EL LITIO COMO FACTOR DE LOS GOLPES EN BOLIVIA
Decir
que todos los caminos conducen al litio, al referirnos a los dos más recientes
golpes de Estado en Bolivia, uno que cumplió su objetivo, el derrocamiento del
entonces presidente Evo Morales en 2019, y otro fallido, el del pasado 26 de
junio contra el actual mandatario Luis Arce, no tiene nada de descabellado,
pues diversos analistas apuntan hacia ese mineral de tanta importancia
estratégica en la actualidad, como uno de los factores claves en el origen de
ambos actos sediciosos.
El
hecho de que Bolivia posea actualmente reservas por el orden de los 23 millones
de toneladas métricas y forme parte del denominado “triángulo del litio” junto
a Chile y Argentina, que representa el 75% del total mundial de este mineral,
ha convertido a este país en un territorio apetecible del cual no pocas
potencias y empresas desean apoderarse, bien sea por la vía legal o por otras
no tan legales.
El
8 de marzo de 2023, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura
Richardson, no ocultó su interés en el tema al acusar a Bolivia de “no
invertir, sino extraer el litio (…), la pelea que tienen por el litio está muy
avanzada y es muy agresiva”, en su nada disimulado tono injerencista.
Poco
después, el presidente Luis Arce declaró que “el Comando Sur de Estados Unidos,
tres veces ya, nos ha mandado un mensaje que a ellos les interesa el litio
boliviano, nuestras reservas de litio”.
Hasta
el magnate Elon Musk, propietario de la empresa fabricante de automóviles
eléctricos Tesla, cuyas baterías son de ese material, respondió a una protesta
por el derrocamiento de Evo Morales en 2020 con lo siguiente a través de
Twitter: “Nosotros damos golpes donde queramos, acostúmbrate”. No tiene nada de
extraño la asociación que mantiene con el ultraderechista presidente de
Argentina, Javier Milei, precisamente uno de los países integrantes del citado
triángulo.
El
vínculo
En
una entrevista concedida al portal ruso Sputnik el jueves 4 de este mes, el
presidente Luis Arce reiteró que el fallido intento de golpe mostró que “los
intereses sobre nuestros recursos naturales no han desaparecido, entonces
tenemos que estar alertas, es lo que hemos venido diciendo a las diferentes
organizaciones populares”.
El
mandatario agregó que sucesos como los del 26 de junio prueban que hay quienes
“pueden inclusive destruir la democracia para hacerse de nuestros recursos
naturales y del Gobierno”. Recalcó que se debe analizar la situación con
cautela porque “esto no es casual”.
El
analista internacional español Aníbal Garzón, a su vez, en una entrevista en
Radio Fórmula.mx, aseguró que lo ocurrido la semana pasada, con militares
tomando el Palacio Quemado de La Paz, “no es un evento aislado; ya vimos un
golpe similar en 2019”.
Garzón
no descartó la participación del Gobierno estadounidense en el golpe:
“Los
intereses expansionistas de Estados Unidos se han manifestado en casos como el
de Milei en Argentina y Boric en Chile, pero en Bolivia enfrentan una mayor
resistencia. Hace tres semanas, en el Foro de San Petersburgo, Luis Arce,
presidente de Bolivia, se reunió con Vladimir Putin para discutir la
cooperación en el tema de las baterías de litio. Tres semanas después, se dio
el intento de golpe de Estado”, subrayó. Agregó que “es un aviso: Bolivia se
encuentra en el centro de una disputa geopolítica debido a sus recursos de
litio y sus relaciones internacionales”, además de sus intenciones de
incorporarse a los Brics.
Las
asociaciones con Rusia y China
La
voracidad del mercado ha tenido su rol en la fallida acción sediciosa del 26 de
junio, en opinión del exembajador uruguayo en Bolivia, Carlos Flanagan.
“Bolivia
fue la economía más fuerte del continente en los últimos años, debido, sobre
todo, a la exportación del gas que le permitió una redistribución progresista
de la renta y sacó de la pobreza a una gran parte de la sociedad”, declaró
luego del frustrado intento.
“Eso
se debe a la política de soberanía sobre los recursos naturales cuando Evo
Morales nacionalizó los yacimientos petrolíferos. Después la nacionalización
del litio con una importancia económica trascendental”, pues “va a terminar
valiendo más que el petróleo”.
“Cuando
analizamos las causas de esa intentona, no podemos dejar de pensar en la
incidencia de factores externos. En 2021 se hizo una licitación internacional
para la construcción de plantas de litio. Ganó una empresa rusa y otra china,
por lo que las estadounidenses quedaron fuera y eso evidentemente es un factor
que hace jugar al imperialismo. Hay una política de desestabilización desde
afuera para reabsorber la explotación” de ese mineral, recalca el diplomático.
En
2023, el gobierno de Luis Arce firmó contratos con Qinghai Citic Guoan,
inversión de 857 millones de dólares, y la rusa Uranium One Group, por 450
millones de dólares, para la explotación del codiciado mineral en Uyuni y
Pastos Grandes. Oro parece, litio es.
Ese
extraño y estratégico objeto del deseo
Le
dicen “el oro blanco del siglo XXI”, un mineral cuyo uso para la fabricación de
baterías está presente en objetos de uso casi indispensable como los teléfonos
celulares y las computadoras, entre otros.
Su
principal cualidad es la de almacenar energías renovables por reunir altas
densidades de carga en un espacio pequeño. Fue descubierto por el químico sueco
Johan August Arfwedson en 1817. No fue hasta 1990 que provocó un impacto
descomunal, cuando la compañía japonesa Sony lanzó al mercado la primera
batería recargable de iones de litio.
Además,
en medicina, el carbonato del litio es un fármaco que disminuye la intensidad y
frecuencia de episodios maniacodepresivos, por lo cual se utiliza para tratar
la depresión o la esquizofrenia.
Se
extrae de rocas o salares de altura. En Bolivia, el más importante es el de
Uyuni, en el Potosí, a 3.670 metros sobre el nivel del mar y con una extensión
de 10.582 kilómetros,el desierto salado más grande del planeta, el “espejo” del
mundo.
El
Estado Plurinacional boliviano también cuenta con el salar de Coipasa, con
2.510 kilómetros cuadrados; el de Empexa, con 400 km2 y el de Pastos Grandes,
con 120 km2, lo cual incrementa todavía más sus reservas en toneladas de litio.
Ultimas Noticias de Venezuela (https://acortar.link/vmSZ60)
BOLIVIA
2024
Bitácora
de Uruguay (https://acortar.link/VpKrz9)
La
noche del pasado martes 25 de junio, los portales web de los periódicos
bolivianos publicaban que el comandante general del ejército boliviano había
sido destituido de su cargo, sin embargo, al día siguiente estos mismos
portales dudaban si la destitución había sido efectiva o no.
Un
día antes, el lunes 24 de junio, este comandante había señalado en un programa
de televisión que las fuerzas armadas no permitirían la participación política
de Evo Morales en las nuevas elecciones generales bolivianas de 2025,
vulnerando la prohibición constitucional de deliberación política de las
fuerzas armadas.
Días
antes se decía que la última semana del mes de junio se caracterizaría por ser
una de conflictos sociales, bloqueos y marchas. Había diversas agendas de
movilización no solo en la sede de gobierno, sino en otras ciudades y en
particular en el eje carretero del país (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz). Se
anunciaba que la policía y el ejército participarían en un conjunto de medidas
para evitar que los conflictos sociales se extiendan, entonces, tanto policía
como fuerzas armadas se encontraban movilizadas.
Sin
embargo, la tarde del miércoles 26 de junio, una facción del ejército bajo el
mando del comandante aparentemente destituido cercó la plaza Murillo, el centro
político de la sede de gobierno. En consecuencia, se empezó a hablar de golpe
de estado. Las redes sociales estallaron con imágenes de los militares cercando
las esquinas de la plaza, los canales de televisión entraron en cadena
transmitiendo lo que en apariencia era un golpe de estado, se entrevistaba a
comentaristas y se revisaba lo que distintos personajes políticos tanto
bolivianos como extranjeros escribían en la plataforma ex twitter ahora X . Una
tanqueta intentó derribar la puerta del palacio de gobierno -un edificio
simbólico, pues el presidente y sus ministros habitan en un edificio llamado
casa grande del pueblo-y la posibilidad de que se tratase de un golpe de estado
se volvió viral. El comandante aparentemente destituido daba declaraciones a
los medios de comunicación, y claramente señalaba que estaba dando un golpe de
estado. Como en todos los golpes de estado el mensaje de los golpistas se
resumía a que se buscaba recuperar la democracia. Se transmitieron
declaraciones, comunicados y hasta un intercambio de palabras entre el
presidente del Estado boliviano y el comandante aparentemente destituido en
puertas del palacio. El primero le ordenaba desmovilizar las tropas, el segundo
se negaba. Unos minutos más tarde, el presidente boliviano posesionaba a un
nuevo alto mando militar, quienes ordenaron a las tropas desmovilizarse y los
militares abandonaron la plaza Murillo junto con el comandante, esta vez con
certeza, destituido. Minutos más tarde los canales de televisión transmitían el
operativo policial en el cual apresaban al ex comandante y éste decía que el
presidente le había solicitado que desarrolle esta actuación porque la
popularidad del gobierno había caído.
Ésta
es la breve narración de hechos a partir de la cual se han llevado a cabo una
cantidad de análisis y comentarios que van de golpe de estado fallido a
autogolpe. Lógicamente el gobierno boliviano apuesta a la primera
interpretación arguyendo que los mandos militares desobedecieron al comandante
golpista. Por otro lado los opositores tanto bolivianos como extranjeros
apuestan a la segunda interpretación, arguyendo la cercanía de amistad que
tenían el comandante destituido y el presidente del Estado. Sin embargo, ¿qué
otras lecturas son posibles?
A
riesgo de simplificar los hechos del pasado miércoles 26 de junio, veamos
algunos contextos en los que se dieron estos hechos.
Bolivia,
como la mayoría de los estados latinoamericanos, tiene un diseño constitucional
presidencialista, es decir, que una buena parte de la acción política se
concentra en el órgano ejecutivo. La figura del presidente arrastra a la del
vicepresidente -que en el diseño constitucional boliviano es parte del órgano
ejecutivo. La tradición caudillista de los presidentes es parte de la historia
política de Bolivia, incluso los libros más populares de historia de Bolivia se
organizan internamente para contar la historia por presidentes. La figura del
presidente arrastra en las elecciones generales la elección del vicepresidente
y de una parte de los diputados y senadores del órgano legislativo. Es decir,
que cuando se vota por el presidente implícitamente se vota por el
vicepresidente, los senadores y por la mitad de los diputados, pues la otra
mitad se la elige en circunscripciones uninominales (en el que se define un
territorio y una población y gana el que más votos consigue). La Constitución
otorga al presidente boliviano una serie amplísima de atribuciones, y las
últimas décadas (porque decir los últimos años queda corto) los ministerios y
ministros gobiernan la totalidad de la vida política institucional. El diseño
constitucional de la llamada separación y división de poderes no deja en claro
la cabeza de los otros órganos. Por ejemplo, la cabeza del órgano legislativo
parece ser el vicepresidente, pero como se mencionó éste es parte del órgano
ejecutivo. Respecto al órgano judicial, en teoría el presidente del tribunal
supremo de justicia es la cabeza del judicial, sin embargo esto no lo señala la
Constitución y guarda silencio sobre el tema. En lo legal, es decir en lo que
señala una ley pero no la Constitución, una dirección administrativa financiera
del órgano judicial responde a las responsabilidades como máxima autoridad
ejecutiva y cabeza del mismo.
Desde
hace algunos meses el tribunal constitucional ha ido cercenando las
atribuciones del órgano legislativo, al punto que a la fecha no ha podido
desarrollar regularmente sus tareas, entre ellas la renovación del órgano
judicial y del tribunal constitucional, los cuales debían cesar de sus
funciones el pasado 31 de diciembre de 2023. El tribunal constitucional
determinó en una declaración constitucional -un instrumento poco idóneo para
estos temas- prorrogar el mandato de los magistrados y autoridades tanto del
órgano judicial como del mismo tribunal bajo el argumento de que no se podía
dejar acéfalo un órgano de poder. El referido tribunal constitucional ha puesto
en suspenso las facultades de fiscalización del órgano legislativo y cada
semana suspende con alguna decisión alguna actividad que pretende realizar el
legislativo, generando ya no un modelo presidencialista sino uno
hiper-presidencialista, con un legislativo casi simbólico y un órgano judicial
sin legitimidad y con muchas dudas de su constitucionalidad.
Asistimos
también a una transformación de la noción de lawfare, que generalmente es
comprendida como el uso de acciones legales para causar problemas a un oponente
político, hacia una versión de lawfare en el que acciones de tinte jurídico se
usan para desbaratar la misma constitución y para casi anular la división de
poderes a nombre de la constitución, como los golpes de estado que se hacen a
nombre de la democracia. En la práctica, en Bolivia, parece solo existir el
ejecutivo y el tribunal constitucional que endosa al ejecutivo su primacía.
Según
los estudios llevados a cabo por Juan Linz, estadísticamente los modelos
presidencialistas de América Latina son los que han tenido más golpes de
estado, sean los clásicos golpes de estado o los llamados golpes de estado
blandos, en los que una élite busca apoderarse del órgano ejecutivo y los
poderes militares y policiales aparecen silenciosamente en segundo plano.
Un
golpe de estado, sea éste fallido o incluso un curioso autogolpe, es un punto
de llegada de un proceso de desinstitucionalización y de-constitucionalización
de un Estado. Es un proceso en el que las instituciones democráticas que
garantizan la pluralidad de actores en el juego político están cercenadas y
obstaculizadas, al punto de no poder desarrollar sus funciones.
En
Bolivia se encuentra en riesgo no solo la elección de las autoridades del
órgano judicial y del tribunal constitucional por esta inactividad del órgano
legislativo, sino también se encuentra en riesgo las elecciones primarias,
necesarias para las consecutivas elecciones generales de 2025, las cuales, por
efecto, también se encuentran en riesgo. Un conjunto de acciones jurídicas han
impedido que algunos partidos políticos, como el Movimiento al Socialismo
(MAS), puedan llevar a cabo la renovación de sus directivas para avanzar a la
definición de candidatos para las elecciones primarias, y una vez más, otro
órgano de poder como lo es el órgano electoral no está logrando avanzar en sus
actividades, una vez más con influencia de este nuevo lawfare que en apariencia
logra la gobernabilidad al órgano ejecutivo, que se muestra interesado en que
el Movimiento al Socialismo y otros partidos políticos no puedan avanzar en el
juego político democrático.
Hace
algunas semanas, antes del curioso episodio de la tarde del 26 de junio, el
presidente de la cámara de senadores, en aplicación de la Constitución y del
reglamento de la cámara de senadores y en ausencia del vicepresidente del
Estado, que suplía al presidente debido a un viaje de éste al extranjero,
convocó, como era usual, a una reunión de la asamblea legislativa
plurinacional, es decir, del órgano legislativo, sin embargo, una decisión del
tribunal constitucional desautorizó esta convocatoria y puso en duda la
constitucionalidad y legalidad de esta sesión legislativa, en la que se cumplió
con el quorum de ley, y se sancionaron normas que cesaban a las autoridades
prorrogadas del órgano judicial y del tribunal constitucional.
A
este escenario complejo de gobernabilidad se debe añadir la crisis económica
que enfrenta el Estado boliviano, que ya no cuenta con el mismo ingreso de
recursos económicos de años pasados para el subsidio a la gasolina y el diesel,
así como para cubrir el gasto ordinario de la administración pública y las
empresas del estado. En lo cotidiano esta crisis económica se expresa en la
falta de dólares en los bancos y la aparición de un mercado ilegal y paralelo
de dólares. Esta crisis afecta directamente a la figura del presidente
boliviano, quien llegó al gobierno como el artífice del milagro económico, es
decir, quien diseñó un modelo económico que en los años de gobierno de Evo
Morales fue exitoso. En este contexto económico, la popularidad del actual presidente
boliviano, efectivamente, se encuentra en caída, no se puede ser el abanderado
de la buena economía de años pasados y a la vez gobernar bajo una crisis
económica compleja, si a ello le sumamos el conflicto político interno del
partido de gobierno.
En
consecuencia, el curioso episodio de la tarde del 26 de junio se inscribe como
parte de este proceso complejo de desinstitucionalización y
de-constitucionalización, de crisis económica y caída en la popularidad del
gobierno, que ahora cabe sumar el cuestionamiento a la pobre y precaria
institucionalidad de las fuerzas armadas en Bolivia, que junto con las
instituciones de administración de justicia, se derrumban ante la mirada triste
y atónita de la población.
Se
dice que Bolivia siempre que llega al borde del abismo se recupera y retrocede,
sin embargo, un mal gobierno puede llevarla a que dé un paso al frente.
BOLIVIA
ENTRA AL MERCOSUR
La
incorporación de Bolivia al Mercosur tendrá implicancias para la Comunidad
Andina, que se verá enfrentada al dilema de expulsar a Bolivia de su seno, por
la eventual incompatibilidad de pertenecer al mismo tiempo a dos proyectos
subregionales distintos.
El
Mostrador de Chile (https://acortar.link/tktBzl)
El
día 4 de julio recién pasado el Parlamento de Bolivia –haciendo un alto en las
tensiones políticas que complican hoy en día a ese país– aprobó por unanimidad el ingreso al Mercosur.
Esa decisión estaba pendiente de la aprobación parlamentaria por parte de
Bolivia, después de que ya había sido aprobada en los parlamentos de los 4
países miembros y fundadores de ese pacto subregional, es decir, Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Al día siguiente, el presidente Arce firmó la ley
correspondiente, con lo cual se culminan todos los trámites institucionales y
políticos para hacer realidad esa incorporación que estaba pendiente desde
2015.
Hay
varias razones que explican esa decisión tan unánime. Bolivia, desde el punto
de vista de su comercio exterior, está mucho más relacionada con el Mercosur
que con la Comunidad Andina. En el año 2023, Bolivia exportó hacia el resto de
los países de la Comunidad Andina –Perú, Ecuador, Colombia– mercancías por un
valor de 1.804 millones de dólares, mientras que al conjunto de países del
Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– canalizó mercancías por un
valor de 2.640 millones de dólares. La mayoría de estas últimas exportaciones
fueron hacia Brasil (1.380 millones de dólares) y de ese monto el elemento
predominante fue el gas.
Bolivia
tuvo a lo largo del siglo XXI un período de auge de sus exportaciones de gas
–las cuales se canalizaban y se siguen canalizando hacia Brasil y parcialmente
hacia Argentina–, lo cual permitió al presidente Evo Morales llevar adelante un
Gobierno bastante generoso socialmente, por decirlo en la forma más elegante
posible. Hoy en día la producción y las exportaciones de gas han disminuido en
forma significativa, lo que explica en alta medida las limitaciones económicas
de Bolivia y del Gobierno del presidente Arce.
A
eso se agrega que Argentina está próxima a convertirse en un exportador
importante de gas a partir de los yacimientos de Vaca Muerta, en el sur del
país. Esa situación deja a Bolivia imposibilitada no solo de seguir vendiendo
gas a Argentina, sino que es altamente probable que dicho país compita con
Bolivia en el suministro de gas a Brasil. Parece ser que los bolivianos asumen
que esa situación complicada con dos países del Mercosur se soluciona mejor
estando dentro de esa agrupación subregional, y no fuera.
Bolivia
está, por lo tanto, más inclinada hacia el Mercosur que hacia la Comunidad
Andina –de la cual no es mucho lo que se puede esperar– y, en ese contexto, el
gas tiene una importancia sustantiva. El gas es el primer producto de
exportación de Bolivia, con un monto, en el 2023, de 2.074 millones de dólares,
canalizándose hacia Brasil 1.375 millones de dólares, a lo que se agrega el
hecho de que con ese país hay la correspondiente red de gaseoductos
funcionando.
Todas
estas circunstancias que mueven a Bolivia a integrarse como socio de pleno
derecho en el Mercosur tendrán implicancias positivas para esta asociación
subregional, que pasará a ser la agrupación de mayor peso económico, geográfico
y poblacional en América Latina. Esa situación puede incrementarse más aún si
Venezuela retorna al Mercosur después de superar las circunstancias que
movieron antaño a su separación, lo cual lo convertiría en un poderoso polo de
atracción del resto de los países de la América del Sur.
Esa
situación se complementa con la existencia de un acuerdo de libre comercio
entre el Mercosur y Chile, que ya tiene varios años de vigencia y de
consolidación. Sobre los actuales países del Mercosur recaería, por lo tanto,
la inmensa responsabilidad de poner término a sus disputas parroquiales y
personalistas, y asumir el liderato del proceso de integración regional.
La
incorporación de Bolivia al Mercosur tendrá implicancias para la Comunidad
Andina, que se verá enfrentada al dilema de expulsar a Bolivia de su seno, por
la eventual incompatibilidad de pertenecer al mismo tiempo a dos proyectos
subregionales distintos, o de mantenerla como parte de dicha agrupación. Si la
Comunidad Andina camina en esta última dirección, Bolivia podría convertirse en
un puente y en un precedente que juegue en favor de los procesos de
convergencia de las agrupaciones regionales de integración que existen hoy en
día en América del Sur, convirtiéndose así, la decisión actual, en un paso de
alta importancia no solo para la propia Bolivia, sino también para el conjunto
de la región.
A
LULA SIEMPRE LO TIENTAN LAS TAREAS DIFÍCILES: AHORA INTENTA MEDIAR ENTRE ARCE Y
EVO
Resumen
Latinoamericano Org. (https://acortar.link/fRyKOL
El
presidente brasileño quiere limar asperezas en el partido del oficialismo
boliviano.
Luiz
Inácio Lula da Silva viajó a Bolivia. Su agenda incluyó diversas cuestiones
bilaterales, probablemente más determinantes para los intereses brasileños.
Pero el exlíder metalúrgico comprende como ningún otro dirigente de la región
la importancia fundamental que tiene la unidad, más aún en estos tiempos en que
acecha la ultra derecha y sus distintas variantes neoliberales.
Por
eso, el presidente brasileño se reunió con Luis Arce, en Santa Cruz de la
Sierra, con el propósito complicado de mediar en la crisis interna del
Movimiento al Socialismo, que en sus gobiernos revolucionó la estructura del
país y que pone en jaque la continuidad de las realizaciones con las muy duras
peleas internas, con Lucho Arce y Evo Morales a la cabeza.
Lula
intenta agotar las instancias para evitar una ruptura total, lo que por el
momento parece inevitable. Claro que lo hace tomando partido: condenó el
intento de golpe y lo comparó con los episodios que él mismo debió padecer en
enero de 2023, poco después de haber asumido. La postura se asemeja a un apoyo
concreto a Arce, ya que, en principio, contradice la postura de Evo respecto a
la asonada, que califica como “autogolpe” del actual gobierno.
Pero,
según trascendidos confiables, el mandatario brasileño elaboró duros reproches
a la conducción política del MAS, con Arce a la cabeza, por no agotar los pasos
para evitar la ruptura. A la vez que habría deslizado una crítica a ciertas
medidas económicas del gobierno, al tiempo que les habría adelantado que
volverá a comunicarse con Evo Morales, como advertencia de que no cejará en su
afán de que haya unidad en Bolivia, de cara a las presidenciales del año
próximo, con la derecha acechando tras las peleas del oficialismo.
¿ES
VIABLE LA SOLICITUD DE PETRO A LA ONU DE LEGALIZAR LA COCAÍNA?
El
presidente Petro avivó la discusión sobre la legalización de las drogas al
afirmar que legalizar la cocaína acabaría la guerra en Colombia. Sin embargo,
su propuesta ignora realidades complejas, globales y locales.
Razón
Pública de Colombia (https://acortar.link/SGyDTd)
El
11 de julio, varios medios informaron que el presidente Petro había encendido
la polémica sobre la legalización de las drogas en la Organización de las
Naciones Unidas, en Nueva York, cuando afirmó que “Si mañana Naciones Unidas
dijera ‘la cocaína es legal’, mañana se acaba la guerra en Colombia”.
Sin
duda, esta es una afirmación desafiante, pero es concordante con la creencia
común en Colombia. Por eso, no sorprende que muchos de los periodistas más
importantes del país hayan sostenido que el problema de las drogas tiene dos
soluciones: o que en los países consumidores se deje de consumir, o que
legalicen el consumo.
Para
continuar quiero afirmar que no soy ni he sido antipretista. Conocí a Gustavo
Petro hace más de veinte años cuando compartí con él un panel sobre las drogas
ilegales organizado por Luis Sandoval en la Casa María Cano. Allí, el joven
Petro me impresionó como alguien que tenía una visión coherente de los
problemas del país, pero con quien no pude tener un diálogo después del panel.
Lamentablemente, nunca tuve la oportunidad de volver a interactuar con él.
El
mercado de drogas
El
desacuerdo con las afirmaciones de Petro en la ONU se basa en dos hechos
demostrados sobre los mercados de drogas, incluyendo el de la cocaína. Primero,
que muchos países que podrían cultivar coca y exportar cocaína no lo hacen, y
otros que lo hicieron cuando la cocaína era legal, tampoco lo hacen.
Segundo,
que la violencia en los mercados de drogas ilegales alrededor del mundo es
mucho menor que la padecida por Colombia y por algunas regiones de México.
Además, la violencia durante la prohibición del alcohol en Estados Unidos,
magnificada por los periódicos y las películas, también es incomparable con la
que Colombia y México han experimentado. En otras palabras, para la mayoría de
los países, las enormes ganancias en los mercados de cocaína de los países
ricos no han sido irresistibles como en Colombia.
El
propósito de la política de drogas debe aceptar que el país debe dejar de
producir cocaína y que el argumento de que no hay otro producto que le dé al
campesinado cocalero un ingreso similar simplemente no convence a “la comunidad
internacional”
Lo
anterior demuestra, primero, que el argumento tradicional exculpatorio y
justificativo de que cuando hay demanda hay oferta deja de ser válido cuando se
observa que una serie de países en los que se podría cultivar coca y exportar
cocaína no lo hacen. Y segundo, que los factores que han determinado el
desarrollo de la industria de la cocaína en Colombia son primordialmente
internos.
En
otras palabras, que, si bien la geopolítica externa puede ser injusta y difícil
de manejar, la interna ha sido igualmente injusta y difícil de manejar. Por
eso, el propósito de la política de drogas debe aceptar que el país debe dejar
de producir cocaína y que el argumento de que no hay otro producto que le dé al
campesinado cocalero un ingreso similar simplemente no convence a “la comunidad
internacional”. Esta no se considera culpable y no entiende por qué tendría que
compensar a Colombia por los efectos que la industria de la cocaína ha tenido
en el país.
La
solicitud del presidente
En
lo que concierne a la solicitud del presidente a las Naciones Unidas, debo
afirmar que esta desconoce tanto la estructura como el papel y el poder de las
Naciones Unidas. La ONU no es un gobierno mundial; solamente proporciona
mecanismos para discutir conflictos entre países y foros para discutir ideas,
además de promover políticas que mejoren la calidad de vida de la gente. La ONU
ha sido mucho más efectiva resolviendo algunos conflictos sobre las fronteras
de los países que forzando a los países a cambiar tradiciones culturales y
patrones de consumo y comportamiento.
La
ONU no puede legalizar la cocaína en el mundo como dice Petro. Solamente
podría, previo acuerdo con los países parte de las Convenciones de Drogas,
sacar la coca y la cocaína de las listas de sustancias controladas por estas
últimas. Pero no puede forzar a ningún país a permitir dentro de su territorio
la importación y consumo de cocaína o coca.
En
otras palabras, si la ONU sacara de las listas de sustancias controladas la
cocaína, dejaría abierta a los países la posibilidad de legalizar estas
sustancias, pero no podría impedir que los países individualmente la prohíban.
Por esta razón, no se acabaría con el negocio ilegal. Esto aplica a cualquier
otro artículo o servicio. Por ejemplo, si los porcicultores de Iowa
argumentaran que la prohibición al consumo de cerdo en Israel y en el mundo
musulmán es una guerra contra la producción y consumo de cerdo, la ONU ni la
Organización Mundial del Comercio podrían hacer nada al respecto.
Las
agencias de drogas de la ONU están asociadas en su imaginario colectivo con la
prohibición, pero durante los últimos 10 años estas han cambiado su narrativa y
hoy insisten en que para cumplir con las Convenciones no se necesita tener
políticas de “guerra contra las drogas”; que la pena de muerte no se debe
aplicar a delitos de producción, mercado o consumo de drogas; y que las
políticas de drogas deben respetar los derechos humanos de los productores,
consumidores, adictos y encarcelados por delitos relacionados con drogas.
Además, que las políticas deben tener en cuenta diversos aspectos, como sus
efectos sobre las madres cabeza de familia involucradas en las actividades del
narcotráfico.
La
prohibición
Sobre
el argumento de que la prohibición a las drogas ha sido impuesta, hay que
aclarar que ningún gobierno colombiano se opuso a las convenciones de drogas,
como sí lo hizo Bolivia, que firmó dos convenciones con reservas para proteger
los usos tradicionales de la coca.
La
prohibición per se no es sinónimo de guerra contra las drogas.
Además,
en Colombia, las organizaciones religiosas, la mayoría de las asociaciones de
padres de familia y los padres de familia mismos apoyan la prohibición.
Igualmente ocurre con la mayoría de los miembros del sector salud, que han
hecho el juramento hipocrático por el que se comprometen a no recetar o dar a
sus pacientes drogas que los coloquen en riesgo de adicciones graves.
Otro
punto que se debe mencionar es que la prohibición per se no es sinónimo de
guerra contra las drogas. Por ejemplo, Estados Unidos prohibió la importación,
mercadeo y consumo de cocaína y heroína en la Ley de Harrison de 1914. El
término “guerra contra las drogas” fue resultado de cambios profundos en la
sociedad estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y la década siguiente
a ella:
Los
afro-estadounidenses regresaron de la guerra donde pelearon por la democracia,
que les fue negada a su regreso.
Las
mujeres se incorporaron a la fuerza de trabajo paga, lo que les dio
independencia-
La
guerra en Vietnam despertó a la juventud a una realidad de un país hipócrita,
lo que la llevó a rechazar valores tradicionales.
Esto
causó una demanda por lo prohibido y un aumento en el uso de drogas
psicoactivas, lo que produjo una reacción muy fuerte dentro del grupo de poder
dominante en la sociedad. Como resultado, el presidente Nixon declaró a las
drogas “el enemigo público número uno”. Por eso, la “guerra contra las drogas”
fue una guerra interna en Estados Unidos.
El
problema para Colombia fue que un grupo de colombianos decidió producir y
exportar marihuana y luego cocaína al “insaciable” mercado estadounidense.
Algunos periodistas, académicos y pensadores consideran estas actividades como
una respuesta a un mundo injusto en el que las exportaciones tradicionales del
país han padecido bonanzas y fracasos sucesivos. El resto de la sociedad
disfrutó de una abundancia de divisas que nunca había tenido. Esto cambió a
Colombia como ninguna bonanza lo había hecho.
La
necesidad de definición
Como
conclusión, debo afirmar que la política de drogas de este y cualquier otro
gobierno colombiano debe empezar por definir cuál es el problema de las drogas
para Colombia. Colombia tiene varios problemas graves:
La
gran producción y exportación de drogas ilegales (parecería que el país tiene
casi una patente para producir cocaína).
Una
corrupción y tendencia al enriquecimiento extractivo.
Niveles
de violencia altos a través de su historia.
Es
el segundo país en el mundo en el número de organizaciones armadas no
gubernamentales que controlan territorios.
Todos
estos problemas están interrelacionados y su solución no vendrá del exterior.
Durante más de 200 años, el país no ha creado una sociedad pacífica que pueda
disfrutar de las bondades de su territorio. La creación de esa sociedad es el
principal desafío de cualquier gobierno.
La
política de drogas fundamental para Colombia debe empezar reconociendo que
Colombia debe aprender a vivir en un mundo en el que la cocaína es ilegal y que
seguirá siéndolo en el futuro, a menos que el gobierno colombiano demuestre al
mundo que es posible tener un sistema que permita usos regulados de la cocaína
diseñados para evitar los temidos problemas de su consumo.
Insistir
en que las ganancias en los mercados ilegales son la causa de la violencia en
Colombia y en que el mundo debe cambiar porque nosotros somos humanos y no
podemos resistir frente a las ganancias de la cocaína, no conduce a nada
excepto a hacernos sentir frustrados e inferiores a (¿colonizados por?) los
países poderosos.
EL
NUEVO TREN BIOCEÁNICO PERUANO QUE CONECTARÁ EL MEGAPUERTO DE CHANCAY CON BRASIL
Y SERÍA FINANCIADO POR CHINA
Brasil
ya posee una infraestructura ferroviaria establecida y solo necesita completar
un tramo hasta la Hidrovía Paraguay-Paraná para lograr la interconexión.
La
República de Perú (https://acortar.link/e27567)
El
proyecto del tren bioceánico, que conectaría Perú y Brasil desde Chancay, se
vislumbra como una ruta estratégica para la integración de Sudamérica. Esta
ambiciosa iniciativa de infraestructura tiene como objetivo principal unir los
océanos Atlántico y Pacífico y brindará beneficios significativos tanto a
Brasil como a Perú.
La
participación de China en este megaproyecto es notable, ya que ha demostrado un
marcado interés en formar parte de él, esto tras reconocer el potencial que
tiene para fortalecer los lazos económicos con América del Sur. La colaboración
internacional en esta empresa promete abrir nuevas oportunidades y fomentar el
desarrollo regional en la región.
La
inauguración del gran puerto en Chancay, prevista para noviembre de 2024,
representa una oportunidad única para impulsar el crecimiento económico y
comercial en Perú. El proyecto del tren bioceánico, parte del Corredor
Ferroviario Bioceánico de Integración, tiene como objetivo unir varios países
de la región.
Brasil
ya posee una infraestructura ferroviaria establecida y solo necesita completar
un tramo hasta la Hidrovía Paraguay-Paraná para lograr la interconexión. Por su
parte, Bolivia ha incorporado las construcciones necesarias en su Plan de
Desarrollo Económico y Social 2021-2025.
La
ruta del nuevo tren bioceánico en Perú
El
trazado del tren bioceánico comenzaría en el Puerto Santos en Brasil e
ingresará a Bolivia por Puerto Suárez, pasará por los municipios de Montero y
Bulo Bulo, para finalmente salir a Perú por el hito 4 y concluir en el puerto
de Ilo. La construcción total tendrá 3.755 kilómetros de vías a lo largo de su
recorrido. De esta manera, la interconexión entre Perú, Bolivia y Brasil será
una realidad.
“La
carga de soya y carne congelada que provengan de esos estados se transportarán,
en una parte importante, por la Interoceánica del Sur y saldrán por los puertos
de Matarani (Arequipa) e Ilo (Moquegua), por eso necesitamos renovarle el
contrato a Matarani, con condiciones ventajosas para el Perú, y efectuar la
concesión de Ilo, porque ahora está en manos de Enapu”, señaló en ministro de
Transporte y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes en una conferencia de prensa..
¿En
qué etapa está el proyecto ferroviario?
A
diferencia de Brasil y Bolivia, Perú aún tiene pendiente iniciar las labores
esenciales para incorporarse al proyecto del tren bioceánico. Sin embargo, el
país ha mostrado interés en avanzar en esta iniciativa, esto al reconocer su
importancia para mejorar la conectividad y el flujo de mercancías. China, a
través de Cosco Shipping Ports, está impulsando activamente el megapuerto de
Chancay y ha expresado su interés en concretar el tren bioceánico.
Por
su parte, el titular del MTC, reiteró que el Perú no debería liderar la
construcción del Tren Bioceánico, un megaproyecto que pretende conectar el
Océano Pacífico con el Atlántico, esto al asegurar que no es una prioridad para
el sector, puesto que ya hay seis proyectos que se buscan impulsar.
"No
creemos que debemos financiarlo. Si algún interés tiene Brasil o China en esto,
ellos deberían encargarse de ello", manifestó el ministro en relación con
la reciente reactivación del proyecto debido al próximo inicio de operaciones
del puerto de Chancay. Pérez aseguró que el país está enfocado en salir por el
Océano Pacífico y no por el Atlántico.
¿Qué
significa un corredor bioceánico?
Un
corredor bioceánico es una infraestructura de transporte que facilita la
conexión directa entre dos océanos, optimizando el comercio internacional y el
desarrollo económico. Estas rutas involucran la construcción de carreteras,
ferrocarriles y puertos para manejar la logística a gran escala.
Los
proyectos de corredores bioceánicos, como los que conectan el Atlántico con el
Pacífico en Sudamérica no solo aceleran el flujo de mercancías, sino que
también promueven la integración regional y el desarrollo económico. Además,
estimulan la diversificación económica y fortalecen las relaciones comerciales
entre países de diversos continentes.
MTC
anunció 6 nuevos trenes en Perú
El
Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha impulsado la construcción de seis
megaobras que buscan conectar la costa, sierra y selva de Perú. Aquí las
megaproyectos:
Ferrocarril
Lima – Ica
Ferrocarril
San Juan de Marcona – Andahuaylas
Ferrocarril
Lima – Barranca
Ferrocarril
Trujillo – Barranca
Ferrocarril
Lambayeque – Cajamarca
Ferrocarril
Hidroeléctrica – Quillabamba
BOLIVIA:
PAGOS DIFERIDOS PARA IMPORTACIÓN DE LA ADUANA NACIONAL ENTRAN EN VIGENCIA
Portal
Portuario de Chile (https://acortar.link/BWmb0b)
La
Aduana Nacional de Bolivia (AN) informó que la medida de Pagos Diferidos para
agilizar el comercio entraron en vigencia.
En
detalle, el Reglamento de Pagos Diferidos a Tributos Aduaneros de Importación
aplicable a “Declaración de Importación” bajo la modalidad de Despacho General.
Para
solicitar los pagos diferidos, el gerente regional de Aduana Potosí, Alex Yamil
Mamani, señaló que “el comerciante o importador tiene la facilidad de
nacionalizar su mercancía con el pago de una cuota inicial del 40% que
posibilita la liberación de su mercancía y, la prórroga de pago restante del
60% en cuotas mensuales, bimestrales, trimestrales o semestrales dentro la
gestión; previa presentación de garantía (s) a primer requerimiento”.
Asimismo,
Mamani menciono que el procedimiento debe contar con la Declaración de
Mercancías de Importación (DIM), además de estar registrado en el Formulario de
Solicitud de Pagos Diferidos en el Sistema Único de Modernización Aduanera
(Suma).
También,
el ente aduanero dijo que el número y modalidades de cuotas diferidas no
excederán el año de su autorización, por lo que se deberá hacer el pago total
de los tributos dentro de este plazo.
Por
otra parte, las garantías deberán estar registradas por el importador en el
Sistema de Registro de Garantías Tributarias y de Actuación (Srgta).
EL
CÓDIGO NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE CUMPLE 10 AÑOS
Está
vigente desde el 17 de julio de 2014
Unicef Org. (https://acortar.link/p44oxW)
El
17 de julio de 2024 es una fecha importante para los bolivianos, especialmente
para aquellos que tienen menos de 18 años. Ese día se conmemoran los diez años
de vigencia de la Ley 548 Código Niña, Niño y Adolescente. Hoy, casi 4 millones
de niñas, niños y adolescentes bolivianos se acogen y benefician de esta norma
que trajo un cambio de visión sobre ellos mismos, y el rol que el Estado asume
en relación con la garantía de sus derechos.
Mediante
este Código, Bolivia armonizó su marco normativo nacional al internacional con
la suscripción de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que este
año cumple 35 años de su adopción, y con la Constitución Política del Estado de
2009.
Entre
los avances, se destaca que el Código reconoce, desarrolla y regula el
ejercicio de los derechos de la niña, niño y adolescente, y define un catálogo
de derechos amplio entre los cuales figuran: el derecho a la vida, un nivel de
vida adecuado, la salud, tener una familia, o la protección frente a cualquier
forma de violencia, entre varios otros.
Para
el logro de estos derechos se establece el Sistema Plurinacional de Protección
Integral de la Niña, Niño y Adolescente (SIPPROINA), constituido por un
conjunto articulado de órganos, instancias, instituciones, organizaciones,
entidades y servicios, que funciona en todos los niveles del Estado, a través
de acciones intersectoriales.
El
Código determina el derecho a la participación de la niñez y adolescencia. Los
representantes del Comité Plurinacional Niño, Niña y Adolescente son elegidos
mediante un proceso democrático, que se inicia en las unidades educativas de
todo el país. El proceso eleccionario les da representatividad, legitimidad y
legalidad.
También
persisten los desafíos, como el establecimiento de los mecanismos e instancias
definidos por el Código, como es el caso del Programa de Prevención y
Protección Social para Niñas, Niños y Adolescentes; y el Programa Integral de
Lucha contra la Violencia Sexual a Niñas, Niños o Adolescentes.
Una
deuda que tiene el Código con la niñez y adolescencia es la relacionada con la
prevención y atención de la violencia. Esto abarca desde el castigo corporal
ejercido como forma de crianza hasta la extrema violencia como la agresión
sexual, particularmente cuando las niñas y adolescentes mujeres son las
víctimas.
El
7 y 8 de noviembre de este año se celebrará en Bogotá, Colombia, la Primera
Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra Niños,
Niñas y Adolescentes. En este evento participará el Gobierno de Bolivia, lo que
representa una oportunidad clave para fortalecer los avances del Código sobre
este importante tema.
La
lucha por el cumplimiento efectivo de los derechos de la niñez es, en esencia,
acción. En las últimas dos décadas el Gobierno ha realizado grandes esfuerzos
para alcanzar mejoras significativas en varios ámbitos de la vida de las niñas,
los niños y adolescentes, tales como la reducción de la mortalidad materna, la
desnutrición y la mortalidad infantiles. Sin embargo, todavía existen carencias
sociales en salud, educación y protección, que han sido acentuadas a partir de
la pandemia y que deben ser atendidas con alta prioridad. Dentro de los grupos
más vulnerables se encuentran el de la primera infancia, las niñas, niños y
adolescentes con discapacidades, los indígenas, y afrodescendientes.
De
manera acertada, la actual gestión del Viceministerio de Igualdad de
Oportunidades se ha marcado importantes metas de gestión hacia el
fortalecimiento del Sistema de Protección Integral de Niñez para remover
obstáculos estructurales al ejercicio de los derechos de la niñez y
adolescencia. Dos ejemplos de esta agenda son el desarrollo del Sistema de
Información de la Niña, Niño y Adolescente (SINNA), el modelo de redes
funcionales o la evaluación del mismo Código, a las cuales UNICEF ha venido
apoyando mediante su asistencia técnica.
La
implementación efectiva del Sistema Integral de Protección de la Niñez que
define el Código no está sujeto sólo a la asignación de recursos sino depende
también de una estrategia de implementación de la política pública basada en la
coordinación y articulación de las funciones a cargo de las instituciones del
sistema. En ese sentido, se recomienda el diseño de un sistema de evaluación
del funcionamiento del sistema y cumplimiento de resultados y los efectos e
impactos alcanzados en relación con los costos identificados.
La
promulgación del Código fue, no cabe duda alguna, un avance significativo hacia
el cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia boliviana. Sin
embargo, las acciones legislativas y políticas solo son efectivas si van
acompañadas de las medidas presupuestarias y de inversión correspondientes y
acordes con los desafíos y brechas que se quieren superar.
LOS
CHOLETS DE LOS MILLONARIOS AIMARAS DE BOLIVIA
Fusión
cultural. Estos edificios temáticos, que incluyen en sus fachadas enormes
figuras del cine y la televisión, son inversiones que superan el millón de
dólares e incluyen hoteles, restaurantes, salones de baile y centros
comerciales. Sus propietarios lo consideran un legado de sus familias. La
República conoció esta singular arquitectura ubicada en El Alto.
La
República de Perú (https://acortar.link/ufb39N)
Los
aimaras de El Alto, en La Paz, Bolivia, no conocen nada del economista escocés
Adam Smith, pero son los más grandes capitalistas del país altiplano. Tal vez
por ello los comerciantes más prósperos invierten su dinero en los llamados
“cholets”, edificios de diseño tridimensional con temática de Los Transformers,
Los caballeros del Zodiaco, Iron Man, entre otros personajes del cine y
entretenimiento.
Las
nuevas torres tienen también a Dragon Ball, mientras otras optan por graficar
camiones, en alusión al transporte de mercadería en la cual radica su economía.
Los
cholets, que suelen superar los 10 pisos, albergan lujosos salones de baile,
hoteles, restaurantes y centros comerciales.
Se
comenzaron a crear desde el 2000 como una expresión de la recuperación
económica que experimentaba el país altiplánico.
El
diseño está a cargo de arquitectos especializados, que deben amoldar la
distribución de espacios y seguridad a la temática elegida por el propietario.
¿Qué
es “cholet”? Es una palabra acuñada hace aproximadamente 20 años para
identificar a los alteños más adinerados que se sienten orgullosos de su
pasado, historia y cultura. Surge de combinar “chalet”, que son las viviendas
unipersonales francesas de estilo montañés, y “cholo”, persona de ascendencia
indígena.
“Somos
aimaras, pero tenemos modernidad”
Caminamos
por estas calles y llegamos al cholet El Sol, vigilado por Bumblebee de Los
Transformers. Nos recibe el administrador Marco Apaza. “Así como los pitucos
tienen sus edificios, los cholos tenemos lo nuestro. Nos damos un buen trato y
encima nuestros locales son más bonitos. Si no, para qué trabajamos. Qué nos
vamos a llevar de esta vida. Nosotros, sin negar nuestro pasado, progresamos.
Somos aimaras, pero también tenemos modernidad. Además, es inversión, ¿no ve?
Se alquila y se recupera”, exclama.
Este
alteño sabe que, de entre todos los cholets, el suyo se lleva todas las
miradas.
El
robot de la saga tiene 4 metros y fue mandado a construir exclusivamente.
Descansa en una plataforma entre el tercer y cuarto piso. Todo el edificio se
mimetiza con el amarillo, hasta el décimo piso.
Avanzamos
una cuadra y llegamos al “Crucero de los Andes”. Lo novedoso de este cholet es
un enorme barco en el piso 11. Su ubicación da la apariencia de estar en el
aire.
También
aquí encontramos restaurantes y salones VIP caracterizados por la iluminación
tridimensional. No obstante, se incluyen imágenes de la cultura tiahuanaco, la
diablada boliviana y otras danzas autóctonas. “El proyecto demoró seis años en
ejecutarse”, cuenta un trabajador de esta singular estructura.
¿Y
por qué un barco? La razón, cuenta aquí, se debió a un momento coyuntural en
Bolivia relacionado a la reivindicación marítima.
Invita
a peruanos
Nos
encontramos con Deimar Mamani Apaza, administrador del salón de eventos
Megatrón VIP. Nos cuenta que estas infraestructuras particulares son una
tendencia que no va a retroceder porque representa a la sociedad boliviana
pujante.
“Puede
parecer extravagante, pero son obras de arte atractivas para cualquiera, es
nuestra cultura. Además, es un legado de nuestra familia”, precisó.
“Hermanos
peruanos, vengan a visitar El Alto y los cholets, tenemos mucha variedad, es
una bonita experiencia”, añadió.
Muchas
agencias de turismo han implementado paseos turísticos exclusivamente para
conocer varios cholets.
Fuente
de ingresos
“Nosotros
estamos contentos porque visualmente son muy bonitos y mueven la economía. Al
venir gente hay más consumo. Todo se vende. Estamos contentos. Además, es de
por sí artístico y muchos se vienen a tomar fotos”, cuenta Lina Chambilla,
comerciante de comida a las afueras de El Sol.
Así
como ella, también muchos comerciantes informales se benefician de manera
indirecta con la llegada de turistas.
El
Alto alberga más de un millón de habitantes. Casi la totalidad reside en
viviendas que no están estucadas, por lo que el color ladrillo es la
característica más notoria de esta ciudad considerada el emporio comercial más
importante del país altiplánico.
En
medio de este contexto urbanístico, los cholets suponen el lado artístico y a
la vez son el sello de la arquitectura andina adaptada a la modernidad.
Son
proyectos inmobiliarios que suponen una inversión que oscila entre uno y dos
millones de dólares. Los alquileres, a largo plazo, garantizan la recuperación
de lo invertido.
“Cuanto
más llamativo el edificio, se asegura más clientes”, sostienen los lugareños.
El
elevado costo se debe a los acabados, pero también a la amplitud de los
terrenos.
Algunas
de estas propiedades tienen hasta 700 metros cuadrados sobre los que se
levantan los edificios. Hay varios que están en construcción, lo cual se deja
notar cuando se pasea por el teleférico de la zona.
El
último piso, destinado al dueño
Casi
todos tienen ascensor. Sin embargo, el último piso, llamada simplemente
“chalet”, está reservado para el dueño. Es su vivienda. Y cuenta con su propio
mirador.
Los
cholets están arraigados a la cultura local y supone reafirmarse en el estatus
social.
Alquilar
un salón de eventos en estos edificios cuesta en promedio 3 mil dólares (cerca
de 11.500 soles). Los alteños sostienen que, si no hay demanda, ellos la crean.
Si ello supone introducir imágenes comerciales de otros países, lo hacen con
gusto. No pierden su identidad, fusionan elementos. Tal vez desconozcan la
teoría económica de Smith, pero tienen en claro que solo así hay mercado y
progreso.
NAKAYAMA:
‘PANAMÁ ES UN PUNTO DE UNIÓN NATURAL ENTRE EL MERCOSUR Y CENTROAMÉRICA’
El
senador paraguayo, Eduardo Nakayama, destacó que el deseo del presidente de la
República, José Raúl Mulino, de unirse al mecanismo puede fortalecer las
importaciones y exportaciones entre los países
La
Estrella de Panamá (https://acortar.link/IuhIL1)
A
juicio del senador paraguayo, Eduardo Nakayama, la intención del gobierno
panameño de unirse, como Estado Asociado, al Mercado Común del Sur (Mercosur),
refleja una “visión estratégica y sumamente adelantada”, al resto de los países
de América Central y el Caribe, así lo mencionó el pasado 11 de julio, en
entrevista con este medio.
“El
Mercosur está conformado por los países que más alimentos producen en la región
y está desarrollando el Corredor Biocéanico Central, de más de 2,472 kilómetros
y conecta el puerto de Porto Alegre (Brasil) con uno de los tres puertos de la
región de Coquimbo (Chile)”, destacó.
La
agrupación de naciones está conformada por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay
y Venezuela (suspendida desde agosto de 2017). Estados Asociados: Chile,
Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Bolivia.
Datos
de la Oficina de Inteligencia Comercial (Intelcom), del Ministerio de Comercio
e Industrias (Mici), muestran que, Panamá ha exportado $61.4 millones en
productos, entre 2010 y 2024, siendo $1.7 millones lo correspondiente al primer
trimestre de este año.
Desde
2010 hasta la fecha, el país que más exportaciones nacionales ha recibido es
Brasil ($55.7 millones), seguido muy de lejos por Uruguay ($2.2 millones),
Argentina ($1.9 millones) y Paraguay ($1.8 millones).
En
materia de puertos, los que más embarques han tenido son: Puerto Manzanillo
($50.8 millones), Puerto Cristóbal ($8 millones), Puerto Balboa ($800.000),
Colon Container Terminal ($600.000) y Rodman ($500.000).
“Panamá
es el ‘hub’ más importante de las Américas y ver la posibilidad de crear
alianzas hacia un hub sub continental podría llegar a ser muy relevante,
fortaleciendo la conexión de este país con el polo sudamericano”, analizó
Nakayama.
“Panamá
es un punto de unión natural entre el Mercosur y Centroamérica y con esta
posible incorporación puede fortalecer su liderazgo, a nivel regional”, agregó.
Información
divulgada en el portal de estadísticas de Mercosur muestra que, en lo que va
del año, han exportado 125.063,3, a nivel mundial, haciendo énfasis en China
(27,7%), la Unión Europea (13,3%) y Estados Unidos (11,9%).
En
materia de importaciones, han generado $97.846,7 millones, siendo sus
principales mercados China (26,4%), la Unión Europea (19,9%) y Estados Unidos
(15,8%).
El
titular del Mici, Julio Moltó, dijo a EFE que Panamá iniciará las
“conversaciones” lo “antes posible” para adherirse al mecanismo. “La
instrucción es que generemos las conversaciones (...) y creo que por esa vía
debe ir, como un Estado Asociado para entrar en el Mercosur”, afirmó el
ministro.
Según
la página web de Mercosur, la solicitud “para adquirir la condición de Estado
Asociado se presenta ante el Consejo del Mercado Común, canalizándola por
intermedio de la Presidencia Pro tempore”, ahora en manos de Uruguay después
del traspaso de Paraguay, el pasado lunes.
Los
Estados Asociados “son aquellos miembros de la Asociación Latinoamericana de
integración con los cuales el Mercosur suscribe acuerdos de libre comercio, y
que posteriormente solicitan ser considerados como tales”.
También
están autorizados a participar en las reuniones de órganos del bloque que
traten temas de interés común, según la información oficial.
El
presidente Mulino asistió, el pasado 8 de julio, a la 64 cumbre el bloque
comercial en Asunción, Paraguay, en donde se reunió con sus homólogos de
Paraguay, Santiago Peña, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para sentar las
bases de posibles acuerdos comerciales a futuro.
Moltó
declaró a EFE que su cartera ha recibido la “instrucción” de que “antes de seis
meses”, cuando se celebre la próxima reunión con Mercosur, deben “tener algo ya
establecido y conversado”.
“Así
que ahora nos toca establecer todos esos protocolos con la Cancillería a través
del canciller (Javier Martínez-Acha) para hacerlo propiamente entre países y
las conversaciones deben iniciar lo antes posible”, agregó el ministro
panameño.
El
titular del Mici señaló que van a “conversar con la empresa privada local” para
“hacer todas las consultas pertinentes para lograr un acuerdo que sea
beneficioso para Panamá y para el Mercosur”.temas- prorrogar el mandato de los
magistrados y autoridades tanto del órgano judicial como del mismo tribunal
bajo el argumento de que no se podía dejar acéfalo un órgano de poder. El
referido tribunal constitucional ha puesto en suspenso las facultades de
fiscalización del órgano legislativo y cada semana suspende con alguna decisión
alguna actividad que pretende realizar el legislativo, generando ya no un
modelo presidencialista sino uno hiper-presidencialista, con un legislativo
casi simbólico y un órgano judicial sin legitimidad y con muchas dudas de su
constitucionalidad.
Asistimos
también a una transformación de la noción de lawfare, que generalmente es
comprendida como el uso de acciones legales para causar problemas a un oponente
político, hacia una versión de lawfare en el que acciones de tinte jurídico se
usan para desbaratar la misma constitución y para casi anular la división de
poderes a nombre de la constitución, como los golpes de estado que se hacen a
nombre de la democracia. En la práctica, en Bolivia, parece solo existir el
ejecutivo y el tribunal constitucional que endosa al ejecutivo su primacía.
Según
los estudios llevados a cabo por Juan Linz, estadísticamente los modelos
presidencialistas de América Latina son los que han tenido más golpes de
estado, sean los clásicos golpes de estado o los llamados golpes de estado
blandos, en los que una élite busca apoderarse del órgano ejecutivo y los
poderes militares y policiales aparecen silenciosamente en segundo plano.
Un
golpe de estado, sea éste fallido o incluso un curioso autogolpe, es un punto
de llegada de un proceso de desinstitucionalización y de-constitucionalización
de un Estado. Es un proceso en el que las instituciones democráticas que
garantizan la pluralidad de actores en el juego político están cercenadas y
obstaculizadas, al punto de no poder desarrollar sus funciones.
En
Bolivia se encuentra en riesgo no solo la elección de las autoridades del
órgano judicial y del tribunal constitucional por esta inactividad del órgano
legislativo, sino también se encuentra en riesgo las elecciones primarias,
necesarias para las consecutivas elecciones generales de 2025, las cuales, por
efecto, también se encuentran en riesgo. Un conjunto de acciones jurídicas han
impedido que algunos partidos políticos, como el Movimiento al Socialismo
(MAS), puedan llevar a cabo la renovación de sus directivas para avanzar a la
definición de candidatos para las elecciones primarias, y una vez más, otro
órgano de poder como lo es el órgano electoral no está logrando avanzar en sus
actividades, una vez más con influencia de este nuevo lawfare que en apariencia
logra la gobernabilidad al órgano ejecutivo, que se muestra interesado en que
el Movimiento al Socialismo y otros partidos políticos no puedan avanzar en el
juego político democrático.
Hace
algunas semanas, antes del curioso episodio de la tarde del 26 de junio, el
presidente de la cámara de senadores, en aplicación de la Constitución y del
reglamento de la cámara de senadores y en ausencia del vicepresidente del
Estado, que suplía al presidente debido a un viaje de éste al extranjero,
convocó, como era usual, a una reunión de la asamblea legislativa
plurinacional, es decir, del órgano legislativo, sin embargo, una decisión del
tribunal constitucional desautorizó esta convocatoria y puso en duda la
constitucionalidad y legalidad de esta sesión legislativa, en la que se cumplió
con el quorum de ley, y se sancionaron normas que cesaban a las autoridades
prorrogadas del órgano judicial y del tribunal constitucional.
A
este escenario complejo de gobernabilidad se debe añadir la crisis económica
que enfrenta el Estado boliviano, que ya no cuenta con el mismo ingreso de
recursos económicos de años pasados para el subsidio a la gasolina y el diesel,
así como para cubrir el gasto ordinario de la administración pública y las
empresas del estado. En lo cotidiano esta crisis económica se expresa en la
falta de dólares en los bancos y la aparición de un mercado ilegal y paralelo
de dólares. Esta crisis afecta directamente a la figura del presidente
boliviano, quien llegó al gobierno como el artífice del milagro económico, es
decir, quien diseñó un modelo económico que en los años de gobierno de Evo
Morales fue exitoso. En este contexto económico, la popularidad del actual presidente
boliviano, efectivamente, se encuentra en caída, no se puede ser el abanderado
de la buena economía de años pasados y a la vez gobernar bajo una crisis
económica compleja, si a ello le sumamos el conflicto político interno del
partido de gobierno.
En
consecuencia, el curioso episodio de la tarde del 26 de junio se inscribe como
parte de este proceso complejo de desinstitucionalización y
de-constitucionalización, de crisis económica y caída en la popularidad del
gobierno, que ahora cabe sumar el cuestionamiento a la pobre y precaria
institucionalidad de las fuerzas armadas en Bolivia, que junto con las
instituciones de administración de justicia, se derrumban ante la mirada triste
y atónita de la población.
Se
dice que Bolivia siempre que llega al borde del abismo se recupera y retrocede,
sin embargo, un mal gobierno puede llevarla a que dé un paso al frente.
BOLIVIA
ENTRA AL MERCOSUR
La
incorporación de Bolivia al Mercosur tendrá implicancias para la Comunidad
Andina, que se verá enfrentada al dilema de expulsar a Bolivia de su seno, por
la eventual incompatibilidad de pertenecer al mismo tiempo a dos proyectos
subregionales distintos.
El
Mostrador de Chile (https://acortar.link/tktBzl)
El
día 4 de julio recién pasado el Parlamento de Bolivia –haciendo un alto en las
tensiones políticas que complican hoy en día a ese país– aprobó por unanimidad el ingreso al Mercosur.
Esa decisión estaba pendiente de la aprobación parlamentaria por parte de
Bolivia, después de que ya había sido aprobada en los parlamentos de los 4
países miembros y fundadores de ese pacto subregional, es decir, Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Al día siguiente, el presidente Arce firmó la ley
correspondiente, con lo cual se culminan todos los trámites institucionales y
políticos para hacer realidad esa incorporación que estaba pendiente desde
2015.
Hay
varias razones que explican esa decisión tan unánime. Bolivia, desde el punto
de vista de su comercio exterior, está mucho más relacionada con el Mercosur
que con la Comunidad Andina. En el año 2023, Bolivia exportó hacia el resto de
los países de la Comunidad Andina –Perú, Ecuador, Colombia– mercancías por un
valor de 1.804 millones de dólares, mientras que al conjunto de países del
Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– canalizó mercancías por un
valor de 2.640 millones de dólares. La mayoría de estas últimas exportaciones
fueron hacia Brasil (1.380 millones de dólares) y de ese monto el elemento
predominante fue el gas.
Bolivia
tuvo a lo largo del siglo XXI un período de auge de sus exportaciones de gas
–las cuales se canalizaban y se siguen canalizando hacia Brasil y parcialmente
hacia Argentina–, lo cual permitió al presidente Evo Morales llevar adelante un
Gobierno bastante generoso socialmente, por decirlo en la forma más elegante
posible. Hoy en día la producción y las exportaciones de gas han disminuido en
forma significativa, lo que explica en alta medida las limitaciones económicas
de Bolivia y del Gobierno del presidente Arce.
A
eso se agrega que Argentina está próxima a convertirse en un exportador
importante de gas a partir de los yacimientos de Vaca Muerta, en el sur del
país. Esa situación deja a Bolivia imposibilitada no solo de seguir vendiendo
gas a Argentina, sino que es altamente probable que dicho país compita con
Bolivia en el suministro de gas a Brasil. Parece ser que los bolivianos asumen
que esa situación complicada con dos países del Mercosur se soluciona mejor
estando dentro de esa agrupación subregional, y no fuera.
Bolivia
está, por lo tanto, más inclinada hacia el Mercosur que hacia la Comunidad
Andina –de la cual no es mucho lo que se puede esperar– y, en ese contexto, el
gas tiene una importancia sustantiva. El gas es el primer producto de
exportación de Bolivia, con un monto, en el 2023, de 2.074 millones de dólares,
canalizándose hacia Brasil 1.375 millones de dólares, a lo que se agrega el
hecho de que con ese país hay la correspondiente red de gaseoductos
funcionando.
Todas
estas circunstancias que mueven a Bolivia a integrarse como socio de pleno
derecho en el Mercosur tendrán implicancias positivas para esta asociación
subregional, que pasará a ser la agrupación de mayor peso económico, geográfico
y poblacional en América Latina. Esa situación puede incrementarse más aún si
Venezuela retorna al Mercosur después de superar las circunstancias que
movieron antaño a su separación, lo cual lo convertiría en un poderoso polo de
atracción del resto de los países de la América del Sur.
Esa
situación se complementa con la existencia de un acuerdo de libre comercio
entre el Mercosur y Chile, que ya tiene varios años de vigencia y de
consolidación. Sobre los actuales países del Mercosur recaería, por lo tanto,
la inmensa responsabilidad de poner término a sus disputas parroquiales y
personalistas, y asumir el liderato del proceso de integración regional.
La
incorporación de Bolivia al Mercosur tendrá implicancias para la Comunidad
Andina, que se verá enfrentada al dilema de expulsar a Bolivia de su seno, por
la eventual incompatibilidad de pertenecer al mismo tiempo a dos proyectos
subregionales distintos, o de mantenerla como parte de dicha agrupación. Si la
Comunidad Andina camina en esta última dirección, Bolivia podría convertirse en
un puente y en un precedente que juegue en favor de los procesos de
convergencia de las agrupaciones regionales de integración que existen hoy en
día en América del Sur, convirtiéndose así, la decisión actual, en un paso de
alta importancia no solo para la propia Bolivia, sino también para el conjunto
de la región.
A
LULA SIEMPRE LO TIENTAN LAS TAREAS DIFÍCILES: AHORA INTENTA MEDIAR ENTRE ARCE Y
EVO
Resumen
Latinoamericano Org. (https://acortar.link/fRyKOL
El
presidente brasileño quiere limar asperezas en el partido del oficialismo
boliviano.
Luiz
Inácio Lula da Silva viajó a Bolivia. Su agenda incluyó diversas cuestiones
bilaterales, probablemente más determinantes para los intereses brasileños.
Pero el exlíder metalúrgico comprende como ningún otro dirigente de la región
la importancia fundamental que tiene la unidad, más aún en estos tiempos en que
acecha la ultra derecha y sus distintas variantes neoliberales.
Por
eso, el presidente brasileño se reunió con Luis Arce, en Santa Cruz de la
Sierra, con el propósito complicado de mediar en la crisis interna del
Movimiento al Socialismo, que en sus gobiernos revolucionó la estructura del
país y que pone en jaque la continuidad de las realizaciones con las muy duras
peleas internas, con Lucho Arce y Evo Morales a la cabeza.
Lula
intenta agotar las instancias para evitar una ruptura total, lo que por el
momento parece inevitable. Claro que lo hace tomando partido: condenó el
intento de golpe y lo comparó con los episodios que él mismo debió padecer en
enero de 2023, poco después de haber asumido. La postura se asemeja a un apoyo
concreto a Arce, ya que, en principio, contradice la postura de Evo respecto a
la asonada, que califica como “autogolpe” del actual gobierno.
Pero,
según trascendidos confiables, el mandatario brasileño elaboró duros reproches
a la conducción política del MAS, con Arce a la cabeza, por no agotar los pasos
para evitar la ruptura. A la vez que habría deslizado una crítica a ciertas
medidas económicas del gobierno, al tiempo que les habría adelantado que
volverá a comunicarse con Evo Morales, como advertencia de que no cejará en su
afán de que haya unidad en Bolivia, de cara a las presidenciales del año
próximo, con la derecha acechando tras las peleas del oficialismo.
¿ES
VIABLE LA SOLICITUD DE PETRO A LA ONU DE LEGALIZAR LA COCAÍNA?
El
presidente Petro avivó la discusión sobre la legalización de las drogas al
afirmar que legalizar la cocaína acabaría la guerra en Colombia. Sin embargo,
su propuesta ignora realidades complejas, globales y locales.
Razón
Pública de Colombia (https://acortar.link/SGyDTd)
El
11 de julio, varios medios informaron que el presidente Petro había encendido
la polémica sobre la legalización de las drogas en la Organización de las
Naciones Unidas, en Nueva York, cuando afirmó que “Si mañana Naciones Unidas
dijera ‘la cocaína es legal’, mañana se acaba la guerra en Colombia”.
Sin
duda, esta es una afirmación desafiante, pero es concordante con la creencia
común en Colombia. Por eso, no sorprende que muchos de los periodistas más
importantes del país hayan sostenido que el problema de las drogas tiene dos
soluciones: o que en los países consumidores se deje de consumir, o que
legalicen el consumo.
Para
continuar quiero afirmar que no soy ni he sido antipretista. Conocí a Gustavo
Petro hace más de veinte años cuando compartí con él un panel sobre las drogas
ilegales organizado por Luis Sandoval en la Casa María Cano. Allí, el joven
Petro me impresionó como alguien que tenía una visión coherente de los
problemas del país, pero con quien no pude tener un diálogo después del panel.
Lamentablemente, nunca tuve la oportunidad de volver a interactuar con él.
El
mercado de drogas
El
desacuerdo con las afirmaciones de Petro en la ONU se basa en dos hechos
demostrados sobre los mercados de drogas, incluyendo el de la cocaína. Primero,
que muchos países que podrían cultivar coca y exportar cocaína no lo hacen, y
otros que lo hicieron cuando la cocaína era legal, tampoco lo hacen.
Segundo,
que la violencia en los mercados de drogas ilegales alrededor del mundo es
mucho menor que la padecida por Colombia y por algunas regiones de México.
Además, la violencia durante la prohibición del alcohol en Estados Unidos,
magnificada por los periódicos y las películas, también es incomparable con la
que Colombia y México han experimentado. En otras palabras, para la mayoría de
los países, las enormes ganancias en los mercados de cocaína de los países
ricos no han sido irresistibles como en Colombia.
El
propósito de la política de drogas debe aceptar que el país debe dejar de
producir cocaína y que el argumento de que no hay otro producto que le dé al
campesinado cocalero un ingreso similar simplemente no convence a “la comunidad
internacional”
Lo
anterior demuestra, primero, que el argumento tradicional exculpatorio y
justificativo de que cuando hay demanda hay oferta deja de ser válido cuando se
observa que una serie de países en los que se podría cultivar coca y exportar
cocaína no lo hacen. Y segundo, que los factores que han determinado el
desarrollo de la industria de la cocaína en Colombia son primordialmente
internos.
En
otras palabras, que, si bien la geopolítica externa puede ser injusta y difícil
de manejar, la interna ha sido igualmente injusta y difícil de manejar. Por
eso, el propósito de la política de drogas debe aceptar que el país debe dejar
de producir cocaína y que el argumento de que no hay otro producto que le dé al
campesinado cocalero un ingreso similar simplemente no convence a “la comunidad
internacional”. Esta no se considera culpable y no entiende por qué tendría que
compensar a Colombia por los efectos que la industria de la cocaína ha tenido
en el país.
La
solicitud del presidente
En
lo que concierne a la solicitud del presidente a las Naciones Unidas, debo
afirmar que esta desconoce tanto la estructura como el papel y el poder de las
Naciones Unidas. La ONU no es un gobierno mundial; solamente proporciona
mecanismos para discutir conflictos entre países y foros para discutir ideas,
además de promover políticas que mejoren la calidad de vida de la gente. La ONU
ha sido mucho más efectiva resolviendo algunos conflictos sobre las fronteras
de los países que forzando a los países a cambiar tradiciones culturales y
patrones de consumo y comportamiento.
La
ONU no puede legalizar la cocaína en el mundo como dice Petro. Solamente
podría, previo acuerdo con los países parte de las Convenciones de Drogas,
sacar la coca y la cocaína de las listas de sustancias controladas por estas
últimas. Pero no puede forzar a ningún país a permitir dentro de su territorio
la importación y consumo de cocaína o coca.
En
otras palabras, si la ONU sacara de las listas de sustancias controladas la
cocaína, dejaría abierta a los países la posibilidad de legalizar estas
sustancias, pero no podría impedir que los países individualmente la prohíban.
Por esta razón, no se acabaría con el negocio ilegal. Esto aplica a cualquier
otro artículo o servicio. Por ejemplo, si los porcicultores de Iowa
argumentaran que la prohibición al consumo de cerdo en Israel y en el mundo
musulmán es una guerra contra la producción y consumo de cerdo, la ONU ni la
Organización Mundial del Comercio podrían hacer nada al respecto.
Las
agencias de drogas de la ONU están asociadas en su imaginario colectivo con la
prohibición, pero durante los últimos 10 años estas han cambiado su narrativa y
hoy insisten en que para cumplir con las Convenciones no se necesita tener
políticas de “guerra contra las drogas”; que la pena de muerte no se debe
aplicar a delitos de producción, mercado o consumo de drogas; y que las
políticas de drogas deben respetar los derechos humanos de los productores,
consumidores, adictos y encarcelados por delitos relacionados con drogas.
Además, que las políticas deben tener en cuenta diversos aspectos, como sus
efectos sobre las madres cabeza de familia involucradas en las actividades del
narcotráfico.
La
prohibición
Sobre
el argumento de que la prohibición a las drogas ha sido impuesta, hay que
aclarar que ningún gobierno colombiano se opuso a las convenciones de drogas,
como sí lo hizo Bolivia, que firmó dos convenciones con reservas para proteger
los usos tradicionales de la coca.
La
prohibición per se no es sinónimo de guerra contra las drogas.
Además,
en Colombia, las organizaciones religiosas, la mayoría de las asociaciones de
padres de familia y los padres de familia mismos apoyan la prohibición.
Igualmente ocurre con la mayoría de los miembros del sector salud, que han
hecho el juramento hipocrático por el que se comprometen a no recetar o dar a
sus pacientes drogas que los coloquen en riesgo de adicciones graves.
Otro
punto que se debe mencionar es que la prohibición per se no es sinónimo de
guerra contra las drogas. Por ejemplo, Estados Unidos prohibió la importación,
mercadeo y consumo de cocaína y heroína en la Ley de Harrison de 1914. El
término “guerra contra las drogas” fue resultado de cambios profundos en la
sociedad estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y la década siguiente
a ella:
Los
afro-estadounidenses regresaron de la guerra donde pelearon por la democracia,
que les fue negada a su regreso.
Las
mujeres se incorporaron a la fuerza de trabajo paga, lo que les dio
independencia-
La
guerra en Vietnam despertó a la juventud a una realidad de un país hipócrita,
lo que la llevó a rechazar valores tradicionales.
Esto
causó una demanda por lo prohibido y un aumento en el uso de drogas
psicoactivas, lo que produjo una reacción muy fuerte dentro del grupo de poder
dominante en la sociedad. Como resultado, el presidente Nixon declaró a las
drogas “el enemigo público número uno”. Por eso, la “guerra contra las drogas”
fue una guerra interna en Estados Unidos.
El
problema para Colombia fue que un grupo de colombianos decidió producir y
exportar marihuana y luego cocaína al “insaciable” mercado estadounidense.
Algunos periodistas, académicos y pensadores consideran estas actividades como
una respuesta a un mundo injusto en el que las exportaciones tradicionales del
país han padecido bonanzas y fracasos sucesivos. El resto de la sociedad
disfrutó de una abundancia de divisas que nunca había tenido. Esto cambió a
Colombia como ninguna bonanza lo había hecho.
La
necesidad de definición
Como
conclusión, debo afirmar que la política de drogas de este y cualquier otro
gobierno colombiano debe empezar por definir cuál es el problema de las drogas
para Colombia. Colombia tiene varios problemas graves:
La
gran producción y exportación de drogas ilegales (parecería que el país tiene
casi una patente para producir cocaína).
Una
corrupción y tendencia al enriquecimiento extractivo.
Niveles
de violencia altos a través de su historia.
Es
el segundo país en el mundo en el número de organizaciones armadas no
gubernamentales que controlan territorios.
Todos
estos problemas están interrelacionados y su solución no vendrá del exterior.
Durante más de 200 años, el país no ha creado una sociedad pacífica que pueda
disfrutar de las bondades de su territorio. La creación de esa sociedad es el
principal desafío de cualquier gobierno.
La
política de drogas fundamental para Colombia debe empezar reconociendo que
Colombia debe aprender a vivir en un mundo en el que la cocaína es ilegal y que
seguirá siéndolo en el futuro, a menos que el gobierno colombiano demuestre al
mundo que es posible tener un sistema que permita usos regulados de la cocaína
diseñados para evitar los temidos problemas de su consumo.
Insistir
en que las ganancias en los mercados ilegales son la causa de la violencia en
Colombia y en que el mundo debe cambiar porque nosotros somos humanos y no
podemos resistir frente a las ganancias de la cocaína, no conduce a nada
excepto a hacernos sentir frustrados e inferiores a (¿colonizados por?) los
países poderosos.
EL
NUEVO TREN BIOCEÁNICO PERUANO QUE CONECTARÁ EL MEGAPUERTO DE CHANCAY CON BRASIL
Y SERÍA FINANCIADO POR CHINA
Brasil
ya posee una infraestructura ferroviaria establecida y solo necesita completar
un tramo hasta la Hidrovía Paraguay-Paraná para lograr la interconexión.
La
República de Perú (https://acortar.link/e27567)
El
proyecto del tren bioceánico, que conectaría Perú y Brasil desde Chancay, se
vislumbra como una ruta estratégica para la integración de Sudamérica. Esta
ambiciosa iniciativa de infraestructura tiene como objetivo principal unir los
océanos Atlántico y Pacífico y brindará beneficios significativos tanto a
Brasil como a Perú.
La
participación de China en este megaproyecto es notable, ya que ha demostrado un
marcado interés en formar parte de él, esto tras reconocer el potencial que
tiene para fortalecer los lazos económicos con América del Sur. La colaboración
internacional en esta empresa promete abrir nuevas oportunidades y fomentar el
desarrollo regional en la región.
La
inauguración del gran puerto en Chancay, prevista para noviembre de 2024,
representa una oportunidad única para impulsar el crecimiento económico y
comercial en Perú. El proyecto del tren bioceánico, parte del Corredor
Ferroviario Bioceánico de Integración, tiene como objetivo unir varios países
de la región.
Brasil
ya posee una infraestructura ferroviaria establecida y solo necesita completar
un tramo hasta la Hidrovía Paraguay-Paraná para lograr la interconexión. Por su
parte, Bolivia ha incorporado las construcciones necesarias en su Plan de
Desarrollo Económico y Social 2021-2025.
La
ruta del nuevo tren bioceánico en Perú
El
trazado del tren bioceánico comenzaría en el Puerto Santos en Brasil e
ingresará a Bolivia por Puerto Suárez, pasará por los municipios de Montero y
Bulo Bulo, para finalmente salir a Perú por el hito 4 y concluir en el puerto
de Ilo. La construcción total tendrá 3.755 kilómetros de vías a lo largo de su
recorrido. De esta manera, la interconexión entre Perú, Bolivia y Brasil será
una realidad.
“La
carga de soya y carne congelada que provengan de esos estados se transportarán,
en una parte importante, por la Interoceánica del Sur y saldrán por los puertos
de Matarani (Arequipa) e Ilo (Moquegua), por eso necesitamos renovarle el
contrato a Matarani, con condiciones ventajosas para el Perú, y efectuar la
concesión de Ilo, porque ahora está en manos de Enapu”, señaló en ministro de
Transporte y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes en una conferencia de prensa..
¿En
qué etapa está el proyecto ferroviario?
A
diferencia de Brasil y Bolivia, Perú aún tiene pendiente iniciar las labores
esenciales para incorporarse al proyecto del tren bioceánico. Sin embargo, el
país ha mostrado interés en avanzar en esta iniciativa, esto al reconocer su
importancia para mejorar la conectividad y el flujo de mercancías. China, a
través de Cosco Shipping Ports, está impulsando activamente el megapuerto de
Chancay y ha expresado su interés en concretar el tren bioceánico.
Por
su parte, el titular del MTC, reiteró que el Perú no debería liderar la
construcción del Tren Bioceánico, un megaproyecto que pretende conectar el
Océano Pacífico con el Atlántico, esto al asegurar que no es una prioridad para
el sector, puesto que ya hay seis proyectos que se buscan impulsar.
"No
creemos que debemos financiarlo. Si algún interés tiene Brasil o China en esto,
ellos deberían encargarse de ello", manifestó el ministro en relación con
la reciente reactivación del proyecto debido al próximo inicio de operaciones
del puerto de Chancay. Pérez aseguró que el país está enfocado en salir por el
Océano Pacífico y no por el Atlántico.
¿Qué
significa un corredor bioceánico?
Un
corredor bioceánico es una infraestructura de transporte que facilita la
conexión directa entre dos océanos, optimizando el comercio internacional y el
desarrollo económico. Estas rutas involucran la construcción de carreteras,
ferrocarriles y puertos para manejar la logística a gran escala.
Los
proyectos de corredores bioceánicos, como los que conectan el Atlántico con el
Pacífico en Sudamérica no solo aceleran el flujo de mercancías, sino que
también promueven la integración regional y el desarrollo económico. Además,
estimulan la diversificación económica y fortalecen las relaciones comerciales
entre países de diversos continentes.
MTC
anunció 6 nuevos trenes en Perú
El
Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha impulsado la construcción de seis
megaobras que buscan conectar la costa, sierra y selva de Perú. Aquí las
megaproyectos:
Ferrocarril
Lima – Ica
Ferrocarril
San Juan de Marcona – Andahuaylas
Ferrocarril
Lima – Barranca
Ferrocarril
Trujillo – Barranca
Ferrocarril
Lambayeque – Cajamarca
Ferrocarril
Hidroeléctrica – Quillabamba
BOLIVIA:
PAGOS DIFERIDOS PARA IMPORTACIÓN DE LA ADUANA NACIONAL ENTRAN EN VIGENCIA
Portal
Portuario de Chile (https://acortar.link/BWmb0b)
La
Aduana Nacional de Bolivia (AN) informó que la medida de Pagos Diferidos para
agilizar el comercio entraron en vigencia.
En
detalle, el Reglamento de Pagos Diferidos a Tributos Aduaneros de Importación
aplicable a “Declaración de Importación” bajo la modalidad de Despacho General.
Para
solicitar los pagos diferidos, el gerente regional de Aduana Potosí, Alex Yamil
Mamani, señaló que “el comerciante o importador tiene la facilidad de
nacionalizar su mercancía con el pago de una cuota inicial del 40% que
posibilita la liberación de su mercancía y, la prórroga de pago restante del
60% en cuotas mensuales, bimestrales, trimestrales o semestrales dentro la
gestión; previa presentación de garantía (s) a primer requerimiento”.
Asimismo,
Mamani menciono que el procedimiento debe contar con la Declaración de
Mercancías de Importación (DIM), además de estar registrado en el Formulario de
Solicitud de Pagos Diferidos en el Sistema Único de Modernización Aduanera
(Suma).
También,
el ente aduanero dijo que el número y modalidades de cuotas diferidas no
excederán el año de su autorización, por lo que se deberá hacer el pago total
de los tributos dentro de este plazo.
Por
otra parte, las garantías deberán estar registradas por el importador en el
Sistema de Registro de Garantías Tributarias y de Actuación (Srgta).
EL
CÓDIGO NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE CUMPLE 10 AÑOS
Está
vigente desde el 17 de julio de 2014
Unicef Org. (https://acortar.link/p44oxW)
El
17 de julio de 2024 es una fecha importante para los bolivianos, especialmente
para aquellos que tienen menos de 18 años. Ese día se conmemoran los diez años
de vigencia de la Ley 548 Código Niña, Niño y Adolescente. Hoy, casi 4 millones
de niñas, niños y adolescentes bolivianos se acogen y benefician de esta norma
que trajo un cambio de visión sobre ellos mismos, y el rol que el Estado asume
en relación con la garantía de sus derechos.
Mediante
este Código, Bolivia armonizó su marco normativo nacional al internacional con
la suscripción de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que este
año cumple 35 años de su adopción, y con la Constitución Política del Estado de
2009.
Entre
los avances, se destaca que el Código reconoce, desarrolla y regula el
ejercicio de los derechos de la niña, niño y adolescente, y define un catálogo
de derechos amplio entre los cuales figuran: el derecho a la vida, un nivel de
vida adecuado, la salud, tener una familia, o la protección frente a cualquier
forma de violencia, entre varios otros.
Para
el logro de estos derechos se establece el Sistema Plurinacional de Protección
Integral de la Niña, Niño y Adolescente (SIPPROINA), constituido por un
conjunto articulado de órganos, instancias, instituciones, organizaciones,
entidades y servicios, que funciona en todos los niveles del Estado, a través
de acciones intersectoriales.
El
Código determina el derecho a la participación de la niñez y adolescencia. Los
representantes del Comité Plurinacional Niño, Niña y Adolescente son elegidos
mediante un proceso democrático, que se inicia en las unidades educativas de
todo el país. El proceso eleccionario les da representatividad, legitimidad y
legalidad.
También
persisten los desafíos, como el establecimiento de los mecanismos e instancias
definidos por el Código, como es el caso del Programa de Prevención y
Protección Social para Niñas, Niños y Adolescentes; y el Programa Integral de
Lucha contra la Violencia Sexual a Niñas, Niños o Adolescentes.
Una
deuda que tiene el Código con la niñez y adolescencia es la relacionada con la
prevención y atención de la violencia. Esto abarca desde el castigo corporal
ejercido como forma de crianza hasta la extrema violencia como la agresión
sexual, particularmente cuando las niñas y adolescentes mujeres son las
víctimas.
El
7 y 8 de noviembre de este año se celebrará en Bogotá, Colombia, la Primera
Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra Niños,
Niñas y Adolescentes. En este evento participará el Gobierno de Bolivia, lo que
representa una oportunidad clave para fortalecer los avances del Código sobre
este importante tema.
La
lucha por el cumplimiento efectivo de los derechos de la niñez es, en esencia,
acción. En las últimas dos décadas el Gobierno ha realizado grandes esfuerzos
para alcanzar mejoras significativas en varios ámbitos de la vida de las niñas,
los niños y adolescentes, tales como la reducción de la mortalidad materna, la
desnutrición y la mortalidad infantiles. Sin embargo, todavía existen carencias
sociales en salud, educación y protección, que han sido acentuadas a partir de
la pandemia y que deben ser atendidas con alta prioridad. Dentro de los grupos
más vulnerables se encuentran el de la primera infancia, las niñas, niños y
adolescentes con discapacidades, los indígenas, y afrodescendientes.
De
manera acertada, la actual gestión del Viceministerio de Igualdad de
Oportunidades se ha marcado importantes metas de gestión hacia el
fortalecimiento del Sistema de Protección Integral de Niñez para remover
obstáculos estructurales al ejercicio de los derechos de la niñez y
adolescencia. Dos ejemplos de esta agenda son el desarrollo del Sistema de
Información de la Niña, Niño y Adolescente (SINNA), el modelo de redes
funcionales o la evaluación del mismo Código, a las cuales UNICEF ha venido
apoyando mediante su asistencia técnica.
La
implementación efectiva del Sistema Integral de Protección de la Niñez que
define el Código no está sujeto sólo a la asignación de recursos sino depende
también de una estrategia de implementación de la política pública basada en la
coordinación y articulación de las funciones a cargo de las instituciones del
sistema. En ese sentido, se recomienda el diseño de un sistema de evaluación
del funcionamiento del sistema y cumplimiento de resultados y los efectos e
impactos alcanzados en relación con los costos identificados.
La
promulgación del Código fue, no cabe duda alguna, un avance significativo hacia
el cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia boliviana. Sin
embargo, las acciones legislativas y políticas solo son efectivas si van
acompañadas de las medidas presupuestarias y de inversión correspondientes y
acordes con los desafíos y brechas que se quieren superar.
LOS
CHOLETS DE LOS MILLONARIOS AIMARAS DE BOLIVIA
Fusión
cultural. Estos edificios temáticos, que incluyen en sus fachadas enormes
figuras del cine y la televisión, son inversiones que superan el millón de
dólares e incluyen hoteles, restaurantes, salones de baile y centros
comerciales. Sus propietarios lo consideran un legado de sus familias. La
República conoció esta singular arquitectura ubicada en El Alto.
La
República de Perú (https://acortar.link/ufb39N)
Los
aimaras de El Alto, en La Paz, Bolivia, no conocen nada del economista escocés
Adam Smith, pero son los más grandes capitalistas del país altiplano. Tal vez
por ello los comerciantes más prósperos invierten su dinero en los llamados
“cholets”, edificios de diseño tridimensional con temática de Los Transformers,
Los caballeros del Zodiaco, Iron Man, entre otros personajes del cine y
entretenimiento.
Las
nuevas torres tienen también a Dragon Ball, mientras otras optan por graficar
camiones, en alusión al transporte de mercadería en la cual radica su economía.
Los
cholets, que suelen superar los 10 pisos, albergan lujosos salones de baile,
hoteles, restaurantes y centros comerciales.
Se
comenzaron a crear desde el 2000 como una expresión de la recuperación
económica que experimentaba el país altiplánico.
El
diseño está a cargo de arquitectos especializados, que deben amoldar la
distribución de espacios y seguridad a la temática elegida por el propietario.
¿Qué
es “cholet”? Es una palabra acuñada hace aproximadamente 20 años para
identificar a los alteños más adinerados que se sienten orgullosos de su
pasado, historia y cultura. Surge de combinar “chalet”, que son las viviendas
unipersonales francesas de estilo montañés, y “cholo”, persona de ascendencia
indígena.
“Somos
aimaras, pero tenemos modernidad”
Caminamos
por estas calles y llegamos al cholet El Sol, vigilado por Bumblebee de Los
Transformers. Nos recibe el administrador Marco Apaza. “Así como los pitucos
tienen sus edificios, los cholos tenemos lo nuestro. Nos damos un buen trato y
encima nuestros locales son más bonitos. Si no, para qué trabajamos. Qué nos
vamos a llevar de esta vida. Nosotros, sin negar nuestro pasado, progresamos.
Somos aimaras, pero también tenemos modernidad. Además, es inversión, ¿no ve?
Se alquila y se recupera”, exclama.
Este
alteño sabe que, de entre todos los cholets, el suyo se lleva todas las
miradas.
El
robot de la saga tiene 4 metros y fue mandado a construir exclusivamente.
Descansa en una plataforma entre el tercer y cuarto piso. Todo el edificio se
mimetiza con el amarillo, hasta el décimo piso.
Avanzamos
una cuadra y llegamos al “Crucero de los Andes”. Lo novedoso de este cholet es
un enorme barco en el piso 11. Su ubicación da la apariencia de estar en el
aire.
También
aquí encontramos restaurantes y salones VIP caracterizados por la iluminación
tridimensional. No obstante, se incluyen imágenes de la cultura tiahuanaco, la
diablada boliviana y otras danzas autóctonas. “El proyecto demoró seis años en
ejecutarse”, cuenta un trabajador de esta singular estructura.
¿Y
por qué un barco? La razón, cuenta aquí, se debió a un momento coyuntural en
Bolivia relacionado a la reivindicación marítima.
Invita
a peruanos
Nos
encontramos con Deimar Mamani Apaza, administrador del salón de eventos
Megatrón VIP. Nos cuenta que estas infraestructuras particulares son una
tendencia que no va a retroceder porque representa a la sociedad boliviana
pujante.
“Puede
parecer extravagante, pero son obras de arte atractivas para cualquiera, es
nuestra cultura. Además, es un legado de nuestra familia”, precisó.
“Hermanos
peruanos, vengan a visitar El Alto y los cholets, tenemos mucha variedad, es
una bonita experiencia”, añadió.
Muchas
agencias de turismo han implementado paseos turísticos exclusivamente para
conocer varios cholets.
Fuente
de ingresos
“Nosotros
estamos contentos porque visualmente son muy bonitos y mueven la economía. Al
venir gente hay más consumo. Todo se vende. Estamos contentos. Además, es de
por sí artístico y muchos se vienen a tomar fotos”, cuenta Lina Chambilla,
comerciante de comida a las afueras de El Sol.
Así
como ella, también muchos comerciantes informales se benefician de manera
indirecta con la llegada de turistas.
El
Alto alberga más de un millón de habitantes. Casi la totalidad reside en
viviendas que no están estucadas, por lo que el color ladrillo es la
característica más notoria de esta ciudad considerada el emporio comercial más
importante del país altiplánico.
En
medio de este contexto urbanístico, los cholets suponen el lado artístico y a
la vez son el sello de la arquitectura andina adaptada a la modernidad.
Son
proyectos inmobiliarios que suponen una inversión que oscila entre uno y dos
millones de dólares. Los alquileres, a largo plazo, garantizan la recuperación
de lo invertido.
“Cuanto
más llamativo el edificio, se asegura más clientes”, sostienen los lugareños.
El
elevado costo se debe a los acabados, pero también a la amplitud de los
terrenos.
Algunas
de estas propiedades tienen hasta 700 metros cuadrados sobre los que se
levantan los edificios. Hay varios que están en construcción, lo cual se deja
notar cuando se pasea por el teleférico de la zona.
El
último piso, destinado al dueño
Casi
todos tienen ascensor. Sin embargo, el último piso, llamada simplemente
“chalet”, está reservado para el dueño. Es su vivienda. Y cuenta con su propio
mirador.
Los
cholets están arraigados a la cultura local y supone reafirmarse en el estatus
social.
Alquilar
un salón de eventos en estos edificios cuesta en promedio 3 mil dólares (cerca
de 11.500 soles). Los alteños sostienen que, si no hay demanda, ellos la crean.
Si ello supone introducir imágenes comerciales de otros países, lo hacen con
gusto. No pierden su identidad, fusionan elementos. Tal vez desconozcan la
teoría económica de Smith, pero tienen en claro que solo así hay mercado y
progreso.
NAKAYAMA:
‘PANAMÁ ES UN PUNTO DE UNIÓN NATURAL ENTRE EL MERCOSUR Y CENTROAMÉRICA’
El
senador paraguayo, Eduardo Nakayama, destacó que el deseo del presidente de la
República, José Raúl Mulino, de unirse al mecanismo puede fortalecer las
importaciones y exportaciones entre los países
La
Estrella de Panamá (https://acortar.link/IuhIL1)
A
juicio del senador paraguayo, Eduardo Nakayama, la intención del gobierno
panameño de unirse, como Estado Asociado, al Mercado Común del Sur (Mercosur),
refleja una “visión estratégica y sumamente adelantada”, al resto de los países
de América Central y el Caribe, así lo mencionó el pasado 11 de julio, en
entrevista con este medio.
“El
Mercosur está conformado por los países que más alimentos producen en la región
y está desarrollando el Corredor Biocéanico Central, de más de 2,472 kilómetros
y conecta el puerto de Porto Alegre (Brasil) con uno de los tres puertos de la
región de Coquimbo (Chile)”, destacó.
La
agrupación de naciones está conformada por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay
y Venezuela (suspendida desde agosto de 2017). Estados Asociados: Chile,
Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Bolivia.
Datos
de la Oficina de Inteligencia Comercial (Intelcom), del Ministerio de Comercio
e Industrias (Mici), muestran que, Panamá ha exportado $61.4 millones en
productos, entre 2010 y 2024, siendo $1.7 millones lo correspondiente al primer
trimestre de este año.
Desde
2010 hasta la fecha, el país que más exportaciones nacionales ha recibido es
Brasil ($55.7 millones), seguido muy de lejos por Uruguay ($2.2 millones),
Argentina ($1.9 millones) y Paraguay ($1.8 millones).
En
materia de puertos, los que más embarques han tenido son: Puerto Manzanillo
($50.8 millones), Puerto Cristóbal ($8 millones), Puerto Balboa ($800.000),
Colon Container Terminal ($600.000) y Rodman ($500.000).
“Panamá
es el ‘hub’ más importante de las Américas y ver la posibilidad de crear
alianzas hacia un hub sub continental podría llegar a ser muy relevante,
fortaleciendo la conexión de este país con el polo sudamericano”, analizó
Nakayama.
“Panamá
es un punto de unión natural entre el Mercosur y Centroamérica y con esta
posible incorporación puede fortalecer su liderazgo, a nivel regional”, agregó.
Información
divulgada en el portal de estadísticas de Mercosur muestra que, en lo que va
del año, han exportado 125.063,3, a nivel mundial, haciendo énfasis en China
(27,7%), la Unión Europea (13,3%) y Estados Unidos (11,9%).
En
materia de importaciones, han generado $97.846,7 millones, siendo sus
principales mercados China (26,4%), la Unión Europea (19,9%) y Estados Unidos
(15,8%).
El
titular del Mici, Julio Moltó, dijo a EFE que Panamá iniciará las
“conversaciones” lo “antes posible” para adherirse al mecanismo. “La
instrucción es que generemos las conversaciones (...) y creo que por esa vía
debe ir, como un Estado Asociado para entrar en el Mercosur”, afirmó el
ministro.
Según
la página web de Mercosur, la solicitud “para adquirir la condición de Estado
Asociado se presenta ante el Consejo del Mercado Común, canalizándola por
intermedio de la Presidencia Pro tempore”, ahora en manos de Uruguay después
del traspaso de Paraguay, el pasado lunes.
Los
Estados Asociados “son aquellos miembros de la Asociación Latinoamericana de
integración con los cuales el Mercosur suscribe acuerdos de libre comercio, y
que posteriormente solicitan ser considerados como tales”.
También
están autorizados a participar en las reuniones de órganos del bloque que
traten temas de interés común, según la información oficial.
El
presidente Mulino asistió, el pasado 8 de julio, a la 64 cumbre el bloque
comercial en Asunción, Paraguay, en donde se reunió con sus homólogos de
Paraguay, Santiago Peña, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para sentar las
bases de posibles acuerdos comerciales a futuro.
Moltó
declaró a EFE que su cartera ha recibido la “instrucción” de que “antes de seis
meses”, cuando se celebre la próxima reunión con Mercosur, deben “tener algo ya
establecido y conversado”.
“Así
que ahora nos toca establecer todos esos protocolos con la Cancillería a través
del canciller (Javier Martínez-Acha) para hacerlo propiamente entre países y
las conversaciones deben iniciar lo antes posible”, agregó el ministro
panameño.
El
titular del Mici señaló que van a “conversar con la empresa privada local” para
“hacer todas las consultas pertinentes para lograr un acuerdo que sea
beneficioso para Panamá y para el Mercosur”.
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