Germán
Churqui, un criador de llamas en los Andes de Bolivia, anhela que esta carne
pueda convertirse algún día en alternativa a la carne de vaca, que está en la
mira a raíz de un reciente informe de la OMS que alerta sobre riesgos de
cáncer.
A 3.800
metros de altura en la región de Turco, en el departamento de Oruro (oeste),
Churqui, junto a su esposa y sus cuatro hijos, crían unas 150 llamas en su
granja.
Este ganadero
de 45 años que sigue con la actividad que empezaron sus abuelos, sabe que la
carne de este auquénido de los Andes, primo lejano de los camellos, es baja en
colesterol y rica en proteínas y que puede ser una gran alternativa a las
carnes rojas.
“La carne de
llama es buena, entonces hay esperanzas que el precio va a subir. La carne de
llama puede ser buena competidora”, explica a la AFP, bajo el inclemente viento
que azota las cumbres altiplánicas.
El ministerio
de Desarrollo Rural de Bolivia publicó en 2013 un informe en el que asegura que
“la carne de llama muestra un alto contenido de proteína baja en grasa,
influyendo en la formación de un bajo contenido o porcentaje de colesterol,
asimilable para el cuerpo humano y con bajo porcentaje de ácido úrico”.
Este puede
ser el principal gancho para convertirse en una alternativa al consumo de otro
tipo de carnes, sobre todo las procesadas, que según un reciente informe de la Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) podrían ser cancerígenas. Trome
de Perú (www.trome.pe)
LA QUINUA DEJÓ DE CULTIVARSE ÚNICAMENTE EN LOS PAÍSES
ANDINOS
Desde tiempos milenarios y hasta la segunda mitad del
siglo XX, el consumo y la producción de quinua, se concentraba en el altiplano andino. ¿Continúa la
tradición?
La Repúblia de Perú (www.larepublica.pe)
Anteriormente
la producción de quinua se concentraba en Bolivia y en Perú, en el primero la quinua real está protegida por una denominación de origen
desde de 2014. Mientras en Chile se desarrolla el cultivo a nivel del mar en
algunas localidades de Concepción y Valdivia, detalla el diario El País, en un
informe en el que se mencionan las propiedades alimenticias de este seudocereal
impulsaron la apertura de los mercados
internacionales y un paulatino aumento de la cotización del grano.
Así, la quinua
fue derivando lentamente de las zonas tradicionales de consumo a los mercados
europeos y norteamericanos, multiplicando los precios y la demanda a un ritmo
vertiginoso, imposible de satisfacer por los productores tradicionales.
El informa
incide, además, en las duras condiciones del altiplano, donde se siembra la mayor parte de la quinua. En
este tema se menciona que la altura y
el estado de la tierra exigen ritmos especialmente morosos, basados en
un sistema de cultivos rotatorios, imprescindibles para compensar la fatiga del
terreno.
Primero se
siembra papa, un año después se planta la quinua y tras la recolección llega el
turno de una cosecha de reposo, que puede ser de alfalfa o de alguna
leguminácea, y se deja el terreno en barbecho durante tres o cuatro años antes
de volver a empezar. La tierra impone
condiciones particularmente duras, los ciclos son morosos y las
producciones cortas.
La demanda
internacional ha multiplicado la cotización de los granos andinos, abriendo
nuevos marcos de producción. Perú
respondió a las nuevas exigencias del mercado impulsando los cultivos a nivel
de mar en las costas del Pacífico y en algunas zonas de la región
amazónica. Las ventajas son claras: la fertilidad de la tierra y la posibilidad
de implantar sistemas de riego propician cosechas anuales y multiplican las
producciones. El producto obtenido también es diferente. Nunca alcanzará el sabor y las prestaciones
de los cultivos tradicionales.
Apoyada en las
nuevas producciones, Perú asaltó el
liderazgo del mercado mundial de la quinua, superando a Bolivia y
pasando a encabezar tanto la lista de los países productores como el de los
exportadores.
No es un
fenómeno aislado. El cultivo de la
quinua ha saltado ya muy lejos de las zonas de origen, concentradas en
torno a la cordillera andina —Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y
Ecuador—, para extenderse a Europa, donde
crece en Francia, Gran Bretaña, Italia, Suecia, Dinamarca y Holanda.
Ninguno de ellos alcanza el volumen de
los cultivos en los Estados Unidos, cuyas plantaciones en Colorado y
Nevada le reportan el tercer lugar en el ránking mundial. La quinua también crece
en torno al lago Ontario, en Canadá.
Mientras la producción se aleja poco a poco de las
zonas tradicionales empiezan a sonar las alarmas. En el altiplano
peruano se piden denominaciones de origen que protejan las producciones andinas
y permitan diferenciarlas de las crecidas lejos de ellas.
El dato
Acerca de su
verdadero nombre: los aimaras le decían jupha y los quechuas kinuwa o kinua, de
donde deriva el nombre actual. El término quinoa es un anglicismo que acabó
imponiéndose en casi todo el mundo, pero su nombre en castellano es quinua, así
escrito, sin tilde y con u.
Tours por los barrios peligrosos de la mano de
limpiabotas
LOS GUÍAS OCULTOS DE LA PAZ
Con un tour ganan lo mismo que con todo un día limpiando
zapatos: 11 euros. Para la mayor parte de la gente "ni siquiera
existimos"
El Mundo de España (www.elmundo.com.es)
"Yo
siempre duermo bien. Ahí, igual que en cualquier sitio. Lo difícil era entrar,
había que hacerlo de lado y arrastrarse un poco. Casi siempre éramos muchos y
no había espacio, pero no la pasábamos mal. El thinner (una mezcla de
disolventes) y el alcohol ayudaban claro, sobre todo a no darte cuenta, huele
raro ahí dentro".
Nos molestamos
en medir la abertura, 50x40 cm, al fondo sí hay algo más de hueco y para
demostrarlo Mauge se arrastra dentro y
desaparece. "¿Ves? como un hotel de cinco estrellas" -dice.
Mauge es muy joven pero se ha dado prisa en hacer las cosas A los ocho años ya era independiente, a los
10 tenía una banda y a los 12 un novio, su primer hijo llegó con 13 y
para los 14 ya era la primera mujer limpiabotas de La Paz y había conseguido un
hueco confortable en el cementerio para pasar las noches. Harta de palizas y tras el enésimo intento de
violación de su hermanastro se fugó de casa. Esa noche durmió en un portal
del vecindario y por la mañana se dio cuenta de que había dado un paso
importante. Se había convertido oficialmente en una chica de la calle.
Hoy tiene 20
años y sus problemas no han desaparecido, pero en el camino ha aprendido cosas.
Sabe cuándo parar el relato y cuándo espolearlo, cómo cuadrar un recorrido en
tres horas exactas y dónde tiene que espolvorear las anécdotas, sabe qué es lo
que nos interesa, y cómo darle la vuelta a la ciudad de La Paz para enseñarte
su lado más sórdido y miserable. Ése que aún le sorprende que muchos
"gringos" quieran ver. Mauge se ha convertido en una guía
turística profesional y desde hace unos años participa en los tours de Hormigón
Armado.
En La Paz hay
cerca de 3.000 limpiabotas, muchos de ellos menores
de edad. Vagan por las calles como fantasmas, encapuchados por el estigma
social que acarrea su profesión. Hormigón Armado es un intento de
devolverles la dignidad y subirlos en marcha a un país que según su
presidente, Evo Morales, ha tomado ya el tren irreversible del
crecimiento.
Jaime
Villalobos es el fundador de una asociación que anda estos días de
enhorabuena porque acaba de cumplir 10 años. El proyecto arrancó con un
periódico que venden los propios chicos y que se ha convertido en el
altavoz de los olvidados de La Paz. Luego llegarían cursos de alfabetización y
escolarización. Los recorridos guiados empezaron hace tres años, ya hay 15
guías capacitados y la clientela no para de crecer.
El trabajo que
"nadie puede saber"
Javier el
babas, a diferencia de Mauge, hace el recorrido sin quitarse el
pasamontañas. Termina con un cliente y guarda los cepillos y el betún en la
cajita que también le sirve de asiento cuando tiene que trabajar. La tapa está
llena de logos y pegatinas, la mayoría pertenecen a estudios de tatuaje de la
ciudad. "¿Ves? yo también estoy esponsorizado como Cristiano
Ronaldo". A cambio la tinta que recorre su cuerpo le ha salido gratis.
Él cobra dos bolivianos por lustrado y los días buenos consigue 40 pares de
zapatos. Con un tour gana lo mismo que en una jornada laboral, 80
bolivianos, 11 euros. Con eso pagan una habitación alquilada, comida y los
materiales del colegio de sus dos hijos.
Babas nunca fue al colegio, pero conoce hasta las historias más mínimas de la
ciudad que vemos a nuestros pies desde la nueva línea del teleférico dónde
arrancamos el tour. Reconoce que al principio le daba un miedo terrible a que
aquel cacharro fuese a volcar y a despeñarse en la ladera. Sin embargo ese
miedo es nada comparado con la cosa que más le asusta en el mundo. "Que
mi suegra descubra que en realidad no trabajo para una empresa de limpieza y
que sólo soy lustrabotas".
Porque Babas
se despide cada día de sus vecinos con camisa limpia y toma el teleférico desde
El Alto arreglado como si fuese a la oficina, se baja en La Rodríguez donde su
mujer le pasa la mochila con el mono azul de trabajo y el pasamontañas. "Nadie
sabe lo que hago, ni mis vecinos, ni siquiera mis hijos. A veces les he
lustrado los zapatos a conocidos sin que se diesen cuenta. No quiero que sus
amigos les digan nada en el colegio. Aquí la gente se ríe de ti o te miran raro
si saben lo que haces, o se burlan, te enseñan los zapatos y te dicen ¡Vamos,
lustra!".
"Para
sobrevivir hay que robar"
Mauge me señala
con seriedad los postes de la luz, donde unos enormes monigotes de goma se
balancean, con la barriga atravesada por la misma leyenda: "Ladrón
pillado será colgado". "Ésta es la calle de los ladrones. Los
vecinos están hartos de los robos y por eso han colocado estos muñecos. Te
aseguro que cumplen las amenazas, aquí ahora son los rateros los que tienen
miedo".
Ella sabe de lo
que habla, porque cuando eres un niño de la calle para sobrevivir hay que
robar. Ella, que ha sido durante años una de las carteristas más hábiles de
la ciudad, guarda ahora mi billetera en su mochila. "Normalmente
cuando vengo con turistas por esta zona, hablo antes con mis amigos, les digo
que voy a pasar por aquí y les pido que paren de trabajar cinco minutos".
El tour avanza
entre los mercados de una ciudad que se vuelca hacia la calle; el de las
brujas, el de animales, la calle del pescado... observamos a hechiceros
escudriñar el futuro en las hojas de coca y a ancianas aimaras impertérritas
vender remedios para la impotencia. "La primera vez que nos tocó hacer
el tour estábamos muy nerviosos, vinieron estudiantes de turismo de la UMSA
para capacitarnos, pensaba que no íbamos a tener nada que contar. Nos dijeron
que estuviésemos tranquilos, que sólo enseñásemos la ciudad que conocemos, la
que vivimos todos los días. Si te olvidas de la vergüenza luego todo va
mejor."
Hacemos un alto
en la Calle de los Sombreros, donde se venden los preciados sombreros que lucen
las cholas. Cuando preguntamos el precio el dependiente escruta con
desconfianza la rendija donde brillan los ojos del Babas, gruñe algo y
nos ignora. "¿Ves? Si viniese descubierto todo sería distinto. Para la
mayor parte de la gente aquí ni siquiera existimos".
Los tours
suelen acabar en San Miguel, la prisión más conocida de La Paz.. Los domingos
suele ser el día de visita y la cola llega hasta la esquina. Al despedirme le
pregunto a Mauge si le quedan muchos amigos de los años en que dormía bajo los
puentes. "Casi ninguno. Todos los de mi época o están ahí dentro o
muertos".
Aumentar la
autoestima de los niños de la calle
Días después
acudo a la sede de Hormigón Armado. Es jornada de reparto del periódico
y además hay organizada una charla sobre la trata infantil y el maltrato. Un
enjambre de críos se agolpa en la sala, algunos apenas adolescentes ya son
padres y llevan anudadas en el pecho o la espalda a sus réplicas lloronas en
miniatura. Las paredes están plagadas de carteles con sentencias "Si te
caes siete veces levántate ocho", "incluso las torres más altas
empiezan desde el suelo".
Las educadoras
sociales disparan preguntas sobre machismo, discriminación y explotación
infantil. Jaime me cuenta que el objetivo es prevenirlos de los peligros de la
calle y dotarles de autoestima, orgullo. Para ser unos niños la mayoría ya
ha vivido demasiado.
- Recordad que el
último día hablamos de que todo el mundo puede ser un héroe, dijimos que
todos tenemos superpoderes que nos hacen únicos y especiales...
El Babas levanta la mano y se ríe a carcajadas.
- Claro que
somos superhéroes, por lo menos ya estamos como Batman. .. ¡Enmascarados!
BOLIVIA
PRODUCIRÁ MEDICAMENTOS A BASE DE COCA CON AYUDA DE CUBA
Evo
Morales afirma que con esos medicamentos se podrá enfrentar algunos monopolios
en la industria farmacéutica.
El
Tribuno de Argentina (www.eltribuno.info)
El presidente
boliviano, Evo Morales, anunció que una misión cubana ayudará a Bolivia a producir tres
medicamentos en base a la planta de coca, tras haber realizado estudios sobre
su potencial en la industria farmacéutica.
Morales se
refirió al apoyo cubano en un discurso en la región boliviana de Cochabamba
(centro), en el que destacó la celebración hoy del Día Nacional de Acullicu o
de la masticación de la hoja de coca, un hábito arraigado en los sectores indígenas
y campesinos.
El gobernante
anunció que estos días visitará Bolivia un grupo de investigadores cubanos que
hicieron durante cerca de seis años un estudio sobre la industrialización de la
planta y su potencial para fabricar tres medicamentos, que no detalló.
"Es un
avance importante para que la hoja de coca sea industrializada para la
salud", agregó Morales.
Según el
mandatario, con esos medicamentos en base a coca se podría enfrentar algunos
monopolios en la industria farmacéutica.
El 12 de
marzo de 2013, la Organización de Naciones Unidas aceptó el reingreso de
Bolivia a la Convención sobre Estupefacientes de 1961 con una salvedad sobre la
práctica del masticado de coca o "acullicu", vetada hasta entonces en
ese documento.
Bolivia se
había retirado de la Convención en 2011 y pidió reintegrarse de inmediato,
aunque con una reserva que reconociera la legitimidad del "acullicu"
como una costumbre cultural y ancestral en el país, reconocida en la
Constitución promulgada en 2009.
Naciones
Unidas aceptó ese reconocimiento, pero mantiene a la hoja de coca en la lista
de sustancias controladas, ya que contiene alcaloides que son la base para la
producción de cocaína, y también prohíbe la exportación de la planta.
Pese a su
condición de presidente, Morales es aún el máximo dirigente de los cocaleros de
la zona central del Chapare, y ha defendido que la hoja en estado natural no es
una droga.
En otro
discurso, también en Cochabamba, el mandatario pidió hoy a los cocaleros del
Chapare que respeten el límite a los cultivos de coca para evitar que los
excedentes se desvíen al narcotráfico.
Un estudio de
Naciones Unidas presentado en agosto del 2015 estableció que la superficie
cultivada con matas de coca en Bolivia era de 20.400 hectáreas en 2014, lo que
refleja una reducción de un 34 % respecto a la superficie que existía en 2010.
La
legislación boliviana admite un máximo de 12.000 hectáreas de hojas de coca en el país
para usos lícitos, pero el Gobierno y los sindicatos de cocaleros han planteado
modificar la norma subiendo el límite hasta las 20.000 hectáreas.
Esto pese a
que un estudio integral elaborado por estadísticos del Gobierno y con apoyo
financiero de la Unión Europea (UE) señaló en 2013 que solo se necesitan 14.705
hectáreas para usos legales.
Desde que
llegó al poder en 2006, Morales se planteó la industrialización de la coca con
proyectos farmacéuticos y de alimentos, pero las iniciativas no han logrado
desarrollarse.
LOS NUEVOS REGRESOS DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
Dos publicaciones traen de vuelta el conflicto que
enfrentó a Chile con Perú y Bolivia entre 1879 y 1884. Mientras un
estadounidense aborda la historia militar, un grupo de chilenos y peruanos
analizan la guerra con miras a la integración.
La Tercera de Chile (www.latercera.com)
El pasado
siempre está cambiando y no puede decirse que la Guerra del Pacífico “ya fue”,
en el sentido de que no haya más que añadir a su anaquel de héroes y batallas,
de naufragios y de horrores. O de que la percepción que se tiene de ella y de
sus consecuencias no haya variado con el tiempo.
El prolongado
conflicto es hoy objeto de dos nuevas publicaciones: una, originalmente
aparecida en inglés en 2007, es una historia militar escrita por un estadounidense;
la otra reúne a investigadores chilenos y peruanos abordando no tanto la guerra
como los insumos que provee para pensar en el futuro.
De buenas a
primeras, ambas resultan complementarias y lo más probable es que al lector de
esta nota no le recuerden a nada que haya leído en el colegio.
Mirada de
gringo
Autores de
habla inglesa han escrito sobre la Guerra del Pacífico desde 1883, cuando
Theodorus Mason, oficial de la Armada de EEUU, publicó The war on the Pacific
Coast of South America between Chile and the allied republics of Perú and
Bolivia 1879-1881. En 1948, su compatriota Herbert Millington hacía lo propio
con American diplomacy and the War of the Pacific, y siete años después el
británico Victor Kiernan escribió en la Hispanic American Historical Review un
ensayo sobre los intereses foráneos en el conflicto (que inspiró la película
chilena Caliche sangriento).
Esta vez, la
Dibam presenta Tragedia andina. La lucha en la Guerra del Pacífico 1879-1884.
Es la traducción de Andean tragedy, del historiador William Sater. Autor de
libros sobre la imagen heroica de Arturo Prat y la prusianización del Ejército
chileno, además de coautor de una historia general de Chile, este profesor
emérito de la U. Estatal de Califonia(Long Beach)publicó hace 30 años
Chile and the War of the Pacific, donde concluye que el conflicto perjudicó al
país en cuanto la conquista de la región salitrera le evitó tener que hacer
grandes reformas al sistema fiscal o a la estructura social.
Esta vez deja
de enfocarse sólo en Chile e incorpora materiales bolivianos y peruanos
(historiografía, cartas, memorias, prensa) “para ofrecer una visión de
conjunto”, según cuenta a La Tercera. “Como gringo, creo que puedo hacer una
lectura menos parcial de los acontecimientos”.
El autor
inserta su objeto de estudio -“uno de los pocos conflictos a gran escala que
experimentó el mundo en esa época”- en un contexto donde la Guerra de Secesión
en EEUU (1861-1864) y el conflicto franco-prusiano de 1870-1871 alteraron el
modo de combatir, compleijizando las tecnologías y modernizando las
estrategias. Pero acá no se aprendió gran cosa de la experiencia internacional
y la guerra que se libró no tuvo muchas diferencias con las de los tiempos de
Napoleón. Los ejércitos, anota Sater, “habían adquirido armamento moderno, pero
no el conocimiento que les hubiera permitido usar estos recursos de forma más
fluida”.
Esta guerra,
que “pareció comenzar por accidente” y donde el determinismo económico habría
pesado menos de lo que cierta historiografía ha planteado, se convirtió
rápidamente en una “pesadilla logística y médica”: regimientos que no tienen
los elementos mínimos para desplazarse, que no se enteran de que van en la
dirección equivocada o que se entumecen en la noche del desierto por no tener ropa
que sustituya la que llenaron de sudor durante el día.
¿Qué explica,
finalmente, la victoria de Chile?, se pregunta Sater. “Su ubicación
geográfica, su infraestructura civil superior y sus instituciones
políticas -que lograron funcionar aún durante el estrés de la guerra- y, más
importante, las habilidades intelectuales y la experiencia práctica del cuerpo
de oficiales”. Eso sí, da a entender que no ganó quien tuvo más aciertos, sino
quien cometió menos errores.
En una obra
dedicada a quienes se sacrificaron por su patria, Sater no minimiza el heroísmo
de peruanos y bolivianos, sumados a Arturo Prat, al tiempo que no oculta los
rasgos menos épicos de los chilenos: las atrocidades de quienes desfiguraron
rostros con sus corvos; la ineptitud y el cálculo político del almirante Juan
Williams Rebolledo, el alcoholismo impenitente del capitán de navío Enrique
Simpson y la “generosidad con la sangre ajena” del general Manuel Baquedano,
que hasta el final optó por los ataques masivos frontales, que dejaron numerosas
bajas entre los suyos.
Por la
integración
Publicada por
la U. de Tarapacá, La Guerra del Pacífico en perspectiva histórica es una obra
colectiva coeditada por dos especialistas en las relaciones chileno-peruanas:
José Chaupis, profesor de la Universidad de San Marcos, y Eduardo Cavieres,
premio Nacional de Historia 2008. Cavieres ya tiene una trayectoria convocando
a investigadores de los tres países involucrados en el conflicto, publicando
obras que buscan enriquecer las perspectivas, repensar la enseñanza de la
historia en el aula y favorecer la integración.
El nuevo libro,
cuenta Cavieres a La Tercera, “surge de plantearnos frente a la Guerra
del Pacífico, no para describirla en sus hechos político-militares, sino para
analizarla en sus variadas significaciones y especialmente en cómo pensarla, no
sólo como conflicto del pasado, sino también como impedimento para avanzar en
el presente hacia procesos de colaboración más amplios”.
Con un total de
18 autores (entre ellos el peruano Daniel Parodi y el premio Nacional 2014,
Sergio González, coautores de Las historias que nos unen), el libro se ocupa de
los contextos previos a la guerra, los desarrollos nacionales posteriores y “el
cómo debiera enseñarse para fomentar una cultura de paz”.
Puede el lector
asomarse al destino del soldado desconocido y a las celebraciones de la toma
del Morro de Arica, que en sus primeros tiempos eran protagonizadas por la
mayoritaria población peruana de dicha ciudad. A la visión estadounidense de la
cuestión de Tacna y Arica, y al espinudo ítem de los textos y los currículos
escolares.
“Si bien es
cierto que las lógicas de las historias oficiales, por ambos lados, son
difíciles de desatar”, escribe Cavieres en el libro, “una mejor comprensión
social de los significados del conflicto se puede facilitar a partir de un
esfuerzo historiográfico por explicar que los enfrentamientos entre
naciones no son necesariamente inevitables”.
LAGO
POOPÓ SE SECA Y PONE EN PELIGRO A VARIAS COMUNIDADES
Financial
Times de Londres (www.ft.com/cms)
Él apunta a
una franja negro en su poncho: "Esa era la oscuridad que cubría todo antes
de la luz y el agua. Ahora me temo, nos dirigimos de nuevo allí ".
Hace casi una
década, la ONU advirtió que "los pueblos indígenas se encuentran entre los
primeros en enfrentar las consecuencias directas del cambio climático, debido a
su dependencia del medio ambiente y sus recursos." En Bolivia, en gran
parte un país indígena, que ya está ocurriendo.
En 1986, el
lago Poopó, situado en una depresión en el altiplano a 3.700 metros sobre el
nivel del mar, repartidos en 3.100 kilometros cuadrados. Se ha reducido al 5
kilómetros cuadrados, dejando sólo unos charcos en una cama de lago agrietada
pockmarked por vicuñas muertas y barcos de pesca abandonados.
"El lago es una víctima de una tormenta perfecta de cambio climático, las prácticas de El Niño y de desarrollo de Bolivia, la minería, en particular, que hace estragos en agua de muchas maneras", explica Jim Shultz, un activista del medio ambiente y el director ejecutivo de la sede en Cochabamba Centro de la democracia.
El nivel del lago ha fluctuado mucho tiempo, y que se ha secado en el pasado. Pero muchas personas les preocupa que el agua se ha ido para siempre esta vez debido a las temperaturas más altas y sedimentos, y las desviaciones de los agricultores y mineros. Activistas señalan con el dedo a los muchos mineros cooperativos, la gran mina de propiedad estatal de estaño Huanuni, así como una operación cercana por Glencore, que flanquean el lago. Glencore lo niega es el culpable.
"El lago es una víctima de una tormenta perfecta de cambio climático, las prácticas de El Niño y de desarrollo de Bolivia, la minería, en particular, que hace estragos en agua de muchas maneras", explica Jim Shultz, un activista del medio ambiente y el director ejecutivo de la sede en Cochabamba Centro de la democracia.
El nivel del lago ha fluctuado mucho tiempo, y que se ha secado en el pasado. Pero muchas personas les preocupa que el agua se ha ido para siempre esta vez debido a las temperaturas más altas y sedimentos, y las desviaciones de los agricultores y mineros. Activistas señalan con el dedo a los muchos mineros cooperativos, la gran mina de propiedad estatal de estaño Huanuni, así como una operación cercana por Glencore, que flanquean el lago. Glencore lo niega es el culpable.
Frente a la
disminución de los ingresos como los precios de las materias primas de
diapositivas, el presidente Evo Morales, que nació y se crió en el lago Poopó y
se comprometió a proteger a la Pachamama, o Madre Tierra, continúa perforando
el país en su intento de reducir los índices de pobreza extrema a cero en la
próxima década . Sin embargo, esto está perjudicando a algunos de los grupos
indígenas pobres se comprometió a defender.
"Digan
lo que digan, el gobierno ha basado su economía política en las actividades
extractivas. Dicen que tenemos que vivir de algo ", dice Limbert Sánchez,
coordinador del Centro con sede en Oruro para la Ecología y Pueblos
Andinos," así que esto tenía que suceder, y ahora está afectando a las
comunidades ".
Bolivia sigue
dependiendo en gran medida de las industrias extractivas, como el gas natural y
minerales para mantener la economía a pleno pulmón. Las exportaciones mineras
aumentaron de $ 1bn al año en 2006 a casi $ 4 mil millones en el 2014, mientras
que las inversiones en el sector creció casi cuatro veces en el mismo período.
Más de 2,6 millones de personas se sumaron a las filas de la clase media bajo
el gobierno de Morales, y las tasas de crecimiento siguen estando entre los más
rápidos de la región.
Pero el
choque entre el modelo de desarrollo minero-conducido del gobierno y los
habitantes originales del país ha sido un punto de inflamación en la
presidencia de Morales. El año pasado hubo indignación cuando el gobierno
anunció que abriría siete de 22 áreas protegidas de Bolivia para la exploración
de hidrocarburos.
Ahora, un plan de gobierno para reactivar el lago está cayendo víctima de la recesión en la economía de Bolivia, como organizadores de un plan de 20 años para la lucha cuerpo de agua para reunir los $ 100 millones que dicen que necesitan para la primera fase de cinco años en medio estado de deterioro ingresos.
Mientras tanto, se están desarraigadas comunidades. Félix Condori, otra autoridad Uru, dice que aproximadamente la mitad de las 750 familias Uru-Murato - que según la mitología son "seres de agua", no humanos - se han visto obligados a abandonar sus asentamientos y trasladarse a las ciudades y pueblos en Bolivia, Chile y Argentina en busca de trabajo.
Ahora, un plan de gobierno para reactivar el lago está cayendo víctima de la recesión en la economía de Bolivia, como organizadores de un plan de 20 años para la lucha cuerpo de agua para reunir los $ 100 millones que dicen que necesitan para la primera fase de cinco años en medio estado de deterioro ingresos.
Mientras tanto, se están desarraigadas comunidades. Félix Condori, otra autoridad Uru, dice que aproximadamente la mitad de las 750 familias Uru-Murato - que según la mitología son "seres de agua", no humanos - se han visto obligados a abandonar sus asentamientos y trasladarse a las ciudades y pueblos en Bolivia, Chile y Argentina en busca de trabajo.
"Antes
había un montón de agua que nos dio todo lo que la gente del agua que pueda
necesitar", dice el Sr. Condori, alcalde del pueblo Uru-Murato de Llapa
Llapani. "Ahora no hay comida para comer, el agua se ha ido para que los
peces y las aves se han ido. Es por eso que nuestro pueblo se van, y que se
enfrentan a la extinción ".
Un día de
noviembre de 2014, la aldeas lago Uru-Murato despertaron a millones de peces
muertos. Sólo un año más tarde el lago había desaparecido. "Nadie
escuchó", dice Adela Choque de Punaka, otro grupo de Uru casas en la
costa, que ahora se basa en las raciones entregadas por el gobierno.
lluvias
escasas cayeron en lo que queda del lago Poopó el mes pasado. Sr. Valero, que
dejó de pescar hace ocho meses, dio las gracias a la Madre Tierra por el agua:
"Esto va a perderse entre las grietas del lecho del lago," dijo.
"No va a ayudar. Pero es agradable de la Pachamama que todavía piensan de
nosotros ".
Bruno Fornillo, investigador de las perspectivas del
litio en la Argentina
“LO IMPORTANTE ES PODER CONFECCIONAR LAS BATERÍAS”
Desde las ciencias sociales (es doctor en esa área y en
geografía, además de historiador), este investigador del Conicet puso la mira
en la geopolítica del litio, un mineral que ya es una estrella mundial por su
relevancia en la producción de dispositivos electrónicos. Aquí, analiza qué
papel juega la Argentina por sus reservas en el noroeste.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
En los salares
andinos de Argentina, Bolivia y Chile se encuentra el 80 por ciento de las
reservas probadas del elemento químico que anima los dispositivos eléctricos en
todo el mundo: el litio. Un teléfono celular, una notebook, una tablet,
funcionan gracias a la acumulación energética de las baterías Ion-litio; y sin
ellas un satélite no entraría en órbita o una nave espacial no sobreviviría.
Además, millones de autos que queman combustible fósil alrededor del planeta
podrían ser reemplazados por vehículos eléctricos o híbridos, algo que de hecho
ya está sucediendo, por lo que se espera que para 2020 haya 7 millones de
vehículos propulsados no por el petróleo sino por este tipo de baterías.
Por eso, no
resulta extraño que desde hace algunos años se haya empezado a hablar de la
“Arabia Saudita del litio” para referir a ese triángulo minero formado por los
salares de Uyuni (en Bolivia), de Atacama (en Chile) y de Hombre Muerto (en
Argentina). El “oro blanco”, el “petróleo del siglo XXI”, ésos son algunos de
los epítetos promisorios con los que se viene nombrando al litio, ese mineral
clave para esta etapa de desarrollo, en la que el petróleo tiene los días
contados. “El litio es un prisma superinteresante para ver miles de temas”,
señala entusiasmado Bruno Fornillo, uno de los investigadores que conforma el
Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes Naturales del Instituto de Estudios
de América Latina y el Caribe (Iealc) de la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad de Buenos Aires. “Pero lo importante no es tanto la extracción del
mineral como lo es el proceso de agregación de valor, de creación de la batería
de litio y tener una frontera tecnológica local”.
–¿Qué significa
para la Argentina tener una gran reserva de litio en nuestros salares, junto
con Chile y Bolivia?
–En un
principio, cuando se analizaba la cuestión del litio se hacía un foco en
relación a la extracción, sobre todo en relación con los países del “triángulo
del litio” (Chile, Bolivia, Argentina). Y si bien nosotros teníamos un perfil
medianamente crítico, estábamos un poco subsumidos bajo esa imagen de “la
Arabia Saudita del litio”. Pero al andar la investigación nos fuimos dando
cuenta y se nos abrió cada vez más el campo de la agregación de valor.
Finalmente sostenemos la hipótesis de que el eje está fundamentalmente en
confeccionar la batería de litio a nivel nacional, desechamos la importancia de
la extracción como punto nodal. Por supuesto, esto no quiere decir que no tenga
que haber la mayor presencia del Estado nacional, de las comunidades, en la
incorporación de la renta dentro de las fronteras nacionales, pero sobre todo apostamos
a que lo importante es poder confeccionar las baterías y generar toda la
agregación de valor.
–Como usted
señala, la Argentina pasó a integrar junto a Chile y Bolivia esa imagen mítica
de “la Arabia Saudita del litio”. Pero resulta que el litio es un mineral muy
abundante, que está en muchos países e inclusive hay gran cantidad de este
mineral en el mar. Entonces, ¿por qué nuestro país formaría parte de un grupo
selecto para el cual el litio representaría un futuro promisorio?
–Cuando se
habla de recursos naturales estratégicos, al litio se lo pone en un lugar casi
privilegiado. Pero, en principio, no es escaso, es el 27º mineral más abundante
en el planeta, está adosado a 150 minerales y también hay mucho en el mar,
aunque en concentraciones mucho menores que en tierra. Y a la vez tampoco está
distribuido desigualmente: hay en China, en Estados Unidos, en Canadá, hay en
parte de Africa, hay en Serbia, hay en España, hay en Australia. Pero también
es cierto que entre un 80 y 85 por ciento de litio está en las salmueras del
salar de Hombre Muerto (Argentina), el salar de Uyuni (Bolivia) y el salar de
Atacama (Chile). Y el litio en salmuera es el menos costoso de extraer, es el
más rentable, es el que tiene mayores ventajas comparativas. Si se saca de los
salares es menos costoso que si se saca de piedra, como se hace en Australia. Y
el litio de salar se concentra en “el triángulo del litio”: Bolivia tiene
alrededor del 50 por ciento, Argentina el 13 por ciento y Chile el 18 por
ciento. Cada salar tiene una composición específica de cantidad de litio por
partes y de facilidad de extracción. Por ejemplo, el salar de Atacama tiene
asociado mucho potasio, entonces, al extraer litio, también se consigue
potasio, y el potasio vale dinero. No sucede lo mismo en el salar de Uyuni, que
no tiene potasio sino otro mineral que vale menos, entonces el costo de
extracción es mayor porque no tiene un producto asociado de valor.
–Pero ¿por qué
el litio es un recurso natural estratégico si está por todos lados, digamos, y
en cantidades abundantes?
–Para que un
recurso natural se convierta en estratégico tiene que ser clave para el
desarrollo del modo de producción capitalista, clave en la hegemonía regional o
mundial, clave para una economía verde o de posdesarrollo. Si un recurso tiene
alguna de estas características es suficiente. Pero también tiene que tener una
serie de condiciones necesarias: tiene que ser escaso, tiene que estar
desigualmente distribuido y tiene que ser esencial para algún proceso, es
decir, no tiene que encontrar un sustituto.
–Bueno, por su
definición el litio no pareciera clasificar como un recurso natural
estratégico, ¿no?
–Claro, no
clasifica como estratégico, pero lo que sí es esencial y a la vez lo que lo
convierte en estratégico es que sirve para fabricar las baterías. Y lo
importante de la batería, lo que le da valor, es todo el proceso tecnológico
asociado a esa construcción de la batería, que es difícil de realizar.
–Y hoy los
países que la fabrican son principalmente Estados Unidos, China, Japón y Corea
del Sur.
–Claro, además
de algunos países de Europa. Y como el litio también está en el mar, cuando sea
muy importante, todos los países que tienen costa marítima tienen eventual
acceso a las reservas de litio.
–¿Ya hay
tecnología disponible para extraerlo del mar?
–China y Corea
están experimentando tecnología para obtenerlo del mar. Por eso también es
estratégico, no les importa tanto el precio que tengan que pagar, porque en el
costo total de una batería, y menos de un auto, el litio es menor. Entonces,
Toyota lo que quiere saber es que va a tener litio para su plan de operaciones
de los próximos veinticinco años. No le importa si ese litio lo va a tener que
pagar tres veces más. Todo esto no quiere decir que nosotros digamos que el
litio no tiene un valor estratégico como recurso natural, pero sobre todo lo
tiene como oportunidad tecnológica y como índice de una necesaria política
regional a nivel extracción y a nivel industrial.
–¿Cuál es el
tipo de extracción y de explotación que ustedes pudieron observar en “el
triángulo del litio”?
–Los perfiles
de la explotación y de la extracción de los tres países son muy disímiles entre
sí. Por esto también la chance de hacer un triángulo de litio hoy es bastante
remota. El caso chileno es puro libre mercado, extracción, exportación hacia
afuera, hacia Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y China, por el momento les
importa nada lo que tiene que ver con la agregación de valor. Digo “por el
momento” porque en Chile están empezando a ver que, por un lado, parte del
valor está en ascender en la cadena productiva, y hay un potencial, por
ejemplo, para la utilización de las batería en energía solar. Chile tiene una
potencialidad de energía solar muy grande. Además también están entrando
competidores al mercado, Chile ya no es el primer exportador mundial que
controla el precio, Australia ya es el segundo, están entrando nuevas
explotaciones en la Argentina, y en Bolivia tarde o temprano van a entrar.
Bolivia es diferente, el Estado tomó el control absoluto del salar de Uyuni
para que la parte de extracción, la producción de carbonato de litio, estuviese
en manos del Estado y sólo al final, lo que se ligase a la cuestión de las
baterías, pudiese llevarse en asociación con empresas extranjeras. Bolivia
todavía no entró en producción porque está llevando adelante todo el proceso
técnico de extracción sobre sus propias espaldas. Pero como es un país muy poco
industrializado, no existe un entorno científico, mercantil y tecnológico que
posibilite pegar el salto, desde el control absoluto de la materia prima
carbonato de litio hacia los pasos posteriores.
–¿Y cómo es la
situación de la Argentina?
–En Argentina
está FMC Lithium, una empresa norteamericana, desde 1998, que exporta carbonato
de litio, y con eso la Argentina es el tercer exportador de carbonato de litio
a nivel global. FMC Lithium tiene el monopolio del Salar de Hombre Muerto, que
queda entre Catamarca y Salta. Entonces, en el último tiempo, con el boom del
litio vinieron un montón de empresas y se manejaron de una manera bastante
particular. A nosotros nos gusta utilizar la imagen de una nave espacial que
aterriza en un territorio que aparecía como desligado de la lógica capitalista
transnacional y entonces eso se convierte en una suerte de economía de enclave
vinculada de manera absoluta a los circuitos económicos globales bajo el perfil
de productor de materia prima.
–¿Cómo es el
modo en que esas grandes corporaciones químicas se instalan en el territorio?
–Un ejemplo es
la explotación que empezó Orocobre en el 2014 (en Jujuy). Tenían un geólogo
local, que era como una suerte de pequeña nave exploratoria, que iba y veía los
salares, las chances, hacía contactos locales, veía qué pasaba con las
comunidades, y cuando encontraba más o menos dónde estaba el negocio, mandaba
el contacto a la central. Entonces, las grandes corporaciones arman como una
especie de proyecto y una empresa especial para eso, que fondea el tema, pero
todavía no la absorbe. La mandan ahí para empezar ya de una manera más robusta
a trazar contactos, pedir las tenencias, empezar a ver cómo es la explotación y
demás. Y una vez que ya está instalada y empieza la explotación, la empresa
matriz la absorbe y, en este caso, ya forma parte de Orocobre.
–Entonces, ¿acá
tampoco el Estado tiene intervención?
–Bueno, está
por supuesto la cuestión provincial, porque cada provincia maneja sus recursos
y Jujuy, en su momento, declaró al litio recurso natural estratégico para tener
un grado de participación mayor en la extracción y darle un lugar mayor al recurso.
Para eso, Jujuy fue la única provincia que creó una empresa, JemSE, que tiene
una participación menor en algunas explotaciones, de 8,5 por ciento, eso le
permite en un futuro tener un control sobre el litio. Pero el perfil general de
la Argentina en ese sentido está vinculado a una externalización de la materia
prima sin ningún control y con poca participación de las comunidades, tampoco
una presencia provincial sustantiva. Sí, de todos modos, hubo una presencia
importante del Estado nacional hasta acá en lo que tenía que ver con la chance
de acrecentar la cadena de valor en la Argentina, mediante la participación en
su momento del Ministerio de Ciencia y del Ministerio de Planificación. Porque
la Argentina, a diferencia de Chile y de Bolivia, tiene un contexto y unas
oportunidades bastante mayores.
–¿Por qué?
–Porque acá hay
un mercado potencial que está vinculado con la batería, en la industria
electrónica de Tierra del Fuego, también hay una producción de motocicletas
nacionales, que bien podrían, si se tuviese una estrategia a mediano y largo
plazo, incorporar batería de litios en su tracción. No hay que olvidar que
Argentina es uno de los 25 o 30 países que tiene una plataforma de producción
de automóviles y, efectivamente, las automotrices hacen todo para generar el
proceso de incorporación de valor a nivel interno. No se puede saber qué puede
llegar a pasar dentro de 15 años, si Argentina está en condiciones de ofrecer a
la producción industrial la chance de una tracción de auto, de camión, de lo
que fuese, a base de batería de litio. A la vez hay un mercado que se proyecta
tan grande como el de automóviles, que es el mercado de las energías
alternativas, porque ahí las baterías tienen diferentes funciones que cumplir.
Por ejemplo, para almacenar energía eólica o solar se utilizan baterías de
litio.
–¿Qué papel
juegan las baterías de litio en la transición energética, en las economías de
posdesarrollo?
–La transición
energética lo que supone, justamente, es ir abandonando paulatinamente las
energías fósiles para generar un tipo de tracción general energética que esté
vinculado a energías sustentables y renovables, y eso tarde o temprano va a
tener que acontecer. Y cuando eso suceda, el papel de la electricidad va a ser
cada vez mayor, dentro de la matriz total, porque las energías renovables lo
que producen fundamentalmente es electricidad: la solar, la eólica, la
hidráulica, la biomasa, las mareas. En esta transición energética, todas estas
energías se almacenan. La electricidad si no se utiliza una vez producida,
vuela. Entonces, las sociedades futuras van a tener que tener reservorios de
energías, y ahí las baterías de litio tienen un papel que cumplir. Porque el
combustible fósil tiene 50 años de vida, dicho esto no por ningún escrito
fatalista sino por la Asociación Internacional de Energía. De modo que hay una
transición energética necesariamente. Algunos países la están encarando,
Alemania es uno de ellos, y China a su modo también.
–Entonces,
¿actualmente la batería de litio es una promesa a futuro?
–Es una promesa
para el modo como nosotros pensamos, en Sudamérica, en donde las variables de
futuro no están incorporadas al tipo de actividad presente. Tesla Motors, en
Estados Unidos, tiene una fábrica gigante de producción de baterías de litio para
automóviles, son autos ultra verdes, puramente eléctricos, que se están usando
hoy. Tesla, para abaratar costos, produce en serie baterías. Todas las grandes
automotrices lanzan baterías de litio, salvo Toyota que está pensando en la
batería de hidrógeno. El litio está hoy en vías de consolidación, pero no está
absolutamente consolidado, porque las baterías de litio todavía tienen una
serie de dificultades: en el automóvil la autonomía no es muy amplia, tiene
algún riesgo no menor de que pueda explotar y todavía no se puede igualar a la
potencia que genera la energía fósil, el petróleo, tampoco es sencilla la
carga. Por eso nosotros decimos que lo importante es el proceso de agregación
de valor, de creación de la batería, de un proceso tecnológico local, incluso
más allá de que las baterías sean de litio, porque si se tiene el know-how, si
mañana no son las de litio y son las de hidrógeno, el reciclaje es sencillo. De
hecho, los científicos que hoy más saben de litio, antes se dedicaban a
hidrógeno.
–¿Entonces,
según su visión la apuesta fuerte debería hacerse en relación a todo lo que
viene después de la extracción?
–Sí, en el
sentido de generar todo el proceso científico-técnico-industrial para hacer la
batería en Argentina, lo que podría ser la contribución a modelos creativos de
desarrollo, a un nuevo modelo de crecimiento, a una idea incluso de
posdesarrollo, de poscrecimiento. Lo importante de las baterías se relaciona
con la transición energética, con un modelo industrial que incorpore mucha
cabeza, con un patrón verde. Aldo Ferrer decía que hay que pasar de la
sustitución de importaciones a la sustitución de futuro. El modelo ya no es más
ese modelo industrial de base fuerte y de intensidad energética, intensidad de
mano de obra, intensidad del hierro, el aluminio, la industria de base. El
modelo es otro y por eso nosotros hablamos de posdesarrollo, y el vector
energético es una chance de un modelo de desarrollo creativo que incorpore las
variables sustentables, de economía venidera en relación al cuidado de los
bienes estratégicos, en relación obviamente a un modelo de equidad, y que
preste especial atención a la incorporación de valor tecnológico y de
pensamiento, y a la vez que trace fronteras de necesidades locales, que no
piense en el crecimiento del PBI. A mí lo que me interesa es que haya un modelo
de crecimiento sustentable, equitativo y renovable.
DEL MAS BOLIVIANO AL LITIO
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Por Verónica
Engler.-Bruno Fornillo es historiador, doctor en Ciencias Sociales por la
Universidad de Buenos Aires (UBA) y en geografía por la Universidad París VIII
(de Francia), e investigador del Conicet. Hace una década, cuando iniciaba su
tesis de doctorado sobre el Movimiento al Socialismo en el poder de Bolivia,
comenzó a vislumbrar la cuestión del litio, algo que con el tiempo se
transformaría en un tema de investigación y reflexión tanto para él como para
sus colegas del Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes Naturales del
Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la UBA. Producto del
trabajo conjunto de este equipo de investigadores e investigadoras es el
flamante libro Geopolítica del Litio. Industria, ciencia y energía en Argentina
(Editorial El Colectivo), una compilación de textos coordinada por Fornillo.
El litio es un
mineral que el último cuarto de siglo se ha transformado en la nueva estrella,
por su importancia para la producción de dispositivos electrónicos como también
por su potencial uso en el almacenamiento de las energías provenientes de
fuentes renovables, como la solar o la eólica, por ejemplo. Durante el tramo
final de la década de 1990 y principio de la siguiente, las baterías
recargables reemplazaron sus principales materiales e insumos por otros. Así,
las baterías recargables más usuales eran aquellas que funcionaban en base al
níquel y al cadmio, aunque pronto los cambios tecnológicos hicieron que las
baterías en base al litio ofreciera capacidades superiores a aquellas. Por lo
cual, los cambios operados en los insumos, producción y uso de las baterías
sufrieron un importante vuelco. Así, pasó a aumentar fuertemente la demanda de
litio en reemplazo del consumo de níquel y cadmio. De este modo, las baterías
en base litio pasaron de representar menos del 5 por ciento del mercado mundial
en 1995, a conformar el 58 por ciento del total para el año 2008.
Para referirse
a la forma que está tomando el fenómeno de la extracción de litio y de la
producción de baterías con este mineral, los autores de Geopolítica del litio
plantean la siguiente encrucijada para nuestra región: “Vivimos en un planeta
envuelto en un proceso de ‘transición’ geopolítica y ecológica, donde la
naturaleza se encuentra al servicio de un nuevo campo de acumulación y
valorización financiera, bajo una extendida ‘privatización de recursos’. A su
vez, el consumo acelerado e ininterrumpido de los recursos vitales de la tierra
hace que su valor se acreciente día a día. A causa de la entropía destructora y
el tipo de metabolismo propio del capital, la existencia, la explotación y el
transporte de los recursos naturales, dibujan lentamente una nueva ‘geografía
de conflictos’. Es un contexto en el cual los países sudamericanos se ven
presionados para reinstaurar el clásico intercambio interindustrial: son
mercados de productos de alto valor agregado mientras ‘exportan naturaleza’,
clave en la externalización de los costos ambientales de los países centrales”.
ESTANCAMIENTO ECONÓMICO AMENAZA A LA IZQUIERDA
LATINOAMERICANA
¿Fin de una era? ¿Hay un ocaso de la izquierda en América
Latina? ¿Por qué pierden espacio estos gobiernos?
El Mundo de Venezuela (www.elmundo.com.ve)
Por Benytsa
González.- Luego de los triunfos electorales de Hugo Chávez en Venezuela
(1998), Luiz Inácio Lula en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina (2003), se
habló en América Latina de un “giro a la izquierda”.
El fenómeno
electoral parecía consolidarse con otras victorias progresistas: José “Pepe”
Mujica en Uruguay (2005), Evo Morales en Bolivia y Michelle Bachelet en Chile
(2006), Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua (2007), Fernando
Lugo en Paraguay (2008) y Mauricio Funes en El Salvador (2009).
Cada uno con
sus particularidades, pero todos poniendo el acento en la lucha contra la
pobreza, la reivindicación de los derechos de los trabajadores y los pueblos
originarios, como respuesta al Consenso de Washington que dejó descontento
popular, profundizó la desigualdad, generó crisis política y desgaste de los
partidos tradicionales.
La ola
progresista criticaba y rechazaba las estrategias que conducían al
neoliberalismo, el imperialismo estadounidense y el endeudamiento externo.
Hoy, luego de
varias reelecciones y consultas populares que expresaron amplio apoyo y
respaldo, se registra un cambio de signo en el gobierno argentino tras 12 años
de gobiernos kirchneristas (Néstor y Cristina Fernández), el rechazo a la
posibilidad de una nueva reelección para Evo Morales (51,3%) y la caída de la
aprobación de Michelle Bachelet (20%) y la brasileña Dilma Rousseff (11,4%),
quien incluso se enfrenta a la posibilidad de un juicio político. Además, el
Gobierno venezolano perdió el Poder Legislativo (65,27%).
¿Fin de una era? ¿Hay un ocaso de la izquierda en América Latina? ¿Por qué pierden espacio los gobiernos progresistas?
Para el internacionalista Carlos Romero, quien aclara que el ciclo de los gobiernos de izquierda no se dio en toda América Latina, el tema es objeto de debate dada la convergencia de tres elementos: la reconstrucción de los sectores de oposición, la crisis económica a raíz de la caída de los precios de las materias primas y falta de desarrollo económico, además de ineficiencia y corrupción en estas gestiones.
¿Fin de una era? ¿Hay un ocaso de la izquierda en América Latina? ¿Por qué pierden espacio los gobiernos progresistas?
Para el internacionalista Carlos Romero, quien aclara que el ciclo de los gobiernos de izquierda no se dio en toda América Latina, el tema es objeto de debate dada la convergencia de tres elementos: la reconstrucción de los sectores de oposición, la crisis económica a raíz de la caída de los precios de las materias primas y falta de desarrollo económico, además de ineficiencia y corrupción en estas gestiones.
Según explica
Romero, “hay un cuestionamiento de los modelos, pero no es que han cambiado las
preferencias. Se ha buscado una alternativa bajo la base del voto castigo. La
población siente que esos gobiernos les han fallado, se ha disminuido el
proceso de transferencia social. Han perdido el apoyo que tenían a principios
del siglo XXI estas propuestas”.
Por su parte,
Luis Quintana, internacionalista y profesor de Geopolítica, señala que los
gobiernos de izquierda se concentraron en mejorar las condiciones sociales de
la población y mantienen desafíos para generar las condiciones económicas “que
permitan a los estados redistribuir la riqueza en forma de bienes públicos y
programas sociales. Hay una deuda en desarrollar y potenciar la dimensión
productiva de los países”.
Es decir, “el problema es que tienen menos riqueza para distribuir. Y también tienen, evidentemente, más desgaste en el ejercicio de sus gobiernos..., frente a la caída de los precios internacionales de las materias primas, se han dificultado sus niveles de manejo y de gobernabilidad interna”.
Es decir, “el problema es que tienen menos riqueza para distribuir. Y también tienen, evidentemente, más desgaste en el ejercicio de sus gobiernos..., frente a la caída de los precios internacionales de las materias primas, se han dificultado sus niveles de manejo y de gobernabilidad interna”.
¿Qué pasó?
Romero explica que “uno de los aspectos negativos de estas experiencias de
izquierda es que han sido muy ortodoxos en sus posiciones políticas y
económicas. Han planteado un programa centrado en la estatización y el control
de la economía, además de la presunta hegemonía política. Esto ha llevado al
resurgimiento del populismo: ofrecer y no tener condiciones económicas que
respalden esos ofrecimientos y ese gasto social”. “El cinturón ideológico
constituye un gran problema. No los va a llevar a hacer cambios”, subrayó.
Quintana, por
su parte, indica que “las décadas neoliberales dejaron por el piso las
economías, las condiciones sociales de vida de la población, y al mismo tiempo
las capacidades del Estado, las cuales debieron ser restituidas a través de
reformas políticas y recuperando la soberanía sobre los recursos naturales.
Pero, no han tenido fácil las ecuaciones de poder interno para avanzar más allá
de la explotación de las materias primas. Han enfrentado grandes adversarios
internos y externos, con todos los medios en contra. Eso no justifica los
resultados en materia económica, pero evidentemente sí tiene mucho peso”.
Además, explica el experto que al producirse la movilidad social de las clases populares hacia las clases medias, producto de la mejora de las condiciones y niveles de vida, las poblaciones fueron sometidas a las presiones de la hegemonía cultural burguesa asociada a la proyección del estilo de vida en Estados Unidos.
Además, explica el experto que al producirse la movilidad social de las clases populares hacia las clases medias, producto de la mejora de las condiciones y niveles de vida, las poblaciones fueron sometidas a las presiones de la hegemonía cultural burguesa asociada a la proyección del estilo de vida en Estados Unidos.
“Una de las
cosas que hizo la izquierda que no hicieron jamás los gobiernos de derecha fue
elevar, en general, los niveles de acceso al consumo, que jamás habían tenido
las clases populares”, destacó. “Sin duda alguna toda esta situación genera un
desgaste de la empatía que sienten esos sectores hacia los gobiernos
revolucionarios o de izquierda progresista”, sentenció Quintana.
El internacionalista
asegura que buena parte de los reveses son producto de un debilitamiento de la
izquierda, en la medida “en que las derechas han tomado cuerpo y sacado
provecho del desgaste natural de gobiernos que ya tienen por lo menos dos
períodos y debilidades acumuladas. Pero los gobiernos populares siguen teniendo
buen respaldo de sus poblaciones”.
Romero apunta
que el péndulo electoral está cambiando y “el empoderamiento de la oposición es
un elemento clave, pero no basta criticar, denunciar la corrupción y las
desviaciones antidemocráticas de estos gobiernos de izquierda, también deben
haber propuestas, como pasó en Argentina”.
Panorama social
El informe
anual de la Cepal, Panorama Social en América Latina de 2014, presenta una
medición multidimensional de la pobreza (vivienda, servicios básicos, empleo,
educación, protección social y estándar de vida, referido a los ingresos y la posesión
de bienes duraderos).
De acuerdo con
este índice, entre 2005 y 2012 la pobreza se redujo -como promedio para 17
países de la región- de 39% a 28% de la población, cifras similares a las de la
pobreza por ingresos. Pero, además, señala que se estancó el descenso de la
tasa en 2012 y 2013 (28,1%). Para 2014, se mantenía en torno a 28% lo que,
unido al crecimiento demográfico, se traduciría en un aumento en números
absolutos a 167 millones de personas.
"LA
QUE SE VIENE"
Contexto
de Argentina (www.contextotucuman.com)
Por Beatriz
Sarlo.- Cristina Kirchner tendrá que
declarar en Comodoro Py. Está la causa de los dólares a futuro, pero sobre
todo, el gran juicio que casi seguramente la espera bajo la carátula de Hotesur
y las mil y una noches que cobró por alquilar habitaciones vacías. Una vez que
se pisan esos tribunales de Retiro, salvo que se ejerza el gobierno y se pueda
manejar jueces, salvo que Gils Carbó se inmole en el altar de una lealtad que
le arruinaría la vida, muy probablemente la pesadilla continúe. El kirchnerismo
heavy ya ha dicho que se trata de una conspiración y dirá que siempre les toca
a los dirigentes populares.
Días antes
del plebiscito en Bolivia, un periodista reveló que una mujer, que había tenido
una relación con Evo Morales y un hijo que Evo declaró muerto aunque parece que
está vivo, había incurrido en tráfico de influencias en favor de una empresa de
capitales chinos. Evo, que se mantenía intacto y libre de acusaciones que son
copiosas en Argentina y Brasil, perdió el plebiscito (perdió la escasa
diferencia porcentual que le habría permitido ganarlo). Frente al mundano
debate, ciertamente siniestro, sobre si el hijo del presidente está vivo o
muerto, la conclusión es evidente: la opinión pública, que hace cincuenta años
podía pasar por alto detalles de este tipo, hoy tiene una especie de presencia
espasmódica, justiciera y moral. Y cuantas más capas medias haya contribuido
Evo a consolidar durante su gobierno, más opinión crítica podrá esperar si no
sabe contestar a ciencia cierta si un hijo suyo vive o ha muerto.
Poco tiempo
antes, su vicepresidente Alvaro García Linera tuvo que dar explicaciones sobre
un título de posgrado que nunca obtuvo. El vicepresidente de Uruguay Raúl
Sendic también tuvo que dar explicaciones sobre el mismo tema; pero lo más
grave es que algunos de sus compañeros del Frente Amplio se las exigen ahora
por manejos en una empresa del Estado. Sobre el socialismo bolivariano de
Venezuela las acusaciones de corrupción son innumerables, aunque, en ese país,
la Justicia sea más prudente que Oyarbide durante el kirchnerismo.
Hay jueces y
jueces. Lula fue llevado por la fuerza pública a declarar en un caso de
financiación corrupta de la política y el jueves pasado un fiscal de São Paulo
pidió su prisión preventiva por otro delito que se le imputa. Sobre Brasil,
interesan las observaciones de Vicente Palermo en un libro reciente. Allá
también hay capitalismo de amigos (que es el invernadero de la corrupción y de
la financiación ilegal de los partidos). Pero hay instituciones que, en niveles
estratégicos, asignan recursos sin convertirse en feudos del gobierno. Eso, en
la visión de Palermo, diferencia a Argentina de Brasil: acá los amigos obtienen
lo que necesitan del Estado sin mediaciones institucionales. En Brasil esto
también sucede, pero no es la única manera en que el Estado interviene en la
esfera económica. Ahora, algunos fiscales creen que políticos que supieron
observar tales reglas de todos modos incurrieron en delitos.
Una columna
de la revista Piaui, firmada por Julia Dualibi (hasta hace poco periodista de O
Estado de São Paulo), atribuye a los siguientes motivos la humillación judicial
que vive: durante su gobierno, no creó una red de medios que le fuera adicta y
estuviera siempre presente para defenderlo; no le dio impulso a un grupo
capitalista amigo para que comprara un canal o un diario. Además en 2003,
cuando llegó a la presidencia, nombró a un fiscal general con facultades
especiales para presentar denuncias contra el presidente y los políticos. En
2007, el procurador fue quien comenzó la investigación sobre el Mensalão, que
ha dejado un tendal. O sea que Lula probó de su propia medicina institucional.
La política nos acostumbra a tales ironías.
Estas son las
últimas tempestades del informativo del Sur de América. Lula y Evo fueron
verdaderos transformadores. Incluso la oposición puede discutir sus métodos o
sus formas de intervención, pero le es más difícil cuestionar los resultados
objetivos de sus gobiernos en cuanto a mejora de las condiciones de vida de los
pobres, elevación o creación de capas medias e imagen de ambos países en el
mundo. Sin gestos desafiantes, ambos tienen historias que arrancan en lo más
profundo del campesinado o la clase obrera; fundaron sus instrumentos políticos
y consolidaron sus apoyos (en el caso de Lula, algunos de esos apoyos se
demostraron tóxicos).
Comparar sus
historias con la del kirchnerismo nos aporta mucho a los argentinos, porque
también acá se avecina una tempestad judicial y habrá que ver si los argumentos
usados en el caso de Lula valen en el de Cristina Kirchner.
Nota al pie.
Marcelo Odebrecht, dueño de una compañía gigantesca que se expandió desde la
construcción a casi todos los rubros estratégicos, ha sido condenado a veinte
años de cárcel por sus relaciones delictivas (sobornos) con Petrobras. El juez
que dictaminó en su caso lo llamó “mandante de los crímenes”. La Justicia brasileña
se condujo con más diligencia que la argentina. Es el mismo juez que ordenó el
allanamiento de la casa de Lula y su comparecencia como declarante.
LA VERDAD Y LA MENTIRA EN LA POLÍTICA
Revista Analítica de Venezuela (www.analitica.com)
Por Fernando Mires.- Dos ideas
he intentado mantener en diversos artículos políticos. La primera dice que la
verdad política, a diferencia de la verdad moral, es relativa y no absoluta.
Esa es la razón por la cual la moral no puede determinar a la política. La
política debe regirse por reglas morales pero nunca ser sustituida por ellas.
La segunda idea
sigue una premisa de Hannah Arendt y dice que en política hay dos tipos de
verdades: las de hecho y las de opinión. Las primeras son invariables; las
segundas están sujetas a cambios. Decir por ejemplo, “Stalin fue un gran
gobernante”, es una verdad de opinión. Decir en cambio: “Stalin asesinó a
millones de ciudadanos soviéticos”, es una verdad de hecho. La conversión de
las verdades de opinión en verdades de hecho, aducía Arendt, es una de las
características principales de los regímenes totalitarios.
En política
como en otras actividades necesitamos más de las verdades de hecho que de las
de opinión. Nadie quiere vivir en un mundo falso. Nadie votará o seguirá a un
político porque dice mentiras. De ahí que para tener éxito en política hay que
fundar las opiniones sobre la base de ciertas verdades, no de opinión, pero sí
de hecho.
¿Cómo? dirán
algunos ¿No tienen los populistas éxito gracias a sus mentiras? Mi respuesta es
no: los populistas tienen éxito porque dicen verdades, de otra manera nadie los
seguiría.
Cuando digo que
populistas dicen verdades lo hago rememorando una reflexión de Mario Vargas
Llosa en su texto “La Verdad de las Mentiras”. Escribir novelas supone mentir,
decía el escritor. Mas, las mentiras literarias expresan una realidad cuyo
sentido es o debe ser verdadero.
Luego, a
diferencia con la literatura que miente a favor de una verdad, la verdad de los
populistas es cierta, pero –este es el punto- actúa a favor de la mentira. La
verdad democrática en cambio, debe actuar sobre hechos verdaderos pero a favor
de una verdad. No siempre ha sido así.
Voy a poner un
ejemplo conocido. Cuando Hitler afirmaba que el Tratado de Versalles era
vejatorio con respecto a la soberanía de la nación, que la República de Weimar
fue un desastre, que la inflación era catastrófica, que la desocupación era
descomunal y que Stalin era una amenaza para Alemania, decía verdades de hecho.
Socialdemócratas y comunistas, en cambio, al negarlas u ocultarlas detrás de
sus verdades de opinión, mentían.
No obstante,
las verdades de Hitler –y este es el punto- estaban puestas al servicio de
grandes mentiras: la culpabilidad de los judíos y la superioridad de la raza
alemana fueron las dos más grandes.
He vuelto
inevitablemente a pensar en el tema cuando en las recientes elecciones
comunales de Hessen (Marzo del 2016) el partido xenófobo Alternativa para
Alemania se constituyo en la tercera fuerza política desplazando a Los Verdes y
a la Linke (Izquierda).
Después de
haber sido a dados a conocer los resultados, tanto conservadores, socialistas y
ecologistas han hecho las piruetas más increíbles tratando de explicar el
fenómeno. Pero a ninguno se les escuchó decir que ese avance tuvo éxito gracias
a que la xenofobia políticamente organizada propagó algunas verdades objetivas,
o de hecho.
Verdad es, por
ejemplo, que las migraciones sirias son masivas. Verdad es también que afectan
al erario y a la convivencia cultural. Verdad es, no por último, que la EU no
tiene respuestas frente al desafío migratorio. Sin embargo, al igual que
socialistas y comunistas durante Hitler, los partidos democráticos niegan esas
verdades y al negarlas, mienten.
¿Cómo enfrentar
la verdad de los populistas neo-fascistas? Con mentiras o con simples verdades
de opinión, ya se ha visto, es imposible. La única alternativa es aceptar la
parte verdadera que ellos utilizan para encubrir sus grandes mentiras. Para expresarlo
del modo más directo, se trata no de negar sino de radicalizar esas mismas
verdades hasta llegar al punto donde los neo-fascistas callan o mienten.
Decir por
ejemplo que Alemania está en guerra y su obligación es recibir a los refugiados
de guerra también es una verdad. Decir que los refugiados no vienen a asaltar a
Europa sino huyendo de los islamistas y de los bombardeos de una dictadura
apoyada por Rusia, es otra verdad. Y decir de una vez por todas que el fin de
las migraciones pasa por la retirada de Putin –icono de todo el populismo de
derecha europeo- es, además, una gran verdad.
En otras
palabras, se trata de revelar públicamente como el neo-fascismo europeo no solo
no es nacionalista sino, además, un caballo de Troya puesto al servicio de enemigos
externos de Europa como son el ISIS, la dictadura siria y, potencialmente, la
autocracia rusa.
Si las verdades
son dichas en su totalidad, las mentiras xenófobas quedarán al descubierto. Eso
supone que los demócratas deben perder el miedo a decir la verdad.
Es, por lo
demás, la única forma de derrotar a la maldad política.
Una relación
similar entre la verdad y la mentira en la política es la que ha tenido lugar
en América Latina desde fines del siglo pasado con el avance de los llamados
populismos de izquierda. Como ya es sabido, tales movimientos terminaron
formando gobiernos autoritarios, autocráticos e incluso militaristas en
diversos países del continente.
Si tomamos como
ejemplo los dos gobiernos populistas más representativos, el de Evo Morales en
Bolivia y el de Hugo Chávez en Venezuela, tendremos que concluir en que la
inmensa popularidad que ellos alcanzaron en un determinado momento se basó, al
igual como hoy ocurre con los neofascismos europeos –sobre todo el que encabeza
en Francia Marine Le Pen- en la propagación de determinadas verdades objetivas
(o de hecho) pero puestas al servicio de las más grandes mentiras.
Para volver a
explicarme con ejemplos: el profundo racismo de las elites política boliviana
no lo inventó Evo Morales. La insensible exclusión de grandes sectores
empobrecidos de la sociedad venezolana tampoco fue un invento de Hugo Chávez.
Tanto el uno como el otro se sirvieron de verdades de hecho con el objetivo de
alcanzar el poder y desde ahí dar origen, en nombre del socialismo, a gobiernos
definitivamente anti-democráticos (o “dictaduras sociales”, según el excelente
concepto que acuñó Demetrio Boersner).
Las derrotas
electorales sufridas recientemente por el evismo y por el post-chavismo
(Maduro) anuncian por lo tanto no el declive del fenómeno populista, sino el de
determinadas formas autoritarias e incluso dictatoriales de dominación
política. No es posible por lo mismo afirmar si el declive del autoritarismo
populista abrirá nuevas avenidas democráticas o simplemente favorecerá el
retorno de gobiernos formalmente democráticos pero socialmente excluyentes.
Alguna vez las
elites políticas de la región deberán aceptar la verdad (de hecho) de que los
tiempos del patronalismo agrario y empresarial ya han sido superados por la incursión
de las grandes masas en la política. Los peronismos, los evismos, los chavismos
han sido, en gran medida, un resultado político de la masificación de las
sociedades latinoamericanas.
Las
alternativas que tendrán los gobiernos que sucedan a los autoritarismos
populistas serán en consecuencia, muy claras: o retornan al periodo del
exclusivismo patronal de origen decimonónico, o se sirven de los movimientos de
masas para crear otras formas autoritarias y dictatoriales de dominación
política, o –y esta sería la nueva tarea histórica –asumen la responsabilidad
de colaborar en la creación de formas de participación ciudadana, ampliando los
espacios democráticos aunque sea al precio de recurrir cada cierto tiempo a
recursos de inspiración, si no populistas, por lo menos populares.
Sin un orden
civil horizontalmente organizado, el verticalismo autoritario, sea de izquierda
o de derecha, puede ser reestablecido en cualquier momento. Esa, por cierto, es
solo una verdad de opinión. Pero la existencia de grandes sectores marginados,
no integrados al conjunto nacional ni siquiera de modo simbólico y susceptibles
de ser movilizados hacia derivas antidemocráticas continúa siendo una verdad de
hecho.
PARAGUAY QUIERE SER LA CHINA DE SUDAMÉRICA
Paraguay le puede competir a China y ya lo está haciendo,
asegura el ministro de Industria y Comercio Gustavo Leite. En esta entrevista
revela que 62 industrias ya se instalaron desde 2013 para sustituir a Asia. Los
productos llegan a Brasil en un día. Desde China tardan 60 días.
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
–¿Paraguay
quiere ser la China de Sudamérica? Fueron declaraciones suyas a la prensa
extranjera.
–Sí, Paraguay
puede ser la China de Sudamérica, ¿por qué no? Cuando llegamos al Gobierno
nosotros debatimos bastante sobre todas las potencialidades que tiene el
Paraguay para despegar. Vimos que desde la caída de Stroessner no despegamos.
Al contrario, nos cerramos. Nos convertimos en un país donde solo ganaban 10 o
15 negocios, como si alguien estuviera condicionando a los inversionistas a
adaptarse a nosotros. Sin embargo, Paraguay es el que tiene que adaptarse al
mundo, jugar con las reglas del mundo y ganarles a los países más competitivos
del mundo por la propia competitividad de Paraguay.
–¿Adaptarse
cómo?
–Especializarnos
en algunas líneas de exportación. La primera línea es alimentos para el mundo.
Ya trabajamos en eso. Estamos detrás de la conversión de la soja y maíz;
estamos trabajando para llegar a ser el quinto exportador mundial de carne.
Estamos trabajando el segmento ecológico-orgánico. Ese es el vector número uno.
El vector número dos apunta a la maquila. Tenemos una ley de maquila. Tenemos
una ubicación central, dos grandes mercados, 200 millones de habitantes en
Brasil, 50 en Argentina y tres en Uruguay más 7 millones aquí. Tenemos 260
millones de habitantes a quienes surtir.
–El Mercosur
sigue proteccionista, egoísta.
–Estamos
saliendo de un proteccionismo muy duro. Nosotros estudiamos qué es lo que
Argentina y Brasil compran tanto de Asia. Descubrimos que Brasil compra 70.000
millones de dólares al año de manufacturas y Argentina compra 15.000 millones.
Cuando pusimos el combo de un Paraguay de impuestos bajos, de gente muy
laboriosa, donde hay un régimen de maquila muy atractivo, un régimen laboral amigable
con el inversor, nosotros nos dijimos: Nosotros podemos competirles China, a
Asia. Y eso es lo que ha hecho que 62 nuevas industrias se hayan instalado en
el Paraguay bajo el régimen de maquila desde 2013.
–¿Cuáles son
los productos con más chance?
–Autopartes
primero. Brasil quiere ser y es un gigante mundial automotriz, pero Paraguay
tiene más competitividad de costos. Brasil fabrica cinco millones de autos al
año. Nosotros queremos especializarnos en la provisión de autopartes que los
brasileños traen nomás luego de Asia. Ese mercado de autopartes de Brasil es un
mercado de 40.000 millones de dólares. Las exportaciones de Paraguay llegan a
12.000 millones. El potencial está en ser nosotros la plataforma competitiva de
la región y darle servicios de logística. Cuando nuestros vecinos compran de
Asia tarda 60 días en llegar el producto. Cuando compran de Paraguay tarda 24
horas. Eso es lo que estamos desarrollando, Paraguay como plataforma. El tercer
elemento de lo que es nuestra visión de desarrollo es Paraguay asumiendo su rol
de centro de la hidrovía. Hoy, Paraguay tiene la tercera flota de barcazas del
mundo, hoy la empresa logística número uno de Alemania se estableció en
Paraguay. Ahora yo voy a visitar al gobernador de Campo Grande de Brasil a ofrecerle
el puerto de Concepción como salida para los productos de Mato Grosso do Sul.
Queremos sacarles provecho a las potencialidades que ya tenemos. Ahora se
instaló en nuestro país una empresa brasileña que importa 140 millones de
prendas de vestir de Asia. Está comprando ya 500.000 prendas por mes. Son los
signos de la nueva competencia con Asia. Estas empresas están viniendo porque
estamos creando las condiciones de que podemos ser un país creíble y serio, que
no pide propina.
–¿En qué rubros
es ese interés?
–Yo ya no hablo
de interés. Son realidades: autopartes, confecciones, juguetes, plásticos y, yo
diría toda una gama de servicios... De las cinco primeras autopartistas del
mundo cuatro están en Paraguay. Dos de ellas son japonesas, muy importantes: Yasaki
y Sumitomo. Son empresas de porte mundial con más de 250.000 empleados en el
mundo, con más de 15.000 millones de dólares de exportación. Hoy están en
Paraguay,
–¿Quiénes más?
–Yo no veo
descabellado que nuestras fronteras sean centros de servicios médicos o de
servicios universitarios. Nueve universidades hay en Pedro Juan (Caballero).
Nueve mil estudiantes brasileros viven en Pedro Juan. ¿Usted sabe lo que eso
significa en términos de alquiler, comida, servicios, lavandería, combustible?
–La imagen no
deja de ser la de paraíso pirata.
–Estamos
cambiando esa percepción. Si usted mira la misma revista Veja, el diario Folha
de São Paulo y demás, que hablaban del Paraguay poco serio, poco creíble del
2012, hoy, esos mismos diarios se hacen eco de un nuevo Paraguay abierto al
mundo, con decenas de empresas que vienen y se radican. Los medios del mundo
hablan mejor del Paraguay que los propios paraguayos. Ellos aprecian este
modelo de trabajo y competitividad lejos de la confrontación y la lucha de
clases como otros países. Ahí está Venezuela: la gente haciendo cola
penosamente para conseguir leche, desodorante y papel higiénico. Ese modelo no
queremos para Paraguay. Venezuela era el modelo al que nos iban llevando. Nadie
tiene chances de cambiar las reglas del mundo, menos Paraguay. Entonces,
tenemos que jugar con las reglas del mundo para salir adelante.
–¿Cuáles son
las reglas del mundo?
–Competitividad,
innovación, estar siempre a la vanguardia. Entonces, es como un jugador de un
metro sesenta que quiere jugar en la NBA. Solamente va a poder competir si es
más rápido, más vivo, más inteligente, si siempre está innovando, si siempre
está buscando la solución en vez de buscar los problemas. De hecho, los vecinos
ya nos están descubriendo. Lo que nos falta es destapar nuestra autoestima. Los
paraguayos somos “valé”, somos guapos, sabemos trabajar y los inversionistas
quieren gente que quiere trabajar en un país estable y sin problemas
ideológicos. En el mundo la gente ya no quiere casi trabajar. Entonces, aprovechemos.
–Estamos
dominados por tramposos y especuladores, planilleros.
–Se están
quedando atrás. Están cada vez más expuestos. Les va a embromar la cada vez
mayor cantidad de jugadores en el mercado. Los especuladores van a seguir
jugando su partido, pero cada vez van a tener menos peso. Por ejemplo, a los
que apostaron y siguen apostando por el comercio de frontera se les cayó
Brasil. Hoy están boqueando.
–¿Por qué?
–Son negocios
puramente especulativos basados en el poder de compra de Brasil. A nosotros nos
debe interesar el consumo del día a día de Brasil: dos o tres camisitas, uno o
dos calzoncillos, dos o tres pantalones, uno o dos zapatos... Eso ellos no van
de dejar de consumir. El brasilero puede, sin embargo, dejar de consumir de
repente un celular o una laptop. Entonces, si nos especializamos en producir lo
que nuestros vecinos necesitan y esté comprobado que no les va a molestar
porque es algo que ellos traen nomás luego de Asia, entonces ese es el camino.
–¿Cuál es la
expectativa de crecimiento en comparación con los vecinos?
–Somos el país
que más creció en la región. Es el que más va a crecer este año y el año
próximo. No estamos creciendo como nos encantaría pero algo debemos estar
haciendo bien para que los coletazos de la crisis global no nos golpee tanto.
Paraguay tiene la menor deuda en relación al PIB de toda la región. Estamos en
18%. El interés bajó del 36 al 10%, las tarjetas de crédito del 54 al 18%. El
Gobierno está dando créditos para viviendas, IPS lanzó esta semana su plan para
asegurados con el Banco de Fomento. Es para construcción o refacción. Se están
multiplicando los empleos.
–¿Cómo se
perfila el futuro de la integración? Brasil en crisis, Argentina tratando de
reordenarse?
–El Mercosur
ideológico se acabó. El presidente Macri ha dado señales de querer volver al
Mercosur de los orígenes que era un bloque comercial vibrante. Las
negociaciones con la Unión Europea constituyen la prioridad, Encerrados en
nosotros mismos no tenemos ningún futuro.
–¿Le favoreció
al Paraguay el aislamiento que le impusieron en el 2012?
–Ningún
aislamiento le favorece a nadie nunca. Creo que la autoridad moral del Paraguay
en el mundo es altísima por la postura pública que asumió desde el principio el
presidente Cartes. Pero lo que pasó es anecdótico, histórico. No hay que mirar
más para atrás. Que los analistas hagan sus conclusiones. Es claro que el
Paraguay salió fortalecido por esa posición firme de país pequeño pero digno,
que no acepta ser avasallado por nadie.
–¿No es una
dificultad tener dentro del Mercosur países con gobiernos autoritarios, con
presos políticos, exiliados como Venezuela y Bolivia?
–Le repito, el
Mercosur ideológico se acabó. Es inaceptable. El Gobierno de Venezuela dijo que
no acompañará el acuerdo de libre comercio con Europa. Se respeta y tampoco no
molesta, así que nosotros seguimos adelante.
–¿Un Mercosur
de dos fases, un Mercosur doble cara?
–Es evidente
que va a haber un Mercosur a dos velocidades. Uno de los cuatro países
originales y otro con los dos países incorporados. Hay que respetar. Ellos
tienen sus propios tiempos políticos y sus propias urgencias. A nosotros nos
interesa en este momento un Paraguay en orden, preparado para competir con un
modelo que funcione por lo menos hasta el 2030. Este gobierno va a dejar para
el 2018 un documento, un plan nacional de desarrollo, unas guías para una
política de Estado que pueda ser seguido por la siguiente administración.
Nuestro problema es la burocracia y la falta de infraestructura.
–¿Qué de cierta
es esa versión de que Leite se va a candidatar para el 2018?
–Deben ser
comentarios y especulaciones. No tiene nada que ver conmigo. No figura en mi
agenda. Soy ministro a tiempo completo.
BOLIVIANA INGRESÓ ILEGAL Y PORTABA SIETE DETONADORES EN
SU CARTERA
La mujer era acompañada por siete personas más, entre
estas había otra ciudadana del vecino país que también ingresó de manera
clandestina.
El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)
Una mujer mayor
de edad de nacionalidad boliviana fue detenida ingresando en forma clandestina
al país con siete detonadores de explosivos en el interior de su cartera. La
ciudadana ilegal fue sorprendida en compañía de otras siete personas, siendo
otra de ellas también indocumentada.
La situación
aconteció en la avanzada de la localidad limítrofe de Ollagüe, en circunstancia
que un patrullaje militar interceptó a un vehículo con ocho pasajeros en su
interior, a los quienes procedió a escoltar hasta la aduana ubicada en dicho
punto del territorio nacional para establecer sus identidades.
Al ser revisada
su situación migratoria, se estableció que las dos mujeres presentaban ingreso
clandestino al país y una de estas además portaba 7 detonadores explosivos en
el interior de la cartera que portaba en la ocasión.
Es por esta
razón que ese ciudadana extranjera quedó detenida de acuerdo a la determinación
adoptada por el fiscal de turno Cristián Aliaga Ayarza por infracción a la ley
de armas y explosivos e ingreso clandestino, quien también instruyó a la
Policía de Investigaciones de Calama para que continuará con la investigación
de rigor.
Mientras que la
otra mujer quedó en calidad de apercibida a la espera de la citación respectiva
para que responda porqué ingresó en forma ilegal al territorio nacional.
Detonadores
explosados
Los detonadores
fueron explosados por personal especializado del Gope, ya que dadas las
características de estos y las altas temperaturas registradas en la zona norte
del país, se podrían activar en cualquier minuto provocando algún tipo de daño
a las personas que los manipularán sin contar con el conocimiento apropiado
para esto.
Según
explicaron los expertos en la materia, los detonadores sin el respectivo
explosivo no resultan de mayor riesgo, aunque de todas maneras podría originar
heridas menores a los que lo manipulen sin la debida instrucción para cumplir
con esta tarea, de allí la determinación de explotarlos y dejarlos
inhabilitados antes de llegar a la capital de la provincia El Loa.
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