Friday, October 15, 2021

SOBRE RITUALES Y REVOLUCIONES EN LAS MINAS DE BOLIVIA

Después de que los mineros del país rico en estaño ayudaron a llevar al poder a un líder elegido democráticamente al derrocar al ejército, honraron sus tradiciones espirituales celebrando con la comunidad.


El pequeño parque K'illi K'illi se encuentra en la cima de una de las laderas que acunan el valle que alberga la capital administrativa de Bolivia, La Paz, y ofrece una vista impresionante de la ciudad. Al este se encuentra Illimani, una imponente montaña cubierta de nieve. Debajo y al oeste se encuentra la Plaza Murillo bordeada de árboles, sede de la sede del gobierno y escenario de decenas de golpes de Estado e innumerables protestas. Al otro lado del valle, ubicado en las amplias llanuras del altiplano, se encuentra El Alto, un hogar en auge para millones de personas, en su mayoría aymaras, de clase trabajadora.
Las colinas encierran el rico pasado de esta ciudad en las nubes. El rebelde indígena Túpac Katari lanzó ataques cruciales contra La Paz colonial controlada por los españoles desde K'illi K'illi durante el asedio de su ejército en 1781. Después de su brutal acuartelamiento por parte de los españoles, la cabeza de Katari fue exhibida en esta misma colina para aterrorizar a sus seguidores. En una noche de luna alrededor de 170 años después, los rebeldes cruzaron las laderas para lanzar la Revolución Nacional de 1952, un evento que abolió la hacienda , provocó una reforma agraria y educativa masiva y nacionalizó la lucrativa industria minera de Bolivia.
Los mineros bolivianos formaron la columna vertebral radical de esta revuelta, desafiando a los barones del estaño que controlaban la riqueza nacional, empujando a los líderes políticos más hacia la izquierda y exigiendo un cambio transformador. Algunas de las raíces de la solidaridad histórica y el poder organizativo de los mineros durante y después de la Revolución Nacional se remontan a antiguas tradiciones y celebraciones, así como a formas cotidianas de resistencia.
Tales espacios culturales y rituales forjados por mineros unieron a los trabajadores para imaginar y luchar por un mundo mejor. Estas tradiciones de resistencia sostuvieron a los mineros en duras condiciones de trabajo y sentaron las bases de los movimientos revolucionarios de Bolivia.
Revolución Nacional de Bolivia
En el año anterior a la revolución, el partido Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) presentó al congresista popular pro obrero y líder del partido exiliado Víctor Paz Estenssoro como su candidato presidencial. Obtuvo una contundente victoria en las urnas, pero los militares colocaron al general Hugo Ballivián en el palacio presidencial. El MNR concluyó que su única opción para tomar el poder era la revolución armada.
El 10 de abril de 1952 Ballivián pidió que se apagaran las luces en La Paz para impedir el avance de los rebeldes del MNR -muchos de ellos obreros fabriles- en su descenso a La Paz desde la vecina ciudad de El Alto. Sin embargo, una luna llena iluminó el camino para los rebeldes, proporcionando orientación para su marcha por las empinadas colinas desde El Alto hasta la ciudad capital. Muchos rebeldes del MNR provenían de los barrios obreros de El Alto y por eso conocían bien el terreno. Estas fuerzas, junto con la participación crucial de los mineros de Oruro, cortaron efectivamente las tropas de Ballivián al bloquear rutas clave y líneas ferroviarias en las afueras de la ciudad.
Los conflictos estallaron en la noche, dejando muchos heridos y muertos en ambos lados. Mientras tanto, las noticias de los avances de los rebeldes del MNR en La Paz se extendieron por todo el campo, inspirando levantamientos similares en todo el país. Tres días después, con más de 600 muertos en las batallas, los rebeldes vencieron al régimen de Ballivián y tomaron el poder.
La euforia fue alta en los primeros días del liderazgo del MNR. Víctor Paz regresó de su exilio en Argentina y voló al aeropuerto de El Alto el 15 de abril de 1952. Cuando ingresó a La Paz se encontró con una multitud de unas 7 000 personas que agitaban carteles que decían “Nacionalización de las minas”, “Reforma agraria”. ”Y“ Bienvenido, Padre de los Pobres ”. La multitud era tan masiva que Paz tardó 30 minutos completos en llegar al palacio presidencial a media cuadra de distancia. Como se relata en Rebelión en las venas de James Dunkerly , Paz saludó a la gente reunida en aymara, el idioma hablado por la mayoría de los miembros de la multitud mayoritariamente indígena: “ Jaccha t'anta uthjani ”, dijo. "Habrá mucho pan".
Poco después, el 31 de octubre, el MNR firmó un decreto, en gran parte resultado de la presión de las organizaciones laborales y los mineros, que expropió a los barones del estaño y nacionalizó las minas de estaño del país, poniendo a los trabajadores en control de la gestión y producción de esta lucrativa industria.
Al año siguiente, en agosto de 1953, el MNR aprobó la Ley de Reforma Agraria, que buscaba abolir el pongueaje (una forma de servidumbre obligatoria que los propietarios de las haciendas obligaban a los arrendatarios indígenas de las tierras de las haciendas), expropiar las tierras de las haciendas y finalmente redistribuirlas entre los campesinos sin tierra y los indígenas. comunidades. La Revolución Nacional logró avances históricos con la ampliación de los derechos de los trabajadores bolivianos, la reforma agraria y la soberanía económica nacional.
Solidaridad en las minas
Las minas bolivianas fueron uno de los lugares más ricos de resistencia en los años que rodearon la Revolución Nacional. Después de la colonización española de los Andes, los mineros en lo que hoy es Bolivia mantuvieron ciertas tradiciones indígenas y creencias espirituales que contribuyeron a la supervivencia física y cultural en las duras condiciones de trabajo. Estas prácticas contribuyeron al poder y al papel de los mineros como movimiento sindical radical durante y después de la Revolución Nacional.
Las tradiciones espirituales indígenas tenían un lugar central dentro de este legado laboral en las profundidades de las minas. Las montañas fueron adoradas en la cosmología indígena andina; los fieles pidieron seguridad y salud a las montañas. Las montañas también eran espacios donde residían varios dioses y requerían especial atención, sacrificios y ofrendas. En este paisaje espiritual, la figura del Tío juega un papel especial. El Tío es una figura religiosa muy presente en las minas en forma de estatua con cuernos; representaba tanto el bien como el mal. Tío ha jugado un papel importante en los espacios laborales y políticos de los mineros en Bolivia.
Tío, que se remonta a la extensa industria minera en la Bolivia colonial, funcionó en las minas como un puente que unía los modos de producción europeos y las creencias espirituales de los indígenas andinos hacia la naturaleza. Como escribe el antropólogo Michael Taussig , "Cada cambio en el modo de producción y cada nuevo desarrollo de la lucha política agregan nuevos significados y transformaciones a la simbolización y comprensión del espíritu dueño de la naturaleza". En este caso, Tío llegó a encarnar a un dios de la montaña, una extensión de las creencias indígenas fuera de la mina, pero que se tradujo en la realidad subterránea de las minas nacidas de la explotación colonial.
Los mineros proporcionaron a Tío cigarrillos, comida, hojas de coca, guirnaldas de confeti, chicha (una cerveza a base de maíz muy consumida en los Andes) y licor fuerte como ofrendas para mantenerlo feliz y traer buena fortuna y seguridad a los mineros. Los mineros combatieron el trabajo deshumanizador dentro del modelo de trabajo capitalista con sus propias tradiciones espirituales y significado. “El culto al Tío, entonces, sirve para traducir la resistencia de los mineros a la alienación y explotación por parte de los dueños de las minas”, escribe el antropólogo peruano Heraclio Bonilla.
Los rituales de la ch'alla , en los que los mineros ofrecen licor a la madre tierra o al Tío a cambio de buena suerte, seguridad o éxito en las minas, formaron espacios importantes para las tertulias entre los trabajadores. Estas prácticas en torno a Tío fortalecieron la solidaridad entre los mineros. La experta académica de las minas bolivianas, June Nash, escribe en We Eat the Mines y las Mines Eat Us , “Esa solidaridad, cimentada por la complicidad colectiva en el culto a los dioses del inframundo, creó la plataforma más fuerte desde la cual resistir y rechazar con éxito, las demandas de los llamados barones del estaño ". Estos barones del estaño, las tres familias principales que poseían muchas de las minas de estaño de Bolivia, eran enemigos clave de la Revolución Nacional.
El minero y organizador boliviano Manuel explicó el impacto político de los rituales y ch'allas que rodean al Tío: “Esta tradición dentro de la mina debe continuar porque no hay comunicación más íntima, más sincera o más hermosa que el momento de la ch'alla , el momento en que los trabajadores mastican coca juntos y se la ofrecen al Tío . Allí damos voz a nuestros problemas, hablamos de nuestros problemas laborales y nace una generación tan revolucionaria que los trabajadores empiezan a pensar en hacer un cambio estructural. Esta es nuestra universidad. La experiencia que tenemos en la ch'alla es la mejor experiencia que tenemos ”.
En este espacio de autoeducación, comunicación y empoderamiento, los mineros bolivianos humanizaron y profundizaron su experiencia laboral y desarrollaron relaciones personales que llevaron a acciones políticas como huelgas, sindicalización y rebelión abierta.
Celebrando la revolución
Los años antes y después de la Revolución Nacional de Bolivia de 1952 vieron un aumento significativo en la frecuencia y duración de las celebraciones y ceremonias en las comunidades mineras. Con la nacionalización de las minas, los trabajadores ganaron más control sobre sus espacios de trabajo y producción; las celebraciones correspondieron a esta expansión del poder y la autonomía de los trabajadores.
La autobiografía de uno de los mineros, Juan Rojas, incluye vívidas descripciones de los numerosos festivales que se organizaron en los meses posteriores a la nacionalización de las minas de estaño.
El 31 de julio, tres meses después de la revolución, Rojas y los demás mineros organizaron un k'araku , una ofrenda de sacrificio a los espíritus de las minas, entre ellos Tío, awichas , las mujeres espíritus que lo acompañan y Supay , el espíritu del cerro. . La ofrenda fue una cabra, cuyos mineros de sangre rociaron en la entrada de la mina y varios puestos de trabajo. En otra ofrenda a los espíritus, los mineros hicieron un guiso con carne de chivo. En su libro, Rojas relata los detalles de estos rituales, que incluían una elaborada ch'alla , en este caso una ceremonia que involucraba grandes ofrendas de alcohol, vino tinto y blanco, cerveza y jugo de papaya.
“Esa noche estuve en la mina hasta al menos las cuatro de la mañana”, recuerda Rojas. Pasaron los siguientes días bebiendo y celebrando con otros trabajadores y jefes de la comunidad minera. "¡Oh, fue un k'araku que nunca volveremos a ver en nuestra vida!" recordó en sus memorias.
El alcance de esta fiesta y ritual ceremonial es significativo en el sentido de que su riqueza y extensión reflejaban los sentimientos de celebración de la Bolivia revolucionaria. Los mineros no solo estaban celebrando su propia victoria política, sino también la camaradería que había hecho que la revolución tuviera éxito.
La alegría que sentían por los cambios políticos provocados por la revolución quedó ilustrada en el relato de Rojas sobre las celebraciones de la independencia de Bolivia el 6 de agosto de 1952. Durante los eventos que rodearon el aniversario, los mineros contrataron bandas y organizaron desfiles y bailes. Rojas relata una corrida de toros, un concurso para pescar un cerdo engrasado y un concurso de comedores de leche y pan. El baile continuó hasta altas horas de la noche.
A raíz de la revolución, las celebraciones se volvieron más políticas, una oportunidad para disfrutar de una victoria imposible. Tales celebraciones reflejaban la inversión de las estructuras de poder que había ganado la revolución; la fiesta cambió simbólicamente un mundo injusto, donde los marginados fueron coronados como dueños de su trabajo, tierra y poder.
“Fue una gran celebración, como nunca había visto en agosto anteriores cuando la empresa los dirigía”, recordó Rojas. “Ese fue el primer año que los ingenieros celebraron con los trabajadores… Ese fue el año 128 de la independencia, pero, por primera vez, fuimos los señores de la riqueza nacional”.
Las culturas de resistencia de los mineros bolivianos demuestran la importancia de tales rituales, espacios sociales y celebraciones en los procesos de construcción del movimiento. Lejos de distraer la organización, pueden formar su base misma. En una cultura capitalista global que busca extraer cada minuto posible de trabajo de los trabajadores, es importante crear y defender espacios para celebrar y socializar más allá del trabajo.
Estas prácticas no solo brindan descansos muy necesarios, sino que también pueden generar solidaridad, aumentar la conciencia y fortalecer los lazos sociales cruciales. Como demuestran los rituales y celebraciones de los mineros en torno a la Revolución Nacional, esos vínculos y espacios pueden alimentar directamente la organización y la acción radicales. New Frame (https://bit.ly/3vcMXzm)
 
 
 
 
 
LA WIPHALA UNE LA LUCHA ANTICOLONIALISTA EN BOLIVIA
 
Prensa Latina (https://bit.ly/3p4n9EF)
 
Decenas de miles de personas marcharon el 12 de octubre por las calles de las principales capitales departamentales y provinciales de la Bolivia Plurinacional, respaldaron al gobierno constitucional, desagraviaron a la wiphala y revalidaron la defensa de la democracia.
Igualmente exigieron el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, y condenaron el colonialismo externo e interno.
En una fecha marcada con sangre indígena, en las marejadas humanas que recorrieron las calles de La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y otras urbes bolivianas, ondearon miles de wiphalas en señal de reivindicación de derechos históricamente conculcados y en memoria de las víctimas de la lucha anticolonialista.
Es que el desembarco del 12 de octubre hace 529 años de Cristóbal Colón en la isla de Guanahani, no sólo fue el inicio de la invasión europea a nuestro continente, sino que dejó a su paso muerte, desolación, el saqueo de los recursos y riquezas naturales.
Los pueblos originarios fueron esclavizados, torturados, despojados de su tierra, de su cultura y evangelizados.
Poco si fuera poco, el colonialismo europeo -en nombre de la ‘civilización'- es responsable del genocidio más grande que conozca la historia de la humanidad.
Según el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, cuando arribaron los ‘conquistadores' al Abya Yala en 1492, el continente tenía alrededor de 70 millones de habitantes; un siglo y medio después solo quedaban unos tres millones y medio.
En este contexto histórico, la wiphala -bandera multicolor ajedrezada- que representa la cosmogonía de los pueblos del Tahuantinsuyo y que fue vilipendiada por la oligarquía racista asentada particularmente en el oriente boliviano, resultó asumida como emblema de la lucha anticolonialista y antimperialista de la Bolivia Plurinacional.
GRAN PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La gran participación ciudadana para desagraviar a la wiphala, constitucionalizada como símbolo patrio, evidenció el fracaso del paro ‘cívico' que bajo el argumento de ‘defender la democracia' contra ‘la dictadura' del presidente Luis Arce -electo con el 55,11 por ciento de votos hace menos de un año-, intentó paralizar el país el 11 de octubre.
La objeción oligárquica a la contundencia de las movilizaciones populares en el ‘Día de la Descolonización' desnudó su racismo xenófobo en estado puro.
Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz y líder del golpe de Estado que en noviembre de 2019 derrocó a Evo Morales, calificó como una ‘provocación' el ‘wiphalazo' en Santa Cruz, epicentro de la oposición política más recalcitrante al proceso de cambio.
'Un trapo (la wiphala) no hace nada, no nos representa. A nosotros lo que nos representa es nuestra fortaleza, nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, nuestra constancia, nuestra fe en Dios y el poder buscar unidad para Bolivia', aseguró, por su parte, el dirigente ‘cívico' Rómulo Calvo.
'Es una falta de respeto, gente malagradecida (del interior del país) que viene a esta tierra buscando mejores días', dijo y los culpó de alentar acciones 'en contra de los cruceños, en contra de la tierra que les da de comer'.
Las declaraciones de Calvo están orientadas a polarizar el escenario político entre una mayoría que apoya el proceso de cambio y edifica el Estado Plurinacional, y una minoría que intenta restablecer la vieja Bolivia colonial, excluyente y segregacionista.
No obstante que transcurrieron 529 años del inicio de la invasión europea al Abya Yala, sus consecuencias todavía hoy son fuente de un inagotable debate político, que se vive con más intensidad en la Bolivia Plurinacional.
En su territorio perviven 36 pueblos originarios y el Censo de Población y Vivienda de 2001 reveló que el 62.2 por ciento de sus habitantes asumió ser indígena.
Es decir, si de 11 millones 800 mil habitantes (proyección del INE al 2021), siete millones 399 mil son indígenas, en estricto rigor a la verdad el rostro de Bolivia es indígena, pese a quien le pese.
Ante la eclosión de su crisis terminal en 2003, el neoliberalismo oligárquico optó retener el poder por la fuerza y no por los mecanismos de la democracia. La represión militar-policial masacró a más de un centenar de personas en febrero y octubre de ese año, y dejó un número indeterminado de heridos de bala.
El entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada dimitió y escapó a Estados Unidos, donde goza de impunidad; su vicepresidente, Carlos Mesa, quien lo reemplazó en el cargo, traicionó al pueblo y antes que nacionalizar los hidrocarburos y llamar a una Asamblea Constituyente, prefirió renunciar a la Presidencia.
Esa derrota política de la oligarquía racista y ultracatólica, y de sus operadores políticos, permitió la irrupción del movimiento indígena y popular en el escenario político, y una oportunidad histórica de poder gobernarse a sí mismos.
ESTADO PLURINACIONAL, INTERCULTURAL, INCLUSIVO
Por eso, a la oligarquía boliviana aún le saca roncha el hecho de que con Evo Morales como candidato, el movimiento indígena y popular ganara las elecciones de diciembre de 2005 y con un histórico 54 por ciento de votos abriera las puertas de Palacio Quemado a las y los bolivianos secularmente marginados por el colonialismo interno.
Morales reconfiguró la Bolivia colonialista en un Estado Plurinacional, intercultural, inclusivo, independiente y sin tutelajes de ninguna naturaleza. Un Estado que recuperó el control de sus recursos naturales e inició su industrialización.
La oligarquía boliviana siempre asoció al indio, al pobre, a la condición de ‘gente corriente', sirviente, ignorante, sucio, flojo…, por lo tanto, social, cultural y racialmente inferior. Evo Morales era ‘gente corriente' que toleraban, pero no lo aceptaban como presidente.
Los golpistas añoran el retorno de la Bolivia ‘colonialista y racista' que nació el 6 de agosto de 1825, en la que los pueblos originarios continuaron siendo excluidos, explotados y segregados como en el imperio colonialista español.
La independencia de hace 196 años fue un mero cambio de patrón. Una nueva casta gobernante, criolla y oligárquica, no sólo ocupó los espacios de poder que dejaron los ‘conquistadores', sino que heredó sus privilegios, prejuicios sociales y racismo.
La respuesta anticolonialista del movimiento indígena y popular fue la plurinacionalidad y la interculturalidad, asumida como práctica alternativa de emancipación contra las estructuras de dominación colonial desde la sociedad, como experiencia para romper con la herencia colonial adquirida.
Es decir, romper con el legado que dejaron los ‘conquistadores' europeos: repúblicas ‘independientes' que instituyeron el colonialismo interno como organización política, segmentadas en clases dominantes y dominadas, superiores e inferiores, generando lo que el pensador boliviano Zavaleta Mercado llamó un ‘Estado aparente'.
Ya lo dijo la lingüista Verónica Tejerina Vargas, si bien 'el Estado debe ejercer el papel de representar el yo colectivo, de generar un sentimiento de pertenencia articulando diversidad y creando una relación social orgánica óptima, esta realidad no ha sido posible por las bases coloniales instauradas'.
Entonces, quienes ostentan un gran poder económico, oligarcas atrapados en los dilemas de su presunta blancura, festejaron el arribo de Colón como el ‘Día de la Hispanidad' y la ‘civilización' de los pueblos originarios de nuestro continente.
No obstante, los negacionistas del genocidio de indígenas, olvidan que mayas, aztecas e incas -por ejemplo- habían erigido culturas muy avanzadas mucho antes de la invasión europea, lo que demuele la teoría de la pretendida ‘civilización'.
Por todo ello, la conmemoración del arribo europeo a tierras ‘americanas' fortaleció el 12 de octubre la lucha anticolonialista en la Bolivia Plurinacional y tuvo como emblema de unidad a la wiphala que, en el Día de la Descolonización, ondeó en manos de su pueblo.
 
 
 
 
 
LA PRIMERA PROBADITA PARA LUIS ARCE EN BOLIVIA
 
Excelsior de México (https://bit.ly/3aGAOt6)
 
Poco se ha hablado de Bolivia desde que se recobró el orden político con la llegada de Luis Arce Catacora a la presidencia de la República. Poco se ha comentado sobre la polarización entre el oficialismo y la oposición cívica-política. Poco se ha hablado del poder que ha ido perdiendo el partido político MAS en las principales ciudades del país y en sus bastiones políticos.
Poco se ha tocado el tema de cómo el gobierno socialista boliviano se las ha cobrado con el gobierno interino de Jeanine Áñez y la persecución política a cualquier disidente que derrocó a Evo Morales en 2019.
Parece que el hartazgo empezó a llegar desde marzo de este año con una terrible derrota electoral para MAS y las revueltas opositoras dentro del país.
Hace tres semanas, aproximadamente, se empezó a hablar de un posible paro nacional en las principales ciudades y entidades de Bolivia. Distintos sectores de la población, grupos indígenas y la oposición política nacional se unieron en un flanco para realizar un paro nacional único y demostrar su desacuerdo ante lo que se están viviendo con el gobierno de Luis Arce. Dicho paro se realizó el pasado 11 de octubre.
Aunque el paro nacional tiene un trasfondo político muy grande para la oposición, es importante decir que una de las principales razones por las que la población se unió a la oposición política es el descontento que está provocando el proyecto de ley contra la legitimación de ganancias ilícitas. Este proyecto de ley estaría prohibiendo los derechos ciudadanos-democráticos y también frenando la libertad de expresión, atentando contra las garantías constitucionales y haciendo que el Estado invada la información financiera-patrimonial de cualquier persona. Dicha ley afectaría prácticamente a cualquier ciudadano o empresario boliviano. En pocas palabras, es un proyecto que tiene un trasfondo de reforma fiscal con fines de recuperación tributaria y de control social-fiscal. Pero también cuenta con un fondo político: evitar el financiamiento del “terrorismo” y de la proliferación de armas no convencionales. Un atento aviso a cualquier político opositor o persona que pueda estar en contra del oficialismo.
Ante el revuelo de este proyecto de ley, se detuvo su proceso legislativo en el Congreso.
El paro nacional viene motivado de igual manera por la persecución política y judicial a los opositores y figuras políticas que formaron parte del gobierno interino de Áñez.
Sinceramente, Luis Arce y su gobierno están haciendo lo mismo que Áñez realizó durante su corta administración interina. Todo se regresa y de peor manera.
Aunque el paro duró sólo un día, fue demeritado y llamado “fracaso” por el oficialismo, tuvo gran éxito en tres regiones importantes: Cochabamba, Santa Cruz y La Paz. El paro se empalmó con el aniversario 39 del regreso de la democracia a Bolivia. El 10 de octubre de 1982 se instauró el primer gobierno democrático después de una basta dictadura militar.
Todo parece indicar que a Arce le dolió la primera probadita que está recibiendo de la población y de los opositores. En una exageración, declara que se está “intentando” realizar un golpe de Estado y derrocar de nueva cuenta a un gobierno legítimo.
Vamos, no saben reconocer que están perdiendo fuerza y no están haciendo las cosas bien. El clásico discurso del compañero Evo y de un populista cuando su pueblo empieza a volteársele.
Por cierto, se dice que Evo últimamente está más preocupado por Pedro Castillo en Perú, que por Arce en Bolivia.
Ya veremos.
 
 
 
 
 
OFENSIVA CONTRARREVOLUCIONARIA EN BOLIVIA Y CUBA
 
Radio La Primerísima de Nicaragua (https://bit.ly/3DMu7Cb)
 
Todo indica que actualmente se están gestando nuevos escenarios para impulsar revoluciones de color en Latinoamérica. En esta oportunidad Bolivia y Cuba vuelven a estar en la mira de los que buscan un cambio de régimen en esas naciones.
Si bien las circunstancias políticas soy muy diferentes entre la isla y el país andino, en ambos se aplica el recetario para promover crisis internas cuyo fin es la implosión y desestabilización, otras formas de intervención que Estados Unidos usa para derrocar gobiernos, o al menos socavarlos, que son autónomos de los designios imperiales.
De acuerdo al catecismo de Gene Sharp, el experto en revoluciones no violentas más famoso del mundo, y que desarrolló 198 técnicas para aplicar la estrategia de cambio de régimen, uno de los métodos para impulsar revoluciones de color es la protesta que refleja el descontento social, la cual generalmente estalla luego de los procesos electorales.
¿Qué escenarios se avecinan para Bolivia?
Nuevos planes de desestabilización se preparan en el país sudamericano, esta vez contra el gobierno de Luis Arce. Recordemos que los que buscan promover nuevos escenarios de violencia ya participaron en el golpe de Estado contra Evo Morales en 2019, que devino en un ciclo de crisis política que dejó decenas de muertos, persecuciones contra los dirigentes del MAS, corrupción y un gobierno de facto.
Desde que Arce asumió la presidencia se han ido revelando detalles del entramado detrás del golpe de 2019, conspiración en la que ha participado Estados Unidos indirectamente, pues se descubrió que planeaban el envío de mercenarios a Bolivia.
El medio The Intercept difundió unas grabaciones de llamadas entre Luis Fernando López, quien fue nombrado como ministro de Defensa durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez, y Joe Pereira, un antiguo administrador civil del ejército estadounidense enviado a Bolivia y señalado como organizador de una misión con mercenarios en el país suramericano.
El golpe se realizaría en la víspera de la toma de posesión del actual presidente, ya que se corría el rumor de que, al asumir el poder, supuestamente reemplazaría a las fuerzas armadas y la policía boliviana por milicias cubanas y venezolanas. Que a casi dos años del golpe de Estado en Bolivia contra Evo Morales se sumen otros elementos de desestabilización demuestra la continuidad de un plan cuyo objetivo es lograr derrocar a cualquier gobierno autónomo de los designios imperiales.
Recientemente, fue revelado un video en el que el gobernador del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, afirma haber tenido 6 mil mineros armados con dinamita a su disposición para derrocar al presidente Evo Morales. El video es de diciembre de 2019, uno de los periodos de mayor conflictividad en Bolivia luego del golpe.
“La charla fue larga y me dice: ‘Yo te voy a tumbar a Evo Morales, pero prométeme ser presidente’. Yo le dije: ‘Ahorita primero recuperemos la democracia. No, yo te garantizo que lo vamos a tumbar. Pero… Ya, ok, te prometo’. Nos fuimos y dice: ‘Va a haber quilombo en el aeropuerto, pero vas a poder entrar’. Dicho y hecho”, dijo Camacho durante la inauguración de un mural en su honor.
Recordemos que Camacho fue una de las caras más visibles del golpe contra Evo Morales. Como presidente del Comité Pro Santa Cruz emprendió una suerte de cruzada desde la zona más rica del país hasta la sede del Gobierno, en La Paz, bajo la consigna “Dios volverá al palacio”. Previo a esto, impulsó una ola de racismo que se cristalizó con la persecución de indígenas, líderes sindicales y militantes del partido de Morales, que incluyó la quema de casas y linchamientos.
Odio y fascismo
Volviendo a los posibles escenarios por venir en Bolivia, y sobre todo entendiendo la continuidad del plan para sacar al MAS del Gobierno, es plausible suponer que las recientes protestas de mineros en el país andino no son del todo espontáneas y corresponden a una operación de intento de cambio de régimen a través de una revolución de color.
Recientemente, Clemente Ramos, el jefe de bancada del MAS en la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, dijo que se está gestando nuevamente un golpe de Estado. “Hago un llamado a todas las organizaciones sociales del Departamento de Santa Cruz a declarar estado de emergencia y movilización para no permitir otro nuevo golpe de Estado (…) Luis Fernando Camacho solo ha creado odio y fascismo”, dijo el dirigente.
Una prueba de que no hay una razón aparente para protestar son las declaraciones del seguidor de Camacho que presentamos a continuación, cuyo discurso absurdo muestra que ni siquiera sabe por qué está trancando las calles. “Porque Camacho quiere que sigamos adelante, porque Camacho nunca se rinde”, dice. “Porque Camacho está pidiendo no sé qué, pero estamos aquí bloqueando”, refiere cuando una periodista le pregunta cómo piensan lograr los objetivos y la razón de su protesta.
Escenarios parecidos se pueden encontrar en la receta de revolución de color que se ha intentado aplicar en Venezuela, Cuba y Nicaragua, países que, además de Bolivia, están en la mira de Estados Unidos y sus intereses imperiales.
Por otra parte, en Cochabamba también se han llevado a cabo manifestaciones para defender al alcalde de derecha Manfred Reyes Villa del gobierno central. El argumento es que quieren convertir a ese país en Cuba o Venezuela.
Asimismo, alertan que los movimientos pregolpistas que se realizan en distintas latitudes de Bolivia son muy parecidos a los de 2019, previo al golpe de Estado contra Evo Morales, donde los escenarios son La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, epicentros en los que se realizan marchas indígenas financiadas por la extrema derecha.
Que grupos armados hayan tomado violentamente un mercado de coca de La Paz y quemaran la bandera Wiphala es un indicio de ello.
De acuerdo a un reporte de KawsachunNews, un grupo minoritario de derechas de la asociación de cocaleros de la región de los Yungas de La Paz tomó hace pocos días por la fuerza el control del mercado oficial de coca de La Paz, conocido como ADEPCOCA, y su primera medida fue retirar la bandera que representa la diversidad de las culturas originarias.
“La mayoría pro-MAS ha sido desplazada de su sede tras semanas de protestas armadas por parte de la minoría derechista. Hablamos con la ex presidenta de ADEPCOCA, Elena Flores. Flores es una dirigente afroboliviana que fue encarcelada por la dictadura de Añez”, refieren.
Señalan que están utilizando a pequeños grupos indígenas para argumentar que el gobierno de Arce está saqueando la naturaleza al nacionalizar los recursos. Con ello buscan proyectar un clima de caos entre los sectores que históricamente han apoyado al MAS, mientras la derecha histórica instrumentaliza los símbolos indígenas a favor de la agenda destituyente.
Escalada de violencia
Otro sector que este año ha sido aupado para protestar contra el actual gobierno es el minero, determinante debido a la importancia que tiene su existencia en la sociedad y la economía bolivianas. A finales de agosto, la Federación de Cooperativas Mineras Auríferas (FECOMAN), conformada por la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco) y la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz, radicalizó sus protestas contra el gobierno para exigir una serie de demandas.
En esa oportunidad, bloquearon algunas vías y se dirigieron a la sede de gobierno, aun teniendo interlocutores políticos y sindicales de primera mano en el MAS y otros funcionarios del gobierno.
Hasta el 14 de octubre continúa el proceso de conspiración golpista. La oposición boliviana este lunes 11 de octubre trancó calles y avenidas en tres de las principales ciudades del país (Santa Cruz, Cochabamba y La Paz) en contra del gobierno del presidente Luis Arce, a quien acusan de impulsar juicios políticos contra opositores y de buscar aprobar una draconiana ley para investigar fortunas. La convocatoria fue un fracaso porque no cumplió las expectativas. El resto del país sigue en calma. Por otra parte, también vale decir que sectores sociales han convocado concentraciones para defender la Wiphala y contra el plan que está en marcha.
Que distintos sectores al unísono se activen contra el gobierno boliviano son indicios de una eventual escalada de violencia con aires destituyentes por venir, escenario propicio para una conmoción social que podría devenir en un nuevo intento de golpe de Estado.
Redes, arma para desestabilizar Cuba
Mientras tanto, en Cuba sigue la conspiración a través de las redes sociales para impulsar un cambio de régimen, proceso que inició hace un par de años con el surgimiento del Movimiento San Isidro (MSI), cuya protesta contra la aplicación de una ley fue usada para impulsar una revolución de color.
Como sabemos, desde que existe la Revolución Cubana la isla ha estado bajo asedio de Estados Unidos, quien desde entonces, sin éxito, por vías internas y externas, ha intentado socavar la base del proceso histórico iniciado hace más de 60 años.
Los hechos demuestran que las protestas del MSI iban más allá de un rechazo a un instrumento jurídico, el rechazo al decreto 349, que pretendía ordenar la actividad cultural privada naciente en Cuba, sigue constituyendo parte de una agenda golpista. La participación directa del gobierno estadounidense, así como ONG y la población cubana-mayamera así lo demuestra.
Un informe especial del Instituto Samuel Robinson para el Pensamiento Original señala que la actual coyuntura conjuga elementos de vieja data que pasaron a “la ofensiva dentro del marco de una operación de cambio de régimen”, así como otros que apuntan a mellar psicológicamente a la población.
Las revueltas artísticas, que han sido un caldo de cultivo para captar el supuesto descontento social general, han perturbado la paz social en la isla, detonando un proceso que aún continúa y que es alimentado por los aparatos de propaganda imperial.
Recientemente, MintPress reveló que quienes planificaron las revueltas de julio en la isla contemplan nuevos escenarios de desestabilización para octubre y noviembre de este año.
Según el medio, al grupo La Villa del Humor se le atribuye la chispa inicial que encendió las protestas de julio a nivel nacional. Señalan que el 10 del referido mes, uno de los administradores del grupo publicó el siguiente mensaje:
“¿Cansado de no tener electricidad? ¿Cansado de que no te dejen dormir durante 3 días? ¿Cansado de aguantar la desfachatez de un gobierno al que no le importas? Es hora de salir a exigir. No critiquen desde casa, hagámonos escuchar. Si no lo vamos a hacer, mejor cerremos la boca y no digamos mierdas desde casa que no solucionan nada. ¿Tenemos más miedo a salir que a aguantar todo este descaro? ¿Cómo es posible? Exigimos que [los presidentes Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro] también tengan apagones. Exigimos que, ya que no tenemos comida, al menos nos dejen dormir. Salir a la calle. Abajo el gobierno comunista oportunista ya. Este domingo a las 11 de la mañana, Parque de la Iglesia. Nos vemos allí. Si no vas, deja de quejarte tanto”.
La mafia y los medios yanquis
En el mensaje estaba acompañado de un itinerario detallado de la marcha, incluyendo instrucciones sobre dónde marcharían y qué artículos llevar.
Lo que sucedió en la marcha fue replicado por los medios estadounidenses y por la gran comunidad cubana que vive en Florida. La participación del país norteamericano fue tan grande que incluso el presidente Joe Biden emitió una declaración oficial apoyando los eventos.
Las grandes corporaciones mediáticas convirtieron estas protestas en noticia mundial. “Sin embargo, el movimiento no logró penetrar en la corriente principal de la sociedad cubana y se desmoronó rápidamente después de que quedara claro que no contaba con las cifras necesarias para alcanzar una masa crítica”, señala MintPress.
A pesar de la derrota, el equipo directivo de La Villa del Humor considera que la acción de julio fue un éxito rotundo y constituye “el primer paso hacia una revolución”. Es por ellos que ha estado organizando nuevas acciones: “Una huelga general prevista para octubre y un conjunto más amplio de manifestaciones en todo el país para noviembre”.
Para el pasado domingo 10 de octubre, día en que se celebró el Día de la Independencia de Cuba, los organizadores pidieron que la fecha marcara el inicio de una huelga general con el objetivo de paralizar o derrocar al gobierno.
Para llevar a cabo este plan las redes sociales fueron, de nuevo, un arma de desestabilización. Con las etiquetas #ParoNacionalCuba y #SOSCuba convocaron a “todos los cubanos dignos, amantes de la libertad, sus vecinos, sus amigos y sus familias, a un Paro Nacional el lunes 11 de octubre”, decía el comunicado.
Al parecer el mensaje no caló mucho porque era poco fiable, ya que la mayoría de las actividades antigubernamentales en Cuba hay muy poca transparencia y era confuso el mensaje.
“El 10 de octubre convocamos a toda Cuba, con motivo de un año más de independencia de los conquistadores españoles, a protestar de nuevo para exigir sus derechos, para expresar su anhelo de libertad y democracia. Si Dios quiere, todos los pueblos de Cuba estarán dispuestos y querrán protestar una vez más y tomar las calles”, dijo el administrador principal del grupo, Alex Pérez Rodríguez, quien grabó un livestream para los miembros del grupo donde pide que actuaran “como uno solo”.
Durante su mensaje, como es de esperarse en las revoluciones de color, buscó la manera de generar pánico al poner en duda el uso de la vacuna anticovid producida en la isla. Argumentó sin prueba alguna que las vacunas no hacen más que “enfermar aún más a la gente”, cuando se ha demostrado gran eficacia de los productos antivirales hechos en la Mayor de las Antillas.
Para el 20 de noviembre están previstas marchas en toda la isla, incluyendo Guantánamo, Holguín, Camagüey y La Habana, donde los organizadores esperan comenzar en el icónico Malecón de La Habana Vieja y terminar frente al edificio del Capitolio Nacional, sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Si bien anuncian que las marchas son pacíficas, que en ellas participarán figuras respaldadas por Estados Unidos, como el grupo de rap Movimiento San Isidro y el político Manuel Cuesta Morúa, ya es de dudar. Si se habla del inicio de una revolución esto puede ser interpretado como el detonante de una escalada de violencia y el habitual aprovechamiento para tratar de lograr un cambio de régimen.
El grupo La Villa del Humor, que inició como un tablero de mensajes en línea local y un mercado para la gente de San Antonio de los Baños, una ciudad de unos 50 mil habitantes situada en el oeste de Cuba, luego se transformó en un foco de organización antigubernamental, hasta el punto de que apenas hay publicaciones relevantes para la población local.
Lo curioso es que muchos de los participantes en el grupo ni siquiera son de Cuba, ya que sus perfiles revelan que viven en Florida. “Uno de los colaboradores más frecuentes incluso indica que su lugar de trabajo es el Miami Herald”, detalla MintPress.
“Así, el grupo se ha convertido en una cámara de eco conservadora, con usuarios que publican principalmente memes o caricaturas anticomunistas o que promueven acciones contra el gobierno cubano. En esencia, pues, La Villa del Humor es un lugar donde los estadounidenses van a engatusar a los residentes de un pequeño pueblo cubano para que derroquen a su gobierno”, señala el medio.
Cabe destacar que el gobierno estadounidense cada año gasta millones de dólares para financiar este tipo de iniciativas anticastristas. Financiamiento que incluye apoyo a artistas, intelectuales y músicos cubanos que promueven mensajes antigubernamentales. El Movimiento San Isidro, cuya canción “Patria y vida” se ha convertido en un himno para el cambio de régimen, es un ejemplo de ello.
 
 
 
 
 
LA PRESIÓN OPOSITORA SURTE EFECTO: EL RÉGIMEN DE LUIS ARCE ECHA ATRÁS UNA POLÉMICA LEY DE GANANCIAS ILÍCITAS
 
La Gaceta de España (https://bit.ly/3aHVLns)
 
Luego de varias semanas de que se empezaran a conocer los detalles del proyecto de Ley de Ganancias Ilícitas, el régimen de Luis Arce Catacora acaba de retirarlo ante la suma cada vez mayor de distintos sectores –como transportistas, gremios, líderes cívicos, partidos políticos opositores, activistas de derechos humanos, el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade)-, que tenían por objetivo llevar a cabo un nuevo paro cívico nacional de 48 horas. La iniciativa, por cierto, aún no es descartada totalmente.
La tarde de este jueves, María Nela Prada, ministra de la Presidencia, sostuvo con tono de victimismo: “Escuchando sus preocupaciones y sus temores hemos decidido retirar este proyecto de ley (…) para no dar lugar a que nos confronten entre bolivianos, para no dar lugar a la desestabilización, para no dar lugar a la violencia, a la confrontación”.
Además añadió: “Nosotros, a la cabeza de nuestro presidente Luis Arce, seguiremos trabajando, escuchando siempre al pueblo boliviano, escuchando sus preocupaciones y siempre atendiendo a los intereses del pueblo boliviano, por el cual estamos aquí”.
No obstante, y aunque se trata aún de una noticia en desarrollo, las demandas populares no se reducen solamente al rechazo de esta perversa ley, que, entre otros aspectos, termina con la propiedad privada y la presunción de inocencia en el país, sino que incluyen una serie de demandas, como el respeto a los derechos de propiedad privada sobre las tierras de los indígenas del oriente, de la cual los cocaleros del Chapare del Movimiento al Socialismo (MAS) pretenden adueñarse por medio de la fuerza.
También se exige el respeto de los derechos de la expresidenta Jeanine Áñez. Que se termine la persecución política en el país, que se acaben las amenazas del régimen de Arce y su partido, como las de José Yucra, asambleísta departamental del MAS en Tarija, quien afirmó en esta semana que estaban dispuestos a dar la vida; que si tienen que matar lo van a hacer. O como las que hizo el propio presidente Luis Arce, cuando sostuvo hace un par de días que el MAS y su gobierno se defenderán en las calles.
Comunidad Ciudadana (CC), partido político de oposición cuestionado -debido a que sus parlamentarios criticaron la actitud de los líderes cívicos y llamaron al diálogo en vez de sostener una posición clara respecto del devenir del futuro inmediato del país- convocó a una conferencia de prensa sobre la decisión de Arce.
En esta conferencia, Carlos Alarcón, jefe de bancada de CC en la Cámara de Diputados, sostuvo: “Este es un gran triunfo del pueblo movilizado, de los gremialistas, de los profesionales, de los mineros, de los empresarios y del conjunto de ciudadanos que han expresado en las calles su rechazo a esta ley que estaba avasallando derechos y garantías constitucionales”.
No obstante de la decisión echarse para atrás con este proyecto de ley concreto, cabe preguntarse si la palabra del régimen de Arce es creíble, pues la tarde de este mismo jueves, el exvicepresidente Álvaro García Linera sostuvo que “para contener a la oposición es necesario revisar sus impuestos y sus cuentas bancarias, mirar sus propiedades”. Aseveró que existe un menú de opciones de gobierno con las cuales atemperar y contener ese tipo de acciones que calificó de conspirativas. “Ahí tienes un conjunto de mecanismos: tributarios, impositivos, de políticas fiscales, de inversiones y, llegado el caso, también de nacionalización”.
Y luego agregó: “Se trata de cruzarle el camino a los sectores empresariales que tienen demasiado poder de veto. No necesariamente estatizas todo, pero sí cortas la cadena los debilitas. Y eso hicimos con la soja; ya nunca más volvió a ser un problema. Desde 2009 hasta el 2020 ese mecanismo de chantaje que existía con la soja nunca más volvió. Y si molestan un poco más les suspendes las exportaciones, porque como gobierno tienes el monopolio de decidir si se exporta o no se exporta».
Lo que acaba de hacer García Linera -tal vez sin siquiera consultarlo o coordinar con Arce ni Morales- ha sido quitar el velo sobre algo que todo opositor ha sospechado desde que el MAS tomó el poder en Bolivia hace 15 años: quieren imponer el más rancio socialismo posible por medio del sometimiento implacable de sus adversarios.
Dado que se sobre entiende que la Ley de Ganancias Ilícitas es solamente un instrumento más dentro de todo el herramental que el MAS tendría para alcanzar sus objetivos, es de esperar que las medidas de presión de los distintos sectores se mantengan, y que la tensión iniciada por el propio régimen de Arce, Morales y el MAS en el país, no amaine pronto.
 
 
 
 
 
LA PANDEMIA REDUJO LA INVERSIÓN MUNICIPAL EN IGUALDAD DE GÉNERO EN BOLIVIA
 
Market Research Telecast (https://bit.ly/3lHTYFe)
 
Los presupuestos municipales para inversiones en igualdad y equidad de género en Bolivia se redujeron en 2020 como consecuencia de la pandemia del covid-19, con una disminución del 22,5% respecto al año anterior, según un estudio presentado este jueves en La Paz.
Los datos se reflejan en el Ranking de Inversión en Igualdad y Equidad de Género (IIEG) elaborado por el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, el Colectivo Rebeldia, la Coordinadora de la Mujer, el Instituto de Formación Integral de la Mujer y Oxfam con financiación del Gobierno de Canadá.
Según el estudio, en 2020 el presupuesto programado en el IIEG fue equivalente a 58,6 millones de dólares, un 22,5% menos que en 2019, cuando también hubo una caída del 20,7% en el indicador.
El presupuesto ejecutado en estas áreas fue el equivalente a unos 36,5 millones de dólares, 41,1% menos que el año anterior “explicado por un mejor presupuesto programado en la gestión y una baja ejecución por restricciones y problemas por la pandemia. del covid-19 ”, indica el informe.
“Del presupuesto total ejecutado a nivel nacional en inversión pública, solo el 1,5% se ha destinado a favorecer a las mujeres en todo el país”, explicó a Efe la directora ejecutiva del Centro Gregoria Apaza, Carla Gutiérrez.
Gutiérrez consideró que es un “dato alarmante” porque la disminución afectó principalmente al área de la “corresponsabilidad en el cuidado” de la familia, con una caída del 59,8%.
Esto implica que el acceso a los servicios de guardería, primera infancia y ancianos “se ha visto reducido en casi todos los municipios como consecuencia del encierro” y “hasta ahora no se ha podido restaurar en su totalidad”, dijo.
Además, “ha obligado a muchas mujeres a dejar sus espacios de trabajo para dedicarse a temas de cuidado”, agregó.
El estudio también refleja que la inversión en atención, prevención y protección a mujeres víctimas de violencia de género mantuvo un nivel de ejecución y un nivel “más menos volátil”, con un promedio de 9,3 millones de dólares en los últimos tres años y una ejecución del 60,6%. en 2020.
 
 
 
 
 
EL GOBIERNO CONSTRUIRÁ UN NUEVO GASODUCTO QUE BENEFICIARÁ AL POLO PETROQUÍMICO DE BAHÍA
 
El gasoducto llamado Néstor Kichner apunta a abastecer al norte de la Argentina. La obra pública demandará una inversión total de USD 1807 millones y se desarrollará entre 2022 y 2025.
 
Bahia Telefe de Argentina (https://bit.ly/3DYug5Z)
 
El gobierno construirá un nuevo gasoducto, denominado Presidente Néstor Kirchner, que permitirá abastecer gradualmente con gas nacional las demandas del norte, actualmente cubiertas con gas de Bolivia, y que en paralelo representará un beneficio para las empresas del Polo Petroquímico de Bahía Blanca.
Según informó Infobae, la obra demandará una inversión total de USD 1807 millones, en dos tramos: el primero (Tratayén-Saliquelló) de USD 1145 millones y el segundo de USD 662 millones, hasta San Jerónimo.
Las fuentes de financiamiento de estas obras, que se desarrollarán entre 2022 y 2025, serán el presupuesto nacional (USD 530 millones y parte de los ingresos del impuesto a las grandes fortunas (USD 480 millones).
A esto se sumará el aporte de los privados, a través de las siguientes vías: “Modificación de la Ley 27.605 estableciendo la posibilidad que cargadores interesados pacten contratos libremente con IEASA (prioridad YPF); y creación de Fideicomiso financiero, con dos posibles caminos para financiamiento: interesados cargadores prepaguen acuerdos pactados con IEASA, o un fideicomiso que cuente dentro de sus bienes los ingresos para repagar un instrumento de deuda con garantías de cobro del Estado Nacional”.
Con las obras complementarias, la inversión pasa a USD 2096 millones, según las cifras oficiales.
Fuentes oficiales explicaron al medio capitalino que el emprendimiento, que realizarán YPF y Enarsa, “es un componente medular del conjunto de obras tendientes a ampliar la capacidad del sistema de transporte y gas y a optimizar su utilización”.
Con sus obras complementarias permitirá “aprovechar la capacidad disponible en la infraestructura de TGS y TGN y poner en valor el GNEA, al llegar a San Jerónimo con 20 milímetros cúbicos diarios, lo que permite el abastecimiento del Litoral y el Noreste, históricamente postergado, ya que aún no cuentan con acceso a la red de gas o son abastecidas por propano”.
Además, permitirá “consolidar la interconexión de los sistemas de transporte existentes, dotando de mayor confiabilidad y seguridad al suministro de las demandas actuales del Anillo de GBA y de la zona de los tramos finales del sistema de TGN entre Cardales y el Anillo GBA”.
También, permitirá disponer de “caudales de gas provenientes de yacimientos de las cuencas Neuquina, Golfo San Jorge y Austral, actualmente transportados por capacidades disponibles de los sistemas Neuba I, Neuba II, San Martín y Tramos Finales, como por las generadas por la nueva infraestructura a construir”.
Además, se podrá abastecer “el mercado interno de forma confiable y competitiva, sustituyendo totalmente, en una primera etapa, el GNL importado en Bahía Blanca y el uso de combustibles líquidos o Escobar, en una etapa final”.
A su vez, reducirá “el costo de abastecimiento de la demanda nacional, con un efecto claro de sustitución de importaciones que repercute favorablemente tanto en la balanza comercial como en los subsidios energéticos”.
En este sentido, se podrá “escalonar la obra ajustándola a las necesidades de la demanda y disponibilidad de gas, dado que se trata de un proyecto modular y contar con una traza central estratégica, reforzando el suministro al área GBA y Litoral con gas natural local mediante ampliaciones eficientes, así como el abastecimiento de la Patagonia y Bahía Blanca sin necesidad de obras adicionales”.

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