Friday, November 24, 2023

AMÉRICA LATINA EN CRISIS: BOLIVIA SE DESLIZA HACIA LA INESTABILIDAD

La noche cubrió el arenoso suburbio de El Alto en La Paz cuando Carmen Gonzales Terán finalmente se quedó dormida, cansada de otro día infructuoso buscando sustento para su familia. Últimamente apenas goteaba agua de los grifos: media hora otras mañanas, nada esta noche. Los cubos de plástico encintados con cinta adhesiva estaban vacíos, como siempre, en su desmoronada cabaña de adobe aferrada a un moderno edificio de gran altura/casa de al lado. Como miles de personas en las áridas afueras, Carmen enfrentó la sequía y el polvo a diario, signos preocupantes de la creciente crisis que azotaba a la nación en dificultades.
Bolivia, rica en recursos pero empobrecida y sin litoral, ha visto su fortuna declinar drásticamente últimamente. Acosado por una crisis del dólar, agitación económica, corrupción y problemas ambientales, el proyecto político de Evo Morales, alguna vez aclamado como el experimento socialista de América Latina, ahora parece descarrilado por su ego.
Morales y su sucesor Luis Arce están atrapados en una amarga lucha por el poder que desgarra a su partido Movimiento al Socialismo (MAS). Esta confrontación coincide peligrosamente con redes criminales y élites del agronegocio que luchan por el control económico de un país profundamente polarizado.
A medida que estas fuerzas malignas abruman a las instituciones débiles, las víctimas son los sufridos ciudadanos de Bolivia. Las perspectivas de Carmen se oscurecen cada día a medida que el agua se escurre, tanto literal como metafóricamente. Para una nación asentada en la encrucijada de América del Sur, estas tormentas que se avecinan ahora corren el riesgo de extenderse más allá de sus fronteras.
Washington tradicionalmente ha prestado poca atención a la inestabilidad en Bolivia. Sin embargo, nuevos rivales estratégicos como China, Rusia e Irán incrustados allí requieren la atención de Estados Unidos para que la crisis no abra aún más puertas traseras contra sus intereses.
Redibujando líneas de batalla
Para comprender cómo Bolivia llegó a su precipicio actual bajo una disputa que consume al todopoderoso MAS, es necesario comprender sus divisiones centrales y las cambiantes dinámicas internas después de 14 años de gobierno de Morales hasta su derrocamiento y exilio en 2019. Las disputadas elecciones de ese año desencadenaron espasmos de conflicto. derramamiento de sangre étnico, que recuerda las batallas de la guerra civil federalista del pasado. Sin embargo, una paz frágil se mantuvo después de que el tecnocrático exministro de Economía de Morales, Luis Arce, recuperara por poco el poder en 2020, elegido como candidato del partido por el propio Morales.
En su narrativa mítica, el MAS y Morales —un indio aymara y líder sindical de cocaleros— vencieron a las élites racistas para elevar a la mayoría indígena marginada de la nación a través de una ideología comunitaria indigenista de izquierda llamada "Vivir Bien".
Al redistribuir la riqueza de los recursos nacionales, Morales obtuvo apoyo de todos los grupos étnicos durante tres mandatos para mejorar la fortuna económica. En ese momento, muchos lo consideraban uno de los mejores presidentes de Bolivia, la creciente corrupción y el autoritarismo gradualmente alienaron a muchos leales que una vez se alinearon con entusiasmo detrás de su primer presidente indígena.
"Evo perdió el rumbo... se emborrachó de poder", dicen quienes ahora se oponen a su regreso político.
Morales finalmente se deshizo al manipular descaradamente una cuarta reelección en octubre de 2019, a pesar de que el 51 por ciento se opuso a su continuación en un referéndum de 2016 que convocó después de ganar las elecciones por abrumadora mayoría.
Cuando los militares retiraron su apoyo después de tres semanas de sangrientas protestas, Morales supo que su juego había terminado, escenario que se ha repetido muchas veces en las muchas revoluciones del país. El Evo, que había simbolizado a Bolivia en todo el mundo durante más de una década, abandonó el país gracias a un acuerdo de asilo político que no duró mucho. El régimen interino de su sucesora, Jeanine Áñez, se movió inmediatamente hacia la derecha, abrió varias investigaciones sobre el mal gobierno del partido MAS, que abarcaban desde violaciones de derechos humanos hasta lavado de dinero, y amenazó con enjuiciar a Evo y encarcelarlo.
Áñez, que era la segunda vicepresidenta del Senado y la tercera en la fila para la presidencia después del vicepresidente, asumió el cargo después de que Evo y su vicepresidente renunciaron y abandonaron el país, al igual que los demás en la fila. El gobierno actual dice ahora que su pretensión a la presidencia fue una usurpación de poder. Dirigió un gobierno sumido en la corrupción, la mala gestión de la crisis del COVID y un creciente autoritarismo. Después de jugar con una candidatura a la presidencia, abandonó la carrera y dejó el cargo en noviembre después de un año como presidenta.
Lo que siguió a la aplastante victoria de Arce en la repetición de las elecciones un año después fue más que una mera transición reestabilizadora, sugiere el doctor Bernardo Aguilar, sociólogo político de La Paz. Al pasar el testigo por la fuerza al ex ministro Arce, el MAS en realidad intentó reinventarse a sí mismo a partir de su crisis de legitimidad mientras el este conservador se reagrupaba. El partido acogió públicamente la cooperación en la investigación y culpó de los excesos sólo a Morales. En este "reinicio del MAS 2.0", el perfil académico de Arce ofreció un contraste reformista con el nacionalismo indígena de Morales manchado por la corrupción, señala Aguilar.
Sin embargo, las medidas enérgicas policiales contra los medios de comunicación de la oposición y el procesamiento del ex presidente centrista Áñez revelaron que ese cambio de marca era superficial. Básicamente, Arce aseguró la continuidad del MAS junto con una renovada influencia para la rehabilitación de Evo en la política boliviana después de un año en el exilio argentino.
"Pero todos sabíamos que era un volcán dormido con Evo afuera", comenta Aguilar. "Con sus redes y ambiciones, el conflicto por el partido siempre fue inevitable".
Esa pelea estalló en 2022 cuando Arce vaciló políticamente en medio de una lucha económica cada vez más profunda y Morales hizo palanca para recuperar su base de poder. Su enfrentamiento vuelve a amenazar el orden constitucional. Las tensiones regionales magnifican los riesgos a medida que los hombres fuertes de los departamentos de tierras bajas ricos en recursos resienten que el MAS andino explote sus cosechas y reservas de gas para su patrocinio. Mientras tanto, los cultivadores de coca bien armados temen que ambos bandos puedan frenar sus lucrativos medios de vida relacionados con los narcóticos. Estas tensiones multidimensionales corren el riesgo de fracturar aún más el liderazgo y el Estado de Bolivia.
Lo que alimenta la política de suma cero es una lucha por monopolizar el botín de la vasta economía gris de la minería, la tala y la coca-cocaína que se extiende por las porosas fronteras de Bolivia.
Redes organizadas transnacionales como el cartel del PCC de Brasil y los clanes andinos de cocaína ejercen una influencia cada vez mayor a medida que transportan cargamentos de droga a puertos del Atlántico.
Mientras tanto, el departamento oriental de Santa Cruz, centrado en la agroindustria, se convierte en un imán cada vez más poderoso para las empresas globales de materias primas de China y Rusia.
Capturar tales riquezas ofrece a cualquier facción del MAS que prevalezca los recursos presupuestarios que necesita desesperadamente para retener el poder. Pero la inclinación percibida de Arce o Morales hacia cualquier electorado corre el riesgo de enojar al resto y desatar agitación.
“La cuádruple crisis económica de Bolivia, las interrupciones de la cadena de suministro mundial, los shocks climáticos y los impactos en la salud hacen que este momento político sea bastante precario”, advierte la pensadora política de La Paz Carla Blanco.
"Desafortunadamente no vemos signos de compromiso por parte de ningún actor importante".
Competindo entre puños cerrados y dinamita
Evo Morales rompió dramáticamente meses de tensión con el gobierno de Arce en septiembre con su anuncio de buscar una cuarta candidatura presidencial sin precedentes en 2025. La táctica era clásica de Evo: audaz en abierto desafío tanto al límite constitucional de dos mandatos de Bolivia que él mismo instituyó como a la política de Arce. planes de reelección. Mostró que las famosas habilidades de maniobra del ex cultivador de coca seguían siendo agudas. Al mismo tiempo, el regreso asertivo dejó en claro que no habría ninguna voluntad de ceder en el reparto del poder con la persona que lo sucedería.
“Subestimamos la persistente influencia de Evo después de tres años fuera del cargo”, admitió un alto ministro del gabinete de Arce, solicitando el anonimato para discutir asuntos internos del partido. "Pero su ambición supera su sabiduría en este momento".
Evo conserva una inmensa influencia como talismán fundador del MAS y constructor de su maquinaria política nacional durante décadas. Su control surge de innumerables fuentes: líderes de bloques legislativos que están en deuda con él, vínculos con los sindicatos críticos de los cultivadores de coca, vínculos con grupos cívicos y de base aliados en los nueve departamentos de Bolivia, e incluso influencia dentro del ejército a través de rangos medios nacionalistas. Estas redes permitieron a Evo realizar movilizaciones masivas contra Arce en cuestión de semanas.
La investigadora social de Cochabamba, Dra. Arminda Hoffman, cree que Evo también obtiene respaldo encubierto de figuras prominentes involucradas con el crimen organizado y la minería ilegal, dados los intereses mutuos y los sobornos gubernamentales pasados que informaron que permitieron una expansión desenfrenada. Poderosos comités cívicos regionales con vínculos oscuros ahora respaldan al ex presidente mientras vilipendian a Arce como un traidor en deuda con Washington, sugirieron informes de los medios.
“El conglomerado de leales a Evo atraviesa mundos económicos legítimos y más turbios, por lo que conserva una gran capacidad de base y fuentes de financiación”, explica Hoffman. "Eso hace que los rivales duden en provocarlo demasiado abiertamente".
Sin embargo, el expresidente también tiene responsabilidades. Justo o no, su legado divisivo como populista autoritario manchado por escándalos de corrupción hace que Evo esté lejos de ser nuevamente elegible a nivel nacional, indican las encuestas. Los votantes indígenas más jóvenes, especialmente, muestran poca simpatía por su anacrónica retórica. También quemó el apoyo dentro del MAS mediante la flagrante manipulación en 2019 que desencadenó traumática violencia callejera y muertes que sus aliados y partidarios aún resienten. Además, su base principal –los cultivadores de coca en las regiones de Chapare y Yungas– ofrece rendimientos políticos decrecientes a medida que el lobby antinarcóticos exige restricciones más estrictas a la expansión de la producción de cocaína.
Esas realidades parecen tener la decisión de Arce de enfrentarse directamente a Evo en octubre. Arriesgándose a una ruptura abierta con electores poderosos, el presidente tomó medidas para consolidar su posición. Se instalaron compinches en el comité ejecutivo del MAS que nominalmente gobierna la organización y al mismo tiempo expulsaron amenazas políticas clave.
Los posibles rivales para 2025, como el gobernador de Santa Cruz, Luis Camacho, se vieron rápidamente acusados de dudosos cargos de sedición.
Lejos de reemplazar a Arce, Evo se ganó la condena pública por reclamar ilegalmente la propiedad del MAS y desestabilizar la nación. Sin embargo, rápidamente reunió apoyo para cuestionar su negación.
Los leales acérrimos en la mitad de los departamentos convergieron en Cochabamba en una contundente demostración de fuerza, cerrando el aeropuerto y las carreteras durante días.
Alegando que Arce ya no representaba a las bases del partido, Evo se ungió unilateralmente líder máximo. La medida equivalía a una revuelta abierta incluso cuando la mayoría de los legisladores seguían respaldando al presidente electo. Arce, a su vez, rechazó la reunión de Cochabamba como fraudulenta y se aferró al apoyo suficiente del aparato del partido para evitar quedar totalmente aislado, incluso cuando la coalición de Evo ejerció una creciente presión pública para ceder.
A finales de noviembre, Bolivia se encaminó hacia una parálisis institucional y un vacío de gobernanza mientras dos facciones rivales del MAS luchaban por la supremacía sin una organización coordinadora que negociara la paz. Los ya inútiles intentos de entablar conversaciones de reconciliación fracasaron. Algunos legisladores disidentes discutieron intentar incluso apoyar renovadas mociones de juicio político de la oposición contra Arce por "traicionar" a sus principales bases de apoyo.
Sin embargo, para la mayoría de los ciudadanos centrados en la supervivencia económica, como la familia de Carmen, el creciente abismo político añade más incertidumbre a su rutina diaria.
Conductores de la desesperación
Si bien la dura geografía de Bolivia siempre ha impuesto dificultades, los crecientes problemas que ahora enfrentan Enrique y sus vecinos señalan una alarmante erosión del Estado. Tres dimensiones que refuerzan la angustia explican la creciente ansiedad nacional.
El primer y más profundo shock sigue siendo la implosión económica que amenaza los recientes avances en materia de desarrollo desde que Evo tomó las riendas en 2006.
Gracias a una gestión prudente y a los altos precios de las materias primas, Bolivia logró las tasas de crecimiento más altas de América Latina en años, con un promedio cercano al 5 por ciento anual en 2014, impulsadas por las exportaciones de gas natural.
Sin embargo, esta década dorada de crecimiento se reveló como una ilusión. Se vio apuntalado por la sobreexplotación de las rentas provenientes de la exportación de materias primas como gas y minerales de una manera que, en última instancia, resultó insostenible. Tanto el progreso como la estabilidad requirieron ingresos permanentemente elevados por combustibles y minerales para apoyar los vastos programas sociales de Evo.
El castillo de naipes se derrumbó después de 2014, cuando los yacimientos de gas se agotaron en medio de la caída de los precios mundiales, lo que provocó que los ingresos y las exportaciones cayeran a la mitad. La desesperación del gobierno por extraer recursos también generó auges en la minería de litio y oro plagados de sobornos y derrames tóxicos, mientras que las investigaciones apuntan a que el tráfico de cocaína rivaliza con la producción de café.
A pesar de las advertencias ecológicas, prosiguió la tala y quema desenfrenada para tierras de pastoreo y la tala, lo que redujo los bosques en un 60 por ciento en una década. Tales acciones taparon temporalmente las brechas fiscales pero despojaron a Bolivia de activos futuros.
Las estadísticas ilustran el ciclo de crisis posterior a la bonanza que vuelve a atrapar a Bolivia en el subdesarrollo. El crecimiento se desaceleró a un promedio del 3 por ciento en 2019 cuando Evo se fue, la mitad del ritmo regional. Los valores de las exportaciones siguen disminuyendo año tras año. Las reservas de divisas en el extranjero se agotaron en 2022 a pesar de las controvertidas ventas de las últimas tenencias de oro del país, lo que obligó a aplazar los pagos a los acreedores extranjeros.
Sobre este guiso económico a fuego lento, la creciente furia de la naturaleza acumula más miseria a medida que el país se ve azotado por los impactos del cambio climático. Sequías e inundaciones anormales afectan la producción agrícola y la electricidad de las ciudades. Millones de personas viven vulnerables al desastre provocado por el derretimiento de los glaciares andinos circundantes a medida que se secan los centros agrícolas.
La tercera fuerza maligna es el crimen organizado y el tráfico que abruma al Estado. A medida que las opciones económicas se reducen, el comercio clandestino con mayores retornos prospera gracias a la corrupción y a fronteras parecidas a tamices favorables para el movimiento del contrabando. Los expertos creen que apenas el 10 por ciento de los narcóticos y el oro de contrabando que transitan por Bolivia son interceptados, mientras que el contrabando de pollo y combustible evade millones en derechos de aduana.
Estos fraudes de alta recompensa atraen a un número cada vez mayor, incluidos jóvenes y funcionarios de seguridad. Los clanes narco ahora reclutan a niños traficados para realizar trabajos forzados y explotación sexual. Mafiosos brasileños despiadados como el PCC colonizan puestos remotos para dominar las cadenas de suministro de cocaína en el extranjero.
El salvaje oriente de Bolivia cae bajo un gobierno ilegal
En las regiones orientales de los departamentos de Beni y Santa Cruz, los terratenientes financian a las milicias para expandir ilegalmente las plantaciones de soja e invadir parques, suplantando los arbustos de coca que envenenan las aguas río abajo. La violencia inevitablemente estalla por el botín mientras las guerras mafiosas derraman sangre desde el Chapare hasta Cochabamba.
El feudalismo de los señores de la guerra es lo que llena los vacíos cuando los incentivos económicos fallan y las instituciones se erosionan”, señala un general boliviano retirado. "Nuestra nación cae lentamente presa de un estado criminal".
"Hemos encontrado presencia criminal en el 70 por ciento de los municipios amazónicos", concluyó Bram Ebus, premio Pulitzer y coordinador de la investigación transnacional "Amazon Underworld". El proyecto de datos de un año de duración de su equipo expone redes malignas que prosperan en las brechas entre estados a lo largo de zonas fronterizas selváticas descuidadas.
En ningún lugar este desorden se vislumbra con mayor claridad que en Bolivia, el corazón de la Amazonía. "Económicamente debilitada y políticamente paralizada, está cayendo presa del poder mafioso", advierte el líder indígena Marcial Fabricano en una entrevista con el diario El Deber de Santa Cruz . En la remota mitad oriental del país, los feudos ilegales aprovechan las ganancias de la cocaína y el oro ilegal para comprar impunidad. Su creciente control sobre la tierra, la economía y las tribus forestales marginadas alarma a vecinos como Brasil, que luchan contra su propio ataque narco.
En estas áreas sin ley que rodean los segundos humedales más grandes del mundo, los clanes narco procesan la cocaína destinada al extranjero a través de Paraguay y fuerzas de seguridad corruptas. Los despiadados sindicatos brasileños han colonizado las rutas de tránsito y al mismo tiempo respaldan a aliados locales para garantizar un suministro fluido.
"Los funcionarios de todos los niveles están en nóminas de la mafia", según agentes antinarcóticos bolivianos. Capitalistas despiadados financian armas contratadas para invadir parques protegidos, dejando tierra arrasada y ruinas sociales. Las ganancias se extienden a la agricultura, la tala y la especulación de tierras, incorporando la influencia del crimen organizado a través de fachadas legítimas en toda la región.
Las autoridades compradas hacen la vista gorda, lo que permite la proliferación. Pero inevitablemente, la sangre se derrama cuando los mafiosos se pelean por el botín y los funcionarios se enfrentan a los sicarios.
Mientras el cambio climático asola granjas y ciudades junto con la agitación política, en este desorden entra la ley de la jungla y de las armas.
"Aquí ya no manda el gobierno", dijo a El Deber el líder indígena Rolando Salvatierra . "El verdadero poder reside en las fuerzas de la sombra que dividen nuestro hogar entre sí. Sólo a nosotros nos corresponde recuperarlo".
El peligroso panorama significa que los bolivianos rurales y marginales hoy viven asediados por la miseria en más frentes cada día.
Incluso cerca de la capital, familias como la de Carmen se esconden en la incertidumbre sobre peligros que van desde el aumento abusivo de los precios de los alimentos hasta los ataques de la mafia y los brotes virales que abruman la atención médica básica. El SUS (Sistema Único de Salud) del país, catalogado como atención médica gratuita para todos, es un mero escaparate, que cubre mal incluso los problemas de salud más básicos, no cuenta con fondos suficientes, está sobrecargado y no satisface las necesidades de su gente.
Cada nueva presión alimenta la indignación pública hacia quien detenta el poder en La Paz, explica el sociólogo Bernardo Aguilar.
“A la gente común apenas le importa si gobierna Arce o Evo... sólo saben que los políticos les fallan mientras sus vidas se desmoronan”, dijo Aguilar. "Esta rabia es canalizada por los oportunistas hacia chivos expiatorios, debilitando aún más a la sociedad hasta que la violencia parece justificada".
Para vecinos como Brasil y Perú, que se encuentran en la primera línea de los efectos colaterales, lo que está en juego para evitar el fracaso del Estado resulta siniestro. También grandes potencias distantes, como China y Rusia, enfrentan riesgos de contención a medida que sus clientes y socios locales se hunden en el desorden. El reloj de arena se está agotando para que Bolivia salga de la implosión a menos que el compromiso y las reformas se afiancen. Pero la esperanza sigue siendo escasa en el horizonte.
La crisis global en perspectiva
El panorama más amplio que enmarca la agitación que afecta a Bolivia ayuda a contextualizar las presiones internas que tensan las fallas de la sociedad. Hay cuatro dimensiones de su difícil situación sistémica que deben sopesarse para cualquier hoja de ruta hacia la recuperación.
El primero se refiere a las desventajas inherentes de los países en desarrollo sin litoral que dependen de sus vecinos como únicos mercados de exportación. Los datos globales muestran que sufren hasta un 50 por ciento menos de comercio, un 15 por ciento más de costos de transporte y un crecimiento por debajo del promedio en comparación con los estados costeros. Para Bolivia, su ruta hacia mar abierto depende abrumadoramente del comercio por el río Paraná hacia el Atlántico y de los vínculos con Brasil y Argentina. Las rutas terrestres hacia el puerto de Arica en Chile también dependen de los vínculos políticos y las relaciones internacionales. Estas limitaciones geográficas limitan la economía a pesar de la riqueza de minerales y producción agrícola.
Si a eso le sumamos el legado de racismo y feudalismo arraigado desde la conquista española hace 500 años, ha calcificado la desigualdad y la exclusión de la mayoría indígena. A pesar de los importantes avances durante el gobierno de Evo, esa estructura de poder ha demostrado ser difícil de cambiar a través de reformas constitucionales justas en repúblicas plurinacionales como Bolivia.
Aunque la pobreza se ha reducido a la mitad desde 2005, las divisiones de clases persisten dolorosamente en medio de una baja productividad, escuelas deficientes, desnutrición, violencia de género y otros males.
El tercer problema radica en la política faccional obsesionada con una estrecha ventaja por encima del propósito nacional. Aunque operan bajo reglas electorales, las agendas de los partidos etnocéntricos se turnan para explotar las instituciones en lugar de fortalecerlas. Sin una visión de futuro más allá de los beneficios grupales, la capacidad del Estado se erosiona a largo plazo.
Una víctima indirecta es la gestión de la complejidad en la planificación económica necesaria para el progreso. La gobernanza requiere un análisis de datos astuto, sistemas regulatorios transparentes y políticas estabilizadoras que acumulen experiencia en todos los cambios. Pero la errática formulación de políticas bolivianas dispersa el conocimiento y reorienta las estrategias. Eso contribuye a decisiones equivocadas como la dependencia excesiva de las rentas del gas sin compensaciones o permitir la minería ilegal que arruina la sostenibilidad. Las señales volátiles del Estado también obstaculizan el emprendimiento interno y las entradas de capital extranjero, lo que perjudica la creación de empleo. A lo largo de décadas, los altos costos se han agravado gravemente.
Estas limitaciones subrayan que más allá de la inestabilidad del liderazgo, Bolivia sufre desventajas arraigadas históricamente. Incluso líderes reformistas bien intencionados como Arce u oposiciones más democráticamente responsables enfrentarían obstáculos crónicos para generar prosperidad sin reformas estructurales liberadoras. Resolver estos estancamientos estratégicos sigue siendo el principal desafío de desarrollo de Bolivia.
Riesgos de contagio regionales
Si Bolivia continúa su trayectoria descendente sin corregir su rumbo, lo que está en juego son consecuencias hemisféricas más amplias dada la geografía y los vínculos estratégicos. Cuatro países vecinos enfrentan externalidades directas que preocupan a los responsables políticos de Washington: Brasil, Perú, Paraguay y Argentina.
Las mayores consecuencias inmediatas más allá de los impactos humanitarios internos afectan a Brasil a medida que el contrabando de personas, las drogas y el tráfico de armas aumentan a través de su vasta frontera amazónica con Bolivia.
Los cárteles del Golfo como la Familia do Norte y el Primer Comando de la Capital que operan desde allí ya dominan el suministro del floreciente mercado de cocaína de Europa a través de puertos de salida brasileños como Santos, la ciudad que Pelé hizo famosa.
La agitación en Bolivia ahora ofrece a los mafiosos de Brasil nuevos corredores para consolidar el control sobre las zonas de producción mientras reclutan a muchos jóvenes desesperados de Bolivia mientras controlan las rutas a Europa y compiten con los cárteles mexicanos y colombianos que operan en el país.
Los expertos estiman que el comercio ilícito que genera a los traficantes brasileños más de 25 mil millones de dólares al año podría expandirse otro 20-30 por ciento aprovechando el caos de Bolivia. Eso, aparte de canales más amplios de lavado de dinero para lavar dinero sucio a través del sistema bancario regional.
Con su armamento avanzado y su brutalidad, los sindicatos de Brasil están ganando suficiente presencia como para capturar franjas de la policía, el poder judicial y los municipios locales de Bolivia para operar libremente como sucedió en Ecuador.
Tal contagio criminal corre el riesgo de extenderse más profundamente en la nación más grande de Sudamérica, complicando los esfuerzos recientes para revertir el surgimiento de Brasil como un paraíso mafioso.
Mientras Bolivia cae en espiral hacia el abismo, las campanas de alarma suenan con fuerza en todo el continente americano. Una nación alguna vez aclamada como escaparate del socialismo del siglo XXI se encuentra asediada por caudillos narco y políticos corruptos. Su difícil situación presagia peligros más cercanos a medida que la fragilidad democrática se propaga como un virus desde los Andes hasta el Atlántico.
Washington prescindió de Bolivia como un remanso que carecía de importancia estratégica. Pero las rivalidades globales convierten a los estados periféricos en polvorines: paraísos donde China, Irán y Rusia implantan representantes mientras los cárteles del crimen aprovechan el caos. El creciente desorden debería servir para advertir que si el corazón de América del Sur sucumbe, la salud de sus vecinos podría seguir rápidamente el mismo camino.
En las afueras de La Paz, Carmen Gonzales todavía espera agua. The Week de la India (https://acortar.link/Q89HJJ)
 
 
 
 
 
LA JUSTICIA BOLIVIANA ¿UN NUEVO ACTOR POLÍTICO?
 
La reciente elección de directivas de la Asamblea Legislativa Plurinacional reveló una serie de fenómenos que permiten retratar el momento especial que vive la política boliviana.
 
Rebelión de España (https://acortar.link/cCf3UO)
 
Entre estos, el efecto que tiene la división del MAS-IPSP en el sistema de partidos: de su mayoría absoluta la bancada del MAS-IPSP ahora está conformada por dos minorías y, que al tener intereses fuertemente enfrentados entre sí, ahora dependen a regañadientes del voto de sus antiguos rivales. Quiere decir, en un proceso de fragmentación, ahora se tienen cuatro partidos minoritarios que se ven obligados a negociar entre sí para ejercer poder legislativo. En tanto que la derecha pasa a tener “votos de oro”, se da el crecimiento inesperado e inmerecido de estos partidos sin iniciativa y capacidad, como consecuencia de la crisis política del campo nacional-popular.
Parte de la misma crisis, avanza otro proceso igual o más grave por sus posibles consecuencias políticos y sociales que rebasan en mucho el interés particular de las facciones partidarias. Nos referimos a la expansión del poder político de la justicia, cada vez más central como ente dirimidor de los conflictos políticos, sea en la esfera legislativa, partidaria e incluso orgánico-sindical.
Uno podría constatar este fortalecimiento en dos movimientos contrarios: el primero, no existe fuerza política o social que apruebe el desempeño de la justicia, llegando su rechazo a más del 70% de los bolivianos según CELAG (2023) y que el anhelo por su reforma ha sido proferido tanto por derecha como por izquierda. Sin embargo, el segundo movimiento es que no podríamos estar más lejos de la reforma y ningún partido tiene la fuerza -o no quiere tenerla- para “poner en su lugar” constitucional este ente, como tampoco la sociedad, aparentemente desgastada por tantos años de presión consecutiva. Al contrario, con el cinismo de quien no le debe nada a nadie, a pesar del rechazo, el órgano judicial logró dejar en una incógnita el futuro de las elecciones judiciales vía mecanismos políticos. Por lo cual, no nos parece exagerado afirmar que la justicia está aumentando su presencia como actor político en el tablero boliviano.
¿Pero cuáles son estos mecanismos políticos que le permiten maniobrar y que ya fueron usados pero que ahora crecen por la crisis política del campo nacional-popular? En términos generales, mientras el partido gobernante suposo una imponente fuerza, plegarse sin más al Ejecutivo. Una breve mención de este problema en la historia reciente, que ilustre la “flexibilidad táctica” del “partido judicial”, tendría que tomar en cuenta la sentencia del TCP del 2017 que habilitó la participación del ex presidente Evo Morales a las elecciones generales del 2019, pese al referendo del 2016. A continuación, después del golpe de Estado en contra de Evo Morales el 2019, el TCP reconoció, mediante un comunicado espurio, el ascenso de Jeanine Añez al poder. La corona, este mismo órgano judicial fue cómplice de la persecución y encarcelamiento de más de un millar de personas -la mayoría masista- durante el régimen de Añez.
Ahora bien, este carácter de la justicia lejos de mejorar durante el gobierno de Luis Arce solo ha empeorado. Porque si antes la justicia -con nitidez el TCP- se plegaba sin más a un Ejecutivo gobernado por un fuerte partido mayoritario, o después a uno autoritario de facto, ahora con un ejecutivo fragmentado y con serias necesidades de maniobreo político, nos parece que la justicia ganó mayor capacidad de negociación con el Ejecutivo, y, por lo tanto, de torcer más la vara a su favor.
En ese sentido, no solo queda claro el rechazo de la cúpula judicial a la Reforma sino también a la elección de nuevos magistrados. Botón de muestra de ello es que en septiembre de este año el TCP frenó la “Ley Transitoria para Elecciones Judiciales” impulsada por la cámara de senadores, al aceptar la consulta del Tribunal Supremo de Justicia sobre su constitucionalidad. El absurdo varias veces señalado: los magistrados de dos instituciones del órgano judicial preguntándose a sí mismos si deben ser cambiados al año, perdiendo sus prerrogativas. Como se diría, siendo juez y parte al mismo tiempo.
Pues bien, para estos fines el Ejecutivo piloteado por Luis Arce ha sido más que colaborativo. En lo que se refiere a la Reforma Judicial, Iván Lima tuvo el mandato de llevarla a cabo desde el inicio de su gestión. Sin embargo, lejos de proponer un proceso amplio y popular, como se esperaría del MAS-IPSP por su historia, más propio a su línea se habló de una “comisión de notables” que nacía amputada en tanto no iba pasar por un cambio constitucional, quiere decir, pudiendo reducir la arbitrariedad política de la justicia, incluido el TCP. A la fecha incluso esa idea fue abandonada.
Por el lado de las elecciones judiciales, Jerjes Mercado como presidente de la cámara de diputados renovador, evitó con rudeza cualquier tipo de tratamiento de la Ley de Convocatoria a Elecciones Judiciales, coadyuvando a que sea imposible que se celebren este año. Así mismo, Juan José Jáuregui, conocido diputado renovador, en vez dar prioridad a esta ley ante los tiempos que corrían la envió a consulta a siete instituciones del órgano judicial, retrasándola aún más.
A cambio, el Ejecutivo también se benefició: el TCP evitó hasta la fecha que los ministros de Luis Arce sean censurados al admitir un amparo en contra de la facultad constitucional de la Asamblea Legislativa de fiscalizar, y, poco después, trató de anular el X Congreso de sus rivales en el MAS-IPSP.
Esto nos lleva a dos consideraciones de fondo. Primero, en tanto que el problema de la arbitrariedad política de la justicia en Bolivia persiste a diferentes gobiernos que pasan, independiente de su signo ideológico y condición de clase, se entiende que es un problema estructural de nuestro Estado y por lo tanto debe ser reformado. Ahora bien, las condiciones políticas actuales profundizan su deterioro, sirviendo en esta ocasión al afán del gobierno de Luis Arce de controlar cada vez más instituciones que no le competen, ya sea por “gobernabilidad” como le dicen, o por su intento de hacerse con la sigla del MAS. El agravante, no obstante, es que en tanto que la sociedad observa un comportamiento político en las instituciones y perciben que otras actúan igual, se empieza a atribuir las mismos razones. Y en Bolivia deberían estar más que presente las graves consecuencias que tiene que nuestras frágiles instituciones caigan en el descrédito, haciéndolas incapaces de conjurar el conflicto. Cuestión particularmente grave para un órgano electoral -ahora que el TSE anuló el X Congreso del MAS- sumergido en la difícil tarea de ser reconocido como un árbitro imparcial en una sociedad tan conflictiva como la nuestra, pero que cae en el descrédito no solo por sus cuestionables fallos en contra de la dirección del MAS-IPSP, sino por conductas públicas irreconocibles en una autoridad supuestamente neutra como las del vocal Tahuichi, quien sostiene encontrones verbales más propios de un reality show con uno de los partidos políticos que participarán de la contienda electoral. Aún estamos a 2 años de las elecciones pero este TSE ya está al borde de fracasar en su difícil tarea.
Segundo, así como el bloque oligárquico-señorial se fortalece con la crisis política del campo nacional-popular, también lo hacen los demonios que habitan el órgano judicial. Los casos recientes de Argentina y Brasil deberían ser suficientes para alertar de los peligros que supone este fortalecimiento político de la justicia. En nuestro caso un fortalecimiento por encima de la Asamblea Legislativa que está en los hechos reducida.
En tanto que está en entre las prioridades pensar por qué un Bolsonaro o un Milei llegan al poder, cabría no olvidar que también fue un factor que la justicia haya actuado con arbitrariedad política para encarcelar o arrinconar a los mejores candidatos de la izquierda: meter a la cárcel a Lula, empujando a que el PT tenga de candidato a un desabrido Haddad, o arrinconando a Christina con la amenaza de cárcel hasta su renuncia a la candidatura, entregando el peronismo a un político de derecha como Massa.
Dicho de forma directa, estos distintos episodios nos parecen los adoquines que pavimentan el camino al Lawfare: el “partido judicial”, y no la población, sea quien decida quién va a las elecciones, sea por anulación o cárcel. Por lo tanto, la agenda de transformar  la justicia -tener elecciones judiciales y reforma- debería estar entre las prioridades de las fuerzas políticas y sociales preocupadas con el futuro campo nacional-popular.
 
 
 
 
 
BOLIVIA. UNA NUEVA GEOMETRÍA POLÍTICA PARA DERROCAR A UN GOBIERNO SIN ESTRATEGIA
 
Resumen Latinoamericano Org. (https://acortar.link/YAwI8y)
 
En política puedes pactar con satanás siempre y cuando sea de otro partido, pero dentro de los partidos no se hacen prisioneros.
La derecha antinacional ha parido una nueva geometría política a partir de un acuerdo que lleva la firma del evismo, un acuerdo de nueve puntos tipificado como incoherente, cándido e infantil, porque según analistas de la derecha, no se cumplirá porque el evismo nunca cumple sus acuerdos. En los hechos el acuerdo significa un ajuste interno dentro de la derecha reaccionaria, en la que cae el evismo, porque a pesar de la fragmentación del sistema de partidos y del vaciamiento programático, ahora con este acuerdo se produce una coordinación necesaria entre la derecha y el evismo para sus operaciones exitosas: nada les detendrá para cortar cabezas de ministros; el vacío de poder será una realidad a partir del 2 enero de 2024; el 30 de junio del 2024 se polarizará el país por un nuevo pacto fiscal y la redistribución de escaños, producto de la aplicación de los resultados del censo; la restitución de los dos tercios en senadores significará la posibilidad del inicio de un juicio de responsabilidades al presidente y sacrificar al peón de Añez; y, el legislativo será la cuna de la ingobernabilidad, todo esto dentro de la política del toma y daca. Esta desviación estratégica del evismo, abre las puertas a un cauce de un bloque reaccionario, conservador, conformado por el camachismo-mesismo, ¿estará el evismo?, además de los brazos mediáticos y judiciales, que han decidido abrazar abiertamente el golpe blando, conscientes que los militares y los policías se sumarán a esa aventura.
El gobierno debe estar más consciente de que las maniobras golpistas serán más numerosas y más graves, porque del acuerdo de los nueve puntos se pasará al fin del Estado de derecho o directamente al fin de la democracia, y esto, en la medida en que la crisis de la democracia se expresa cuando la gente deja de confiar en las élites, en aquellos que supuestamente piensan por ellos y les proporcionan sus líneas directrices, cuando experimentan la ansiedad que indica que el poder está vacío. Y esto precisamente señala la encuesta del CELAG, donde el gobierno tiene una evaluación negativa del 50.8%, la gestión pública del 59,4%, la economía del 62,3% en sus evaluaciones negativas, y que el tema político que creara más conflicto es la confrontación Lucho-Evo que es del 42.8%. El golpe blando desde hace un tiempo está en marcha, ahora todo da a indicar que se acelera, y las consecuencias para el sistema democrático pueden ser gravísimas e irreversibles si consigue triunfar.
Esta geometría política pone en juego dos dimensiones que corresponden a distintos actores. La primera dimensión, el evismo, con esta nueva acumulación de fuerzas desestabilizadoras, ¿quiere adelanto de elecciones?, ¿pero CC y Creemos también lo desean?, ¿o están por otros objetivos? Y si el evismo-camachismo-mesismo quieren adelanto de elecciones o la derecha antinacional solo busca otro objetivo, dónde encontrar el golpe de timón y cómo éste se materializará. La segunda dimensión, el arcismo, ¿quiere aprovechar esta ventana de oportunidad que juega a favor de la candidatura de Luis Arce?, y para esto requiere un salto cualitativo en cuanto a estrategia, programa, y dirección política, teniendo a su favor el manifiesto de 19 puntos, impulsando un polo constituyente; o, por el contrario, se quedará con la defensa de la industrialización de economía de base ancha, que en el fondo es defender el statu quo. Hasta ahora el evismo sigue teniendo la iniciativa y moviendo bien las piezas del ajedrez en función de sus intereses, y esto significa hacer política, acumular fuerza y tener una estrategia, a la que se ha sumado el camachismo y el mesismo. Así, el evismo en su lucha contra el gobierno ha decidido ampliar la fuerza política desestabilizadora e incrementar la ingobernabilidad del país, la elección de Andrónico Rodríguez, que va más allá del sentido común que definió al acuerdo como “una coalición para desestabilizar al gobierno” (Richter), “cruzaron ríos de sangre” (Torrico), etc. Hace más de un año Evo denunciaba la existencia de un plan negro, que ahondaba radicalmente la división del MAS, el acuerdo de nueve puntos, implica la consolidación de un paso táctico en función del plan estratégico de la embajada, como es confirmar que la división del MAS es irreversible, esto tomando en cuenta que hubo críticas a C. Mesa sobre una supuesta candidez en relación al cumplimiento del acuerdo por parte del evismo, conscientes de que Evo nunca se caracterizó por cumplir acuerdo. Por tanto, el plan de la embajada sigue cumpliéndose a rajatabla. Ahora no habrá nadie que pueda unir a evistas y arcistas.
El presidente ha caído en la trampa de la guerra de los espejos
Restan un año y ocho meses para las elecciones generales, y es improbable que la sigla del MAS recaiga en manos del presidente; el gobierno en lugar de salir del tacticismo político, practicado desde el inicio de la gestión, ahora cae en la trampa tendida por el evismo, como es la guerra de los espejos. Según el presidente los sabotajes en contra de su persona irán en aumento y la ministra de la presidencia no descarta que haya atentados contra la vida del presidente. Es opinión generalizada de que el discurso presidencial iba dirigido a Evo, además que el discurso supone el rompimiento total con el evismo. La guerra de los espejos significa que un bando, en este caso el gobierno, en concreto el presidente, deja de hacer política con su propia particularidad y pasa a tratar de ganar al otro, a Evo, en su terreno y con sus reglas y lenguajes. En la guerra en espejo se produce una unidad en la oposición, oposición en la unidad, o sea la pelea entre dos que piensan del mismo modo, y es una invitación a la rabia reactiva o resentimiento. El presidente, cuando afirmó que ´´no somos ni traidores ni cobardes, lo haremos cumplir´´, el país esperaba un discurso de traducción de los 19 puntos, una traducción que no significa un proceso pasivo, sino una actividad creativa y que depende de las decisiones que tome el gobierno y que pueden ser acertadas o erróneas. Pero el fondo de la traducción es crear algo nuevo, algo que ha de ajustarse a nuestro contexto para que pueda funcionar.
Pero el discurso presidencial reveló que su marco de interpretación de lo que sucede en el país, su manera de ver Bolivia, es de alcance corto; porque ese marco de interpretación, en concreto el discurso presidencial, nos determinan las metas que se propone el presidente, sus planes que hace, su manera de actuar y, lo más importante, define el campo de ideas para cuando se discuta con el adversario político. En este sentido, el evismo y el arcismo que están sometidos al corto plazo de las elecciones, les obliga a estar en “posición de guerra”, dejando de lado lo importante por culpa de lo urgente; por esta razón, no tardó en responder Evo, señalando que el discurso presidencial fue de odio, sin un plan de recuperación económica que ayude a los más humildes y que la industrialización no tiene un proyecto de gran impacto. Distinto hubiese sido la historia si el presidente tenía otro marco de interpretación de lo que está sucediendo, en concreto sobre la propuesta del manifiesto, donde la única manera de combatir una pasión era con una pasión superior. Ahora el único que puede romper la guerra de espejos es el presidente. Es hora de que el gobierno, mediante algunos de sus voceros, deje de lado los discursos simplistas y reduccionistas, como el del portavoz, que convoca a la unidad para llegar al bicentenario, o, de la viceministra de comunicación, que afirma que la guerra interna y externa se traduce en la no aprobación de proyectos de ley en el legislativo. Traducir la dinámica golpista requiere develar una dinámica temporal y un acuerdo estratégico, donde están involucrados varios actores internos y externos, ejecutando actos que pueden aparentar chapuzas, o sea acciones incoherentes y sin cuidado, pero es obvio que si van de chapuza en chapuza, van a acertar y será demasiado tarde.
Si el proceso de cambio pierde la mística, sus militantes se evaporan
Es un lugar común afirmar que el país atraviesa una crisis compleja, otros la denominan múltiple, y por esta razón, hay voces del gobierno que advierten que por el nuevo escenario político, hay la posibilidad de adelanto de elecciones o un derrocamiento del régimen; Mao se burlaba de la categoría de la «síntesis dialéctica» de opuestos y hablaba de una «dialéctica negativa», según él, toda síntesis terminaba en una reconciliación forzada, en el mejor de los casos una pausa momentánea en la lucha política que iba desarrollándose, donde los contrarios u opuestos no se unen, sino simplemente una parte se impone a la otra. En el acuerdo del legislativo, todo parece indicar que ante un evismo que pierde a sus bases por defección debido a su desviación ideológica estratégica, es el evismo el que se somete a una derecha antinacional sin liderazgo ni programa, pero que obedece a un plan de la embajada. En esta dialéctica negativa, o sea negación de la negación entre el evismo en relación al camachismo-mesismo, el viejo orden queda negado pero dentro de su propia forma político-ideológica, una forma que tiene por objetivo el fin del proceso de cambio, y esto lo refleja el acuerdo de nueve puntos. Pero a continuación de esta forma política-ideológica lo que viene es la negación de la propia forma, en este caso, la auténtica victoria de la negación de la negación ocurre cuando el enemigo habla tu lenguaje, por esto afirmamos que el evismo ha caído en la trampa y desde hace mucho tiempo habla el lenguaje (narrativa) de la derecha antinacional. En este sentido, la victoria del evismo es una victoria en la derrota.
Pero qué ocurre con el gobierno, mediante un tik tok el gobierno devela al unísono un mensaje “porque sabemos dónde vamos”, lo paradójico es que nadie se ha dado por enterado ese “adónde vamos”; y, si traducimos el mensaje presidencial, una conclusión es que el gobierno desconoce que el objetivo de todo mensaje político posee una simplicidad infantil: después de lanzarse, tiene que propagarse a través de la repetición y debe terminar afectando a las emociones. Esto no ocurrió, primero porque no dio respuesta al manifiesto de 19 puntos; segundo, el discurso presidencial al final quiso imponer un símbolo para realizar conexiones políticas, y que aflore una realidad oculta que tiene el presidente, para así visualizar con imágenes lo que hasta el momento del discurso era una abstracción teórica, y el símbolo fue Quiroga Santa Cruz, olvidándose el gobierno que Quiroga Santa Cruz fue la impugnación más radical conta el sistema banzerista fundado en la prebendalización del sistema estatal, y por eso lo asesinaron. Caso que no sucede con el presidente, porque no hay un acto de impugnación ni contra el evismo, ni contra los golpistas (ahora se caen los juicios contra Añez), ni contra el imperialismo, ni contra el sistema. En conclusión, en el teatro de la política se paga un alto precio cuando “lo que parece” (el discurso y las consignas que emite el presidente) es idéntico a “lo que es” (los discursos y las consignas de Evo Morales). El 8 de noviembre no podía ser solo una apuesta táctica, por más liderazgo audaz que pudiera encarnar la figura del presidente, porque si su vida corre peligro, como lo denuncia la ministra de la presidencia, lo más probable es que no habrá un bloque que lo defienda, algo que hasta ahora no ha sucedido ni en un comunicado del gabinete. Lo que está sucediendo después del discurso presidencial, las denuncias del evismo que no cesan, las decisiones del supra poder judicial, las resoluciones del poder electoral, la trinchera de desestabilización en el legislativo, es mucho más sutil, un reacomodamiento de las fuerzas sociales y políticas a un orden conservador de pensamiento, que tarde o temprano sustituirá a esa voluntad transformadora y de avance que queda en pequeños sectores politizados. El 19 de octubre del 2020, Luis Arce afirmaba que “vamos a reconducir el proceso de cambio sin odio, aprendiendo y superando nuestros errores”, H. Marcuse, señalaba que “si sólo cambiamos la realidad para realizar nuestros sueños y no cambiamos los propios sueños, antes o después volveremos a la vieja realidad”, desde el punto de vista del presidente, él está cambiando la realidad del país desde sus sueños, y es encomiable, pero no ha cambiado sus propios sueños y ha vuelto a la vieja realidad, pero una realidad más compleja, crítica y regresiva.
Para evitarlo, el gobierno debe evitar tres errores políticos: salir del tacticismo, que el presidente rompa la guerra de los espejos, traducir el marco de interpretación de manera creativa y consecuente con lo que exigen los movimientos y organizaciones sociales. Es vital que todos los demócratas, en especial el gobierno, desenmascaren a los operadores y actores golpistas, si alguna vez pensó el gobierno que el apoyo del pacto de unidad para una reelección del presidente será producto de la mediación prebendal, lo más probable es que sea así, pero es el camino tradicional que recorrió el evismo y al final terminó con la fuga ignominiosa de los jerarcas del gobierno. Si alguna pensó el gobierno que la despolitización y la desmovilización de su militancia, en particular que la comodidad de los mandos medios y altos de la burocracia en la gestión, es suficiente para consolidar la estabilidad, es lo más antidemocrático y reaccionario para que el golpe blando sea una realidad. Es evidente que, a la luz de los hechos, el gobierno debe repasar sus errores, sus premisas, sus prioridades, para rectificar y tomar las acciones pertinentes.
 
 
 
 
 
EL FENÓMENO MILEI Y EL CAMBIO EN LA DINÁMICA DEL PODER EN IBEROAMÉRICA
 
A Bolivia le interesa lo que suceda en Argentina a partir del momento en que Milei y su equipo se constituyan en Gobierno, no sólo por lo que vaya a suceder con su economía, de la que por supuesto luego hablaremos, sino porque mientras ha pertenecido al Socialismo del Siglo XXI
 
La Gaceta de España (https://acortar.link/dUCQJQ)
 
Javier Milei arrasó el domingo pasado en la segunda vuelta de las elecciones en Argentina, marcando un extraordinario hito. Ha obtenido una cantidad de votos que lo ubica como el cuarto presidente más votado de la historia de su país, superando incluso a Cristina Fernández de Kirchner en 2011, pero más aun definiéndose como el primer presidente liberal-libertario de la historia en una carrera meteórica de apenas tres años desde que decidió aventurarse en la política y se convirtió en diputado nacional por primera vez en 2021 como un extraño.
Sin embargo, llama la atención que semejante hecho histórico haya generado tan poco eco en los medios tradicionales de comunicación en Bolivia, y no más que algún que otro mensaje corto en redes sociales de algunos de los políticos también tradicionales, aunque es preferible ante la demagogia y el oportunismo que siempre suscita todo sismo político. 
Por eso vale destacar los elementos más importantes para Bolivia sobre lo que será el Gobierno de Javier Milei en Argentina a partir del 10 de diciembre.
Seguridad y defensa: el factor Irán
Primero que nada, a Bolivia le interesa lo que suceda en Argentina a partir del momento en que Milei y su equipo se constituyan en Gobierno, no sólo por lo que vaya a suceder con su economía, de la que por supuesto luego hablaremos, sino porque mientras ha pertenecido al Socialismo del Siglo XXI, Argentina se ha convertido en un problema de seguridad y defensa permanente para la región, pues las dictaduras comunistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua guardan una estrecha relación estratégica con Rusia y China, pero sobre todo con la dictadura militar teocrática de Irán.
Entre varios otros aspectos, solamente es cuestión de recordar lo que sucedió a mediados de 2022 con el avión venezolano-iraní de la empresa fantasma Emtrasur creada por Nicolás Maduro en 2020, que había sido retenido en Ezeiza con 19 tripulantes a bordo tras violar varias normas aeronáuticas internacionales, y que se presumía que era parte de una acción militar encubierta orientada a la fabricación de drones militares para Venezuela.
Casualmente, un año más tarde, a finales de junio de 2023 el régimen de Luis Arce Catacora anunció un acuerdo firmado recientemente con la República Islámica de Irán; justamente entre sus  ministros de Defensa, el boliviano Edmundo Novillo y el iraní Mohammad Reza Ashtiani. No se conocieron detalles sobre los acuerdos, pero el iraní afirmó que «los países de América del Sur tienen un lugar especial en la política exterior y de defensa de Irán debido a ubicarse en una zona muy sensible».
De hecho, ante la dificultad de poder disimular, el gobierno de Alberto Fernández mostró su inquietud a nivel diplomático por los acuerdos boliviano-iraníes, dado que Irán arrastra un serio conflicto por las investigaciones sobre el atentado terrorista a la mutual judía de la AMIA en 1994, donde murieron 85 personas, 8 bolivianos entre ellos. Motivo por el que, en 2015, además, murió el fiscal Alberto Nisman, un día antes en que realizaría una acusación formal contra Cristina Fernández de Kirchner con nuevas pruebas luego de una extensa y rigurosa investigación.
Pero la relación boliviano-iraní no comienza hace apenas un año, sino al menos desde 2008, y entre 2007 y 2012 Mahmud Ahmadineyad visitó Bolivia tres veces, reafirmando la cooperación mutua entre Irán y Bolivia en varios ámbitos, sobre todo el militar.
Litio, gas y dolarización
Recién en segundo lugar está la economía, aunque es lo que, sin duda alguna, más aqueja ahora mismo a los argentinos. A Bolivia le interesa lo que vaya a suceder fundamentalmente en materia energética y más aún con la inflación a corto plazo y el plan de dolarización a medio plazo.
Lo que más tendría que preocupar al Estado Plurinacional en la materia, además porque también está directamente vinculado al problema anterior de seguridad y defensa, pero también en materia económica, está el negocio del litio, que en mucho menor tiempo ha sido desarrollado por los argentinos dejando a Bolivia, que tiene una mayor cantidad de yacimientos, muy retrasada o incluso fuera del negocio, aunque entre las causas del fracaso boliviano también haya jugado un rol preponderante la corrupción, la ineptitud y el propio modelo basado en el control estatal y nulas garantías jurídicas.
Igualmente, el negocio de la exportación de gas de Bolivia a Argentina llega muy pronto a su fin no solo porque la capacidad de producción del Estado Plurinacional viene deteriorándose a pasos cada vez más acelerados, sino que importa cada vez más gasolina y diésel de los argentinos, y porque, si acaso todo lo demás fuera poco hasta aquí, Argentina tiene Vaca Muerta, con un potencial exportador tan grande que los ductos bolivianos ya no servirían para exportar sino para importar gas, y para que sea trasladado también a Brasil. De hecho, apenas se mencionó la posibilidad de que la estatal argentina YPF fuera privatizada, solamente el lunes su cotización se disparó más de un 40% en bolsa.
Finalmente, ante la crónica inflación anual que lleva Argentina, actualmente en el 142,7% y que podría alcanzar fácilmente el 200% al cierre de 2023, el plan de dolarizar la economía argentina que ha presentado Javier Milei se traduce, antes que nada, en un desafío todavía más grande que el que tiene actualmente, que es muy similar al argentino: así como Argentina, Bolivia necesita dólares de manera desesperada ya ni siquiera para que el Banco Central cumpla con su rol de Prestamista de Última Instancia ante cualquier eventualidad en el sistema bancario y financiero como el de inicios de año con el Banco Fassil, sino ya incluso para importar combustibles y encarar así la persistente escasez de combustibles.
Argentina también necesita dólares desesperadamente para cerrar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el de mercado, pero más aún para cuando sea implementado el plan de dolarización, pues implica utilizar dólares para recoger y sustituir todos los pesos sin respaldo que el BCRA ha emitido para financiar su monstruoso déficit fiscal. Es decir, Argentina va a convertirse en una auténtica aspiradora de dólares conforme se incremente su tasa de inflación, y más aún cuando se vaya implementando la dolarización.
Ante tal escenario, Bolivia se va a ver forzada a aplicar medidas mucho más decididas y ambiciosas que las que ha tomado hasta el momento frente a la escasez de combustibles y dólares. Caso contrario, la crisis económica va a precipitarse a un punto que podría ser inasumible por los actuales responsables.
El desafío de la gobernabilidad
Finalmente, un factor igualmente importante será el de la gobernabilidad. De nuevo, a quienes menos les gusta la idea de que las fichas hayan comenzado a moverse tanto en el tablero geopolítico global es a los del club del Socialismo del Siglo XXI y sus amigos. De hecho, Lula da Silva financió parte de la campaña de Sergio Massa e incluso le envió estrategas para colaborar, y Pedro Sánchez, hoy en franco ataque socialista a la democracia, el Estado de Derecho y la libertad en España, se pronunció al menos en dos oportunidades en favor del candidato del kirchnerismo antes de las elecciones.
Al mismo tiempo, Milei tiene un apoyo muy escaso en el Legislativo. En una cámara compuesta por 257 diputados, su partido cuenta únicamente con 38 representantes. Asimismo, de los 72 senadores, tan solo siete pertenecen a su formación política. Incluso considerando la posible coalición, no se alcanza la mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado. A pesar de contar con un mandato popular, Milei se enfrenta al desafío de impulsar su agenda, siendo prácticamente un hecho que la oposición obstaculizará sus propuestas durante toda la legislatura, con lo cual, muchas de las propuestas liberalizadoras más ambiciosas no podrán ser aplicadas.
No obstante, si acaso Milei logra cumplir con una sola de todas sus propuestas, esa debe ser la dolarización, dado que se trata de una medida liberalizadora tan potente y de tanto extracto liberal, que todo lo demás, que no es poco, puede esperar.
Por si fuera poco, Milei tiene claro que toda la masa de quienes reciben las prebendas del kirchnerismo, que es enorme, se volcará a las calles en cuanto le sea posible para tratar de derrocarlo de la misma forma que trataron de hacerlo con Mauricio Macri cuando fue presidente, con Sebastián Piñera en su segundo mandato en Chile, con Lenín Moreno y luego Guillermo Lasso en Ecuador, con Iván Duque en Colombia y Jeanine Áñez en Bolivia. Lo tiene tan asimilado que en cuanto le preguntaron sobre el asunto, solamente respondió de la manera en que se podía esperar: «Aplicando la ley».
No habrá que olvidar, pues, que ha existido una estrecha cooperación extraoficial entre los gobiernos kirchneristas argentinos y del Movimiento al Socialismo en Bolivia, como cuando Evo Morales fue acogido en calidad de refugiado en Argentina por el gobierno de Alberto Fernández, cuando en realidad había huido de la justicia boliviana por haber cometido un monumental fraude electoral sobre el que la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un impecable informe, por haber abandonado sus funciones a finales de 2019 y haber ordenado el cerco de ciudades para dejarlas sin alimento.
Finalmente, no cabe sino felicitar a Javier Milei por tan apoteósica defensa de la libertad y la democracia no sólo en favor de los argentinos, sino de todo el hemisferio occidental, que tanta falta le hace volver a la senda de la defensa de los valores que lo han convertido en todo lo que todavía es, y desearle la mayor fortaleza para mantenerse en sus más profundas convicciones.
 
 
 
 
 
UNA ESTRATEGIA ECOSOCIALISTA PARA GANAR EL FUTURO
 
Revista Viento Sur de Chile (https://acortar.link/KNzVRg)
 
El mundo en que vivimos hoy está atravesado por una crisis económica, política y ecológica. Cientos de millones de personas han visto deteriorarse su nivel de vida y las perspectivas de futuro se vuelven borrosas, mientras otros cientos de millones padecen sequías, inundaciones y otros impactos del cambio climático, que no harán más que agravarse con el paso del tiempo. Cuando las negociaciones climáticas internacionales se estancan y el activismo climático predominante se desespera cada vez más, la necesidad de un modelo de sociedad diferente y de una estrategia política para llegar a ella nunca ha sido más acuciante. Pero ¿cuáles serían concretamente sus características?
Desarrollar una estrategia efectiva para un cambio político radical implica tener una visión clara de los antagonismos, las alternativas y las vías de ejecución. Si reconocemos que las muchas crisis actuales son efectos comunes del proyecto capitalista (y no desviaciones del mismo), para dar respuestas hemos de nombrar al antagonista de una manera que permita a la gente identificar el origen del problema y oponerse al mismo. Esto no es fácil, puesto que la hegemonía capitalista también está ligada a su capacidad para enmascarar la realidad, promover el consenso y atemorizar a quienes se atreven a poner en tela de juicio lo que está mal.
Acto seguido hemos de imaginar qué viene después. No basta oponerse a algo si no se ofrece una alternativa que sea a la vez atractiva y posible. Si el capitalismo es el mal, ¿qué es lo que queremos en su lugar? Se han propuesto muchas opciones, incluidas algunas que podrían ser peores que nuestro capitalismo actual. Si el capitalismo destruye el planeta, ¿qué decir de una nueva era de capitalismo colonial en el espacio? Multimillonarios han utilizado esta visión para espolear la imaginación y fomentar la fe en soluciones tecnológicas como manera de favorecer sus propios intereses empresariales y atraer a más inversores. Científicos y el movimiento medioambientalista, por otro lado, responden afirmando lo que es evidente: ¡no hay planeta B!
Nuestra tarea es demostrar que no basta con reemplazar el capitalismo, ya que los sucedáneos pueden ser endebles y pasajeros. Lo que viene después debe abordar los fallos del sistema vigente y ser mejor de tantas maneras que demuestre que el statu quo simplemente ya no tiene sentido. La alternativa tiene que hacer que el capitalismo resulte anticuado, inservible y obsoleto.
Finalmente, sin embargo, hemos de llegar allí realmente. El problema con el cómo estriba en que a menudo se ha percibido como una mera cuestión de elegir los mecanismos e instrumentos disponibles en un arsenal existente. Si precisamos ir de Ciudad de México City a Guadalajara, podemos elegir entre el automóvil, el autocar, el avión o incluso las piernas. Una visión puramente instrumental del cómo despolitiza las condiciones y consecuencias de los métodos empleados y nos impide evaluar continuamente la compatibilidad entre una táctica adoptada y la estrategia general.
Nuestros instrumentos están sometidos a condiciones políticas, al tiempo y al espacio, a la cadena de suministros y la disponibilidad de recursos, al compromiso de las y los actuantes, a la sustancia, así como a la posibilidad de tomar desvíos y emprender ajustes. Esto significa que una vez identificamos el capitalismo como el problema principal y proponemos que la mejor alternativa, en efecto, es el socialismo, el cómo llegamos no solo implica una elección entre reforma o revolución, sino que esencialmente determina las condiciones que es necesario crear para tomar un poder de nuevo tipo y mantenerlo. No podemos contentarnos con desear el fin el capitalismo y sustituirlo por el socialismo.
Hacer historia, hoy y en el futuro
Cuando Karl Marx escribió1 que “los hombres hacen su propia historia, pero… bajo circunstancias que existen y les han sido legadas por el pasado”, lo que quiso decir no es que debamos aceptar dichas circunstancias o condiciones o ataduras, sino que nuestra tarea consiste en crear unas condiciones diferentes para heredarlas en el futuro, condiciones que nos ofrecerán más posibilidades de implementar elementos de nuestra estrategia.
Cuando proponemos el socialismo como sistema que nos salvará del capitalismo, no basta afirmar simplemente que la revolución socialista es necesaria porque sin ella la sociedad no sobrevivirá. Para quienes ya están convencidas de la urgente necesidad de derribar el capitalismo, estas afirmaciones no son más que perogrulladas utilizadas para confirmar nuestras propias posiciones radicales. La realidad, nos guste o no, es que en ninguna parte estamos ante la inminencia de un levantamiento revolucionario y del establecimiento de alternativas socialistas a escala global. Decir esto no es anticomunismo derrotista, sino reconocer simplemente las condiciones concretas que nos ha legado el pasado.
Asumir críticamente nuestras deficiencias nos lleva a abordar las contradicciones relativas a los tempos de la construcción del socialismo en un mundo que se calienta a paso acelerado. Nos coloca ante el tiempo: el tiempo que hemos perdido, el tiempo que dedicamos ahora y el tiempo que sencillamente no tenemos. Si la revolución es el freno de emergencia del tren desbocado del Antropoceno, para emplear la metáfora de Walter Benjamin, también necesitamos un plan de evacuación. La transición ecológica pasa por cómo tomamos medidas de seguridad para prepararnos de cara al impacto de la revolución y nos equipamos para desembarcar en un terreno inexplorado.
Más que ninguna otra crisis que nos afecta hoy, la crisis ecológica altera radicalmente nuestro sentido de la urgencia, porque comporta el colapso de las condiciones materiales que hacen que la vida sea posible. Esta crisis, como las demás, es en su mayor parte producto del sistema capitalista. Factores de la Gran Aceleración, que van del aumento de las temperaturas globales a la pérdida de biodiversidad, están asociados a la insostenibilidad del modo de producción vigente. Estos no se pueden detener con soluciones capitalistas, porque el capital requiere más y más recursos de la naturaleza para que siga funcionando su ciclo de acumulación.
En ese sentido, el capitalismo verde supone una amenaza mayor que el negacionismo climático corriente, ya que parece reconocer el consenso científico en torno al cambio climático, pero oculta el papel del capitalismo en la crisis. Su tergiversación como un problema que puede gestionarse sin cambios drásticos en el modo de producción conduce a falsas soluciones y, por tanto, es en sí mismo un tipo de negacionismo. Sus soluciones abordan algunas cuestiones críticas, pero solo en la medida en que sean compatibles con el objetivo último de generar beneficios futuros.
No basta con cambiar la forma en que compramos productos para solucionar el problema. Los sistemas de compensación de las emisiones de carbono permiten a los grandes contaminadores seguir a lo suyo mientras otras empresas se forran reduciendo parte de sus emisiones. Las carteras de inversión de multimillonarios valoran métodos de geoingeniería que no están probados a gran escala y que pueden tener graves implicaciones éticas y biológicas. No podemos sustituir simplemente la forma en que proveemos de energía a la industria y la producción de bienes y servicios por una alternativa renovable, porque los recursos que tenemos en la Tierra son, al fin y al cabo, finitos. Tendremos que adaptarnos tanto en términos de calidad como de cantidad y habrá que abordar la distribución históricamente desigual.
El capitalismo debe acabar para que la vida pueda continuar, pero en nuestras condiciones políticas actuales ninguna solución parece ser a la vez radical y suficientemente rápida como para hacer frente a la crisis ecológica sin contradicciones. Nos enfrentamos a las amenazas inmediatas de la reorganización de las fuerzas de extrema derecha y fascistas incluidas las ecofascistas y al creciente predominio del capitalismo verde. Mientras nos organizamos para luchar contra esas amenazas, nuestro trabajo consiste también en identificar y comprometernos con posibles líneas de acción que permitan abordar muchas cosas a la vez.
Un programa de prevención que pueda comenzar bajo el capitalismo, como sostiene David Schwartzman, es esencial. Para escapar del desastre ecológico que se avecina antes de que tengamos la oportunidad de establecer una sociedad socialista, tendremos que poner en práctica ideas, políticas, microsistemas, reformas y otros acuerdos sociopolíticos que ralenticen el ritmo de la crisis al tiempo que sienten las bases de un poder popular capaz de superarla y sostener un nuevo sistema.
Se trata de una cuestión de sostenibilidad radical. Necesitamos una estrategia que opere en dos mareas políticas diferentes, como la llamo yo, de modo que una pueda dar cuenta de las contradicciones a las que se enfrenta la otra. La estrategia requiere que pensemos simultáneamente en cuestiones a corto, medio y largo plazo, pero con una flexibilidad que reconozca que la historia no es una secuencia lineal cerrada de acontecimientos y que surgen nuevas contradicciones a medida que la hacemos.
Sentar unas bases sostenibles para una acción más radical en el futuro es crear unas condiciones que plantearán problemas que aún no estamos preparados para abordar o de los que ni siquiera somos conscientes hoy. Sin embargo, son problemas que deseamos, ya que solo podrán materializarse una vez resueltos los que hoy nos acosan. Si nuestra estrategia tiene éxito, nuestros problemas no consistirán simplemente en aplazar el fin del mundo, sino que se ocuparán de lo que hagamos realmente en este planeta durante los siglos venideros, en los miles de millones de años que le quedan.
Identificar al sujeto del cambio
¿Quién puede aplicar esta estrategia? Únicamente aquellos sectores cuyos intereses reales residen en preservar las condiciones para la vida en la Tierra al tiempo que desean que dicha vida merezca ser vivida de una manera inclusiva y pacífica, personas que necesitan reclamar el tiempo que les ha sido arrebatado por la explotación capitalista con el fin de prolongar el tiempo de la sociedad humana en la Tierra.
Incluso en las primeras fases, nuestra estrategia no corre el riesgo de quedar enredada en el capitalismo verde, porque nuestro sujeto del cambio es la mayoría de la sociedad explotada por este sistema: la clase trabajadora, las personas migrantes y refugiadas, los grupos indígenas, las personas con discapacidad, las mayorías racializadas, las mujeres y las personas LGBTQI+ marginadas que no pueden ser absorbidas en el espacio tan limitado que ofrece el capitalismo en términos de movilidad de clase. Nuestra estrategia requiere construir un poder colectivo en sistemas que demuestren a la mayoría de la clase subalterna que es posible reorganizar la sociedad y que los resultados de dicha reestructuración son deseables.
De hecho, los resultados deseables están en el meollo de una estrategia acertada. La vida tiene que mejorar desde el principio de la aplicación de un programa ecosocialista para garantizar el apoyo sostenido al horizonte socialista y la viabilidad de la ruptura, especialmente cuando se está bajo amenazas externas de represión, sanciones y guerra. Estas amenazas deben preverse, ya que nuestra estrategia desafiará desde el principio los focos de hegemonía capitalista al alterar la forma en que tratamos la naturaleza, y creará las condiciones para una acción contrahegemónica organizada, lo más cerca que estamos de una conciencia socialista generalizada.
Las amenazas aumentarán cuanto más nos convirtamos nosotras también en una amenaza. Sin embargo, esas amenazas no deben utilizarse para justificar más penurias de lo inevitable ni desviar demasiada energía de los ámbitos que mejoran la vida de inmediato. Los ataques limitan las líneas de acción y presionan sobre la manera en que tomamos las decisiones y los planes que desarrollamos, pero no pueden ser una excusa para tomar el camino más fácil, es decir, restringir el tipo de libertades que constituyen el núcleo del proyecto socialista. Nuestra estrategia preparará la guerra, pero tratará de evitarla sentando las bases de la paz.
En resumen, nuestra estrategia consiste en una transición ecológica que haga posible la transición socialista. Se pasa de una sociedad profundamente insostenible a otra en la que el riesgo de colapso se habrá retrasado al menos unos pocos siglos.
Dado que el colapso planetario es un riesgo real en este siglo, tal y como se evalúa en el Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres 20222, la transición ecológica debería producirse dentro de un plazo corto, que va desde ahora hasta 20 o 30 años en el futuro. Así pues, suponiendo que el capitalismo sea el sistema dominante en las próximas décadas, la transición ecológica se producirá en su mayor parte bajo el sistema vigente. Esto no se debe a que optemos por realizar la transición bajo el capitalismo, sino a que si no se hace inmediatamente, no hay posibilidad de llegar al socialismo debido al agotamiento de las condiciones que sostienen la vida. Al fin y al cabo, seguimos en el tren.
La transición ecológica constituye nuestra respuesta inicial y, si se hace correctamente, nos permitirá aplicar los mejores planes a largo plazo. Por supuesto, una vez que se produzca el paso del capitalismo al socialismo, podrán realizarse aspectos aún más radicales de la transición ecológica en lo que será una transición ecosocialista con diferentes pilares de propiedad y poder.
Dado que las reformas promovidas por los numerosos planes y acuerdos de la transición ecológica no son suficientes para superar realmente el capitalismo, nuestra estrategia requiere la construcción de potentes movimientos que garanticen estas reformas, pero que también creen condiciones para la ruptura. André Gorz hablaba de “reformas no reformistas” por su potencial para ayudar a cultivar “contrapoderes”, lo contrario del reformismo que parchea el sistema. Así pues, una estrategia ecosocialista requiere un periodo de combinación de la labor de organización y con un sólido programa de transición ecológica bajo el capitalismo, para que los frutos de esta labor puedan, en última instancia, romper con el sistema y construir una sociedad ecosocialista.
Dos mareas políticas interactúan y se apoyan mutuamente para formar nuestra estrategia.
Una marea conlleva una transición más rápida del punto A al punto B, en la que compramos tiempo ecológico y ofrecemos atisbos de una vida mejor mientras seguimos bajo el capitalismo. La transición ecológica implica una combinación de planes de transición y de Pactos Verdes que aprovechen el poder limitado de las reformas en un primer momento, centrándose en reformas estructurales que aborden la crisis inmediata, refuercen el sector público y la gestión pública, fomenten la participación política a varios niveles, hagan un uso informado de las campañas y la propaganda para crear conciencia, capaciten a las organizaciones socialistas para gestionar los problemas a su alcance, nacionalicen los recursos, construyan infraestructuras que favorezcan un uso eficiente de dichos recursos y una vida más colectiva, y traspasen las fronteras con una perspectiva de integración regional, reparaciones y solidaridad internacional.
La otra marea consiste en la construcción de movimientos, mediante los cuales fortalecemos la conciencia de clase y las normas socialistas democráticas que construyen el poder colectivo para una ruptura más radical que apunte a todos los pilares de la propiedad privada, la ganancia y la acumulación, en lo que será la transición del capitalismo al socialismo. La construcción de movimientos crea el sujeto de la transición ecológica pero va más allá, ya que genera las condiciones para el poder socialista. Una vez bajo el ecosocialismo, la construcción de movimientos es esencial para consolidar el poder popular, ya que una marea envuelve a la otra y nuestra estrategia sigue siendo reevaluada y reajustada.
Más allá del GND
La profundidad de la crisis ecológica implica que si no se cumplen ciertas condiciones no hay posibilidad de construir una sociedad socialista, aunque la clase obrera esté preparada para el socialismo. Así pues, una estrategia ecosocialista eficaz se sitúa en el conocimiento y la materialidad del Antropoceno, pero pretende acortar esta era por medios ecológicos.
Esta conclusión debería guiar las conversaciones en torno a las diversas demandas de un Nuevo Pacto Verde (Green New Deal, GND). En general, un GND es un conjunto de reformas, inversiones y ajustes relacionados con la mitigación y la adaptación al cambio climático, pero también con otros aspectos de la crisis ecológica, que deben aplicarse en un plazo breve. Los GND deben formar parte de nuestra estrategia, pero no son nuestra estrategia como tal, ya que apuntan a políticas públicas más directas y son vulnerables a los cambios de gobierno.
Además, los programas nacionales de este tipo también deben coordinarse a través de programas regionales y seguir una orientación global más general. Los debates sobre un GND planteados por los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil deben esbozar principios y ofrecer salidas para acuerdos internacionales y el fortalecimiento de alianzas. Al fin y al cabo, la transición ecológica requiere una fuerte acción coordinada para alcanzar objetivos a corto y medio plazo, y estos programas ofrecen una gran oportunidad para realizar proyectos susceptibles de evaluarse objetivamente.
Se han presentado diferentes versiones del GND desde que el debate resurgió en EE UU después de 2018, algunas más capitalistas y otras más radicales. Independientemente de las etiquetas utilizadas, la ventaja de integrar programas similares al GND en una estrategia ecosocialista es doble: incluyen cambios que pueden aplicarse hoy y pueden ser herramientas de movilización.
A veces, los políticos y los medios de comunicación presentan el GND como un paquete de inversiones, pero en una estrategia ecosocialista es mucho más que eso. Los paquetes de inversiones son importantes, sobre todo si tenemos en cuenta los enormes cambios de infraestructuras que requiere la parte climática de la transición. Solo la conversión a energías renovables costará entre 30 y 60 billones de dólares adicionales de aquí a 2050, según distintos estudios. Hacer que las viviendas sean más eficientes y construir nuevos hogares confortables y respetuosos con el clima requeriría muchos más billones. Cambiar la red de transportes, fomentar las nuevas tecnologías y cultivar nuestros alimentos de forma eficiente, pero sana y sostenible, también requerirán mucha inversión.
Actualmente, el sector financiero afirma que podría destinar más de 100 billones de dólares en activos a financiar la carrera hacia las emisiones cero neto. Pero esto es lo de siempre, ya que los marcos de emisiones cero neto siguen permitiendo al capital fósil apostar por el sistema y no pueden funcionar con la suficiente rapidez en las próximas tres décadas para evitar que superemos los 2º C, por no hablar de los 1,5º C. El motivo es sencillo: contempla la inversión desde dentro del paradigma capitalista, donde hay mucha más diversificación y conversión que una transición real a otra cosa.
El argumento de que la transición climática puede generar muchos otros billones de crecimiento capitalista atrae a los inversores y complace a los representantes políticos dispuestos a incorporar la agenda climática, pero solo si pueden sacar provecho de ella. Los mercados financieros invertirán en la neutralidad al carbono del mismo modo que evalúan las acciones de empresas. No les preocupa el grueso de los problemas ecológicos provocados por la Gran Aceleración, porque eso exigiría cuestionar la lógica de la acumulación capitalista en su conjunto.
Además, elementos importantes de la transición acaban minimizándose cuando las propuestas del GND llegan a los programas políticos generales, como ocurrió con la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 de Joe Biden en EE.UU. Cuando la política viene dictada más por la inversión climática que por la justicia climática, aún hay margen para empujar las cosas hacia la izquierda, pero lo más probable es que el capital fósil luche por su parte del pastel. Deberíamos librar algunas de estas batallas para asegurar ganancias marginales, pero su lógica no puede dictar nuestra estrategia.
En una estrategia ecosocialista, los programas del GND promueven la inversión con el propósito de luchar contra múltiples crisis y la combinan con iniciativas que implican a gobiernos, comunidades, movimientos y pequeñas empresas para reconfigurar aspectos del modo en que producimos, consumimos y vivimos. Un GND puede centrarse en objetivos asequibles con rapidez y, dado que esos cambios son deseables, sirven de polo de atracción para reunir a más gente, lo que a su vez favorece la rendición de cuentas y contribuye a plantear demandas más radicales.
Por ejemplo, cuando se ofrece una garantía de empleo verde, la movilización puede asegurar que los puestos de trabajo creados comporten salarios dignos, prestaciones sociales, subsidios de recualificación y sindicalización. En combinación con estas medidas, una mayor presión desde abajo también puede dar pie a un GND que preconice una reducción de la jornada laboral.
Luchar por y contra el tiempo
La reducción de la jornada laboral con tasas de productividad estables altera la tasa de explotación del trabajo, lo que la convierte en una reivindicación anticapitalista radical. De hecho, ya se han conseguido reducciones significativas en varios Estados capitalistas centrales, respaldadas por una larga historia de actividad sindical en torno a esta cuestión. España ha iniciado recientemente una prueba con la semana laboral de cuatro días. Francia pasó a una semana laboral de 35 horas en 2000, y las encuestas indican que el nuevo tiempo libre se destinó a actividades como la vida familiar, el descanso y el deporte.
Cuando las tasas de productividad ya son elevadas, una semana laboral más corta puede incluso significar más eficiencia, lo que es deseable en ciertos sectores por el efecto positivo en el bienestar de la clase trabajadora. Más tiempo libre conlleva beneficios para la salud, menos desplazamientos y abre oportunidades para la organización política, alimentando ambas mareas de nuestra estrategia. Además, también puede contribuir a una carga más equitativa del trabajo de reproducción social en el hogar y alterar la percepción que tienen las personas de la rapidez con la que tienen que llegar a algún sitio.
Ralentizar el ritmo de vida tiene implicaciones especialmente interesantes a la hora de realizar las inversiones del GND en transporte público e infraestructuras ferroviarias.
Cuando la gente se ve obligada a elegir entre viajar en tren o en avión, tiene en cuenta el coste, la duración y la comodidad en general. La proliferación de aerolíneas de bajo coste ha hecho más accesibles los viajes, pero también ha contribuido en gran medida al cambio climático. El enfoque verde de algunas aerolíneas consiste en compensar sus emisiones de carbono en el mercado de bonos o permitir que los clientes compren sus propias compensaciones. Por otro lado, avanza la investigación sobre combustibles alternativos para la aviación. Las tecnologías de conversión de energía solar en combustible tienden a ser más eficientes que los biocombustibles, pero tienen importantes repercusiones en el uso del agua y la red solar, y requieren CO2 de captura directa u opciones de captura y almacenamiento de carbono.
Esto significa que, por mucho que deseemos que ciertas tecnologías mejoren facilitando así la transición energética mediante el paso directo de energías fósiles a renovables, las cosas no son tan sencillas. Una cosa es desear la transición del sector de la aviación, lo que implica también cambios en su tamaño, y otra muy distinta apostar por el simple paso de las energías fósiles a las renovables, pasando por alto todas las demás presiones ecológicas asociadas a la cadena de producción y a la cantidad de vuelos en todo el mundo, especialmente en las sociedades más ricas.
Nuestra estrategia debe fomentar la investigación y la innovación en mejores tecnologías con bajas o nulas emisiones de carbono, reconociendo al mismo tiempo que el avance tecnológico por sí solo no solucionará nuestros problemas. Las consideraciones sobre la cadena de suministros que se plantean cuando se trata de extraer minerales estratégicos nos ayudan a comprender que existen límites a la producción y a la aplicación en el sector del transporte.
Thea Riofrancos ha demostrado cómo el papel central del litio en las proyecciones sobre energías renovables forma parte de un delicado “nexo seguridad-sostenibilidad” influido por las expectativas de crecimiento, introduciendo un capítulo verde en la larga historia de las zonas de sacrificio creadas por el extractivismo, normalmente concentradas en el Sur Global o en territorios racializados del Norte Global. Es sencillamente absurdo esperar que debamos abrir más y más minas para extraer los materiales necesarios para producir mil millones de vehículos eléctricos (VE).
Sin embargo, esta lógica ha sido completamente normalizada por los actuales paradigmas de inversión verde, con gobiernos en Canadá, Noruega y otros países que optan por conceder subvenciones a clientes, concesionarios y fabricantes de automóviles para fomentar la venta de VE de pasajeros, en lugar de expandir masivamente el transporte público.
Nuestra estrategia debe establecer prioridades claras. Una forma de hacerlo consiste en alinear los intereses de las personas con las infraestructuras necesarias. Si tenemos que reducir el número de aviones en el cielo, ¿cómo podemos ofrecer a la gente medios alternativos de transporte de larga distancia que resulten atractivos en términos de coste, duración y comodidad? Podríamos, por ejemplo, ofrecer a la gente más trenes de alta velocidad en lugar de ciertas rutas aéreas, aprovechar las estaciones situadas en lugares céntricos y abaratar el precio, ¡quizá incluso declarar el transporte gratuito!
La crisis energética y del coste de la vida que azotó a Europa en 2022 llevó a Alemania y España a experimentar con subvenciones temporales para los trenes regionales y el transporte de cercanías. Si se toman en serio la crisis climática, los países y las regiones pueden invertir en programas similares al GND y cambiar la forma en que la gente utiliza el transporte. Al añadir infraestructuras, se producen otros efectos positivos, como la reducción de la congestión y de los accidentes de tráfico.
Incluso si un tren de alta velocidad no es tan rápido como un avión, cuando ralentizamos el ritmo de vida proporcionando a la gente más tiempo libre, la compensación puede no parecer tan mala. La comodidad de subir simplemente a un tren en vez de tener que pasar por el mostrador de facturación de un aeropuerto, o de tomar un autobús gratuito sin pasar por torniquetes y comprar billetes, ayuda a modificar comportamientos y a ganarse el consentimiento de la población.
Cuando el capitalismo ofrece una ventaja, esta conlleva un precio, tanto para la clientela como para el medioambiente. Las verduras pre-cortadas resultan cómodas en un mundo en que tenemos poco tiempo para las tareas domésticas, pero nos cuestan más y comportan un exceso de embalajes, normalmente de plástico. Una estrategia ecosocialista crea ventajas de naturaleza diferente, proporcionando una infraestructura pública verde que hace que la vida sea más fácil y barata para la gente trabajadora, conciliando las necesidades de las personas y la naturaleza en la transición ecológica.
Puesto que hemos de mitigar y adaptarnos rápidamente, la transición ecológica solo ganará esta carrera contra el tiempo si también genera tiempo mediante la reordenación de la producción y los entornos en que vivimos.
Algunas cosas vienen primero
Nuestra estrategia también es desigual y combinada. Entendemos que el capitalismo ha impulsado la desigualdad en el planeta y que el colonialismo sigue influyendo en el adelanto industrial y la división internacional del trabajo. El subdesarrollo del Sur Global se combina con el adelanto del Norte Global.
Cuando el sociólogo brasileño Florestan Fernandes explica este fenómeno, destaca que la persistencia del capitalismo dependiente en los países periféricos forma parte de un cálculo capitalista: el desarrollo del capitalismo en los márgenes acaba sumamente disociado de estructuras democráticas y favorece el establecimiento de autocracias. La intervención imperialista contribuye y saca provecho del déficit democrático en beneficio de los intereses de Estados más poderosos, si es preciso instalando dictaduras, como ha sido rutina en América Latina, así como en África y Oriente Medio.
Esta división centro-periferia también tiene profundas implicaciones ecológicas. El Climate Action Tracker calcula que el mundo alcanzará los 2,7 ºC de calentamiento a finales de siglo si se mantienen las políticas actuales. El Pacto por el Clima de Glasgow de 2021 fracasó una vez más en sus promesas y recortes más radicales. Las políticas actuales no solo están diluidas, sino que también existe una brecha en su aplicación que conducirá a resultados aún peores y desiguales.
El Antropoceno puede considerarse fruto de la intervención humana, pero de forma asimétrica. Los países más ricos tienen mucha más responsabilidad histórica en el cambio climático que los menos desarrollados. Our World in Data calcula que EE UU, el Reino Unido y los 27 miembros de la Unión Europea suman el 47 % de las emisiones acumuladas mundiales. Además, aunque el cambio climático afecta a todo el planeta, los países más pobres están menos preparados para adaptarse a sus efectos.
Por ello, los países más ricos deberían asumir la mayor parte de los costes de la transición ecológica. Los programas nacionales de GND deben financiarse con fondos públicos y los más ricos deberían pagar más impuestos. Las amenazas de despidos, reducciones de plantilla e intentos de trasladar la carga a los consumidores deben combatirse mediante una sólida alianza entre las organizaciones de trabajadores y el movimiento ecologista.
Además, los mecanismos internacionales deben garantizar que los países más pobres tengan acceso a fondos, exenciones de patentes para tecnologías clave y apoyo técnico para su propio conjunto de programas. Tenemos que ir más allá de la financiación verde y de las promesas hechas a la ONU, dado que su carácter voluntario ha dado lugar hasta ahora a un grado de cumplimiento decepcionante.
En la COP15 de Copenhague, los países ricos se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales para financiar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático en el Sur Global, pero cada año se quedan cortos. Para empeorar las cosas, una parte significativa de los miles de millones facilitados consistieron en préstamos. Japón y Francia han asumido más de la parte que les correspondía del compromiso, especialmente en comparación con EE UU, pero el grueso de su contribución consistió en préstamos reembolsables.
Esto ayuda a explicar el desequilibrio en la financiación, donde a menudo se privilegian las iniciativas de mitigación frente a los proyectos de adaptación que no generan beneficios, lo que se suma al devastador endeudamiento que ahoga las economías de las naciones más pobres. En su discurso de investidura, el nuevo presidente de izquierdas de Colombia, Gustavo Petro, hizo hincapié en cómo la deuda es un obstáculo para la transición en el Sur Global.
Autores como Olúfémi O. Táíwò han reclamado un paradigma de reparaciones climáticas y condonación de la deuda que permita a las naciones más pobres abordar el legado negativo de la esclavitud y la colonización como parte de su transición ecológica. Las reparaciones están incluidas en ambas mareas de nuestra estrategia, yendo más allá de la transferencia de dinero y ofreciendo un marco de transición justa que confiere un carácter político a las condiciones actuales y pasadas.
La selva amazónica se extiende por nueve países, y aunque estas naciones tienen sin duda derecho a mejorar la vida de sus ciudadanos, también comparten la responsabilidad de cuidar la Amazonia como no lo hicieron los países del Norte Global con sus propios ecosistemas. La mentalidad de que “ellos lo hicieron primero, así que nosotros también podemos”, que impregna algunos discursos desarrollistas en la región, es tan peligrosa como insensata. Las organizaciones socialistas de los países periféricos deben exigir reparaciones, pero la credibilidad de esta acción depende de que asuman su propia responsabilidad de explorar vías de desarrollo alternativas. La estrategia ecosocialista reconoce que los Estados del Sur Global tienen responsabilidades sobre los ecosistemas, pero a menos que los países ricos compensen sus responsabilidades históricas, el resto del mundo será materialmente incapaz de realizar la transición.
Incluso hoy, cierta corriente antiimperialista sostiene que el cambio climático es un engaño ideado por los países imperialistas para retrasar el desarrollo del Sur Global. Aunque se trata de una posición marginal, algunas variantes de este argumento se abren paso en los planteamientos de izquierdas sobre la crisis climática.
El petróleo es un buen ejemplo. Venezuela tiene unos 300.000 millones de barriles en reservas de crudo, las mayores del mundo, y muchos sostienen que su soberanía depende de ello. El desarrollo y la exportación de petróleo garantizan una afluencia masiva de capital extranjero para apoyar las inversiones en servicios públicos e infraestructuras, como ocurrió en los mejores años de la presidencia de Hugo Chávez. El capitalismo dependiente, sin embargo, hace que Venezuela no pueda ser un productor de petróleo autosuficiente. Carece de la infraestructura y de los recursos subsidiarios requeridos para el refino, y al mismo tiempo es objeto de intervenciones extranjeras en nombre del derecho venezolano, violaciones de la soberanía local y sanciones brutales que desestabilizan su economía y deterioran el nivel de vida, creando una crisis permanente.
Sin embargo, por mucho que los socialistas venezolanos tuvieran todo lo necesario para utilizar todas sus reservas de petróleo, la tan ansiada soberanía quedaría fuera de su alcance, ya que el nivel de emisiones que requeriría haría inhabitable el planeta, y no hay soberanía sin vida. Lo único que quedaría sería el ecoapartheid y las fuerzas ecofascistas alineadas con las empresas, peinando lo que queda de la Tierra en busca de sobras y condenando a la mayoría de los humanos a luchar por la supervivencia.
Reducir las emisiones de combustibles fósiles no es una opción, sino una necesidad. Hay que hacer diferentes ajustes según los niveles de desarrollo, para que los países periféricos no se vean excesivamente penalizados. No obstante, el aumento de la producción de petróleo venezolano dependería sin duda de las ventas a los mismos países del Norte Global que deben eliminar cuanto antes su dependencia del petróleo. La necesidad de la transición ecológica significa que Venezuela tampoco podría depender del mercado del Sur Global.
La buena noticia, sin embargo, es que los países que se han quedado estancados en los márgenes del desarrollo no necesitan pasar por una etapa lineal de mayor dependencia del petróleo, el carbón y el gas. Suministrar electricidad a las comunidades pobres por primera vez puede ser una medida más limpia, pasando directamente de la ausencia de energía a una red eléctrica que utilice fuentes renovables mixtas y tenga en cuenta los impactos ecológicos y comunitarios. No habrá necesidad de una etapa de combustibles fósiles mientras forme parte de nuestra estrategia un mecanismo de reparaciones centrado en la democracia energética.
Un país subdesarrollado no puede basar su soberanía en los combustibles fósiles porque su propiedad de la fuente la convierte en objetivo. Al mismo tiempo, su grado de desarrollo actual no es fruto del destino, sino el resultado de una política económica internacional, mientras que la anulación de la dependencia de los combustibles fósiles es una tarea de los países tanto ricos como pobres. Un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles dentro de un marco de transición justa podría contribuir a gestionar este proceso de manera equitativa.
Por un internacionalismo sostenible
La estrategia ecosocialista exige un replanteamiento de la soberanía en términos de sostenibilidad radical. La transición energética por sí misma nos hace ganar tiempo y, si se centra en atender las necesidades básicas, también contribuye a organizarnos en torno a los servicios públicos, la vivienda, la planificación comunitaria, el impacto tecnológico y un paradigma minero postextractivista.
La transición ecológica será diferente en cada país, según las responsabilidades históricas, pero debe combinarse con la planificación del comercio y el desarrollo para optimizar la forma en que las naciones aborden sus responsabilidades ecosistémicas. La historia nos ha enseñado que los países poderosos no sacrificarán voluntariamente sus intereses económicos por un bien superior. Este tipo de imperialismo ecológico va de la mano del imperialismo político-militar y de su propia contribución a la extinción y la barbarie. Los programas de transición ecológica requieren la participación de la clase trabajadora para alinear sus intereses entre las naciones más ricas y las más pobres y ejercer una presión común sobre los gobiernos y las instituciones internacionales.
El consumo de energía en los países de la OCDE es casi diez veces superior al de los países de renta baja. Aunque los ajustes de la eficiencia reducirán esta brecha, las pautas de consumo y el modo de vida general de las sociedades más ricas también deben cambiar. Dicho esto, el mundo desarrollado también está desgarrado por la desigualdad, y muchos trabajadores y trabajadoras no participan de lo que Ulrich Brand y Markus Wissen llaman el “modo de vida imperial”. Este modo de vida ejerce una fuerte presión ecológica sobre la Tierra y está relacionado con el extractivismo industrial que afecta a las comunidades locales del Norte y convierte regiones enteras del Sur en zonas de sacrificio.
Los recursos minerales necesarios para alimentar el apetito capitalista y sostener un modo de vida que promete grandes coches, grandes casas, carne abundante y viajes en avión baratos también serán problemáticos aunque se alimenten de energías renovables. Por lo tanto, una estrategia ecosocialista ha de implicar asimismo un decrecimiento desigual y combinado.
El decrecimiento selectivo tiene que ver con los sectores económicos, las fronteras y el territorio. Algunas regiones necesitarán niveles mucho más altos de inversión para que la gente pueda disfrutar por primera vez de una buena alimentación, vivienda, transporte y empleos estables. Otras regiones, especialmente en los países de renta alta, también invertirán en sectores estratégicos y los harán crecer, al tiempo que dependerán de las transferencias para construir infraestructuras inclusivas y convenientes para la gente trabajadora que se enfrenta a altos costes de la vida y empleos precarios. Esto, a su vez, requiere el control popular de los recursos un tema candente actualmente en México, Bolivia, Chile, Colombia y otros lugares y alternativas al modelo extractivista hegemónico.
La lucha de clases en la política climática se produce, de hecho, entre el trabajo y el capital, como sostiene Matt Huber, pero esto no debería impedir la comprensión de que la clase trabajadora y el capital están organizados de maneras a menudo contradictorias en todo el Norte global y el Sur global, como han esbozado autorías del decrecimiento, del ecosocialismo y de la teoría marxista de la dependencia. Las contradicciones políticas y económicas a menudo confunden los intereses de la clase trabajadora de distintos países, pero reconocerlas debidamente nos ayuda a identificar dónde coinciden los intereses de clase. Nuestra estrategia solo funcionará si también nosotras nos dedicamos a la educación política crítica en el trabajo sindical y dentro de los movimientos, de modo que la práctica transformadora contrarreste la influencia de la ideología capitalista.
Es posible reconocer la existencia de un modo de vida imperial, así como su distribución desigual. A veces, la imagen de un Norte Global y un Sur Global monolíticos puede suponer un obstáculo analítico, ya que implica líneas de conflicto geográficas en lugar de patrones históricos de producción y distribución de recursos, incluida la mano de obra. Los trabajadores y trabajadoras de la industria automovilística de Alemania y Brasil se enfrentan a realidades diferentes en cuanto a infraestructuras, salarios, derechos y geopolítica, pero en sus respectivas sociedades están sujetos a antagonismos de clase similares y afrontan los mismos retos.
La transición ecológica ha de tener sentido para la clase trabajadora de todo el mundo. El imperativo convencional del crecimiento económico ha conducido al empleo precario y a elevadas tasas de explotación, lo que significa que un debate en torno al decrecimiento desigual y combinado puede mejorar realmente las demandas de empleos ecológicos socialmente necesarios y de calidad, así como el tipo de condiciones de vida que las comunidades puedan desear, si centramos nuestra estrategia en marcos alternativos de suficiencia, solidaridad y justicia, como sugiere Bengi Akbulut.
Para lograr la transición ecológica, la clase trabajadora mundial tendrá que ajustar sus expectativas. Debemos rechazar el estilo de vida consumista del capitalismo y tener en cuenta las limitaciones energéticas y materiales a la hora de planificar una vida digna. Estos imperativos generan conflictos en torno a quién puede utilizar un recurso y en qué cantidad, problemas que no siempre podrán resolverse con tecnologías mejoradas.
De hecho, a veces son las tecnologías más antiguas las que pueden salvarnos, como la vuelta a la agroecología y el uso más eficiente del suelo y su contribución a la reducción de las emisiones. La reforma agraria y un proceso justo de delimitación de las tierras indígenas son condiciones necesarias para que la clase trabajadora rural se beneficie de la transición ecológica superando la pobreza y cambiando la forma en que alimentamos al mundo.
Puesto que no hay transición justa sin soberanía indígena, nuestra comprensión de qué va dónde ya sean turbinas eólicas o bosques repoblados exige mejorar nuestro enfoque de los derechos territoriales y las formas de vida. La clase trabajadora urbana de todo el mundo puede salir ganando, y debe coordinar la demanda de manera que la explotación de los recursos no conduzca a la creación de nuevas zonas de sacrificio.
También debemos ser sinceras sobre el hecho de que muchos empleos prometidos en la transición son temporales, ya que están ligados a la construcción de nuevas infraestructuras. Superar la obsolescencia programada significará también una producción más eficiente, menos recambios y un mantenimiento menos intenso. Algunos empleos pueden reconvertirse de sectores sucios a sectores limpios, mientras que otros tendrán que desaparecer por completo, como la industria de armamentos. Ser sinceras sobre este hecho ayudará a profundizar la marea organizativa en sindicatos, asociaciones y movimientos sociales en general, para no dejar atrás a nadie. Este tipo de cálculos se producirán dentro y fuera de las fronteras, tal vez muchas veces al día. El éxito de nuestra estrategia ecosocialista depende de la calidad de la construcción del movimiento internacionalista y de nuestra capacidad de coordinar la planificación.
La clase trabajadora es muy diversa. Incluye a los trabajadores y trabajadoras industriales, y los sindicatos desempeñan un papel importante. Dicho esto, también comprende mucha mano de obra informal. Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2019 había unos 2.000 millones de trabajadores informales en todo el mundo. Algunos de ellos como los que tienen trabajos temporales en granjas y pesquerías, o las 15 a 20 millones de personas que se ganan la vida reciclando se enfrentan a riesgos especialmente altos de pérdida de empleo y problemas de salud a medida que avanza el cambio climático. También deberíamos considerar estos empleos, y no solo los fabriles, para la producción de paneles solares o baterías de litio, como empleos climáticos.
Las mujeres que realizan trabajos de cuidados también son cruciales para la transición, y no solo por el papel estratégico del sector de los cuidados para mejorar la vida de las personas con bajas emisiones de carbono. Las mujeres suelen ser las principales líderes en la resistencia a las empresas de capital fósil, en la reivindicación de la reducción de la semana laboral y su doble carga horaria, y pueden ayudar a tender puentes entre la clase trabajadora del Norte y del Sur a través del movimiento feminista.
La organización de todos estos sectores es vital para una verdadera transición justa internacionalista, y puede reforzar las campañas para presionar a los gobiernos en favor de los programas que necesitamos. Cuanto más éxito tengan, más probabilidades tendremos de que se unan miles de millones de personas, no solo la clase profesional más concienciada con el medio ambiente y las activistas comprometidas, sino también los movimientos sociales nacidos de las zonas de sacrificio que han participado en luchas seculares por la tierra, el agua, los bosques y una vida digna en todo el mundo. Este movimiento internacionalista se basa en la clase trabajadora por su cuestionamiento del capitalismo, que es la fuente de nuestras crisis actuales, pero está poblado por los diversos grupos marginales que pueden perderlo todo si el fascismo fósil o ecológico se sale con la suya.
Así, la marea de construcción de movimientos en nuestra estrategia siempre se ocupará de las cuestiones apremiantes de la transición ecológica, pero también debe planificar la ruptura como secuela de la naturaleza profundamente insostenible de la maquinaria capitalista. Nuestra estrategia requiere una acción audaz hoy, orientada por la utopía que puede guiarnos de este siglo al siguiente para construir una sociedad justa y deseable.
Nuestra estrategia va más allá de la supervivencia. Se trata de la vida una vida mejor y esto ya de por sí nos diferencia de los capitalistas y de las tragedias que provocan. El largo camino de la transición está lleno de contradicciones y presentará más desafíos de los que el movimiento socialista haya afrontado nunca. El tiempo es esencial y no podemos permitirnos seguir perdiéndolo, pues nuestro objetivo final es lograr una sociedad emancipada capaz de mantenerse durante los próximos siglos.
 
 
 
 
 
POLÉMICA INTERNACIONAL: POR LA OLA DE CALOR EN BRASIL, ARGENTINA QUEMA SUS RESERVAS DE GNL DEL VERANO
 
Desde ayer y hasta mañana está previsto el uso de GNL anta la caída de los envíos de Bolivia. Desde YPFB se recortó a la mitad los despachos al país y se redireccionó el mismo volumen hacia Brasil, en una maniobra que implica un mayor costo para Argentina.
 
Río Negro de Argentina (https://acortar.link/KJkyXP)
 
Las elevadas temperaturas que se vienen registrando en Brasil dispararon el uso de aires acondicionados en ese país, pero por una concatenación de acciones que involucran a Bolivia, ayer fue Argentina la que terminó pagando un mayor costo, ya que no solo debió quemar parte de las reservas de gas natural licuado (GNL) que se dejan para el verano, sino que lo hizo quemando un gas mucho más caro que el que recibieron los brasileños.
El Reporte Diario del Sistema del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) reveló ayer por la mañana que, a pesar de que las temperaturas en Argentina se encontraban dentro de lo habitual, desde el buque regasificador de Escobar se estaban inyectando un total de 3 millones de metros cúbicos de gas licuado en las redes del país.
Este tipo de gas, que se importa en buques a pedido de la firma estatal Energía Argentina (Enarsa) se utilizan en los inviernos para completar el consumo del país, y en este año -como en anteriores también- se dejó un cargamento entero en el buque regasificador de Escobar para poder atacar las clásicas olas de calor del verano, que representan un segundo pico de consumo de energía en el país.
Esa reserva de gas para contingencias fue la que ayer comenzó a ser quemada, a ser inyectada en las redes del país por instrucción de la misma Enarsa, a raíz de que desde Bolivia se achicó a la mitad la cantidad de gas que por contrato debían enviar.
De acuerdo a la última adenda del contrato de importación de gas, desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe enviarse en esta época del año un mínimo de 4 millones de metros cúbicos de gas por día, que son necesarios para cubrir el consumo de las siete provincias del Noroeste Argentino.
Pero desde el miércoles los envíos de YPFB se desplomaron a solo 2 millones de metros cúbicos, la mitad del mínimo a raíz de que la firma estatal boliviana elevó los despachos hacia Brasil para atender a sus pedidos ante la ola de calor.
Brasil importa habitualmente 16 millones de metros cúbicos de gas por día desde Bolivia, pero ya el miércoles esos despachos se habían elevado a 17 millones y ayer llegaron a los 18 millones de metros cúbicos. Es decir que desde YPFB se dejaron de enviar 2 millones de metros cúbicos de gas a la Argentina y ese mismo volumen se redireccionó a Brasil.
La alternativa de Argentina fue entonces apelar a su reserva de GNL, en una maniobra que implica literalmente quemar parte del acopio para las olas de calor del verano, dado que el cargamento que se guardó para tal fin cuenta con menos de 57 millones de metros cúbicos, y entre ayer, hoy y mañana se prevé utilizar 9 millones de metros cúbicos.
Un mayor costo para Argentina
Pero además, este es un reemplazo costoso para la Argentina ya que mientras debería haber pagado 7,50 dólares por millón de BTU por el gas que no recibió de Bolivia, terminó ayer quemando el GNL que se pagó a 13,54 dólares.
Y en una polémica internacional, la triangulación de despachos le permitió a Brasil recibir más gas de Bolivia, el cual tienen fijado por contrato que pagan a razón de solo 6 dólares por millón de BTU.
La programación semanal del Enargas da cuenta de que hasta mañana sábado las entregas de gas de Bolivia a la Argentina seguirán a la mitad de lo que fija el contrato y que en esos días desde el buque de Escobar se inyectarán 3 millones de metros cúbicos de gas regasificado y caro.
Fuentes oficiales del gobierno reconocieron que la carga que se deja en Escobar es para atender a contingencias, como esta. Y sumaron que si bien para hoy es correcta la proyección de una inyección de GNL de 3 millones de metros cúbicos, la contingencia es monitoreada de cerca y podría cambiar.
Más allá de esta coyuntura internacional, en la industria son varios los actores que siguen de cerca lo que sucederá a mediados de diciembre, justo luego del cambio de gobierno, dado que se espera el ingreso de una ola de calor que afecte a la zona de Buenos Aires.
 
 
 
 
 
BOLIVIANOS USAN MANGUERAS Y BOTELLAS DE AGUA PARA COMBATIR INCENDIOS FORESTALES
 
Agencia Reuters de Londres (https://acortar.link/jzI5FW)
 
Los bolivianos están luchando contra los incendios forestales que han arrasado 3 millones de hectáreas (11.583 millas cuadradas) de tierra este año, y los bomberos y la policía utilizan mangueras, aspersores y, en ocasiones, botellas de agua para tratar de contenerlos. llamas.
Los incendios forestales, que se producen mientras su vecino Brasil lucha contra temperaturas abrasadoras y sus propios incendios, han provocado la cancelación de vuelos y el cierre de escuelas debido al aire lleno de humo y los ecosistemas devastados. Más de una docena de personas han muerto.
"Se quemó todo: cultivos, vegetación, esquejes, cafetales, plantaciones de cítricos, plantaciones de banano. En otras palabras, devastó todo", dijo Guillermo Medina de Tumpasa, en el norte de Bolivia, que fue afectada por los incendios.
"No dejó nada. Ahora no nos queda nada. Llevamos días pidiendo comida porque tenemos hijos y vivimos de la agricultura".
El gobierno izquierdista del presidente Luis Arce ha pedido ayuda internacional, y bomberos venidos de Venezuela para ayudar, así como otros de Francia, Chile y Brasil.
En San Buenaventura, al norte de La Paz, la policía calzó botas de goma y ponchos improvisados, y sin mangueras, utilizó botellas de agua y algunos aspersores para combatir los incendios forestales.
Los expertos dijeron que los incendios de 2023 fueron los peores de los últimos años, después de los incendios generalizados de 2019. Bolivia, que ha experimentado un aumento en la deforestación en los últimos años, tiene grandes áreas de humedales y una gran parte de la selva amazónica de América del Sur.
 
 
 
 
 
EL ÓRGANO ELECTORAL DE BOLIVIA RATIFICÓ LA ANULACIÓN DEL CONGRESO QUE REELIGIÓ A EVO MORALES COMO LÍDER DEL MAS
 
Determinó de forma “unánime” declarar “improcedente” un recurso presentado por los abogados del partido oficialista y pidió que se convoque a una nueva reunión
 
Infobae de Argentina (https://acortar.link/Sw1ChM)
 
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia ratificó este jueves la anulación del congreso del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) en el que se proclamó al ex presidente Evo Morales como candidato “único” para las elecciones generales de 2025, y pide que se convoque a una nueva reunión.
La Sala Plena del Órgano Electoral analizó un recurso extraordinario de revisión que presentaron los abogados del MAS a principios de este mes para que el tribunal revisara la resolución que anuló el congreso del partido oficialista, y que observó que esa reunión no cumplió con requisitos como la certificación de militancia de quienes fueron elegidos, entre ellos Morales.
El Tribunal Supremo Electoral determinó de forma “unánime” declarar “improcedente” el recurso presentado, ya que “el delegado del MAS no ha logrado acreditar documentalmente que se hayan producido hechos nuevos o hechos preexistentes que demuestren que la resolución es errónea”, indicó el secretario de cámara del tribunal, Fernando Arteaga.
En ese sentido el tribunal “ha rechazado el registro de las decisiones del congreso del MAS” y deben convocar a una nueva reunión “en la que se cumplan la normativa interna y el estatuto de acuerdo a sus propias normas”, informó Arteaga.
Además ratificó que “queda vigente” la directiva de 2017 del MAS.
El congreso del MAS se realizó en octubre en la localidad de Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, el bastión político y sindical de Evo Morales, en el que se definió al ex mandatario como “candidato único” para las elecciones presidenciales de 2025.
A ese encuentro no asistieron el presidente Luis Arce ni el vicepresidente David Choquehuanca al considerar que las organizaciones sociales, que son la base del partido, no estaban debidamente representadas y convocaron a un cabildo en la ciudad de El Alto, contigua a La Paz.
El ex presidente y líder del MAS, Evo Morales, repudió la decisión del TSE y sostuvo que los vocales del tribunal son “sumisos al oficialismo enemigo del MAS-IPSP”.
“Ante esta nueva acción política de odio al movimiento indígena y popular y golpe a la democracia, nos reunimos de emergencia para asumir las acciones contundentes en defensa del Instrumento Político del Pueblo”, escribió en sus redes sociales.
Agregó que el Gobierno está utilizando al TSE y la Justicia “para completar la tarea que los golpistas no pudieron ejecutar, descabezar y defenestrar al MAS-IPSP”.
Los seguidores de Morales realizaron una vigilia cerca a la puerta del TSE desde que se presentó el recurso y que exigían que ese órgano se pronuncie al respecto y que el miércoles hubo fricciones con la Policía.
Arce y Morales, ambos del MAS, están distanciados en medio de las tensiones internas en el oficialismo que comenzaron a finales de 2021 ante los pedidos del ex mandatario de cambiar a algunos ministros, algo que el presidente no hizo.
La autoridad electoral señaló que la convención oficialista no cumplió con algunos requisitos como la certificación de militancia de quienes fueron elegidos en la directiva, entre ellos Morales.
 
 
 
 
 
CASI TODOS LOS CAMINOS DE LA DROGA EN EL NORTE ATRAVIESAN A TUCUMÁN
 
Contexto de Argentina (https://acortar.link/HR1lBM)
 
4.700 kilos de cocaína y 1.300 kilos de marihuana. Esas son las cifras de secuestros de estupefacientes que reportó para el norte argentino el Ministerio de Seguridad de la Nación en lo que va de 2023, un dato que si bien de por sí ya es alarmante, reveló además una serie de detalles que explican la proliferación del macabro negocio.
Los números detallados de la cantidad de droga secuestrada por esa fuerza nacional se mantienen en secreto. Muchos de ellos son datos confidenciales porque a raíz del hallazgo de un envío se inician investigaciones mucho más profundas. “Son más lentas, pero siempre llevan a algún lado”, comentó un fiscal federal de Jujuy.
Sin embargo, al analizar los casos de decomisos publicados en la sección noticias de la página oficial argentina.gob.ar, se contabilizó que, entre el 1 de enero y el 17 de noviembre, esta fuerza federal secuestró 3.419 kilos de cocaína en el NOA. Salta, con 1.796 kilos, lidera el ranking. Le siguen Jujuy (645), Tucumán (508), Santiago del Estero (455), Santiago del Estero (455) y Catamarca (15).
En lo que se refiere a marihuana, nuestra provincia lidera el ranking de decomisos con 220 kilos. Le siguen Jujuy (95), Salta (59) y Santiago del Estero (15). Estos hallazgos generan cambios en el tráfico de cannabis, ya sea por la posibilidad de que Bolivia se haya transformado en un país productor o porque se modificaron las rutas de tráfico. (Se informa por separado).
La situación de Tucumán es diferente porque, al igual que Santiago del Estero, no es una provincia de frontera. Desde la época de la colonia, ocupó un punto estratégico en la actividad económica del NOA. Distintas mercaderías llegaban a estas tierras y después eran distribuidas a diferentes provincias. Ahora pasa lo mismo con la droga.
Investigaciones determinan que estas tierras, el norte santiagueño y el sur salteño (especialmente Rosario de la Frontera) son utilizadas como centros de acopio.
Trancas es el principal punto de ingreso de estupefacientes en la provincia con 71 kilos de cocaína y 120 marihuana. En el puesto de control de peaje se concretaron la mayor cantidad de operativos, pero no así de decomiso. La mayor incautación fue la de 423 kilos de cocaína, ocurrida en la localidad de 7 de Abril, que se transformó en el tercer procedimiento más exitoso que realizó Gendarmería a nivel nacional.
“Sabemos perfectamente cuál es la situación y estamos analizando qué medidas podemos incrementar para mejorar los controles en las fronteras y colaborar con las fuerzas federales. El gobernador (Osvaldo) Jaldo y el ministro de Seguridad (Eugenio) Agüero Gamboa están al frente de todas las gestiones que realizamos”, explicó el secretario de Lucha contra el Narcotráfico. Jorge Dib, que hace menos de una semana viajó a Salta para coordinar tareas con las autoridades del área de esa provincia.
Entre los proyectos aparecen el fortalecimiento del Operativo Lapacho, dotar a la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) de una unidad de control en los límites fronterizos y la creación de un centro de adiestramiento de perros antinarcóticos. “Seguimos estudiando para tomar más medidas porque esa es nuestra prioridad”, añadió.
La ruta 9 podría ser el meridiano de la región. A ese camino se lo podría utilizar para dividir en dos toda el área. “Esa vía de comunicación y la que está ubicada al oeste, podríamos decir que es para el ‘chiquitaje’, es decir la que está destinada para el consumo interno”, explicó una fuente de Gendarmería. “El otro sector, que tiene la ruta 34, se registraron los decomisos de mayor cantidad por una sola razón: son las tierras de los vuelos narcos que arrojan la droga que será enviada al exterior. Eso no es casual: son los caminos que llevan al litoral, a la hidrovía del Paraná que lleva a los puertos para ser enviada al exterior”, añadió. Esa teoría se sostiene con los números. Hacia el este, se secuestraron más de 2.800 kilos, mientras que al oeste, más de 1.600.
En todos estos números hay una sola certeza: la droga que se incauta es apenas una parte de la que es trasladada. La gran duda es cuantificar cuánta es la sustancia que circula sin ser detectada. Las estimaciones más optimistas indican que el porcentaje de lo decomisado es apenas del 25%. Un ejemplo: de 100 kilos que salen a las rutas, sólo se descubren 25 kilos, los 75 restantes terminan en las calles.
Menos 50% de los decomisos de la droga incautada por Gendarmería fueron en el marco de investigaciones. El resto se concretó en controles que no son permanentes y cuyos hombres sólo cuentan con la ayuda de perros antinarcóticos, el olfato de un gendarme y algunos escáneres manuales.
El fiscal federal salteño Carlos Amad señaló que es necesario contar con dos herramientas. “La primera es el uso de más tecnología. Las rutas deben contar con escáneres para que todos los vehículos que pasan por allí sean controlados y no solo algunos. Nos tendremos que acostumbrar a las esperas, no queda otra”, señaló.
“Urge que todas las provincias, no sólo las de fronteras, apliquen el nuevo Código Procesal Penal de la Nación. Con este digesto los fiscales tenemos la posibilidad de iniciar una causa, investigarla y pedir una condena en seis meses”, concluyó el magistrado.
 
 
 
 
 
EL SUPERALIMENTO FAVORITO DE LA NASA QUE ADELGAZA, REJUVENECE Y CREA MÚSCULO
 
Es un grano al que también se llama «oro de los Andes», que se puede cultivar en condiciones extremas
 
La Razón de España (https://acortar.link/DBYU47)
 
A los astronautas de la NASA solo se les permite incluir ciertos alimentos en su dieta. La agencia espacial controla todo lo que comen con especial atención desde que comienzan su entrenamiento y, por supuesto, durante las misiones de exploración. Sin duda, la NASA es muy consciente de la importancia de que sus agentes estén en plena forma y, aunque permiten que los astronautas elijan una cierta cantidad de lo que llaman «comida extra» para sus viajes al espacio, los ingredientes deben pertenecer a la estricta lista de la organización.
Entre los alimentos que la NASA permite que los astronautas incluyan en su dieta se encuentra, desde ya tiempo, la quinoa. Fue en 1993, cuando la agencia espacial incluyó la quinoa en su lista de semillas potenciales para ser cultivadas en la Estación Espacial Internacional. ¿Los motivos? Esencialmente, dos: las características de este grano le permiten crecer en condiciones extremas y, además, contiene un rico valor nutricional. Está considerado que crea músculo, rejuvenece y ayuda a adelgazar.
Por todo ello, la agencia espacial estadounidense continúa desarrollando el cultivo de quinoa como una producción viable en el espacio. De hecho, las características de la quinoa han llevado a esta semilla a ser declarada superalimento por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). De hecho, se piensa en la quinoa es una opción favorita para asegurar el futuro de la alimentación humana.
Pero hablemos de datos. En cifras, podemos ver que el valor nutricional de la quinoa es altísimo. Se trata de una semilla muy rica en proteínas vegetales de alta calidad y con una composición muy equilibrada en grasas y carbohidratos complejos, excelentes para los viajes espaciales de larga duración. Pero además tiene, fibra, vitaminas y minerales esenciales. En concreto, por cada 100 gramos, contiene 370 calorías, 14 gramos de proteínas, 64 gramos de carbohidratos, 6 gramos de lípidos, 7 gramos de fibra, 22 miligramos de vitamina C, 47 miligramos de calcio y 4,6 miligramos de hierro, entre otros.
Beneficios para la salud de la quinoa
Para nombrar los beneficios para la salud de la quinoa, es necesario remontarse primero a sus orígenes. Se trata de una planta conocida tradicionalmente como el «oro de los Andes», originaria del lago Titicaca de Perú y Bolivia. La quinoa lleva siendo cultivada desde civilizaciones antiguas, pero fue reemplazada por los cereales con la llegada de los españoles.
Antiguamente, estaba relacionada con la longevidad y, en la actualidad, esa asociación entre la quinoa y una vida más larga continúa vigente, pues es un alimento característico de las Zonas Azules del planeta, aquellas regiones en las que hay más supercentenarios.
Entre las ventajas para la salud de la quinoa encontramos su alto nivel de proteínas (hasta un 23%), que favorece el crecimiento de los músculos. Contiene minerales como el calcio, el hierro o el magnesio, que junto con las vitaminas, el fósforo y el potasio, contribuyen a proteger el cerebro y los huesos. Además, contiene antioxidantes y es antiinflamatoria, que protegen contra daños celulares y enfermedades.
Lo que la hace excepcional para incorporarlas a las dietas destinadas a cuidar de la línea o adelgazar es que es rica en hidratos de carbono pero de absorción lenta, que ayudan a cubrir nuestra necesidad diaria de calorías, pero son mejores aliados para perder peso que los carbohidratos de absorción rápida. Además, contiene aminoácidos esenciales, mucha fibra (saciante) y su contenido en Omega-6 ayuda a controlar el colesterol. También es beneficiosa en casos de diabetes.
En general, la quinoa tiene un aporte muy completo y equilibrado de proteínas, hidratos de carbono y grasa, que la hacen ideal para cualquier dieta, especialmente en el caso de personas vegetarianas o intolerantes al gluten. Pero también es una genial opción para quienes quieren aumentar músculo o adelgazar saciando el apetito.
En cuanto a cómo cocinarla, la Agencia Espacial Europea publicó hace años un vídeo que muestra a la astronauta italiana Samantha Cristoforetti, en una misión internacional conjunta con la NASA. En ese documento aparece preparando una tortilla de quinoa en el espacio, en microgravedad. La ensalada que prepara, envuelta en una tortilla caliente, contiene tomates secos, caballa y crema de puerros. Pero, por lo general, la quinoa es ideal en cualquier tipo de ensalada. También se puede encontrar bebidas vegetales o añadirse al yogur y la fruta.
 
 
 
 
 
TECHREO CELEBRA ÉXITO EN MÉXICO Y BOLIVIA CON MÁS DE 400.000 USUARIOS EN DOS AÑOS DE OPERACIÓN
 
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, más del 60% de la población del país azteca carece de acceso a cuentas de ahorro y sólo 21% de las personas adultas ahorran a través de instrumentos formales.
 
Revista América Economía de EEUU (https://acortar.link/9FzzfW)
 
Luego de anunciar que rebasaron la cifra de 400.000 usuarios en poco menos de dos años en México y 30.000 en Bolivia, desde su lanzamiento, y con un capital inicial de US$ 2,6 millones, Iliana De Silva, CEO y cofundadora de Techreo, plataforma de servicios financieros integrales, afirmó que la misión de la compañía es contribuir a la inclusión financiera en toda América Latina y entre la población migrante en Estados, particularmente entre las mujeres.
“Estamos apostando mucho a la inclusión financiera de las mujeres que son jefas de familia o mujeres emprendedoras o microempresarias, aunque muchas veces no se perciban así, pero que tienen un negocio, incluso informal”, dijo De Silva para confirmar que de la cifra de usuarios alcanzada por Techreo 60% son mujeres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, más del 60% de la población del país carece de acceso a cuentas de ahorro y sólo 21% de las personas adultas ahorran a través de instrumentos formales.
La desigualdad en el acceso a los servicios financieros es evidente especialmente en relación con el nivel educativo, el género y las disparidades geográficas. Por ejemplo, del total de usuarios del sistema financiero, 56,7 millones de personas que tienen al menos un producto (cuenta de ahorro, crédito, seguro o afore) 61,9% son mujeres y 74,3% son hombres; y los porcentajes de acceso se reducen en el país de norte a sur casi 20 puntos porcentuales en promedio, pasando de 77% a 60%.
"En Techreo, reconocemos los desafíos que enfrentan las personas no bancarizadas y nos emociona saber que un 60% de nuestros usuarios son mujeres, y que un 10% cuentan con un producto de crédito. La escasa infraestructura de conectividad, la informalidad económica, los altos costos en los servicios y la desigualdad social sistémica representan las principales barreras del país en términos de inclusión financiera. Estamos comprometidos en abordar estos problemas, ofreciendo soluciones financieras integrales que sean accesibles, transparentes y educativas. Afrontamos la exclusión con innovación y empatía, buscando construir oportunidades para todos”, comentó Iliana De Silva,
La directiva de Techreo apuntó que la emergencia sanitaria de Covid-19 abrió un panorama de oportunidad para ampliar la base de inclusión de personas a los servicios financieros, a través de plataformas digitales.
En un escenario donde 9 de cada 10 personas realizan transacciones desde el teléfono celular, Techreo se posiciona entre sus 20.000 nuevos usuarios mensuales como la herramienta que les permite alcanzar sus metas sin importar su ubicación o situación. Esto se logra a través de una plataforma intuitiva que facilita el acceso a servicios financieros integrales, dijo De Silva.
Uno de los mayores obstáculos financieros en el país, de acuerdo con la CEO, es el acceso al crédito. “Más del 70% de las personas recurren a créditos informales y otros medios de financiación, siendo el préstamo a familiares y amigos uno de los más solicitados por los mexicanos”, detalló.
En una sola plataforma, con 40.000 puntos de operación presencial en el país, el usuario puede tener una cuenta de ahorro, pedir un crédito, hacer pagos de servicios y transferencias electrónicas, acceder a productos de inversión a su medida, asistencia en todo momento, tener información de educación financiera, y ahora también una tarjeta de crédito garantizada para comenzar o limpiar el historial crediticio.
Boom Card
Iliana De Silva detalló que, como parte de esta evolución, Techreo ha lanzado un nuevo producto, que es la tarjeta de crédito garantizada Boom Card, que el usuario puede adquirir con un depósito desde US$ 29 y a partir de allí acceder a una línea de crédito desde US$ 23,2 a US$ 5.812, sin importar su situación en el Buró de Crédito.
Jonathan Durán, Chief Information Officer de Techreo, precisa que esta tarjeta está pensada sobre todo para personas que nunca han tenido una tarjeta de crédito, o para jóvenes que quieren comenzar a formar su historial crediticio, incluso para aquellos que tuvieron alguna dificultad en el pasado y necesitan regularizarse.
La tarjeta es digital y física y puede solicitarse en la misma plataforma de Techreo.
Finalmente, Iliana Da Silva adelantó que aspiran a conseguir 20 millones de usuarios en América Latina, para lo cual ya incursionan en Bolivia, y posteriormente en Perú, Ecuador y Colombia, y también en Estados Unidos, donde su objetivo meta son 40 millones de usuarios, enfocados en la población migrante, que por su situación no cuenta con acceso a servicios financieros en aquel país.
Para 2024, la meta es llegar al millón de usuarios en México y apostar por captar de esa cifra entre 20 y 30% de personas dedicadas a la microempresa, concluyó Da Silva.
 
 
 
 
 
FRONTERA CHILE-BOLIVIA: DETENIDOS TRES FUNCIONARIOS DEL EJÉRCITO ACUSADOS DE GOLPEAR Y ASALTAR A UN MIGRANTE
 
Hasta los momentos, se conoce que los efectivos habrían asaltado y agredido a un migrante irregular que habría estado cruzando por un paso no habilitado de esa zona.
 
El Ciudadano de Chile (https://acortar.link/you7Hv)
 
Tres funcionarios del Ejército fueron detenidos en la comuna de Colchane, en la frontera Chile-Bolivia, tras ser acusados de presuntamente golpear y asaltar a un migrante.
Según ADN, los tres funcionarios pasarán a control de detención durante las próximas horas por este hecho. Hasta los momentos, se conoce que los efectivos habrían asaltado y agredido a un migrante irregular que habría estado cruzando por un paso no habilitado de esa zona.
Cabe mencionar que las fuerzas militares y policiales están apostadas en la zona de Colchane en distintos puntos de observación fronteriza a propósito de la vigencia del decreto de infraestructura crítica que hay en la zona norte del país.
De acuerdo con el portal SoyChile, la Fiscalía de Tarapacá precisó que son tres los efectivos militares detenidos y por instrucción de la fiscal (s) del Tamarugal, Daniela Campusano, es el personal del OS9 de Carabineros realizan las diligencias investigativas del caso.
Desde la Delegación Presidencial de Tarapacá indicaron que el Ministerio de Defensa Nacional se referirá a la detención de los tres militares.
 
 
 
 
 
EL INSTITUTO DE TRANSFERENCIA E INVESTIGACIÓN DE UNIR CONTRIBUYE A LA RESTAURACIÓN DE CUATRO OBRAS DE BERNARDO BITTI EN BOLIVIA
 
Cuatro pinturas del artista italiano, activo en el antiguo Virreinato del Perú, se restauran por primera vez con tecnologías y metodologías innovadoras. Un proyecto que pone en valor el patrimonio de la ciudad de Sucre y cuyas técnicas se podrán aplicar a nivel internacional.
 
UNIR de Argentina (https://acortar.link/PpS0Vw)
 
El Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) de la Universidad Internacional de La Rioja ha puesto en marcha el proyecto de conservación, restauración y puesta en valor de cuatro lienzos del pintor jesuita Bernardo Bitti, en colaboración con el Arzobispado de Chuquisaca, con sede en Sucre-Bolivia.
Las obras pertenecen al Museo de Arte Sacro de la Catedral Primada de Bolivia, dedicada a la Inmaculada Concepción y están siendo restauradas en un espacio habilitado en dicho museo.
Estos lienzos fueron realizados por el artista hace 400 años para la iglesia de San Juan Bautista (Hoy San Miguel) de la Compañía de Jesús y se encuentran en un estado de extrema fragilidad, por lo que el equipo de UNIR está realizando un estudio científico-técnico específico para aplicar las adecuadas técnicas de restauración y conservación.
Bitti fue precursor fundamental del arte de la pintura de caballete en el Virreinato del Perú, ya que fue el pintor que introdujo la técnica de la pintura en Lima, Arequipa, Cuzco, Juli, La Paz, Potosí y La Plata, (Sucre).
La singularidad de este proyecto es que nunca se han intervenido estas obras desde su creación. María Isabel Álvarez Plata.
 
En palabras de la restauradora principal de las obras, María Isabel Álvarez Plata, “la singularidad de este proyecto es que nunca se han intervenido estas obras desde su creación, lo que nos permite estudiarlas en su pura y absoluta originalidad”.
Este proyecto es de gran importancia para tener nuevas pistas sobre la influencia de la pintura italiana en Sudamérica y Bolivia. También se espera alcanzar conclusiones sobre la mejor técnica de conservación de este tipo de pintura que, por sus características, requiere de una nueva investigación.
Para ello, UNIR cuenta con expertos como Pedro Querejazu, Historiador del Arte y Restaurador; Elena Amerio, doctoranda en la Universidad Autónoma de Madrid; Elena Pérez-Álvaro, investigadora de la Universidad UNIR y Ana Zabía, jefa de Colecciones de América Virreinal del Museo de América en España.
“Es un equipo de intercambio profesional muy rico, en todos los aspectos. Los medios técnicos también facilitan poder avanzar paso a paso en este proyecto tan importante”, destaca la restauradora.
Las claves de la restauración
Según Álvarez Plata, la clave de este proceso es la metodología de trabajo, basada en la investigación científica e histórica. “Trabajamos siempre con laboratorios que analizan la composición de los aglutinantes y las materias con que se han hecho originalmente. El análisis de las obras también lo realizamos a partir de luces especializadas, radiografías, rayos ultravioleta, para definir con mayor exactitud su estructura y el consecuente el proceso de restauración”.
En concreto, las micromuestras obtenidas de los cuatro lienzos de Bitti han sido estudiadas por el Laboratorio Arte-Lab de Madrid, una entidad especializada en análisis para la documentación y restauración de bienes culturales y que cuenta con una alta tecnología de análisis químicos y físicos.
Investigación con impacto local e internacional
Por su parte, Elena Pérez-Álvaro, investigadora de restauración de patrimonio de UNIR, apunta que “la recuperación de estas obras tiene una singular importancia en la historia del arte boliviano y sudamericano, y la conservación artística”.
Los investigadores harán accesible las conclusiones del trabajo tanto a la comunidad de profesionales especializados, como a la ciudadanía de Sucre para poner en relieve su patrimonio artístico-cultural, pero también tendrá un impacto en la comunidad científica internacional ya que se propondrá un plan de innovación para dar a conocer la restauración de estos cuadros de una manera sostenible, atrayendo turismo, pero respetando el modo de vida de la comunidad de Sucre.
En este sentido, Pérez-Álvaro destaca que “este proyecto está alineado con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible contribuyendo, en concreto, a promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todas las personas”. En el proyecto, están participando estudiantes de bellas artes de Sucre, que realizan sus prácticas con este proyecto, impulsando así su formación específica como restauradores y teniendo la oportunidad de trabajar con expertos internacionales y de manera multidisciplinar.
Además “con las técnicas de restauración pictórica y las innovaciones tecnológicas estamos colaborando para lograr niveles de productividad económica mediante la diversificación, modernización tecnológica y la innovación en sectores con gran valor añadido y un uso intensivo de mano de obra”, señala la investigadora.
Este proyecto se alinea con la misión de proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo a través de ciudades y comunidades más sostenibles. Elena Pérez-Álvaro.
 
Este proyecto se alinea con la misión de proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo a través de ciudades y comunidades más sostenibles. Y aporta valor social, ya que el público del museo de la catedral podrá acceder y disfrutar de las obras que quedaran expuestas una vez sean restauradas.
Respecto a la colaboración de UNIR, Álvarez Plata “valora el apoyo de la Universidad, por su implicación y los profesionales que participan, además de todo el trabajo en la difusión que va a tener, no solo en España y en Bolivia, sino también para Perú con el que compartimos a este pintor que ha trabajado en ambos territorios.”
 
 
 
 
CHOLITAS ESCALADORAS DE BOLIVIA BUSCAN CONQUISTAR EL EVEREST, ¿QUIÉNES SON?
 
Las Cholitas escaladoras se han propuesto escalar el Everest, la montaña más alta del mundo, portando sus polleras, una vestimenta tradicional en los Andes.
 
El Sol de México (https://acortar.link/IX7LF1)
 
Las Cholitas escaladoras son un grupo de mujeres originarias de Bolivia de la etnia aymara, son amantes de las montañas y las alturas y tienen como objetivo conquistar la cima del Everest. Las montañistas son reconocidas por su gran resistencia física y su vestimenta tradicional: las polleras y sombreros tipo bombín, nada usual para subir montañas con climas difíciles.
Fue en 2019 cuando saltaron a la fama por el documental “Cholitas”, que ha conseguido reconocimientos en festivales como Ladek Mountain Festival, Chicago Latino Film Festival y el premio como mejor film en el Festival de Cine de Montaña Banff.
¿Cómo surgieron las Cholitas escaladoras?
Lidia y Cecilia, dos Cholitas escaladoras protagonistas del documental, contaron a Ladera Sur,cómo inició su afición por escalar montañas.
En 2015, ellas y otras 10 mujeres aymaras, decidieron escalar la montaña Huayna Potosí, por el simple gusto de hacerlo y llegar a la cima.
Lidia Huayllas, fue quien motivó a sus compañeras quienes trabajaban como cocineras en el campamento de Huayna Potosí a 5 mil 200 sobre el nivel del mar, a escalar hasta lo más alto de la montaña cuando ella tenía 50 años.
“Podemos escalar, vamos a ver cómo es la cima” les dijo “Al comienzo las compañeras no creían. Nos animamos cuatro en un inicio y cuando las demás se dieron cuenta que subimos, ya se sumaron”, relató Lydia.
La mujer compartió que fue ella quien motivó a las escaladoras a usar su vestimenta y enaltecer su cultura.
“Vamos a subir con pollera, así como estamos. Y hasta nos puse el nombre, -vamos a ser las Cholitas escaladoras-, dije. Fue muy emocionante y por eso nos hemos hecho conocidas con nuestra cultura, no hemos perdido esa identidad”,
Para Cecilia escalar el Everest es un sueño, pues para ella representa llevar a lo más alto del planeta el orgullo por su pollera.
“Nuestro sueño más grande es ir a Nepal, tenemos ese proyecto para 2024. Iremos a la montaña más grande del mundo para llevar nuestra cultura y nuestras coloridas polleras. Me siento orgullosa de no perder la cultura de la pollera, aymara, indígena, de mis raíces. Nunca la voy a perder, no me la sacaré. Cuando sembrábamos papas, me la subía y lo mismo hago cuando tengo que escalar en hielo. Eso sí, he cramponeado hartas polleras”, expresó.
Las Cholitas escaladoras muestran en su cuenta de Instagram diversas fotografías en las que presumen las montañas que han escalado con temperaturas extremas como Acotango, Illimani, Pomerape y Sajama en Bolivia. Ofrecen servicios turísticos en Huayna Potosí ya que son guías para otros montañistas.
Cholitas escaladoras buscan romper con los estereotipos en Bolivia
Estrella Gonzales, otra integrante del grupo de montañistas de las Cholitas escaladoras, participó en un evento de la ONU Mujeres en Bolivia con el objetivo de hablar sobre los estereotipos y los roles de la mujer en la sociedad boliviana.
"Se decía que las mujeres no podían hacer ese tipo de deportes (...) si es lo que tú quieres hacer, puedes lograrlo", dijo Estrella a EFE.
La montañista formó parte del panel “17 mujeres extremas”, entre ella pilotos, futbolistas, deportistas olímpicas, ingenieras y bomberas, que compartieron como alcanzar sus sueños y explotar su potencial.
Las mujeres bolivianas resaltaron a la pasión, perseverancia, fuerza y resiliencia, como algunas de las virtudes más importantes para difuminar los estereotipos respecto a las mujeres y sus capacidades para ejercer cualquier profesión. 

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