El Presidente Evo
Morales, respondió al canciller de Chile, Heraldo Muñoz, y le recordó que no se
puede defender como soberano algo que fue robado o usurpado, y calificó el
hecho como un pecado espiritual y un delito jurídico. “Decir al pueblo
boliviano, a algunas autoridades de Chile, pero al mundo entero, no se defiende
la soberanía por algo que es robado, algo que es invadido, asaltado o
saqueado”, aseveró.
El presidente
de Bolivia, Evo Morales, ha subrayado que "no se defiende la soberanía por
algo que es robado, invadido, asaltado o saqueado", en respuesta a las
declaraciones del ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, sobre una
disputa territorial.
Durante un acto
en la localidad de Santa Cruz, el mandatario boliviano ha afirmado que
"robar, asaltar, saquear y mentir jurídicamente es un delito, y
espiritualmente es un pecado".
Las palabras de
Morales han llegado apenas un día después de que Muñoz advirtiera de que
Santiago no cederá "ni un metro cuadrado" de su soberanía a La Paz,
independientemente del número de demandas que interponga Bolivia en relación a
la propiedad y el uso de las aguas del río Silala.
"Si se
materializa la anunciada demanda sobre el Silala, Chile contrademandará a
Bolivia para confirmar nuestros derechos sobre las aguas de este recurso
hídrico compartido y emprenderemos todas las acciones que sean necesarias para
defender nuestros legítimos intereses nacionales", dijo.
La reacción de
Muñoz se produjo poco después de que el presidente de Bolivia anunciara su
intención de llevar este caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde
Santiago y La Paz ya están enfrentados por otra disputa territorial.
Un día antes,
Muñoz había exhibido ante los medios de comunicación un mapa anexo al tratado
bilateral sobre fronteras de 1904 en el que el Silala aparece identificado como
un río internacional, en contra de lo que sostiene Bolivia, que asegura que sus
aguas le pertenecen.
El Silala es un
río que nace en Bolivia y recorre Chile hasta desembocar en el océano Pacífico,
a cuya cuenca hidrográfica pertenece. La Paz denuncia que su vecino ha desviado
las aguas a través de una conducción artificial, mientras que Santiago sostiene
que es un cauce natural.
EVO INCREPA A CANCILLER CHILENO Y ORGANIZA INSPECCIÓN AL
SILALA
“No se defiende
la soberanía por algo que es robado, algo que es invadido, o asaltado, o
saqueado. Quiero que sepa el canciller de Chile, invadir, robar, asaltar,
saquear o mentir jurídicamente es delito, y espiritualmente es pecado”. Con
esas palabras increpó ayer el presidente Evo Morales al canciller chileno,
Heraldo Muñoz, luego de que este colaborador de la presidenta Michelle Bachelet
anunciara que “Chile responderá con todo” a la nueva demanda que decidió hacer
Bolivia ante La Haya por las aguas del manantial del Silala.
Y si el
presidente Morales elevó el tono y personalizó el entredicho con Muñoz —dijo
que hay errores de algunas autoridades chilenas pero que no son errores del
pueblo chileno—, por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores, David
Choquehuanca, usó expresiones más diplomáticas para indicar que la nueva
demanda boliviana no es cuestión de una “política de permanente hostilidad” y
que solo busca “ejercer soberanía sobre lo que nos pertenece”.
Aunque el
primero en abordar el tema fue Choquehuanca, por medio de una entrevista
concedida a la red de medios estatales, la aspereza del mensaje presidencial,
pronunciado en una entrega de obras en Mairana (Santa Cruz), ganó ayer mayor
atención de las agencias y cadenas internacionales de noticias.
El sábado, La
Moneda respondió al anuncio de una segunda demanda boliviana ante la Corte
Internacional de Justicia de La Haya con otra advertencia. “Chile no cederá
soberanía, que se entienda bien. Vamos a defender nuestros intereses nacionales
con todo, si se materializa una demanda por el uso de las aguas del Silala,
Chile va a contrademandar”, sostuvo Muñoz.
Bolivia
sostiene que es dueña del manantial y alimenta sin costo con 180 litros de agua
por segundo a regiones del norte chileno; mientras que Santiago asegura que
este es un río internacional, reconocido como tal.
Inspección con
prensa
El canciller
Choquehuanca informó además de que el martes se trasladará hasta el bofedal del
Silala (Potosí) a equipos de prensa nacionales y extranjeros para verificar en
el lugar que sus aguas nacen de manantiales y no así que pertenecen a un río internacional,
como dice Chile.
“El presidente
Evo Morales nos instruyó organizar una visita donde van a acompañar medios
internacionales y nacionales”, explicó Choquehuanca. Como si de un desafío se
tratara, Morales dijo el sábado que invitaba a la presidenta Bachelet y a las
autoridades nacionales de ese país, “si es que no conocen”.
El Gobierno
sostiene que los periodistas podrán constatar in situ que las aguas del Silala
fueron canalizadas artificialmente por Chile, luego de una autorización que se
dio en 1908 para utilizarlas como aprovisionamiento de sus locomotoras.
PERIODISTAS
VISITARÁN MAÑANA EL SILALA
El canciller
David Choquehuanca informó el domingo que el próximo martes periodistas
nacionales y extranjeros visitarán el Silala, para verificar en el lugar que
sus aguas nacen de manantiales y no así que pertenecen a un río internacional. "El
presidente Evo Morales nos instruyó organizar una visita donde van acompañar
medios internacionales y nacionales el martes para que ellos vayan al
lugar", dijo en entrevista con medios estatales.
Choquehuanca
manifestó que los periodistas podrán constatar que las aguas del Silala fueron
canalizadas por Chile, luego de la autorización que se le dio de utilizarlas
para alimentar sus locomotoras.
Indicó que se
prevé que el jefe de Estado esté presente en esa inspección, alrededor de las
10 de la mañana, aunque señaló que es complicado llegar hasta el lugar, en el
departamento de Potosí.
Nacidas en
territorio boliviano andino, las aguas del manantial Silala abastecen sin
contraprestación alguna hace más de 100 años a varias ciudades del norte de
Chile y merced a un tratado de derecho privado, el curso de agua fue conducido
al norte chileno por un sistema de acueductos artificial.
Ayer, el
Gobierno de Bolivia decidió acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
de La Haya para demandar a Chile por el uso ilegal del Silala.
El jefe de la
diplomacia boliviana aseguró que el Silala es un tema pendiente de resolución,
que tiene que ser superado porque perjudica la construcción de una buena
vecindad y hermandad entre los países.
CANCILLER:
SERÍA "LAMENTABLE" QUE CHILE SE RETIRE DE UN PACTO CREADO PARA
RESOLVER CONFLICTOS DE MANERA PACÍFICA
El canciller de
Bolivia, David Choquehuanca, dijo el domingo por la noche que sería lamentable
que Chile se retire del denominado Pacto de Bogotá, dejando atrás un mecanismo
destinado a resolver problemas entre Estados de manera pacífica. El Canciller
cuestionó que un posible retiro de ese pacto "cuál sería el mensaje"
del país transandino a la región.
"Sería
lamentable (un posible retiro) y ya ¿cuál sería el mensaje? si el Pacto de
Bogotá es precisamente para resolver de manera pacífica todos los
problemas", manifestó.
Recordó que ese
pacto es una instancia para resolver problemas de manera pacífica a no ser que
los países quieran resolver sus conflictos de otras formas.
Recientemente,
políticos en Chile insistieron en dejar el Pacto de Bogotá luego que se
conociera la confirmación de una nueva demanda de Bolivia contra el país
trasandino, esta vez por las aguas del manantial Silala.
La demanda por
las aguas del Silala sería la segunda que Bolivia instauraría en La Haya contra
Chile, donde ya sigue su curso el proceso planteado por una salida soberana al
mar.
El Pacto de
Bogotá, también conocido como el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, es
un tratado internacional suscrito en abril de 1948 por los países
independientes de América.
El objetivo del
tratado es imponer una obligación general a los signatarios para resolver sus
conflictos a través de medios pacíficos.
También se les
obliga a agotar los mecanismos regionales de solución de los asuntos antes de
acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es uno de los tratados que
confiere jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
HERALDO MUÑOZ: "UN PUNTO A CONSIDERAR ES QUE CHILE
TAMBIÉN PUEDE DEMANDAR AL AMPARO DEL PACTO DE BOGOTÁ"
Aborda debate por acuerdo que da jurisdicción a La Haya.
Sobre posible ofensiva por el Lauca, dice: "no sería responsable enunciar
demandas eventuales". Explica que en la contrademanda por el Silala
"demostraremos que Bolivia se ha negado a cooperar para una gestión
conjunta de las aguas".
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
“Se han
recolectado todas las evidencias sobre el carácter internacional de las aguas
del Silala”, dice el canciller Heraldo Muñoz, quien aborda los siguientes pasos
luego que Chile afirmara que contrademandará a Bolivia ante la Corte de La Haya
tras la acción judicial anunciada por el Presidente Evo Morales. “Habrá que
hacer designaciones, que consultaré con la Presidenta, y contactar expertos”,
explica el ministro, junto con señalar que La Paz “precipitó” su decisión por
dos motivos. “Bolivia sabe que la Corte no le otorgará la soberanía sobre el
Pacífico que buscó en su demanda sobre acceso al mar, y esta demanda adicional
será una distracción, que además les sirve para desviar la atención de sus
enredos internos”, dice. Y,además, plantea que “la intensificación del debate
en Chile sobre si permanecer o no en el Pacto de Bogotá probablemente incidió
en que Bolivia anunciara la nueva demanda ahora”.
¿Cómo se
preparará Chile para enfrentar esta nueva demanda?
Más que
enfrentar una demanda, nos prepararemos para contrademandar a Bolivia en el
caso del río Silala o Siloli. Plantearemos los hechos y el derecho que hemos
sostenido, con antecedentes históricos, diplomáticos, actas y elementos
técnicos para demostrar que Bolivia cambió su relato sobre el río sólo
recientemente.
¿Se creará un
equipo especial?
Ya existe una
Unidad Río Silala en la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) de la
Cancillería. Hemos venido reuniendo antecedentes desde hace bastante tiempo. De
hecho, es un tema que se ha seguido desde hace 20 años por la Difrol, y se han
recolectado todas las evidencias sobre el carácter internacional de las aguas
del Silala. Por cierto, habrá que hacer designaciones, que consultaré con la
Presidenta, y contactar expertos.
¿A qué apuntará
la contrademanda que usted anunció?
A demostrar que
el Silala es un curso de agua que cruza naturalmente la frontera y que siempre
hemos invitado a Bolivia a cooperar en su uso. Demostraremos que Bolivia se ha
negado a cooperar para una gestión conjunta de las aguas del Silala, como
corresponde a un recurso hídrico compartido. El preacuerdo negociado en 2009,
del cual Bolivia se retiró a último minuto, es un ejemplo.
¿Por qué cree
que Bolivia anuncia ahora la demanda y no lo hizo antes?
Probablemente
Bolivia precipitó su anuncio por dos motivos. Uno, Bolivia sabe que la Corte no
le otorgará la soberanía sobre el Pacífico que buscó en su demanda sobre acceso
al mar, y esta demanda adicional será una distracción, que además les sirve
para desviar la atención de sus enredos internos. Dos, la intensificación del
debate en Chile sobre si permanecer o no en el Pacto de Bogotá probablemente
incidió en que Bolivia anunciara la nueva demanda ahora. Sólo el jueves Morales
había dicho que se estudiaría una demanda sobre el uso de las aguas del río
Silala, y ya el sábado había concluido el supuesto estudio.
Los factores
internos en Bolivia explican, según algunos, la arremetida de Morales.
¿Alguien puede
dudar que la política interna está detrás de esta nueva demanda? Pero más que
el Silala, Bolivia ha optado por un camino de odiosidad en contra de Chile. Ya
no es sólo el mar, sino que los ríos y cualquier excusa para atacar a Chile. La
comunidad internacional se está dando cuenta de que detrás del “demandismo” del
régimen boliviano hay una política premeditada de hostilidad hacia Chile,
cuyo fundamento es la política interna.
¿Le sorprendió
el anuncio?
No. Desde hace
tiempo que las autoridades bolivianos venían diciendo que podrían demandar por
el Silala y el Lauca. Por eso nos hemos venido preparando desde hace tiempo.
Si era un
escenario previsible, ¿no habría sido conveniente acelerar una decisión sobre
el Pacto de Bogotá y retirar a Chile de ese acuerdo?
Si se hubiese
acelerado una decisión de retiro, como algunos han planteado, se habría
acelerado la presentación de la demanda. Y así sucedió cuando Colombia se
retiró del pacto y recibió, de inmediato, dos nuevas demandas de parte de
Nicaragua. Lo otro es que el reciente fallo de la Corte de La Haya sobre el
caso Nicaragua-Colombia también dejó establecido que el retiro no surte efecto
de inmediato, sino que se mantiene el año de espera. Cualquier decisión
respecto a un pacto que está vigente debería contar con el respaldo que
garantice los derechos e intereses de Chile.
Si bien eso se
hace efectivo un año después, plazo en el que pueden volver a demandarnos, se
evitarían demandas a futuro. ¿Es ese un factor importante para evaluar una
eventual salida del Pacto de Bogotá?
Todo lo que sea
beneficioso para defender los intereses nacionales se puede discutir. Con
firmeza y la debida serenidad.
Hay otro
conflicto que ha reflotado Bolivia, el del río Lauca, lo que podría implicar
una tercera demanda.
El Lauca es un
río que nace en Chile y que se utiliza y seguirá utilizando para el bienestar
de las comunidades de la región de Arica y Parinacota. Los antecedentes al
respecto son claros y Chile ha respondido a todas las consultas y
requerimientos que viene haciendo Bolivia desde hace 50 años.
Tras el
fallo de La Haya por el caso con Perú, se pensó que se terminarían los
conflictos con Lima, pero ese país creó un distrito que incluye el triángulo
terrestre, que es territorio chileno. En el caso de Bolivia, no sólo nos
demandaron por un acceso al mar, ahora se suma el Silala y está latente el tema
del Lauca. Pareciera que nos pueden demandar por cualquier tema, ¿no cree?
Hay muchos
países que enfrentan demandas internacionales; países desarrollados y en
desarrollo. Chile no tiene problema alguno en defender sus intereses
fundamentales, donde sea y con los instrumentos que se requiera. Un punto a
considerar es que Chile también puede demandar al amparo del Pacto de Bogotá.
Claro, fuera
del Pacto de Bogotá Chile no podría presentar ninguna demanda en La Haya. ¿Hay
alguna demanda pensada que incida en que nuestro país quiera permanecer en ese
acuerdo? Existe la información de que se evalúa demandar a Bolivia por el río
Lauca.
Como ya hemos
dicho, Chile contrademandará a Bolivia por el caso del río Silala. Y no sería
responsable enunciar demandas eventuales como quien hace una oferta pública.
Así no es la política exterior de Chile.
LOS DETALLES DETRÁS DE LA CONTRAOFENSIVA AL ANUNCIO
BOLIVIANO
Gobierno descartó pedir a la Corte que se declare
inadmisible la acción paceña por el Silala. Se busca resolver disputa actual y
fijar certeza, lo que podría incidir en que se demande por el Lauca.
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
El sábado,
luego que Bolivia oficializó que demandará a Chile ante La Haya por las aguas
del Silala, en la Cancillería se comenzó a conversar sobre cómo organizar el
trabajo para la contrademanda que se presentará. Varios consultaron si la Corte
Internacional de Justicia establece alguna incompatibilidad para que el actual
equipo que lidera José Miguel Insulza pueda involucrarse en este nuevo caso.
Integrantes del
equipo dicen que no existe una norma que lo prohíba, aunque apuestan a que se
incluirá a nuevos expertos. En todo caso, agregan que la base del trabajo ya se
encuentra preparada por la “unidad Silala”, departamento especializado de la
Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) del Ministerio de RR.EE.
En esa
instancia se han recopilado todas las minutas bilaterales, documentos y
estudios técnicos -incluido uno que se hizo en conjunto con Bolivia en 2001-
para sustentar la posición chilena: que el Silala se trata de un río internacional
que puede ser usado por ambos países.
En el equipo
chileno dicen que el primer antecedente surgió en 1999. Ese año nuestro país
envió a Bolivia la primera nota diplomática sobre este tema, luego que la
Cámara de Diputados de ese país forzó a su gobierno a modificar los mapas para
establecer al Silala como un manantial, y no como un río internacional. Esto,
luego que surgieran las primeras voces disidentes.
Desde ese
momento se empezó a recopilar la información para -explican- “sustentar” la
posición chilena.
En la
contrademanda se pedirá -dicen fuentes de Cancillería- ratificar al Silala como
un río de curso internacional; y se apuntará al segundo artículo del Pacto de
Bogotá, que establece que “las Altas Partes Contratantes reconocen la obligación
de resolver las controversias internacionales por los procedimientos pacíficos
regionales antes de llevarlas al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Esto, para señalar que Bolivia no agotó todas las instancias internas, como,
por ejemplo, la negociación de 2009, en la que -dicen en la Cancillería-
incluso se redactó un preacuerdo.
Además, se
plantearán normas internacionales sobre uso de aguas que entregan a los
“estados ribereños” los derechos de explotación de recursos. Esto, junto con
otro elemento: el concepto de “uso efectivo” de las aguas que le ha dado Chile
al Silala por más de cien años. Sin embargo, en Bolivia dicen que ese “uso
efectivo” se debe a que nuestro país habría desviado artificialmente el curso
de las aguas, ya que -sostienen- éste no correría naturalmente hacia Chile.
Las mismas
fuentes dicen que en el texto del preacuerdo -en el que el ex
subsecretario Alberto van Klaveren jugó un rol clave- se hizo una definición
implícita sobre el Silala como río internacional. Esto, al fijarse cuotas de
uso binacional (50% para cada país), aunque sumado a otro elemento: realizar
estudios sobre el tratamiento de las aguas.
Pero Bolivia
exigió un pago retroactivo por el uso que le ha dado Chile desde 1908 al
Silala, lo que va entre US$ 8 mil y US$ 10 mil millones. Chile no aceptó pagar
esa indemnización, y La Paz decidió no firmar el acuerdo.
Antes de tomar
la decisión de presentar una contrademanda se evaluaron otras alternativas,
como ingresar -cuando se concrete la demanda paceña- una objeción preliminar
para que se declare inadmisible la acción de Bolivia.
En el equipo
chileno dicen que eso se descartó porque, por lo general, las objeciones
preliminares basadas en el argumento de que no se agotaron todas las instancias
internas constituyen un recurso débil. Y explican que en otros casos el
tribunal internacional ha respondido convocando a los países a negociar.
Además, agregan que Chile también busca resolver la disputa actual y establecer
certeza para mantener los derechos sobre esas aguas.
Ese mismo
criterio es el que está detrás de una nueva acción que podría incluir la
contraofensiva chilena: demandar a Bolivia ante La Haya por el río Lauca, que
nace en nuestro país y cruza hacia Bolivia. Actualmente, Chile sólo utiliza
esas aguas en algunos tramos, para evitar conflictos con La Paz, que acusa una
intervención del caudal.
En el equipo
explican que las razones que llevan a contrademandar por el Silala son
equivalentes a las que se podrían tener para presentar una acción por el Lauca.
Y agregan que al interior de Cancillería se ha insistido en el concepto de
establecer certeza jurídica.
Si bien ese
argumento se ha esbozado en el actual juicio en curso en La Haya, como una
forma de evitar que se modifiquen los tratados de límites, con ello también
apuntan a resolver prontamente y dejar zanjados de forma definitiva todos los
puntos pendientes con otros países: en este caso, el Silala y también el Lauca.
ESTOS SON LOS TRES RÍOS INTERNACIONALES QUE LA REGIÓN
COMPARTE CON BOLIVIA
En 1962, el vecino país rompió relaciones diplomáticas
con Chile debido al Lauca y hoy, con la controversia del Silala, vicanciller
Alurralde retoma el tema.
La Estrella de Arica (www.laestrella.com.cl)
El anuncio del
Presidente de Bolivia, Evo Morales, sobre una nueva demanda a Chile ha generado
diversos reacciones y debates en torno a su accionar político internacional.
Las aguas del Silala es la actual disputa. Un río internacional que nace en
Bolivia y culmina en Chile.
En la región
hay tres ríos internacionales que se comparten con Bolivia, los cuales son el
Uchusuma, el Lauca y el Caquena.
Estos han sido
nombrados públicamente por el vicecanciller paceño Juan Carlos Alurralde,
aludiendo que Chile los habría "desviado sin solicitar permiso".
Aguas internacionales
La Convención
de las Naciones Unidas sobre el derecho de los usos de los cursos de agua
internacionales para fines distintos de la navegación, de 1997, es el único
tratado universalmente aplicable a los recursos de agua dulce compartidos. Este
documento identifica como curso de agua a "un sistema de aguas de
superficie y subterráneas que, en virtud de su relación física, constituyen un
conjunto unitario que normalmente fluyen a una desembocadura común".
Mientras que describe como un curso de agua internacional aquel que
"algunas de cuyas partes se encuentran en estados distintos".
De acuerdo a la
Convención, los países que comparten cursos de agua deben respetar los
principios de equidad, que se refiere a la utilización y participación
equitativa y razonable del recurso; el de responsabilidad por daños causados;
el de cooperación; el de comunicación entre los estados, titulado Intercambio
regular de datos e información; y el de no preeminencia de un uso determinado.
Aguas en
cuestión
El
vicecanciller Juan Carlos Alurralde ha sostenido en diversos medios de Bolivia
que "todos los recursos hídricos" que están en la condición de
internacionales, Chile los usa para minería. Específicamente en relación al uso
de aguas de los ríos Lauca, Caquena y Uchusuma, aseguran que el Gobierno de
Chile "en ningún momento de la historia solicitó a Bolivia el permiso para
desviar las aguas que provienen de territorio nacional".
Estas
diferencias respecto al Lauca hicieron que Bolivia rompiera relaciones
diplomáticas con Chile de forma unilateral en 1962.
La cuenca del
Lauca es tributaria de la hoya del salar de Coipasa, cuya mayor extensión se
desarrolla en el altiplano boliviano en forma de una gran cuenca cerrada. La
hoya del Lauca ocupa el altiplano chileno y sus cursos medio e inferior
pertenecen al altiplano boliviano.
El río Uchusuma
nace al sureste de Perú y atraviesa territorio chileno antes de pasar a Bolivia
y desembocar en el río Mauri.
El río Caquena
por su parte, nace en los nevados de Payachata, y hace su recorrido de sur a
norte, sirviendo en un tramo como frontera entre Chile y Bolivia, donde recibe
por su ribera izquierda al río Cosapilla.
La abogada y ex
gerente de la Junta de Vigilancia del río Lluta, Gabriela Meza, comentó que
Chile tiene más de 54 cuencas transfronterizas "y muy pocos tratados
internacionales. Independiente de la discutibilidad de un tratado o no, es
importante regular el tránsito de los cursos de agua desde nacimiento a su
muerte, porque la crisis del cambio climático nos obliga a optimizar la
eficiencia".
Posicionar
mediterraneidad
El tema
histórico del río Lauca se encuentra explicado de forma acabada en la memoria
de Ximena Bastías Sepúlveda de 2006 "Ríos internacionales y las
utilizaciones del río Lauca". En las conclusiones de este documento
perteneciente a la Universidad de Chile, la autora indicó que "la
posibilidad de abrir el conflicto con Bolivia, ciertamente tema no despreciable
(...) Bolivia a través de los medios de comunicación evidencia claramente sus
intenciones de formular un reclamo formal ante los organismos internacionales.
Todo ello producto tanto del manejo poco apropiado de la materia a nivel
internacional y de los vacíos que en esta materia existen en el Derecho
Internacional en relación al uso de los cursos de agua internacionales para
fines distintos de la navegación, como además, la clara búsqueda de un pretexto
por parte de Bolivia para plantear ante la comunidad Internacional su tema: 'La
mediterraneidad' ".
ALCALDE CRITICÓ POSTURA DE EVO MORALES POR EL USO DEL
SILALA
Esteban Velásquez dijo que las aguas de este cauce, más
que dividir, deberían de unir a los pueblos de Chile y Bolivia. También habló
del Estado.
El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)
Diversas
repercusiones han tenido en el país las declaraciones del presidente de
Bolivia, Evo Morales, del uso del agua del río Silala, en el marco del Día
Nacional del Mar que dicho país celebró el pasado 23 de marzo, fecha en la que
Calama conmemoró su 137 aniversario como parte del territorio chileno.
Un problema
limítrofe que se sitúa precisamente en la región de Antofagasta y que no ha
dejado indiferente al alcalde de Calama Esteban Velásquez, quien respondió
duramente a los dichos del Presidente de Bolivia.
"Me parece
que esta vez el Presidente Evo Morales, con todo el respeto que se merece, se
ha equivocado en sus dichos. En mi primera reflexión yo diría que más bien la
cultura, la Madre Naturaleza y la Madre Tierra, de las que él es muy cercano,
nos unen y nos muestran caminos de integración" dijo el alcalde.
Velásquez
agregó que "este río, afluente, vertiente o como se le quiera llamar, es
un accidente geográfico que nos une como países. El agua es del mundo. Esta
agua nace en Bolivia y pienso que el Presidente Morales debiera tener más bien
una mirada de grandeza, entendiendo que la naturaleza nos une desde la tierra
misma".
El alcalde dijo
también que espera que no rebroten las propuestas que hubo en algún momento de
sectores políticos de Bolivia de querer desviar las aguas de este cauce para
llevarlas al interior del vecino país, ya que si eso llegara a producirse,
sería una gran amenaza al ecosistema de la región de Antofagasta en general.
El alcalde
además criticó al Estado de Chile, argumentado que "el 23 de marzo en
Bolivia es el día del mar, y nosotros celebramos 137 años de incorporación al
territorio chileno y no nos llegó ni siquiera un saludo o una reflexión desde
el Gobierno Central", dijo, agregando que "a mí me parece que ahí hay
una deuda grande del Estado de Chile con Calama, de no entender que nosotros
necesitamos de atención por los recursos naturales que proveemos, como el
cobre, el litio, el agua que es tan vital, además de lo que hoy comenzamos a
entregar como lo son las energías alternativas renovables. Por todos estos
recursos que son naturales y que se extraen y se succionan de la tierra
calameña, no recibimos ninguna compensación".
Agregó que la
industria minera es parte del ecosistema de la zona, además del caudal del río
que riega bofedales, que aun cuando no son parte de la agricultura en su
concepto más riguroso, también tienen directa relación con la vida en el
desierto más árido del mundo.
En el caso de
que Bolivia impidiera que las aguas del Silala pasen a territorio chileno, el
alcalde fue categórico en manifestar que "el daño sería tremendamente
mayor para la región y particularmente para el país, entonces me parece que el
Gobierno debe hacerse presente en la zona de Calama y desde ya establecer una
política de acercamiento y de integración verdadera con nuestros países vecinos".
"No se
trata de echar gallitos, de ver quién grita más fuerte o quién da declaraciones
más espectaculares por medio de los medios de comunicación, ya que siempre
seremos países vecinos, y este tema no debe tomarse sólo como un
conflicto", dijo el alcalde, que representa a una comuna que cuenta con
gran cantidad de habitantes provenientes del vecino país, quienes buscan su
fuente laboral en la industria minera que utiliza y necesita de las aguas del
Silala.
"CHILE TIENE QUE DAR UN GOLPE DE AUDACIA Y PASAR A
LA OFENSIVA"
El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)
Ante el anuncio
del Gobierno boliviano de acudir nuevamente a la Corte Internacional de
Justicia (CIJ), esta vez para denunciar un supuesto uso abusivo de las aguas
del río Silala por parte de Chile, el senador Francisco Chahuán (RN) solicitó a
la Presidenta Bachelet mantener una postura firme para no ceder soberanía en el
norte del país.
- ¿Cuál es la
lectura de esta demanda que interpondrá el Presidente Evo Morales ante La Haya?
- Es una nueva
acción de hostigamiento en contra de nuestro país. Con esto se le ha dado un
portazo definitivo a la voluntad de diálogo que ha manifestado Chile (…) El
conflicto respecto al río Silala dice relación con la naturaleza jurídica que
ambos Estados le atribuyen a ese cauce de agua; para Bolivia es una vertiente y
para Chile es un río internacional de carácter transfronterizo.
- La oposición
ha evidenciado la necesidad de retirarse del acto de Bogotá. ¿Serviría de algo
si en el periodo de latencia las demandas en la CIJ siguen su curso?
- Los efectos
negativos de una renuncia del Pacto de Bogotá se diluyen debido a que Bolivia
ha presentado las acciones que se creían (…) Es un tema de una gama amplia de
opciones y hay que barajarlas todas. He planteado mi opinión al Ejecutivo, soy
partidario de retirarnos del Pacto. Sin embargo, es una decisión que deberá
tomar el Ejecutivo. Lo importante es que Chile defienda su soberanía
firmemente.
- Si existen
antecedentes de que Bolivia hacía un uso abusivo de las aguas del río Silala,
¿porqué Chile no tomó la iniciativa de manera ofensiva?
- Chile tiene
que dar un golpe de audacia y pasar a la ofensiva, es por eso que la demanda
previa es perfectamente posible. Los antecedentes que disponemos hablan de que
este es un río internacional, las aguas tienen un cauce natural hacia
territorio chileno y lo que se ha producido ha sido una canalización, por lo
que es una posición que Chile puede defender perfectamente ante la Corte
Internacional de Justicia.
RÍO SILALA: EXPERTOS ANALIZAN LA DEMANDA Y EXPLICAN
HISTÓRICO CONFLICTO POR SUS AGUAS
Analistas advierten sobre 'populismo' en nueva ofensiva
de mandatario altiplánico.
El Mercurio de Antofagasta (www.mercurioantofagasta.cl)
La nueva
demanda que anunció el Presidente de Bolivia, Evo Morales, contra Chile puso
otra vez en el tapete el río Silala, afluente que muchos antofagastinos ni
siquiera saben de su existencia en la Segunda Región.
El Silala -cuyo
caudal medio alcanza los 0,23 metros cúbicos por segundo- es un cuerpo de agua
natural conformado por 94 ojos de agua que nacen en territorio de Bolivia a
cuatro kilómetros de la frontera con nuestro país. Hoy, las aguas que vienen
desde el Potosí cruzan la frontera y son utilizadas por empresas mineras como
Chuquicamata y también por comunidades de la región.
Según Morales,
Chile hace un uso "ilegal" y "abusivo" de las aguas del
Silala "sin pagar por ello".
Ese río, indicó
el historiador Floreal Recabarren, nace de unos manantiales, pero técnicamente
es un río. Éste fue entregado en 1908 al ferrocarril Antofagasta Railway
Company.
"Ellos
hablaron con el gobernador de Potosí. Ese manantial no le servía a nadie. Y se
acordó entregarle la concesión al ferrocarril. En el protocolo siempre se habló
de río y los bolivianos lo entregaron porque no les servía ya que estaba en un
lugar desértico", dijo.
Acuerdo
Es importante
mencionar que en el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Chile y
Bolivia alcanzaron un acuerdo: Chile tendría que pagar por el 50% de las aguas.
Sin embargo, el acuerdo no se concretó porque ese mismo año, el gobierno de
Morales consultó a las comunidades de Potosí y el rechazo fue inminente.
Recabarren
aseguró que el anuncio del Presidente de Bolivia es una medida populista que
busca aumentar su aprobación como mandatario.
"Creo que
Evo Morales está muy complicado internamente y políticamente. Con esos
problemas perdió la votación que habría permitido una reforma constitucional
para ser reelegido. Está mal políticamente", comentó.
Insistió que
"su baja popularidad siempre va ser un problema muy serio para
Chile".
El alcalde de
Calama Esteban Velásquez, en tanto, sentenció que los dichos de Morales son
equivocados y catalogó al Silala como un "accidente geográfico que nos une
como países". "El agua es del mundo. Pienso que el Presidente Morales
debe tener una mirada de grandeza, entendiendo que la naturaleza nos une desde
la tierra misma", comentó.
Velásquez
también dijo que espera que no rebroten las propuestas que hubo en algún
momento de sectores políticos de Bolivia, de querer desviar las aguas de este
cauce para llevarlas al interior de Bolivia. "Si eso llegara a producirse
sería un amenaza al ecosistema de Antofagasta", precisó.
Por último
sostuvo que "no se trata de quién grita más fuerte o quién da las mejores
declaraciones, ya que siempre seremos países vecinos. Este tema no debe tomarse
sólo como un conflicto".
Popularidad
Francis
Espinoza, cientista política aseguró que Bolivia está teniendo una actitud
hostil en temas territoriales.
"Es un
tema complejo. Chile tiene razón. Estamos hablando de aguas internacionales.
Independiente de los problemas políticos que tenga Evo Morales, nosotros no
hemos resuelto los conflictos territoriales a través de una normativa clara. El
problema es que estamos demasiado expuestos no sólo a la hostilidad de Bolivia
sino que también de otros países vecinos", dijo Espinoza.
“ES MUY DIFÍCIL DAR MARCHA ATRÁS AL RELOJ SIN DAÑAR LOS
CIMIENTOS DEL DERECHO INTERNACIONAL”
Aunque ve una “injusticia histórica” para Bolivia, Blair
dice que no se debe forzar a Chile a devolver acceso soberano al mar.
Diario Financiero de Chile (www.df.cl/noticias)
Por M. Gabriela
Arteaga.- En el marco de la celebración, el pasado 23 de marzo, del Día
Nacional de Mar de Bolivia y en medio de una posible nueva demanda por parte
del presidente Evo Morales a Chile, pero ahora por las aguas de los manantiales
de Silala, DF conversó con el autor de "150 Years of Solitude: Bolivia's
Dreams of the Sea", Laurence Blair, para conocer la visión de un ciudadano
británico sobre la guerra.
- ¿Cómo nació
su interés por escribir sobre este tema?
- Había
escuchado del conflicto marítimo antes de llegar a la región en 2014 para
trabajar como periodista. Visitando el Museo del Mar en La Paz quedé intrigado
al ver como una guerra de hace tantos años todavía es un evento emocional para
los bolivianos. Luego, trabajando en Chile, tuve la oportunidad de conocer ese
punto de vista.
Muchos
periodistas extranjeros han escrito sobre la Armada de Bolivia en un tono poco
serio o incluso en broma. Otros se han enfocado en el aspecto legal de la
disputa internacional. Pero quería escribir algo justo y balanceado para ambas
partes, que se adentrara en la historia y la utilizara para explicar la disputa
contemporánea. Algo que pudiese atraer a los lectores a ese tan olvidado
episodio de la historia mundial.
El supuesto
papel de Gran Bretaña en el conflicto también me interesó. Aunque hay
suficiente evidencia que compañías extranjeras estaban involucradas en la minería
y el transporte en Atacama – la réplica del "Big Ben" en Antofagasta
salta a la mente– no pude encontrar evidencia que sugiera que extranjeros
iniciaron o quisieron la guerra. Gran Bretaña había invertido en proyectos en
la región boliviana y detuvo el envío de armas a ambas partes después de que la
guerra comenzó.
- ¿Cuál fue el
significado histórico de La Guerra del Pacífico?
- Pienso que el
significado inmediato de la Guerra del Pacífico estuvo limitado a Perú, Bolivia
y Chile. Sin duda, el desierto de Atacama trajo grandes riquezas para Chile y
la pérdida del acceso directo al mar perjudicó a Bolivia. Pero no hay garantía
de que Bolivia pudo haberse convertido en una superpotencia con ambas cosas.
Chile ha manejado, en general, muy bien sus recursos. Y creo que muchos de los
problemas que han seguido a Bolivia después de su independencia – caudillismo,
terrenos muy difíciles, decenas de pueblos diferentes– han sido más
significativos para su subdesarrollo.
Incluso más
allá, creo que la guerra es interesante porque estuvo adelantada en el tiempo.
El uso de la tecnología bélica, minas, la propaganda, mujeres tomando parte en
la lucha, guerra de guerrillas, estas fueron características de los conflictos
en el siglo XX. Los argumentos, sobre la legitimidad de las fronteras, también
tienen resonancia profunda en el actual Medio Oriente y África.
- ¿Cómo evalúa
el papel de Bolivia en el conflicto?
- Bolivia tuvo
derecho de ir a la guerra. Pero creo, sin embargo, que los bolivianos
estuvieron mal guiados por Hilarión Daza. Un líder más efectivo (y menos
corrupto) pudo haber prevenido el conflicto (por ejemplo, al no elevar los
impuestos a los nitratos) o pudo haber conducido la campaña de manera más
satisfactoria, para lograr una solución negociada.
Una parte de mí
es comprensiva hacia la demanda marítima de Bolivia. Su pérdida de Atacama es,
creo, una injusticia histórica, un castigo para todo un país por los errores de
Daza. Pero esto no significa que Chile debería ser forzado a devolver el acceso
soberano al mar. Es muy difícil dar marcha atrás al reloj sin dañar los
cimientos del derecho internacional. Con quienes hablé en Atacama me dijeron
que se sentían firmemente chilenos y creo que la autodeterminación es de vital
importancia.
- ¿Cómo se ve
desde Inglaterra la posición de los presidentes de ambos países?
- Sólo puedo
hablar por mí y no por todos los británicos. Pero creo que el presidente
Morales ha actuado bien al llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia
(CIJ), el organismo correcto para resolver este tipo de disputas de manera
pacífica, sin embargo, algunos de sus más recientes comentarios sobre el caso
han sido perjudiciales para su propia causa.
Pero creo que
ambos, Morales y Bachelet, están limitados en lo que hacen y dicen por su
situación interna. Ambos intentan corregir, a través de ambiciosos programas de
reforma social y derecho, algunas de las injusticias del pasado. En este
contexto, es muy difícil para ambos, hacer concesiones sobre el conflicto
marítimo.
Chile y Bolivia
serán vecinos por siempre y creo que tienen más en común que lo que los divide,
así que es importante que ambas partes se mantengan respetuosas.
- ¿Debe Chile
salir de la CIJ como anunció recientemente Colombia que hará?
- No. Creo que
es importante destacar que Colombia, aunque no comparecerá ante la CIJ, aún
estará ligada a una resolución. El artículo 94.1 de la Carta de la ONU obliga a
los Estados miembros del organismo a cumplir los fallos de la CIJ.
En al menos 200
casos que se han llevado a la Corte, sólo un puñado de países se ha retirado
cuando iban a "perder". Así que creo que darle la espalda a la CIJ es
dañino y contraproducente. La opción más fuerte en este caso es dejar que el
tribunal haga su trabajo. Apartarse puede sentirse bien pero no logra nada y
sugiere una posición de debilidad más que de fortaleza.
- ¿Qué puede
pasar ahora?
-
Desafortunadamente para Bolivia y afortunadamente para Chile, el alcance de la
CIJ en este caso es mucho más limitado que el fallo de 2012. La Corte ya ha
dicho que no va a decidir sobre si Chile debe devolver o no territorio a
Bolivia sino sobre si se ha creado una obligación de negociar. Así que, en el
peor de los casos para Chile, la Corte dirá que tiene que hablar con Bolivia de
buena fe. Esto no será desastroso ya que Chile tendría la libertad para
alejarse de esas negociaciones.
- ¿Es posible
una negociación que incluya soberanía?
- Hablando como
periodista, no estoy seguro de poder hacer alguna conclusión. Tengo simpatía
por ambas partes pero está en ellas la resolución del asunto. Hablando
personalmente, espero que Chile y Bolivia puedan resolver la disputa de manera
amistosa. Son países distintos y tienen un rango de diferentes culturas y
pueblos dentro de ellos.
Pero Bolivia y
Chile también han compartido historia, desde las civilizaciones precolombinas
como Tiwanaku, pasando por el periodo colonial y la lucha por la independencia,
hasta la más reciente experiencia de dictadura militar en el siglo XX. A largo
plazo, se beneficiarán mucho más a través de la cooperación que a través del
conflicto.
- ¿Cuánto
tiempo le tomó escribir el ensayo?
- Desde que
tuve la idea hasta verla publicada tomó al menos 18 meses. Hay mucha
información allá afuera – en museos, arte, libros y online – pero el desafío
fue establecer cuál era evidencia confiable y respaldada. William F. Sater ha
escrito relatos muy completos y accesibles sobre el curso de la guerra.
Añadiendo las entrevistas, espero haber logrado una perspectiva nueva y
balanceada.
EL COMPLEJO MOMENTO POLÍTICO DE EVO MORALES
Presidente de Bolivia perdió el referendo en el que se
decidía si podría presentarse a una nueva candidatura.
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
El Mandatario
boliviano, Evo Morales, vive sus días más difíciles. El 21 de febrero tuvo que
afrontar la peor derrota que ha tenido en sus 10 años de gobierno, cuando
perdió, por un estrecho pero significativo margen, el referéndum en el que se
decidía si podría presentar una nueva candidatura para el período
2020-2025.
Un 51,3% de la
población votó por el No a una reforma constitucional que favorecía a Morales,
mientras que un 48,7% le dio su apoyo.
En los últimos
tres comicios presidenciales, Morales ha ganado con amplio margen, por lo que
los resultados del referéndum se consideran una dura derrota. En las elecciones
presideciales de 2006, ganó con un 54% de apoyo; en 2009 con un 64%; y en 2014
con un 61%.
Los resultados
del referéndum, además, bajaron de manera significativa su popularidad. Según
una encuesta de equipos Mori, divulgada la semana pasada, el apoyo a Morales se
desplomó de un 76%, en noviembre de 2015, a un 55% en marzo. A principios de
2015, su respaldo llegaba al 80%.
Además del
referéndum, Morales se vio afectado cuando se reveló la relación sentimental
que tuvo entre 2005 y 2007 con Gabriela Zapata, la ex gerenta comercial de la
firma china CAMC, que mantuvo contratos millonarios con el Estado y que
fueron adjudicados durante la gestión de Morales. Zapata se encuentra detenida
en una cárcel hace un mes, acusada por el gobierno de enriquecimiento ilícito.
La empresaria
también reveló que ambos tendrían un hijo, lo que el Mandatariopaceño
desestimó, aclarando que éste había muerto en 2007 y que desde su relación
nunca más había visto a la mujer.
La familia de
Zapata niega la versión y dice que el hijo tiene entre ocho y nueve años, algo
que no ha podido comprobarse.
La incógnita ha
traído una ola de desconfianza hacia el Presidente boliviano. Incluso, el mismo
sondeo Mori asegura que el 64% de los encuestados “cree que el Presidente miente”
sobre su relación con Zapata y sobre si ese supuesto hijo entre ambos está vivo
o muerto.
TERMINAL PUERTO ARICA SE CONSOLIDA COMO SOCIO ESTRATÉGICO
DEL SECTOR CONSTRUCCIÓN DE BOLIVIA
Importaciones de acero para el sector se incrementaron en
36% el primer trimestre de este año
Mundo Marítimo de Chile (www.mundomaritimo.cl)
Aunque el
movimiento del comercio exterior boliviano ha sido más lento que al inicio del
año pasado, la importación de acero para la construcción ha superado todas las
expectativas y ya se han descargado más de 56.000 toneladas en el primer
trimestre, lo que representa un 36% de crecimiento en comparación con igual
período de 2016. Con ello, se está alcanzando un promedio de 18.500 toneladas
por mes, significativamente superior a la media de 13.000 toneladas registradas
en 2015.
Gracias a este
desempeño, Terminal Puerto Arica (TPA) se consolida como un socio estratégico
del sector construcción boliviano, en particular respecto a la provisión de
este importante insumo. También refleja un éxito de la logística de comercio
exterior, porque tras arribar a puerto camiones con carga de origen boliviano
como soya, mineral o contenedores, el 100% de camiones cuenta con carga
disponible para su retorno a Bolivia.
“El hecho de
atender 18.000 toneladas al mes implica más espacio y más capacidad de
atención, lo que no ha sido problema para nuestras áreas operativas, dado que
clientes se han sumado a la modalidad del despacho directo de buque a camión,
logrando adquirir todos los beneficios de contar con su mercancía a tiempo.
Junto a ello, hace dos semanas tuvimos dos buques descargando fierro y
despachando directo, lo cual como puerto multipropósito nos fijó nuevamente
desafíos operativos para atenderlos de forma oportuna”, explicó el gerente
comercial de TPA, Hermann Gratzl.
“Claramente
ante un aumento en el volumen de carga masiva de importación nos hemos visto
desafiados a enfrentar con compromiso la atención oportuna de esta carga y
velar por asegurar calidad de servicio en la recepción, almacenamiento y
despacho. TPA tiene capacidad para seguir creciendo y nos llena de orgullo que
clientes nos sigan eligiendo para que seamos los principales operadores de sus
cargas”, opinó el gerente general de Terminal Puerto Arica, Diego Bulnes.
EDITORIAL. LA DIPLOMACIA INTERVENCIONISTA BOLIVARIANA SE
SACA LA MÁSCARA
La tormenta política que arrecia en Brasil, con la
amenaza sobre la presidenta Dilma Rousseff de un juicio político de destitución
en el Congreso por presunta manipulación de cuentas públicas y la investigación
por presunta corrupción de su antecesor y padrino político, Lula da Silva, ha
alarmado a los mandatarios bolivarianos de la región. El primero en pegar el
grito al cielo y lanzar un desesperado grito de socorro en favor de la embretada
Mandataria brasileña y su mentor ha sido el presidente de Bolivia, Evo Morales,
quien propuso convocar una reunión de la Unasur “para defender la democracia en
Brasil, para defender a Dilma, para defender la paz, para defender al compañero
Lula... y evitar cualquier golpe congresional o judicial”. En plausible actitud
diplomática, el gobierno del presidente Horacio Cartes ha tomado una actitud
que reivindica el honor de la República al negarse a firmar cualquier
declaración de apoyo a la Mandataria brasileña y a su antecesor que
eventualmente se emita desde al Mercosur o el Unasur, respetando la soberanía
de los países.
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
A medida que
arrecia la tormenta política en Brasil, con la amenaza sobre la presidenta
Dilma Rousseff de un juicio de destitución en el Congreso por presunta
manipulación de las cuentas públicas, su antecesor y padrino político, Luis
Inácio Lula da Silva, también está en la cuerda floja, investigado por un juez
por supuesta participación en la trama de corrupción de la petrolera estatal
Petrobras. Este inesperado deslizamiento de las placas tectónicas bolivarianas
en el país continente ha provocado un tsunami que amenaza demoler el andamiaje
virtual del socialismo del siglo 21 impulsado por Lula da Silva y Hugo Chávez,
en connivencia con los hermanos Castro de Cuba.
Tan inesperado
escenario de convulsión política en el bastión continental de la izquierda
marxista ha alarmado a los gobernantes cofrades que restan en la región. El
primero de ellos en pegar el grito al cielo ha sido el presidente de Bolivia,
Evo Morales, quien el sábado 19 del corriente, en un acto público, lanzó un
desesperado grito de socorro a favor de la embretada mandataria brasileña y de
su antecesor, Lula da Silva. En dramático apelo a su par Tabaré Vázquez de
Uruguay, país que ejerce la presidencia pro témpore de Unasur, urgió convocar a
una cumbre de emergencia en Brasil a tal efecto.
“Algunos
presidentes de Sudamérica deberíamos hacer una reunión de emergencia de Unasur
en Brasil, para defender la democracia en Brasil, para defender a Dilma, para
defender la paz, para defender al compañero Lula y a todos los trabajadores (…)
Ojalá el hermano presidente de Unasur, presidente pro témpore, doctor Tabaré
Vázquez, nos convoque rápidamente a Brasil, para expresar nuestra solidaridad y
evitar cualquier golpe congresional o judicial. Ese es el gran deseo que
tenemos”, expresó el exaltado gobernante boliviano (las negritas son nuestras).
Con su cinismo
característico, Evo Morales no tuvo empacho en reivindicar como ejemplo de
solidaridad bolivariana el atropello perpetrado contra el derecho de
autodeterminación del pueblo paraguayo en ocasión de la destitución de su
cofrade Fernando Lugo de la presidencia de la República por mal desempeño de
funciones en 2012. Como era de esperar, se unieron al reclamo de Morales los
presidentes de Ecuador, Rafael Correa; de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Nicolás
Maduro, de Venezuela. Quien tampoco quedó atrás fue el secretario general de
Unasur, el colombiano Ernesto Samper, quien expresó a Lula su solidaridad
acotando que él es víctima de un “linchamiento mediático”.
En plausible
actitud diplomática, que contrasta con la que tuviera en ocasión de aceptar
pasar bajo las horcas caudinas tendidas por las presidentas Dilma Rousseff y
Cristina Fernández de Kirchner, vejatorias de la dignidad del pueblo paraguayo
en represalia por la destitución del presidente Fernando Lugo, en esta
oportunidad el Gobierno del presidente Horacio Cartes ha tomado una actitud que
reivindica el honor de la República al negarse a firmar cualquier declaración
de apoyo a la mandataria brasileña y a su antecesor Lula da Silva que
eventualmente se emita desde el ámbito del Mercosur o la Unasur. “No
intervenimos en los asuntos internos de los países. La postura del Gobierno
paraguayo es respetar las instituciones del Brasil. Es un país modelo para el
mundo en el respeto de sus instituciones. Paraguay no cree conveniente que se
saque ningún tipo de pronunciamiento ni a favor ni en contra de nadie. Nos
ajustamos al respeto de la soberanía de los países. No apoyamos ese tipo de
comunicados”, declaró tajantemente al respecto el vicecanciller Óscar Cabello,
quien interina el Ministerio de Relaciones Exteriores en ausencia del ministro
Eladio Loizaga, de visita en Japón.
Según el
vicecanciller, las autoridades de Mercosur y Unasur realizaron consultas para
firmar una declaración de apoyo a la Presidenta brasileña ante la tormenta
política que enfrenta. De hecho, la iniciativa diplomática de apoyo responde al
pedido formulado inicialmente por el presidente boliviano Evo Morales,
respaldado solidariamente por los mandatarios alineados con la vulgata
bolivariana.
Más allá de la
coyuntural crisis política brasileña, la postura del Gobierno paraguayo tiene una
connotación diplomática relevante, pues la reciprocidad de actitud es la regla
de oro de la diplomacia convencional entre los gobiernos con celo por la
dignidad de su pueblo. En tal sentido, la presidenta Dilma Rousseff no merece
ninguna muestra de simpatía de parte del soberano pueblo paraguayo, pues lo
humilló injustamente con prepotencia y desprecio, junto con su exhomóloga
Cristina Fernández de Kirchner y el uruguayo José “Pepe” Mujica.
Celebramos que,
esta vez, el presidente Horacio Cartes ha interpretado correctamente el
sentimiento del pueblo paraguayo y obrado en consecuencia. Ojalá que este
cambio de actitud diplomática marque un antes y un después en la dinámica de
las relaciones exteriores de nuestro país, en particular con nuestros mayores socios
en el Mercosur, y se trasunte también en las usinas hidroeléctricas
binacionales, donde somos un socio geopolíticamente indispensable.
AMÉRICA LATINA: ¿FIN DE CICLO O CONVERGENCIAS?
Clarín de Argentina (www.clarin.com/opinion)
Por Gabriel
Gaspar.- Desde las elecciones presidenciales argentinas (diciembre 2015) hasta
las peruanas (segunda vuelta en mayo 2016), se ha encadenado una cantidad
significativa de hechos políticos que reconfiguran el cuadro político regional.
En efecto,
luego de la alternancia en Argentina, la oposición ganó las elecciones
legislativas venezolanas, y triunfó el No en Bolivia. Todo indica que en
Colombia se firmará la paz. Por su parte, peruanos y dominicanos elegirán a sus
mandatarios.
En el sustrato
económico, estos procesos se dan en el marco de la desaceleración de la
economía global, que repercute en el fin del boom de las materias primas.
Existen indicios de un proceso de reorganización del sistema productivo. Todo
esto ha llevado a algunas economías a recesión y a otras, a una baja de su
crecimiento.
Es
relativamente fácil caer en simplificaciones: el aumento de los recursos
fiscales aumentaría la propensión al gasto y ello llevaría al populismo; así,
el electorado estaría castigando un mal manejo económico. Pero la realidad es
más compleja, porque en Bolivia, el oficialismo exhibe un estable desempeño
económico y pese a ello perdió el referéndum. Chile por su parte, disminuyó su
crecimiento pero mantiene buenos niveles de empleo y de atracción de inversión.
El Perú mantiene tasas de crecimiento positivas, pero el oficialismo no
repetirá en esta oportunidad. En suma, no son mecánicas razones economicistas
las que explican el comportamiento de la ciudadanía.
Son varias las
verdades poco novedosas que estaría demostrando la nueva coyuntura: siempre es
mejor no depender de un solo producto ni menos de un solo cliente.
Diversificar la economía, invertir en recursos humanos (o sea, en
educación y tecnología). Al mismo tiempo, las políticas públicas pueden ser muy
sensatas, pero si la institucionalidad es débil y la inseguridad campea en las
calles, el escenario es poco propicio para la inversión, el crecimiento y el
desarrollo. Chile es parte de la economía global, mas, afortunadamente, durante
generaciones, ha aprendido a construir y fortalecer la institucionalidad, y al
mismo tiempo, ha diversificado su relacionamiento con la economía mundial. Ha
abierto las ventanas y las puertas al mundo. No escapa a las vicisitudes de la
economía mundial, pero aprende a sobrellevar sus vaivenes preservando la
democracia y la redistribución creciente, asegurando un futuro estable para sus
habitantes. Chile democrático, ya ha vivido sin drama la alternancia. Su
estabilidad no depende de la reelección perpetua de nadie. Por cierto,
existen desafíos, pero afortunadamente tiene un campo reconocido para
procesarlos: el respeto a su institucionalidad, de capitán a paje. Es un país
confiable, que aspira a la modernidad inclusiva y sustentable.
Pero este
modelo no quedaría completo si no se basara también en el respeto a las
diferentes estrategias de desarrollo que cada país ha elegido. De aquí el lema
de la “convergencia en la diversidad”, que no es mera retórica, sino una
formula práctica, como lo han comprendido los gobiernos de la región. La
integración con diversidad es el verdadero desafío de la América Latina del
siglo XXI.
ÁLEX AYALA: «EL PERIODISMO NARRATIVO CONSISTE EN FRACASAR
CADA VEZ MENOS»
Álex Ayala Ugarte es uno de los nombres más destacados de
la crónica en español, aunque él se niega a que le encasillen como cronista.
«Hay que seducir y conmover», asegura el autor de «La vida de las cosas»
ABC de España (www.abc.es/cultura)
Álex Ayala
Ugarte (Vitoria, 1979) aparece en la pantalla del ordenador. Son las veintidós
horas de un domingo en La Paz, Bolivia. La familia de Ayala duerme, mientras él
se da tiempo para teclear algunas respuestas. Convenimos esta entrevista por chat, porque Ayala no se lleva bien
con el teléfono ni las videollamadas y, quien escribe, menos con las
entrevistas por correo electrónico -aunque el interlocutor se encuentre a miles
de kilómetros.
El entrevistado
es una de las plumas destacadas del periodismo narrativo en Iberoamérica. Su trabajo ha sido reconocido por
pesos pesados del oficio, como Alberto
Salcedo Ramos o Jon Lee Anderson. Este último escribió sobre «Los
mercaderes del Che: grandes hazañas de personajes minúsculos» (Libros del KO,
2012): «Álex Ayala es uno de los cronistas más originales y agudos que hay hoy
en América Latina. Ha escogido Bolivia
como base de operaciones y allí se ha convertido en un detective ameno y
audaz de la condición humana…».
Ayala es
también autor del volumen de crónicas «La vida de
las cosas» (Libros del KO, 2015) y de varias piezas periodísticas
memorables publicadas en «Etiqueta Negra», «Paula», «Internazionale»,
«Anfibia»,«FronteraD» y «Emeequis», entre otras revistas. En 2001, viajó a
Bolivia por una beca de periodismo. Después de varios años, pasó a ser director
del dominical del diario «La Razón», editor del semanario «Pulso» y fundador de
la desaparecida «Pie Izquierdo», la primera revista boliviana de no ficción. A
principios de 2015, ganó la beca para
periodistas de viajes Michael Jacobs, que ofrece la Fundación
Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Su
propuesta fue «Rigor mortis», un libro de crónicas sobre la cotidianidad de la
muerte en distintas latitudes de Bolivia, en el cual trabaja actualmente.
¿Qué encontró
en Bolivia que le motivó a quedarse?
Llegué con una
beca que me concedieron en el último año de universidad, gracias a que gané un
concurso de periodismo de investigación. La beca la dio PRISA y me vine acá, a
La Razón, un periódico que por aquel entonces pertenecía al grupo. Llegué a un
país lleno de historias irrepetibles, de esas que te las cuentan y a veces no
te las crees. Tuve la oportunidad de viajar. Me ofrecieron responsabilidades
que nunca me habrían dado en España siendo tan joven [llegó con veintidós
años]. Cada reportaje era una aventura. ¿Quién no se hubiera quedado?
¿En algún
momento dudó si dejar España y venir a Latinoamérica?
En Vitoria yo
tenía muchos amigos latinoamericanos. Con algunos de ellos, como Hollman Morris
[hoy un periodista colombiano reconocido], me reencontré después en sus países
de origen. Y en la universidad muchos me decían que yo no me quedaría en
España. Así ha sido.
Antes de viajar
a Latinoamérica, ¿por qué decidió dedicarse a este oficio?
Siempre me
gustó escribir. En el colegio ya había creado una revista llamada Rincón
natural y científico, que incluía artículos copiados de las enciclopedias u
otros lados. Esa revista la distribuíamos gratuitamente entre gente de nuestro
curso o de otros. Y bueno, yo creo que todo viene de aquella época. También
comencé a leer muy pronto. Mi padre leía, mi hermano lee. Y aunque ambos vienen
más del mundo de las ciencias, esas cosas influyen bastante.
¿Cuándo dio el
paso al periodismo narrativo?
Uno no da el
paso de repente. Es poco a poco. La forma de contar de los periódicos es muy
notarial. En mi caso fui conociendo revistas como El Malpensante, Gatopardo,
Etiqueta Negra y otras. Y descubriendo que se podían contar las cosas de otra
manera, que como periodista no era suficiente narrar los hechos. Además tenemos
que seducir y conmover al lector. Intentar que cada línea que le ofrezcamos sea
memorable. Intentarlo, porque la mayor parte de las veces fracasamos, y esto
consiste, a mi modo de ver, en fracasar cada vez menos.
Antes de
iniciar la entrevista, precisó que no se considera cronista, sino periodista.
Muchos
periodistas lo dicen, entre ellos Leila Guerriero: la palabra cronista se ha
puesto de moda. Es como que todo el mundo hoy es cronista. O quiere serlo. O
piensa que por serlo está por encima del resto de periodistas, y no es así. Por
eso, al igual que Leila y otros colegas, yo también prefiero que me llamen
periodista. Tampoco me enfado cuando me dicen cronista, pero prefiero que me
cataloguen como periodista, porque al final es lo que somos todos los que
estamos en esto.
¿Aquella moda
perjudica al periodismo?
La crónica
sigue siendo minoritaria. Donde ha ganado espacio, al menos en lo referente al
mundo hispanohablante, ha sido en las editoriales más que en los diarios. Se
publican más libros de no ficción, lo que es una buena noticia, pero no tengo
la sensación de encontrarme con más crónicas en los medios tradicionales. La
crónica no es mayoritaria en el espectro de los medios, pero creo que es
nece-saria, porque contribuye con su profundidad, con su mirada y con muchas
cosas que para mí son indispensables.
La lógica de
consumo de información hoy es otra: noticias despersonalizadas, directas,
rápidas. En ese sentido, ¿la crónica puede resultar atemporal o a
contracorriente respecto a las tendencias actuales?
Las tendencias
de hoy no sabemos si serán las tendencias de mañana. Por lo tanto, pienso que
los que consideramos que la crónica no puede desaparecer tenemos que seguir
insistiendo con ella. El tiempo nos dirá si estamos equivocados. Pero el hecho
de que revistas como Etiqueta Negra subsistan y tengan adeptos creo que quiere
decir algo.
Cuando hablé
con usted para pedirle una entrevista, me comentó que es tartamudo. ¿Esa
condición ha influido en su trabajo?
Bueno, he
tenido dificultades: me cuelgan el teléfono, alguna vez no falta el que te hace
bromas tontas sin conocerte, el que te falta al respeto o el que no entiende lo
que te pasa por más que se lo expliques. Pero yo siempre he intentado darle la
vuelta a la tortilla. El no hacer nada por teléfono me obliga a ver a todo el
mundo en vivo y en directo, por ejemplo, y con eso a veces gano. La gente me ve
más vulnerable y se abre más fácilmente. Y siempre he intentado no tener miedo
a cumplir con mi trabajo. Nunca he dejado de hablar por miedo, estuviera en un
día mejor o peor; siempre he tirado hacia adelante. Gracias a Dios, la mayor
parte de los días son buenos y no se me nota tanto, salvo por teléfono, un
aparato con el que sigo peleándome.
¿Quiénes han
sido sus maestros y qué ha aprendido de ellos?
Presenciales,
Francisco Goldman, Alma Guillermoprieto, Jon Lee Anderson, Alberto Salcedo
Ramos, Julio Villanueva Chang, entre otros. Pero también considero maestros a
autores a los que sigo: Ander Izagirre, Gay Talese, Susan Orlean, Daniel
Titinger, Juan Pablo Meneses y un larguísimo etcétera. También Martín Caparrós
y Leila Guerriero, por supuesto. En los talleres presenciales aprendes gracias
a su experiencia y, sobre todo, si sabes leer entre líneas, entre anécdota y
anécdota. Le puedo decir que todos ellos o la inmensa mayoría son muy humildes.
Una cualidad que deberíamos tener quienes nos dedicamos a esto.
¿La humildad
ayuda a acercarnos a otras realidades?
La humildad
ayuda en todos los aspectos de la vida. El que no es humilde suele meterse en
muchísimos más problemas. Con todo, un arrogante también puede ser buen
periodista. En la viña del señor hay de todo.
¿Qué elementos
tiene en cuenta antes de trabajar en una historia?
Intento que las
historias que cuento tengan algún ingrediente universal, que hablen de cosas
que se puedan entender en cualquier país. Y siempre he pensado que los
verdaderos protagonistas de nuestra Historia son la gente anónima. Por eso
intento poner el foco en ella. Por otro lado, trato de escribir historias que
se alejen de lo que vemos en la prensa habitualmente. A veces tardan en
aparecer. Hay que tener paciencia.
¿A qué lugares
le ha llevado la investigación de «Rigor mortis», el libro en el que está
trabajando?
A pueblos
fronterizos, ciudades, pueblos no tan fronterizos. El libro tendrá 23 textos,
por lo que cada uno intentará responder a una pregunta concreta. El objetivo
será contar la muerte desde la cotidianidad, a través de los pequeños detalles,
de historias mínimas. En el resumen del proyecto hay algunas preguntas que
intentaré responder: ¿Qué ocurre cuando es un perro el que pierde al dueño y no
el dueño el que pierde al perro? ¿Existe la adicción a los velatorios? ¿Hay
turismo en los cementerios? ¿Cómo afecta una ola de suicidios a una comunidad
pequeña? ¿Cómo se anuncia un fallecimiento en los lugares donde no hay prensa?
¿Cómo funciona un grupo de duelo?...
¿Trabaja en
otro proyecto, aparte de «Rigor mortis»?
Colaboro con
varias revistas, algunas de crónica y otras no tanto. Pero por ahora estoy
bastante centrado en el libro.
Volviendo a
Bolivia, ¿siente que ese es su lugar en el mundo?
Bueno, nadie
puede decir dónde acabará. De momento, como familia, estamos a gusto y no hay
por qué cambiar de lugar.
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