Tuesday, July 09, 2024

BOLIVIA LLEGA AL MERCOSUR PARA CONTRIBUIR ACTIVAMENTE AL DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO DEL BLOQUE REGIONAL

Bolivia llega al Mercosur para contribuir activamente al desarrollo y fortalecimiento del bloque regional, así lo afirmó el presidente del Estado, Luis Arce, durante su intervención en la 64° Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados Asociados, que se desarrolla en Asunción, Paraguay.
“Bolivia llega al Mercosur con la firme intención de contribuir activamente al desarrollo y fortalecimiento de nuestro bloque regional. Estamos comprometidos a trabajar de manera conjunta para impulsar el comercio, la inversión y la cooperación en áreas estratégicas”, dijo.
Arce aseguró que la adhesión de Bolivia refuerza su convicción de integración regional “que es la clave para construir un futuro de paz, prosperidad y justicia social” para los pueblos que lo componen.
El mandatario boliviano recordó que la semana pasada se promulgó la Ley de Ratificación del Protocolo de Adhesión de Bolivia al Mercado Común del Sur, que tuvo un largo trayecto, desde 2006, para su aprobación.
El Jefe de Estado remarcó que los beneficios para Bolivia son muchos, además de reafirmar la identidad sudamericana, aumentará el intercambio económico, cultural, comercial y reforzar la integración regional.
“Nuestro ingreso permitirá tener derecho al voto, que significa la posibilidad de tomar decisiones para el desarrollo de la región que se adecúen a nuestra estructura productiva y a los retos que como país identificamos”, aseveró.
Recordó que el Mercosur representa más del 82% del Producto Interno Bruto (PIB) total de Sudamérica, que beneficiará a Bolivia para impulsar su desarrollo a partir del apoyo y de los mercados de los países del bloque.
“Esta interrelación a partir del reconocimiento de las asimetrías existentes y de complementariedad de nuestras potencialidades productivas y de comercio, presionará favorablemente para nuestro desarrollo”, afirmó.
Por otro lado, dijo que Bolivia puede ofrecer la experiencia de la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), que mantiene a Bolivia como uno de los países con crecimiento económico y con un índice de inflación bajo, pese a las condiciones de la post pandemia.
Asimismo, aseguró que permitirá el aprovechamiento de los recursos naturales estratégicos como el litio, entre otros, que constituyen una oportunidad para el proceso industrializador boliviano, en el marco de la complementariedad tecnológica y comercial.
“Nuestro ingreso al Mercosur nos coloca en condiciones de trabajar para profundizar la integración en la región a partir de nuestra diversidad y pluralidad política. Tenemos que ser capaces de llevar adelante una integración en la región a partir de respetar el sistema político y el tipo de gobiernos que los pueblos soberanamente eligen”, remarcó.
Arce llamó al Mercosur a afrontar el desafío de sentar condiciones favorables para articular esfuerzos dentro de la región latinoamericana y caribeña y desempeñar un papel de importancia en la configuración de un nuevo orden mundial de carácter multipolar.
El mandatario boliviano agradeció a cada uno de los Estados Parte del Mercosur que apoyaron y votaron a favor de la incorporación de Bolivia como como miembro pleno del organismo de integración.
“Hoy damos uno de los pasos más importantes en nuestra ruta a la industrialización en el horizonte del Bicentenario de Bolivia. Hoy nos reafirmamos en nuestra vocación integracionista”, resaltó.
En el evento, el presidente de Paraguay y presidente Pro Témpore saliente del bloque regional, Santiago Peña, hizo entrega al Primer Mandatario boliviano del Instrumento de Ratificación del Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur.
 
 
 
 
 
MERCOSUR EXHIBE SUS DIFERENCIAS EN UNA CUMBRE MARCADA POR EL DESPLANTE DE MILEI
 
Los mandatarios sudamericanos cuestionaron la ausencia del presidente argentino, quien eligió participar de un foro de derecha
 
El País de España (https://acortar.link/8O7msX)
 
Lejos de su objetivo fundante de propiciar la integración regional, la cumbre de Mercosur que se realizó este lunes en Asunción puso en escena las diferencias entre los gobiernos sudamericanos. En particular, con el presidente de Argentina, Javier Milei, el gran ausente en el encuentro, enfrentado con los mandatarios de Bolivia, Luis Arce, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El ultraderechista Milei desairó a sus pares de la región y participó el domingo de un foro conservador en Brasil, donde se reunió con el expresidente de ese país Jair Bolsonaro. El dato alentador para la integración sudamericana fue el avance en la incorporación de Bolivia al organismo conformado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
En la capital paraguaya, la 64° cumbre del Mercado Común del Sur reunió al anfitrión Santiago Peña con Lula da Silva, el uruguayo Luis Lacalle Pou y el boliviano Luis Arce. También estuvo como invitado el mandatario de Panamá, José Raúl Mulino. Los temas centrales del encuentro fueron los acuerdos comerciales que se debaten con la Unión Europea, con China, con Emiratos Árabes, las facultades de los países miembros para negociar por su cuenta o no, pero la ausencia de Milei, representante de la segunda economía de la región, tiñó los discursos.
“Si el Mercosur es tan importante, deberíamos estar acá todos los presidentes”, dijo sin matices Lacalle Pou, quien asume la presidencia pro témpore del órgano regional. Antes, Peña había intentado sin suerte bajar la tensión. “No pude conseguir que pueda venir el presidente Milei. Tenemos que ser respetuosos de cada país, pero el proceso de integración no se detiene”, eligió destacar el paraguayo.
Milei ha hecho público su desprecio por las organizaciones internacionales y apuesta por las relaciones bilaterales que le interesan. En las últimas semanas, profundizó la tensión con Lula: volvió a llamarlo “comunista” y “corrupto” en respuesta a su reclamo para que le pidiera disculpas. Luego, viajó a Brasil para encontrarse con Bolsonaro, principal rival político de Lula. En paralelo, y después de haberse enfrentado con otros presidentes de la región —como el colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric o el mexicano Andrés Manuel López Obrador—, Milei se cruzó también con Arce, al considerar un “autogolpe” la asonada militar que amenazó al gobierno boliviano el pasado 26 de junio.
Si bien no lo mencionó, el discurso de Lula desgranó alusiones a Milei. El brasileño llamó a fortalecer la democracia en la región luego del intento de golpe en Bolivia. “Es necesario permanecer vigilantes. Falsos demócratas intentan socavar las instituciones y ponerlas al servicio de intereses reaccionarios”, dijo Lula. Después criticó las desigualdades que atraviesan Sudamérica y destacó que democracia y desarrollo “van de la mano”. Aseguró que no tiene sentido recurrir a un “nacionalismo arcaico y aislacionista” y tampoco revivir “las experiencias ultraliberales que solo empeoraron las desigualdades en nuestra región”. Tanto la referencia a “falsos demócratas” como a “ultraliberales” parecieron dardos destinados a Milei.
“Necesitamos una integración regional profunda, basada en el trabajo calificado y la producción de ciencia, tecnología e innovación para generar empleos e ingresos”, planteó Lula. El presidente de Brasil destacó el ingreso de Bolivia como miembro pleno del bloque y lo calificó de “estratégico” por su importante papel en el sector energético. El Estado de Bolivia ya aprobó su incorporación a Mercosur y ahora solo faltan trámites administrativos para que sea un miembro pleno del organismo. Este mismo lunes, tras la cumbre en Asunción, Lula tenía previsto viajar a territorio boliviano para reunirse con Arce y explicitar su apoyo, a días del intento de golpe.
El ausente Milei envió como representante a su canciller, Diana Mondino. En la cumbre, la ministra buscó reafirmar la membresía de Argentina “de la cual nunca hubo ni habrá dudas”, dijo. Aseguró que el Mercosur tiene “un enorme potencial como mercado ampliado y plataforma de relacionamiento con el mundo”, pero consideró que está desaprovechado: “Creo que el Mercosur está necesitando, no sé, un shock de adrenalina”. Mondino también hizo una afirmación genérica en defensa de la democracia y de la voluntad popular, una mención dirigida a congraciarse con Bolivia.
Pero el presidente Arce dejó en claro su desagrado ante las “declaraciones infundadas y poco serias” sobre un supuesto autogolpe. También agradeció el apoyo “de la mayor parte de los países de la región”, un conjunto que solo excluye a la Argentina. “Quiero expresar mi más profundo agradecimiento especial a los países del Mercosur que se manifestaron frente al golpe de Estado y a la comunidad internacional por su apoyo inquebrantable en estos tiempos difíciles. Su solidaridad fue fundamental para evitar la ruptura del orden constitucional en Bolivia”, dijo. Arce aseguró que la amenaza sobre su Gobierno “por la vía que fuese, no ha desaparecido”.
Las tensiones intestinas decantaron en una declaración liviana de los presidentes y la canciller, como cierre de la cumbre. En el texto, “ratificaron el compromiso del Mercosur con el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la plena vigencia del Estado de derecho, los principios del derecho internacional, la protección de los derechos humanos y el crecimiento económico”. Un punto de la declaración fue dedicado al demorado acuerdo de comercio con Unión Europea: “reiteraron la importancia que le asignan a las negociaciones” y “reafirmaron su voluntad de concluir los asuntos pendientes, durante el segundo semestre de 2024, y alcanzar un acuerdo que sea balanceado y mutuamente beneficioso”. Además, “manifestaron su firme compromiso con el fortalecimiento, dinamización y actualización del Mercosur, con énfasis en la intensificación de las negociaciones externas, que permitan una mayor inserción internacional del bloque, y en la eliminación de restricciones internas”.
 
 
 
 
 


LULA DICE QUE "BRASIL PUEDE AYUDAR A BOLIVIA" Y MENCIONA TECNOLOGÍA, AGRICULTURA, MINERALES, GAS E HIDROVÍA
 
Luego de 15 años, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tocó suelo boliviano a las 19.50, al arribar al aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz, en un avión de la República Federativa del Brasil. El mandatario, quien cumplirá una extensa agenda en el país desde hoy, a su llegada calificó de “imperdonable” el “intento de golpe de Estado” que sufrió Bolivia el 26 de junio.
En un contacto con la prensa, Lula dijo que son muchas las áreas en las que su país puede ayudar a Bolivia.
“Brasil puede ayudar a Bolivia en la transferencia de tecnología, ayudar en la agricultura. Estamos interesados en ayudar en la exploración de minerales, en beneficio de Bolivia, en el gas, en hacer hidrovías”, aseguró el mandatario de Brasil, quien añadió que se deben fortalecer y cuidar las relaciones con Bolivia, puesto que ambos países comparten 3.423 kilómetros de frontera.
Lula indicó, acerca del panorama económico de Bolivia, que no ha podido crecer como debería, por lo que espera que la experiencia de Brasil pueda ayudar al país de la forma más positiva posible.
También se refirió al intento de golpe de Estado en Bolivia y lo calificó como “imperdonable”, pero destacó la acción del pueblo boliviano para garantizar y defender la democracia.
“El intento de golpe de Estado es imperdonable. O sea, gracias a Dios, creo que el pueblo boliviano garantizó la democracia, y la solidaridad internacional fue muy importante (...) Es inimaginable que, en pleno primer cuarto del siglo XXI, uno piense que se va a resolver el problema dando un golpe de Estado y que los militares podrían ser la solución. ¿Para qué? La solución está en el fortalecimiento de la democracia, en la participación de la sociedad civil y el voto de los electores bolivianos, brasileños, etc.”, reflexionó.
Lula fue recibido por la canciller del Estado, Celinda Sosa; la ministra de la Presidencia, María Nela Prada; autoridades locales, como el gobernador cruceño, Mario Aguilera; el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, quien le entregó al presidente brasileño las llaves de la ciudad.
También se dieron cita al aeropuerto de Viru Viru organizaciones sociales y una representación de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Sobre la agenda, Prada indicó que temas económicos y sociales integran la agenda de la reunión.
“Mañana (hoy) estaremos cumpliendo una importante agenda que arranca con una reunión bilateral entre los dos presidentes, luego una reunión ampliada donde vamos a participar ministros; la delegación de Brasil también es amplia, vienen varios ministros de Brasil. Posteriormente se llevará a cabo un encuentro con organizaciones sociales, que es fundamental (...) y luego se va a sostener el encuentro empresarial entre Bolivia y Brasil”, indicó la ministra.
La Cancillería, a través de una nota de prensa, indicó que “el objetivo de estas reuniones es reforzar las relaciones económicas, sociales y políticas entre Brasil y Bolivia, promoviendo la cooperación mutua y el desarrollo de ambos países”.
La Cancillería informó que después de los encuentros bilaterales se suscribirán varios acuerdos que abarcan diversos ámbitos de interés común, como el comercio, la infraestructura, la energía y la cooperación en áreas sociales.
El vicecanciller Elmer Catarina, durante una entrevista, señaló que Bolivia y Brasil abordarán la inversión en exploración, el área agroindustrial y agropecuaria.
La reunión con Lula se constituirá en el tercer encuentro internacional de Arce con mandatarios de Estado, luego de las reuniones con los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Rusia, Vladímir Putin.
Se prevé que más de 100 empresarios se reunirán con sus pares bolivianos para temas de inversión e intercambio.
 
 
 
 
 
"EN 2029 BOLIVIA VA A EXPORTAR LA ÚLTIMA MOLÉCULA DE GAS A BRASIL"
 
En opinión de Álvaro Ríos Roca, el país está al borde del desabastecimiento. "Nos dijeron que íbamos a ser el corazón energético exportador de Sudamérica, pero hoy estamos al borde del colapso", disparó.
 
Revista Mejor Energía de Argentina (https://acortar.link/exjmok)
 
Todo indica que la crisis económica que hoy vive Bolivia nace de la crisis de la energía que, sin duda, repercute en la falta de dólares de un país que presenta un déficit en su balanza energética y un modelo pro nacionalista con alta carga impositiva que terminó desalentando las inversiones que se necesitaban en materia de exploración.
El análisis lo hizo Alvaro Ríos Roca, experto en hidrocarburos y director de Gas Energy Latinoamérica, quien explicó como Bolivia pasó ser el corazón neurálgico energético para exportar energía a toda la región, a un país que hoy está al borde del desabastecimiento.
"En 2029 vamos a mandar la última molécula de gas a Brasil. Con las proyecciones actuales vamos a ser un país importador de gas natural en los próximos 5 años", aseguró.
Según el experto, quien definió este escenario como el agujero energético boliviano, esta situación crítica va a tener un fuerte impacto en el presupuesto de la economía boliviana y se hará sentir con mayor rigor en los próximos años.
"Hace 25 años descubrimos importantes y cuantiosas reservas de gas condensado y petróleo, y de repente en 2005 decidimos romper con todos los contratos con los operadores, elevamos los impuestos en boca de pozo al 50%, lo cual generó una gran inseguridad jurídica y esto impactó en una caída de las inversiones", advirtió Ríos Roca, en una presentación en la que estuvo acompañado por el periodista Fernando Meiter.
En su relato, el especialista criticó la política ultra nacionalista del gobierno boliviano de los últimos años. Y apuntó: "Creíamos que poniendo altos impuestos y subsidiando el mercado interno petrolero, los recursos no se iban a agotar nunca y resultó todo el contrario.
"Esta situación de inequidad nos está llevando a importar cerca del 85% del diesel, 50% de las gasolina y este año el país va a importar GLP en grande cantidades, lo cual será un duro golpe para la economía boliviana", se lamentó, y agregó que hoy el precio subsidiado en el mercado local es de U$S 1/MBTU, remunerado a U$S 27 /MBTU y se importa a U$S 85 /MBTU más U$S 30 por barril adicional.
Los números en Bolivia no acompañan. En 2006 con la nacionalización del sector hidrocarburífero se rompieron las reglas de juego y los contratos de operación pasaron a ser contratos de servicios controlados por el Estado.
"Nos dijeron que íbamos a ser el corazón energético exportador de Sudamérica, pero hoy estamos al borde del colapso. Vemos como los ingresos por exportaciones se caen, y la balanza energética se torna muy deficitaria. Bolivia está condenada a importar energía durante mucho tiempo. Es una ecuación que va a erosionar la economía en el corto, mediano y largo plazo", expresó.
Para Ríos Roca el gobierno necesita dar un fuerte golpe de timón si pretende salir de esta situación de crisis.  En este sentido, reclamó reglas de juego claras y estables para lograr largos período de bonanza económica y exportaciones, y pidió la sanción de una ley de inversiones energéticas en hidrocarburos en Bolivia, algo similar como el RIGI en Argentina.
 
 
 
 
 
LA PROFUNDA CRISIS ENERGÉTICA DE BOLIVIA
 
Revista Energía Debate de México (https://acortar.link/4futTa)
 
Por Álvaro Ríos Roca.- Estamos asistiendo apenas a ver la punta del iceberg acerca de la profunda crisis energética en la cual Bolivia está inmersa. La he denominado como “el agujero negro energético boliviano”. Un agujero negro es una región finita del espacio descrita en las ecuaciones de Einstein, cuyo interior posee una concentración de masa lo suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio tal que, salvo por un determinado tipo de procesos cuánticos, ninguna partícula ni radiación —ni siquiera la luz— pueden “escapar” de él. Es decir, se devora o trasforma todo lo que está en sus inmediaciones.
Hago esta anotación para hacer analogía con la muy compleja situación energética que se avizora en Bolivia. La energía empieza a devorar los escasos dólares existentes y deteriorar la economía, y a transformar muchos aspectos en lo económico, social y político en el futuro.
Estamos transitando de ser un país gran exportador de energía, con elevada renta, a ser un país gran importador de energía con elevados subsidios. Por varios años, se recibió una renta inusitada fruto de exportaciones de gas natural, condensado y GLP de reservas descubiertas hace aproximadamente 25 años. Las importaciones de diésel eran muy pequeñas. La balanza comercial energética promedio entre 2012-2015 fue positiva de 4,365 MMUSD por año.
A futuro tenemos una balanza comercial energética proyectada promedio entre 2023 y 2030 negativa de 3,362 MMUSD por año. A las ya abultadas importaciones de diésel y gasolina se sumarán muy en breve las de GLP y hacia el 2028/2029 las de gas natural. Todo lo anterior con un precio promedio de 85 USD/barril. Es decir, al paso que vamos en 2030 se estará importando un gran porcentaje de la energía que consume el país.
Recordar que las exportaciones dejan 32% de impuesto IDH que de futura producción cero será cero. De igual manera pasa con las regalías del 11% y de los otros tributos que llegarán a ser cero. La situación se complica cuando los subsidios en promedio vs. los precios importados internacionales rozan el 60%.
No se quiso reconocer y, peor aún, hacer lo que se tenía que hacer. Desde hace más de una década que sabíamos que los campos descubiertos comenzaban a declinar y que perderíamos la capacidad exportadora y luego se vendrían importaciones. No se quiso entender que importar a Bolivia un barril de petróleo cuesta 30 USD/barril adicional al precio que se tiene en las costas de los países vecinos. Importamos a 85 USD/barril mientras a lo producido en el mercado interno remuneramos 27 USD/barril. Una aberración económica.
Por todos los canales posibles desde 2013 pedí que hiciéramos un nuevo marco legal que permita capital privado para explorar y reponer reservas de manera de seguir exportando y no tener que importar. Nos respondieron con que había un mar de gas, que YPFB era la fuerza que movía Bolivia, que éramos el corazón exportador energético de América Latina y con infinidad de planes exploratorios El tiempo me dio la razón y así llegamos donde estamos transitando de país exportador a importador de energía.
El agujero negro energético boliviano empezó con la aprobación de la Ley 3058 (2005) y la aprobación de un IDH plano de 32%, sin considerar que este era un primer freno a la exploración futura y que constituía un cambio a las reglas de juego y la seguridad jurídica. Luego vino la famosa nacionalización (2006) que nuevamente cambió las reglas de juego con toma forzada de empresas, nuevas condiciones en contratos para exploración y dio básicamente a YPFB la totalidad de la responsabilidad para nueva exploración. Un Estado estatista y empresario.
Bueno, ahora que se reconoce la necesidad de una nueva norma en hidrocarburos que genere inversión privada en exploración, nos encontramos con que en las mismas esferas del gobierno se trabaja en dos frentes con borradores de propuesta distintos. No me parece adecuado y seguiré buscando una explicación.
 
 
 
 
 
BOLIVIA HOY: RIQUEZA MINERA Y FANTASMAS DEL PASADO
 
Contra Línea de México (https://acortar.link/qynzck)
 
El Estado Plurinacional de Bolivia, con 1.098.581 kilómetros cuadrados y unos 12 millones de habitantes, es cuatro veces más grande que Ecuador, en el cual habitan alrededor de 18 millones de personas. Ambos, con milenarias culturas aborígenes, fueron integrados al Tahuantinsuyo Inca, cuyo imperio tuvo inicio en el lago Titicaca.
En la segunda década del siglo XVI, los españoles sometieron a los indígenas. En Bolivia, se estableció un régimen colonial con eje en la producción de plata, saqueada del Cerro Rico de Potosí, región abastecida por las telas de los obrajes de la Audiencia de Quito, hasta las reformas borbónicas del siglo XVIII. Ante el declive minero, fomentaron la servidumbre cuasi esclava de los indígenas bolivianos, tanto como de los Andes quiteños.
Durante este último siglo colonial, se produjeron varias sublevaciones indígenas en Quito. En Bolivia, los levantamientos (1779 a 1781) fueron encabezaron por Tomás Katari, Túpac Amaru II y Túpac Katari. Tuvieron enorme repercusión en Sudamérica.
El 25 de mayo de 1809, con el pronunciamiento de Chuquisaca (La Plata), seguido de la Junta Tuitiva de La Paz, el 16 de julio, se inició el proceso de independencia del Alto Perú, aunque todavía bajo el disfraz de fidelidad al rey. En Quito, comenzó con la Junta Suprema, igualmente “fidelista”, el 10 de agosto del mismo año.
En 1822, Quito alcanzó su libertad. Más tarde, se logró la del Alto Perú en 1824, con la batalla de Junín dirigida por Simón Bolívar. El 6 de agosto de 1825 adoptó este nombre, cambiado el día 11 por el de República de Bolívar, y el 3 de octubre con el de República de Bolivia. Y en 1830, al separarse de la República de Colombia, su Departamento del Sur adoptó el nombre Ecuador.
En Bolivia, la regionalización alimentó posiciones sobre la anexión a Brasil, Argentina o Perú. Sin embargo, el caudillo Andrés de Santa Cruz (origen indígena) impuso la unidad y las bases del Estado nacional.
Además de lograr la Confederación Perú-Boliviana (1837-1839), proyectó la expansión comercial al Pacífico y ocasionó la guerra con Chile, que con su triunfo acabó con aquella unión.
Acuerdos posteriores sobre la rica región de Atacama –nitratos de sodio, cobre, salitre y también guano en costas peruanas– no impidieron las disputas económicas. Las mismas derivaron en la Guerra del Pacífico (1879-1884) de Chile contra Perú y Bolivia, tras la cual Perú perdió una amplia región, y Bolivia su salida al mar.
Con el avance del siglo XX, la expansión de Estados Unidos y los intereses imperialistas sobre la minería boliviana –especialmente, estaño y petróleo– condujeron a la Guerra del Chaco (1932-1935) con Paraguay.
A los problemas internacionales, acompañó la inestabilidad política interna, con frecuentes cambios de gobierno, conflictos entre liberales y conservadores, golpes de Estado y el inevitable desarrollo del caudillismo militar mesiánico, por la potenciación del rol político de las fuerzas armadas ante los conflictos externos e internos.
Algunas políticas sociales avanzaron desde la década de 1920, pero fue la Revolución de 1952 la que impulsó reformas profundas como la agraria, amplios derechos laborales, nacionalización de minas, fortalecimiento del Estado y de los servicios públicos durante los primeros gobiernos de Víctor Paz Estenssoro (1952-1956; 1960-1964) y Hernán Siles Zuazo (1956-1960). Esto bajo respaldo del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR, 1942) y la fuerte Central Obrera Boliviana (COB, 1952), de obreros, campesinos, profesionales y sectores populares.
De todos modos, al comenzar la década de 1960, Bolivia y Ecuador mantenían un cuadro del subdesarrollo alarmante, extendida miseria y atraso, que tomó en cuenta el Pacto Andino (1969) para otorgarles un “régimen especial que les permita alcanzar un ritmo más acelerado de desarrollo económico”.
La Guerra Fría determinó las dictaduras militares macartistas en ambos países. La guerrilla de Ernesto Guevara, el Che, en Bolivia (1966-1967) fracasó. La dictadura nacionalista de Juan José Torres (1970-1971) fue derrocada y el general Hugo Banzer (1971-1978) instaló una dictadura seguidora del terrorismo militar de Estado. Ésta se generalizó en el Cono Sur sucedida por otros gobiernos militares.
Tras esa larga historia boliviana, con unos 36 golpes de Estado (https://t.ly/pbhM6), la “democracia” pareció estabilizarse desde 1982, con la sucesión de gobiernos civiles. Sin embargo, ganó terreno el neoliberalismo, que estancó el desarrollo y estranguló toda vía de bienestar social.
De modo que los presidentes Evo Morales (2006-2019) en Bolivia y Rafael Correa (2007-2017) en Ecuador marcaron un nuevo ciclo histórico, al descartar el neoliberalismo; apartarse del Fondo Monetario Internacional (FMI); acoger el socialismo del siglo XXI y proclamar Estados plurinacionales mediante las Constituciones de 2008 (Ecuador) y 2009 (Bolivia).
Éstas garantizaron amplios derechos, economías de tipo social, el fortalecimiento de las capacidades estatales y la extensión de servicios de beneficio colectivo. De esta manera, lograron el desarrollo y la disminución de la pobreza, bajo un ambiente latinoamericanista identificado con otros gobiernos del primer ciclo progresista de la región.
Bolivia nacionalizó varias empresas; particularmente del sector petrolero. Además, fortaleció las organizaciones de trabajadores, campesinos, indígenas y populares, entre las que están: COB, Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” (CNMCIOB-BS), Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia (CSCIOB). En América Latinal, tiene la mayor población indígena (41 por ciento) del total de su población y con indudable peso político y cultural.
El nuevo rumbo del país encendió las reacciones de los viejos dueños del poder y del imperialismo. Esas fuerzas convergieron en la crisis política de noviembre de 2019. Asimismo, provocaron un golpe de Estado que obligó a la renuncia de Morales (debió asilarse en México) e instauraron el régimen de Jeanine Áñez (2019-2020).
Este último impuso una vía de conflictos internos y tensiones externas, junto a la persecución política y la violación de derechos humanos, como ocurrió con las masacres de Sacaba y Senkata.
El ascenso presidencial de Luis Arce Catacora (2020) recuperó la vía democrática de tipo popular iniciada por Morales. Áñez fue juzgada y sentenciada. Sin embargo, incubó la confrontación entre “evistas” y “arcistas” al interior del Movimiento al Socialismo (MAS), alimentada por quienes anhelan la definitiva reversión del proceso “izquierdista” boliviano.
En esas condiciones, el intento de golpe de Estado del pasado 26 de junio (2024) y las declaraciones de quien lo encabezó, el general Juan José Zúñiga, dejan en claro que se pretendía revivir el viejo mesianismo militar, impedir la continuidad del “socialismo” y reivindicar a los golpistas de 2019 (https://t.ly/5S5yl;https://t.ly/3dKGy).
Tras bastidores es imposible dejar de considerar las declaraciones de la comandante del Comando Sur, Laura Richardson, quien ha sido clara en subrayar el “triángulo del litio” (Argentina, Bolivia, Chile), así como otros recursos latinoamericanos, como asuntos de la “seguridad nacional” de Estados Unidos (https://t.ly/gdCka).
No hay bases para sostener que era un “autogolpe” de Arce o un “golpe” de Morales. Sin embargo, la pugna por el liderazgo político del proceso boliviano al interior del MAS es un riesgo histórico para mantener el camino de los cambios ya conquistados. Las fuerzas, que desean liquidarlo, son poderosas y hábiles.
Fueron el pueblo y sus organizaciones los que tuvieron una contundente respuesta que detuvo el golpe de Estado. Triunfo, pero con tensa calma, porque Bolivia sigue en la mira de las derechas.
 
 
 
 
 
BOLIVIA, ENTRE UN INTENTO DE GOLPE MILITAR O UN AUTOGOLPE DE ARCE
 
La Nación de Paraguay (https://acortar.link/LOfNre)
 
El excomandante del ejército boli¬viano Juan José Zúñiga, quien está acusado de un “intento de golpe de Estado” contra el gobierno de Luis Arce, explicó a los medios de comunicación, al momento de ser detenido, que el presidente boliviano le ordenó sacar los “blindados” para “levantar” su popularidad.
En esa misma línea, increíblemente coinci¬dieron dos políticos con posturas ideológi¬cas opuestas e irreconciliables, Javier Milei y Evo Morales; el primero, presidente argen¬tino, y el segundo, expresidente boliviano.
“Están dispuestos a montar un falso golpe de Estado con tal de sumar algún puntito que otro más en una elección”, dijo Milei y produjo un profundo rechazo por parte del gobierno de Arce.
Evo por su parte, fue uno de los primeros en advertir del peligroso movimiento militar ocurrido el pasado 26 de junio en la plaza Murillo, en La Paz, pero no pasaron 48 horas antes que revea su postura sobre la fallida asonada militar.
“Yo pensaba que era un golpe, pero ahora parece un autogolpe”, dijo Evo en su pro-grama radial, coincidiendo exactamente pero sin querer con Milei.
Pero Arce tiene el respaldo de la comunidad internacional, al punto que entre el fallido intento militar y la cumbre presidencial del Mercosur en Asunción, Bolivia fue admitida como asociada plena, además en la Asam¬blea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se inició el mismo día del hecho que involucra al general Juan José Zúñiga todos los países participantes, incluso la canciller argentina, Diana Mon¬dino, se sumaron a la condena mundial por lo que se considera un ataque a la democracia.
Lo cierto y lo concreto es que, ya sea un intento de golpe de Estado o un “autogolpe” de Lucho Arce, la situación ha dejado mal¬trecha a la ya débil economía boliviana así como ha alterado el ambiente social en un país de por sí fraccionado desde el 2019.
Hay muchos detalles de lo sucedido el 26 de junio para ser analizados. La casi amistosa charla entre el general golpista y el presi¬dente, frente a cámaras, tanques y soldados en el Palacio del Quemado, podrían darle la razón a Milei y a Evo, pero al no haberse ple¬gado a esta intentona el resto de las Fuerzas Armadas bolivianas, da la razón quizás al presidente Luis Arce, quien menciona que Zúñiga llevó adelante esta acción militar, por sus propias ambiciones personales.
 
 
 
 
 
EL TRASFONDO ECONÓMICO DE LA CRISIS POLÍTICA EN BOLIVIA
 
The Conversation (https://acortar.link/j8G4Ob)
 
El miércoles 26 de junio hubo un intento de golpe de estado en Bolivia. El general Juan José Zúñiga, hasta el día anterior jefe de las fuerzas armadas bolivianas, comandó un grupo de soldados que, con vehículos blindados, arremetieron contra el Palacio de Gobierno, centro del poder político del país.
El supuesto objetivo era hacer de Bolivia “una verdadera democracia”. El martes 25, Zúñiga había sido destituido de su cargo por unas declaraciones en contra del expresidente Evo Morales, en las que aseguró que no permitiría que Morales fuese nuevamente presidente del país.
Horas después, el levantamiento militar quedó frustrado y Zúñiga fue detenido. En ese mismo momento, el general acusó al presidente boliviano, Luis Arce, de haberle encargado organizar un autogolpe porque su popularidad estaba baja y necesitaba alguna acción que la mejorase.
El día terminó con una condena clara del intento de golpe por parte de numerosos líderes políticos de la escena internacional.
La cuestión política
Estos acontecimientos se enmarcan en la lucha que se está librando dentro del MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de gobierno, entre el expresidente Morales y Luis Arce, su antiguo ministro de economía y actual presidente del país. ¿La razón? El deseo del primero de presentarse a las elecciones presidenciales de 2025 pese al reciente fallo del Tribunal Constitucional boliviano, que señaló que solo se puede ejercer el mandato presidencial durante dos periodos, continuos o discontinuos.
Morales ya ha gobernado en tres periodos: entre 2006 y 2009, de 2009 a 2014 y, por último, de 2014 a 2019. Arce es presidente desde 2020. Así, dentro del principal partido político de la izquierda boliviana estarían enfrentados los partidarios de Morales y los de Arce, entre los cuales, al parecer, estaría el general Juan José Zúñiga.
La cuestión energética
La cuestión económica ha sido determinante para el estallido de la actual crisis política boliviana que, por lo que iremos viendo, no parece tener visos de pronta solución. En 2006, cuando comenzó a gobernar Evo Morales, una de sus primeras decisiones políticas fue la nacionalización de la explotación del gas natural, un recurso en el que es rico Bolivia.
Durante los primeros años tras la entrada de la gestión pública, los cuantiosos ingresos que provenían de la exportación de este recurso se emplearon para otra cuestión política: subsidiar el consumo de combustible, que el país tenía que importar y pagar en dólares en los mercados internacionales.
Con el tiempo, las ineficiencias en la gestión y la falta de inversiones adecuadas en el sector provocaron una caída en el nivel de producción de gas natural y que Bolivia pasara de ser exportador neto a importador neto de energía.
Consecuentemente, también se produjo una caída de los ingresos en dólares derivados de la exportación del hidrocarburo. Esto llevó a que, a partir de 2014, el subsidio del combustible y el gasto en otros programas sociales promovidos por el MAS se financiaran con cargo a endeudamiento interno y externo.
La cuestión monetaria
Esta situación también generó una notable reducción de las reservas internacionales del país. Las actuales reservas, de unos 1 800 millones de dólares, son aproximadamente una décima parte de las que existían hace 10 años. Además, la mayor parte de esos casi 1 800 millones no son líquidos ya que son oro.
Nos encontramos ahora con un país que tiene una alarmante escasez de dólares e importa una parte muy importante de los bienes de consumo y producción que emplea. Y que, además, sigue subsidiando el consumo de combustible.
Esto ha llevado al surgimiento de un mercado paralelo, o mercado negro, de dólares, con tipos de cambio muy superiores al oficial, con personas cruzando las fronteras con Perú y Brasil para hacerse con la divisa.
También ha provocado el aumento de precio de algunos productos básicos, la desaparición de otros de las tiendas, colas para la compra de combustible y manifestaciones y bloqueos por parte de comerciantes y transportistas debido a la escasez de éste. Estos factores dificultan todavía más la actividad económica y han provocado el malestar generalizado de la población.
Los contendientes
En este contexto, una parte del partido político gobernante, los seguidores del presidente Arce, están en la cámara legislativa, intentando aprobar medidas para reactivar la economía.
Mientras, la otra parte, los seguidores del expresidente Morales, tratan de bloquear estas decisiones con el ánimo de alimentar las protestas en las calles para conseguir la participación de Morales en las elecciones de 2025.
Entre las medidas que propone el gobierno de Arce están el intento de obtener nuevos préstamos que alivien, aunque sea momentáneamente, la presión sobre las cuentas públicas. También se diseñan planes para atraer inversores extranjeros para la explotación de las reservas de litio, el nuevo maná del país en el actual contexto de transición energética mundial.
No obstante, hay desconfianza por parte de los inversores extranjeros, acerca de la gestión pública de estos recursos, como ya sucedió con el gas natural, que condujo al país al déficit energético y a la actual inestabilidad económica, social y política.
 
 
 
 
ARCE VS EVO ¿GOLPE, AUTOGOLPE?
 
Resumen Latinoamericano Org. (https://acortar.link/bYjkbg)
 
Frente a las permanentes ofensivas políticas, mediáticas, económicas que la derecha suele llevar a cabo cuando no ejerce el poder total en nuestros países, las fuerzas  de lo que se denominan progresistas, en lugar de aunar fuerzas y establecer objetivos estratégicos, en el marco de lo que se supone son sus objetivos primordiales, tiende a catalizar más las diferencias generando con ello el marco propicio para perder las oportunidades de enfrentar cambios estructurales, profundos y continuos.
Tal es el caso de Bolivia y su coincidencia en los puntos cruciales que nos unen en el sur global: avance soberano de los países, unión de las fuerzas populares, acuerdos internacionales que avancen hacia una política de multilateralidad, que sirva para confrontar el poder unipolar, generar una política de desarrollo sostenible, defensa de las riquezas nacionales y satisfacción de las necesidades esenciales de nuestras sociedades. El día 26 de junio pasado tal idea expresada de perder las oportunidades que tanto sudor, sangre y lágrima cuesta a nuestras sociedades, parece haber tenido su momento estelar, con la asonada militar llevada a cabo por un sector del ejército encabezado por el ahora destituido comandante en jefe del ejército boliviano Juan José Zuñiga quien irrumpió en Palacio Quemado generando una alarma en el país sudamericano y las inmediatas muestras de solidaridad y reprobación a tal situación. Tal constatación y pasado unos días del mencionado alboroto político-militar, se hace necesario ahondar en este hecho incruento pero peligroso para la estabilidad del país sudamericano.
La única salvedad ante el coro de rechazó de los gobiernos latinoamericanos provino del gobierno ultraderechista y sionista de Javier Milei en Argentina (1) ante la cual la cancillería boliviana emitió una declaración en la que sostuvo “Las desinformadas y tendenciosas aseveraciones, sobre una posible existencia de presos políticos, o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido, constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable, ante lo que invitamos a informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados, de conformidad a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.
Y hablo de supuesto pues el denominado “Golpe de Estado” en Bolivia llevado a cabo por el ahora destituido general Juan José Zuñiga comandante en jefe del ejército boliviano se constituyó, con el paso de los días, no sólo en una alerta a la democracia boliviana, sino también en un nuevo campo de confrontación entre el actual mandatario de la nación sudamericana Luis Arce Catacora y el ex mandatario y líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales Ayma. Esto pues el propio Evo señaló sin guardarse palabra alguna que esta asonada militar, supuestamente destinada a derrocar al presidente Arce se trataba de un autogolpe sacando a la luz aquella idea expresada sotto voce, que Luis Arce trataba, mediante esta acción, aumentar el caudal de apoyo ciudadano, a la baja en las últimas semanas y por el lado de la cúpula militar si esto funcionaba sacar de circulación a Evo Morales que en palabras del ex general Zuñiga debía ser detenido.
Frente a esta declaración subida a redes sociales y conocida urbi et orbi el presidente Arce emitió la suya señalando incluso que su aliado y amigo – relación cuestionada hoy – estaba al lado del fascismo con su negacionismo de lo que Luís Arce ha definido, sin ambigüedad alguna como un Golpe de Estado
Las opiniones de condena inicial – incluyendo a las de Evo que alertó temprnamente ese 26 de junio que unidades militares se estaban movilizando peligrosamente (2) – pasaron poco a poco a expresar la preocupación por la evidente asincronía entre lo expresado por el presidente Arce  y el mandatario Evo Morales que denunció al paso de las horas, que  las acciones llevadas cabo por el ex general Zuñiga como falsas en un marco de declaraciones de apoyo de granb parte de los países latinoiamericanos e incluso los dirigentes políticos de la oposición boliviana, tal es el caso del detenido gobernador de Santa Cruz, el ultraderechista Luís Fernando Camacho quien sostuvo “Se debe respetar el mandato del voto popular. Cualquier acción en contra es absolutamente ilegal e inconstitucional”, el ex presidente Jorge Quiroga e incluso la ex presidenta de facto jeanine Añez, que desde su lugar de reclusión condenó el intento golpista.
El único que ha seguido desentonando en este clamor antigolpista ha sido Evo Morales acompañado de algunos ex personeros de su gobierno como es el caso de Juan Ramón Quintana, ex ministro de la presidencia y ex embajador en Cuba acusado por la fiscalía boliviana bajo el gobierno de facto de Jeanine Añez como responsable de insurrección. Inculpación que, según el ex ministro del interior de Añez, Arturo Murillo era la calificación para las acciones de protesta de los simpatizantes del MAS y la población que se opuso al gobierno de facto responsable del Golpe de Estado contra Evo Morales. Un Quintana considerado de la línea dura en el apoyo a Evo, militar formado en la cuestionada Escuela de Las Américas, pero devenido en un crítico acérrimo de las acciones de desestabilización de los gobiernos estadounidenses contra nuestros países.
Un Quintana que declaró, ante la asonada militar dirigida por el ex general Zúñiga que “Es el escenario de un golpe aparente, yo diría más una gran puesta en escena que un golpe…Arce necesitaba restablecer su credibilidad política para el año y pico que le queda en el gobierno. Pero este es un punto de quiebre. El segundo objetivo lo iba a cumplir Zúñiga si se salía con la suya, que era detener a Evo”. El analista Franklin Pareja calificó los sucesos de un “golpe express”, pero difícil de creer porque Zúñiga es un militar progubernamental y, por lo tanto, es inverosímil que se convierta “de la noche a la mañana en un golpista”; más bien se trata de un acto de inmolación a favor del presidente Luis Arce… Además, a partir del despliegue militar de ayer pueden justificarse medidas gubernamentales duras con el fin de controlar las marchas o protestas con el argumento de frenar intentos golpistas. “Pueden arremeter contra cualquier situación de descenso en términos políticos porque todos serían afanes desestabilizadores” (3)
Palabras más, palabras menos. Declaraciones de un ex ministro de Evo o de un ex general hoy en camino de ser procesado, lo evidente es que existe una fractura imposible de soslayar evidente entre Arce y Morales, que en círculos de confianza de ambos líderes políticos ha sido denominada una disputa de legitimidades en sectores que le son aliados y aquella conseguida en el ámbito de las elecciones. Las acusaciones desde los círculos de confianza de ambos políticos transitan por temas como el narcotráfico, nepotismo, malgastar los recursos derivados de la explotación del gas, la ambición de Morales de volver a Palacio Quemado a pesar de su inhabilitación entre otros puntos. Fuego cruzado. La pugna dejó lo soterrado para convertirse en pública y evidentemente peligrosa para los años de construcción popular que puede terminar con una derecha aglutinada y fuerte frente a las fuerzas populares en rencillas por caudillismo que suelen ser incondcucentes y pavimentan el retorno de la derecha más recalcitrante y que no trepida en golpear duramente a las fuerzas populares, las mismas que se disputan un ex mandatario y el actual presidente boliviano.
La situación se atiza aún más frente a la única persona que puede inclinar la balanza de la verdad entre lo sostenido por Luis Arce “lo del 26 de junio fue un intento de golpe de Estado” o las palabras de Evo Morales que “los hechos del 26 de junio fueron un autogolpe”. Y ese nombre es el del ex general Juan José Zuñiga, hoy detenido pero que afirmó ante numerosos periodistas, camino a su centro de reclusión “El presidente (Arce) me dijo: la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. ¿Sacamos los blindados?’ -le habría preguntado (Zuñiga) al mandatario que le habría respondido “Sacá”. Entonces el domingo en la noche, los blindados empiezan a bajar. Seis cascabeles y seis urutús, más 14 Z del Regimiento de Achacachi” (4)
El día del movimiento militar castrense, el ex general Zúñiga declaró su intención de cambiar “el gabinete de Gobierno” para establecer una “verdadera democracia” y que su intención era “liberar a todos los presos políticos” incluyendo en su lista a la ex presidenta de facto Jeanine Áñez, el gobernador opositor Luis Fernando Camacho y a “todos los militares presos”. Zúñiga en si ingreso a Palacio Quemado fue increpado por el presidente Arce quien le pidió terminar con su acción, replegarse “Si usted respeta el mando militar y dice ser un buen militar, repliegue a todas estas fuerzas en este momento. Es una orden, general”, dijo el mandatario. Zúñiga respondió que no haría caso.
El Ex General Zúñiga atizó el escenario político social boliviano cuando un día antes de la asonada del miércoles 26 de junio emitió una serie de declaraciones, que le eran vedadas en función de su cargo y la no deliberación establecida constitucionalmente. En esta ocasión referidas al ex presidente Evo Morales “No puede ser más presidente de este país. Llegado el caso, no permitiré que pisotee la Constitución, que desobedezca el mandato del pueblo”. Una evidente provocación, que aceleró los acontecimientos cuya génesis está aún en una nebulosa y requiere respuestas ¿Se gestó en una reunión entre el presidente Arce y el ex general Zúñiga? ¿Fue producto de uan confabulación digitada externamente y que utilizó como testaferro al antievo general Zúñiga y de es emodo pavimentar el camino, que sea más transitable en materia de política interna para el actual mandatario y en el cual no tenga sobresaltos para su intento de reelección? Zúñiga era considerado, a pesar de su condición de militar de alto rango, un personaje que había entrado en el círculo de confianza de Arce y de ahí se suele explicar sus declaraciones anti-Evo Morales.
El tema del litio ha tenido un papel central en las explicaciones de lo acontecido el 26 de junio pasado, como también en el derrocamiento de Evo Morales el año 2019. Bolivia cuenta con el 23% de las reservas mundiales y en el desarrollo de su explotación compiten diversas empresas, entre ellas de Alemania (que se retiró el año 2019), China, Rusia con una subsidiaria de la enorme empresa estatal ROSATOM, Corea del Sur, Francia e incluso la India. La importancia del Litio en materias de desestabilización ha sido comentada incluso por el presidente Arce “Está claro que hay intereses extranjeros y nacionales que están buscando, de alguna manera, hacerse del poder en Bolivia -dijo en una entrevista concedida al diario español El País, publicada el domingo 30 de junio-. Esos intereses buscan nuestros recursos naturales. Bolivia es la principal reserva mundial de litio, tiene además tierras raras que son lo que hoy necesita el planeta” (5)
Bolivia, en este escenario de confrontaciones en el seno de aquellos que la han gobernado en los últimos lustros, requiere aunar esfuerzos, calmar ambiciones, superar diferencias. Evitar más fracturas en momentos de problemas económicos derivados del menor ingreso a las arcas fiscales en materia de la explotación del gas, la decisión fundamental que se debe tomar en materia de la explotación del litio – donde Bolivia ocupa un lugar privilegiado en materia de reservas – volver a tener un protagonismo en la política de desarrollo de una idea y práctica de multilateralidad. En esto poco importa, que la propia oposición tenga sus fracturas, lo relevante es fortalecer las posiciones del mundo progresista. Un frente gubernamental unido puede influir en materias negativas, en ordenar las rencillas entre ambas cámaras del congreso y evitar el surgimiento de liderazgos, que a rio revuelto pretender pescar a los incautos.
 
 
 
 
 
RADIOGRAFÍA DE UN GOLPE DE ESTADO FALLIDO
 
Los dos últimos años, la polarización política general de los bolivianos se ha trasladado a la interna del MAS. Una lucha interna que parece buscar solo una cosa: por el lado de Evo Morales, debilitar al Gobierno de Arce para lograr su candidatura en 2025. Por el lado de Luis Arce, evitar la candidatura de Morales
 
Diario La Red (https://acortar.link/pwq1Ik)
 
La asonada golpista del 26 de junio en Bolivia, encabezada por el general Juan José Zúñiga, quien hasta 24 horas antes ostentaba el cargo de comandante del Ejército, sorprendió a todos los bolivianos. Mientras sucedían los hechos, el respaldo a la institucionalidad democrática fue unánime, pero duró poco. Ya en la noche de ese día la polarización se disparó. Un nuevo clivaje de guerra política apareció: golpe vs autogolpe.
El contexto
Es muy difícil entender que un hecho como el del 26 de junio pueda generar tantas dudas, pero si ha sido así es porque ocurrió en un contexto de alta complejidad política y económica. La pelea interna del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales y de Luis Arce, ha provocado una crisis política sostenida. Ni lo mejores o más malvados agoreros podrían imaginar a un MAS en la situación de hoy.
La pelea nace por la percepción de que Luis Arce no le da un lugar a Morales y a sus colaboradores más cercanos. El expresidente se sintió desplazado del gobierno y empezó a hacer cuestionamientos a los ministros de Arce y pedidos públicos para cambios en el gabinete. Por su lado, Arce, que hasta ese momento era sospechado de ser tan solo un títere de Evo, trató de definir su identidad política en torno a la renovación masista y respondió dándole a los ministros cuestionados respaldos absolutos, como prueba de fuerza e independencia frente a Morales. De ahí en adelante, las cosas no han hecho más que empeorar. En la Asamblea Legislativa se formaron dos alas dentro de la bancada masista: los asambleístas que responden a Arce y los que responden a Morales. Ambos grupos han echado mano de la oposición de derecha para lograr sus objetivos políticos, que normalmente son los que debilitan al otro bando. Al final, ha terminado imponiéndose la línea evista, que incluso le da líneas de acción a la oposición tradicional.
Esta situación le ha traído enormes dificultades de gestión a Luis Arce, sobre todo respecto a la aprobación de créditos que hoy tendrían que financiar la inversión pública.
El evismo se justifica acusando al arcismo de intentar vetar a Evo y sus aspiraciones como candidato a la presidencia en 2025. En Bolivia, el lawfare no es una práctica nueva. En esta ocasión, el Tribunal Constitucional Plurinacional ha emitido un fallo que inhabilita a Evo Morales para las próximas elecciones. Este fallo fue bien recibido por el arcismo y tiene respaldo también de la oposición tradicional, que si bien hoy sigue la línea política que da Morales en contra del gobierno, está cómoda con la no participación del expresidente en las próximas elecciones; la consideran “justicia histórica” contra Morales, que no respetó el voto popular en el pasado, lo que sirvió de móvil del golpe de Estado de 2019.
La crisis política actual está cruzada y potenciada por la crisis económica. En los últimos años, Bolivia pasó de recibir 6.000 millones de dólares por renta de hidrocarburos a recibir menos de 3.000 millones, lo que ha provocado una mayor dependencia de la importación de carburantes y, en consecuencia, una mayor necesidad de divisas para comprarlos.
Esta es una crisis estructural. La producción de hidrocarburos se ha reducido y no existen nuevos pozos u otras fuentes de ingresos importantes que puedan compensar la pérdida de ingresos. El gobierno de Arce acusa al gobierno de Morales de ser el responsable de la situación económica que vive el país, por no haber hecho planes de exploración hidrocarburífera. 
La situación ha provocado una falta aguda de dólares en el sistema financiero, lo que dificulta los procesos de importación y encarece los productos de consumo. Cada vez se le hace más difícil al gobierno pagar la importación de los carburantes. Esto provoca momentos de escasez, especialmente de diésel, una situación que genera malestar en varios sectores.
Vale la pena apuntar que las exportaciones (oro y agropecuarias) no están mal, pero no se encuentran en manos estatales sino privadas. Las empresas exportadoras, aunque producen su riqueza en Bolivia, no traen las utilidades de retorno al país.
Unas semanas antes de la asonada de Zúñiga, el transporte pesado se declaró en emergencia y amenazó con paro indefinido y bloqueo de carreteras. Pedía varias cosas: sobre todo, que se solucione el problema de escasez de diésel y que haya dólares en el mercado. Los comerciantes por cuenta propia, llamados en Bolivia “gremialistas”, también amenazaban con movilizarse por la falta de dólares.
Un día antes de la asonada, la empresa encuestadora Diagnosis publicaba que el presidente Luis Arce había caído de una popularidad del 42% a un 28% en los últimos seis meses. Otra encuestadora, la internacional Gallup, señaló que Arce tenía una aprobación del 18%, una de las más bajas de la región. 
Cronología de los hechos
El lunes 24 por la noche, el general Zuñiga hizo declaraciones políticas en contra de Evo Morales. Lo amenazó públicamente de “meterlo preso si la situación así lo amerita” y señaló enfáticamente que, por mandato constitucional, Morales no podía volver a ser candidato. Estas declaraciones se produjeron después de que este, en su programa dominical del 23 de junio, denunciara que Zúñiga tenía intenciones de acabar con su vida. Al día siguiente, el martes 25 de junio, el entonces comandante del Ejército fue convocado a Palacio de Gobierno, donde se le informó verbalmente su destitución por romper la prohibición militar de involucrarse en asuntos políticos.
El miércoles 26 de junio por la mañana, Zúñiga declaró ante dos medios de prensa que él se presentaría en su fuente de trabajo y no haría caso de la destitución. Por la tarde del mismo día, ingresó con tanqueta a la plaza Murillo e intentó ingresar al Palacio Quemado, donde se encontraba el presidente y todo su gabinete en su reunión semanal.
Las dos horas siguientes sucedieron varias cosas: la advertencia de un intento de golpe de Estado desde la cuenta X del expresidente Evo Morales (que horas después cambiaría de posición), la denuncia en la misma red social del presidente sobre “movimientos irregulares” de tanquetas en la plaza Murillo. La televisión mostró al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, junto a la tanqueta donde estaba Zúñiga, pidiéndole que salga de allí y detenga a sus tropas. También unas escuetas declaraciones de Zúñiga, que señaló que era hora de “restructurar la democracia”. Luego, dijo que quería liberar a los “presos políticos”, haciendo referencia a Jeanine Añez y Luis Fernando Camacho, ambos detenidos por el golpe de Estado de 2019. Al mismo tiempo, pidió salir del “engaño de los últimos 20 años”, en referencia a la etapa de gobiernos del MAS. En el momento más grave, una tanqueta derrumbó una de las puertas de Palacio Quemado, no se sabe con qué intención.
En una segunda declaración, Zúñiga señalaba que en pocas horas cambiaría de Gabinete y que, “por ahora”, seguía reconociendo a Arce como presidente.
A media tarde se dio un careo entre el alzado y Arce, que bajó a las puertas de Palacio. El general le preguntó: “¿Así se paga la lealtad?”. A gritos, Arce le instruyó replegarse. Zúñiga afirmó que no le haría caso. 
Poco después, el presidente posesionaba el nuevo mando militar. El nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, instruyó a todos los efectivos militares que se dieron cita en el Palacio con trajes camuflados que se replegaran de inmediato. Fue obedecido.
Horas más tarde, se apresó al general Zúñiga. En ese momento señaló ante los medios que no había sido un intento de golpe de Estado sino más bien de una estrategia del presidente Luis Arce para mejorar su popularidad.
Días más tarde, la policía había arrestado a 25 personas, 23 militares y dos civiles. 12 de ellos guardan detención en distintos penales del país; 13 tienen detención domiciliaria.
“Autogolpe” vs “golpe”
La tesis del “autogolpe” fue cobrando mucha fuerza. No solo recibió el impulso del expresidente Morales. También la expresaron los líderes de oposición, Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa. Sostuvieron que habían presenciado un “show político” con la finalidad de darle un respiro al gobierno de Arce.
Esta tesis genera muchas preguntas sin respuesta: ¿23 militares arriesgarían sus carreras y su libertad para lavarle la cara a Arce? No parece muy lógico. El general retirado Tomás Peña y Lillo se declaró en la clandestinidad, porque “no existen garantías judiciales” para que sea procesado. Relató que Zúñiga lo convocó a su despacho, le pidió el apoyo de los jubilados de las FFAA, le encargó llamar al interior del país, lo que hizo, pero solo recibió negativas. Peña y Lillo descartó que se haya tratado de un golpe de Estado, porque en el movimiento solo participaron dos batallones de soldados y una docena de carros de asalto.
Aun así, quedan varias preguntas por responder. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, ha señalado que tenía información de que estos hechos sucederían ya en mayo; entonces, ¿por qué no los informó a tiempo? Al día siguiente de la asonada, Arce señaló que los servicios de inteligencia respondían a Zúñiga y que por eso él no se supo nada previamente.
Por otro lado, la improvisación de los hechos fue tal que no deja de llamar la atención que algo tan mal pensado haya sucedido y nadie lo haya podido impedir.
Sin embargo, nada de lo anterior resta que se intentó en efecto un golpe de Estado (que los militares desconozcan el poder civil constituido no puede llamarse de otra manera. “No se puede banalizar el mal”, ha dicho el expresidente Álvaro García Linera distanciándose de los portavoces del “autogolpe”).
Las investigaciones revelan que Zúñiga había escrito un “discurso presidencial”, había convocado a quienes conformarían su “gabinete”, que mintió para sacar tanquetas de los distintos cuarteles del país y que todas se dirigían a La Paz. Se sabe también que Zúñiga estaba enojado por su destitución, lo que quizás lo llevó a apresurar sus planes y fueron los apuros los que, afortunadamente, causaron que cometiera muchos errores.
Además de las investigaciones que ya han iniciado desde el Ministerio Público y la Procuraduría del Estado, el presidente del Senado, el evista Andrónico Rodríguez, moduló su postura respecto a la de Morales y conformó una comisión multipartidaria para investigar la “verdad histórica de los hechos”.
¿Victoria para Luis Arce?
El rechazo generalizado de las primeras horas es una señal importante e indiscutible en contra de la intervención de los militares en política. El apoyo internacional fue muy importante.
A la vez, quedó claro que la sociedad boliviana no puede afrontar en consenso nuevas crisis políticas. La memoria de 2019 parece estar muy fresca todavía.
El otro lado de la moneda es que el Gobierno de Arce ha quedado con instituciones sumamente debilitadas, servicios de inteligencia inútiles, un Gabinete sin brillo, un modelo decisional que apuesta por la pausa crónica, lo que esta vez pudo costarle caro al Gobierno.
Los dos últimos años, la polarización política general de los bolivianos se ha trasladado a la interna del MAS. Una lucha interna que parece buscar solo una cosa: por el lado de Evo Morales, debilitar al Gobierno de Arce para lograr su candidatura en 2025. Por el lado de Luis Arce, evitar la candidatura de Morales. Ambos están enceguecidos por odios que ya se han vuelto personales. Esta situación sirve en bandeja a la oposición tradicional el destino del país y deja al movimiento social en indefensión.
 
 
 
 
 
EL GOLPE EN BOLIVIA: NADA NUEVO BAJO EL SOL
 
Aporrea Org. (https://acortar.link/LzQHZB)
 
Bolivia es un país de 12 millones de habitantes con una riqueza mineral y minera importante. No sólo se trata de su producción petrolera y gasífera, que tiene valor estratégico en el mundo actual, sino de los muchos metales que explota y exporta en grandes cantidades, como el estaño, el oro, la plata, el zinc, el cobre, el plomo y el antimonio, y si esto no parece suficiente se une el litio, metal estratégico en la actualidad y del cual tiene las mayores reservas mundiales. Además, Bolivia tiene una importante producción de compuestos derivados de la soja y tiene la capacidad de transformarse en un productor importante de hidroelectricidad. Sin embargo, al ser un país plurinacional, con más de 30 nacionalidades, se le dificulta en forma importante el uso de toda esa riqueza mineral y minera en función de su desarrollo nacional y el bienestar de sus habitantes.
Todo esto hace de Bolivia un país muy apetecible para los intereses capitalistas estadounidenses, así como de muchos otros países, aunque las aproximaciones a esas riquezas se hagan en formas muy distintas. Los gringos, convencidos que este continente les pertenece y que pueden hacer y deshacer según su voluntad, vienen actuando por años en forma arbitraria, violenta y desestabilizadora. Adicionalmente, desde el primer triunfo del líder popular más importante boliviano, Evo Morales, la conducción política boliviana ha estado en manos de sectores nacionalistas, de carácter popular y democrático, con muy breves períodos en manos de quienes internamente se les oponen. Esto ha estimulado a los grupos intervencionistas gringos, que han encontrado de frente la resistencia de quienes defienden la independencia y soberanía bolivianas.
Ante la hostilidad gringa en la región y con el objetivo de no depender del comercio con un país o grupo pequeño de países, muchas de las naciones gobernadas por esos sectores nacionalistas han volteado su mirada hacia potencias extra continentales como China y Rusia, consideradas por EEUU como enemigos de carácter estratégico. Esa diversificación de las relaciones comerciales y diplomáticas nunca ha sido del agrado del norte imperial de nuestro continente, la cual ha actuado en la única forma que conoce. Allí están, como soporte histórico concreto de esta afirmación, las múltiples invasiones e intervenciones en los asuntos internos de nuestros países de EEUU desde el mismo momento de su creación. Los métodos y formas injerencistas han ido cambiando ajustándose a la evolución de las relaciones internacionales y a los cambios en la distribución del poder mundial.
Bolivia además adolece de un problema serio: la división existente entre las distintas nacionalidades que la conforman y, entre éstas, y la población blanca. No es fácil que los descendientes de los criollos de la colonia, los blancos bolivianos, lleguen a considerar como sus iguales a los descendientes de los indígenas del pasado, quienes por su parte también discriminan a los criollos. Es una división racial que requerirá mucho tiempo para desvanecerse y que en Venezuela nos es difícil de comprender, porque no la tenemos en esa magnitud. Nuestra población indígena es poco más del 2 por ciento de la población total y no está extendida en todo el país sino sólo en algunos estados, mientras en Bolivia constituyen el 62 por ciento de la población total, la mayoría de origen quechua y aymara, y están en todo el territorio; un 52 por ciento urbano y 48 por ciento en zonas rurales.
La victoria política del MAS, partido que representa esos intereses, nunca ha sido aceptada por la población blanca boliviana, dueña de la economía nacional, quienes han hecho lo imposible para acabar con su dominio gubernamental. Jeanine Añez y su golpe de Estado fueron una clara expresión de esta conducta, corregida luego electoralmente por la mayoría de la población y que terminó con la detención y condena por 10 años de la ex presidente. El frustrado golpe del 26 de junio pasado del destituido comandante general del ejército, Juan José Zúñiga, es la expresión más reciente de la existencia de esa antagónica contradicción. Los sectores conservadores no acatan la voluntad popular y aliados con EEUU siguen conspirando contra la voluntad popular. Siempre ha sido así, hasta ahora.
Cuando los golpes de Estado, organizados por los sectores derechistas fracasan, como fue el caso reciente de Bolivia, sus organizadores recurren a mentiras truculentas como esa del autogolpe en Bolivia, para quitarse la responsabilidad del hecho y sobre todo de su fracaso. La realidad es que la conspiración sigue y aprovechará las debilidades y problemas internos del gobierno de Luis Arce, entre estos el enfrentamiento con Evo Morales, para hacerse del poder, lo cual seguramente ocurrirá de no resolverse internamente los enfrentamientos.
 
 
 
 
 
¿POR QUÉ EL LITIO ES TAN VALIOSO Y QUIÉN CONTROLA LA MAYOR PARTE DE ESTE METAL?
 
En términos de la cantidad de recursos de litio, sin embargo, se cree que el líder indiscutible es Bolivia, que cuenta con unos 21 millones de toneladas métricas del metal precioso.
 
La Jornada de México (https://acortar.link/ngrdyN)
 
El litio se utiliza en la fabricación de baterías para productos electrónicos y de alta tecnología, como ordenadores portátiles, teléfonos móviles y vehículos eléctricos.
La obsesión de Occidente por la agenda climática y las emisiones netas cero, junto con el auge del mercado de vehículos eléctricos, impulsan aún más la demanda de este metal.
El litio se extrae de acumulaciones de agua salada, conocidas como salmueras, o de compuestos de roca dura llamados espodumeno y lepidolita.
Las estimaciones del año 2023 sugieren que las mayores reservas efectivas de litio del mundo, unos 9.3 millones de toneladas métricas, están controladas por Chile.
El segundo puesto lo ocupa Australia (unos 6.2 millones de toneladas métricas), considerado también el líder mundial en producción minera de litio.
El tercer puesto lo ocupa Argentina (3.6 millones de toneladas métricas).
En términos de la cantidad de recursos de litio, sin embargo, se cree que el líder indiscutible es Bolivia, que cuenta con unos 21 millones de toneladas métricas del metal precioso.
A título comparativo, Argentina, en segundo lugar, cuenta con 20 millones de toneladas métricas de recursos de litio. Por otro lado, los recursos de litio de Estados Unidos, en tercer lugar, se estiman en unos 12 millones de toneladas métricas.
 
 
 
 
 
DESCUBREN MÁS DE 2 KILOS DE COCAÍNA EN EQUIPAJE DE PASAJERA BOLIVIANA: UN HALLAZGO QUE SACUDE LA FRONTERA
 
Reporte Diario de Chile (https://acortar.link/P2QMvo)
 
En un operativo de rutina en el paso fronterizo de Ollagüe, fiscalizadores de la Aduana de Antofagasta descubrieron más de 2 kilos de cocaína base ocultos en el equipaje de una mujer boliviana. La pasajera intentaba ingresar al país en un minibús que realizaba el traslado de viajeros desde la frontera con Bolivia hasta la ciudad de Calama.
El hallazgo se produjo cuando los fiscalizadores controlaban el ingreso de los pasajeros del vehículo. Uno de ellos notó un peso anormal en uno de los equipajes, lo que despertó su sospecha. Al momento de identificar a la propietaria, se le consultó por la maleta, y ella indicó que la había adquirido en la ciudad boliviana de Cochabamba.
Así, el equipo de la Unidad de Drogas de la Aduana de Antofagasta abrió la maleta y descubrieron que tenía un doble fondo, bajo el cual encontraron un paquete gris. Las pruebas de campo realizadas a la sustancia confirmaron que se trataba de cocaína base, con un peso total de 2 kilos 066 gramos.
Sobre este hallazgo, el director de la Aduana de Antofagasta, Francisco Romero, indicó que fue la experiencia de los equipos en el control lo que logró perfilar y determinar que había un riesgo en el equipaje de la pasajera. En la instancia, la mujer indicó no saber sobre el contenido de la maleta, aunque sí reconoció que la transportaba por encargo hasta la ciudad de Antofagasta.
Finalmente, por instrucciones de la Fiscalía de Calama, la pasajera y la cocaína fueron entregados a funcionarios del OS7 de Carabineros de la misma comuna, quienes se harán cargo de la investigación y el proceso judicial correspondiente.
Un golpe contundente al narcotráfico en la frontera
Este operativo de la Aduana de Antofagasta representa un duro golpe al tráfico de drogas en la zona fronteriza. La incautación de más de 2 kilos de cocaína base evita que esta sustancia ilegal se distribuya y consuma en las ciudades del norte de Chile, afectando a la salud y seguridad de la población.
Además, este tipo de acciones refuerzan el compromiso de las autoridades en la lucha contra el narcotráfico, demostrando que están atentas y preparadas para detectar y detener a quienes intentan introducir drogas al país. Sin duda, este es un importante logro que contribuye a mantener la seguridad en la región.
Conclusión: Vigilancia constante en la frontera
El caso de la pasajera boliviana que intentaba ingresar más de 2 kilos de cocaína a Chile es una muestra de la constante amenaza que representa el narcotráfico en las zonas fronterizas. Sin embargo, este operativo de la Aduana de Antofagasta demuestra que las autoridades están atentas y dispuestas a actuar con firmeza para frenar el tráfico de drogas y proteger a la ciudadanía.
Estos esfuerzos deben mantenerse y fortalecerse aún más, ya que la seguridad de la población y la salud pública dependen de una vigilancia constante en las fronteras. Solo así podremos avanzar en la lucha contra el narcotráfico y construir comunidades más seguras y saludables.
 
 
 
 
 
PDI DESARTICULA BANDA INTERNACIONAL DEDICADA AL TRÁFICO DE DROGA
 
Según el prefecto inspector Mauro Mercado, jefe nacional Contra el Crimen Organizado de la PDI, “estamos en presencia de un cargamento que buscaba la distribución en la región Metropolitana de los distintos tipos de drogas y cubrir el mercado local. En ambas estructuras criminales hay participación de ciudadanos extranjeros, especialmente colombianos”.
 
La Nación de Chile (https://acortar.link/3H3STR)
 
La PDI calificó este lunes como “histórico” la incautación de casi una tonelada de droga, 966 kilos de estupefacientes, efectuada en dos operativos en la Región Metropolitana.
De acuerdo con los primeros antecedentes aportados por la policía civil, la sustancia ilícita era transportada desde Bolivia, ilícito por el cual se detuvo a 13 personas, 9 chilenos y 4 de nacionalidad colombiana.
Según el prefecto inspector Mauro Mercado, jefe nacional Contra el Crimen Organizado de la PDI, “estamos en presencia de un cargamento que buscaba la distribución en la región Metropolitana de los distintos tipos de drogas y cubrir el mercado local. En ambas estructuras criminales hay participación de ciudadanos extranjeros, especialmente colombianos”.
“En ambas también existen marcas en los paquetes de drogas que también nos hacen presumir que existe una estructura extranjera detrás de esta internación de drogas y que también durante los últimos días nos ocupamos para, articulamos todas las brigadas antinarcóticos y contra el crimen organizado en la zona norte para lograr este resultado que es casi una incautación histórica, vale decir, una tonelada de droga aproximadamente”, agregó el funcionario de la PDI.
La droga, cocaína base, clorhidrato de cocaína y ketamina, transformada a dinero por venta y circulación, tendría un valor aproximado a los $11.000 millones. También durante el operativo se incautaron 10 vehículos, junto a armas y dinero en efectivo.
“Estamos intentando, a través de la articulación de las distintas brigadas antinarcóticos y contra el crimen organizado y además de las brigadas de investigación de lavado activo, de golpear fuertemente a estas organizaciones, no solamente en la incautación de este tipo de volúmenes, sino que también golpearlo en su patrimonio para que no se vuelvan a articular”, explicó Mauro Mercado.
“Si ustedes se fijan, hay vehículos de alta gama que fueron adquiridos con capital ilícito que en este momento están siendo incautados, que también nos permiten que esta organización no vuelva a articular o a hacer circular su negocio, su dinero ilícito para volver a comprar otra cantidad de sustancias”, finalizó.

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