En diálogo con Ámbito, el exvicepresidente de Bolivia durante el gobierno de Evo Morales sostuvo que para cortar la espiral inflacionaria se requiere de acciones disruptivas, pero que protejan al trabajador.
Bolivia es un oasis en el mundo occidental del presente. La escalada de los precios internacionales de las materias primas e insumos básicos de la industria no sacude la economía de ese Altiplano. La respuesta radica en el combinado de medidas, mayormente heterodoxas, que lleva adelante el país vecino desde hace casi dos décadas sin descuidar el “orden” macroeconómico.
La dupla
Evo Morales-Álvaro García Linera refundó, a partir de 2006, la matriz
productiva de Bolivia, estatizó empresas de áreas estratégicas, como energía,
hidrocarburos y servicios, aprovechó el shock de precios de los commodities y
acumuló suficiente cantidad de reservas que le permitieron mantener un
equilibrio fiscal y eliminar el bimonetarismo.
Pero las
tensiones con el gran capital y los oligopolios estuvieron siempre a la orden
del día. En 2008, Morales y García Linera salieron rápidamente a intervenir el
mercado para evitar que la brusca suba de precios en alimentos se disemine por
todos los sectores de la economía doméstica.
“Nos llevó
tres años controlar la inflación, que había surgido de un ataque empresario,
pero lo logramos. Impusimos al inicio un tope de precios a las carnes,
cereales, leche, azúcar y aceites mediante la asociación del Estado con
pequeños productores. Nos metimos en la cadena productiva y obligamos a los
empresarios a vender al precio que fijábamos. Así, logramos corregir los
precios nuevamente...”, recuerda García Linera en diálogo con Ámbito.
Lo que el
teórico marxista explica va en línea con la propuesta de una “empresa de
alimentos” del Estado, como la que impulsan en la Argentina algunos sectores de
la alianza gobernante. Es decir, la administración central sería la encargada
de procesar los alimentos más sensibles de la canasta básica, comprándole la
materia prima a los pequeños productores.
“A esos
productores les garantizábamos un precio superior -y permanente en el tiempo-
al que le pagaban las empresas, y luego nosotros fijábamos un valor de venta al
público que no tenía ganancia, solo cubría el costo de producción, para obligar
a los empresarios a vender sus productos en el mismo nivel. Y se bajó la
inflación...”, explica quien fuera vicepresidente de Bolivia entre 2006 y 2019.
Fueron
tres años de idas y vueltas con los principales conglomerados alimenticios del
país vecino, pero la persistencia de la medida estatal, respalda con una base
sólida de reservas producto de las privatizaciones, logró sus frutos: se llegó
al acuerdo con toda la industria de precios “razonables”.
“Es lo
que ustedes quisieron hacer con Vicentin, pero no se animaron. El Estado, en
nuestro caso, se metió en la cadena de valor agrícola, pero no estatizó la
tierra, sino que pasó a formar parte de la industria procesadora. Y en el caso
de la carne obligó a los frigoríficos a abastecer el mercado interno a un
precio regulado y luego exportar el excedente...”, describe García Linera, de
visita por la Argentina para exponer sobre los desafíos de lo que define como
“segunda ola de gobiernos progresistas” en la región.
La
Argentina, dice García Linera -un intelectual orgánico de los movimientos
nacionales y populares al estilo de Gramsci-, “está en una situación muy
compleja por la escasez de divisas”. Al mismo tiempo, “es el segundo país del
mundo, después de Estados Unidos, que más dólares billete tiene su población”,
y la inmensa mayoría no se encuentran en el sistema financiero local, sino en
el exterior. De acuerdo a los últimos datos de Posición de Inversión
Internacional (PII) del INDEC, los argentinos tenían en el primer semestre unos
u$s365.554 millones en concepto de inversiones directas y acreencias en el
exterior.
En este
contexto, remarca que “la dimensión de la inflación ha dejado de ser un
acompañante cotidiano y tolerado y pasó a ser un hecho casi asfixiante para la
gente”, a la vez que reconoce que la “receta boliviana” no tendría los mismos
resultados por estas tierras, y se requiere de “medidas innovadoras”.
“Puede
haber políticas de shock conservadoras, como la convertibilidad, que resolvió
la inflación pero provocó un enorme deterioro en toda la economía argentina, o
medidas más bien heterodoxas, pensadas para proteger al trabajador”, plantea.
¿Cómo cuáles? “Se requiere jalar al empresario de manera temporal, pero de
forma radical para que el trabajador no pague con sus magros ingresos los
costos de estas medidas. Puede ser con impuestos a los sectores más ricos para
subvencionar precios y mejorar el salario sin requerir de emisión monetaria,
pero también tienes que volcarte al control de las áreas sensibles y aplicar
fuertes sanciones a los empresarios si no cumplen con los precios regulados”,
enumera. Y completa: “Hay que ensayar algún tipo de salida disruptiva,
complejizar con otras herramientas para darle certidumbre a la sociedad...”.
En ese
sentido, pone como ejemplo, además de la intervención del Estado para regular
precios, el índice UFV, creado en Bolivia por la gestión anterior, que sirvió
de atractivo sustituto al dólar. “Se premió el ahorro en bolivianos con esta
unidad contable que daba una tasa de interés más alta que el dólar, a la par de
que se garantizaba disponibilidad de la divisa estadounidense en caso de querer
atesorar en esa moneda”, destaca el hombre que delineó gran parte de la
estrategia política de Evo Morales. Vale recordar que el país mantiene un tipo de
cambio fijo desde hace una década.
Con
escasas reservas netas en el Banco Central, la Argentina “necesita hoy un
coctel de varias medidas en simultáneo para combatir la inflación”, insiste
García Linera. Y reflexiona sobre el futuro: “Se requiere de mucha autoridad
porque, si no, no podrás contener la suba de precios. Y allí aparecerán los
conservadores y lo harán, aunque le saquen el último ahorro a la gente, pero
tendrán legitimación social. La inflación en Bolivia la resolvió la derecha y
se quedó 20 años, pero privatizaron todo, se destruyó el empleo, se cerraron
fábricas”. Ámbito de Argentina (https://bit.ly/3Fa5hjZ)
BOLIVIA
TIENE LA INFLACIÓN MÁS BAJA DE AMÉRICA LATINA: ¿CÓMO LO HA LOGRADO?
Lex Latin
de Londres (https://bit.ly/3TfDdzM)
Mientras
la mayoría de países de América Latina luchan por bajar la inflación que, en
algunos casos, supera los dos dígitos, Bolivia destaca por tener el menor
índice de precios al consumidor de la región, 1,90 % la acumulada hasta
septiembre. ¿Cómo se explica esto a la luz del contexto macroeconómico global?,
¿es sostenible en el tiempo?
Claudia
Pacheco, vicepresidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, comentó, en
entrevista con LexLatin, que desde 2011 Bolivia ha logrado una estabilidad que
puede considerarse 'sensible' y que ha logrado que la inflación en el país sea
una de las más bajas con políticas como la de mantener el tipo de cambio fijo.
Sin
embargo, considera que para que pueda ser sostenible en el tiempo debe
involucrar análisis y ciertos ajustes, como por ejemplo la reducción de su
gasto corriente, regenerar las Reservas Internacionales Netas (RIN), recortar
los subsidios y otorgar independencia institucional al Banco Central, entre
otras.
Pacheco
menciona que toda política cambiaria debe ser analizada y ajustada según las
características propias de su economía. “No existe una fórmula mágica, ya que
cada economía es particular”, asegura.
Para la
economista, el tipo de cambio fijo en una economía pequeña como la boliviana ha
logrado “controlar” la inflación, proporcionando cierta estabilidad de la
balanza comercial y de los precios, ya que está abierta al mercado. No
obstante, asegura que esto ha ido en detrimento de la industria nacional.
“Las
importaciones de productos a menor valor, por la devaluación de su moneda,
ocasiona una competencia de precios en el mercado interno, lo que ha
menoscabado a la industria nacional exportadora, que no refleja una ganancia
real para el productor y que disminuye su competitividad debido a la
apreciación cambiaria real”, sostiene.
La
especialista advierte que algunas políticas fiscales y salariales como el doble
aguinaldo han generado una sobrevaluación de la moneda, contracorriente con la
política de tipo de cambio fijo. A esto suma que si las RIN siguen disminuyendo
llegará el momento de devaluar la moneda, poniendo en riesgo la “estabilidad”
del sector financiero.
La marca
de la hiperinflación
Candys Dorado,
socia de Indacochea, comenta que el tipo de cambio en Bolivia es un índice muy
sensible políticamente y eso ha sido así después de la hiperinflación que en la
década de los ochenta marcó la idiosincrasia.
Señala
que haber pasado de un sistema centrado en la competitividad cambiaria a uno
basado en mantener estable el poder adquisitivo del peso boliviano logró
configurar un entorno de certidumbre para los agentes económicos.
En
contraste, “la producción nacional se ha visto perjudicada haciendo a los productos
bolivianos poco competitivos. Las exportaciones de productos no tradicionales
han sufrido por este modelo y el contrabando de productos de los países vecinos
compite deslealmente con la industria nacional”, detalla.
Subsidios
sin freno
Para
Mariana Pereira, también socia Indacochea & Asociados, en el freno de la
inflación en Bolivia también ha incidido la aplicación de subsidios en
productos estratégicos claves como los combustibles (gasolina, diesel oil y gas
natural), así como la regulación de los precios en el mercado de alimentos a
través de la creación de sus tiendas EMAPA, que permiten la adquisición de
productos de la canasta familiar a precios subsidiados.
“Estas
medidas han tenido un muy buen resultado frenando la inflación, pero han ocasionado
una disminución preocupante de las reservas internacionales netas del país”.
La
abogada se pregunta cuánto tiempo más podrá el gobierno mantener estas
subvenciones, sobre todo, tomando en cuenta que en los últimos años Bolivia ha
pasado de ser un país productor de hidrocarburos a ser un importador de
combustibles.
De
acuerdo con Pereira, la inestabilidad política preponderante en los países de
la región ha sido amortiguada por esta estabilidad económica que permite ver a
Bolivia como un mercado interesante para la inversión. No duda que el
crecimiento exponencial de los mercados inmobiliario, automotriz, agrícola y
pecuaria, especialmente en la región oriental del país, muestra a Santa Cruz de
la Sierra como una región orientada a los negocios y de mucha pujanza, y ha
beneficiado al mercado legal, con una presencia cada vez más fuerte de estudios
de abogados que, tradicionalmente, radicaban en la ciudad de La Paz, sede de
gobierno.
Deuda, la
carga pesada
Según el
Banco Mundial, la deuda consolidada de Bolivia estará cerca de 80 % del
Producto Interno Bruto (PIB) a finales de este año. ¿Qué posibilidad tiene el
Gobierno de obtener financiamiento internacional para cumplir sus compromisos
tomando en cuenta el contexto internacional y el aumento del riesgo-país?
Datos
recientes del gobierno boliviano indican que, al cierre de junio, la deuda
externa en relación con el PIB se encontraba dentro de los márgenes
recomendados internacionalmente, 28,9 % del PIB, uno de los más bajos de su
historia, lo que, eventualmente, le permitiría contratar mayores compromisos en
el exterior, en especial si se tiene en cuenta que organismos internacionales
recomiendan como saludable un endeudamiento de hasta un máximo del 50 % del
PIB, como refiere Candys Dorado.
En
contrapartida, señala que la deuda interna en Bolivia ha crecido
significativamente en los últimos años, con porcentajes cercanos al 60 % del
PIB.
En
relación al riesgo país de Bolivia, de acuerdo con la abogada, se espera que en
noviembre de este año una delegación del Grupo de Acción Financiera
Internacional (GAFI) visite el país y emita un informe que será importante a la
hora de evaluar la calificación de riesgo del país.
“Será un
desafío para el gobierno boliviano lograr demostrar a la delegación GAFI los
avances de Bolivia en las materias de su interés sobre todo en lo que respecta
a los mecanismos de control de financiamiento al terrorismo y lavado de
dinero”, manifiesta.
En
opinión de Pacheco, el escenario es complicado, pues la emisión de bonos
reciente demostró que Bolivia no es un país atractivo para obtener fondeo en el
mercado financiero internacional, al menos a tasas razonables.
“Dicha
emisión fue comprada por las AFP del país, como un recambio de deuda
principalmente, sin nuevos recursos y con tasas hasta 50 % más caras, señala,
al considerar que “el gobierno está emitiendo fundamentalmente señales
políticas e ideológicas, sin sustento ni pragmatismo”.
Recuerda
que otro antecedente negativo fue la gestión de la operación del Fondo
Monetario Internacional (FMI), de apoyo a la pandemia, que se aceptó por el
gobierno transitorio en 2020 y luego se revirtió, mientras se beneficiaron
alrededor de 80 naciones. Cree que con su devolución, en momentos de tantas
necesidades de recursos y divisas, se cometió un grave error económico y esto
le hace pensar que quizás con organismos multilaterales se pueda conseguir algo
más, pero básicamente es para proyectos, no necesariamente para apoyo
presupuestario o cubrir el difícil déficit fiscal que amenaza las finanzas
públicas. De allí que observa que el panorama de cierre de este año —y sobre
todo el próximo— se torna cada vez más complejo.
¡BILL
GATES PELEA CON VLADIMIR PUTIN Y XI JINPING EN UNO DE LOS DEPÓSITOS DE LITIO
MÁS GRANDES DEL MUNDO!
E-Político
de Rumania (https://bit.ly/3gnJyKE)
Cuatro
empresas chinas propiedad de Xi Jinping y un grupo ruso propiedad de un
oligarca de Vladimir Putin están dominando la carrera por el suministro de
litio de Bolivia, informó el Financial Times.
Una
fuente familiarizada con esta feroz competencia confirmó a Vedomosti que cuatro
empresas chinas y la rusa Uranium One Group, una subsidiaria de TENEX de
Rosatom, competirán en la próxima etapa. Lilac Solutions, una empresa
estadounidense respaldada por Breakthrough Energy Ventures de Bill Gates, es el
único rival occidental.
Según una
estimación del Servicio Geológico de EE. UU., Bolivia tiene los mayores
recursos de litio del mundo, un metal de importancia estratégica para la
producción de baterías. El potencial adjudicatario firmaría un contrato con la
estatal boliviana Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
Daniil
Karimov, director gerente del sector metalúrgico de Otkritie Research, dijo que
en los últimos años el litio ha desempeñado un papel cada vez más importante en
medio del crecimiento de la producción de vehículos eléctricos. Hoy, la demanda
del metal es casi igual a la oferta, pero en el mediano plazo la prima
superaría los volúmenes de producción, siempre que las ventas de vehículos
eléctricos se mantengan altas.
Y los
precios del litio se han multiplicado por más de 10 desde fines de 2020 y
podrían mantenerse altos a mediano plazo para mantener el suministro, concluyó
Karimov.
Si YLB
elige a la empresa rusa, Moscú aseguraría su suministro ininterrumpido de
litio, señaló el jefe del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad
Estatal de San Petersburgo, Viktor Kheifets.
No hay
muchos yacimientos de litio en el mundo, mientras que Argentina y Chile casi
han detenido sus exportaciones a Rusia.
Aunque ni
los proveedores chilenos ni los argentinos se han sumado oficialmente a las
sanciones antirrusas, deben tener en cuenta los intereses de sus accionistas
occidentales, por lo que ambas naciones han renunciado a los envíos de litio a
Rusia, explicó el experto. Vedomosti llamó a Rosatom para hacer un comentario.
EMPRESAS
CHINAS Y RUSAS SE DISPUTAN EL LITIO DE BOLIVIA
El
gobierno boliviano estima que la producción podría alcanzar las 25.000
toneladas de carbonato de litio al año para el 2025.
El
Inversor Energético de Argentina (https://bit.ly/3s5qt2z)
A medida
que se intensifica la carrera mundial por el suministro de litio, las empresas
de China y Rusia dominan la competencia para desbloquear el vasto potencial de
Bolivia. El país tiene los recursos más grandes del mundo, según el Servicio
Geológico de los Estados Unidos. Pero es el miembro faltante del “triángulo de
litio” de América Latina, donde Chile y Argentina han hecho más para
desarrollar sus recursos. Asimismo, a medida que la demanda supera la oferta y
los precios aumentan, Bolivia es un objetivo tentador.
Cabe
resaltar que el gobierno boliviano prevé producir 25.000 toneladas de carbonato
de litio al año con DLE para 2025. Sin embargo, se trataría de un objetivo que
la mayoría de los analistas independientes consideran imposible.
Cuatro
grupos chinos y uno ruso están en la lista de preseleccionados; y un grupo
estadounidense es la única empresa occidental que sigue en disputa. Mientras el
gobierno de izquierda de Bolivia se acerca a una decisión sobre un posible
socio para la compañía estatal de litio Yacimientos de Litio Bolivianos, con
qué tipo de colaboración se determinará.
Las
empresas preseleccionadas incluyen a las chinas Xinjiang TBEA Group; Fusión
Enertech; Brunp, una subsidiaria del fabricante de baterías para automóviles
más grande del mundo, CATL, con China Molybdenum; y CITIC Guoan Group con China
Railway International Group.
LITIO:
EMPRESARIOS CHILENOS NO CONSIDERAN BENEFICIOSA UNA SOCIEDAD CON ARGENTINA Y
BOLIVIA
MIÉRCOLES,
19 DE OCTUBRE DE 2022
Aunque el
Gobierno de Boric planteó la idea, sectores empresarios dicen que Chile ya
tiene una ventaja sobre los dos países, por lo que no ven el beneficio de una
posible sociedad.
Política
Economía y Poder de Argentina (https://bit.ly/3Se4z85)
El
subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, José Miguel
Ahumada, soprendió con una declaración en la que señala que "pronto"
habrá anuncios respecto a mesas de trabajo para empujar una política industrial
regional con Argentina y Bolivia "para escalar en la cadena de valor del
litio".
Chile,
Argentina y Bolivia configuran el denominado "triángulo del litio",
acaparando cerca del 65% de los recursos globales del mineral. Hace un tiempo
la canciller, Antonia Urrejola, sostuvo conversaciones referentes a aquello con
Santiago Cafiero y esperaban sumar a Bolivia a estos diálogos.
Sin
embargo, desde los sectores empresarios no consideran positiva una asociación,
considerando que el vecino país ya tiene una posición importante en el mercado
y creen que lo que tiene que hacer es avanzar en medidas para mejorar la
competitividad y no apuntar a sociedades con países que vienen detrás.
Chile es
considerado un líder mundial en la industria del litio y hace un buen tiempo
que el país busca consolidarse en esa posición, ya que ha ido perdiendo frente
a otros competidores, como Argentina.
Los
expertos atribuyen ese terreno perdido a la falta de inventivos para invertir,
a las restricciones medioambientales y la dificultad para acceder a nuevas
tecnologías.
Hoy Chile
se posiciona como el segundo mayor productor de litio a nivel mundial (32%) y
las reservas de litio pertenecen al Estado y son explotadas principalmente por
la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y la empresa estadounidense
Albemarle.
Así, y
considerando la ventaja que tiene Chile en esta industria, algunas voces, que
fueron recopiladas por Emol, han levantado dudas respecto a si sería
conveniente para el país asociarse con Argentina y Bolivia.
En una
reciente carta a El Mercurio, el ex presidente de la Confederación de la
Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, indicó que "las
ventajas de Chile respecto de otros países son inmejorables, ya hay
experiencias que lo avalan y cualquier asociación con esos países solo
significa pérdida para el nuestro".
"Es
responsabilidad del subsecretario Ahumada hacer crecer nuestro comercio
internacional, asociarnos con los grandes mercados y no proponer políticas que
nos condenarán permanentemente al subdesarrollo, con las consecuencias que
todos conocemos", agregó.
Por su
parte, el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, sostuvo que
"aún no se conoce en mucho detalle de qué implica exactamente lo anunciado
por el subsecretario". De todos modos, señaló que "una asociación con
otros países debe establecer claramente cuáles son los objetivos, cómo se
espera conseguirlos y que ganaría Chile. Mientras eso no esté claro no parece
muy prometedora la idea ya que Chile tiene claras ventajas sobre Argentina y
Bolivia en la industria del litio".
Francisco
Rivas, director de Ingeniería Civil de Minas de la Universidad de Talca,
tampoco respaldó lo propuesto por Ahumada. "Una política regional de
integración con Bolivia y Argentina sólo dilatará las gestiones para volver a
ser competitivo a nivel mundial en la industria del litio, junto a
desaprovechar esta gran oportunidad que tenemos para obtener beneficios para
todos los chilenos", dijo.
A
diferencia de lo expuesto anteriormente, Cristóbal De la Maza, ex
superintendente del Medio Ambiente e investigador de la U. San Sebastián,
señaló que "Chile ha ido perdiendo su liderazgo en la industria del litio,
Australia nos superó hace rato. Si continuamos en la línea de producción como
la estamos viendo, Chile pasaría de representar un 1/3 de la producción mundial
a alrededor de 15%". Por lo que "la colaboración regional es clave
para nuestro desarrollo futuro".
"La
producción de litio que es un elemento esencial para enfrentar el cambio
climático, mediante el almacenamiento de energía limpia, y la movilidad
sostenible. Colaborar con nuestros vecinos podría ayudar a no perder presencia
global", aseguró.
"Argentina,
Chile y Bolivia mantienen las mayores reservas mundiales, y un acuerdo conjunto
permitiría liderar este mercado en el futuro. No obstante, en otros casos como
el gas o la electricidad, la integración ha sido difícil. En el litio, se ve un
camino empinado, aunque claramente vale la pena explorarlo. Se requiere
trabajar en reglas comunes, que entreguen certezas de explotación
ambientalmente sostenible", agregó.
¿ASOCIARSE
CON BOLIVIA Y ARGENTINA?: LAS DUDAS POR IDEA DE AHUMADA ANTE LAS VENTAJAS DE
CHILE EN INDUSTRIA DEL LITIO
El
subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales señaló que
"pronto" habrá anuncios respecto a mesas de trabajo para empujar una
política industrial con ambos países y "escalar en la cadena de valor del
litio".
El
Mercurio de Chile (https://bit.ly/3eM76bJ)
El
subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, no
solo ha estado en el centro del debate en el último tiempo por su postura
crítica a la política comercial del país, especialmente referente al TPP11,
sino que también debido a su agenda para impulsar nuevas políticas industriales
en el país.
En ese
sentido, recientemente llamó la atención su declaración respecto a que
"pronto" habrá anuncios respecto a mesas de trabajo para empujar una
política industrial regional con Argentina y Bolivia "para escalar en la
cadena de valor del litio".
Chile,
Argentina y Bolivia configuran el denominado "triángulo del litio",
acaparando cerca del 65% de los recursos globales del mineral. Por eso, implementar
una estrategia conjunta para impulsar esta industria es algo que interesa al
Gobierno y que, de hecho, ya había sido abordado hace un tiempo por la
canciller, Antonia Urrejola, quien en julio sostuvo conversaciones referentes a
aquello con su homólogo argentino Santiago Cafier y esperaban sumar a Bolivia a
estos diálogos.
Chile es
considerado un líder mundial en la industria del litio y hace un buen tiempo
que el país busca consolidarse en esa posición, considerando el espacio que ha
ido perdiendo frente a otros competidores -como Argentina-, lo que expertos
atribuyen a la falta de inventivos para invertir, a las restricciones
medioambientales y la dificultad para acceder a nuevas tecnologías.
El litio
es un material indispensable -aún- en la fabricación de baterías de autos,
teléfonos, computadores y otras tecnologías, además se utiliza para la
elaboración farmacéuticos o sistemas de aire acondicionado.
Hoy Chile
se posiciona como el segundo mayor productor de litio a nivel mundial (32%) y
las reservas de litio pertenecen al Estado y son explotadas principalmente por
la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y la empresa estadounidense
Albemarle, quienes a través de contratos CEOL, se han transformado en los
principales actores del rubro. Así, y considerando la ventaja que tiene Chile
en esta industria, algunas voces han levantado dudas respecto a si sería
conveniente para el país asociarse con Argentina y Bolivia.
En ese
sentido, en una reciente carta a El Mercurio, el ex presidente de la Confederación
de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, indicó que "las
ventajas de Chile respecto de otros países son inmejorables, ya hay
experiencias que lo avalan y cualquier asociación con esos países solo
significa pérdida para el nuestro".
"Es
responsabilidad del subsecretario Ahumada hacer crecer nuestro comercio
internacional, asociarnos con los grandes mercados y no proponer políticas que
nos condenarán permanentemente al subdesarrollo, con las consecuencias que
todos conocemos", agregó.
Por su
parte, el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, sostuvo que
"aún no se conoce en mucho detalle de qué implica exactamente lo anunciado
por el subsecretario".
De todos
modos, señaló que "una asociación con otros países debe establecer
claramente cuáles son los objetivos, cómo se espera conseguirlos y que ganaría
Chile. Mientras eso no esté claro no parece muy prometedora la idea ya que
Chile tiene claras ventajas sobre Argentina y Bolivia en la industria del
litio".
Francisco
Rivas, director de Ingeniería Civil de Minas de la Universidad de Talca,
tampoco respaldó lo propuesto por Ahumada.
"Una
política regional de integración con Bolivia y Argentina sólo dilatará las
gestiones para volver a ser competitivo a nivel mundial en la industria del
litio, junto a desaprovechar esta gran oportunidad que tenemos para obtener
beneficios para todos los chilenos", dijo. "Chile durante años ha
demostrado tener la capacidad técnica y logística para extraer y producir
compuestos de litio de alta calidad, sumado a las reservas que posee, no creo
que sea necesario dilatar la puesta en marcha de una política nacional para
diversificar y aumentar la extracción de este producto que hoy más que nunca se
requiere en el mundo", agregó.
A
diferencia de lo expuesto anteriormente, Cristóbal De la Maza, ex
superintendente del Medio Ambiente e investigador de la U. San Sebastián,
señaló que "Chile ha ido perdiendo su liderazgo en la industria del litio,
Australia nos superó hace rato. Si continuamos en la línea de producción como
la estamos viendo, Chile pasaría de representar un 1/3 de la producción mundial
a alrededor de 15%”.
Por lo
que "la colaboración regional es clave para nuestro desarrollo
futuro". "La producción de litio que es un elemento esencial para
enfrentar el cambio climático, mediante el almacenamiento de energía limpia, y
la movilidad sostenible. Colaborar con nuestros vecinos podría ayudar a no
perder presencia global", aseguró.
"Argentina,
Chile y Bolivia mantienen las mayores reservas mundiales, y un acuerdo conjunto
permitiría liderar este mercado en el futuro. No obstante, en otros casos como
el gas o la electricidad, la integración ha sido difícil. En el litio, se ve un
camino empinado, aunque claramente vale la pena explorarlo. Se requiere
trabajar en reglas comunes, que entreguen certezas de explotación
ambientalmente sostenible", agregó.
UN SECTOR
PUEDE APORTAR U$S 5000 MILLONES PERO LO FRENAN DOS BARRERAS POLÍTICAS
Con el
22% de los recursos globales y 19 proyectos en marcha, la producción de litio
de la Argentina podría ubicarse en el podio entre los complejos que más divisas
ingresan al país, en sólo 5 años. Junto a los dilemas ambientales hay
preocupaciones financieras, productivas y tecnológicas
El
Cronista de Argentina (https://bit.ly/3VGiYg4)
Australia,
Chile y China fueron los países que respondieron de forma rápida al
"boom" del litio que se dio en los últimos años a raíz del inicio de
la transición hacia la descarbonización y la necesidad de buscar nuevas fuentes
de energía, para abastecer la demanda global en un clima de mayor atención al
impacto de la actividad del hombre en el ambiente.
La crisis
climática, uno de los mayores retos globales del siglo XXI, puso en el centro
del debate la actual matriz energética intensiva en combustibles fósiles y le
abrió paso a una intensiva, pero en minerales, que tiene al litio como
protagonista y a los países latinoamericanos como socios estratégicos, en el
camino hacia matrices energéticas más sostenibles.
Por el
momento, el insumo resulta insustituible para la producción de baterías de ion
de litio que utilizan los vehículos eléctricos o los sistemas de acumulación de
energías renovables, por eso, la Agencia Internacional de Energía estima que la
demanda de litio se incrementará entre 13 y 51 veces hacia 2040, según los
distintos escenarios proyectados.
LUCES Y
SOMBRAS
Con el
22% de los recursos de litio a nivel global -siendo el segundo país, detrás de
Bolivia-, la Argentina se ubica en el cuarto lugar dentro de los países
productores de este mineral, pero, saltadas las barreras que traban en
desarrollo, el potencial de la actividad es muy superior.
Aunque se
destacan 19 proyectos litíferos distribuidos en las tres provincias del NOA que
concentran el recurso -tres en Jujuy, cuatro en Catamarca y once en Salta-,
sólo dos se encuentran actualmente en producción y generaron, en 2021,
exportaciones por u$s 208 millones, con una capacidad instalada de cerca de
38.500 toneladas de Carbonato de Litio Equivalente (t LCE).
"Esta
cifra podría multiplicarse entre 3 y 7 veces con la puesta en marcha de nuevos
proyectos y ampliaciones", dijo Carlos Freytes, director del Área de
Recursos naturales de Fundar, en una conferencia de prensa y marcó, entre los
factores que podrían explicar un aumento de la inversión en Argentina, la
ventaja relativa que ofrece el régimen de concesiones respecto de Chile y
Bolivia y el menor costo operativo de la producción a partir de salmueras
frente a otras fuentes alternativas (pegmatitas, arcillas, etc.), lo que le da
cierta ventaja relativa frente a otros productores como Australia.
Por eso,
si se logran derribar barreras financieras, productivas y tecnológicas el litio
podría ubicarse entre los primeros complejos exportadores del país en tan sólo
5 años: un escenario de ingreso anual de entre u$s 5.120 millones y u$s 19.200
millones hacia 2026, según el valor que alcance el mineral en el mercado global
que puede variar de 20 a 75 dólares por kilógramo.
Además,
según la experiencia en otros países, "la disponibilidad de litio podría
traccionar el desarrollo de otras capacidades productivas y tecnológicas",
dijo Freytes y mencionó como ejemplo el desarrollo de procedimientos más
sustentables para la extracción y procesamiento del recurso, o el desarrollo de
proveedores especializados con capacidad de expandirse a escala regional.
Sin
embargo, advirtió que existen desafíos de distinta índole que fueron analizados
en dos documentos publicados por la ONG que fundó Sebastián Ceria, un
empresario argentino que lleva 33 años viviendo en el exterior.
BARRERAS
DE ENTRADA
Al
analizar las tensiones, los analistas apuntaron contra las "insoportables
inconsistencias del federalismo" y a problemas específicos del régimen de
promoción de la actividad minera.
La
particularidad de la Argentina respecto a otros países del triángulo de
litio es el régimen federal de
regulación y promoción de la actividad minera, que "asigna competencias y
recursos entre niveles de gobierno de maneras que plantean desafíos muy importantes
para la implementación de políticas de desarrollo productivo", explicó
Freytes y dijo que "la facultad concesiva corresponde a las provincias que
muchas veces establecen condicionalidades que dificultan generar economías de
escala para desarrollar proveedores de mayor complejidad".
Mientras
las provincias detentan el dominio de los recursos mineros y la competencia
para adjudicar concesiones, la Nación concentra la mayor parte de los recursos
tributarios provenientes de la actividad y los instrumentos de política
productiva y de ciencia y tecnología.
Esta
desvinculación que se traduce en 84% de la capacidad contributiva para la
Nación y el resto para las provincias, genera que no existan políticas de
impulso a la producción o incluso monitoreo de la actividad en las zonas
litíferas, ya que la recaudación va al fondo común. De hecho, según precisó,
sólo Salta destina un 10% de los recursos que derrama el litio al desarrollo de
la productividad minera.
Entre las
condicionalidades también se apuntó al compre local, que "crea barreras de
entrada para empresas de otras provincias y genera problemas de escala para el
desarrollo de proveedores con capacidades productivas y tecnológicas más
complejas".
Por otra
parte, el régimen nacional de promoción de la actividad minera (el Código de
Minería y la Ley de Inversiones Mineras), de carácter liberal, no establece
ningún tipo de condicionalidad para el acceso a los beneficios tributarios y
comerciales contemplados en el régimen.
Por eso,
desde Fundar, marcaron que la Argentina, que carece de instrumentos progresivos
para gravar la renta o precios extraordinarios, tiene menos capacidad de
recaudación que otros países de la región.
Las
tensiones alcanzan la política de ciencia y tecnología, a través del Conicet y
la Agencia I+D+i, que se concentra en el segmento "aguas abajo", por
ejemplo, en el desarrollo de la tecnología de las baterías de ion litio, un
segmento en el cuál existen importantes barreras financieras, tecnológicas y
comerciales para el ingreso de empresas argentinas, advirtió Freytas.
La última
pero no menos importante de las tensiones se concentra en la tensión ambiental.
En ese sentido, María Victoria Arias Mahiques, investigadora del Área de
Recursos naturales de Fundar destacó que Argentina es el cuarto país con mayor
número de conflictos socioambientales mineros después de México, Chile y Perú.
"En total, más de un 50% de los proyectos mineros resultan cancelados o
temporalmente suspendidos a causa de resistencias sociales", mencionó.
"Es
necesario articular una visión estratégica común entre los actores del Gobierno
y de la cadena de la minería; potenciar rol de empresas públicas o mixtas y
balancear distribución de recursos", resumió el director del Área de
Recursos naturales de Fundar.
PUNO:
RESERVAS DE LITIO Y URANIO ESTÁN EN UN BOSQUE DE PETROGLIFOS
Posición.
Según la ONG Derechos Humanos y Medio Ambiente (Dhuma), en las áreas de
concesión mineras, hay pinturas rupestres y vestigios culturales no estudiados.
La
República de Perú (https://bit.ly/3TfgKCG)
El litio
es un mineral esencial para las energías renovables que demanda el mundo. La
provincia de Carabaya, en la región Puno, tiene 4.7 millones de toneladas de
carbonato de litio de alta pureza y 124 millones de libras de uranio para
centrales nucleares.
Sin
embargo, sobre los terrenos donde se pretende explotar el litio, hay un bosque
de 36.938 hectáreas de bosque rocoso con pinturas rupestres, restos
arqueológicos, entre otros vestigios culturales.
Todo lo
que culturalmente está en riesgo fue advertido por Vladimir Martínez Ordoñez,
miembro del equipo de capacitación de la organización no gubernamental (ONG),
Derechos Humanos y Medio Ambiente (Dhuma).
Martínez,
explicó que Macusani Yellowcake, a través de diversas personas jurídicas ,
tiene 167 concesiones mineras a lo largo de 92 mil km2 de terrenos. El área
comprobada donde hay restos arqueológicos representa a aproximadamente el 30%
del total del área concesionada.
“Son
áreas donde hay reconocimiento público de patrimonio cultural de la nación.
Pero hay otras zonas donde hay vestigios culturales históricos de tiempos
inmemoriales, pero que aún no cuentan con estudios. El problema es cómo el
Estado va afrontar este proyecto, frente al vasto vestigio cultural”, aseguró
Martínez.
La
necesidad en el mundo del litio, contrariamente al factor cultural, pone al
Perú en un lugar expectante. Pero a la vez obliga al gobierno, a fijar una
política concreta porque lo que está en juego son los recursos culturales e
hídricos.
Argentina,
Chile y Bolivia, forman “el triángulo del litio”, porque albergan las mayores
reservas mundiales de este mineral hasta ahora. Pero, con las reservas que
tiene Puno, el Perú pasaría a ser parte del nuevo rectángulo del litio.
Reserva
en glaciar
En medio
de la expectativa, hay un problema ambiental grande. Según Vladimir Martínez,
el glaciar de Quelccaya que tiene más de 300 años de haberse formado, también
está concesionado. Bajo suelo tiene litio.
“Lo
cuestionable es qué va a ser el Perú frente a este aspecto. Va esperar su
deglaciación o va tomar una determinación”, dijo el especialista. A todo esto
se suma el factor ambiental. Varios especialistas dijeron que las consecuencias
de explotar oro y litio, medioambientalmente generaría serios impactos
negativos.
En tanto,
Ulises Solís, general de Macusani Yellowcake, subsidiaria en Perú de la minera
canadiense Plateau Energy Metals, hace meses, en diálogo con La República, dijo
que no habría que tener mayor problema. Aunque su versión no es creíble entre
varios especialistas.
“No es un
salar’ (es un yacimiento en roca), que se trabajará en tajo abierto. La ley de
nuestro litio supera los 3 mil PPM (partes por millón), mientras que Chile
trabaja sus salares con 700 PPM. La pureza y riqueza del recurso es
insuperable”, aseguró.
Según
Solís, la empresa Macusani Yellowcake llegará hasta la transformación del
carbonato en grado batería. Para ello se proyecta contar con una refinería in
situ, que les permitirá exportar este recurso.
En medio
de los positivo y negativo que podría ser explotar litio y uranio, Vladimir
Martínez, dijo que se necesita que el Estado, fije una posición frente a un
recurso muy sensible, pero que a la vez genera grandes expectativas en el
mundo, porque es materia prima para energía renovable limpia.
Las áreas
geográficas en la provincia de Carabaya, donde se encontró reservas de litio y
uranio, hasta ahora sólo fueron objeto de exploración. Aún no hay normativa
para explotar uranio por ser un mineral radioactivo según Ulises Solís, gerente
general de Macusani Yellowcake.
ELECCIONES
INTERMEDIAS EN EE.UU.: ¿PUEDEN LAS MUJERES DE BOLIVIA INSPIRAR UN CAMBIO EN EL
CONGRESO?
BBC de
Londres (https://bbc.in/3EPNTk3)
A pesar
de los avances históricos en las últimas dos elecciones al Congreso en los EE.
UU., las mujeres ocupan solo el 27% de los escaños. Mientras los
estadounidenses se preparan para reformar el Congreso en las elecciones
intermedias, ¿podría Bolivia inspirar un cambio?
Bolivia
es uno de los pocos países del mundo donde aproximadamente el 50% de los
legisladores en todos los niveles de gobierno son mujeres.
Esto no
es un accidente, sino el resultado de una ley electoral que requiere que la
mitad de todos los candidatos del partido sean mujeres.
Las
cuotas se introdujeron en 1997 cuando solo el 9% del parlamento nacional de
Bolivia eran mujeres. Más tarde se hizo parte de la constitución.
“Últimamente
hemos visto a ciertos países retroceder en los derechos de las mujeres”, dijo
Adriana Salvatierra, quien fue senadora de 2015 a 2019 y se convirtió en la
presidenta más joven del Senado de Bolivia.
"Ponerlo
en la constitución hace que sea más difícil de deshacer. Y eso asegura el
cambio a largo plazo".
Bolivia
también está cerca de la cima en términos globales, según cifras de la Unión
Interparlamentaria (UIP), bastante por delante de Estados Unidos.
Las
mujeres ocupan solo una cuarta parte de los escaños en el Congreso y solo nueve
de los 50 estados de EE. UU. tienen una gobernadora. Es igual de deprimente en
las legislaturas estatales y los ayuntamientos.
Un club
de chicos en EE. UU.
La
subrepresentación de las mujeres en el gobierno ha persistido desde la
fundación de la república.
Esto se
debe a una combinación de exclusión histórica de participar en política,
estereotipos de género, muy pocas mujeres que se postulan para cargos públicos
y el fracaso de los principales partidos políticos para invertir en estos
candidatos hasta hace poco.
Durante
la mayor parte de la historia estadounidense, la política ha sido un club de
chicos.
A las
mujeres no se les otorgó el derecho constitucional al voto hasta 1920, y para
las mujeres negras, ese derecho no se realizó por completo hasta la década de
1960, cuando la legislación de derechos civiles anuló las leyes electorales
discriminatorias de algunos estados. Incluso aquellos que fueron elegidos
enfrentaron reglas sexistas: hasta 1993, las mujeres no podían usar pantalones
en el Senado de los Estados Unidos.
Una de
las barreras más persistentes a las que se han enfrentado las candidatas son
"los prejuicios culturales y las percepciones sobre los roles de las
mujeres, la idea de que la política no es el lugar para las mujeres", dijo
Kelly Dittmar, directora de investigación del Center for American Women and
Politics.
Es menos
probable que se perciba que las mujeres tienen las cualidades de liderazgo y
las calificaciones para ganar las elecciones que los hombres, dijo Dittmar,
aunque las investigaciones han demostrado que cuando las mujeres se postulan
para un cargo, ganan a un ritmo igual al de sus homólogos masculinos.
'Las
leyes no son suficientes'
En
Bolivia, la realidad de la participación política de las mujeres es más
complicada de lo que sugiere el titular.
"La
paridad aritmética sirve como reparación por una injusticia histórica",
dijo Erika Brockmann, quien ayudó a introducir las primeras cuotas y sirvió en
el parlamento de 1997 a 2006. "Pero eso no significa que hayamos
desmantelado las verdaderas relaciones de poder".
Para las
mujeres que ingresan a la política, aún existen muchas barreras que superar,
desde el acoso y la violencia hasta la distribución desigual del trabajo
doméstico y de cuidados.
Particularmente
a nivel local, ha habido casos de intimidación y violencia.
El
aumento de la participación política de las mujeres no se extiende a los cargos
ejecutivos, que siguen estando dominados por los hombres.
Esto
comienza en la parte superior, donde ha habido solo cuatro candidatas a la
presidencia en la historia de Bolivia, y ni una sola presidenta electa.
Y recorre
todo el sistema, desde los nueve jefes departamentales -todos hombres- hasta
los 336 alcaldes, de los cuales 22 son mujeres.
El auge
de las 'cholitas' en Bolivia
En total,
el 9% de los cargos ejecutivos en la política boliviana están ocupados por
mujeres.
En la
sociedad boliviana en general, ha habido avances significativos para las
mujeres en las últimas décadas, por ejemplo en la educación y en el aumento de
la titulación de tierras a nombre de las mujeres, y el empoderamiento económico
que ello implica.
Pero en
la vasta economía informal, los derechos laborales son difíciles de hacer
cumplir y las mujeres son vulnerables al abuso. La brecha salarial de género es
frecuente.
NO HAY
COOPERACIÓN QUE VALGA SI NO SALVAMOS EL PULMÓN DEL PLANETA
Ivan
Zahinos, director de proyectos cooperación de medicusmundi Mediterrània,
reflexiona desde la Amazonia Boliviana sobre la salud, la crisis climática y la
capacidad de respuesta de las organizaciones de desarrollo ante estos desafíos
globales.
El País
de España (https://bit.ly/3D9rRYt)
Salgo del
vehículo y un fuerte olor a quemado invade mis fosas nasales. Respiro lento,
sintiendo como crujen las partículas de ceniza entre mis dientes y miro al
cielo, en estos meses, siempre plomizo. Un sol naranja difumina sus rayos más
allá de la perenne capa de humo que nos somete. La sensación corporal alterna
entre una pesadez inmovilizante y las ganas de echar a correr para apagar
alguno de los más de dos mil focos de incendios que en estos momentos arrasan
la selva. Este impulso me acompañará durante toda la estancia. Miro a los dos
lados de la carretera que nos conduce de Riberalta a Tumichucua: la Amazonía
cada vez se ve más lejana, apenas vislumbro las copas de unos árboles allá en
el horizonte. Entre ellos y nosotros, solo hay una inmensa llanura humeante
salpicada con escasos troncos negros, sin ramas, como estandartes abandonados
tras la batalla.
Los datos
son obscenos: entre 1985 y 2020 se ha quemado, batiendo récords cada año, más
del 16% de la selva de la Amazonía. Solo en el 2019, en Bolivia, ardió una
extensión superior al tamaño de Costa Rica. En dos décadas el ecosistema podría
colapsar.
Vuelvo a
mirar los troncos carbonizados, me estremezco al entender su agonía. Los veo
como lo que eran, seres que estaban vivos, habitantes milenarios de este
planeta. Ellos son los héroes caídos por la violenta pulsión de unos culpables
a los que es difícil poner cara. Una estructura aparentemente acéfala se
esconde tras las pequeñas decisiones de campesinos sin recursos y, sobre todo,
en las calculadas y conscientes acciones de terratenientes ávidos por expandir
un modelo del agro basado en el ganado y en la soja, que cuenta con el respaldo
político de gigantes de la región, como Brasil. Sea como sea, y más allá de las
políticas, de las intenciones e intereses, descubro que el fuego es una presa
difícil, no atiende a fronteras administrativas, muchas veces destruye las
pistas sobre su propio origen, es insaciable y aunque pudo nacer de una mano
culpable, una vez liberado, no tiene dueño.
Seguimos
nuestro trayecto en dirección a la comunidad. Allá nos aguarda Esperanza
Imanareco Ortiz, enfermera y responsable del Centro de Salud de Tumichucua, y
su equipo de profesionales de salud. Es día de fiesta y emoción. La cumbia retumba
fuerte a medida que nos acercamos a las primeras construcciones. Las
instalaciones sanitarias se inauguran después de que un incendio local las
arrasara. Nos ha llevado más de dos años obtener fondos para algo tan básico.
No es
sencillo describir en pocas palabras el modelo de salud que impulsamos en esta
región del norte de la Amazonía Boliviana. Son casi tres décadas de ir
comprendiendo la realidad, de ir adentrándose en nuevas aventuras, de ir
interrelacionando dimensiones que afectan a la salud de las personas. Un modelo
que tiene su centro en lo público y que se sostiene gracias a no renunciar a
una cooperación como la de antes; es decir, predecible y comprometida, sólida
como diría Zygmunt Bauman. Un modelo que se adentra en otras esferas del desarrollo,
esferas no catalogadas por los puristas como salud.
Aquí los
centros de salud son un elemento más, importantísimos por supuesto, pero
también lo son las cooperativas que procesan frutos amazónicos y que permiten,
entre otros aspectos nada desdeñables, dar un sustento de vida a los habitantes
de la región. Así me lo cuenta Casilda, sonriente con un gran racimo en mano
que, junto con otras compañeras de su procesadora, lleva años reinventando los
usos de la harina de plátano e introduciéndola en el mercado local de la
región. O la modernización de los mercados para revitalizarlos y, a la vez,
frenar enfermedades de transmisión alimentaria que se llevan por delante a
cientos de niños y niñas cada año. Ni que decir de algo aparentemente básico,
el cultivo en hogares y en los propios centros de salud de huertos
diversificados que aportan vegetales, nutrientes y que son inspiración para
nuevas recetas que poco a poco se instalan en la dieta de los habitantes,
especialmente de los más jóvenes.
Visitamos
cada una de las caras de este sueño poliédrico y vuelvo a sentir la energía que
nace de lo genuino, de ir contracorriente, de sentir que, pese a que la vida no
tiene sentido, algunos impulsos, por momentos, parecen rozar un buen propósito.
Caminando entre aquel verdor, natural y cultivado, descubro en mi mente las
imágenes incrustadas de árboles calcinados.
Llegamos
al espacio festivo que han acomodado frente al centro y mientras esperamos a
que arranque el evento, me detengo a mirar a todo el equipo. Durante toda la
estancia me viene una y otra vez la expresión Rainbow Nation (nación arcoiris)
que el arzobispo Desmond Tutu se sacó de la manga para no dejar a nadie fuera
en una Sudáfrica muy susceptible ante las definiciones y etiquetas. Aquí está
Rafael de Potosí y Jimena de La Paz, dos Collas (habitantes del altiplano al
oriente del país), Gonzalo de Trinidad, Gabriel y Edwin de Riberalta y Conzuelo
de San Buena Ventura, cuatro Cambas (término popular para denominar a los
habitantes de las zonas bajas y selváticas, occidente del país) y María
Angélica, boliviana de adopción y venezolana de nacimiento, Bolivariana de
corazón. Miro los rostros, algunos hijos del altiplano, otros con rasgos
criollos, pasando por matices indígenas amazónicos. Escucho sus acentos, tan
bellos y dispares. Un crisol, un verdadero Rainbow Team. Pienso en la noción de
plurinacionalidad que orgullosamente promulga el estado boliviano y sí, aquí
sí, empiezo a entender un concepto que, muchas veces en la vieja Europa, busca
explotar la diferencia y de paso alimentar antagonismos que, vistos desde la
lejanía, se me antojan totalmente artificiales.
La
jornada es emocionante. Hay risas y llantos. Siento cómo una parte de nuestras
vidas está echando raíces en este paraíso amazónico. Imanareco Ortiz, la
responsable del Centro de Salud de Tumichucua, no logra articular palabras
cuando intenta hablar a los presentes. Se me hace un nudo en la garganta al ver
a esa enfermera amar de forma tan honesta su profesión y poner en valor lo que
acabamos de recuperar. Es tan importante saber de dónde venimos, conocer la
valía que tienen las cosas, las relaciones y el esfuerzo. ¿Qué ocurre cuando
perdemos esa perspectiva? Creo que nada nos sacia y caminamos en un difuso
límite entre la consciencia y la alienación.
En el año
2015, el satélite Calipso de la NASA captó como el polvo del desierto del
Sáhara viaja más de 6.000 km para darle a la Amazonía el fósforo que necesita.
Sí, el desierto africano fertiliza la selva sudamericana. Este es el nivel de
interconexión, a veces invisible a los ojos del humano, entre diferentes
regiones del planeta. Hicieron falta siglos para comprender que estos dos
paisajes antagónicos estaban más que conectados. Bajo un sol ya abrasador y una
humedad casi embriagadora, medito sobre el concepto de la globalización. ¿Qué
otros campos intangibles nos conectan y todavía no han sido descubiertos?
En los
últimos años la salud mental ha ido ocupando un espacio de atención importante
en las sociedades occidentales, aún lejos de lo que merece. Vuelvo a la
enfermera Imanareco Ortiz, al valor de las cosas, a entender de dónde vienen, a
conocer tu entorno. Pienso que igual es ese uno de los orígenes de tanta pena,
dolor, depresión y ansiedad. Somos seres vivos con cada vez menos noción de la
vida. Como explica Byung-Chul Han, las enfermedades de nuestro tiempo son la
expresión de una crisis profunda de libertad. Atrapados en pantallas, bites y
aplicaciones no entendemos lo que pasa a nuestro alrededor. Somos cada día más
extraterrestres en nuestro propio planeta, dejamos atrás la libertad que nos
otorgó la vida. Y aunque nos esforcemos en vivir ajenos a la evidencia del daño
planetario y hundamos nuestras narices en una nueva distracción digital, ¿acaso
la destrucción de la selva no puede marchitar las almas de ciudadanos al otro
lado del océano?
Me siento
a la sombra de un manzano brasilero. El suelo está cubierto por una irreal capa
de finos pistilos fucsia que me acerca, más si cabe, a la sensación de estar en
el paraíso. Don Teddy se sienta a mi lado. Me dice que siempre fue curioso,
desde niño, y que eso le llevó a adentrarse en la selva para aprender de ella.
“Hay plantas que necesitan conversar para que nos den el valor y el potencial
de sanar”, me cuenta. Lleva más de 40 años curando a habitantes de la selva del
norte de la Amazonía Boliviana. Plantas que necesitan conversar para que se
presten a ayudarnos. Otra conexión invisible.
El flash
de un anillo de fuego que se estrecha sobre nosotros ocupa mis pensamientos. En
las próximas décadas podemos perder formas de vida, maneras de entender la
salud, creencias, biodiversidad, modelos de cooperativas alternativos, mucho,
mucho oxígeno y, sobre todo, belleza.
Al ver la
magnitud de la tragedia, siento rabia al ser consciente de nuestras
limitaciones. Pese a los términos grandilocuentes y las campañas mesiánicas de
los aparatos de comunicación de algunas agencias y organizaciones, ya hace años
que dejé de creer que es la cooperación la que va a salvar el mundo. Pero aquí
siento que intentamos apagar un fuego con un vaso de agua. Ni los fondos ni las
herramientas que tenemos están cerca de lo que necesitaríamos. Frustración en
la mesa, un problema planetario que, una vez más, queremos resolver con
migajas. Siento que tendríamos que emular a la naturaleza, siendo más
orgánicos, pensando en tiempos a largo plazo, olvidando límites administrativos
y buscando esas interconexiones invisibles.
Enfilamos
el camino de regreso. Veo el matrix de la vida a mi alrededor. Todo parecía tan
complicado y al final, todo es tan sencillo. De bien poco servirán los
programas de salud, productivos o de educación. En realidad, de nada servirá lo
que estén haciendo en este momento si desaparece el pulmón del planeta.
Paramos
en la comunidad de Medio Monte y asisto a un milagro. La familia Peña nos
ofrece un chibé de yuca (bebida típica de la zona) que refresca y sabe a
gloria. A mi alrededor, lo que era terreno deforestado es ahora una frondosa
selva. Quedan aliados, personas que desde abajo cambian realidades cercanas. Me
emociono al sentir la sombra sobre mis espaldas de árboles que jamás hubiera
imaginado que fueran replantados. Aquí están nuestros socios, personas que se
han empeñado en plantarle cara a la deforestación y que, gracias al cultivo del
cacao y del banano y de la recolección del asaí, han encontrado el equilibrio
perfecto para seguir viviendo con la selva. Hay un sentido al esfuerzo y un
flotador en este océano de desazón. Literalmente me abrazo a ellos, hermanos
latinoamericanos, para despedirnos con un hasta pronto y con la convicción de
seguir dando batalla, de seguir curando las heridas de nuestro bello planeta.
Ser seres
vivos y luchar por salvar un árbol, luchar por recuperar tierra quemada, por
volver a dar vida. Quién iba a decir hace 20 años que esa sería nuestra misión
en las lejanas tierras amazónicas. Otra transformación, la última metamorfosis.
ADOPCIÓN:
AIBI, UNA CONFERENCIA EN BOLIVIA PARA SENSIBILIZAR A LA SOCIEDAD CIVIL SOBRE LA
ADOPCIÓN
Age Sir
de Italia (https://bit.ly/3TwjOdp)
Con la
conferencia internacional (17 y 18 de octubre) “El proceso de adopción y su
significado”, llega a su punto álgido el programa de 10 días de la primera
Cumbre Internacional organizada (a partir del 11 de octubre) por Ai.Bi. en
Bolivia para promover la reflexión y sensibilizar a la sociedad civil sobre la
adopción. Estuvieron presentes el vicepresidente Cai, Comisión Italiana de
Adopciones Internacionales, Vincenzo Starita y expertos como los españoles
Jesús Palacios y Charo Blanco Guerrero.
Promovido
en el marco del proyecto "Desde la Guardería: desde el Nacimiento, la
Identidad, los Derechos y las Oportunidades", el evento incluye una serie
de encuentros, debates, visitas de autoridades, así como el lanzamiento de la
campaña de sensibilización "Tú eres la pieza que falta”, acompañada del
“Manifiesto por la adopción”.
El
programa de la conferencia internacional ve, entre otras cosas, las
intervenciones de Manuela Di Spaldro, colaboradora de Ai.Bi. en Bolivia, por
Vincenzo Starita, por Jesús Palacios, del Departamento de Psicología Evolutiva
y de la Educación de la Universidad de Sevilla, España, experto en el campo de
la adopción y el acogimiento familiar, por Charo Blanco Guerrero, psicóloga
clínica que desde 1999 trabaja con las familias adoptivas realizando todo el
proceso de formación y valoración preadoptiva.
A la
conferencia también asisten representantes de las entidades autorizadas para la
adopción en Bolivia, el Vio (Viceministerio de Igualdad de Oportunidades) - la
autoridad central para las adopciones internacionales, y otras autoridades
locales como la Sedepos de Santa Cruz; la Corte y las Sedeges de La Paz, la
Defensoría de la Niñez de El Alto.
El
intercambio de experiencias y las ideas para la reflexión que ofrezca la
Conferencia se convertirán en los puntos de partida para una discusión más
general sobre el estado de la adopción en Bolivia, donde según los últimos
datos, referentes a 2019, los niños, niñas y adolescentes presentes en los
centros de acogida son 5.678, repartidos equitativamente entre mujeres (51%) y
hombres y para un 71% con edades comprendidas entre los 7 y los 18 años. Varios
de estos menores son los beneficiarios de los proyectos que Ai.Bi. se viene
realizando en el país desde 2004.
Finalmente,
el encuentro nacional de familias adoptivas se llevará a cabo los días 22 y 23
de octubre. distribuida equitativamente entre mujeres (51%) y hombres y 71%
entre 7 y 18 años. Varios de estos menores son los beneficiarios de los
proyectos que Ai.Bi. se viene realizando en el país desde 2004. Finalmente, el
encuentro nacional de familias adoptivas se llevará a cabo los días 22 y 23 de
octubre. distribuida equitativamente entre mujeres (51%) y hombres y 71% entre
7 y 18 años. Varios de estos menores son los beneficiarios de los proyectos que
Ai.Bi. se viene realizando en el país desde 2004.
Finalmente,
el encuentro nacional de familias adoptivas se llevará a cabo los días 22 y 23
de octubre.
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