GREMIOS MÉDICOS SABOTEAN MEDIDAS DE SALUD DE LUIS ARCE
Los
médicos de Bolivia se declararon en huelga contra la ley de emergencia
sanitaria que prohíbe paralizar servicios, regula los precios privados y
agiliza la contratación de nuevos profesionales mientras dure la pandemia de
covid-19.
El
conflicto reactiva el enfrentamiento entre los médicos y el Movimiento Al
Socialismo (MAS), que se remonta a los gobiernos de Evo Morales (2006-2019) y
que los llevó a participar en el golpe de octubre de 2019 y formar parte de la
dictadura de Jeanine Áñez.
Consigna
la agencia Sputnik que el Consejo Nacional de Salud (Conasa) instruyó a todos
sus integrantes “acatar el paro general”.
Acusan al gobierno de falta de voluntad para dialogar con el
sector, dijo en rueda de prensa el presidente de ese organismo, Cleto Cáceres.
Durante la huelga funcionarán servicios de emergencia pero no
grantizan la continuidad de la atención en consultorios y hospitales.
La protesta sería levantada solo si el gobierno acepta anular la
ley y dialogar sobre «las demandas de mejores condiciones de salud para la
población».
Por su parte, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón,
dijo que la ley tiene el objetivo principal de «evitar que se lucre con la vida
de la población a causa de la pandemia».
No quieren médicos cubanos
Entre las disposiciones que molestan a los médicos, está la
suspensión de los servicios durante la emergencia por la pandemia, aunque no
veta específicamente huelgas.
Rechazan también la flexibilización para contratar médicos para
el sector público, arguyendo que ello ocultaría un intento de contratar médicos
cubanos.
Además, la ley refuerza el control estatal sobre clínicas y
servicios privados, fija precios máximos y otras obligaciones y prohibe que los
pacientes sean obligados a hacer pagos o depositar garantías por adelantado,
como es frecuente en la actualidad.
La normativa «fue consensuada con el Colegio Médico para
garantizar el derecho a la salud y la vida. Es tiempo de dejar intereses
personales o sectoriales y trabajar conjuntamente contra el covid-19», afirmó
Alcón en Twitter. Caras y Caretas de
Uruguay (https://bit.ly/2M2TnPs)
BOLIVIA:
INVESTIGACIÓN REVELA QUE TRES GRUPOS CRIMINALES INTERNACIONALES CONTROLAN EL
TRÁFICO DE JAGUARES
El Comercio de Perú (https://bit.ly/3pwOw6R)
La
investigación de inteligencia de Earth League International y la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza de los Países Bajos revela
que los traficantes, en su gran mayoría ciudadanos chinos vinculados con mafias
asiáticas, trasladan colmillos y huesos en vuelos e incluso sobornan
autoridades para lograrlo. Estos grupos se ocultan en negocios legales como
restaurantes y tiendas. También se detectó que se consume jaguar al menos en
dos restaurantes de Santa Cruz. En tanto, autoridades fiscales y del gobierno
exigen que se aprueben reformas legales necesarias para elevar las sanciones
por tráfico del jaguar y sus partes.
—¿Cómo
se pasa la Aduana?
—Necesitas sobornar a alguien. Nosotros no sobornamos al
personal de la Aduana, pero sí a la Policía, a un oficial de un rango alto.(…)
—¿Lo hacen por container?
—Sí. Se puede.
—¿Tú ya has intentado hacerlo?
—(…) Yo lo mando a través de Brasil, hay más compañías
comerciales allá.
Esta conversación entre un investigador encubierto y un
traficante de partes de jaguar es solo un extracto de las cientos
de horas de grabación que un equipo de Earth League International (ELI)
realizó con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza de los
Países Bajos (UICN NL), entre el 2018 y el 2020, en distintas ciudades de
Bolivia. Con este trabajo se buscó exponer uno de los eslabones menos conocidos
en la cadena de tráfico del felino: el de las comunidades asiáticas que
habitan en este país, quienes hablan en un idioma distinto al de las
autoridades locales que los investigan.
Con la barrera del lenguaje derribada, los investigadores chinos
encubiertos de ELI han podido descubrir importantes características de estos
traficantes: cómo se agrupan, dónde operan y qué vías utilizan para exportar a
Asia las partes del gran felino. “El tráfico de jaguar no solo es un
problema de conservación, sino de crimen organizado”, dice Andrea Crosta,
director ejecutivo y cofundador de ELI.
Con
esta investigación se llegó a establecer que existen al menos tres grupos
criminales que operan en territorio boliviano y que están compuestos,
sobre todo, por ciudadanos chinos que residen en el país sudamericano. Los
grupos se concentran en los departamentos de Santa Cruz y Beni,
específicamente en los municipios de San Borja, Rurrenabaque y Riberalta. Su
principal forma de tráfico es a través del transporte aéreo, ya sea en
vuelos comerciales o envío de cargamentos. El método depende de la cantidad que
se transporta y, en muchos casos, debe haber un soborno de por medio a una
autoridad local.
Sin embargo, el jaguar es violentado y traficado en otros nuevos
espacios. Al menos en dos restaurantes de Santa Cruz se descubrió la venta
de carne de este felino, una actividad que es delito no solo por la matanza del
animal sino por el consumo de animales silvestres, el cual está prohibido por
resolución del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas desde abril de 2020. ¿Qué sucede en esta Bolivia desconocida
por las autoridades locales y cómo se pueden mejorar los esfuerzos para
combatir el tráfico de partes de jaguar?
Para
llegar a un vendedor de partes de jaguar en Bolivia se necesitan
seguir varios pasos y filtros. Normalmente, los primeros contactos se realizan
por redes sociales como el WeChat, la plataforma tecnológica de mensajería más
usada por la comunidad china dentro y fuera del país asiático. Cuando el
encuentro físico se realiza, los vendedores muestran solo pequeñas partes de su
mercancía. “Generalmente los vendedores no cargan consigo muchas piezas ni las
tienen a un alcance inmediato”, detalla un informe de ELI.
Esta comercialización se ha vuelto más discreta en los últimos
años, luego de un inicio bastante ruidoso. Hasta el 2017, una radio local en
San Borja, Beni, transmitía constantemente un aviso en el que se ofrecía
comprar “colmillos de tigre, preferentemente largos y limpios”. También era
común que desde el 2014 se encontraran anuncios impresos, más aún en áreas
rurales, pidiendo partes de jaguar. La actual baja exposición también puede
explicar, en parte, el por qué desde enero del 2019 no ha habido nuevas
incautaciones de partes de jaguar, según lo reportó Mongabay Latam.
“Hemos
empezado a tener indicios de presencia de organizaciones criminales
internacionales”, comenta Rodrigo Herrera, asesor legal de la Dirección General
de Biodiversidad y Áreas Protegidas (DGBAP) del Ministerio de Medio Ambiente y
Agua de Bolivia. Según la investigación de ELI, cuyos hallazgos se están
compartiendo con las autoridades bolivianas, se han identificado con nombres y
fotos a integrantes de al menos tres grupos criminales que se dedican al
tráfico de partes de jaguar.
Una de estas bandas, conocida como Putian, tendría relación directa con la mafia Fujian en
Hong Kong, China. Los Fujian son uno de los grupos criminales más fuertes del
país asiático. “Lo que queremos destacar es que este negocio no está en manos
de tres o cuatro personas, sino de una organización”, agrega Crosta de ELI.
“La mafia china tiene casinos ocultos, maneja actividades para
lavar dinero y controla el negocio de la cocaína en Bolivia”, cuenta uno de los
traficantes a un agente encubierto chino de ELI. Sin embargo, de acuerdo con la
investigación realizada por esta agencia de inteligencia, estos criminales no
solo desarrollan negocios ilegales. En muchos casos, se han diversificado en
actividades comerciales como restaurantes y tiendas, que utilizan de fachada
tanto para el tráfico de partes de jaguar como de otro tipo de bienes ilegales,
que pueden ir desde animales silvestres hasta drogas.
Los puntos calientes de este tráfico, según refieren fuentes
locales, se encuentran en los departamentos de Santa Cruz y Beni, principalmente
en el primero. La agencia ELI encontró que, como en otros países
latinoamericanos, este delito es perpetrado por residentes chinos que habitan
en regiones remotas.
El método más usado para el tráfico de partes de jaguar como colmillos,
huesos y hasta genitales es el transporte aéreo. “Para llegar a este país
[China], se evita llegar directamente en aviones y se prefiere detenerse en
aeropuertos con menor seguridad”, comenta el informe de ELI. Este traslado
puede darse al menos en dos formas: a través de una cadena logística de tráfico
que permite ocultar bienes ilegales en cargamentos legales y mediante personas
que cargan colmillos en sus piezas de equipaje e incluso dentro de sus cuerpos.
Con
la actual pandemia, esta última modalidad se vio bastante reducida por las
restricciones de los vuelos, “pero hay que entender que estas personas son
profesionales, son muy buenos para entender cuál es la mejor ruta para no
detener el tráfico. El coronavirus es un problema logístico más”, comenta
Crosta. “Ellos encuentran los espacios con menor resistencia. Si necesitan
mover bienes de Bolivia al Perú, porque será más fácil, cruzarán la frontera
para hacerlo”, agrega. En ese camino de rastrear rutas, ELI ha encontrado, por
ejemplo, que hay traficantes en Brasil que utilizan a Surinam y Guyana
para traficar, dado el débil control en estos países.
En el caso del jaguar, lamentablemente, este contrabando es
fácil por el tamaño de las piezas que circulan. Un colmillo de este felino es
tan grande como un celular Iphone, que fácilmente cabe en un bolsillo. “Este
tipo de tráfico que se realiza individualmente es el más usado”, cuenta Crosta.
Hay personas que ya han llevado colmillos repetidas veces, sin embargo, también
existen aquellos que llegan a Bolivia por negocios y regresan con estos dientes
como ‘souvenir’.
Con respecto a los cargamentos, estos pueden ir en containers
desde Bolivia o desde países vecinos, como señalaba el traficante en el dialogo
al inicio de este reportaje. La agencia ELI ha encontrado evidencias de que
estos contrabandistas pueden recurrir a los sobornos económicos para
tener apoyo al cruzar fronteras, ya sea por avión o por tierra. El tráfico es
una acción riesgosa y todos los entrevistados que forman parte de la
investigación son conscientes de ello. Sin embargo, es también una actividad
lucrativa: un colmillo de jaguar puede valer diez veces más cuando llega a
China.
El
peligroso interés por el ‘tigre americano’
Cuando en el anuncio radial del 2017 en el Beni se pedían
“dientes de tigre”, se hacía referencia al jaguar. Entre los ciudadanos chinos
que viven en Bolivia, el jaguar es conocido como el ‘tigre americano’. Debido a la
gran caza del tigre en Asia, otros felinos fueron puestos en la mira para
sustituirlo. En ese continente se cree que las partes del jaguar, como los
huesos y los colmillos, tienen atributos medicinales o de suerte, mientras que
los genitales son vistos como afrodisíacos.
La
agencia ELI comenta que esa “necesidad por partes de tigre” y la
posibilidad de sustituirlos por partes de jaguar formó una “tormenta perfecta”
con el arribo de inversiones chinas a Bolivia, un país con gran cantidad de
jaguares. Esto ha sido estudiado por Thaís Morcatty, investigadora brasileña de
la Universidad Oxford Brookes, quien publicó recientemente un estudio sobre la relación entre
la inversión china en proyectos de infraestructura y el tráfico de jaguar.
Morcatty señala que este patrón de buscar sustitutos a las partes de tigre ya
se ha visto en África, donde las poblaciones de leones también están siendo reducidas
debido a esa demanda.
El estudio de ELI recoge que los proyectos de infraestructura
son un gran motor que deriva en la caza furtiva de fauna silvestre y que esto
se ha incrementado en Bolivia, desde 2015, con las políticas del gobierno del
entonces presidente Evo Morales para atraer inversiones.
“Hay nuevas vías que se están abriendo a estos cazadores,
mientras el flujo de trabajadores [de los grandes proyectos de infraestructura]
crea una nueva demanda por carne de monte, específicamente por parte de
ciudadanos chinos”, detalla el informe. Una de estas carreteras es la que
se busca construir en medio del Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS), en la Amazonía de los departamentos del Beni y
Cochabamba. En esta área protegida habita el jaguar.
En las investigaciones realizadas desde el 2018 por el equipo de
agentes encubiertos de ELI se encontró que también se estaría dando consumo
de carne de jaguar. En Santa Cruz identificaron dos restaurantes operados por
ciudadanos chinos que ofrecen de forma oculta varios tipos de carne de fauna
silvestre. “Es una modalidad nueva para las autoridades”, señala Rodrigo
Herrera del Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia. “Desde abril de
2020, hemos publicado regulaciones a través de resoluciones ministeriales que
prohíben, entre otros usos, el consumo alimenticio y medicinal de la fauna
silvestre”, agrega.
A
pesar de esto, los grupos criminales no estarían detrás de la carne porque no
tiene mucho valor. “No es interesante para los traficantes porque no hay mucho
dinero detrás de ella y es ocasional, a veces a pedido. No hemos encontrado
relación entre los grupos que trafican los colmillos y huesos con los que
comercian la carne”, indica Andrea Crosta de ELI.
La
respuesta a esta pregunta la da Crosta. “Es muy fácil ir detrás del cazador,
que generalmente es local, en este caso, de Bolivia. Pero es el eslabón más
débil. La caza furtiva existe porque hay un traficante que pide los
colmillos”, comenta el especialista. Según el fundador de ELI, el foco debería
ser el tráfico, la parte de la cadena que aún es invisible para las autoridades
bolivianas.
Una mirada a las cifras de incautación de partes de jaguar entre
el 2014 e inicios del 2019 señalan el decomiso de 760 colmillos que corresponden a unos 200 jaguares.
Entre el 2014 y el 2016, el servicio postal de Bolivia, Ecobol, encontró 300 de
estos en 16 paquetes que tenían a Asia como destino. Esta información recogida
por los expertos de Operación Jaguar, un proyecto desarrollado por la UICN en
Holanda con la organización Savia en Bolivia —y en el que participa ELI en el
brazo de inteligencia—, es confirmada por el Ministerio de Medio Ambiente y
Agua.
Se han contabilizado 34 casos conocidos de tráfico de
jaguar, tanto vivos como de partes del animal, así como casos en los que la
caza ilegal o el contrabando de este felino es promovido. De estos 34 casos, solo
cinco tienen sentencia y dos de ellos cumplen penas en la cárcel de hasta seis
años, la pena máxima que tiene este delito actualmente en Bolivia.
“Todas
los casos que existen hasta la fecha se han investigado porque el Ministerio de
Medio Ambiente los ha reportado”, comenta Rodrigo Herrera. Además, tanto el
mencionado Ministerio como el Ministerio Público han confirmado a Mongabay
Latam que desde enero del 2019 no hay nuevas incautaciones de partes del
jaguar.
Según Herrera, en el Ministerio están convencidos de que una de
las falencias como Estado es que no se cuenta con una “estructura punitiva
moderna” que permita sancionar eficientemente este tipo de delitos. “Por eso se
elaboró un anteproyecto de ley que se envió al Ministerio de la Presidencia de
Bolivia”, comenta el funcionario. Como Mongabay Latam informó en agosto pasado, esta iniciativa
buscaba la creación de la Ley de Protección de los Animales, la primera de su
tipo en el país. Una de las modificaciones propuestas era el “biocidio
animal”, con una pena de hasta 15 años de cárcel.
Sin embargo, esa propuesta ha sido desestimada por el momento.
“Se nos indicó que el tema debía ser analizado y revisado por más instancias.
Ahora ya estamos entrando a un nuevo gobierno y esperamos que se retome esta
iniciativa”, comenta Herrera.
Para Ángela Núñez, bióloga especialista en temas de tráfico en
Operación Jaguar, es necesario trabajar en una continuidad a nivel político
para este tipo de estrategias. “Las crisis políticas de Bolivia están
afectando el trabajo para resguardar al jaguar”, agrega.
La
directora de la Fiscalía Especializada en Justicia Penal Juvenil y Delitos
Medioambientales de la Fiscalía General del Estado, Vania Arroyo, también
considera que debe retomarse la discusión de este anteproyecto. “Mientras tanto
queremos sugerir el trabajo con agravantes. Por ejemplo, si es que el animal es
comercializado, pero además lo han asesinado o ha sido decapitado, debe tener
más pena de cárcel. Por ahora la sanción es mínima y es una burla”, indica
Arroyo.
Esta dirección especializada de la Fiscalía es relativamente
nueva. “Fue creada a mediados del 2019 y por ahora tenemos 11 fiscales
especializados que también ven casos de delincuencia juvenil y otros 100 fiscales
de provincia que también deben apoyar en las investigaciones”, cuenta Arroyo.
El problema aparece cuando estos fiscales no reciben o aceptan las denuncias.
“A veces rechazan porque no tienen la capacitación suficiente para aceptar
estos casos ambientales. Estamos recibiendo asesoría del Fondo
Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) para mejorar estos
conocimientos”, añade la fiscal.
“Aún no hemos logrado que se realicen investigaciones más
profundas en los casos reportados de tráfico de jaguar”, agrega la bióloga
Núñez y comenta que solo ha habido detenciones de las personas que realizaban
el delito, como transportar los colmillos u ofrecerlos, pero no se ha llegado a
conocer el resto de la cadena, es decir, de dónde vienen y a quién van dirigidos.
“Para descubrir esa red de tráfico necesitamos capacitar a los fiscales, los
jueces y policías. Tenemos que entender la magnitud de esta amenaza”, indica
Núñez.
Otro
grave problema vinculado a esta falta de interés en los casos reportados es el
que expone el informe de ELI: “esos más de 300 colmillos que fueron incautados
en 16 paquetes en el servicio postal boliviano no tienen casos abiertos y, lo
que es peor, no existe información oficial sobre el paradero de esas
piezas”. Esta información fue confirmada por el Ministerio Público a ELI.
En medio de ese escenario poco alentador ya hay recomendaciones
sobre el tráfico de jaguares que deberían estar siendo implementadas y que ya
se han detallado tanto en el informe de ELI como en el Plan de Acción para la
Conservación del Jaguar —un esfuerzo entre entidades públicas y privadas para
establecer una hoja de ruta para la protección del felino en Bolivia—.
Entre ellas se encuentran el fortalecimiento de las coordinaciones entre la
Policía, los gobiernos autónomos departamentales y municipales, la Aduana
Nacional y el Ministerio del Medio Ambiente y Agua para tener claras sus
funciones.
“También se necesita buscar colaboración con las autoridades
chinas en La Paz e involucrar a las comunidades y empresas chinas en Bolivia
para trabajar en conjunto contra este tráfico”, detalla el equipo de ELI. Con
un nuevo gobierno boliviano presidido por Luis Arce, del Movimiento al
Socialismo (MAS), partido de Evo Morales, aún es incierto el camino ambiental
que adoptará el país sudamericano.
POR
QUÉ LAS FUNERARIAS ESTÁN BAJO LA LUPA EN BOLIVIA
Sputnik News de Rusia (https://bit.ly/3ucDHdN)
Con
el aumento de fallecimientos por causa de la pandemia de COVID-19, el negocio
funerario tuvo un impulso en el país. Pero este crecimiento no va a acompañado
de las medidas de bioseguridad necesarias, por lo cual el Gobierno clausuró
varias funerarias e inició procesos por atentados a la salud pública.
En
los últimos días, varias funerarias de las ciudades de Cochabamba y La Paz
fueron denunciadas por no seguir los protocolos de bioseguridad al tratar
con cuerpos de personas fallecidas por COVID-19. Las protestas
motivaron la intervención del Gobierno nacional, que constató las denuncias y
comprobó tratos que no condicen con el respeto a la dignidad humana.
Además,
se comprobó que varias casas mortuorias incurren en sobreprecios cuando se
refiere a clientes cuyas vidas se llevó el coronavirus. El Viceministerio de
Defensa de Consumidor anunció que se elaborará una normativa para regular el
trabajo de este rubro, nuevamente en auge durante la segunda oleada de
contagios en Bolivia.
En
la ciudad de Cochabamba, a las denuncias ya mencionadas se sumó la proliferación
de funerarias clandestinas, que no cuentan con la habilitación de las
autoridades correspondientes y no cumplen con los estándares mínimos para
atender a los cuerpos de quienes ya no están en este mundo.
En
Bolivia, generalmente cuando a un negocio le va bien, no pasa mucho tiempo
hasta que se le instala al lado otro comercio, dedicado al mismo rubro. De esta
manera, en las ciudades no es extraño encontrarse con la calle de las
peluquerías, de las ferreterías o de las joyerías. En Cochabamba, la calle de
las funerarias es la 25 de Mayo. En La Paz, se sitúan en la avenida Busch y sus
adyacencias.
Sputnik
recorrió la calle 25 de Mayo, ante la apatía mayoritaria de los trabajadores de
las funerarias: "Ahora la dueña no está, vuelva más tarde". O
"ahorita no podemos atenderlo, estamos con harto trabajo". Y era
verdad, porque justo una familia doliente cotizaba cajones en ese negocio.
El
trabajo de estas casas mortuorias está en observación desde que unos vecinos de
la zona oeste de la ciudad filmaron una escena que se volvió viral. Desde un
edificio, captaron cómo en el patio de una funeraria sus empleados rociaban
un cuerpo con agua de una manguera, como quien lava su auto.
A
partir de ese momento el Estado tuvo que intervenir para verificar en qué
condiciones se realiza el servicio fúnebre, en ese y otros establecimientos. La
casa del video viral se llamaba Garnica, se situaba en la avenida Martín de la
Rocha y fue clausurada porque sus propietarios no pudieron presentar
los papeles habilitantes.
Comentó
que las funerarias que atienden casos de COVID-19 efectúan cobros desmedidos,
que de todos modos no justifican poner en riesgo la salud, opinó Fernández. En
algunos casos, se llega a cobrar hasta 14.000 pesos bolivianos (unos 2.000
dólares).
Cuestionado
al respecto por el diario Página Siete, el presidente de la
Asociación de Funerarias de La Paz y El Alto, Miguel Ángel Elías, consideró que "lamentablemente
no se reconoce que estamos poniendo el pecho a las balas. ¿Se animaría a poner
un cuerpo en una bolsa de bioseguridad? ¿Y si le pago 300 bolivianos [42
dólares]? Tampoco ¿verdad?".
Ese
costo no incluiría la realización del funeral, porque están prohibidos para los
casos de COVID-19. Fernández comentó que cuando atienden a quienes fallecieron
por esta enfermedad, "de la morgue se pasa directamente al crematorio,
porque está prohibido hacer la velación".
Crematorios,
al tope
Semanas
atrás, en el pico de la segunda ola, los hornos crematorios de las
ciudades de Cochabamba y La Paz no daban abasto para incinerar todos
los cuerpos que se requería. Se formaron listas de espera, motivo por el cual
las funerarias tenían que resguardar a los fallecidos hasta que tuvieran su
turno.
Esta
fue la excusa del propietario de una
funeraria de la avenida Busch, en La Paz, cuando una inspección del
Viceministerio de Defensa del Consumidor halló cinco cuerpos envueltos con
frazadas en una habitación.
Fernández
dijo que el flujo de trabajo "está normal en cuanto a fallecimientos
naturales, o por accidentes. Pero en cuanto a los casos con COVID-19, sí se ha
elevado la demanda". Según una investigación del periódico Los
Tiempos, durante el último año en Cochabamba las funerarias pasaron de ser 50 a 75, a partir de la presencia del
coronavirus.
En
los peores momentos de la pandemia, entre junio y septiembre de 2020, el
Ministerio de Salud del Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020) llegó a
registrar 100 muertes diarias, de las cuales aproximadamente 20 correspondían a
Cochabamba. En la actual segunda ola, la cifra máxima de fallecimientos en un
día fue de 74 personas.
Guía
para el manejo de cuerpos
El
año pasado, durante la primera ola de la pandemia, el Ministerio de Salud de
Áñez divulgó su Guía de Procedimientos
para el Manejo y Disposición de Cadáveres de Casos de COVID-19. Contiene
una serie de consejos optativos para la manipulación final de los cuerpos.
"La
primera opción recomendada a la familia para la disposición final de los
cuerpos de difuntos por COVID-19 es la cremación", dice este documento.
Pero concede que "cuando en el municipio no se cuente con un horno
crematorio, o cuando los familiares así lo dispongan, el cuerpo (al interior de
la bolsa de traslado y del féretro cerrado) podrá ser inhumado en un nicho o
enterrado". El ataúd debe sellarse con silicona y tornillos.
La
guía también explicita que "no se realizará el velatorio del cuerpo con el
ataúd (cuerpo fresco). Sin embargo, se podría realizar el velatorio después de
la cremación", siempre y cuando se mantengan las medidas de prevención
correspondientes, con la participación de menos de 10 dolientes.
Esto
llevó a que muchos funerales comenzaran a transmitirse en vivo por
las redes sociales para los familiares cercanos que no hubieran podido
estar ahí. Incluso las funerarias ofrecen salas de Zoom como parte del paquete de servicios.
*DESESPERADA
BÚSQUEDA DE MADRE POR SUS HIJOS: SU EX MARIDO DIJO QUE IBA A COMPRAR Y SE LOS
LLEVÓ A BOLIVIA*
24 Horas de Chile (https://bit.ly/2Noo5TP)
"Me está robando a mis hijos". Con
esta categórica frase, María Maturana, una madre chilena denuncia que su exmarido
se llevó a sus hijos a Bolivia.
Todo empezó el pasado 01 de febrero cuando autorizó al padre de su hijo de cuatro años a
que lo llevara a Viña del mar a comprar desde Hijuelas. Junto a
ellos iban los hijos de siete y nueve años de él que se mantenían en custodia
temporal de María por orden de un tribunal.
Según contó la mujer, "por los antecedentes del padre están expuestos a muchas cosas".
Su exmarido de nacionalidad boliviana tomó a los pequeños, pero
nunca los llevó a Viña del Mar, a pesar de que intentó hacer creer eso a María,
quien señaló que "en el momento no
me pareció raro porque él otras veces había sacado a los niños a pasear y los
traía sin ningún problema".
Pasaban las horas y María se preocupó por que ellos no volvían,
por lo que volvió a llamar al sujeto quien le indicó que llegarían pasado el
toque de queda. Sin embargo esto no fue así y al día siguiente el hombre volvió a llamar para decir que los llevaría
después de almuerzo.
Todos estos llamados fueron realizados para ganar tiempo, ya que
desde Hijuelas, región de Valparaíso el individuo tomó un bus con los niños hasta Calama, para después cruzar a Bolivia,
aparentemente por un paso no habilitado.
"Los niños los tiene secuestrados en este momento, porque si el quisiera estar bien o mirar el
bienestar de los niños ya los hubiese devuelto", sostiene María.
Hoy por hoy los pequeños se encuentran en Magdalena, capital de
la provincia de Iténez del departamento del Beni, Bolivia. Desde allí familiares del exmarido de la
mujer le han enviado fotos y videos de los niños, además de decirle que desean
entregarle a su hijo de cuatro años.
"La abuela de los niños en este caso habló conmigo diciendo
que me querían devolver a mi guagua,
solamente a él, pero siempre y cuando fuera yo, pero el miedo mío es que
conociendo a la gente y la familia, no son de muy buena forma para ir y decir
que no me va a pasar nada. Me
expongo a que me pase algo", indicó María.
Asimismo la mujer sostuvo que le han contado que los otros
pequeños fueron "quitados"
de la misma forma a su madre y eso es "porque no son buena familia".
En ese sentido, María y su pareja critican el actuar de la
justicia, ya que, según ellos, de haber recibido ayuda en el momento que lo
solicitaron, el 02 de febrero, quizá el sujeto no habría alcanzado a cruzar la
frontera. "Se demoraron 48
horas y el ya prácticamente estaba en Bolivia cuando salió la orden de búsqueda",
indicó ella.
La orden fue emitida el 04 de febrero para buscar a los niños.
El fiscal de la Calera, Mauricio Dunner, señaló que estarían "gestionando las diligencias necesarias para
obtener, con previa autorización de tribunales y proceso de extradición
correspondiente, la detención de esta persona".
Los tres niños hoy estarían en la selva boliviana a manos de un
hombre que según dice su madre, no
estaría en condiciones de vivir con ellos, lo que fue ratificado por un
tribunal de familia chileno.
Sin embargo, lo que complica más este caso es que entre Chile y Bolivia no existe traatdo de
extradición.
BOLIVIA
Y SUS 100 DÍAS DE GOBIERNO POPULAR
Para el gobierno de Luis Arce, la
lucha contra la pandemia del coronavirus, es un objetivo estratégico, pues se
trata de salvar vidas.
ALAINET de Argentina (https://bit.ly/2OTp2UL)
El
gobierno popular del Estado Plurinacional de Bolivia, ha llegado a 100 días de
gestión, en medio de una serie eventos meteorológicos y sanitarios, que han
requerido de la intervención del Estado; con una campaña electoral en
desarrollo y con una operación feroz de la derecha y los multimedios de
desinformación para minimizar sus logros y tratar de desestabilizar la
democracia.
El
resurgir de Bolivia, luego del desastre que dejara la administración de facto
de Jeanine Añez, no ha sido sencillo y para llegar al equilibrio que lo coloque
en la senda del porvenir, va a tener que pasar algún tiempo, que no
necesariamente será cronológico.
Los
tiempos en política y en economía, están recreados por la firmeza y la justeza
de las decisiones que los lideres tomen y por la conjugación con otros tiempos;
los tiempos de la concreción de asociaciones en el nuevo espacio que se abre,
en medio de las crisis.
Así
lo demuestra la amalgama solidaria, que en torno a la del Covid-19, se ha
construido entre potencias como Rusia y China y los pueblos del mal llamado
tercer mundo, para que juntos puedan combatir el flagelo de la pandemia.
Para
el gobierno popular de Luís Arce, la lucha contra la pandemia de coronavirus,
es un objetivo estratégico, pues se trata de salvar vidas, partiendo de una
situación sanitaria agravada, por medidas improvisadas y por la mala
utilización de los recursos del Estado, en los que no faltaron hechos de
corrupción, ya identificados.
Según
los últimos reportes, al 15 de febrero, el
país presentaba 236.732 casos de coronavirus desde el inicio de
la pandemia, con 11.202 personas fallecidas y 177.775 pacientes
recuperados.
Al
asumir el presidente Arce, se adquirieron 2.2 millones de pruebas diagnósticas
y se realizaron compras de medicamentos, reactivos, equipamientos e insumos
para el trabajo de los laboratorios; se efectuaron testeos masivos, y
diagnósticos tempranos, para atacar y disminuir la letalidad de la pandemia.
Se
adquirieron un total de 5.2 millones de dosis de la Sputnik V y cinco
millones de dosis del fármaco de AstraZeneca-Oxford y se gestionaron 5.1
millones de dosis de otros inmunizadores, a través del mecanismo Covax.
Los
primeros días de febrero, la autoridad sanitaria completó el envío de las dosis
de la Sputnik V a los nueve departamentos para vacunar al personal de salud,
administrando 20.000 dosis hasta el momento.
También,
para estos días, se espera el arribo de alrededor de un millón de dosis de vacunas
de AstraZeneca-Oxford (900.000) y Pfizer-Biontech (92.430), y 500.000 dosis de
la vacuna producida por la biofarmacéutica china Sinopharm para reforzar la
vacunación masiva.
A
esta situación de pandemia, debemos sumar los esfuerzos que el gobierno viene
realizando para abordar las consecuencias de las inundaciones que sacuden a 74
municipios y que, hasta la fecha han ocasionado 8 muertes y pérdidas
materiales, por lo cual el presidente Luis Arce ha decretado la alerta roja
hidrológica en las cuencas de los ríos Mamoré, Isiboro, y la alerta naranja en
los departamentos de Ben, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Como
no podía ser de otra manera, la oposición fascista y los sectores económicos
que la acompañan en su pretensión de volver al régimen despótico neoliberal,
despliegan su campaña de sabotaje y manipulación hacia la opinión pública,
tratando de sacar beneficios electorales en los próximos comisión
sub-nacionales.
Para
fortalecer la gestión de gobierno y atajar las maniobras de los especuladores,
la Asamblea Plurinacional está debatiendo la promulgación de la Ley de
Emergencia Sanitaria que plantea cinco ejes, para atender la segunda ola
de la pandemia del Covid-19; entre ellos, establece la conformación de un
Consejo Nacional Estratégico, para emergencias sanitarias, políticas de
inmunización, control de medicamentos, registros y servicios de salud,
contrataciones y despachos aduaneros, además de un régimen sancionatorio para
enfrentar las actitudes irresponsables y delictivas de quienes pretendan medrar
con la salud del pueblo.
“No
podemos abandonar a la población y esta ley busca facilitar el acceso a la
salud ante la pandemia. Es una ley especial que va a durar por un tiempo
determinado. Están polemizando porque estamos en tiempos electorales”, explicaba
el diputado Renán Cabezas del Movimiento Al Socialismo (MAS), al tiempo que la
senadora de Oruro Laura Luján manifestaba que, gracias a la norma, se
regularizarán los precios de los medicamentos, se podrán contratar a más
médicos especialistas y se evitarán los abusos por parte de algunas clínicas
privadas.
La
ley como garantía para el acceso a la salud y para la reparación de las
injusticias ocasionadas por el golpe de estado.
Bajo
esa premisa, el parlamento aprobó la “Concesión de Amnistía e Indulto por
razones humanitarias y perseguidos políticos” que fuera enviado por el
Ejecutivo de Luis Arce al Parlamento, ocasionando, como era de esperar, la
lógica protesta de quienes apoyaron el golpe de estado, las masacres y el
saqueo del país.
Al
concluir el debate, los representantes de la oposición, en desacuerdo con la
norma, comenzaron a gritarle, sin ningún rubor, a la bancada oficialista, “dictadores”,
“democracia sí, dictadura no” y “debate es democracia”.
Al
terminar la sesión, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, informó a la
prensa que, “la amnistía que beneficiará a quienes fueron víctimas de
«persecución política desde octubre de 2019 hasta octubre de 2020”.
Por
otro lado, cabe destacar que, en la justicia se libra una batalla
importantísima para el sostenimiento de la democracia.
La
defensora del Pueblo, Nadia Cruz, lleva adelante acciones contra la
expresidenta Jeanine Áñez por considerarla como la principal responsable de las
masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), en noviembre de 2019, por
haber firmado el decreto que eximió de responsabilidad penal, a los militares
para “restablecer el orden”.
En
dialogo con los medios expresó “No podemos quedarnos solamente con un proceso
judicial contra un general (Luis Fernando Valverde Ferrufino). ¿Uno solo?
¡Participaron más! No podemos quedarnos con una imputación contra (Luis
Fernando) López y (Arturo) Murillo (exministros de Defensa y Gobierno) porque
hubo una presidenta, que les ordenó a ellos, y esa presidenta, transitoria o no
transitoria, constitucional o no constitucional, ella firma el decreto donde se
señala las intervenciones policiales y militares con una suerte de manto de
impunidad para los militares con una teoría de defensa de situación de legítima
defensa. Una analogía a los decretos que sacaba (Jorge Rafael) Videla en
la época de la dictadura de Argentina”
En
medio de un proceso, en donde “lo viejo y tristemente conocido” se resiste a
morir, la esperanza, la solidaridad y el compromiso con el futuro se abre paso.
El
Ministerio de Hidrocarburos y Energías acaba de informar que en los próximos
meses entrarán en funcionamiento, tres parques eólicos y tres sistemas de
ciclos combinados en plantas termoeléctricas.
Esto,
aumentará la capacidad de producción de electricidad a más de 3.500 megavatios
(MW) posibilitándole a Bolivia, exportar energía al mercado internacional.
También
como parte de la diversificación energética, Bolivia acaba de inaugurar la
planta solar fotovoltaica, considerada la más alta del mundo, con una capacidad
de producir 100 megavatios al sistema nacional.
Situada en la población altiplánica de Ancotanga, en el
departamento de Oruro, a más de 3.700 metros sobre el nivel del mar,
posee "más de 300.000 paneles fotovoltaicos emplazados en 214
hectáreas".
La
obra fue ejecutada por la estatal Empresa Nacional de Electricidad Bolivia
(ENDE) con recursos estatales, un crédito de la Agencia Francesa de Desarrollo
(AFD) de más de US$ 68,6 millones y otros casi 14 millones donados por la Unión
Europea (UE).
Todos
estos logros se complementan con la decisión política del presidente Arce de
implementar el Impuesto a las Grandes Fortunas para que contribuya a la
redistribución de la riqueza, dentro del Modelo Económico Social Comunitario
Productivo.
El
año pasado, el gobierno puso en vigencia la Ley 1357 de Impuesto a las Grandes
Fortunas, que fija porcentajes graduales para el pago de la alícuota: 1,4% para
personas con riquezas de 30 millones a 40 millones de bolivianos (de 4,3 a 5,7
millones de dólares); 1,9% de 40 millones a 50 millones (de 5,7 millones a 7,2
millones de dólares) y 2,4% para fortunas mayores.
En
100 días, el gobierno popular del presidente Arce ejecutó medidas económicas
como el pago del Bono Contra el Hambre, la reprogramación y refinanciamiento de
créditos, la creación de créditos al 0,5 por ciento de interés, y el Impuesto a
las Grandes Fortunas, se puso a la cabeza en la lucha contra la pandemia,
avanzo sobre la impunidad y consolidó la soberanía nacional frente a los
gringos y los israelitas en el tema de las visas, estrecho lazos con las
potencias y países de la región y afianzó la democracia posibilitando un
proceso electoral, salvaguardando la vida de los participantes.
Para
muchos políticos, la adversidad es un problema, para otros un desafío
LOS
PRIMEROS TRES MESES DEL GOBIERNO PROSOCIALISTA DE BOLIVIA
Counter
Pounch de Canadá (https://bit.ly/3dsG9Xu)
El
Movimiento al Socialismo (MAS), de base comunitaria e indígena, retomó el poder
con una victoria aplastante en las elecciones del 18 de octubre de 2020,
expulsando así al gobierno derechista apoyado por Estados Unidos (1). Este
artículo resume algunos de los acontecimientos que han tenido lugar en los tres
primeros meses de gobierno.
Luis Arce, quien fuera ministro de economía y finanzas públicas
en la presidencia de Evo Morales (2006-2019), y David Choquehuanca, ministro de
exterior de Morales, ganaron la presidencia y vicepresidencia con un 55% de los
votos (3,4 millones). El candidato opositor que le siguió en número de votos
fue el antiguo presidente conservador Carlos Mesa (2003-2005), con el 28%,
seguido del golpista de extrema derecha Luis Fernando Camacho, con el 14%.
Jeannie Áñez, que asumió ilegalmente la presidencia de la nación tras el golpe,
abandonó la campaña cuando las encuestas le pronosticaban un posible 8% de
votos.
El MAS recuperó asimismo el control de ambas cámaras
parlamentarias, 75 de 130 escaños en la Cámara de Diputados y 21 de 36 escaños
en el Senado (que ahora cuenta con una mayoría de mujeres). No obstante, no
alcanzó la mayoría de dos tercios que tenía durante el mandato de Morales.
Áñez, senadora derechista, asumió el liderato del golpe cuando
los generales amenazaron con relevar a Morales por medio de la fuerza, en
noviembre de 2019. Este marchó al exilio (primero a México, luego a Argentina)
con el fin de evitar un masivo derramamiento de sangre como preveía que podía
ocurrir de quedarse en Bolivia.
Pocos días después del golpe de Estado, varios seguidores de
Morales fueron asesinados a tiros por el ejército y fuego artillero desde
helicópteros. Al menos tres docenas de activistas que protestaban por el golpe,
la mayor parte indígenas, fueron asesinados durante el año que duró la
dictadura.
Evo regresó a su país el día después de la formación del nuevo
gobierno, el 8 de noviembre. Ante sus seguidores del estado de Cochabamba,
proclamó: “Las transnacionales no nos perdonan haber nacionalizado nuestros
recursos naturales […] Estados Unidos respaldó el golpe a causa del litio”.
Morales recuperó la presidencia del MAS pero no forma parte del
nuevo gobierno.
Juicio a los golpistas
El gobierno de Jeannine Áñez estuvo marcado por agresiones
autoritarias y ofensas continuadas a los pueblos indígenas de Bolivia. Afirmó
que los rituales aimaras eran “satánicos”, lo que sirvió de pretexto a los
racistas para empezar a quemar whiphalas (la bandera cuadrangular andina) y
para que algunos militares y policías asesinaran a docenas de manifestantes
indígenas.
Diez días después de la victoria electoral del MAS, la Cámara de
Diputados y el Senado aprobaron un informe final sobre las “masacres de Senkata
y Sacaba”. El informe recomendaba procesar a Áñez por genocidio y proponía
presentar cargos contra 11 de sus ministros. La presidenta del Senado, Eva
Copa, especificó que el informe debería llegar a manos de los fiscales para el
inicio de los procedimientos penales.
Diversos golpistas, entre los que se encuentran algunos
ministros y altos mandos militares que desempeñaron un papel clave, han sido
detenidos temporalmente y se les ha prohibido salir del país mientras el nuevo
fiscal anticorrupción, Luis Atanasio, prepara los cargos contra ellos. El proceso
acaba de iniciarse y ha sido pospuesto en gran medida a causa de la pandemia de
coronavirus.
Nueva orientación del gobierno
Se espera que Bolivia vuelva a defender muchos de los programas
que hicieron a Evo Morales el líder más querido en la historia boliviana. Según
el Consejo de Asuntos Hemisféricos, Morales puso fin a los 500 años de
conquista y colonización.
Morales, junto con su vicepresidente Álvaro García Linares y con
Arce como ministro de economía, acabó con el sistema de apartheid contra los pueblos
indígenas bolivianos de 500 años. Ellos consiguieron hacer de Bolivia la
economía de más rápido crecimiento en América Latina, con un índice de
crecimiento medio anual del 4,6%; quintuplicaron el salario mínimo (de unos 57
dólares al mes a 287); redujeron la pobreza extrema del 38% al 17% de la
población; acabaron prácticamente con el analfabetismo y elevaron la esperanza
de vida de 64 a 71 años.
El gobierno de Obama interrumpió las relaciones diplomáticas
tras asumir la presidencia en 2008. Morales respondió expulsando del país a la
DEA (Administración para el Control de Drogas) y la USAID (Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional), a las que acusaba de “intentar
conspirar contra el pueblo boliviano y su gobierno”.
El golpe de Estado ha dejado al pueblo boliviano con una deuda
externa e interna de 4.900 millones de dólares. El Banco Mundial prevé que el
gobierno dictatorial (caracterizado por una política económica regresiva y
reducción de impuestos a los ricos) y la pandemia de coronavirus provoquen una
contracción económica del 6% para 2021.
Luis Arce nació en el seno de una familia de clase media de
profesores y se graduó en ciencias económicas en la universidad. No es de
procedencia indígena y se le considera un marxista moderado. En una entrevista
concedida a Reuters en octubre de 2020, Arce declaraba: “He tenido mis propias
ideas desde que comencé a leer a Karl Marx a los catorce años. Desde entonces
no he cambiado mi postura ideológica y no voy a cambiarla por nada”. A la sombra
de Evo, el nuevo presidente boliviano Luis Arce promete un
socialismo moderado.
El presupuesto económico de Morales-Arce incluía bonos para las
mujeres embarazadas, los escolares y los ancianos, así como grandes inversiones
para industrializar el gas natural y el litio necesitado para las baterías y la
física nuclear. Ya como presidente, Arce ha restituido un nuevo “bono contra el hambre”,
que ayudará a más de cuatro millones de personas. Sus beneficiarios son
aquellas personas mayores de 18 años que no reciben dinero de instituciones
públicas o privadas, que tienen discapacidades, que son madres y a aquellas con
el bono universal.
Asimismo, Arce ha prometido no recortar el gasto público, aunque
reconoce que será necesario aplicar algunas medidas de austeridad. Declaró
también que “el proceso de cambio [se recuperará] sin odio y aprendiendo y
superando nuestros errores como MAS”.
La mitad de los ingresos del país todavía proceden del gas
natural y el petróleo y después de la producción agrícola. Arce quiere diversificar
la economía. Ha paralizado la exportación de alimentos para asegurar una
suficiente distribución interna. Asimismo, ha fijado la tasa de cambio para
frenar la inflación.
El vicepresidente David Choquehuanca, líder de la Confederación
Sindical Única de Campesinos de Bolivia y del Movimiento Campesino Indígena,
nació en 1961 en una comunidad aimara de La Paz. El antiguo ministro de
exteriores aprendió español a la edad de siete años. Durante sus años en el
gabinete de Morales asumió la secretaría general del ALBA (Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América, la organización de cooperación que agrupa
a ocho estados latinoamericanos) a la que ha regresado Bolivia tras su retirada
de la misma por Áñez. El Estado también ha retomado las relaciones diplomáticas
y fraternales con los gobiernos izquierdistas de Irán, Venezuela, Cuba y
Nicaragua. Áñez también expulsó del país a 700 médicos y trabajadores
sanitarios cubamos.
La mitad de la población boliviana es indígena (algunas fuentes
hablan incluso de un porcentaje mayor). Al inicio de la presidencia de Morales
se creó una nueva constitución con participación de las organizaciones de base.
En ella se reconocen 36 pueblos indígenas y se da carácter oficial a la lengua
de tres de ellos, además de al español. Los quechua constituyen la mitad de la
población indígena, y los aimara el 41%. Sin embargo, de los 17 ministros solo
uno es indígena y cuatro son mujeres. Sabina Orellana, una activista sindical
quechua es la nueva ministra de cultura, descolonización y
despatriarcalización.
Diez días después de asumir la presidencia, Arce destituyó a los
militares derechistas leales a los golpistas y a Estados Unidos y los reemplazó
con oficiales supuestamente leales al pueblo y a la constitución.
El covid-19 impide la plena recuperación
Los grandes medios de comunicación occidentales han ignorado la
mayor parte de lo que ha acontecido en Bolivia desde la elección, aparte de dar
cierta cobertura a las noticias del coronavirus y de las inundaciones que
sufrió el país en enero. Estos medios han relacionado a Bolivia con Rusia
porque le está suministrando su vacuna Sputnik V, de bajo coste, como a otros
50 países.
La prestigiosa revista médica The Lancet acaba
de publicar que la Sputnik V es eficaz contra el 91,6% de los casos
sintomáticos de covid-19. El gobierno boliviano también ha encargado vacunas de
producción occidental, como la de Astra Zeneca, que cuesta tres veces más que
la rusa y no es tan eficaz contra la cepa sudafricana del virus.
A comienzos de febrero, 218.000 personas habían resultado
positivas en las pruebas. La población ronda los 11,5 millones y unas 50
personas mueren diariamente. La propia hermana de Evo Morales, Ester, ha muerto
por el virus a los 70 años.
A pesar de temer un colapso económico, Arce no ha cerrado tantos
negocios como mucha gente desearía. Los trabajadores de la salud están
contrariados, los hospitales a punto de la saturación. En la región de Santa
Cruz, la más conservadora, los trabajadores sanitarios llevaron a cabo una huelga parcial de 24
horas (el 2 de febrero) con el fin de exigir un mayor
confinamiento de la sociedad para evitar una mayor expansión del virus y de sus
mutaciones.
Además, muchas personas desean que se retrasen las elecciones
municipales y regionales previstas para el 7 de marzo. El gobierno tiene la
intención de mantener la fecha a pesar de los temores al aumento de
infecciones.
Nota: El Movimiento al Socialismo (MAS) fue fundado por Evo
Morales en 1998 como consecuencia de las luchas de los agricultores cocaleros
por mantener la tradición indígena de mascar las hojas de coca (nada que ver
con la cocaína), un estimulante muy utilizado especialmente por los chóferes.
Los objetivos de la lucha del MAS incluyen el derecho al libre acceso al agua y
el abandono de la competitividad extremadamente codiciosa del capitalismo. El comunitarismo
aspira a la toma de decisiones colectiva y a una economía cooperativa, que
conecte al individuo con la comunidad y rechace las políticas del laissez-faire.
Algunos denominan a esta forma de sociedad visionaria “socialismo utópico”, o
“socialismo del siglo XXI”. La intención es evitar las revoluciones violentas
de los siglos XVIII, XIX y XX. El gobierno de la clase obrera se reemplazaría
por el gobierno de todos los ciudadanos dejando fuera al gobierno del capital o
de las corporaciones. La forma preferida para la elección de líderes es la
votación directa en las asambleas, aunque estos líderes no lo serían de forma
permanente. El comunitarismo es un vástago del movimiento de liberación
panhispánico liderado por el ejército venezolano y su líder político, el
general Simón Bolívar (1783-1830). Las insurrecciones acabaron con el gobierno
colonial español en Venezuela, Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá y Colombia. La
Gran Colombia fue creada en 1821 bajo la presidencia de Bolívar. La federación
incluía gran parte de lo que hoy día son Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador.
AMÉRICA
LATINA: LA IZQUIERDA SE REIMPULSA
Radio Reloj
de Cuba (https://bit.ly/3kafKPF)
Poco
a poco y sin mucha bulla, la izquierda parece recuperar espacios políticos en
Latinoamérica. Las primeras señales llegaron desde México, donde a fines de
2018 triunfó Andrés Manuel López Obrador, líder
del Movimiento de Renovación Nacional.
Un
calendario después llegaría la victoria en Argentina de Alberto Fernádez, quien
puso fin a cuatro años de gobierno de Mauricio Macri, quien dejó un país
desangrado y dependiente económicamente.
Y
en octubre último, regresó al poder en Bolivia el Movimiento Al Socialismo con
Luís Arce, que trae estabilidad luego de doce convulsos meses tras el golpe
contra Evo Morales que puso en el poder a Jeanine Áñez.
Ahora,
en Ecuador, el 11 de abril, Andrés Arauz tendrá la oportunidad de hacer regresar
al correismo al Palacio
de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano.
Lo nuevo y lo viejo
El
eje conservador latinoamericano, que integran Brasil, Colombia y Chile, sigue
siendo un baluarte del neoliberalismo más crudo.
Sin
embargo, el espacio que mantiene el Partido de los Trabajadores, y en
particular la redención política de Lula Da Silva, abren una posibilidad en las
elecciones del año próximo, en las que Fernando Jadad volverá a ser el
portaestandarte de la izquierda brasileña.
La
emergencia de nuevos líderes, respaldados por figuras históricas como el propio
Lula, Evo, Correa o Cristina, permiten renovar el discurso de la izquierda
regional, sin renunciar a la bandera de la justicia social.
Visto
el panorama político actual y mirando un poco más allá, hay esperanzas ciertas
de que el progresismo regrese con fuerza a Latinoamérica, donde la izquierda
parece volver a reimpulsarse.
¿RESURGIRÁN
LOS CONFLICTOS CUANDO PASE LA PANDEMIA?
El Universo
de México (https://bit.ly/37qZtAU)
Hacia
fines de 2019 los jóvenes chilenos tomaron las calles durante varios días y la
disputaron con vehemencia, pese a la fuerte represión de los carabineros. En
diferentes países de la región se recrudecían protestas sociales que pese a
estar enmarcadas en reivindicaciones específicas, compartían un profundo
descontento con el orden de las cosas. En su mayoría estaban impulsadas por
sectores sociales no tradicionales: los jóvenes de sectores populares y medios
urbanos en Chile, o el movimiento indígena en Ecuador.
En
Chile, el motivo de las reivindicaciones era el hartazgo con el injusto sistema
económico mantenido desde el pinochetismo y con un modelo societal estructurado
en torno a la mercantilización de todas las prestaciones sociales. En Ecuador
la protesta se articuló en contra del plan de ajuste del gobierno de Lenin
Moreno a instancias de una negociación de créditos con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Esos
dos estallidos no fueron los únicos. En Perú se registraron protestas contra un
sistema político –especialmente el poder legislativo– corrupto, con vetos
mutuos y al servicio de los intereses de la clase política. En Argentina
organizaciones de desempleados y trabajadores precarizados protestaron contra
el gobierno de Macri por la profundización de su, ya de por sí, desfavorable
situación económica. Emergían conflictos también en Colombia a raíz de los
Acuerdos de Paz, y en Bolivia por el fallido proceso electoral y la salida del
país de Evo Morales.
El
hartazgo de la sociedad latinoamericana
Más
allá de las diferencias, lo cierto es que todos esos conflictos tenían
características comunes. Desde protestas contra el statu quo o
rechazo a matrices sociales muy desiguales, al odio hacia los negociados y
enriquecimientos de las élites, y el aislamiento de las mismas con respecto a
la sociedad. Los manifestantes también guardaban ciertas características
comunes: jóvenes pertenecientes a sectores medios y populares excluidos de la
economía formal y sujetos de la represión continua de las fuerzas de seguridad.
Más
allá de los problemas cíclicos y estructurales en la región –crisis económica,
desempleo, informalidad, pobreza, exclusión– los diferentes conflictos apelaban
a todas esas cuestiones, pero no se detenían en ninguna. Todo se resumía en una
manifestación de hartazgo con el funcionamiento de la vida social. El problema
era el sistema tal cual estaba instituido. No una de sus partes sino el
conjunto.
El
aislamiento sanitario derivado de la pandemia puso entre paréntesis las razones
de la protesta social, pero no las sofocó. Pese a que la racionalidad
occidental nos lleva a tener siempre plazos definidos, la pandemia sigue y no
se sabe cómo continuará. Esta falta de certeza ha generado que, aún cuando la
Covid-19 no ha sido extinguida, la gente ha vuelto a salir a las calles.
Las
protestas se han retomado donde se habían quedado y, desde finales de 2020,
ciudades y espacios públicos de varios países de la región volvieron a
escenificar la expresión del descontento. Expresión cubierta de altas dosis de
furia, odio y, por ende, violencia. Con ese nuevo emerger de la protesta social
florece también la represión y la muerte. Como ejemplo, el reciente asesinato
del malabarista en Chile.
Descontento
que ni la pandemia ha logrado opacar
A
lo largo de 2019 se sucedieron algunos acontecimientos relacionados con las
protestas previas que operaron como amortiguadores del potencial disruptivo y
antisistema de la acción colectiva. Eventos que surgieron como respuesta a los
conflictos previos a la pandemia.
En
Chile, el llamado a votar una asamblea constituyente para reformar la
constitución heredada del pinochetismo calmó a los grupos que protagonizaban el
conflicto. Tal es así que la votación de la convocatoria constituyente,
ampliamente aceptada, fue leída por parte de los manifestantes como un bálsamo
para diluir la protesta. Sin embargo, pese al apoyo a la constituyente, estos
grupos se mostraban absolutamente escépticos a que esa nueva Constitución
modifique el status quo.
En
Ecuador, la protesta de octubre de 2019 implicó la marcha atrás del programa de
ajuste de Lenin Moreno y la inminencia de las elecciones de febrero de 2021
generó una expectativa real de cambio político. En Argentina, la pandemia
comenzó con el retorno de un gobierno peronista y las expectativas de cambio, sumadas
a una convocatoria a la “paciencia social” derivada del contexto sanitario.
En
Perú el cambio de gobierno impulsado por el Congreso despertó el rechazo
violento de parte de la ciudadanía, al punto de provocar la renuncia del
mandatario puesto por el parlamento. El éxito de la protesta, en tanto pulseada
con el poder parlamentario, y la nominación más consensuada de un nuevo
presidente, calmaron los ánimos. Y en Bolivia, el triunfo aplastante del MAS
volteó cualquier movimiento de los sectores más reaccionarios y despertó
expectativas de cambio en el país, simbolizados con el retorno de Evo Morales
de su exilio.
El
panorama político de la región, convulsionado por fuertes y violentas protestas
antes de la pandemia, parece que ha recuperado cierta calma por la irrupción de
la crisis del coronavirus. Sin embargo, si entendemos las movilizaciones como
un rechazo a las estructuras y resultados sociales de las instituciones
económicas y políticas vigentes, es difícil pensar que las protestas no
volverán a repetirse.
Los
eventos que calmaron las aguas no serán suficientes para garantizar el orden si
no se modifica el entramado económico e institucional que reproduce sociedades
con fuertes bolsones de pobreza y exclusión.
ELECCIONES
EN PANDEMIA: CÓMO FUE EL PROTOCOLO PARA QUE PUDIERAN VOTAR EN OCTUBRE LOS
RESIDENTES BOLIVIANOS
La Nación de
Argentina (https://bit.ly/3awr45A)
"No
están dadas las condiciones sanitarias para votar en agosto", sostuvo ayer el ministro de Salud de la Nación, Ginés
González García. Se sumó a las voces -en su mayoría oficialistas- que señalan
que se debería cambiar la fecha o eliminar las PASO.
Los
dichos del titular de la cartera sanitaria llegan pese a que en la Argentina
los residentes bolivianos pudieron votar en las elecciones presidenciales a
fines de octubre de 2020, en uno de los peores momentos epidemiológicos de
la pandemia en el país.
Trascendidas sus declaraciones, LA NACION intentó comunicarse en
reiteradas oportunidades con el ministerio de Salud en busca de explicaciones y
más detalles. Desde la cartera sanitaria se excusaron de responder por estar
"en un viaje en Entre Ríos".
Elecciones
en pandemia
Tres
días antes de los comicios bolivianos, se publicó la Decisión
Administrativa 1856/2020que llevó la firma del ministro de Salud de
la Nación, Ginés Gonzáles García, y del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. En
el documento se aprobaron "las recomendaciones para la celebración de
elecciones de autoridades de países extranjeros en territorio argentino en el
marco de Covid-19".
A fin de celebrar los comicios, la
medida del Gobierno amplió la lista de excepciones a las restricciones que en
ese entonces existían para adecuarse a la realización de los comicios
bolivianos. Además, el Gobierno destacó que podrían adoptarse medidas
sanitarias complementarias "para garantizar las condiciones de higiene del
acto eleccionario".
El
18 de octubre de 2020, más de 140 mil bolivianos residentes en la
Argentina acudieron a las urnas para elegir un nuevo presidente. La
conformación de recintos electorales dependió -según un comunicado del estado
boliviano- de las autoridades de los distritos municipales, provinciales o
comunales en los que se tiene previsto instalar las mesas electorales.
Un
mes antes de las elecciones bolivianas, el ministerio de Relaciones
Exteriores de Bolivia destacó a través de un comunicado que, en el marco de la
cooperación interinstitucional entre sus autoridades estatales y estados
internacionales, se había conseguido la autorización para llevar adelante
la elección presidencial en el territorio argentino y otros 24 estados.
Este medio se comunicó con
autoridades del ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia para conocer
cuáles fueron los requisitos que condujeron a la autorización para llevar
adelante la elección. Por el momento no se obtuvo respuesta alguna.
Cómo
se vivió la elección
En
los comicios en los que finalmente resultó electo el socialista Luis Arce,
quien contó con el apoyo del exmandatario Evo Morales, se vio
"aglomeración de votantes, sobre todo por la mañana".
El
dato se desprende de un informe realizado por la Asociación de Defensorías del
Pueblo de la República Argentina (ADPRA), que estuvo presente como veedora en
las elecciones que renovaron autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia.
Según
datos revelados por Defensoría del Pueblo, la Argentina cuenta con la
mayor cantidad de bolivianos empadronados para votar en el extranjero. En
total, la cantidad de electores supera los 161 mil, quienes se encuentran
distribuidos en 17 provincias pero ubicados mayoritariamente en el área
metropolitana, donde reside el 75%.
Según ADPRA,
la gran mayoría de los electores tuvo que hacer cola para emitir su voto y se
registró el incumplimiento del distanciamiento social hasta que se logró
la reorganización de el acceso según la disponibilidad de las mesas.
En
este contexto, el 97% de los votantes respetó el uso de barbijo o
tapabocas mientras hacían cumplimiento de sus deberes cívicos. Se instalaron
recintos electorales en distintos puntos del país, entre ellos, en la
ciudad de Buenos Aires, y en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza,
Tucumán, Jujuy, Salta, Santa Fe y Chubut.
"La
ayuda brindada por los agentes sanitarios del Ministerio de Salud de la Nación
en el exterior de los recintos facilitó el cumplimiento de la distancia
obligatoria de 1.5 metros, así como para la provisión de alcohol en gel y barbijos
a los/as electores/as antes de que ingresaran al recinto", destacaron
desde Defensoría del Pueblo en relación a los comicios en el informe.
Para
la ejecución óptima de los comicios, el gobierno de Alberto Fernández
aprobó un protocolo de medidas para autorizar los desplazamientos de las
personas pertenecientes a organismos que desarrollasen tareas en el país por la
elección presidencial de Bolivia.
CORTE
ACOGE RECURSOS DE AMPARO Y DEJA SIN EFECTO LA EXPULSIÓN DEL PAÍS DE CIUDADANOS
VENEZOLANOS
Tele Trece
de Chile (https://bit.ly/3k40TGj)
La Corte de Apelaciones de Iquique acogió
cinco recursos de amparo presentados por el Instituto Nacional de Derechos
Humanos, la Clínica Jurídica de Atención a Migrantes de la Universidad Alberto
Hurtado y abogados particulares en representación de ciudadanos venezolanos que ingresaron al país por pasos no
habilitados y ordenó dejar sin
efecto las órdenes de expulsión del territorio nacional, decretadas
por el gobierno.
El tribunal de alzada estableció que
la acción emprendida por el Ministerio del Interior, luego de los hechos
ocurridos en Colchane, carecían de
fundamento legal.
"La
medida reclamada no estuvo
antecedida de un procedimiento en que los amparados hubieren podido
controvertir el ingreso atribuido, ejercer su derecho de defensa ni exponer los antecedentes que estimare
procedentes ante la pretensión de expulsión, transgrediéndose con ello
su garantía relativa a la existencia de un procedimiento legalmente tramitado,
racional y justo que anteceda a la dictación de la medida reclamada”, dice el
fallo.
“La
Intendencia Regional de Tarapacá dispuso la expulsión de los amparados, sin que
haya sido concluida alguna investigación en su contra y mucho menos se hubiera
dictado alguna sentencia con relación al ingreso clandestino al país,
sino valiéndose tan solo de sus
actuaciones administrativas carentes de fundamento y vulneratorias
del derecho a la defensa constitucionalmente protegida”, agrega.
Tal como alegaban desde el INDH y
los demás representantes de migrantes, la acción de la intendencia es una
violación a la garantía constitucional, según el tribunal de alzada, que además
declaró que no hubo presentación de pruebas de los hechos que se le imputan a
los migrantes.
“Por otro lado, el hecho que la
autoridad competente hubiera formulado la correspondiente denuncia por el
ingreso ilegal, para inmediatamente desistirse de ella, lleva a que se extinga
la acción penal hecha valer, de suerte que para decretar posteriormente la
expulsión del país de los amparados por medio del respectivos decretos que ha
dictado, necesita de una carga
argumentativa superior a la meramente formal, como aquella que
aparece en las resoluciones atacadas, que se fundan únicamente en las
disposiciones legales y reglamentarias que cita, así como en la circunstancia
no controvertida del ingreso de los amparados al territorio nacional por un
paso no habilitado", explica la sentencia.
"La
orden de expulsión sólo se
basa en una mera afirmación de autoridad, omitiendo la debida fundamentación fáctica
de acuerdo con los estándares establecidos en el artículo 11 de la
Ley 19.880, como también en su artículo 41 inciso 4°, puesto que las
actuaciones de los organismos del Estado deben estar enmarcadas en la
Constitución Política y en las leyes, y en tal sentido, las actuaciones
administrativas de índole sancionatoria, requieren una especial sujeción al
principio de legalidad", añade.
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