LA CARA DESCONOCIDA DE BOLIVIA
La Estrella de Iquique, Chile (www.estrellaiquique.cl)
Hicieron la manifestación más grande de la historia de Bolivia y no salieron en la tele. Al menos, no en la extranjera. El 28 de enero pasado 350 mil personas se reunieron frente al Cristo Redentor -uno de los símbolos de Santa Cruz- para pedir un referéndum y decidir su autonomía. No lanzaron una piedra. Cantaron y bailaron “La Bomba” y “Apretaíto”, los hits del grupo cruceño Azul Azul, reflejando su estilo alegre, propio del trópico, en contraste con el frío altiplánico de La Paz, cuya última imagen televisiva fue la de una ciudad bloqueada.
Los cruceños tienen su propia bandera. Su propio himno. Su día de la independencia. Su manera de conseguir las cosas. Se jactan de tener las mujeres más bonitas. En Santa Cruz nació el grupo de modelos más famoso de Bolivia: las Magníficas, cuyos cuerpos esculturales los chilenos pudieron apreciar en el desfile de Roberto Giordano en Viña el año 2003.
Hablan de vos. “Vos entendeme, vos escuchame”, como los argentinos, y la jota la pronuncian como los venezolanos. Por el calor no usan corbata, -en verano hay 40 grados y el frío, si se lo puede llamar así, se siente sólo 30 días al año- y todos los restoranes tienen terrazas que se repletan de jueves a domingo. El paisaje es intensamente verde, muy parecido al de Brasil.
Santa Cruz es la otra cara de Bolivia. La rica, la de las oportunidades, la que lleva la delantera en todos los índices de desarrollo: es la que más produce -aporta un tercio del PIB nacional-; la que encabeza las exportaciones con un 54 por ciento; a la que llegan más inmigrantes de otros departamentos, el 38 por ciento de la población es no nacida en Santa Cruz; la de menor pobreza -38 por ciento versus 58,6 promedio de Bolivia-, y la de menor tasa de analfabetismo, con un 7,26 por ciento contra un 13,28 del país.
Se estima que, para 2010 será la región con más habitantes de Bolivia. Tanta bonanza se ha convertido en una amenaza para el occidente, representado por La Paz. No hay que olvidar que Bolivia tiene una capital que es Sucre, donde funciona el Poder Judicial, y una sede de gobierno, que es La Paz.
TIERRAS MILAGROSAS
Walter Kuljis es un camba, o sea, un nacido en el oriente. Su padre fue un inmigrante croata que llegó a La Paz con 15 años y que emigró a Santa Cruz. Allí abrió la primera tienda de zapatos de la ciudad. Hablamos de 1946, cuando no había carretera y Santa Cruz estaba aislada. La gente mandaba a hacer los zapatos al zapatero o andaba con ojotas y Mateo Kuljis revolucionó las costumbres con su tienda Manaco, filial de la checa Bata en Bolivia. Él, por su cuenta, compraba cueros y los mandaba a la fábrica de Bata en Cochabamba hasta que el precio bajó tanto que Bata no le compró y entonces abrió una curtiembre. La misma que cumplió 40 años y es la más grande de Bolivia. “¿Conoces los zapatos Guante?”, pregunta Kuljis sentado en el comedor de su imponente casona estilo español-mediterráneo, que copió de un café de La Habana Vieja y cuya piscina es imitación de un hotel brasileño. “Ellos son mi principal cliente de cueros terminados”, explica. Se lanza a mencionar a la colonia española en Chile entre sus múltiples contactos. Cuando habla de sus campos, cuenta que tiene 20 mil cabezas de ganado.
Nadie espera que un empresario entregue datos sobre lo bueno que es un negocio, pero a Kuljis le da lo mismo contar que las tierras cruceñas son de tan buena calidad que permiten dos cosechas al año. “Yo siembro soya en verano y trigo en invierno”, explica. Compara la calidad de los suelos de la zona baja del este cruceño con la pampa argentina y, lo mejor, a un precio muchísimo menor. Mientras una de esas hectáreas en su región cuesta entre 300 y 800 dólares, en Argentina el rango se mueve entre los 3 mil y 6 mil dólares.
“PACEÑO TIENE MIEDO”
Paceños y cruceños no se quieren. Ni en la historia se ponen de acuerdo. Menos en la construcción de la primera carretera pavimentada que, en 1954, sacó a Santa Cruz de su aislamiento, uniéndola con Cochabamba. Los paceños aseguran que fue gracias a ellos y a su revolución del 52, que se otorgó el voto universal, repartió tierras y nacionalizó el estaño. Los cruceños responden que fue Estados Unidos y el llamado Plan Bohan el que aportó los recursos para la dichosa carretera.
Si los cambas dicen que Santa Cruz, Tarijas, Beni y Pando -los cuatro departamentos del oriente- forman una medialuna en el mapa, los coyas, los de La Paz, Cochabamba, Sucre, Oruro y Potosí, retrucan que ellos forman una luna llena.
La historiadora Paula Peña Hasbun, 36 años, hija de padre cruceño y madre germano-palestina, directora del Museo de Historia de la Universidad Gabriel René Moreno, la más importante y de origen estatal, da una explicación. “La historia de Santa Cruz es distinta a la del resto de Bolivia. De partida, nuestra población pre-hispánica hablaba otros idiomas. Aquí existían el chiquitano, el ayoreode, el guaraní y el guarayo (propios de los pueblos originarios del mismo nombre), mientras en el altiplano se hablaba quechua. El oriente fue colonizado por Pedro de Mendoza, al igual que todo el Río de la Plata; el occidente fue conquistado por Francisco de Pizarro. No es lo mismo conquistar un imperio establecido como el inca que a grupos nativos diferentes, con los que había que negociar uno a uno por la paz”, sostiene la profesional, que estudió Historia en la Universidad Católica de Uruguay, se especializó en la Universidad de Carolina del Norte y publicó un libro sobre la identidad de Santa Cruz.
Ella y otros cruceños remarcan que jamás fueron sometidos al imperio inca. Tampoco fueron conquistados, sino colonizados por los españoles que venían con Mendoza, entre ellos los jesuitas, cuyas iglesias son una de las atracciones turísticas de Santa Cruz. “Desde la independencia de Bolivia, en 1825, hemos estado solicitando la descentralización. Un siglo después se da un gran levantamiento que se llamó ferrocarril o nada, porque no teníamos ferrocarril. Con los tratados de paz con Chile y Brasil se construyen ramales que unen el mundo andino con los puertos del Pacífico, pero nosotros no recibimos nada. Y triunfa la represión del Estado nacional. Mil kilómetros (la distancia entre La Paz y Santa Cruz) se traslada el ejército”, afirma Paula, muy seria y consciente de que el federalismo al estilo de Estados Unidos es imposible de establecer en Bolivia.
Los cruceños dieron otra gran pelea, entre 1957 y 1959, por las regalías del petróleo. Aunque no eran grandes productores en esa época -hoy son los mayores, casi empatando con Cochabamba, aunque Tarijas concentra el grueso de las reservas no explotadas- lograron que el 11 por ciento de las ganancias que se obtienen de los pozos petroleros quedara para el departamento productor. Ella sostiene que eso fue clave, “porque nunca se invirtió en Santa Cruz; no había agua, ni luz, ni pavimento, hasta 1965 las calles eran de tierra. La gente se organizó y formó las cooperativas, donde el Estado no puso ni un peso”.
El periodista Carlos Valverde -cuyo programa de televisión en la red privada Activa es seguido por cruceños de la elite al igual que el que transmite por radio-, es considerado un hombre de posiciones más extremas en cuanto a la autonomía. Anarquista y anticapitalista, no le gusta formar parte de ningún grupo, aunque reconoce que por el momento apoya las demandas del Comité Cívico Pro Santa Cruz, la entidad más importante y transversal que defiende por métodos democráticos la autonomía para el departamento.
“La Paz tiene una visión centralista de todo. El paceño tiene miedo de desprenderse del poder porque teme quedarse sin nada. El centralismo se lleva el 75 por ciento de los ingresos de Santa Cruz. El 25 por ciento se queda aquí. Si necesitamos un hospital, no tiene por qué ser La Paz la que decida cómo y dónde hacerlo. En 1979 construyeron uno con las ventanas pequeñas y muy altas, según el modelo de La Paz. Ellos tienen viento y frío y aquí con el calor necesitas ventanas amplias... Hace 25 años estamos peleando para que se haga un camino que nos conecte con la frontera de Brasil”.
Coincide con Paula Peña en que el federalismo ha sido desechado por ser una opción muy cara. “No he escuchado a ningún autonomista, de la posición oficial, mencionar la posibilidad de ir a una separación. Habemos algunas personas que sostenemos que si no hay autonomía, tendrá que haber independencia. Yo soy uno de ellos, soy regionalista, pero no soy racista. Mis problemas con los coyas no son porque sean coyas, me molestan por la visión andina de cómo debe manejarse el país. Si se nos niega la autonomía, entiendo que la salida es la independencia. Hacer un país”, dice este hombre sin muchos pelos en la nuca y menos en la lengua.
Samuel Doria Medina es, en este momento, el político con el más alto índice de credibilidad entre la ciudadanía
LA INCREÍBLE VIDA DEL EMPRESARIO QUE BUSCA SER EL PRÓXIMO PRESIDENTE DE BOLIVIA
Conocido en su país como el "rey del cemento", en 1995 fue secuestrado por guerrilleros del peruano Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. En enero el empresario salvó ileso de un accidente, luego que su avión cayera a tierra tras chocar con una nube de hielo.
La Tercera de Chile (www.latercera.cl)
La vida de Samuel Doria Medina (46) parece el guión de una historia cinematográfica. Hace 10 años salió ileso de un secuestro de 45 días y a comienzos de 2005 sobrevivió a un accidente cuando el avión en que viajaba se estrelló con una nube de hielo. Esos hechos, según el acaudalado empresario boliviano, lo metieron en el corazón de la gente. Y las encuestas así lo ratifican. Considerado el líder político con más credibilidad en Bolivia, el denominado "rey del cemento" se vislumbra como uno de los protagonistas de las próximas elecciones presidenciales en ese país.
Economista egresado de la Universidad Católica de La Paz, en 1987, tenía 28 años cuando su padre lo nombró presidente del directorio de la Sociedad Boliviana de Cemento S.A. (Soboce). Al asumir, la compañía se encontraba "al borde la quiebra". "Ahora ha multiplicado su valor por 100 veces", declaró Doria Medina al diario colombiano El Tiempo. La exitosa gestión de Soboce llamó la atención del Presidente Jaime Paz Zamora, quien en 1990 lo invitó a ser su asesor económico. En 1991 y con sólo 32 años, se convirtió en ministro de Planeamiento, por dos años. Al final de su gestión, dejó una economía creciendo al 4,5% y una inflación de un solo dígito.
A dos años de su retorno a Soboce, Doria Medina se enfrentó a uno de los momentos más difíciles de su vida. El 1 de noviembre de 1995 fue secuestrado por guerrilleros del peruano Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). "Mientras estaba encerrado en un cuarto de 2 x 1,5 metros me preguntaba cuántos kilómetros habré caminado en esos días en los que estuve varias veces apuntado con una pistola en la nuca", declaró a la revista boliviana Datos. Tras su liberación, que implicó el pago de un rescate de US$ 1,4 millón, ocho involucrados en el secuestro recibieron 20 años de cárcel.
Tras este episodio, Paz Zamora lo presentó como su fórmula vicepresidencial para las elecciones de 1997. Pese al triunfo de Hugo Banzer, la dupla del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) logró 17% de los votos. La alianza entre los dos políticos duró hasta febrero de 2003, cuando el ex mandatario echó a Doria Medina de la cúpula del MIR. "El respaldo del empresario a la pausa en la erradicación de coca y una silenciosa disputa por el liderazgo mirista fueron las gotas que llenaron el vaso", afirmó entonces el diario paceño La Razón.
"¡No me voy a morir!"
En diciembre de ese año, a dos meses de la renuncia del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, el empresario fundó una nueva fuerza, Unidad Nacional (UN), con la que en las elecciones municipales de diciembre de 2004 logró vencer en 18 municipios. A partir de entonces, Doria Medina comenzó a aparecer en los sondeos como un serio candidato a la presidencia.
El pasado 21 de enero la vida del empresario estuvo nuevamente en jaque. Doria Medina viajaba en un vuelo de la compañía Amazonas rumbo a la ciudad de Sucre. A los 18 mil pies de altura un bloque de hielo obstruyó el motor y la nave, en apenas ocho segundos, perdió 4.000 pies antes del impacto en tierra. "Recordé que Jaime Paz me contó que, la vez que sufrió el accidente, lo único que pudo hacer era amarrarse bien el cinturón de seguridad. Aseguré bien el cinturón, pensé -¡Carajo, no me voy a morir!- y recordé el consejo de Jaime Paz Zamora". El empresario sólo resultó con lesiones leves.
Aunque Doria Medina no quiere hablar aún de una candidatura presidencial, las encuestas lo ponen dentro de los favoritos. En el primer sondeo tras la renuncia de Carlos Mesa, el empresario ocupó el tercer lugar en las preferencias con un 13%, sólo superado por el propio Mesa (17,4%) y el ex presidente Jorge Quiroga (18,3%). Sin embargo, otra evaluación de la empresa Apoyo, Opinión y Mercado lo sitúa como el político con el más alto índice de credibilidad entre la ciudadanía (35%).
A juicio del analista político boliviano Gonzalo Chávez, la credibilidad del empresario se puede deber "a que si bien fue de un partido tradicional, se desvinculó de ellos". "Es un político con capacidad de adaptación", agrega el analista José Blanes. Además, Chávez destaca que Doria Medina tiene índices negativos bajos en los sondeos, por lo que "puede crecer mucho". Los expertos también enfatizan en sus debilidades. "Aunque es más progresista y se identifica con el centro, no ha hecho una propuesta concreta y clara", sostiene Chávez. Blanes destaca que el partido del empresario "es muy joven" y que "va a necesitar articular alianzas". En recientes declaraciones al diario francés Le Monde, Doria Medina, junto con señalar que "me identifico con la izquierda chilena y brasileña", sostuvo que "formaremos un gran frente, que irá desde el alcalde de El Alto, José Luis Paredes, hasta personalidades de Santa Cruz". "Nos hemos presentado como una tercera vía", asegura.
Los vínculos con Chile
La relación de Samuel Doria Medina con Chile va más allá de su "identificación" con la izquierda de nuestro país. Ha reconocido tener "buenos amigos" y uno de ellos es el alcalde de La Florida, Pablo Zalaquett. El edil dijo a La Tercera que se conocieron cuando el ex Presidente boliviano Jaime Paz Zamora le pidió asesoría para las últimas elecciones presidenciales, ya que "querían conocer el modelo de Lavín". Otra de sus amistades en Chile es el empresario Hernán Briones, de Cementos Bío Bío. Aunque Doria Medina ha dicho que la demanda marítima boliviana es un tema que "tenemos que resolver, pero de manera inteligente", en 2003 acusó al Presidente Sánchez de Lozada de no tener los "huevos" ni los "pantalones" para explicar por qué convenía más la salida del gas por Chile que por Perú. "Pese a que sean decisiones difíciles, no hay que postergarlas... Yo no me haría problema de exportar por Chile", explicó esa vez.
JUICIO CONTRA JAVIER VILLANUEVA POR EL ASESINATO DE UNA FISCAL SE CELEBRARÁ A FINALES DE JULIO
Europa Press de España (www.europapress.es)
El sevillano Javier Villanueva, acusado de la muerte de una fiscal boliviana el 29 de febrero de 2004 y que mañana cumplirá 14 meses desde que fuera arrestado en el país andino como supuesto autor del asesinato, será juzgado a finales del mes de julio, según informaron fuentes cercanas a la familia en una nota remitida a Europa Press. La Fiscalía de Bolivia presentó hace unos meses la acusación formal contra este sevillano, al que le imputa la autoría material del asesinato de la fiscal antidroga Mónica Von Borries ocurrido el pasado 29 de febrero y que le haría enfrentarse a una pena de 30 años de prisión, según prevé la legislación del país andino. Aunque la vista no está señalada de manera concreta, las fuentes anunciaron que será a finales del próximo mes cuando finalmente se celebrará después de varios aplazamientos. Villanueva está actualmente a 15 kilómetros de Santa Cruz, internado en la cárcel de Palmasola, y, según muchos especialistas, "son muchas las circunstancias que hacen imposible que el juicio se celebre en condiciones de imparcialidad", aseguran desde la familia.
En la nota se recuerda que se acusa a Villanueva de pertenencia a una organización criminal liderada por el italiano Marco Marino Diodato. A pesar de reiterar su inocencia, admitió su culpabilidad tras ser sometido a torturas y vejaciones, según sigue sosteniendo la familia. La Oficina del Defensor del Pueblo de Bolivia, Waldo Albarracín, publicó un informe a principios de julio que reconocía irregularidades en el proceso de encarcelamiento del sevillano, como que estuvo perdido durante cuatro horas desde su detención y que el médico de la prisión en la que está encarcelado detectó síntomas de tortura en su cuerpo.
La familia resalta también que los avances que se habían logrado han sufrido un duro revés debido a la situación que vive actualmente Bolivia, que ha incidido negativamente en el desarrollo de la causa. La salida del presidente Carlos Mesa, el nuevo dirigente, Eduardo Rodríguez, ha designado el gabinete de ministros de la gestión de transición para convocar elecciones generales anticipadas.
El padre del joven encarcelado, Francisco Villanueva, lamentó hace unas fechas la "tortura psicológica" que sigue pesando sobre la familia después de que volviera a serle negada la cesación de la medida de seguridad que le mantiene privado de libertad. La defensa confía en que la Fiscalía retire la acusación al inicio de la vista porque las imputaciones "no se sostienen" después de que un testigo de cargo se retractara de su primera declaración, en concreto el brasileño Ricardo Borba quien, tras haber acusado a Javier, remitió al juzgado un escrito en el que alertaba que hizo tales manifestaciones acusatorias bajo amenazas y coacciones.
El Tribunal Cuarto de Sentencia de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) denegó a principios de febrero la libertad provisional al sevillano después de que los jueces argumentaran que "necesariamente" debía tener familia residente en el país andino, por lo que permanece en situación de detención preventiva en la prisión de Palmasola. El joven sevillano obtuvo a mediados de octubre una anterior negativa en la audiencia ya que el juzgado entendió que había riesgo de fuga y no le concedió la libertad solicitada a través de su representante legal.
ADÓNDE VA AMÉRICA LATINA
Natalio Botana, Carlos Alberto Montaner y Jorge Castro, y el diputado Jorge Argüello, reunidos por LA NACION, debatieron sobre la realidad de un continente en estado de ebullición tras la crisis boliviana
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Es América del Sur una suerte de volcán en erupción? Si no lo es, ¿por qué tantos presidentes democráticos han caído en poco tiempo y, a su vez, por qué sobrevive el régimen de Fidel Castro? En algo coincidieron, después de la reciente crisis de Bolivia, Carlos Alberto Montaner, Natalio Botana, Jorge Castro y Jorge Argüello: en la existencia de una crisis generalizada de gobernabilidad, en la necesidad de que Brasil supere el escándalo de corrupción que azota al gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, y en que tanto Brasil como la Argentina deberían tener un mayor papel en la solución de los conflictos regionales, dado el escaso interés que despierta la región en los Estados Unidos.
En su libro reciente La libertad y sus enemigos (Sudamericana) -presentado la semana última en Buenos Aires-, el ensayista y periodista cubano Montaner plantea una duda. O, acaso, arroja la primera piedra: "¿Por qué América latina es la porción más pobre, convulsa y subdesarrollada de Occidente? Si hay algo que siempre resulta incómodo es encontrar responsables. ¿Hay culpables directos de nuestro fracaso relativo?".
La duda, sin ser planteada, surgió en forma espontánea durante una mesa redonda, organizada por LA NACION, en la cual participaron Montaner; conocedores agudos de la política internacional como Botana y Castro, y el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados de la Nación, Argüello, también interventor del Partido Justicialista de Santiago del Estero.
Abrió el fuego Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico: "Con la renuncia de Carlos Mesa a la presidencia de Bolivia -dijo-, ya son 13 los mandatarios constitucionales que en América del Sur han tenido que renunciar en forma anticipada desde 1989. La cuestión es la crisis de gobernabilidad. Es decir, el poder político democrático no está en condiciones de ejercer el poder frente a situaciones de crisis. Las excepciones han sido Chile, Uruguay y Colombia".
Por regla general, entonces, los presidentes democráticos de América del Sur corren el riesgo de no terminar sus mandatos. Bolivia, según Castro, "no es un caso aislado". Convalidó la afirmación Montaner, presidente de la Unión Liberal Cubana, vicepresidente de la Internacional Liberal y autor y coautor de obras en la cuales ha expuesto el problema, como Manual del perfecto idiota latinoamericano, Fabricantes de miseria y Las raíces torcidas de América Latina, entre otros. "Forma parte de un mal endémico latinoamericano que afecta prácticamente a todo el continente y que tiene una característica gravísima -dijo-. Lo que está en crisis es el consenso nacional sobre la forma de gobierno, sobre la república."
No menos crítico, Botana, columnista de LA NACION y profesor universitario que se define a sí mismo como miembro de "la raza pascaliana, por el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad", observó: "América latina tiene un problema que hace referencia a los temas básicos de la teoría política. Antes de plantear el tema republicano, ¿qué tenemos en este momento? Ha habido un paso importante que la historia medirá: es la instauración de una suerte de democracia electoral".
Poco antes, Argüello había señalado que el caso boliviano no es un reflejo de la región, sino del país. Es decir, un caso aislado: "Nos está proyectando una visión exacerbada del drama latinoamericano -dijo-. No es de ninguna manera el promedio. Exacerbada, además, por un conjunto de circunstancias que se están dando en este tiempo y en ese lugar de modo concomitante".
-Pero coincide con crisis similares en otros países.
-Castro: Lo que yo sugiero es que Bolivia no es un caso aislado. No es ni siquiera una forma extrema de esta crisis de gobernabilidad, aunque sí ha habido una mutación, en el caso boliviano, de la crisis de gobernabilidad que recorre la región. Esa mutación consiste en que la crisis ya no afecta simplemente el sistema político; golpea directamente las bases del Estado-nación boliviano con el fenómeno de la autonomía, la secesión, la fragmentación en el oriente boliviano y la conversión de las juntas vecinales de El Alto en organismos de autogobierno, transformados en una asamblea popular, que desconocen al Estado boliviano.
-Montaner: En el arco político boliviano hay dos sectores: un sector indigenista, que acaba por complicar las cosas de una manera terrible, y el sector de Evo Morales, que es de un radicalismo político marxista-leninista muy elemental, pero marxista-leninista al fin, que también niega la esencia del Estado boliviano. Y hay una revitalización de algo que parecía superado: el comunismo. En 1989 parecía que el comunismo estaba enterrado, pero el primer síntoma de que no era así me lo contó un amigo que fue a dar una conferencia a La Paz. Lo esperaban con un letrero que decía: "El comunismo ha muerto, viva Trotsky". La familia populista es muy extensa, tiene diversos rostros, conspira contra la eficacia de nuestras repúblicas y se une a esta contestación creciente contra las formas republicanas de gobierno, contra la separación de los poderes, la idea de que el Parlamento debe ser el sitio donde se dirimen los conflictos del país y la existencia de partidos políticos plurales. Todo lo que conforma la esencia de nuestro estado de derecho está en crisis y a mí me parece que lo de Bolivia es un síntoma gravísimo de lo que puede suceder en otros países con otras variantes de acuerdo con su composición étnica.
-Botana: En América latina tenemos democracias electorales con insuficiencia institucional. Es lo que otros autores llaman anomia institucional. Como quiera que sea, es muy claro que las instituciones no responden. Esto toca el nivel de los gobiernos, el nivel de los regímenes y, en última instancia, puede tocar también el nivel de los Estados. En América latina se vota. Antes no se lo hacía o se lo hacía mal. De eso no hay ninguna duda, a tal punto que la posibilidad de un pronto llamado a elecciones descomprime la situación en Bolivia.
-Argüello: Un analista boliviano usó un concepto fortísimo: se refería a las dos partes en las que está dividido Bolivia. No a propósito de la secesión, sino del corte social. Más de la mitad de la población es indigenista y las dos terceras partes de la población están bajo la línea de pobreza. Por un lado, ve la existencia de una mayoría que es capaz de poner en jaque al país, de sitiarlo y paralizarlo pero no de imponerse, y por otro, la de una minoría que controla el Estado pero, a la vez, es capaz de imponerse sobre la otra parte. A esto lo llama empate catastrófico. Es verdad que hay otros comunes denominadores compartidos con países de la región, pero Bolivia, en sí mismo, está expresando una gravedad singular y también una posibilidad.
-¿Cómo evalúan la respuesta ante las crisis de los países de la región?
-Argüello: El presidente Mesa ha sido muy ayudado por el presidente Lula, el presidente Kirchner y el presidente Chávez. En los últimos días de su gestión, Mesa mandó tres cartas. Debió haber mandado cuatro; no mandó la cuarta porque el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, es chileno. Le mandó una carta a Kofi Annan, otra a Lula y otra a Kirchner. Y la verdad es que, a diferencia de lo que antes ocurría, tanto Brasil como la Argentina acudieron a respaldar la institucionalidad en Bolivia. A diferencia de lo que Carlos (Montaner) planteaba, no creo que haya una crisis de régimen político, sino una crisis de gobierno. El régimen político, democrático y republicano, a la manera de ser de América latina, sobrevive.
-Botana: No es lo mismo la situación de México, ni aun de América Central, que la situación de Venezuela o del mundo andino. En Brasil hubo crisis. El punto de partida fue Collor de Melo; luego vino Fernando Henrique Cardoso. La estabilización de Brasil es decisiva para América latina.
-Montaner: Claro... y la moderación.
-Botana: Estabilización en el sentido de la moderación republicana de Brasil. Digo que es decisiva porque en América del Sur, sobre todo, no tenemos simetría. La simetría que fue el punto de partida de la integración europea, hoy en crisis, no existe. Esta es la pura y santa verdad. La Argentina era simétrica a Brasil en 1937, por señalar una fecha arquetípica en la cual nuestra renta per cápita era cuatro veces superior a la de Brasil, pero esa historia pasó. Ahora, la asimetría es muy grande y quiero insistir mucho en Brasil. Un Brasil moderado, republicanamente hablando, es esencial para la región.
-Castro: Precisamente por eso tiene tanta importancia la crisis actual de Brasil, que ha llevado a la renuncia al ministro José Dirceu. Brasil cumple un papel intransferible en América del Sur, con el agregado de que se da en un contexto en que la presencia norteamericana no ocupa un papel de primera línea.
-Ese es otro punto: ¿por qué Mesa no le escribió también a Bush?
-Montaner: Terminada la Guerra Fría, desaparece la voluntad norteamericana de intervenir en los asuntos latinoamericanos o se debilita mucho. Lo que piensan los Estados Unidos es que Bolivia es un problema de Brasil y de la Argentina, no de Washington. La cocaína que se produce en Bolivia va a parar a San Pablo, no a Nueva York. Ahora es el momento en que los países latinoamericanos tienen que aplicar una política internacional para enfrentar ese problema que les afecta porque es prácticamente imposible esperar una solución o un desenlace provocado por Washington. No va a venir. No tiene interés primordial. Desapareció.
-Castro: Sobre todo porque, a partir del 11 de septiembre de 2001, los Estados Unidos redefinieron sus prioridades estratégicas. Y la última región del mundo hoy es América del Sur.
-Montaner: Con una excepción: que el caos genere territorios sin ley en donde se puedan insertar grupos terroristas o narcotraficantes que afecten a los Estados Unidos. Colombia es un caso o esa extraña región entre Paraguay, Brasil y la Argentina, en donde parece que no hay?
-Argüello: Allí hay una intensa presencia y colaboración de los Estados Unidos con los tres países. Todo esto tiene un costado bueno, me parece a mí. Y vuelvo a Mesa. Tengo la impresión de que los países de la región colaboraron en la inmediatez del tema boliviano de gobernabilidad.
-Montaner: ¿Por qué Mesa no le escribió a Chávez?
-Argüello: No sé por qué no le escribió a Chávez, pero sí sé que jugó un rol muy importante en la salida institucional de Bolivia. Está la presencia de Evo Morales, por ejemplo, que pudo haber hecho lo que algunos preveían: instar a la guerra revolucionaria o al levantamiento cocalero. Y no hizo eso. Fue precisamente Evo Morales quien indicó, en el primer momento, una salida institucional. Y Evo Morales no debe de expresar más de un 30 o un 40 por ciento del electorado. Se da la paradoja ahora de que Mesa está reposicionándose en las encuestas. Analicemos los otros casos de presidentes que tuvieron que irse por renuncias, por convocatoria de elecciones anticipadas, por abandono del gobierno, por juicio político, por corrupción; ninguno reflotó su posición ante la opinión pública.
-La reflotó Mesa en las zonas urbanas. No, al parecer, en las zonas duras de los cocaleros y los mineros.
-Castro: Mesa tuvo un alto respaldo en sus 19 meses de gobierno. En la semana que tuvo que renunciar a la presidencia tuvo más de un 60 por ciento de respaldo de la opinión pública. No parece haber una correlación directa entre respaldo de la opinión pública y poder político efectivo.
-Botana: Cuando hablábamos de los Estados Unidos recordé una anécdota de un académico amigo en Europa. Dejemos de lado los problemas de ahora de la Unión Europea. Veamos el otro lado, el éxito fabuloso como núcleo de incorporación de países atrasados, como España, Portugal, Grecia, Irlanda y ahora los del Este europeo. Decía mi amigo que Europa fue protegida por dos potencias regionales y el problema que ustedes tienen en América latina es que el agente protector no es una potencia regional, sino una potencia imperial con vocación universal. Son los Estados Unidos. Puede no cumplir con su papel de protector porque sus intereses están en otro lado. Creo que uno de los temas teórico-prácticos de América latina, y sobre todo de América del Sur, es cómo configurar un núcleo de incorporación propio. Lo podrá hacer Brasil o Brasil con la Argentina.
-¿Cuál sería el núcleo?
-Botana: En América del Sur atraviesa el Cono Sur. Va de Brasil a Chile, pasando por Uruguay y la Argentina. Y ver en qué medida se puede sostener, porque el problema andino es muy serio. Hay diferencias de naturaleza étnica que acá no existen. En Brasil tampoco. Son más típicas de Europa del siglo XIX: pobres y ricos.
-Montaner: No hay memoria africana.
-Botana: Muy bien dicho.
-Montaner: Pero hay otro elemento. Cuando se constituye primero la Comunidad Económica Europea hay cosas muy claras: para pertenecer tienen que ser democracias. El elemento clave para que España transitara de un régimen semitotalitario, pero sin duda autoritario, a una democracia, era Europa. Para integrarse había que hacer las cosas de cierto modo. El problema de América latina es que no están claras las reglas de juego.
-Argüello: Se están gestando. Hace poco, en la reunión de los presidentes del Mercosur, ha habido dos tipos de declaraciones: una que tiende al resguardo institucional por medio de una cláusula democrática y otra que consiste en la creación de un fondo estratégico en el cual los países, por orden de importancia, van a empezar a hacer aportes a un fondo común que va a ser invertido, a su vez, según las prioridades. El que menos pone es el que más recibe y así la idea es llegar a 2010 con un fondo de 2500 millones de dólares.
-El Mercosur tiene una cláusula democrática, la OEA tiene la Carta Democrática y, ahora, acordaron otra cláusula democrática. ¿Por qué tanto énfasis en ello cuando no hay consenso para otro gobierno que no sea civil?
-Argüello: ¿Y si al rengo lo vemos caminando? En la crisis casi terminal de Bolivia, más allá de las reglas, las convenciones y los acuerdos internacionales, la acción decidida de los presidentes de la Argentina y Brasil contribuyó a que la salida fuera lo menos traumática posible.
-Montaner: ¿Cómo se conjuga la cláusula democrática del Mercosur con la invitación al gobierno cubano, una dictadura estalinista, a que forme parte de él? Es una dictadura y todo el mundo sabe que se violan los derechos humanos, ¿por qué no se la condena?
-Botana: Yo no invitaría a Cuba si hay una cláusula democrática en serio. Fue la cláusula democrática en serio, según me dijo Willy Brandt, la que obligó a democratizarse a los países europeos que no lo eran. Llevar adelante una política de compromiso diplomático con Cuba puede ser interesante en otros niveles. No en un proceso de unión como el del Cono Sur, que tiene que estar basado sobre un consenso democrático muy fuerte, porque, si no, la cosa nos puede saltar por la ventana. Lo han hecho muy bien Kirchner y Lula; estamos estabilizando Bolivia.
-¿Cómo ven las relaciones con Venezuela? Chávez pudo haber participado en el final del conflicto en Bolivia, pero se sospecha que también influyó en el comienzo.
-Montaner: En tumbar a Sánchez de Lozada. Por lo menos, es lo que dice Sánchez de Lozada.
-Argüello: El nivel de defraudación de ese presidente fue aterrador y la incapacidad de manejar el conflicto también. Pondría como positiva la intervención de Chávez en la situación boliviana. Lo formal es esencial a la democracia. No me imagino un sistema democrático funcionando sin que estuvieran presentes las formas. Pero nuestros países han tenido dificultades en generar en democracia esa riqueza social que les permita insertarse en las múltiples redes del mundo globalizado. Esa dificultad alimenta los procesos de concentración económica, desigualdad social, de inviabilidad de vastas regiones? Eso que yo defino como riqueza social, estar a la altura de la evolución del mundo.
-Castro: En América del Sur, el desafío de la democracia como régimen político no consiste en una opción sistémica, como era la vigencia de la revolución comunista en la Guerra Fría, ni en un retroceso hacia los golpes militares. El desafío son estos movimientos de carácter insurreccional surgidos de la sociedad civil que se generalizan y llegan a derrocar presidentes constitucionales en situaciones de crisis. Tiene dimensiones sociales y económicas surgidas de la pobreza y de la marginación, pero es, esencialmente, un fenómeno político. Han sido la clase media y la clase media alta de Quito las que derrocaron al presidente Lucio Gutiérrez. Es la clase media y la clase media alta de Venezuela la que enfrenta, incluso con medios violentos, a Chávez. El año 2004, en el cual se generaliza y se profundiza la crisis de gobernabilidad, es el de mayor crecimiento de América del Sur en 26 años. En Perú, hoy, el presidente Alejandro Toledo tiene un siete por ciento de respaldo de la opinión pública y el crecimiento económico es de los más altos de los últimos 10 años.
-Esa es la paradoja: ¿nos vendieron mal el modelo o el crecimiento no siempre está emparentado con la prosperidad?
-Botana: Cada vez es más claro, por lo menos para mí, que la marca de la insuficiencia institucional es la insuficiencia de la representación política. Cuando nosotros entramos en ese estado agónico del verano de 2002 teníamos la convergencia de tres crisis que estallaron al mismo tiempo: una crisis de representación, una crisis fiscal y una crisis monetaria. Con los gobiernos de Duhalde y Kirchner, más o menos, hemos campeado la crisis monetaria y creo que se ha campeado la crisis fiscal, aun cuando podemos discutir si hay raíces sólidas en esto. Pero en la Argentina persiste la crisis de representación. No tanto por el lado del partido del gobierno. Uno ve el panorama de la oposición y es un archipiélago de fracciones.
-Castro: Aun cuando en Chile participan las fuerzas armadas, el gobierno del presidente socialista Ricardo Lagos actúa, funciona y ejerce el poder a partir de la constitución sancionada por el gobierno militar.
-Botana: Nosotros, los argentinos, nos hemos intoxicado de alternancia. Chile salió de Pinochet y no ha alternado. Y si me atengo a las encuestas, la próxima presidenta pertenecerá a la Concertación.
-¿Vislumbran un estadio posterior a la era de los partidos políticos?
-Botana: ¿Qué quiere que le diga? No lo veo, pero todos los intelectuales dicen que sí, porque ven en esta era países que sufren dificultades con sus partidos, pero resulta que los países que han tenido partidos estables desde el siglo XIX no la sufren tanto.
-Argüello: Los partidos políticos nunca mueren de muerte natural; los mata la realidad. Estamos en una etapa de transición no sólo en la Argentina, sino en toda la región, en la cual se reconvierten los partidos. El otro día leía un trabajo sobre el concepto anglosajón de liberal, que combate el statu quo y trata de resolver los dramas sociales. En cambio, nuestro concepto de liberal -que tiene un recetario todo terreno aplicable en cualquier país y en todas las circunstancias- tiene que ver con la venta de los activos estatales, la desregulación, esto que muchas veces de modo ligero se asocia con la globalización. Ricardo Lagos dijo que la globalización es un viento que recorre todo el mundo, pero tiene que encontrarse con árboles que tengan sólidas raíces y que puedan resistirlo y convivir con él. De lo contrario, el viento se lleva todo. El drama de América latina de los últimos 15 años tiene mucho que ver con este recetario todo terreno, aplicado en países de distintas coyunturas. Esta mala aplicación ha agudizado la carencia de solidez institucional que padecen nuestros países.
-Montaner: Eso es la mala aplicación. Cuando la aplicación es buena, tenemos el caso de Chile. Cuando la aplicación es regular, como en los países de Europa del Este, nos encontramos con que los 10 que ingresan en la Unión Europea tienen un ingreso per cápita más alto que el de América latina. ¿A qué conclusión nos lleva esto? ¿Que esas fórmulas funcionan cuando las usan los eslavos, los pueblos germánicos o los pueblos de origen hispano como España o Chile? La aritmética es universal. Si tengo un modo de gobierno que ha demostrado su factibilidad cuando funciona bien, como en Irlanda o en Singapur, quiere decir que si hacemos las cosas mal, los resultados van a ser malos.
NUEVOS BRÍOS DE LOS VIEJOS ACTORES BOLIVIANOS EN UN CLIMA PREELECTORAL
El Congreso de Bolivia tiene que lograr un acuerdo político para allanar el camino a elecciones generales. Mientras, el MAS de Evo Morales forma un frente antineoliberal y la derecha se postula de centro.
Página 12 de Argentina (www.pagina12web.com.ar)
Pese a la resistencia de no pocos legisladores, la convocatoria a elecciones generales va ganado terreno. Una prueba de ello es que los congresistas se preparan para distribuir entre los partidos de la ex megacoalición una serie de cargos cuyo nombramiento depende de ellos y así mantener su cuota de poder en el Estado pese al rechazo ciudadano. La duda es cómo se armará el “combo” electoral, que debe incluir elecciones de presidente y vice, prefectos (gobernadores), referéndum autonómico y Asamblea Constituyente. En la simultaneidad o no de todas estas elecciones –más que de fechas se trata de prioridades políticas– reside hoy la discordia política en el país, mientras el presidente Rodríguez Veltzé trata de acercar posiciones.
Los legisladores volverán mañana martes a sus bancas para empezar a definir su propia salida y encarar la misión (casi) imposible de articular las agendas en disputa. Esta vez, los “representantes del pueblo” no deberán sesionar con dinamita en la nuca, como durante las anteriores semanas de honda convulsión política y social. Sin embargo, como lo demuestran los intentos de la Unión Juvenil Cruceñista de evitar el ingreso de Evo Morales a la ciudad de Santa Cruz, se mantiene la radicalidad de las fuerzas en pugna. Ni los cívicos cruceños están dispuestos a ceder en su demanda de referéndum autonómico antes de la Constituyente ni los movimientos sociales, incluido el MAS, resignarán su demanda prioritaria de Asamblea Constituyente para “refundar el país y recuperar los recursos naturales”. Si bien se espera que los primeros sean virtualmente pulverizados en el ámbito nacional –sobreviviendo sólo en sus “bastiones”: MNR en Santa Cruz, MIR en Tarija– no es obvio que el peso de la izquierda en las movilizaciones le asegure el triunfo electoral. En esto Bolivia es tan “normal” como cualquier país vecino: las mayorías silenciosas parecen reacias a votar por la izquierda. Como lo demuestran las últimas elecciones municipales, a Evo Morales le ha resultado muy difícil “enamorar” a los sectores medios –e incluso populares– urbanos y en gran medida el MAS sigue siendo una fuerza campesina. Y otro dato: si se presentara –no puede hacerlo porque en Bolivia no hay reelección– Carlos Mesa estaría entre los que según las encuestas cuentan con más votos para llegar al sillón presidencial.
La gran novedad en la izquierda es el preacuerdo entre el MAS y el Movimiento Sin Miedo (MSM) para conformar un frente amplio antineoliberal. “No hay nada definido aún”, dijo el líder del MAS a la salida de la cita con el alcalde paceño y líder del MSM Juan del Granado. Sin embargo, la reunión parece una señal favorable a la conformación de un bloque progresista que articule la ciudad y el campo. “La línea del MSM es un Frente Amplio con acento estratégico entre quienes comparten un proyecto de país alternativo”, le dijo a este diario el presidente de ese partido, Javier Bejarano. La semana pasada Evo Morales fue convencido por algunos de sus asesores del riesgo de quedar como un “candidato campesino”, acechado desde la izquierda “dura” y desde el centroizquierda, lo que lo llevó a tender puentes hacia expresiones moderadas de la izquierda urbana. Y, de esta forma, procurar traducir en las urnas el sentimiento expresado en las calles durante las últimas movilizaciones.
La izquierda tiene enfrente a dos candidatos de centroderecha con chances de capitalizar el rechazo de muchos bolivianos a los bloqueos. El ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga y el empresario Samuel Doria Medina. Cada uno de ellos trata de ocupar el centro y dejar a su adversario a la derecha.
Opinión:
LA CRISIS EN BOLIVIA
EL Universal de México (www.eluniversal.com.mx)
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POR donde se le mire, Bolivia no es un típico país latinoamericano. Después de Haití, es la segunda nación más pobre del hemisferio occidental, y es incluso menos estable, con una historia marcada por más de 200 golpes de Estado desde su independencia.
En una región con un fuerte pasado indígena, pero con un presente desarticulado y aislado, Bolivia es, junto con Guatemala, tal vez el único país de América Latina donde los pueblos indígenas constituyen la mayoría de la población. Su topografía y distribución étnica son por lo general autonomistas, incluso actúan como fuerzas separatistas que amenazan la unidad nacional de maneras más temibles que en cualquier otro país. Y, por supuesto, es, junto con Paraguay, la única nación sin acceso al mar en el subcontinente.
De modo que sería altamente imprudente extrapolar la actual crisis boliviana al resto de América Latina. Es demasiado simplista generalizar: las instituciones en todos los demás países son mucho más sólidas, la pobreza (particularmente la extrema pobreza) está disminuyendo y, en gran medida, la batalla por los recursos naturales ha sido resuelta. Incluso en países como Venezuela, con enormes reservas de petróleo y un gobierno de mentalidad tradicionalmente nacionalista, el statu quo que permite la inversión extranjera en los recursos energéticos, ha sobrevivido a casi ocho años de gobierno del presidente Hugo Chávez.
Si bien la existencia de movimientos indígenas es una realidad en muchos países, de Chiapas a la Araucania , y de la Amazonia a Ayacucho, en ningún país de América Latina ha representado una amenaza real a la integridad nacional. De modo que la de Bolivia no es una crisis que presagie otras en la región, ni la manida "teoría del dominó", sostenida tanto por Lyndon Johnson como por el Che Guevara en el caso boliviano, parece válida o siquiera medianamente razonable.
Sin embargo, la crisis actual de este país es una señal del "déficit democrático" que sufre América Latina en la actualidad. Los gobernantes electos han fracasado, por una razón u otra, en Bolivia, Ecuador y Haití.
La democracia está ausente o es incompleta en países como Cuba, México y Nicaragua, y se encuentra amenazada por una razón u otra en Venezuela y Colombia. Ninguno de estos casos es idéntico a los demás, ya que incluyen niveles variables de riesgo, daño o reconciliación.
La pregunta es qué se puede hacer en torno de esta situación, que contrasta notablemente con las estimulantes perspectivas que predominaban hace tan sólo unos años. En la última asamblea de la Organización de Estados Americanos en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos tomó una buena idea que otros habían tenido y, al apoyarla, básicamente acabó con ella.
La historia comenzó hace un par de años, cuando el ex ministro argentino de Relaciones Exteriores Dante Caputo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo quedaron a cargo de esbozar el Informe sobre Democracia en América Latina . Llegaron a la conclusión de que un sistema temprano de alerta de la crisis de la democracia en la región ayudaría a generar acciones antes de que las cosas llegaran a estar fuera de control, como ocurre hoy en Bolivia.
Caputo y el equipo de la ONU convencieron entonces al presidente chileno Ricardo Lagos a que tomara la iniciativa y la promoviera entre varios de sus colegas. Lo hizo, pero el asunto no llegó muy lejos. De hecho, el Informe del PNUD sobre Democracia en América Latina , publicado en 2004, apenas lo menciona.
Estados Unidos y el nuevo secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, resucitaron el plan durante el encuentro de la OEA en Florida, pero fue rechazado debido a los razonables temores latinoamericanos de que la idea estuviera dirigida contra Venezuela, combinados con los anacrónicos recelos de los países de América Latina de que se violara el sacrosanto principio de la no intervención.
A pesar de que el continente no pudo llegar a un acuerdo sobre el principio subyacente a la propuesta, la idea de un sistema de alerta temprana merece recibir atención. En la actualidad, es posible que sea poco lo que la comunidad hemisférica pueda hacer con respecto a lo que ocurre en Bolivia, y sin embargo, la situación está preñada de riesgos para todos. Evo Morales, líder de la oposición y de los cultivadores de hoja de coca, puede ser un líder democrático honesto, aunque desorientado, pero ¿carecen sus seguidores de deseos autoritarios? Puede que Hugo Chávez no esté financiando a Morales y a los demás disidentes bolivianos, pero ¿de verdad Venezuela y Cuba no tienen la tentación de inmiscuirse en el país donde el Che Guevara murió intentando generar una guerra de guerrillas hace casi 40 años?
La comunidad de negocios de la región boliviana de Santa Cruz puede no hacer realidad su amenaza de separarse del país, pero ¿preferirán compartir sus reservas de petróleo y gas con los pueblos indígenas del altiplano, en lugar de hacerlo con los industriales brasileños de Sao Paulo?
Antes de que los sucesos lleguen a estos extremos, podría ser una buena idea el que la OEA (no Estados Unidos) se involucrara. La región sigue necesitando esa participación, con un compromiso oportuno, con mensaje y basado en una plataforma democrática adecuada, que se distinga de la tradicional intervención estadounidense de la tradicional indiferencia latinoamericana.
Jorge Castañeda, Ex canciller mexicano.
Opinión:
CON UN BURRO ATADO AL PIE
El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo)
''Atate un burro al pie y morirás sin saber de qué''. En este viejo refrán han de estar pensando los habitantes de Santa Cruz, la desarrollada región boliviana que busca separarse del resto de un Estado en el que una ruidosa mayoría, presa de su ignorancia y de los demagogos que cosechan en ella, amenaza con imponer una plataforma ideológica insensata y cavernaria que acabaría de condenar al país, por unas buenas décadas más, al más duro de los subdesarrollos.
Seguramente hacen la salvedad los cruceños de que no es éste un burro al que ellos se hayan atado; que el suyo es un burro con el que, por decirlo de alguna manera, ellos nacieron atado a sus pies. Pero ello dista de ser exacto. Si las mayorías indígenas de la Bolivia occidental permanecen hundidas en el medioevo educacional y material, ello se debe en buena parte a que las elites predominantemente blancas de Santa Cruz históricamente no favorecieron una sociedad incluyente y sin muros en la que, en lugar de un mercantilismo plagado de privilegios, existiera un mercado libre abierto a todos y unos ''todos'' provistos de los ingredientes esenciales --buena salud y educación-- como para poder entrar a él. Y no es éste, por lo demás, un patrón de conducta que, siempre con las admirables excepciones del caso, haya dejado de llegar hasta nuestros días. No en vano viene desde la Colonia y se repite en todos los otros países andinos.
Lo anterior no justifica, sin embargo, que tenga Santa Cruz que hundirse con la ignorancia suicida del resto del país. Que el burro atado al pie que lamentablemente, en efecto, le significa a esta región el occidente boliviano, tenga que arrastrar consigo, en su insensato camino, a todos los cruceños. En un mundo tan pobre como el latinoamericano no hay lugar para un desperdicio de recursos evitable como el que significaría el que esta gente abierta a la modernidad y el progreso vea sus esfuerzos y sus recursos gastados en vano por el oscurantismo de, digamos, un Evo Morales. Es mejor apostar por que el desarrollo de una Santa Cruz independiente (que nada menos que a esto servirá si, como parece, las retrógradas doctrinas de los bolivianos occidentales se constitucionalizan) acabe por permear al resto de Bolivia las milagrosas virtudes del libre mercado.
No se trata, naturalmente, de sostener que cada grupo que en el mundo piense diferente pueda fundar su propio país. El cruceño es un caso bastante sui generis tanto por el hecho de que el grupo que piensa de una determinada manera está bastante concentrado en una región, como por lo extremo --y extremadamente irracional-- que es la posición del grupo contrario. Es sólo por esto que puede resultarle a los cruceños beneficioso asumir los gigantescos costos que implica constituir un nuevo estado --que van desde los difíciles y largos procesos de organización y cimentación de toda una nueva estructura política, hasta lo que supone el ser un naciente (y desconocido) agente en el mercado internacional. Porque lo que los amenaza, si no, como van las cosas, es el más hondo y anunciado de los abismos; aquél al que promete con arrastrarlos, con sus cada vez más violentas coces, el tan atormentado como atormentador burro que, hasta la fecha, tienen atado al pie.
GUERRA DE PROPAGANDA GRINGA EN AMÉRICA LATINA: O CUIDADO CON EL GOBIERNO BOLIVARIANO
El gobierno estadounidense está urgido de recuperar la iniciativa en Latinoamérica, esa que por años le permitió actuar a sus anchas en nuestros países, poner y quitar presidentes, utilizar nuestros recursos naturales, llevarnos a la miseria.
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
Resulta evidente en los últimos años, que cada gracia que se le ocurre a los halcones de Washington, termina en irremediable 'morisqueta' y que vienen de derrota en derrota como si no terminaran de comprender la realidad que recorre el continente. Hagamos un recuento breve: Del ALCA ya ni se habla, el golpe en Venezuela fue barrido en 48 horas gracias ala unión cívico militar, el congreso estadounidense decidió no aprobar más dólares para el Plan Colombia, su candidato para Secretario General de la Organización de Estado Americanos (OEA) naufragó antes de zarpar y por último, tuvieron que plegarse a la mayoría que optó por aplastar su propuesta de monitorear las democracias del continente, en la recién culminada cumbre de la OEA en Miami, es decir una derrota a domicilio.
Evidentemente no se quedarán de brazos cruzados, el imperio sabe como atacar y emplea todo lo que tenga a su alcance para 'preservar los intereses de Estados Unidos'. Hace unos días (20 de junio de 2005) el diario La Nación de Argentina titulaba: 'EEUU lanza una guerra de propaganda en la región'.
Según la nota, rubricada por el periodista Hugo Alconada Mon, el comando militar de Operaciones Especiales de Estados Unidos desplegará en nuestro continente, 'varios equipos de contrapropaganda en potenciales focos de terrorismo y de desestabilización regional para tratar de neutralizarlos, mientras el Pentágono actualiza sus planes militares de contingencia en Venezuela y Bolivia'.
La tesis presentada por Alconada Mon se afianza, además, con unos apuntes aparecidos en la última edición de la revista 'Times', según la cual, 'el Pentágono comenzó a desplegar equipos de 2 y 4 militares, especialistas en guerras de información para que desarrollen campañas de publicidad a favor de los intereses de la Casa Blanca en Medio Oriente, América latina o cualquier otro punto del planeta'.
Para ubicarnos en el caso latinoamericano ¿cuál es el objetivo central de una campaña como la que se anuncia? Simple: Neutralizar potenciales focos de desestabilización. Según la óptica acomodaticia de Estados Unidos, un foco desestabilizar es todo aquel que decida no lamerle las botas. Caso concreto: el gobierno bolivariano y su pueblo.
Mercosur en la mira
Después de su derrota en la OEA, Estados Unidos a través de su agencia de mentiras CNN, de avocó tratar de minimizar los alcances estratégicos de la cumbre del Mercosur realizada en Paraguay, donde Venezuela solicitó su membresía plena. Según sus reportes, la reunión sólo había servido para acrecentar las diferencias entre los países, cuando en realidad, el camino hacia una unión más humana, sigue ganando fuerza a lo interno. El anuncio, hecho por los ministros de Economía y los gobernadores de los Bancos Centrales de los países del MERCOSUR, destacando 'la estabilidad monetaria y fiscal, la convergencia macroeconómica y el crecimiento del bloque sudamericano', pasó por detrás de las puertas para CNN.
No podemos seguir cayendo en la trampa de la desunión, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980 dio en Ecuador hace unos días que 'el fortalecimiento regional de los países de Latinoamérica, es lo que nos puede dar identidad para conseguir un trato más justo y más humano (…) porque ningún país se salva solo'.
En una entrevista que le hiciera 'Citynoticias' (89.3 FM en Guayaquil), Pérez Esquivel destacó la importancia de las alianzas entre los pueblos y como el MERCOSUR está cobrando fuerza con las políticas internacionales que están llevando a cabo Uruguay, Venezuela y Brasil.
Sin dejarse intimidar
Ahora bien, la iniciativa del presidente Hugo Chávez con la que se abrió un debate internacional sobre el 'Socialismo del Siglo XXI' causa aún más escozor en los jardines de la Casa Blanca. La Venezuela bolivariana, guiada por el líder de la revolución parece decidida (incluso su institucionalidad) a permitir que el poder popular se abra paso en su tránsito por barrer los vicios del pasado corrupto.
Y hay sobradas evidencias de la decisión ha construir un país sin intervenciones de ningún tipo. Durante el acto militar de celebración de los 184 años de la Batalla de Carabobo, el 24 de junio (con la que Simón Bolívar sella la independencia de Venezuela), el comandante general del Ejército venezolano, Raúl Isaías Baduel, en clara alusión a los recientes ataques de Estados Unidos en contra de Venezuela, dijo que la seguridad nacional implica la tranquilidad y confianza de todos los venezolanos porque 'saben que no hay nada que temer, porque existen leyes e instituciones que los protegen y que van a actuar para neutralizar las amenazas, riesgos o peligros externos o internos'.
El militar venezolano advirtió que los factores internacionales promotores de la globalización y del quebrantamiento del concepto del Estado-nación, promueven la calificación de Venezuela como una seria amenaza a sus intereses en la región y el mundo porque el concepto de Estado se contrapone a la tesis de la globalización.
Como advertencia recordó que el Ejército de Bolívar sólo ha traspasado sus fronteras para sembrar la bella rosa blanca de la libertad, 'en lugar de destrucción, opresión, muerte y tiranía'. También recordó que el Ejército 'no conoce la derrota militar'. Es así como el Gobierno Bolivariano, su pueblo y sus Fuerzas Armadas demuestran su voluntad de ser un país libre, reivindican su condición pacifista, pero 'que nadie se equivoque con Venezuela', dijo Chávez… que nadie se equivoque. * Ernesto J. Navarro es periodista venezolano.
LA SEGUNDA BATALLA POR LA NACIONALIZACIÓN DEL GAS (PARTE I)
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
Las épocas revolucionarias son períodos históricos de varios años caracterizados por una intensa lucha social y política por el poder del Estado entre dos bloques, uno conservador, interesado en mantener el viejo orden constituido, y otro revolucionario, que busca instaurar un nuevo régimen económico y político.
Esto es lo que se vive en Bolivia desde el año 2000 con la conformación de un bloque social articulado en torno a los empresarios agroindustriales cruceños y los partidos políticos conservadores y un bloque renovador que, pese a su dispersión entre moderados y radicales, está compuesto por sectores indígenas, vecinales, campesinos y obreros del país.
Por la formación histórica de estos bloques, se trata de fuerzas que visibilizan antagonismos regionales (oriente/occidente), étnicos (indígenas/blancos-ricos) y clasistas trabajadores/empresarios) de la formación contradictoria de la sociedad.
Las épocas revolucionarias se diferencian de las de estabilidad por la creciente participación de la sociedad en los temas de orden público, por el debilitamiento de las antiguas creencias que mantenían pasiva a la población, por el surgimiento de nuevas ideas, de nuevas consignas contrarias a las dominantes que logran una creciente adhesión de sectores dispuestos a movilizarse por la efectivización de esas demandas. Precisamente, en el país, la consigna de desplazar el neoliberalismo, de nacionalizar los hidrocarburos, de asamblea constituyente y gobierno indígena han logrado disputar la hegemonía ideológica del bloque conservador convirtiéndose en un ideario movilizador de las expectativas colectivas de la sociedad.
Una época revolucionaria no es una simple acción de protesta, sino varias oleadas de protestas y movilizaciones, separadas por períodos de relativa estabilidad, que debilitan al régimen de gobierno. Estas se iniciaron en abril de 2000, luego en septiembre/octubre de 2000, en junio de 2001, en enero de 2002, febrero de 2003, octubre de 2003, y ahora, mayo-junio de 2005. Junto con el carácter masivo de las movilizaciones, lo decisivo de esta época es que de la mera acción de resistencia a las arbitrariedades estatales (2000), se pasa al cuestionamiento del Estado (junio de 2001 con la formación del 'Cuartel' Indígena de Q'ala chaca) y a la formación de un bloque social con proyectos antagónicos al del bloque dominante conservador dando lugar a una polarización social y política entre dos proyectos de sociedad, de economía, de Estado, de instituciones y gobierno (octubre del 2003-junio de 2005).
Las épocas revolucionarias son intensos momentos de lucha por el poder político, económico y cultural de la sociedad y su resultado puede ser variado: en ocasiones desembocan en golpes de estado conservador que retienen el poder a costa del empleo abierto de la violencia estatal; en ocasiones acaban en revueltas que no modifican el poder estatal aunque fragmentan la sociedad en múltiples, dispersos y efímeros actos de rebeldía.
Pero también las épocas revolucionarias pueden culminar en una redistribución pactada del poder por la vía de sucesivos reacomodos electorales de la correlación de fuerzas (elecciones adelantadas, asamblea constituyente), por medio de un liderazgo 'cesarista' que se coloque por arriba de los bloques antagónicos, o bien mediante un trastoque radical del poder político resultante de una revolución social.
En tanto el antagonismo de dos bloques sociales que pugnan por el poder no se resuelva, se da una etapa de 'empate catastrófico' de las dos fuerzas en pugna que, en el fondo son dos protohegemonías que aún no logran dirimir, ni construir, una hegemonía, un liderazgo político e intelectual de carácter nacional, por lo que de rato en rato se lanzan a pruebas de fuerza que buscan resolver este equilibrio inestable (octubre de 2003, marzo y junio de 2005).
Las sublevaciones por los hidrocarburos
La lucha por la nacionalización de los recursos naturales forma parte de la memoria histórica del movimiento popular. Reivindicada desde 1920 bajo la forma de 'nacionalización de la minería' como una medida dirigida a socializar la riqueza privada acumulada por los varones del estaño, la nacionalización ha formado parte del ideario sindical y popular dirigida a dotar de una base material a la construcción de la nación. Tras la Guerra del Chaco, los gobiernos militares antioligárquicos nacionalizaron la explotación de petróleo (1936) y, después de la revolución de 1952, se nacionalizó la gran minería privada del estaño, con lo que el Estado asumió un rol protagónico en la formación de la base industrial moderna del país.
Este proceso se completó con la nacionalización de la Gulf Oil en 1969.
A su modo, esta primera oleada de nacionalización fue parte de la época revolucionaria que terminó con el régimen oligárquico dando paso al capitalismo de Estado. Independientemente de la corrupción y malos manejos, esta etapa de nacionalización le dio al país los índices de mayor crecimiento económico en el siglo XX, una ampliación de la débil base industrial y, paradójicamente del soporte económico del empresariado agroindustrial y minero que en los años 80 se dedicará a desmantelar la fuente primaria de su crecimiento. La nueva etapa de lucha por la nacionalización de los recursos naturales que se inicia en abril de 2000, recoge esa memoria histórica de las luchas populares y, se puede decir que, bajo la actual consigna de nacionalización de los hidrocarburos se resumen dos percepciones colectivas.
La primera, que en la propiedad estatal del gas se está jugando el destino económico del país para los siguientes años, porque será la principal fuente de generación de riqueza y debe quedar en manos de la nación su control, usufructo y propiedad. La segunda es que en la nacionalización se resume la demanda indígena y popular de un nuevo proyecto de desarrollo económico, de un nuevo 'modelo económico' que ponga fin a los 20 años de neoliberalismo en el país cuyos resultados en términos de bienestar, trabajo, modernidad y ascenso social y justicia son dramáticamente negativos.
La demanda de nacionalización es, con mucho, una lucidez histórica del movimiento indígena y popular de la preservación de la integridad territorial y política de la nación y de ahí la vehemencia con la que han comenzado a defenderla y la hostilidad con la que es atacada por elites empresariales cuyo sentido de patria tiene el tamaño de sus haciendas.
En esta nueva etapa política, la demanda de recuperación del control de los hidrocarburos inicialmente fue formulada como rechazo a la venta de gas por Chile y para Chile en octubre de 2003. Ello desencadenó la sublevación de octubre y la renuncia del presidente Sánchez de Lozada. Luego, en diciembre de 2003, los indígenas aymaras de la Confederación Sindical campesina plantearon la consigna de la nacionalización del gas y, desde entonces distintas organizaciones indígenas y populares comenzaron a incorporarla como la principal exigencia frente al Estado. Por: Alvaro García Linera
LA SEGUNDA BATALLA POR LA NACIONALIZACIÓN DEL GAS (II)
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
La realización del referéndum del gas de julio de 2004, organizado por el presidente Carlos Mesa como un acto de contención y neutralización de esta demanda, significó una derrota temporal de la consigna de la nacionalización. Los sectores que la propugnaban no pudieron organizar el boicot al referéndum, con lo que el 'aumento' de impuestos e intereses hasta el 50 por ciento cobró mayor legitimidad. Sin embargo, el empantanado debate en el parlamento y la ausencia de señales de tránsito hacia un nuevo modelo económico con mayor presencia estatal en el negocio hidrocarburífero, volvió a crear un escenario de malestar social y fortalecimiento de la exigencia de la nacionalización.
El sector que asumirá con determinación la movilización por la nacionalización será la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto. Ya había aprobado esta demanda en su pliego de peticiones de su congreso del 2004 y, apenas acabada la movilización por la expulsión de la empresa francesa Aguas del Illimani en enero-febrero del 2005, las distintas juntas vecinales de El Alto, comenzaron a debatir la preparación de una gran movilización por la nacionalización de los hidrocarburos.
A diferencia de todas las anteriores movilizaciones de los movimientos sociales en las que las demandas eran de carácter regional o defensiva, la lucha por la nacionalización iniciada por Fejuve y apoyada inmediatamente por los campesinos aymaras de la Federación de Trabajadores Campesinos de La Paz 'Tupaj Katari', planteó de manera directa y exclusiva una demanda de carácter nacional, prepositiva y de carácter estructural.
Esto ha marcado un salto cualitativo en la construcción de un proyecto político alternativo de los movimientos sociales. Se ha pasado del nivel defensivo y local a un nivel ofensivo y nacional y convierte a la movilización por los hidrocarburos en la movilización nacional más importante desde la lucha por la democracia. La fuerza histórica de esta demanda fue de tal magnitud que a los pocos días otros sectores sociales de los demás departamentos del país se sumaron a la exigencia (Comité Cívico de Potosí, Coordinadora del Agua de Cochabamba, Asamblea del Pueblo Guaraní, etc. ), además que obligó a otros sectores movilizados también por el tema de los hidrocarburos (Bloque Oriente, Colonizadores, Movimiento Sin tierra, Confederación de comunidades indígnas andinas), o a aquellos que comenzaron a movilizarse por demandas sectoriales (maestros, sector salud, cooperativistas, etc.), a adoptar la consigna nacional de la nacionalización, con lo que, en la segunda semana de paro de actividades en El Alto, los sectores sociales movilizados abarcaban a todos los departamentos del país, esto es, más que en octubre de 2003.
Los repertorios de la acción colectiva
El principal método de lucha empleado en la sublevación por la nacionalización de los hidrocarburos ha sido el bloqueo de caminos, carreteras y calles. Considerado como un método de lucha eminentemente campesino de amplia y legendaria utilización por los levantamientos indígena-campesinos, en El Alto ha habido una readaptación urbana de ese repertorio de movilización mediante la construcción de zanjas en los caminos, la formación de barricadas en las avenidas y el cerco a la planta de distribución de combustibles de Senkata.
La efectividad de este método ha sido múltiple. En primer lugar, ha permitido una extensión nacional de la movilización por cuanto más del 90% de las carreteras del país en los nueve departamentos fueron bloqueadas por campesinos e indígenas de distintas regiones, inmovilizando el transporte de carga y pasajeros. En segundo lugar, ha paralizado el centro de abastecimiento de energéticos a la ciudad de La Paz, con lo que la actividad económica de la ciudad tendió a colapsar a los pocos días de ausencia de gasolina y gas.
Este último se trata de un método de lucha económicamente estratégico, similar al que tienen los cocaleros del Chapare con la carretera Cochabamba - Santa Cruz: en el caso de la carretera del Chapare, se paraliza la fundamental vía de transporte de carga y comercio del país y, en el caso de Senkata, se paraliza la fuente energética del transporte y comercio de la ciudad de La Paz.
El vigor del bloqueo de caminos fue tal que literalmente los movimientos sociales lograron ocupar y posesionarse del espacio geográfico del Estado aislando no sólo a las ciudades y en especial a Santa Cruz, considerada el centro del poder político de los sectores conservadores, sino colapsando el ejercicio de soberanía estatal en el territorio nacional y la consiguiente crisis y vació de poder gubernamental.
El segundo método de lucha empleado con notable eficacia fue la ocupación de pozos y centros de distribución de gasolina y gas. Así, mientras Senkata era cercada, los indígenas del oriente tomaban pozos petroleros en el departamento de Santa Cruz y los indígenas aymaras y quechuas ocupaban los centros de bombeo de hidrocarburos en las alturas de Cochabamba (Safari), y del altiplano (Sica Sica), produciendo una parálisis de facto y un control sobre esas instalaciones petroleras.
Con estos dos métodos de lucha, los movimientos pasaron de una actitud demostrativa de descontento (marchas, concentraciones), a acciones de hecho, lo que marcó una radicalización generalizada de la acción colectiva a nivel nacional.
En medio de estas acciones prácticas, las marchas por la carretera Oruro-La Paz por indígenas de tierras bajas, colonizadores, cocaleros, la concentración de indígenas campesinos del altiplano aymara a la ciudad de La Paz y la multitudinaria concentración en San Francisco del día lunes 6 de junio con cerca de 300.000 personas, la concentración más importante de la historia política del país, marcaron la multiplicidad de repertorios de movilización de los sectores sociales. En los hechos la concentración del lunes 6 de junio fue la respuesta a la concentración del comité cívico cruceño del mes de marzo y la ocupación del territorio y el bloqueo de las carreteras en los nueve departamentos mostró la capacidad de convocatoria y despliegue territorial nacional de los movimientos sociales frente a la convocatoria regional de los cívicos cruceños. En el terreno de la movilización, los movimientos mostraban que seguían siendo insuperables, al igual que en su capacidad de colapsar el estado, mas no así en su capacidad de resolver el tema de la titularidad del poder político. Por: Alvaro García Linera
ANILLO ENERGÉTICO: NO SE PUEDE EXPORTAR NI UNA MOLÉCULA DE GAS DEL LOTE 88
La República de Perú (www.larepublica.com.pe)
En nuestro artículo de ayer domingo, vimos claramente que los 8 billones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) del gas de Camisea del Lote 88 no alcanzan para cubrir nuestras necesidades de gas natural para los próximos 40 años. Por un criterio mínimo de seguridad energética, entonces, no se puede pensar en exportar “ni una molécula” de gas proveniente del Lote 88.
Pero en los últimos meses y semanas se han producido cambios en las leyes que podrían darle “luz verde” a la exportación de las reservas del Lote 88. Veamos primero las modificaciones legales, para después examinar sus consecuencias. En junio de 1999, se promulga la Ley 27133 (Ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural). En su artículo 4 dice: “En todos los casos, se deberá tomar en cuenta lo siguiente: a) Garantizar el abastecimiento al mercado nacional de gas natural, por un período mínimo definido en el Contrato”.
Lógico, para qué, si no vamos a reconvertir industrias, construir plantas de generación eléctrica con gas natural, propiciar el uso de gas en los vehículos y también en el consumo doméstico (cocina, agua caliente, calefacción, etc.). En otras palabras, el gas es primero para los peruanos. Satisfecha nuestra demanda, viene la exportación.
El Reglamento de la Ley 27133, el DS 040 EM de 1999 precisa el Art. 4 de la Ley. Dice: “Se considera garantizado el abastecimiento de Gas Natural al mercado nacional, cuando las reservas probadas del Productor alcancen para abastecer la demanda futura, determinada según lo señalado en el Contrato; para un período mínimo definido en el Contrato, el cual no podrá ser menor a un horizonte permanente de 20 años”.
Por “horizonte permanente de 20 años” se entiende que, por ejemplo, en el año 7, las reservas deben garantizar el abastecimiento por 20 años. Y así sucesivamente, hasta el término del contrato, que dura 40 años. Por tanto, en el año 20 hay que garantizar la demanda futura por 20 años más. Y, como ya se ha visto, las reservas actuales del Lote 88 no cubren la demanda de 40 años. Por tanto, no hay lugar para la exportación. Esto fue expuesto por Carlos Herrera Descalzi en el conversatorio publicado por La República el lunes y martes de la semana pasada.
Cuando se firma el contrato de Camisea por el Lote 88, en noviembre del 2000, esta era la legislación vigente. Esto es lo que deben respetar las partes. En el 2003 se promulga el DS 031 EM, que cambia lo que dice el DS 040 de 1999 con respecto al “horizonte permanente de 20 años”. Ahora solo se dice que se abastece la demanda futura “por un período mínimo definido en el contrato”.
¿Por qué la modificación? Obvio. Para que se pueda exportar gas del Lote 88, que, además, ha sido financiado por todos los peruanos que pagamos un sobreprecio en las tarifas eléctricas que contribuye al pago de los ductos de Camisea a Lima.
Pero los pro-exportadores no se quedaron satisfechos con un simple Decreto Supremo e impulsaron la Ley 28552, promulgada hace una semana. La Ley modifica el Art. 4 de la Ley 27133, que ahora dice: “a) Garantizar el abastecimiento al mercado nacional de Gas Natural”. Listo. Ya no hay nada sobre el “horizonte permanente de 20 años” ni tampoco lo del “período mínimo definido en el contrato”.
La pregunta es: ¿Es que una Ley del 2005 puede modificar las condiciones de un contrato firmado en el 2000, cuando estaba vigente la Ley 27133 y su reglamento, el DS 040 EM? No lo creemos. Pero vale la pena estar alerta, pues no nos cabe duda de que está en marcha la iniciativa de exportar gas del Lote 88, afirmando que basta con garantizar el consumo de los primeros 20 años y ya no de los 40 que dura el contrato por el Lote 88. De Ripley, aunque usted no lo crea.
Como dijimos ayer, si se desea exportar gas, hay que encontrar nuevas reservas. Mientras tanto, no se debe exportar ni una molécula del Lote 88.
LA CHOLITA, IDENTIDAD CULTURAL DE BOLIVIA
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7 years ago
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