UN CONGRESO DIVIDIDO Y APÁTICO PROVOCA NUEVAS MARCHAS EN BOLIVIA
El Parlamento lograba anoche un tibio y poco preciso acuerdo para una salida negociada de la crisis. Los especialistas dicen que la demora favorece a la rica región oriental y alienta la renuncia de Mesa.
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
El Congreso boliviano alcanzaba anoche un tibio y poco preciso acuerdo para una salida negociada a la grave crisis política y social que aqueja a este convulsionado país. Tras más de diez horas de conversaciones, los legisladores llegaron a un mínimo consenso para debatir en sesión plenaria los dos temas que polarizan al país, la realización de referendos autonómicos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. El avance sin embargo lo condición el hecho de que no había sido fijada una fecha para los debates. El conflicto está determinado por la división en el Congreso de 157 miembros en dos sectores en pugna. De un lado, los representantes de los ricos departamentos de Santa Cruz y Tarija junto a Pando y Beni, en el sector oriental del país donde se encuentran los yacimientos de hidrocarburos. Del otro, los delegados de la otra mitad del país, integrada por las regiones altiplánicas de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca. El primer grupo pugna para que el Congreso legitime un referendo autonómico que les permita descentralizar el manejo económico y político de sus regiones. Sus oponentes acusan a ese sector de querer ampliar su participación en los impuestos coparticipados por hidrocarburos y reclaman que el referendo sea discutido en el marco de una Asamblea Constituyente que rediseñe parte de las instituciones de Bolivia. "Si entramos al recinto sin un consenso común puede ser peligroso. Las demoras se deben a que los cruceños están dilatando las cosas", había dicho a varios medios, entre ellos Clarín, el diputado Jorge Alvarado, del Movimiento al Socialismo. "Cuando la democracia se expresa a dinamitazos, estamos en problemas", replicó el líder cruceño, Germán Antelo, aludiendo a los manifestantes que desde hace cuatro días marchan en La Paz y han amenazado a los legisladores.
Mientras el Congreso seguía a paso lento, La Paz volvió ayer por la mañana a ser escenario de manifestaciones de maestros rurales, gremialistas, federaciones vecinales y campesinos en reclamo de la Asamblea Constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos. Pero este último tema parecía quedar marginado de la agenda parlamentaria. "Ya se sancionó una ley y no es por tanto un tema del Congreso. Según la Constitución, las nacionalizaciones son prerrogativa del Poder Ejecutivo a través de un decreto supremo", explicó el legislador Antonio Peredo, del MAS.
Ya en la noche del martes, el Parlamento había fracasado en hallar quórum para debatir estos asuntos, consolidando una imagen muy arraigada en la sociedad según la cual no representa los intereses de la población. Como un modo de presión sobre los legisladores, la Iglesia boliviana manifestó que estaba dispuesta a mediar y aclaró que lo haría si algún sector se lo pedía. Pero hasta anoche el Congreso no había respondido.
Aunque la intensidad de las marchas en La Paz amainó ayer, la ciudad seguía aislada por bloqueos y las manifestaciones más importantes comenzaban a trasladarse al interior del país, en especial a Oruro, Beni, Cochabamba y Santa Cruz. En este último departamento hubo violentos choques entre campesinos y miembros de grupos juveniles cruceños con un saldo de cinco heridos graves.
El conflicto en el Congreso expresa un problema básico del país ligado a la histórica oposición entre el oriente y el occidente. Pero también pone en evidencia una encarnizada lucha por el poder en el seno mismo del sistema parlamentario.
Medios de prensa y analistas han apuntado al líder del Congreso y primero en la línea de sucesión presidencial, Hormando Vaca Diez, acusándolo de responder al rico oriente mediante la dilación de los debates parlamentarios y de fogonear un escenario favorable a la renuncia del presidente Carlos Mesa. Sea ello verdad o no, lo cierto es que un llamado a elecciones generales anticipadas —pedido por parte de la población— equivale a la peste para la mayoría de los legisladores. Muchos de ellos ingresaron en la anterior legislatura. Hoy, sus agrupaciones no tienen arraigo como años atrás y muchas son apenas un cartel en un despacho. Si hay nuevos comicios, la mayoría no retendría sus bancas, como lo auguraron sondeos. Ese es un indicio del gran problema de representación política que tiene Bolivia y que asoma con renovado vigor en esta crisis política.
CONGRESO BOLIVIANO SE AUSENTA
Las protestas amenazan con agravarse en Bolivia mientras el Congreso sigue sin reanudar sus sesiones para tratar temas como la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos.
BBC de Londres (www.news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america)
En medio de un bloqueo de caminos convocado para presionarlos a sesionar, los congresistas no pudieron ponerse de acuerdo el miércoles y suspendieron su reunión por segundo día consecutivo.
El presidente del Congreso, Hormando Vaca Diez, dijo que a solicitud de los partidos con representación parlamentaria le plantearon "la necesidad, la importancia de seguir trabajando en los consensos y diálogo". "Esa es la razón por la cual también se me ha pedido que no instale la sesión", explicó Vaca Diez.
El Congreso debía discutir la fecha y características de un referendo sobre autonomías regionales, pero el partido Movimiento al Socialismo exige que también se debata la convocatoria a una asamblea constituyente.
Asamblea Constituyente
Las multitudinarias protestas que las últimas dos semanas han paralizado el centro de La Paz tienen como exigencia central la convocatoria a esa Asamblea Constituyente.
La sesión del Congreso debió instalarse el martes, pero no hubo quórum por la ausencia de parlamentarios que temían un supuesto cerco al edificio legislativo por parte de los manifestantes.
La suspensión de los debates provocó que el líder de la Confederación de Campesinos de Bolivia, Román Loayza, convocara a cortes de rutas a partir de este miércoles.
Los cortes de ruta han incomunicado a La Paz con el resto del país, pues la principal carretera que une occidente con el oriente ha sido bloqueada en varios sitios.
Estos bloqueos de carreteras han impedido casi completamente el tránsito hacia las fronteras con Perú y Chile y parcialmente hacia Paraguay y Argentina, según los informes del Servicio Nacional de Caminos.
También permanecen en La Paz miles de campesinos y maestros del área rural, quienes anunciaron la continuación de las multitudinarias manifestaciones que protagonizaron los pasados días.
Vecinos de El Alto
Mientras tanto, la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, ciudad aledaña a La Paz, decidió radicalizar sus protestas a partir de este jueves con el fin de conseguir la asamblea constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos.
Los habitantes de El Alto protagonizaron la rebelión popular que obligó a dimitir de la presidencia a Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003.
En esa ocasión murieron 60 civiles a causa de la represión militar ordenada por Sánchez de Lozada a las protestas contra un impopular proyecto de exportación de gas natural.
El transporte público en La Paz realizará una huelga de dos días a partir de este jueves para protestar contra los manifestantes que interrumpen el tráfico en la ciudad.
En medio de esta convulsiva situación, el presidente Carlos Mesa se reunió con el alto mando policial, luego de que este miércoles supuestamente dos suboficiales intentaron promocionar un motín.
Mesa también emitió un comunicado en el que felicita a los policías "por el notable trabajo que realizan durante los acontecimientos de violencia que sufre la ciudad de La Paz".
La posibilidad de una rebelión policial despierta recuerdos muy dolorosos en Bolivia, pues en febrero de 2003 un motín de tropas de baja graduación derivó en un tiroteo contra militares a las mismas puertas de palacio de gobierno. Como producto de ese enfrentamiento murieron cuatro militares, 13 policías y dos decenas de civiles. Otro motín policial, en 2000, impidió la aplicación de un estado de sitio dictado por el entonces presidente Hugo Banzer.
ACUERDO DE CONSENSO EN EL CONGRESO BOLIVIANO PARA BUSCAR SALIDA A LA CRISIS
La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)
Luego de horas de intenso debate interno, el Congreso Nacional llegó a un acuerdo "por Bolivia", que fue anunciado en conferencia de prensa por el presidente del Congreso, el senador Hormando Vaca Diez. Después de suspender nuevamente la sesión del órgano legislativo, Vaca Diez se reunió durante varias horas con los jefes de bancada, así como con las directivas de ambas cámaras, para tratar de llegar a un consenso sobre dos de los temas que hace semanas agitan a este país. El consenso, que se acordó con la inclusión del Movimiento Al Socialismo de Evo Morales, es simple: los parlamentarios han decidido tratar "simultáneamente" la convocatoria a la Asamblea Constituyente y la del referéndum por las autonomías. Con eso, dijo Vaca Diez, la clase política boliviana da "el primer paso para satisfacer las demandas del pueblo boliviano".
Esta tarde Vaca Diez apareció durante unos cuantos minutos, a las 6 de la tarde, en el hemiciclo donde sesionan los parlamentarios para anunciar la decisión. Luego de recibir un irónico aplauso general de sus colegas, dijo que el país necesita tranquilidad y recordó a diputados y senadores que la agenda legislativa es muy apretada debido a las muchas decisiones pendientes que esperan. "Hemos estado reunidos esta mañana con los jefes de bancada, y hemos llegado a algunos acuerdos", explicó. Sin embargo, consideró que "este Congreso Nacional tiene que aprobar sin mamadas (sin engaños) el referéndum por las autonomías y la Asamblea Constituyente". Vaca Diez propuso que no pasaran lista de asistencia, y legalizaran la sesión hasta que pudieran trabajar en mayor armonía. "No quemaremos las cuatro sesiones (de trabajo ordinario) que nos quedan sin llegar a nada", expresó.
Por la noche, a convocatoria de Vaca Diez, los jefes de las bancadas políticas, junto a las directivas de las dos cámaras, se reunieron en un salón del recinto legislativo para llegar a "los consensos" requeridos. Afuera, la ciudad de La Paz se mantenía en relativa calma desde primeras horas de la tarde. Y aunque el consenso logrado por Vaca Diez y los partidos políticos ha vuelto a agitar el panorama, como declaró el dirigente alteño Abel Mamani, "se espera que se debatan los temas que preocupan al pueblo boliviano en su conjunto", y mientras los parlamentarios no den una señal clara respecto a todas las demandas, "las movilizaciones se mantienen".
"Chicote" y más marchas
Esta mañana las marchas de los movimientos sociales continuaron su asedio al centro del poder. Más de 10 mil maestros de escuelas públicas, entre rurales y urbanos, se dedicaron a marchar por las principales calles del centro paceño. También un enorme contingente de las asociaciones de comerciantes en pequeño de El Alto marchó por el primer cuadro de la ciudad. Y los campesinos del altiplano aymara, que hoy tuvieron un conflicto interno resuelto a chicotazos, como es tradicional. La provincia Omasuyos, donde se encuentra la ciudad de Achacachi (considerada "capital" de la nación aymara) y otros símbolos para los indígenas andinos, exhibió a su dirigente departamental, Gualberto Choque.
Esta mañana, en los alrededores de la Plaza de los Héroes, los campesinos de Omasuyos fueron a buscar a Choque para k'alearlo con sus chicotes (símbolo de mando entre los pueblos andinos), cosa que hicieron, para unos minutos más tarde llevarlo en una marcha que fue hasta la embajada estadunidense. Como explicaba uno de los marchistas, se trata de una costumbre que "alecciona" a los dirigentes que no cumplen con su tarea o sus deberes de encabezar a su gente. "Ahora, ya que ha pasado, tendremos un cabildo con nuestra cabeza para decidir las acciones siguientes", explicaba, mientras sus compañeros apedreaban comercios y algunas oficinas de empresas trasnacionales.
De todos modos, luego de las 2 de la tarde las movilizaciones cedieron en La Paz. Sin embargo, los bloqueos de caminos en el interior del altiplano comenzaron a crecer. En la zona sur del departamento de La Paz, en las comunidades de Ayo Ayo y El Tholar los aymaras del campo comenzaron a cerrar los caminos y carreteras que conectan a la sede de gobierno con las ciudades al sur y al este del país. Al norte, las carreteras que llevan a Chile y Perú permanecen cortadas desde hace cuatro días.
Y en Cochambamba hoy tuvo lugar una masiva marcha, fundamentalmente de campesinos y trabajadores fabriles, que cerró por unas horas el centro de la urbe. "Hoy las consignas que hemos levantado son solamente dos", explicó a La Jornada el portavoz de la Coordinadora del Agua, Oscar Olivera; "estamos movilizados por la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Es necesario ya, de una vez, hermano, refundar este país desde abajo y recuperar también el patrimonio común de todos los bolivianos".
Por otra parte, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde surgió en enero pasado la demanda de autonomía, una marcha campesina llegada del norte de esa región fue enfrentada violentamente por la Unión de Juventudes Cruceñistas, organización paramilitar de derecha. Los enfrentamientos, en la avenida Circunvalación, terminaron cuando la policía local lanzó gases para dispersarlos. Al término de este despacho no se reportaban heridos ni detenidos, pero la dirigencia campesina cruceña dijo a La Jornada que "no vamos a permitir más agresiones de los fascistas. Vamos a volver y la próxima vez estaremos preparados para repeler toda agresión".
Mesa aplaude a los parlamentarios
Otra nota importante la dieron esta jornada los miembros de la Policía Nacional. Esta mañana, de acuerdo con informaciones vertidas a Radio Erbol por un teniente de policía en La Paz, los efectivos del Regimiento 1 habrían decidido por consenso no "salir más a gasificar a nuestras esposas" y demandaron la nacionalización total de los hidrocarburos. Sin embargo, el gobierno del presidente Carlos Mesa desmintió la información y dijo que no solamente la policía seguía custodiando el orden en la sede de gobierno, sino que el vocero presidencial Carlos Agreda afirmó que la situación no era "de tal gravedad" que el gobierno considerara en modo alguno dictar el estado de sitio, como se rumoraba.
El presidente Mesa, luego de conocer el resultado de la deliberación parlamentaria, dijo en un discurso breve que aceptaba y aplaudía la resolución del Poder Legislativo de cumplir con las aspiraciones de los bolivianos. Y aunque las movilizaciones continúan, se espera que el acuerdo logrado por los parlamentarios viabilice una solución concertada durante la sesión de Congreso Nacional prevista para la sesión de la tarde de este jueves.
LAS PROTESTAS BLOQUEAN LAS RUTAS QUE UNEN BOLIVIA CON LOS PAÍSES VECINOS
La crisis boliviana se agrava por momentos por la radicalización, la división del Congreso y las pugnas regionales. El país ha quedado aislado a causa de los bloqueos de carreteras para apoyar la nacionalización de los hidrocarburos.
La Vanguardia de España (www.lavanguardia.es)
Bolivia estaba pendiente anoche de la reunión de un Congreso acorralado por los manifestantes, que exigen la realización de un referéndum de autonomía y una asamblea constituyente. El país está en tal situación de caótica ingobernabilidad que sectores empresariales han vuelto a pedir la renuncia del presidente Carlos Mesa, con el fin de buscar una salida a la creciente crisis político-social.
En medio de una profunda polarización regional, los grupos parlamentarios han mantenido numerosas reuniones para buscar un principio de acuerdo. Los legisladores intentan aprobar una ley convocando un referéndum sobre autonomías regionales y una asamblea constituyente, dos de los temas que incendian las protestas de estos días. Los sindicatos reclaman también la nacionalización de los hidrocarburos. Los diputados celebraron sesiones por separado el martes con la presencia de 66 de los 130 miembros y aprobaron una resolución pidiendo la renuncia del presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, a quien acusaron de "maniobras golpistas", según dijo el diputado Roberto Fernández.
La poderosa Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) de Santa Cruz se sumó a la demanda de otros grupos empresariales para adelantar las elecciones presidenciales. "Es la única salida a la crisis. El presidente no tiene pantalones para gobernar", dijo el dirigente José Céspedes. Mesa es cada vez más criticado por todos los sectores porque al negarse a utilizar la fuerza contra los manifestantes y piqueteros, se profundiza la anarquía. La capital, La Paz, acoge a movilizaciones permanentes de grupos radicales con intereses contrapuestos, caracterizadas por el uso de cartuchos de dinamita, hostigamiento a la población, saqueos y destrozos a bienes públicos y privados. El ejército es la única institución que mantiene el endeble andamiaje institucional. Aunque muchos grupos llaman a las puertas de los cuarteles para que intervengan, los militares se mantienen fieles al orden constitucional. La descomposición del clima social alcanzó a algunas carreteras de La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz, donde los agricultores protestan para exigir la nacionalización de los hidrocarburos. Campesinos de Santa Cruz, la provincia más rica, reivindicaron la nacionalización de los yacimientos de petróleo y gas natural.
EN BOLIVIA, LAS PROTESTAS PARALIZAN EL CONGRESO
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
No sólo los bloqueos de caminos y rutas desangran lentamente a Bolivia. También el Parlamento y el gobierno padecen un bloqueo crónico que, a simple vista, parece muy difícil superar y agrava la crisis, minuto a minuto. Ayer, en una jornada cargada más de tensión institucional que social -ya que las marchas y manifestaciones que paralizan el centro paceño fueron mucho menos importantes que las que se sucedieron desde el lunes-, el Congreso nuevamente no logró sesionar.
Así, tuvo que cancelar otra vez el tratamiento de las autonomías regionales y la convocatoria a una asamblea constituyente, exigencias de diversos grupos de presión.
Tras todo un día de reuniones entre los parlamentarios, el presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, anunció ante los legisladores, que por unanimidad se había decidido no "instalar" la sesión, por no haberse logrado los consensos para el tratamiento de los temas, no sólo entre las diferentes bancadas, sino también entre las diferentes "brigadas". Hoy, los bloques parlamentarios en Bolivia se conforman más en torno de los lugares de procedencia de los legisladores que de su color político.
Los legisladores del rico Oriente quieren convocar a referéndum para que cada departamento decida si quiere o no autonomía. Los del empobrecido Occidente, en cambio, priorizan la convocatoria a una asamblea para modificar la Constitución.
Los dos grupos están dispuestos a acompañar con el ceño fruncido -pero dispuestos al fin- los pedidos del otro. Sin embargo, no se ponen de acuerdo en el orden de prioridades y ésta es la manzana de la discordia.
Santa Cruz quiere el referéndum por las autonomías el próximo 12 de agosto y la convocatoria a una constituyente para más tarde. El Occidente, en cambio, está dispuesto a que, a lo sumo, se realicen el mismo día, algo que el Oriente no acepta. En realidad, están en juego la administración regional de los recursos nacionales, como los hidrocarburos -que se encuentran en el Oriente-, y la probable pérdida de espacios de poder para los partidos tradicionales, como consecuencia de una reforma constitucional.
Así las cosas, la jornada comenzó a puro nervio en La Paz. A las 8.30, los jefes de las distintas bancadas y "brigadas" ya se encontraban reunidos en el Salón de los Retratos, del Congreso.
Si bien en diversas rutas se repitieron los bloqueos, que incluso aislaron a Bolivia de los países limítrofes, en las calles de La Paz, como todos los días, la media mañana trajo el aire tibio y las marchas de los sectores que reclaman la nacionalización de los hidrocarburos, la convocatoria a una asamblea constituyente y, en algunos casos, la renuncia del presidente Carlos Mesa y el cierre del Parlamento.
Los paceños -también como todos los días- no hacían otra cosa que caminar por el medio de las calles, algo que se va convirtiendo en costumbre en una urbe transformada en peatonal por las protestas y los bloqueos. Menos calma fue la situación en Santa Cruz. En un enfrentamiento entre indígenas y miembros de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), cinco personas fueron heridas. Los choques comenzaron cuando integrantes de la UJC atacaron a un grupo de aymaras que participaba de una marcha convocada por Evo Morales. Menos violenta pero igual de intensa la tensión se sintió en el Congreso. El diputado Guido Añez, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) -parlamentario de la "brigada" de Santa Cruz- dijo a LA NACION: "No hay fumata blanca". Era una anticipada conclusión de lo que sería toda la jornada. Las reuniones se sucedieron durante el día, sin acuerdos.
En el medio, el titular del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, aprovechó para dar una conferencia a medios internacionales para denunciar que Vaca Díez formaba parte de un complot de empresarios cruceños y militares para voltear al gobierno.
El ministro de Gobierno, Saúl Lara, no desmintió la versión. "Le pido tolerancia y que no me obligue a dar nombres en respeto a las horas difíciles que está viviendo Bolivia", dijo a LA NACION.
En el medio, se difundía el rumor de que una división de la Policía Nacional estaba sublevada, algo que fue desmentido ya que eran sólo 14 efectivos.
A las 16.30, sonó el timbre en el Parlamento, convocando a una sesión que no comenzó hasta pasadas las 18 porque los jefes de bancadas seguían reunidos en busca de un consenso que finalmente no encontraron.
Cuando finalmente la Cámara pudo reunirse, el polémico Vaca Díez anunció que existía unánime consenso entre las bancadas para que "sin mamadas [engaños]" se apruebe la convocatoria a los referéndum y a una asamblea constituyente. Y que había acuerdo en que la sesión no se instalara, por lo que invitó a los jefes de "brigadas" y bancadas a reunirse, en un encuentro que continuaba al cierre de esta edición.
EL DEVASTADOR IMPACTO SOBRE LA ECONOMÍA
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El estado de convulsión que viven la capital de Bolivia y su vecina localidad El Alto desde hace tres semanas no es gratuito. Esta frase se convierte en un diagnóstico literal cuando comienzan a circular algunos inquietantes indicadores económicos que revelan el fuerte impacto del paro cívico indefinido dispuesto por la Central Obrera Regional (COR) y la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve).
Por ejemplo, la Cámara Departamental de Industrias de La Paz calculó en un 90% la parálisis que enfrenta el sector industrial de El Alto, basado en cueros, textiles, maderas y gaseosas, y en unos siete a ocho millones de dólares las pérdidas que se generan a diario si se suman industria, comercio, transporte y distintos servicios. La Cámara pone números a algo que ya había podido constatar LA NACION durante una recorrida por la urbe alteña, al escuchar el testimonio de decenas de comerciantes que se ven obligados a cerrar por cuestiones de seguridad.
En el mismo sentido, y ahora hablando estrictamente de La Paz, Eduardo Peinado, titular de la Cámara Nacional de la Industria, supone que el sector industrial paceño pierde unos 2,5 millones de dólares al día.
La preocupación creciente por esta realidad llevó a Emilio Gutiérrez, presidente de la Federación de la Micro y Pequeña Empresa de El Alto -que agrupa a miles de pequeños industriales e incluso a artesanos- a dirigir una desesperada misiva al titular de la Fejuve, Abel Mamani, rogándole cambiar los métodos de lucha.
-¿Contestó la Fejuve su carta?
-No todavía.
-¿Entonces?
-Esperamos la respuesta, pero igualmente ya estamos analizando con otros compañeros cómo luchar contra estos dirigentes que llevan adelante una verdadera dictadura sindical.
-¿Es cierto que en El Alto se obliga a la gente a participar de las marchas?
-Es cierto. Lo hacen mediante multas, amenazas de que no les van a poner el gas? Yo creo que si no se amedrentara a la gente de esta forma, no marcharía ni el 20 por ciento de los que lo hacen.
-¿Es optimista sobre el futuro?
-Soy optimista. Creo que todo se va a solucionar, pero el daño ya se ha hecho.
NO QUIEREN QUE HAYA MEDIADORES
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Después de la protesta diplomática de Bolivia por el plan de evacuación de argentinos, el gobierno de Néstor Kirchner quiso descomprimir la crisis bilateral. O tenderle una mano a su par Carlos Mesa, acosado por las protestas, por medio de su embajador en Buenos Aires, Arturo Liebers, virtualmente "ignorado" en el ínterin. El gesto respondió tanto a la preocupación por el malestar de un país "vecino y hermano" sobre el cual Kirchner dijo en su momento a LA NACION que "hay que sostener a Mesa" como a la necesidad de exhibir la disposición regional, al igual que Brasil y los Estados Unidos, ante un eventual quiebre constitucional o algo peor.
De ahí, el mensaje "personal y reservado" transmitido en forma verbal por el canciller Rafael Bielsa al embajador Liebers. No hubo una carta. "Hubo apoyo incondicional", repuso a LA NACION una fuente diplomática. Ese respaldo, en un momento decisivo, puede ser un salvoconducto. Algo usual entre presidentes latinoamericanos cuando uno cae en desgracia o, como Mesa, se encuentra entre la espada y la pared. Si no, Gonzalo Sánchez de Lozada y Lucio Gutiérrez, entre otros, no hubieran hallado asilo cuando se desplomaron sus gobiernos.
Sin tomar partido
La intención del gobierno argentino, sin embargo, habría sido demostrar que, más allá de las declaraciones precipitadas del ministro José Pampuro sobre los Hércules dispuestos para rescatar argentinos y del consentimiento de Kirchner para el envío a Bolivia de un observador caro a los métodos de Evo Morales, "no hubo deseo alguno de tomar partido en la crisis". Menos aún, agregó una fuente, a favor del consentido de Hugo Chávez y de Fidel Castro, jaquecas de George W. Bush.
El gobierno de Kirchner pidió disculpas después de asimilar en privado el impacto de la queja transmitida por el canciller Juan Ignacio Siles a Bielsa en Luxemburgo. Interpretó, a su vez, según convinieron fuentes diplomáticas extranjeras en diálogos reservados con LA NACION, que el mero anuncio del envío de un observador crispó a Mesa, renuente, al igual que sus opositores, a la presencia de terceros, por más que Marco Aurelio García, asesor de Lula, haya encabezado la virtual cruzada.
El vocero de la Casa Blanca, Richard Boucher, dijo que estaban "en contacto" con las autoridades y los políticos de Bolivia, así como con las autoridades de otros países, y que iba a proponer que la crisis sea abordada la semana próxima en la asamblea anual de la OEA.
Mala idea. No por la OEA, sino por el debut de José Miguel Insulza como secretario general. Un chileno, llámese como se llame, al cual ningún presidente o líder boliviano prestaría atención.
EVO MORALES DENUNCIA PLAN GOLPISTA DE EMPRESARIOS QUE PIDEN RENUNCIA DE MESA
El último capítulo de la crisis boliviana tiene a las patronales de Santa Cruz en el ojo del huracán, al ser acusadas por el líder cocalero de gestar un golpe con militares de derecha. Empresarios, en tanto, exigen que Mesa dé un paso al costado y convocar elecciones adelantadas.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
El crítico clima social y político boliviano se ha enrarecido aún más en las últimas horas, con la irrupción del empresariado como principal actor: por un lado la patronal de la ciudad de Santa Cruz exigió la renuncia del Mandatario Carlos Mesa, mientras el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, denunció que ese grupo prepara un golpe de Estado.
El jefe cocalero declaró ante la prensa extranjera que "elementos fascistas de Santa Cruz, los terratenientes de Santa Cruz , están gestando un golpe con militares de derecha" para liquidar a los movimientos sociales y a su partido, uno de los principales impulsores de las fuertes manifestaciones de los últimos días.
Morales sindica al presidente del Congreso, Hormando Vaca Diez, como el instrumento utilizado por los terratenientes para articular este intento de desestabilizar al gobierno.
Por ello, el jefe del MAS atribuyó a esos supuestos planes "la maniobra que pretendía llevar adelante (Hormando, presidente del Congreso) Vaca Diez al pretender iniciar la sesión del Legislativo sin consensos previos", cita que sin embargo fue nuevamente suspendida.
Según Morales, el presidente del Congreso "que es un experto en manipulaciones políticas" pretendía que se votara primero el llamado a referendo sobre autonomías, postergando la convocatoria a elección de constituyentes que es el principal reclamo de los movimientos sociales bolivianos.
Pero el blanco final de sus críticas son los empresarios de Santa Cruz. De hecho, la federación de empresarios de esa región resolvió ir más lejos y pedir la renuncia de Mesa, quien en días pasados ha ratificado que no piensa dar un paso al costado y está dispuesto a terminar el mandato que constitucionalmente concluye el 7 de agosto del 2007.
El presidente de la patronal cruceña, Branco Marinkovic, dijo que la "una única salida viable" es la renuncia del Presidente y que con la ayuda de la Iglesia Católica y las Naciones Unidas se puedan buscar soluciones "para la vida democrática del país".
"Creemos que él es parte del problema en este momento. No lo vemos como una solución para el país, sino que vemos al presidente Mesa como una parte del gran problema que estamos viviendo", subrayó Marinkovic. Por su parte, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) pidió a Mesa adelantar las elecciones nacionales "por la pacificación del país. Esto incluye además no sólo la elección de Presidente y vicepresidente, sino también de “senadores y diputados por un nuevo periodo completo".
Remarcó que "si el Presidente tiene interés en postularse, en ese caso, tendrá que renunciar, pero tendrían que ser elecciones que habiliten a todos".
Bolivia no quiere OEA
El gobierno boliviano fue enfático en que no está disponible para que la situación del país sea analizada en la asamblea anual de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se realizará en Fort Lauderdale, en Florida, como lo propuso el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher
“Las dificultades sociales que enfrenta el país serán resueltas por el pueblo boliviano en el marco de sus instituciones y mecanismos democráticos, ya que no se ha producido ninguna alteración del orden constituido que justifique una mediación internacional o buenos oficios de países amigos", indicó un comunicado de la Cancillería altiplánica.
Cortes afectan ingresos a Argentina, Perú, Chile y Paraguay
MANIFESTANTES BLOQUEAN RUTAS Y AÍSLAN A BOLIVIA DE PAÍSES VECINOS
Las protestas que afectan a La Paz comenzaron a extenderse ayer a Cochabamba y Santa Cruz. Mientras nuevos sectores empresariales se sumaron al pedido de renuncia del Presidente Carlos Mesa, la Conferencia Episcopal llamó a "asumir su responsabilidad" a dirigentes políticos y sociales.
La Tercera de Chile (www.latercera.cl)
Atres semanas del inicio de las protestas sociales que afectan a La Paz, ayer el conflicto comenzó a expandirse hacia Cochabamba y Santa Cruz. En uno de los hechos más preocupantes del agravamiento de la crisis, los manifestantes bloquearon varias carreteras, aislando a Bolivia de cuatro países vecinos, según informó el Servicio Nacional de Caminos (SNC).
El jefe de conservación vial del SNC, Carlos Ferreira, dijo que los cortes de rutas se incrementaron en seis de los 9 departamentos del país en las últimas horas, hasta afectar a 41 puntos de las carreteras. Según el funcionario, se mantienen obstaculizadas con piedras las dos vías que van desde La Paz hacia el Santuario de Copacabana y Desaguadero, que son puntos de ingreso a Perú. Lo mismo sucede con la carretera entre La Paz y la localidad de Tambo Quemado, en el límite con Chile.
Adicionalmente, los manifestantes, la mayoría de ellos campesinos, impiden el paso desde el occidente boliviano hacia Argentina con un bloqueo entre los departamentos sureños de Potosí y Tarija. En territorio tarijeño también se obstaculizó el transporte hacia Paraguay, indicó el SNC. A nivel interno, Ferreira destacó que la ciudad más aislada por los cortes es Potosí, aunque también están creciendo los bloqueos en Cochabamba, La Paz y Sucre.
Ayer cinco personas resultaron heridas de gravedad en una marcha que se dirigía a Santa Cruz. En otras movilizaciones realizadas en esta ciudad, profesores se tomaron las oficinas de una administradora de fondos de pensiones y los puestos de control de tránsito en la antigua carretera a Cochabamba. En esta última urbe grupos de campesinos exigieron la renuncia del presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez y bloquearon la carretera hacia Oruro.
Crecen pedidos de renuncia
En un nuevo frente de conflicto, ayer el Presidente boliviano, Carlos Mesa, envió un mensaje a la policía de su país elogiando sus labores, en un intento por calmar el descontento causado en esta institución por un discurso del Mandatario con motivo del aniversario de las FF.AA. y la demora en el pago de salarios.
En tanto, la presión empresarial para que Mesa renuncie aumentó, luego de que la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) de Santa Cruz se sumara al pedido de otros grupos empresariales para adelantar las elecciones presidenciales. "Esta es la única salida a la crisis'', manifestó el dirigente José Céspedes. "El Presidente no tiene pantalones para gobernar", agregó. La CAO ofreció su apoyo a Vaca Díez, en caso de sucesión constitucional.
Mientras ayer se suspendió por segundo día consecutivo la sesión del Congreso por falta de consenso previo, el líder opositor Evo Morales acusó a "la derecha militar y la derecha civil fascista" de conspirar para dar un golpe de Estado. La Conferencia Episcopal Boliviana pidió a las partes "asumir su responsabilidad" para evitar que la crisis que vive ese país se profundice "con imprevisibles consecuencias".
BUSCAN UNA SALIDA A CRISIS BOLIVIANA
El Universal de México (www.eluniversal.com.mx)
Mientras las marchas de protesta, que ya llevan 14 tensas jornadas, se extendieron ayer al interior del país, el Congreso boliviano, después de fracasar en su intento por sesionar, alcanzó anoche un acuerdo para tratar tanto el referéndum de autonomía que desean varios departantos, como la Asamblea Constituyente en las próximas horas. Aun con el anuncio no se logró disminuir la tensión ni el debilitamiento del gobierno de Carlos Mesa.
El Congreso suspendió la sesión porque los legisladores decidieron debatir "una agenda que está en proceso de concertación con todas las bancadas", según lo anunció al caer la tarde de ayer el cuestionado presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez.
"Sin embustes, este Congreso nacional va a tratar y aprobar autonomías y Asamblea Constituyente", aseguró Vaca Díez, los dos temas que vienen acelerando la crisis en el país andino.
Empero, anoche, los distintos partidos realizaron una reunión que concluyó con final más o menos feliz: acordaron avanzar con los temas para "viabilizar las agendas (del oriente y occidente de Bolivia) uniéndolas en una agenda nacional en el marco de la democracia", dijo Vaca Diez.
Los disturbios, cortes de carreteras y protestas, esta vez tuvieron lugar en el interior del país. En Santa Cruz, un grupo de la Unión Civil Cruceñista (UCC), que pugna por la autonomía, atacó una manifestación de indígenas aymaras que reclaman la Asamblea Constituyente. El ataque se saldó con cinco heridos según las autoridades.
Otras marchas tuvieron lugar en Cochabamba y Chuquisaca, mientras Mesa veía cómo su margen de maniobra se recortaba un poco más.
Otra cámara empresarial, la de oriente, se sumó ayer a la de Empresarios Privados y a la poderosa Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz, en el reclamo para que Mesa "renuncie y deje de hacerle más mal al país".
En la siempre cambiante crisis boliviana, ayer los líderes del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales y de Pachacutic, Felipe Quispe, se unieron para denunciar "el intento de los empresarios oligarcas y sus políticos afines como Vaca Díez para dar un golpe de Estado".
Con una óptica similar se expresó el ministro de gobierno, Saúl Lara, quien dijo que "el peligro de un golpe de Estado no se alejó aún".
En la tarde, el vocero del Departamento de Estado de EU, Richard Boucher, se refirió en Washington por primera vez en dos semanas a la crisis en Bolivia y se esperanzó con que la situación "se solucione en del marco democrático", al tiempo que propuso que la OEA analice la situación, "en el marco de la Carta Democrática".
En un comunicado oficial, el gobierno boliviano consideró innecesaria cualquier "mediación internacional" a la crisis ya que sostiene que "será solucionada por el pueblo boliviano en el marco de sus instituciones y mecanismos democráticos, ya que no se ha producido ninguna alteración que justifique una mediación o buenos oficios de países amigos".
Opinión:
MIRADA DESDE MÉXICO EN EL ESPEJO SUDAMERICANO
EL Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)
El subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos no peca sólo de obra sino también de palabra. Invitado por el vocero presidencial Rubén Aguilar Valenzuela a su conferencia matutina el lunes pasado, y acaso para no apartarse de las tradiciones de la casa donde se le recibía, incurrió en deslices como el tono admirativo con que se refirió a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, que ciertamente ha de ser muy inteligente puesto que se escapó de un penal federal en enero de 2001 y 53 meses después no se ha podido recapturarlo.
Además, el subprocurador ofendió a Colombia, al admitir primero y luego usar el término colombianización como equivalente al deterioro de un país a causa del narcotráfico y su influencia en las instituciones. Santiago Vasconcelos se ufanó de las nuestras y por eso desechó la posibilidad de que pudiera ocurrir en México lo que pasa en Colombia, donde la guerrilla y la contraguerrilla han sustraído a la autoridad nacional vastas regiones donde son capaces de mantener en secuestro años a personas por cuya libertad esperan obtener un pago económico o político de gran alcance.
Sin agravio a ese país ni a sus habitantes, sí podemos estudiar lo ocurrido en la historia colombiana reciente, y recibir lecciones, pues en la vida internacional presente es falso que nadie experimente en cabeza ajena. Y también podemos y debemos estudiar fenómenos en curso en naciones sudamericanas para estimular o desalentar nuestra posibilidad de vivir situaciones semejantes, apetecibles o indeseables.
Bolivia, por ejemplo, sufre hoy nuevas conmociones, asaeteada por añejos conflictos sociales no resueltos, que se avivan cuando sectores de la sociedad hasta ahora marginados o, por contra, enteramente satisfechos, encuentran necesario hacerse oír. Ese es el caso, primero, de los pueblos originarios, aymaras y quechuas, que sólo recientemente están teniendo la representación política que merecen y necesitan. Uno de sus dirigentes más conspicuos, el diputado Evo Morales, que encabeza el Movimiento al Socialismo, lanzó en noviembre pasado la iniciativa para refundar a Bolivia, mediante la convocatoria a una asamblea constituyente. Pero en enero siguiente afloró un nuevo foco de tensión, las demandas de la región oriental por la autonomía, que ha sido considerada como una amenaza a la integridad territorial boliviana.
Morales atribuye a los empresarios orientales, apoyados por los consorcios extranjeros que explotan los hidrocarburos, esa tentación separatista, pero ha accedido a ventilar la petición autonómica junto con la nueva Constitución. Sólo que ha chocado con tácticas dilatorias de parlamentarios opuestos a la asamblea constituyente. El martes se frustró por falta de quórum la sesión del Congreso donde se emitiría la convocatoria, demora que no ha hecho más que exacerbar el ánimo de los manifestantes, miembros de organizaciones campesinas y sindicales, indígenas la mayor parte, que han marchado sobre La Paz y cortado caminos y suministros, para presionar en favor de la refundación boliviana.
Aunque algunos sectores lo demandan, no queda a Bolivia ni siquiera el recurso de mudar de mando, porque lo hizo ya hace 21 meses. En torno de la ley sobre hidrocarburos se gestó hace dos años una crisis que pareció haber concluido en octubre de 2003 con la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Losada y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Mesa. Aunque salió adelante con la legislación cuestionada (cuyos términos no satisficieron a nadie pues a unos parece inocua, y maximalista a otros), Mesa ha perdido no sólo asentimiento popular sino también capacidad de maniobra. Aunque el líder del Congreso, siguiente en la línea de sucesión, se beneficiaría con su caída, Mesa aparece como el mal menor, que además cuenta con apoyo militar. Cualquier cosa podría pasar en cualquier momento en ese país. En Chile, en cambio, parece haberse instalado una temprana certidumbre sobre el futuro político merced a la lección de donaire, nobleza y talento político de dos mujeres, Soledad Alvear y Michelle Bachelet, que participaban en el proceso interno de la coalición gobernante, para la sucesión del presidente Ricardo Lagos. Como se recuerda, desde que en 1989 pudieron efectuarse elecciones tras la dictadura de Pinochet, la Concertación por la democracia, integrada por varios partidos, entre los que descuellan el socialista y la democracia cristiana, ha conservado el poder.
En los procesos internos fueron elegidos candidatos de la Concertación y luego presidentes los democratacristianos Patricio Aylwin y Eduardo Frei, y después el socialista Lagos. En la misma lógica, la democristiana Alvear y la socialista Bachelet se aprestaban a contender por la candidatura de este año. La primera fue ministra de Justicia y lo era de Relaciones Exteriores cuando renunció para postularse. La segunda había sido ministra de Salud y protagonizó el primer caso de una mujer al frente del ministerio de Defensa en un país latinoamericano. Su padre, el general Guillermo Bachelet, se opuso al golpe militar de 1973 y padeció las consecuencias.
Al anunciar, el 25 de mayo, que se apartaba de la contienda interna, Soledad Alvear ofreció su apoyo a Michelle Bachellet, a quien llamó “futura presidenta”. Si bien no es sólo un buen deseo, tampoco es necesariamente un pronóstico. Pero es alta la posibilidad de que por primera vez en la historia de Chile una mujer ejerza la Presidencia.
BOLIVIA Y 'SU MINORÍA RADICAL Y GOLPISTA'
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
Al mejor estilo de su antecesor, el tirano Gonzalo Sánchez de Lozada, el actual presidente de Bolivia, Carlos Mesa, siente que los miles y miles de bolivianos y bolivianas que se movilizan en la mayor parte del territorio nacional, pero sobretodo en La Paz y el valeroso pueblo de El Alto, representan a una 'minoría radical' y 'golpista'. 'Grupos minoritarios, grupos minoritarios que pueden reunir 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000, 30.000, siguen siendo grupos minoritarios, frente a un país que tiene 9 millones y medio de habitantes y que el 18 de julio del 2.004 asistió al Referéndum sobre los hidrocarburos y expresó su opinión por el sí o por el no a esas preguntas del Referéndum.
Ese es el mandato popular; el cumplimiento de ese mandato popular es la única obligación que tenemos quienes gobernamos. Y es tiempo de que esos grupos minoritarios sepan que el cumplimiento de un mandato es una obligación constitucional y legal del Presidente de la República', afirmó el Jefe de Estado en un aniversario de los Colorados de Bolivia.
Para el presidente Mesa aparentemente, los miles de aymaras, quechuas, guaraníes, mojeños, chiquitanos, urus y otros sectores sociales que prácticamente tomaron la sede de gobierno, pero además empezaron con el bloqueo de caminos por lo menos en seis de los nueve departamentos, representan sólo a una minoría. En octubre de 2003, el ex presidente Sánchez de Lozada, antes de ser derrocado del poder, minimizaba la protesta social afirmando que sólo se trataba de 'un grupo de vándalos, extremistas y radicales', pero además que no renunciaría a la Presidencia, 'porque se esposa no quería dejar de ser la Primera Dama de la Nación'.
Ahora, la situación es similar, con la única diferencia de que la violencia y represión policial no ha ocasionado ninguna baja; en el gobierno de Goni fueron asesinados 67 bolivianos y bolivianas y más de 400 resultaron heridos. Ante el desprecio presidencial que no se digna en solucionar las demandas de los sectores populares, las movilizaciones crecen día a día: La Paz se debate en una convulsión social con diagnóstico reservado. Al accionar de los denominados radicales, las brigadas parlamentarias de indígenas, campesinos y movimientos populares determinaron también tomar el Parlamento Nacional para que se atiendan las demandas de las mayorías nacionales.
¿Golpistas?
Ayer, debió sesionar el Parlamento Nacional para tratar dos temas cruciales: la Asamblea Constituyente y el Referéndum Autonómico. Por determinación de los congresales de la ex megacoalición de Goni (MNR, MIR, UCS y NFR) la sesión fue boicoteada, echando más gasolina al fuego.
'La segunda consigna de quienes están generando zozobra en nuestras calles, es el cierre del Parlamento Nacional. El cierre del Parlamento Nacional es un golpe de Estado. No existe democracia sin Parlamento, y cualquier persona, institución, grupo o representante del poder que decida la clausura del Congreso y que de hecho haga el cierre del Congreso, está dando un golpe de Estado.
Lo que esos grupos minoritarios proponen es un golpe de Estado y ciertamente no contarán con el Presidente de la República. El Presidente de la República defiende la democracia y defiende al Congreso Nacional, independientemente de las diferencias que pueda tener con el Congreso Nacional que se resuelven por la vía de la democracia y por la vía del uso de las mayorías y las minoría', dijo el Jefe de Estado. Las demandas centrales de los manifestantes se refieren a la aprobación de la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente y la Nacionalización de los Hidrocarburos; aunque algunos sectores ante la incapacidad y falta de patriotismo de los parlamentarios exigen que se cierre el Congreso Nacional.
Aunque los manifestantes se enfrentan cada vez con más fuerza a los efectivos de la policía nacional, a pocos metros de la plaza Murillo, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, los jefes de bancada de los diferentes partidos con representación parlamentaria ni pueden ponerse de acuerdo en una agenda.
Los parlamentarios que representan al modelo neoliberal tienen poco o ningún interés en resolver los conflictos sociales; los del movimiento popular extreman esfuerzos para encontrar una solución pacífica.
La propuesta para salir de la crisis está referida a que las agendas de octubre de 2003 y enero de 2005 sea unificadas en una sola: es decir, que tanto la Asamblea Constituyente y el Referéndum Autonómico se realicen en una sola fecha, pero además que se apruebe una ley que nacionalice los hidrocarburos.
Ante el repudio cada vez más creciente de la población boliviana al desgobierno de Carlos Mesa, éste no tuvo otra opción que apoyarse en las Fuerzas Armadas, históricamente ligadas a golpes de Estado.
En octubre de 2003, fueron efectivos de estas fuerzas militares quienes dispararon contra la población; hasta ahora existe total impunidad.
Mesa se alió a los militares, pero existe un descontento total en la policía nacional: hoy, hace pocas horas, se produjo un motín policial exigiendo al gobierno que solucione las demandas populares.
¿Renuncia?
En las calles, sobretodo de La Paz, son los efectivos policiales y sus carros antimotines los que se enfrentan a los miles de manifestantes: por un lado, gases y balines; por otro, piedras y dinamita. Los militares se encuentran acuartelados. Los efectivos policiales tienen extracción popular. Vale decir que la instrucción presidencial es que se enfrenten entre bolivianos.
Con la jornada de hoy, El Alto cumple 10 días de huelga general con bloqueo de caminos, los aymaras del altiplano se trasladaron masivamente hasta la ciudad, existe un piquete de huelga de hambre desde hace 13 días, el sector de educación y salud se encuentran en paro y miles de marchistas que caminaron desde Caracollo permanecen más de una semana en la sede de gobierno.
La convulsión crece en la sede de gobierno, pero también en otros departamentos. En Cochabamba, hoy se produjo una masiva movilización con bloqueo de calles y caminos pero también en Oruro, Potosí, Sucre y Beni. Aunque la oligarquía oriental señala que todos los que habitan esa región del país exigen las autonomías, hoy el Bloque Social del Beni formado por organizaciones y sectores sociales, como indígenas, campesinos y obreros, rechazaron esa demanda apoyando la constituyente.
La incapacidad demostrada en casi 19 meses de gestión por el presidente Mesa, hace atravesar en la actualidad a Bolivia, los momentos más difíciles desde la recuperación del sistema democrático. En marzo de 2005, Mesa presentó su renuncia al Parlamento Nacional pero esta instancia la rechazó; hace pocas horas, el Jefe de Estado prometió que permanecerá en su cargo hasta agosto de 2007. ¿Cumplirá? Por: Alex Contreras Baspineiro .
URGENTE: LA PAZ EN SITUACIÓN LÍMITE
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
La movilización social, asentada casi exclusivamente en la ciudad de La Paz, sede de Gobierno, está llegando a extremos que pueden preludiar, de no mediar oportuna acción de los órganos públicos, en situaciones de absoluto descontrol. Las principales vías de acceso a la ciudad están bloqueadas y la ominosa presencia de campesinos, cocaleros, mineros, maestros o universitarios se ha extendido a los principales puntos neurálgicos de la ciudad. Se han conformado barricadas y aparecen ya signos de vandalismo social.
Entretanto, en el Congreso se anunció, en las primeras horas de la noche del 31 de mayo, la suspensión de la proyectada sesión parlamentaria que defina la suerte, en orden de realización, del referendo autonómico y/o la Asamblea Constituyente. Como parte de una desafortunada maniobra a fin de agotar todo sustento político al presidente Mesa, Hormando Vaca Díez, presidente del Congreso no asistió al cónclave. Estos hechos podrían ser el detonante de una eclosión social imprevisible.
La presencia del Estado se desdibuja paulatinamente. Ante la lasitud de los controles estatales, los grupos marginales y descontrolados -el lumpenproletariat- tienen vía libre y son punta de lanza en el desborde generalizado. La aparición de brotes vandálicos -enseña la práctica es el punto de inflexión, acaso irreversible, en el éxito de la movilización social.
El presidente Mesa, sólo atinó, a la par de criminalizar la protesta social, a garantizar la ya fallida sesión congresal que debió establecer las fechas y condiciones del referendo autonómico y la Asamblea Constituyente. El primero es exigido por Santa Cruz y los movimientos cívicos del Oriente y Tarija, en tanto la segunda es ahora renovado punto central de la movilización que clama la nacionalización pura y simple de los hidrocarburos. La primacía de la Asamblea Constituyente es ahora el eslogan que conjunciona el contenido de una plataforma de reivindicaciones sociales andinas que, hasta hace algunos meses atrás, parecía imposible de precisar.
Que el número de movilizados, entre treinta y cuarenta mil, según cálculos moderados, no represente -a juicio del presidente Mesa- la gran mayoría de la población boliviana, traduce un razonamiento en extremo peligroso por lo superficial y engañoso de confiarse a la sola premisa numérica. Su invocación recuerda notablemente las alegaciones de Sánchez de Lozada, antes de su renuncia y partida apresurada a un exilio forzado en Octubre de 2003. Es más, revela desconocimiento de la dinámica de los movimientos sociales y su posible efecto en sociedades de incontrovertible fragilidad institucional como la boliviana.
Los conatos revolucionarios y la insurrección popular, amén de los grandes cambios históricos, no han sido protagonizados por la presencia mayoritaria de la población en las calles, sino por fracciones decididas y altamente motivadas en la búsqueda de un objetivo concreto e inequívoco que hace bandera común, y posible, a todos los sectores en conflicto. En la estrategia bolchevique y, en especial, en las tácticas sugeridas por Trotsky, es suficiente -para consumar la revolución- un grupo altamente efectivo, en paralelo a la convicción generalizada de las masas movilizadas. De hecho, en Abril de 1952, en las jornadas de la Revolución Nacional, los enfrentamientos más notables sólo ocurrieron en La Paz, Oruro y los centros mineros. El peso de la insurrección estuvo a cargo de grupos de fabriles y mineros absolutamente decididos en su obrar revolucionario. ¿Podría afirmarse, luego, que los marchistas y bloqueadores, en razón a su relativo número, no configuren un factor decisivo a la hora de las definiciones políticas que hoy se toman en la calle y no en el Parlamento?
Aunque es poco probable que la situación actual desemboque en la revolución, no puede soslayarse que la coyuntura tiene carices insurreccionales. Más aún si el presidente Mesa reitera su promesa de no acudir a los medios de represión que pone a su disposición el aparato estatal, en un afán de sustraerse, una vez más, a la coparticipación efectiva en la búsqueda de soluciones siquiera transitorias en este escenario de desencuentro generalizado.
Al interior del Parlamento no hay consenso en una fórmula que conjugue exigencias tan aparentemente contradictorias como las que se sustentan desde la zona andina y desde el Oriente del país. Es la infructuosa tarea de conformación de la agenda única que, sin embargo podría verse apurada en los próximos días. Prima el desconcierto generalizado entre los Poderes Públicos y el sistema político retuerce sus vectores hasta límites casi intolerables, mas allá de los cuales sólo opera el quiebre definitivo del aparato institucional y el desmoronamiento del Estado.
Desde Octubre de 2003 no se habían presentado circunstancias tan duras y encontradas. Días negros, muy negros, esperan todavía al país y, entretanto, La Paz, asediada por los cuatro costados, se encuentra en urgente situación límite. Por: Wilson Jaime Villarroel Montaño (especial para ARGENPRESS.info).
EL POPULISMO SE DESPIDE, PERO PUEDE REGRESAR
El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo/news/opinion)
Tanto los mercados como los analistas de la banca de inversión parecen haber tomado la decisión de descontar el riesgo que para la economía mexicana representaría la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el carismático alcalde de la ciudad más populosa del mundo. El previsible desenlace, dada la ventaja que AMLO lleva en las encuestas, causa temor. En primer lugar porque no se le conoce una visión clara sobre la economía. Hasta aquí muy bien, pero los gurúes económicos saben que México no puede transitar otro sexenio simplemente practicando una suerte de virtud fiscal que depende del petróleo y unas tasas de interés que si bien han abatido la inflación comienzan a necesitar de otras reformas.
También existen dudas sobre su capacidad para articular consensos, dado que lo más probable es que su partido sea una fuerza minoritaria en el parlamento. Si fuera este el caso, los impasses entre la presidencia y el Congreso abundarían generando inestabilidad y la inestabilidad impactaría dos variables: la inmigración hacia Estados Unidos y el ritmo de la actividad económica.
Confieso que en materia de análisis ninguna hipótesis se puede rechazar. En primer lugar porque los procesos electorales no son lineales y con frecuencia ha ocurrido en América Latina que quien lidera las encuestas al principio de la carrera no necesariamente termina vencedor. Fujimori y Toledo en el Perú son ejemplos de este fenómeno como le es el ex presidente Carlos Menem cuyos sueños de regresar al poder se vieron truncados por un desconocido gobernador de una pequeña provincia argentina. En segundo lugar porque toda victoria electoral depende de la calidad de los competidores. Si el PRI llega a desechar el oprobioso dedazo a favor de la selección democrática y emerge de su seno un candidato con futuro y sin pasado, AMLO tendría un contendor fuerte. Y, en tercer lugar, porque la política es un juego de percepciones y la que más cuenta es la del pueblo de México. Si el pueblo de México percibe que existiera una conspiración para cerrarle el paso a AMLO, su solidaridad con la víctima se daría por descontada como fue el rechazo al desafuero. De manera que la victoria de AMLO no es algo que este sellado en fuego por el curso histórico y dependerá de las acciones y omisiones de sus opositores y de su propio talento para comprender que sólo moviéndose al centro puede garantizar y mantener el apoyo de los mexicanos.
Pero el caso de AMLO ejemplifica lo inapropiado del análisis sobre América Latina. El ascenso del folklórico presidente de Venezuela parecería haber obnubilado las mentes de quienes observan la región hasta el punto de llevarles a colocar la etiqueta de populista a todo líder que emerja cabalgando sobre el descontento popular con el status quo. Para comenzar, haciendo abstracción de Chile y del Caribe angloparlante, habría que estar demente para ser un atinoamericano y estar contento con el status quo. Los argentinos vieron esfumarse de la noche a la mañana el 40% de su producto bruto; la mayoría de los hogares brasileños tiene índices de consumo proteico similares a los de las naciones del Africa subsahariana; los jóvenes latinoamericanos emprendedores deben trasladarse a Miami para poder crear y desarrollar empresas y los perfectísimos marcos legales de las naciones latinoamericanas nacidos de la Ilustración sólo protegen a quienes tienen poder. De manera que es francamente un milagro que todavía los pueblos de América Latina crean en los sistemas democráticos con la vehemencia que registra Latino Barómetro.
Esta era exactamente la situación de Europa en los albores del siglo XIX. En Inglaterra se había producido un milagro económico denominado ''la revolución industrial'' provocado por las innovaciones tecnológicas en materia de navegación, de comunicaciones y de producción. Nació el capitalismo y la racionalidad de dicho sistema requería de la abolición de las estructuras feudales cuyo principal defecto era que no permitía que los mercados crecieran porque los siervos vivían bajo régimen de supervivencia y por ende no podían comprar de manera masiva los productos que las fábricas comenzaban a producir. Se requería de libertad política, movilidad social y del desarrollo de las clases medias urbanas. En América Latina todo esto existe, pero ahora es necesario que se aplique.
También es necesario que se rompan las rigideces estructurales que impiden a los muchos crear riqueza para satisfacer sus necesidades de supervivencia y seguridad afectiva e intelectual. En Europa surgieron las fuerzas políticas laboristas y sociales demócratas. En América Latina las tenemos en Brasil, en Argentina y en Chile. Todas estas fuerzas han probado ser factores de estabilización social y en el caso de Chile de progreso inusitado. En Colombia, la plataforma social del presidente Uribe no es distinta a la de Blair. En Centroamérica El Salvador y Honduras progresan bajo la conducción de fuerzas otrora calificadas de derecha.
En síntesis, contrario a lo que se cree el populismo en América Latina está lanzando su canto de cisne. Su presencia en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua obedece más a la ausencia de visión de los liderazgos tradicionales que a los encantos de este sistema decimonónico.
LA CHOLITA, IDENTIDAD CULTURAL DE BOLIVIA
-
*Al caminar por las calles de Sucre, capital de Bolivia, hace más de una
década, el fotógrafo Delphine explosiva cautivado por mujeres aymaras y
estilo de...
7 years ago
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