BOLIVIA LLEGA AL MERCOSUR PARA CONTRIBUIR ACTIVAMENTE AL DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO DEL BLOQUE REGIONAL
Bolivia llega al Mercosur para contribuir
activamente al desarrollo y fortalecimiento del bloque regional, así lo afirmó
el presidente del Estado, Luis Arce, durante su intervención en la 64° Cumbre
de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados Asociados,
que se desarrolla en Asunción, Paraguay.
“Bolivia llega al Mercosur con la firme
intención de contribuir activamente al desarrollo y fortalecimiento de nuestro
bloque regional. Estamos comprometidos a trabajar de manera conjunta para
impulsar el comercio, la inversión y la cooperación en áreas estratégicas”,
dijo.
Arce aseguró que la adhesión de Bolivia
refuerza su convicción de integración regional “que es la clave para construir
un futuro de paz, prosperidad y justicia social” para los pueblos que lo
componen.
El mandatario boliviano recordó que la semana
pasada se promulgó la Ley de Ratificación del Protocolo de Adhesión de Bolivia
al Mercado Común del Sur, que tuvo un largo trayecto, desde 2006, para su
aprobación.
El Jefe de Estado remarcó que los beneficios
para Bolivia son muchos, además de reafirmar la identidad sudamericana,
aumentará el intercambio económico, cultural, comercial y reforzar la
integración regional.
“Nuestro ingreso permitirá tener derecho al
voto, que significa la posibilidad de tomar decisiones para el desarrollo de la
región que se adecúen a nuestra estructura productiva y a los retos que como
país identificamos”, aseveró.
Recordó que el Mercosur representa más del 82%
del Producto Interno Bruto (PIB) total de Sudamérica, que beneficiará a Bolivia
para impulsar su desarrollo a partir del apoyo y de los mercados de los países
del bloque.
“Esta interrelación a partir del reconocimiento
de las asimetrías existentes y de complementariedad de nuestras potencialidades
productivas y de comercio, presionará favorablemente para nuestro desarrollo”,
afirmó.
Por otro lado, dijo que Bolivia puede ofrecer
la experiencia de la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario
Productivo (MESCP), que mantiene a Bolivia como uno de los países con
crecimiento económico y con un índice de inflación bajo, pese a las condiciones
de la post pandemia.
Asimismo, aseguró que permitirá el
aprovechamiento de los recursos naturales estratégicos como el litio, entre
otros, que constituyen una oportunidad para el proceso industrializador
boliviano, en el marco de la complementariedad tecnológica y comercial.
“Nuestro ingreso al Mercosur nos coloca en
condiciones de trabajar para profundizar la integración en la región a partir
de nuestra diversidad y pluralidad política. Tenemos que ser capaces de llevar
adelante una integración en la región a partir de respetar el sistema político
y el tipo de gobiernos que los pueblos soberanamente eligen”, remarcó.
Arce llamó al Mercosur a afrontar el desafío de
sentar condiciones favorables para articular esfuerzos dentro de la región
latinoamericana y caribeña y desempeñar un papel de importancia en la
configuración de un nuevo orden mundial de carácter multipolar.
El mandatario boliviano agradeció a cada uno de
los Estados Parte del Mercosur que apoyaron y votaron a favor de la
incorporación de Bolivia como como miembro pleno del organismo de integración.
“Hoy damos uno de los pasos más importantes en
nuestra ruta a la industrialización en el horizonte del Bicentenario de
Bolivia. Hoy nos reafirmamos en nuestra vocación integracionista”, resaltó.
En el evento, el presidente de Paraguay y
presidente Pro Témpore saliente del bloque regional, Santiago Peña, hizo
entrega al Primer Mandatario boliviano del Instrumento de Ratificación del
Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur.
MERCOSUR EXHIBE SUS DIFERENCIAS EN UNA CUMBRE
MARCADA POR EL DESPLANTE DE MILEI
Los mandatarios sudamericanos cuestionaron la
ausencia del presidente argentino, quien eligió participar de un foro de
derecha
El País de España (https://acortar.link/8O7msX)
Lejos de su objetivo fundante de propiciar la
integración regional, la cumbre de Mercosur que se realizó este lunes en
Asunción puso en escena las diferencias entre los gobiernos sudamericanos. En
particular, con el presidente de Argentina, Javier Milei, el gran ausente en el
encuentro, enfrentado con los mandatarios de Bolivia, Luis Arce, y de Brasil,
Luiz Inácio Lula da Silva. El ultraderechista Milei desairó a sus pares de la
región y participó el domingo de un foro conservador en Brasil, donde se reunió
con el expresidente de ese país Jair Bolsonaro. El dato alentador para la
integración sudamericana fue el avance en la incorporación de Bolivia al
organismo conformado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
En la capital paraguaya, la 64° cumbre del
Mercado Común del Sur reunió al anfitrión Santiago Peña con Lula da Silva, el
uruguayo Luis Lacalle Pou y el boliviano Luis Arce. También estuvo como
invitado el mandatario de Panamá, José Raúl Mulino. Los temas centrales del
encuentro fueron los acuerdos comerciales que se debaten con la Unión Europea,
con China, con Emiratos Árabes, las facultades de los países miembros para
negociar por su cuenta o no, pero la ausencia de Milei, representante de la
segunda economía de la región, tiñó los discursos.
“Si el Mercosur es tan importante, deberíamos
estar acá todos los presidentes”, dijo sin matices Lacalle Pou, quien asume la
presidencia pro témpore del órgano regional. Antes, Peña había intentado sin
suerte bajar la tensión. “No pude conseguir que pueda venir el presidente
Milei. Tenemos que ser respetuosos de cada país, pero el proceso de integración
no se detiene”, eligió destacar el paraguayo.
Milei ha hecho público su desprecio por las
organizaciones internacionales y apuesta por las relaciones bilaterales que le
interesan. En las últimas semanas, profundizó la tensión con Lula: volvió a
llamarlo “comunista” y “corrupto” en respuesta a su reclamo para que le pidiera
disculpas. Luego, viajó a Brasil para encontrarse con Bolsonaro, principal
rival político de Lula. En paralelo, y después de haberse enfrentado con otros
presidentes de la región —como el colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric
o el mexicano Andrés Manuel López Obrador—, Milei se cruzó también con Arce, al
considerar un “autogolpe” la asonada militar que amenazó al gobierno boliviano
el pasado 26 de junio.
Si bien no lo mencionó, el discurso de Lula
desgranó alusiones a Milei. El brasileño llamó a fortalecer la democracia en la
región luego del intento de golpe en Bolivia. “Es necesario permanecer
vigilantes. Falsos demócratas intentan socavar las instituciones y ponerlas al
servicio de intereses reaccionarios”, dijo Lula. Después criticó las
desigualdades que atraviesan Sudamérica y destacó que democracia y desarrollo
“van de la mano”. Aseguró que no tiene sentido recurrir a un “nacionalismo
arcaico y aislacionista” y tampoco revivir “las experiencias ultraliberales que
solo empeoraron las desigualdades en nuestra región”. Tanto la referencia a
“falsos demócratas” como a “ultraliberales” parecieron dardos destinados a
Milei.
“Necesitamos una integración regional profunda,
basada en el trabajo calificado y la producción de ciencia, tecnología e
innovación para generar empleos e ingresos”, planteó Lula. El presidente de
Brasil destacó el ingreso de Bolivia como miembro pleno del bloque y lo
calificó de “estratégico” por su importante papel en el sector energético. El
Estado de Bolivia ya aprobó su incorporación a Mercosur y ahora solo faltan
trámites administrativos para que sea un miembro pleno del organismo. Este
mismo lunes, tras la cumbre en Asunción, Lula tenía previsto viajar a
territorio boliviano para reunirse con Arce y explicitar su apoyo, a días del
intento de golpe.
El ausente Milei envió como representante a su
canciller, Diana Mondino. En la cumbre, la ministra buscó reafirmar la
membresía de Argentina “de la cual nunca hubo ni habrá dudas”, dijo. Aseguró
que el Mercosur tiene “un enorme potencial como mercado ampliado y plataforma
de relacionamiento con el mundo”, pero consideró que está desaprovechado: “Creo
que el Mercosur está necesitando, no sé, un shock de adrenalina”. Mondino
también hizo una afirmación genérica en defensa de la democracia y de la
voluntad popular, una mención dirigida a congraciarse con Bolivia.
Pero el presidente Arce dejó en claro su
desagrado ante las “declaraciones infundadas y poco serias” sobre un supuesto
autogolpe. También agradeció el apoyo “de la mayor parte de los países de la
región”, un conjunto que solo excluye a la Argentina. “Quiero expresar mi más
profundo agradecimiento especial a los países del Mercosur que se manifestaron
frente al golpe de Estado y a la comunidad internacional por su apoyo
inquebrantable en estos tiempos difíciles. Su solidaridad fue fundamental para
evitar la ruptura del orden constitucional en Bolivia”, dijo. Arce aseguró que
la amenaza sobre su Gobierno “por la vía que fuese, no ha desaparecido”.
Las tensiones intestinas decantaron en una
declaración liviana de los presidentes y la canciller, como cierre de la
cumbre. En el texto, “ratificaron el compromiso del Mercosur con el
fortalecimiento de las instituciones democráticas, la plena vigencia del Estado
de derecho, los principios del derecho internacional, la protección de los
derechos humanos y el crecimiento económico”. Un punto de la declaración fue
dedicado al demorado acuerdo de comercio con Unión Europea: “reiteraron la
importancia que le asignan a las negociaciones” y “reafirmaron su voluntad de
concluir los asuntos pendientes, durante el segundo semestre de 2024, y
alcanzar un acuerdo que sea balanceado y mutuamente beneficioso”. Además,
“manifestaron su firme compromiso con el fortalecimiento, dinamización y
actualización del Mercosur, con énfasis en la intensificación de las
negociaciones externas, que permitan una mayor inserción internacional del
bloque, y en la eliminación de restricciones internas”.
LULA DICE QUE "BRASIL PUEDE AYUDAR A
BOLIVIA" Y MENCIONA TECNOLOGÍA, AGRICULTURA, MINERALES, GAS E HIDROVÍA
Luego de 15 años, el presidente brasileño, Luiz
Inácio Lula da Silva, tocó suelo boliviano a las 19.50, al arribar al
aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz, en un avión de la República Federativa del
Brasil. El mandatario, quien cumplirá una extensa agenda en el país desde hoy,
a su llegada calificó de “imperdonable” el “intento de golpe de Estado” que
sufrió Bolivia el 26 de junio.
En un contacto con la prensa, Lula dijo que son
muchas las áreas en las que su país puede ayudar a Bolivia.
“Brasil puede ayudar a Bolivia en la
transferencia de tecnología, ayudar en la agricultura. Estamos interesados en
ayudar en la exploración de minerales, en beneficio de Bolivia, en el gas, en
hacer hidrovías”, aseguró el mandatario de Brasil, quien añadió que se deben
fortalecer y cuidar las relaciones con Bolivia, puesto que ambos países
comparten 3.423 kilómetros de frontera.
Lula indicó, acerca del panorama económico de
Bolivia, que no ha podido crecer como debería, por lo que espera que la
experiencia de Brasil pueda ayudar al país de la forma más positiva posible.
También se refirió al intento de golpe de
Estado en Bolivia y lo calificó como “imperdonable”, pero destacó la acción del
pueblo boliviano para garantizar y defender la democracia.
“El intento de golpe de Estado es imperdonable.
O sea, gracias a Dios, creo que el pueblo boliviano garantizó la democracia, y
la solidaridad internacional fue muy importante (...) Es inimaginable que, en
pleno primer cuarto del siglo XXI, uno piense que se va a resolver el problema
dando un golpe de Estado y que los militares podrían ser la solución. ¿Para
qué? La solución está en el fortalecimiento de la democracia, en la
participación de la sociedad civil y el voto de los electores bolivianos,
brasileños, etc.”, reflexionó.
Lula fue recibido por la canciller del Estado,
Celinda Sosa; la ministra de la Presidencia, María Nela Prada; autoridades
locales, como el gobernador cruceño, Mario Aguilera; el alcalde de Santa Cruz,
Jhonny Fernández, quien le entregó al presidente brasileño las llaves de la
ciudad.
También se dieron cita al aeropuerto de Viru
Viru organizaciones sociales y una representación de la Asamblea Legislativa
Plurinacional.
Sobre la agenda, Prada indicó que temas
económicos y sociales integran la agenda de la reunión.
“Mañana (hoy) estaremos cumpliendo una
importante agenda que arranca con una reunión bilateral entre los dos
presidentes, luego una reunión ampliada donde vamos a participar ministros; la
delegación de Brasil también es amplia, vienen varios ministros de Brasil.
Posteriormente se llevará a cabo un encuentro con organizaciones sociales, que
es fundamental (...) y luego se va a sostener el encuentro empresarial entre
Bolivia y Brasil”, indicó la ministra.
La Cancillería, a través de una nota de prensa,
indicó que “el objetivo de estas reuniones es reforzar las relaciones
económicas, sociales y políticas entre Brasil y Bolivia, promoviendo la
cooperación mutua y el desarrollo de ambos países”.
La Cancillería informó que después de los
encuentros bilaterales se suscribirán varios acuerdos que abarcan diversos
ámbitos de interés común, como el comercio, la infraestructura, la energía y la
cooperación en áreas sociales.
El vicecanciller Elmer Catarina, durante una
entrevista, señaló que Bolivia y Brasil abordarán la inversión en exploración,
el área agroindustrial y agropecuaria.
La reunión con Lula se constituirá en el tercer
encuentro internacional de Arce con mandatarios de Estado, luego de las
reuniones con los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Rusia, Vladímir
Putin.
Se prevé que más de 100 empresarios se reunirán
con sus pares bolivianos para temas de inversión e intercambio.
"EN 2029 BOLIVIA VA A EXPORTAR LA ÚLTIMA
MOLÉCULA DE GAS A BRASIL"
En opinión de Álvaro Ríos Roca, el país está al
borde del desabastecimiento. "Nos dijeron que íbamos a ser el corazón
energético exportador de Sudamérica, pero hoy estamos al borde del
colapso", disparó.
Revista Mejor Energía de Argentina
(https://acortar.link/exjmok)
Todo indica que la crisis económica que hoy
vive Bolivia nace de la crisis de la energía que, sin duda, repercute en la
falta de dólares de un país que presenta un déficit en su balanza energética y
un modelo pro nacionalista con alta carga impositiva que terminó desalentando
las inversiones que se necesitaban en materia de exploración.
El análisis lo hizo Alvaro Ríos Roca, experto
en hidrocarburos y director de Gas Energy Latinoamérica, quien explicó como
Bolivia pasó ser el corazón neurálgico energético para exportar energía a toda
la región, a un país que hoy está al borde del desabastecimiento.
"En 2029 vamos a mandar la última molécula
de gas a Brasil. Con las proyecciones actuales vamos a ser un país importador
de gas natural en los próximos 5 años", aseguró.
Según el experto, quien definió este escenario
como el agujero energético boliviano, esta situación crítica va a tener un
fuerte impacto en el presupuesto de la economía boliviana y se hará sentir con
mayor rigor en los próximos años.
"Hace 25 años descubrimos importantes y
cuantiosas reservas de gas condensado y petróleo, y de repente en 2005
decidimos romper con todos los contratos con los operadores, elevamos los
impuestos en boca de pozo al 50%, lo cual generó una gran inseguridad jurídica
y esto impactó en una caída de las inversiones", advirtió Ríos Roca, en
una presentación en la que estuvo acompañado por el periodista Fernando Meiter.
En su relato, el especialista criticó la
política ultra nacionalista del gobierno boliviano de los últimos años. Y
apuntó: "Creíamos que poniendo altos impuestos y subsidiando el mercado
interno petrolero, los recursos no se iban a agotar nunca y resultó todo el
contrario.
"Esta situación de inequidad nos está
llevando a importar cerca del 85% del diesel, 50% de las gasolina y este año el
país va a importar GLP en grande cantidades, lo cual será un duro golpe para la
economía boliviana", se lamentó, y agregó que hoy el precio subsidiado en
el mercado local es de U$S 1/MBTU, remunerado a U$S 27 /MBTU y se importa a U$S
85 /MBTU más U$S 30 por barril adicional.
Los números en Bolivia no acompañan. En 2006
con la nacionalización del sector hidrocarburífero se rompieron las reglas de
juego y los contratos de operación pasaron a ser contratos de servicios
controlados por el Estado.
"Nos dijeron que íbamos a ser el corazón
energético exportador de Sudamérica, pero hoy estamos al borde del colapso.
Vemos como los ingresos por exportaciones se caen, y la balanza energética se
torna muy deficitaria. Bolivia está condenada a importar energía durante mucho
tiempo. Es una ecuación que va a erosionar la economía en el corto, mediano y
largo plazo", expresó.
Para Ríos Roca el gobierno necesita dar un
fuerte golpe de timón si pretende salir de esta situación de crisis. En este sentido, reclamó reglas de juego
claras y estables para lograr largos período de bonanza económica y
exportaciones, y pidió la sanción de una ley de inversiones energéticas en
hidrocarburos en Bolivia, algo similar como el RIGI en Argentina.
LA PROFUNDA CRISIS ENERGÉTICA DE BOLIVIA
Revista Energía Debate de México
(https://acortar.link/4futTa)
Por Álvaro Ríos Roca.- Estamos asistiendo
apenas a ver la punta del iceberg acerca de la profunda crisis energética en la
cual Bolivia está inmersa. La he denominado como “el agujero negro energético
boliviano”. Un agujero negro es una región finita del espacio descrita en las
ecuaciones de Einstein, cuyo interior posee una concentración de masa lo
suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio tal que, salvo
por un determinado tipo de procesos cuánticos, ninguna partícula ni radiación —ni
siquiera la luz— pueden “escapar” de él. Es decir, se devora o trasforma todo
lo que está en sus inmediaciones.
Hago esta anotación para hacer analogía con la
muy compleja situación energética que se avizora en Bolivia. La energía empieza
a devorar los escasos dólares existentes y deteriorar la economía, y a
transformar muchos aspectos en lo económico, social y político en el futuro.
Estamos transitando de ser un país gran
exportador de energía, con elevada renta, a ser un país gran importador de
energía con elevados subsidios. Por varios años, se recibió una renta inusitada
fruto de exportaciones de gas natural, condensado y GLP de reservas
descubiertas hace aproximadamente 25 años. Las importaciones de diésel eran muy
pequeñas. La balanza comercial energética promedio entre 2012-2015 fue positiva
de 4,365 MMUSD por año.
A futuro tenemos una balanza comercial
energética proyectada promedio entre 2023 y 2030 negativa de 3,362 MMUSD por
año. A las ya abultadas importaciones de diésel y gasolina se sumarán muy en
breve las de GLP y hacia el 2028/2029 las de gas natural. Todo lo anterior con
un precio promedio de 85 USD/barril. Es decir, al paso que vamos en 2030 se
estará importando un gran porcentaje de la energía que consume el país.
Recordar que las exportaciones dejan 32% de
impuesto IDH que de futura producción cero será cero. De igual manera pasa con
las regalías del 11% y de los otros tributos que llegarán a ser cero. La
situación se complica cuando los subsidios en promedio vs. los precios
importados internacionales rozan el 60%.
No se quiso reconocer y, peor aún, hacer lo que
se tenía que hacer. Desde hace más de una década que sabíamos que los campos
descubiertos comenzaban a declinar y que perderíamos la capacidad exportadora y
luego se vendrían importaciones. No se quiso entender que importar a Bolivia un
barril de petróleo cuesta 30 USD/barril adicional al precio que se tiene en las
costas de los países vecinos. Importamos a 85 USD/barril mientras a lo
producido en el mercado interno remuneramos 27 USD/barril. Una aberración económica.
Por todos los canales posibles desde 2013 pedí
que hiciéramos un nuevo marco legal que permita capital privado para explorar y
reponer reservas de manera de seguir exportando y no tener que importar. Nos
respondieron con que había un mar de gas, que YPFB era la fuerza que movía
Bolivia, que éramos el corazón exportador energético de América Latina y con
infinidad de planes exploratorios El tiempo me dio la razón y así llegamos
donde estamos transitando de país exportador a importador de energía.
El agujero negro energético boliviano empezó
con la aprobación de la Ley 3058 (2005) y la aprobación de un IDH plano de 32%,
sin considerar que este era un primer freno a la exploración futura y que
constituía un cambio a las reglas de juego y la seguridad jurídica. Luego vino
la famosa nacionalización (2006) que nuevamente cambió las reglas de juego con
toma forzada de empresas, nuevas condiciones en contratos para exploración y
dio básicamente a YPFB la totalidad de la responsabilidad para nueva exploración.
Un Estado estatista y empresario.
Bueno, ahora que se reconoce la necesidad de
una nueva norma en hidrocarburos que genere inversión privada en exploración,
nos encontramos con que en las mismas esferas del gobierno se trabaja en dos
frentes con borradores de propuesta distintos. No me parece adecuado y seguiré
buscando una explicación.
BOLIVIA HOY: RIQUEZA MINERA Y FANTASMAS DEL
PASADO
Contra Línea de México
(https://acortar.link/qynzck)
El Estado Plurinacional de Bolivia, con
1.098.581 kilómetros cuadrados y unos 12 millones de habitantes, es cuatro
veces más grande que Ecuador, en el cual habitan alrededor de 18 millones de
personas. Ambos, con milenarias culturas aborígenes, fueron integrados al
Tahuantinsuyo Inca, cuyo imperio tuvo inicio en el lago Titicaca.
En la segunda década del siglo XVI, los
españoles sometieron a los indígenas. En Bolivia, se estableció un régimen
colonial con eje en la producción de plata, saqueada del Cerro Rico de Potosí,
región abastecida por las telas de los obrajes de la Audiencia de Quito, hasta
las reformas borbónicas del siglo XVIII. Ante el declive minero, fomentaron la
servidumbre cuasi esclava de los indígenas bolivianos, tanto como de los Andes
quiteños.
Durante este último siglo colonial, se
produjeron varias sublevaciones indígenas en Quito. En Bolivia, los
levantamientos (1779 a 1781) fueron encabezaron por Tomás Katari, Túpac Amaru
II y Túpac Katari. Tuvieron enorme repercusión en Sudamérica.
El 25 de mayo de 1809, con el pronunciamiento
de Chuquisaca (La Plata), seguido de la Junta Tuitiva de La Paz, el 16 de
julio, se inició el proceso de independencia del Alto Perú, aunque todavía bajo
el disfraz de fidelidad al rey. En Quito, comenzó con la Junta Suprema,
igualmente “fidelista”, el 10 de agosto del mismo año.
En 1822, Quito alcanzó su libertad. Más tarde,
se logró la del Alto Perú en 1824, con la batalla de Junín dirigida por Simón
Bolívar. El 6 de agosto de 1825 adoptó este nombre, cambiado el día 11 por el
de República de Bolívar, y el 3 de octubre con el de República de Bolivia. Y en
1830, al separarse de la República de Colombia, su Departamento del Sur adoptó
el nombre Ecuador.
En Bolivia, la regionalización alimentó
posiciones sobre la anexión a Brasil, Argentina o Perú. Sin embargo, el
caudillo Andrés de Santa Cruz (origen indígena) impuso la unidad y las bases
del Estado nacional.
Además de lograr la Confederación
Perú-Boliviana (1837-1839), proyectó la expansión comercial al Pacífico y
ocasionó la guerra con Chile, que con su triunfo acabó con aquella unión.
Acuerdos posteriores sobre la rica región de
Atacama –nitratos de sodio, cobre, salitre y también guano en costas peruanas–
no impidieron las disputas económicas. Las mismas derivaron en la Guerra del
Pacífico (1879-1884) de Chile contra Perú y Bolivia, tras la cual Perú perdió
una amplia región, y Bolivia su salida al mar.
Con el avance del siglo XX, la expansión de
Estados Unidos y los intereses imperialistas sobre la minería boliviana
–especialmente, estaño y petróleo– condujeron a la Guerra del Chaco (1932-1935)
con Paraguay.
A los problemas internacionales, acompañó la
inestabilidad política interna, con frecuentes cambios de gobierno, conflictos
entre liberales y conservadores, golpes de Estado y el inevitable desarrollo
del caudillismo militar mesiánico, por la potenciación del rol político de las
fuerzas armadas ante los conflictos externos e internos.
Algunas políticas sociales avanzaron desde la
década de 1920, pero fue la Revolución de 1952 la que impulsó reformas
profundas como la agraria, amplios derechos laborales, nacionalización de
minas, fortalecimiento del Estado y de los servicios públicos durante los
primeros gobiernos de Víctor Paz Estenssoro (1952-1956; 1960-1964) y Hernán
Siles Zuazo (1956-1960). Esto bajo respaldo del Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR, 1942) y la fuerte Central Obrera Boliviana (COB, 1952), de
obreros, campesinos, profesionales y sectores populares.
De todos modos, al comenzar la década de 1960,
Bolivia y Ecuador mantenían un cuadro del subdesarrollo alarmante, extendida
miseria y atraso, que tomó en cuenta el Pacto Andino (1969) para otorgarles un
“régimen especial que les permita alcanzar un ritmo más acelerado de desarrollo
económico”.
La Guerra Fría determinó las dictaduras
militares macartistas en ambos países. La guerrilla de Ernesto Guevara, el Che,
en Bolivia (1966-1967) fracasó. La dictadura nacionalista de Juan José Torres
(1970-1971) fue derrocada y el general Hugo Banzer (1971-1978) instaló una
dictadura seguidora del terrorismo militar de Estado. Ésta se generalizó en el
Cono Sur sucedida por otros gobiernos militares.
Tras esa larga historia boliviana, con unos 36
golpes de Estado (https://t.ly/pbhM6), la “democracia” pareció estabilizarse
desde 1982, con la sucesión de gobiernos civiles. Sin embargo, ganó terreno el
neoliberalismo, que estancó el desarrollo y estranguló toda vía de bienestar
social.
De modo que los presidentes Evo Morales
(2006-2019) en Bolivia y Rafael Correa (2007-2017) en Ecuador marcaron un nuevo
ciclo histórico, al descartar el neoliberalismo; apartarse del Fondo Monetario
Internacional (FMI); acoger el socialismo del siglo XXI y proclamar Estados
plurinacionales mediante las Constituciones de 2008 (Ecuador) y 2009 (Bolivia).
Éstas garantizaron amplios derechos, economías
de tipo social, el fortalecimiento de las capacidades estatales y la extensión
de servicios de beneficio colectivo. De esta manera, lograron el desarrollo y
la disminución de la pobreza, bajo un ambiente latinoamericanista identificado
con otros gobiernos del primer ciclo progresista de la región.
Bolivia nacionalizó varias empresas;
particularmente del sector petrolero. Además, fortaleció las organizaciones de
trabajadores, campesinos, indígenas y populares, entre las que están: COB,
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB),
Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Consejo Nacional de
Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), Confederación Nacional de Mujeres
Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” (CNMCIOB-BS),
Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia
(CSCIOB). En América Latinal, tiene la mayor población indígena (41 por ciento)
del total de su población y con indudable peso político y cultural.
El nuevo rumbo del país encendió las reacciones
de los viejos dueños del poder y del imperialismo. Esas fuerzas convergieron en
la crisis política de noviembre de 2019. Asimismo, provocaron un golpe de
Estado que obligó a la renuncia de Morales (debió asilarse en México) e
instauraron el régimen de Jeanine Áñez (2019-2020).
Este último impuso una vía de conflictos
internos y tensiones externas, junto a la persecución política y la violación
de derechos humanos, como ocurrió con las masacres de Sacaba y Senkata.
El ascenso presidencial de Luis Arce Catacora
(2020) recuperó la vía democrática de tipo popular iniciada por Morales. Áñez
fue juzgada y sentenciada. Sin embargo, incubó la confrontación entre “evistas”
y “arcistas” al interior del Movimiento al Socialismo (MAS), alimentada por
quienes anhelan la definitiva reversión del proceso “izquierdista” boliviano.
En esas condiciones, el intento de golpe de
Estado del pasado 26 de junio (2024) y las declaraciones de quien lo encabezó,
el general Juan José Zúñiga, dejan en claro que se pretendía revivir el viejo
mesianismo militar, impedir la continuidad del “socialismo” y reivindicar a los
golpistas de 2019 (https://t.ly/5S5yl;https://t.ly/3dKGy).
Tras bastidores es imposible dejar de
considerar las declaraciones de la comandante del Comando Sur, Laura
Richardson, quien ha sido clara en subrayar el “triángulo del litio”
(Argentina, Bolivia, Chile), así como otros recursos latinoamericanos, como asuntos
de la “seguridad nacional” de Estados Unidos (https://t.ly/gdCka).
No hay bases para sostener que era un
“autogolpe” de Arce o un “golpe” de Morales. Sin embargo, la pugna por el
liderazgo político del proceso boliviano al interior del MAS es un riesgo
histórico para mantener el camino de los cambios ya conquistados. Las fuerzas,
que desean liquidarlo, son poderosas y hábiles.
Fueron el pueblo y sus organizaciones los que
tuvieron una contundente respuesta que detuvo el golpe de Estado. Triunfo, pero
con tensa calma, porque Bolivia sigue en la mira de las derechas.
BOLIVIA, ENTRE UN INTENTO DE GOLPE MILITAR O UN
AUTOGOLPE DE ARCE
La Nación de Paraguay
(https://acortar.link/LOfNre)
El excomandante del ejército boli¬viano Juan
José Zúñiga, quien está acusado de un “intento de golpe de Estado” contra el
gobierno de Luis Arce, explicó a los medios de comunicación, al momento de ser
detenido, que el presidente boliviano le ordenó sacar los “blindados” para
“levantar” su popularidad.
En esa misma línea, increíblemente
coinci¬dieron dos políticos con posturas ideológi¬cas opuestas e
irreconciliables, Javier Milei y Evo Morales; el primero, presidente
argen¬tino, y el segundo, expresidente boliviano.
“Están dispuestos a montar un falso golpe de
Estado con tal de sumar algún puntito que otro más en una elección”, dijo Milei
y produjo un profundo rechazo por parte del gobierno de Arce.
Evo por su parte, fue uno de los primeros en
advertir del peligroso movimiento militar ocurrido el pasado 26 de junio en la
plaza Murillo, en La Paz, pero no pasaron 48 horas antes que revea su postura
sobre la fallida asonada militar.
“Yo pensaba que era un golpe, pero ahora parece
un autogolpe”, dijo Evo en su pro-grama radial, coincidiendo exactamente pero
sin querer con Milei.
Pero Arce tiene el respaldo de la comunidad
internacional, al punto que entre el fallido intento militar y la cumbre
presidencial del Mercosur en Asunción, Bolivia fue admitida como asociada
plena, además en la Asam¬blea General de la Organización de Estados Americanos
(OEA), que se inició el mismo día del hecho que involucra al general Juan José
Zúñiga todos los países participantes, incluso la canciller argentina, Diana
Mon¬dino, se sumaron a la condena mundial por lo que se considera un ataque a
la democracia.
Lo cierto y lo concreto es que, ya sea un
intento de golpe de Estado o un “autogolpe” de Lucho Arce, la situación ha
dejado mal¬trecha a la ya débil economía boliviana así como ha alterado el
ambiente social en un país de por sí fraccionado desde el 2019.
Hay muchos detalles de lo sucedido el 26 de
junio para ser analizados. La casi amistosa charla entre el general golpista y
el presi¬dente, frente a cámaras, tanques y soldados en el Palacio del Quemado,
podrían darle la razón a Milei y a Evo, pero al no haberse ple¬gado a esta
intentona el resto de las Fuerzas Armadas bolivianas, da la razón quizás al
presidente Luis Arce, quien menciona que Zúñiga llevó adelante esta acción
militar, por sus propias ambiciones personales.
EL TRASFONDO ECONÓMICO DE LA CRISIS POLÍTICA EN
BOLIVIA
The Conversation
(https://acortar.link/j8G4Ob)
El miércoles 26 de junio hubo un intento de
golpe de estado en Bolivia. El general Juan José Zúñiga, hasta el día anterior
jefe de las fuerzas armadas bolivianas, comandó un grupo de soldados que, con
vehículos blindados, arremetieron contra el Palacio de Gobierno, centro del
poder político del país.
El supuesto objetivo era hacer de Bolivia “una
verdadera democracia”. El martes 25, Zúñiga había sido destituido de su cargo
por unas declaraciones en contra del expresidente Evo Morales, en las que
aseguró que no permitiría que Morales fuese nuevamente presidente del país.
Horas después, el levantamiento militar quedó
frustrado y Zúñiga fue detenido. En ese mismo momento, el general acusó al
presidente boliviano, Luis Arce, de haberle encargado organizar un autogolpe
porque su popularidad estaba baja y necesitaba alguna acción que la mejorase.
El día terminó con una condena clara del
intento de golpe por parte de numerosos líderes políticos de la escena
internacional.
La cuestión política
Estos acontecimientos se enmarcan en la lucha
que se está librando dentro del MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de
gobierno, entre el expresidente Morales y Luis Arce, su antiguo ministro de
economía y actual presidente del país. ¿La razón? El deseo del primero de
presentarse a las elecciones presidenciales de 2025 pese al reciente fallo del
Tribunal Constitucional boliviano, que señaló que solo se puede ejercer el
mandato presidencial durante dos periodos, continuos o discontinuos.
Morales ya ha gobernado en tres periodos: entre
2006 y 2009, de 2009 a 2014 y, por último, de 2014 a 2019. Arce es presidente
desde 2020. Así, dentro del principal partido político de la izquierda
boliviana estarían enfrentados los partidarios de Morales y los de Arce, entre
los cuales, al parecer, estaría el general Juan José Zúñiga.
La cuestión energética
La cuestión económica ha sido determinante para
el estallido de la actual crisis política boliviana que, por lo que iremos
viendo, no parece tener visos de pronta solución. En 2006, cuando comenzó a
gobernar Evo Morales, una de sus primeras decisiones políticas fue la
nacionalización de la explotación del gas natural, un recurso en el que es rico
Bolivia.
Durante los primeros años tras la entrada de la
gestión pública, los cuantiosos ingresos que provenían de la exportación de
este recurso se emplearon para otra cuestión política: subsidiar el consumo de
combustible, que el país tenía que importar y pagar en dólares en los mercados
internacionales.
Con el tiempo, las ineficiencias en la gestión
y la falta de inversiones adecuadas en el sector provocaron una caída en el
nivel de producción de gas natural y que Bolivia pasara de ser exportador neto
a importador neto de energía.
Consecuentemente, también se produjo una caída
de los ingresos en dólares derivados de la exportación del hidrocarburo. Esto
llevó a que, a partir de 2014, el subsidio del combustible y el gasto en otros
programas sociales promovidos por el MAS se financiaran con cargo a
endeudamiento interno y externo.
La cuestión monetaria
Esta situación también generó una notable
reducción de las reservas internacionales del país. Las actuales reservas, de
unos 1 800 millones de dólares, son aproximadamente una décima parte de las que
existían hace 10 años. Además, la mayor parte de esos casi 1 800 millones no
son líquidos ya que son oro.
Nos encontramos ahora con un país que tiene una
alarmante escasez de dólares e importa una parte muy importante de los bienes
de consumo y producción que emplea. Y que, además, sigue subsidiando el consumo
de combustible.
Esto ha llevado al surgimiento de un mercado
paralelo, o mercado negro, de dólares, con tipos de cambio muy superiores al
oficial, con personas cruzando las fronteras con Perú y Brasil para hacerse con
la divisa.
También ha provocado el aumento de precio de
algunos productos básicos, la desaparición de otros de las tiendas, colas para
la compra de combustible y manifestaciones y bloqueos por parte de comerciantes
y transportistas debido a la escasez de éste. Estos factores dificultan todavía
más la actividad económica y han provocado el malestar generalizado de la
población.
Los contendientes
En este contexto, una parte del partido
político gobernante, los seguidores del presidente Arce, están en la cámara
legislativa, intentando aprobar medidas para reactivar la economía.
Mientras, la otra parte, los seguidores del
expresidente Morales, tratan de bloquear estas decisiones con el ánimo de
alimentar las protestas en las calles para conseguir la participación de
Morales en las elecciones de 2025.
Entre las medidas que propone el gobierno de
Arce están el intento de obtener nuevos préstamos que alivien, aunque sea
momentáneamente, la presión sobre las cuentas públicas. También se diseñan
planes para atraer inversores extranjeros para la explotación de las reservas
de litio, el nuevo maná del país en el actual contexto de transición energética
mundial.
No obstante, hay desconfianza por parte de los
inversores extranjeros, acerca de la gestión pública de estos recursos, como ya
sucedió con el gas natural, que condujo al país al déficit energético y a la
actual inestabilidad económica, social y política.
ARCE VS EVO ¿GOLPE, AUTOGOLPE?
Resumen Latinoamericano Org.
(https://acortar.link/bYjkbg)
Frente a las permanentes ofensivas políticas,
mediáticas, económicas que la derecha suele llevar a cabo cuando no ejerce el
poder total en nuestros países, las fuerzas
de lo que se denominan progresistas, en lugar de aunar fuerzas y
establecer objetivos estratégicos, en el marco de lo que se supone son sus
objetivos primordiales, tiende a catalizar más las diferencias generando con
ello el marco propicio para perder las oportunidades de enfrentar cambios
estructurales, profundos y continuos.
Tal es el caso de Bolivia y su coincidencia en
los puntos cruciales que nos unen en el sur global: avance soberano de los
países, unión de las fuerzas populares, acuerdos internacionales que avancen
hacia una política de multilateralidad, que sirva para confrontar el poder
unipolar, generar una política de desarrollo sostenible, defensa de las
riquezas nacionales y satisfacción de las necesidades esenciales de nuestras
sociedades. El día 26 de junio pasado tal idea expresada de perder las
oportunidades que tanto sudor, sangre y lágrima cuesta a nuestras sociedades,
parece haber tenido su momento estelar, con la asonada militar llevada a cabo
por un sector del ejército encabezado por el ahora destituido comandante en
jefe del ejército boliviano Juan José Zuñiga quien irrumpió en Palacio Quemado
generando una alarma en el país sudamericano y las inmediatas muestras de
solidaridad y reprobación a tal situación. Tal constatación y pasado unos días
del mencionado alboroto político-militar, se hace necesario ahondar en este
hecho incruento pero peligroso para la estabilidad del país sudamericano.
La única salvedad ante el coro de rechazó de
los gobiernos latinoamericanos provino del gobierno ultraderechista y sionista
de Javier Milei en Argentina (1) ante la cual la cancillería boliviana emitió
una declaración en la que sostuvo “Las desinformadas y tendenciosas
aseveraciones, sobre una posible existencia de presos políticos, o la
posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido, constituyen
un exceso y un negacionismo inaceptable, ante lo que invitamos a informarse y
actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no
intervención en asuntos internos de otros estados, de conformidad a la Carta de
las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.
Y hablo de supuesto pues el denominado “Golpe
de Estado” en Bolivia llevado a cabo por el ahora destituido general Juan José
Zuñiga comandante en jefe del ejército boliviano se constituyó, con el paso de
los días, no sólo en una alerta a la democracia boliviana, sino también en un
nuevo campo de confrontación entre el actual mandatario de la nación
sudamericana Luis Arce Catacora y el ex mandatario y líder histórico del
Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales Ayma. Esto pues el propio Evo señaló
sin guardarse palabra alguna que esta asonada militar, supuestamente destinada
a derrocar al presidente Arce se trataba de un autogolpe sacando a la luz
aquella idea expresada sotto voce, que Luis Arce trataba, mediante esta acción,
aumentar el caudal de apoyo ciudadano, a la baja en las últimas semanas y por
el lado de la cúpula militar si esto funcionaba sacar de circulación a Evo
Morales que en palabras del ex general Zuñiga debía ser detenido.
Frente a esta declaración subida a redes
sociales y conocida urbi et orbi el presidente Arce emitió la suya señalando
incluso que su aliado y amigo – relación cuestionada hoy – estaba al lado del
fascismo con su negacionismo de lo que Luís Arce ha definido, sin ambigüedad
alguna como un Golpe de Estado
Las opiniones de condena inicial – incluyendo a
las de Evo que alertó temprnamente ese 26 de junio que unidades militares se
estaban movilizando peligrosamente (2) – pasaron poco a poco a expresar la
preocupación por la evidente asincronía entre lo expresado por el presidente
Arce y el mandatario Evo Morales que
denunció al paso de las horas, que las
acciones llevadas cabo por el ex general Zuñiga como falsas en un marco de declaraciones
de apoyo de granb parte de los países latinoiamericanos e incluso los
dirigentes políticos de la oposición boliviana, tal es el caso del detenido
gobernador de Santa Cruz, el ultraderechista Luís Fernando Camacho quien
sostuvo “Se debe respetar el mandato del voto popular. Cualquier acción en
contra es absolutamente ilegal e inconstitucional”, el ex presidente Jorge
Quiroga e incluso la ex presidenta de facto jeanine Añez, que desde su lugar de
reclusión condenó el intento golpista.
El único que ha seguido desentonando en este
clamor antigolpista ha sido Evo Morales acompañado de algunos ex personeros de
su gobierno como es el caso de Juan Ramón Quintana, ex ministro de la
presidencia y ex embajador en Cuba acusado por la fiscalía boliviana bajo el
gobierno de facto de Jeanine Añez como responsable de insurrección. Inculpación
que, según el ex ministro del interior de Añez, Arturo Murillo era la
calificación para las acciones de protesta de los simpatizantes del MAS y la
población que se opuso al gobierno de facto responsable del Golpe de Estado
contra Evo Morales. Un Quintana considerado de la línea dura en el apoyo a Evo,
militar formado en la cuestionada Escuela de Las Américas, pero devenido en un
crítico acérrimo de las acciones de desestabilización de los gobiernos
estadounidenses contra nuestros países.
Un Quintana que declaró, ante la asonada
militar dirigida por el ex general Zúñiga que “Es el escenario de un golpe
aparente, yo diría más una gran puesta en escena que un golpe…Arce necesitaba
restablecer su credibilidad política para el año y pico que le queda en el
gobierno. Pero este es un punto de quiebre. El segundo objetivo lo iba a
cumplir Zúñiga si se salía con la suya, que era detener a Evo”. El analista
Franklin Pareja calificó los sucesos de un “golpe express”, pero difícil de
creer porque Zúñiga es un militar progubernamental y, por lo tanto, es
inverosímil que se convierta “de la noche a la mañana en un golpista”; más bien
se trata de un acto de inmolación a favor del presidente Luis Arce… Además, a
partir del despliegue militar de ayer pueden justificarse medidas
gubernamentales duras con el fin de controlar las marchas o protestas con el
argumento de frenar intentos golpistas. “Pueden arremeter contra cualquier
situación de descenso en términos políticos porque todos serían afanes desestabilizadores”
(3)
Palabras más, palabras menos. Declaraciones de
un ex ministro de Evo o de un ex general hoy en camino de ser procesado, lo
evidente es que existe una fractura imposible de soslayar evidente entre Arce y
Morales, que en círculos de confianza de ambos líderes políticos ha sido
denominada una disputa de legitimidades en sectores que le son aliados y
aquella conseguida en el ámbito de las elecciones. Las acusaciones desde los
círculos de confianza de ambos políticos transitan por temas como el
narcotráfico, nepotismo, malgastar los recursos derivados de la explotación del
gas, la ambición de Morales de volver a Palacio Quemado a pesar de su
inhabilitación entre otros puntos. Fuego cruzado. La pugna dejó lo soterrado
para convertirse en pública y evidentemente peligrosa para los años de
construcción popular que puede terminar con una derecha aglutinada y fuerte
frente a las fuerzas populares en rencillas por caudillismo que suelen ser
incondcucentes y pavimentan el retorno de la derecha más recalcitrante y que no
trepida en golpear duramente a las fuerzas populares, las mismas que se
disputan un ex mandatario y el actual presidente boliviano.
La situación se atiza aún más frente a la única
persona que puede inclinar la balanza de la verdad entre lo sostenido por Luis
Arce “lo del 26 de junio fue un intento de golpe de Estado” o las palabras de
Evo Morales que “los hechos del 26 de junio fueron un autogolpe”. Y ese nombre
es el del ex general Juan José Zuñiga, hoy detenido pero que afirmó ante
numerosos periodistas, camino a su centro de reclusión “El presidente (Arce) me
dijo: la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo
para levantar mi popularidad. ¿Sacamos los blindados?’ -le habría preguntado
(Zuñiga) al mandatario que le habría respondido “Sacá”. Entonces el domingo en
la noche, los blindados empiezan a bajar. Seis cascabeles y seis urutús, más 14
Z del Regimiento de Achacachi” (4)
El día del movimiento militar castrense, el ex
general Zúñiga declaró su intención de cambiar “el gabinete de Gobierno” para
establecer una “verdadera democracia” y que su intención era “liberar a todos
los presos políticos” incluyendo en su lista a la ex presidenta de facto
Jeanine Áñez, el gobernador opositor Luis Fernando Camacho y a “todos los
militares presos”. Zúñiga en si ingreso a Palacio Quemado fue increpado por el
presidente Arce quien le pidió terminar con su acción, replegarse “Si usted respeta
el mando militar y dice ser un buen militar, repliegue a todas estas fuerzas en
este momento. Es una orden, general”, dijo el mandatario. Zúñiga respondió que
no haría caso.
El Ex General Zúñiga atizó el escenario
político social boliviano cuando un día antes de la asonada del miércoles 26 de
junio emitió una serie de declaraciones, que le eran vedadas en función de su
cargo y la no deliberación establecida constitucionalmente. En esta ocasión
referidas al ex presidente Evo Morales “No puede ser más presidente de este
país. Llegado el caso, no permitiré que pisotee la Constitución, que
desobedezca el mandato del pueblo”. Una evidente provocación, que aceleró los
acontecimientos cuya génesis está aún en una nebulosa y requiere respuestas ¿Se
gestó en una reunión entre el presidente Arce y el ex general Zúñiga? ¿Fue
producto de uan confabulación digitada externamente y que utilizó como
testaferro al antievo general Zúñiga y de es emodo pavimentar el camino, que
sea más transitable en materia de política interna para el actual mandatario y
en el cual no tenga sobresaltos para su intento de reelección? Zúñiga era
considerado, a pesar de su condición de militar de alto rango, un personaje que
había entrado en el círculo de confianza de Arce y de ahí se suele explicar sus
declaraciones anti-Evo Morales.
El tema del litio ha tenido un papel central en
las explicaciones de lo acontecido el 26 de junio pasado, como también en el
derrocamiento de Evo Morales el año 2019. Bolivia cuenta con el 23% de las
reservas mundiales y en el desarrollo de su explotación compiten diversas
empresas, entre ellas de Alemania (que se retiró el año 2019), China, Rusia con
una subsidiaria de la enorme empresa estatal ROSATOM, Corea del Sur, Francia e
incluso la India. La importancia del Litio en materias de desestabilización ha sido
comentada incluso por el presidente Arce “Está claro que hay intereses
extranjeros y nacionales que están buscando, de alguna manera, hacerse del
poder en Bolivia -dijo en una entrevista concedida al diario español El País,
publicada el domingo 30 de junio-. Esos intereses buscan nuestros recursos
naturales. Bolivia es la principal reserva mundial de litio, tiene además
tierras raras que son lo que hoy necesita el planeta” (5)
Bolivia, en este escenario de confrontaciones
en el seno de aquellos que la han gobernado en los últimos lustros, requiere
aunar esfuerzos, calmar ambiciones, superar diferencias. Evitar más fracturas
en momentos de problemas económicos derivados del menor ingreso a las arcas
fiscales en materia de la explotación del gas, la decisión fundamental que se
debe tomar en materia de la explotación del litio – donde Bolivia ocupa un
lugar privilegiado en materia de reservas – volver a tener un protagonismo en la
política de desarrollo de una idea y práctica de multilateralidad. En esto poco
importa, que la propia oposición tenga sus fracturas, lo relevante es
fortalecer las posiciones del mundo progresista. Un frente gubernamental unido
puede influir en materias negativas, en ordenar las rencillas entre ambas
cámaras del congreso y evitar el surgimiento de liderazgos, que a rio revuelto
pretender pescar a los incautos.
RADIOGRAFÍA DE UN GOLPE DE ESTADO FALLIDO
Los dos últimos años, la polarización política
general de los bolivianos se ha trasladado a la interna del MAS. Una lucha
interna que parece buscar solo una cosa: por el lado de Evo Morales, debilitar
al Gobierno de Arce para lograr su candidatura en 2025. Por el lado de Luis
Arce, evitar la candidatura de Morales
Diario La Red (https://acortar.link/pwq1Ik)
La asonada golpista del 26 de junio en Bolivia,
encabezada por el general Juan José Zúñiga, quien hasta 24 horas antes
ostentaba el cargo de comandante del Ejército, sorprendió a todos los
bolivianos. Mientras sucedían los hechos, el respaldo a la institucionalidad
democrática fue unánime, pero duró poco. Ya en la noche de ese día la
polarización se disparó. Un nuevo clivaje de guerra política apareció: golpe vs
autogolpe.
El contexto
Es muy difícil entender que un hecho como el
del 26 de junio pueda generar tantas dudas, pero si ha sido así es porque
ocurrió en un contexto de alta complejidad política y económica. La pelea
interna del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales y de Luis
Arce, ha provocado una crisis política sostenida. Ni lo mejores o más malvados
agoreros podrían imaginar a un MAS en la situación de hoy.
La pelea nace por la percepción de que Luis
Arce no le da un lugar a Morales y a sus colaboradores más cercanos. El
expresidente se sintió desplazado del gobierno y empezó a hacer
cuestionamientos a los ministros de Arce y pedidos públicos para cambios en el
gabinete. Por su lado, Arce, que hasta ese momento era sospechado de ser tan
solo un títere de Evo, trató de definir su identidad política en torno a la
renovación masista y respondió dándole a los ministros cuestionados respaldos
absolutos, como prueba de fuerza e independencia frente a Morales. De ahí en
adelante, las cosas no han hecho más que empeorar. En la Asamblea Legislativa
se formaron dos alas dentro de la bancada masista: los asambleístas que
responden a Arce y los que responden a Morales. Ambos grupos han echado mano de
la oposición de derecha para lograr sus objetivos políticos, que normalmente
son los que debilitan al otro bando. Al final, ha terminado imponiéndose la
línea evista, que incluso le da líneas de acción a la oposición tradicional.
Esta situación le ha traído enormes
dificultades de gestión a Luis Arce, sobre todo respecto a la aprobación de
créditos que hoy tendrían que financiar la inversión pública.
El evismo se justifica acusando al arcismo de
intentar vetar a Evo y sus aspiraciones como candidato a la presidencia en
2025. En Bolivia, el lawfare no es una práctica nueva. En esta ocasión, el
Tribunal Constitucional Plurinacional ha emitido un fallo que inhabilita a Evo
Morales para las próximas elecciones. Este fallo fue bien recibido por el
arcismo y tiene respaldo también de la oposición tradicional, que si bien hoy
sigue la línea política que da Morales en contra del gobierno, está cómoda con
la no participación del expresidente en las próximas elecciones; la consideran
“justicia histórica” contra Morales, que no respetó el voto popular en el
pasado, lo que sirvió de móvil del golpe de Estado de 2019.
La crisis política actual está cruzada y
potenciada por la crisis económica. En los últimos años, Bolivia pasó de
recibir 6.000 millones de dólares por renta de hidrocarburos a recibir menos de
3.000 millones, lo que ha provocado una mayor dependencia de la importación de
carburantes y, en consecuencia, una mayor necesidad de divisas para comprarlos.
Esta es una crisis estructural. La producción
de hidrocarburos se ha reducido y no existen nuevos pozos u otras fuentes de
ingresos importantes que puedan compensar la pérdida de ingresos. El gobierno
de Arce acusa al gobierno de Morales de ser el responsable de la situación
económica que vive el país, por no haber hecho planes de exploración
hidrocarburífera.
La situación ha provocado una falta aguda de
dólares en el sistema financiero, lo que dificulta los procesos de importación
y encarece los productos de consumo. Cada vez se le hace más difícil al
gobierno pagar la importación de los carburantes. Esto provoca momentos de
escasez, especialmente de diésel, una situación que genera malestar en varios
sectores.
Vale la pena apuntar que las exportaciones (oro
y agropecuarias) no están mal, pero no se encuentran en manos estatales sino
privadas. Las empresas exportadoras, aunque producen su riqueza en Bolivia, no
traen las utilidades de retorno al país.
Unas semanas antes de la asonada de Zúñiga, el
transporte pesado se declaró en emergencia y amenazó con paro indefinido y
bloqueo de carreteras. Pedía varias cosas: sobre todo, que se solucione el
problema de escasez de diésel y que haya dólares en el mercado. Los
comerciantes por cuenta propia, llamados en Bolivia “gremialistas”, también
amenazaban con movilizarse por la falta de dólares.
Un día antes de la asonada, la empresa
encuestadora Diagnosis publicaba que el presidente Luis Arce había caído de una
popularidad del 42% a un 28% en los últimos seis meses. Otra encuestadora, la
internacional Gallup, señaló que Arce tenía una aprobación del 18%, una de las
más bajas de la región.
Cronología de los hechos
El lunes 24 por la noche, el general Zuñiga
hizo declaraciones políticas en contra de Evo Morales. Lo amenazó públicamente
de “meterlo preso si la situación así lo amerita” y señaló enfáticamente que,
por mandato constitucional, Morales no podía volver a ser candidato. Estas
declaraciones se produjeron después de que este, en su programa dominical del
23 de junio, denunciara que Zúñiga tenía intenciones de acabar con su vida. Al
día siguiente, el martes 25 de junio, el entonces comandante del Ejército fue convocado
a Palacio de Gobierno, donde se le informó verbalmente su destitución por
romper la prohibición militar de involucrarse en asuntos políticos.
El miércoles 26 de junio por la mañana, Zúñiga
declaró ante dos medios de prensa que él se presentaría en su fuente de trabajo
y no haría caso de la destitución. Por la tarde del mismo día, ingresó con
tanqueta a la plaza Murillo e intentó ingresar al Palacio Quemado, donde se
encontraba el presidente y todo su gabinete en su reunión semanal.
Las dos horas siguientes sucedieron varias
cosas: la advertencia de un intento de golpe de Estado desde la cuenta X del
expresidente Evo Morales (que horas después cambiaría de posición), la denuncia
en la misma red social del presidente sobre “movimientos irregulares” de
tanquetas en la plaza Murillo. La televisión mostró al ministro de Gobierno,
Eduardo del Castillo, junto a la tanqueta donde estaba Zúñiga, pidiéndole que
salga de allí y detenga a sus tropas. También unas escuetas declaraciones de
Zúñiga, que señaló que era hora de “restructurar la democracia”. Luego, dijo
que quería liberar a los “presos políticos”, haciendo referencia a Jeanine Añez
y Luis Fernando Camacho, ambos detenidos por el golpe de Estado de 2019. Al
mismo tiempo, pidió salir del “engaño de los últimos 20 años”, en referencia a
la etapa de gobiernos del MAS. En el momento más grave, una tanqueta derrumbó
una de las puertas de Palacio Quemado, no se sabe con qué intención.
En una segunda declaración, Zúñiga señalaba que
en pocas horas cambiaría de Gabinete y que, “por ahora”, seguía reconociendo a
Arce como presidente.
A media tarde se dio un careo entre el alzado y
Arce, que bajó a las puertas de Palacio. El general le preguntó: “¿Así se paga
la lealtad?”. A gritos, Arce le instruyó replegarse. Zúñiga afirmó que no le
haría caso.
Poco después, el presidente posesionaba el
nuevo mando militar. El nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, instruyó a
todos los efectivos militares que se dieron cita en el Palacio con trajes
camuflados que se replegaran de inmediato. Fue obedecido.
Horas más tarde, se apresó al general Zúñiga.
En ese momento señaló ante los medios que no había sido un intento de golpe de
Estado sino más bien de una estrategia del presidente Luis Arce para mejorar su
popularidad.
Días más tarde, la policía había arrestado a 25
personas, 23 militares y dos civiles. 12 de ellos guardan detención en
distintos penales del país; 13 tienen detención domiciliaria.
“Autogolpe” vs “golpe”
La tesis del “autogolpe” fue cobrando mucha
fuerza. No solo recibió el impulso del expresidente Morales. También la
expresaron los líderes de oposición, Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa.
Sostuvieron que habían presenciado un “show político” con la finalidad de darle
un respiro al gobierno de Arce.
Esta tesis genera muchas preguntas sin
respuesta: ¿23 militares arriesgarían sus carreras y su libertad para lavarle
la cara a Arce? No parece muy lógico. El general retirado Tomás Peña y Lillo se
declaró en la clandestinidad, porque “no existen garantías judiciales” para que
sea procesado. Relató que Zúñiga lo convocó a su despacho, le pidió el apoyo de
los jubilados de las FFAA, le encargó llamar al interior del país, lo que hizo,
pero solo recibió negativas. Peña y Lillo descartó que se haya tratado de un
golpe de Estado, porque en el movimiento solo participaron dos batallones de
soldados y una docena de carros de asalto.
Aun así, quedan varias preguntas por responder.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, ha señalado que tenía información de
que estos hechos sucederían ya en mayo; entonces, ¿por qué no los informó a
tiempo? Al día siguiente de la asonada, Arce señaló que los servicios de
inteligencia respondían a Zúñiga y que por eso él no se supo nada previamente.
Por otro lado, la improvisación de los hechos
fue tal que no deja de llamar la atención que algo tan mal pensado haya
sucedido y nadie lo haya podido impedir.
Sin embargo, nada de lo anterior resta que se
intentó en efecto un golpe de Estado (que los militares desconozcan el poder
civil constituido no puede llamarse de otra manera. “No se puede banalizar el
mal”, ha dicho el expresidente Álvaro García Linera distanciándose de los
portavoces del “autogolpe”).
Las investigaciones revelan que Zúñiga había
escrito un “discurso presidencial”, había convocado a quienes conformarían su
“gabinete”, que mintió para sacar tanquetas de los distintos cuarteles del país
y que todas se dirigían a La Paz. Se sabe también que Zúñiga estaba enojado por
su destitución, lo que quizás lo llevó a apresurar sus planes y fueron los
apuros los que, afortunadamente, causaron que cometiera muchos errores.
Además de las investigaciones que ya han
iniciado desde el Ministerio Público y la Procuraduría del Estado, el
presidente del Senado, el evista Andrónico Rodríguez, moduló su postura
respecto a la de Morales y conformó una comisión multipartidaria para investigar
la “verdad histórica de los hechos”.
¿Victoria para Luis Arce?
El rechazo generalizado de las primeras horas
es una señal importante e indiscutible en contra de la intervención de los
militares en política. El apoyo internacional fue muy importante.
A la vez, quedó claro que la sociedad boliviana
no puede afrontar en consenso nuevas crisis políticas. La memoria de 2019
parece estar muy fresca todavía.
El otro lado de la moneda es que el Gobierno de
Arce ha quedado con instituciones sumamente debilitadas, servicios de
inteligencia inútiles, un Gabinete sin brillo, un modelo decisional que apuesta
por la pausa crónica, lo que esta vez pudo costarle caro al Gobierno.
Los dos últimos años, la polarización política
general de los bolivianos se ha trasladado a la interna del MAS. Una lucha
interna que parece buscar solo una cosa: por el lado de Evo Morales, debilitar
al Gobierno de Arce para lograr su candidatura en 2025. Por el lado de Luis
Arce, evitar la candidatura de Morales. Ambos están enceguecidos por odios que
ya se han vuelto personales. Esta situación sirve en bandeja a la oposición
tradicional el destino del país y deja al movimiento social en indefensión.
EL GOLPE EN BOLIVIA: NADA NUEVO BAJO EL SOL
Aporrea Org. (https://acortar.link/LzQHZB)
Bolivia es un país de 12 millones de habitantes
con una riqueza mineral y minera importante. No sólo se trata de su producción
petrolera y gasífera, que tiene valor estratégico en el mundo actual, sino de
los muchos metales que explota y exporta en grandes cantidades, como el estaño,
el oro, la plata, el zinc, el cobre, el plomo y el antimonio, y si esto no
parece suficiente se une el litio, metal estratégico en la actualidad y del
cual tiene las mayores reservas mundiales. Además, Bolivia tiene una importante
producción de compuestos derivados de la soja y tiene la capacidad de
transformarse en un productor importante de hidroelectricidad. Sin embargo, al
ser un país plurinacional, con más de 30 nacionalidades, se le dificulta en
forma importante el uso de toda esa riqueza mineral y minera en función de su
desarrollo nacional y el bienestar de sus habitantes.
Todo esto hace de Bolivia un país muy
apetecible para los intereses capitalistas estadounidenses, así como de muchos
otros países, aunque las aproximaciones a esas riquezas se hagan en formas muy
distintas. Los gringos, convencidos que este continente les pertenece y que
pueden hacer y deshacer según su voluntad, vienen actuando por años en forma
arbitraria, violenta y desestabilizadora. Adicionalmente, desde el primer
triunfo del líder popular más importante boliviano, Evo Morales, la conducción
política boliviana ha estado en manos de sectores nacionalistas, de carácter
popular y democrático, con muy breves períodos en manos de quienes internamente
se les oponen. Esto ha estimulado a los grupos intervencionistas gringos, que
han encontrado de frente la resistencia de quienes defienden la independencia y
soberanía bolivianas.
Ante la hostilidad gringa en la región y con el
objetivo de no depender del comercio con un país o grupo pequeño de países,
muchas de las naciones gobernadas por esos sectores nacionalistas han volteado
su mirada hacia potencias extra continentales como China y Rusia, consideradas
por EEUU como enemigos de carácter estratégico. Esa diversificación de las
relaciones comerciales y diplomáticas nunca ha sido del agrado del norte
imperial de nuestro continente, la cual ha actuado en la única forma que conoce.
Allí están, como soporte histórico concreto de esta afirmación, las múltiples
invasiones e intervenciones en los asuntos internos de nuestros países de EEUU
desde el mismo momento de su creación. Los métodos y formas injerencistas han
ido cambiando ajustándose a la evolución de las relaciones internacionales y a
los cambios en la distribución del poder mundial.
Bolivia además adolece de un problema serio: la
división existente entre las distintas nacionalidades que la conforman y, entre
éstas, y la población blanca. No es fácil que los descendientes de los criollos
de la colonia, los blancos bolivianos, lleguen a considerar como sus iguales a
los descendientes de los indígenas del pasado, quienes por su parte también
discriminan a los criollos. Es una división racial que requerirá mucho tiempo
para desvanecerse y que en Venezuela nos es difícil de comprender, porque no la
tenemos en esa magnitud. Nuestra población indígena es poco más del 2 por
ciento de la población total y no está extendida en todo el país sino sólo en
algunos estados, mientras en Bolivia constituyen el 62 por ciento de la
población total, la mayoría de origen quechua y aymara, y están en todo el
territorio; un 52 por ciento urbano y 48 por ciento en zonas rurales.
La victoria política del MAS, partido que
representa esos intereses, nunca ha sido aceptada por la población blanca
boliviana, dueña de la economía nacional, quienes han hecho lo imposible para
acabar con su dominio gubernamental. Jeanine Añez y su golpe de Estado fueron
una clara expresión de esta conducta, corregida luego electoralmente por la
mayoría de la población y que terminó con la detención y condena por 10 años de
la ex presidente. El frustrado golpe del 26 de junio pasado del destituido
comandante general del ejército, Juan José Zúñiga, es la expresión más reciente
de la existencia de esa antagónica contradicción. Los sectores conservadores no
acatan la voluntad popular y aliados con EEUU siguen conspirando contra la
voluntad popular. Siempre ha sido así, hasta ahora.
Cuando los golpes de Estado, organizados por
los sectores derechistas fracasan, como fue el caso reciente de Bolivia, sus
organizadores recurren a mentiras truculentas como esa del autogolpe en
Bolivia, para quitarse la responsabilidad del hecho y sobre todo de su fracaso.
La realidad es que la conspiración sigue y aprovechará las debilidades y
problemas internos del gobierno de Luis Arce, entre estos el enfrentamiento con
Evo Morales, para hacerse del poder, lo cual seguramente ocurrirá de no
resolverse internamente los enfrentamientos.
¿POR QUÉ EL LITIO ES TAN VALIOSO Y QUIÉN
CONTROLA LA MAYOR PARTE DE ESTE METAL?
En términos de la cantidad de recursos de
litio, sin embargo, se cree que el líder indiscutible es Bolivia, que cuenta
con unos 21 millones de toneladas métricas del metal precioso.
La Jornada de México
(https://acortar.link/ngrdyN)
El litio se utiliza en la fabricación de
baterías para productos electrónicos y de alta tecnología, como ordenadores
portátiles, teléfonos móviles y vehículos eléctricos.
La obsesión de Occidente por la agenda
climática y las emisiones netas cero, junto con el auge del mercado de
vehículos eléctricos, impulsan aún más la demanda de este metal.
El litio se extrae de acumulaciones de agua
salada, conocidas como salmueras, o de compuestos de roca dura llamados
espodumeno y lepidolita.
Las estimaciones del año 2023 sugieren que las
mayores reservas efectivas de litio del mundo, unos 9.3 millones de toneladas
métricas, están controladas por Chile.
El segundo puesto lo ocupa Australia (unos 6.2
millones de toneladas métricas), considerado también el líder mundial en
producción minera de litio.
El tercer puesto lo ocupa Argentina (3.6
millones de toneladas métricas).
En términos de la cantidad de recursos de
litio, sin embargo, se cree que el líder indiscutible es Bolivia, que cuenta
con unos 21 millones de toneladas métricas del metal precioso.
A título comparativo, Argentina, en segundo
lugar, cuenta con 20 millones de toneladas métricas de recursos de litio. Por
otro lado, los recursos de litio de Estados Unidos, en tercer lugar, se estiman
en unos 12 millones de toneladas métricas.
DESCUBREN MÁS DE 2 KILOS DE COCAÍNA EN EQUIPAJE
DE PASAJERA BOLIVIANA: UN HALLAZGO QUE SACUDE LA FRONTERA
Reporte Diario de Chile
(https://acortar.link/P2QMvo)
En un operativo de rutina en el paso fronterizo
de Ollagüe, fiscalizadores de la Aduana de Antofagasta descubrieron más de 2
kilos de cocaína base ocultos en el equipaje de una mujer boliviana. La
pasajera intentaba ingresar al país en un minibús que realizaba el traslado de
viajeros desde la frontera con Bolivia hasta la ciudad de Calama.
El hallazgo se produjo cuando los
fiscalizadores controlaban el ingreso de los pasajeros del vehículo. Uno de
ellos notó un peso anormal en uno de los equipajes, lo que despertó su
sospecha. Al momento de identificar a la propietaria, se le consultó por la
maleta, y ella indicó que la había adquirido en la ciudad boliviana de
Cochabamba.
Así, el equipo de la Unidad de Drogas de la
Aduana de Antofagasta abrió la maleta y descubrieron que tenía un doble fondo,
bajo el cual encontraron un paquete gris. Las pruebas de campo realizadas a la
sustancia confirmaron que se trataba de cocaína base, con un peso total de 2
kilos 066 gramos.
Sobre este hallazgo, el director de la Aduana
de Antofagasta, Francisco Romero, indicó que fue la experiencia de los equipos
en el control lo que logró perfilar y determinar que había un riesgo en el
equipaje de la pasajera. En la instancia, la mujer indicó no saber sobre el
contenido de la maleta, aunque sí reconoció que la transportaba por encargo
hasta la ciudad de Antofagasta.
Finalmente, por instrucciones de la Fiscalía de
Calama, la pasajera y la cocaína fueron entregados a funcionarios del OS7 de
Carabineros de la misma comuna, quienes se harán cargo de la investigación y el
proceso judicial correspondiente.
Un golpe contundente al narcotráfico en la
frontera
Este operativo de la Aduana de Antofagasta
representa un duro golpe al tráfico de drogas en la zona fronteriza. La
incautación de más de 2 kilos de cocaína base evita que esta sustancia ilegal
se distribuya y consuma en las ciudades del norte de Chile, afectando a la
salud y seguridad de la población.
Además, este tipo de acciones refuerzan el
compromiso de las autoridades en la lucha contra el narcotráfico, demostrando
que están atentas y preparadas para detectar y detener a quienes intentan
introducir drogas al país. Sin duda, este es un importante logro que contribuye
a mantener la seguridad en la región.
Conclusión: Vigilancia constante en la frontera
El caso de la pasajera boliviana que intentaba
ingresar más de 2 kilos de cocaína a Chile es una muestra de la constante
amenaza que representa el narcotráfico en las zonas fronterizas. Sin embargo,
este operativo de la Aduana de Antofagasta demuestra que las autoridades están
atentas y dispuestas a actuar con firmeza para frenar el tráfico de drogas y
proteger a la ciudadanía.
Estos esfuerzos deben mantenerse y fortalecerse
aún más, ya que la seguridad de la población y la salud pública dependen de una
vigilancia constante en las fronteras. Solo así podremos avanzar en la lucha
contra el narcotráfico y construir comunidades más seguras y saludables.
PDI DESARTICULA BANDA INTERNACIONAL DEDICADA AL
TRÁFICO DE DROGA
Según el prefecto inspector Mauro Mercado, jefe
nacional Contra el Crimen Organizado de la PDI, “estamos en presencia de un
cargamento que buscaba la distribución en la región Metropolitana de los
distintos tipos de drogas y cubrir el mercado local. En ambas estructuras
criminales hay participación de ciudadanos extranjeros, especialmente
colombianos”.
La Nación de Chile
(https://acortar.link/3H3STR)
La PDI calificó este lunes como “histórico” la
incautación de casi una tonelada de droga, 966 kilos de estupefacientes,
efectuada en dos operativos en la Región Metropolitana.
De acuerdo con los primeros antecedentes
aportados por la policía civil, la sustancia ilícita era transportada desde
Bolivia, ilícito por el cual se detuvo a 13 personas, 9 chilenos y 4 de
nacionalidad colombiana.
Según el prefecto inspector Mauro Mercado, jefe
nacional Contra el Crimen Organizado de la PDI, “estamos en presencia de un
cargamento que buscaba la distribución en la región Metropolitana de los
distintos tipos de drogas y cubrir el mercado local. En ambas estructuras
criminales hay participación de ciudadanos extranjeros, especialmente
colombianos”.
“En ambas también existen marcas en los
paquetes de drogas que también nos hacen presumir que existe una estructura
extranjera detrás de esta internación de drogas y que también durante los
últimos días nos ocupamos para, articulamos todas las brigadas antinarcóticos y
contra el crimen organizado en la zona norte para lograr este resultado que es
casi una incautación histórica, vale decir, una tonelada de droga
aproximadamente”, agregó el funcionario de la PDI.
La droga, cocaína base, clorhidrato de cocaína
y ketamina, transformada a dinero por venta y circulación, tendría un valor
aproximado a los $11.000 millones. También durante el operativo se incautaron
10 vehículos, junto a armas y dinero en efectivo.
“Estamos intentando, a través de la
articulación de las distintas brigadas antinarcóticos y contra el crimen
organizado y además de las brigadas de investigación de lavado activo, de
golpear fuertemente a estas organizaciones, no solamente en la incautación de
este tipo de volúmenes, sino que también golpearlo en su patrimonio para que no
se vuelvan a articular”, explicó Mauro Mercado.
“Si ustedes se fijan, hay vehículos de alta
gama que fueron adquiridos con capital ilícito que en este momento están siendo
incautados, que también nos permiten que esta organización no vuelva a
articular o a hacer circular su negocio, su dinero ilícito para volver a
comprar otra cantidad de sustancias”, finalizó.
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