Monday, April 10, 2023

RESUELVEN EL MISTERIO DE POR QUÉ APARECEN POLÍGONOS EN LOS SALARES

No importa en qué lugar del mundo estés, si visitas un salar vas a notar que el suelo posee un patrón de hexágonos delimitados por crestas más elevadas. Durante años, la causa de estas figuras fue un misterio. 


La naturaleza es tan maravillosa como enigmática. Si alguna vez visitaste extensas playas saladas, como las de Salinas Grandes en Jujuy, o el gran salar de Uyuni en Bolivia, habrás notado las figuras geométricas que cubren la superficie blanca. Mientras algunas personas aprovechan el momento para realizar decenas de fotografías, las más curiosas buscan una explicación para un paisaje tan espectacular.

Las causas ahora parecen estar más claras, según un nuevo estudio publicado en Physical Review X. Los investigadores realizaron una serie de experimentos en salares y en simulaciones computacionales para entender dos cosas: cuál es el proceso que crea esas formas similares a las de un panal en el suelo y por qué se producen esas pequeñas elevaciones en sus bordes. La respuesta parece estar en la circulación del agua debajo de la superficie. "Los flujos de fluidos y la convección subterránea son los únicos capaces de explicar por qué se forman los patrones", comenta la física Jana Lasser, de la Universidad Tecnológica de Graz en Austria.

Las salinas se encuentran típicamente en áreas con poca lluvia y altas tasas de evaporación, como desiertos. Estas áreas se caracterizan por un ciclo de inundación y evaporación, que deja una capa de minerales en la superficie que puede adquirir varios metros de espesor y formar una superficie dura y costrosa. Pero debajo, se encuentra un suelo con mucha agua y minerales, como un inmenso lago de salmuera.

Al llover, el agua que se acumula sobre el suelo se vuelve muy salada y densa - más pesada-, y descansa sobre una superficie que está sobre otro líquido no tan denso. Esto genera una circulación de agua a través de esa dura capa, entre el agua queso hunde en las profundidades y la que sale para ser evaporada. En la evaporación, solo el agua cambia de fase, la sal que contiene se queda en la superficie contribuyendo a volver aún más denso el líquido sobre la superficie y potenciando el intercambio de agua subterránea.

“Esta capa es más densa que la que está debajo, y el agua salada se hunde alrededor del agua “más dulce” y menos densa que sube para reemplazarla. El agua se evapora y deja un residuo de sal, que se disuelve nuevamente en la capa superior de agua. El ciclo se repite para formar lo que los científicos llaman un rollo de convección de forma similar a una dona”, explican los investigadores.

Normalmente, un rollo de convección adoptaría una forma de dona circular. Sin embargo, debido a que hay tantos de ellos empaquetados muy juntos en un salar, los rollos se aprietan entre sí para formar hexágonos, dijeron los investigadores.

¿Y por qué aparecen esas crestas en los bordes? Porque allí es donde el agua superficial, que es mucho más denso y salado, se hunde. La evaporación es igual en todo el salar, pero el líquido que está sobre esa zona es el que más contenido de sal tiene, así que al evaporarse, deja la mayor cantidad de minerales acumulados. Por lo tanto, luego de unos días, aparecen unas crestas de sal que sobresalen. Meteored de Argentina (Ahttps://bit.ly/3KLF0e5)

 

 

 

 

 

BOLIVIA: “REPARTIENDO VERDADES” A TRAVÉS DE WHATSAPP PARA COMBATIR LA DESINFORMACIÓN Y LOS DISCURSOS DE ODIO VIRALES

 

El medio digital Bolivia Verifica y Proyecto Desconfío, de Argentina, impulsan una iniciativa que busca promover una cultura de paz y tolerancia en el espacio digital, tras la polarización que se vive en el país desde la crisis social y política desatada en 2019. Además de orientar los contenidos a las audiencias jóvenes, aspiran a que periodistas y medios de comunicación también difundan el material chequeado

 

Laboratorio de Periodismo, España (https://bit.ly/40VlH7w)

 

A través de placas y notas informativas con contenidos verificados que envían por mensajes de WhatsApp, dos organizaciones sudamericanas especializadas en fact checking buscan desactivar desinformaciones y discursos de odio que circulan en redes sociales en Bolivia, motivados por la polarización que existe en ese país desde la crisis social y política desatada en 2019. Así, buscan instalar una cultura de paz y tolerancia en el espacio digital.

La iniciativa se llama ‘Repartiendo verdades’ y obtuvo la beca Spread the facts que otorga la International Fact-Checking Network (IFCN) junto a Meta (dueña de WhatsApp). La propuesta fue la única de Latinoamérica en ser seleccionada por el instituto.

El proyecto surgió de la alianza entre Proyecto Desconfío, de Argentina y encargado de promover la investigación sobre la dinámica de la desinformación en idioma español que circula por redes sociales y plataformas digitales– y Bolivia Verifica, un medio digital independiente que monitorea desinformación que circula en las redes sociales, chequea discursos públicos y capacita en fact checking a periodistas y estudiantes.

La coordinación está a cargo de los especialistas en desinformación de Argentina, Adrián Pino y Soledad Arreguez, de Proyecto Desconfío. Mientras que las tareas de verificación y monitoreo del discurso de odio dependen de los periodistas y fact checkers de Bolivia Verifica, Jesus Vargas, Marcelo Blanco y Joel Alexis Candia, bajo la coordinación editorial de Patricia Cusicanqui.

Además, el proyecto cuenta con la asesoría en discurso de odio de la investigadora argentina Lucía Wegelin. También forma parte del equipo el diseñador Damián Piccoli, que es parte de Proyecto Desconfío.

Para coordinar el trabajo entre ambos países, se ha designado un responsable por cada país: Tania Frank como referente de Fundación para el Periodismo (de la que depende el medio digital Bolivia Verifica) y Juan Manuel García por Proyecto Desconfío.

WhatsApp, el canal para “viralizar” contenidos verificados

“La primera fase del proyecto, que iniciamos a fines de 2022, consistió en capacitar y entrenar a los periodistas de Bolivia Verifica en el monitoreo de discurso de odio. Con esos criterios, el equipo de Bolivia selecciona algunos de los posts más relevantes en redes sociales que promueven alguna forma de discurso de odio y realizan la verificación correspondiente con múltiples fuentes, tanto para denunciar el caso como para recurrir a especialistas que ayuden a entender las consecuencias negativas que generan estas expresiones”, explicaron Pino y Arreguez.

Con esas opiniones y análisis generan una nota periodística que se publica en el sitio de Bolivia Verifica y, en simultáneo, se crea una pieza digital para WhatsApp, que se difunde por ese canal junto con el artículo periodístico.

Una web oficial para unificar los recursos

Todo el contenido, aclararon Pino y Arreguez, está disponible en el sitio oficial del proyecto www.noalodio.org.

La web cumple una función sustancial, ya que a través de ella se pueden revisar las verificaciones de los principales discursos de odio; enviar mensajes de WhatsApp para recibir información o denunciar un caso; y tomar contacto con las organizaciones que impulsan la iniciativa para replicar en otros países.

“La iniciativa es un primer paso que busca acercar a la sociedad un canal de información fiable para promover lecturas críticas de la información”, subrayaron  Pino y Arreguez.

Cualquier usuario que quiere recibir información acerca de las verificaciones, desinformación y análisis de discursos de odio en Bolivia puede ingresar al sitio oficial del proyecto www.noalodio.org y clickear en el botón #NoAlOdio (con el logo de la plataforma de mensajería instantánea) para sumar su contacto a la cuenta de WhatsApp de “Repartiendo Verdades”. O se puede escribir directamente al número +591 62535868.

“Por este canal podrán recibir toda la información que se genera cada semana o enviar sus denuncias o casos para que sean analizados por el equipo”, indicaron los coordinadores argentinos.

Jóvenes y periodistas, los dos públicos objetivo de la campaña

Pino y Arreguez señalaron que el objetivo de la campaña es llegar, principalmente, a los jóvenes bolivianos, ya que la mayoría de ellos se informa a través de YouTube, Instagram, WhatsApp y Facebook, “donde las mentiras y los engaños circulan mucho más rápido, cayendo en las trampas de la desinformación al no poder discernir los contenidos falsos de los verdaderos”.

“Por eso, esta iniciativa busca promover lecturas críticas de la información que difunden las redes sociales, así como los medios tradicionales y digitales, para distinguir entre la información fiable y las noticias falsas generando una capacidad reflexiva y crítica en la población”, puntualizaron.

El proyecto también tiene como destinatarios a periodistas y medios de comunicación, para que ayuden a amplificar los estudios y verificaciones realizados por esta alianza.

Al respecto, los especialistas argentinos precisaron que para el público general difunden piezas y links a las verificaciones de discursos de odio, mientras que a los periodistas y medios aliados del proyecto se les comparte información más específica y detallada que les sirva para sus producciones periodísticas. El contacto es el mismo número de WhastApp.

Una iniciativa que busca expandirse por toda la región

Si bien este proyecto específico se mantendrá activo durante seis meses, las dos organizaciones que impulsan “Repartiendo verdades” buscan ampliar los alcances a más países. “El discurso de odio es un fenómeno creciente en el espacio digital y las acciones que puedan implementarse para denunciar estos casos y promover prácticas digitales que contribuyan a un espacio de paz y tolerancia son cada vez más necesarias. Por eso, invitamos a organizaciones, gobiernos, universidades, medios de comunicación y otros actores a tomar contacto con Proyecto Desconfío para replicar esta iniciativa en sus respectivos países”, dijeron Pino y Arreguez.

Capacitación y campaña digital para combatir la desinformación electoral en Guatemala

Para 2023, el equipo de Proyecto Desconfío, de Argentina, también tendrá un rol activo en combatir la desinformación en el proceso electoral de Guatemala.

A través de una alianza con la Red Ciudadana de ese país, el equipo liderado por los periodistas e investigadores argentinos Adrián Pino y Soledad Arreguez formará a agentes comunitarios y periodistas para que capaciten a sus comunidades sobre el tema y lanzarán una campaña digital para alertar a los ciudadanos sobre las formas que adopta la desinformación en el marco de las elecciones presidenciales.

 

 

 

 

 

EL PERIODISMO BOLIVIANO, AMENAZADO POR EL GOBIERNO DE LUIS ARCE

 

"El periodista que difundiere mensajes que inquieten a la población será sancionado con 25 años de cárcel", dicta uno de los proyectos enviados al parlamento.

 

Mendoza Today de Argentina (https://bit.ly/3KJDGbE)

 

Al igual que en Rusia, Venezuela o Cuba, los periodistas de Bolivia están amenazados por dos leyes con las que que podrían encarcelarlos por realizar su trabajo. Los proyectos fueron enviados al parlamento a pedido del presidente Luis Arce y aún deben debatirse.

Según el jefe de Estado, las sanciones se aplicarán a aquellos periodistas y/o comunicadores que produzcan «temor en la población», todo bajo la excusa de proteger los derechos humanos. Ante esta alarmante medida, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) se ha declarado en estado de emergencia.

«Monitoreamos el entorno para el ejercicio de las libertades fundamentales en nuestro país y hemos expresado en múltiples oportunidades nuestra preocupación sobre los hechos de vulneración a la libertad de prensa y reclamado por la falta de respuesta de las autoridades estatales», expresó la ANPB en un comunicado donde exigieron reunirse con una «delegación de representantes» de sus organizaciones.

En paralelo, el gobierno que comanda Arce pretende avanzar con al menos uno de los proyectos que dicta: «el periodista que difundiere mensajes que inquieten a la población será sancionado con 25 años de cárcel». «Cuando el hecho sea cometido por una trabajadora o un trabajador de un medio de comunicación social, o propietario del mismo, no podrá alegarse inmunidad ni fuero alguno», agrega.

En tanto, el segundo proyecto reduce la condena a 8 años y «no podrán acogerse a la Ley de Imprenta» que prevé el funcionamiento de «tribunales de imprenta» para estas circunstancias a ciudadanos que «cuestionen y discriminen por raza o sexualidad» a un tercero. Lo que dejaría a completo merced a quien fuera acusado, casi sin posibilidad de presentar una defensa.

Ambos proyectos le dan la razón a Zulema Alanes, presidente de la Asociación Nacional de Periodistas, quien denunció que la actual situación del periodismo boliviano «es peor que en las dictaduras militares». Sus colegas señalan que «no es la primera vez que el Movimiento al Socialismo (MAS) pone de manifiesto sus pretensiones autoritarias con las que pretende silenciar el trabajo de la prensa, por los que declaramos estado de emergencia a nivel nacional». En referencia al gobierno del ex presidente Evo Morales que había ignorado la Ley de Imprenta cuando llevó a la justicia ordinaria al autor de esta nota en 2016 a pesar de las protestas de las organizaciones de periodistas.

Debido a los reclamos constantes de los periodistas, el gobierno optó por dejar en suspenso el proceso de aprobación de la ley 280, referida a estos casos, pero mantiene sobre la mesa el debate de la ley 305 que alude a la discriminación. El fundamento del gobierno para dictar estas medidas antidemocráticas es que los periodistas son los enemigos de los «gobierno populares», «se resguardan bajo el pretexto de la libertad de prensa» para criticar a los gobernantes y de esa manera generar malestar en la población.

El proyecto tiene el apoyo de los dos bandos en los que está dividido el partido oficialista, el Movimiento al Socialismo (MAS).

 

 

 

 

 

CASTRO Y CHÁVEZ: CRIMINALES TRANSNACIONALES

 

Impusieron controles sociales que violentan los más elementales derechos

 

El Montonero de Perú Uhttps://bit.ly/3UkU7yj)

 

Mi desconocido, pero apreciado y respetado, Américo Darío Gollo Chávez, un venezolano que honra el gentilicio, tiene la opinión de que los tiranos solo mueren cuando sus obras desaparecen. En consecuencia, Fidel Castro y Hugo Chávez están vivitos y coleando, como popularmente se decía en la Cuba que perdimos, por solo hacer referencia al nefasto legado de dos sujetos que además de destruir a sus países de nacimiento perjudicaron seriamente el resto del hemisferio.

Para desgracia de venezolanos y cubanos, esos dos opresores se apropiaron de ambas naciones con la complicidad de amplios sectores de la población gracias al encanto que ejercieron sobre muchos de sus compatriotas. Así lograron, un alto nivel de servidumbre, lo que hizo posible unos regímenes de gran capacidad destructiva.

Lo primero a afirmar sobre Castro y Chávez, es que traicionaron a sus respectivas naciones. Fueron crueles hasta con sus partidarios y brutalmente feroces con sus opositores, demostrando una incapacidad absoluta para la generación de riquezas, aunque contaron con poderes absolutos en la gestión económica. Los regímenes que impusieron fueron un rotundo fracaso, con la excepción de su sobrevivencia y el hecho de haber extendido sus maléficas propuestas a otras naciones, como Bolivia, Nicaragua y –en su momento– al Ecuador de Rafael Correa.

Fidel Castro entregó la Isla a la extinta Unión Soviética por más de treinta años, convirtiendo al país en un satélite de Moscú. Así recibió los subsidios que le permitieron perpetuarse en el poder, e imponer un sistema de control sin precedentes en el hemisferio. La dependencia de Moscú, se institucionalizó en la Constitución de 1976, que en su Preámbulo decía: “Apoyado…en el internacionalismo proletario, en la amistad fraternal y la cooperación de la Unión Soviética y otros países socialistas y en la solidaridad de los trabajadores y pueblos de América Latina y el mundo”. Eso se concretó con el absoluto respaldo a las incursiones imperialistas del Kremlin, particularmente en África y Afganistán.

Fidel Castro, copió al detalle el modelo soviético y hasta corrigió algunas debilidades de este, haciendo que el totalitarismo establecido en la Isla fuera mucho más férreo que el de la metrópoli, como afirman ciudadanos que residieron en los dos países. Por su parte Hugo Chávez, otro depredador, traicionó a su país sometiéndolo ciegamente a la voluntad imperial de Fidel Castro. Venezuela se transformó en una especie de provincia de Cuba –sin dudas, la más rica–, que proveía al despotismo insular de los bienes necesarios que era incapaz de producir.

El legado de Chávez es tan devastador, quizás más, por las amplias riquezas del país sudamericanos, que el de los hermanos Castro. El militar golpista quebró el ritmo institucional que el país había asumido en 1958, e incentivó la corrupción gubernamental a cotas inimaginables. Despilfarró miles de millones de dólares, empobreciendo a unas de las naciones más ricas del hemisferio.

Aun aquellos que muestren simpatías hacia Hugo Chávez y Fidel Castro, si les queda un mínimo de sentido común, deben concluir que ambos mandatarios fueron nefastos para sus países. Y con independencia de la justicia que pudieran implicar sus propuestas políticas y sociales, que enarbolaban mientras manipulaban y reprimían a la población.

Tal y como apunta el amigo Gollo Chávez, los regímenes de ambos autócratas les han sobrevivido; agrego que en las personas de otros dos incapaces, Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, cuya gestión es tan precaria como la de sus antecesores. Ellos han llevado a no pocas personas a olvidar quienes fueron en realidad los constructores de esas dictaduras, responsabilizando a los actuales déspotas de los crímenes del presente y también de los del pasado.

Hay que trabajar intensamente para que Fidel Castro y Hugo Chávez no se transformen, gracias a la gestión de sus admiradores, en dioses benefactores cuyos discípulos no fueron capaces de interpretarlos correctamente. Algo que podría ocurrir con Daniel Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia, dos subproductos del castrochavismo.

Castro y Díaz-Canel, Chávez y Maduro, son géneros lógicos de propuestas ideológicas y políticas que a través de la historia han resultado en fracasos. No solo por su intrínseca maldad y desconocimiento de la condición humana, también porque su implementación obliga a un control social que violenta los más elementales derechos de las personas.

 

 

 

 

 

LA HISTORIA DE DOS BINOMIOS

 

El binomio Morales-AGL fue el segundo paradigma, a nivel región, de la relación entre un jefe revolucionario y su más cercano asistente intelectual. 

 

La República de Perú (https://bit.ly/3KL4MyV9

 

Durante pocos meses, los militantes del MAS boliviano recitaron una consigna tranquilizadora: “el hermano Luis (Arce) es el presidente y el hermano Evo (Morales) es el líder”. Pero para cualquier observador realista, el encontronazo era inexorable. Sin banda presidencial, Morales se considera un desempleado y Arce no se piensa como un político subrogante.

Lo que no estaba en los cálculos de ambos era que el exvicepresidente Álvaro García Linera (AGL), ideólogo de Morales, entraría a jugar el rol del amigable componedor. Tras sermonearlos públicamente por estar desangrando al partido, los invitó a dialogar. Arce no dijo nada, pero la réplica de Morales fue fulminante. Recordándole a todos que “el hermano Álvaro” fue su segundo por catorce años y tratándolo implícitamente de desleal, sintetizó su nueva relación en una frase: “Tengo un enemigo más”.

El tema es interesante pues el binomio Morales-AGL fue el segundo paradigma, a nivel región, de la relación entre un jefe revolucionario y su más cercano asistente intelectual.

Filósofo instrumental

El primer paradigma fue el del carismático Fidel Castro, treintañero a la sazón y su veinteañero fan e intelectual francés, Regis Debray. Aquí dominaban las simetrías, pues venían de familias pudientes y tenían educación superior. Antes de ser icónico, Castro era un abogado sin clientes rentables y Debray, un profesor de filosofía embrujado por la revolución cubana. La diferencia mayor estaba en sus agendas de futuro: mientras el cubano postulaba a un liderazgo tricontinental y hasta global, el francés, más modesto, solo ambicionaba (textual) “pensarles la revolución a los latinoamericanos”. Metafóricamente, era la yunta entre un político mesiánico y un operador con ínfulas de supergurú.

Hasta la muerte del Che Guevara en Bolivia, aquello fue un juego win-win. Para el líder, los textos de Debray le fueron funcionales para apabullar a los comunistas y socialistas “reformistas” y, por añadidura, para socavar los sistemas democráticos de la región. Para el filósofo, su cercanía con Castro le permitió disfrutar las gollerías del poder, lo puso en el epicentro de la polémica de las izquierdas y lo hizo conocido a nivel mundial.

Por eso, tras la desventura boliviana, el binomio se deshizo sin drama. Castro, escarmentado por un brillante libro de Jorge Edwards, captó los peligros de polemizar con intelectuales que conocían de cerca su dictadura. Como consuelo, si bien perdía a un Debray instrumental, siempre tendría a mano a Gabriel García Márquez. A Debray, por su lado, le tomó veinte años liberarse “de la palabra sagrada del comandante”. Tras ese largo silencio, desembalsó una autocrítica farragosa y casi masoquista. En un libraco de 500 páginas, definió a Castro como “un déspota incompetente”, aludió a la “desastrosa locura de Guevara” y reivindicó a Salvador Allende. Su antes denostado líder socialista chileno mutó en un gran señor, “que murió el 11 de septiembre de 1973 como un héroe romano”.

Toro blanco y toro negro

Salvo en lo etario -ambos se juntaron cuarentones-, el binomio Morales-AGL fue un enjambre de asimetrías. El expresidente era el “jefazo”, título cariñoso para un líder rústico de la etnia aymara, que solo en el poder aprendió a vestirse conforme a su cargo y que aún se expresa dificultosamente en castellano. Agréguese que llegó a Palacio Quemado por su rol como líder cocalero, por el desprestigio de los políticos y por su instinto para movilizar contra Chile el irredentismo nacional con el lema “mar para Bolivia”.

AGL, el exvicepresidente, estaba en las antípodas. Blanquiñoso, atildado en el vestir, con estudios universitarios en el extranjero, militante de guerrillas campesinas y teórico de las izquierdas antisistémicas. Complementando el instinto de poder del jefazo, aportaba una teosofía del poder revolucionario y una estrategia para llegar soberanamente al mar. Su pegamento fue la ficción retórica. Según Morales, “Álvaro es mi mejor secretario, un amigo de confianza, somos un toro blanco y un toro negro, y como yunta trabajamos por Bolivia”. AGL, juraba no ambicionar la presidencia pues “yo he peleado para que los indios lleguen al poder (y) perder a Evo Morales sería un suicidio político”. Por catorce años fue otro juego win-win. Gracias a los guiones de AGL, Morales consiguió el padrinazgo de Castro y Hugo Chávez, los dos grandes de la Liga Revolucionaria Regional. Desaparecidos ambos, hoy se imagina como el tercer gran líder por default. AGL, por su parte, ganó notoriedad hasta un nivel insospechable. Editores chilenos lo definieron como “uno de los más importantes intelectuales de América Latina” y ubicaron a Bolivia como “uno de los más importantes centros generadores de teoría política en el mundo”. Uniendo ambas frases en lo que Sofocleto llamaría un sinlogismo, emergía como la espada pensante de la revolución universal.

Nada es para siempre

El fin del binomio fue traumático, en cuanto fruto de tres fracasos sucesivos: rechazo en Bolivia de la pretensión de poder vitalicio de Morales con exilio de ambos jefes; rechazo en Chile de la vía constitucional a la refundación, inspirada en las tesis de AGL; y destitución del presidente peruano Pedro Castillo, quien levantaba desde CNN la consigna “mar para Bolivia”.

Dada la rusticidad de Morales, no hubo divorcio de terciopelo. Desde su exilio resintió el alejamiento de AGL y publicó un libro “según la tradición oral andina”, en el cual se autoelogia con generosidad, dice que fue víctima de un golpe de Estado y omite mencionar a su vicepresidente. De paso, le clava una indirecta: “Yo no soy politólogo, muchos que hacen política no son politólogos, son indígenas, campesinos, obreros”.

AGL, más sutil, esquivó el choque. Más bien y sin decir diciendo, está explicando su alejamiento como efecto de una mutación personal: de politólogo blanco, asesor de político indio, hoy es un político con vuelo propio. Como tal, no ha cedido a la tentación de justificar el triple fracaso con la agresividad torpe de Morales, su ignorancia respecto al ethos nacional de los chilenos ni su pretensión de tutorizar al histórico virreinato seccionado por Bolívar.

Coyuntura

Huérfano de asesor, Morales hoy está en plena fuga hacia adelante. Fogonero del estallido social peruano, cree que derribada Dina Boluarte reinstalará el tema de una salida al mar bajo soberanía aymara. Esto consolidaría su presunto liderazgo regional y le ganaría puntos en la interna masista.

En paralelo, AGL ya advirtió que de la pugna Morales-Arce emerge la posibilidad de ser el tercer líder del MAS, su refundador o el conductor de un nuevo “bloque histórico”. En esta línea, si es tan inteligente como creen sus seguidores, debería “mirar la derrota cara a cara” como aconsejaba Lenin. Esto implica someter a revisión su estrategia de geometría variable -primero contra Chile y luego contra el Perú- lo mismo que sus tesis sobre constituciones sin consenso que legitimen “una guerra social total”.

¿Es viable una evolución de ese tipo en un místico de las refundaciones? No es imposible, pues la democracia aún tiene reservas para prevalecer en la región. De hecho, hasta su presidencial lector chileno está tratando de defender la institucionalidad democrática amagada por la violencia. Por lo demás, la tradición dice que en política se han visto muertos cargando adobes y diablos vendiendo cruces.

 

 

 

 

 

EVO MORALES QUIERE AISLAR EL CHAPARE DE BOLIVIA

 

El ex mandatario busca controlar esa región cocalera para ampliar los cultivos de coca con destino a las fábricas instaladas en los parques nacionales cercanos

 

https://bit.ly/3Mw8j5I

 

Por Humberto Vacaflor Ganam.- El ex presidente Evo Morales dice que el gobierno de Luis Arce envía “infiltrados” a la región cocalera de Chapare y anuncia que, como respuesta, él creará una fuerza de “ronderos” armados para cercar y aislar la región.

El anuncio se hace a pocos días de que los cocaleros de Morales impidieron que el vicepresidente David Choquehuanca circulara por Chapare, en el centro de Bolivia, en el departamento de Cochabamba, y le dijeron que no podía llegar allí sin autorización.

Morales denunció que el ministerio de Gobierno capturó 1.400 kilos de cocaína en el parque nacional Isiboro-Sécure, pero que informó haberla tomado en Chapare y, lo peor, que sólo se refirió a 700 kilos.

Agricultores de los valles próximos a la zona denunciaron que los cocaleros de Chapare están ocupando, con cultivos de coca, los parques nacionales Carrasco, Amboró e Isiboro-Sécure desde hace diez años, con la complicidad del gobierno central.

Por el momento, el “Gran Chapare” cubre unos 40.000 kilómetros cuadrados, más o menos como Suiza, sobre los que Morales querría tener control para ampliar los cultivos de coca con destino a las fábricas instaladas en esos y otros parques.

El cocalero jefe, al que sus seguidores llaman ahora “comandante”, dijo en radio Kausachum Coca que se propone frenar a los “infiltrados” del gobierno de Bolivia mediante la creación de grupos de “ronderos”, imitando lo que hicieron los campesinos peruanos.

Indignado, Morales dijo que el ministerio de Gobierno envía “espías” a la zona pero que sin embargo no fue capaz de frenar el ingreso de mafiosos colombianos y brasileños a pesar de que había sido advertido de ello el año pasado.

Cuando el cocalero hacía estas denuncias, el gobierno informaba que cuatro ciudadanos fueron asesinados a balazos en la ciudad fronteriza con Brasil de San Matías, convertida en la “Ciudad Juárez” o en “Rosario” de Bolivia por la presencia de grupos de narcos armados.

Allí se enfrentan narcos brasileños del paulista Primer Comando da Capital con los del carioca Comando Vermelho, como un desborde de las luchas que tienen esos dos cárteles dentro de Brasil.

Es la primera vez que Morales anuncia medidas que confirman los temores de que el poder económico de Chapare quisiera aislarse del Estado boliviano y también es la primera vez que alude a los parques nacionales colindantes que serían absorbidos por el poder cocalero.

Nunca antes, además, había hecho una demostración tan clara, como la que hizo ahora, del conocimiento detallado que tiene sobre las cargas de droga que circulan en el territorio que está bajo su dominio.

Los parques que rodean a Chapare pertenecen a las jurisdicciones del departamento de Cochabamba (Carrasco), de Beni (Isioboro-Sécure) y Santa Cruz (Amboró), aunque éste último es el más extenso.

El poder económico de los cocaleros de Chapare invade diversas áreas y actividades, sobre todo en Santa Cruz, donde ha logrado controlar la venta de arenas para la construcción con camiones que llevan el producto a regiones muy lejanas, incluso muy próximas a la frontera con Brasil. Los areneros de la zona dicen que es muy sospechoso que la arena de Chapare cueste menos que la obtenida en los ríos propios, siendo que debe recorrer más de 360 kilómetros. Salvo, dicen, que lleven otras cargas debajo de la arena.

Es tanto el poder del Chapare que los tradicionales agricultores de los valles colindantes han sido arrebatados de sus tierras por la oficina de la reforma agraria para beneficiar a nuevos cultivadores de coca.

La furia de Morales, en este momento, se debe a que el presidente Arce le está ganando en la competencia por controlar el partido MAS al que ambos pertenecen.

Tan molesto está el cocalero que ahora asegura que casi todos sus compañeros le han dado la espalda y sospecha que en 2019 cayó en una trampa cuando renunció y escapó al exterior.

Pero lo que no se perdona es haber designado a Luis Arce como candidato de su partido en las elecciones de 2020, un pupilo que ahora le da las espaldas y avanza en su propósito de ser el candidato del MAS también en 2025. Él cree que designar a Arce como candidato también fue producto de la “trampa”.

Todo esto en medio de la peor crisis económica de este siglo en Bolivia, que estalla cuando es presidente el que fue ministro de economía durante trece años en el gobierno de Morales.

 

 

 

 

 

REVOLUCIÓN OBRERA BOLIVIANA DE 1952, 9 DE ABRIL: LA GUERRA CIVIL EN MARCHA

 

Transcribimos en 3 partes el capítulo 15 del libro Revolución obrera en Bolivia - 1952, escrito por Eduardo Molina y editado por Ediciones IPS Argentina, con prólogo de nuestro compañero Javo Ferreira. A 71 años de la enorme conmoción desatada por la insurrección encabezada por mineros y fabriles, les traemos esta primera parte, donde se detalla el golpe y contragolpe militar urdido en contra del militar autodesignado presidente, Hugo Ballivián.

 

La Izquierda Diario de Chile (https://bit.ly/3zIcjIy)

 

A fines de marzo proliferan, dentro y fuera del gobierno, en los corrillos militares y civiles, los afanes conspirativos para deshacerse de Ballivián [NdE. Hugo Ballivián, militar y presidente de facto en Bolivia desde la anulación de las elecciones en junio de 1951]. En la cumbre del poder, se perfila el general Torres Ortiz, hombre fuerte del ejército con amplio ascendiente dentro de la oficialidad y que ya ha planteado sus diferencias con Ballivián. También el general Antonio Seleme, ministro de gobierno de la Junta Militar bajo cuya jurisdicción está la fuerza de carabineros.

Ambos coinciden en la necesaria “constitucionalización del país” mediante la convocatoria a elecciones, pero difieren sobre quién deberá dirigirla, manteniendo cada uno sus propias ambiciones. Torres Ortiz, más hostil al MNR [NdE. Movimiento Nacionalista Revolucionario], desarrolla negociaciones con la Falange Socialista Boliviana (FSB), el ultracatólico y fascista grupo de Óscar Únzaga de la Vega. Seleme, por su parte, entra en asiduos contactos con dirigentes políticos, incluidos los opositores; aunque también negocia con la FSB, entabla conversaciones con el MNR a través de Lechín [NdE. Secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia entre 1944 y 1987; también sería vicepresidente de Bolivia entre 1960-1964], quien es “su paisano” (como se decían entre descendientes de la comunidad árabe), y lo visita para tratar diversos asuntos.

La dirección del MNR en manos de Siles Zuazo, dado el exilio de Paz Estenssoro en Buenos Aires, se encuentra tejiendo un plan conspirativo, cuyos métodos, programa y objetivos son los de un golpe de estado convencional al estilo del protagonizado años atrás por Villarroel [NdE. Referente a Gualberto Villarroel, mayor del ejército que lideró el golpe de estado en 1943, quedando como presidente de Bolivia y siendo derrocado por una revuelta popular en julio de 1946]. En el mismo, el papel reservado al pueblo es de acompañamiento. Se cuenta con Lechín, el también minero Torres, el fabril Butrón y otros dirigentes sindicales movimientistas que asegurarán el apoyo sindical. Asimismo, se excluirá del plan la movilización indígena para no suscitar el terror de la clase media criolla y los propietarios ligados al campo. El programa es sumamente moderado, lo más que se pueda como para no dificultar las negociaciones con aquellos militares dispuestos a arrojar a Ballivián del palacio presidencial.

Para salvar a la nación, el MNR está dispuesto a apoyar la presidencia del ministro de gobierno. Se conforma con tres ministerios en el gabinete que surja del golpe y el llamado a elecciones generales en las que presentarse sin mayores trabas. Sobre esta base, avanza la negociación con Lechín y Siles Zuazo. Se incorpora Torres Ortiz, e incluso la FSB, en un complot que muestra la composición más heterogénea posible.

El general Seleme es un militar tradicional, sin mayor brillo y conservador hasta la médula, por lo que el MNR tiene que encargarse de darle un barniz nacional y popular: lo hará jurar a último momento como miembro del partido. Apoyándose en los movimientistas, Seleme, que no tiene consigo al ejército, cree poder subordinar a Torres Ortiz quien sí cuenta con su apoyo -y sabe que lo tiene-, por lo que está en condiciones de desplegar su propio juego. En cuanto a la Falange, que no por nada eligió ese nombre, es alérgica a los sindicatos tanto como al MNR. Cree poder utilizar a Seleme como vía hacia la cúpula del ejército, ya que el ministro le asegura que podrá atraer a generales como Crespo, jefe de la guarnición de La Paz, o Blacutt, a cargo de Oruro; todos caballeros de muy honorable palabra… como demostrarán el día 9, amaneciendo al otro lado de la barricada.

Parece una partida de póker entre viejos truhanes, que recurren a todas las triquiñuelas para hacer valer sus propios intereses políticos y personales, porque el único punto de unidad es sacar a Ballivián del medio. Finalmente, a la hora cero del juego saltará por los aires ante la imposibilidad de consensuar esas ambiciones cruzadas. Después de todo, en juego hay una sola presidencia…

Entre tanto los preparativos golpistas han ido tomando cuerpo y ampliando adhesiones. En las direcciones de los rancios periódicos oligárquicos, se destacan dos: El Diario, tradicional vocero del liberalismo y el patiñismo, y La Patria, órgano de las elites mineras de Oruro. Serán el símbolo del grado de aislamiento que tiene el gobierno militar y su descrédito entre las propias clases dominantes. Es inevitable que los rumores sobre el inminente pronunciamiento se difundan. El clima en las alturas políticas es cada vez más enrarecido, y el 8 de abril, el ejército -es decir, el general Torres Ortiz- plantea al presidente Ballivián un ultimátum: debe precisar una salida política. La tumultuosa reunión extraordinaria de gabinete, convocada para discutir el asunto, termina con una crisis ministerial. Al parecer, el coronel “Peroncito” Sánchez, desde el Ministerio del Trabajo, cuyos propios proyectos chocan con los de Seleme y el MNR, denuncia a su colega por conspirador. Al optar Ballivián por la destitución del cuestionado ministro de gobierno junto a otros militares, todo el plan de Seleme, Siles Zuazo y Lechín queda amenazado. Pero el presidente, quizás para ganar tiempo, quizás porque no quiere asistir solo al tradicional Tedeum, posterga el cambio ministerial para después de Semana Santa. En realidad, su gobierno está muerto, pero él no quiere asumirlo.Posiblemente espere que el Sábado de Gloria o el Domingo de Resurrección sean portadores de algún pequeño milagro…

Seleme y el comando movimientista deciden, pese a todo, jugarse al golpe. La fecha, originalmente prevista para el 15 de abril, es adelantada para el miércoles 9, inmediatamente antes de los días feriados y los ritos religiosos que no solo relajarían las actividades gubernamentales, sino que encontrarían a los trabajadores desconcentrados, dispersos junto a sus familias, dato adicional sobre la escasa importancia que el MNR da a la intervención obrera.

La Falange rompe a último momento. Objeta que no se le adjudican los suficientes ministerios, y quizás prevé el fracaso del golpe, dados sus buenos contactos con Torres Ortiz. El comandante del ejército ha empeñado su palabra de honor con su compadre Seleme, dejará correr el golpe de sus aliados en la víspera para que “pisen el palito”; mientras, se alistará para el contragolpe. De este modo, la sociedad conspirativa, que iba a encarrilar de una buena vez la vida política del país por el mejor de los senderos posibles, distribuyendo adecuados nombramientos, no sobrevive entera a la puesta en marcha del complot.

Los generales -Ballivián, para preservarse en el sillón, y Torres Ortiz, que pasa de considerarlo el enemigo principal a aliarse con él para enfrentar a sus socios de la víspera- coinciden en desafiar a Seleme y al MNR. Pero la estrella de Ballivián se apaga, apoyado de manera directa solo por una minoría de los mandos, por lo que sólo Ortiz asume la conducción del contragolpe. Su traslado en la noche del día 8 a la base aérea de El Alto, para montar allí el comando de operaciones y dirigir el grueso de los efectivos convocados desde el interior, es a la vez una buena forma de despegarse del presidente. Podría emerger dueño de la situación y matar dos pájaros de un tiro: al golpe y también a Ballivián, cuyo desalojo de Palacio ya fue decretado por el ultimátum militar y solo faltará finiquitar los detalles. A fin de cuentas, esto es lo que se piensa resolver, con algunos balazos mediante, al despuntar el 9.

Otras guarniciones militares y destacamentos policiales del interior parecen haber estado al margen de la conspiración. Acaso se guían por la sabia y popular máxima de “desensillar hasta que aclare”, para no jugarse abiertamente durante los acontecimientos. Sin los generales, el plan del MNR, se quedará sin la necesaria pata militar. Antezana, quien procura en su análisis rescatar siempre el papel de los uniformados nacionalistas tanto como ensalzar el rol dirigente del MNR, debe reconocer en un pasaje de su Historia… que salvo el capitán Téllez, convencido en la misma madrugada del 9 de tomar el arsenal en un audaz golpe de mano, “Los únicos militares que colaboraban al MNR eran los jubilados algunos que estaban en retiro, y los ex-combatientes” [1] quienes, en rigor, son civiles desde hace casi 20 años, no forman parte de la oficialidad.

1. El golpe ocupa el centro paceño

Antes del amanecer del 9, los carabineros y los militantes del MNR se despliegan por el centro de La Paz. Según las palabras de Hugo Roberts, uno de los dirigentes emenerristas ligado a la policía,

Muchos efectivos de la policía no sabían qué ocurriría ni que estaban siendo parte del complot urdido por el MNR y Seleme. De hecho, ni siquiera conocían de qué lado estaban. Momentos después de comenzado el despliegue golpista, un jefe policial avisará orgulloso a su supervisor y a Seleme que ha detenido a lo más granado de la fuerza de choque del MNR, para recibir sorprendido como respuesta la orden de liberarlos, devolverles las armas y ponerse con sus carabineros al servicio del golpe que estaban ejecutando sus apresados. El oficial se cuadra y obedece sin más [3]. Pero el protagonismo uniformado no resultará ni tan brillante ni tan preciso ni durará muchas horas, como muy pronto se verá.

El esquema golpista prevé la oposición militar, principalmente del regimiento de Lanza y el Colegio Militar que controlan el sur de la ciudad y cuyos jefes se alinean con el presidente Ballivián. De ahí la extensa línea que comenta Roberts, la cual cortará el centro de La Paz de este a oeste. El regimiento de carabineros Capitán Zeballos tomará posiciones en la zona de Miraflores, mientras que el regimiento 21 de Julio se extenderá hacia San Jorge y Sopocachi Bajo, cerrando los accesos desde la zona sur de la ciudad. Salvo por algunos otros elementos policiales y grupos del MNR, el oeste de la ciudad -las zonas más populares y la subida a El Alto- quedará desguarnecido, puesto que no se prevé la aparición de Torres Ortiz al frente de una gran fuerza militar en el borde mismo de la Ceja [NdE. Área céntrica de El Alto].

Los grupos de choque del MNR se ocupan del centro de la urbe, toman los principales edificios públicos, Radio Illimani, que transmite los primeros comunicados a las 6 de la mañana, y otras instalaciones. Más tarde, el palacio Quemado [NdE. Palacio de Gobierno hasta 2020] será tomado por Juan Lechín al frente de una nutrida manifestación obrera y popular. El dirigente sindical afirma en sus memorias haber acudido muy temprano a recorrer las fábricas y luego marchar con los obreros armados hacia la sede del gobierno al frente de “unas 20.000 personas” [4].

El recorrido de la movilización por las calles -que aún hoy son un importantísimo eje en el comercio popular, de encuentro entre el mundo urbano y el mundo rural indígena- permitirá arrastrar una amplia masa plebeya. La imagen no puede ser más sugerente: el rol de los obreros y la adhesión de sectores populares amplios.

Entre tanto, la ejecución técnica del golpe -el despliegue de carabineros, la toma de los edificios públicos más importantes, el centro de la ciudad- puede iniciarse más o menos según lo previsto. Sin embargo, sin el ejército y contra él todo el plan original quedará en el aire.

2. El contragolpe militar

Durante la noche anterior al inicio del golpe, el ejército ha iniciado preparativos para enfrentar físicamente a la conspiración. “A las ocho [...] los militares adictos al gobierno, que se habían concentrado sin dificultad. sacaron todas sus tropas a las calles, desde los cuarteles, en son de combate”, relata Juan Valdivia Altamirano quien fuera secretario ejecutivo del MNR [5]. El ejército comienza a desplegarse desde el sur para avanzar hacia el centro de la ciudad.

Desde el Cuartel General de Miraflores -sede del Estado Mayor y principal punto de apoyo de Ballivián- comienzan a avanzar los efectivos del regimiento Lanza. Dos compañías lo hacen hacia el Parque Triangular y el área del Stadium, atacando y obligando a retroceder a los carabineros y los movimientistas; otras dos se despliegan a la derecha, cruzando el río Orkojahuira hacia Villa Armonía, para avanzar por el este amenazando flanquear a los rebeldes.

Al mismo tiempo, distintas secciones de cadetes del Colegio Militar, situado en Irpavi, suben siguiendo el curso del Orkojahuira hacia Miraflores, y por San Jorge hacia el centro, donde una pequeña guarnición protege al Ministerio de Defensa. Amenazan apoderarse del edificio de la universidad y el Montículo de Sopocachi, dos puntos estratégicos desde donde grupos de carabineros, militantes de la juventud movimientista y otros civiles les hacen frente.

Entre tanto, se conoce la noticia de que el general Torres Ortiz, lejos de plegarse al golpe, está instalado en la base aérea de El Alto. Al parecer los jefes de la conspiración dudan todavía de sus propias intenciones. Pero la concentración de unidades del Altiplano, convocadas por el jefe del ejército, tiene por objetivo reunir una fuerza decisiva que descienda sobre la ciudad para retomarla. Es la puesta en marcha de un viejo plan de contingencia para el caso de un levantamiento en La Paz. Un similar dispositivo represivo ya había sido empleado en la sangrienta represión a la huelga insurreccional de los trabajadores paceños en mayo de 1950, terminando en la masacre de Villa Victoria [6].

Las perspectivas de un cambio de gobierno relativamente pacífico apoyado o tolerado por la mayoría del ejército -esto es, la apuesta de Seleme y el MNR- se evaporará a medida que el sol suba la hoyada paceña [NdE. Referencia a depresión geográfica donde se encuentra La Paz]. Está comenzando un enfriamiento armado de la mayor envergadura.

En la primera plana de su edición extraordinaria del 9 de abril, El Diario anuncia el derrocamiento de la Junta Militar y el triunfo de la revolución con una foto de Seleme y las declaraciones del general informando al país su propia asunción [7]. Pero el general se adelanta demasiado. De hecho, el golpe se ha empantanado; que las cosas no marchan del todo bien lo indican ya otras notas del mismo periódico. Una de ellas avisa del llamado al pueblo a través de Radio Illimani para que se congregue en el barrio de Miraflores y forme barricadas en defensa de la revolución, apelando a los civiles para ampararse de la contraofensiva militar en marcha. El ahora golpe cívico-policial con un general al frente cuenta con el aporte del partido “popular”, el MNR, quien a su vez se apoyará en los principales sindicatos. Los movimientistas ante la probable resistencia oficialista necesitan engrosar sus fuerzas y, sobre todo, reunir al pueblo en las plazas para ratificar, en un “baño de multitud”, la legitimidad del golpe. Pero también sus propios derechos a la mejor tajada en el reparto del poder. Ahora deben recurrir a la movilización popular ante el contragolpe en marcha.

En ésta línea, el mismo diario reproduce el comunicado de la Unión Sindical de Trabajadores Fabriles Nacionales que cita a los dirigentes de las organizaciones de la localidad a una reunión para organizar las milicias fabriles y sumarse a la revolución.

Cierto es que se ha previsto la participación en las labores conspirativas de algunos núcleos de confianza en los sindicatos; sin embargo, solo en su carácter de “fuerza auxiliar” y no en una apelación general a la resistencia obrera y popular armada, que es por lo que se clama. La dirección aventurera del golpe, gestado a espaldas de las masas, sólo recurrirá a ellas como último recurso.

Pero al percatarse de la desfavorable relación de fuerzas y el poder de fuego -y ante la “traición” de Torres Ortiz, Crespo y otros jefes con los que se ha contado horas antes-, Seleme y Siles comienzan a vacilar. A las 10:30 de la mañana concretan una frágil tregua en La Paz para abrir conversaciones, aunque no se interrumpen los tiroteos ni el movimiento de tropas que siguen presionando en Miraflores. La idea parece ser que las masas ayuden a resistir y que entre tanto se busque negociar con los militares.

Siles Zuazo, acompañado por otros dirigentes, acude a una reunión en el Ministerio de Defensa para discutir los términos de un entendimiento con los oficiales, actuando de intermediario con Torres Ortiz. La oferta de Siles es una solución similar a la de 1930, que el ejército se haga cargo de la situación y convoque a elecciones nacionales en un plazo de noventa días para entregar el gobierno a la lista triunfante, cualquiera que ésta fuese. Son términos para un pacto con el Alto Mando que sacrifican a Seleme y dejan en pie el poder militar. La tregua durará formalmente hasta las primeras horas de la tarde, cuando el comando deje en claro que no admitirá otra cosa que la rendición incondicional de los rebeldes. Pero ¿cuál ha de ser el cuadro de situación cerca ya del mediodía de ese claro y casi invernal día en La Paz?

3. La Paz: escenario principal y fuerzas enfrentadas

La ciudad, que es la sede del gobierno hacia 1952, cuenta con 380.000 habitantes que aún no han ocupado por completo la hoyada, el ancho valle que forman el río Choqueyapu y sus afluentes, junto al borde del Altiplano, en esa área. Se trata del centro neurálgico del país. Concentra el poder político, la administración del Estado y el núcleo principal de las fuerzas armadas. Es la sede de las grandes empresas mineras, las comerciales y las industriales; también, de los bancos. Con cierta industria liviana implantada desde los años 1930, constituye la principal concentración obrera fuera de los distritos mineros. Aún sin ser Bolivia un país centrado en la capital, como Chile o Argentina, el eje La Paz-Oruro es por entonces decisivo en la vida de la nación, en todos los planos, ya que el Oriente se encuentra aún muy lejos del peso que alcanzará Santa Cruz.

Como se verá, la difícil topografía de la hoyada -con sus pendientes, sus lomas, sus quebradas y sus ríos- y la organización territorial -la disposición de puentes, los edificios clave, los puntos estratégicos, la composición social de los barrios- determinarán las acciones de las horas por venir.

El casco histórico central, como dijimos, alberga las sedes del poder político, las finanzas y el comercio. Su corazón es la Plaza Murillo, rodeada por el Palacio Quemado, el edificio del Congreso, otras dependencias gubernamentales y la catedral. En las cercanías están el Banco Central y las sedes de otros bancos; ya nombramos las casas de las grandes empresas mineras que se ubican junto a las casas importadoras y las redacciones y oficinas comerciales de los periódicos. Junto está San Pedro, esa zona antigua donde una población humilde de empleados, pequeños comerciantes, artesanos, entre otros, van reemplazando, en las viejas residencias convertidas en casas de renta, a las clásicas familias ricas. Al sur del centro urbano, con el nevado cerro Illimani de fondo, entre la garganta del Choqueyapu y las lomas de Tembladerani que suben hacia los contrafuertes de la Ceja, se extienden los barrios residenciales de San Jorge y Sopocachi, y desde allí se baja bordeando el río hacia Obrajes, Calacoto e Irpavi, zonas señoriales todavía poco pobladas, entre quintas y haciendas, pero donde ya han comenzado a trasladarse sectores más acomodados. Tal es la fisonomía de La Paz hacia 1952.

Al norte y oeste de la Plaza de San Francisco, se sube a la estación ferroviaria central, sobre el barrio Churubamba, que fuera la “ciudad de los indios” durante la Colonia; y a la estación del ferrocarril a Guaqui y el camino a El Alto, hoy avenida 9 de Abril. Más arriba, en la accidentada ladera que sube hacia El Alto, estarán Chijini, Villa Victoria, Munaypata y otros barrios populares. A un costado, junto al río, Pura Pura, con un puñado de fábricas importantes, además de los talleres y otras empresas menores. El centro de gravedad del movimiento obrero lo constituyen Villa Victoria y sus zonas aledañas, en las que se han asentado, desde la posguerra del Chaco, muchos inmigrantes indígenas. En las industrias de la zona norte, la mitad de los operarios vienen de la Villa.

Un poco más abajo y al oeste, desde la Garita de Lima y pasando por el Cementerio General, trepa el principal camino para subir hasta la Ceja de El Alto. Aunque por entonces poco poblado, en El Alto está el Aeropuerto, las vías ferroviarias que comunican con Oruro y el ramal que lleva a Guaqui. También las rutas a la inmensidad del Altiplano: el camino a Viacha y Guaqui -para pasar a Perú-; la carretera a Oruro, de la que se desprenden caminos a Cochabamba y otras zonas del país; el camino al Lago Titicaca, con los nevados de la Cordillera Real como fondo.

Desde un punto de vista militar, el control el centro y la Plaza Murillo son el primer objetivo de cualquier golpe, además de las comunicaciones y el acceso a El Alto, cuyo borde, la Ceja, domina desde la altura a la ciudad. Pero esto pone también en primer plano la necesidad de controlar la zona obrera y popular del Cementerio General y Villa Victoria, por donde se sube a El Alto. El dominio de este territorio proletario es estratégico. Como vimos, la policía y el MNR solo han de controlar el centro, y si bien las zonas populares están de su lado, no tienen allí un dispositivo sólido. El ejército, que domina Miraflores sur y los barrios del sur de la ciudad, también domina El Alto. Este último le da una posición estratégica superior, pues aísla La Paz del resto del país y, desde la altura, le permite avanzar en una maniobra de pinzas sobre el centro. Por otro lado, cuenta con una amplia superioridad militar, técnica, organizativa, en número de tropas y poder de fuego.

 

 

 

 

 

ZOOM DEL MOVADEF: COMPARAN QUEMAS EN PUNO CON LA REVOLUCIÓN FRANCESA

 

SE SACA LA CARETA. Efraín Condori, profesor de la Fenatep, sindicato vinculado a la Nueva Fracción Roja de Sendero, dice que el incendio de comisarías y juzgados es una nueva forma de lucha. Exjefes de la Dircote piden que la Fiscalía inicie una investigación por apología del terrorismo.

 

Perú 21 (https://bit.ly/3o25A9D)

 

Después del 7 de diciembre del año pasado, tras la vacancia en el Congreso del golpista Pedro Castillo, comenzó en Puno y en la región sur del país una convulsión social con protestas y vandalismo. En ese contexto, Perú21 ha demostrado, a través de la publicación de varios videos de conversaciones entre representantes de la Fenatep y el Movadef, que ambos organismos, vinculados a la Nueva Fracción Roja de Sendero Luminoso, han tenido participación en hechos de carácter subversivo.

En este nuevo Zoom, que data del 11 de marzo último, lo que llama la atención es la exaltación de los actos de violencia que realiza uno de los participantes, el profesor Efraín Condori, dirigente de la Fenatep-Puno y firmante del padrón del Movadef, quien compara las violentas protestas ocurridas entre enero e inicios de marzo último en Puno, concretamente la quema de comisarías y juzgados, con el proceso de la Revolución francesa de 1789.

En el video, el cabecilla del Movadef en Bolivia, Alex Chamán, le pide a Condori que realice “una evaluación” de la participación del “pueblo” en lo que él llama “lucha”, sobre lo acontecido en Puno.

“No habíamos visto, por ejemplo, quema de comisarías; no habíamos visto, por ejemplo, quemas de palacios de justicia o de fiscalías; o la soldadura de puentes. Entonces, esto tiene otra distinta característica, que a nuestro ver tiene casi la forma de un levantamiento popular. Un poco hablando de levantamiento popular, cogemos la idea del pueblo francés, cuando por los años 1740, 50, 60, 70, 80, también vivió décadas álgidas, y el pueblo proletario tomó el poder por tres meses, pero nuevamente la reacción se organizó, y el pueblo tuvo que morir en miles, en masa...”, dice Condori en el reporte que le da verbalmente a Chamán, refiriéndose a las protestas en Puno y comparando esos hechos violentos con la Revolución francesa, en la que se aplicó la pena de muerte con la guillotina para cortar la cabeza de los sentenciados por los llamados ‘revolucionarios’.

La declaración apologética de Condori la hizo apenas una semana después del violento ataque con fuego y combustible, del 4 de marzo, contra la comisaría y la sede judicial puneña del distrito de Juli. Aunque también fueron incendiadas antes las comisarías de Ilave y Macusani, y sedes judiciales y fiscales.

Y tampoco hay que olvidar que el 9 de febrero, en el intento de toma del aeropuerto de Juliaca, murieron 18 personas, entre ellas un policía asesinado y quemado vivo.

Condori, además, en el extremo de avalar y justificar la violencia, denomina como “lección” a los lamentables sucesos ocurridos en Puno y otras zonas del sur del país.

“Esta situación es de una enorme lección para los pueblos del mundo, y por qué no para el pueblo peruano, y el pueblo puneño en particular, porque véase este tema del levantamiento popular; estamos evaluando cómo y qué características tiene la lucha actual, ha desarrollado, viene creciendo; el pueblo ha aprendido a luchar”, menciona.

APOLOGÍA DEL TERRORISMO

Según los exjefes de la Dirección Contra el Terrorismor (Dircote) de la Policía, los generales en retiro Héctor Jhon Caro y José Baella, la analogía que hace Condori de los hechos violentos de Puno con la revolución en Francia aplica para que la Fiscalía inicie un proceso de investigación por el delito de apología del terrorismo a quienes participaron en ese Zoom.

El general Caro dijo a Perú21 que Condori quiere copiar “la parte agresiva, la parte violenta, la parte donde se llega a inventar la guillotina”, al comparar los hechos violentos ocurridos en Puno con la Revolución francesa.

Para Caro, lo que debe buscarse con el delito de apología del terrorismo es prohibir la mención de todo acto terrorista y del ‘Pensamiento Gonzalo’, que es la base de la ideología del Movadef-Sendero Luminoso.

Baella dijo a este medio que Condori hace esas comparaciones porque comparte esa forma de actuar de la población. “Efraín Condori es la cara de la Fenatep en Puno y nos haría pensar que está detrás de toda esta situación”, aseguró.

“La apología significa enaltecer y alabar al terrorismo, un acto terrorista o a la persona que ha cometido un acto terrorista y está sentenciada. No es tan sencillo. Pero, si hay este audio, la Fiscalía debería tomar nota y abrir una investigación preliminar”, señaló.

Para Baella, lo que busca el Movadef finalmente es la reconstitución de Sendero Luminoso a través de la realización del segundo congreso para conformar un nuevo Comité Central, que hoy está al mando de Elena Iparraguirre o ‘Miriam’, tras la muerte de Abimael Guzmán.

 

 

 

 

 

ARRIESGÓ LA VIDA Y CRUZÓ A BOLIVIA PARA RECUPERAR SU MOTO

 

Una agente sanitaria no vio alternativa que ir al vecino país a buscar su moto robada para poder seguir trabajando.

 

El Tribuno de Argentina (https://bit.ly/41xeVVN)

 

Es su elemento de trabajo con el cual puede desplazarse hacia diferentes puntos de Salvador Mazza como agente sanitaria, y como tanta gente honesta de Salvador Mazza había sufrido el robo de su motocicleta.

Le habían sustraído el ciclomotor desde el patio del hospital de la localidad fronteriza el sábado en horas de la tarde, pero con toda entereza y valor se dispuso a recuperarlo y lo logró.

Si bien los medios de comunicación y varios vecinos habían viralizado las imágenes de la trabajadora de Salud y también del ciclomotor robado, ninguna fuerza de seguridad pudo dar con el mismo y fue ella quien en la madrugada del domingo (el robo se produjo el sábado bien entrada la tarde) cruzó hacia Bolivia, se aventuró en peligrosos barrios de la localidad de frontera y con algunos datos logró dar con el lugar donde tenían la moto, lista para ser despachada a la localidad boliviana de Villamontes.

"Anduve toda la noche para hacer las cosas legalmente, por eso me fui a la Policía de Bolivia y no me quisieron ni tomar la denuncia, porque dijeron que al tratarse de un robo sucedido en la Argentina a ellos no les correspondía actuar. Anduve toda la noche haciendo averiguaciones, me recorrí los barrios 27 o 28 de Mayo en (San José de) Pocitos, en Bolivia. Ahí logré recuperarla y vi un montón de motos que roban en Argentina, una gran cantidad", detalló la valiente agente sanitaria.

"El que quiera recuperar su moto robada tiene que ir por sus propios medios, como hice yo. Lamentablemente, como es zona de frontera, dicen que no pueden hacer nada de un lado y del otro. Gracias a Dios, y por toda la difusión que se le dio al tema pude recuperar mi herramienta de trabajo", expresó.

Lo llamativo de la situación es que ninguna fuerza de seguridad actuó para resolver el robo y lo hizo esta joven, seguramente en su desesperación para recuperar su ciclomotor, pero también arriesgando su vida. Al menos ya se sabe en qué lugar están las motos que prácticamente todos los días roban en las localidades del departamento San Martín, cercanas a la frontera.

 

 

 

 

 

BOLIVIANA SORPRENDE CON SU HABILIDAD PARA MONTAR SKATE: "QUÉ GENIA"

 

Muchos usuarios elogiaron la destreza de la joven por medio de un tiktok que ella misma compartió a través de su cuenta. El video se hizo viral inmediatamente.

 

La República de Perú (https://bit.ly/41ggWVU)

 

Actualmente, las redes sociales nos permiten conocer el talento que las personas desarrollan a lo largo de su vida. TikTok es una plataforma cómplice para los hombres y mujeres que desean subir contenido sobre las habilidades que poseen. En esta oportunidad, se ha viralizado un video en el que se observa a una mujer boliviana que monta un skate con mucha facilidad. Muchos usuarios quedaron sorprendidos y la elogiaron.

En el video de 19 segundos se ve que la joven hace piruetas con el skate, y aunque por un instante parece que tiene alguna dificultad, ella se repone. Hasta el momento, tiene dos millones de reproducciones, 270.000 reacciones, más de 2.500 comentarios y 40.000 compartidas.

Reacción de los internautas

Los usuarios elogiaron la destreza de la mujer boliviana y comentaron: “Ahí donde la ven, es complicado porque su ropa pesa más de lo normal”, “Sale hermosa con su vestido”, “La mujer perfecta”, “Eres adorable, me da gusto que realices lo que te gusta”, “Hermosa, la skater”

¿Quién es la mujer skater?

Ayde Jesdenka es el nombre de su cuenta de TikTok, en la que encontramos información sobre su ciudad natal y la pasión por el skateboarding. Ella es originaria de Bolivia y pertenece al grupo “Warmis sobre ruedas”, en donde las mujeres demuestran que también pueden manejar a la perfección un skate.

La joven tiene un gusto peculiar por la música, el  metal es su género favorito. En muchos de sus clips hace referencia a los grupos que escucha. Algunos de sus seguidores le comentan que quieren ser su novio, pero ella les responde que no la aceptarían por sus gustos musicales.

¿Qué es "Warmis sobre ruedas"?

De acuerdo con la cuenta de TikTok a la que Ayde siempre menciona en sus videos, @warmisobreruedas_oficial es un grupo de mujeres apasionadas por el skateboarding que día a día demuestran su destreza por este deporte. La vestimenta que usan es muy representativa de la ropa típica de su país.

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