Tuesday, March 11, 2014

LA CONQUISTA BOLIVIANA. LA HORTICULTURA ARGENTINA QUE ALGUNA VEZ FUE DE LOS PORTUGUESES E ITALIANOS, HOY ES DOMINADA POR INMIGRANTES BOLIVIANOS

No hay pileta, ni hamacas, ni una casa de ladrillo a la vista con alero y parrilla, ni olor a pasto recién cortado, pero esto igual es una quinta. Dos perros les ladran a los autos y un camino de tierra conduce a varias hectáreas protegidas del sol, el viento y el granizo por invernáculos de nailon blanco, donde el tomate crece desde hace tres meses y tiene la altura de una persona mediana. También hay algunas casitas levantadas con listones de madera, que consisten en una habitación y una cocina y, más allá, cientos de cajones de verdura vacíos, encastrados como en un tetris. 
Las plantas son tan altas como su dueña, María Luz Romero, que se para entre dos surcos con su sombrero de cowgirl y las mangas de la camisa manchadas con una mezcla de tierra, fertilizante y agua, y explica: "Compramos la semilla y la damos a almacigar. Porque es muy delicada". Tan delicada que no puede meterse directamente en la tierra: hay que germinarlas en unas bandejas hasta que prendan bien y puedan ser trasplantadas. Eso es almacigar. "El primer paso es pasar la rastra por la tierra, después el cincel y después la rotativa. Después curás la tierra y le ponés el tomate. Las semillas las ponemos entre dos o tres personas en una mañana. Lo dejamos hasta que salen los primeros brotes y va largando su flor. Cuando sale el primero ya tenés que empezar a cuidarla", dice María Luz. 
A cada flor le aplican ácido 0-2-naftil glicólico, una hormona para ayudar a la formación del fruto, y si todo sale bien, de cada una va a salir una corona de cinco tomates. Cuando sea el momento, y ya estén rojos, ella y su marido van a arrancarlos uno por uno, a mano, para embalarlos en cajones de 18 kilos. 
Ahora son las nueve y María Luz está trabajando en el invernáculo desde que empezó a clarear. A pocos metros, su marido, Felipe, se encorva sobre una planta de tomate y es imposible verle los ojos porque un sombrero le cubre la cara, que tiene metida entre las hojas mientras las manos trabajan rápido. Más allá, uno de sus paisanos camina con una mochila que parece un tanque de buzo, pero, en vez de oxígeno, tiene un plaguicida para combatir "la arañuela", una plaga que les puede arruinar meses de trabajo. El sol de la mañana viene calentando el nailon blanco del invernáculo, una carpa tan grande como una pileta de natación. Hay que aprovechar el fresco porque en unas horas el calor va a ser inaguantable. 
María, Felipe, el otro paisano y todos sus vecinos quinteros son de Tarija, una provincia al sur de Bolivia que limita con Jujuy. Para llegar a sus quintas de El Peligro, a 22 kilómetros del centro de La Plata, hay que transitar el mismo camino irregular por el que lunes, miércoles y viernes se bambolean los cientos de camiones que llevan y traen cajones desde las quintas hasta los más de diez mercados que abastecen las verdulerías donde compran los 13 millones de personas que viven en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Cuando María y Felipe salen de la cama en su casilla y caminan unos metros hasta los invernáculos donde también hay lechuga, rúcula, espinaca y radicheta, todavía no salió el sol. En la casa siguen durmiendo sus hijos adolescentes, José, Eduardo y Brian. En un pedacito "a campo" crecen el brócoli y la acelga, organismos mutantes de hojas enormes que, vistos así, en estado natural, se parecen poco al producto que compramos en la verdulería. 
La bolivianización de la horticultura empezó en los años ochenta, se profundizó en los noventa y se aceleró entre 1998 y 2002, gracias a lo que los académicos llaman las "estrategias capitalistas con rasgos campesinos", que los inmigrantes bolivianos pusieron en marcha para sobrevivir y que en pocos años les permitieron copar toda la cadena hortícola, desde la producción hasta la distribución y la venta. Por eso casi no quedan criollos en las quintas de El Peligro, ni en las de Colonia Urquiza ni en Escobar, Pilar o Luján. En el cinturón hortícola bonaerense, pero también en los que rodean otras grandes ciudades como Mendoza, Mar del Plata, Córdoba o Rosario, los productores son casi todos bolivianos, como a principios del siglo XX eran mayoría de italianos y portugueses. En la Argentina, la horticultura siempre fue cosa de inmigrantes recientes: el tipo de actividad a la que los locales no quieren ponerle el cuerpo porque exige poquísimas horas de sueño, trabajo nocturno y un ritmo que puede llegar a las veinte horas por día. 
El sociólogo Roberto Benencia acuñó hace varios años el concepto de "escalera boliviana" para explicar el proceso de movilidad social ascendente de cuatro pasos, donde cada uno representa un lugar mejor posicionado en la estructura de la cadena hortícola. En la escalera los horticultores bolivianos (como antes los italianos) empiezan como peones, después son medieros, más tarde arrendatarios y, si logran capitalizarse, compran la tierra. María está en un punto intermedio: ella y Felipe ya trabajaron de peones y de medieros para un quintero potosino en Colonia Urquiza. La mediería supone que el patrón pone la tierra y el 50% del capital y se lleva el 50% de las ganancias. Después pudieron arrendar una parcela, y ahí están ahora, pagando 600 pesos por hectárea a un japonés al que nunca le vieron la cara. Que lleguen a ser propietarios es improbable: en todos lados, el precio de la tierra sube porque si no aprieta la soja, avanzan los countries y cada vez hay menos tierra disponible para la horticultura. 
"Los horticultores bolivianos han repetido el mismo proceso que los italianos, pero en un tiempo muy corto. Más que una cuestión de si son bolivianos o no, lo importante es su condición de inmigrantes y de ex campesinos. Los horticultores bolivianos o descendientes de bolivianos tienen comportamientos diferentes a los de los trabajadores descendientes de italianos, que con el paso de las generaciones se fueron aburguesando y perdieron características campesinas", explica Matías García, ingeniero agrónomo y doctor por la Universidad Nacional de La Plata, que investigó las transformaciones en la horticultura y el rol de los bolivianos en ese proceso. 
Explotación de la mano de obra propia y familiar y privilegio de la unidad de producción por sobre la de consumo resumen la fórmula de estos horticultores con rasgos campesinos. Sea poca o mucha, toda la plata que entra va a la quinta. Son las mismas prácticas que en su momento también tuvieron los inmigrantes europeos que llegaron como trabajadores pauperizados a la Argentina en la primera mitad del siglo XX. Esto (y la imposibilidad de acceder a la tierra) explica que María y Felipe -como sus vecinos- puedan llegar a invertir 200.000 pesos en una hectárea de tomate bajo invernáculo, pero vivan en una casita de madera. 
Los Censos Nacionales de Población y Vivienda de 1980, 1991 y 2001 muestran que el flujo migratorio desde Bolivia hacia Argentina creció de manera sostenida, aunque en la década del noventa la población boliviana acá se duplicó por la combinación entre la situación económica en Bolivia y el uno a uno que hacía de la Argentina un destino tentador para los inmigrantes. Aunque el Censo de 2010 contó 345.272 bolivianos, en el Consulado del Estado Plurinacional de Bolivia estiman que pueden ser hasta un millón: quizás el 10% de la población boliviana viva en la Argentina. 
María tenía 17 años cuando cruzó la frontera argentina por Jujuy y viajó dos días hasta La Plata. En Tarija, ella había aprendido a trabajar desde los 12: su papá tenía un pedacito de tierra en el que plantaban maíz, sorgo y papa. Cuando llegó a La Plata, entonces, algo de experiencia tenía, pero casi todo lo aprendió acá, pululando de quinta en quinta, observando cómo trabajaban sus paisanos y sus patrones, porque la agricultura comercial argentina (altamente tecnificada, orientada al mercado, con compra de semillas y uso intensivo de agroquímicos) tiene muy poco que ver con lo que hacía su papá en Bolivia. 
Aunque en el Cinturón Hortícola de La Plata hay 2.500 hectáreas de invernáculo -la mitad de la superficie cubierta de todo el país-, el nivel de organización de los horticultores es mucho menor que en la zona norte y oeste del conurbano bonaerense, donde están la mayor parte de los mercados bolivianos y las colectividades más fuertes. Ahí, a Escobar, fue Evo Morales en una de sus visitas a la Argentina. Este contraste entre los quinteros pauperizados del sur y los comercializadores del norte tiene dos explicaciones posibles: una dice que la diferencia radica en que en Escobar y en Pilar hace cuarenta años se asentaron una mayoría de potosinos, de tradición combativa por el trabajo de los gremios en las minas, mientras que el sur recibió durante los noventa una mayoría de campesinos habituados al trabajo de la tierra en zonas donde el vecino más cercano puede estar a dos cerros de distancia. Esto podría explicar la diferencia en los grados de organización comunitaria y la articulación con el Estado, que es muy alta en Escobar y Pilar, y casi nula en el sur del conurbano. 
Para García, la explicación es más económica que étnica: el desarrollo de los invernáculos y la fuerte explotación de mano de obra -propia y ajena- de los horticultores bolivianos de La Plata hace que, por precio y calidad, las hortalizas platenses se vendan mucho mejor que las de Moreno o Pilar, por ejemplo, y eso promueve que los productores de esas zonas se transformen en comerciantes y les convenga revender la producción platense en mercados propios. 
Los Romero estarán subiendo la escalera pero, por ahora, la quinta les alcanza para sobrevivir y reinvertir para mantener la estructura productiva, comprar la semilla, el fertilizante, el agroquímico, arreglar el nailon, y vivir puchereándola. Es raro que contraten un peón: María no le confía a nadie sus tomates; prefiere, cuando hay mucho trabajo, buscar a alguien que la ayude con la cocina. La quinta es resistir, esperar un año bueno que salve los flojos. Los productores manejan mucho capital, pero con márgenes de ganancia muy chicos. Si hay una temporada buena, María y Felipe van a invertir en cosas que se puedan llevar: una moto para ir a comprar "los remedios", como llaman a los agroquímicos, un auto para mover a la familia, un viaje a Bolivia, un tractorcito, una fumigadora. A simple vista serán unos rollos de nailon y unas cuantas vigas de madera, pero todo suma, y María gastó 60.000 pesos en su invernáculo nuevo, que ahora cubre una veintena de surcos de cuarenta metros de largo donde el tomate apenas empieza a crecer. Mucha plata para una familia productora que vive cajón por cajón y, muchas veces, no puede ponerle precio a su producción. 
Mercados bolivianos
Al Mercado Frutihortícola de Escobar se va de noche. En sus dos galpones, la geografía la definen los cajones de madera que se apilan en torres de varios metros de altura, formando pasillos por los que circulan los changarines mientras empujan los carros metálicos. Hay que correrse: el carro se mueve frenético y el runrún de las ruedas contra el piso de cemento compite con el prip del Nextel como banda sonora de la madrugada. El Mercado Frutihortícola de Escobar está en el barrio Lambertuchi, muy cerca de la zona de quintas y rodeado de casas bajas. Para entrar hay que atravesar una reja, una garita de seguridad y pagar dos pesos. Totalmente a oscuras, en un predio contiguo de siete hectáreas, está el polideportivo donde Evo jugó al fútbol con algunos compatriotas. De lejos, los tinglados parecen iglúes gigantes. 
Es de noche, pero los fluorescentes simulan un día sin matices. En los playones, son todos hombres los que cargan los camiones de frutas y verduras que van a cruzar el conurbano hasta llegar a alguna verdulería. Cajas de camiones y camionetas que se llenan de lechuga, acelga, frutillas, naranjas, mandarinas, berenjenas, repollos, espinaca, rúcula. 
La fruta viene de varias provincias del país -en muchos casos, cosechada también por peones golondrina bolivianos-, pero el viaje de las hortalizas es mucho más corto.  
En 1995 todos los socios de la Asociación Civil Colectividad Boliviana de Escobar pusieron plata para construir la primera nave de lo que hoy es el Mercado. Se habían juntado a fines de la década del ochenta para "representar a los paisanos" ante las autoridades locales y la policía. En 1996 construyeron una segunda nave y se convirtieron en el primero de varios mercados que se abrirían en los años siguientes en la zona norte y oeste del conurbano bonaerense.  
Vender directo y controlar el precio de la propia producción es la línea de llegada de la escalera boliviana. "El Mercado de Escobar empezó con algunos que estaban en el principio de su capitalización. Ellos arrendaban o eran medieros que sacaban la verdura a escondidas de sus patrones y se ponían a vender en la calle, como hacían en Bolivia", relata la antropóloga Cynthia Pizarro, que estudia los procesos identitarios de los inmigrantes en la Argentina y trabajó especialmente con la comunidad boliviana de Escobar. 
En los años siguientes, se formaron mercados bolivianos en Pilar (el 2 de Abril), Morón (el Saropalca), Luján (de la cooperativa Copacabana), Moreno (el Nor Chichas) y Mercedes. Todos arrancaron copiando el modelo escobarense y formaron asociaciones civiles o cooperativas de productores o comercializadores. En el Mercado Central y en los mercados de La Matanza, Beccar, Berazategui, Avellaneda y Liniers, también los productores o comercializadores bolivianos tienen un lugar en las naves centrales o en los sectores de playa libre, donde hace veinte años las mujeres bolivianas empezaron a vender muy barata la verdura que traían de las quintas. 
"Hoy los bolivianos han logrado tener sus puestos también en el Mercado Central y cuando van a comprar ya tienen sus contactos. Estas redes, que tienen que ver con los mismos lazos familiares, vecinales, de amistad, permiten que el verdulero cuando va a comprar al Mercado Central sienta que está tratando con un par, mucho más que si está tratando con un criollo, que muchas veces se aprovecha, lo mira mal o lo discrimina", explica Pizarro. 
En el 2000 hubo varios ataques xenófobos en Escobar que incluyeron robos, palizas y torturas. Algunos de ellos tuvieron visibilidad en los medios. En ese momento, el ahora juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni era titular del Inadi y explicaba que la situación estaba relacionada con la valorización de las tierras donde vivían las familias bolivianas. Pizarro lo pone en términos más conceptuales: "La inmigración europea fue siempre bien vista en la Argentina, mientras que los latinoamericanos representan lo que se quería combatir. La mujer boliviana vendiendo en la calle es el fantasma de lo indígena de vuelta en la ciudad". Como sea, esa ola de violencia dejó marcas en una colectividad que a veces se muestra temerosa de hablar con la prensa o dejarse fotografiar para una nota como esta. 
En los puestos de todos los mercados hay, sobre todo, mujeres. Mujeres que compran y venden. Y sobre eso también hay estudios académicos: la bolivianización trajo la "feminización" de la horticultura, y lo que antes era trabajo de hombres, sobre todo en los mercados, lo coparon las mujeres con sus delantales azules. Entonces, a la madrugada, quinteras y verduleras negocian precios mientras los hombres de la familia se encargan de encontrar un buen lugar para estacionar. En Escobar, Carina, que llegó a la Argentina cuando era una beba, es una de ellas. Ahora tiene 21 años y está casada con Pablo, que nació en Pilar y es el hijo de Alejandro Pérez Martínez, potosino y quintero de Colonia Urquiza, muy cerca de La Plata. A la una de la mañana, Carina atiende un puesto junto a sus dos hermanos adolescentes: un flaquito y un gordito que, cuando no están acomodando cajones, manosean el celular. Mientras tanto, su suegro atiende un segundo puesto en el Mercado de Abasto de Beccar, en San Isidro, en un sector reservado a los quinteros bolivianos. 
Alejandro es potosino, pero habla con acento argentino y ya no soporta la altura cuando vuelve de visita a Bolivia. Anda dando vueltas por la Argentina desde la década del setenta. "Me trajo un pariente mío, un primo hermano. Llegamos a Escobar, donde no había mercado, solo pasto y campo, para las quintas -recuerda-. Ahí empezamos trabajando flores y un poco de frutillas, con un portugués". Cuando era soltero anduvo "boludeando por Tucumán, de acá para allá": "Trabajé por todos lados, en las quintas, en Lules, San Pedro, cosechando tomates, zapallitos. Era muy sacrificado, muy bajito pagaban por surco. Yo trabajaba fuerte, hacía treinta pesitos en esa época". En José C. Paz fue mediero con un japonés que le enseñó a trabajar las frutillas. Ahí se puso su primer invernáculo con tomate, lechuga y verdeo. 
Sus recuerdos muestran cómo, alrededor de la horticultura, siempre hubo un cruce de nacionalidades: "Los portugueses eran bravos. Tenías que trabajar bien, bien limpito, no hacer verdura con yuyos, todo limpito y, si no hacías así se enojaban, no te llevaban la mercadería. Los japoneses también eran malos, bravos eran, pero eso también era bueno para vos. Nosotros un día salimos a pasear y no regamos las frutillas; al día siguiente, el japonés nos quería echar". La primera vez que alquiló una quinta, entregaba la verdura a un puestero del Mercado Central, pero lo estafaban: "Ahí vos mandabas la mercadería y te decían 'mirá que se pudrieron tantos cajones' y no te hacían mirar, te engañaban. Entonces, ¿qué hicimos nosotros? Teníamos que ir al mercado. Ahí nosotros vendemos, barato, pero vendemos todo". 
Después de muchos años, los Pérez Martínez pudieron lo que los Romero todavía no pueden: dejar la quinta en manos confiables y salir a vender. Y como ahora le va mejor y su quinta se complejizó, evita ponerle el cuerpo al invernáculo y, sobre todo, no quiere que lo pongan sus hijos. Así como los viejos campesinos italianos soñaban con el hijo doctor, hoy los Pérez Martínez encarnan el progreso de la colectividad boliviana: de sus cinco hijos, el más grande estudia Arquitectura y otra cursa Medicina en La Plata. 
Lo que se ve 
Entre Cochabamba y Buenos Aires hay 2.064 kilómetros. Felisa García Espinoza los recorrió en colectivo cuando tenía 20 años y acá la esperaba un tío. Ahora tiene 39, dos hijos, un marido y la mejor verdulería de Parque Chas. Sentada frente a la caja registradora, cobra la verdura y la fruta que ella misma eligió de madrugada en el Mercado de La Matanza. Para llegar hasta ahí se levanta todos los días a las tres de la mañana. El despertador también suena para Tito, su marido, cochabambino como ella. Eran vecinos en Quillacollo, pero se conocieron en Lomas del Mirador. A las tres de la tarde, Felisa bosteza frente a la caja: todavía le quedan seis horas. 
Con ellos dos viven también Tanya y Mary, las hermanas de Felisa, que tienen una verdulería por Agronomía. En unas habitaciones que construyeron detrás de la casa, duermen nueve chicos y chicas de entre 18 y 25 años que trabajan en la verdulería, sobrinos o hijos de conocidos que dejaron Bolivia para vivir en la Argentina. Felisa y Tito los reciben como alguna vez alguien los recibió a ellos. "Cuando mi hermana tuvo sus ayudantes argentinos, peruanos, paraguayos, no aguantaban el trabajo. Por eso uno busca trabajar con sus familiares, porque sí o sí, por respeto, trabajan", explica Tanya, la menor de las García Espinoza, que llegó a Buenos Aires en 2012 para ayudar a sus hermanas, pero espera volver a Bolivia el año que viene y convertirse en enfermera. 
En la verdulería siempre hay que hacer algo. Ni Felisa, ni Tito ni Tanya paran para charlar. Están cansados, pero siguen: en una hora de charla Tanya pela choclos, arma cuarenta docenas de huevos, lava apio, quita las hojas manchadas a la lechuga, barre, acomoda los cajones afuera para que no les pegue el sol. A la tarde, Felisa y Tito se turnan para dormir un rato la siesta en un cuartito que tienen atrás. Ese es un lugar prohibido a los clientes: una cortina de tiras de plástico los separa del local. Ahí los fines de semana, a veces, Tito mira un rato un partido de fútbol. "Nosotros toda la semana esperamos que llegue el sábado a la noche, porque estamos muy cansados. El domingo que no hay mercado podemos dormir hasta las seis o siete", cuenta. 
Tito tiene cinco hermanos. Cuatro están acá y todos trabajan en verdulería. Felisa cree que sus paisanos pusieron verdulerías porque la mayoría trabajaba en Bolivia en algo relacionado con las verduras. "Sobre todo las mujeres", especifica. No lo dice, pero habla de ella: su papá era agricultor, tenía una parcela. Desde chicos, ella y sus hermanos lo ayudaban. Felisa fue la primera en migrar. Cuando más o menos se acomodó, mandó a llamar a su hermano. 
La verdulería es el único lugar donde el trabajo de la comunidad boliviana gana algo de visibilidad. Se puede no saber quiénes producen lo que comemos o en qué condiciones viven, se puede ignorar con qué sustancias son fumigadas las verduras con las que preparamos ensaladas o cómo un plaguicida afecta la salud del hombre o la mujer que lo aplican, pero a la verdulería hay que ir todos los días. Y como pasó con la quinta o los mercados, también en la venta minorista la inmigración italiana y la portuguesa dejaron su lugar a la boliviana, a medida que se afianzaban económicamente y se movían hacia otros rubros más rentables y menos sacrificados. Las mujeres bolivianas empezaron a vender a la salida de los supermercados, ofrecían buen precio y siempre volvían, sin importar cuántas veces las corrían. Felisa y su hermana empezaron así, hasta que pudieron alquilar un local. Ahora, quince años después, en el Mercado de La Matanza, pasan juntas por los puestos que atienden sus paisanos, negocian, eligen y después el changarín les lleva los cajones hasta el camión que maneja Tito. Por cada uno pagan una seña de veinte pesos. Es de noche todavía cuando la caja está cargada y los tres salen rumbo a la verdulería. De camino, levantan a Tanya y a los chicos. Cuando llegan, bajo tierra cruza el primer subte del día.  (www.Lanacion.conexion)





LA HERENCIA DE LA DICTADURA BOLIVIANA

Según la organización internacional de derechos humanos, 200 personas en Bolivia fueron asesinadas, cerca de 5000 detenidas de forma arbitraria, alrededor de 20.000 deportadas o exiliadas y más de 150 permanecen desaparecidas.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                            
Entre 1964 y 1982, 200 personas en Bolivia fueron asesinadas, cerca de 5000 detenidas de forma arbitraria, alrededor de 20.000 deportadas o exiliadas y más de 150 permanecen desaparecidas, según Amnistía Internacional (AI). En su informe, la organización de derechos humanos asegura que el Estado boliviano apenas ha dado los pasos necesarios para esclarecer la verdad, juzgar a los responsables y resarcir a las víctimas o a sus familiares. “El principal obstáculo es la falta de apertura de archivos militares que podrían aportar información del paradero de víctimas y de las prácticas de violaciones que se desarrollaban en aquella época. Por otro lado, hay un tema de asignación presupuestaria, que impide a las comisiones encargadas de buscar a los desaparecidos llevar adelante su tarea. Este problema viene desde 1982 y se debe a la falta de voluntad política”, aseguró a Página/12 María José Eva Parada, investigadora sobre Bolivia de AI.
De acuerdo con la investigación, durante ese período –en el que se sucedieron numerosos gobiernos de facto o de escasa legitimidad popular– se produjeron desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, se ejerció la tortura, se practicaron ejecuciones extrajudiciales y se impusieron restricciones a la libertad de circulación y de expresión. “Centenares de personas tuvieron que permanecer en el exilio. El estado de sitio como medida de control y limitación a la circulación fue reiterado. Estos años atestiguaron también una constante lucha entre el poder gubernamental y sectores de trabajadores y sindicales. Los partidos políticos, los sindicatos y las actividades sindicales fueron formalmente prohibidos en 1974”, explica el informe.
Si bien en 1984 el entonces presidente Hernán Siles Zuazo ordenó la creación de la Comisión Nacional de Investigación de Desa-parecidos Forzados, la falta de recursos impidió que se continuara con el trabajo. Habría que esperar casi veinte años para reanudar las investigaciones, cuando en 2003 se conformó el Consejo Interinstitucional para el Esclarecimiento de las Desapariciones Forzadas. Sin embargo, AI alega que su accionar tiene un impacto limitado.
En 1993, la Corte Suprema de Justicia condenó al ex dictador Luis García Meza –que en 1980 derrocó a la presidenta interina Lidia Gueiler Tejada– y a varios de sus ministros y miembros de grupos parapoliciales (46 en total) por delitos que iban desde la apropiación indebida de fondos públicos hasta el asesinato en masa. Los acusados recibieron penas de hasta 30 años. “Durante el régimen de García Meza se produjo el asalto a las oficinas de la Central Obrera Boliviana, donde se detuvo, asesinó e hizo desaparecer al líder sindical y parlamentario Marcelo Quiroga Santa Cruz y a los dirigentes Carlos Flores y Justo Vega”, destaca el informe, que además aclara que la búsqueda de sus restos continúa. AI considera que este caso es excepcional.
En 2004 se aprobó la Ley de Resarcimiento a víctimas de la violencia política en gobiernos inconstitucionales. Esta legislación, que contempla gastos de salud, apoyo psicológico, gastos de sepelio, honores y reparación monetaria, exige requisitos casi imposibles de cumplir para AI. “La ley en sí excluye grupos que no pueden postularse para recibir el resarcimiento. Algunos de esos grupos los conforman las personas que han ocupado cargos públicos con el retorno de la democracia. La ley también ha sido restrictiva por el tipo de requisitos que ha solicitado a los potenciales beneficiarios para probar su calidad de víctima”, sostuvo Eva Parada. Además, criticó el hecho de que los posibles beneficiarios sean los que tengan que demostrar que han sido víctimas. “Se exige testimonio de compañeros de infortunios, que indiquen que tú fuiste víctima de tortura y que además exigen fechas exactas. Algunos de los casos que hemos analizado fueron desestimados porque no hay pruebas suficientes”, añadió.
“Los intentos de investigar casos de desaparición forzada así como otros crímenes cometidos en esos años se han encontrado con serios obstáculos. Entre ellos, el principal es la falta de acceso completo a los archivos militares. Tales archivos podrían arrojar datos importantes sobre el paradero de quienes fueron víctimas de desa-parición forzada y de quienes habrían participado en la comisión de estos crímenes”, afirma el informe. Para los investigadores, la reticencia de las Fuerzas Armadas a desclasificar información y la falta de voluntad de las autoridades civiles impiden a los familiares acceder a la verdad y ayudan a perpetuar la impunidad.
Según la investigación, en esos años tuvo lugar la Operación Cóndor, un plan acordado entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales de los países del Cono Sur con el fin de eliminar a opositores y disidentes. AI estima que unas 40 personas de nacionalidad boliviana habrían desaparecido en Argentina y otros países durante el período militar. “Con relación al Plan Cóndor, suena como una buena oportunidad el proceso que se está llevando actualmente en Argentina de enjuiciar a los responsables de la operación como un todo, pero muchas de las víctimas de violaciones en Bolivia no han encontrado ningún tipo de bienvenida para emprender sus acciones en su país. Esto dificulta la posibilidad de emprender acciones a nivel internacional”, consideró Eva Parada. Pese a esta situación, algunos familiares de víctimas acudieron a instancias internacionales. La Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó tres sentencias en contra del Estado boliviano, hallándolo responsable de violaciones a los derechos consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.





PARAGUAY Y BOLIVIA: LOS PAÍSES QUE MÁS CRECIERON EN LA DÉCADA

La Nación de Paraguay (www.lanacion.com.py)
                                                                                      
Paraguay y Bolivia son los países exportadores de Sudamérica, que en un ranking regional, septuplicaron sus ventas externas. Argentina, Brasil y Venezuela fueron los de menor crecimiento y redujeron su participación en diez años. Las exportaciones de Paraguay subieron 731% en la década, si se tiene en cuenta que en el 2003 las ventas externas eran de US$ 1.242 millones y al cierre del 2013 alcanzaron los US$ 10.329 millones. Bolivia exportaba por US$ 1.651 millones y al cierre del año pasado vendió al exterior por US$ 12.201 millones, un 639% más que hace diez años.
El informe publicado por la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI) evidencia que los países que experimentaron el menor crecimiento de sus ventas externas fueron Argentina (177%), Brasil (229%) y Venezuela (262%), tres países que han adoptado políticas más proteccionistas en materia de apertura económica y control de capitales.
Entre los países destacados, Colombia ha conseguido un aumento de 352% de sus ventas al exterior en 10 años, en un contexto donde además la moneda local registró una apreciación ante el dólar. En el 2003, el peso colombiano cotizaba a US$ 2.900 por dólar, mientras que en el 2013 la tasa de cambio estuvo en torno a los US$ 1.900. Diez años atrás, las exportaciones eran por US$ 13.092 millones, y al cierre de 2013 alcanzaron los US$ 59.201 millones.
EXPORTACIONES DE AMÉRICA DEL SUR 2003
La participación en el volumen de las exportaciones de los principales países de América del Sur en el 2003: Las ventas externas de 10 países analizados alcanzaban los US$ 183.176 millones, con una notable participación de Brasil, que ostentaba 40% del total, seguido por Argentina, con 16% y Venezuela con el 14% de participación. Colombia, 7% del total y Paraguay un modesto 0,7%.
Diez años después, como consecuencia de la mejora de los precios internacionales de materias primas, el boom de la minería, y el petróleo en valores que triplican los del 2003, América del Sur ha conseguido mejorar sus ventas externas en 257% hasta los US$ 653.521 millones.
Exportaciones de la región en el 2013
En la década hubo cambios en la participación que algunos países han experimentado; Brasil y Argentina son los únicos países que retrocedieron en el 2013, ya que el primero concentra ahora el 37% del volumen exportado, 3 puntos menos que hace una década, y Argentina retrocedió casi 4 puntos, hasta 12,7%. Este país fue, en la región, el que menos incremento porcentual de exportaciones tuvo en la década, un 177%, ya que pasó de US$ 29.939 millones a US$ 83.026 millones. Su vecino Uruguay aumentó sus ventas un 341%, mientras que Paraguay subió 731%. La caída que sufrieron Brasil y Argentina es consecuencia de las mejoras que experimentaron las economías de Colombia, Perú, Paraguay y Bolivia. Los países que profundizaron sus reformas, acordaron zonas de libre comercio y mantuvieron políticas de mayor apertura lograron mejores resultados en sus exportaciones, mientras que los de retórica proteccionista lo hicieron por debajo del promedio regional.





MIAMI EJECUTIVO AEROLÍNEA INTENTO RELATA LA EXTORSIÓN POR EL JEFE ANTICORRUPCIÓN DE BOLIVIA

Miami Herald de Estados Unidos (www.miamiherald.com)
                                      
Un rico hombre de negocios que huyó de Bolivia bajo la amenaza de un " enriquecimiento ilícito " acusación de carácter penal declaró el lunes que la alta policía anti- corrupción del país voló a Miami para sacudirlo hacia abajo por 30.000 dólares para hacer el caso desaparezca.
Humberto Roca , quien obtuvo asilo político en los Estados Unidos , se reunió con el coronel de la Policía Boliviana Nacional Mario Fabricio Ormachea Aliaga de Roca en Miami Lakes hogar en agosto pasado , mientras que el FBI registró el presunto intento de extorsión.
Roca, el antiguo propietario de Aerosur Airlines en Bolivia , tuvo un papel encubierto en una operación encubierta rapidito y dio Ormachea $ 5,000 en efectivo, que los agentes federales recuperaron después de su arresto.
"Él me dijo que iba a hacer algo para que todos los cargos se van, " Roca testificó en el primer día del juicio extorsión de Ormachea en Fort Lauderdale corte federal. " Él dijo que podía redirigir los cargos [contra mí ] a otra persona. "
El martes , los fiscales federales John Byrne y Jon Juenger planean jugar por el jurado de un video del FBI del encuentro registrado entre Roca y Ormachea . Se grabó en el garaje de Roca, que había convertido en una sala de juegos.
Ormachea , que ha estado detenido sin derecho a fianza en el Centro de Detención Federal de Miami desde que fue detenido el 31 de agosto se enfrenta a hasta 25 años en prisión por cargos de chantaje y extorsión .
Después Roca inicialmente dio Ormachea $ 5.000 como pago inicial hacia la supuesta demanda de extorsión, el coronel reconoció la reunión con Roca en dos ocasiones , pero negó tratando de extorsionar , de acuerdo con una declaración jurada del FBI presentada ante los cargos. Ormachea también le dijo a los agentes del FBI que no había viajado a Miami en su papel oficial.
Pero en una demanda presentada en Miami, Roca pintó un retrato oscuro de Ormachea , diciendo que él y otros funcionarios del Gobierno boliviano , incluyendo el presidente Evo Morales, orquestó una campaña de persecución política en su contra - incluyendo la incautación de su compañía, Aerosur , que compitió con línea aérea de propiedad nacional de Bolivia .
Byrne , el fiscal pidió Roca de resumir la acusación del gobierno boliviano contra él : " Que yo tomé el dinero que pertenecía al Estado . "
"Me llevaron a cabo , " Roca declaró a través de un intérprete de español . "Ellos presentaron cargos contra mí y me echaron de Bolivia . "
Algunos detalles de sus presuntos crímenes surgieron en una demanda federal presentada por Roca en 2011, cuando huyó de su patria con otros miembros de la familia y se instaló en Miami Lakes.
"Su único supuesto" pecado " es que él habló abiertamente y públicamente en Bolivia , pidiendo que el gobierno ponga fin a su cultura de la corrupción , crear reglas claras de la ley que se aplicará por igual a todos sus ciudadanos, no interferir en la empresa privada , y que no compite deslealmente con uno de sus ciudadanos corporativos más grandes y respetadas " , dijo la demanda de Roca, presentada contra el Gobierno de Bolivia y otros.
En el juicio de Ormachea , ayudante defensor público federal Chantel Doakes trató de sugerir que su cliente no trató de extorsionar Roca. En lugar de ello , argumentó que el jefe anticorrupción de Bolivia quería ayudar a Roca , que se cree en su inocencia y pensó en él como un " buen hombre".
Pero los fiscales respondieron que Ormachea amenazó Roca para pagarle - o el oficial de la policía boliviana alto perseguiría los cargos de enriquecimiento ilícito contra él y pedir su extradición a Bolivia .
Cuando Ormachea contactarse Roca por teléfono para decirle que iba a venir a Miami para reunirse con él en agosto pasado , el abogado de Roca Miami le dio instrucciones para ponerse en contacto con el FBI sobre el presunto intento de extorsión de Ormachea . Roca dijo a los agentes que los cargos presentados contra él en Bolivia fueron " motivación política ".
Bajo la dirección del grupo de trabajo crímenes violentos del FBI, Roca reunió por primera vez con Ormachea en su casa de Miami Lakes , el 30 de agosto. Durante la reunión grabada secretamente , Ormachea " propuso vender los cargos criminales pendientes en su contra [ Roca ] en Bolivia por un precio de 30.000 dólares ", según la declaración jurada del FBI . " Ormachea acordó tomar un pago de 10.000 dólares de inmediato y recibir el resto del pago más adelante. "
Al día siguiente, Roca se reunió de nuevo con Ormachea , que repitió los términos del acuerdo y añadió que " acusar a alguien más en su lugar . "
" Si, sin embargo , [ Roca ] no paga, Ormachea dijo que iba a perseguir [su] detención en los Estados Unidos, la extradición a Bolivia y el enjuiciamiento allí", afirmó la declaración jurada , que describe la segunda reunión grabada .





LAS VÍCTIMAS DE LA DICTADURA MILITAR BOLIVIANA 'BORRADA DE LA HISTORIA'

BBC Mundo de Londres (www.bbc.com/news)
                                                             
Se les está negando a miles de víctimas de violaciónes de derechos humanos cometidas durante los 18 años de gobierno militar en Bolivia el acceso a la justicia y la reparación, según Amnistía Internacional. Paula Querida y Amaru Villanueva Rance informe de La Paz sobre las denuncias de que hay una falta de voluntad política para descubrir la verdad.
Al otro lado de la calle del Ministerio de Justicia el edificio de Bolivia en el centro de La Paz, un campamento de protesta improvisada se ha convertido en parte del paisaje en los últimos dos años.
Duermen, comen y viven allí - cada día anotándose el tiempo que han pasado en su vigilia, y todos los días con la esperanza de que alguien va a escuchar sus demandas.
"No hay injusticia en el tratamiento [de] los que han logrado y defendido la democracia del pueblo boliviano ahora disfrutan. No estamos buscando privilegios, estamos buscando justicia", dice Julio Llanos, un activista sindical ex-minero que perdió un dedo cuando fue detenido y torturado.
Los manifestantes son parte de un movimiento más amplio de víctimas y familiares que han estado pidiendo desde hace décadas por la creación de una comisión de la verdad y la justicia independiente.
Ellos quieren que los responsables rindan cuentas y reparaciones plenas para los que sufrieron, incluyendo el reconocimiento público.
lucha ascendente
Pero de acuerdo con un informe publicado por Amnistía Internacional el martes , los manifestantes se enfrentan a una lucha cuesta arriba .
El informe - " No borrar Me De la Historia : la verdad , la justicia y la reparación en Bolivia - dice que la nación andina sufre de una falta de voluntad política para descubrir la verdad del pasado, incluyendo tratamiento de los autores de las ejecuciones , las detenciones , la tortura , desapariciones y exilios forzados.
Si bien reconoce que algunos esfuerzos se han hecho por los sucesivos gobiernos para hacer frente a las consecuencias de la dictadura de 1964 a 1982 , dice que no hay todavía una política integral para asegurar que el estado cumpla con sus obligaciones internacionales de derechos humanos.
Unión y activistas políticos fueron algunos de los principales grupos destinatarios de la persecución bajo una serie de regímenes militares y autoritarios.
Amnistía Internacional dice que al menos 200 personas fueron ejecutadas sumariamente mientras que más de 150 fueron víctimas de desapariciones forzadas.
Alrededor de 5.000 personas fueron detenidas arbitrariamente - algunos de los cuales fueron torturados - y miles obligados a exiliarse.
Su informe dice que la falta de acción por parte del gobierno boliviano para descubrir la verdad plena condena a las víctimas al " olvido " .
"Bolivia no puede pasar por encima de esta página negro en su historia sin necesidad de leer todo", dice la investigadora María José Eva Parada.
«Exigencias absurdas '
El informe reconoce que se aprobó una ley de 2004 (Ley N º 2640), destinado a proporcionar indemnización y otros beneficios, tales como los costes sanitarios y de asesoramiento, a los sobrevivientes y familiares de las personas muertas o desaparecidas.
Pero ocho años , menos de un tercio de los 6.200 demandantes habían sido aceptados como elegibles .
El gobierno dijo que había cumplido con la legislación.
Pero los activistas afirman que los nuevos criterios, añadido cuando la ley fue modificada en 2007 , bajaron los niveles de compensación y pusieron una pesada carga de la prueba a los demandantes.
Estos incluyen la necesidad de documentos médicos para certificar las lesiones de tortura , o pasaportes que muestran los movimientos de los reclamantes en el exilio ' través de las fronteras - que eran , por definición, clandestino.
Lourdes Koya fue ilegalmente detenido y torturado por tener supuestos vínculos con el Ejército de Liberación Nacional Marxista- Leninista (ELN ) antes de ir al exilio en Argentina durante 10 años.
"No podemos todavía tener un pasaporte 30 años después. Me fui a Argentina , donde una junta militar en el poder. Ellos me dieron la residencia y me quemó mi pasaporte ", explica .
" [ El gobierno ] pide cosas que son imposibles de probar. Usted tiene que presentar un certificado forense que decir de las costillas se rompieron en 1972. ¿Quién le daría un certificado para decir que te han perseguido, o que sus dientes estaban perforados , o que estallaron los tímpanos ? la carga de la prueba no puede llegar a la víctima ", dijo a la BBC.
La evidencia clave
Entre las principales demandas de las víctimas es que los registros militares clasificados son abiertos al escrutinio , pero Amnistía dice que ha habido una "falta de cooperación de las autoridades militares" - una acusación que el gobierno ha negado en repetidas ocasiones .
"El gobierno depende de los militares y no quiere tocar, " dice el Sr. Llanos.
Mientras que muchos activistas dicen que el dinero de compensación es menos importante que el reconocimiento de la verdad, ya no es la ira por las pequeñas sumas que se ofrecen a muy poca gente .
Las cantidades pagadas a los reclamantes no se han hecho públicos .
Pero el abogado Mario Salinas , quien fue torturado y luego escapó de un campo de concentración en la década de 1970 , dijo que el 40% de los que se encuentran elegibles habían ofrecido un promedio de 800 bolivianos ($ 115; £ 70 ) .
Los activistas dicen que menos de la mitad de las personas que recogieron sus cheques porque el costo de los viajes a La Paz habría sido mayor que el dinero que se les debía.
"Pero ya no es una cuestión de dinero, es una cuestión de honor", subraya el señor Salinas.
"Yo lucho por mis compañeros que están luchando en su vejez. Quiero el reconocimiento de lo que ha sucedido ... Quiero que mis hijos y nietos supieran sobre este período oscuro en mi vida", explica de su férrea determinación para hacer su caso sea escuchado.





MORALES DICE QUE CON BACHELET TRABAJARAN "POR EL BIEN" DE LOS "PUEBLOS"

La información de España (www.lainformacion.com.es)
                                                      
El presidente de Bolivia, Evo Morales, que este martes asistirá a la transmisión del mando en Chile, aseguró que con Michelle Bachelet trabajaran juntos "por el bien" de los "pueblos".
En una corta alocución, tras recibir los honores militares en la terminal internacional, Morales, afirmó: "muchas gracias por la invitación, saludo al pueblo chileno, saludo al presidente saliente, a la presidenta entrante. Como siempre esperamos hacer una buena gestión, de manera conjunta por el bien de nuestros pueblos", acotó
Además, el mandatario boliviano agradeció al presidente saliente Sebastián Piñera por considerarlo en los actos en que Bachelet asumirá la Presidencia.
"Como vecinos, como hermanos vengo a participar a la transmisión de mando, como siempre buscando la integración de los presidentes electos por la democracia, a expresar mis respetos por los resultados de las elecciones y, sobre todo, felicitar al pueblo chileno, como siempre", concluyó.
Esta es la primera vez que Morales pisa tierra chilena, después de que su Gobierno presentara el pasado 24 de abril de 2013, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, una demanda para que el tribunal obligue a Chile a negociar de buena fe una solución a la centenaria reclamación boliviana de recuperar su salida al océano Pacífico, perdida en una guerra de finales del siglo XIX.
En 2006, Morales y Bachelet establecieron una inédita agenda de diálogo de 13 puntos que incluyó por primera vez la reclamación marítima, pero no llegó a pasos concretos en ese punto.
Según el Gobierno boliviano, el acercamiento no prosperó y se complicó con la Administración de Piñera, lo que tuvo como consecuencia la presentación de la demanda en La Haya.





LA PRIMERA MUJER CON RANGO MILITAR DEL MUNDO, JUANA AZURDUY, UNA MUJER DE POLLERAS LLEVAR

El Intransigente de Argentina (www.elintransigente.com)
                                    
El tres de marzo de 1816, dirige un ataque contra un batallón español en Bolivia, logrando derrotarlos. Esa acción le valió el nombramiento de teniente Coronel, rango militar único en el mundo para una mujer. Pasó toda su vida luchando y murió en la pobreza absoluta y olvidada en la provincia de Jujuy. Desde siempre Juana Azurduy de Padilla estuvo en el olvido y su figura comenzó a tener relevancia nacional hace dos años, cuando se promovió en la Cámara de Diputados de la Nación, que su imagen ocupara los billetes de nueva denominación que se pongan en circulación. La idea quedó en la nada.
La heroína nació en la localidad boliviana de Chuquisaca, en algún momento de 1780, era mestiza, como gran parte de la población del Virreynato del alto Perú y al igual que muchos en esos años quedó huérfana muy pequeña y pasó su infancia en un convento de monjas de su provincia natal, la cual fue sede de la Real Audiencia de Charcas. Poco se sabe de su juventud, pero en 1802, a los 22 años, una edad avanzada para esa época, se casa con Manuel Ascencio Padilla, con quien tiene cinco hijos.
La vida tranquila en familia dura poco, ya que su marido se suma a los grupos independentistas y el 25 de mayo de 1809, cuando estalla la revolución independentista, Juana y su marido se unieron a los ejércitos populares, creados tras la destitución del virrey y al producirse el nombramiento de Juan Antonio Álvarez como gobernador del territorio. No fue la única, pero si las más aguerrida de las mujeres que se sumaron a las milicias revolucionarias de Bolivia.
Al principio, Juana colaboró activamente con su marido para crear “El escuadrón de Los Leales”, el cual debía unirse a las tropas enviadas desde Buenos Aires para liberar el Alto Perú. Durante el primer año de lucha, Juana se vio obligada a abandonar a sus hijos y entró en combate en numerosas ocasiones, ya que la reacción realista desde Perú no se hizo esperar.
La Audiencia de Charcas quedó dividida en dos zonas, una controlada por la guerrilla y otra por los ejércitos leales al rey de España. En 1810 se incorporó al ejército libertador de Manuel Belgrano, que quedó muy impresionado por el valor en combate de Juana; en reconocimiento a su labor, Belgrano llegó a entregarle su propia espada. Juana y su esposo participaron en la defensa de Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.
En el verano de 1816, su marido Manuel parte a la zona del Chaco encabezando una incursión contra tropas españolas. Ella queda sola para defender la región de Villar, en donde se encontraba la hacienda en donde vivía. La región era constantemente azotada por las fuerzas realistas, por eso organizó la defensa del lugar y efectuó una audaz incursión, los derrotó con sólo 200 hombres y ella misma arrebató la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata.
Por esta acción y con los informes favorables de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires, en agosto de 1816, decidió otorgar a Juana Azurduy el rango de teniente coronel de las milicias, las cuales eran la base del ejército independentista de la región. Tras hacerse cargo el general José de San Martín de los ejércitos que pretendían liberar Perú, la estrategia de la guerra cambió. San Martín quería atacar Lima a través del Pacífico, por lo que era necesario, para poder desarrollar su estrategia, la liberación completa de Chile y para ello desvió todos los recursos a su campaña.
Esta decisión dejó a la guerrilla del Alto Perú en condiciones muy precarias; Juana y su marido vivieron momentos extremadamente críticos, tanto que sus cuatro hijos mayores murieron de hambre. Poco tiempo después Juana, que esperaba a su quinto hijo, quedó viuda tras la muerte de su marido en la batalla de Villar, el14 de septiembre de 1816. El cuerpo de su marido fue colgado por los realistas en el pueblo de la Laguna. Cuenta que en su estado y al mando de un puñado de soldados fue hasta el lugar a rescatar el cadáver de Manuel.
Tras quedar viuda, Juana se halló en una situación desesperada: sola, embarazada y con los ejércitos realistas controlando eficazmente el territorio. Tras dar a luz a una niña, se unió a la guerrilla de Martín Miguel Güemes.. A la muerte de Güemes en 1821, se disolvió la guerrilla del norte, y Juana se vio obligada a malvivir en la región de Salta. Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825, Juana intentó en numerosas ocasiones que el gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes para poder regresar a su ciudad natal, pero a pesar de su prestigio no consiguió una respuesta favorable de los dirigentes políticos.
Murió en la provincia Jujuy a los ochenta años de edad, en la más completa miseria: su funeral costó un peso y fue enterrada en una fosa común. Una mujer brava, decidida y rebelde que rompió reglas en tiempos difíciles. Ojalá llegue el reconocimiento merecido a su disposición y valentía.






ABC de España (www.abc.es/espana)
                                                            
«La hemos sacado del infierno». Con estas palabras demoledoras explica a ABC un agente de la Guardia Civil la situación en la que se encontraba la niña de nueve años, española, rescatada en la selva boliviana, en Chapare, el pasado sábado. La historia está llena de claroscuros. La menor es hija de una pareja marroquí (tienen otros dos niños) residentes en la localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat. La familia llegó hace poco más de un año y se instaló de «okupa» en un piso vacío del barrio de La Florida tras dar una patada a la puerta.
Ninguno tiene trabajo. En esas condiciones de penuria encontraron a un vecino, un boliviano de 35 años, Rober Morales, que vivía en su mismo rellano y con el que trabaron relación. Este individuo, según los vecinos, frecuentaba la mezquita cercana y proclamaba que quería convertirse al islam.
Hace siete meses
Hace poco más de siete meses, en circunstancias aún oscuras, los padres de la niña acudieron a una notaría y autorizaron a su hija a viajar con el vecino a su país, en teoría según contó la madre de la menor, para que pasara una semana de vacaciones, un extremo que los investigadores no acaban de creer. Con ese permiso, la criatura abandonó España por el aeropuerto de El Prat de la mano del amigo de sus progenitores. Días después, los padres se presentaron en la comisaría de los Mossos d’Esquadra y denunciaron que su hija había sido secuestrada, que había viajado con el boliviano y no habían vuelto a saber nada de él. El grupo de secuestros de este Cuerpo comenzó la investigación con solo ese punto de partida y recurrió a las autoridades de La Paz.
El siguiente paso fue la entrada en la investigación del Grupo de Secuestros de la Guardia Civil, que sí tiene competencias para actuar en otros países, a diferencia de los Mossos. Pero no se lograba dar con el secuestrador.
Hace poco más de un mes, un familiar muy cercano de éste recibió una llamada telefónica de la que los investigadores lograron tirar tras numerosas gestiones. Esa llamada procedía de un punto de la Amazonía boliviana, bajo control de paramilitares y narcos, completamente aislada, sin apenas comunicaciones. «Se trata de una región cocalera (de producción de hoja de coca y procesamiento de la misma) en la que quienes la controlan ejercen con mano férrea», señalan fuentes de la Guardia Civil.
A través del familiar mencionado del secuestrador y de otras pesquisas que permanecen bajo secreto, ambos cuerpos policiales con el auxilio de sus colegas bolivianos lograron dar con el paradero del individuo. Dos oficiales del Instituto Armado se desplazaron hasta el país. El sábado pasado en una compleja operación -en la que hubo que utilizar un helicóptero por la dificultad de acceso a la zona- los funcionarios pudieron encontrar a la pequeña. Su secuestrador, que dice haberse convertido al Islam, presentaba la niña como su esposa y la trataba como tal.
Tras el rescate y la detención del inviduo, la menor fue trasladada a Cochabamba donde se la está sometiendo a reconocimientos médicos y psicológicos antes de que viaje de vuelta a España, acompañada de los dos guardias civiles. Este regreso no está exento de dificultades, dado que las autoridades de La Paz han intervenido también en el caso por las implicaciones de varios de sus ciudadanos. Según las autoridades bolivianas, los padres autorizaron el viaje para que Morales y la niña volvieran de regreso a España con joyas. Él les había dado dinero y regalos a la familia. A cambio, autorizarían la boda, tal y como ha declarado el propio detenido. «La madre me dijo que podríamos casarnos porque el Islam lo permite. Yo no he abusado ni matado a nadie. Era como mi esposa», ha contado. «Cuando regresáramos nos íbamos a casar, pero yo no he podido volver porque perdí mis papeles». Con esta declaración más las pesquisas, los agentes se centran en averiguar si la cría, en muy malas condiciones, realmente fue vendida a Morales.





EL COJO SE LLEVÓ A LA NIÑA

Los compañeros de mezquita del secuestrador de la menor de L'Hospitalet liberada en Bolivia recuerdan al detenido.

El Periódico de España (www.elperiodico.com)
                                           
Tras la puerta, con la cerradura reventada de una certera patada, se escucha el griterío y las risas de dos pequeños que juguetean hasta que una voz de adulto en árabe les manda callar. No quieren abrir. En ese primer piso de un bloque del barrio de La Florida de L'Hospitalet de Llobregat viven desde hace un año, junto a sus tres hijos, los padres de la niña de 9 años que la madrugada del sábado fue rescatada en la selva amazónica boliviana. En el mismo rellano, en la cuarta puerta, vivía el presunto secuestrador. Un boliviano de 35 años que consiguió sacar a la pequeña de España, llevarla de su mano hasta Bolivia y esconderse con ella en la selva.
La familia marroquí de la niña llegó a ese edificio hace poco más de un año. Tres hijos pequeños. Y sin trabajo. El piso estaba vacío y cerrado. Echaron la puerta abajo y se quedaron a vivir. Sin agua y con la luz pinchada. Viven de la solidaridad de algunos compatriotas. Al resto de vecinos del bloque no les gustan los «okupas» pero a estos, como tienen niños pequeños, les habían prometido una llave de la puerta principal de la escalera para que no la volvieran a romper. No supieron nada del rapto hasta ayer.
«Precisamente el otro día le pregunté a la madre por la hija mayor. Hacía mucho que no la veía. Pero no me dijo nada. Hablaba poco», relató una vecina del cuarto. Entre todos intentan estar pendientes de qué pisos se quedan vacíos para que no se ocupen de manera ilegal. Precisamente para evitar que nadie ocupara la vivienda del primero cuarta, al morir la señora Pepita, su hijo pidió a un joven boliviano que conocía de hacer «chapuzas» que se instalara en esa casa hasta que la pudieran alquilar. El relato es de la vecina en la luminosa cocina comedor de su casa, mientras Walter, otro de los vecinos propietarios del bloque, asiente desde el descansillo.
Al boliviano le recuerdan bien por su cojera, su melena larga y negra recogida en una coleta y su amabilidad. «Era muy dulce». Estuvo solo un par de meses en el bloque. Los suficientes para ganarse la confianza de la familia marroquí. «Les ayudaba con el agua que traían para lavarse y cocinar de una fuente de la calle. Siempre andaba jugueteando en la calle con los niños», explica, cigarro en mano, otro de los vecinos de ese mismo rellano en el que ningún timbre funciona.
¿Hablaba con ellos? «Para qué. Esta gente viene y va. No sé ni cómo se llaman», añade el hombre, sin dejar de fumar. ¿Y usted, cómo se llama? «¿Para qué? Yo tampoco sé nada. Vaya a la mezquita y pregunte. Allí conocían bien al cojo».
A un paseo de allí, en la avenida del Nord, número 17, los hombres se arremolinan a las puertas de la pequeña mezquita de Alarkkame Ebniabi. Son las siete y media de la tarde. Termina la oración y un niño espera a su padre sentado en el bordillo de la puerta, mientras hace botar un balón de baloncesto.
Espíritus y fantasmas
«¿El boliviano? Y tanto que le recordamos. Vino hace unos meses, dos o tres semanas seguidas. Decía que quería abrazar el islam. Le hablamos de nuestras creencias y le leímos el Corán. Pero estaba loco». El relato es del hombre que el resto decide que sea el portavoz. Viste túnica blanca, barba recortada y se llama Hamid. ¿Por qué dice usted que estaba loco? «Nos empezó a decir que por la noche se le aparecían espíritus y fantasmas. Que ese no era su camino. Y desapareció. Ayer nos enteramos que el cojo se llevó a la niña».
También conocen a la familia de la víctima. Pero prefieren no hablar de ellos. No entienden cómo unos padres dejan que su hija viaje de vacaciones con un desconocido, «aunque sea un buen vecino».
La investigación policial no ha terminado. Las pesquisas conjuntas que están llevando a cabo las unidades centrales de secuestros de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil prosiguen bajo la tutela de un juez de L'Hospitalet de Llobregat. La niña y su presunto secuestrador permanecían ayer en la ciudad boliviana de Cochabamba. Ninguno de los dos había prestado todavía declaración.






ABC de España (www.abc.es/internacional)

El ciudadano boliviano que mantuvo a una niña marroquí de 9 años residente en España secuestrada durante siete meses en Bolivia comparecerá este lunes ante un juez de este país acusado de tráfico de personas, informaron fuentes policiales.
Responsables de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de la Policía boliviana, así como de la Guardia Civil y la Embajada españolas, presentaron en rueda de prensa en Cochabamba al presunto secuestrador, Grover Morales, que inicialmente será sometido a la Justicia boliviana.
También está detenida y se encuentra en prisión la madre del secuestrador, a la que se acusa de colaborar en el rapto.
Morales, que residía en la provincia de Barcelona, en el noreste de España, era amigo de los padres de la niña, que dieron su permiso para que la menor le acompañara en unas supuestas vacaciones a Bolivia.
La resolución del caso
La pequeña llegó al país andino en agosto del año pasado y, desde entonces, la familia había perdido el contacto con ella y denunciado su desaparición ante los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana.
El rescate tuvo lugar el pasado sábado en la región selvática de Yungas de Totora, en el departamento central de Cochabamba, una zona de difícil acceso en la que el secuestrador se fue internando con la menor para dificultar su localización.
En la operación, que se llevó a cabo en helicóptero, participaron la Policía boliviana y agentes de la Guardia Civil española desplazados a Bolivia para este caso.
Los vecinos de la zona también colaboraron con la Policía para facilitar el rescate.
Según explicó el máximo responsable de la FELCC, Fernando Mercado, el captor contaba con antecedentes por violación.
Mercado dijo que el detenido declaró haber viajado con la niña a Bolivia para pasar unos días en el país y que ella retornara a España llevando consigo joyas de valor.
La pequeña se encuentra en la ciudad de Cochabamba y está «en buenas condiciones físicas», señalaron a Efe fuentes de la Embajada de España en Bolivia.
Las mismas fuentes indicaron que la menor está pasando reconocimientos médicos y que se espera que pueda prestar declaración en el caso, por lo que su regreso a España se demorará unos días.
Tanto la Policía Boliviana como los representantes de la Guardia Civil y la Embajada destacaron la excelente cooperación policial y judicial, que ha permitido la solución de este «complejo» caso.
La familia de la niña reside en la localidad barcelonesa de L'Hospitalet de Llobregat, por lo que es un juzgado de ese municipio el que instruye en España el caso, que se encuentra bajo secreto sumarial.
Las autoridades judiciales de España y Bolivia deberán decidir sobre la eventual extradición del secuestrador a España, aunque el detenido también deberá rendir cuentas ante la Justicia boliviana, según precisó el fiscal departamental de Cochabamba, Freddy Torrico.





LOS PADRES DE LA MENOR LIBERADA EN BOLIVIA ESPERAN SU REGRESO SIN ACLARAR EL VIAJE

La Vanguardia de España (www.lavanguardia.com)
                                                                     
Los padres de la niña de 9 años liberada tras permanecer secuestrada durante siete meses en la selva amazónica de Bolivia la esperan en su casa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), encerrados en su mutismo y sin aclarar porqué la pequeña viajó sola con su vecino. Por el momento, ni los Mossos d'Esquadra ni la Guardia Civil, que han trabajado conjuntamente con la Policía boliviana en las investigaciones que han llevado a la liberación de la niña en plena selva amazónica, tampoco han dado a conocer las circunstancias en las que el vecino boliviano se llevó a la menor a su país, al estar el caso bajo secreto de sumario.
No obstante, ambas policías estudian ofrecer una rueda de prensa, aún sin fecha, para explicar el rescate de la menor y la detención del secuestrador.
La niña, de nacionalidad marroquí, residía con su familia en L'Hospitalet cuando el verano pasado viajó a Bolivia con un vecino de nacionalidad boliviana que vivía en un piso de su mismo rellano y que la llevó consigo hasta un recóndito lugar de la selva, en la región central de Cochabamba.
Los padres denunciaron la desaparición de la menor al no tener noticias de la misma desde Bolivia.
El padre de familia se ha negado hoy a atender a los periodistas que se han acercado hasta el barrio de La Florida de L'Hospitalet para intentar conocer las circunstancias en las que los progenitores de la menor dejaron a la niña ir de vacaciones a Bolivia.
Aunque algunos vecinos han contestado a las preguntas de los periodistas, no han podido aportar muchos datos ya que la mayoría desconocían que la niña había sido secuestrada porque los padres no lo habían dicho a nadie durante estos últimos siete meses.
"Ha sido una sorpresa", ha reconocido María Ángeles a EFETV, la vecina de la puerta de al lado de la familia de la niña, que ayer creyó que la visita de las televisiones y la prensa respondía a que "les había tocado la lotería o algo así".
El juez que lleva el caso no ha levantado el secreto del sumario, por lo que, de momento, se desconocen las circunstancias del mismo.
La menor, que se encuentra ya en Cochabamba bajo la custodia de la Policía boliviana, regresará en los próximos días a España, según han informado fuentes diplomáticas, que destacaron la crucial colaboración de la Policía boliviana con las autoridades españolas y con la Embajada de ese país en La Paz. Por su parte, el secuestrador, que vivía desde hace más de un año en España, está a la espera de que las autoridades judiciales decidan sobre su eventual extradición a España.





LA TENSIÓN REGIONAL POR VENEZUELA PERTURBA LA ASUNCIÓN DE BACHELET

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                               
Ni siquiera llegó, pero todo el mundo estuvo pendiente de él. Con su país sumido en una profunda crisis que se viene arrastrando desde hace casi un mes y que dejó 21 muertos y cientos de detenidos, Nicolás Maduro optó por postergar hasta la madrugada de hoy su viaje para la segunda asunción de Michelle Bachelet.
La información fue confirmada por la embajada de Venezuela en Santiago, que dijo que Maduro tenía planeado llegar cerca de las 3 o 4 de la mañana. En Caracas, insistentes rumores indicaban que incluso podría suspender su viaje para evitar reunirse con otros presidentes y exponerse a las protestas de venezolanos residentes en Chile, convocadas a través de las redes sociales.
La sugestiva demora en la llegada de Maduro a Chile coincidió con las presiones a Bachelet, incluso dentro de su coalición, para que se pronuncie con más firmeza sobre la crisis venezolana. Más aún después de que una chilena resultara muerta el fin de semana en Mérida durante los choques entre opositores y el ejército.
Si finalmente llega a Chile, toda la atención estará puesta en el encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que criticó duramente al mandatario venezolano y provocó una réplica.
"El presidente ha estado muy ocupado, atendiendo asuntos internos", dijo el embajador de Venezuela en Santiago, Arévalo Méndez, al explicar el retraso, que obligó a suspender un encuentro con Bachelet, entre otras actividades.
De que estuvo ocupado no cabe duda. En una cadena nacional, Maduro anunció ayer haber derrotado los planes opositores para un golpe de Estado. "Hemos respondido al golpe terrorista con más trabajo", declaró.
En Santiago, la indefinición por su llegada obligó a Bachelet a suspender su esperada bilateral con el presidente venezolano. También debió dejarse de lado una reunión que mantendría Maduro con parlamentarios locales y ya se había descartado anteriormente una cita con el presidente de Bolivia, Evo Morales, en la que se rendiría un homenaje a Hugo Chávez.
Obviamente, tampoco participó de la cena de honor ofrecida anoche por Piñera a los presidentes en el palacio presidencial de La Moneda.
De concretarse hoy la llegada de Maduro, las expectativas están puestas en ver el encuentro con Biden, que criticó duramente al presidente venezolano en una entrevista con el diario El Mercurio, replicada en el Grupo de Diarios de América (GDA), LA NACION incluida.
Allí, Biden condenó severamente el actuar del gobierno de Maduro, calificando la situación venezolana de alarmante. "Maduro ha tratado de distraer a su pueblo de los temas más importantes al inventar conspiraciones totalmente falsas y extravagantes sobre Estados Unidos", aseveró Biden.
Ello gatilló una fuerte reacción de Maduro: "Estados Unidos no tiene autoridad moral para objetar el respeto a los derechos humanos en Venezuela y el esfuerzo del gobierno por preservar la paz", respondió.
Según confiaron ayer fuentes del oficialismo y de la oposición, Biden, en sendas reuniones bilaterales con Piñera y Bachelet, dio señas de intentar alinear a los gobernantes en torno a una condena irrestricta al régimen venezolano, por lo que se estima que su presencia es una fuerte señal de la importancia que le da la administración de Barack Obama a lo que ocurre hoy en Venezuela.
Ni la presidenta electa ni el actual mandatario, que participó en una reunión con corresponsales extranjeros a la que asistió LA NACION, dieron detalles al respecto.
Con la nueva agenda de último minuto, la visita de Maduro se limitaría exclusivamente al cambio de mando en Valparaíso.
Muerte
Otra impasse , no menor, para el gobierno de Piñera fue la muerte en Venezuela de una chilena de 47 años, Gisella Rubilar, hija de exiliados chilenos y activista chavista, quien recibió anteayer un balazo en la sien durante la jornada de protestas en Mérida.
De acuerdo con la versión de la policía venezolana, Rubilar fue emboscada por encapuchados tras intentar retirar los escombros y barricadas que impedían el paso en uno de los puntos más conflictivos de esa ciudad. Piñera calificó la situación de "lamentable", ordenó el viaje del cónsul chileno en Caracas e hizo una solicitud formal al gobierno de Venezuela para que se investigaran las causas del deceso.
Pocas horas después, el ministerio público venezolano anunció la investigación de la muerte de la chilena y, anoche, Maduro envió un mensaje a las autoridades chilenas. "Tengan la seguridad, Chile, de que a los asesinos de esta compatriota los vamos a capturar y van a pagar por ese crimen horrendo. Ya están identificados. Estamos tras su pista", señaló durante un acto en un parque de Caracas.
Bachelet, que, aparte de su bilateral con Biden, se reunió con más de 20 representantes de otras naciones, ha sido blanco de fuertes presiones internas en las últimas horas para manifestar una posición condenatoria respecto del conflicto venezolano.
Las voces de alarma no sólo salieron de la derecha, sino también de su propia coalición, específicamente de la Democracia Cristiana, que mantiene históricos lazos con la disidencia venezolana desde que este país recibió a unos 25.000 chilenos exiliados durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Pero la Nueva Mayoría, el conglomerado que la llevó al poder, también incluye a férreos defensores del gobierno venezolano, entre ellos el Partido Comunista.
"Apoyo al gobierno y al pueblo de Venezuela para realmente buscar los cauces democráticos, de diálogo y de paz social, para que los propios venezolanos puedan encontrar ese camino", dijo Bachelet en una entrevista televisiva el fin de semana.
Otro de los invitados al cambio de mando y blanco de furiosas críticas del líder venezolano, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, dijo ayer en Santiago estar dispuesto a mediar en la crisis y pidió una reunión con Maduro.
En el ámbito diplomático se espera, no sin cierta desconfianza, la reunión de cancilleres de la Unasur, que se realizará mañana en Santiago. Cita que, según confiesan miembros de varias delegaciones extranjeras, amenaza con ser un infructuoso "saludo a la bandera".





BOLIVIA Y GRAN BRETAÑA - UNA HISTORIA DE DOS INUNDACIONES

The Ecologist de Londres (www.theecologist.org)
                                           
Vivir entre el sur de Inglaterra y Bolivia, Maddy Ryle encuentra actitudes inconsistentes en los medios de comunicación informar las condiciones meteorológicas extremas y el cambio climático - y busca nuevas narraciones que involucran y empoderan a las comunidades de todo el mundo.
En un blog reciente comentarista climático referenciado comentarios de los medios con sede en Bolivia sobre las consecuencias de las inundaciones en el Reino Unido - como una forma de llamar la comparación con el clima extremo que ha estado causando estragos en partes de Bolivia en las últimas semanas .
Normalmente vivo en el sur de Inglaterra, pero he estado en Bolivia durante este período torrencial para ambos países. El impacto en ambos lugares ha sido grave , pero , sin duda, más aún aquí , en el país más pobre de América del Sur.
Las inundaciones en Bolivia - especialmente grave en la región de Beni que limita con Brasil en el noreste - se ha traducido en cerca de 60 muertes , afectaron cerca de 60.000 familias (incluyendo muchos hogares perdieron por completo ) , y acabado con casi 40.000 hectáreas de cultivos y alrededor 100.000 cabezas de ganado en esta economía agrícola de manera significativa .
El aumento de la gravedad
Las inundaciones no son inusuales en Bolivia (o en el Reino Unido ) , a pesar de su gravedad y la regularidad en los últimos años es algo nuevo. Yo trabajo para una organización aquí que estaba haciendo trabajo de campo en el 2010 sobre las inundaciones , la sequía y la pérdida de los glaciares .
El trabajo se centró en el hecho de que Bolivia era un país "impacto temprana" para los efectos del cambio climático, y que su matriz de vulnerabilidades ( geográficas, topográficas , económicas , sociales y políticas - entre otros ) significa que a medida que el cambio climático se acelera , personas en Bolivia van a estar expuestos a una amplia gama de problemas y la falta de recursos para hacer frente a ellos.
Ahora tal vez no necesitamos hablar de países " de impacto temprano ' MÁS. El clima extremo de que estamos en presencia de todo el mundo, en los países ricos y pobres - y especialmente en el último par de meses - ha puesto el cambio climático de nuevo en los titulares, o por lo menos las páginas de comentarios.
¿Estamos preocupados por el dinero ? O la gente ?
Por supuesto , es notable (y exasperante ) que se necesita una inundación en el sur de Inglaterra o una sequía en California para hacer eso, cuando los bolivianos , pakistaníes, somalíes , filipinos y millones de otras personas expuestas a la combinación mortal de la pobreza y el cambio climático tienen estado sufriendo desde hace algún tiempo .
Y no es menos cierto que las personas en el llamado " mundo en desarrollo " siempre serán más afectados por estos eventos. Como sabe el primer ministro británico David Cameron y la industria de seguros del Reino Unido , que cuesta el dinero para hacer frente a los impactos de las empresas y hogares inundados, la pérdida de las cosechas, el saneamiento ...
También cuesta dinero para tomar medidas para prevenir este tipo de sucesos . El presidente de Bolivia , Evo Morales se apresuró a subrayar la responsabilidad de los "poderes " - los ricos de los países industrializados del Norte global - para hacer frente a las crisis climáticas que afectan a la comunidad global.
Médico, cúrate a ti mismo
Pero ha habido otros en Bolivia que han centrado la atención en el propio gobierno , pidiendo que asuma algún manto de la responsabilidad.
Varios comentaristas han señalado la falta de preparación de la administración a pesar de que algunas inundaciones se produce prácticamente cada año durante la temporada de lluvias en Bolivia .
Otros señalan con el dedo a la rápida tasa de deforestación en la región amazónica de Bolivia , que tanto altera el clima local del país y hace que la erosión que empeora el impacto de las fuertes lluvias.
Los proyectos hidroeléctricos en la frontera con Brasil también se cree que contribuye a la gravedad de las inundaciones más abajo en el Río Beni .
Mezclado en todos los que están algunos la política interna complicados que ver algunos acusando al gobierno de Morales de ser deliberadamente lento para ofrecer la ayuda necesaria para el Beni (incluyendo en su negativa a declarar la región una zona oficial de desastre) o varias comunidades indígenas para , es reclamada, razones partidistas.
Apenas es la primera vez , por supuesto - sólo pensar Katrina - que hemos visto acusaciones de prejuicio oficial se entremezclan con los estados relacionados con el clima de emergencia.
La agenda del cambio climático
Tanto nacionales como internacionales sobre el clima político , sin duda, ser echado al alivio ya la adaptación ahora se levanta con urgencia en la agenda , al igual que el mundo se prepara para la reunión que supuestamente decidir una nueva serie de políticas mundiales sobre el cambio climático en París el próximo año.
Impactos recientes en las naciones ricas han producido un momento de aumento , el consenso largamente esperada y el discurso público sobre la realidad del cambio climático. John Kerry lo calificó como un " arma de destrucción masiva " , y el personal militar en Europa y los EE.UU. está emitiendo advertencias duras sobre su impacto en la seguridad nacional.
Sin embargo, uno se pregunta si las implicaciones para la agenda del clima - pasar será tan positivo para aquellos de nosotros que todavía presionar por la justicia.
A pesar de que fue desestimada por el Gobierno del Reino Unido , el hecho de que un periódico británico popular se solicita a la ayuda exterior que ser desviados para ayudar a víctimas de las inundaciones internas es tal vez una señal temprana de los tipos de presiones que se ponen en juego el clima tan extremo tiene un costo cada vez mayor sobre los recursos nacionales.
El Fondo Verde para el Clima - dónde está el dinero?
El Fondo Verde para el Clima - la olla de dinero internacional destinado a financiar soluciones globales al cambio climático - ha sido dolorosamente lento para llenarse y activados - y se teme legítimas sobre su captura por parte de intereses corporativos.
Pretende recaudar alrededor de 100 mil millones dólares de donaciones de todo el mundo , que suena como un montón de dinero . Pero para poner las cosas en perspectiva, el Congreso de EE.UU. aprobó un proyecto de ley $ 60 mil millones de ayuda sólo para la limpieza del huracán de arena al .
Crisis financiera o ninguna crisis financiera , parece que es la voluntad política que falta cuando se trata de la solidaridad internacional en el problema del cambio climático, no el dinero contante y sonante .
Así que cuando miramos hacia un futuro en el que las condiciones meteorológicas extremas y todos sus efectos concomitantes sobre la humanidad sólo van a aumentar , ¿cómo procedemos de una base de la solidaridad y no el egoísmo ?
Aumento genorisity no puede darse por sentado
Como el cambio climático impacta cada vez más difícil será políticamente fácil para los políticos en países como el Reino Unido de retener los fondos de adaptación con el fin de cuidar de ' su propia ' .
Y va a ser políticamente fácil para países como Bolivia para mantener señalando la culpa a los políticos del norte por el sufrimiento de su propio pueblo hasta terminar de arrastrar sus pies en sus propios esfuerzos de mitigación en el país .
La responsabilidad histórica de las emisiones es real y la desigualdad en términos de recursos es marcado . Sin embargo, el hecho es que los poderes fácticos - Los líderes de todas las tendencias , y las corporaciones que compran su buena voluntad para continuar la extracción , contaminantes y aprovechamiento - están fallando víctimas de las inundaciones en Bolivia , Gran Bretaña y en otros lugares.
Y donde quiera que estén , siempre es la más vulnerable es la más afectada . Cuando se trata de cambio climático es la gente común en todo el mundo - " el 99 % " - que arriesgarse a ser follar por el egoísmo de estas élites .
De una forma u otra, nuestra eco- desastre hecho por el hombre nos afectará a todos al final. Somos nosotros los que la necesidad de construir puentes de solidaridad entre ellos y nosotros y luchar por un cambio real.
Como Vanessa Spedding escribió recientemente en The Ecologist , ha llegado la hora de una nueva narrativa sobre el cambio climático. La solidaridad se basa en la esperanza, y también gran parte del discurso actual sobre el clima produce inercia a través de la desesperación o dislocación.
Un sesgo de los medios de comunicación ? Resiliencia en el extranjero , que sufren en el hogar
En una interesante pieza de reportaje en un estudio reciente se encontró que los medios de comunicación occidentales tienden a utilizar las imágenes que muestran la resistencia humana al informar sobre los impactos del cambio climático en lugares " lejanos " , mientras que utilizan imágenes de sufrimiento , cuando la historia es acerca de los más cercanos a casa.
La implicación es que los desastres naturales son parte de la vida para los de "otros" países : no hay nada que hacer y de todos modos - que va a sobrevivir de una manera u otra . Lo que por supuesto un gran muchos no lo hacen .
En general, el informe encontró que las imágenes de destrucción relacionada con el clima en realidad tendían a rechazar a la gente fuera de la participación en el tema del cambio climático, las imágenes carecen de agencia e inducen una sensación de desesperanza .
Parece que todos sabemos que el escenario de " pesimismo " no es estratégica ni autorización, por lo que la pregunta ahora es ¿cómo contamos las historias y hacer las conexiones en materia de cambio climático que mejoran la agencia y qué promovemos la empatía y la acción colectiva ?
Narrativas de empoderamiento
Mi organización , el Centro para la Democracia , se dedica a criar narrativas sobre el cambio climático en Bolivia . Parte de nuestro trabajo reciente se centra en la capacidad de recuperación ; también somos muy conscientes de las vulnerabilidades y las amenazas reales que esas mismas comunidades enfrentan .
Lo que está claro es que no hay mucho que se podría útilmente compartida en todas las direcciones entre las personas que tratan de encontrar soluciones reales a la crisis climática y sus causas , tanto en términos de adaptación / resiliencia y mitigación.
Nuestra esperanza es que juntos podemos encontrar una nueva manera de contar esta historia ( y gracias a Spedding por sus ideas sobre esta partitura ) que faculta a todos los amenazados por el cambio climático para desafiar a los que lucran con el mantenimiento del statu quo - dondequiera que ser .

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