LOS GUARDIANES DEL MADIDI CLAMAN POR VUELOS PARA SALVAR AL ECOTURISMO
Rurrenabaque,
centro de un destino turístico amazónico de Bolivia, no tiene operaciones
aéreas desde mayo de 2021. Con carreteras en mal estado y viajes de hasta 12 horas,
operadores, gastrónomos, pueblos indígenas y otros sectores luchan por
reactivar la economía para no dar paso al extractivismo y las hidroeléctricas.
Por
las calles de Rurrenabaque -al oeste del Beni, en la Amazonia boliviana– muchos
negocios están cerrados. En letreros desgastados y otros caídos, se lee
anuncios de tours por el Parque Nacional Madidi o Pampas del Yacuma. Sobre
fachadas raídas, vestigios de fotos de turistas felices en medio de la selva.
Las oficinas de la aerolínea Amaszonas, que en su momento llegó a operar ocho
vuelos diarios, parecen ahora un depósito de escritorios e hileras de asientos
cubiertos con plásticos. El mítico “Jungle Bar Moskkito”, de visita obligatoria
por recomendación de páginas como Tripadvisor, es ahora un restaurante apacible
de comida italiana.
Hace
mucho tiempo, esta ciudad de alrededor de 23 mil habitantes dejó de ser una
urbe por cuyas calles caminaban turistas asiáticos, norteamericanos y europeos.
Todos ellos llegaban por vía aérea, ansiosos por vivir experiencias de aventura
en el Parque Nacional Madidi y las Pampas del Yacuma. De esta manera apoyaban
no solo a municipios amazónicos de La Paz y Beni, respectivamente, sino
-principalmente- a emprendimientos de pueblos indígenas Takana, Tsimane o
Uchupiamona, quienes se convirtieron en guardianes de la naturaleza, porque
encontraron en el turismo comunitario una manera sostenible de conservar su
territorio.
Pero
en 2014 vino el primer golpe a ese apogeo de un proyecto reconocido a nivel
internacional. El entonces gobierno de Evo Morales resolvió exigir visa a
ciudadanos israelíes, tras calificar a ese Estado como “terrorista”, por el
conflicto bélico con Palestina. Los israelíes eran el segmento que mayor
presencia tenía en el destino.
Ese
mismo año, Rurrenabaque, así como varias comunidades indígenas del norte de La
Paz, sufrieron los embates de las lluvias y un alud sepultó al menos a cuatro
personas en la ciudad porteña.
Tras
la reconstrucción, el sector de hotelería y gastronomía siguió invirtiendo con
la esperanza puesta en la recuperación. Receptora de migrantes de todo el país,
en especial de la zona andina, Rurrenabaque se convirtió en una urbe con gran
movimiento económico, no solo por el turismo, sino por la articulación con los
municipios de San Borja, Reyes, San Buenaventura, Ixiamas y Santa Rosa.
Fruto
de ese trabajo, en 2019, en el vigésimo sexto concurso anual “Word Reavel
Awards Latin America”, el destino Rurrenabaque: Madidi-Pampas ganó cuatro
premios, entre ellos el de “Mejor destino verde del Continente”.
Con
ese incentivo y la certificación de Destino sostenible, de parte del Instituto
de Turismo Responsable, los porteños esperaban un venturoso 2020. Porque,
además, en enero de ese año, el diario estadounidense New York Times, eligió a
Rurrenabaque como uno de los tres mejores lugares del mundo para visitar.
La
alegría duró apenas tres meses. En marzo, la llegada de la Covid-19 paralizó al
mundo y las calles quedaron vacías; con esa sensación de soledad y desesperanza.
Aunque ese no sería el golpe final.
En
mayo de 2021 aterrizó en esta ciudad el último avión de Amaszonas antes de
suspender totalmente sus operaciones en el único aeropuerto de la zona, como
consecuencia de la pandemia, entre otros factores.
Hoy,
aquella sala de espera con bancos en hileras desordenadas y ventanillas a la
usanza antigua está cerrada. En el lugar solo asoma una perra de gran tamaño y
un empleado que no se asombra ni dice nada ante la presencia de extraños. Al
fondo se ve una nueva estructura, moderna, pintada de blanco y rojo. Allí donde
-se supone- operará la nueva terminal aérea. La pista, que ya en 2015 provocó
el cierre del aeropuerto por más de un año y medio, está operable, dice a La
Región el alcalde de Rurrenabaque, Elías Moreno. Y adelanta que la Gobernación
de Beni prometió su ampliación en 700 metros gracias al apoyo de la cooperación
italiana. Sin embargo, admite que resta la segunda fase del proyecto de
remodelación, que tiene que ver con el equipamiento.
Un
trabajador de Ecojet -la firma privada con la que se avanzó en negociaciones e
incluso se hizo una prueba de resistencia en la pista- le dijo a la agencia
Fides en noviembre del año pasado, que el problema no son los equipos ni los
aviones, “sino la falta de voluntad del Gobierno”.
“Se
siguen seis pasos para lograr la autorización: la homologación, comprobación de
espacios para oficinas (…), logramos avanzar hasta el paso quinto, que depende
de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil), pero está estancado ahí”,
afirmó a ANF sin revelar su nombre.
Al
respecto, en una carta fechada el 3 de febrero y publicada hoy por el
periodista Erwin Serato, Boliviana de Aviación (BOA), la otra línea aérea
llamada a cubrir la ruta, está a la espera de la conclusión de la citada
segunda fase de las obras para ingresar a esta ruta. Entretanto, la espera se
hace eterna.
Es
1 de febrero de 2022, víspera de la fiesta patronal de la Virgen de la
Candelaria, y aniversario 178 de Rurrenabaque. Es temprano, pero el sol anuncia
una jornada sofocante. Por la plaza principal, familias con niños-bebés-abuelos
caminan de un lado a otro para participar de actividades culturales, deportivas
y tradicionales organizadas por el Gobierno Municipal. A orillas del río Beni,
en carpas armadas, cantantes “en vivo” interpretan temas de amores perdidos
para algunos trasnochados. Enfrente, comerciantes afanados ofrecen ropa para
niños y adultos que trajeron de La Paz, aprovechando la ocasión. En las aceras
del mercado, mujeres de comunidades indígenas ofrecen productos medicinales y
alimentos tradicionales. Adentro hay puestos de jugos, comida, verduras,
carnes. Un gentío busca qué desayunar, en medio del bullicio.
“Hubo
una discusión fuerte para ver si se hacía o no la fiesta este año, porque
fueron dos años que no celebramos. Al final, se decidió hacerla, porque
prácticamente todos caímos en la cuarta ola (de Covid)”, se oye decir en un
puesto de empanadas.
Además,
había que aprovechar que este año las lluvias fueron benevolentes y no
provocaron desastres en la zona. Y pese al mal estado de las carreteras (hasta
doce horas de viaje desde La Paz, y siete, desde Trinidad), muchos turistas
nacionales arribaron a la llamada “Perla turística del Beni”.
Estos
últimos, los nacionales, son los turistas que -por ahora- mantienen a flote los
emprendimientos privados y comunitarios en la zona. Ellos no se quedan más de
tres días, como lo hacían los extranjeros, pero tienen en uno o medio día,
tienen la oportunidad de conocer San Miguel del Bala, por ejemplo, una comunidad
indígena tacana. Hacen full days o half days, almuerzan ahí y recorren destinos
como El Cañón del Bala entre otros circuitos cortos.
Hermán
Nay Vargas, presidente de la Organización Territorial de Base (OTB) San Miguel,
dice que entre 2005 y 2010 se trabajó muy bien con el turismo comunitario. La
pandemia, y ahora la falta de vuelos golpearon muy duro a los pueblos indígenas
de la zona. “Pero tenemos esperanza de que el turismo vuelva”.
Profesional
en Turismo, desde la perspectiva de este líder indígena, las decisiones
políticas serán vitales para lograr ese objetivo. Y es que ahora, los
representantes se enfrentan a posturas como: “¿por qué conservamos si no
generamos nada?”. Son comunidades que están en las riberas del río y en muchas
de ellas no hay centros de salud, ni luz eléctrica, la educación apenas alcanza
a primaria y cuando llueve en exceso, quedan aisladas durante días, con sus
cultivos anegados y sus animales muertos. Entonces surgen posturas: “¿qué
hacemos, nos dedicamos a una actividad extractivista?”.
“Nosotros
seguimos apostando, generando conciencia”, dice Nay, de rostro cobrizo y hablar
pausado. En comunidades como la suya, el turismo es una alternativa de
desarrollo sostenible. “Mis padres empezaron a trabajar con turismo, más o
menos el año 2000. Yo estudié turismo, me forjé en turismo y mientras exista
esta actividad, no voy a permitir que haya otras como la minería o la
construcción de megaobras dentro del río Beni”, asegura.
Las
megaobras a las que se refiere, tienen que ver con la reactivación del proyecto
Bala-Chepete, que busca construir hidroeléctricas en la zona, poniendo en
riesgo a seis pueblos indígenas. El mismo había quedado paralizado, pero la
búsqueda de una firma para aprobar nuevos estudios de parte de la dirigencia,
es una acechanza que tiene en vilo a quienes defienden su territorio.
“Para
nosotros si se construyen las represas, nos estarían sacando de aquí y
perderíamos toda la flora y fauna que tenemos en nuestro territorio. Nos han
dicho que no pasará nada, que va a haber empleo y aunque haya eso, nos estarían
quitando la vida”, dice Juan de la Cruz Supa, comunario de San Miguel.
Este
hombre delgado, con surcos en la piel tiene una embarcación en la que
transporta turistas. Conoce como pocos las comunidades y los atractivos
naturales de la zona. Por ahora, la mayoría de los ecolodges o alojamientos en
áreas naturales están cerrados y los líderes de las comunidades buscan
alternativas como brindar hospedajes en casas de familias, para reactivar el
turismo. Sin embargo, son decisiones que deben tomarse en conjunto, una forma
de gobierno que mantienen desde sus ancestros.
Pero
la estrategia debe ser conjunta, dice Nay. “No es bueno que San Buenaventura
diga: ‘el Madidi es de nosotros’, o La Pampa diga, ‘el Yacuma solo es de
nosotros’. Este es un destino y un destino está compuesto por varios elementos.
Rurrenabaque tiene infraestructura hotelera, gastronomía, la gente está
acostumbrada a trabajar con turismo, pero depende del resto; y el resto depende
de Rurrenabaque”, afirma.
Por
las ya no tan claras aguas del río Beni se navega cuesta arriba para llegar a
los distintos atractivos turísticos. El viaje no solo ofrece la posibilidad de
ver a los colosos que rodean el paisaje verde, sino de conocer historias de
voluntarios que un día llegaron y decidieron quedarse a vivir como ermitaños. O
de refugios de animales, donde se cuida a jaguares rescatados de la trata de
animales silvestres.
Mucho
tiempo atrás, tener una embarcación impulsada por motor era un privilegio de
pocos. Los pueblos indígenas tenían balsas hechas de una madera lo
suficientemente dura para resistir el peso de dos personas, pero no tan estable
como para vencer los remolinos del río Beni. Entonces el balsero tenía la
habilidad de equilibrarse, mientras su pareja hacía lo propio para no caer. De
esa manera transportaban los plátanos y la yuca para llevarlos al puerto de
Rurrenabaque. De aquella hazaña incluso nacieron canciones como la de Tito
Negrete y Tito Antelo.
“El
balsero va por el río,
rumbo
para el puerto de Rurrenabaque
y
se va llevando y se va llevando
una
morenita para ser feliz”.
Frente
a Rurrenabaque está San Buenaventura, puerta de entrada al Madidi. Aunque la
población es pequeña, de casas de muros blancos y un puerto agradable para
refrescarse, la verdadera aventura está en los recorridos por la selva.
Desde
allí hasta San Miguel del Bala hay 45 minutos de viaje en la embarcación. Un
poco antes de llegar está el Cañón del Bala, atractivo turístico, que permite
atravesar el estrecho pasadizo formado por rocas naturales en medio del agua.
Pero ese, es solo uno de tantas posibilidades de hacer ecoturismo en la zona.
La
propia zona urbana de Rurrenabaque ofrece la posibilidad de visitar miradores
desde los que se aprecia al río Beni, como una serpiente gruesa asentada en
medio de una selva.
“Por
todo esto, a nivel personal y como autoridad, para mí lo primero es hacer que
la comunidad esté comprometida con el turismo, porque si no sucede así, (los
comunarios) pueden cambiar la actividad, y tomar otras decisiones. Podría darse
una minería responsable, artesanal, pero con el tiempo entraría la mecanizada,
que es algo que no queremos. Eso es lo primero que debemos hacer, mantenernos
con la misma visión: mantener el turismo”, insiste Nay.
Desde
el sector hotelero, Maritza La Torre Vásquez, presidenta de la Cámara Regional
de Turismo de Rurrenabaque, ve una afectación que va más allá del turismo. “Es
la región”, sentencia.
Y
es que el aeropuerto, además de ser receptor de visitantes, es un medio
importante de conectividad de negocios entre cinco municipios de La Paz y Beni:
San Borja, Reyes, Sanbuenaventura, Ixiamas y Santa Rosa. Por ello, frente a la
suspensión de vuelos, varios sectores de la sociedad y autoridades locales
conformaron una comisión para pedir el ingreso de una aerolínea.
Para
ellos, la solución pasa porque la estatal BoA cumpla el rol de “bandera
nacional” hasta que alguna firma privada obtenga la autorización
correspondiente. En ese contexto, se hizo llegar cartas al Ejecutivo, en La
Paz, y como no hubo respuesta, “la situación es cada vez más apremiante”.
Solo
en el hotel que regenta La Torre, Hotel Maya, hay nueve mujeres y dos varones,
que son personal fijo. A la par, en fechas especiales como el aniversario, se
contrata a personal eventual, con lo que existe una responsabilidad social
fuerte con los trabajadores.
“En
la parte hotelera, no estamos tan mal, porque (a Rurre) llegan familias de
pueblos vecinos que buscan relajarse o vienen por trabajo. Pero las operaciones
dentro del Madidi y dentro de las Pampas son nuestro problema. Son inversiones
dentro de las áreas protegidas nacionales y municipal, que probablemente si esto
persiste, las vamos a perder”, dice a La Región.
Técnicamente,
el alcalde Elías Moreno explica que la pista de aterrizaje está al cien por
ciento. La empresa que está a cargo del proyecto de la terminal aeroportuaria
entregó la primera fase a Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol)
-ex Aasana-, por lo que se le pidió al presidente Luis Arce, mediante una
carta, que la obra sea entregada como parte del regalo por el aniversario.
Faltaría la segunda fase, que es el equipamiento, pero como tampoco hubo
respuesta, se espera que dicho acto se dé en mayo. Mientras tanto, la inversión
privada está en riesgo “y como gobierno municipal, no podemos brindar más que
el apoyo moral”, asegura el burgomaestre.
A
la par de esta situación, las denuncias de operaciones mineras dentro del
Parque Nacional Madidi son cada vez más graves. A ello se suma la persistencia
de continuar con el proyecto de la construcción de las hidroeléctricas
Chepete-Bala, incluso vulnerando la decisión de los pueblos indígenas afectados
y entonces surge la pregunta: ¿será que se busca ahogar al turismo para dar
paso al extractivismo y las megaobras que afectan a los pueblos indígenas y la
biodiversidad?
La
Torre lo ve como posibilidad, en el entendido que el turismo interno, que es el
sostén actual de la actividad turística, se está acabando y no hay políticas de
Estado para reactivarlo. “Nos sentimos rezagados, olvidados, amenazados con
otras actividades dentro de nuestro destino. No sentimos apoyo a la vocación de
la conservación de la naturaleza mediante nuestras áreas protegidas”, lamenta. La
Región (https://bit.ly/3oXFBxM)
"ESTAMOS
EN GUERRA, NOS LA HAN DECLARADO A LOS PUEBLOS INDÍGENAS"
Ruth Alipaz
encabeza la lucha del pueblo uchupiamona contra un proyecto hidroeléctrico que
podría inundar su territorio y los de otros pueblos indígenas en Bolivia.
Revista
Mongabay de Indonesia (https://bit.ly/350LiE7)
Ruth
Alipaz Cuqui pone la mano derecha en el aire, sonríe y dibuja con los dedos la
altura de las montañas. Luego va trazando la extensión de las llanuras y el
recorrido del río Tuichi, esas aguas que ha navegado tantas veces y que evocan
inevitablemente pasajes de su infancia en Bolivia. Pero ahí se detiene. “Ante
la sola idea de que mi territorio pueda ser inundado y que todo eso
desaparezca, que mi río desaparezca, es como si me borraran la memoria”, dice
con un gesto de desazón en el rostro.
Aunque
el título de “defensora” no le agrada mucho, Alipaz, lideresa indígena
uchupiamona, mantiene una férrea lucha contra la construcción de la central
hidroeléctrica Chepete – El Bala, un proyecto que asegura pondría en riesgo la
vida de la cuenca amazónica del río Beni, de donde emana el Tuichi, y que
podría desplazar a más de 5 mil indígenas con la inundación de un territorio
equivalente a siete veces la ciudad de La Paz.
Pero
no es lo único que sucede en Bolivia. Lamentablemente, dice Alipaz, las
comunidades indígenas en Bolivia no solo son destruidas al privarlas de sus
territorios, sino que también son atacadas desde dentro: se copta a dirigentes,
se crean organizaciones ilegítimas que firman a favor de los megaproyectos y se
aniquila moral y físicamente a los liderazgos y a la gente que vive bajo
constante presión. “Nos han hecho creer que es más importante el dinero que
tener una comunidad y vivir en armonía y desarrollarte como pueblo”,
manifiesta.
Lo
mismo ha ocurrido con los proyectos mineros, pues asegura que su pueblo
descubrió hace poco que el río Tuichi, dentro del territorio del área protegida
Madidi, está concesionado para la minería aluvial aurífera. En ese contexto,
Alipaz revela que fue amenazada. “A mí, en mi pueblo, me vienen amenazando por
oponerme a la minería. Me dicen: ‘¿Qué vas a hacer cuando lleguen y te vuelen
la cabeza con dinamita? A ver si vas a seguir resistiendo’”, asegura.
De
dedicarse a actividades turísticas sostenibles en su región, Alipaz hoy dirige
la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios
Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap). En Mongabay Latam hablamos con ella
para conocer la situación de los pueblos indígenas, sus luchas y liderazgos en
Bolivia.
Respecto
a los territorios de los pueblos indígenas en Bolivia, ¿qué tanto es el avance
en su titulación y respeto a su autonomía? ¿Ha habido voluntad política del
Estado para reconocerlos?
No
necesariamente por ser un Estado Plurinacional de Bolivia, los territorios
están plena y legalmente reconocidos, y tampoco los que están reconocidos
tienen la garantía que les provee la Constitución. Justamente esa es la
situación en la que estamos ahora: no hay un solo territorio que no esté
amenazado por alguna actividad extractiva en Bolivia. El extractivismo se va
apoderando, va avanzando en los territorios y, en muchos casos, como el de mi
territorio, que está cien por ciento dentro del área protegida Madidi
—considerada una de las áreas más megadiversa del mundo— descubrimos en mayo de
2021 que nuestro río Tuichi ya estaba concesionado para minería aluvial
aurífera. El río para nosotros es fundamental y ese es solamente un ejemplo de
cómo están los territorios avasallados principalmente por la minería, por
exploraciones petroleras, por la deforestación para el agronegocio. Es decir,
tenemos territorios en papel y garantías también en papel, que sería la
Constitución Política del Estado, pero el gobierno acaba de decir que van a
autorizar todas las actividades mineras al interior del área protegida Madidi.
El gobierno no ha puesto ninguna voluntad política después de 12 años de
haberse declarado y aprobado la Constitución Política.
Hasta
ahorita no se ha logrado consolidar los territorios con sus autonomías, eso
¿por dónde pasa? ¿Dónde atora? ¿Qué pasa que no se puede consolidar? No es un
deseo o un sueño que no se quiera realizar por parte de los pueblos indígenas,
sino que el Estado mismo se ha encargado de obstaculizar ese proceso. Es un
gobierno que se pintó de indígena, que tuvo la imagen de un primer presidente
indígena, con una Constitución aparentemente muy avanzada y progresista. El
plurinacionalismo en Bolivia no se ha consolidado, la interculturalidad ha
pasado a ser una herramienta de despojo, de avasallamiento de los territorios.
En Bolivia, son 190 los Territorios Indígenas Originarios Campesinos (TIOCS),
con una población de poco más de medio millón de habitantes, en una superficie
titulada total de 20 millones 715 mil hectáreas, para una mayoría de población
indígena en Bolivia. ¿Quiénes están acaparando la tierra? Bolivia tendría que
ser territorio todo indígena, los centros urbanos están en sus jurisdicciones,
pero en el campo los territorios les pertenecen a los pueblos.
En
materia de organización política, ¿cómo ha servido contar con una organización
como Contiocap, que usted preside, para la defensa de los pueblos indígenas?
¿En qué medida son escuchados por el gobierno?
La
Contiocap se ha convertido en esa plataforma de voz de los pueblos indígenas
que luchan por la defensa del territorio. El primer logro es esa capacidad de
unirnos, en nuestra diversidad y, el segundo, es mantenernos y ser
perseverantes en la lucha. Eso ha permitido detener muchos proyectos, en el
caso nuestro el Chepete – Bala, Rositas [hidroeléctrica que se construiría
sobre el río Grande] en Tariquia y Tipnis [una carretera en medio de la
Amazonía], se detuvieron. Pudimos detener con nuestra lucha todo ese avance.
Hemos dejado la vida en las marchas, nos cuesta la lucha, nos cuesta llanto,
hambre, sed, cansancio y enfermarnos estando en las carreteras, puentes, los
ríos, marchando, haciendo vigilias. Pero claro, el gobierno transitorio no ha
sido diferente. Justamente, aprovechando la pandemia, han sacado más leyes, han
ingresado a los territorios y, cuando más se radicalizó el extractivismo, hemos
continuado denunciando. No estamos usurpándole nada a nadie, se nos viene
criminalizando, acosando, persiguiendo, diciendo que estamos cometiendo
intromisión. Hay organizaciones que firman para dar paso al gobierno, pero
nosotros, si no hubiéramos hecho esa lucha férrea en nuestro territorio, hace
mucho que muchos de los proyectos se hubieran empezado a ejecutar.
¿Qué
significa ser lideresa indígena en este contexto? ¿Cómo es vivir bajo amenaza y
criminalización y ver a otras compañeras y compañeros pasando por lo mismo?
Alguna
vez nos han preguntado si somos líderes, dirigentes o defensores. Yo nunca lo
he dicho y, en primera instancia, nunca ha sido mi aspiración. Yo vengo de
proponer actividades sostenibles en Bolivia y en mi territorio, hemos promovido
la observación de aves como herramienta para proteger el territorio y las
fuentes de agua, y eso me ha llevado a la gestión del territorio, a vincularme
a organizaciones y, desde 2016, a la defensa de los pueblos indígenas. Si soy
líder o no, no lo sé, sinceramente. Pero, sin duda, dejas la vida en eso: yo
empecé dando un 20 por ciento de mi tiempo y así sucesivamente hasta que
ahorita, prácticamente, es lo que hago y ha relegado mi actividad que me da de
comer. Defender derechos no te da de comer, al contrario, te despoja: dejas a
tu familia, dejas tu trabajo, te vuelves hasta una persona solitaria, porque no
tienes tiempo de tener vida con amistades y, cuando te empiezan a acosar, te
tienes que cuidar y proteger a la gente alrededor de ti.
Te
quita todo ser un defensor de derechos, te quieren quitar hasta la dignidad, te
descalifican, te calumnian, te acusan. Te enfrentas a todo nivel de violencia,
machista muchas veces, y discriminación. Es verdaderamente un terreno muy
agreste que hay que soportar y seguir cada día. Resulta doloroso, porque aparte
de lo sacrificado que ya es defender territorios, no contamos con apoyo ni
recursos.
¿Qué
sucede con las amenazas a personas defensoras del territorio? ¿Cuentan con
registros y avances en los casos?
Como
Contiocap, hemos hecho un convenio con el Centro de Documentación e Información
Bolivia (Cedib) que por más de 30 años se ha dedicado a recopilar información.
Estos casos son una cosa que nos presta atención y, con una justicia totalmente
sometida al gobierno, no tenemos posibilidad de ir a denunciar y saber que nos
va a proteger el Estado a través de la justicia. Por eso es que necesitamos
datos de quienes estamos siendo criminalizados. Hemos iniciado la construcción
de una plataforma donde podamos, de manera rápida, registrar hechos de
violencia contra defensores, pero también la violencia a los territorios
mismos. Nos ha costado todo este año (2021) construirla para que sea de fácil
acceso y con datos estadísticos. No podemos decir que tenemos 100 casos de
procesados o criminalizados pero, afortunadamente, podemos decir que no tenemos
gente asesinada. No estamos en ese nivel, pero hay casos que pueden ser
vinculados, que no hay forma de probarlos y se dan como hechos aislados.
Han
metido a la cárcel a gente defendiendo sus territorios, principalmente, de la
minería. En Bolivia es el sector más poderoso y tiene tanto poder económico que
hasta tienen viceministro de minería, senadores, asambleístas, diputados… todo
tienen los mineros y son los que están engulléndose los ríos, las montañas, mi
pueblo está concesionado, ¿puedes creer eso?
¿El
Estado le está dando prioridad a los proyectos extractivos y a su propia
economía por encima de los intereses de los pueblos indígenas? En Bolivia
existen casos emblemáticos como el Parque Nacional Madidi o Chepete – El Bala,
¿qué ocurre con el cumplimiento de las categorías de protección de estos
territorios?
En
2019, el Madidi ha sido declarada el área protegida más megadiversa y el 8 %
está comprometido para minería. El 14 de mayo (de 2021) descubrimos que el río
Tuichi —que nace en los Andes y atraviesa a todo el parque y todo mi territorio
Uchupiamona— está concesionado. Ya no hay categoría de protección que
verdaderamente funcione o se cumpla en Bolivia. En Tariquia, en 2015,
aperturaron todas las áreas protegidas para todo tipo de actividad extractiva.
Con el Tipnis [Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure] han
achicado el área núcleo para hacer que tres pozos que quieren explorar queden
fuera y así hacen y deshacen. Ahí los operadores son las instituciones
descentralizadas —como el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y la
Autoridad de Bosques y de Tierra— son el brazo operativo del gobierno para dar
paso a la actividad extractiva.
Empezamos
con el Chepete-Bala que amenaza con inundar siete veces el equivalente al
tamaño de la ciudad de La Paz, sería el segundo lago más grande después del
Titicaca. Estaría matando y obstruyendo cinco ríos para siempre: el río La Paz,
el Cauca, Beni, Quiquivey y Tuichi. Inundaría seis territorios indígenas:
mosetenes, tchimanes, ese ejjas, lecos, tacanas y uchupiamonas. Además, de dos
áreas naturales protegidas, que son la Reserva de la Biósfera Pilón Lajas y el
Madidi. Estarían desplazando a más de 5 mil indígenas de esos territorios para
hacer estos proyectos, sin contar a las poblaciones periurbanas río abajo. Y
ahora que con la pandemia ha desaparecido el turismo, este es tal vez el
momento propicio para asfixiarnos económicamente a las comunidades y el
gobierno tiene todo el poder de ofrecer dinero y estamos vulnerables a aceptar
cualquier cosa que nos ofrezcan. La pandemia solo ha hecho visible la necesidad
que los pueblos siempre hemos vivido: desatendidos, relegados, discriminados y
ahora profundizado por la pandemia. Estamos más vulnerables que nunca y tampoco
es casual.
¿Cuál
ha sido el avance en la protección del territorio y qué mecanismos tienen para
su defensa y vigilancia?
En
mi región nos dicen que todavía no nos está afectando, que todavía no hay
represas, pero el hecho de que ya vivamos en constante alerta, no vivamos
tranquilos y estemos con esa incertidumbre constante, de estar desconfiados de
quién entra al territorio y para qué, eso ya es una afectación. Ya nos están
afectando la vida, esa vida que solíamos llevar. Estamos en actividad siempre,
viendo qué vamos a hacer si entran, cómo vamos a responder. Estamos en guerra,
nos han declarado la guerra a los pueblos indígenas, donde no tienes
posibilidad de pensar en tu desarrollo, lo que tú, de manera autónoma, quieras
hacer y que cuentes con el apoyo del gobierno. Es una guerra declarada porque
los pueblos indígenas estorbamos, perjudicamos a ese interés de las grandes
trasnacionales del gobierno, de mantenerse en el poder (…) La mejor manera de
desaparecer indígenas es quitarles su territorio y hacerles pelear entre ellos.
Cuando estás en guerra, todos tus recursos están destinados a defenderte
mental, espiritual, material y psicológicamente. Estás constantemente volcado a
esa defensa y no tienes tiempo para pensar en nada más.
¿Cómo
se lograría, precisamente, un reconocimiento pleno y respeto del Estado hacia
los pueblos indígenas, sus conocimientos y los territorios?
Es
que no nos tiene que reconocer, tiene que respetar. Yo no soy quién para
reconocer que tú existes y darte como una concesión el reconocimiento. El
Estado es el primero que tiene que cumplir y garantizar, así como dice la
Constitución, los derechos. Les guste o no, hay pueblos indígenas, somos
diversos y queremos vivir y tenemos derecho a desarrollarnos en lo que
quisiéramos hacer y contar con asistencia si lo requerimos. Están invirtiendo
más dinero en destruir al planeta, en destruir los territorios, las fuentes de
agua. ¡Pucha! La plata corre como río para destruir los propios ríos, los
bosques y los territorios indígenas. Hablan de billones, ya no sabemos ni
cuántos ceros, pero para que nosotros desarrollemos o hagamos algo, tres ceros
es demasiado. Eso es discriminación, por eso digo que es una guerra declarada.
No estamos pidiendo reconocimiento. Es como el hijo ilegítimo pidiendo el
apellido a un irresponsable: eso es denigrante, humillante para nosotros.
Existimos y se nos tiene que respetar, tenemos derecho a recibir apoyo de todo
tipo, sea del gobierno o de la sociedad civil.
Nosotros
lo hemos dado todo para proteger los territorios, han reconocido finalmente que
nosotros —y me molesta que digan también que somos actores clave— somos los que
hacemos posible que toda la naturaleza que existe ahora siga existiendo, no
solo para nosotros sino para todos, somos los guardianes de la vida. Queremos
que simplemente se cumpla la constitución política del Estado, quizás no es
perfecta, pero la Amazonía, la biodiversidad, las áreas protegidas y los
territorios están ahí específicamente, ¿qué más necesita este gobierno para
garantizarnos ese derecho? Este es el gobierno de los poderes económicos, no
del pueblo boliviano.
¿Qué
significado ha tenido la participación de las mujeres indígenas en la lucha de
defensa del territorio y qué tanta representatividad tienen en organizaciones
como la Contiocap y la Mancomunidad?
El
rol de las mujeres es fundamental aunque no se vea y no se le haga visible,
aunque siempre estemos detrás y en segunda fila. Son las mujeres las que
sostienen la lucha, la cara sí es el hombre, el que está adelante liderando,
pero quienes sostienen son las mujeres. Lo vivimos en las marchas y las
vigilias. Éramos nosotras gestionando la comida, lo poco que uno lleva lo
entrega a las mujeres que son las que administran y hacen que eso se estire
como chicle y alcance para todos. Es decir, sin la participación de las mujeres
en estas luchas por los derechos, por los territorios y en cualquier aspecto, simplemente
no sería posible, sinceramente. Yo veo que los hombres se rinden y no soportan
mucho la presión. Y hablo de mujeres de 60 o 70 años, de mujeres que han dejado
a sus hijos en casa, mujeres que son esposas de alguna autoridad y que lo
sostienen a él en la lucha y también a su familia. Pero caminamos la misma
distancia en las marchas, con los pies ampollados, cansados, con lluvia o sol.
Y las mujeres tenían todavía que cocinar y alimentar a toda la marcha. Yo soy
solo una persona más de todas esas mujeres luchando en los territorios. Digamos
que soy la cara visible, pero detrás de mi cara hay muchas otras mujeres.
En
Contiocap somos mayoría las mujeres defensoras y creo que tiene que ver con
proteger a tu descendencia y sentir que tus hijos van a tener un territorio un
día. Como decía una anciana de mi pueblo —justamente cuando querían concesionar
las 31 mil hectáreas en el territorio—, ella estaba escuchando, calladita, y en
tono de reprendernos, dijo: ¿Será que para eso hemos cuidado todo este tiempo?
Para que ustedes piensen de dónde van a comer, de dónde van a alzar algo —alzar
es como tener acceso a fruta, agua y comida— y ahora ustedes están pensando en
entregarlo a otra gente. Las mujeres tenemos claro que es para nuestros
descendientes y las futuras generaciones, cosa que los hombres tal vez no lo
tienen. Para nosotras las mujeres, lo más importante es la vida que todo el
dinero o todo el oro del mundo, porque a algunos ni con todo eso se les quita
la ignorancia.
AVANZA
CONSTRUCCIÓN DE PRIMERA PLANTA GEOTÉRMICA DE BOLIVIA
Think
Geoenergy de Canadá ((https://bit.ly/34GeQax)
Sacyr
, con sede en España, ha proporcionado una actualización sobre la construcción
de la planta piloto de 5 MW para el proyecto de energía geotérmica Laguna
Colorada de 100 MW en Bolivia, indicando que la planta piloto estará operativa
en abril. La empresa conjunta entre Sacyr y Ormat Technologies se adjudicó el
contrato del proyecto por parte de la energética boliviana ENDE, según
informamos .
La
planta piloto se convertirá en la planta geotérmica ubicada a mayor altura del
mundo a 4970 metros sobre el nivel del mar. Será mantenido y operado durante
dos años por la JV y abastecerá de energía eléctrica a las pequeñas comunidades
de pueblos originarios repartidas en la amplia zona de influencia. Actualmente,
estas comunidades solo reciben alrededor de cuatro horas de energía por día de
grupos electrógenos diesel.
La
planta piloto también se utilizará para respaldar la construcción de la planta
de energía de 100 MW mediante el suministro de la energía necesaria para la
construcción.
La
UTE Sacyr-Ormat ha diseñado una planta de tecnología binaria respetuosa con el
medio ambiente. La instalación es hermética, ya que todo el vapor y la salmuera
utilizados para la generación no se liberan al medio ambiente, sino que se
reinyectan a tres kilómetros del pozo que proporciona el vapor. De esta forma,
se garantiza que el reservorio subterráneo de vapor esté siempre recargado, por
lo que la generación está permanentemente asegurada.
“La
construcción de estas instalaciones está resultando un auténtico reto logístico
que el equipo de Sacyr Bolivia ha sabido resolver con mucho esfuerzo y trabajo
en equipo”, explica Miguel Lorente Quesada, director de este proyecto en Sacyr
Industrial. Es una zona enorme y muy despoblada. Las Comunidades Originarias de
esta zona no suman más de 2.500 habitantes.”
“Estamos
siendo recibidos como huéspedes en las tierras de la Comunidad Originaria de
Quetena Chico, por lo que mantenemos una constante colaboración y comunicación
con esta comunidad quechua, con quienes hemos establecido una simbiosis,
contratando personal local y servicios como algunos víveres y otros. varios,
generando riqueza, desarrollo y una mejor calidad de vida para sus habitantes”,
agrega Quesada.
SALVADOR
MAZZA: BOLIVIA SE QUEJA DE LAS EXIGENCIAS FRONTERIZAS
Para
ingresar a Salvador Mazza deben presentar pase sanitario desde el 9 de febrero
El Tribuno
de Argentina (https://bit.ly/3sKJG9P)
La
directora de Migración de la zona fronteriza de Yacuiba, Alejandra Padilla,
informó que todo ciudadano de Bolivia ahora debe exhibir el seguro de salud
junto con su documento de identidad y certificado de vacunas para ingresar a la
Argentina.
La
funcionaria declaró a medios del sur boliviano que la cuestión del seguro no se
había planteado en reuniones pasadas, por lo que representa un inconveniente
para los residentes de frontera en el vecino país. No obstante, las reglas de
sanidad establecen para Argentina la circulación con carné sanitario para todos
sus habitantes, algo que no se venía cumpliendo para los que cruzan la
frontera.
Padilla
señaló que, en días previos los bolivianos residentes en la frontera solo
exhibían el documento y su certificado de vacunas contra el coronavirus al
momento de ingresar al territorio argentino por el Puente Internacional
Salvador Mazza-Yacuiba.
La
semana pasada Argentina habilitó el movimiento para ciudadanos de frontera con
las mismas condiciones, a casi dos años de cierre. Los argentinos pueden
ingresar a Bolivia con su DNI y pase sanitario desde el 9 febrero.
La
contracara es que "las autoridades de salud en Argentina ahora están
exigiendo la presentación del seguro de salud para bolivianos, cosa que en la
reunión no se quedó en eso. Es lamentable que un día se diga una cosa y al
siguiente día nos salgan con otra", manifestó Padilla.
Los
residentes de frontera, a uno y otro lado del límite internacional esperaban
que el movimiento en la zona se asemejara a lo aprobado para La Quiaca-Villazón
(Jujuy); el "tránsito vecinal".
Ante
los hechos que dieron a conocer los habitantes de San José de Pocitos (lindante
con Salvador Mazza) y Yacuiba, la funcionaria señaló que elevará un informe a
través del Consulado Boliviano para reactivar la vinculación entre las
localidades fronterizas.
¿CUÁNDO
SE ABRIRÁN LAS FRONTERAS TERRESTRES CON ECUADOR, COLOMBIA, CHILE, BOLIVIA Y
BRASIL?
El Poder
Ejecutivo ha autorizado la reapertura de fronteras terrestres luego de 2 casi
años. Esto es todo lo que sabe hasta el momento.
Diario
Gestión de Perú (https://bit.ly/3GXgUYo)
El
Gobierno peruano autorizó la reapertura de las fronteras terrestres tras haber
permanecido por casi 2 años tras la llegada de la pandemia del coronavirus al
país.
La
medida, que fue oficializada mediante la emisión del Decreto Supremo N°
015-2022-PCM, tiene como objetivo de impulsar la reactivación económica con los
países vecinos.
“Esta
decisión ha sido adoptada de manera responsable con la salud de la población,
tras los resultados del trabajo multisectorial liderado por el presidente de la
República, Pedro Castillo, en el cual participan la Presidencia del Consejo de
Ministros, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Comercio Exterior y
Turismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, entre otros”, indicó el titular del Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo (Mincetur), Roberto Sánchez.
Cuando
inició la pandemia del coronavirus en Perú, el Gobierno cerró las fronteras
para evitar el incremento de casos, en tanto se implementaban medidas para
brindar condiciones sanitarias.
¿Cuándo
se abrirán las fronteras con los países limítrofes?
Si
bien Perú ya ha dispuesto la apertura de sus fronteras, lo que ahora resta es
realizar las coordinaciones necesarias con Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia y
Brasil, los 5 países con los que limita nuestro país.
Según
Mincetur, el Ministerio de Relaciones Exteriores está en diálogo con sus pares
de los países limítrofes para conocer las fechas de apertura fronteriza
terrestre y activar los procesos para brindar los servicios públicos necesarios
a peruanos y visitantes.
De
momento se conoce que Madre de Dios ya volvió a abrir la vía terrestre que
conecta con Brasil desde el pasado 14 de febrero.
El
ministro de Relaciones Exteriores, César Landa, ha indicado también que las
fronteras terrestres del norte y el sur del país serán abiertas una vez que
culminan las reuniones respectivas.
REVUELO
POR VIDEOS DE INMIGRANTES CRUZANDO FRONTERA EN COLCHANE ANTE LA PRESENCIA
MILITAR
Dado el
estado de excepción, los militares tienen presencia en la zona, pero fueron
ignorados por la decena de extranjeros.
Publimetro
de Chile (https://bit.ly/3gREATx)
La
tarde de este miércoles la Municipalidad de Colchane dio a conocer varias
imágenes en las que se ve a un gran número de personas ingresando desde Bolivia
y con incluso, militares y policías en el lugar, que son simplemente ignorados
por los migrantes.
Hay
que recordar que desde el martes rige el Estado de Emergencia en la zona, que
de acuerdo al ministro del Interior Rodrigo Delgado, permitirá “aumentar la
capacidad en la frontera para poder darle apoyo a las policías para utilizar la
herramienta de la reconducción y también fortalecer el trabajo en las
provincias para hacer patrullaje en las rutas y carreteras y fortalecer los
puntos de chequeo”.
El
alcalde de Colchane, Javier García Choque, comentó a Ex-Ante que
“lamentablemente las imágenes hablan por sí solas. Hoy miércoles 16, durante la
tarde, vimos cómo cientos de migrantes logran cruzar la frontera a nuestro país
sin ningún mayor control a pesar de la implementación de la nueva ley de
migraciones y también la militarización producto del estado de excepción”.
¿Qué
significa el Estado de Excepción?
Según
el decreto, los militares que estarán a cargo en la zona norte, asumirán el
mando de las Fuerzas Armadas, de Orden y de Seguridad Pública de la zona “para
los efectos de velar por el orden público y reparar o precaver el daño o
peligro para la seguridad nacional que haya dado origen a dicho estado”.
También
pueden dictar normas para evitar que se divulguen antecedentes militares e
igualmente autorizar la celebración de reuniones en lugares públicos que
pudieran alterar el orden. Según sea la necesidad de la zona, pueden restringir
el ingreso o salida del territorio bajo Estado de Excepción y controlar el
desplazamiento en él.
La
medida también permite dictar medidas “para la protección de las obras de arte
y de los servicios de utilidad pública, centros mineros, industriales y otros”.
CHILE
MILITARIZA LAS FRONTERAS CON BOLIVIA Y PERÚ ANTE EL DESBORDE MIGRATORIO
La medida
habilitará patrullajes terrestres y aéreos, así como el uso de equipos tecnológicos.
La mayoría de las personas que intentan llegar al país de forma irregular son
de Venezuela.
Ambito de
Argentina (https://bit.ly/3gSsSbn)
Cerca
de 700 militares fueron desplegados ayer para colaborar con las policías en el
control de la migración irregular en cuatro provincias del norte de Chile,
fronterizas con Bolivia y Perú, en el marco de un estado de excepción decretado
por el gobierno.
La
medida contempla el envío de 672 militares y aumenta 100 policías para el
control de las fronteras con Bolivia y Perú en las provincias de Arica,
Parinacota, Tamarugal y El Loa por donde miles de personas, principalmente
venezolanos, cruzan a pie desde 2020 por inhóspitos pasos clandestinos que
alcanzan los 4.000 metros de altitud. La medida tiene una duración de 15 días,
que el gobierno podrá extender por otros 15 días más.
Permitirá
patrullajes policiales y militares, establecer puestos de observación;
desplegar aviones no tripulados, drones y helicópteros para vigilancia y
traslado, además del uso de cámaras de visión nocturna y térmicas apoyados por
modernos equipos satelitales de comunicación.
“Sí
a la migración legal, sí a los que vienen diciendo la verdad a nuestras
fronteras. No a la inmigración ilegal, no a quienes ingresan engañando o
faltando a la verdad, usando documentos falsificados, pasando por pasos no
habilitados”, dijo el presidente chileno Sebastián Piñera, tras anunciar el
inicio del despliegue militar en Santiago.
El
estado de excepción es una de las medidas que el gobierno acordó con sindicatos
de camioneros para que levanten los bloqueos que realizaron el fin de semana en
regiones del norte y centro de Chile en protesta por la muerte de un compañero
en un incidente con extranjeros en medio de una crisis migratoria en esa zona
que ha provocado también protestas de pobladores locales.
El
poblado andino de Colchane, en la frontera con Bolivia, es el paso más
utilizado de indocumentados para ingresar a Chile y donde han muerto 23
migrantes en el último año. Quienes logran llegar a ciudades chilenas se
instalaron en carpas o en plazas o caminan a la deriva pidiendo ayuda.
Refugios
instalados en Colchane por el gobierno para migrantes han sido colapsados,
mientras que el complejo fronterizo fue cerrado tras la entrada en vigor de una
nueva ley de migración que permite ‘reconducir’ a la frontera a los migrantes
irregulares. “Ya se ha producido más de 100 reconducciones y vamos a seguir con
ello”, aseveró Piñera.
LEGISLADORA
PREOCUPADA POR LA ATENCIÓN QUE RECIBEN LOS ARGENTINOS EN BOLIVIA
Jujuy
Noticias (https://bit.ly/34RntPj)
La
diputada provincial Mariela Ferreyra elevó una nota al secretario de Relaciones
Internacionales de Jujuy, Pablo Palomares, expresando su preocupación por el
destrato que reciben en materia de salud los ciudadanos argentinos que
requieren atención sanitaria cuando se encuentran en Bolivia. Por lo mismo,
solicitó al funcionario que brinde información relacionada a los organismos a
los que deben acudir las personas y las medidas que se deben adoptar a los
fines de salvaguardar su bienestar general.
Dicha
misiva tuvo origen en un hecho que tomó trascendencia pública días pasados y
que se conoció a través de los medios de comunicación, que dieron cuenta de la
angustiante situación que atravesó un ciudadano salteño, cuyo estado de salud
era delicado por un ACV que sufrió encontrándose en el vecino país, que se vio
obligado a vender su automóvil para afrontar los gastos que demandaron su
internación y tratamiento médico.
Para
Ferreyra resulta preocupante la falta de aplicación cierta de los tratados
internacionales en materia de salud, como la inobservancia de convenios de
reciprocidad suscriptos entre los países fronterizos, lo que genera un alto
grado de incertidumbre, desigualdad y carencia de acceso a la salud como un
derecho fundamental.
“Es
vital para los ciudadanos jujeños contar con toda la información que hemos
requerido desde mi banca. Ello a fin de evitar situaciones angustiantes y
desagradables para quien se encuentre en Bolivia y necesite atención médica
porque su salud está en peligro. De esta forma no se volvería a repetir lo
sucedido días atrás con el mencionado ciudadano salteño”, agregó.
Recordó
la legisladora jujeña que se encuentran vigentes convenios de cooperación
internacional entre Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia, mediante
los cuales ambos países se comprometieron a profundizar la colaboración en
materia de asistencia médica en casos de urgencias y emergencias en
establecimientos de salud públicos, sistemas de vigilancia epidemiológica y
acciones de salud en zonas de fronteras.
Ferreyra
remarcó que, específicamente, los países firmantes debían fijar acuerdos a
nivel nacional o subnacional para garantizar la gratuidad y oportunidad de los
tratamientos de las urgencias y emergencias que afecten a ciudadanos de una de
las naciones que se encuentren en el territorio de la otra, independientemente
de su estatus migratorio.
En
ese marco, la diputada justicialista sostuvo que su pedido se fundamenta en la
notoria falta de cumplimiento de aquellos convenios y tratados internacionales
que se encuentran vigentes.
CONGRESISTA
BURGOS AFIRMA QUE PEDRO CASTILLO RECIBE ÓRDENES DE EVO MORALES
El Expreso
de Perú (https://bit.ly/3oS5QWE)
El
congresista de la bancada de Avanza País, Juan Burgos, aseguró que el
presidente Pedro Castillo recibe órdenes de Evo Morales. Esto luego de ser
consultado si se debería retirar la denuncia por traición a la patria contra el
jefe de Estado.
«Estoy
de acuerdo que, si no se violentó la Constitución, no tiene por qué haber
denuncia, pero definitivamente el señor Pedro Castillo recibe órdenes del señor
Evo Morales«, respondió.
Así
lo dijo durante una entrevista, donde también afirmó que, desde el Ejecutivo,
existe un plan para desprestigiar al Legislativo a través del uso de
manifestantes para promover el cierre del Congreso y acusaciones contra la
titular de la institución, María del Carmen Alva.
Todo
esto, vinculado a la reunión que sostuvo la jefa del Parlamento con algunos
colegas de la oposición en un conocido hotel restaurante en el distrito de
Miraflores.
En
dialogo con RPP, Burgos señaló que la denuncia constitucional presentado por la
ministra Betssy Chávez debería ser retirada como una condición para que se
pueda acceder a dialogar con el Gobierno.
«Si
quieren tener una actitud democrática, que retiren las denuncias porque están
en contra de un derecho constitucional, y todas las denuncias que presenten que
no tienen asidero legal. Así es como ellos están pretendiendo cerrar el
Congreso enviando a personas ligadas al partido de Gobierno a que vayan a
gritar que cierre (este poder del Estado)», comentó.
PROYECTO
DE LEY DEL CONGRESISTA GUILLERMO BERMEJO NO APORTARÍA NADA EN LA LUCHA CONTRA
EL NARCOTRÁFICO
Revista
Caretas de Perú (https://bit.ly/3I51Eug)
Ayer,
el congresista Guillermo Bermejo (Perú Demócratico) presentó su proyecto de ley
de fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico y nuevo régimen del
cultivo de coca en el Perú. Como lo reveló CARETAS, la iniciativa contiene
varias partes —sin citar y modificados— de la Ley General de la Coca en Bolivia
que se oficializó en 2017. Sin embargo, la pregunta es: ¿aporta algo esta
propuesta?
Para
Pedro Yaranga, especialista en temas de narcotráfico y terrorismo, el proyecto
de Bermejo no aporta nada y, por el contrario, hay una serie de omisiones y
errores. «En la parte de generalidad, por ejemplo, habla sobre lucha contra el
narcotráfico, pero no hay una sola línea de lo que es. O qué cosa es la lucha
contra este problema. Tampoco hay, por lo menos, indicativo de cómo fue la
lucha contra el narcotráfico en los últimos cinco o diez años», sostiene.
El
especialista agrega que el congresista de Perú Demócratico «confunde la coca
natural orgánica con la coca que se producen en las cuencas que es altamente
contaminada y no apta para el consumo humano». «Si revisamos el mapa del VRAEM,
vamos a encontrar que solamente tres distritos sacan cosechas de forma orgánica
como lo son Anchihuai, Anco y Chungue. Todas las demás cuencas utilizan
agroquímicos letales que no están autorizados para su uso y atentan contra el
medio ambiente, el agua y el aire».
Yaranga
enfatiza que la industrialización de la hoja de coca —como lo sugiere el
proyecto de Bermejo— es imposible porque se compite contra el narcotráfico. «La
prueba lógica está en Bolivia, donde el señor Evo Morales ha gastado millones y
millones de dólares en un proyecto de industrialización que terminó siendo un fracaso»,
acota.
El
especialista apunta, además, en la iniciativa legislativa se menciona que la
Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) debía
industrializar la hoja de coca cuando esta función le corresponde a la Empresa
Nacional de la Coca (Enaco). Igualmente, cuestiona que se plantee que el
Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego y las municipalidades se encarguen de
la comercialización y la supervisión cuando ello le corresponde a Enaco, a la
Policía Nacional y el Ministerio Público.
«No
se plantean las cosas centrales que es la contaminación del aire, agua y la
tierra por parte del uso agroquímico letal en los cultivos de coca», sintetiza
Yaranga.
EXPERTO
ADVIERTE QUE AÑEZ ACEPTÓ USURPAR EL PODER EN BOLIVIA
Prensa
Latina de Cuba (https://bit.ly/3rUycRO)
La
expresidenta de facto Jeanine Áñez aceptó en 2019 participar en una
conspiración para romper el orden constitucional y usurpar el poder, aseguró el
exsecretario ejecutivo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Paulo
Abrao.
“La
señora Áñez aceptó ser parte de una conspiración para usurpar el poder en
Bolivia y cuando hay un atentado en contra de la democracia, las respuestas
institucionales deben ser la más fuertes.
Porque
la democracia es la base para la afirmación de los derechos humanos, de las
libertades públicas para las personas”, afirmó entrevistado por el canal
Bolivia TV.
Sostuvo
el experto que en otros países donde se atentó contra la democracia, los
responsables también son procesados por la justicia para sancionar la violación
de lo establecido en la Constitución.
Añadió
que debido al asalto del 6 de enero de 2020 a la sede del Congreso de Estados
Unidos, la justicia avanza hoy en la identificación de los responsables de esos
ataques.
“Así
que Bolivia hoy va a hacer su respuesta institucional –acotó Abrao-, su
rendición de cuentas por medio de su sistema de justicia, también es parte de
ese ejemplo hacia la no repetición de estos hechos”.
Recordó
que, oportunamente, la Corte presentó los indicios suficientes de las
irregularidades en el autonombramiento de la exgobernante de facto y de las
graves violaciones a los derechos humanos cometidos después del 12 de noviembre
de 2019.
Significó
el exsecretario ejecutivo que esos hechos fueron corroborados en el informe del
Grupo Independiente de Expertos Internacionales (GIEI).
“La
lucha contra los atentados a la democracia también va de la mano de la lucha
por los derechos humanos.
Sin
ese atentado a la democracia, no habría las masacres, no habría las
consecuentes violaciones a los derechos humanos que fueron documentadas por el
GIEI, por la Comisión Interamericana y que caracteriza graves violaciones a los
derechos humanos”, reiteró.
Razonó
en este contexto que los opositores políticos al Movimiento al Socialismo ahora
pretenden alcanzar la impunidad mediante la negación de los hechos y la
pretensión de descalificar la labor de los organismos internacionales.
Insistió
el exsectario ejecutivo en que se trata de estrategias enfiladas hacia la
impunidad, la intención de negar los sucesos, descaracterizar y descalificar el
trabajo del sistema internacional de protección a los derechos humanos.
Enfatizó
Abrao en que esa actitud ha estado en la raíz, en el origen del gobierno de
facto.
Al
respecto subrayó que desde el poder ese equipo promovió una campaña pública
para desprestigiar el informe del organismo de justicia, y a su vez emitió
pronunciamientos en contra del relator de Naciones Unidas Diego García-Sayán,
quien hoy visita a Bolivia.
LA
DIRECTORA MEXICANO-BOLIVIANA NATALIA LÓPEZ GALLARDO GANA EL OSO DE PLATA DE LA
BERLINALE 2022
La película
premiada, ‘Manto de Gemas’, es el primer largometraje de la directora sobre la
tragedia de las desapariciones en México y la violencia del narcotráfico
El País de
España (https://bit.ly/3JxAts1)
Natalia
López Gallardo, una directora nacida en Bolivia y con nacionalidad mexicana,
ganó este miércoles uno de los premios más importantes en la Berlinale 2022, el
Oso de Plata, con su nueva película Manto de Gemas. El filme, escrito, dirigido
y coproducido por la misma López Gallardo, trata el tema de las desapariciones
y la violencia del narco desde la experiencia de tres mujeres: María, Isabel y
Roberta.
Isabel,
interpretada por Nailea Norvind, está en un proceso de divorcio y se instala
con sus hijos en una zona rural donde descubre que su ayudante María,
interpretada por Antonia Olivares, busca a su hermana desaparecida. “Ya va a
ser un año que la buscamos”, le dice esta última. Isabel entonces le ofrece
toda su ayuda para encontrarla, y en el difícil proceso se cruzan con la
comandante de la policía en la zona, Roberta (interpretada por Aída Roa), cuyo
hijo se ha ligado con el crimen organizado. El hijo, Adán, es interpretado Juan
Daniel García Treviño, conocido en México como el protagonista de la película
del 2019 Ya no estoy aquí. Isabel no solo se encontrará con los riesgos del
narco en su búsqueda, sino con la interminable burocracia del Estado para
exigir justicia. De acuerdo a cifras del Registro Nacional de Personas
Desaparecidas, en México han desaparecido al menos 94.000 personas desde 1964.
“Más
que de la violencia o el narcotráfico, la película habla sobre el miedo que
puede generarse en una sociedad donde no hay un proyecto en común, donde la
gente está a la deriva, donde solo se quiere salvar el pellejo y nadie piensa
en el bien común”, contó la directora desde Berlín a EL PAÍS.
Manto
de Gemas es el primer largometraje de la directora pero no el primer proyecto
de cine en el que ha participado. Su cortometraje En el cielo como en la
tierra, sobre dos chicos abandonados por sus madres, obtuvo el premio al Mejor
Cortometraje Experimental en el Festival de Cine de Morelia en 2006. También ha
trabajado con los cineastas Amat Escalante, Lisandro Alonso y su marido, Carlos
Reygadas. Fue editora de Luz silenciosa de Reygadas (2007), y actriz en Nuestro
tiempo, película del mismo cineasta, del 2018.
López
Gallardo ha dicho que para su película se inspiró en historias de vida en el
Estado mexicano de Morelos, donde vive hace 13 años. “He sido testigo del
progresivo colapso del tejido social”, explica en un comunicado. “Tengo dos
hijos y me imagino, medio soñando, a través de la niebla, la vida cotidiana de los padres con hijos
asesinados o desaparecidos, lo cual es suficiente para traerme la más oscura
de las tristezas”.
Para
escribir el guion y hacer el casting de la película, la directora cuenta que
conoció a una familia que había secuestrado a un hombre en su propia casa. El
padre del hogar trabajaba como taxista, los chicos seguían asistiendo a la
escuela, y la familia parecía bondadosa y generosa con sus vecinos.
“Necesitaban más dinero”, le dijeron, para justificar el secuestro en su hogar.
“México es como un Dios con muchas caras y la misma cantidad de
contradicciones”, dice la directora.
El
premio a López Gallardo es un símbolo más de la atención internacional que han
comenzado a absorber las mujeres en el cine mexicano, y que ya no solo se lo
llevan los tres mosqueteros del cine mexicano (Del Toro, Iñárritu, Cuarón). El
año pasado fueron premiadas y celebradas por la crítica dos excelentes
películas de directoras mexicanas que también tratan el tema de la violencia en
México desde la historia de vida de protagonistas mujeres –Noche de Fuego de
Tatiana Huezo, y Sin Señas Particulares de Fernanda Valadez. A la Berlinale,
además, también llegaron a estrenarse tres películas más de directoras
mexicanas: El norte sobre el vacío de Alejandra Márquez, El Reino de Dios de
Claudia Sainte-Luce, y Alma y Paz de Cris Gris.
DENUNCIAN
ROBOS MASIVOS EN UN BARRIO DE LA QUIACA
Los
delincuentes serían de nacionalidad boliviana.
El Tribuno
de Argentina (https://bit.ly/3t6ymVR)
Vecinos
del barrio Santa Clara de la ciudad fronteriza de La Quiaca mostraron su
preocupación por los hechos de inseguridad que vienen sucediendo y apuntaron a
que jóvenes del vecino país de Bolivia ingresan de forma ilegal y cometen los
robos.
Según
las fuentes consultadas por nuestro diario, el martes pasado alrededor de las
17 una adolescente de 15 años y su primo de 13 fueron interceptados por dos
violentos sujetos, en la intersección de las calles Soldado Gutiérrez y
Bolívar, quienes los agredieron, los amenazaron y le sustrajeron todas sus
pertenencias.
La
progenitora de una de las víctimas, una vez que tomó conocimiento del hecho se
hizo presente en la Seccional 17º de La Quiaca y manifestó que los atacantes
tenían una tonada característica de un ciudadano de Villazón y huyeron en
dirección a esa ciudad boliviana.
Las
víctimas menores de edad le habían comentado a la denunciante que uno de los
atacantes se mostró visiblemente violento y en reiteradas oportunidades lanzó
golpes de puños en contra de ellos.
Las
fuentes que fueron consultadas por nuestro diario, permitieron saber que no
sería la primera vez que ocurren estos tipos de situaciones que tiene como
protagonistas a personas del vecino país de Bolivia, que aprovechan ingresar
por pasos no habilitados y cometen estos los atracos, para luego darse a la
fuga. La joven y el niño se encuentra bien de salud.
LE
ROBÓ LA CAMIONETA A SU EXPAREJA Y FUE DETENIDO CUANDO INTENTABA CRUZAR A
BOLIVIA
Una
relación de pareja que aparentemente
terminó mal, desencadenó en una
intervención policial por parte de la Seccional 17 y Brigada de Investigaciones
La Quiaca. El vehículo en cuestión había sido denunciado como robado desde el
barrio Belgrano en la ciudad fronteriza,
por un joven que tras terminar una relación amorosa decidió llevarse la
camioneta que sería propiedad de su ex pareja.
El
extraño hecho ocurrió durante la tarde
de este martes, en las intersecciones de calle Belgrano y Soldado Mario
Gutiérrez.
La
denuncia fue radicada en la Seccional 17 por T. Taboada (45), quien denunció la sustracción de una camioneta Ford Ranger color gris plateado dominio OJQ
731, además en el interior tenía la suma de 70 mil pesos.
La
damnificada, declaró todo ocurrió
pasadas las 14 cuando en las calles antes mencionada ingreso al domicilio de un
familiar, y al salir se dio con la ingrata novedad el rodado no estaba.
La
policía tomó conocimiento alrededor de las 16.45, entonces los efectivos implementaron un importe
operativo cerrojo que abarcó diferentes puntos cardinales. Cómo así también
caminos vecinales, también fueron
alertadas las dependencias policiales de Abra Pampa, y demás unidades apostadas
en los departamentos Yavi y Santa Catalina.
Tras
arduas tareas investigativas, a las 22.30 la fuerza logró individualizar al
rodado que se encontraba estacionado en la zona noroeste de La Quiaca, prácticamente al límite
en la frontera con Bolivia.
También
lograron recuperar el monto de dinero denunciado, por el hecho fue
demorado M. A. Flores, mayor de edad,
quien fue trasladado hasta una de la comisaría local.
La
fiscalía penal interviniente a cargo de Fernando Alancay, imputó al sujeto por
“Hurto calificado de vehículo automotor” y que,
los bienes queden en calidad de secuestro mientras el imputado permanece alojado por averiguación
de antecedentes.
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