Wednesday, February 15, 2023

LA HISTORIA REAL DE 'ELLAS HABLAN': NIÑAS, MADRES Y ABUELAS VIOLADAS EN UNA COLONIA MENONITA

La película adapta la novela de Miriam Toews, en la que imagina cómo fueron las discusiones de las mujeres al descubrir que las habían violado mientras dormían usando un potente anestésico para animales


Ocho mujeres se reúnen en secreto para decidir qué deben hacer. Acaban de descubrir que durante años varios hombres de su misma comunidad menonita, en un lugar remoto y aislado, han estado violando sistemáticamente a niñas, madres y abuelas mientras dormían, tras someterlas con un anestésico para animales. Creían estar en un paraíso apartado de la mezquindad humana y descubren que conviven con «el demonio», como dijeron algunas de ellas.
Esa es la historia de Ellas hablan, el libro de Miriam Toews publicado en España en 2020 por Sexto Piso, y la historia real descubierta en 2009 en una colonia boliviana de 2.000 personas de esta rama del anabaptismo.
«Quise escribir el libro porque, tras enterarme de las agresiones en la colonia de Manitoba, me surgieron muchas preguntas», explica la autora canadiense a EL MUNDO. «Me horrorizó, como a todo el mundo, oír hablar de esas violaciones, aunque no me sorprendió. Sobre todo quería imaginar qué harían las mujeres en respuesta a las violaciones, y por qué y cómo».
Ocho hombres fueron condenados por la violación y los abusos sexuales de 151 mujeres y niñas, con edades entre cinco y 65 años.
Se despertaban por las mañanas aún afectadas por la anestesia, desnudas y con dolor en sus genitales, aunque tardaron años en denunciarlo por la propia cerrazón de su comunidad.
Toews nació y creció en una población menonita y ha dedicado buena parte de su obra a esa experiencia. «Cuando empecé a escribir, hace décadas, no sabía hasta qué punto era una fuerza poderosa en mi psique. Ahora veo que es algo de lo que nunca me libraré, en mi memoria, en mi perspectiva, en mi escritura, en todo. Es lo que soy», sentencia la novelista, que explica que existen diferentes tipos de comunidades menonitas.
«Hay colonias liberales y urbanas y otras muy conservadoras y cerradas como la de Bolivia», dice. «Estas colonias cerradas son patriarcales, autoritarias y extremadamente estrictas. Pero no hay una sola manera de ser menonita, hay distintos grados de conservadurismo, en la vestimenta y en las reglas y roles de género. Mi madre, por ejemplo, pertenece a una iglesia menonita del centro de Toronto muy acogedora, progresista y moderna».
Su madre, por cierto, queda retratada en el propio personaje de la madre en su novela Pequeñas desgracias sin importancia, escrita a partir de los suicidios de su hermana y su padre y publicada en España el año pasado, también por Sexto Piso.
Toews cree que la idea suicida "es algo hereditario" y que tiene un fuerte componente genético. Pero sí que atribuye a las comunidades menonitas una tendencia a provocar "depresión y enfermedades mentales" en sus miembros.
Ellas hablan tiene elementos que recuerdan a El cuento de la criada y, de hecho, la propia Margaret Atwood elogió con entusiasmo la novela.
Ahora la adaptación al cine contiene igualmente ese aroma represivo. «Me encanta la película de Sarah Polley», dice Miriam Toews. «Lo que más valoro de ella es cómo muestra que podemos reunirnos, democráticamente, y, a través del diálogo y la reflexión, decidir formas de cambiar nuestras vidas, de cambiar nuestro mundo y mostrar un camino para salir del abuso, sea cual sea ese abuso», concluye. El Mundo de España (https://bit.ly/40VnOsA)
 
 
 
 
 
SARAH POLLEY: "DETRÁS DE LAS AGRESIONES A UNA MUJER ESTÁ LA ESTRUCTURA DE PODER QUE LAS HACE POSIBLES"
 
La directora regresa después de casi diez años con 'Ellas hablan', nominada a dos Oscar, un drama frontal y reflexivo sobre lo sucedido en una colonia menonita de Bolivia donde más de 100 mujeres y niñas fueron violadas mientras dormían
 
El Mundo de España (https://bit.ly/3I0EFkX)
 
La última noticia que tuvimos de Sarah Polley (Toronto, 1979) como directora fue hace 10 años en San Sebastián donde estrenó Take This Waltz.
El año pasado sorprendió como escritora con un libro donde, entre otros asuntos, ventilaba su traumática experiencia como niña actriz en Las aventuras del barón de Münchausen. Ha sido un silencio de casi una década motivado en parte por un enfermedad cerebral.
Ahora vuelve y lo hace de la mano de Ellas hablan, nominada a mejor película y guión adaptado a los Oscar, una obra resplandeciente, voraz y tan actual que duele. Basada en la novela de Miriam Toews que a su vez hace pie en lo sucedido en la colonia menonita de Bolivia donde, en 2011, hasta 130 mujeres y niñas fueran violadas mientras dormían, la cinta se coloca en medio de todos los debates que nos consumen a fecha de hoy.
En el libro, los ancianos acusaron a las mujeres de mentir, de dejarse llevar por Satanás y por lo que calificaron como «acto de la imaginación». Pues bien, la película se apropia de este último concepto y convierte ese «acto imaginativo» en un acto de esperanza para la liberación, para la mujer.
Una película sobre una sociedad menonita anclada en el pasado y que discurre en Bolivia. ¿Por qué?
Creo que las preguntas, los dilemas y los retos a los que se enfrentan estas mujeres, así como las cuestiones filosóficas que se plantean, tienen un enorme eco y vigencia para nosotros en una sociedad laica. La idea de intentar separar la culpabilidad individual de la injusticia sistémica o la reflexión que se hace sobre las nociones de perdón y fe nos incumben hoy. Además, la película, como la novela antes, se pregunta cómo sería una democracia radical si pudiéramos sentarnos en la misma habitación con personas que discrepan en cosas fundamentales y tuviéramos que encontrar juntas un camino para avanzar y llegar a un consenso. No digo que sean cuestiones universales, que lo son, también son muy actuales.
De acuerdo, pero no menciona la que quizá sea la cuestión más evidente, el del papel de las mujeres y el abuso contumaz sobre ellas...
La novela fue escrita antes del movimiento MeToo. De una manera extraña, siempre pienso en esta historia como muy atemporal, que podría suceder hace 20 años, o podría haberse escrito dentro de 30. Creo que lo que se plantea va mucho más allá de las agresiones sexuales. Detrás de las agresiones está lo que permite esas agresiones: estamos hablando de jerarquías y de las estructuras de poder viciadas del patriarcado.
La película llega a España a la vez que se debate sobre una polémica ley, ya vigente, que elimina la distinción entre agresión sexual y abuso, que hace del consentimiento el criterio para determinar el delito y que, de alguna manera, pone el acento en lo que usted dice, en la prevención y en las condiciones de posibilidad...
Eso es lo relevante, creo. Discutimos del contexto que, de alguna manera, permite, justifica o simplemente hace posible esa agresión hacia la mujer. Es un lugar común que en muchos casos de agresión sexual a la mujer se la hace pasar por loca. Hay muchos malentendidos sobre cómo funciona el cerebro y la memoria después del trauma, porque, en buena medida, es contrario a la intuición. No estamos hablando de violencia en general, sino de violencia muy específica hacia una parte de la población determinada. Y eso es así en Estados Unidos, en España, en Irán. Es una cuestión que afecta a las mujeres de todo el mundo. Y tenemos que ser conscientes de ello: cuando se habla de violencia contra la mujer, no se habla de violencia en general, es una violencia específica cuyo patrón se repite en todo el mundo. Cualquier ley que se haga tiene que hacerse cargo de esto.
Take this Waltz se presentó en San Sebastián 2011...
La primera razón de que haya pasado tanto tiempo es que tengo tres hijos pequeños y cuando haces una película en Estados Unidos, los días de trabajo suelen ser de 15 a 16 horas diarias. Así que la idea de desaparecer por completo de la vida de mis tres hijos no era algo que entrara en mis planes. La segunda razón es que tuve una conmoción cerebral como sabe que duró de forma intermitente tres años y medio, pero no podía trabajar. Y la tercera razón fue que no sentía la suficiente urgencia. Así que hasta que no sentí la necesidad con una historia como ésta y no vi claramente que podía conciliar la vida con mis hijos con el trabajo en jornadas más cortas, ni me lo planteé. No entiendo que se pueda abandonar el cuidado de los hijos por trabajo si no tienes la necesidad de hacerlo.
¿Se encuentra ya bien?
Sí, gracias.
Por otro lado, este es su trabajo más ambicioso. No se trata de una historia intimista entre dos actores sino que se trata de una historia coral...
Sí, eso lo complicó todo. El borrador del guión incluía el punto de vista de cada personaje. Eso exigió un trabajo ímprobo. No quería que se perdiera en ningún caso la esencia de cada una de las mujeres. Fue un reto enorme.
Ser actriz antes que directora, ¿ayuda?
Son dos trabajos completamente diferentes. Y no tengo muy claro que mi experiencia como intérprete me sirva de mucho. Lo que sí he aprendido todos estos años es a identificar el modo o estilo de trabajo en el que quiero verme implicada. He trabajo con directores que crean un ambiente muy tóxico y otros, un ambiente muy agradable. Pues bien, hago lo posible por ser de los segundos. Es un mito nocivo y falaz eso de que hay que sufrir para conseguir algo excelso.
A este respecto, escribió en su libro de ensayos Run Towards the Danger sobre lo tóxico y peligroso que fue para usted trabajar con Terry Gilliam en Las aventuras del barón Münchausen cuando era una niña de nueve años. ¿Es posible separar el juicio sobre una obra del juicio que le merece el autor?
Es una pregunta complicada. Obviamente he pensado mucho en ello. Me acuerdo que cuando escribí aquello, la colección Criterion editaba la película de Gilliam y hubo una oleada de indignación en las redes sociales contra ella. «Mirad lo que le ocurrió a Sarah Polley», se leía por todas partes. Y no, eso no funciona así. En verdad, creo que lo único bueno de aquella experiencia traumática fue esa gran película. Pero creer que es una locura desechar una obra por lo que sea o hiciera su autor no es incompatible con estar convencida de que hay cosas que no pueden volver a pasar. Disfruto con todo tipo de obras, libros y películas creadas por personas que han hecho cosas que me resultan muy ofensivas y muy dañinas. Creo que se pueden hacer ambas cosas. Creo que se puede pedir cuentas a la gente. Y no creo que debamos ser tímidos a la hora de contar esas historias y mantener un diálogo honesto. Pero también creo que quemar el trabajo es contraproducente y, más importante, no sirve en absoluto para hacer avanzar la conversación.
¿Cree que es necesario repensar, por ejemplo, la historia del cine desde otro punto de vista? Hay críticos que mantienen la idea de resarcimiento y críticos que, desde otro punto de vista, hablan de falseamiento.
Es bueno tener una mirada crítica sobre el pasado y hacer lo posible por recuperar voces que, por la razón que sea, han sido ocultadas o menospreciadas. Pero no creo que haya que descartar nada ni a nadie.
¿Qué recuerdo guarda de su trabajo con Isabel Coixet [hizo con ella Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras]?
Seguimos en contacto desde la distancia. La adoro. Con ella he tenido una de las mejores experiencias en mi vida como actriz.
 
 
 
 
 
RECLAMAN QUE SEA CARATULADA COMO FEMICIDIO LA MUERTE DE UNA INTEGRANTE DE LA COMUNIDAD BOLIVIANA
 
Grupo La Provincia de Argentina (https://bit.ly/3lBpyqN)
 
Familiares, allegados, vecinos y organizaciones sociales reclamaron en las calles del barrio porteño de Floresta el esclarecimiento de la muerte de una mujer que militaba en el Polo Obrero, en tanto que gestionaban este martes que el caso sea considerado femicidio. Claudia Patricia Tupa Lotore fue encontrada sin vida la madrugada del viernes 10 de febrero en Joaquín V. González y Avenida Rivadavia, justo en la puerta de un local de comidas denominado "El Gallito" de Floresta. Lotore era delegada del Polo Obrero en el barrio de Parque Avellaneda e integrante de la comunidad boliviana en la Argentina.
Ella celebraba lo que en el seno de su comunidad se denomina "jueves de compadres" y, según un vídeo registrado por una cámara en la vía pública, se ve a un hombre sacando el cuerpo de la víctima inconsciente a rastras a la vereda. El caso está en investigación, pero durante la movilización se denunció que el lugar en cuya puerta terminó muerta es "un aguantadero tolerado por la comisaría de la zona". Ya se llevaron a cabo dos movilizaciones, la primera el sábado y la segunda este lunes, con posterior marcha en el cruce de las Avenidas Nazca y Rivadavia, mientras que prometen volver a convocarse para dirigirse a la Fiscalía 62 a cargo de Ariel Alejandro Yapur. Claudia Patricia Tupa Lotore tenía 33 años, era madre de dos niñas de ocho y 11 años y trabajaba en un taller de costura.
El local de comidas permaneció cerrado y durante la movilización se denunció que su dueño -Claudio, "El Jujeño"- fue ayudado a escapar por uniformados. "Estamos haciendo la presentación entre hoy y mañana para que le coloquen femicidio", reveló a la agencia Noticias Argentinas la dirigente del Partido Obrero Vanina Biasi. Inicialmente, la carátula es "NN sobre averiguación de muerte dudosa.
Damnificada: Tupa Lotore Claudia Patricia. Número 28519 del 2023", según informaron este martes en la Fiscalía a NA, sin ofrecer precisión acerca de la fecha exacta del deceso. También denunciaron que no existió allanamiento ni zona perimetral, mas aún, uno de los oradores aseguró: "No fue un infarto". Uno a uno, quienes pronunciaron sus discursos aseguraron que en diversos "aguantaderos" del barrio se droga a las mujeres jóvenes y se cometen abusos, en tanto que resultan comunes estos desenlaces ya que esos lugares cuentan con "tolerancia policial".
En la movilización estuvo Vanina Biasi, dirigente del Partido Obrero, además del Cónsul General del Estado Plurinacional de Bolivia, Santos Javier Tito Véliz, así como un sacerdote católico y acompañaron la movilización diversas agrupaciones, como MAR, MTR y MST, entre otros. El caso tiene ribetes turbios: hasta miembros de la comunidad gitana habrían sufrido amenazas -presuntamente de uniformados- ya que serían quienes facilitaron la filmación a los familiares.
Otro caso parecido.. Esta muerte trae a la memoria la de Lizbeth Foronda Calani, quien el 1° de septiembre de 2018 trabajó como camarera en un boliche de Liniers, muy conocido entre la comunidad boliviana. "De ahí fue a comer a un lugar cercano y luego dos compañeros se ofrecieron a llevarlas a ella y una amiga hasta su casa", relató su mamá a La Unión de Lomas. María Calani sostiene que a su hija la drogaron, la violaron y la asesinaron, sin embargo, tras las pericias, la Justicia de Lomas de Zamora determinó que la víctima falleció de un paro respiratorio tras ingerir una gran cantidad de alcohol. "Hay testigos y pruebas que se están pasando por alto y que no se están teniendo en cuenta", denunció la madre.
 
 
 
 
 
BOLÍVAR, FIDEL Y LAS DOS GUERRAS DEL PACÍFICO; ARGENTINA TAMBIÉN PERDIÓ TIERRA
 
Hace unos pocos años el conflicto se había acrecentado cuando se instrumentó una venta de gas boliviano a los Estados Unidos de América a través de puertos chilenos en una operación de triangulación.
 
Radio Mitres de Argentina (https://bit.ly/3IpM12Z)
 
Una de las habituales “reflexiones” del ex jefe del estado cubano Fidel Alejandro Castro ha provocado reacciones contrapuestas en el Pacífico Sur, especialmente en Bolivia y Chile. Fidel se refirió a los derechos bolivianos a recuperar una salida al mar, tema sobre el que vienen conversando los entonces presidentes Juan Evo Morales y Verónica Michelle Bachelet. Hace unos pocos años el conflicto se había acrecentado cuando se instrumentó una venta de gas boliviano a los Estados Unidos de América a través de puertos chilenos en una operación de triangulación.
Luego Fidel hizo una referencia en una nota más extensa. Referencia que recibió el beneplácito de la mayoría y que en el caso particular de Evo Morales le generó un reconocimiento. En Chile la respuesta fue todo lo contrario y hasta Bachelet mostró su contrariedad con el comentario. Pero Fidel con ello tuvo más argumentos para seguir insistiendo y en señalar algunas cuestiones irresueltas de la condena a los pueblos del altiplano a la mediterraneidad tras la segunda Guerra del Pacifico, entre 1879 y 1884 en la que resulta generalizado, por otra parte, el olvido a los 20.000 kilómetros cuadrados que la Argentina, sin participar de la guerra, perdió con Chile en la Puna de Atacama. El historiador argentino Ricardo Rodolfo Caillet-Bois fue de los que profundizó el tema.
Chile por un lado y Bolivia y Perú por el otro se enfrentaron dos veces en el Siglo XIX. Una, entre 1836 y 1839, conocida como la Guerra de la Confederación y la segunda, la mencionada, cuatro décadas después, cuando el primero de esos países se quedó con territorios de los otros y de la Argentina, como ya se ha dicho.
Los conflictos se originaron en un decreto de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar del 28 de diciembre de 1825 con motivo de la independencia de Bolivia. “Quedará habitado, desde el primero de enero entrante por puerto mayor de estas provincias, con el nombre de Puerto La Mar, el de Cobija. Se arreglarán allí las oficinas pertenecientes a la hacienda pública”, estableció el Libertador.
Chile, si bien no enfrentó a Bolívar, siempre mantuvo para sí la teoría del uti possidetis contra la del ius possidetis (posesiones por uso o derecho, según uno y otro caso).
Tras vencer a la Confederación Peruana-Boliviana liderada por el mariscal Andrés de Santa Cruz, en 1842, el presidente chileno Manuel Bulnes comenzó a reclamar como propias las reservas de guano y salitre de Coquimbo, Atacama y adyacencias. Atacama le había sido dada por Bolívar a la Argentina (que aún no la había ocupado) en canje por Tarija, lugar de los grandes yacimientos de gas.
Chile comenzó su avance, sobre todo desde que a mediados de los años 1850 su economía comenzó a sufrir problemas por el agotamiento del yacimiento de plata de Chañarcillo y la perdida de mercados del Pacifico. Para ello contó con el gobierno corrupto del general boliviano Mariano Melgarejo que cedió la explotación de guano y salitre en las zonas en discusión a una firma chilena.
Esta cedió sus derechos a otra británica por lo que no casualmente las bancas Barrington y Lloyds financiaron a Chile en la Guerra del Pacifico.
El gobierno boliviano siguiente se endureció y pareció decidido a ir a la guerra contra Chile para lo que busco una alianza con el Perú. Este país estaba enredado en un conflicto con Chile por la supremacía del comercio del Pacifico entre los puertos de El Callao y Valparaíso. En esas circunstancias España invadió las islas Chinchas, del Perú.
Este país se rindió lo que hizo reaccionar a Chile. La escuadra española bombardeó entonces Valparaíso, motivando una guerra en la que participaron contra ella Chile, Perú, Bolivia y Ecuador que vencieron a España.
Así Chile desequilibró en su favor el poder en el Pacifico. Bolivia y Perú buscaron el apoyo argentino que les fue dado por el presidente Domingo Faustino Valentín Quiroga Sarmiento, pero rechazado por el Senado que respondía mayoritariamente a los sectores probritánicos del anterior presidente Bartolomé Mitre. De esa manera el tratado de alianza militar de la Argentina con Bolivia y Perú firmado por Sarmiento fue rechazado en eñ Senado a pesar de algunas notables defensas como las de Dardo Rocha, el luego fundador de la ciudad de La Plata.
Ya Bolivia, con sus zigzagueos, había pactado, vía Melgarejo, con Chile la división de la Puna de Atacama, que Bolívar había entregado a la Argentina. Por ello, tras la guerra, Chile devolvió a la Argentina la parte ocupada que se había reservado Bolivia, pero retuvo los 20.000 kilómetros cuadrados. Una guerra en la que militó entre los combatientes argentinos que se sumaron a las tropas peruano-bolivianas el luego presidente Roque Sáenz Peña, herido en un combate.
Las concesiones incluyeron la explotación por parte de Chile de los territorios guaneros y salitreros de Bolivia. Chilenos se volcaron en masa hacia esa zona al descubrirse el yacimiento de Caracoles lo que provoco la reacción boliviana.
Bolivia subió los impuestos a los chilenos. Chile ofreció devolver territorios a cambio de impuestos y concesiones. Aquella no acepto la propuesta, apoyada a desgano por Perú, por lo que el 14 de febrero de 1851, 172 años atrás, Chile ocupo el puerto de Antofagasta, al que anexó. El primero de marzo Bolivia declaro la guerra a Chile y el 5 de abril ese país hizo lo propio con Bolivia y Perú.
Chile, en su victoria, impuso gravosas condiciones a sus vencidos, incluyendo indemnizaciones a ciudadanos particulares. Bolivia quedo condenada a la mediterraneidad y a la perdida de recursos económicos de gran importancia. Perú, por su parte, perdió una provincia en lo inmediato y de hecho, a la postre, otras dos, y centralmente se quedo sin gran parte del negocio del guano. Aún hoy la cuestión de los límites marítimos chileno-peruanos forma parte de los intríngulis a resolver por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, Países Bajos. Los gobiernos argentinos, desde Alejo Julio Argentino Roca, durante cuyo mandato finalizó la guerra, en adelante, jamás reclamaron por esos 20.000 kilómetros cuadrados, equivalentes a cuatro quintos de la provincia de Tucumán.
 
 
 
 
 
EVO MORALES Y EL PERÚ
 
"Morales no mantiene en su país ni en el exterior el mismo liderazgo ni credibilidad tanto por su actitud autocrática como por desgaste político”.
 
La República de Perú (https://bit.ly/3KaXKnk)
 
Las relaciones entre el Perú y Bolivia, pese a los importantes elementos que las sustentan, no han sido siempre fluidas y despojadas de confrontaciones y diferencias. Sin embargo, nunca tales diferencias habían originado un grado de deterioro como el que han alcanzado desde el 2006, a partir de la asunción del presidente Evo Morales, cuando se evidenció el alto nivel de ideologización de su modelo de desarrollo económico y social, así como de su percepción del contexto internacionalen contraste con el del Perú.  
Morales es un dirigente de vasta experiencia política y el escenario principal de sus actividades ha sido el andino, en particular el altiplánico. Desde antes de su primera elección en el año 2006, desarrolló contactos con organizaciones sociales en el sur peruano vinculadas a la producción y consumo de hoja de coca, por su condición de líder sindical “cocalero”.
El proceso político social que encabezó desde los años 90 y que triunfó en el 2006 es resultado de una dinámica impuesta por los movimientos sociales afines y su confrontación con el modelo neoliberal vigente en la época en Bolivia.
Entre las múltiples acciones de “refundación” que Morales y su organización social y política Movimiento al Socialismo (MAS) llevaron a cabo para que su proyecto políticono se pudiera revertir, estuvo la asamblea constituyente, impuesta luego de huelgas y otras acciones de presión pública, así como fuertes confrontaciones con la oposición.
El objetivo era transformar la naturaleza estatal tanto en sus fines como en sus medios y consolidar un proyecto político nacionalista, autoritario, centralizado con fuerte matiz socialista e indigenista y plurinacional,sustentado en tres pilares del poder: sindicatos, movimientos sociales y la propia estructura partidaria.
Alcanzar este proyecto nacional subordinó todos los otros objetivos del Gobierno, incluyendo la política exterior. En este sentido, no existieron reparos gubernamentales para enfrentarse a aquellos Gobiernos que pudieran ser obstáculo para promover la denominada “diplomacia de los pueblos”, con el apoyo de Gobiernos afines como Venezuela y Cuba y la Alianza Bolivariana para los Pueblos  (ALBA), que incluyó una docena de países de la región.
En el caso de nuestro país, las diferencias en asuntos como la integración, el comercio internacional y el modelo político y social fueron entonces evidente y generaron intromisiones abiertas de Morales.  
El Perú es percibido en la zona andina de Bolivia como el país fronterizo con el cual los bolivianos tienen las mayores afinidades. Algo similar ocurre entre poblaciones peruanas vecinas en el espacio altiplánico. Tal percepción es utilizada por Morales para considerar que, “dentro de una perspectiva andina y altiplánica”, el proceso boliviano podría o debería influir en el proceso político peruano.
A este proceso de injerencia, contribuye el culto a su personalidad que alienta Morales, así como una histórica percepción sobre Lima, como centro de poder colonial y un Estado muchas veces ausente.
En este contexto, el golpe de Estado del expresidente Castillo ha estimulado la actividad de Morales frente al Perú y esta vez lo hace sin limitación, pues no ostenta cargo político alguno. Sin embargo, Morales no mantiene en su país ni en el exterior el mismo liderazgo ni credibilidad tanto por su actitud autocrática como por desgaste político. La crisis peruana le sirve para generar audiencia interna y en el sur peruano. Por ello, conviene no victimizarlo ni atribuirle mayor responsabilidad de la que corresponde, lo que lo favorece y no se condice con la realidad.
 
 
 
 
 
EL PRINCIPAL LÍDER OPOSITOR BOLIVIANO CUMPLE MES Y MEDIO EN LA CÁRCEL
 
Luis Fernando Camacho fue el artífice del golpe contra Evo Morales en el 2019
 
La Vanguardia de España (https://bit.ly/3K96dY9)
 
“Camacho, libertad”, reza el grafiti junto a la sede del Comité Cívico Pro Santa Cruz. Dentro, debajo de una placa que revindica el “engrandecimiento moral y material” de esta ciudad en el cálido Oriente de Bolivia, están apiladas decenas de sacos de arroz y fideos. “Son una donación para combatir el desabastecimiento que hubo debido a los bloqueos”, dice un miembro del comité.
No deja de ser curioso, porque los bloqueos en las carreteras de la región fueron montados en enero por el propio Comité Pro Santa Cruz en protesta por la detención del líder de la ultraderecha boliviana, Luis Fernando Camacho, gobernador del departamento de Santa Cruz.
Camacho, de 43 años, permanece en la cárcel de Choncoro, en La Paz, desde el 28 de enero, acusado de ser uno de los cabezas de la renuncia forzada del entonces presidente Evo Morales, en noviembre del 2019, que las autoridades políticas y jurídicas en Bolivia ya definen como un golpe de estado.
Allí se junta con Jeanine Áñez, la senadora de provincia a la que Camacho ayudó a aupar de la noche a la mañana a la presidencia tras el golpe contra Morales. Áñez fue condenada a diez años de cárcel, en junio del año pasado, por su papel en el golpe, y puede ser inculpada también en un segundo juicio conocido como Golpe II, referente a las duras actuaciones policiales en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto) que terminaron con un saldo de al menos 30 muertos, casi todos trabajadores y campesinos de las etnias aimara y quechua.
Pese a todo esto, Camacho es considerado un luchador por la libertad por las élites y la clase media cruceñas, que se mantienen en pie de guerra contra el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) del presidente Luis Arce, de la misma manera que se enfrentaron a Morales desde su primera victoria electoral en el 2005.
Tal es la indignación por el encarcelamiento que se ha planteado suspender el carnaval, la fiesta más importante del año con su icónica Reina del Carnaval, galardón concedido en el 2019, el año del golpe, a la mujer del mismo Camacho, la modelo Fátima Jordan. La propuesta salomónica: inspirar los diseños de las comparsas en la consigna “Rompamos las cadenas por la libertad y la democracia”.
Aunque todo suena a paz y democracia en la sede del Comité Pro Santa Cruz, “la presentación afable oculta el conservadurismo extremo, métodos violentos y sentimientos de odio hacia la pigmentación oscura de la piel”, sostiene el portavoz del Gobierno de Arce, Jorge Richter, en un mensaje mandado por WhatsApp.
Detrás del racismo está la conciencia de clase. Con sus políticas de redistribución mediante subidas del salario mínimo, nacionalización del gas y otras industrias, así como la redistribución de la tierra con un 22% ya en manos de los colectivos indígenas quechua y aimara, los gobiernos de Morales y, ahora, Arce son la némesis de las 40 familias que dominan la economía cruceña desde hace siglos. Eso sí, ambos presidentes han buscado con éxito alianzas con la agroindustria cruceña dando luz verde a la expansión de la soja y la ganadería hacia la frontera con Brasil
Camacho fue el artífice del golpe contra Morales hace tres años y medio. Entonces presidente del Comité Pro Santa Cruz, encabezó la marcha de cientos de seguidores armados de extrema derecha y policías amotinados hasta el palacio presidencial. “Jamás volverá Pachamama”, anunció el pastor que lo acompañaba.
Camacho reconoció públicamente que su padre había pactado con los militares forzar la renuncia de Morales. El apodado macho Camacho adoptó “un discurso lleno de testosterona para liderar la expulsión del presidente”, se explica en el nuevo libro de la periodista británica Linda Farthing y el abogado estadounidense Thomas Becker, titulado Coup (golpe). Coordinó el apoyo al golpe de Bolsonaro y de senadores de la derecha republicana en Florida.
Precursor de las tácticas de Bolsonaro y Donald Trump, Camacho abonó el terreno para el golpe al denunciar en los meses previos a las elecciones un inevitable fraude electoral. La Organización de Estados Americanos (OEA) ayudó a rematar el trabajo al denunciar fraude en la misma noche electoral.
Desde entonces, diversos expertos en Estados Unidos (de las universidades de Tulane y Harvard) y España (Universidad de Salamanca) han demostrado que el supuestamente fraudulento subidón del voto de última hora en favor de Morales respondió a un factor obvio: el fuerte apoyo al MAS en áreas remotas de la sierra andina cuyo recuento siempre se retrasa frente a ciudades como Santa Cruz. “Lo que ocurrió en noviembre del 2019 fue un golpe de estado: complejos factores nacionales en tándem con injerencia extranjera provocaron la expulsión de un líder legítimamente elegido”, resumen Farthing y Becker.
Todo quedó claro en las elecciones de finales del 2020. Arce arrasó y Camacho no llegó a un 14% de los votos, casi todos en Santa Cruz, donde fue elegido gobernador en las elecciones regionales del 2021. Tras el fracaso de tomar el poder nacional, las elites cruceñas vuelven a las reivindicaciones de la descentralización. “La oligarquía cruceña-transnacional enarbola el discurso del federalismo […] porque no tiene capacidad para crear un proyecto para todo el país”, dice el analista político de La Paz Áxel Arias.
Pese a ello, el encarcelamiento de Camacho genera un peligro para el Gobierno de Arce. Consciente de ello, el presidente intentó tender puentes a los cruceños en la disputa sobre la postergación del nuevo censo, que, dadas las últimas tendencias demográficas, debería ser favorable a la región. El Comité Pro Santa Cruz pidió los cambios correspondientes de sus cuotas en el Congreso. Arce aprobó una ley que cumple con algunas de las exigencias. Acto seguido el presidente fue tachado de ingenuo por el políticamente más experimentado (y más maquiavélico) Morales, que teme perder escaños andinos. “Chuquisaca, Potosí, Oruro y La Paz pierden uno o dos escaños. Esos escaños se van a ir a Santa Cruz”, advirtió Morales.
Por eso, según sostiene el exministro de Morales Pablo Solón, se puede entender la detención de Camacho como parte de una batalla del poder dentro del MAS entre Arce y Morales. La detención ha servido para desactivar la condena al Gobierno desde las bases del MAS más próximas a Morales. “Se detuvo a Camacho en gran medida por una disputa interna”, sostiene Solón.
 
 
 
 
 
BOLIVIA RECUERDA: «SACABA Y SENKATA: NOVIEMBRE EN LA MEMORIA»
 
La Ventana de Cuba (https://bit.ly/3YTN5kS)
 
La despertó un petardo de tres tiros. Uno tras otro, los estallidos reventaron en el aire cortando el rumor continuo de la avenida. Esas dos vías tenían solo un par de horas de quietud en la madrugada, el resto del tiempo bullían de autos y camiones. Los petardos, sin embargo, eran ajenos, anunciaban algo peor que el tráfico.
Este es un fragmento del cuento «Cien metros» de la escritora Claudia Michel, ganador del primer lugar en esta categoría y que ha sido recogido en la antología Sacaba y Senkata: noviembre en la memoria, preparada por la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), como resultado de la 6ta Convocatoria Letras e Imágenes de Nuevo tiempo, que da cuenta a través de documentos académicos, históricos, políticos y artísticos de las horribles masacres perpetradas por el gobierno de facto de Jeanine Añez en los territorios de Sacaba (Huayllani) y Senkata (El Alto), en las que perdieron la vida jóvenes de origen quechua y aymara, en el mes de noviembre de 2019; hechos que constituyeron, sin duda, un parteaguas en el transcurso de la historia contemporánea de Bolivia.
Sacaba y Senkata: noviembre en la memoria se convierte en el relato crítico desde el ensayo, el cuento, la dramaturgia, y la fotografía testimonial y artística, de esa represión sangrienta que quisieron silenciar o tergiversar medios de comunicación y escritores funcionales al régimen de facto. 
Este compendio, que funciona como un gran testimonio de los terribles días vividos por el pueblo boliviano tras el derrocamiento del presidente Evo Morales, llegó a la Casa de las Américas, en el contexto de la Feria Internacional del Libro de La Habana, de la mano de Pelagio Condori Yana, viceministro de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización del Estado Plurinacional de Bolivia, y de Luis Oporto Ordóñez, presidente del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
La fundación convocó a su principal concurso con este tema, en contra de quienes denostaron su incursión en temas dizque políticos, y recibió una gran acogida, pues participaron 129 propuestas frente a los tradicionales cuarenta y pocos trabajos enviados a los distintos eventos. Su objetivo, dejar registrado en la memoria, para que no se vuelvan a cometer estos actos de barbarie, de lesa humanidad, explicó Luis Oporto.
Indicó también que esta antología se levanta ante el hecho paradójico, de que cuando la Comisión de la Verdad estaba entregando el informe que analiza las muertes de las dictaduras desde 1964 hasta 1982, justo en ese momento en Bolivia se habían suscitado dos nuevas masacres, que corrían el riesgo de ser desvirtuadas por la oligarquía, de ser invisibilizadas. 
Además, es el correlato coherente con el reforzamiento de “la conciencia de clase y la identidad del pueblo boliviano que fue crucial para recuperar la democracia en las elecciones de octubre de 2020”, como aseveró Luis Oporto en las páginas iniciales del volumen, donde luego añade: “Eso quiere decir que Sacaba y Senkata constituyen la reserva histórica del pueblo que acudió a las urnas, expresando la voluntad del soberano con el 55% de los votos, con los que se eligió al presidente Luis Arce Catacora y al vicepresidente David Choquehuanca. 
Los autores recogidos en el libro se preocupan, con honestidad intelectual, desde el análisis, quizás más racional, y desde la creación artística, por lo ocurrido en Sacaba y Senkata; y lo dejan expuesto en sus trabajos para que no quede la posibilidad de que sean otra vez la muerte, la impunidad de los represores, las vidas jóvenes segadas, “eso peor” que vivió Bolivia.
 
 
 
 
 
MOSCÚ ESPERA QUE PRESIDENTE BOLIVIANO VISITE RUSIA EN 2023: EMBAJADOR RUSO
 
Moscú espera que el presidente de Bolivia, Luis Arce, realice una visita oficial a Rusia este año, dijo a Sputnik el embajador ruso, Mikhail Ledenev.
 
Urdu Point de Rusia (https://bit.ly/3xuJu0Z)
 
Moscú espera que el presidente de Bolivia, Luis Arce, realice una visita oficial a Rusia este año, dijo a Sputnik el embajador ruso , Mikhail Ledenev.
“Tenemos en agenda una visita importante del presidente Arce, tiene una invitación de Rusia . Esperamos que esta visita se realice en el transcurso de este año”, dijo el embajador.
El diplomático afirmó que las relaciones ruso-bolivianas se han desarrollado positivamente en los últimos tiempos.
“ Bolivia es uno de nuestros principales socios y aliados en América Latina. Durante el último año hubo una importante comunidad de nuestras posiciones en organismos internacionales.
Bolivia se abstuvo o votó en contra de iniciativas y resoluciones contra Rusia y en algunos casos expresó su apoyo a nuestros candidatos a diferentes cargos en organismos internacionales”, agregó Ledenev.
El embajador también recordó que a principios de año, Arce sostuvo una reunión con la presidenta de la cámara alta rusa , Valentina Matvienko, durante la cual le propuso lanzar una comisión intergubernamental sobre comercio y cooperación económica entre los dos estados.
 
 
 
 
 
PELIGROS DEL NARCOESTADO
 
Revista Analítica de Venezuela (https://bit.ly/3K5KoZB)
 
Vengo refiriéndome a este delicado tema, desde ya hace muchos años, y nada indica que será la última vez. Decía en un artículo escrito el 04-03-11, titulado Narco Chavismo Viento en Popa: “Estamos acostumbrados a la deidificación de la dizque hoja “sagrada”, con el aumento desmesurado de la producción de coca; incluso en parques nacionales y reservas forestales, con los partidos financiados con la coca, con el hecho que el propio Presidente sea también Presidente de los cocaleros, con las narco-hermanas Terán, con el narco-amauta de Evo, con los narco-asesores, con el narco-general, con las narco mises, con los narco-aviones, con la presencia de carteles internacionales de la droga y con los ajustes de cuenta entre mafias.
El peligroso incremento del tráfico y consumo de drogas en Bolivia, no está siendo tratado con la debida seriedad que corresponde, ni por el gobierno, ni por el Estado.
En los años ochenta se dio el primer pico del narcotráfico en Bolivia y en la actualidad se está dando el segundo. Antes interceptaban kilos, al presente se interceptan toneladas. Si en los años ochenta fue un turbión, actualmente es un tsunami”.
Decía en otro artículo escrito el 01-04-11, titulado Necesitamos una Cumbre Antidrogas: “ante la falta de una política antidroga del Gobierno de Evo Morales; por decir lo menos, es necesario que la sociedad se organice y reaccione, dentro de las posibilidades que nos da la Democracia.
La sociedad necesita buscar mecanismos para poderse defender de este terrible mal, que no termina de ser comprendido a cabalidad. Muchos ciudadanos ven con buenos ojos los 700 millones de Dólares, que según el Vicepresidente García Linera, ingresan al país por la exportación de cocaína. Sostienen que le hacen bien a nuestra economía. Esta es una brutal miopía. Nada justifica la destrucción de la moral pública. De qué le sirve a alguien la presencia de los narco-dólares en su vida si tiene un hijo drogadicto, o si la delincuencia no le permite ni siquiera sentarse tranquilo en una plaza. Tenemos que reconocer que hemos perdido la guerra contra la cocaína en Bolivia.
Ante este trágico estado de cosas, planteo la urgente necesidad de realizar una cumbre antidroga, antes que sea demasiado tarde.
Aunque puede haber muchas variaciones de esta idea, sugiero lo siguiente: realizar una “Cumbre Antidroga en Santa Cruz”, la ciudad más damnificada por el narcotráfico. Recomiendo que ella sea realizada por todas las autoridades departamentales elegidas por el voto popular, con la adición del Gobierno Moral de los Cruceños, nuestro Comité pro Santa Cruz. Es necesaria la presencia internacional con la ONU, la OEA y también representante de países interesados como: Brasil, Chile, Argentina, Paraguay, Perú, Estados Unidos de Norte América, la Comunidad Económica Europea y otros.
Esta cumbre tendrá por objetivo dar un grito de dignidad al mundo entero, mostrando que somos una sociedad limpia, que no quiere convivir con el narcotráfico. Y la meta, obligar al gobierno a tener una verdadera política antidroga. Así mismo, pedir el apoyo de la comunidad internacional, para erradicar de nuestras vidas la temible amenaza”.
¿Qué se puede aumentar a esto el 2023, a 12 años de lo expresado? Solo las palabras de Cesar Gaviria, Ex Presidente colombiano y Ex Secretario General de la OEA: “Los colombianos nos descuidamos, miramos para otro lado muchos años y cuando menos pensamos, el narcotráfico puso en jaque al país, las instituciones y la democracia y mató a dos candidatos presidenciales”.
 
 
 
 
 
TARAPACÁ: CÓMO EL NORTE DE CHILE SE CONVIRTIÓ EN LA REGIÓN MÁS VIOLENTA
 
El fiscal Raúl Arancibia atribuye el alza de crímenes a bandas foráneas que entraron de forma ilegal, pero pide evitar entrar en un discurso xenóbofo: “El problema no es la migración, sino la delincuencia extranjera”
 
El País de España (https://bit.ly/3XrNWsd)
 
En enero de 2022, el comerciante chileno Nelson Murúa Páez, de 67 años, fue asesinado en la región de Tarapacá, unos 1.800 kilómetros al norte de Santiago. Ese homicidio violento, uno de los 52 que hubo el año pasado en la zona marcó un hito: era el primer caso registrado en el que la víctima de secuestro no estaba relacionada con la delincuencia. Y se produjo en un área del país, el norte, en el que la delincuencia está escalando de manera rampante.
Según cifras de la fiscalía, el año pasado Tarapacá lideró la tasa de homicidios en Chile, con 12,9 casos por cada 100.000 habitantes, mientras el promedio nacional es de 3,6. Murúa había sido secuestrado dos días antes por una banda que pidió un rescate a su familia de 50.000.000 de pesos chilenos (unos 62.500 dólares), que no logró juntar. Los miembros de ese grupo, de origen venezolano, ya han sido detenidos. Pese a que el año pasado saltaron todas las alertas, en 2017 en esa región hubo una primera señal que dio cuenta de que algo empezaba a cambiar: la ejecución de Rosalva Gómez, una mujer boliviana de 26 años, que fue asesinada por miembros de una organización colombiana. El grupo buscaba a su pareja, un ciudadano colombiano que está desaparecido hasta hoy.
“Por interceptaciones telefónicas supimos que al jefe de la organización le preguntaron ¿qué hacemos con ella? ‘Mátenla’, respondió. Esa banda está totalmente desarticulada”, cuenta Raúl Arancibia, fiscal regional de Tarapacá, en entrevista con EL PAÍS. “Los homicidios de Rosalva Gómez y de Nelson Murúa fueron una voz de alarma gigantesca. Nos dieron la pauta de que comenzábamos a enfrentar delincuencia extranjera con otras formas de actuar que, hasta ese momento, eran desconocidas para nosotros”. El fiscal achaca las nuevas pautas identificadas en la delincuencia a la llegada al país de bandas foráneas que emplean métodos hasta ahora desconocidos. Pero pide evitar entrar en un discurso xenófobo. “Acá el problema no es la migración, sino la delincuencia extranjera. En Iquique siempre hemos convivido con extranjeros. Y, por la zona franca, son de distintas nacionalidades. Esta no es una ciudad xenófoba, por el contrario. Pero la delincuencia es otra cosa”, agrega.
En cuatro años, los homicidios en Tarapacá subieron un 108%. En lo que va de 2023, los asesinatos suman doce, de los que siete ocurrieron en los primeros 16 días del año. El auge de la criminalidad ha generado protestas en la zona. Además, ha hecho que el fiscal nacional de Chile, Ángel Valencia, que asumió el cargo a mediados de enero, nombrase a Arancibia para investigar 20 asesinatos ligados al crimen organizado. Varios de ellos son de 2022 y tienen una característica común: violencia extrema y autores desconocidos. Su designación fue tras el ataque a una pareja -la mujer fue asesinada y el hombre quedó herido-, en un mirador de Alto Hospicio, una comuna vulnerable situada a 10 minutos de Iquique y que, en proporción, es la que tiene mayor tasa de homicidios en Chile. Es la misma zona donde estuvo secuestrado Murúa Paéz y fue asesinada Rosalba Gómez.
“La situación de Alto Hospicio es quizás la expresión más dramática de la crisis gemela que atraviesa el norte de Chile: migratoria y de seguridad pública. Y digo que son gemelas no porque criminalice la migración —creo que la mayoría de los migrantes son gente honesta— pero infiltrados en estos enormes flujos que supuso el desplazamiento de ciudadanos principalmente venezolanos, han llegado mafias transnacionales con alto poder de fuego”, dice el alcalde de Alto Hospicio Patricio Ferreira.
Así, a los delitos que caracterizan a esta región, como tráfico de drogas a gran escala por la frontera con Bolivia, se ha sumado el tráfico de personas, los secuestros extorsivos, los homicidios con una forma de comisión más violenta y, algo impensado en Chile hasta hace poco, el sicariato. |Ahora hay muchos homicidios por ajuste de cuentas y muchos de ellos son filmados como una forma de demostrar de que ‘se cumplió el encargo’. Es mucha la violencia, mucha la crueldad y con un ensañamiento al que no estábamos acostumbrados”, explica el fiscal.
Para enfrentar esta nueva realidad, que también se ha extendido a otras regiones del norte como Arica, y el aumento de criminalidad generalizado en el país, el Gobierno de Gabriel Boric presentó en diciembre ante el Congreso varios proyectos de ley, entre ellos uno para agravar las penas para los secuestros y otro para tipificar el delito de sicariato. Según la Policía de Investigaciones (PDI), los homicidios en Chile tuvieron un incremento de un 32% en 2022 con respecto a 2021. Asimismo, encuestas como la del Centro de Estudios Públicos (CEP) indican que la seguridad es el primer problema que debe resolver el Ejecutivo.
Nuevas formas de criminalidad
Raúl Arancibia nació en Iquique, la capital de la región de Tarapacá. Es una ciudad turística conocida por sus playas, en especial la llamada Cavancha. También por su zona franca. “Una de las cosas en que he venido insistiendo es que debemos dejar de pensar que estas cosas no van a pasar en Chile. Me refiero a los secuestros, que antes eran solo entre delincuentes, y a los sicariatos. Tenemos que prepararnos, porque el norte del país fue cambiando y no hay vuelta atrás. Ya nunca va a ser el Iquique que conocí cuando yo iba al colegio”, dice el fiscal.
Según los datos que maneja su fiscalía, los extranjeros en esa zona de Chile son tanto victimarios como víctimas. En Tarapacá, el 32% de las víctimas de homicidios ocurridos en 2022 habían nacido fuera del país. Y de los imputados conocidos, un 37% son extranjeros, mientras que el 45,7% de los privados de libertad en la región a finales del año pasado eran también de fuera.
El ataque a dos policías chilenos en la playa Cavancha frente a veraneantes en enero de 2022 llevó a Arancibia a visibilizar a nivel nacional lo que ocurría en su zona: “Empecé a dar una voz de alerta de que el norte del país, de que específicamente la frontera que une Tarapacá con Bolivia, por donde casi la totalidad de los inmigrantes ingresa en forma ilegal, que los pasos no habilitados fueron poco a poco siendo dominados por delincuencia extranjera y por organizaciones criminales. Por ahí entran las drogas. Y son las mismas rutas que se usan para el tráfico de armas, el tráfico de personas, el contrabando y por donde salen los vehículos robados en Santiago por las encerronas para ser transados por armas, drogas o dinero”, denuncia.
La migración ilegal entra por la frontera cerca de Colchane, una localidad ubicada a unos 150 kilómetros de Iquique. Desde allí, muchas personas se han ido distintas partes de país; otras tantas a Iquique y a Alto Hospicio. En esta última comuna, describe el fiscal, en los asentamientos irregulares hay bandas que tienen atemorizada a la población y que “cobran por cualquier actividad que pueda desarrollarse, incluido vivir allí”.
Según el alcalde de Alto de Hospicio, hay grupos criminales que se dedican no sólo al tráfico de drogas, sino también “a la trata de personas, la extorsión y el contrabando, líneas criminales que requieren de creciente control territorial. “El temor hacia los grupos criminales se mantiene vigente en la medida que se sostengan como amenazas creíbles. Por eso vienen este otro grupo de delitos, destinados a la coerción, como es el sicariato, el secuestro o la tortura”, explica.
Crímenes por resolver
Los 20 homicidios que debe esclarecer Arancibia fueron escogidos con pinzas, pues son un botón de muestra de lo que ocurre en Tarapacá. En rigor, son esos 20 y los que se sumen. Uno de los que engrosó la lista ocurrió esta semana. La víctima fue un ciudadano colombiano al que le tocaron la puerta de su casa y le dispararon en el tórax. “No murió en ese instante, corrió hacia el interior y se trató de refugiar en el dormitorio, pero los autores lo arrastraron y le dispararon dos tiros en la cabeza. A eso es a lo que no estábamos acostumbrados”.
De esos 20 casos, ya se han resuelto dos. Uno de ellos fue el crimen de una joven boliviana ocurrido en Pozo Almonte, una localidad ubicada a unos 40 kilómetros de Iquique. “Ella atendía un almacén de barrio, pequeñito. Fue maniatada, amordazada y asesinada a puñaladas para robar el dinero de sus ventas. Fue detenido un ciudadano venezolano que había huido del país y, cuando pensó que las cosas se calmaron, volvió a entrar y lo detuvimos. Confesó”.
El 8 de febrero también sedetuvo a dos personas por el ataque a la pareja en el mirador de Alto Hospicio. Pero de la lista quedan muchos casos por resolver. Entre ellos, el de una pareja extranjera que en enero apareció calcinada dentro de un auto en un sector costero de Iquique. “No es el primer caso de este tipo, pues hay otras personas que han sido calcinadas después de muertas. Hay víctimas que tienen signos de torturas, con heridas cortopunzantes además de balazos”, advierte Arancibia.
Frente a este panorama, organizaciones civiles pidieron no vincular la ola de delincuencia exclusivamente a la migración. La directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de Chile, Waleska Ureta, pidió en una columna en el diario La Tercera “no crear enemigos internos ni animosidad ante grupos específicos de personas como si fueran las causantes de todos los problemas”. “Para que Chile sea un lugar seguro, nadie puede poner en duda que el crimen debe ser perseguido eficazmente y quien delinque, sea quien sea, debe enfrentar a la justicia en un debido proceso”, escribió. “Junto con el trabajo de la justicia, las autoridades deben ser capaces no solo de impulsar las medidas de control y prevención que se requieren, sino que también deben transmitir tranquilidad a la población y promover la cohesión social”.
“Los procesos de exclusión e informalidad en que se da la migración de muchas personas crean contextos de alta vulnerabilidad y descomposición del tejido social, que se transforman en ventanas de oportunidad para el crimen organizado transnacional”, añadió. “Mientras más informalidad y exclusión tengamos, más espacios para el desarrollo de actividades ilegales y violentas habrá”. Y dijo que como servicio les consta que “las personas migrantes son las primeras en querer que haya orden y seguridad en Chile, pues ello les permitirá no ser víctimas de delitos ni sufrir violencias, así como también insertarse y contribuir al país”.
 
 
 
 
EXTREMOS CLIMÁTICOS: INTENSAS LLUVIAS Y SEQUÍAS AFECTAN A CASI MEDIO MILLÓN DE FAMILIAS EN BOLIVIA
 
Hasta el momento, las inundaciones han dejado dos personas fallecidas y más de 13 mil familias afectadas en los departamentos de Santa Cruz y La Paz. Por otro lado, las sequías ha afectado a 486 mil familias en siete de los nueve departamentos que conforman el país.
 
Revista Mongabay de Indonesia (https://bit.ly/3IpKYA5)
 
Bolivia enfrenta dos desastres al mismo tiempo: sequías e inundaciones. Dos eventos climáticos que no dan tregua al país con cifras de familias damnificadas que casi alcanza el medio millón.
Las fuertes lluvias presentes desde inicios de 2023 han dejado, hasta el momento, dos personas fallecidas y han afectado a por lo menos 13 mil familias en 13 municipios: nueve en el departamento de Santa Cruz y cuatro en el departamento de La Paz, según ha informado el Viceministerio de Defensa Civil.
En contraste, en lugares como el Chaco y la Amazonía boliviana, las sequías y heladas han afectado a más de 486 mil familias en siete de los nueve departamentos de Bolivia: La Paz, Oruro, Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Tarija. El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras ha indicado que son más de 2 800 comunidades afectadas.
«Los eventos se están volviendo mucho más fuertes en periodos más cortos», señala Michelle Vásquez, especialista en medio ambiente del Área de Gestión de Riesgos del Servicio de Hidrología y Meteorología (Senamhi) de Bolivia.
Vásquez explica que la sequía no era un evento muy recurrente en el territorio boliviano. Las inundaciones, dice, sí eran más frecuentes, pero en los últimos años, aproximadamente desde el 2016, las afectaciones por la falta de agua son más fuertes y recurrentes.
«En los próximos meses —continúa la especialista— no tenemos un escenario favorable, las proyecciones que se tienen es que habrán menos precipitaciones, por tanto, es muy probable que la sequía continúe».
Un largo período de sequía
Por tercer año consecutivo, la sequía ha afectado a Bolivia. En el actual periodo, el déficit en las lluvias comenzó durante el año 2022 y se ha extendido hasta la actualidad. Vásquez señala que, de acuerdo a los pronósticos del Senamhi, la reducción en las precipitaciones con relación a sus valores normales continuará por lo menos en los próximos tres meses.
«En Bolivia y en otros países siempre hay una fluctuación climática natural, por tanto, hay años hidrológicos mucho más húmedos y otros  más secos. Sin embargo, en los últimos tiempos, los años secos y aquellos donde hay eventos de inundación se están haciendo más extremos», señala Marlene Quintanilla, directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).
Quintanilla señala que desde el año 1980, Bolivia ha atravesado distintos cambios en el clima. Según los análisis realizados por FAN, entre 1980 y 2020 la temperatura media anual ha subido 0.5 grados centígrados en algunas regiones del país y en otras por encima de 1 grado centígrado.
La experta de FAN explica que el régimen de lluvias también está cambiando. Con información de Senamhi, Quintanilla destaca que desde 1980 el patrón de lluvias ha disminuido en 11 % en muchas regiones del país y, en los meses más secos —agosto, septiembre y octubre— la lluvia se ha reducido hasta 36 %.
Quintanilla señala que una mayor temperatura y, al mismo tiempo, la reducción de la lluvia «es una combinación catastrófica porque hay una extrema sequía en la época seca que antes solía ser de dos a tres meses, pero en las últimas décadas se ha incrementado a más de cuatro meses».
Oscar Mendoza, especialista en Estrategias de Gestión del Riesgo y Resiliencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Bolivia, habla de una sequía prolongada que empezó entre junio y julio de 2022 y que ha estado relacionada con los incendios forestales.
Mendoza destaca algunas de las consecuencias que ha tenido la disminución de las precipitaciones en los últimos 20 a 25 años. En el Altiplano, los Valles y el Chacolos, por ejemplo, están «los retrasos en la siembra de verano de cultivos claves para la seguridad alimentaria como la papa o el maíz que se siembran aprovechando las lluvias».
El funcionario de la FAO asegura que se trabaja en sistemas de monitoreo que permitan la prevención de la sequía meteorológica, agrícola, hidrológica y también la socio-económica. En ese sentido, Mendoza explica que, por ahora, no se ha llegado a los niveles de la temporada 1982-83, cuando se enfrentó una sequía de 19 meses que provocó una fuerte migración.
Los efectos de las inundaciones
En el otro extremo están las recientes inundaciones con precipitaciones por encima de los normal que también están afectado a Bolivia. Como explica Michelle Vásquez, del Senamhi, en muchos lugares «lo que debía llover en un mes se ha  precipitado en un día».
Marlene Quintanilla, de FAN, señala que son varios los factores que están agudizando las sequías y las inundaciones. Uno de ellos es el cambio climático que, además, se acelera por las transformaciones que realizan las personas en los ecosistemas.
Sobre las inundaciones, Quintanilla precisa que son las personas las que se están acercando a las zonas de amenazas o riesgos naturales, ya que cada vez hay más centros poblados cerca a zonas de humedales o lugares a donde llega el agua de manera natural.
Un tercer factor —agrega Quintanilla— es que se ha modificado la cobertura natural de los suelos que eran como un freno y un regulador natural de los caudales. «A medida que vamos haciendo más cambios en las cuencas, ya sea porque hay más ciudades y más gente viviendo en estas áreas o porque se está ampliando la agricultura y ganadería, las inundaciones son más intensas».
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) del departamento de Santa Cruz ha reportado la afectación de por lo menos 60 000 hectáreas de cultivos de soya, maíz y sorgo por efecto de las inundaciones.
Un análisis realizado por la Fundación Tierra, sobre los desastres climáticos en Bolivia, indica que desde hace tres años se atraviesa un periodo extendido de sequía principalmente por el fenómeno de La Niña.
Según la Organización Meteorológica Mundial —organismo que forma parte de las Naciones Unidas—, las condiciones de un episodio de La Niña se instalaron en el Pacífico en septiembre de 2020 y se han mantenido durante todo este tiempo, excepto en el verano boreal —de junio a setiembre— de 2021.
La Fundación Tierra indica que debido a la presencia de La Niña se han extendido los meses secos en Bolivia, eso provoca que el período de lluvias se concentre en muy pocos meses. Sin embargo, no es la única causa de lo que está ocurriendo en el país; a este evento meteorológico se suma la deforestación como un problema que agrava los desastres.
«Lo deseable es que la lluvia tenga una circulación natural. Ahí juegan un papel importante las zonas boscosas, pero cuando la deforestación es alta, el recurso agua, en lugar de recircular en la atmósfera, se queda en la tierra como aguas subterráneas y provoca, a mediano plazo, la aparición de fenómenos climáticos más severos», explica Gonzalo Colque, investigador de la Fundación Tierra en un artículo publicado en su página de internet.
Hasta hace algunos años, la temporada de lluvias duraba entre cuatro a cinco meses, pero ahora, por los dos factores antes mencionados, se concentran en dos meses, incluso en semanas y hasta en días, se explica en el artículo.
Colque también advierte que estos cambios atmosféricos tendrán consecuencias a corto y mediano plazo: el primero será la desertificación que luego afectará la fertilidad y la productividad agrícola, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria en el país.
El gobierno de Bolivia ha dispuesto ayuda humanitaria para las familias afectadas por las sequías e inundaciones mediante el envío de alimentos como arroz, azúcar, aceite y otros productos, así como la instalación de bombas de agua.
 
 
 
 
EL ALTIPLANO DE BOLIVIA, EN JAQUE POR SEQUÍA, HELADA Y CAMBIO CLIMÁTICO
 
RFI DE Francia (https://bit.ly/4188Nns)
 
Decenas de hileras de surcos lucen vacías en un vasto campo arado del altiplano de Bolivia. Debería estar lleno de papas listas para la cosecha, pero la helada y la sequía pudieron más en esta región azotada por el cambio climático.
Como muchos campesinos aimaras de la zona, Cristóbal Pongo consagró su vida al cultivo de papa.
"Nuestra entrada es papa no más. Cosechamos, vendemos… Es nuestro sustento, de nuestra familia, para estudiar nuestros hijos", explica el agricultor de 64 años, de rodillas en su campo a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Pero, este año, Pongo no tendrá nada para vender en el mercado de Calamarca, a 70 kilómetros de La Paz.
"La helada se ha llevado la papa… Ya no retoña, fíjate: se ha muerto", lamenta mientras camina entre los cadáveres de sus plantas buscando alguna sobreviviente.
La escasez ha multiplicado el precio del tubérculo incluso por siete: casi dos dólares por kilogramo en algunos mercados de Bolivia, donde la pobreza era de 36% en 2021, el dato oficial más reciente.
Lluvias demasiado tardías y heladas en verano fueron la combinación letal que exterminó la cosecha, algo que, según expertos, no es casual.
"Particularmente el altiplano… es vulnerable a cambios (en el clima) y estos cambios se están manifestando ahora: hay un déficit de lluvia", adiverte Luis Blacutt, experto en física de la atmósfera de la boliviana Universidad Mayor de San Andrés.
La razón, aclara, es que la región recibe hasta el 70% de sus precipitaciones anuales solo entre noviembre y marzo, pero, el año pasado, la lluvia llegó solo a finales de diciembre.
Ese retraso también causó estragos en la región andina del vecino Perú, que en diciembre declaró un estado de emergencia de 60 días en más de 100 distritos por la sequía.
Hay más de 4.000 variedades comestibles de papa, el tercer cultivo alimenticio más consumido por humanos luego del arroz y el trigo, y la mayoría se encuentra en los Andes de Sudamérica, según el Centro Internacional de la Papa, con sede en Lima.
"Graves consecuencias"
Blacutt no está solo en sus observaciones sobre el cambio climático en el altiplano. Ya en 2010, un estudio de la revista Annals of the Association of American Geographers anticipó que "cambios en el clima del altiplano podrían tener graves consecuencias sobre el manejo del agua y la agricultura indígena".
Además, una investigación publicada en 2019 por Frontiers in Environmental Science "confirma la influencia del forzamiento climático de origen humano en… los cambios negativos de precipitaciones en el Altiplano durante las últimas décadas".
Mientras tanto, Pongo no sabe cómo sobrevivirá esta temporada. No habrá cosecha hasta abril y deberá esperar hasta finales de octubre para volver a sembrar.
Si las lluvias no llegan para esa fecha, tendrá que esperar porque necesita que la tierra esté húmeda para que las papas germinen. Si espera demasiado, las heladas invernales, que se adelantan cada vez más, podrían destruir una vez más el fruto de su trabajo.
Ante la incertidumbre, él y algunos vecinos han instalado invernaderos con el apoyo del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), una oenegé local.
"Si no se puede producir a campo abierto, de alguna forma se puede producir en ambientes controlados como son las carpas solares", asegura Orlando Ticona, técnico de Cipca que no pudo precisar cuántas familias han recibido invernáculos.
Sin embargo, aunque garantiza el autoabastecimiento, la producción en invernaderos en la zona aún se limita a superficies pequeñas.
"No tengo esperanza", dice Pongo sobre sus cultivos de este año al contemplar la tierra muerta. Pero ya piensa en el año que viene: "Si llueve, va a haber buena producción", remata, optimista.
 
 
 
 
 
BOLIVIA DESCARTA ESCASEZ DEL DÓLAR Y GARANTIZA ESTABILIDAD DEL SISTEMA FINANCIERO
 
Xinhua de China (https://bit.ly/3K59xUc)
 
La estatal Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) garantizó hoy martes la estabilidad del sistema financiero en Bolivia y descartó que se experimente una inusual demanda de dólares o una escasez de esa divisa.
El director general ejecutivo de la ASFI, Reynaldo Yujra, informó en una conferencia de prensa que la demanda de dólares en el país en las casas de cambio es "típica y normal", respetando las bandas del tipo cambiario y sin especulaciones.
"El tipo de cambio en el país se ha mantenido dentro de las bandas que han sido definidas. Tenemos la seguridad de que el sistema financiero en Bolivia no corre ningún peligro, ninguna amenaza respecto a los comentarios de una desaparición de la divisa", manifestó ante los periodistas.
Las medidas del Gobierno para captar divisas del sector privado están causando inquietud en la población, según analistas.
Algunos medios de prensa publicaron esta jornada que algunas casas de cambio manifestaron que hay menos personas que quieren vender dólares y más gente que quiere comprarlos.
A decir de la principal autoridad de la regulación del sistema financiero, por el momento no se evidenció una conducta del mercado que pudiera estar reflejándose en una escasez de la divisa norteamericana.
A su turno, en la misma rueda de prensa, la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros del Ministerio de Economía Ivette Espinoza mencionó que las casas de cambio son entidades de servicio comunitario, que son reguladas por la ASFI y, por tanto, también respetan los márgenes que se les da para la adquisición y para la venta de los dólares.
Criticó que algunos analistas actúen de forma política, tergiversen la información y generen incertidumbre y preocupación innecesaria. "La gente, como consecuencia de los comentarios de analistas, se muestra alarmada y acude a comprar dólares, pese a que no lo necesita", aseveró.
Recordó que todas las cuentas de ahorro y depósito, en promedio están constituidas por el 92,7 por ciento en moneda boliviana.
Manifestó que, en 2022, a pesar de un contexto internacional adverso, caída del precio del oro, mayores subvenciones, menores flujos de deuda externa, retraso de los pagos de venta de gas, arancel cero por importaciones de bienes de capital, las reservas internacionales bolivianas se estabilizaron y el país tiene solvencia para evitar complicaciones en el tipo de cambio.
Destacó la política de bolivianización que permite mantener el tipo de cambio inamovible desde noviembre de 2011 y enfrentar las presiones inflacionarias externas.
En consecuencia, enfatizó que en 2023 se trabajará para conservar la estabilidad cambiaria para dar mayor certidumbre a la población boliviana.
 
 
 
 
 
LA ESCASEZ DE COMBUSTIBLE Y DE DÓLARES EN BOLIVIA EVIDENCIA EL DESCALABRO ECONÓMICO DE ARCE
 
La Gaceta de España (https://bit.ly/3S88Vz5)
 
La economía de Arce y su modelo se derrumba con cada día que pasa. Ha comenzado 2023 con un nivel de reservas -sobre todo en divisas- del Banco Central cada vez más reducido y con necesidades urgentes de dólares para importar combustibles y así satisfacer un mercado interno con elevadísimas subvenciones en todo ámbito.
El régimen ha atribuido la caída de las reservas a un entorno internacional poco favorable de guerra en Ucrania, una inflación muy elevada, que es fruto de los estímulos monetarios de los bancos centrales al menos desde 2020, y el incremento de tasas de interés por parte de los mismos justamente para tratar de controlar toda esa inflación acumulada, lo cual, por cierto, constituye una magnífica ilustración del fracaso de las políticas keynesianas del intervencionismo que abrazó la gran mayoría de gobiernos alrededor del mundo, pero que Arce aplica desde que fue titular de Hacienda de Morales en 2006.
Lo cierto es que la explicación de la escasez de dólares comienza primero con la política de bolivianización o nacionalización monetaria que el Banco Central de Bolivia (BCB) inició ya en 2004, cuando quien presidía el ente emisor era Juan Antonio Morales, un par de años antes de que el Movimiento al Socialismo (MAS) tomara el poder.
Luego, con la nacionalización del gas el primer día de mayo de 2006, que se vio inmediata y casualmente beneficiada por el contexto internacional extraordinariamente positivo para las materias primas y los países que tradicionalmente las producen y exportan (el barril de petróleo pasó de cotizar $65 en enero de 2006 a $134 en junio de 2008), Evo Morales, el MAS y Arce tuvieron la oportunidad de incrementar el gasto público y dilapidar las reservas del BCB como nunca antes en la historia del país.
Más tarde, cuando el precio del barril de petróleo cayó de $105 en junio de 2014 a $30 en febrero de 2016, las reservas comenzaron a estabilizarse no porque Morales y Arce decidieron recortar el gasto público en congruencia con la caída de ingresos, sino porque decidieron sustituir los ingresos del gas con un alarmante incremento de la deuda pública para seguir financiando el mismo nivel de gasto o incluso más.
El asunto es que durante todo ese período sucedió algo que solamente en las últimas semanas el titular de Hacienda de Arce, Marcelo Montenegro, se ha visto forzado a reconocer, que tanto el ‘mar de gas’ del que hablaba Luis Sánchez, el ministro de Hidrocarburos de Evo Morales, era mentira, como que la política de exploración de gas es un auténtico fracaso, a falta de inversión privada extranjera.
Para mayor colmo y descaro, ahora, en algo que parece ser parte de su campaña electoral para 2025, el jefe cocalero también ha reconocido que las subvenciones que arrastró e incrementó durante su régimen son ‘exageradas’. En consecuencia, ahora se prepara para enviar un plan de recuperación económica para ayudar al hermano Arce.
No obstante, Morales tiene razón en algo: Arce Catacora necesita ayuda con urgencia, porque el nivel de improvisación para evitar el colapso cambiario es tan grande como peligroso. El presidente izquierdista ha implementado recientemente cinco medidas para tratar de incrementar las reservas del BCB, entre las que destacan la compraventa de las reservas de oro físico para liquidarlas y obtener dólares, y ofrecer a los empresarios exportadores -que hasta hace muy poco los consideró como enemigos- comprarles sus billetes verdes a “un tipo de cambio competitivo superior al promedio”, o 0,09 centavos más que el cambio oficial.
Con estas operaciones el BCB espera conseguir al menos 1.000 millones de dólares, pero, para darse una idea del desaguisado, la caída de las reservas especialmente en divisas, en 2015 alcanzó un nivel récord de $13.227 millones, y recientemente cayeron incluso hasta los $611 millones. Hoy el oro físico representa un 70% de las reservas netas, mientras el resto son divisas, y solamente la subvención anual a los hidrocarburos es de $1.700 millones. Por si fuera poco, todavía resta financiar el pago de cuotas e intereses de deuda externa.
Aun así, la operación ya está comenzando a generar el efecto exactamente opuesto al que el régimen de Arce busca con la medida, porque lo que hace el BCB es, en realidad, decir que necesita dólares de manera urgente y hasta desesperada, con lo cual, el público solamente tiene el incentivo de poner sus dólares en resguardo todavía mayor. La gente está comenzando a perder la confianza sobre la capacidad de Arce y -esperemos que al menos no todavía- en la solvencia del propio sistema bancario y financiero.
Además, desde hace al menos un par de semanas se registran largas filas tanto de autos particulares como de camiones cisterna en busca de gasolina y diésel, sobre todo en gasolineras de la ciudad de Santa Cruz. Aparentemente, ni Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ni el BCB tienen liquidez suficiente para garantizar el abastecimiento de combustible en el país. No cuentan con dólares para pagar el traslado de gasolina y diésel desde Paraguay. Así lo ha confirmado Juan Yujra, dirigente del transporte pesado, “el abastecimiento a las estaciones de servicio de combustibles es de la mitad, y ya les han prohibido hablar sobre este problema”.
Por eso tampoco ha sido extraño que Arce no sólo haya ordenado despejar la vereda política en diciembre con el secuestro de Luis Fernando Camacho, gobernador cruceño y uno de los líderes opositores más visibles, o que haya iniciado nuevas demandas contra la ex presidenta Jeanine Áñez, a la vez que desconoce su mandato.
En suma, la debacle del modelo de Arce y, por tanto, de la economía de Bolivia, parece ser cuestión de apenas unas semanas. En el entretanto, buena parte de los representantes de la oposición se aventura en proponer un referéndum para revocar el mandato de Arce y otro para modificar la Constitución Política del Estado para reformar el sistema judicial, asunto que no se se traduce más que en oxigenar al régimen en la medida que éste tenga control del Tribunal Supremo Electoral y del mismo padrón electoral con el que Morales cometió un monumental fraude en 2019. Tanto es así, que Iván Lima, ministro de Justicia de Arce, se ha lanzado a proponer una nueva Asamblea Constituyente para volver nuevamente al punto de inicio de todos los problemas que hoy el país no puede asumir.
 
 
 
 
 
POLICÍA LIDERABA ORGANIZACIÓN CRIMINAL QUE OPERABA ENTRE PERÚ Y BOLIVIA
 
La organización delictiva estaba integrada por familias. Comercializaban droga a Bolivia.
 
La República de Perú (https://bit.ly/3jZsD3u)
 
El Poder Judicial sentenció a los miembros de una organización criminal integrada por familias y que era liderada por un policía. De acuerdo a la Fiscalía en Puno, los imputados se dedicaban a una actividad que les permitía obtener ingreso económico ilícito, transferencia de dinero, adquisición, acondicionamiento, transporte y comercialización de la droga a Bolivia.
Rodolfo Peralta Monroy fue sentenciado a 15 años de pena privativa de libertad efectiva por el delito de tráfico ilícito de drogas agravado y Gaudencio Rodríguez Trujillo, a 35 años de cárcel por el delito de tráfico ilícito de drogas agravado y lavado de activos agravado.
Asimismo, Esmilda Eva Serrano Flores, Alicia Reynoso Salinas y Elizabeth Reynoso Salinas fueron condenadas a 25 años de pena privativa de libertad efectiva, por el delito de lavado de activos agravado.
Según el Ministerio Público, la organización era liderada por el suboficial de tercera de la Policía Nacional, Oscar Peralta Monroy (fallecido), que, de acuerdo con las investigaciones, se encargaba junto con su sobrino Clever Peralta Monroy a acopiar la droga y buscar compradores a fin de trasladar el producto ilícito al vecino país de Bolivia. El imputado de ser la cabecilla de la agrupación delictiva habría fallecido a causa de una enfermedad.
Imputados fueron intervenidos en operativos
Según el informe fiscal, los hermanos Rufo Peralta Monroy y Rodolfo Peralta Monroy (sentenciado) fueron intervenidos en la ciudad de Lima junto a Dominga Leguía Huillca. A Rodolfo Peralta Monroy le encontraron un maletín con 16 Kilos 832 gramos de clorhidrato de cocaína. Durante ese operativo también se realizó la intervención a Alicia Reynoso Salinas, en la localidad de Huaycán (Lima).
Por otro lado, en medio del operativo intervinieron al presunto cabecilla de la organización, policía Oscar Peralta Monroy. Tras hacerle el registro domiciliario en su vivienda en la ciudad de Puno, le encontraron US$5.100 (dólares), y váucher de depósitos. Además, en su inmueble ubicado en Desaguadero (Puno), las autoridades habrían encontrado dos envoltorios rectangulares tipo ladrillo, conteniendo en su interior una sustancia compatible con alcaloide cocaína y US$37.340 (dólares).
El 12 de febrero de 2013, en la vivienda perteneciente a Edwin Paxi Chambilla y Lourdes Sarmiento Ancalli las autoridades habrían encontrado 50 kilos con 897 gramos de pasta básica de cocaína y un vehículo color blanco, marca Toyota, sin número de placa de rodaje.
La Fiscalía Provincial Especializada en Tráfico Ilícito de Drogas - Juliaca informó que el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Permanente San Román absolvió a Edgar Edwin Paxi Chambilla por los delitos de tráfico ilícito agravado y lavado de activos agravado. Sin embargo, refieren que se apelará tal decisión. Asimismo, se precisó que Clever Peralta Monroy, Rufo Peralta Monroy, quienes se encargaban de acopiar y enviar la droga a Desaguadero (Puno) y Dominga Leguía Huillca, se encuentran con orden de captura dictada por el Poder Judicial. 

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