AMÉRICA LATINA EN CRISIS: BOLIVIA SE DESLIZA HACIA LA INESTABILIDAD
La
noche cubrió el arenoso suburbio de El Alto en La Paz cuando Carmen Gonzales
Terán finalmente se quedó dormida, cansada de otro día infructuoso buscando
sustento para su familia. Últimamente apenas goteaba agua de los grifos: media
hora otras mañanas, nada esta noche. Los cubos de plástico encintados con cinta
adhesiva estaban vacíos, como siempre, en su desmoronada cabaña de adobe
aferrada a un moderno edificio de gran altura/casa de al lado. Como miles de
personas en las áridas afueras, Carmen enfrentó la sequía y el polvo a diario,
signos preocupantes de la creciente crisis que azotaba a la nación en
dificultades.
Bolivia,
rica en recursos pero empobrecida y sin litoral, ha visto su fortuna declinar
drásticamente últimamente. Acosado por una crisis del dólar, agitación
económica, corrupción y problemas ambientales, el proyecto político de Evo
Morales, alguna vez aclamado como el experimento socialista de América Latina,
ahora parece descarrilado por su ego.
Morales
y su sucesor Luis Arce están atrapados en una amarga lucha por el poder que
desgarra a su partido Movimiento al Socialismo (MAS). Esta confrontación
coincide peligrosamente con redes criminales y élites del agronegocio que
luchan por el control económico de un país profundamente polarizado.
A
medida que estas fuerzas malignas abruman a las instituciones débiles, las
víctimas son los sufridos ciudadanos de Bolivia. Las perspectivas de Carmen se
oscurecen cada día a medida que el agua se escurre, tanto literal como
metafóricamente. Para una nación asentada en la encrucijada de América del Sur,
estas tormentas que se avecinan ahora corren el riesgo de extenderse más allá
de sus fronteras.
Washington
tradicionalmente ha prestado poca atención a la inestabilidad en Bolivia. Sin
embargo, nuevos rivales estratégicos como China, Rusia e Irán incrustados allí
requieren la atención de Estados Unidos para que la crisis no abra aún más
puertas traseras contra sus intereses.
Redibujando
líneas de batalla
Para
comprender cómo Bolivia llegó a su precipicio actual bajo una disputa que
consume al todopoderoso MAS, es necesario comprender sus divisiones centrales y
las cambiantes dinámicas internas después de 14 años de gobierno de Morales
hasta su derrocamiento y exilio en 2019. Las disputadas elecciones de ese año
desencadenaron espasmos de conflicto. derramamiento de sangre étnico, que
recuerda las batallas de la guerra civil federalista del pasado. Sin embargo,
una paz frágil se mantuvo después de que el tecnocrático exministro de Economía
de Morales, Luis Arce, recuperara por poco el poder en 2020, elegido como
candidato del partido por el propio Morales.
En
su narrativa mítica, el MAS y Morales —un indio aymara y líder sindical de
cocaleros— vencieron a las élites racistas para elevar a la mayoría indígena
marginada de la nación a través de una ideología comunitaria indigenista de
izquierda llamada "Vivir Bien".
Al
redistribuir la riqueza de los recursos nacionales, Morales obtuvo apoyo de
todos los grupos étnicos durante tres mandatos para mejorar la fortuna económica.
En ese momento, muchos lo consideraban uno de los mejores presidentes de
Bolivia, la creciente corrupción y el autoritarismo gradualmente alienaron a
muchos leales que una vez se alinearon con entusiasmo detrás de su primer
presidente indígena.
"Evo
perdió el rumbo... se emborrachó de poder", dicen quienes ahora se oponen
a su regreso político.
Morales
finalmente se deshizo al manipular descaradamente una cuarta reelección en
octubre de 2019, a pesar de que el 51 por ciento se opuso a su continuación en
un referéndum de 2016 que convocó después de ganar las elecciones por
abrumadora mayoría.
Cuando
los militares retiraron su apoyo después de tres semanas de sangrientas
protestas, Morales supo que su juego había terminado, escenario que se ha
repetido muchas veces en las muchas revoluciones del país. El Evo, que había
simbolizado a Bolivia en todo el mundo durante más de una década, abandonó el
país gracias a un acuerdo de asilo político que no duró mucho. El régimen
interino de su sucesora, Jeanine Áñez, se movió inmediatamente hacia la
derecha, abrió varias investigaciones sobre el mal gobierno del partido MAS,
que abarcaban desde violaciones de derechos humanos hasta lavado de dinero, y
amenazó con enjuiciar a Evo y encarcelarlo.
Áñez,
que era la segunda vicepresidenta del Senado y la tercera en la fila para la
presidencia después del vicepresidente, asumió el cargo después de que Evo y su
vicepresidente renunciaron y abandonaron el país, al igual que los demás en la
fila. El gobierno actual dice ahora que su pretensión a la presidencia fue una
usurpación de poder. Dirigió un gobierno sumido en la corrupción, la mala
gestión de la crisis del COVID y un creciente autoritarismo. Después de jugar
con una candidatura a la presidencia, abandonó la carrera y dejó el cargo en
noviembre después de un año como presidenta.
Lo
que siguió a la aplastante victoria de Arce en la repetición de las elecciones
un año después fue más que una mera transición reestabilizadora, sugiere el
doctor Bernardo Aguilar, sociólogo político de La Paz. Al pasar el testigo por
la fuerza al ex ministro Arce, el MAS en realidad intentó reinventarse a sí
mismo a partir de su crisis de legitimidad mientras el este conservador se
reagrupaba. El partido acogió públicamente la cooperación en la investigación y
culpó de los excesos sólo a Morales. En este "reinicio del MAS 2.0",
el perfil académico de Arce ofreció un contraste reformista con el nacionalismo
indígena de Morales manchado por la corrupción, señala Aguilar.
Sin
embargo, las medidas enérgicas policiales contra los medios de comunicación de
la oposición y el procesamiento del ex presidente centrista Áñez revelaron que
ese cambio de marca era superficial. Básicamente, Arce aseguró la continuidad
del MAS junto con una renovada influencia para la rehabilitación de Evo en la
política boliviana después de un año en el exilio argentino.
"Pero
todos sabíamos que era un volcán dormido con Evo afuera", comenta Aguilar.
"Con sus redes y ambiciones, el conflicto por el partido siempre fue
inevitable".
Esa
pelea estalló en 2022 cuando Arce vaciló políticamente en medio de una lucha
económica cada vez más profunda y Morales hizo palanca para recuperar su base
de poder. Su enfrentamiento vuelve a amenazar el orden constitucional. Las
tensiones regionales magnifican los riesgos a medida que los hombres fuertes de
los departamentos de tierras bajas ricos en recursos resienten que el MAS
andino explote sus cosechas y reservas de gas para su patrocinio. Mientras
tanto, los cultivadores de coca bien armados temen que ambos bandos puedan
frenar sus lucrativos medios de vida relacionados con los narcóticos. Estas
tensiones multidimensionales corren el riesgo de fracturar aún más el liderazgo
y el Estado de Bolivia.
Lo
que alimenta la política de suma cero es una lucha por monopolizar el botín de
la vasta economía gris de la minería, la tala y la coca-cocaína que se extiende
por las porosas fronteras de Bolivia.
Redes
organizadas transnacionales como el cartel del PCC de Brasil y los clanes
andinos de cocaína ejercen una influencia cada vez mayor a medida que
transportan cargamentos de droga a puertos del Atlántico.
Mientras
tanto, el departamento oriental de Santa Cruz, centrado en la agroindustria, se
convierte en un imán cada vez más poderoso para las empresas globales de
materias primas de China y Rusia.
Capturar
tales riquezas ofrece a cualquier facción del MAS que prevalezca los recursos
presupuestarios que necesita desesperadamente para retener el poder. Pero la
inclinación percibida de Arce o Morales hacia cualquier electorado corre el
riesgo de enojar al resto y desatar agitación.
“La
cuádruple crisis económica de Bolivia, las interrupciones de la cadena de
suministro mundial, los shocks climáticos y los impactos en la salud hacen que
este momento político sea bastante precario”, advierte la pensadora política de
La Paz Carla Blanco.
"Desafortunadamente
no vemos signos de compromiso por parte de ningún actor importante".
Competindo
entre puños cerrados y dinamita
Evo
Morales rompió dramáticamente meses de tensión con el gobierno de Arce en
septiembre con su anuncio de buscar una cuarta candidatura presidencial sin
precedentes en 2025. La táctica era clásica de Evo: audaz en abierto desafío
tanto al límite constitucional de dos mandatos de Bolivia que él mismo
instituyó como a la política de Arce. planes de reelección. Mostró que las
famosas habilidades de maniobra del ex cultivador de coca seguían siendo
agudas. Al mismo tiempo, el regreso asertivo dejó en claro que no habría
ninguna voluntad de ceder en el reparto del poder con la persona que lo
sucedería.
“Subestimamos
la persistente influencia de Evo después de tres años fuera del cargo”, admitió
un alto ministro del gabinete de Arce, solicitando el anonimato para discutir
asuntos internos del partido. "Pero su ambición supera su sabiduría en
este momento".
Evo
conserva una inmensa influencia como talismán fundador del MAS y constructor de
su maquinaria política nacional durante décadas. Su control surge de
innumerables fuentes: líderes de bloques legislativos que están en deuda con
él, vínculos con los sindicatos críticos de los cultivadores de coca, vínculos
con grupos cívicos y de base aliados en los nueve departamentos de Bolivia, e
incluso influencia dentro del ejército a través de rangos medios nacionalistas.
Estas redes permitieron a Evo realizar movilizaciones masivas contra Arce en
cuestión de semanas.
La
investigadora social de Cochabamba, Dra. Arminda Hoffman, cree que Evo también
obtiene respaldo encubierto de figuras prominentes involucradas con el crimen
organizado y la minería ilegal, dados los intereses mutuos y los sobornos
gubernamentales pasados que informaron que permitieron una expansión
desenfrenada. Poderosos comités cívicos regionales con vínculos oscuros ahora
respaldan al ex presidente mientras vilipendian a Arce como un traidor en deuda
con Washington, sugirieron informes de los medios.
“El
conglomerado de leales a Evo atraviesa mundos económicos legítimos y más
turbios, por lo que conserva una gran capacidad de base y fuentes de
financiación”, explica Hoffman. "Eso hace que los rivales duden en
provocarlo demasiado abiertamente".
Sin
embargo, el expresidente también tiene responsabilidades. Justo o no, su legado
divisivo como populista autoritario manchado por escándalos de corrupción hace
que Evo esté lejos de ser nuevamente elegible a nivel nacional, indican las
encuestas. Los votantes indígenas más jóvenes, especialmente, muestran poca
simpatía por su anacrónica retórica. También quemó el apoyo dentro del MAS
mediante la flagrante manipulación en 2019 que desencadenó traumática violencia
callejera y muertes que sus aliados y partidarios aún resienten. Además, su
base principal –los cultivadores de coca en las regiones de Chapare y Yungas–
ofrece rendimientos políticos decrecientes a medida que el lobby antinarcóticos
exige restricciones más estrictas a la expansión de la producción de cocaína.
Esas
realidades parecen tener la decisión de Arce de enfrentarse directamente a Evo
en octubre. Arriesgándose a una ruptura abierta con electores poderosos, el
presidente tomó medidas para consolidar su posición. Se instalaron compinches
en el comité ejecutivo del MAS que nominalmente gobierna la organización y al
mismo tiempo expulsaron amenazas políticas clave.
Los
posibles rivales para 2025, como el gobernador de Santa Cruz, Luis Camacho, se
vieron rápidamente acusados de dudosos cargos de sedición.
Lejos
de reemplazar a Arce, Evo se ganó la condena pública por reclamar ilegalmente
la propiedad del MAS y desestabilizar la nación. Sin embargo, rápidamente
reunió apoyo para cuestionar su negación.
Los
leales acérrimos en la mitad de los departamentos convergieron en Cochabamba en
una contundente demostración de fuerza, cerrando el aeropuerto y las carreteras
durante días.
Alegando
que Arce ya no representaba a las bases del partido, Evo se ungió
unilateralmente líder máximo. La medida equivalía a una revuelta abierta
incluso cuando la mayoría de los legisladores seguían respaldando al presidente
electo. Arce, a su vez, rechazó la reunión de Cochabamba como fraudulenta y se
aferró al apoyo suficiente del aparato del partido para evitar quedar totalmente
aislado, incluso cuando la coalición de Evo ejerció una creciente presión
pública para ceder.
A
finales de noviembre, Bolivia se encaminó hacia una parálisis institucional y
un vacío de gobernanza mientras dos facciones rivales del MAS luchaban por la
supremacía sin una organización coordinadora que negociara la paz. Los ya
inútiles intentos de entablar conversaciones de reconciliación fracasaron.
Algunos legisladores disidentes discutieron intentar incluso apoyar renovadas
mociones de juicio político de la oposición contra Arce por
"traicionar" a sus principales bases de apoyo.
Sin
embargo, para la mayoría de los ciudadanos centrados en la supervivencia
económica, como la familia de Carmen, el creciente abismo político añade más
incertidumbre a su rutina diaria.
Conductores
de la desesperación
Si
bien la dura geografía de Bolivia siempre ha impuesto dificultades, los
crecientes problemas que ahora enfrentan Enrique y sus vecinos señalan una
alarmante erosión del Estado. Tres dimensiones que refuerzan la angustia
explican la creciente ansiedad nacional.
El
primer y más profundo shock sigue siendo la implosión económica que amenaza los
recientes avances en materia de desarrollo desde que Evo tomó las riendas en
2006.
Gracias
a una gestión prudente y a los altos precios de las materias primas, Bolivia
logró las tasas de crecimiento más altas de América Latina en años, con un
promedio cercano al 5 por ciento anual en 2014, impulsadas por las
exportaciones de gas natural.
Sin
embargo, esta década dorada de crecimiento se reveló como una ilusión. Se vio
apuntalado por la sobreexplotación de las rentas provenientes de la exportación
de materias primas como gas y minerales de una manera que, en última instancia,
resultó insostenible. Tanto el progreso como la estabilidad requirieron
ingresos permanentemente elevados por combustibles y minerales para apoyar los
vastos programas sociales de Evo.
El
castillo de naipes se derrumbó después de 2014, cuando los yacimientos de gas
se agotaron en medio de la caída de los precios mundiales, lo que provocó que
los ingresos y las exportaciones cayeran a la mitad. La desesperación del
gobierno por extraer recursos también generó auges en la minería de litio y oro
plagados de sobornos y derrames tóxicos, mientras que las investigaciones
apuntan a que el tráfico de cocaína rivaliza con la producción de café.
A
pesar de las advertencias ecológicas, prosiguió la tala y quema desenfrenada
para tierras de pastoreo y la tala, lo que redujo los bosques en un 60 por
ciento en una década. Tales acciones taparon temporalmente las brechas fiscales
pero despojaron a Bolivia de activos futuros.
Las
estadísticas ilustran el ciclo de crisis posterior a la bonanza que vuelve a
atrapar a Bolivia en el subdesarrollo. El crecimiento se desaceleró a un promedio
del 3 por ciento en 2019 cuando Evo se fue, la mitad del ritmo regional. Los
valores de las exportaciones siguen disminuyendo año tras año. Las reservas de
divisas en el extranjero se agotaron en 2022 a pesar de las controvertidas
ventas de las últimas tenencias de oro del país, lo que obligó a aplazar los
pagos a los acreedores extranjeros.
Sobre
este guiso económico a fuego lento, la creciente furia de la naturaleza acumula
más miseria a medida que el país se ve azotado por los impactos del cambio climático.
Sequías e inundaciones anormales afectan la producción agrícola y la
electricidad de las ciudades. Millones de personas viven vulnerables al
desastre provocado por el derretimiento de los glaciares andinos circundantes a
medida que se secan los centros agrícolas.
La
tercera fuerza maligna es el crimen organizado y el tráfico que abruma al
Estado. A medida que las opciones económicas se reducen, el comercio
clandestino con mayores retornos prospera gracias a la corrupción y a fronteras
parecidas a tamices favorables para el movimiento del contrabando. Los expertos
creen que apenas el 10 por ciento de los narcóticos y el oro de contrabando que
transitan por Bolivia son interceptados, mientras que el contrabando de pollo y
combustible evade millones en derechos de aduana.
Estos
fraudes de alta recompensa atraen a un número cada vez mayor, incluidos jóvenes
y funcionarios de seguridad. Los clanes narco ahora reclutan a niños traficados
para realizar trabajos forzados y explotación sexual. Mafiosos brasileños
despiadados como el PCC colonizan puestos remotos para dominar las cadenas de
suministro de cocaína en el extranjero.
El
salvaje oriente de Bolivia cae bajo un gobierno ilegal
En
las regiones orientales de los departamentos de Beni y Santa Cruz, los
terratenientes financian a las milicias para expandir ilegalmente las
plantaciones de soja e invadir parques, suplantando los arbustos de coca que
envenenan las aguas río abajo. La violencia inevitablemente estalla por el
botín mientras las guerras mafiosas derraman sangre desde el Chapare hasta
Cochabamba.
El
feudalismo de los señores de la guerra es lo que llena los vacíos cuando los
incentivos económicos fallan y las instituciones se erosionan”, señala un
general boliviano retirado. "Nuestra nación cae lentamente presa de un
estado criminal".
"Hemos
encontrado presencia criminal en el 70 por ciento de los municipios
amazónicos", concluyó Bram Ebus, premio Pulitzer y coordinador de la
investigación transnacional "Amazon Underworld". El proyecto de datos
de un año de duración de su equipo expone redes malignas que prosperan en las
brechas entre estados a lo largo de zonas fronterizas selváticas descuidadas.
En
ningún lugar este desorden se vislumbra con mayor claridad que en Bolivia, el
corazón de la Amazonía. "Económicamente debilitada y políticamente
paralizada, está cayendo presa del poder mafioso", advierte el líder
indígena Marcial Fabricano en una entrevista con el diario El Deber de Santa
Cruz . En la remota mitad oriental del país, los feudos ilegales aprovechan las
ganancias de la cocaína y el oro ilegal para comprar impunidad. Su creciente
control sobre la tierra, la economía y las tribus forestales marginadas alarma
a vecinos como Brasil, que luchan contra su propio ataque narco.
En
estas áreas sin ley que rodean los segundos humedales más grandes del mundo,
los clanes narco procesan la cocaína destinada al extranjero a través de
Paraguay y fuerzas de seguridad corruptas. Los despiadados sindicatos
brasileños han colonizado las rutas de tránsito y al mismo tiempo respaldan a
aliados locales para garantizar un suministro fluido.
"Los
funcionarios de todos los niveles están en nóminas de la mafia", según
agentes antinarcóticos bolivianos. Capitalistas despiadados financian armas
contratadas para invadir parques protegidos, dejando tierra arrasada y ruinas
sociales. Las ganancias se extienden a la agricultura, la tala y la
especulación de tierras, incorporando la influencia del crimen organizado a
través de fachadas legítimas en toda la región.
Las
autoridades compradas hacen la vista gorda, lo que permite la proliferación.
Pero inevitablemente, la sangre se derrama cuando los mafiosos se pelean por el
botín y los funcionarios se enfrentan a los sicarios.
Mientras
el cambio climático asola granjas y ciudades junto con la agitación política,
en este desorden entra la ley de la jungla y de las armas.
"Aquí
ya no manda el gobierno", dijo a El Deber el líder indígena Rolando
Salvatierra . "El verdadero poder reside en las fuerzas de la sombra que
dividen nuestro hogar entre sí. Sólo a nosotros nos corresponde
recuperarlo".
El
peligroso panorama significa que los bolivianos rurales y marginales hoy viven
asediados por la miseria en más frentes cada día.
Incluso
cerca de la capital, familias como la de Carmen se esconden en la incertidumbre
sobre peligros que van desde el aumento abusivo de los precios de los alimentos
hasta los ataques de la mafia y los brotes virales que abruman la atención
médica básica. El SUS (Sistema Único de Salud) del país, catalogado como
atención médica gratuita para todos, es un mero escaparate, que cubre mal
incluso los problemas de salud más básicos, no cuenta con fondos suficientes,
está sobrecargado y no satisface las necesidades de su gente.
Cada
nueva presión alimenta la indignación pública hacia quien detenta el poder en
La Paz, explica el sociólogo Bernardo Aguilar.
“A
la gente común apenas le importa si gobierna Arce o Evo... sólo saben que los
políticos les fallan mientras sus vidas se desmoronan”, dijo Aguilar.
"Esta rabia es canalizada por los oportunistas hacia chivos expiatorios,
debilitando aún más a la sociedad hasta que la violencia parece
justificada".
Para
vecinos como Brasil y Perú, que se encuentran en la primera línea de los
efectos colaterales, lo que está en juego para evitar el fracaso del Estado
resulta siniestro. También grandes potencias distantes, como China y Rusia,
enfrentan riesgos de contención a medida que sus clientes y socios locales se
hunden en el desorden. El reloj de arena se está agotando para que Bolivia
salga de la implosión a menos que el compromiso y las reformas se afiancen.
Pero la esperanza sigue siendo escasa en el horizonte.
La
crisis global en perspectiva
El
panorama más amplio que enmarca la agitación que afecta a Bolivia ayuda a
contextualizar las presiones internas que tensan las fallas de la sociedad. Hay
cuatro dimensiones de su difícil situación sistémica que deben sopesarse para
cualquier hoja de ruta hacia la recuperación.
El
primero se refiere a las desventajas inherentes de los países en desarrollo sin
litoral que dependen de sus vecinos como únicos mercados de exportación. Los
datos globales muestran que sufren hasta un 50 por ciento menos de comercio, un
15 por ciento más de costos de transporte y un crecimiento por debajo del
promedio en comparación con los estados costeros. Para Bolivia, su ruta hacia
mar abierto depende abrumadoramente del comercio por el río Paraná hacia el
Atlántico y de los vínculos con Brasil y Argentina. Las rutas terrestres hacia
el puerto de Arica en Chile también dependen de los vínculos políticos y las
relaciones internacionales. Estas limitaciones geográficas limitan la economía
a pesar de la riqueza de minerales y producción agrícola.
Si
a eso le sumamos el legado de racismo y feudalismo arraigado desde la conquista
española hace 500 años, ha calcificado la desigualdad y la exclusión de la
mayoría indígena. A pesar de los importantes avances durante el gobierno de
Evo, esa estructura de poder ha demostrado ser difícil de cambiar a través de
reformas constitucionales justas en repúblicas plurinacionales como Bolivia.
Aunque
la pobreza se ha reducido a la mitad desde 2005, las divisiones de clases
persisten dolorosamente en medio de una baja productividad, escuelas
deficientes, desnutrición, violencia de género y otros males.
El
tercer problema radica en la política faccional obsesionada con una estrecha
ventaja por encima del propósito nacional. Aunque operan bajo reglas
electorales, las agendas de los partidos etnocéntricos se turnan para explotar
las instituciones en lugar de fortalecerlas. Sin una visión de futuro más allá
de los beneficios grupales, la capacidad del Estado se erosiona a largo plazo.
Una
víctima indirecta es la gestión de la complejidad en la planificación económica
necesaria para el progreso. La gobernanza requiere un análisis de datos astuto,
sistemas regulatorios transparentes y políticas estabilizadoras que acumulen
experiencia en todos los cambios. Pero la errática formulación de políticas
bolivianas dispersa el conocimiento y reorienta las estrategias. Eso contribuye
a decisiones equivocadas como la dependencia excesiva de las rentas del gas sin
compensaciones o permitir la minería ilegal que arruina la sostenibilidad. Las
señales volátiles del Estado también obstaculizan el emprendimiento interno y
las entradas de capital extranjero, lo que perjudica la creación de empleo. A lo
largo de décadas, los altos costos se han agravado gravemente.
Estas
limitaciones subrayan que más allá de la inestabilidad del liderazgo, Bolivia
sufre desventajas arraigadas históricamente. Incluso líderes reformistas bien
intencionados como Arce u oposiciones más democráticamente responsables
enfrentarían obstáculos crónicos para generar prosperidad sin reformas
estructurales liberadoras. Resolver estos estancamientos estratégicos sigue
siendo el principal desafío de desarrollo de Bolivia.
Riesgos
de contagio regionales
Si
Bolivia continúa su trayectoria descendente sin corregir su rumbo, lo que está
en juego son consecuencias hemisféricas más amplias dada la geografía y los
vínculos estratégicos. Cuatro países vecinos enfrentan externalidades directas
que preocupan a los responsables políticos de Washington: Brasil, Perú,
Paraguay y Argentina.
Las
mayores consecuencias inmediatas más allá de los impactos humanitarios internos
afectan a Brasil a medida que el contrabando de personas, las drogas y el tráfico
de armas aumentan a través de su vasta frontera amazónica con Bolivia.
Los
cárteles del Golfo como la Familia do Norte y el Primer Comando de la Capital
que operan desde allí ya dominan el suministro del floreciente mercado de
cocaína de Europa a través de puertos de salida brasileños como Santos, la
ciudad que Pelé hizo famosa.
La
agitación en Bolivia ahora ofrece a los mafiosos de Brasil nuevos corredores
para consolidar el control sobre las zonas de producción mientras reclutan a
muchos jóvenes desesperados de Bolivia mientras controlan las rutas a Europa y
compiten con los cárteles mexicanos y colombianos que operan en el país.
Los
expertos estiman que el comercio ilícito que genera a los traficantes
brasileños más de 25 mil millones de dólares al año podría expandirse otro
20-30 por ciento aprovechando el caos de Bolivia. Eso, aparte de canales más
amplios de lavado de dinero para lavar dinero sucio a través del sistema
bancario regional.
Con
su armamento avanzado y su brutalidad, los sindicatos de Brasil están ganando
suficiente presencia como para capturar franjas de la policía, el poder
judicial y los municipios locales de Bolivia para operar libremente como
sucedió en Ecuador.
Tal
contagio criminal corre el riesgo de extenderse más profundamente en la nación
más grande de Sudamérica, complicando los esfuerzos recientes para revertir el
surgimiento de Brasil como un paraíso mafioso.
Mientras
Bolivia cae en espiral hacia el abismo, las campanas de alarma suenan con
fuerza en todo el continente americano. Una nación alguna vez aclamada como
escaparate del socialismo del siglo XXI se encuentra asediada por caudillos
narco y políticos corruptos. Su difícil situación presagia peligros más
cercanos a medida que la fragilidad democrática se propaga como un virus desde
los Andes hasta el Atlántico.
Washington
prescindió de Bolivia como un remanso que carecía de importancia estratégica.
Pero las rivalidades globales convierten a los estados periféricos en
polvorines: paraísos donde China, Irán y Rusia implantan representantes
mientras los cárteles del crimen aprovechan el caos. El creciente desorden
debería servir para advertir que si el corazón de América del Sur sucumbe, la
salud de sus vecinos podría seguir rápidamente el mismo camino.
En
las afueras de La Paz, Carmen Gonzales todavía espera agua. The Week de la
India (https://acortar.link/Q89HJJ)
LA
JUSTICIA BOLIVIANA ¿UN NUEVO ACTOR POLÍTICO?
La
reciente elección de directivas de la Asamblea Legislativa Plurinacional reveló
una serie de fenómenos que permiten retratar el momento especial que vive la
política boliviana.
Rebelión
de España (https://acortar.link/cCf3UO)
Entre
estos, el efecto que tiene la división del MAS-IPSP en el sistema de partidos:
de su mayoría absoluta la bancada del MAS-IPSP ahora está conformada por dos
minorías y, que al tener intereses fuertemente enfrentados entre sí, ahora
dependen a regañadientes del voto de sus antiguos rivales. Quiere decir, en un
proceso de fragmentación, ahora se tienen cuatro partidos minoritarios que se
ven obligados a negociar entre sí para ejercer poder legislativo. En tanto que
la derecha pasa a tener “votos de oro”, se da el crecimiento inesperado e
inmerecido de estos partidos sin iniciativa y capacidad, como consecuencia de
la crisis política del campo nacional-popular.
Parte
de la misma crisis, avanza otro proceso igual o más grave por sus posibles
consecuencias políticos y sociales que rebasan en mucho el interés particular
de las facciones partidarias. Nos referimos a la expansión del poder político
de la justicia, cada vez más central como ente dirimidor de los conflictos
políticos, sea en la esfera legislativa, partidaria e incluso orgánico-sindical.
Uno
podría constatar este fortalecimiento en dos movimientos contrarios: el
primero, no existe fuerza política o social que apruebe el desempeño de la
justicia, llegando su rechazo a más del 70% de los bolivianos según CELAG
(2023) y que el anhelo por su reforma ha sido proferido tanto por derecha como
por izquierda. Sin embargo, el segundo movimiento es que no podríamos estar más
lejos de la reforma y ningún partido tiene la fuerza -o no quiere tenerla- para
“poner en su lugar” constitucional este ente, como tampoco la sociedad,
aparentemente desgastada por tantos años de presión consecutiva. Al contrario,
con el cinismo de quien no le debe nada a nadie, a pesar del rechazo, el órgano
judicial logró dejar en una incógnita el futuro de las elecciones judiciales
vía mecanismos políticos. Por lo cual, no nos parece exagerado afirmar que la
justicia está aumentando su presencia como actor político en el tablero
boliviano.
¿Pero
cuáles son estos mecanismos políticos que le permiten maniobrar y que ya fueron
usados pero que ahora crecen por la crisis política del campo nacional-popular?
En términos generales, mientras el partido gobernante suposo una imponente
fuerza, plegarse sin más al Ejecutivo. Una breve mención de este problema en la
historia reciente, que ilustre la “flexibilidad táctica” del “partido
judicial”, tendría que tomar en cuenta la sentencia del TCP del 2017 que
habilitó la participación del ex presidente Evo Morales a las elecciones
generales del 2019, pese al referendo del 2016. A continuación, después del
golpe de Estado en contra de Evo Morales el 2019, el TCP reconoció, mediante un
comunicado espurio, el ascenso de Jeanine Añez al poder. La corona, este mismo
órgano judicial fue cómplice de la persecución y encarcelamiento de más de un
millar de personas -la mayoría masista- durante el régimen de Añez.
Ahora
bien, este carácter de la justicia lejos de mejorar durante el gobierno de Luis
Arce solo ha empeorado. Porque si antes la justicia -con nitidez el TCP- se
plegaba sin más a un Ejecutivo gobernado por un fuerte partido mayoritario, o
después a uno autoritario de facto, ahora con un ejecutivo fragmentado y con
serias necesidades de maniobreo político, nos parece que la justicia ganó mayor
capacidad de negociación con el Ejecutivo, y, por lo tanto, de torcer más la
vara a su favor.
En
ese sentido, no solo queda claro el rechazo de la cúpula judicial a la Reforma
sino también a la elección de nuevos magistrados. Botón de muestra de ello es
que en septiembre de este año el TCP frenó la “Ley Transitoria para Elecciones
Judiciales” impulsada por la cámara de senadores, al aceptar la consulta del
Tribunal Supremo de Justicia sobre su constitucionalidad. El absurdo varias
veces señalado: los magistrados de dos instituciones del órgano judicial
preguntándose a sí mismos si deben ser cambiados al año, perdiendo sus
prerrogativas. Como se diría, siendo juez y parte al mismo tiempo.
Pues
bien, para estos fines el Ejecutivo piloteado por Luis Arce ha sido más que
colaborativo. En lo que se refiere a la Reforma Judicial, Iván Lima tuvo el
mandato de llevarla a cabo desde el inicio de su gestión. Sin embargo, lejos de
proponer un proceso amplio y popular, como se esperaría del MAS-IPSP por su
historia, más propio a su línea se habló de una “comisión de notables” que
nacía amputada en tanto no iba pasar por un cambio constitucional, quiere
decir, pudiendo reducir la arbitrariedad política de la justicia, incluido el
TCP. A la fecha incluso esa idea fue abandonada.
Por
el lado de las elecciones judiciales, Jerjes Mercado como presidente de la
cámara de diputados renovador, evitó con rudeza cualquier tipo de tratamiento
de la Ley de Convocatoria a Elecciones Judiciales, coadyuvando a que sea
imposible que se celebren este año. Así mismo, Juan José Jáuregui, conocido
diputado renovador, en vez dar prioridad a esta ley ante los tiempos que
corrían la envió a consulta a siete instituciones del órgano judicial,
retrasándola aún más.
A
cambio, el Ejecutivo también se benefició: el TCP evitó hasta la fecha que los
ministros de Luis Arce sean censurados al admitir un amparo en contra de la
facultad constitucional de la Asamblea Legislativa de fiscalizar, y, poco
después, trató de anular el X Congreso de sus rivales en el MAS-IPSP.
Esto
nos lleva a dos consideraciones de fondo. Primero, en tanto que el problema de
la arbitrariedad política de la justicia en Bolivia persiste a diferentes
gobiernos que pasan, independiente de su signo ideológico y condición de clase,
se entiende que es un problema estructural de nuestro Estado y por lo tanto
debe ser reformado. Ahora bien, las condiciones políticas actuales profundizan
su deterioro, sirviendo en esta ocasión al afán del gobierno de Luis Arce de
controlar cada vez más instituciones que no le competen, ya sea por “gobernabilidad”
como le dicen, o por su intento de hacerse con la sigla del MAS. El agravante,
no obstante, es que en tanto que la sociedad observa un comportamiento político
en las instituciones y perciben que otras actúan igual, se empieza a atribuir
las mismos razones. Y en Bolivia deberían estar más que presente las graves
consecuencias que tiene que nuestras frágiles instituciones caigan en el
descrédito, haciéndolas incapaces de conjurar el conflicto. Cuestión
particularmente grave para un órgano electoral -ahora que el TSE anuló el X
Congreso del MAS- sumergido en la difícil tarea de ser reconocido como un
árbitro imparcial en una sociedad tan conflictiva como la nuestra, pero que cae
en el descrédito no solo por sus cuestionables fallos en contra de la dirección
del MAS-IPSP, sino por conductas públicas irreconocibles en una autoridad
supuestamente neutra como las del vocal Tahuichi, quien sostiene encontrones
verbales más propios de un reality show con uno de los partidos políticos que
participarán de la contienda electoral. Aún estamos a 2 años de las elecciones
pero este TSE ya está al borde de fracasar en su difícil tarea.
Segundo,
así como el bloque oligárquico-señorial se fortalece con la crisis política del
campo nacional-popular, también lo hacen los demonios que habitan el órgano
judicial. Los casos recientes de Argentina y Brasil deberían ser suficientes
para alertar de los peligros que supone este fortalecimiento político de la
justicia. En nuestro caso un fortalecimiento por encima de la Asamblea
Legislativa que está en los hechos reducida.
En
tanto que está en entre las prioridades pensar por qué un Bolsonaro o un Milei
llegan al poder, cabría no olvidar que también fue un factor que la justicia
haya actuado con arbitrariedad política para encarcelar o arrinconar a los
mejores candidatos de la izquierda: meter a la cárcel a Lula, empujando a que
el PT tenga de candidato a un desabrido Haddad, o arrinconando a Christina con
la amenaza de cárcel hasta su renuncia a la candidatura, entregando el peronismo
a un político de derecha como Massa.
Dicho
de forma directa, estos distintos episodios nos parecen los adoquines que
pavimentan el camino al Lawfare: el “partido judicial”, y no la población, sea
quien decida quién va a las elecciones, sea por anulación o cárcel. Por lo
tanto, la agenda de transformar la
justicia -tener elecciones judiciales y reforma- debería estar entre las
prioridades de las fuerzas políticas y sociales preocupadas con el futuro campo
nacional-popular.
BOLIVIA.
UNA NUEVA GEOMETRÍA POLÍTICA PARA DERROCAR A UN GOBIERNO SIN ESTRATEGIA
Resumen
Latinoamericano Org. (https://acortar.link/YAwI8y)
En
política puedes pactar con satanás siempre y cuando sea de otro partido, pero
dentro de los partidos no se hacen prisioneros.
La
derecha antinacional ha parido una nueva geometría política a partir de un
acuerdo que lleva la firma del evismo, un acuerdo de nueve puntos tipificado
como incoherente, cándido e infantil, porque según analistas de la derecha, no
se cumplirá porque el evismo nunca cumple sus acuerdos. En los hechos el
acuerdo significa un ajuste interno dentro de la derecha reaccionaria, en la
que cae el evismo, porque a pesar de la fragmentación del sistema de partidos y
del vaciamiento programático, ahora con este acuerdo se produce una
coordinación necesaria entre la derecha y el evismo para sus operaciones
exitosas: nada les detendrá para cortar cabezas de ministros; el vacío de poder
será una realidad a partir del 2 enero de 2024; el 30 de junio del 2024 se
polarizará el país por un nuevo pacto fiscal y la redistribución de escaños,
producto de la aplicación de los resultados del censo; la restitución de los
dos tercios en senadores significará la posibilidad del inicio de un juicio de
responsabilidades al presidente y sacrificar al peón de Añez; y, el legislativo
será la cuna de la ingobernabilidad, todo esto dentro de la política del toma y
daca. Esta desviación estratégica del evismo, abre las puertas a un cauce de un
bloque reaccionario, conservador, conformado por el camachismo-mesismo, ¿estará
el evismo?, además de los brazos mediáticos y judiciales, que han decidido
abrazar abiertamente el golpe blando, conscientes que los militares y los
policías se sumarán a esa aventura.
El
gobierno debe estar más consciente de que las maniobras golpistas serán más
numerosas y más graves, porque del acuerdo de los nueve puntos se pasará al fin
del Estado de derecho o directamente al fin de la democracia, y esto, en la
medida en que la crisis de la democracia se expresa cuando la gente deja de
confiar en las élites, en aquellos que supuestamente piensan por ellos y les
proporcionan sus líneas directrices, cuando experimentan la ansiedad que indica
que el poder está vacío. Y esto precisamente señala la encuesta del CELAG,
donde el gobierno tiene una evaluación negativa del 50.8%, la gestión pública
del 59,4%, la economía del 62,3% en sus evaluaciones negativas, y que el tema
político que creara más conflicto es la confrontación Lucho-Evo que es del
42.8%. El golpe blando desde hace un tiempo está en marcha, ahora todo da a
indicar que se acelera, y las consecuencias para el sistema democrático pueden
ser gravísimas e irreversibles si consigue triunfar.
Esta
geometría política pone en juego dos dimensiones que corresponden a distintos
actores. La primera dimensión, el evismo, con esta nueva acumulación de fuerzas
desestabilizadoras, ¿quiere adelanto de elecciones?, ¿pero CC y Creemos también
lo desean?, ¿o están por otros objetivos? Y si el evismo-camachismo-mesismo
quieren adelanto de elecciones o la derecha antinacional solo busca otro
objetivo, dónde encontrar el golpe de timón y cómo éste se materializará. La
segunda dimensión, el arcismo, ¿quiere aprovechar esta ventana de oportunidad
que juega a favor de la candidatura de Luis Arce?, y para esto requiere un
salto cualitativo en cuanto a estrategia, programa, y dirección política,
teniendo a su favor el manifiesto de 19 puntos, impulsando un polo
constituyente; o, por el contrario, se quedará con la defensa de la
industrialización de economía de base ancha, que en el fondo es defender el
statu quo. Hasta ahora el evismo sigue teniendo la iniciativa y moviendo bien
las piezas del ajedrez en función de sus intereses, y esto significa hacer
política, acumular fuerza y tener una estrategia, a la que se ha sumado el
camachismo y el mesismo. Así, el evismo en su lucha contra el gobierno ha
decidido ampliar la fuerza política desestabilizadora e incrementar la
ingobernabilidad del país, la elección de Andrónico Rodríguez, que va más allá
del sentido común que definió al acuerdo como “una coalición para
desestabilizar al gobierno” (Richter), “cruzaron ríos de sangre” (Torrico),
etc. Hace más de un año Evo denunciaba la existencia de un plan negro, que
ahondaba radicalmente la división del MAS, el acuerdo de nueve puntos, implica
la consolidación de un paso táctico en función del plan estratégico de la
embajada, como es confirmar que la división del MAS es irreversible, esto
tomando en cuenta que hubo críticas a C. Mesa sobre una supuesta candidez en
relación al cumplimiento del acuerdo por parte del evismo, conscientes de que
Evo nunca se caracterizó por cumplir acuerdo. Por tanto, el plan de la embajada
sigue cumpliéndose a rajatabla. Ahora no habrá nadie que pueda unir a evistas y
arcistas.
El
presidente ha caído en la trampa de la guerra de los espejos
Restan
un año y ocho meses para las elecciones generales, y es improbable que la sigla
del MAS recaiga en manos del presidente; el gobierno en lugar de salir del
tacticismo político, practicado desde el inicio de la gestión, ahora cae en la
trampa tendida por el evismo, como es la guerra de los espejos. Según el
presidente los sabotajes en contra de su persona irán en aumento y la ministra
de la presidencia no descarta que haya atentados contra la vida del presidente.
Es opinión generalizada de que el discurso presidencial iba dirigido a Evo,
además que el discurso supone el rompimiento total con el evismo. La guerra de
los espejos significa que un bando, en este caso el gobierno, en concreto el
presidente, deja de hacer política con su propia particularidad y pasa a tratar
de ganar al otro, a Evo, en su terreno y con sus reglas y lenguajes. En la
guerra en espejo se produce una unidad en la oposición, oposición en la unidad,
o sea la pelea entre dos que piensan del mismo modo, y es una invitación a la
rabia reactiva o resentimiento. El presidente, cuando afirmó que ´´no somos ni
traidores ni cobardes, lo haremos cumplir´´, el país esperaba un discurso de
traducción de los 19 puntos, una traducción que no significa un proceso pasivo,
sino una actividad creativa y que depende de las decisiones que tome el
gobierno y que pueden ser acertadas o erróneas. Pero el fondo de la traducción
es crear algo nuevo, algo que ha de ajustarse a nuestro contexto para que pueda
funcionar.
Pero
el discurso presidencial reveló que su marco de interpretación de lo que sucede
en el país, su manera de ver Bolivia, es de alcance corto; porque ese marco de
interpretación, en concreto el discurso presidencial, nos determinan las metas
que se propone el presidente, sus planes que hace, su manera de actuar y, lo
más importante, define el campo de ideas para cuando se discuta con el
adversario político. En este sentido, el evismo y el arcismo que están
sometidos al corto plazo de las elecciones, les obliga a estar en “posición de
guerra”, dejando de lado lo importante por culpa de lo urgente; por esta razón,
no tardó en responder Evo, señalando que el discurso presidencial fue de odio,
sin un plan de recuperación económica que ayude a los más humildes y que la
industrialización no tiene un proyecto de gran impacto. Distinto hubiese sido
la historia si el presidente tenía otro marco de interpretación de lo que está
sucediendo, en concreto sobre la propuesta del manifiesto, donde la única
manera de combatir una pasión era con una pasión superior. Ahora el único que
puede romper la guerra de espejos es el presidente. Es hora de que el gobierno,
mediante algunos de sus voceros, deje de lado los discursos simplistas y
reduccionistas, como el del portavoz, que convoca a la unidad para llegar al
bicentenario, o, de la viceministra de comunicación, que afirma que la guerra
interna y externa se traduce en la no aprobación de proyectos de ley en el
legislativo. Traducir la dinámica golpista requiere develar una dinámica
temporal y un acuerdo estratégico, donde están involucrados varios actores
internos y externos, ejecutando actos que pueden aparentar chapuzas, o sea
acciones incoherentes y sin cuidado, pero es obvio que si van de chapuza en chapuza,
van a acertar y será demasiado tarde.
Si
el proceso de cambio pierde la mística, sus militantes se evaporan
Es
un lugar común afirmar que el país atraviesa una crisis compleja, otros la
denominan múltiple, y por esta razón, hay voces del gobierno que advierten que
por el nuevo escenario político, hay la posibilidad de adelanto de elecciones o
un derrocamiento del régimen; Mao se burlaba de la categoría de la «síntesis
dialéctica» de opuestos y hablaba de una «dialéctica negativa», según él, toda
síntesis terminaba en una reconciliación forzada, en el mejor de los casos una
pausa momentánea en la lucha política que iba desarrollándose, donde los
contrarios u opuestos no se unen, sino simplemente una parte se impone a la
otra. En el acuerdo del legislativo, todo parece indicar que ante un evismo que
pierde a sus bases por defección debido a su desviación ideológica estratégica,
es el evismo el que se somete a una derecha antinacional sin liderazgo ni
programa, pero que obedece a un plan de la embajada. En esta dialéctica
negativa, o sea negación de la negación entre el evismo en relación al
camachismo-mesismo, el viejo orden queda negado pero dentro de su propia forma
político-ideológica, una forma que tiene por objetivo el fin del proceso de
cambio, y esto lo refleja el acuerdo de nueve puntos. Pero a continuación de
esta forma política-ideológica lo que viene es la negación de la propia forma,
en este caso, la auténtica victoria de la negación de la negación ocurre cuando
el enemigo habla tu lenguaje, por esto afirmamos que el evismo ha caído en la
trampa y desde hace mucho tiempo habla el lenguaje (narrativa) de la derecha
antinacional. En este sentido, la victoria del evismo es una victoria en la
derrota.
Pero
qué ocurre con el gobierno, mediante un tik tok el gobierno devela al unísono
un mensaje “porque sabemos dónde vamos”, lo paradójico es que nadie se ha dado
por enterado ese “adónde vamos”; y, si traducimos el mensaje presidencial, una
conclusión es que el gobierno desconoce que el objetivo de todo mensaje
político posee una simplicidad infantil: después de lanzarse, tiene que
propagarse a través de la repetición y debe terminar afectando a las emociones.
Esto no ocurrió, primero porque no dio respuesta al manifiesto de 19 puntos;
segundo, el discurso presidencial al final quiso imponer un símbolo para
realizar conexiones políticas, y que aflore una realidad oculta que tiene el
presidente, para así visualizar con imágenes lo que hasta el momento del
discurso era una abstracción teórica, y el símbolo fue Quiroga Santa Cruz,
olvidándose el gobierno que Quiroga Santa Cruz fue la impugnación más radical
conta el sistema banzerista fundado en la prebendalización del sistema estatal,
y por eso lo asesinaron. Caso que no sucede con el presidente, porque no hay un
acto de impugnación ni contra el evismo, ni contra los golpistas (ahora se caen
los juicios contra Añez), ni contra el imperialismo, ni contra el sistema. En
conclusión, en el teatro de la política se paga un alto precio cuando “lo que
parece” (el discurso y las consignas que emite el presidente) es idéntico a “lo
que es” (los discursos y las consignas de Evo Morales). El 8 de noviembre no
podía ser solo una apuesta táctica, por más liderazgo audaz que pudiera
encarnar la figura del presidente, porque si su vida corre peligro, como lo
denuncia la ministra de la presidencia, lo más probable es que no habrá un
bloque que lo defienda, algo que hasta ahora no ha sucedido ni en un comunicado
del gabinete. Lo que está sucediendo después del discurso presidencial, las
denuncias del evismo que no cesan, las decisiones del supra poder judicial, las
resoluciones del poder electoral, la trinchera de desestabilización en el
legislativo, es mucho más sutil, un reacomodamiento de las fuerzas sociales y
políticas a un orden conservador de pensamiento, que tarde o temprano
sustituirá a esa voluntad transformadora y de avance que queda en pequeños
sectores politizados. El 19 de octubre del 2020, Luis Arce afirmaba que “vamos
a reconducir el proceso de cambio sin odio, aprendiendo y superando nuestros
errores”, H. Marcuse, señalaba que “si sólo cambiamos la realidad para realizar
nuestros sueños y no cambiamos los propios sueños, antes o después volveremos a
la vieja realidad”, desde el punto de vista del presidente, él está cambiando
la realidad del país desde sus sueños, y es encomiable, pero no ha cambiado sus
propios sueños y ha vuelto a la vieja realidad, pero una realidad más compleja,
crítica y regresiva.
Para
evitarlo, el gobierno debe evitar tres errores políticos: salir del tacticismo,
que el presidente rompa la guerra de los espejos, traducir el marco de
interpretación de manera creativa y consecuente con lo que exigen los
movimientos y organizaciones sociales. Es vital que todos los demócratas, en
especial el gobierno, desenmascaren a los operadores y actores golpistas, si
alguna vez pensó el gobierno que el apoyo del pacto de unidad para una
reelección del presidente será producto de la mediación prebendal, lo más
probable es que sea así, pero es el camino tradicional que recorrió el evismo y
al final terminó con la fuga ignominiosa de los jerarcas del gobierno. Si
alguna pensó el gobierno que la despolitización y la desmovilización de su
militancia, en particular que la comodidad de los mandos medios y altos de la
burocracia en la gestión, es suficiente para consolidar la estabilidad, es lo
más antidemocrático y reaccionario para que el golpe blando sea una realidad.
Es evidente que, a la luz de los hechos, el gobierno debe repasar sus errores,
sus premisas, sus prioridades, para rectificar y tomar las acciones
pertinentes.
EL
FENÓMENO MILEI Y EL CAMBIO EN LA DINÁMICA DEL PODER EN IBEROAMÉRICA
A
Bolivia le interesa lo que suceda en Argentina a partir del momento en que
Milei y su equipo se constituyan en Gobierno, no sólo por lo que vaya a suceder
con su economía, de la que por supuesto luego hablaremos, sino porque mientras
ha pertenecido al Socialismo del Siglo XXI
La
Gaceta de España (https://acortar.link/dUCQJQ)
Javier
Milei arrasó el domingo pasado en la segunda vuelta de las elecciones en
Argentina, marcando un extraordinario hito. Ha obtenido una cantidad de votos
que lo ubica como el cuarto presidente más votado de la historia de su país,
superando incluso a Cristina Fernández de Kirchner en 2011, pero más aun
definiéndose como el primer presidente liberal-libertario de la historia en una
carrera meteórica de apenas tres años desde que decidió aventurarse en la
política y se convirtió en diputado nacional por primera vez en 2021 como un
extraño.
Sin
embargo, llama la atención que semejante hecho histórico haya generado tan poco
eco en los medios tradicionales de comunicación en Bolivia, y no más que algún
que otro mensaje corto en redes sociales de algunos de los políticos también
tradicionales, aunque es preferible ante la demagogia y el oportunismo que
siempre suscita todo sismo político.
Por
eso vale destacar los elementos más importantes para Bolivia sobre lo que será
el Gobierno de Javier Milei en Argentina a partir del 10 de diciembre.
Seguridad
y defensa: el factor Irán
Primero
que nada, a Bolivia le interesa lo que suceda en Argentina a partir del momento
en que Milei y su equipo se constituyan en Gobierno, no sólo por lo que vaya a
suceder con su economía, de la que por supuesto luego hablaremos, sino porque
mientras ha pertenecido al Socialismo del Siglo XXI, Argentina se ha convertido
en un problema de seguridad y defensa permanente para la región, pues las
dictaduras comunistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua guardan una estrecha
relación estratégica con Rusia y China, pero sobre todo con la dictadura
militar teocrática de Irán.
Entre
varios otros aspectos, solamente es cuestión de recordar lo que sucedió a
mediados de 2022 con el avión venezolano-iraní de la empresa fantasma Emtrasur
creada por Nicolás Maduro en 2020, que había sido retenido en Ezeiza con 19
tripulantes a bordo tras violar varias normas aeronáuticas internacionales, y
que se presumía que era parte de una acción militar encubierta orientada a la
fabricación de drones militares para Venezuela.
Casualmente,
un año más tarde, a finales de junio de 2023 el régimen de Luis Arce Catacora
anunció un acuerdo firmado recientemente con la República Islámica de Irán;
justamente entre sus ministros de
Defensa, el boliviano Edmundo Novillo y el iraní Mohammad Reza Ashtiani. No se
conocieron detalles sobre los acuerdos, pero el iraní afirmó que «los países de
América del Sur tienen un lugar especial en la política exterior y de defensa
de Irán debido a ubicarse en una zona muy sensible».
De
hecho, ante la dificultad de poder disimular, el gobierno de Alberto Fernández
mostró su inquietud a nivel diplomático por los acuerdos boliviano-iraníes,
dado que Irán arrastra un serio conflicto por las investigaciones sobre el
atentado terrorista a la mutual judía de la AMIA en 1994, donde murieron 85
personas, 8 bolivianos entre ellos. Motivo por el que, en 2015, además, murió
el fiscal Alberto Nisman, un día antes en que realizaría una acusación formal
contra Cristina Fernández de Kirchner con nuevas pruebas luego de una extensa y
rigurosa investigación.
Pero
la relación boliviano-iraní no comienza hace apenas un año, sino al menos desde
2008, y entre 2007 y 2012 Mahmud Ahmadineyad visitó Bolivia tres veces,
reafirmando la cooperación mutua entre Irán y Bolivia en varios ámbitos, sobre
todo el militar.
Litio,
gas y dolarización
Recién
en segundo lugar está la economía, aunque es lo que, sin duda alguna, más
aqueja ahora mismo a los argentinos. A Bolivia le interesa lo que vaya a
suceder fundamentalmente en materia energética y más aún con la inflación a
corto plazo y el plan de dolarización a medio plazo.
Lo
que más tendría que preocupar al Estado Plurinacional en la materia, además
porque también está directamente vinculado al problema anterior de seguridad y
defensa, pero también en materia económica, está el negocio del litio, que en
mucho menor tiempo ha sido desarrollado por los argentinos dejando a Bolivia,
que tiene una mayor cantidad de yacimientos, muy retrasada o incluso fuera del
negocio, aunque entre las causas del fracaso boliviano también haya jugado un
rol preponderante la corrupción, la ineptitud y el propio modelo basado en el
control estatal y nulas garantías jurídicas.
Igualmente,
el negocio de la exportación de gas de Bolivia a Argentina llega muy pronto a
su fin no solo porque la capacidad de producción del Estado Plurinacional viene
deteriorándose a pasos cada vez más acelerados, sino que importa cada vez más
gasolina y diésel de los argentinos, y porque, si acaso todo lo demás fuera
poco hasta aquí, Argentina tiene Vaca Muerta, con un potencial exportador tan
grande que los ductos bolivianos ya no servirían para exportar sino para
importar gas, y para que sea trasladado también a Brasil. De hecho, apenas se
mencionó la posibilidad de que la estatal argentina YPF fuera privatizada,
solamente el lunes su cotización se disparó más de un 40% en bolsa.
Finalmente,
ante la crónica inflación anual que lleva Argentina, actualmente en el 142,7% y
que podría alcanzar fácilmente el 200% al cierre de 2023, el plan de dolarizar
la economía argentina que ha presentado Javier Milei se traduce, antes que
nada, en un desafío todavía más grande que el que tiene actualmente, que es muy
similar al argentino: así como Argentina, Bolivia necesita dólares de manera
desesperada ya ni siquiera para que el Banco Central cumpla con su rol de
Prestamista de Última Instancia ante cualquier eventualidad en el sistema
bancario y financiero como el de inicios de año con el Banco Fassil, sino ya
incluso para importar combustibles y encarar así la persistente escasez de
combustibles.
Argentina
también necesita dólares desesperadamente para cerrar la brecha entre el tipo
de cambio oficial y el de mercado, pero más aún para cuando sea implementado el
plan de dolarización, pues implica utilizar dólares para recoger y sustituir
todos los pesos sin respaldo que el BCRA ha emitido para financiar su
monstruoso déficit fiscal. Es decir, Argentina va a convertirse en una
auténtica aspiradora de dólares conforme se incremente su tasa de inflación, y
más aún cuando se vaya implementando la dolarización.
Ante
tal escenario, Bolivia se va a ver forzada a aplicar medidas mucho más
decididas y ambiciosas que las que ha tomado hasta el momento frente a la
escasez de combustibles y dólares. Caso contrario, la crisis económica va a
precipitarse a un punto que podría ser inasumible por los actuales
responsables.
El
desafío de la gobernabilidad
Finalmente,
un factor igualmente importante será el de la gobernabilidad. De nuevo, a
quienes menos les gusta la idea de que las fichas hayan comenzado a moverse
tanto en el tablero geopolítico global es a los del club del Socialismo del
Siglo XXI y sus amigos. De hecho, Lula da Silva financió parte de la campaña de
Sergio Massa e incluso le envió estrategas para colaborar, y Pedro Sánchez, hoy
en franco ataque socialista a la democracia, el Estado de Derecho y la libertad
en España, se pronunció al menos en dos oportunidades en favor del candidato
del kirchnerismo antes de las elecciones.
Al
mismo tiempo, Milei tiene un apoyo muy escaso en el Legislativo. En una cámara
compuesta por 257 diputados, su partido cuenta únicamente con 38
representantes. Asimismo, de los 72 senadores, tan solo siete pertenecen a su
formación política. Incluso considerando la posible coalición, no se alcanza la
mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado. A pesar de contar con un
mandato popular, Milei se enfrenta al desafío de impulsar su agenda, siendo
prácticamente un hecho que la oposición obstaculizará sus propuestas durante
toda la legislatura, con lo cual, muchas de las propuestas liberalizadoras más
ambiciosas no podrán ser aplicadas.
No
obstante, si acaso Milei logra cumplir con una sola de todas sus propuestas,
esa debe ser la dolarización, dado que se trata de una medida liberalizadora
tan potente y de tanto extracto liberal, que todo lo demás, que no es poco,
puede esperar.
Por
si fuera poco, Milei tiene claro que toda la masa de quienes reciben las
prebendas del kirchnerismo, que es enorme, se volcará a las calles en cuanto le
sea posible para tratar de derrocarlo de la misma forma que trataron de hacerlo
con Mauricio Macri cuando fue presidente, con Sebastián Piñera en su segundo
mandato en Chile, con Lenín Moreno y luego Guillermo Lasso en Ecuador, con Iván
Duque en Colombia y Jeanine Áñez en Bolivia. Lo tiene tan asimilado que en
cuanto le preguntaron sobre el asunto, solamente respondió de la manera en que
se podía esperar: «Aplicando la ley».
No
habrá que olvidar, pues, que ha existido una estrecha cooperación extraoficial
entre los gobiernos kirchneristas argentinos y del Movimiento al Socialismo en
Bolivia, como cuando Evo Morales fue acogido en calidad de refugiado en
Argentina por el gobierno de Alberto Fernández, cuando en realidad había huido
de la justicia boliviana por haber cometido un monumental fraude electoral
sobre el que la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un impecable
informe, por haber abandonado sus funciones a finales de 2019 y haber ordenado
el cerco de ciudades para dejarlas sin alimento.
Finalmente,
no cabe sino felicitar a Javier Milei por tan apoteósica defensa de la libertad
y la democracia no sólo en favor de los argentinos, sino de todo el hemisferio
occidental, que tanta falta le hace volver a la senda de la defensa de los
valores que lo han convertido en todo lo que todavía es, y desearle la mayor
fortaleza para mantenerse en sus más profundas convicciones.
UNA
ESTRATEGIA ECOSOCIALISTA PARA GANAR EL FUTURO
Revista
Viento Sur de Chile (https://acortar.link/KNzVRg)
El
mundo en que vivimos hoy está atravesado por una crisis económica, política y
ecológica. Cientos de millones de personas han visto deteriorarse su nivel de
vida y las perspectivas de futuro se vuelven borrosas, mientras otros cientos
de millones padecen sequías, inundaciones y otros impactos del cambio
climático, que no harán más que agravarse con el paso del tiempo. Cuando las
negociaciones climáticas internacionales se estancan y el activismo climático
predominante se desespera cada vez más, la necesidad de un modelo de sociedad
diferente y de una estrategia política para llegar a ella nunca ha sido más
acuciante. Pero ¿cuáles serían concretamente sus características?
Desarrollar
una estrategia efectiva para un cambio político radical implica tener una
visión clara de los antagonismos, las alternativas y las vías de ejecución. Si
reconocemos que las muchas crisis actuales son efectos comunes del proyecto
capitalista (y no desviaciones del mismo), para dar respuestas hemos de nombrar
al antagonista de una manera que permita a la gente identificar el origen del
problema y oponerse al mismo. Esto no es fácil, puesto que la hegemonía
capitalista también está ligada a su capacidad para enmascarar la realidad,
promover el consenso y atemorizar a quienes se atreven a poner en tela de
juicio lo que está mal.
Acto
seguido hemos de imaginar qué viene después. No basta oponerse a algo si no se
ofrece una alternativa que sea a la vez atractiva y posible. Si el capitalismo
es el mal, ¿qué es lo que queremos en su lugar? Se han propuesto muchas
opciones, incluidas algunas que podrían ser peores que nuestro capitalismo
actual. Si el capitalismo destruye el planeta, ¿qué decir de una nueva era de
capitalismo colonial en el espacio? Multimillonarios han utilizado esta visión
para espolear la imaginación y fomentar la fe en soluciones tecnológicas como
manera de favorecer sus propios intereses empresariales y atraer a más
inversores. Científicos y el movimiento medioambientalista, por otro lado,
responden afirmando lo que es evidente: ¡no hay planeta B!
Nuestra
tarea es demostrar que no basta con reemplazar el capitalismo, ya que los
sucedáneos pueden ser endebles y pasajeros. Lo que viene después debe abordar
los fallos del sistema vigente y ser mejor de tantas maneras que demuestre que
el statu quo simplemente ya no tiene sentido. La alternativa tiene que hacer
que el capitalismo resulte anticuado, inservible y obsoleto.
Finalmente,
sin embargo, hemos de llegar allí realmente. El problema con el cómo estriba en
que a menudo se ha percibido como una mera cuestión de elegir los mecanismos e
instrumentos disponibles en un arsenal existente. Si precisamos ir de Ciudad de
México City a Guadalajara, podemos elegir entre el automóvil, el autocar, el
avión o incluso las piernas. Una visión puramente instrumental del cómo
despolitiza las condiciones y consecuencias de los métodos empleados y nos
impide evaluar continuamente la compatibilidad entre una táctica adoptada y la
estrategia general.
Nuestros
instrumentos están sometidos a condiciones políticas, al tiempo y al espacio, a
la cadena de suministros y la disponibilidad de recursos, al compromiso de las
y los actuantes, a la sustancia, así como a la posibilidad de tomar desvíos y
emprender ajustes. Esto significa que una vez identificamos el capitalismo como
el problema principal y proponemos que la mejor alternativa, en efecto, es el
socialismo, el cómo llegamos no solo implica una elección entre reforma o
revolución, sino que esencialmente determina las condiciones que es necesario
crear para tomar un poder de nuevo tipo y mantenerlo. No podemos contentarnos
con desear el fin el capitalismo y sustituirlo por el socialismo.
Hacer
historia, hoy y en el futuro
Cuando
Karl Marx escribió1 que “los hombres hacen su propia historia, pero… bajo
circunstancias que existen y les han sido legadas por el pasado”, lo que quiso
decir no es que debamos aceptar dichas circunstancias o condiciones o ataduras,
sino que nuestra tarea consiste en crear unas condiciones diferentes para
heredarlas en el futuro, condiciones que nos ofrecerán más posibilidades de
implementar elementos de nuestra estrategia.
Cuando
proponemos el socialismo como sistema que nos salvará del capitalismo, no basta
afirmar simplemente que la revolución socialista es necesaria porque sin ella
la sociedad no sobrevivirá. Para quienes ya están convencidas de la urgente
necesidad de derribar el capitalismo, estas afirmaciones no son más que
perogrulladas utilizadas para confirmar nuestras propias posiciones radicales.
La realidad, nos guste o no, es que en ninguna parte estamos ante la inminencia
de un levantamiento revolucionario y del establecimiento de alternativas
socialistas a escala global. Decir esto no es anticomunismo derrotista, sino
reconocer simplemente las condiciones concretas que nos ha legado el pasado.
Asumir
críticamente nuestras deficiencias nos lleva a abordar las contradicciones
relativas a los tempos de la construcción del socialismo en un mundo que se
calienta a paso acelerado. Nos coloca ante el tiempo: el tiempo que hemos
perdido, el tiempo que dedicamos ahora y el tiempo que sencillamente no
tenemos. Si la revolución es el freno de emergencia del tren desbocado del
Antropoceno, para emplear la metáfora de Walter Benjamin, también necesitamos
un plan de evacuación. La transición ecológica pasa por cómo tomamos medidas de
seguridad para prepararnos de cara al impacto de la revolución y nos equipamos
para desembarcar en un terreno inexplorado.
Más
que ninguna otra crisis que nos afecta hoy, la crisis ecológica altera
radicalmente nuestro sentido de la urgencia, porque comporta el colapso de las
condiciones materiales que hacen que la vida sea posible. Esta crisis, como las
demás, es en su mayor parte producto del sistema capitalista. Factores de la
Gran Aceleración, que van del aumento de las temperaturas globales a la pérdida
de biodiversidad, están asociados a la insostenibilidad del modo de producción
vigente. Estos no se pueden detener con soluciones capitalistas, porque el
capital requiere más y más recursos de la naturaleza para que siga funcionando
su ciclo de acumulación.
En
ese sentido, el capitalismo verde supone una amenaza mayor que el negacionismo
climático corriente, ya que parece reconocer el consenso científico en torno al
cambio climático, pero oculta el papel del capitalismo en la crisis. Su
tergiversación como un problema que puede gestionarse sin cambios drásticos en
el modo de producción conduce a falsas soluciones y, por tanto, es en sí mismo
un tipo de negacionismo. Sus soluciones abordan algunas cuestiones críticas,
pero solo en la medida en que sean compatibles con el objetivo último de
generar beneficios futuros.
No
basta con cambiar la forma en que compramos productos para solucionar el
problema. Los sistemas de compensación de las emisiones de carbono permiten a
los grandes contaminadores seguir a lo suyo mientras otras empresas se forran
reduciendo parte de sus emisiones. Las carteras de inversión de
multimillonarios valoran métodos de geoingeniería que no están probados a gran
escala y que pueden tener graves implicaciones éticas y biológicas. No podemos
sustituir simplemente la forma en que proveemos de energía a la industria y la
producción de bienes y servicios por una alternativa renovable, porque los
recursos que tenemos en la Tierra son, al fin y al cabo, finitos. Tendremos que
adaptarnos ‒tanto en términos
de calidad como de cantidad‒
y habrá que abordar la distribución
históricamente desigual.
El
capitalismo debe acabar para que la vida pueda continuar, pero en nuestras
condiciones políticas actuales ninguna solución parece ser a la vez radical y
suficientemente rápida como para hacer frente a la crisis ecológica sin
contradicciones. Nos enfrentamos a las amenazas inmediatas de la reorganización
de las fuerzas de extrema derecha y fascistas ‒incluidas las ecofascistas‒ y al
creciente predominio del capitalismo verde. Mientras nos organizamos para
luchar contra esas amenazas, nuestro trabajo consiste también en identificar y
comprometernos con posibles líneas de acción que permitan abordar muchas cosas
a la vez.
Un
programa de prevención que pueda comenzar bajo el capitalismo, como sostiene
David Schwartzman, es esencial. Para escapar del desastre ecológico que se
avecina antes de que tengamos la oportunidad de establecer una sociedad
socialista, tendremos que poner en práctica ideas, políticas, microsistemas,
reformas y otros acuerdos sociopolíticos que ralenticen el ritmo de la crisis al
tiempo que sienten las bases de un poder popular capaz de superarla y sostener
un nuevo sistema.
Se
trata de una cuestión de sostenibilidad radical. Necesitamos una estrategia que
opere en dos mareas políticas diferentes, como la llamo yo, de modo que una
pueda dar cuenta de las contradicciones a las que se enfrenta la otra. La
estrategia requiere que pensemos simultáneamente en cuestiones a corto, medio y
largo plazo, pero con una flexibilidad que reconozca que la historia no es una
secuencia lineal cerrada de acontecimientos y que surgen nuevas contradicciones
a medida que la hacemos.
Sentar
unas bases sostenibles para una acción más radical en el futuro es crear unas
condiciones que plantearán problemas que aún no estamos preparados para abordar
o de los que ni siquiera somos conscientes hoy. Sin embargo, son problemas que
deseamos, ya que solo podrán materializarse una vez resueltos los que hoy nos
acosan. Si nuestra estrategia tiene éxito, nuestros problemas no consistirán
simplemente en aplazar el fin del mundo, sino que se ocuparán de lo que hagamos
realmente en este planeta durante los siglos venideros, en los miles de
millones de años que le quedan.
Identificar
al sujeto del cambio
¿Quién
puede aplicar esta estrategia? Únicamente aquellos sectores cuyos intereses
reales residen en preservar las condiciones para la vida en la Tierra al tiempo
que desean que dicha vida merezca ser vivida de una manera inclusiva y
pacífica, personas que necesitan reclamar el tiempo que les ha sido arrebatado
por la explotación capitalista con el fin de prolongar el tiempo de la sociedad
humana en la Tierra.
Incluso
en las primeras fases, nuestra estrategia no corre el riesgo de quedar enredada
en el capitalismo verde, porque nuestro sujeto del cambio es la mayoría de la sociedad
explotada por este sistema: la clase trabajadora, las personas migrantes y
refugiadas, los grupos indígenas, las personas con discapacidad, las mayorías
racializadas, las mujeres y las personas LGBTQI+ marginadas que no pueden ser
absorbidas en el espacio tan limitado que ofrece el capitalismo en términos de
movilidad de clase. Nuestra estrategia requiere construir un poder colectivo en
sistemas que demuestren a la mayoría de la clase subalterna que es posible
reorganizar la sociedad y que los resultados de dicha reestructuración son
deseables.
De
hecho, los resultados deseables están en el meollo de una estrategia acertada.
La vida tiene que mejorar desde el principio de la aplicación de un programa
ecosocialista para garantizar el apoyo sostenido al horizonte socialista y la
viabilidad de la ruptura, especialmente cuando se está bajo amenazas externas
de represión, sanciones y guerra. Estas amenazas deben preverse, ya que nuestra
estrategia desafiará desde el principio los focos de hegemonía capitalista al
alterar la forma en que tratamos la naturaleza, y creará las condiciones para
una acción contrahegemónica organizada, lo más cerca que estamos de una
conciencia socialista generalizada.
Las
amenazas aumentarán cuanto más nos convirtamos nosotras también en una amenaza.
Sin embargo, esas amenazas no deben utilizarse para justificar más penurias de
lo inevitable ni desviar demasiada energía de los ámbitos que mejoran la vida
de inmediato. Los ataques limitan las líneas de acción y presionan sobre la manera
en que tomamos las decisiones y los planes que desarrollamos, pero no pueden
ser una excusa para tomar el camino más fácil, es decir, restringir el tipo de
libertades que constituyen el núcleo del proyecto socialista. Nuestra
estrategia preparará la guerra, pero tratará de evitarla sentando las bases de
la paz.
En
resumen, nuestra estrategia consiste en una transición ecológica que haga
posible la transición socialista. Se pasa de una sociedad profundamente
insostenible a otra en la que el riesgo de colapso se habrá retrasado al menos
unos pocos siglos.
Dado
que el colapso planetario es un riesgo real en este siglo, tal y como se evalúa
en el Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres
20222, la transición ecológica debería producirse dentro de un plazo corto, que
va desde ahora hasta 20 o 30 años en el futuro. Así pues, suponiendo que el
capitalismo sea el sistema dominante en las próximas décadas, la transición
ecológica se producirá en su mayor parte bajo el sistema vigente. Esto no se
debe a que optemos por realizar la transición bajo el capitalismo, sino a que
si no se hace inmediatamente, no hay posibilidad de llegar al socialismo debido
al agotamiento de las condiciones que sostienen la vida. Al fin y al cabo,
seguimos en el tren.
La
transición ecológica constituye nuestra respuesta inicial y, si se hace
correctamente, nos permitirá aplicar los mejores planes a largo plazo. Por
supuesto, una vez que se produzca el paso del capitalismo al socialismo, podrán
realizarse aspectos aún más radicales de la transición ecológica en lo que será
una transición ecosocialista con diferentes pilares de propiedad y poder.
Dado
que las reformas promovidas por los numerosos planes y acuerdos de la
transición ecológica no son suficientes para superar realmente el capitalismo,
nuestra estrategia requiere la construcción de potentes movimientos que
garanticen estas reformas, pero que también creen condiciones para la ruptura.
André Gorz hablaba de “reformas no reformistas” por su potencial para ayudar a
cultivar “contrapoderes”, lo contrario del reformismo que parchea el sistema.
Así pues, una estrategia ecosocialista requiere un periodo de combinación de la
labor de organización y con un sólido programa de transición ecológica bajo el
capitalismo, para que los frutos de esta labor puedan, en última instancia,
romper con el sistema y construir una sociedad ecosocialista.
Dos
mareas políticas interactúan y se apoyan mutuamente para formar nuestra
estrategia.
Una
marea conlleva una transición más rápida del punto A al punto B, en la que
compramos tiempo ecológico y ofrecemos atisbos de una vida mejor mientras
seguimos bajo el capitalismo. La transición ecológica implica una combinación
de planes de transición y de Pactos Verdes que aprovechen el poder limitado de
las reformas en un primer momento, centrándose en reformas estructurales que
aborden la crisis inmediata, refuercen el sector público y la gestión pública,
fomenten la participación política a varios niveles, hagan un uso informado de
las campañas y la propaganda para crear conciencia, capaciten a las
organizaciones socialistas para gestionar los problemas a su alcance,
nacionalicen los recursos, construyan infraestructuras que favorezcan un uso
eficiente de dichos recursos y una vida más colectiva, y traspasen las
fronteras con una perspectiva de integración regional, reparaciones y
solidaridad internacional.
La
otra marea consiste en la construcción de movimientos, mediante los cuales
fortalecemos la conciencia de clase y las normas socialistas democráticas que
construyen el poder colectivo para una ruptura más radical que apunte a todos
los pilares de la propiedad privada, la ganancia y la acumulación, en lo que
será la transición del capitalismo al socialismo. La construcción de movimientos
crea el sujeto de la transición ecológica pero va más allá, ya que genera las
condiciones para el poder socialista. Una vez bajo el ecosocialismo, la
construcción de movimientos es esencial para consolidar el poder popular, ya
que una marea envuelve a la otra y nuestra estrategia sigue siendo reevaluada y
reajustada.
Más
allá del GND
La
profundidad de la crisis ecológica implica que si no se cumplen ciertas
condiciones no hay posibilidad de construir una sociedad socialista, aunque la
clase obrera esté preparada para el socialismo. Así pues, una estrategia
ecosocialista eficaz se sitúa en el conocimiento y la materialidad del
Antropoceno, pero pretende acortar esta era por medios ecológicos.
Esta
conclusión debería guiar las conversaciones en torno a las diversas demandas de
un Nuevo Pacto Verde (Green New Deal, GND). En general, un GND es un conjunto
de reformas, inversiones y ajustes relacionados con la mitigación y la
adaptación al cambio climático, pero también con otros aspectos de la crisis
ecológica, que deben aplicarse en un plazo breve. Los GND deben formar parte de
nuestra estrategia, pero no son nuestra estrategia como tal, ya que apuntan a
políticas públicas más directas y son vulnerables a los cambios de gobierno.
Además,
los programas nacionales de este tipo también deben coordinarse a través de
programas regionales y seguir una orientación global más general. Los debates
sobre un GND planteados por los movimientos sociales y las organizaciones de la
sociedad civil deben esbozar principios y ofrecer salidas para acuerdos
internacionales y el fortalecimiento de alianzas. Al fin y al cabo, la
transición ecológica requiere una fuerte acción coordinada para alcanzar
objetivos a corto y medio plazo, y estos programas ofrecen una gran oportunidad
para realizar proyectos susceptibles de evaluarse objetivamente.
Se
han presentado diferentes versiones del GND desde que el debate resurgió en EE
UU después de 2018, algunas más capitalistas y otras más radicales.
Independientemente de las etiquetas utilizadas, la ventaja de integrar
programas similares al GND en una estrategia ecosocialista es doble: incluyen
cambios que pueden aplicarse hoy y pueden ser herramientas de movilización.
A
veces, los políticos y los medios de comunicación presentan el GND como un
paquete de inversiones, pero en una estrategia ecosocialista es mucho más que
eso. Los paquetes de inversiones son importantes, sobre todo si tenemos en
cuenta los enormes cambios de infraestructuras que requiere la parte climática
de la transición. Solo la conversión a energías renovables costará entre 30 y
60 billones de dólares adicionales de aquí a 2050, según distintos estudios.
Hacer que las viviendas sean más eficientes y construir nuevos hogares
confortables y respetuosos con el clima requeriría muchos más billones. Cambiar
la red de transportes, fomentar las nuevas tecnologías y cultivar nuestros
alimentos de forma eficiente, pero sana y sostenible, también requerirán mucha
inversión.
Actualmente,
el sector financiero afirma que podría destinar más de 100 billones de dólares
en activos a financiar la carrera hacia las emisiones cero neto. Pero esto es
lo de siempre, ya que los marcos de emisiones cero neto siguen permitiendo al
capital fósil apostar por el sistema y no pueden funcionar con la suficiente
rapidez en las próximas tres décadas para evitar que superemos los 2º C, por no
hablar de los 1,5º C. El motivo es sencillo: contempla la inversión desde
dentro del paradigma capitalista, donde hay mucha más diversificación y
conversión que una transición real a otra cosa.
El
argumento de que la transición climática puede generar muchos otros billones de
crecimiento capitalista atrae a los inversores y complace a los representantes
políticos dispuestos a incorporar la agenda climática, pero solo si pueden
sacar provecho de ella. Los mercados financieros invertirán en la neutralidad
al carbono del mismo modo que evalúan las acciones de empresas. No les preocupa
el grueso de los problemas ecológicos provocados por la Gran Aceleración,
porque eso exigiría cuestionar la lógica de la acumulación capitalista en su conjunto.
Además,
elementos importantes de la transición acaban minimizándose cuando las
propuestas del GND llegan a los programas políticos generales, como ocurrió con
la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 de Joe Biden en EE.UU. Cuando la
política viene dictada más por la inversión climática que por la justicia
climática, aún hay margen para empujar las cosas hacia la izquierda, pero lo
más probable es que el capital fósil luche por su parte del pastel. Deberíamos
librar algunas de estas batallas para asegurar ganancias marginales, pero su
lógica no puede dictar nuestra estrategia.
En
una estrategia ecosocialista, los programas del GND promueven la inversión con
el propósito de luchar contra múltiples crisis y la combinan con iniciativas
que implican a gobiernos, comunidades, movimientos y pequeñas empresas para
reconfigurar aspectos del modo en que producimos, consumimos y vivimos. Un GND
puede centrarse en objetivos asequibles con rapidez y, dado que esos cambios
son deseables, sirven de polo de atracción para reunir a más gente, lo que a su
vez favorece la rendición de cuentas y contribuye a plantear demandas más
radicales.
Por
ejemplo, cuando se ofrece una garantía de empleo verde, la movilización puede
asegurar que los puestos de trabajo creados comporten salarios dignos,
prestaciones sociales, subsidios de recualificación y sindicalización. En
combinación con estas medidas, una mayor presión desde abajo también puede dar
pie a un GND que preconice una reducción de la jornada laboral.
Luchar
por y contra el tiempo
La
reducción de la jornada laboral con tasas de productividad estables altera la
tasa de explotación del trabajo, lo que la convierte en una reivindicación
anticapitalista radical. De hecho, ya se han conseguido reducciones
significativas en varios Estados capitalistas centrales, respaldadas por una
larga historia de actividad sindical en torno a esta cuestión. España ha
iniciado recientemente una prueba con la semana laboral de cuatro días. Francia
pasó a una semana laboral de 35 horas en 2000, y las encuestas indican que el
nuevo tiempo libre se destinó a actividades como la vida familiar, el descanso
y el deporte.
Cuando
las tasas de productividad ya son elevadas, una semana laboral más corta puede
incluso significar más eficiencia, lo que es deseable en ciertos sectores por
el efecto positivo en el bienestar de la clase trabajadora. Más tiempo libre
conlleva beneficios para la salud, menos desplazamientos y abre oportunidades
para la organización política, alimentando ambas mareas de nuestra estrategia.
Además, también puede contribuir a una carga más equitativa del trabajo de
reproducción social en el hogar y alterar la percepción que tienen las personas
de la rapidez con la que tienen que llegar a algún sitio.
Ralentizar
el ritmo de vida tiene implicaciones especialmente interesantes a la hora de
realizar las inversiones del GND en transporte público e infraestructuras
ferroviarias.
Cuando
la gente se ve obligada a elegir entre viajar en tren o en avión, tiene en
cuenta el coste, la duración y la comodidad en general. La proliferación de
aerolíneas de bajo coste ha hecho más accesibles los viajes, pero también ha
contribuido en gran medida al cambio climático. El enfoque verde de algunas
aerolíneas consiste en compensar sus emisiones de carbono en el mercado de
bonos o permitir que los clientes compren sus propias compensaciones. Por otro
lado, avanza la investigación sobre combustibles alternativos para la aviación.
Las tecnologías de conversión de energía solar en combustible tienden a ser más
eficientes que los biocombustibles, pero tienen importantes repercusiones en el
uso del agua y la red solar, y requieren CO2 de captura directa u opciones de
captura y almacenamiento de carbono.
Esto
significa que, por mucho que deseemos que ciertas tecnologías mejoren
facilitando así la transición energética mediante el paso directo de energías
fósiles a renovables, las cosas no son tan sencillas. Una cosa es desear la
transición del sector de la aviación, lo que implica también cambios en su
tamaño, y otra muy distinta apostar por el simple paso de las energías fósiles
a las renovables, pasando por alto todas las demás presiones ecológicas
asociadas a la cadena de producción y a la cantidad de vuelos en todo el mundo,
especialmente en las sociedades más ricas.
Nuestra
estrategia debe fomentar la investigación y la innovación en mejores
tecnologías con bajas o nulas emisiones de carbono, reconociendo al mismo
tiempo que el avance tecnológico por sí solo no solucionará nuestros problemas.
Las consideraciones sobre la cadena de suministros que se plantean cuando se
trata de extraer minerales estratégicos nos ayudan a comprender que existen
límites a la producción y a la aplicación en el sector del transporte.
Thea
Riofrancos ha demostrado cómo el papel central del litio en las proyecciones
sobre energías renovables forma parte de un delicado “nexo
seguridad-sostenibilidad” influido por las expectativas de crecimiento,
introduciendo un capítulo verde en la larga historia de las zonas de sacrificio
creadas por el extractivismo, normalmente concentradas en el Sur Global o en
territorios racializados del Norte Global. Es sencillamente absurdo esperar que
debamos abrir más y más minas para extraer los materiales necesarios para
producir mil millones de vehículos eléctricos (VE).
Sin
embargo, esta lógica ha sido completamente normalizada por los actuales
paradigmas de inversión verde, con gobiernos en Canadá, Noruega y otros países
que optan por conceder subvenciones a clientes, concesionarios y fabricantes de
automóviles para fomentar la venta de VE de pasajeros, en lugar de expandir
masivamente el transporte público.
Nuestra
estrategia debe establecer prioridades claras. Una forma de hacerlo consiste en
alinear los intereses de las personas con las infraestructuras necesarias. Si
tenemos que reducir el número de aviones en el cielo, ¿cómo podemos ofrecer a
la gente medios alternativos de transporte de larga distancia que resulten
atractivos en términos de coste, duración y comodidad? Podríamos, por ejemplo,
ofrecer a la gente más trenes de alta velocidad en lugar de ciertas rutas
aéreas, aprovechar las estaciones situadas en lugares céntricos y abaratar el
precio, ¡quizá incluso declarar el transporte gratuito!
La
crisis energética y del coste de la vida que azotó a Europa en 2022 llevó a
Alemania y España a experimentar con subvenciones temporales para los trenes
regionales y el transporte de cercanías. Si se toman en serio la crisis
climática, los países y las regiones pueden invertir en programas similares al
GND y cambiar la forma en que la gente utiliza el transporte. Al añadir
infraestructuras, se producen otros efectos positivos, como la reducción de la
congestión y de los accidentes de tráfico.
Incluso
si un tren de alta velocidad no es tan rápido como un avión, cuando
ralentizamos el ritmo de vida proporcionando a la gente más tiempo libre, la
compensación puede no parecer tan mala. La comodidad de subir simplemente a un
tren en vez de tener que pasar por el mostrador de facturación de un
aeropuerto, o de tomar un autobús gratuito sin pasar por torniquetes y comprar
billetes, ayuda a modificar comportamientos y a ganarse el consentimiento de la
población.
Cuando
el capitalismo ofrece una ventaja, esta conlleva un precio, tanto para la
clientela como para el medioambiente. Las verduras pre-cortadas resultan
cómodas en un mundo en que tenemos poco tiempo para las tareas domésticas, pero
nos cuestan más y comportan un exceso de embalajes, normalmente de plástico.
Una estrategia ecosocialista crea ventajas de naturaleza diferente,
proporcionando una infraestructura pública verde que hace que la vida sea más
fácil y barata para la gente trabajadora, conciliando las necesidades de las
personas y la naturaleza en la transición ecológica.
Puesto
que hemos de mitigar y adaptarnos rápidamente, la transición ecológica solo
ganará esta carrera contra el tiempo si también genera tiempo mediante la
reordenación de la producción y los entornos en que vivimos.
Algunas
cosas vienen primero
Nuestra
estrategia también es desigual y combinada. Entendemos que el capitalismo ha
impulsado la desigualdad en el planeta y que el colonialismo sigue influyendo
en el adelanto industrial y la división internacional del trabajo. El
subdesarrollo del Sur Global se combina con el adelanto del Norte Global.
Cuando
el sociólogo brasileño Florestan Fernandes explica este fenómeno, destaca que
la persistencia del capitalismo dependiente en los países periféricos forma
parte de un cálculo capitalista: el desarrollo del capitalismo en los márgenes
acaba sumamente disociado de estructuras democráticas y favorece el
establecimiento de autocracias. La intervención imperialista contribuye y saca
provecho del déficit democrático en beneficio de los intereses de Estados más
poderosos, si es preciso instalando dictaduras, como ha sido rutina en América
Latina, así como en África y Oriente Medio.
Esta
división centro-periferia también tiene profundas implicaciones ecológicas. El
Climate Action Tracker calcula que el mundo alcanzará los 2,7 ºC de
calentamiento a finales de siglo si se mantienen las políticas actuales. El
Pacto por el Clima de Glasgow de 2021 fracasó una vez más en sus promesas y
recortes más radicales. Las políticas actuales no solo están diluidas, sino que
también existe una brecha en su aplicación que conducirá a resultados aún
peores y desiguales.
El
Antropoceno puede considerarse fruto de la intervención humana, pero de forma
asimétrica. Los países más ricos tienen mucha más responsabilidad histórica en
el cambio climático que los menos desarrollados. Our World in Data calcula que
EE UU, el Reino Unido y los 27 miembros de la Unión Europea suman el 47 % de
las emisiones acumuladas mundiales. Además, aunque el cambio climático afecta a
todo el planeta, los países más pobres están menos preparados para adaptarse a
sus efectos.
Por
ello, los países más ricos deberían asumir la mayor parte de los costes de la
transición ecológica. Los programas nacionales de GND deben financiarse con
fondos públicos y los más ricos deberían pagar más impuestos. Las amenazas de
despidos, reducciones de plantilla e intentos de trasladar la carga a los
consumidores deben combatirse mediante una sólida alianza entre las
organizaciones de trabajadores y el movimiento ecologista.
Además,
los mecanismos internacionales deben garantizar que los países más pobres
tengan acceso a fondos, exenciones de patentes para tecnologías clave y apoyo
técnico para su propio conjunto de programas. Tenemos que ir más allá de la
financiación verde y de las promesas hechas a la ONU, dado que su carácter
voluntario ha dado lugar hasta ahora a un grado de cumplimiento decepcionante.
En
la COP15 de Copenhague, los países ricos se comprometieron a aportar 100.000
millones de dólares anuales para financiar proyectos de mitigación y adaptación
al cambio climático en el Sur Global, pero cada año se quedan cortos. Para
empeorar las cosas, una parte significativa de los miles de millones
facilitados consistieron en préstamos. Japón y Francia han asumido más de la
parte que les correspondía del compromiso, especialmente en comparación con EE
UU, pero el grueso de su contribución consistió en préstamos reembolsables.
Esto
ayuda a explicar el desequilibrio en la financiación, donde a menudo se
privilegian las iniciativas de mitigación frente a los proyectos de adaptación
que no generan beneficios, lo que se suma al devastador endeudamiento que ahoga
las economías de las naciones más pobres. En su discurso de investidura, el
nuevo presidente de izquierdas de Colombia, Gustavo Petro, hizo hincapié en
cómo la deuda es un obstáculo para la transición en el Sur Global.
Autores
como Olúfémi O. Táíwò han reclamado un paradigma de reparaciones climáticas y
condonación de la deuda que permita a las naciones más pobres abordar el legado
negativo de la esclavitud y la colonización como parte de su transición
ecológica. Las reparaciones están incluidas en ambas mareas de nuestra estrategia,
yendo más allá de la transferencia de dinero y ofreciendo un marco de
transición justa que confiere un carácter político a las condiciones actuales y
pasadas.
La
selva amazónica se extiende por nueve países, y aunque estas naciones tienen
sin duda derecho a mejorar la vida de sus ciudadanos, también comparten la
responsabilidad de cuidar la Amazonia como no lo hicieron los países del Norte
Global con sus propios ecosistemas. La mentalidad de que “ellos lo hicieron
primero, así que nosotros también podemos”, que impregna algunos discursos
desarrollistas en la región, es tan peligrosa como insensata. Las
organizaciones socialistas de los países periféricos deben exigir reparaciones,
pero la credibilidad de esta acción depende de que asuman su propia responsabilidad
de explorar vías de desarrollo alternativas. La estrategia ecosocialista
reconoce que los Estados del Sur Global tienen responsabilidades sobre los
ecosistemas, pero a menos que los países ricos compensen sus responsabilidades
históricas, el resto del mundo será materialmente incapaz de realizar la
transición.
Incluso
hoy, cierta corriente antiimperialista sostiene que el cambio climático es un
engaño ideado por los países imperialistas para retrasar el desarrollo del Sur
Global. Aunque se trata de una posición marginal, algunas variantes de este
argumento se abren paso en los planteamientos de izquierdas sobre la crisis
climática.
El
petróleo es un buen ejemplo. Venezuela tiene unos 300.000 millones de barriles
en reservas de crudo, las mayores del mundo, y muchos sostienen que su
soberanía depende de ello. El desarrollo y la exportación de petróleo
garantizan una afluencia masiva de capital extranjero para apoyar las
inversiones en servicios públicos e infraestructuras, como ocurrió en los mejores
años de la presidencia de Hugo Chávez. El capitalismo dependiente, sin embargo,
hace que Venezuela no pueda ser un productor de petróleo autosuficiente. Carece
de la infraestructura y de los recursos subsidiarios requeridos para el refino,
y al mismo tiempo es objeto de intervenciones extranjeras en nombre del derecho
venezolano, violaciones de la soberanía local y sanciones brutales que
desestabilizan su economía y deterioran el nivel de vida, creando una crisis
permanente.
Sin
embargo, por mucho que los socialistas venezolanos tuvieran todo lo necesario
para utilizar todas sus reservas de petróleo, la tan ansiada soberanía quedaría
fuera de su alcance, ya que el nivel de emisiones que requeriría haría
inhabitable el planeta, y no hay soberanía sin vida. Lo único que quedaría
sería el ecoapartheid y las fuerzas ecofascistas alineadas con las empresas,
peinando lo que queda de la Tierra en busca de sobras y condenando a la mayoría
de los humanos a luchar por la supervivencia.
Reducir
las emisiones de combustibles fósiles no es una opción, sino una necesidad. Hay
que hacer diferentes ajustes según los niveles de desarrollo, para que los
países periféricos no se vean excesivamente penalizados. No obstante, el
aumento de la producción de petróleo venezolano dependería sin duda de las
ventas a los mismos países del Norte Global que deben eliminar cuanto antes su
dependencia del petróleo. La necesidad de la transición ecológica significa que
Venezuela tampoco podría depender del mercado del Sur Global.
La
buena noticia, sin embargo, es que los países que se han quedado estancados en
los márgenes del desarrollo no necesitan pasar por una etapa lineal de mayor
dependencia del petróleo, el carbón y el gas. Suministrar electricidad a las
comunidades pobres por primera vez puede ser una medida más limpia, pasando
directamente de la ausencia de energía a una red eléctrica que utilice fuentes
renovables mixtas y tenga en cuenta los impactos ecológicos y comunitarios. No
habrá necesidad de una etapa de combustibles fósiles mientras forme parte de
nuestra estrategia un mecanismo de reparaciones centrado en la democracia
energética.
Un
país subdesarrollado no puede basar su soberanía en los combustibles fósiles
porque su propiedad de la fuente la convierte en objetivo. Al mismo tiempo, su
grado de desarrollo actual no es fruto del destino, sino el resultado de una
política económica internacional, mientras que la anulación de la dependencia
de los combustibles fósiles es una tarea de los países tanto ricos como pobres.
Un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles dentro de un marco de
transición justa podría contribuir a gestionar este proceso de manera
equitativa.
Por
un internacionalismo sostenible
La
estrategia ecosocialista exige un replanteamiento de la soberanía en términos
de sostenibilidad radical. La transición energética por sí misma nos hace ganar
tiempo y, si se centra en atender las necesidades básicas, también contribuye a
organizarnos en torno a los servicios públicos, la vivienda, la planificación comunitaria,
el impacto tecnológico y un paradigma minero postextractivista.
La
transición ecológica será diferente en cada país, según las responsabilidades
históricas, pero debe combinarse con la planificación del comercio y el
desarrollo para optimizar la forma en que las naciones aborden sus
responsabilidades ecosistémicas. La historia nos ha enseñado que los países
poderosos no sacrificarán voluntariamente sus intereses económicos por un bien
superior. Este tipo de imperialismo ecológico va de la mano del imperialismo
político-militar y de su propia contribución a la extinción y la barbarie. Los
programas de transición ecológica requieren la participación de la clase
trabajadora para alinear sus intereses entre las naciones más ricas y las más
pobres y ejercer una presión común sobre los gobiernos y las instituciones
internacionales.
El
consumo de energía en los países de la OCDE es casi diez veces superior al de
los países de renta baja. Aunque los ajustes de la eficiencia reducirán esta
brecha, las pautas de consumo y el modo de vida general de las sociedades más
ricas también deben cambiar. Dicho esto, el mundo desarrollado también está
desgarrado por la desigualdad, y muchos trabajadores y trabajadoras no
participan de lo que Ulrich Brand y Markus Wissen llaman el “modo de vida
imperial”. Este modo de vida ejerce una fuerte presión ecológica sobre la
Tierra y está relacionado con el extractivismo industrial que afecta a las
comunidades locales del Norte y convierte regiones enteras del Sur en zonas de
sacrificio.
Los
recursos minerales necesarios para alimentar el apetito capitalista y sostener
un modo de vida que promete grandes coches, grandes casas, carne abundante y
viajes en avión baratos también serán problemáticos aunque se alimenten de
energías renovables. Por lo tanto, una estrategia ecosocialista ha de implicar
asimismo un decrecimiento desigual y combinado.
El
decrecimiento selectivo tiene que ver con los sectores económicos, las
fronteras y el territorio. Algunas regiones necesitarán niveles mucho más altos
de inversión para que la gente pueda disfrutar por primera vez de una buena
alimentación, vivienda, transporte y empleos estables. Otras regiones,
especialmente en los países de renta alta, también invertirán en sectores
estratégicos y los harán crecer, al tiempo que dependerán de las transferencias
para construir infraestructuras inclusivas y convenientes para la gente
trabajadora que se enfrenta a altos costes de la vida y empleos precarios.
Esto, a su vez, requiere el control popular de los recursos ‒un tema
candente actualmente en México, Bolivia, Chile, Colombia y otros
lugares‒ y
alternativas al modelo extractivista hegemónico.
La
lucha de clases en la política climática se produce, de hecho, entre el trabajo
y el capital, como sostiene Matt Huber, pero esto no debería impedir la
comprensión de que la clase trabajadora y el capital están organizados de
maneras a menudo contradictorias en todo el Norte global y el Sur global, como
han esbozado autorías del decrecimiento, del ecosocialismo y de la teoría
marxista de la dependencia. Las contradicciones políticas y económicas a menudo
confunden los intereses de la clase trabajadora de distintos países, pero
reconocerlas debidamente nos ayuda a identificar dónde coinciden los intereses
de clase. Nuestra estrategia solo funcionará si también nosotras nos dedicamos
a la educación política crítica en el trabajo sindical y dentro de los
movimientos, de modo que la práctica transformadora contrarreste la influencia
de la ideología capitalista.
Es
posible reconocer la existencia de un modo de vida imperial, así como su
distribución desigual. A veces, la imagen de un Norte Global y un Sur Global
monolíticos puede suponer un obstáculo analítico, ya que implica líneas de
conflicto geográficas en lugar de patrones históricos de producción y
distribución de recursos, incluida la mano de obra. Los trabajadores y
trabajadoras de la industria automovilística de Alemania y Brasil se enfrentan
a realidades diferentes en cuanto a infraestructuras, salarios, derechos y
geopolítica, pero en sus respectivas sociedades están sujetos a antagonismos de
clase similares y afrontan los mismos retos.
La
transición ecológica ha de tener sentido para la clase trabajadora de todo el
mundo. El imperativo convencional del crecimiento económico ha conducido al
empleo precario y a elevadas tasas de explotación, lo que significa que un
debate en torno al decrecimiento desigual y combinado puede mejorar realmente
las demandas de empleos ecológicos socialmente necesarios y de calidad, así
como el tipo de condiciones de vida que las comunidades puedan desear, si
centramos nuestra estrategia en marcos alternativos de suficiencia, solidaridad
y justicia, como sugiere Bengi Akbulut.
Para
lograr la transición ecológica, la clase trabajadora mundial tendrá que ajustar
sus expectativas. Debemos rechazar el estilo de vida consumista del capitalismo
y tener en cuenta las limitaciones energéticas y materiales a la hora de
planificar una vida digna. Estos imperativos generan conflictos en torno a quién
puede utilizar un recurso y en qué cantidad, problemas que no siempre podrán
resolverse con tecnologías mejoradas.
De
hecho, a veces son las tecnologías más antiguas las que pueden salvarnos, como
la vuelta a la agroecología y el uso más eficiente del suelo y su contribución
a la reducción de las emisiones. La reforma agraria y un proceso justo de
delimitación de las tierras indígenas son condiciones necesarias para que la
clase trabajadora rural se beneficie de la transición ecológica superando la
pobreza y cambiando la forma en que alimentamos al mundo.
Puesto
que no hay transición justa sin soberanía indígena, nuestra comprensión de qué
va dónde ‒ya sean
turbinas eólicas o bosques repoblados‒ exige mejorar
nuestro enfoque de los derechos territoriales y las formas de vida. La clase
trabajadora urbana de todo el mundo puede salir ganando, y debe coordinar la
demanda de manera que la explotación de los recursos no conduzca a la creación
de nuevas zonas de sacrificio.
También
debemos ser sinceras sobre el hecho de que muchos empleos prometidos en la
transición son temporales, ya que están ligados a la construcción de nuevas
infraestructuras. Superar la obsolescencia programada significará también una
producción más eficiente, menos recambios y un mantenimiento menos intenso.
Algunos empleos pueden reconvertirse de sectores sucios a sectores limpios,
mientras que otros tendrán que desaparecer por completo, como la industria de
armamentos. Ser sinceras sobre este hecho ayudará a profundizar la marea
organizativa en sindicatos, asociaciones y movimientos sociales en general,
para no dejar atrás a nadie. Este tipo de cálculos se producirán dentro y fuera
de las fronteras, tal vez muchas veces al día. El éxito de nuestra estrategia
ecosocialista depende de la calidad de la construcción del movimiento
internacionalista y de nuestra capacidad de coordinar la planificación.
La
clase trabajadora es muy diversa. Incluye a los trabajadores y trabajadoras
industriales, y los sindicatos desempeñan un papel importante. Dicho esto,
también comprende mucha mano de obra informal. Según la Organización
Internacional del Trabajo, en 2019 había unos 2.000 millones de trabajadores
informales en todo el mundo. Algunos de ellos ‒como los que tienen trabajos
temporales en granjas y pesquerías, o las 15 a 20 millones de personas que se
ganan la vida reciclando‒ se enfrentan
a riesgos especialmente altos de pérdida de
empleo y problemas de salud a medida que avanza el cambio climático.
También deberíamos
considerar estos empleos, y no solo los fabriles, para la producción de paneles
solares o baterías de litio, como empleos climáticos.
Las
mujeres que realizan trabajos de cuidados también son cruciales para la
transición, y no solo por el papel estratégico del sector de los cuidados para mejorar
la vida de las personas con bajas emisiones de carbono. Las mujeres suelen ser
las principales líderes en la resistencia a las empresas de capital fósil, en
la reivindicación de la reducción de la semana laboral y su doble carga
horaria, y pueden ayudar a tender puentes entre la clase trabajadora del Norte
y del Sur a través del movimiento feminista.
La
organización de todos estos sectores es vital para una verdadera transición
justa internacionalista, y puede reforzar las campañas para presionar a los
gobiernos en favor de los programas que necesitamos. Cuanto más éxito tengan,
más probabilidades tendremos de que se unan miles de millones de personas, no
solo la clase profesional más concienciada con el medio ambiente y las
activistas comprometidas, sino también los movimientos sociales nacidos de las
zonas de sacrificio que han participado en luchas seculares por la tierra, el
agua, los bosques y una vida digna en todo el mundo. Este movimiento
internacionalista se basa en la clase trabajadora por su cuestionamiento del
capitalismo, que es la fuente de nuestras crisis actuales, pero está poblado
por los diversos grupos marginales que pueden perderlo todo si el fascismo
fósil o ecológico se sale con la suya.
Así,
la marea de construcción de movimientos en nuestra estrategia siempre se
ocupará de las cuestiones apremiantes de la transición ecológica, pero también
debe planificar la ruptura como secuela de la naturaleza profundamente
insostenible de la maquinaria capitalista. Nuestra estrategia requiere una
acción audaz hoy, orientada por la utopía que puede guiarnos de este siglo al
siguiente para construir una sociedad justa y deseable.
Nuestra
estrategia va más allá de la supervivencia. Se trata de la vida ‒una vida mejor‒ y esto ya de
por sí nos diferencia de los capitalistas y
de las tragedias que provocan. El largo camino de la transición está lleno de
contradicciones y presentará más desafíos de los que el movimiento socialista
haya afrontado nunca. El tiempo es esencial y no podemos permitirnos seguir
perdiéndolo, pues nuestro objetivo final es lograr una sociedad emancipada
capaz de mantenerse durante los próximos siglos.
POLÉMICA
INTERNACIONAL: POR LA OLA DE CALOR EN BRASIL, ARGENTINA QUEMA SUS RESERVAS DE
GNL DEL VERANO
Desde
ayer y hasta mañana está previsto el uso de GNL anta la caída de los envíos de
Bolivia. Desde YPFB se recortó a la mitad los despachos al país y se
redireccionó el mismo volumen hacia Brasil, en una maniobra que implica un
mayor costo para Argentina.
Río
Negro de Argentina (https://acortar.link/KJkyXP)
Las
elevadas temperaturas que se vienen registrando en Brasil dispararon el uso de
aires acondicionados en ese país, pero por una concatenación de acciones que
involucran a Bolivia, ayer fue Argentina la que terminó pagando un mayor costo,
ya que no solo debió quemar parte de las reservas de gas natural licuado (GNL)
que se dejan para el verano, sino que lo hizo quemando un gas mucho más caro
que el que recibieron los brasileños.
El
Reporte Diario del Sistema del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) reveló
ayer por la mañana que, a pesar de que las temperaturas en Argentina se
encontraban dentro de lo habitual, desde el buque regasificador de Escobar se
estaban inyectando un total de 3 millones de metros cúbicos de gas licuado en
las redes del país.
Este
tipo de gas, que se importa en buques a pedido de la firma estatal Energía
Argentina (Enarsa) se utilizan en los inviernos para completar el consumo del
país, y en este año -como en anteriores también- se dejó un cargamento entero
en el buque regasificador de Escobar para poder atacar las clásicas olas de
calor del verano, que representan un segundo pico de consumo de energía en el
país.
Esa
reserva de gas para contingencias fue la que ayer comenzó a ser quemada, a ser
inyectada en las redes del país por instrucción de la misma Enarsa, a raíz de
que desde Bolivia se achicó a la mitad la cantidad de gas que por contrato
debían enviar.
De
acuerdo a la última adenda del contrato de importación de gas, desde
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe enviarse en esta época
del año un mínimo de 4 millones de metros cúbicos de gas por día, que son
necesarios para cubrir el consumo de las siete provincias del Noroeste
Argentino.
Pero
desde el miércoles los envíos de YPFB se desplomaron a solo 2 millones de
metros cúbicos, la mitad del mínimo a raíz de que la firma estatal boliviana
elevó los despachos hacia Brasil para atender a sus pedidos ante la ola de
calor.
Brasil
importa habitualmente 16 millones de metros cúbicos de gas por día desde
Bolivia, pero ya el miércoles esos despachos se habían elevado a 17 millones y
ayer llegaron a los 18 millones de metros cúbicos. Es decir que desde YPFB se
dejaron de enviar 2 millones de metros cúbicos de gas a la Argentina y ese
mismo volumen se redireccionó a Brasil.
La
alternativa de Argentina fue entonces apelar a su reserva de GNL, en una
maniobra que implica literalmente quemar parte del acopio para las olas de
calor del verano, dado que el cargamento que se guardó para tal fin cuenta con
menos de 57 millones de metros cúbicos, y entre ayer, hoy y mañana se prevé
utilizar 9 millones de metros cúbicos.
Un
mayor costo para Argentina
Pero
además, este es un reemplazo costoso para la Argentina ya que mientras debería
haber pagado 7,50 dólares por millón de BTU por el gas que no recibió de
Bolivia, terminó ayer quemando el GNL que se pagó a 13,54 dólares.
Y
en una polémica internacional, la triangulación de despachos le permitió a
Brasil recibir más gas de Bolivia, el cual tienen fijado por contrato que pagan
a razón de solo 6 dólares por millón de BTU.
La
programación semanal del Enargas da cuenta de que hasta mañana sábado las
entregas de gas de Bolivia a la Argentina seguirán a la mitad de lo que fija el
contrato y que en esos días desde el buque de Escobar se inyectarán 3 millones
de metros cúbicos de gas regasificado y caro.
Fuentes
oficiales del gobierno reconocieron que la carga que se deja en Escobar es para
atender a contingencias, como esta. Y sumaron que si bien para hoy es correcta
la proyección de una inyección de GNL de 3 millones de metros cúbicos, la
contingencia es monitoreada de cerca y podría cambiar.
Más
allá de esta coyuntura internacional, en la industria son varios los actores
que siguen de cerca lo que sucederá a mediados de diciembre, justo luego del
cambio de gobierno, dado que se espera el ingreso de una ola de calor que
afecte a la zona de Buenos Aires.
BOLIVIANOS
USAN MANGUERAS Y BOTELLAS DE AGUA PARA COMBATIR INCENDIOS FORESTALES
Agencia
Reuters de Londres (https://acortar.link/jzI5FW)
Los
bolivianos están luchando contra los incendios forestales que han arrasado 3
millones de hectáreas (11.583 millas cuadradas) de tierra este año, y los
bomberos y la policía utilizan mangueras, aspersores y, en ocasiones, botellas
de agua para tratar de contenerlos. llamas.
Los
incendios forestales, que se producen mientras su vecino Brasil lucha contra
temperaturas abrasadoras y sus propios incendios, han provocado la cancelación
de vuelos y el cierre de escuelas debido al aire lleno de humo y los
ecosistemas devastados. Más de una docena de personas han muerto.
"Se
quemó todo: cultivos, vegetación, esquejes, cafetales, plantaciones de
cítricos, plantaciones de banano. En otras palabras, devastó todo", dijo
Guillermo Medina de Tumpasa, en el norte de Bolivia, que fue afectada por los
incendios.
"No
dejó nada. Ahora no nos queda nada. Llevamos días pidiendo comida porque
tenemos hijos y vivimos de la agricultura".
El
gobierno izquierdista del presidente Luis Arce ha pedido ayuda internacional, y
bomberos venidos de Venezuela para ayudar, así como otros de Francia, Chile y
Brasil.
En
San Buenaventura, al norte de La Paz, la policía calzó botas de goma y ponchos
improvisados, y sin mangueras, utilizó botellas de agua y algunos aspersores
para combatir los incendios forestales.
Los
expertos dijeron que los incendios de 2023 fueron los peores de los últimos
años, después de los incendios generalizados de 2019. Bolivia, que ha
experimentado un aumento en la deforestación en los últimos años, tiene grandes
áreas de humedales y una gran parte de la selva amazónica de América del Sur.
EL
ÓRGANO ELECTORAL DE BOLIVIA RATIFICÓ LA ANULACIÓN DEL CONGRESO QUE REELIGIÓ A
EVO MORALES COMO LÍDER DEL MAS
Determinó
de forma “unánime” declarar “improcedente” un recurso presentado por los
abogados del partido oficialista y pidió que se convoque a una nueva reunión
Infobae
de Argentina (https://acortar.link/Sw1ChM)
El
Tribunal Supremo Electoral de Bolivia ratificó este jueves la anulación del
congreso del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) en el que se proclamó
al ex presidente Evo Morales como candidato “único” para las elecciones
generales de 2025, y pide que se convoque a una nueva reunión.
La
Sala Plena del Órgano Electoral analizó un recurso extraordinario de revisión
que presentaron los abogados del MAS a principios de este mes para que el
tribunal revisara la resolución que anuló el congreso del partido oficialista,
y que observó que esa reunión no cumplió con requisitos como la certificación
de militancia de quienes fueron elegidos, entre ellos Morales.
El
Tribunal Supremo Electoral determinó de forma “unánime” declarar “improcedente”
el recurso presentado, ya que “el delegado del MAS no ha logrado acreditar
documentalmente que se hayan producido hechos nuevos o hechos preexistentes que
demuestren que la resolución es errónea”, indicó el secretario de cámara del
tribunal, Fernando Arteaga.
En
ese sentido el tribunal “ha rechazado el registro de las decisiones del
congreso del MAS” y deben convocar a una nueva reunión “en la que se cumplan la
normativa interna y el estatuto de acuerdo a sus propias normas”, informó
Arteaga.
Además
ratificó que “queda vigente” la directiva de 2017 del MAS.
El
congreso del MAS se realizó en octubre en la localidad de Lauca Ñ, en el
Trópico de Cochabamba, el bastión político y sindical de Evo Morales, en el que
se definió al ex mandatario como “candidato único” para las elecciones
presidenciales de 2025.
A
ese encuentro no asistieron el presidente Luis Arce ni el vicepresidente David
Choquehuanca al considerar que las organizaciones sociales, que son la base del
partido, no estaban debidamente representadas y convocaron a un cabildo en la
ciudad de El Alto, contigua a La Paz.
El
ex presidente y líder del MAS, Evo Morales, repudió la decisión del TSE y
sostuvo que los vocales del tribunal son “sumisos al oficialismo enemigo del
MAS-IPSP”.
“Ante
esta nueva acción política de odio al movimiento indígena y popular y golpe a
la democracia, nos reunimos de emergencia para asumir las acciones contundentes
en defensa del Instrumento Político del Pueblo”, escribió en sus redes
sociales.
Agregó
que el Gobierno está utilizando al TSE y la Justicia “para completar la tarea
que los golpistas no pudieron ejecutar, descabezar y defenestrar al MAS-IPSP”.
Los
seguidores de Morales realizaron una vigilia cerca a la puerta del TSE desde
que se presentó el recurso y que exigían que ese órgano se pronuncie al
respecto y que el miércoles hubo fricciones con la Policía.
Arce
y Morales, ambos del MAS, están distanciados en medio de las tensiones internas
en el oficialismo que comenzaron a finales de 2021 ante los pedidos del ex
mandatario de cambiar a algunos ministros, algo que el presidente no hizo.
La
autoridad electoral señaló que la convención oficialista no cumplió con algunos
requisitos como la certificación de militancia de quienes fueron elegidos en la
directiva, entre ellos Morales.
CASI
TODOS LOS CAMINOS DE LA DROGA EN EL NORTE ATRAVIESAN A TUCUMÁN
Contexto
de Argentina (https://acortar.link/HR1lBM)
4.700
kilos de cocaína y 1.300 kilos de marihuana. Esas son las cifras de secuestros
de estupefacientes que reportó para el norte argentino el Ministerio de
Seguridad de la Nación en lo que va de 2023, un dato que si bien de por sí ya
es alarmante, reveló además una serie de detalles que explican la proliferación
del macabro negocio.
Los
números detallados de la cantidad de droga secuestrada por esa fuerza nacional
se mantienen en secreto. Muchos de ellos son datos confidenciales porque a raíz
del hallazgo de un envío se inician investigaciones mucho más profundas. “Son
más lentas, pero siempre llevan a algún lado”, comentó un fiscal federal de
Jujuy.
Sin
embargo, al analizar los casos de decomisos publicados en la sección noticias
de la página oficial argentina.gob.ar, se contabilizó que, entre el 1 de enero
y el 17 de noviembre, esta fuerza federal secuestró 3.419 kilos de cocaína en
el NOA. Salta, con 1.796 kilos, lidera el ranking. Le siguen Jujuy (645),
Tucumán (508), Santiago del Estero (455), Santiago del Estero (455) y Catamarca
(15).
En
lo que se refiere a marihuana, nuestra provincia lidera el ranking de decomisos
con 220 kilos. Le siguen Jujuy (95), Salta (59) y Santiago del Estero (15).
Estos hallazgos generan cambios en el tráfico de cannabis, ya sea por la
posibilidad de que Bolivia se haya transformado en un país productor o porque
se modificaron las rutas de tráfico. (Se informa por separado).
La
situación de Tucumán es diferente porque, al igual que Santiago del Estero, no
es una provincia de frontera. Desde la época de la colonia, ocupó un punto
estratégico en la actividad económica del NOA. Distintas mercaderías llegaban a
estas tierras y después eran distribuidas a diferentes provincias. Ahora pasa
lo mismo con la droga.
Investigaciones
determinan que estas tierras, el norte santiagueño y el sur salteño
(especialmente Rosario de la Frontera) son utilizadas como centros de acopio.
Trancas
es el principal punto de ingreso de estupefacientes en la provincia con 71
kilos de cocaína y 120 marihuana. En el puesto de control de peaje se
concretaron la mayor cantidad de operativos, pero no así de decomiso. La mayor
incautación fue la de 423 kilos de cocaína, ocurrida en la localidad de 7 de
Abril, que se transformó en el tercer procedimiento más exitoso que realizó
Gendarmería a nivel nacional.
“Sabemos
perfectamente cuál es la situación y estamos analizando qué medidas podemos
incrementar para mejorar los controles en las fronteras y colaborar con las
fuerzas federales. El gobernador (Osvaldo) Jaldo y el ministro de Seguridad
(Eugenio) Agüero Gamboa están al frente de todas las gestiones que realizamos”,
explicó el secretario de Lucha contra el Narcotráfico. Jorge Dib, que hace
menos de una semana viajó a Salta para coordinar tareas con las autoridades del
área de esa provincia.
Entre
los proyectos aparecen el fortalecimiento del Operativo Lapacho, dotar a la
Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) de una unidad de control en
los límites fronterizos y la creación de un centro de adiestramiento de perros
antinarcóticos. “Seguimos estudiando para tomar más medidas porque esa es
nuestra prioridad”, añadió.
La
ruta 9 podría ser el meridiano de la región. A ese camino se lo podría utilizar
para dividir en dos toda el área. “Esa vía de comunicación y la que está
ubicada al oeste, podríamos decir que es para el ‘chiquitaje’, es decir la que
está destinada para el consumo interno”, explicó una fuente de Gendarmería. “El
otro sector, que tiene la ruta 34, se registraron los decomisos de mayor
cantidad por una sola razón: son las tierras de los vuelos narcos que arrojan
la droga que será enviada al exterior. Eso no es casual: son los caminos que
llevan al litoral, a la hidrovía del Paraná que lleva a los puertos para ser
enviada al exterior”, añadió. Esa teoría se sostiene con los números. Hacia el
este, se secuestraron más de 2.800 kilos, mientras que al oeste, más de 1.600.
En
todos estos números hay una sola certeza: la droga que se incauta es apenas una
parte de la que es trasladada. La gran duda es cuantificar cuánta es la
sustancia que circula sin ser detectada. Las estimaciones más optimistas
indican que el porcentaje de lo decomisado es apenas del 25%. Un ejemplo: de
100 kilos que salen a las rutas, sólo se descubren 25 kilos, los 75 restantes
terminan en las calles.
Menos
50% de los decomisos de la droga incautada por Gendarmería fueron en el marco de
investigaciones. El resto se concretó en controles que no son permanentes y
cuyos hombres sólo cuentan con la ayuda de perros antinarcóticos, el olfato de
un gendarme y algunos escáneres manuales.
El
fiscal federal salteño Carlos Amad señaló que es necesario contar con dos
herramientas. “La primera es el uso de más tecnología. Las rutas deben contar
con escáneres para que todos los vehículos que pasan por allí sean controlados
y no solo algunos. Nos tendremos que acostumbrar a las esperas, no queda otra”,
señaló.
“Urge
que todas las provincias, no sólo las de fronteras, apliquen el nuevo Código
Procesal Penal de la Nación. Con este digesto los fiscales tenemos la
posibilidad de iniciar una causa, investigarla y pedir una condena en seis
meses”, concluyó el magistrado.
EL
SUPERALIMENTO FAVORITO DE LA NASA QUE ADELGAZA, REJUVENECE Y CREA MÚSCULO
Es
un grano al que también se llama «oro de los Andes», que se puede cultivar en
condiciones extremas
La
Razón de España (https://acortar.link/DBYU47)
A
los astronautas de la NASA solo se les permite incluir ciertos alimentos en su
dieta. La agencia espacial controla todo lo que comen con especial atención
desde que comienzan su entrenamiento y, por supuesto, durante las misiones de
exploración. Sin duda, la NASA es muy consciente de la importancia de que sus
agentes estén en plena forma y, aunque permiten que los astronautas elijan una
cierta cantidad de lo que llaman «comida extra» para sus viajes al espacio, los
ingredientes deben pertenecer a la estricta lista de la organización.
Entre
los alimentos que la NASA permite que los astronautas incluyan en su dieta se
encuentra, desde ya tiempo, la quinoa. Fue en 1993, cuando la agencia espacial
incluyó la quinoa en su lista de semillas potenciales para ser cultivadas en la
Estación Espacial Internacional. ¿Los motivos? Esencialmente, dos: las
características de este grano le permiten crecer en condiciones extremas y,
además, contiene un rico valor nutricional. Está considerado que crea músculo,
rejuvenece y ayuda a adelgazar.
Por
todo ello, la agencia espacial estadounidense continúa desarrollando el cultivo
de quinoa como una producción viable en el espacio. De hecho, las
características de la quinoa han llevado a esta semilla a ser declarada
superalimento por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). De hecho, se
piensa en la quinoa es una opción favorita para asegurar el futuro de la
alimentación humana.
Pero
hablemos de datos. En cifras, podemos ver que el valor nutricional de la quinoa
es altísimo. Se trata de una semilla muy rica en proteínas vegetales de alta
calidad y con una composición muy equilibrada en grasas y carbohidratos
complejos, excelentes para los viajes espaciales de larga duración. Pero además
tiene, fibra, vitaminas y minerales esenciales. En concreto, por cada 100
gramos, contiene 370 calorías, 14 gramos de proteínas, 64 gramos de
carbohidratos, 6 gramos de lípidos, 7 gramos de fibra, 22 miligramos de vitamina
C, 47 miligramos de calcio y 4,6 miligramos de hierro, entre otros.
Beneficios
para la salud de la quinoa
Para
nombrar los beneficios para la salud de la quinoa, es necesario remontarse
primero a sus orígenes. Se trata de una planta conocida tradicionalmente como
el «oro de los Andes», originaria del lago Titicaca de Perú y Bolivia. La
quinoa lleva siendo cultivada desde civilizaciones antiguas, pero fue
reemplazada por los cereales con la llegada de los españoles.
Antiguamente,
estaba relacionada con la longevidad y, en la actualidad, esa asociación entre
la quinoa y una vida más larga continúa vigente, pues es un alimento
característico de las Zonas Azules del planeta, aquellas regiones en las que
hay más supercentenarios.
Entre
las ventajas para la salud de la quinoa encontramos su alto nivel de proteínas
(hasta un 23%), que favorece el crecimiento de los músculos. Contiene minerales
como el calcio, el hierro o el magnesio, que junto con las vitaminas, el
fósforo y el potasio, contribuyen a proteger el cerebro y los huesos. Además,
contiene antioxidantes y es antiinflamatoria, que protegen contra daños
celulares y enfermedades.
Lo
que la hace excepcional para incorporarlas a las dietas destinadas a cuidar de
la línea o adelgazar es que es rica en hidratos de carbono pero de absorción
lenta, que ayudan a cubrir nuestra necesidad diaria de calorías, pero son
mejores aliados para perder peso que los carbohidratos de absorción rápida.
Además, contiene aminoácidos esenciales, mucha fibra (saciante) y su contenido
en Omega-6 ayuda a controlar el colesterol. También es beneficiosa en casos de
diabetes.
En
general, la quinoa tiene un aporte muy completo y equilibrado de proteínas,
hidratos de carbono y grasa, que la hacen ideal para cualquier dieta,
especialmente en el caso de personas vegetarianas o intolerantes al gluten.
Pero también es una genial opción para quienes quieren aumentar músculo o
adelgazar saciando el apetito.
En
cuanto a cómo cocinarla, la Agencia Espacial Europea publicó hace años un vídeo
que muestra a la astronauta italiana Samantha Cristoforetti, en una misión
internacional conjunta con la NASA. En ese documento aparece preparando una
tortilla de quinoa en el espacio, en microgravedad. La ensalada que prepara,
envuelta en una tortilla caliente, contiene tomates secos, caballa y crema de
puerros. Pero, por lo general, la quinoa es ideal en cualquier tipo de
ensalada. También se puede encontrar bebidas vegetales o añadirse al yogur y la
fruta.
TECHREO
CELEBRA ÉXITO EN MÉXICO Y BOLIVIA CON MÁS DE 400.000 USUARIOS EN DOS AÑOS DE
OPERACIÓN
De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, más del 60% de
la población del país azteca carece de acceso a cuentas de ahorro y sólo 21% de
las personas adultas ahorran a través de instrumentos formales.
Revista
América Economía de EEUU (https://acortar.link/9FzzfW)
Luego
de anunciar que rebasaron la cifra de 400.000 usuarios en poco menos de dos
años en México y 30.000 en Bolivia, desde su lanzamiento, y con un capital
inicial de US$ 2,6 millones, Iliana De Silva, CEO y cofundadora de Techreo,
plataforma de servicios financieros integrales, afirmó que la misión de la
compañía es contribuir a la inclusión financiera en toda América Latina y entre
la población migrante en Estados, particularmente entre las mujeres.
“Estamos
apostando mucho a la inclusión financiera de las mujeres que son jefas de
familia o mujeres emprendedoras o microempresarias, aunque muchas veces no se
perciban así, pero que tienen un negocio, incluso informal”, dijo De Silva para
confirmar que de la cifra de usuarios alcanzada por Techreo 60% son mujeres.
De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, más del 60% de
la población del país carece de acceso a cuentas de ahorro y sólo 21% de las
personas adultas ahorran a través de instrumentos formales.
La
desigualdad en el acceso a los servicios financieros es evidente especialmente
en relación con el nivel educativo, el género y las disparidades geográficas.
Por ejemplo, del total de usuarios del sistema financiero, 56,7 millones de
personas que tienen al menos un producto (cuenta de ahorro, crédito, seguro o
afore) 61,9% son mujeres y 74,3% son hombres; y los porcentajes de acceso se
reducen en el país de norte a sur casi 20 puntos porcentuales en promedio,
pasando de 77% a 60%.
"En
Techreo, reconocemos los desafíos que enfrentan las personas no bancarizadas y
nos emociona saber que un 60% de nuestros usuarios son mujeres, y que un 10%
cuentan con un producto de crédito. La escasa infraestructura de conectividad,
la informalidad económica, los altos costos en los servicios y la desigualdad
social sistémica representan las principales barreras del país en términos de
inclusión financiera. Estamos comprometidos en abordar estos problemas,
ofreciendo soluciones financieras integrales que sean accesibles, transparentes
y educativas. Afrontamos la exclusión con innovación y empatía, buscando
construir oportunidades para todos”, comentó Iliana De Silva,
La
directiva de Techreo apuntó que la emergencia sanitaria de Covid-19 abrió un
panorama de oportunidad para ampliar la base de inclusión de personas a los
servicios financieros, a través de plataformas digitales.
En
un escenario donde 9 de cada 10 personas realizan transacciones desde el
teléfono celular, Techreo se posiciona entre sus 20.000 nuevos usuarios
mensuales como la herramienta que les permite alcanzar sus metas sin importar
su ubicación o situación. Esto se logra a través de una plataforma intuitiva
que facilita el acceso a servicios financieros integrales, dijo De Silva.
Uno
de los mayores obstáculos financieros en el país, de acuerdo con la CEO, es el
acceso al crédito. “Más del 70% de las personas recurren a créditos informales
y otros medios de financiación, siendo el préstamo a familiares y amigos uno de
los más solicitados por los mexicanos”, detalló.
En
una sola plataforma, con 40.000 puntos de operación presencial en el país, el
usuario puede tener una cuenta de ahorro, pedir un crédito, hacer pagos de
servicios y transferencias electrónicas, acceder a productos de inversión a su
medida, asistencia en todo momento, tener información de educación financiera,
y ahora también una tarjeta de crédito garantizada para comenzar o limpiar el
historial crediticio.
Boom
Card
Iliana
De Silva detalló que, como parte de esta evolución, Techreo ha lanzado un nuevo
producto, que es la tarjeta de crédito garantizada Boom Card, que el usuario
puede adquirir con un depósito desde US$ 29 y a partir de allí acceder a una
línea de crédito desde US$ 23,2 a US$ 5.812, sin importar su situación en el
Buró de Crédito.
Jonathan
Durán, Chief Information Officer de Techreo, precisa que esta tarjeta está
pensada sobre todo para personas que nunca han tenido una tarjeta de crédito, o
para jóvenes que quieren comenzar a formar su historial crediticio, incluso
para aquellos que tuvieron alguna dificultad en el pasado y necesitan
regularizarse.
La
tarjeta es digital y física y puede solicitarse en la misma plataforma de
Techreo.
Finalmente,
Iliana Da Silva adelantó que aspiran a conseguir 20 millones de usuarios en
América Latina, para lo cual ya incursionan en Bolivia, y posteriormente en
Perú, Ecuador y Colombia, y también en Estados Unidos, donde su objetivo meta
son 40 millones de usuarios, enfocados en la población migrante, que por su
situación no cuenta con acceso a servicios financieros en aquel país.
Para
2024, la meta es llegar al millón de usuarios en México y apostar por captar de
esa cifra entre 20 y 30% de personas dedicadas a la microempresa, concluyó Da
Silva.
FRONTERA
CHILE-BOLIVIA: DETENIDOS TRES FUNCIONARIOS DEL EJÉRCITO ACUSADOS DE GOLPEAR Y
ASALTAR A UN MIGRANTE
Hasta
los momentos, se conoce que los efectivos habrían asaltado y agredido a un
migrante irregular que habría estado cruzando por un paso no habilitado de esa
zona.
El
Ciudadano de Chile (https://acortar.link/you7Hv)
Tres
funcionarios del Ejército fueron detenidos en la comuna de Colchane, en la
frontera Chile-Bolivia, tras ser acusados de presuntamente golpear y asaltar a
un migrante.
Según
ADN, los tres funcionarios pasarán a control de detención durante las próximas
horas por este hecho. Hasta los momentos, se conoce que los efectivos habrían
asaltado y agredido a un migrante irregular que habría estado cruzando por un
paso no habilitado de esa zona.
Cabe
mencionar que las fuerzas militares y policiales están apostadas en la zona de
Colchane en distintos puntos de observación fronteriza a propósito de la
vigencia del decreto de infraestructura crítica que hay en la zona norte del
país.
De
acuerdo con el portal SoyChile, la Fiscalía de Tarapacá precisó que son tres
los efectivos militares detenidos y por instrucción de la fiscal (s) del
Tamarugal, Daniela Campusano, es el personal del OS9 de Carabineros realizan
las diligencias investigativas del caso.
Desde
la Delegación Presidencial de Tarapacá indicaron que el Ministerio de Defensa
Nacional se referirá a la detención de los tres militares.
EL
INSTITUTO DE TRANSFERENCIA E INVESTIGACIÓN DE UNIR CONTRIBUYE A LA RESTAURACIÓN
DE CUATRO OBRAS DE BERNARDO BITTI EN BOLIVIA
Cuatro
pinturas del artista italiano, activo en el antiguo Virreinato del Perú, se
restauran por primera vez con tecnologías y metodologías innovadoras. Un
proyecto que pone en valor el patrimonio de la ciudad de Sucre y cuyas técnicas
se podrán aplicar a nivel internacional.
UNIR
de Argentina (https://acortar.link/PpS0Vw)
El
Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) de la Universidad
Internacional de La Rioja ha puesto en marcha el proyecto de conservación,
restauración y puesta en valor de cuatro lienzos del pintor jesuita Bernardo
Bitti, en colaboración con el Arzobispado de Chuquisaca, con sede en
Sucre-Bolivia.
Las
obras pertenecen al Museo de Arte Sacro de la Catedral Primada de Bolivia,
dedicada a la Inmaculada Concepción y están siendo restauradas en un espacio
habilitado en dicho museo.
Estos
lienzos fueron realizados por el artista hace 400 años para la iglesia de San
Juan Bautista (Hoy San Miguel) de la Compañía de Jesús y se encuentran en un
estado de extrema fragilidad, por lo que el equipo de UNIR está realizando un
estudio científico-técnico específico para aplicar las adecuadas técnicas de
restauración y conservación.
Bitti
fue precursor fundamental del arte de la pintura de caballete en el Virreinato
del Perú, ya que fue el pintor que introdujo la técnica de la pintura en Lima,
Arequipa, Cuzco, Juli, La Paz, Potosí y La Plata, (Sucre).
La
singularidad de este proyecto es que nunca se han intervenido estas obras desde
su creación. María Isabel Álvarez Plata.
En
palabras de la restauradora principal de las obras, María Isabel Álvarez Plata,
“la singularidad de este proyecto es que nunca se han intervenido estas obras
desde su creación, lo que nos permite estudiarlas en su pura y absoluta
originalidad”.
Este
proyecto es de gran importancia para tener nuevas pistas sobre la influencia de
la pintura italiana en Sudamérica y Bolivia. También se espera alcanzar
conclusiones sobre la mejor técnica de conservación de este tipo de pintura
que, por sus características, requiere de una nueva investigación.
Para
ello, UNIR cuenta con expertos como Pedro Querejazu, Historiador del Arte y
Restaurador; Elena Amerio, doctoranda en la Universidad Autónoma de Madrid;
Elena Pérez-Álvaro, investigadora de la Universidad UNIR y Ana Zabía, jefa de
Colecciones de América Virreinal del Museo de América en España.
“Es
un equipo de intercambio profesional muy rico, en todos los aspectos. Los
medios técnicos también facilitan poder avanzar paso a paso en este proyecto
tan importante”, destaca la restauradora.
Las
claves de la restauración
Según
Álvarez Plata, la clave de este proceso es la metodología de trabajo, basada en
la investigación científica e histórica. “Trabajamos siempre con laboratorios
que analizan la composición de los aglutinantes y las materias con que se han
hecho originalmente. El análisis de las obras también lo realizamos a partir de
luces especializadas, radiografías, rayos ultravioleta, para definir con mayor
exactitud su estructura y el consecuente el proceso de restauración”.
En
concreto, las micromuestras obtenidas de los cuatro lienzos de Bitti han sido
estudiadas por el Laboratorio Arte-Lab de Madrid, una entidad especializada en
análisis para la documentación y restauración de bienes culturales y que cuenta
con una alta tecnología de análisis químicos y físicos.
Investigación
con impacto local e internacional
Por
su parte, Elena Pérez-Álvaro, investigadora de restauración de patrimonio de
UNIR, apunta que “la recuperación de estas obras tiene una singular importancia
en la historia del arte boliviano y sudamericano, y la conservación artística”.
Los
investigadores harán accesible las conclusiones del trabajo tanto a la
comunidad de profesionales especializados, como a la ciudadanía de Sucre para
poner en relieve su patrimonio artístico-cultural, pero también tendrá un
impacto en la comunidad científica internacional ya que se propondrá un plan de
innovación para dar a conocer la restauración de estos cuadros de una manera
sostenible, atrayendo turismo, pero respetando el modo de vida de la comunidad
de Sucre.
En
este sentido, Pérez-Álvaro destaca que “este proyecto está alineado con la
Agenda 2030 de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
contribuyendo, en concreto, a promover el crecimiento económico inclusivo y
sostenible, el empleo y el trabajo decente para todas las personas”. En el
proyecto, están participando estudiantes de bellas artes de Sucre, que realizan
sus prácticas con este proyecto, impulsando así su formación específica como
restauradores y teniendo la oportunidad de trabajar con expertos
internacionales y de manera multidisciplinar.
Además
“con las técnicas de restauración pictórica y las innovaciones tecnológicas
estamos colaborando para lograr niveles de productividad económica mediante la
diversificación, modernización tecnológica y la innovación en sectores con gran
valor añadido y un uso intensivo de mano de obra”, señala la investigadora.
Este
proyecto se alinea con la misión de proteger y salvaguardar el patrimonio
cultural y natural del mundo a través de ciudades y comunidades más
sostenibles. Elena Pérez-Álvaro.
Este
proyecto se alinea con la misión de proteger y salvaguardar el patrimonio
cultural y natural del mundo a través de ciudades y comunidades más
sostenibles. Y aporta valor social, ya que el público del museo de la catedral
podrá acceder y disfrutar de las obras que quedaran expuestas una vez sean
restauradas.
Respecto
a la colaboración de UNIR, Álvarez Plata “valora el apoyo de la Universidad,
por su implicación y los profesionales que participan, además de todo el
trabajo en la difusión que va a tener, no solo en España y en Bolivia, sino
también para Perú con el que compartimos a este pintor que ha trabajado en
ambos territorios.”
CHOLITAS
ESCALADORAS DE BOLIVIA BUSCAN CONQUISTAR EL EVEREST, ¿QUIÉNES SON?
Las
Cholitas escaladoras se han propuesto escalar el Everest, la montaña más alta
del mundo, portando sus polleras, una vestimenta tradicional en los Andes.
El
Sol de México (https://acortar.link/IX7LF1)
Las
Cholitas escaladoras son un grupo de mujeres originarias de Bolivia de la etnia
aymara, son amantes de las montañas y las alturas y tienen como objetivo
conquistar la cima del Everest. Las montañistas son reconocidas por su gran
resistencia física y su vestimenta tradicional: las polleras y sombreros tipo
bombín, nada usual para subir montañas con climas difíciles.
Fue
en 2019 cuando saltaron a la fama por el documental “Cholitas”, que ha
conseguido reconocimientos en festivales como Ladek Mountain Festival, Chicago
Latino Film Festival y el premio como mejor film en el Festival de Cine de
Montaña Banff.
¿Cómo
surgieron las Cholitas escaladoras?
Lidia
y Cecilia, dos Cholitas escaladoras protagonistas del documental, contaron a
Ladera Sur,cómo inició su afición por escalar montañas.
En
2015, ellas y otras 10 mujeres aymaras, decidieron escalar la montaña Huayna
Potosí, por el simple gusto de hacerlo y llegar a la cima.
Lidia
Huayllas, fue quien motivó a sus compañeras quienes trabajaban como cocineras
en el campamento de Huayna Potosí a 5 mil 200 sobre el nivel del mar, a escalar
hasta lo más alto de la montaña cuando ella tenía 50 años.
“Podemos
escalar, vamos a ver cómo es la cima” les dijo “Al comienzo las compañeras no
creían. Nos animamos cuatro en un inicio y cuando las demás se dieron cuenta
que subimos, ya se sumaron”, relató Lydia.
La
mujer compartió que fue ella quien motivó a las escaladoras a usar su
vestimenta y enaltecer su cultura.
“Vamos
a subir con pollera, así como estamos. Y hasta nos puse el nombre, -vamos a ser
las Cholitas escaladoras-, dije. Fue muy emocionante y por eso nos hemos hecho
conocidas con nuestra cultura, no hemos perdido esa identidad”,
Para
Cecilia escalar el Everest es un sueño, pues para ella representa llevar a lo
más alto del planeta el orgullo por su pollera.
“Nuestro
sueño más grande es ir a Nepal, tenemos ese proyecto para 2024. Iremos a la
montaña más grande del mundo para llevar nuestra cultura y nuestras coloridas
polleras. Me siento orgullosa de no perder la cultura de la pollera, aymara,
indígena, de mis raíces. Nunca la voy a perder, no me la sacaré. Cuando
sembrábamos papas, me la subía y lo mismo hago cuando tengo que escalar en
hielo. Eso sí, he cramponeado hartas polleras”, expresó.
Las
Cholitas escaladoras muestran en su cuenta de Instagram diversas fotografías en
las que presumen las montañas que han escalado con temperaturas extremas como
Acotango, Illimani, Pomerape y Sajama en Bolivia. Ofrecen servicios turísticos
en Huayna Potosí ya que son guías para otros montañistas.
Cholitas
escaladoras buscan romper con los estereotipos en Bolivia
Estrella
Gonzales, otra integrante del grupo de montañistas de las Cholitas escaladoras,
participó en un evento de la ONU Mujeres en Bolivia con el objetivo de hablar
sobre los estereotipos y los roles de la mujer en la sociedad boliviana.
"Se
decía que las mujeres no podían hacer ese tipo de deportes (...) si es lo que
tú quieres hacer, puedes lograrlo", dijo Estrella a EFE.
La
montañista formó parte del panel “17 mujeres extremas”, entre ella pilotos,
futbolistas, deportistas olímpicas, ingenieras y bomberas, que compartieron
como alcanzar sus sueños y explotar su potencial.
Las
mujeres bolivianas resaltaron a la pasión, perseverancia, fuerza y resiliencia,
como algunas de las virtudes más importantes para difuminar los estereotipos
respecto a las mujeres y sus capacidades para ejercer cualquier profesión.
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