BOLIVIA Y BRASIL MARCAN EL INICIO DE UNA NUEVA ERA DE RELACIONES BILATERALES
Los presidentes de Bolivia y Brasil, Luis Arce y Luiz Inácio Lula da Silva, expresaron sus planes de desarrollar infraestructura para conectar a ambos países con los océanos Pacífico y Atlántico, a través de carreteras e hidrovías. Asimismo, Lula manifestó su intención de “ampliar” las inversiones en hidrocarburos y aumentar las compras de gas boliviano. Ambos mandatarios se dirigieron ayer a la prensa en un encuentro binacional realizado en la ciudad de Santa Cruz. En el mismo se encontraron ministros de Estado y decenas de empresarios.
Después de 15
años, Bolivia y Brasil decidieron ayer fortalecer su amistad marcando una nueva
era en sus relaciones bilaterales al sellar 10 acuerdos de cooperación, lo que
ayudará al desarrollo industrial, económico, comercial, productivo y social de
ambos países, coincidieron tanto el presidente Luis Arce como su homólogo Luiz
Inácio Lula da Silva.
El mandatario
brasileño llegó la noche del lunes a la ciudad de Santa Cruz, fue recibido por
la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, y por las organizaciones
sociales del Pacto de Unidad.
En la región
oriental, Lula se reunió el martes con el presidente Arce, participó en
encuentros, entre estos el Foro Empresarial Brasil - Bolivia y el Gabinete
Social, conformado por las principales organizaciones matrices del país y el
Ejecutivo.
Durante el
encuentro de Arce y Lula, y los ministros de cada país se firmaron 10 acuerdos
bilaterales y de cooperación en temas energéticos, minerales, agropecuarios,
convenios para combatir la trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y
delitos conexos, acceso recíproco de servicios públicos de salud y capacitación
de personal encargado de la lucha contra el narcotráfico y otros.
“Estamos
empezando una nueva era entre Bolivia y Brasil (...) Sé que ustedes desean
prosperidad, desarrollo, mejores empleos, más y mejores salarios, más salud y
educación, lo mismo espera el pueblo brasileño y por eso hemos firmado estos
acuerdos”, aseguró el presidente de Brasil después de sellar los acuerdos con
el Gobierno de Bolivia.
Con estos
acuerdos, ambos gobiernos esperan mejorar la calidad de vida tanto de
bolivianos como brasileños y mostrar al mundo que la única manera de sobrevivir
es con base en la integración latinoamericana.
“La
integración no es solo una retórica, sino una necesidad de supervivencia de los
países de América Latina, de Brasil y de Bolivia. Es la única manera”, apuntó
el presidente de Brasil.
Lula recordó
que su visita al Estado Plurinacional fue en su primera gestión (2003-2010), y
ahora en su segundo mandato “esta visita simboliza” más que la reanudación de
la amistad, “representa la comunión de dos países cuyas trayectorias son
importantes”, sobre todo por la lucha democrática que comparten ambos países.
Esos acuerdos
no quedarán en papeles, sino que se hará un seguimiento permanente, incluso
Lula afirmó que si es necesario se comunicarán por teléfono para resolver
problemas que se presenten entre los ministerios de ambos países.
“Desgasificar”
El mandatario
Luis Arce calificó al encuentro bilateral como “histórico” para ambos países y
coincidió con Lula que comienza una “nueva era” en las relaciones bilaterales e
internacionales de Brasil y Bolivia, sobre todo para el Estado Plurinacional,
que permite mostrarse más allá de la comercialización hidrocarburífera.
“Gracias a la
visión que tiene Brasil, ahora a la cabeza de usted, sabemos que Bolivia no es
solamente gas, que, para nosotros, los bolivianos, la integración física y
agradecemos esa visión que tiene Brasil, de poder mirar también hacia adentro,
hacia nuestra región”, señaló Arce.
Reiteró que
antes las relaciones con Brasil estaban enmarcadas en el tema gas y ahora se
“desgasificaron” porque “Bolivia tiene otras alternativas comerciales para
compartir y mejorar la condición económica”.
Mercosur
Lula es
considerado un gran amigo del Bolivia y juega un rol importante en la
integración bilateral. A él se debe el ingreso pleno del país al Mercado Común
del Sur (Mercosur).
Al finalizar
la visita de Lula a Boliva, el presidente Arce agradeció por toda la
colaboración brindada al país y a su gobierno.
“Queremos
agradecer infinitamente su visita, a usted, a toda su comitiva, aquí está un
pueblo boliviano, un socio, un amigo que siempre lo va a esperar con los brazos
abiertos”.
Conozca los
acuerdos y memorandos firmados entre Bolivia y Brasil
1. Acuerdo de
cooperación para fortalecer la lucha contra la trata de personas, tráfico
ilícito de migrantes y delitos conexos.
2. Acuerdo
complementario de cooperación técnica, científica y tecnológica para el
proyecto fortalecimiento en gestión migratoria.
3. Acuerdo
complementario de cooperación técnica, científica y tecnológica para el
proyecto de capacitación de personal encargado de la lucha contra el
narcotráfico.
4. Protocolo
de intención sobre acceso recíproco a los servicios públicos de salud.
5. Memorándum
de entendimiento para la modificación de la operación de la central
hidroeléctrica de Jirau a cota 90 metros.
6. Memorándum
de entendimiento en materia de integración eléctrica entre los sistemas
interconectados de Bolivia y Brasil.
7. Tercera
adenda al memorándum de entendimiento en materia energética.
8. Acuerdo de
cooperación para la comercialización de fertilizantes y cloruro de sodio.
9. Carta de
intenciones sobre comercialización e industrialización de minerales metálicos y
no metálicos.
10.
Memorándum de entendimiento para la exportación de fertilizantes e insumos
agrícolas.
Con la
suscripción de estos acuerdos arranca una nueva era en las relaciones
bilaterales.
LULA
CONSIDERA POSITIVA LA INCLUSIÓN DE BOLIVIA AL BRICS E INVITA A ARCE A LA CUMBRE
DEL G20
El Jefe de
Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró que es “muy positiva” la
inclusión de Bolivia y de otros de la región en el bloque de los países de
economías emergentes Brics, conformado por Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica. En este marco de integración también invitó al mandatario boliviano
Luis Arce a participar en la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) y se sume a la
alianza en la lucha contra el hambre y la pobreza.
La
declaración la hizo luego de finalizar el encuentro entre el mandatario Luis
Arce y su comitiva con la suscripción de 10 acuerdos bilaterales en la ciudad
de Santa Cruz.
“Brasil considera muy positiva la inclusión de
Bolivia y de otros países a los Brics, eso se debatirá en la próxima cumbre en
Kazán (Rusia)”, afirmó Lula.
El Gobierno
de Bolivia busca unirse a uno de los bloques multipolares más importantes del
mundo. La intención la oficializó el propio Jefe de Estado en la XV Cumbre de
los Brics celebrada en Johannesburgo, Sudáfrica, del 22 al 24 de agosto, por
las ideas y políticas afines relacionadas a la multipolaridad y
complementariedad.
Rusia también
apoya la integración de Bolivia al grupo de los Brics, así lo hizo conocer el
pasado mes el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Actualmente,
Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes
Unidos, Etiopía e Irán son parte del bloque. La próxima cumbre de los Brics se
celebrará del 22 al 24 de octubre en la ciudad rusa de Kazán.
El bloque
emergente busca una alianza económica, política y social más equitativa en
temas de cooperación para hacer frente al dominio de Estados Unidos y algunos
de su aliados.
Con la
ampliación de 10 miembros, los Brics representan el 46% de la población mundial
y el 35% del Producto Interno Bruto (PIB).
Cumbre G20
Lula indicó,
en su visita a Santa Cruz, que Bolivia y Brasil “comparten visiones del mundo
convergentes”. Eso “nos convierte en socios naturales en diversos temas”, dijo.
En este
sentido, invitó a Arce a participar en la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) para
que se sume a la alianza en la lucha
contra el hambre y la pobreza.
“Por eso me
he empeñado en invitar a Bolivia a participar en la cumbre del G20, en
noviembre, y a sumarse a la alianza mundial en la lucha contra el hambre y la
pobreza que lanza la presidencia brasileña”, anunció el mandatario brasileño.
Brasil será
el anfitrión de la cumbre del G20 que se desarrollará en Río de Janeiro del 18
al 19 de noviembre de este año.
El Jefe de
Estado brasileño recalcó que ambos países tienen como prioridad “la reducción
de las desigualdades y el fomento de la seguridad alimentaria”.
Arce indicó
expresamente la intención de Bolivia de sumarse a la Alianza Global, cuyo
lanzamiento está previsto para noviembre de 2024 y trabajar en estrecha
relación con Brasil para lograr resultados positivos en la reducción del hambre
y la pobreza en el mundo.
Compromiso
Lula llegó a
Bolivia para fortalecer la democracia y suscribir importantes acuerdos
bilaterales con su homólogo Luis Arce.
Durante el
encuentro, ambos mandatarios reafirmaron el compromiso común con el
multilateralismo y resaltaron la necesidad de una reforma amplia y urgente del
Consejo de Seguridad de la ONU, con el principal objetivo de hacerlo más
representativo, legítimo y eficaz, con mayor participación de los países en
desarrollo en ambas categorías de miembros.
BOLIVIA Y
BRASIL “DESGASIFICAN” SUS RELACIONES Y ACUERDAN COOPERACIÓN E INTEGRACIÓN PARA
EL DESARROLLO
Los
presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva,
iniciaron una nueva etapa de relacionamiento con la “desgasificación” de las
relaciones bilaterales y abarcando una serie de áreas de interés común, como la
integración vial bioceánica y la industrialización en áreas como litio y
medicamentos.
Ambos
mandatarios de Estado fueron testigos este martes de la firma de acuerdos
trabajados en equipos técnicos bilaterales en la ciudad de Santa Cruz de la
Sierra.
“Tenemos una
agenda muy linda e interesante, no solamente hablar de gas, que lo vamos a
hablar, porque es un producto que vamos a seguir explotando y produciendo y
vendiendo, pero también hay otros temas, como el litio, las sales minerales,
fertilizantes, producción agroindustrial e industrial”, explicó en una
conferencia de prensa conjunta con Lula da Silva.
Bolivia y
Brasil mantuvieron hasta ahora su relación bilateral sobre la base del gas, un
recurso que se exporta al mercado brasileño. Una vez identificada las
potencialidades y necesidades se decidió ampliar la base de relaciones entre
ambos Estados en función de los intereses comunes de desarrollo y bienestar de
sus habitantes.
Para Lula da
Silva, lo que se hizo en Santa Cruz este martes representa una nueva era en las
relaciones. “Sé que ustedes desean prosperidad, desarrollo, mejores empleos,
más y mejores salarios, más salud y educación, lo mismo espera el pueblo
brasileño, y por eso, compañero Arce, hemos firmados estos acuerdos”, destacó.
Pasaron 15
años de la última visita del presidente Lula da Silva, por lo que su arribo
despertó un importante interés, principalmente, en el sector empresarial. Llegó
en momentos en los que Bolivia concluyó su adhesión plena al Mercado Común del
Sur (Mercosur), lo que abre desafíos y oportunidades.
En esta
reunión se retomó el proyecto férreo de integración de los océanos Atlántico y
Pacífico, un proyecto impulsado por la administración boliviana. Arce recordó
la importancia estratégica de Bolivia en el desafío de unir por una vía férrea
ambos océanos, abaratando costos y tiempos en el comercio marítimo.
“Bolivia es
el enlace entre el Atlántico y el Pacífico. Bolivia forma parte de esta América
Latina, de esta América del Sur, claramente somos un jugador importante para
que todos nos podamos integrar”, explicó y consideró que el ingreso al Mercosur
hace de Bolivia un país bisagra entre el Mercosur y la CAN.
Arce y Lula
da Silva coincidieron en destacar el punto de inflexión en la relación
bilateral, pero, además, acordaron acelerar trabajos para materializar los
acuerdos orientados al desarrollo económico y social, teniendo en cuenta que
ambos son de línea izquierdista.
“Somos los
grandes productores de alimentos de la región de América del Sur, porque
tenemos las condiciones. Tenemos agua dulce, tierras, capacidad empresarial y
de pequeños productores que están dispuestos a contribuir a que América del Sur
se convierta en ese lugar desde donde se pueda alimentar a la región y todos
los que necesiten el alimento. Tenemos las condiciones, nos falta apoyarnos,
infraestructura caminera e intercambio de tecnologías entre nuestros países
para poder avanzar”, afirmó Arce.
Ambos
mandatarios harán seguimiento al avance y cumplimiento de los acuerdos que
tocan integración energética, salud y seguridad, entre otras áreas.
LULA BUSCA EN
BOLIVIA RESUCITAR SU INFLUENCIA INTERNACIONAL MIENTRAS LA POPULARIDAD DE ARCE
CAE HASTA EL 18%
La Gaceta de
España (https://acortar.link/zC0h88)
El lunes 8 de
julio, la cumbre de jefes de Estado del Mercosur en Asunción resultó ser un
evento deslucido, marcado por la ausencia del presidente argentino Javier
Milei. Este notable vacío se debe a la grotesca ineficiencia del Mercosur,
incapaz de alcanzar un acuerdo definitivo con la Unión Europea tras 20 años de
negociaciones. El Mercosur, uno de cuyos miembros fundadores es Argentina, ha
fallado repetidamente en demostrar su relevancia y efectividad en el escenario
internacional.
En paralelo,
el presidente brasileño Lula da Silva visitó Bolivia, oficialmente para
fortalecer las relaciones bilaterales y fomentar la cooperación en
biotecnología, innovación y sostenibilidad en la agricultura y el
extractivismo, acompañado de una comitiva de 100 empresarios. Sin embargo, esta
visita tiene un trasfondo más complejo: Lula busca reafirmar su apoyo al
régimen de Luis Arce, que habría sido víctima de un intento de golpe el pasado
26 de junio, pero cuya tesis no sólo ha sido ampliamente refutada, sino que los
funcionarios de Arce insisten en el relato tratando de convencer al público con
su versión por medio de la detención de más de una veintena de implicados,
entre los que se ha detenido al activista por los DDHH, Fernando Hamdan.
La cumbre
también estuvo opacada primero por la entrada de Bolivia como miembro pleno del
Mercosur, luego de haber tratado durante años impulsar bloques paralelos como
el del Alba, Unasur y Runasur, que solamente resultaron en un fracaso
diplomático y comercial tras otro, además de los gastos dispendiosos que
solamente dejaron, por ejemplo, un gigantesco edificio abandonado que se
suponía que iba a servir como la sede de Unasur en San Benito, Cochabamba.
Con un
notable cinismo, Arce ofreció al Mercosur la posibilidad de adoptar e
implementar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que él mismo
inventó y que Evo Morales impuso el 1 de mayo de 2006 con la nacionalización de
los hidrocarburos. Sin embargo, Bolivia no tiene nada relevante que ofrecer al
bloque, ya que el modelo económico de Arce está agotado y la economía del país
está en ruinas. Durante el auge artificial, Bolivia se jactaba de haber creado
un milagro económico que supuestamente sería imitado por el mundo entero. Pero
la realidad actual es muy diferente: el modelo de Arce ha colapsado.
La menguada
popularidad de Arce
Lula llega a
Bolivia para lavar la cara de un régimen debilitado. Según un sondeo de
Diagnosis, la aprobación popular de Arce ha caído a apenas el 18%, la más baja
de la región, solo superada por Laurentino Cortizo de Panamá (12%) y Dina
Boluarte de Perú (6%). Bolivia enfrenta 16 meses consecutivos de una
devaluación del 45% de su moneda nacional, aislamiento financiero y comercial
debido a la escasez de dólares, un déficit fiscal acumulado por décimo año
consecutivo que ronda el 12% del PIB, y una creciente inflación y escasez de
combustibles y alimentos. La huida de empresas internacionales del país es cada
vez más acelerada.
Llama la
atención que Lula haya elegido Bolivia para tratar de extender su influencia
política, probablemente impulsado por la nostalgia de haber fundado el Foro de
Sao Paulo y el alcance que tuvo el Socialismo del Siglo XXI durante su gobierno
entre 2003 y 2011. En aquella época, Lula disfrutó de una coyuntura
internacional favorable, con cotizaciones extraordinarias de materias primas y
la fiesta del carry trade (tomar dinero prestado en dólares con baja tasa de
interés para invertirlo en activos denominados en una moneda con mayor
rendimiento relativo como el real) provocada por la política de tasas de
interés cero de la Reserva Federal. No obstante, sus intentos de mediar en
conflictos internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, y la guerra entre
Hamás e Israel, parecen haber caído tan penosamente frustrados, que lo que le
ha quedado ha sido el apoyo al régimen de Arce en Bolivia.
Lula,
conformándose con influir en Bolivia
Se dice que
la visita de Lula a Bolivia se explica por su intento de colaborar a Arce en
aspectos relacionados principalmente al comercio bilateral y la cooperación en
materia de biotecnología, tanto para la sostenibilidad de la agricultura, pero
también en la implementación de tecnología para la producción de combustibles
que alivie el muy mal pasar del empresariado boliviano.
Sin embargo,
la visita de Lula ilustra la desesperación por fortalecer su influencia
política internacional, mientras Arce recibe a Lula en un intento desesperado
por recobrar popularidad y buscar oxígeno ante el abismo económico que
enfrenta. El modelo económico de Arce, impuesto por Evo Morales con la
nacionalización de los hidrocarburos en mayo de 2006, ha demostrado ser un
rotundo fracaso.
Esta cumbre
del Mercosur y la visita de Lula no son más que reflejos de una región sumida
en crisis y de líderes que buscan afanosamente salvar sus reputaciones en medio
de la tormenta.
LULA ENFATIZA
ANTE ARCE QUE "NO SE PUEDEN TOLERAR ACTITUDES AUTORITARIAS" NI
"GOLPES DE ESTADO"
Cope de
España (https://acortar.link/M0bUhb)
El presidente
de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha enfatizado ante su homólogo boliviano,
Luis Arce, que "no se pueden tolerar actitudes autoritarias" ni
"golpes de Estado" durante una reunión en el marco de su encuentro
bilateral en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
"En
vísperas de celebrar su Bicentenario en 2025, Bolivia no puede volver a caer en
esta trampa, no podemos tolerar actitudes autoritarias ni golpes de Estado,
tenemos la enorme responsabilidad de defender la democracia frente a los
intentos de hacerla retroceder", ha afirmado Lula.
En ese
sentido, ha comparado la "ola de extremismo" que vivió Brasil en
2022, cuando los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron los Tres
Poderes, con los sucesos que ocurrieron en Bolivia en 2019, cuando Jeanine Áñez
se autoproclamó presidenta del país, causando la dimisión del entonces
presidente, Evo Morales, presionado también por parte de las Fuerzas Armadas,
que no reconocieron los resultados electorales.
"En todo
el mundo, la desunión de las fuerzas democráticas solo ha servido a la extrema
derecha. Los recientes ejemplos de Francia y Reino Unido demuestran el
imperativo de superar las diferencias en favor de un objetivo común", ha
añadido Lula.
La Fiscalía
de Bolivia ha procesado a 24 individuos por el intento de golpe de Estado de
finales de junio, entre los que se encuentran el principal ejecutor de la
asonada, el entonces comandante general del Ejército, el general Juan José
Zúñiga, y el considerado como "ideólogo" del golpe frustrado, el
"asesor personal" del militar, el pastor y miembro del Consejo
Nacional Cristiano, Aníbal Abel Aguilar Gómez.
LULA APOYA
QUE BOLIVIA SE UNA A LOS BRICS Y QUE VENEZUELA VUELVA A ENTRAR A MERCOSUR
La República
de Colombia (https://acortar.link/M3dgtF)
El presidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo el martes que espera recibir
"pronto" a Venezuela nuevamente en el Mercosur, y reiteró su
confianza en la celebración de elecciones a fines de este mes sin contratiempos
y con resultados reconocidos por todos en su país vecino.
"El buen
funcionamiento del Mercosur, que ahora tiene la satisfacción de acoger a
Bolivia como miembro pleno, contribuye a la prosperidad común. También
esperamos recibir pronto y muy rápidamente a Venezuela", afirmó Lula en un
comunicado durante una visita oficial a Santa Cruz de la Sierra, un día después
del ingreso formal del país andino al bloque sudamericano.
"La
normalización de la vida política venezolana significa estabilidad para toda
América del Sur. Por eso esperamos que las elecciones se desarrollen sin
contratiempos y que los resultados sean reconocidos por todos", añadió.
Venezuela fue
suspendida por Mercosur en 2016 por violar la cláusula democrática del
bloque.El 28 de julio están previstas elecciones presidenciales en las que
participarán el actual presidente, Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, y el
exdiplomático Edmundo González.
La
credibilidad del proceso electoral del país está en duda tras medidas como la
revocación de la invitación a los observadores electorales de la Unión Europea
y la prohibición, por parte de un tribunal, de la candidatura de la exdiputada
y líder opositora María Corina Machado.
El presidente
brasileño también dijo que Bolivia expresó interés en unirse a los Brics, una
decisión que Brasil ve muy positiva. El mandatario dijo en Santa Cruz de La
Sierra que la ampliación del grupo que incluye entre otros a Brasil, India,
China y Sudáfrica seguirá siendo discutida en una cumbre en Rusia en octubre.
En una
declaración conjunta con el presidente boliviano, Luis Arce, Lula citó
discusiones sobre el fortalecimiento de asociaciones entre los dos países
centradas en energía y fertilizantes.
"Bolivia
sigue siendo el principal proveedor de gas natural de Brasil. Hablamos sobre la
posibilidad de ampliar las inversiones en esta área y aumentar el volumen
exportado al mercado brasileño", dijo Lula.
PETROBRAS
QUIERE INVERTIR EN BOLIVIA EN BUSCA DE GAS COMPETITIVO PARA LA INDUSTRIA: CEO
Yahoo
Noticias de España (https://acortar.link/Unh5D3)
Petrobras
quiere ampliar las inversiones en el sector del gas natural en Bolivia, afirmó
este martes su presidenta, Magda Chambriard, aunque afirmó que esas inversiones
deben poder ampliar el suministro de gas boliviano a Brasil a precios
competitivos para satisfacer la creciente demanda de industria.
En su
intervención en el Foro Empresarial Bolivia-Brasil, celebrado en la ciudad
boliviana de Santa Cruz de La Sierra, Chambriard destacó que la producción de
gas boliviano alcanzó un máximo de alrededor de 60 millones de metros cúbicos
por día (m³/d) alrededor de 2014, la mitad de los cuales fueron operados por
Petrobras, antes de entrar en declive.
La filial
Petrobras Bolivia, como operadora, fue responsable del 60% de la producción
total de gas boliviana entre 2007 y 2011, afirmó.
Actualmente,
dijo, Bolivia produce aproximadamente 35 millones de m³/d, de los cuales
alrededor del 25% es operado por Petrobras. Chambriard también dijo que el 33%
de las exportaciones de gas boliviano son responsabilidad de la petrolera
estatal brasileña.
"Hoy
producimos 9 millones (m³/d), queremos volver a producir 30 millones en
Bolivia, pero para eso, nuevamente, este gas y esta inversión tiene que poder
entregar gas para fertilizantes y para petroquímicos brasileños a precios
asequibles", dijo Chambriard, según una grabación de la presentación
escuchada por Reuters.
"Este es
un tema fundamental para nosotros, viabilizar estas inversiones en las que
creemos y que son esenciales para la asociación Brasil-Bolivia".
El gas
natural se considera esencial para la reanudación de la producción de
fertilizantes en Brasil, una demanda importante del presidente Luiz Inácio Lula
da Silva, pero que enfrenta desafíos debido a los altos precios del gas natural
vendido en Brasil.
Brasil es una
importante potencia agrícola mundial, pero depende en gran medida de las
importaciones de fertilizantes.
Chambriard
destacó su creencia en el potencial del mercado boliviano y en las
oportunidades de exploración de gas que hoy existen y que requieren inversión.
Entrevista a
Juan Ramón Quintana, exministro de Evo Morales
“EL COMANDO
SUR ES EL ÚNICO PROYECTO ESTRATÉGICO DE LOS MILITARES”
Asilado
durante casi un año en la embajada de México durante el golpe de Estado de 2019
en Bolivia, trabaja en un libro sobre la historia del Comando Sur.
Página 12 de
Argentina (https://acortar.link/gIQW1g
La vida de
Juan Ramón Quintana transcurre más reposada que cuando era ministro de la
Presidencia de Evo Morales. Su actualidad como académico – es sociólogo y
además militar retirado- también está lejos de aquel asilo que duró casi un año
en la embajada de México durante el golpe de Estado de 2019 en Bolivia. Trabaja
en un libro sobre la historia del Comando Sur, en investigaciones para CLACSO,
da charlas de formación política para la militancia del Movimiento al
Socialismo (MAS) y en sus ratos libres disfruta de su familia en Villa Tunari,
departamento de Cochabamba.
-¿Cómo quedó
el frente militar después de que un grupo de altos oficiales liderados por el
general Juan José Zúñiga intentara derrocar al presidente?
-Quisiera
decir que hay un antes y un después de este movimiento. No se puede explicar el
después sin el antes. Hay tres modelos de gestión del tema militar. El modelo
neoliberal, el del caudillismo nacionalista y el modelo patrimonialista de
Arce. Cuando se realizó el golpe de 2019, con la reconfiguración que planteó el
general Williams Kaliman, el protagonismo fue tanto cívico como militar.
Después vino la pandemia y esto les dio más impunidad a las fuerzas armadas,
que Arce extendió hasta límites insospechados. Zúñiga es un subproducto de la
expectativa patrimonialista de Arce.
-¿Por qué?
-Diría que
esa relación surge de la amistad y por ser compadres. Con Zúñiga empezó a pesar
más el capital que representa el arma de Inteligencia, de donde proviene ese
general. Arce intenta la captación de las fuerzas armadas y eso es muy nítido
en sus discursos sobre temas militares. Sus discursos los hacía el equipo de
inteligencia de Zúñiga y aumentaban las teorías conspirativas. En ese contexto,
pasó a ocupar un espacio muy importante, como uno de los brazos en que se apoyó
el presidente. El otro es el brazo de la política policíaca del ministro de
Gobierno, Eduardo Del Castillo. Eso lleva a una deriva autoritaria de Arce.
-¿En qué se
basa para decirlo?
-En la
impunidad con que se gestionan las relaciones con las fuerzas armadas y la
policía. Había un pacto carnal de Arce con Zúñiga y hay otro de Del Castillo
con la Policía.
-¿Pero los
partidarios de Arce en la interna del MAS podrían afirmar lo mismo de Evo con
el general Kaliman, quien pocos meses antes del golpe de 2019 declaró que “la
fuerza militar morirá anticolonialista” y después lo traicionó?
-Cuando
gobernaba Evo hubo un componente desestabilizador que venía de afuera y que a
Kaliman lo cooptó muy hacia el final. Hizo su pronunciamiento casi copado por
la estructura que tramaba el golpe. Pero en la gestión de Evo había mantenido
una línea apegada a viejos cánones de competencia profesional. Zúñiga hizo retroceder al ejército al siglo
diecinueve. Hay centenares de oficiales que se la tienen jurada por eso.
Estalló en mil pedazos la meritocracia. En las fuerzas armadas todavía quedan
seguidores de Kaliman, Zúñiga, García Meza y hasta banzeristas.
-¿Por qué
sobreviven las ideas de esos militares sediciosos que participaron de golpes de
Estado en distintas décadas?
-Porque en
cuarenta años no recibieron una modernización democrática. Hay una inercia
caudillista muy fuerte, con una tendencia despectiva hacia el mando político.
No se sienten parte de la modernización estatal que encaró el gobierno de Evo.
Su sentimiento es de marginalidad y oportunismo. La convivencia ha sido
peligrosa y han acumulado políticas conceptuales que les bajó siempre el
Comando Sur, ése es su único proyecto estratégico.
-Usted como
ex militar y asesor de Evo en temas castrenses durante su presidencia, ¿tiene
algo que autocriticarse?
-Yo siempre
les recordaba a Evo y a Álvaro (por el ex vice García Linera) que con las
bayonetas se puede hacer todo menos sentarse arriba de ellas. En el gobierno
nosotros hicimos reformas epidérmicas y pensábamos que eso estaba bien. Pero
cometimos errores en la gestión política de lo militar. ¿Por qué no se
reformaron las fuerzas armadas en la Constitución del Estado Plurinacional? Por
el riesgo a que se produjera un golpe.
-Pero la
amenaza continúa vigente varios años después. Se produjeron en 2019 y hace dos
semanas.
- Yo diría
que si hay un resultado de la crisis que acaba de ocurrir es el divorcio entre
Arce y las fuerzas armadas. El segundo dato es la tendencia absurda, arrogante,
que mantiene el ministerio de Gobierno por la incapacidad de comprender las
consecuencias de esta satanización de los militares. El ministro Del Castillo
ha generado heridas muy profundas en las fuerzas armadas y ellas están
digiriendo una revancha. ¿A quién se le va a ocurrir exponerlas como si fueran
vulgares delincuentes? Ha ido demasiado lejos. Y lo hizo en compañía de los
comandantes de la Policía que mantiene una historia conflictiva con los
militares. En 2003 murieron entre soldados y policías unos treinta cuando se
enfrentaron en el llamado febrero negro durante el gobierno de Gonzalo Sánchez
de Lozada. Le diría que la Policía tiene muchas más condiciones golpistas que
las fuerzas armadas. Y al ser dirigida por un político como Del Castillo,
recibe más equipamiento y mejor paga que los militares. Eso genera que se esté
cultivando un enfrentamiento que veo más factible que un próximo golpe de
Estado.
- ¿La
relación entre Arce y Morales está definitivamente quebrada?
- Es
irreconciliable. El proyecto arcista es de captura estatal y pasa por aniquilar
a Evo. Por eso discrepo con García Linera. No se pueden comparar a los dos. He
sostenido que el de Zúñiga ha sido un episodio aislado y si lo ve bien, fue un
golpe deliberado. Sí considero también que Evo ha exagerado con el tema del
autogolpe. No ha sabido explicarlo bien.
- ¿Qué piensa
que sucederá en el corto y mediano plazo en Bolivia?
- El árbitro
de este país es la economía. Y si se profundiza la crisis, los movimientos
sociales van a tomar las calles. Arce
está en una carrera obsesiva para destruir a Evo porque teme que si llega a
presidente lo pueda detener. Es inevitable una rebelión popular atizada por la
crisis económica. Pero esa rebelión sería imposible sin Evo. Él es un animal
político y está acorralado.
- Por último,
¿qué papel juega Estados Unidos en este panorama?
- Bolivia
sintetiza la disputa por América Latina. Expresa la voracidad de una pelea
geopolítica por toda la región. Acá hay recursos naturales, litio, agua dulce y
a los gringos ya no les importa respetar las reglas. Se están jugando todo en
Bolivia y no van a cuidar las formas.
LA DIVIDIDA
IZQUIERDA BOLIVIANA CORRE EL RIESGO DE PERDER EL PODER
Un torpe y
efímero golpe de estado el mes pasado no pudo devolver al poder a las
desacreditadas fuerzas conservadoras de Bolivia. Pero la división entre Luis
Arce y Evo Morales podría dar a esas fuerzas una oportunidad.
Jaconbin
Lat.com (https://acortar.link/UYLXtE)
El jueves 26
de junio, las tropas ocuparon la Plaza Murillo en La Paz, donde se encuentra la
sede del gobierno boliviano. El comandante Juan José Zúñiga, jefe del Ejército,
invadió la plaza con un centenar de soldados y un grupo de vehículos blindados,
derribando la puerta del Palacio Quemado, donde el presidente Luis Arce y sus
ministros intentaron resistir bloqueando las entradas con muebles.
Aunque el
intento de golpe de Zúñiga terminó pronto en derrota, significó que la amenaza
de rebeliones militares ha vuelto a América Latina solo un año y medio después
de que los seguidores de Jair Bolsonaro intentaran tomar el poder por la fuerza
en Brasil. Esta situación no es nueva en Bolivia, el país que más golpes de
Estado vivió desde 1945.
El último fue
en 2019, cuando el presidente Evo Morales fue derrocado por una insurrección
cívico militar y obligado a exiliarse tras trece años de relativa estabilidad
política bajo los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS). Es necesario
remontarse a ese momento para entender qué pasó el 26 de junio y qué efectos
puede tener para la izquierda boliviana, que se mantiene en el poder pero está
agudamente dividida y es más frágil que en ningún otro momento desde que
Morales llegó a la presidencia.
Un golpe
confuso
Han circulado
varias teorías sobre el intento de golpe, pero parece haber sido la respuesta
individual del comandante Zúñiga a su destitución por Arce, una decisión tomada
después de que el general amenazara al ex presidente Morales en televisión.
Aunque Arce y Morales, antes aliados, están ahora abiertamente enfrentados, el
actual presidente decidió destituir a Zúñiga de su cargo después de que éste
declarara en televisión que detendría a Morales si intentaba presentarse de
nuevo a las elecciones. Esto violó flagrantemente la prohibición de que los
militares participen en política.
Arce
destituyó a Zúñiga pero no nombró inmediatamente a un sustituto, lo que
permitió al militar conservar temporalmente el mando sobre sus tropas y reunir
fuerzas suficientes para tomar la céntrica Plaza de Murillo durante unas horas.
Allí el general rebelde pronunció un confuso discurso político, afirmando:
«Estamos escuchando el clamor del pueblo. Porque durante muchos años una élite
se ha hecho con el control del país. Las fuerzas armadas pretenden
reestructurar la democracia».
Sin embargo,
es poco probable que la insurrección surgiera de un plan bien establecido para
hacerse con el poder, ya que el general siempre había apoyado anteriormente a
Arce. El presidente se enfrentó a Zúñiga en la entrada del palacio, instándole
a retirarse, mientras miles de bolivianos salían a las calles para protestar
contra el golpe. Zúñiga se rindió a las pocas horas ante la total falta de
apoyo nacional e internacional a su intento de tomar el poder. Incluso los
líderes de derechas encarcelados por el golpe de 2019, a los que Zúñiga
prometió la libertad en caso de victoria, rechazaron el intento.
Prácticamente
todos los gobiernos latinoamericanos —incluido el de extrema derecha de Javier
Milei en Argentina— condenaron la insurrección militar. La Organización de
Estados Americanos (OEA), que en 2019 favoreció la sublevación contra Morales
al hacer acusaciones no probadas de fraude electoral contra el entonces
presidente, también se puso esta vez del lado de la democracia boliviana. La
Casa Blanca pidió «calma y moderación» ante la intentona de Zúñiga. A
diferencia de muchos otros golpes de Estado en América Latina, hasta ahora no
hay indicios de la implicación de Estados Unidos.
Una izquierda
dividida
La rebelión
militar puso de manifiesto las profundas divisiones en el seno del Movimiento
al Socialismo (MAS), el partido socialista-indígena que gobierna el país desde
2006, con la única interrupción del gobierno de Jeanine Áñez (2019-2020).
Durante su larga hegemonía, las sucesivas administraciones del MAS lograron
niveles récord de crecimiento económico, redujeron drásticamente la desigualdad
y la pobreza, y abrieron las puertas del poder a la mayoría indígena del país
por primera vez en la historia, con Evo Morales como cabeza efectiva y
simbólica del llamado proceso de cambio.
Áñez, que
contó con el apoyo del establishment político conservador y liberal en su toma
ilegal del poder en 2019, gestionó la pandemia de forma desastrosa y tuvo que
convocar elecciones en octubre de 2020. Luis Arce, que había sido ministro de
Economía del MAS durante más de una década, sustituyó a Morales como candidato
presidencial y ganó con el 55% de los votos. Aunque Arce carece del carisma de
su mentor, gozaba de buena reputación en su cargo de ministro de Economía.
Las
hostilidades entre ambos líderes comenzaron cuando Arce expresó su intención de
presentarse a la reelección en 2025. Desde entonces, la rivalidad ha escalado
hasta convertirse en un enfrentamiento total, con los parlamentarios del MAS
divididos entre ambos. El conflicto es tan grave que ambas partes se han
acusado mutuamente de vínculos con el narcotráfico. Algunos seguidores de
Morales incluso han difundido la teoría de que el golpe militar del 26 de junio
fue en realidad un «autogolpe» orquestado por Arce para aumentar su
popularidad, un rumor iniciado por el propio Zúñiga y del que se ha hecho eco
la oposición conservadora.
Un elemento
central de la actual crisis política es la insistencia de Morales en
presentarse de nuevo a las elecciones presidenciales. La constitución política
de 2009 estableció un límite de dos mandatos consecutivos de cinco años. En
2016 se celebró un referéndum para enmendar la Constitución y eliminar el
límite, pero la campaña del no ganó por un estrecho margen. Una decisión del
Tribunal Constitucional permitió al entonces presidente presentarse de todos
modos en 2019, pero su victoria electoral fue borrada por el golpe militar.
En 2023, otra
decisión judicial restableció la prohibición de la reelección, añadiendo una
prohibición de reelección para mandatos no consecutivos, que no está
establecida en la Constitución. Morales denunció que se trataba de una decisión
políticamente motivada de un tribunal bajo la influencia de Arce, sin renunciar
a su intención de volver a presentarse a las elecciones de 2025.
La fractura
del MAS provocó una auténtica crisis institucional, que llevó al aplazamiento
indefinido de las elecciones judiciales previstas inicialmente para 2023 y a un
bloqueo parlamentario que obstaculiza las medidas para hacer frente a la crisis
económica del país. Durante los dos primeros años de gobierno de Arce, Bolivia
tuvo una de las tasas de inflación más bajas de América (poco más del 1% en
2022, a pesar de la guerra de Ucrania). Sin embargo, las cuantiosas reservas de
divisas acumuladas durante los años de bonanza económica, basada en la
exportación de hidrocarburos, ya se estaban agotando.
El impacto de
la pandemia y el descenso de las ventas de gas, junto con el lento despegue del
sector del litio, son los principales factores de la actual escasez de divisas,
que pone en peligro la financiación necesaria para las cuantiosas subvenciones
a los combustibles que concede el gobierno boliviano. Un posible recorte de
estas subvenciones, combinado con el aumento de la inflación y la escasez de
ciertos productos, sería un escenario desastroso para la economía boliviana y
la popularidad del gobierno de Arce, que cayó al 18% en junio.
Un futuro
incierto
En la
actualidad, el MAS está desorganizado: carece de un candidato claro y podría
producirse una batalla legal por el control del nombre del partido para las
elecciones de 2025. La situación es tan caótica que ni siquiera está
garantizada la organización regular de las primarias que por ley deben celebrar
los partidos políticos para elegir a sus candidatos.
El intento de
golpe de Zúñiga podría aumentar la simpatía popular por Arce a corto plazo. Sin
embargo, no impulsará la reconciliación que el MAS y todo el país necesitan
desesperadamente. La única buena noticia para la izquierda es que sus rivales
conservadores tampoco están en buena forma.
El apoyo de
las élites políticas conservadoras y liberales al golpe cívico-militar de 2019
acabó deslegitimando a la oposición, que nunca ha sido capaz de construir una
alternativa sólida y atractiva al MAS. Hoy Áñez y Luis Fernando Camacho, uno de
sus principales apoyos, están presos por su participación en la insurrección de
2019 y los partidos tradicionales no lograron construir nuevos liderazgos
capaces de atraer el apoyo social mayoritario.
La única
certeza es que la era de crecimiento económico y progreso social que siguió a
la elección de Evo Morales en 2005 como primer presidente indígena de Bolivia
ha llegado a su fin. El país andino, uno de los más pobres de Sudamérica,
parece condenado a un largo periodo de inestabilidad política y fragilidad
económica, lo que podría obligar al próximo gobierno, independientemente de su
orientación política, a aplicar recortes presupuestarios. Las perspectivas de
futuro parecen sombrías para un país que durante muchos años inspiró a la
izquierda de la región por su capacidad para superar el neoliberalismo y hacer
justicia a la mayoría indígena tras siglos de racismo estructural.
EL TRASFONDO
ECONÓMICO DE LA LUCHA POR EL PODER EN BOLIVIA ENTRE LUIS ARCE Y EVO MORALES
Ha surgido un
mercado negro de dólares; suben los precios de los productos básicos y crecen
las colas para la compra de combustible
14 Y Medio de
España (https://acortar.link/z2RZI7
https://acortar.link/fIFev0)
El miércoles
26 de junio hubo un intento de golpe de Estado en Bolivia. El general Juan José
Zúñiga, hasta el día anterior jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, comandó
un grupo de soldados que, con vehículos blindados, arremetieron contra el
Palacio de Gobierno, centro del poder político del país.
El supuesto
objetivo era hacer de Bolivia “una verdadera democracia”. El martes 25, Zúñiga
había sido destituido de su cargo por unas declaraciones en contra del ex
presidente Evo Morales, en las que aseguró que no permitiría que Morales fuese
nuevamente presidente del país.
Horas
después, el levantamiento militar quedó frustrado y Zúñiga fue detenido. En ese
mismo momento, el general acusó al presidente boliviano, Luis Arce, de haberle
encargado organizar un autogolpe porque su popularidad estaba baja y necesitaba
alguna acción que la mejorase.
El día
terminó con una condena clara del intento de golpe por parte de numerosos
líderes políticos de la escena internacional.
La cuestión
política
Estos
acontecimientos se enmarcan en la lucha que se está librando dentro del MAS
(Movimiento al Socialismo), el partido de gobierno, entre el expresidente
Morales y Luis Arce, su antiguo ministro de Economía y actual presidente del
país. ¿La razón? El deseo del primero de presentarse a las elecciones
presidenciales de 2025, pese al reciente fallo del Tribunal Constitucional
boliviano, que señaló que solo se puede ejercer el mandato presidencial durante
dos períodos, continuos o discontinuos.
Morales ya ha
gobernado en tres periodos: entre 2006 y 2009, de 2009 a 2014 y, por último, de
2014 a 2019. Arce es presidente desde 2020. Así, dentro del principal partido
político de la izquierda boliviana estarían enfrentados los partidarios de
Morales y los de Arce, entre los cuales, al parecer, estaría el general Juan
José Zúñiga.
La cuestión
energética
La cuestión
económica ha sido determinante para el estallido de la actual crisis política
boliviana que, por lo que iremos viendo, no parece tener visos de pronta
solución. En 2006, cuando comenzó a gobernar Evo Morales, una de sus primeras
decisiones políticas fue la nacionalización de la explotación del gas natural,
un recurso en el que es rico Bolivia.
Durante los
primeros años tras la entrada de la gestión pública, los cuantiosos ingresos
que provenían de la exportación de este recurso se emplearon para otra cuestión
política: subsidiar el consumo de combustible, que el país tenía que importar y
pagar en dólares en los mercados internacionales.
Con el
tiempo, las ineficiencias en la gestión y la falta de inversiones adecuadas en
el sector provocaron una caída en el nivel de producción de gas natural y que
Bolivia pasara de ser exportador neto a importador neto de energía.
Consecuentemente,
también se produjo una caída de los ingresos en dólares derivados de la
exportación del hidrocarburo. Esto llevó a que, a partir de 2014, el subsidio
del combustible y el gasto en otros programas sociales promovidos por el MAS se
financiaran con cargo a endeudamiento interno y externo.
La cuestión
monetaria
Esta
situación también generó una notable reducción de las reservas internacionales
del país. Las actuales reservas, de unos 1.800 millones de dólares, son
aproximadamente una décima parte de las que existían hace 10 años. Además, la
mayor parte de esos casi 1.800 millones no son líquidos, ya que son oro.
Nos
encontramos ahora con un país que tiene una alarmante escasez de dólares e
importa una parte muy importante de los bienes de consumo y producción que
emplea. Y que, además, sigue subsidiando el consumo de combustible.
Esto ha
llevado al surgimiento de un mercado paralelo, o mercado negro, de dólares, con
tipos de cambio muy superiores al oficial, con personas cruzando las fronteras
con Perú y Brasil para hacerse con la divisa.
También ha
provocado el aumento de precio de algunos productos básicos, la desaparición de
otros de las tiendas, colas para la compra de combustible y manifestaciones y
bloqueos por parte de comerciantes y transportistas debido a la escasez de
éste. Estos factores dificultan todavía más la actividad económica y han
provocado el malestar generalizado de la población.
Los
contendientes
En este
contexto, una parte del partido político gobernante, los seguidores del
presidente Arce, están en la cámara legislativa, intentando aprobar medidas
para reactivar la economía.
Mientras, la
otra parte, los seguidores del expresidente Morales, tratan de bloquear estas
decisiones con el ánimo de alimentar las protestas en las calles para conseguir
la participación de Morales en las elecciones de 2025.
Entre las
medidas que propone el gobierno de Arce están el intento de obtener nuevos
préstamos que alivien, aunque sea momentáneamente, la presión sobre las cuentas
públicas. También se diseñan planes para atraer inversores extranjeros para la
explotación de las reservas de litio, el nuevo maná del país en el actual
contexto de transición energética mundial.
No obstante,
hay desconfianza por parte de los inversores extranjeros, acerca de la gestión
pública de estos recursos, como ya sucedió con el gas natural, que condujo al
país al déficit energético y a la actual inestabilidad económica, social y
política.
BOLIVIA: TRAS
EL INTENTO DE GOLPE, SIGUE LA DISPUTA ENTRE EVISTAS Y ARCISTAS
Insurgencia
Magisterial (https://acortar.link/pmXtuL)
El presidente
boliviano Luis Arce aseguró que su gobierno defenderá la democracia,
estabilidad y bienestar de los bolivianos “cueste lo que cueste”, porque está
dispuesto a “pagar el precio” de este compromiso, como se lo demostró en el
fallido golpe de Estado.
“Siempre
defenderemos la democracia, la estabilidad y el bienestar de las y los
bolivianos, cueste lo que cueste. Lo dijimos antes y lo reafirmamos ahora,
estamos dispuestos a pagar el precio”, afirmó en respuesta a los
pronunciamientos institucionales contra el golpe de Estado fallido. El golpe
militar fallido del 26 de junio es síntoma de las dificultades del Movimiento
Al Socialismo (MAS) para garantizar la estabilidad política. La fractura entre
Luis Arce y Evo Morales, bien explotadas por la derecha, ensombrece el futuro
de Bolivia.
Si se engorda
la opinión de autogolpe en Bolivia se contribuiría a deslegitimar al gobierno
de Arce, que es decir al Movimiento al Socialismo (MAS). Las pugnas internas
entre Evo Morales y Luis Arce sólo las pueden resolver ellos, a menos que una
figura con ascendencia les haga entender el grave peligro de sus posturas.
Que los
sacrificios de activistas, amas de casa, defensores del territorio, campesinos
y una pléyade de representantes del campo popular se vayan al traste por
vanidades e incapacidad para procesar con madurez las inevitables diferencias
que surgen al interior de todo movimiento político y de todo grupo humano sería
sin duda un motivo de tristeza e inquietud para Bolivia y para todas las
personas que anhelan alternativas al capitalismo depredador impuesto por
Washington y abrazado por las derechas en casi todo el planeta, señala un
editorial del diario mexicano La Jornada.
Un
descarrilamiento del MAS sería también un agravio a los cientos de miles de
personas que se enfrentaron a la violencia del Estado oligárquico vigente hasta
2006, incluidas las decenas que perdieron la vida en la resistencia contra la
estigmatización de los usos tradicionales de la hoja de coca, en las guerras
del gas y del agua de hace dos décadas, y en el gobierno de facto de Jeanine
Áñez tras el golpe de Estado de 2019.
García Linera
Entrevistado
por La Jornada de México, el exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera
(2006-2019), condenó la pérdida del horizonte estratégico de los adversarios
reales a enfrentar y el enfrascamiento en pugnas personalizadas y muy mezquinas
dentro del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), del cual es militante.
Para él,
“dentro del bloque nacional popular hay una pérdida del horizonte estratégico,
de los adversarios reales a enfrentar y un enfrascamiento en pugnas
personalizadas y muy mezquinas. Ambos líderes, el estatal y el social, son
responsables del deterioro. No se debate cómo salir de la crisis económica, lo
único es quién debe ser el candidato para 2025. Esto hay que ubicarlo en un
contexto histórico: el fin del momento hegemónico del proceso de cambios
progresistas y el inicio de la fase administrativa y fragmentada”.
Aunque fue el
segundo al mando del ex presidente Evo Morales durante más de una década,
García Linera considera que tanto el histórico dirigente cocalero como el
mandatario actual, Luis Arce, son responsables del deterioro en el bloque
nacional popular y de la parálisis política que agrava las dificultades
económicas del país.
Esta deriva
es lamentable por su potencial para llevar al colapso del ciclo progresista y
facilitar el regreso de las derechas oligárquicas que durante la práctica
totalidad de la historia boliviana usaron al Estado como una plataforma de
enriquecimiento individual y faccioso.
Sería
particularmente deplorable porque significaría un retroceso catastrófico en
materia de igualdad, combate a la pobreza, construcción de la soberanía
nacional, protección del medio ambiente y, ante todo, en la construcción de una
sociedad plurinacional en la que se puso fin a la centenaria opresión racista
en la que los pueblos indígenas, mayoritarios en la población nacional, se
encontraban excluidos de la toma de decisiones públicas.
Algunos
analistas aventuran que Arce no quiere seguir como Presidente, pero de haber
sido un autogolpe, los riesgos podían haber sido catastróficos, si la derecha
fascista y la extrema derecha, militar y civil, junto a la embajada de Estados
Unidos se montaban en el mismo. Otros indican que el gobierno de Arce es cómodo
a Estados Unidos, pero él ha mantenido a Bolivia junto a las causas que
enarbolan los gobiernos progresistas y por la integración latinoamericana y
caribeña.
Arce no es
Evo, pero tiene muchos puntos a su favor y llegó a la Presidencia, cerrándole
el paso a la derecha fascista. Arce ha demostrado que no es un (traidor como el
expresidente ecuatoriano) Lenin Moreno, como quieren hacerlo aparecer. Tampoco
el país no es el mismo de los tiempos del auge de los hidrocarburos y las
protestas aumentan.
Garía Linera
mantiene su crítica al enfrentamiento entre el líder del MAS y el Presidente
Arce, disecciona el grave desvío de políticas «de los últimos cinco años», sin
diferenciar la gestión de Jeanine Añez de la de Arce. Señala que «El tránsito
hacia esa fase no se está sabiendo conducir de manera sana, generosa y heroica,
sino mezquina, desordenada y de baja estrategia, dando lugar a la fragmentación
del bloque popular»
Añade que
“las reformas económicas de segunda generación necesariamente pasan por
restablecer la fuerza económica del Estado, que se perdió en los últimos cinco
años. En nuestro tiempo, 65 por ciento de las exportaciones las hacía el
Estado, hoy es de 25 por ciento y los privados 75. Así tenemos un Estado que no
puede controlar el tipo de cambio, que perdió su fuerza redistributiva y la
capacidad de inversión pública”.
El
intelectual y exvicepresidente señala
que se necesita un periodo de transición para restablecer el poderío
económico del Estado con el control del comercio exterior, donde todos los
exportadores durante un periodo temporal tengan la obligación de liquidar sus
dólares en el Banco Central para resolver el malestar popular y de sectores
medios por la ausencia de dólares.
Asimismo,
dice, es necesaria una reforma impositiva progresiva que grave las mayores
fortunas, a quienes tengan más de un millón de dólares, sin tocar a los
sectores medios y populares, para reducir el déficit que es de 11 por ciento, y
rediseñar el tema del litio: “hemos perdido casi cinco años, una barbaridad,
primero con el golpe en 2019 y después con las políticas erráticas de Luis
Arce, tenemos cero que no sea lo que hizo Evo”.
Tras admitir
que la izquierda está fracturada en Bolivia, señala que implementar reformas
que le devuelvan al proceso la mística y el entusiasmo hoy perdidos: “hay un
malestar silencioso y apatía”.
Añade que “el
gobierno de Arce ha fallado en la estrategia del litio porque no fue asumido
como un proyecto presidencial, lo dejó en manos improvisadas, en la batalla
contra Evo se deshizo de todo el equipo que nos acompañó durante 13 años para
colocar gente que recién comenzó a ver en la tabla periódica de los elementos
qué significaba litio”.
El 2025
En 2025, los
bolivianos elegirán a un nuevo presidente. El único partido con posibilidades
serias de triunfo es el Movimiento al Socialismo, el MAS, el conglomerado de
organización sociales, sindicales e indígenas que en 2006 llevó a Evo Morales
al poder. La asunción del primer presidente de origen aymara en la historia del
país fue un hito para Sudamérica.
Desde
entonces Bolivia entró en un acelerado proceso de reformas, con la
nacionalización del gas como emblema de los nuevos tiempos. La economía creció,
nació una nueva clase media indígena y, sobre todo, el país entró en un largo
período de estabilidad política tras
décadas de golpes de Estado recurrentes. García Linera, define ese período del
MAS como “el momento progresista” del cambio.
La disputa
entre ambos comenzó el mismo día de la asunción de Arce, el 8 de noviembre de
2020, cuando en su discurso de posesión obvió nombrar a Morales, que acababa de
regresar de su exilio político en Argentina. “Evo, al no tener lugar, presiona
con la gestión y Arce no puede dejar que esa presión se incremente. En el marco
de esa tensión nace la fuerza renovadora, el “arcismo”, que quería cambiar de
cuadros y se oponía a todo lo que había alrededor de Evo”, señala la politóloga
Susana Bejarano.
El ministro
de Gobierno, Eduardo del Castillo habla de “diferencias obvias” con Morales.
“Él ve y concibe al MAS desde la persona y nosotros lo concebimos desde las
organizaciones sociales”, dice. Desde el sector de Morales, acusan al arcismo
de hacerle el juego a la derecha política, querer apropiarse con prebendas de
una base social que no le pertenece y olvidar los principios revolucionarios
del movimiento.
La injerencia
de Milei
La
cancillería boliviana anunció el retiro de su embajador en Buenos Aires, en
protesta por una declaración por escrito del presidente argentino Javier Milei,
en la que calificó de falsa denuncia el fallido golpe de Estado contra el
mandatario Luis Arce, en declaraciones “inamistosas y temerarias”.
El gobierno
de Arce también cruzó a Argentina por haber dicho que Bolivia tiene 200 presos
políticos. En ese sentido destacó que “es un exceso y una negacionismo
inaceptable” e invitan a “informarse y actuar en el marco de los principios de
respeto de la soberanía y no intervención en asuntos de otros Estados”.
También Evo
Morales le contestó a Milei.” Condenamos de la manera más enérgica las
declaraciones de intromisión e injerencia del presidente de Argentina, Javier
Milei, los asuntos de los bolivianos serán resueltos por los bolivianos”,
señaló en sus redes.
En 2019,
cuando una asonada militar desalojó a Evo Morales de la presidencia, Argentina,
entonces gobernada por Mauricio Macri, envió equipamiento militar que fue
utilizado por el ejército y la policía boliviana, en la represión de las
manifestaciones con saldo de unos 40 muertos.
¿ARCE VS EVO?
¿GOLPE, AUTOGOLPE?
Telesur
(https://acortar.link/yBtcTv)
Bolivia, en
este escenario de confrontaciones en el seno de aquellos que la han gobernado
en los últimos lustros, requiere aunar esfuerzos, calmar ambiciones, superar
diferencias.
Frente a las
permanentes ofensivas políticas, mediáticas, económicas que la derecha suele
llevar a cabo cuando no ejerce el poder total en nuestros países, las fuerzas
de lo que se denominan progresistas, en lugar de aunar fuerzas y establecer
objetivos estratégicos, en el marco de lo que se supone son sus objetivos
primordiales, tienden a catalizar aún más las diferencias generando con ello el
marco propicio para perder las oportunidades de enfrentar cambios
estructurales, profundos y continuos.
Tal es el
caso de Bolivia y su coincidencia en los puntos cruciales que nos unen en el
sur global: avance soberano de los países, unión de las fuerzas populares,
acuerdos internacionales que avancen hacia una política de multilateralidad,
que sirva para confrontar el poder unipolar, generar una política de desarrollo
sostenible, defensa de las riquezas nacionales y satisfacción de las
necesidades esenciales de nuestras sociedades. El día 26 de junio pasado tal
idea expresada de perder las oportunidades que tanto sudor, sangre y lágrima
cuesta a nuestras sociedades, parece haber tenido su momento estelar, con la
asonada militar llevada a cabo por un sector del ejército encabezado por el
ahora destituido comandante en jefe del ejército boliviano Juan José Zúñiga,
quien irrumpió en Palacio Quemado generando una alarma en el país sudamericano
y las inmediatas muestras de solidaridad y reprobación a tal situación. Tal
constatación y pasado unos días del mencionado alboroto político-militar, se
hace necesario ahondar en este hecho incruento pero peligroso para la
estabilidad del país sudamericano.
La única
salvedad ante el coro de rechazo de los gobiernos latinoamericanos provino del
gobierno ultraderechista y sionista de Javier Milei en Argentina (1) ante la
cual la cancillería boliviana emitió una declaración en la que sostuvo “Las
desinformadas y tendenciosas aseveraciones, sobre una posible existencia de
presos políticos, o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado
militar fallido, constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable, ante lo
que invitamos a informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a
la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados, de
conformidad a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.
Y hablo de
supuesto pues el denominado “Golpe de Estado” en Bolivia llevado a cabo por el
ahora destituido general Juan José Zúñiga, comandante en jefe del ejército
boliviano, se constituyó, con el paso de los días, no sólo en una alerta a la
democracia boliviana, sino también en un nuevo campo de confrontación entre el
actual mandatario de la nación sudamericana Luis Arce Catacora y el ex
mandatario y líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales
Ayma. Esto pues el propio Evo señaló sin guardarse palabra alguna que esta
asonada militar, supuestamente destinada a derrocar al presidente Arce se
trataba de un autogolpe sacando a la luz aquella idea expresada sotto voce, que
Luis Arce trataba, mediante esta acción, aumentar el caudal de apoyo ciudadano,
a la baja en las últimas semanas y por el lado de la cúpula militar si esto
funcionaba sacar de circulación a Evo Morales que en palabras del ex general
Zúñiga debía ser detenido.
Frente a esta
declaración subida a redes sociales y conocida urbi et orbi el presidente Arce
emitió la suya señalando incluso que su aliado y amigo –relación cuestionada
hoy- estaba al lado del fascismo con su negacionismo de lo que Luis Arce ha
definido, sin ambigüedad alguna, como un Golpe de Estado.
Las opiniones
de condena inicial –incluyendo a las de Evo que alertó tempranamente ese 26 de
junio que unidades militares se estaban movilizando peligrosamente (2)– pasaron
poco a poco a expresar la preocupación por la evidente asincronía entre lo
expresado por el presidente Arce y el mandatario Evo Morales que denunció al
paso de las horas, que las acciones llevadas cabo por el ex general Zúñiga como
falsas en un marco de declaraciones de apoyo de gran parte de los países
latinoamericanos e incluso los dirigentes políticos de la oposición boliviana,
tal es el caso del detenido gobernador de Santa Cruz, el ultraderechista Luís
Fernando Camacho, quien sostuvo “Se debe respetar el mandato del voto popular.
Cualquier acción en contra es absolutamente ilegal e inconstitucional”, el
expresidente Jorge Quiroga e incluso la expresidenta de facto Jeanine Áñez, que
desde su lugar de reclusión condenó el intento golpista.
El único que
ha seguido desentonando en este clamor antigolpista ha sido Evo Morales
acompañado de algunos expersoneros de su gobierno como es el caso de Juan Ramón
Quintana, exministro de la presidencia y exembajador en Cuba acusado por la
fiscalía boliviana bajo el gobierno de facto de Jeanine Áñez como responsable
de insurrección. Inculpación que, según el exministro del Interior de Áñez,
Arturo Murillo, era la calificación para las acciones de protesta de los
simpatizantes del MAS y la población que se opuso al gobierno de facto
responsable del Golpe de Estado contra Evo Morales. Un Quintana considerado de
la línea dura en el apoyo a Evo, militar formado en la cuestionada Escuela de
Las Américas, pero devenido en un crítico acérrimo de las acciones de desestabilización
de los gobiernos estadounidenses contra nuestros países.
Un Quintana
que declaró, ante la asonada militar dirigida por el ex general Zúñiga que “Es
el escenario de un golpe aparente, yo diría más una gran puesta en escena que
un golpe… Arce necesitaba restablecer su credibilidad política para el año y
pico que le queda en el gobierno. Pero este es un punto de quiebre. El segundo
objetivo lo iba a cumplir Zúñiga si se salía con la suya, que era detener a
Evo”. El analista Franklin Pareja calificó los sucesos de un “golpe express”,
pero difícil de creer porque Zúñiga es un militar progubernamental y, por lo
tanto, es inverosímil que se convierta “de la noche a la mañana en un
golpista”; más bien se trata de un acto de inmolación a favor del presidente
Luis Arce… Además, a partir del despliegue militar de ayer pueden justificarse
medidas gubernamentales duras con el fin de controlar las marchas o protestas
con el argumento de frenar intentos golpistas. “Pueden arremeter contra
cualquier situación de descenso en términos políticos porque todos serían
afanes desestabilizadores” (3). Palabras más, palabras menos. Declaraciones de
un exministro de Evo o de un exgeneral hoy en camino de ser procesado, lo
evidente es que existe una fractura imposible de soslayar evidente entre Arce y
Morales, que en círculos de confianza de ambos líderes políticos ha sido
denominada una disputa de legitimidades en sectores que le son aliados y
aquella conseguida en el ámbito de las elecciones. Las acusaciones desde los
círculos de confianza de ambos políticos transitan por temas como el narcotráfico,
nepotismo, malgastar los recursos derivados de la explotación del gas, la
ambición de Morales de volver a Palacio Quemado a pesar de su inhabilitación
entre otros puntos. Fuego cruzado. La pugna dejó lo soterrado para convertirse
en pública y evidentemente peligrosa para los años de construcción popular que
puede terminar con una derecha aglutinada y fuerte frente a las fuerzas
populares en rencillas por caudillismo que suelen ser inconducentes y
pavimentan el retorno de la derecha más recalcitrante y que no trepida en
golpear duramente a las fuerzas populares, las mismas que se disputan un
exmandatario y el actual presidente boliviano.
La situación
se atiza aún más frente a la única persona que puede inclinar la balanza de la
verdad entre lo sostenido por Luis Arce “lo del 26 de junio fue un intento de
golpe de Estado” o las palabras de Evo Morales que “los hechos del 26 de junio
fueron un autogolpe”. Y ese nombre es el del exgeneral Juan José Zúñiga, hoy
detenido pero que afirmó ante numerosos periodistas, camino a su centro de
reclusión “El presidente (Arce) me dijo: la situación está muy jodida, muy
crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. ¿Sacamos los
blindados?’ -le habría preguntado (Zúñiga) al mandatario que le habría
respondido “Sacá”. Entonces el domingo en la noche, los blindados empiezan a
bajar. Seis cascabeles y seis urutús, más 14 Z del Regimiento de Achacachi»
(4).
El día del
movimiento militar castrense, el exgeneral Zúñiga declaró su intención de
cambiar “el gabinete de Gobierno” para establecer una “verdadera democracia” y
que su intención era “liberar a todos los presos políticos”, incluyendo en su
lista a la expresidenta de facto Jeanine Áñez, el gobernador opositor Luis
Fernando Camacho y a “todos los militares presos”. Zúñiga en su ingreso a
Palacio Quemado fue increpado por el presidente Arce, quien le pidió terminar
con su acción, replegarse. “Si usted respeta el mando militar y dice ser un
buen militar, repliegue a todas estas fuerzas en este momento. Es una orden,
general”, dijo el mandatario. Zúñiga respondió que no haría caso.
El exgeneral
Zúñiga atizó el escenario político social boliviano cuando un día antes de la
asonada del miércoles 26 de junio emitió una serie de declaraciones, que le
eran vedadas en función de su cargo y la no deliberación establecida
constitucionalmente. En esta ocasión referidas al expresidente Evo Morales. “No
puede ser más presidente de este país. Llegado el caso, no permitiré que
pisotee la Constitución, que desobedezca el mandato del pueblo”. Una evidente
provocación, que aceleró los acontecimientos cuya génesis está aún en una
nebulosa y requiere respuestas ¿Se gestó en una reunión entre el presidente
Arce y el exgeneral Zúñiga? ¿Fue producto de una confabulación digitada
externamente y que utilizó como testaferro al antievo general Zúñiga y de ese
modo pavimentar el camino, que sea más transitable en materia de política
interna para el actual mandatario y en el cual no tenga sobresaltos para su
intento de reelección? Zúñiga era considerado, a pesar de su condición de
militar de alto rango, un personaje que había entrado en el círculo de
confianza de Arce y de ahí se suele explicar sus declaraciones anti-Evo
Morales.
El tema del
litio ha tenido un papel central en las explicaciones de lo acontecido el 26 de
junio pasado, como también en el derrocamiento de Evo Morales el año 2019.
Bolivia cuenta con el 23% de las reservas mundiales y en el desarrollo de su
explotación compiten diversas empresas, entre ellas de Alemania (que se retiró
el año 2019), China, Rusia con una subsidiaria de la enorme empresa estatal
ROSATOM, Corea del Sur, Francia e incluso la India. La importancia del litio en
materias de desestabilización ha sido comentada incluso por el presidente Arce.
“Está claro que hay intereses extranjeros y nacionales que están buscando, de
alguna manera, hacerse del poder en Bolivia -dijo en una entrevista concedida
al diario español El País, publicada el domingo 30 de junio-. Esos intereses
buscan nuestros recursos naturales. Bolivia es la principal reserva mundial de
litio, tiene además tierras raras que son lo que hoy necesita el planeta” (5).
Bolivia, en
este escenario de confrontaciones en el seno de aquellos que la han gobernado
en los últimos lustros, requiere aunar esfuerzos, calmar ambiciones, superar
diferencias. Evitar más fracturas en momentos de problemas económicos derivados
del menor ingreso a las arcas fiscales en materia de la explotación del gas, la
decisión fundamental que se debe tomar en materia de la explotación del litio
–donde Bolivia ocupa un lugar privilegiado en materia de reservas– volver a
tener un protagonismo en la política de desarrollo de una idea y práctica de
multilateralidad. En esto poco importa, que la propia oposición tenga sus
fracturas, lo relevante es fortalecer las posiciones del mundo progresista. Un
frente gubernamental unido puede influir en materias negativas, en ordenar las
rencillas entre ambas cámaras del Congreso y evitar el surgimiento de
liderazgos, que a río revuelto pretender pescar a los incautos.
1.- La
Oficina del presidente de la República Argentina (OPRA), en su comunicado de
fecha 30 de junio calificó de “falsa” la denuncia de golpe de Estado del
gobierno y señaló que en Bolivia hay más de 200 “presos políticos”, incluida la
presidenta de facto, Jeanine Añez, y el exlíder cívico Luis Fernando Camacho.
https://www.annurtv.com/news-130609-el-gobierno-argentino-emiti%C3%B3-un-comunicado-sobre-bolivia-y-evo-respondi%C3%B3-milei-es-un-enemigo-de-los-pueblos
2.- Evo
Morales en el momento de los hechos denunció la asonada como un intento de
golpe, emitido desde su cuenta de X y llamó a movilizarse por todo el país:
“Convocamos a los movimientos sociales del campo y la ciudad a defender la
democracia”, escribió. No hubo contradicción en esto con Arce, quien es su
principal rival en el MAS, el propio Arce.
SOLIDARIDAD
CON BOLIVIA
Hoy, la
situación interna del MAS y la participación de grupos golpistas oportunistas,
hacen que la situación sea caótica y Bolivia se encuentre desestabilizada y en
serio riesgo de un retroceso histórico.
La Diaria de
Uruguay (https://acortar.link/qzUwqd)
En la primera
década del siglo XXI Bolivia había podido lograr un camino institucional de una
particularidad singular y exitosa. Por primera vez en la historia, un partido
político consiguió integrar a las mayorías indígenas del occidente a un proceso
de afirmación democrática con la participación de la población de todo su
territorio. Se celebraba entonces un proceso inclusivo que hacía del país una
unidad abarcativa de las distintas etnias y les daba a las poblaciones de
mayorías indígenas plenos derechos en la conducción del país.
El Movimiento
al Socialismo (MAS), liderado por Evo Morales, lograba conducir al Estado hacia
un reconocimiento a mayorías indígenas históricamente postergadas. Eran tiempos
de la primera “ola progresista” en América del Sur. Un sindicalista era
presidente en Brasil, una mujer en Chile y un indígena en Bolivia.
El gobierno
de Evo Morales, con la compañía de Álvaro García Linera y con el actual
presidente Luis Arce como ministro de Economía, iniciaba una época de
integración social, crecimiento, distribución de la riqueza y prudencia en el
manejo de las variables macroeconómicas como nunca se había experimentado.
Este proceso
vivió una gravísima crisis causada por la desestabilización provocada desde
Santa Cruz y el oriente boliviano, protagonizada por una oligarquía blanca y
reaccionaria que resistía el proceso iniciado y pretendía recuperar su
hegemonía y sus privilegios. La situación llevó a Bolivia a un estado de
confrontación que hacía temer por una posible guerra de “secesión” entre el
oriente blanco y el occidente indígena.
Una reunión
extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada en
Chile por Michelle Bachelet logró que se aceptara la instalación en Bolivia de
una comisión especial con el objetivo de evitar lo que parecía ser una guerra
interna inminente. Esta misión multilateral logró uno de los éxitos
diplomáticos más recordables de la historia: una distensión primero, una mesa
de diálogo con el gobierno y los insurrectos, que logró culminar en un acuerdo
que evitó la catástrofe inminente y dejó al país en condiciones de retomar en
paz una senda de logros históricos para Bolivia.
Hoy la
situación interna del MAS, con una división profunda en su seno, con Evo
Morales confrontado al presidente Arce y con participación de grupos golpistas
oportunistas, hace que la situación sea caótica y Bolivia se encuentre
desestabilizada y en serio riesgo de un retroceso histórico.
No se cuenta
con la Unasur, lamentablemente desarticulada por la derecha, pero América del
Sur sí cuenta con dirigentes de estatura de estadistas que podrían intentar una
distensión y una solución dentro del partido de gobierno que ponga fin a la
crisis y a la inestabilidad.
Los
presidentes Lula, Gustavo Petro, Gabriel Boric, el expresidente José Mujica y
otras personalidades podrían y deberían intentarlo. Seguramente serían
valorados y reconocidos en Bolivia, el continente y buena parte del mundo.
REPRESENTANTES
DEL FORO DEL LITIO VISITARON LA PLANTA DE YLB EN EL SALAR DE UYUNI DE BOLIVIA
En el cuarto
taller presencial del “Foro permanente de diálogo técnico sobre innovación,
desarrollo tecnológico y agregación de valor al litio de los países del
Triángulo y México”, sus representantes se reunieron con el propósito de
compartir conocimientos y experiencias en la explotación del litio en el salar
de Uyuni a partir de los avances y desafíos por parte de la empresa estatal
YLB.
Cepal Org.
(https://acortar.link/Pz1PCu)
La División
de Recursos Naturales (DRN) de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL) y la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) del Estado
Plurinacional de Bolivia, con el apoyo del Programa MinSus de la Cooperación
Alemana, organizaron el cuarto taller presencial “Intercambio de Experiencias y
Conocimientos, Salar de Uyuni, Bolivia (Estado Plurinacional de)” el pasado 14
de diciembre, en el marco del “Foro permanente de diálogo técnico sobre
innovación, desarrollo tecnológico y agregación de valor al litio de los países
del Triángulo y México”, que es facilitado por la CEPAL.
Con el
objetivo de intercambiar experiencias y conocimientos, identificar mejores
prácticas y evaluar posibles soluciones a los desafíos de la explotación del
litio por el método evaporítico en el salar de Uyuni, el taller consideró la
visita de las instalaciones de YLB en el salar. Se pudo conocer en detalle el
laboratorio de análisis químico, las piletas de precipitación y evaporación, la
planta piloto de carbonato de litio y, finalmente, la planta industrial de
carbonato de litio, previo a su inauguración oficial el 15 de diciembre.
En años
recientes, uno de los debates de mayor interés es sobre la volatilidad y el
fuerte incremento de los precios de los minerales críticos, como el precio del
litio, debido a su uso en las baterías de los vehículos eléctricos. El litio es
un componente clave para la descarbonización de las economías mediante las
tecnologías de las energías renovables y la electromovilidad, como los paneles
solares, las turbinas eólicas y las baterías de ion-litio. Bolivia, con
recursos estimados de 21 millones de toneladas métricas disponibles, forma
parte del "triángulo del litio" junto a Chile y Argentina. El plan de
industrialización del litio en Bolivia contempla la Planta Industrial de
Carbonato de Litio del salar del de Uyuni, donde la producción de diseño es de
15.000 toneladas al año. Sin embargo, para aprovechar el litio en beneficio de
la sociedad es necesario superar varias dificultades como la incertidumbre del
comportamiento de los salares en torno a su sostenibilidad social, ambiental e
institucional; las brechas en la regulación y control; la fijación del precio
del litio; la recaudación e ingresos mineros; y los desafíos en la generación
de valor.
El taller
presencial reunió a las delegaciones de los países miembros del Foro de litio.
Participaron representantes de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) de Bolivia
(Est. Plur. de); de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de
Chile; de la empresa estatal Litio para México (LitioMx); y de YPF Tecnología
(Y-TEC) de Argentina. Además, participaron funcionarios del Programa
“Cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos mineros en
los países andinos” (MinSus/GIZ) de la Cooperación Alemana y de la Unidad de
Recursos no Renovables (UNRE) de la DRN de la CEPAL.
Los
representantes de las instituciones participantes que forman parte del Foro del
Litio confirmaron su interés en continuar la cooperación para el
fortalecimiento de capacidades y el intercambio de conocimiento, así como para
lograr una mayor sostenibilidad de su cadena de valor en la industria de litio.
La CEPAL
reitera el compromiso para continuar fortaleciendo el “Foro permanente de
diálogo técnico sobre innovación, desarrollo tecnológico y agregación de valor
al litio de los países del Triángulo y México” como plataforma de diálogo para
el intercambio y la cooperación regional para avanzar en una explotación e
industrialización del litio más sostenible.
"FUIMOS
TRATADAS COMO NARCOTRAFICANTES": EL RELATO DE UNA DE LAS URUGUAYAS PRESAS
EN BOLIVIA POR TENER MARIHUANA
Silvia, que
fue liberada recientemente, reclamó por la liberación de su hija Virginia, que
sigue retenida en una cárcel boliviana
EL Observador
de Uruguay (https://acortar.link/b2Hv8O)
"Hola,
soy Silvia. Mamá de Virginia, Sofía y María", se escucha al inicio del
audio que grabó una de las uruguayas presas en Bolivia por llevar siete gramos
de marihuana en una mochila, que fueron detectados en el aeropuerto de El Alto
cuando se disponía a volver a Uruguay junto a su hija.
La mujer, que
fue liberada luego de 106 días presa –aunque el consumo de marihuana en Bolivia
es penado en extranjeros con la deportación del país– reclamó por la liberación
de su hija, Virginia, que sigue tras las rejas.
Silvia
sostuvo que viajó a Bolivia con la "ilusión" de conocer el Salar de
Uyuni y el lago Titicaca, pero que todo se convirtió en una "pesadilla
infernal" cuando las detuvieron por llevar los siete gramos de marihuana
en una mochila.
La detención
se produjo el 17 de marzo, aunque fue recién a principios de julio que Silvia
logró su liberación.
"Sí, lo
sé. Sé lo que estarán pensando: 'Qué imprudencia, qué inconciencia, qué
irresponsabilidad'. Sí, todo eso es cierto. Pero la pesadilla que vivimos
después y que nos tiene aún retenidas en Bolivia no la merece nadie. Fuimos
tratadas como narcotraficantes", narró la mujer en un audio que fue
divulgado por su abogado, Rodrigo Rey.
Contó que
primero las trasladaron a una "celda fría y oscura", donde estuvieron
varios días hasta que las derivaron al penal de Obrajes.
"Estar
presas en un país extraño aisladas de fmailia y amigos, sin nadie a quién
recurrir en condiciones muy deprivadas y a cuatro mil metros de altura es
aterrador. Los días transcurren lentos y la incertidumbre es bestial",
explicó.
Aunque
agradeció a la Embajada de Uruguay en Bolivia por la actuación en su caso,
reclamó la ayuda del gobierno uruguayo para que su hija Virginia sea liberada,
algo que debería concretarse el próximo 11 de julio en una audiencia.
"Hoy
estoy libre. Después de 106 días presa, ya que se pudo demostrar una inocencia.
Virginia sigue presa, aunque no debería estarlo porque en Bolivia el consumo no
se pena con prisión. En el caso de extranjeros se los pena deportándolos a su
país de origen. Eso es lo que más deseamos, que la deporten y que mi hija
vuelva a casa", contó.
“PESADILLA
INFERNAL Y MIEDO DE NO SALIR MÁS”: RELATO DE LA MADRE DE JOVEN PRESA EN BOLIVIA
Tras ser
liberada, la mujer de 60 años, detenida en marzo, pide de forma desesperada que
“deporten” a su hija y que “vuelva a casa pronto”.
Montevideo
Com. de Uruguay (https://acortar.link/lC9ZAN)
La madre de
Virginia, la joven de 27 años que permanece presa en Bolivia desde marzo de
este año por portar 7 gramos de marihuana para consumo personal difundió un
audio relatando su historia y pidiendo “ayuda” del gobierno y de la “gente” de
Uruguay para que su hija “vuelva a casa pronto”.
“Soy Silvia,
mamá de Virginia, Sofía y María. Les grabo este audio para pedirles ayuda. En
marzo fuimos con mi hija Virginia de viaje a Bolivia. Teníamos muchas ilusiones
de conocer el salar de Uyuni y el Lago Titicaca. Pero todas esas ilusiones se
convirtieron en una pesadilla infernal cuando fuimos detenidas y conducidas a
la cárcel de Obrajes en La Paz”, comienza su relato al que accedió Montevideo
Portal este martes.
A
continuación, Silvia habla de que su “desgracia comenzó al regreso” del viaje,
“cuando en el Aeropuerto de La Paz encontraron en nuestro equipaje 7 gramos de
marihuana”.
Tras esto,
realiza una autocrítica: “Sí, lo sé, sé lo que estarán pensando: ‘¡Qué
imprudencia, qué inconciencia, qué irresponsabilidad!’. Sí, todo eso es
cierto”. “Pero la pesadilla que vivimos después y que nos tiene aun retenidas
en Bolivia no la merece nadie”, contrasta.
“Fuimos
tratadas como narcotraficantes y del aeropuerto nos llevaron a una celda fría,
oscura, durante cuatro días”, cuenta y agrega: “La primera noche la pasamos
abrazadas, llorando y con mucho miedo. Luego ingresamos al penal de Obrajes.
Estar presas en un país extraño, aisladas de nuestra familia y nuestros amigos,
sin nadie a quién recurrir, en condiciones muy desprovistas y a 4.000 metros de
altura es aterrador”.
La mujer
contó que en la cárcel “los días transcurren lentos y la incertidumbre es
bestial”. “El sueño es lo único que trae olvido y alivio. Con ayuda de mucha
gente, en espacial de la Embajada de Uruguay en Bolivia, pudimos sobrellevar
esta situación sin enloquecer”, añadió.
“Hoy estoy
libre, después de 106 días presa ya que se pudo demostrar mi inocencia.
Virginia sigue presa, aunque no debería estarlo, porque en Bolivia el consumo
no se pena con prisión. Y, en el caso de los extranjeros, se los pena
deportándolos a su país de origen. Eso es lo que más deseamos, que la deporten
y que mi hija vuelva a casa”, suma.
Ahora la
joven “está sola, desesperada, aterrada, con miedo de no salir nunca más de
allí”, plantea la madre.
“No pedimos
ningún privilegio, solo que se cumpla la ley y que el jueves 11 de julio se
haga la audiencia prevista para que Virginia pueda recuperar su libertad”, dijo
en referencia a que, luego de haber sido reprogramada la semana pasada por
problemas burocráticos, en esa fecha se espera que se celebre una audiencia en
la que Virginia se declare culpable por consumo. A continuación, se solicitará
un tratamiento del juicio como abreviado para su deportación inmediata.
Finalmente,
la mujer agradeció el “tratamiento procesal que ha tenido el juzgado”, pero
enfatizó: “Necesitamos ayuda de nuestro gobierno, de nuestra gente. Ayuda para
pedir que Virginia vuelva a casa pronto”.
ASÍ SE CRUZA
DE SALTA A BOLIVIA SIN NINGÚN TIPO DE CONTROL EN LA FRONTERA
Es posible
cruzar de Salvador Mazza a Bolivia en menos de cinco minutos.
Que Pasa
Salta de Argentina (https://acortar.link/RsvfsJ)
En una
situación preocupante, cientos de argentinos y bolivianos están cruzando de
forma ilegal entre Salvador Mazza, en el norte de Salta, y Bolivia, utilizando
varios pasos clandestinos sin dejar rastro alguno.
Los cruces se
realizan a través de pasos ilegales ubicados cerca de casas cuya puerta
principal está en Argentina y cuyo patio se extiende hasta Bolivia. Por una
suma aproximada de $100 por persona a pie, y un costo mayor para vehículos, se
facilita el tránsito entre ambos países.
Lo más
sorprendente es que estos puntos ilegales están a pocos metros de las
instalaciones de Migraciones, pero parecen operar sin intervención oficial.
Según los informes, es posible cruzar de Salvador Mazza a Bolivia en menos de
cinco minutos sin dejar ningún rastro, llevando consigo cualquier tipo de
mercancía sin control alguno.
DESAPARECIÓ
UNA SALTEÑA Y SOSPECHAN QUE LA SECUESTRARON PARA LLEVARLA A BOLIVIA
Cecilia Vekiz
(19) se ofreció para el escaneo de iris y conoció un hombre que le cambió la
vida. La grave denuncia de la familia.
Que Pasa
Salta de Argentina (https://acortar.link/nqjsr3)
La
desaparición de Cecilia Vekiz, una joven de 19 años y madre de un pequeño niño,
ha generado una creciente preocupación y sospechas de que podría ser víctima de
una red de trata de personas en Bolivia. Cecilia desapareció hace una semana
sin dejar rastro, y su familia teme lo peor.
Antes de
abandonar la provincia de Salta, Cecilia le mencionó a su familia que se
dirigía a Tucumán para trabajar con un hombre que había conocido en un lugar
donde se escaneaban iris. "Cecilia empezó a trabajar en un lugar donde
escanean el iris aquí en Salta. Allí conoció a un hombre que supuestamente
estaba a cargo del lugar. Ella nos dijo que se iba a trabajar con él en
Tucumán, pero ahora resulta que no está allí", relató el hermano de
Cecilia a Con Criterio Salta.
La búsqueda
de Cecilia llevó a su familia a obtener una foto de la joven, en la que se la
ve trabajando en un cabaret en Bolivia. "Pudimos comunicarnos con este
hombre del iris. Nos inventa excusas desde Bolivia. Él nos confirmó que
realmente están allí. No sé nada de mi hermana, necesito ayuda. Ya realizamos
la denuncia por desaparición y denunciamos a esta persona por llevársela",
afirmó el hermano.
La familia de
Cecilia está solicitando la colaboración de la comunidad para compartir la
imagen de la joven y obtener información que pueda ayudar a localizarla.
"Necesitamos que las personas del país vecino nos aporten información
sobre su paradero", añadió el hermano.
Cecilia
reside en el barrio Araoz y su familia no cesará en su búsqueda hasta obtener
respuestas. Cualquier persona que tenga información sobre el paradero de
Cecilia Vekiz puede comunicarse con las autoridades locales o con su familia
directamente.
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