No importa en qué lugar del mundo estés, si visitas un salar vas a notar que el suelo posee un patrón de hexágonos delimitados por crestas más elevadas. Durante años, la causa de estas figuras fue un misterio.
La naturaleza es tan maravillosa como enigmática. Si alguna vez visitaste extensas playas saladas, como las de Salinas Grandes en Jujuy, o el gran salar de Uyuni en Bolivia, habrás notado las figuras geométricas que cubren la superficie blanca. Mientras algunas personas aprovechan el momento para realizar decenas de fotografías, las más curiosas buscan una explicación para un paisaje tan espectacular.
Las
causas ahora parecen estar más claras, según un nuevo estudio publicado en
Physical Review X. Los investigadores realizaron una serie de experimentos en
salares y en simulaciones computacionales para entender dos cosas: cuál es el
proceso que crea esas formas similares a las de un panal en el suelo y por qué
se producen esas pequeñas elevaciones en sus bordes. La respuesta parece estar
en la circulación del agua debajo de la superficie. "Los flujos de fluidos
y la convección subterránea son los únicos capaces de explicar por qué se
forman los patrones", comenta la física Jana Lasser, de la Universidad
Tecnológica de Graz en Austria.
Las
salinas se encuentran típicamente en áreas con poca lluvia y altas tasas de
evaporación, como desiertos. Estas áreas se caracterizan por un ciclo de
inundación y evaporación, que deja una capa de minerales en la superficie que
puede adquirir varios metros de espesor y formar una superficie dura y
costrosa. Pero debajo, se encuentra un suelo con mucha agua y minerales, como
un inmenso lago de salmuera.
Al
llover, el agua que se acumula sobre el suelo se vuelve muy salada y densa -
más pesada-, y descansa sobre una superficie que está sobre otro líquido no tan
denso. Esto genera una circulación de agua a través de esa dura capa, entre el
agua queso hunde en las profundidades y la que sale para ser evaporada. En la
evaporación, solo el agua cambia de fase, la sal que contiene se queda en la
superficie contribuyendo a volver aún más denso el líquido sobre la superficie
y potenciando el intercambio de agua subterránea.
“Esta
capa es más densa que la que está debajo, y el agua salada se hunde alrededor
del agua “más dulce” y menos densa que sube para reemplazarla. El agua se
evapora y deja un residuo de sal, que se disuelve nuevamente en la capa
superior de agua. El ciclo se repite para formar lo que los científicos llaman
un rollo de convección de forma similar a una dona”, explican los
investigadores.
Normalmente,
un rollo de convección adoptaría una forma de dona circular. Sin embargo,
debido a que hay tantos de ellos empaquetados muy juntos en un salar, los
rollos se aprietan entre sí para formar hexágonos, dijeron los investigadores.
¿Y
por qué aparecen esas crestas en los bordes? Porque allí es donde el agua
superficial, que es mucho más denso y salado, se hunde. La evaporación es igual
en todo el salar, pero el líquido que está sobre esa zona es el que más
contenido de sal tiene, así que al evaporarse, deja la mayor cantidad de
minerales acumulados. Por lo tanto, luego de unos días, aparecen unas crestas
de sal que sobresalen. Meteored de Argentina (Ahttps://bit.ly/3KLF0e5)
BOLIVIA:
“REPARTIENDO VERDADES” A TRAVÉS DE WHATSAPP PARA COMBATIR LA DESINFORMACIÓN Y
LOS DISCURSOS DE ODIO VIRALES
El
medio digital Bolivia Verifica y Proyecto Desconfío, de Argentina, impulsan una
iniciativa que busca promover una cultura de paz y tolerancia en el espacio
digital, tras la polarización que se vive en el país desde la crisis social y
política desatada en 2019. Además de orientar los contenidos a las audiencias
jóvenes, aspiran a que periodistas y medios de comunicación también difundan el
material chequeado
Laboratorio
de Periodismo, España (https://bit.ly/40VlH7w)
A
través de placas y notas informativas con contenidos verificados que envían por
mensajes de WhatsApp, dos organizaciones sudamericanas especializadas en fact
checking buscan desactivar desinformaciones y discursos de odio que circulan en
redes sociales en Bolivia, motivados por la polarización que existe en ese país
desde la crisis social y política desatada en 2019. Así, buscan instalar una
cultura de paz y tolerancia en el espacio digital.
La
iniciativa se llama ‘Repartiendo verdades’ y obtuvo la beca Spread the facts
que otorga la International Fact-Checking Network (IFCN) junto a Meta (dueña de
WhatsApp). La propuesta fue la única de Latinoamérica en ser seleccionada por
el instituto.
El
proyecto surgió de la alianza entre Proyecto Desconfío, de Argentina y
encargado de promover la investigación sobre la dinámica de la desinformación
en idioma español que circula por redes sociales y plataformas digitales– y
Bolivia Verifica, un medio digital independiente que monitorea desinformación
que circula en las redes sociales, chequea discursos públicos y capacita en
fact checking a periodistas y estudiantes.
La
coordinación está a cargo de los especialistas en desinformación de Argentina,
Adrián Pino y Soledad Arreguez, de Proyecto Desconfío. Mientras que las tareas
de verificación y monitoreo del discurso de odio dependen de los periodistas y
fact checkers de Bolivia Verifica, Jesus Vargas, Marcelo Blanco y Joel Alexis
Candia, bajo la coordinación editorial de Patricia Cusicanqui.
Además,
el proyecto cuenta con la asesoría en discurso de odio de la investigadora
argentina Lucía Wegelin. También forma parte del equipo el diseñador Damián
Piccoli, que es parte de Proyecto Desconfío.
Para
coordinar el trabajo entre ambos países, se ha designado un responsable por
cada país: Tania Frank como referente de Fundación para el Periodismo (de la
que depende el medio digital Bolivia Verifica) y Juan Manuel García por
Proyecto Desconfío.
WhatsApp,
el canal para “viralizar” contenidos verificados
“La
primera fase del proyecto, que iniciamos a fines de 2022, consistió en
capacitar y entrenar a los periodistas de Bolivia Verifica en el monitoreo de
discurso de odio. Con esos criterios, el equipo de Bolivia selecciona algunos
de los posts más relevantes en redes sociales que promueven alguna forma de
discurso de odio y realizan la verificación correspondiente con múltiples
fuentes, tanto para denunciar el caso como para recurrir a especialistas que
ayuden a entender las consecuencias negativas que generan estas expresiones”,
explicaron Pino y Arreguez.
Con
esas opiniones y análisis generan una nota periodística que se publica en el
sitio de Bolivia Verifica y, en simultáneo, se crea una pieza digital para
WhatsApp, que se difunde por ese canal junto con el artículo periodístico.
Una
web oficial para unificar los recursos
Todo
el contenido, aclararon Pino y Arreguez, está disponible en el sitio oficial
del proyecto www.noalodio.org.
La
web cumple una función sustancial, ya que a través de ella se pueden revisar
las verificaciones de los principales discursos de odio; enviar mensajes de
WhatsApp para recibir información o denunciar un caso; y tomar contacto con las
organizaciones que impulsan la iniciativa para replicar en otros países.
“La
iniciativa es un primer paso que busca acercar a la sociedad un canal de
información fiable para promover lecturas críticas de la información”,
subrayaron Pino y Arreguez.
Cualquier
usuario que quiere recibir información acerca de las verificaciones,
desinformación y análisis de discursos de odio en Bolivia puede ingresar al
sitio oficial del proyecto www.noalodio.org y clickear en el botón #NoAlOdio
(con el logo de la plataforma de mensajería instantánea) para sumar su contacto
a la cuenta de WhatsApp de “Repartiendo Verdades”. O se puede escribir
directamente al número +591 62535868.
“Por
este canal podrán recibir toda la información que se genera cada semana o
enviar sus denuncias o casos para que sean analizados por el equipo”, indicaron
los coordinadores argentinos.
Jóvenes
y periodistas, los dos públicos objetivo de la campaña
Pino
y Arreguez señalaron que el objetivo de la campaña es llegar, principalmente, a
los jóvenes bolivianos, ya que la mayoría de ellos se informa a través de
YouTube, Instagram, WhatsApp y Facebook, “donde las mentiras y los engaños
circulan mucho más rápido, cayendo en las trampas de la desinformación al no
poder discernir los contenidos falsos de los verdaderos”.
“Por
eso, esta iniciativa busca promover lecturas críticas de la información que
difunden las redes sociales, así como los medios tradicionales y digitales,
para distinguir entre la información fiable y las noticias falsas generando una
capacidad reflexiva y crítica en la población”, puntualizaron.
El
proyecto también tiene como destinatarios a periodistas y medios de
comunicación, para que ayuden a amplificar los estudios y verificaciones
realizados por esta alianza.
Al
respecto, los especialistas argentinos precisaron que para el público general
difunden piezas y links a las verificaciones de discursos de odio, mientras que
a los periodistas y medios aliados del proyecto se les comparte información más
específica y detallada que les sirva para sus producciones periodísticas. El
contacto es el mismo número de WhastApp.
Una
iniciativa que busca expandirse por toda la región
Si
bien este proyecto específico se mantendrá activo durante seis meses, las dos
organizaciones que impulsan “Repartiendo verdades” buscan ampliar los alcances
a más países. “El discurso de odio es un fenómeno creciente en el espacio
digital y las acciones que puedan implementarse para denunciar estos casos y
promover prácticas digitales que contribuyan a un espacio de paz y tolerancia
son cada vez más necesarias. Por eso, invitamos a organizaciones, gobiernos,
universidades, medios de comunicación y otros actores a tomar contacto con
Proyecto Desconfío para replicar esta iniciativa en sus respectivos países”,
dijeron Pino y Arreguez.
Capacitación
y campaña digital para combatir la desinformación electoral en Guatemala
Para
2023, el equipo de Proyecto Desconfío, de Argentina, también tendrá un rol
activo en combatir la desinformación en el proceso electoral de Guatemala.
A
través de una alianza con la Red Ciudadana de ese país, el equipo liderado por
los periodistas e investigadores argentinos Adrián Pino y Soledad Arreguez
formará a agentes comunitarios y periodistas para que capaciten a sus
comunidades sobre el tema y lanzarán una campaña digital para alertar a los
ciudadanos sobre las formas que adopta la desinformación en el marco de las
elecciones presidenciales.
EL
PERIODISMO BOLIVIANO, AMENAZADO POR EL GOBIERNO DE LUIS ARCE
"El
periodista que difundiere mensajes que inquieten a la población será sancionado
con 25 años de cárcel", dicta uno de los proyectos enviados al parlamento.
Mendoza
Today de Argentina (https://bit.ly/3KJDGbE)
Al
igual que en Rusia, Venezuela o Cuba, los periodistas de Bolivia están
amenazados por dos leyes con las que que podrían encarcelarlos por realizar su
trabajo. Los proyectos fueron enviados al parlamento a pedido del presidente
Luis Arce y aún deben debatirse.
Según
el jefe de Estado, las sanciones se aplicarán a aquellos periodistas y/o
comunicadores que produzcan «temor en la población», todo bajo la excusa de
proteger los derechos humanos. Ante esta alarmante medida, la Asociación
Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) se ha declarado en estado de
emergencia.
«Monitoreamos
el entorno para el ejercicio de las libertades fundamentales en nuestro país y
hemos expresado en múltiples oportunidades nuestra preocupación sobre los
hechos de vulneración a la libertad de prensa y reclamado por la falta de
respuesta de las autoridades estatales», expresó la ANPB en un comunicado donde
exigieron reunirse con una «delegación de representantes» de sus
organizaciones.
En
paralelo, el gobierno que comanda Arce pretende avanzar con al menos uno de los
proyectos que dicta: «el periodista que difundiere mensajes que inquieten a la
población será sancionado con 25 años de cárcel». «Cuando el hecho sea cometido
por una trabajadora o un trabajador de un medio de comunicación social, o
propietario del mismo, no podrá alegarse inmunidad ni fuero alguno», agrega.
En
tanto, el segundo proyecto reduce la condena a 8 años y «no podrán acogerse a
la Ley de Imprenta» que prevé el funcionamiento de «tribunales de imprenta»
para estas circunstancias a ciudadanos que «cuestionen y discriminen por raza o
sexualidad» a un tercero. Lo que dejaría a completo merced a quien fuera
acusado, casi sin posibilidad de presentar una defensa.
Ambos
proyectos le dan la razón a Zulema Alanes, presidente de la Asociación Nacional
de Periodistas, quien denunció que la actual situación del periodismo boliviano
«es peor que en las dictaduras militares». Sus colegas señalan que «no es la
primera vez que el Movimiento al Socialismo (MAS) pone de manifiesto sus
pretensiones autoritarias con las que pretende silenciar el trabajo de la
prensa, por los que declaramos estado de emergencia a nivel nacional». En
referencia al gobierno del ex presidente Evo Morales que había ignorado la Ley
de Imprenta cuando llevó a la justicia ordinaria al autor de esta nota en 2016
a pesar de las protestas de las organizaciones de periodistas.
Debido
a los reclamos constantes de los periodistas, el gobierno optó por dejar en
suspenso el proceso de aprobación de la ley 280, referida a estos casos, pero
mantiene sobre la mesa el debate de la ley 305 que alude a la discriminación.
El fundamento del gobierno para dictar estas medidas antidemocráticas es que
los periodistas son los enemigos de los «gobierno populares», «se resguardan
bajo el pretexto de la libertad de prensa» para criticar a los gobernantes y de
esa manera generar malestar en la población.
El
proyecto tiene el apoyo de los dos bandos en los que está dividido el partido
oficialista, el Movimiento al Socialismo (MAS).
CASTRO
Y CHÁVEZ: CRIMINALES TRANSNACIONALES
Impusieron
controles sociales que violentan los más elementales derechos
El
Montonero de Perú Uhttps://bit.ly/3UkU7yj)
Mi
desconocido, pero apreciado y respetado, Américo Darío Gollo Chávez, un
venezolano que honra el gentilicio, tiene la opinión de que los tiranos solo
mueren cuando sus obras desaparecen. En consecuencia, Fidel Castro y Hugo
Chávez están vivitos y coleando, como popularmente se decía en la Cuba que
perdimos, por solo hacer referencia al nefasto legado de dos sujetos que además
de destruir a sus países de nacimiento perjudicaron seriamente el resto del
hemisferio.
Para
desgracia de venezolanos y cubanos, esos dos opresores se apropiaron de ambas
naciones con la complicidad de amplios sectores de la población gracias al
encanto que ejercieron sobre muchos de sus compatriotas. Así lograron, un alto
nivel de servidumbre, lo que hizo posible unos regímenes de gran capacidad
destructiva.
Lo
primero a afirmar sobre Castro y Chávez, es que traicionaron a sus respectivas
naciones. Fueron crueles hasta con sus partidarios y brutalmente feroces con
sus opositores, demostrando una incapacidad absoluta para la generación de
riquezas, aunque contaron con poderes absolutos en la gestión económica. Los
regímenes que impusieron fueron un rotundo fracaso, con la excepción de su
sobrevivencia y el hecho de haber extendido sus maléficas propuestas a otras
naciones, como Bolivia, Nicaragua y –en su momento– al Ecuador de Rafael
Correa.
Fidel
Castro entregó la Isla a la extinta Unión Soviética por más de treinta años,
convirtiendo al país en un satélite de Moscú. Así recibió los subsidios que le
permitieron perpetuarse en el poder, e imponer un sistema de control sin
precedentes en el hemisferio. La dependencia de Moscú, se institucionalizó en
la Constitución de 1976, que en su Preámbulo decía: “Apoyado…en el
internacionalismo proletario, en la amistad fraternal y la cooperación de la
Unión Soviética y otros países socialistas y en la solidaridad de los
trabajadores y pueblos de América Latina y el mundo”. Eso se concretó con el
absoluto respaldo a las incursiones imperialistas del Kremlin, particularmente
en África y Afganistán.
Fidel
Castro, copió al detalle el modelo soviético y hasta corrigió algunas
debilidades de este, haciendo que el totalitarismo establecido en la Isla fuera
mucho más férreo que el de la metrópoli, como afirman ciudadanos que residieron
en los dos países. Por su parte Hugo Chávez, otro depredador, traicionó a su
país sometiéndolo ciegamente a la voluntad imperial de Fidel Castro. Venezuela
se transformó en una especie de provincia de Cuba –sin dudas, la más rica–, que
proveía al despotismo insular de los bienes necesarios que era incapaz de
producir.
El
legado de Chávez es tan devastador, quizás más, por las amplias riquezas del
país sudamericanos, que el de los hermanos Castro. El militar golpista quebró
el ritmo institucional que el país había asumido en 1958, e incentivó la
corrupción gubernamental a cotas inimaginables. Despilfarró miles de millones
de dólares, empobreciendo a unas de las naciones más ricas del hemisferio.
Aun
aquellos que muestren simpatías hacia Hugo Chávez y Fidel Castro, si les queda
un mínimo de sentido común, deben concluir que ambos mandatarios fueron
nefastos para sus países. Y con independencia de la justicia que pudieran
implicar sus propuestas políticas y sociales, que enarbolaban mientras
manipulaban y reprimían a la población.
Tal
y como apunta el amigo Gollo Chávez, los regímenes de ambos autócratas les han
sobrevivido; agrego que en las personas de otros dos incapaces, Nicolás Maduro
y Miguel Díaz-Canel, cuya gestión es tan precaria como la de sus antecesores.
Ellos han llevado a no pocas personas a olvidar quienes fueron en realidad los
constructores de esas dictaduras, responsabilizando a los actuales déspotas de
los crímenes del presente y también de los del pasado.
Hay
que trabajar intensamente para que Fidel Castro y Hugo Chávez no se
transformen, gracias a la gestión de sus admiradores, en dioses benefactores
cuyos discípulos no fueron capaces de interpretarlos correctamente. Algo que
podría ocurrir con Daniel Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia, dos
subproductos del castrochavismo.
Castro
y Díaz-Canel, Chávez y Maduro, son géneros lógicos de propuestas ideológicas y
políticas que a través de la historia han resultado en fracasos. No solo por su
intrínseca maldad y desconocimiento de la condición humana, también porque su
implementación obliga a un control social que violenta los más elementales
derechos de las personas.
LA
HISTORIA DE DOS BINOMIOS
El
binomio Morales-AGL fue el segundo paradigma, a nivel región, de la relación
entre un jefe revolucionario y su más cercano asistente intelectual.
La
República de Perú (https://bit.ly/3KL4MyV9
Durante
pocos meses, los militantes del MAS boliviano recitaron una consigna
tranquilizadora: “el hermano Luis (Arce) es el presidente y el hermano Evo
(Morales) es el líder”. Pero para cualquier observador realista, el
encontronazo era inexorable. Sin banda presidencial, Morales se considera un
desempleado y Arce no se piensa como un político subrogante.
Lo
que no estaba en los cálculos de ambos era que el exvicepresidente Álvaro
García Linera (AGL), ideólogo de Morales, entraría a jugar el rol del amigable
componedor. Tras sermonearlos públicamente por estar desangrando al partido,
los invitó a dialogar. Arce no dijo nada, pero la réplica de Morales fue
fulminante. Recordándole a todos que “el hermano Álvaro” fue su segundo por
catorce años y tratándolo implícitamente de desleal, sintetizó su nueva
relación en una frase: “Tengo un enemigo más”.
El
tema es interesante pues el binomio Morales-AGL fue el segundo paradigma, a
nivel región, de la relación entre un jefe revolucionario y su más cercano
asistente intelectual.
Filósofo
instrumental
El
primer paradigma fue el del carismático Fidel Castro, treintañero a la sazón y
su veinteañero fan e intelectual francés, Regis Debray. Aquí dominaban las
simetrías, pues venían de familias pudientes y tenían educación superior. Antes
de ser icónico, Castro era un abogado sin clientes rentables y Debray, un
profesor de filosofía embrujado por la revolución cubana. La diferencia mayor
estaba en sus agendas de futuro: mientras el cubano postulaba a un liderazgo
tricontinental y hasta global, el francés, más modesto, solo ambicionaba
(textual) “pensarles la revolución a los latinoamericanos”. Metafóricamente,
era la yunta entre un político mesiánico y un operador con ínfulas de
supergurú.
Hasta
la muerte del Che Guevara en Bolivia, aquello fue un juego win-win. Para el
líder, los textos de Debray le fueron funcionales para apabullar a los
comunistas y socialistas “reformistas” y, por añadidura, para socavar los
sistemas democráticos de la región. Para el filósofo, su cercanía con Castro le
permitió disfrutar las gollerías del poder, lo puso en el epicentro de la
polémica de las izquierdas y lo hizo conocido a nivel mundial.
Por
eso, tras la desventura boliviana, el binomio se deshizo sin drama. Castro,
escarmentado por un brillante libro de Jorge Edwards, captó los peligros de
polemizar con intelectuales que conocían de cerca su dictadura. Como consuelo,
si bien perdía a un Debray instrumental, siempre tendría a mano a Gabriel
García Márquez. A Debray, por su lado, le tomó veinte años liberarse “de la
palabra sagrada del comandante”. Tras ese largo silencio, desembalsó una
autocrítica farragosa y casi masoquista. En un libraco de 500 páginas, definió
a Castro como “un déspota incompetente”, aludió a la “desastrosa locura de
Guevara” y reivindicó a Salvador Allende. Su antes denostado líder socialista
chileno mutó en un gran señor, “que murió el 11 de septiembre de 1973 como un
héroe romano”.
Toro
blanco y toro negro
Salvo
en lo etario -ambos se juntaron cuarentones-, el binomio Morales-AGL fue un
enjambre de asimetrías. El expresidente era el “jefazo”, título cariñoso para
un líder rústico de la etnia aymara, que solo en el poder aprendió a vestirse
conforme a su cargo y que aún se expresa dificultosamente en castellano.
Agréguese que llegó a Palacio Quemado por su rol como líder cocalero, por el
desprestigio de los políticos y por su instinto para movilizar contra Chile el
irredentismo nacional con el lema “mar para Bolivia”.
AGL,
el exvicepresidente, estaba en las antípodas. Blanquiñoso, atildado en el
vestir, con estudios universitarios en el extranjero, militante de guerrillas
campesinas y teórico de las izquierdas antisistémicas. Complementando el
instinto de poder del jefazo, aportaba una teosofía del poder revolucionario y
una estrategia para llegar soberanamente al mar. Su pegamento fue la ficción
retórica. Según Morales, “Álvaro es mi mejor secretario, un amigo de confianza,
somos un toro blanco y un toro negro, y como yunta trabajamos por Bolivia”.
AGL, juraba no ambicionar la presidencia pues “yo he peleado para que los
indios lleguen al poder (y) perder a Evo Morales sería un suicidio político”.
Por catorce años fue otro juego win-win. Gracias a los guiones de AGL, Morales
consiguió el padrinazgo de Castro y Hugo Chávez, los dos grandes de la Liga
Revolucionaria Regional. Desaparecidos ambos, hoy se imagina como el tercer
gran líder por default. AGL, por su parte, ganó notoriedad hasta un nivel
insospechable. Editores chilenos lo definieron como “uno de los más importantes
intelectuales de América Latina” y ubicaron a Bolivia como “uno de los más
importantes centros generadores de teoría política en el mundo”. Uniendo ambas
frases en lo que Sofocleto llamaría un sinlogismo, emergía como la espada
pensante de la revolución universal.
Nada
es para siempre
El
fin del binomio fue traumático, en cuanto fruto de tres fracasos sucesivos:
rechazo en Bolivia de la pretensión de poder vitalicio de Morales con exilio de
ambos jefes; rechazo en Chile de la vía constitucional a la refundación,
inspirada en las tesis de AGL; y destitución del presidente peruano Pedro
Castillo, quien levantaba desde CNN la consigna “mar para Bolivia”.
Dada
la rusticidad de Morales, no hubo divorcio de terciopelo. Desde su exilio
resintió el alejamiento de AGL y publicó un libro “según la tradición oral
andina”, en el cual se autoelogia con generosidad, dice que fue víctima de un
golpe de Estado y omite mencionar a su vicepresidente. De paso, le clava una
indirecta: “Yo no soy politólogo, muchos que hacen política no son politólogos,
son indígenas, campesinos, obreros”.
AGL,
más sutil, esquivó el choque. Más bien y sin decir diciendo, está explicando su
alejamiento como efecto de una mutación personal: de politólogo blanco, asesor
de político indio, hoy es un político con vuelo propio. Como tal, no ha cedido
a la tentación de justificar el triple fracaso con la agresividad torpe de
Morales, su ignorancia respecto al ethos nacional de los chilenos ni su
pretensión de tutorizar al histórico virreinato seccionado por Bolívar.
Coyuntura
Huérfano
de asesor, Morales hoy está en plena fuga hacia adelante. Fogonero del
estallido social peruano, cree que derribada Dina Boluarte reinstalará el tema
de una salida al mar bajo soberanía aymara. Esto consolidaría su presunto
liderazgo regional y le ganaría puntos en la interna masista.
En
paralelo, AGL ya advirtió que de la pugna Morales-Arce emerge la posibilidad de
ser el tercer líder del MAS, su refundador o el conductor de un nuevo “bloque
histórico”. En esta línea, si es tan inteligente como creen sus seguidores,
debería “mirar la derrota cara a cara” como aconsejaba Lenin. Esto implica
someter a revisión su estrategia de geometría variable -primero contra Chile y
luego contra el Perú- lo mismo que sus tesis sobre constituciones sin consenso
que legitimen “una guerra social total”.
¿Es
viable una evolución de ese tipo en un místico de las refundaciones? No es
imposible, pues la democracia aún tiene reservas para prevalecer en la región.
De hecho, hasta su presidencial lector chileno está tratando de defender la
institucionalidad democrática amagada por la violencia. Por lo demás, la
tradición dice que en política se han visto muertos cargando adobes y diablos vendiendo
cruces.
EVO
MORALES QUIERE AISLAR EL CHAPARE DE BOLIVIA
El
ex mandatario busca controlar esa región cocalera para ampliar los cultivos de
coca con destino a las fábricas instaladas en los parques nacionales cercanos
https://bit.ly/3Mw8j5I
Por
Humberto Vacaflor Ganam.- El ex presidente Evo Morales dice que el gobierno de
Luis Arce envía “infiltrados” a la región cocalera de Chapare y anuncia que,
como respuesta, él creará una fuerza de “ronderos” armados para cercar y aislar
la región.
El
anuncio se hace a pocos días de que los cocaleros de Morales impidieron que el
vicepresidente David Choquehuanca circulara por Chapare, en el centro de
Bolivia, en el departamento de Cochabamba, y le dijeron que no podía llegar
allí sin autorización.
Morales
denunció que el ministerio de Gobierno capturó 1.400 kilos de cocaína en el
parque nacional Isiboro-Sécure, pero que informó haberla tomado en Chapare y,
lo peor, que sólo se refirió a 700 kilos.
Agricultores
de los valles próximos a la zona denunciaron que los cocaleros de Chapare están
ocupando, con cultivos de coca, los parques nacionales Carrasco, Amboró e
Isiboro-Sécure desde hace diez años, con la complicidad del gobierno central.
Por
el momento, el “Gran Chapare” cubre unos 40.000 kilómetros cuadrados, más o
menos como Suiza, sobre los que Morales querría tener control para ampliar los
cultivos de coca con destino a las fábricas instaladas en esos y otros parques.
El
cocalero jefe, al que sus seguidores llaman ahora “comandante”, dijo en radio
Kausachum Coca que se propone frenar a los “infiltrados” del gobierno de
Bolivia mediante la creación de grupos de “ronderos”, imitando lo que hicieron
los campesinos peruanos.
Indignado,
Morales dijo que el ministerio de Gobierno envía “espías” a la zona pero que
sin embargo no fue capaz de frenar el ingreso de mafiosos colombianos y
brasileños a pesar de que había sido advertido de ello el año pasado.
Cuando
el cocalero hacía estas denuncias, el gobierno informaba que cuatro ciudadanos
fueron asesinados a balazos en la ciudad fronteriza con Brasil de San Matías,
convertida en la “Ciudad Juárez” o en “Rosario” de Bolivia por la presencia de
grupos de narcos armados.
Allí
se enfrentan narcos brasileños del paulista Primer Comando da Capital con los
del carioca Comando Vermelho, como un desborde de las luchas que tienen esos
dos cárteles dentro de Brasil.
Es
la primera vez que Morales anuncia medidas que confirman los temores de que el
poder económico de Chapare quisiera aislarse del Estado boliviano y también es
la primera vez que alude a los parques nacionales colindantes que serían
absorbidos por el poder cocalero.
Nunca
antes, además, había hecho una demostración tan clara, como la que hizo ahora,
del conocimiento detallado que tiene sobre las cargas de droga que circulan en
el territorio que está bajo su dominio.
Los
parques que rodean a Chapare pertenecen a las jurisdicciones del departamento
de Cochabamba (Carrasco), de Beni (Isioboro-Sécure) y Santa Cruz (Amboró),
aunque éste último es el más extenso.
El
poder económico de los cocaleros de Chapare invade diversas áreas y
actividades, sobre todo en Santa Cruz, donde ha logrado controlar la venta de
arenas para la construcción con camiones que llevan el producto a regiones muy
lejanas, incluso muy próximas a la frontera con Brasil. Los areneros de la zona
dicen que es muy sospechoso que la arena de Chapare cueste menos que la
obtenida en los ríos propios, siendo que debe recorrer más de 360 kilómetros.
Salvo, dicen, que lleven otras cargas debajo de la arena.
Es
tanto el poder del Chapare que los tradicionales agricultores de los valles
colindantes han sido arrebatados de sus tierras por la oficina de la reforma
agraria para beneficiar a nuevos cultivadores de coca.
La
furia de Morales, en este momento, se debe a que el presidente Arce le está
ganando en la competencia por controlar el partido MAS al que ambos pertenecen.
Tan
molesto está el cocalero que ahora asegura que casi todos sus compañeros le han
dado la espalda y sospecha que en 2019 cayó en una trampa cuando renunció y
escapó al exterior.
Pero
lo que no se perdona es haber designado a Luis Arce como candidato de su
partido en las elecciones de 2020, un pupilo que ahora le da las espaldas y
avanza en su propósito de ser el candidato del MAS también en 2025. Él cree que
designar a Arce como candidato también fue producto de la “trampa”.
Todo
esto en medio de la peor crisis económica de este siglo en Bolivia, que estalla
cuando es presidente el que fue ministro de economía durante trece años en el
gobierno de Morales.
REVOLUCIÓN
OBRERA BOLIVIANA DE 1952, 9 DE ABRIL: LA GUERRA CIVIL EN MARCHA
Transcribimos
en 3 partes el capítulo 15 del libro Revolución obrera en Bolivia - 1952,
escrito por Eduardo Molina y editado por Ediciones IPS Argentina, con prólogo
de nuestro compañero Javo Ferreira. A 71 años de la enorme conmoción desatada
por la insurrección encabezada por mineros y fabriles, les traemos esta primera
parte, donde se detalla el golpe y contragolpe militar urdido en contra del
militar autodesignado presidente, Hugo Ballivián.
La
Izquierda Diario de Chile (https://bit.ly/3zIcjIy)
A
fines de marzo proliferan, dentro y fuera del gobierno, en los corrillos militares
y civiles, los afanes conspirativos para deshacerse de Ballivián [NdE. Hugo
Ballivián, militar y presidente de facto en Bolivia desde la anulación de las
elecciones en junio de 1951]. En la cumbre del poder, se perfila el general
Torres Ortiz, hombre fuerte del ejército con amplio ascendiente dentro de la
oficialidad y que ya ha planteado sus diferencias con Ballivián. También el
general Antonio Seleme, ministro de gobierno de la Junta Militar bajo cuya
jurisdicción está la fuerza de carabineros.
Ambos
coinciden en la necesaria “constitucionalización del país” mediante la
convocatoria a elecciones, pero difieren sobre quién deberá dirigirla,
manteniendo cada uno sus propias ambiciones. Torres Ortiz, más hostil al MNR
[NdE. Movimiento Nacionalista Revolucionario], desarrolla negociaciones con la
Falange Socialista Boliviana (FSB), el ultracatólico y fascista grupo de Óscar
Únzaga de la Vega. Seleme, por su parte, entra en asiduos contactos con
dirigentes políticos, incluidos los opositores; aunque también negocia con la
FSB, entabla conversaciones con el MNR a través de Lechín [NdE. Secretario
general de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia entre 1944
y 1987; también sería vicepresidente de Bolivia entre 1960-1964], quien es “su
paisano” (como se decían entre descendientes de la comunidad árabe), y lo
visita para tratar diversos asuntos.
La
dirección del MNR en manos de Siles Zuazo, dado el exilio de Paz Estenssoro en
Buenos Aires, se encuentra tejiendo un plan conspirativo, cuyos métodos,
programa y objetivos son los de un golpe de estado convencional al estilo del
protagonizado años atrás por Villarroel [NdE. Referente a Gualberto Villarroel,
mayor del ejército que lideró el golpe de estado en 1943, quedando como
presidente de Bolivia y siendo derrocado por una revuelta popular en julio de
1946]. En el mismo, el papel reservado al pueblo es de acompañamiento. Se
cuenta con Lechín, el también minero Torres, el fabril Butrón y otros
dirigentes sindicales movimientistas que asegurarán el apoyo sindical.
Asimismo, se excluirá del plan la movilización indígena para no suscitar el
terror de la clase media criolla y los propietarios ligados al campo. El
programa es sumamente moderado, lo más que se pueda como para no dificultar las
negociaciones con aquellos militares dispuestos a arrojar a Ballivián del
palacio presidencial.
Para
salvar a la nación, el MNR está dispuesto a apoyar la presidencia del ministro
de gobierno. Se conforma con tres ministerios en el gabinete que surja del
golpe y el llamado a elecciones generales en las que presentarse sin mayores
trabas. Sobre esta base, avanza la negociación con Lechín y Siles Zuazo. Se
incorpora Torres Ortiz, e incluso la FSB, en un complot que muestra la
composición más heterogénea posible.
El
general Seleme es un militar tradicional, sin mayor brillo y conservador hasta
la médula, por lo que el MNR tiene que encargarse de darle un barniz nacional y
popular: lo hará jurar a último momento como miembro del partido. Apoyándose en
los movimientistas, Seleme, que no tiene consigo al ejército, cree poder
subordinar a Torres Ortiz quien sí cuenta con su apoyo -y sabe que lo tiene-,
por lo que está en condiciones de desplegar su propio juego. En cuanto a la
Falange, que no por nada eligió ese nombre, es alérgica a los sindicatos tanto
como al MNR. Cree poder utilizar a Seleme como vía hacia la cúpula del
ejército, ya que el ministro le asegura que podrá atraer a generales como
Crespo, jefe de la guarnición de La Paz, o Blacutt, a cargo de Oruro; todos caballeros
de muy honorable palabra… como demostrarán el día 9, amaneciendo al otro lado
de la barricada.
Parece
una partida de póker entre viejos truhanes, que recurren a todas las
triquiñuelas para hacer valer sus propios intereses políticos y personales, porque
el único punto de unidad es sacar a Ballivián del medio. Finalmente, a la hora
cero del juego saltará por los aires ante la imposibilidad de consensuar esas
ambiciones cruzadas. Después de todo, en juego hay una sola presidencia…
Entre
tanto los preparativos golpistas han ido tomando cuerpo y ampliando adhesiones.
En las direcciones de los rancios periódicos oligárquicos, se destacan dos: El
Diario, tradicional vocero del liberalismo y el patiñismo, y La Patria, órgano
de las elites mineras de Oruro. Serán el símbolo del grado de aislamiento que
tiene el gobierno militar y su descrédito entre las propias clases dominantes.
Es inevitable que los rumores sobre el inminente pronunciamiento se difundan.
El clima en las alturas políticas es cada vez más enrarecido, y el 8 de abril,
el ejército -es decir, el general Torres Ortiz- plantea al presidente Ballivián
un ultimátum: debe precisar una salida política. La tumultuosa reunión
extraordinaria de gabinete, convocada para discutir el asunto, termina con una
crisis ministerial. Al parecer, el coronel “Peroncito” Sánchez, desde el
Ministerio del Trabajo, cuyos propios proyectos chocan con los de Seleme y el
MNR, denuncia a su colega por conspirador. Al optar Ballivián por la
destitución del cuestionado ministro de gobierno junto a otros militares, todo
el plan de Seleme, Siles Zuazo y Lechín queda amenazado. Pero el presidente,
quizás para ganar tiempo, quizás porque no quiere asistir solo al tradicional
Tedeum, posterga el cambio ministerial para después de Semana Santa. En
realidad, su gobierno está muerto, pero él no quiere asumirlo.Posiblemente
espere que el Sábado de Gloria o el Domingo de Resurrección sean portadores de
algún pequeño milagro…
Seleme
y el comando movimientista deciden, pese a todo, jugarse al golpe. La fecha,
originalmente prevista para el 15 de abril, es adelantada para el miércoles 9,
inmediatamente antes de los días feriados y los ritos religiosos que no solo
relajarían las actividades gubernamentales, sino que encontrarían a los trabajadores
desconcentrados, dispersos junto a sus familias, dato adicional sobre la escasa
importancia que el MNR da a la intervención obrera.
La
Falange rompe a último momento. Objeta que no se le adjudican los suficientes
ministerios, y quizás prevé el fracaso del golpe, dados sus buenos contactos
con Torres Ortiz. El comandante del ejército ha empeñado su palabra de honor
con su compadre Seleme, dejará correr el golpe de sus aliados en la víspera
para que “pisen el palito”; mientras, se alistará para el contragolpe. De este
modo, la sociedad conspirativa, que iba a encarrilar de una buena vez la vida
política del país por el mejor de los senderos posibles, distribuyendo
adecuados nombramientos, no sobrevive entera a la puesta en marcha del complot.
Los
generales -Ballivián, para preservarse en el sillón, y Torres Ortiz, que pasa
de considerarlo el enemigo principal a aliarse con él para enfrentar a sus
socios de la víspera- coinciden en desafiar a Seleme y al MNR. Pero la estrella
de Ballivián se apaga, apoyado de manera directa solo por una minoría de los
mandos, por lo que sólo Ortiz asume la conducción del contragolpe. Su traslado
en la noche del día 8 a la base aérea de El Alto, para montar allí el comando
de operaciones y dirigir el grueso de los efectivos convocados desde el
interior, es a la vez una buena forma de despegarse del presidente. Podría
emerger dueño de la situación y matar dos pájaros de un tiro: al golpe y
también a Ballivián, cuyo desalojo de Palacio ya fue decretado por el ultimátum
militar y solo faltará finiquitar los detalles. A fin de cuentas, esto es lo
que se piensa resolver, con algunos balazos mediante, al despuntar el 9.
Otras
guarniciones militares y destacamentos policiales del interior parecen haber
estado al margen de la conspiración. Acaso se guían por la sabia y popular
máxima de “desensillar hasta que aclare”, para no jugarse abiertamente durante
los acontecimientos. Sin los generales, el plan del MNR, se quedará sin la
necesaria pata militar. Antezana, quien procura en su análisis rescatar siempre
el papel de los uniformados nacionalistas tanto como ensalzar el rol dirigente
del MNR, debe reconocer en un pasaje de su Historia… que salvo el capitán
Téllez, convencido en la misma madrugada del 9 de tomar el arsenal en un audaz
golpe de mano, “Los únicos militares que colaboraban al MNR eran los jubilados
algunos que estaban en retiro, y los ex-combatientes” [1] quienes, en rigor,
son civiles desde hace casi 20 años, no forman parte de la oficialidad.
1.
El golpe ocupa el centro paceño
Antes
del amanecer del 9, los carabineros y los militantes del MNR se despliegan por
el centro de La Paz. Según las palabras de Hugo Roberts, uno de los dirigentes
emenerristas ligado a la policía,
Muchos
efectivos de la policía no sabían qué ocurriría ni que estaban siendo parte del
complot urdido por el MNR y Seleme. De hecho, ni siquiera conocían de qué lado
estaban. Momentos después de comenzado el despliegue golpista, un jefe policial
avisará orgulloso a su supervisor y a Seleme que ha detenido a lo más granado
de la fuerza de choque del MNR, para recibir sorprendido como respuesta la
orden de liberarlos, devolverles las armas y ponerse con sus carabineros al
servicio del golpe que estaban ejecutando sus apresados. El oficial se cuadra y
obedece sin más [3]. Pero el protagonismo uniformado no resultará ni tan
brillante ni tan preciso ni durará muchas horas, como muy pronto se verá.
El
esquema golpista prevé la oposición militar, principalmente del regimiento de
Lanza y el Colegio Militar que controlan el sur de la ciudad y cuyos jefes se
alinean con el presidente Ballivián. De ahí la extensa línea que comenta
Roberts, la cual cortará el centro de La Paz de este a oeste. El regimiento de
carabineros Capitán Zeballos tomará posiciones en la zona de Miraflores,
mientras que el regimiento 21 de Julio se extenderá hacia San Jorge y Sopocachi
Bajo, cerrando los accesos desde la zona sur de la ciudad. Salvo por algunos
otros elementos policiales y grupos del MNR, el oeste de la ciudad -las zonas
más populares y la subida a El Alto- quedará desguarnecido, puesto que no se
prevé la aparición de Torres Ortiz al frente de una gran fuerza militar en el
borde mismo de la Ceja [NdE. Área céntrica de El Alto].
Los
grupos de choque del MNR se ocupan del centro de la urbe, toman los principales
edificios públicos, Radio Illimani, que transmite los primeros comunicados a
las 6 de la mañana, y otras instalaciones. Más tarde, el palacio Quemado [NdE.
Palacio de Gobierno hasta 2020] será tomado por Juan Lechín al frente de una
nutrida manifestación obrera y popular. El dirigente sindical afirma en sus
memorias haber acudido muy temprano a recorrer las fábricas y luego marchar con
los obreros armados hacia la sede del gobierno al frente de “unas 20.000
personas” [4].
El
recorrido de la movilización por las calles -que aún hoy son un importantísimo
eje en el comercio popular, de encuentro entre el mundo urbano y el mundo rural
indígena- permitirá arrastrar una amplia masa plebeya. La imagen no puede ser
más sugerente: el rol de los obreros y la adhesión de sectores populares
amplios.
Entre
tanto, la ejecución técnica del golpe -el despliegue de carabineros, la toma de
los edificios públicos más importantes, el centro de la ciudad- puede iniciarse
más o menos según lo previsto. Sin embargo, sin el ejército y contra él todo el
plan original quedará en el aire.
2.
El contragolpe militar
Durante
la noche anterior al inicio del golpe, el ejército ha iniciado preparativos
para enfrentar físicamente a la conspiración. “A las ocho [...] los militares
adictos al gobierno, que se habían concentrado sin dificultad. sacaron todas
sus tropas a las calles, desde los cuarteles, en son de combate”, relata Juan
Valdivia Altamirano quien fuera secretario ejecutivo del MNR [5]. El ejército
comienza a desplegarse desde el sur para avanzar hacia el centro de la ciudad.
Desde
el Cuartel General de Miraflores -sede del Estado Mayor y principal punto de
apoyo de Ballivián- comienzan a avanzar los efectivos del regimiento Lanza. Dos
compañías lo hacen hacia el Parque Triangular y el área del Stadium, atacando y
obligando a retroceder a los carabineros y los movimientistas; otras dos se despliegan
a la derecha, cruzando el río Orkojahuira hacia Villa Armonía, para avanzar por
el este amenazando flanquear a los rebeldes.
Al
mismo tiempo, distintas secciones de cadetes del Colegio Militar, situado en
Irpavi, suben siguiendo el curso del Orkojahuira hacia Miraflores, y por San
Jorge hacia el centro, donde una pequeña guarnición protege al Ministerio de
Defensa. Amenazan apoderarse del edificio de la universidad y el Montículo de
Sopocachi, dos puntos estratégicos desde donde grupos de carabineros,
militantes de la juventud movimientista y otros civiles les hacen frente.
Entre
tanto, se conoce la noticia de que el general Torres Ortiz, lejos de plegarse
al golpe, está instalado en la base aérea de El Alto. Al parecer los jefes de
la conspiración dudan todavía de sus propias intenciones. Pero la concentración
de unidades del Altiplano, convocadas por el jefe del ejército, tiene por
objetivo reunir una fuerza decisiva que descienda sobre la ciudad para
retomarla. Es la puesta en marcha de un viejo plan de contingencia para el caso
de un levantamiento en La Paz. Un similar dispositivo represivo ya había sido
empleado en la sangrienta represión a la huelga insurreccional de los
trabajadores paceños en mayo de 1950, terminando en la masacre de Villa Victoria
[6].
Las
perspectivas de un cambio de gobierno relativamente pacífico apoyado o tolerado
por la mayoría del ejército -esto es, la apuesta de Seleme y el MNR- se
evaporará a medida que el sol suba la hoyada paceña [NdE. Referencia a
depresión geográfica donde se encuentra La Paz]. Está comenzando un
enfriamiento armado de la mayor envergadura.
En
la primera plana de su edición extraordinaria del 9 de abril, El Diario anuncia
el derrocamiento de la Junta Militar y el triunfo de la revolución con una foto
de Seleme y las declaraciones del general informando al país su propia asunción
[7]. Pero el general se adelanta demasiado. De hecho, el golpe se ha
empantanado; que las cosas no marchan del todo bien lo indican ya otras notas
del mismo periódico. Una de ellas avisa del llamado al pueblo a través de Radio
Illimani para que se congregue en el barrio de Miraflores y forme barricadas en
defensa de la revolución, apelando a los civiles para ampararse de la
contraofensiva militar en marcha. El ahora golpe cívico-policial con un general
al frente cuenta con el aporte del partido “popular”, el MNR, quien a su vez se
apoyará en los principales sindicatos. Los movimientistas ante la probable
resistencia oficialista necesitan engrosar sus fuerzas y, sobre todo, reunir al
pueblo en las plazas para ratificar, en un “baño de multitud”, la legitimidad
del golpe. Pero también sus propios derechos a la mejor tajada en el reparto
del poder. Ahora deben recurrir a la movilización popular ante el contragolpe
en marcha.
En
ésta línea, el mismo diario reproduce el comunicado de la Unión Sindical de
Trabajadores Fabriles Nacionales que cita a los dirigentes de las
organizaciones de la localidad a una reunión para organizar las milicias
fabriles y sumarse a la revolución.
Cierto
es que se ha previsto la participación en las labores conspirativas de algunos
núcleos de confianza en los sindicatos; sin embargo, solo en su carácter de
“fuerza auxiliar” y no en una apelación general a la resistencia obrera y
popular armada, que es por lo que se clama. La dirección aventurera del golpe,
gestado a espaldas de las masas, sólo recurrirá a ellas como último recurso.
Pero
al percatarse de la desfavorable relación de fuerzas y el poder de fuego -y
ante la “traición” de Torres Ortiz, Crespo y otros jefes con los que se ha
contado horas antes-, Seleme y Siles comienzan a vacilar. A las 10:30 de la
mañana concretan una frágil tregua en La Paz para abrir conversaciones, aunque
no se interrumpen los tiroteos ni el movimiento de tropas que siguen presionando
en Miraflores. La idea parece ser que las masas ayuden a resistir y que entre
tanto se busque negociar con los militares.
Siles
Zuazo, acompañado por otros dirigentes, acude a una reunión en el Ministerio de
Defensa para discutir los términos de un entendimiento con los oficiales,
actuando de intermediario con Torres Ortiz. La oferta de Siles es una solución
similar a la de 1930, que el ejército se haga cargo de la situación y convoque
a elecciones nacionales en un plazo de noventa días para entregar el gobierno a
la lista triunfante, cualquiera que ésta fuese. Son términos para un pacto con
el Alto Mando que sacrifican a Seleme y dejan en pie el poder militar. La
tregua durará formalmente hasta las primeras horas de la tarde, cuando el
comando deje en claro que no admitirá otra cosa que la rendición incondicional
de los rebeldes. Pero ¿cuál ha de ser el cuadro de situación cerca ya del
mediodía de ese claro y casi invernal día en La Paz?
3.
La Paz: escenario principal y fuerzas enfrentadas
La
ciudad, que es la sede del gobierno hacia 1952, cuenta con 380.000 habitantes
que aún no han ocupado por completo la hoyada, el ancho valle que forman el río
Choqueyapu y sus afluentes, junto al borde del Altiplano, en esa área. Se trata
del centro neurálgico del país. Concentra el poder político, la administración
del Estado y el núcleo principal de las fuerzas armadas. Es la sede de las
grandes empresas mineras, las comerciales y las industriales; también, de los
bancos. Con cierta industria liviana implantada desde los años 1930, constituye
la principal concentración obrera fuera de los distritos mineros. Aún sin ser
Bolivia un país centrado en la capital, como Chile o Argentina, el eje La
Paz-Oruro es por entonces decisivo en la vida de la nación, en todos los planos,
ya que el Oriente se encuentra aún muy lejos del peso que alcanzará Santa Cruz.
Como
se verá, la difícil topografía de la hoyada -con sus pendientes, sus lomas, sus
quebradas y sus ríos- y la organización territorial -la disposición de puentes,
los edificios clave, los puntos estratégicos, la composición social de los
barrios- determinarán las acciones de las horas por venir.
El
casco histórico central, como dijimos, alberga las sedes del poder político,
las finanzas y el comercio. Su corazón es la Plaza Murillo, rodeada por el
Palacio Quemado, el edificio del Congreso, otras dependencias gubernamentales y
la catedral. En las cercanías están el Banco Central y las sedes de otros
bancos; ya nombramos las casas de las grandes empresas mineras que se ubican
junto a las casas importadoras y las redacciones y oficinas comerciales de los
periódicos. Junto está San Pedro, esa zona antigua donde una población humilde
de empleados, pequeños comerciantes, artesanos, entre otros, van reemplazando,
en las viejas residencias convertidas en casas de renta, a las clásicas
familias ricas. Al sur del centro urbano, con el nevado cerro Illimani de
fondo, entre la garganta del Choqueyapu y las lomas de Tembladerani que suben
hacia los contrafuertes de la Ceja, se extienden los barrios residenciales de
San Jorge y Sopocachi, y desde allí se baja bordeando el río hacia Obrajes,
Calacoto e Irpavi, zonas señoriales todavía poco pobladas, entre quintas y
haciendas, pero donde ya han comenzado a trasladarse sectores más acomodados.
Tal es la fisonomía de La Paz hacia 1952.
Al
norte y oeste de la Plaza de San Francisco, se sube a la estación ferroviaria
central, sobre el barrio Churubamba, que fuera la “ciudad de los indios”
durante la Colonia; y a la estación del ferrocarril a Guaqui y el camino a El
Alto, hoy avenida 9 de Abril. Más arriba, en la accidentada ladera que sube
hacia El Alto, estarán Chijini, Villa Victoria, Munaypata y otros barrios
populares. A un costado, junto al río, Pura Pura, con un puñado de fábricas
importantes, además de los talleres y otras empresas menores. El centro de
gravedad del movimiento obrero lo constituyen Villa Victoria y sus zonas
aledañas, en las que se han asentado, desde la posguerra del Chaco, muchos
inmigrantes indígenas. En las industrias de la zona norte, la mitad de los
operarios vienen de la Villa.
Un
poco más abajo y al oeste, desde la Garita de Lima y pasando por el Cementerio
General, trepa el principal camino para subir hasta la Ceja de El Alto. Aunque
por entonces poco poblado, en El Alto está el Aeropuerto, las vías ferroviarias
que comunican con Oruro y el ramal que lleva a Guaqui. También las rutas a la
inmensidad del Altiplano: el camino a Viacha y Guaqui -para pasar a Perú-; la
carretera a Oruro, de la que se desprenden caminos a Cochabamba y otras zonas
del país; el camino al Lago Titicaca, con los nevados de la Cordillera Real
como fondo.
Desde
un punto de vista militar, el control el centro y la Plaza Murillo son el
primer objetivo de cualquier golpe, además de las comunicaciones y el acceso a
El Alto, cuyo borde, la Ceja, domina desde la altura a la ciudad. Pero esto
pone también en primer plano la necesidad de controlar la zona obrera y popular
del Cementerio General y Villa Victoria, por donde se sube a El Alto. El
dominio de este territorio proletario es estratégico. Como vimos, la policía y
el MNR solo han de controlar el centro, y si bien las zonas populares están de
su lado, no tienen allí un dispositivo sólido. El ejército, que domina
Miraflores sur y los barrios del sur de la ciudad, también domina El Alto. Este
último le da una posición estratégica superior, pues aísla La Paz del resto del
país y, desde la altura, le permite avanzar en una maniobra de pinzas sobre el
centro. Por otro lado, cuenta con una amplia superioridad militar, técnica,
organizativa, en número de tropas y poder de fuego.
ZOOM
DEL MOVADEF: COMPARAN QUEMAS EN PUNO CON LA REVOLUCIÓN FRANCESA
SE
SACA LA CARETA. Efraín Condori, profesor de la Fenatep, sindicato vinculado a
la Nueva Fracción Roja de Sendero, dice que el incendio de comisarías y
juzgados es una nueva forma de lucha. Exjefes de la Dircote piden que la
Fiscalía inicie una investigación por apología del terrorismo.
Perú
21 (https://bit.ly/3o25A9D)
Después
del 7 de diciembre del año pasado, tras la vacancia en el Congreso del golpista
Pedro Castillo, comenzó en Puno y en la región sur del país una convulsión
social con protestas y vandalismo. En ese contexto, Perú21 ha demostrado, a
través de la publicación de varios videos de conversaciones entre
representantes de la Fenatep y el Movadef, que ambos organismos, vinculados a
la Nueva Fracción Roja de Sendero Luminoso, han tenido participación en hechos
de carácter subversivo.
En
este nuevo Zoom, que data del 11 de marzo último, lo que llama la atención es
la exaltación de los actos de violencia que realiza uno de los participantes,
el profesor Efraín Condori, dirigente de la Fenatep-Puno y firmante del padrón
del Movadef, quien compara las violentas protestas ocurridas entre enero e
inicios de marzo último en Puno, concretamente la quema de comisarías y
juzgados, con el proceso de la Revolución francesa de 1789.
En
el video, el cabecilla del Movadef en Bolivia, Alex Chamán, le pide a Condori
que realice “una evaluación” de la participación del “pueblo” en lo que él
llama “lucha”, sobre lo acontecido en Puno.
“No
habíamos visto, por ejemplo, quema de comisarías; no habíamos visto, por ejemplo,
quemas de palacios de justicia o de fiscalías; o la soldadura de puentes.
Entonces, esto tiene otra distinta característica, que a nuestro ver tiene casi
la forma de un levantamiento popular. Un poco hablando de levantamiento
popular, cogemos la idea del pueblo francés, cuando por los años 1740, 50, 60,
70, 80, también vivió décadas álgidas, y el pueblo proletario tomó el poder por
tres meses, pero nuevamente la reacción se organizó, y el pueblo tuvo que morir
en miles, en masa...”, dice Condori en el reporte que le da verbalmente a
Chamán, refiriéndose a las protestas en Puno y comparando esos hechos violentos
con la Revolución francesa, en la que se aplicó la pena de muerte con la
guillotina para cortar la cabeza de los sentenciados por los llamados ‘revolucionarios’.
La
declaración apologética de Condori la hizo apenas una semana después del
violento ataque con fuego y combustible, del 4 de marzo, contra la comisaría y
la sede judicial puneña del distrito de Juli. Aunque también fueron incendiadas
antes las comisarías de Ilave y Macusani, y sedes judiciales y fiscales.
Y
tampoco hay que olvidar que el 9 de febrero, en el intento de toma del
aeropuerto de Juliaca, murieron 18 personas, entre ellas un policía asesinado y
quemado vivo.
Condori,
además, en el extremo de avalar y justificar la violencia, denomina como
“lección” a los lamentables sucesos ocurridos en Puno y otras zonas del sur del
país.
“Esta
situación es de una enorme lección para los pueblos del mundo, y por qué no
para el pueblo peruano, y el pueblo puneño en particular, porque véase este
tema del levantamiento popular; estamos evaluando cómo y qué características
tiene la lucha actual, ha desarrollado, viene creciendo; el pueblo ha aprendido
a luchar”, menciona.
APOLOGÍA
DEL TERRORISMO
Según
los exjefes de la Dirección Contra el Terrorismor (Dircote) de la Policía, los
generales en retiro Héctor Jhon Caro y José Baella, la analogía que hace
Condori de los hechos violentos de Puno con la revolución en Francia aplica
para que la Fiscalía inicie un proceso de investigación por el delito de
apología del terrorismo a quienes participaron en ese Zoom.
El
general Caro dijo a Perú21 que Condori quiere copiar “la parte agresiva, la
parte violenta, la parte donde se llega a inventar la guillotina”, al comparar
los hechos violentos ocurridos en Puno con la Revolución francesa.
Para
Caro, lo que debe buscarse con el delito de apología del terrorismo es prohibir
la mención de todo acto terrorista y del ‘Pensamiento Gonzalo’, que es la base
de la ideología del Movadef-Sendero Luminoso.
Baella
dijo a este medio que Condori hace esas comparaciones porque comparte esa forma
de actuar de la población. “Efraín Condori es la cara de la Fenatep en Puno y
nos haría pensar que está detrás de toda esta situación”, aseguró.
“La
apología significa enaltecer y alabar al terrorismo, un acto terrorista o a la
persona que ha cometido un acto terrorista y está sentenciada. No es tan
sencillo. Pero, si hay este audio, la Fiscalía debería tomar nota y abrir una
investigación preliminar”, señaló.
Para
Baella, lo que busca el Movadef finalmente es la reconstitución de Sendero
Luminoso a través de la realización del segundo congreso para conformar un
nuevo Comité Central, que hoy está al mando de Elena Iparraguirre o ‘Miriam’,
tras la muerte de Abimael Guzmán.
ARRIESGÓ
LA VIDA Y CRUZÓ A BOLIVIA PARA RECUPERAR SU MOTO
Una
agente sanitaria no vio alternativa que ir al vecino país a buscar su moto
robada para poder seguir trabajando.
El
Tribuno de Argentina (https://bit.ly/41xeVVN)
Es
su elemento de trabajo con el cual puede desplazarse hacia diferentes puntos de
Salvador Mazza como agente sanitaria, y como tanta gente honesta de Salvador
Mazza había sufrido el robo de su motocicleta.
Le
habían sustraído el ciclomotor desde el patio del hospital de la localidad
fronteriza el sábado en horas de la tarde, pero con toda entereza y valor se
dispuso a recuperarlo y lo logró.
Si
bien los medios de comunicación y varios vecinos habían viralizado las imágenes
de la trabajadora de Salud y también del ciclomotor robado, ninguna fuerza de
seguridad pudo dar con el mismo y fue ella quien en la madrugada del domingo
(el robo se produjo el sábado bien entrada la tarde) cruzó hacia Bolivia, se
aventuró en peligrosos barrios de la localidad de frontera y con algunos datos
logró dar con el lugar donde tenían la moto, lista para ser despachada a la
localidad boliviana de Villamontes.
"Anduve
toda la noche para hacer las cosas legalmente, por eso me fui a la Policía de
Bolivia y no me quisieron ni tomar la denuncia, porque dijeron que al tratarse
de un robo sucedido en la Argentina a ellos no les correspondía actuar. Anduve
toda la noche haciendo averiguaciones, me recorrí los barrios 27 o 28 de Mayo
en (San José de) Pocitos, en Bolivia. Ahí logré recuperarla y vi un montón de
motos que roban en Argentina, una gran cantidad", detalló la valiente
agente sanitaria.
"El
que quiera recuperar su moto robada tiene que ir por sus propios medios, como
hice yo. Lamentablemente, como es zona de frontera, dicen que no pueden hacer
nada de un lado y del otro. Gracias a Dios, y por toda la difusión que se le
dio al tema pude recuperar mi herramienta de trabajo", expresó.
Lo
llamativo de la situación es que ninguna fuerza de seguridad actuó para
resolver el robo y lo hizo esta joven, seguramente en su desesperación para
recuperar su ciclomotor, pero también arriesgando su vida. Al menos ya se sabe
en qué lugar están las motos que prácticamente todos los días roban en las localidades
del departamento San Martín, cercanas a la frontera.
BOLIVIANA
SORPRENDE CON SU HABILIDAD PARA MONTAR SKATE: "QUÉ GENIA"
Muchos
usuarios elogiaron la destreza de la joven por medio de un tiktok que ella
misma compartió a través de su cuenta. El video se hizo viral inmediatamente.
La
República de Perú (https://bit.ly/41ggWVU)
Actualmente,
las redes sociales nos permiten conocer el talento que las personas desarrollan
a lo largo de su vida. TikTok es una plataforma cómplice para los hombres y
mujeres que desean subir contenido sobre las habilidades que poseen. En esta
oportunidad, se ha viralizado un video en el que se observa a una mujer
boliviana que monta un skate con mucha facilidad. Muchos usuarios quedaron
sorprendidos y la elogiaron.
En
el video de 19 segundos se ve que la joven hace piruetas con el skate, y aunque
por un instante parece que tiene alguna dificultad, ella se repone. Hasta el
momento, tiene dos millones de reproducciones, 270.000 reacciones, más de 2.500
comentarios y 40.000 compartidas.
Reacción
de los internautas
Los
usuarios elogiaron la destreza de la mujer boliviana y comentaron: “Ahí donde
la ven, es complicado porque su ropa pesa más de lo normal”, “Sale hermosa con
su vestido”, “La mujer perfecta”, “Eres adorable, me da gusto que realices lo
que te gusta”, “Hermosa, la skater”
¿Quién
es la mujer skater?
Ayde
Jesdenka es el nombre de su cuenta de TikTok, en la que encontramos información
sobre su ciudad natal y la pasión por el skateboarding. Ella es originaria de
Bolivia y pertenece al grupo “Warmis sobre ruedas”, en donde las mujeres
demuestran que también pueden manejar a la perfección un skate.
La
joven tiene un gusto peculiar por la música, el
metal es su género favorito. En muchos de sus clips hace referencia a
los grupos que escucha. Algunos de sus seguidores le comentan que quieren ser
su novio, pero ella les responde que no la aceptarían por sus gustos musicales.
¿Qué
es "Warmis sobre ruedas"?
De
acuerdo con la cuenta de TikTok a la que Ayde siempre menciona en sus videos,
@warmisobreruedas_oficial es un grupo de mujeres apasionadas por el skateboarding
que día a día demuestran su destreza por este deporte. La vestimenta que usan
es muy representativa de la ropa típica de su país.
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