Thursday, February 17, 2022

LOS GUARDIANES DEL MADIDI CLAMAN POR VUELOS PARA SALVAR AL ECOTURISMO

Rurrenabaque, centro de un destino turístico amazónico de Bolivia, no tiene operaciones aéreas desde mayo de 2021. Con carreteras en mal estado y viajes de hasta 12 horas, operadores, gastrónomos, pueblos indígenas y otros sectores luchan por reactivar la economía para no dar paso al extractivismo y las hidroeléctricas.

Por las calles de Rurrenabaque -al oeste del Beni, en la Amazonia boliviana– muchos negocios están cerrados. En letreros desgastados y otros caídos, se lee anuncios de tours por el Parque Nacional Madidi o Pampas del Yacuma. Sobre fachadas raídas, vestigios de fotos de turistas felices en medio de la selva. Las oficinas de la aerolínea Amaszonas, que en su momento llegó a operar ocho vuelos diarios, parecen ahora un depósito de escritorios e hileras de asientos cubiertos con plásticos. El mítico “Jungle Bar Moskkito”, de visita obligatoria por recomendación de páginas como Tripadvisor, es ahora un restaurante apacible de comida italiana.
Hace mucho tiempo, esta ciudad de alrededor de 23 mil habitantes dejó de ser una urbe por cuyas calles caminaban turistas asiáticos, norteamericanos y europeos. Todos ellos llegaban por vía aérea, ansiosos por vivir experiencias de aventura en el Parque Nacional Madidi y las Pampas del Yacuma. De esta manera apoyaban no solo a municipios amazónicos de La Paz y Beni, respectivamente, sino -principalmente- a emprendimientos de pueblos indígenas Takana, Tsimane o Uchupiamona, quienes se convirtieron en guardianes de la naturaleza, porque encontraron en el turismo comunitario una manera sostenible de conservar su territorio.
Pero en 2014 vino el primer golpe a ese apogeo de un proyecto reconocido a nivel internacional. El entonces gobierno de Evo Morales resolvió exigir visa a ciudadanos israelíes, tras calificar a ese Estado como “terrorista”, por el conflicto bélico con Palestina. Los israelíes eran el segmento que mayor presencia tenía en el destino.
Ese mismo año, Rurrenabaque, así como varias comunidades indígenas del norte de La Paz, sufrieron los embates de las lluvias y un alud sepultó al menos a cuatro personas en la ciudad porteña.
Tras la reconstrucción, el sector de hotelería y gastronomía siguió invirtiendo con la esperanza puesta en la recuperación. Receptora de migrantes de todo el país, en especial de la zona andina, Rurrenabaque se convirtió en una urbe con gran movimiento económico, no solo por el turismo, sino por la articulación con los municipios de San Borja, Reyes, San Buenaventura, Ixiamas y Santa Rosa.
Fruto de ese trabajo, en 2019, en el vigésimo sexto concurso anual “Word Reavel Awards Latin America”, el destino Rurrenabaque: Madidi-Pampas ganó cuatro premios, entre ellos el de “Mejor destino verde del Continente”.
Con ese incentivo y la certificación de Destino sostenible, de parte del Instituto de Turismo Responsable, los porteños esperaban un venturoso 2020. Porque, además, en enero de ese año, el diario estadounidense New York Times, eligió a Rurrenabaque como uno de los tres mejores lugares del mundo para visitar.
La alegría duró apenas tres meses. En marzo, la llegada de la Covid-19 paralizó al mundo y las calles quedaron vacías; con esa sensación de soledad y desesperanza. Aunque ese no sería el golpe final.
En mayo de 2021 aterrizó en esta ciudad el último avión de Amaszonas antes de suspender totalmente sus operaciones en el único aeropuerto de la zona, como consecuencia de la pandemia, entre otros factores.
Hoy, aquella sala de espera con bancos en hileras desordenadas y ventanillas a la usanza antigua está cerrada. En el lugar solo asoma una perra de gran tamaño y un empleado que no se asombra ni dice nada ante la presencia de extraños. Al fondo se ve una nueva estructura, moderna, pintada de blanco y rojo. Allí donde -se supone- operará la nueva terminal aérea. La pista, que ya en 2015 provocó el cierre del aeropuerto por más de un año y medio, está operable, dice a La Región el alcalde de Rurrenabaque, Elías Moreno. Y adelanta que la Gobernación de Beni prometió su ampliación en 700 metros gracias al apoyo de la cooperación italiana. Sin embargo, admite que resta la segunda fase del proyecto de remodelación, que tiene que ver con el equipamiento.
Un trabajador de Ecojet -la firma privada con la que se avanzó en negociaciones e incluso se hizo una prueba de resistencia en la pista- le dijo a la agencia Fides en noviembre del año pasado, que el problema no son los equipos ni los aviones, “sino la falta de voluntad del Gobierno”.
“Se siguen seis pasos para lograr la autorización: la homologación, comprobación de espacios para oficinas (…), logramos avanzar hasta el paso quinto, que depende de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil), pero está estancado ahí”, afirmó a ANF sin revelar su nombre.
Al respecto, en una carta fechada el 3 de febrero y publicada hoy por el periodista Erwin Serato, Boliviana de Aviación (BOA), la otra línea aérea llamada a cubrir la ruta, está a la espera de la conclusión de la citada segunda fase de las obras para ingresar a esta ruta. Entretanto, la espera se hace eterna.
Es 1 de febrero de 2022, víspera de la fiesta patronal de la Virgen de la Candelaria, y aniversario 178 de Rurrenabaque. Es temprano, pero el sol anuncia una jornada sofocante. Por la plaza principal, familias con niños-bebés-abuelos caminan de un lado a otro para participar de actividades culturales, deportivas y tradicionales organizadas por el Gobierno Municipal. A orillas del río Beni, en carpas armadas, cantantes “en vivo” interpretan temas de amores perdidos para algunos trasnochados. Enfrente, comerciantes afanados ofrecen ropa para niños y adultos que trajeron de La Paz, aprovechando la ocasión. En las aceras del mercado, mujeres de comunidades indígenas ofrecen productos medicinales y alimentos tradicionales. Adentro hay puestos de jugos, comida, verduras, carnes. Un gentío busca qué desayunar, en medio del bullicio.
“Hubo una discusión fuerte para ver si se hacía o no la fiesta este año, porque fueron dos años que no celebramos. Al final, se decidió hacerla, porque prácticamente todos caímos en la cuarta ola (de Covid)”, se oye decir en un puesto de empanadas.
Además, había que aprovechar que este año las lluvias fueron benevolentes y no provocaron desastres en la zona. Y pese al mal estado de las carreteras (hasta doce horas de viaje desde La Paz, y siete, desde Trinidad), muchos turistas nacionales arribaron a la llamada “Perla turística del Beni”.
Estos últimos, los nacionales, son los turistas que -por ahora- mantienen a flote los emprendimientos privados y comunitarios en la zona. Ellos no se quedan más de tres días, como lo hacían los extranjeros, pero tienen en uno o medio día, tienen la oportunidad de conocer San Miguel del Bala, por ejemplo, una comunidad indígena tacana. Hacen full days o half days, almuerzan ahí y recorren destinos como El Cañón del Bala entre otros circuitos cortos.
Hermán Nay Vargas, presidente de la Organización Territorial de Base (OTB) San Miguel, dice que entre 2005 y 2010 se trabajó muy bien con el turismo comunitario. La pandemia, y ahora la falta de vuelos golpearon muy duro a los pueblos indígenas de la zona. “Pero tenemos esperanza de que el turismo vuelva”.
Profesional en Turismo, desde la perspectiva de este líder indígena, las decisiones políticas serán vitales para lograr ese objetivo. Y es que ahora, los representantes se enfrentan a posturas como: “¿por qué conservamos si no generamos nada?”. Son comunidades que están en las riberas del río y en muchas de ellas no hay centros de salud, ni luz eléctrica, la educación apenas alcanza a primaria y cuando llueve en exceso, quedan aisladas durante días, con sus cultivos anegados y sus animales muertos. Entonces surgen posturas: “¿qué hacemos, nos dedicamos a una actividad extractivista?”.
“Nosotros seguimos apostando, generando conciencia”, dice Nay, de rostro cobrizo y hablar pausado. En comunidades como la suya, el turismo es una alternativa de desarrollo sostenible. “Mis padres empezaron a trabajar con turismo, más o menos el año 2000. Yo estudié turismo, me forjé en turismo y mientras exista esta actividad, no voy a permitir que haya otras como la minería o la construcción de megaobras dentro del río Beni”, asegura.
Las megaobras a las que se refiere, tienen que ver con la reactivación del proyecto Bala-Chepete, que busca construir hidroeléctricas en la zona, poniendo en riesgo a seis pueblos indígenas. El mismo había quedado paralizado, pero la búsqueda de una firma para aprobar nuevos estudios de parte de la dirigencia, es una acechanza que tiene en vilo a quienes defienden su territorio.
“Para nosotros si se construyen las represas, nos estarían sacando de aquí y perderíamos toda la flora y fauna que tenemos en nuestro territorio. Nos han dicho que no pasará nada, que va a haber empleo y aunque haya eso, nos estarían quitando la vida”, dice Juan de la Cruz Supa, comunario de San Miguel.
Este hombre delgado, con surcos en la piel tiene una embarcación en la que transporta turistas. Conoce como pocos las comunidades y los atractivos naturales de la zona. Por ahora, la mayoría de los ecolodges o alojamientos en áreas naturales están cerrados y los líderes de las comunidades buscan alternativas como brindar hospedajes en casas de familias, para reactivar el turismo. Sin embargo, son decisiones que deben tomarse en conjunto, una forma de gobierno que mantienen desde sus ancestros.
Pero la estrategia debe ser conjunta, dice Nay. “No es bueno que San Buenaventura diga: ‘el Madidi es de nosotros’, o La Pampa diga, ‘el Yacuma solo es de nosotros’. Este es un destino y un destino está compuesto por varios elementos. Rurrenabaque tiene infraestructura hotelera, gastronomía, la gente está acostumbrada a trabajar con turismo, pero depende del resto; y el resto depende de Rurrenabaque”, afirma.
Por las ya no tan claras aguas del río Beni se navega cuesta arriba para llegar a los distintos atractivos turísticos. El viaje no solo ofrece la posibilidad de ver a los colosos que rodean el paisaje verde, sino de conocer historias de voluntarios que un día llegaron y decidieron quedarse a vivir como ermitaños. O de refugios de animales, donde se cuida a jaguares rescatados de la trata de animales silvestres.
Mucho tiempo atrás, tener una embarcación impulsada por motor era un privilegio de pocos. Los pueblos indígenas tenían balsas hechas de una madera lo suficientemente dura para resistir el peso de dos personas, pero no tan estable como para vencer los remolinos del río Beni. Entonces el balsero tenía la habilidad de equilibrarse, mientras su pareja hacía lo propio para no caer. De esa manera transportaban los plátanos y la yuca para llevarlos al puerto de Rurrenabaque. De aquella hazaña incluso nacieron canciones como la de Tito Negrete y Tito Antelo.
“El balsero va por el río,
rumbo para el puerto de Rurrenabaque
y se va llevando y se va llevando
una morenita para ser feliz”.
Frente a Rurrenabaque está San Buenaventura, puerta de entrada al Madidi. Aunque la población es pequeña, de casas de muros blancos y un puerto agradable para refrescarse, la verdadera aventura está en los recorridos por la selva.
Desde allí hasta San Miguel del Bala hay 45 minutos de viaje en la embarcación. Un poco antes de llegar está el Cañón del Bala, atractivo turístico, que permite atravesar el estrecho pasadizo formado por rocas naturales en medio del agua. Pero ese, es solo uno de tantas posibilidades de hacer ecoturismo en la zona.
La propia zona urbana de Rurrenabaque ofrece la posibilidad de visitar miradores desde los que se aprecia al río Beni, como una serpiente gruesa asentada en medio de una selva.
“Por todo esto, a nivel personal y como autoridad, para mí lo primero es hacer que la comunidad esté comprometida con el turismo, porque si no sucede así, (los comunarios) pueden cambiar la actividad, y tomar otras decisiones. Podría darse una minería responsable, artesanal, pero con el tiempo entraría la mecanizada, que es algo que no queremos. Eso es lo primero que debemos hacer, mantenernos con la misma visión: mantener el turismo”, insiste Nay.
Desde el sector hotelero, Maritza La Torre Vásquez, presidenta de la Cámara Regional de Turismo de Rurrenabaque, ve una afectación que va más allá del turismo. “Es la región”, sentencia.
Y es que el aeropuerto, además de ser receptor de visitantes, es un medio importante de conectividad de negocios entre cinco municipios de La Paz y Beni: San Borja, Reyes, Sanbuenaventura, Ixiamas y Santa Rosa. Por ello, frente a la suspensión de vuelos, varios sectores de la sociedad y autoridades locales conformaron una comisión para pedir el ingreso de una aerolínea.
Para ellos, la solución pasa porque la estatal BoA cumpla el rol de “bandera nacional” hasta que alguna firma privada obtenga la autorización correspondiente. En ese contexto, se hizo llegar cartas al Ejecutivo, en La Paz, y como no hubo respuesta, “la situación es cada vez más apremiante”.
Solo en el hotel que regenta La Torre, Hotel Maya, hay nueve mujeres y dos varones, que son personal fijo. A la par, en fechas especiales como el aniversario, se contrata a personal eventual, con lo que existe una responsabilidad social fuerte con los trabajadores.
“En la parte hotelera, no estamos tan mal, porque (a Rurre) llegan familias de pueblos vecinos que buscan relajarse o vienen por trabajo. Pero las operaciones dentro del Madidi y dentro de las Pampas son nuestro problema. Son inversiones dentro de las áreas protegidas nacionales y municipal, que probablemente si esto persiste, las vamos a perder”, dice a La Región.
Técnicamente, el alcalde Elías Moreno explica que la pista de aterrizaje está al cien por ciento. La empresa que está a cargo del proyecto de la terminal aeroportuaria entregó la primera fase a Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) -ex Aasana-, por lo que se le pidió al presidente Luis Arce, mediante una carta, que la obra sea entregada como parte del regalo por el aniversario. Faltaría la segunda fase, que es el equipamiento, pero como tampoco hubo respuesta, se espera que dicho acto se dé en mayo. Mientras tanto, la inversión privada está en riesgo “y como gobierno municipal, no podemos brindar más que el apoyo moral”, asegura el burgomaestre.
A la par de esta situación, las denuncias de operaciones mineras dentro del Parque Nacional Madidi son cada vez más graves. A ello se suma la persistencia de continuar con el proyecto de la construcción de las hidroeléctricas Chepete-Bala, incluso vulnerando la decisión de los pueblos indígenas afectados y entonces surge la pregunta: ¿será que se busca ahogar al turismo para dar paso al extractivismo y las megaobras que afectan a los pueblos indígenas y la biodiversidad?
La Torre lo ve como posibilidad, en el entendido que el turismo interno, que es el sostén actual de la actividad turística, se está acabando y no hay políticas de Estado para reactivarlo. “Nos sentimos rezagados, olvidados, amenazados con otras actividades dentro de nuestro destino. No sentimos apoyo a la vocación de la conservación de la naturaleza mediante nuestras áreas protegidas”, lamenta. La Región (https://bit.ly/3oXFBxM)
 
 
 
 
 
"ESTAMOS EN GUERRA, NOS LA HAN DECLARADO A LOS PUEBLOS INDÍGENAS"
 
Ruth Alipaz encabeza la lucha del pueblo uchupiamona contra un proyecto hidroeléctrico que podría inundar su territorio y los de otros pueblos indígenas en Bolivia.
 
Revista Mongabay de Indonesia (https://bit.ly/350LiE7)
 
Ruth Alipaz Cuqui pone la mano derecha en el aire, sonríe y dibuja con los dedos la altura de las montañas. Luego va trazando la extensión de las llanuras y el recorrido del río Tuichi, esas aguas que ha navegado tantas veces y que evocan inevitablemente pasajes de su infancia en Bolivia. Pero ahí se detiene. “Ante la sola idea de que mi territorio pueda ser inundado y que todo eso desaparezca, que mi río desaparezca, es como si me borraran la memoria”, dice con un gesto de desazón en el rostro.
Aunque el título de “defensora” no le agrada mucho, Alipaz, lideresa indígena uchupiamona, mantiene una férrea lucha contra la construcción de la central hidroeléctrica Chepete – El Bala, un proyecto que asegura pondría en riesgo la vida de la cuenca amazónica del río Beni, de donde emana el Tuichi, y que podría desplazar a más de 5 mil indígenas con la inundación de un territorio equivalente a siete veces la ciudad de La Paz.
Pero no es lo único que sucede en Bolivia. Lamentablemente, dice Alipaz, las comunidades indígenas en Bolivia no solo son destruidas al privarlas de sus territorios, sino que también son atacadas desde dentro: se copta a dirigentes, se crean organizaciones ilegítimas que firman a favor de los megaproyectos y se aniquila moral y físicamente a los liderazgos y a la gente que vive bajo constante presión. “Nos han hecho creer que es más importante el dinero que tener una comunidad y vivir en armonía y desarrollarte como pueblo”, manifiesta.
Lo mismo ha ocurrido con los proyectos mineros, pues asegura que su pueblo descubrió hace poco que el río Tuichi, dentro del territorio del área protegida Madidi, está concesionado para la minería aluvial aurífera. En ese contexto, Alipaz revela que fue amenazada. “A mí, en mi pueblo, me vienen amenazando por oponerme a la minería. Me dicen: ‘¿Qué vas a hacer cuando lleguen y te vuelen la cabeza con dinamita? A ver si vas a seguir resistiendo’”, asegura.
De dedicarse a actividades turísticas sostenibles en su región, Alipaz hoy dirige la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap). En Mongabay Latam hablamos con ella para conocer la situación de los pueblos indígenas, sus luchas y liderazgos en Bolivia.
Respecto a los territorios de los pueblos indígenas en Bolivia, ¿qué tanto es el avance en su titulación y respeto a su autonomía? ¿Ha habido voluntad política del Estado para reconocerlos?
No necesariamente por ser un Estado Plurinacional de Bolivia, los territorios están plena y legalmente reconocidos, y tampoco los que están reconocidos tienen la garantía que les provee la Constitución. Justamente esa es la situación en la que estamos ahora: no hay un solo territorio que no esté amenazado por alguna actividad extractiva en Bolivia. El extractivismo se va apoderando, va avanzando en los territorios y, en muchos casos, como el de mi territorio, que está cien por ciento dentro del área protegida Madidi —considerada una de las áreas más megadiversa del mundo— descubrimos en mayo de 2021 que nuestro río Tuichi ya estaba concesionado para minería aluvial aurífera. El río para nosotros es fundamental y ese es solamente un ejemplo de cómo están los territorios avasallados principalmente por la minería, por exploraciones petroleras, por la deforestación para el agronegocio. Es decir, tenemos territorios en papel y garantías también en papel, que sería la Constitución Política del Estado, pero el gobierno acaba de decir que van a autorizar todas las actividades mineras al interior del área protegida Madidi. El gobierno no ha puesto ninguna voluntad política después de 12 años de haberse declarado y aprobado la Constitución Política.
Hasta ahorita no se ha logrado consolidar los territorios con sus autonomías, eso ¿por dónde pasa? ¿Dónde atora? ¿Qué pasa que no se puede consolidar? No es un deseo o un sueño que no se quiera realizar por parte de los pueblos indígenas, sino que el Estado mismo se ha encargado de obstaculizar ese proceso. Es un gobierno que se pintó de indígena, que tuvo la imagen de un primer presidente indígena, con una Constitución aparentemente muy avanzada y progresista. El plurinacionalismo en Bolivia no se ha consolidado, la interculturalidad ha pasado a ser una herramienta de despojo, de avasallamiento de los territorios. En Bolivia, son 190 los Territorios Indígenas Originarios Campesinos (TIOCS), con una población de poco más de medio millón de habitantes, en una superficie titulada total de 20 millones 715 mil hectáreas, para una mayoría de población indígena en Bolivia. ¿Quiénes están acaparando la tierra? Bolivia tendría que ser territorio todo indígena, los centros urbanos están en sus jurisdicciones, pero en el campo los territorios les pertenecen a los pueblos.
En materia de organización política, ¿cómo ha servido contar con una organización como Contiocap, que usted preside, para la defensa de los pueblos indígenas? ¿En qué medida son escuchados por el gobierno?
La Contiocap se ha convertido en esa plataforma de voz de los pueblos indígenas que luchan por la defensa del territorio. El primer logro es esa capacidad de unirnos, en nuestra diversidad y, el segundo, es mantenernos y ser perseverantes en la lucha. Eso ha permitido detener muchos proyectos, en el caso nuestro el Chepete – Bala, Rositas [hidroeléctrica que se construiría sobre el río Grande] en Tariquia y Tipnis [una carretera en medio de la Amazonía], se detuvieron. Pudimos detener con nuestra lucha todo ese avance. Hemos dejado la vida en las marchas, nos cuesta la lucha, nos cuesta llanto, hambre, sed, cansancio y enfermarnos estando en las carreteras, puentes, los ríos, marchando, haciendo vigilias. Pero claro, el gobierno transitorio no ha sido diferente. Justamente, aprovechando la pandemia, han sacado más leyes, han ingresado a los territorios y, cuando más se radicalizó el extractivismo, hemos continuado denunciando. No estamos usurpándole nada a nadie, se nos viene criminalizando, acosando, persiguiendo, diciendo que estamos cometiendo intromisión. Hay organizaciones que firman para dar paso al gobierno, pero nosotros, si no hubiéramos hecho esa lucha férrea en nuestro territorio, hace mucho que muchos de los proyectos se hubieran empezado a ejecutar.
¿Qué significa ser lideresa indígena en este contexto? ¿Cómo es vivir bajo amenaza y criminalización y ver a otras compañeras y compañeros pasando por lo mismo?
Alguna vez nos han preguntado si somos líderes, dirigentes o defensores. Yo nunca lo he dicho y, en primera instancia, nunca ha sido mi aspiración. Yo vengo de proponer actividades sostenibles en Bolivia y en mi territorio, hemos promovido la observación de aves como herramienta para proteger el territorio y las fuentes de agua, y eso me ha llevado a la gestión del territorio, a vincularme a organizaciones y, desde 2016, a la defensa de los pueblos indígenas. Si soy líder o no, no lo sé, sinceramente. Pero, sin duda, dejas la vida en eso: yo empecé dando un 20 por ciento de mi tiempo y así sucesivamente hasta que ahorita, prácticamente, es lo que hago y ha relegado mi actividad que me da de comer. Defender derechos no te da de comer, al contrario, te despoja: dejas a tu familia, dejas tu trabajo, te vuelves hasta una persona solitaria, porque no tienes tiempo de tener vida con amistades y, cuando te empiezan a acosar, te tienes que cuidar y proteger a la gente alrededor de ti.
Te quita todo ser un defensor de derechos, te quieren quitar hasta la dignidad, te descalifican, te calumnian, te acusan. Te enfrentas a todo nivel de violencia, machista muchas veces, y discriminación. Es verdaderamente un terreno muy agreste que hay que soportar y seguir cada día. Resulta doloroso, porque aparte de lo sacrificado que ya es defender territorios, no contamos con apoyo ni recursos.
¿Qué sucede con las amenazas a personas defensoras del territorio? ¿Cuentan con registros y avances en los casos?
Como Contiocap, hemos hecho un convenio con el Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) que por más de 30 años se ha dedicado a recopilar información. Estos casos son una cosa que nos presta atención y, con una justicia totalmente sometida al gobierno, no tenemos posibilidad de ir a denunciar y saber que nos va a proteger el Estado a través de la justicia. Por eso es que necesitamos datos de quienes estamos siendo criminalizados. Hemos iniciado la construcción de una plataforma donde podamos, de manera rápida, registrar hechos de violencia contra defensores, pero también la violencia a los territorios mismos. Nos ha costado todo este año (2021) construirla para que sea de fácil acceso y con datos estadísticos. No podemos decir que tenemos 100 casos de procesados o criminalizados pero, afortunadamente, podemos decir que no tenemos gente asesinada. No estamos en ese nivel, pero hay casos que pueden ser vinculados, que no hay forma de probarlos y se dan como hechos aislados.
Han metido a la cárcel a gente defendiendo sus territorios, principalmente, de la minería. En Bolivia es el sector más poderoso y tiene tanto poder económico que hasta tienen viceministro de minería, senadores, asambleístas, diputados… todo tienen los mineros y son los que están engulléndose los ríos, las montañas, mi pueblo está concesionado, ¿puedes creer eso?
¿El Estado le está dando prioridad a los proyectos extractivos y a su propia economía por encima de los intereses de los pueblos indígenas? En Bolivia existen casos emblemáticos como el Parque Nacional Madidi o Chepete – El Bala, ¿qué ocurre con el cumplimiento de las categorías de protección de estos territorios?
En 2019, el Madidi ha sido declarada el área protegida más megadiversa y el 8 % está comprometido para minería. El 14 de mayo (de 2021) descubrimos que el río Tuichi —que nace en los Andes y atraviesa a todo el parque y todo mi territorio Uchupiamona— está concesionado. Ya no hay categoría de protección que verdaderamente funcione o se cumpla en Bolivia. En Tariquia, en 2015, aperturaron todas las áreas protegidas para todo tipo de actividad extractiva. Con el Tipnis [Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure] han achicado el área núcleo para hacer que tres pozos que quieren explorar queden fuera y así hacen y deshacen. Ahí los operadores son las instituciones descentralizadas —como el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y la Autoridad de Bosques y de Tierra— son el brazo operativo del gobierno para dar paso a la actividad extractiva.
Empezamos con el Chepete-Bala que amenaza con inundar siete veces el equivalente al tamaño de la ciudad de La Paz, sería el segundo lago más grande después del Titicaca. Estaría matando y obstruyendo cinco ríos para siempre: el río La Paz, el Cauca, Beni, Quiquivey y Tuichi. Inundaría seis territorios indígenas: mosetenes, tchimanes, ese ejjas, lecos, tacanas y uchupiamonas. Además, de dos áreas naturales protegidas, que son la Reserva de la Biósfera Pilón Lajas y el Madidi. Estarían desplazando a más de 5 mil indígenas de esos territorios para hacer estos proyectos, sin contar a las poblaciones periurbanas río abajo. Y ahora que con la pandemia ha desaparecido el turismo, este es tal vez el momento propicio para asfixiarnos económicamente a las comunidades y el gobierno tiene todo el poder de ofrecer dinero y estamos vulnerables a aceptar cualquier cosa que nos ofrezcan. La pandemia solo ha hecho visible la necesidad que los pueblos siempre hemos vivido: desatendidos, relegados, discriminados y ahora profundizado por la pandemia. Estamos más vulnerables que nunca y tampoco es casual.
¿Cuál ha sido el avance en la protección del territorio y qué mecanismos tienen para su defensa y vigilancia?
En mi región nos dicen que todavía no nos está afectando, que todavía no hay represas, pero el hecho de que ya vivamos en constante alerta, no vivamos tranquilos y estemos con esa incertidumbre constante, de estar desconfiados de quién entra al territorio y para qué, eso ya es una afectación. Ya nos están afectando la vida, esa vida que solíamos llevar. Estamos en actividad siempre, viendo qué vamos a hacer si entran, cómo vamos a responder. Estamos en guerra, nos han declarado la guerra a los pueblos indígenas, donde no tienes posibilidad de pensar en tu desarrollo, lo que tú, de manera autónoma, quieras hacer y que cuentes con el apoyo del gobierno. Es una guerra declarada porque los pueblos indígenas estorbamos, perjudicamos a ese interés de las grandes trasnacionales del gobierno, de mantenerse en el poder (…) La mejor manera de desaparecer indígenas es quitarles su territorio y hacerles pelear entre ellos. Cuando estás en guerra, todos tus recursos están destinados a defenderte mental, espiritual, material y psicológicamente. Estás constantemente volcado a esa defensa y no tienes tiempo para pensar en nada más.
¿Cómo se lograría, precisamente, un reconocimiento pleno y respeto del Estado hacia los pueblos indígenas, sus conocimientos y los territorios?
Es que no nos tiene que reconocer, tiene que respetar. Yo no soy quién para reconocer que tú existes y darte como una concesión el reconocimiento. El Estado es el primero que tiene que cumplir y garantizar, así como dice la Constitución, los derechos. Les guste o no, hay pueblos indígenas, somos diversos y queremos vivir y tenemos derecho a desarrollarnos en lo que quisiéramos hacer y contar con asistencia si lo requerimos. Están invirtiendo más dinero en destruir al planeta, en destruir los territorios, las fuentes de agua. ¡Pucha! La plata corre como río para destruir los propios ríos, los bosques y los territorios indígenas. Hablan de billones, ya no sabemos ni cuántos ceros, pero para que nosotros desarrollemos o hagamos algo, tres ceros es demasiado. Eso es discriminación, por eso digo que es una guerra declarada. No estamos pidiendo reconocimiento. Es como el hijo ilegítimo pidiendo el apellido a un irresponsable: eso es denigrante, humillante para nosotros. Existimos y se nos tiene que respetar, tenemos derecho a recibir apoyo de todo tipo, sea del gobierno o de la sociedad civil.
Nosotros lo hemos dado todo para proteger los territorios, han reconocido finalmente que nosotros —y me molesta que digan también que somos actores clave— somos los que hacemos posible que toda la naturaleza que existe ahora siga existiendo, no solo para nosotros sino para todos, somos los guardianes de la vida. Queremos que simplemente se cumpla la constitución política del Estado, quizás no es perfecta, pero la Amazonía, la biodiversidad, las áreas protegidas y los territorios están ahí específicamente, ¿qué más necesita este gobierno para garantizarnos ese derecho? Este es el gobierno de los poderes económicos, no del pueblo boliviano.
¿Qué significado ha tenido la participación de las mujeres indígenas en la lucha de defensa del territorio y qué tanta representatividad tienen en organizaciones como la Contiocap y la Mancomunidad?
El rol de las mujeres es fundamental aunque no se vea y no se le haga visible, aunque siempre estemos detrás y en segunda fila. Son las mujeres las que sostienen la lucha, la cara sí es el hombre, el que está adelante liderando, pero quienes sostienen son las mujeres. Lo vivimos en las marchas y las vigilias. Éramos nosotras gestionando la comida, lo poco que uno lleva lo entrega a las mujeres que son las que administran y hacen que eso se estire como chicle y alcance para todos. Es decir, sin la participación de las mujeres en estas luchas por los derechos, por los territorios y en cualquier aspecto, simplemente no sería posible, sinceramente. Yo veo que los hombres se rinden y no soportan mucho la presión. Y hablo de mujeres de 60 o 70 años, de mujeres que han dejado a sus hijos en casa, mujeres que son esposas de alguna autoridad y que lo sostienen a él en la lucha y también a su familia. Pero caminamos la misma distancia en las marchas, con los pies ampollados, cansados, con lluvia o sol. Y las mujeres tenían todavía que cocinar y alimentar a toda la marcha. Yo soy solo una persona más de todas esas mujeres luchando en los territorios. Digamos que soy la cara visible, pero detrás de mi cara hay muchas otras mujeres.
En Contiocap somos mayoría las mujeres defensoras y creo que tiene que ver con proteger a tu descendencia y sentir que tus hijos van a tener un territorio un día. Como decía una anciana de mi pueblo —justamente cuando querían concesionar las 31 mil hectáreas en el territorio—, ella estaba escuchando, calladita, y en tono de reprendernos, dijo: ¿Será que para eso hemos cuidado todo este tiempo? Para que ustedes piensen de dónde van a comer, de dónde van a alzar algo —alzar es como tener acceso a fruta, agua y comida— y ahora ustedes están pensando en entregarlo a otra gente. Las mujeres tenemos claro que es para nuestros descendientes y las futuras generaciones, cosa que los hombres tal vez no lo tienen. Para nosotras las mujeres, lo más importante es la vida que todo el dinero o todo el oro del mundo, porque a algunos ni con todo eso se les quita la ignorancia.
 
 
 
 
 
AVANZA CONSTRUCCIÓN DE PRIMERA PLANTA GEOTÉRMICA DE BOLIVIA
 
Think Geoenergy de Canadá ((https://bit.ly/34GeQax)
 
Sacyr , con sede en España, ha proporcionado una actualización sobre la construcción de la planta piloto de 5 MW para el proyecto de energía geotérmica Laguna Colorada de 100 MW en Bolivia, indicando que la planta piloto estará operativa en abril. La empresa conjunta entre Sacyr y Ormat Technologies se adjudicó el contrato del proyecto por parte de la energética boliviana ENDE, según informamos .
La planta piloto se convertirá en la planta geotérmica ubicada a mayor altura del mundo a 4970 metros sobre el nivel del mar. Será mantenido y operado durante dos años por la JV y abastecerá de energía eléctrica a las pequeñas comunidades de pueblos originarios repartidas en la amplia zona de influencia. Actualmente, estas comunidades solo reciben alrededor de cuatro horas de energía por día de grupos electrógenos diesel.
La planta piloto también se utilizará para respaldar la construcción de la planta de energía de 100 MW mediante el suministro de la energía necesaria para la construcción.
La UTE Sacyr-Ormat ha diseñado una planta de tecnología binaria respetuosa con el medio ambiente. La instalación es hermética, ya que todo el vapor y la salmuera utilizados para la generación no se liberan al medio ambiente, sino que se reinyectan a tres kilómetros del pozo que proporciona el vapor. De esta forma, se garantiza que el reservorio subterráneo de vapor esté siempre recargado, por lo que la generación está permanentemente asegurada.
“La construcción de estas instalaciones está resultando un auténtico reto logístico que el equipo de Sacyr Bolivia ha sabido resolver con mucho esfuerzo y trabajo en equipo”, explica Miguel Lorente Quesada, director de este proyecto en Sacyr Industrial. Es una zona enorme y muy despoblada. Las Comunidades Originarias de esta zona no suman más de 2.500 habitantes.”
“Estamos siendo recibidos como huéspedes en las tierras de la Comunidad Originaria de Quetena Chico, por lo que mantenemos una constante colaboración y comunicación con esta comunidad quechua, con quienes hemos establecido una simbiosis, contratando personal local y servicios como algunos víveres y otros. varios, generando riqueza, desarrollo y una mejor calidad de vida para sus habitantes”, agrega Quesada.
 
 
 
 
 
SALVADOR MAZZA: BOLIVIA SE QUEJA DE LAS EXIGENCIAS FRONTERIZAS
 
Para ingresar a Salvador Mazza deben presentar pase sanitario desde el 9 de febrero
 
El Tribuno de Argentina (https://bit.ly/3sKJG9P)
 
La directora de Migración de la zona fronteriza de Yacuiba, Alejandra Padilla, informó que todo ciudadano de Bolivia ahora debe exhibir el seguro de salud junto con su documento de identidad y certificado de vacunas para ingresar a la Argentina.
La funcionaria declaró a medios del sur boliviano que la cuestión del seguro no se había planteado en reuniones pasadas, por lo que representa un inconveniente para los residentes de frontera en el vecino país. No obstante, las reglas de sanidad establecen para Argentina la circulación con carné sanitario para todos sus habitantes, algo que no se venía cumpliendo para los que cruzan la frontera.
Padilla señaló que, en días previos los bolivianos residentes en la frontera solo exhibían el documento y su certificado de vacunas contra el coronavirus al momento de ingresar al territorio argentino por el Puente Internacional Salvador Mazza-Yacuiba.
La semana pasada Argentina habilitó el movimiento para ciudadanos de frontera con las mismas condiciones, a casi dos años de cierre. Los argentinos pueden ingresar a Bolivia con su DNI y pase sanitario desde el 9 febrero.
La contracara es que "las autoridades de salud en Argentina ahora están exigiendo la presentación del seguro de salud para bolivianos, cosa que en la reunión no se quedó en eso. Es lamentable que un día se diga una cosa y al siguiente día nos salgan con otra", manifestó Padilla.
Los residentes de frontera, a uno y otro lado del límite internacional esperaban que el movimiento en la zona se asemejara a lo aprobado para La Quiaca-Villazón (Jujuy); el "tránsito vecinal".
Ante los hechos que dieron a conocer los habitantes de San José de Pocitos (lindante con Salvador Mazza) y Yacuiba, la funcionaria señaló que elevará un informe a través del Consulado Boliviano para reactivar la vinculación entre las localidades fronterizas.
 
 
 
 
 
¿CUÁNDO SE ABRIRÁN LAS FRONTERAS TERRESTRES CON ECUADOR, COLOMBIA, CHILE, BOLIVIA Y BRASIL?
 
El Poder Ejecutivo ha autorizado la reapertura de fronteras terrestres luego de 2 casi años. Esto es todo lo que sabe hasta el momento.
 
Diario Gestión de Perú (https://bit.ly/3GXgUYo)
 
El Gobierno peruano autorizó la reapertura de las fronteras terrestres tras haber permanecido por casi 2 años tras la llegada de la pandemia del coronavirus al país.
La medida, que fue oficializada mediante la emisión del Decreto Supremo N° 015-2022-PCM, tiene como objetivo de impulsar la reactivación económica con los países vecinos.
“Esta decisión ha sido adoptada de manera responsable con la salud de la población, tras los resultados del trabajo multisectorial liderado por el presidente de la República, Pedro Castillo, en el cual participan la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, entre otros”, indicó el titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Roberto Sánchez.
Cuando inició la pandemia del coronavirus en Perú, el Gobierno cerró las fronteras para evitar el incremento de casos, en tanto se implementaban medidas para brindar condiciones sanitarias.
¿Cuándo se abrirán las fronteras con los países limítrofes?
Si bien Perú ya ha dispuesto la apertura de sus fronteras, lo que ahora resta es realizar las coordinaciones necesarias con Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia y Brasil, los 5 países con los que limita nuestro país.
Según Mincetur, el Ministerio de Relaciones Exteriores está en diálogo con sus pares de los países limítrofes para conocer las fechas de apertura fronteriza terrestre y activar los procesos para brindar los servicios públicos necesarios a peruanos y visitantes.
De momento se conoce que Madre de Dios ya volvió a abrir la vía terrestre que conecta con Brasil desde el pasado 14 de febrero.
El ministro de Relaciones Exteriores, César Landa, ha indicado también que las fronteras terrestres del norte y el sur del país serán abiertas una vez que culminan las reuniones respectivas.
 
 
 
 
 
REVUELO POR VIDEOS DE INMIGRANTES CRUZANDO FRONTERA EN COLCHANE ANTE LA PRESENCIA MILITAR
 
Dado el estado de excepción, los militares tienen presencia en la zona, pero fueron ignorados por la decena de extranjeros.
 
Publimetro de Chile (https://bit.ly/3gREATx)
 
La tarde de este miércoles la Municipalidad de Colchane dio a conocer varias imágenes en las que se ve a un gran número de personas ingresando desde Bolivia y con incluso, militares y policías en el lugar, que son simplemente ignorados por los migrantes.
Hay que recordar que desde el martes rige el Estado de Emergencia en la zona, que de acuerdo al ministro del Interior Rodrigo Delgado, permitirá “aumentar la capacidad en la frontera para poder darle apoyo a las policías para utilizar la herramienta de la reconducción y también fortalecer el trabajo en las provincias para hacer patrullaje en las rutas y carreteras y fortalecer los puntos de chequeo”.
El alcalde de Colchane, Javier García Choque, comentó a Ex-Ante que “lamentablemente las imágenes hablan por sí solas. Hoy miércoles 16, durante la tarde, vimos cómo cientos de migrantes logran cruzar la frontera a nuestro país sin ningún mayor control a pesar de la implementación de la nueva ley de migraciones y también la militarización producto del estado de excepción”.
¿Qué significa el Estado de Excepción?
Según el decreto, los militares que estarán a cargo en la zona norte, asumirán el mando de las Fuerzas Armadas, de Orden y de Seguridad Pública de la zona “para los efectos de velar por el orden público y reparar o precaver el daño o peligro para la seguridad nacional que haya dado origen a dicho estado”.
También pueden dictar normas para evitar que se divulguen antecedentes militares e igualmente autorizar la celebración de reuniones en lugares públicos que pudieran alterar el orden. Según sea la necesidad de la zona, pueden restringir el ingreso o salida del territorio bajo Estado de Excepción y controlar el desplazamiento en él.
La medida también permite dictar medidas “para la protección de las obras de arte y de los servicios de utilidad pública, centros mineros, industriales y otros”.
 
 
 
 
 
 
CHILE MILITARIZA LAS FRONTERAS CON BOLIVIA Y PERÚ ANTE EL DESBORDE MIGRATORIO
 
La medida habilitará patrullajes terrestres y aéreos, así como el uso de equipos tecnológicos. La mayoría de las personas que intentan llegar al país de forma irregular son de Venezuela.
 
Ambito de Argentina (https://bit.ly/3gSsSbn)
 
Cerca de 700 militares fueron desplegados ayer para colaborar con las policías en el control de la migración irregular en cuatro provincias del norte de Chile, fronterizas con Bolivia y Perú, en el marco de un estado de excepción decretado por el gobierno.
La medida contempla el envío de 672 militares y aumenta 100 policías para el control de las fronteras con Bolivia y Perú en las provincias de Arica, Parinacota, Tamarugal y El Loa por donde miles de personas, principalmente venezolanos, cruzan a pie desde 2020 por inhóspitos pasos clandestinos que alcanzan los 4.000 metros de altitud. La medida tiene una duración de 15 días, que el gobierno podrá extender por otros 15 días más.
Permitirá patrullajes policiales y militares, establecer puestos de observación; desplegar aviones no tripulados, drones y helicópteros para vigilancia y traslado, además del uso de cámaras de visión nocturna y térmicas apoyados por modernos equipos satelitales de comunicación.
“Sí a la migración legal, sí a los que vienen diciendo la verdad a nuestras fronteras. No a la inmigración ilegal, no a quienes ingresan engañando o faltando a la verdad, usando documentos falsificados, pasando por pasos no habilitados”, dijo el presidente chileno Sebastián Piñera, tras anunciar el inicio del despliegue militar en Santiago.
El estado de excepción es una de las medidas que el gobierno acordó con sindicatos de camioneros para que levanten los bloqueos que realizaron el fin de semana en regiones del norte y centro de Chile en protesta por la muerte de un compañero en un incidente con extranjeros en medio de una crisis migratoria en esa zona que ha provocado también protestas de pobladores locales.
El poblado andino de Colchane, en la frontera con Bolivia, es el paso más utilizado de indocumentados para ingresar a Chile y donde han muerto 23 migrantes en el último año. Quienes logran llegar a ciudades chilenas se instalaron en carpas o en plazas o caminan a la deriva pidiendo ayuda.
Refugios instalados en Colchane por el gobierno para migrantes han sido colapsados, mientras que el complejo fronterizo fue cerrado tras la entrada en vigor de una nueva ley de migración que permite ‘reconducir’ a la frontera a los migrantes irregulares. “Ya se ha producido más de 100 reconducciones y vamos a seguir con ello”, aseveró Piñera.
 
 
 
 
 
LEGISLADORA PREOCUPADA POR LA ATENCIÓN QUE RECIBEN LOS ARGENTINOS EN BOLIVIA
 
Jujuy Noticias (https://bit.ly/34RntPj)
 
La diputada provincial Mariela Ferreyra elevó una nota al secretario de Relaciones Internacionales de Jujuy, Pablo Palomares, expresando su preocupación por el destrato que reciben en materia de salud los ciudadanos argentinos que requieren atención sanitaria cuando se encuentran en Bolivia. Por lo mismo, solicitó al funcionario que brinde información relacionada a los organismos a los que deben acudir las personas y las medidas que se deben adoptar a los fines de salvaguardar su bienestar general.
Dicha misiva tuvo origen en un hecho que tomó trascendencia pública días pasados y que se conoció a través de los medios de comunicación, que dieron cuenta de la angustiante situación que atravesó un ciudadano salteño, cuyo estado de salud era delicado por un ACV que sufrió encontrándose en el vecino país, que se vio obligado a vender su automóvil para afrontar los gastos que demandaron su internación y tratamiento médico.
Para Ferreyra resulta preocupante la falta de aplicación cierta de los tratados internacionales en materia de salud, como la inobservancia de convenios de reciprocidad suscriptos entre los países fronterizos, lo que genera un alto grado de incertidumbre, desigualdad y carencia de acceso a la salud como un derecho fundamental.
“Es vital para los ciudadanos jujeños contar con toda la información que hemos requerido desde mi banca. Ello a fin de evitar situaciones angustiantes y desagradables para quien se encuentre en Bolivia y necesite atención médica porque su salud está en peligro. De esta forma no se volvería a repetir lo sucedido días atrás con el mencionado ciudadano salteño”, agregó.
Recordó la legisladora jujeña que se encuentran vigentes convenios de cooperación internacional entre Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia, mediante los cuales ambos países se comprometieron a profundizar la colaboración en materia de asistencia médica en casos de urgencias y emergencias en establecimientos de salud públicos, sistemas de vigilancia epidemiológica y acciones de salud en zonas de fronteras.
Ferreyra remarcó que, específicamente, los países firmantes debían fijar acuerdos a nivel nacional o subnacional para garantizar la gratuidad y oportunidad de los tratamientos de las urgencias y emergencias que afecten a ciudadanos de una de las naciones que se encuentren en el territorio de la otra, independientemente de su estatus migratorio.
En ese marco, la diputada justicialista sostuvo que su pedido se fundamenta en la notoria falta de cumplimiento de aquellos convenios y tratados internacionales que se encuentran vigentes.
 
 
 
 
 
CONGRESISTA BURGOS AFIRMA QUE PEDRO CASTILLO RECIBE ÓRDENES DE EVO MORALES
 
El Expreso de Perú (https://bit.ly/3oS5QWE)
 
El congresista de la bancada de Avanza País, Juan Burgos, aseguró que el presidente Pedro Castillo recibe órdenes de Evo Morales. Esto luego de ser consultado si se debería retirar la denuncia por traición a la patria contra el jefe de Estado.
«Estoy de acuerdo que, si no se violentó la Constitución, no tiene por qué haber denuncia, pero definitivamente el señor Pedro Castillo recibe órdenes del señor Evo Morales«, respondió.
Así lo dijo durante una entrevista, donde también afirmó que, desde el Ejecutivo, existe un plan para desprestigiar al Legislativo a través del uso de manifestantes para promover el cierre del Congreso y acusaciones contra la titular de la institución, María del Carmen Alva.
Todo esto, vinculado a la reunión que sostuvo la jefa del Parlamento con algunos colegas de la oposición en un conocido hotel restaurante en el distrito de Miraflores.
En dialogo con RPP, Burgos señaló que la denuncia constitucional presentado por la ministra Betssy Chávez debería ser retirada como una condición para que se pueda acceder a dialogar con el Gobierno.
«Si quieren tener una actitud democrática, que retiren las denuncias porque están en contra de un derecho constitucional, y todas las denuncias que presenten que no tienen asidero legal. Así es como ellos están pretendiendo cerrar el Congreso enviando a personas ligadas al partido de Gobierno a que vayan a gritar que cierre (este poder del Estado)», comentó.
 
 
 
 
 
PROYECTO DE LEY DEL CONGRESISTA GUILLERMO BERMEJO NO APORTARÍA NADA EN LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO
 
Revista Caretas de Perú (https://bit.ly/3I51Eug)
 
Ayer, el congresista Guillermo Bermejo (Perú Demócratico) presentó su proyecto de ley de fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico y nuevo régimen del cultivo de coca en el Perú. Como lo reveló CARETAS, la iniciativa contiene varias partes —sin citar y modificados— de la Ley General de la Coca en Bolivia que se oficializó en 2017. Sin embargo, la pregunta es: ¿aporta algo esta propuesta?
Para Pedro Yaranga, especialista en temas de narcotráfico y terrorismo, el proyecto de Bermejo no aporta nada y, por el contrario, hay una serie de omisiones y errores. «En la parte de generalidad, por ejemplo, habla sobre lucha contra el narcotráfico, pero no hay una sola línea de lo que es. O qué cosa es la lucha contra este problema. Tampoco hay, por lo menos, indicativo de cómo fue la lucha contra el narcotráfico en los últimos cinco o diez años», sostiene.
El especialista agrega que el congresista de Perú Demócratico «confunde la coca natural orgánica con la coca que se producen en las cuencas que es altamente contaminada y no apta para el consumo humano». «Si revisamos el mapa del VRAEM, vamos a encontrar que solamente tres distritos sacan cosechas de forma orgánica como lo son Anchihuai, Anco y Chungue. Todas las demás cuencas utilizan agroquímicos letales que no están autorizados para su uso y atentan contra el medio ambiente, el agua y el aire».
Yaranga enfatiza que la industrialización de la hoja de coca —como lo sugiere el proyecto de Bermejo— es imposible porque se compite contra el narcotráfico. «La prueba lógica está en Bolivia, donde el señor Evo Morales ha gastado millones y millones de dólares en un proyecto de industrialización que terminó siendo un fracaso», acota.
El especialista apunta, además, en la iniciativa legislativa se menciona que la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) debía industrializar la hoja de coca cuando esta función le corresponde a la Empresa Nacional de la Coca (Enaco). Igualmente, cuestiona que se plantee que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego y las municipalidades se encarguen de la comercialización y la supervisión cuando ello le corresponde a Enaco, a la Policía Nacional y el Ministerio Público.
«No se plantean las cosas centrales que es la contaminación del aire, agua y la tierra por parte del uso agroquímico letal en los cultivos de coca», sintetiza Yaranga.
 
           
 
 
 
EXPERTO ADVIERTE QUE AÑEZ ACEPTÓ USURPAR EL PODER EN BOLIVIA
 
Prensa Latina de Cuba (https://bit.ly/3rUycRO)
 
La expresidenta de facto Jeanine Áñez aceptó en 2019 participar en una conspiración para romper el orden constitucional y usurpar el poder, aseguró el exsecretario ejecutivo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Paulo Abrao.
“La señora Áñez aceptó ser parte de una conspiración para usurpar el poder en Bolivia y cuando hay un atentado en contra de la democracia, las respuestas institucionales deben ser la más fuertes.
Porque la democracia es la base para la afirmación de los derechos humanos, de las libertades públicas para las personas”, afirmó entrevistado por el canal Bolivia TV.
Sostuvo el experto que en otros países donde se atentó contra la democracia, los responsables también son procesados por la justicia para sancionar la violación de lo establecido en la Constitución.
Añadió que debido al asalto del 6 de enero de 2020 a la sede del Congreso de Estados Unidos, la justicia avanza hoy en la identificación de los responsables de esos ataques.
“Así que Bolivia hoy va a hacer su respuesta institucional –acotó Abrao-, su rendición de cuentas por medio de su sistema de justicia, también es parte de ese ejemplo hacia la no repetición de estos hechos”.
Recordó que, oportunamente, la Corte presentó los indicios suficientes de las irregularidades en el autonombramiento de la exgobernante de facto y de las graves violaciones a los derechos humanos cometidos después del 12 de noviembre de 2019.
Significó el exsecretario ejecutivo que esos hechos fueron corroborados en el informe del Grupo Independiente de Expertos Internacionales (GIEI).
“La lucha contra los atentados a la democracia también va de la mano de la lucha por los derechos humanos.
Sin ese atentado a la democracia, no habría las masacres, no habría las consecuentes violaciones a los derechos humanos que fueron documentadas por el GIEI, por la Comisión Interamericana y que caracteriza graves violaciones a los derechos humanos”, reiteró.
Razonó en este contexto que los opositores políticos al Movimiento al Socialismo ahora pretenden alcanzar la impunidad mediante la negación de los hechos y la pretensión de descalificar la labor de los organismos internacionales.
Insistió el exsectario ejecutivo en que se trata de estrategias enfiladas hacia la impunidad, la intención de negar los sucesos, descaracterizar y descalificar el trabajo del sistema internacional de protección a los derechos humanos.
Enfatizó Abrao en que esa actitud ha estado en la raíz, en el origen del gobierno de facto.
Al respecto subrayó que desde el poder ese equipo promovió una campaña pública para desprestigiar el informe del organismo de justicia, y a su vez emitió pronunciamientos en contra del relator de Naciones Unidas Diego García-Sayán, quien hoy visita a Bolivia.
 
 
 
 
 
LA DIRECTORA MEXICANO-BOLIVIANA NATALIA LÓPEZ GALLARDO GANA EL OSO DE PLATA DE LA BERLINALE 2022
 
La película premiada, ‘Manto de Gemas’, es el primer largometraje de la directora sobre la tragedia de las desapariciones en México y la violencia del narcotráfico
 
El País de España (https://bit.ly/3JxAts1)
 
Natalia López Gallardo, una directora nacida en Bolivia y con nacionalidad mexicana, ganó este miércoles uno de los premios más importantes en la Berlinale 2022, el Oso de Plata, con su nueva película Manto de Gemas. El filme, escrito, dirigido y coproducido por la misma López Gallardo, trata el tema de las desapariciones y la violencia del narco desde la experiencia de tres mujeres: María, Isabel y Roberta.
Isabel, interpretada por Nailea Norvind, está en un proceso de divorcio y se instala con sus hijos en una zona rural donde descubre que su ayudante María, interpretada por Antonia Olivares, busca a su hermana desaparecida. “Ya va a ser un año que la buscamos”, le dice esta última. Isabel entonces le ofrece toda su ayuda para encontrarla, y en el difícil proceso se cruzan con la comandante de la policía en la zona, Roberta (interpretada por Aída Roa), cuyo hijo se ha ligado con el crimen organizado. El hijo, Adán, es interpretado Juan Daniel García Treviño, conocido en México como el protagonista de la película del 2019 Ya no estoy aquí. Isabel no solo se encontrará con los riesgos del narco en su búsqueda, sino con la interminable burocracia del Estado para exigir justicia. De acuerdo a cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en México han desaparecido al menos 94.000 personas desde 1964.
“Más que de la violencia o el narcotráfico, la película habla sobre el miedo que puede generarse en una sociedad donde no hay un proyecto en común, donde la gente está a la deriva, donde solo se quiere salvar el pellejo y nadie piensa en el bien común”, contó la directora desde Berlín a EL PAÍS.
Manto de Gemas es el primer largometraje de la directora pero no el primer proyecto de cine en el que ha participado. Su cortometraje En el cielo como en la tierra, sobre dos chicos abandonados por sus madres, obtuvo el premio al Mejor Cortometraje Experimental en el Festival de Cine de Morelia en 2006. También ha trabajado con los cineastas Amat Escalante, Lisandro Alonso y su marido, Carlos Reygadas. Fue editora de Luz silenciosa de Reygadas (2007), y actriz en Nuestro tiempo, película del mismo cineasta, del 2018.
López Gallardo ha dicho que para su película se inspiró en historias de vida en el Estado mexicano de Morelos, donde vive hace 13 años. “He sido testigo del progresivo colapso del tejido social”, explica en un comunicado. “Tengo dos hijos y me imagino, medio soñando, a través de la niebla, la vida cotidiana de los padres con hijos asesinados o desaparecidos, lo cual es suficiente para traerme la más oscura de las tristezas”.
Para escribir el guion y hacer el casting de la película, la directora cuenta que conoció a una familia que había secuestrado a un hombre en su propia casa. El padre del hogar trabajaba como taxista, los chicos seguían asistiendo a la escuela, y la familia parecía bondadosa y generosa con sus vecinos. “Necesitaban más dinero”, le dijeron, para justificar el secuestro en su hogar. “México es como un Dios con muchas caras y la misma cantidad de contradicciones”, dice la directora.
El premio a López Gallardo es un símbolo más de la atención internacional que han comenzado a absorber las mujeres en el cine mexicano, y que ya no solo se lo llevan los tres mosqueteros del cine mexicano (Del Toro, Iñárritu, Cuarón). El año pasado fueron premiadas y celebradas por la crítica dos excelentes películas de directoras mexicanas que también tratan el tema de la violencia en México desde la historia de vida de protagonistas mujeres –Noche de Fuego de Tatiana Huezo, y Sin Señas Particulares de Fernanda Valadez. A la Berlinale, además, también llegaron a estrenarse tres películas más de directoras mexicanas: El norte sobre el vacío de Alejandra Márquez, El Reino de Dios de Claudia Sainte-Luce, y Alma y Paz de Cris Gris.
 
 
 
 
 
DENUNCIAN ROBOS MASIVOS EN UN BARRIO DE LA QUIACA
 
Los delincuentes serían de nacionalidad boliviana.
 
El Tribuno de Argentina (https://bit.ly/3t6ymVR)
 
Vecinos del barrio Santa Clara de la ciudad fronteriza de La Quiaca mostraron su preocupación por los hechos de inseguridad que vienen sucediendo y apuntaron a que jóvenes del vecino país de Bolivia ingresan de forma ilegal y cometen los robos.
Según las fuentes consultadas por nuestro diario, el martes pasado alrededor de las 17 una adolescente de 15 años y su primo de 13 fueron interceptados por dos violentos sujetos, en la intersección de las calles Soldado Gutiérrez y Bolívar, quienes los agredieron, los amenazaron y le sustrajeron todas sus pertenencias.
La progenitora de una de las víctimas, una vez que tomó conocimiento del hecho se hizo presente en la Seccional 17º de La Quiaca y manifestó que los atacantes tenían una tonada característica de un ciudadano de Villazón y huyeron en dirección a esa ciudad boliviana.
Las víctimas menores de edad le habían comentado a la denunciante que uno de los atacantes se mostró visiblemente violento y en reiteradas oportunidades lanzó golpes de puños en contra de ellos.
Las fuentes que fueron consultadas por nuestro diario, permitieron saber que no sería la primera vez que ocurren estos tipos de situaciones que tiene como protagonistas a personas del vecino país de Bolivia, que aprovechan ingresar por pasos no habilitados y cometen estos los atracos, para luego darse a la fuga. La joven y el niño se encuentra bien de salud.
LE ROBÓ LA CAMIONETA A SU EXPAREJA Y FUE DETENIDO CUANDO INTENTABA CRUZAR A BOLIVIA
Una relación de pareja que aparentemente  terminó mal,  desencadenó en una intervención policial por parte de la Seccional 17 y Brigada de Investigaciones La Quiaca. El vehículo en cuestión había sido denunciado como robado desde el barrio Belgrano en la ciudad fronteriza,  por un joven que tras terminar una relación amorosa decidió llevarse la camioneta que sería propiedad de su ex pareja. 
El extraño  hecho ocurrió durante la tarde de este martes, en las intersecciones de calle Belgrano y Soldado Mario Gutiérrez.   
La denuncia fue radicada en la Seccional 17 por T. Taboada (45),  quien denunció  la sustracción de una camioneta  Ford Ranger color gris plateado dominio OJQ 731, además en el interior tenía la suma de 70 mil pesos. 
La damnificada, declaró  todo ocurrió pasadas las 14 cuando en las calles antes mencionada ingreso al domicilio de un familiar, y al salir se dio con la ingrata novedad el rodado no estaba. 
La policía tomó conocimiento alrededor de las 16.45, entonces  los efectivos implementaron un importe operativo cerrojo que abarcó diferentes puntos cardinales. Cómo así también caminos vecinales, también  fueron alertadas las dependencias policiales de Abra Pampa, y demás unidades apostadas en los departamentos Yavi y Santa Catalina.  
Tras arduas tareas investigativas, a las 22.30 la fuerza logró individualizar al rodado que  se encontraba  estacionado en la  zona noroeste de La Quiaca, prácticamente al límite en la  frontera  con Bolivia. 
También lograron recuperar el monto de dinero denunciado, por el hecho fue demorado  M. A. Flores, mayor de edad, quien fue trasladado hasta una de la comisaría local. 
La fiscalía penal interviniente a cargo de Fernando Alancay, imputó al sujeto por “Hurto calificado de vehículo automotor” y que,  los bienes queden en calidad de secuestro mientras  el imputado permanece alojado por averiguación de  antecedentes. 

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