Friday, October 09, 2015

BOLIVIA: LOS NOTABLES AVANCES ECONÓMICOS Y SOCIALES DE LOS ÚLTIMOS AÑOS


Bajo el gobierno de Evo Morales las transformaciones revolucionarias que han tenido lugar en Bolivia desde el año 2006 resultan muy significativas por su exitoso resultado, basado en una notable creatividad y eficiencia socioeconómica, lo que ha representado un antes y un después en la historia del país.
Si se examina esa historia, desde la época colonial la economía boliviana evolucionó primero a partir de una estructura monoproductora basada en la minería de la plata y el estaño, pasando después a la explotación de los hidrocarburos desde la primera mitad del siglo 20, unido a una agricultura de subsistencia que solo comenzó a lograr una limitada diversificación en el oriente boliviano después de la Segunda Guerra Mundial. El escaso avance económico logrado se dio –además- en medio de una brutal estratificación social, donde la explotada población originaria carecía de los derechos más elementales, en un medio con una baja densidad demográfica y una ubicación geográfica que propiciaba el aislamiento del país.
A lo anterior habría que añadir la gran inestabilidad de los sucesivos gobiernos bolivianos, con una historia plagada de asonadas militares y dictaduras de todo tipo, así como una desafortunada presencia de guerras con estados vecinos por disputas en torno a recursos naturales, que llevaron a Bolivia a perder partes sustanciales del territorio nacional. De tal modo ocurrió con la Guerra del Pacífico librada contra Chile en 1879, que dejó a Bolivia sin acceso al mar, o la Guerra del Chaco que enfrentó a Bolivia con Paraguay entre 1932 y 1935 al costo de 60 000 muertos y con pérdida igualmente de territorios valiosos en recursos de diferente naturaleza.
En medio de ese complejo devenir histórico, se incrementó la lucha de los trabajadores mineros y las fuerzas más progresistas de entonces, lo que condujo al triunfo de la Revolución nacionalista de 1952 a partir de la cual se desarrolló una reforma agraria y se nacionalizó la minería, al tiempo que se fortalecía el papel del Estado en la economía nacional. Sin embargo, estas transformaciones parciales perdurarían poco tiempo, pues ya a mediados de los años 60 nuevos gobiernos militares y oligárquicos revirtieron los limitados avances logrados.
La crisis económica y política del país llegó a una nueva cota con el enorme endeudamiento público de los años 80 y el proceso de hiperinflación que lo acompañó, todo ello en medio de la expansión de la producción y exportación ilegal de cocaína, que llegó a valorarse como un significativo aportador de divisas al país, expresión límite de la descomposición del sistema socioeconómico imperante entonces.
En síntesis, si se examinan los datos del crecimiento económico de Bolivia[1] entre 1950 y 1980 se aprecia que el crecimiento del PIB fue de solo 3.2%, en tanto que el promedio regional fue de 5.5%, mientras que el crecimiento de la industria manufacturera entre 1950 y 1974 alcanzó un 3.7% y el sector agropecuario 1.6%, cifras que se computan entre las más reducidas de la América Latina en esos años.
Para enfrentar la crisis se implantó una política neoliberal ortodoxa en agosto de 1985, que profundizó las contradicciones de todo tipo en el país y que duraría hasta el 2005, generando un crecimiento promedio anual del 3.1% que, sin embargo, no produjo el impacto alguno en el real desarrollo del país.
Los acontecimientos cambiaron radicalmente con el triunfo del partido Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones que llevaron a la presidencia a Evo Morales en enero de 2006, con un respaldo de más del 60% de los votos, instalando –por primera vez en la historia de Bolivia- a un líder de la población originaria en la más alta posición del Estado.
El programa de gobierno de orientación socialista que se implementó a partir de entonces había sido gestado en estudios realizados por grupos de intelectuales de izquierda desde los años 90, bajo la denominación del grupo Duende y el grupo Comuna, donde participaron personalidades como Alvaro García Linera, actual vicepresidente del país, y Luis Alberto Arce Catacora, ministro de Economía y Finanzas Públicas.
La implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo que comenzó entonces partió de un diagnóstico de la crisis del capitalismo y de un análisis comparativo entre las políticas neoliberales y la política dirigida a respaldar los cambios indispensables en el modelo económico del país.
Una importante definición estratégica la expresaría el ministro de Economía y Finanzas Públicas al señalar que “No es la pretensión del Modelo Económico Social Comunitario Productivo ingresar directamente al cambio en el modo de producción capitalista, sino, sentar las bases para la transición hacia el nuevo modo de producción socialista.”[2] De tal modo, el proceso de cambios se enfocó tomando en cuenta el nivel objetivo de desarrollo de la sociedad boliviana actual y la necesaria gradualidad que una transición al socialismo supone.
Por otra parte, se aseguró la creación de una economía plural bajo la dirección del Estado, que pasó a desempeñar un rol fundamental en las transformaciones; se incluyó también la participación del sector privado, donde el peso predominante lo tienen las PYMES; así como el sector cooperativo y las comunidades como los actores económicos fundamentales de este proceso.
Los dos pilares del nuevo modelo se concibieron a partir de un sector estratégico que genera excedentes y que incluye los hidrocarburos, la minería, la generación eléctrica y los recursos ambientales. Un segundo sector integra la generación de ingresos y empleo, lo que abarca la industria manufacturera y artesanal, el turismo, el desarrollo agropecuario, la construcción de viviendas y los servicios comerciales, de transporte y otros.
Intermediando entre esos sectores el Estado ejerce una política de redistribución de ingresos a través de programas sociales enfocados a la lucha contra la pobreza, subvenciones cruzadas, incrementos salariales y con mecanismos de transferencia condicionada de recursos como son los bonos Juancito Pinto, dirigido a la subvención de las necesidades de niños y personas jóvenes hasta los 18 años; los bonos Juana Azurduy, para apoyar a las madres bolivianas y la Renta Dignidad para respaldar a los pensionados. Estos bonos beneficiaban ya al 44.9% de la población boliviana en el 2015.
Los resultados de las transformaciones ocurridas en los últimos ocho años demuestran el indiscutible avance en el proceso de transición hacia una economía de orientación socialista.
En efecto, el crecimiento del PIB en el período de las políticas neoliberales -1985-2005- fue de 3.1%, mientras que durante el gobierno de Evo Morales se ha logrado un 5.3% hasta el 2014 y en el presente año se pronostica un 5% de incremento, lo que ubica estas cifras entre los mayores crecimientos de América Latina en el período. En este desempeño ha jugado un papel fundamental el aumento de las inversiones, cuyo peso relativo en relación al PIB pasó del 6.6 al 17.4% entre el 2005 y el pasado año, con un incremento de la formación bruta de capital que se elevó del 14.3 al 20% hasta el 2013. A su vez en este proceso la inversión estatal aumentó de 629 millones de dólares en el 2005 a un plan de 6 179 millones el presente año, para un incremento de casi 10 veces. A esto se añade que la inversión extranjera directa más que se triplicó entre el 2006 y el 2014, alcanzando en este último año 2 113 millones de dólares, más del doble del máximo alcanzado en los años del neoliberalismo.
La redistribución por parte del Estado de los beneficios generados por esta política de desarrollo productivo, que se apoya en una participación de alrededor de un 30% de la propiedad estatal en el PIB, donde recursos como los hidrocarburos y la electricidad desempeñan un importante papel, ha permitido un avance social muy significativo en pocos años.
En primer lugar en el período que va del 2005 al 2015 se redujo la pobreza extrema del 38.2% al 17.8% de la población; el coeficiente GINI disminuyó de 0.60 a 0.47, lo que refleja que el diferencial entre los ingresos del 10% más rico en relación al 10% más pobre de los bolivianos bajó de 128 veces a 42; el desempleo se contrajo del 8 al 3.5% y el salario mínimo pasó de 440 a 1 656 bolivianos mensuales.
Por otro lado, este importante avance social se alcanza con una notable estabilidad en la macroeconomía. Así el índice de precios al consumidor ha mostrado crecimientos que no rebasan entre el 6 y el 7% de inflación en los últimos años y el saldo fiscal se ha mantenido controlado registrando incluso superávits entre el 2006 y el 2013, lo que ha propiciado que el nivel de deuda pública interna haya descendido del 31 al 13% del PIB entre 2005 y 2014.
En relación a las finanzas externas se ha logrado una balanza de pagos equilibrada lo que ha posibilitado que las reservas internacionales se incrementaran de 1 714 a 15 123 millones de dólares entre el 2005 y el 2014, donde este último año la cifra representa el 46.1% del PIB. Por otra parte, la deuda externa ha crecido moderadamente de 6 278 millones de dólares en el 2006 a 7 756 millones en el 2013 y el servicio de la deuda se ha reducido significativamente.
La evolución registrada en la macroeconomía boliviana llevó incluso al hecho inédito de obtener una calificación de riesgo favorable de Fitch Ratings, que en julio de 2015 la elevó a BB, nota característica de economías desarrolladas y nunca antes registrada en el país. Según esta agencia la calificación se apoyó en múltiples elementos, entre los que destaca la sostenibilidad en la producción de hidrocarburos, la disminución de la incertidumbre regulatoria, la disminución de riesgos de nacionalizaciones, la capacidad de absorber shocks adversos en la economía, la presencia de sólidos balances fiscales y externos, un crecimiento económico sostenido y una estabilidad macroeconómica notable.
En síntesis, puede decirse que los factores que han determinado el éxito del Modelo Económico Social Comunitario Productivo en Bolivia, aun en medio de un clima donde no ha faltado la hostilidad de las fuerzas de la contrarrevolución, son las siguientes:
–El haber planteado las metas de transformación y desarrollo adecuadas para la situación socioeconómica del país, lo cual supone la no superación inmediata de las relaciones capitalistas de producción y la transición gradual hacia una economía socialista, creando las condiciones indispensables para ello.
–El acertado reconocimiento e inclusión de los actores económicos fundamentales en el proceso de transformaciones, redefiniendo el papel prioritario del Estado en el mismo.
–La solución gradual de los agudos problemas sociales del país mediante un proceso de redistribución de ingresos, pero preservando, al mismo tiempo, el equilibrio macroeconómico indispensable para ese objetivo.
–La capacidad de Evo Morales y sus colaboradores para establecer un clima de transparencia y confianza con toda la población y especialmente con los pueblos originarios, alcanzando un elevado nivel de gobernabilidad y fortaleza política para enfrentar los obstáculos y las fuerzas sociales opuestas a los cambios dentro y fuera del país. (CUBA DEBATE)





LAS SALIDAS AL MAR DE BOLIVIA

El Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl)
                                                      
por Manuel Luis Rodríguez.- Como producto de una constante campaña, parece haberse instalado en algunos medios la idea de que Bolivia sería un país completamente enclaustrado. Debajo del argumento de la mediterraneidad boliviana, subyace la falacia que Bolivia es un país enclaustrado cuyo comercio y desarrollo depende de la salida al mar por el Océano Pacífico. Los hechos, sin embargo, desmienten dicha falacia.
Bolivia tiene acuerdos binacionales con Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil, que les facilitan concesiones portuarias y zonas francas para un acceso al mar por el océano Atlántico que le permita exportar e importar, pero aún no logra consolidar el uso de esas licencias.
En un profundo reportaje, el medio boliviano Opinión consultó al viceministro de Comercio Exterior de ese país, Clarems Endara Vera, quien explicó que, con la aprobación del Congreso brasileño en junio para concesiones de zona franca en Paranaguá, se completa el circuito del Mercado Común del Sur (Mercosur) que facilita a Bolivia para utilizar nuevas opciones de salida al mar por el Atlántico.
Sin embargo, Endara admitió que este circuito no se está aprovechando adecuadamente por una serie de situaciones que tienen que ver con tiempo, distancias y facilidades que deben ser coordinadas entre exportadores y Gobierno.
“La ratificación del convenio en el Congreso de Brasil refleja la voluntad del Gobierno brasileño hacia el país de cumplir compromisos y otorgar facilidades para un acceso al océano Atlántico”, aseveró.
Según la autoridad, Bolivia tiene actualmente concesiones portuarias y zonas francas en la hidrovía Paraguay–Paraná, en la zona del puerto Rosario, en Argentina; en el puerto de Villetas, cedido por el Paraguay; además de los puertos de Montevideo y Nueva Palmira, otorgados por Uruguay, país con el que también se firmó un memorándum conjunto para la construcción de una infraestructura portuaria en su puerto de Aguas Profundas.
“Aguas Profundas de Uruguay es una propuesta que está en ejecución y construcción, donde Bolivia tiene que definir las condiciones sobre las cuales quiere participar”, explicó Endara.
Con Brasil, con el que el proceso de concesión termina con la aprobación en su Congreso, Bolivia accede a un depósito franco en el puerto de Paranaguá, lo que también acerca los lazos con los países del Mercosur.
Manifestó que todos estos acuerdos de concesiones portuarias y zonas francas son una abierta posibilidad y una alternativa para que Bolivia “materialice” su acceso al Atlántico.
Para el uso de las zonas francas portuarias que ofrecen los países del Mercosur, a decir de Endara, hace falta una decisión política conjunta con los dueños de la carga, que son los empresarios privados bolivianos, de manera que se les pueda dar una “verdadera utilidad”.
“Un puerto o un depósito franco no tiene utilidad si no administra carga; es decir la forma de recuperar el capital de un depósito, darle utilidad, tener empleados, la compra de maquinaria, depende de la cantidad de carga que se va a manejar”, agregó.
Para la exportación de hierro de El Mutún, estos puertos se constituyen en un potencial para que las grandes cargas puedan salir por la hidrovía, requiriendo tan solo de lugares específicos de almacenaje, que pueden ser los depósitos francos de Paranaguá.
Pero Bolivia tiene además numerosas otras opciones de salida para sus productos por vía marítima.
Puertos chilenos
En el marco del cumplimiento por el Estado de Chile del Tratado de 1904, Bolivia dispone de facilidades portuarias en puertos chilenos que son excepcionales y ventajosas.
De acuerdo al Viceministro, los empresarios privados bolivianos prefieren los puertos chilenos, con prioridad Arica, por un tema fundamentalmente de distancia, lo que haría poco atractiva la exportación o importación por el Atlántico.
Ese, según la autoridad, sería el panorama que desincentiva a los privados a hacer uso de los puertos y zonas francas que se tienen con los países del Mercosur.
“Actualmente, los puertos chilenos son los más utilizados para el comercio exterior por la facilidad de cercanía, dado que desde Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, La Paz y Oruro a los puertos de Arica se necesita entre 10 y 28 horas de viaje”, aseveró.
En cambio, precisó que, por el lado de la hidrovía, para la exportación de cualquier producto por un puerto del Atlántico se necesita entre 30 a 35 días.
En consecuencia resumió que el tema de tiempo, distancia, vías de comunicación y costos definen la predilección por los puertos de Chile para hacer el comercio exterior. Es decir, Bolivia tiene opciones portuarias en el Atlántico pero sus empresarios privados prefieren los puertos de Chile.
Según el viceministro Endara, es imperioso trabajar en los puertos y depósitos francos para demostrar las posibilidades, capacidades y beneficios a fin de que los privados puedan explotar estas concesiones.
Las alternativas portuarias de Bolivia en el Atlántico
El Congreso brasileño ratifica después de 25 años un acuerdo que le otorga a Bolivia tener acceso a un “depósito franco” en el puerto brasileño de Paranaguá, considerado uno de las más grandes terminales graneleros de América Latina y ubicado en el sureño estado de Paraná. A través de ese depósito, Bolivia podrá realizar operaciones de importación y exportación.
“Si bien Paranaguá no es puerto soberano, Bolivia podrá utilizar este depósito franco en condiciones ventajosas. La administración, expedición y almacenaje de la mercadería boliviana estará dentro de un régimen especial. Es decir, si se decidiera realizar el almacenaje, consolidación de carga en Paranaguá, se debe definir con las autoridades brasileñas un espacio físico para la administración del mismo”, aseveró.
Uruguay pondrá en marcha “acciones urgentes” para facilitar el acceso de Bolivia al océano Atlántico mediante sus puertos y la hidrovía Paraguay-Paraná, con la finalidad de mejorar las alternativas de salida y entrada de productos para Bolivia.
Cabe subrayar que Bolivia no aprovecha las ventajas que ofrece la hidrovía Paraná- Paraguay, pues en 2014 pasaron exportaciones por esa vía de un 2.7 por ciento del total nacional, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Bolivia accede desde esta hidrovía de forma directa a puertos argentinos y uruguayos, ubicados en el océano Atlántico; pero la carga se limita a productos oleaginosos (derivados de la soya). Por ejemplo, 59 por ciento de lo exportado por esta ruta en 2014 fueron tortas de soya por un volumen de 668 mil toneladas y un valor de 280 millones de dólares.
El segundo producto más exportado es el aceite de soya, con un volumen de 124 mil toneladas y un valor de 109 millones de dólares; le siguen los granos de soya, con una participación del 17 por ciento en valor, señala el IBCE.
Endara también dijo que la zona franca en Rosario (Argentina) reúne mejores condiciones, por lo que, a la fecha, la Cancillería boliviana realiza estudios para reactivar su funcionamiento.
La salida por el Mercosur
La fluidez de carga, el tipo de depósito en zona franca que se quiere administrar y las concesiones portuarias que otorgan los países del Mercosur, ponen a Bolivia con un pie en el océano Atlántico para llegar directamente al mercado asiático y europeo.
El viceministro de Comercio Exterior, Clarems Endara, dijo que estas alternativas que ofrecen los países del Mercosur deben ser aprovechadas por Bolivia, previa alianza estratégica con los privados, que son los directos interesados para la exportación e importación.
No obstante, admitió que, tomando en cuenta que todos los productos que ingresan al país llegan vía puertos del Pacífico, la importación y exportación por la hidrovía no ha sido “muy efectiva”.
Como producto de una constante campaña, parece haberse instalado en algunos medios la idea de que Bolivia sería un país completamente enclaustrado. Debajo del argumento de la mediterraneidad boliviana, subyace la falacia que Bolivia es un país enclaustrado cuyo comercio y desarrollo depende de la salida al mar por el Océano Pacífico. Los hechos, sin embargo, desmienten dicha falacia.
Bolivia tiene acuerdos binacionales con Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil, que les facilitan concesiones portuarias y zonas francas para un acceso al mar por el océano Atlántico que le permita exportar e importar, pero aún no logra consolidar el uso de esas licencias.
En un profundo reportaje, el medio boliviano Opinión consultó al viceministro de Comercio Exterior de ese país, Clarems Endara Vera, quien explicó que, con la aprobación del Congreso brasileño en junio para concesiones de zona franca en Paranaguá, se completa el circuito del Mercado Común del Sur (Mercosur) que facilita a Bolivia para utilizar nuevas opciones de salida al mar por el Atlántico.
Sin embargo, Endara admitió que este circuito no se está aprovechando adecuadamente por una serie de situaciones que tienen que ver con tiempo, distancias y facilidades que deben ser coordinadas entre exportadores y Gobierno.
“La ratificación del convenio en el Congreso de Brasil refleja la voluntad del Gobierno brasileño hacia el país de cumplir compromisos y otorgar facilidades para un acceso al océano Atlántico”, aseveró.
Según la autoridad, Bolivia tiene actualmente concesiones portuarias y zonas francas en la hidrovía Paraguay–Paraná, en la zona del puerto Rosario, en Argentina; en el puerto de Villetas, cedido por el Paraguay; además de los puertos de Montevideo y Nueva Palmira, otorgados por Uruguay, país con el que también se firmó un memorándum conjunto para la construcción de una infraestructura portuaria en su puerto de Aguas Profundas.
“Aguas Profundas de Uruguay es una propuesta que está en ejecución y construcción, donde Bolivia tiene que definir las condiciones sobre las cuales quiere participar”, explicó Endara.
Con Brasil, con el que el proceso de concesión termina con la aprobación en su Congreso, Bolivia accede a un depósito franco en el puerto de Paranaguá, lo que también acerca los lazos con los países del Mercosur.
Manifestó que todos estos acuerdos de concesiones portuarias y zonas francas son una abierta posibilidad y una alternativa para que Bolivia “materialice” su acceso al Atlántico.
Para el uso de las zonas francas portuarias que ofrecen los países del Mercosur, a decir de Endara, hace falta una decisión política conjunta con los dueños de la carga, que son los empresarios privados bolivianos, de manera que se les pueda dar una “verdadera utilidad”.
“Un puerto o un depósito franco no tiene utilidad si no administra carga; es decir la forma de recuperar el capital de un depósito, darle utilidad, tener empleados, la compra de maquinaria, depende de la cantidad de carga que se va a manejar”, agregó.
Para la exportación de hierro de El Mutún, estos puertos se constituyen en un potencial para que las grandes cargas puedan salir por la hidrovía, requiriendo tan solo de lugares específicos de almacenaje, que pueden ser los depósitos francos de Paranaguá.
Pero Bolivia tiene además numerosas otras opciones de salida para sus productos por vía marítima.
Puertos chilenos
En el marco del cumplimiento por el Estado de Chile del Tratado de 1904, Bolivia dispone de facilidades portuarias en puertos chilenos que son excepcionales y ventajosas.
De acuerdo al Viceministro, los empresarios privados bolivianos prefieren los puertos chilenos, con prioridad Arica, por un tema fundamentalmente de distancia, lo que haría poco atractiva la exportación o importación por el Atlántico.
Ese, según la autoridad, sería el panorama que desincentiva a los privados a hacer uso de los puertos y zonas francas que se tienen con los países del Mercosur.
“Actualmente, los puertos chilenos son los más utilizados para el comercio exterior por la facilidad de cercanía, dado que desde Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, La Paz y Oruro a los puertos de Arica se necesita entre 10 y 28 horas de viaje”, aseveró.
En cambio, precisó que, por el lado de la hidrovía, para la exportación de cualquier producto por un puerto del Atlántico se necesita entre 30 a 35 días.
En consecuencia resumió que el tema de tiempo, distancia, vías de comunicación y costos definen la predilección por los puertos de Chile para hacer el comercio exterior. Es decir, Bolivia tiene opciones portuarias en el Atlántico pero sus empresarios privados prefieren los puertos de Chile.
Según el viceministro Endara, es imperioso trabajar en los puertos y depósitos francos para demostrar las posibilidades, capacidades y beneficios a fin de que los privados puedan explotar estas concesiones.
Las alternativas portuarias de Bolivia en el Atlántico
El Congreso brasileño ratifica después de 25 años un acuerdo que le otorga a Bolivia tener acceso a un “depósito franco” en el puerto brasileño de Paranaguá, considerado uno de las más grandes terminales graneleros de América Latina y ubicado en el sureño estado de Paraná. A través de ese depósito, Bolivia podrá realizar operaciones de importación y exportación.
“Si bien Paranaguá no es puerto soberano, Bolivia podrá utilizar este depósito franco en condiciones ventajosas. La administración, expedición y almacenaje de la mercadería boliviana estará dentro de un régimen especial. Es decir, si se decidiera realizar el almacenaje, consolidación de carga en Paranaguá, se debe definir con las autoridades brasileñas un espacio físico para la administración del mismo”, aseveró.
Uruguay pondrá en marcha “acciones urgentes” para facilitar el acceso de Bolivia al océano Atlántico mediante sus puertos y la hidrovía Paraguay-Paraná, con la finalidad de mejorar las alternativas de salida y entrada de productos para Bolivia.
Cabe subrayar que Bolivia no aprovecha las ventajas que ofrece la hidrovía Paraná- Paraguay, pues en 2014 pasaron exportaciones por esa vía de un 2.7 por ciento del total nacional, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Bolivia accede desde esta hidrovía de forma directa a puertos argentinos y uruguayos, ubicados en el océano Atlántico; pero la carga se limita a productos oleaginosos (derivados de la soya). Por ejemplo, 59 por ciento de lo exportado por esta ruta en 2014 fueron tortas de soya por un volumen de 668 mil toneladas y un valor de 280 millones de dólares.
El segundo producto más exportado es el aceite de soya, con un volumen de 124 mil toneladas y un valor de 109 millones de dólares; le siguen los granos de soya, con una participación del 17 por ciento en valor, señala el IBCE.
Endara también dijo que la zona franca en Rosario (Argentina) reúne mejores condiciones, por lo que, a la fecha, la Cancillería boliviana realiza estudios para reactivar su funcionamiento.
La salida por el Mercosur
La fluidez de carga, el tipo de depósito en zona franca que se quiere administrar y las concesiones portuarias que otorgan los países del Mercosur, ponen a Bolivia con un pie en el océano Atlántico para llegar directamente al mercado asiático y europeo.
El viceministro de Comercio Exterior, Clarems Endara, dijo que estas alternativas que ofrecen los países del Mercosur deben ser aprovechadas por Bolivia, previa alianza estratégica con los privados, que son los directos interesados para la exportación e importación.
No obstante, admitió que, tomando en cuenta que todos los productos que ingresan al país llegan vía puertos del Pacífico, la importación y exportación por la hidrovía no ha sido “muy efectiva”.
La propuesta boliviana del corredor interoceánico central, que aún falta por avanzar en su diseño y ejecución, perfila hacer la conexión férrea desde las zonas productivas hacia los puertos de Santos, Paranaguá del Brasil y puertos Busch, Suárez y todo el eje troncal de Bolivia, lo que favorecería en gran medida salir por puertos del Atlántico.
Admitió que una forma de abaratar costos para exportar por Brasil es la adhesión a las líneas férreas del Brasil para salir a puertos de Santos y Paranaguá. Según Endara, el aprovechamiento de almacenamientos francos tendría que darse a partir de una coordinación y ejecución conjunta en la logística del transporte.
“La utilización de estos depósitos intermedios abarataría la exportación del producto; la carga en estos depósitos posibilita la utilidad específica, para lo cual, se tiene que hacer estudios de logística de transporte”, agregó.
La alternativa peruana de Ilo
Consultado sobre la posibilidad de potenciar los puertos de Ilo en Perú para dejar paulatinamente los chilenos, el viceministro dijo que aún no se puede trabajar con total libertad y decisión política porque aún está pendiente la ratificación del Congreso de ese país.
Prevé que, por el volumen exportador creciente de los últimos años, los puertos de Arica en poco tiempo quedarán rebasados, por lo que fija como desafío tener una alternativa real para el comercio exterior boliviano.
Manifestó que los puertos del océano Pacífico (Ilo en Perú, Arica e Iquique en Chile) son los puertos naturales de los que dispone ampliamente Bolivia para ejecutar su comercio exterior de exportación e importación. El mejoramiento de las condiciones de almacenamiento y operatividad de los puertos determina la decisión del empresario de trabajar con determinado puerto por Chile o Perú, en el Pacífico, al igual que en el Atlántico.
Bolivia no está enclaustrado: desde el punto de vista de la conectividad marítima y de la infraestructura portuaria, de almacenamiento y transferencia de carga, dispone de un amplio abanico de opciones portuarias para la importación y exportación de sus productos y servicios, a través de cuatro países del Atlántico (Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina) y dos países del Pacífico (Chile y Perú).
La propuesta boliviana del corredor interoceánico central, que aún falta por avanzar en su diseño y ejecución, perfila hacer la conexión férrea desde las zonas productivas hacia los puertos de Santos, Paranaguá del Brasil y puertos Busch, Suárez y todo el eje troncal de Bolivia, lo que favorecería en gran medida salir por puertos del Atlántico.
Admitió que una forma de abaratar costos para exportar por Brasil es la adhesión a las líneas férreas del Brasil para salir a puertos de Santos y Paranaguá. Según Endara, el aprovechamiento de almacenamientos francos tendría que darse a partir de una coordinación y ejecución conjunta en la logística del transporte.
“La utilización de estos depósitos intermedios abarataría la exportación del producto; la carga en estos depósitos posibilita la utilidad específica, para lo cual, se tiene que hacer estudios de logística de transporte”, agregó.
La alternativa peruana de Ilo
Consultado sobre la posibilidad de potenciar los puertos de Ilo en Perú para dejar paulatinamente los chilenos, el viceministro dijo que aún no se puede trabajar con total libertad y decisión política porque aún está pendiente la ratificación del Congreso de ese país.
Prevé que, por el volumen exportador creciente de los últimos años, los puertos de Arica en poco tiempo quedarán rebasados, por lo que fija como desafío tener una alternativa real para el comercio exterior boliviano.
Manifestó que los puertos del océano Pacífico (Ilo en Perú, Arica e Iquique en Chile) son los puertos naturales de los que dispone ampliamente Bolivia para ejecutar su comercio exterior de exportación e importación. El mejoramiento de las condiciones de almacenamiento y operatividad de los puertos determina la decisión del empresario de trabajar con determinado puerto por Chile o Perú, en el Pacífico, al igual que en el Atlántico.
Bolivia no está enclaustrado: desde el punto de vista de la conectividad marítima y de la infraestructura portuaria, de almacenamiento y transferencia de carga, dispone de un amplio abanico de opciones portuarias para la importación y exportación de sus productos y servicios, a través de cuatro países del Atlántico (Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina) y dos países del Pacífico (Chile y Perú).






DIPUTADO TARUD: ENTREVISTA OFRECIDA POR BOLIVIA ES UNA "OPERACIÓN COMUNICACIONAL"
                                                                                                              
El parlamentario recordó que "cuando se transmitieron los alegatos, cortaron al pueblo boliviano los alegatos de Chile. Nunca dieron el espacio para que el pueblo boliviano conozca cuál es la posición chilena".

Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)
                                                         
El diputado Jorge Tarud (PPD), miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, respaldó que el canciller Heraldo Muñoz sea entrevistado en nuestro país por la televisión estatal boliviana, considerando las “múltiples obligaciones” que conlleva el cargo de un secretario de Estado.
“Cuando el canal estatal de Chile le dio en horario prime 50 minutos al vocero de la demanda de Bolivia (Carlos Mesa), emplacé a la televisión estatal boliviana para que hiciera lo mismo, en consideración a que ellos permanentemente han censurado todo lo referente a la demanda de Bolivia en La Haya en contra de Chile”, manifestó el diputado.
En este sentido, explicó que “cuando se transmitieron los alegatos, ellos cortaron al pueblo boliviano los alegatos de Chile, solamente pusieron los de Bolivia. Nunca dieron el espacio para que el pueblo boliviano conozca cuál es la posición chilena. En consecuencia, ellos han aceptado, porque los acusamos de censura”.
Sin embargo, Tarud atribuyó a Bolivia el intento de hacer una “operación comunicacional”, después de que la ministra de comunicaciones de Bolivia, Marianela Paco, ofreció una entrevista en su país al canciller Muñoz.
"Todos sabemos que el canal estatal de Chile tiene independencia editorial, por lo tanto, el ministro vocero de Gobierno no puede hacerle ese ofrecimiento a Bolivia y tiene que consultarlo con Televisión Nacional. Asimismo, ofrecen un avión, claramente quieren hacer una operación comunicacional”, añadió.
Para el parlamentario, la mejor opción es “realizar en forma inmediata una entrevista vía satélite, vía Skype”, ya que considera “absolutamente innecesario que el canciller Muñoz se desplace a Bolivia”, dado que el canciller de Chile tiene “múltiples obligaciones".
"Todos los vieron trabajando el fin de semana y el lunes en el tema de los océanos, lo vimos también ocupado en el tema del TPP, muy diferente a Carlos Mesa, el vocero de la demanda boliviana, que no tiene que hacer otra cosa que pasearse por el mundo por la demanda”, aseguró.
En consecuencia, Tarud reiteró que “le digo a la televisión estatal y a la ministra vocero de Bolivia que si ellos realmente tienen la intensión de que el canciller de Chile tenga la posibilidad de dirigirse al pueblo boliviano con nuestra postura, que realicen la entrevista vía satélite y en forma directa"
"¿Y por qué en forma directa? Lo digo claramente, me temo que en una entrevista grabada pudiese ser editada y eso no sería correcto y no sería profesional”, concluyó.





GOBIERNO MATÓ A CASI TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN INDEPENDIENTES EN BOLIVIA, DICE UN PERIODISTA GALARDONADO CON EL PREMIO CABOT

Journalism in the Americas de EEUU (www.knightcenter.utexas.edu)
                                        
Por Teresa Mioli.- Raúl Peñaranda ha sido la fuente de dolores de cabeza a los que mandan desde el inicio de su carrera periodística como un adolescente en Bolivia. En aquel entonces, sus súbditos eran maestros. Ahora, él se centra en el gobierno boliviano.
Peñaranda, quien creó los medios de comunicación independientes Nueva Economía, La Época y Página Siete, fue reconocido este año por el Premio Maria Moors Cabot de la presentación de informes pendientes en las Américas.
La Universidad de la Escuela de Periodismo de Columbia, dijo que "es uno de los periodistas más logradas en Bolivia hoy. Él ha sido un exitoso empresario de medios, un innovador, un editor excepcional y analista, un escritor prolífico de libros y "una voz de la razón fría" en el ambiente político se calienta y polarizado el país ha experimentado en los últimos años ".
Peñaranda fundó la publicación de investigación Página Siete en 2010. Tres años más tarde, en un intento de salvar su proyecto en medio de una relación ya tensa con el gobierno, renunció después de un error de informes llamado la atención nacional al periódico.
El periodista crítico a menudo ha sido un objetivo de la administración del presidente de Bolivia, Evo Morales, que le ha llamado un "agente de Chile" y "traidor", según Página Siete. En uno de sus libros más recientes, control remoto, argumentó que la administración de Morales controla indirectamente los medios de comunicación a través de una red de puntos de venta que fueron adquiridos por empresarios simpatizantes del gobierno.
Además de escribir libros, Peñaranda ahora edita Agencia de Noticias Fides y el suplemento semanal Aldea Global. El ex compañero Niemen (Bolivia del primero) y otros tres periodistas se presentarán con los honores el 14 de octubre en la Universidad de Columbia en Nueva York.
Antes de la ceremonia, el Centro Knight para el Periodismo en las Américas está hablando con cada destinatario acerca de su carrera y el estado del periodismo. Para la primera entrada, hablamos con el veterano corresponsal extranjero, Lucas Mendes de Brasil y la ciudad de Nueva York. En esta ocasión, nos pusimos al día con ganador del premio boliviano Raúl Peñaranda.
Centro Knight: ¿Cuándo y por qué decidió ser periodista?
Raúl Peñaranda: Creo que desde que era un niño. Mi madre siempre recuerda la historia de cuando yo una vez llegué a casa de la escuela cuando tenía seis años, yo estaba en primer grado, que lleva un pedazo de cartón en mi delantal, con un alfiler. Se dijo, en mala letra de un niño de seis años de edad, "Periodista". Lo que pasó es que el profesor había pedido a todos lo que quería ser como los adultos y tuvimos que escribir eso. Escribí, quién sabe por qué, "periodista".
Más tarde, yo estaba en la escuela, en el grado 11, hice un tablón de anuncios, que se actualiza todos los lunes y coloqué el fondo de la sala. Me decidí a hacer una encuesta y pedir a los estudiantes sus opiniones sobre los profesores. El resultado de cada maestro se publicó cada semana. Hubo muchas críticas de los profesores y yo fue presionado para suspender la publicación. ¿Qué no hice. En última instancia, me echaron de la escuela.
En la universidad, el segundo y tercer año, me hizo una revista mensual llamada La Puerta. Se hizo en las fotocopias. A partir de entonces, toda mi vida he sido periodista.
KC: ¿Qué desafíos enfrentan al iniciar Nueva Economía, La Época y Página Siete?
RP: Los diferentes retos. Cuando empecé Nueva Economía que era muy joven, tenía 27 años de edad. El proyecto era muy pequeño y se basa en tener cucharadas al gobierno. Lo que hice fue "ir contra la corriente." En ese momento, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su régimen tuvieron una gran popularidad y la mayoría de los medios de comunicación lo apoyaron. Me dediqué a encontrar problemas dentro del gobierno. Tuvimos problemas en la distribución y venta de publicidad, pero lo hemos conseguido. Fue el primer periódico boliviano que se especializó en economía.
La Época era un proyecto más consolidado. Yo, por entonces yo era un periodista más experimentado. Queríamos hacer un diario que equilibra bien la información "dura", de la situación política y económica, con áreas de información que era más intemporal, como la cultura y la ciencia. También quería tener un equilibrio entre los géneros, en busca no sólo de tener "pirámides invertidas" en nuestro periódico, sino también artículos e informes.
El modelo de negocio era un "invento boliviano", como dijo un consultor español que llegó al país. Fue una semana libre, pero fue distribuido en los hogares y oficinas de un sector de los "tomadores de decisiones" en el país. La posibilidad de hacer periodismo de calidad en un formato libre y para las élites no había sido explorado.
Hicimos una lista de miles de empresarios, políticos, diplomáticos, gente de la cultura, líderes sociales y sindicales, y nos enteramos de donde vivían y que las oficinas eran suyos. El periódico venía empaquetado y etiquetado directamente a sus hogares y oficinas, una vez a la semana. El modelo se ha realizado correctamente.
Página Siete es un proyecto mucho más grande. Un grupo importante de los inversores llevó a cabo la idea. Allí, el reto consistía en penetrar en un mercado saturado de un nuevo producto. Pero a pesar de que nos dimos cuenta de que, no nos dimos cuenta que el principal reto era ser político. El gobierno boliviano atacado este diario con todo, por nuestra posición independiente y nuestros informes de investigación. De la agresión verbal, sin fundamento sanciones tributarias, supresión de publicidad estatal, la presión para algunos anunciantes privados para detener la publicidad en el periódico, etc. Pero también fue un éxito. Como se trata de una de las pocas voces independientes, muchas personas lo siguen y, para las autoridades, no hay más remedio que leer, comentar y ... atacarlo.
Con la mitad de la gente de la competencia y los salarios más bajos, Página Siete hace un trabajo excelente.
KC: Usted ha escrito o editado 11 libros. ¿Cómo está escribiendo un libro diferente a escribir para los medios de comunicación?
RP: No hay mucha diferencia. Creo que el lenguaje en ambos casos debe ser precisa, clara, argumentó, teñido, con una estructura lógica y comprensible. Mis libros están en los géneros monográficos o de ensayo, que en última instancia, tiene mucho que ver con el periodismo. Obviamente, por extensión, un texto es diferente de un artículo de prensa o un informe, y lograr mayor profundidad, pero en términos de estilo, las características son similares.
KC: Algunas personas te ven como un defensor de los medios de comunicación independientes y la prensa. ¿Cuál es el estado de los medios de comunicación en este país hoy en día?
RP: El estado de los medios en Bolivia es preocupante. El gobierno ha logrado matar, casi en su totalidad, los medios independientes. Ahora esos son sólo un puñado. El gobierno, a través de aliados de negocios, ha comprado los medios de comunicación y se ha cambiado la línea editorial. También ha presionado, con entidades de agresión y estatales verbales, para debilitarlos y amedrentarlos. Por último, se les ha cooptado, con millones de dólares en publicidad oficial. Estos medios de comunicación, para obtener esta publicidad, y luego continuar su recepción, también cambió su línea editorial y se convirtió en órganos de prensa a favor del gobierno.
KC: ¿Qué significa para usted recibir este premio?
RP: Me siento muy orgulloso y honrado. Yo soy el tercero de Bolivia para recibirlo después de Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, en los años 60, y Huáscar Cajías, en los años 90. Es un premio muy importante, creo que recompensa a todos los colegas que siguen trabajando para hacer periodismo independiente y crítico. (Traducción Google)





BOLIVIA Y RUSIA FIRMAN ACUERDO PARA DESARROLLAR ENERGÍA NUCLEAR

Telesur de Venezuela (www.telesurtv.net)
                                                                 
El convenio, que concluirá en 2025, permitirá que Bolivia avanzar en tecnologías para luchar contra el cáncer y desarrollar investigaciones en geología e hidrocarburos. El Gobierno de Bolivia y la Corporación Nuclear Estatal Rusa (Rosatom) firmaron este jueves un acuerdo de cooperación para el desarrollo de energía nuclear de uso civil.
El ministro boliviano de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, declaró que la empresa rusa tiene previsto instalar un centro de investigación nuclear y capacitación de personal para desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
De igual manera informó que el convenio debe acabar hacia el 2025, y que el proyecto boliviano transformará la matriz energética aportando tanto electricidad y tecnología para luchar contra el cáncer, así como el desarrollo de las investigaciones en los campos de la geología y los hidrocarburos.
“Rosatom hará un acompañamiento al proyecto de energía nuclear que básicamente es el centro de investigación de energía nuclear que tiene temas científicos relativos a la industria, a la capacitación y al sector de la investigación", manifestó Sánchez.
La cooperación rusa con Bolivia en esta materia inició en junio de 2014, tras una reunión celebrada en Brasil entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par boliviano, Evo Morales.
El Dato: El Gobierno de Bolivia aspira convertir a la nación en uno de los mayores productores de energía de la región. Tras la inauguración del proyecto de gas Banda Azul, el presidente Evo Morales informó que en 2015 se empezará a construir una central nuclear de uso civil en el departamento de La Paz (oeste) con una inversión de 2 mil millones de dólares que se prevé concluya en 2025. 
La inauguración del proyecto hidroeléctrico Banda Azul tuvo lugar poco después de la apertura de la planta separadora de líquidos "Carlos Villegas", una de las más grandes de Latinoamérica, que abre una nueva era de los hidrocarburos en Bolivia y constituye la obra de ingeniería más importante de la historia del país andino amazónico.





BOLIVIA PROMUEVE LA CREACIÓN DE UN TRIBUNAL INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA

Bolsamanía de España (www.bolsamania.com)
                                                          
Bolivia pretende conseguir un acuerdo para crear un Tribunal Internacional de la Madre Tierra durante la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático que se celebrará entre el 10 y el 12 de octubre en Cochabamba, según ha avanzado el ministro de Exteriores, David Choquehuanca.
"Esto es lo que vamos a discutir ahora", ha dicho en una rueda de prensa. "El poder de cambiar las cosas sobre todo está en manos de nuestros pueblos, de ahí la importancia de este evento", ha subrayado el jefe de la diplomacia boliviana.
Choquehuanca ha explicado que la creación de esta sede jurisdiccional es un proyecto elaborado hace meses por expertos de todo el mundo, pero que el Gobierno de Evo Morales confía en que se haga realidad durante el foro internacional.
Sin embargo, ha aclarado que se trata solo de una de las 5.000 propuestas que han llegado a la cumbre de Cochabamba. "Los coordinadores tienen que trabajar ya en organizar los resúmenes", ha señalado.
Choquehuanca ha afirmado que las conclusiones de Cochabamba servirán de base para las discusiones que se llevarán a cabo en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que tendrá lugar entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre en París.





"ALEJO TUSIBÍ", EL PABLO ESCOBAR DE LAS DROGAS SINTÉTICAS Y CREADOR DE LA "COCAÍNA ROSA"

Se llama Alejandro Montoya y tiene 34 años. Le dicen "Alejo Tusibí", por ser el creador de la droga sintética 2CB, que dos colombianos quisieron ingresar a la Argentina escondida en mochilas desde Bolivia.

Clarín de Argentina (www.clarin.com)
                                                                 
Le dicen la "cocaína rosa", por su aspecto y por su color, y acaba de ser noticia porque dos falsos turistas colombianos que intentaron entrarla al país desde la ciudad de Villazón, Bolivia, fueron detenidos en el paso fronterizo del puente internacional Horacio Guzmán.
El hecho se registró el miércoles 30 de septiembre pero trascendió ayer, luego de que los detenidos prestaron declaración indagatoria en el Juzgado Federal de Jujuy. De 33 y 39 años, los colombianos llevaban 3,730 kilos de esta sustancia alucinógena, valuada por los especialistas de AFIP en 7.900.000 pesos. Proporcionalmente es entre 15 y 20 veces más cara que la cocaína.
Este primer precedente oficial de secuestro de esta droga sintética genera curiosidad respecto a qué tipo de sustancia es, quién la creó, cómo se expandió y qué nivel de consumo y tráfico tiene en otros países del mundo. Se llama nexus en Europa y tusibí en Colombia, por la fonética de la sigla 2CB, como se la denomina de acuerdo a su composición química: 2,5-dimetoxi-4-bromo-feniletilamina.
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Hay un personaje, un ahora prófugo que dio el puntapié inicial para que esta droga se fuera ramificando por varios países de nuestro continente. El antioqueño Alejandro Montoya, más conocido como "Alejo Tusibí", de 34 años y desde hace cinco años imposible de detectar por parte de las autoridades de Antinarcóticos en Colombia y la DEA en Estados Unidos. Dicen que está en México y que desde allí maneja el mercado latinoamericano.
El diario El Colombiano publicó un completo informe en mayo de este año, y en su titular es contudente: "Alejo Tusibí", el Pablo Escobar de las drogas sintéticas". Su historia, según las autoridades, comienza en Envigado hace más de 10 años, cuando Alejo, un joven de clase media y amante de la fiesta electrónica, hace sus primeros contactos y comienza con el consumo de éxtasis, popper y drogas sintéticas menos fuertes.
Un viaje a Europa cambió su vida y lo devolvió a su tierra con un enorme negocio entre manos. En el Viejo Continente conoció a dos jóvenes químicos que tenían la receta de una droga que causaba en furor en buena parte de Europa, llamada 2CB. Este narcótico, conocido como la droga de las élites, era furor en los primeros años de este nuevo siglo y no faltaba en discotecas y eventos de música electrónica en países como Alemania.
Al parecer, "Alejo" experimentó esta nueva droga y lo impresionó. En Colombia nadie sabía de esta sustancia, pero pronto sí volverían a ver a Montoya. "Esas drogas son muy fuertes y, en muchos casos, llegan a los hospitales jóvenes con crisis de pánico, arritmia cardiaca, infartos al corazón, infartos cerebrales, golpes de calor, cuadros alucinatorios y hasta psicosis", describe un médico toxicólogo a este medio colombiano.
"Tusibí trajo la receta de Europa y creó la versión criolla. No sabemos si tuvo estudios o es empírico, pero creó una fórmula muy similar a la del producto. En Medellín la comenzó a consumir con sus amigos y a prepararla de forma artesanal en pocas cantidades. La empezó a regalar a sus amigos y, luego, a conocidos. Hasta que vio la oportunidad de hacer negocio. Le dejó el nombre 2CB y comenzó a vender", agrega un investigador.
Esa referencia tiene fecha. Fue en 2004, cuando en Medellín empezó a comentarse que un tal "Alejo" vendía la nueva "cocaína rosada". Los dealers de éxtasis fueron los primeros en encender la alarma de ese nuevo fenómeno, alguien los estaba superando en oferta y demanda, y no lo tenían registrado.
"Alejo vio la oportunidad de negocio. La vendía muy bien en Medellín, luego la envió a amigos en Cali y Bogotá, que también le compraban. Es una droga con buena rentabilidad. Ahora, un gramo (un punto) puede valer entre 120.000 y 150.000 pesos. Como le iba tan bien en Medellín tuvo problemas con las bandas y se fue para Cali", puntualiza otro otro investigador.
Al año siguiente, Montoya desembarcó en Cali y allí, en la capital del Valle del Cauca, su círculo de amistades le permitió ingresar raápidamente en el circuito y conocer de cerca el accionar del Cartel del Norte del Valle, poderoso, con una amplia agenda de fiestas electrónicas con modelos y actrices.
"Allí también le fue muy mal porque lo intentaron secuestrar "los Urabeños" y "los Rastrojos" en dos operativos que le hicieron, para robarle la fórmula y tener el mercado. Por lo que en el 2007 se fue para Bogotá", consta en algunas fojas de la investigación que lo puso en el ojo de la tormenta antes de "desaparecer" del mapa.
Cuando se fue de Cali, otro narco, llamado "Fokus", se quedó con la fórmula y con el mercado en esa ciudad. Aunque el producto no era de la misma calidad. "Alejo" seguía su camino, ampliando su negocio y sumando enemigos. A su llegada a Bogotá, en 2007, ya era "Alejo Tusibí", desplegó el mismo operativo con su exitosa 2CB. Pero sus márgenes comenzaban a achicarse, los narcos organizados lo tenían en sus listas negras y Montoya se manejaba solo: vulnerable. "Un sujeto que ya fue capturado, alias 'Maquinita', le compraba la droga que estaba de moda para las fiestas a las que acudía con reconocidas modelos, para meterse en el ambiente de la rumba. Alejo le vendía a todos y para los problemas se amparaba en 'Maquinita', ahí comenzó la amistad", cuentan en Colombia.
"Maquinita" es hijo de un criador de caballos de Antioquia que fue asesinado en Medellín durante una cabalgata. Según la Policía Nacional, estaba vinculado a actividades ilícitas. Su hijo "Maquinita", considerado uno "de los más peligrosos de la última generación de narcos", se refugió en México tras la muerte de su padre y regresó luego a Colombia a vengar su muerte. En Bogotá, se hizo cargo de una empresa de seguridad, con la que conseguía permisos para portar armas y camiones blindados. Ahí conoció a Alejo y lo apadrinó en Bogotá hasta que fue capturado en 2012 en una lujosa finca en Tibacuy, Cundinamarca.
Poco se supo de "Alejo Tusibí" en el último lustro. Las autoridades colombianas manejan tres versiones sobre la "desaparición" de Montoya a México: la captura de "Maquinita", un detonante clave al quedarse sin "padrino"; un posible secuestro por parte de "Chicho Urdinola", quien le habría robado la fórmula para sacarlo del mercado; y por último, una posible violación de la prima de un narco en una reconocida discoteca en Bogotá, que lo habría obligado a abandonar el país cafetero.
Investigadores de la DEA y de la Policía Nacional de Colombia afirman que Alejo estaría en México, bajo la tutela de un narco conocido como "Alfoncito", también colombiano. "Ahora se mueve entre México y Miami y controla el mercado en Colombia. En Cali tenía a alias 'Chon' (capturado el 29 de abril de 2015 en una operación de la Dijín), los dos eran los mayores distribuidores de las anfetaminas en Cali. 'Alejo' es el del Tusibí, pero 'Chon' comercializaba otras sustancias. Al mercado ha entrado drogas nuevas como Molly (Mdma) y éxtasis de todas las denominaciones granadas, honguitos, caras felices, Toyota y Ferrari. Además, están entrando otra droga llamada Coco, una anfetamina que huele a coco y es dulce. Es también inhalada", concluye un efectivo de la Dijín (Policía Nacional).
De perfil muy bajo (característica habitual en los narcos), "Alejo" no no tiene circular roja de Interpol, ni procesos de extradición, ya que hasta el momento no se le comprobó su ingreso al mercado norteamericano. Pero en Colombia sí, y lo esperan con los brazos abiertos. "A él sólo le gusta divertirse, las fiestas privadas y las drogas. Inventó algo que nadie pudo igualar hasta ahora, pero no es un narco violento ni asesino, no sale a matar para defender su mercado", cierra una fuente judicial.

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