Wednesday, July 10, 2024

BOLIVIA Y BRASIL MARCAN EL INICIO DE UNA NUEVA ERA DE RELACIONES BILATERALES


Los presidentes de Bolivia y Brasil, Luis Arce y Luiz Inácio Lula da Silva, expresaron sus planes de desarrollar infraestructura para conectar a ambos países con los océanos Pacífico y Atlántico, a través de carreteras e hidrovías. Asimismo, Lula manifestó su intención de “ampliar” las inversiones en hidrocarburos y aumentar las compras de gas boliviano. Ambos mandatarios se dirigieron ayer a la prensa en un encuentro binacional realizado en la ciudad de Santa Cruz. En el mismo se encontraron ministros de Estado y decenas de empresarios. 



Después de 15 años, Bolivia y Brasil decidieron ayer fortalecer su amistad marcando una nueva era en sus relaciones bilaterales al sellar 10 acuerdos de cooperación, lo que ayudará al desarrollo industrial, económico, comercial, productivo y social de ambos países, coincidieron tanto el presidente Luis Arce como su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva.
El mandatario brasileño llegó la noche del lunes a la ciudad de Santa Cruz, fue recibido por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, y por las organizaciones sociales del Pacto de Unidad.
En la región oriental, Lula se reunió el martes con el presidente Arce, participó en encuentros, entre estos el Foro Empresarial Brasil - Bolivia y el Gabinete Social, conformado por las principales organizaciones matrices del país y el Ejecutivo.
Durante el encuentro de Arce y Lula, y los ministros de cada país se firmaron 10 acuerdos bilaterales y de cooperación en temas energéticos, minerales, agropecuarios, convenios para combatir la trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y delitos conexos, acceso recíproco de servicios públicos de salud y capacitación de personal encargado de la lucha contra el narcotráfico y otros.
“Estamos empezando una nueva era entre Bolivia y Brasil (...) Sé que ustedes desean prosperidad, desarrollo, mejores empleos, más y mejores salarios, más salud y educación, lo mismo espera el pueblo brasileño y por eso hemos firmado estos acuerdos”, aseguró el presidente de Brasil después de sellar los acuerdos con el Gobierno de Bolivia.
Con estos acuerdos, ambos gobiernos esperan mejorar la calidad de vida tanto de bolivianos como brasileños y mostrar al mundo que la única manera de sobrevivir es con base en la integración latinoamericana.
“La integración no es solo una retórica, sino una necesidad de supervivencia de los países de América Latina, de Brasil y de Bolivia. Es la única manera”, apuntó el presidente de Brasil.
Lula recordó que su visita al Estado Plurinacional fue en su primera gestión (2003-2010), y ahora en su segundo mandato “esta visita simboliza” más que la reanudación de la amistad, “representa la comunión de dos países cuyas trayectorias son importantes”, sobre todo por la lucha democrática que comparten ambos países.
Esos acuerdos no quedarán en papeles, sino que se hará un seguimiento permanente, incluso Lula afirmó que si es necesario se comunicarán por teléfono para resolver problemas que se presenten entre los ministerios de ambos países.
“Desgasificar”
El mandatario Luis Arce calificó al encuentro bilateral como “histórico” para ambos países y coincidió con Lula que comienza una “nueva era” en las relaciones bilaterales e internacionales de Brasil y Bolivia, sobre todo para el Estado Plurinacional, que permite mostrarse más allá de la comercialización hidrocarburífera.
“Gracias a la visión que tiene Brasil, ahora a la cabeza de usted, sabemos que Bolivia no es solamente gas, que, para nosotros, los bolivianos, la integración física y agradecemos esa visión que tiene Brasil, de poder mirar también hacia adentro, hacia nuestra región”, señaló Arce.
Reiteró que antes las relaciones con Brasil estaban enmarcadas en el tema gas y ahora se “desgasificaron” porque “Bolivia tiene otras alternativas comerciales para compartir y mejorar la condición económica”.
Mercosur
Lula es considerado un gran amigo del Bolivia y juega un rol importante en la integración bilateral. A él se debe el ingreso pleno del país al Mercado Común del Sur (Mercosur).
Al finalizar la visita de Lula a Boliva, el presidente Arce agradeció por toda la colaboración brindada al país y a su gobierno.
“Queremos agradecer infinitamente su visita, a usted, a toda su comitiva, aquí está un pueblo boliviano, un socio, un amigo que siempre lo va a esperar con los brazos abiertos”.
Conozca los acuerdos y memorandos firmados entre Bolivia y Brasil
1. Acuerdo de cooperación para fortalecer la lucha contra la trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y delitos conexos.
2. Acuerdo complementario de cooperación técnica, científica y tecnológica para el proyecto fortalecimiento en gestión migratoria.
3. Acuerdo complementario de cooperación técnica, científica y tecnológica para el proyecto de capacitación de personal encargado de la lucha contra el narcotráfico.
4. Protocolo de intención sobre acceso recíproco a los servicios públicos de salud.
5. Memorándum de entendimiento para la modificación de la operación de la central hidroeléctrica de Jirau a cota 90 metros.
6. Memorándum de entendimiento en materia de integración eléctrica entre los sistemas interconectados de Bolivia y Brasil.
7. Tercera adenda al memorándum de entendimiento en materia energética.
8. Acuerdo de cooperación para la comercialización de fertilizantes y cloruro de sodio.
9. Carta de intenciones sobre comercialización e industrialización de minerales metálicos y no metálicos.
10. Memorándum de entendimiento para la exportación de fertilizantes e insumos agrícolas.
Con la suscripción de estos acuerdos arranca una nueva era en las relaciones bilaterales.
 
 
 
 
 
LULA CONSIDERA POSITIVA LA INCLUSIÓN DE BOLIVIA AL BRICS E INVITA A ARCE A LA CUMBRE DEL G20
 
El Jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró que es “muy positiva” la inclusión de Bolivia y de otros de la región en el bloque de los países de economías emergentes Brics, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En este marco de integración también invitó al mandatario boliviano Luis Arce a participar en la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) y se sume a la alianza en la lucha contra el hambre y la pobreza.
La declaración la hizo luego de finalizar el encuentro entre el mandatario Luis Arce y su comitiva con la suscripción de 10 acuerdos bilaterales en la ciudad de Santa Cruz.
 “Brasil considera muy positiva la inclusión de Bolivia y de otros países a los Brics, eso se debatirá en la próxima cumbre en Kazán (Rusia)”, afirmó Lula.
El Gobierno de Bolivia busca unirse a uno de los bloques multipolares más importantes del mundo. La intención la oficializó el propio Jefe de Estado en la XV Cumbre de los Brics celebrada en Johannesburgo, Sudáfrica, del 22 al 24 de agosto, por las ideas y políticas afines relacionadas a la multipolaridad y complementariedad.
Rusia también apoya la integración de Bolivia al grupo de los Brics, así lo hizo conocer el pasado mes el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Actualmente, Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán son parte del bloque. La próxima cumbre de los Brics se celebrará del 22 al 24 de octubre en la ciudad rusa de Kazán.
El bloque emergente busca una alianza económica, política y social más equitativa en temas de cooperación para hacer frente al dominio de Estados Unidos y algunos de su aliados.
Con la ampliación de 10 miembros, los Brics representan el 46% de la población mundial y el 35% del Producto Interno Bruto (PIB).
Cumbre G20
Lula indicó, en su visita a Santa Cruz, que Bolivia y Brasil “comparten visiones del mundo convergentes”. Eso “nos convierte en socios naturales en diversos temas”, dijo.
En este sentido, invitó a Arce a participar en la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) para que  se sume a la alianza en la lucha contra el hambre y la pobreza.
“Por eso me he empeñado en invitar a Bolivia a participar en la cumbre del G20, en noviembre, y a sumarse a la alianza mundial en la lucha contra el hambre y la pobreza que lanza la presidencia brasileña”, anunció el mandatario brasileño.
Brasil será el anfitrión de la cumbre del G20 que se desarrollará en Río de Janeiro del 18 al 19 de noviembre de este año.
El Jefe de Estado brasileño recalcó que ambos países tienen como prioridad “la reducción de las desigualdades y el fomento de la seguridad alimentaria”.
Arce indicó expresamente la intención de Bolivia de sumarse a la Alianza Global, cuyo lanzamiento está previsto para noviembre de 2024 y trabajar en estrecha relación con Brasil para lograr resultados positivos en la reducción del hambre y la pobreza en el mundo.
Compromiso
Lula llegó a Bolivia para fortalecer la democracia y suscribir importantes acuerdos bilaterales con su homólogo Luis Arce.
Durante el encuentro, ambos mandatarios reafirmaron el compromiso común con el multilateralismo y resaltaron la necesidad de una reforma amplia y urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, con el principal objetivo de hacerlo más representativo, legítimo y eficaz, con mayor participación de los países en desarrollo en ambas categorías de miembros.
 
 
 
 
 
BOLIVIA Y BRASIL “DESGASIFICAN” SUS RELACIONES Y ACUERDAN COOPERACIÓN E INTEGRACIÓN PARA EL DESARROLLO
 
Los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, iniciaron una nueva etapa de relacionamiento con la “desgasificación” de las relaciones bilaterales y abarcando una serie de áreas de interés común, como la integración vial bioceánica y la industrialización en áreas como litio y medicamentos.
Ambos mandatarios de Estado fueron testigos este martes de la firma de acuerdos trabajados en equipos técnicos bilaterales en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
“Tenemos una agenda muy linda e interesante, no solamente hablar de gas, que lo vamos a hablar, porque es un producto que vamos a seguir explotando y produciendo y vendiendo, pero también hay otros temas, como el litio, las sales minerales, fertilizantes, producción agroindustrial e industrial”, explicó en una conferencia de prensa conjunta con Lula da Silva.
Bolivia y Brasil mantuvieron hasta ahora su relación bilateral sobre la base del gas, un recurso que se exporta al mercado brasileño. Una vez identificada las potencialidades y necesidades se decidió ampliar la base de relaciones entre ambos Estados en función de los intereses comunes de desarrollo y bienestar de sus habitantes.
Para Lula da Silva, lo que se hizo en Santa Cruz este martes representa una nueva era en las relaciones. “Sé que ustedes desean prosperidad, desarrollo, mejores empleos, más y mejores salarios, más salud y educación, lo mismo espera el pueblo brasileño, y por eso, compañero Arce, hemos firmados estos acuerdos”, destacó.
Pasaron 15 años de la última visita del presidente Lula da Silva, por lo que su arribo despertó un importante interés, principalmente, en el sector empresarial. Llegó en momentos en los que Bolivia concluyó su adhesión plena al Mercado Común del Sur (Mercosur), lo que abre desafíos y oportunidades.
En esta reunión se retomó el proyecto férreo de integración de los océanos Atlántico y Pacífico, un proyecto impulsado por la administración boliviana. Arce recordó la importancia estratégica de Bolivia en el desafío de unir por una vía férrea ambos océanos, abaratando costos y tiempos en el comercio marítimo.
“Bolivia es el enlace entre el Atlántico y el Pacífico. Bolivia forma parte de esta América Latina, de esta América del Sur, claramente somos un jugador importante para que todos nos podamos integrar”, explicó y consideró que el ingreso al Mercosur hace de Bolivia un país bisagra entre el Mercosur y la CAN.
Arce y Lula da Silva coincidieron en destacar el punto de inflexión en la relación bilateral, pero, además, acordaron acelerar trabajos para materializar los acuerdos orientados al desarrollo económico y social, teniendo en cuenta que ambos son de línea izquierdista.
“Somos los grandes productores de alimentos de la región de América del Sur, porque tenemos las condiciones. Tenemos agua dulce, tierras, capacidad empresarial y de pequeños productores que están dispuestos a contribuir a que América del Sur se convierta en ese lugar desde donde se pueda alimentar a la región y todos los que necesiten el alimento. Tenemos las condiciones, nos falta apoyarnos, infraestructura caminera e intercambio de tecnologías entre nuestros países para poder avanzar”, afirmó Arce.
Ambos mandatarios harán seguimiento al avance y cumplimiento de los acuerdos que tocan integración energética, salud y seguridad, entre otras áreas.
 
 
 
 
 
LULA BUSCA EN BOLIVIA RESUCITAR SU INFLUENCIA INTERNACIONAL MIENTRAS LA POPULARIDAD DE ARCE CAE HASTA EL 18%
 
La Gaceta de España (https://acortar.link/zC0h88)
 
El lunes 8 de julio, la cumbre de jefes de Estado del Mercosur en Asunción resultó ser un evento deslucido, marcado por la ausencia del presidente argentino Javier Milei. Este notable vacío se debe a la grotesca ineficiencia del Mercosur, incapaz de alcanzar un acuerdo definitivo con la Unión Europea tras 20 años de negociaciones. El Mercosur, uno de cuyos miembros fundadores es Argentina, ha fallado repetidamente en demostrar su relevancia y efectividad en el escenario internacional.
En paralelo, el presidente brasileño Lula da Silva visitó Bolivia, oficialmente para fortalecer las relaciones bilaterales y fomentar la cooperación en biotecnología, innovación y sostenibilidad en la agricultura y el extractivismo, acompañado de una comitiva de 100 empresarios. Sin embargo, esta visita tiene un trasfondo más complejo: Lula busca reafirmar su apoyo al régimen de Luis Arce, que habría sido víctima de un intento de golpe el pasado 26 de junio, pero cuya tesis no sólo ha sido ampliamente refutada, sino que los funcionarios de Arce insisten en el relato tratando de convencer al público con su versión por medio de la detención de más de una veintena de implicados, entre los que se ha detenido al activista por los DDHH, Fernando Hamdan.
La cumbre también estuvo opacada primero por la entrada de Bolivia como miembro pleno del Mercosur, luego de haber tratado durante años impulsar bloques paralelos como el del Alba, Unasur y Runasur, que solamente resultaron en un fracaso diplomático y comercial tras otro, además de los gastos dispendiosos que solamente dejaron, por ejemplo, un gigantesco edificio abandonado que se suponía que iba a servir como la sede de Unasur en San Benito, Cochabamba.
Con un notable cinismo, Arce ofreció al Mercosur la posibilidad de adoptar e implementar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que él mismo inventó y que Evo Morales impuso el 1 de mayo de 2006 con la nacionalización de los hidrocarburos. Sin embargo, Bolivia no tiene nada relevante que ofrecer al bloque, ya que el modelo económico de Arce está agotado y la economía del país está en ruinas. Durante el auge artificial, Bolivia se jactaba de haber creado un milagro económico que supuestamente sería imitado por el mundo entero. Pero la realidad actual es muy diferente: el modelo de Arce ha colapsado.
La menguada popularidad de Arce
Lula llega a Bolivia para lavar la cara de un régimen debilitado. Según un sondeo de Diagnosis, la aprobación popular de Arce ha caído a apenas el 18%, la más baja de la región, solo superada por Laurentino Cortizo de Panamá (12%) y Dina Boluarte de Perú (6%). Bolivia enfrenta 16 meses consecutivos de una devaluación del 45% de su moneda nacional, aislamiento financiero y comercial debido a la escasez de dólares, un déficit fiscal acumulado por décimo año consecutivo que ronda el 12% del PIB, y una creciente inflación y escasez de combustibles y alimentos. La huida de empresas internacionales del país es cada vez más acelerada.
Llama la atención que Lula haya elegido Bolivia para tratar de extender su influencia política, probablemente impulsado por la nostalgia de haber fundado el Foro de Sao Paulo y el alcance que tuvo el Socialismo del Siglo XXI durante su gobierno entre 2003 y 2011. En aquella época, Lula disfrutó de una coyuntura internacional favorable, con cotizaciones extraordinarias de materias primas y la fiesta del carry trade (tomar dinero prestado en dólares con baja tasa de interés para invertirlo en activos denominados en una moneda con mayor rendimiento relativo como el real) provocada por la política de tasas de interés cero de la Reserva Federal. No obstante, sus intentos de mediar en conflictos internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, y la guerra entre Hamás e Israel, parecen haber caído tan penosamente frustrados, que lo que le ha quedado ha sido el apoyo al régimen de Arce en Bolivia.
Lula, conformándose con influir en Bolivia
Se dice que la visita de Lula a Bolivia se explica por su intento de colaborar a Arce en aspectos relacionados principalmente al comercio bilateral y la cooperación en materia de biotecnología, tanto para la sostenibilidad de la agricultura, pero también en la implementación de tecnología para la producción de combustibles que alivie el muy mal pasar del empresariado boliviano.
Sin embargo, la visita de Lula ilustra la desesperación por fortalecer su influencia política internacional, mientras Arce recibe a Lula en un intento desesperado por recobrar popularidad y buscar oxígeno ante el abismo económico que enfrenta. El modelo económico de Arce, impuesto por Evo Morales con la nacionalización de los hidrocarburos en mayo de 2006, ha demostrado ser un rotundo fracaso.
Esta cumbre del Mercosur y la visita de Lula no son más que reflejos de una región sumida en crisis y de líderes que buscan afanosamente salvar sus reputaciones en medio de la tormenta.
 
 
 
 
 
LULA ENFATIZA ANTE ARCE QUE "NO SE PUEDEN TOLERAR ACTITUDES AUTORITARIAS" NI "GOLPES DE ESTADO"
 
Cope de España (https://acortar.link/M0bUhb)
 
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha enfatizado ante su homólogo boliviano, Luis Arce, que "no se pueden tolerar actitudes autoritarias" ni "golpes de Estado" durante una reunión en el marco de su encuentro bilateral en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
"En vísperas de celebrar su Bicentenario en 2025, Bolivia no puede volver a caer en esta trampa, no podemos tolerar actitudes autoritarias ni golpes de Estado, tenemos la enorme responsabilidad de defender la democracia frente a los intentos de hacerla retroceder", ha afirmado Lula.
En ese sentido, ha comparado la "ola de extremismo" que vivió Brasil en 2022, cuando los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron los Tres Poderes, con los sucesos que ocurrieron en Bolivia en 2019, cuando Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta del país, causando la dimisión del entonces presidente, Evo Morales, presionado también por parte de las Fuerzas Armadas, que no reconocieron los resultados electorales.
"En todo el mundo, la desunión de las fuerzas democráticas solo ha servido a la extrema derecha. Los recientes ejemplos de Francia y Reino Unido demuestran el imperativo de superar las diferencias en favor de un objetivo común", ha añadido Lula.
La Fiscalía de Bolivia ha procesado a 24 individuos por el intento de golpe de Estado de finales de junio, entre los que se encuentran el principal ejecutor de la asonada, el entonces comandante general del Ejército, el general Juan José Zúñiga, y el considerado como "ideólogo" del golpe frustrado, el "asesor personal" del militar, el pastor y miembro del Consejo Nacional Cristiano, Aníbal Abel Aguilar Gómez.
 
 
 
 
 
LULA APOYA QUE BOLIVIA SE UNA A LOS BRICS Y QUE VENEZUELA VUELVA A ENTRAR A MERCOSUR
 
La República de Colombia (https://acortar.link/M3dgtF)
 
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo el martes que espera recibir "pronto" a Venezuela nuevamente en el Mercosur, y reiteró su confianza en la celebración de elecciones a fines de este mes sin contratiempos y con resultados reconocidos por todos en su país vecino.
"El buen funcionamiento del Mercosur, que ahora tiene la satisfacción de acoger a Bolivia como miembro pleno, contribuye a la prosperidad común. También esperamos recibir pronto y muy rápidamente a Venezuela", afirmó Lula en un comunicado durante una visita oficial a Santa Cruz de la Sierra, un día después del ingreso formal del país andino al bloque sudamericano.
"La normalización de la vida política venezolana significa estabilidad para toda América del Sur. Por eso esperamos que las elecciones se desarrollen sin contratiempos y que los resultados sean reconocidos por todos", añadió.
Venezuela fue suspendida por Mercosur en 2016 por violar la cláusula democrática del bloque.El 28 de julio están previstas elecciones presidenciales en las que participarán el actual presidente, Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, y el exdiplomático Edmundo González.
La credibilidad del proceso electoral del país está en duda tras medidas como la revocación de la invitación a los observadores electorales de la Unión Europea y la prohibición, por parte de un tribunal, de la candidatura de la exdiputada y líder opositora María Corina Machado.
El presidente brasileño también dijo que Bolivia expresó interés en unirse a los Brics, una decisión que Brasil ve muy positiva. El mandatario dijo en Santa Cruz de La Sierra que la ampliación del grupo que incluye entre otros a Brasil, India, China y Sudáfrica seguirá siendo discutida en una cumbre en Rusia en octubre.
En una declaración conjunta con el presidente boliviano, Luis Arce, Lula citó discusiones sobre el fortalecimiento de asociaciones entre los dos países centradas en energía y fertilizantes.
"Bolivia sigue siendo el principal proveedor de gas natural de Brasil. Hablamos sobre la posibilidad de ampliar las inversiones en esta área y aumentar el volumen exportado al mercado brasileño", dijo Lula.
 
 
 
 
 
PETROBRAS QUIERE INVERTIR EN BOLIVIA EN BUSCA DE GAS COMPETITIVO PARA LA INDUSTRIA: CEO
 
Yahoo Noticias de España (https://acortar.link/Unh5D3)
 
Petrobras quiere ampliar las inversiones en el sector del gas natural en Bolivia, afirmó este martes su presidenta, Magda Chambriard, aunque afirmó que esas inversiones deben poder ampliar el suministro de gas boliviano a Brasil a precios competitivos para satisfacer la creciente demanda de industria.
En su intervención en el Foro Empresarial Bolivia-Brasil, celebrado en la ciudad boliviana de Santa Cruz de La Sierra, Chambriard destacó que la producción de gas boliviano alcanzó un máximo de alrededor de 60 millones de metros cúbicos por día (m³/d) alrededor de 2014, la mitad de los cuales fueron operados por Petrobras, antes de entrar en declive.
La filial Petrobras Bolivia, como operadora, fue responsable del 60% de la producción total de gas boliviana entre 2007 y 2011, afirmó.
Actualmente, dijo, Bolivia produce aproximadamente 35 millones de m³/d, de los cuales alrededor del 25% es operado por Petrobras. Chambriard también dijo que el 33% de las exportaciones de gas boliviano son responsabilidad de la petrolera estatal brasileña.
"Hoy producimos 9 millones (m³/d), queremos volver a producir 30 millones en Bolivia, pero para eso, nuevamente, este gas y esta inversión tiene que poder entregar gas para fertilizantes y para petroquímicos brasileños a precios asequibles", dijo Chambriard, según una grabación de la presentación escuchada por Reuters.
"Este es un tema fundamental para nosotros, viabilizar estas inversiones en las que creemos y que son esenciales para la asociación Brasil-Bolivia".
El gas natural se considera esencial para la reanudación de la producción de fertilizantes en Brasil, una demanda importante del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero que enfrenta desafíos debido a los altos precios del gas natural vendido en Brasil.
Brasil es una importante potencia agrícola mundial, pero depende en gran medida de las importaciones de fertilizantes.
Chambriard destacó su creencia en el potencial del mercado boliviano y en las oportunidades de exploración de gas que hoy existen y que requieren inversión.
 
 
 
 
 
Entrevista a Juan Ramón Quintana, exministro de Evo Morales
 
“EL COMANDO SUR ES EL ÚNICO PROYECTO ESTRATÉGICO DE LOS MILITARES”
 
Asilado durante casi un año en la embajada de México durante el golpe de Estado de 2019 en Bolivia, trabaja en un libro sobre la historia del Comando Sur.
 
Página 12 de Argentina (https://acortar.link/gIQW1g
 
La vida de Juan Ramón Quintana transcurre más reposada que cuando era ministro de la Presidencia de Evo Morales. Su actualidad como académico – es sociólogo y además militar retirado- también está lejos de aquel asilo que duró casi un año en la embajada de México durante el golpe de Estado de 2019 en Bolivia. Trabaja en un libro sobre la historia del Comando Sur, en investigaciones para CLACSO, da charlas de formación política para la militancia del Movimiento al Socialismo (MAS) y en sus ratos libres disfruta de su familia en Villa Tunari, departamento de Cochabamba.
-¿Cómo quedó el frente militar después de que un grupo de altos oficiales liderados por el general Juan José Zúñiga intentara derrocar al presidente?
-Quisiera decir que hay un antes y un después de este movimiento. No se puede explicar el después sin el antes. Hay tres modelos de gestión del tema militar. El modelo neoliberal, el del caudillismo nacionalista y el modelo patrimonialista de Arce. Cuando se realizó el golpe de 2019, con la reconfiguración que planteó el general Williams Kaliman, el protagonismo fue tanto cívico como militar. Después vino la pandemia y esto les dio más impunidad a las fuerzas armadas, que Arce extendió hasta límites insospechados. Zúñiga es un subproducto de la expectativa patrimonialista de Arce.
-¿Por qué?
-Diría que esa relación surge de la amistad y por ser compadres. Con Zúñiga empezó a pesar más el capital que representa el arma de Inteligencia, de donde proviene ese general. Arce intenta la captación de las fuerzas armadas y eso es muy nítido en sus discursos sobre temas militares. Sus discursos los hacía el equipo de inteligencia de Zúñiga y aumentaban las teorías conspirativas. En ese contexto, pasó a ocupar un espacio muy importante, como uno de los brazos en que se apoyó el presidente. El otro es el brazo de la política policíaca del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo. Eso lleva a una deriva autoritaria de Arce.
-¿En qué se basa para decirlo?
-En la impunidad con que se gestionan las relaciones con las fuerzas armadas y la policía. Había un pacto carnal de Arce con Zúñiga y hay otro de Del Castillo con la Policía.
-¿Pero los partidarios de Arce en la interna del MAS podrían afirmar lo mismo de Evo con el general Kaliman, quien pocos meses antes del golpe de 2019 declaró que “la fuerza militar morirá anticolonialista” y después lo traicionó?
-Cuando gobernaba Evo hubo un componente desestabilizador que venía de afuera y que a Kaliman lo cooptó muy hacia el final. Hizo su pronunciamiento casi copado por la estructura que tramaba el golpe. Pero en la gestión de Evo había mantenido una línea apegada a viejos cánones de competencia profesional. Zúñiga  hizo retroceder al ejército al siglo diecinueve. Hay centenares de oficiales que se la tienen jurada por eso. Estalló en mil pedazos la meritocracia. En las fuerzas armadas todavía quedan seguidores de Kaliman, Zúñiga, García Meza y hasta banzeristas.
-¿Por qué sobreviven las ideas de esos militares sediciosos que participaron de golpes de Estado en distintas décadas?
-Porque en cuarenta años no recibieron una modernización democrática. Hay una inercia caudillista muy fuerte, con una tendencia despectiva hacia el mando político. No se sienten parte de la modernización estatal que encaró el gobierno de Evo. Su sentimiento es de marginalidad y oportunismo. La convivencia ha sido peligrosa y han acumulado políticas conceptuales que les bajó siempre el Comando Sur, ése es su único proyecto estratégico.
-Usted como ex militar y asesor de Evo en temas castrenses durante su presidencia, ¿tiene algo que autocriticarse?
-Yo siempre les recordaba a Evo y a Álvaro (por el ex vice García Linera) que con las bayonetas se puede hacer todo menos sentarse arriba de ellas. En el gobierno nosotros hicimos reformas epidérmicas y pensábamos que eso estaba bien. Pero cometimos errores en la gestión política de lo militar. ¿Por qué no se reformaron las fuerzas armadas en la Constitución del Estado Plurinacional? Por el riesgo a que se produjera un golpe.
-Pero la amenaza continúa vigente varios años después. Se produjeron en 2019 y hace dos semanas.
- Yo diría que si hay un resultado de la crisis que acaba de ocurrir es el divorcio entre Arce y las fuerzas armadas. El segundo dato es la tendencia absurda, arrogante, que mantiene el ministerio de Gobierno por la incapacidad de comprender las consecuencias de esta satanización de los militares. El ministro Del Castillo ha generado heridas muy profundas en las fuerzas armadas y ellas están digiriendo una revancha. ¿A quién se le va a ocurrir exponerlas como si fueran vulgares delincuentes? Ha ido demasiado lejos. Y lo hizo en compañía de los comandantes de la Policía que mantiene una historia conflictiva con los militares. En 2003 murieron entre soldados y policías unos treinta cuando se enfrentaron en el llamado febrero negro durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Le diría que la Policía tiene muchas más condiciones golpistas que las fuerzas armadas. Y al ser dirigida por un político como Del Castillo, recibe más equipamiento y mejor paga que los militares. Eso genera que se esté cultivando un enfrentamiento que veo más factible que un próximo golpe de Estado.
- ¿La relación entre Arce y Morales está definitivamente quebrada?
- Es irreconciliable. El proyecto arcista es de captura estatal y pasa por aniquilar a Evo. Por eso discrepo con García Linera. No se pueden comparar a los dos. He sostenido que el de Zúñiga ha sido un episodio aislado y si lo ve bien, fue un golpe deliberado. Sí considero también que Evo ha exagerado con el tema del autogolpe. No ha sabido explicarlo bien.
- ¿Qué piensa que sucederá en el corto y mediano plazo en Bolivia?
- El árbitro de este país es la economía. Y si se profundiza la crisis, los movimientos sociales van a tomar las calles.  Arce está en una carrera obsesiva para destruir a Evo porque teme que si llega a presidente lo pueda detener. Es inevitable una rebelión popular atizada por la crisis económica. Pero esa rebelión sería imposible sin Evo. Él es un animal político y está acorralado.
- Por último, ¿qué papel juega Estados Unidos en este panorama?
- Bolivia sintetiza la disputa por América Latina. Expresa la voracidad de una pelea geopolítica por toda la región. Acá hay recursos naturales, litio, agua dulce y a los gringos ya no les importa respetar las reglas. Se están jugando todo en Bolivia y no van a cuidar las formas.
 
 
 
 
 
 
LA DIVIDIDA IZQUIERDA BOLIVIANA CORRE EL RIESGO DE PERDER EL PODER
 
Un torpe y efímero golpe de estado el mes pasado no pudo devolver al poder a las desacreditadas fuerzas conservadoras de Bolivia. Pero la división entre Luis Arce y Evo Morales podría dar a esas fuerzas una oportunidad.
 
Jaconbin Lat.com (https://acortar.link/UYLXtE)
 
El jueves 26 de junio, las tropas ocuparon la Plaza Murillo en La Paz, donde se encuentra la sede del gobierno boliviano. El comandante Juan José Zúñiga, jefe del Ejército, invadió la plaza con un centenar de soldados y un grupo de vehículos blindados, derribando la puerta del Palacio Quemado, donde el presidente Luis Arce y sus ministros intentaron resistir bloqueando las entradas con muebles.
Aunque el intento de golpe de Zúñiga terminó pronto en derrota, significó que la amenaza de rebeliones militares ha vuelto a América Latina solo un año y medio después de que los seguidores de Jair Bolsonaro intentaran tomar el poder por la fuerza en Brasil. Esta situación no es nueva en Bolivia, el país que más golpes de Estado vivió desde 1945.
El último fue en 2019, cuando el presidente Evo Morales fue derrocado por una insurrección cívico militar y obligado a exiliarse tras trece años de relativa estabilidad política bajo los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS). Es necesario remontarse a ese momento para entender qué pasó el 26 de junio y qué efectos puede tener para la izquierda boliviana, que se mantiene en el poder pero está agudamente dividida y es más frágil que en ningún otro momento desde que Morales llegó a la presidencia.
Un golpe confuso
Han circulado varias teorías sobre el intento de golpe, pero parece haber sido la respuesta individual del comandante Zúñiga a su destitución por Arce, una decisión tomada después de que el general amenazara al ex presidente Morales en televisión. Aunque Arce y Morales, antes aliados, están ahora abiertamente enfrentados, el actual presidente decidió destituir a Zúñiga de su cargo después de que éste declarara en televisión que detendría a Morales si intentaba presentarse de nuevo a las elecciones. Esto violó flagrantemente la prohibición de que los militares participen en política.
Arce destituyó a Zúñiga pero no nombró inmediatamente a un sustituto, lo que permitió al militar conservar temporalmente el mando sobre sus tropas y reunir fuerzas suficientes para tomar la céntrica Plaza de Murillo durante unas horas. Allí el general rebelde pronunció un confuso discurso político, afirmando: «Estamos escuchando el clamor del pueblo. Porque durante muchos años una élite se ha hecho con el control del país. Las fuerzas armadas pretenden reestructurar la democracia».
Sin embargo, es poco probable que la insurrección surgiera de un plan bien establecido para hacerse con el poder, ya que el general siempre había apoyado anteriormente a Arce. El presidente se enfrentó a Zúñiga en la entrada del palacio, instándole a retirarse, mientras miles de bolivianos salían a las calles para protestar contra el golpe. Zúñiga se rindió a las pocas horas ante la total falta de apoyo nacional e internacional a su intento de tomar el poder. Incluso los líderes de derechas encarcelados por el golpe de 2019, a los que Zúñiga prometió la libertad en caso de victoria, rechazaron el intento.
Prácticamente todos los gobiernos latinoamericanos —incluido el de extrema derecha de Javier Milei en Argentina— condenaron la insurrección militar. La Organización de Estados Americanos (OEA), que en 2019 favoreció la sublevación contra Morales al hacer acusaciones no probadas de fraude electoral contra el entonces presidente, también se puso esta vez del lado de la democracia boliviana. La Casa Blanca pidió «calma y moderación» ante la intentona de Zúñiga. A diferencia de muchos otros golpes de Estado en América Latina, hasta ahora no hay indicios de la implicación de Estados Unidos.
Una izquierda dividida
La rebelión militar puso de manifiesto las profundas divisiones en el seno del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido socialista-indígena que gobierna el país desde 2006, con la única interrupción del gobierno de Jeanine Áñez (2019-2020). Durante su larga hegemonía, las sucesivas administraciones del MAS lograron niveles récord de crecimiento económico, redujeron drásticamente la desigualdad y la pobreza, y abrieron las puertas del poder a la mayoría indígena del país por primera vez en la historia, con Evo Morales como cabeza efectiva y simbólica del llamado proceso de cambio.
Áñez, que contó con el apoyo del establishment político conservador y liberal en su toma ilegal del poder en 2019, gestionó la pandemia de forma desastrosa y tuvo que convocar elecciones en octubre de 2020. Luis Arce, que había sido ministro de Economía del MAS durante más de una década, sustituyó a Morales como candidato presidencial y ganó con el 55% de los votos. Aunque Arce carece del carisma de su mentor, gozaba de buena reputación en su cargo de ministro de Economía.
Las hostilidades entre ambos líderes comenzaron cuando Arce expresó su intención de presentarse a la reelección en 2025. Desde entonces, la rivalidad ha escalado hasta convertirse en un enfrentamiento total, con los parlamentarios del MAS divididos entre ambos. El conflicto es tan grave que ambas partes se han acusado mutuamente de vínculos con el narcotráfico. Algunos seguidores de Morales incluso han difundido la teoría de que el golpe militar del 26 de junio fue en realidad un «autogolpe» orquestado por Arce para aumentar su popularidad, un rumor iniciado por el propio Zúñiga y del que se ha hecho eco la oposición conservadora.
Un elemento central de la actual crisis política es la insistencia de Morales en presentarse de nuevo a las elecciones presidenciales. La constitución política de 2009 estableció un límite de dos mandatos consecutivos de cinco años. En 2016 se celebró un referéndum para enmendar la Constitución y eliminar el límite, pero la campaña del no ganó por un estrecho margen. Una decisión del Tribunal Constitucional permitió al entonces presidente presentarse de todos modos en 2019, pero su victoria electoral fue borrada por el golpe militar.
En 2023, otra decisión judicial restableció la prohibición de la reelección, añadiendo una prohibición de reelección para mandatos no consecutivos, que no está establecida en la Constitución. Morales denunció que se trataba de una decisión políticamente motivada de un tribunal bajo la influencia de Arce, sin renunciar a su intención de volver a presentarse a las elecciones de 2025.
La fractura del MAS provocó una auténtica crisis institucional, que llevó al aplazamiento indefinido de las elecciones judiciales previstas inicialmente para 2023 y a un bloqueo parlamentario que obstaculiza las medidas para hacer frente a la crisis económica del país. Durante los dos primeros años de gobierno de Arce, Bolivia tuvo una de las tasas de inflación más bajas de América (poco más del 1% en 2022, a pesar de la guerra de Ucrania). Sin embargo, las cuantiosas reservas de divisas acumuladas durante los años de bonanza económica, basada en la exportación de hidrocarburos, ya se estaban agotando.
El impacto de la pandemia y el descenso de las ventas de gas, junto con el lento despegue del sector del litio, son los principales factores de la actual escasez de divisas, que pone en peligro la financiación necesaria para las cuantiosas subvenciones a los combustibles que concede el gobierno boliviano. Un posible recorte de estas subvenciones, combinado con el aumento de la inflación y la escasez de ciertos productos, sería un escenario desastroso para la economía boliviana y la popularidad del gobierno de Arce, que cayó al 18% en junio.
Un futuro incierto
En la actualidad, el MAS está desorganizado: carece de un candidato claro y podría producirse una batalla legal por el control del nombre del partido para las elecciones de 2025. La situación es tan caótica que ni siquiera está garantizada la organización regular de las primarias que por ley deben celebrar los partidos políticos para elegir a sus candidatos.
El intento de golpe de Zúñiga podría aumentar la simpatía popular por Arce a corto plazo. Sin embargo, no impulsará la reconciliación que el MAS y todo el país necesitan desesperadamente. La única buena noticia para la izquierda es que sus rivales conservadores tampoco están en buena forma.
El apoyo de las élites políticas conservadoras y liberales al golpe cívico-militar de 2019 acabó deslegitimando a la oposición, que nunca ha sido capaz de construir una alternativa sólida y atractiva al MAS. Hoy Áñez y Luis Fernando Camacho, uno de sus principales apoyos, están presos por su participación en la insurrección de 2019 y los partidos tradicionales no lograron construir nuevos liderazgos capaces de atraer el apoyo social mayoritario.
La única certeza es que la era de crecimiento económico y progreso social que siguió a la elección de Evo Morales en 2005 como primer presidente indígena de Bolivia ha llegado a su fin. El país andino, uno de los más pobres de Sudamérica, parece condenado a un largo periodo de inestabilidad política y fragilidad económica, lo que podría obligar al próximo gobierno, independientemente de su orientación política, a aplicar recortes presupuestarios. Las perspectivas de futuro parecen sombrías para un país que durante muchos años inspiró a la izquierda de la región por su capacidad para superar el neoliberalismo y hacer justicia a la mayoría indígena tras siglos de racismo estructural.
 
 
 
 
 
EL TRASFONDO ECONÓMICO DE LA LUCHA POR EL PODER EN BOLIVIA ENTRE LUIS ARCE Y EVO MORALES
 
Ha surgido un mercado negro de dólares; suben los precios de los productos básicos y crecen las colas para la compra de combustible
 
14 Y Medio de España (https://acortar.link/z2RZI7   https://acortar.link/fIFev0)
 
El miércoles 26 de junio hubo un intento de golpe de Estado en Bolivia. El general Juan José Zúñiga, hasta el día anterior jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, comandó un grupo de soldados que, con vehículos blindados, arremetieron contra el Palacio de Gobierno, centro del poder político del país.
El supuesto objetivo era hacer de Bolivia “una verdadera democracia”. El martes 25, Zúñiga había sido destituido de su cargo por unas declaraciones en contra del ex presidente Evo Morales, en las que aseguró que no permitiría que Morales fuese nuevamente presidente del país.
Horas después, el levantamiento militar quedó frustrado y Zúñiga fue detenido. En ese mismo momento, el general acusó al presidente boliviano, Luis Arce, de haberle encargado organizar un autogolpe porque su popularidad estaba baja y necesitaba alguna acción que la mejorase.
El día terminó con una condena clara del intento de golpe por parte de numerosos líderes políticos de la escena internacional.
La cuestión política
Estos acontecimientos se enmarcan en la lucha que se está librando dentro del MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de gobierno, entre el expresidente Morales y Luis Arce, su antiguo ministro de Economía y actual presidente del país. ¿La razón? El deseo del primero de presentarse a las elecciones presidenciales de 2025, pese al reciente fallo del Tribunal Constitucional boliviano, que señaló que solo se puede ejercer el mandato presidencial durante dos períodos, continuos o discontinuos.
Morales ya ha gobernado en tres periodos: entre 2006 y 2009, de 2009 a 2014 y, por último, de 2014 a 2019. Arce es presidente desde 2020. Así, dentro del principal partido político de la izquierda boliviana estarían enfrentados los partidarios de Morales y los de Arce, entre los cuales, al parecer, estaría el general Juan José Zúñiga.
La cuestión energética
La cuestión económica ha sido determinante para el estallido de la actual crisis política boliviana que, por lo que iremos viendo, no parece tener visos de pronta solución. En 2006, cuando comenzó a gobernar Evo Morales, una de sus primeras decisiones políticas fue la nacionalización de la explotación del gas natural, un recurso en el que es rico Bolivia.
Durante los primeros años tras la entrada de la gestión pública, los cuantiosos ingresos que provenían de la exportación de este recurso se emplearon para otra cuestión política: subsidiar el consumo de combustible, que el país tenía que importar y pagar en dólares en los mercados internacionales.
Con el tiempo, las ineficiencias en la gestión y la falta de inversiones adecuadas en el sector provocaron una caída en el nivel de producción de gas natural y que Bolivia pasara de ser exportador neto a importador neto de energía.
Consecuentemente, también se produjo una caída de los ingresos en dólares derivados de la exportación del hidrocarburo. Esto llevó a que, a partir de 2014, el subsidio del combustible y el gasto en otros programas sociales promovidos por el MAS se financiaran con cargo a endeudamiento interno y externo.
La cuestión monetaria
Esta situación también generó una notable reducción de las reservas internacionales del país. Las actuales reservas, de unos 1.800 millones de dólares, son aproximadamente una décima parte de las que existían hace 10 años. Además, la mayor parte de esos casi 1.800 millones no son líquidos, ya que son oro.
Nos encontramos ahora con un país que tiene una alarmante escasez de dólares e importa una parte muy importante de los bienes de consumo y producción que emplea. Y que, además, sigue subsidiando el consumo de combustible.
Esto ha llevado al surgimiento de un mercado paralelo, o mercado negro, de dólares, con tipos de cambio muy superiores al oficial, con personas cruzando las fronteras con Perú y Brasil para hacerse con la divisa.
También ha provocado el aumento de precio de algunos productos básicos, la desaparición de otros de las tiendas, colas para la compra de combustible y manifestaciones y bloqueos por parte de comerciantes y transportistas debido a la escasez de éste. Estos factores dificultan todavía más la actividad económica y han provocado el malestar generalizado de la población.
Los contendientes
En este contexto, una parte del partido político gobernante, los seguidores del presidente Arce, están en la cámara legislativa, intentando aprobar medidas para reactivar la economía.
Mientras, la otra parte, los seguidores del expresidente Morales, tratan de bloquear estas decisiones con el ánimo de alimentar las protestas en las calles para conseguir la participación de Morales en las elecciones de 2025.
Entre las medidas que propone el gobierno de Arce están el intento de obtener nuevos préstamos que alivien, aunque sea momentáneamente, la presión sobre las cuentas públicas. También se diseñan planes para atraer inversores extranjeros para la explotación de las reservas de litio, el nuevo maná del país en el actual contexto de transición energética mundial.
No obstante, hay desconfianza por parte de los inversores extranjeros, acerca de la gestión pública de estos recursos, como ya sucedió con el gas natural, que condujo al país al déficit energético y a la actual inestabilidad económica, social y política.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: TRAS EL INTENTO DE GOLPE, SIGUE LA DISPUTA ENTRE EVISTAS Y ARCISTAS
 
Insurgencia Magisterial (https://acortar.link/pmXtuL)
 
El presidente boliviano Luis Arce aseguró que su gobierno defenderá la democracia, estabilidad y bienestar de los bolivianos “cueste lo que cueste”, porque está dispuesto a “pagar el precio” de este compromiso, como se lo demostró en el fallido golpe de Estado.
“Siempre defenderemos la democracia, la estabilidad y el bienestar de las y los bolivianos, cueste lo que cueste. Lo dijimos antes y lo reafirmamos ahora, estamos dispuestos a pagar el precio”, afirmó en respuesta a los pronunciamientos institucionales contra el golpe de Estado fallido. El golpe militar fallido del 26 de junio es síntoma de las dificultades del Movimiento Al Socialismo (MAS) para garantizar la estabilidad política. La fractura entre Luis Arce y Evo Morales, bien explotadas por la derecha, ensombrece el futuro de Bolivia.
Si se engorda la opinión de autogolpe en Bolivia se contribuiría a deslegitimar al gobierno de Arce, que es decir al Movimiento al Socialismo (MAS). Las pugnas internas entre Evo Morales y Luis Arce sólo las pueden resolver ellos, a menos que una figura con ascendencia les haga entender el grave peligro de sus posturas.
Que los sacrificios de activistas, amas de casa, defensores del territorio, campesinos y una pléyade de representantes del campo popular se vayan al traste por vanidades e incapacidad para procesar con madurez las inevitables diferencias que surgen al interior de todo movimiento político y de todo grupo humano sería sin duda un motivo de tristeza e inquietud para Bolivia y para todas las personas que anhelan alternativas al capitalismo depredador impuesto por Washington y abrazado por las derechas en casi todo el planeta, señala un editorial del diario mexicano La Jornada.
Un descarrilamiento del MAS sería también un agravio a los cientos de miles de personas que se enfrentaron a la violencia del Estado oligárquico vigente hasta 2006, incluidas las decenas que perdieron la vida en la resistencia contra la estigmatización de los usos tradicionales de la hoja de coca, en las guerras del gas y del agua de hace dos décadas, y en el gobierno de facto de Jeanine Áñez tras el golpe de Estado de 2019.
García Linera
Entrevistado por La Jornada de México, el exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera (2006-2019), condenó la pérdida del horizonte estratégico de los adversarios reales a enfrentar y el enfrascamiento en pugnas personalizadas y muy mezquinas dentro del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), del cual es militante.
Para él, “dentro del bloque nacional popular hay una pérdida del horizonte estratégico, de los adversarios reales a enfrentar y un enfrascamiento en pugnas personalizadas y muy mezquinas. Ambos líderes, el estatal y el social, son responsables del deterioro. No se debate cómo salir de la crisis económica, lo único es quién debe ser el candidato para 2025. Esto hay que ubicarlo en un contexto histórico: el fin del momento hegemónico del proceso de cambios progresistas y el inicio de la fase administrativa y fragmentada”.
Aunque fue el segundo al mando del ex presidente Evo Morales durante más de una década, García Linera considera que tanto el histórico dirigente cocalero como el mandatario actual, Luis Arce, son responsables del deterioro en el bloque nacional popular y de la parálisis política que agrava las dificultades económicas del país.
Esta deriva es lamentable por su potencial para llevar al colapso del ciclo progresista y facilitar el regreso de las derechas oligárquicas que durante la práctica totalidad de la historia boliviana usaron al Estado como una plataforma de enriquecimiento individual y faccioso.
Sería particularmente deplorable porque significaría un retroceso catastrófico en materia de igualdad, combate a la pobreza, construcción de la soberanía nacional, protección del medio ambiente y, ante todo, en la construcción de una sociedad plurinacional en la que se puso fin a la centenaria opresión racista en la que los pueblos indígenas, mayoritarios en la población nacional, se encontraban excluidos de la toma de decisiones públicas.
Algunos analistas aventuran que Arce no quiere seguir como Presidente, pero de haber sido un autogolpe, los riesgos podían haber sido catastróficos, si la derecha fascista y la extrema derecha, militar y civil, junto a la embajada de Estados Unidos se montaban en el mismo. Otros indican que el gobierno de Arce es cómodo a Estados Unidos, pero él ha mantenido a Bolivia junto a las causas que enarbolan los gobiernos progresistas y por la integración latinoamericana y caribeña.
Arce no es Evo, pero tiene muchos puntos a su favor y llegó a la Presidencia, cerrándole el paso a la derecha fascista. Arce ha demostrado que no es un (traidor como el expresidente ecuatoriano) Lenin Moreno, como quieren hacerlo aparecer. Tampoco el país no es el mismo de los tiempos del auge de los hidrocarburos y las protestas aumentan.
Garía Linera mantiene su crítica al enfrentamiento entre el líder del MAS y el Presidente Arce, disecciona el grave desvío de políticas «de los últimos cinco años», sin diferenciar la gestión de Jeanine Añez de la de Arce. Señala que «El tránsito hacia esa fase no se está sabiendo conducir de manera sana, generosa y heroica, sino mezquina, desordenada y de baja estrategia, dando lugar a la fragmentación del bloque popular»
Añade que “las reformas económicas de segunda generación necesariamente pasan por restablecer la fuerza económica del Estado, que se perdió en los últimos cinco años. En nuestro tiempo, 65 por ciento de las exportaciones las hacía el Estado, hoy es de 25 por ciento y los privados 75. Así tenemos un Estado que no puede controlar el tipo de cambio, que perdió su fuerza redistributiva y la capacidad de inversión pública”.
El intelectual y exvicepresidente señala  que se necesita un periodo de transición para restablecer el poderío económico del Estado con el control del comercio exterior, donde todos los exportadores durante un periodo temporal tengan la obligación de liquidar sus dólares en el Banco Central para resolver el malestar popular y de sectores medios por la ausencia de dólares.
Asimismo, dice, es necesaria una reforma impositiva progresiva que grave las mayores fortunas, a quienes tengan más de un millón de dólares, sin tocar a los sectores medios y populares, para reducir el déficit que es de 11 por ciento, y rediseñar el tema del litio: “hemos perdido casi cinco años, una barbaridad, primero con el golpe en 2019 y después con las políticas erráticas de Luis Arce, tenemos cero que no sea lo que hizo Evo”.
Tras admitir que la izquierda está fracturada en Bolivia, señala que implementar reformas que le devuelvan al proceso la mística y el entusiasmo hoy perdidos: “hay un malestar silencioso y apatía”.
Añade que “el gobierno de Arce ha fallado en la estrategia del litio porque no fue asumido como un proyecto presidencial, lo dejó en manos improvisadas, en la batalla contra Evo se deshizo de todo el equipo que nos acompañó durante 13 años para colocar gente que recién comenzó a ver en la tabla periódica de los elementos qué significaba litio”.
El 2025
En 2025, los bolivianos elegirán a un nuevo presidente. El único partido con posibilidades serias de triunfo es el Movimiento al Socialismo, el MAS, el conglomerado de organización sociales, sindicales e indígenas que en 2006 llevó a Evo Morales al poder. La asunción del primer presidente de origen aymara en la historia del país fue un hito para Sudamérica.
Desde entonces Bolivia entró en un acelerado proceso de reformas, con la nacionalización del gas como emblema de los nuevos tiempos. La economía creció, nació una nueva clase media indígena y, sobre todo, el país entró en un largo período de estabilidad política  tras décadas de golpes de Estado recurrentes. García Linera, define ese período del MAS como “el momento progresista” del cambio.
La disputa entre ambos comenzó el mismo día de la asunción de Arce, el 8 de noviembre de 2020, cuando en su discurso de posesión obvió nombrar a Morales, que acababa de regresar de su exilio político en Argentina. “Evo, al no tener lugar, presiona con la gestión y Arce no puede dejar que esa presión se incremente. En el marco de esa tensión nace la fuerza renovadora, el “arcismo”, que quería cambiar de cuadros y se oponía a todo lo que había alrededor de Evo”, señala la politóloga Susana Bejarano.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo habla de “diferencias obvias” con Morales. “Él ve y concibe al MAS desde la persona y nosotros lo concebimos desde las organizaciones sociales”, dice. Desde el sector de Morales, acusan al arcismo de hacerle el juego a la derecha política, querer apropiarse con prebendas de una base social que no le pertenece y olvidar los principios revolucionarios del movimiento.
La injerencia de Milei
La cancillería boliviana anunció el retiro de su embajador en Buenos Aires, en protesta por una declaración por escrito del presidente argentino Javier Milei, en la que calificó de falsa denuncia el fallido golpe de Estado contra el mandatario Luis Arce, en declaraciones “inamistosas y temerarias”.
El gobierno de Arce también cruzó a Argentina por haber dicho que Bolivia tiene 200 presos políticos. En ese sentido destacó que “es un exceso y una negacionismo inaceptable” e invitan a “informarse y actuar en el marco de los principios de respeto de la soberanía y no intervención en asuntos de otros Estados”.
También Evo Morales le contestó a Milei.” Condenamos de la manera más enérgica las declaraciones de intromisión e injerencia del presidente de Argentina, Javier Milei, los asuntos de los bolivianos serán resueltos por los bolivianos”, señaló en sus redes.
En 2019, cuando una asonada militar desalojó a Evo Morales de la presidencia, Argentina, entonces gobernada por Mauricio Macri, envió equipamiento militar que fue utilizado por el ejército y la policía boliviana, en la represión de las manifestaciones con saldo de unos 40 muertos.
 
 
 
 
 
¿ARCE VS EVO? ¿GOLPE, AUTOGOLPE?
 
Telesur (https://acortar.link/yBtcTv)
 
Bolivia, en este escenario de confrontaciones en el seno de aquellos que la han gobernado en los últimos lustros, requiere aunar esfuerzos, calmar ambiciones, superar diferencias.
Frente a las permanentes ofensivas políticas, mediáticas, económicas que la derecha suele llevar a cabo cuando no ejerce el poder total en nuestros países, las fuerzas de lo que se denominan progresistas, en lugar de aunar fuerzas y establecer objetivos estratégicos, en el marco de lo que se supone son sus objetivos primordiales, tienden a catalizar aún más las diferencias generando con ello el marco propicio para perder las oportunidades de enfrentar cambios estructurales, profundos y continuos.
Tal es el caso de Bolivia y su coincidencia en los puntos cruciales que nos unen en el sur global: avance soberano de los países, unión de las fuerzas populares, acuerdos internacionales que avancen hacia una política de multilateralidad, que sirva para confrontar el poder unipolar, generar una política de desarrollo sostenible, defensa de las riquezas nacionales y satisfacción de las necesidades esenciales de nuestras sociedades. El día 26 de junio pasado tal idea expresada de perder las oportunidades que tanto sudor, sangre y lágrima cuesta a nuestras sociedades, parece haber tenido su momento estelar, con la asonada militar llevada a cabo por un sector del ejército encabezado por el ahora destituido comandante en jefe del ejército boliviano Juan José Zúñiga, quien irrumpió en Palacio Quemado generando una alarma en el país sudamericano y las inmediatas muestras de solidaridad y reprobación a tal situación. Tal constatación y pasado unos días del mencionado alboroto político-militar, se hace necesario ahondar en este hecho incruento pero peligroso para la estabilidad del país sudamericano.
La única salvedad ante el coro de rechazo de los gobiernos latinoamericanos provino del gobierno ultraderechista y sionista de Javier Milei en Argentina (1) ante la cual la cancillería boliviana emitió una declaración en la que sostuvo “Las desinformadas y tendenciosas aseveraciones, sobre una posible existencia de presos políticos, o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido, constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable, ante lo que invitamos a informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados, de conformidad a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.
Y hablo de supuesto pues el denominado “Golpe de Estado” en Bolivia llevado a cabo por el ahora destituido general Juan José Zúñiga, comandante en jefe del ejército boliviano, se constituyó, con el paso de los días, no sólo en una alerta a la democracia boliviana, sino también en un nuevo campo de confrontación entre el actual mandatario de la nación sudamericana Luis Arce Catacora y el ex mandatario y líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales Ayma. Esto pues el propio Evo señaló sin guardarse palabra alguna que esta asonada militar, supuestamente destinada a derrocar al presidente Arce se trataba de un autogolpe sacando a la luz aquella idea expresada sotto voce, que Luis Arce trataba, mediante esta acción, aumentar el caudal de apoyo ciudadano, a la baja en las últimas semanas y por el lado de la cúpula militar si esto funcionaba sacar de circulación a Evo Morales que en palabras del ex general Zúñiga debía ser detenido.
Frente a esta declaración subida a redes sociales y conocida urbi et orbi el presidente Arce emitió la suya señalando incluso que su aliado y amigo –relación cuestionada hoy- estaba al lado del fascismo con su negacionismo de lo que Luis Arce ha definido, sin ambigüedad alguna, como un Golpe de Estado.
Las opiniones de condena inicial –incluyendo a las de Evo que alertó tempranamente ese 26 de junio que unidades militares se estaban movilizando peligrosamente (2)– pasaron poco a poco a expresar la preocupación por la evidente asincronía entre lo expresado por el presidente Arce y el mandatario Evo Morales que denunció al paso de las horas, que las acciones llevadas cabo por el ex general Zúñiga como falsas en un marco de declaraciones de apoyo de gran parte de los países latinoamericanos e incluso los dirigentes políticos de la oposición boliviana, tal es el caso del detenido gobernador de Santa Cruz, el ultraderechista Luís Fernando Camacho, quien sostuvo “Se debe respetar el mandato del voto popular. Cualquier acción en contra es absolutamente ilegal e inconstitucional”, el expresidente Jorge Quiroga e incluso la expresidenta de facto Jeanine Áñez, que desde su lugar de reclusión condenó el intento golpista.
El único que ha seguido desentonando en este clamor antigolpista ha sido Evo Morales acompañado de algunos expersoneros de su gobierno como es el caso de Juan Ramón Quintana, exministro de la presidencia y exembajador en Cuba acusado por la fiscalía boliviana bajo el gobierno de facto de Jeanine Áñez como responsable de insurrección. Inculpación que, según el exministro del Interior de Áñez, Arturo Murillo, era la calificación para las acciones de protesta de los simpatizantes del MAS y la población que se opuso al gobierno de facto responsable del Golpe de Estado contra Evo Morales. Un Quintana considerado de la línea dura en el apoyo a Evo, militar formado en la cuestionada Escuela de Las Américas, pero devenido en un crítico acérrimo de las acciones de desestabilización de los gobiernos estadounidenses contra nuestros países.
Un Quintana que declaró, ante la asonada militar dirigida por el ex general Zúñiga que “Es el escenario de un golpe aparente, yo diría más una gran puesta en escena que un golpe… Arce necesitaba restablecer su credibilidad política para el año y pico que le queda en el gobierno. Pero este es un punto de quiebre. El segundo objetivo lo iba a cumplir Zúñiga si se salía con la suya, que era detener a Evo”. El analista Franklin Pareja calificó los sucesos de un “golpe express”, pero difícil de creer porque Zúñiga es un militar progubernamental y, por lo tanto, es inverosímil que se convierta “de la noche a la mañana en un golpista”; más bien se trata de un acto de inmolación a favor del presidente Luis Arce… Además, a partir del despliegue militar de ayer pueden justificarse medidas gubernamentales duras con el fin de controlar las marchas o protestas con el argumento de frenar intentos golpistas. “Pueden arremeter contra cualquier situación de descenso en términos políticos porque todos serían afanes desestabilizadores” (3). Palabras más, palabras menos. Declaraciones de un exministro de Evo o de un exgeneral hoy en camino de ser procesado, lo evidente es que existe una fractura imposible de soslayar evidente entre Arce y Morales, que en círculos de confianza de ambos líderes políticos ha sido denominada una disputa de legitimidades en sectores que le son aliados y aquella conseguida en el ámbito de las elecciones. Las acusaciones desde los círculos de confianza de ambos políticos transitan por temas como el narcotráfico, nepotismo, malgastar los recursos derivados de la explotación del gas, la ambición de Morales de volver a Palacio Quemado a pesar de su inhabilitación entre otros puntos. Fuego cruzado. La pugna dejó lo soterrado para convertirse en pública y evidentemente peligrosa para los años de construcción popular que puede terminar con una derecha aglutinada y fuerte frente a las fuerzas populares en rencillas por caudillismo que suelen ser inconducentes y pavimentan el retorno de la derecha más recalcitrante y que no trepida en golpear duramente a las fuerzas populares, las mismas que se disputan un exmandatario y el actual presidente boliviano.
La situación se atiza aún más frente a la única persona que puede inclinar la balanza de la verdad entre lo sostenido por Luis Arce “lo del 26 de junio fue un intento de golpe de Estado” o las palabras de Evo Morales que “los hechos del 26 de junio fueron un autogolpe”. Y ese nombre es el del exgeneral Juan José Zúñiga, hoy detenido pero que afirmó ante numerosos periodistas, camino a su centro de reclusión “El presidente (Arce) me dijo: la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. ¿Sacamos los blindados?’ -le habría preguntado (Zúñiga) al mandatario que le habría respondido “Sacá”. Entonces el domingo en la noche, los blindados empiezan a bajar. Seis cascabeles y seis urutús, más 14 Z del Regimiento de Achacachi» (4).
El día del movimiento militar castrense, el exgeneral Zúñiga declaró su intención de cambiar “el gabinete de Gobierno” para establecer una “verdadera democracia” y que su intención era “liberar a todos los presos políticos”, incluyendo en su lista a la expresidenta de facto Jeanine Áñez, el gobernador opositor Luis Fernando Camacho y a “todos los militares presos”. Zúñiga en su ingreso a Palacio Quemado fue increpado por el presidente Arce, quien le pidió terminar con su acción, replegarse. “Si usted respeta el mando militar y dice ser un buen militar, repliegue a todas estas fuerzas en este momento. Es una orden, general”, dijo el mandatario. Zúñiga respondió que no haría caso.
El exgeneral Zúñiga atizó el escenario político social boliviano cuando un día antes de la asonada del miércoles 26 de junio emitió una serie de declaraciones, que le eran vedadas en función de su cargo y la no deliberación establecida constitucionalmente. En esta ocasión referidas al expresidente Evo Morales. “No puede ser más presidente de este país. Llegado el caso, no permitiré que pisotee la Constitución, que desobedezca el mandato del pueblo”. Una evidente provocación, que aceleró los acontecimientos cuya génesis está aún en una nebulosa y requiere respuestas ¿Se gestó en una reunión entre el presidente Arce y el exgeneral Zúñiga? ¿Fue producto de una confabulación digitada externamente y que utilizó como testaferro al antievo general Zúñiga y de ese modo pavimentar el camino, que sea más transitable en materia de política interna para el actual mandatario y en el cual no tenga sobresaltos para su intento de reelección? Zúñiga era considerado, a pesar de su condición de militar de alto rango, un personaje que había entrado en el círculo de confianza de Arce y de ahí se suele explicar sus declaraciones anti-Evo Morales.
El tema del litio ha tenido un papel central en las explicaciones de lo acontecido el 26 de junio pasado, como también en el derrocamiento de Evo Morales el año 2019. Bolivia cuenta con el 23% de las reservas mundiales y en el desarrollo de su explotación compiten diversas empresas, entre ellas de Alemania (que se retiró el año 2019), China, Rusia con una subsidiaria de la enorme empresa estatal ROSATOM, Corea del Sur, Francia e incluso la India. La importancia del litio en materias de desestabilización ha sido comentada incluso por el presidente Arce. “Está claro que hay intereses extranjeros y nacionales que están buscando, de alguna manera, hacerse del poder en Bolivia -dijo en una entrevista concedida al diario español El País, publicada el domingo 30 de junio-. Esos intereses buscan nuestros recursos naturales. Bolivia es la principal reserva mundial de litio, tiene además tierras raras que son lo que hoy necesita el planeta” (5).
Bolivia, en este escenario de confrontaciones en el seno de aquellos que la han gobernado en los últimos lustros, requiere aunar esfuerzos, calmar ambiciones, superar diferencias. Evitar más fracturas en momentos de problemas económicos derivados del menor ingreso a las arcas fiscales en materia de la explotación del gas, la decisión fundamental que se debe tomar en materia de la explotación del litio –donde Bolivia ocupa un lugar privilegiado en materia de reservas– volver a tener un protagonismo en la política de desarrollo de una idea y práctica de multilateralidad. En esto poco importa, que la propia oposición tenga sus fracturas, lo relevante es fortalecer las posiciones del mundo progresista. Un frente gubernamental unido puede influir en materias negativas, en ordenar las rencillas entre ambas cámaras del Congreso y evitar el surgimiento de liderazgos, que a río revuelto pretender pescar a los incautos.
1.- La Oficina del presidente de la República Argentina (OPRA), en su comunicado de fecha 30 de junio calificó de “falsa” la denuncia de golpe de Estado del gobierno y señaló que en Bolivia hay más de 200 “presos políticos”, incluida la presidenta de facto, Jeanine Añez, y el exlíder cívico Luis Fernando Camacho. https://www.annurtv.com/news-130609-el-gobierno-argentino-emiti%C3%B3-un-comunicado-sobre-bolivia-y-evo-respondi%C3%B3-milei-es-un-enemigo-de-los-pueblos
2.- Evo Morales en el momento de los hechos denunció la asonada como un intento de golpe, emitido desde su cuenta de X y llamó a movilizarse por todo el país: “Convocamos a los movimientos sociales del campo y la ciudad a defender la democracia”, escribió. No hubo contradicción en esto con Arce, quien es su principal rival en el MAS, el propio Arce.
 
 
 
 
 
SOLIDARIDAD CON BOLIVIA
 
Hoy, la situación interna del MAS y la participación de grupos golpistas oportunistas, hacen que la situación sea caótica y Bolivia se encuentre desestabilizada y en serio riesgo de un retroceso histórico.
 
La Diaria de Uruguay (https://acortar.link/qzUwqd)
 
En la primera década del siglo XXI Bolivia había podido lograr un camino institucional de una particularidad singular y exitosa. Por primera vez en la historia, un partido político consiguió integrar a las mayorías indígenas del occidente a un proceso de afirmación democrática con la participación de la población de todo su territorio. Se celebraba entonces un proceso inclusivo que hacía del país una unidad abarcativa de las distintas etnias y les daba a las poblaciones de mayorías indígenas plenos derechos en la conducción del país.
El Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por Evo Morales, lograba conducir al Estado hacia un reconocimiento a mayorías indígenas históricamente postergadas. Eran tiempos de la primera “ola progresista” en América del Sur. Un sindicalista era presidente en Brasil, una mujer en Chile y un indígena en Bolivia.
El gobierno de Evo Morales, con la compañía de Álvaro García Linera y con el actual presidente Luis Arce como ministro de Economía, iniciaba una época de integración social, crecimiento, distribución de la riqueza y prudencia en el manejo de las variables macroeconómicas como nunca se había experimentado.
Este proceso vivió una gravísima crisis causada por la desestabilización provocada desde Santa Cruz y el oriente boliviano, protagonizada por una oligarquía blanca y reaccionaria que resistía el proceso iniciado y pretendía recuperar su hegemonía y sus privilegios. La situación llevó a Bolivia a un estado de confrontación que hacía temer por una posible guerra de “secesión” entre el oriente blanco y el occidente indígena.
Una reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada en Chile por Michelle Bachelet logró que se aceptara la instalación en Bolivia de una comisión especial con el objetivo de evitar lo que parecía ser una guerra interna inminente. Esta misión multilateral logró uno de los éxitos diplomáticos más recordables de la historia: una distensión primero, una mesa de diálogo con el gobierno y los insurrectos, que logró culminar en un acuerdo que evitó la catástrofe inminente y dejó al país en condiciones de retomar en paz una senda de logros históricos para Bolivia.
Hoy la situación interna del MAS, con una división profunda en su seno, con Evo Morales confrontado al presidente Arce y con participación de grupos golpistas oportunistas, hace que la situación sea caótica y Bolivia se encuentre desestabilizada y en serio riesgo de un retroceso histórico.
No se cuenta con la Unasur, lamentablemente desarticulada por la derecha, pero América del Sur sí cuenta con dirigentes de estatura de estadistas que podrían intentar una distensión y una solución dentro del partido de gobierno que ponga fin a la crisis y a la inestabilidad.
Los presidentes Lula, Gustavo Petro, Gabriel Boric, el expresidente José Mujica y otras personalidades podrían y deberían intentarlo. Seguramente serían valorados y reconocidos en Bolivia, el continente y buena parte del mundo.
 
 
 
 
 
REPRESENTANTES DEL FORO DEL LITIO VISITARON LA PLANTA DE YLB EN EL SALAR DE UYUNI DE BOLIVIA
 
En el cuarto taller presencial del “Foro permanente de diálogo técnico sobre innovación, desarrollo tecnológico y agregación de valor al litio de los países del Triángulo y México”, sus representantes se reunieron con el propósito de compartir conocimientos y experiencias en la explotación del litio en el salar de Uyuni a partir de los avances y desafíos por parte de la empresa estatal YLB.
 
Cepal Org. (https://acortar.link/Pz1PCu)
 
La División de Recursos Naturales (DRN) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) del Estado Plurinacional de Bolivia, con el apoyo del Programa MinSus de la Cooperación Alemana, organizaron el cuarto taller presencial “Intercambio de Experiencias y Conocimientos, Salar de Uyuni, Bolivia (Estado Plurinacional de)” el pasado 14 de diciembre, en el marco del “Foro permanente de diálogo técnico sobre innovación, desarrollo tecnológico y agregación de valor al litio de los países del Triángulo y México”, que es facilitado por la CEPAL.
Con el objetivo de intercambiar experiencias y conocimientos, identificar mejores prácticas y evaluar posibles soluciones a los desafíos de la explotación del litio por el método evaporítico en el salar de Uyuni, el taller consideró la visita de las instalaciones de YLB en el salar. Se pudo conocer en detalle el laboratorio de análisis químico, las piletas de precipitación y evaporación, la planta piloto de carbonato de litio y, finalmente, la planta industrial de carbonato de litio, previo a su inauguración oficial el 15 de diciembre.
En años recientes, uno de los debates de mayor interés es sobre la volatilidad y el fuerte incremento de los precios de los minerales críticos, como el precio del litio, debido a su uso en las baterías de los vehículos eléctricos. El litio es un componente clave para la descarbonización de las economías mediante las tecnologías de las energías renovables y la electromovilidad, como los paneles solares, las turbinas eólicas y las baterías de ion-litio. Bolivia, con recursos estimados de 21 millones de toneladas métricas disponibles, forma parte del "triángulo del litio" junto a Chile y Argentina. El plan de industrialización del litio en Bolivia contempla la Planta Industrial de Carbonato de Litio del salar del de Uyuni, donde la producción de diseño es de 15.000 toneladas al año. Sin embargo, para aprovechar el litio en beneficio de la sociedad es necesario superar varias dificultades como la incertidumbre del comportamiento de los salares en torno a su sostenibilidad social, ambiental e institucional; las brechas en la regulación y control; la fijación del precio del litio; la recaudación e ingresos mineros; y los desafíos en la generación de valor.
El taller presencial reunió a las delegaciones de los países miembros del Foro de litio. Participaron representantes de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) de Bolivia (Est. Plur. de); de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de Chile; de la empresa estatal Litio para México (LitioMx); y de YPF Tecnología (Y-TEC) de Argentina. Además, participaron funcionarios del Programa “Cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos mineros en los países andinos” (MinSus/GIZ) de la Cooperación Alemana y de la Unidad de Recursos no Renovables (UNRE) de la DRN de la CEPAL.
Los representantes de las instituciones participantes que forman parte del Foro del Litio confirmaron su interés en continuar la cooperación para el fortalecimiento de capacidades y el intercambio de conocimiento, así como para lograr una mayor sostenibilidad de su cadena de valor en la industria de litio.
La CEPAL reitera el compromiso para continuar fortaleciendo el “Foro permanente de diálogo técnico sobre innovación, desarrollo tecnológico y agregación de valor al litio de los países del Triángulo y México” como plataforma de diálogo para el intercambio y la cooperación regional para avanzar en una explotación e industrialización del litio más sostenible.
 
 
 
 
 
"FUIMOS TRATADAS COMO NARCOTRAFICANTES": EL RELATO DE UNA DE LAS URUGUAYAS PRESAS EN BOLIVIA POR TENER MARIHUANA
 
Silvia, que fue liberada recientemente, reclamó por la liberación de su hija Virginia, que sigue retenida en una cárcel boliviana
 
EL Observador de Uruguay (https://acortar.link/b2Hv8O)
 
"Hola, soy Silvia. Mamá de Virginia, Sofía y María", se escucha al inicio del audio que grabó una de las uruguayas presas en Bolivia por llevar siete gramos de marihuana en una mochila, que fueron detectados en el aeropuerto de El Alto cuando se disponía a volver a Uruguay junto a su hija.
La mujer, que fue liberada luego de 106 días presa –aunque el consumo de marihuana en Bolivia es penado en extranjeros con la deportación del país– reclamó por la liberación de su hija, Virginia, que sigue tras las rejas.
Silvia sostuvo que viajó a Bolivia con la "ilusión" de conocer el Salar de Uyuni y el lago Titicaca, pero que todo se convirtió en una "pesadilla infernal" cuando las detuvieron por llevar los siete gramos de marihuana en una mochila.
La detención se produjo el 17 de marzo, aunque fue recién a principios de julio que Silvia logró su liberación.
"Sí, lo sé. Sé lo que estarán pensando: 'Qué imprudencia, qué inconciencia, qué irresponsabilidad'. Sí, todo eso es cierto. Pero la pesadilla que vivimos después y que nos tiene aún retenidas en Bolivia no la merece nadie. Fuimos tratadas como narcotraficantes", narró la mujer en un audio que fue divulgado por su abogado, Rodrigo Rey.
Contó que primero las trasladaron a una "celda fría y oscura", donde estuvieron varios días hasta que las derivaron al penal de Obrajes.
"Estar presas en un país extraño aisladas de fmailia y amigos, sin nadie a quién recurrir en condiciones muy deprivadas y a cuatro mil metros de altura es aterrador. Los días transcurren lentos y la incertidumbre es bestial", explicó.
Aunque agradeció a la Embajada de Uruguay en Bolivia por la actuación en su caso, reclamó la ayuda del gobierno uruguayo para que su hija Virginia sea liberada, algo que debería concretarse el próximo 11 de julio en una audiencia.
"Hoy estoy libre. Después de 106 días presa, ya que se pudo demostrar una inocencia. Virginia sigue presa, aunque no debería estarlo porque en Bolivia el consumo no se pena con prisión. En el caso de extranjeros se los pena deportándolos a su país de origen. Eso es lo que más deseamos, que la deporten y que mi hija vuelva a casa", contó.
 
 
 
 
 
“PESADILLA INFERNAL Y MIEDO DE NO SALIR MÁS”: RELATO DE LA MADRE DE JOVEN PRESA EN BOLIVIA
 
Tras ser liberada, la mujer de 60 años, detenida en marzo, pide de forma desesperada que “deporten” a su hija y que “vuelva a casa pronto”.
 
Montevideo Com. de Uruguay (https://acortar.link/lC9ZAN)
 
La madre de Virginia, la joven de 27 años que permanece presa en Bolivia desde marzo de este año por portar 7 gramos de marihuana para consumo personal difundió un audio relatando su historia y pidiendo “ayuda” del gobierno y de la “gente” de Uruguay para que su hija “vuelva a casa pronto”.
“Soy Silvia, mamá de Virginia, Sofía y María. Les grabo este audio para pedirles ayuda. En marzo fuimos con mi hija Virginia de viaje a Bolivia. Teníamos muchas ilusiones de conocer el salar de Uyuni y el Lago Titicaca. Pero todas esas ilusiones se convirtieron en una pesadilla infernal cuando fuimos detenidas y conducidas a la cárcel de Obrajes en La Paz”, comienza su relato al que accedió Montevideo Portal este martes.
A continuación, Silvia habla de que su “desgracia comenzó al regreso” del viaje, “cuando en el Aeropuerto de La Paz encontraron en nuestro equipaje 7 gramos de marihuana”.
Tras esto, realiza una autocrítica: “Sí, lo sé, sé lo que estarán pensando: ‘¡Qué imprudencia, qué inconciencia, qué irresponsabilidad!’. Sí, todo eso es cierto”. “Pero la pesadilla que vivimos después y que nos tiene aun retenidas en Bolivia no la merece nadie”, contrasta.
“Fuimos tratadas como narcotraficantes y del aeropuerto nos llevaron a una celda fría, oscura, durante cuatro días”, cuenta y agrega: “La primera noche la pasamos abrazadas, llorando y con mucho miedo. Luego ingresamos al penal de Obrajes. Estar presas en un país extraño, aisladas de nuestra familia y nuestros amigos, sin nadie a quién recurrir, en condiciones muy desprovistas y a 4.000 metros de altura es aterrador”.
La mujer contó que en la cárcel “los días transcurren lentos y la incertidumbre es bestial”. “El sueño es lo único que trae olvido y alivio. Con ayuda de mucha gente, en espacial de la Embajada de Uruguay en Bolivia, pudimos sobrellevar esta situación sin enloquecer”, añadió.
“Hoy estoy libre, después de 106 días presa ya que se pudo demostrar mi inocencia. Virginia sigue presa, aunque no debería estarlo, porque en Bolivia el consumo no se pena con prisión. Y, en el caso de los extranjeros, se los pena deportándolos a su país de origen. Eso es lo que más deseamos, que la deporten y que mi hija vuelva a casa”, suma.
Ahora la joven “está sola, desesperada, aterrada, con miedo de no salir nunca más de allí”, plantea la madre.
“No pedimos ningún privilegio, solo que se cumpla la ley y que el jueves 11 de julio se haga la audiencia prevista para que Virginia pueda recuperar su libertad”, dijo en referencia a que, luego de haber sido reprogramada la semana pasada por problemas burocráticos, en esa fecha se espera que se celebre una audiencia en la que Virginia se declare culpable por consumo. A continuación, se solicitará un tratamiento del juicio como abreviado para su deportación inmediata.
Finalmente, la mujer agradeció el “tratamiento procesal que ha tenido el juzgado”, pero enfatizó: “Necesitamos ayuda de nuestro gobierno, de nuestra gente. Ayuda para pedir que Virginia vuelva a casa pronto”.
 
 
 
 
 
ASÍ SE CRUZA DE SALTA A BOLIVIA SIN NINGÚN TIPO DE CONTROL EN LA FRONTERA
 
Es posible cruzar de Salvador Mazza a Bolivia en menos de cinco minutos.
 
Que Pasa Salta de Argentina (https://acortar.link/RsvfsJ)
 
En una situación preocupante, cientos de argentinos y bolivianos están cruzando de forma ilegal entre Salvador Mazza, en el norte de Salta, y Bolivia, utilizando varios pasos clandestinos sin dejar rastro alguno.
Los cruces se realizan a través de pasos ilegales ubicados cerca de casas cuya puerta principal está en Argentina y cuyo patio se extiende hasta Bolivia. Por una suma aproximada de $100 por persona a pie, y un costo mayor para vehículos, se facilita el tránsito entre ambos países.
Lo más sorprendente es que estos puntos ilegales están a pocos metros de las instalaciones de Migraciones, pero parecen operar sin intervención oficial. Según los informes, es posible cruzar de Salvador Mazza a Bolivia en menos de cinco minutos sin dejar ningún rastro, llevando consigo cualquier tipo de mercancía sin control alguno.
 
 
 
 
 
DESAPARECIÓ UNA SALTEÑA Y SOSPECHAN QUE LA SECUESTRARON PARA LLEVARLA A BOLIVIA
 
Cecilia Vekiz (19) se ofreció para el escaneo de iris y conoció un hombre que le cambió la vida. La grave denuncia de la familia.
 
Que Pasa Salta de Argentina (https://acortar.link/nqjsr3)
 
La desaparición de Cecilia Vekiz, una joven de 19 años y madre de un pequeño niño, ha generado una creciente preocupación y sospechas de que podría ser víctima de una red de trata de personas en Bolivia. Cecilia desapareció hace una semana sin dejar rastro, y su familia teme lo peor.
Antes de abandonar la provincia de Salta, Cecilia le mencionó a su familia que se dirigía a Tucumán para trabajar con un hombre que había conocido en un lugar donde se escaneaban iris. "Cecilia empezó a trabajar en un lugar donde escanean el iris aquí en Salta. Allí conoció a un hombre que supuestamente estaba a cargo del lugar. Ella nos dijo que se iba a trabajar con él en Tucumán, pero ahora resulta que no está allí", relató el hermano de Cecilia a Con Criterio Salta.
La búsqueda de Cecilia llevó a su familia a obtener una foto de la joven, en la que se la ve trabajando en un cabaret en Bolivia. "Pudimos comunicarnos con este hombre del iris. Nos inventa excusas desde Bolivia. Él nos confirmó que realmente están allí. No sé nada de mi hermana, necesito ayuda. Ya realizamos la denuncia por desaparición y denunciamos a esta persona por llevársela", afirmó el hermano.
La familia de Cecilia está solicitando la colaboración de la comunidad para compartir la imagen de la joven y obtener información que pueda ayudar a localizarla. "Necesitamos que las personas del país vecino nos aporten información sobre su paradero", añadió el hermano.
Cecilia reside en el barrio Araoz y su familia no cesará en su búsqueda hasta obtener respuestas. Cualquier persona que tenga información sobre el paradero de Cecilia Vekiz puede comunicarse con las autoridades locales o con su familia directamente. 

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