SOBRE RITUALES Y REVOLUCIONES EN LAS MINAS DE BOLIVIA
Después de que los mineros del país rico
en estaño ayudaron a llevar al poder a un líder elegido democráticamente al
derrocar al ejército, honraron sus tradiciones espirituales celebrando con la
comunidad.
El pequeño
parque K'illi K'illi se encuentra en la cima de una de las laderas que acunan
el valle que alberga la capital administrativa de Bolivia, La Paz, y ofrece una
vista impresionante de la ciudad. Al este se encuentra Illimani, una imponente
montaña cubierta de nieve. Debajo y al oeste se encuentra la Plaza Murillo
bordeada de árboles, sede de la sede del gobierno y escenario de decenas de
golpes de Estado e innumerables protestas. Al otro lado del valle, ubicado en
las amplias llanuras del altiplano, se encuentra El Alto, un hogar en auge para
millones de personas, en su mayoría aymaras, de clase trabajadora.
Las colinas
encierran el rico pasado de esta ciudad en las nubes. El rebelde indígena Túpac
Katari lanzó ataques cruciales contra
La Paz colonial controlada por los españoles desde K'illi K'illi durante el
asedio de su ejército en 1781. Después de su brutal acuartelamiento por parte
de los españoles, la cabeza de Katari fue exhibida en esta misma colina para
aterrorizar a sus seguidores. En una noche de luna alrededor de 170 años
después, los rebeldes cruzaron las laderas para lanzar la Revolución Nacional
de 1952, un evento que abolió la hacienda , provocó una reforma agraria y
educativa masiva y nacionalizó la lucrativa industria minera de Bolivia.
Los mineros
bolivianos formaron la columna vertebral radical de esta revuelta, desafiando a
los barones del estaño que controlaban la riqueza nacional, empujando a los
líderes políticos más hacia la izquierda y exigiendo un cambio transformador.
Algunas de las raíces de la solidaridad histórica y el poder organizativo de
los mineros durante y después de la Revolución Nacional se remontan a antiguas
tradiciones y celebraciones, así como a formas cotidianas de resistencia.
Tales
espacios culturales y rituales forjados por mineros unieron a los trabajadores
para imaginar y luchar por un mundo mejor. Estas tradiciones de resistencia
sostuvieron a los mineros en duras condiciones de trabajo y sentaron las bases
de los movimientos revolucionarios de Bolivia.
Revolución
Nacional de Bolivia
En el año
anterior a la revolución, el partido Movimiento Nacionalista Revolucionario
(MNR) presentó al congresista popular pro obrero y líder del partido exiliado
Víctor Paz Estenssoro como su candidato presidencial. Obtuvo una contundente
victoria en las urnas, pero los militares colocaron al general Hugo Ballivián
en el palacio presidencial. El MNR concluyó que su única opción para tomar el
poder era la revolución armada.
El 10 de
abril de 1952 Ballivián pidió que se apagaran las luces en La Paz para impedir
el avance de los rebeldes del MNR -muchos de ellos obreros fabriles- en su
descenso a La Paz desde la vecina ciudad de El Alto. Sin embargo, una luna
llena iluminó el camino para los rebeldes, proporcionando orientación para su
marcha por las empinadas colinas desde El Alto hasta la ciudad capital. Muchos
rebeldes del MNR provenían de los barrios obreros de El Alto y por eso conocían
bien el terreno. Estas fuerzas, junto con la participación crucial de los
mineros de Oruro, cortaron efectivamente las tropas de Ballivián al bloquear
rutas clave y líneas ferroviarias en las afueras de la ciudad.
Los
conflictos estallaron en la noche, dejando muchos heridos y muertos en ambos
lados. Mientras tanto, las noticias de los avances de los rebeldes del MNR en
La Paz se extendieron por todo el campo, inspirando levantamientos similares en
todo el país. Tres días después, con más de 600 muertos en las batallas, los
rebeldes vencieron al régimen de Ballivián y tomaron el poder.
La euforia
fue alta en los primeros días del liderazgo del MNR. Víctor Paz regresó de su
exilio en Argentina y voló al aeropuerto de El Alto el 15 de abril de 1952.
Cuando ingresó a La Paz se encontró con una multitud de unas 7 000 personas que
agitaban carteles que decían “Nacionalización de las minas”, “Reforma agraria”.
”Y“ Bienvenido, Padre de los Pobres ”. La multitud era tan masiva que Paz tardó
30 minutos completos en llegar al palacio presidencial a media cuadra de
distancia. Como se relata en Rebelión en las venas de James Dunkerly , Paz
saludó a la gente reunida en aymara, el idioma hablado por la mayoría de los
miembros de la multitud mayoritariamente indígena: “ Jaccha t'anta uthjani ”,
dijo. "Habrá mucho pan".
Poco
después, el 31 de octubre, el MNR firmó un decreto, en gran parte resultado de
la presión de las organizaciones laborales y los mineros, que expropió a los
barones del estaño y nacionalizó las minas de estaño del país, poniendo a los
trabajadores en control de la gestión y producción de esta lucrativa industria.
Al año
siguiente, en agosto de 1953, el MNR aprobó la Ley de Reforma Agraria, que
buscaba abolir el pongueaje (una forma de servidumbre obligatoria que los
propietarios de las haciendas obligaban a los arrendatarios indígenas de las
tierras de las haciendas), expropiar las tierras de las haciendas y finalmente
redistribuirlas entre los campesinos sin tierra y los indígenas. comunidades.
La Revolución Nacional logró avances históricos con la ampliación de los
derechos de los trabajadores bolivianos, la reforma agraria y la soberanía económica
nacional.
Solidaridad
en las minas
Las minas
bolivianas fueron uno de los lugares más ricos de resistencia en los años que
rodearon la Revolución Nacional. Después de la colonización española de los
Andes, los mineros en lo que hoy es Bolivia mantuvieron ciertas tradiciones
indígenas y creencias espirituales que contribuyeron a la supervivencia física
y cultural en las duras condiciones de trabajo. Estas prácticas contribuyeron
al poder y al papel de los mineros como movimiento sindical radical durante y
después de la Revolución Nacional.
Las
tradiciones espirituales indígenas tenían un lugar central dentro de este
legado laboral en las profundidades de las minas. Las montañas fueron adoradas
en la cosmología indígena andina; los fieles pidieron seguridad y salud a las
montañas. Las montañas también eran espacios donde residían varios dioses y
requerían especial atención, sacrificios y ofrendas. En este paisaje
espiritual, la figura del Tío juega un papel especial. El Tío es una figura
religiosa muy presente en las minas en forma de estatua con cuernos;
representaba tanto el bien como el mal. Tío ha jugado un papel importante en
los espacios laborales y políticos de los mineros en Bolivia.
Tío, que se
remonta a la extensa industria minera en la Bolivia colonial, funcionó en las
minas como un puente que unía los modos de producción europeos y las creencias
espirituales de los indígenas andinos hacia la naturaleza. Como escribe el
antropólogo Michael Taussig , "Cada cambio en el modo de producción y cada
nuevo desarrollo de la lucha política agregan nuevos significados y
transformaciones a la simbolización y comprensión del espíritu dueño de la
naturaleza". En este caso, Tío llegó a encarnar a un dios de la montaña,
una extensión de las creencias indígenas fuera de la mina, pero que se tradujo
en la realidad subterránea de las minas nacidas de la explotación colonial.
Los mineros
proporcionaron a Tío cigarrillos, comida, hojas de coca, guirnaldas de confeti,
chicha (una cerveza a base de maíz muy consumida en los Andes) y licor fuerte
como ofrendas para mantenerlo feliz y traer buena fortuna y seguridad a los
mineros. Los mineros combatieron el trabajo deshumanizador dentro del modelo de
trabajo capitalista con sus propias tradiciones espirituales y significado. “El
culto al Tío, entonces, sirve para traducir la resistencia de los mineros a la
alienación y explotación por parte de los dueños de las minas”, escribe el
antropólogo peruano Heraclio Bonilla.
Los rituales
de la ch'alla , en los que los mineros ofrecen licor a la madre tierra o al Tío
a cambio de buena suerte, seguridad o éxito en las minas, formaron espacios
importantes para las tertulias entre los trabajadores. Estas prácticas en torno
a Tío fortalecieron la solidaridad entre los mineros. La experta académica de
las minas bolivianas, June Nash, escribe en We Eat the Mines y las Mines Eat Us
, “Esa solidaridad, cimentada por la complicidad colectiva en el culto a los
dioses del inframundo, creó la plataforma más fuerte desde la cual resistir y
rechazar con éxito, las demandas de los llamados barones del estaño ".
Estos barones del estaño, las tres familias principales que poseían muchas de
las minas de estaño de Bolivia, eran enemigos clave de la Revolución Nacional.
El minero y
organizador boliviano Manuel explicó el impacto político de los rituales y
ch'allas que rodean al Tío: “Esta tradición dentro de la mina debe continuar
porque no hay comunicación más íntima, más sincera o más hermosa que el momento
de la ch'alla , el momento en que los trabajadores mastican coca juntos y se la
ofrecen al Tío . Allí damos voz a nuestros problemas, hablamos de nuestros
problemas laborales y nace una generación tan revolucionaria que los
trabajadores empiezan a pensar en hacer un cambio estructural. Esta es nuestra
universidad. La experiencia que tenemos en la ch'alla es la mejor experiencia
que tenemos ”.
En este
espacio de autoeducación, comunicación y empoderamiento, los mineros bolivianos
humanizaron y profundizaron su experiencia laboral y desarrollaron relaciones
personales que llevaron a acciones políticas como huelgas, sindicalización y
rebelión abierta.
Celebrando
la revolución
Los años
antes y después de la Revolución Nacional de Bolivia de 1952 vieron un aumento
significativo en la frecuencia y duración de las celebraciones y ceremonias en
las comunidades mineras. Con la nacionalización de las minas, los trabajadores
ganaron más control sobre sus espacios de trabajo y producción; las
celebraciones correspondieron a esta expansión del poder y la autonomía de los
trabajadores.
La
autobiografía de uno de los mineros, Juan Rojas, incluye vívidas descripciones
de los numerosos festivales que se organizaron en los meses posteriores a la
nacionalización de las minas de estaño.
El 31 de
julio, tres meses después de la revolución, Rojas y los demás mineros organizaron
un k'araku , una ofrenda de sacrificio a los espíritus de las minas, entre
ellos Tío, awichas , las mujeres espíritus que lo acompañan y Supay , el
espíritu del cerro. . La ofrenda fue una cabra, cuyos mineros de sangre
rociaron en la entrada de la mina y varios puestos de trabajo. En otra ofrenda
a los espíritus, los mineros hicieron un guiso con carne de chivo. En su libro,
Rojas relata los detalles de estos rituales, que incluían una elaborada ch'alla
, en este caso una ceremonia que involucraba grandes ofrendas de alcohol, vino
tinto y blanco, cerveza y jugo de papaya.
“Esa noche
estuve en la mina hasta al menos las cuatro de la mañana”, recuerda Rojas.
Pasaron los siguientes días bebiendo y celebrando con otros trabajadores y
jefes de la comunidad minera. "¡Oh, fue un k'araku que nunca volveremos a
ver en nuestra vida!" recordó en sus memorias.
El alcance
de esta fiesta y ritual ceremonial es significativo en el sentido de que su
riqueza y extensión reflejaban los sentimientos de celebración de la Bolivia
revolucionaria. Los mineros no solo estaban celebrando su propia victoria
política, sino también la camaradería que había hecho que la revolución tuviera
éxito.
La alegría
que sentían por los cambios políticos provocados por la revolución quedó
ilustrada en el relato de Rojas sobre las celebraciones de la independencia de
Bolivia el 6 de agosto de 1952. Durante los eventos que rodearon el
aniversario, los mineros contrataron bandas y organizaron desfiles y bailes.
Rojas relata una corrida de toros, un concurso para pescar un cerdo engrasado y
un concurso de comedores de leche y pan. El baile continuó hasta altas horas de
la noche.
A raíz de la
revolución, las celebraciones se volvieron más políticas, una oportunidad para
disfrutar de una victoria imposible. Tales celebraciones reflejaban la
inversión de las estructuras de poder que había ganado la revolución; la fiesta
cambió simbólicamente un mundo injusto, donde los marginados fueron coronados
como dueños de su trabajo, tierra y poder.
“Fue una
gran celebración, como nunca había visto en agosto anteriores cuando la empresa
los dirigía”, recordó Rojas. “Ese fue el primer año que los ingenieros
celebraron con los trabajadores… Ese fue el año 128 de la independencia, pero,
por primera vez, fuimos los señores de la riqueza nacional”.
Las culturas
de resistencia de los mineros bolivianos demuestran la importancia de tales
rituales, espacios sociales y celebraciones en los procesos de construcción del
movimiento. Lejos de distraer la organización, pueden formar su base misma. En
una cultura capitalista global que busca extraer cada minuto posible de trabajo
de los trabajadores, es importante crear y defender espacios para celebrar y
socializar más allá del trabajo.
Estas
prácticas no solo brindan descansos muy necesarios, sino que también pueden
generar solidaridad, aumentar la conciencia y fortalecer los lazos sociales
cruciales. Como demuestran los rituales y celebraciones de los mineros en torno
a la Revolución Nacional, esos vínculos y espacios pueden alimentar
directamente la organización y la acción radicales. New Frame
(https://bit.ly/3vcMXzm)
LA WIPHALA
UNE LA LUCHA ANTICOLONIALISTA EN BOLIVIA
Prensa Latina (https://bit.ly/3p4n9EF)
Decenas de
miles de personas marcharon el 12 de octubre por las calles de las principales
capitales departamentales y provinciales de la Bolivia Plurinacional,
respaldaron al gobierno constitucional, desagraviaron a la wiphala y
revalidaron la defensa de la democracia.
Igualmente
exigieron el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, y
condenaron el colonialismo externo e interno.
En una fecha
marcada con sangre indígena, en las marejadas humanas que recorrieron las
calles de La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y otras urbes bolivianas,
ondearon miles de wiphalas en señal de reivindicación de derechos
históricamente conculcados y en memoria de las víctimas de la lucha
anticolonialista.
Es que el
desembarco del 12 de octubre hace 529 años de Cristóbal Colón en la isla de
Guanahani, no sólo fue el inicio de la invasión europea a nuestro continente,
sino que dejó a su paso muerte, desolación, el saqueo de los recursos y
riquezas naturales.
Los pueblos
originarios fueron esclavizados, torturados, despojados de su tierra, de su
cultura y evangelizados.
Poco si
fuera poco, el colonialismo europeo -en nombre de la ‘civilización'- es responsable
del genocidio más grande que conozca la historia de la humanidad.
Según el
antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, cuando arribaron los ‘conquistadores' al
Abya Yala en 1492, el continente tenía alrededor de 70 millones de habitantes;
un siglo y medio después solo quedaban unos tres millones y medio.
En este
contexto histórico, la wiphala -bandera multicolor ajedrezada- que representa
la cosmogonía de los pueblos del Tahuantinsuyo y que fue vilipendiada por la
oligarquía racista asentada particularmente en el oriente boliviano, resultó
asumida como emblema de la lucha anticolonialista y antimperialista de la
Bolivia Plurinacional.
GRAN
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La gran
participación ciudadana para desagraviar a la wiphala, constitucionalizada como
símbolo patrio, evidenció el fracaso del paro ‘cívico' que bajo el argumento de
‘defender la democracia' contra ‘la dictadura' del presidente Luis Arce -electo
con el 55,11 por ciento de votos hace menos de un año-, intentó paralizar el
país el 11 de octubre.
La objeción
oligárquica a la contundencia de las movilizaciones populares en el ‘Día de la
Descolonización' desnudó su racismo xenófobo en estado puro.
Luis
Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz y líder del golpe de Estado que en
noviembre de 2019 derrocó a Evo Morales, calificó como una ‘provocación' el
‘wiphalazo' en Santa Cruz, epicentro de la oposición política más recalcitrante
al proceso de cambio.
'Un trapo
(la wiphala) no hace nada, no nos representa. A nosotros lo que nos representa
es nuestra fortaleza, nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, nuestra constancia,
nuestra fe en Dios y el poder buscar unidad para Bolivia', aseguró, por su
parte, el dirigente ‘cívico' Rómulo Calvo.
'Es una
falta de respeto, gente malagradecida (del interior del país) que viene a esta
tierra buscando mejores días', dijo y los culpó de alentar acciones 'en contra
de los cruceños, en contra de la tierra que les da de comer'.
Las
declaraciones de Calvo están orientadas a polarizar el escenario político entre
una mayoría que apoya el proceso de cambio y edifica el Estado Plurinacional, y
una minoría que intenta restablecer la vieja Bolivia colonial, excluyente y
segregacionista.
No obstante
que transcurrieron 529 años del inicio de la invasión europea al Abya Yala, sus
consecuencias todavía hoy son fuente de un inagotable debate político, que se
vive con más intensidad en la Bolivia Plurinacional.
En su
territorio perviven 36 pueblos originarios y el Censo de Población y Vivienda
de 2001 reveló que el 62.2 por ciento de sus habitantes asumió ser indígena.
Es decir, si
de 11 millones 800 mil habitantes (proyección del INE al 2021), siete millones
399 mil son indígenas, en estricto rigor a la verdad el rostro de Bolivia es
indígena, pese a quien le pese.
Ante la
eclosión de su crisis terminal en 2003, el neoliberalismo oligárquico optó
retener el poder por la fuerza y no por los mecanismos de la democracia. La
represión militar-policial masacró a más de un centenar de personas en febrero
y octubre de ese año, y dejó un número indeterminado de heridos de bala.
El entonces
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada dimitió y escapó a Estados Unidos, donde
goza de impunidad; su vicepresidente, Carlos Mesa, quien lo reemplazó en el
cargo, traicionó al pueblo y antes que nacionalizar los hidrocarburos y llamar
a una Asamblea Constituyente, prefirió renunciar a la Presidencia.
Esa derrota
política de la oligarquía racista y ultracatólica, y de sus operadores
políticos, permitió la irrupción del movimiento indígena y popular en el
escenario político, y una oportunidad histórica de poder gobernarse a sí
mismos.
ESTADO
PLURINACIONAL, INTERCULTURAL, INCLUSIVO
Por eso, a
la oligarquía boliviana aún le saca roncha el hecho de que con Evo Morales como
candidato, el movimiento indígena y popular ganara las elecciones de diciembre
de 2005 y con un histórico 54 por ciento de votos abriera las puertas de
Palacio Quemado a las y los bolivianos secularmente marginados por el
colonialismo interno.
Morales
reconfiguró la Bolivia colonialista en un Estado Plurinacional, intercultural,
inclusivo, independiente y sin tutelajes de ninguna naturaleza. Un Estado que
recuperó el control de sus recursos naturales e inició su industrialización.
La
oligarquía boliviana siempre asoció al indio, al pobre, a la condición de ‘gente
corriente', sirviente, ignorante, sucio, flojo…, por lo tanto, social, cultural
y racialmente inferior. Evo Morales era ‘gente corriente' que toleraban, pero
no lo aceptaban como presidente.
Los
golpistas añoran el retorno de la Bolivia ‘colonialista y racista' que nació el
6 de agosto de 1825, en la que los pueblos originarios continuaron siendo
excluidos, explotados y segregados como en el imperio colonialista español.
La
independencia de hace 196 años fue un mero cambio de patrón. Una nueva casta
gobernante, criolla y oligárquica, no sólo ocupó los espacios de poder que
dejaron los ‘conquistadores', sino que heredó sus privilegios, prejuicios
sociales y racismo.
La respuesta
anticolonialista del movimiento indígena y popular fue la plurinacionalidad y
la interculturalidad, asumida como práctica alternativa de emancipación contra
las estructuras de dominación colonial desde la sociedad, como experiencia para
romper con la herencia colonial adquirida.
Es decir,
romper con el legado que dejaron los ‘conquistadores' europeos: repúblicas
‘independientes' que instituyeron el colonialismo interno como organización
política, segmentadas en clases dominantes y dominadas, superiores e
inferiores, generando lo que el pensador boliviano Zavaleta Mercado llamó un ‘Estado
aparente'.
Ya lo dijo
la lingüista Verónica Tejerina Vargas, si bien 'el Estado debe ejercer el papel
de representar el yo colectivo, de generar un sentimiento de pertenencia
articulando diversidad y creando una relación social orgánica óptima, esta realidad
no ha sido posible por las bases coloniales instauradas'.
Entonces,
quienes ostentan un gran poder económico, oligarcas atrapados en los dilemas de
su presunta blancura, festejaron el arribo de Colón como el ‘Día de la
Hispanidad' y la ‘civilización' de los pueblos originarios de nuestro
continente.
No obstante,
los negacionistas del genocidio de indígenas, olvidan que mayas, aztecas e
incas -por ejemplo- habían erigido culturas muy avanzadas mucho antes de la
invasión europea, lo que demuele la teoría de la pretendida ‘civilización'.
Por todo
ello, la conmemoración del arribo europeo a tierras ‘americanas' fortaleció el
12 de octubre la lucha anticolonialista en la Bolivia Plurinacional y tuvo como
emblema de unidad a la wiphala que, en el Día de la Descolonización, ondeó en
manos de su pueblo.
LA PRIMERA
PROBADITA PARA LUIS ARCE EN BOLIVIA
Excelsior de México
(https://bit.ly/3aGAOt6)
Poco se ha
hablado de Bolivia desde que se recobró el orden político con la llegada de
Luis Arce Catacora a la presidencia de la República. Poco se ha comentado sobre
la polarización entre el oficialismo y la oposición cívica-política. Poco se ha
hablado del poder que ha ido perdiendo el partido político MAS en las
principales ciudades del país y en sus bastiones políticos.
Poco se ha
tocado el tema de cómo el gobierno socialista boliviano se las ha cobrado con
el gobierno interino de Jeanine Áñez y la persecución política a cualquier
disidente que derrocó a Evo Morales en 2019.
Parece que
el hartazgo empezó a llegar desde marzo de este año con una terrible derrota electoral
para MAS y las revueltas opositoras dentro del país.
Hace tres
semanas, aproximadamente, se empezó a hablar de un posible paro nacional en las
principales ciudades y entidades de Bolivia. Distintos sectores de la
población, grupos indígenas y la oposición política nacional se unieron en un
flanco para realizar un paro nacional único y demostrar su desacuerdo ante lo
que se están viviendo con el gobierno de Luis Arce. Dicho paro se realizó el
pasado 11 de octubre.
Aunque el
paro nacional tiene un trasfondo político muy grande para la oposición, es
importante decir que una de las principales razones por las que la población se
unió a la oposición política es el descontento que está provocando el proyecto
de ley contra la legitimación de ganancias ilícitas. Este proyecto de ley
estaría prohibiendo los derechos ciudadanos-democráticos y también frenando la
libertad de expresión, atentando contra las garantías constitucionales y
haciendo que el Estado invada la información financiera-patrimonial de cualquier
persona. Dicha ley afectaría prácticamente a cualquier ciudadano o empresario
boliviano. En pocas palabras, es un proyecto que tiene un trasfondo de reforma
fiscal con fines de recuperación tributaria y de control social-fiscal. Pero
también cuenta con un fondo político: evitar el financiamiento del “terrorismo”
y de la proliferación de armas no convencionales. Un atento aviso a cualquier
político opositor o persona que pueda estar en contra del oficialismo.
Ante el
revuelo de este proyecto de ley, se detuvo su proceso legislativo en el
Congreso.
El paro
nacional viene motivado de igual manera por la persecución política y judicial
a los opositores y figuras políticas que formaron parte del gobierno interino
de Áñez.
Sinceramente,
Luis Arce y su gobierno están haciendo lo mismo que Áñez realizó durante su
corta administración interina. Todo se regresa y de peor manera.
Aunque el
paro duró sólo un día, fue demeritado y llamado “fracaso” por el oficialismo,
tuvo gran éxito en tres regiones importantes: Cochabamba, Santa Cruz y La Paz.
El paro se empalmó con el aniversario 39 del regreso de la democracia a
Bolivia. El 10 de octubre de 1982 se instauró el primer gobierno democrático
después de una basta dictadura militar.
Todo parece
indicar que a Arce le dolió la primera probadita que está recibiendo de la
población y de los opositores. En una exageración, declara que se está
“intentando” realizar un golpe de Estado y derrocar de nueva cuenta a un
gobierno legítimo.
Vamos, no
saben reconocer que están perdiendo fuerza y no están haciendo las cosas bien.
El clásico discurso del compañero Evo y de un populista cuando su pueblo
empieza a volteársele.
Por cierto,
se dice que Evo últimamente está más preocupado por Pedro Castillo en Perú, que
por Arce en Bolivia.
Ya veremos.
OFENSIVA
CONTRARREVOLUCIONARIA EN BOLIVIA Y CUBA
Radio La Primerísima de Nicaragua
(https://bit.ly/3DMu7Cb)
Todo indica
que actualmente se están gestando nuevos escenarios para impulsar revoluciones
de color en Latinoamérica. En esta oportunidad Bolivia y Cuba vuelven a estar
en la mira de los que buscan un cambio de régimen en esas naciones.
Si bien las
circunstancias políticas soy muy diferentes entre la isla y el país andino, en
ambos se aplica el recetario para promover crisis internas cuyo fin es la
implosión y desestabilización, otras formas de intervención que Estados Unidos
usa para derrocar gobiernos, o al menos socavarlos, que son autónomos de los
designios imperiales.
De acuerdo
al catecismo de Gene Sharp, el experto en revoluciones no violentas más famoso
del mundo, y que desarrolló 198 técnicas para aplicar la estrategia de cambio
de régimen, uno de los métodos para impulsar revoluciones de color es la
protesta que refleja el descontento social, la cual generalmente estalla luego
de los procesos electorales.
¿Qué
escenarios se avecinan para Bolivia?
Nuevos
planes de desestabilización se preparan en el país sudamericano, esta vez
contra el gobierno de Luis Arce. Recordemos que los que buscan promover nuevos
escenarios de violencia ya participaron en el golpe de Estado contra Evo
Morales en 2019, que devino en un ciclo de crisis política que dejó decenas de
muertos, persecuciones contra los dirigentes del MAS, corrupción y un gobierno
de facto.
Desde que
Arce asumió la presidencia se han ido revelando detalles del entramado detrás
del golpe de 2019, conspiración en la que ha participado Estados Unidos indirectamente,
pues se descubrió que planeaban el envío de mercenarios a Bolivia.
El medio The
Intercept difundió unas grabaciones de llamadas entre Luis Fernando López,
quien fue nombrado como ministro de Defensa durante el gobierno de facto de
Jeanine Áñez, y Joe Pereira, un antiguo administrador civil del ejército
estadounidense enviado a Bolivia y señalado como organizador de una misión con
mercenarios en el país suramericano.
El golpe se
realizaría en la víspera de la toma de posesión del actual presidente, ya que
se corría el rumor de que, al asumir el poder, supuestamente reemplazaría a las
fuerzas armadas y la policía boliviana por milicias cubanas y venezolanas. Que
a casi dos años del golpe de Estado en Bolivia contra Evo Morales se sumen
otros elementos de desestabilización demuestra la continuidad de un plan cuyo
objetivo es lograr derrocar a cualquier gobierno autónomo de los designios
imperiales.
Recientemente,
fue revelado un video en el que el gobernador del departamento de Santa Cruz,
Luis Fernando Camacho, afirma haber tenido 6 mil mineros armados con dinamita a
su disposición para derrocar al presidente Evo Morales. El video es de
diciembre de 2019, uno de los periodos de mayor conflictividad en Bolivia luego
del golpe.
“La charla
fue larga y me dice: ‘Yo te voy a tumbar a Evo Morales, pero prométeme ser
presidente’. Yo le dije: ‘Ahorita primero recuperemos la democracia. No, yo te
garantizo que lo vamos a tumbar. Pero… Ya, ok, te prometo’. Nos fuimos y dice:
‘Va a haber quilombo en el aeropuerto, pero vas a poder entrar’. Dicho y
hecho”, dijo Camacho durante la inauguración de un mural en su honor.
Recordemos
que Camacho fue una de las caras más visibles del golpe contra Evo Morales.
Como presidente del Comité Pro Santa Cruz emprendió una suerte de cruzada desde
la zona más rica del país hasta la sede del Gobierno, en La Paz, bajo la
consigna “Dios volverá al palacio”. Previo a esto, impulsó una ola de racismo
que se cristalizó con la persecución de indígenas, líderes sindicales y
militantes del partido de Morales, que incluyó la quema de casas y
linchamientos.
Odio y
fascismo
Volviendo a
los posibles escenarios por venir en Bolivia, y sobre todo entendiendo la
continuidad del plan para sacar al MAS del Gobierno, es plausible suponer que
las recientes protestas de mineros en el país andino no son del todo
espontáneas y corresponden a una operación de intento de cambio de régimen a
través de una revolución de color.
Recientemente,
Clemente Ramos, el jefe de bancada del MAS en la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, dijo que se está gestando nuevamente un golpe de
Estado. “Hago un llamado a todas las organizaciones sociales del Departamento
de Santa Cruz a declarar estado de emergencia y movilización para no permitir
otro nuevo golpe de Estado (…) Luis Fernando Camacho solo ha creado odio y
fascismo”, dijo el dirigente.
Una prueba
de que no hay una razón aparente para protestar son las declaraciones del
seguidor de Camacho que presentamos a continuación, cuyo discurso absurdo
muestra que ni siquiera sabe por qué está trancando las calles. “Porque Camacho
quiere que sigamos adelante, porque Camacho nunca se rinde”, dice. “Porque
Camacho está pidiendo no sé qué, pero estamos aquí bloqueando”, refiere cuando
una periodista le pregunta cómo piensan lograr los objetivos y la razón de su
protesta.
Escenarios
parecidos se pueden encontrar en la receta de revolución de color que se ha
intentado aplicar en Venezuela, Cuba y Nicaragua, países que, además de
Bolivia, están en la mira de Estados Unidos y sus intereses imperiales.
Por otra
parte, en Cochabamba también se han llevado a cabo manifestaciones para
defender al alcalde de derecha Manfred Reyes Villa del gobierno central. El
argumento es que quieren convertir a ese país en Cuba o Venezuela.
Asimismo,
alertan que los movimientos pregolpistas que se realizan en distintas latitudes
de Bolivia son muy parecidos a los de 2019, previo al golpe de Estado contra
Evo Morales, donde los escenarios son La Paz, Santa Cruz y Cochabamba,
epicentros en los que se realizan marchas indígenas financiadas por la extrema
derecha.
Que grupos
armados hayan tomado violentamente un mercado de coca de La Paz y quemaran la
bandera Wiphala es un indicio de ello.
De acuerdo a
un reporte de KawsachunNews, un grupo minoritario de derechas de la asociación
de cocaleros de la región de los Yungas de La Paz tomó hace pocos días por la
fuerza el control del mercado oficial de coca de La Paz, conocido como
ADEPCOCA, y su primera medida fue retirar la bandera que representa la diversidad
de las culturas originarias.
“La mayoría
pro-MAS ha sido desplazada de su sede tras semanas de protestas armadas por
parte de la minoría derechista. Hablamos con la ex presidenta de ADEPCOCA,
Elena Flores. Flores es una dirigente afroboliviana que fue encarcelada por la
dictadura de Añez”, refieren.
Señalan que
están utilizando a pequeños grupos indígenas para argumentar que el gobierno de
Arce está saqueando la naturaleza al nacionalizar los recursos. Con ello buscan
proyectar un clima de caos entre los sectores que históricamente han apoyado al
MAS, mientras la derecha histórica instrumentaliza los símbolos indígenas a
favor de la agenda destituyente.
Escalada de
violencia
Otro sector
que este año ha sido aupado para protestar contra el actual gobierno es el
minero, determinante debido a la importancia que tiene su existencia en la
sociedad y la economía bolivianas. A finales de agosto, la Federación de
Cooperativas Mineras Auríferas (FECOMAN), conformada por la Federación Regional
de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco) y la Federación Regional de
Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz, radicalizó sus protestas
contra el gobierno para exigir una serie de demandas.
En esa
oportunidad, bloquearon algunas vías y se dirigieron a la sede de gobierno, aun
teniendo interlocutores políticos y sindicales de primera mano en el MAS y
otros funcionarios del gobierno.
Hasta el 14
de octubre continúa el proceso de conspiración golpista. La oposición boliviana
este lunes 11 de octubre trancó calles y avenidas en tres de las principales
ciudades del país (Santa Cruz, Cochabamba y La Paz) en contra del gobierno del
presidente Luis Arce, a quien acusan de impulsar juicios políticos contra
opositores y de buscar aprobar una draconiana ley para investigar fortunas. La
convocatoria fue un fracaso porque no cumplió las expectativas. El resto del
país sigue en calma. Por otra parte, también vale decir que sectores sociales
han convocado concentraciones para defender la Wiphala y contra el plan que
está en marcha.
Que
distintos sectores al unísono se activen contra el gobierno boliviano son
indicios de una eventual escalada de violencia con aires destituyentes por
venir, escenario propicio para una conmoción social que podría devenir en un
nuevo intento de golpe de Estado.
Redes, arma
para desestabilizar Cuba
Mientras
tanto, en Cuba sigue la conspiración a través de las redes sociales para
impulsar un cambio de régimen, proceso que inició hace un par de años con el
surgimiento del Movimiento San Isidro (MSI), cuya protesta contra la aplicación
de una ley fue usada para impulsar una revolución de color.
Como
sabemos, desde que existe la Revolución Cubana la isla ha estado bajo asedio de
Estados Unidos, quien desde entonces, sin éxito, por vías internas y externas,
ha intentado socavar la base del proceso histórico iniciado hace más de 60
años.
Los hechos
demuestran que las protestas del MSI iban más allá de un rechazo a un
instrumento jurídico, el rechazo al decreto 349, que pretendía ordenar la
actividad cultural privada naciente en Cuba, sigue constituyendo parte de una
agenda golpista. La participación directa del gobierno estadounidense, así como
ONG y la población cubana-mayamera así lo demuestra.
Un informe
especial del Instituto Samuel Robinson para el Pensamiento Original señala que
la actual coyuntura conjuga elementos de vieja data que pasaron a “la ofensiva
dentro del marco de una operación de cambio de régimen”, así como otros que
apuntan a mellar psicológicamente a la población.
Las
revueltas artísticas, que han sido un caldo de cultivo para captar el supuesto
descontento social general, han perturbado la paz social en la isla, detonando
un proceso que aún continúa y que es alimentado por los aparatos de propaganda
imperial.
Recientemente,
MintPress reveló que quienes planificaron las revueltas de julio en la isla
contemplan nuevos escenarios de desestabilización para octubre y noviembre de
este año.
Según el
medio, al grupo La Villa del Humor se le atribuye la chispa inicial que
encendió las protestas de julio a nivel nacional. Señalan que el 10 del
referido mes, uno de los administradores del grupo publicó el siguiente mensaje:
“¿Cansado de
no tener electricidad? ¿Cansado de que no te dejen dormir durante 3 días?
¿Cansado de aguantar la desfachatez de un gobierno al que no le importas? Es
hora de salir a exigir. No critiquen desde casa, hagámonos escuchar. Si no lo
vamos a hacer, mejor cerremos la boca y no digamos mierdas desde casa que no
solucionan nada. ¿Tenemos más miedo a salir que a aguantar todo este descaro?
¿Cómo es posible? Exigimos que [los presidentes Miguel Díaz-Canel y Raúl
Castro] también tengan apagones. Exigimos que, ya que no tenemos comida, al
menos nos dejen dormir. Salir a la calle. Abajo el gobierno comunista
oportunista ya. Este domingo a las 11 de la mañana, Parque de la Iglesia. Nos
vemos allí. Si no vas, deja de quejarte tanto”.
La mafia y
los medios yanquis
En el
mensaje estaba acompañado de un itinerario detallado de la marcha, incluyendo
instrucciones sobre dónde marcharían y qué artículos llevar.
Lo que
sucedió en la marcha fue replicado por los medios estadounidenses y por la gran
comunidad cubana que vive en Florida. La participación del país norteamericano
fue tan grande que incluso el presidente Joe Biden emitió una declaración
oficial apoyando los eventos.
Las grandes
corporaciones mediáticas convirtieron estas protestas en noticia mundial. “Sin embargo,
el movimiento no logró penetrar en la corriente principal de la sociedad cubana
y se desmoronó rápidamente después de que quedara claro que no contaba con las
cifras necesarias para alcanzar una masa crítica”, señala MintPress.
A pesar de
la derrota, el equipo directivo de La Villa del Humor considera que la acción
de julio fue un éxito rotundo y constituye “el primer paso hacia una
revolución”. Es por ellos que ha estado organizando nuevas acciones: “Una
huelga general prevista para octubre y un conjunto más amplio de
manifestaciones en todo el país para noviembre”.
Para el
pasado domingo 10 de octubre, día en que se celebró el Día de la Independencia
de Cuba, los organizadores pidieron que la fecha marcara el inicio de una
huelga general con el objetivo de paralizar o derrocar al gobierno.
Para llevar
a cabo este plan las redes sociales fueron, de nuevo, un arma de
desestabilización. Con las etiquetas #ParoNacionalCuba y #SOSCuba convocaron a
“todos los cubanos dignos, amantes de la libertad, sus vecinos, sus amigos y
sus familias, a un Paro Nacional el lunes 11 de octubre”, decía el comunicado.
Al parecer
el mensaje no caló mucho porque era poco fiable, ya que la mayoría de las
actividades antigubernamentales en Cuba hay muy poca transparencia y era
confuso el mensaje.
“El 10 de
octubre convocamos a toda Cuba, con motivo de un año más de independencia de
los conquistadores españoles, a protestar de nuevo para exigir sus derechos,
para expresar su anhelo de libertad y democracia. Si Dios quiere, todos los
pueblos de Cuba estarán dispuestos y querrán protestar una vez más y tomar las
calles”, dijo el administrador principal del grupo, Alex Pérez Rodríguez, quien
grabó un livestream para los miembros del grupo donde pide que actuaran “como
uno solo”.
Durante su
mensaje, como es de esperarse en las revoluciones de color, buscó la manera de
generar pánico al poner en duda el uso de la vacuna anticovid producida en la
isla. Argumentó sin prueba alguna que las vacunas no hacen más que “enfermar
aún más a la gente”, cuando se ha demostrado gran eficacia de los productos
antivirales hechos en la Mayor de las Antillas.
Para el 20
de noviembre están previstas marchas en toda la isla, incluyendo Guantánamo,
Holguín, Camagüey y La Habana, donde los organizadores esperan comenzar en el
icónico Malecón de La Habana Vieja y terminar frente al edificio del Capitolio
Nacional, sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Si bien
anuncian que las marchas son pacíficas, que en ellas participarán figuras
respaldadas por Estados Unidos, como el grupo de rap Movimiento San Isidro y el
político Manuel Cuesta Morúa, ya es de dudar. Si se habla del inicio de una
revolución esto puede ser interpretado como el detonante de una escalada de
violencia y el habitual aprovechamiento para tratar de lograr un cambio de
régimen.
El grupo La
Villa del Humor, que inició como un tablero de mensajes en línea local y un
mercado para la gente de San Antonio de los Baños, una ciudad de unos 50 mil
habitantes situada en el oeste de Cuba, luego se transformó en un foco de
organización antigubernamental, hasta el punto de que apenas hay publicaciones
relevantes para la población local.
Lo curioso
es que muchos de los participantes en el grupo ni siquiera son de Cuba, ya que
sus perfiles revelan que viven en Florida. “Uno de los colaboradores más
frecuentes incluso indica que su lugar de trabajo es el Miami Herald”, detalla
MintPress.
“Así, el
grupo se ha convertido en una cámara de eco conservadora, con usuarios que
publican principalmente memes o caricaturas anticomunistas o que promueven
acciones contra el gobierno cubano. En esencia, pues, La Villa del Humor es un
lugar donde los estadounidenses van a engatusar a los residentes de un pequeño
pueblo cubano para que derroquen a su gobierno”, señala el medio.
Cabe
destacar que el gobierno estadounidense cada año gasta millones de dólares para
financiar este tipo de iniciativas anticastristas. Financiamiento que incluye
apoyo a artistas, intelectuales y músicos cubanos que promueven mensajes
antigubernamentales. El Movimiento San Isidro, cuya canción “Patria y vida” se
ha convertido en un himno para el cambio de régimen, es un ejemplo de ello.
LA PRESIÓN
OPOSITORA SURTE EFECTO: EL RÉGIMEN DE LUIS ARCE ECHA ATRÁS UNA POLÉMICA LEY DE
GANANCIAS ILÍCITAS
La Gaceta de España
(https://bit.ly/3aHVLns)
Luego de
varias semanas de que se empezaran a conocer los detalles del proyecto de Ley
de Ganancias Ilícitas, el régimen de Luis Arce Catacora acaba de retirarlo ante
la suma cada vez mayor de distintos sectores –como transportistas, gremios,
líderes cívicos, partidos políticos opositores, activistas de derechos humanos,
el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade)-, que tenían por
objetivo llevar a cabo un nuevo paro cívico nacional de 48 horas. La
iniciativa, por cierto, aún no es descartada totalmente.
La tarde de
este jueves, María Nela Prada, ministra de la Presidencia, sostuvo con tono de
victimismo: “Escuchando sus preocupaciones y sus temores hemos decidido retirar
este proyecto de ley (…) para no dar lugar a que nos confronten entre
bolivianos, para no dar lugar a la desestabilización, para no dar lugar a la
violencia, a la confrontación”.
Además
añadió: “Nosotros, a la cabeza de nuestro presidente Luis Arce, seguiremos
trabajando, escuchando siempre al pueblo boliviano, escuchando sus
preocupaciones y siempre atendiendo a los intereses del pueblo boliviano, por
el cual estamos aquí”.
No obstante,
y aunque se trata aún de una noticia en desarrollo, las demandas populares no
se reducen solamente al rechazo de esta perversa ley, que, entre otros
aspectos, termina con la propiedad privada y la presunción de inocencia en el
país, sino que incluyen una serie de demandas, como el respeto a los derechos
de propiedad privada sobre las tierras de los indígenas del oriente, de la cual
los cocaleros del Chapare del Movimiento al Socialismo (MAS) pretenden
adueñarse por medio de la fuerza.
También se exige
el respeto de los derechos de la expresidenta Jeanine Áñez. Que se termine la
persecución política en el país, que se acaben las amenazas del régimen de Arce
y su partido, como las de José Yucra, asambleísta departamental del MAS en
Tarija, quien afirmó en esta semana que estaban dispuestos a dar la vida; que
si tienen que matar lo van a hacer. O como las que hizo el propio presidente
Luis Arce, cuando sostuvo hace un par de días que el MAS y su gobierno se
defenderán en las calles.
Comunidad
Ciudadana (CC), partido político de oposición cuestionado -debido a que sus
parlamentarios criticaron la actitud de los líderes cívicos y llamaron al
diálogo en vez de sostener una posición clara respecto del devenir del futuro
inmediato del país- convocó a una conferencia de prensa sobre la decisión de
Arce.
En esta
conferencia, Carlos Alarcón, jefe de bancada de CC en la Cámara de Diputados,
sostuvo: “Este es un gran triunfo del pueblo movilizado, de los gremialistas,
de los profesionales, de los mineros, de los empresarios y del conjunto de
ciudadanos que han expresado en las calles su rechazo a esta ley que estaba
avasallando derechos y garantías constitucionales”.
No obstante
de la decisión echarse para atrás con este proyecto de ley concreto, cabe
preguntarse si la palabra del régimen de Arce es creíble, pues la tarde de este
mismo jueves, el exvicepresidente Álvaro García Linera sostuvo que “para
contener a la oposición es necesario revisar sus impuestos y sus cuentas
bancarias, mirar sus propiedades”. Aseveró que existe un menú de opciones de
gobierno con las cuales atemperar y contener ese tipo de acciones que calificó
de conspirativas. “Ahí tienes un conjunto de mecanismos: tributarios,
impositivos, de políticas fiscales, de inversiones y, llegado el caso, también
de nacionalización”.
Y luego
agregó: “Se trata de cruzarle el camino a los sectores empresariales que tienen
demasiado poder de veto. No necesariamente estatizas todo, pero sí cortas la
cadena los debilitas. Y eso hicimos con la soja; ya nunca más volvió a ser un
problema. Desde 2009 hasta el 2020 ese mecanismo de chantaje que existía con la
soja nunca más volvió. Y si molestan un poco más les suspendes las
exportaciones, porque como gobierno tienes el monopolio de decidir si se
exporta o no se exporta».
Lo que acaba
de hacer García Linera -tal vez sin siquiera consultarlo o coordinar con Arce
ni Morales- ha sido quitar el velo sobre algo que todo opositor ha sospechado
desde que el MAS tomó el poder en Bolivia hace 15 años: quieren imponer el más
rancio socialismo posible por medio del sometimiento implacable de sus
adversarios.
Dado que se
sobre entiende que la Ley de Ganancias Ilícitas es solamente un instrumento más
dentro de todo el herramental que el MAS tendría para alcanzar sus objetivos,
es de esperar que las medidas de presión de los distintos sectores se
mantengan, y que la tensión iniciada por el propio régimen de Arce, Morales y
el MAS en el país, no amaine pronto.
LA PANDEMIA
REDUJO LA INVERSIÓN MUNICIPAL EN IGUALDAD DE GÉNERO EN BOLIVIA
Market Research Telecast
(https://bit.ly/3lHTYFe)
Los
presupuestos municipales para inversiones en igualdad y equidad de género en
Bolivia se redujeron en 2020 como consecuencia de la pandemia del covid-19, con
una disminución del 22,5% respecto al año anterior, según un estudio presentado
este jueves en La Paz.
Los datos se
reflejan en el Ranking de Inversión en Igualdad y Equidad de Género (IIEG)
elaborado por el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, el Colectivo
Rebeldia, la Coordinadora de la Mujer, el Instituto de Formación Integral de la
Mujer y Oxfam con financiación del Gobierno de Canadá.
Según el
estudio, en 2020 el presupuesto programado en el IIEG fue equivalente a 58,6
millones de dólares, un 22,5% menos que en 2019, cuando también hubo una caída
del 20,7% en el indicador.
El
presupuesto ejecutado en estas áreas fue el equivalente a unos 36,5 millones de
dólares, 41,1% menos que el año anterior “explicado por un mejor presupuesto
programado en la gestión y una baja ejecución por restricciones y problemas por
la pandemia. del covid-19 ”, indica el informe.
“Del
presupuesto total ejecutado a nivel nacional en inversión pública, solo el 1,5%
se ha destinado a favorecer a las mujeres en todo el país”, explicó a Efe la
directora ejecutiva del Centro Gregoria Apaza, Carla Gutiérrez.
Gutiérrez
consideró que es un “dato alarmante” porque la disminución afectó
principalmente al área de la “corresponsabilidad en el cuidado” de la familia,
con una caída del 59,8%.
Esto implica
que el acceso a los servicios de guardería, primera infancia y ancianos “se ha
visto reducido en casi todos los municipios como consecuencia del encierro” y
“hasta ahora no se ha podido restaurar en su totalidad”, dijo.
Además, “ha
obligado a muchas mujeres a dejar sus espacios de trabajo para dedicarse a
temas de cuidado”, agregó.
El estudio
también refleja que la inversión en atención, prevención y protección a mujeres
víctimas de violencia de género mantuvo un nivel de ejecución y un nivel “más
menos volátil”, con un promedio de 9,3 millones de dólares en los últimos tres
años y una ejecución del 60,6%. en 2020.
EL GOBIERNO
CONSTRUIRÁ UN NUEVO GASODUCTO QUE BENEFICIARÁ AL POLO PETROQUÍMICO DE BAHÍA
El gasoducto llamado Néstor Kichner
apunta a abastecer al norte de la Argentina. La obra pública demandará una
inversión total de USD 1807 millones y se desarrollará entre 2022 y 2025.
Bahia Telefe de Argentina
(https://bit.ly/3DYug5Z)
El gobierno
construirá un nuevo gasoducto, denominado Presidente Néstor Kirchner, que
permitirá abastecer gradualmente con gas nacional las demandas del norte,
actualmente cubiertas con gas de Bolivia, y que en paralelo representará un
beneficio para las empresas del Polo Petroquímico de Bahía Blanca.
Según
informó Infobae, la obra demandará una inversión total de USD 1807 millones, en
dos tramos: el primero (Tratayén-Saliquelló) de USD 1145 millones y el segundo
de USD 662 millones, hasta San Jerónimo.
Las fuentes
de financiamiento de estas obras, que se desarrollarán entre 2022 y 2025, serán
el presupuesto nacional (USD 530 millones y parte de los ingresos del impuesto
a las grandes fortunas (USD 480 millones).
A esto se
sumará el aporte de los privados, a través de las siguientes vías:
“Modificación de la Ley 27.605 estableciendo la posibilidad que cargadores
interesados pacten contratos libremente con IEASA (prioridad YPF); y creación
de Fideicomiso financiero, con dos posibles caminos para financiamiento:
interesados cargadores prepaguen acuerdos pactados con IEASA, o un fideicomiso
que cuente dentro de sus bienes los ingresos para repagar un instrumento de
deuda con garantías de cobro del Estado Nacional”.
Con las
obras complementarias, la inversión pasa a USD 2096 millones, según las cifras
oficiales.
Fuentes
oficiales explicaron al medio capitalino que el emprendimiento, que realizarán
YPF y Enarsa, “es un componente medular del conjunto de obras tendientes a
ampliar la capacidad del sistema de transporte y gas y a optimizar su
utilización”.
Con sus
obras complementarias permitirá “aprovechar la capacidad disponible en la
infraestructura de TGS y TGN y poner en valor el GNEA, al llegar a San Jerónimo
con 20 milímetros cúbicos diarios, lo que permite el abastecimiento del Litoral
y el Noreste, históricamente postergado, ya que aún no cuentan con acceso a la
red de gas o son abastecidas por propano”.
Además,
permitirá “consolidar la interconexión de los sistemas de transporte
existentes, dotando de mayor confiabilidad y seguridad al suministro de las
demandas actuales del Anillo de GBA y de la zona de los tramos finales del
sistema de TGN entre Cardales y el Anillo GBA”.
También,
permitirá disponer de “caudales de gas provenientes de yacimientos de las
cuencas Neuquina, Golfo San Jorge y Austral, actualmente transportados por
capacidades disponibles de los sistemas Neuba I, Neuba II, San Martín y Tramos
Finales, como por las generadas por la nueva infraestructura a construir”.
Además, se
podrá abastecer “el mercado interno de forma confiable y competitiva,
sustituyendo totalmente, en una primera etapa, el GNL importado en Bahía Blanca
y el uso de combustibles líquidos o Escobar, en una etapa final”.
A su vez,
reducirá “el costo de abastecimiento de la demanda nacional, con un efecto
claro de sustitución de importaciones que repercute favorablemente tanto en la
balanza comercial como en los subsidios energéticos”.
En este
sentido, se podrá “escalonar la obra ajustándola a las necesidades de la
demanda y disponibilidad de gas, dado que se trata de un proyecto modular y
contar con una traza central estratégica, reforzando el suministro al área GBA
y Litoral con gas natural local mediante ampliaciones eficientes, así como el
abastecimiento de la Patagonia y Bahía Blanca sin necesidad de obras
adicionales”.
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