No hay pileta,
ni hamacas, ni una casa de ladrillo a la vista con alero y parrilla, ni olor a
pasto recién cortado, pero esto igual es una quinta. Dos perros les ladran a
los autos y un camino de tierra conduce a varias hectáreas protegidas del sol,
el viento y el granizo por invernáculos de nailon blanco, donde el tomate crece
desde hace tres meses y tiene la altura de una persona mediana. También hay
algunas casitas levantadas con listones de madera, que consisten en una
habitación y una cocina y, más allá, cientos de cajones de verdura vacíos,
encastrados como en un tetris.
Las plantas son
tan altas como su dueña, María Luz Romero, que se para entre dos surcos con su
sombrero de cowgirl y las mangas de la camisa manchadas con una mezcla
de tierra, fertilizante y agua, y explica: "Compramos la semilla y la
damos a almacigar. Porque es muy delicada". Tan delicada que no puede
meterse directamente en la tierra: hay que germinarlas en unas bandejas hasta
que prendan bien y puedan ser trasplantadas. Eso es almacigar. "El
primer paso es pasar la rastra por la tierra, después el cincel y después la
rotativa. Después curás la tierra y le ponés el tomate. Las semillas las
ponemos entre dos o tres personas en una mañana. Lo dejamos hasta que salen los
primeros brotes y va largando su flor. Cuando sale el primero ya tenés que
empezar a cuidarla", dice María Luz.
A cada flor le
aplican ácido 0-2-naftil glicólico, una hormona para ayudar a la
formación del fruto, y si todo sale bien, de cada una va a salir una corona de
cinco tomates. Cuando sea el momento, y ya estén rojos, ella y su marido van a arrancarlos uno por uno, a mano, para embalarlos
en cajones de 18 kilos.
Ahora son las
nueve y María Luz está trabajando en el invernáculo desde que empezó a clarear.
A pocos metros, su marido, Felipe, se
encorva sobre una planta de tomate y es imposible verle los ojos porque un
sombrero le cubre la cara, que tiene metida entre las hojas mientras las manos
trabajan rápido. Más allá, uno de sus paisanos camina con una mochila
que parece un tanque de buzo, pero, en vez de oxígeno, tiene un plaguicida para
combatir "la arañuela", una plaga que les puede arruinar meses de
trabajo. El sol de la mañana viene calentando el nailon blanco del invernáculo,
una carpa tan grande como una pileta de natación. Hay que aprovechar el fresco
porque en unas horas el calor va a ser inaguantable.
María, Felipe,
el otro paisano y todos sus vecinos quinteros son de Tarija, una provincia al
sur de Bolivia que limita con Jujuy. Para llegar a sus quintas de El Peligro, a
22 kilómetros del centro de La Plata, hay que transitar el mismo camino
irregular por el que lunes, miércoles y viernes se bambolean los cientos de
camiones que llevan y traen cajones
desde las quintas hasta los más de diez mercados que abastecen las verdulerías
donde compran los 13 millones de personas que viven en la ciudad de Buenos
Aires y el conurbano. Cuando María y Felipe salen de la cama en su
casilla y caminan unos metros hasta los invernáculos donde también hay lechuga,
rúcula, espinaca y radicheta, todavía no salió el sol. En la casa siguen
durmiendo sus hijos adolescentes, José, Eduardo y Brian. En un pedacito "a
campo" crecen el brócoli y la acelga, organismos mutantes de hojas enormes
que, vistos así, en estado natural, se parecen poco al producto que compramos
en la verdulería.
La
bolivianización de la horticultura empezó en los años ochenta, se profundizó en
los noventa y se aceleró entre 1998 y 2002, gracias a lo que los académicos
llaman las "estrategias
capitalistas con rasgos campesinos", que los inmigrantes bolivianos
pusieron en marcha para sobrevivir y que en pocos años les permitieron copar
toda la cadena hortícola, desde la producción hasta la distribución y la venta.
Por eso casi no quedan criollos en las quintas de El Peligro, ni
en las de Colonia Urquiza ni en Escobar, Pilar o Luján. En el cinturón
hortícola bonaerense, pero también en los que rodean otras grandes ciudades
como Mendoza, Mar del Plata, Córdoba o Rosario, los productores son casi todos
bolivianos, como a principios del siglo XX eran mayoría de italianos y
portugueses. En la Argentina, la
horticultura siempre fue cosa de inmigrantes recientes: el tipo de
actividad a la que los locales no quieren ponerle el cuerpo porque exige
poquísimas horas de sueño, trabajo nocturno y un ritmo que puede llegar a las
veinte horas por día.
El sociólogo Roberto Benencia acuñó hace
varios años el concepto de "escalera boliviana" para explicar el
proceso de movilidad social ascendente de cuatro pasos, donde cada uno
representa un lugar mejor posicionado en la estructura de la cadena hortícola. En la escalera los horticultores bolivianos
(como antes los italianos) empiezan como peones, después son medieros, más
tarde arrendatarios y, si logran capitalizarse, compran la tierra. María
está en un punto intermedio: ella y Felipe ya trabajaron de peones y de
medieros para un quintero potosino en Colonia Urquiza. La mediería supone que
el patrón pone la tierra y el 50% del capital y se lleva el 50% de las
ganancias. Después pudieron arrendar una parcela, y ahí están ahora, pagando
600 pesos por hectárea a un japonés al que nunca le vieron la cara. Que lleguen
a ser propietarios es improbable: en todos lados, el precio de la tierra sube
porque si no aprieta la soja, avanzan los countries y cada vez hay menos tierra
disponible para la horticultura.
"Los
horticultores bolivianos han repetido el mismo proceso que los italianos, pero
en un tiempo muy corto. Más
que una cuestión de si son bolivianos o no, lo importante es su condición de
inmigrantes y de ex campesinos. Los horticultores bolivianos o descendientes de
bolivianos tienen comportamientos diferentes a los de los trabajadores
descendientes de italianos, que con el paso de las
generaciones se fueron aburguesando y perdieron características
campesinas", explica Matías
García, ingeniero agrónomo y doctor por la Universidad Nacional de La Plata,
que investigó las transformaciones en la horticultura y el rol de los
bolivianos en ese proceso.
Explotación de
la mano de obra propia y familiar y privilegio de la unidad de producción por
sobre la de consumo resumen la fórmula de estos horticultores con rasgos
campesinos. Sea poca o mucha, toda la
plata que entra va a la quinta. Son las mismas prácticas que en su
momento también tuvieron los inmigrantes europeos que llegaron como
trabajadores pauperizados a la Argentina en la primera mitad del siglo XX. Esto
(y la imposibilidad de acceder a la tierra) explica que María y Felipe -como
sus vecinos- puedan llegar a invertir 200.000 pesos en una hectárea de tomate
bajo invernáculo, pero vivan en una casita de madera.
Los Censos
Nacionales de Población y Vivienda de 1980, 1991 y 2001 muestran que el flujo
migratorio desde Bolivia hacia Argentina creció de manera sostenida, aunque en
la década del noventa la población boliviana acá se duplicó por la combinación
entre la situación económica en Bolivia y el uno a uno que hacía de la
Argentina un destino tentador para los inmigrantes. Aunque el Censo de 2010 contó 345.272 bolivianos, en el Consulado del
Estado Plurinacional de Bolivia estiman que pueden ser hasta un millón:
quizás el 10% de la población boliviana viva en la Argentina.
María tenía 17
años cuando cruzó la frontera argentina por Jujuy y viajó dos días hasta La
Plata. En Tarija, ella había aprendido a trabajar desde los 12: su papá tenía
un pedacito de tierra en el que plantaban maíz, sorgo y papa. Cuando llegó a La
Plata, entonces, algo de experiencia tenía, pero casi todo lo aprendió acá, pululando de quinta en quinta, observando cómo
trabajaban sus paisanos y sus patrones, porque la agricultura comercial
argentina (altamente tecnificada, orientada al mercado, con compra de semillas
y uso intensivo de agroquímicos) tiene muy poco que ver con lo que hacía su
papá en Bolivia.
Aunque en el Cinturón
Hortícola de La Plata hay 2.500 hectáreas de invernáculo -la mitad de la
superficie cubierta de todo el país-, el nivel de organización de los
horticultores es mucho menor que en la zona norte y oeste del conurbano
bonaerense, donde están la mayor parte de los mercados bolivianos y las
colectividades más fuertes. Ahí, a Escobar, fue Evo Morales en una de sus
visitas a la Argentina. Este contraste entre los quinteros pauperizados del sur
y los comercializadores del norte tiene dos explicaciones posibles: una dice
que la diferencia radica en que en
Escobar y en Pilar hace cuarenta años se asentaron una mayoría de potosinos, de
tradición combativa por el trabajo de los gremios en las minas, mientras que el
sur recibió durante los noventa una mayoría de campesinos habituados al trabajo
de la tierra en zonas donde el vecino más cercano puede estar a dos cerros de
distancia. Esto podría explicar la diferencia en los grados de
organización comunitaria y la articulación con el Estado, que es muy alta en
Escobar y Pilar, y casi nula en el sur del conurbano.
Para García, la
explicación es más económica que étnica: el desarrollo de los invernáculos y la
fuerte explotación de mano de obra -propia y ajena- de los horticultores
bolivianos de La Plata hace que, por precio y calidad, las hortalizas platenses
se vendan mucho mejor que las de Moreno o Pilar, por ejemplo, y eso promueve
que los productores de esas zonas se transformen en comerciantes y les convenga
revender la producción platense en mercados propios.
Los Romero
estarán subiendo la escalera pero, por ahora, la quinta les alcanza para
sobrevivir y reinvertir para mantener la estructura productiva, comprar la
semilla, el fertilizante, el agroquímico, arreglar el nailon, y vivir
puchereándola. Es raro que contraten un peón: María no le confía a nadie sus tomates; prefiere, cuando hay mucho
trabajo, buscar a alguien que la ayude con la cocina. La quinta es
resistir, esperar un año bueno que salve los flojos. Los productores manejan
mucho capital, pero con márgenes de ganancia muy chicos. Si hay una temporada
buena, María y Felipe van a invertir en cosas que se puedan llevar: una moto
para ir a comprar "los remedios", como llaman a los agroquímicos, un
auto para mover a la familia, un viaje a Bolivia, un tractorcito, una
fumigadora. A simple vista serán unos rollos de nailon y unas cuantas vigas de
madera, pero todo suma, y María gastó 60.000 pesos en su invernáculo nuevo, que
ahora cubre una veintena de surcos de cuarenta metros de largo donde el tomate
apenas empieza a crecer. Mucha plata para una familia productora que vive cajón
por cajón y, muchas veces, no puede ponerle precio a su producción.
Mercados
bolivianos
Al Mercado
Frutihortícola de Escobar se va de noche. En sus dos galpones, la geografía la
definen los cajones de madera que se apilan en torres de varios metros de
altura, formando pasillos por los que circulan los changarines mientras empujan
los carros metálicos. Hay que correrse: el carro se mueve frenético y el runrún
de las ruedas contra el piso de cemento compite con el prip del Nextel como
banda sonora de la madrugada. El Mercado Frutihortícola de Escobar está en el
barrio Lambertuchi, muy cerca de la zona de quintas y rodeado de casas bajas.
Para entrar hay que atravesar una reja, una garita de seguridad y pagar dos
pesos. Totalmente a oscuras, en un predio contiguo de siete hectáreas, está el
polideportivo donde Evo jugó al fútbol con algunos compatriotas. De lejos, los
tinglados parecen iglúes gigantes.
Es de noche,
pero los fluorescentes simulan un día sin matices. En los playones, son todos
hombres los que cargan los camiones de frutas y verduras que van a cruzar el
conurbano hasta llegar a alguna verdulería. Cajas de camiones y camionetas que
se llenan de lechuga, acelga, frutillas, naranjas, mandarinas, berenjenas,
repollos, espinaca, rúcula.
La fruta viene
de varias provincias del país -en muchos casos, cosechada también por peones
golondrina bolivianos-, pero el viaje de las hortalizas es mucho más corto.
En 1995 todos
los socios de la Asociación Civil Colectividad Boliviana de Escobar pusieron
plata para construir la primera nave de lo que hoy es el Mercado. Se habían
juntado a fines de la década del ochenta para "representar a los
paisanos" ante las autoridades locales y la policía. En 1996 construyeron
una segunda nave y se convirtieron en el primero de varios mercados que se
abrirían en los años siguientes en la zona norte y oeste del conurbano
bonaerense.
Vender directo
y controlar el precio de la propia producción es la línea de llegada de la
escalera boliviana. "El Mercado de Escobar empezó con algunos que estaban
en el principio de su capitalización. Ellos arrendaban o eran medieros que
sacaban la verdura a escondidas de sus patrones y se ponían a vender en la
calle, como hacían en Bolivia", relata la antropóloga Cynthia Pizarro, que
estudia los procesos identitarios de los inmigrantes en la Argentina y trabajó
especialmente con la comunidad boliviana de Escobar.
En los años
siguientes, se formaron mercados bolivianos en Pilar (el 2 de Abril), Morón (el
Saropalca), Luján (de la cooperativa Copacabana), Moreno (el Nor Chichas) y
Mercedes. Todos arrancaron copiando el modelo escobarense y formaron
asociaciones civiles o cooperativas de productores o comercializadores. En el
Mercado Central y en los mercados de La Matanza, Beccar, Berazategui,
Avellaneda y Liniers, también los productores o comercializadores bolivianos
tienen un lugar en las naves centrales o en los sectores de playa libre, donde
hace veinte años las mujeres bolivianas empezaron a vender muy barata la
verdura que traían de las quintas.
"Hoy los
bolivianos han logrado tener sus puestos también en el Mercado Central y cuando
van a comprar ya tienen sus contactos. Estas redes, que tienen que ver con los mismos lazos familiares,
vecinales, de amistad, permiten que el verdulero cuando va a comprar al Mercado
Central sienta que está tratando con un par, mucho
más que si está tratando con un criollo, que muchas veces se aprovecha, lo mira
mal o lo discrimina", explica Pizarro.
En el 2000 hubo
varios ataques xenófobos en Escobar que incluyeron robos, palizas y torturas.
Algunos de ellos tuvieron visibilidad en los medios. En ese momento, el ahora
juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni era titular del Inadi y explicaba
que la situación estaba relacionada con la valorización de las tierras donde
vivían las familias bolivianas. Pizarro lo pone en términos más conceptuales: "La inmigración europea fue siempre bien
vista en la Argentina, mientras que los latinoamericanos representan lo que se
quería combatir. La mujer boliviana vendiendo en la calle es el
fantasma de lo indígena de vuelta en la ciudad". Como sea, esa ola de
violencia dejó marcas en una colectividad que a veces se muestra temerosa de
hablar con la prensa o dejarse fotografiar para una nota como esta.
En los puestos
de todos los mercados hay, sobre todo, mujeres. Mujeres que compran y venden. Y
sobre eso también hay estudios académicos: la bolivianización trajo la "feminización" de la horticultura,
y lo que antes era trabajo de hombres, sobre todo en los mercados, lo coparon
las mujeres con sus delantales azules. Entonces, a la madrugada,
quinteras y verduleras negocian precios mientras los hombres de la familia se
encargan de encontrar un buen lugar para estacionar. En Escobar, Carina, que
llegó a la Argentina cuando era una beba, es una de ellas. Ahora tiene 21 años
y está casada con Pablo, que nació en Pilar y es el hijo de Alejandro Pérez
Martínez, potosino y quintero de Colonia Urquiza, muy cerca de La Plata. A la
una de la mañana, Carina atiende un puesto junto a sus dos hermanos
adolescentes: un flaquito y un gordito que, cuando no están acomodando cajones,
manosean el celular. Mientras tanto, su suegro atiende un segundo puesto en el
Mercado de Abasto de Beccar, en San Isidro, en un sector reservado a los
quinteros bolivianos.
Alejandro es
potosino, pero habla con acento argentino y ya no soporta la altura cuando
vuelve de visita a Bolivia. Anda dando vueltas por la Argentina desde la década
del setenta. "Me trajo un pariente mío, un primo hermano. Llegamos a
Escobar, donde no había mercado, solo pasto y campo, para las quintas -recuerda-.
Ahí empezamos trabajando flores y un poco de frutillas, con un portugués".
Cuando era soltero anduvo "boludeando por Tucumán, de acá para
allá": "Trabajé por todos
lados, en las quintas, en Lules, San Pedro, cosechando tomates, zapallitos. Era
muy sacrificado, muy bajito pagaban por surco. Yo trabajaba fuerte, hacía
treinta pesitos en esa época". En José C. Paz fue mediero con un
japonés que le enseñó a trabajar las frutillas. Ahí se puso su primer
invernáculo con tomate, lechuga y verdeo.
Sus recuerdos
muestran cómo, alrededor de la horticultura, siempre hubo un cruce de
nacionalidades: "Los portugueses eran bravos. Tenías que trabajar bien,
bien limpito, no hacer verdura con yuyos, todo limpito y, si no hacías así se
enojaban, no te llevaban la mercadería. Los japoneses también eran malos,
bravos eran, pero eso también era bueno para vos. Nosotros un día salimos a
pasear y no regamos las frutillas; al día siguiente, el japonés nos quería
echar". La primera vez que alquiló una quinta, entregaba la verdura a
un puestero del Mercado Central, pero lo estafaban: "Ahí vos mandabas
la mercadería y te decían 'mirá que se pudrieron tantos cajones' y no te hacían
mirar, te engañaban. Entonces, ¿qué hicimos nosotros? Teníamos que ir al
mercado. Ahí nosotros vendemos, barato, pero vendemos todo".
Después de
muchos años, los Pérez Martínez pudieron lo que los Romero todavía no pueden:
dejar la quinta en manos confiables y salir a vender. Y como ahora le va mejor
y su quinta se complejizó, evita ponerle el cuerpo al invernáculo y, sobre
todo, no quiere que lo pongan sus hijos. Así como los viejos campesinos italianos soñaban con el hijo doctor, hoy
los Pérez Martínez encarnan el progreso de la colectividad boliviana: de sus
cinco hijos, el más grande estudia Arquitectura y otra cursa Medicina en La
Plata.
Lo que se
ve
Entre
Cochabamba y Buenos Aires hay 2.064 kilómetros. Felisa García Espinoza los
recorrió en colectivo cuando tenía 20 años y acá la esperaba un tío. Ahora
tiene 39, dos hijos, un marido y la mejor verdulería de Parque Chas. Sentada
frente a la caja registradora, cobra la verdura y la fruta que ella misma eligió
de madrugada en el Mercado de La Matanza. Para llegar hasta ahí se levanta
todos los días a las tres de la mañana. El despertador también suena para Tito,
su marido, cochabambino como ella. Eran vecinos en Quillacollo, pero se
conocieron en Lomas del Mirador. A las tres de la tarde, Felisa bosteza frente
a la caja: todavía le quedan seis horas.
Con ellos dos
viven también Tanya y Mary, las hermanas de Felisa, que tienen una verdulería
por Agronomía. En unas habitaciones que construyeron detrás de la casa, duermen
nueve chicos y chicas de entre 18 y 25 años que trabajan en la verdulería,
sobrinos o hijos de conocidos que dejaron Bolivia para vivir en la Argentina.
Felisa y Tito los reciben como alguna vez alguien los recibió a ellos. "Cuando
mi hermana tuvo sus ayudantes argentinos, peruanos, paraguayos, no aguantaban
el trabajo. Por eso uno busca trabajar con sus familiares, porque sí o sí, por
respeto, trabajan", explica Tanya, la menor de las García Espinoza,
que llegó a Buenos Aires en 2012 para ayudar a sus hermanas, pero espera volver
a Bolivia el año que viene y convertirse en enfermera.
En la verdulería siempre hay que hacer algo. Ni Felisa, ni Tito ni Tanya
paran para charlar. Están cansados, pero siguen: en una hora de charla Tanya
pela choclos, arma cuarenta docenas de huevos, lava apio, quita las hojas
manchadas a la lechuga, barre, acomoda los cajones afuera para que no les pegue
el sol. A la tarde, Felisa y Tito se turnan para dormir un rato
la siesta en un cuartito que tienen atrás. Ese es un lugar prohibido a los
clientes: una cortina de tiras de plástico los separa del local. Ahí los fines
de semana, a veces, Tito mira un rato un partido de fútbol. "Nosotros
toda la semana esperamos que llegue el sábado a la noche, porque estamos muy
cansados. El domingo que no hay mercado podemos dormir hasta las seis o
siete", cuenta.
Tito tiene
cinco hermanos. Cuatro están acá y todos trabajan en verdulería. Felisa cree
que sus paisanos pusieron verdulerías porque la mayoría trabajaba en Bolivia en
algo relacionado con las verduras. "Sobre todo las mujeres",
especifica. No lo dice, pero habla de ella: su papá era agricultor, tenía una
parcela. Desde chicos, ella y sus hermanos lo ayudaban. Felisa fue la primera
en migrar. Cuando más o menos se acomodó, mandó a llamar a su hermano.
La verdulería es el único lugar donde el trabajo de la comunidad
boliviana gana algo de visibilidad. Se puede no
saber quiénes producen lo que comemos o en qué condiciones viven, se puede
ignorar con qué sustancias son fumigadas las verduras con las que preparamos
ensaladas o cómo un plaguicida afecta la salud del hombre o la mujer que lo
aplican, pero a la verdulería hay que ir todos los días. Y como pasó con la quinta o los mercados,
también en la venta minorista la inmigración italiana y la portuguesa dejaron
su lugar a la boliviana, a medida que se afianzaban económicamente y se movían
hacia otros rubros más rentables y menos sacrificados. Las mujeres
bolivianas empezaron a vender a la salida de los supermercados, ofrecían buen
precio y siempre volvían, sin importar cuántas veces las corrían. Felisa y su
hermana empezaron así, hasta que pudieron alquilar un local. Ahora, quince años
después, en el Mercado de La Matanza, pasan juntas por los puestos que atienden
sus paisanos, negocian, eligen y después el changarín les lleva los cajones
hasta el camión que maneja Tito. Por cada uno pagan una seña de veinte pesos.
Es de noche todavía cuando la caja está cargada y los tres salen rumbo a la
verdulería. De camino, levantan a Tanya y a los chicos. Cuando llegan, bajo
tierra cruza el primer subte del día. (www.Lanacion.conexion)
LA HERENCIA DE LA DICTADURA BOLIVIANA
Según la organización internacional de derechos humanos,
200 personas en Bolivia fueron asesinadas, cerca de 5000 detenidas de forma
arbitraria, alrededor de 20.000 deportadas o exiliadas y más de 150 permanecen
desaparecidas.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Entre 1964 y 1982,
200 personas en Bolivia fueron asesinadas, cerca de 5000 detenidas de forma
arbitraria, alrededor de 20.000 deportadas o exiliadas y más de 150 permanecen
desaparecidas, según Amnistía Internacional (AI). En su informe, la
organización de derechos humanos asegura que el Estado boliviano apenas ha dado
los pasos necesarios para esclarecer la verdad, juzgar a los responsables y
resarcir a las víctimas o a sus familiares. “El principal obstáculo es la falta
de apertura de archivos militares que podrían aportar información del paradero
de víctimas y de las prácticas de violaciones que se desarrollaban en aquella
época. Por otro lado, hay un tema de asignación presupuestaria, que impide a
las comisiones encargadas de buscar a los desaparecidos llevar adelante su
tarea. Este problema viene desde 1982 y se debe a la falta de voluntad
política”, aseguró a Página/12 María José Eva Parada, investigadora sobre
Bolivia de AI.
De acuerdo con
la investigación, durante ese período –en el que se sucedieron numerosos gobiernos
de facto o de escasa legitimidad popular– se produjeron desapariciones
forzadas, detenciones arbitrarias, se ejerció la tortura, se practicaron
ejecuciones extrajudiciales y se impusieron restricciones a la libertad de
circulación y de expresión. “Centenares de personas tuvieron que permanecer en
el exilio. El estado de sitio como medida de control y limitación a la
circulación fue reiterado. Estos años atestiguaron también una constante lucha
entre el poder gubernamental y sectores de trabajadores y sindicales. Los
partidos políticos, los sindicatos y las actividades sindicales fueron
formalmente prohibidos en 1974”, explica el informe.
Si bien en 1984
el entonces presidente Hernán Siles Zuazo ordenó la creación de la Comisión
Nacional de Investigación de Desa-parecidos Forzados, la falta de recursos
impidió que se continuara con el trabajo. Habría que esperar casi veinte años
para reanudar las investigaciones, cuando en 2003 se conformó el Consejo
Interinstitucional para el Esclarecimiento de las Desapariciones Forzadas. Sin
embargo, AI alega que su accionar tiene un impacto limitado.
En 1993, la
Corte Suprema de Justicia condenó al ex dictador Luis García Meza –que en 1980
derrocó a la presidenta interina Lidia Gueiler Tejada– y a varios de sus ministros
y miembros de grupos parapoliciales (46 en total) por delitos que iban desde la
apropiación indebida de fondos públicos hasta el asesinato en masa. Los
acusados recibieron penas de hasta 30 años. “Durante el régimen de García Meza
se produjo el asalto a las oficinas de la Central Obrera Boliviana, donde se
detuvo, asesinó e hizo desaparecer al líder sindical y parlamentario Marcelo
Quiroga Santa Cruz y a los dirigentes Carlos Flores y Justo Vega”, destaca el
informe, que además aclara que la búsqueda de sus restos continúa. AI considera
que este caso es excepcional.
En 2004 se
aprobó la Ley de Resarcimiento a víctimas de la violencia política en gobiernos
inconstitucionales. Esta legislación, que contempla gastos de salud, apoyo
psicológico, gastos de sepelio, honores y reparación monetaria, exige
requisitos casi imposibles de cumplir para AI. “La ley en sí excluye grupos que
no pueden postularse para recibir el resarcimiento. Algunos de esos grupos los
conforman las personas que han ocupado cargos públicos con el retorno de la
democracia. La ley también ha sido restrictiva por el tipo de requisitos que ha
solicitado a los potenciales beneficiarios para probar su calidad de víctima”,
sostuvo Eva Parada. Además, criticó el hecho de que los posibles beneficiarios
sean los que tengan que demostrar que han sido víctimas. “Se exige testimonio
de compañeros de infortunios, que indiquen que tú fuiste víctima de tortura y
que además exigen fechas exactas. Algunos de los casos que hemos analizado
fueron desestimados porque no hay pruebas suficientes”, añadió.
“Los intentos
de investigar casos de desaparición forzada así como otros crímenes cometidos
en esos años se han encontrado con serios obstáculos. Entre ellos, el principal
es la falta de acceso completo a los archivos militares. Tales archivos podrían
arrojar datos importantes sobre el paradero de quienes fueron víctimas de
desa-parición forzada y de quienes habrían participado en la comisión de estos
crímenes”, afirma el informe. Para los investigadores, la reticencia de las
Fuerzas Armadas a desclasificar información y la falta de voluntad de las
autoridades civiles impiden a los familiares acceder a la verdad y ayudan a
perpetuar la impunidad.
Según la
investigación, en esos años tuvo lugar la Operación Cóndor, un plan acordado
entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales de los países del Cono Sur con
el fin de eliminar a opositores y disidentes. AI estima que unas 40 personas de
nacionalidad boliviana habrían desaparecido en Argentina y otros países durante
el período militar. “Con relación al Plan Cóndor, suena como una buena
oportunidad el proceso que se está llevando actualmente en Argentina de
enjuiciar a los responsables de la operación como un todo, pero muchas de las
víctimas de violaciones en Bolivia no han encontrado ningún tipo de bienvenida
para emprender sus acciones en su país. Esto dificulta la posibilidad de
emprender acciones a nivel internacional”, consideró Eva Parada. Pese a esta
situación, algunos familiares de víctimas acudieron a instancias
internacionales. La Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó tres
sentencias en contra del Estado boliviano, hallándolo responsable de
violaciones a los derechos consagrados en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
PARAGUAY Y BOLIVIA: LOS PAÍSES QUE MÁS CRECIERON EN LA
DÉCADA
La Nación de Paraguay (www.lanacion.com.py)
Paraguay y
Bolivia son los países exportadores de Sudamérica, que en un ranking regional,
septuplicaron sus ventas externas. Argentina, Brasil y Venezuela fueron los de
menor crecimiento y redujeron su participación en diez años. Las exportaciones
de Paraguay subieron 731% en la década, si se tiene en cuenta que en el 2003
las ventas externas eran de US$ 1.242 millones y al cierre del 2013 alcanzaron
los US$ 10.329 millones. Bolivia exportaba por US$ 1.651 millones y al cierre
del año pasado vendió al exterior por US$ 12.201 millones, un 639% más que hace
diez años.
El informe
publicado por la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI)
evidencia que los países que experimentaron el menor crecimiento de sus ventas
externas fueron Argentina (177%), Brasil (229%) y Venezuela (262%), tres países
que han adoptado políticas más proteccionistas en materia de apertura económica
y control de capitales.
Entre los
países destacados, Colombia ha conseguido un aumento de 352% de sus ventas al
exterior en 10 años, en un contexto donde además la moneda local registró una
apreciación ante el dólar. En el 2003, el peso colombiano cotizaba a US$ 2.900
por dólar, mientras que en el 2013 la tasa de cambio estuvo en torno a los US$
1.900. Diez años atrás, las exportaciones eran por US$ 13.092 millones, y al
cierre de 2013 alcanzaron los US$ 59.201 millones.
EXPORTACIONES
DE AMÉRICA DEL SUR 2003
La
participación en el volumen de las exportaciones de los principales países de
América del Sur en el 2003: Las ventas externas de 10 países analizados alcanzaban
los US$ 183.176 millones, con una notable participación de Brasil, que
ostentaba 40% del total, seguido por Argentina, con 16% y Venezuela con el 14%
de participación. Colombia, 7% del total y Paraguay un modesto 0,7%.
Diez años
después, como consecuencia de la mejora de los precios internacionales de
materias primas, el boom de la minería, y el petróleo en valores que triplican
los del 2003, América del Sur ha conseguido mejorar sus ventas externas en 257%
hasta los US$ 653.521 millones.
Exportaciones
de la región en el 2013
En la década
hubo cambios en la participación que algunos países han experimentado; Brasil y
Argentina son los únicos países que retrocedieron en el 2013, ya que el primero
concentra ahora el 37% del volumen exportado, 3 puntos menos que hace una
década, y Argentina retrocedió casi 4 puntos, hasta 12,7%. Este país fue, en la
región, el que menos incremento porcentual de exportaciones tuvo en la década,
un 177%, ya que pasó de US$ 29.939 millones a US$ 83.026 millones. Su vecino Uruguay
aumentó sus ventas un 341%, mientras que Paraguay subió 731%. La caída que
sufrieron Brasil y Argentina es consecuencia de las mejoras que experimentaron
las economías de Colombia, Perú, Paraguay y Bolivia. Los países que
profundizaron sus reformas, acordaron zonas de libre comercio y mantuvieron
políticas de mayor apertura lograron mejores resultados en sus exportaciones,
mientras que los de retórica proteccionista lo hicieron por debajo del promedio
regional.
MIAMI EJECUTIVO AEROLÍNEA INTENTO RELATA LA EXTORSIÓN POR
EL JEFE ANTICORRUPCIÓN DE BOLIVIA
Miami Herald de Estados Unidos (www.miamiherald.com)
Un rico hombre
de negocios que huyó de Bolivia bajo la amenaza de un " enriquecimiento
ilícito " acusación de carácter penal declaró el lunes que la alta policía
anti- corrupción del país voló a Miami para sacudirlo hacia abajo por 30.000
dólares para hacer el caso desaparezca.
Humberto Roca ,
quien obtuvo asilo político en los Estados Unidos , se reunió con el coronel de
la Policía Boliviana Nacional Mario Fabricio Ormachea Aliaga de Roca en Miami
Lakes hogar en agosto pasado , mientras que el FBI registró el presunto intento
de extorsión.
Roca, el
antiguo propietario de Aerosur Airlines en Bolivia , tuvo un papel encubierto
en una operación encubierta rapidito y dio Ormachea $ 5,000 en efectivo, que
los agentes federales recuperaron después de su arresto.
"Él me
dijo que iba a hacer algo para que todos los cargos se van, " Roca
testificó en el primer día del juicio extorsión de Ormachea en Fort Lauderdale
corte federal. " Él dijo que podía redirigir los cargos [contra mí ] a
otra persona. "
El martes , los
fiscales federales John Byrne y Jon Juenger planean jugar por el jurado de un
video del FBI del encuentro registrado entre Roca y Ormachea . Se grabó en el
garaje de Roca, que había convertido en una sala de juegos.
Ormachea , que
ha estado detenido sin derecho a fianza en el Centro de Detención Federal de
Miami desde que fue detenido el 31 de agosto se enfrenta a hasta 25 años en
prisión por cargos de chantaje y extorsión .
Después Roca inicialmente dio Ormachea $ 5.000 como pago inicial hacia la supuesta demanda de extorsión, el coronel reconoció la reunión con Roca en dos ocasiones , pero negó tratando de extorsionar , de acuerdo con una declaración jurada del FBI presentada ante los cargos. Ormachea también le dijo a los agentes del FBI que no había viajado a Miami en su papel oficial.
Después Roca inicialmente dio Ormachea $ 5.000 como pago inicial hacia la supuesta demanda de extorsión, el coronel reconoció la reunión con Roca en dos ocasiones , pero negó tratando de extorsionar , de acuerdo con una declaración jurada del FBI presentada ante los cargos. Ormachea también le dijo a los agentes del FBI que no había viajado a Miami en su papel oficial.
Pero en una
demanda presentada en Miami, Roca pintó un retrato oscuro de Ormachea ,
diciendo que él y otros funcionarios del Gobierno boliviano , incluyendo el
presidente Evo Morales, orquestó una campaña de persecución política en su
contra - incluyendo la incautación de su compañía, Aerosur , que compitió con
línea aérea de propiedad nacional de Bolivia .
Byrne , el
fiscal pidió Roca de resumir la acusación del gobierno boliviano contra él :
" Que yo tomé el dinero que pertenecía al Estado . "
"Me
llevaron a cabo , " Roca declaró a través de un intérprete de español .
"Ellos presentaron cargos contra mí y me echaron de Bolivia . "
Algunos
detalles de sus presuntos crímenes surgieron en una demanda federal presentada
por Roca en 2011, cuando huyó de su patria con otros miembros de la familia y
se instaló en Miami Lakes.
"Su único
supuesto" pecado " es que él habló abiertamente y públicamente en
Bolivia , pidiendo que el gobierno ponga fin a su cultura de la corrupción ,
crear reglas claras de la ley que se aplicará por igual a todos sus ciudadanos,
no interferir en la empresa privada , y que no compite deslealmente con uno de
sus ciudadanos corporativos más grandes y respetadas " , dijo la demanda
de Roca, presentada contra el Gobierno de Bolivia y otros.
En el juicio de
Ormachea , ayudante defensor público federal Chantel Doakes trató de sugerir
que su cliente no trató de extorsionar Roca. En lugar de ello , argumentó que
el jefe anticorrupción de Bolivia quería ayudar a Roca , que se cree en su
inocencia y pensó en él como un " buen hombre".
Pero los
fiscales respondieron que Ormachea amenazó Roca para pagarle - o el oficial de
la policía boliviana alto perseguiría los cargos de enriquecimiento ilícito
contra él y pedir su extradición a Bolivia .
Cuando Ormachea
contactarse Roca por teléfono para decirle que iba a venir a Miami para
reunirse con él en agosto pasado , el abogado de Roca Miami le dio
instrucciones para ponerse en contacto con el FBI sobre el presunto intento de
extorsión de Ormachea . Roca dijo a los agentes que los cargos presentados
contra él en Bolivia fueron " motivación política ".
Bajo la
dirección del grupo de trabajo crímenes violentos del FBI, Roca reunió por
primera vez con Ormachea en su casa de Miami Lakes , el 30 de agosto. Durante
la reunión grabada secretamente , Ormachea " propuso vender los cargos
criminales pendientes en su contra [ Roca ] en Bolivia por un precio de 30.000
dólares ", según la declaración jurada del FBI . " Ormachea acordó
tomar un pago de 10.000 dólares de inmediato y recibir el resto del pago más
adelante. "
Al día
siguiente, Roca se reunió de nuevo con Ormachea , que repitió los términos del
acuerdo y añadió que " acusar a alguien más en su lugar . "
" Si, sin
embargo , [ Roca ] no paga, Ormachea dijo que iba a perseguir [su] detención en
los Estados Unidos, la extradición a Bolivia y el enjuiciamiento allí",
afirmó la declaración jurada , que describe la segunda reunión grabada .
LAS VÍCTIMAS DE LA DICTADURA MILITAR BOLIVIANA 'BORRADA
DE LA HISTORIA'
BBC Mundo de Londres (www.bbc.com/news)
Se les está
negando a miles de víctimas de violaciónes de derechos humanos cometidas
durante los 18 años de gobierno militar en Bolivia el acceso a la justicia y la
reparación, según Amnistía Internacional. Paula Querida y Amaru Villanueva
Rance informe de La Paz sobre las denuncias de que hay una falta de voluntad
política para descubrir la verdad.
Al otro lado de
la calle del Ministerio de Justicia el edificio de Bolivia en el centro de La
Paz, un campamento de protesta improvisada se ha convertido en parte del
paisaje en los últimos dos años.
Duermen, comen
y viven allí - cada día anotándose el tiempo que han pasado en su vigilia, y
todos los días con la esperanza de que alguien va a escuchar sus demandas.
"No hay
injusticia en el tratamiento [de] los que han logrado y defendido la democracia
del pueblo boliviano ahora disfrutan. No estamos buscando privilegios, estamos
buscando justicia", dice Julio Llanos, un activista sindical ex-minero que
perdió un dedo cuando fue detenido y torturado.
Los
manifestantes son parte de un movimiento más amplio de víctimas y familiares
que han estado pidiendo desde hace décadas por la creación de una comisión de
la verdad y la justicia independiente.
Ellos quieren
que los responsables rindan cuentas y reparaciones plenas para los que
sufrieron, incluyendo el reconocimiento público.
lucha ascendente
Pero de acuerdo
con un informe publicado por Amnistía Internacional el martes , los
manifestantes se enfrentan a una lucha cuesta arriba .
El informe -
" No borrar Me De la Historia : la verdad , la justicia y la reparación en
Bolivia - dice que la nación andina sufre de una falta de voluntad política
para descubrir la verdad del pasado, incluyendo tratamiento de los autores de
las ejecuciones , las detenciones , la tortura , desapariciones y exilios
forzados.
Si bien
reconoce que algunos esfuerzos se han hecho por los sucesivos gobiernos para
hacer frente a las consecuencias de la dictadura de 1964 a 1982 , dice que no
hay todavía una política integral para asegurar que el estado cumpla con sus
obligaciones internacionales de derechos humanos.
Unión y
activistas políticos fueron algunos de los principales grupos destinatarios de
la persecución bajo una serie de regímenes militares y autoritarios.
Amnistía
Internacional dice que al menos 200 personas fueron ejecutadas sumariamente
mientras que más de 150 fueron víctimas de desapariciones forzadas.
Alrededor de
5.000 personas fueron detenidas arbitrariamente - algunos de los cuales fueron
torturados - y miles obligados a exiliarse.
Su informe dice
que la falta de acción por parte del gobierno boliviano para descubrir la
verdad plena condena a las víctimas al " olvido " .
"Bolivia
no puede pasar por encima de esta página negro en su historia sin necesidad de
leer todo", dice la investigadora María José Eva Parada.
«Exigencias
absurdas '
El informe
reconoce que se aprobó una ley de 2004 (Ley N º 2640), destinado a proporcionar
indemnización y otros beneficios, tales como los costes sanitarios y de
asesoramiento, a los sobrevivientes y familiares de las personas muertas o
desaparecidas.
Pero ocho años
, menos de un tercio de los 6.200 demandantes habían sido aceptados como
elegibles .
El gobierno
dijo que había cumplido con la legislación.
Pero los
activistas afirman que los nuevos criterios, añadido cuando la ley fue
modificada en 2007 , bajaron los niveles de compensación y pusieron una pesada
carga de la prueba a los demandantes.
Estos incluyen
la necesidad de documentos médicos para certificar las lesiones de tortura , o
pasaportes que muestran los movimientos de los reclamantes en el exilio '
través de las fronteras - que eran , por definición, clandestino.
Lourdes Koya
fue ilegalmente detenido y torturado por tener supuestos vínculos con el
Ejército de Liberación Nacional Marxista- Leninista (ELN ) antes de ir al exilio
en Argentina durante 10 años.
"No podemos
todavía tener un pasaporte 30 años después. Me fui a Argentina , donde una
junta militar en el poder. Ellos me dieron la residencia y me quemó mi
pasaporte ", explica .
" [ El
gobierno ] pide cosas que son imposibles de probar. Usted tiene que presentar
un certificado forense que decir de las costillas se rompieron en 1972. ¿Quién
le daría un certificado para decir que te han perseguido, o que sus dientes
estaban perforados , o que estallaron los tímpanos ? la carga de la prueba no
puede llegar a la víctima ", dijo a la BBC.
La evidencia
clave
Entre las
principales demandas de las víctimas es que los registros militares
clasificados son abiertos al escrutinio , pero Amnistía dice que ha habido una
"falta de cooperación de las autoridades militares" - una acusación
que el gobierno ha negado en repetidas ocasiones .
"El
gobierno depende de los militares y no quiere tocar, " dice el Sr. Llanos.
Mientras que
muchos activistas dicen que el dinero de compensación es menos importante que
el reconocimiento de la verdad, ya no es la ira por las pequeñas sumas que se
ofrecen a muy poca gente .
Las cantidades
pagadas a los reclamantes no se han hecho públicos .
Pero el abogado
Mario Salinas , quien fue torturado y luego escapó de un campo de concentración
en la década de 1970 , dijo que el 40% de los que se encuentran elegibles
habían ofrecido un promedio de 800 bolivianos ($ 115; £ 70 ) .
Los activistas
dicen que menos de la mitad de las personas que recogieron sus cheques porque
el costo de los viajes a La Paz habría sido mayor que el dinero que se les
debía.
"Pero ya
no es una cuestión de dinero, es una cuestión de honor", subraya el señor
Salinas.
"Yo lucho
por mis compañeros que están luchando en su vejez. Quiero el reconocimiento de
lo que ha sucedido ... Quiero que mis hijos y nietos supieran sobre este
período oscuro en mi vida", explica de su férrea determinación para hacer
su caso sea escuchado.
MORALES DICE QUE CON BACHELET TRABAJARAN "POR EL
BIEN" DE LOS "PUEBLOS"
La información de España (www.lainformacion.com.es)
El presidente
de Bolivia, Evo Morales, que este martes asistirá a la transmisión del mando en
Chile, aseguró que con Michelle Bachelet trabajaran juntos "por el
bien" de los "pueblos".
En una corta
alocución, tras recibir los honores militares en la terminal internacional,
Morales, afirmó: "muchas gracias por la invitación, saludo al pueblo
chileno, saludo al presidente saliente, a la presidenta entrante. Como siempre
esperamos hacer una buena gestión, de manera conjunta por el bien de nuestros
pueblos", acotó
Además, el
mandatario boliviano agradeció al presidente saliente Sebastián Piñera por
considerarlo en los actos en que Bachelet asumirá la Presidencia.
"Como
vecinos, como hermanos vengo a participar a la transmisión de mando, como
siempre buscando la integración de los presidentes electos por la democracia, a
expresar mis respetos por los resultados de las elecciones y, sobre todo, felicitar al pueblo
chileno, como siempre", concluyó.
Esta es la
primera vez que Morales pisa tierra chilena, después de que su Gobierno presentara el pasado 24 de abril de
2013, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, una demanda para
que el tribunal obligue a Chile a negociar de buena fe una solución a la
centenaria reclamación boliviana de recuperar su salida al océano Pacífico,
perdida en una guerra de finales del siglo XIX.
En 2006,
Morales y Bachelet establecieron una inédita agenda de diálogo de 13 puntos que
incluyó por primera vez la reclamación marítima, pero no llegó a pasos
concretos en ese punto.
Según el
Gobierno boliviano, el acercamiento no prosperó y se complicó con la
Administración de Piñera, lo que tuvo como consecuencia la presentación de la
demanda en La Haya.
LA PRIMERA MUJER CON RANGO MILITAR DEL MUNDO, JUANA
AZURDUY, UNA MUJER DE POLLERAS LLEVAR
El Intransigente de Argentina (www.elintransigente.com)
El tres de
marzo de 1816, dirige un ataque contra un batallón español en Bolivia, logrando
derrotarlos. Esa acción le valió el nombramiento de teniente Coronel, rango
militar único en el mundo para una mujer. Pasó toda su vida luchando y murió en
la pobreza absoluta y olvidada en la provincia de Jujuy. Desde siempre Juana
Azurduy de Padilla estuvo en el olvido y su figura comenzó a tener relevancia
nacional hace dos años, cuando se promovió en la Cámara de Diputados de la
Nación, que su imagen ocupara los billetes de nueva denominación que se pongan
en circulación. La idea quedó en la nada.
La heroína
nació en la localidad boliviana de Chuquisaca, en algún momento de 1780, era
mestiza, como gran parte de la población del Virreynato del alto Perú y al
igual que muchos en esos años quedó huérfana muy pequeña y pasó su infancia en
un convento de monjas de su provincia natal, la cual fue sede de la Real
Audiencia de Charcas. Poco se sabe de su juventud, pero en 1802, a los 22 años,
una edad avanzada para esa época, se casa con Manuel Ascencio Padilla, con
quien tiene cinco hijos.
La vida
tranquila en familia dura poco, ya que su marido se suma a los grupos
independentistas y el 25 de mayo de 1809, cuando estalla la revolución
independentista, Juana y su marido se unieron a los ejércitos populares, creados
tras la destitución del virrey y al producirse el nombramiento de Juan Antonio
Álvarez como gobernador del territorio. No fue la única, pero si las más
aguerrida de las mujeres que se sumaron a las milicias revolucionarias de Bolivia.
Al principio,
Juana colaboró activamente con su marido para crear “El escuadrón de Los
Leales”, el cual debía unirse a las tropas enviadas desde Buenos Aires para
liberar el Alto Perú. Durante el primer año de lucha, Juana se vio obligada a
abandonar a sus hijos y entró en combate en numerosas ocasiones, ya que la
reacción realista desde Perú no se hizo esperar.
La Audiencia de
Charcas quedó dividida en dos zonas, una controlada por la guerrilla y otra por
los ejércitos leales al rey de España. En 1810 se incorporó al ejército
libertador de Manuel Belgrano, que quedó muy impresionado por el valor en
combate de Juana; en reconocimiento a su labor, Belgrano llegó a entregarle su
propia espada. Juana y su esposo participaron en la defensa de Tarabuco, La
Laguna y Pomabamba.
En el verano de 1816, su marido Manuel parte a la zona del Chaco encabezando una incursión contra tropas españolas. Ella queda sola para defender la región de Villar, en donde se encontraba la hacienda en donde vivía. La región era constantemente azotada por las fuerzas realistas, por eso organizó la defensa del lugar y efectuó una audaz incursión, los derrotó con sólo 200 hombres y ella misma arrebató la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata.
En el verano de 1816, su marido Manuel parte a la zona del Chaco encabezando una incursión contra tropas españolas. Ella queda sola para defender la región de Villar, en donde se encontraba la hacienda en donde vivía. La región era constantemente azotada por las fuerzas realistas, por eso organizó la defensa del lugar y efectuó una audaz incursión, los derrotó con sólo 200 hombres y ella misma arrebató la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata.
Por esta acción
y con los informes favorables de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires, en
agosto de 1816, decidió otorgar a Juana Azurduy el rango de teniente coronel de
las milicias, las cuales eran la base del ejército independentista de la región.
Tras hacerse cargo el general José de San Martín de los ejércitos que
pretendían liberar Perú, la estrategia de la guerra cambió. San Martín quería
atacar Lima a través del Pacífico, por lo que era necesario, para poder
desarrollar su estrategia, la liberación completa de Chile y para ello desvió
todos los recursos a su campaña.
Esta decisión
dejó a la guerrilla del Alto Perú en condiciones muy precarias; Juana y su
marido vivieron momentos extremadamente críticos, tanto que sus cuatro hijos
mayores murieron de hambre. Poco tiempo después Juana, que esperaba a su quinto
hijo, quedó viuda tras la muerte de su marido en la batalla de Villar, el14 de
septiembre de 1816. El cuerpo de su marido fue colgado por los realistas en el
pueblo de la Laguna. Cuenta que en su estado y al mando de un puñado de
soldados fue hasta el lugar a rescatar el cadáver de Manuel.
Tras quedar
viuda, Juana se halló en una situación desesperada: sola, embarazada y con los
ejércitos realistas controlando eficazmente el territorio. Tras dar a luz a una
niña, se unió a la guerrilla de Martín Miguel Güemes.. A la muerte de Güemes en
1821, se disolvió la guerrilla del norte, y Juana se vio obligada a malvivir en
la región de Salta. Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825,
Juana intentó en numerosas ocasiones que el gobierno de la nueva nación le
devolviera sus bienes para poder regresar a su ciudad natal, pero a pesar de su
prestigio no consiguió una respuesta favorable de los dirigentes políticos.
Murió en la provincia Jujuy a los ochenta años de edad, en la más completa miseria: su funeral costó un peso y fue enterrada en una fosa común. Una mujer brava, decidida y rebelde que rompió reglas en tiempos difíciles. Ojalá llegue el reconocimiento merecido a su disposición y valentía.
Murió en la provincia Jujuy a los ochenta años de edad, en la más completa miseria: su funeral costó un peso y fue enterrada en una fosa común. Una mujer brava, decidida y rebelde que rompió reglas en tiempos difíciles. Ojalá llegue el reconocimiento merecido a su disposición y valentía.
ABC de España (www.abc.es/espana)
«La hemos
sacado del infierno». Con estas palabras demoledoras explica a ABC un agente de la
Guardia Civil la situación en la que se encontraba la niña de nueve años,
española, rescatada en la selva boliviana,
en Chapare, el pasado sábado. La historia está llena de claroscuros. La menor
es hija de una pareja marroquí (tienen otros dos niños) residentes en la
localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat. La familia llegó hace poco
más de un año y se instaló de «okupa» en un piso vacío del barrio de La Florida
tras dar una patada a la puerta.
Ninguno tiene
trabajo. En esas condiciones de penuria encontraron a un vecino, un boliviano
de 35 años, Rober Morales, que vivía en su mismo rellano y con el que trabaron
relación. Este individuo, según los vecinos, frecuentaba la mezquita cercana y
proclamaba que quería convertirse al islam.
Hace siete
meses
Hace poco más
de siete meses, en circunstancias aún oscuras, los padres de la niña acudieron
a una notaría y autorizaron a su hija a viajar con el vecino a su país, en
teoría según contó la madre de la menor, para que pasara una semana de
vacaciones, un extremo que los investigadores no acaban de creer. Con ese
permiso, la criatura abandonó España por el aeropuerto de El Prat de la mano
del amigo de sus progenitores. Días después, los padres se presentaron en la
comisaría de los Mossos d’Esquadra y denunciaron que su hija había sido
secuestrada, que había viajado con el boliviano y no habían vuelto a saber nada
de él. El grupo de secuestros de este Cuerpo comenzó la investigación
con solo ese punto de partida y recurrió a las autoridades de La Paz.
El siguiente
paso fue la entrada en la investigación del Grupo de Secuestros de la Guardia
Civil, que sí tiene competencias para actuar en otros países, a diferencia de
los Mossos. Pero no se lograba dar con el secuestrador.
Hace poco más
de un mes, un familiar muy cercano de éste recibió una llamada telefónica de la
que los investigadores lograron tirar tras numerosas gestiones. Esa llamada
procedía de un punto de la Amazonía boliviana, bajo control de paramilitares y
narcos, completamente aislada, sin apenas comunicaciones. «Se trata de una
región cocalera (de producción de hoja de coca y procesamiento de la misma) en
la que quienes la controlan ejercen con mano férrea», señalan fuentes de la
Guardia Civil.
A través del
familiar mencionado del secuestrador y de otras pesquisas que permanecen bajo
secreto, ambos cuerpos policiales con el auxilio de sus colegas bolivianos
lograron dar con el paradero del individuo. Dos oficiales del Instituto Armado
se desplazaron hasta el país. El sábado pasado en una compleja operación -en la
que hubo que utilizar un helicóptero por la dificultad de acceso a la zona- los
funcionarios pudieron encontrar a la pequeña. Su secuestrador, que dice haberse
convertido al Islam, presentaba la niña como su esposa y la trataba como tal.
Tras el rescate
y la detención del inviduo, la menor fue trasladada a Cochabamba donde se la
está sometiendo a reconocimientos médicos y psicológicos antes de que viaje de
vuelta a España, acompañada de los dos guardias civiles. Este regreso no está
exento de dificultades, dado que las autoridades de La Paz han intervenido
también en el caso por las implicaciones de varios de sus ciudadanos. Según las
autoridades bolivianas, los padres autorizaron el viaje para que Morales y la
niña volvieran de regreso a España con joyas. Él les había dado dinero y
regalos a la familia. A cambio, autorizarían la boda, tal y como ha declarado
el propio detenido. «La madre me dijo que podríamos casarnos porque el Islam lo
permite. Yo no he abusado ni matado a nadie. Era como mi esposa», ha contado.
«Cuando regresáramos nos íbamos a casar, pero yo no he podido volver porque
perdí mis papeles». Con esta declaración más las pesquisas, los agentes se
centran en averiguar si la cría, en muy malas condiciones, realmente fue
vendida a Morales.
EL COJO SE LLEVÓ A LA NIÑA
Los compañeros de mezquita del secuestrador de la menor
de L'Hospitalet liberada en Bolivia recuerdan al detenido.
El Periódico de España (www.elperiodico.com)
Tras la puerta,
con la cerradura reventada de una certera patada, se escucha el griterío y las
risas de dos pequeños que juguetean hasta que una voz de adulto en árabe les
manda callar. No quieren abrir. En ese primer piso de un bloque del barrio de
La Florida de L'Hospitalet de Llobregat viven desde hace un año, junto a sus
tres hijos, los padres de la niña de 9 años que la madrugada del sábado fue
rescatada en la selva amazónica boliviana. En el mismo rellano, en la cuarta
puerta, vivía el presunto secuestrador. Un boliviano de 35 años que consiguió
sacar a la pequeña de España, llevarla de su mano hasta Bolivia y esconderse
con ella en la selva.
La familia
marroquí de la niña llegó a ese edificio hace poco más de un año. Tres hijos
pequeños. Y sin trabajo. El piso estaba vacío y cerrado. Echaron la puerta
abajo y se quedaron a vivir. Sin agua y con la luz pinchada. Viven de la
solidaridad de algunos compatriotas. Al resto de vecinos del bloque no les
gustan los «okupas» pero a estos, como tienen niños pequeños, les habían
prometido una llave de la puerta principal de la escalera para que no la volvieran
a romper. No supieron nada del rapto hasta ayer.
«Precisamente
el otro día le pregunté a la madre por la hija mayor. Hacía mucho que no la
veía. Pero no me dijo nada. Hablaba poco», relató una vecina del cuarto. Entre
todos intentan estar pendientes de qué pisos se quedan vacíos para que no se
ocupen de manera ilegal. Precisamente para evitar que nadie ocupara la vivienda
del primero cuarta, al morir la señora Pepita, su hijo pidió a un joven
boliviano que conocía de hacer «chapuzas» que se instalara en esa casa hasta
que la pudieran alquilar. El relato es de la vecina en la luminosa cocina
comedor de su casa, mientras Walter, otro de los vecinos propietarios del
bloque, asiente desde el descansillo.
Al boliviano le
recuerdan bien por su cojera, su melena larga y negra recogida en una coleta y
su amabilidad. «Era muy dulce». Estuvo solo un par de meses en el bloque. Los
suficientes para ganarse la confianza de la familia marroquí. «Les ayudaba con
el agua que traían para lavarse y cocinar de una fuente de la calle. Siempre
andaba jugueteando en la calle con los niños», explica, cigarro en mano, otro
de los vecinos de ese mismo rellano en el que ningún timbre funciona.
¿Hablaba con
ellos? «Para qué. Esta gente viene y va. No sé ni cómo se llaman», añade el
hombre, sin dejar de fumar. ¿Y usted, cómo se llama? «¿Para qué? Yo tampoco sé
nada. Vaya a la mezquita y pregunte. Allí conocían bien al cojo».
A un paseo de
allí, en la avenida del Nord, número 17, los hombres se arremolinan a las
puertas de la pequeña mezquita de Alarkkame Ebniabi. Son las siete y media de
la tarde. Termina la oración y un niño espera a su padre sentado en el bordillo
de la puerta, mientras hace botar un balón de baloncesto.
Espíritus y
fantasmas
«¿El boliviano?
Y tanto que le recordamos. Vino hace unos meses, dos o tres semanas seguidas.
Decía que quería abrazar el islam. Le hablamos de nuestras creencias y le
leímos el Corán. Pero estaba loco». El relato es del hombre que el resto decide
que sea el portavoz. Viste túnica blanca, barba recortada y se llama Hamid.
¿Por qué dice usted que estaba loco? «Nos empezó a decir que por la noche se le
aparecían espíritus y fantasmas. Que ese no era su camino. Y desapareció. Ayer
nos enteramos que el cojo se llevó a la niña».
También conocen
a la familia de la víctima. Pero prefieren no hablar de ellos. No entienden
cómo unos padres dejan que su hija viaje de vacaciones con un desconocido,
«aunque sea un buen vecino».
La
investigación policial no ha terminado. Las pesquisas conjuntas que están llevando
a cabo las unidades centrales de secuestros de los Mossos d'Esquadra y la
Guardia Civil prosiguen bajo la tutela de un juez de L'Hospitalet de Llobregat.
La niña y su presunto secuestrador permanecían ayer en la ciudad boliviana de
Cochabamba. Ninguno de los dos había prestado todavía declaración.
ABC de España (www.abc.es/internacional)
El ciudadano
boliviano que mantuvo a una niña marroquí de 9 años residente en España
secuestrada durante siete meses en Bolivia comparecerá este lunes ante un juez
de este país acusado de tráfico de personas, informaron fuentes policiales.
Responsables de
la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de la Policía boliviana,
así como de la Guardia Civil y la Embajada españolas, presentaron en rueda de
prensa en Cochabamba al presunto secuestrador, Grover Morales, que inicialmente
será sometido a la Justicia boliviana.
También está
detenida y se encuentra en prisión la madre del secuestrador, a la que se acusa
de colaborar en el rapto.
Morales, que
residía en la provincia de Barcelona, en el noreste de España, era amigo de los
padres de la niña, que dieron su permiso para que la menor le acompañara en
unas supuestas vacaciones a Bolivia.
La resolución
del caso
La pequeña
llegó al país andino en agosto del año pasado y, desde entonces, la familia
había perdido el contacto con ella y denunciado su desaparición ante los Mossos
d'Esquadra, la policía autonómica catalana.
El rescate tuvo
lugar el pasado sábado en la región selvática de Yungas de Totora, en el
departamento central de Cochabamba, una zona de difícil acceso en la que el
secuestrador se fue internando con la menor para dificultar su localización.
En la
operación, que se llevó a cabo en helicóptero, participaron la Policía
boliviana y agentes de la Guardia Civil española desplazados a Bolivia para
este caso.
Los vecinos de
la zona también colaboraron con la Policía para facilitar el rescate.
Según explicó
el máximo responsable de la FELCC, Fernando Mercado, el captor contaba con
antecedentes por violación.
Mercado dijo
que el detenido declaró haber viajado con la niña a Bolivia para pasar unos
días en el país y que ella retornara a España llevando consigo joyas de valor.
La pequeña se
encuentra en la ciudad de Cochabamba y está «en buenas condiciones físicas»,
señalaron a Efe fuentes de la Embajada de España en Bolivia.
Las mismas
fuentes indicaron que la menor está pasando reconocimientos médicos y que se
espera que pueda prestar declaración en el caso, por lo que su regreso a España
se demorará unos días.
Tanto la
Policía Boliviana como los representantes de la Guardia Civil y la Embajada
destacaron la excelente cooperación policial y judicial, que ha permitido la
solución de este «complejo» caso.
La familia de
la niña reside en la localidad barcelonesa de L'Hospitalet de Llobregat, por lo
que es un juzgado de ese municipio el que instruye en España el caso, que se
encuentra bajo secreto sumarial.
Las autoridades
judiciales de España y Bolivia deberán decidir sobre la eventual extradición
del secuestrador a España, aunque el detenido también deberá rendir cuentas
ante la Justicia boliviana, según precisó el fiscal departamental de
Cochabamba, Freddy Torrico.
LOS PADRES DE LA MENOR LIBERADA EN BOLIVIA ESPERAN SU
REGRESO SIN ACLARAR EL VIAJE
La
Vanguardia de España (www.lavanguardia.com)
Los padres de la niña de 9 años liberada tras
permanecer secuestrada durante siete meses en la selva amazónica de Bolivia
la esperan en su casa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), encerrados en
su mutismo y sin aclarar porqué la pequeña viajó sola con su vecino. Por el
momento, ni los Mossos d'Esquadra ni la Guardia Civil, que han trabajado
conjuntamente con la Policía boliviana en las investigaciones que han llevado a
la liberación de la niña en plena selva amazónica, tampoco han dado a conocer
las circunstancias en las que el vecino boliviano se llevó a la menor a su
país, al estar el caso bajo secreto de sumario.
No obstante,
ambas policías estudian ofrecer una rueda de prensa, aún sin fecha, para
explicar el rescate de la menor y la detención del secuestrador.
La niña, de
nacionalidad marroquí, residía con su familia en L'Hospitalet cuando el verano
pasado viajó a Bolivia con un vecino de nacionalidad boliviana que vivía en un
piso de su mismo rellano y que la llevó consigo hasta un recóndito lugar de la
selva, en la región central de Cochabamba.
Los padres
denunciaron la desaparición de la menor al no tener noticias de la misma desde
Bolivia.
El padre de
familia se ha negado hoy a atender a los periodistas que se han acercado hasta
el barrio de La Florida de L'Hospitalet para intentar conocer las circunstancias
en las que los progenitores de la menor dejaron a la niña ir de vacaciones a
Bolivia.
Aunque algunos
vecinos han contestado a las preguntas de los periodistas, no han podido
aportar muchos datos ya que la mayoría desconocían que la niña había sido secuestrada
porque los padres no lo habían dicho a nadie durante estos últimos siete meses.
"Ha sido
una sorpresa", ha reconocido María Ángeles a EFETV, la vecina de la puerta
de al lado de la familia de la niña, que ayer creyó que la visita de las
televisiones y la prensa respondía a que "les había tocado la lotería o
algo así".
El juez que
lleva el caso no ha levantado el secreto del sumario, por lo que, de momento,
se desconocen las circunstancias del mismo.
La menor, que
se encuentra ya en Cochabamba bajo la custodia de la Policía boliviana,
regresará en los próximos días a España, según han informado fuentes
diplomáticas, que destacaron la crucial colaboración de la Policía boliviana
con las autoridades españolas y con la Embajada de ese país en La Paz. Por su
parte, el secuestrador, que vivía desde hace más de un año en España, está a la
espera de que las autoridades judiciales decidan sobre su eventual extradición
a España.
LA TENSIÓN REGIONAL POR VENEZUELA PERTURBA LA ASUNCIÓN DE
BACHELET
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Ni siquiera
llegó, pero todo el mundo estuvo pendiente de él. Con su país sumido en una profunda crisis que se viene arrastrando desde hace casi un
mes y que dejó 21 muertos y cientos de detenidos, Nicolás Maduro optó por
postergar hasta la madrugada de hoy su viaje para la segunda asunción de Michelle Bachelet.
La información
fue confirmada por la embajada de Venezuela en Santiago, que dijo que Maduro
tenía planeado llegar cerca de las 3 o 4 de la mañana. En Caracas, insistentes
rumores indicaban que incluso podría suspender su viaje para evitar reunirse
con otros presidentes y exponerse a las protestas de venezolanos residentes en
Chile, convocadas a través de las redes sociales.
La sugestiva
demora en la llegada de Maduro a Chile coincidió con las presiones a Bachelet,
incluso dentro de su coalición, para que se pronuncie con más firmeza sobre la
crisis venezolana. Más aún después de que una chilena resultara muerta el fin
de semana en Mérida durante los choques entre opositores y el ejército.
Si finalmente
llega a Chile, toda la atención estará puesta en el encuentro con el
vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que criticó duramente al
mandatario venezolano y provocó una réplica.
"El
presidente ha estado muy ocupado, atendiendo asuntos internos", dijo el
embajador de Venezuela en Santiago, Arévalo Méndez, al explicar el retraso, que
obligó a suspender un encuentro con Bachelet, entre otras actividades.
De que estuvo
ocupado no cabe duda. En una cadena nacional, Maduro anunció ayer haber
derrotado los planes opositores para un golpe de Estado. "Hemos respondido
al golpe terrorista con más trabajo", declaró.
En Santiago, la
indefinición por su llegada obligó a Bachelet a suspender su esperada bilateral
con el presidente venezolano. También debió dejarse de lado una reunión que
mantendría Maduro con parlamentarios locales y ya se había descartado
anteriormente una cita con el presidente de Bolivia, Evo Morales, en la que se
rendiría un homenaje a Hugo Chávez.
Obviamente,
tampoco participó de la cena de honor ofrecida anoche por Piñera a los
presidentes en el palacio presidencial de La Moneda.
De concretarse
hoy la llegada de Maduro, las expectativas están puestas en ver el encuentro
con Biden, que criticó duramente al presidente venezolano en una entrevista con
el diario El Mercurio, replicada en el Grupo de Diarios de América (GDA), LA
NACION incluida.
Allí, Biden
condenó severamente el actuar del gobierno de Maduro, calificando la situación
venezolana de alarmante. "Maduro ha tratado de distraer a su pueblo de los
temas más importantes al inventar conspiraciones totalmente falsas y
extravagantes sobre Estados Unidos", aseveró Biden.
Ello gatilló
una fuerte reacción de Maduro: "Estados Unidos no tiene autoridad moral
para objetar el respeto a los derechos humanos en Venezuela y el esfuerzo del
gobierno por preservar la paz", respondió.
Según confiaron
ayer fuentes del oficialismo y de la oposición, Biden, en sendas reuniones
bilaterales con Piñera y Bachelet, dio señas de intentar alinear a los
gobernantes en torno a una condena irrestricta al régimen venezolano, por lo
que se estima que su presencia es una fuerte señal de la importancia que le da
la administración de Barack Obama a lo que ocurre hoy en Venezuela.
Ni la
presidenta electa ni el actual mandatario, que participó en una reunión con
corresponsales extranjeros a la que asistió LA NACION, dieron detalles al
respecto.
Con la nueva
agenda de último minuto, la visita de Maduro se limitaría exclusivamente al
cambio de mando en Valparaíso.
Muerte
Otra impasse ,
no menor, para el gobierno de Piñera fue la muerte en Venezuela de una chilena
de 47 años, Gisella Rubilar, hija de exiliados chilenos y activista chavista,
quien recibió anteayer un balazo en la sien durante la jornada de protestas en
Mérida.
De acuerdo con
la versión de la policía venezolana, Rubilar fue emboscada por encapuchados
tras intentar retirar los escombros y barricadas que impedían el paso en uno de
los puntos más conflictivos de esa ciudad. Piñera calificó la situación de
"lamentable", ordenó el viaje del cónsul chileno en Caracas e hizo
una solicitud formal al gobierno de Venezuela para que se investigaran las
causas del deceso.
Pocas horas
después, el ministerio público venezolano anunció la investigación de la muerte
de la chilena y, anoche, Maduro envió un mensaje a las autoridades chilenas.
"Tengan la seguridad, Chile, de que a los asesinos de esta compatriota los
vamos a capturar y van a pagar por ese crimen horrendo. Ya están identificados.
Estamos tras su pista", señaló durante un acto en un parque de Caracas.
Bachelet, que,
aparte de su bilateral con Biden, se reunió con más de 20 representantes de
otras naciones, ha sido blanco de fuertes presiones internas en las últimas
horas para manifestar una posición condenatoria respecto del conflicto
venezolano.
Las voces de
alarma no sólo salieron de la derecha, sino también de su propia coalición,
específicamente de la Democracia Cristiana, que mantiene históricos lazos con
la disidencia venezolana desde que este país recibió a unos 25.000 chilenos
exiliados durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Pero la Nueva
Mayoría, el conglomerado que la llevó al poder, también incluye a férreos
defensores del gobierno venezolano, entre ellos el Partido Comunista.
"Apoyo al
gobierno y al pueblo de Venezuela para realmente buscar los cauces
democráticos, de diálogo y de paz social, para que los propios venezolanos
puedan encontrar ese camino", dijo Bachelet en una entrevista televisiva
el fin de semana.
Otro de los
invitados al cambio de mando y blanco de furiosas críticas del líder venezolano,
el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el
chileno José Miguel Insulza, dijo ayer en Santiago estar dispuesto a mediar en
la crisis y pidió una reunión con Maduro.
En el ámbito
diplomático se espera, no sin cierta desconfianza, la reunión de cancilleres de
la Unasur, que se realizará mañana en Santiago. Cita que, según confiesan
miembros de varias delegaciones extranjeras, amenaza con ser un infructuoso
"saludo a la bandera".
BOLIVIA Y GRAN BRETAÑA - UNA HISTORIA DE DOS INUNDACIONES
The Ecologist de Londres (www.theecologist.org)
Vivir entre el
sur de Inglaterra y Bolivia, Maddy Ryle encuentra actitudes inconsistentes en los
medios de comunicación informar las condiciones meteorológicas extremas y el
cambio climático - y busca nuevas narraciones que involucran y empoderan a las
comunidades de todo el mundo.
En un blog
reciente comentarista climático referenciado comentarios de los medios con sede
en Bolivia sobre las consecuencias de las inundaciones en el Reino Unido - como
una forma de llamar la comparación con el clima extremo que ha estado causando
estragos en partes de Bolivia en las últimas semanas .
Normalmente vivo
en el sur de Inglaterra, pero he estado en Bolivia durante este período
torrencial para ambos países. El
impacto en ambos lugares ha sido grave , pero , sin duda, más aún aquí , en el
país más pobre de América del Sur.
Las
inundaciones en Bolivia - especialmente grave en la región de Beni que limita
con Brasil en el noreste - se ha traducido en cerca de 60 muertes , afectaron
cerca de 60.000 familias (incluyendo muchos hogares perdieron por completo ) ,
y acabado con casi 40.000 hectáreas de cultivos y alrededor 100.000
cabezas de ganado en esta economía agrícola de manera significativa .
El aumento de
la gravedad
Las
inundaciones no son inusuales en Bolivia (o en el Reino Unido ) , a pesar de su
gravedad y la regularidad en los últimos años es algo nuevo. Yo
trabajo para una organización aquí que estaba haciendo trabajo de campo en el
2010 sobre las inundaciones , la sequía y la pérdida de los glaciares .
El trabajo se
centró en el hecho de que Bolivia era un país "impacto temprana" para
los efectos del cambio climático, y que su matriz de vulnerabilidades (
geográficas, topográficas , económicas , sociales y políticas - entre otros )
significa que a medida que el cambio climático se acelera , personas
en Bolivia van a estar expuestos a una amplia gama de problemas y la falta de
recursos para hacer frente a ellos.
Ahora tal vez
no necesitamos hablar de países " de impacto temprano ' MÁS. El
clima extremo de que estamos en presencia de todo el mundo, en los países ricos
y pobres - y especialmente en el último par de meses - ha puesto el cambio
climático de nuevo en los titulares, o por lo menos las páginas de comentarios.
¿Estamos
preocupados por el dinero ? O
la gente ?
Por supuesto ,
es notable (y exasperante ) que se necesita una inundación en el sur de
Inglaterra o una sequía en California para hacer eso, cuando los bolivianos ,
pakistaníes, somalíes , filipinos y millones de otras personas expuestas a la
combinación mortal de la pobreza y el cambio climático tienen estado sufriendo
desde hace algún tiempo .
Y no es menos
cierto que las personas en el llamado " mundo en desarrollo " siempre
serán más afectados por estos eventos. Como
sabe el primer ministro británico David Cameron y la industria de seguros del
Reino Unido , que cuesta el dinero para hacer frente a los impactos de las
empresas y hogares inundados, la pérdida de las cosechas, el saneamiento ...
También cuesta
dinero para tomar medidas para prevenir este tipo de sucesos . El
presidente de Bolivia , Evo Morales se apresuró a subrayar la responsabilidad
de los "poderes " - los ricos de los países industrializados del
Norte global - para hacer frente a las crisis climáticas que afectan a la
comunidad global.
Médico, cúrate a ti mismo
Médico, cúrate a ti mismo
Pero ha habido
otros en Bolivia que han centrado la atención en el propio gobierno , pidiendo
que asuma algún manto de la responsabilidad.
Varios
comentaristas han señalado la falta de preparación de la administración a pesar
de que algunas inundaciones se produce prácticamente cada año durante la
temporada de lluvias en Bolivia .
Otros señalan
con el dedo a la rápida tasa de deforestación en la región amazónica de Bolivia
, que tanto altera el clima local del país y hace que la erosión que empeora el
impacto de las fuertes lluvias.
Los proyectos
hidroeléctricos en la frontera con Brasil también se cree que contribuye a la
gravedad de las inundaciones más abajo en el Río Beni .
Mezclado en
todos los que están algunos la política interna complicados que ver algunos
acusando al gobierno de Morales de ser deliberadamente lento para ofrecer la
ayuda necesaria para el Beni (incluyendo en su negativa a declarar la región
una zona oficial de desastre) o varias comunidades indígenas para , es reclamada, razones
partidistas.
Apenas es la
primera vez , por supuesto - sólo pensar Katrina - que hemos visto acusaciones
de prejuicio oficial se entremezclan con los estados relacionados con el clima
de emergencia.
La agenda del
cambio climático
Tanto
nacionales como internacionales sobre el clima político , sin duda, ser echado
al alivio ya la adaptación ahora se levanta con urgencia en la agenda , al
igual que el mundo se prepara para la reunión que supuestamente decidir una
nueva serie de políticas mundiales sobre el cambio climático en París el
próximo año.
Impactos recientes
en las naciones ricas han producido un momento de aumento , el consenso
largamente esperada y el discurso público sobre la realidad del cambio
climático. John
Kerry lo calificó como un " arma de destrucción masiva " , y el
personal militar en Europa y los EE.UU. está emitiendo advertencias duras sobre
su impacto en la seguridad nacional.
Sin embargo,
uno se pregunta si las implicaciones para la agenda del clima - pasar será tan
positivo para aquellos de nosotros que todavía presionar por la justicia.
A pesar de que
fue desestimada por el Gobierno del Reino Unido , el hecho de que un periódico
británico popular se solicita a la ayuda exterior que ser desviados para ayudar
a víctimas de las inundaciones internas es tal vez una señal temprana de los tipos
de presiones que se ponen en juego el clima tan extremo tiene
un costo cada vez mayor sobre los recursos nacionales.
El Fondo Verde
para el Clima - dónde está el dinero?
El Fondo Verde
para el Clima - la olla de dinero internacional destinado a financiar
soluciones globales al cambio climático - ha sido dolorosamente lento para
llenarse y activados - y se teme legítimas sobre su captura por parte de
intereses corporativos.
Pretende
recaudar alrededor de 100 mil millones dólares de donaciones de todo el mundo ,
que suena como un montón de dinero . Pero
para poner las cosas en perspectiva, el Congreso de EE.UU. aprobó un proyecto
de ley $ 60 mil millones de ayuda sólo para la limpieza del huracán de arena al
.
Crisis
financiera o ninguna crisis financiera , parece que es la voluntad política que
falta cuando se trata de la solidaridad internacional en el problema del cambio
climático, no el dinero contante y sonante .
Así que cuando
miramos hacia un futuro en el que las condiciones meteorológicas extremas y
todos sus efectos concomitantes sobre la humanidad sólo van a aumentar , ¿cómo
procedemos de una base de la solidaridad y no el egoísmo ?
Aumento genorisity
no puede darse por sentado
Como el cambio
climático impacta cada vez más difícil será políticamente fácil para los
políticos en países como el Reino Unido de retener los fondos de adaptación con
el fin de cuidar de ' su propia ' .
Y va a ser
políticamente fácil para países como Bolivia para mantener señalando la culpa a
los políticos del norte por el sufrimiento de su propio pueblo hasta terminar
de arrastrar sus pies en sus propios esfuerzos de mitigación en el país .
La
responsabilidad histórica de las emisiones es real y la desigualdad en términos
de recursos es marcado . Sin
embargo, el hecho es que los poderes fácticos - Los líderes de todas las
tendencias , y las corporaciones que compran su buena voluntad para continuar
la extracción , contaminantes y aprovechamiento - están fallando víctimas de
las inundaciones en Bolivia , Gran Bretaña y en otros lugares.
Y donde quiera
que estén , siempre es la más vulnerable es la más afectada . Cuando
se trata de cambio climático es la gente común en todo el mundo - " el 99
% " - que arriesgarse a ser follar por el egoísmo de estas élites .
De una forma u
otra, nuestra eco- desastre hecho por el hombre nos afectará a todos al final. Somos
nosotros los que la necesidad de construir puentes de solidaridad entre ellos y
nosotros y luchar por un cambio real.
Como Vanessa
Spedding escribió recientemente en The Ecologist , ha llegado la hora de una
nueva narrativa sobre el cambio climático. La
solidaridad se basa en la esperanza, y también gran parte del discurso actual
sobre el clima produce inercia a través de la desesperación o dislocación.
Un sesgo de los
medios de comunicación ? Resiliencia en
el extranjero , que sufren en el hogar
En una
interesante pieza de reportaje en un estudio reciente se encontró que los
medios de comunicación occidentales tienden a utilizar las imágenes que
muestran la resistencia humana al informar sobre los impactos del cambio
climático en lugares " lejanos " , mientras que utilizan imágenes de
sufrimiento , cuando la historia es acerca de los más cercanos a casa.
La implicación
es que los desastres naturales son parte de la vida para los de
"otros" países : no hay nada que hacer y de todos modos - que va a
sobrevivir de una manera u otra . Lo que por
supuesto un gran muchos no lo hacen .
En general, el
informe encontró que las imágenes de destrucción relacionada con el clima en
realidad tendían a rechazar a la gente fuera de la participación en el tema del
cambio climático, las imágenes carecen de agencia e inducen una sensación de
desesperanza .
Parece que
todos sabemos que el escenario de " pesimismo " no es estratégica ni
autorización, por lo que la pregunta ahora es ¿cómo contamos las historias y
hacer las conexiones en materia de cambio climático que mejoran la agencia y
qué promovemos la empatía y la acción colectiva ?
Narrativas de
empoderamiento
Mi organización
, el Centro para la Democracia , se dedica a criar narrativas sobre el cambio
climático en Bolivia . Parte
de nuestro trabajo reciente se centra en la capacidad de recuperación ; también
somos muy conscientes de las vulnerabilidades y las amenazas reales que esas
mismas comunidades enfrentan .
Lo que está
claro es que no hay mucho que se podría útilmente compartida en todas las
direcciones entre las personas que tratan de encontrar soluciones reales a la
crisis climática y sus causas , tanto en términos de adaptación / resiliencia y
mitigación.
Nuestra
esperanza es que juntos podemos encontrar una nueva manera de contar esta
historia ( y gracias a Spedding por sus ideas sobre esta partitura ) que
faculta a todos los amenazados por el cambio climático para desafiar a los que
lucran con el mantenimiento del statu quo - dondequiera que ser .
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