El fenómeno de
El Niño ha traído más lluvias que las habituales al sur de América Latina, pero
por sí solo no explica las crecidas de ríos que han obligado a más de 160.000 personas a evacuarse por estos días de sus hogares en
Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay. El cambio climático torna más extremo
este fenómeno que ha desbordado los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, entre
otros, pero hay más razones detrás.
Diversos
expertos atribuyen la gravedad de las inundaciones a la deforestación que en
los últimos años ocurrió en Paraguay, el sur de Brasil y el norte de Argentina
para plantar soja transgénica. El oro verde modificado genéticamente ofrecía
una alta rentabilidad durante los pasados años de bonanza de las materias
primas, entre 2002 y 2014, y además soportaba las elevadas temperaturas de
aquellas tierras antes pobladas de bosques nativos. “El aumento de las
precipitaciones y la significativa pérdida de cobertura boscosa en Argentina,
Brasil y Paraguay, que se encuentran entre los 10 países con más deforestación
de todo el mundo, no permitió la natural absorción del agua”, advirtió Greenpeace
en un documento. El coordinador de la campaña de bosques de esta organización
ecologista en Argentina, Hernán Giardini, explica: “Los bosques y selvas,
además de concentrar biodiversidad considerable, juegan un papel fundamental en
la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y
la conservación de los suelos. Son nuestra esponja natural y paraguas
protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las
intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones”. Solo queda el 7%
de la superficie original de bosques de la Selva Paranaense o Misionera,
atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú, según Greenpeace. “En
Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida, la mayor parte remanente se
encuentra en Argentina”, añade la organización ecologista.
Efectos de El
Niño
“El Niño es un
fenómeno cíclico, forma parte de la naturaleza, pero sus efectos
pueden verse agravados por la deforestación”, opina Benjamín Grassi, profesor
de meteorología de la Universidad Nacional de Asunción. “La deforestación
desprotege el suelo. El tipo de precipitaciones que tenemos son torrenciales, y
mucha agua en poco tiempo afecta mucho un suelo desnudo, porque ocasiona que el
agua escurra fácilmente y dañe carreteras, cultivos”, añade Grassi.
En Argentina no
solo se registran inundaciones en la región del litoral limítrofe con Paraguay,
Brasil
y Uruguay sino también en la provincia céntrica de Córdoba, donde se reiteran
los reproches a la soja. “La problemática no está necesariamente atada a la
precipitación pluvial, sino al ascenso de las napas freáticas”, opinó el
ministro de Agua y Ambiente de Córdoba, Fabián López. “Como consecuencia de
distintas políticas agropecuarias, se dejaron de desarrollar los cultivos de
invierno, se sembró menos maíz, trigo y alfalfa, y más soja. Eso generó un
desequilibrio hídrico, en los últimos años la napa freática ha ascendido de una
manera importante y está a escasos centímetros del suelo”, describió el
ministro López. En estos países que producen la mitad de la soja de todo el
mundo, esta oleaginosa no solo ha traído bonanza. El País de España (www.internacional.elpais.com)
LA MANO HUMANA TRAS EL AGUA
Las lluvias debidas al fenómeno de El Niño explican parte
de las inundaciones, pero no son la única clave de lectura posible a la hora de
deslindar qué causa las catástrofes, opinan activistas que mencionan
responsabilidades políticas y empresarias.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Desmontes,
destrucción de humedales, cambios en el uso del suelo y represas son algunos de
factores que contribuyeron a la inundación que afecta al Litoral. Así lo
afirmaron organizaciones sociales y ambientales que, además de a las abundantes
lluvias, apuntaron a las responsabilidades de sectores empresarios y políticos,
y al avance de la frontera agropecuaria. “Si no se toma en serio el proceso de
cambio climático y si se continúa con la expansión de la frontera agrícola, los
escenarios catastróficos serán aún más incontenibles”, alertó Jorge Daneri, de
la ONG ambiental entrerriana M’Biguá.
“Entre Ríos
está, en el corto y largo plazo, ante la posibilidad de una sucesión de
catástrofes hídricas y climáticas irreparables”, alertó en agosto pasado Jorge
Daneri, de la Fundación M’Biguá, Ciudadanía y Justicia Ambiental. Daneri
enumeró trece factores que conducían a un desastre ambiental; uno de ellos:
“Entre Ríos apostó en los últimos 20 años al modelo sojero y simplificador del
uso de la tierra, devastador de la diversidad biológica, en montes y ríos, con
un claro impacto hídrico”.
El 24 de
diciembre, con la inundación ya desatada, Daneri señaló que lamentaba haber
tenido razón. Cuestionaba que los gobiernos no hubieran escuchado las
advertencias de organizaciones sociales, denunció que “la política siempre
actúa en la emergencia, con el asistencialismo” y nunca apunta a las causas de
la inundación.
Daneri, que
hace más de veinte años investiga sobre los ríos del Litoral, precisó la
confluencia de factores en la actual inundación: proyectos hidroeléctricos
aguas arriba (Brasil) y la falta de protección a los humedales que actúan como
reguladores de caudales. “Brasil ha destruido el río Paraná en su cuenca. Ahora
el río Uruguay se encuentra en terapia intensiva con decenas de represas
hidroeléctricas construidas, en construcción y planificadas”, alertó Daneri y
afirmó que las represas “no sólo no regulan las crecientes, sino que las
vuelven más catastróficas”. Llamó a la urgente puesta en funcionamiento de un
comité de cuencas entre Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay.
Distintos
sectores reconocen la influencia del fenómeno de El Niño, un patrón climático
que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y
oriental del Océano Pacífico tropical e impacta directamente en la distribución
de las lluvias en las zonas tropicales. Las organizaciones socioambientales
coinciden en ese factor, pero también puntualizan en las responsabilidades de
sectores económicos y políticos.
Federico Kopta,
biólogo y parte del Foro Ambiental de Córdoba, cuestionó que se apele a la
“alternativa más fácil de echarles la culpa a las lluvias”. Apuntó al cambio de
uso del suelo, por desmontes e implantación de cultivos, desde soja hasta
pinos, como existe en el Litoral. “Esto cambia drásticamente la dinámica
hídrica, generando una menor retención de agua y un incremento de la erosión”,
afirmó.
Otro factor
humano determinante es la ocupación de lugares inundables. “Si no existen obras
de prevención, el agua volverá a buscar el lugar que le pertenece. Y si allí
hay ciudades, volverán a ser inundadas”, advirtió Kopta.
Daneri, de la
Fundación M’Biguá, apuntó a “negligencia, falta de medidas gubernamentales y
carencia de obras” para enfrentar la situación. Puntualizó que en Entre Ríos no
funciona el Consejo Regulador de Uso de Fuentes de Agua (Corufa), nunca se
reglamentó la “Ley de Riesgo Hídrico y Línea de Ribera”, aprobada en 1996 y que
aborda la gestión de cuencas de ríos, y el delta entrerriano (que es zona de
humedales) fue invadido por explotaciones de soja, arroz y ganadería. Recordó
que en 2004 un fallo judicial ordenó proteger los montes nativos (de similar
manera que la Ley Nacional de Bosques). “El bosque nativo ha sido destruido con
la complicidad activa de los gobiernos”, denunció.
Hernán
Giardini, de Greenpeace Argentina, afirmó que la deforestación es una de las
principales causas de las inundaciones. Recordó que, desde 2008, en Entre Ríos
se desmontaron 85.000 hectáreas y también se arrasaron miles de hectáreas aguas
arriba del río, en Brasil. “Los bosques son nuestra esponja natural y paraguas
protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las
intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones”, señaló Giardini.
Recordó que
desde la sanción de la Ley de Bosques (2007) hasta fines de 2014 se
deforestaron dos millones de hectáreas. “La situación actual de la Selva
Paranaense o Selva Misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú,
es realmente crítica, sólo queda un siete por ciento de la superficie original
de bosques, mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida”,
aseguró.
La ONG Guyra
monitorea desde 2010 el estado de los bosques en el Gran Chaco Americano
(Paraguay, Bolivia y Argentina, cuenca de los ríos Paraguay y Paraná). En
cuatro años fue desmontado 1,6 millón de hectáreas. De ese total, 532.000
hectáreas corresponden a bosques de Argentina que fueron arrasados, equivalente
a la superficie de 26 veces la Ciudad de Buenos Aires.
Editorial
LA
INTOLERANCIA BOLIVARIANA
En
una reciente entrevista radial, el presidente boliviano, Evo Morales, declaró
que en política solo hay “amigos y enemigos”. El socialista del siglo XXI y el
nacionalista (nazi) del siglo XX Carl Schmitt conciben lo político como un
agudo conflicto en el que no hay lugar para la tolerancia. Como el diálogo es
imposible, el enemigo debe ser destruido y no precisamente derrotado en las
urnas. Para Morales, no se trata de que haya opiniones diversas sobre los
asuntos públicos, sino de que los unos, liderados por él, sostienen los
intereses de Bolivia, y los otros, sus enemigos, los del “imperio”. Quien no es
partidario suyo está contra el pueblo o, en otros términos, es un traidor de la
patria.
ABC
de Paraguay (www.abc.com.py)
En una
reciente entrevista radial, el presidente boliviano, Evo Morales, declaró que
en política solo hay “amigos o enemigos”, coincidiendo con la tesis que el
jurista alemán Carl Schmitt sostuvo en su libro “El concepto de lo político”
(1932). El socialista del siglo XXI y el nacionalsocialista (nazi) del siglo XX
conciben lo político como un agudo conflicto en el que no hay lugar para la
tolerancia. Como el diálogo es imposible, el enemigo debe ser destruido y no
precisamente derrotado en las urnas. Lo político no admitiría matices ni
terceras posiciones. “Hay que ser café o leche”, como dijo Stroessner en las
postrimerías de su dictadura de derecha, empleando una metáfora eufemística.
Stalin
tildaba a los disidentes de “enemigos del pueblo”, apelativo recogido por los
partidos comunistas satélites. De las expresiones de Morales vertidas en la
misma ocasión se desprende que sus amigos –los buenos– son de izquierda y están
con el pueblo; sus enemigos –los malos– son de derecha y están con el
“imperio”.
El maniqueísmo
del bolivariano, que aspira a una tercera reelección, hace que las decisiones
le resulten fáciles, ya que lógicamente es él quien ubica a los ciudadanos en
las dos categorías antagónicas. No se trata de que haya opiniones diversas
sobre los asuntos públicos, sino de que los unos, liderados por él, sostienen
los intereses de Bolivia y los otros, sus enemigos, los de Estados Unidos.
Quien no es partidario suyo está contra el pueblo o, en otros términos, es un
traidor de la patria. Como diría también Stroessner, “los que no están con
nosotros, están contra nosotros”.
Las tremendas
palabras pueden tener tremendas consecuencias si quien las pronuncia dice en
verdad lo que piensa, como es el caso del bolivariano de marras, simplón como
todo autoritario. De hecho, ya las tuvieron para su pueblo, según lo afirmado
por varios destacados dirigentes exiliados en una carta dirigida el 7 de
diciembre último a la Mesa de la Unidad Democrática venezolana: Morales “mató
nuestra democracia, arrebató nuestras libertades y viola sistemáticamente los
derechos humanos”. De la dramática situación también dan testimonio los 250
bolivianos asilados en Brasil y los 750 que pidieron el mismo estatus en ese
país, según datos oficiales. Un país regido por un dictador no puede ser
miembro pleno del Mercosur. El orden democrático ya fue roto en Bolivia y no
por un golpe de Estado, caso previsto en el Protocolo de Ushuaia sobre
compromiso democrático en el Mercosur, suscrito en 1998, sino por un Gobierno
que tuvo legitimidad de origen, pero que hoy no tiene una de ejercicio. Como
dijo hace unos días el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa, refiriéndose a la
tragedia venezolana, “la democracia no son solo elecciones. Una de las cosas
que define una democracia es la separación de poderes, la libertad de prensa,
el respeto a las mayorías, el respeto a las minorías; que las minorías puedan
llegar a ser mayoría, que no se les pongan obstáculos”. Lo mismo es aplicable
al régimen del boliviano, algo que no debe resultar sorprendente a la luz de
esa tajante distinción entre amigo y enemigo, propia de una concepción
autoritaria de lo político.
En
apoyo a Evo Morales
ASÍ
DEFENDÍA MONEDERO LA SUPRESIÓN DE LAS AUTONOMÍAS
En
2008 el fundador de Podemos firmó un manifiesto en contra de un Estatuto
autonómico boliviano ‘’por su carácter inconstitucional y por atentar contra la
unidad de la nación’’. ¿Qué hay de Cataluña?
La
Gaceta de España (www.gaceta.es/noticias)
La defensa de
una España plurinacional dentro de la Constitución, en la que se respeten las
realidades territoriales –en especial la catalana- no ha sido siempre el
discurso de los líderes de Podemos. Allá por 2008, Juan Carlos Monedero abogaba por suprimir las autonomías y declaraba la guerra al independentismo.
"El
proceso de cambios en favor de las mayorías corre el riesgo de ser brutalmente
coartado (…) La escalada conspirativa ha alcanzado sus cotas máximas.
Las acciones subversivas y anticonstitucionales con las que se
pretende dividir la nación. (…) La historia muestra con sobrada elocuencia las
terribles consecuencias que en todos los terrenos han tenido para la humanidad
los procesos divisionistas y separatistas inducidos y respaldados por poderosos
intereses foráneos. (...) Rechazamos el Estatuto autonómico por su carácter
inconstitucional y por atentar contra
la unidad de la nación. Llamamos a todas las personas de buena voluntad
a que unan sus voces para denunciar por todas las vías posibles esta maniobra
divisionista y desestabilizadora". Firmado, Juan Carlos Monedero.
El fundador
del partido morado solicitaba al Gobierno central de Bolivia que retuviera el poder de las regiones y
que evitara su acumulación competencial. Una petición que choca frontalmente
con la condición expuesta por Podemos para investir presidente a Pedro Sánchez,
un referéndum vinculante para la independencia de Cataluña. Algo
inconstitucional y que atenta contra la unidad de la nación, como defendía
Monedero en el caso de Bolivia. ¿No sirve el argumento para la ruptura
planteada en Cataluña?
Este texto
es un manifiesto que destacados
representantes de la extrema izquierda latinoamericana publicaron
en 2008 en apoyo a Evo Morales, en un momento en el que el Gobierno de la
provincia de Santa Cruz quería convocar un referéndum por la autonomía. El documento
se llamaba "Denunciemos la conspiración para dividir Bolivia". Y eso
que Santa Cruz ni siquiera planteaba la independencia. En aquel momento sólo
querían más poder para el Ejecutivo regional, entre otras cosas para controlar
al nuevo Gobierno de la nación de Morales.
En ese
contexto, la petición independentista
era un ataque para Monedero. Sin embargo, en España si tendría cabida la
secesión catalana. Parece que la fe ciega del podemita en los líderes
iberoamericanos le impide defender sus ideales en territorio español. Lo que
allí es un ataque, aquí es algo necesario para la regeneración democrática y la
convivencia.
BOLIVIA
QUIERE RELACIONES DE RESPETO MUTUO CON ESTADOS UNIDOS
Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
El Gobierno
boliviano quiere tener relaciones diplomáticas con Estados Unidos en el marco
del respeto mutuo, sin intromisión ni sometimientos, dijo este a Sputnik
Novosti el canciller David Chuquehuanca.
"Queremos
tener buenas relaciones con Estados Unidos como con todos los países del mundo,
pero queremos relaciones de respeto, no relaciones de intromisión. No
relaciones de sometimiento sino de respeto a nuestras soberanías", dijo el
ministro.
En septiembre
de 2008, el Gobierno boliviano expulsó al embajador de Estados Unidos en La
Paz, Philip Goldberg, luego de declararlo "persona no grata" por
realizar actividades políticas junto a grupos opositores en Bolivia.
En
contrapartida, el Gobierno estadounidense expulsó al embajador boliviano en
Washington, Gustavo Guzmán.
Bolivia ha
definido un marco de relacionamiento internacional en un escenario de
solidaridad de los pueblos y de complementariedad, explicó Choquehuanca.
"El
marco de relaciones diplomáticas que hemos definido señala que los acuerdos y
programas que se implementen sean de acuerdo mutuo entre las partes y que la
cooperación –venga de donde venga, incluyendo a Estados Unidos–, tiene que
venir a ayudar para alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo,
definido por Bolivia", afirmó.
El Ministro
de Relaciones Exteriores se refirió a los cambios que se están produciendo en
América Latina, como el viraje en Argentina con la elección de Mauricio Macri
como nuevo presidente y el avance de la oposición venezolana.
"Es
natural. Los pueblos te dan mensajes. Hay cambios en varios lugares, los
líderes presentan propuestas a sus pueblos y estos reaccionan de distinto
modo", dijo.
Destacó el
hecho de que los países de la región están resolviendo sus problemas en
democracia.
"En
otras partes del mundo intentan resolver sus problemas mediante las armas, no
hay paz. Nosotros estamos construyendo nuestro proceso garantizando la
continuidad democrática, eso es importante", declaró Choquehuanca.
LAGO
POOPÓ (BOLIVIA) NO ES EL ÚNICO EN EXTINGUIRSE, EN LAMPA (PERÚ) SE CONFIRMA
SEQUÍA DE LAGUNA COLORADA.
Radio
Onda de Perú (www.radioondaazul.com)
A inicios del
mes de diciembre, los medios internacionales informaban sobre un Lago
desaparecido, en los espacios donde antes era cubierto de agua, ahora es un
desierto, y los pobladores que vivían próximos al Lago Poopo en Bolivia,
afirmaban que no se puede sembrar, ni producir “No hay nada, ni mucho menos
vida” afirmaban los pobladores de la zona.
Alarmados
ante esta situación y con esperanza de no encontrarnos con una realidad similar
en Puno, nos constituimos a la Laguna Colorada, ubicada a 30 minutos al norte
de la ciudad de Juliaca, próximo a Lampa, y cuando llegamos a lugar fue grande
nuestra sorpresa. La laguna se había secado por completo.
Para buscar
alguna explicación, sobre lo que había sucedido por la zona, nos trasladamos a
la única isla de la Laguna Colorada. Nuestro recorrido no fue en un bote, o
unidad acuática, sino fue a pie, inclusive la zona más profunda estaba seca
desde hace 3 meses.
Quien nos
recibe en lo que fue la isla, es Teófilo Ojeda Quispe, propietario del lugar,
desde el año de 1994. Nos indica que hace 3 años, de manera consecutiva la
superficie de la laguna no cubre los 2 metros 50 centímetros de altura, debido
a la fuerte radiación solar, la poca precipitación pluvial y la evaporación
continua del agua.
El biólogo
David Aranibar afirma que esta situación natural, se debe a los constantes
procesos de aceleración de los eventos climáticos extremos, donde en se han
presentado en estos últimos 3 años, un periodo de baja precipitación pluvial, y
altos grados de temperaturas generando un un proceso rápido de evaporación de
aguas.
Teófilo
Ojeda, comunero, refiere que esta laguna, es alimentada por los caudales de
agua que bajan de los cerros en temporada de lluvia y un río afluente, en la
parte sur que ahora está seca. Recuerda que hace 5 años contaban con la
afluencia del Río “Chihuini”, pendiente que interceptaba agua desde el Río
Lampa, sin embargo este caudal, ahora es utilizado en proyectos de irrigación
obstaculizando que el agua llegue a la Laguna Colorada.
Ante esta
situación, Isela Añasco Quispe, presidente de la zona Laguna Colorada, afirma
que en varias oportunidades presentaron al alcalde provincial proyectos para
permitir el ingreso de agua mediante el “Río Chihuini”, sin embargo lamenta que
sólo se queden en compromisos.
Al respecto
en una entrevista al alcalde de Lampa, Clever Huaynacho, señaló que recién
desde el mes de noviembre informaron al Ministerio de agricultura sobre la
situación de la Laguna Colorada, por lo que esperan una respuesta del
Ministerio a partir del mes de enero del año 2016.
En tanto,
señaló que actualmente vienen ejecutando un proyecto denominado “Marka Moro”
que se encuentra en la etapa de estudio y que estaría valorizado en más de 5
millones de soles, y para ejecutar un proyecto a corto plazo dice que impulsará
un proyecto de cosecha de agua.
Con esta
situación Isela Añasco, informa que actualmente resultan afectadas más de 75
familias, que viven alrededor de la Laguna, familias que se dedican a la
ganadería, y la producción de papa, cañihua, entre otros productos.
Asimismo
señala que esta laguna es considerada como uno de los principales circuitos
turísticos, donde se tiene la proyección de construir hoteles para turistas
nacionales y extranjeros.
También
lamenta que desde hace más de 3 años, varias especies de aves ya no migran por
la zona, debido a la falta de agua.
David
Aranibar, biólogo, preocupado al respecto, recuerda con nostalgia, que hace
varios años, la zona acogía a más de 70 especies de aves, sin embargo en el
trayecto sólo logro reconocer a 3 especies, entre ellos la parihuana, unos
cuantos ejemplares de gaviotas y lequechos.
Asimismo
informa que el color rojizo de la laguna se debe a la constante presencia de
“hinojo llacho”, el mismo que se encuentra actualmente en la superficie y a
simple vista.
Actualmente
la situación la Laguna Colorada, no sólo se ve afectado por los cambios
climáticos, sino por la indecisión de las autoridades que hasta el momento no
se han pronunciado que acciones de corto plazo van a realizar. Lo cierto es que
75 familias no saben cómo afrontar la situación, generando pérdidas en sus
animales y sus cultivos, debido a la sequía de la superficie en la Laguna
Colorada.
EMELIANA, BOLIVIANA VÍCTIMA DE VIOLENCIA, ACUSADA DE
HOMICIDIO EN NEUQUÉN, ARGENTINA
Consulado de Bolivia (www.consuladodebolivia.com.ar)
Si una mujer
como Emeliana Cuestas Pari, inmigrante indocumentada, hablante de quechua,
trabajadora rural y empobrecida hubiera gritado que su pareja, Valentín Anagua,
ejercía violencia contra ella y sus hijos, ¿quiénes habrían sido capaz de oírla
y de actuar con debida diligencia para evitar que su cuerpo siga siendo
arrasado?
Emeliana está
acusada de haber matado a Valentín el 1 de enero de 2015. En cinco días se
cumplirá un año. Ocurrió en una chacra de la ciudad de Centenario, en una
precaria vivienda construida con madera, nailon, cartón y árboles secos (ver
recuadro).
La defensora
oficial, Verónica Zingoni, aseguró que los resultados del examen toxicológico
señalaron que Emeliana había consumido alcohol, al igual que Valentín, además
de medicación para la epilepsia. Tenía rastros de haber mascado coca. Había
sufrido lesiones recientemente, y según testigos, esa misma noche intentó
quitarse la vida.
No encontrarán
denuncias por violencia de género que haya hecho en comisarías, ni en juzgados
de Familia. Hacía tres meses que estaba en la provincia, cuando sucedió el
hecho, y hace poco más de tres años que vino a la Argentina proveniente de
Bolivia.
Emeliana no
recuerda qué pasó. Señala su cabeza y dice “no, no.” Dedica sus días a pinchar
la tierra: produce tomate, zapallito, choclo que son vendidos en el mercado
concentrador. Quien relató lo sucedido fue su hija más chica, que estuvo con
sus padres aquella noche.
“De esa
declaración en cámara Gesell surgen cosas que ella no contó, porque incluso
cuando llegan al lugar del hecho estaba en estado de shock. De la declaración
de la nena surgen más detalles del hecho y de la vida que ella había llevado
con su marido. Lo sufrida que había sido su vida y los maltratos que recibía”,
afirmó Zingoni.
Y agregó:
“Sigue indocumentada, pero ahora inició el trámite. Por ser indocumentada no se
le suministraba en salud pública la medicación para la epilepsia, y la estaba
comprando. El neurólogo del hospital Castro Rendón le hizo estudios
complementarios y determinó que estaba mal medicada. Ahora se le da la
medicación correcta y por salud pública. La hija logró retomar la escuela
primaria.”
Hay muchos
datos de su vida que no se conocen con exactitud. Emeliana tendría
aproximadamente 49 años. Tuvo 12 hijos, aunque no se sabe cuántos de ellos han
fallecido. Era pareja de Valentín desde los 15 años (ver recuadro).
“Si tomamos
esos hechos tal como dice la fiscalía, hay muchos elementos que son débiles,
tanto en la evaluación de la situación y del contexto social, de género y hasta
antropológico. Me parece que esto pasa en general con el sistema penal. Es como
una procesadora de carne y realmente no alcanza a ver los grandes elementos
humanos que hay de por medio. No han analizado inclusive su situación de
lucidez al momento de los hechos, por lo menos debidamente”, sostuvo el
defensor Fernando Diez, que junto a Zingoni llevan el caso.
“Me arruinaba”
NEUQUÉN (AN).-
Según el informe interdisciplinario elaborado para la defensa, a los 15 años la
madre de Emeliana Cuestas Pari “la obliga a iniciar una relación de convivencia
con el Sr. Valentín Anagua, mayor que ella de edad, constituyéndose de ese modo
en pareja del mismo.”
Su familia de
origen vivía en la zona rural de Potosí, Bolivia, en condiciones precarias, que
se profundizaron luego de la muerte de su padre cuando era apenas una niña.
Dejó los estudios en tercer grado de la escuela primaria.
“Con Valentín
tuvo 12 hijos, muchos de los cuales fallecieron por diversas razones. En el
relato de Emeliana, puede evidenciarse que en su vínculo de pareja existía un
importante grado de sometimiento, situación que se fue naturalizando con el
tiempo. El Sr. Anagua ha ejercido maltrato físico y psicológico sobre ella,
desde el inicio de la relación”, se señala en el informe.
Más adelante
los profesionales vuelven sobre este punto: “Emeliana manifiesta que su marido
siempre ejerció malos tratos sobre ella, desde el inicio de la relación, cuando
ella tenía 15 años. Expresa, “en Bolivia me arruinaba”, haciendo referencia a
los golpes que recibía.
Y agregan: “Con
respecto a la dinámica familiar, surge del relato de los miembros
entrevistados, la existencia de un sistema autoritario de dominación
patriarcal, en el cual era habitual que Valentín empleara violencia física y
psicológica para obtener obediencia, tanto de sus hijos como de su mujer
Emeliana, llegando a realizar sobre esta última amenazas de muerte e intentos
de ahorcamiento.”
La acusación de
la fiscalía
NEUQUÉN (AN).-
A Emeliana Cuestas Pari se le imputó el delito de homicidio calificado por el
vínculo. El fiscal Gustavo Mastracci planteó en la audiencia de formulación de
cargos que minutos después de la medianoche del 1 de enero de este año,
encontrándose en el interior de la vivienda en la que convivía junto a su hija
menor de edad y su pareja, Valentín Anagua, en Centenario, luego de una
discusión empuñó un arma blanca, que se presume sería un cuchillo de mesa, le
asestó una puñalada “en la región del tórax, próximo a la tetilla izquierda, lo
que le produjo la muerte en forma casi inmediata por shock cardiogénico
irreversible.”
La etapa
preparatoria tiene una duración máxima de cuatro meses desde la apertura de la
investigación. La fiscalía pidió una prórroga del plazo. La defensa brindó
conformidad, y en octubre pasado se le corrió vista de la solicitud del control
de la acusación en la que la fiscalía mantenía la calificación legal, sin hacer
mención al contexto de violencia de género ni al estado en el que se encontraba
Emeliana. Como la pena que admite este delito es mayor a 15 años le
correspondería ser juzgada por jurado popular.
CANCILLER MUÑOZ RECONOCE AÑO DE "LUCES Y
SOMBRAS" EN RELACIÓN CON PAÍSES VECINOS
Insulza viajará a EE.UU., Francia e Inglaterra para
reunirse en enero con abogados de Chile.
El Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)
Por más de tres
horas se reunieron el canciller Heraldo Muñoz y el agente chileno ante la Corte
La Haya, José Miguel Insulza, con los cerca de 40 integrantes del Consejo
Asesor para la demanda de Bolivia. Se trató del primer encuentro entre Insulza
y la instancia compuesta por diplomáticos, profesores de derecho y autoridades
de distintas áreas del Estado.
En la cita, en
que también estuvieron presentes asesores como Ascanio Cavallo, Joaquín
Fermandois y el embajador Gabriel Gaspar, Insulza anunció que en enero
realizará viajes por Estados Unidos, Francia e Inglaterra, donde tendrá
encuentros con los abogados que defienden a Chile ante el tribunal.
Tras la sesión,
el ministro Muñoz realizó el balance de su cartera de 2015, donde reconoció que
se trató de un período en que, "como todo en la vida, hay luces y
sombras", apuntó a mejorar las relaciones con los países vecinos y
reafirmó sobre Bolivia "la disposición de Chile de mirar al siglo 21,
tenemos coincidencias mutuas con Bolivia, y ver qué podemos hacer juntos en vez
de permanecer anclados al siglo 19".
Sobre Perú,
aseguró que "prima la voluntad estratégica de tener una relación positiva
que ayude a ambos pueblos. Si hay discrepancias, tendremos que saber
superarlas", añadió, evitando responder a los dichos del Presidente de
Perú, Ollanta Humala, que aseguró que la decisión de crear el distrito
Yarada-Los Palos era "irreversible".
¿QUÉ PASARÁ CON LA IZQUIERDA EN EL 2016?
‘El populismo perdió el ejecutivo, pero sigue siendo una
fuerza decisoria’
Las 2 Orilla de Colombia (www.las2orillas.co)
Palmas y golpes
de pecho en América Latina con la soberbia de los ganadores y la rabia de los
perdedores, pero sobre todo, con el diagnóstico consiguiente: 2015 será
recordado por el retroceso de la izquierda y el retorno de la derecha.
No obstante el
tema no es tan simple, empezando por establecer qué se entiende por izquierda.
Si nos atenemos al populismo peronista que desde hace décadas se instaló en
Argentina y que es una amalgama de izquierda radical y nacionalismo de derecha,
digamos que retrocedió con la llegada de Macri. Aunque no tanto porque controla
el poder legislativo y si Macri quiere gobernabilidad le toca pactar. El
populismo perdió el ejecutivo, pero sigue siendo una fuerza decisoria.
¿Venezuela?
Como lo han advertido sus fundadores, al “socialismo siglo XXI” el propio
Chávez y su inepto sucesor hace mucho lo dejaron de lado e instalaron un
régimen populista y autoritario, remedo de los dictadores del siglo XX, Juan
Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, mezclando los beneficios sociales con el
fortalecimiento de una casta corrupta y medidas económicas de control del
mercado de corte marxista. Un sancocho ideológico de derecha e izquierda propio
de república bananera que está a punto de hundirse. Pero en la Mesa de la
Unidad Nacional hay socialistas y son la punta de lanza para el relanzamiento
de una izquierda democrática que, sin perder los logros sociales, gobierne con
responsabilidad y bajo reglas democráticas.
Cuba se está
adaptando a los nuevos tiempos. Seguirá siendo marxista en lo ideológico y capitalista
en lo económico y surge aquí un aliado formidable para ayudarle, China, que ya
es su segundo socio comercial después de Venezuela, con inversiones cuantiosas.
Aparte, los estadounidenses ya toman pista. Este sí es el que podríamos llamar
“Socialismo siglo XXI”, un Partido Comunista Cubano que seguirá mandando
después de los Castro, pero permitiendo la inversión capitalista.
El modelo
izquierdista brasileño tuvo éxito mientras Lula estuvo en el poder. Pero la
corrupción lo tiene contra las cuerdas y a Dilma a las puertas de un juicio
político. Lula tendrá que limpiar la casa y tomar las riendas para defender los
logros sociales conseguidos. Quedan otros regímenes autoritarios que igual
mezclan el populismo latinoamericano de muchas décadas atrás, con dictadores
incluidos, y un barniz ideológico de corte leninista, como Ecuador y Bolivia
que, por sus resultados económicos se van a quedar al menos una década más.
A la par, hay
tres gobiernos prósperos de izquierda democrática: Chile, Uruguay y Perú, con
sus naturales altibajos, pero que han sembrado su ideología y estarán presentes
en la vida política y económica de sus países como alternativa de poder durante
muchos años. En Centroamérica, El Salvador tiene al FMLN gobernando en un mar
de problemas, mientras Ortega, en Nicaragua, afianza su poder con políticas
nacionalistas y autoritarismo que ha sabido fortalecer aliándose en ocasiones
con la extrema derecha para aislar las corrientes liberales.
¿Retroceso? Más
bien reacomodamiento de fuerzas con un valor agregado: la izquierda está
aprendiendo a gobernar. Cae en el populismo de antaño con autoritarismo de por
medio o impulsa políticas sociales responsables tratando de remediar las
injusticias de siglos, con el balbuceo de quien está aprendiendo a caminar,
pero lo hace dentro de una democracia que cambia con ella y que comienza a
transitar por el camino de la diversidad. Esa es la gran ganancia.
¿FIN DE CICLO? LA DISPUTA POR EL RELATO
La Tercera de España (www.latercerainformacion.com.es)
Por Katu
Arkonada.- El cambio de época en América Latina y el Caribe, que desde una
mirada de la memoria larga comienza en 1959 con el triunfo de la revolución
cubana, y desde la memoria corta lo hace en 1998 con la victoria electoral de
Hugo Chávez en Venezuela, vive una disyuntiva entre la necesidad de profundizar
el cambio, o la restauración conservadora.
Esta disyuntiva
cristaliza sobre todo en dos sucesos importantes, por no decir claves, del
momento histórico: la muerte del Comandante Chávez en 2013, y la derrota
sufrida por el kirchnerismo en la Argentina en fechas recientes.
Hasta entonces,
veníamos inmersos en un ciclo ascendente de victorias sobre el neoliberalismo
que se traducían en triunfos electorales de la izquierda y los proyectos
nacional-populares por toda la región. Los avances se sucedían, la recuperación
de la soberanía política y económica, que permitía el regreso del Estado y una
redistribución de la riqueza sin precedentes, a la vez que se recuperaban y
aumentaban derechos sociales, tiene un valor incalculable sobre todo si
comparamos esta realidad con lo sucedido en otras latitudes, como por ejemplo
el sur de Europa, y especialmente Grecia.
Pero además,
entre esos logros debemos destacar la resignificación de la democracia que el
ciclo progresista produjo, ampliando los márgenes y modificando los límites de
la misma para profundizar en una democracia plebeya que por primera vez, hacía
coincidir los intereses de un país con los intereses de sus clases populares y
mayorías sociales.
Sin embargo,
hay que reconocerle a la nueva derecha latinoamericana un logro, el haber
conseguido a su vez resignificar la idea del cambio, idea con la que han ganado
las elecciones en Argentina.
Argentina,
punto de inflexión
La
resignificación del cambio en la Argentina podemos visualizarla en un Macri
convertido en gigantesco significante vacío donde caben, más que las demandas
insatisfechas de las mayorías sociales –cumplidas en su mayor parte durante la
década ganada por el kirchnerismo-, las aspiraciones y anhelos de las nuevas
clases medias.
Pero el triunfo
de la anti-política en Argentina nos deja otra imagen simbólica, la de Lilian
Tintori, esposa del terrorista venezolano Leopoldo López, festejando en Buenos
Aires con Macri el triunfo electoral. Imagen que, junto con las declaraciones
bravuconas de Macri pidiendo la aplicación de la “Cláusula democrática” del
Mercosur a Venezuela, remite a las conexiones internacionales de esta nueva
derecha, que ha encontrado en Macri un liderazgo del siglo XXI.
Porque errábamos
caracterizando a Capriles como la nueva derecha del siglo XXI. Mirábamos a
Venezuela cuando en Argentina se estaba gestando la contra-revolución del siglo
XXI, camuflada bajo miles de globos de colores. Esta nueva derecha tiene que
agradecer sus conexiones internacionales a nefastos gurús del marketing
político como el venezolano-mayamero J.J. Rendón y en el caso argentino, Jaime
Durán Barba.
La nueva
derecha, la contrarrevolución en marcha
Hoy en día en
América Latina, detrás de todo líder importante de la derecha hay un gran
asesor de marketing político, que le ayuda no solo a construir discurso, sino a
articular a las elites económicas y oligopolios mediáticos en el plano
nacional, y a construir alianzas en el plano internacional.
Esta nueva
derecha construye un escenario post-político donde el conflicto inherente a
toda forma de hacer política desaparece en beneficio de la tele-política; donde
la correlación de fuerzas al interior del Estado desaparece en beneficio de la
gestión tecnocrática; donde el pueblo que construye, aun con dificultades, la
izquierda, se fragmenta e individualiza en forma de “familias” o “ciudadanos”;
en definitiva, donde la ideología da paso a la aireología.
Las dos
principales características de esta nueva derecha son, por un lado, el no
impugnar los avances sociales conseguidos por los gobiernos progresistas –no
hay un clima propicio ni en los niveles nacionales ni internacionales para tal
impugnación-. Pero en segundo lugar, sí atacan y explotan las grietas y puntos
débiles de nuestros procesos, sean la inseguridad, la inflación o la
corrupción.
Además de la
importancia que la victoria electoral de Macri, si juega bien sus cartas, puede
suponer para la derecha trasnacional, tampoco podemos perder de vista la
injerencia imperialista que, vía golpes de Estado clásicos como en Honduras,
parlamentarios como en Paraguay y el intento de impeachment en Brasil, o vía
revoluciones de “colores” violentas como en Venezuela, conforma una arista más
del turbulento escenario que vivimos en América Latina y el Caribe.
La disputa por
el relato
Y en este
escenario, nos encontramos con que intelectuales de una izquierda “Pro-gre”,
por hablar en términos argentinos, insisten con un fin del ciclo progresista
construido sobre populismos de alta intensidad[1].
Esta crítica
es, que Marx me perdone, tremendamente mecanicista. Estos académicos critican
nuestras economías extractivistas, realidad innegable a pesar de que en sus
análisis suelen dejar de lado los 500 años de colonialismo y 30 de neoliberalismo
que profundizaron este modelo. En cualquier caso, el planteamiento es simple;
tenemos economías extractivistas; hubo un “boom de las commodities”; se generó
una redistribución parcial a partir del alto precio de los recursos naturales;
llegó la crisis del 2007/2008 y con ella el descenso de los precios y las
importaciones/exportaciones; no se pueden mantener las tasas de redistribución
y por lo tanto se termina el ciclo progresista.
Debemos
precisar, en primer lugar, que el auge y caída del precio de las commodities
fue el mismo para todos los países de América Latina y el Caribe, pero no es lo
mismo en que se empleó la plusvalía obtenida en México, Colombia o Perú, que en
Venezuela, Bolivia o Ecuador.
En segundo
lugar, todos estos teóricos progres analizan muy bien los problemas de las
economías extractivistas, y podemos coincidir en una buena parte de su
diagnóstico. El problema llega a la hora de ofrecer alternativas. Si tomamos a
uno de los gurús del post-extractivismo como Eduardo Gudynas[2], resulta que
como solución al “extractivismo depredador” propone una transición al
“extractivismo sensato”, para después pasar al “extractivismo indispensable”.
Es decir, que la salida al extractivismo es…¡el extractivismo! Eso sí, saquemos
las pancartas de “Otro extractivismo es posible” para desgastar todo lo posible
a los gobiernos progresistas.
En definitiva,
no hay tal “fin del ciclo” porque el proyecto de las izquierdas y los gobiernos
nacional-populares en América Latina sigue vigente. La soberanía y reconquista
de derechos, la redistribución de la riqueza y la universalización de los
servicios, no pueden ser impugnados por una derecha que tiene que esconder su
proyecto pro-mercado y pro-negocios, aunque luego en la intimidad de la
Embajada de Estados Unidos puedan decirlo sin ambigüedades[3]. Es más, hasta el
momento el único gobierno en este ciclo que se ha perdido a manos de la derecha
mediante la vía electoral ha sido el gobierno de centro izquierda de Bachelet a
manos de un Piñera que pasó sin pena ni gloria por el gobierno chileno.
Es por eso que,
a pesar de que tras la derrota en Argentina, muchos se sumen a las tesis del
“fin del ciclo”, sería mucho más adecuado ahora hablar de un empate
catastrófico entre la necesidad de la izquierda de reactualizar su proyecto
para volver a seducir a las mayorías sociales, y la necesidad de la nueva
derecha de desarrollar exitosamente su proyecto en la Argentina para desde ahí
poder irradiar e implementarse en otros países de nuestra región.
En ese sentido,
no debemos preocuparnos por lo que haga el enemigo, ayudado por el fuego amigo
de cierta intelectualidad progresista, sino por lo que hacemos desde las
izquierdas latinoamericanas y caribeñas. Y para ello el primer paso es
construir un diagnóstico común que contenga los avances de este cambio de
época, los posibles retrocesos, las tensiones y los desafíos que tenemos por
delante.
Avances
En este ámbito
es donde más consenso hay pues aunque algunos analistas afirmen que “el
progresismo no fue un avance”[4], las mayorías sociales realmente han visto
cómo el ciclo progresista permitía una irrupción plebeya en el Estado y la
configuración de un horizonte nacional-popular que redistribuía y a la vez iba
más allá de un capitalismo de Estado, como no se cansa de explicar el Vicepresidente
de Bolivia Álvaro García Linera, en la medida en que el excedente de los
recursos naturales, que por primera vez pertenecen al pueblo, se utiliza para
necesidades sociales, éste constituye valores de uso.
Todo lo
anterior bajo el marco de un nuevo constitucionalismo transformador en el caso
de los países que conforman el “núcleo duro bolivariano”, que además en el caso
de Bolivia y Ecuador, impulsa una ruptura epistemológica con el capitalismo y
la modernidad marcando el Buen Vivir como complemento al socialismo, y permite
visualizar un horizonte poscapitalista más allá del actual escenario
posneoliberal.
Y sin duda en
este breve recuento no puede faltar el ámbito geopolítico. A 10 años de la
derrota del ALCA en Mar del Plata, la región ha avanzado en el ámbito de la
integracion latinoamericana y caribeña, primero a nivel interno, constituyendo
mecanismos de integracion política como el ALBA, la Unasur o la CELAC; y
después hacia afuera, impulsando un relacionamiento Sur-Sur, donde América Latina
tiene más protagonismo que nunca en el nuevo mundo multipolar.
Retrocesos
Probablemente
si en algo no se ha avanzado, y supone no solo un freno, sino un ancla que
impide navegar más veloz y a más profundidad, ha sido en derrotar la hegemonía
neoliberal en el ámbito cultural. El escenario posneoliberal y por lo tanto la
posibilidad de ir más allá no va a terminar de completarse mientras persista el
american way of life. La reducción de la pobreza y de la desigualdad, a partir
de la distribución de la riqueza, fruto de la recuperación de la soberanía
sobre los recursos naturales, ha permitido democratizar el consumo y generar en
millones de personas-electores unas ansias y anhelos de consumo que no se ha
sabido traducir en alternativas más allá de democratizar también el acceso al
mall, shopping o centro comercial.
A lo anterior
se le une una pérdida de la mística que acompañó el surgimiento de nuestros
procesos. La gestión no es sexy. La izquierda se construyó sobre una ética,
pero también estética, de la resistencia; pero una vez que se abrió el cambio,
hay que mantenerlo, gestionarlo, gobernar y transformarlo en políticas
públicas, y eso no es tan atractivo para una buena parte de la izquierda como
la resistencia en la barricada. Necesitamos reconstruir una cosmovisión
nuestroamericana del momento histórico actual que venga acompaña de una nueva
mística.
Construcción de
nuevos imaginarios que debe venir acompañada de un refuerzo de los medios de
comunicación contrahegemónicos que venimos impulsando en los últimos años. La
batalla de ideas es fundamental en la construcción de nuevos imaginarios
posneoliberales y poscapitalistas.
Tensiones
Probablemente
la principal de las tensiones que viven nuestros procesos la escenifica el
debate en torno al extractivismo y al modelo de desarrollo. Podemos constatar
la incapacidad de un sector de la izquierda para construir alternativas más
allá de la crítica a los gobiernos progresistas, sobre todo cuando una buena
parte de las luchas contra el neoliberalismo tenían que ver con solucionar o
exigir la satisfacción de necesidades inmediatas, demandas cumplidas en su
mayor parte. Hemos constatado así mismo la incapacidad de otro sector de la
izquierda progre en proponer alternativas al extractivismo.
Podemos incluso
coincidir con la visión de algunos analistas que plantean un “extractivismo
transitorio posneoliberal[5]”, pero debemos ser conscientes de que las únicas
iniciativas que trataron de ir más allá del extractivismo sin rehuir el debate
de fondo, como la iniciativa Yasuní en Ecuador, fracasaron por la hipocresía
imperante en este debate. Y el debate de fondo es precisamente cómo lograr un
equilibrio entre el derecho al desarrollo, a “crecer” para poder continuar
contrarrestando los efectos de la larga noche neoliberal, el hambre y la
pobreza, y los Derechos de la Madre Tierra.
Es un hecho la
catástrofe ambiental y climática que padecemos, y más cuando incorporamos en la
ecuación del desarrollo a China y la India, y su necesidad de sacar de la
pobreza a cientos de millones de personas. Pero o construimos colectivamente
una nueva ecuación que incluya tanto la justicia social como la justicia
ambiental, o la humanidad está condenada a su extinción, probablemente mucho
antes que siquiera alcancemos a divisar el fin del capitalismo.
Desafíos
Para definir
los desafíos del momento actual, es necesario pensar con un intelectual que,
este sí, combina teoría y praxis revolucionaria desde el barro de la gestión
pública-estatal. Nos referimos a Álvaro García Linera, marxista, matemático,
sociólogo y Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
Es
imprescindible escuchar o leer la conferencia magistral[6] que dio en el
Encuentro Latinoamericano Progresista de Quito en septiembre de 2015, donde
además de hacer una brillante crítica a la izquierda lightberal, a la que
define como una izquierda “de cafetín” o “deslactosada”, nos deja una crítica
para los agoreros del fin del ciclo: “Al no impulsar la movilización de las
clases subalternas, ni ser alternativa de poder real, estos pseudo radicales
trabajan para los restauradores del neoliberalismo, son los ideólogos del fin
del relato del progresismo latinoamericano”.Pero poco después, en el mes de
octubre en Montevideo, García Linera introdujo 5 propuestas[7] para
contrarrestar las vulnerabilidades de los procesos progresistas. Vamos a
revisarlas y tratar de ir un poco más allá, desarrollando estas propuestas a
modo de desafíos para las izquierdas latinoamericanas y caribeñas.
La primera
propuesta sería “reconocer y analizar en qué decisiones nos equivocamos”.
Siendo importante la autocrítica, que siempre es revolucionaria si se hace
desde el compromiso y la lealtad con los procesos de cambio, necesitamos ir más
allá y no pensar solo en los errores cometidos, ni siquiera en los aciertos de esta
nueva derecha del siglo XXI, sino pensar sobre todo en el “electorado del siglo
XXI”, al que debemos volver a seducir con un proyecto político renovado. Cuando
teníamos las respuestas, nos cambiaron no ya las preguntas, sino el
entrevistador y sobre todo, el público al que iban dirigidas. Este electorado,
compuesto en una buena parte por clases medias e importantes segmentos de la
juventud, ya ha dejado atrás el neoliberalismo en el imaginario, aunque como
hemos visto, el mismo nos impregne por completo en el ámbito cultural. O
reactualizamos el proyecto, profundizando y haciéndolo seductor para este
electorado del siglo XXI, o esta vez sí deberemos hablar de fin de un ciclo.
En segundo
lugar, García Linera nos desafía a luchar para “mantener la unidad del bloque
social que fue el constructor del proceso de democratización continental”.
Siendo clave la unidad del bloque social de apoyo a los procesos, esto nos
remite a una discusión más amplia sobre el sujeto del cambio y, yendo aún más
lejos, a una trilogía necesaria entre el sujeto –por muy fragmentado que esté-,
proyecto político –también a veces difuso pero siempre con algunas certezas en
cuanto a horizonte y líneas rojas que no traspasar- y la importancia de los
liderazgos –que cohesionan y articulan tanto el sujeto como las demandas-. Si
uno de los tres componentes de la ecuación falla, sujeto, proyecto o líder, no
hay posibilidades de llevar adelante un proyecto emancipador.
La tercera
recomendación del Vicepresidente de Bolivia para contrarrestar las
vulnerabilidades de nuestros procesos es la capacidad de gestión económica, que
va unida a una cuarta recomendación, que es que esta gestión beneficie al
núcleo duro de cada proceso, “a aquel que no nos va a abandonar nunca, a los
más pobres, a los más humildes, a los más maltratados”. Siendo correcta la
afirmación, ¿qué hacemos cuando llegamos al límite de la capacidad de
redistribución dentro del capitalismo como parece que están llegando algunos de
nuestros procesos que no terminan de definir un horizonte socialista claro y
por lo tanto se desnudan los límites, y más ante la arremetida de la derecha
con su disfraz de gestores-tecnócratas? Uno de los primeros pasos para
profundizar la transformación de los modelos económicos debería ser una reforma
del régimen impositivo/fiscal, pero ahí tenemos el ejemplo de lo sucedido en
Ecuador cuando Correa intentó una reforma para que pagaran más los que más
tienen, y las clases medias salieron a la calle a movilizarse en defensa del 2%
más rico en algún tipo de paradoja sociológica por el que esperan algún día ser
parte de ese pequeño porcentaje.
En quinto
lugar, García Linera apuesta por la “repolitización y reideologización” de la
sociedad. Es de sobra conocida la fórmula Lenin+Gramsci, derrotar e incorporar,
que viene proponiendo el Vicepresidente. Y si bien en el ámbito electoral
podemos tener alguna discrepancia, si hablamos de la construcción de hegemonía,
no hay nada más cierto en que solo con Lenin nos quedamos en fuerza sin
irradiación y solo con Gramsci en ternura sin victoria. Pero el debate teórico
sobre la hegemonía va a aterrizar de manera abrupta en la Argentina, donde
vamos a ver cuánta irreversibilidad han construido los procesos
nacional-populares durante el cambio de época en el continente. Argentina es la
prueba de fuego para saber cuánto de lo conquistado durante la década ganada en
derechos sociales, políticos, económicos, culturales, etc., puede ser
revertido, y cuanto ya es irreversible porque el sentido común construido, es
decir, la hegemonía posneoliberal, lo ha convertido en irreversible.
Y como el ciclo
electoral nunca termina, en un futuro inmediato, con la celebración de las
elecciones legislativas en Venezuela el 6 de diciembre y el referéndum
constitucional por la repostulación de Evo Morales en Bolivia el 21 de febrero,
vamos a tener más indicadores del tamaño de la crisis o profundidad del reflujo
que atraviesa el cambio de época en Nuestra América. Entre medio, una cumbre
del Mercosur (Asunción, 21 de diciembre) y una de la CELAC (Ecuador, 28 y 29 de
enero), donde el principal desafío de los gobiernos progresistas será mantener
la unidad ante el caballo de Troya que representará la presencia de Macri en
los mecanismos de integración regional.
* Katu Arkonada es diplomado en Políticas Públicas. Ex
asesor del Viceministerio de Planificación Estratégica, de la Unidad Jurídica
Especializada en Desarrollo Constitucional y de la Cancillería de Bolivia.
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