIANA Y EL TIEMPO DE LAS COSAS PEQUEÑAS
 
El referéndum frustrado que quería organizar el presidente Luis Arce y la crisis económica marcan la coyuntura boliviana, bajo la amenaza de la protesta social. Con las elecciones de 2025 en el horizonte, las luchas intestinas se agudizan en el Movimiento al Socialismo, sin que la oposición muestre, por ahora, precandidaturas de peso.
 
Nueva Sociedad de España (https://acortar.link/DB787L)
 
En su mensaje del 6 de agosto por el día patrio, el presidente Luis Arce agitó el campo político y movió la agenda del debate en Bolivia al anunciar que llevaría a consulta ciudadana tres temas controvertidos: la subvención a los hidrocarburos, el número de escaños parlamentarios y la posibilidad de reelección (continua o discontinua) del binomio presidencial. La votación se haría el 1°de diciembre, junto con las ya convocadas elecciones judiciales, y el solo anuncio generó recelo y cuestionamientos.
«Momentos difíciles requieren decisiones firmes», señaló Arce para justificar su anuncio. Es cierto que Bolivia afronta momentos difíciles. La crisis político-institucional, contaminada en extremo por la guerra interna en el Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), derivó en un escenario de bloqueo institucional y parálisis administrativa que afecta la gestión de un gobierno cada vez más cuestionado.
Los números rojos y la escasez de divisas evidencian, al mismo tiempo, la compleja e incierta situación económica. Y los momentos difíciles de un gobierno débil pueden conducir a decisiones erráticas. No de otra forma se entiende la intención de convocar un referéndum para que la ciudadanía decida sobre una competencia privativa del Estado central. ¿Tiene sentido preguntarle a la gente si debe mantenerse o no una subvención a la gasolina y al diésel hoy insostenible, que demanda alrededor de 3.000 millones de dólares al año? El boquete presupuestario provocado desde hace años por esta subvención -que el propio Evo Morales intentó reducir sin éxito a fines de 2010- requiere de una política pública urgente antes que de una consulta dilatoria.
Los otros dos temas propuestos implican la reforma parcial de la Constitución de 2009. La Cámara de Diputados boliviana tiene 130 integrantes. Es un número fijo, establecido por la Constitución. Luego de cada censo poblacional, se los distribuye entre los nueve departamentos del país con arreglo a los datos de población y un factor de compensación por menor número de habitantes y menor desarrollo económico. Es una labor técnica, a cargo del órgano electoral, que suele generar tensiones con los departamentos que pierden parlamentarios. Arce quería abrir ese candado a menos de un mes de conocerse los datos del censo realizado en marzo de este año.
En cuanto a la reelección, la propuesta de referéndum estaba dirigida, de manera directa, a bloquear la candidatura del ex-presidente Evo Morales en 2025. La Constitución establece el límite para la reelección continua, pero no prohíbe la reelección discontinua. Por eso el gobierno se propuso cerrar esa posibilidad.
Pero el triple referéndum se cayó en apenas 24 días. Primero, porque su convocatoria por decreto, como pretendía el gobierno, es inconstitucional, además de inviable. Cualquier reforma parcial de la Constitución solo puede activarse por iniciativa popular, con la firma de 20% del padrón electoral, o por iniciativa legislativa, con una ley aprobada por dos tercios de los asambleístas. Pero el gobierno no tenía tiempo ni mayoría calificada.
El motivo fundamental del naufragio de la consulta fue, de todos modos, las preguntas. La legislación establece que, como requisito previo a la convocatoria, las preguntas deben pasar por una verificación técnica y luego por un control de constitucionalidad. Transcurridas dos semanas desde su anuncio, Arce mandó cuatro preguntas al Tribunal Supremo Electoral. Ninguna cumplía los criterios de claridad, precisión e imparcialidad. Tres fueron devueltas con observaciones y una, la de los escaños, al constituir una reforma constitucional, no podía ser incluida en la iniciativa.
El gobierno debía reformular las preguntas y enviarlas nuevamente al órgano electoral para su verificación técnica. Por algún cálculo o extravío, las mandó directamente al Tribunal Constitucional para el control de constitucionalidad, peor formuladas y hasta con errores absurdos (por ejemplo, decía «forma» donde debía decir «reforma»). Los magistrados, pese a su alianza con el gobierno, declararon «improcedente» la solicitud.
Hasta ahí llegó, al menos por ahora, la aventura plebiscitaria del presidente Arce. La intención de realizar el referéndum el próximo 1° de diciembre, junto con las elecciones judiciales, quedó fuera de plazo. El gobierno tardó más de 72 horas en reconocer que no habrá consulta este año, pero dejó abierta la posibilidad de que sea convocada «en el plazo que permita la ley». En el mejor de los casos, podría convocarse luego de las elecciones judiciales y realizarse en marzo de 2025, apenas un mes antes de la convocatoria a las elecciones generales previstas para agosto. Un sinsentido.
Como mecanismo de la democracia directa, el referéndum expresa el derecho ciudadano a decidir. El problema surge cuando se malogra con lógica plebiscitaria o, como en este caso, se instrumentaliza en función de intereses políticos faccionales. O peor, cuando se burla su carácter vinculante, como hizo el ex-presidente Morales al desconocer el resultado de la consulta de 2016 sobre la reelección. El referéndum es demasiado importante como para dejarlo librado a las razones de presidentes fuertes o de gobiernos débiles.
¿Qué sigue ahora? La consulta interrumpida dejó intactas las tres cuestiones que Arce pretendía llevar a votación popular. El día después, el gobierno, sin espalda para decidir nada sustantivo sobre la subvención a los hidrocarburos, debe gestionar el cada vez más insostenible «bicicleteo» para conseguir divisas que garanticen al menos temporariamente la provisión de gasolina y diésel. En estos días hay escasez parcial, largas filas y protestas de los transportistas. El sector productivo, con centro en la agroindustria de la región de Santa Cruz, anticipa complicaciones para su actividad en uno de los núcleos económicos del país.
La restricción de hidrocarburos va de la mano de la carencia de dólares. El inalterable tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos por dólar (con escasas variaciones en las últimas dos décadas) llegó a duplicarse en el mercado paralelo, gatillado por el difícil acceso a dólares en el sistema financiero y por la especulación subsecuente. Ello deriva en el incremento de precios, en especial de bienes importados. La triada combustibles, dólares e inflación agita la bandera de protesta de diferentes sectores sociales, con elevado potencial de conflictividad en el corto plazo. El gobierno se reunió con los empresarios privados y acordaron una agenda para enfrentar el temporal, pero las amenazas de conflicto social siguen vigentes.
En cuanto a la distribución de escaños en la Cámara de Diputados, la discusión quedó subordinada a la renovada disputa y desconfianza alrededor del Censo Nacional de Población, cuyos resultados preliminares fueron difundidos el pasado 29 de agosto. «Somos 11.312.620 bolivianos y Santa Cruz es el departamento que más creció y más poblado», titula el portal del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos generaron sorpresa y rechazo por distanciarse de las estimaciones poblacionales del propio INE.
Más allá de la importancia de los datos actualizados de población y vivienda para fines de planificación y adopción de políticas públicas, las expectativas sobre los resultados del censo se vinculan con sus efectos distributivos, de recursos económicos y de escaños. Por primera vez, Santa Cruz superó a La Paz y es el departamento más poblado de Bolivia. No obstante, no suma los 4.000.000 habitantes que algunos esperaban, sino poco más de 3.100.000. «Nos robaron un millón», denunció la dirigencia cívica cruceña, articulada en el Comité Pro Santa Cruz, y anticipó movilizaciones contra el «fraude censal».
Con los datos de población por departamento, el tablero de escaños se moverá muy poco. Santa Cruz solo gana un diputado (aspiraba al menos a tres), y suma 29 escaños de los 130, el mismo número de representantes que La Paz. El escaño que gana Santa Cruz posiblemente lo pierda el departamento de Chuquisaca. Los datos ya fueron enviados formalmente por el INE al órgano electoral para que en las siguientes semanas realice la distribución de escaños que regirá en las elecciones de 2025.
¿Y qué pasa con la reelección del binomio presidencial? Esta cuestión, que polarizó a la ciudadanía en el referéndum de 2016 y, en especial, en las fallidas elecciones de 2019 en torno de la repostulación de Evo Morales, continúa en agenda. Pero a la persistente disputa entre masistas y antimasistas que ha dividido a la sociedad boliviana hoy se suma la opaca querella entre evistas y arcistas, que divide al propio oficialismo (al MAS y a las organizaciones sociales que lo componen). El gobierno apuesta por vetar la candidatura de Morales, mientras este advierte con una convulsión social en defensa de su «derecho humano» a postularse «por las buenas o por las malas».
La disputa por la candidatura presidencial amenaza con dinamitar el propio instrumento político que gobernó Bolivia desde 2006, con tres victorias sucesivas de Evo con mayoría absoluta de votos. Sin acuerdo entre el partido, controlado por Morales, y las organizaciones sociales matrices, cooptadas por Arce, el MAS-IPSP no logra convocar un congreso ordinario para renovar su directiva conforme al estatuto orgánico. Este bloqueo por mano propia podría derivar en una segunda amonestación a cargo de la autoridad electoral: el partido estaría a solo una sanción más de perder la personería jurídica y, por tanto, quedar fuera de las elecciones. Sería inverosímil que el mayor partido político de la historia democrática de Bolivia quede fuera de juego por la lucha intestina de sus facciones.
¿Quién tendría que decidir sobre la posible repostulación de Morales? En principio, ya no se definirá en referéndum. Tampoco parece suficiente para cerrarle el paso al ex-presidente una extraña mención a la inconstitucionalidad de la reelección, incluso no consecutiva, del Tribunal Constitucional, en el marco de una sentencia sobre otra cuestión. Es probable que los nuevos magistrados electos en diciembre se pronuncien. En tanto, la determinación quizás corresponda al Tribunal Supremo Electoral, cuando deba verificar el cumplimiento de requisitos de los candidatos presidenciales. Pero estamos lejos de ese momento.
Lo evidente, con miras al nuevo ciclo electoral, es que no habrá elecciones primarias para binomios presidenciales, que el próximo 1° de diciembre se votará en Bolivia en una cuestionada elección de altas autoridades judiciales, y que hay certeza sobre la fecha de las elecciones generales: 17 de agosto de 2025. Pero no se sabe cómo se transitará a esos comicios en medio de la polarización, la implosión masista y la fragmentación opositora (a la fecha hay 16 precandidatos a la Presidencia, la mayoría más cerca de la red social X que de la calle).
Tres palabras definen bien el actual contexto en Bolivia: crisis, polarización e incertidumbre. Nada nuevo en el paisaje regional. Una crisis recargada que combina bloqueo de la política, gobierno dividido, degradación de las instituciones, inestabilidad económica y vientos de conflictividad social; un escenario alejado de la estabilidad política y el crecimiento económico del periodo 2006-2019. La persistente polarización, que llegó para quedarse, es heredera de tensiones irresueltas de la historia larga, atizadas por la fractura de la crisis de 2019. Y un sentimiento de elevada incertidumbre y pesimismo sobre el futuro se ha extendido en la sociedad boliviana. Las percepciones importan. Y los discursos también.
Hasta hace algún tiempo, la oposición denunciaba que el presidente Arce, arropado por los magistrados del Tribunal Constitucional y una provocada crisis en el órgano electoral, buscaría prorrogarse en el cargo, además de allanar un nuevo mandato. Hoy el gobierno denuncia que la derecha opositora y el evismo, que impiden la aprobación de créditos en el Parlamento, están tejiendo una convulsión para forzar la renuncia del presidente y la convocatoria adelantada de elecciones. Evistas y arcistas se acusan mutuamente de «pactar con la derecha».
Entre tales extremos, la pregunta prospectiva es en qué condiciones llegará el país a las elecciones de 2025. En las calles, el interrogante es más simple: ¿llegará?
¿Bolivia está cerca de una crisis de gobernabilidad? ¿Se dirige hacia una crisis de representación política como la que ya viven varios de sus vecinos? ¿O se sitúa en el umbral de una crisis de Estado? Hay que caracterizar la crisis. En el análisis de escenarios de corto plazo no parece haber ninguna luz: el mejor parece que todo siga igual, que la situación no empeore.
Entre los ingenuos del «pese a todo, vamos a salir adelante» y los entusiastas profetas del colapso, abundan miserias y minucias de la política-politiquera. Es el nuevo «tiempo de las cosas pequeñas», del que se lamentaba el político e intelectual Sergio Almaraz en el ocaso de la Revolución Nacional de 1952. A menos de un año del Bicentenario, que se conmemorará el 6 de agosto de 2025, ningún actor relevante está pensando el largo plazo ni trazando visiones de país. En el debate político y en la conversación pública se van borrando las huellas del proceso posconstituyente y sus horizontes refundacionales. Quedan la transición y el ajuste -y las pequeñas peleas políticas-.
Así, el reto tras el frustrado referéndum de Arce continúa siendo ganar tiempo sin naufragar. Al menos hasta la renovación del Poder Ejecutivo, una nueva correlación en el Legislativo y la recomposición del campo político (lejos del MAS-IPSP como partido dominante). Es una especie de cuenta regresiva con escenarios de cortísimo plazo en el que nadie sabe cuál será la naturaleza de la transición ni quiénes serán sus protagonistas.
Si en el MAS la lucha es entre Evo Morales y Luis Arce, en la oposición no emergen por el momento nuevas figuras. Con tristeza para unos, euforia para otros, se divisa una incierta deriva del proyecto plurinacional popular que viene de la histórica Marcha indígena por el Territorio y la Dignidad de 1990 y se consagró con la victoria de Morales a fines de 2005.
¿Y el ajuste? Es claro que Arce, sin fortaleza decisoria, no adoptará ninguna medida drástica para enfrentar la crisis. Pero la «inevitabilidad» del ajuste circula ya en el sentido común. Aunque sin mucha idea sobre su alcance y naturaleza, posiblemente sea tarea del próximo gobierno. ¿Implicará recurrir al Fondo Monetario Internacional? ¿Incluirá privatizaciones y ajuste tradicional? ¿Es viable algún otro esquema de financiamiento? ¿Será con política de shock o aterrizaje suave? ¿Quiénes pagarán la cuenta? Se trata de preguntas que no se incluirán en ningún referéndum.
 
 
 
 
 
LAS MUERTES QUE RODEAN A SEBASTIÁN MARSET: "LOLY" FONTANA, UN DIPUTADO PARAGUAYO Y SU EXSOCIO EN BOLIVIA
 
En las últimas semanas, luego de la detención de Gianina García Troche, personas vinculadas a Sebastián Marset fueron blanco de ataques y, en la mayoría de los casos, murieron
 
EL Observador de Uruguay (https://acortar.link/9AhWio)
 
En las últimas semanas exsocios o socios actuales del narcotraficante Sebastián Marset fueron el centro de episodios violentos –en algunos casos con muertes incluidas–. Aunque no se pudo probar que exista una conexión entre los casos ni una causalidad, varios investigadores que han seguido el caso Marset señalaron que estas muertes llaman la atención.
Lo cierto es que desde que detuvieron a su pareja, Gianina García Troche, el 16 de julio de 2024 en Madrid, se sucedieron los hechos. Y, al decir de las autoridades uruguayas, el narcotraficante y su familia se sienten "acorralados".
El primero de ellos fue el asesinato del exsocio de Marset, Rodrigo "Loly" Fontana, ejecutado en Santana Do Livramento –del lado brasileño de la frontera, a pasos de Rivera– el 20 de julio por un sicario que llegó en moto y le disparó varias veces.
Fontana, que había salido de la cárcel recientemente, llegaba junto a su familia a un restaurante y no llegó a bajar de la camioneta.
Era señalado como el exsocio de Marset en el Primer Cartel Uruguayo (PCU). Había sido detenido en marzo de 2021 y extraditado desde Brasil a Uruguay en setiembre de 2022. Fue imputado entonces por reiterados delitos de importación y exportación de estupefacientes y por tráfico interno e internacional de armas.
Además, había estado involucrado en las amenazas a la fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero y al atentado con una bomba molotov a la Brigada Antidrogas en mayo de 2020.
El sicario que lo asesinó se prendió fuego cuando iba a ser detenido y murió días después a causa de las graves quemaduras.
A pesar de que el autor material del crimen murió, la Justicia uruguaya logró condenar a sus cómplices.
El diputado paraguayo vinculado a Marset
El 19 de agosto fue asesinado por policías paraguayos el diputado Eulalio Gomes, en medio de un confuso episodio que ahora es investigado por las autoridades del país.
Según publicaron medios paraguayos en ese entonces, Gomes murió en un intercambio de disparos con la policía, que llegó a su casa para hacer un allanamiento que apuntaba contra el diputado y su hijo.
Cómo se produjo la muerte es motivo de disputa, ya que la familia de Gomes asegura que estaba indefenso y la Policía que debió responder a su agresión. La Fiscalía paraguaya inició una investigación por este tema.
Todo ocurrió en la peligrosa Pedro Juan Caballero, una ciudad ubicada en la frontera de Paraguay con Brasil que es foco de las operaciones de narcotráfico y corrupción en la región.
Gomes era investigado por una serie de delitos de lavado de activos. Y, en el marco de esas investigaciones, fue vinculado con la operativa de Sebastián Marset en Paraguay, donde está requerido por la operación A Ultranza.
El medio ABC Color de Paraguay publicó el pasado 30 de agosto que Gomes había recibido depósitos en efectivo de personas que ya habían aparecido en el esquema revelado en la operación A Ultranza, que terminó con la muerte del fiscal Marcelo Pecci –uno de los primeros impulsores de las investigaciones– en su luna de miel en Colombia. A ese asesinato también se vinculó a Marset, aunque él dijo que no tenía que ver.
Durante la indagatoria por lavado de activos de Gomes apareció Alberto Koube, representante del Grupo Tapyracuai SA, que está imputado por la operación A Ultranza por supuestamente integrar la red de lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Esa red era la liderada por Marset y por Miguel Insfrán, alias Tío Rico, que está a la espera del juicio en su contra.
El mano derecha en Bolivia
El hecho más reciente –del 1° de setiembre– es el que tuvo como víctima a Erland Ivar García López, conocido como "El Colla", y señalado como el testaferro y mano derecha de Sebastián Marset en Bolivia. Este hombre aparece en varios videos y fotografías junto a Marset en Dubái.
"El Colla" iba en un auto rumbo a su casa junto a un amigo cuando fue interceptado por desconocidos, que lo atacaron a balazos.
Recibió cinco disparos pero sobrevivió y está internado en terapia intensiva. Su acompañante, sin embargo, murió. La Policía boliviana luego informó que esa persona también estaba sospechada de integrar la red de Marset, que entre 2022 y 2023 se radicó en Santa Cruz de la Sierra.
García López, de hecho, había caído detenido luego de que en julio de 2023 Marset y su familia lograran escapar de Santa Cruz de la Sierra al enterarse que se estaba montando un operativo para capturarlo. Desde ese momento, el narcotraficante uruguayo permanece prófugo de la Justicia.
"El Colla" estuvo detenido desde el 4 de agosto del año pasado hasta mediados de noviembre de ese mismo año, cuando la Justicia bolivia le otorgó –en una polémica decisión que ahora es investigada– la libertad y dispuso la prisión domiciliaria.
Entonces se ordenó que tuviera escolta policial, aunque en junio de 2024 un juez levantó esa medida y en julio directamente dejó sin efecto la prisión domiciliaria. A raíz de estas decisiones, el juzgado que actuó fue intervenido y el gobierno boliviano responsabilizó al juez Primo Flores por "favorecer" al imputado.
Tras este atentado, la Policía boliviana dio con un hangar en la ciudad de Santa Cruz donde se incautaron nueve aeronaves, varios vehículos y otros objetos que fueron inmediatamente vinculados con la red de narcotráfico que lidera el uruguayo.
 
 
 
 
 
SCHALPER (RN) LLAMA A NO AVANZAR EN AGENDA BILATERAL CON BOLIVIA HASTA QUE "RESUELVAN TEMA MIGRATORIO"
 
Radio Bio Bio de Chile (https://acortar.link/5eRbDa)
 
El diputado de Renovación Nacional, Diego Schalper, se refirió a la relación que tienen Bolivia y Chile respecto a la crisis migratoria. En ese sentido, advirtió que el país vecino “no se puede declarar incapaz de recibir a alguien que no es su connacional”.
Indignación generó en el legislador la forma en que se ha llevado la postura de Bolivia, sobre no recibir migrantes irregulares que vienen de su territorio. Esto cuando son cerca de 30 mil las órdenes de expulsión pendientes en nuestro país.
La intervención de Schalper
En la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Schalper manifestó que no es aceptable la calificación de “país de tránsito migratorio” para Bolivia, invitando a “no avanzar en la agenda bilateral” hasta que resuelvan el tema migratorio.
“Esto sí que es lo que faltaba, o sea, Bolivia se reconoce “país de tránsito migratorio”, ¿y nosotros somos país destino final? (…) Yo lo que le pido a la Cancillería es que entienda que podremos ser muy pragmáticos, podremos estar muy contentos del tratamiento de la agenda multilateral, pero aquí ¿en qué minuto le dices a Bolivia que no puede continuar esto?”, postuló.
En la misma línea, el diputado hizo un paralelo con las relaciones con Venezuela, asegurando que “con ciertas personas no se puede dialogar”.
“Aquí a Bolivia hay que decirle muy claramente, no se avanza en el resto de la agenda bilateral hasta que resuelvan el tema migratorio. Porque ese país no se puede declarar incapaz de recibir a alguien que no es su connacional, cuando para Chile está significando miles y miles de migrantes ilegales”, aseveró.
Finalmente, Schalper insistió que el “pragmatismo no puede ser a costa de los barrios pobres y de sectores medios del país que tienen que pagar el las consecuencias de una migración ilegal absolutamente desbordada, que ingresa por la frontera boliviana”.
 
 
 
 
 
YACIMIENTOS DE LITIO BOLIVIANO AVANZA CON EMPRESAS GLOBALES EN LA EXTRACCIÓN DE LITIO
 
Minería en Línea de Chile (https://acortar.link/br9y5A)
 
Bolivia, un país conocido por sus vastos recursos de litio, ha dado un paso significativo hacia la explotación de este valioso mineral. La empresa estatal Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) ha anunciado la selección de cuatro empresas internacionales para desarrollar plantas piloto de extracción de litio en varias de las salinas más importantes del país.
Entre las compañías seleccionadas se encuentran CBC de China, Protecno de Italia, Eramet de Francia y Eau Lithium de Australia. Estas empresas fueron escogidas debido a su madurez tecnológica, solidez financiera, parámetros técnicos y tiempos de ejecución de proyectos.
Las estrategias propuestas por las compañías reflejan un enfoque diverso hacia la extracción de litio. CBC, por ejemplo, ha presentado un plan para extraer litio del residuo de salmuera mediante el método de adsorción, mientras que Protecno se enfoca en el tratamiento de aguas residuales de plantas existentes, lo que podría beneficiar a las comunidades cercanas al proporcionar agua tratada.
Por otro lado, Eramet y Eau Lithium proponen utilizar la extracción directa de litio (DLE) a partir de salmueras de pozos. Este método podría revolucionar la industria, ya que potencialmente elimina la necesidad de evaporación solar y reduce el consumo de agua, un recurso escaso y valioso en las regiones donde se encuentran las salinas.
A pesar de estos avances, el camino hacia la industrialización del litio en Bolivia está plagado de obstáculos. El país ha visto un historial de ambiciones de litio no realizadas, habiendo intentado sin éxito desarrollar su industria desde la década de 1990. Hasta la fecha, Bolivia ha producido solo 1,400 toneladas acumuladas desde 2018, una cifra que contrasta con los vastos recursos del país.
Los desafíos no son solo tecnológicos, sino también políticos. Antes de avanzar con la construcción de las plantas industriales, las empresas seleccionadas deberán completar procesos de consulta previa, libre e informada con las comunidades locales, además de realizar evaluaciones de impacto ambiental exhaustivas. Solo después de cumplir con estos requisitos, los acuerdos deberán ser aprobados por la asamblea legislativa, un proceso que, según los analistas, podría verse afectado por la fragmentación política existente y las elecciones generales previstas para 2025.
A pesar de estos desafíos, Bolivia sigue invirtiendo en su futuro como productor de litio. En los últimos dos años, el estado ha invertido más de 800 millones de dólares en tecnología DLE, aunque los resultados hasta ahora han sido modestos. Esta tecnología, aunque prometedora, aún no ha demostrado su eficacia a gran escala, especialmente en un país donde las condiciones climáticas y las impurezas de la salmuera presentan retos adicionales.
Bolivia inauguró en 2023 su primera planta industrial de litio, una instalación de 100 millones de dólares que se espera alcance su plena capacidad en 2025, con una producción de hasta 15,000 toneladas de carbonato de litio al año. No obstante, la calidad inicial del producto no será de grado batería, lo que plantea un desafío adicional para su integración en la cadena de suministro global de vehículos eléctricos.
Bolivia tiene el potencial de convertirse en un jugador clave en el mercado global de litio, pero el camino hacia este objetivo está lleno de desafíos. La selección de estas cuatro empresas internacionales es un paso adelante, pero el éxito final dependerá de la capacidad del país para superar tanto los obstáculos tecnológicos como las barreras políticas. Si Bolivia logra resolver estos desafíos, podría finalmente realizar sus ambiciones de convertirse en un líder en la industria del litio.
 
 
 
 
 
BOLIVIA SE DIFERENCIA DE ARGENTINA Y BUSCARÁ INGRESAR A LOS BRICS
 
Luego de que Argentina desestimara la posibilidad de ingresar a la poderosa alianza, el presidente de Bolivia Luis Arce confirmó que será parte de la cumbre de los BRICS a realizarse en octubre en Kazán, Rusia.
 
Grito del Sur de Argentina (https://acortar.link/ZCsMst)
 
El próximo mes de octubre en Rusia, se reunirá la cumbre de los BRICS con el objetivo de abrir la posibilidad de que otros países formen parte de la alianza económica. El presidente de Bolivia Luis Arce ya aseguró su participación, marcando una enorme diferencia con el argentino Javier Gerardo Milei, quien a principios de año desechó el ingreso de Argentina y le privó al país la apertura a mercados internacionales por fuera de Estados Unidos.
A poco de asumir, Javier Milei mostró su total alineamiento en materia internacional con Estados Unidos. Tal vez mucho más de lo que desde Washington le piden, y de esa manera desestimó una oportunidad ideal para Argentina de generar divisas en medio de su crisis económica, al rechazar la posibilidad del ingreso al grupo de los BRICS, llamado así porque se encuentra integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El líder de La Libertad Avanza ha desgastado desde su llegada a la Casa Rosada la relación con los países de la región, a punto tal de no asistir a la última Cumbre del MERCOSUR realizada en Asunción. Sumado a eso, ha tenido enfrentamientos diplomáticos con Chile y ha desconocido el intento de Golpe de Estado en Bolivia contra Luís Arce. Además, ha mantenido relaciones distantes con Lula, presidente de Brasil, que es el gran aliado histórico de Argentina. Todo esto en un contexto de crisis económica en el país y donde la escasez de dólares se hace notar día a día.
Como gran contrapartida, el presidente de Bolivia, Luis Arce, confirmó que será parte de la cumbre de los BRICS que se realizará en octubre en Kazán, Rusia. A diferencia de Milei, Arce se despoja de prejuicios ideológicos y ve en esto la posibilidad de que su país se abra a mayor cantidad de mercados internacionales.
De esta manera Bolivia busca aprovechar sus posesiones de litio, oro, plata y agua potable, para promover el desarrollo de una economía internacional que le permita enfrentar la falta de dólares. Otro de los países que estará en la cumbre de octubre es ni más ni menos que Turquía, quien a través de su portavoz Ömer Çelik, confirmó que la solicitud de ingreso está en proceso.
Queda claro que, mientras a nivel global son cada vez más los países que se abren al comercio internacional, la Argentina, gracias a las políticas de Milei, queda expuesta a los deseos de Washington y de la OTAN, rechazando cualquier tipo de alineación que no sea con sus nuevos amigos.
 
 
 
 
 
“EL RETORNO DEL CÓNDOR? LAS SEÑALES DE UNA AMÉRICA LATINA BAJO ASEDIO”
 
Revista de Frente de Chile (https://acortar.link/kli947)
 
«Las oligarquías latinoamericanas y sus manifestaciones político-partidarias, se han desarrollado con base en un modelo de dependencia, donde ellas actúan como ‘virreyes’ al servicio de la metrópoli y a costa de sus pueblos. El carácter fuertemente reaccionario y lacayo a intereses externos de estas oligarquías entra en conflicto, de forma natural, con cualquier proceso de emancipación popular y nacional en la región.
Sin embargo, son fundamentales en un escenario general de pugna geopolítica, donde EE.UU. necesita mantener el control en América Latina. Todo ello, favorecido, a su vez, por un avance organizativo de la extrema derecha a nivel internacional que atiende, igualmente, a este conflicto en ascenso.»
«En el año 2021, el expresidente de Bolivia Evo Morales denunció la puesta en marcha de un ‘Plan Cóndor 2’ en la región, tras hacerse público el envío de armas, material bélico y antidisturbios, por parte del gobierno argentino, entonces liderado por Mauricio Macri, durante el golpe de Estado en Bolivia, en el año 2019.»
Argentina despertó el 2 de septiembre con la Universidad de las Madres (UNMA) vallada y rodeada por efectivos de la policía nacional, que impedían el acceso de los trabajadores al centro.
El presidente argentino, Javier Milei, desde su llegada al Gobierno, inició una cruzada en contra de la educación pública —a la que acusa de ‘adoctrinar’—, que implicó duros recortes a los medios económicos para su propio desarrollo, entre otras muchas medidas coercitivas. Mientras, favorece la enseñanza en centros privados, a su parecer, mucho más ‘objetivos’ en sus programas de estudios.
La Universidad de la Madres, antigua Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, es fundada por la asociación homónima que nació el 30 de abril de 1977, cuando 14 mujeres marcharon frente a la sede del Ejecutivo para exigir al dictador Jorge Rafael Videla conocer el paradero de sus hijos desaparecidos.
Más allá de la guerra contra lo público del actual presidente argentino, debemos sumar el combate contra la memoria. En ese sentido, la persecución contra las Madres de Plaza de Mayo no solo se ha limitado a tratar de destruir instituciones académicas.
A finales de febrero de 2024, las nuevas autoridades de la televisión pública argentina excluyeron de su programación a ‘Madres de la Plaza’, un programa emitido desde 2008, que servía para denunciar los casos de desapariciones forzosas de la dictadura.
En este proceso de desmemoria, además, tras los actos de conmemoración del Día por la Memoria, por la verdad y la Justicia, el pasado 24 de marzo, se llevaron a cabo acciones de respuesta por parte de las autoridades. Así, se taparon pañuelos pintados de las Madres, ubicados frente a la sede del Comando Monte XII, en Misiones; y se procedió a retirar el monumento de homenaje a esas mismas mujeres, en el municipio de Marcos Juárez en Córdoba.
La estampa del pasado lunes sirve para visualizar, en su expresión simbólica y también práctica, algo aún más aterrador.
La dictadura argentina se enmarcó dentro de lo que se conoce como el Plan Cóndor, que llevó a la creación de regímenes dictatoriales —bajo el paraguas de Washington y de las oligarquías nacionales latinoamericanas— en países como Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay, así como la persecución y el asesinato de más de 100.000 personas.
El contexto era la Guerra Fría y, bajo el amparo de la anticomunista Doctrina Truman —una actualización coyuntural de la Doctrina Monroe—, EE.UU. justificaba su injerencia en lo que considera todavía su «patio trasero».
La consecución de distintos golpes de Estado, la financiación de grupos armados contrarrevolucionarios, la persecución de izquierdistas e incluso la desaparición física de sus militantes, así como la creación de regímenes afines a sus intereses, fueron parte de las consecuencias. A su vez, también sirvió como un laboratorio de pruebas para la implementación del modelo neoliberal, cuyo principal referente será el Chile de Augusto Pinochet.
Las oligarquías latinoamericanas y sus manifestaciones político-partidarias, se han desarrollado con base en un modelo de dependencia, donde ellas actúan como ‘virreyes’ al servicio de la metrópoli y a costa de sus pueblos. El carácter fuertemente reaccionario y lacayo a intereses externos de estas oligarquías entra en conflicto, de forma natural, con cualquier proceso de emancipación popular y nacional en la región.
Sin embargo, son fundamentales en un escenario general de pugna geopolítica, donde EE.UU. necesita mantener el control en América Latina. Todo ello, favorecido, a su vez, por un avance organizativo de la extrema derecha a nivel internacional que atiende, igualmente, a este conflicto en ascenso.
El carácter fuertemente reaccionario y lacayo a intereses externos de las oligarquías entra en conflicto, de forma natural, con cualquier proceso de emancipación popular y nacional en la región.
En el año 2021, el expresidente de Bolivia Evo Morales denunció la puesta en marcha de un ‘Plan Cóndor 2’ en la región, tras hacerse público el envío de armas, material bélico y antidisturbios, por parte del gobierno argentino, entonces liderado por Mauricio Macri, durante el golpe de Estado en Bolivia, en el año 2019.
En las últimas semanas hemos asistido a una nueva ofensiva contra la República Bolivariana de Venezuela, que se ha manifestado en distintas esferas: el no reconocimiento de su sistema político, sus instituciones y su soberanía; ataques cibernéticos y cortes eléctricos; y el secuestro, en connivencia con las autoridades de República Dominicana, de un avión presidencial venezolano.
De forma paralela, la presión contra otros Estados ha quedado manifiesta en los intentos injerencistas de los diplomáticos estadounidenses en México y Honduras, que, finalmente, han resultado un fracaso por la respuesta contundente de defensa soberana que han implementado sus dirigentes.
La presión contra otros Estados ha quedado manifiesta en los intentos injerencistas de los diplomáticos estadounidenses en México y Honduras, que, finalmente, han resultado un fracaso por la respuesta contundente de defensa soberana que han implementado sus dirigentes.
Mientras, el gobierno de Ecuador, que vulneró la soberanía de México con el secuestro ilegal de Jorge Glas en la Embajada mexicana hace unos meses, en una escenificación macabra de la ironía, firmaba nuevos acuerdos con el Comando Sur de EE.UU. centrados en «la implementación y fomento de los derechos humanos».
Del mismo modo, Gabriel Boric, quien se ha destacado como un líder contra la soberanía venezolana en las últimas semanas, seguía este mismo guion. El Comando Sur y la Armada de Chile daban inicio, el pasado 2 de septiembre, al Ejercicio Naval Multinacional UNITAS 2024, siendo esta la segunda vez, en menos de un mes, que el gobierno chileno participa en unos ejercicios navales en el océano Pacífico junto a EE.UU.
«¿Por qué es tan importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo del litio, que es necesario para la tecnología actual. El 60 % del litio del mundo está en el triángulo del litio: Argentina, Bolivia, Chile. Tienes las reservas de petróleo más grandes, crudo ligero y dulce descubierto en Guyana hace más de un año. Tienes los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro. Tenemos los pulmones del mundo, el Amazonas. También tenemos el 31 % del agua dulce del mundo en esta región. Quiero decir, es fuera de lo común. Tenemos mucho que hacer. Esta región importa. Tiene mucho que ver con nuestra seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego», declaraba Laura Richardson, jefa del Comando Sur, a finales de enero de 2023.
Sin embargo, Richardson se equivoca: no tienen, ni van a tener asegurados todos esos recursos. Por eso, los nuevos Videla, Banzer o Pinochet caminan por América Latina, del brazo, una vez más, de los Estados Unidos de América.
 
 
 
 
 
FRUTAS DE CHILE Y CONSULADO DE BOLIVIA BUSCAN AGILIZAR IMPLEMENTACIÓN DE VISA MERCOSUR PARA TRABAJADORES
 
Agilizar los procesos e implementar ferias laborales para atraer nuevos trabajadores a la agricultura nacional fueron parte de las conversaciones entre el gremio frutícola y el cuerpo diplomático del país vecino, frente a la desafiante campaña que se avecina.
 
Red Agrícola de Chile (https://acortar.link/QRDm53)
 
Para la campaña 2024-2025 se proyecta exportar más de 100 millones de cajas de cerezas, junto con enviar -por primera vez- uvas de mesa sin fumigación a EEUU gracias a la implementación del Systems Approach.
Estos nuevos desafíos generarán una mayor demanda de trabajadores para desarrollar labores claves en los campos y plantas en el período de noviembre hasta febrero, por lo que se necesitarán más trabajadores.
Es por ello que el sector frutícola busca potenciar el Acuerdo Migratorio, firmado entre Chile y Bolivia el año pasado, que garantiza un proceso expedito para el acceso a una residencia temporal recíproca de dos años, en ambos países. Conocida como la “Visa Mercosur”, debe ser solicitada en el país de origen antes de viajar, además es gratuita en ambas naciones.
Ante una mayor demanda de trabajadores, se llevó a cabo una reunión entre Rodrigo Gallardo, secretario general de Frutas de Chile; José Pinelo, Cónsul General del Consulado de Bolivia en Chile, así como también Fernando López, Cónsul del Consulado de Bolivia en Chile y Claudia Zegarra, Cónsul General Adjunta, quienes destacaron los avances impulsados y coincidieron que es fundamental agilizar la implementación de Visa Mercosur para campaña frutícola 2024-2025.
Al término del encuentro, Gallardo de Frutas de Chile destacó que en la reunión se pudieron revisar avances que se han realizado, junto a las autoridades del Ministerio de Agricultura, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) y el Servicio Nacional de Migraciones, para lograr la difusión e implementación de la Visa Mercosur para los trabajadores bolivianos que vienen a Chile a trabajar en el sector.
“Coordinamos esfuerzos para facilitar el proceso de aplicación a este visado y su tramitación expedita por parte de nuestras autoridades. La temporada que se inicia en las próximas semanas implica una alta demanda de trabajadores, especialmente para la temporada de cerezas y de uva de mesa. Por lo tanto, nuestro interés, como fruteros, es promover una migración segura y regular, en beneficio de los trabajadores, sus familias, y nuestra industria”, puntualizó el representante del gremio frutícola chileno.
Agregó: “Sin duda tenemos desafíos importantes que atender en esta materia, por lo que hablamos con el Cónsul de estrategias de corto y largo plazo, que incluyen actividades de difusión del mecanismo de visado, en Bolivia, y el diálogo público-privado en Chile. Finalmente, acordamos seguir trabajando de forma coordinada en estas materias”.
En tanto, Pinelo comentó que está claro que necesitamos más rapidez en la entrega de la visa.” De tal manera que los compañeros que llegan, hombres y mujeres, puedan entrar de manera regular y consigan un trabajo donde se respeten las normas. Por lo tanto, si logramos rapidez en el ingreso, lograremos también rapidez en el trabajo. Está la posibilidad de instalar en Bolivia oficinas que den información sobre la visa que se ha logrado en el marco del Mercosur. Lo anterior con el objetivo de agilizar lo más rápido posible”, añadió.
Como parte de las estrategias, se acordó implementar una feria laboral. “Hay representantes de empresas que se acercan a comunidades en Bolivia para lograr traer gente que venga a trabajar. Si lo hacemos de manera ordenada con ferias laborales en La Paz y Santa Cruz ayudará en el proceso. Vamos a estudiar esto en dos ámbitos: Primero, en el Congreso, vamos a ver si logramos un mecanismo circular de un aporte que permita que, entre el temporero con más rapidez, que pueda irse y volver. De tal manera, que no sea un trámite que lo obligue a generar pasaporte u otros. En segundo lugar, el tema de la capacitación, es decir, la certificación de capacidades que será muy importante a largo plazo”, indicó Pinelo.
Según el Cónsul General del Consulado de Bolivia en Chile, “la visa ya se ha implementado, pero pareciera ser que es muy lenta y eso nos obliga a agilizarnos. Llegarán muchos compatriotas bolivianos, hombres y mujere, porque las necesidades de Chile son muy fuertes. Por lo tanto, esperamos que esté implementado antes del período peak de la campaña”.
URGENICIA
Desde que se firmó el Acuerdo Migratorio entre Chile y Bolivia, explicó López, en la reunión, se entregaron 12.000 visas en el tema agrícola y en 2024 se ha recibido la solicitud de 25.000, de la cuales, se otorgaron 10.800.
Una cifra que es clave ante una campaña frutícola que espera un alza en crecimiento en volúmenes de frutas como cerezas, uvas y arándanos. Según Gallardo la campaña 2024-2025 de cerezas superará las 86 millones de cajas de la campaña pasada.
“El crecimiento está concentrado entre noviembre y enero, por lo que faltan trabajadores para hacer esas funciones. La temporada parte la primera quincena de noviembre, el peak de temporada de cerezas estará en la segunda quincena de diciembre, primera quincena de enero. Luego tendremos una pequeña baja en febrero hasta que empiece la uva, que será en la segunda quincena de febrero, marzo, abril. Por lo tanto, tendremos una demanda de trabajo muy elevada desde noviembre hasta abril”.
Destacó además que este será el primer año que se enviará uva de mesa sin fumigar a EEUU, lo que provocará una demanda importante de trabajo. “Será mucho más necesario el control a nivel de los campos, junto a la instalación de packing satélites cercanos a los campos, y además, será necesario tener personas para los sitios de inspección donde estarán los inspectores americanos más los inspectores del SAG. Es decir, habrá mucha más demanda de trabajo comparada con la temporada anterior”, detalló Gallardo.
El representante gremial señaló que probablemente se llegue en los próximos 5 años al 80% de la uva del norte sin fumigar y se va a generar una mayor demanda permanente durante la temporada de uva. “Por ello, para nosotros lo más urgente es el establecimiento del mecanismo ágil para el otorgamiento de la visa. Una persona que aplica la visa no puede esperar más de 30 días para tener su visa. Por lo tanto, para que sea ágil el proceso es clave que exista una oficina en Bolivia”, explicó Gallardo.
Durante la reunión, el cónsul López destacó que se reunirán con autoridades para analizar los avances del acuerdo migratorio. En tanto Zegarra resaltó “el desarrollo de la feria laboral, la cual contará con asistencia para llenar los formularios para la visa y de esa información tener el registro de las solicitudes y a través inmigración agilizar el proceso”.
           
 
 
 
 
NUEVA CARRETERA UNIRÁ PERÚ Y BOLIVIA EN SOLO 4 HORAS: ¿CUÁNDO INICIARÁ LA OBRA Y QUÉ LUGARES CRUZARÁ?
 
Miles de peruanos y bolivianos se beneficiarán del turismo y el comercio gracias al megaproyecto "Integración Vial Tacna - La Paz Tramo II".
 
Perú Retail (https://acortar.link/BYtKg1)
 
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) está promoviendo el proyecto de Integración Vial Tacna-La Paz Tramo II, con el objetivo de mejorar el turismo y fortalecer el comercio entre  Perú y Bolivia. Esta iniciativa establecerá una conexión eficiente entre las ciudades de Tacna, Palpa y Collpa en Perú, y Santiago de Machaca, Nazacara, Viacha y La Paz en Bolivia, fomentando una mayor integración económica y social entre ambos países.
La construcción de esta vía proporcionará a los usuarios un medio de transporte eficiente, mejorando la accesibilidad para las poblaciones y facilitando el traslado de mercaderías. Esto generará ingresos económicos más sólidos y contribuirá al desarrollo e integración con el país.
¿Cuándo iniciarán las obras y cuál será la inversión?
Según la Resolución Ministerial N.º 1614, se estima que la obra comience en septiembre de 2024 y finalice en 2026, requiriendo una inversión de S/157,536,069 millones de soles. Este corredor reducirá el tiempo de viaje entre Tacna y La Paz a solo 4 horas, mejorando así la conectividad y eficiencia del transporte, así como la seguridad para el transporte de carga y pasajeros.
El proyecto de Integración Vial Tacna-La Paz tendrá una longitud de 50 kilómetros, conectando importantes localidades y sitios de interés. El trayecto está diseñado para aumentar la accesibilidad y fortalecer la conexión entre las regiones, al mismo tiempo que promueve un mayor intercambio cultural y económico entre Perú y Bolivia. Además, se logrará una reducción significativa en los tiempos de viaje, pasando de ocho horas a tan solo cuatro horas y media.
El MTC busca potenciar las oportunidades económicas y el intercambio cultural entre Perú y Bolivia, incorporando este tramo en la lista de proyectos prioritarios del Gobierno. La integración vial Tacna-La Paz es un paso significativo para fortalecer la relación entre ambos países y promover el desarrollo económico y social de la región. Desde el inicio del proyecto “Integración Vial Tacna – La Paz Tramo II” en 2016, la empresa Aldesa se retiró de la obra por incompatibilidad de materiales, aunque Provías Nacional contradijo esta posición.
Solicitan que Bolivia abra paso fronterizo
Tras el anuncio del megaproyecto, el alcalde provincial de Tacna, Pascual Güisa Bravo, solicitó al presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora, la inmediata habilitación del paso fronterizo en la carretera Tacna-Collpa-La Paz para fortalecer la integración entre ambos países. El alcalde mencionó que las condiciones actuales de la carretera permiten el tránsito internacional, y que lo único necesario serían los puestos fronterizos de Aduanas, Migraciones y la Policía Nacional.
Cabe señalar que el Puente Internacional Perú-Bolivia, construido en el año 2000, sigue siendo un vínculo clave entre Bolivia y Perú. Conecta la provincia de Ingavi en La Paz, Bolivia, con la provincia de Chucuito en el departamento de Puno, Perú. Se erige sobre el río Desaguadero, por el cual también recibe su nombre. 

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