BOLIVIA CULMINA EL PROCESO DE ESTATIZACIÓN DE LAS PENSIONES TRAS 26 AÑOS EN MANOS PRIVADAS
El
Gobierno de Luis Arce pone fin al largo proceso para rescindir los contratos de
las AFP entre el temor de muchos sectores y acusaciones de la oposición de que
usará los fondos para paliar su déficit.
El
Gobierno boliviano culminará en tres semanas el largo proceso de defunción del
sistema privado de pensiones. El próximo 2 de mayo, los casi 24.000 millones de
dólares de los ahorros bolivianos para su jubilación dejarán de ser
responsabilidad de dos empresas privadas de propiedad extranjera y comenzarán a
ser administrados por la Gestora Pública, una institución que al Gobierno
boliviano le ha costado alrededor de 13 años poner en pie. Con ello, se quitará
el último ladrillo de la estructura económica que se creó hace 26 años, durante
el periodo neoliberal de fines del siglo pasado.
Con
el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) privadas, el
Gobierno promete rendimientos más altos, menos comisiones y, por tanto,
pensiones mayores. El cambio inminente ha despertado temores y protestas de
varios sectores sociales y es considerado como una “apropiación del dinero de
la gente” por parte de la oposición política del país.
Según
declaró a la prensa Jaime Durán, gerente de la Gestora, esta subirá los
rendimientos de las inversiones de los fondos de pensiones de 3%, que es el
promedio logrado por las AFP en dos décadas y media, a más de 4%. Para eso,
dejará de cobrar las comisiones que las AFP descontaban de las inversiones.
También disminuirá la comisión directa que estas entidades privadas imponían a
cada jubilado, de 1,81% a 0,5%. “Lo haremos mejor y a un menor costo”,
prometió.
El
camino para renacionalizar las pensiones ha sido largo. Ya en 2010, el Gobierno
de Evo Morales argumentaba que las AFP nunca habían competido entre ellas, que
el resultado de su trabajo había sido mediocre y que, a cambio, estas compañías
se llevaban grandes utilidades que alcanzaron los 225 millones de dólares en 2023.
La animosidad contra las AFP, que al comienzo era alta, fue disminuyendo en el
largo tiempo que se necesitó para concretar la rescisión de sus contratos. Hoy,
el sentimiento predominante en los sectores sociales, sobre todo en los que son
generalmente opositores, como los maestros, universitarios, policías,
militares, pero también en algunos grupos obreros, parece ser el temor al
cambio y a que el Gobierno use mal los recursos, como ocurría en la época
anterior a la privatización.
Aprovechando
esta susceptibilidad, la oposición política, que en Bolivia tiene una
orientación predominantemente liberal, habla abiertamente de que el Gobierno
“se apropiará” de unos fondos que son privados y que los usará para pagar su
déficit. “La Gestora Pública está dirigida por cinco ejecutivos que fueron
nombrados por el oficialismo, por lo que no hay una garantía que los
trabajadores reciban una jubilación digna”, denunció el rector de la
Universidad de Santa Cruz, Vicente Cuéllar.
El
gerente Durán ha asegurado que los fondos de pensiones serán independientes de
cualquier decisión gubernamental y que prestarán dinero al Estado en las mismas
condiciones que lo han hecho con las AFP, es decir, a través de la compra de
bonos públicos garantizados en la bolsa de valores. Actualmente, solo un 20%
del dinero de jubilación está prestado al Gobierno.
La
decisión de estatizar el sistema de pensiones se tomó en la Asamblea
Constituyente que funcionó entre 2006 y 2008. Así, la Constitución boliviana
manda que “los servicios de seguridad social pública no podrán ser privatizados
ni concesionados”. En 2010 se aprobó una ley para sustituir las AFP por la
Gestora Pública, pero esta institución no estuvo en condiciones de operar hasta
el año pasado, cuando comenzó a trabajar con pequeñas cifras de aportes.
Durante
estos 13 años, los fracasos por dotar a la Gestora de las herramientas técnicas
que necesitaba para albergar los 2,5 millones de cuentas que manejaban las AFP,
generaron críticas, que se repiten hasta ahora, contra el entonces ministro de
Economía y actual presidente del país, Luis Arce.
Las
cuentas individuales, que fueron la gran innovación de las reformas de
pensiones de los años noventa en Latinoamérica, se mantendrán en el nuevo
sistema, aunque complementadas con un “fondo solidario” que asegura una pensión
mínima a quienes tienen menos aportes propios. Este fondo funciona ya desde
hace más de una década. Solo el 60% de los bolivianos que trabaja ha aportado
alguna vez para su jubilación, un déficit causado por la elevada informalidad
de la economía.
Una
de las AFP que han operado en Bolivia desde 1997, llamada Futuro, pertenece a
Zurich South America Invest. La otra, Previsión, es propiedad del Banco Bilbao
Vizcaya Argentaria. Este último, aprovechando un acuerdo sobre inversiones
entre Bolivia y España, demandó al Estado boliviano por los daños y perjuicios
que supuestamente le ocasionó el proceso. El Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial falló a su favor en 2022
y ordenó al Gobierno boliviano pagarle 94,8 millones de dólares, bajo el
argumento de que el proceso que atravesó el banco para salir del mercado
boliviano desde que se comunicó la rescisión del contrato en 2010 fue largo,
lento y tuvo requerimientos extraordinarios. El fallo se encuentra en la fase
de apelación.
El
mes de mayo será crucial para la Gestora Pública, que ahora debe demostrar que
el sistema de pensiones, hasta ahora razonablemente eficiente, continuará
siéndolo, a fin de desmontar las protestas que preparan sus críticos.
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CUANDO
LA REVOLUCIÓN BOLIVIANA GRITÓ: “¿QUIÉN VA TOMAR EL PODER? ¡LOS MINEROS!”
En
el marco del suplemento de Historia de La Izquierda Diario, compartimos con
nuestros lectores un capítulo del libro “Revolución obrera en Bolivia - 1952”,
que muestra una de las batallas más picantes que vivió Sudamérica.
Izquierda
Diario de Chile (https://bit.ly/3MEYWR1)
¿Depósitos
de armamentos saqueados en manos de los trabajadores de Oruro y Potosí? ¿El
Ejército Boliviano emboscado y derrotado por los mineros y el pueblo
trabajador? ¿La policía derrotada a manos de los trabajadores? ¿Una revolución
obrera en curso? ¿Es acaso la revolución “la irrupción violenta de las masas en
el gobierno de sus propios destinos” como decía León Trotsky? Todas estas
preguntas surgen a raíz del libro Revolución obrera en Bolivia - 1952 de
Eduardo Molina.
Para
la presente edición recomendamos el capítulo “Los mineros se adueñan de Oruro y
Potosí” que nuestros lectores podrán descargar en forma gratuita al finalizar
esta nota. El libro es parte de la colección Historia Latinoamericana de
nuestra editorial militante Ediciones IPS.
Cuando
lo imposible se vuelve probable…
Durante
siete décadas la revolución boliviana fue interpretada y contada según los
cánones del nacionalismo burgués del MNR (Movimiento Nacionalista
Revolucionario) donde prácticamente aparece muy poco el proceso que se da “por
abajo”, entre los trabajadores fabriles y mineros que son quienes dieron la
victoria a la revolución. Otra de las interpretaciones fue abordada por el POR
(Partido Obrero Revolucionario, de orientación trotskista), que no terminó de
profundizar el balance ni de la revolución ni de su propia actuación en la
misma. Otra de las lecturas, muy interesantes porque rescata el testimonio de
los sobrevivientes y protagonistas es el libro de Mario Murillo “La bala no
mata sino el destino” que ya reseñamos. Finalmente la revolución también fue
interpretada en clave “indigenista” con la cual polemiza Javo Ferreyra en el
prólogo del libro. Por su parte, Eduardo Molina pone en debate las principales
lecturas sobre la revolución boliviana y reactualiza las lecciones que dejó la
misma para preparar los combates del presente y el futuro en pleno siglo XXI.
El
9 de abril de 1952, lo que debía ser un golpe de Estado rápido, acordado por un
sector de las Fuerzas Armadas, la Policía y el MNR se transformó rápidamente en
una insurrección obrera triunfante, de masas, la primera victoria en la
historia contemporánea de América Latina promediando el siglo XX. Eduardo
Molina comenta en su obra que los altos mandos dirigentes parecían “todos
caballeros de muy honorable palabra… como demostrarán el día 9, amaneciendo al
otro lado de la barricada” (p. 388). El único punto de acuerdo entre los
conspiradores era sacar del medio a Ballivian. El colmo de ello, es que la
policía en La Paz, no solo no sabía de la conspiración sino que tampoco sabía
en qué bando ubicarse. Tras una serie de combates en los barrios obreros, entre
los que se destaca Villa Victoria, la capital boliviana cayó en manos de la
clase trabajadora, quebrando la resistencia del ejército y destrozando a la
policía. Una verdadera “irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus
propios destinos”. Lo mismo sucedía en el altiplano: Oruro y Potosí.
…y
lo probable se vuelve real
En
el capítulo que hoy presentamos, veremos cómo los jefes de los altos mandos,
sean del MNR o de las FFAA, al igual que en La Paz, le asignaron a las masas el
secundario rol de “acompañar”. Pero, lejos de eso, veremos a una clase obrera
que hizo su “escuela de guerra” no un día, ni una semana antes del inicio de la
revolución, aquel 9 de abril de 1952, sino un sexenio antes. Es decir que
durante los seis años previos, los mineros enfrentaron dictaduras, gobiernos
democráticos (bastante flojo de papeles en cuanto a lo “democratico” ya que los
analfabetos y las mujeres no podían votar), fueron víctimas de innumerables
masacres donde la sangre de los obreros, campesinos e indígenas regó el suelo
del altiplano y fue dejando grandes cantidades de litros. Además de resistir la
represión, también se templó una vanguardia obrera muy cualitativa en los
profundos socavones y campamentos mineros, moldeada bajo las Tesis de Pulacayo
que fue un documento muy avanzado de le época que le aportó aspectos de
independencia de clase y un programa anticapitalista a los trabajadores, bajo
la influencia del trotskismo. Por todo esto, el pueblo trabajador no podía
“acompañar” pasivamente, ajeno a la situación, a los acontecimientos
desarrollados durante los días 9, 10 y 11 de abril. Algo tenían en claro, a
pesar de las malas y escasas comunicaciones con los sucesos de la capital
boliviana, por experiencia, los trabajadores sabían dos cosas claras: primero
confiar en sus propias fuerzas y segundo estar en el bando opuesto a los militares.
Tanto
en La Paz con la Radio Illimani como en Oruro con la Radio Mercurio, la voz de
una mujer angustiada instaba a la población a concentrarse en las inmediaciones
del Regimiento Camacho. Allí el general Blacutt, que supuestamente era parte de
la revolución que debía encabezar el MNR, se pasó de bando a último momento y
ordenó disparar una balacera contra los mineros de San José que habían acudido,
dinamita en mano, a enfrentar la represión.
Oruro
estaba en pie de guerra y venció por completo al ejército, en una batalla
enorme y sangrienta al mismo tiempo, pero donde la moral y el entusiasmo obrero
y popular estaban tan altos como los picos andinos congelados en la cordillera.
Luego llegó el turno de Potosí, famoso por poseer la mina que la conquista
española se cansó de robar los recursos, el Cerro Rico, una de “las venas
abiertas de América Latina” al decir de Eduardo Galeano. En Potosí, los mineros
reunidos, luego de desmantelar al ejército y la policía, reunidos en la plaza
central gritaban “¿Quién va tomar el poder? ¡Los mineros!”.
“Cuando
lo imposible parecía probable y lo probable se volvía real” parafraseando a
León Trotsky, es cuando todo escepticismo de cambio radical de la sociedad, de
las condiciones de existencia se derrumbaron como un castillo de naipes. Una
vida que merezca ser vivida fue el motor que dió impulso a la revolución
boliviana protagonizada por mineros, fabriles, mujeres y en menor medida, al
menos en la fase inicial, por campesinos e indígenas.
En
este capítulo veremos cómo los mineros y el pueblo trabajador del altiplano que
sabía surcar los socavones de las minas, pronto surcaron los profundos
socavones de la historia.
ENTREVISTA.
SCHNEIDER: “EL ESTADO ASAMBLEARIO PERMANENTE EN LAS MINAS ‘IRRADIA’ AL CONJUNTO
DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES”
Izquierda
Diario de Chile (https://bit.ly/417SsyF)
Conversamos
con Alejandro Schneider, historiador y docente universitario, acerca de los
nudos centrales del proceso revolucionario, resaltando el protagonismo de las
bases obreras y su vínculo con los pueblos originarios, así como el papel de
las direcciones sindicales y políticas en la derrota de la revolución; sus
reflexiones apuntan a pensar también la realidad actual de Bolivia.
Alicia
Rojo: Estamos conversando con Alejandro Schneider, docente titular de la
Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de La Plata. Es especialista en
historia de Latinoamérica y de historia argentina; y con Diego Dalai Amitrano
que ha sido parte de la edición del libro de nuestro compañero Eduardo Molina,
Revolución obrera en Bolivia - 1952 (Ediciones IPS), al que nos vamos a referir
hoy también. Además de conversar alrededor de lo que nos convoca que es un
nuevo aniversario de la revolución boliviana a partir del 9 de abril. Nos
parece interesante intercambiar alrededor de la relevancia que ha tenido esta
revolución que a nosotros nos parece que ha sido de las más importantes del
siglo XX. Me gustaría preguntarle a Alejandro su opinión acerca de las razones
de la relevancia de este proceso.
Alejandro
Schneider: Bueno gracias. Yo siempre parto en mis clases cuando me toca
conversar sobre Bolivia, explicar sobre Bolivia, marcar que a diferencia de
otras revoluciones que se dieron en el siglo XX, la revolución mexicana, la
cubana, la guatemalteca, etcétera, la revolución boliviana tuvo un fuerte
protagonismo del actor —que siempre nosotros esperábamos como revolucionarios
en la construcción de un mundo distinto, para la destrucción del
capitalismo—que es la clase obrera.
O
sea, si hay algo que identifica la revolución boliviana frente al resto de las
revoluciones latinoamericanas, es que fue una revolución obrera con un
componente central, que es que los obreros no solo se movilizaron armados, sino
que también destruyeron el Ejército, que estaba imperante hasta ese entonces, y
generaron una crisis muy fuerte en la propia clase dominante. Tal es así que no
puede pasar desapercibido. Rene Zavaleta Mercado, —que es uno de los
principales intelectuales que dio Bolivia a lo largo del siglo XX y que en el
libro se cita permanentemente, en el trabajo de Eduardo Molina— dice que desde
la década de 1940 la historia de Bolivia no se puede comprender sin la
presencia de esa clase obrera minera y sin el Ejército. Son los dos grandes actores
sociales y políticos a la vez, que van a marcar la historia del país. Y en
cierta forma, esa clase obrera boliviana minera es la que va a irradiar al
resto de la sociedad. ¿Por qué la va a irradiar? Por el hecho de ser
protagonista en esas revolucionarias Jornadas de abril del ‘52. Tal es así que
su presencia, a pesar de que durante muchos años, o durante el comienzo del
siglo XXI, se decía que estaba destruida, agotada, que ya no existía más la
clase obrera, como hemos visto durante los gobiernos del MAS, desde el 2006 al
2019 y hasta el día de hoy, ha tenido un protagonismo importantísimo. Y, como
vimos también, esa clase obrera a la que se la quería liquidar, porque de hecho
hubo una fuerte ofensiva en 1985 por la ofensiva de reestructuración capitalista
—lo que comúnmente se denomina como ofensiva neoliberal— la clase obrera dio
respuesta a eso a pesar del desmantelamiento de las minas estatales, a pesar
del desmantelamiento de las empresas estatales del desguace de la COMIBOL. Y
tuvo fundamentalmente un papel protagónico central en lo que fue la Guerra del
gas de octubre de 2003. Entonces esa clase obrera que irrumpe con fuerza en la
década del ‘40, después de la guerra contra el Paraguay, la Guerra del Chaco,
que protagoniza la revolución del ‘52, va a marcar los ritmos. Le guste o no le
guste a muchos intelectuales, y a la propia burguesía, por más que le pese, va
a marcar el ritmo de la historia boliviana.
AR:
Yo recién te decía que nos parece esta revolución una de las más grandes del
siglo XX y vos abonaste bastante con lo que dijiste a esa idea. Lo que me
interesa a mí en particular, es desde el punto de vista historiográfico, si eso
ha sido evaluado de esa manera. Desde el punto de vista de la producción
historiográfica, académica, e incluso del conocimiento general, la revolución
cubana es mucho más conocida. ¿Cuál es tu visión acerca de este tratamiento
historiográfico que se le ha dado a la revolución boliviana?
AS:
Mira, yo creo que no lo suficiente. O sea, yo creo que durante muchas décadas siempre
se partió de trabajos clásicos sobre la revolución del ‘52 y que recién en las
últimas décadas se avanzó. Yo creo que un puntal fue el libro de Dunkerley, La
revolución en las venas. Creo que abre un nuevo campo, luego obviamente seguido
por otros trabajos.
En
este sentido, yo creo que es importante insertar el libro de Molina. ¿Por qué?
Porque a diferencia de muchos trabajos, hace una investigación muy particular
del día a día. Pero no solamente eso, sino que toma posición. Si bien todos los
libros historiográficamente toman posición, no hay una historia apolítica, como
sabemos bien, en el caso de Molina, discute en forma permanente y trata de
sacar lecciones sobre esa revolución. Y uno se pone a pensar
historiográficamente, hay todavía vacíos. Yo creo que esos vacíos en parte
tienen que ver con que historiográficamente es un tema difícil de tratar.
Porque no fue una revolución como cualquier otra, fue una revolución que caló
hondo en la sociedad.
Y
que muchas veces, por cómo termina o cómo se va desarrollando, el papel del MNR
[Movimiento Nacionalista Revolucionario. NdeE], el papel de las Fuerzas
Armadas, fundamentalmente a partir del ‘64 con Barrientos, y de la imposición
por lo menos hasta el año 85 de distintos gobiernos militares, con breves excepciones,
incluso dentro de los propios gobiernos militares, con irrupciones populares,
como fue el Gobierno de Torres. Yo creo que historiográficamente se le ha dado
más importancia a hablar del MNR, el partido burgués que encabeza el proceso y
que capitaliza el proceso, y que en cierta forma no se puede entender la
Bolivia, al menos hasta el año 2006, sin la presencia del MNR, que a la vez es
el sepulturero abierto de la revolución, es el encargado de sepultar la
revolución. No es el único responsable, pero es quizás el que usó la pala más
fuerte para enterrar a la revolución, que eso también tiene un impacto
historiográfico. De hecho muchos de los historiadores que han pensado la
revolución, han tenido un papel político, por ejemplo, el propio René Zavaleta
Mercado que fue funcionario del gobierno de Víctor Paz Estenssoro, fue
diputado, o sea, hay incluso un corrimiento historiográfico y político de René
Zavaleta Mercado, pero también tenemos que hablar de que fue protagonista, que
el golpe del ‘64 lo sorprende como ministro de Minas, esto no se puede obviar.
Después tenés otros historiadores que tratan permanentemente de justificar el
papel del MNR, los límites y las posibilidades, y después tenés una mirada
historiográfica política de una historia militante que es la que emplea el
(Guillermo) Lora (del Partido Obrero Revolucionario, POR).
Entonces
la perspectiva historiográfica estuvo cruzada por ese tratar de tapar, al menos
para mí, el papel protagónico de la clase obrera, que en su momento solamente
lo reivindicó la izquierda, la izquierda trotskista, incluso. No lo reivindicó
el estalinismo, PC boliviano o los maoístas, no les interesaba eso. Pero el
trotskismo sí, ¿por qué? porque en el proceso empezaba en cierta forma, al
menos en sus inicios, en esas jornadas de Abril, a tratar de empalmar con lo
que había pasado con la Tesis de Pulacayo. Y si bien la tesis de Pulacayo, por
ejemplo, decía no poner ministros obreros en el gabinete, sucede lo contrario,
la política de algunas organizaciones, muchas veces, fue la de tener mayor
cantidad de ministros obreros, sin cambiar el carácter del Estado burgués, era
entrar en el conformismo del Estado burgués.
O
el planteo del armamento permanente del movimiento obrero minero, y que las
armas son de los obreros. Bueno, ¿qué es lo que sucede?, ¿qué es lo que vemos
con la revolución? La política de sacar las armas, sacarle ese poder ligado a
la movilización que, con contradicciones, con fuertes tensiones en su seno,
lentamente el régimen burgués, lo va haciendo. Entonces, la cuestión política
ha marcado las cuestiones historiográficas y ha marcado un poco la agenda de
por qué investigar eso o no investigarlo. No sé si te respondo más o menos.
AR:
Sí, claro, el protagonismo obrero de la revolución ha sido motivo de disputa
tanto del punto de vista político como el punto de vista historiográfico. Me
parece interesante esta relación que marcás entre las propias direcciones del
movimiento y los historiadores que han hecho historia del proceso
revolucionario. Tal vez nos puedas comentar algunos puntos de ese proceso de
revolucionario. Hablaste de las Tesis de Pulacayo. Creo que nombraste el
proceso de la insurrección. Son dos momentos, la Tesis Pulacayo, la
insurrección de Abril del ‘52. ¿Qué te gustaría destacar de este proceso
revolucionario? Destacamos el peso de la clase trabajadora, efectivamente que
es aquello que ha sido velado política e historiográficamente, pero también la
revolución tomó las demandas de los pueblos originarios, el movimiento
indígena.
AS:
El principal nudo para mí es algo que, parafraseando a uno de los intelectuales
burgueses, porque es claramente un intelectual burgués, Álvaro García Linera,
pero que marca una concepto muy importante que es “la ciudadanía minera” o sea
ese papel que tienen las organizaciones de base minera, para mí ese es el punto
central. Pensar las organizaciones de base minera ¿qué implica? que la
dirección de la Central Obrera Boliviana (COB) que se constituye al calor de
las jornadas de Abril, que el dirigente burocrático que emerge, Juan Lechín
Oquendo, que va a manejar con puño de hierro la central obrera hasta la década
de los ‘80, hasta 1985, que no puede hacer, y esto es lo más importante, todo
lo que él realmente quiere hacer, digo, él quería evidentemente cerrar ese proceso,
pero no lo va a hacer de un día para otro.
¿Y
qué es lo que le impide ese proceso? Cerrarlo, encausarlo dentro del orden
burgués, dentro del movimiento del MNR. Pensemos que fue vicepresidente, no es
que solamente fue ministro, fue vicepresidente, y no se puede decir (comparando
con la situación actual en Argentina, el vicepresidente o la vicepresidenta,
pareciera que no tiene nada que ver con el Poder Ejecutivo) que no es
responsable. Fue responsable de la implementación del Plan Triangular [diseñado
por EE. UU. como parte de la Alianza para el Progreso a comienzos de la década
de 1960, consistente en inversión de capital en COMIBOL a cambio de despidos
masivos y reestructuración de la empresa. NdeE] de implementación de las
políticas desarrollistas.
Y
lo que impedía eso [el logro de todos los objetivos del MNR. NdeE] era el
estado asambleario permanente que existía en los yacimientos mineros. Para mí,
el elemento más dinámico es ese, porque es el que refleja lo que la Tesis de
Pulacayo discutió: el armamento obrero, el control minero de la producción, la
ocupación del yacimiento, la política de estatización sin indemnizaciones, por
más que después Lechín negocia otra cosa y hay que indemnizar a los Barones del
Estaño con todo lo que ya se habían robado, ¿no? la Rosca minera, que ya había
expoliado a costa de sangre obrera, a costa de masacres. Qué impedía que ese
proceso no canalice tan rápidamente y que en última instancia, lleve a una
solución draconiana que es la interrupción por la fuerza y un Golpe de Estado
sangriento como es el de noviembre del ‘64. Y que después Barrientos tiene que
sofocar protestas obreras como en Siglo XX, masacrando. Recordemos la masacre
de San Juan en 1967.
Es
esa dinámica obrera y no es solamente que le pone obstáculos a la burocracia en
su política conciliadora; esa dinámica obrera en los yacimientos, para mí es
importante también porque irradia, para utilizar un término que utilizan los
bolivianos, al conjunto de las organizaciones sociales, irradia a los pueblos
originarios, irradia a las organizaciones campesinas. Las organizaciones
campesinas empiezan a reclamar: la lucha contra los gamonales, la lucha por la
tierra, la lucha por determinadas demandas democráticas por el impulso de esas
organizaciones obreras.
Porque
esas organizaciones obreras contagian ese fervor revolucionario y les dicen a
los campesinos, empecemos a organizar y empecemos a actuar. Y es en ese proceso
donde se produce la reforma agraria un año más tarde. La reforma agraria se da
como un proceso de tranquilizar la protesta social, impedir que exista esta
alianza obrero-campesina y fundamentalmente algo muy importante: si bien
pareciera que termina con el pongueaje material, que termina con la dominación
material que tenían los gamonales y demás, aparece un nuevo el pongueaje, el
mental.
Las
organizaciones campesinas se convierten en apéndices del MNR, se convierten
luego en apéndices del Ejército, es lo que da lugar al pacto militar-campesino,
o sea, el pacto militar entre las organizaciones sindicales, entre los
dirigentes sindicales de las estructuras agrarias, de las organizaciones
sindicales campesinas, y el Ejército que es previo a lo que empezaba a hacer el
MNR, el objetivo que tenía Paz Estenssoro que era ganar esos dirigentes
sindicales campesinos para convertirlos en instrumento de lucha contra la clase
obrera. No es solamente impedir la alianza entre organizaciones obreras y
organizaciones campesinas, sino que esas organizaciones campesinas a voluntad
del Estado burgués y a voluntad del MNR luchen contra las organizaciones
obreras, como vimos claramente durante la presidencia de Paz Estenssoro a
comienzo de la década del ‘60.
Pero
fíjense en un detalle no menor. Esa especie de clientelismo que se da entre el
Estado que se da con el MNR, luego con los militares, va a perdurar hasta el
día de hoy —porque hacemos historia para tratar de explicar el presente—, por
el Gobierno de Evo Morales. Tenemos que decir bien claro: el Gobierno de Evo
Morales, fundamentalmente durante su segunda presidencia —en las tres
presidencias pero fundamentalmente en la segunda—, no dudó en utilizar a sus
organizaciones campesinas que le respondían, Las Bartolinas, los cocaleros y
demás, para enfrentar a otras organizaciones indígenas, como por ejemplo,
cuando fue la marcha del TIPNIS [Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure. NdeE] o tratar de impedir que los obreros mineros realicen protestas. O
sea, el gobierno del MAS, el gobierno de Evo Morales, sigue utilizando esos
mecanismos de clientelismo político que ya se había empezado a usar el MNR.
Mucha gente que escuche esto y los masistas van a decir que no, pero la verdad
es que uno puede ir a los diarios, los testimonios que hay son abundantes, de
cómo Evo Morales permanentemente anunciaba de que iba a movilizar a sus propias
organizaciones, a sus organizaciones, fundamentalmente que le respondían
directamente sin ningún tipo de contradicción como los cocaleros o Las
Bartolinas. En algunos casos, como los cooperativistas, empresarios mineros, al
menos hasta el año 2016 (en el 2016 se produce una crisis muy importante con el
Gobierno de Evo) pero, ¿le respondían como fuerza de choque contra quién?
Contra los sectores que se movilizaban, contra los que impugnaban la política
frente al TIPNIS, la política frente a los salarios. Cuando se produce en el
año 2014 una protesta muy importante de obreros mineros por el tema de las
jubilaciones, los trabajadores de Huanuni salen a enfrentar con fuerza al
Gobierno de Evo Morales. Evo advierte de que va a enviar a las organizaciones
de cocaleros y Las Bartolinas a enfrentarlos. Y esto es lo que hacía Paz
Estenssoro. Tratar de quebrar lo que podríamos llamar o algunos denominan —a mí
no me utilizaba mucho el concepto—, estas organizaciones subalternas. Nosotros
diríamos tratar de impedir que haya una alianza obrero-campesina, no sé si soy
claro.
AR:
Claro, vos señalas un aspecto que tiene que ver con la enorme vitalidad del
proceso revolucionario, lo vinculás a esa esa movilización de base, pero
también estás señalando los elementos que van abonando el camino de una derrota
que vendrá con el golpe.
Diego
Dalai: En este mismo sentido de lo que venías diciendo, si podés ampliar,
profundizar un poco, en qué te parece a vos que pueden ser las causas
fundamentales de que semejante revolución, con semejante influencia de la clase
trabajadora en el resto de las masas, campesinas, terminan cediendo el poder al
MRN, terminan sin poder expropiar a la burguesía, sin poder llevar adelante en
otras palabras, el programa que estaba inscripto en las Tesis de Pulacayo; que
por otro lado, como vos decías antes, durante el primer gobierno del MNR se fue
justamente haciendo todo lo contrario de lo que se había dicho, ¿no? esto que
vos mencionabas de los ministros obreros, que después terminan haciendo el
co-gobierno (MNR-COB). Se van traicionando si se quiere o negando lo que se
había estipulado en las Tesis de Pulacayo, ¿cuáles serían para vos los ejes
fundamentales que pueden explicar ese derrotero, ese resultado?
AS:
Bueno, desde mi posición historiográfica y política yo parto de un primer
problema que tiene este proceso que le falta un partido político
revolucionario. Le falta un partido político que realice un Octubre al estilo
soviético. O sea un partido bolchevique. Eso creo que fue la principal carencia.
Y el POR no estuvo a la altura suficiente de ese proceso, y ese es me parece un
primer limitante. El tratar de transformar tareas democrático-burguesas y
convertirlas en socialista, yo creo que es un proceso consciente; se necesita
una vanguardia política que esté compuesta y encabezada fundamentalmente por
obreros, dirigida por obreros. Me parece que es un primer gran problema.
Frente
a eso hubo organizaciones que políticamente estuvieron claramente dominadas por
el MNR, que no era en ese momento homogéneo, un MNR bastante heterogéneo con
distintas alas, el ala más izquierdizante, más radicalizada, lentamente fue
sucumbiendo, fue aceptando, el hecho de Lechín de pedir ministerios y luego
terminar siendo vicepresidente, creo que es una muestra muy clara y después
colaborando en cierta forma con el golpe del ‘64; y después la trayectoria
general de Lechín. Entonces tenemos esos elementos que me parece que no tenemos
que perder de vista. O sea, el plano subjetivo es central.
Otro
plano es la política de Gobierno, el gobierno concede determinadas demandas que
piden los trabajadores, los obreros, los campesinos, si la reforma agraria la
concede parcialmente, incluso distorsionadamente; nosotros cuando pensamos en
la reforma agraria, pensamos en los departamentos del occidente, estamos
pensando en Oruro, estamos pensando en Potosí, estamos pensando quizás en
Cochabamba. Pero pensamos que la hubo también una reforma agraria a favor de
los latifundistas capitalistas en Santa Cruz de la Sierra, que la base de los
grandes pooles de siembra de soya (soja diríamos nosotros) dicen los
bolivianos, de azúcar, etc. El propio MNR fomenta una gran burguesía
terrateniente en el departamento de Santa Cruz de la Sierra que es un factor de
poder hasta el día de hoy, muy claro.
Entonces
tenemos un Gobierno del MNR que satisface parcialmente las demandas que pedían
los trabajadores que quieren la estatización, pero lo va a acompañar con
indemnización; si quieren los trabajadores intervenir en el control estatal con
la COMIBOL, con la corporación minera boliviana, pero es un proceso burocrático
minoritario, donde incluso el sector representante de los obreros rápidamente
se burocratiza y se los convierte en parte de esa cadena de poder.
Un
tercer factor no menor es la represión. Una política que va a tener gran peso
si uno se pone a pensar en estos años, una política fuertemente represiva. Una
política que no va a dudar en atacar a los trabajadores. ¿Cómo se va a hacer
ese ataque? Primero, el primer ataque es a partir de la condición material del
Estado, recrear el Ejército en la necesidad de un aparato militar para imponer
el orden. O sea, la clase dominante ve la necesidad de reconstruir el Ejército,
un Ejército que estaba fuertemente golpeado, que en algunas zonas había sido desarmado,
no por completo, pero que había sido desarmado y a la vez recomponer la
autoridad estatal. Esa recomposición de la autoridad estatal es por medio de
mecanismos coercitivos. Y en ese sentido no le va temblar la mano a este
gobierno para imponer esta política, de alineamiento de los Estados Unidos, de
modernización capitalista y demás.
Una
política fuertemente represiva, no solamente instrumentada por el Ejército o
por el aparato de Estado, sino también por policías secretas, así como por
ejemplo, el control político, una agencia creada por un nazi. O la colaboración
de dirigentes sindicales de organizaciones campesinas que por estos acuerdos
que empieza a tejer con el MNR, van a utilizar para ir a apalear a los
trabajadores, el centro de Achacachi, un centro aimara importantísimo en el
altiplano paceño, se va a convertir en una base de apoyo militarizado de
indígenas aymaras para proteger al Gobierno del MNR y enfrentar las luchas
obreras.
Entonces
yo creo que hay distintos mecanismos. Empiezo por el aspecto subjetivo que es
la carencia de un Partido Revolucionario dispuesto a hacer una revolución de
Octubre en el sentido clásico. Cuando hay una movilización hay un proceso de
cuestionamiento, hay un proceso de organismos de estas organizaciones de base que
se están disputando al Estado espacios. La única fuerza de izquierda que podría
llegar a encarar eso —no estoy pensando en el estalinismo que es el gran
sepulturero de la revolución—, estoy pensando en la pequeña fuerza que era el
POR, no hace para mí una lectura correcta. Obviamente esto quizás con “el
diario del lunes”, pero en la práctica el debate queda cerrado, aunque hay toda
una serie de cruces y demás, queda cerrado en una especie de seguidismo en la
posibilidad de que Lechín pueda en algún momento encabezar este proceso.
Y
por otro lado, el elemento objetivo concreto de que es un aparato de Estado que
rápidamente se rearma y que los Estados Unidos, en un contexto de guerra fría,
acompaña a esto, Bolivia es el país con mayor cantidad de instructores
militares que van a Estados Unidos a prepararse. Es el país con mayor cantidad
de dinero que reciben esos años para frenar y encauzar el proceso
revolucionario que había surgido. El texto de Field [Field Jr., Thomas, Minas,
balas y gringos, Bolivia y la Alianza para el Progreso en la era de Kennedy.
NdeE] sobre la Alianza para el Progreso, que Javo Ferreira lo ha citado en el
epílogo del libro de Eduardo, es una clara muestra, un buen trabajo académico,
para ver cómo los Estados Unidos estaban interesados en encausar este proceso
revolucionario.
AR:
Bueno Alejandro, para finalizar, darnos tu opinión, ahondar un poco en el libro
de nuestro compañero, Eduardo Molina que publicamos el año pasado. Como sabés
es un libro que ha sido editado póstumamente, con un trabajo de edición de sus
escritos y sus estudios de años que él nos dejó. ¿Qué te pareció?
AS:
El libro como yo creo que lo hemos conversado el año pasado, es un gran aporte
al proceso revolucionario del ‘52 con el aporte, porque es un poco lo que dije
antes, no solo porque analiza el día a día los debates, los problemas. Y
además, si bien por momento de la lectura resulta difícil, porque se reitera en
algunas cuestiones, no deja aspecto sin tocar y esto me parece que es algo
verdaderamente valioso. Asimismo, historiográficamente tiene un compromiso
político, si bien todos los libros teóricamente tienen compromiso político, el
de Eduardo se nota claramente tratando de sacar lecciones para el presente,
siempre está pensando la Bolivia del ‘52 para ver cómo se responde
políticamente a la situación de ese momento, cuando Eduardo escribe, que es en
el Gobierno de Evo. Y el Gobierno de Evo en cierta forma, en las tensiones, las
internas, quiere rescatar algunos elementos de la revolución del ‘52, quiere
rescatar elementos de ser parte de una revolución nacional y demás, pero
obviamente no llega ni siquiera eso.
El
libro de Eduardo sirve para discutir muchas de las políticas del Gobierno de
Evo. Ustedes sabrán, recordarán, que el gobierno del MAS en el 2006 viene con
una agenda muy clara marcada por la insurrección de octubre del 2003, que es la
nacionalización de los bienes primarios, de los hidrocarburos, de las minas. Y
el Gobierno de Evo no hace eso. Se queda dándole en la Constitución del 2009,
amplias ventajas a los sectores privados. Entonces, discutir la Revolución del
‘52, la importancia de lo que fue la presencia minera, la importancia de los
procesos de nacionalización, a pesar de todas las dificultades, empezar a
discutir el papel del proletariado durante el gobierno del MAS es un hecho
significativo.
¿Por
qué? Porque si hay algo que el gobierno del MAS tuvo en esos 13 años fue
perseguir al movimiento obrero, al movimiento obrero minero, que fue una piedra
en el camino de Evo Morales. Pensemos que las principales protestas que Evo
tiene que enfrentar vienen del movimiento obrero minero. Pensemos en octubre
del 2006 en Huanuni. La nacionalización del principal yacimiento de estaño de
las minas que eran históricas de Patiño, Evo se vio obligado a hacerlo porque
los mineros se enfrentan a los cooperativistas empresarios. Recordarán esos
hechos, 16 muertos y 100 heridos en esas jornadas. La nacionalización de Mallku
Khota, a la nacionalización de Colquiri; son tres nacionalizaciones las que
estoy mencionando y el Gobierno de Evo se vio obligado a hacer porque hay un
movimiento obrero minero que le exige que cumpla con la agenda de octubre del
2003. Y no estaba en la intención del Gobierno de Evo. Para nada. Más aún,
cuando el movimiento obrero minero sale en las jornadas de lucha de 2014 o en
el gasolinazo del año 2010, el Movimiento Al Socialismo en el Gobierno tiene
que retroceder, porque son los obreros de Huanuni, son los obreros de Oruro,
son los obreros de Colquiri, son los obreros que se movilizan y obligan al
Gobierno a retroceder.
Y
que el movimiento obrero minero vuelva a aparecer en escena, como aparece en el
gobierno del MAS, es uno de los elementos para tratar de explicar; cuando ese
papel durante años el vicepresidente del MAS, Álvaro García Linera, lo trató de
negar, ningunear, le demostró un tremendo mentís. El movimiento obrero minero
sigue teniendo vigencia y los trabajadores en general tienen vigencia; porque
recordemos también las huelgas de abril en la huelga del magisterio urbano, el
magisterio rural, las huelgas de los petroleros, etcétera, la huelga de los
trabajadores de los aeropuertos. O sea, podemos mencionar una importante
cantidad que por lo general no aparece, o mejor dicho, el Gobierno trataba de
tapar o ningunear y la respuesta que Álvaro García Linera siempre tenía: son
esos trotskistas que quieren interrumpir el proceso de cambio, recordarán eso
¿no? siempre la acusación es el trotskismo. Y ese decir que los trotskistas son
malos, viene también de la revolución del ‘52 y viene de las Tesis de Pulacayo
no es casual, es como cuando los peronistas, muchas veces acá en la Argentina,
dicen la culpa es de los bolches, de los trotskos, en los ‘70. Tiene una razón
de ser porque fue el trotskismo, un actor protagónico central en la historia
del movimiento obrero boliviano y bajo el Gobierno del MAS, me parece que
nuevamente ese fantasma del trotskismo estaba presente en los discursos y en la
práctica con las acciones del movimiento obrero organizaba.
AR:
Bueno, muy bien, te agradecemos mucho Ale como siempre.
EN
MEDIO DE UNA CORRIDA CAMBIARIA, LA ECONOMÍA DE BOLIVIA ENFRENTA HORAS DECISIVAS
MSN
de España (https://bit.ly/3GJ7dQg)
En
economía, como en otros órdenes de la vida, nada es gratis y esto es lo que se
está percibiendo en Bolivia debido a los gruesos errores de política económica
que se vienen cometiendo desde hace muchos años y cuyo síntoma más visible es
el agotamiento de las reservas en poder del Banco Central.
De
hecho, estas vienen en caída libre desde 2014, cuando sumaban unos u$s15.500
millones. El dato concreto es que, si en aquel entonces representaban el 46%
del PBI, a fines del año pasado no llegaban al 9 por ciento.
Según
los analistas el problema tiene su punto de partida en 2006 cuando el Gobierno
de Evo Morales nacionalizó los yacimientos de gas y refinerías de petróleo que
pertenecían a Repsol, Total Energies y Petrobras.
Inicialmente
el camino elegido pareció ser el correcto, pues jugó a su favor la sostenida
suba de los precios internacionales, lo cual le permitió disponer de fondos que
volcó en gran medida a políticas destinadas a mejorar el nivel de vida de la
población. Pero como contrapartida se desatendió todo lo referido a la
exploración de gas, por lo que las reservas entraron en pendiente negativa y
consecuentemente las exportaciones también.
Como
consecuencia de ello, los ingresos por este concepto bajaron a la mitad desde
2014 y todo indica que seguirán cayendo. Es más, en 2022 el país se convirtió
en importador neto de combustibles por primera vez en décadas, con un déficit
de u$s1.300 millones.
En
definitiva, en la actualidad el Gobierno se encuentra en un escenario de
marcada vulnerabilidad, en el que la posibilidad de acceder a los mercados de
capitales se complica por las tasas que le exigen y un tipo de cambio fijo que
se mantiene por debajo de los 7 pesos desde hace muchos años.
El
gobierno de Bolivia deberá tomar medidas sobre el mercado cambiario
Bolivia
enfrenta horas decisivas en materia cambiaria y financiera
La
suma de todos estos sucesos desembocó en una crisis monetaria de envergadura,
alimentada por la decisión de dejar de informar el stock de reservas desde
febrero pasado y el llamado a la población que reduzca las compras de dólares.
La respuesta del ciudadano de a pie fue obvia: se volcaron a los bancos y casas
de cambio a comprar todo lo posible, lo cual dio lugar a la reaparición de un
dólar marginal o blue.
Ante
este escenario, lo que está en discusión es si el Gobierno podrá mantener su
política de tipo de cambio fijo o si se verá obligado a devaluar. No obstante,
esta opción no está en lo inmediato en los planes oficiales.
De
hecho, el Presidente Arce aseguró que no devaluará el boliviano ni levantará la
subvención a los combustibles, pese a que ambos elementos presionan las
reservas internacionales, cuyo estado se desconoce, sino que apostará a largo
plazo por la industrialización con sustitución de importaciones, en el marco de
su modelo económico.
En
respuesta, el presidente de la Federación de Entidades Empresariales de
Cochabamba, Luis Laredo, señaló que si la economía estuviese bien, no habría
escasez de divisas por la caída de las Reservas Internacionales Netas.
"Cómo
puede decir que la economía está bien si no hay divisas para hacer
transacciones y la gente no puede ni retirar sus ahorros en dólares, los importadores
necesitan hacer transferencias de dólares y no hay y las comisiones de bancos
han subido para hacer transferencias. Yo creo que la economía no anda
bien", precisó.
En
tal sentido, un informe de Balanz sostiene que "la baja de las
cotizaciones de los bonos soberanos de alguna manera parece estar incorporando
un escenario mucho más desordenado desde lo económico y político si finalmente
se abandona el esquema de tipo de cambio fijo".
Economistas
prevén una posible devaluación del peso boliviano
Los
analistas agregan que "desde la óptica puramente macroeconómica, muchos de
los desajustes actuales ligados a la pérdida de reservas internacionales se
podrían solucionar de manera relativamente sencilla (aunque con sus costos) con
una depreciación cambiaria".
Claro
está que dejar flotar la moneda no sería barato en el corto plazo ya que
llevaría a un salto en el tipo de cambio, en la inflación y una marcada caída
en el PBI.
Cabe
apuntar que en noviembre del año pasado el Fondo Monetario Internacional
indicaba que el tipo de cambio real se encontraba moderadamente sobrevaluado.
Sin embargo, advertía que un cambio repentino en las preferencias de portafolio
de los inversores podría forzar el abandono del tipo de cambio fijo".
Según sus propias estimaciones ello podría generar una depreciación nominal de
34%, un salto en la inflación a 8% y una caída del PBI cercana a 3.5%.
Según
los analistas de Balanz, ese escenario se parece mucho a la dinámica de los
eventos en las últimas semanas. Incluso, el FMI remarcaba que uno de los
principales riesgos para la economía boliviana provenía del ajuste en las
condiciones financieras globales producto del incremento en las tasas de
interés y que esto derivara en una mayor demanda por dolarización.
BOLIVIA:
¿POR QUÉ ESCASEAN LOS DÓLARES?
¿Qué
está pasando con el dólar en Bolivia? El billete verde está escaseando. Las
reservas en la moneda norteamericana disminuyen desde hace años y desde hace un
mes el Banco Central es prácticamente la única vía para conseguirla, creando
largas colas de ciudadanos preocupados y el surgimiento de un mercado paralelo.
Radio
Francia Internacional RFI (https://bit.ly/41vP40n)
Desde
marzo, bolivianos hacen largas colas para comprar dólares ante el Banco Central
por ser casi el único lugar donde puede conseguirse el billete verde. El
Gobierno rechaza que haya inestabilidad económica y denuncia un brote especulativo
de “malos bolivianos”.
Lo
cierto es que prosperan mercados paralelos que venden dólares por encima del
cambio fijo y el Banco Central da plazos de semanas para cumplir con las
ventas. ¿Qué hay detrás de esta inusual demanda?
“Es
bastante preocupante”
“La
explicación de esto pasa por que gran parte del déficit fiscal que enfrenta
Bolivia tiene que ver con el subsidio a los hidrocarburos. Bolivia lleva un
régimen de subsidio con un precio de hidrocarburos líquidos, gasolina y diésel
fijo desde 2005. Entonces, en los últimos años el costo de estos subsidios a
hidrocarburos ha sido creciente y evidentemente, a diferencia de otros ítems
del déficit fiscal, esto demanda dólares”, explica Gabriel Espinoza, economista
y ex director del Banco Central de Bolivia.
“Como
el gobierno ha venido enfrentando una caída de ingresos en divisas básicamente
porque la producción de gas, que es la principal fuente de ingresos para el
gobierno central, ha venido en decadencia, ha empezado a consumir las reservas
internacionales del Banco Central. Y esto ha llegado a un límite. Es bastante
preocupante. A finales del 2022 y ya para enero y febrero del 2023, se desató
las expectativas negativas de las personas y se empezó esta crisis cambiaria
que estamos viviendo hoy día”, prosigue.
“Presiones
inflacionarias crecientes”
El
temor por la escasez, avivado por las restricciones de compra, no hace más que
agravar la demanda de dólares. ¿Qué consecuencias tiene esta crisis para la
economía boliviana?
“El
gran problema es que gran parte de estas restricciones para obtener divisas por
parte de importadores, comerciantes y la misma gente que ha depositado sus
recursos en el sistema financiero, se está volcando a los precios. Bolivia
consume una gran cantidad de productos importados, pues aquellos importadores
están viendo que las comisiones de envíos al exterior de moneda extranjera
empiezan a subir fuertemente, que empiezas a tener listas de espera para
obtener divisas… Hay presiones inflacionarias crecientes que se van a notar
recién entre abril y mayo de este año”, detalla el economista.
Ante
este panorama, el Gobierno boliviano busca fortalecer las reservas
internacionales, desincentivar la compra de dólares y luchar contra la
especulación. Entretanto, Bolivia amenaza con dejar de ser una excepción en una
región latinoamericana castigada por altos niveles de inflación.
POR
QUÉ TANTO WASHINGTON COMO BEIJING ESTÁN TOMANDO NOTA DE LOS PROBLEMAS
ECONÓMICOS DE BOLIVIA
Los
depósitos de litio del país, críticos para las ambiciones de energía renovable
de Estados Unidos y China, están en juego.
The National
Interest Org. (https://bit.ly/3oeE7lv)
La
economía de Bolivia está encallada, presionada por tasas de interés globales
más altas y errores de política. Sus reservas de divisas, que se ubicaron en
$15,400 millones en 2014, ahora se estiman en menos de $400 millones (sin
contar $2,600 millones en reservas de oro), capaces de proporcionar menos de
dos semanas de cobertura de importaciones. El tipo de cambio sobrevaluado del
país está mostrando signos de tensión. Las corridas bancarias continúan a
medida que las personas intentan obtener sus dólares antes de lo que parece
cada vez más un colapso. Si bien el deslizamiento del país andino hacia una
gran crisis de balanza de pagos es en sí mismo una mala noticia, también tiene
implicaciones geopolíticas más amplias, que afectan la transición energética global
y se filtran hacia la nueva Guerra Fría entre China y Estados Unidos.
Los
problemas energéticos y monetarios de Bolivia
La
difícil situación económica del país se origina en su modelo económico
fuertemente estatista de larga data, implementado en gran medida después de la
elección de Evo Morales a la presidencia en 2006. Si bien el modelo permitió al
país reducir la pobreza, mejorar el ingreso per cápita y mantener baja la
inflación, se acumularon otros problemas. El gobierno actual está bajo la presión
de las políticas expansivas en curso: subsidios primarios para la agricultura,
la industria y el combustible, que se vieron afectados por la pandemia de
coronavirus y la guerra ruso-ucraniana. Además, la producción de petróleo y gas
está disminuyendo; Los ingresos del sector energético han financiado durante
mucho tiempo la generosidad estatal.
Alguna
vez llamado el "corazón palpitante" de la producción de gas natural
de América del Sur, Bolivia no tuvo grandes descubrimientos durante muchos años
y la producción ha caído desde 2015. Según la firma de investigación energética
Wood Mackenzie, según las tendencias actuales, se espera que la producción de
gas boliviana disminuya de 1,4 mil millones de pies cúbicos por día en 2022 a
casi nada en 2030.
El
sector del gas natural de la nación tiene numerosos problemas. El gobierno de
Morales nacionalizó la industria en 2006 pero luego no reinvirtió en
exploración. Mientras tanto, el historial de inversión extranjera de Bolivia es
pobre; otros países ofrecen mejores condiciones para la exploración y
producción y menor riesgo político. La posición energética de Bolivia se
complica aún más por los cambios en sus clientes clave, Argentina y Brasil, que
han desarrollado sus propios recursos energéticos. Para evitar un ajuste
doloroso (lo que significa reducir los subsidios), el gobierno durante la
última década ha utilizado rutinariamente sus reservas de divisas para cubrir
cualquier brecha en el gasto. La caída de los ingresos del gas es ahora un gran
dolor de cabeza para el gobierno del presidente Luis Arce.
Una
falta de soluciones potenciales
Las
opciones de Bolivia son limitadas. Será difícil aprovechar más las reservas de
divisas, dado que la gran mayoría de lo que queda es oro. Vender oro en los
mercados internacionales podría tomar tiempo, ya que el gobierno requiere la
aprobación del Congreso para hacerlo, y como máximo serviría solo como una
medida temporal. Además, socavaría aún más la confianza en la situación
financiera del país.
Alternativamente,
el banco central podría aprovechar las reservas de divisas en poder de los
bancos comerciales del país, como lo hizo en 2018. Pero tal acción solo
profundizaría el nerviosismo del público sobre las instituciones financieras
del país. Las políticas gubernamentales ya están bajo un intenso escrutinio,
incluidas las demandas de que el gobierno proporcione una explicación de por
qué se invirtieron $918 millones de fondos de jubilación en bonos soberanos
bolivianos, que han sufrido una devaluación severa .
Volverse
hacia el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y/o el Banco
Interamericano de Desarrollo sería políticamente difícil. Cualquier asistencia
de este tipo seguramente implicaría medidas de condicionalidad: reducir los
subsidios (para mejorar la posición fiscal del país), cambiar el régimen
monetario del banco central (para ayudar a impulsar las exportaciones y reducir
la exposición del banco central a los swaps de divisas), introducir políticas
que promuevan un entorno más acogedor para la inversión extranjera (para ayudar
a que el gas natural exploración y desarrollo de la naciente industria del
litio), y reformas de las pensiones. Teniendo en cuenta la naturaleza de
tendencia populista del gobierno de Arce, estas medidas serían dolorosas,
especialmente con las elecciones de 2025. Además, Bolivia, con sus
calificaciones crediticias únicas B, sería difícil de vender a los
inversionistas internacionales en bonos, una situación que no ayudó con el
aumento las tasas de interés internacionales, que han causado algunos alborotos
en los mercados de bonos y bancos globales .
Para
complicar aún más la situación, el gobierno del MAS ( Movimiento al Socialismo
) de Arce quiere mantener los subsidios del país y el tipo de cambio
sobrevaluado debido a la propia historia personal de Bolivia con la inflación.
Existe una profunda preocupación de que la reducción o eliminación de los
subsidios a los combustibles resulte en una mayor inflación, que Bolivia ha
sufrido antes en la década de 1980. En ese momento, la inflación alcanzó un
asombroso 23,464 por ciento en 1985. Cualquier avance que se haya logrado en el
nivel de vida del país podría desaparecer con otro episodio de alta inflación y
ciertamente abriría la puerta a la agitación social.
Luego
está la dinámica política interna del país, que solo frustra aún más el entorno
de formulación de políticas. Hay tensiones dentro del MAS entre los partidarios
del expresidente Evo Morales (2006-2019), quien se cree buscará la reelección,
y el titular Arce. También existe animosidad entre la administración de Arce y
la región económica más fuerte del país, la provincia de Santa Cruz. Esta
provincia más conservadora ha chocado a menudo con los gobiernos de izquierda
de Morales y Arce en materia de política económica. Las tensiones aumentaron en
diciembre de 2022, cuando el gobernador conservador de la provincia (y líder de
la oposición), Luis Fernando Camacho, fue arrestado por su presunto papel en
los disturbios de 2019 que llevaron a la destitución forzosa del entonces
presidente Morales.
El
problema del litio
Los
problemas de Bolivia comienzan a adquirir una dimensión internacional cuando se
agrega el litio del país a la ecuación. Según el Servicio Geológico de EE. UU.
, Bolivia tiene la mayor cantidad de recursos de litio en el mundo con 21
millones de toneladas. Lograr los ambiciosos planes de la administración Biden
de hacer que la mitad de todos los automóviles vendidos en los Estados Unidos
sean vehículos eléctricos (EV) para 2030 significa baterías de litio para cada
uno, algo que está más allá de la pequeña cantidad extraída en los propios
Estados Unidos. Estados Unidos actualmente importa la mayor parte de su litio
de los países del Triángulo de Litio de Argentina (51 por ciento de las
importaciones de litio) y Chile (40 por ciento). Bolivia es el tercer país del
triángulo.
Sin
embargo, al mismo tiempo, China ha hecho importantes incursiones en Bolivia. Si
bien Estados Unidos ha carecido de un embajador en el país desde 2008 y las
relaciones en general han sido malas en los últimos años (en parte debido a la
postura antiestadounidense de la administración Morales), China ha desarrollado
una formidable representación diplomática. Los diplomáticos chinos son una
parte integral del arte de gobernar económico de Beijing, que está orientado a
asegurar el acceso a metales críticos como el litio. Bolivia se unió a la
Iniciativa de Puentes y Carreteras en 2018 y China le ha prestado $3.200
millones, principalmente para la construcción de infraestructura. No fue una
sorpresa que en enero de este año Bolivia seleccionara un consorcio chino
liderado por CATL, el mayor fabricante de baterías del mundo, para extraer
litio y ayudar al país andino a desarrollar una planta de baterías.. El acuerdo
llegó con el anuncio de que el consorcio chino invertiría más de mil millones
de dólares en la primera fase del proyecto, impulsando la infraestructura, las
carreteras y las condiciones necesarias para crear plantas para producir
cátodos y baterías de litio.
Preguntas
para Washington
Los
problemas económicos de Bolivia plantean algunas cuestiones geopolíticas
importantes. ¿China está dispuesta a proporcionar financiamiento puente o
extender sus pagos? ¿Estados Unidos tiene interés en ayudar a Bolivia
facilitando un camino a través del FMI, el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo? China ha demostrado renuencia a ayudar a los
deudores en problemas a encontrar una rampa de salida fácil mediante la adición
de nuevos recursos de capital, aunque finalmente ayudó a Ecuador con una
reestructuración de la deuda. Pero ha tenido un camino difícil con dos países,
Pakistán ($24,700 millones de deuda externa con China) y Venezuela ($60,000
millones). ¿Bolivia tiene la opción de jugar la carta de China? Lo más probable
es que China busque eludir otra situación problemática de deudores, pero China
quiere el litio de Bolivia.
En
cualquier caso, sin duda Bolivia se enfrenta a una gran crisis económica. Es
hora de que el gobierno boliviano revise su modelo económico y avance hacia
políticas que dependan menos del estado, que se está quedando sin dinero ante
la disminución de la producción de gas natural. En la vecina Argentina , un
régimen de inversión más liberal ayudó a aumentar las exportaciones de litio
del país en un 234 por ciento en 2022, elevando las exportaciones mineras
totales del país (una quinta parte de las cuales eran de litio) a $ 3,86 mil
millones. Argentina espera ver ingresos mineros de alrededor de $ 6 mil
millones en 2023, impulsados por una avalancha de inversiones de empresas
extranjeras de los Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur, Canadá y el
Reino Unido.
A
medida que más países cambien a vehículos eléctricos y usen baterías para
almacenar más energía en las redes eléctricas nacionales, Bolivia corre el
riesgo de restringir los flujos de inversión extranjera y desarrollar una
dependencia de un mercado, China. Bolivia debería considerar una política de
inversión extranjera más abierta. Sin embargo, eso solo puede lograrse después
de una crisis económica, que podría haberse evitado. Se ha dicho que ninguna
crisis debe desperdiciarse, tal vez esa sea la lección que se aprenda en La Paz
y algo que se va a observar de cerca en Beijing y Washington.
ESTE
ES EL PANORAMA SOBRE LA ESCASEZ DE DÓLARES EN BOLIVIA
Revista
Semana de Colombia (https://bit.ly/43zz13q)
Desde
hace varios días se presenta una situación particular en Bolivia y allí la
gente se pregunta: ¿dónde están los dólares de este país? Y es que
recientemente hay escasez de la moneda en el país latinoamericano.
En
este sentido, hay quienes especulan que así como pasó en Venezuela, hay un
crecimiento de un mercado paralelo y por ende hay racionamiento o acumulación
de los billetes por parte de las personas, una situación que en años no se
había presentado.
Ahora
bien, vale la pena destacar que desde hace un mes, el Banco Central es
prácticamente la única entidad donde se puede conseguir la moneda, por lo que a
su alrededor se han generado un sinnúmero de largas filas desde el pasado 9 de
marzo, esperando que dicho banco les haga entrega de su dinero en dólares.
Por
su parte, el gobierno local indicó que actualmente la economía del país es
estable, pero controversialmente, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro,
le echó la culpa al mandatario debido a una especulación, lo cual llevó a que
existiera un exceso en la demanda de la divisa.
Por
otro lado, el presidente del Banco Central, Roger Edwin Rojas, indicó que este
exceso en la demanda de dólares se dio porque hubo una serie de noticias
falsas, en donde señalaban que las personas se acercaban a las casas de cambio
y que allí no podían acceder a la moneda.
La
demanda de la divisa “ha sido motivada por este tipo de especulaciones, sobre
todo en redes sociales, grupos de WhatsApp (...)”, dijo el presidente del BCB,
Edwin Rojas.
Rojas
declaró al canal privado de televisión Unitel que el BCB dispuso la medida para
“absorber esta demanda en exceso, que ha surgido fruto de la especulación”.
“La
cantidad de dólares que nosotros hemos puesto a la venta, el servicio que estamos
dando, ampliando todos los horarios y demás, va a permitir de una vez por todas
mitigar este problema”, dijo el funcionario en una salida en la televisión
estatal.
Bolivia
tiene un tipo de cambio oficial fijo de 6,86 bolivianos para la compra y 6,96 bolivianos
para la venta, desde 2011.
¿Qué
dijo el presidente?
El
presidente de Bolivia, Luis Arce, aseguró que el problema de falta de dólares
que atraviesa el país es “transitorio”, puesto que la economía se encuentra
“bien” y el sistema financiero se mantiene “estable”.
En
una entrevista televisiva, luego de ser preguntado sobre esta crisis que ha
agolpado a miles de bolivianos a las puertas del Banco Central de Bolivia para
conseguir dólares, Arce ha aclarado que “para nada” está en riesgo la salud del
sistema bancario.
Además,
aclaró que no es necesario hacer una devaluación de la moneda y ha explicado
que hay una “guerra de monedas” que está llevando a que los países se refugien
en el oro, sin aclarar el nivel de las reservas internacionales de Bolivia.
Según
los datos divulgados en febrero por el organismo central de Bolivia, los
últimos hasta la fecha, las reservas se encuentran en los 3.538 millones de
dólares. Esta cifra, según el propio banco, es reflejo de “estabilidad”, pero
supone una de las cifras más bajas desde 2014, cuando se superaban los 15.000
dólares.
Esta
reducción, provocada principalmente por la caída de las exportaciones y el
contexto internacional de inflación, despertó cierto temor entre la población
que se ha lanzado a comprar dólares para mantener sus ahorros. Como respuesta,
desde el Banco Central de Bolivia se han puesto a disposición de la ciudadanía
para frenar este incremento de la demanda y garantizar el reparto de dólares.
A
modo de argumentos a favor, el presidente boliviano, Luis Arce, también ha
sostenido que la economía cuenta con una serie de cifras positivas, como el
índice de inflación “de los más bajos” de América Latina o el crecimiento del
PIB.
“Vamos
a decepcionar de nuevo a los organismos internacionales, porque Bolivia va a
crecer más de lo estimado para este año. Me tranquiliza que digan que vamos a
caer, porque eso significa que vamos a crecer más”, defendió.
ARCE
DURÍSIMO CON EVO MORALES: "HAY QUE SABER RETIRASE A TIEMPO Y COLGAR LOS
BOTINES"
La
interna del MAS de Bolivia está al rojo vivo. Evo presionar para ser candidato
pero hay resistencia del sector de Arce.
La
Política Online de Argentina (https://bit.ly/3KYVXlj)
La
interna en el MAS de Bolivia es indisumulable. El presidente Luis Arce decidió
despegarse por completo de la figura de Evo Morales ante las constantes
críticas y operaciones de su espacio. Como contó LPO, Evo quiere ser candidato
en 2025 pero tanto el sector de Arce como de su vice, David Choquehuanca, se
niegan. Esta interna se traslada a las bases y en todas las discusiones del MAS
en diferentes Departamentos.
La
pelea es clara. Evo reniega de quedar afuera de las decisiones de Estado e
insiste con ser candidato cuando la gestión de Arce está ordenada y sin
demasiados sobresaltos en materia económica. Fuentes cercanas al Jefe de Estado
confirman a LPO que Evo "está paranoico y ve conspiraciones en todos
lados" y eso afecta su juicio a la hora de tensar al máximo la pelea con
Arce y sus funcionarios, sobre todo con
el ministro de Gobierno Eduardo Del Castillo y el de Economía, Marcelo
Montenegro.
La
grieta tiene nombres. Los renovadores que se encuadran bajo la figura de Arce y
los radicales que quiere la vuelta de Evo. En las últimas semanas hubo mucho
fuego cruzado, uno de ellos fue el discurso de Morales en el marco de los 25
años del MAS en donde criticó al lado del mismo Presidente el rumbo económico
del gobierno.
Ahora
llegó el turno de Arce quien en las últimas horas decidió ser más sutil para
sugerir la jubilación política de su otrora mentor. "Todo partido político
está sujeto a cambios, a modificaciones, no hay estática en política, lo que
está sucediendo con el Movimiento al Socialismo es que el proceso continúa,
nosotros pasaremos a la historia y hay que saber cuándo uno ya cuelga los
cachos (botines), como en el fútbol, hay que saber retirarse", dijo Arce
en clara alusión a Evo.
"Yo
veo a muchos jóvenes, ellos también quieren su oportunidad para estar en los
ministerios, para ser ministros, para gobernar, yo creo que hay que darles el
paso adecuado, hay que saber retirarse en su momento", insistió el Jefe de
Estado.
El
evismo cuestiona las formas de Arce y propone ir a fondo contra los que organizaron
el golpe de 2019. No toleran que el Presidente delegue en el Poder Judicial
(que igualmente le responde) y que casi no emita declaraciones al respecto. Del
lado de Arce entienden que hay una nueva camada de conducción aggiornada a este
tiempo y especialmente hay grupos, encolumnanos bajo el liderazgo de
Choquehuanca que le reprochan al evismo haberse ido del país en tiempos de
Añez.
Figuras
como Eva Copa (ex presidente del Senado durante el golpe y actual alcaldesa de
El Alto) son calificadas de traidores por Evo a punto tal que fue expulsada del
MAS antes de las elecciones municipales de 2021 pero para los renovadores son
quienes "verdaderamente resistieron a los golpistas". Lo paradójico
es que Copa vapuleó al candidato del MAS en esos comicios, marcando una notoria
pérdida de influencia de Evo Morales.
El
debate de las candidaturas debería comenzar en 2024 pero por el momento está
vetado de forma pública. No obstante, el sector de Evo ya lo lanzó como
candidato al igual que los que pugnan por la revalidación del binomio
Arce-Choquehuanca.
Con
líderes opositores como Luis Fernando Camacho y Jeanine Añez detenidos por
organizar el golpe de estado de 2019, la justicia avanzando sobre Carlos Mesa y
una gestión económica ordenada, lo único que puede atentar contra el MAS es la
feroz interna. Todos los involucrados aseguran que la guerra comenzó en 2021 y
entre 2023 y 2024 habrá una batalla sin cuarten por el control el partido, paso
previo a la definición de las candidaturas presidenciales.
VICEPRESIDENTE
DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA PRESENTA EN CHILE SU LIBRO «LA GEAPOLÍTICA
DEL VIVIR BIEN»
Texto
plantea el tránsito de las relaciones multidimensionales a escala planetaria en
dirección a la construcción colectiva, social y comunitaria.
El
Ciudadano de Chile (https://bit.ly/3KtScCY)
Este
viernes 14 de abril, a las 18.30 horas, el vicepresidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, el jilata Larama David Choquehuanca, realizará la
presentación de su libro La Geapolítica del Vivir Bien, en el marco de la
primera Feria del Libro de Ciencias Sociales de Recoleta, en Santiago de Chile.
La
obra propone el proceso complejo de la descolonización de la geopolítica
hegemónica del sistema capitalista mundial y la necesaria superación histórica
de un proyecto eurocéntrico, fundado en una modernidad agotada, agónica y donde
priman las fuerzas destructivas, causante de la crisis civilizatoria en curso.
El
texto plantea, en cambio, el tránsito de las relaciones multidimensionales a
escala planetaria en dirección a la construcción colectiva, social y
comunitaria, de un nuevo orden mundial que siente sus bases en el
cosmobiocentrismo y la cardinalidad estratégica de la Madre Tierra, a la hora
de proteger a la humanidad y la naturaleza frente a una inminente catástrofe
ecológica.
El
libro, a través de un método dinámico, holístico y cuya totalidad es superior a
la suma de sus partes, recoge las cosmovisiones y saberes de las sociedades
ancestrales y milenarias para implementar en la dimensión global un horizonte
existencial del Vivir Bien en armonía y equilibrio complementario con la Madre
Tierra.
El
autor, el jilata David Choquehuanca, además de una rica vida política por la
emancipación de los pueblos, cuenta con estudios en filosofía, economía
política, derechos de los pueblos indígenas, historia y antropología.
Antes
de ser elegido democráticamente como vicepresidente del Estado Plurinacional de
Bolivia, Choquehuanca, activo militante de los Derechos Humanos y Cósmicos, fue
Ministro de Relaciones Exteriores de su país entre enero de 2006 a enero de
2017; y Secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) entre marzo de
2017 a diciembre de 2019.
DESDE
LA CÁRCEL, CAMACHO ADVIERTE SOBRE LA HIDROVÍA: “BOLIVIA SERÁ UNA COLONIA CHINA”
La
única conexión directa del país con los mares del mundo es la hidrovía
Paraguay-Paraná, pero el gobierno argentino quiere entregarla a un consorcio
chino, lo que preocupa a bolivianos contrarios al socialismo
https://bit.ly/43BCZsq
Por
Humberto Vacaflor Ganam.- La única conexión directa de Bolivia con los mares
del mundo es la hidrovía Paraguay-Paraná, pero el gobierno argentino quiere
entregarla a un consorcio chino, lo que preocupa a bolivianos contrarios al
socialismo.
Desde
la cárcel, el preso político Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, donde
llega la hidrovía, filtró la opinión de que si avanzara esa intención del
gobierno kirchnerista, Bolivia terminaría por convertirse en una “colonia de la
China”.
René
Soria Galvarro, ex canciller y embajador, opina que si se consumara ese
contrato argentino, para Bolivia sería la “entrega total” a la China, después
de que Paraguay también cedió a los chinos el manejo de su sector de la
hidrovía.
José
Carlos Sánchez, dirigente del Movimiento Tercer Sistema, dijo desde Cochabamba
que el presidente Luis Arce tendría que pronunciarse sobre este tema que
amenaza el futuro de Bolivia y cortar todos los lazos que el gobierno del MAS
tiene con la potencia asiática “para que el país recupere su condición de
miembro de las sociedades democráticas de occidente”.
El
tema estuvo en la agenda de las nerviosas negociaciones de Joe Biden con
Alberto Fernández en Washington. El asunto no ha sido mencionado siquiera por
ninguno de los tres gobiernos (Argentina, Bolivia y Paraguay) comprendidos en
esta jugada geopolítica de Xi Jinping.
Para
Bolivia, el futuro de la hidrovía es vital, sobre todo después de que el
gobierno de Evo Morales selló en la Corte Internacional de Justicia de La Haya
la pérdida definitiva de la salida al Pacífico y puso fin a toda posibilidad de
futuros alegatos.
El
año pasado, por la hidrovía pasaron mercaderías bolivianas por un valor de
1.000 millones de dólares, sobre todo porque los costos sobre los puertos ahora
chilenos fueron elevados desmesuradamente, violando un tratado específico.
La
alusión a que Bolivia pueda convertirse en una colonia china, hecha por el
gobernador preso, se refiere a que la explotación de los yacimientos de litio
ha sido entregada por el gobierno de Luis Arce a una empresa china, y son
chinos los mineros ilegales que explotan el oro en los ríos de la cuenca
amazónica, además de que las empresas chinas tienen la fortuna de hacerse cargo
de casi todas las obras públicas que ejecuta el gobierno del MAS.
El
año pasado, la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó con el
consorcio chino Contemporary Amperex Technology (CATL), fabricante y
recicladora de baterías de litio, un “convenio” para construir dos complejos
industriales para la producción de carbonato de litio. El “convenio” permitiría
explotar litio en Uyuni y Coipasa, yacimientos en los que se construirían
dichos complejos, con una inversión de 1.080 millones de dólares.
Desde
el año 2000 China ha invertido un total de 172.000 millones de dólares en
América Latina, según el cálculo del Monitor OFDI de China en Latinoamérica.
La
pregunta de este momento es hasta dónde llega el interés geopolítico de China
en la región, o se trata solamente del interés de la potencia de hacer
negocios.
Para
Felipe Debasa, profesor de Historia Contemporánea especializado en China, se
podría decir que con los negocios estaría naciendo una nueva diplomacia, pero
otros expertos consideran que la toma de la hidrovía Paraguay-Paraná, la quinta
en importancia en el mundo, la “ruta de la seda” llega hasta el corazón de
Sudamérica.
PRESENTAN
"BOLIVIA, EL CHE Y UNA HISTORIA NO CONTADA" EN LA UNLPAM
Radio
Kermese de Argentina (https://bit.ly/3obUVcN)
La
licenciada en Comunicación Social, Leda Berlusconi brindó detalles de la
investigación que la impulsó a escribir este libro.
Este
viernes 14 de abril, a las 20 horas, la Cátedra Libre Ernesto Che Guevara dará
inicio al ciclo lectivo 2023 con la presentación del libro de Leda Berlusconi.
"Esta
es una investigación periodística, pero quise hacerlo libro para que no quede
solo en el ámbito académico y profesional. Quise que cualquier persona pueda
leerlo, que sea de una lectura ágil y accesible, porque me pareció que había
que prestar especial atención a los últimos años de vida del Che y también a
Bolivia, que es un país con una historia política, económica y cultural
enorme", explicó la autora en La Siesta Que No Fue.
Contó,
además, que el trabajo de investigación ,que desencadenó en la creación del
libro, surgió a partir de un viaje a Bolivia que realizó con Luis Mattini,
director de la cátedra libre. "En la historia de los 70 en Argentina hubo
dos grandes corrientes revolucionarias, que impactaron social y políticamente,
una fue Montoneros, un brazo del peronismo, de izquierda, una juventud que se
revela frente a una estructura arcaica del peronismo. Y por otro lado, el PRT
(Partido Revolucionario de los Trabajadores) una izquierda que se revela del
PO, del PC y de esa izquierda tradicional anquilosada, que se habían construido
como estructuras conservadoras. Eran personajes que venían del arte, del cine,
lo que habitualmente llamamos La Vanguardia. Ahí estaba Mattini, en el PRT, que
fue el movimiento que entendió que solos no se puede y que la salida era con
los movimientos revolucionarios de los países vecinos. Es el PRT que se junta
con los chilenos del MID o Los Tupamaros de Uruguay, y en Bolivia existía el
ELN, una organización guevarista, fundada por el mismísimo Che, que derivó en
el PRT Boliviano".
"Con
el desastre del '75 y '76, el asesinato de Santucho, en Argentina, y Stamponi,
en Bolivia, quedan como secretarios generales de esas organizaciones, Mattini y
Rubén Sánchez. Estos dos son los protagonista de este libro y son los que se
dejaron de ver en el '77. Por eso me puse a investigar sus recorridos, de ahí
salió la propuesta para ir a Bolivia, Sánchez tenía 88 años", completó.
La
presentación será este viernes, a partir de las 20 horas en el Salón del
Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam, sito en Gil
353 2° piso.
EN
BOLIVIA, LOS EVANGÉLICOS SE OFRECEN AL GOBIERNO PARA ELABORAR UN PLAN PARA
PREVENIR LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS
Organizaciones
y ciudadanos bolivianos han marchado en el Día del Niño para demandar atención
y protección a la niñez, así como prevenir la violencia en todas sus formas
hacia los menores.
Protestante
Digital de España (https://bit.ly/43roAyR)
Coincidiendo
con el Día del Niño en Bolivia, la Asociación Nacional de Evangélicos de
Bolivia (ANDEB) ha encabezado junto a otras organizaciones e instituciones una
marcha por la niñez llamada, “Unidos por los Niños”.
Además,
la entidad ha hecho público un manifiesto dirigido a las autoridades bolivianas
y en el que lamentan la falta de visibilización de las necesidades y la
inacción respecto a las problemáticas de la niñez, siendo ésta la parte de la
población que merece una atención prioritaria desde todas las instancias, según
entienden. En el comunicado, también han expresado la preocupación y el rechazo
por el incremento de la violencia en todas sus formas hacia los niños.
En
el documento señalan su disposición a elaborar un plan de acción de prevención.
“Proponemos la elaboración consensuada (donde participe la iglesia) de un Plan
de Acción para Prevenir la Violencia contra los Niños y Niñas desde la
concepción, empleando un presupuesto generoso, para poner fin a la Violencia
contra las niñas y niños”, aseguran.
También
han desarrollado una estrategia departamental para prevenir la violencia hacia
la infancia promoviendo sus derechos desde la familia, iglesia, comunidad,
escuela y la sociedad. En este sentido, ANDEB destaca que los evangélicos en el
país han brindado calidad y especialización de la prestación de los servicios
de protección, atención y restauración de la niñez, mediante el fortalecimiento
del sistema de protección y justicia.
Además,
han liderado una campaña que involucró la participación de las niñas y niños,
instituciones públicas, privadas y a la sociedad en su conjunto, para que se
rechacen y se denuncien todos los tipos de violencia hacia la niñez, incluyendo
“una educación libre de adoctrinamiento y priorizando el desarrollo de las
capacidades cognitivas, habilidades sociales y desarrollo reflexivo para la
vida”.
Por
último, desde la entidad enfatizan que es prioritario eliminar todo tipo de
violencia contra los niños y las niñas y reafirman su compromiso en construir
una sociedad sin discriminación y que no tolere las vulneraciones a los
derechos a la dignidad, vida e integridad de la niñez desde la concepción, tal
y como lo entienden a partir de la Palabra de Dios.
El
presidente de la ANDEB ha extendido la invitación a todos los ciudadanos a
participar de la gran marcha y unirse en oración por los niños de Bolivia y de
todo el continente.
LA
OMS ADVIERTE DE QUE EL CHAGAS "SIGUE SIENDO UN PROBLEMA DE SALUD
PÚBLICA", ESPECIALMENTE EN LATINOAMÉRICA
La
Nación de Argentina (https://bit.ly/3oieiAI)
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que la enfermedad de
Chagas "sigue siendo un problema de salud pública", especialmente en
varias zonas endémicas de Latinoamérica continental, donde la carga para los
sistemas sanitarios aún es "elevada".
Según
la OMS, entre 6 y 7 millones de personas a nivel mundial están infectadas por
'Trypanosoma cruzi', el parásito que causa la enfermedad de Chagas, lo que
provoca unas 12.000 muertes al año y deja a unos 75 millones de personas en
riesgo de infección.
La
incidencia anual es de 30.000-40.000 casos, pero en muchos países las tasas de
detección son bajas (menos del 10% y a menudo menos del 1%) y las personas que
padecen la enfermedad suelen enfrentarse a "importantes obstáculos para el
diagnóstico y una atención sanitaria adecuada".
La
enfermedad de Chagas suele denominarse "enfermedad silenciosa" porque
la mayoría de los pacientes no presentan síntomas ni durante la fase aguda ni
durante la crónica de la infección, hasta que los daños están demasiado
avanzados para poder revertirlos.
Es
curable cuando el tratamiento se administra poco después de la infección, y la
detección y el seguimiento de la enfermedad pueden llevarse a cabo en la
Atención Primaria.
Por
lo tanto, la OMS considera que la descentralización de los servicios de
diagnóstico y atención y su integración en los sistemas nacionales de salud
"pueden desempeñar un papel crucial para garantizar la detección,
notificación y gestión eficaces de los casos".
"La
enfermedad de Chagas sigue siendo una lacra en la vida de demasiadas personas,
en América Latina y en todo el mundo. Pedimos que se refuerce la Atención
Primaria para detectar y diagnosticar mejor los casos y garantizar que cada vez
más personas puedan beneficiarse de los tratamientos disponibles para combatir
esta enfermedad", ha señalado el director del Programa Mundial de la OMS
sobre las enfermedades tropicales desatendidas, Ibrahima Socé Fall, con motivo
del Día Mundial de la enfermedad, que se celebra este viernes 14 de abril.
"avances
significativos a pesar de los retos"
La
OMS apunta que en la lucha contra el Chagas se han logrado "avances
significativos", a pesar de las "difíciles circunstancias". Por
ejemplo, se ha interrumpido la transmisión vectorial domiciliaria en Belice,
Chile, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Uruguay, así como en muchas
zonas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Guayana Francesa,
Guatemala, Guyana, México y Perú.
Sin
embargo, en las últimas décadas el Chagas se ha detectado en muchos países
fuera de América Latina, incluidos Estados Unidos y Canadá. También se han
registrado casos en países europeos y en algunos países africanos, del
Mediterráneo oriental y del Pacífico occidental.
El
organismo sanitario internacional de Naciones Unidas apunta que esta mayor
difusión está relacionada con el aumento de los movimientos de población. En
cualquier caso, recuerdan que la transmisión del parásito del Chagas
"puede tener lugar en cualquier lugar a través del consumo de alimentos,
las transfusiones de sangre y el trasplante de órganos, así como de forma
congénita, de madre a hijo".
El
cribado universal de donantes de sangre y hemoderivados se ha implantado en
todos los países latinoamericanos y se está aplicando cada vez más en países
con casos de Chagas. Muchos países están ampliando esta intervención para
eliminar el riesgo de Chagas congénito.
Según
la OMS, también ha habido "avances importantes" para mejorar el
acceso a medicamentos: el nifurtimox y el benznidazol, utilizados para tratar la
enfermedad de Chagas, son donados actualmente a la OMS por Bayer e Insud
Pharma, respectivamente, y se ponen a disposición de los países que los
solicitan, en su mayoría de forma gratuita.
De
los 44 países en los que se han identificado casos de enfermedad de Chagas,
seis ya han establecido normas para notificar los casos agudos y crónicos y
para llevar a cabo la vigilancia epidemiológica de la transmisión de la
enfermedad (Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay).
"El
establecimiento de sistemas de vigilancia sólidos desde el primer nivel de
atención es crucial para poner fin a la prevalencia de la enfermedad de Chagas
y, en última instancia, para detener la transmisión de la enfermedad.
Necesitamos ver un aumento de la inversión en capacidad y recursos para la
prevención de la transmisión, el diagnóstico precoz, el control y el refuerzo
de la vigilancia del Chagas, empezando por el nivel de Atención Primaria",
ha remachado el director del programa mundial de la OMS sobre Chagas, Pedro Albajar
Viñas.
EL
OPUS DEI RECONOCE CASOS "FUNDADOS" DE ABUSOS EN BOLIVIA, PARAGUAY,
URUGUAY Y ARGENTINA
La
Nación de Argentina (https://bit.ly/40bA06V)
La
Prelatura del Opus Dei ha reconocido denuncias de abusos "fundadas"
contra ocho miembros en Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina. De ellas, tres
son referidas a clérigos, dos ya fallecidos, y cinco a fieles laicos.
A
través de un comunicado, el Opus Dei reconoce "los males provocados"
al tiempo que hace una "profunda petición de perdón a cada persona
agraviada", tras asumir "una renovación del compromiso por la
creación de ambientes seguros". La declaración se produce en el marco del
segundo Congreso General Extraordinario que celebra el Opus Dei en Roma.
Sobre
el procedimiento seguido contra los ocho miembros del Opus Dei, revela que en
uno de los casos se llegó a una "condena canónica en una instancia
diocesana por delegación del Dicasterio del Clero" y en los restantes
"se tomaron medidas disciplinarias". En todo caso, precisa que en
todos los casos "se procuró reparar y acompañar a las personas afectadas
en su proceso de sanación".
"Sentimos
una enorme tristeza y lamentamos el profundo dolor de las víctimas, y admitimos
que no siempre hemos sabido darle a cada uno el reconocimiento, acompañamiento
y apoyo que buscaba y necesitaba. Esperamos sinceramente que la experiencia
recogida en estos años y la escucha de las víctimas, junto con el refuerzo de las
medidas de prevención, contribuyan a que este tipo de situaciones no se
repitan", señala la Prelatura para añadir que espera que del aprendizaje
de las "amargas lecciones del pasado", puedan mirar hacia el futuro
con esperanza.
Del
mismo modo, agradece a las "personas que han realizado las denuncias"
su testimonio porque gracias a él se ha "ayudado a esclarecer la
verdad". "Nos han marcado el camino del necesario crecimiento
personal e institucional. Confiamos también en que podamos contribuir, a pesar
de nuestras evidentes limitaciones, a sanar sus heridas y a que recobren la
paz", añade.
Desde
el año 2013, el Opus Dei dispone de protocolos específicos para facilitar las
denuncias de abusos. Los ahora vigentes corresponden a una actualización de
2020, de acuerdo con unas directrices del Prelado que siguen las normativas
establecidas por el Papa Francisco. Para estos casos, se ha creado un Comité
Asesor, compuesto por hombres y mujeres, y se cuenta también con un coordinador
y una coordinadora de protección de menores.
Según
informa la Prelatura, investiga todos los casos de abusos de menores y adultos
vulnerables de los que tiene noticia, tanto actuales como antiguos, aunque
estén prescritos, y siempre está dispuesta a colaborar con las autoridades
civiles".
Hasta
el próximo domingo 16 de abril, más de 270 miembros del Opus Dei se reúnen en
Roma con el prelado y sus vicarios para reflexionar sobre los estatutos y
adaptarlos al 'motu proprio Ad charisma tuendum'. En esta disposición de la
Santa Sede, dada a conocer en julio de 2022, el Papa pidió que se renovaran
algunos puntos del documento que define la misión y regula la vida de la
prelatura e instó al Opus Dei a promover la acción evangelizadora y a
"difundir la llamada a la santidad en el mundo, a través de la
santificación del trabajo y de las ocupaciones familiares y sociales".
'CAMINO
DE LA MUERTE' EN EL ALTIPLANO BOLIVIANO, UN RECORRIDO POR LOS SENDEROS MÁS
PELIGROSOS DEL MUNDO
BBC
Mundo de Londres (https://bbc.in/3mze0oQ)
Mientras
conducen por el famoso "camino de la muerte" de Bolivia, los viajeros
son transportados a un mundo donde hay dos recursos que han alimentado siglos
de fascinación, incomprensión y controversia: la coca y el oro.
Después
de cruzar el paso Cumbre de 4.800 metros de largo, nuestro trufi (taxi
compartido) se sumergió en una nube de niebla arremolinada.
Dentro
del vehículo se sentía muy tranquilo, como si estuviéramos flotando en una
burbuja, lo que probablemente fue la experiencia más agradable, considerando
que viajábamos por el "Camino de la Muerte".
Extendiéndose
desde la ciudad de La Paz en las tierras altas de los Andes hasta la región
subtropical del valle de los Yungas, así como las tierras bajas del Amazonas y
más allá, tomamos el Camino de los Yungas de 64 km que consiste en caídas
pronunciadas de 3500 metros.
Aquí,
la carretera tiene sólo tres metros de ancho; una serie de giros y curvas
cerradas con la vista casi siempre obstruida; así como la presencia de una
cascada que salpica en la superficie de las rocas.
En
el camino, rara vez se veían guardias de carretera; en cambio, a menudo nos
encontrábamos con lugares para orar al costado de la carretera: cruces blancas,
ramos de flores y fotografías amarillentas.
Durante
la década de 1990, innumerables personas murieron en accidentes en esta
carretera, construida por prisioneros de guerra paraguayos después de la Guerra
del Chaco (1932-1935), y calificada por el Banco Interamericano de Desarrollo
como "la carretera más peligrosa del mundo".
Nuestro
automóvil redujo la velocidad y el conductor se inclinó hacia adelante, mirando
por encima del volante como si estuviera probando sus ojos, antes de que de
repente estuviéramos expuestos al sol.
Por
la ventana, había una caída de 1.000 metros, casi vertical, mientras en el lado
opuesto una motocicleta pasaba a toda velocidad, adelantando nuestros espejos.
Justo
en frente de nosotros había tres ciclistas navegando cuidadosamente por un
agujero del tamaño de un cráter.
Aunque
se han construido atajos alrededor de los tramos más peligrosos, la espantosa
reputación de este camino lo ha convertido en una atracción turística y atrae a
un flujo constante de turistas ansiosos por andar en bicicleta por el sendero.
La
ruta es también una puerta de entrada a zonas hasta ahora desatendidas.
Yungas
("tierra cálida" en lengua indígena aimara, hablada por cerca de 1,7
millones de bolivianos) es una zona de transición fértil y rica en
biodiversidad.
Está
ubicada entre los Andes y la Amazonía, y está íntimamente ligada a dos recursos
naturales que han despertado fascinación y adoración, incomprensión y polémica:
la coca y el oro.
Después
de dos horas de andar por el Camino de la Muerte, nos detuvimos en Coroico, que
alguna vez fue un centro de extracción de oro y ahora un pueblo de lánguidos
retiros.
La
ciudad, enclavada entre laderas de color verde esmeralda, tiene un clima
templado y un hermoso paisaje de colinas ondulantes, y es un lugar para comer, beber
y relajarse.
Coroico
es un lugar difícil de abandonar, pero después de pasar un día recuperándome de
un viaje estresante, me dirigí al campo para conocer cómo la región ha ayudado
a dar forma a la Bolivia moderna.
El
suelo fértil y las abundantes lluvias han convertido a las Yungas, que se
extienden a lo largo de las laderas orientales de los Andes, en un centro
agrícola.
Atravesada
por antiguas rutas comerciales que alguna vez viajaron caravanas tiradas por
llamas, esta región fue un granero de los incas y reinos anteriores como
Tiwanaku.
Esta
tradición continúa hasta el día de hoy. Mientras caminaba por el sendero
centenario hacia el Río Coroico, pasé por franjas de laderas sembradas de café,
plátanos, yuca, guayabas, papayas y naranjas.
También
hay plantas arbustivas con ramas delgadas, hojas de forma ovalada y bayas
rojizas: la coca.
La
coca ha sido el centro de la cultura latinoamericana durante miles de años, y
Bolivia es uno de los mayores productores del continente, con cientos de
kilómetros cuadrados de superficie dedicada a la planta, de los cuales dos
tercios se encuentran en los Yungas.
Con
un alto contenido de vitaminas y minerales, las hojas son útiles como un
estimulante suave y ayudan a compensar el mal de altura; prevenir el hambre, la
sed y el cansancio; ayudar a la digestión e incluso suprimir el dolor.
Desde
hace 8.000 años se han utilizado en ceremonias religiosas, como medicina,
moneda y lubricante social.
Los
españoles inicialmente vilipendiaron la coca. Pero luego de darse cuenta del
impacto benéfico para los indígenas que se vieron obligados a trabajar duro en
las minas y en las plantaciones, las autoridades coloniales cambiaron de
opinión y comercializaron el cultivo.
El
interés por la coca crece lentamente más allá del continente. Se cree que la
primera referencia en inglés es el poema de 1662 del londinense Abraham Cowley,
A Legend of Coca :
Dotado
de hojas de maravilloso alimento,
Cuyo
jugo suc'd in, y al estómago tak'n
El
hambre prolongada y el trabajo prolongado pueden sostener
La
coca y su alcaloide psicoactivo, la cocaína, se hicieron cada vez más populares
en Europa y América del Norte durante el siglo XIX, donde se añadía a bebidas,
tónicos, drogas y muchos otros productos.
Estos
incluían Vin Mariani, un vino francés que contenía más de 200 mg/litro de
cocaína.
Los
anuncios afirmaban que el producto era "vigorizante para el cuerpo y el
cerebro" y fue favorecido por Thomas Edison, Ulysses S Grant, Emile Zola y
el Papa León XIII (quien incluso apareció en un cartel promocional).
CERVECERÍA
BOLIVIANA NACIONAL ES EL MEJOR LUGAR PARA TRABAJAR EN BOLIVIA
Marketers By
Adlatina (https://bit.ly/3myR49g)
El
podio de las empresas con más de 700 empleados lo completan Banco Económico y
Banco Mercantil Santa Cruz. En las empresas de 101 a 700 el primer lugar fue
para Encora y en el de 10 a 100 el primer lugar, para DHL.
Great
Place to Work presentó el ranking de las mejores empresas para trabajar en
Bolivia 2023. Se trata de tres listados. En el de las empresas con más de 700
empleados el primer lugar es para Cervecería Boliviana Nacional, por segundo
año consecutivo. En segundo lugar quedó Banco Económico y en tercer lugar,
Banco Mercantil Santa Cruz, que descendió una posición con respecto al año
anterior.
En
la lista de las empresas que tienen de 101 a 700 empleados, Encora quedó en el
1; Celina Urbanizaciones, en el 2; y Megalabs, en el 3 (había sido primera en
2022). Y en los mejores lugares para trabajar en empresas que tienen entre 10 y
100 empleados, el podio fue DHL Express Bolivia (igual que el año pasado), 3M
Bolivia y Entidad de Depósito de Valores.
Los
mejores lugares para trabajar en empresas con más de 700 empleados:
1-
Cervecería Boliviana Nacional
2-
Banco Económico
3-
Banco Mercantil Santa Cruz
4-
Droguería INTI
5-
Banco Nacional de Bolivia
6-
Banco de Crédito
7-
Farmacias Chávez
8-
Banco Fortaleza
Los
mejores lugares para trabajar en empresas con entre 101 y 700 empleados:
1-
Encora
2-
Celina Urbanizaciones
3-
Megalabs
4-
Grupo Gen
5-
Tigre Bolivia
6-
FarmaElias
7-
Nice
8-
Tienda Amiga
9-
Dismac
10-
La Boliviana Ciacruz Seguros
11-
Unifranz
12-
Assuresoft
13-
Itacamba
14-
Mojix
15-
ATC Red Enlace
Los
mejores lugares para trabajar en empresas con entre 10 y 100 empleados:
1-
DHL Express Bolivia
2-
3M Bolivia
3-
Entidad de Depósito de Valores
4-
DeltaX
5-
Invetsa
6-
Tierra Futuro
7-
Tu Gerente
8-
Safi Mercantil Santa Cruz
9-
DMC
10-
Mainter
11-
Mercantil Santa Cruz Seguros y Reaseguros Generales
12-
Sommet
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