Thursday, September 23, 2021

GOLPE O FRAUDE: 2019 SIGUE POLARIZANDO A BOLIVIA. LA OPOSICIÓN, QUE NIEGA LA EXISTENCIA DE UN GOLPE, SE DEBILITA

Los eventos de 2019 continúan dividiendo a los bolivianos, pero no de manera uniforme. El gobierno de Luis Arce [cuyo mandato presidencial comenzó en noviembre de 2020] busca confirmar la lectura del derrocamiento de Evo Morales como resultado de un golpe y mantener en prisión a la expresidenta interina Jeanine Áñez. La oposición, que niega la existencia de un golpe, se expresa principalmente en los medios y redes sociales, pero su fuerza social se debilita.

Bolivia se encuentra inmersa en un "debate legal" del tipo que ha acompañado varios momentos críticos de su historia. A principios de este siglo, por ejemplo, ríos de tinta corrían sobre el estado de la industria del gas y la población se dividía entre los que querían la nacionalización y los que la rechazaban. Pero después de que el presidente Evo Morales firmara la ley el 1 de mayo de 2006, el acalorado debate sobre el futuro del gas se suspendió y nunca volvió a abrirse.
Hoy, la pregunta que divide al país es la interpretación de la ruptura violenta de noviembre de 2019. Para quienes participaron, fue un levantamiento espontáneo contra una "dictadura" que buscaba perpetuarse mediante el fraude electoral. Para el partido en el poder, el Movimiento al Socialismo (MAS), se trata de un golpe de Estado "planeado con varios meses de anticipación", orquestado por Estados Unidos y operado por todo Estados Unidos, oposición a Evo Morales. Durante meses, esta divergencia de interpretación y sus ramificaciones han ocupado las portadas de periódicos, titulares de noticias y programas de entrevistas de televisión; fueron objeto de memes [imágenes virales] e inspiraron la publicación de libros de varios cientos de páginas.
Los dos lados no tienen el mismo tamaño y la relación entre ellos no es simétrica. Hace diez meses, el MAS ganó las elecciones con el 55% de los votos y goza de una sólida hegemonía entre los sectores más bajos de la población. Sin embargo, la oposición, es decir, aquellos que argumentan que no hubo golpe de estado que pueda o deba ser castigado, incluye a la mayoría de los poderes de facto del país: la élite económica, las iglesias, universidades, asociaciones profesionales, los grandes medios de comunicación, etc. Por ello, cualquiera que siga la polémica en los principales diarios tendrá la impresión de que el MAS y Evo Morales están acorralados por sus incongruencias y que las múltiples demandas que se están interponiendo o que quieren llevar a la ex presidenta Jeanine Áñez. y los empleados son el resultado de un abuso de poder.
El mejor ejemplo de esta orientación mediática fue la recepción del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia) que, por acuerdo entre el Estado boliviano y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), investigó sobre la política violencia ocurrida en octubre y noviembre de 2019. Este informe señala que se cometieron violaciones de derechos humanos tanto en los últimos días del gobierno de Morales como en el inicio de la administración de su reemplazante, Jeanine Áñez. El informe considera que estos últimos son más graves que los primeros, tanto por su magnitud como porque fueron perpetrados directamente por las fuerzas de seguridad del Estado. El informe hace especial referencia a la masacre de unos 20 manifestantes en la localidad de Sacaba, cerca de Cochabamba, y en el distrito Senkata de la ciudad de El Alto. Sin embargo, los periódicos cubrieron la historia al revés, destacando casos en los que los presuntos responsables estaban vinculados al MAS, como un tiroteo en la localidad de Montero [Departamento de Santa Cruz] en el que resultaron muertos dos manifestantes del Comité Cívico y una emboscada contra un convoy de autobuses que transportaba mineros de la oposición que viajan a La Paz para ayudar a derrocar a Morales, que resultó herido por disparos de larga distancia. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas. destacando casos en los que los presuntos responsables estaban vinculados al MAS, como un tiroteo en la localidad de Montero [departamento de Santa Cruz] en el que resultaron muertos dos manifestantes del comité cívico y una emboscada contra un convoy de ómnibus que transportaba mineros de la oposición que viajaban a La Paz para ayudar derrocar a Morales que resultaron heridos por disparos de larga distancia. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas. destacando casos en los que los presuntos perpetradores estaban vinculados al MAS, como un tiroteo en la localidad de Montero [departamento de Santa Cruz] en el que resultaron muertos dos manifestantes del comité cívico y una emboscada contra un convoy de ómnibus que transportaba mineros de la oposición que viajaban a La Paz para ayudar derrocar a Morales que resultaron heridos por disparos de larga distancia. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas. como un tiroteo en la localidad de Montero [departamento de Santa Cruz] en el que murieron dos manifestantes del comité cívico y una emboscada contra un convoy de autobuses que transportaba a menores opositores que viajaban a La Paz para ayudar a derrocar a Morales, que resultó herido por disparos de larga distancia. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas. como un tiroteo en la localidad de Montero [departamento de Santa Cruz] en el que murieron dos manifestantes del comité cívico y una emboscada contra un convoy de autobuses que transportaba a menores opositores que viajaban a La Paz para ayudar a derrocar a Morales, que resultó herido por disparos de larga distancia. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas. El MAS se defendió a través de la red de medios estatales y los pocos medios privados progubernamentales que quedaban. Atribuyó un papel de oposición política a la prensa, que fue rechazada por las asociaciones de periodistas.
El debate no es puramente historiográfico, pero se ha actualizado y se refiere a la investigación judicial sobre los hechos ocurridos durante el derrocamiento de Evo Morales. Su contenido se ha vuelto muy complejo y difícil de seguir para los ciudadanos comunes. Se rompe en varios pequeños enfrentamientos y se desarrolla en diferentes espacios institucionales. En la Asamblea Legislativa, el oficialismo quiere aprobar una "demanda de responsabilidad" contra Jeanine Áñez por las decisiones que tomó como presidenta del país, incluida la represión de las protestas en Sacaba y Senkata. El MAS se enfrenta a una dificultad: no cuenta con la mayoría de dos tercios necesaria en el pleno. Le faltan 15 votos. A su lado, la oposición dice que podría aprobar una demanda por lo ocurrido en 2019 siempre que incluya también a Evo Morales, que el MAS rechaza. Este impasse parece muy difícil de superar. Los parlamentarios de la oposición denunciaron, sin aportar pruebas, que les ofrecieron sobornos para autorizar el juicio. La facción parlamentaria del partido gobernante negó esta afirmación.
En materia de justicia ordinaria, el MAS ha emprendido acciones legales contra Jeanine Áñez por presuntamente conspirar y utilizar métodos terroristas, antes de asumir la presidencia, para destituir a Evo Morales del poder. De esta manera, el partido gobernante pudo eludir el requisito constitucional de que dos tercios de los parlamentarios puedan enjuiciar a cualquier expresidente, ya que los crímenes se habrían cometido antes de que ella asumiera la presidencia.
Jeanine Áñez lleva seis meses en prisión, al igual que dos de sus exministros y los líderes militares que han pedido la renuncia del presidente Morales. La participación del ex presidente en este asunto es fuertemente cuestionada por la oposición y los medios de comunicación. Se la ve como una estratagema para ponerla en prisión, y posiblemente para condenarla, una estratagema que en realidad se basa en la falta de una mayoría calificada para procesarla a través de la vía parlamentaria por los crímenes que pudo haber cometido como presidenta.
Durante los seis meses que lleva en prisión, Jeanine Áñez ha sufrido un deterioro en su situación física y psíquica que el gobierno del presidente Luis Arce no ha querido paliar al permitirle ser internada en una clínica. En el pasado, era el tratamiento de personas importantes que podían permitirse una estadía prolongada en el hospital. Además, jueces y fiscales, ampliamente criticados por su tendencia a cumplir con los deseos de los miembros del Poder Ejecutivo, independientemente de sus inclinaciones políticas, han rechazado todos los recursos legales planteados por la defensa de Jeanine Áñez. Esto aparentemente es lo que provocó la depresión y autolesión del expresidente en la madrugada del 21 de agosto, pocas horas después de la presentación del informe GIEI-Bolivia. Según su séquito, ella quería terminar con su vida. Según las autoridades penitenciarias y policiales, sufrió heridas leves en el brazo y la muñeca. Se encuentra mental y físicamente estable (sufre de hipertensión) y, aunque está deprimida, busca sobre todo llamar la atención para obtener un arresto domiciliario, al que se opone la Fiscalía por considerar que 'presenta un' riesgo ' luz apagada".
Sin embargo, la fotografía de los vendajes en su brazo, su pérdida de peso y sus espectaculares traslados a diferentes hospitales desató una ola de simpatía en las redes sociales, así como vigilias frente a la prisión e incluso algunas marchas pidiendo su liberación. En respuesta, la asociación de víctimas de Senkata también se movilizó, en este caso para evitar su liberación, y en una ocasión se enfrentó a simpatizantes de Jeanine Áñez.
La defensa del expresidente se ha convertido en un estandarte de la derecha latinoamericana. En última instancia, un abogado internacional vinculado a este movimiento solicitó a la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo de la Organización de Estados Americanos-OEA) que otorgue medidas provisionales para proteger a Jeanine Áñez. Se está procesando la solicitud.
Para seguir adelante con la aprobación de una demanda de responsabilidad contra Jeanine Áñez, la Asamblea Legislativa autorizó y aceptó antiguas, aún pendientes, solicitudes de nuevas demandas contra exfuncionarios del Ejecutivo. Uno de ellos se refiere al expresidente Carlos Mesa, quien quedó en segundo lugar en las elecciones de octubre de 2020. El supuesto motivo es que nacionalizó indebidamente a la minera chilena Quiborax durante su gobierno de 2003 a 2005, acción que luego derivó en la obligación de pagar. compensación de $ 42,6 millones. Carlos Mesa no es el primer político de la oposición que se ve inmerso en un proceso de este tipo. Creemos que este no llegará muy lejos pero en algunas áreas contribuye a la percepción de que existe persecución contra líderes políticos. El gobierno de Luis Arce repite que no solo fueron militares y policías quienes encabezaron las fuerzas de seguridad durante el gobierno provisional (13 ex comandantes se encuentran actualmente en prisión), sino también miembros de grupos parapoliciales que formaron el ala radical de los “pititas”. movimiento, que encabezó las protestas contra Morales (así llamado por su hábito de bloquear las calles colgando cuerdas o pitas en las esquinas).
El gobierno de Luis Arce repite que la reconciliación entre bolivianos debe basarse en la justicia y no en la impunidad. El vicepresidente David Choquehuanca da un discurso más conciliador. Este líder aymara se ha distanciado de Evo Morales durante mucho tiempo y también en este tema. Evo Morales declaró que “la reconciliación es imposible” y que el MAS debe derrotar al “fascismo y el imperialismo”, al que atribuye su caída en 2019. En otra ocasión, declaró que “no habrá reconciliación con los fascistas y los racistas. [en referencia a los movimientos cívicos de Santa Cruz], a menos que entiendan que nuestro programa y nuestra ideología son buenos para Bolivia ”. El antagonismo entre Choquehuanca y Morales es el principal riesgo para la unidad MAS, pero solo debería convertirse en un motivo de preocupación hacia el final del mandato de Arce. Por ahora, los dos líderes conviven pacíficamente, aunque con algunos roces.
Los analistas debaten si la intensa polarización de las altas esferas de la sociedad refleja o no un fenómeno similar entre la población. Las encuestas indican que la mayoría de los bolivianos no tiene el tiempo ni la inclinación para preocuparse por temas políticos, ya que están enfocados en lidiar con la crisis económica y la pandemia. Esto es cierto incluso en los sectores de altos ingresos y, en mucha mayor medida, entre los jóvenes que, tras el fracaso del movimiento Pititas en el que muchos habían basado sus esperanzas, son propensos al apolitismo y la condena, en bloque, de la política. clase en su conjunto. Como sabemos por la experiencia de América Latina y Bolivia, este sentimiento es muy volátil y puede llevar a todo tipo de sorpresas políticas.
Aunque en el primer semestre de este año el crecimiento del PIB fue del 8% y el desempleo declarado cayó del 11% a fines de 2020 a algo más del 6% en la actualidad, la situación económica sigue siendo frágil. Se estima que durante la cuarentena se destruyeron un millón de puestos de trabajo. En su lugar, se han creado menos trabajos, más precarios e informales. Oficialmente, entre 2019 y 2020, la llamada pobreza moderada [definida por el gobierno] solo aumentó del 37,1% al 39% y la pobreza extrema del 12,9% al 13,6%. Pero muchos economistas consideran que esta cifra, obtenida mediante una sola encuesta, no representa la verdadera dimensión del problema. Aproximadamente el 40% de los pobres vio la mitad o más de la mitad de sus ingresos recortados en 2020.
Luis Arce, exministro de Hacienda de Morales durante más de diez años, llegó al poder porque la mayoría de la población confiaba en él para crear las condiciones necesarias para cumplir su promesa: salir de la doble crisis provocada por la pandemia y la convulsión política. de 2019. Como presidente, ha demostrado experiencia y serenidad en la gestión macroeconómica y en la administración del aparato estatal. Logró estabilizar y regular el rumbo del gobierno. Así, se destacó de Jeanine Áñez, quien rápidamente perdió el control de la situación. Pero, al mismo tiempo, Luis Arce tiene un estilo de gestión opuesto al de Evo Morales cuando era presidente. Apenas hace declaraciones a la prensa, y cuando las hace, a menudo son inadecuadas y torpes; deja que la oposición tome la iniciativa en el campo de la comunicación. Se "aburre" con una política económica que repite las mismas orientaciones que cuando era ministro. Deja que las cosas sucedan a su propio ritmo. En resumen, no parece tener prisa por alcanzar una meta o tomar un camino en particular, lo que, lógicamente, no inspira ni mueve a las personas. Por ejemplo, logró comprar suficientes vacunas para administrarlas a todos los bolivianos importantes, pero no aceleró la campaña de vacunación, lo que mantiene a Bolivia al final del ranking de países de América Latina en términos de inmunización. Tampoco ha considerado la obligatoriedad de la vacunación para determinadas actividades. Probablemente esto se deba a cierta resistencia de los sectores indígenas a este procedimiento médico. Y estos sectores constituyen la base segura del MAS.
En todo caso, si el año que viene Luis Arce logra un renacimiento paulatino del país, si no pierde el control de los conflictos sociales, que se han incrementado al mismo tiempo que la crisis económica, y si evita la resolución judicial con los hechos de 2019. Desacreditando demasiado a su gobierno, evitará el peligro de que la polarización de las élites se convierta en polarización y "guerra" en la sociedad. (Artículo publicado en la web de Nueva Sociedad a finales de septiembre de 2021; traducción editorial A l'Encontre ) Al Encontres le Breche (https://bit.ly/3o0TVGq)
 
 
 
 
 
 
SEGUNDINA FLORES: LA LIDERESA INDÍGENA QUE ENFRENTÓ EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
 
Preseenza de Italia (https://bit.ly/3AFDq5W)
 
Segundina Flores es una de las lideresas indígenas más importantes de Bolivia. Fue la dirigente máxima de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, la organización más poderosa del movimiento de mujeres en el país. La dirigenta indígena se enfrentó a la oligarquía agro-industrial que pregona la supremacía blanca y que tuvo como principal blanco de ataque a las mujeres de pollera durante el golpe de estado el 2019 y la pandemia que colapsó al sistema sanitario del país. Fue la única mujer líder de una organización de mujeres que formó parte del “Pacto de Unidad” que aglutina a todas las organizaciones indígenas del país y que surgió con el objetivo de unificar al movimiento indígena para recuperar la democracia.
El 25 de agosto fue designada embajadora del Estado Plurinacional de Bolivia en Ecuador. El 26 de agosto desde la plataforma de la radio “Kawsachun Coca” que pertenece a la Federación del Trópico de Cochabamba donde recientemente fue ratificado como presidente el ex mandatario Evo Morales, se publicaron fotos donde Segundina Flores le da la mano a Arturo Murillo ex ministro de facto de Áñez. La foto fue tomada en una reunión de estado público donde se firmó el “acuerdo de pacificación” pos golpe de estado en la que participó todo el “pacto de unidad” y la central obrera boliviana (C.O.B.). Esa publicación desató una campaña de difamación contra la dirigente acusándola de haber “pactado” con el gobierno de facto y desde allí se replicó en otras plataformas.
El nombramiento irritó a la izquierda tradicional y colonial integrada por la élite del MAS conformada por los “intelectuales” hombres blancos de clase media que integran el “entorno” del ex mandatario Evo Morales que no se conformó con aislarla del MAS. Son señalados de estar detrás de esta campaña de difamación que fue tema de debate nacional los últimos días en Bolivia. En noviembre del 2020 cuando su nombre sonaba como ministra de culturas también se había recurrido a la misma campaña de difamación y su designación fue bloqueada.
La designación de Segundina a un cargo diplomático es llamativo por el bajo rango que implica en relación a la envergadura de alguien que tuvo un rol protagonista de resistencia durante el golpe. Posee experiencia y claridad política, algo hoy ausente en la mayoría de la actual dirigencia tras el reemplazo de todos los dirigentes del pacto de unidad por criticar al “entorno” de ex ministros de Evo Morales. Por otra parte, para asumir dicho cargo deberá salir del país en un momento de ofensiva de la ultraderecha al gobierno de Luis Arce, por lo que la designación tiene el fin de no incomodar a la élite del MAS y/o responde a su presión, ya que son objeto de las denuncias de la lideresa indígena.
Su alejamiento del país implica anular su liderazgo porque perdería territorialidad y es una pésima decisión en el actual contexto político boliviano. Dicha campaña de difamación contra la lideresa indígena se realiza en un contexto de ofensiva hacia los liderazgos indígenas que cuestionan a la élite del MAS y les exige “autocrítica”. Esta ofensiva tuvo su punto álgido este año durante la selección de candidatas y candidatos para las elecciones sub nacionales de marzo pasado cuando se expulsó a la dirigenta Eva Copa del MAS.
La lucha de la mujer indígena en la recuperación de la democracia.
Segundina Flores fue la única mujer del reducido grupo de dirigentes indígenas que acompañó al ex mandatario Evo Morales durante el golpe de estado del 2019 cuando salió al exterior su ex gabinete de ministros antes que el propio ex mandatario y se quedó solo en el país.
En contexto de golpe de estado la dirigente indígena jugó un rol importante inocultable e innegable para la recuperación de la democracia, fue la única lideresa del “pacto de unidad” que estuvo presente junto a las mujeres de las “Bartolina Sisa” en los famosos bloqueos de agosto del 2020 que fueron un hito histórico por su masividad y que obligaron a Jeanine Añez a establecer fecha electoral allanando el camino al triunfo de Luis Arce y David Choquehuanaca.
Dichos bloqueos fueron protagonizados por los denominados “auto convocados” que no integraban el MAS, incluso lo rechazaban, también participaron el legendario líder histórico Felipe Quispe “El Malku” y el líder minero fallecido Orlando Gutiérrez, que como Segundina Flores, también estaban enfrentados como es de público conocimiento en Bolivia al “entorno” del ex mandatario Evo Morales, en especial al ex vicepresidente Álvaro García Linera.
Los pecados de Segundina Flores lideresa indígena de Bolivia
1-Denunció ante la prensa al “entorno” de Evo Morales durante el golpe: El 13 de agosto del 2020 durante la rebelión de los bloqueos, el pacto de unidad y la central obrera boliviana (COB) brindó una conferencia de prensa donde se denunció a la élite del MAS que se encontraba fuera del país de realizar un acuerdo a “espaldas del pueblo” junto al gobierno de facto y que pasaban por encima de las decisiones que ellos tomaban desde las bases dentro del país.
Segundina Flores fue la voz femenina que denunció ante la prensa algo que se venía denunciando muchos años antes del golpe de estado y que había generado un clima de malestar social en el país: “Queremos decirles a los señores que siempre nos han dominado (…) que han dirigido el proceso de cambio. ¿Dónde nos han hecho terminar? Se jactaban de ser sabios, intelectuales, a los indígenas nos tratan de ignorantes. Han conducido el proceso de cambio, el MAS y siguen conduciéndolo y nosotros los indígenas que somos los fundadores y el sostén del instrumento político nos han relegado (…) nosotros que somos los que construimos la unidad con el pueblo durante el golpe, nos han relegado, nos quieren seguir manejando y utilizando. Son los que integraban la ex vicepresidencia a la cabeza de Álvaro García Linera. ¿A dónde nos quieren conducir? Rodean al hermano presidente Evo Morales, no nos lleven por el camino equivocado (…) siempre están hablando a nombre de los indígenas y de nuestra lucha utilizándonos (…) Nos traicionaron, yo les hablo a los que nos llevaron al golpe y conducían el MAS. (…) Siguen utilizando la imagen de Evo”.
2- Brindó apoyó a Eva Copa como candidata a alcaldesa dentro del MAS y tras su expulsión denunció “machismo”: Relató que le exigió al ex mandatario Evo Morales que avale dicha candidatura, pero no fue escuchada. Lamentó que por “machismo” Eva Copa fuera expulsada del MAS y que con esa errada decisión el MAS haya perdido su principal bastión, la ciudad de El Alto ante el 70% de los votos que obtuvo Eva Copa con “Jallalla” el partido que le prestó la sigla para poder competir electoralmente frente al MAS.
Bolivia es pionero a nivel mundial en aprobar la Ley 243 de Violencia Política contra las Mujeres, pero el pensamiento colonial racista, machista y burócrata imperante en el país convirtió dicha ley en letra muerta. El paso para que las mujeres, especialmente indígenas ocupen cargos políticos de alto rango y disputen el verdadero poder, está cerrado. Lo confirman las cuatro mujeres ministras que integran los 18 ministerios, insólitamente solo una es indígena en un país donde las mujeres de pollera fueron protagonistas en la resistencia al golpe.
Eva Copa fue expulsada del MAS por no aceptar ser enviada a una embajada al extranjero como a Segundina Flores. Copa quería disputar poder con la alcaldía de El Alto la más importante del país siendo que contaba con el respaldo de la región y sabía que su salida del país implicaba su “muerte política”. Por otro lado, esa alcaldía podría posicionarla como candidata a presidenta 2025. Tras su expulsión varias dirigentes del propio MAS salieron a respaldarla entre ellas la ex gobernadora de Cochabamba Esther Soria que denuncio: “un fuerte patriarcado dentro del MAS”, la ex asambleísta Lidia Patty que afirmó: “El MAS está pagando la factura en El Ato por error en la elección de la candidatura y por machismo”, etc., incluso se sumó el ex presidente del senado Alberto “Gringo” González.
3-Tras la recuperación de la democracia llamó a la autocrítica y a purgar al interior del MAS: Al respecto sostuvo: “Yo sé que hay un equipo de mentirosos en el MAS que le hacen equivocar a nuestro hermano Evo Morales” y señaló que son los responsables de que el MAS haya perdido las elecciones sub nacionales.
4- Señaló que fue un error endiosar a Evo Morales: Segundina destacó el liderazgo del ex mandatario Evo Morales, pero señaló que fue un “error” que el entorno del ex mandatario lo haya “endiosado”. La dirigente sostuvo: “En el MAS y en las organizaciones sociales no pueden existir esas prácticas de llevar como a un Dios a un líder y a mantenerlo cercado y alejado del pueblo”.
5- Acusó al entorno de Evo Morales como responsable de su reemplazó como líder de las Bartolina Sisa: Este año se llevaron a cabo las elecciones para renovar la dirigencia de las “Bartolinas Sisa”, Segundina apuntaba a ser reelegida, pero el día de las elecciones misteriosamente quienes le aseguraron su respaldo se dieron la vuelta y la aislaron. Acusó al entorno de Evo Morales de estar detrás de su alejamiento y poner a otra mujer que es aceptada por ese “entorno”. Finalmente afirmó: “Dejo la dirigencia luego de haber recuperado la democracia y la soberanía del país, dejo a un presidente y a un vicepresidente elegidos democráticamente y con mayoría parlamentaria del MAS”.
6-Acusó al “entorno” de Evo Morales de cerrar el paso a los nuevos liderazgos indígenas, especialmente a las mujeres indígenas: Segundina brindó su apoyo a la “renovación” que Luis Arce y David Choquehuanca prometieron en campaña proselitistas a exigencia de las bases a cambio de los votos que obtuvieron. La lideresa afirmó: “Hay muchos liderazgos, pero esa veja rosca (como se denomina al entorno de Evo Morales) a los liderazgos nunca los dejan crecer”.
7-Exigió respetar la paridad de género en las elecciones sub nacionales de Marzo del 2020: Pidió que se respete la Ley 018 del órgano electoral plurinacional y la ley 026 de régimen electoral que garantiza paridad de género en las listas electorales. Esto incomodó a la élite del MAS que hizo caso omiso, no hubo ninguna mujer candidata a gobernadora, hubo pocas alcaldesas, si hubo mayor participación femenina en las concejalías que son los cargos de bajo rango.
 
 
 
 
“CERCA DE UN TERCIO DE LA FLORA DE LOS ANDES SON ESPECIES QUE NO SE CONOCEN Y QUE NO HAN SIDO DESCRITAS”: ALFREDO FUENTES
 
Más de 6000 especies de plantas han sido registradas en el Parque Nacional Madidi durante 20 años de investigaciones. El botánico boliviano Alfredo Fuentes ha recorrido esta área protegida por lo menos en 60 oportunidades.
 
Mongabay de Indonesia (https://bit.ly/39wcHNa)
 
Llegó al Parque Nacional Madidi hace más de 20 años y hasta el momento ha realizado más de 60 expediciones en el área natural protegida. El botánico boliviano Alfredo Fuentes —coordinador del Proyecto Madidi en el Herbario Nacional de Bolivia y en el Missouri Botanical Garden— ha participado en el registro de más de 6000 especies de plantas que fueron halladas en el parque nacional más biodiverso de Bolivia.
“Estamos en el primer lugar a nivel global en cuanto al número de especies [de plantas] para un área protegida”, cuenta Fuentes sobre la gran diversidad de plantas que hay en el Madidi y en general en Bolivia, sobre todo en los Andes bolivianos, especies que ha ido recopilando, junto a otros investigadores, durante más de dos décadas de expediciones.
En esta entrevista, Alfredo Fuentes habla sobre sus más de 20 años de historia en el Madidi, sobre las especies que ha descubierto, así como de las investigaciones que está desarrollando y las que están por venir.
¿Cómo llega usted a convertirse en científico?
Crecí en Santa Cruz, cuando todavía eran arenales, lagunas y mucha naturaleza. Provengo de una familia de campesinos que migró de Cochabamba a Santa Cruz, quizá por eso me encantó siempre disfrutar de la naturaleza y me gustaba salir a pescar y a trepar árboles. Pero mi padre, que ingresó a trabajar en una constructora, quería que yo fuera ingeniero, por eso, al terminar el colegio me inscribí en la carrera de ingeniería en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. Sin embargo, empecé a cuestionarme y decidí cambiarme a Biología.
¿Cómo empezó en el Parque Nacional Madidi?
Luego de participar en un proyecto con el Jardín Botánico de Missouri y hacer un doctorado en España regresé a Bolivia y me invitaron a participar en un proyecto en el Madidi. No lo pensé mucho, me lancé a la aventura y ya llevo más de 20 años en este proyecto, descubriendo un montón de cosas y encantado de formar parte del equipo. Empezó el 2008 con un grupo pequeño de investigadores de Santa Cruz, donde el Jardín Botánico de Missouri tuvo su primera experiencia. Luego fuimos reclutando estudiantes y estableciendo redes de investigación con científicos de otros países. Fue el resultado de una colaboración de investigadores tanto de Bolivia, quienes recogimos las plantas, como de otras partes del mundo. Es difícil conocer una flora tan diversa, por eso, intercambiamos material para que las identifiquen en otros países, y eso nos ha servido para tener un mejor conocimiento de la flora que hay en el Madidi. Actualmente, realizamos más actividades de investigación relacionadas con la ecología, el monitoreo de los bosques, para ver cómo está variando con el efecto del cambio climático.
¿Qué ha ido descubriendo?
Al principio fue un proyecto de inventario porque, previamente, gracias al trabajo de investigadores de Estados Unidos, se había hecho una evaluación que indicaba que el Madidi era un área protegida muy diversa. Inicialmente, la idea era inventariar y corroborar la riqueza de una de las áreas protegidas más ricas del mundo con más de 6000 especies de plantas vasculares. Este número nos sitúa en primer lugar a nivel global en cuanto al número de especies para un área protegida. Y bueno, una parte importante de los resultados de este inventario es que ya llevamos más de 250 especies nuevas para la ciencia descubiertas y todo el tiempo estamos encontrando otras más, en cada viaje que hacemos. Eso impresiona. Esto es posible porque ya tenemos una base previa, entonces, ya sabemos qué plantas son raras.
Cuéntenos más de su trabajo en el Madidi.
El Madidi tiene una riqueza monumental y requiere más trabajo de campo, además, hay áreas muy remotas que requieren bastante esfuerzo para llegar a esos lugares. A veces tenemos que caminar tres y hasta cinco días, pues el Madidi requiere bastante tiempo y esfuerzo. Para poner un poco de contexto, esas 6000 a 7000 especies de plantas que hemos registrado equivalen a la mitad de las especies de plantas que hay en toda Bolivia. Es un trabajo bastante complicado y que requiere bastante fuerza y dedicación.
El Madidi tiene diversos ecosistemas y diversos pisos altitudinales, ¿usted los ha recorrido todos?
Vamos a hacer un muestreo de todos los ecosistemas, en principio para completar el inventario y para tener como una síntesis de los ecosistemas que hay en Bolivia, porque el Madidi tiene bosque amazónico, tiene bosque montano medio de yungas, tiene bosque seco, tiene bosques de de polylepis. Esta es una de las razones por las que el Madidi es tan diverso. Son muy pocas las áreas protegidas en el mundo que tienen esta combinación de características que incluyen gradientes de altitud desde los 200 metros hasta los 6000 metros, tiene casi toda la variedad de ecosistemas de la Amazonía y de los Andes, que son dos de los sistemas más ricos en diversidad del mundo; una combinación de factores que no se repite mucho y, obviamente, nosotros tratamos de ir a todos estos ecosistemas. Creo que tenemos muestra representativa de todos los ecosistemas que hay en Madidi.
¿Cuáles son las nuevas especies de flora que usted encontró en el Madidi?
Donde más encontramos especies nuevas y que me impresiona bastante es el ecosistema al que llamamos ceja de monte. Son bosques por encima de los 3000 metros donde más especies nuevas para la ciencia hemos encontrado y también es uno de los ecosistemas más amenazados porque ahí se han concentrando las actividades humanas.
¿Qué tan amenazados están estos bosques?
Muy amenazados, porque esta parte del Madidi es una zona aurífera, en la cordillera de Apolobamba se ha concentrado la actividad minera, y últimamente se ha dado carta blanca a la actividad minera, a pesar de ser un área protegida. La minería trae consigo otros problemas como la remoción de tierra y están comprometiendo la conservación de este ecosistema, porque se trata de una zona lluviosa donde nacen muchos ríos y arroyos.
Muchas especies de plantas por descubrir
¿Usted considera que hay una deuda pendiente con la flora en Bolivia?
Los ecosistemas andinos son de los menos estudiados y menos conocidos. Un ejemplo para ilustrar esto es que nosotros hemos trabajado instalando parcelitas en bosques, tenemos una metodología para hacerlo y ahí hemos registrado todas las especies leñosas, tenemos una lista como de 2800 especies, pero solo en estás parcelitas que monitoreamos, de ellas, un 30 % no hemos logrado ponerle un nombre científico. Y creo que esto se puede aplicar en realidad a la flora de los Andes, cerca de un tercio de la flora son especies que no se conocen, que no han sido descritas y que no se sabe qué beneficios pueden tener o qué rol puede estar cumpliendo en los ecosistemas.
¿Se refiere a un 30 por ciento que han encontrado y que aún no han logrado clasificar?
Si, porque para llegar a una identificación completa se necesitan flores y frutos. De este 30 %, una parte es porque no hemos recogido materiales con flores y frutos, y otra parte porque no hemos podido identificarlas a pesar del material que tenemos. Se comparan con otras especies similares y no hemos logrado identificarlas, entonces lo más probable es que sean especies no descritas, la gran mayoría.
¿De cuántas especies hablamos?
En los yungas, en los bosques montanos de Bolivia, incluyendo no solo las del Madidi sino fuera del área protegida debe haber como 10 000 especies de plantas, estimo, y debe ser un 30 % de esas 10 000 que podrían ser especies nuevas, es decir, como 3000 especies nuevas.
Un gran número de especies
Sí, es bastante trabajo seguir reportando y describiendo eso. El gran problema es que en Bolivia no hay suficientes investigadores para completar este inventario. El otro problema para muchos de estos ecosistemas, y lo veo cada vez que viajo a campo, es la deforestación y las quemas. Entonces, no sé cuántas vamos a lograr reportar realmente antes de que se extingan.
Cuando habla de las amenazas, ¿qué tanto están afectando los incendios forestales a los bosques, principalmente en el Madidi?
Sobre todo en la ceja de monte, donde he visto bastante fuego. Lo que pasa es que los mineros cuando caminan por la selva y la montaña, lo primero que hacen es meterle fuego. Es lo que he visto. Le prenden fuego para mantener el camino abierto y en un año seco el fuego se extiende. En el Madidi hay muchas especies nuevas y muy restringidas a esos ecosistemas, me preocupa bastante la apertura que han hecho en los últimos años para actividades productivas en el área protegida.
¿Me comentó que lo primero que hicieron en el Madidi fue un inventario?
Hemos continuado haciendo el inventario, pero, digamos, no es la actividad principal. Como tenemos más conocimiento de la flora cuando hacemos los viajes recogemos plantas puntuales, no como en el pasado que recogíamos todo lo que encontrábamos, sino que ahora somos un poco más selectivos. Además, por las tendencias globales de financiamiento para la diversidad estamos haciendo más ecología, estamos trabajando más con esa parcela de monitoreo, que son áreas permanentes de una hectárea. Entonces volvemos a visitar ese sitio y a medir los mismos árboles para ver qué está pasando con los bosques, si hay mortandad por encima de lo normal, si está cambiando la composición y respondemos a hipótesis ecológicas.
¿Y tienen hallazgos sobre lo que está pasando en estos bosques?
Sí, ha habido algunos estudios puntuales para ver estos cambios y lo que se ha encontrado es una tendencia —que también se encontró en otros sitios— es que en la parte más alta está aumentando la diversidad de especies, porque se va calentando más y porque las especies de más abajo están migrando hacia arriba. Está cambiando la composición en los diferentes ecosistemas y lo que no se sabe todavía son las consecuencias que podrían tener estos cambios. Lo que habría que monitorear un poco más es cómo estos cambios en la composición de especies pueden incidir en el aprovisionamiento de agua, por ejemplo.
¿Cómo se hace esta investigación?
Hemos establecido una red de 50 parcelas permanentes, de una hectárea cada una, y medimos todos los árboles. Luego volvemos a visitar cada 3, 5 o más años. El problema es que en los últimos años es complicado conseguir recursos para volver a visitar las parcelas. Cuando volvemos a medir esa parcela, podemos ver que árboles han muerto y cuáles han crecido, y también qué ha pasado. Esos datos los compartimos en redes de investigación tanto de la Amazonía como de los Andes y tenemos investigadores que quieren plantear alguna hipótesis, por ejemplo, este año ha salido un estudio en el que se ha encontrado que la composición de especies de los Andes está más afectada por especies que migraron del sur, aprovechando el levantamiento de Los Andes. Estos últimos años también investigo los que se llama caracteres funcionales que consiste en determinar cómo están funcionando los árboles dependiendo de las características que tienen —si tienen hojas grandes, pequeñas, gruesas o delgadas.
Ofrenda a la Pachamama
De las nuevas especies que ha descubierto, ¿cuál le ha impresionado y cautivado más?
El descubrimiento más importante fue una especie de árbol que produce la resina del incienso. En Bolivia se utilizan bastante dos resinas. A una se le dice incienso, que es una resina amarilla, y a la otra copal, que es una resina blanca o grisácea. Y el incienso resultó ser una especie nueva, es curioso, posiblemente una especie que la conocían las culturas antiguas y seguro la utilizaban los incas, pero resultó ser una especie nueva después de estudiarla detalladamente y buscar este material como flores en áreas remotas. Parece que la razón por la que no se describió antes fue porque el incienso crece en los pequeños rodales, en la punta del cerro, poco accesible. Entonces fue un descubrimiento relevante porque le pusimos un nombre científico a una especie que tradicionalmente es utilizada por la cultura andina de Bolivia, y que tiene bastante relevancia en ese sentido. La bautizamos con un colega como Clusia pachamamae porque se utiliza como ofrenda a la Pachamama [Tierra].
¡Qué bonito! ¿Y este incienso se comercializa?
Sí, se comercializa y ese es otro de los datos importantes porque se cosecha la resina. Se corta la corteza del árbol y se espera unos meses para que produzca la resina que son como cristales. Eso lo cosechan y lo venden para ceremonias andinas y católicas. Entonces es un producto importante para generar recursos de una manera sostenible.
El Madidi ofrece muchos servicios ambientales.
Sí, eso sí, claro. En el Madidi nacen las nacientes del río Beni, por ejemplo, que inunda las sabanas del Beni. Por otro lado, es el segundo o tercer destino turístico más importante de Bolivia, precisamente por los bosques exuberantes y la elevada diversidad. Además, se generan productos forestales no maderables como la resina de incienso, el copal también, del Madidi es la zona desde donde se distribuye a toda Bolivia esta resina. Así hay varias iniciativas basadas en la diversidad para producir recursos económicos para la población
¿Qué otras investigaciones vienen en el futuro?
Estoy interesado en un grupo de árboles que crecen en la parte de los yungas, los bosques montanos entre 2000 y 3000 metros que hibridan bastante, es decir, las especies se mezclan, y este es un proceso importante dentro de la formación de nuevas especies. Entonces he encontrado áreas donde esta hibridación intensiva es importante porque el resultado de la mezcla de especies produce nuevas variaciones…Estoy concentrando esfuerzos en este grupo de plantas para entender qué es lo que pasa.
¿Cuántas expediciones hicieron para registrar estas 6000 especies en el Madidi?
Debemos estar por las 60 expediciones. A veces es bastante complicado llegar a algunos lugares, pero lo más lindo y lo que disfruto más estos últimos años es compartir con la gente, porque últimamente estoy bastante interesado en el uso de las plantas y, siempre que comparto con ellos sus experiencias me cuentan sobre las plantas que conocen. Lo más lindo es compartir con la gente y aprender mucho de ellos.
 
 
 
 
 
DE WARISATA A OAXACA, LOS PUEBLOS INDÍGENAS LUCHAN POR LA EDUCACIÓN
 
Rebelión de España (https://bit.ly/3zzWAbW)
 
Los pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes de Latinoamérica han tenido que emprender una larga y sentida lucha para poder acceder a la educación.
Desde la creación de los Estados-nación, distintos han sido los procesos de exigencia para lograr el reconocimiento de sus comunidades como sujetos de derecho; en el campo educativo, ha implicado desde negociar la creación de escuelas y universidades en territorios rurales (geografías contrasistémicas), hasta demandar proyectos educativos culturalmente pertinentes (atentos a las realidades, epistemologías e idiomas propios) e, incluso, exigir el respeto de las autonomías locales y los proyectos político-pedagógicos que emanan de sus procesos organizativos. Diversos también han sido los obstáculos, asedios y cierres que han sufrido estos proyectos educativos gracias a la intervención del Estado y los grupos de poder en turno; barreras que oscilan entre trampas y laberintos jurídicos para obtener certificación institucional hasta el franco ataque de la fuerza armada (No olvidamos las acciones contra los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa en México en 2014 o el ataque a la escuela Florestán Fernández del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Brasil en 2016, por colocar algunos ejemplos).
En este marco, en un intento por identificar las principales tensiones que configuran la relación entre Estados-nación y proyectos educativos propios (educativos étnico-culturalmente situados), iniciamos un recorrido tras las huellas que nos permitan develar cómo se presenta y explica la disputa por la educación en América Latina (y con ella, los límites de la educación permitida para el indígena / el campesino / el afrodescendiente). Para ello, realizamos un breve recorrido por Bolivia, Ecuador y México rememorando algunas experiencias que dan muestra de dichas tensiones.
Cerramos este trabajo compartiendo la experiencia de la Universidad Autónoma de la Comunalidad de Oaxaca (UACO) en apoyo solidario con sus luchas históricas y a sus reclamos actuales.
Escuela-Ayllu de Warisata (Warisata, Bolivia)
Durante poco más de 9 años (1931-1940) floreció en Bolivia la Escuela-Ayllu de Warisata, ícono de la resistencia indígena y de la pedagogía comunitaria latinoamericana. En un escenario político en el que se debatía si los pueblos indígenas eran sujetos de derecho o no, dos profesores, Avelino Siñani (indígena aymara) y Elizardo Pérez (mestizo), organizados con las comunidades del altiplano, se decidieron a fundar una escuela para la liberación de los indígenas: una apuesta educativa que reconstituyera la dinámica territorial del ayllu andino (gobierno autosustentable, cargos comunitarios y posesión colectiva de la tierra); con base en el trabajo individual y colectivo, en donde el consejo amawta (sabios – autoridades comunitarias) llevara la dirección de la escuela y animara la participación de las comunidades en el proyecto pedagógico para que, en conjunto, se hiciera una educación desde y no para los indígenas.
Durante esa década se logró estructurar un proyecto educativo que abarcaba desde la primaria hasta una normal de maestros con 16 núcleos distribuidos por el país. También se desarrollaron talleres sobre agricultura, ganadería, carpintería, mecánica, hilado, alfarería, danza, literatura, plástica, música y la recuperación de la lengua originaria para el fortalecimiento de la identidad indígena.
Los objetivos que signaban la modernización educativa de la época se colocaban en un segundo lugar mientras que las necesidades, saberes y quehaceres de las comunidades se consolidaban como protagonistas en el proyecto político-educativo.
Desde sus inicios, el proyecto de la Escuela-Ayllu de Warisata tuvo fuertes oposiciones, no solo por parte de los grupos de poder del altiplano, sino de las mismas instituciones educativas del Estado. Tal fue el encono que generó, que en 1940 se creó un Tribunal Investigador, integrado por aquellos que se oponían a la escuela, destinado a revisar y enjuiciar su obra. Como en su momento lo denunciaba el profesor Elizardo Pérez, en su informe final el Tribunal señalaba la “Falta de orientación pedagógica definida que responda a los fines que el Estado persigue para incorporar al indio a la actividad económica del país; las escuelas indígenas son de simple alfabetización, y en ellas no se da importancia a las prácticas agropecuarias que harán del indio un labrador menos rutinario” (Pérez, 1963: 283). Como es de suponerse, el informe continuaba bajo esta perspectiva colonial que recordaba el lugar subordinado asignado al indígena tanto en el Estado-nación como en el proyecto educativo nacional, situación por la que el fallo de la Corte fue el despido de maestros y directores de varios núcleos educativos, la instalación de docentes y directivos conformes a la perspectiva educativa del Estado y, finalmente, el cierre de la Escuela.
En este contexto, no es coincidencia que, como ejemplo de los procesos de disputa por la educación liderados por las comunidades organizadas frente al Estado, podamos señalar que para el mismo año en el que fue clausurada la Escuela-Ayllu (1940) también se realizó el Congreso Indigenista Interamericano en Pátzuaro, México, evento que inauguró y posibilitó la instauración de las políticas indigenistas que permearon las políticas educativas del continente. Valga subrayar que este mismo encuentro, pero pensado desde una perspectiva crítica que apuntaba hacia la liberación de los indígenas, se había propuesto para que se realizara en Warisata; sin embargo, esto fue impedido por las autoridades bolivianas.
Herederos de experiencias como la vivida en Warisata, en las últimas décadas hemos asistido a la construcción de numerosos proyectos político-pedagógicos emanados desde los movimientos sociales, desde las comunidades organizadas; la apuesta común es por una educación propia frente a la educación impartida desde el Estado y el sistema privado. Como parte de estos procesos, indígenas, campesinos y afrodescendientes han animado la creación de universidades que respondan a sus necesidades, su lengua, su historia, su epistemología, sus horizontes políticos y formas de aprendizaje ancladas a su territorio. Los resultados y experiencias han sido diversos, pero comparten retos en común, muchos de estos vinculados a las desigualdades e injusticias propias de la relación que mantienen con los Estados (modernos/coloniales) que los pretenden contener; entre otros: las dificultades para lograr legalidad y certificación; las complicaciones que enfrentan ante la necesidad de sostenimiento y permanencia para su consolidación; las tensiones emergentes ante la validación de epistemologías propias (desde donde se diseñan currículos y metodologías); y los desafíos que implica construir una educación en clave emancipadora.
Ahora, presentamos tres ejemplos desde la educación superior, más cercanos a nuestros días, para ir identificando continuidades.
Universidad de los Pueblos del Sur (UNISUR) (Guerrero, México)
La UNISUR fue un proyecto que aglutinaba comunidades Mè´phàà, Náhuatl, Tu´un savi, Ñomndaa, afrodescendientes y mestizas que buscaban recuperar el pensamiento indígena y contribuir a la construcción de una sociedad intercultural, a través de un proyecto educativo que estuviera orientado “[…] hacia la formación de intelectuales que sean capaces, desde su propio universo y sustento cultural, abordar la solución de los problemas propios de su comunidad” (Santos, Méndez, Flores, Muñiz y Pimienta, 2006: 3). La UNISUR operó desde el 12 de octubre de 2007 hasta su gradual desintegración en 2019, con cinco sedes o unidades académicas previstas en su estudio de factibilidad donde se impartían: 1) Gestión Ambiental Comunitaria; 2) Gobierno de Municipios y Territorios; 3) Cultura, Lengua y Memoria; 4) Justicia y Derechos Humanos. Además, de manera intermitente, tres unidades más emergieron de necesidades coyunturales; así como se procuró la apertura de dos licenciaturas más que no lograron consolidación (Salud Comunitaria y Pedagogía Intercultural).
En su relación con el Estado, distintas fueron las problemáticas que enfrentaron desde sus comienzos. A pesar de todo el trabajo comunitario, organizativo y pedagógico que sostenía la propuesta inicial, el proyecto no logró aprobación al ser presentada ante la recién creada Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe (CGEIB) en el año 2006. Burlando los trabajos de negociación previos, los funcionarios desconocieron la propuesta de la UNISUR y, por su parte, crearon la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG) bajo una lógica indigenista, integracionista y neoliberal que ha permeado la región durante las últimas décadas y que, en esta ocasión, se encarnaba en la propuesta de la educación intercultural emanada del Estado. Al no ajustarse la propuesta al deber ser diseñado por las instituciones del Estado (desde arriba y desde afuera), la oficialización nunca llegó.
A pesar de no contar con el reconocimiento oficial, la UNISUR inició acciones en el año 2007 “[…] por mandato de las autoridades civiles y comunitarias de los pueblos indígenas y afromestizos del Estado (Acta de Congreso. 26 de mayo de 2007)”. Operó durante un poco más de 10 años y formó a cinco generaciones de estudiantes indígenas, mestizos y afrodescendientes. La universidad era sostenida por las comunidades, las y los académicos que no cobraban sueldo, y a través de donaciones y convenios con otras universidades. Su proyecto político-pedagógico se organizaba a través de un sistema modular de enseñanza cuyos ejes problemáticos buscaban la reflexión cruzada y el diálogo de saberes; un tronco común para las distintas licenciaturas; la relación horizontal entre estudiantes y profesores; la modalidad semipresencial que reunía durante 4 días a profesores y estudiantes dos veces al mes; círculos de reflexión, talleres y seminarios de investigación comunitaria; y los trabajos en vínculo con las comunidades (Durán, Gaussens y Vargas, 2016).
Al final el proyecto fue insostenible por la falta del registro oficial esperado por las comunidades, la imposibilidad para expedir certificados de las licenciaturas en marcha, las dificultades para sostener económicamente el proyecto y las diferencias al interior, muchas de ellas derivadas de estas mismas tensiones. Sin embargo, fruto de la capacidad organizativa comunitaria y el trabajo mancomunado que dio vida a la propuesta, también son varios los logros que reconocen los y las jóvenes de las comunidades ante la posibilidad de acceder a la educación universitaria: la construcción de conocimientos colectivos en donde se recuperan y valoran los saberes locales, la participación en procesos organizativos y de lucha en diversos territorios de Guerrero, la resolución de problemas comunitarios y la implementación de proyectos diversos que ahora impulsan sus egresados. Su eco sigue nutriendo experiencias educativas y organizativas en la montaña de Guerrero a través de sus egresados y docentes.
La Amawtay Wasi (casa de la sabiduría en Kichwa) surge como proyecto de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), a finales de la década de 1990, cuando se debatía al interior de la organización la necesidad de un sistema de educación superior diferente al tradicional. Su materialización se deriva de un proceso político de movilizaciones, negociaciones y conquistas adelantado durante un poco más de dos décadas. Después de largas disputas políticas con el Estado, diversas barreras jurídicas, amplias movilizaciones, consultas con las comunidades y, la elaboración de un proyecto de universidad, la UIAW logra su oficialización mediante la Ley de la República No. 2004-40 del 28 de julio del 2004, bajo la modalidad de “[…] institución particular, autofinanciada, con personería jurídica, sin fines de lucro, descentralizada y con autonomía académica, administrativa y financiera” (Sarango, 2009: 193-194).
El proyecto político-pedagógico de la Amawtay Wasi, aunque predominantemente kichwa, procuraba la participación de las comunidades, tanto de la sierra como de la amazonia, a través de la puesta en práctica de una pedagogía propia fundamentada en principios de la cosmología andina (vivencial simbólico, de relacionalidad, de dualidad complementaria, y de reciprocidad; comprensión del tiempo en espiral; organización a través de la chakana).
Entendiendo el proceso educativo como un aprender para desaprender, la propuesta buscaba recuperar los saberes y metodologías ancestrales, poner en diálogo las epistemologías propias con el conocimiento occidental en un esfuerzo por construir una sociedad intercultural, fortalecer el vínculo de respeto y comunión con la pacha mama (Madre Naturaleza), promover la investigación al servicio de la comunidad, y consolidar una educación superior para el sumak kawsay (Buen Vivir). Se pusieron en marcha los pregrados de Arquitectura con mención en Arquitectura Ancestral, Ingeniería Agroecológica, y Ciencias de la Educación con mención en Pedagogía Intercultural; también los postgrados de Investigación Intercultural, Derechos Humanos y Pueblos Indígenas, y Gestión del Desarrollo con Identidad para el Buen Vivir Comunitario; esto además de la formación de promotores de Agroecología y Liderazgo, Liderazgo y Turismo Comunitario, y Comunicación Intercultural y Comunitaria a través de Comunidades de Aprendizaje.
Después de institucionalizado el proyecto, no sin dificultades legislativas para la apertura de las diversas sedes en cada uno de los territorios indígenas que así lo demandaban, la universidad permaneció en funcionamiento hasta que, durante el gobierno del presidente Rafael Correa, tras un proceso de evaluación a la educación adelantado entre el año 2010 y 2017, conocido como la “Revolución Educativa”, el Consejo de Educación Superior (CES) dictaminó la suspensión de la UIAW por no cumplir con los parámetros de calidad establecidos en la nueva Ley Orgánica de Educación (LOES, 2010). El acto fue denunciado por el movimiento indígena ecuatoriano como una violación a los derechos humanos y a los derechos de los pueblos indígenas, un acto discriminatorio, racista y etnocida:
Resulta ser paradójico, le cierran la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas “Amawtay Wasi”, pero al mismo tiempo crean cuatro universidades de corte eurocéntrico y colonial, uno de ellos plagiado con nombre indígena. El objetivo de estas universidades es revivir el neoindigenismo de los años 50, lo que significa en esencia la recolonización de las Nacionalidades y Pueblos indígenas, la asimilación cultural, económica, social y política, el desmantelamiento y desaparición como naciones diversas y originarias. (UNPFIP, 2013: s/p)
A pesar de la suspensión, y gracias al capital político acumulado, la UIAW se reinventó para seguir funcionando. En un primer frente, la universidad mantuvo encuentros con el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) y abrió una sentida lucha en la arena pública internacional para reclamar la reapertura. En un segundo frente, y viendo pocos resultados del reclamo insistente ante el CEAACES, la institución optó por constituirse como organización civil para adelantar investigaciones y promover una educación propia y con enfoque intercultural, la UIAW se refundó bajó el nombre de Pluriversidad Amawtay Wasi mediante Acuerdo No. 2884 el 4 de diciembre del año 2013.
Para agosto de 2018, bajo el gobierno de Lenin Moreno, tras una aparente disposición de diálogo fundamentada en un recurso legal que subrayaba que “suspensión” no era “cierre” y que entonces era posible actualizar la lucha por la reapertura, se instauró de nuevo la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi, ahora como institución pública comunitaria, pero sin la participación directa de pueblos y nacionalidades, pues la negociación dejó por fuera a los fundadores, los procesos territoriales previos y los fundamentos originales de la UIAW-CONAIE. En este marco, se espera la apertura de trabajos para el segundo semestre del año 2021. El pulso por los contenidos válidos y “de calidad” que conformarían la educación superior intercultural oficial en Ecuador, fue ganado por el Estado entre violaciones a los derechos de pueblos indígenas y trampas legislativas.
Universidad Autónoma de la Comunalidad de Oaxaca UACO (Oaxaca, México)
El 1 de septiembre del 2020, en la comunidad mixe de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, se realizaba la ceremonia de entrega de reconocimientos de las autoridades que conformarían a la Universidad Autónoma de la Comunalidad UACO, casi ocho meses después de que el Congreso del Estado aprobara el Decreto para su creación.
De acuerdo a la Ley Orgánica esta Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca será un organismo descentralizado del Estado con presencia en las ocho regiones del estado, en donde se impartirían estudios de licenciatura, maestría y doctorado y cursos de actualización. Así como de especialización, con enfoque en la formación de sujetos profesionales con sensibilidad y conocimientos comunitarios con el propósito de preservarlos y difundirlos (Matías, 1 de septiembre de 2020).
Este acto legislativo (con poder fáctico administrativo-presupuestal, pero también simbólico en el campo de disputa por la educación en Oaxaca) instituía y oficializaba los trabajos realizados desde hace más de dos décadas por comunidades organizadas, intelectuales indígenas y aliados de la academia local quienes apostaban a la creación de una universidad desde y para la comunalidad.
En sus 16 Centros Universitarios Comunales (CUC) distribuidos por distintas regiones del estado, la propuesta en marcha se basa en el respeto, la promoción y la preservación del patrimonio histórico y cultural de los pueblos originarios y comunidades indígenas de Oaxaca, y se plantea “[…] un proceso de formación propia y autónoma, que permita a los sujetos la construcción del camino de vida” (UACO, 2020). Parafraseando al docente e investigador ayuujk, Rigoberto Vásquez García, Coordinador Académico de la UACO, este reconocimiento de los conocimientos locales y las metodologías propias de enseñanza-aprendizaje, conocimientos y metodologías que trascienden lo aúlico, lo teórico y lo académico, implica un situar “desde donde se apuesta por la vida” pues “no se trata de volver al pasado; queremos traer al presente la memoria colectiva de los pueblos para reconfigurar y redefinir un futuro de complementariedades y comunalidades contextualizadas territorialmente”.
En un intento por romper la lógica desde donde opera la interculturalidad propuesta por el Estado mexicano (una interculturalidad indigenista, paternalista, apenas de traducción y transcripción), apostar y construir desde y para la comunalidad implica disputarle al Estado (desde lo epistémico, lo organizativo, lo pedagógico) la educación posible para pueblos y comunidades indígenas en un ejercicio de autonomía.
Esta apuesta político-educativa, la propuesta de comunalidad, implica una defensa por la vida y para la vida en donde se coloca en el centro el trabajo desde las realidades construidas entre humano y naturaleza, el trabajo colectivo, el poder comunal, el Wëjën Kajën (abrir la mente – desmenuzarla), y el educar con el ejemplo. La ruptura con la educación tradicional es necesaria pues la apuesta abre un espacio en donde el otro y lo otro es complementario, pero también, en donde la espiritualidad, el sueño, el cuerpo, y la naturaleza son componentes medulares del quehacer educativo y la comprensión del mundo (Rigoberto Vásquez García, 2021).
De acuerdo con Jaime Martínez Luna, uno de sus fundadores y actual rector “[…] en un ejercicio desde la academia y la comunidad, representará dejar de lado las políticas diseñadas para homogeneizar la sociedad, indagar en otras fuentes de razonamiento y reconocer los conocimientos de los pueblos originarios” (Martínez, 2020).
Como se hace evidente, el reconocimiento de la Ley Orgánica de la UACO por parte del Congreso del Estado (publicada en el Periódico Oficial de esa entidad el 20 de abril de 2020) representó uno de los mayores logros educativos de las comunidades indígenas de Oaxaca, México y de toda Latinoamérica. Sin embargo, el 31 de agosto la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de su comunicado de prensa No. 258/2021 declaró:
SCJN INVALIDA LA LEY ORGÁNICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA COMUNAL DE OAXACA POR FALTA DE CONSULTA PREVIA.
[…] La SCJN determinó que los preceptos invalidados incidían directamente en los intereses de los pueblos y comunidades indígenas del Estado de Oaxaca, en virtud de que se trata de una institución estatal destinada a la atención de las necesidades de educación superior de estas comunidades. Por tanto, existía la obligación de consultar a dichos grupos de manera previa a la expedición de la ley, de conformidad con los artículos 2° de la Constitución General y 6 del Convenio 169 de la OIT, lo cual no fue llevado a cabo. (SCJN, 31 agosto de 2021)
A través de este comunicado se expresa la invalidez de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca; “[…] afirmación que desconoce, de un lado, la larga trayectoria de resistencia de los pueblos de Oaxaca y la puesta en práctica de experiencias de educación comunal que respaldan el surgimiento de la UACO y, de otro, las formas propias de consulta y acuerdo de las comunidades oaxaqueñas.” (Pronunciamiento Educadorxs).
Ahora se iniciará un largo proceso legal y de tensión política entre las comunidades y aliados que impulsan la UACO y el Estado para continuar con la viabilidad de la propuesta, proceso en el que la UACO exige, por la pluriversidad del pensamiento de sus pueblos:
Un trato de respeto digno, de toda institución gubernamental del país frente a la UACO. / Atención inmediata por todos los órdenes del gobierno estatal y federal. Específicamente por parte del gobernador del Estado de Oaxaca. / Rechazamos modelos educativos impuestos a las comunidades / Por una existencia común que incluya todas las diversidades (UACO, Comunicado 01/2021).
Comentarios finales para abrir la reflexión
Las experiencias antes señaladas son ejemplos de la disputa histórica por la educación entre las comunidades organizadas y el Estado. La educación superior en Latinoamérica es el escenario de mayor exclusión ante el derecho de acceso a la educación para la población en general y más aún, cuando se habla de población indígena, afrodescendiente o de zonas rurales. Las causas son variadas, se entrelazan, se arrastran como lastres a pesar de décadas de luchas. Por un lado, están las condiciones de violencia estructural de quienes aspiran a los estudios universitarios, ya que ingresar, sostener y lograr titulación en este nivel implica mayores gastos, aún en universidades públicas.
Por otro lado, el número de universidades públicas resulta insuficiente para atender la demanda en crecimiento en la mayoría de los países latinoamericanos, incluso en un sistema amplio como el mexicano. Además, éstas presentan un patrón de concentración en las ciudades; de esta forma, la población rural, indígena, afrodescendiente o campesina se ve obligada a migrar para acceder a la universidad y asumir los gastos que esto implica en cuanto a vivienda, alimentación, transporte y los gastos propios de la escuela. Finalmente, los contenidos y metodologías hegemónicas que sostienen los procesos de ingreso, evaluación, enseñanza-aprendizaje y titulación, son incapaces y no están interesados en establecer diálogos epistémicos, político-educativos reales con otras fuentes de conocimiento, otras formas de hacer educación, de ver y construir el mundo.
Por lo tanto, podemos afirmar que la desigualdad en el acceso a la universidad está mediada por las (im)posibilidades de la clase social, visiones coloniales (racistas y paternalistas) normalizadas por un determinismo geográfico injusto e impertinente.
Como respuesta, el Estado neoliberal ha favorecido el incremento de universidades particulares en toda la región. Tan solo en el periodo del 2000 al 2013 las universidades particulares en América Latina alcanzaron a conformar la mitad de los espacios institucionales de educación superior: “Alrededor de un cuarto de las instituciones de educación superior (IES) que existen hoy abrieron sus puertas en ese mismo período —muchas del sector privado— elevando la cuota de mercado de las IES privadas de 43 a 50 por ciento entre comienzos de la década de 2000 y 2013” (Banco Mundial, 2017).
En contraste, para los movimientos sociales y organizaciones comunitarias que buscan construir proyectos educativos propios, las pautas legales del Estado son uno de los principales obstáculos, aunque no son los únicos. Cuando se ha logrado la certificación de alguna universidad impulsada desde la sociedad organizada, el Estado mantiene su control y recuerda los límites de lo permitido/funcional a través de distintos mecanismos: la regulación presupuestaria; la designación de directivos y docentes acordes al régimen; la reconfiguración de los planes y programas de estudio en nombre de términos empresariales como “calidad”, “eficiencia”, “productividad”; la aplicación de evaluaciones punitivas desde arriba y desde afuera, y la desvinculación entre los proyectos instituidos y las comunidades que los impulsaron; varias universidades interculturales de Latinoamérica son un triste ejemplo de esto.
En las respuestas del Estado se hacen evidentes determinaciones clasistas, coloniales, racistas, urbanocéntricas y centralistas que ponen los más diversos obstáculos para quienes buscan una educación propia frente al monismo pedagógico gubernamental y el intento de actualizar el proyecto de mestizaje homogenizante nacional. Predomina la visión positivista que impide, niega y cancela las diversas epistemologías y formas de organización que emanan de las comunidades indígenas, afrodescendientes o campesinas.
Si bien los proyectos educativos surgidos desde los movimientos sociales han sufrido varios golpes, los mismos se mantienen en resistencia constante a través de sus variadas formas de lucha. En estos momentos, resta hermanarse con la movilización que realizan las comunidades organizadas en la defensa de los proyectos educativos autónomos, como los de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, para que decenas de pueblos puedan ver florecer proyectos educativos en clave emancipadora, pues como diría Gioconda Belli “La solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Anexamos el Comunicado 01/2021 de la Universidad Autónoma de la Comunalidad frente a la resolución de la Corte Suprema de Justicia y el Pronunciamiento en apoyo de lxs educadorxs de México y América Latina, documento promovido por los facilitadores y estudiantes del taller «Interculturalidad crítica y artilugios desde el arte».
 
 
 
 
 
BLOQUEAN DESDE BOLIVIA EL PUENTE INTERNACIONAL "HORACIO GUZMÁN"
 
Es por un reclamo de estibadores de Villazón que solicitan mejoras salariales. La medida es por tiempo indefinido.
 
El Tribuno de Argentina (https://bit.ly/3EK7Ztv)
 
Se espera que con el transcurrir de las horas, en la playa de estacionamiento  del lado quiaqueño, comiencen los inconvenientes. 
También para aquellos que quedaron “atrapados” por el corte en tierras tricolor, un verdadero dolor de cabeza para los trabajadores del volante. 
Desde el Sindicato de Transporte Pesado Villazón, manifestaron que “por falta de una diagramación clara en los caminos, vamos por distintas rutas  ya hubo varios accidentes que afectaron a camioneros bolivianos y argentinos”, señalaron. 
Esa comuna boliviana exige que los  recursos humanos tengan un salario digno, además la mejora en la revista laboral, debido a que la mayoría están bajo un régimen de contrato.   
Desde  febrero vienen efectuándose los  reclamos que solo perjudican la circulación del transporte internacional de ambos lados. 
El incumplimiento de  compromisos asumidos,  llevó a que  el puente internacional “Horacio Guzmán”, por cuarta vez esté bloqueado. 
Apertura del paso internacional para peatones 
En la frontera entre La Quiaca y Villazón (Bolivia), hay expectativa por el anuncio del gobierno nacional. 
El cual estipula desde  el 1 de octubre se abrirían las fronteras y además se habilitará el turismo extranjero desde el 1 de noviembre, con una apertura  "gradual y cuidada" de las fronteras terrestres. 
En una primera etapa, sería únicamente para pobladores quiaqueños y villazonences, e incluirá corredores seguros aprobados por la autoridad sanitaria con cupo definido por la capacidad de cada jurisdicción. 
 
 
 
 
 
CHILE RETOMARÁ LA EXPULSIÓN DE EXTRANJEROS QUE INGRESAN DE FORMA IRREGULAR DESDE BOLIVIA
 
Los Andes de Argentina (https://bit.ly/3u3mVhs)
 
El ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado, anunció hoy que “muy pronto” el Gobierno va a “retomar las expulsiones” de extranjeros que están entrando por pasos no habilitados desde Bolivia, bajo el argumento que la situación generó una crisis social y de inseguridad en la zona.
Desde enero de 2021 cientos de personas llegan a diario a la localidad fronteriza de Colchane (región de Tarapacá), para auto-denunciarse ante Carabineros y ser llevados a cuarentena en Iquique con el objetivo de quedarse de forma permanente en el país.
El alto flujo de migrantes, en su mayoría venezolanos, colapsó la vida de las casi 1.800 personas que viven en Colchane, ya que duermen en las calles, con denuncias incluso de una alta inseguridad en la comuna. Según las autoridades policiales del sector, en promedio, 120 personas entran a diario a Chile por pasos irregulares. ”Hemos tomado las recomendaciones y hemos revisado nuestros procesos” hace referencia a la expulsión de extranjeros que entran al de forma irregular, indicó el ministro del Interior, ante las críticas de organizaciones humanitarias como el Servicio Jesuita de Migrantes.
La crisis migratoria se extendió incluso a la localidad de Iquique, capital de la región de Tarapacá, donde extranjeros llegan, toman las plazas públicas y se quedan a vivir ahí, lo que generó un descontrol sanitario en la zona. ”Las estadísticas dicen que mientras tuvieron la posibilidad de expulsar, el ingreso clandestino por Colchane bajó”, dijo Delgado. Las autoridades locales criticaron el llamado “Plan Colchane”, anunciado por el Gobierno, calificándolo como “un fracaso” debido a la crisis social que se desató en la comuna. Este plan del Gobierno consistió en un reforzamiento policial y militar para evitar que sigan ingresando extranjeros a Chile de forma irregular.
Chile, hasta el 31 de diciembre de 2020, tenía 1,4 millones de extranjeros residentes en el país, en su mayoría venezolanos, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
 
 
 
 
 
BARBIE, JUICIO FINAL PARA EL CARNICERO NAZI
 
Klaus Barbie, alto oficial de la SS y la Gestapo, criminal de guerra nazi, muere en la cárcel de Lyon, donde cumplía condena desde 1983 tras ser deportado de Bolivia
 
La Vanguardia de España (https://bit.ly/3EG8V2l)
 
Klaus Barbie es uno de los ejemplos más sorprendentes, aunque ni mucho menos el único, de cómo criminales nazis con miles de muertes a sus espaldas consiguieron eludir la actuación de la justicia durante décadas. El llamado carnicero de Lyon , por haber sido el jefe de la Gestapo en la ciudad francesa, pasó varios años de la posguerra en Alemania protegido por el espionaje occidental y luego, cuando las reclamaciones francesas de extradición se hicieron insistentes, se evaporó en una de las rutas de escape hacia Latinoamérica.
Acabaría instalándose con su familia en Bolivia con el nombre de Klaus Altmann. Contó con la protección de varios dictadores bolivianos, con los que mantuvo una estrecha relación al dedicarse al tráfico de armas. No fue juzgado hasta 1987.
Tras ser condenado a cadena perpetua por crímenes contra la Humanidad, responsable de más de 4000 asesinatos y del envío a campos de concentración de 7500 personas, se declaró inocente : ‘Yo tengo la conciencia tranquila’.

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