CON MINAS, PUERTOS Y FÁBRICAS, CHINA DOMINARÁ LA INDUSTRIA DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS DE AMÉRICA LATINA.
Las materias primas son cruciales
para la industria de los vehículos eléctricos (EV), y China ya está muy por
delante de otros países a la hora de asegurar el acceso a los metales
necesarios para las baterías y otros componentes. América Latina posee las
mayores reservas de algunos minerales importantes para la transición
energética, incluidos el litio y el cobre, y Beijing pretende asegurar un
suministro constante con un enorme proyecto de infraestructura en el puerto de
Chancay, en la costa del Pacífico de Perú.
Ubicada a 60 kilómetros (37 millas)
de Lima, la capital peruana, Chancay es una pequeña ciudad de menos de 100.000
habitantes con un puerto modesto. Sin embargo, una inversión china de alrededor
de 3.600 millones de dólares promete cambiar esa situación. Este megaproyecto
de la firma china COSCO Shipping Ports pretende transformar la red naviera
sudamericana y convertir a Chancay en un hub para las exportaciones chinas en
contenedores, en la llamada conexión Shanghai-Chancay.
Perú ocupará la presidencia del foro
de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 2024. La expectativa es que la
cumbre del grupo en Lima en abril de 2024 que acogerá a muchos líderes
mundiales, incluido Xí Jìnpíng 习近平, coincida
con la inauguración del puerto de Chancay.
Omar Narrea, investigador del Centro
de Estudios de China y Asia Pacífico de la Universidad del Pacífico en Lima,
afirma que el proyecto será un hub que facilitará el envío de mercancías no
solo desde Perú sino también desde otros países de la región. más rápidamente a
China. "El proyecto es parte de una concepción de generar una nueva
geografía económica y es parte de la Nueva Ruta de la Seda", dijo a The
China Project.
Para Narrea, Chancay podría ayudar a
Chile y Bolivia a exportar su litio a Asia. Muchas de las minas de Chile están
ubicadas en el norte del país y el puerto brindará un acceso más fácil a Asia
que los puertos existentes en el sur (Chile tiene 4.270 kilómetros o 2.653
millas de largo de norte a sur). Bolivia es un país sin salida al mar y un
puerto de aguas profundas ampliado en Chancay sería un impulso para el
comercio.
Según el Financial Times , el
proyecto ha causado preocupación en la actual administración estadounidense y
Washington planteó la cuestión directamente a Lima. “En los grandes temas
geoestratégicos, el gobierno peruano no está suficientemente concentrado en
analizar los beneficios y amenazas para el país”, dijo un funcionario al
diario. Sin embargo, los gobiernos latinoamericanos simplemente no ven a China
con la misma lente que Estados Unidos.
¿Un nuevo Oriente Medio para la
industria automovilística?
Como principal productor de litio y
varios otros materiales que son parte integral de la producción de baterías
para vehículos eléctricos, América Latina ha desempeñado y seguirá desempeñando
un papel fundamental en la extracción y potencialmente el procesamiento de
estos metales, según Margaret Myers, directora de Asia y Programa América
Latina en el Diálogo Interamericano
Según la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, el llamado Triángulo
del Litio, que incluye a Chile, Bolivia y Argentina, posee el 56% de las
reservas globales. Además, hay litio en menores cantidades en Brasil, México y
Perú, lo que eleva la oferta regional a casi el 60% de las reservas globales.
“China ha buscado asegurar un papel
destacado en las industrias del litio en toda la región a través de diferentes
mecanismos”, afirma Myers. Señala los movimientos en el mercado chileno de
Tianqi Lithium, una empresa con sede en Sichuan que controla una parte
importante de esta producción mineral global.
“Las empresas chinas y otros actores
vienen trabajando desde hace años a nivel provincial en Argentina para establecer
valiosas redes con los responsables de la exploración de recursos y los
lineamientos de la industria del litio”, agrega.
En Bolivia, un consorcio chino
liderado por el gigante de las baterías Contemporary Amperex Technology (CATL)
confirmó en julio que invertirá 1.400 millones de dólares para construir
plantas de extracción de litio.
En la industria del cobre, mineral
importante también para los paneles solares, pieza clave de la transición
energética de China, la Agencia Internacional de Energía (AIE) afirma que la
participación del gasto global en exploración en América Latina ha aumentado
del 35% al 45% en el último decenio, lo que indica la posibilidad de que se
produzcan nuevos aumentos de la producción.
Un país clave para ese suministro es
Perú, donde China ha realizado varias inversiones en minería, incluidas cadenas
logísticas. En los últimos 11 años, esta cantidad ha sumado alrededor de 15 mil
millones de dólares, según el gobierno peruano, que afirma que el país
proporciona el 27% de todo el cobre utilizado por China.
Narrea dice que en el caso de Las
Bambas, mina en el centro del país, no solo hubo desarrollo de la minería, sino
también inversiones en un ferrocarril e incluso en el puerto de Mataraní para
mejorar las cadenas logísticas. Desde hace más de 10 años, China tiene un
Tratado de Libre Comercio con Perú, que fue muy importante para impulsar las
exportaciones del país a Asia, según Narrea.
El mercado es tan importante como los
minerales. Además de ser una fuente de materias primas, Beijing también ve a
América Latina como un mercado potencial. En los últimos meses, entidades y
empresas gubernamentales chinas han realizado importantes inversiones en la
región en plantas para vehículos eléctricos y baterías que ayudarán a ampliar
el mercado de consumo de la industria automotriz china.
En Brasil, el mayor mercado
automovilístico de la región, el gigante chino de vehículos eléctricos BYD
lidera las ventas. En agosto, hubo 1.167 matriculaciones de vehículos
eléctricos en Brasil, incluidas 656 unidades de BYD, una cifra seis veces mayor
que la del segundo lugar, la empresa sueca Volvo, según datos publicados por la
Asociación Brasileña de Vehículos Eléctricos. Parece que esas pequeñas cifras
crecerán rápidamente.
Según Bill Russo, fundador y director
ejecutivo de Automobility Limited, una consultora para el mercado automotriz
con sede en Shanghai, los fabricantes chinos están priorizando las ventas en
regiones como América Latina, que buscan alternativas asequibles a las que
ofrecen los fabricantes estadounidenses y europeos. En su opinión, las empresas
chinas darán prioridad a regiones con beneficios recíprocos, como el acceso a
materias primas.
China ya se ha establecido en Brasil
con dos fabricantes de automóviles eléctricos: BYD y Great Wall Motors. Una
planta de BYD en Camaçari, en el noreste brasileño, tiene una inversión de
alrededor de 600 millones de dólares y aprovecha las instalaciones existentes
de la fábrica Ford, que decidió cerrar esta operación. Será la primera planta
de BYD fuera de Asia.
Roberto Abdenur es un diplomático
brasileño que fue embajador en China y sirvió en Estados Unidos. Espera que
Brasil se convierta en una plataforma importante para la producción china de
vehículos eléctricos y un centro para las exportaciones a otros países
latinoamericanos, una posición que el país desempeña en la industria
tradicional del fabricante de automóviles. .
Un desafío para este sector en
América Latina es el precio: los vehículos eléctricos cuestan muchas veces más
que los vehículos normales, pero la población local tiene un ingreso promedio
mucho más bajo que en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, Russo cree que
China podrá ofrecer asequibilidad porque puede escalar el componente de mayor
costo de los vehículos eléctricos: las baterías.
"Los fabricantes chinos de
vehículos eléctricos traerán sus soluciones a los mercados globales que buscan
alternativas eléctricas asequibles a lo que ofrecen los fabricantes de
automóviles tradicionales de Estados Unidos, Europa, Japón y Corea",
argumentó.
Reacciones nacionales y extranjeras
La dominación de los recursos
latinoamericanos por potencias extranjeras ha sido durante mucho tiempo un tema
delicado y a menudo es explotado por los políticos por razones electorales.
El presidente chileno Gabriel Boric
mencionó la nacionalización de los minerales del país en su campaña electoral,
y el ex presidente peruano Pedro Castillo, un izquierdista radical, hizo muchas
promesas similares. En Argentina y Bolivia, algunos líderes han promulgado
planes proteccionistas de este tipo, por ejemplo, la nacionalización del
petróleo y el gas bolivianos por parte del ex presidente Evo Morales en 2006 ,
lo que asustó a las empresas extranjeras que operan en la región.
En abril, el presidente boliviano,
Luis Arce, dijo que estaría dispuesto a diseñar conjuntamente una política de
litio con otros países latinoamericanos para beneficiar a sus economías.
“Debemos estar unidos en el mercado, de manera soberana, con precios que
beneficien a nuestras economías, y una de las formas, ya propuesta por el
presidente (de México), Andrés Manuel López Obrador, es pensar en una especie
de OPEP del litio”. Arce dijo en un discurso.
El objetivo es posicionar a Bolivia,
Chile, Argentina y Perú “como potenciales promotores de nuevas formas de
almacenamiento de energía que permitan superar el uso de combustibles fósiles”,
afirmó el Presidente.
Para Narrea, existen diferentes
instancias. “No creo que las propuestas de nacionalización avancen en Perú, las
condiciones no son las mismas que en países como Bolivia y Argentina”,
argumenta.
“Sin embargo, hay demandas sociales
que pueden generar conflictos e incluso una actitud anti-China”, dijo Norrea.
Las inversiones para diversificar las economías regionales y el buen uso de las
regalías son una asignatura pendiente, y esto debe llegar de alguna manera a la
población, considera. En los últimos años la producción de cobre peruano ha
tenido muchos problemas, especialmente huelgas y bloqueos que incluyeron a Las
Bambas. “Una buena operación minera exitosa depende de la buena distribución de
los recursos, lo que evita conflictos”, concluyó el investigador.
Abdenur también espera inversiones y
competencia de Estados Unidos, especialmente en Brasil. Pero “presionar a
Brasil para que evite a China sería un grave error. Probablemente sería
rechazado”, afirmó. El exembajador recuerda que la administración Trump intentó
restringir a Huawei en la región, pero no cree que el gobierno de Biden vaya en
el mismo camino. "Las relaciones son mejores ahora", sostiene. THE
CHINA PROJECT.COM
LAS ARENAS DE LITIO DE AMÉRICA LATINA
ESTÁN CAMBIANDO
Argentina y Bolivia esperan superar a
Chile a medida que el tan esperado auge del litio gane velocidad.
Americas Quarterly.Org
(https://acortar.link/9Xqu1Z)
Como segundo mayor productor mundial
de carbonato de litio para baterías (LCE), una parte crucial de las baterías de
los automóviles eléctricos, Chile ha superado durante mucho tiempo a Argentina
y Bolivia en la atracción de inversiones para extraerlo. Pero una serie de
acontecimientos están cambiando el llamado “triángulo del litio” de América
Latina.
Con los depósitos más grandes del
mundo, Bolivia se ha asegurado nuevas inversiones multimillonarias, y el sector
del litio de Argentina, ligeramente regulado, avanza a toda velocidad. Por el
contrario, Chile no tiene nuevos proyectos en marcha y aún no se ha finalizado
una reforma planificada de la industria bajo el presidente Gabriel Boric,
destinada a ampliar la participación estatal .
Y una competencia global en rápida
evolución se cierne sobre estos tres jugadores. Los aumentos de producción en
Australia y Brasil , así como los descubrimientos en Estados Unidos, han
aumentado la presión para asegurar nuevas inversiones en un mercado en rápida
expansión. Dado que ya se están desarrollando tecnologías de baterías
alternativas , Argentina, Bolivia y Chile tienen una ventana de oportunidad
limitada para capitalizar el flujo de capital extranjero que se dirige hacia
los salares andinos antes de que el camino de menor resistencia se desplace a
otra parte, dijeron analistas a AQ .
"No hay nuevos contratos de
extracción" que hayan llegado a etapas de producción desde que se
finalizaron dos contratos existentes en Chile a fines de la década de 1970,
dijo a AQ Thea Riofrancos, profesora de ciencias políticas en Providence
College . La incertidumbre en torno a la estrategia de litio de Boric no ha
ayudado a las perspectivas de crecimiento de Chile, ya que no se han anunciado
nuevas inversiones desde abril y los contratos preexistentes siguen siendo
inciertos . Mientras tanto, se espera que la demanda mundial de LCE aumente un
25% anual durante la próxima década.
Mientras Chile se mantiene a flote...
Eso no significa necesariamente que
la producción chilena no reanude su crecimiento una vez finalizado el marco
regulatorio. "Los inversores han querido invertir en Chile y han
enfrentado barreras de entrada, y esto podría eliminar algunas de esas
barreras", dijo Riofrancos, refiriéndose a la falta de inversión de Chile
en nuevos proyectos de litio incluso antes del anuncio de la estrategia del
litio.
Y no descarte las dos plantas
existentes en Chile: Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y Albemarle, las
mineras que operan respectivamente las dos plantas, tienen previsto aumentar la
producción en el Salar de Atacama entre 140.000 y 180.000 toneladas LCE para
2030. según José Hofer, ex analista del Ministerio de Minería de Chile y
gerente de inteligencia de negocios de SQM. Aun así, Hofer enfatizó que el
alcance de esa expansión depende de los resultados de las negociaciones
contractuales en curso entre SQM y Codelco, la cuprífera estatal de Chile.
…Argentina nada por delante
Si bien muchas partes de la economía
argentina se consideran ámbitos donde la intervención gubernamental es
frecuente y dura (por ejemplo, su mercado laboral altamente regulado y una
desconcertante variedad de tipos de cambio) en lo que respecta al sector
descentralizado del litio, regulado provincialmente, es una historia diferente.
A diferencia de las estrategias
centralizadas de Chile y Bolivia, los recursos de litio de Argentina pertenecen
a las provincias. Ellos, no el gobierno federal, recaudan un impuesto de
regalías del 3% por la minería de litio (en comparación con un techo del 40% en
Chile y del 45% en Bolivia), y el entorno empresarial está relativamente libre
de supervisión estatal para las empresas mineras extranjeras, lo que atrae a
una diversidad de sectores. conjunto de inversionistas a las provincias de
Jujuy, Salta y Catamarca.
El año pasado, Argentina produjo
33.000 toneladas de LCE, ocupando el segundo lugar en la región y el cuarto a
nivel mundial. Una tercera mina entró en funcionamiento en junio, otros dos
proyectos están programados para completarse el próximo año y tres están en construcción.
El país tiene otros 41 proyectos en etapa inicial cuya finalización está
prevista para más allá de 2025.
Según datos del gobierno y
estimaciones de las mineras, se proyecta que la producción nacional de litio de
Argentina se quintuplicará para fines de 2025, lo que equivale a un aumento de
alrededor del 1% del producto interno bruto actual. “Argentina definitivamente
será capaz de aumentar su capacidad por encima de las 200.000 toneladas LCE
para 2032-2035”, dijo Hofer.
Sobre el futuro del sector del litio
de Argentina pende el impacto social de la extracción del metal. “La ampliación
de estas plantas de litio seguramente provocará algún tipo de desplazamiento o
conflicto”, afirmó Ernesto Picco, autor e investigador de la Universidad
Nacional de Santiago del Estero. Picco señaló que "el impacto ambiental de
la extracción de litio aún no se ha medido completamente". La regulación
provincial de las mineras de litio es como “la ley de la selva”, con canales de
comunicación limitados entre las corporaciones y las comunidades locales.
Ya está comenzando a surgir una
respuesta social: por ejemplo, en el Tercer Malón de la Paz , una protesta que
fue noticia en agosto cuando manifestantes en Buenos Aires exigieron una mayor
consulta comunitaria y un compromiso más amplio con los derechos de agua para
las comunidades indígenas en la provincia de Jujuy. .
¿Qué pasa con Bolivia?
A pesar de poseer los recursos
confirmados de litio más extensos del mundo , Bolivia, el tercer vértice del
triángulo, hasta ahora ha sido incapaz de extraerlos desde que la industria fue
nacionalizada en 2009, y la producción alcanzó sólo 600 toneladas de LCE el año
pasado gracias a un proyecto piloto. Sin embargo, esta dinámica puede estar
cambiando: dos proyectos firmados recientemente por valor de 1.400 millones de
dólares cada uno, entre la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y
empresas chinas y rusas , apuntan a producir colectivamente 100.000 toneladas
de LCE por año para fines de 2025. en los enormes salares de Uyuni y Coipasa.
Conocidos por tener los depósitos
técnicamente más complejos , los proyectos de litio en Bolivia deben superar
costos crecientes, infraestructura insuficiente y un déficit de mano de obra
calificada local, además del nuevo requisito de utilizar una tecnología
novedosa que no ha sido probada en absoluto a escala.
Por eso los expertos se muestran
escépticos. "No hay manera" de que estos proyectos cumplan sus
objetivos de producción, dijo Chris Berry, fundador y presidente de House
Mountain Partners, una firma consultora. “Esto va a llevar años. Me
sorprendería que eso sucediera antes de 2027 o 2029”.
¿Que viene despues?
Con el sector del litio de Chile
estancado y las perspectivas de Bolivia inciertas, todos los ojos están puestos
en Argentina, y en si su auge traerá prosperidad y relevancia internacional o
agitación social que descarrile la industria. De cualquier manera, el destino
de Argentina servirá como indicador para otros países ricos en litio de la
región que tienen grandes esperanzas para el futuro.
Aún no está claro si la industria del
litio pasará a formar parte de la larga historia de relaciones tensas de
América Latina con una abundancia de recursos minerales. Pero parece que
Argentina tendrá la próxima oportunidad de escribir un capítulo.
LA EXTRACCIÓN DE LITIO POTENCIARÍA EL
DESARROLLO SOCIOECONÓMICO DE AMÉRICA LATINA
Aguas Residuales Info.
(https://acortar.link/UTaer7)
El litio representa una de las
grandes oportunidades para que Latinoamérica sea un actor clave en la
transición energética a las energías renovables suponiendo importantes
beneficios económicos para la región. No obstante, desde la Asociación
Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, advirtieron que tanto
las autoridades competentes como el sector privado de los países que aspiran a
hacerse de un lugar en el mercado deben catalizar los proyectos porque
“Sudamérica no está sola en la carrera por ser un proveedor mundial. Hay
importantes jugadores como China y Australia”.
La principal apuesta regional está en
el denominado triángulo del litio compuesto por Chile, Argentina y Bolivia.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), este trío
concentra casi el 56% de las reservas mundiales de litio, localizadas
principalmente en Chile (41%) y Argentina (10%).
Cabe destacar el potencial de
desarrollo socioeconómico que supone este mineral dado que, según la Agencia
Internacional de Energía, su demanda podría multiplicarse por 42 en 2040 a
causa de la transición energética de la movilidad.
Juan Camezzana, director de ALADYR,
resaltó que los países antes mencionados son capaces de producir litio de alta
calidad, como el carbonato de litio con grado de batería, y que se benefician
de condiciones geológicas, con una gran cantidad de salares que albergan
concentraciones elevadas del mineral en sus salmueras. “Aunque el litio es un
elemento abundante en la corteza terrestre, la alta concentración en las
salmueras de estos territorios sudamericanos ofrece una ventaja estratégica al
optimizar los costos de producción de carbonato de litio, hidróxido de litio,
cloruro de litio y otros compuestos” precisó.
Detalló que tanto Chile como Argentina
tienen una larga trayectoria en la producción de químicos de litio, lo que ha
contribuido al desarrollo de circuitos productivos sólidos y que, en los
últimos años, estos circuitos se han fortalecido para satisfacer la demanda
global, consolidando una cadena de valor local que complementa las operaciones
mineras y refuerza la capacidad de producción a nivel regional.
Celeridad con responsabilidad
Camezzana precisó que la ventana de
consolidación de nuevos proyectos es de al menos 10 años y que “sin lugar a
dudas” la próxima tendencia es al reciclaje de las baterías como metodología
sostenible, lo que añade mayor necesidad de acelerar los procesos para una
explotación responsable si Latinoamérica desea aprovechar esta oportunidad
económica.
“Hoy debemos poner especial atención
en catalizar el desarrollo de proyectos en materia de producción de litio. Bajo
ningún punto de vista esto quiere decir que los procesos de factibilidad e
impacto ambiental no deban llevarse a cabo de forma rigurosa y consistente, pero
sí con mayor eficiencia” opinó.
Apuntó que las tecnologías de
tratamiento de agua, de las que el sector privado local tiene amplia
experiencia, son clave en la explotación sostenible del litio, ya que la mayor
parte de la producción latinoamericana proviene de salmueras. En este sentido,
las tecnologías de Extracción Directa de Litio (DLE por sus siglas en Inglés)
posibilitan la implementación de metodologías productivas que reducen la huella
ambiental en contraste las técnicas convencionales.
Agregó que la huella hídrica total –
gasto de agua por cantidad de mineral producido - de la producción de químicos
de especialidad de litio a partir de salmueras en la región es inferior a la
que se observa en otros lugares del mundo que utilizan fuentes minerales distintas,
como las formaciones rocosas de espodumeno.
“Tenemos salmueras de alta calidad
respaldadas por estudios de factibilidad sólidos que ofrecen una ventaja
estratégica que posibilita la producción de químicos de litio de alta
especialización a costos de inversión y operación muy competitivos en
comparación con otros oferentes en el mercado global pero el tiempo apremia y
productores como Australia y China son competidores importantes en esta carrera
por el mercado” reiteró.
Para finalizar, Camezzana declaró que
entre las empresas socias de ALADYR existe experiencia y disposición para una
explotación hídricamente sostenible de este mineral y que consideran que el
monitoreo ambiental, y específicamente, el de los recursos hídricos de primer
uso, es de suma importancia.
LÍDERES INDÍGENAS PRESENTARÁN ESTUDIO
SOBRE IMPACTOS DE MINERÍA ILEGAL EN LA CIDH
La minería ilegal en América Latina
se ha expandido de forma acelerada en los últimos años, sobre todo en zonas
fronterizas y la región amazónica, trayendo consigo destrucción y muerte. Por
ello, organizaciones de Perú, Brasil, Bolivia, Nicaragua y Venezuela
presentarán esta problemática en audiencia temática en la CIDH.
Revista Actualidad Ambiental de Perú
(https://acortar.link/ASVDKR)
En los últimos años la minería ilegal
de oro y otros materiales se ha expandido de forma alarmante en América Latina.
En países como Perú, Brasil, Bolivia, Nicaragua y Venezuela esta actividad se
ha convertido en una de las principales problemáticas socioambientales, y es
responsable del asesinato de decenas de defensores ambientales. Los impactos de
la minería ilegal van más allá del daño ambiental y afectan principalmente a
las poblaciones indígenas, muchas de estas ubicadas en zonas fronterizas o
lejanas, con poca presencia del Estado y en donde el crimen organizado ejerce
mayor control.
Detrás del avance de esta actividad
se encuentran factores como los bajos estándares de fiscalización ambiental y
la corrupción gubernamental. Por ejemplo, en países como Nicaragua y Venezuela,
se ha identificado que la minería ilegal es directamente operada y promovida
por el mismo Estado y financia estructuras paramilitares. En Brasil y Perú, la
situación no es muy distinta, pues se ha documentado la cooptación de
autoridades de todas las esferas y niveles de gobierno por parte de estructuras
criminales con inversiones en la minería ilegal.
En el caso de Bolivia, la
comercialización del oro se ha convertido en la principal fuente de ingresos,
lo que ha ocasionado que los sectores mineros cooperativistas cuenten con
importante influencia política en el país.
Contaminación y muerte
La minería ilegal, que es una de las
principales causas de deforestación en la cuenca amazónica, impacta
directamente en los ecosistemas con la contaminación de aguas, así como de
fauna y flora terrestre, marina y fluvial. Esto causa daños, muchas veces irreparables,
en los territorios y formas de vida, sobre todo de los pueblos indígenas. En
Brasil, la minería en tierras indígenas aumentó en 495 %, de 2010 a 2020.
Entre los países con mayor afectación
por esta actividad resalta Venezuela, país en el que la minería ha devastado
2821 kilómetros cuadrados de bosque, el 50 % de los cuales forma parte de
territorios protegidos, con el famoso Arco Minero de Orinoco, un sector creado
en el 2016 por el Gobierno de Nicolás Maduro, en el que el control lo ejercen grupos
criminales y la cúpula militar.
En consecuencia, en Venezuela se han
registrado al menos 38 masacres en zonas mineras entre el 2012 y 2020, según
registró el Centro para la Reflexión y Acción Social (Cerlas). Asimismo, al
menos 32 defensores ambientales y líderes indígenas fueron asesinados. En
Nicaragua, la cifra no es muy distante, pues se registraron al menos 55
personas fallecida en la actividad minera entre 2020 y 2023.
Audiencia temática y pedido a la CIDH
En este sentido, organizaciones de la
sociedad civil y líderes indígenas de Perú, Brasil, Bolivia, y Nicaragua y Venezuela, consideran necesario
que esta problemática sea atendida a nivel internacional de forma urgente.
Por ello, el 8 de noviembre
participarán de una audiencia temática en la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) en la que presentarán un estudio regional sobre las
principales violaciones de derechos humanos y daños ambientales. Con ello,
esperan que la CIDH -órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos
(OEA) encargado de la promoción y protección de los derechos humanos- elabore
un informe regional, integre a las obligaciones estatales vinculadas a la
prevención, fiscalización y sanción de la minería ilegal, los estándares de
transparencia, participación ciudadana y protección de defensores/as
ambientales contenidos en el Acuerdo de Escazú, entre otras acciones.
Dato:
Las organizaciones que pidieron y
participarán en esta audiencia temática son La Fundación para el Debido Proceso
(DPLF, por sus siglas en inglés), el Centro de Documentación e Información
Bolivia (Cedib), el Centro Humboldt y la Fundación del Río de Nicaragua, SOS
Orinoco de Venezuela, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y
Eca-Amarakaeri de Perú y Hutukara Associação Yanomami de Brasil.
¿FUTUROS DEL AGUA? LAS INCERTIDUMBRES
EN TERRITORIOS INDÍGENAS DEL SALAR BOLIVIANO DE COIPASA
IPS Noticias de México
(https://acortar.link/9cr3eX)
Vendedoras que madrugan para vender
api, una bebida de maíz dulce, en la plaza de la autonomía indígena de Salinas,
en el oeste de Bolivia, mujeres que ventean quinoa en las calles, campesinos
que caminan sembradíos secos, choferes que recorren las rutas del contrabando
entre Chile y este país, y distintas autoridades originarias que conocen la
palabra litio.
La han escuchado con fuerza desde
hace algunos años y dicen que, si trae trabajo, desean el litio, pero no saben
exactamente qué es, para qué sirve, cuándo va a llegar o qué efectos traerá su
posible incursión.
A pesar de las promesas y esperanzas
que han sido construidas en el país en torno al litio, Salinas es una geografía
atravesada por la duda, un territorio al que también pertenece el salar de
Coipasa, ubicado en el departamento de Oruro, en el oeste de Bolivia.
De acuerdo con anuncios del gobierno,
de las 23 millones de toneladas de litio que calcula poseer Bolivia, 1,8
millones pretenden extraerse de este salar.
Con 3300 kilómetros cuadrados, el
salar de Coipasa es el segundo más extenso de Bolivia, después del Tunupa,
ubicado en el suroccidental departamento de Potosí. Casi 70 % de su superficie está compuesta por el
lago Coipasa, nutrido principalmente por las aguas de los ríos Lauca, Jurco,
Kuchuncho y Lacajahuira.
Estos ríos no desembocan en ningún
mar en un país enclavado en el centro de Sudamérica y sin costas, y con la
intensa radiación solar propia de esta zona, la evaporación de sus aguas es
mayor a la cantidad que reciben.
Poca información
En este mundo acuífero que atraviesa
la sequedad del altiplano, Lucía Gutiérrez, autoridad de Yaretani, uno de los
cuatro ayllus que componen Salinas, relata que sobre las formas y cantidades de
uso de las fuentes hídricas para la explotación del litio, aún no se ha
dialogado.
El GAIOC-SA está conformado por los
ayllus aymaras (forma tradicional de comunidad originaria en la región andina)
de Huatari, Cora Cora, Tunupa, Yaretani y el centro poblado de Salinas, ubicado
a 261 kilómetros de la ciudad de Oruro, capital del departamento. En 2021 se
convirtió en el cuarto autogobierno indígena de Bolivia.
El gobierno y el consorcio chino CBC,
compuesto por multinacionales con inversiones y proyectos mineros en todo el
mundo, desde el Congo hasta Argentina, firmaron convenios en junio del presente
año para invertir y construir una planta industrial en el salar de Coipasa,
colindante con el ayllu Huatari, ubicado en Salinas. Sin embargo, aún no
existen resultados públicos y oficiales para saber dónde y cómo se construirá
el complejo industrial.
Hasta ahora, autoridades locales
comentan que no se ha conversado sobre la consulta previa, derecho establecido
en la Constitución Política del Estado, vigente desde 2009, y lo que esto
implica en términos de demandas y negociaciones con el Estado.
“Seguramente el gobierno tiene una
agenda apretada, viene muy poco por Salinas”, menciona el Jiliri Mallku, Zenón
Huallani, autoridad máxima originaria, luego de hacer ofrendas antes de
comenzar la entrevista en la Chakamana, la Casa Grande de los ayllus.
No es fácil reunir a personas en
Salinas debido a la migración o la lejanía. Tampoco es fácil que las
autoridades accedan a ser entrevistadas sobre los pormenores del litio, ya sea
por el juego de estrategias políticas o la falta de priorización al debate
público.
Sin embargo, para Huallani la razón
para hablar es clara: él reitera la importancia de ser reconocidos, que Salinas
entre al mapa de las prioridades políticas.
Y ¿litio para qué? Según la
autoridad, para que las personas vuelvan a su territorio o para quienes
continúan viviendo allí, no se vayan. Litio, en sus palabras, es trabajo,
aunque sea como mano de obra.
El Jiliri Mallku debe respetar reglas
establecidas del chacha warmi, la filosofía aymara de complementariedad. Por
eso, él no está solo en la entrevista. Ha conseguido la presencia de Lucía
Gutiérrez, quien considera que la desinformación vivida en Salinas es
ocasionada por un secretismo presente en el proceso de otorgar datos y tomar
decisiones.
“Bajo llave hacen las reuniones y hay que tratar el tema del agua con mucha
delicadeza porque no tenemos en mente cuánta se va a usar”, relata Gutiérrez.
Ella desea que los proyectos sean
socializados en el lugar junto a las bases pues, ante todo, quieren ser
partícipes.
“No es lo mismo que te lo canten a
que tú oigas, mucha gente aquí no sabe lo que es el litio, ¿cómo vamos a salir
a demandar y protestar si no sabemos qué es?”, continúa.
Sus palabras coinciden con un estudio
realizado por la alemana Fundación Friedrich Ebert Stiftung en Bolivia. Éste
menciona que las comunidades de las zonas extractivas, al saber de qué se trata
la industria del litio, comienzan a hacer exigencias pues reconocen los
impactos de la producción industrial o, en el futuro, cuando los daños se hagan
visibles.
Y ¿el porvenir acuífero?
La situación de escasez del agua en
el altiplano boliviano es crítica. Andrés Quispe, autoridad de deslinde del
ayllu Tunupa, relata que dos vertientes cercanas a su comunidad se han secado
hace más de una década.
En planicies rodeadas de montañas en
Tíbet, muy parecidas al altiplano, ya han existido operaciones industriales
que, en 2016, terminaron con registros de peces muertos debido al uso de
químicos de la mina de litio Ganzizhou Rongda.
En los salares de Atacama en Chile,
donde se explota desde la década de los años 80, 65 % del agua dulce fue
consumida por actividades mineras en el salar, impactando a quienes cultivan y
crían animales.
Frente a esto, desde el Centro de
Estudios y Pueblos Andinos (Cepa), Karen Rocha y Clemente Paco mencionan la
esperada consolidación de un Foro Permanente del Litio, que espera que cuente
con la participación de distintos actores de la sociedad civil, académicos,
territoriales, políticos, entre otros.
Su principal tarea será monitorear el
cumplimiento de las normativas en torno al agua y los derechos a la consulta
previa, participación ciudadana y control social en procesos de explotación en
el salar de Coipasa.
Uno de los ejes, si es que cuentan
con el apoyo de la Universidad Técnica de Oruro (Uto), será iniciar un programa
de televisión semanal para conformar un espacio donde se generen debates y
propuestas.
Esta idea, cuenta Rocha, no solo nace
de la preocupación por la sequía que acecha el altiplano, sino también al ver
cómo en Chile y Argentina la sociedad civil se ha movilizado para exigir un
alto al daño que ocurre en territorios de minería de litio.
La tecnología que se usará en Coipsa
es la de extracción directa de litio (EDL). Si bien esta es descrita como más
“amigable”, representa para el ecosistema del salar de Coipasa una incógnita.
Las EDL son una amplia gama de
tecnologías complejas que, cada una, tiene diferentes tipos de impacto.
En un artículo, investigadores de las
universidades de Jujuy y Salta, de Argentina, y Lorraine, de Francia, definen
que es necesario cuantificar el agua dulce que implica esta tecnología, ya que
puede consumir enormes cantidades, quizás más que los métodos actuales de
evaporación.
En esa publicación, también se afirma
que, en regiones tan áridas, la escasez de agua dulce incluso comprometería la
viabilidad de extracción. Sin embargo, resalta que, como cada salar es
excepcional, cada uno debería contar con investigaciones singulares pues los
resultados de uno no pueden replicarse a otro.
David Schörter, doctorante en
antropología que investiga procesos sociales en Río Grande y la planta de
Lliphi en Potosí, comenta que el Estado no está pagando por cantidades inmensas
de fuentes de agua que emplea.
Además, menciona que la construcción
de mecanismos que vinculen el trabajo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB)
de forma integral con las comunidades que allí viven es muy débil.
Desde su perspectiva, se pueden
generar múltiples lecciones que podrían ser aplicadas por otros salares, a
partir de sus necesidades. Esto incluye llevar a cabo socializaciones más
efectivas que involucren activamente a las comunidades. El respeto al derecho a
la consulta previa es esencial, proporcionando información completa basada en
estudios realistas e independientes.
Asimismo, destaca la importancia de
implementar una política que promueva la formación académica y el trabajo
especializado para los miembros de las comunidades, de manera que su
participación no se limite únicamente a ser mano de obra.
Para este reportaje se enviaron
cartas a distintas entidades del Estado boliviano con el fin de conocer cuál es
el trabajo de consulta previa a las comunidades indígenas y la ruta que están
tomando para mitigar los efectos que la extracción de litio en dicho salar
pueda causar: qué estudios están siendo realizados, quiénes fiscalizan la
transparencia, qué datos existen hasta el momento sobre los impactos
socio-ambientales y qué acciones serán realizadas para impedir el daño
socio-ecológico al territorio.
Hasta el cierre de la edición del
artículo, y a casi cuatro meses de la petición, no se recibió respuesta.
La rebeldía de un salar
El salar de Coipasa, cuya vastedad
blanca puede ser divisada a una hora de Salinas, es una compleja geografía que
genera realidades. En solo dos minutos que el chofer bajó a buscar huellas de
carros para continuar el camino, su taxi fue succionado por los suelos húmedos.
A poca distancia, carros hundidos y
oxidados por la salinidad componían el paisaje. Estos mismos, probablemente
escabulléndose entre fronteras de Chile y Bolivia por las dinámicas del
contrabando, habían sido quemados. Ruinas que eran testimonio vivo de la
compleja geografía física y social que constituye el salar de Coipasa.
Los salares bolivianos, cuenta el
investigador de la Universidad Mayor de Chile, Fernando Alfaro, son recipientes
de las aguas de la cuenca Titicaca-Desaguadero-Poopó-Coipasa, algo que, por
ejemplo, no pasa en Chile o Argentina.
Durante la época de lluvias, el salar
se inunda. Un habitante de Salinas relata que la profundidad del agua en el
salar puede llegar hasta la altura de la cintura. Luego, en época seca, los
suelos permanecen blandos y peligrosos para el transporte.
Alfaro explica que, como el salar se
inunda y después las cosas son susceptibles a hundirse, la planta, en
principio, debería ser flotante. Además, dada la blandura de los suelos, es
probable que deban construirse carreteras internas. A su vez, la salmuera
corroe las infraestructuras, especialmente aquellas metálicas.
Para culminar con la lista de
obstáculos, los contenidos de magnesio son más altos en el salar de Coipasa,
elemento que hace más difícil una adecuada separación del litio.
“Es que este salar, aunque sea más
pequeño, es rebelde”, comenta un trabajador de la planta piloto de YLB, ubicada
en Tauca, que fue instalada en 2013.
Esta infraestructura pasó de ser una
planta pensada para la investigación a ser solo un campamento base. Los
laboratorios, de acuerdo al trabajador de la planta e investigadores de la Uto,
dejaron de funcionar ya hace varios años.
Para analizar las muestras que se
extraen de Coipasa, estas son enviadas hasta los laboratorios en la ciudad de
Potosí.
Dudas sobre la planta industrial
Las autoridades indígenas tenían
entendido que la planta industrial iba a construirse en el ayllu Huatari, pues,
de acuerdo a estudios, la mayor cantidad de litio corresponde a la parte del
salar que pertenece al GAIOC-SA. Pero ahora la construcción está puesta en
duda.
“No hay nada que hacer, la planta se
va hacer en Coipasa, quizás porque nuestras autoridades anteriores no se han
movido lo suficiente o que allí hay algo mejor; aunque nosotros sabíamos que en
el sector de Tauca (Salinas) era mejor” , menciona el Jiliri.
Durante el festejo del aniversario
del municipio, el presidente boliviano, Luis Arce, prometió a Coipasa, ubicado
al norte del salar y a 75 kilómetros de distancia de Salinas, la instalación de
un tendido eléctrico y una carretera.
La razón se centraba en que las
empresas que construirán la industria de litio requerían de dichas
infraestructuras para su operación.
En efecto, el 3 de octubre se entregó
equipamiento para iniciar otra planta piloto, ahora ubicada en el municipio de
Coipasa. Su fin, esta vez, es la prueba de las EDL para luego escalar su
producción, aunque aún no se ha mencionado dónde será la geografía final de la
planta industrial.
A Andrés Quispe, del ayllu Tunupa, le
inquieta que esto genere conflictos entre los territorios que colindan y son
parte del salar de Coipasa. Él comenta que este tipo de tensiones no son nuevas
en Salinas. Aún habita en su memoria los conflictos limítrofes en el salar de
Tunupa entre Oruro y Potosí, que terminó en la quema de domos de un hospedaje
turístico en Jirira.
En circunstancias como estas, los
límites divisorios pueden funcionar como una herramienta para evitar la
cooperación y colaboración entre gobiernos locales que habitan un mismo ecosistema.
Sin embargo, las afectaciones al salar y a lo que le rodea no respetarán esos
límites políticos.
Localmente, la ilusión del desarrollo
se vive a flor de piel: el litio significa trabajo, vías, educación, un
bienestar que el Estado, hasta ahora no ha podido –o querido– construir en
territorios extractivos, un Estado que se hace más presente cuando el
extractivismo inicia.
Dadas las rebeldías del salar, Alfaro
comenta que, en términos logísticos, los costos pueden llegar a ser más altos
que los beneficios, y solo considerando cuestiones económicas y no ambientales.
Explica, a su vez, que un salar es
resultado de un proceso muy lento, de millones de años. En contraste, el litio
ha sido denominado por el presidente como los pulmones del país, asegurando que
la minería en Bolivia no ha muerto y acelerará la nueva era industrial.
“Lamentablemente en los salares hay
mucho litio, y no serán vistos como un gigantesco laboratorio vivo de
estrategias de adaptación de larga duración en ambientes extremos … Un salar es
el marcador de nuestra historia común. Un salar es un testigo”, cuenta Alfaro.
¿Autos para salvar el mundo?
La extracción del litio ha sido
justificada bajo el paraguas de la crisis climática. Su contexto es particular:
el litio vive en discursos y proyecciones alrededor de sistemas de transporte
privado.
Noruega promete que en 2025, 100 % de sus vehículos livianos serán
emisiones cero. A partir de 2035, la Unión Europea prohibió la venta de carros
nuevos que emplean gasolina y diésel.
En un documento publicado por el
Transnational Institute y Taller Ecologista, se afirma que hablar de la
industria automotriz de este modo, es hablar sobre una transición corporativa
sin ejes que contemplen formas de participación social y cuidado ecosistémico.
En Bolivia, el litio ha significado
una invocada esperanza para superar la crisis económica. Arce Catacora, en
Coipasa, mencionó que gracias a la presencia de YLB habrá mucho más movimiento
en la zona alrededor de las dinámicas sociales y económicas que traiga la
industria. Pero, también existen otro tipo de movimientos.
Los rituales y caminos a los
chullpares de Alcaya en Huatari, a quienes sus guardianes les dejan hojas de
coca y otorgan nombres que nacen del cariño, es un territorio para pensar qué
es el tiempo, la muerte, y el respeto de la memoria de un lugar.
Un cementerio de autos chutos
(ilegales) quemados, estancados entre una delgada capa salina y un hondo barro
más parecido al pegamento que a la tierra, invocan el intenso movimiento
presente en la frontera.
¿Cuáles son las imágenes del porvenir
del salar? ¿Cómo se transformará una zona donde confluye el contrabando y la
incursión de YLB? ¿Habrá chuteros (contrabandistas) que traigan autos
eléctricos Tesla desde Chile? ¿El silencio que habita el salar será reemplazado
prontamente por el ruido de máquinas y lenguas extranjeras? ¿Qué voces no serán
escuchadas por los sonidos de la industria?
Quedan preguntas para cuidar tiempos
futuros.
EL LLAMADO DE AMÉRICA LATINA A LA PAZ
ES UN DESEO COMÚN DE LOS PAÍSES
Spanish People de China (https://acortar.link/SJAUjb)
En una reciente conferencia de
prensa, el viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Freddy Mamani,
anunció que Bolivia "ha decidido romper relaciones diplomáticas con Israel
en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí
que está teniendo lugar en la Franja de Gaza", convirtiendo a Bolivia en
el primer país en declarar la ruptura de los lazos diplomáticos con Israel
desde el estallido de esta ronda de conflicto entre Israel y Palestina.
El mismo día, Chile y Colombia
anunciaron la retirada de sus embajadores en Israel, citando "violaciones
inaceptables del derecho internacional humanitario cometidas por Israel en
Gaza" y la "masacre del pueblo palestino" por parte de Israel.
Llamar a un embajador significa rebajar las relaciones diplomáticas al nivel de
encargado de negocios, lo que se considera un preludio a la ruptura de
relaciones entre dos países. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel
respondió al día siguiente etiquetando a Bolivia de "capitular ante el
terrorismo y ante Irán".
Las fuentes dicen que el gobierno
boliviano tomó la decisión a instancias del ex presidente Evo Morales, quien,
al igual que el actual presidente Luiz Arce, pertenece al Movimiento Al
Socialismo en Bolivia. Ya en 2008, cuando Morales estaba en el cargo, el
gobierno boliviano había anunciado la ruptura de relaciones diplomáticas con
Israel por la operación militar israelí en Gaza.
Bolivia, Chile y Colombia vieron a
gobiernos de izquierda llegar al poder en la "marea rosa" de América
Latina de 2018 a 2022, y su reciente ruptura o degradación de las relaciones
diplomáticas con Israel está dando lugar a preguntas sobre si habrá más
"mareas rosas" en América Latina.
Tras el estallido del conflicto
palestino-israelí, incluso Arabia Saudita suspendió el proceso de
establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel. La Organización de
Cooperación Islámica y la Liga Árabe han condenado repetidamente las acciones
de Israel. El miércoles, Jordania anunció que retiraría a su embajador en
Israel. En una reciente reunión especial a nivel ministerial de la Organización
de Cooperación Islámica, Irán pidió a los países musulmanes que rompieran sus
vínculos con Israel. El empeoramiento del desastre humanitario en Gaza podría
provocar otra ronda de reacciones del mundo musulmán.
Hasta ahora, los países de Medio
Oriente y el norte de África se han centrado en pedir a Israel que solicite
inmediatamente un alto el fuego para proteger a los civiles en la Franja de
Gaza. Sin embargo, parece que el fuego de artillería israelí no cesará. Si esta
situación continúa, las relaciones diplomáticas entre Oriente Medio y los
países del norte de África e Israel seguramente volverán al estado frío en el
que se encontraban antes de 2020.
NARCODEMOCRACIAS: LA NUEVA ESTRATEGIA
DEL CRIMEN ORGANIZADO PARA CORROMPER AL ESTADO
El narcotráfico se sirve de
instrumentos democráticos para colonizar el poder y ponerlo al servicio de sus
intereses. Bolivia es tercer productor de hoja de coca del mundo tras Colombia
y Perú, y su particular ubicación geográfica es aprovechada por el crimen
organizado trasnacional utilizando sus rutas terrestres, aéreas y fluviales
para el narcotráfico.
The Objetive de España
(https://acortar.link/h8bROM)
La democracia está perdiendo la
batalla frente al crimen organizado en Latinoamérica. En estos momentos,
Uruguay es la única democracia plena que existe en el área, como ejemplifica la
reciente renuncia de su ministro del Interior por la entrega de un pasaporte a
un conocido narcotraficante a pesar de no tener ninguna responsabilidad legal
en el mismo, como ha declarado el presidente del país. Argentina, Brasil,
Colombia, Perú y Panamá solo pueden ser definidas como democracias imperfectas.
La democracia se ha degradado aún en mayor medida en Guatemala, El Salvador,
Honduras, Bolivia, Paraguay, México y Ecuador, hasta el punto de que
difícilmente pueden ser definidos ya como regímenes democráticos, sino más bien
como regímenes híbridos. Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití son directamente
regímenes autoritarios. Hace un par de décadas solo Cuba podía definirse como
tal.
Este retroceso de la democracia en
toda Latinoamérica tiene una de sus principales causas en nuestra opinión en la
emergencia del crimen organizado que ha penetrado en el tejido económico,
social y político de la mayoría de estos países, corrompiendo sus instituciones
e inoculando el virus autoritario en toda la región.
Según el Barómetro de las Américas,
menos de la mitad de la población confía en las elecciones en la mayoría de los
países de América Latina, la mayoría tiene baja confianza en su gobierno y en
12 de los 15 países más del 75% creen que los ricos pueden comprar elecciones.
Un porcentaje cada vez más alto apoya golpes institucionales que quiebren la
división de poderes y liderazgos autoritarios.
En algunos países, el crimen
organizado ha descubierto que es posible utilizar los medios de la propia
democracia para satisfacer sus intereses y en última instancia para poner el
Estado al servicio de sus fines criminales. Se trata, por un lado, de influir
en las elecciones mediante la compra de votos y, por otro, de someter las
instituciones, especialmente policía y justicia, mediante la corrupción y la
intimidación. Así, en los países con una mayor incidencia del crimen organizado
como Colombia, México, Perú, Ecuador o Bolivia, asistimos a un proceso de
involución democrática.
En el futuro podemos encontrarnos con
democracias formales que en realidad se encuentren secuestradas por
organizaciones de criminalidad organizada. El narcotráfico parece haber
descubierto que es más eficaz someter el Estado y utilizar las armas de la
democracia que luchar contra él.
Este crimen organizado, que podemos
definir de cuarta generación, constituye una grave amenaza no solo para la
región, sino también para Europa. Por un lado, Europa está desplazando a
Estados Unidos como principal receptor de la cocaína proveniente de
Latinoamérica. Por otro, el control del crimen organizado sobre algunos estados
tiene implicaciones geoestratégicas que debemos valorar, incluyendo las
posibles alianzas con potencias totalitarias en su guerra contra las
democracias liberales, el aumento de la presión migratoria o el desafío a
nuestra seguridad y nuestra propia convivencia.
El narcotráfico sigue siendo la
actividad principal y más rentable de la criminalidad organizada en todo el
mundo y de forma especial en Latinoamérica. La dimensión global del crimen
organizado alcanza unas magnitudes en el subcontinente americano, que excede en
muchas ocasiones las posibilidades de actuación de los gobiernos, amenazando su
estabilidad institucional y deteriorando gravemente la convivencia en sus
sociedades. Las organizaciones criminales más violentas el mundo están
asentadas en esta región.
La Oficina de Naciones Unidas contra
la Droga y el Delito -Unodc- en su Informe Mundial de Drogas 2022 señala que el
74% de la cocaína sale principalmente de Colombia y Ecuador por la ruta del
Pacífico Oriental, le sigue la ruta del Caribe Occidental que parte de Colombia
con un 16% y por último la ruta del Caribe que sale de Venezuela y Colombia con
un 8%. Un análisis de la situación de los países más afectados por esta lacra y
donde el crimen organizado ha penetrado en el Estado, las organizaciones
políticas y la misma sociedad, nos revela la situación actual.
Crisis de seguridad en Ecuador
La posición de Ecuador, ubicado entre
dos de los países más grandes productores de drogas, Colombia y Perú, le
confieren un carácter estratégico para las actividades del crimen organizado
trasnacional. Primero como país de tránsito y luego como lugar de
almacenamiento y punto de partida, Ecuador es ahora también un sitio de
procesamiento de droga, como acredita el hallazgo y desmantelamiento de más de
una decena de laboratorios y cristalizadores en provincias limítrofes con
Colombia.
La implantación de poderosas bandas
criminales es alarmante y ha llevado a Ecuador a una grave crisis de
inseguridad. En lo que va de año, el país acumula 5.000 muertes violentas,
superando la suma total del año 2022 -4.550- que ya había duplicado a su vez
las de 2021. La gran mayoría de ellas
están vinculadas a la lucha sin cuartel entre las bandas criminales por la
disputa del territorio y el control del narcotráfico. El asesinato del
candidato a la presidencia de la República, Fernando Villavicencio, el pasado
mes de agosto, es una muestra de la voluntad y capacidad del crimen organizado
de interferir en los procesos electorales.
Hasta el pasado mes de junio, se han
decomisado 85 toneladas de drogas, de las cuales casi 42 toneladas han sido
incautadas en puertos en contenedores con destino en primer lugar a Bélgica
(36%) y luego España (18%). Además, las bandas de crimen organizado se
especializan en el tráfico de drogas por vía aérea, construyendo pistas
ilegales de aterrizaje para las ‘narcoavionetas’. Solo en la provincia costera
de Manabí entre 2019 y 2022 fueron identificadas 40 pistas de aterrizaje
ilegales de avionetas que en su mayoría proceden de México. El narcotráfico se
combina además con otras actividades ilícitas como el blanqueo de capitales y
el tráfico de armas y personas.
El sistema penitenciario tampoco es
ajeno a esta realidad que se reproduce en el interior de las cárceles. Los
centros penitenciarios se encuentran de hecho bajo el control de los distintos
líderes de las bandas. El año pasado, más de 400 internos fueron asesinados, y
los intentos de la administración por controlar las cárceles con traslados de
presos y mayor control fueron respondidos por las bandas criminales con
campañas de atentados contra personas y centros públicos y privados.
El país se encuentra así dominado de
facto por una decena de grandes grupos dedicados al tráfico de drogas que son a
su vez proveedores de servicios a los cárteles internacionales, principalmente
mexicanos, de los que también reciben apoyo convirtiéndose en sus terminales
ejecutoras en Ecuador.
La actuación del ejecutivo
ecuatoriano para hacer frente a este grave y progresivo deterioro de la
seguridad ha fracasado en gran medida por la falta de coordinación y liderazgo,
provocando el adelanto de las elecciones parlamentarias y presidenciales. El
crimen organizado se hizo presente asesinando, como ya hemos señalado, a uno de
los candidatos presidenciales y en fechas recientes ahorcando en la cárcel de
Guayaquil a los seis sicarios colombianos presos por su participación en ese
atentado, un ejemplo extremo del dominio del sistema por las organizaciones
criminales.
En esta situación, un 90% de los
ecuatorianos considera que las elecciones están compradas, un 34% justifica que
se clausure el parlamento y la misma proporción apoya un liderazgo autoritario.
El crecimiento del crimen organizado y el deterioro de la calidad democrática
en el país van de la mano.
El fracaso de Colombia contra el
crimen organizado
Colombia está a la cabeza mundial en
la producción de cocaína, que constituye la principal fuente de financiación de
las organizaciones criminales latinoamericanas. En el caso colombiano, el
narcotráfico es también el principal sustento de los grupos armados que no
participan en el proceso de paz y que intentan mantener el control de la
producción y el tráfico, sobre todo en las zonas fronterizas con Ecuador y
Venezuela, donde está aumentado considerablemente las zonas y superficies de
cultivo de hoja de coca. A este escenario hay que sumar la cada vez mayor
presencia de grupos de la delincuencia organizada mexicana en el país.
La batalla duramente sostenida
durante décadas por el Estado colombiano contra esta combinación de
narcotráfico y terrorismo se está perdiendo. Hasta el pasado mes de julio todos
los indicadores en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas disminuyeron en
comparación con el mismo periodo analizado el año anterior. Así, las
incautaciones de cocaína han disminuido un 9%, la erradicación de cultivos de
coca desciende de forma alarmante, un 79% menos, y las requisas de heroína sufren
una disminución del 44%.
Los enfrentamientos entre las
principales bandas criminales del crimen organizado con los grupos armados
disidentes del proceso de paz por hacerse con el control estratégico de
importantes rutas del narcotráfico en la costa noroccidental del país ha
provocado además el desplazamiento de 2.300 personas huyendo de los combates.
La victoria de Gustavo Petro en las
elecciones del pasado año ha significado un cambio en la estrategia del país en
materia de seguridad y, específicamente, en la lucha contra el narcotráfico, al
mantener que el prohibicionismo en el problema global de las drogas había
fracasado y propugnando un desmantelamiento del crimen organizado mediante la
vía del diálogo y sometimiento a la justicia de los grupos del narcotráfico,
sustituyendo el combate contra las drogas por un modelo progresivo de
regulación.
Junto a este progresivo deterioro de
la seguridad, Colombia ocupa actualmente el último lugar de América Latina en
la confianza de sus ciudadanos en las elecciones. Tan solo dos de cada diez
ciudadanos mantienen su confianza en los procesos electorales y el 93% piensa
que las elecciones están compradas. Tres de cada cuatro colombianos consideran
además que sus derechos básicos no están protegidos y solo uno de cada tres
mantiene su confianza en el Gobierno.
Deriva autoritaria en Perú
Perú es, después de Colombia, el
segundo mayor productor de coca del mundo y su cultivo se está expandiendo en
los últimos años, alcanzando su récord en 2022 con 95.008 hectáreas, con un
incremento del 18% respecto al año anterior. El narcotráfico es a su vez
responsable de la deforestación de 7.000 hectáreas de bosques tropicales y de
los asesinatos de miembros de comunidades indígenas que se oponen a los
narcotraficantes, que debido al difícil acceso a esas zonas de la selva y la
falta de presencia institucional facilitan la expansión de los cultivos y el
aumento de la criminalidad contra los defensores de la Amazonia.
El crimen organizado crece al mismo
ritmo que el aumento de los cultivos y el narcotráfico. Solo en la ciudad de
Lima, entre enero y julio de este año se han cometido 186 crímenes por encargo
en enfrentamientos entre bandas criminales por disputa del territorio. En el
conjunto del país, de enero a abril se han contabilizado más de nueve mil
homicidios, manteniendo así atemorizada a la ciudadanía con los asesinatos, los
robos y las extorsiones como principales instrumentos criminales.
Ante esta grave situación, el
Gobierno está acometiendo una reforma integral de su fuerza policial, aquejada
de un fuerte desprestigio social por su nivel de corrupción. Solo en los dos
últimos años se han sucedido siete comandantes generales y varios de ellos
están siendo investigados por la Fiscalía Anticorrupción.
A este escenario descrito hay que
añadir el ambiente de corrupción e ineficiencia de la administración, que sitúa
a Perú liderando el ranking de la corrupción de América Latina, según la última
medición del Barómetro de las Américas. El deterioro democrático ha llevado a
casi la mitad de los peruanos a apoyar un autogolpe que limite el poder del
Parlamento y a uno de los menores índices de confianza democrática en la
región.
Crisis institucional en Bolivia
El país andino es tercer productor de
hoja de coca del mundo tras Colombia y Perú, y su particular ubicación
geográfica es aprovechada por el crimen organizado trasnacional utilizando sus
rutas terrestres, aéreas y fluviales para el narcotráfico.
La porosidad de sus fronteras, la
impunidad y la corrupción abonan el terreno, favoreciendo que grandes y
violentas organizaciones criminales internacionales, sobre todo de Brasil y
Venezuela, se asienten en el país, provocando un significativo aumento de la
violencia ligada al narco con un incremento exponencial del número de homicidios.
A pesar de los esfuerzos en la lucha
contra el narcotráfico, las incautaciones de cocaína no se acompañan de
detenciones de los responsables de las organizaciones criminales e incluso
cuando se desmantelan laboratorios tampoco se producen detenciones al no
encontrarse a nadie en ellos. Estas intervenciones policiales revelan en muchas
ocasiones la corrupción existente de muchos de los agentes y mandos policiales
a sueldo de los grupos criminales.
Por otro lado, y fiel reflejo de la
situación que atraviesa el país, la administración se encuentra con grandes
dificultades burocráticas y procedimentales para ejecutar sus presupuestos y
por ende sus acciones en la lucha contra el narcotráfico, evidenciando además
la descoordinación existente en las autoridades bolivianas, una falta de
interés real para combatir de forma eficaz contra esta lacra.
«La experiencia de casos como el de
Venezuela demuestran que un mayor nivel de autoritarismo no conduce a más
seguridad, sino al contrario»
Para contrarrestar esta realidad, el
Gobierno ha anunciado la presentación de un proyecto de ley para el
fortalecimiento institucional y operativo de la fuerza policial antinarcóticos
de la Policía Boliviana, en la que casi todos los excomandantes generales de la
institución se encuentran encausados por diferentes motivos, y donde la unidad
antinarcóticos tampoco es ajena a la polémica porque en abril del año pasado se
destituyó a su director, y en los seis meses anteriores se produjeron también
dos ceses de sus máximos responsables.
A pesar de estos esfuerzos, el
deterioro de la democracia en Bolivia, hoy considerado en realidad como un
régimen híbrido, ha llevado a que la mitad de sus ciudadanos haya perdido su
confianza en el gobierno, en el sistema electoral y que una gran mayoría considere
que las elecciones pueden ser compradas.
El gigante brasileño
Brasil no escapa a este crecimiento
del narcotráfico y el crimen organizado que se está produciendo en toda la
región, ni al deterioro de su calidad democrática. Debido a su situación geográfica,
con más de 15.000 kilómetros de frontera seca con casi todos los países de
Suramérica, Brasil interviene como ‘gran corredor de droga’ entre los países
productores y los destinatarios, siendo Europa su principal destino con
Bélgica, Holanda y España a la cabeza de este tráfico trasatlántico.
Las muertes violentas por las
disputas territoriales entre grupos criminales rivales han provocado 10.200
homicidios en el primer semestre de este año. El Estado de Río de Río de
Janeiro ha sufrido un mayor aumento con un 15% en relación con el mismo período
del año pasado motivado por el número de bandas asentadas y las dinámicas
criminales producto de años de actividad. Brasil presenta a su vez uno de los
índices más bajos de confianza en la democracia en la región y uno de los
países donde los ciudadanos sienten menos protegidos sus derechos
fundamentales.
El poder de los cárteles en México
El Estado mexicano ha perdido el
control territorial de numerosas zonas geográficas dominadas por fuertes
organizaciones criminales representadas por los cárteles y donde la sociedad
está completamente desprotegida. En los años de mandato de López Obrador los
principales cárteles dominan entre el 30 y el 35% del territorio mexicano,
diluyendo la autoridad del Estado y convirtiendo a esas zonas en auténticos
Estados fallidos incluso al nivel de Libia o Siria. En los tres primeros
trimestres de este año el número de muertes asciende a 22.603 asesinatos con un
promedio de 83 muertes violentas diarias.
El crimen organizado nombra y quita
gobernadores y jefes municipales, subvenciona campañas políticas y se convierte
de facto en un agente político-electoral de indudable trascendencia. A este
escenario hay que sumar que la política contra la criminalidad organizada
realizada por el Gobierno basada en actuar en las causas que provocan la
violencia y no en la erradicación de esta, conocida como ‘abrazos y no
balazos’, lejos de disminuir la actividad criminal ha provocado un
fortalecimiento de los cárteles y la aparición de más grupos criminales.
El aumento de la criminalidad y del
poder de los carteles del narcotráfico va acompañado de un deterioro
institucional, un creciente protagonismo del ejército y una disminución de la
calidad democrática en el país.
El crimen organizado como desafío
global
El crimen organizado se presenta
actualmente en Latinoamérica como una de las principales amenazas a la
democracia y al estado de derecho. Es posible establecer una relación entre el
aumento del narcotráfico y la criminalidad organizada y el deterioro
democrático e institucional. El principal riesgo es que el crimen organizado se
sirva de instrumentos democráticos, mediante la compra de votos, el fraude
electoral o la violencia política, para colonizar el Estado y ponerlo al
servicio de sus intereses.
Observamos una creciente connivencia
entre el poder político y el crimen organizado en aquellos países en los que
las organizaciones dedicadas al narcotráfico van consolidando su poder
económico, social y político de forma paralela al debilitamiento del Estado.
Especialmente preocupante es el grado de corrupción generalizada en algunos
países y en particular en algunas policías, como demuestra el hecho de que
muchas operaciones antidroga se salden sin detenidos y los grupos criminales
logren un control casi absoluto del sistema penitenciario.
Por otro lado, las estrategias de
apaciguamiento y la tolerancia de algunos gobiernos frente al cultivo y tráfico
de drogas están conduciendo a un fortalecimiento de las organizaciones
criminales que ejercen cada vez un control sobre una mayor proporción del
territorio, incrementen la producción de droga y provoquen un aumento de las
luchas entre grupos rivales. Es también previsible una diversificación de estos
grupos hacia otras actividades criminales como la trata de personas, la minería
ilegal o el tráfico de armas.
Finalmente, la experiencia de casos
como el de Venezuela demuestran que un mayor nivel de autoritarismo no conduce
necesariamente a más seguridad. Es más, el debilitamiento institucional y la
concentración del poder en manos del Ejecutivo favorece en mayor medida la
corrupción, que es, junto a la violencia, uno de los grandes instrumentos de
los que se vale el crimen organizado para lograr el control social y someter el
Estado a sus intereses criminales.
Hacer frente a la amenaza que supone
el crimen organizado para la seguridad y la democracia exige un esfuerzo de
cooperación internacional. La búsqueda de nuevos mercados por las grandes
organizaciones criminales en el continente europeo representa ya una seria
amenaza también para nuestros países.
En primer lugar, resulta esencial
fortalecer la cooperación regional implementando estrategias integrales en la
lucha contra el narcotráfico que potencien el intercambio de información, de
inteligencia y coordinación operativa para la desarticulación de las redes
criminales, estableciendo un marco de colaboración conjunto estable y
permanente. El mejor ejemplo de esta cooperación es La Comunidad de Policías de
América (Ameripol), un organismo de cooperación policial integrado por 35
cuerpos de policía de ese hemisferio con el objetivo de promover y potenciar el
intercambio de información operativo y estratégico para luchar contra las
amenazas a la seguridad de la región.
Auspiciada por España en 2011 y
apoyada por la Unión Europea, su objetivo es desempeñar en América un papel
similar al de Europol en nuestro continente en su lucha contra el crimen
organizado. Está previsto que este mismo mes de noviembre se firme su Tratado
Constitutivo en Brasilia. Recientemente coordinó durante dos meses una amplia
operación contra el narcotráfico en el que participaron hasta 12 países
latinoamericanos, y que llevó a la incautación de 97 toneladas de cocaína y la
desarticulación de 56 organizaciones criminales.
Pero para hacer frente al crimen
organizado, que es un fenómeno de indudable carácter global, es imprescindible
fortalecer una cooperación internacional eficaz en la lucha contra el
narcotráfico y otros delitos conexos como el blanqueo de capitales y la trata
de personas, organizaciones que han mostrado una rápida adaptación
estableciendo conexiones globales no sólo en su continente, pero también en
Europa y África.
En ese sentido es esencial la
cooperación entre el subcontinente americano y la Unión Europea, como se puso
de manifiesto el pasado mes de septiembre en Bruselas en la reunión de la Unión
con el Comité Latinoamericano de Seguridad Interior -Clasi- que es un organismo
creado y financiado por la UE que asiste a casi una veintena de países de ese
continente para fortalecer estrategias contra la criminalidad organizada
transnacional, reforzando la colaboración y la cooperación mediante un canal
permanente para la comunicación entre los dos continentes que facilite el
intercambio de datos e inteligencia, estableciendo un calendario de reuniones
periódicas para fomentar una asociación estratégica en la lucha contra este
fenómeno.
En clave regional, el pasado mes de
septiembre y en el marco de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre
tráfico de drogas celebrada en Cali, Bolivia propuso la creación de una Alianza
Latinoamericana Antinarcóticos -ALA- con el objetivo de regionalizar la lucha
contra el narcotráfico y establecer un calendario para afianzarla, iniciativa
que habrá que esperar su implementación efectiva para valorarla dado el fracaso
de otros proyectos similares, como el Centro Regional de Inteligencia
Antinarcóticos-Cerian- que ha ido perdiendo personal y medios con el paso del
tiempo convirtiéndose en una agencia prácticamente inerte.
En el ámbito de Naciones Unidas hay
que destacar la Comisión de jefes de Agencias encargadas de combatir el tráfico
de drogas en América Latina y Caribe -Honlea-, foro que se reúne anualmente en
el que participa también España como país observador, y que tiene como objetivo
facilitar la coordinación y cooperación en las actividades regionales dirigidas
a combatir el tráfico de drogas. Su última reunión tuvo lugar en Quito a
principios de este mes de octubre.
España desempeña un papel importante
en todos estos esfuerzos. En los proyectos vigentes que tiene la UE en esa
región, España lidera varios de ellos. Así, hay que destacar en Perú y Bolivia
los programas para el fortalecimiento de sus fuerzas de seguridad en la lucha
contra el tráfico de drogas. Por otro lado, nuestro país participa activamente
en el proyecto denominado «El PAcCTO», orientado al reforzamiento de las
capacidades de 18 países de Iberoamérica en su lucha contra el crimen
transnacional organizado. Con carácter bilateral España tiene suscritos
Convenios de cooperación en materia de lucha contra la delincuencia y seguridad
con varios países sudamericanos y está negociando actualmente dicho instrumento
normativo con Bolivia y Colombia.
No obstante, a la vista de la
evolución de esta amenaza, los esfuerzos realizados hasta ahora tanto por los
propios estados latinoamericanos, como en la cooperación regional, con la Unión
Europea y a escala global, resultan insuficientes y no están respondiendo a la
gravedad del desafío. Está en juego no solo la estabilidad y la democracia en
Latinoamérica, también nuestra propia seguridad.
NARCO ESCÁNDALO SACUDE AL GOBIERNO
DERECHISTA DE URUGUAY
Revista Resumen de Chile
(https://acortar.link/2GcitZ)
Una trama que supera a la series de
Netflix se ha destapado en Uruguay, el país que presumía hasta hoy, ser el
menos corrupto de Latinoamérica. Este culebrón incluye mafias transnacionales,
drogas, fútbol y políticos, se desató al conocerse que el asesor presidencial,
Roberto Lafluf, quien lideró la campaña del actual presidente, intentó de
ocultar información sobre la entrega de un pasaporte exprés al principal
narcotraficante uruguayo: Sebastián Marset.
El escándalo le ha costado la
renuncia en menos de una semana, al ministro del Interior, Luis Alberto Heber,
el segundo al mando en el ministerio interior, Guillermo Maciel, además del
propio Roberto Lafluf, considerado el principal asesor del presidente. El
ministro del Exterior, Francisco Bustillo, ya había dimitido el pasado
miércoles tras las filtraciones de unas grabaciones en las que parece pedirle a
una ex funcionaria que no entregue evidencia relacionada con una investigación
en curso sobre dicho pasaporte.
El alboroto desatado tras la
revelaciones de la ex vicecanciller Carolina Ache, provocaron la suspensión de
la gira a los Estados unidos del presidente de Uruguay: el pasaporte entregado
en forma exprés por el gobierno uruguayo, era para el narco Sebastián Marset,
jefe del denominado Primer Cartel Uruguayo (PCU) con una larga trayectoria como
traficante de drogas, prófugo de la DEA, Interpol, además de la justicia
paraguaya y boliviana.
Sebastián Marset en Paraguay
El año 2020 Sebastián Marset llegó a
Paraguay como futbolista, a un club de la segunda división de aquel país
(Capiatá). Un año después, técnicamente sería declarado prófugo y apareció en
los registros de Interpol junto a su pareja, la también uruguaya, Gianina
García, madre de sus tres hijos.
A los entrenamientos del Capiatá club
llegaba en una camioneta blindada, que estaba a nombre de la empresa
Tapyracuái, propiedad del clan Insfrán, sometido a proceso en Paraguay por el
caso A Ultranza Py, la mayor operación contra el narcotráfico y lavado de
activos de la historia en ese país.
Es la misma organización criminal
denunciada en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci cometido en
Cartagena, Colombia, en mayo del 2022, caso en que terminaría involucrado el
expresidente paraguayo, el derechista Horacio Cartes.
Un día sin decir nada Sebastian
Marset, no asistió más a los entrenamientos, huyó de Paraguay rumbo a Santa
Cruz de la Sierra en Bolivia, donde llevaba una vida de lujos, en ese enclave
dominado por la extrema derecha boliviana. Todo esto hasta que la policía
boliviana se le dejó caer en julio del 2023, viéndose obligado a huir del país.
Lo que sí logró el gobierno del
presidente boliviano Luis Arce fue incautar en la casa de Marset 17 fusiles,
una pistola, 1.915 municiones, 28 cargadores de distintas armas, cuatro
chalecos antibalas y un parque automotor compuesto por 31 vehículos, una
motocicleta, cuatro cuatriciclos y un vehículo deportivo Terix.
En su vivienda también se encontraron
animales exóticos, un mini zoológico, al estilo de Pablo Escobar. En Bolivia
permanecía con pasaporte brasileño falso a nombre de Luis Amorim.
En el operativo de captura de Marset
en Bolivia participaron cerca de 3 mil efectivos, sin embargo logró fugarse del
país con paradero desconocido, se rumoreaba que había logrado salir rumbo a
Colombia.
Hoy sabemos que Marset fue detenido
en Dubai y fue para ello que requirió su pasaporte exprés con sus amigos del
gobierno uruguayo.
En declaraciones a los medios
uruguayos Ache, la funcionaria que destapó el escándalo señalo: "Yo fui la
única política de este gobierno que renunció y se fue para su casa. Y,
paradójicamente, no fue ni por haber hecho algo incorrecto, ni por haber hecho
algo ilegal. Todo lo contrario, fue por no haber estado dispuesta a ocultarle
comunicaciones a la justicia y por haberme negado a cometer un delito".
CAYÓ EL “CARA DE CHALA”, LÍDER DE UNA
BANDA CHILENO-BOLIVIANA QUE TRAFICABA DROGA EN NARCOAMBULANCIAS
Estaba radicado en Bolivia y llevaba
más de una década prófugo. Fue arrestado casi de casualidad en la región de
Antofagasta, en el norte de Chile
Infobae de Argentina
(https://acortar.link/dgQUsf)
Tras más de diez años de investigación, la
Policía de Investigaciones (PDI) de Chile capturó casi de casualidad al “Cara
de chala”, líder de una banda que salió a la luz por transportar droga desde el
norte del país en vehículos conocidos como la “narcoambulancia” y
“narcobomberos”.
Y es que la captura de Manuel Antonio
Jiménez Meza fue el resultado inesperado de un operativo antidroga en el norte
del país. El líder de la banda que más sustancias ilícitas movía en la zona
centro del país se encontraba prófugo desde 2010 y se había radicado en
Bolivia, desde donde dirigía la operación, encargada de abastecer de droga la
región de Valparaíso. Además de Jiménez, otros 10 individuos, todos chilenos,
fueron detenidos y hoy deberán enfrentar a la justicia.
Según consigna radio Bío Bío, después
de su huida en 2010 para evadir la justicia, Manuel Jiménez —alias el “Cara de
Chala”— continuó dirigiendo desde Bolivia la organización criminal que lidera
el abastecimiento de droga en la región de Valparaíso. La banda también estaba
integrada por al menos dos de los hermanos del Chala: Valentín y Juan Pablo
Jiménez Meza. Entre los tres, con la ayuda de brazos operativos y hombres de
confianza, se las ingeniaron para traer uno tras otro los cargamentos desde el
norte.
Así fue como en 2014 alcanzaron
notoriedad pública al ser descubiertos por la policía usando ambulancias falsas
y vehículos que aparentaban ser de Bomberos para el transporte de droga. Las
balizas y trajes de paramédicos les permitieron mover decenas de kilos desde el
norte a Valparaíso. La organización distribuía cerca del 65% de la droga que se
consumía en la región de Valparaíso.
La captura
Sin embargo, las correrías de Manuel
Jiménez Meza y compañía terminaron drásticamente hace unos días, gracias a un
procedimiento de la Policía de Investigaciones de Valparaíso, quienes venían
siguiendo de cerca el movimiento de tres vehículos cargados con droga en la
región de Antofagasta. Tras interceptar el “convoy” de droga lograron arrestar
a cinco personas, entre las cuales sorpresivamente se encontraba “el Cara de
Chala”. Además de este grupo de cinco personas que viajaban en los vehículos
interceptados, otros seis individuos miembros de la organización fueron
aprehendidos en allanamientos realizados paralelamente en la región de
Valparaíso.
“Tras más de 10 años de investigación
se ha logrado desarticular hoy en su totalidad a este grupo”, detalló el
prefecto Guillermo Galvez, de la Prefectura contra el Crimen Organizado Centro
de la PDI, quien reveló también que el cabecilla de esta organización era
indagado “desde el 2004, cuando fue detenido por robo con violencia”.
Además, dio cuenta que este
delincuente lideraba “esta organización encargada de ingresar casi una tonelada
de drogas durante el transcurso de estos 10 años en la ‘narcoambulancia’ -que
fue muy conocida- en dos oportunidades (2014, 2018), y el 2015 los
‘narcobomberos’”.
El fiscal José Uribe señaló que los
criminales “estaban traficando drogas desde Bolivia directamente, donde incluso
tenía vinculaciones con productores de drogas, los cuales, a través de
intermediarios en nuestro país, distribuían drogas en distintas partes, que era
básicamente para el efecto de revisar los negocios que tiene aquí en el país”.
Con respecto a cuál habría sido el
motivo de Jiménez Meza para volver al país, el persecutor afirmó que “él tenía
problemas de salud y al parecer quería hacerse algún tratamiento en el país”.
En total se incautaron cerca de 60
kilos de marihuana, otros 57 de clorhidrato de cocaína y 67 de cocaína base.
EL 47% DE LOS BOLIVIANOS PRESTA MÁS
ATENCIÓN A LA PUBLICIDAD EN MEDIOS DIGITALES QUE EN MEDIOS TRADICIONALES
En la cuarta edición del informe
“1000 Bolivianos dicen” se detectó que las marcas aún tienen una tarea
pendiente, que es conectar con un consumidor crítico, que busca contenidos que
reflejen la realidad, que les sean de utilidad y los beneficie, mostrando así
empatía.
AD Latina de Argentina
(https://acortar.link/0g8GVS)
SEGÚN EL REPORTE DE OMNICOM MEDIA
GROUP
El 47% de los bolivianos presta más
atención a la publicidad en medios digitales que en medios tradicionales
En la cuarta edición del informe
“1000 Bolivianos dicen” se detectó que las marcas aún tienen una tarea
pendiente, que es conectar con un consumidor crítico, que busca contenidos que
reflejen la realidad, que les sean de utilidad y los beneficie, mostrando así
empatía.
En un reciente reporte de “consumo de
medios y percepción publicitaria”, desarrollado por Omnicom Media Group (OMG),
dentro del marco de su amplia investigación “1000 Bolivianos dicen” en su
cuarta edición -u ola- se detectó que las marcas aún tienen una tarea
pendiente, que es conectar con un consumidor crítico, que busca contenidos que
reflejen la realidad, que les sean de utilidad y los beneficie, mostrando así
empatía.
El 21% de los participantes
manifestaron que lo que han escuchado o leído sobre la publicidad de las marcas
el último mes, les pareció innecesaria, el 16% la percibe útil, el 17% cree que
es beneficiosa para ellos, el 8% la ve necesaria o beneficiosa para todos, un
7% piensa que es irreal o mentira, un 4% la ve valiosa y apenas un 3% la
califica como real.
Sin embargo, la audiencia boliviana
percibe la publicidad de las marcas, en los medios digitales, como más cercana
y por ende menos molesta, según refiere la investigación de OMG. Los resultados
muestran que el grupo de personas que dicen “apreciar la publicidad y sentir
cierto placer” en este tipo de mensaje es mayor en los medios digitales (42%)
que en los tradicionales (32%).
Diferente generación, curiosa
coincidencia
Pero entre la población boliviana,
algo curioso es que un adolescente de la generación “Z”, comparte al video
online como su medio de comunicación favorito, al igual que los Baby Boomers,
que es alguien mayor de 65 años, pero ambos lo eligieron por encima de otras
plataformas tanto para informarse como para entretenerse.
El estudio muestra también que tanto
las redes sociales (Instagram, Facebook o Tik Tok) como los videos online
(Youtube y Vimeo) son los dos medios más consumidos por los bolivianos de casi
todas las edades; eso entre otros hallazgos del reporte de OMG.
Tratándose de los mayores de 65 años,
se registra un grupo de medios; en donde el video online, la televisión
nacional y televisión por cable se disputan con un empate porcentual de 57% el
primer lugar de preferencia en este rango etario. Después, las redes sociales y
los medios de transporte empatan sus resultados con 43% de consumo.
Medios de comunicación en crecimiento
El estudio también permitió conocer
cuáles fueron los medios que más incrementaron su consumo en Bolivia. En tal
sentido, el más alto incremento del consumo se dio con la prensa
online-offline. Las otras plataformas que subieron su consumo, fueron: redes
sociales, televisión por cable y nacional, radio online y vallas.
Además, OMG analizó la actividad que
realizan los bolivianos mientras interactúan con los medios de comunicación el
último mes, destacando el uso de redes sociales, ver videos en Youtube y la
búsqueda en plataformas online, como las tres actividades que más realizaron el
último mes.
UN OCTUBRE ARDIENTE EN BOLIVIA
Earth observatory. NASA. Gov/
(https://acortar.link/UMvtfG)
Durante gran parte de septiembre y
octubre de 2023, los satélites detectaron una actividad generalizada de
incendios en las tierras bajas de Bolivia. Esto es común en un país con una
práctica tradicional de encender fuegos para estimular el crecimiento de pastos
y despejar tierras para cultivos. Pero los incendios de este año fueron
especialmente feroces en ocasiones debido a la sequía y el calor continuos.
El 22 de octubre de 2023, VIIRS (
Visible IR Imaging Radiometer Suite ) en el satélite Suomi NPP de la NASA-NOAA
adquirió esta imagen del humo que sale de los incendios que arden en partes de
los departamentos bolivianos de Beni, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Una
vista detallada (abajo) del MODIS (el espectrorradiómetro de imágenes de
resolución moderada) en el satélite Aqua de la NASA muestra intensos incendios
a lo largo del río Ichilo al este de Puerto Villarroel, un área que ha
experimentado una deforestación generalizada hacia el este en las últimas
décadas.
Los incendios ocurren en esta región
todos los años y generalmente son resultado de la actividad humana, explicó
Oswaldo Maillard, investigador de la Fundación para la Conservación del Bosque
Chiquitano , una organización sin fines de lucro con sede en Bolivia . Una de
las causas más comunes es una práctica llamada chaqueo, la quema estacional de
pastos y cultivos para eliminar la vegetación vieja y fertilizar el crecimiento
del siguiente cultivo con una capa de ceniza. Los incendios también se utilizan
para quemar montones de árboles que han sido talados para dejar espacio a
nuevos campos y pastos.
Sin embargo, el calor inusual y la grave
sequía que han resecado a Bolivia en los últimos meses y años energizaron e
intensificaron estos incendios estacionales de chaqueo. Algunos de ellos se
extienden a ecosistemas naturales, incluidos los pastizales de la sabana del
Beni y los bosques chiquitanos del norte y este de Bolivia. Durante el pico de
los incendios a finales de octubre, el humo era tan denso que el gobierno
boliviano cerró unas 3.650 escuelas, alrededor del 15 por ciento del total
nacional, según informes de prensa.
"Todos los años se registran
incendios", afirmó Maillard. "Pero se convirtieron en una noticia
importante en la televisión boliviana y en los periódicos en octubre porque el
humo fue arrastrado en dirección sureste hacia Santa Cruz, la ciudad más grande
de Bolivia".
El SERVIR Amazon Fire Dashboard , un
proyecto de la NASA y USAID, registró 7.761 incendios activos en Bolivia el 22
de octubre de 2023. Casi la mitad de estos (3.148) fueron clasificados como
incendios de sabana o pastizal, y muchos de ellos arden en la Sabana del Beni.
Muchos otros (3.380) se clasificaron como incendios agrícolas y de desmonte de
tierras en pequeña escala, que se distribuyeron de manera más uniforme en todas
partes del país.
El resto de los incendios detectados
ese día por VIIRS fueron incendios de deforestación (741) o incendios de
sotobosque (492). Aunque son más pequeños en número, estos dos tipos de
incendios son especialmente importantes porque causan daños a largo plazo a los
bosques, explicó Douglas Morton, científico de sistemas terrestres en el Centro
de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA. Si bien los pastizales pueden volver a
crecer al año siguiente de un incendio, los bosques tropicales quemados suelen
tardar muchas décadas o más en recuperarse. La mayoría de estos incendios, incluidos
los que se muestran cerca de Puerto Villarroel, ocurrieron en corredores de
desarrollo a lo largo de ríos y caminos.
La deforestación está aumentando en
Bolivia. Según Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales ,
Bolivia experimentó un nivel récord de pérdida de bosques primarios en 2022, un
aumento del 32 por ciento con respecto a los niveles de 2021. Por tercer año
consecutivo, Bolivia ocupó el tercer lugar, sólo detrás de Brasil y la
República Democrática del Congo, en pérdida de bosques primarios, informó el
instituto.
El Ministerio de Defensa de Bolivia
informó que casi 3.825 bomberos y 45 unidades militares participaron en la
lucha contra los incendios forestales entre junio y noviembre de 2023. Según el
gobierno boliviano, más de 2,7 millones de hectáreas (10.000 millas cuadradas),
un área aproximadamente del tamaño de Vermont, se habían quemado en noviembre
de 2023. Eso es un poco menos que en 2019, 2020, 2021 y 2022, todos años en los
que se quemaron más de 4 millones de hectáreas.
Después de la actividad generalizada
de incendios en septiembre y gran parte de octubre, un período de lluvia
durante la última semana de octubre ayudó a sofocar muchos de los incendios.
"Sin embargo, la mayoría de los grandes incendios seguían ardiendo hasta
el 6 de noviembre", dijo Morton. "A menudo se necesita un período
prolongado de lluvia para extinguir verdaderamente un incendio y evitar su
propagación en áreas de pastizales y bosques".
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