Monday, January 25, 2021

LA COCA NO ES COCAÍNA. EL MENSAJE DE BOLIVIA AL MUNDO

La hoja de coca es uno de los productos de consumo más populares en Bolivia. Para los indígenas aymara y quechua es sagrado. También se ha descubierto que es rico en vitaminas y tiene usos medicinales. Sin embargo, gran parte del mundo no acepta su uso recreativo o terapéutico, porque se percibe como un narcótico.

A ello contribuye la Convención Única sobre Estupefacientes de Naciones Unidas en 1961 , que la clasifica como droga peligrosa.

Esta planta ancestral se utiliza como insumo básico de la cocaína, cuya preparación requiere muchos otros productos químicos y tecnologías. Y precisamente, como dicen en Bolivia, "la coca no es cocaína".

Aunque todas las categorías sociales bolivianas lo consumen, existe una (la "clase alta") quien constantemente se queja del olor, los palos y las molestias que le produce sostener un trozo de hoja entre los dientes. Para estas personas, habitualmente exigentes y quisquillosas, un grupo de amigos de Cochabamba creó la Sagrada.

Se venden cajas muy elegantes en varias ciudades del país, con hojas seleccionadas de esta planta milenaria cultivada en la región de Yungas, en el norte del departamento de La Paz. Están disponibles en bolsitas tipo té, aromatizadas con stevia y minerales que realzan su sabor. Cada presentación, con cinco " bolos " , como se llama a la porción de coca, cuesta 17 pesos bolivianos, alrededor de $ 2,50. El deseo de algunos empresarios es exportarlo fuera de Bolivia.

"La idea nació en un grupo de amigos, ya que es" incómodo "consumir coca. Si estás en tu oficina o en tu coche y tienes que arrancar las hojas, a veces se derraman, o estás en una reunión con otras personas y es Es incómodo estar ahí con las hojas. Además, la hoja de coca tiene residuos en los dientes, que también se manchan”, explicó a la agencia de noticias Sputnik Andrea de la Torre, gerente de marketing de la Sagrada.

“Nuestro producto está dirigido a una nueva generación de jóvenes, que quieren consumir coca pero no se animan porque está sucia o no están acostumbrados a masticar las hojas”. Cada bolo se envuelve en un filtro, lo que permite su consumo también como infusión. Los paquetes seleccionados, antes de ser empaquetados, se esterilizan con ozono y lámparas UV.

La Sagrada nació hace un año y ha crecido rápidamente. El deseo de quienes lo producen es poder enviar sus delicadas cajas a otros países. "Exportar siempre ha sido nuestra ilusión. Recién estamos empezando a trabajar en eso, es una de nuestras metas. Por eso hemos pensado en la marca, la caja y la presentación: todo para que sea un producto digno de exportación", dijo De la Torre.

El principal obstáculo está en la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, cuyo artículo 49 establece que "se prohibirá masticar hojas de coca dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor de esta Convención", que debería haber expirado en 1986.

Pero a pesar de esta,en 2021 las hojas de coca no se consumen solo en Bolivia. También se utilizan en el norte de Argentina, en Perú, Colombia, incluso los migrantes bolivianos en España han encontrado un método para recibirlo.

Según De la Torre, la hoja de coca "tiene sus raíces en la cultura de Bolivia. Proviene de nuestros antepasados, los incas, quienes la usaban para curar". "Aquí en Bolivia se usa para combatir el dolor de estómago o mal de altura. También contiene potasio, proteínas y también es fuente de vitaminas B1 y B2".

Acullicu
El 11 de enero, Bolivia celebra el Día Nacional del Acullicu, que es la palabra quechua para masticar coca.Esta fecha fue reconocida por ley en 2016, para resaltar que en 2013 Bolivia volvió a ser parte de la Convención que penaliza el consumo de hoja de coca ... Pero con derogación, dentro del Estado, para el " pijcheo ”- otra palabra usada para referirse a masticar.

 En el día de “ Acullicu ”, la Vicepresidencia del Estado presentó el libro “Hoja de coca: antecedentes y perspectivas para su exportación” , escrito por Patricia Chulver y Jesús Sanez. Uno de los ponentes fue el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, elegido por las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba (la organización agraria más grande del país), así como el expresidente Evo Morales (2006-2019).

"Masticar y jugar a los bolos es un hábito generalizado en casi todas las regiones del país, pero ha sido criminalizado internacionalmente. Aunque se permita el pijcheo en el territorio, sigue siendo un delito fuera", recordó Rodríguez.

"Desde el trópico siempre pensamos en cómo mejorar la hoja de coca, la orgánica o la ecológica. Sobre todo la calidad. Luego tenemos que gestionar la exportación, ya que su consumo se está extendiendo cada vez más" fuera de Bolivia, dijo. el senador del Movimiento por el Socialismo (MAS).

El vicepresidente David Choquehuanca lleva años luchando por la despenalización del consumo de hoja de coca. Nunca perdió la oportunidad de detectar calidad y beneficios para la salud. En 2006incluso propuso incluir coca en el desayuno que se distribuye en las escuelas, porque "tiene más calcio que la leche" .

"En 1961 permitimos que la hoja de coca ingresara en la Lista de Plantas Prohibidas 1. En 2007 comenzamos a trabajar para que se respetara la hoja y el cultivo, para que la comunidad aceptara la masticación y nuestra cultura. Y por eso c 'es una ley que permite masticar ”, dijo Choquehuanca. La ley es n. 864, aprobado en 2016, que estableció el pijcheo "Patrimonio cultural inmaterial del estado plurinacional de Bolivia". Para el vicepresidente.

“La despenalización de la masticación es un paso importante, pero ahora tenemos que ampliar el consenso. Tenemos que dar a conocer sus cualidades nutricionales y así producir más alimentos. Vamos a avanzar en pequeños pasos”.

Según el libro de Chulver y Sanez, las Naciones Unidas pueden tardar años en despenalizar la coquización, considerando la dinámica de esta estructura burocrática internacional. Pero se podría avanzar de inmediato a través de acuerdos entre país y país, para su comercialización con las garantías necesarias.

Para el grupo de seis que hacen la Sagrada , "será difícil exportarla. Pero mientras podamos, seguiremos luchando para cambiar la forma en que se ve la hoja de coca", dijo De la Torre.Por eso, todo el marketing que hacemos está dirigido a resaltar las ventajas y beneficios de esta planta, así como lo que representa para la cultura de Bolivia”. ADUC Drogue de EEUU (https://bit.ly/3sT1kqX)

 

 

 

 

 

"EL PROGRESISMO LATINOAMERICANO NO ES UN PROYECTO ACABADO"

 

Entrevista con Álvaro García Linera, exvicepresidente de Bolivia con Evo Morales.

 

Agencia APU de Argentina (https://bit.ly/3a5rVsk)

 

Álvaro García Linera es un reconocido intelectual y exvicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia (2006-2019) acompañando a Evo Morales. Siguiendo la línea de anteriores entrevistas en este espacio, se conversa en esta charla (previa a la rotunda victoria del MAS en las recientes elecciones presidenciales bolivianas) por la exitosa experiencia de desarrollo nacional y social del “Proceso de Cambio”, logros y obstáculos de las nacionalizaciones de recursos estratégicos y la apuesta por la industrialización de los mismos. También, acerca de los alcances del poder estatal y las perspectivas pospandemia

APU: Para empezar, haciendo un balance de los 14 años del "Proceso de Cambio Boliviano" se ha destacado el éxito económico del modelo con respecto al resto de los gobiernos progresistas o nacional-populares. ¿Cuál diría que fue la clave o la fórmula para el gran desempeño económico articulado con una importante presencia estatal de carácter plebeyo?

Álvaro García Linera: Yo diría que hubo al menos unas 3 medidas concéntricas para ello. La primera: la nacionalización de las actividades económicas de alta rentabilidad, que le permitieron al Estado disponer casi instantáneamente de un excedente económico: hidrocarburos, telecomunicaciones y electricidad. No son áreas deficitarias, sino que generaban excedentes que se iban afuera. Cuando logras con esta medida retener el excedente económico, lo que haces es inyectarlo en el país para que eso dinamice la economía, vía distribución de recursos, inversiones públicas, mejora de la educación, etc. Esta retención del excedente fue clave.

Un segundo elemento fue dinamizar el mercado interno, porque éste está vinculado a pequeños productores que son la mayoría en mi país: agrícolas, urbanos, artesanales, pequeños comerciantes. ¿Y esta dinamización del mercado interno cómo la logras? Distribuyendo la riqueza: bonos, ayuda a la gente más necesitada, elevando el salario; y entonces en los sectores populares la gente gasta casi el 50% de su salario en comida, y luego también en servicios básicos, transporte, telecomunicaciones, educación.

Tuvimos un incremento sostenido del salario mínimo: pasamos de 52 a 306 dólares en una década, fue fundamentalmente dinero que regresaba otra vez a la economía. Alguna parte se ahorraba, pero para alquilarse un mejor cuarto, comprar o mejorar la casita, etc. Alguna gente evidentemente se compraba el smartphone o el televisor plano, y por supuesto ha habido una parte de dinero que se ha ido hacia el extranjero, pero cuando uno ve la estructura de gastos ello nunca rebasaba el 15% de los ingresos y exageradamente en sectores más acomodados hasta el 20%. El resto quedaba en dinámica de consumo interno. Y esto no significa aislarnos del mundo, claro está. Aprovechamos además las oportunidades de exportación, de hecho, se multiplicaron las exportaciones en esa década, casi por 4 veces en las áreas donde nos iba bien.

Hemos sacado así al 30% de la población de la pobreza extrema en una década. Es un récord continental en tan poco tiempo. Todos los países han avanzado en eso, pero Bolivia, no en número sino en porcentaje, ha sido el más acelerado en ello. Eso representó gente que consumía más, dinamizando el mercado interno, lo cual te permitía una expansión de la economía al margen o no tan dependiente de los precios internacionales. Se dice que crecimos porque era el boom de los commodities, sin embargo, desde el 2014 cuando caen los precios del petróleo, gas, soya, el crecimiento boliviano se sigue manteniendo en el 5%, por esta fuerza del mercado interno (con esos commodities elevados llegamos a tasas de crecimiento del 7%).

¿La tercer medida cuál fue?

Lo tercero que hicimos fue controlar el sector financiero. En dos sentidos: ponerle unos impuestos muy elevados, de hasta el 50% de sus ganancias, y luego obligarlos por ley a que un 60% de los flujos financieros y créditos vayan a producción y vivienda, a una tasa regulada del 5%. El restante 40% podían prestarlo para el comercio, para especulación financiera, no nos hacíamos problemas. Si querías préstamos para comprarte un automóvil podías hacerlo, pero las tasas iban al 12/14%. Eso dinamizó el consumo de insumos locales en la vivienda, contratación de fuerza laboral o para la producción agrícola o para la producción artesanal. Esto es muy importante, porque encima se dio un incremento en el ahorro interno boliviano en este periodo: llegamos en 2005 con un ahorro interno en los bancos de 2.700 millones, y al año pasado era de 27.000 millones de dólares. O sea, se multiplicó por 10.

Si bien hay más elementos, yo creo que la combinación de esos tres factores fue lo que nos permitió que la economía creciera muy rápidamente, y tuvieron una sostenibilidad en el tiempo, aún a pesar de las variaciones de los precios internacionales. Una otra cuarta, que no deberíamos olvidar, es la bolivianización de los ahorros, porque eso también te permite políticas monetarias. En Bolivia, el dólar era casi como la moneda de uso corriente. Tú podías comprar electrodomésticos, una cantidad elevada de harina o de arroz, eso es muy grave, porque tu Banco Central no puede controlar el flujo de los dólares. En cambio, mediante incentivos logramos que la gente fuera ahorrando en bolivianos, que el Banco Central aparezca como el que regula los flujos monetarios del país. Pasamos de un 30% de ahorro en bolivianos y 70% en dólares en 2005, a un 95% de ahorro en bolivianos y un 5% de ahorro en dólares, porque premiabas al ahorro en bolivianos y lo castigabas en dólares. No fue fácil, pero se fue avanzando para que después de una década el peso boliviano fuera sólido, fuerte, y eso le permite al Estado intervenir, ya tienes una nueva herramienta de regulación de la economía.

Y en relación con la nacionalización de los recursos estratégicos -o bienes comunes- en Bolivia y la apuesta por la industrialización, en una economía por demás primarizada, ¿qué alcances y limitaciones, dificultades, complejidades, se encontraron en esta apuesta por la industrialización, la diversificación y la complejización productiva?

Fue gradual. Cuando llegamos al gobierno teníamos que el 40% del PBI estaba en empresas extranjeras. Brasil tenía el 25%, era casi el dueño de la cuarta parte de Bolivia con Petrobras. Aparte de que eso significa que tus excedentes económicos se externalizan, se van afuera, los saberes productivos, los conocimientos técnicos, están en otras manos. Las propias universidades públicas no se encargaban de dar formación en hidrocarburos, ni minería ni agricultura, porque eran sectores devaluados. Debías tener tu maestría o doctorado en el extranjero, o ser contratado por una empresa extranjera o ser del extranjero. Entonces, la mayoría de las actividades productivas, no de la construcción sino de la gestión, de la administración, de la planificación, estaba en manos extranjeras.

Hubo un período de hueco cognitivo en la sociedad boliviana. Recuperarse de eso no fue rápido. Una primera labor que tuvimos, cuando se nacionalizaba una actividad, y luego de remover a los gerentes y accionistas, fue sostener al área administrativa y científica privada, con los mismos salarios durante un tiempo, ofreciéndoles que se quedaran en el Estado y formando rápidamente un grupo de personas en distintas áreas que fueran sustituyendo estos conocimientos.

En telecomunicaciones no nacionalizamos todo, porque es un sector muy dinámico, muy competitivo, y corres el riesgo de simplemente apoltronarte en el monopolio de las telecomunicaciones. Entonces, de ahí la idea de que haya habido empresas privadas con las cuales la empresa estatal competía. De hecho, nacionalizamos cuando ENTEL tenía el 45% de los clientes y al día de hoy tiene 45/47% de clientes. Eso significa que ha permitido mantener la fidelidad de sus clientes a pesar de que los privados, supuestamente más dinámicos, podrían ofrecerle mejores cosas (o no...). También el Estado fue dinámico y pudo volverse mucho más competitivo en áreas de rápida renovación tecnológica.

¿En qué medida se logró desarrollar capacidades nacionales, productivas, científico tecnológicas, estatales e institucionales para la transformación de la matriz productiva?

Al principio, los primeros años no hubo reacción del sector académico, y recién para la segunda gestión, al cuarto año, comenzaron nuevamente a reabrirse las carreras de ingeniería, en minerales, etc. No había una sola carrera de hidrocarburos en Bolivia y somos un país hidrocarburífero desde 1920... Se han abierto por todos lados carreras de hidrocarburos, petroquímica, etc.

Y luego, para los procesos de industrialización, por ejemplo, en hidrocarburos, hemos tenido que construir una planta de separación de líquidos, una planta de reconversión del gas en GNL para llevar el gas congelado a las comunidades más alejadas, la planta de urea, la planta de plásticos. Se ha tenido que contratar tecnología extranjera, con recursos del Estado. Se ha hecho una licitación pública para contratar empresas que tuvieran la tecnología, en medio de la observancia de los conocimientos del personal boliviano.

A la vez, en paralelo abrimos un concurso de becas en las áreas en las que creíamos que íbamos a trabajar mucho -minería, telecomunicaciones, hidrocarburos, litio-, de tal manera que el Estado pagaba maestrías y licenciaturas en áreas científicas a cualquier estudiante boliviano que quisiera estudiar en cualquier universidad del mundo. En ciertos casos, en negociaciones con empresas extranjeras -por ejemplo, con Samsung-, pactábamos que nos construían la planta de urea, pero como parte del contrato había 200 estudiantes bolivianos que se iban a Seúl por 3, 4 años a estudiar en la gestión de ese tipo de planta. Cuando los estudiantes daban los exámenes y lograban entrar en una universidad extranjera en estas áreas, nosotros corríamos con todos los gastos de ese joven: transporte, alimentación, estadía. La beca la daba el Estado para sacar la titulación, y el compromiso era trabajar luego para el Estado al menos por 5 años.

El desarrollo en el litio fue muy importante, no?

Tuvimos que comenzar casi de 0, porque allí tomamos una decisión en 2008 de que íbamos a tener el control de toda la cadena. Tuvimos que comenzar con baldes en galpones en Uyuni, al estilo de como uno se imagina los inventores del siglo XIX, y de ahí comenzó el proceso de la extracción una vez que se encontró el método boliviano (porque cada salmuera tiene distintos componentes de otros minerales en cada salar del mundo). Una vez que hicimos eso en el laboratorio con ingenieros bolivianos, que algo sabían del área evaporítica, luego hicimos la planta artesanal, luego piloto, luego industrial, y luego de ahí ya comenzamos otro tipo de derivaciones: carbonato de litio al 99% y de ahí a las baterías.

De manera que después de 10 años ya tuvimos todo el proceso de nuestro lado, y ahí ya a los procesos de industrialización, es decir, la conversión de litio a batería para los carros, nos lanzamos a hacerlo con empresas extranjeras: fundamentalmente por el mercado, porque tenías que lograr que las empresas de automóviles nos compraran, por ejemplo, 100.000 baterías. Entonces nos asociamos con los alemanes, pero ya en la parte final y sobre los derivados del litio. Porque también, por Constitución ninguna empresa extranjera puede entrar al salar. Una vez que se ha extraído la materia prima, por fuera del salar puedes tú procesarla. Tomamos esa decisión porque justamente con esto es lo que nos encontrábamos cuando queríamos industrializar el litio, las veces que fuimos a Corea, Alemania, Japón, EEUU, para buscar los apoyos, comprar tecnología, hacer acuerdos para la extracción del litio. Nos decían "nosotros hacemos todo, dividimos 50% ustedes, 50% nosotros, pero la planta es nuestra". En Uyuni, aparte del litio hay otras cosas más, gran parte de las cuales no conocemos aún. Entonces dijimos: sacamos la salmuera, extraemos y se vuelve a reinyectar al salar, a la espera de tener tecnología para otras cosas. Lo que ellos querían es controlar ese proceso en el salar, nosotros dijimos no. En el salar nosotros, y para afuera asociados, con quien sea, especialmente en el ámbito de la producción y comercialización de las baterías.

Eso ha permitido de la nada ir creando toda una empresa nacional de evaporíticos que está a cargo ahora ya de 4 laboratorios, 2 industrias grandes -de cloruro de potasio y de carbonato de litio- y se estaba planificando un total de 42 industrias pymes alrededor del salar, de usos y procesamientos de derivados de litio. Ya hay 5 y tenían que irse construyendo gradualmente el resto, con personal propio, científicos propios. Tienes una estructura fuerte con muchos recursos (tenías... ahora está todo paralizado). Y alrededor de ello han comenzado a surgir las carreras universitarias. Pero como no había experiencia en evaporíticos, muchas de esas carreras universitarias están asociadas a otras partes del mundo: Holanda, China, etc. Se tiene que ir armando gradualmente, porque gente que pueda enseñar sobre eso hay los que han trabajado con nosotros, no hay una estructura académica paralela independiente que se hayan formado, porque es muy reciente, apenas de una década. Pero eso es un buen comienzo, ya hay 2 carreras de estos recursos evaporíticos en Bolivia vinculadas a otras universidades, para dar otros tipos de cursos. O sea, aquí tienes toda una gran veta. No ha sido algo fácil, es complejo y dependiendo cada área se ha tenido que actuar en función de las circunstancias.

En torno a los márgenes de acción que tuvieron desde el Estado, ¿cuánto de lo planeado pudieron llevar a cabo y qué grado de limitaciones, obstáculos y resistencias se encontraron?

Es claro que desde el Estado no tienes todo el poder. Pero lo que sí tienes es capacidades de influir, selectivamente, en los demás núcleos de poderes (territoriales, políticos, económicos, etc.). El poder estatal tiene eso: es el monopolio de los monopolios. Ahora, según cómo utilizas ese monopolio va a depender cómo va a ir tu proceso. Te pongo el ejemplo de la nacionalización: quieres nacionalizar hidrocarburos, eso va a tener un efecto inmediato: va a hacer que todos los personajes se vayan, se paralice la actividad. Tienes que pensar cómo haces para funcionar luego. Luego, la más complicada: te hacen inmediatamente un juicio. Tú tienes tu derecho soberano para nacionalizar, pero ellos tienen su derecho a ampararse y a proteger sus inversiones demandándote. Puedes tardar un año, dos, pueden embargarte tus reservas internacionales guardadas en el extranjero.

¿Qué hicimos nosotros? Dijimos, revisemos antes los papeles. Toda empresa cometió algún error, siempre, por definición. Te agarras de ese error, lo judicializas, por los efectos del incumplimiento más sus multas son, ponte, 200 millones de dólares, frente a los 350 que pretenden ellos. Y sé que voy a encontrar más problemas que generarán más juicios. Y entonces negocias la indemnización. Eso hicimos con hidrocarburos, con ENTEL, con todo.

Por otro lado, ¿hubo una desmovilización o reflujo social popular en el proceso boliviano en los últimos años previos al golpe de Estado? ¿Se fue erosionando o disolviendo el enraizamiento del Estado en los movimientos sociales durante el último tiempo de gobierno del MAS?

Para empezar, hay que decir que los momentos de ascenso social de los sectores populares y plebeyos no es perpetuo ni permanente, sino por oleadas, y eso es normal en la historia de las sociedades. Después de las grandes luchas y movilizaciones, los grandes hechos que cambian las sociedades, la gente regresa a su mundo cotidiano, y esos reflujos son normales. Y es clave allí cómo en la cresta del proceso de movilización social logras cristalizar como derecho, institución, experiencia colectiva, sentido común del mundo, esas luchas.

Hubo en Bolivia una convocatoria a sectores que protagonizaron las luchas para hacerse cargo de niveles importantes de conducción del Estado, y eso significó no solamente una modificación de un nivel de conducción fundada en diferencias políticas, sino también fundada en diferencias étnicas y racistas. Fue la plebe entrando al Estado: sectores que habían sido excluidos durante décadas, hasta siglos. Ha sido muy evidente, en espacios que eran reservados totalmente para sectores de clase media, profesionales con cierto apellido, con cierta notoriedad social y con larga tradición de vinculación al Estado como proveedores, consultores, etc. Fue un hecho de democracia. Eso ha ido en contra de la lógica falsamente meritocrática, en un medio en que estaba segmentado clasista y étnicamente.

Ahora bien, en este escenario, ¿que comenzó a darse? Tanto en el período de reflujo social de la gente a lo local como de renovación clasista y étnica de la composición de la administración del Estado. Sindicatos y organizaciones sociales que ya no habían atravesado este periodo de lucha, de forja en la adversidad, frente a los gobiernos, a la empresa, y en la medida en que la mayor parte de las demandas sociales de la gente de base no necesitaban la fuerza de la confrontación frente al gobierno para ejecutarse -incremento salarial, vivienda social, mejora de la infraestructura, etc.

Se comenzó a tener recursos para ir cumpliendo esas demandas y ello llevó a un relajamiento también al interior de la sociedad civil entre los niveles de dirección y las bases, un proceso de distanciamiento. No diría burocratización, en el sentido de que son los mismos. Al contrario, tiene una excesiva rotación, en esa lógica de que no se permite que se establezca una capa burocrática que tape los poros de una base movilizada. Es muy democrático, pero tiene sus efectos en el ámbito de la cohesión de la estructura organizativa y es lo que ha pasado recientemente. Los niveles de dirección, de un nivel bajo-medio para arriba han entrado en una dinámica ya no tanto de la organización, la lucha, la formación, porque no había necesidad de la confrontación frente al gobierno. Se entró en una disputa por la ocupación de los cargos públicos. La organización social ha devenido en un mecanismo de apuesta a la ocupación de cargos públicos y por lo tanto de movilidad social de personas del pueblo, como un ascensor de movilidad social.

Entonces, empezaron las movilizaciones opositoras...

Si no tienes grandes problemas eso funciona, en una sociedad que se ha estabilizado, que se mantiene con crecimiento, no hay necesidad de grandes confrontaciones, que tiene un gobierno que está muy atento, en consulta. Evo se reunía con el ejecutivo nacional y luego con el departamental, provincial, de barrio. Tenía por día 10 reuniones, todos los días. Cuando se contabilizó, había tenido cerca de 15.000 reuniones frente a 80 aprox. de los presidentes anteriores. Una locura, imposible de comparar. Entonces, las grandes demandas sociales podían ser canalizadas directamente frente a la presidencia. Pero las organizaciones sociales, de ser actores de lucha social y de conversión de la fuerza numérica en voto (en los años 2000-2010), devinieron menos en organización y lucha, y más de conversión de la fuerza numérica en voto y mecanismo de movilidad social.

Cuando en 2019 hubo que defenderse, para movilizar en función ya no del voto sino de la resistencia, se expresaron estos problemas. Había que mostrar la fuerza de masas frente a esta movilización de sectores de clase media tradicional, que no eran masivas, pero sí persistentes. Una fuerza de masas que demuestre tu convocatoria y legitimidad, no para enfrentarse sino simplemente para defender. Pero no la tenías, no había vínculo orgánico. Cuando entran los militares es lo que cambia. Si no se hubiera dado un momento donde una de tus instituciones -el monopolio de la coerción- se da vuelta podías mantenerte así 5 años más, pero la debilidad de esto es que no funciona en momentos de tensionamiento.

Entonces, ¿qué lecciones sacamos más en lo conceptual? Un gobierno progresista tiene dos ámbitos de gobernabilidad: la legitimidad electoral y el parlamento, y el ámbito de la calle. No puede dejar de tener su brazo de gobernabilidad en la calle, por muy tranquilo que se esté. Las derechas han salido a disputar la calle, por más que no tengan tu fuerza.

Por otro lado, parte de esas clases medias que se enfrentaron con nosotros y nos interpelaron con el tema de la democracia, tienen que ver con un vacío que dejó el Proceso de Cambio en el mundo de formación de la cultura (en las cátedras, los medios de comunicación, etc.), un problema de relevos. Más aún en Bolivia, donde lo que se discute en las universidades influye mucho en el ámbito familiar. Hay una sobrevaloración de la educación como mecanismo de ascenso social: tiene una función cuasi sagrada lo educativo, la autoridad del profesor, en el mundo popular, imaginado como medio de ascenso social -aunque luego ello no se dé tanto en la realidad.

La última: en tiempos de crisis civilizatoria que la pandemia manifestó crudamente, ¿qué mito movilizador, horizonte utópico, te imaginas que puede funcionar para las fuerzas populares o progresistas y el pensamiento crítico?

La clave de la época no es tanto la existencia del mito movilizador sino la ausencia de mitos. El neoliberalismo, la globalización, también en su tiempo el socialismo, representaron mitos. Y la clave de este tiempo es la evanescencia, resquebrajamiento de los mitos. Eso puede ser bueno porque veníamos de un mito dominante muy poderoso: el globalismo como ideología. Una cosa es el hecho material, que está ahí y seguirá funcionando, pero como ideología, esperanza en torno al cual uno dirigía todas sus expectativas, esfuerzos, apuestas de vida, eso comienza a desvanecerse. Y lo que tienes ahora es incertidumbre. La cualidad de la época es la incertidumbre.

Reivindico este momento de incertidumbre estratégica porque es un momento de creatividad a nivel mundial, como lo fue en los años 2000 en América Latina. Solamente que surge y se elabora en ese laboratorio donde habrán de surgir, pelear los futuros mundos, unificadores de expectativas, de identidad. Desde el lado conservador, salvacionista religioso, tienes ahí la Biblia entrando al palacio en Bolivia, o Camacho diciendo que quería que Dios gobernara en Bolivia.

Aparecen también salidas más progresistas, que todavía no tienen forma. El progresismo latinoamericano en cierta manera fue un adelanto, un preámbulo de lo que ha sucedido, y adelantó cosas que ahora se discuten: mercado interno, distribución, mayor participación. Con sus problemas, sus dificultades, por supuesto. Pero no es un proyecto agotado: no ha fallado por agotamiento, sino que lo interrumpieron y bloquearon. Por supuesto que puede persistir y renovarse.

Hay una diversidad de propuestas -progresistas, centristas, más radicales- para enfrentar esta crisis, pero ninguna tiene todavía la cualidad unificadora de mito, a excepción del progresismo latinoamericano, que se implementó y ha dejado huellas, lo cual posibilitó recuperar ciertos gobiernos. En otras partes las propuestas progresistas todavía están a nivel de laboratorio de academia, son de grupos de amigos, conocidos que se leen sus libros. Pero todavía no hay un mito unificador, universal, planetario.

Creo que se ha abierto en esta década un debate en torno a esta incertidumbre de cuál es nuestro destino imaginado. Somos seres de creencias, necesitamos una creencia movilizadora a la cual aferrarnos, luchar, hacerse perseguir, sacrificar esfuerzo. Para las fuerzas de izquierda es un gran momento, hay que bregar para que la idea fuerza que alumbre el orden sea la progresista y no la conservadora. Que supere las dificultades de la experiencia previa, que vaya más allá de lo que se hizo en la última etapa y también de lo que se pensó en el siglo XIX. No está nada dicho, no hay saberes legítimos ni hay modelos a imitar, ni autoridad a la cual seguir y obedecer en este debate. Entonces es un momento de mucha creatividad, pero esta incertidumbre de época tiene que cerrarse. La gente no puede estar mucho tiempo en incertidumbre, es desesperante.

Son tiempos que no duran mucho, son cortos en la perspectiva de la historia social en que tiene que dirimirse de una u otra manera un tipo de esperanza, creencia movilizadora. Como idea inicialmente, pero engarzada en la gente, los jóvenes, estudiante, la calle. Es un momento que nos demanda creatividad y vinculación para que las ideas se vuelvan hecho material.

 

 

 

 

 

EL MILAGRO ECONÓMICO DE BOLIVIA, UN EJEMPLO A SEGUIR

 

Aporrea de Venezuela (https://bit.ly/3olIWUx)

 

El nuevo año 2021 tendrá que ser mejor que el 2020 para Venezuela. Para lograrlo, será necesario dirigir nuestros objetivos hacia metas de prosperidad y bienestar socioeconómico.
“El Milagro Económico” de Bolivia es un gran ejemplo a seguir por su  gestión económica exitosa. En tal sentido, sería muy útil que el gobierno bolivariano solicite ayuda y asesoría al equipo económico de Evo y Luis Arce, quienes han encaminado a Bolivia al buen vivir de su población.

Aprovechemos en Venezuela la experiencia y conocimiento de Bolivia en esa materia. Seamos humildes y aceptemos que, más allá de las consecuencias del bloqueo, hay decisiones y detalles que no se realizaron y que se han llevado a cabo muy mal.

Fueron 13 años de gestión heroica plagada de conflictos y obstáculos externos e internos. Algunos hablan del "milagro boliviano”. Otros le dicen "modelo económico social comunitario productivo”. Lo cierto es que el programa económico en Bolivia desde la llegada al poder de Evo Morales en 2006 es el más exitoso y estable de la región. El modelo boliviano se basó en la estabilidad macroeconómica y crecimiento sostenido en el tiempo. "A diferencia de lo que han hecho otros países como Venezuela, en Bolivia se ha sido más prudente. El milagro en todo caso fue la prudencia”, decia el economista boliviano Juan Antonio Morales.

Otro dato a tener en cuenta es la letra chica de la nacionalización de los hidrocarburos. Porque en rigor no hubo expropiación, sino una mayor participación del Estado en la renta y en las decisiones. Se podría decir de hecho, que se trató casi de una reforma impositiva.
Adicionalmente, el gobierno tomó previsiones acumulando reservas para utilizarlas en la época en que los precios de la materia prima y productos de exportación de Bolivia cayeran, como sucedió a partir de 2014. Allí radica la prudencia a la que se refería Juan Antonio Morales.

También la simbología fue siempre clave en el proceso boliviano. El estilo político de Evo combinó una retórica radical con decisiones moderadas: "El gobierno de Evo Morales fue mucho más pragmático que ideológico. En sus actos no fue tan lejos como sus palabras”, aseguraban ambos bandos del gobierno y de la oposición.

La nueva Ley Anti Bloqueo venezolana pudiera ser el punto de inflexión que mueva a los interesados, pueblo, gobierno, oposición, inversionistas nacionales y extranjeros, a sentar las bases para una nueva y mejor gestión económica en el país. Para ello urge actuar en consecuencia a la mayor brevedad. Para Mañana es Tarde!.

 

 

 

 

 

EDUCAR PARA RESISTIR

 

Diario Junio de Argentina (https://bit.ly/3iJQpLG)

 

Si alguien le dijera hoy a cualquier integrante de una comunidad educativa (padres, educadores, directivos) que las ideas de un labrador, arriero aymara, son el marco referencial para repensar la integralidad de la educación, es muy probable que se obtenga más objeciones que aprobaciones. Tal vez sea una mirada pesimista, pero no por eso menos realista. Si quienes fueran los y las interlocutores pertenecieran a escuelas de las llamadas céntricas, privadas o de élite, mayores serían las objeciones.  ¿Qué puede enseñar un indígena? ¿Qué conocimiento de sistema educativo puede tener un pobre boliviano? O mejor dicho un boliviano pobre. ¿Quién es este indio boliviano que tal vez Ud. amigo-amiga lector-lectora, desconoce? Es ni más ni menos que Avelino Siñani, cuyo nombre lleva la Ley de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia.

Avelino Siñani nació en la comunidad aymara de Warisata, en La Paz, en 1881. En su infancia no concurrió a la escuela porque por esa época les estaba prohibido a los indígenas asistir a los establecimientos educativos. Política colonizadora, donde la educación era solo para criollos y europeos explotadores de la américa indígena. Pero Avelino nació con la resistencia en su ADN y caminaba 30km para tomar clases con un profesor particular, quien le enseño las primeras letras y las matemáticas. ¡Absolutamente provocador!

 Avelino a principios del SXX se dedicó a compartir lo aprendido con los compueblanos de su comunidad y posteriormente con los integrantes de pueblos originarios vecinos. Esto le valió persecución y cárcel por parte de los gobernantes. Pero Avelino no se rindió. En sus recorridos por diversos lugares conoció al maestro Elizardo Pérez, quien fue su compañero para desarrollar la propuesta educativa más revolucionaria para la época y modelo a seguir aún en este avanzado Siglo XXI.

En 1931 fundaron, conjuntamente, la escuela Ayllu, de Warisata, considerada la primera escuela de liberación Indígena del cono sur; el primer y más importante esfuerzo de resistencia a las formas de colonialismo nacional criollo interno, modelo que se repitiera en todo el territorio de esta parte del sur de la américa hispana, donde las élites criollas europeizante diseñaron sistemas educativos discriminantes y disciplinadores, a fin a los intereses del capitalismo dominante en desarrollo.

La escuela de Warisata, abierta el 2 de agosto de 1931 implemento la educación bilingüe aymara-español y una estructura curricular basada en la formación educativo-productiva, con eje en la cultura tradicional y costumbres ancestrales de las comunidades aborígenes del altiplano boliviano.

La resistencia de Avelino, había conseguido ya en 1907, aún con la gran contradicción del gobierno de turno, que se diera un marco legal autorizando a los nativos de los pueblos originarios a asistir a lo que se dio en llamar “escuelas indigenales”. Fue en este marco que Avelino y Elizardo fundaron la escuela de Warisata. Pero la gran diferencia estuvo en el desarrollo de la propuesta curricular, que quedo expresada en la “Declaración de los Principios de la escuela campesina” allí se establecieron los ejes de una educación basada en la “Liberación del indio”. El modelo se enfocaba en construir conocimientos en beneficio de la persona en relación a la comunidad, se enfocaba en el desarrollo de contenidos prácticos de agricultura, artes y artesanías nativas; talleres para la producción de tejidos, en telares, para la realización de alfombras y vestimentas; producción de muebles, alimentos y diversos utensilios de la vida cotidiana que las comunidades realizaban desde tiempos inmemoriales.

Elizado Pérez recuperó el sistema de la antigua Marka, una organización territorial con 22 escuelas seccionales, a la cual asistían los niños para el aprendizaje inicial, coordinada por un docente, luego todos convergían en el edificio central de Warisata, con un internado que permitía el acceso del estudiantado rural a estudios de mayor nivel de profundización, con docentes más calificados.

Este modelo educativo inspiró otras experiencias en Sudamérica, tal el caso de Perú, pero la oposición al modelo de aprendizaje y a la organización propuesta por Avelino y Elizardo, desde el gobierno central criollo, llevo a que la escuela cerrara en 1940.

Un año después fallece Avelino y la experiencia de Warisata queda en la memoria del pueblo boliviano hasta ser recuperado por el Estado Plurinacional, cuando el 20 de diciembre de 2010, bajo la presidencia de Evo Morales Ayma, se sanciona la Ley de Educación “Avelino Siñani- Elizardo Pérez” que en el Título I Inc. 5 señala: “La educación es unitaria, pública, universal, democrática, participativa, comunitaria, descolonizadora y de calidad”. Y en el Inc. 7 expresa “El sistema educativo se fundamenta en una educación abierta, humanista, científica, técnica y tecnológica, productiva, territorial, teórica y práctica, liberadora y revolucionaria, crítica y solidaria” Quedando así plasmado en ley los ideales de Avelino Siñani.

Un indio boliviano, nativo de la comunidad de aymara, primer educador en liberación indígena de estos territorios del lejano sur, debiera ser un personaje de la historia a enseñarse en las escuelas latinoamericanas, y si su ejemplo molesto a las élites será porque aún no se ha logrado la descolonización.  ¡Más trabajo y compromiso para la educación entonces!

 

 

 

 

 

INTENSIFICAN BÚSQUEDA DE BARCO BOLIVIANO PERDIDO EN COLOMBIA

 

Portal Portuario de Chile (https://bit.ly/39fnVWZ)

 

La embarcación boliviana ‘Carmen I’ se encuentra desaparecida desde el pasado jueves, al no llegar a su punto de atraco en Puerto Nuevo, Alta Guajira. La Armada de Colombia dio a conocer en las últimas horas, que a través de unidades de la Fuerza Naval del Caribe en coordinación con la Dirección General Marítima, intensifican la operación de búsqueda del bote desaparecido en aguas del mar Caribe colombiano.

”Desde la tarde del jueves 21 de enero cuando la Estación de Control de Tráfico Marítimo y Fluvial ‘San José’ recibió el llamado de alerta por parte de la agencia marítima de la motonave, la Dirección General Marítima a través de la Capitanía de Puerto de Cartagena inició las coordinaciones para la búsqueda de la embarcación “Carmen I””, señala la Armada a través de un comunicado.

La información de la Armada recoge que, “al conocerse la última posición en aguas colombianas a 60 millas (96.5 km) de Cartagena, registrada por parte de la motonave de bandera boliviana que zarpó con 10 tripulantes desde Panamá con destino a La Guajira, la Autoridad Marítima dio aviso a todas las embarcaciones mercantes que se encontraban en el área, con el fin de localizar la motonave; acción replicada por las Capitanías de Puerto del litoral Caribe colombiano”.

De igual forma, asegura que desde el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe se elaboró el patrón de búsqueda como insumo técnico para la operación de búsqueda y rescate que en este momento adelanta la Fuerza Naval del Caribe con buques de la Armada de Colombia y aeronaves de la Fuerza Aérea colombiana.

“Todas estas acciones han sido notificadas de manera oficial por parte de la Dirección General Marítima a las autoridades marítimas de Panamá y Bolivia”, señala la Armada y al mismo tiempo relata que, junto a la Dirección General Marítima, a través de sus capacidades técnicas, científicas y humanas, continúan con el desarrollo de patrullajes marítimos y aéreos que permitan dar con la ubicación de la embarcación y sus tripulantes.

El diario regional El Heraldo, recoge que ‘Carmen I’ zarpó desde el 18 de enero del puerto Cristóbal en la República de Panamá, por lo cual entre su itinerario estaba atracar en Puerto Nuevo, Alta Guajira el pasado jueves. Cuando no llegó, se declaró la alerta.

De acuerdo con la información del diario, el capitán de corbeta y capitán de Puerto Bolívar Hugo Mesa Barco, aseguró que no ordenó restricciones en la navegación en dicha zona del mar caribe, pese a que existió una notificación que detalló intensificación en los vientos del nordeste.

Las comunicaciones con la embarcación son nulas hasta el momento, por lo que expertos aseguran que la situación de los 10 tripulantes del bote puede ser crítica. De ellos, solo el capitán es extranjero y los demás son originarios de la costa Caribe colombiana.

El Heraldo señala que el barco “transporta una carga principalmente de electrodomésticos y su peso se estima entre 260 y 320 toneladas”, por lo cual se estima que “no cualquier ventisca lo pueda hacer zozobrar”.

 

 

 

 

 

LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS POLÍTICOS EN AMÉRICA Y CÓMO LOS ASUME LA IZQUIERDA

 

Para la izquierda en el poder lo importante es impedir que el dinero, la riqueza material, sea fuente de poder político mientras el socialismo dependa económicamente del capital nacional o la inversión de capital extranjero. 

 

Cuba News de Habana (https://bit.ly/2Y8KPck)

 

Se suceden hechos de gran relevancia política para el devenir de la humanidad y se requiere su interpretación para poder sintonizar la acción política de los que pugnamos por la emancipación social, la democracia y el bienestar de los pueblos.

En nuestra área del mundo, las Américas, la situación viene revirtiendo el proceso de derechización que se ha visto paralizado primero y derrotado después, en varios de nuestros países. Podemos verlo en el retorno del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia, la victoria del referendo por las fuerzas de izquierda en Chile, la imposibilidad de sacar del poder a la coalición de izquierda encabezada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el triunfo de Alberto Fernández en Argentina, la derrota de la ultraderecha en las elecciones de Estados Unidos (EEUU), el gobierno progresista de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México y la liberación del líder indiscutido del pueblo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (Lula)… la ola anti-derechista parece alcanzar incluso a EEUU, con el triunfo del candidato demócrata Joe Biden.      

A esto se suma la evolución que viene produciéndose en Cuba hacia un modelo económico que debe convertirla no sólo en el ejemplo socio-político-solidario que ha sido y es, sino en el faro económico que tiene que ser para convertirse en el modelo del socialismo próspero y sostenible que preconiza. Cuba necesita del perfeccionamiento de su sistema político hacia una plena democracia socialista, algo a realizar después de avanzada la Reforma Económica, pero la demora dolosa de 10 años en aplicarla ha acelerado las demandas de la sociedad por la democratización socialista, por honrar todo lo refrendado en la nueva Constitución que nos dimos los cubanos.

No es extraño que los enemigos declarados de la Revolución hayan tratado, y seguirán tratando, de «pescar en este río revuelto», pero la clave para Cuba y su dirección política es no confundirse y meter en el mismo saco de la contrarrevolución a la genuina oposición revolucionaria y socialista. 

Ya abordamos en otro artículo la crisis política y económica del principal bastión del capitalismo del mundo, EEUU. Un mundo marcado por la creciente fuerza económica de China que EEUU se empeña en frenar. Lo que considero la más relevante paradoja de nuestros tiempos es ver a la primera potencia capitalista luchando contra el libre mercado mundial y a la primera potencia económica socialista, China, defenderlo. Eso parece confirmar que el modelo socialista de economía, con mercado, pero utilizado científicamente a favor del pueblo, desde el Estado central, logra primero esquivar las crisis y, sobre todo, garantizar un crecimiento estable a favor del bienestar de sus ciudadanos. Lamentablemente, esto ocurre con la permanencia de problemas en la democracia socialista que aún tiene la ya considerada segunda gran potencia mundial, que debe resolver para poder convertirse en el ejemplo a seguir por los pueblos.

Analizando Bolivia pretendemos analizar Latinoamérica y el Caribe, no Cuba, que requiere un tratamiento aparte. A pesar de Trump, Pompeo, Marco Rubio y los demás adalides de la Doctrina Monroe y la contrarrevolución en el hemisferio occidental, hay un resurgir de la izquierda en el continente; un movimiento de tal fuerza que la derecha nacional e internacional, con la Organización de Estados Americanos (OEA) de instrumento y sumando a las instituciones armadas en ese país, no pudieron consolidar el golpe de Estado del pasado año. Hoy tenemos un nuevo gobierno del MAS con el presidente Luis Arce a la cabeza y Evo Morales retornando al país

Qué contraste con el Chile de 1973, cuando el ejército de ese país masacró impunemente a la democracia encabezada por el presidente Allende, con el apoyo de Washington. Chile vive hoy un resurgir de la izquierda, que lidera el movimiento significativamente mayoritario para la Constituyente con el objetivo de reconstruir el país, que permanece bajo la sombra humillante, económica y legal, de la dictadura de Pinochet. Más del 70 % se pronunció inequívocamente por una nueva Constitución y por una Asamblea Constituyente totalmente nueva.

Sin embargo, para toda la izquierda latinoamericana las enseñanzas del triunfo del MAS en las recientes elecciones de este año 2020, o el año de la pandemia, son muchas y muy variadas. La más importante consiste en reconocer que la victoria está basada, en primer lugar, en los resultados económicos y sociales de la presidencia de Evo Morales. Lo segundo es reconocer que fue un serio error del MAS intentar otra reelección de Evo Morales, error que se agravó después de la derrota sufrida en el referendo que intentó modificar la Constitución para legalizar este proceso, al acudir al poder judicial para saltarse este mandato negativo del pueblo, que le dio a la derecha condiciones para el Golpe de Estado que depuso a Evo como Presidente.

Los resultados de las elecciones del 2019, más allá de las evidencias irrefutables de que no fueron fraudulentas, comparadas con las del 2020, comprueban el error y las consecuencias políticas, además del Golpe, que le costaron mucho al MAS. Este partido obtuvo solo un 47 % de los votos en el 2019, con Evo de candidato, 8 % menos que los que obtuvo un año después con Luis Arce, una posible consecuencia de la reacción del pueblo al intento de mantener un «Máximo Líder» en el poder. De esto se trata, el siglo XXI, el socialismo del siglo XXI, parece no convivir con esta idea predominante de la centuria anterior.

Lo ocurrido años antes en Ecuador con la traición abyecta de Lenin Moreno no justifica el objetivo de mantener al mismo líder político de la izquierda en el poder institucional, en el gobierno. El 55 % alcanzado por Luis Arce constituye un argumento contundente a favor de esta idea. El regreso victorioso de Evo a Bolivia demuestra el capital político que conserva, el 45 % del pueblo, si nos atenemos a los números de más arriba, que deberán crecer en las nuevas condiciones y que constituyen un apoyo crucial para el nuevo gobierno de Luis Arce. Esto debe verse como la diferencia entre el poder institucional y el poder político real de las clases trabajadoras a través de sus partidos y dirección política.

Hablamos antes de la coalición de izquierda encabezada por el PSUV, que se ha sostenido en el poder a pesar de la guerra económica, mediática, diplomática y con pinceladas violentas, que EEUU y sus títeres de la derecha venezolana desataron contra la Revolución Bolivariana. Uso el término «títeres» porque esa derecha, que ganó las elecciones al Parlamento en 2017 en buena lid electoral, cometió el grave error de someterse a las presiones y dictados de Washington de tomar el poder directamente desde la «cabeza de playa» que lograron en el Congreso, utilizando la violencia, económica, política, y hasta letal.

Ya se había producido un aviso importante sobre las condiciones objetivas de la sociedad venezolana con relación a una «radicalización» socialista, cuando aún en vida de Chávez, la coalición de izquierda perdió el Referendo para una nueva Constitución más «radical» en cuanto al modelo económico del país. Copiar en política es siempre complicado, y muchas veces peligroso, al punto de convertirse en un boomerang a las intenciones que se tengan. Esto se verifica también para los que pretenden copiar a los llamados clásicos del materialismo dialéctico, al que no denomino marxismo, pues no se trata de una religión, sino de una filosofía fundada en la ciencia, cuya esencia es la evolución y el propio desarrollo, adaptándose constantemente en el tiempo, única forma de ser consecuentes con la realidad.

La Revolución Bolivariana no ha logrado los resultados que en economía tuvieron procesos como los de Ecuador y Bolivia. A pesar de las riquezas petroleras del país, su necesaria redistribución para mejorar a los sectores desposeídos en peores condiciones socio-económicas, descuidaron el desarrollo económico que sustentó objetivamente esa política económica. De ahí la concentración de la guerra abierta de la derecha y el imperialismo mundial contra el eslabón más débil, la economía monoproductora y plurimportadora venezolana. Y aquí asoma la influencia del ejemplo cubano.

La dirección revolucionaria de Venezuela no supo captar y trabajar con el capital nacional de ese país con intereses antiimperialistas, al menos en lo económico. El mundo en el siglo XXI dista mucho de las condiciones en que se desarrolló la Revolución Cubana en la década de los años 60 del pasado siglo. La Revolución Bolivariana no ha sacado las conclusiones, en lo económico, aunque en alguna medida ocurrió en lo político, de los movimientos de izquierda que han llegado al poder en Ecuador y Bolivia. Pero esa Revolución Bolivariana es tan genuina y poderosa que ha logrado sobrevivir a sus errores y a la furia de los ataques del imperialismo y puede, todavía, enrumbar el proceso hacia un renacer económico, contando con el capital nacional, la inversión extranjera y el incentivo inteligente de todos los actores económicos del país para retomar la senda del crecimiento, y la consecuente mejora de las condiciones de vida de su pueblo.

No tengo conocimientos suficientes para valorar el proceso ecuatoriano. Lo de Lenin Moreno en Ecuador me parece, además, una operación de Inteligencia, un reclutamiento sembrado dentro de la Revolución Ciudadana, tal vez el más importante de los esfuerzos del gobierno de EEUU para capturar a Julian Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres.

Son desastrosos sus resultados como presidente de ultraderecha, entreguista y subordinado a Washington como parte de la revancha de la derecha en el Continente. La economía se desmantela en todo lo que avanzó el gobierno de Correa, y en los estragos provocados por la pandemia en un país que la enfrentó, en lo que he podido ver, con criminal e irresponsable desgobierno. La Revolución Ciudadana tendrá que demostrar que puede rehacerse, retornar al gobierno del país para reconstruirlo económica y socialmente mientras se fortalece políticamente para evitar golpes bajos, como este del «traidor presidente». 

Chile, por su parte, vive hoy en la cresta del empuje de la izquierda por cambiar radicalmente al país. Pocos pueblos he conocido tan politizados como el chileno, y parece posible lograr cambios que lleven a una consolidación del movimiento popular en los nuevos órganos de poder que surjan de la Constituyente.

La otra experiencia adquirida por la izquierda en las Américas, surge de la persecución y castigo judicial de que han sido objeto los principales dirigentes de izquierda en Brasil, Argentina o Ecuador, sacándolos impúdicamente del poder o impidiéndolos de acceder a él.

Esto pudo ocurrir por el papel del llamado poder judicial en los Estados burgueses, y por la necesidad de transformarlo en lo que, supuestamente, debe ser apegado a la ley, interpretándola a favor del pueblo, no del capital y las élites de derecha. Lo aplicado por el MAS boliviano en 2017, el hecho de que el pueblo elija a sus jueces democráticamente, es un aporte que se acerca más a lo pensado en la famosa obra de Lenin, El Estado y la Revolución, que la mayoría de las revoluciones socialistas que han sido hasta hoy.

Estados Unidos, su Constitución y sus leyes son una obra maestra de diseño judicial para que las élites del poder económico real lo sostengan, aún en minoría democrática. Parece que a nadie se le ocurre pensar que fue hecha bajo la influencia de hacendados esclavistas.

Tocará al pueblo norteamericano resolver este entuerto. Las últimas semanas, posteriores a las elecciones, marcadas por la actuación del derrotado presidente saliente y las posibilidades que las leyes y el sistema político establecido le conceden para arrastrar al país a peligrosas encrucijadas que, al menos, vienen destruyendo toda la credibilidad del «sistema democrático» de EEUU, parecen un poderoso estímulo para comenzar a resolverlo.

Para la izquierda en el poder lo importante es impedir que el dinero, la riqueza material, sea fuente de poder político mientras el socialismo dependa económicamente del capital nacional o la inversión de capital extranjero. 

Otra enseñanza es que la violencia revolucionaria tiene que estar en función y dependiendo de la violencia reaccionaria. En el mundo de hoy, con armas atómicas, y más importante, con el desarrollo alcanzado por la civilización, cada vez más consciente de la importancia de optar por vías pacíficas, políticas y democráticas para la resolución de problemas, por la fuerza alcanzada por las izquierdas en todo el mundo y sobre todo en países como Bolivia, esta idea gana fuerza.

 

 

 

 

 

EXTERIORES ENMARCA EN "ACTOS PRIVADOS" DE IGLESIAS LA DECLARACIÓN QUE FIRMÓ EN BOLIVIA CUANDO ACOMPAÑABA AL REY

 

Infobae de Argentina (https://bit.ly/3qPdBv4)

 

El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación considera "actos privados" todas las actividades que realizó al margen de la agenda oficial el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en el viaje a Bolivia en el que acompañó al Rey Felipe VI. Una de esas actividades al margen de la agenda fue la firma de la 'Declaración de La Paz' que firmó con varios políticos de la izquierda latinoamericana.

Así lo ha expresado el Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el PP, a la que ha tenido acceso Europa Press. Los 'populares' habían pedido a la ministra que aclarara si considera que Iglesias tiene "una doble agenda paralela a la oficial que puede comprometer" tanto la política exterior como las relaciones con otros países.
Iglesias formó parte de la delegación oficial que acompañó al Rey Felipe VI a la toma de posesión del presidente de Bolivia, Luis Arce, los pasados 7 y 8 de noviembre.

Según la agenda oficial de esos días, incluida por el Gobierno en su respuesta, acompañó al Rey en su encuentro con el nuevo mandatario así como en la ceremonia oficial, y asistió también con éste a un encuentro con representantes de la colectividad española. En todos estos actos también estuvo presente la titular de Exteriores, Arancha González Laya.
Sin embargo, durante su estancia en La Paz, el líder de Podemos aprovechó para mantener encuentros con candidatos de izquierda en América Latina, como la peruana Verónika Mendoza y el ecuatoriano Andrés Arauz, además de cenar con el presidente argentino, Alberto Fernández.

Además, firmó la llamada 'Declaración de La Paz', en la que se subraya que la principal amenaza a la democracia y a la paz social en el siglo XXI es el "golpismo de la ultraderecha".
Dicho documento fue una iniciativa de Iglesias y Fernández, según contó Arauz a Europa Press, y a ella se sumaron otros líderes de izquierda como a Luis Arce y los expresidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Dilma Rousseff (Brasil), Alexis Tsipras (Grecia) y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

En este sentido, el Gobierno reconoce en su respuesta parlamentaria que además de la agenda oficial, durante su viaje a Bolivia Iglesias también tuvo "una agenda privada, como ocurre en la mayoría de los viajes al extranjero". "Los actos privados del vicepresidente segundo no afectan a la política exterior marcada por el Gobierno", recalca.
Ya en noviembre, ante las críticas llegadas desde la oposición, González Laya había recalcado que el líder de Podemos había firmado la 'Declaración de La Paz' "a título individual" y que esta no era en ningún caso "un acuerdo entre países".

COMISIÓN ROGATORIA DE BOLIVIA

Por otra parte, y también a pregunta del PP, el Gobierno ha indicado que Iglesias no abordó durante su viaje a Bolivia la petición cursada por la Fiscalía de este país para que él, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero prestaran testimonio en relación con los hechos sucedidos en la Embajada de México en La Paz en diciembre de 2019.

Preguntado sobre si el vicepresidente segundo mantuvo algún contacto con las autoridades bolivianas en relación con este hecho, el Ejecutivo subraya que el viaje de Iglesias se enmarcó "en un marco institucional y dentro de sus competencias, y no ha abordado este asunto en ninguno de sus encuentros durante el viaje".

El Gobierno ya informó previamente de que devolvió a Bolivia, por considerar que no estaba suficientemente fundamentada, la comisión rogatoria que enviaron sus autoridades para citar como testigos por los incidentes en la Embajada de México en La Paz a Pablo Iglesias, el expresidente Zapatero, los fundadores de Podemos Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón y el exjuez Baltasar Garzón.

El incidente en cuestión tuvo lugar cuando dos diplomáticos españoles en La Paz visitaron a la embajadora de México, María Teresa Mercado, que había dado asilo a varias personas afines al expresidente Evo Morales en esa primera etapa del Gobierno provisional de Jeanine Áñez.

A su salida, se encontraron con que las fuerzas de seguridad bolivianas no les permitían salir y solo tras varias gestiones pudieron hacerlo en un coche enviado por la canciller boliviana. El Gobierno de Áñez sospechaba que los diplomáticos españoles querían reunirse con los asilados en la Embajada o ayudarlos a salir y el caso derivó en una crisis con la expulsión de los diplomáticos de las respectivas embajadas.

VENEZUELA
En otro orden de cosas, pero también en relación a este viaje del presidente segundo, el Gobierno ha puntualizado que no mantuvo "reunión alguna, ni oficial ni privada", con el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, durante su viaje a Bolivia, después de que el PP presentara una pregunta en este sentido.

Además, el Ejecutivo ha aprovechado para reiterar que no reconoce las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, en las que se impuso el 'chavismo' ante el boicot del grueso de la oposición, y para instar a las autoridades venezolanas a "dar una respuesta urgente a la grave situación humanitaria" en el país.

Por último, el Gobierno manifiesta de nuevo "la disponibilidad de España para apoyar una solución pacífica" en Venezuela.

 

 

 

 

 

DESCUBRIMIENTOS RELEVANTES

 

Yucatán de México (https://bit.ly/39WxWrk)

 

Arqueólogos bolivianos hallaron 45 piezas de una ofrenda ceremonial de más de 1,500 años de antigüedad en el principal templo de Tiwanaku, la cultura más antigua que floreció en las montañas andinas antes de los incas.

Quince piezas fueron presentadas a los medios en días pasados. Consisten en vasijas, cerámicas, cuchillos de piedra, restos de textiles, rostros tallados en piedra posiblemente de deidades y orfebrería, “que sugiere que las sociedades prehispánicas que poblaron las orillas del lago Titicaca tenían arraigados rituales que consistían en grandes ofrendas”, según comunicado del Ministerio de Culturas de Bolivia.

Las excavaciones tuvieron lugar en 2019 y los vestigios se exhiben en el museo de la ciudadela arqueológica de Tiwanaku, a 70 kilómetros al suroeste de La Paz.

“Este hallazgo da luces para entender nuestros orígenes y raíces”, dijo el presidente Luis Arce Catacora, rodeado de autoridades aymaras, a las que prometió gestionar financiamiento para seguir excavando.

Para el director del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Julio Condori, se trata del mayor hallazgo en 200 años después del descubrimiento de los grandes monumentos de Tiwanaku.

Los expertos consideran que las piezas datan de unos 500 años después de Cristo. Estaban enterradas a poco más de 30 centímetros dentro del templo de Kalasasaya y serán sometidas a estudios más amplios para profundizar en los rituales ceremoniales de Tiwanaku, que surgió como una aldea alrededor del año 1580 antes Cristo y colapsó hacia el 724 después de Cristo.

Kalasasaya (“piedra parada” en aymara) es una explanada rectangular construida en piedra en dos hectáreas de superficie, que servía para comprobar el cambio de estaciones. En sus paredes de arenisca hay rostros tallados en piedra.

Punto culminante

Tiwanaku fue la capital del imperio prehispánico que logró su apogeo entre los años 500 y 900 de la era cristiana.

Extensión

Su influencia se extendió por una amplia zona de los Andes meridionales y regiones vecinas.

Importancia

Sus vestigios dan cuenta de la relevancia de esa civilización, diferenciada de otras culturas.

Kalasasaya

Es un templo astronómico orientado al Este, donde se ubican la Puerta del Sol y los monolitos Ponce y Fraile.

 

 

 

 

 

MABEL LOZANO: «HAY CANTIDAD DE MUJERES EXTRANJERAS VÍCTIMAS DE TRATA SIN IDENTIFICAR. NADIE RECLAMA SUS CUERPOS»

 

ABC de España (https://bit.ly/3sVDxqE)

 

La productora y directora toledana Mabel Lozano se ha colado esta semana con su documental «Biografía del cadáver de una mujer» en las nominaciones de los Premios Goya. Con él pone al descubierto la indefensión que sufren las víctimas de explotación sexual, situación que la lleva a denunciar que en España hay cantidad de mujeres extranjeras, en tramos de edades parecidos a los de las víctimas de trata, sin identificar porque «nadie reclama sus cuerpos». «Es inaudito que esto ocurra en un Estado de derecho».

Al hilo de la nominación, y en conversación con Europa Press, la directora ha llegado a constatar por sus propios medios que en nuestro país, al menos, han sido asesinadas de manera brutal hasta 44 mujeres en situación de prostitución en los últimos 20 años. No han sido reconocidas como víctimas de violencia de género. De ahí que lamente que haya «mujeres de segunda y muertes de segunda».

¿Cómo sienta esta nominación?

La eligen los compañeros, y eso es maravilloso. Pero en mi caso, tiene un doble sentido que es el que más me llena de entusiasmo. Al nominar «Biografía del cadáver de una mujer» se está visibilizando a las mujeres víctimas de la trata, a las que han arrebatado sus derechos y no han dejado huella en la historia. El documental relata la historia de Yamiled Giraldo, una mujer superviviente de la trata, asesinada a tiros en un pueblo de Navarra y en presencia de su hijo por el proxeneta que la explotó y al que denunció. En nuestro país podemos hablar de manera eufemística y llamarle trata pero es esclavitud. Hay cientos de mujeres que viven en cautiverio. Y si alguna de ellas se atreve a ser valiente, como lo fue Yamiled, es asesinada. Esos asesinatos sirven para decir al resto de mujeres que están en esa situación «mira lo que te va a pasar si denuncias».

¿En qué situación quedan los hijos de estas mujeres?

Jamás se habla de esto. Es la primera vez que me hacen esa pregunta. Esos hijos quedan olvidados, como sus madres. Al final estamos hablando de mujeres de segunda y muertes de segunda. En ninguna información en la que se dé cuenta de las muertes de estas mujeres se pone su nombre y esto es muy lacerante. Cuando asesinaron a Yamiled el titular fue: «Prostituta abatida a tiros», cuando era víctima de un delito que vulnera todos los derechos humanos.

Por contra, no encontramos ningún titular que hable de «albañil acuchillado o abatido a tiros». A estas mujeres se les borra incluso sus nombres, se les deshumaniza, no hay ningún artículo en la prensa que cuente realmente lo que les ha sucedido. Con ellas, se hace lo mismo que los nazis hicieron con los judíos: quitarles el nombre, que es lo primero que recibimos cuando nacemos. Por eso, ¿quién va a pensar en sus hijos? Sería un doble salto mortal con tirabuzón. Esos niños no interesan a nadie.

Sorprende ver que usted y su equipo hayan investigado y hayan recuperado los nombres de 44 mujeres asesinadas en situación de prostitución en España que fueron asesinadas de manera brutal. Esos asesinatos, ¿se han esclarecido?

Con nuestro tiempo, energía y dinero hemos hecho una investigación de todas las mujeres asesinadas en prostitución desde el año 2000 y es para alucinar. Nosotros hemos encontrado 44, que fueron en su mayoría quemadas, descuartizadas o tiradas a los basureros. No solo por los proxenetas, también por los hombres que van a consumir sexo y las matan. Hemos encontrado 44, pero no te puedes imaginar la cantidad de mujeres extranjeras, con edad de ser víctimas de trata, que hay sin identificar porque nadie ha reclamado sus cuerpos. Esto está ocurriendo en nuestro país y lo hemos normalizado porque, como se suele decir, la prostitución es de toda la vida. Estamos hablando de delitos no contra la libertad sexual, sino contra la libertad en mayúscula de los seres humanos, de cosas gravísimas.

Hasta 2018, con la Ley de Protección Integral de la Libertad Sexual y para la erradicación de las violencias sexuales, no se recogieron los asesinatos de mujeres en situación de prostitución. Pero la realidad es que estas muertes se investigan como un homicidio normal, sin profundizar en la vinculación de la víctima con las mafias de la trata. Por eso, ni las víctimas ni sus hijos tienen los mismos derechos ni están equiparados en cuanto a reconocimientos con los de la violencia de género.

Sus otros trabajos «Voces contra la trata de mujeres» o «El Proxeneta» han sido utilizados para formar a fuerzas y cuerpos de seguridad en este asunto. Esto, ¿le genera orgullo o tristeza?

En España no existía ningún trabajo que hablase de trata. En 2005, cuando empecé a grabar, muchos de mis amigos me decían que estaba zumbada, que la que era puta era porque quería. Tampoco las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se preguntaban por aquel entonces por qué había mujeres extranjeras donde antes había españolas. Ha habido pocos policías o fiscales que no se hayan formado con «Voces contra la trata», y con «El Proxeneta» he participado en la instrucción de agentes en Bolivia y Colombia.

A veces siento mucha rabia, porque no entiendo la falta de voluntad política y otras, mucha frustración por la ausencia de una que penalice todas las caras del proxenitismo. Tanto al PP como al PSOE les ha faltado voluntad de legislar. Ambos han tenido un plan integral contra la trata pero no lo han legislado. A día de hoy uno puede lucrarse de prostituir a otra persona, lo que da cabida al proxenetismo, sin ser penalizado porque no es delito. En España gozamos de un Estado de derecho y de una sociedad garantista, y es inaudito que sigan ocurriendo casos como el de Yamiled Giraldo.

Sus anteriores trabajos se han visionado en centros educativos. Pasará lo mismo con «Biografía del cadáver de una mujer»?

Recurro al cine como herramienta de transformación social. Tenemos dos maneras de llegar a lo que queremos, que es vestir de derechos a las mujeres: una, dotándonos de una ley integral contra la trata con auténtica perspectiva de género que condene a todas las caras del proxenetismo; y otra, por medio de la educación. Hay que desacelerar la demanda y decir a los chicos que detrás de esas luces de neón hay muchas Yamileds que no denuncian porque el miedo y las amenazas son reales.

Hay que hacer mucha pedagogía, sobre todo con los jóvenes. La tan denostada «Ley Celaá», de la que se hablan cosas horrorosas, aborda la educación sexual que es algo importantísimo. Hay que trabajar para educar en relaciones sexuales afectivas, sanas e igualitarias. La sexualidad no va de poder sino de placer, de no comprar a un ser humano. Ahora estamos viendo que los chavales ritualizan lo que ven en la pornografía y de ahí las manadas.

¿En qué situación quedan las víctimas de trata cuando los esfuerzos mundiales se centran en combatir la pandemia?

Aunque las fronteras estén cerradas, la demanda de sexo no ha disminuido. Si no llegan mujeres extrajeras captarán a españolas. Y ¿dónde las van a captar? ¿En las universidades o en los lugares donde haya mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad? Esta pandemia está haciendo más vulnerables a los vulnerables y las mujeres siempre lo son.

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