Bajo el
gobierno de Evo Morales las transformaciones revolucionarias que han tenido
lugar en Bolivia desde el año 2006 resultan muy significativas por su exitoso
resultado, basado en una notable creatividad y eficiencia socioeconómica, lo
que ha representado un antes y un después en la historia del país.
Si se examina
esa historia, desde la época colonial la economía boliviana evolucionó primero
a partir de una estructura monoproductora basada en la minería de la plata y el
estaño, pasando después a la explotación de los hidrocarburos desde la primera
mitad del siglo 20, unido a una agricultura de subsistencia que solo comenzó a
lograr una limitada diversificación en el oriente boliviano después de la
Segunda Guerra Mundial. El escaso avance económico logrado se dio –además- en
medio de una brutal estratificación social, donde la explotada población
originaria carecía de los derechos más elementales, en un medio con una baja
densidad demográfica y una ubicación geográfica que propiciaba el aislamiento
del país.
A lo anterior
habría que añadir la gran inestabilidad de los sucesivos gobiernos bolivianos,
con una historia plagada de asonadas militares y dictaduras de todo tipo, así
como una desafortunada presencia de guerras con estados vecinos por disputas en
torno a recursos naturales, que llevaron a Bolivia a perder partes sustanciales
del territorio nacional. De tal modo ocurrió con la Guerra del Pacífico librada
contra Chile en 1879, que dejó a Bolivia sin acceso al mar, o la Guerra del
Chaco que enfrentó a Bolivia con Paraguay entre 1932 y 1935 al costo de 60 000
muertos y con pérdida igualmente de territorios valiosos en recursos de
diferente naturaleza.
En medio de ese
complejo devenir histórico, se incrementó la lucha de los trabajadores mineros
y las fuerzas más progresistas de entonces, lo que condujo al triunfo de la
Revolución nacionalista de 1952 a partir de la cual se desarrolló una reforma
agraria y se nacionalizó la minería, al tiempo que se fortalecía el papel del
Estado en la economía nacional. Sin embargo, estas transformaciones parciales
perdurarían poco tiempo, pues ya a mediados de los años 60 nuevos gobiernos
militares y oligárquicos revirtieron los limitados avances logrados.
La crisis
económica y política del país llegó a una nueva cota con el enorme
endeudamiento público de los años 80 y el proceso de hiperinflación que lo
acompañó, todo ello en medio de la expansión de la producción y exportación
ilegal de cocaína, que llegó a valorarse como un significativo aportador de
divisas al país, expresión límite de la descomposición del sistema
socioeconómico imperante entonces.
En síntesis, si
se examinan los datos del crecimiento económico de Bolivia[1] entre 1950 y 1980
se aprecia que el crecimiento del PIB fue de solo 3.2%, en tanto que el
promedio regional fue de 5.5%, mientras que el crecimiento de la industria
manufacturera entre 1950 y 1974 alcanzó un 3.7% y el sector agropecuario 1.6%,
cifras que se computan entre las más reducidas de la América Latina en esos
años.
Para enfrentar
la crisis se implantó una política neoliberal ortodoxa en agosto de 1985, que
profundizó las contradicciones de todo tipo en el país y que duraría hasta el
2005, generando un crecimiento promedio anual del 3.1% que, sin embargo, no
produjo el impacto alguno en el real desarrollo del país.
Los
acontecimientos cambiaron radicalmente con el triunfo del partido Movimiento al
Socialismo (MAS) en las elecciones que llevaron a la presidencia a Evo Morales
en enero de 2006, con un respaldo de más del 60% de los votos, instalando –por
primera vez en la historia de Bolivia- a un líder de la población originaria en
la más alta posición del Estado.
El programa de
gobierno de orientación socialista que se implementó a partir de entonces había
sido gestado en estudios realizados por grupos de intelectuales de izquierda
desde los años 90, bajo la denominación del grupo Duende y el grupo Comuna,
donde participaron personalidades como Alvaro García Linera, actual
vicepresidente del país, y Luis Alberto Arce Catacora, ministro de Economía y
Finanzas Públicas.
La
implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo que comenzó
entonces partió de un diagnóstico de la crisis del capitalismo y de un análisis
comparativo entre las políticas neoliberales y la política dirigida a respaldar
los cambios indispensables en el modelo económico del país.
Una importante
definición estratégica la expresaría el ministro de Economía y Finanzas
Públicas al señalar que “No es la pretensión del Modelo Económico Social
Comunitario Productivo ingresar directamente al cambio en el modo de producción
capitalista, sino, sentar las bases para la transición hacia el nuevo modo de
producción socialista.”[2] De tal modo, el proceso de cambios se enfocó tomando
en cuenta el nivel objetivo de desarrollo de la sociedad boliviana actual y la
necesaria gradualidad que una transición al socialismo supone.
Por otra parte,
se aseguró la creación de una economía plural bajo la dirección del Estado, que
pasó a desempeñar un rol fundamental en las transformaciones; se incluyó
también la participación del sector privado, donde el peso predominante lo
tienen las PYMES; así como el sector cooperativo y las comunidades como los
actores económicos fundamentales de este proceso.
Los dos pilares
del nuevo modelo se concibieron a partir de un sector estratégico que genera
excedentes y que incluye los hidrocarburos, la minería, la generación eléctrica
y los recursos ambientales. Un segundo sector integra la generación de ingresos
y empleo, lo que abarca la industria manufacturera y artesanal, el turismo, el
desarrollo agropecuario, la construcción de viviendas y los servicios
comerciales, de transporte y otros.
Intermediando
entre esos sectores el Estado ejerce una política de redistribución de ingresos
a través de programas sociales enfocados a la lucha contra la pobreza,
subvenciones cruzadas, incrementos salariales y con mecanismos de transferencia
condicionada de recursos como son los bonos Juancito Pinto, dirigido a la
subvención de las necesidades de niños y personas jóvenes hasta los 18 años;
los bonos Juana Azurduy, para apoyar a las madres bolivianas y la Renta
Dignidad para respaldar a los pensionados. Estos bonos beneficiaban ya al 44.9%
de la población boliviana en el 2015.
Los resultados
de las transformaciones ocurridas en los últimos ocho años demuestran el
indiscutible avance en el proceso de transición hacia una economía de
orientación socialista.
En efecto, el
crecimiento del PIB en el período de las políticas neoliberales -1985-2005- fue
de 3.1%, mientras que durante el gobierno de Evo Morales se ha logrado un 5.3%
hasta el 2014 y en el presente año se pronostica un 5% de incremento, lo que
ubica estas cifras entre los mayores crecimientos de América Latina en el
período. En este desempeño ha jugado un papel fundamental el aumento de las
inversiones, cuyo peso relativo en relación al PIB pasó del 6.6 al 17.4% entre
el 2005 y el pasado año, con un incremento de la formación bruta de capital que
se elevó del 14.3 al 20% hasta el 2013. A su vez en este proceso la inversión
estatal aumentó de 629 millones de dólares en el 2005 a un plan de 6 179
millones el presente año, para un incremento de casi 10 veces. A esto se añade
que la inversión extranjera directa más que se triplicó entre el 2006 y el
2014, alcanzando en este último año 2 113 millones de dólares, más del doble
del máximo alcanzado en los años del neoliberalismo.
La
redistribución por parte del Estado de los beneficios generados por esta
política de desarrollo productivo, que se apoya en una participación de
alrededor de un 30% de la propiedad estatal en el PIB, donde recursos como los
hidrocarburos y la electricidad desempeñan un importante papel, ha permitido un
avance social muy significativo en pocos años.
En primer lugar
en el período que va del 2005 al 2015 se redujo la pobreza extrema del 38.2% al
17.8% de la población; el coeficiente GINI disminuyó de 0.60 a 0.47, lo que
refleja que el diferencial entre los ingresos del 10% más rico en relación al
10% más pobre de los bolivianos bajó de 128 veces a 42; el desempleo se
contrajo del 8 al 3.5% y el salario mínimo pasó de 440 a 1 656 bolivianos
mensuales.
Por otro lado,
este importante avance social se alcanza con una notable estabilidad en la
macroeconomía. Así el índice de precios al consumidor ha mostrado crecimientos
que no rebasan entre el 6 y el 7% de inflación en los últimos años y el saldo
fiscal se ha mantenido controlado registrando incluso superávits entre el 2006
y el 2013, lo que ha propiciado que el nivel de deuda pública interna haya
descendido del 31 al 13% del PIB entre 2005 y 2014.
En relación a
las finanzas externas se ha logrado una balanza de pagos equilibrada lo que ha
posibilitado que las reservas internacionales se incrementaran de 1 714 a 15
123 millones de dólares entre el 2005 y el 2014, donde este último año la cifra
representa el 46.1% del PIB. Por otra parte, la deuda externa ha crecido
moderadamente de 6 278 millones de dólares en el 2006 a 7 756 millones en el
2013 y el servicio de la deuda se ha reducido significativamente.
La evolución
registrada en la macroeconomía boliviana llevó incluso al hecho inédito de
obtener una calificación de riesgo favorable de Fitch Ratings, que en julio de
2015 la elevó a BB, nota característica de economías desarrolladas y nunca
antes registrada en el país. Según esta agencia la calificación se apoyó en
múltiples elementos, entre los que destaca la sostenibilidad en la producción
de hidrocarburos, la disminución de la incertidumbre regulatoria, la
disminución de riesgos de nacionalizaciones, la capacidad de absorber shocks
adversos en la economía, la presencia de sólidos balances fiscales y externos,
un crecimiento económico sostenido y una estabilidad macroeconómica notable.
En síntesis,
puede decirse que los factores que han determinado el éxito del Modelo
Económico Social Comunitario Productivo en Bolivia, aun en medio de un clima
donde no ha faltado la hostilidad de las fuerzas de la contrarrevolución, son
las siguientes:
–El haber
planteado las metas de transformación y desarrollo adecuadas para la situación
socioeconómica del país, lo cual supone la no superación inmediata de las
relaciones capitalistas de producción y la transición gradual hacia una
economía socialista, creando las condiciones indispensables para ello.
–El acertado
reconocimiento e inclusión de los actores económicos fundamentales en el proceso
de transformaciones, redefiniendo el papel prioritario del Estado en el mismo.
–La solución
gradual de los agudos problemas sociales del país mediante un proceso de
redistribución de ingresos, pero preservando, al mismo tiempo, el equilibrio
macroeconómico indispensable para ese objetivo.
–La capacidad
de Evo Morales y sus colaboradores para establecer un clima de transparencia y
confianza con toda la población y especialmente con los pueblos originarios,
alcanzando un elevado nivel de gobernabilidad y fortaleza política para
enfrentar los obstáculos y las fuerzas sociales opuestas a los cambios dentro y
fuera del país. (CUBA DEBATE)
LAS SALIDAS AL MAR DE BOLIVIA
El Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl)
por Manuel Luis
Rodríguez.- Como producto de una constante campaña, parece haberse
instalado en algunos medios la idea de que Bolivia sería un país completamente
enclaustrado. Debajo del argumento de la mediterraneidad boliviana, subyace la
falacia que Bolivia es un país enclaustrado cuyo comercio y desarrollo depende
de la salida al mar por el Océano Pacífico. Los hechos, sin embargo, desmienten
dicha falacia.
Bolivia tiene
acuerdos binacionales con Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil, que les
facilitan concesiones portuarias y zonas francas para un acceso al mar por el
océano Atlántico que le permita exportar e importar, pero aún no logra
consolidar el uso de esas licencias.
En un profundo
reportaje, el medio boliviano Opinión consultó al viceministro de Comercio
Exterior de ese país, Clarems Endara Vera, quien explicó que, con la aprobación
del Congreso brasileño en junio para concesiones de zona franca en Paranaguá,
se completa el circuito del Mercado Común del Sur (Mercosur) que facilita a
Bolivia para utilizar nuevas opciones de salida al mar por el Atlántico.
Sin embargo,
Endara admitió que este circuito no se está aprovechando adecuadamente por una
serie de situaciones que tienen que ver con tiempo, distancias y facilidades
que deben ser coordinadas entre exportadores y Gobierno.
“La
ratificación del convenio en el Congreso de Brasil refleja la voluntad del
Gobierno brasileño hacia el país de cumplir compromisos y otorgar facilidades
para un acceso al océano Atlántico”, aseveró.
Según la
autoridad, Bolivia tiene actualmente concesiones portuarias y zonas francas en
la hidrovía Paraguay–Paraná, en la zona del puerto Rosario, en Argentina; en el
puerto de Villetas, cedido por el Paraguay; además de los puertos de Montevideo
y Nueva Palmira, otorgados por Uruguay, país con el que también se firmó un
memorándum conjunto para la construcción de una infraestructura portuaria en su
puerto de Aguas Profundas.
“Aguas
Profundas de Uruguay es una propuesta que está en ejecución y construcción, donde
Bolivia tiene que definir las condiciones sobre las cuales quiere participar”,
explicó Endara.
Con Brasil, con
el que el proceso de concesión termina con la aprobación en su Congreso,
Bolivia accede a un depósito franco en el puerto de Paranaguá, lo que también
acerca los lazos con los países del Mercosur.
Manifestó que
todos estos acuerdos de concesiones portuarias y zonas francas son una abierta
posibilidad y una alternativa para que Bolivia “materialice” su acceso al
Atlántico.
Para el uso de
las zonas francas portuarias que ofrecen los países del Mercosur, a decir de
Endara, hace falta una decisión política conjunta con los dueños de la carga,
que son los empresarios privados bolivianos, de manera que se les pueda dar una
“verdadera utilidad”.
“Un puerto o un
depósito franco no tiene utilidad si no administra carga; es decir la forma de
recuperar el capital de un depósito, darle utilidad, tener empleados, la compra
de maquinaria, depende de la cantidad de carga que se va a manejar”, agregó.
Para la exportación
de hierro de El Mutún, estos puertos se constituyen en un potencial para que
las grandes cargas puedan salir por la hidrovía, requiriendo tan solo de
lugares específicos de almacenaje, que pueden ser los depósitos francos de
Paranaguá.
Pero Bolivia
tiene además numerosas otras opciones de salida para sus productos por vía
marítima.
Puertos
chilenos
En el marco del
cumplimiento por el Estado de Chile del Tratado de 1904, Bolivia dispone de
facilidades portuarias en puertos chilenos que son excepcionales y ventajosas.
De acuerdo al
Viceministro, los empresarios privados bolivianos prefieren los puertos
chilenos, con prioridad Arica, por un tema fundamentalmente de distancia, lo
que haría poco atractiva la exportación o importación por el Atlántico.
Ese, según la
autoridad, sería el panorama que desincentiva a los privados a hacer uso de los
puertos y zonas francas que se tienen con los países del Mercosur.
“Actualmente,
los puertos chilenos son los más utilizados para el comercio exterior por la
facilidad de cercanía, dado que desde Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, La Paz y
Oruro a los puertos de Arica se necesita entre 10 y 28 horas de viaje”,
aseveró.
En cambio,
precisó que, por el lado de la hidrovía, para la exportación de cualquier
producto por un puerto del Atlántico se necesita entre 30 a 35 días.
En consecuencia
resumió que el tema de tiempo, distancia, vías de comunicación y costos definen
la predilección por los puertos de Chile para hacer el comercio exterior. Es
decir, Bolivia tiene opciones portuarias en el Atlántico pero sus empresarios
privados prefieren los puertos de Chile.
Según el
viceministro Endara, es imperioso trabajar en los puertos y depósitos francos
para demostrar las posibilidades, capacidades y beneficios a fin de que los privados
puedan explotar estas concesiones.
Las
alternativas portuarias de Bolivia en el Atlántico
El Congreso
brasileño ratifica después de 25 años un acuerdo que le otorga a Bolivia tener
acceso a un “depósito franco” en el puerto brasileño de Paranaguá, considerado
uno de las más grandes terminales graneleros de América Latina y ubicado en el
sureño estado de Paraná. A través de ese depósito, Bolivia podrá realizar
operaciones de importación y exportación.
“Si bien
Paranaguá no es puerto soberano, Bolivia podrá utilizar este depósito franco en
condiciones ventajosas. La administración, expedición y almacenaje de la
mercadería boliviana estará dentro de un régimen especial. Es decir, si se
decidiera realizar el almacenaje, consolidación de carga en Paranaguá, se debe
definir con las autoridades brasileñas un espacio físico para la administración
del mismo”, aseveró.
Uruguay pondrá
en marcha “acciones urgentes” para facilitar el acceso de Bolivia al océano
Atlántico mediante sus puertos y la hidrovía Paraguay-Paraná, con la finalidad
de mejorar las alternativas de salida y entrada de productos para Bolivia.
Cabe subrayar
que Bolivia no aprovecha las ventajas que ofrece la hidrovía Paraná- Paraguay,
pues en 2014 pasaron exportaciones por esa vía de un 2.7 por ciento del total
nacional, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Bolivia accede
desde esta hidrovía de forma directa a puertos argentinos y uruguayos, ubicados
en el océano Atlántico; pero la carga se limita a productos oleaginosos (derivados
de la soya). Por ejemplo, 59 por ciento de lo exportado por esta ruta en 2014
fueron tortas de soya por un volumen de 668 mil toneladas y un valor de 280
millones de dólares.
El segundo
producto más exportado es el aceite de soya, con un volumen de 124 mil
toneladas y un valor de 109 millones de dólares; le siguen los granos de soya,
con una participación del 17 por ciento en valor, señala el IBCE.
Endara también
dijo que la zona franca en Rosario (Argentina) reúne mejores condiciones, por
lo que, a la fecha, la Cancillería boliviana realiza estudios para reactivar su
funcionamiento.
La salida por
el Mercosur
La fluidez de
carga, el tipo de depósito en zona franca que se quiere administrar y las
concesiones portuarias que otorgan los países del Mercosur, ponen a Bolivia con
un pie en el océano Atlántico para llegar directamente al mercado asiático y
europeo.
El viceministro
de Comercio Exterior, Clarems Endara, dijo que estas alternativas que ofrecen
los países del Mercosur deben ser aprovechadas por Bolivia, previa alianza
estratégica con los privados, que son los directos interesados para la
exportación e importación.
No obstante,
admitió que, tomando en cuenta que todos los productos que ingresan al país
llegan vía puertos del Pacífico, la importación y exportación por la hidrovía
no ha sido “muy efectiva”.
Como producto
de una constante campaña, parece haberse instalado en algunos medios la idea de
que Bolivia sería un país completamente enclaustrado. Debajo del argumento de
la mediterraneidad boliviana, subyace la falacia que Bolivia es un país
enclaustrado cuyo comercio y desarrollo depende de la salida al mar por el
Océano Pacífico. Los hechos, sin embargo, desmienten dicha falacia.
Bolivia tiene
acuerdos binacionales con Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil, que les
facilitan concesiones portuarias y zonas francas para un acceso al mar por el
océano Atlántico que le permita exportar e importar, pero aún no logra
consolidar el uso de esas licencias.
En un profundo
reportaje, el medio boliviano Opinión consultó al viceministro de Comercio
Exterior de ese país, Clarems Endara Vera, quien explicó que, con la aprobación
del Congreso brasileño en junio para concesiones de zona franca en Paranaguá,
se completa el circuito del Mercado Común del Sur (Mercosur) que facilita a
Bolivia para utilizar nuevas opciones de salida al mar por el Atlántico.
Sin embargo,
Endara admitió que este circuito no se está aprovechando adecuadamente por una
serie de situaciones que tienen que ver con tiempo, distancias y facilidades
que deben ser coordinadas entre exportadores y Gobierno.
“La
ratificación del convenio en el Congreso de Brasil refleja la voluntad del
Gobierno brasileño hacia el país de cumplir compromisos y otorgar facilidades
para un acceso al océano Atlántico”, aseveró.
Según la
autoridad, Bolivia tiene actualmente concesiones portuarias y zonas francas en
la hidrovía Paraguay–Paraná, en la zona del puerto Rosario, en Argentina; en el
puerto de Villetas, cedido por el Paraguay; además de los puertos de Montevideo
y Nueva Palmira, otorgados por Uruguay, país con el que también se firmó un
memorándum conjunto para la construcción de una infraestructura portuaria en su
puerto de Aguas Profundas.
“Aguas
Profundas de Uruguay es una propuesta que está en ejecución y construcción,
donde Bolivia tiene que definir las condiciones sobre las cuales quiere
participar”, explicó Endara.
Con Brasil, con
el que el proceso de concesión termina con la aprobación en su Congreso,
Bolivia accede a un depósito franco en el puerto de Paranaguá, lo que también
acerca los lazos con los países del Mercosur.
Manifestó que
todos estos acuerdos de concesiones portuarias y zonas francas son una abierta
posibilidad y una alternativa para que Bolivia “materialice” su acceso al
Atlántico.
Para el uso de
las zonas francas portuarias que ofrecen los países del Mercosur, a decir de
Endara, hace falta una decisión política conjunta con los dueños de la carga,
que son los empresarios privados bolivianos, de manera que se les pueda dar una
“verdadera utilidad”.
“Un puerto o un
depósito franco no tiene utilidad si no administra carga; es decir la forma de
recuperar el capital de un depósito, darle utilidad, tener empleados, la compra
de maquinaria, depende de la cantidad de carga que se va a manejar”, agregó.
Para la
exportación de hierro de El Mutún, estos puertos se constituyen en un potencial
para que las grandes cargas puedan salir por la hidrovía, requiriendo tan solo
de lugares específicos de almacenaje, que pueden ser los depósitos francos de
Paranaguá.
Pero Bolivia
tiene además numerosas otras opciones de salida para sus productos por vía
marítima.
Puertos
chilenos
En el marco del
cumplimiento por el Estado de Chile del Tratado de 1904, Bolivia dispone de
facilidades portuarias en puertos chilenos que son excepcionales y ventajosas.
De acuerdo al
Viceministro, los empresarios privados bolivianos prefieren los puertos
chilenos, con prioridad Arica, por un tema fundamentalmente de distancia, lo
que haría poco atractiva la exportación o importación por el Atlántico.
Ese, según la
autoridad, sería el panorama que desincentiva a los privados a hacer uso de los
puertos y zonas francas que se tienen con los países del Mercosur.
“Actualmente,
los puertos chilenos son los más utilizados para el comercio exterior por la
facilidad de cercanía, dado que desde Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, La Paz y
Oruro a los puertos de Arica se necesita entre 10 y 28 horas de viaje”,
aseveró.
En cambio,
precisó que, por el lado de la hidrovía, para la exportación de cualquier
producto por un puerto del Atlántico se necesita entre 30 a 35 días.
En consecuencia
resumió que el tema de tiempo, distancia, vías de comunicación y costos definen
la predilección por los puertos de Chile para hacer el comercio exterior. Es
decir, Bolivia tiene opciones portuarias en el Atlántico pero sus empresarios
privados prefieren los puertos de Chile.
Según el
viceministro Endara, es imperioso trabajar en los puertos y depósitos francos
para demostrar las posibilidades, capacidades y beneficios a fin de que los
privados puedan explotar estas concesiones.
Las
alternativas portuarias de Bolivia en el Atlántico
El Congreso
brasileño ratifica después de 25 años un acuerdo que le otorga a Bolivia tener
acceso a un “depósito franco” en el puerto brasileño de Paranaguá, considerado
uno de las más grandes terminales graneleros de América Latina y ubicado en el
sureño estado de Paraná. A través de ese depósito, Bolivia podrá realizar
operaciones de importación y exportación.
“Si bien
Paranaguá no es puerto soberano, Bolivia podrá utilizar este depósito franco en
condiciones ventajosas. La administración, expedición y almacenaje de la
mercadería boliviana estará dentro de un régimen especial. Es decir, si se
decidiera realizar el almacenaje, consolidación de carga en Paranaguá, se debe
definir con las autoridades brasileñas un espacio físico para la administración
del mismo”, aseveró.
Uruguay pondrá
en marcha “acciones urgentes” para facilitar el acceso de Bolivia al océano
Atlántico mediante sus puertos y la hidrovía Paraguay-Paraná, con la finalidad
de mejorar las alternativas de salida y entrada de productos para Bolivia.
Cabe subrayar
que Bolivia no aprovecha las ventajas que ofrece la hidrovía Paraná- Paraguay,
pues en 2014 pasaron exportaciones por esa vía de un 2.7 por ciento del total
nacional, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Bolivia accede
desde esta hidrovía de forma directa a puertos argentinos y uruguayos, ubicados
en el océano Atlántico; pero la carga se limita a productos oleaginosos
(derivados de la soya). Por ejemplo, 59 por ciento de lo exportado por esta
ruta en 2014 fueron tortas de soya por un volumen de 668 mil toneladas y un
valor de 280 millones de dólares.
El segundo
producto más exportado es el aceite de soya, con un volumen de 124 mil
toneladas y un valor de 109 millones de dólares; le siguen los granos de soya,
con una participación del 17 por ciento en valor, señala el IBCE.
Endara también
dijo que la zona franca en Rosario (Argentina) reúne mejores condiciones, por
lo que, a la fecha, la Cancillería boliviana realiza estudios para reactivar su
funcionamiento.
La salida por
el Mercosur
La fluidez de
carga, el tipo de depósito en zona franca que se quiere administrar y las
concesiones portuarias que otorgan los países del Mercosur, ponen a Bolivia con
un pie en el océano Atlántico para llegar directamente al mercado asiático y
europeo.
El viceministro
de Comercio Exterior, Clarems Endara, dijo que estas alternativas que ofrecen
los países del Mercosur deben ser aprovechadas por Bolivia, previa alianza
estratégica con los privados, que son los directos interesados para la
exportación e importación.
No obstante,
admitió que, tomando en cuenta que todos los productos que ingresan al país
llegan vía puertos del Pacífico, la importación y exportación por la hidrovía
no ha sido “muy efectiva”.
La propuesta
boliviana del corredor interoceánico central, que aún falta por avanzar en su
diseño y ejecución, perfila hacer la conexión férrea desde las zonas
productivas hacia los puertos de Santos, Paranaguá del Brasil y puertos Busch,
Suárez y todo el eje troncal de Bolivia, lo que favorecería en gran medida
salir por puertos del Atlántico.
Admitió que una
forma de abaratar costos para exportar por Brasil es la adhesión a las líneas
férreas del Brasil para salir a puertos de Santos y Paranaguá. Según Endara, el
aprovechamiento de almacenamientos francos tendría que darse a partir de una
coordinación y ejecución conjunta en la logística del transporte.
“La utilización
de estos depósitos intermedios abarataría la exportación del producto; la carga
en estos depósitos posibilita la utilidad específica, para lo cual, se tiene
que hacer estudios de logística de transporte”, agregó.
La alternativa
peruana de Ilo
Consultado
sobre la posibilidad de potenciar los puertos de Ilo en Perú para dejar
paulatinamente los chilenos, el viceministro dijo que aún no se puede trabajar
con total libertad y decisión política porque aún está pendiente la
ratificación del Congreso de ese país.
Prevé que, por
el volumen exportador creciente de los últimos años, los puertos de Arica en
poco tiempo quedarán rebasados, por lo que fija como desafío tener una
alternativa real para el comercio exterior boliviano.
Manifestó que
los puertos del océano Pacífico (Ilo en Perú, Arica e Iquique en Chile) son los
puertos naturales de los que dispone ampliamente Bolivia para ejecutar su
comercio exterior de exportación e importación. El mejoramiento de las
condiciones de almacenamiento y operatividad de los puertos determina la
decisión del empresario de trabajar con determinado puerto por Chile o Perú, en
el Pacífico, al igual que en el Atlántico.
Bolivia no está
enclaustrado: desde el punto de vista de la conectividad marítima y de la
infraestructura portuaria, de almacenamiento y transferencia de carga, dispone
de un amplio abanico de opciones portuarias para la importación y exportación
de sus productos y servicios, a través de cuatro países del Atlántico (Brasil,
Paraguay, Uruguay y Argentina) y dos países del Pacífico (Chile y Perú).
La propuesta
boliviana del corredor interoceánico central, que aún falta por avanzar en su
diseño y ejecución, perfila hacer la conexión férrea desde las zonas
productivas hacia los puertos de Santos, Paranaguá del Brasil y puertos Busch,
Suárez y todo el eje troncal de Bolivia, lo que favorecería en gran medida
salir por puertos del Atlántico.
Admitió que una
forma de abaratar costos para exportar por Brasil es la adhesión a las líneas
férreas del Brasil para salir a puertos de Santos y Paranaguá. Según Endara, el
aprovechamiento de almacenamientos francos tendría que darse a partir de una
coordinación y ejecución conjunta en la logística del transporte.
“La utilización
de estos depósitos intermedios abarataría la exportación del producto; la carga
en estos depósitos posibilita la utilidad específica, para lo cual, se tiene
que hacer estudios de logística de transporte”, agregó.
La alternativa
peruana de Ilo
Consultado
sobre la posibilidad de potenciar los puertos de Ilo en Perú para dejar
paulatinamente los chilenos, el viceministro dijo que aún no se puede trabajar
con total libertad y decisión política porque aún está pendiente la
ratificación del Congreso de ese país.
Prevé que, por
el volumen exportador creciente de los últimos años, los puertos de Arica en
poco tiempo quedarán rebasados, por lo que fija como desafío tener una
alternativa real para el comercio exterior boliviano.
Manifestó que
los puertos del océano Pacífico (Ilo en Perú, Arica e Iquique en Chile) son los
puertos naturales de los que dispone ampliamente Bolivia para ejecutar su
comercio exterior de exportación e importación. El mejoramiento de las
condiciones de almacenamiento y operatividad de los puertos determina la
decisión del empresario de trabajar con determinado puerto por Chile o Perú, en
el Pacífico, al igual que en el Atlántico.
Bolivia no está
enclaustrado: desde el punto de vista de la conectividad marítima y de la
infraestructura portuaria, de almacenamiento y transferencia de carga, dispone
de un amplio abanico de opciones portuarias para la importación y exportación
de sus productos y servicios, a través de cuatro países del Atlántico (Brasil,
Paraguay, Uruguay y Argentina) y dos países del Pacífico (Chile y Perú).
DIPUTADO TARUD: ENTREVISTA OFRECIDA POR BOLIVIA ES UNA
"OPERACIÓN COMUNICACIONAL"
El parlamentario recordó que "cuando se
transmitieron los alegatos, cortaron al pueblo boliviano los alegatos de Chile.
Nunca dieron el espacio para que el pueblo boliviano conozca cuál es la
posición chilena".
Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)
El diputado
Jorge Tarud (PPD), miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, respaldó
que el canciller Heraldo Muñoz sea entrevistado en nuestro país por la
televisión estatal boliviana, considerando las “múltiples obligaciones” que
conlleva el cargo de un secretario de Estado.
“Cuando el
canal estatal de Chile le dio en horario prime 50 minutos al vocero de la
demanda de Bolivia (Carlos Mesa), emplacé a la televisión estatal boliviana
para que hiciera lo mismo, en consideración a que ellos permanentemente han
censurado todo lo referente a la demanda de Bolivia en La Haya en contra de
Chile”, manifestó el diputado.
En este
sentido, explicó que “cuando se transmitieron los alegatos, ellos cortaron al
pueblo boliviano los alegatos de Chile, solamente pusieron los de Bolivia.
Nunca dieron el espacio para que el pueblo boliviano conozca cuál es la
posición chilena. En consecuencia, ellos han aceptado, porque los acusamos de
censura”.
Sin embargo,
Tarud atribuyó a Bolivia el intento de hacer una “operación comunicacional”,
después de que la ministra de comunicaciones de Bolivia, Marianela Paco,
ofreció una entrevista en su país al canciller Muñoz.
"Todos
sabemos que el canal estatal de Chile tiene independencia editorial, por lo
tanto, el ministro vocero de Gobierno no puede hacerle ese ofrecimiento a
Bolivia y tiene que consultarlo con Televisión Nacional. Asimismo, ofrecen un
avión, claramente quieren hacer una operación comunicacional”, añadió.
Para el
parlamentario, la mejor opción es “realizar en forma inmediata una entrevista
vía satélite, vía Skype”, ya que considera “absolutamente innecesario que el
canciller Muñoz se desplace a Bolivia”, dado que el canciller de Chile tiene
“múltiples obligaciones".
"Todos los
vieron trabajando el fin de semana y el lunes en el tema de los océanos, lo
vimos también ocupado en el tema del TPP, muy diferente a Carlos Mesa, el
vocero de la demanda boliviana, que no tiene que hacer otra cosa que pasearse
por el mundo por la demanda”, aseguró.
En
consecuencia, Tarud reiteró que “le digo a la televisión estatal y a la
ministra vocero de Bolivia que si ellos realmente tienen la intensión de que el
canciller de Chile tenga la posibilidad de dirigirse al pueblo boliviano con
nuestra postura, que realicen la entrevista vía satélite y en forma
directa"
"¿Y por
qué en forma directa? Lo digo claramente, me temo que en una entrevista grabada
pudiese ser editada y eso no sería correcto y no sería profesional”, concluyó.
GOBIERNO MATÓ A CASI TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
INDEPENDIENTES EN BOLIVIA, DICE UN PERIODISTA GALARDONADO CON EL PREMIO CABOT
Journalism in the Americas de EEUU
(www.knightcenter.utexas.edu)
Por Teresa Mioli.- Raúl
Peñaranda ha sido la fuente de dolores de cabeza a los que mandan desde el
inicio de su carrera periodística como un adolescente en Bolivia. En aquel
entonces, sus súbditos eran maestros. Ahora, él se centra en el gobierno
boliviano.
Peñaranda,
quien creó los medios de comunicación independientes Nueva Economía, La Época y
Página Siete, fue reconocido este año por el Premio Maria Moors Cabot de la
presentación de informes pendientes en las Américas.
La Universidad
de la Escuela de Periodismo de Columbia, dijo que "es uno de los
periodistas más logradas en Bolivia hoy. Él ha sido un exitoso empresario de
medios, un innovador, un editor excepcional y analista, un escritor prolífico
de libros y "una voz de la razón fría" en el ambiente político se
calienta y polarizado el país ha experimentado en los últimos años ".
Peñaranda fundó
la publicación de investigación Página Siete en 2010. Tres años más tarde, en
un intento de salvar su proyecto en medio de una relación ya tensa con el
gobierno, renunció después de un error de informes llamado la atención nacional
al periódico.
El periodista
crítico a menudo ha sido un objetivo de la administración del presidente de
Bolivia, Evo Morales, que le ha llamado un "agente de Chile" y
"traidor", según Página Siete. En uno de sus libros más recientes,
control remoto, argumentó que la administración de Morales controla
indirectamente los medios de comunicación a través de una red de puntos de
venta que fueron adquiridos por empresarios simpatizantes del gobierno.
Además de
escribir libros, Peñaranda ahora edita Agencia de Noticias Fides y el
suplemento semanal Aldea Global. El ex compañero Niemen (Bolivia del primero) y
otros tres periodistas se presentarán con los honores el 14 de octubre en la
Universidad de Columbia en Nueva York.
Antes de la
ceremonia, el Centro Knight para el Periodismo en las Américas está hablando
con cada destinatario acerca de su carrera y el estado del periodismo. Para la
primera entrada, hablamos con el veterano corresponsal extranjero, Lucas Mendes
de Brasil y la ciudad de Nueva York. En esta ocasión, nos pusimos al día con
ganador del premio boliviano Raúl Peñaranda.
Centro Knight:
¿Cuándo y por qué decidió ser periodista?
Raúl Peñaranda:
Creo que desde que era un niño. Mi madre siempre recuerda la historia de cuando
yo una vez llegué a casa de la escuela cuando tenía seis años, yo estaba en
primer grado, que lleva un pedazo de cartón en mi delantal, con un alfiler. Se
dijo, en mala letra de un niño de seis años de edad, "Periodista". Lo
que pasó es que el profesor había pedido a todos lo que quería ser como los
adultos y tuvimos que escribir eso. Escribí, quién sabe por qué,
"periodista".
Más tarde, yo
estaba en la escuela, en el grado 11, hice un tablón de anuncios, que se
actualiza todos los lunes y coloqué el fondo de la sala. Me decidí a hacer una
encuesta y pedir a los estudiantes sus opiniones sobre los profesores. El
resultado de cada maestro se publicó cada semana. Hubo muchas críticas de los
profesores y yo fue presionado para suspender la publicación. ¿Qué no hice. En
última instancia, me echaron de la escuela.
En la
universidad, el segundo y tercer año, me hizo una revista mensual llamada La
Puerta. Se hizo en las fotocopias. A partir de entonces, toda mi vida he sido
periodista.
KC: ¿Qué
desafíos enfrentan al iniciar Nueva Economía, La Época y Página Siete?
RP: Los
diferentes retos. Cuando empecé Nueva Economía que era muy joven, tenía 27 años
de edad. El proyecto era muy pequeño y se basa en tener cucharadas al gobierno.
Lo que hice fue "ir contra la corriente." En ese momento, el
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su régimen tuvieron una gran popularidad
y la mayoría de los medios de comunicación lo apoyaron. Me dediqué a encontrar
problemas dentro del gobierno. Tuvimos problemas en la distribución y venta de
publicidad, pero lo hemos conseguido. Fue el primer periódico boliviano que se
especializó en economía.
La Época era un
proyecto más consolidado. Yo, por entonces yo era un periodista más experimentado.
Queríamos hacer un diario que equilibra bien la información "dura",
de la situación política y económica, con áreas de información que era más
intemporal, como la cultura y la ciencia. También quería tener un equilibrio
entre los géneros, en busca no sólo de tener "pirámides invertidas"
en nuestro periódico, sino también artículos e informes.
El modelo de
negocio era un "invento boliviano", como dijo un consultor español
que llegó al país. Fue una semana libre, pero fue distribuido en los hogares y
oficinas de un sector de los "tomadores de decisiones" en el país. La
posibilidad de hacer periodismo de calidad en un formato libre y para las
élites no había sido explorado.
Hicimos una lista de miles de empresarios, políticos, diplomáticos, gente de la cultura, líderes sociales y sindicales, y nos enteramos de donde vivían y que las oficinas eran suyos. El periódico venía empaquetado y etiquetado directamente a sus hogares y oficinas, una vez a la semana. El modelo se ha realizado correctamente.
Página Siete es un proyecto mucho más grande. Un grupo importante de los inversores llevó a cabo la idea. Allí, el reto consistía en penetrar en un mercado saturado de un nuevo producto. Pero a pesar de que nos dimos cuenta de que, no nos dimos cuenta que el principal reto era ser político. El gobierno boliviano atacado este diario con todo, por nuestra posición independiente y nuestros informes de investigación. De la agresión verbal, sin fundamento sanciones tributarias, supresión de publicidad estatal, la presión para algunos anunciantes privados para detener la publicidad en el periódico, etc. Pero también fue un éxito. Como se trata de una de las pocas voces independientes, muchas personas lo siguen y, para las autoridades, no hay más remedio que leer, comentar y ... atacarlo.
Hicimos una lista de miles de empresarios, políticos, diplomáticos, gente de la cultura, líderes sociales y sindicales, y nos enteramos de donde vivían y que las oficinas eran suyos. El periódico venía empaquetado y etiquetado directamente a sus hogares y oficinas, una vez a la semana. El modelo se ha realizado correctamente.
Página Siete es un proyecto mucho más grande. Un grupo importante de los inversores llevó a cabo la idea. Allí, el reto consistía en penetrar en un mercado saturado de un nuevo producto. Pero a pesar de que nos dimos cuenta de que, no nos dimos cuenta que el principal reto era ser político. El gobierno boliviano atacado este diario con todo, por nuestra posición independiente y nuestros informes de investigación. De la agresión verbal, sin fundamento sanciones tributarias, supresión de publicidad estatal, la presión para algunos anunciantes privados para detener la publicidad en el periódico, etc. Pero también fue un éxito. Como se trata de una de las pocas voces independientes, muchas personas lo siguen y, para las autoridades, no hay más remedio que leer, comentar y ... atacarlo.
Con la mitad de
la gente de la competencia y los salarios más bajos, Página Siete hace un
trabajo excelente.
KC: Usted ha
escrito o editado 11 libros. ¿Cómo está escribiendo un libro diferente a
escribir para los medios de comunicación?
RP: No hay
mucha diferencia. Creo que el lenguaje en ambos casos debe ser precisa, clara,
argumentó, teñido, con una estructura lógica y comprensible. Mis libros están
en los géneros monográficos o de ensayo, que en última instancia, tiene mucho
que ver con el periodismo. Obviamente, por extensión, un texto es diferente de
un artículo de prensa o un informe, y lograr mayor profundidad, pero en
términos de estilo, las características son similares.
KC: Algunas
personas te ven como un defensor de los medios de comunicación independientes y
la prensa. ¿Cuál es el estado de los medios de comunicación en este país hoy en
día?
RP: El estado
de los medios en Bolivia es preocupante. El gobierno ha logrado matar, casi en
su totalidad, los medios independientes. Ahora esos son sólo un puñado. El
gobierno, a través de aliados de negocios, ha comprado los medios de
comunicación y se ha cambiado la línea editorial. También ha presionado, con
entidades de agresión y estatales verbales, para debilitarlos y amedrentarlos.
Por último, se les ha cooptado, con millones de dólares en publicidad oficial.
Estos medios de comunicación, para obtener esta publicidad, y luego continuar
su recepción, también cambió su línea editorial y se convirtió en órganos de
prensa a favor del gobierno.
KC: ¿Qué
significa para usted recibir este premio?
RP: Me siento
muy orgulloso y honrado. Yo soy el tercero de Bolivia para recibirlo después de
Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, en los años 60, y Huáscar Cajías, en los años
90. Es un premio muy importante, creo que recompensa a todos los colegas que
siguen trabajando para hacer periodismo independiente y crítico. (Traducción
Google)
BOLIVIA Y RUSIA FIRMAN ACUERDO PARA DESARROLLAR ENERGÍA
NUCLEAR
Telesur de Venezuela (www.telesurtv.net)
El convenio,
que concluirá en 2025, permitirá que Bolivia avanzar en tecnologías para luchar
contra el cáncer y desarrollar investigaciones en geología e hidrocarburos. El
Gobierno de Bolivia y la Corporación Nuclear Estatal Rusa (Rosatom) firmaron
este jueves un acuerdo de cooperación para el desarrollo de energía nuclear de
uso civil.
El ministro
boliviano de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, declaró que la
empresa rusa tiene previsto instalar un centro de investigación nuclear y
capacitación de personal para desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
De igual manera
informó que el convenio debe acabar hacia el 2025, y que el proyecto boliviano
transformará la matriz energética aportando tanto electricidad y tecnología
para luchar contra el cáncer, así como el desarrollo de las investigaciones en
los campos de la geología y los hidrocarburos.
“Rosatom hará
un acompañamiento al proyecto de energía nuclear que básicamente es el centro
de investigación de energía nuclear que tiene temas científicos relativos a la
industria, a la capacitación y al sector de la investigación", manifestó
Sánchez.
La cooperación
rusa con Bolivia en esta materia inició en junio de 2014, tras una reunión
celebrada en Brasil entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par
boliviano, Evo Morales.
El Dato: El
Gobierno de Bolivia aspira convertir a la nación en uno de los mayores
productores de energía de la región. Tras la inauguración del proyecto de gas
Banda Azul, el presidente Evo Morales informó que en 2015 se empezará a
construir una central nuclear de uso civil en el departamento de La Paz (oeste)
con una inversión de 2 mil millones de dólares que se prevé concluya en
2025.
La inauguración
del proyecto hidroeléctrico Banda Azul tuvo lugar poco después de la apertura
de la planta separadora de líquidos "Carlos Villegas", una de las más
grandes de Latinoamérica, que abre una nueva era de los hidrocarburos en
Bolivia y constituye la obra de ingeniería más importante de la historia del
país andino amazónico.
BOLIVIA PROMUEVE LA CREACIÓN DE UN TRIBUNAL INTERNACIONAL
DE LA MADRE TIERRA
Bolsamanía de España (www.bolsamania.com)
Bolivia
pretende conseguir un acuerdo para crear un Tribunal Internacional de la Madre
Tierra durante la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático
que se celebrará entre el 10 y el 12 de octubre en Cochabamba, según ha
avanzado el ministro de Exteriores, David Choquehuanca.
"Esto es
lo que vamos a discutir ahora", ha dicho en una rueda de prensa. "El
poder de cambiar las cosas sobre todo está en manos de nuestros pueblos, de ahí
la importancia de este evento", ha subrayado el jefe de la diplomacia
boliviana.
Choquehuanca ha
explicado que la creación de esta sede jurisdiccional es un proyecto elaborado
hace meses por expertos de todo el mundo, pero que el Gobierno de Evo Morales
confía en que se haga realidad durante el foro internacional.
Sin embargo, ha
aclarado que se trata solo de una de las 5.000 propuestas que han llegado a la
cumbre de Cochabamba. "Los coordinadores tienen que trabajar ya en organizar
los resúmenes", ha señalado.
Choquehuanca ha
afirmado que las conclusiones de Cochabamba servirán de base para las
discusiones que se llevarán a cabo en la Conferencia de Naciones Unidas sobre
Cambio Climático que tendrá lugar entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre
en París.
"ALEJO TUSIBÍ", EL PABLO ESCOBAR DE LAS DROGAS
SINTÉTICAS Y CREADOR DE LA "COCAÍNA ROSA"
Se llama Alejandro Montoya y tiene 34 años. Le dicen
"Alejo Tusibí", por ser el creador de la droga sintética 2CB, que dos
colombianos quisieron ingresar a la Argentina escondida en mochilas desde
Bolivia.
Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Le dicen la
"cocaína rosa", por su aspecto y por su color, y acaba de ser noticia
porque dos falsos turistas colombianos que intentaron entrarla al país desde la
ciudad de Villazón, Bolivia, fueron detenidos en el paso fronterizo del puente
internacional Horacio Guzmán.
El hecho se
registró el miércoles 30 de septiembre pero trascendió ayer, luego de que los
detenidos prestaron declaración indagatoria en el Juzgado Federal de Jujuy. De
33 y 39 años, los colombianos llevaban 3,730 kilos de esta sustancia
alucinógena, valuada por los especialistas de AFIP en 7.900.000 pesos.
Proporcionalmente es entre 15 y 20 veces más cara que la cocaína.
Este primer
precedente oficial de secuestro de esta droga sintética genera curiosidad
respecto a qué tipo de sustancia es, quién la creó, cómo se expandió y qué
nivel de consumo y tráfico tiene en otros países del mundo. Se llama nexus en
Europa y tusibí en Colombia, por la fonética de la sigla 2CB, como se la
denomina de acuerdo a su composición química:
2,5-dimetoxi-4-bromo-feniletilamina.
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Hay un
personaje, un ahora prófugo que dio el puntapié inicial para que esta droga se
fuera ramificando por varios países de nuestro continente. El antioqueño
Alejandro Montoya, más conocido como "Alejo Tusibí", de 34 años y
desde hace cinco años imposible de detectar por parte de las autoridades de
Antinarcóticos en Colombia y la DEA en Estados Unidos. Dicen que está en México
y que desde allí maneja el mercado latinoamericano.
El diario El
Colombiano publicó un completo informe en mayo de este año, y en su titular es
contudente: "Alejo Tusibí", el Pablo Escobar de las drogas
sintéticas". Su historia, según las autoridades, comienza en Envigado hace
más de 10 años, cuando Alejo, un joven de clase media y amante de la fiesta
electrónica, hace sus primeros contactos y comienza con el consumo de éxtasis,
popper y drogas sintéticas menos fuertes.
Un viaje a
Europa cambió su vida y lo devolvió a su tierra con un enorme negocio entre
manos. En el Viejo Continente conoció a dos jóvenes químicos que tenían la
receta de una droga que causaba en furor en buena parte de Europa, llamada 2CB.
Este narcótico, conocido como la droga de las élites, era furor en los primeros
años de este nuevo siglo y no faltaba en discotecas y eventos de música
electrónica en países como Alemania.
Al parecer,
"Alejo" experimentó esta nueva droga y lo impresionó. En Colombia
nadie sabía de esta sustancia, pero pronto sí volverían a ver a Montoya.
"Esas drogas son muy fuertes y, en muchos casos, llegan a los hospitales
jóvenes con crisis de pánico, arritmia cardiaca, infartos al corazón, infartos
cerebrales, golpes de calor, cuadros alucinatorios y hasta psicosis",
describe un médico toxicólogo a este medio colombiano.
"Tusibí
trajo la receta de Europa y creó la versión criolla. No sabemos si tuvo
estudios o es empírico, pero creó una fórmula muy similar a la del producto. En
Medellín la comenzó a consumir con sus amigos y a prepararla de forma artesanal
en pocas cantidades. La empezó a regalar a sus amigos y, luego, a conocidos.
Hasta que vio la oportunidad de hacer negocio. Le dejó el nombre 2CB y comenzó
a vender", agrega un investigador.
Esa referencia
tiene fecha. Fue en 2004, cuando en Medellín empezó a comentarse que un tal
"Alejo" vendía la nueva "cocaína rosada". Los dealers de
éxtasis fueron los primeros en encender la alarma de ese nuevo fenómeno,
alguien los estaba superando en oferta y demanda, y no lo tenían registrado.
"Alejo vio
la oportunidad de negocio. La vendía muy bien en Medellín, luego la envió a
amigos en Cali y Bogotá, que también le compraban. Es una droga con buena
rentabilidad. Ahora, un gramo (un punto) puede valer entre 120.000 y 150.000
pesos. Como le iba tan bien en Medellín tuvo problemas con las bandas y se fue
para Cali", puntualiza otro otro investigador.
Al año
siguiente, Montoya desembarcó en Cali y allí, en la capital del Valle del Cauca,
su círculo de amistades le permitió ingresar raápidamente en el circuito y
conocer de cerca el accionar del Cartel del Norte del Valle, poderoso, con una
amplia agenda de fiestas electrónicas con modelos y actrices.
"Allí
también le fue muy mal porque lo intentaron secuestrar "los Urabeños"
y "los Rastrojos" en dos operativos que le hicieron, para robarle la
fórmula y tener el mercado. Por lo que en el 2007 se fue para Bogotá",
consta en algunas fojas de la investigación que lo puso en el ojo de la
tormenta antes de "desaparecer" del mapa.
Cuando se fue
de Cali, otro narco, llamado "Fokus", se quedó con la fórmula y con
el mercado en esa ciudad. Aunque el producto no era de la misma calidad.
"Alejo" seguía su camino, ampliando su negocio y sumando enemigos. A
su llegada a Bogotá, en 2007, ya era "Alejo Tusibí", desplegó el
mismo operativo con su exitosa 2CB. Pero sus márgenes comenzaban a achicarse,
los narcos organizados lo tenían en sus listas negras y Montoya se manejaba
solo: vulnerable. "Un sujeto que ya fue capturado, alias 'Maquinita', le
compraba la droga que estaba de moda para las fiestas a las que acudía con
reconocidas modelos, para meterse en el ambiente de la rumba. Alejo le vendía a
todos y para los problemas se amparaba en 'Maquinita', ahí comenzó la
amistad", cuentan en Colombia.
"Maquinita"
es hijo de un criador de caballos de Antioquia que fue asesinado en Medellín
durante una cabalgata. Según la Policía Nacional, estaba vinculado a
actividades ilícitas. Su hijo "Maquinita", considerado uno "de
los más peligrosos de la última generación de narcos", se refugió en
México tras la muerte de su padre y regresó luego a Colombia a vengar su
muerte. En Bogotá, se hizo cargo de una empresa de seguridad, con la que
conseguía permisos para portar armas y camiones blindados. Ahí conoció a Alejo
y lo apadrinó en Bogotá hasta que fue capturado en 2012 en una lujosa finca en
Tibacuy, Cundinamarca.
Poco se supo de
"Alejo Tusibí" en el último lustro. Las autoridades colombianas
manejan tres versiones sobre la "desaparición" de Montoya a México:
la captura de "Maquinita", un detonante clave al quedarse sin
"padrino"; un posible secuestro por parte de "Chicho
Urdinola", quien le habría robado la fórmula para sacarlo del mercado; y
por último, una posible violación de la prima de un narco en una reconocida
discoteca en Bogotá, que lo habría obligado a abandonar el país cafetero.
Investigadores
de la DEA y de la Policía Nacional de Colombia afirman que Alejo estaría en
México, bajo la tutela de un narco conocido como "Alfoncito", también
colombiano. "Ahora se mueve entre México y Miami y controla el mercado en
Colombia. En Cali tenía a alias 'Chon' (capturado el 29 de abril de 2015 en una
operación de la Dijín), los dos eran los mayores distribuidores de las
anfetaminas en Cali. 'Alejo' es el del Tusibí, pero 'Chon' comercializaba otras
sustancias. Al mercado ha entrado drogas nuevas como Molly (Mdma) y éxtasis de
todas las denominaciones granadas, honguitos, caras felices, Toyota y Ferrari.
Además, están entrando otra droga llamada Coco, una anfetamina que huele a coco
y es dulce. Es también inhalada", concluye un efectivo de la Dijín
(Policía Nacional).
De perfil muy
bajo (característica habitual en los narcos), "Alejo" no no tiene
circular roja de Interpol, ni procesos de extradición, ya que hasta el momento
no se le comprobó su ingreso al mercado norteamericano. Pero en Colombia sí, y
lo esperan con los brazos abiertos. "A él sólo le gusta divertirse, las
fiestas privadas y las drogas. Inventó algo que nadie pudo igualar hasta ahora,
pero no es un narco violento ni asesino, no sale a matar para defender su
mercado", cierra una fuente judicial.
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