Monday, October 02, 2023

EEUU PROMUEVE LA DIVISIÓN EN BOLIVIA

El pasado 14 de septiembre, la embajada de EEUU anuncio la llegada de la nueva encargada de negocios a Bolivia, la diplomática de carrera Debra Hevia, con amplia experiencia en América Latina y específicamente en Bolivia, donde ya estuvo cumpliendo dos misiones diplomáticas. Su asignación más reciente fue como subjefa de misión en Ecuador y más atrás como consejera política en Rumania. También trabajo en Países Bajos, Nicaragua, Panamá, Eslovaquia y en la Oficina de Asuntos Centroamericanos, así como en el Centro de Operaciones del Departamento de Estado de EEUU.
Ahora, ¿cuál es el papel y objetivos de esta dama en Bolivia?
Hevia, fue designada en el país suramericano, andino y bolivariano, para designar y posicionar personal confiable de la administración Biden en la embajada norteamericana, y así continuar la desestabilización en el país, alimentando y promoviendo la división entre los diferentes actores del gobierno boliviano.
Específicamente su trabajo es con los políticos de derecha en el Congreso de Bolivia, para seguir torpedeando las relaciones del Ejecutivo Boliviano (Luis Arce y David Choquehuanca) con Evo Morales.
La señora Hevia, desde los años 90 es ficha de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense CIA, así como del Departamento de Estado norteamericano DOS, siguiendo los lineamientos de apoyo a la derecha regional y la desestabilización en países no afines con EEUU.
Igualmente, ha incidido en países vinculados al tráfico de drogas, donde facilitó la atención de la Administración de Control de Drogas DEA, donde sospechosamente ésta institución, lejos de lograr su objetivo, cada año en aquellos países ha aumentado el tráfico de drogas.
Recordemos también, que ella fue la promotora durante el gobierno de Evo Morales, para que la derecha en Bolivia promoviera acusaciones y campañas contra Morales, buscando sanciones contra el líder indígena.
Durante su pasantía por los países del área latinoamericana, ha dejado caos y muerte, específicamente en Nicaragua, donde jugó un rol determinante en el golpe de estado de 2018.
Juntamente con su antecesor en Bolivia, como encargado de negocios Marcos Mandojana, ha impulsado la campaña contra Bolivia con los siguientes ejes: a través de sendas acusaciones mediáticas, ha proyectado a Bolivia como un narco estado; la desestabilización en países del área no confiables para EEUU.
A su vez, la diplomática Debra Hevia, ha participado en reuniones privadas con el empresario colombiano Alex de la Rotta, residente norteamericano, quien desarrolla actividades contra el gobierno de Luis Arce.
Algunos empresarios de esta índole, tienen como trabajo atraer inversionistas, donde han creado una empresa en Santa Cruz, Bolivia, llamada «QKapital Bolivia«, cumpliendo tareas de información para el Departamento de Estado norteamericano. El apoyo de dinero se hace a través del Banco Fassil en Bolivia, haciendo transacciones hacia EEUU y Bolivia.
La derecha boliviana, el Departamento de Estado y esta funcionaria Hevia, tienen la pretensión de acabar con el Movimiento al Socialismo MAS-IPSP y con Evo Morales (el mismo Evo ha señalado que existe gente en el Ministerio de Gobierno, que le advierte sobre las supuestas intenciones de algunas autoridades de entregarlo a EEUU), antes de las elecciones del 2025 en Bolivia. En este plan tiene un rol importante el gobernador Luis Fernando Camacho, quien podría dar un golpe de estado con apoyo de las plataformas de ciudadanos, los comités cívicos, la cámara de agropecuarios, empresarios, en Santa Cruz y Cochabamba.
Papel de la embajada «gringa» en Bolivia
Recordemos que, la embajada norteamericana en Bolivia, por lo menos desde el 2022, ha desarrollado reuniones con empresarios en el Hotel Los Tajibos en Santa Cruz de Bolivia, como base de apoyo de los funcionarios de la embajada norteamericana, coordinando sus planes contra Luis Arce y Evo Morales, todo esto con el visto bueno del dueño del hotel Samuel Doria Medina ex vicepresidente de la gestion de Jeanine Añez.
Así mismo, la embajada norteamericana en Bolivia, tiene información sobre la situación de la policía, el gobierno boliviano no tiene control de ella, y puede convertirse en un elemento de conflictividad en el país. Esta situación es similar a la que ocurre en el Ecuador.
Hay policías que están pasando información sobre la corrupción y el narcotráfico al interior de la policía y en el país, a la embajada estadounidense, a cambio de protección, y visas para viajar a EEUU para ellos y sus familias, todo a espaldas del gobierno de Arce.
Una de las líneas de trabajo de la embajada norteamericana, es tratar de vincular al gobierno del Movimiento al Socialismo y a Evo, con lavado de dineros, corrupción, tráfico de drogas, para ir ensombreciendo su imagen. Todo esto, con la ayuda de Debra Hevia y toda su experiencia y camino en estas tareas como ya lo hemos indicado.
A todo lo anterior, se agrega que el Departamento de Estado «gringo» y La Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional USAID, trabajan en la formación de líderes del sector empresarial, académico, ambiental, en ciudades como El Alto, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro y Potosí, con el fin de lograr apoyo local a sus intereses económicos y políticos, sin que se vincule a la administración de Biden, como una acción de injerencia y golpe blando.
El interés en ciudades como El Alto está asociado al alto número de votantes. La alcaldesa de esta ciudad, Mónica Eva Copa, es una figura que siguen los EEUU, como futura candidata en la próxima contienda electoral.
Por otro lado, en mayo pasado, durante la celebracion de la 53 Conferencia de la Sociedad de las Américas y el Consejo de las Américas, se intentó vender la imagen de Luis Arce como dictador, y a su vez, se desalentaba la inversión de EEUU y Europa en Bolivia.
También, la embajada «gringa» busca generar en corto tiempo una crisis económica, fomentando un desencanto en los electores, aprovechando todas las puertas traseras que dejó la gestion de Jeanine Añez.
En paralelo, el Programa para América Latina del Centro Internacional Woodrow Wilson, evalúa juntamente con el gobierno norteamericano y el Banco Interamericano de Desarrollo BID, estrategias para limitar el acceso de China y Rusia al litio boliviano, y en otros países de América del Sur.
Es decir, el Centro Wilson y el BID, orquestan proyectos de financiamiento que eviten el ascenso de la industrialización y el procesamiento del mencionado mineral en Bolivia, con el fin que no tenga influencia en el mercado regional y global.
Entre los proyectos malsanos de estas instituciones está el recorte de financiamiento del BID, así como el financiamiento de grupos opositores, vinculados al sector minero ecologista, para que mantengan hostilidad contra la política mineral local.
De esta forma, la estrategia de atacar la economía boliviana y de América Latina, busca seguir manteniendo el viejo orden económico unipolar de engañar, doblegar y coaccionar por parte de EEUU. El agotamiento del imperio norteamericano, es tal que sus acciones están visibilizando la verdadera esencia e interés de dominación de los recursos naturales y gobiernos en la región. La Tercera Información de España (https://acortar.link/bvD9Ul )
 
 
 
 
 
EL EXPLOSIVO REGRESO DEL INDIGENISTA ERRANTE
 
El cruel destino llevó a los “hermanos” Evo Morales y Luis Arce a quedar prisioneros en una lucha fratricida, la cual acaba de entrar en su fase final.
 
El Líbero de Chile (https://acortar.link/lqkGhO)
 
El letal virus de las divisiones internas, tan característico de los grupos trotskistas, ha llegado al gobernante MAS boliviano. Como si estuviese predestinado por mandato divino, este movimiento, ícono mundial del edén pachamámico, ha ido cayendo en algo muy terrenal. Sumirse en esas interminables rencillas internas y pendencias personales acerca de quién encarna de manera más prístina las ideas revolucionarias. En el caso boliviano, el cruel destino llevó a los “hermanos” Evo Morales y Luis Arce a quedar prisioneros en una lucha fratricida, la cual acaba de entrar en su fase final.
Los estudios de futuro conocen estos episodios como rinoceronte gris. Un acontecimiento eminentemente predecible y con gran impacto, ante el cual poco o nada se puede hacer. Por lo tanto, estamos en presencia de un choque muy sugerente e instructivo, especialmente si se le mira desde el ángulo de las siguientes preguntas: ¿Qué lo hacía predecible? ¿Qué impacto tendrá sobre esa constelación de manifestaciones re-fundacionales que cruzan América Latina estos últimos años?, y si producirá algún efecto de tipo geopolítico en la región.
La desavenencia entre Morales y Arce exhibe ya una cierta trayectoria, aunque carece de sustento. No es una colisión de dimensiones globales. Tampoco un foco de desestabilización de los equilibrios regionales. Sí tiene un alto impacto interno, pues aún no se configura una fuerza capaz de llenar el vacío que dejará la atomización del partido gobernante. Una de las grandes incógnitas es la reacción final de esas cosas etéreas llamadas “organizaciones sociales”. Además, en Bolivia estos cambios suelen ser traumáticos y sangrientos.
El conflicto empezó a dibujarse cuando Evo escogió al “hermano Lucho” como su delfín. Se vio obligado a ello, tras haber recurrido a cuanta argucia era posible para reelegirse una y otra vez. Además, su conducta estaba produciendo hastío en sus propias filas. Arce era considerado un buen ministro de Economía (algo que el tiempo demostró ser sólo un espejismo), pero, como se le veía algo solitario, Morales asumió que no tendría autonomía. Sería manipulable. Con él, la fuente poética indígena seguiría casi intacta.
El “dedazo” de Evo tampoco iría a contrapelo de lo que ocurre en América Latina. No iba a generar críticas. A Evo se le tenía por un hombre sagrado y podía permitirse cualquier cosa.
El error de cálculo fue rotundo. Arce no aceptó ser tutelado y nació un incordio, que empezó a minar lentamente la amistad y la confianza. En unos cuantos meses, se agudizó y los presagios se tornaron lúgubres. La ruptura apareció en el horizonte.
En todo caso, el enfrentamiento carece de sustento. No hay diferencias desde el punto de vista político. Evo pareciera ser más impulsivo, tosco y llevado de sus ideas, pero son sólo matices. En el fondo, es una simple lucha de egos. Ambos consideran a los llamados pueblos ancestrales como su manto protector.
Las implicancias regionales existen, aunque algo acotadas. Por ejemplo, difícil resulta vaticinar la reacción mexicana. El Presidente Andrés Manuel López Obrador, como buen animal político que es, había aprovechado el descalabro del “hermano Evo” para proyectar paternalismo hacia América del Sur. Morales le sirvió para cuanta diatriba anti-españolas se le ocurrió.
Le dio asilo justo apenas tuvo que huir del país y Morales no sabía cómo ejecutar su escape. AMLO le envió un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, pero el cometido resultó bastante más aparatoso de lo previsto. Incluso le pidieron a Jair Bolsonaro el sobrevuelo del espacio aéreo brasileño. El gesto del “ultraderechista” nunca fue retribuido públicamente. Sin embargo, la operación llenó de orgullo a AMLO. Le adjudicó un heroísmo portentoso. Dijo que el avión fue atacado con un lanzacohetes en momentos del despegue. Lo consideró una especie de Entebbe personal.
Desde entonces, Evo se convirtió en una especie de indigenista errante. Condenado a vagar sin fin para pagar sus excesos.
No sólo aquellos de tipo electoral, que comprometieron definitivamente la imagen de demócrata, conseguida ante no pocos incautos cuando se hizo con el poder. Muchos se maravillaban con su inédito experimento. Una democracia con formas liberales y espíritu pachamámico. Algo inédito.
A su errancia lo condenaba también el volcánico comportamiento personal. Por ejemplo, esas indisimuladas extralimitaciones con las ministras de su gobierno (sin que el movimiento feminista siquiera le insinuase una contención mínima). En 2020 saltó a luz pública un vínculo sentimental con una menor de edad. También se conoció una escandalosa relación con una treintañera, llamada Gabriela Zapata, quien, por alguna misteriosa razón, había sido designada en un alto cargo directivo en una empresa china, la cual se adjudicó millonarios contratos con el Estado.
Durante su asilo en México, se dedicó a recorrer países con los cuales su gobierno había establecido alianzas estratégicas (Cuba, Venezuela, Nicaragua y los sectores kirchneristas de Argentina). Con todos ellos, tuvo (y mantiene) una relación entrañable. No es casualidad que sus necesarios exámenes médicos se los siga haciendo en Caracas y La Habana. Sin embargo, las cosas en Bolivia le inquietaban y de improviso cambió el asilo mexicano por otro en Buenos Aires. Quería vigilar más de cerca los pasos de su arisco delfín. 
Le empezó a molestar que el equipo emergente del “hermano Lucho” desplazara a sus leales. Que no atendiera sus continuas recomendaciones. Desde Buenos Aires, con fuerte apoyo del Presidente Fernández, le exigió co-gobernar. El silencio y displicencia colmaron su paciencia y puso fin a la errancia. Pasó a la ofensiva y regresó a suelo boliviano. Desde entonces, el MAS pasó a tener una doble existencia y la indofanía se fue convirtiendo en un infierno.
Estos últimos meses, los epítetos de grueso calibre han ido en rápido aumento. “Traidor”, “corrupto”, “narcotraficante”, es lo más suave que se han dicho. Las huestes de Arce insisten, tanto en los abominables hechos ocurridos bajo el mandato de Evo, como en la imposibilidad constitucional de una nueva reelección del antiguo Mandatario. Un reciente encuentro de sindicalistas del MAS terminó en una gresca monumental entre “evistas” y “arcistas”. Quinientos heridos de gravedad. Desde entonces a Evo lo protegen guardias armados.  
La revolución cubana -que de este tipo de incordios intestinos sabe mucho- captó la magnitud del conflicto y su posible epílogo. Díaz-Canel se apresuró a mediar entre ambos. Hace pocas semanas, los citó de urgencia a La Habana. La preocupación es obvia. Los caribeños son los padres de estas criaturas refundacionales. Arce y Morales concurrieron al llamado, pero fue en vano. La negociación terminó en un fiasco.
La imposibilidad de una reconciliación marca un nuevo desgarramiento del país. No es menor recordar que aún quedan dos años de gobierno de Arce. Los contendientes terminarán exhaustos y dejarán a Bolivia en vilo, esperando angustiosamente la desintegración del MAS.
La gota de optimismo pasa por la creación de una fuerza nueva, con tintes democráticos, y capaz de sacar al país de los sueños ancestrales. Además, pasa por lo que suceda en México y Argentina. AMLO y Fernández ya van de salida.
 
 
 
 
 
NUEVO LAMENTO BOLIVIANO
 
El expresidente boliviano postulará por quinta vez a la presidencia de la nación altiplánica.
 
Perú 21 (https://acortar.link/SQCx1w)
 
“Siempre deseé que hubiera estado mucho antes en mi poder el regresar al retiro del que me sacaron a regañadientes”, confesaba Washington en su despedida como presidente de EE.UU. Ansioso por retirarse de la vida pública para regresar a su finca en Mount Vernon, estuvo a punto de abdicar cuatro años antes, tras un solo mandato. Las circunstancias, no obstante, le hicieron desistir: una posible escisión entre estados norteños y sureños lo inclinó a reelegirse para preservar la unidad de su país.
Más al sur y más recientemente, Evo Morales pareciera haberse convencido de que no existe Bolivia posible si es que él no la dirige. Tras haber sido presidente en tres períodos seguidos, Morales anunció el pasado domingo que volverá a ser candidato en las elecciones de 2025. Como Washington, alegó que se vio “obligado” por las circunstancias a tomar esa decisión, lo que sería convincente de no ser por sus cuestionables antecedentes políticos.
MONARQUÍA PLEBEYA
El ensayista Juan Claudio Lechín llamó “monarquía plebeya” al gobierno de Morales, en reconocimiento de su origen popular e indígena, pero también por sus visos de perpetuidad. Y es que, cuando Morales llegó al poder en 2006, logró modificar la Constitución para reelegirse una vez y así poder gobernar hasta 2014. Tras ello —aseguró— se iría a vivir a su Mount Vernon en Chapare (Cochabamba), donde aún hoy cuenta con plantaciones de coca.
No pasó mucho tiempo, sin embargo, para que sus allegados señalaran que el primer mandato no contaba, al haberse iniciado en vigencia de otra Constitución. Así, el exsindicalista logró una segunda reelección en 2014. Pero su apetito de poder iría más lejos. Buscando una nueva candidatura en 2019, Morales organizó un referéndum en 2016 que perdió por un resultado escueto. No conforme, acudió al Tribunal Constitucional, donde jueces acólitos lo habilitaron a través de un polémico fallo.
Así llegamos a la campaña de 2019, donde un Evo Morales que buscaba su cuarto mandato de un modo ya abiertamente inconstitucional fue finalmente defenestrado tras un amotinamiento de policías y militares. Huyó y se asiló en México. Entretanto, la derecha se hizo con el poder efímeramente. En 2020, no obstante, el delfín de Morales, Luis Arce, hizo que el Movimiento al Socialismo (MAS) vuelva al poder.
CISMA EN EL MAS
La pugna por el poder al interior del MAS no se hizo esperar. El analista político boliviano Carlos Cordero explicó a Perú21 que, hoy por hoy, la fractura es real. De acuerdo a Cordero, el motivo es la ambición por la presidencia en 2025 que tienen tanto Arce como Morales y que, dentro del MAS, se ha traducido en la formación de dos alas: “una ‘evista’ o de la vieja guardia y una ‘arcista’ o renovadora”.
Similar opinión tiene el politólogo Farid Kahhat, quien, en diálogo con este diario, coincide en que el enfrentamiento es un hecho, aunque brindando una explicación diferente. “La razón no parece ser ideológica, por mucho que a Evo Morales le parezca eso. En realidad, es que Arce no quiso ser alguien bajo las órdenes de Morales”, señaló.
El ala ‘evista’ creyó que Arce sería un líder pasajero, dada su carencia de bases y su condición de no-indígena. Es ahí donde entró a tallar David Choquehuanca, excanciller que, contando él sí con bases y ascendencia indígena, fue apartado del MAS por órdenes del propio Morales, que no quería competidores para reelegirse. El dúo “Arce-Choquehuanca” encontró así una causa común, para lamento y dolor de cabeza del Washington altiplánico, cuya derrota en 2025 hoy, más que nunca, es una posibilidad real.
 
 
 
 
 
BOLIVIA HA DEJADO ATRÁS A EVO MORALES. ÉL DEBERÍA VER ESO
 
El ex presidente socialista está haciendo otra campaña incluso después de que su fallido esfuerzo por aferrarse al poder terminara en el exilio.
 
Bloomberg Com. (https://acortar.link/QXRwD5) (https://acortar.link/qSZvon)
 
Casi cuatro años después de un esfuerzo fallido por aferrarse al poder, el ícono socialista de Bolivia, Evo Morales, se postula nuevamente para presidente. A pesar de todos sus logros, la ansiedad palpable por su intento de regreso está bien situada.
Hace unos 15 años, comencé mi carrera periodística cubriendo a Morales durante un período de 18 meses en La Paz a partir de 2008. En 2005, había sido elegido como el primer presidente indígena de Bolivia, y estaba supervisando lo que se convirtió en un período notablemente exitoso para el Sur. La economía más pobre de Estados Unidos. Su aplastante victoria trajo estabilidad a una sociedad tumultuosa; sus programas de redistribución ayudaron a reducir la pobreza y la desigualdad; y su historia personal, como un cultivador de coca aymara convertido en jefe de estado, resonó en audiencias de todo el mundo. En ese momento, supervisaba una economía de aproximadamente una centésima parte del tamaño de la del vecino Brasil, pero parecía defender algo más grande (y sabía cómo presionar los botones de los medios extranjeros), por lo que regularmente aparecía en las noticias en las Naciones Unidas y otros lugares.
Durante ese tiempo, tuve un asiento en primera fila para ver la acción y, en general, descubrí que Morales estuvo a la altura de las expectativas. Aunque criticaba regularmente al “imperio norteamericano” y los males inherentes a su agenda política “neoliberal”, me dio la bienvenida –un periodista gringo novato que trabajaba para un servicio de negocios y finanzas– al relativamente pequeño cuerpo de prensa presidencial, y parecía para responder de forma transparente a las preguntas tontas que planteé para Bloomberg News. Junto con otros miembros de la prensa, me uní a él para desayunos y conferencias de prensa libres en el palacio presidencial y volé con él en su avión. Tal vez yo era joven, ingenuo y estaba fuera de mi elemento, pero creía que Morales quería hacer lo correcto para el pueblo de Bolivia.
Por supuesto, siempre había señales de problemas al acecho que eran difíciles de pasar por alto. Estableció profundos vínculos de política exterior con Irán, China y Rusia. Su política exterior parecía ser la siguiente: Estados Unidos y la economía “neoliberal” eran malos, por lo que valía la pena conocer a cualquiera que irritara a Washington. Además, su éxito económico estaba indisolublemente ligado al auge de las exportaciones de gas natural, y no tenía un plan a largo plazo sobre qué hacer cuando se le acabara ese tren de la salsa.
Los verdaderos problemas con Morales –haciéndose eco de los chavistas en Venezuela y de Daniel Ortega en Nicaragua– comenzaron a surgir más adelante en su presidencia, cuando reveló que su adicción al poder superó su compromiso con la democracia. La constitución permitía dos mandatos presidenciales, pero en 2013 encontró un vacío legal para establecer una tercera campaña y una presidencia exitosas. En 2016, celebró un referéndum para abrir la puerta a un cuarto mandato y perdió, pero ignoró el resultado. Eso finalmente llevó a la crisis de gobernancia y a su exilio en 2019. Ahora ha regresado. Entonces, ¿qué significa eso para los bolivianos comunes y corrientes? En general, la presidencia de Morales fue un buen momento para la economía boliviana, y los observadores tienden a atribuir gran parte de eso a alguna combinación de buen momento (los precios de las materias primas del país estaban en auge) y políticas (tres programas de transferencias de efectivo alcanzaron aproximadamente al 30% de la población y representaron el 1,5% del PIB de 2014, según un análisis del Fondo Monetario Internacional). Claramente, lo primero permitió mucho lo segundo, pero es difícil exagerar el impacto de las políticas para las personas mayores y los más jóvenes (la esperanza de vida y la finalización de la escuela primaria aumentaron notablemente).
Otro rasgo clave de la presidencia de Morales fue la apariencia de estabilidad. Los incendios sociales y políticos estaban ardiendo cuando llegó a la presidencia en 2005. El país había sufrido recientemente una crisis financiera y económica; la nación alternaba entre presidentes a un ritmo de aproximadamente uno por año; y la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada, o “Goni”, había terminado con furiosas protestas y, en última instancia, con sangre inocente en las calles. Fue un período tan doloroso que todavía se sienten sus repercusiones. (Apenas la semana pasada, las víctimas de una masacre de 2003 a manos de las fuerzas gubernamentales supuestamente llegaron a un acuerdo con Sánchez de Lozada y su ministro de Defensa después de un proceso legal de años en Estados Unidos, donde los ex líderes se refugiaron después de la tragedia.  
Pero Bolivia se encuentra hoy en un lugar diferente. Las exportaciones de gas natural se han desplomado; se enfrenta a una inminente crisis de balanza de pagos; y está agotando sus reservas de divisas tratando de defender su vinculación monetaria con el dólar. A pesar de su reputación de agitador y de los sentimientos extremos que provoca entre sus oponentes políticos, Morales se destacó como una fuerza calmante en la década de 2000. Esta vez, él y sus ideas de dos décadas de antigüedad son claramente desestabilizadores. Los acontecimientos de 2016-2019 fueron tan dolorosos para muchos bolivianos que su mera presencia en la campaña electoral agrava una situación volátil.
Es más, la mejor oportunidad de Bolivia para evitar una crisis económica a gran escala podría ser aprovechar sus riquezas de litio en beneficio del país, pero Morales ya demostró ser incompetente en esa tarea. Hace una década y media, ayudé a informar sobre algunos de los primeros artículos en inglés sobre el litio de Bolivia. Viajé a los depósitos de litio de Uyuni en los Andes del suroeste de Bolivia y documenté la promesa de Morales no sólo de explotar las mayores reservas conocidas del mundo sino también de construir fábricas e incluso producir automóviles eléctricos. Todos estos años después, la revolución de los autos eléctricos ya está aquí, y muy poco se ha cumplido de esas promesas.
Parte del problema fueron las elevadas expectativas. Morales –como muchos líderes latinoamericanos– temía la maldición de los recursos, sobre la cual mi colega Eduardo Porter ha escrito extensamente. Morales estaba convencido de que la producción de mercancías (si no era administrada cuidadosamente por el Estado) era un juego de tontos. Si se le daba la oportunidad, temía que las empresas mineras extranjeras se lucraran con las reservas y dejaran a los bolivianos con poco que mostrar, por lo que prometió (de manera bastante poco realista) administrar cuidadosamente el proceso y generar la creación de todo tipo de negocios verticalmente integrados. Todo eso sonaba genial, pero las expectativas poco realistas y la ejecución incompetente han dejado al país rezagado durante años respecto de sus vecinos ricos en litio, Chile y Argentina. El actual presidente, Luis Arce, un ex aliado de Morales que tuvo una pelea con su mentor, ha tenido un éxito vacilante en hacer que el proceso vuelva a funcionar. Pero una presidencia de Morales podría hacer que el gobierno volviera a adoptar posturas políticas más inútiles que, en última instancia, dejaran el esfuerzo abandonado.
El anuncio del regreso de Morales la semana pasada llegó con sus habituales florituras retóricas. Se describió a sí mismo como una víctima (diciendo que estaba “obligado” a postularse porque el gobierno actual lo ha atacado). Se presentó a sí mismo como el único verdadero hombre del pueblo (diciendo que simplemente estaba respondiendo al clamor de la base). Y acusó a Arce de ir a la derecha (en realidad, camina de puntillas desde la extrema izquierda en dirección vaga al centro). Habiendo escuchado todo eso antes, es fácil para mí poner los ojos en blanco y decir: "Eso es simplemente Evo siendo Evo".
Pero en este momento Bolivia necesita un líder comprometido con la democracia; una medida de practicidad; y la capacidad de apagar incendios y evitar iniciar otros nuevos. No me corresponde a mí decir si se trata de Arce o de otra persona, pero Morales claramente no es la persona para el trabajo. Y debería cabalgar hacia el ocaso y tratar de preservar lo que queda de su legado.
 
 
 
 
 
 
BOLIVIA: MORALES Y ARCE SENTENCIAN SU DIVISIÓN EN UNA LUCHA DE PODER QUE APENAS COMIENZA
 
La relación entre el expresidente Evo Morales y el actual jefe de Estado Luis Arce empezó a fracturarse cuando el primero de ellos anunció que sería candidato presidencial de su partido para el 2025. Los dos líderes, según políticos y analistas, van camino a empeorar su confrontación.
 
France 24 de Francia (https://acortar.link/O6zfvQ)
 
El cisma político se produce antes del congreso del Movimiento al Socialismo (MAS), que Morales encabezará desde el martes 3 de octubre en la zona cocalera del Chapare, con el propósito de ser elegido como el candidato “para salvar Bolivia”. A ese evento, Luis Arce no asistirá porque, según dijo, porque “no van a estar los verdaderos dueños, las organizaciones sociales fundadoras del MAS”.
La fractura, que lleva varios meses, ha tenido episodios de batallas campales entre organizaciones sociales dividas y provocó el bloqueo legislativo de los parlamentarios “evistas” a las decisiones del gobierno de Arce y las amenazas de los seguidores de Morales de un “terremoto político” en el país si el exmandatario es inhabilitado como candidato del MAS por el Tribunal Constitucional.
El senador “evista” Luis Flores dijo a France 24 que, en la localidad chapareña de Lauca Ñ, los asistentes al congreso ratificarán a Morales como presidente del MAS y que la ausencia del presidente Luis Arce es “un alejamiento voluntario, visible” de esa organización política.
Existe una voluntad de mucha gente, que se está manifestando, del pueblo, de gente del área rural de postular a Evo Morales como candidato en el 2025, dijo Flores, tras reconocer que previamente el exmandatario debe ganar unas primarias para ser el candidato oficial.
Cuando Morales anunció con entusiasmo su nueva postulación para buscar un cuarto periodo presidencial no consecutivo, no mencionó la obligación que tiene de disputar unas elecciones primarias, pero luego rectificó y dijo que estaba dispuesto a medirse en ese proceso.
A propósito, el ministro de Justicia, Iván Lima, recordó que todo aspirante debe inscribirse a las primarias en el marco de lo que dispone la Constitución y tomando en cuenta “la opinión consultiva sobre reelección y toda esa normativa que va a tener que ser analizada en el momento de la inscripción de cualquier candidatura” en el Tribunal Supremo Electoral.
Lima aludió la opinión consultiva emitida en 2021 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), en el sentido en que la “reelección indefinida” no es un derecho humano, algo que Morales había argumentado en 2019 cuando buscaba un cuarto período consecutivo, pese a que la Constitución establece solo una reelección o dos periodos seguidos.
Morales consiguió el aval del Tribunal Constitucional para postularse, pese a haber perdido un referendo en 2016 sobre ese asunto.
El proceso electoral del 2019 resultó fallido, provocó protestas, una violenta crisis política y la salida de Morales del poder, tras casi 14 años, la asunción de la presidenta transitoria Jeanine Añez, y en 2020 derivó en el triunfo electoral de Arce, con el apoyo del exmandatario.
Flores defendió que la opinión de la Corte-IDH no puede frenar la nueva postulación de Morales porque no es consecutiva, sino que media un período de cinco años en los que no ha estado en el poder.
El expresidente está haciendo una pausa y no estaría prohibido. Sin embargo, la Justicia en Bolivia siempre es influída por el órgano Ejecutivo, dijo Flores.
Morales ha acusado al Gobierno de buscar inhabilitarlo por medio del Tribunal Constitucional, de intentar anular el congreso de Lauca Ñ y ha atacado a Arce afirmando que no es el ideólogo del modelo económico como el mandatario se presenta, sino que “era el cajero” y que ha pasado “de traidor a destructor de la economía”.
“Yo no tengo problema que me llamen como quieran, los resultados son los que cuentan”, replicó Arce, que fue ministro de Economía de Morales por más de una década.
“Evo Morales no puede ser candidato”, Barrientos
La senadora opositora Andrea Barrientos, de Comunidad Ciudadana (CC), dijo a France 24 que “Evo Morales no puede ser candidato porque la Constitución no se lo permite, aunque él claramente estornuda en la Constitución porque es un dictadorcillo”.
Argumentó que el artículo 168 de la Carta Magna establece solo una reelección o dos periodos consecutivos y aspirar a un cuarto período es “una violación” de la misma.
El anuncio de Morales “le hace daño al país” porque lo electoraliza prematuramente cuando vive una crisis económica, agregó.
Sobre el partido oficialista, Barrientos sostuvo que “todo lo que le haga mal al MAS, me parece buena noticia” y anticipó que esa fuerza tendrá más problemas cuando concurra a las primarias porque sus sectores sociales están divididos.
“No saben la matanza que va a ser cuando tengan que definir las candidaturas”, pronosticó.
En ese contexto, dijo que las fuerzas opositoras deben seguir “construyendo una alternativa” para el 2025, pero pensando que “la política en Bolivia es muy cambiante y todo puede pasar”.
 "La fisura del MAS es política, pero no ideológica", Cortez
Para el investigador social Róger Cortez, la fisura “es real, política y social, pero no ideológica” porque ambas facciones del partido gobernante “comulgan completamente con la economía estatista, centralista, de control y en haber convertido al Órgano Judicial en su policía política”.
En esa disputa, Cortez destacó que más allá de la división de parlamentarios, resulta más importante el control de las fiscalías y del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), al que acusa de haber “prevaricado” contra la Constitución por haber favorecido a Morales en el pasado.
De “cómo se alineen las fuerzas judiciales” y el Tribunal Supremo Electoral dependerá el futuro de la pelea entre Morales y Arce en su postulación para el 2025, sostuvo.
La falta de independencia de la Justicia ha sido cuestionada por instituciones nacionales e internacionales, y este año debía celebrarse una nueva elección en urnas de magistrados, pero el proceso está en suspenso en el Parlamento por la pelea de “evistas”, “arcistas” y opositores.
Los problemas del MAS podrían agravar la “tendencia negativa” de la economía expresada en el déficit fiscal, el aumento de la deuda, la reducción de las reservas internacionales y el desempleo, pero considera que la oposición no tiene la capacidad de interpelación de esa realidad por lo que “es corresponsable” de lo que sucede.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: EVO MORALES Y LUIS ARCE, ANTES ALIADOS, CAMINO A PELEAR LA PRESIDENCIA COMO RIVALES
 
La interna del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) llegó a un punto sin retorno y se avanza hacia una fractura del espacio que hegemoniza la política boliviana desde 2006.
 
Mendoza Today de Argentina (https://acortar.link/Mt5Nom)
 
Las diferencias que manifiestan hace meses el expresidente boliviano Evo Morales y su hasta hace poco “delfín” y en el presente primer mandatario Luis Arce escalaron a un punto que parecen insalvables y, al menos hoy, los dos máximos dirigentes del oficialismo se encaminan a dirimir sus litigios en las urnas como candidatos de sellos distintos, lo que abre las puertas a un reposicionamiento de la oposición o, en el mejor de los casos, a repotenciar a la izquierda.
El distanciamiento que asomó a finales de 2021, apenas un par de meses después de la asunción de Arce, se acrecentó hasta un quiebre de retorno aparentemente imposible: Morales anunció hace una semana que será candidato en 2025 y Arce coquetea con buscar la reelección, aunque no está claro como aspirante de qué fuerza.
“Lo que creo es que van a ir las dos candidaturas, la de Arce y la de Morales. Arce tiene el derecho constitucional y Morales tiene la voluntad y aspiración, además de la experiencia. El escenario puede ser efectivamente una ventana de oportunidad para la oposición, porque hay un partido de gobierno dividido en dos”, evaluó el analista Carlos Cordero que, sin embargo, esbozó una variante a atender.
Para el docente de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Boliviana también “cabe otra hipótesis, un efecto algo perverso, que plantea que la ruptura al interior del Movimiento al Socialismo (MAS) lo que en realidad hace es dividir el espacio político”, pero sin dejar de retener una cómoda mayoría entre ambas fuerzas.
En declaraciones a la agencia de noticias Télam, Cordero estimó que, por ejemplo, el “arcismo” y el “evismo” podrían ser primera y segunda fuerza en los comicios y reunir cerca del 60% o 70% de los votos, “lo que no es nada despreciable”.
Arce fue el ministro de Morales en buena parte de su mandato, responsable de ejecutar la “resurrección” de Bolivia a partir de un osado plan económico-financiero.
Tras el golpe de Estado de noviembre de 2019 y la perspectiva de nuevos comicios, con Morales fuera del país, el exmandatario lo señaló como postulante del MAS.Pero la independencia creciente de Arce ya en el poder y las sucesivas declaraciones de Morales, con cuestionamientos al accionar del Ejecutivo y contra algunas designaciones de ministros, fueron desgastando el vínculo.
El caso emblemático fue el del titular de Gobierno, Eduardo Del Castillo, destituido por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP, Parlamento) con el voto aliado de opositores y el sector de Morales, en el hecho que probablemente inició la escalada final.
En un gesto de fortaleza, y de abierto enfrentamiento, Arce lo devolvió al cargo dos días después con un mecanismo hasta desafiante: lo destituyó con un decreto y lo restituyó con otro.
No es el único dirigente cercano a Arce con el que Morales aparece ensañado: el vicepresidente, David Choquehuanca -canciller de Morales durante años-, también está señalado por su tibieza para defender las conquistas del MAS.
Desde aquella votación dividida, Arce perdió la mayoría en el Congreso, que le permitía aprobar casi como un trámite las iniciativas del Ejecutivo, con el consecuente debilitamiento de la gestión.
El riesgo es el de una suerte de bloqueo institucional, porque el sector de Morales tiene exigencias para volver a una conducta de obediencia partidaria: las elecciones judiciales y una ley que regule el mecanismo de censura a los ministros.
A favor de Arce, en cambio, juega el pronunciamiento de las cinco organizaciones que integran el llamado Pacto de Unidad en el que se basa el poder partidario: la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, la Confederación Sindicalista de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) y la Confederación de Pueblos Indígenas (Cidob).
Todas anunciaron que no participarán del Congreso del MAS al que convocó Morales para el 3, 4 y 5 de octubre en Lauca Ñ, departamento de Cochabamba, en el que, además de renovar la conducción partidaria, quizás se proclame formalmente al exmandatario como candidato para 2025.
El “arcismo” ya cuestionó judicialmente el encuentro – y volverá a hacerlo con sus resoluciones- pero el Tribunal Superior Electoral (TSE) no pudo en dos reuniones – la última el viernes- resolver sobre la legitimidad de la convocatoria.
El jueves pasado, Morales volvió a advertir sobre las presuntas maniobras del sector de Arce para “intentar hacer fracasar” el Congreso a través de una “medida cautelar”, en un mensaje en su cuenta de la red X (antes Twitter) en la que dedicó en la última semana seis textos a cuestionar a sus adversarios internos.
Hace meses que se especula con la chance de Arce rescate del olvido el sello del Partido Socialista-1, fundado por el histórico líder Marcelo Santa Cruz como escisión del Partido Socialista, si acaso la estructura del MAS sigue en poder de Morales.
El expresidente mismo especuló con esa chance cuando dijo hace un par de días que “como calculan que pueden fracasar en su intento de usurpar el Instrumento Político del Pueblo, ya preparan cómo usar” al PS-1 o “armar una megacoalición con el nombre de frente amplio”.
“En política y en Bolivia no hay nada irreversible. Arce y Morales van a llegar divididos. Pero después de los resultados, van a limar asperezas y a cerrar las heridas, porque lo importante es conservar y reproducir el poder”, vaticinó Cordero.
En base a ese pronóstico, el analista consideró que “la oposición tendrá que superar el histórico aislamiento a partir de la irrupción del MAS”, porque “van cuatro periodos constitucionales con el partido en el poder, 20 años, y mientras más tiempo pasa, más extraño es el poder para la oposición”.
Aun asumiendo la división interna del MAS, Cordero advirtió sobre el golpe que puede significar para la oposición un posible uno-dos de Arce y Morales, o viceversa, en los comicios de 2025: “Aunque es cierto que puede ser una oportunidad para la oposición, también puede ser el escenario definitivo porque una derrota cerraría un ciclo histórico para varios políticos anti-MAS y obligaría al nacimiento de nuevos líderes, nuevos discursos”.
Para el catedrático no es descabellado pensar que tras las elecciones deba recurrirse a una segunda vuelta, pero con la oposición como tercera opción, por lo que “habría un nuevo escenario en el que los bolivianos deberían elegir entre Arce y Morales”.
“La oposición quedaría desplazada, postergada políticamente por ya más de tres décadas. Este es un escenario alternativo a lo que se cree que podría pasar: que la división favorece a la oposición. Podría pasar, en cambio, que la división haga ampliar el espacio del oficialismo”, estimó el analista.
 
 
 
 
 
LA PLURINACIONALIDAD, EL NUEVO MITO REFUNDADOR DE LA IZQUIERDA
 
La Gaceta de España (https://acortar.link/GZBfiR)
 
Tres grandes capacidades tiene la izquierda para marcar agenda política: la de retorcer las palabras y sus significados, generando guerras semánticas; la de buscar en el fondo de la olla relatos y epopeyas victimizantes y las consecuentes víctimas para ser gerenciadas; y la de inventar problemáticas difusas, arbitrarias, ingrávidas, lo suficientemente caprichosas como para puedan amoldarse a la necesidad política del momento. Todas estas capacidades están puestas al servicio del mito refundacional estrella del momento: la plurinacionalidad.
La noción de Estado Plurinacional cobró vigor en Sudamérica con el auge del castrochavismo en la primera década de este siglo. La definición de plurinacionalidad puede variar dependiendo de cuál de sus propagandistas la explique y es que no significa nada y lo es todo a la vez. La realidad política de los países que se declaran plurinacionales nos lleva a la conclusión de que se trata de un significante vacío, un talismán que se enarbola a los efectos retóricos pero que resulta inaplicable y, a la falta de una definición clara, se suma el hecho de que variables como la autopercepción y un revisionismo histórico hacen que no exista una lista definida de cuántas naciones incluye cada plurinación. Así por ejemplo el castrochavismo ha reemplazado constitucionalmente la lucha de clases por la lucha de naciones, ejecutando la premisa del Foro de Sao Paulo de «multiplicar los ejes de confrontación».
El caso paradigmático es el Estado plurinacional de Bolivia que, en la reforma constitucional de 2009, en la que Evo Morales suplantó la «República de Bolivia» por el «Estado Plurinacional», reconoce la friolera de 36 naciones y soberanías pero establece que «Bolivia se constituye en un Estado unitario social de derecho plurinacional comunitario«, una auténtica ensalada de oximorones que de todas maneras deja en claro que primero está lo unitario y lo plurinacional es un adorno de relleno. En el artículo 3 habla de «la nación boliviana» como la totalidad de los bolivianos sea cual sea su origen, o sea que muy plurinacional la cosa, pero en principio hay una sola nación. También señala que uno de los deberes fundamentales de los bolivianos es «defender la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Bolivia, y respetar sus símbolos y valores».
En la organización territorial diseñada por Evo Morales la idea de autodeterminación no pasa de ser un recurso maniqueo, en el artículo 292 sostiene que «cada autonomía indígena originaria campesina elaborará su Estatuto, de acuerdo a sus normas y procedimientos propios, según la Constitución y la Ley” y la “Ley Marco de Autonomías y Descentralización» establece como principio que «el régimen de autonomías se fundamenta en la indivisibilidad de la soberanía y del territorio boliviano, la cohesión interna del Estado y la aplicación uniforme de las políticas de Estado». Lo cierto es que el manejo arbitrario de la carta magna le ha permitido a Morales atropellar los derechos humanos, reprimir brutalmente la disidencia, tener presos y exiliados políticos y usar la muletilla de la plurinacionalidad para disimular un gobierno tan centralizado como totalitario.
Ecuador también es un Estado declarado plurinacional por la Constitución de 2008 de Rafael Correa que proclamó en su primer artículo que es «un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico». Vale decir que se declara unitario antes que plurinacional sosteniendo luego que uno de los deberes del Estado es «fortalecer la unidad nacional en la diversidad» y que «el territorio del Ecuador es inalienable, irreductible e inviolable. Nadie atentará contra la unidad territorial ni fomentará la secesión». Del mismo modo la República Bolivariana de Venezuela, nave nodriza del Socialismo del Siglo XXI, se declara como Estado Federal descentralizado y no reconoce la plurinacionalidad que predica para otros. La reforma constitucional de Hugo Chávez de 1999 sostiene en su artículo 126 que los pueblos indígenas y sus «culturas de raíces ancestrales» son parte del Estado venezolano «único, soberano e indivisible».
Sin embargo, bajo la narrativa de la plurinacionalidad están el resto de los planes de reforma constitucional que la izquierda viene promoviendo en todos los países, siendo particularmente exótico el proyecto chileno rechazado en 2022 que reconocía más de una decena de naciones dentro del Estado chileno con tribunales propios y poder de autodeterminación. El planteamiento de «Estado plurinacional» es transnacional y está asociado al relato del victimismo identitario que en América adopta la forma de indigenismo y en España de independentismo, y que sostiene que en estos países no se respetan los derechos, las culturas y la determinación de sus integrantes. Esta refundación implica pasar de un Estado donde la pertenencia se define desde la nacionalidad y los factores culturales en común, a un Estado donde dicha pertenencia se define por la diferencia y se distribuye en diversos colectivos agrupados por factores aleatorios como la etnia, el lenguaje, etc. Esta mistificación llega al extremo de considerar que los ciudadanos de las diversas «naciones» dentro de ese Estado no tienen ningún vínculo en común.
La plurinacionalidad es también cruza del revisionismo histórico y la creación del hombre nuevo, un proyecto a partir del cual se construye una nueva identidad basada en la reivindicación de colectivos que previamente deben aplicar, en la narrativa progresista, a la categoría de oprimidos. Esos colectivos se deben percibir «usurpados», «sometidos», «discriminados» y «desplazados». La obsesión y urgente necesidad de la izquierda de encontrar nuevos actores que puedan demandar algún tipo de utopía, encuentra en el integrismo identitario nuevos referentes para imponer el conflicto, en este caso entre la estructura administrativa de los países y los pueblos oprimidos por esta. Estas reivindicaciones nacionalistas, tengan el origen que tengan, son maná para la izquierda y deben ser procesadas políticamente.
El apoyo de la izquierda no está dado por el componente nacionalista de la demanda sino por la promesa de un trato desigual en nombre de la igualdad. La plurinacionalidad es una respuesta institucional al eje igualitarista, dentro del programa ideológico del progresismo, en el marco de un mismo Estado. En toda propuesta de plurinacionalidad es fundamental que se demanden tratos institucionales diferenciados dentro de dicho Estado. Afortunadamente en todo Occidente se valora la diversidad cultural que incluye la incorporación a la vida cívica de distintas competencias lingüísticas, culinarias, estéticas, artísticas, distintos rituales, vestuarios, tradiciones y valores. Pero el plurinacionalismo no se trata de esta celebración de la diversidad de culturas dentro del mismo territorio nacional, sino a privilegiar algunas culturas justificando dichos privilegios en función de una «anterioridad» borrada por el Estado que las engloba.
El plurinacionalismo pretende reorganizar la política reasignando derechos en función de brindar «mayor representación» a las «culturas, pueblos, naciones, colectividades» dentro del Estado, pero esta pretensión choca con el hecho de que en democracia todos tienen derecho a un voto, entonces, el eufemismo «mayor representación» sólo puede significar que algunos grupos de votantes tengan privilegios sobre otros, como el acceso a recursos naturales o fondos estatales, tierras fiscales, preeminencia de tribunales especiales, y un largo etcétera.
Las leyes de un país no tienen por qué reconocer derechos de colectivos «autopercibidos como naciones» dentro de la misma organización estatal porque las democracias liberales se basan en derechos individuales, se basan en la igualdad ante la ley de los individuos. Si los individuos tuvieran más derechos o privilegios por pertenecer a un determinado colectivo sería una violación fundamental a este ordemaniento. Esto no significa que las personas no formen parte de uno o más grupos culturales, étnicos, religiosos o políticos sino que no tienen, en función de esa pertenencia, fueros y derechos distintos de los de cualquier otro miembro del Estado.
Estableciendo la desigualdad ante la ley bajo la dialectización de los derechos de las plurinaciones se genera un sistema de castas, que contradice el concepto de un derecho individual y finalmente quien gerencie al colectivo gerenciará los privilegios de sus miembros. La libertad de celebrar la propia diversidad es de las personas, como es de las personas la responsabilidad por sus actos, por eso reorganizar el sistema legal de tal modo que los fines de ciertos grupos pueden estar por sobre los fines de otros en función de «ampliar» su representación política es atentar contra el corazón de la democracia en busca de la confrontación permanente. Resulta evidente que se trata de una emboscada que genera divisiones tajantes y los conflictos están garantizados.
El concepto de Estado plurinacional es un instrumento con el que se instala la división social, la trampa consiste en suplantar la «diversidad cultural» que es de lo que se nutre una sociedad, por una competencia de naciones dentro de una estructura administrativa. No es lo mismo una nación con diversidad cultural que varias naciones compitiendo dentro de un Estado bajo el principio político que les permite aspirar al pleno ejercicio de los derechos de cualquier nación como un ordenamiento jurídico propio, la soberanía territorial, el control de las fronteras. Tarde o temprano la plurinacionalidad termina fraccionando territorialmente un país.
Occidente, único lugar donde el respeto a la diversidad cultural es un valor y está garantizado, sufre a la vez un sentimiento de culpa sobre su historia y la evolución de sus valores. Es curioso que su principal virtud sea la clave de su vergüenza y que no se permita medirse en comparación con el resto de culturas. Un rápido escrutinio comparado permitiría poner blanco sobre negro acerca del respeto a “lo diverso” que implica el mito refundacional de la plurinacionalidad y los violentos peligros que engendra.
Esta guerra semántica que busca torcer el significado del concepto pluralidad, es una nueva ilusión dialéctica que no pretende descentralizar sino ampliar mecanismos de control centralizado que en un ordenamiento republicano serían imposibles. Por eso, en los países que vienen aplicando este neoparadigma político no existe ni más autonomía, ni más libertad ni más respeto. El relato victimista que dio lugar al concepto de plurinacionalidad, con un supuesto centralismo que agobiaba a la diversidad y que impedía la democracia, fue la excusa para que el castrochavismo se hiciera con el poder y asfixiara la alternancia. Ahora la plurinacionalidad, que no es otra cosa que Socialismo del Siglo XXI, toca la puerta de España.
 
 
 
 
 
CHINA QUIERE IMPONER EL USO DE SU MONEDA EN BOLIVIA
 
El gobierno de Luis Arce busca reemplazar la falta de dólares estadounidenses, pero los empresarios saben que con la moneda del país asiático será difícil hacer negocios en el exterior
 
Por Humberto Vacaflor Ganam.- El gobierno de Luis Arce ordenó a los bancos privados bolivianos asistir a una reunión con los enviados del Bank of China y del Industrial al Commercial Bank of China, para reemplazar con los yuanes chinos los dólares que faltan en Bolivia desde principios de año.
Todos los ejecutivos de los bancos bolivianos debieron asistir a la reunión y algunos de ellos pidieron reuniones individuales para saber cómo podría la moneda china reemplazar a la de Estados Unidos.
El economista Jaime Dunn advierte que uno de los dos bancos chinos que anuncia su llegada a Bolivia, el Bank of China, opera desde hace quince años en Argentina pero no ha resuelto la escasez de dólares en ese país vecino.
Además, el economista recuerda que 89% de las operaciones comerciales del mundo se realizan en dólares mientras sólo 2% de ellas lo hacen en yuanes, como lo confirman cifras difundidas por Bloomberg.
Dunn dice que en este momento existen en Bolivia cinco diferentes cotizaciones del dólar: 1) el oficial, 2) el que ofrecen los bancos privados, 3) el de las casas de cambio, 4) el de las fronteras y 5) el de las criptomonedas.
Entre esas cinco cotizaciones hay diferencias abismales, porque van desde Bs 6,96 por dólar de la oficial hasta Bs 8,30 de algunas fronteras y Bs 7,10 de las criptomonedas.
El problema es que en este momento los dólares escasean en la economía boliviana, pero también disminuye la moneda nacional. Por primera vez en mucho tiempo, en los bancos hay más dinero en los depósitos que en la cartera de préstamos.
El gobierno de Luis Arce se mantiene en el criterio de que, a falta de dólares, buenos son los yuanes, pero los empresarios saben que con la moneda china será difícil hacer negocios en el exterior. Y saben estos empresarios que los chinos pagaron por el petróleo ruso en yuanes, pero cuando los rusos quisieron usar esos yuanes para pagar por alimentos chinos, los chinos no los aceptaron de vuelta.
Minería ilegal
Es probable que los bancos chinos traídos por el presidente Arce quieran operar con las empresas chinas que explotan oro en los ríos amazónicos de Bolivia, igual que lo hacen en los ríos de la misma cuenca en Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, sin olvidar a Brasil.
Por el momento, los mineros chinos forman parte de la minería ilegal de Bolivia y los otros países de la región, lo que les obligaría a legalizarse y pagar impuestos similares al resto de la minería.
En este caso, según dice el economista Dunn, el problema es que la minería ilegal, que goza de un especial tratamiento tributario, forma parte del esquema diseñado para que el gobierno de Bolivia pueda sobrevivir.
El primer rubro que genera dólares para el Estado boliviano es la minería ilegal, seguida por el narcotráfico, las remesas de los ciudadanos que viven en el exterior y las exportaciones del agro.
Contrabando y narcotráfico
Aquí, las cifras se mezclan, porque ocurre que el contrabando disfraza algunos números. Según Dunn, no habrá que extrañarse si en diciembre el departamento sureño de Tarija se revele como el primer exportador de soya de Bolivia, aunque no produzca ni un solo grano de la oleaginosa.
Por el momento, unos 1.800 millones de dólares ingresaron a Bolivia por la exportación de soya desde Tarija, aunque se trate de soja argentina que llegó a Bolivia de contrabando.
Como Peter Andreas, en su libro “Smuggler Nation” (país contrabandista, refiriéndose a Estados Unidos), Jaime Dunn opina que el contrabando es una actividad empresarial capaz de crear potencias económicas.
Ahora, es cierto, en Bolivia también interviene el narcotráfico, que Dunn calcula en unos 1.200 millones de dólares por año, aunque admite que podría ser más, mucho más.
Al fin y al cabo, un kilo de cocaína cuesta en Chapare 1.000 dólares y en Moscú 130.000. Y no es porque el rublo esté débil, que lo está, sino por todos los pagos, legales e ilegales, que debe pagar ese kilo en semejante travesía.
 
 
 
 
 
MUJERES AL TIMÓN EN AMÉRICA LATINA
 
La Claridad de Puerto Rico (https://acortar.link/mHrdJ1)
 
La izquierda Latinoamérica ha hecho énfasis en llevar mujeres a la presidencia de sus países. Si bien es cierto que la derecha no se ha quedado atrás, en historias desgraciadas como la usurpadora y traidora de Bolivia y en este momento la de Perú, la mayoría han resultado ser mujeres de valía, integridad y liderato incuestionable, coincidamos o no con todas sus posturas. Tales son los casos de Cristina Fernández en Argentina, Michelle Bachelet en Chile, Dilma Roussef en Brasil y actualmente Xiomara Castro en Honduras.
Estas mujeres han sido perseguidas, propinado golpes de estado llamados “blandos” por la estrategia de judiliciación de la política, intentos de asesinato, difamación y intentos de encarcelamiento. Sin embargo, frente a todos estos retos no han cedido en su afán de cumplir el mandato que les encomendaron sus respectivos pueblos.
Escuchar a Xiomara Castro en su discurso ante la Asamblea General de la ONU fue lo que me invitó a esta reflexión. Aunque no fue la única de los mandatarios latinoamericanos que expresaron con claridad una agenda común frente al injerencismo de Estados Unidos (acaso Boric por fin está enderezando el rumbo equivocado que llevaba). Es hoy la mujer presidente que enfrenta uno de los mayores retos ante la situación económica y social que vive su país.
Con un 74% de pobreza, Honduras es uno de los países más pobres de América Latina superado solo por Haití. La deuda externa que heredó la presidente Castro hace palidecer la de Puerto Rico. El problema de las maras, la emigración masiva de los hondureños huyendo de la miseria y la criminalidad representa un gran reto para levantar un país. Ausencia de infraestructura, corrupción rampante heredada de los gobiernos capitalistas, y si, la amenaza constante contra su vida, hacen de esta mujer un ejemplo viviente de lo que es capaz de enfrentar una persona con conciencia lúcida y compromiso con su pueblo mas allá de lo humanamente exigible. Está claro que ser presidente de Honduras no representa una vida de confort y lujos, o de relaciones internacionales fáciles y cómodas. La presidenta Castro se ha colocado en la lista de los más buscados por Estados Unidos con Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La presidenta Castro pudo haber tratado de navegar esas aguas tempestuosas con una estrategia tipo Boric en Chile, que parece no haberle dado los resultados esperados, y tras convertirse en un paria para la izquierda, ha tenido que realinearse con el entorno político que lo llevó al poder. En esta Asamblea General vemos como la presidenta Castro, así como Boric y los presidentes de Cuba, Venezuela, Brasil, Bolivia, Colombia y México coincidirán en la agenda pro-soberanía y antiimperialista: cese al bloqueo contra Cuba, cese a las sanciones contra Venezuela y Nicaragua, cese al embargo de los activos de estos países en cuentas en Europa y Estados Unidos y sacar a Cuba de la lista de países terroristas.
Salir con vida del golpe de estado contra su esposo, Manuel Zelaya, la pudo haber echado a correr hacia el otro lado. Pero no, la presidenta Xiomara Castro tomó la decisión de no permitir que su país siguiera siendo controlado por los enemigos de los pueblos humildes del mundo. No debemos perder de perspectiva que, según admitido por la propia Agencia Central de Inteligencia, Honduras fue utilizado para darle apoyo a los Contras de Nicaragua contra el gobierno Sandinista y la derecha salvadoreña contra los guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Por lo tanto, debemos partir de la premisa que alguna base de esa derecha apátrida debe tener todavía algunos elementos dentro del suelo hondureño. Un dato que llama la atención es que el 48% de sus habitantes profesan una religión protestante, mientras que el 34% son católicos. La historia nos enseña como las religiones protestantes han sido punta de lanza en la intervención de Estados Unidos en América Latina, otro factor que puede incidir en la política interna de Honduras.  Como si esto fuera poco, hay una fuerte presencia militar de estados Unidos en Honduras.
Por otro lado, tiene una población mayoritariamente joven, el 94% es menor de 64 años. Esto puede ser una promesa para el futuro si se logra desarrollar un sistema de educación competente que prepare a los jóvenes para el desarrollo sostenible del país. Para el 2020 solo se invertía el 6.4% del producto nacional bruto en educación.
Honduras es rica en maderas, oro, plata, cobre, plomo, zinc, hierro carbón, así como en recursos pesqueros, carbón y recursos hidráulicos. Utilizados y administrados por y para el beneficio del pueblo hondureño debería poder crear las condiciones necesarias para un desarrollo inclusivo y sostenible elevando los niveles de vida del pueblo hondureño.
Entre los retos políticos que enfrenta para llevar adelante su agenda social democrática, es la pérdida de la mayoría en el congreso tras el rompimiento el Partido Salvador de Honduras y su designado presidencial Salvador Nasralla de romper la alianza que formaba con Libre.
Lo que pueda lograr la presidenta Castro, si la dejan ejecutar su plan de gobierno y si termina su mandato será observado con esperanzas e inquietud por las fuerzas de izquierda de América Latina y, sobre todo, las mujeres en posiciones de liderato.
 
 
 
 
 
LAS ‘MULAS’ DESAPARECIDAS DE LA DROGA
 
La mayoría de presas bolivianas en Brasil están acusadas de transportar cocaína. Son el eslabón más débil de un negocio en el que estas mujeres encuentran una salida económica.
 
El País de España (https://acortar.link/lK28MJ)
 
Al igual que sus 34 compatriotas bolivianas privadas de libertad en la Penitenciaría Femenina de Sant’Anna, en São Paulo, la vida de Gabriela A. dio un giro luego de aceptar llevar una maleta: un equipaje ajeno que, en medio de la ropa, escondía dos paquetes con casi dos kilos de cocaína. Para la policía brasileña, el hallazgo fue parte de un procedimiento de rutina en la ruta que une Corumbá, en la frontera con Bolivia, y la capital paulista. Para Gabriela, entregar el encargo significaba la posibilidad de cobrar 500 dólares para empezar una nueva vida junto a sus hijos de 20 y 15 años.
Gabriela tiene 38 años y es viuda. Amasa sus manos nerviosa al hablar. A ratos su voz se entrecorta, pero respira profundo y lanza frases precisas, directas. Dice que nunca se había metido en un problema como este y que tampoco lo volvería a hacer, pero la necesidad no la ayudó a pensar bien las cosas. No se llama Gabriela. Prefiere no revelar su nombre. Pero quiere compartir su historia para que nadie más cometa el mismo error.
“No me gustaría que vengan otras personas. No se lo deseo a nadie porque es muy triste y muy difícil estar aquí”, dice. Su llanto se pausa cuando se traslada a los platos que cocinaba y que en los tres meses que lleva privada de libertad se han convertido en un anhelo constante: charque, lambreado de conejo, pique macho. Su relato zigzaguea entre recuerdos como esos y mensajes de arrepentimiento.
Lo que más le preocupa en la cárcel es que nadie nunca más supo de ella. Ni su madre, ni su hijo menor, con quienes vivía en Cochabamba, en el centro de Bolivia, ni su hijo mayor, que vive en Santa Cruz, en el oriente del país. Gabriela cruzó la puerta de su casa y se despidió de los suyos avisando que estaría afuera apenas unos días, pero nunca más volvió.
Cuando la detuvieron, la policía retuvo todas sus pertenencias incluyendo su celular, donde tenía los contactos de sus familiares, de sus jefes, de sus amigos... “Ahorita es como si estuviera desaparecida para ellos”, dice angustiada.
De acuerdo a la Constitución brasileña, el protocolo de encarcelamiento incluye una notificación a los familiares directos de las presas, pero no todos los agentes lo ofrecen. En el caso de Gabriela y otras mujeres bolivianas en prisión, es el consulado de Bolivia quien tiene la misión de hacer llegar esta información a su círculo cercano, pero en este caso eso nunca sucedió.
Gabriela no entiende bien el portugués. Pasa sus días trabajando en el taller de manualidades de la cárcel esperando que ocurra algún milagro: que sus hijos tengan noticias sobre ella o que el tiempo pase rápido. Gabriela está desaparecida para su familia.
De acuerdo a la Secretaría Nacional de Políticas Penales del Brasil (Senappen), en diciembre de 2022 se contabilizaron 27.547 mujeres en presidios femeninos del país y 91 son bolivianas. “La droga no es de ellas, sino de alguien que las contrata para pasarla. En el puesto fronterizo Esdras, entre Brasil y Bolivia, durante el primer semestre de 2023, fueron realizadas 12 aprehensiones de droga. Podría asegurar que la mitad fueron mujeres bolivianas usadas como mulas”, dice Erivelto Alencar, el jefe de la Secretaría de Ingresos Federales de Brasil en la ciudad de Corumbá.
Según estudios citados por un informe del Instituto Transnacional y la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), alrededor del 70% de las mujeres privadas de libertad “se encuentran en prisión por estar involucradas en actividades de microtráfico no violento”. Muchas de ellas son cabeza de familia. En el caso de las migrantes bolivianas en Brasil, muchas son también víctimas de tráfico de personas, amenazas, engaños, violencia y hasta retención de documentos.
Una vez detenidas, son descartadas por el sistema de pandillas que las contrataron o forzaron a entrar a esa situación, pero sobre todo se convierten en desaparecidas para sus familias. Ante esa situación de indefensión, las asistentes sociales y redes de apoyo conformadas en gran parte por Iglesias y grupos de mujeres cargan al hombro la responsabilidad de ayudarlas en la cárcel.
A unos 1.400 kilómetros de São Paulo, en Corumbá, en el límite fronterizo con Bolivia, otra boliviana figura como desaparecida para su familia. Wara Pérez Zapana, una mujer de 23 años, mirada quieta y que habla a susurros, salió un día a principios de mayo de su casa en Irupana, una localidad de la provincia de Sud Yungas, en el departamento de La Paz. Se despidió de sus hijos de 7, 4 y 2 años y no volvieron a saber de ella.
Wara necesitaba dinero para pagar un préstamo que adquirió junto a su marido en el banco. Los 60 bolivianos (unos 8 dólares) diarios que recibía por un trabajo de ocho horas en el campo no eran suficientes. Los gastos asociados a una enfermedad de su padre y las ganas de invertir en un terreno que su suegra les había entregado la motivaron a endeudarse. Luego, la presión por pagar se transformó en un infierno que la hizo entrar en otro: tomó una maleta, subió a un taxi, fue detenida por la policía brasileña y su familia no volvió a verla.
Wara dice que no quiere preocupar a su familia, pero aunque quisiera enviar señales de vida, no tiene cómo hacerlo. No ha visto al cónsul, no tiene abogado propio y depende del defensor público. Tampoco habla portugués y toda la ayuda que ha recibido ha venido de parte de la pastoral carcelaria.
La ausencia de noticias de familiares se convierte en un pasaje progresivo hacia la violencia emocional. En el caso de las mujeres bolivianas, existe un limitante aún mayor. La norma permite realizar llamadas sólo dentro del territorio brasileño. “Son abandonadas. Y cuando intentamos llamar a las familias y uno de los números está incorrecto es muy frustrante”, dice Marciene Amorim, psicóloga en el Patronato Penitenciario de Corumbá.
“La mayoría de las bolivianas hacemos esto por necesidad, por nuestros hijos”, se lamenta Wara. Aceptó llevar 6 kilos de cocaína por unos 600 dólares, aunque nunca llegó a recibir más dinero que el necesario para pagar el transporte hasta su destino final en São Paulo.
En Brasil, la criminalización de drogas se aplica mediante la llamada Ley de Drogas. El hecho de que no exista regla que especifique la pena en función a dicha cantidad, y de las circunstancias de transporte, hace que cada caso sea analizado de manera individual. Rige la interpretación de la ley de cada juez. “La guerra contra las drogas encarcela a personas negras, pobres, mujeres vulnerables”, explica Cátia Kim, coordinadora del Instituto Tierra Trabajo y Ciudadanía (ITTC).
En términos generales, la pena base es de cinco años pudiendo llegar a 15 en función de las causas que agraven la condena. “Cualquier práctica relacionada a la droga es crimen. Sobre esa base, se construyó el sistema punitivo de la legislación del Brasil”, concluye Kim.
El hecho de que no exista regla que especifique la pena en función a la cantidad de droga y circunstancias de transporte en la legislación brasileña hace que cada caso sea analizado de manera individual. Rige la interpretación de la ley de cada juez. “Sabido es que muchas mujeres bolivianas trabajan como mulas. A veces son liberadas, en el caso de tener hijos, cuidados de familia, pero si tienen grandes cantidades de droga, se debe constatar con otras informaciones”, explica el juez Idail de Toni Filho de la primera sala penal de Corumbá.
El tribunal es cauteloso a la hora de sacar conclusiones: contrapone el relato de las detenidas con las pruebas y las contradicciones de cada caso. “Objetivamente, si la mujer está con maleta y droga en dirección a São Paulo y admite que la estaba cargando, es un hecho. Dicen que fueron engañadas y es posible, pero no hay como constatar. Debe ser demostrado. ¿Recibieron dinero siendo engañadas?”, analiza el juez.
Wara entró a la penitenciaría femenina de Corumbá en régimen de prisión preventiva. “Mi proceso está abierto. El juez me dijo que debía comprobar que tuviera hijos”. El pasado 2 de junio, el juez le otorgó libertad provisional pero con la condición de presentarse mensualmente al juzgado para informar dónde vive y qué actividades hace.
La ausencia diplomática
Es lunes por la mañana y apenas se ve movimiento a las afueras de la Penitenciaría Femenina Carlos Alberto Jonas Giordano de Corumbá. Un guardia se asoma por la rejilla de la puerta principal del penal de mujeres. No hay nadie en el frontis. Apenas pasa una carreta y casi no hay movimiento de carros en este lado de la ciudad. Se escuchan algunas voces a pocos metros, justo donde comienza la cárcel masculina, separada solo por un muro de la femenina: unas cuantas mujeres –novias, esposas, hermanas, madres, amantes– asisten para saber información de sus seres queridos o entregar algo de comida o útiles de higiene personal.
El contraste se manifiesta en cada día de visita: el lado masculino no da abasto. El femenino apenas recibe algunas visitantes, casi siempre hermanas o madres, pocas veces el marido o pareja. En la cárcel, se replican dinámicas que también se dan en libertad: los cuidados y las visitas suelen ser asumidos por mujeres.
“Cuando encarcelamos a las mujeres, castigamos a familias enteras”, dice Jorge López Arenas, ex director nacional del Régimen Penitenciario de Bolivia, en el informe Mujeres, políticas de drogas y encarcelamiento. En los casos de Gabriela y Wara, ambas jefas de hogar, su aprehensión ha significado un terremoto familiar cuyas secuelas no son capaces de dimensionar.
La red externa de apoyo a las reclusas también es de mujeres. Judite Sales y Consuelo Clavijo son voluntarias de la Pastoral Carcelaria, una organización de la Iglesia católica que trabaja en prisiones. Ellas y el padre Khac visitan a las reclusas de la prisión de Corumbá para darles asistencia religiosa. “Estamos para escucharlas y apoyarlas espiritualmente”, dice el sacerdote. Sin embargo, para aliviar la angustia de la mayoría de las mujeres migrantes reclusas, tratan de ayudarles a contactar de nuevo con sus familias. “Intentamos ayudarlas, están aisladas y lo peor es que fueron engañadas”, dice Sales.
Ella y su compañera se sostienen, incansables, con la misma fortaleza de las reclusas. En la mañana del 24 de mayo se reunieron con el juez local de Corumbá para conversar sobre algunos de los casos. Buscan apoyo logístico y trabajan con las asistentes sociales de la penitenciaría, contactan con los defensores públicos y organizan donaciones. “Queremos ligarlas a sus familias. Para las personas migrantes encarceladas es muy difícil”, dice Clavijo, boliviana que vive hace 45 años en Corumbá.
La soledad de las internas tiene varias capas. No solo asumen el aislamiento social por la reclusión, sino que muchas veces se agudiza por la falta de diligencia de la burocracia y los representantes oficiales de su país. “Nunca escuché que el cónsul de Bolivia fuera a la prisión femenina”, dice Marciene Amorim, psicóloga del Patronato Penitenciario de Corumbá.
En la ciudad con la mayor proporción de habitantes bolivianos en Brasil, el rol del consulado es fundamental. “No es una obligación pero lo hacemos para no llegar con las manos vacías”, dice Simons William Durán, cónsul de Bolivia en la ciudad fronteriza, mientras exhibe sobre su escritorio un kit de higiene que, según dice, entrega a sus compatriotas. Su oficina tiene apenas tres funcionarios, pero Durán dice que se las arreglan para darles acompañamiento. “Yo no soy dios para juzgarlas. Les doy un abrazo a todas por igual”, asegura el cónsul. La pastoral carcelaria, el juez local, el defensor público y las propias internas reconocen que sólo han visto al diplomático un par de veces, que no suele estar disponible cuando lo han citado y que las reclusas no tienen asesoría legal o apoyo para comunicarse con sus familiares. Algunas de ellas apenas han recibido un kit de higiene cuyo contenido solo cubre un mes de estancia. El apoyo de organizaciones sociales y religiosas es fundamental para contrarrestar la ausencia diplomática.
Las más castigadas
“En América Latina, es más grave contrabandear cocaína [...] que violar a una mujer o matar voluntariamente al vecino”, comienza el prólogo de Adicción Punitiva (2012), un estudio de Rodrigo Yepes, Diana Guzmán y Jorge Parra Norato. “En América Latina existe desde 1950 una tendencia generalizada a incrementar los montos de penas con los que se castigan los delitos de drogas”, concluyen los autores.
Por otro lado, este delito en Brasil es una causa de encarcelamiento más frecuente en mujeres que en hombres. “Brasil es el tercer país en el mundo con más encarceladas. El tráfico de drogas representa el 56,16% de los crímenes por los cuales las mujeres cumplen penas mientras que en los hombres ese porcentaje es del 38,72%”, dice Rosângela Teixeira, socióloga del Grupo de Investigación en Seguridad, Violencia y Justicia de la Universidad Federal del ABC en São Paulo.
“El sistema falla con todas ellas, no sólo con las bolivianas. Se encarcela mucho, y a los ojos de la defensa, de forma innecesaria. La ley procesal penal prevé varios requisitos para que una persona sea presa y muchas veces se los pasa por arriba”, dice Vítor Calasanz, defensor público de la ciudad de Corumbá que atiende a un promedio mensual de 50 internas en la penitenciaría femenina de esa ciudad.
María Cerrudo Gómez lleva dos meses en la cárcel de Sant’Anna, en São Paulo, pero ya ha aprendido ciertos códigos del encierro. Baja la vista, toma sus manos por detrás de la espalda y espera paciente frente al muro de la sala. Se encuentra en prisión preventiva y dice que su única preocupación son sus tres nietos que quedaron solos a cargo de su madre en silla de ruedas. Aceptó llevar casi dos kilos de cocaína por 500 dólares que nunca recibió. Antes de llegar a destino, en São Paulo, fue interceptada por la policía y no sabe bien si fueron sus nervios, su falta de experiencia o alguien más que la delató.
“Realmente no me explicaron. Pido perdón por el error que cometí. Me arrepiento porque son mis nietos los que están pagando ahorita esto. No sé nada de ellos”, dice. “Me dejé tentar con el diablo, no lo escuché a Dios”. La mujer aceptó llevar la droga porque el dinero que ganaba limpiando casas y lavando ropa no era suficiente para mantener a su madre enferma y a sus nietos, de las que estaba a cargo desde que su hija se fue a Chile. “Supuestamente se fue a trabajar, a darles una vida mejor a mis nietos. Pero hace más de dos años que no sé nada de ella. No sé si estará viva, si estará muerta”, dice Cerrudo.
La mujer está desaparecida para su familia desde el pasado 8 de abril, cuando salió de su casa en Santa Cruz y nunca más supieron de ella. En una visita reciente del cónsul boliviano en São Paulo a la cárcel, le dio un número de teléfono para localizar a una señora que a veces cuida a sus tres nietos. Ellos son su mayor preocupación. Pero no ha recibido noticias. Mientras espera a conocer su condena, sigue atenta a cualquier mensaje que la conecte de nuevo con los suyos.
 
 
 
 
 
El invierno más caluroso de la historia y una primavera excepcionalmente seca provocan una gran sequía
 
CAMBIO CLIMÁTICO EN BOLIVIA: 'ESTAS TEMPERATURAS EXTREMAS DAN MIEDO'
 
Bolivia ha tenido sucesivamente el invierno más caluroso de su historia y una primavera particularmente seca. Esto provoca una sequía a gran escala en todo el país. 6 de los 9 departamentos de Bolivia están sufriendo sequía.
 
Mondial al Nieuws de Bélgica (https://acortar.link/4BKToa)
 
Bolivia, al igual que otros países de América del Sur, ha tenido el invierno más cálido jamás registrado. Este fue el resultado de una “cúpula de calor”: un área de alta presión que retiene aire caliente sobre un área durante un período de tiempo más largo.
Pero la primavera aporta pocas mejoras. La semana pasada, Bolivia registró la temperatura más alta jamás registrada en septiembre: 40,3 grados centígrados. Se espera que las temperaturas aumenten hasta los 45 grados centígrados en algunas partes del país.
200.000 familias
Seis de los nueve departamentos bolivianos están sufriendo sequía. Según la ONG Save The Children, más de 200.000 familias son especialmente vulnerables a sus consecuencias. La falta de agua ha provocado un aumento de las tasas de enfermedades entre los niños, ya que a menudo dependen del agua estancada y, por tanto, contraen enfermedades transmitidas por el agua contaminada.
La agricultura y la ganadería también lo están pasando mal. Según el gobierno boliviano, las fuentes de agua para más de cien mil animales se están secando y más de 10.200 hectáreas de tierras agrícolas están ahora en riesgo.
Las familias de las tierras altas y las comunidades indígenas se ven particularmente afectadas. Las personas que dependen del entorno natural para obtener sus ingresos (como los criadores de truchas, los pastores o el sector turístico) han visto cómo sus ingresos literalmente se agotan.
Crisis climática
“El impacto del largo y caluroso invierno y ahora el inicio de esta primavera extremadamente calurosa y seca no se parece a nada que hayamos visto antes”, dijo Marianela Montes de Oca de Save the Children en Bolivia. 'Este calor es un peligro para los niños, sus familias, los animales y la tierra. No recuerdo la última vez que llovió.
Según Montes de Oca, es un claro ejemplo de cómo el cambio climático ya está causando daños. 'Estas temperaturas extremas nos asustan a todos. Aquí se supone que es la época más fresca del año, y afuera hace entre 35 y 40 grados centígrados. ¿Qué significa esto para el país donde viven 12 millones de personas? ¿Cómo se alimentará nuestro pueblo?
Ya es el segundo año consecutivo de sequía en el país, y la creciente inseguridad está obligando a más y más familias a migrar a la ciudad, lo que ejerce presión sobre la infraestructura urbana. Esto tiene consecuencias para los niños, en parte porque la presión sobre la educación está aumentando.
 
 
 
 
 
ECOLOGISTAS DE BOLIVIA Y ECUADOR UNEN FUERZAS CONTRA PROYECTOS PETROLEROS Y MINEROS
 
En Ecuador el pasado mes de agosto se realizó un referéndum en el que se impuso el sí con 58.9% a favor del cese de la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo.
 
Noticel de Ecuador (https://acortar.link/Uj0w4H)
 
Organizaciones ecologistas e indígenas de Bolivia y Ecuador se reunieron este viernes en La Paz para "aunar" esfuerzos en defensa del medioambiente y la protección de los pueblos originarios ante los efectos de los proyectos petroleros y mineros.
En el evento "Solidaridad sin Fronteras", los representantes de las reservas naturales bolivianas de Tariquía y Madidi junto a defensores del ecuatoriano Parque Nacional Yasuní expresaron su intención de "hacer visible" sus luchas.
"Queremos hacer visibles las luchas en Bolivia (y en Ecuador) por los territorios indígenas, las áreas protegidas y por el patrimonio natural que viene siendo avasallado y saqueado", dijo a EFE el responsable de Incidencia en Derechos Humanos del privado Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib).
En Ecuador el pasado mes de agosto se realizó un referéndum en el que se impuso el sí con 58.9% a favor del cese de la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo.
"Yasuní significa 'tierra sagrada' (...) hay tierras sagradas en todos los países de América Latina y el mundo y es necesario proteger esas tierras", señaló a EFE la presidenta de la ONG Acción Ecológica, la ecuatoriana Alexandra Almeida.
La activista mencionó que en Bolivia hay muchos pueblos que "están defendiendo sus tierras sagradas" y que consideran que un país no puede depender de un recurso "que al salir destruye la naturaleza".
Existe la expectativa de que "la experiencia de Yasuní la podamos adaptar a nuestro medio, en Tarija, para poder salvar nuestra área protegida o tal vez (aplicarla) a nivel nacional", afirmó a EFE el representante campesino de Tariquía, Francisco Romero.
Tariquía, situada en el sureño departamento de Tarija, cerca de la frontera con Argentina, fue declarada reserva nacional de flora y fauna en 1989.
Desde 2016, varias de las comunidades del lugar se oponen a la explotación hidrocarburífera a cargo de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la brasileña Petrobras porque han identificado contaminación en las aguas y en la tierra.
Asimismo, el dirigente Domingo Ocampo expuso la situación de vulnerabilidad del Parque Nacional Madidi, en el departamento de La Paz, considerada una de las zonas con la mayor biodiversidad del mundo.
Ocampo se refirió a la "amenaza" de la minería ya que los mineros auríferos no solo se asentaron en las orillas de los ríos de la Amazonía boliviana sino que "se adentran en espacios más grandes" en los bosques autorizadas por el Gobierno y sin que se consulte a los pueblos afectados.
La minería aurífera en los ríos de la Amazonía y el uso de mercurio ha generado una amplia discusión en Bolivia ante los efectos que sus residuos tóxicos causan en el medioambiente y en la salud humana, con daños neurológicos y otras afecciones.
"Tanto Ecuador como Bolivia reconocen en su normativa los derechos de la Madre Tierra (...) pero estas normas muchas veces quedan solo en teoría", se señaló en la declaración del encuentro.
 
 
 
 
 
AEROLÍNEA BOLIVIANA VENDE SUS ACCIONES EN MEDIO DE SUSPENSIÓN DE SUS VUELOS
 
Finanzas Digital de España (https://acortar.link/zAQFyD)
 
La aerolínea privada Amaszonas anunció la venta total de sus acciones y el inicio de una «transición» cuando afronta la suspensión de las matrículas de sus aviones, por lo que no opera desde principios de agosto en Bolivia.
«Se ha firmado el acuerdo de venta del 100% del paquete accionario de la Aerolínea y nos encontramos en proceso de transición», señaló Amaszonas en sus redes sociales.
La aerolínea explicó que «está realizando las gestiones legales» para cumplir con las normas bolivianas ya que próximamente comunicará su situación a las autoridades del país y a sus usuarios.
Esta semana la firma Nella Airlines Group anunció que la venta de Amaszonas al empresario Luiz Divino como un «hito importante», con lo que la aerolínea «continuará prosperando y manteniendo su destacado estándar de servicio y calidad y puntualidad».
Las autoridades bolivianas retiraron las matrículas de cuatro aviones de Amaszonas a principios de agosto a raíz de una deuda con la empresa GY Aviation Lease 1816 Co. Limited, que es la arrendataria de las aeronaves.
En la víspera, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, declaró a los medios que el Gobierno no tiene objeción a la venta de Amazonas, pero que los nuevos dueños «tienen que cumplir con los requisitos» para habilitar su servicio en Bolivia.
En agosto de 2021, Nella Airlines Group compró las acciones de Amaszonas a sus entonces dueños bolivianos con la perspectiva de que la aerolínea se integre al «plan de negocios de crecimiento en Latinoamérica» de la empresa estadounidense.
La administración boliviana decidió en ese momento la venta de la aerolínea a un «grupo internacional» después de valorar los efectos negativos de la pandemia de la COVID-19 en la aviación comercial y la «recuperación gradual» de ese sector.
Amaszonas es la única empresa aérea privada con base en Bolivia que ofrece conexiones nacionales y en el exterior del país, además de la estatal Boliviana de Aviación (BoA).
 
 
 
 
 
JOVEN DE NEUQUÉN ASESINADO EN BOLIVIA: EL PEDIDO DE SU MAMÁ PARA ENCONTRAR AL CULPABLE
 
La mujer llegó a la provincia, junto con la pareja de su hijo. Denunció deficiencias en la investigación para encontrar al asesino.
 
La Mañana de Neuquen, Argentina (https://acortar.link/iGibmn)
 
Carina Cheuquepan, la madre Matías Rosales, el neuquino asesinado en Bolivia, volvió a la provincia con las cenizas de su hijo y aseguró que volverá al país trasandino para pedir justicia por su hijo. Además, señaló deficiencias en la investigación.
La mujer llegó a Neuquén el último viernes, junto a Florencia, la pareja de Matías, con las cenizas del joven y contó que volvió a "recuperar fuerzas", con su familia, pero que en unos días volverá para seguir reclamando que se atrape al asesino. Además, exigirán ser parte de la investigación y conocer los pasos que se seguirán para dar con el hombre que, temen, haya salido del país.
"Comenzaron tarde la investigación, dos días después, mientras que en el momento del asesinato, cuando apuñalaron a Matías, la Policía local no se hizo presente en el lugar y eso la verdad que deja mucho que desear. Entonces el asesino se fue, huyó, al día de hoy no se sabe nada de él", denunció Carina, en diálogo con Canal 7 Noticias.
A esto, se suma que todavía no han tomado declaraciones a los testigos claves. "La testigo más firme es Florencia y de ella no recibieron nada, nunca la citaron para que cuente lo que pasó ese día. Nunca les interesó escuchar lo que ella tenía para exponer, en cuanto a todo lo que había pasado desde un principio", señaló.
A esto agregó: "Tampoco realizaron un identikit, aunque yo insistí que lo hicieran hasta el último día que estuve en Oruro, porque hasta ahora no se sabe los datos personales, nadie sabe cómo se ve el colombiano. Solamente tienen una foto de lejos donde no se lo puede visualizar bien".
El día del asesinato
Según contó Carina, el miércoles 13 de septiembre, Matías y su asesino se conocieron en una plaza de Oruro, donde el joven neuquino se encontraba vendiendo artesanías. "Estuvieron hablando una hora y media y más tarde el colombiano, como sabía en qué hotel se hospedaban, lo buscó cuando estaban en la vereda. Entonces le pidió a mi hijo ir a comprar", relató.
Luego de que lo acompañara a la despensa, no transcurrieron ni cinco minutos hasta que volvió corriendo y contó lo que le había ocurrido. "Dijo que el colombiano lo había apuñalado en el pecho, ahí mi hijo cae en la vereda de una farmacia y salió la dueña del lugar a pedirles que se corriera porque le estaba manchando la vereda. Mi hijo se estaba desangrando, estaba pidiendo ayuda y lo trataron así", denunció.
Ante esto, llamaron a la ambulancia, pero esta demoró varios minutos en llegar. "Matías todavía seguía con vida, todavía tenía signos vitales y nadie le prestó los primeros auxilios, nadie lo socorrió. Florencia contó muchos detalles, ella grabó que los dos paramédicos que iban en la ambulancia se sentaron adelante y ninguno fue atrás para asistirlo", aseguró.
Por último, relató: "En el trayecto de ocho cuadras hasta el hospital, Matías seguía con vida, los detalles están en las llamadas, en los testigos que hay. Solo nos resta pedir justicia. Si hubieran socorrido a mi hijo, hoy estaría conmigo".
 
 
 
BOLIVIA TAN PROFUNDA Y TAN INVISIBLE
 
Presentamos a continuación la ponencia con que la escritora y periodista boliviana Amalia Decker M. participó, el 23 de septiembre de 2023, en el Encuentro de Literatura Hispanoamericana en París, evento organizado por el Instituto Cervantes en la capital francesa.
 
Letralia de Venezuela (https://acortar.link/eznEfj)
 
Coincidirán conmigo en que pertenecer al tercer mundo sugiere una gama de prejuicios sobre lo que somos o dejamos de ser. Es como si tuviéramos que explicarnos permanentemente: soy pero no soy. Y muchas veces, para ser aceptados, sacamos nuestro lado ancestral indígena, o en el peor de los casos nuestro folklore. Este es un tema pendiente que debe ser superado; estamos obligados a encontrar un camino, un punto de inflexión para alcanzar una mirada de claridad horizontal: ni paternalismo ni sumisión. La palabra no puede ser excluyente y menos restrictiva.
Bolivia, a la que me quiero referir no sólo desde el campo literario sino de manera general, como única forma de entenderla, es aún considerada una nación rara, inaudita, encuevada entre sus montañas, y que hace referencia únicamente a una parte de su realidad geográfica. Quizá por su infinito altiplano, sus altos picos montañosos, o la más famosa de sus ciudades, encajada a cuatro mil metros de altura, mi propia ciudad y de donde vengo yo. Y en los últimos tiempos por haber tenido un presidente indígena que se paseó por el mundo con un jersey de la globalizada China, a pesar de haber llegado al gobierno con la promesa de descolonizar al país. Y claro, Bolivia es más que eso. Desde las alturas descendemos a unos valles amigables. Y seguimos más abajo hasta encontrarnos con unas explosivas junglas y llanuras amazónicas donde habitan seres humanos que sufren, que gozan y viven sus misterios en una diversidad no sólo geográfica sino también humana: artistas, pintores y escritores anónimos que bien podrían ser cobijados en los anaqueles de las librerías más importantes del mundo. Y no es una mirada de queja. Es simplemente un dato de la realidad. Y a la prueba me remito. Pregunto a este auditorio, sin duda todos amantes de la palabra, si pudieran mencionar a diez autores bolivianos de hoy o de ayer que hayan pasado por su acuciosa lectura. Yo, sin ninguna dificultad, puedo acudir a mi memoria y destacar a escritores chilenos, uruguayos, peruanos, colombianos, argentinos e incluso brasileños que, a pesar de no tener una lengua común, son muy cercanos y entrañables. Yo crecí leyendo a Joao Guimarães o a Jorge Amado. Y claro que mis ojos han surcado otros mares para llegar a este viejo continente y deleitarme con el señor de La Mancha o la pasión de escribir de Gustave Flaubert: españoles, italianos, portugueses me han transportado por mundos anchos y ajenos a los que he hecho míos gracias a la magia de la palabra.
Y no se trata de una discriminación literaria en particular a la que me estoy refiriendo. Admitir eso sería minimizar el problema y no creer en el rol de la palabra que obra milagros, que florece y da frutos, creando destinos… Y algo ha hecho, por supuesto. Pero no es suficiente. El tema es, indudablemente, más profundo y complejo que eso. Si bien es cierto que América, como decía Fuentes, era un sueño y una pesadilla al mismo tiempo, hoy Bolivia es una nación a la que los bolivianos la hemos inventado en ese imaginario al que hace referencia el escritor mexicano: un imaginario de pesadilla que se repite en nosotros de manera obsesiva. Pero pareciera ser que no le interesa a nadie más. Fuera de nuestras fronteras no existimos. Hace poco vi un reportaje televisivo sobre el Salar de Uyuni, el más grande del mundo, un espejo natural que da la impresión al visitante de estar entre dos cielos y cuya inmensidad infinita pertenece a suelo boliviano. El periodista de marras, en su reportaje, repartió en cuestión de segundos ese territorio entre Chile y la Argentina, pasándose por el aro a Bolivia, mi país. Esta podría apenas ser una anécdota chauvinista sin importancia, claro, si ella no se repitiera de manera recurrente. Por eso insisto, los bolivianos la reinventamos, la soñamos a cada instante porque, claro, la necesitamos.
Somos o no somos ante las pasiones y sobre todo ante la voluntad del mundo, uno que se agranda para compensar la disminución. Hay un sinnúmero de ejemplos que podría mencionar, pero sólo reitero que ese pedazo de territorio no existe en las noticias, en la televisión, en los periódicos del mundo, a pesar de su profunda y cotidiana vida, no sólo en la política sino también en las artes y en la literatura.
Y hablando precisamente de lo que nos atañe, la literatura, se podría concluir, de manera apresurada, que Bolivia no produce y de ahí su invisibilidad. Y, sin embargo, nada más voy a referirme a una mujer que probablemente no está en el catálogo de sus lecturas. Se trata de Adela Zamudio, poeta y novelista que nació y vivió montada a caballo entre el XIX y el XX. Una mujer que tuvo la capacidad de multiplicarse, de dar saltos excepcionales para su época y de ser el germen de la voz femenina, no sólo en la defensa de sus derechos sino en las razones de la dominación patriarcal. Sobre Íntimas, su novela epistolar, estudiosos sostienen que por primera vez, y no sólo en Bolivia sino en América Latina, hay una voz narradora encarnada por una mujer. Virginia Ayllón, erudita en la obra zamudiana, nos dice que Adela es para los bolivianos una especie de sentido común. No hay boliviano que no sepa algo de ella, que no haya leído alguno de sus poemas. Y, quizá precisamente por ese conocimiento popular, es que no se la conoce en su verdadera dimensión, como ocurre con los clásicos griegos o latinos, que por ser precisamente eso, en el mejor de los casos apenas se les echa una mirada apresurada, presionados por el peso de su presencia en el mundo cultural o por una exigencia en el bachillerato.
Y claro, sólo leyendo el conjunto de su obra es posible escudriñar y descubrir lo que se esconde. Es precisamente en esa parte oculta donde está su pensamiento, uno que va más allá de la agenda feminista de los años veinte. No sólo denuncia, sino que busca y quiere entender las razones de su dominación. De manera, adelantada, el año 1922, sostiene que las mujeres deben ser educadas para tener derecho a un proyecto propio de vida. Mucho tiempo después, la descomunal Simone de Beauvoir escribe su obra cumbre, El segundo sexo, y en ella sostiene algo parecido a lo que anticipó la Zamudio: “Hemos sido educadas para el beneficio de los otros y nuestra verdadera libertad está en que debemos ser educadas para beneficio nuestro”.
Podría hablar horas de ella y su obra, pero por razones de tiempo sólo voy a leerles un pequeña estrofa de uno de sus poemas más emblemáticos: “Nacer hombre”.
Fueron suficientes 190 palabras para resumir su existencia en un mundo injusto e ingrato y otras 150 para despedirse. “Nací en Cochabamba. Creo que el 54 o el 55. No tengo mi fe de edad. He pasado mi juventud a la cabecera de una madre enferma y mi edad madura como vejez, luchando penosamente por la vida”. Poco antes de partir, le hizo llegar a un amigo, otro gran pensador boliviano, Franz Tamayo, palabras con las que se despide del mundo y que hoy rezan en su tumba como epitafio. “Vuelvo a morar en ignorada estrella / libre ya del suplicio de la vida / allá os espero; / hasta seguir mi huella / lloradme ausente pero no perdida”.
Adela Zamudio, Ilda Mundi, Virginia Estensoro, Lindaura Anzoátegui, Augusto Céspedes, Carlos Medinaceli, Bautista Saavedra, Edmundo Camargo, son algunos de los nombres de hombres y mujeres de las letras que han alumbrado el camino y a los que apenas hace poco se les viene quitando el polvo del olvido. Es sin duda una pena que nos hayamos privado de esa bella literatura. Y no sólo en el mundo sino en el pequeño universo boliviano.
Confieso y con culpa que yo también la descubrí tarde. Fue como entrar en un mundo paralelo de fina letra y de fina ironía, lejos de la idea preconcebida de que la literatura boliviana es pesimista y triste, que sólo habla de nuestros mineros, de nuestros campesinos. Espero que esta pequeña provocación haya logrado alguna curiosidad para que se animen a cruzar a esa orilla. Los libros apilados en los anaqueles están muertos y sólo los lectores y los estudiosos podrán revivirlos, sacarlos de esa cárcel del silencio y el olvido.
Admito que, al hablar de la invisibilidad de mi país, de manera casi automática he destacado también la invisibilidad de la mujer en el pasado, y aunque es verdad que hemos avanzado, es también cierto que queda mucho por andar. Déjenme confesarles que, mientras más me adentro a conocer, a leer a las escritoras, más me convenzo de que las mujeres escribimos desde el cuerpo, porque enaltecemos el deseo que emerge como poder, como territorio que se disputa en la dimensión política y pública. Lo hacemos a través del cuerpo, como lo hacían Elena Garro y otras que se hacen y se deshacen, que cambian y se rebelan para ser quienes quieren ser.
Todo esto nos permite el don de la palabra, la misma que debe servirnos para unirnos en nuestras batallas comunes y, por supuesto, para encontrarnos en eventos como este. Aquí se nos ha concedido generosamente el honor de ensalzar la herencia de Cervantes, cuya mancha nos cubre amorosamente y cuyo legado nos permite encontrarnos envueltos en la poderosa lengua común. Es un encuentro en la diversidad. Somos pues la expresión del sincretismo o fusión de las culturas del mundo hispanoparlante, reunidos para hacer buen uso de nuestra lengua a través de la palabra.
 
 
 
 
 
MARIO TAJIMA PIDE AYUDA PARA FRENAR LA MAFIA DE APUESTAS: "OJALÁ NO NOS PASE LO DE BOLIVIA"
 
El futbolista de Cantolao pidió a las autoridades que intervengan para frenar la mafia de las apuestas deportivas en el fútbol peruano.
 
La República de Perú (https://acortar.link/b6vA0u)
 
Continúan las denuncias sobre supuestos amaños de partidos vinculados a las apuestas deportivas en el fútbol peruano. Hace algunos días, Pirata FC salió a reclamar tras la escandalosa derrota por 11-0 que sufrieron en la Liga 2 y esta vez el encargado de protestar fue el futbolista de Cantolao Mario Tajima, quien les pidió a las autoridades que intervengan para frenar esta mafia.
"El amaño de apuestas deportivas existe. Es una mafia y estamos indefensos ante esto. Pido ayuda a las personas a cargo del equipo, a la Federación, al IPD y al Gobierno en general", sostuvo para las cámaras de Fútbol en América.
Asimismo, al ser consultado sobre la separación de algunos de sus compañeros debido a este tema, el volante de 31 años reconoció que esto no es nuevo y puso como ejemplo el caso del torneo boliviano.
"Eso ya está en cada uno. En el medio se sabe que esta es una mafia que viene sucediendo hace tiempo. A mí no me corresponde señal o mencionar nombres; sin embargo, ya es momento de que exista un cambio y no nos pase lo de Bolivia", concluyó.
¿Qué pasó en Bolivia con las apuestas deportivas?
Fernando Costa, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, anunció hace algunas semanas que los dos torneos de primera división quedaban anulados debido a denuncias de corrupción y arreglo de partidos. Si bien el mandamás propuso realizar un torneo 'relámpago' para establecer a los clasificados a los certámenes internacionales del 2024, esto todavía no es oficial y se espera que la Conmebol lo apruebe. 

No comments: