Tuesday, June 14, 2005

LA DERROTA DE VACA DIEZ ES UN DURO REVÉS A LOS PLANES DE LA EMBAJADA YANQUI

Opinión:

DESIGUALDAD Y POBREZA

El Comercio Ecuador (www.elcomercio.com)

La crisis en Bolivia no es sólo política. Detrás de las protestas, los cambios de mandatos y los disturbios se esconde una realidad: Bolivia es uno de los países más pobres y desiguales de Latinoamérica.
Y es precisamente esta realidad la base de fondo de la crisis. Cuando en un país como Bolivia muchos no tienen nada de nada, mientras otros, los menos, lo tienen todo, tarde o temprano estalla una crisis social.
Es inevitable, a menos que los gobiernos tomen partido y apliquen las políticas económicas necesarias para mejorar la distribución de la riqueza, disminuir la pobreza y generar empleo para todos. Algo que los ex presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa no pudieron lograr.
Según datos del Banco Mundial (BM), el país andino es uno de los más pobres de América Latina. Una verdadera paradoja si se piensa que Bolivia cuenta con importantes recursos naturales como los hidrocarburos o gas natural -la segunda mayor reserva de la región-, y metales preciosos como oro, plata, zinc, plomo y estaño. Es decir, es un país rico en recursos, pero donde la mayoría de la población no puede disfrutar de sus riquezas.
Basta con darse una vuelta por las tierras bajas del departamento de Santa Cruz, las calles de Cochabamba o La Paz, para palpar la pobreza.
Las estadísticas del BM muestran que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita anual en Bolivia asciende a unos USD 2 460 (uno de los más bajos de la región), mientras que más de la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza (según datos del 2002), es decir, no cuenta con lo mínimo indispensable para cubrir sus necesidades básicas de consumo Las cifras son alarmantes.
El 20 por ciento más pobre de los bolivianos tiene una tasa de mortalidad infantil más alta que la de Haití, Kenia, Nigeria y Camerún, pero el 20 por ciento más rico tiene tasas comparables a las del mundo desarrollado. El 14,4 por ciento de la población vive con menos de un dólar al día y un 34,3 por ciento lo hace con dos dólares diarios. La pobreza va de la mano del desempleo. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Bolivia, la tasa de desempleo fue 8,7 por ciento de la población económicamente activa en diciembre del 2004.
Los que apuestan por la nacionalización del gas natural aseguran que está permitirá que todos los bolivianos disfruten de las ganancias de un recurso natural que pertenece “a todos”. Y, como marco de referencia, citan la privatización del estaño y la plata, cuando las ganancias quedaron en manos de unos pocos bolivianos y de empresas multinacionales.
Esa es la radiografía del país que recibe el gobierno de transición que asumió Eduardo Rodríguez, el ex-presidente de la Corte Suprema.
El nuevo gobierno deberá enfrentar el debate por el gas, pero sin olvidar que para solucionar los problemas políticos que atraviesa el país y lograr una transición pacífica, es fundamental poner un alto a los problemas económicos que sufren los bolivianos.
La tarea no será fácil. Lograr una transición política pacífica es posible. Pero no será duradera hasta que no se solucionen los problemas de fondo que tiene Bolivia: la pobreza, el desempleo y la desigualdad.



Opinión:

LA OEA Y LA CRISIS DE BOLIVIA

El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com)

El operador técnico boliviano Emilio Cejas también creía que de la reunión de cancilleres de la OEA, en Fort Lauderdale, saldría una fórmula práctica para aliviar la crisis que azota a su país.
A pesar de estrenar nuevo secretario general, José Miguel Insulza, diplomático chileno y político experimentado, la Organización de Estados Americanos se ha quedado en simple retórica.
Muchos creíamos que la crisis de Bolivia era la gran oportunidad que aprovecharía el organismo creado en la Conferencia Panamericana de Bogotá en 1948 para devolverle la credibilidad perdida.
Con esta prueba la OEA ha quedado reducida a sus justas proporciones: un organismo sin propósito, ausente de liderazgo y falto de poder para resolver crisis en la región.
El caso de Ecuador y el caos actual de Bolivia son indicadores de la incapacidad de la OEA para apagar fuegos en momentos de incertidumbre.
Es un organismo más, dentro de la estructura del derecho internacional, que existe porque se requiere un foro para tratar los asuntos interamericanos.
Pero la de hoy es una caricatura de aquella OEA acatada y reconocida por sus miembros y a la que Estados Unidos acudía con espíritu constructivo y no de imposición.
En su actuación quedan al descubierto dos metas no logradas. Insulza es elegido secretario general, en lugar del candidato, Dervez, apoyado por la Casa Blanca. Y tampoco se acepta la propuesta del monitoreo de las democracias en la región.
Los pueblos de América Latina aplaudirán a Estados Unidos, y lo verán como un verdadero aliado de sus intereses, el día que el Departamento de Estado diseñe políticas punitivas contra los saqueadores del presupuesto nacional.
Presidentes, ministros, políticos, banqueros, militares, contratistas y testaferros llegan aquí con sus familias y sus fortunas mal habidas a disfrutar de la tranquilidad y seguridad que el sistema les brinda. Mientras la gente honesta y luchadora tiene cada vez más dificultades para ingresar legalmente a Estados Unidos, los delincuentes de cuello blanco de América Latina reciben visa y residencia rápidamente, con sólo mostrar sus jugosos balances comerciales.
Una tarea encomiable de la OEA sería procurar que, tanto los dineros que la DEA y el Departamento de Comercio incauta a los narcotraficantes como el producto del robo a nuestras economías, regresen a las tesorerías de América Latina, para inversión social.
Los periodistas acreditados para cubrir su XXXV Asamblea Anual de Fort Lauderdale, criticaron la descoordinación. Credenciales sin fotografías en un evento de máxima seguridad, obligándonos a portar tres identificaciones. Aislados, sin servicio... ''Qué diferencia del trato que nosotros les damos'', observó uno de los embajadores que tardó una hora en llegar de su hotel al Centro de Convenciones, a bordo de un vehículo, ante las trabas de los agentes de la policía y los desvíos. ''Cuando nos visitan en América Latina, le ponemos alfombra roja hasta a un funcionario de décima categoría'', comentó.
Hubo embajadores a los que les exigieron quitarse zapatos y cinturón, y una periodista venezolana estuvo incomunicada cuatro horas porque la credencial de la OEA, por ser artesanal, no era aceptada por la seguridad. Cejas, de Bolivia, y doscientos millones de latinoamericanos y caribeños, que sobreviven con menos de un dólar al día, escuchan que la OEA consume ochenta millones de dólares en burocracia, pero no saben qué utilidad tiene para ellos.



ANALISIS

AHORA LA META ES LA UNIÓN

El Universal de Venezuela (internacional.eluniversal.com)

El presidente de transición de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé, es él mismo expresión de la profunda crisis de su país. Sólo en el último momento, las partidos enfrentados acordaron que el hasta ahora presidente de la Corte Suprema suceda a Carlos Mesa, que presentó su dimisión el pasado lunes.
A favor de Rodríguez Veltzé habló el hecho de que no representa a facción política alguna y que será sólo administrador del poder, indicó DPA.
No ha dejado ver otras ambiciones, aparte de la organización de elecciones anticipadas para la elección de un nuevo jefe de Estado.
Muchos bolivianos se preguntan por eso con temor si, como puro administrador del poder, podrá guardar en los próximos meses al país desgarrado de caer en más caos.
A punto estuvieron el Parlamento y los movimientos de protesta social de no poder ni siquiera ponerse de acuerdo sobre Rodríguez Veltzé. Por las protestas en la ciudad sede del Gobierno, La Paz, los parlamentarios tuvieron que irse a la capital, Sucre.
Sólo cuando el presidente del Senado, Hormando Vaca Díez, denostado por los movimientos indígenas, renunció a su derecho constitucional para suceder a Mesa, el camino quedó libre para Rodríguez Veltzé.
Y con ello, también en este país suramericano se perfilan posibilidades para un gobierno crítico con Estados Unidos. En las elecciones parlamentarias anticipadas, que tendrán lugar como muy tarde en seis meses, las fuerzas de la izquierda, encabezadas por el líder cocalero Evo Morales, pueden tener importantes oportunidades de victoria.
La lucha de poder entre los pobres, que son muchos, y los ricos, que son muy pocos, prende en la utilización de las riquezas del subsuelo, sobre todo de las inmensas reservas de gas. Manifestantes, sobre todo los indígenas perjudicados durante mucho tiempo, mantienen paralizadas desde hace semanas La Paz y muchas carreteras que llevan a los países vecinos. Exigen la estatificación de la extracción del gas.
Las provincias ricas en gas, en las que la clase alta es la que decide, pretenden evitar la estatificación dando más autonomía. E incluso circula el fantasma de la separación del resto del país.
No obstante, la nacionalización de la industria del gas podría poner al país en un grave dilema. El país no puede permitirse pagar indemnizaciones a los inversores privados. Una expropiación traería consigo también altas sumas como resarcimiento que el país no puede permitirse.
La consecuencia sería un aislamiento internacional.



Opinión:

CUANDO LA DEMOCRACIA ESTÁ EN PELIGRO

El Diario de México (www.diario.com.mx)

Qué ironía. En el preciso instante en que la Organización de Estados Americanos (OEA) estaba discutiendo cómo evitar que los países latinoamericanos dejen de ser democráticos, la democracia en Bolivia se desmoronaba. El presidente Carlos Mesa renunció en medio de una profunda crisis y, otra vez, un mandatario latinoamericano no pudo culminar el término que le tocaba en el poder.
¿Qué está pasando? Dos cosas: una, que los latinoamericanos con inusitada y preocupante frecuencia están haciendo a un lado las reglas de la democracia para quitar y poner presidentes a tu antojo; y dos, que presidentes que fueron elegidos legítimamente en las urnas, abusan de su cargo y concentran el poder hasta dejar de ser verdaderamente democráticos.
La democracia en América Latina, hay que reconocerlo, no ha sido efectiva para resolver el problema de la pobreza y para reducir las enormes desigualdades. Y por eso, después de un par de décadas con una mayoría de países democráticos en la región, los más de 400 millones de latinoamericanos están frustrados, desilusionados y dispuestos a un cambio.
Así se explica el resurgimiento de las opciones de izquierda en el continente, desde el presidente Lula da Silva en Brasil hasta el alcalde Andrés Manuel López Obrador en México. La democracia les ha permitido a los latinoamericanos elegir a sus gobernantes pero no les ha dado de comer ni ha mejorado sus niveles de vida. Más de la mitad de todos los habitantes al sur del río Bravo son pobres.
Pero se equivocan los bolivianos que creen que sacando al presidente Carlos Mesa van a vivir mejor. Eso mismo pensaron cuando sacaron del poder a Gonzalo Sánchez de Losada en el 2003 y ya ven como están las cosas en Bolivia. Argentina tuvo a 5 presidentes en 12 días a finales del 2001 y eso no mejoró el nivel de vida de los argentinos. Y los ecuatorianos no viven mejor luego de la salida de la presidencia de Abdalá Bucaram ni tras el derrocamiento el pasado 20 de abril de Lucio Gutierrez. Presidentes van y presidentes vienen, pero las cosas siguen igual o peor.
Sacar del poder a presidentes legítimamente elegidos no resuelve de inmediato las crisis económicas. El problema, por lo tanto, no es la democracia sino la acumulación del poder de la clase gobernante y la falta de reformas para que todos puedan beneficiarse del sistema económico.
“En América Latina cada cinco años elegimos a un rey”, me dijo en una entrevista el analista peruano Alvaro Vargas Llosa, cuyo último libro, Rumbo a la Libertad, trata sobre las razones por las que los países latinoamericanos han fracasado - con la excepción de Chile - en implementar democracias efectivas. “Un rey absoluto que hace y deshace, que tiene el control del poder judicial, que tiene el control del poder político, que maneja la burocracia... Todo lo que hacemos en América Latina termina delatando esa incapacidad para superar estos principios de la opresión que están desde la época precolombina.”
Carlos Menem en Argentina, Alberto Fujimori en Perú, los príistas mexicanos, los gobiernos sandinistas y el de Arnoldo Alemán en Nicaragua, y Hugo Chávez en Venezuela, son algunos claros ejemplos de cómo el poder se acumula y no se comparte en América Latina. La lista es larguísima.
La OEA, hace unos días, se preguntaba qué se puede hacer cuando la democracia en un país corre peligro o cuando un líder, a pesar de ser elegido democráticamente, abusa de su poder. Y, para variar, concluyó su reunión en Fort Lauderdale con los brazos cruzados. No, la OEA no va a hacer nada. ¡Qué sorpresa!
El gobierno de Venezuela, que tiene mucha cola que le pisen, logró evitar que se aprobara una propuesta estadounidense que, según palabras del nuevo secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, permitiría una “supervisión democrática (para) adelantarnos a las crisis, preverlas de algún modo”. El concepto de “supervisión democrática” fue para muchos países un eufemismo; ya se imaginaban a los marines estadounidenses en paracaidas sobre Caracas o misiones internacionales haciendo preguntas incómodas sobre asuntos internos. Intervención, es lo primero que pensaron, y como la historia está repleta de intervenciones del “policía del mundo” ahí quedó enterrado el asunto.
La realidad, sin embargo, es que el concepto de soberanía en este mundo globalizado es mucho más flexible y ya no se detiene en las fronteras. Si la democracia se apaga en un país latinoamericano, el resto del continente sufre también las consecuencias. No se trata de intervenir militarmente sino de prevenir que los avances democráticos, que tanto tiempo y sangre nos costaron, desaparezcan con un chasquido de gorila. Pero ¿qué se puede hacer cuando algo así ocurre? Propiciar el diálogo entre las partes en conflicto en caso de revueltas y antes de un posible derrocamiento - como los que hemos visto recientemente en sudamérica- y apoyar a los grupos disidentes cuando sus gobernantes - ya sea en Cuba o Venezuela, por dar dos ejemplos - abusan de su poder.
Lo más triste y frustrante, no hay duda, fue el ver a los embajadores y cancilleres de los 34 países en la OEA quedarse (una vez más) mudos, ciegos y paralizados cuando otra democracia explotaba frente a sus ojos. Y por eso, aunque duela, hay que preguntarse: ¿para qué sirve la OEA?



Opinión:

BOLIVIA: EL CUENTO DE ANULACIÓN DE LA DEUDA

La Opinión de Estados Unidos (www.laopinion.com)

“El malo, cuando se finge bueno, es pésimo”. Bacon
América Latina está acostumbrada a los cuentos que periódica y cínicamente crean los países más poderosos para mostrar su generosidad y humanismo hacia países donde ellos mismos implantan miseria estrangulante. La propuesta británica de la anulación de la deuda externa de 18 países más pobres del mundo, incluyendo Bolivia, Nicaragua y Honduras, aprobada por los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Ocho (G-8: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia) representa otro cuento chino.
Los medios de comunicación masiva, al servicio de las grandes transnacionales, distorsionaron la realidad y convirtieron esta propuesta en un hecho de anulación de la deuda externa de 18 países involucrados por el G-8 en la llamada iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPCI). Ignoraron que recién el próximo julio será aprobado por los presidentes de las naciones del G-8. No dijeron que la deuda externa de Bolivia y del resto de los países incluidos en HIPCI no va a ser cancelada en un 100%, sino aliviada en menos de un 20% y solamente con el Banco Mundial (BM) excluyen la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que constituye el 30% y los préstamos otorgados por la banca privada internacional que representa un 50% de toda la deuda.
Nadie anunció que este alivio parcial e insignificante es estrictamente condicionado, como lo recalcaron tanto George Bush como Tony Blair, al cumplimiento estricto de las recetas de austeridad y apertura incondicional de todos los sectores de la economía a las transnacionales del G-8. Esto incluye el desmantelamiento completo del sector público y la privatización de todos los recursos naturales, incluyendo el agua. Lo que quiere decir, anulación de la soberanía nacional y sometimiento total a Estados Unidos, ya que el G-8 está bajo el control y dominio de Norteamérica, igual como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la OEA, etc.
El caso de Bolivia, que desde 1985 está siguiendo las recetas del FMI, primero, la “terapia de choque” y después “el reajuste estructural”, es uno de los más aberrantes económicamente porque los intereses de la oligarquía boliviana, que representa un poco más de un 1% de la población, coincide con los de neoconservadores estadounidenses. Así convirtieron este país, de tremendo potencial económico debido a sus inmensos recursos naturales, en un lugar donde la miseria y la injusticia imponen sus leyes.
Esta iniciativa del G-8 no es nueva. Bolivia ya fue insertada en el grupo de HIPCI en 2002 y desde 2003 su deuda fue supuestamente “cancelada-aliviada” en términos que ahora anunciaron como algo sofisticado. Las estadísticas aclaran mejor esta “iniciativa”. En el año 2000, Bolivia pagó por la deuda externa 270 millones de dólares; en 2001, 244 millones; en 2002, 245 millones de dólares; desde que el país antiplano fue insertado en el grupo HIPCI y recibió el “alivio” financiero su pago por la deuda externa en 2003 como por un “milagro” en vez de disminuir, incrementó a 310 millones de dólares; en 2004 pagó 306 millones y este año ya transfirió 297 millones.
¿Entonces, de qué alivio se habla? Es una cortina de humo con los fines políticos. El anuncio de la “cancelación” de la deuda externa coincide con el fantasma del populismo y socialismo que con inusitada fuerza recorre este país rico en gas natural, estaño, zinc, productor de ganado, soya, azúcar, maíz, arroz etc., alarmando a EU. Los mineros, campesinos y los intelectuales progresistas de Bolivia, formando un frente de resistencia, exigen la nacionalización del gas como única alternativa de salir de la miseria. Ya hicieron renunciar a varios presidentes y ahora han dado el ultimátum al recién asignado, ex alumno de Harvard, Eduardo Rodríguez Veltzé que ni sueñe con las maniobras de Carlos Mesa. Como dijo Gualberto Choque de la Federación de Campesinos de La Paz, “no nos revelamos para destruir el país, nos revelamos para sacarnos de encima a esta peste que lo gobierna y son quienes realmente lo están destruyendo”.
Vicky Peláez escribe en ‘El Diario/La Prensa’ de Nueva York vpelaez@eldiarolaprensa.com




Opinión:

BOLIVIA EN BUSCA DE TREGUA

La República de Perú (www.larepublica.com.pe)

El nombramiento del doctor Eduardo Rodríguez, hasta hace poco presidente de la Corte Suprema de Justicia, como presidente interino de Bolivia, suscita casi tantas interrogantes como respuestas en función de la terrible crisis que atraviesa el país hermano. Tercer personaje en la línea de sucesión constitucional, era el único habilitado para convocar a elecciones adelantadas, las que deberán realizarse dentro de un plazo de 150 días. Hay que saludar, antes que nada, la lucidez manifestada por el Congreso boliviano en la sesión de emergencia realizada en la ciudad de Sucre, en la cual se aceptó la renuncia formulada por el ahora ex presidente Carlos Mesa y los dos primeros accesitarios -Hormando Baca Díez y Mario Cossío, presidentes del Senado y Diputados- renunciaron asimismo a acceder a la presidencia de la república.
Pues si uno de ellos se hubiera hecho del cargo, el resultado equivalía a arrojar gasolina al fuego. Ya los sectores radicales que por cuatro semanas mantuvieron paralizado el país habían hecho saber que no los aceptarían y que, en caso de que cualquiera de ellos ocupara Palacio, agudizarían sus medidas de fuerza, hasta “estrangular La Paz” como acostumbra decir el intemperante Felipe Quispe, alias el Mallku.
Pero, ya con el doctor Eduardo Rodríguez en el mando supremo, nada garantiza que la calma vuelva a las calles. Por lo pronto, todavía no se han pronunciado sobre el punto los autonomistas de Santa Cruz, Tarija y los restantes departamentos ricos en recursos que hasta ayer insistían en la realización unilateral de referendos sin esperar a las elecciones adelantadas o a que la Asamblea Constituyente rediseñe políticamente el país.
En lo que se refiere a los sectores radicales, con los cuales Eduardo Rodríguez se ha reunido, habrá que ver si lo aceptan como administrador y que se convoque únicamente a elecciones presidenciales adelantadas, dejando de lado la Constituyente o la nacionalización de los hidrocarburos. Hay que suponer que el mandatario interino cuenta con asesores que sepan indicarle los riesgos de tomar una decisión que deje de lado las principales demandas de quienes se movilizan en las calles.
Como sea, espera a Eduardo Rodríguez una tarea complicada y que se parece mucho a la que entre nosotros debió cumplir Valentín Paniagua, pero con apoyo político y una tregua que duró lo que su gobierno. Rodríguez no podrá complacer a todos los sectores en pugna y el menor paso en falso significará la vuelta al casillero de partida. Es necesario pedir algo de calma y paciencia a quienes agitan con particular intolerancia sus demandas, pero tales virtudes parecen ausentes en Bolivia.



Opinión:

ABISMOS Y PUENTES

Diario Rebelión de Uruguay (www.rebelion.org)

Bolivia nació en 1825 con una “falla geológica”, al privar de derechos ciudadanos al 90 % de su población integrada por quechuas y aimaras. La exclusión se agudizó en la segunda mitad del Siglo XIX y en las primeras décadas del Siglo XX, con el asalto oligárquico a las tierras comunitarias indígenas. La revolución de 1952, decretó el voto universal, la nacionalización de las minas y la reforma agraria, suprimió la servidumbre campesina e impulsó la migración quechua-aimara al oriente boliviano. Sin embargo, la reforma agraria no afectó a los latifundios en Santa Cruz de la Sierra, los que más bien se incrementaron con la distribución gratuita de tierras a cargo de dictaduras militares. Varios de los nuevos terratenientes tienen apellidos croatas y libaneses, compañeros de menonitas y japoneses.
Los racistas no ocultaron su desprecio por los indígenas. “El indio incaico es sombrío, asqueroso, huraño, prosternado y sórdido”, decía el escritor cruceño Gabriel René Moreno. “La clase letrada y cristiana siente por los aimaras un grande horror… yo los he contemplado desde mi niñez con espanto por la humanidad”, anotaba el presidente cochabambino Mariano Baptista. “Los indios son seres inferiores y su eliminación no es un delito sino una selección natural”, apuntaba el presidente paceño José Manuel Pando. “El indio es apenas una bestia de carga, miserable y abyecta, a la que no hay que tener compasión y a la que hay que explotar hasta la inhumanidad y lo vergonzoso”, manifestaba el ex presidente, también paceño, Bautista Saavedra. Semejante racismo engendró el fundamentalismo indigenista del escritor Fausto Reinaga, que tuvo su expresión política en el dirigente del Movimiento Indígena Pachacútec (MIP), Felipe Quispe, quien, en el 2001, exigió la vigencia de una República Aimara. Ese abismo se acentuó por el regionalismo de varios latifundistas de origen croata y libanés. Los remezones de la falla geológica explican en parte la conmoción social que vive Bolivia.
Como ninguna cultura o formación social es estática, los 330 años de coloniaje hispano y los 180 años de vida republicana generaron un mestizaje, que pone en apuros a los dogmáticos. Una reciente investigación sociológica no pudo diferenciar a los mestizos de los indígenas urbanos, que ahora son la mayoría del país. Después de 1952, la migración de quechuas y aimaras alcanzó a todo el país, de manera que no existe un lugar de la geografía nacional en el que no se hubiera producido una simbiosis cultural irreversible. Hoy en día, la primera lengua de los niños indígenas ya no es el quechua, el aimara o el guaraní, sino el castellano, que unifica al país y vincula a Bolivia con América Latina. Es obvio que una Bolivia regional y étnicamente fragmentada no podrá defender sus recursos naturales y sobre todo el gas que tanto apetecen las petroleras y las oligarquías de los países vecinos. Así lo advirtió el quechua Liborio Uño, en su lúcido libro “El Nacionalismo en los Andes”.
Si aimaras, quechuas, cambas, guarayos, chapacos, amazónicos y mestizos conforman la nación oprimida, es obvio que sólo la nación oprimida podrá recuperar la riqueza minera y petrolera enajenada a transnacionales. Gonzalo Sánchez de Lozada GSL) dictó, en 1997, el Código de Minería más liberal del Cono Sur. Sin embargo, las inversiones mineras llegan a Perú, Chile o Argentina, pero no a Bolivia. El hecho se debe a que GSL y sus dos o tres socios sabotean la refundación de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y espantan a capitales que podrían hacerles competencia, ya que han planificado la explotación minera para su exclusivo beneficio. La Empresa Coeur d’Alene Mines, que explotará las colas y desmontes de plata del Cerro de Potosí (proyecto “San Bartolomé”), tuvo que recurrir a la embajada de EEUU para romper el veto del “gonismo”, aliado a la inglesa Rio Tinto Zinc, al delincuente internacional Mark Rich y al multimillonario George Soros.
Los 100.000 millones de dólares en reservas de gas y petróleo que tiene Bolivia serán saqueados al igual que la plata, el oro, la quina, el caucho y el estaño. Nada cambió con la última Ley de Hidrocarburos impulsada por el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales. La necesidad de transformar el aciago destino nacional, pero sobre todo de indígenas y mestizos, es más urgente que nunca. Andrés Soliz Rada




LA DERROTA DE VACA DIEZ ES UN DURO REVÉS A LOS PLANES DE LA EMBAJADA YANQUI

Diario Rebelión de Uruguay (www.rebelion.org)

La derrota de Vaca Diez es un duro revés a los planes de la embajada yanqui, de la oligarquía cruceña y de la derecha política que pretendía recomponer la megacoalición del MNR-MIR-NFR y recuperar el poder a plenitud. El plan de este golpe llamado de “guante blanco” y que pretendía apoyarse en la letra muerta de la Constitución Política, fue elaborado por siniestros operadores del MIR, el MNR, del comiteísmo cruceño e impuesto por la embajada, a cierta jerarquía castrense, que alistó los operativos militares para aplicarlos sin contemplaciones. La combativa movilización popular y el desplazamiento de mineros y campesinos hacia Sucre impidieron la consumación “constitucional” del plan superándose la crisis, momentáneamente, con la designación de Eduardo Rodríguez. Hay que subrayar el carácter absolutamente transitorio de su designación; sus antecedentes no garantizan nada. Producto del cuoteo en la Corte Suprema; mirista encubierto, ideológicamente un chicago-boy, varios años consultor y abogado de reparticiones de la embajada americana, debe estar bajo vigilancia de las masas que no pueden desmovilizarse y sí exigir medidas concretas para las demandas populares. Que el nuevo presidente entienda lo que jamás quiso entender Mesa: las movilizaciones, de todo el pueblo boliviano, exigen reparar los terribles daños del neoliberalismo y no son una mera gimnasia de marchistas.
La consigna de la Nacionalización de los Hidrocarburos, motivo fundamental de la movilización de las masas, continúa vigente. Debe conseguirse el pleno rescate del derecho propietario de los hidrocarburos, la reposición de YPFB con todas sus facultades; la fijación de una regalía de 50% sobre la producción; planificar la industrialización del gas y la suscripción de nuevos contratos de acuerdo a una ley que debe ser modificada y revisada satisfaciendo la demanda popular.
Es necesario recomponer radicalmente el cuadro político nacional. No sólo hace falta un nuevo ejecutivo, sino que el actual parlamento debe cesar y ser totalmente renovado por no representar más a la correlación de fuerzas sociales y políticas. En un plazo no mayor a 150 días debe convocarse a elecciones generales con una ley electoral no excluyente que impida la reproducción de la “partidocracia” oligárquica y abra con plenitud el escenario político a las fuerzas verazmente populares, nacionales, patrióticas y revolucionarias. Entretanto deben postergarse, esperando este nuevo escenario político, reivindicaciones populares como la Asamblea Constituyente o la descentralización administrativa del país y las autonomías departamentales, evitando que la derecha juegue con estas consignas para encubrir sus propósitos reales: mantener su dominio sobre los recursos naturales y las tierras y permitir que siga el saqueo de las transnacionales.Por último, debe continuar el proceso de organización de las fuerzas populares, sociales y sindicales en el orden de constituir los Comandos Políticos a todo nivel (nacional, departamental, provincial, de barrio y de empresa). Estos pueden ser un germen del Poder Popular, siempre y cuando sean producto de un proceso orgánico y representativo. Hay que denunciar y aislar a los elementos anárquicos, ultraizquierdistas e inmaduros que plantean objetivos utópicos y desacreditan banderas legítimas. Sin suspender las medidas de presión hay que aliviar de inmediato el desabastecimiento que afecta a los niños, a los ancianos y a los enfermos. Se debe denunciar y castigar a los infiltrados que cometen actos de vandalismo, como dañar ambulancias. Se debe tomar en cuenta la experiencia de la Asamblea Popular de 1971, su preparación, conformación y desarrollo, evitando la falta de representatividad, la espontaneidad y el surgimiento de centros de meros torneos de palabrería insulsa.
El período que medie entre la convocatoria a elecciones generales y su verificativo debe ser aprovechado para la unificación de las fuerzas patrióticas, de izquierda, populares, antioligárquicas y antiimperialistas; en la elaboración de plataformas de lucha y programas sobre firmes bases ideológicas y científicas. Sólo con una amplia unidad, por encima de sectarismos y caudillismos nocivos, se pondrá enfrentar a la derecha. El programa debe atraer a la inmensa mayoría de los bolivianos por encima de distinciones nacional- étnicas, religiosas o culturales. Debe atraer a las capas medias y no alejarlas con actitudes discriminatorias o excluyentes. Sólo la gran burguesía, la oligarquía y los agentes del imperialismo están excluidos del proyecto nacional, popular y de dignidad y soberanía. Los recientes episodios de la lucha popular demuestran que la movilización no se reduce a la ciudad de El Alto, a La Paz y sus provincias. Es una lucha nacional y con una admirable capacidad de movilización, como lo demostró, en Sucre, la veloz presencia de mineros y campesinos de otros departamentos. Por esta misma razón se debe tender lazos de solidaridad con los pueblos del oriente y del sur, subyugados, controlados e intimidados por los operativos fascistas del comiteísmo cruceño.



Opinión:

RODRÍGUEZ, LA NUEVA FICHA DE LAS PETROLERAS

El nuevo presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, es la nueva ficha de las clases dominantes para defender los millonarios intereses de las transnacionales petroleras, advirtió la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, la vanguardia revolucionaria del pueblo que convoca a seguir luchando.

Argen Press de Argentina www.argenpress.info)

'Después de un verdadero show que costó la vida de un minero y de varios heridos, el Parlamento opta por elegir al Presidente de la Corte Suprema (Eduardo Rodríguez) como nuevo Presidente del país. La minoría dominante en el país cambia de ficha en el gobierno y demuestra una vez más que prefiere derramar sangre a nacionalizar los hidrocarburos', dice un comunicado de la Federación Minera.
Rodríguez, un abogado de 49 años, accedió a la Presidencia el pasado jueves tras que el Congreso aceptara la renuncia del ex presidente Carlos Mesa, otro ferviente defensor de las petroleras y que tuvo que renunciar por la presión popular que exigía la recuperación de más de cien mil millones de dólares en reservas de gas y petróleo, actualmente en manos de Repsol, British Petroleum, Total, Enron, Shell, Petrobras y otras. Rodríguez, que hasta ahora era jefe del Poder Judicial, un poder carcomido por la corrupción y caracterizado tanto por legalizar el saqueo que hacen las transnacionales de las riquezas de Bolivia como por conceder impunidad a la alta burocracia estatal que roba las arcas públicas, había asumido el cargo en la Suprema, gracias al apoyo que le brindó el entorno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, derrocado en octubre del 2003 por una insurrección popular.
Según la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, Rodríguez fue asesor jurídico de la Embajada de Estados Unidos y socio en el buffete del abogado Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro de Gobierno de Sánchez de Lozada y responsable directo de las masacres de febrero y octubre del 2003 en contra del pueblo. Credenciales suficientes para que hubiera accedido a la Presidencia, con el entusiasta apoyo de la Iglesia, los empresarios, los grandes medios de comunicación y el Movimiento al Socialismo (MAS) del diputado cocalero Evo Morales.
La embajada y Evo
La Embajada de Estados Unidos fue una de las primeras en felicitar al nuevo Presidente de Bolivia y ofreció su compromiso de 'seguir colaborando con la democracia y con el desarrollo económico del país'.
Un comunicado oficial de la Embajada señala su compromiso con Rodríguez. 'Esperamos que esta transferencia de mandos en el marco constitucional restaure la paz y la tranquilidad y abra el camino hacia futuro para el bienestar de todos los bolivianos', dice el comunicado.
Evo Morales tampoco se quedó atrás y trabajó intensamente para desmantelar la ofensiva popular y sabotear la lucha de los trabajadores, lo que le valió, otra vez, ser calificado de 'traidor' por la Central Obrera y las organizaciones populares.
La lucha continúa
'Carlos Mesa ya no es Presidente y se fue del Gobierno con la misión cumplida a las petroleras. Hoy le corresponde a Rodríguez hacerlo. Y si se dan las Elecciones Nacionales el nuevo gobierno será igual o peor sirviente que los actuales. Esto ya conoce el pueblo y por eso decide continuar con su lucha', señala el comunicado de los mineros, que creen que la lucha por la nacionalización no se detendrá con este 'cambio de fichas'. 'Los grandes esfuerzos que hacen los sirvientes de las petroleras llegó a su fin. A las masas no les importa quién esté en el gobierno porque existe un vacío de poder que difícilmente se llenará al existir una crisis nacional galopante y creciente. Es el momento de ejercer el poder popular a través de nuestra recién creada Asamblea Popular Nacional Originaria y sepultar a los eternos traficantes de nuestra pobreza. Es hora de decirles a los capitalistas que sus privilegios terminaron y que las riquezas naturales son propiedad de todos los bolivianos y no de unos cuantos oligarcas extranjeros afincados en el país', agrega el pronunciamiento de la Federación Minera. En la óptica de la vanguardia proletaria, los bolivianos deben continuar con los bloqueos y movilizaciones hasta lograr la nacionalización de los hidrocarburos. 'Debe fortificarse y crecer nuestra gloriosa Asamblea Popular Nacional Originaria para la toma del poder en nuestra patria', agrega. Por: ECONOTICIAS (especial para ARGENPRESS.info).



CRISIS DEL GASSSSSSS



A LA BÚSQUEDA DE UNA ALTERNATIVA POR SI NO LLEGA EL GAS BOLIVIANO

Argentina, Brasil, Chile y Uruguay le propusieron al gobierno de Perú abastecer de gas a la región, sumándose a un anillo energético que vincule a todos los países del Cono Sur. El gasoducto a construirse demandaría 2500 millones de dólares.

Página 12 de Argentina (www.pagina12web.com.ar)

En la medida en que peligra la provisión del gas boliviano, los países de la región imaginan alternativas sustitutas o, en el mejor de los casos, vías ilusorias para calmar la ansiedad. Ayer, una delegación de ministros de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay presentó al gobierno de Perú una propuesta para comprarle gas de la reserva de Camisea, a través de un megagasoducto que costaría unos 2500 millones de dólares. Este atajo, al que la administración de Alejandro Toledo dio un enfático apoyo, tiene que salvar aún muchos escollos para llegar a feliz término, empezando porque el subsuelo peruano no albergaría suficiente carburante como para abastecer a una red con tantos demandantes. Aun así, Julio De Vido estuvo entre los más entusiastas promotores del enlace. Tanto que sugirió como aporte argentino a ese enlace regional la venta de tecnología para que el transporte público peruano funcione con GNC, alternativa que por estas tierras está más en estado germinal.
Como proyecto político, pocos se atreverían a denostar la propuesta de integrar gasíferamente a todo el Cono Sur. Una idea que, según declararon ayer los funcionarios, podría sumar en una segunda etapa a Paraguay y Bolivia y a Venezuela. Después de recibir a la delegación internacional en el Palacio de Gobierno, Toledo la celebró como una “extraordinaria idea”, aunque sin desmenuzarla ni considerar su viabilidad real.
“Se está pensando en un proyecto para construir 1200 kilómetros de tubería para llevar el gas desde Pisco (sur de Perú) hasta Tocopilla en Chile, y después a Porto Alegre (Brasil)”, explicó ayer Toledo, quien se ocupó de no dejar afuera a su flamante par boliviano, Eduardo Rodríguez: éste debería designar un representante para integrar el equipo técnico que diseñará el proyecto en detalle.
Quizás entonces salte a la luz lo que hasta ayer no parecía claro para los ministros de Planificación de Argentina, de Energía y Minas de Brasil, Dilma Vana Rousseff; de Economía y Energía de Chile, Jorge Rodríguez Grossi, y de Industria, Energía y Minería de Uruguay, Jorge Lepra Loiodice y los peruanos de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, y de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez. El gas de la zona selvática peruana no alcanza para sostener tan ambicioso proyecto.
Según datos oficiales y privados recopilados por el Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador (Ideso), Perú tiene reservas gasíferas que equivalen apenas a la mitad de las argentinas. Estas hoy son de aproximadamente 560 mil millones de metros cúbicos y dan un horizonte de abastecimiento nunca superior a los diez años. Para colmo de males, gran parte del fluido peruano está comprometido por contratos de exportación a México y el sur de los Estados Unidos –en rigor consume muy poco–, para lo cual tiene que ser parcialmente licuado y, luego, vuelto a gasificar.
Ayer mismo, el ministro peruano de Energía reiteró que la prioridad en la explotación de Camisea es atender el mercado interno y la exportación a México. El sábado, antes del planteo formal, Kuczynski ya había aludido a aquella restricción, cuando declaró que la exportación del gas peruano al Mercosur dependía de que se descubrieran “reservas adicionales a las de Camisea”, que hoy equivalen a más del 90 por ciento de la disponibilidad de ese país. Cuestiones en las que Toledo prefirió no poner énfasis.
Tampoco se precisó el diseño financiero de la multimillonaria operación, sino sólo se bosquejó que parte del dinero para el megaemprendimiento podría surgir de los ahorros previsionales peruanos y que la construcción podría quedar en manos de la belga Tractebel, con negocios en Perú. El repago, por supuesto, estaría luego a cargo de las naciones que recibirían el fluido por la vía que consideren apropiada.
Quizás aquí tallaría el proyecto en manos del Parlamento argentino que Economía acaba de avalar por escrito. Es el que permite imponer sobre la tarifa que pagan los usuarios argentinos cargos específicos para obras de infraestructura, incluyendo las que permiten ampliar la capacidad de transporte. Pero esto es especulación pura. La idea a la que el viernes pasado aludieron los presidentes Néstor Kirchner y Ricardo Lagos, sujetando su realización a la voluntad peruana, tiene también escollos técnicos de envergadura como atravesar longitudinalmente la prominente cordillera andina para abastecer al norte de Chile, desafío que demandará tiempo y dinero.
¿Qué pasaría para Argentina si fracasara el anillo energético? Es más difícil de prever que si se corta el suministro de gas boliviano: se cerraría el grifo a Chile y parte del problema coyuntural estaría resuelto. Argentina importó el año pasado gas menos gas del que exportó, a pesar de que dos leyes argentinas impiden vender cuando no está garantizado el autoabastecimiento.



LA FALTA DE GAS ATRASA INVERSIONES DE 4000 A US$ 6000 MILLONES

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Se jactan de haber invertido en el peor momento del país, durante la última crisis, pero ahora una incógnita los amedrenta: ¿habrá gas suficiente en los próximos años? Por esa razón, empresarios de la industria petroquímica no se deciden a concretar desembolsos que deberían continuar con el crecimiento del sector y que, según sus propias estimaciones, si no existieran restricciones energéticas, podrían alcanzar entre 4000 y 6000 millones de dólares en los próximos cinco años.
Entre las dudas no sólo aparece la Argentina, sino Bolivia y sus conflictos. Los empresarios piensan que la posibilidad de importar gas desde Perú (ver aparte) podría ser una solución, pero habrá que ver a qué precio. Será uno de los principales temas de discusión durante el III Congreso de la Industria Química y Petroquímica del Mercosur, que se desarrollará en septiembre próximo.
"Hay que volver a invertir -dijo ayer, durante un almuerzo con periodistas, José María Fumagalli, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica-. Pero se está en un momento de espera, para ver si realmente hay materias primas. Dependemos de esa disponibilidad."
Plásticos, agroquímicos, solventes, fertilizantes y lubricantes, entre otros productos, podrían ser el objetivo de fuertes inversiones dentro de un sector que reúne a unas 2000 empresas y acumula una producción anual equivalente a 17.300 millones de dólares. "El campo es enorme -agrega Fumagalli-. Hay que pensar que es capital intensivo y que una sola planta podría demandar 1000 millones de dólares."
En sintonía con Lavagna
La percepción se parece bastante a la advertencia que soltó la semana pasada el ministro de Economía, Roberto Lavagna, durante la celebración del aniversario del Centro Argentino de Ingenieros. Ese día habló de la necesidad de aumentar en forma permanente la inversión en infraestructura y desarrollo para seguir creciendo. Los empresarios invitarán al seminario al secretario de Energía, Daniel Cameron. También quieren que, si los conflictos lo permiten, vaya el presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos. Los empresarios confían en que, más allá de la antigüedad de los yacimientos, la Argentina tiene aún mucho por descubrir en recursos energéticos. "En off shore, por ejemplo, todo está por hacerse", afirmó Miguel González, presidente de Atanor. El directivo admite que hay proyectos demorados y dice que la Argentina debería también apostar a los recursos energéticos renovables como, por ejemplo, el viento. ¿Qué áreas son las que podrían recibir mayor inversión aquí? Ningún ejecutivo duda de que dos polos atractivos son Bahía Blanca, por la confluencia de gasoductos, y Rosario, para aprovechar la explosión del agro.
Precios v. abastecimiento
Oscar López, director comercial para América latina de la firma Dow, advierte que se trata de una oportunidad imperdible. "En la Argentina, por más que a veces se pretenda, no estamos fuera del mundo. Se puede perder el tren, algo que pasa cuando se dejan pasar posibilidades. La Argentina es muy competitiva en precios y tiene grandes recursos. El momento, después, podría estar en otro lado. Pongamos el ejemplo de Bahía Blanca: habiendo incertidumbre sobre las materias primas, no se puede hacer una inversión ahí", dijo. Para el sector petroquímico, el actual escenario esconde una paradoja. Los empresarios consideran que la Argentina tiene precios competitivos, porque el gas está aquí todavía más barato que en otras partes del mundo. Sin embargo, esos mismos valores son, entre otras razones, los que han provocado una demanda desbocada, retracción de la inversión energética y la consiguiente escasez de gas en la Argentina. Así, el país está ante dos posibilidades: ser competitivo en precios, pero no tener suficiente gas, o tenerlo, pero a mayores costos.
Quizá por eso, los ejecutivos son cautos al hablar de la posibilidad de importar gas desde Perú. "Hay que ver -dijo Fumagalli-. La economía se mide en dos términos: seguridad y precios. Depende del valor."



PERÚ VE CON BUENOS OJOS VENTA DE GAS AL MERCOSUR

Brasil, Argentina, Chile y Uruguay presentaron formalmente al Perú una propuesta para que suministre gas al resto de los países del cono sur y así evitar su dependencia de las grandes reservas de Bolivia, que vive una crisis por demandas de nacionalización de sus hidrocarburos. "Me parece una extraordinaria idea", dijo el presidente Alejandro Toledo.

El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)

"Me parece una extraordinaria idea", dijo a periodistas el presidente de Perú, Alejandro Toledo, tras recibir en el Palacio de Gobierno a los ministros de Energía de esos países que explicaron el plan de una red de gasoductos en Sudamérica. El presidente detalló que el proyecto considera construir una tubería de 1.200 kilómetros desde Pisco al sur de Lima hasta Tocopilla al norte de Chile; el cual empalmaría con otros gasoductos existente o nuevos en Argentina, Brasil y Uruguay.
En suma, sería una red de al menos 1.750 kilómetros de tuberías que demandaría "una inversión de 2.500 millones de dólares y permitiría generar trabajo, reducir costos en los procesos productivos y contaminar menos", agregó.
Toledo afirmó que acordaron conformar "un grupo de trabajo técnico", que comenzará a evaluar la factibilidad financiera del proyecto y que planean también incluir a Bolivia en el convenio de integración energética. "He hablado con el presidente boliviano, Eduardo Rodríguez, y le he puesto en conocimiento de este encuentro, simplemente una gentileza con un país hermano productor de gas", dijo Toledo.
Bolivia también estaría incluida en ese grupo técnico energético luego que logre conformar su nuevo equipo de gobierno. "Creo que esto es prudente hacerlo, no veo mayores dificultades", acotó Toledo.
La decisión de promover el acuerdo surgió cuando Argentina decidió recortar sus envíos de gas a Chile para poder atender su demanda interna, mientras que Bolivia, con ricos campos de gas pero actualmente políticamente inestable, pierde su oportunidad de convertirse en un coloso energético.
Bolivia tiene la segunda reserva de gas natural más grande de Sudamérica, después de Venezuela.
Aseguran suficientes reservas
El gas peruano saldría al sur de los campos de Camisea en el Cusco, considerada una de las más ricas de la región, con reservas probadas de 13 billones de pies cúbicos de gas.
El ministro peruano de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, explicó que los países del cono sur han afirmado que requieren aproximadamente 35 millones de metros cúbicos de gas por día.
"El volumen que ellos están planteando es considerablemente importante (...) y equivalente casi en el doble de lo que requiere el proyecto de exportación de gas peruano a México", refirió.
El proyecto de venta de gas a México y Estados Unidos es desarrollado por el consorcio Perú LNG, de la estadounidense Hunt Oil y la coreana SK Corporation <036000.KS>, con una inversión prevista de unos 2.100 millones de dólares.
Sánchez dijo que el plan con Sudamérica "no dañaría el proyecto a México" porque un nuevo convenio daría nuevas inversiones que elevarían la oferta de gas natural peruano.
Según analistas, el plan garantizará a Brasil y Argentina el suministro de gas que ahora reciben de la convulsionada Bolivia. Brasil compra alrededor de 25 millones de metros cúbicos y 17 millones de metros cúbicos podrían pasar a Argentina aprovechando la red actual que le une a Chile.
"Chile tiene interés en este proyecto por obvias razones y Argentina también tiene las suyas. Además Brasil y Argentina no quieren depender de un sólo proveedor (Bolivia) y quieren diversificar el riesgo", dijo a Reuters la analista en temas de energía para Latinoamérica de Deutsche Bank, Lucrecia Tam.



GOBIERNO ACOGIÓ PROPUESTA PARA INTERCONEXIÓN DE GAS

La interconexión significaría inversión de US$ 2,500 millones. Chile, Brasil, Argentina y Uruguay aspiran comprar 35 millones de metros cúbicos diarios de gas. Un grupo técnico, que incluirá un representante de Bolivia, evaluará factibilidad de proyecto.

La República de Perú (www.larepublica.com.pe)

Con entusiasmo acogió ayer el gobierno peruano la propuesta presentada por los países del Cono Sur destinada a crear un anillo de gasoductos entre los países de Sudamérica, para lo cual se conformará un equipo técnico destinado a evaluar la factibilidad del proyecto.
Adicionalmente a esta interconexión, Chile, Argentina Brasil y Uruguay aspiran a comprar 35 millones de metros cúbicos (mllns de m3) diarios del gas de Camisea.
Esta cifra es superior a lo demandado por México, país con el que ya existe el compromiso de exportar 12 mllns de m3 diarios.
Jorge Rodríguez Grossi, ministro de Economía y Energía de Chile, lideró la comitiva que llegó a nuestro país para hacer el planteamiento y que estuvo compuesta por los ministros de Planificación Federal de Inversión Pública y Servicios de Argentina, Julio de Vido; de Energía de Brasil, Dilma Vana Roussef; y de Energía y Minería de Uruguay, Jorge Lepra Loidice.
Estos funcionarios se reunieron gran parte del día con los funcionarios locales de Energía y Minas, y de Economía y Finanzas. Hicieron un alto al mediodía para visitar al presidente Alejandro Toledo, quien dio los detalles de la propuesta en conferencia de prensa.
Este proyecto consiste en construir un gasoducto de 1,200 kilómetros de extensión desde Pisco (Perú) hasta Tocopilla (Chile) desde donde será posible la interconexión con los ductos ya existentes en los citados países. El tendido de la tubería demandaría una inversión de US$2,500 millones.
También se escuchó la propuesta de Chile de intercambiar el gas por su energía eléctrica.
El gobierno del Perú coincidió con la viabilidad y necesidad de impulsar un proyecto de esta naturaleza en el marco de los acuerdos presidenciales de la Comunidad Sudamericana de Naciones, la cual preside desde la reunión en Cusco del año pasado.
Tema Bolivia
La principal motivación de Chile y los países del Mercosur sería el no tener como principal fuente de abastecimiento de gas natural a Bolivia, país con inestabilidad política y que en su agenda interna discute la estatización de los hidrocarburos.
Brasil y Argentina se abastecen actualmente del gas boliviano. La negativa de Bolivia de vender su gas a Chile hasta no discutir el tema de la salida territorial al mar del Pacífico, mantiene a los mapochos con un déficit de 7.1 mllns de m3 de gas. Argentina con problemas de gran consumo interno de gas natural acordó venderle a Chile solo el 75% del gas que necesita.
Lo que al parecer no contaron estos países fue que el gobierno peruano pidió incluir en el grupo técnico a un representante boliviano. “Creo que esto es prudente hacerlo, no veo mayores dificultades”, comentó el mandatario Toledo frente a los ministros de los países del sur sobre la incorporación de Bolivia.
Previamente en la conferencia de prensa Toledo comentó: “He hablado con el presidente boliviano, Eduardo Rodríguez, y le he puesto en conocimiento encuentro, simplemente una gentileza con un país hermano productor de gas”.
Con Bolivia aún falta definir si su gas saldrá al Océano Pacífico a través de territorio peruano, con lo cual serían beneficiadas las regiones del sur del país.
Reunión de Lima
Estos acuerdos preliminares fueron consignados en una acta con el título ‘Reunión de Lima’, en el que se detalla que el 20 de junio la iniciativa será presentada en la sesión del Mercosur, en Asunción. “Nuestros países producen y consumen gas natural por lo que es imprescindible analizar la viabilidad de la interconexión gasífera, lo cual permitirá expandir los mercados, reducir los riesgos de la industria del gas y compartir las experiencias económicas promoviendo la transferencia de tecnología entre nuestros países”, indica el documento.
A su salida de Palacio, el titular de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, afirmó que la propuesta no afectaría el proyecto de exportación de gas a México a cargo del consorcio Perú LNG.
Sin embargo reconoció que los volúmenes solicitados por el Cono Sur son muy superiores. “El volumen que ellos están planteando es considerablemente importante y equivalente casi al doble de lo que requiere el proyecto de exportación de gas peruano a México”, refirió.
La alerta sobre la garantía del consumo interno de gas natural no solo proviene de los analistas sino también del sector privado.
Mercado interno
El presidente de Perú LNG, Carlos del Solar, sostuvo que antes de aceptar la propuesta de algunos países sudamericanos para la compra del gas natural se debe evaluar la cantidad de reservas que se tiene para abastecer los referidos mercados. “Lo único que se había reservado era un volumen para la exportación a México y para los 20 años de abastecimiento se necesitaría en total 4.2 trillones de pies cúbicos de gas”, indicó.
Del Solar precisó que la posibilidad de abastecer a los otros mercados sudamericanos se daría si en los próximos años se descubre algún yacimiento adicional de reservas de gas natural.
A la fecha, el consorcio está a la espera de la pronta publicación del decreto supremo que autoriza la firma del contrato que negociaron Hunt Oil (accionista principal de Perú LNG en el proyecto de exportación de gas) y Perupetro para buscar gas natural en el lote 76 de Madre de Dios.
Glodomiro Sánchez comentó que esta propuesta de exportación del gas a países del Cono Sur promoverá justamente una mayor exploración en búsqueda de otras reservas de gas, elemento que integrará a los países que lo consumen.
Reacciones
"El gobierno peruano tendrá que decidir entre abastecer al Cono Sur o a otros países”.
Aurelio Ochoa
Experto en temas hidrocarburos
"Hay que tener cuidado en que por priorizar el mercado externo se deje de lado al interno”.
Carlos Herrera, ex ministro de energía y minas
Claves
ZONA SUR. Este megaproyecto permitiría abastecer con el gas de Camisea a toda la zona sur del país. Al pasar el ducto por el norte de Chile y Argentina haría viable el abastecimiento para Arequipa, Moquega y Tacna.
FISCO. El fisco peruano podría incrementar sus ingresos por el cobro de regalías.
Consorcio con nueva estructura
En 30 días se definirá la nueva estructura del consorcio Perú LNG que se encargará de la exportación del gas de Camisea, pero se mantendrá una mayor participación de Hunt Oil.
Actualmente se hacen las coordinaciones del caso para convertirlo en un acuerdo. La empresa Repsol-YPF está interesada en participar en el consorcio encargado de la exportación de gas.
El gerente general de Hunt Oil del Perú, Carlos del Solar, calificó a la empresa de magnífica socia para la venta del gas. También se sumará a este consorcio la empresa Gas Natural de España, con lo que se diluirá en algo la participación de Hunt Oil en Perú LNG, la cual asciende a un 70% y el otro 30% corresponde a la empresa SK Corporation.
El también presidente del consorcio Perú LNG refirió que el Perú cuenta con mayor ventaja para ganar el proceso de licitación internacional que Chile para seleccionar a la multinacional extranjera que le suministrará gas natural licuado (LNG).
Aclaró que este proyecto es distinto a la propuesta planteada por el ministro de Economía y Energía de Chile, junto a algunos ministros sudamericanos, al gobierno peruano para la compra del gas de Camisea a fin de abastecer la parte norte del país sureño mediante un gasoducto.



FINANCIARÁN GASODUCTO HACIA CHILE

El Expreso de Perú (www.expreso.com.pe)

El ofrecimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de financiar un gasoducto hacia Chile cae como anillo al dedo. Esta propuesta fue hecha pública en medio de la visita de los ministros de energía de Chile, Brasil, Argentina y Uruguay para presentar formalmente una propuesta para que el Perú les venda gas de Camisea, a fin de solucionar sus problemas de energía. Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, la oferta de apoyar técnica y financieramente el proyecto energético, fue hecha durante la reunión que sostuvieron los cuatro ministros con el presidente Alejandro Toledo.
El presidente Toledo anunció que la construcción de este “anillo energético” demandará 1,200 kilómetros de ductos desde Pisco hasta Tocopilla (norte de Chile), donde empalmará con la red existente en Chile, Argentina, Brasil y Uruguay. Esta obra demandará, según dijo, entre US$ 2 mil y US$ 2,500 millones de inversión. Toledo también anunció el inicio de las conversaciones para que Bolivia participe en el mencionado proyecto.
Por su parte el ministro de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, dijo que se creará una comisión técnica para hacer los estudios respectivos. Además, anunció que las plantas chilenas necesitan 35 millones de metros cúbicos diarios de gas para funcionar, lo cual representa el doble de lo que se vendería a México.
Esta iniciativa será presentada en la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Asunción (Paraguay) el 20 de junio próximo para su respectiva evaluación.



PERÚ CONDICIONA VENTA DE GAS A NUEVA EXPLORACIÓN EN CAMISEA

El Diario de Chile (www.eldiario.cl)

Una positiva acogida por parte del gobierno peruano, tuvo ayer la propuesta presentada por los ministros de Economía y Energía de Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, que busca la creación de un “anillo energético” en el Conosur, que convierte a Perú en una importante fuente de abastecimiento de gas para la Región. Aunque la iniciativa fue calificada como “una extraordinaria idea” por el propio presidente del país Andino, Alejandro Toledo, quedó claro que este proyecto de exportación está sujeto a la explotación de nuevos pozos en los yacimientos de Camisea, por cuanto los recursos disponibles están destinados al abastecimiento interno y a los mercados de México y Estados Unidos, acotó el ministro de Economía de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
Avances
Los ministros de Planificación de Argentina, Julio de Vido; de Energía y Minas de Brasil, Dilma Vana Rousseff; de Economía y Energía de Chile, Jorge Rodríguez, y de Industria, Energía y Minería de Uruguay, Jorge Lepra Loiodice, se reunieron ayer con los ministros peruanos de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, y de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, con quienes discutieron el proyecto.
La iniciativa que considera una inversión cercana a los US$ 2.500 millones para la construcción de 1.200 kilómetros de tubería que transportarán el gas desde Pisco (sur de Perú) hasta Tocopilla en Chile, para a través de Argentina, llegar a Porto Alegre en Brasil y Uruguay.
“Hemos señalado que el proyecto demandaría en un principio del orden de 35 millones de m3/día. Perú ha señalado que la disponibilidad hoy es menor, pero tiene campos de gas que van a ser prospectados de inmediato. Existe la firme convicción de que sus campos de gas natural tienen capacidad para abastecer de sobra este proyecto”, dijo el ministro de Economía, Jorge Rodríguez, al término del encuentro.
La propuesta de integración será discutida y diseñada en una mesa de trabajo, a la que también fue invitada el presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez. Ello, con el objetivo de que en el futuro este país pueda sumarse al anillo energético que aspira, incluso, a incorporar a Paraguay y Venezuela, dijo el mandatario peruano. En vista del apoyo expresado, el ministro de Economía, Jorge Rodríguez, dijo que con motivo de la reunión del Mercosur que se realizará el próximo lunes 20 de junio, espera que los presidentes de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay firmen un acuerdo formal para impulsar y respaldar este proyecto.
Privados
La decisión de condicionar la exportación de gas a la cantidad de reservas disponibles fue celebrada por el consorcio exportador de gas natural licuado a Estados Unidos, Perú LNG. El presidente de la sociedad, Carlos del Solar, dijo a la Agencia Andina, que “sólo si se descubre un nuevo yacimiento podríamos pensar en analizar alguna otra propuesta por el gas. Además la reunión de hoy entre los ministros sudamericanos con sus similares peruanos es preliminar, pero ahora no sabemos si podríamos cumplir con tantos mercados”, declaró. No obstante, el alto ejecutivo planteó que es “es muy probable encontrar algún yacimiento porque, al abrirse un nuevo mercado de venta, servirá de gran incentivo para explorar gas en el Perú, donde inclusive hay dos empresas (Repsol-YPF y Petrobras) que van a prospectar cerca de Camisea”, dijo.
Del Solar, explicó que el lote 56 del yacimiento de Camisea que está destinado a la exportación de gas natural a Estados Unidos, cuenta con tres trillones de pies cúbicos de gas, mientras que el lote 88, consignado para el mercado interno, cuenta con casi nueve trillones de pies cúbicos de reservas.



EVALÚAN LA CONSTRUCCIÓN DE UN DUCTO PARA TRANSPORTAR GAS DESDE PERÚ

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

El presidente peruano, Alejandro Toledo, calificó como "extraordinaria" la idea de tender una red para abastecer de gas a la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay desde el yacimiento peruano de Camisea, y propuso formar un grupo técnico para hacer viable el proyecto. "Me parece una extraordinaria idea", dijo el mandatario tras reunirse con funcionarios de esos países, entre ellos, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. De todas formas, el ministro de Energía y Minas de Perú, Clodomiro Sánchez, recordó que la prioridad en la explotación de las reservas de Camisea es atender al mercado interno y a las exportaciones a México, país con el que ya existe un compromiso de abastecimiento. Además, señaló que la comisión técnica que evaluará la factibilidad del proyecto no tiene plazos para realizar su tarea.
La iniciativa demandará una inversión de 2500 millones de dólares, e implicará la construcción de 1200 kilómetros de tuberías para transportar el gas desde Pisco, a 300 kilómetros al sur de Lima, donde concluye un ducto que parte desde Camisea, en la selva suroriental peruana.
El gasoducto se extendería hacia el sur hasta Tocopilla, en Chile, y desde allí empalmaría con la red de tuberías ya existentes entre Chile, la Argentina, Brasil y Uruguay. La empresa belga Tractebel -que opera en Perú- se haría cargo de las obras.
De la reunión de ayer participaron, además de De Vido, los ministros de Energía y Minas de Brasil, Dilma Vana Rousseff; de Economía y Energía de Chile, Jorge Rodríguez Grossi, y de Industria, Energía y Minería de Uruguay, Jorge Lepra Loiodice. Por el gobierno peruano recibieron la propuesta Sánchez y el ministro de Economía, Pedro Kuczynski.
Alternativa
La idea de los cuatro países del Cono Sur surgió ante los problemas políticos y la inestabilidad que afronta Bolivia, tradicional proveedor del hidrocarburo.
Al referirse al tema, el presidente Toledo propuso que Bolivia, al que calificó como "país hermano", se integre a la comisión técnica, teniendo en cuenta que vende gas a la Argentina y a Brasil. "Creo que esto es prudente hacerlo y no veo mayores dificultades", sostuvo, al precisar que conversó sobre el tema con el nuevo presidente boliviano, Eduardo Rodríguez.
El mandatario remarcó que la propuesta presentada es una "noticia alentadora" para la integración sudamericana, debido a que permitiría tener un gran mercado y ayudaría a dar sostenibilidad al crecimiento económico de la región.
Ante versiones de que los yacimientos de Camisea no tendrían reservas suficientes, Toledo indicó que, si bien es cierto que están previstas las exportaciones a México y Baja California, "tenemos el suficiente gas que los países vecinos necesitan".
De concretarse el proyecto, el gasoducto por construirse desde Pisco hasta Chile transportaría unos 800 millones de pies cúbicos por día desde Camisea.
"Este es un proyecto en el que los argentinos podemos aportar transferencia de tecnología; queremos incorporar más volúmenes de gas porque estamos creciendo sostenidamente en materia económica", señaló De Vido, tras la reunión con sus pares latinoamericanos. Al especificar a qué se refería con "transferencia de tecnología", afirmó que "podemos transformar el sistema de transporte automotor en Perú y reconvertir el transporte público a gas natural comprimido".
Por su parte, el ministro de Energía chileno, Rodríguez Grossi, señaló que "los gobiernos de la región se constituirán en un paraguas para realizar la obra" del gasoducto. Una de sus propuestas es cambiar gas por electricidad con Perú. "Perú es un gran productor de gas que todavía no tiene un desarrollo comercial muy grande y creemos que las demandas de la Argentina, Brasil, Uruguay y Chile le pueden viabilizar a ese país un negocio que es muy importante para ellos y para nosotros", expresó el funcionario chileno.
Según consideró el ministro de Energía uruguayo, Lepra Loiodice, "la integración que generará el gasoducto es un tema sustancial". Perú tiene en Camisea una de las mayores reservas de gas natural de América latina. Allí hay hasta 13 trillones de pies cúbicos de gas natural y entre 700 y 800 millones de barriles líquidos.

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