Monday, May 05, 2025

ANDRÓNICO RODRÍGUEZ SE CONVIERTE EN CANDIDATO Y LE DA UNA OPORTUNIDAD A LA IZQUIERDA BOLIVIANA

Finalmente, Andrónico Rodríguez se decidió y aceptó postular a la presidencia del Estado por cuenta propia, lo que remeció el escenario político boliviano. Rodríguez fue considerado en el pasado el “heredero natural” de Evo Morales porque también es dirigente cocalero, tiene origen indígena quechua y vive en el Chapare, el bastión radical del que surgió el Movimiento al Socialismo (MAS) a fines de los años noventa. La diferencia entre ambos está en la edad y en que, como la mayor parte de los hijos de campesinos, Rodríguez cuenta con una licenciatura en Ciencias Políticas y ha tenido una vida con menos carencias que la del expresidente.

Este 3 de mayo, el presidente del Senado boliviano, Andrónico Rodríguez, aceptó ser candidato a la presidencia del país andino en un acto organizado por un grupo de mineros en Oruro, una ciudad que se dedica a la minería desde el siglo XVI.
“Desde acá, queridos hermanos y hermanas, quiero expresar en respuesta a este pedido: acepto”. Así replicó Rodríguez a la invitación a ser candidato presidencial que le hicieron sectores de todas las regiones del país. "Me emociona recibir el respaldo de la gente", posteó posteriormente en sus redes sociales.
Andrónico escribió también que estaba respondiendo al mandato de las organizaciones sociales: "Siempre he manifestado que seré orgánico y respetaré las decisiones de nuestras bases, y hoy, al recibir a numerosas delegaciones que llegaron con tanto esfuerzo a esta convocatoria espontánea para entregarnos sus resoluciones de respaldo, tomé la decisión de aceptar este mandato y pedido popular, asumiendo la gran responsabilidad que se me encomienda en nombre de la unidad de todos nuestros sectores y organizaciones sociales del país", posteó.
Esta decisión estresa fuertemente el escenario político boliviano, pues, según las encuestas, Rodríguez es el mejor candidato de la izquierda para las elecciones presidenciales del 17 de agosto y, además, hasta ahora supera al mejor posesionado de la derecha por siete puntos.
Pero nada es de color de rosa en la política boliviana. La primera dificultad que enfrentará Andrónico será la interna, pues su decisión lo ha apartado de las dos facciones en las que hoy está dividido el bloque popular, una de seguidores al expresidente Evo Morales y la otra de adherentes del presidente Luis Arce.
El diputado evista Héctor Arce ya reaccionó al anuncio de Andrónico señalando que este "ha dado un zarpazo". "Traicionas al hombre que te puso en la política", le dijo a través de los medios de comunicación. Los evistas pretende que Morales sea quien vaya a las elecciones, pero el expresidente está inhabilitado por una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, la cual ha limitado la reelección en Bolivia. Se ha denunciado que esta sentencia fue promovida por el oficialismo.
Por otra parte, el Movimiento al Socialismo (MAS), que tiene como candidato al presidente Luis Arce, no ha dicho nada sobre Rodríguez, pero es probable que busque bloquear legalmente la postulación del joven senador. Tal es el método que la facción arcista ha empleado hasta ahora para deshacerse de sus adversarios. Arce busca ser la única opción de izquierda en las urnas.
Si se consolidase, la candidatura de Andrónico jubilaría a una generación política, desgastada por 20 años en el poder y por su lucha interna. Rodríguez significa una luz de esperanza para el bloque popular. A diferencia de lo que pasa con Morales y Arce, con él es posible imaginar una elección competitiva e incluso, con algo de suerte, la victoria electoral.
Convertir este sueño en realidad no será fácil, de cualquier forma, dada la situación de derechización que atraviesa el planeta y, sobre todo, la crisis económica boliviana, que ha empujado mucho y muy lejos la demanda ciudadana de cambio.
A diferencia de Evo o Lucho, Andrónico podría poner a la militancia de izquierda detrás suyo y atraer el voto de centro, pues su postura nunca ha sido radical. De él puede decirse que siempre estuvo más apegado a los pactos, a las buenas relaciones políticas y a las formas democráticas.
Aún no se ha revelado con qué sigla política correrá en las elecciones. Tiene tan solo dos semanas para armar una lista de candidatos al Parlamento y elegir a su acompañante de fórmula. Una tarea que no es menor en un clima político que exige, como nunca antes, perfiles políticos capacitados para resolver la crisis y devolverle la dignidad a un Parlamento devaluado.
La oposición de derecha tiene que estar preocupada. Si para ella esta elección era un paseo con un Luis Arce golpeado por los resultados económicos de rival, las cosas cambian con Rodríguez. La elección se ha tornado mucho más competitiva para todos.
(https://n9.cl/xhfdb0)
 
 
 
 
 
¿PODRÁ ANDRÓNICO RODRÍGUEZ SALVAR A LA IZQUIERDA BOLIVIANA?
 
La postulación del joven presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, ha movido el tablero político boliviano. Con las elecciones presidenciales cada vez más cerca, el bloque ligado al Movimiento al socialismo (MAS) se encuentra inmerso en una fuerte guerra interna y la derecha, aunque dividida y sin nuevas figuras, se entusiasma con un triunfo en la segunda vuelta.
 
La Nueva Sociedad de España (https://n9.cl/v00b1n)
 
Con su “acepto”, el sábado 3 de mayo, Andrónico Rodriguez se ha decidido a terciar de manera más decisiva en la guerra interna entre evistas y arcistas que amenaza con destruir al Movimiento al Socialismo (MAS) y mover el tablero electoral. Con casco de minero, el joven presidente del Senado (de 36 años), le dijo que sí, que competirá por la presidencia de Bolivia el 17 de agosto próximo, a las organizaciones sociales que lo vitoreaban en Oruro, en lo que fue su acto de proclamación formal.
Con el presidente Luis Arce Catacora en el piso de las encuestas y Evo Morales inhabilitado para postularse, Andrónico, como todos lo llaman, busca posicionarse como la cara renovadora de un espacio político debilitado por la lucha intestina, que estalló apenas el MAS regresó al poder en octubre de 2020 tras el derrocamiento de Evo Morales por un movimiento cívico-policial en 2019.
La decisión inicial de Arce de dejar fuera de su gabinete a las figuras más relevantes del evismo derivaría en una guerra sin tregua: el gobierno persiguió a Evo Morales, que acabó «exiliado» en la zona cocalera del Chapare, su bastión político y territorial, custodiado por milicias sindicales campesinas para evitar ser detenido. Mientras que este buscó debilitar todo lo que pudo al presidente puesto por él, al que hoy considera la «derecha endógena».
El gobierno de Arce reactivó una denuncia por abuso y trata de personas contra Morales por una relación con una menor de edad, en una causa en la que la Fiscalía actuó de oficio. Se trata en realidad de una denuncia motorizada por el gobierno de Jeanine Áñez a la que el arcismo echó mano para neutralizar al ex-mandatario. Este, por su parte, organizó una serie de bloqueos de rutas para tratar de evitar su inhabilitación, pero no logró su objetivo y terminó encerrándose en esa «zona segura», aunque el ataque a balazos contra su vehículo, en octubre de 2024, muestra que no existe seguridad en medio de semejante enfrentamiento político.
La mediación de diversas figuras de la izquierda continental, incluidos presidentes y ex-presidentes, para tratar de acercar a las partes, no dieron el menor resultado y el MAS se encaminó a un proceso de verdadera autodestrucción. Tampoco funcionaron los esfuerzos para perservar la relación Evo-Andrónico. Al final, no fue la derecha, debilitada tras el gobierno de Áñez y la derrota electoral de 2020, sino las confrontaciones en su interior -sumadas a la crisis económica- las que convirtieron al poderoso partido campesino, capaz de articular un bloque político indígena-popular tanto en las urnas como en las calles, en un espectro de sí mismo, atravesado por un marcado clima de descomposición política.
En esa guerra interna, Arce logró primero que la justicia «interpretara» de una forma caprichosa la Constitución en el sentido de que no es posible la reelección no consecutiva tras dos mandatos presidenciales, lo que deja fuera de juego a Morales, y luego consiguió arrebatarle al líder cocalero la sigla del MAS mediante un congreso paralelo organizado desde el aparato estatal y reconocido luego por los jueces. Pero el actual mandatario le puede sacar poco provecho a esa sigla otrora imbatible: su gestión, considerada menos que mediocre por analistas de todos los espacios ideológicos, sumada a una fuerte crisis económica, lo ha hundido en las encuestas, con alrededor de 5% de apoyos. La imagen de Arce como el artífice del milagro económico boliviano se ha esfumado y pasó a ser visto como un mandatario incapaz de gestionar el Estado. La caída de las reservas de gas aceleró la erosión del modelo impulsado desde 2006, que durante años dio buenos resultados en términos de crecimiento económico y acumulación de divisas pero que hoy se muestra agotado.
Morales está bastante mejor ubicado en los sondeos (con más de 20% de las preferencias) pero el rechazo que genera su figura en una parte de la población vuelve casi imposible su triunfo en una segunda vuelta. Recluido en el Chapare, se ha reafirmado en un discurso bolivariano cerrado y ha llegado a acusar de traidores a figuras como Álvaro García Linera, quien lo secundó en el poder durante casi 14 años: al ex-vicepresidente se le ocurrió decir públicamente que quizás era mejor que Morales y Arce depusieran sus aspiraciones presidenciales para habilitar a una nueva figura renovadora. Esa figura de unidad, imaginaba, podía ser Andrónico Rodríguez.
Impulsado por Evo Morales como su sucesor en los sindicatos cocaleros, Andrónico fue elegido en 2018 vicepresidente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba. Forma parte de las nuevas generaciones de líderes campesinos, con una relación mucho más fluida con las ciudades -lo que la antropóloga Alison Spedding llamó «semicampesinos» por su vínculo urbano-rural-. Nacido en Sacaba, capital de la provincia del Chapare, estudió Ciencias Políticas en la Universidad Mayor de San Simón y luego volvió al campo. Según su propio relato, acompañaba desde niño a su padre a las reuniones de los sindicatos campesinos y se fue dando cuenta de la necesidad de la educación formal. «A mi padre le faltaba un poco de conocimiento y pensé que [yo] debía superar eso. Debo leer, debo estudiar y ver cómo colaborar con mi comunidad con mayor sabiduría académica, técnica». En 2020 llegó al Senado y fue elegido para presidirlo. Percibido como el «delfín» de Evo Morales, comenzó a mostrar capacidad de liderazgo desde la Cámara Alta y a distanciarse de la facción evista, sin recalar en la arcista, a medida que el conflicto asolaba al MAS.
Midiendo cada paso, para evitar que pequeños errores se volvieran yerros catastróficos, y sin aspavientos, Andrónico fue ganando en autonomía frente a Morales. Se volvió una comidilla de la política y la prensa locales el hecho de que, últimamente, cada vez que era convocado a una reunión evista en el Chapare, el senador aparecía de manera sorpresiva en algún viaje en el exterior. Un impresionante timing para no quedar pegado a un Evo replegado sobre sí mismo y con unos discursos radicales -difundidos en su programa en la radio Kawsachun coca- que lo fueron alejando de una gran parte de sus antiguos votantes.
Andrónico quedó bajo un permanente escrutinio de su mentor para detectar posibles actos de «traición». Primero el temor era que saltara hacia las trincheras arcistas, pero cuando eso no ocurrió, la sola autonomía de lo que comenzaba a percibirse como una tercera línea «androniquista» aparecía igualmente como una amenaza para un Evo Morales que insiste con postularse para un nuevo mandato, para lo cual lanzó el movimiento EVO Pueblo (Estamos Volviendo Obedeciendo al Pueblo). La reacción del ex-presidente a la postulación de Andrónico Rodríguez siguió la misma tónica: «Los que se alejan son funcionales al imperio», señaló.
Andrónico Rodriguez parece consciente de que el contexto político de Bolivia y de la región es muy diferente al del entusiasmo antineoliberal de 2005, cuando Evo Morales se impuso con 54% de los votos y abrió paso al llamado «proceso de cambio» con un discurso nacionalista popular e indigenista a la vez radical y pragmático. Ya candidato -aunque sin definir aún su sigla- Andrónico ha criticado la construcción de fábricas estatales ineficientes, para satisfacer las demandas corporativas de regiones y organizaciones sociales. En un foro organizado por el diario cruceño El Deber el senador enfatizó que el Estado debe enfocarse en sectores clave como hidrocarburos y energía, y no dispersarse en emprendimientos menores. «El Estado no necesita acaparar, sino ser protagonista donde realmente importa», puntualizó. Incluso acusó a Arce de haber convertido el modelo económico del MAS en un «Estado paternalista que relega a la economía privada, comunitaria y cooperativa».
La candidatura de Andrónico, que cosecha más de 20% de las preferencias -lo que lo ubica en el podio de las encuestas junto al empresario Samuel Doria Medina- podría tener un buen desempeño, según las mismas encuestas, en una eventual segunda vuelta. El espacio del centro a la derecha se encuentra dividido y sin caras nuevas: el propio Doria Medina al igual que Jorge Tuto Quiroga -alineado con la derecha de Miami- y el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, son figuras desgastadas y que remiten a la era pre-2005. Quiroga asumió la presidencia en 2001 tras la muerte de Hugo Banzer y Reyes Villa fue uno de los principales candidatos presidenciales en 2002. La campaña de Doria Medina, como economista y empresario liberal-desarrollista, conecta mejor con el contexto de crisis pero no deja de formar parte de esa «vieja política», lo que se suma a su legendaria falta de carisma. Aunque los intentos de formar un bloque unitario del centro a la derecha fracasaron, todos los candidatos de ese espacio sueñan con vencer fácilmente al MAS en una segunda vuelta -en una suerte de «efecto Ecuador»-. ¿La candidatura de Andrónico alterará este escenario?
El histriónico millonario Marcelo Claure, que aspira a ser una suerte de Elon Musk en el próximo gobierno sin definir claramente su preferencia entre los candidatos opositores en liza luego del fracaso de la unidad de la derecha, ha festejado la decisión de Andrónico y trató de meter cizaña con su verborragia de corte trumpiano: «Andrónico es mil veces mejor que un pedófilo [en referencia a Evo Morales] o un incapaz [Arce] y tengo mucha fe que todos trabajaremos juntos para sacar a Bolivia de este hueco».
Aunque no irá por la sigla del MAS, la apuesta de Andrónico Rodríguez es representar al mismo bloque «indígena plebeyo», que da cuenta de la abigarrada sociología popular boliviana, marcada también por potentes formas de emprendedorismo, y reconstruir en los hechos al MAS. El flamante candidato es autocrítico con los últimos años de gestión masista y ha comenzado a reivindicar a Evo Morales más como una figura histórica que como un líder indiscutido del presente.
Su perfil dialoguista -que le permitió mantenerse a la cabeza de la Cámara Alta en medio de los vaivenes políticos- es un activo en un contexto en el que la izquierda debe recuperar a quienes se fueron alejando y, eventualmente, gobernar en un contexto crítico. Entre sus debilidades, está su limitada experiencia política y el rechazo social a la gestión actual del MAS bajo el gobierno de Arce. El hecho de quedar al margen del arcismo (que cuenta con los recursos estatales) y del evismo, que aún cuenta con base social, tiene doble filo: le permite reforzar su discurso renovador pero le quita estructura de movilización. Con todo, muchos sectores sociales, cansados de la pelea interna, han comenzado a ver en Andrónico el nombre de una candidatura que aparece a priori como competitiva, cuando hasta hace muy poco solo se avizoraba una derrota del «bloque popular» ante una derecha que, aunque antigua, puede canalizar el malestar reinante.
 
 
 
 
 
EL DELFÍN DE EVO ATIZA LAS ELECCIONES EN BOLIVIA: ¿FRACTURA DEFINITIVA DE LA IZQUIERDA?
 
La confirmación de la candidatura presidencial de Andrónico Rodríguez desafía las dinámicas tradicionales del Movimiento al Socialismo (MAS), mientras el exmandatario Morales insiste en aspirar a un nuevo mandato.
 
Mundiario de España (https://n9.cl/j5eu2z)
 
En un país marcado por profundos vaivenes políticos y una izquierda que lucha contra su propio legado, la irrupción de Andrónico Rodríguez como candidato presidencial para las elecciones de agosto ha despertado tanto esperanza como temor. Su decisión, inesperadamente anunciada el pasado sábado en un acto multitudinario en la ciudad de Oruro, marca un giro decisivo en el devenir del Movimiento al Socialismo (MAS) y, más ampliamente, en la política boliviana.
Rodríguez, presidente del Senado y considerado durante años el delfín político del expresidente Evo Morales, ha optado finalmente por trazar su propio camino. Este paso no solo desafía a su antiguo mentor, sino que redefine el mapa de la izquierda boliviana, fragmentada entre los que respaldan al presidente Luis Arce y el evismo, que aún gira en torno a la figura de Morales.
A sus 36 años, Andrónico Rodríguez representa una generación que creció al amparo de los cambios impulsados por el MAS. Como Morales, proviene del Chapare, es dirigente cocalero y tiene raíces indígenas. Pero, a diferencia de su antecesor, cuenta con formación universitaria en Ciencias Políticas y una trayectoria menos confrontacional. Su estilo ha sido descrito como moderado, pragmático y conciliador. Durante su presidencia del Senado ha demostrado una notable capacidad de negociación incluso con fuerzas opositoras, algo inusual en el clima polarizado de Bolivia.
Su aparición en la primera línea política se dio en 2019, tras la renuncia de Evo Morales y la asunción del Gobierno interino de Jeanine Áñez. Rodríguez encabezó entonces la resistencia del MAS, ganando respeto dentro y fuera del partido. Desde entonces, ha mantenido una presencia estable, alejada de escándalos y con una proyección creciente.
Fracturas internas y tensiones en la izquierda
La decisión de Rodríguez no ha sido fácil ni gratuita. Morales, inhabilitado legalmente para postularse a la presidencia y con procesos judiciales que enturbian aún más su figura, presionaba para seguir al mando del movimiento que fundó. La candidatura de Rodríguez ha sido vista por los sectores más fieles al expresidente como una traición, y no se descarta que el Chapare, núcleo duro del evismo, tome represalias políticas y orgánicas contra él.
La izquierda boliviana, históricamente cohesionada bajo el liderazgo de Morales, se encuentra ahora en una encrucijada. El presidente Arce, también enfrentado con su antiguo aliado, no ha logrado posicionarse con fuerza en las encuestas, afectado por una gestión económica criticada desde distintos frentes. En ese contexto, la aparición de una figura como Rodríguez podría revitalizar un espacio progresista en crisis, siempre que logre mantener un discurso propio, sin quedar atrapado entre las viejas lealtades del MAS.
Las encuestas preelectorales colocan a Rodríguez a la cabeza con un 25 % de intención de voto, seguido por el empresario centroderechista Samuel Doria Medina. Este dato es relevante, ya que no considera a Morales —inhabilitado pero aún influyente— ni al presidente Arce, cuya candidatura parece improbable. La izquierda, de no unirse en torno a una figura viable, corre el riesgo de ser superada por una oposición que podría capitalizar el desgaste del proyecto masista.
Para inscribirse como candidato, Rodríguez recurrirá probablemente a un partido pequeño con personería jurídica, lo que indica su voluntad de distanciarse de la pugna interna del MAS sin renunciar del todo a su base social. La jugada es arriesgada, pero necesaria en un contexto donde el electorado exige renovación y liderazgo fresco.
Paralelamente, desde el Trópico de Cochabamba, su principal base política y sindical, Evo Morales hizo un llamamiento claro a la unidad tras hacerse pública la candidatura de quien alguna vez fue considerado su "heredero político". El mensaje no es casual; refleja las tensiones existentes dentro de la izquierda boliviana y el desafío que supone la candidatura de Rodríguez para Morales.
Rodríguez, quien ha solicitado públicamente la unidad de la izquierda como clave para vencer a la derecha, mantiene una relación cercana con Morales. Sin embargo, su postulación parece marcar cierta distancia y plantea un liderazgo propio dentro del movimiento que Morales encabezó durante años.
Ante esto, Morales dejó en claro que considera fundamental que sus seguidores permanezcan unidos bajo su proyecto político y advirtió que quien se desvíe de él puede terminar siendo un "instrumento del imperio".
El gran dilema que enfrenta Rodríguez no es solo político, sino ideológico. ¿Será capaz de plantear un nuevo proyecto de izquierda, adaptado a las demandas de una ciudadanía golpeada por la inflación, el desempleo y la desilusión institucional? ¿O su figura terminará absorbida por las viejas estructuras de poder que intentan sobrevivir al desgaste de dos décadas?
 
 
 
 
 
LA IZQUIERDA BOLIVIANA SE DIVIDE POR TRES CON LA IRRUPCIÓN DE LA CANDIDATURA DE ANDRÓNICO RODRÍGUEZ
 
La decisión del senador provoca enojos de las otras dos facciones enfrentadas de Evo Morales y el presidente Luis Arce
 
El Periódico de Extramadura, España (https://n9.cl/eyure)
 
"Requerimos de liderazgos que reescriban la historia política", Andrónico Rodríguez, la joven cabeza del Senado boliviano decidió postularse como candidato a presidente para las elecciones del 17 de agosto. De esta manera, la izquierda que ha sido mayoritaria en ese país andino ya no se divide entre dos facciones, las de Evo Morales, su líder histórico, y Luis "Lucho" Arce, el actual e impopular jefe de Estado. Una tercera opción ha surgido en el medio de las disputas en el seno del Movimiento al Socialismo (MAS). "Unidad sin polarizaciones", pidió Rodríguez. Los analistas vislumbran dos posibilidades frente a ese reclamo: la profundización de la guerra interna en el MAS o una salida decorosa del conflicto que le permita al oficialismo ser una alternativa en las urnas a la derecha.
Rodriguez fue proclamado en la ciudad de Oruro, en la zona oeste de Bolivia. Antes de decir "acepto" ante sus seguidores, los sondeos lo colocaban en primer lugar, con un 20%, por encima del empresario Samuel Doria Medina y el propio Morales, expadrino de Rodríguez, quien mantiene su determinación de competir en agosto pese a no contar por el momento con una estructura electoral tras romper con el MAS, el partido que fundó, y crear Evo Pueblo, que no ha sido autorizado a participar de las elecciones.
"Si alguien quiere alejarse, … solo va a ser instrumento del imperio, solo va a facilitar cómo intentar dividirnos, por eso primero es unidad y unidad”, dijo el exdirigente cocalero sobre el paso que ha dado Andrónico, como suele ser llamado. "Hoy diste un zarpazo, traicionaste al hombre que te puso en esta senda política, traicionaste a ese hombre que te dio la confianza y que te dio la oportunidad de transitar por esta senda", dijo con más vehemencia un diputado "evista", Héctor Arce.
Para los seguidores del actual mandatario y exdelfín de Evo, la irrupción de una nueva línea interna dentro del MAS tampoco es una buena noticia. La diputada del MAS Gloria Callizaya acusó a Andronico de "no pensar en el pueblo, sino en sus intereses personales". Tanto el senador como Morales "están jugando con el destino del país". Callizaya expresó el malestar de los que respaldan la posible candidatura del actual presidente boliviano.
Palabras vacías
El único consuelo que tienen en momentos que las aspiraciones de "Lucho" a ser reelecto se han reducido a la insignificancia, según marcan las encuestas, la jugada de Andrónico tampoco favorece a Morales. El expresidente volvió a reclamar "unidad" de la izquierda. A estas alturas de la controversia, la palabra es repetida por las tres facciones y ha dejado de tener especial significado.
"Lucho" está condenado a una paliza electoral. Morales, en el caso de que pudiera presentarse, sería derrotado ampliamente en un segundo turno. Parte de los bolivianos no quieren volver a verlo en el Palacio Quemado, la sede del Ejecutivo. Su figura se ha desgastado por varios factores. Uno de ellos fue su pelea a todo o nada con Arce sobre los modos de gestionar la crisis económica derivada del agotamiento de un modelo de extracción de los hidrocarburos que había comenzado en 2006. 
El actual Gobierno exhumó una denuncia contra Morales por abuso a una menor de edad y trata de personas que se había iniciado durante la gestión provisional de Jeanine Áñez, una de las partícipes del golpe de Estado contra Evo en noviembre de 2019. Mientras Rodríguez preparaba su aceptación de la candidatura presidencial se activaba en La Paz un nuevo pedido de captura de Morales por la causa judicial después de que esa orden había sido anulada por otro tribunal.
Hasta la irrupción en la escena electoral de Andrónico, el MAS marchaba inexorablemente a una derrota histórica en agosto. Morales no solo ha roto con Arce sino con Álvaro García Linera, el intelectual que se desempeñó 14 años como vicepresidente. Distintas figuras de la izquierda latinoamericano intentaron mediar sin suerte entre los dirigentes bolivianos enfrentados. Rodríguez era señalado como el sucesor "natural" de Evo. Por estas horas cae sobre su espalda la responsabilidad de evitar el desastre en las urnas del MAS. La intención de presentarse como una síntesis de las expresiones en pugna corre sin embargo el peligro de fracasar tempranamente. "No tiene palabra, rompió todos sus principios", dijo otro diputado "evista", Daniel Rojas.
La reacción de la derecha
Lo curioso de su candidatura es que es al mismo tiempo observada por parte de la derecha como una maniobra encubierta para reponer a Morales en el poder. "Todos sabemos que Andrónico Rodríguez es el niño mimado de Evo Morales, Evo lo formó políticamente", dijo el legislador de Comunidad Ciudadana (CC), Alberto Astorga. " Este engendro de Evo es el nuevo enemigo existencial. Te derrotaremos", sostuvo otro diputado de ese sector, José Manuel Ormachea
La derecha también proclama sostenidamente la necesidad de una "unidad" para acceder a la presidencia. Carece de figuras de renovación y también de un liderazgo. Sus referentes siguen siendo Doria Medina, el expresidente Jorge "Tuto" Quiroga y Manfred Reyes Villa. En esa zona del espectro ideológico ha irrumpido el Marcelo Claure, un millonario que intenta mirarse en el espejo de Elon Musk.
 
 
 
 
 
ARCE: LA BÚSQUEDA DESESPERADA POR SOBREVIVIR
 
Actualmente, el gobierno de Arce se mueve por la mera y simple búsqueda de sobrevivencia. Ante la incapacidad de responder a la presión social que lo acorrala por varios frentes, termina tomando decisiones sin norte, descoordinadas e incoherentes, donde la desesperación le obliga a ceder en todo para salir momentáneamente de los conflictos.
 
Rebelión de España (https://n9.cl/2g8ac)
 
Si antes tenía algún margen de acción para tomar alguna iniciativa (aunque sea solo mediática, como el autogolpe), ahora se ha convertido en un rehén de los efectos producidos por sus errores políticos. Peor aún, ahora Arce está pasando de la búsqueda de sobrevivencia política a la más banal búsqueda de sobrevivencia familiar y de su grupo íntimo.
Desde el 2022, ya se advertía que la agenda política de Arce ya estaba agotada; hasta ese momento, lo que le había dado cierta orientación a su gobierno era la urgencia de poner cierto orden en el caos que había dejado el gobierno de Añez y la pandemia del Covid. Concluida esa etapa ya no había plan, pero se tropezaron con la implosión de la élite camba y pudieron proceder con el encarcelamiento de Camacho (ver mi artículo: https://rebelion.org/como-se-produjo-la-debacle-del-gobierno-de-arce/). Esa casualidad les hizo pensar que tenían la fuerza suficiente para destruir a Evo y ampliar su poder. Esa fue su única agenda desde ese momento, una superficial búsqueda de acaparar el poder.
Esta agenda tenía como prioridad proscribir la candidatura de Evo (vía manipulación del tribunal constitucional), darle muerte civil por medio de una persecución judicial y apropiarse de la sigla del MAS, manipulando el Órgano Electoral y usurpando las dirigencias de las organizaciones (imponiendo peones prebendalizados y serviles). Sin duda avanzaron en esta agenda, pero simultáneamente inviabilizaron su gestión de gobierno. Desde el momento en el que rompen relaciones con Evo, dejaron de gobernar el país. Perdieron el apoyo de las bases reales de las organizaciones sociales, perdieron apoyo parlamentario para aprobar leyes y créditos y no pudieron contener la corrupción en toda su estructura de gobierno (abrieron la caja de Pandora del vale todo).
Por atender su agenda política abandonaron la economía. En febrero de 2023, los tecnócratas del ministerio de economía, ante la escasez de dólares, plantearon su compra con un precio diferenciado favorable a los empresarios. Con esa señal, dieron inicio al desbocado mercado paralelo del dólar que hasta la fecha llegó a duplicar el precio oficial. La falta de divisas se convirtió en escasez de gasolina y diésel, el descontrol de los precios de la canasta familiar y un ambiente de desconfianza e incertidumbre que cada día sigue creciendo.
Por eso, los asesores del gobierno formados en marketing político y sin un ápice de conocimiento de la realidad boliviana armaron el autogolpe para “incrementar la popularidad de Arce”, incrementando la incertidumbre en el país y deteriorando aún más la economía. Este fue el inicio de las acciones de Arce, caracterizadas por la improvisación y la desesperación por sobrevivir y mantenerse en el poder.
En el ámbito económico, los decretos para permitir la venta de las reservas del oro, junto con el reciente intento de empeñar los últimos lingotes de oro para recibir plata de fondos buitre, los contratos para concesionar el litio a chinos y rusos (también fallido), el decreto para permitir que YPFB compre dólares digitales para pagar la gasolina y el diesel (que está haciendo disparar el precio del dólar en el mercado paralelo), las abiertas compras de votos en la asamblea para aprobar sus créditos, junto a su retórica de victimización de “la economía está en crisis porque no aprueban créditos”, son solo acciones desesperadas por lograr recursos que les permitan sostener los gastos del gobierno algunos meses más.
De la misma forma, ante el consenso de las encuestas y estudios de opinión sobre aprobación a la gestión de gobierno o apoyo electoral, donde más del 95% del país rechaza a Arce; y ante el crecimiento del apoyo popular a Evo Morales (que dentro del campo popular está logrando canalizar todo el descontento que ha producido el errático gobierno de Arce), no les quedó de otra que manipular a la justicia para armar el caso de trata y tráfico contra Morales, desacreditarlo mediáticamente e intentar arrestarlo con sicarios extranjeros, con balacera incluida, pero volvieron a fallar.
En el caso de los conflictos sociales, cada vez que los panaderos amenazan con incrementar los precios de pan, el desesperado gobierno no le queda de otra que ampliar los montos de dinero para proveer la harina e insumos, actualmente el 70% del costo del pan estaría subvencionado (según datos del gobierno), lo que es insostenible!; lo mismo pasa con otros insumos de primera necesidad como la carne, cuando los carniceros pidieron que se prohíba su exportación inmediatamente el gobierno cedió ante esa demanda (aunque después reculó); tan patética es la actitud del gobierno ante los conflictos, que recientemente cuando mineros Cooperativistas tomaron durante dos días el centro de La Paz (el 23 y 24 de abril), el gobierno no tardó casi nada en ceder todas sus peticiones, desde tener diesel subvencionado garantizado, dinamita a precio económico, más áreas de explotación de minerales, destitución de funcionarios, hasta le abrieron la puerta para que en el futuro puedan explotar litio y tierras raras del salar. El gobierno literalmente está dispuesto a bajarse los pantalones con cualquier sector con tal de seguir sobreviviendo y para ganar tiempo, unos meses aunque sea.
Actualmente, Arce y su grupo íntimo saben que es imposible que puedan sacar siquiera el 10% de los votos si Arce va de candidato, pero ya confirmaron que lo harán! Nuevamente, lo único que los moviliza es la desesperación por sobrevivir y controlar todo el aparato electoral que pueden activar usando los recursos del Estado, definiendo las candidaturas de ellos y sus allegados (con el hijo de Arce encabezando la lista de diputados en Santa Cruz). Ese grupillo que fracasó en la administración del Estado no está dispuesto a renunciar a sus privilegios y decidió aprovechar que tiene la sigla del MAS y la plata del Estado para asegurarse diputaciones y senaturías para lograr impunidad.
En su mejor escenario, anular a todas las alternativas de izquierda es su primer objetivo, obviamente anulando primero a Evo. Así piensan que podrían tener alguna posibilidad! (Quizá haciendo fraude). Lo real es que en este escenario entregarían el gobierno a la derecha y están dispuestos a hacerlo! (porque tienen socios en ese grupo, como Manfred).
En este momento, Arce ya está en campaña. Tomó quizá una de las peores decisiones para el país, ya que optó por recrudecer la incertidumbre política y económica, en un contexto donde el incremento salarial está disparando la inflación con un dólar que ronda los 15 bs, con regiones donde el costo del pan se duplica y la vida de los más humildes se precariza aún más. La señal es clara: no les interesa el país ni la gente, lo único que quieren es que su grupo mantenga sus privilegios. A eso se ha reducido el proyecto arcista, a un grupo desesperado por la sobrevivencia, que usará el instrumento político por la soberanía de los pueblos, MAS IPSP, solo para lograr beneficiar a sus familias y su entorno.
 
 
 
 
IZQUIERDA DE BOLIVIA EXPECTANTE ANTE LLAMADO DE UNIDAD DE LUIS ARCE
 
Radio Habana de Cuba (https://n9.cl/59g48p)
 
El movimiento nacional popular de Bolivia permanece hoy expectante tras el llamado pronunciado la víspera por el presidente Luis Arce a conformar un bloque de unidad de cara a las elecciones generales de agosto próximo.
“Convocamos a los partidos de izquierda, al Movimiento Tercer Sistema, a Morena y a otros para hablar de unidad”, afirmó el dignatario en un discurso tras ser proclamado en un acto masivo en el departamento de Tarija como candidato del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Lamentó Arce que hasta el momento esa unidad deseada por los sectores populares bolivianos no se pudo alcanzar, pero opinó que no es tarde.
“Hay que seguir intentando conformar el bloque de unidad que beneficia al pueblo boliviano”, expresó.
Consideró un avance importante la democratización del MAS-IPSP, y sostuvo que el Instrumento Político ahora está en manos de sus “originales y legítimos dueños”, las organizaciones sociales.
Explicó, asimismo, que el silencio electoral del MAS-IPSP en los últimos meses fue aprovechado por sectores conservadores para intentar posicionarse.
“El silencio que guardábamos como MAS-IPSP durante estos meses al no llevar adelante candidaturas ha hecho que la derecha y la nueva derecha se envalentonen”, dijo.
Sin embargo, opinó, ese instrumento político “está más vivo que nunca”.
Advirtió el jefe de Estado que la derecha “maquillada” y “remozada” sigue representada por los antiguos proyectos neoliberales con rostros reciclados, en referencia a Jorge (Tuto) Quiroga, Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa, quienes vendieron empresas nacionales “a precio de gallina muerta” y generaron pobreza.
Insistió Arce en que resulta importante para los jóvenes, especialmente quienes no conocen a Quiroga, Doria Medina y Reyes Villa, saber que ellos no son nuevos, han venido desde mucho tiempo gobernando el país en mega coaliciones, pues vienen gobernando desde hace muchos años con pactos vergonzosos sobre el pueblo boliviano”.
 
 
 
 
ESCENARIO ELECTORAL EN BOLIVIA: ENTRE LA CRISIS, “SALVADORES” Y LA NECESIDAD DE UNA ALTERNATIVA POLÍTICA DE LA CLASE TRABAJADORA
 
La Izquierda Diario de Chile (https://n9.cl/ulpo0u)
 
Bolivia atraviesa un escenario electoral marcado por la incertidumbre económica, el desgaste del proyecto de “capitalismo de Estado” del MAS y el bombardeo de propuestas neoliberales por presuntos “salvadores”. La crisis económica ha golpeado con fuerza los bolsillos de la clase trabajadora, agudizando las contradicciones sociales, mientras los actores del oficialismo y la oposición se disputan, no un nuevo rumbo para el país, sino el control de una maquinaria estatal en decadencia. En este escenario, los discursos se multiplican, los salvadores se reciclan, y las elecciones se presentan –una vez más– como el único horizonte posible, cuando en realidad sólo reproducen el mismo orden basado en la explotación, el extractivismo y la dependencia económica de nuestro país respecto al mercado mundial capitalista.
Frente a este panorama, urge desmontar el falso antagonismo entre el “progresismo” agotado del MAS y las variantes neoliberales de la derecha tradicional. No se trata de elegir entre lo viejo conocido y lo peor por conocer, sino de reconocer que ambas expresiones son parte de un mismo régimen que, en última instancia, administra la crisis en favor de los intereses transnacionales, gestiona la miseria en favor de los empresarios privados y bloquea toda perspectiva de transformación radical desde abajo. Es precisamente, desde una mirada crítica, que nos planteamos una pregunta fundamental:
¿Qué tienen en común el “capitalismo de Estado”, con perfume neoliberal, del MAS (ya sea en su versión evista, arcista o androniquista), y esa fauna electoral de derecha (Tuto, Samuel, Chi, Dunn, Manfred y compañía) que juran venir a “salvarnos” de la crisis?
Más de lo que están dispuestos a admitir. La diferencia entre oficialismo y oposición es cada vez más una cuestión de estilos, no de estructuras. Porque mientras unos se visten con trajes indígenas bordados y retórica “antiimperialista”, y los otros con ternos ajustados y promesas de modernización, todos coinciden en una práctica común: la administración del Estado extractivista y dependiente, así como el control del aparato estatal asegurando cuotas de poder a través del clientelismo, el corporativismo y la cooptación.
El modelo económico del MAS, presentado con bombos y platillos por Álvaro Garcia Linera como un “capitalismo andino-amazónico” con carácter “social, comunitario y productivo”, ha terminado operando como un capitalismo de Estado cada vez más burocrático, tecnocrático e ineficiente, con marcados rasgos neoliberales, especialmente en su relación con el mercado internacional y su dependencia de las importaciones (gasolina, diésel, alimentos, etc). Lo comunitario queda para el discurso; lo productivo, para los spots de propaganda; lo social, para bonos focalizados que garantizan “paz social” o “estabilidad jurídica” sin transformación estructural.
Y como si de una tragicomedia se tratara, la derecha boliviana –aquella fauna que se recicla elección tras elección– no cuestiona este modelo de fondo. Todo lo contrario: lo envidia. Lo desea. Aspira a controlarlo. No para desmontarlo, sino para gestionarlo “mejor”. Hablan de “eficiencia”, “meritocracia” y “libertad”, pero su horizonte no va más allá de lo ya construido: un Estado que concentra poder, recursos y legitimidad gracias al excedente extractivo, sin capacidad real de articular una economía soberana ni diversificada.
Gramsci (1978), en uno de sus pasajes más lúcidos, ya nos advertía sobre este tipo de Estado, que “…se convierte en propietario único del instrumento de trabajo…”, asume funciones empresariales, pero se convierte en una máquina impersonal donde la producción se estanca, la burocracia crece de manera caótica, y se multiplica una casta de funcionarios, gestores, intermediarios y ociosos que viven del trabajo ajeno sin generar valor. Una estructura parasitaria, incapaz de sostenerse sin la constante inyección de renta, subsidios y endeudamiento externo.
Y allí está el punto de convergencia, el MAS y la derecha disputan el timón de una misma maquinaria estatal, no para transformarla, sino para usufructuarla. Lo que unos llaman “proceso de cambio”, otros lo rebautizan como “nuevo pacto fiscal” o “modernización institucional”. Pero el contenido es el mismo, controlar la burocracia, repartir cargos, pactar con sectores corporativos y mantener la ilusión de que el país funciona mientras la pobreza avanza y las condiciones de vida son precarizadas.
La crisis económica actual se traduce en una crisis política que afecta al conjunto de la estructura social. El modelo de capitalismo de Estado se agotó, no solo por razones externas (como la caída de los precios internacionales de las materias primas desde 2014), sino por la imposibilidad interna de trascender una matriz extractiva que ha sostenido al populismo estatista del MAS y que seguramente, aquella fauna de derecha, espera que sostenga al liberalismo criollo, aunque no esté dispuesta a admitirlo. Y como no hay alternativa real, solo queda una lucha fratricida por quién administra “mejor” la decadencia.
Así que sí, tienen mucho en común: la fe ciega en la renta como tabla de salvación, el uso patrimonialista de las instituciones del Estado, la creación de discursos que simulan cambios mientras postergan indefinidamente las soluciones de fondo, empujando al país hacia un futuro incierto sin resolver sus problemas estructurales. Lo demás –colores, banderas, líderes carismáticos o sin carisma, insultos cruzados o denuncias– son puro teatro.
Las futuras elecciones solo darán como resultado, volviendo a las reflexiones de Gramsci (1978), que:
El Estado burgués de los burócratas incompetentes… se convierte en gerente de un instrumento de trabajo que se descompone, se rompe, se hipoteca y será subastado en el mercado internacional de trastos viejos desgastados e inútiles.
Entonces… ¿Qué hacer ante este escenario electoral y sus supuestos “salvadores”?
La primera tarea es no caer en la trampa del mal menor. Ni el “capitalismo de Estado” con ropaje popular y discurso revolucionario del MAS, ni la derecha neoliberal reciclada, pues, ninguno ofrece una salida real a la crisis estructural del país. Ambos representan variantes de un mismo régimen de dominación burgués, basado en la explotación de la clase trabajadora, la expoliación de los recursos naturales, y la subordinación de las clases subalternas a una lógica de acumulación ajena a sus intereses.
En ese sentido, la tarea urgente no es elegir entre los administradores de la decadencia, sino construir una alternativa política independiente de clase, que emerja desde abajo, desde los espacios de organización obrera, campesina, indígena, juvenil, popular y feminista. Una alternativa que no maquille el Estado burgués, sino que lo confronte y lo desenmascare como lo que es: una maquinaria al servicio de la clase dominante, incluso cuando se presenta con discursos progresistas o indigenistas.
No se trata de un abstencionismo pasivo, sino de una intervención activa y consciente que, mediante la organización, la politización y la movilización, nos permita recuperar y proyectar la memoria histórica de las formas de autoorganización popular que emergieron en la Guerra del Agua (Cochabamba) y en las jornadas insurreccionales de la Guerra del Gas (El Alto – La Paz), como expresiones de resistencia al neoliberalismo, de lucha anticolonial y antipatriarcal. Al mismo tiempo, esta intervención debe incluir una crítica implacable a la cooptación, la desmovilización y la subordinación impuestas por el MAS en nombre de un “proceso de cambio” que terminó por vaciar de contenido las conquistas de esas luchas.
Es hora de decirlo claro, la clase trabajadora necesita su propio partido, con programa revolucionario, con independencia política, con vocación internacionalista, con estrategia socialista; es decir, un Partido de los Trabajadores Revolucionario (PTR). Un instrumento no para gestionar el capitalismo periférico, sino para combatirlo y superarlo, lo cual implica una ruptura con la lógica electoral oportunista, con el corporativismo domesticado, con la cultura del clientelismo y la obediencia.
La consigna ya no puede ser “volver o recuperar el proceso de cambio”, ni “salvar la democracia” (representativa-liberal-burguesa), sino preparar las condiciones para un nuevo ciclo de lucha, donde la clase trabajadora tome conciencia de su rol histórico, y construya un proyecto que no delegue en caudillos, sino que apueste por la autoorganización de las masas, la planificación colectiva de la economía, la transformación radical de la sociedad y todas sus estructuras.
Como señaló Lenin (2022), sin teoría revolucionaria no puede existir un movimiento revolucionario; pero esa teoría, para volverse praxis transformadora, exige organización, ruptura y confrontación directa con el Estado burgués. Y en palabras de Trotsky (2019), en momentos de crisis profunda, la desorientación de las masas solo puede superarse con audacia estratégica, claridad política y una dirección revolucionaria a la altura de las tareas históricas que nos ha puesto el presente.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: ¿QUO VADIS ESTADO PLURINACIONAL?
 
Resumen Latinoamericano Org. (https://n9.cl/fynxq)
 
El dramatismo electoral de creciente inflamación, no es nuevo, pero ahora apunta a enrarecer las opciones para beneficio de una inclinación globalista (salvar la decadencia imperial), en medio de la disputa geopolítica del arco sudamericano. Por ello, todo el actual abanico de ofertas electorales se sostiene, en mayor o menor medida, en la muletilla del “Bolivia se nos muere”; que le sirvió al neoliberalismo (apadrinado por el MNR) para acabar con la soberanía nacional, mediante el shock de la inflación. Aquella argucia replica el típico consuelo de tontos: cualquier cosa será mejor que el actual gobierno (y éste dice amén).
Pero detrás de todas las ofertas de “salvar Bolivia”, no hay ninguna salvación sino la ventaja que proporciona una situación generada para darle continuidad espuria al mismo círculo vicioso de un sistema y una cultura política agotados (el cual pretenden todavía preservar quienes apenas ven el poder político como un botín patrimonial). Pareciera una parodia ya absurda de lo que pasó en Argentina: la retirada de la izquierda progre cede el poder, otra vez, al fascismo revanchista. Paradoja democrática: el mal menor (que siempre suele ser el peor) nos conduce siempre al suicidio nacional, como para demostración de la hipótesis fingida, pues si se está proclamando la muerte de algo, ahora se generan las condiciones para hacerlo morir realmente.
En los últimos tiempos, a escala global, la retórica occidental ha consistido en dar por muertos, Estados que ahora no sólo no han fenecido sino que están generando un nuevo reordenamiento del tablero geopolítico. Es decir, la realidad es siempre distinta de lo que se inventa mediáticamente. Un Estado no muere ni siquiera por insolvencia. Los motivos son otros y exceden la excesiva importancia que se le da a los fragmentarios diagnósticos economicistas. Un Estado acaba cuando pierde todo sentido de existencia. Esto es lo que le conduce al desmoronamiento cultural, social, político y económico (lo que sí está pasando en Europa y USA).
Por ello, la crítica que ya iniciamos con el segundo volumen del Pensar Bolivia[1], insistía en que, el abandono de las banderas del “proceso de cambio”, o sea, la no transformación estructural del Estado colonial-republicano-señorial en Estado plurinacional, iba a conducirnos al vaciamiento del sentido mismo del cambio y, en consecuencia, a la reposición de las prerrogativas del Estado colonial y su disputa patrimonialista. Esto es lo que fue desinflando la mística inicial del “proceso de cambio”, que debió siempre entenderse como revolución democrático-cultural.
Pero el MAS, en sus 14 años + 5, no supo comprender la incompatibilidad del concepto liberal de Estado-nación –concebido para mantener nuestra condición periférico-colonial– con las expectativas creadas por el nuevo óptimo nacional encaminado ya a constituirse en poder popular. La disputa doméstica que estamos presenciando son la consecuencia de que “el gobierno del cambio” jamás comprendió los auténticos desafíos que había que enfrentar y esto significó también que nunca advirtieron la crisis estructural del Estado-nación (y su versión criollo-mestiza) en su verdadera dimensión.
El MAS nunca comprendió eso, teniendo la posibilidad, desde el proceso constituyente, de poder encarar el reto de recomponer estructuralmente un Estado reconfigurado en torno al horizonte político propuesto por el nuevo sujeto plurinacional. Pero no sólo cedieron esa posibilidad sino inclusive, una vez aprobada la nueva constitución en Oruro (porque las fuerzas de choque oligárquicas la habían expulsado de Sucre), el propio gobierno, hizo posible que el orden instituido, el que debía de ser sustituido, se sobreponga al nuevo poder constituyente y quedase el Estado plurinacional encadenado en las prerrogativas de otro ciclo estatal del Estado colonial-republicano-señorial.
Eso lo denominamos un golpe de Estado al Estado plurinacional, un autogolpe del “gobierno del cambio”. Eso sucedió en las mesas de concertación, en Cochabamba, el 2008[2]. Allí se evidencio que la dirigencia masista, sobre todo el “círculo q’ara blancoide”, replicaba la paradoja señorial que Zavaleta le imputó al movimientismo: podían haber sido los gestores de una trasformación real del Estado, empero sus cabezas seguían dependiendo del Estado que los había parido.
Creyeron que con reformas circunstanciales se podía asegurar el poder necesario para darle vigencia a la gestión gubernamental, bajo la demagogia señorialista que, con nuevo rostro, esta vez indígena, el Estado-nación reponía su anacrónica presencia en un contexto que ya no iba a generarle las garantías de su permanencia. Sin cambiar el carácter liberal del señorialismo estatal, la dirigencia del MAS, no se dio cuenta de que, en realidad, sólo estaban administrando un cadáver. El Estado que había fenecido con la huida del último presidente neoliberal, era el mismo que se quería reponer ya por razones sólo instrumentales de cooptar todo el poder que se pueda.
En parte, el golpe del 2019, fue consecuencia del administrar un cadáver que, en su insistencia anacrónica, sólo regeneraba las condiciones, bajo las cuales, la disputa por el poder político era condición del ascenso social, o sea, del aburguesamiento clasemediero. Pues ese cadáver estatal, instituido como sistema político, se había extendido también como cultura política y social. Por eso el neoliberalismo no se propone cambiar al Estado movimientista porque éste se sostenía en la corrupción hecha cultura política y social; de ese modo, se podía barrer continuamente con la soberanía de una nación ofertada a la gula transnacional porque, tributario de la mitológica democrática gringa, naturalizaba la obediencia social y política de su propio país a los valores liberales y burgueses. Anulado el sujeto, anulado el proyecto. Sólo así podía impedir la constitución del pueblo en bloque histórico y éste en sujeto político; lo que hemos denominado el pueblo en tanto que pueblo.[3]
En los 14 años del “gobierno del cambio”, también se continuó con el prebendalismo y al corporativismo dirigencial para empoderar sectores por pura conveniencia política. Si se realiza eso en el actual gobierno, es porque sólo saben replicar la gestión anterior. Así se observa que preservar el Estado colonial convenía para los únicos afanes de permanencia en el poder; “cambiar para que nada cambie” fue una apuesta que cercenó también la legitimidad del “gobierno del cambio”. Y generó también, otra vez, las condiciones para justificar un retorno de las comedidas representaciones nacionales de los intereses imperiales pero, esta vez, al estilo “libertario”, para terminar de acabar con el Estado plurinacional y la esperanza de un país entre iguales.
La improvisada gestión gubernamental actual, nos demostró que el MAS no tenía ni idea de cómo remediar los desvíos y regresiones que provocaron las apuestas de la elite masista y que habían coadyuvado al golpe del 2019. Ni siquiera tomaron en cuenta que, la pérdida de legitimidad se convierte inevitablemente en una transferencia de esa legitimidad hacia una derecha que fue y sigue recibiendo, sin merecerlo (porque además toda esa rancia hermandad estaba involucrada en la ruptura democrática y constitucional del golpe del 2019), la confianza renacida de una sociedad urbana domesticada en la propaganda.
Un honesto, adecuado y necesario diagnóstico del estado del sistema político boliviano, debía de estimular la profundización del proyecto plurinacional y la adopción categórica del “vivir bien” como horizonte político. Porque el zombi político que, como cadáver, deambulaba entre los estertores del fascismo señorialista, era el Estado heredado del 52. Y decimos que se trataba y se trata de un cadáver porque, como sistema y cultura política, es la podredumbre que intenta reponerse en toda aventura emancipatoria que sólo tramite un mero cambio de elites.
Del mismo modo como señalan los analistas financieros y los mega especuladores, cuando se refieren a que el sistema financiero está roto, nuestro sistema político está podrido. Cuando todo el sistema está corrompido, su necia continuidad no hace más que acelerar el derrumbe de todo el Estado, sea cual sea éste. Que la derecha no se dé cuenta de aquello, se entiende, pero que el MAS, en todas sus versiones, desde el evismo hasta el arcismo, sean ciegos al respecto, no hace sino coadyuvar aun más a su propio derrumbe como auténtica opción política.
Desde el gobierno de los 14 años, no interesó la trasformación estructural del Estado sino sólo parchar sus deficiencias y administrar, en lo posible, sus prerrogativas de funcionamiento. Pero ni aquello supuso logros estratégicos, ya que, si de un cadáver se trataba, su vida dependía, en última instancia, de la cesión de voluntad de vida que precisaba para aparentar una existencia al menos fingida. El problema era que esa cesión era cesión de voluntad de vida de su propio pueblo y aquella existencia lograda sólo insistía más en su carácter de “Estado aparente”.
Ahora que los evistas pretenden “salvar Bolivia”, no se dan cuenta que, en realidad, preservar el actual orden instituido es seguir clavando la efigie del proyecto plurinacional (por eso llaman “salvar Bolivia” a lo que, en realidad, es sólo retornar al poder, sea como sea, cueste lo que cueste y pactar con quien sea). Nadie se da cuenta que, si el propio sistema está podrido, todo intento por preservarlo acelera la demolición planificada de la propia soberanía estatal. Si todo su plan de gobierno no contempla transformar lo que la propia elite masista se encargó de preservar en los 14 años, que es el carácter liberal del ordenamiento jurídico-administrativo del Estado, se entiende que su lucha no es por remediar nada sino por una pueril pugna de poder con el arcismo.
¿Por qué, por ejemplo, fracasa el “modelo económico social-comunitario)? Porque nunca se removió nada del carácter liberal de la economía, lo cual dejo incólume la propia estructura colonial dependiente de Estado periférico. La nueva elite que desplazo al sujeto plurinacional y se puso como sujeto sustitutivo incluso ufanamente se puso a celebrar la fórmula espuria del “capitalismo andino” como proyección del modelo económico. En esas pretensiones ya se podía imaginar la tozuda insistencia en preservar un Estado que ya no tenía ninguna actualidad, sobre todo, en una crisis civilizatoria que presagiaba el fin del globalismo y la mitología del libre mercado que, ahora, ni USA está dispuesta a admitir.
Una necesaria lectura geopolítica, en el momento de asunción del gobierno arcista, debía de proponerse actualizar, por lo menos, un “modelo económico” que distaba mucho de ser plural, cuando toda la normativa jurídica sólo estaba y está diseñada para amparar, proteger y desarrollar únicamente las estructuras capitalistas de dependencia en un país periférico-colonial. Pero lejos de enmendar siquiera alguna acentuación capitalista del “modelo económico”, sin imaginación ni lucidez alguna, sólo se dieron a la tarea de un continuismo lineal que iba a hacer aguas en la creciente curva de dislocación entre un sistema económico global desorientado y un poder financiero que apunta a un reseteo mundial.
El “modelo económico” fracasa porque insistir en la matriz de una producción para la exportación, no tenía en cuenta que las nuevas potencias emergentes, no sólo alteraban el diseño geoestratégico de los circuitos de suministros sino que redirigían la economía mundial hacia otros destinos, lo cual implica una nueva cartografía de las rutas comerciales. Todo ello significaba adelantarse en medidas de redirección del destino de nuestra producción, además por razones estratégico-geopolíticas. Por ello, ya señalamos con anterioridad, antes de festejar ingenuamente el concepto de “industrialización con sustitución de importaciones”, lo que debía de pensarse era un nuevo concepto de industria (en la nueva escenografía postindustrial) con sustitución de paradigmas.
¿Por qué, por ejemplo, la Federación Rusa puede resistir y salir exitosa de las miles de sanciones económicas que le propician USA y la UE? Porque actuaron anticipadamente y orientaron su economía a sobrevivir en condiciones críticas, es decir, adoptaron el concepto de “economía de guerra”. Algo similar debían de pensar las economías periféricas de los gobiernos de izquierda. No estamos en condiciones consideradas “normales”, por eso hasta USA opta por el proteccionismo y genera la actual guerra de aranceles. En una trasformación dramática del tablero geopolítico global (que está ya sucediendo, sin que nos demos cuenta), todo se trata de sobrevivir. En tal caso, hablar de una “economía de guerra” no es presagiar la guerra sino ver en qué medida hay adaptación positiva a los cambios dramáticos que se viene produciendo en todo el mundo; más aún cuando las potencias sobrevivientes se están disputando el mundo y sus respectivas esferas de influencia.
Todo se discute ahora en la farándula mediática electoral, pero nunca lo que verdaderamente importa. Todos obvian el hecho (los ingenuos masistas, evistas o arcistas, por desubicación total, y la derecha porque presumen su pronta desaparición) de que nos encontramos en un Estado que, por referéndum nacional, ha decidido constituirse en plurinacional. ¿En qué condiciones puede éste sobrevivir en el virtual des-orden tripolar? Nadie se hace la pregunta. Porque nadie es capaz de situarse en la nueva realidad que determinará el destino nuestro como país. Todos refieren sus programas electorales como si no hubiese pasado nada en los últimos 20 años.
Para la derecha la cosa parece simple, porque nunca hicieron uso de las facultades racionales, porque quien sustituye lo real, termina por romper sus sesos. Si de producir una regresión al pasado de sus nostálgicos esquemas se trata, es decir, volver al carácter señorial-republicano, entonces serán los promotores de una guerra civil. El pueblo ya no va a renunciar a todos los logros que ha promovido y de los cuales se siente creador. Prueba de ello fue la resistencia y la recuperación democrática del 2019-2020. Un año pudieron asaltar impunemente el Estado los golpistas, pero eso les costó la pérdida de legitimidad que el MAS no supo administrar para retomar la iniciativa que hubiese significado una reforma moral. Pero todo el aparato anterior ya corrompido, por anuencia de la elite desplazada, ya se encontraba incrustada en el gobierno para horadar su gestión y hacerla un mero apéndice de los requerimientos concurrentes al retorno del “rey cercado”[4].
La pugna intestina actual apareció con ese acoso constante que reducía a la gestión gubernamental a ser un mero administrador del retorno mesiánico de un líder que ya no gozaba con la legitimidad que tuvo merecidamente en el momento del máximo potencial político del MAS. La desobediencia, ahora señalizada contra todo aquel que desdiga los dictámenes del “jefe”, fue la medida de orden político que, al modo inquisitorial, pone de manifiesto una pérdida de orientación y horizonte político.
Por otro lado, el gobierno, en su improvisada y errática gestión, ya no sabe de dónde ni cómo recuperar la legitimidad que tuvo en sus inicios. Las medidas trascendentales siempre hay que tomarlas cuando se cuenta con el máximo de legitimidad, pero para ello había que hacer la tarea e iniciar el rencauce que todo el pueblo exigía como devolución moral de todo aquello que le costó la recuperación democrática. Pero la elite del “gobierno del cambio”, que el 2020 estaba reunido en un solo bloque triunfante, nunca estuvo a la altura de lo que el pueblo les puso como responsabilidad política.
Ahora el panorama es el menos alentador, pero aun así, hay que dejar el pesimismo para mejores tiempos y, a pesar de todo, esperar que el pueblo tome la vanguardia de las decisiones de nuevo. Siempre hay que dejar que el pueblo sea el protagonista. Toda nuestra región se está jugando su existencia en esta coyuntura global. Bolivia es una de las más amenazadas. El “vivir bien”, la descolonización y lo plurinacional son un mal ejemplo para las oligarquías de la región y lo ponen de este modo: “si cedemos en los más mínimo, estos indios nos llevaran de nuevo a la edad de piedra”.
Por eso acudirán al Imperio, aun en su decadencia, como esclavos que sufren las cuitas del amo como suyas. No tienen dónde más acudir sino al tipo de mundo que ya no existe, aun cuando siga en pie. Como un coloso de pies de barro, se empieza a desmoronar y su caída afectará en mayor medida a su cohorte funeraria. Porque todo aquel que se alinea con el derrumbe imperial también derrumbará su propia suerte. Porque sucede a nivel local lo que a nivel global y esto significa que, lo local, es el modo cómo se experimentan las crisis globales.
Si el sistema es fraudulento y está corrompido en su propia médula, esto significa que el sistema mismo está podrido. ¿Cómo se salva algo que está podrido por dentro? Cuando el sistema financiero que, para colmo, ha subordinado a toda la economía a sus exigencias, lo que nos vende es una pura ilusión sin ninguna base material, lo que nos vende, en realidad, no vale nada (la vida moderna consiste precisamente en eso). Ahora bien, ¿cómo hacer de la nada, nueva riqueza? En esta interrogante nace la proyección del poder financiero. Por eso la necesidad que tienen de resetear el sistema, o sea, reiniciarlo. El dinero físico supuestamente ya no tiene valor a la espera de un nuevo valor general que equilibre cualquier intercambio comercial, sujeto a las prerrogativas financieras.
En eso consiste, en parte, el reseteo global. Cuánto dure el reseteo que les interesa, será el margen de ganancia de los billonarios para sobrevivir mientras se mueren los pobres del planeta; porque además el relato sigue funcionando: cuando la economía se hunde, la culpa es siempre de los pobres, los excluidos, las víctimas del Sur global (extendido ahora a los cuatro puntos cardinales donde se produzca empobrecimiento). Por eso se expropia a los pobres su patrimonio, sus derechos y conquistas políticas y sociales, para salvar a los verdaderos ricos. La ecuación les funciona bien: la esencia de las finanzas es producir crisis tramitada como guerra extendida, porque el valor real de la guerra es la deuda que crea. El reseteo es la guerra declarada, el mundo no puede compartirse, en eso consiste el cinismo proclamado como nuevo “realismo”.
Por eso no puede, hoy en día, hablarse de una revolución si ésta no significa una revolución cultural-civilizatoria que transforme y reponga éticamente el propio sistema de creencias y el horizonte de expectativas. En tal caso, lo determinante de una revolución cultural es una revalorización del campo como lugar esencial de la producción, de aquella que hace posible la vida de todos (el diseño geopolítico centro-periferia es también un diseño antropológico que se manifiesta de modo evidente en el diseño urbano que posibilita a la ciudad, como centro, la expropiación del ámbito de las decisiones políticas, dejando al campo, como periferia, ser mero suministrador de las necesidades exclusivas de la ciudad).
En tiempos de crisis, restaurar la confianza es la primera medida política a largo plazo; y la primera confianza nace de que los propósitos de la producción apunten a asegurar el consumo nacional, en justicia y dignidad, sentando las bases de una transformación y reconstitución de la subjetividad nacional (aquí lo plurinacional no es una fórmula que la pueda determinar un decreto; su expresión política es un Estado que asume, como su propia realidad, el universo ético de su propio contenido nacional). En ese sentido, si la nueva elite era consciente de eso, debía de cambiar, por ejemplo, el liderazgo ministerial, poniendo a los nichos de la tecnocracia detrás de los ministerios ideológicos, cuya misión debía ser el diagnóstico y la proyección política del nuevo Estado en el nuevo contexto regional y global.
Pero en las refriegas domésticas del MAS, no sólo cavan su propia tumba política, sino que, el verdadero perdedor, está siendo el bloque popular. Aunque se proclamen agendas para “salvar al país”, los tonos querellantes demuestran que, en realidad, se trata de una lucha intestina entre facciones pequeño-burguesas que responden a una misma creencia señorialista: “ser el nuevo patrón que salve al indio de sí mismo”. Tanto la derecha como la izquierda creen ingenuamente que, seguir insistiendo en los modelos vigentes, ha de “salvar” la economía.
Nadie se refiere al caso, pero lo que estamos presenciando es, a nivel local, el desmoronamiento de un diseño de mundo. Todos los Estados periféricos se están desmoronando en su propio anacronismo geopolítico y ese desmoronamiento, en nuestro caso, está arrastrando al carácter plurinacional del Estado boliviano; que quedó sólo en un cambio nominal, porque –desde la promulgación de la nueva constitución– nunca se desmontaron las estructuras jurídico-administrativas del Estado colonial. La nueva elite política sólo se sirvió de éstas para darle estabilidad a su mayor concentración de poder que, se creía, era la garantía de su permanencia en el Estado como patrimonio ahora suyo.
Lo que está en juego es el futuro del Estado plurinacional. Es capaz que retorne la derecha con el voto, para deshacerse de toda soberanía estatal, porque esa es su agenda. La derecha se unirá por la única razón que hace credo en sus valores oligárquicos: el juramento de superioridad ante los indios. Esto significa reponer el Estado republicano (una determinación cavernaria, como la pretendida reposición del orden unipolar). Pero esa insensata y obstinada resolución, ¿a dónde nos va a conducir? A la guerra civil. Porque el pueblo ya no va a consentir aquello. El Estado plurinacional es obra suya y es lo que le ha permitido ya no ser perpetua resistencia sino transformación efectiva. No va a renunciar a lo que considera fruto de su lucha histórica.
Aquí hay responsables históricos que el pueblo debe saber identificar, llevándonos a esta debacle del proyecto popular. Porque el proyecto no ha fracasado sino que nunca fue impulsado por un sujeto sustitutivo clasemediero con aspiraciones burguesas que, en su lucha por la concentración de más poder, sólo está coadyuvando a la descomposición del propio bloque popular.
 
 
 
 
 
AMÉRICA LATINA DOMINA EL TOP 10 GLOBAL DE PRODUCTORES DE PLATA, SEGÚN METAL FOCUS
 
México, Perú, Chile, Bolivia y Argentina suman más del 56 % de la producción de los líderes mundiales.
 
360 Radio de Colombia (https://n9.cl/eclgn)
 
Según datos de Metal Focus, México encabeza el ranking global de producción de plata con un impresionante volumen de 202,2 millones de onzas, lo que lo consolida como un actor clave en el mercado global de metales preciosos. Esta cifra lo coloca muy por delante de su competidor más cercano, China, que produjo 109,3 millones de onzas, seguido por Perú con 107,1 millones de onzas.
Además de México y Perú, otros países latinoamericanos también tienen una fuerte presencia en el top 10 mundial, destacando el rol protagónico de la región en este sector estratégico. Chile ocupa el cuarto lugar con 52 millones de onzas, seguido por Bolivia (42,6 M oz) y Argentina (26 M oz), que cierra el listado en la décima posición. En conjunto, estos cinco países latinoamericanos representan más de 56 % de la producción total entre los diez principales.
Panorama general: Este dominio regional evidencia no solo la riqueza de los recursos naturales del continente, sino también la importancia estratégica de la minería para las economías locales. En muchos de estos países, la plata no solo representa una fuente de exportaciones, sino también de empleo y desarrollo regional.
China, que ocupa el segundo lugar global, y Rusia (puesto 7, con 39,8 millones de onzas) representan la participación asiática en el mercado de la plata. Por parte de Europa, Polonia sorprende al posicionarse en el sexto lugar con 42,5 millones de onzas, superando a potencias tradicionales como Rusia y Australia.
Australia figura en el octavo puesto con 34,4 millones de onzas, mientras que Estados Unidos ocupa la novena posición con 32 millones de onzas. Ambos países mantienen una producción constante, aunque sin los picos observados en México o China.
Por qué es importante: La plata no solo se valora por su uso en joyería y monedas; es crucial en tecnologías emergentes. Su alta conductividad eléctrica la convierte en insumo indispensable para la fabricación de paneles solares, baterías y componentes electrónicos, lo que incrementa su relevancia en la actual transición energética global.
Con el aumento de la demanda en sectores tecnológicos y de energías limpias, la producción de plata podría convertirse en un elemento central de la geopolítica de los recursos. México, al mantenerse a la cabeza, se posiciona estratégicamente para aprovechar esta tendencia global.
 
 
 
 
 
ESPECIES EN PELIGRO: CRECE EL ESCÁNDALO POR UNA RED INTERNACIONAL DE CAZA ILEGAL Y TRÁFICO DE FAUNA LIDERADA POR UN ARGENTINO
 
Jorge Noya enfrenta prisión domiciliaria por encabezar una presunta organización que depredó especies protegidas; a la causa argentina se suma otra en Bolivia
 
La Nación de Argentina (https://n9.cl/mcn70t)
 
Al menos desde hace 46 años, Jorge Noya se presenta de forma pública como cazador profesional aunque es mucho más que eso. También es director y la cara visible de Caza & Safaris, una empresa argentina no registrada en ARCA que promueve servicios internacionales de turismo para personas que tienen la misma afición que él. En su página de internet ofrece una “caza asegurada” de animales grandes y chicos como pumas, carpinchos, venados, ciervos, pecaríes labiados y de collar, una diversidad de aves y otras especies. Muchas de ellas son protegidas a nivel nacional o internacional, otras han sido declaradas en peligro crítico de extinción y matarlas está prohibido en el país o incluso en el mundo.
Hoy Noya no puede salir de su hogar en la zona norte del conurbano bonaerense y estaría en la cárcel de no haber presentado problemas de salud y superar los 70 años. En 2024, le dictaron prisión preventiva domiciliaria tras ser acusado de ser el presunto líder de una organización internacional dedicada a la depredación y tráfico ilegal de fauna silvestre.
En la Argentina está procesado junto con seis personas más. Los delitos por los que en primera instancia fueron acusados son los de asociación ilícita, provisión ilegal de armas de fuego, maltrato animal y depredación de fauna silvestre. Por esto, tanto Noya como el resto podrían recibir entre tres y quince años de prisión dependiendo de cada caso. No a todos se les atribuyen los mismos delitos. A cinco de los siete se les imputó solo asociación ilícita, maltrato animal y depredación de fauna silvestre.
Además de aquel proceso judicial, también se hizo una denuncia penal en contra de siete personas en Bolivia a fines del año pasado. Dos de ellos son Noya y un argentino, presunto socio suyo, que también está involucrado en el expediente local.
En nuestro país, la justicia federal secuestró en agosto del año pasado 44 armas de fuego, 12 vehículos de automotor –otros 25 están embargados– y 7971 taxidermias, cuernos y pieles que hallaron en los tres cotos de caza y en los dos depósitos asociados a la empresa de Noya.
La taxidermia es el oficio que se encarga de tratar animales muertos para conservarlos. Para lograrlo extraen sus órganos internos y rellenan el cascarón de piel y hueso como a un almohadón. También aplican químicos en el pelaje y en la piel para que no se pudran con el tiempo. Después les incrustan ojos de vidrio o plástico para darle una apariencia de vida. Al resultado de este proceso en el mundo de la caza le llaman “trofeo”.
La mayor parte se encontraron en los dos depósitos localizados en Haedo, en el oeste del conurbano bonaerense. El resto estaban expuestos en los cotos de la localidad de Dolores, provincia de Buenos Aires, y Santiago del Estero.
Según fuentes vinculadas a la causa, era tal la cantidad de animales que encontraron que Marcelo Alejandro Araujo, el taxidermista asociado a la empresa y también imputado en la causa argentina, tenía también especímenes en su casa. Uno de los depósitos allanados es propiedad y lugar de trabajo de Araujo. El otro depósito es de Federico Manuel Testa, un importante empresario dentro del mundo de la caza. Según la defensa de ambos, todos los “trofeos” estaban certificados por el Gobierno. La defensa de Testa afirmó que solo encontraron siete con irregularidades, de los que tres están vinculados a Noya. “Y explicamos la situación de cada uno de ellos”, dijeron.
En la Argentina, la investigación la lleva la Fiscalía Federal N°1 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Sergio Mola, con intervención del Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora. En un inicio participó como juez federal subrogante Ernesto Kreplak y, ahora, pasó a manos del juez federal subrogante de Quilmes, Luis Armella.
De los siete procesados, solo a Noya le dictaron prisión preventiva; no lo hicieron con el taxidermista Araujo, ni los presuntos socios de Caza & Safaris Federico Manuel Testa y Carlos Pablo Escontrela, ni con los guías de caza Leonardo Marti Destefani y Guillermo Funes, a quien su defensa definió como un peón rural; ni con el community manager Gustavo Oliva. Pero no pueden seguir trabajando en ningún negocio que involucre a la cacería por el momento. Las defensas apelaron el procesamiento determinado por el juez y hoy la causa se encuentra en revisión en la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata. El abogado de Noya fue el único que no habló con LA NACION.
En general, los defensores sostienen que sus clientes son víctimas de acusaciones infundadas. Los de Araujo, Funes, Escontrela y Testa dicen que no hay ninguna organización delictiva y que fueron, en realidad, socios ocasionales y empleados de Noya. La mayoría de ellos aseguraron no conocerse entre ellos o, en tal caso, haber hablado unas pocas veces. Además, todos definieron el vínculo con el director de Caza & Safaris como débil, intermitente o antiguo.
Tanto Testa como Noya son dos de los involucrados en la denuncia penal impulsada en Bolivia por el abogado Rodrigo Herrero, el exguardaparque y activista ambiental Marco Uzquiano y la representante del Colectivo Llanto del Jaguar, Lisa Corti. Apuntaron que Noya hizo más de 30 viajes, muchos de forma irregular, para cazar o llevar clientes a cazar yaguaretés en la selva boliviana. Este felino es un animal protegido no solo en la Argentina, sino en toda la región.
Una de las pruebas surgió a partir de la investigación judicial en la Argentina y tras la publicación de varia fotografías de Noya junto a distintos cadáveres de yaguareté. Testa no aparece en estas imágenes, aunque según la querella boliviana y personas involucradas en la causa argentina el vínculo con Noya existía de hace años.
Hasta hoy, Testa es uno de los mayores exportadores registrados de pieles, colmillos y taxidermias animales en la Argentina. Se encarga de la logística de importación y exportación de productos y subproductos animales desde y a todo el mundo. Su abogado indicó a LA NACION que su trabajo siempre estuvo en regla y que Noya “fue uno de muchos clientes”, pero que Testa nunca tuvo un vínculo cercano y tampoco transportó animales sin regulación.
En el país vecino lo denunciaron junto con Noya por los delitos de biocidio, destrucción y deterioro del patrimonio natural. En este caso podrían recibir hasta diez años de prisión.
En esa causa está también involucrado Luis Villalba Ruiz, que presuntamente mató a cinco yaguaretés. Hace poco, la querella incluyó también a un cazador estadounidense, ya detenido por la justicia norteamericana por un caso vinculado depredación de fauna; el dueño del coto de caza implicado en este caso y dos empresarios colombianos que tienen hoteles en Santa Cruz de la Sierra.
Un negocio millonario
Según fuentes cercanas a las dos causas, el negocio de Noya y sus socios era redondo y millonario. El target de clientes era sobre todo internacional. En especial conseguían cazadores de Estados Unidos, España y algunos de Rusia.
Los captaban de distintas formas. A muchos de ellos los conocían en convenciones internacionales de caza como los que organiza el Safari Club International (SCI) en las Vegas y Tennessee, o la Feria Cinegética de Madrid. Con otros se conectaban a través de foros como Africa Hunting, redes sociales y su página de internet. Allí les presentaban los distintos paquetes que Caza & Safaris ofrecía. En su mayoría se ejecutaban en territorio argentino, aunque hay pruebas que indican que Noya hizo viajes internacionales con sus clientes.
Según información judicial, los clientes llegaban al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Un miembro de la empresa los pasaba a buscar y de ahí los derivaba a cualquiera de los tres cotos de caza; les ofrecían hospedaje, comida y un catálogo de animales para cazar. Los cotos en Santiago del Estero están vinculados al empresario Carlos Pablo Escontrela.
Para la defensa del santiagueño, esos clientes eran de Noya y no de una “presunta organización” que lo involucrara. Según el abogado, solo llegaban cazadores enviados por Noya cuando querían cazar algún animal que Escontrela tuviera en sus cotos.
La defensa también expresó a LA NACION que el vínculo con Noya está roto desde 2019. “De hecho quedaron en malos términos. Le quedó debiendo plata”, explicó el abogado de Escontrela, y agregó que los dos predios de Santiago del Estero que están su a nombre “estaban en regla”.
Sin embargo, hay información judicial que contradice este argumento. El empresario santiagueño tuvo hasta hace seis años una sociedad anónima llamada Los Moros SA que estaba a nombre de Noya y Escontrela. Según la defensa, esa sociedad fue una mera formalidad para obtener los permisos de caza.
Según información a la que LA NACION tuvo acceso, en Caza & Safaris el precio para dispararle a un animal rondaba entre 1000 y 5000 dólares, dependiendo de la especie, aunque esto podría elevarse si la campaña salía del territorio nacional. Una investigación publicada por la revista digital boliviana Nómadas reveló que en aquel país cazar un yaguareté podía superar los 50.000 dólares.
Para llegar a la selva boliviana, Noya volaba con sus clientes hasta la ciudad de Cáceres en Brasil y de allí cruzaban a distintos puntos del este del país. A diferencia de la Argentina, en el caso boliviano se presume que buscaban sobre todo yaguaretés. Herrero afirmó tener pruebas de dos felinos cazados durante los viajes organizados por los argentinos y vaticina que la lista irá en aumento.
La caza de los animales era una parte importante de los ingresos de esta presunta organización criminal, pero no era la única. Según información judicial, Noya y sus socios también rentaban armas de fuego, vendían municiones y taxidermizaban a los animales para convertirlos en trofeos y enviarlos a sus clientes. Para fuentes cercanas a la causa en la Argentina, esto podría haber sido uno de los mayores ingresos para la empresa.
La operación, según información a la que LA NACION tuvo acceso, consistía en tratar a los especímenes, transportarlos hasta Ezeiza y de ahí, a todo el mundo. Esta etapa del proceso presuntamente estaba a cargo de Testa, que utilizaba a la empresa de transporte que dirigió hasta 2019, Logistic Solution SRL, para trasladar los trofeos al aeropuerto, pero no lo hacía estrictamente de forma ilegal. La defensa de Testa afirmó que su empresa y Caza & Safaris no tuvieron vínculo.
En el mundo de la caza, Testa es un apellido conocido. Algunas fuentes consultadas lo catalogaron como el principal exportador de pieles, colmillos y taxidermias del país. Según su propia defensa, entre el 80% y 90% de lo que Logistic Solution SRL transportaba estaba vinculado a la caza. Añadió que Noya fue uno de varios clientes en el país y en el mundo, con quien intercambió pocas palabras, y lo allanado en el depósito de Haedo está validado por el Gobierno.
En la Argentina, tanto la caza como la taxidermia son prácticas autorizadas. Las provincias deciden las especies que están permitidas para la caza deportiva. También son delimitadas las temporadas de caza y de veda. Esto quiere decir que no existe uniformidad en la protección de fauna. Sin embargo, hay algunos animales que fueron declarados en peligro de extinción o peligro crítico de extinción y no pueden ser cazados en ningún lado. Tal es el caso del yaguareté, el pecarí de collar y el labiado, o el tatú carreta.
Algunos de estos animales, hasta el día de hoy, siguen expuestos en lo que queda de la página de Caza & Safaris, que después del inicio del proceso penal en la Argentina fue desmantelada casi por completo. También eliminaron sus cuentas de Facebook y de Instagram.
Fuentes vinculadas a esta causa explicaron que existía documentación necesaria para el transporte, tanto entre provincias como a otros países, aunque denunciaron que muchas veces los animales que se describían en el papel no eran los que estaban embalados.
Para la defensa de Testa, aquel argumento es infundado. “Primero que nada, porque de los casi 4000 animales que le allanaron, unos pocos eran los vinculados al director de Caza & Safaris. Además, mi cliente no tuvo ningún animal prohibido. Con el allanamiento que le hicieron solo encontraron siete trofeos con irregularidades. De esos, solo tres están vinculados a Noya”, explicó el abogado del empresario.
En principio, cada vez que se pretende mover a un animal que provenga de la caza deportiva debe existir un documento que permita su trazabilidad. Información como la especie, el coto donde se cazó, los permisos de ese coto para cazar ese animal específico y otros puntos deberían estar expresos.
Según fuentes cercanas a la causa, solo uno de los cotos estaba certificado para cazar –el de Dolores– y en los informes presentados ante la Subsecretaría de Ambiente de la Nación para el transporte de animales, tanto Testa como Noya y el resto de los socios y empleados modificaban datos de los certificados como el tipo de especie, procedencia de los animales y temporada en que se habían cazado. De esta forma “blanqueaban” muchos de los especímenes taxidermizados que iban a Ezeiza.
En la mira desde 2018
Noya está en el foco del gobierno argentino desde 2018, cuando irrumpió en el coto de caza de Dolores una fuerza constituida por el entonces Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la División de Delitos Ambientales y Armas y Agencias de la Policía Federal Argentina.
En ese entonces se secuestraron decenas de animales taxidermizados, pero las autoridades no hicieron arresto alguno. Así lo reportó LA NACION en su momento. Una nueva causa se abrió en 2020 a partir de una denuncia impulsada por la organización internacional Freeland y la Red Yaguareté; sin embargo, fue rápidamente archivada porque durante la pandemia esta empresa no parecía estar en operaciones. Al inicio de 2024, este medio publicó fotografías inéditas sobre Noya y su vínculo con la cacería ilegal; así, la Fiscalía tuvo materiales para desarchivar la causa.
Hoy, el expediente se encuentra en revisión por parte de la Cámara Federal de La Plata. Se espera que el siguiente paso sea la confirmación de los procesamientos y la respuesta por un recurso de la fiscalía para dar prisión preventiva a los seis acusados que permanecen en libertad.
En tanto, en Bolivia, la causa sigue siendo revisada por los fiscales a cargo y todavía no se le asignó un juzgado. Herrero recordó que, a pesar de eso, hubo un tremendo impacto mediático en el país. Tal fue el movimiento que el Tribunal Agroambiental de Bolivia ordenó a diferentes entidades públicas la protección del yaguareté y de su hábitat.
 
 
 
 
 
EN CONTROL FRONTERIZO INCAUTAN MÁS DE 17 KILOS DE COCAÍNA DE CAMIÓN PROCEDENTE DE BOLIVIA
 
Agencia de Información Paraguaya (https://n9.cl/9672e)
 
Un total de 17 panes de clorhidrato de cocaína, que pesaron 17 kilos 55 gramos, ocultos en una caja de isopor transportado en un camión cisterna procedente de Bolivia. También fue detenido el conductor, durante un control fronterizo de personas, vehículos y cargas, en la localidad de Mayor Infante Rivarola, en el departamento de Boquerón.
El procedimiento fue realizado por agentes especiales del Departamento Regional N° 6 de la Secretaría Nacional Antidrogas y la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, en coordinación con de la agente del Ministerio Público, Laura Ávalos, fiscal interina especializada en la lucha contra el narcotráfico del departamento de Boquerón.
El detenido fue identificado como Francisco Orosco Serrano, de nacionalidad boliviana, en tanto que el camión tenía chapa N°  3013ZYN, Bolivia, que refuerza las sospechas del uso de vehículos de transporte pesado para mover drogas a través de las fronteras.
Además de la droga, se incautaron un teléfono celular y dinero en efectivo, elementos que servirán como evidencia en la investigación.
Transportar drogas es un crimen grave. La SENAD refuerza su presencia en las zonas limítrofes para evitar que Paraguay sea utilizado como corredor del narcotráfico internacional, señala el informe de la institución.
 
 
 
 
 
BUSCAN A UN PELIGROSO FEMICIDA BOLIVIANO QUE HABRÍA HUIDO A SALTA
 
La Policía lanzó una alerta internacional para capturar a Marcelo Nieves Portal, acusado de matar a su pareja frente a su hija. Creen que cruzó ilegalmente la frontera hacia Argentina.
 
El Ciudadano News de Argentina (https://n9.cl/d2176a)
 
La ciudad de Bermejo, en el departamento de Tarija (Bolivia), se encuentra en estado de alerta luego de que Marcelo Nieves Portal fuera señalado como el principal sospechoso de haber asesinado a su pareja, identificada con las iniciales W.V., en un acto de violencia atroz ocurrido el pasado sábado. El caso ya tomó carácter internacional: las autoridades temen que el acusado haya cruzado ilegalmente a la provincia de Salta, en Argentina.
Según informaron medios locales y fuentes oficiales, el hecho ocurrió en el domicilio de la pareja tras una fuerte discusión. El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Luis Céspedes, detalló: "Durante el altercado, el sujeto sacó un arma de fuego y disparó a quemarropa al cuello de la víctima, provocando su muerte inmediata".
Lo más estremecedor del crimen es que todo ocurrió frente a la hija menor de edad de la pareja, quien se convirtió en la única testigo del horror.
Huida y alerta internacional: la hipótesis más temida
Tras cometer el crimen, Nieves Portal se fugó y desde entonces se encuentra prófugo. Las primeras investigaciones sostienen que habría cruzado a pie, por un paso ilegal, hacia territorio argentino. Este hecho encendió las alarmas de las fuerzas de seguridad de ambos países.
"Estamos trabajando con todas las instancias necesarias para lograr su captura y garantizar justicia para la víctima y su familia", declaró Céspedes al respecto.
Bolivia activó una orden internacional de detención, mientras que las autoridades argentinas ya colaboran en la búsqueda del fugitivo, especialmente en zonas de frontera de la provincia de Salta, donde creen que podría estar oculto.
Violencia de género sin fronteras
El crimen ha generado profunda conmoción tanto en Bolivia como en el Norte argentino, reavivando los reclamos sociales por medidas más contundentes contra la violencia machista.
Organismos de derechos humanos y colectivos feministas remarcan la urgencia de fortalecer los mecanismos de prevención y actuación en la región fronteriza, donde muchas veces los agresores logran escapar burlando controles mínimos.
Mientras continúa el operativo para dar con Nieves Portal, las autoridades apelan a la colaboración ciudadana:
"Cualquier dato que pueda contribuir a su localización es clave. La comunidad puede marcar la diferencia en este momento crítico", insistieron desde la FELCV.
 
 
 
 
 
DEL CHILE AL COCTEL: CÓMO BOLIVIA SORPRENDIÓ A UN MEXICANO AMANTE DEL PICANTE
 
Una receta que desafía todo sobre el chile y una lección de humildad gastronómica, cuenta en su columna Fernando Dávila
 
Revista Aderezo de México (https://n9.cl/gdejh)
 
Los mexicanos tenemos esa mala costumbre de considerarnos el centro del universo en lo que a chile y picante se refiere; y vaya, no nos culpo, con tamaña diversidad de chiles y la intensidad con la que vivimos nuestra relación con el picante, es fácil convencerse que en realidad somos el centro del universo del picante, y poco nos falta para retirar el nopal de nuestra bandera, y modificar la leyenda para hacer que el águila devorando la serpiente esté en realidad parada sobre un chile verde en nuestro escudo nacional.
Sin embargo, como ya he dicho anteriormente, en todo país al que he ido y que acostumbran comer picante, asumen que es un hábito muy propio de ellos y solo de ellos, y que ellos son los creadores del picante en la comida. Y así como para un asiático enterarse que los chiles (caspsicums) no tuvieron ni de cerca su origen en aquel continente es todo un shock disfrazado de tristeza e incredulidad, para mí fue un shock igualmente grande probar el mejor cóctel con chile de mi vida fuera de México. Y vaya que fue una grande sorpresa y una buena lección de humildad.
Cuando pensamos en cócteles con chile, y sobre todo en el extranjero, seguramente lo que nos viene a la cabeza son las típicas “spicy margaritas” con hielo crush y bastante dulces que ofrecen en las cadenas de restaurantes estadounidenses. Por lo menos es lo que a mí me había tocado experimentar. Y bueno, el picante es residual en estos cócteles, pues en realidad es el azúcar lo que más sobresale. Partiendo de esta realidad, es momento de contar una historia que viví en Bolivia, en la ciudad de Sucre para ser exacto.
El coctel que lo cambió todo
Hace no mucho tiempo, la vida me hizo pasar una noche en la ciudad de Sucre, capital constitucional de Bolivia. Sí lo sé, yo también creí toda la vida que la capital de Bolivia era La Paz, pero resulta que no lo es tanto, sólo un poco. Es una confusión que hasta el día de hoy no logro entender del todo. Tenía poco tiempo para pasar en aquella ciudad por lo que había que aprovechar cada instante. Dejé la mochila en el hostal e inmediatamente salí a caminar por el centro de la ciudad. No demoré nada en percibir que me encontraba en una ciudad histórica con mucha belleza arquitectónica y un con un ambiente bastante bohemio, en el que coinciden turistas de todo el mundo.
Por azares del destino y su misteriosos caminos, encontré mientras caminaba sin sentido un restaurante que llamó mi atención por su decoración minimalista, Proyecto Nativa. Y aunque no estaba muy hambriento decidí entrar y ver la carta; mi sorpresa fue que era un restaurante al que se accede bajo reservación y cuyas mesas están fríamente contadas para la cantidad de comensales exactos. Afortunadamente el personal del restaurante fue muy atento y me permitieron tomar una mesa para una persona justo a un lado de la barra. No haré el cuento largo, el menú degustación incluía dos cócteles diseñados por ellos mismos. Del primero no recuerdo demasiado en realidad, pero del segundo, lo recuerdo todo.
Su nombre, Uchurluru Sour. Uchurluru
Es el nombre que dan en Bolivia a las semillas del chile, o pepitas de chile como les dicen allá. Para ser honesto, no esperaba demasiado, quizás un toque picante sutil pero no más. Qué equivocado estaba, era un cóctel verdaderamente complejo en el que el picante era el protagonista principal, un sorbo y ya me había teletransportado a México, realmente era un cóctel que se podría tomar en cualquier restaurante fine dinning de la Ciudad de México. Segui tomando y poco a poco me fui dando cuenta que nunca había experimentado un cóctel picante tan complejo: ácido, espumoso, picante, fresco. Lo tenía todo. Fue una sorpresa en dos direcciones: en primer lugar un golpe de realidad que me hizo abrir los ojos de que no, México no es el centro del universo del picante, es un punto dentro del universo, uno importante. En segundo lugar, qué refinado y evolucionado es el consumo del picante en Bolivia, algo de lo que hablaré en otra ocasión. Por si fuera poco, esta también fue la primera vez que pude probar el “Signani” que es el destilado nacional boliviano, elaborado a base de uva. 
 Y no quiero sonar antipatriota ni mucho menos, considerando la relevancia del picante en nuestra cultura, pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo, existen otras latitudes en las que el consumo del picante es igual de complejo como lo es aquí en México, y que sería muy interesante para nosotros, críticos y degustadores diarios de picante, poder tener la oportunidad de experimentar todas esas otras formas de consumir picante más allá de nuestras fronteras. 

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