PLANES PARA VISITAR LA PAZ: ARQUITECTURA COLONIAL, BRUJAS, TELEFÉRICOS Y CHOLITAS EN EL RING
La Paz es una ciudad extraña y, en
apariencia, caótica. Lo primero que impresiona es dónde está: literalmente
colgada de un desfiladero que baja desde los 4.000 a casi 3.500 metros de
altitud en quebradas imposibles. Lo segundo es su configuración laberíntica:
las laderas cubiertas de casas bajas y ladrillo visto que crean un verdadero
muro rojo y el centro ecléctico y desordenado donde se mezclan algunos restos
del pasado colonial con grandes edificios de apartamentos y oficinas. No te
vamos a engañar. La primera impresión puede no ser buena. Pero la capital no
oficial de Bolivia –la constitucional es Sucre- es un microcosmos que
trasciende lo arquitectónico, lo histórico y artístico. Es un lugar único e
intenso en el que se siente la herencia prehispánica como en ningún lugar de
Latinoamérica (incluso más que Cuzco). Y también un mosaico en el que se pueden
encontrar verdaderas joyas que no desmerecen frente a sus vecinas peruanas o
las históricas Potosí o Sucre. La mayoría llega y se va para ver otros lugares
del país. Pero merece la pena hacer parada y fonda por unos días y dejarse
sorprender.
En torno a la Plaza Mayor de San
Francisco: La Paz colonial.- Esta vez no fueron ni la espada ni la cruz, sino
la necesidad que imponían las enormes distancias que iban mediando entre las
ciudades de un imperio cada vez más grande. Y La Paz hace honor a su nombre,
pues se fundó como posta de descanso en el camino que comunicaba el Cuzco y la
Villa Rica de Potosí. Fue en 1548 aprovechando las quebradas que quedan al socaire
de los vientos helados del Altiplano andino. Y ese fue el comienzo: el de posta
de camino. Los restos de la ciudad colonial están diseminados. Los hay
imponentes, como la Basílica de San Francisco (Sagarnaga, 173), un templo
barroco del siglo XVIII que es una síntesis perfecta de esa mezcla de
simbolismos europeos e indígenas que es tan característica de esta parte del
mundo. Pero la mayoría de los rastros de la vieja España son viviendas de
estilo colonial que, de milagro se salvaron de la piqueta o la simple ruina.
Buena parte de estas huellas hispanas
están aisladas, como la que alberga el Museo Tambo Quirquincho (Plaza Alonso de
Mendoza). Dicen que aquí se encontraba un antiguo tambo incaico que fue
‘modernizado’ para convertirlo en esa posta de descanso. Estaríamos, entonces,
ante el edificio más antiguo de la ciudad. Otros forman bonitos conjuntos
monumentales, como los de la Calle Jaén, un trozo divino de casonas coloniales
que se ha conservado gracias a su conversión en centros culturales (aquí conviven
pared con pared los museos del Oro Precolombino; del Litoral Boliviano; el de
los Instrumentos Musicales; el de las Costumbres y la Casa Museo Murillo, un
héroe de la independencia local).
Caminar por las apenas quince o
veinte cuadras que rodean a la Basílica de San Francisco es irse topando con
esos restos del pasado mezclados con grandes edificios del XIX y otras
construcciones modernas de dudoso gusto. En Pichincha está la Iglesia de los
Jesuitas (San Calixto); en Ingavi el fastuoso palacete barroco que alberga en
Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Ingavi, 916; Tel: (+591) 2240 8640);
en Comercio, el precioso Palacio Diez de Medina, sede del Museo Nacional de
Arte (Comercio y Socabaya; Tel: (+591) 2240 8600); en Colón la sencilla Iglesia
de la Merced... Lo mejor es ir y venir para toparse con viejos balcones,
portadas de piedra, iglesias en las que conviven los dioses de las dos orillas
o verjas de hierro varias veces centenarias. Otro lugar muy importante es la
Plaza de Murillo. Aquí conviven casi tocándose, la Catedral Metropolitana (del
siglo XIX) con el Palacio de la Asamblea Plurinacional, sede del Legislativo.
Pese a los desconchones de los edificios, esta plaza es uno de los centros
monumentales de la capital paceña. Es un buen lugar para sentarse a descansar y
ver pasar al variopinto paisanaje local.
Cholitas, mercados y brujas.-
Volvemos a la vera de San Francisco para internarnos en las callejas que suben
hacia la margen occidental de la quebrada paceña. En esta parte de la ciudad vieja
se deja notar con fuerza el carácter mestizo de La Paz. No es viejo, ni mucho
menos, pero el Mercado de Lanza (Plaza Mayor de San Francisco) es un buen
adelanto de lo que nos espera un poco más adelante. Las calles y pequeñas
plazas de esta zona son un mercado continuo dónde prácticamente se puede
comprar de todo. La Calle Linares es uno de los lugares más auténticos de la
capital y, de lejos, el sitio que mejor pone de manifiesto la mezcla curiosa de
culturas y creencias que es esta parte del mundo. El Mercado de Las Brujas se
ha convertido en una atracción turística que ofrece fotos curiosas de amuletos,
efigies de viejos dioses, pócimas y fetos de llama. Los que llegan desde otras
partes del mundo compran alguna cosa y hacen fotos. Pero los locales aún vienen
buscando, por ejemplo, esos fetos de llama que ofrecidos en ofrenda a los
cimientos de una casa aseguran que a uno no se le va a venir el techo encima. O
los polvos de lengua de perro que te entregan la voluntad del ser amado. Aquí
en la propia Linares está el Museo de la Coca (Linares, 906; Tel: (+591) 6985
1999) un modesto centro privado en el que se explora la historia de este
cultivo y sus usos a lo largo de los siglos. La coca sigue siendo uno de los
ejes culturales del país y la mayoría de los locales la mascan habitualmente
para calmar los efectos de la altura y el cansancio.
Prado arriba; Prado abajo.- Una
enorme sucesión de avenidas cruza el cauce de la quebrada paceña dividiendo la
ciudad en dos mitades: Pérez Velasco; Mariscal Santa Cruz y 16 de Julio. Esta
‘calle’ partida en tres conduce desde el centro de la ciudad colonial (Plaza
Mayor de San Francisco) hasta las puertas de la ciudad moderna más allá de la
Plaza del Estudiante. Aunque los rascacielos y los mamotretos de dudoso gusto han
ido ganando terreno, esta arteria de comunicación fundamental aún atesora
algunos lugares lindos fruto de la expansión republicana de La Paz durante el
siglo XIX. Como sucede en otras ciudades españolas y de origen español, El
Prado ejercía de paseo arbolado a las afueras de la traza urbana. Y en La Paz,
El Prado, aunque ya está en pleno centro, sigue siendo el Paseo. Así en
mayúsculas. Hoy la vieja alameda es un boulevard enclaustrado por la bulliciosa
16 de Julio. Pero aún así es un agradable lugar donde caben los monumentos y
una buena masa de árboles, un elemento bastante escaso en las calles paceñas
más allá de plazas y parques. Aprovecha que estás por aquí para subir hasta el
Mirador Killi Killi. Es una magnífica atalaya desde la que se puede ver la ciudad
entera.
El barrio de Sopocachi.- El Paseo del
Prado culmina en la Plaza del Estudiante. Este lugar en realidad está dedicado
a la figura del poeta local Franz Tamayo aunque los paceños la rebautizaron por
su cercanía con el campus de la Universidad de San Andrés. Una plaza que sirve
de puerta de entrada al exclusivo Sopocachi, barrio histórico vinculado a los
primeros años de la República Boliviana. Antes de iniciar el paseo, a dos pasos
de la Plaza del Estudiante queda el Museo Arqueológico Nacional (Calle
Tiahuanacu, 93; Tel: (+591) 2233 1633) que cuenta con una buena colección de
objetos y restos de las culturas prehispánicas del país. Sopocachi es un
paréntesis al barullo que impera en el centro de La Paz. Subir por la Calle
Ecuador es ir pasando de manera progresiva del bullicio a la tranquilidad, A
medida que vamos ascendiendo van desapareciendo los puestos callejeros, el
tráfico se vuelve bastante más escaso y va imponiéndose el silencio. En
Sopocachi abundan las embajadas, los hoteles boutique y los locales de moda a
los que van los paceños y paceñas ‘top’ y buena parte de los turistas
extranjeros.
Los tres grandes espacios públicos
del barrio son la Plaza Abaroa, en la zona baja (a apenas una cuadra de la
Avenida 6 de Agosto –continuación de El Prado-) y las Plazas de España y El
Montículo en la parte alta. Junto a Arbaroa impera un paisaje de grandes
edificios, rascacielos y sedes de ministerios y organismos gubernamentales. Un
poco más arriba, las calles están cuajadas de edificios bajos y algunos buenos
ejemplos de la Arquitectura Republicana. Un buen ejemplo de este estilo es la
Casa Museo Marina Núñez Del Prado (Ecuador, 1934), palacete de la familia
paterna de la célebre escultora boliviana en la que se custodia una más que
notable colección de arte colonial (imponente la platería), precolombino y
piezas de la propia Marina Núñez Del Prado. Los otros dos grandes espacios que
hay que visitar en la zona son la Plaza de España –presidida por una efigie del
inmortal Cervantes- y, sobre todo, El Montículo. Aquí vas a encontrar un
precioso portón barroco del siglo XVIII (perteneciente al desaparecido
Seminario de San Jerónimo), una fuente monumental dedicada a Neptuno, una
pequeña ermita y vistas alucinantes sobre buena parte de La Paz y las laderas
que suben hacia ese universo paralelo que es El Alto. Muy cerca de la Plaza de
España está la estación terminal del Teleférico Amarillo que sube hasta las
cimas de la quebrada.
Subir hasta El Alto.- La inauguración
de las diferentes líneas de teleférico ha acercado los diferentes barrios y
poblaciones que se desparraman por la geografía endiablada de La Paz. El Alto
es una ciudad desmesurada que se extiende a más de 4.000 metros de altitud
sobre un enorme altiplano (con más de 400 metros de desnivel con las zonas
paceñas más bajas). Es un lugar singular que gracias al teleférico (que forma
la red más extensa del mundo) se ha ido integrando en las rutas turísticas. Por
su situación geográfica, justo al borde de la gran hoya que alberga a La Paz,
ejerce de mirador privilegiado en lugares clave como Faro Murillo (Estación
Faro Murillo, línea morada), Ciudad Satélite (Estación Qhana Pata, línea
amarilla) o las inmediaciones de la Avenida 16 de julio (Estación 16 de Julio,
línea roja). Y no sólo verás la ciudad desde las alturas: también la mole
imponente del Illimani, el gigante nevado de más de 6.400 metros de altitud que
vigila esta parte del mundo. La línea plateada, que recorre el borde del
precipicio, sirve de conexión entre estas tres líneas que suben desde La Paz y,
también, para acceder a las estaciones de las líneas que se internan en El Alto
(azul y morada). Pero su principal atractivo turístico es que es el mejor de
los miradores posibles para ver la capital desde las alturas y moverse entre
puntos importantes de El Alto. Como por ejemplo las avenidas Cívica y
Tihuanacu, dónde se forman gigantescos mercados a cielo abierto que se cuentan
entre los más grandes de Latinoamérica.
El Alto es un lugar famoso entre el
turismo que tira de mochila por Latinoamérica por algunas atracciones bizarras.
Quizás la más singular es el Cholitas Wrestling (Calle 4 Villa Dolores; Tel:
(+591) 7729 4590) un curioso espectáculo de lucha libre donde participan
mujeres vestidas con sus atuendos tradicionales. La primera vez que estuvimos
en La Paz fuimos de mala gana, pero no es más que un divertimento popular y
bastante curioso (como lo que es la entrada para extranjeros sea mucho más cara
que para los locales) en el que hay muchísimo más teatro que violencia. Otro
fenómeno alteño que se está convirtiendo en una atracción turística es el de
los ‘cholets’, un palabro despectivo de nuevo cuño formado por la unión de las
palabras cholo (como se llama a la población indígena) y chalet. Los cholets
son residencias y negocios vinculados a la nueva burguesía de El Alto que ha
florecido al socaire del milagro económico boliviano. Algunas de estas
construcciones lucen extravagantes y vistosos diseños inspirados en las
culturas tradicionales (sobre todo en los espectaculares tejidos andinos
–aguayos-). Otros son verdaderos templos en los que se mezclan lo naif y lo
kitsch a partes iguales (con máscaras de superhéroes, estatuas de la libertad y
otras lindezas arquitectónicas como un barco que corona un edificio de diez
pisos al que los locales llaman el Titanic). La mayoría de estos ‘cholets’ se
encuentran en el barrio de Villa Adela (Acceso Línea de buses verde desde la
Avenida 6 de marzo). El ejemplo paradigmático de este estilo al que también
llaman Nuevo Andino es el salón de fiestas El Imperio del Rey (Calle 9 y
Avenida Bolivia). La Plaza de la Cruz ejerce de epicentro del Cholet ya que las
dos avenidas que la cruzan (Bolivia y Julio César Valdez) atesoran un buen
número de estos edificios que, poco a poco, se van extendiendo a otras partes
de El Alto.
Cuatro excursiones desde La Paz.-
Antes de partir a conocer lugares como las riveras del Titicaca, Sucre, Potosí
o el mágico Uyuni, podemos aprovechar la estadía en La Paz para visitar algunos
lugares que están muy cerca de la ciudad y que merecen la pena. Si eres amante
de la arqueología no debes dejar pasar la oportunidad de pasear por las ruinas
de Tihuanacu (Acceso por Ruta 1), una importante ciudad preincaica que floreció
entre los años 400 AC y el 900 DC como cabeza de una cultura que alcanzó
territorios de las actuales Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Otro lugar mucho
más cercano a la capital es el Valle de Las Ánimas, una excursión que puedes
hacer por tu cuenta con los modernísimos Autobuses Pumakatari que salen desde
Plaza Camacho (Ruta marrón a Chasquipampa) hasta la parada de la calle 60 en
Ovejuyo. Este valle mágico excavado por el agua y el viento está lleno de
formaciones rocosas en forma de pináculos. No es una ruta larga pero sí
exigente. Ten en cuenta que estamos a más de 4.000 metros de altura. Otro plan
paceño habitual es descender por la famosa Carretera de La Muerte que conduce a
Coroico, en las Yungas bolivianas (selvas). Esta vieja carretera en desuso es
una de las más peligrosas del mundo pero aún así se organizan excursiones para
descenderla en bicicleta. No es tan difícil como parece. Nosotros pudimos
hacerla sin muchos problemas. Terminamos con otro clásico paceño: El Valle de
La Luna. Este espacio natural singular se encuentra al sur de la capital pero
bien comunicado por transporte público (líneas de autobuses a Masalla desde la
Calle México y la Avenida Mariscal Santa Cruz). Este lugar se parece mucho al
Valle de Las Ánimas aunque la concentración de pináculos de piedra es mucho
mayor formando un paisaje surrealista. El Diario de España
(https://bit.ly/3sGHOkb)
UNA PEQUEÑA EMPRESA ESTADOUNIDENSE
LUCHA CONTRA LOS GIGANTES CHINOS Y RUSOS POR EL LITIO DE BOLIVIA
Una titánica misión para una pequeña empresa
energética de Texas, ganar a los gigantes industriales chinos y rusos en el
aprovechamiento de las riquezas minerales en Bolivia y que un día podrían
alimentar decenas de millones de vehículos eléctricos.
World Energy Trade (https://bit.ly/3JaqN7B)
Un equipo viajó de Austin a Bolivia a
finales de agosto para reunirse con líderes locales y nacionales en un complejo
gubernamental de litio y convencerles de que la empresa, EnergyX, tenía una
tecnología que haría realidad el potencial de Bolivia para ser una fuente
mundial de energía verde.
Al llegar, se encontraron con que la
conferencia a la que habían planeado asistir se había cancelado y que los
guardias de seguridad habían bloqueado el lugar.
Sin embargo, la verdadera atracción
estaba a la vista, un gigantesco mar calcáreo de salmuera en lo alto de los
Andes llamado Salar de Uyuni, que es rico en litio, entre varios minerales con
un valor creciente en todo el mundo porque se necesitan en las baterías
utilizadas en los coches eléctricos y en la red eléctrica.
Rodeado de equipos oxidados,
estanques de producción vacíos y bombas desacopladas de las tuberías, parecía
un lugar desolado. Sin embargo, para Teague Egan, de 33 años, director
ejecutivo de EnergyX, no había más que promesas.
La nueva Arabia Saudí
Con una cuarta parte del litio
conocido en el mundo, esta nación de 12 millones de habitantes se encuentra potencialmente
entre los nuevos ganadores ungidos en la caza global de las materias primas
necesarias para alejar al mundo del petróleo, el gas natural y el carbón en la
lucha contra el cambio climático.
Ocho empresas extranjeras han
competido en los últimos meses para establecer proyectos piloto de litio aquí,
incluyendo cuatro de China y una de Rusia, países que han tenido relaciones más
amistosas con el gobierno de Bolivia que Estados Unidos.
Al igual que los buscadores de
petróleo han perseguido riquezas durante mucho tiempo, la revolución de la
energía limpia está generando una oleada de emprendedores que esperan
aprovechar el nuevo auge y entrar en la intersección de la geopolítica y el
cambio climático.
Algunos son nombres conocidos, como
el de Elon Musk en Tesla, mientras que el Sr. Egan y otros son luchadores que
buscan su primera oportunidad en lugares ricos en minerales como Bolivia, la
República Democrática del Congo y el Pacífico Sur.
El litio es un componente básico de
las baterías de iones de litio, que permite el flujo de la corriente eléctrica.
Debido a la ligereza del metal, su larga vida útil, su gran capacidad de
almacenamiento y su facilidad de recarga, se espera que la demanda crezca exponencialmente
durante la próxima década para alimentar una flota cada vez mayor de vehículos,
así como para extender el almacenamiento de baterías en la red eléctrica para
las energías renovables. Sólo este año, los precios de los compuestos de litio
han subido más del 200% en varios mercados mundiales.
El litio es para los bolivianos
Hay muchas cosas que el Sr. Egan no
puede controlar en este país largamente plagado de golpes de estado y
divisiones raciales, ideológicas y regionales.
El partido gobernante de Bolivia, el
Movimiento por el Socialismo, está dirigido por el ex presidente Evo Morales,
que intentó acercar el país a China antes de que las protestas y los militares
le obligaran a abandonar el poder hace dos años.
El presidente Arce se enfrenta a los
desafíos de los movimientos locales que se oponen al gobierno socialista y
desconfían de los intereses extranjeros, a los que consideran explotadores de
la riqueza mineral de Bolivia desde el siglo XVII.
Hace tan sólo dos años, un acuerdo
sobre el litio entre el Sr. Morales y una empresa alemana provocó protestas que
acabaron extendiéndose por todo el país. El Sr. Morales se vio obligado a
desechar el contrato sólo una semana antes de huir del país.
Marco Pumari, un político local que
lideró las protestas, exigió la triplicación de las regalías para la provincia
de Potosí y la participación local en la propiedad de las empresas de litio.
Dijo que sus demandas no habían cambiado y que su oposición a los socialistas
gobernantes seguía siendo firme.
En agosto, unos 80 manifestantes
tomaron dos carreteras, impidiendo que el Sr. Arce visitara las instalaciones
de litio del gobierno y exigiendo que despidiera al nuevo jefe de la empresa
estatal de litio y que diera a los residentes locales una mayor participación
en las decisiones sobre la producción de litio.
Los expertos en energía afirman que
un gran aumento de la producción de litio boliviano mantendría bajos los
precios de las baterías. Sin embargo, Bolivia es un país que, entre otros,
tiene alto riesgo político y económico.
"En Bolivia se han llevado a
cabo proyectos durante 30 años y no se ha conseguido casi nada", dijo
Robert Mintak, director ejecutivo de Standard Lithium, una empresa minera que
cotiza en bolsa con sede en Vancouver, Columbia Británica, refiriéndose a los
esfuerzos de desarrollo del litio que se remontan a 1990. "Es un país sin
salida al mar, sin infraestructuras, sin mano de obra, con riesgos políticos y
sin protección de la propiedad intelectual. Así que, como promotor, elegiría
otro lugar más seguro".
Un gringo en Bolivia
El Sr. Egan ve las probabilidades de
manera diferente. Que el Sr. Egan haya llegado hasta aquí es una maravilla,
conoció el litio boliviano solo por casualidad, cuando él y un amigo
atravesaron Sudamérica como turistas en 2018.
Cuando llegaron al salar, un guía les
explicó que estaban sobre la mayor reserva de litio del mundo. "Pensé: 'No
sé cómo voy a hacer esto, pero tengo que participar", dijo el Sr. Egan.
Había probado suerte como agente
deportivo y musical y dirigía un pequeño fondo de inversión en ese momento.
Había invertido en Tesla en 2013 a 9 dólares la acción; ahora cotiza en torno a
los 975 dólares.
Pero sentía que no estaba logrando
mucho. Antes de que el Sr. Egan viajara a Sudamérica, su padre, Michael, fundador
de Alamo Rent A Car, le aconsejó que hiciera dos listas: la de sus cinco
mayores pasiones y la de las cinco industrias que creía que crecerían más
rápido en las próximas décadas. Las energías renovables estaban en ambas
listas.
El Sr. Egan leyó sobre el litio. Se
decantó por las membranas de filtración como el eslabón vital que faltaba para
que los estanques de evaporación de litio fueran más productivos y rentables.
Entonces dio con un artículo de 2018 escrito por Benny Freeman, profesor de
ingeniería química de la Universidad de Texas en Austin, y algunos científicos
que trabajan en Australia sobre un nuevo tipo de membrana con poros del tamaño
de un átomo que podría utilizarse para separar y purificar las sales de litio
de las rocas y las salmueras.
Viajó a Austin y a Australia, el Sr.
Egan y el Dr. Freeman congeniaron y comenzaron a trabajar en conjunto.
El Sr. Egan regresó una y otra vez a
Bolivia, pero hizo pocos progresos en la venta de su tecnología a los
funcionarios. "Todas estas personas tienen las manos atadas a la
espalda", dijo, ya que tienen miedo de ofender a los líderes en la parte
superior del gobierno.
La gran oportunidad llegó en abril de
2020, cuando Diego von Vacano, profesor boliviano de ciencias políticas en la
Universidad de Texas A&M -y asesor informal del Sr. Arce, entonces uno de
los principales candidatos presidenciales- se puso en contacto con el Dr.
Freeman para pedirle consejo sobre la extracción de litio. El Dr. Freeman puso
en contacto al Dr. von Vacano y al Sr. Egan, y el profesor de Texas A&M se
convirtió en el puente vital del Sr. Egan con Bolivia.
En ese momento el Sr. Egan no pudo
conseguir una reunión con el nuevo presidente, sin embargo, no se dio por
vencido y en agosto, tras la cancelación de la conferencia, Egan y su equipo
volaron a la capital de Bolivia, La Paz, y siguieron tocando puertas, con la
esperanza de aprovechar los contactos que Egan había hecho entre los altos
funcionarios del Ministerio de Energía.
Como siempre, hubo obstáculos
Cuando se reunieron con Carlos
Humberto Ramos, el recién nombrado director de la empresa estatal del litio,
para convencerle de las ventajas de su enfoque, descubrieron que no conocía
bien la tecnología de membranas de EnergyX.
El equipo del Sr. Egan volvió a ver
al Sr. Ramos al día siguiente y, tras explicar su tecnología a sus principales
técnicos, le dijeron que podía visitar el complejo de litio y que el acuerdo
inicial por el que se aprobaba el proyecto de EnergyX era prácticamente un
hecho.
Hubo desacuerdos sobre dónde poner el
proyecto piloto propuesto, y cuando el Sr. Egan sugirió formas de avanzar hacia
la comercialización, los técnicos le dijeron que esperara hasta que los
resultados de las pruebas iniciales estuvieran listos. Pero se conformó con
haber visitado las instalaciones antes que otras empresas.
Hay espacio para todos los inversores
En una entrevista, el Sr. Molina,
ministro de Energía, dijo que hay espacio para los estadounidenses, rusos,
chinos, japoneses, quien quiera invertir siempre que respete nuestra soberanía.
China tiene ventajas. Ya controla
importantes activos de litio en Sudamérica, y sus empresas han realizado unas
inversiones de 4.500 millones de dólares en litio en los últimos tres años en
Sudamérica y México. Los bancos chinos conceden préstamos a bajo interés a las
empresas mineras y de construcción chinas que operan en el extranjero para
impulsar los planes del Presidente Xi Jinping de dominar las industrias del
futuro.
En cuanto a Rusia, el presidente
Vladimir Putin ha hablado por teléfono con el Sr. Arce al menos dos veces sobre
el litio y otros asuntos, dijeron funcionarios rusos.
El Sr. Egan dijo que no estaba
recibiendo prácticamente ninguna ayuda del gobierno estadounidense. Y los
funcionarios estadounidenses dicen que su mejor esperanza es presionar
suavemente para que haya igualdad de condiciones.
En octubre envió un contenedor a
Bolivia equipado con bombas, válvulas, tanques y membranas para separar el
litio de la salmuera. Si el proyecto piloto da resultados prometedores, podrá
seguir adelante con un proyecto comercial.
De las 20 empresas que competían a
principios de año, el gobierno ha designado a ocho para llevar a cabo los
proyectos piloto, incluida otra pequeña empresa estadounidense, Lilac Solutions
de California.
Todas las empresas, la octava es de
Argentina, competirán por la atención del gobierno boliviano y por recursos
como conexiones eléctricas y técnicos locales cualificados en los próximos
meses, antes de que alguna pueda ser aprobada para avanzar hacia las
operaciones comerciales.
"Todavía tenemos que hacer una
demostración y ampliarla", reconoció Egan. "Aún tenemos que pasar a
la fase comercial. Es decir, esto es sólo el primer día".
BOLIVIA SE PREPARA PARA UN NUEVO
ESCENARIO DE ELEVADA INCERTIDUMBRE E INESTABILIDAD EN 2022
La Gaceta de España (https://bit.ly/3yOh5mH)
Ha llegado la temporada en la que se
suelen hacer evaluaciones del año que pasa, y elaborar algunas proyecciones
para el que viene. En el caso de Bolivia la cosa es así:
Aunque tanto Delta como Ómicron no
terminaron siendo tan arrasadoras como se pensaba en un principio, en el ámbito
de la crisis sanitaria el país andino lleva una notable nota de reprobación.
Estuvo peleando los últimos lugares en la campaña de vacunación junto a
Paraguay y Venezuela en la región como los peores del ranking, pero cierra la
gestión ubicado en el fondo de la tabla. Lo que sí hizo bien fue no caer en la
tentación de obligar a su población a vacunarse, y es importante reconocerlo.
Sin embargo, reprueba sin posibilidad
de matiz alguno en cualquier otro ámbito que se pueda pensar, lo cual lleva a
sostener que 2022 podría terminar siendo el año de los sacudones en la economía
de Bolivia, o al menos el inicio de ellos.
Contrariamente a lo que se pueda
sostener sobre las cifras de crecimiento de corto plazo, lo cierto es que, en
el mejor de los escenarios, la economía no va a crecer a niveles pre pandemia
antes de 2023, pero, considerando todo lo que sucede, esta proyección sería
demasiado optimista.
Si solamente se observa el camino que
el sector hidrocarburos, y de manera más específica- el Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), no existe margen de maniobra alguno.
El mejor momento para asumir el desafío de aplicar ya no sólo ajustes, sino
además reformas estructurales el sector y, por tanto, al resto de la economía
sin generar sobresaltos consecuentes, ya pasó hace mucho.
Mientras pudimos atraer capital
privado para invertir en exploración y mantener mercados, se derrochó lo mejor
del período de auge internacional, y luego pretendieron seguir compensando las
caídas con la seguridad de que el problema sería pasajero. Pero sucedió todo lo
contrario, y ahora no sólo YPFB va perdiendo cuotas de mercado, sino que el
país importa una cantidad de combustibles cada vez mayor, con el riesgo de
registrar déficit energético en tan sólo un par de años y, peor aún, por el
ritmo al que se deteriora el sector, probablemente exista la necesidad de
importar gas para abastecer la demanda interna en aproximadamente ocho años.
En este sentido, 2021 ha sido un año
perdido para Bolivia, porque no se han visto señales siquiera de que las cosas
vayan a cambiar ni pronto ni nunca. Peor aún: se ha visto ineptitud sin
precedentes en la principal empresa estatal del país (no ha podido siquiera
ejecutar la mitad de su presupuesto de inversión anual), e improvisación para
tratar de compensar la falta de dotación de gas en industrias concretas en el
sur del país.
Por su parte, el Movimiento al
Socialismo (MAS) atraviesa por desafíos de gran magnitud. La derrota de las
elecciones a gobernaciones y alcaldías en marzo fue importante, pues recibieron
aproximadamente la mitad de votos que habían conseguido en las presidenciales
de 2020, pero aun así necesitan de un nuevo proceso para renovarse, lograr
cohesión y recuperar espacios de poder perdidos en las regiones.
El principal problema de 2022 estará
marcado por la necesidad de conseguir financiamiento, y antes que el Fondo
Monetario Internacional (FMI), la única que tiene recursos suficientes es
China, pero esto no será gratis: los intereses de Xi Jinping sobre el Salar de
Uyuni no son nuevos, pero ha sabido esperar. El régimen del MAS ofrecerá todo
lo que esté a su alcance para conseguir financiamiento de corto plazo para
mantenerse en el poder.
Sin embargo, si el próximo año no se
consigue el financiamiento que se busca al menos desde 2019, los ajustes y
reformas serán tan necesarias como inevitables, indistintamente de si son parte
de un eventual acuerdo con el FMI.
Todo esto significa que el ajuste
finalmente tendrá que asumirlo el sector público de Bolivia en todos sus
niveles: el burocrático, el de las empresas estatales que dependen del gobierno
central, el de gobernaciones y alcaldías con estructuras inconfundiblemente
sobredimensionadas.
Más aún: por ahora la voracidad
fiscal estatal sin precedentes está siendo financiada con deuda, y de manera
más precisa, con ahorro privado. Si acaso el dinero privado no termina siendo
suficiente, el contagio de la ruina de las finanzas públicas al sector bancario
y financiero que se ha iniciado en el mercado secundario, podría terminar
siendo inasumible, con todo lo que ello implica.
Esto es algo que el régimen sabe
perfectamente, por eso se prepara al menos desde marzo con detenciones ilegales
y persecución a ex autoridades del gobierno transitorio, policías, militares y
civiles, para evitar que cualquier líder opositor se aproveche del río revuelto
como en 2019.
Otro aspecto sobre el que existe una
incertidumbre cada vez mayor, es el estado de salud de Arce Catacora, quien
padecería de cáncer y visitaría Brasil de manera periódica por el mismo motivo.
Pero al menos hasta el momento se guarda absoluta reserva al respecto.
Entonces, ya sea por el deterioro de
la salud de Arce, que podría derivar en su renuncia, o por su incapacidad para
contener el aluvión de protestas por los ajustes y las reformas, que lo podrían
llevar a un referéndum revocatorio, se esperan nuevos escenarios de
inestabilidad para 2022.
Pues nada es casualidad. Este parece
ser el tablero sobre el que parecen empezar a prepararse los mismos jugadores
de hace ya varios años: Carlos Mesa, quien apenas se ha manifestado
recientemente sobre las dudas que se ciernen sobre el padrón electoral desde la
renuncia de la ex vocal del Tribunal Supremo Electoral, Rosario Baptista, se
prepara para fundar su partido.
Asimismo, el ex gobernador opositor
cruceño, Rubén Costas, ha re-aparecido en la escena política desde que dejó el
cargo hace unos meses, para anunciar que su partido, el Movimiento Demócrata
Social, se encuentra trabajando en una reingeniería a nivel nacional, luego de
que casi perdiera su sigla en las últimas elecciones a falta de votos.
¿Volverá la oposición en Bolivia a
prestarse al juego que el régimen imponga, sin siquiera exigir una auditoría al
padrón electoral, y peor aún, sin plantear la necesidad de asumir los desafíos
que la economía plantea en 2022?
LA PESADILLA DE ESCAPAR DE VENEZUELA O
BOLIVIA HACIA LA LIBRE COSTA RICA
Boliviana le relató a venezolana los angustiantes
días que soportó junto a su familia para llegar a un país de paz
La Teja de Costa Rica (https://bit.ly/3yXPH5O)
Migrar es desaparecer para luego
renacer, a algunos les toca cargar con una maleta muy pesada y otros viajan
desprovistos de casi todo, unos en avión y otros cuentan los horrores que les
tocó a pie antes de llegar a alguna tierra de acogida.
Seis millones de venezolanos por el
mundo, es todo un país fuera de su país, pero la historia de los venezolanos
también es la historia de mucha otras nacionalidades que sufren los embates de
una dictadura.
Como la historia de una madre
boliviana, a quien le tocó cruzar Latinoamérica junto a su esposo venezolano y
su pequeña de casi dos años de edad, los nombres los omito por su condición de
solicitantes de refugio.
Cuando la conocí hace un par de meses
atrás, en una casa refugio que le brindaba la tranquilidad de un techo y comida
por 30 días, no dudó ni un segundo en contarme su historia, sin remotamente
saber quién era yo.
El primer mes de viaje lo recorrieron
en bus desde Bolivia, cruzando fronteras y banderas, lo difícil empezó cuando
tuvieron que enfrentarse a pie a la selva en el Tapón del Darién, el paso entre
Colombia y Panamá.
Lodo, riscos, lluvia y algunos
muertos en el camino componen el panorama de la mayor parte de esa travesía.
“Yo nunca había visto muertos así, algunos ya estaban muertos dentro de carpas,
una imagen que nunca se me va a salir de la cabeza”.
El momento más duro del viaje sucedió
cuando les tocó acampar cerca de un río, el mismo que al siguiente día les
arrebataría la única maleta que llevaban junto al dinero del que disponían para
empezar una nueva vida en San José.
“Nos habíamos puesto lejos del río,
pero de repente en la noche se escucharon gritos, -el río, el río- decían,
salimos corriendo de las carpas, no se veía nada, la lluvia no paraba, como
pudimos corrimos hacia una loma, pero hubo gente que no escuchó porque estaba
dormida. El río se los llevó, al otro día vimos a la mujer colgada de un árbol”
Llegar a Costa Rica no fue una meta
superada, 20 días deambularon por las calles con la pequeña en brazos.
“Caminábamos todo el día, buscando trabajo, de noche esperábamos a que fuera
bien tarde y nos metíamos al parque Central, nos quedábamos calladitos,
acostados para que nadie se diera cuenta y no nos fueran a sacar”.
Su historia finaliza con una frase de
autoconsuelo: “Al menos no me violaron como a las otras”, se refería a las
mujeres que son agredidas sexualmente de forma repetida, casi que a diario,
frente a sus hijos y unos esposos que terminan convulsionando de la impotencia,
como lamentablemente también he conocido de otras historias de venezolana.
ENVÍO DE ARMAS A BOLIVIA: LA JUSTICIA
CITA COMO TESTIGOS A LOS GENDARMES QUE VIAJARON
El juez Alejandro Catania citó a 21 gendarmes para
que declaren como testigos entre el 21 de febrero y el 16 de marzo próximo en
la causa en que se investiga al gobierno de Mauricio Macri por el envío de
armas a Bolivia para apoyar un golpe de Estado.
El Destape de Argentina (https://bit.ly/3JaSQDJ)
El juez en lo penal económico
Alejandro Catania citó a 21 gendarmes para que declaren como testigos entre el
21 de febrero y el 16 de marzo próximo en el marco de la causa en que se
investiga al gobierno de Mauricio Macri por el envío de armas a Bolivia para
apoyar un golpe de Estado.
Los convocados por el magistrado son
los integrantes de los dos últimos contingentes del escuadrón Alacrán, la
fuerza de elite de la Gendarmería, que
viajó a Bolivia para custodiar la embajada argentina y la residencia del
embajador.
El primer contingente es el que viajó
en el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea el 12 de noviembre de 2019 por la noche
con el armamento para los golpistas, es decir, las 70 mil municiones
antitumulto y más de 500 granadas que según la denuncia se llevaron de
contrabando. La citación es para los miembros de los dos grupos que relevaron a
los que viajaron con las armas. El primer contingente de relevo estuvo desde el
10 de enero del 2020 al 28 de febrero del mismo año. El segundo, desde el 1 de
marzo al 27 de junio del 2020.
La primera tanda de diez gendarmes
que declarará a partir del 21 de febrero es la que estuvo durante el último
período. A partir del próximo 7 de marzo comenzarán a prestar testimonio
quienes integraron el relevo inicial.
La Gendarmería fue la fuerza que
aportó las municiones que el gobierno de Macri entregó a los golpistas en
Bolivia apenas asumió la dictadora Jeanine Áñez. Para justificar su salida del
país, la fuerza argumentó que era parte del material que se enviaba para
proteger la embajada argentina. Cuando regresó de Bolivia el último contingente
de alacranes, en julio del 2020, en el trámite administrativo de reingreso se
dejó asentado que se consumieron las 70 mil municiones antitumulto en
entrenamientos. En la investigación interna que realizó la fuerza surgió que no
se realizaron prácticas de tiro de ningún tipo. Además, 26.900 de esos cartuchos
fueron encontrados en depósitos de la Policía Boliviana. Mientras que el día de
la entrega, el exjefe de la Fuerza Aérea de Bolivia, Jorge Terceros Lara, envió
una carta a quien era el embajador argentino, Norberto Álvarez García, en la
que le agradecía la entrega de otros 40.000 cartuchos antitumulto.
Recientemente, la Gendarmería
presentó oficialmente en la Justicia el inventario del armamento enviado a
Bolivia en noviembre de 2019 y lo ingresado a la Argentina cuando el grupo
Alacrán regresó de su operación de protección de la embajada. El faltante son
justamente los 70 mil cartuchos antitumulto 12/70, casi 600 granadas y 100
spray de gas lacrimógeno, lo que coincide con lo que el gobierno de Macri
entregó a los golpistas según la documentación hallada en el país vecino.
Según documentación donde consta el
material enviado a Bolivia por la GNA en noviembre de 2019, junto a los primero
alacranes viajaron 71.350 cartuchos 12/70 AT. En los depósitos del Grupo
Alacrán, donde se almacena el material que regresó, solo constan 1.350 unidades
de esos cartuchos 12/70 AT. En los depósitos del escuadrón de elite tampoco se
encontraron ninguna de las granadas ni sprays lacrimógenos que salieron del
país.
La prueba ratifica el contrabando que
se investiga en los tribunales argentinos. Para el ministro de Justicia de la
Nación, Martín Soria, "está probada la participación de las máximas
autoridades argentinas, incluyendo a Macri, Bullrich y Marcos Peña”.
En la causa por contrabando que
tramita en el fuero Penal Económico están imputados el expresidente Mauricio
Macri, el exjefe de Gabinete Marcos Peña; la exministra de Seguridad Patricia
Bullrich; el excanciller Jorge Faurie; el exministro de Defensa Oscar Aguad; el
exsecretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el exembajador Normando
Álvarez García; el exjefe de la Gendarmería José Otero; y los gendarmes Fabián
Salas (jefe de los Alacranes), Adolfo Caliba (agregado de Gendarmería en la
embajada argentina en Bolivia), Rubén Yavosrky y Carlos Recalde.
A su vez, en Bolivia también avanza
por estos mismos hechos una investigación judicial por tráfico ilegal de armas
donde están denunciados exfuncionarios bolivianos y el exembajador Álvarez
García. En el marco de las investigaciones en el país vecino por esos hechos se
produjo una reciente detención. El 15 de diciembre pasado, el portal La Razón
de Bolivia dio cuenta de la aprehensión de Renzo Antelo Fernández, el
“exdirector de Ceremonial de la Cancillería” a quien se “acusa por los delitos
de tráfico ilícito de armas, falsedad material y resoluciones contrarias a la
Constitución y leyes”. Según informó La Razón, “falsificó un oficio para
habilitar el ingreso a Bolivia” de los gendarmes argentinos y el armamento que
se terminó entregando a los golpistas.
OBAMA, SANDERS, EVO MORALES Y LULA DA
SILVA; ENTRE LOS INVITADOS A INVESTIDURA DE XIOMARA
Hondudiario de Honduras (https://bit.ly/3J9if0O)
La comisión de transición del nuevo
Gobierno, reveló más detalles acerca de la toma de posesión de la presidenta
electa, Xiomara Castro, luego de oficialmente recibir las instalaciones del
estadio Nacional de Tegucigalpa.
En ese sentido, encabezada por el
actual diputado, Jari Dixon, dicha comisión dio a conocer algunos nombres de
los invitados a la investidura de la primera presidenta en la historia de
Honduras, así como algunos que ya han confirmado su presencia.
Dixon detalló que se giraron las
invitaciones para la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández y los
expresidentes de Brasil: Dilma Rousseff y Lula Da Silva.
De igual forma al exgobernante de
Estadios Unidos, Barack Obama; y el exaspirante a la Presidencia, Bernie
Sanders. Comentó que ya confirmaron su asistencia los exgobernantes Evo Morales
(Bolivia) y Fernando Lugo (Paraguay).
Asimismo, fueron invitados los premios
Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, y el galardonado en 1980, Adolfo
Pérez Esquivel.
Comunicó que han sido invitados
reconocidos defensores de derechos humanos, literatos y personajes de la
política mundial.
“Se continuarán girando invitaciones
en los próximos días, las que serán confirmadas en el momento que se realicen
por parte de la Cancillería hondureña”, mencionó Dixon.
Xiomara Castro fue electa presidenta
de Honduras para el periodo 2022-2026 y tomará posesión del cargo el próximo 27
de enero.
EVO MORALES Y RUNASUR (SÍ, OTRA VEZ)
Revista América Economía de EEUU
(https://bit.ly/3sodXMX)
En mi último artículo comenté el
pronunciamiento titulado “En Defensa de la Soberanía Nacional”, suscrito por ex
Cancilleres y ex Vice Cancilleres de Perú. Uno de esos ex diplomáticos me hizo
llegar una crítica a ese artículo escrita, según me dijo, por tres autores.
Añadió que no se sentía autorizado a revelar sus nombres. Pero dado que, en esa
crítica, hablan de “nuestro pronunciamiento” y, además, hacen suya la réplica
que los ex diplomáticos dieron a la Cancillería (“Lo hicimos aún más explícito
en la réplica”), queda claro que se trata de tres de los autores del
pronunciamiento.
En esa crítica se indica que “Los
enfoques de los practicioners y los académicos suelen discrepar ante el manejo
de crisis precisamente por focalizarse los unos en los hechos prácticos y los
otros en los análisis teóricos”. Quien haya llevado clases de lógica podrá
identificar esa afirmación como un caso del denominado “argumento de
autoridad”. Es decir, una falacia lógica en tanto no existe una conexión válida
entre una premisa y una conclusión: de sostener que sólo una parte en el debate
ejerció la diplomacia no deriva, a priori, que lo que dice sea cierto.
En el artículo sostengo que la
afirmación en ese pronunciamiento de que Runasur, bajo la conducción de Evo
Morales, “se propone desmembrar a Perú otorgando a Bolivia una salida soberana
al Pacífico y así conformar una ‘nación aimara’ como extensión territorial boliviana”,
no consta en ningún documento o declaración de Runasur o de Morales. Los
críticos admiten eso cuando afirman que “No se trata de encontrar la cita
textual para saber que se propone un líder o movimiento, hay un meta-texto que
debe saberse leer”. El problema es que no sólo no hay una cita textual, tampoco
hay referencias veladas que puedan interpretarse como lo hacen ellos. Es más,
el punto quinto del Decálogo de Runasur (único documento que cita el
pronunciamiento), dice explícitamente lo contrario: “América plurinacional es
la respuesta de los pueblos, los movimientos y organizaciones sociales contra
toda forma de intervencionismo e injerencia”.
Prueba de que su lectura meta-textual
es cuando menos discutible es el hecho de que el pronunciamiento de los
presidentes de las comisiones de Defensa, Inteligencia y Relaciones Exteriores
del Congreso peruano atribuye a Runasur ser “un proyecto geopolítico que busca
el control de los recursos naturales peruanos como el cobre, el litio y el
uranio, […]”, algo que no consta ni en los textos ni en la interpretación de
nuestros diplomáticos. Y, nuevamente, la Declaración de Buenos Aires de Runasur
dice explícitamente lo contrario: “Ratificar la defensa de nuestra soberanía
sobre los recursos naturales”. Lo menciono porque, según los críticos, “Kahhat
omite lo que es medular […] cualquier referencia a la soberanía”. Sería medular
si la soberanía de Perú estuviese realmente en riesgo, pero eso es precisamente
lo que, en mi opinión, no han podido establecer ni textual ni
meta-textualmente. A propósito, no queda claro para qué Bolivia querría
apropiarse del litio peruano, dado que tiene las mayores reservas mundiales de
ese mineral y no las está explotando: según la revista The Economist, mientras
la planta piloto que Bolivia instaló en 2013 producirá 600 toneladas de
carbonato de litio este año, Chile producirá 134.000 toneladas. Seré un
académico, pero estos son hechos prácticos. Como es un hecho práctico que el
pronunciamiento se equivoca al atribuir a Morales la promoción de una “nación
aimara” con derecho a un Estado propio, cosa que no es parte del ideario de su
partido (rival de políticos como Felipe Quispe o agrupaciones como el
Movimiento Indígena Pachakuti, que sí contemplaron esa posibilidad).
Ahora bien, no niego que un actor
político pueda albergar propósitos inconfesables de los cuales no consta rastro
escrito. Pero si algo debemos reconocer a Hugo Chávez y Evo Morales es que
jamás hicieron el menor esfuerzo por ocultar su injerencia indebida en la
política peruana: en las elecciones de 2006, Chávez profirió múltiples insultos
contra Alan García y respaldó públicamente a Ollanta Humala, además de
financiar el establecimiento en Perú de las “Casas del Alba”. En las recientes
elecciones peruanas, Evo Morales participó en un evento de campaña de Verónica
Mendoza para luego, en segunda vuelta, hacer público su respaldo a Pedro
Castillo. Morales además fue presidente de Bolivia durante catorce años, ¿por
qué, en la cúspide de su poder, no planteó esos presuntos propósitos?
Supongamos que me equivoco, y que
Morales tiene los propósitos que le atribuyen, ¿con qué medios contaría para
llevarlos a cabo? Ya no es presidente de Bolivia, tampoco es (según encuestas)
el político más popular, y viene perdiendo influencia dentro de su propio
partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). Por ejemplo, cuando en un evento
partidario buscó imponer un candidato para la gobernación de Santa Cruz, le
lanzaron una silla mientras parte de sus correligionarios le exigía que se
retire. Y en la ciudad de El Alto, en la que Luis Arce obtuvo 75% de la
votación en las elecciones presidenciales, el candidato de Morales para la
alcaldía obtuvo apenas un 20%. Una prueba de lo limitada que es la influencia
de Morales en Perú, es el caso de su respaldo a Verónica Mendoza. Si en algún
lugar su intervención podría haberla ayudado es en Puno (región limítrofe con
Bolivia, y que concentra la población aimara del Perú): allí la votación de
Castillo multiplicó por más de ocho veces la votación obtenida por Mendoza.
Los críticos sostienen que “El
Decálogo (de Runasur) es una propuesta ideológica transnacional”, y consideran
esa afirmación “algo irrefutable”. Pues sí, es una propuesta ideológica
trasnacional como también lo es la “Carta de Madrid” auspiciada por el partido
español Vox (que, por cierto, recluta militantes a través de una página web
llamada “Vox Perú”). Coincido, además, en que el Estado peruano no debería
permitir la injerencia en nuestra política de dirigentes extranjeros mientras
se encuentren en territorio peruano. Lo que niego es que exista prueba
fehaciente de que Evo Morales o Runasur tienen los propósitos que le atribuyen
tanto el pronunciamiento de nuestros ex diplomáticos como el de nuestros
congresistas. Aclaré antes que me opongo a una Asamblea Constituyente que
declararía a Perú un Estado plurinacional. Pero una prueba de que eso no
tendría necesariamente las consecuencias que se le atribuyen es el caso
ecuatoriano: la Constitución de ese país lo define como un Estado
plurinacional, lo cual no impidió que un banquero conservador miembro del Opus
Dei fuese elegido presidente y gobierne al amparo de esa constitución.
Concluiría con una pregunta:
¿recuerda cuando el entonces presidente Alan García alegó que Evo Morales
buscaba construir bases militares en la frontera común con financiamiento y
soldados venezolanos? Tal vez no lo recuerde porque ese alegato fue un bluf:
esas bases jamás existieron. Dos de los firmantes del pronunciamiento eran
entonces ministros de García: incluso los más destacados profesionales de
nuestra diplomacia pueden equivocarse.
TIERRA PARA LAS QUE LA TRABAJAN: SÓLO
TRES DE CADA DIEZ MUJERES TIENEN LA TITULARIDAD DE ESPACIOS PRODUCTIVOS EN
CINCO PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
Un informe recoge las dificultades que enfrentan
las mujeres en materia de derecho a la tierra, seguridad alimentaria y
violencia en Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras.
La Diaria de Uruguay (https://bit.ly/3efEWlH)
Las mujeres rurales, campesinas,
indígenas, de pueblos originarios y afrodescendientes representan 50% de la
fuerza formal de producción de alimentos en el mundo, según datos de la
Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados
Americanos. Sin embargo, siguen sin acceder al derecho y control sobre la
tierra que trabajan a diario. Así lo refleja el informe regional Ellas
alimentan el mundo, elaborado por la organización We Effect y el medio de
comunicación feminista Latfem. De acuerdo con los datos presentados, siete de
cada diez mujeres acceden a la tierra para producir alimentos, pero sólo tres
de cada diez tienen ese territorio a su nombre.
El documento, presentado de forma
virtual el 6 de diciembre, aborda las realidades de las mujeres rurales,
campesinas, indígenas, de pueblos originarios y afrodescendientes en Bolivia,
Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras. Tiene tres grandes ejes: el acceso
a la tierra, el derecho a la alimentación y las situaciones de violencia a las
que se enfrentan estas mujeres. El estudio fue realizado durante 2021, por lo
que cada una de las temáticas analizadas está atravesada por los impactos de la
pandemia.
Para la recopilación de datos se
desarrolló una encuesta de preguntas cerradas de múltiple opción a la que
respondieron 1.994 mujeres mayores de 18 años (394 en Bolivia, 447 en Colombia,
407 en El Salvador, 397 en Guatemala y 349 en Honduras). Además, para ahondar
en aspectos centrales del estudio se hicieron diez entrevistas en profundidad a
mujeres rurales, académicas, especialistas y técnicas de We Effect, a la vez
que se coordinaron cuatro grupos focales.
Acceso a la tierra
La mayoría de las mujeres consultadas
(57%) se dedica a la producción en pequeña escala y para el autoconsumo
familiar y comunitario, en tanto 36% produce, además, para la venta. “Estas
prácticas no sólo han permitido históricamente garantizar la subsistencia para
las mujeres campesinas y sus familias, sino que han impulsado el desarrollo de
la agroecología para producir alimentos sanos y seguros, abonando a la
construcción de la soberanía alimentaria”, señala el texto.
En los cinco países estudiados, la
mayoría de las mujeres accede a la tierra para la producción de alimentos. En
El Salvador, 93% de las encuestadas dijo estar en esa situación. Las cifras son
de 78% y 77% en Bolivia y Honduras, respectivamente, mientras que disminuyen a
54% en el caso de Guatemala y 43% en Colombia.
Que los porcentajes de acceso a la
tierra sean altos “no es sinónimo de titularidad”, aclara el documento, y
afirma que las mujeres rurales “siguen expuestas a situaciones de precariedad
laboral y otras vulneraciones en sus derechos”. De hecho, 27% de las
consultadas aseguró que la falta de acceso a tierra, insumos y asistencia
técnica son los “principales conflictos vinculados a la tierra y a la
alimentación que tienen en sus países”. Sólo 26% de las mujeres afirmó tener el
título de la tierra a su nombre, mientras que la amplia mayoría (73%)
únicamente tiene acceso “a menos de una hectárea para producir”, resalta el documento.
Por otra parte, 23% de las
consultadas manifestó acceder a la tierra a través de una herencia, el
mecanismo de acceso más común entre quienes son dueñas de parcelas de
producción. En Bolivia esta cifra alcanzó el 38%, en Guatemala descendió a 24%
y en El Salvador a 23%. Las realidades más complejas se registraron en Colombia
y Honduras, donde las mujeres que son dueñas de las tierras por herencia
alcanzaron el 16% y 14%, respectivamente. El resto de las mujeres –siete de
cada diez– debe encontrar otros mecanismos para acceder a la tierra, como
alquileres, concesiones, préstamos o compra, entre otros.
La brecha de género en el acceso,
control y titularidad de la tierra “impacta directamente en el ejercicio del
derecho a la alimentación, la autonomía económica y otros derechos sociales y
culturales de las mujeres rurales, campesinas, indígenas, de pueblos
originarios y afrodescendientes, cuya labor en la producción de alimentos suele
ser invisibilizada al ser considerada como parte de los trabajos de cuidados y
reproductivos no remunerados”, apunta el informe.
La falta de titularidad también
incide en las posibilidades de las mujeres para obtener créditos y servicios
financieros, por no contar con las garantías requeridas, y genera limitaciones
en el acceso a mercados nacionales.
Derecho a la alimentación
La pandemia destapó una enorme crisis
alimentaria en la región y dejó en evidencia que las grandes empresas
multinacionales no garantizan la seguridad alimentaria de todas las personas.
En este contexto, las mujeres y niñas fueron de los grupos poblacionales más
afectados.
El informe revela que 57% de las
mujeres rurales consultadas tuvo dificultades en el acceso a alimentos como
consecuencia de la crisis sanitaria. Entre ellas, sólo 7% acudió a autoridades
locales o nacionales para solicitar apoyo y 17% aún no pudo resolver la falta
de alimento. El resto –la gran mayoría– logró encontrar soluciones por su
cuenta o junto a su comunidad, lo que muestra la importancia que tienen las
redes de solidaridad en estos contextos.
Bolivia fue el país con un mayor
porcentaje de mujeres rurales que expresaron haber tenido estas dificultades en
el acceso a alimentos en el marco de la pandemia (22%). Le siguen El Salvador
(21%), Colombia (20%), Guatemala (19%) y Honduras (18%).
La falta de recursos económicos
propios también representa un obstáculo en el acceso a alimentos. Casi la mitad
(44%) de las encuestadas manifestó no contar con ingresos económicos propios y,
además, 26% aseguró que no tiene decisión sobre el dinero que obtiene su
familia. Entre las mujeres que sí poseen ingresos propios (56%), el gasto en
alimentos alcanza el 8%.
El informe también destaca que 68% de
las mujeres consultadas considera que “no son tomadas en cuenta como
destinatarias de políticas públicas que garanticen el derecho a la alimentación
ni el acceso a la tierra”. “Esta situación deja en claro la importancia de que
los estados promuevan la soberanía alimentaria y se hagan eco de las propuestas
que impulsan las organizaciones campesinas, indígenas, de pueblos originarios y
afrodescendientes en la región”, agrega el documento.
Violencias
En otro de los apartados, el estudio
aborda las situaciones de violencia que atraviesan las mujeres en estos
contextos. En ese sentido, asegura que “por su rol como defensoras de la tierra
y de los territorios, en muchas ocasiones las mujeres se ven expuestas a
amenazas, hostigamientos, criminalización y desplazamientos forzados, entre una
larga serie de violencias, incluida la violencia sexual, lo que convierte su
activismo socioambiental en luchas de alto riesgo”.
Casi un tercio de las mujeres
consultadas en los cinco países (30%) denunció haber sufrido algún tipo de
violencia por su rol como defensora de la tierra y los territorios. Entre
quienes atravesaron situaciones de violencia o amenazas, 50% manifestó haber
percibido “diferencias” en el tipo de violencia ejercida “por ser mujer”.
Más de la mitad (58%) de quienes se
enfrentaron a estas situaciones no realizó ninguna denuncia formal y, entre las
mujeres que sí lo hicieron, 83% sintió que la denuncia no fue tomada en cuenta.
Sólo dos mujeres, en el total de encuestadas, recurrieron a medios de
comunicación para hacer pública la situación.
“La falta de denuncia supone un doble
conflicto: por un lado, no permite tener la dimensión real de las violencias a
las que están expuestas las mujeres rurales, campesinas, indígenas, de pueblos
originarios y afrodescendientes en estos países por su rol como defensoras de
la tierra y los territorios y, al mismo tiempo, no permite conocer los motivos
por los que las mujeres no denuncian y cómo es su vínculo con el Estado”,
sostiene el informe.
El nivel más alto de violencia se
registró en Colombia, donde 60% de las encuestadas afirmó haber vivido algún
tipo de violencia por su rol como defensoras de la tierra. En el resto de los
países, las cifras no alcanzan el 30%: Guatemala (29%), Honduras (27%), Bolivia
(26%) y El Salvador (8%).
Historias de lucha
Además de datos estadísticos
concretos, el informe recoge los testimonios de mujeres de los distintos
países, algunos de los cuales fueron compartidos durante la presentación. Entre
ellos, está el de Irma Lidia Granda, integrante de la Federación de
Organizaciones No Gubernamentales del Caribe Colombiano. “La tierra es vida,
armonía, tranquilidad, esperanza y sueño, al mismo tiempo que es el medio para
producir la alimentación y apostar a la soberanía alimentaria”, comentó la
activista. “Es el trabajo colectivo, el tejido social, la estabilidad emocional
para las familias; es el arraigo y conservación de la cultura y del ambiente”,
agregó.
Desde Honduras, Guadalupe Silva, de
la Asociación Intercomunal de Comunidades Unidas para el Desarrollo Económico y
Social del Bajo Lempa, manifestó que el acceso a la tierra es un derecho de las
mujeres porque son quienes producen y aseguran el alimento para sus familias y
comunidades. “Es importante también para el desarrollo de las propias mujeres y
del país”, señaló; “la tierra nos da todo lo que necesitamos, nos permite ver
nuestro futuro y dejar a nuestras hijas e hijos ese legado”.
Durante la presentación del
documento, la periodista Azul Cordo entrevistó a Berta Zúñiga, coordinadora
general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
(Copinh) e hija de la activista Berta Cáceres, asesinada en 2016, y a Wilma
Mendoza, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de
Bolivia.
Entre otros aspectos, las activistas
hablaron sobre las luchas por el acceso a la tierra que lideran sus
organizaciones. En ese sentido, Mendoza dijo que, si bien “la lucha de mujeres
y hombres por el reconocimiento de nuestro territorio ancestral ha sido muy
larga”, en Bolivia este proceso es “visible” desde 1990. A la vez, resaltó que
“las acciones por los derechos de las mujeres en estos espacios son
constantes”. “En algunas naciones se ha entendido que debe haber equidad e
igualdad, pero en otras hay que seguir trabajando”, enfatizó.
Por su parte, Zúñiga planteó que
lograr el acceso a la tierra y el “derecho de posesión” es una de las razones
por las que surgió la organización que integra. En esa línea, señaló que el
Copinh trabaja en “desafiar el colonialismo instalado y denunciar las
invasiones a los pueblos”. Desde sus inicios, en la década de 1990, el
organismo planteó las desigualdades que atraviesan los pueblos indígenas en
Honduras, pero en especial las mujeres, que “reciben el impacto de esas
inequidades de formas más fuertes, no sólo desde las invasiones y agresiones
externas”, sino también “internamente en las comunidades”, dijo Zúñiga.
Por su parte, Mendoza aseguró que en
Bolivia “se han incrementado los femicidios y situaciones de violencia sexual”
en el campo. La activista dijo que, “si bien existe una normativa específica,
lastimosamente la Justicia no está de nuestro lado. Frente a estas
circunstancias, las mujeres tenemos que seguir empoderándonos, informándonos y
apropiarnos de nuestros derechos”.
Sobre este mismo tema, Zúñiga planteó
que “frente a las violencias y adversidades” que atraviesan las mujeres, es
necesario “trabajar en nuestras espiritualidades para protegernos y abrazarnos,
y reivindicar la memoria de nuestras mártires”. “Sabemos que las luchas del
movimiento feminista son, a veces, las más complejas y avanzan más lento”,
señaló, “pero no estamos en el mismo lugar que cuando empezamos este proceso.
Hemos avanzado”.
PANDEMIA AFECTA COMERCIO BOLIVIANO
POR PUERTOS DE CHILE
Voz de América de EEUU (https://bit.ly/3srhryv)
El gobierno boliviano envió el martes
un equipo sanitario a la frontera con Chile, donde decenas de camioneros
bolivianos que llevan carga a los puertos chilenos están varados por sospechas
de haber dado positivo a pruebas para coronavirus y no se les está permitiendo
el ingreso a ese país.
El problema se agravó desde el fin de
semana cuando un 90% de camioneros fueron obligados a regresar a Bolivia tras
dar positivo en el puesto sanitario de Chile, pero esas pruebas no son del todo
correctas, “están caducas”, aseguró el martes Marcelo Cruz, dirigente del
Transporte Internacional.
Según Cruz, los camioneros que llevan
carga de exportación hacia el puerto de Arica, en el norte de Chile, se toman
pruebas en Bolivia, pero sanitarios chilenos vuelven a realizar exámenes de
antígenos. “No es posible que, de cada 10 camioneros, nueve den positivo si
están vacunados. Los hisopos nasales que aplican sanitarios chilenos están
caducados”, subrayó.
Por su parte, el viceministro de
Comercio Exterior, Benjamín Blanco, afirmó que el martes llegará a dos pasos
fronterizos con Chile una brigada sanitaria para realizar pruebas a los
transportistas mientras el gobierno hace gestiones con su par de Chile para
superar el conflicto.
La situación se ha complicado debido
al frío y las intensas nevadas en esa región del altiplano a más de 4.000
metros de altura.
Más del 75% del comercio exterior
boliviano pasa por dos puertos del norte de Chile y en los últimos años los
desacuerdos entre las aduanas de los dos países se han hecho recurrentes desde
que Bolivia perdió en 2018 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia
de Holanda para obtener de Chile una salida al mar en compensación a la costa
marítima que perdieron los bolivianos en una guerra con los chilenos a fines
del siglo XIX.
Ambas naciones no mantienen
relaciones diplomáticas y la tensión es frecuente entre ambos países. Bolivia
también comparte fronteras con Brasil, Argentina, Paraguay y Perú.
Aunque no se ha confirmado la
presencia de la variante ómicron, Bolivia afronta estos días un repunte de
contagios que las autoridades prevén alcance un pico en las fiestas de fin de
año. Un total de 19.459 personas han muerto por el virus mientras la vacunación
que se realiza a mayores de cinco año está en un 58% de la población
planificada, según el Ministerio de Salud.
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