Días antes
de las presidenciales del 20-O, el presidente Evo Morales concedió una entrevista
exclusiva a Correo del Alba, donde hace un balance del Proceso de Cambio
y ahonda en el futuro mediato de Bolivia, de cara al bicentenario.
¿Cómo
definiría la Bolivia de antes del Proceso de Cambio?
Como un país
sin desarrollo, sin esperanza y sin futuro por causa del saqueo al que fue
sometido. Cómo podría haberse desarrollado en los tiempos neoliberales si
tenía una deuda externa de casi 5 mil millones de dólares y el Producto Interno
Bruto (PIB) era tan solo de 5 mil millones de dólares. El 2006 nos entregaron
un PIB de 9 mil millones de dólares.
Entonces,
qué futuro y qué esperanza podía haber si todo era saqueo; saqueo
de la clase dominante que lo único que hacía era ver cómo aprovechar la corta
gestión que les tocaba en la presidencia. “Vas a ser presidente, vas a ser
terrateniente en el oriente boliviano y que todos los de tu clase tengan
tierras”, así actuaban.
Ud. ha dicho
que no quiere ser el mejor presidente de Bolivia, pero sí que Bolivia sea el
mejor país. ¿Cómo se consigue ese anhelo?
Yo
diferencio porque he visto pancartas con mensajes: “Evo es el mejor presidente
de Bolivia”. No me gusta eso, por eso dije que no quiero ser el mejor
presidente de la historia del país, sino más bien que queremos, junto al
pueblo, la mejor Bolivia de nuestra historia, ese es el plan que tenemos. Yo
digo que no estamos lejos, porque si para fines de 2005 el PIB era de 9 mil
millones de dólares, el pasado año llegamos a 40 mil 800 millones de dólares,
es decir, si en 180 años nos dejaron 9 mil millones de dólares, en 13
años llegamos a 38 mil o 39 mil millones de dólares.
¿Cómo ha
sido posible lo que menciona?
Con la nueva
política económica de recuperar nuestros recursos naturales, rescatar las
empresas estratégicas y sobre todo las inversiones pequeñas, medianas y
grandes. Después de esto vino un tema de planificación, acompañado de inversión
a la cabeza del Estado, apuntalado también por el sector privado y
sectores asociativos. Entonces, estamos haciendo inversión bajo una
política de economía plural. Nos han sorprendido los resultados, yo quiero ser
muy sincero, no pensábamos que con la nacionalización de los recursos naturales
rápidamente iba a cambiar la situación de todo el país, pero ha empezado a
cambiar y eso nos compromete como autoridades y como pueblo, porque se ven los
resultados gracias al Proceso de Cambio, y la nacionalización se acompaña de
políticas sociales.
En lo
político lo que hemos hecho es refundar Bolivia, acabar con el Estado colonial
y crear un Estado Plurinacional. Con esta refundación, constitucionalmente
reafirmamos el gran pedido clamoroso del pueblo boliviano, de que todos tenemos
los mismos derechos y beneficios. El sector más abandonado por la historia era
el movimiento indígena y las mujeres, ahora ambos tienen los mismos derechos
que el resto.
En materia
social el mayor logro ha sido la redistribución de las riquezas. Antes no
habían programas sociales, menos productivos; aunque para el sector privado
hasta habían leyes, y los mal llamados “hospitales de empresas”. Yo entendía
que las empresas privadas estaban enfermas y que había que hacerlas curar y
veía que se sacaban créditos para donar a los grandes empresarios. Que el
Estado neoliberal curaba la enfermedad de las empresas privadas, claro,
mientras los pobres no tenían nada y vivían a su suerte.
Hoy hay una
redistribución de riqueza con bonos, rentas para los hermanos y hermanas más
humildes, pero también programas productivos donde el Estado garantiza un 70%,
80% de inversión y el responsable o beneficiario aporta solo un 20% o 30%. Por
eso hemos reducido de 78.2% a menos del 15% la extrema pobreza, aunque
nuestra meta es llegar a menos del 5%.
¿Cómo
visualiza a esa nueva y mejor Bolivia?
La hemos
proyectado alrededor de cuatro rubros: agropecuario, hidrocarburífero, minero y
energético. Yo veo ahí la esperanza de Bolivia. Así como la mesa o la silla
tiene cuatro patas, nosotros cuatro rubros.
Hay otros
rubros como el turismo, la ciencia y tecnología, pero son
complementarios. Mediante los hidrocarburos estamos entrando a la
industrialización; nos falta la petroquímica y el tema de energía –nos
estamos preparando para generar más energía–. En el tema agropecuario quiero
ponderar que hemos abierto mercado para que los grandes ganaderos, junto con
los pequeños, exporten carne a China, y nos estamos abriendo a Rusia. Otros
productos, como la almendra y la quinua, ya se exportan, y como dije, este año
está previsto exportar carne; después vendrá el café, la soya, entonces
imagínense la esperanza de Bolivia.
En el sector
minería e hidrocarburos hemos comenzado por industrializar para sustituir la
importación, por ejemplo, hicimos eso con el gas licuado del petróleo (GLP). Al
llegar al gobierno se exportaba gas natural y se importaba GLP, actualmente
seguimos exportando gas –casi un 90% al mercado paraguayo, una parte Argentina
y otra a Paraguay y Perú–. Asimismo, antes se importaba urea, y hoy
exportamos mayoritariamente al Brasil, aunque estamos empezando a exportar a
Paraguay, Perú y la Argentina.
El modelo descrito
podremos aplicarlo pronto con otros rubros, cuando tengamos la industria de
hierro dejaremos de importar hierro para la construcción, y después
exportaremos. Queremos compartir lo poco que tenemos con los países vecinos.
Una de los
eslóganes del Gobierno es “Bolivia como corazón energético de Sudamérica”,
¿cómo y para qué se busca eso?
Efectivamente
en materia energética nos proponemos exportar energía, así para el año 2025
mínimamente estaremos generando cerca 6 mil megavatios (MW), pese a que yo quisiera
que fueran 9 mil MW. ¿Cómo explico esto? Porque cuando llegamos al gobierno la
demanda interna era de 700 MW y hoy asciende a 1.500 MW, aun cuando estamos
generando más de 2 mil MW y cerraremos el año, con la incorporación de ciclos
combinados, con alrededor de 3 mil MW. Solamente con ejecutarse lo del Bala, en
Río Grande, con las ocho plantas hidroeléctricas generaríamos otros 3 mil MW,
lo que sumado a lo anterior daría un total de 9 mil MW. La pregunta obvia es
¿para qué tanta generación sin mercado? Resulta que Brasil cada año tiene que
incorporar 5 mil MW para su demanda interna, Argentina otros mil, aunque
por su crisis económica tiene algunos problemas. Y, como está subiendo el
precio de la energía, nosotros venderíamos más barato a estos países vecinos y
compartiríamos lo poco que tenemos con ellos, eso es la integración energética.
¿Cuál es el
objetivo final de todo este desarrollo?
Consolidar
totalmente una liberación política, económica, cultural y social; pero además
caminar hacia la liberación en ciencia y tecnología.
Cuando
llegamos al gobierno el PIB per cápita era de apenas 900 dólares; después de 13
años tenemos más de 4 mil dólares per cápita. En el momento en que lleguemos a
10 mil dólares per cápita podríamos hablar de una potencia económica, ese es
nuestro deseo.
En el ámbito
internacional, ¿cómo se proyecta Bolivia hacia otros centros políticos
mundiales?
Si bien
tenemos problemas con EE.UU., mantenemos buenas relaciones con otras potencias,
como China, India, buena parte de Europa y Rusia. Lo que hay que informar al
pueblo es que EE.UU., bajo una política de dominación, decidió desde el 2007 al
2017 evitar la presencia de China y Rusia en América Latina, entonces si esa es
la política norteamericana nos vemos en la obligación de que Latinoamérica
tenga su propia política, bajo la mirada de integración del mundo, con la
presencia de esos países que son tan trascendentales para la humanidad.
EE.UU. lo
que quiere es saquear nuestros recursos naturales y si esa es su política la
nuestra debe ser abrirse a países como China, Rusia y otros de Europa. Algunos
países importantes que hemos visitado recientemente, además de Rusia, fueron
Turquía, Catar, Emiratos Árabes Unidos. Todos quienes quieran ser socios;
mientras respeten las normas en las políticas económicas, serán bienvenidos.
En el
trabajo hacia la región nos sentimos orgullosos, porque ahora Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) por primera vez prestará servicios a
algunos países vecinos. Igual pasa con la Empresa Nacional de Electricidad
(ENDE), ya estamos instalando el tendido eléctrico a la Argentina, en su
territorio, cosa que no había ocurrido antes. Así nos damos cuenta que Bolivia
tiene un futuro seguro para las próximas generaciones.
En unos días
enfrentará una nueva elección presidencial, en la que los ataques opositores se
concentran en su imagen, ¿cómo ve estos comicios?
Siento que
el pueblo boliviano está vacunado ante las mentiras de la derecha. Nosotros,
como siempre, vamos a trabajar con la verdad y no con la falsedad, seguir
informando la verdad como país y Gobierno.
¿Cómo aborda
la amplitud de los derechos a las mujeres y las personas LGTBIQ+?
Es nuestra
obligación como Estado defender el derecho de las mujeres, no se puede entender
la violencia hacia la compañera, hermana, madre o abuela. Ellas se han
sacrificado en el hogar y son integradoras de este, pero también de sectores
sociales, son más inteligentes y menos corruptas, no sé cómo pueden ser
agredidas, no lo logro entender. Pero, al margen de crear conciencia, del
trabajo de educación y formación para la prevención, pedí que el
feminicidio sea un delito de lesa humanidad, lo que de ser viable sería
aprobado por las Naciones Unidas como una norma mundial.
Respecto a
los otros grupos que nombra, entiendo que somos seres humanos y cada uno tiene
su forma de vivencia, sea lesbiana, gay, transexual, bisexual.
¿Qué debería
saber el mundo de Bolivia?
Que nuestra
forma de vivencia proviene del movimiento indígena originario, del Vivir Bien y
no del vivir mejor.
¿Qué quiere
decir con eso?
Por ejemplo,
que debemos vivir no solamente en solidaridad y en complementariedad entre los
seres humanos, sino además con la madre tierra.
Ud. fue un
gran amigo de Hugo Chávez y nuestra revista, le comento, tiene una edición que
se publica en Venezuela. Para las y los lectores, ¿cuál estima es el mayor
legado de Chávez?
En estos
tiempos ni se imagina cómo nos hace falta el hermano Hugo Chávez, claro, eso no
significa que no reconocemos el gran esfuerzo de lucha del hermano Maduro.
Yo conocí a
Chávez, era muy humano y solidario, sobre todo con la política del Libertador y
de liberación. Ese legado no lo deberían abandonar las nuevas generaciones y
nuestra obligación es informar acerca de tanta lucha, desde que estuvo en el
Ejército venezolano, y cómo recuperó el gran pensamiento y sentimiento de Simón
Bolívar y la Patria Grande.
En estos
momentos tenemos algunos problemas, hay países vencidos en Sudamérica, pero
tengo mucha esperanza en que pronto nos vamos a recuperar. Hay gobiernos
sumisos a algunos organismos internacionales que no quieren la igualdad, que no
respetan la dignidad y que desconocen la identidad, sin embargo, los pueblos
estamos ahí, aunque a veces nos equivocamos y los movimientos sociales
exageramos en nuestras reivindicaciones, lo que trae consecuencias.
En Venezuela
la lucha de Hugo es seguida por Maduro y continúa vigente. El pueblo
venezolano, bolivariano y chavista, derrotó la intervención, los golpes de
Estado, está derrotando el sabotaje, y lo que le falta derrotar es la agresión
económica, pero el pueblo está firme.
Repito,
tengo esperanza y confianza que nos vamos a recuperar para nuevamente estar
como en tiempos de Chávez, de Fidel, de Lula, de Néstor. No estamos lejos, solo
se requiere fuerza y energía para reconquistar las grandes gestas libertarias
democráticas en América Latina.
¿Qué
significa Tiwanaku para Ud.? ¿Por qué hace 13 años tomó posesión de su cargo en
esta ciudad-templo?
Es un lugar
milenario, de nuestros antepasados, que después de tantos siglos sigue
presente. Tomar posesión en Tiwanaku es algo simbólico, no solo histórico, es
algo inédito y originario. Pertenecemos a esa familia.
¿Volvería a
tomar posesión allí?
Estamos a la
orden del pueblo, ¿por qué no? (www.correodelalba.org)
EVO Y EL SECRETO DEL ÉXITO ECONÓMICO DE BOLIVIA:
"SOCIALISMO PARA UNOS, CAPITALISMO PARA OTROS"
Periodista Digital de España
(www.america.periodistadigital.com)
a llegada de
Evo Morales al poder en Bolivia ha generado cambios drásticos en la
economía del país.
En 2002, por
ejemplo, terminaba la desventura de McDonald’s en suelo boliviano. Bolivia en
aquel entonces llevaba más de 15 años de gobiernos liberales, con vocación de
mercado y apertura a capitales internacionales, pero economicamente contraido.
Algo que 17
años después ha cambiado, incluyendo el giro ideológico del país que pasó de
tener presidentes pro mercado a uno que (en sus discursos) fustiga sin
clemencia contra el capital internacional y las transnacionales.
La paradoja
es que -según analistas e inversores- hoy McDonald’s triunfaría sin problemas
como ya lo hacen varios cientos de franquicias y compañías internacionales que
desembarcaron en el país en la última década.
La Bolivia
socialista de Evo Morales (quien busca un cuarto mandato presidencial en las
elecciones de este 20 de octubre) se convirtió en terreno fértil para cadenas
extranjeras de comida, ropa, electrodomésticos y también para las
transnacionales dedicadas a rubros como el petróleo, la minería o la
agroindustria.
Una década
tarde
Se estima
que Bolivia llegó a la era del consumo global al menos una década tarde.
Entre
finales del siglo pasado y principios del actual, en ese país casi no se veían
los centros comerciales y tampoco aparecían las cadenas internacionales de
comida que ya se multiplicaban a lo largo de muchas ciudades latinoamericanas.
Apenas un
puñado de multinacionales se arriesgaron a invertir en una Bolivia en crisis y
pobre. De acuerdo al Banco Mundial, en 2002 el 63% de sus habitantes vivía por
debajo de la línea de pobreza, mientras que para 2018 esa cifra se redujo al
35%.
Además, la
inversión extranjera directa en el país alcanzaba US$250 millones en 2005,
mientras que en años más recientes llegó hasta los US$1.750, según la Comisión
Económica para América Latina (Cepal).
«Ese cambio
tan grande es el que nos ha favorecido bastante», explica Alfredo Troche,
expresidente de la Cámara Boliviana de Franquicias y analista de mercados.
Troche le
explica a BBC Mundo que, en la última década, son más de 300 las cadenas
internacionales que decidieron ingresar a Bolivia, principalmente en los rubros
de alimentos, moda, entretenimiento y servicios, sin contar las
multimillonarias inversiones hechas por las petroleras y mineras llegadas del
exterior.
El analista
señala que «los indicadores macroeconómicos favorables y el crecimiento
sostenido son una buena señal para las inversiones extranjeras» y ese fue uno
de los factores determinantes.
Añade que el
crecimiento del ingreso de cadenas internacionales al país es de alrededor de
11% anual.
Santa Cruz
de la Sierra, la ciudad boliviana con mayor población y donde hacen base la
mayoría de las industrias nacionales y extranjeras, es la principal anfitriona
de las cadenas internacionales y de las transnacionales petroleras y de la
agroindustria.
Le sigue La
Paz, la sede de los poderes del país.
Socialismo
para unos, capitalismo para otros
Samuel Doria
Medina quedó en segundo lugar en las elecciones presidenciales de 2014 y su
bancada en el Congreso es la más numerosa de la oposición.
Además, es el
empresario que trajo a Burger King a Bolivia a principios de siglo y mantuvo a
flote a la franquicia durante los años de recesión en el país. Ahora tiene
operaciones en los rubros del turismo y los alimentos.
El político,
en entrevista con BBC Mundo, sostiene que el auge de las transnacionales en
Bolivia se explica porque Morales gobierna con «capitalismo para sus amigos y
socialismo para sus enemigos».
«Morales
trata de atraer inversión extranjera para intentar remplazar con ella a la
inversión pública y por eso tiene un doble discurso que está totalmente
divorciado de la realidad», indica Doria Medina.
Según Doria
Medina, el presidente boliviano «dice una cosa y hace otra» cuando se estrella
contra el capitalismo internacional y es al mismo tiempo amigo de grandes
capitalistas.
«Hay
contradicciones muy grandes. Sectores como los productores de coca, que no
pagan impuestos, tienen la licencia para practicar un capitalismo salvaje
impulsado por el gobierno. Lo mismo sucede con los grandes empresarios agroindustriales
que también son muy cercanos para Evo Morales», señala.
Doria Medina
apunta que Bolivia es un país con inseguridad jurídica y escasa incidencia de
la separación de poderes, lo que dificulta las condiciones para invertir a
menos que seas parte del esquema de «capitalismo de amigos» donde se encuentran
compañías muy poderosas de diferentes rubros.
Paradójicamente,
añade el entrevistado, ahora son los bolivianos los que tienen mayores
dificultades para realizar emprendimientos económicos por la burocracia y las
políticas de impuestos.
«Hay muchas
empresas petroleras multinacionales que han recibido muchos favores y
obtuvieron condiciones muy favorables gracias al gobierno, pese a que el
discurso oficialista habla de una nacionalización de los hidrocarburos»,
concluye.
Los
beneficios
Las
transnacionales en los rubros de hidrocarburos y minería, por ejemplo, son las
grandes beneficiarias de la explotación de los recursos naturales bolivianos,
sostienen expertos del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario
(CEDLA), con sede en La Paz.
«El ciclo de
precios altos de las materias primas ha alentado la explotación acelerada y, en
muchos casos, desmedida, de hidrocarburos y minerales. El resultado ha sido la
elevación absoluta de ganancias para las transnacionales y, en ausencia de
obligatoriedad de la exploración (de nuevas vetas o campos), la peligrosa
reducción de las reservas (de Bolivia)», explica a BBC Mundo el analista Carlos
Arze.
El experto
señala que los privilegios a los que acceden las petroleras van desde
incentivos a la producción y reconocimiento de costos hasta la «apertura de
áreas protegidas y parques nacionales a la explotación hidrocarburífera».
Según datos
del CEDLA, las transnacionales controlan el 80% de la producción de hidrocarburos
de Bolivia y, tras lo que han explotado todos estos años, no han invertido en
exploración o desarrollo de nuevos campos.
«En los casi
14 años de gobierno no se ha descubierto ningún campo nuevo importante», apunta
Arze.
En el caso
de la minería, el experto señala que el caso más ilustrativo es el de la
transnacional San Cristóbal, que administra la mina que produce la mayor
cantidad de los principales minerales metálicos para exportación.
«Paga al
Estado menos del 10% del valor de sus exportaciones por concepto de regalías e
impuestos», afirma el investigador de CEDLA.
«El secreto
del éxito boliviano»
Para el
gobierno de Evo Morales, el «secreto de su crecimiento económico y social» es
lo que bautizaron como Modelo Económico Social Productivo Comunitario
Así lo
indica el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, señalado de ser uno de los
artífices del llamado «milagro boliviano» que colocó a la economía del país
entre las que más crecieron en América Latina durante los últimos años.
Arce
Catacora no coincide con aquellos que señalan a las transnacionales como las
grandes beneficiarias de la explotación de los recursos naturales.
El ministro
asegura que la nacionalización de los hidrocarburos fue uno de los tres pilares
de la transformación económica de Bolivia junto a la redistribución de los
ingresos y la participación activa del Estado en la economía.
«La
nacionalización determinó que los recursos que antes se iban al extranjero
remesados por las empresas transnacionales que operaban en nuestro país se
queden para el disfrute de los bolivianos», afirma Arce Catacora.
¿LOGRARÁ EVO MORALES SU CUARTO MANDATO
PRESIDENCIAL?
AIM Digital de Argentina (www.aimdigital.com.ar)
Este 20 de octubre hay elecciones en Bolivia. Evo Morales –que ya es el
presidente que más tiempo estuvo al mando en la historia del país– podría
renovar hasta 2025. Lo que para algunos constituye un símbolo de unidad y
estabilidad sin precedentes, para otros es la escenificación del riesgo de eternizarse
en el poder. Mientras para la campaña del Movimiento al Socialismo (MAS) el
eslogan es #FuturoSeguro, el de su principal contrincante –el expresidente
Carlos Mesa– es #YaEsDemasiado. Plurinacionalismo, economía en crecimiento,
justicia, campesinado y mujeres: estas son las claves para entender Bolivia
hoy.
¿Qué se
vota?
En las
elecciones generales se elegirá presidente y vicepresidente, 130 diputados y 36
senadores para el período que va desde 2020 a 2025. Son poco más de siete
millones los ciudadanos habilitados para votar. A diferencia de otros países,
en Bolivia las cámaras legislativas no se renuevan por partes sino en su
totalidad.
Para ganar
en primera vuelta, alguno de los candidatos debe lograr más del 50 por ciento
de los votos válidamente emitidos o un mínimo del 40 por ciento con una
diferencia de 10 puntos frente a la segunda alternativa más votada. Si no, se
irá a una segunda vuelta electoral.
La gran duda
de estos comicios es si a Morales le alcanza para evitar la segunda vuelta. Si
bien en las elecciones de 2014 obtuvo un 63 por ciento, en 2016 sufrió un revés
político: perdió un referendo en el que se preguntaba si la población estaba de
acuerdo con reformar el artículo 168 de la Constitución para que la presidenta
o presidente pudieran ser reelectos o reelectos de manera continua. Ganó el
‘no’ con el 51,3 por ciento.
Por ese
motivo, desde la oposición insisten en que la candidatura de Morales, que luego
del referendo le habilitó la Junta Electoral, es ilegítima. Incluso hay algunas
iniciativas pequeñas, por las calles de La Paz, que todavía juntan firmas para
que no se presente.
Según la
encuesta más reciente publicada en Bolivia, Morales lidera con un 40 por ciento
la intención de voto. Segundo llega Mesa, con el 22 por ciento. Es el resultado
de un estudio hecho por Ipsos Bolivia para Radio Televisión Popular y La Razón.
Consultaron a 2300 personas entre 18 y 70 años en 60 ciudades y poblaciones del
país.
Evo Morales:
El candidato oficialista
Desde hace
13 años (asumió el 22 de enero de 2006) Evo Morales empieza su día –como tarde–
a las cinco de la mañana. Algunos dicen que porque nunca dejó de ser un hombre
de campo. Pero él insiste en que ‘la política es servicio’, que no alcanza el
tiempo para todo lo que hay que hacer, y que él –que no tiene estudios– lo que
puede ofrecer es trabajo.
Su equipo
está acostumbrado al ritmo. Los miércoles las reuniones de gabinete se celebran
a primera hora en la Casa Grande del Pueblo. Morales es capaz de recorrer
cuatro departamentos en un solo día y combina avión, helicóptero y frenéticas
caravanas que lo llevan hasta los lugares más recónditos del país. En una
jornada, se reúne con jóvenes, debate con campesinos, hace asambleas con
indígenas y obreros e inaugura obras. Desde su equipo aseguran que el año
pasado hizo bingo: terminó de conocer el cien por ciento de los municipios de
Bolivia. La mayoría de las actividades no aparecen en los grandes medios de
comunicación. Desde la oposición lo acusan de ser vago y de “pasarse el día
viajando y jugando al fútbol”.
Varias veces
al día, alguien le acerca al presidente una taza con su bebida predilecta:
harina de coca mezclada con agua. En síntesis, un líquido verde y viscoso que
–asegura– le hace muy bien a su organismo. Morales, que surgió como líder cocalero
defiende la hoja de coca hasta las últimas consecuencias.
Después de
una pujante ‘década ganada’, cuando Evo mira a la región recuerda que está
prácticamente solo. A su alrededor todo se derrumba (la crisis económica en
Argentina, el caos político en Perú, la situación en Ecuador) y no duda en
ofrecerle a su patria una cosa muy simple: estabilidad. Que, traducido a su
eslogan de campaña, es ‘futuro seguro’.
Y es en ese
contexto (y el de una economía que sorprende a propios y ajenos) que se anima a
contar anécdotas como la siguiente: “El otro día una chica me dijo: ‘Lo voy a
votar. No me gusta su cara, pero me gusta su programa'”, narró en un almuerzo
del jueves 4 de octubre ante jóvenes universitarios. Es lo mismo que le promete
a empresarios y a indecisos: antiimperialismo, soberanía y economía en alza.
La
oposición: entre buscar el balotaje e instalar a la derecha
El primer
dato político a destacar, y que a varios bolivianos y bolivianas enoja, es que
la oposición no se ha sabido juntar. Por eso el segundo y tercer puesto
quedarían divididos entre el expresidente Carlos Mesa (Comunidad Ciudadana) y
Óscar Ortíz (Bolivia dice No).
Según las
encuestas, Mesa sería el segundo después de Morales en las predicciones pero no
puede asegurar conseguir una segunda vuelta. El hombre tiene historia: fue
vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada (huyó en 2003 en la mitad de la
guerra del gas) y luego mandatario hasta que renunció en 2005.
Pero Mesa
tiene algunos problemas. Entre ellos, que le cuesta diferenciarse del Gobierno.
En parte, porque fue el representante en La Haya del Gobierno Boliviano de la
demanda marítima contra Chile. La contienda se perdió, pero no solamente el
reclamo del mar para Bolivia sigue siendo clave para el país, sino que el ahora
candidato para muchos quedó asociado al oficialismo.
Según el
doctor en Ciencia Política y docente en la UCB (Universidad Católica
Boliviana), el perfil de quienes lo votan es el de ‘jóvenes de clase alta con
estudios universitarios’. La idea que subyace –ante la falta de formación
académica del presidente– es la de “los que gobiernan son unos ignorantes y
nosotros nos lo merecemos”, como si fueran reyes de nobleza desplazados del
foco público. En ese contexto, “Mesa (periodista e historiador) da imagen de
ilustrado, de persona que ha hecho mérito”, indicó Arequipa a RT.
Su campaña
se centró en mostrarse caminando por la calle: recorre el mercado, saluda
gente, abraza ancianos. Pero habla de que el país enfrenta, de cara a las
elecciones, una ‘emergencia democrática’. Para el analista Arequipa, la imagen
de la plácida caminata no se condice con el mensaje que intenta enviar de
‘situación crítica’.
En uno de
los spots de Mesa, el punto es directamente la Justicia, uno de los temas que
tanto de un lado como del otro se reconoce como un pendiente. “Solo hay
justicia para el que tiene plata, muchos policía son corruptos, nos roban en
lugar de protegernos. Desde el primer día lucharemos contra la corrupción,
reformando la Policía con capacitaciones. Los jueces y los fiscales serán
reemplazados por gente nueva, contratados por sus méritos y no por sus padrinos
políticos. Porque después de 13 años, ya es demasiado”, dice Mesa en su spot.
Pero hay un
tema más: aunque Mesa desmiente categóricamente el parecido (promete no
privatizar y dice que no precisa devaluar), en las paredes de Bolivia una idea
se repite: “Mesa=Macri”. Es decir, la idea de que todo se puede romper si
vuelve el neoliberalismo.
En tercer
lugar está Carlos Óscar Ortíz Antelo, senador nacional y representante de ‘Alianza
Bolivia’, una suma de ‘Bolivia dice no’ y el Movimiento Demócrata Social.
Oriundo de Santa Cruz y administrador de empresas, el hombre tiene un discurso
estructuralmente liberal, aunque también en campaña asegura que no va a
privatizar ni quitar los bonos sociales conquistados durante la gestión de
Morales. El único matiz que agrega es que “es mejor que los maneje directamente
la gente y no se lo dilapide la burocracia”.
En cuarto
lugar aparece el verdadero ‘outsider’ de esta elección boliviana: un pastor
coreano que fundó alrededor de 70 iglesias evangélicas. Chi Hyun Chung se
convirtió en la verdadera revelación. Se presenta en nombre del PDC (Partido
Demócrata Cristiano) aunque sin trayectoria política. Con un discurso
explícitamente machista y homofóbico, en estilo con el mandatario brasileño
Jair Bolsonaro, logra captar algunos extremos de la oferta de votantes.
Por último,
también se presentan Virginio Lema (Movimiento Nacionalista Revolucionario),
Félix Patzi (Movimiento Tercer Sistema), Ruth Nina (Partido de Acción Nacional
Boliviano y única mujer), Víctor Hugo Cárdenas (Unidad Cívica Solidaridad) e
Israel Rodríguez (Frente para la Victoria).
El panorama
Según
Arequipa se da una paradoja: aquellos temas sobre los que se debate
mediáticamente (género, medio ambiente o incluso el referendo) no son los que
aparecen en los estudios cualitativos como aquellos que modifican el voto.
Sí lo son la
economía y la corrupción. “La mayoría no se siente protegido por la Policía y
siente que sin dinero no puede acceder a la Justicia. Además, hay hacinamiento
de causas penales y retardación”, analizó Arequipa.
“Creo que lo
interesante no serán tanto estas elecciones sino el período 2020 a 2025. El MAS
(Movimiento al Socialismo) deberá pensar su transición. Mientras que con Ortíz
buscan instalar un proyecto de derecha a largo plazo”, interpreta Arequipa.
Según este analista, los municipios capitales más El Alto representan en torno
al 53 por ciento de los votos; el cinco por ciento es el voto del exterior y el
restante 43 queda por fuera de las capitales. ¿Quiénes pelean por ese voto?, se
pregunta. Y su respuesta es: El Gobierno.
También está
la cuestión de los indecisos, un fenómeno cada vez más frecuente: quienes
deciden en el último minuto. Para Arequipa, la campaña está siendo aburrida y
no hay ninguna propuesta que interpele a ese público. Además —agrega la
complejidad— en Bolivia todavía el cara a cara es muy importante. “Las redes
son burbujas, los indecisos no están ahí”, analiza. La contienda, entonces, es en
las calles.
TURBULENCIA DERECHISTA PUEDE TENER LOS DÍAS
CONTADOS EN LA PATRIA GRANDE
A muchos en el mundo, incluso a aquellos que
prefieren callar o burlarse a escondidas por temor, les encantaría ver
destronado al hoy mandatario estadounidense
Juventud Rebelde de Cuba
(www.juventudrebelde.cu)
La
turbulencia derechista parece tener los días contados en la Patria Grande, por
ello la actuación cada vez más agresiva de sus protagonistas en contubernio con
la administración violenta de Estados Unidos (EE. UU.) que encabeza el
inquilino de la Casa Blanca Donald Trump. El reciente revés del mandatario
Lenin Moreno ante los movimientos sociales indígenas en Ecuador, que lo
obligaron, luego de varias jornadas de protestas, a derogar medidas neoliberales,
es un evidente síntoma de que el conservadurismo cede terreno en nuestra
América.
Lo ocurrido
en Ecuador demostró que con unidad las fuerzas populares y progresistas pueden
hacer temblar incluso a un régimen represivo como el de Moreno, y dar también
un viraje a corto plazo al escenario político en Latinoamérica, sin pecar de
triunfalismos excesivos, ni mucho menos descartar nuevas patrañas de Washington
y sus peones. De hecho, ya la derecha hemisférica está presta para intentar
impedir otro éxito del presidente Evo Morales en las elecciones del próximo
domingo 20 de octubre en Bolivia, lo cual sus adversarios tienen muy difícil de
conseguir, pero de seguro tratarán de consumar con sus viejas y conocidas
artimañas.
La eventual
victoria de Morales en los comicios bolivianos significaría una importante
derrota al neoliberalismo regional, y podría replicarse el 27 de octubre en las
elecciones de Argentina con el binomio de los Fernández (Alberto-Cristina),
frente al desprestigiado y fracasado Mauricio Macri. De ser así, las
turbulencias ultraconservadoras que han sacudido la Patria Grande en los
últimos años se verían amainadas, y volverían amaneceres soleados y de paz para
al menos algunas naciones de la región, con augurios de materializarse en otras
a corto y mediano plazos.
Gracias a la
resistencia de Venezuela, Nicaragua y Cuba, amenazadas, agredidas, sancionadas
y bloqueadas por EE. UU. con la complicidad de varios gobernantes derechistas,
se ha evitado que Washington haya podido convertir otra vez a Latinoamérica en
su traspatio. Junto a Evo en Bolivia, las revoluciones Bolivarianas, de
Venezuela, Sandinista, de Nicaragua, y Fidelista, de Cuba, han puesto freno a
las ansias de dominación total de la Patria Grande del actual ocupante de la
Casa Blanca.
Y hablando
de Trump, tampoco parece irle muy bien en su país, amén de que algunos
analistas hablen de mejoras económicas en EE. UU. El
"emperador" de turno está sometido a un proceso de posible juicio
político que podría dar al traste con su mandato, o por qué no debilitarlo para
la próxima contienda electoral por el trono de Washington. A muchos en el
mundo, incluso a aquellos que prefieren callar o burlarse a escondidas por
temor, les encantaría ver destronado al hoy mandatario estadounidense, dada su
violenta y descarrilada conducta, tanto a lo interno de su país como en
política exterior.
Quienes aún
le sirven de peones en la América nuestra terminarán por caer, quizá
antes de lo que piensan, porque se acerca una nueva primavera, sí, una
primavera progresista y de paz para los pueblos.
¿EL SOCIALISMO NO FUNCIONA? UNA CLASE MEDIA
EMERGENTE DE BOLIVIANOS SUPLICARÍA DIFERIR
Washington Post de EEUU (www.washingtonpost.com)
La gente en
esta metrópolis de gran altitud una vez se fue a trabajar a través del barro.
Ahora viajan a través de los teleféricos aéreos de Disney. Las casuchas de
ladrillo han sido reemplazadas por mansiones caprichosas. Los más pobres se
deleitan con una comodidad básica que les faltaba antes de una inversión masiva
en infraestructura estatal: baños interiores.
"Solíamos
hacer nuestro" negocio "en bolsas y llevarlos al río", dijo
Vidal Colorado Mamani, presidente de la asociación comunitaria en Huancané, un
vecindario indígena en el sur de La Paz. “Fue humillante.
“Ahora
tenemos la dignidad de los baños. Nuestras vidas ya no son como antes ".
Durante
años, los opositores al socialismo han señalado el colapso de Venezuela como
Anexo A en el argumento contra la izquierda política. Pero aquí, a la sombra de
los Andes, los bolivianos viven la imagen especular: una sociedad ascendente y
móvil donde, al menos en el papel, ha funcionado el socialismo.
Los críticos
del presidente Evo Morales, un socialista de 59 años cuya imagen aparece en
camisetas en cafés de izquierda desde La Paz a París, dicen que el primer jefe
de estado indígena de Bolivia ha cooptado su joven democracia, debilitó sus
instituciones y abusó de su autoridad para postularse para otro mandato en este
mes.
Pero 13 años
después de que su Movimiento por el Socialismo ganó en las urnas, es
indiscutible que los bolivianos son más saludables, más ricos, mejor educados,
viven más y son más iguales que en cualquier otro momento de la historia de
esta nación sudamericana.
Mientras Morales busca un cuarto mandato en las elecciones del 20 de octubre, su Bolivia sirve como contrapunto a Venezuela en el debate hemisférico sobre el socialismo, una palabra ahora cargada que se ha convertido en un punto álgido en la carrera presidencial de Estados Unidos.
Mientras Morales busca un cuarto mandato en las elecciones del 20 de octubre, su Bolivia sirve como contrapunto a Venezuela en el debate hemisférico sobre el socialismo, una palabra ahora cargada que se ha convertido en un punto álgido en la carrera presidencial de Estados Unidos.
"El
estado no podrá resolver todos los problemas", dijo Morales al Washington
Post. "El estado como jefe de inversión, acompañado por el sector privado,
ese es el modelo de socialismo que tenemos".
Morales
llegó al poder con Chávez, Correa y Kirchner
Si Morales
ha hablado a veces como un militante, se ha comportado como un pragmático,
nacionalizando empresas como el gigante de las comunicaciones Entel, al tiempo
que permite que la competencia privada lo mantenga alerta.
El
socialismo literario de Bolivia ha generado distorsiones y ha dejado a algunas
empresas privadas llorando. El país era el más pobre de América del Sur cuando
Morales asumió el cargo en 2006. Según la mayoría de las medidas, todavía lo
es.
"Todavía
tenemos niños que mueren de desnutrición", dijo Shirley Franco Rodríguez,
una candidata a la vicepresidencia que ahora desafía a los socialistas de
Morales. “Lo que estamos viendo es la Venezuelaización de Bolivia. Tendremos un
colapso económico si Morales no se va ”.
Sin embargo,
según Morales, los datos muestran que la economía de Bolivia está cerrando la
brecha con el resto del continente, creciendo más rápido que la mayoría de los
vecinos en los últimos 13 años. Mientras tanto, los gobiernos que han adoptado
políticas de mercado, especialmente en Argentina y Ecuador, se enfrentan al
caos económico y político.
Chile, el
modelo sudamericano para el éxito del capitalismo, sigue reinando como la
economía más rica y estable de la región. Sin embargo, incluso el Fondo
Monetario Internacional, ese defensor del mercado libre, reconoce que los
socialistas de Bolivia han sido más efectivos en la lucha contra la pobreza
extrema que cualquier otro gobierno sudamericano, reduciéndolo del 33% de la
población en 2006 al 15% en 2018.
Los críticos
dicen que cualquier nación que haya disfrutado de un aumento tan masivo en los
ingresos del auge de los productos básicos podría haber logrado esos
resultados. Ahora, señalan, Bolivia enfrenta nuevos desafíos debido a la caída
en el precio del gas natural, la mayor exportación del país. Después de años de
superávit presupuestarios, el país está experimentando déficits, y aumenta la
preocupación de que el tipo de cambio fijo y la burocracia de los grandes
estados están reprimiendo cualquier posibilidad real de transición a una
economía moderna orientada a la exportación.
Morales
llegó al poder en 2006 como miembro del grupo de izquierdas latinoamericano que
incluía a Hugo Chávez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y Cristina
Fernández de Kirchner de Argentina. Ahora es el último hombre en pie, y
enfrenta el desafío de su vida política.
Morales ganó
la reelección fácilmente en 2009 y 2014. Las encuestas sugieren que ahora
tendrá más dificultades y podría perder si la votación pasa a una segunda
vuelta. Se está ejecutando en gran medida en su "milagro económico":
utilizar una gestión fiscal prudente y la inversión estatal para transformar el
país.
Tomó un
enfoque muy diferente al de Venezuela, encabezado por su cercano aliado Chávez,
y ahora combatió al presidente Nicolás Maduro (a quien todavía defiende).
En Venezuela,
el estado socialista ha confiscado 10 millones de acres de tierras privadas,
expropiado a 1.365 empresas y comprado 5.000 más. Bolivia, por el contrario, ha
evitado la incautación de tierras a gran escala y ha nacionalizado solo 33
empresas, la mayoría de las cuales habían sido de propiedad estatal antes de
que fueran vendidas por gobiernos anteriores.
El gobierno
de Morales está acusado de corrupción: en un caso destacado, una ex novia fue
condenada y sentenciada a 10 años; negó haber actuado mal, pero no en la escala
de los socialistas de Venezuela. Bolivia clasifica a 132 de 180 países en el
Índice de Percepción de la Corrupción más reciente de Transparencia
Internacional, vinculado con el vecino Paraguay y por delante de México,
Guatemala, Nicaragua y Venezuela.
ANUNCIO
Miles de millones de dólares se han canalizado en proyectos de infraestructura que han transformado la sociedad: nuevas escuelas, transporte público futurista y 3.354 millas de nuevas carreteras.
Miles de millones de dólares se han canalizado en proyectos de infraestructura que han transformado la sociedad: nuevas escuelas, transporte público futurista y 3.354 millas de nuevas carreteras.
"La
pobreza ha disminuido sustancialmente debido a la inversión pública, y Bolivia
ha superado a la mayoría de los países sudamericanos", dijo John Crabtree,
investigador asociado del Centro Latinoamericano de la Universidad de Oxford.
"Es una transformación desde una base baja, pero lo que hemos visto es una
reducción de la pobreza y la aparición de lo que algunas personas llamarían una
clase media".
Apoyo a Evo,
pero no soy socialista"
El progreso
es quizás más visible en La Paz y El Alto, ciudades con una población combinada
de 2.3 millones de altura en las montañas nevadas de los Andes. Aquí, el
socialismo dio nueva agencia a la mayoría indígena de Bolivia.
Diez nuevas
líneas de teleférico construidas por los socialistas de Morales ahora abarcan
las ciudades hermanas, cortando los desplazamientos de barrios pobres a zonas
comerciales ricas en empleos. Entel, con sede en un distrito comercial repleto,
ha prosperado, obteniendo ganancias regulares mientras compite exitosamente
contra empresas privadas para reclamar casi la mitad del mercado nacional.
Entel le
paga a su director ejecutivo $ 4, 310 por mes, 8.5 veces más que sus empleados
peor pagados. Los jefes de sus dos competidores más grandes ganan $ 25,862 y $
12,931, 64 y 32 veces sus trabajadores peor pagados, según las estadísticas del
gobierno.
"Hay
ejecutivos que quieren ganar mucho, pero ese no es nuestro camino", dijo
Oscar Coca, jefe de obras públicas de Bolivia y ex director ejecutivo de Entel.
"Hemos alentado la competencia y la eficiencia, pero también la equidad
social".
En El Alto,
una de las ciudades más altas del mundo con 13,615 pies, barrios enteros han
sido renovados por una clase creciente de empresarios indígenas y de raza
mixta. Dicen que Morales rompió un techo de cristal en los negocios para las
personas no blancas, ya que las asociaciones estatales y privadas los ayudaron
a construir sus propias empresas.
Las calles
que alguna vez estuvieron llenas de humildes casas de ladrillo ahora están
llenas de cholets: lujosas mansiones con oficinas y espacios residenciales cuyos
diseños caprichosos y tonos terrosos se remontan a las ruinas arqueológicas de
civilizaciones indígenas perdidas. El nombre combina la palabra a veces
despectiva para una persona indígena tradicional (cholo) con chalet.
"Apoyo
a Evo, pero no soy socialista", dijo Eynar Viscarra, de 42 años, hablando
en la amplia terraza de su casa, equipada con lámparas de araña al aire libre.
El hijo de un conductor de autobús ahora dirige una empresa de importación que
capitalizó las nuevas carreteras hacia las zonas rurales. Está construyendo un
centro comercial en El Alto que está listo para llevar las sucursales más altas
del mundo de Nike y Adidas a una creciente clase media boliviana.
“Quiero
decir, ¿China es socialista? No lo creo ", dijo. "Realmente no. Mira,
el punto es que Bolivia no es Venezuela. No hemos cometido sus enormes errores
".
Utilizando
efectivo de la industria del gas natural de inversores extranjeros, la mayoría
de los cuales, sin embargo, siguieron siendo rentables y se han quedado en
Bolivia, el gobierno de Morales levantó barrios como Huancané, un enclave de
más de 3.000 indígenas de la clase trabajadora transformados por la inversión
del gobierno.
Con nuevos
caminos de piedra, los minibuses ahora pueden ingresar al vecindario,
conectando a los residentes con una flota de autobuses modernos y el sistema de
transporte público más alto del mundo: los teleféricos aéreos.
"Solía
salir con dos pares de zapatos cuando iba a trabajar", dijo Levearia
Kachi, de 48 años, una madre soltera que trabaja como empleada doméstica en la
ciudad. “Tenía un par para caminar por los caminos de barro y otro par para
ponerme una vez que llegaba al trabajo. “Pero ahora tenemos caminos, ¡caminos
reales! - y puedo salir con un par de zapatos limpios ".
Pero incluso
en el duro país de Morales, la gente exige más.
"¡Necesitamos
una escuela, una clínica de salud, una estación de policía!", Exclamó
María Dolores Cruz Garnica, una comerciante de 50 años. "Nos hemos movido
en la dirección correcta, pero no lo suficiente".
Los críticos
de Morales señalan que no todas las empresas nacionalizadas lo están haciendo
tan bien como Entel. Sus opositores dicen que el palacio presidencial da un
trato preferencial a las empresas estatales.
"Puede
que tengamos una nueva clase media, pero ¿en qué se basa?", Preguntó Ibo
Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia. “Tenemos
enormes pérdidas en ganancias potenciales debido a la corrupción, y tenemos que
hacer ajustes en el tamaño del estado. Simplemente no es sostenible".
Morales,
aprovechando una oposición fracturada y una economía fuerte, ganó sus últimos
dos períodos con más del 60 por ciento de los votos. Pero las encuestas
sugieren que la victoria ahora no es segura.
Si no
obtiene el 40 por ciento de los votos con un margen de 10 puntos, se enfrentará
a una segunda vuelta el 15 de diciembre que finalmente podría ver a los
partidos opositores unirse contra él. Su oponente más fuerte es el ex
presidente Carlos Mesa. Algunas encuestas indican que Mesa podría vencer a
Morales si la votación pasa a una segunda vuelta.
Morales enfrenta críticas por incluso correr. En 2016, jugó en un referéndum nacional que le permitiría eludir los límites del mandato y buscar un cuarto mandato. Perdió por poco ese voto, en medio de un escándalo por presuntamente tener un hijo fuera del matrimonio, pero luego se aseguró un fallo judicial que le permite volver a presentarse.
Morales enfrenta críticas por incluso correr. En 2016, jugó en un referéndum nacional que le permitiría eludir los límites del mandato y buscar un cuarto mandato. Perdió por poco ese voto, en medio de un escándalo por presuntamente tener un hijo fuera del matrimonio, pero luego se aseguró un fallo judicial que le permite volver a presentarse.
Sus
opositores lo llaman abuso de poder, uno que se ajusta a un patrón autoritario
que, según ellos, también ha incluido la mano dura con los manifestantes contra
el desarrollo (muchos de ellos indígenas), la prensa y los opositores
políticos. Reporteros sin Fronteras clasifica a Bolivia 113 de 180 países en su
Índice de Libertad de Prensa 2019, detrás de muchos de sus vecinos pero por
delante de Colombia, México y Venezuela.
Morales
rechaza las críticas.
"También
me han llamado dictador", dijo a The Post, y lanzó sus manos al aire.
“Creo que,
para mis oponentes, este es un problema de clase. No pueden aceptar que un
hombre indígena sea presidente ".
“CHI PUEDE”: UN PASTOR
COREANO, ACUSADO DE MACHISTA Y HOMÓFOBICO, BUSCA LA PRESIDENCIA DE BOLIVIA
Con un historial
de frase consideradas discriminatorias, posiciones definidas por su fe
religiosa y un curioso eslogan, el pastor Chi Hyun Chung busca arrebatarla la presidencia a Evo Morales.
Comparado con Jair Bolsonaro e
incluso Alberto Fujimori, se
trata de un médico nacido en Corea del Sur y nacionalizado boliviano.
RPP de Perú
(www.rpp.pe)
"Chi
puede" y sus propuestas basadas en la Biblia, hirientes para homosexuales
y feministas, han convertido al pastor presbiteriano Chi Hyun Chung, de origen coreano, en la sorpresa de las
elecciones en
Bolivia. Este médico
nacido en Corea del Sur y
nacionalizado boliviano ocupa el cuarto lugar en la preferencia electoral según
las encuestas, con base a declaraciones polémicas y un simpático eslogan que le
permitió acercarse a potenciales votantes.
El doctor Chi, como él se presenta en sus anuncios de campaña,
acumula un 6 por ciento de la intención de voto, toda una hazaña teniendo en
cuenta que su candidatura se hizo oficial hace solo seis semanas y que lo
alienta incluso a ser tercero en la elección del próximo 20 de octubre. En una
entrevista con la agencia Efe en La Paz, el candidato del Partido
Demócrata Cristiano (PDC) aseguró que ese repunte se debe al
"clamor del pueblo boliviano" y a su
propuesta "basada en la Biblia" que logró hacer que muchos
cambien su opción política.
Dichos polémicos de los que no se retracta
Los sondeos
para las elecciones en Bolivia revelan
un porcentaje importante de indecisos, que podrían decantarse por propuestas
populistas como la de Chi, quien llegó al veterano PDC tras la renuncia del expresidente Jaime Paz Zamora. El religioso sacudió la opinión pública
al
afirmar que los homosexuales necesitan un "tratamiento psiquiátrico",
que los rituales a la Pachamama o Madre Tierra son una "artimaña del
diablo" y otros dichos suyos hacia las mujeres por los que fue tildado de
misógino y machista.
"Solo demostré cuál es mi posición
personal, mi convicción personal como cristiano", recalcó
para subrayar que respondería de la misma manera por más de que le planteasen
una veintena de temáticas "pecaminosas". El candidato aseveró que
tiene una "posición clara" y que eso lo distingue de aquellos
políticos que "no saben dónde están sentados", que sin base doctrinal
cambian constantemente de posición de forma oportunista ante el electorado.
Por esa
razón es que Chi rechaza que se lo etiquete como candidato improvisado pese a
que muchas de sus posturas no forman parte del Plan de Gobierno que su partido
presentó al organismo electoral de Bolivia ni
coinciden con la tradición ideológica del PDC inspirada en la Doctrina Social de
la Iglesia católica.
"Chi puede", el eslogan que le abre espacios
La frase de
campaña del candidato ha llegado a romper toda la aparente frialdad y
tradicionalismo que Chi presentó en
las primeras semanas de su campaña. "Chi puede",
aparte de denotar su nombre, también expresa la forma en que en muchos
asiáticos pronuncian "sí" cuando hablan en español. Para este
candidato, de 49 años y que adquirió la nacionalidad boliviana hace quince, le
es "indiferente" que lo confundan con un chino o que le digan camba,
como se designa a los bolivianos de
su región, Santa Cruz,
frente a los collas del occidente.
El doctor es
conocido en Santa Cruz, la
capital financiera de Bolivia, donde
se le considera bien posicionado por negocios como una clínica y una
universidad, además de actividades filantrópicas. "Chi puede ser
presidente", dijo este candidato en medio de sonrisas y una picardía que
resalta ese doble sentido de su nombre. Con la combinación de esas dos
palabras, Chi considera que logró romper las barreras o prejuicios relacionados
a su identidad cultural o su sitio de nacimiento, para poder remozar su imagen.
Lleva en Bolivia desde niño, su nombre Chi Hyun significa conseguir el bien en coreano,
recuerda que su padre fue candidato al Nobel de la Paz y además de médico tiene
otros muchos títulos como el de doctor en Teología obtenido en
Estados Unidos, incluso
algún honoris causa.
La Biblia y sus propuestas políticas
Pese a
aclarar de que si llega a la presidencia de Bolivia
no convertirá al país a una religión, donde la Constitución dice que el Estado
es independiente de credo alguno, está claro que su identidad religiosa
determina algunas de sus propuestas de Gobierno. Chi, casado y que tiene cuatro
hijos, no permitirá los matrimonios entre personas del mismo sexo, ya que bajo
su óptica el matrimonio tiene "finalidad de procreación".
De ser
presidente tiene en mente crear un Ministerio de la Familia
y un Instituto de Conciliación de la Familia,
con la finalidad de atender los
casos de violencia que incluso derivan en violaciones de menores. Propone
que los presos realicen un trabajo social por el que el Estado les pague y que
ese dinero se les entregue cuando cumplan sus condenas, con el apoyo de un
"pastor evangélico".
La entrega
de bolsas de cemento a las familias más pobres es una de sus propuestas para
que puedan construir o ampliar sus casas de manera que se reduzca el
hacinamiento que puede derivar en casos de abusos y que es parte de lo que
llama "ecología familiar". Entre sus aficiones está cantar canciones
de alabanzas, reconoce que la Biblia es su
libro favorito y que ha visto un sinnúmero de veces La Pasión de Cristo de Mel Gibson, su película preferida.
Si le dan a escoger
entre Lionel Messi o Cristiano Ronaldo,
duda y sale con que a uno de los que más ha admirado es a Bruce Lee. No falta las comparaciones con el mandatario
de Brasil, Jair Bolsonaro, que llegó al poder con mensajes en tono de mesías,
ni con con el expresidente peruano Alberto Fujimori, de origen japonés. "Yo soy cristiano, yo soy médico, soy profesional, soy boliviano nacido en
Corea y aquí viví 38 años en Bolivia.
He visto todas las cosas que han pasado en el país y tengo la propuesta",
concluyó.
ELECCIONES
EN BOLIVIA: EN SALTA TAMBIÉN SE VOTA
El domingo
20 de octubre se elige presidente en el país vecino. La ciudad de Salta será
participe de la elección. Se empadronaron 3.500 residentes que votarán en el ex
colegio Nacional.
Página 12 de
Argentina (www.pagina12.com.ar)
Una
semana antes que en nuestro país, el Estado Plurinacional de Bolivia elegirá
presidente, unos 130 diputados y 36 senadores, cuatro por cada uno de los nueve
departamentos.
La
ciudad de Salta será uno de los tantos recintos electorales en donde los
residentes bolivianos ejercerán su derecho al voto. Para ello debían inscribirse
en el padrón electoral hasta julio pasado y así lo hicieron 3.500 personas.
“Por
decisión de nuestro presidente Evo Morales, todos los consulados del mundo
tenemos la obligación de permitir que nuestros connacionales ejerzan su derecho
a elegir sus autoridades y así lo estamos haciendo aquí”, le contestó a
Salta/12 la cónsul de Bolivia en Salta, Jacqueline Mendieta.
El
Consulado en Salta abarca la ciudad capital, Tucumán, Catamarca y el Chaco. En
esta ciudad se habilitó el ex Colegio Nacional, hoy N° 5080, que se encuentra
en Juramento y Paseo Güemes. Mientras que quienes voten en la provincia de
Tucumán lo podrán hacer en la localidad de Lules.
“En
Salta tenemos 11 mesas que van a estar disponibles para los empadronados y dos
más en Lules. Se decidió esa localidad porque la mayoría de los residentes en
Tucumán están asentados allí”, agregó la cónsula, quien arribó hace un par de
meses para hacerse cargo de ese organismo.
Mendieta,
viene de renunciar a su banca de diputada nacional por Tarija por expreso pedido
del presidente Evo Morales, quien la designó para hacerse cargo del organismo
consular en esta ciudad.
“Esperamos
que todos los empadronados asistan a votar el 20, ese es el deseo del
Presidente y de quienes conformamos el Consulado, para eso se podrán acercar al
colegio habilitado de 8 a 16 horas del domingo”, subrayó Mendieta.
Con
respecto a los empadronados, Jacqueline Mendieta opinó que son muchos más los
residentes en las provincias del norte argentino, pero la mayoría de los
bolivianos vuelve a votar a sus lugares de origen y por eso no se empadronan
aquí.
“Por
ejemplo, es paradójico que en Orán, siendo una ciudad tan fronteriza, solamente
tengamos 1.200 empadronados. Y en Jujuy entre 8 y 10.000. Por lo que muchos
aprovechan la cercanía para visitar a sus familiares e ir a votar”, explicó la
funcionaria.
El
Órgano Electoral Plurinacional informó que un total de 341.001 personas están
habilitadas para ejercer su derecho al voto en el extranjero en las elecciones
generales de este 20 de octubre.
Los
bolivianos previamente empadronados, podrán votar en 33 países. Argentina es el
país con más concurrentes, 161.057; en España se habilitaron 72.606 y en Brasil
45.793.
Para
emitir el voto es necesario contar con Cédula de Identidad y/o Pasaporte, estos
documentos pueden tener hasta un año de caducidad.
Coyuntura
política
El
actual presidente, Evo Morales, busca su cuarto mandato consecutivo. Del otro
lado son varios los candidatos que se disputan sucederlo. El más firme es el
representante de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa.
Según
la encuestadora que se quiera tomar, Evo lleva una ventaja de alrededor de 10 o
de 18 puntos sobre Mesa, sin embargo, hay entre un 18 y 20% de indecisos.
El
líder del Movimiento al Socialismo (MAS) según un muestreo de Vía Ciencia tiene
el 38,8 % de intención de voto, y su rival de Comunidad Ciudadana el 28,4.
Para
Ipsos Bolivia, el candidato del MAS llega a los 40 puntos, mientras que CC, a
unos 22.
En
el peor de los casos estaría a un punto de ganar en primera vuelta.
A
su vez, Morales intentará conseguir el respaldo suficiente para mantener los
dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La
cónsula boliviana en Salta sostuvo que en su país “no existe una oposición
marcada, clara, con planes y proyectos que tengan sustento. Es decir que más
que oponerse tengan un plan y demuestren que es viable. Ese es uno de los
motivos por los que ganará Evo Morales nuevamente”.
“Lo
que está en disputa, yo creo, es retener la mayoría en las cámaras, allí está
más complicado”, finalizó Mendieta, quien se muestra confiada en que el MAS
ganará en primera vuelta.
DESDE SANTA
CRUZ: CINCO CLAVES PARA ENTENDER LAS PRESIDENCIALES
Correo del
Alba (www.correodelalba.org)
A
escasas horas de la jornada del 20-O, es necesario resaltar algunos aspectos
claves dentro del inédito proceso electoral.
Primero.
Evo Morales como protagonista y antagonista del relato político
La
figura de Morales se ha convertido en un factor decisivo en todos los procesos
eleccionarios desde el año 2008, tanto como protagonista como antagonista, lo
que indujo al error en la narrativa opositora, centrada en el enaltecimiento de
la figura del “anti-Evo”, mientras descuidaron por años la creación del relato
propio.
Sin
embargo, este hecho ha cambiado radicalmente con la aparición del candidato
Carlos Mesa, quien se constituye como el primer protagonista opositor a nivel
nacional en una década.
Segundo.
Campaña y contracampaña de cuarta generación
En
las presidenciales de 2014 pudimos observar algunos atisbos de lo que se
avecinaba, aunque el golpe fue decisivo en el referéndum del 21-F de 2016,
plebiscito donde se instrumentalizaron las redes sociales (RRSS) como caja de
resonancia de las líneas comunicacionales que la oposición –con una única postura–
estaba interesada en posicionar en los medios formales, ¡y vaya si lo
consiguieron! Los resultados son conocidos por todos, con la derrota del
oficialismo y la victoria –por un margen muy estrecho– de la oposición.
Pero
aquella derrota electoral, la primera en una década, fue un llamado de atención
para los líderes de opinión oficialistas, quienes volcaron todo el aparato
comunicacional paraestatal y de los movimientos sociales al campo de las RRSS.
Tercero.
Pérdida de la vanguardia opositora de las élites políticas cruceñas
Esta
pugna ha sido de las más cruentas. El choque entre el aparato de Óscar Ortiz y
el de Carlos Mesa es más que evidente, puesto que si bien hay una sensación –al
interior de ambas toldas políticas– de una hipotética victoria opositora en
caso de ir a segunda vuelta, el gran perdedor en este escenario no es Morales,
sino Santa Cruz, como polo de desarrollo regional.
Pese
a que históricamente Santa Cruz ha sido un bastión de las fuerzas conservadoras
en el devenir político boliviano, cabe rescatar que actualmente es uno de los
departamentos donde mayor apoyo obtiene Morales –del Eje Central–, mismo que
está configurado por tres bloques claros:
A.
Bloque oficialista:
Con sus luces y sombras, pero con un claro liderazgo del Presidente.
B.
Bloque opositor:
Acostumbrado a moverse en el ambiente confortable de la victoria, hecho que los
llevó al error de considerar a Santa Cruz como su bastión indiscutible;
escenario que cambió en muy pocos meses a causa de las criticas cada vez
mayores a su líder, Rubén Costas, y a Demócratas, ante una administración
fuertemente golpeada por el caso “mochilas” en Cochabamba y las distintas
rencillas internas en la alianza con Unidad Nacional (UN) –marca política del
empresario Doria Medina–.
C.
Bloque oportunista: El
cual juega a dos bandas, con una cara amigable con el Gobierno, protagonizada
por el alcalde de la comuna cruceña, Percy Fernández, y otra de mano dura, con
la presidenta del Consejo Municipal, Angélica Sosa. A medida que se acercan los
comicios subnacionales, la retórica entre este bloque y su par opositor se
torna más agresiva en tanto ambos disputan sus espacios de poder históricos
–los unos contra los otros–, con un silencio inteligente por parte del
oficialismo a nivel departamental.
Aquí
cabe reflexionar en torno al cómo cosechará el liderazgo opositor de Mesa en el
escenario político cruceño, teniendo en cuenta que hasta el día de hoy gran
parte de los locales no le perdonan el haber tachado de “mentalidad
provinciana” a la población cruceña durante su mandato presidencial. Asimismo,
habrá que ver si este liderazgo representará y proyectará los escenarios de
desarrollo cruceño.
Cuarto.
El Cabildo, de la decisión a la cohesión
Otro
aspecto también inédito es la reaparición del Cabildo, en una versión “no
convencional” ya que hemos sido testigos de una forma de Cabildo 2.0, el cual
junto a su función de legitimación de decisiones políticas acordadas entre
fuerzas y sociedad civil, ha encarnado la reconciliación con las fuerzas
políticas y civiles del Occidente, con un único objetivo: la derrota de Morales
y todo lo que representa.
Algo
recurrente en la última etapa electoral ha sido el pronunciamiento de distintos
analistas políticos criticando o rechazando al Cabildo cruceño como tal, cosa que
constituye un profundo error, reflejo de la ignorancia respecto al tejido
social cruceño y a la composición societaria regional.
Podemos
compartir o no las decisiones políticas tomadas en aquel espacio y por supuesto
que hasta podemos entablar alguna discusión o debate de las mismas, pero esto
dista de la crítica al Cabildo como parte de la institucionalidad cruceña.
Quinto.
Hechos de impacto durante la campaña
Tenemos
dos hechos principales, los que indiscutiblemente se posicionaron con fuerza en
las parrillas de los informativos y se anclaron en las RRSS hasta su superación
temporal:
A.
Violencia por elementos radicales opositores: Actos que dañaron
considerablemente la línea discursiva del candidato del “Bolivia dijo No”, lo
que fue capitalizado inteligentemente por el aparato comunicacional del
Gobierno.
Y
es que la violencia, venga de donde venga, siempre es rechazada por la
población ya que, más allá de los tópicos ético-morales, representa una amenaza
contra el devenir diario del individuo, quien inmediatamente la rechaza como
mecanismo de defensa de sus conquistas personales.
B.
Incendios en la Chiquitania: Una de las mayores crisis
medioambientales de los últimos tiempos en Bolivia no podía ser pasada por alto
por medios convencionales y lideres de opinión, hecho que afectó al
oficialismo, pero no al grado esperado por sus detractores. A estas alturas, y
ya superada la crisis, podemos afirmar que nadie consiguió capitalizar la
narrativa de la crisis y que todos, en diferentes grados, fueron afectados.
Expuestos
esos cinco elementos, advertimos un escenario atípico, con una inquietante
tranquilidad, a suerte de estar experimentando la calma previa a la tormenta,
la que esperemos sirva de catarsis liberadora y lleve a nuestra democracia a un
estado superior, donde no se repitan los vicios actuales.
ESCAZÚ: LAS
NORMAS QUE EL GOBIERNO DICE CUMPLIR Y LOS RIESGOS DE UNA ARREMETIDA DE BOLIVIA
El Ejecutivo
elaboró informes con los que, afirman, se acreditaría que la legislación
chilena cumple con la mayoría de las medidas que contempla el acuerdo
internacional en sus artículos 5, 6, 7 y 8, que son los que establecen
obligaciones para el Estado. De manera paralela, la Cancillería analizó los
argumentos con los que Bolivia ratificó Escazú.
La Tercera de
Chile (www.latercera.com)
26
artículos tiene el Acuerdo Regional Sobre el Acceso a la Información, la
Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en
América Latina y el Caribe, más conocido como Acuerdo de Escazú, el que fue impulsado por varios países durante
el año pasado y que, hasta ahora, el
gobierno chileno no ha firmado.
Hasta
este momento, el texto ha sido suscrito
por 21 países, siendo ratificado
por seis de ellos: Bolivia, Jamaica, Uruguay, San Vicente y las granadinas
y Saint Kitts y Nevis.
De
cara a la cumbre ambiental COP25, que se desarrollará en nuestro país, han
reflotado los cuestionamientos por no adherir al acuerdo y, por ende, ha ido
aumentando la presión sobre La Moneda para tomar una decisión sobre la materia.
En este escenario, el Ejecutivo optó por mantener en suspenso la decisión
-considerando que hay plazo hasta 2020 para suscribirlo-, señalando que están
trabajando en declaraciones interpretativas y argumentando que la normativa
chilena cumple la mayoría de los artículos que contempla Escazú.
“Todo
lo que establece Escazú está contenido en la legislación nacional”, dijo el
Presidente Sebastián Piñera, en
septiembre, en el marco de su participación en la cumbre climática en la ONU.
Las palabras del Mandatario, dice en La Moneda, no fueron al azar y responden a
una serie de informes internos que elaboró el Ministerio de Medio Ambiente y la
Cancillería, textos que pasaron por la revisión de Presidencia y en los que se
han analizado en detalle las implicancias que podría tener para Chile firmar el
Acuerdo de Escazú.
Según
fuentes de gobierno, en esos documentos internos se comienza destacando que
solo seis países han ratificado el acuerdo; que los países grandes de la región
que lo suscribieron -Perú, Argentina y Brasil- no lo han ratificado; y que
otros 12 países de la región no han firmado, entre ellos, Chile y Colombia.
Además, se destaca que se requiere de la ratificación de 11 gobiernos para que
entre en vigencia.
Asimismo,
señalan que el acuerdo busca tres
objetivos: acceso a la información, que está en el artículo 5 y 6 de Escazú;
participación pública, que está contemplado en el artículo 7; y, por último,
acceso a la justicia en asuntos ambientales, dispuesto en el artículo 8. En La
Moneda afirman que la mayoría de los estándares fijados en esos artículos -que
son los que generan obligaciones para el Estado- se cumplen con la
normativa chilena, de acuerdo a los informes internos que han elaborado.
En
La Moneda explican que, en cuanto al primer punto, Escazú establece que las
personas puedan impugnar cuando se les niega la entrega de información, lo
que aseguran está contenido en la ley 20.285 sobre acceso a la información
pública. Esa misma ley, según el gobierno, establece plazos para la entrega de
información que son “menores” a los que fija Escazú en su artículo 5.12. Y la
normativa chilena -agregan- tampoco exige, al igual como plantea el
acuerdo ambiental, justificar las razones para solicitar la información.
En
base a los informes internos que han elaborado, en el gobierno también señalan
que, en materia de participación ciudadana, lo que se plantea en Escazú
está regulado en la ley 19.300 sobre bases generales de medio
ambiente; mientras que el acceso a la justicia se cumpliría a través de la
ley 20.600, normativa que crea los tribunales ambientales.
Riesgos
Son
tres los artículos considerados “riesgosos” para La Moneda, según los informes
internos que han elaborado: 11, 18 y 19 de Escazú.
En
el caso del artículo 11, dicen que hay un peligro sustantivo de darle
preferencia a los países “sin litoral”, como es el caso de Bolivia, mientras
que en cuanto al artículo 18 la preocupación radica en que queda establecida la
creación de un Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento. Si bien en el
acuerdo se señala que no tiene un carácter judicial y punitivo, en La Moneda
consideran que se “expone” al Estado a que los lleven a ese comité
constantemente, como ocurre con los que existen en Ginebra.
Finalmente,
en el artículo 19 el riesgo está -sostienen en el Ejecutivo- en que, en el caso
de controversias, las partes tienen la obligación de resolverlo pudiendo optar
por dos mecanismos: mediante la Corte Internacional de Justicia de La Haya o a
través del arbitraje de conformidad.
En
La Moneda recalcan que este punto es complejo porque Chile es parte del Pacto
de Bogotá, que establece dos requisitos para que se pueda llegar a la Corte de
La Haya: haber agotado la negociación y que el asunto en cuestión debe ser
posterior a 1948. Y Escazú es del año pasado. En Palacio recalcan que si bien
la controversia podría ser sobre Escazú, la herramienta procesal será el Pacto
de Bogotá.
En
ese sentido, en el gobierno indican que Bolivia se ha visto dispuesta a
utilizar “todas las herramientas”, no solo en cuanto a su ofensiva por tener
acceso soberano al mar, sino que también en otras instancias. De hecho, las mismas fuentes afirman que considerando
que Bolivia ratificó Escazú, se han revisado los argumentos que ha esgrimido el
gobierno de Evo Morales para hacerlo.
En el Ejecutivo sostienen que, de acuerdo a las
revisiones que han hecho, La Paz elaboró informes internos sobre la materia y
que en sus debates legislativos han hecho referencia a las “aguas”, haciendo
una distinción con medio ambiente. Sobre esta materia, el canciller Teodoro Ribera dice a La Tercera que “la Cancillería está en estudio de los fundamentos que se tuvieron a la
vista por parte de Bolivia”, argumentando que no todos los documentos
técnicos de ese país son públicos. Y agrega: “Vemos con temor que podamos
generar una puerta de acceso a los tribunales internacionales”.
En
este contexto, en La Moneda afirman que
el Presidente Piñera pidió que se analice si con la presentación de una
declaración interpretativa se pueden mitigar los riesgos que se han identificado
en los informes sobre Escazú y que, además, le presenten propuestas en la materia. Estas,
dicen, aún están siendo trabajadas.
Sin
embargo, en la oposición insisten en que los argumentos que ha esgrimido La
Moneda son insuficientes. “La explicación que da el gobierno es totalmente
banal (…). La verdad es que es difícil que nos lleven a alguna corte
internacional solamente porque alguien dice que no entregamos suficiente
información”, asegura el excanciller y senador PS José Miguel Insulza, mientras que el diputado Pablo Vidal
(RD) -integrante de la Comisión de RR.EE. de la Cámara- sostiene que “los
argumentos del gobierno para defender la decisión de no firmar Escazú son
débiles y demuestran que el mutilateralismo solo les gusta cuando se trata de
acuerdos comerciales como el TPP”.
DIEZ AÑOS DE
CAMBIOS EN BRASIL Y BOLIVIA EN LA VIDA DE UNA COSTURERA MIGRANTE
Nancy viaja
en autobús de São Paulo a La Paz en la semana de elecciones presidenciales en
su país
Brasil de
Fato (www.brasildefato.com.br)
La
costurera boliviana Nancy Salva camina por la Avenida Paulista. Se detiene en
frente a una tienda de marca de lujo. Uno de los vestidos en el escaparate le
suena familiar. Pronto se da cuenta: fue ella quien confeccionó la pieza. Pero
se sorprende aún más al mirar la etiqueta. El precio de venta es R$ 400,00
[aproximadamente US$ 96], cincuenta veces más de lo que ha recibido por su
trabajo.
Nancy
vive en São Paulo con su hijo Raí, de 17 años, desde hace una década. El
momento sencillo en una de las principales avenidas de la ciudad ha cambiado
para siempre su forma de ver el propio trabajo. A una semana de las elecciones
presidenciales en su país natal, que tendrán lugar el próximo 20 de octubre, la
costurera de 43 años es un retrato de las transformaciones sociales en Brasil y
Bolivia en las últimas décadas.
El
último domingo (13) Nancy tomó el autobús a su tierra natal con llegada
estimada para este martes (15), cinco días antes de las elecciones generales.
Ella no puede votar en São Paulo porque estaba en Bolivia cuando cerró el plazo
de empadronamiento en el consulado boliviano.
Pasado
La
familia de Nancy vive en una comunidad rural ubicada al noreste de la capital
boliviana, La Paz. Antes de 2008 no había agua canalizada en el local ni
tampoco energía eléctrica y precario acceso a servicios básicos. En la zona
urbana, se prohibía a los indígenas ocupar ciertos puestos de trabajo y se veía
la miseria en cada esquina.
La
costurera cuenta que salió a las calles para protestar contra el entonces
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), que renunció después de 14
meses de mandato en medio a intensas movilizaciones, conocido por la entrega de
los recursos naturales a los países extranjeros. Para los manifestantes, Evo
Morales, entonces líder cocalero – que quedó en segunda posición en las
elecciones presidenciales de 2002 - era la esperanza de días mejores. En la
contienda siguiente, en 2005, el político indígena se consagró como
presidente.
Hoy
en la comunidad donde familiares de Nancy viven hay agua canalizada, las casas
son iluminadas y el internet reemplazó la radio San Gabriel – con programación
en los idiomas aymara y quechua – como fuente prioritaria de información.
El
acceso a internet por banda ancha y a servicios de mensajería como WhatsApp
impactó en el apoyo de la comunidad a Morales. Bolivia tiene cerca de 11
millones de habitantes y más de 10 millones de puntos de conexión de internet
móvil o fijo, un escenario que abre camino para la difusión de noticias falsas,
lo que ha cambiado la campaña presidencial de este año.
“Hace
dos años estuve en Bolivia por tres meses. Dos meses enteros yo estuve en la
zona rural y en las reuniones que tuvimos había muchos líderes jóvenes que
pensaban de modo distinto: ‘Si Morales sigue en el gobierno, vamos a tener el
mismo futuro que Venezuela’”. La costurera recuerda escuchar lo mismo discurso
en Brasil durante las elecciones presidenciales de 2018. De los 6,9 millones
ciudadanos aptos para votar en Bolivia, casi 3 millones son jóvenes de 18 a 25
años.
Nancy
cambió de país por diversas razones. Además de la violencia doméstica y de los
bajos sueldos en Bolivia, ella soñaba conocer los paisajes que veía en la tele.
“Yo tenía ganas de conocer Brasil porque veía telenovelas brasileñas en Bolivia
y Rio de Janeiro era muy bonito”.
Después
de terminar la enseñanza media y técnica y graduarse en estadística, Nancy
trabajó en una agencia de investigaciones socioeconómicas. Durante nueve meses,
antes de emigrar, trabajó en una empresa del sector exportador para puertos de
Chile y Perú – Bolivia no tiene acceso al mar. Cuando un hermano de su amiga
sugirió la posibilidad de trabajar en un taller de costura en Brasil [oficina
de costura en portugués], ni siquiera pensó que se tratara de un trabajo
manual.
La
primera sorpresa llegó así que cruzó la frontera en el municipio de Corumbá
(MS). Toda la plata que había economizado en Bolivia, tras el cambio de moneda,
le resultó en R$ 10,00 [US$ 2,50]. “No he comido en el trayecto hasta que
llegué acá [São Paulo]. La plata no daba para el almuerzo”.
Las
transformaciones que los dos países sufrieron en el periodo se reflejan hasta
hoy en el cambio. De 2005 a 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) boliviano
creció por encima del 4%. En ese período, Brasil fortaleció su moneda y alcanzó
un crecimiento del 7,5% en 2010, pero la recesión de los últimos tres años hizo
con que el dólar volviera a subir a un patamar superior a R$ 4,00.
“Un
real era casi tres bolivianos. Compensaba trabajar y enviar dinero a Bolivia.
Hasta el dolar tenía un buen precio”, cuenta. “Cuando Dilma era presidenta, un
real era 2,70 bolivianos. Después de la asunción de Temer, cayó para dos
bolivianos. Ahora un real es 1,60 bolivianos”.
La
llegada de Nancy a São Paulo también fue traumática. El responsable por el
taller la acompañó desde la estación de autobuses a Bom Retiro, en la zona
oeste de la ciudad, y le presentó su nueva habitación: un baño fuera de
servicio con una cama donde solía estar el inodoro. “Aquí vas a dormir”. Al
cruzar un pasillo estrecho, se llegaba a su local de trabajo – un garaje
remodelado. “Cuando llegué allí, había cuatro personas solteras y seis parejas.
Había niños también…fue difícil para mí”. Todos eran bolivianos.
La
jornada laboral de Nancy empezaba a las 7 de la mañana y terminaba a las 10 de
la noche, con breves pausas para comer, con un sueldo mensual de R$ 300,00 [
aproximadamente US$ 72]. Un año más tarde liquidó su deuda con el empleador,
referentes al billete de viaje y a alimentación, y pasó a ganar por producción.
De esa forma, consiguió regularizar sus papeles.
Se
estima que cerca de 350 bolivianos viven en el país, entre ellos solo 20 mil
son regulares.
Presente
Desde
que llegó a Brasil, Nancy volvió solo dos veces a su ciudad de origen, El ato,
segunda ciudad más populosa del país, en el departamento de La Paz. Hoy vive en
el barrio Casa Verde, en la zona norte de São Paulo, y trabaja por cuenta
propia. Aunque su jornada laboral no sea definida por un empleador, ella
trabaja “casi lo mismo que antes” para pagar sus cuentas – su cuantía varía de
acuerdo con la producción. Ella produce en promedio cien piezas a cada tres
días.
Antes
del episodio en la Avenida Paulista, la convivencia con otras mujeres
bolivianas migrantes ha contribuido para que se volviera más crítica políticamente.
Al asistir a una charla organizada por la Asociación Brasileña de Minoristas
Textiles por invitación de una de sus colegas, Nancy escuchó hablar sobre las
marcas vinculadas a mano de obra esclava y dijo: “Yo trabajé durante tres años
para una de esas marcas, me pagaban R$ 0,50 [por pieza]”.
A
medida que descubrió el lado oscuro del mercado de la moda, pasó a buscar en
internet más informaciones sobre la cadena productivo y se dio cuenta de su
propia condición.
“Quienes
trabajan en el taller de costura no sabe ni qué va a comer, ni cuál será la
jornada, tiene que comer lo que hay”. En las pocas veces que intentó decir que
su trabajo era análogo a la esclavitud, su empleador le contestaba: “No eres
negra ni tampoco sus piernas están atadas”.
A
medida que su hijo crecía, los dueños de la fábrica de explotación se negaron a
proporcionarle comida. Uno de sus empleadores le pidió que trabajara en la
cocina de la tienda para pelar papas. Nancy rechazó la oferta y renunció a su
trabajo, con nada más que R$ 800 (US$ 200) para alquilar una habitación para
dos personas.
Unos
días más tarde, en busca de un nuevo trabajo, encontró un anuncio en una tienda
de comestibles que ofrecía clases de portugués gratuitas. Fue entonces cuando
conoció al Centro de Apoyo y Pastoral del Migrante (Cami) en 2014.
Nancy
no solo aprendió el idioma oficial de Brasil, sino que también se hizo
voluntaria en un proyecto de charlas para inmigrantes que trabajaban en diez
barrios de Sao Paulo. "Hablábamos sobre autoestima, violencia, salud
reproductiva, y también sobre la situación política en Brasil y Bolivia".
La
asunción de Jair Bolsonaro en las elecciones brasileñas de 2018 ayudó a
consolidar una agenda que impacta directamente en la vida de Nancy: retrocesos
en los derechos laborales, incremento en la informalidad, desmantelamiento de
los servicios de erradicación del trabajo esclavo además de un discurso
agresivo contra las mujeres.
Pero
la costurera también está preocupada por el gobierno boliviano, con las
noticias que llegan sobre la corrupción en las instituciones del país. Ella
dice que no está de acuerdo con la decisión del Tribunal Constitucional que
permitió a Evo Morales postularse a un cuarto mandato, a pesar de la decisión
contraria del referéndum. Sin embargo, ella mantiene su apoyo al candidato
indígena.
“A
pesar de todo eso, el MAS [Movimiento hacia el Socialismo], el partido de Evo,
es lo que más tiene proyectos para las comunidades, para los jóvenes. La
oposición conformada por [Carlos] Mesa y [Óscar] Ortiz no tienen proyectos. Se
trata de un discurso de odio, y eso confunde a la gente”.
Futuro
Evo
Morales fue el candidato más votado por los inmigrantes bolivianos en Brasil en
las últimas elecciones. En el referéndum sobre la cuarta postulación del actual
presidente, la mayoría votó contra.
Ante
muchas incertidumbres, Nancy analizó su país de origen para comparar pasado y
futuro. “Hoy el salario mínimo es más alto, los indígenas pueden ocupar puestos
de trabajo en la ciudad, pero hace falta más capacitación…Hay que cambiar. Pero
cuál será el precio de elegirnos otra persona?”
La
costurera teme que, caso la oposición gane, los primeros años del gobierno
retrocedan en las políticas de los gobiernos anteriores, sin hacer avanzar los
proyectos sociales – como en Brasil.
En
su vida personal, también hay más dudas que certezas. Su hijo, Raí, piensa en
estudiar medicina en Bolivia porque estudiar en Brasil es cada vez más caro –
el gobierno Bolsonaro cuestiona inclusive la gratuidad de las universidades
federales del país. Si su hijo ingresa a la universidad en Bolivia, ella piensa
en regresar a El Alto.
Según
ella, un 40% de los habitantes de su comunidad votarán por Morales. Para el
país del pasado, ella no regresará de ningún modo. “Mi vida está como un
ajedrez”, resume.
Entre
el deseo de un cambio y el temor de la recesión, cerca de 7 millones de
bolivianos irán a las urnas el próximo 20 de octubre. Acompañe la
cobertura de las elecciones desde La Paz y Santa Cruz de la Sierra en Brasil de
Fato.
TRAJO CON
ENGAÑO A UNA JOVEN DE BOLIVIA Y LA ESCLAVIZÓ: LA CONDENARON
Tribunal de
Bahía Blanca sentenció con 8 años de prisión por trata laboral de personas a
una mujer de Carmen de Patagones, que además deberá resarcir a su víctima con
18 mil pesos por haberla sometido a extenuantes jornadas de trabajo doméstico y
en un comercio sin registrarla ni pagarle un centavo
El Ciudadano
de Argentina (www.elciudadanoweb.com)
El
Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca condenó a ocho años de prisión a una
mujer por encontrarla responsable del delito de trata laboral de personas
agravado. Además, en línea con lo que había solicitado el fiscal Gabriel
González da Silva en su alegato, los jueces ordenaron indemnizar a la víctima
por la suma de 18 mil pesos. La reparación económica, inédita en los tribunales
de esa jurisdicción, fue del mismo monto que los explotadores le había
prometido engañosamente a la víctima, al valor del dólar de la fecha.
El
juicio comenzó el pasado 30 de septiembre y en la audiencia declararon diez
testigos. A lo largo del debate se pudo demostrar que, entre septiembre y
octubre de 2014, una mujer facilitó el traslado y recibió y acogió a una joven
oriunda de Bolivia en su casa de Carmen de Patagones, provincia de Buenos
Aires. Una vez allí, explotó laboralmente a la víctima, a quien intimidó y
coercionó aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.
La
joven vivía con sus padres y ocho hermanos en la localidad de Achachachi, en
una comunidad agrícola de aymaras. Un día, su madre conoció a una mujer que le
propuso que enviara a su hija a trabajar al local de ropa que tenía un familiar
en Buenos Aires donde le pagarían –dijo– 200 dólares, y que con el tiempo iban
a ser 300 dólares.
La
mujer se hizo cargo del traslado de la víctima en colectivo y contó con la
colaboración de su cuñada, que se plegó en un momento del trayecto. Arribaron a
Buenos Aires, pasaron ahí la noche y siguieron viaje rumbo a Carmen de
Patagones. Una vez allí, la víctima se encontró en una casa en donde estaba
todo revuelto e inmediatamente se le ordenó limpiar y cuidar de los dos hijos
de la imputada, cocinar, llevar a los niños a la escuela y atender el comercio,
que estaba cerca.
A
lo largo de la instrucción, la víctima sostuvo que jamás recibió un centavo a
modo de pago por su trabajo y detalló que tenía prohibido salir casa sin
autorización expresa de la mujer. Y sólo tenía permitido salir por la zona para
hacer algunas compras y llevar a los chicos a la escuela.
En
un primer momento la víctima no pudo trabajar en la tienda por la
documentación, pero después le “facilitaron” esta situación y se vio obligada a
hacerlo.
Allí
se desempeñó junto a otra empleada –ninguna de las dos registrada– y de esta
forma la otra joven tomó conocimiento de cómo había sido engañada ella. Ambas
debían trabajar de 7.30 a 21 y la extensa carga horaria le produjo severos
dolores en el cuerpo.
La
víctima relató que en una oportunidad le comentó a la ahora condenada que tenía
a un familiar muy enfermo en Bolivia, pero que no la dejó volver a su país de
origen.
Al
rescate
Al
notar la angustia, padecimientos y ganas de huir de su compañera, la otra
trabajadora de la tienda fue al Ministerio de Trabajo bonaerense para denunciar
la situación. Desde la repartición informaron a la Procuraduría de Trata y
Explotación de Personas (Protex), a cargo de Marcelo Colombo y Alejandra
Mángano. Como consecuencia, y a partir de una serie de medidas el 31 de octubre
de 2014 la víctima fue rescatada.
Para
el fiscal de juicio, el panorama con el que se encontró la víctima fue “muy
distinto al que le habían prometido originalmente, ya que en principio se
encontraba en Carmen de Patagones, no en Buenos Aires; le habían prometido
trabajar en un negocio exclusivamente y por un horario limitado, siendo que se
halló inmersa en una situación en donde se le imponían hacer diversas tareas
domésticas en extensas horas de trabajo”. Y los jueces del Tribunal respaldaron
su descripción y resolvieron el fallo condenatorio.
Revista
Marcha de Argentina (www.marcha.org.ar)
En
Bolivia, los incendios provocados por la agroindustria cruceña y que hacen
parte de un pacto depredador con el gobierno y las transnacionales, han
devastado alrededor de 2 millones de hectáreas entre los departamentos de Santa
Cruz y el Beni afectando un total de 20 municipios. En estos territorios se han
visto afectadas 10 reservas naturales, Tierras Comunitarias de Origen y
territorios de comunidades indígenas de la amazonia, chaco y bosque chiquitano
en las tierras bajas de Bolivia. Y el fuego sigue.
Esta
devastación provocada por el fuego, es resultado del complejo de acumulación
capitalista que en Bolivia se sostiene a través de una alianza entre diversos
actores. Este complejo, hace rato que se ha perpetuado de manera intensa en las
tierras bajas- cumpliendo quizás así el proyecto de “Geopolítica de la Amazonia”
que el vicepresidente describió como sostén del progreso en Bolivia años atrás
o el proyecto de “Modelo Productivo Autónomo” como sueño que sostiene la
oligarquía cruceña desde la época del dictador Banzer, ambos fundados en
proyectos extractivos diversos pero interrelacionados que van desde la
agroindustria intensiva, las hidroeléctricas, la minería, deforestación ilegal,
tráfico de tierras y también la extracción de petróleo y gas.
Hace
ya un tiempo atrás las comunidades y las resistencias de mujeres que se
enfrentaban de manera directa e imponiendo sus cuerpos como límites nos han
mostrado que lo que opera en los territorios para devastar es una alianza
violenta y criminal. Este momento de zozobro que vivimos por un incendio
provocado. Es una escalada brutal del régimen progresista y el extractivismo
exacerbado vía violencia y saqueo, además, nos está debelando ya, de manera muy
clara como se instaura y maneja el poder y que tipo de crisis es el que nos
tocará afrontar para el presente y futuro.
Impunidad
y ecocidio
El
año 2019, casualmente año electoral en Bolivia, la violencia y los despojos se
están presentando de forma concadenada, este 2019 tenemos los números más altos
de feminicidios- 83 hasta la fecha- casos de violaciones a menores y de
violencia grupal. Este año también, en diversas ciudades estábamos saliendo a
las calles y movilizábamos nuestra rabia contra la complicidad patriarcal y la
falta de respuesta de cualquier aparato institucional para escucharnos. Nuestra
rabia se acrecentaba en la medida en lo que denunciábamos como violencia se
invalidada, pues en la medida que politizamos nuestro dolor las instituciones
nos infantilizaban una y otra vez.
Mientras
eso estaba suscitando, el gobierno y los empresarios hacían valer una alianza
histórica y criminal contra los territorios. Que se ha ido gestando desde años
atrás a través de varios encuentros disfrazados en cumbres y de todo un
andamiaje institucional que se viabiliza con decretos, normativas y reglamentos
donde el gobierno del MAS fue replanteando toda la política agraria del país,
para incentivar la agroindustria de manera voraz y acelerar la avanzada
capitalista sobre los territorios del oriente, chaco y amazonia boliviana.
Si
analizamos como se sostuvo está alianza, el papel del Estado “progresista” es
central, pues a medida que se crea una farsa con normativas bandera en supuesta
protección de la madre tierra, sin publicitar lo que estaba pasando, se
establece un sin número de “perdonazos” que dan pie a la impunidad de un
proceso de años, este proceso culmina con la destrucción de nuestro ecosistema
con un incendio voraz e incontrolable de las últimas semanas. Si bien el
decreto 3973 es causante importante de lo que está suscitando y su derogación
es central, lo que está en juego no solo es el marco normativo sino la
impunidad con la que el Estado y sus alianzas están operando.
Esta
política criminal se reproduce con impunidad, la impunidad no es solo la falta
de justicia, la impunidad es constitutiva de un pacto patriarcal –desde donde emana
el poder del cuerpo sobre el cuerpo, se instala el silencio cómplice y omiso
para violentar, se intercambian acuerdos contra los cuerpos y territorios
feminizados, pacto desde donde cada sujeto privilegiado que obtiene poder
depreda para pagar su precio de pertenencia. Este pacto- que se cierra contra
las mujeres y todo lo que representan relanza la avanzada del capital, la
reconquista de los territorios, la violencia sobre los cuerpos y la anulación
de la capacidad autónoma para reproducir la vida, por tanto, es el centro del
desastre que estamos viviendo.
La
alianza criminal que impunemente está devastándonos territorios y todo lo que
de ahí emana para el sostenimiento de la vida misma, a través de una avanzada
de maquinaria capitalista, discursos, prácticas y medios simbólicos de
cooptación. Cosifica, despoja, coloniza y violenta. Además, intenta hacernos
creer que somos sujetos y sujetas autónomas de la naturaleza, individuos sin
cuerpos, o cuerpos individualizados que no dependemos más que de ellos para
sostenernos, y así entregarnos al “desarrollo” de unos pocos, para transformar
y dividir las relaciones sociales e incentivar e imponer jerarquías.
Es
a través de esta política patriarcal capitalista que el gobierno del MAS tiene
condescendencia y hasta admiración a las elites y logias que sostienen este
modelo depredador. “El interés común” de esta diversidad de actores es someter
cuerpos y territorios, por tanto, han sellado la forma de mantenerse en poder,
agradarse y validarse entre sí. Tal como Bolsonaro está entregando la amazonia
al capitalismo, militarismo y fundamentalismo, en Bolivia el progresismo hace
exactamente lo mismo, aquí con el disfraz de la distribución de la ganancia y
el fortalecimiento del Estado.
Nuestros
bosques como banquete, nuestros cuerpos sus negocios
Mientras
en toda Bolivia, una masa de personas, desde diversas geografías, y demandas
sociales se moviliza para gestionar ayuda para los incendios, exaltando nuestra
rabia, actuando como bomberos voluntarios, rescatando animales, informando y
muchas otras tareas; Evo Morales, sus socios chinos y los ganaderos de Santa
Cruz, festejaron la primera exportación de carne a China. A la vez, a medida
que las diversas marchas y preocupaciones de colectivas ambientalistas,
feministas, universitarias, y Pueblos y organizaciones indígenas y otrxs hemos
pedido distintas medidas, como la pausa ecológica real o la anulación del
decreto 3973, y también nos movilizamos desde consignas más generales como el
“no al Extractivismo”. Evo Morales y sus aliados, vuelven a puertas cerradas a
alabar la capacidad “productiva de Bolivia”.
Entonces,
es la fuerza social la que se está haciendo cargo de las consecuencias y
devastación de este pacto. Así, en el momento en que nosotrxs nos estamos
haciendo cargo de las consecuencias y devastación de este pacto, el gobierno no
ha tenido ningún problema con escuchar a los agroindustriales, los cuales le
piden que no derogue ninguna de las normas ya aprobadas, tampoco ha pensado
renegociar sus políticas de alianzas con las transnacionales chinas y otras, y
sus compromisos futuros que estoy segura muy poca gente conoce. ¿Hay algo más
patriarcal que eso?
Sabemos
que el Estado no nos cuida, ahora es claro que nos devasta. Esta alianza,
primero incentiva una política de conquista colonial que siempre ha insistido y
se ha validado por el intercambio de mujeres y territorios como garantía de los
pactos para mantener su poder. Segundo incita la relación progresista con la
naturaleza- el estorbo de la naturaleza salvaje, los territorios son mercancía-
que se perpetua como idea de desarrollo, pero que claramente la resistencia
comunitarias impulsadas y sostenidas por mujeres, dan cuenta de que es una
política que las golpeas y maltrata en sus espacios privados y colectivos.
Tanto
la política de conquista como la violencia contra las mujeres que está
implícita en los despojos territoriales alimenta la figura de la “conquista del
oriente boliviano”, como parte de la idea masculina de dominación del cuerpo
femenino, que siempre ha sido la política central de las logias terratenientes
en Santa Cruz y que hoy son el centro de un capitalismo agroindustrial
depredador. No podemos dejar de relacionar la construcción de la feminidad que
impulsan como modos operandi en sus fiestas y juntes de frater, con la
cosificación y la idea de trascendencia masculina en referencia a la naturaleza
y cuerpo de la mujer que se cosifica.
Memoria
y luchas emergentes
La
lucha contra la impunidad que diversas acciones feministas estamos movilizando
y que gritaban ¡Justicia! tienen total relación, con la rabia que emerge por la
devastación que estamos viviendo. ¿Acaso no estamos sufriendo con el cuerpo el
mismo dolor que sentimos por la violencia que se nos viene encima? ¿Acaso la
impotencia no nos genera miedo sobre cómo vamos a subsistir por los próximos
años, sino siglos? ¿Acaso no sentimos en las entrañas que se nos ha borrado el
pasado y que poco sabemos del futuro porque no solo perdemos tierra, si no
memoria, experiencia, afectos y linaje? Así también las movilizaciones por los
incendios actuales también gritan ¡Justicia!
Las
luchas feministas emergentes están disputando un sentido otro de la realidad
atrofiada que, gracias al progresismo, estamos viviendo y venían haciendo
visible cómo se sostiene y consolida el poder en Bolivia. A la vez, la
politización que iba emergiendo desde los miedos que sentimos y duelos que
atravesamos están disputando un conocimiento encarnado, con raíces profundas
que no es posible sin la relación cuerpo que sostiene la naturaleza y
naturaleza que se sostiene en el cuerpo.
Las
luchas feministas emergentes también alumbran otras cosas sobre la impunidad,
en particular que nosotras ni las comunidades que viven en estos territorios
somos parte de ese pacto, si bien existen mujeres que median las políticas
extractivistas y de despojo feroz. La red de complicidad que implica la
violencia que se gestiona contra nuestros cuerpos y nuestros territorios no es
parte de nuestra política, pues contra eso nos estamos rebelando. No somos herederas
de las logias, sino de las memorias de nuestras abuelas y sus comunidades y
pueblos indígenas que habitan desde siempre las tierras bajas de Bolivia que
históricamente han luchado y forjan comúnmente en la medida que se movilizan,
en la medida en que habitan ampliamente el territorio, en la medida que salen e
ingresan del monte, donde los limites por supuesto, son los inventos del Estado
nación en todas sus vertientes, son resistencias que se despliegan desde esa
rebeldía, desde un habitar nómada y cuerpos que no se fijan por mucho tiempo y
lugar, por tanto, disputan relaciones más integradas a como se reproduce la
vida en sus territorios. La rebeldía también, está en esconderse del capital, y
claro ejemplo son los pueblos que habitan estos territorios y cuestionan las
estructuras sindicales y orgánicas, las disputan y las transforman porque no se
acopla a lo que emerge, piensa, sienten, conocen y disputa desde una lucha
desde redes, territorios amplios.
Ya
las mujeres del TIPNIS nos advirtieron esto en el año 2011, las insurrecciones
de las 90 de las tierras bajas de Bolivia también, las mujeres guaraní de
Tacovo Mora, las que resisten a hidroeléctricas, diversos despojos
territoriales y resistencias cotidianas, por eso la memoria es un campo de disputa
importante, la lucha contra el terrateniente es también la lucha contra el
patriarcado, pues sus pactos nos han dejado en la crisis sistémica que ya
estábamos habitando silenciosamente pero que el incendio voraz nos hace gritar
desde las llamas que nos destruyen la vida.
INDÍGENAS DE
ECUADOR SE ORGANIZAN COMO PARTIDO POLÍTICO
Sueñan que
del movimiento salga el próximo Presidente. Rafael Correa volvió a fustigar a
Lenín Moreno al denunciar persecusiones a sus partidarios, en un reclamo que
contó con el respaldo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner
BAE Negocios
de Argentina (www.baenegocios.com)
Las
comunidades indígenas ecuatorianas anunciaron hoy que se organizarán como
partido político para competir en las elecciones de 2021, después de que el FMI admitiera públicamente
que la instauración de una mesa de diálogo para revisar el ajuste económico que
pretendió imponer el gobierno de Lenín
Moreno fue una "decisión sensata".
En
tanto, el expresidente de ese país Rafael
Correa denunció la persecusión gubernamental a sus partidarios, al haber
sido incluidos entre los detenidos por las protestas. Específicamente, reclamó
por la liberación de la prefecta de Pichincha Paola Pabón, en un pedido al que se sumaron el candidato
presidencial del Frente de
Todos, Alberto Fernández,
y la ex mandataria Cristina Kirchner.
Luego de 11 días de enfrentamientos y represión
policial, con un resultado de ocho muertos, más de 1.500 heridos y unos 1.300
detenidos,
los precios de las naftas volvieron a los niveles que tenían antes del inicio
del conflicto, cuando el gobierno de Moreno anunció la eliminación de los
subsidios a los combustibles que disparó la rebelión encabezada por los
movimientos indígenas.
Tras
el retroceso del gobierno, el presidente de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (Conaie),
Jaime Vargas, anunció que tiene la intención de fundar
un partido político que "aglutine a todos los sectores de centro y de
izquierda en términos ideológicos" para competir en las elecciones
presidenciales de 2021.
"Estamos
pensando en ser una opción política para las elecciones de 2021; eso es lo que
pide el pueblo, no lo digo yo", sostuvo Vargas en una entrevista concedida
a la agencia de noticias Sputnik.
"La
Conaie será el partido políticamente más fuerte por todo lo que ha hecho por el
pueblo ecuatoriano; siento y percibo que posiblemente tengamos un nuevo presidente que sea del movimiento
indígena", se entusiasmó Vargas.
Moreno,
ex delfín político de Correa que tras asumir se volvió rival de su mentor,
aceptó durante el fin de semana retroceder en su decisión de eliminar los
subsidios a los combustibles, la principal demanda y condición irrevocable de
los indígenas para abrir un diálogo capaz de poner fin al conflicto.
La
eliminación de los subsidios había sido resuelta en el contexto de un
acuerdo de ajuste económico pactado con el FMI, que sin embargo hoy aplaudió que las autoridades ecuatorianas
tengan en cuenta "a todas las comunidades" para aplicar sus reformas
macroeconómicas.
"Celebramos
enormemente el hecho de que traten de reunir a todas las partes interesadas y
que se tomen decisiones sobre reformas macroeconómicas reuniendo a todas las
comunidades", señaló la economista jefe del Fondo, Gita Gopinath, cuando se le preguntó sobre la situación en Ecuador durante la
presentación del informe de Perspectivas Económicas Globales del FMI.
"Manifestamos
nuestras más sinceras condolencias por las personas heridas y fallecidas por la
violencia en Ecuador",
añadió Gopinath.
Al
mismo tiempo, el presidente sustituyó a dos altos mandos militares, poco
después de que cesaran las protestas en los que se dio intervención al
Ejército. El Ministerio de Defensa informó que Moreno nombró al general de
división Luis Lara Jaramillo
nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y
al general de brigada Luis Altamirano
Junqueira, comandante general del Ejército.
En
paralelo, en el plano judicial, un juez de la Corte Provincial de Justicia de
Pichincha dictó una orden de prisión preventiva contra la prefecta
(gobernadora) Pabón, en relación con posibles
actos delictivos registrados durante las protestas sociales días atrás. En
su cuenta de Twitter, la Fiscalía General del Estado informó que el juez
formuló por el presunto delito de "rebelión" durante las protestas.
La
prefecta -detenida ayer- dijo que es víctima de una "persecución a
opositores políticos", tras conocerse su alineamiento con el ex presidente
Correa (2007-2017), a quien el gobierno de Moreno le atribuyó responsabilidad
en la organización de la rebelión, con el aparente propósito de derrocarlo.
El
posicionamiento de Alberto y Cristina
Alberto
Fernández y Cristina Kirchner tomaron hoy posicionamiento sobre la crisis en Ecuador al denunciar en
Twitter la "persecución" a la prefecta Pabón y a Gabriela Rivadeneira (ex presidenta de
la Asamblea Nacional), ambas partidarias del expresidente Correa.
"Veo
con mucha preocupación los graves hechos que se viven en Ecuador y la persecución
política y judicial que están sufriendo dos mujeres jóvenes que son referentes
de la oposición política", afirmó Fernández, y agregó a continuación
otro tuit con una foto de ambas políticas correístas.
Las
comunidades indígenas ecuatorianas anunciaron hoy que se organizarán como
partido político para competir en las elecciones de 2021, después de que el FMI admitiera públicamente
que la instauración de una mesa de diálogo para revisar el ajuste económico que
pretendió imponer el gobierno de Lenín
Moreno fue una "decisión sensata".
En
tanto, el expresidente de ese país Rafael
Correa denunció la persecusión gubernamental a sus partidarios, al haber
sido incluidos entre los detenidos por las protestas. Específicamente, reclamó
por la liberación de la prefecta de Pichincha Paola Pabón, en un pedido al que se sumaron el candidato
presidencial del Frente de
Todos, Alberto Fernández,
y la ex mandataria Cristina Kirchner.
Luego de 11 días de enfrentamientos y represión
policial, con un resultado de ocho muertos, más de 1.500 heridos y unos 1.300
detenidos,
los precios de las naftas volvieron a los niveles que tenían antes del inicio
del conflicto, cuando el gobierno de Moreno anunció la eliminación de los
subsidios a los combustibles que disparó la rebelión encabezada por los
movimientos indígenas.
Tras
el retroceso del gobierno, el presidente de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (Conaie),
Jaime Vargas, anunció que tiene la intención de fundar
un partido político que "aglutine a todos los sectores de centro y de
izquierda en términos ideológicos" para competir en las elecciones
presidenciales de 2021.
"Estamos
pensando en ser una opción política para las elecciones de 2021; eso es lo que
pide el pueblo, no lo digo yo", sostuvo Vargas en una entrevista concedida
a la agencia de noticias Sputnik.
"La
Conaie será el partido políticamente más fuerte por todo lo que ha hecho por el
pueblo ecuatoriano; siento y percibo que posiblemente tengamos un nuevo presidente que sea del movimiento
indígena", se entusiasmó Vargas.
Moreno,
ex delfín político de Correa que tras asumir se volvió rival de su mentor,
aceptó durante el fin de semana retroceder en su decisión de eliminar los
subsidios a los combustibles, la principal demanda y condición irrevocable de
los indígenas para abrir un diálogo capaz de poner fin al conflicto.
La
eliminación de los subsidios había sido resuelta en el contexto de un
acuerdo de ajuste económico pactado con el FMI, que sin embargo hoy aplaudió que las autoridades ecuatorianas
tengan en cuenta "a todas las comunidades" para aplicar sus reformas
macroeconómicas.
"Celebramos
enormemente el hecho de que traten de reunir a todas las partes interesadas y
que se tomen decisiones sobre reformas macroeconómicas reuniendo a todas las
comunidades", señaló la economista jefe del Fondo, Gita Gopinath, cuando se le preguntó sobre la situación en Ecuador durante la
presentación del informe de Perspectivas Económicas Globales del FMI.
"Manifestamos
nuestras más sinceras condolencias por las personas heridas y fallecidas por la
violencia en Ecuador",
añadió Gopinath.
Al
mismo tiempo, el presidente sustituyó a dos altos mandos militares, poco
después de que cesaran las protestas en los que se dio intervención al
Ejército. El Ministerio de Defensa informó que Moreno nombró al general de
división Luis Lara Jaramillo
nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y
al general de brigada Luis Altamirano
Junqueira, comandante general del Ejército.
En
paralelo, en el plano judicial, un juez de la Corte Provincial de Justicia de
Pichincha dictó una orden de prisión preventiva contra la prefecta
(gobernadora) Pabón, en relación con posibles
actos delictivos registrados durante las protestas sociales días
atrás. En su cuenta de Twitter, la Fiscalía General del Estado informó que
el juez formuló por el presunto delito de "rebelión" durante las
protestas.
La
prefecta -detenida ayer- dijo que es víctima de una "persecución a
opositores políticos", tras conocerse su alineamiento con el ex presidente
Correa (2007-2017), a quien el gobierno de Moreno le atribuyó responsabilidad
en la organización de la rebelión, con el aparente propósito de derrocarlo.
El
posicionamiento de Alberto y Cristina
Alberto
Fernández y Cristina Kirchner tomaron hoy posicionamiento sobre la crisis en Ecuador al denunciar en
Twitter la "persecución" a la prefecta Pabón y a Gabriela Rivadeneira (ex presidenta de
la Asamblea Nacional), ambas partidarias del expresidente Correa.
"Veo
con mucha preocupación los graves hechos que se viven en Ecuador y la persecución
política y judicial que están sufriendo dos mujeres jóvenes que son referentes
de la oposición política", afirmó Fernández, y agregó a continuación
otro tuit con una foto de ambas políticas correístas.
Casi
en simultáneo, Cristina Kirchner
aseveró también en Twitter que "la democracia tiene nombre de mujer y en
Ecuador está presa". Y pidió "libertad a Paola Pabón, prefecta
de Pichincha, presa y Gabriela Rivanedeira, asilada. Mujeres, jóvenes,
comprometidas y votadas por su pueblo".
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